Contenido
TERCERA
SEXTA SESIÓN:
ACERCA DE LAS
Autoras
KELLY MINTER es maestra de la Biblia y autora de numerosos estudios bíblicos, entre ellos Encountering God: Cultivating Habits of Faith through the Spiritual Disciplines [Encuentro con Dios: Cultivando hábitos de fe a través de las disciplinas espirituales] y Ruth: Loss, Love & Legacy [Rut: pérdida, amor y legado]. Además de su amor por la Palabra de Dios, siente un gran afecto por la iglesia local y tiene el privilegio de ministrar a los vulnerables y olvidados con Justice & Mercy International. Actualmente cursa una maestría en Estudios Bíblicos y Teológicos en el seminario de Denver. Kelly vive en Nashville. Ella es una tía amorosa, le encanta cultivar flores y verduras, y es una cocinera excepcional.
JACKIE HILL PERRY es maestra de la Biblia, escritora y artista. Es autora de Jude: Contending for the Faith in Today’s Culture [Judas: Defendiendo la fe en la cultura de hoy]; Chica gay, Dios bueno: La historia de lo que fui y de lo que Dios diempre ha sido, y El Dios Santo: Cómo la santidad de Dios nos ayuda a confiar en Él. En su hogar, ella es la esposa de Preston y mami de Eden, Autumn, Sage y August.
JEN WILKIN es autora y maestra de la Biblia originaria de Dallas, Texas. Ha organizado y liderado estudios para mujeres en entornos familiares, eclesiásticos y paraeclesiásticos. Su pasión es ver a otras personas convertirse en seguidores articulados y comprometidos de Cristo, con una comprensión clara de por qué creen lo que creen, y todo fundamentado en la Palabra de Dios. Jen es autora de Diez palabras que dan vida: El deleite y el cumplimiento de los mandamientos de Dios, Mujer de la Palabra, Nadie como Él, A Su imagen y estudios bíblicos que exploran el Sermón del Monte y los libros de Génesis, Éxodo, Hebreos, 1 Pedro y 1, 2, 3 Juan. Puedes encontrar más sobre ella en jenwilkin.net.
JENNIFER ROTHSCHILD es autora de diecinueve libros y estudios bíblicos, incluyendo su más reciente, Amos: An Invitation to the Good Life [Amós: Una invitación a vivir la buena vida]. Es la fundadora y destacada maestra de la Biblia en los eventos para mujeres Fresh Grounded Faith, y también conduce el Podcast 4:13, comparte aliento práctico y sabiduría bíblica para equipar a las mujeres a vivir la vida del «puedo» de Filipenses 4:13. Es madre de un niño, oyente apasionada de audiolibros, fanática de C. S. Lewis y amante del chocolate negro. Jennifer perdió la vista a los quince años, pero vive cada día con confianza y alegría, consciente de que la vida en la tierra es breve y el cielo es eterno. Vive en Springfield, Missouri, con su querido Dr. Phil y su consentida perrita, Lucy.
JADA EDWARDS es una maestra de la Biblia y mentora. Ha dedicado su vida a equipar a mujeres de todas las edades y en todas las etapas con verdades prácticas y bíblicas para ayudarlas a vivir vidas auténticas y transparentes. Jada es autora de varios libros, entre ellos The Captive Mind [La mente cautiva], Be Bold [Sé audaz]; y Thirsty, [Sedienta], y contribuye como autora en «World on Fire». En 2008, Jada y su esposo Conway fundaron la Iglesia One Community, donde actualmente ella se desempeña como directora de servicios creativos y directora de mujeres. Jada y Conway son padres de Joah y Chloe, y residen en Allen, Texas.
KRISTI MCLELLAND es oradora, maestra, escritora y profesora universitaria. Ha dedicado su vida al discipulado, enseñando a las personas cómo estudiar la Biblia por sí mismas y escribiendo sobre cómo Dios es mejor de lo que nunca imaginamos, explicando la Biblia a través de una lente del Medio Oriente. Kristi es autora de los estudios bíblicos Jesus and Women: In the First Century and Now [Jesús y las mujeres: En el siglo I y ahora] y The Gospel on the Ground: The Grit and Glory of the Early Church in Acts [El evangelio en acción: El valor y la gloria de la iglesia primitiva en el libro de hechos] También es presentadora del podcast de K-LOVE Perlas con AccessMore. Kristi dirige regularmente viajes de estudio bíblico a Israel, Turquía, Grecia e Italia. Para más información sobre Kristi y lo que hace, visita: newlensbiblicalstudies.com.
ACERCA DE Cuando oras
Este estudio bíblico es único.
Cada sesión fue escrita por una autora diferente de Lifeway Mujeres.
Cada sesión tiene una enseñanza en video filmada en vivo en una conferencia de Lifeway Mujeres.
Cada autora aporta su estilo particular tanto a la enseñanza en el video como al estudio personal. La combinación de sus estilos y enfoques individuales genera una experiencia de estudio bíblico que revelará las palabras de la Escritura de una manera totalmente nueva.
Cada día de estudio comienza y termina con oraciones guiadas y sugerencias para la oración, de modo que pueda ayudarte a integrar la conversación con Dios en tu rutina diaria. Las oraciones de apertura de cada día son las palabras de David al Señor del Salmo 119, que expresan su deleite en la Palabra de Dios y te animan a hacer lo mismo. Las oraciones finales te desafían a aplicar lo aprendido en el estudio de ese día.
Como este estudio es único, puedes utilizarlo de distintas maneras.
• Realiza el estudio de manera regular, semana tras semana, ya sea por tu cuenta o con un grupo pequeño.
• Emplea este estudio como material para un retiro o como parte de un estudio para un grupo grande.
Independientemente de cómo elijas estudiarlo, te recomendamos que consultes todos los recursos adicionales disponibles en lifeway.com/cuandooras.
¿DIRIGES UN GRUPO? En lifeway.com/cuandooras puedes descargar gratuitamente una guía para líderes en PDF. La guía del líder ofrece varios consejos y sugerencias, junto con guías de conversación para cada semana.
lifeway.com/cuandooras
CÓMO UTILIZAR ESTE Estudio
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
ESTUDIO PERSONAL: Cada semana, tendrás cinco días de estudio personal con preguntas que te ayudarán a reflexionar y aplicar lo que lees. Después de completar una sesión de estudio personal, podrás ver el video de enseñanza.
OBSERVA: Estas páginas proporcionan un espacio para tomar apuntes de los videos de enseñanza. Es recomendable que comiences tu estudio viendo el video de la Primera sesión y luego veas el resto de los videos* después de terminar cada sesión de estudio personal.
ACCESO A VIDEOS: Con la compra de este libro, tienes acceso a videos de enseñanza que proporcionan contenido para ayudarte a comprender y aplicar mejor lo que acabas de estudiar en la sesión anterior. Encontrarás información detallada sobre cómo acceder a los videos en la tarjeta impresa en la contraportada de tu estudio bíblico.
NOTA SOBRE LAS TRADUCCIONES DE LA BIBLIA
Este estudio utilizará principalmente la traducción de la Biblia versión Reina Valera 1960 (RVR1960). Sin embargo, leer el mismo pasaje de las Escrituras en más de una traducción es una herramienta de estudio útil. Por ello, incorporaremos varias traducciones en las páginas de este libro y en los videos. A continuación, se presentan algunas de las que utilizaremos, cada una marcada por sus respectivas abreviaturas:
Nueva Versión Internacional (NVI)
Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Puedes encontrar todas estas traducciones en una aplicación de la Biblia o en sitios web como biblegateway.com o biblehub.com.
Encontrarás videos de las autoras, una guía gratuita para líderes, recursos y mucho más en lifeway.com/cuandooras ¿QUIERES DESCUBRIR MÁS?
PRIMERA SESIÓN
La oración, en pocas palabras, es hablar con Dios. Es un regalo hermoso diseñado por Dios para que haya comunicación entre el Creador y los hijos creados a Su imagen. Vivimos en un mundo de comunicadores innatos, así que la oración debería resultarnos natural. Sin embargo, dependiendo del tiempo que lleves de cristiana, es probable que tu vida de oración haya experimentado altibajos, desde temporadas de conversación íntima a silencios incómodos, y viceversa.
A menudo, nos resulta difícil orar de manera constante, o sentimos que nuestras oraciones no tienen la intensidad ni la pasión que quisiéramos. A veces, llegamos al final de día tan ocupadas y nos damos cuenta de que ni siquiera hemos tenido tiempo de orar. En otras ocasiones, nos sentimos tan abrumadas por la nostalgia o la tristeza que nos cuesta encontrar palabras para expresar el llanto de nuestros corazones. Y en otros momentos, nuestras almas rebosan de gratitud por la gracia de Dios.
En un pasaje del Evangelio de Lucas, leemos que Jesús «estaba orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar”» (Lucas 11:1). De todas las conversaciones que los cuatro Evangelios nos presentan entre Jesús y Sus discípulos, esta fue la única ocasión en la que uno de ellos le pidió a Jesús que le enseñara a hacer algo. Parece que este discípulo sabía lo mismo que tú: que la oración es importante, y también difícil. Además, él sabía que Jesús era el indicado para pedírselo, pues cada vez que los discípulos buscaban a Jesús, lo encontraban orando.
Afortunadamente, al igual que Jesús enseñó a Sus discípulos a orar, la Palabra de Dios también nos ofrece una valiosa enseñanza sobre
este tema. Sobre todo, aprendemos que no hay una única manera correcta. Algunas oraciones son muy personales y otras son para hacerlas en grupo. Algunas son muy elaboradas y otras más espontáneas. Hay oraciones que expresan anhelos y frustraciones, otras son cánticos de alabanza. Algunas son confesiones de pecados personales, otras son intercesiones. Y cada una de ellas, absolutamente cada oración que pronunciamos es un medio para que podamos escuchar a Dios y lo conozcamos más.
Como vemos en las oraciones de la Biblia, Dios está siempre dispuesto a escuchar todo lo que quieras decirle y en todo momento. Sin embargo, a medida que estudies las oraciones de la Biblia y adoptes sus patrones como propios, aprenderás que la oración es mucho más que pedirle cosas a Dios. Se trata de mantener una conversación interminable con tu Padre celestial.
DIOS ESTÁ SIEMPRE DISPUESTO A ESCUCHAR TODO LO QUE QUIERAS DECIRLE Y EN TODO MOMENTO.
A lo largo de la Palabra de Dios, encontramos muchas voces cuyas oraciones nos sirven de modelo para el acto de orar. En este estudio consideraremos seis de ellas: la oración modelo de Jesús (Su respuesta cuando los discípulos le pidieron que les enseñara) y ejemplos de petición, alabanza, lamento, intercesión y unidad. Para ayudarnos, hemos reunido a un grupo de queridas maestras bíblicas que explorarán el significado de estas oraciones. A través de cada uno de sus singulares estilos de escritura, métodos de estudio de la Biblia y dones de enseñanza, estas mujeres aportan la sabiduría que Dios les ha dado a las oraciones de la Biblia y te ayudarán a aprender qué decir cuando ores.
PRIMERA SESIÓN
Mira el video de la primera sesión y toma apuntes a continuación.
Dialoga
Si eres parte de un grupo de estudio bíblico de Cuando oras, utiliza esta página para tomar apuntes durante tus reuniones y para llevar un registro de las peticiones de oración que se mencionen.
SEGUNDA SESIÓN
TuVengareino
POR KELLY MINTER
La oración es una de las prácticas más importantes de nuestra vida cristiana, y que también está llena de retos, preguntas y misterios. No siempre es tan fácil o sencilla como desearíamos. Quizá te estés preguntando, entre otras muchas cosas: ¿Estaré orando de la «manera correcta», según la voluntad de Dios? Creo que los discípulos de Jesús también querían saber esto. ¿Qué podría darnos más seguridad sobre la práctica de la oración que orar las mismas palabras que enseñó Jesús? Es por eso que estoy emocionada de comenzar juntas nuestro estudio sobre la oración con las palabras que Jesús enseñó a orar a Sus seguidores.
La oración del Padrenuestro, que está narrado en Mateo 6:9-13 y Lucas 11:2-4, es la base del resto de nuestro estudio y de todas nuestras oraciones. Esto es fundamental porque no solo queremos estudiar la oración, sino que queremos convertirnos en mujeres que oren de manera más profunda y eficaz. Pienso que éste es un buen momento para confesar que la oración ha sido una de mis debilidades desde siempre. De hecho, es una disciplina en la que he tenido que crecer. Es por eso que la oración que estamos estudiando esta semana ha sido un gran apoyo para mí, ya que cuando no sé qué decir, ella le da voz a mis anhelos. Cuando estoy distraída, me mantiene atenta con las alabanzas y peticiones. Cuando estoy confundida, me ayuda a orar según la voluntad de Dios. Y aunque sea una oración modelo, no debemos considerarla como una fórmula repetitiva. Cada porción de la oración que nos enseñó Jesús permite que se formulen mil otras, oraciones que son específicas de nuestras propias vidas y de la obra de Dios en nuestro mundo.
Es bueno tener presente el contexto del Padrenuestro al comenzar esta primera semana de estudio. Esta oración ocupa un lugar clave en el Sermón de la Monte, donde Jesús enseña cómo vivir como ciudadanos del reino de los cielos aquí mismo, en nuestra vida cotidiana. No es una coincidencia, sin duda, ya que la oración es fundamental en las enseñanzas de Jesús. Dado que el Sermón de Jesús nos ayuda a ver mejor la oración que estamos estudiando, abordaremos distintas partes de él a lo largo de la semana.
¡Qué emocionante lo que viene! Que Jesús mismo nos enseñe a orar.
La oración de la semana
VERSÍCULO BÍBLICO
Mateo 6:5-13
TIPO DE ORACIÓN
El Padre nuestro
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
MATEO 6:9B-10
PRIMER DÍA
EL LUGAR SECRETO
Antes de ir al pasaje principal del estudio de esta semana, LEE LUCAS 11:1-4.
¿Qué le pidió el discípulo a Jesús?
En estos versículos, vemos que los discípulos sintieron que necesitaban que se les enseñara a orar. Por obvio que parezca, ¿qué aprendemos sobre la oración aquí?
A medida que los discípulos de Jesús comprendían que Él los estaba trasladando de una perspectiva del Antiguo Testamento, llena de pactos y leyes, a cómo sería la vida al tener una relación con Él, más se daban cuenta de que Él estaba formando una comunidad distinta a partir de ellos. Ahora los discípulos querían saber cómo orar como parte de esa nueva comunidad, ahora que Su reino había llegado.1 Y nosotras, como seguidoras de Cristo en la actualidad, compartimos ese anhelo.
Para comprender mejor «El Padrenuestro», también conocido como «la oración modelo» o «la oración del discípulo», comenzaremos donde lo hizo Jesús. Esto es especialmente relevante para nosotras, ya que somos quienes la recitamos. En realidad, Él no comenzó directamente a orar; en cambio, se centró en nuestra manera de acercarnos a la oración y en la naturaleza de nuestro Padre celestial, al cual nos dirigimos en oración.
LEE MATEO 6:5-8
A veces, la mejor forma de aprender a hacer algo es aprender primero a cómo no hacerlo. Cuando mi papá me enseñaba a conducir en nuestra furgoneta familiar mecánica de 4 cilindros (el peor vehículo para aprender a conducir), solía decir o a veces gritar, cosas como: «No sueltes el embrague demasiado rápido. No vuelvas a retroceder cuando hay un auto atrás y estás en un semáforo en pendiente. No te saltes los semáforos en amarillo. Kelly, ¡te estás estancando!» Yo tenía una lista interminable de «No hagas esto». Bueno, en condiciones mucho menos estresantes, Jesús empleó esta útil técnica a la hora de orar.
Antes de que empieces con el estudio de hoy, ora el Salmo 119:18
Ya sea que oremos para ser notadas o evitemos hacerlo para no llamar la atención, ambas actitudes están más relacionadas con el temor al juicio de las personas que con una profunda reverencia a Dios.
En el versículo 5, Jesús les dijo a Sus discípulos que no oraran como ¿qué tipo de personas? ¿Por qué?
En la cultura judía del siglo I, los judíos oraban tres veces al día: por la mañana, a media tarde y antes de acostarse. Algunos de los líderes religiosos planificaban su llegada a lugares sagrados, como el templo, o a lugares concurridos, como las esquinas de las calles, para que la gente notara su dedicación espiritual. Sin embargo, su motivación principal era ser aplaudidos por la gente en lugar de encontrarse con Dios. Jesús les dijo: No oren así.
Me pregunto, si Jesús estuviera compartiendo este mensaje hoy, ¿nos motivaría a cambiar la manera en que abordamos la oración en público y nos alentaría a hacerlo más a menudo? Aunque muchas de nosotras no nos vemos orando en las esquinas de las calles, quizás estamos evitando dar gracias a Dios por la comida en un restaurante o no le preguntamos a una vecina si podemos orar por ella en una temporada difícil, todo por miedo a lo que pueda pensar la gente. Ya sea que oremos para ser notadas o evitemos hacerlo para no llamar la atención, ambas actitudes están más relacionadas con el temor al juicio de las personas que con una profunda reverencia a Dios.
¿En qué situaciones sientes la tentación de orar para que los demás se den cuenta de lo espiritual que eres? ¿Por qué crees que esta es una tentación?
¿En qué situaciones evitas orar debido a lo que otros puedan pensar de ti? ¿Cuál crees que es tu miedo principal en este aspecto?
VUELVE A MIRAR EL VERSÍCULO 6. ¿Cuáles son las tres cosas que Jesús nos dijo que debemos hacer cuando oramos?
Jesús no estaba sugiriendo que nunca deberíamos orar en público ni con otras personas. La propia naturaleza de la oración modelo es que se ore en comunidad. De hecho, vemos a los discípulos orando juntos en varias ocasiones en el Nuevo Testamento (ver Lucas 9:28; 22:45-46; Hechos 1:14; 2:42; 12:12). Lo que ve Jesús es la motivación de nuestros corazones. Cuando nos retiramos a un espacio privado donde nadie pueda vernos y cerramos la puerta para que nadie nos escuche, nuestras oraciones se convierten más en un momento íntimo con Dios, en lugar de centrarse en lo que pondríamos obtener de los demás.
Cuando oramos para estar en comunión con el Dios vivo, Jesús dijo que nuestro Padre nos ve en lo secreto. Mientras que los hipócritas religiosos oraban en voz alta para ser vistos por la gente, la mujer que ora con la puerta cerrada de su casa, lo hace para ser vista por Dios. Y Él no solo la ve en lo secreto; Él «está en lo secreto» (v. 6, énfasis mío), lo que significa que habita con nosotras en nuestros momentos de tranquilidad, haciendo referencia a Su omnipresencia (Él está presente en todas partes), pero también a Su auténtica naturaleza.2 Nuestro Padre celestial no busca demostraciones llamativas y ostentosas de religiosidad; más bien, se complace en manifestarse en los lugares tranquilos para aquellos que buscan una auténtica comunión con Él. Qué invitación tan íntima nos ofrece la oración.
Nuestro Padre celestial no busca demostraciones llamativas y ostentosas de religiosidad; más bien, se complace en manifestarse en los lugares tranquilos para aquellos buscan una auténtica comunión con Él. Qué invitación tan íntima nos ofrece la oración.
¿Cómo te anima a pasar tiempo en oración el hecho de que el Padre ve lo que nadie más ve y está presente contigo de un modo que nadie más puede?
Jesús utilizó la palabra recompensa tanto en el versículo 5 como en el 6.
Describe la recompensa de los hipócritas.
¿Quién recompensa a la persona que ora con los motivos correctos?
La recompensa que buscaban los hipócritas era la que obtenían: la aprobación inconstante y poco satisfactoria de la gente. Lo que esperaría es que Jesús contrarreste eso al decir que las oraciones genuinas no buscan recompensas, pero Él nos sorprende. Nuestro Padre celestial nos recompensa cuando oramos. No especifica la recompensa, pero la garantiza. He tenido que reflexionar sobre esto porque parece extraño que Dios nos recompense por orar, cuando todo el sentido de este pasaje es que le busquemos con motivos genuinos y no por… recompensas.
Pero cuando pienso en las formas en que nos recompensamos unos a otros, me doy cuenta de que gran parte de ello se basa en la confianza mutua. Cuando les digo a mis sobrinos que si son amables entre ellos cenaremos comida mexicana, al menos una parte de la razón por la que me obedecen es porque confían en que cumpliré mi palabra y entonces, por la noche tendremos nachos y salsa para todos. De manera similar, cuando dejamos de buscar la aprobación de las personas y esperamos en la recompensa de nuestro Padre, confiamos en que estar con Él nos traerá mayores bendiciones que las que otros nos pueden ofrecer. Aunque Su recompensa no llegue tan rápido como el elogio de los demás, confiamos en que Él cumplirá lo que prometió. Esperar con esperanza la recompensa de la oración no es egoísta; es simplemente tener confianza en ello.
¿Qué beneficios has experimentado a través de la oración?
VUELVE A LEER LOS VERSÍCULOS 7-8. En el versículo 5, Jesús les dijo a Sus discípulos que no oraran como los hipócritas. ¿A quién les dijo que no oraran como ellos en el versículo 7?
¿Cómo oraban los gentiles (paganos)?
El término gentiles era otra forma de referirse a los pueblos paganos que adoraban a un panteón de dioses. Ya sea que estuvieran rogando al dios del sol por calor o al dios de la lluvia por lluvias para sus cultivos, sus dioses eran impredecibles. En esa adoración no existía la posibilidad de establecer una relación genuina; más bien, se aferraban a la esperanza de manipular a los dioses para que hicieran lo que ellos necesitaban. Así que, continuaban orando repeticiones vacías.
¿Por qué Jesús dijo que no debemos orar como los gentiles (v. 8)?
El hecho de que nuestro Padre celestial ya sepa lo que necesitamos antes de que se lo pidamos brinda consuelo a algunas y puede causar frustración en otras. ¿Cómo te sientes al respecto y por qué?
Antes me preguntaba por qué tenemos que orar si Dios ya sabe lo que necesitamos, pero luego pensé: ¿Qué pasaría si nuestro Padre celestial no supiera lo que necesitamos? Eso sí que sería terrible. Estaríamos perdidas, tratando de llamar su atención como hacen los gentiles, luchando por satisfacer nuestras necesidades, esperando que haya escuchado la urgente oración que hicimos. «Si Dios es realmente quien dice ser, no puede ser menos que omnisciente».3
¿De qué manera la naturaleza personal, poderosa y omnisciente de Dios influye en tu forma de orar y en las palabras que utilizas?
En los próximos días profundizaremos en la naturaleza de Dios y en el aspecto relacional de la oración, pero terminemos recordando estas maravillosas verdades. En primer lugar, no tenemos que orar como los hipócritas religiosos porque lo que anhelamos en la oración no es obtener el reconocimiento de la gente, sino construir una relación con Dios. En segundo lugar, no tenemos que orar como los paganos irreligiosos que seguían adelante con la esperanza de ver satisfechas sus necesidades, porque nuestro Dios es diferente. Es amoroso, personal, omnisciente y se complace en encontrarse con nosotras en el lugar secreto. Por último, la oración tiene recompensa. Como veremos con más detalle esta semana, nuestro Padre se deleita en dar cosas buenas a Sus hijos. Así que, ya sea que nos recompense con regalos tangibles o comparta Su presencia con nosotras, somos bendecidas cuando oramos.
Cuando ores hoy
Qué perfecto momento para encontrar un «lugar secreto» donde puedas orar a tu Padre celestial. Recuerda que Él no solo te ve en lo secreto, sino que está en lo secreto contigo. Encuentra ese lugar tranquilo. Ya sea tu sillón favorito, un parque por el que te guste pasear o tu propio armario, Él anhela reunirse contigo.
Antes de comenzar el estudio de hoy, ora el Salmo 119:18
SEGUNDO DÍA EMPIEZA CON DIOS
Hermana, cómo empiezas tus oraciones. ¿Vas directo al grano? ¿Te tomas un momento en silencio antes de orar? ¿Oras la Escritura? ¿Con qué tipo de cosas empiezas? Jesús nos enseña a empezar nuestras oraciones centrándonos en Dios. Esto me parece lo más obvio del mundo, hasta que me doy cuenta de que no siempre comienzo así. ¡Soy muy pronta para orar primero por mis urgentes necesidades, mis anhelos insatisfechos y mis preocupaciones del día!
Esto no es del todo malo; pienso que a Dios le agrada que le compartamos nuestros anhelos de manera sincera. Sin embargo, la oración del Padre nuestro nos indica que, antes de abordar cualquiera de nuestras peticiones personales, tengamos el privilegio de corregir esto, y alineemos nuestra voluntad con la Suya a pesar de nuestra lucha, y nos aferremos a los caminos de nuestro Padre, incluso cuando dejar los nuestros resulte abrumador. Es aquí, en la cima de nuestras oraciones, donde nos sometemos a la autoridad y el reinado de nuestro amoroso Padre celestial. Aquí alineamos nuestros corazones y anhelos con los Suyos. Es aquí donde proclamar Tu nombre por encima de nuestro ego, de nuestra necesidad de tener razón, de ser estimadss por otros. Aquí, decimos: Tus caminos por encima de todos los demás, porque nadie es más grande, más amoroso ni más digno que el Padre celestial que es el nuestro.
«Cuando le damos el primer lugar a Él, todas las demás peticiones caen en línea santa».4
LEE MATEO 6:9-13, prestando especial atención a los versículos 9-10.
La oración modelo de Jesús comienza con: nuestro que estás en
En el judaísmo del siglo I, no era habitual referirse a Dios como Padre, ya que eso implicaba una cercanía bastante íntima. Pero Jesús nos mostró que, con el inicio de Su reino, Dios se ha vuelto «tan accesible como el padre humano más amoroso que puedas imaginar».5 Al mismo tiempo, no perdamos de vista que Él sigue siendo Dios Todopoderoso. De esta manera, tenemos acceso a la combinación perfecta: la bondad y el cuidado de un Padre amoroso, junto con el poder y la gloria de Su posición en el cielo.
Imagina tener un padre amoroso, pero que carezca de poder, o un padre fuerte y poderoso, pero sin amor. Ahora reflexiona un momento sobre esto: ¿Cómo influye en tu forma de orar el hecho de tener a Dios como un Padre amoroso y a la vez como un Soberano celestial?
De los versículos 9-10, completa lo siguiente:
Queremos que el de Dios sea santificado u honrado como santo.
Queremos que Su venga.
Queremos que Su se haga.
Cada una de estas peticiones es una ligera variación de la misma petición.6 Como tres afluentes que desembocan en el mismo río, nuestro deseo de la fama, el reinado y el gobierno de Dios fluye hacia Su trono. Aunque las ideas de nombre, reino y voluntad de Dios son amplias, intentaremos definirlas de la mejor manera en este limitado espacio.
EL NOMBRE DE DIOS: Un nombre representa a la persona que lo lleva. Por eso, cuando exaltamos el nombre de Dios como honorable y santo, estamos exaltando Su Persona, Sus acciones y Su naturaleza. El nombre de Dios no se refiere únicamente a Su título. Se refiere a Su persona, carácter y autoridad.7
LEE EL SALMO 30:4. ¿Cómo el salmista describió el nombre de Dios?
En muchos lugares del Antiguo Testamento se describe el nombre de Dios como santo (ver Salmo 97:12; 103:1; 111:9, Isaías 29:23). Cuando honramos el santo nombre de Dios, estamos honrando a Dios.
LEE 1 SAMUEL 12:20-25. ¿En qué se basó Dios para no rechazar a Su pueblo, a pesar de que había pecado contra Él (v. 22)?
Vemos aquí que Dios fue bueno y misericordioso con Su pueblo incluso cuando no lo merecían, como cuando lo rechazaron para tener un rey humano. Pero también observamos que Su amor y misericordia hacia ellos era un reflejo de Su santo nombre. Esta gracia insondable alcanzaría finalmente su plenitud en un nuevo nombre.
LEE FILIPENSES 2:5-11. ¿Cómo trata Dios el nombre de Jesús (v. 9)?
Los nombres siempre han sido importantes. De hecho, nombramos a nuestros hijos en honor a nuestros seres queridos. Honramos a quienes han fallecido conservando sus nombres en las lápidas. Incluso nombramos empresas, ministerios y premios en honor a personas especiales. No lo hacemos porque los nombres en sí sean grandiosos, sino porque apreciamos a la persona que lleva ese nombre.
EL REINO DE DIOS: El Evangelio de Mateo menciona la frase reino de los cielos treinta y dos veces.8 En su descripción más simple, es el gobierno y reinado perfecto de Dios a través de la persona de Jesús. Me encanta cómo lo describe Dallas Willard: «El reino de Dios es el ámbito de su voluntad efectiva: es decir, es el dominio donde lo que Él quiere hecho, hecho está».9 Yo quiero vivir en el ámbito de las preferencias de Dios, ¿y tú? Para comprender mejor qué es el reino de los cielos (al que Mateo se refiere a menudo como «el reino de Dios»), exploraremos algunos pasajes clave.
Lee los siguientes versículos sobre el reino de los cielos:
Mateo 3:1-2; 4:17 ¿Qué hay en el reino de los cielos que hizo que Juan el Bautista y Jesús predicaran el arrepentimiento?
Mateo 4:23 ¿Cuál fue el mensaje que Jesús predicó mientras recorría diversos lugares?
Mateo 6:33 ¿Dónde debe situarse el reino de Dios en nuestro día a día?
Mateo 19:13-15 ¿Cómo se caracterizan las personas que forman parte del reino de los cielos?
Mateo 24:14 ¿Hasta dónde se extenderá la buena nueva del reino?
El reino de los cielos no es algo fácil de comprender. «Probablemente por eso Jesús hablaba de Él en parábolas cuando trataba de explicar su naturaleza. Es como un grano de mostaza, dijo, o como la levadura que se mezcla en la masa. También lo comparó con un tesoro escondido, como un comerciante en busca una perla preciosa, ¡incluso con la red de un pescador!». «A pesar de todas sus complejidades, es reconfortante recordar que una de las formas en que Jesús describió el reino es simplemente que es una buena noticia».10
LA VOLUNTAD DE DIOS: El término voluntad de Dios se refiere al «plan redentor y moral de Dios para este mundo y para Su pueblo».11 Cuando oramos por la voluntad de Dios, estamos orando para que Él actúe.12 También estamos comprometiéndonos a trabajar de acuerdo con Sus propósitos para poder participar activamente en lo que Él está realizando en la tierra.13
Siempre he dicho que, si no fuera porque leo la Biblia, difícilmente pensaría en seguir la voluntad de Dios. Cuando alguien me hace daño, mi instinto natural no es perdonar. Cuando mis padres me piden ayuda porque olvidaron las contraseñas de su computadora, la paciencia no es precisamente mi primera opción. Antes de entender lo que Jesús enseñó sobre dar, prefería gastar mi dinero en mí misma. Podría seguir así con varios ejemplos. Cuando oramos pidiendo la voluntad de Dios, básicamente estamos pidiendo según lo que leemos en Su Palabra. Todo el Sermón del Monte es como una guía de Su voluntad, así que si no estás segura de cuál es Su voluntad en una situación determinada, Mateo 5-7 es un texto maravilloso para leer y reflexionar.
¿En qué aspectos de tu vida te cuesta orar para que se haga la voluntad de Dios? Busca ese tema en el índice de tu Biblia o haz una búsqueda temática en tu aplicación bíblica para obtener una lista de pasajes bíblicos relacionados. Después, elige uno que te ayude a orar para que se haga Su voluntad en ese ámbito de tu vida. Y cuando tengas dudas, simplemente ora Mateo 6:10.
Orar por el gobierno y el reinado de Dios era mucho más difícil para mí cuando era más joven. En parte, porque mi propia voluntad y mi pequeño reino ya no son tan atractivos como antes. Mi falta de control me metió en situaciones dolorosas, y dirigir mi propia vida, que es una existencia sin paz, una vigilancia constante y un remolino de conflictos, no es tan divertido como parece. Por eso, la oración del Padrenuestro es muy libertadora para mí. Al principio de la oración, ponemos en orden lo más importante en nuestra vida: queremos que el nombre de Dios sea glorificado, que venga Su reino y que se haga Su voluntad, no la nuestra. ¡Lo queremos de verdad! Y si no lo hacemos, oramos para desear quererlo.
El versículo 10 de Mateo 6 culmina de forma extraordinaria. Queremos que el reino y la voluntad de Dios se haga en como en la .
Puede que a veces sintamos que la oración es muy idealista y que está desconectada de nuestra vida diaria, ya sea en la escuela, en casa o en el trabajo. No siempre pensamos que Dios puede involucrarse en nuestra soltería, matrimonio, crianza de hijos, amistades, salud o finanzas. Pero piensa en lo que Jesús está revelando aquí: mientras la perfecta voluntad de Dios se cumple en el cielo, debemos orar para que también se manifieste aquí, en nuestra vida cotidiana. Puesto que el reino de los cielos está «cerca» o «ha llegado» a través de Cristo, tenemos el privilegio de orar para que todo lo que es verdadero en el cielo se haga realidad en la tierra.
¿Cuál es la verdad más transformadora para ti en los versículos 9-10 del Padrenuestro? ¿Por qué?
Comenzar nuestras oraciones centrándonos en nuestras propias necesidades, prioridades y preocupaciones es algo natural. Sin embargo, cuando empezamos exaltando el nombre y el gobierno de Dios en su lugar, estamos aprendiendo a vivir en el mundo de la manera en que Dios lo planeó, como hijas dependientes que descansan perfectamente bajo Su cuidado.
Cuando ores hoy
Escribe tu propia oración que comience exaltando el nombre de Dios, reconociendo Su reino y buscando Su voluntad. Empieza poniéndolo a Él en primer lugar.
TERCER DÍA
NUESTRO SUSTENTO DIARIO
La oración personal es esencial para nuestra relación con Cristo, pero quiero seguir recordándote que la oración modelo fue diseñada para ser orada en comunidad. Cuando leas hoy la oración, presta especial atención a los pronombres que utilizó Jesús: nuestro, nuestros, nosotros. Esto no significa que no debamos orarla solas: porque sí debemos, y yo lo hago a menudo, especialmente cuando no estoy segura de qué decir. Pero recuerda su naturaleza comunitaria mientras seguimos estudiando esta oración. Espero que la integres cuando ores con tu grupo de estudio bíblico, si participas en uno.
ANTES DE ADENTRARNOS AL ESTUDIO DE HOY, LEE DETENIDAMENTE MATEO 6:9-13, prestando especial atención al versículo 11. Pide al Espíritu Santo que elimine de tu corazón y de tu mente cualquier cosa que te impida oírle.
Describe cómo cambia el centro de la oración en el versículo 11.
¿Por qué crees que empezar con el «tuyo» y pasar después al «nuestro» es importante cuando oramos? Reflexiona sobre ello.
En el versículo 11, Jesús nos dijo que oráramos por nuestro diario.
Mi papá y mi hermano llevan varios años haciendo pan. Como yo soy la mayor, hace poco me uní a su moda del pan y ahora estoy comparando masas. Actualmente, tengo dos sacos de 11 kg (25 lb) de granos en la despensa, uno de espelta y otro de granos de trigo rojo duro, y un molino de trigo cerca. En esta fase inicial de mi carrera panadera, no me considero ni siquiera
Antes de que empieces con el estudio de hoy, ora el Salmo 119:18
Al pedirle a Dios nuestro «pan de cada día» no solo expresamos que dependemos de Él para satisfacer nuestras necesidades básicas, sino que también nos recuerda que debemos confiar en Él para todo en la vida.
una panadera decente. Todavía no me animo con el de masa madre (alimentar la levadura regularmente se parece mucho a cuidar de un perrito), y no tengo balanzas ni sartenes de lujo; pero sí puedo decirte una cosa, yo como una rebanada de pan (o tres) cada mañana con mi café. Me encanta.
El hecho de que yo ame el pan, y tú ames el pan, y todos amemos el pan, no es casualidad. Es un alimento básico perdurable y universal, y por eso Jesús puede abordar tantas necesidades con la simple frase pan de cada día. El pan es un símbolo de todo lo que consideramos esencial en la vida.
Especialmente para la audiencia judía de Jesús, una oración por el pan diario también recordaba un periodo significativo en la historia de Israel, un tiempo en el que Dios proveyó de manera única.
LEAMOS POR UN MOMENTO ÉXODO 16:1-5. (Este relato ocurrió poco después de que los israelitas dejaron de ser esclavos en Egipto, y estaban en camino a la tierra prometida. Lucharon en el desierto, en ese espacio intermedio, y una de sus principales quejas a Moisés tenía que ver con sus escasas provisiones).
¿Qué proveyó Dios específicamente a los israelitas como respuesta, y con qué frecuencia lo hizo?
El pan, el agua y un lugar para refugiarse eran preocupaciones muy reales para gran parte de la audiencia de Jesús en el siglo I; y siguen siendo preocupaciones primordiales para muchas personas en nuestro mundo hoy en día. Ya sea que esté en el Amazonas o en Moldavia (dos lugares y culturas y muy diferentes) con Justice & Mercy Internacional, siempre me impacta ver la cantidad de personas que luchan por satisfacer sus necesidades básicas. La mayoría de las que estamos realizando este estudio no nos levantamos preguntándonos si tendremos qué comer hoy o dónde dormir. Pero al pedirle a Dios nuestro «pan de cada día» no solo expresamos que dependemos de Él para satisfacer nuestras necesidades básicas, sino que también nos recuerda que debemos confiar en Él para todo en la vida.
¿Qué significa para ti orar por el pan de cada día? ¿Qué representa en tu vida?
Algunos de los primeros padres de la Iglesia, como Tertuliano, Cipriano y Agustín, consideraron que la petición práctica del pan diario era un cambio demasiado grande después de las peticiones relacionadas con la gloria de Dios que la precedían.14 En otras palabras, no creían que nuestras necesidades diarias encajaran con las oraciones sobre la grandeza y el reino de Dios. Así que interpretaron el pan como símbolo de la Palabra de Dios o la Cena del Señor.
Dos de los Reformadores más destacados, Calvino y Lutero, pensaron exactamente lo contrario. Interpretaron el pan de cada día de manera literal, incluyendo todo lo relacionado a nuestras necesidades y provisiones básicas. En este caso, estoy de acuerdo con los Reformadores, y con muchos otros, que ven la petición del pan diario como la manera en que Jesús reconoce lo importante que son nuestras necesidades físicas para nuestro Padre celestial.15 Desde mi perspectiva, la enorme brecha entre la gloria de Dios y nuestra necesidad física solo destaca aún más Su amorosa condescendencia hacia nosotros a través de la persona de Jesús.
Considerar el contexto del Padrenuestro es algo que nos va a ayudar a comprender mejor lo que significa «el pan de cada día».16
LEE MATEO 6:25-34. Aunque sea un pasaje conocido para ti, léelo atentamente, y pídele al Espíritu Santo que abra tu entendimiento a Su palabra.
¿Qué preocupaba a los oyentes de Jesús del siglo I (v. 25)?
Jesús alivió sus preocupaciones al referirse a dos aspectos distintos de la creación. ¿Cuáles eran (vv. 26,28)?
¿Qué les indicó Jesús a Sus oyentes que hicieran en relación con las aves del cielo (v. 26)? (Pista: es la primera palabra del versículo).
Algunas de las traducciones dicen mira, observa o considera. La palabra griega significa mirar atentamente. 17 En otras palabras, debemos reflexionar en cómo viven las aves, pero particularmente, en cómo se alimentan.
¿Cuáles son las tres actividades que las aves no hacen? A pesar de que ellas no son capaces de realizar estas tres actividades, ¿qué hace nuestro Padre celestial por ellas?
Sembrar, cosechar y almacenar son acciones que tienen que ver con nuestra capacidad de planificar. Cada primavera siembro semillas en el huerto de mi jardín. Busco en el paquete de semillas la sección que me indica los días de madurez, así sé cuándo cosechar las lechugas, coles rizadas, espinacas y tomates que he plantado. Lamentablemente, mis pequeños arriates elevados de mi jardín no rinden lo suficiente como para que pueda almacenarlos en graneros (ya te contaré cuando llegue a ese punto), pero si pudiera almacenarlos, lo haría. La cuestión es que nosotros, los humanos, tenemos facultades para planificar, ahorrar, invertir y congelar la carne picada hasta que la necesitemos para la lasaña. ¡Las aves no pueden hacerlo! Viven día a día, de gusano a gusano apetitoso, no por sus habilidades de planificación, sino porque el Dios Creador se encarga de sus necesidades.
Si Dios provee a las aves, que no pueden planificar, cosechar ni almacenar, ¿cómo te anima esto a orar para que Dios provea tus necesidades diarias (el pan de cada día)?
El siguiente ejemplo de la belleza de los lirios del campo que Jesús presenta debe considerarse junto con el ejemplo de las aves.
A los discípulos se les instó a «mirar» las aves del cielo. ¿Qué debían hacer en relación con los lirios del campo?
La traducción de la RVR 1960 utiliza la palabra considerad (v. 28). La palabra griega significa aprender, examinar de cerca, observar bien. 18 ¿Cuándo fue la última vez que te sentaste por un momento a reflexionar sobre los lirios del campo, o de tu jardín, o siendo realistas, del ramo que elegiste mientras comprabas cebollas y brócoli en el supermercado? Consideremos lo que Jesús nos está enseñando.
¿Son las flores más o menos capaces que las aves de valerse por sí mismas? ¿Qué no pueden hacer las flores por sí mismas (v. 28)?
¿Cuál es el argumento de Jesús en los versículos 29-30? Escríbelo con tus propias palabras.
Las flores son incluso menos capaces de valerse por sí mismas que las aves. Por lo menos, las aves pueden volar y recoger comida y construir nidos, las flores no pueden ni coser un hilo de ropa por sí mismas. Sin embargo, Dios las viste aún más hermosamente que al rey Salomón. Él era hijo del rey David, el que construyó el templo sagrado de Dios. Fue uno de los reyes más renombrados de Israel, conocido por su extraordinaria riqueza y sabiduría. Solo podemos imaginar su espectacular vestimenta. Para hacer una comparación moderna, piensa en tu actriz o intérprete favorita, la mejor vestida.
Escribe las preguntas retóricas que hizo Jesús en los versículos 26 y 30.
Para ilustrar Su punto de vista, Jesús usó un razonamiento «de menor a mayor», una forma de argumentación común en la cultura judía antigua. Si Dios alimenta generosamente a las aves y viste con hermosamente a los lirios del campo (lo menor), ¿cuánto más valiosos somos para Él tú y yo (lo mayor)?
Volviendo a nuestro tema de la oración, ¿cómo ayudan los versículos 25-34 a aclarar lo que significa «El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy» (v. 11)?
El pan de cada día representa la provisión de Dios para nuestras necesidades, que es diferente de nuestros deseos. Pienso que Dios se complace en que pidamos lo que deseamos, siempre y cuando no se oponga a Su voluntad y a Sus caminos de justicia. Sin embargo, ¿cuántas veces acudimos a Él para satisfacer nuestros deseos cotidianos en lugar de nuestras necesidades diarias? ¿Y qué tan poco le agradecemos por las innumerables veces que suple nuestras necesidades fundamentales?
¿Qué entra en la categoría del «pan de cada día» que Dios te ha provisto generosamente? Haz una lista y luego dale gracias por las bendiciones tangibles que has anotado. Siempre me sorprende lo poderosa que es la gratitud para vencer el espíritu de descontento.
Si eres como yo, seguramente filtras entre deseos y necesidades cuando oras, entre lo que realmente necesitas y lo que crees que necesitas. No evites este proceso. Enfréntate a estas preguntas. Siéntate un momento y piensa en las aves. Puedo escucharlas mientras escribo, y quizá tú puedas oírlas mientras lees. Asómate a un tulipán en plena floración o a una rosa recién brotada, aprecia su belleza y reflexiona en cómo están así sin esfuerzo aparente. Pide al Señor que te provea todo lo que representa el pan de cada día y agradécele en oración por las maneras en las que Él suple diariamente tus necesidades. Quizá descubras que en realidad no necesitas parte de lo que habías deseado, y que lo que nunca pensaste desear, Él quiere dártelo.
Cuando ores hoy
Concluye tu oración por el pan de cada día con una confianza renovada en que Dios desea suplir todas tus necesidades.
CUARTO DÍA
PERDÓNANOS COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS
Cuarenta y ocho años después de que mis padres fundaran Reston Bible Church [Iglesia Bíblica Reston] en la sala de la casa de un amigo en el norte de Virginia, celebramos su último domingo oficial. Fue un día surrealista en muchos aspectos. ¿Cómo honras casi medio siglo de servicio en un solo domingo por la mañana? Cientos de amigos y miembros de la familia acudieron a celebrarlo, algunos de los cuales hemos conocido durante décadas. El servicio estuvo lleno de conmovedores homenajes a mis padres, y el último video con imágenes de la vida de la iglesia durante cuarenta y ocho años me hizo derramar lágrimas. A pesar de mis esfuerzos por mantener la compostura, no pude contener mis emociones al recordar a tantas personas y vivencias.
Al mirar alrededor de aquella sala y ver todos esos rostros, algunos de las cuales conozco desde que nací, puedo decirte algo seguro: si quitamos el perdón de la ecuación, todo habría terminado antes de empezar. Sí, por supuesto que estoy hablando del perdón que Jesús ha otorgado a Su pueblo. Pero también me refiero al perdón que nos concedemos mutuamente como resultado. El cuerpo de Cristo no puede existir sin que el perdón fluya entre nosotros. Por eso, el versículo 12 del Padrenuestro es tan esencial. Sin buscar regularmente el perdón de Dios, nuestra relación con Él se ve obstaculizada. Y sin darlo y recibirlo entre nosotros, podemos perder nuestro regalo más preciado: el uno al otro.
LEE MATEO 6:9-13, presta especial atención al versículo 12.
¿Qué crees que significa que Jesús ponga el pan de cada día y el perdón juntos en Su oración?
Quizá se te ocurrió algo parecido a lo que escribió John Stott: «El perdón es indispensable para la vida y la salud del alma como el alimento es para el cuerpo».19 Al igual que nuestras necesidades físicas deben ser satisfechas, también nuestras relaciones necesitan ser cuidadas.
Antes de que empieces con el estudio de hoy, ora el Salmo 119:18
¿Para ti, el perdón tiene la misma importancia que la satisfacción de tus necesidades diarias? ¿Por qué sí o por qué no?
VUELVE A LEER EL VERSÍCULO 12. ¿Cuáles dos aspectos del perdón se mencionan?
Observa que Jesús nos dijo que perdonáramos a los deudores en lugar de las deudas en sí. En otras palabras, estamos llamados a perdonar a las personas, no sus ofensas. ¿Cómo crees que esta distinción influye en la manera que oras por el perdón?
Me pregunto qué te viene a la mente cuando piensas en la palabra deuda. Puede que tenga algo que ver con un saldo pendiente en la tarjeta de crédito o con la hipoteca de tu casa. A la mayoría de nosotras nos gustaría no tener deudas. Tal vez, lo que te viene a la mente es una deuda que alguien tiene contigo. En el Evangelio de Mateo, la deuda es una metáfora del pecado. Cuando pecamos contra Dios, tenemos una deuda con Él, porque el pecado tiene un costo.
Esto es un gran problema para nosotras como pecadores porque somos incapaces de pagarle a Dios la deuda que tenemos. Aquí es donde entra la naturaleza asombrosa del evangelio.
Busca las siguientes referencias y responde a sus preguntas correspondientes.
LEE 1 PEDRO 1:18-19. ¿Quién pagó nuestro rescate y con qué moneda?
LEE ROMANOS 6:23. ¿Cuál es el costo o precio del pecado? ¿Y cuál es el regalo de Dios?
«Y Él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo» 1 Juan 2:2. La palabra expiación aquí, en su forma más simple, significa que Jesús asumió el castigo que nos correspondía.20 Él pagó literalmente la deuda que teníamos con
Dios. Cuando venimos a Cristo y recibimos el regalo que proviene de Su sacrificio por nosotras, nuestra deuda queda saldada de una vez por todas. Dios nos declara justas. A esto se le llama «justificación».
No obstante, la «santificación» es el proceso en el que somos transformadas cada vez más para ser como Cristo a medida que le seguimos día a día. Aquí es donde entra la parte de hoy del Padrenuestro. Cuando pecamos contra Dios y contra los demás, debemos buscar regularmente Su perdón, no para nuestra salvación, que ya está asegurada en Cristo, sino para nuestra limpieza y renovación diaria. Esto mantiene nuestra comunión con Él libre y sin obstáculos.
Ahora que ya hemos reflexionado sobre la deuda que Dios nos ha perdonado, haz una lista de las conexiones que veas entre recibir el perdón de Dios y extender el perdón a los demás.
Nosotras
Una amiga mía, que no es cristiana y es bastante abierta en cuanto a eso, me contó su deseo de perdonar a sus padres por el dolor que le habían causado de niña. «Quiero perdonarlos, pero no puedo», me explicó. Ella supo que los ataques de ira que la invadían no la llevaban a nada bueno; y odiaba la distancia que creaba el no perdonar, tanto entre ella y sus padres como entre sus hijos con los abuelos. Quería liberarse de esa carga, pero le costaba hacerlo.
Como conocía que ella no quería saber nada de Cristo, estuve pensando en mil maneras de perdonar, algún libro que le sirviera, pero lo que me quedó clarísimo es que el perdón genuino y duradero no es posible sin una relación con el Perdonador. No recuerdo haber sido muy elocuente aquel día. Las dos estábamos llorando y no construía bien mis respuestas, pero recuerdo haber dicho algo como: «No te puedo dar nada útil sobre el perdón si no es con Jesús». Realmente necesitamos la ayuda de Jesús para perdonar.
Una manera de demostrarle a Dios que lo amamos es perdonando a los demás.
SESión: VEnga Tu rEino
DiosNo siempre veo el perdón de esa manera, pero BUSCA EN 1 JUAN 4:9-10. ¿Cómo refleja este pasaje esa realidad?
REGRESA A MATEO 6 y lee los versículos 14-15.
Si perdonas a los demás, tu Padre celestial .
Si no perdonas a los demás, tu Padre celestial no .
¿Qué nos dicen estos versículos sobre la seriedad de perdonar a quienes nos han hecho daño?
A primera vista, podría parecer que Jesús estaba enseñando que perdonar a los demás es la manera en que nos ganamos el perdón de Dios. Pero sabemos, a partir de otros versículos de la Escritura (como Ef. 2:8-9) que la salvación es un don de Dios para nosotras a través de Jesús (acabamos de verlo en 1 Jn. 4:9-10). El perdón de Dios no se gana; se recibe. Al mismo tiempo, cuando experimentamos la transformación a través del increíble perdón de Cristo, no queremos seguir albergando amargura y venganza en nuestros corazones hacia aquellos que nos han lastimado. Aunque la idea de perdonar a veces puede parecer difícil, especialmente cuando hemos sido profundamente heridas por alguien a quien amábamos y en quien confiábamos, al mirar el perdón que Jesús nos ha dado y como está a nuestro lado, buscaremos el perdón, incluso si va en contra de nuestras intensas emociones.
Más adelante, en el Evangelio de Mateo, Jesús contó una parábola sobre el perdón que puede sernos útil cuando oramos para tener la capacidad de perdonar a los demás.
LEE MATEO 18:21-35. ¿Cómo resumirías la enseñanza de Jesús sobre el perdón en una oración? Escríbela a continuación.
En el versículo 35, Jesús dijo que debemos perdonar ________ a los demás.
¿Por qué es tan difícil perdonar de corazón?
El perdón no es solo algo que hacemos o palabras que decimos; es un cambio que ocurre dentro de nosotras. Puede ser un proceso, sobre todo si la herida es profunda y las consecuencias se sienten durante mucho tiempo. C. S. Lewis lo expresa muy bien: «El verdadero problema con el deber de perdonar es que lo haces con todas tus fuerzas el lunes y luego descubres el miércoles que no ha permanecido y todo debe hacerse de nuevo».21 No es que el perdón que decidimos en nuestro corazón el «lunes» no haya valido; sino que es como pelar una cebolla: siempre parece haber otra capa. Por eso, necesitamos acudir diariamente a Jesús. Solo Él puede transformar nuestros corazones, y por eso no podemos perdonar a quienes nos han herido profundamente sin Su ayuda.
Concluyamos mirando la propia oración de Jesús cuando se trata de perdonar a los demás.
LEE LUCAS 23:32-34. Observa que Jesús no actuó solo. Involucró a Su Padre a través de la oración cuando tenía que perdonar a los que se burlaban de Él y al final lo crucificaron. ¿Cómo influye la oración de Jesús en tus propias oraciones sobre el perdón a los demás?
El tema central en el Sermón del Monte es la reconciliación y las relaciones florecientes, y vemos resaltado en el Padrenuestro. En la medida de lo posible, no queremos que las ofensas no resueltas obstaculicen nuestra comunión mutua. Perdonar a alguien, o recibir su perdón, no significa necesariamente que vayamos a mantener una relación con esa persona. En muchos casos, está bien así. Pero siempre que podamos, debemos ser mujeres que buscan la reconciliación y la sanación en nuestras relaciones (2 Cor. 2:5-11). El perdón de Dios a Su pueblo y nuestro perdón mutuo son los cimientos que mantienen unidas nuestras relaciones.
Cuando ores hoy
¿Hay algún pecado en tu vida por el que no hayas pedido perdón al Señor? Si es así, ora por ello ahora.
¿Hay alguien en tu vida que no hayas perdonado? Si es así, ora para que puedas perdonar . Pon tu angustia, tus miedos y tus preocupaciones en manos del Señor. Él puede ocuparse de ellos. Recuerda que el Espíritu de Dios vive en ti y te capacita para perdonar, así como Él te perdonó. Incluso cuando no tengas ganas de perdonar, Él te ayudará a hacerlo.
QUINTO DÍA
LÍBRANOS DEL MAL
Ahora que estamos en la parte final del Padrenuestro, espero que hayas logrado comprender de manera más profunda cada parte y que, al hacerlo, tus propias oraciones estén más sólidamente fundamentadas. Vamos a encontrar los mismos temas de la oración de Jesús apareciendo una y otra vez a medida que estudiemos más oraciones de la Biblia en las próximas cinco sesiones.
Una de las maneras en las que sé que estoy orando el Padrenuestro y no mi oración es que en algunos momentos no suena como yo. No quiero decir que no esté de acuerdo con las palabras o que esté desconectada de las alabanzas y las peticiones de la oración; es solo que, por ejemplo, mi primer instinto no suele ser orar para pedir protección contra el mal.
Permíteme ser clara: no es que piense que el mal no exista o que no haya tenido que enfrentarme a él en distintas etapas de mi vida. Sin embargo, creo que he sido influenciada para considerar que la palabra «mal» es un tanto dramática. ¿Realmente debemos sospechar de Satanás en cada aspecto? Aunque como seguidoras de Cristo, es más probable que nos identifiquemos con el deseo de librarnos de una adicción a las compras en una tienda, de disfrutar una porción extra de pastel de queso en la cena o de compartir chismes en el trabajo, pero la realidad es que el mal va más allá de lo que a menudo pensamos que debemos enfrentar en nosotras mismas.
Con los años, me doy cuenta cada vez más de la fragilidad y maldad evidente que atraviesa nuestra vida en la tierra. Las guerras y la violencia, el racismo, las familias destrozadas por el abuso y la adicción, el fraude, el robo y la abrumadora oscuridad que se esconden en nuestros dispositivos personales. Y ni hablar del pecado que surge de mi propio corazón y de las luchas cotidianas en este mundo quebrantado. Esto no quiere decir que debamos vivir con miedo del mal. Cristo, que vive en nosotras, es más grande que el maligno que actúa en el mundo (1 Juan 4:4). Pero necesitamos tener los ojos abiertos al poder del mal, ser conscientes y orar activamente por librarnos de él.
Antes de que empieces con el estudio de hoy, ora el Salmo 119:18
LEE MATEO 6:9-13, Y PRESTA atención especialmente al versículo 13. Rellena las dos partes de esta petición:
Que Dios no nos . Pero del mal.
Para que podamos comprender mejor lo que esto significa, consideremos algunos pasajes adicionales de la Escritura.
LEE SANTIAGO 1:13-15. ¿Qué dijo Santiago que Dios nunca hará?
¿Adónde puede llevarnos, en última instancia, dejarnos llevar por la tentación?
LEE 1 CORINTIOS 10:13. ¿Cuáles son las dos cosas que Pablo nos enseña sobre la actividad de Dios en nuestras vidas cuando somos tentadas?
Teniendo en cuenta estos pasajes adicionales, ¿qué crees que es lo esencial por lo que debemos orar, según Mateo 6:13?
Cuando leemos Mateo 6:13, debemos considerar que Dios no nos tienta para que pequemos. Puede sonar un poco contradictorio, ya que la primera parte del versículo es una petición a Dios para que «no nos meta en tentación». Sin embargo, la segunda parte, «sino líbranos del mal» (énfasis mío), ayuda a entender esto. Si esta segunda mitad es una oración para ser libradas del mal, entonces tiene sentido que la primera parte sea una petición para que no nos abrume la tentación que conduce al mal. John Stott lo interpreta de esta manera «No permitas que la tentación nos arrastre de tal manera que nos abrume, sino líbranos del maligno».22
Cada una de nosotras conoce su propia debilidad y tendencia al pecado. Sabemos qué nos atrae hacia caminos perjudiciales. Algunas de mis tentaciones son distintas de las tuyas y viceversa.
Por eso, cuando oro esta parte de la oración, le estoy pidiendo a mi Padre celestial, mi Protector, que me libre de cualquier tentación que pueda abrumarme o llevarme por mal camino. En este sentido, le pido que me libre de la influencia del maligno.23
ORA. Sin revivir pecados pasados de tu vida y sin sentir la necesidad de ser demasiado detallada, ¿cómo completarías esta oración de dos partes basándote en lo que sabes de ti misma? 24
Padre celestial, no me dejes caer en ...
Padre celestial, líbrame del maligno y de su plan de ...
LEE MATEO 7:7-11. Piensa en este pasaje del Sermón del Monte y reflexiona sobre cómo nuestro Padre celestial es diferente al maligno. Explora un poco más allá de lo evidente.
Este es el momento perfecto para diferenciar entre prueba y tentación. Mientras que la tentación del enemigo es para nuestra perdición, la prueba de Dios siempre es para nuestro bien.25 Como acabamos de ver en Mateo 7:7-11, Él es un Padre bueno y digno de confianza.
LEE SANTIAGO 1:2-4,12. ¿Qué produce la prueba de nuestra fe (vv. 3-4)?
¿Cuál es el beneficio de enfrentar las pruebas con fidelidad (v. 12)?
S E gunda S ES ión: V E nga Tu r E ino
Necesitamos orar para ser liberadas de todo lo malo y, al mismo tiempo, enfrentarlo viviendo de acuerdo con la Palabra de Dios.
¿Cómo puedes distinguir entre una prueba y una tentación en tu vida? Sé específica sobre cómo puedes reconocer la diferencia.
Las pruebas y las dificultades, independientemente de su origen, pueden fortalecer nuestra fe y profundizar nuestra relación con Jesús. Sin embargo, la tentación es algo de lo que siempre debemos huir, ya que solo puede conducir al pecado, a la destrucción y a la muerte. Pueden sonar como palabras fuertes y negativas de la Biblia, pero es realmente cierto. Cuando la tentación se convierte en pecado, puede llevarnos a lugares terribles que nunca hubiéramos imaginado. Por eso, oramos para no caer en la tentación, sino que Dios nos rescate de donde nos lleva, hacia el mal. No queremos jugar con el fuego de la tentación ni ver lo cerca que podemos estar de ella sin llegar a pecar. Nunca tomaríamos esos riesgos en otras áreas de nuestra vida.
Para finalizar, leamos otro pasaje más de la Escritura para entender cómo Jesús mismo se enfrentó a la tentación profunda.
LEE MATEO 4:1-11. ¿Cuál fue la principal defensa de Jesús para combatir las tentaciones de Satanás?
El hecho de que Jesús ayunara cuarenta días en el desierto indica que también estaba orando, ya que orar y ayunar van de la mano (ver Neh. 1:4; Luc. 2:37; Hech. 14:23).26 Además, utilizó la Escritura como un arma para enfrentarse a las tentaciones de Satanás. En pocas palabras, el conocimiento que Jesús tenía de la Palabra y Su práctica de orar la Palabra fueron dos de Sus principales defensas contra el maligno. Parece que Jesús nos estaba mostrando de manera activa cómo llevar a la práctica la oración que nos enseñó en Mateo 6:13. Necesitamos orar para ser liberadas de todo lo malo y, al mismo tiempo, enfrentarlo viviendo de acuerdo con la Palabra de Dios.
El versículo 13 del Padrenuestro ha hecho que tome conciencia nuevamente de la seriedad del mal y la tentación en mi vida y en nuestro mundo. Me he dado cuenta de la importancia de incluir estas preocupaciones en mis oraciones diarias. Aunque a veces desearía poder ignorar el mal, la verdad es que está siempre presente, como un león rugiente en busca a quien devorar (1 Ped. 5:8).
¿En qué áreas de tu vida necesitas ser más constante en la oración con respecto a la tentación y la liberación del poder del maligno?
Escribe dos o tres áreas específicas en las que puedas empezar a poner esto en práctica.
Hemos estudiado juntas la oración del Padrenuestro de modo que sea parte de nuestra experiencia personal. Ha sido una semana maravillosa. Empezamos exaltando el nombre de Dios (Mat. 6:9), así que es apropiado concluir con una afirmación similar: «Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén» (Mat. 6:13). A medida que continuemos nuestro estudio sobre la oración juntas, espero que aprendamos a presentar nuestras alabanzas y peticiones ante el Dios vivo. A Él, y solo a Él, pertenece el reino de los cielos, todo el poder del universo y toda la gloria, por los siglos de los siglos. Amén.
Cuando ores hoy
Concluye el estudio de esta semana expresando Mateo 6:13 en tus propias palabras y orándolo al Señor. Si necesitas ayuda, puedes utilizar mis palabras.
Oración personal: Padre Celestial, no permitas que las cargas de la vida sean tan pesadas que ceda al pecado. No permitas que la tentación sea tan grande que me abrume. En lugar de eso, rescátame del mal y del maligno. Porque el poder de las tinieblas no puede siquiera acercarse a vencer la luz que Tú has puesto en mí. Ayúdame a colaborar contigo para evitar la tentación, a no jugar nunca con ella. Y cuando me sorprenda, sujétame firme para que no caiga en el pecado y, en última instancia, líbrame del maligno plan de Satanás en mi vida y en este mundo.27
OBSERVA SEGUNDA SESIÓN
Mira el video de la segunda sesión y toma apuntes a continuación.
PARA ACCEDER A LAS SESIONES DE VIDEO, SIGUE LAS INSTRUCCIONES AL FINAL DE TU ESTUDIO BÍBLICO.
Dialoga
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