RVR 1960 Centrada en Cristo (muestra corta)

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BIBLIA DEVOCIONAL PARA MUJERES


Introducción ¡Nos llena de gozo que tengas en tus manos la Biblia devocional para mujeres RVR1960 «Centrada en Cristo» En este recurso encontrarás 366 devocionales escritos por mujeres hispanohablantes. La misma Palabra nos dice en Juan 5:39: «Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí». Cada página de las Escrituras se trata de Jesús, desde Génesis, donde lo vemos como el creador y el sustentador, hasta Apocalipsis, donde Él mismo restaurará Su creación y volverá en gloria. La Biblia exalta a Cristo de principio a fin, y queremos que puedas ver cómo ese hilo conductor atraviesa todas las Escrituras. En la medida en la que entendamos esta verdad, Su imagen crecerá en nuestras mentes, y la profundidad de la obra maravillosa que Él hizo por nosotras nos será más evidente. En cada uno de estos devocionales Jesús es exaltado. Queremos que a lo largo de la lectura tu corazón sea cautivado al conocerlo, tus ojos sean abiertos a la grandeza de Su ser y Su obra redentora, tus pies estén dispuestos a vivir una vida que lo agrade en todo y tus manos estén siempre dispuestas para servirlo. Oramos para que al terminar esta Biblia devocional tu corazón tenga un mayor amor por nuestro Señor Jesucristo, de manera que resulte en una vida centrada en Cristo, una vida transformada que testifique de Él para la gloria de Su nombre. Con amor, Catherine y Patricia

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¡Buenas nuevas de salvación! Estimada lectora: antes de que empieces a leer este libro milenario, debemos decirte que el ejemplar que tienes en tus manos está lleno de ¡buenas nuevas! Muchos entienden que se trata de un libro religioso, pero en realidad es una historia: la historia de Dios y Su relación con los seres humanos. Es una historia que comienza con Dios creando el inmenso cielo y una tierra pródiga y fructífera, y culmina con la creación de nuevos cielos y nueva tierra donde el Señor y los seres humanos redimidos vivirán por la eternidad en plena comunión. Podríamos decir, entonces, que tienes entre tus manos toda la historia humana de principio a fin. ¡Fascinante!, ¿no es cierto? Esta historia tiene una peculiaridad. No es solo un recuento de múltiples circunstancias y eventos pasados y futuros al azar en un prolongado período de tiempo. Por el contrario, en toda la Biblia podemos encontrar un plan inquebrantable que ha sido establecido únicamente por el Dios Soberano. En las páginas de la Biblia descubrimos cómo, desde la eternidad, el Señor demuestra Su propósito de buscar a los suyos para restituirlos a una plena comunión y cercanía con Él. La Biblia demuestra con muchas evidencias y pruebas irrefutables que el ser humano, desde sus orígenes, se ha apartado del Señor y Sus normas, y vive en absoluta rebeldía contra su Dios. Lo anterior podría sonar como verdaderas malas noticias, porque realmente lo son. No vivimos como al Señor le gustaría que viviéramos. Justamente, las buenas noticias vienen de parte de Dios y no de nuestra propia historia. Dios ha desarrollado un plan de salvación que está bajo Su completo control y que depende absolutamente de Él. ¿Cuál es ese plan? Que Dios mismo se hizo hombre, en la persona de Jesucristo, para pagar el precio que merecíamos por nuestra separación de Dios, yendo a la cruz del calvario para morir a nuestro favor y resucitar para que vivamos con Él una vida nueva. Dios el Padre nos llama, el Hijo ocupa nuestro lugar y el Espíritu Santo mora con nosotros y nos guía a la verdad. ¿No son esas excelentes buenas nuevas? Finalmente, la Biblia es un libro precioso, riquísimo en contenido, milenario y abundante en géneros literarios. En sus páginas hay muchas historias impactantes, personajes inolvidables con los que podemos identificarnos, poemas vibrantes, consejos prácticos, frases célebres, lecciones inolvidables, y mucho más. Sin embargo, por encima de todo eso, este libro es Palabra de Dios viva, única y perfecta, en donde el Señor nos muestra Su corazón y voluntad para con nosotros. Por eso, al conocer la unidad de su propósito y de su inmenso contenido, nos unimos con el salmista para decir, al momento de empezar a leer esta Biblia: «Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley» (Sal. 119:18).

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Panorama BĂ­ b

lico

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Plan de lectura devocional JesÚs en…

DÍA

REFERENCIA

TÍTULO

AUTORA

PÁGINA

Génesis: es el Creador y la simiente de la mujer 1

1:1-26

En el principio

Susi Bixby

2

2

3

La caída y la gracia

Chárbela de Salcedo

7

3

7

Él es nuestra arca

Violeta Guerra

11

4

15:1-6,17

Le fue contado por justicia

Jenny Burkholder

19

5

22

Un sacrificio mayor

Ana Ávila

27

6

28:12-17

Nuestra escalera al cielo

Rosita Villanueva

36

7

32:24-30

Rendición a Dios

Vivienne Birch

43

8

35:1-15

El Dios que cumple Sus promesas

Patricia Namnún

46

9

39

Su presencia en la adversidad

Angélica Rivera

52

10

49:8-12

El León de la tribu de Judá

Gabriela de Morales

65

11

50:15-21

Dios lo obra para bien

Jeanine Martínez

67

Éxodo: es el Cordero pascual 12

1:1-22

Fidelidad en medio de la opresión

Liliana Llambés

70

13

2:1-10

Cada detalle está bajo Su control

Wendy Marín Ortiz

73

14

3:1-6,13-15

Un encuentro glorioso

María Fernanda Agudelo 75

15

12:1-28

Nuestro Cordero pascual

Catherine Scheraldi de Núñez

84

16

13:17-22

Guiadas en todo tiempo

Wendy Bello

87

17

14

Nuestro gran Libertador

Gabriela Galeano

89

18

16

La provisión de Dios en el desierto

Juliana de Armel

92

19

17:1-7

Roca de mi salvación

Aixa de López

95

20

25:10-11,22

El arca del testimonio

Milka de Elizondo

105

21

26:31-33

El velo que nos separaba

Marcela de Montemayor 108

22

27:1-8

El altar de bronce

Pilar Herrera

110

23

33:12-23

Conocidas por nombre

Karla Fernández

119

24

40:34-38

Él está con nosotras

Patricia Namnún

127

Levítico: es nuestro Sumo Sacerdote

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25

1:4-5

El sacrificio por nuestro pecado

Violeta Guerra

130

26

2

Ofrenda de gratitud

Jeanine Martínez

132

27

4:1-21

Ofrenda por el pecado

Patricia Namnún

135

28

8

Dios proveyó sacerdotes

Rosita Villanueva

139

29

10:1-7

La santidad en hecho y en verdad

Angélica Rivera

143

30

16

Pecado limpiado y perdonado

Vivienne Birch

153

31

20:7-8

Cristo el Santo

Gabriela de Morales

158

32

26

Bendiciones de la obediencia

Chárbela de Salcedo

167

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Números: es la columna de nube durante el día, la columna de fuego durante la noche y el agua en el desierto 33

9:15-23

Su presencia continua

Gabriela Galeano

185

34

10:1-3,8-10

La trompeta de Dios

Wendy Bello

186

35

14:1-25

Uno más digno de gloria

Wendy Marín Ortiz

192

36

14:40-45

Un atajo pecaminoso

Karla Fernández

195

21:4-9

La serpiente de bronce y el Hijo del Hombre

Liliana Llambés

203

37

Deuteronomio: es quien se hizo maldición por nosotros 38

1:34-46

Hemos pecado contra el Señor

Jenny Burkholder

226

39

4:32-40

No hay otro

Ana Ávila

231

40

6

Transmitiendo la fe a la siguiente generación

Gabriela de Morales

235

41

7:1-2

Cuando Dios pide destruir

Aixa de López

237

42

8:2-3

Un corazón puro

Catherine Scheraldi de Núñez

239

43

18:9-18

Levantaré un profeta

Jeanine Martínez

250

44

21:22-23

Sobre el madero

Pilar Herrera

254 265

45

30:1-6

Nuestra esperanza

Catherine Scheraldi de Núñez

46

32

La canción de nuestra fe

Susi Bixby

269

47

33

Últimas palabras

Chárbela de Salcedo

274

Josué: es el Príncipe del ejército de Jehová 48

1:1-9

Él está contigo, sé fuerte y valiente

Wendy Marín Ortiz

278

49

2:18-21

Redimida por fe

Karla Fernández

281

50

5:13-15

El Príncipe del ejército de Jehová

Liliana Llambés

284

51

10:1-15

El Dios que controla Su creación

Juliana de Armel

291

52

21:44

Jesús nos lleva al lugar de descanso Violeta Guerra

305

53

24:14-28

Elige a quién vas a servir

Angélica Rivera

309

Jueces: es nuestro Juez y Legislador 54

1:1-2, 18-20

El León de Judá

Vivienne Birch

312

55

2:1-5

Su amor y nuestra respuesta

Rosita Villanueva

315

56

6:11-14

Transformadas

Jenny Burkholder

321

57

7

El honor de Dios y Su constante amor

Gabriela Galeano

323

58

13:1-14

El Señor provee un Salvador

María Fernanda Agudelo

332

59

16:23-31

Una vida desperdiciada

Chárbela de Salcedo

337

60

21:25

Las consecuencias de vivir sin Dios Ana Ávila

344

Rut: es nuestro Pariente redentor

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61

1

Dios es todo lo que necesitamos

Susi Bixby

347

62

2:8-23

El encuentro de gracia

Liliana Llambés

349

63

3

Bendita del Señor

Angélica Rivera

350

64

4:13-17

Historia de redención

Wendy Marín Ortiz

352

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1 Samuel: es el Profeta, el Sacerdote y el Rey 65

2:1-11

Un cántico de adoración al Salvador

Gabriela de Morales

356

66

3

Habla, Señor, que tu siervo oye

Chárbela de Salcedo

359

67

8:5-6

¿Es Cristo el Rey de tu vida?

Juliana de Armel

364

68

12

El Dios que no abandona a Su pueblo

Jenny Burkholder

369

69

14:1-23

El Señor y Su victoria

Rosita Villanueva

372

70

17

¿Quién desafía al Dios viviente?

Vivienne Birch

379

2 Samuel: es nuestro Rey de gracia y amor 71

7

Un reino para siempre

Violeta Guerra

404

72

7:14-29

Promesa a un rey

Ellelein Kirk

406

73

9

En la mesa del Rey

Wendy Marín Ortiz

409

74

12:1-25

¿Cómo está tu conciencia?

Karla Fernández

411

75

15:4-12

Una traición cercana

Angélica Rivera

417

76

22

La historia de Su fidelidad

Pilar Herrera

429

La sabiduría que Dios concede

Ana Ávila

438 442

1 Reyes: es nuestro Gobernante mayor que Salomón 77

3

78

6:11-12

El Señor habita en el templo

María Fernanda Agudelo

79

8:41-43

El Dios de toda creación

Liliana Llambés

449 454

80

11

Un corazón robado

Catherine Scheraldi de Núñez

81

14:25-26

¿Dónde está tu tesoro?

Vivienne Birch

459

82

18:20-40

Para que sepan que Tú eres Dios

Rosita Villanueva

466

2 Reyes: es el Profeta poderoso 83

2

¿Dónde está tu señor?

Violeta Guerra

476

84

5:1-15

Aquel que cura nuestra lepra espiritual

Jenny Burkholder

481

85

8:16-29

Él es la luz

Aixa de López

486

86

17:6-23

La ira de Dios

Ellelein Kirk

498

87

21:1-18

El Dios que no olvida

Patricia Namnún

505

88

23:1-27

Arrepentimiento en acción

Juliana de Armel

508

89

24:8-14

Las consecuencias del pecado

Angélica Rivera

511

1 Crónicas: es el Hijo de David que viene a gobernar

notetaking.indb 12

90

16

Adoración a nuestro Dios

Cornelia Hernández

530

91

17:23-24

El Dios justo de toda paciencia

Catherine Scheraldi de Núñez

533

92

21

Dale lo mejor

Pilar Herrera

537

93

22:6-19

Esta es la casa del Señor

Karla Fernández

539

94

23:1-27

Obediencia verdadera

Liliana Llambés

541

95

29:1-22

Un corazón entregado al Señor

Ellelein Kirk

548

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2 Crónicas: es el Rey eterno 96

6:1-21

Dios habita con los hombres

María Fernanda Agudelo

556

97

20

Busca al Señor

Angélica Rivera

571

98

21

Una lámpara para siempre

Patricia Namnún

573

99

28

Gente pecadora y un Dios redentor

Wendy Marín Ortiz

580

100

29—30:1

Recordar quiénes somos

Aixa de López

583

Esdras: es el Sacerdote que proclama libertad 101

1

Viendo la mano de Dios

Gabriela de Morales

596

102

2:68—3:13

Paz en lugares inesperados

Liliana Llambés

598

103

3:8-13

Restaurar lo que se había perdido

Cornelia Hernández

600

104

6

La soberanía de Dios

Chárbela de Salcedo

605

Nehemías: es nuestra fuerza y protección 105

1

La oración en acción

Gabriela Galeano

611

106

4

Acuérdense del Señor

Ellelein Kirk

614

107

8

Oídos atentos a la Palabra del Señor Wendy Marín Ortiz

620

108

9

Una respuesta en confesión

Jeanine Martínez

623

13

Promesas rotas, promesas cumplidas

Aixa de López

629

109

Ester: es el que intercede por Su pueblo 110

2

Para un tiempo como este

Liliana Llambés

633

111

4

En busca de intercesión

Ellelein Kirk

636

112

6:1—7,10

Tragedia transformada en victoria

Wendy Bello

638

113

8

Día de luz y alegría

Rosita Villanueva

641

Job: es nuestro Mediador entre Dios y el hombre 114

1:1—2:10

¿Recibiremos de Dios solo lo bueno? Gabriela de Morales Catherine Scheraldi de Núñez

645 655

115

9:32-34

El árbitro perfecto

116

14

Una promesa más allá de la muerte Aixa de López

661

117

16

¿Alguien obra a nuestro favor?

Patricia Namnún

664

118

18

El que no conoce a Dios

Ellelein Kirk

667

119

19:1-25

Mi redentor vive

Angélica Rivera

669

120

23:3-7

El Dios que se ha dejado alcanzar

Karla Fernández

675

121

26

Ayuda para el débil

Ana Ávila

678

122

42

Ahora mis ojos te ven

Chárbela de Salcedo

700

Salmos: es nuestra eterna canción

notetaking.indb 13

123

2

El Hijo de Dios

Milka de Elizondo

703

124

22:1-21

¿Por qué me has desamparado?

Jeanine Martínez

720

125

23

Mi buen Pastor

Jenny Burkholder

723

126

40:6-8

Me deleito en hacer Tu voluntad

Cornelia Hernández

741

127

41

Ten piedad y levántame

Catherine Scheraldi de Núñez

743

128

45

Un trono eterno

Karla Fernández

747

129

56

Confío en Dios

Wendy Bello

757

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130

68

Regocíjense delante de Él

Angélica Rivera

768

131

70

Ven pronto a mí

Cornelia Hernández

772

132

89

¿Quién como Tú?

Gabriela Galeano

793

133

110

Un sacerdocio para siempre

Violeta Guerra

818

134

118

Porque para siempre es Su misericordia

Ellelein Kirk

823

135

130

¿Quién pudiera permanecer?

Patricia Namnún

838

136

142

A ti llevo mi angustia

Gabriela de Morales

847

Proverbios: es nuestra sabiduría 137

2

La fuente de la sabiduría

Ana Ávila

857

138

3:1-8

No te olvides de mi enseñanza

Karla Fernández

859

139

8

Aprendan sabiduría

Rosita Villanueva

868

140

15:33

La humildad: el camino hacia la gloria

Juliana de Armel

878

141

27:19

El reflejo del corazón

Vivienne Birch

894

142

31

Mujer virtuosa

Susi Bixby

901

Eclesiastés: es el significado para nuestra vida 143

1:12-18

La búsqueda de la sabiduría

Violeta Guerra

904

144

3:9-15

Con miras a la eternidad

Jenny Burkholder

907

145

9:11-18

Una vida impredecible pero no incierta

Wendy Bello

912

146

12:9-14

La conclusión de todo

Gabriela de Morales

914

Cantar de los Cantares: es el Novio amoroso 147

2:8-9

¡Él viene!

Cornelia Hernández

918

148

2:16-17

Soy suya

Karla Fernández

920 923

149

4:1-7

¡Eres hermosa!

María Fernanda Agudelo

150

8:6-7

Un sello sobre su corazón

Aixa de López

926

Isaías: es el Siervo sufriente y el Príncipe de paz

notetaking.indb 14

151

1:1-18

Blanco como nieve

Wendy Bello

929

152

4:2-6

Una gloria futura

Vivienne Birch

933

153

6:1-13

Tu iniquidad ha sido quitada

Jenny Burkholder

935

154

9:6-7

Una promesa de esperanza

Gabriela de Morales

938

155

11:1-5

Un reinado glorioso

Patricia Namnún

942 948

156

19:16-25

En aquel día

Catherine Scheraldi de Núñez

157

25

El Señor es nuestra muralla

Catherine Scheraldi de Núñez

953

158

42:1-4

El escogido de Dios

Violeta Guerra

968

159

43

Yo soy el Señor

Gabriela Galeano

971 974 981

160

45:21-22

Dios vive en nosotras

María Fernanda Agudelo

161

53

El siervo sufriente

Chárbela De Salcedo

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Jeremías: es la rama justa 162

1

El llamado de Jeremías

Angélica Rivera

994

163

3:6-24

Vuelvan a Él

Susi Bixby

997

164

7

Dos tipos de justicia

Aixa de López

1003 1007

165

10

Él es el Dios verdadero

Catherine Scheraldi de Núñez

166

15:10-21

Gozo en Su Palabra

Pilar Herrera

1013

167

17:1-13

El corazón del problema es el problema del corazón

Juliana de Armel

1016

168

23:1-18

El buen Pastor reúne a Sus ovejas

Jeanine Martínez

1023

Lamentaciones: es el Profeta que siente nuestro dolor 169

3

Grande es Su fidelidad

Jenny Burkholder

1067

170

5

Acuérdate, Señor

Wendy Bello

1071

Ezequiel: es el Hijo del hombre 171

1

Una visión gloriosa

Violeta Guerra

1074

172

3

Habla mis palabras

Ana Ávila

1077

173

11:14-25

El pueblo de un solo Dios

Rosita Villanueva

1084

174

18

Arrepiéntete y vive

Juliana de Armel

1093

175

34

Él buscará Sus ovejas

Chárbela De Salcedo

1113

Un nuevo corazón

María Fernanda Agudelo

1117

176

36:24-27

Daniel: es quien camina con nosotros en el «horno de fuego» de la vida 177

1:8-16

Los caminos de Dios

Catherine Scheraldi de Núñez

1134

178

2

Sea Su nombre bendito por los siglos

Patricia Namnún

1137

179

4

Orgullo y humildad

Susi Bixby

1140 1143

180

5

Dios resiste a los soberbios

Catherine Scheraldi de Núñez

181

6

Sin importar las consecuencias

Wendy Bello

1146

182

7

Un reino que nunca pasará

Gabriela Galeano

1149

183

9

¡Por tu gran compasión!

Jeanine Martínez

1152

Oseas: es el Marido fiel a pesar de nuestra infidelidad 184

1

La fidelidad espiritual

Juliana de Armel

1158

185

6

Arrepentimiento

Pilar Herrera

1161

186

11:1—12:1

No seremos abandonadas

Ana Ávila

1165

Corazones adúlteros

María Fernanda Agudelo

1167

Jeanine Martínez

1171

187

14

Joel: es quien manda el Espíritu a Su pueblo 188

2

¡Convertíos al Señor!

Amós: es quien hace justicia al opresor

notetaking.indb 15

189

3

El León ha rugido

Catherine Scheraldi de Núñez

1176

190

9:11-15

Restauración

Pilar Herrera

1181

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Abdías: es el Juez justo 191

Juicio y bendición

Jeanine Martínez

1184

Jonás: es nuestro gran Misionero 192

1

La bondad de nuestro Dios

Susi Bixby

1187

193

4

Un Dios soberano y compasivo

Karla Fernández

1189

Miqueas: es el Juez justo y nuestra esperanza 194

6:1-8

Me has declarado lo que es bueno

Juliana de Armel

1195

195

7:7-20

En Él esperaré

Pilar Herrera

1196

Nahum: es el Vengador de los elegidos de Dios 196

1

La ira de Dios contra Sus enemigos

María Fernanda Agudelo 1199

Habacuc: es quien salva al justo por la fe 197

3:17-19

Me alegraré en el Señor

Wendy Marín Ortiz

1203

Pilar Herrera

1207

Susi Bixby

1210

Sofonías: es quien aplasta la injusticia. 198

3

Una respuesta de adoración

Hageo: es el Restaurador de la herencia perdida de Dios 199

2:1-9

No teman, yo estoy con ustedes

Zacarías: es el Mesías traspasado por nosotros 200

1

Vuelvan a mí y yo volveré a ustedes Karla Fernández

1213

201

9:9-13

El Rey de Sion

Jeanine Martínez

1219

Malaquías: es el Sol de justicia que trae sanidad 202

2:1-16

El mediador de un Nuevo Pacto

Pilar Herrera

1225

203

4

El día del Señor

Vivienne Birch

1227

Mateo: es el Rey de los judíos 204

1:18-25

Emanuel, Dios con nosotros

Chárbela De Salcedo

1232

205

5:17-20

Jesús y la ley

Violeta Guerra

1237

206

7:24-29

Sobre la roca

Gabriela Galeano

1241

207

9:9-13

¡Ven y sígueme!

Patricia Namnún

1243

208

11:25-30

Vengan a Mí

Liliana Llambés

1247

209

12:15-21

El siervo escogido

Catherine Scheraldi de Núñez

1250

210

14:22-36

Yo soy, no temáis

Wendy Bello

1254

211

15:10-20

Lo que sale del corazón

Juliana de Armel

1257

212

16:13-20

Tú eres el Cristo

Susi Bixby

1258

213

18:15-20

Pecado y reconciliación

Marcela de Montemayor 1261

214

22:34-40

El amor por encima de todo

Angélica Rivera

1268

215

26:6-13

Un hermoso desperdicio

Aixa de López

1274

Marcos: es el Siervo

notetaking.indb 16

216

1:1-8

Uno más digno

Jenny Burkholder

1281

217

4:26-29

El reino de los cielos

Milka de Elizondo

1286

218

6:1-6

¿Quién es este?

Marcela de Montemayor 1289

04/08/2020 07.17


219

10:35-45

Grandeza en el servicio

Pilar Herrera

1297

220

11:1-11

¡Hosanna!

Gabriela de Morales

1299

221

14:32-42

Que se haga Tu voluntad

Ellelein Kirk

1305

Verdaderamente era Hijo de Dios

María Fernanda Agudelo

1307

Una gloriosa resurrección

Catherine Scheraldi de Núñez

1308

222 223

15:33-41 16:1-8

Lucas: es el Hijo del hombre 224

1:39-56

Engrandece mi alma al Señor

Karla Fernández

1313

225

2:41-52

Crecía en sabiduría y estatura

Wendy Bello

1317

226

4:1-13

Escrito está

Patricia Namnún

1319

227

4:16-30

Hoy se ha cumplido esta Escritura

Aixa de López

1321

228

5:17-25

Pecados perdonados

Liliana Llambés

1324

229

10:21-24

Dichosos ustedes

Gabriela Galeano

1334

230

12:22-34

No temáis

Chárbela De Salcedo

1339

231

18:9-14

En quién confías tú

Angélica Rivera

1347

232

23:26-49

El gran misterio de la cruz

Violeta Guerra

1356

El Verbo

Ana Ávila

1360 1362

Juan: es el Hijo de Dios 233

1:1-18

234

2:23-25

Él los conoce a todos

Catherine Scheraldi de Núñez

235

3:1-15

Nacer de nuevo

Gabriela de Morales

1364

236

3:16

La mayor muestra de amor

Milka de Elizondo

1366

237

5:19-29

Porque Él es Dios

Vivienne Birch

1371

238

6:22-51

Yo soy el pan de vida

Patricia Namnún

1373

239

8:1-11

¿Quién está libre de pecado?

Marcela de Montemayor 1377

240

10:1-18

Yo soy el buen Pastor

Rosita Villanueva

1381

241

13:12-20

Jesús, el mayor ejemplo de humildad

Jenny Burkholder

1386

242

14:1-14

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida

María Fernanda Agudelo

1389

243

15

Jesús, la vid verdadera

Jeanine Martínez

1391

244

21:15-25

¿Me amas?

Susi Bixby

1399

Hechos: es el Salvador del mundo

notetaking.indb 17

245

1:6-12

Equipado para la tarea

Catherine Scheraldi de Núñez

1401

246

2:1-13

Llenos del Espíritu

Liliana Llambés

1404

247

2:14-36

Señor y Cristo

Violeta Guerra

1406

248

6:8—7:60

Un testimonio de entrega al Señor

Pilar Herrera

1412

249

9:1-9

Yo soy Jesús, a quien tú persigues

Jeanine Martínez

1417

250

13:13-52

Los que teméis a Dios, oíd

Chárbela De Salcedo

1423

251

18:24-28

La evangelización bíblica

Milka de Elizondo

1432

252

20:18-36

Lo que verdaderamente vale

Angélica Rivera

1435

253

26:12-23

¿Por qué me persigues?

Karla Fernández

1444

254

28:17-31

Abiertamente y sin impedimento

Aixa de López

1447

04/08/2020 07.17


Romanos: es la justicia de Dios 255

1:16-32

La necesidad del evangelio

Ana Ávila

1450

256

3:9-31

¡Justificadas por Su gracia!

Rosita Villanueva

1453

257

5:1-11

Por medio de Él

Jenny Burkholder

1456

258

5:12-21

Un mejor Adán

Milka de Elizondo

1457

259

8:1-11

No hay condenación

Gabriela de Morales

1460

260

10:5-15

Entonces serás salvo

Jeanine Martínez

1464

261

12:3-8

Según la gracia que se nos ha dado

Patricia Namnún

1467

262

14:1-23

Si vivimos o morimos es para el Señor

Susi Bixby

1469

263

16:25-27

Al único y sabio Dios

Gabriela Galeano

1472

1 Corintios: es la Roca espiritual 264

1:18-31

Cristo, sabiduría de Dios

Karla Fernández

1475

265

3:10-15

El único fundamento

Aixa de López

1478

266

6:12-20

El templo del Espíritu

Pilar Herrera

1481

267

10:1-22

Un ejemplo para nuestra vida

Angélica Rivera

1485

268

12:12-31

El cuerpo de Cristo

Chárbela De Salcedo

1488

269

13

¿Quién pudiera amar así?

Wendy Marín Ortiz

1490

270

15:50-58

¡Victoria en Jesús!

Liliana Llambés

1494

2 Corintios: es el Mesías traspasado por nosotros 271

1:3-11

Consuelo en Cristo

Rosita Villanueva

1497

272

2:14-17

El olor de Su conocimiento

Violeta Guerra

1499

273

3:12-18

De gloria en gloria

Susi Bixby

1500

274

4:16-18

Mirando lo invisible

Pilar Herrera

1502

275

5:16-21

¡Nuevas criaturas!

Patricia Namnún

1504

276

12:1-10

Fortaleza en la debilidad

Ana Ávila

1510

Gálatas: es nuestra libertad 277

2:15-21

Solo por fe

Jenny Burkholder

1513

278

3:15-29

Identidad en el evangelio

Aixa de López

1515

279

4:1-7

Adoptadas para vida

Vivienne Birch

1517

280

5:13-15

Sirviéndonos en amor

Karla Fernández

1519

281

5:22-26

El fruto del Espíritu

Juliana de Armel

1520

En Él

Gabriela de Morales

1523 1525

Efesios: es la cabeza de la Iglesia 282

1:3-14

283

2:1-10

De muerte a vida

María Fernanda Agudelo

284

3:14-19

Cimentadas en amor

Rosita Villanueva

1526

285

4:17-32

Despojadas, renovadas y vestidas

Gabriela Galeano

1528

286

5:22-24

Como al Señor

Patricia Namnún

1530

287

6:10-20

Una lucha espiritual

Liliana Llambés

1532

Filipenses: es nuestro gozo

notetaking.indb 18

288

1:3-11

Él la terminará

Susi Bixby

1535

289

2:1-11

Exaltación a través de la humildad

Jeanine Martínez

1537

04/08/2020 07.17


290

3:1-15

Un conocimiento de incomparable valor

Ana Ávila

291

3:20-21

Ciudadanas de otro mundo

Marcela de Montemayor 1539

292

4:4-7

Sin lugar para el afán

Juliana de Armel

1541

293

4:10-13

La clave del contentamiento

Wendy Marín Ortiz

1542

1538

Colosenses: es supremo sobre todo 294

1:15-23

Cristo sobre todo

Rosita Villanueva

1545

295

2:1-7

Anden en Él

Wendy Bello

1547

296

3:1-4

Busquen las cosas de arriba

Karla Fernández

1548

297

3:12-14

Un andar acorde a nuestra identidad

Angélica Rivera

1549

298

4:2-4

Perseveren en la oración

Ellelein Kirk

1551

1 Tesalonicenses: es nuestro consuelo 299

1:2-10

Vidas ejemplares

Pilar Herrera

1554

300

2:13-16

El obrar de la Palabra

Jeanine Martínez

1555

301

3:11-13

Corazones afirmados en santidad

Liliana Llambés

1557

302

4:13-18

¡Jesús vuelve!

Aixa de López

1558

303

5:4-11

Confortándonos en la espera

Wendy Marín Ortiz

1560

304

5:23-24

Fiel es el que lo hará

Ana Ávila

1561

2 Tesalonicenses: es nuestra esperanza y el Rey que regresará 305

1:3-5

Perseverancia en la aflicción

Violeta Guerra

1564

306

2:1-17

Pronto pero todavía no

Patricia Namnún

1565

307

3:1-5

Perseverancia en Cristo

Karla Fernández

1566

308

3:16

La fuente de la paz

Wendy Bello

1567

1 Timoteo: es nuestra fe 309

1:15-17

Yo soy la primera

María Fernanda Agudelo 1570

310

2:5-7

Un solo Mediador

Catherine Scheraldi de Núñez

1571

311

3:14-16

El misterio de la piedad

Liliana Llambés

1573

312

4:7-9

Disciplinadas para la piedad

Ellelein Kirk

1574

313

6:6-10

El contentamiento: la ganancia de la piedad

Pilar Herrera

1576

2 Timoteo: es el líder de líderes 314

1:3-10

Sin temor

Patricia Namnún

1579

315

2:1-4

Fortalecidos en la gracia

Catherine Scheraldi de Núñez

1580

316

2:14-16

Mujeres aprobadas

Pilar Herrera

1582

317

3:14-17

Persistiendo en la Palabra

Wendy Marín Ortiz

1583

318

4:1-5

Cumple tu ministerio

Jeanine Martínez

1584

Tito: es la verdad

notetaking.indb 19

319

1:10-16

Palabras sin hechos

Ellelein Kirk

1587

320

2:3-5

Instruir en la piedad

Susi Bixby

1588

321

2:11-15

La manifestación de la gracia

Violeta Guerra

1589

322

3:3-7

Por Su misericordia

Wendy Bello

1590

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Filemón: es nuestro Mediador 323

El poder del evangelio

Jeanine Martínez

1593

Hebreos: es nuestro perfecto Sumo Sacerdote 324

1:1-4

Cristo, la Palabra encarnada

Patricia Namnún

1595

325

2:5-18

Por encima de nosotras, pero cercano

Karla Fernández

1597

326

3

Uno digno de más gloria

Violeta Guerra

1598

327

4:14-16

Acerquémonos con confianza

Wendy Marín Ortiz

1601

328

6:13-20

Él garantiza Sus promesas

Jeanine Martínez

1603 1604

329

7:11-19

El eterno sacerdote

Catherine Scheraldi de Núñez

330

9:11-22

Un nuevo y mejor pacto

Liliana Llambés

1608

331

10:19-25

Perseverancia por Su fidelidad

Gabriela Galeano

1610

332

11

Por la fe

Susi Bixby

1613

333

12:1-13

¡Corre, y hazlo bien!

Chárbela De Salcedo

1614

Santiago: es el poder detrás de nuestra fe 334

1:19-27

Hacedoras de la Palabra

Juliana de Armel

1618

335

2:14-26

Fe sin obras

Jenny Burkholder

1620

336

3:13-18

Sabiduría de lo alto

Wendy Bello

1621

337

4:1-12

Amigas del mundo, enemigas de Dios

Cornelia Hernández

1623

338

4:13-17

Si el Señor quiere

María Fernanda Agudelo

1624

339

5:7-11

Pacientes hasta Su venida

Patricia Namnún

1625

1 Pedro: es nuestro ejemplo y esperanza en el sufrimiento 340

1:13-25

El mandato a ser santas

Gabriela de Morales

1628

341

2:1-10

De las tinieblas a la luz

Vivienne Birch

1630

342

3:1-6

El llamado de la esposa

Chárbela De Salcedo

1632

343

3:13-22

Santificando a Cristo en nuestros corazones

Karla Fernández

1633

344

4:12-19

Gozo en medio de la tribulación

Angélica Rivera

1635

345

5:6-11

Él tiene cuidado de nosotras

Ellelein Kirk

1636

2 Pedro: es nuestra pureza 346

1:3-7

Para la vida y la piedad

Aixa de López

1639

347

1:16-18

Testigos de Su majestad

Pilar Herrera

1640

1 Juan: es la fuente de comunión con los santos

notetaking.indb 20

348

1:5-10

Dios es luz

Jenny Burkholder

1644

349

2:1-6

¡Él es nuestro intercesor!

Juliana de Armel

1645

350

3:1-3

Su gran amor

Cornelia Hernández

1647

351

3:10-18

Con hechos y en verdad

Vivienne Birch

1648

352

4:13-17

Dios es amor

Chárbela De Salcedo

1650

353

5:1-5

La fe que vence

Violeta Guerra

1651

354

5:18-21

Somos de Cristo y Él nos guarda

Patricia Namnún

1652

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2 Juan: es nuestro patrón 355

4-11

Sin desviarnos

Jeanine Martínez

1655

Wendy Bello

1657

3 Juan: es nuestra motivación y fuente de verdad 356

5-12

Un buen testimonio

Judas: es el fundamento de nuestra fe 357

17-23

Perseverar en la batalla

Ellelein Kirk

1659

358

24-25

Poderoso para guardarnos

Angélica Rivera

1660

Apocalipsis: es nuestro Rey venidero, Rey de reyes y Señor de señores

notetaking.indb 21

359

2:1-7

Perder el primer amor

Pilar Herrera

1664

360

5

¿Quién es digno?

Gabriela de Morales

1667

361

7:9-17

¡Digno es el Cordero!

Violeta Guerra

1670

362

12

Por la sangre del Cordero

Patricia Namnún

1675

363

15

El final de la historia

Vivienne Birch

1678

364

21:1-8

El hará todo nuevo

Marcela de Montemayor 1684

365

22:6-21

¡Él vuelve!

Jeanine Martínez

1686

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El Antiguo Testamento

notetaking.indb 27

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LIBRO PRIMERO DE MOISÉS

GÉNESIS

1

En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desorde- La creación nada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz;a y fue la luz. 4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. 6 Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 7 E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. 8 Y llamó Dios a la expansión Cielos.b Y fue la tarde y la mañana el día segundo. 9 Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. 10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. 11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. 12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. 13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero. 14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, 15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. 17 Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. 19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto. 20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. 22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. 23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto. 24 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. 25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno. a

1:3 2 Co. 4:6   b 1:6-8 2 P. 3:5

notetaking.indb 1

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En el principio GÉNESIS 1:126

T

oda historia requiere un principio. Llegar a la mitad de ella e intentar comprender a los personajes y los sucesos puede ser frustrante y llevar a conclusiones erróneas. Moisés, el autor humano de los primeros cinco libros de la Biblia, comienza a narrarle al pueblo de Israel la historia de su origen. Y empieza «en el principio», donde nos conviene a todas empezar. El eterno Dios Creador siempre ha existido, así que este no es el comienzo de Su historia. El primer capítulo de la Biblia relata la tierna y magnífica realidad de que el Trino Dios santo, que existe por sí mismo, en perfecta comunión el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, sin necesidad de nada ni nadie que llenara y le diera propósito a Su existencia, escogió crear un mundo físico. Este mundo reflejaría Su infinita creatividad y hermosura, y, es más, reflejaría de forma específica Su propia imagen en la creación del ser humano. El Nuevo Testamento nos revela cuál miembro de la Deidad habló las palabras en Su obra creadora: Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten (Col. 1:1617). Tú y yo sabemos quién es esta Persona de la Deidad, ¿no? Él es el Verbo, literalmente la «Palabra», de quien habla Juan 1: esta «Palabra» hizo todo lo que existe, y Él es la vida y la luz de la humanidad que Él creó ( Juan 1:1-5). ¿Captas el peso de lo que esto significa? Jesús, el Hijo de Dios, la segunda Persona de la Trinidad creó a los mismos seres humanos que más tarde lo colgarían en una cruz. En el principio Él separó la luz de las tinieblas físicas, y separaría después la luz de las tinieblas espiritualmente con Su muerte en sacrificio. Al crear la luz y separarla de las tinieblas ese primer día, Cristo ya sabía que tendría que dar Su vida para separar para Sí un pueblo de luz. Cada día, a nosotras nos toca reflejarlo delante de los demás porque fuimos creadas para andar en Su luz y reflejarla. «Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén» (Rom. 11:36).

2

notetaking.indb 2

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GÉnesIs 2:21

26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,a conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.b 28 Y los bendijo Dios,c y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. 31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto. Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. 2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.d 3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó,e porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación. 4 Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, 5 y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, 6 sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra. 7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.f 8 Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. 9 Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vidaG en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. 10 Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. 11 El nombre del uno era Pisón; este es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; 12 y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice. 13 El nombre del segundo río es Gihón; este es el que rodea toda la tierra de Cus. 14 Y el nombre del tercer río es Hidekel; este es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Éufrates. 15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. 16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. 18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. 19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. 20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. 21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomó una

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1:26 1 Co. 11:7 2:7 1 Co. 15:45

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1:27 Mt. 19:4; Mr. 10:6 2:9 Ap. 2:7; 22:2,14

G

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1:27-28 Gn. 5:1-2

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2:2 He. 4:4,10

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El hombre en el huerto de Edén

2:2-3 Ex. 20:11

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Desobediencia del hombre

GÉNESIS 2:22

de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona,a porque del varónb fue tomada. 24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.c 25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban. Pero la serpiented era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del que yo te mandé no comieses? 12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó,e y comí. 14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido,f y él se enseñoreará de ti. 17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Espinos y cardos te producirá,g y comerás plantas del campo. 19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 20 Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva,h por cuanto ella era madre de todos los vivientes. 21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. 22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del

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a  2:23 Heb. Ishshah   b 2:23 Heb. Ish   c 2:24 Mt. 19:5; Mr. 10:7-8; 1 Co. 6:16; Ef. 5:31   d 3:1 Ap. 12:9; 20:2   e 3:13 2 Co. 11:3   f 3:16 O, tu voluntad será sujeta a tu marido   g 3:17-18 He. 6:8   h  3:20 El nombre en hebreo se asemeja a la palabra que se usa para viviente

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GÉnesIs 3:23

árbol de la vida,a y coma, y viva para siempre. 23 Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. 24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida. Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Caín y Abel Por voluntad de Jehová he adquiridob varón. 2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. 3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;c 5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. 6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? 7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.d 8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.e 9 Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? 10 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 11 Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. 12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. 13 Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. 14 He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. 15 Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara. 16 Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod,f al oriente de Edén. 17 Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc. 18 Y a Enoc le nació Irad, e Irad engendró a Mehujael, y Mehujael engendró a Metusael, y Metusael engendró a Lamec. 19 Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila. 20 Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados. 21 Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta. 22 Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín fue Naama. 23 Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, Y un joven por mi golpe. 24 Si siete veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces siete lo será.

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3:22 Ap. 22:14 b 4:1 Heb. qanah, adquirir c 4:4 He. 11:4 4:8 Mt. 23:35; Lc. 11:51; 1 Jn. 3:12 f 4:16 Esto es, Errante

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4:7 O, a ti será sujeto

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La caída y la gracia GÉNESIS 3

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énesis 3 relata lo que muchos teólogos llaman el día más oscuro de la humanidad. Es el día en que Adán y Eva deciden por su propia voluntad creer las palabras de Satanás en vez de las de Dios. Satanás se acerca a Eva y básicamente le dice dos cosas: 1) Dios es mentiroso, y 2) Dios te está prohibiendo algo bueno que Él ya disfruta. Su objetivo era hacerlos caer en el mismo pecado en el que él ya había caído: desear ser como el Altísimo (Isa. 14:14), buscar tener la misma sabiduría de Dios y ser su propio amo y señor. Adán y Eva sintieron el mismo deseo, consintieron en desobedecer y comieron del fruto. Sí, sus ojos fueron abiertos, pero no a un mayor conocimiento. Más bien, a un conocimiento nuevo para ellos: el conocimiento del mal, algo totalmente ajeno y distante de la realidad que habían vivido. Ese día entró el pecado en los seres creados a la imagen de Dios, y con el pecado entró la muerte, física y espiritual. Adán y Eva se percataron del cambio y quisieron resolver las consecuencias de su pecado al cubrirse con hojas de higuera (v. 7). Pero Dios tenía otro plan, uno más excelso, el cual le comunicó a Satanás (v. 15): de la simiente de la mujer saldría Aquel quien destruiría al diablo para siempre. A este versículo se le llama «el protoevangelio», la primera promesa de que un Salvador vendría a restaurar lo que en el huerto de Edén se había perdido: el disfrute de la presencia de Dios, la ausencia el pecado y la vida eterna. En el versículo 21, Dios da otro pincelazo de cómo se lograría. Él los vistió con ropas de piel que les proveyó. Estas ropas de piel implicaban que un animal había muerto. Así como Él proveyó para que Adán y Eva se cubrieran, así proveería el Cordero perfecto que vendría a morir para que todo volviera a ser como era antes. En la cruz Él recibió una herida en el calcañar, pero Satanás recibió una herida mortal. Su resurrección prueba que el pago fue aceptado y la deuda pagada. La resurrección anuncia que por medio de Él tenemos salvación y vida eterna. Su sacrificio ha restaurado todo lo que se perdió en el huerto de Edén.

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Los descendientes de Adán

La maldad de los hombres

GÉNESIS 4:25

25 Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set:a Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín. 26 Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová. Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. 2 Varón y hembra los creó;b y los bendijo,c y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados. 3 Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. 4 Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. 5 Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió. 6 Vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós. 7 Y vivió Set, después que engendró a Enós, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas. 8 Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió. 9 Vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán. 10 Y vivió Enós, después que engendró a Cainán, ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas. 11 Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años; y murió. 12 Vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel. 13 Y vivió Cainán, después que engendró a Mahalaleel, ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas. 14 Y fueron todos los días de Cainán novecientos diez años; y murió. 15 Vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared. 16 Y vivió Mahalaleel, después que engendró a Jared, ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas. 17 Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió. 18 Vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc. 19 Y vivió Jared, después que engendró a Enoc, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. 20 Y fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió. 21 Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. 22 Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. 23 Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. 24 Caminó, pues, Enoc con Dios,d y desapareció, porque le llevó Dios. 25 Vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec. 26 Y vivió Matusalén, después que engendró a Lamec, setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas. 27 Fueron, pues, todos los días de Matusalén novecientos sesenta y nueve años; y murió. 28 Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo; 29 y llamó su nombre Noé,e diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo. 30 Y vivió Lamec, después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas. 31 Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años; y murió. 32 Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet. Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, 2 que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. 3 Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para

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4:25 Esto es, Sustitución   b 5:2 Mt. 19:4; Mr. 10:6   c 5:1-2 Gn. 1:27-28   d 5:24 He. 11:5; Jud. 14   5:29 Esto es, Consuelo, o Descanso

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sAlmos LIBRO I Salmo 1 El justo y los pecadores

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Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,a Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento. Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.

Salmo 2 El reino del ungido de Jehová

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¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? Se levantarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra Jehová y contra su ungido,b diciendo: Rompamos sus ligaduras, Y echemos de nosotros sus cuerdas. El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos. Luego hablará a ellos en su furor, Y los turbará con su ira. Pero yo he puesto mi rey Sobre Sion, mi santo monte.

Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.c Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro;d Como vasija de alfarero los desmenuzarás. 1:3 Jer. 17:8

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2:1-2 Hch. 4:25-26

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2:7 Hch. 13:33; He. 1:5; 5:5

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2:9 Ap. 2:26-27; 12:5; 19:15

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El Hijo de Dios SALMO 2

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l Salmo 2 fue escrito por David y es un pasaje mesiánico, es decir, es un salmo sobre Jesús. De hecho, este salmo se cita varias veces en el Nuevo Testamento (Hech. 4:25-26; 13:33; Heb. 1:5; 5:5; Apoc. 2:26-27; 12:5; 19:15). David exhorta a las naciones paganas y rebeldes a que abandonen los planes contrarios al Señor y a que se sometan a la autoridad del Rey, que es Jesús. Los primeros versículos hablan de la rebeldía de las naciones. Al inicio aparece una pregunta retórica: ¿cómo pueden las gentes sublevarse ante Dios, si su plan está totalmente destinado al fracaso? Según ellos no podían soportar estar «encadenados», pues querían «ser libres» del gobierno del Mesías. ¿Cómo responde Dios? El Señor mora en los cielos y se sienta en Su trono. ¡Cuán necio es resistirse a Él! Nosotras debemos igualmente someternos a nuestro Dios misericordioso, quien ha dado a Su Hijo (vv. 7-8). El versículo 10 es una amonestación de parte de David hacia los pueblos rebeldes: ¡sean prudentes y sirvan al Hijo! Aquellos que están a cargo de un pueblo, nación o gente, para ver bendición, sin duda alguna deben obedecer y tener un temor reverente. Los versículos 11 y 12 hacen claro que para servir a Dios se debe honrar a Su Hijo. Al final hay una bendición (v. 12). Confiar o refugiarse en el Señor se repite constantemente en los salmos, y este no es la excepción. Someterse al Hijo es encontrar refugio en el ungido del Señor, y por ende en Dios mismo. En este salmo vemos la exaltación de Cristo. En la segunda venida del Señor Jesús habrá ira contra aquellos que se rebelan contra Dios, pero al mismo tiempo será un tiempo de alegría y refugio para aquellos que se someten y han puesto su fe en el Señor. Gloria a Dios por Su gracia que aun en rebeldía y en pecado, Él nos salvó y, sin merecerlo, nos dio vida eterna.

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Salmos 22:17

Salmo 22 Al músico principal; sobre Ajelet-sahar. Salmo de David.

1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?a ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? 2 Dios mío, clamo de día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mí reposo.

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Un grito de angustia y un canto de alabanza

3 Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel. 4 En ti esperaron nuestros padres; Esperaron, y tú los libraste. 5 Clamaron a ti, y fueron librados; Confiaron en ti, y no fueron avergonzados. 6 Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. 7 Todos los que me ven me escarnecen; Estiran la boca, menean la cabeza,b diciendo: 8 Se encomendó a Jehová; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía.c 9 Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre. 10 Sobre ti fui echado desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios. 11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude. 12 13

Me han rodeado muchos toros; Fuertes toros de Basán me han cercado. Abrieron sobre mí su boca Como león rapaz y rugiente.

14 15

He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron; Mi corazón fue como cera, Derritiéndose en medio de mis entrañas. Como un tiesto se secó mi vigor, Y mi lengua se pegó a mi paladar, Y me has puesto en el polvo de la muerte.

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Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos;

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22:1 Mt. 27:46; Mr. 15:34   b 22:7 Mt. 27:39; Mr. 15:29; Lc. 23:35   c 22:8 Mt. 27:43

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salmos X:X

¿Por qué me has desamparado? SALMO 22:121

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n este salmo vemos el clamor del que se siente desamparado. También vemos una respuesta, un reposo y una esperanza. El salmista presenta este salmo de manera profética, y Cristo mismo cita estas palabras cuando agonizaba en la cruz (Mat. 27:46). El clamor de Cristo es un grito de agonía que conlleva el sufrimiento profundo y la angustia por la ira divina que se derramaría sobre Él. La respuesta y el reposo son dos necesidades profundas del corazón humano. Y solo pueden hallarse en un encuentro con Cristo. Cuando el salmista se pierde en sus propias emociones y palabras, vuelve a enfocarse en el carácter de Dios que había conocido en tiempos no tumultuosos. Dios es nuestro eterno cuidador. Dios el Padre es la esperanza del que ha sido abandonado, del que ha tenido padres negligentes, del padre que se siente incapaz. Todos, antes de estar bajo el cuidado humano, hemos estado bajo el cuidado de Dios. Cristo sabía esto. Él fue desamparado en la cruz para que los que estamos en Él nunca experimentemos el desamparo de Dios. En esto podemos descansar. Él experimentó en la cruz quebranto físico y emocional, el fin de Sus fuerzas humanas. Ahora, todos los abatidos pueden tener un Sumo Sacerdote, un Varón de dolores, experimentado en quebranto. El quebrantado encuentra consuelo en las manos perforadas del Salvador. Esas manos contienen esperanza, y ellas secarán toda lágrima cuando no habrá más quebranto, ni abandono, ni dolor. Cristo padeció el insulto de Su propio pueblo a un grado mayor que cualquier profeta, sacerdote o rey. Soportó la humillación de los que Él había creado para Su gloria, las golpizas inmisericordes de las manos que Él formó, la vergüenza de la desnudez, los insultos inmerecidos, la traición de los que le habían prometido fidelidad y de los que había llamado amigos. Pero Cristo esperó la respuesta y la vindicación en la resurrección. Esta es nuestra esperanza en Cristo: todos los que estamos en Él resucitaremos y seremos glorificados. Tenemos la certeza de que el mismo poder que levantó a Cristo de los muertos es el que actúa en cada una de nuestras vidas para ayudarnos a serle fiel.

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salmos 41:1

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Oración pidiendo salud

Salmo 41 Al músico principal. Salmo de David.

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Bienaventurado el que piensa en el pobre; En el día malo lo librará Jehová. Jehová lo guardará, y le dará vida; Será bienaventurado en la tierra, Y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos. Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; Mullirás toda su cama en su enfermedad.

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Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; Sana mi alma, porque contra ti he pecado. Mis enemigos dicen mal de mí, preguntando: ¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre? Y si vienen a verme, hablan mentira; Su corazón recoge para sí iniquidad, Y al salir fuera la divulgan.

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Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen; Contra mí piensan mal, diciendo de mí: Cosa pestilencial se ha apoderado de él; Y el que cayó en cama no volverá a levantarse. Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar.a Mas tú, Jehová, ten misericordia de mí, y hazme levantar, Y les daré el pago. En esto conoceré que te he agradado, Que mi enemigo no se huelgue de mí. En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, Y me has hecho estar delante de ti para siempre. Bendito sea Jehová, el Dios de Israel, Por los siglos de los siglos.b Amén y Amén.

LIBRO II Mi alma tiene sed de Dios

Salmo 42 Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.

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Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?

41:9 Mt. 26:24; Mr. 14:21; Lc. 22:22; Jn. 13:18; 17:12

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41:13 Sal. 106:48

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Ten piedad y levántame SALMO 41

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esde Génesis 3, vivir en este mundo caído ha sido difícil. La tierra fue maldita y, por lo tanto, el diario vivir cuesta mucho esfuerzo. Aunque Dios está en control de todo, debido a la rebelión del hombre, Satanás es quien dirige a aquellos que viven sin Dios, quienes tienen una cosmovisión contraria a Dios y a Sus designios. Jesús mismo dijo a Sus discípulos que tendrían tribulaciones; sin embargo, no nos dejó sin esperanza, porque Él también les dijo: «confiad, yo he vencido al mundo» ( Juan 16:33). El Salmo 41 no solamente expresa lo que sentimos en medio de las tribulaciones, sino que también nos explica lo que el Varón de dolores sentía mientras caminó por esta tierra. Según Isaías 53:3, Él fue «despreciado y desechado entre los hombres». ¿Cómo es posible que el Dios del universo, el Creador de todo ( Juan 1:3), vivió y no fue reconocido, sino que fue rechazado por Sus criaturas? ¡Porque ese era el plan de Dios! En Génesis 3:15 Dios le advierte a la serpiente sobre alguien que vendría y representaría a la raza humana pecadora, y que ese descendiente de la mujer, el Mesías, heriría a la serpiente con un golpe mortal. Cuando el Mesías muere, pareciera que Satanás triunfa. Sin embargo, el sacrificio de Jesús causa la derrota del enemigo y de la muerte. Jesús vivió una vida perfecta llena de amor, pero el pueblo lo rechazó. Aún peor, los líderes, aquellos que representaban a Dios delante del pueblo, lo odiaron y tramaron Su muerte. Sin darse cuenta cumplieron la sentencia contra Satanás. A los líderes políticos no les importó Su muerte, y de Sus amigos íntimos, aquellos que caminaron con Él por tres años, uno lo negó tres veces, otro dudó de Él y el otro lo traicionó (Sal. 41:9). Dios protegió a Jesús hasta la hora apropiada, y el Padre mismo entregó a Su Hijo para pagar el precio de Sus enemigos. Al morir, Cristo venció y rescató para sí mismo un pueblo. Desde entonces, aquellos rescatados son perseguidos por el mundo. Cristo mismo dijo que así como el mundo lo odiaba a Él, también nos odiaría ( Juan 15:19). El evangelio es el anuncio de que ya Cristo venció la guerra espiritual, pero esta no terminará hasta cuando Satanás sea arrojado al lago de fuego (Apoc. 20:10). Mientras tanto, como en cualquier guerra, hay batallas y sufrimientos (Col. 1:24). Sin embargo, el éxito está garantizado. ¡No desmayes! Dios tiene reservado un galardón para quienes se mantienen fieles en medio de la tribulación.

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EL SANTO EVANGELIO SEGÚN

SAN JUAN

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En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. El Verbo hecho carne 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. 6 Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.a 7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. 8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. 9 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. 14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. 16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. 17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. 18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. Testimonio de Juan el Bautista 19 Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres? 20 Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo. 21 Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías?b Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta?c Y respondió: No. 22 Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? 23 Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.d 24 Y los que habían sido enviados eran de los fariseos. 25 Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta? 26 Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis. 27 Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado. 28 Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando. 29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero El Cordero de Dios de Dios, que quita el pecado del mundo. 30 Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. 31 Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine a

1:6 Mt. 3:1; Mr. 1:4; Lc. 3:1-2   b 1:21 Mal. 4:5   c 1:21 Dt. 18:15,18   d 1:23 Is. 40:3

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El Verbo JUAN 1:118

¿Q

uién es Jesús?

Esa es la pregunta más importante de la historia. Esa es la pregunta que, tarde o temprano, todos tendrán que responder. ¿Quién es Jesús? En los primeros versículos de su Evangelio, Juan describe una imagen gloriosa de Jesús: «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios» (v. 1). En unas pocas palabras se nos revela que el Verbo es eterno, que es una persona distinta a Dios Padre, y que a la vez es Dios. El Verbo, Jesús, supera todas nuestras expectativas. Irónicamente, este Ser tan glorioso, la Luz verdadera, fue rechazado por el mundo que Él mismo creó. ¿Cómo es posible? Si «todas las cosas por él fueron hechas» (v. 3), ¿cómo pudo ser despreciado? La gloria de Jesús no se manifestó como «los suyos» esperaban (v. 11). El apóstol Juan registra que Juan el Bautista proclamó la superioridad de Cristo. Sin embargo, el mundo no lo reconoció. Miró a un hombre humilde y, a pesar de Sus extraordinarios milagros y palabras, terminó burlándose de Él y clavándolo en una cruz. Pero ese hombre no era un hombre cualquiera. Era el Verbo eterno hecho carne que habitó entre nosotros. Era Dios que se humilló al no ejercer muchos de Sus atributos y se limitó al tomar forma de siervo, llegando hasta la muerte de cruz (Fil. 2). Él pagó por el pecado de Su pueblo y lo rescató de las garras de la muerte. ¿Quién es Jesús? La respuesta correcta no es repetir de memoria lo que aprendimos en la escuela dominical. La respuesta brota de un corazón como el de Juan, quien reconoce con gozo que Cristo es superior. Se trata de tener ojos para ver la gloria de la Luz verdadera y ser testigos de Su poder para salvar. ¿Conoces al Verbo o has creado a un Jesús diferente en tu imaginación? ¿Rechazas la gloria del Hijo porque no se manifiesta como esperabas? Él es el Hijo unigénito que vive en comunión íntima con el Padre. Solo los que lo reciben, los que creen en Su nombre, pueden ser contados como hijos de Dios. El Verbo que estaba en el principio es el único que puede mostrarnos al Padre. ¡Esas son buenas noticias! Existe un camino a Dios, un camino en el cual permanecer… Jesús. ¡Búscalo!

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san juan 3:19

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12 Después de esto descendieron a Capernaum,a él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días. Jesús purifica el templo 13 Estaba cerca la pascuab de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén, 14 y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. 15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; 16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. 17 Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.c 18 Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto? 19 Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.d 20 Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? 21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo. 22 Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho. 23 Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su Jesús conoce a todos los hombres nombre, viendo las señales que hacía. 24 Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, 25 y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre. Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal Jesús y Nicodemo entre los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. 3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,e espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. 8 El vientoe sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. 9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? 10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto? 11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. 12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? 13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. 14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto,f así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigé- De tal manera amó nito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Dios al mundo 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19 Y esta es la condenación: que la luz vino al

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a e

2:12 Mt. 4:13 b 2:13 Ex. 12:1-27 c 2:17 Sal. 69:9 d 2:19 Mt. 26:61; 27:40; Mr. 14:58; 15:29 3:6,8 La misma palabra griega significa tanto viento como espíritu f 3:14 Nm. 21:9

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san juan X:X

Nacer de nuevo JUAN 3:115

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l corazón de este pasaje se centra en que, para entrar en el reino de Dios, uno debe nacer de nuevo. Esto no es opcional. No importa si es hoy o 2000 años atrás en los días de Nicodemo. Hasta que nos damos cuenta de que debemos nacer de nuevo, y del porqué, vemos cuán terrible es nuestra existencia sin Cristo. Muchos creyeron en Jesús durante la fiesta de la Pascua (2:23-25), pero no se menciona que nacieran de nuevo. Las señales y los milagros que Jesús realizó en Jerusalén los asombraron. Sin embargo, Jesús no confió en ellos porque sabía lo que había en ellos (v. 25). Su fe no era fe para salvación. Creían que Jesús era extraordinario, pero no que era su Salvador. Jesús conocía el corazón de cada hombre y mujer. Sabía que necesitaban nuevos corazones. Primero, debemos nacer de nuevo porque Jesús dijo que era necesario. El Rey del reino decide quién y cómo las personas entrarán en Su reino, y nadie puede decir lo contrario. Segundo, nuevos corazones son necesarios porque nuestros corazones son perversos y enemigos de Dios. Para corregirnos, el Creador de la vida debe crear vida en nuestros corazones. Si esto no sucede, el resultado es claro: no podemos entrar al cielo. No podemos estar en la presencia de un Dios santo con la naturaleza pecaminosa con que nacemos. El nuevo nacimiento es un don de Dios que resulta de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo: «según su grande misericordia nos hizo renacer» (1 Ped. 1:3). No hay nada que podamos hacer, nada en nuestras propias fuerzas que nos permita ver el reino de Dios. Es solo por el poder de un Dios que ama y perdona que podemos ser salvos ( Juan 3:16). Y Jesús afirmó que nunca rechazaría a quien lo buscara (6:37). Nicodemo era un fariseo y su celo religioso sustituyó su necesidad de un nuevo corazón dado por gracia. Mientras afrontas tu día piensa en que, si Dios te ha dado un nuevo corazón ( Jer. 31:33; Ezeq. 11:19-20), ¿cuánto más debes depender de Él para todo lo demás?

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san juan X:X

La mayor muestra de amor JUAN 3:16

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s el versículo más conocido de toda la Biblia y sin duda el mensaje más importante que existe: el evangelio. El versículo empieza con la exaltación del amor de Dios hacia el mundo, y nos da el mayor ejemplo posible: el Padre entrega a Su único Hijo, quien muere colgado en una cruz, sin tener falla alguna. Jesús muere por los pecados del mundo, muere en beneficio y representación de personas pecadoras. El Padre amó tanto a los pecadores que decidió dar el regalo más costoso que se puede imaginar: Su Hijo unigénito. Amó tanto al mundo no porque el mundo fuera digno de ser amado, ni porque lo haya amado a Él primero. ¡No! Dios mostró Su amor extraordinario siendo aún el mundo malo. Cristo murió por nosotros. Dios, cuyo deseo es que ninguno se pierda, sino que todos procedan a arrepentirse (2 Ped. 3:9), envió a Cristo con este propósito. En la primera venida, observamos en los Evangelios cómo Jesús no vino a condenar al mundo ( Juan 3:17), sino todo lo contrario, tuvo compasión y misericordia hacia los pecadores (Mat. 9:36). Cuando Dios entregó a Su Hijo, Su propósito era darnos el mejor regalo que puede encontrarse: la vida eterna a toda persona que crea en la obra y la persona de Jesucristo. Eso quiere decir que todo aquel que confía en Jesús como su Salvador personal, tendrá vida nueva y recibirá la vida eterna. Confiar personalmente en Jesús distingue a los que no están condenados de los que sí lo están ( Juan 3:18). El versículo continúa diciendo que los incrédulos están en la oscuridad y aborrecen la luz, y no se acercan a ella (v. 20). No se acercan a la luz porque aman su pecado y no desean que sea conocido. En cambio, el creyente desea que sus buenas obras salgan a la luz, porque son hechas por el poder de Dios (v. 21). Que Jesús haya sido levantado en la cruz tiene como base el amor de Dios. En la cruz, Dios demostró Su enorme amor para todo aquel que crea en Su Hijo. Dios lo envió a morir por nosotras y derramó Su sangre para que no nos perdamos sino tengamos vida eterna en Él.

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