Li l yAnt ún
I l us t r a c i o ne sJ o s éV.Al mo nt e
"A los inocentes y puros de corazón, los niños"
Texto Lily Antún lm_antun@hotmail.com Ilustraciones José V. Almonte Diagramación Irving Nova ISBN 978-9945-00-183-9
En las profundidades del mar vivĂa una bella familia de Sirenas. Mama Sirena y sus cuatro Sirenitas se preparan para ir solas a nadar.
Todas juntas nadaban y muy libres se encontraban, sumergidas en el mar miraban cosas bellas al pasar:
Estrellas de mar Caracoles y Corales sus amigos los delďŹ nes Peces de colores y hasta caballitos de mar.
El juego del aro jugando estaban, y felices cantaban: Juntas como un aro todas bailamos y nos agachamos, contando hasta diez entonces subimos y nos sumergimos para nuevamente ver el mundo marino.
Subimos de nuevo, damos una vuelta y con nuestras colas el agua movemos hacemos la ola y cantando todas, repetimos otra vez……….
Tan alegres estaban que no se dieron cuenta que un enorme Tiburón se acercaba:
Tengo Hambre y algo comeré – dijo el Tiburón No importa que sean lindas No importa que sean buenas No importa que sean sirenas Yo mi hambre saciaré.
El Tiburón las rodeó y las Sirenitas asustadas estaban, cuando Mama Sirena le dijo al Tiburón: -Que es lo que quieres hacerles a mis hijas? Y este le contestó: Tengo hambre y me las comeré y si me estorbas a ti también.
- Se que el hambre no tiene corazón, pero yo tengo otra solución. dijo Mama Sirena. Aquí he traído algunos peces, que muertos en el camino encontré y en este saco los puse y a ti te los daré. -¿Acaso crees que cambiaría Sirenitas frescas por peces muertos?dijo el Tiburón.- Que tonta eres, siguió diciendo-. Pero mientras La Sirena lo tenía entretenido Las Sirenitas escapaban silenciosamente.
El tiburón al darse cuenta que estas habían escapado, furioso a Mama Sirena fue a atacar, pero esta con habilidad fue dejando caer los peces que en el saco estaban y el Tiburón confundido su hambre sació.
Y así se fue el Tiburón dejando a Mama Sirena tranquila, rodeada de nuevo de sus hijas las sirenitas, todas juntas exclamaron: Gracias Mama Sirena nos salvaste de morir y además nos enseñaste a sabernos defender y a que no todos son buenos y hábil debemos ser.