TANABARA NUMERO O4 CUSCO MARZO 2015
REVISTA TA N A B A RA IGERA L A L E LA NOV IMITES SIN L
Especia l dedicad o
17 +
al gore
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ,GRAFICAS Y CONTENIDO SON PROPIEDAD DE SUS RESPECTIVOS AUTORES SU USO ES SOLO CON PROPOSITOS DE DIFUCION .
REVISTA TANABARA TANABARA NUMERO O4 Sociedad secreta de amantes del anime a mitad de precio.facebook.com
EDITORIAL Otra vez estamos listos y por eso todos … lets nya . En esta cuarta edición de la revista TANABARA ,tenemos un especial dedicado al gore .Algunos diran que el gore es solo una degradación de los cuentos de horror del gran guiñol ,pero en Tanabara no tenemos esas trabas mentales consideramos que el cuerpo humano es bello ,por dentro y por fuera .como siempre saludos especia-
les a nuestro staff , que sigue creciendo , estoy segura que Tanabara es parte de ellos , y eso es fantastico . En esta edición tenemos en la caratula una grafica de shiro warmi ,diseñada especialmente para la revista .Ademas de eso muchas historias de escritores independientes que creen en el proyecto .Como cada 2 meses entraremos en tu pc para llevarte la selección de lo mejor de la na-
rrativa que no encontraras en ningún otro lado,pues este es el espíritu de esta publicación romper tabues antiguos y demostrar que la belleza existe mas alla de las barreras de lo común y formal . Sin mas que decir ,te agradesco a nombre de todos los colaboradores ,y te dire lets nya .
Descargala , Disfrutala y compártela .
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Contenido:
NOVELA LIGERA (Esta no es otra comedia harem prologo)
PAG. 6
RELATO CORTO (Un dia mas y otro después )
PAG. 14
NOVELA LIGERA PAG. (Los cuervos del des- 18 tino ;capitulo 01 )
NOVELA LIGERA PAG. (Candy cat ,la exorcis- 35 ta digital prologo)
ECHI FILES PAG. (MANGA EVANGELION 30 RE TAKE )
RELATO CORTO (MI HUMO)
PAG. 50
RELATO CORTO (TORMENTA)
PAG. 40
RELATO CORTO (AMIGAS PARA SIEMPRE )
PAG. 57
RELATO CORTO (Especial "Relatos Terror/Gore")
PAG. 54
RELATO CORTO (EL REGALO)
PAG. 69
RELATO CORTO (EL BOSQUE)
PAG. 61
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CATALOGACION DE MATERIAL
SEGMENTACION T CONTENIDO RELIGIOSO OFENSIVO G GORE H HEROSEXUAL Y MUJER Y MUJER B VARON Y VARON CONTENIDO EXPLICITO A ALTO M MEDIO B BAJO C CASI NULO
La revista no se solidariza necesariamente con el material literario .
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ESTA NO ES OTRA COMEDIA HAREM (Prologo)
YC
AUTOR :SHIRO WARMI
El salón era amplio y oscuro , parecía salido de alguna serie de anime echi ,donde el grupo de brujitas adolecentes espera para hacer el embrujo siniestro a algún chico guapo . Pero me parece que ese no es el caso . Trece se toco la cabeza y la sintió adolorida , apenas podía saber donde se encontraba . ,no reconocía a nadie, espera se dijo para si -esa es Seis la chica gato y Tres la pequeña sin emociones y bueno uhhh...a ver ,Ocho - ella fue quien la trajo aquí a la fuerza eso si era seguro . Trece sintió una mirada aguda clavada en su persona y cerro los ojos de miedo. - tómalo - dijo Ocho una jovencita delgada y de firme mirada . -¿ uhhh...?- alcanzo a decir Trece , y abrió los ojos muy despacio .-¿
una libreta ?. Pregunto con algo de reserva y curiosidad . Trece sacudió la cabeza mientras su mente se perdía y Ocho le hablaba . Y una voz le decía muy dentro de su cabeza .-¿como ocurrió esto , que hago aquí , que frio esta el piso ? . Si en verdad el piso estaba frio , pues la alfombra era vieja y delgada pues este ambiente era apenas un salón de eventos en desuso del instituto .Pero eso no tiene importancia . Mas importante es el puño cerrado que se acercaba con gran rapidez a la caQue harían si todos sus deseos fueran concedidos.. .
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beza de Trece y .-¡auuuuu…!-. La noche era cálida y en el salón se escuchaba rizas y un ambiente similar a una pillamada de adolecentes .Salvo el sonido de un lapicero que apretaba fuertemente contra una libreta. Dejemos esto bien en claro . Estoy siendo obligado a escribir estas líneas por un grupo de hermosas y desquiciadas mujeres, que solo hablan de lo que harían si todos sus deseos fueran concedidos . No las entiendo de nada .Aunque debo decir que son hermosas . Eso si ,tanto que si este mundo loco fuera una novela romántica seguro cualquiera de ellas seria la protagonista: Porque cada una es estereotipo de personaje de algún anime .y si lo pienso que es la belleza .sino un error , díganme cuanta gente que conocen es impresionantemente bella o despiadadamente fea .Son extremos de una curva que algún matemático llamo normal. Pero que tiene de normal un dibujo que parece un sombrero, esto es irreal todo sigue esta regla ;lo normal es abundante , y lo especial sea feo o perfectamente bello es escaso .pero por alguna razón desconocida para mi se reunió aquí en forma de 4 hermo-
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sas mujeres ,imposible no .... La cabeza de una hermosa mujer se asomo por detrás de Trece y sonrió complejamente . Luego una segunda cabeza apareció por el otro costado, era de Ocho, sonrió también y luego levanto su puño para dejarlo caer sobre la cabeza de Trece , haciendo que dejara caer el lapicero -¡auhhhhhh!, estas loca hice lo que dijiste - . - No divagues - dijo Ocho levantándose del suelo en un rápido movimiento que dejo ver un poco de su ropa interior blanca como la nieve en medio de su falda de pliegues largos que le llegaban a la rodilla . -Que suerte son blancas- pensó Trece aun en el suelo y tomando su cabeza con las manos , seguro todo el dolor del cocacho se le sacudió del cuerpo por ese espectáculo ,el resto de chicas lindas del salón no le presto importancia a su rostro lleno de lujuria .Trece tomo la libreta y continuo. ...Pero dejando eso de lado .Se me ocurre varias razones por las cuales fui forzado a llevar un diario de estos días . Desde pequeño tengo problemas con la vista en los cuales no profundizare .pues eso
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no es importante .Pero eso si les diré que ,uso unos lentes grandes y redondos , se preguntaran porque redondos , pues no se. Me gustan así y es todo , de ahí supongo que todos presumen que soy inteligente o leo muchos libros ,lo cual debe ser apoyado por mi figura delgada y pequeña, que puedes llamar debil.Pero lejos de ser inteligente ,se puede decir que soy el estudiante de notas promedio . que falta al instituto solo cuando se enferma, y seguro en esos días solo es recordado por algunos de sus mejores amigos, que son pocos (y todos perdedores como yo .No un galán como en los animes ,o un patético gracioso que me haga ver mejor ).Y si lo confieso mi vida romántica no es mejor ,para que se enteren esto nunca me ocurrió: Cuando era pequeño no me prometí con alguna linda niña para casarnos ;La chica hermosa del instituto no me señalo el primer día de clases , y dijo algo trillado como : -¡estaré a tu lado por siempre !-, o- ¡serás mi novio lo quieras o no!- ; Y mas que seguro mis padres . No importa que tan despreocupados y decadentes sean
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mis padres, nunca arreglarían una boda para mi. Porque esto no ocurre en estos tiempos .Que estamos en al edad media acaso . Que locura . Y si tengo una admiradora secreta que me espía ,supongo tenia algo que hacer cuando yo estaba enfermo de gripe .pues nunca me llevo una tarea a casa para buscar un acercamiento, y lo mas seguro es que, le da mucha pena poner una carta en mi casillero .pues esas cosa solo ocurren en los animes complacientes que veo . Nada de eso es real, solo los solitarios perdedores en sus 15 como yo pueden creer en historias como esas .novelas ligeras ,mangas y animes , donde las mujeres toman la iniciativa, ansiosas del amor de un perdedor promedio como yo . El mundo es de quien va por lo que desea, y lo intenta una y otra Cuando era pequeño no me prometí con alguna linda niña para casarnos ...
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ves , es rechazado , pierde y lo intenta de nuevo ,cada puerta cerrada te acerca a una gran venta ,y cosas como :El ojo del tigre ,.No siento que sea verdad tanto positivismo contagia y supongo es un consuelo, como chocolate caliente para el alma ,les diré odio el chocolate .y les comentare que creer en algo es bueno ,y si deseas mucho puede que lo consigas . Por lo menos eso dice el motivador de empresas que sale en la televisión . Pero dejemos de hablar de mi vida ordinaria .y hablare de este diario.es importante llevar un registro .Siempre creí eso , eso te permite saber lo que escapa a tu memoria .y en una situación extraña como esta .llena de extraterrestres , fenómenos muy raros y cosas que no comprendo es muy útil y casi indispensable ,como el diario de el naufrago Crusoe . Y no me refiero al policía tonto de la Pantera rosa . La mirada de Ocho se clavo en Trece como si pudiera leer sus pensamiento desde una esquina del salón . Y Trece sonrió incómodamente .y continuo escribiendo .
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Trece suspiro ,seguro deseaba decir que Ocho tenia la mano dura y era una mandona loca. pero así estaba bien y continuo escribiendo ...Esa mujer que dice llamarse ocho ,tiene los pies bien plantados en el suelo, mas que nadie de este raro grupo de mujeres ,se podria decir que es una lidereza por excelencia y ante su firme mirada diciendo : -Trece toma este cuadernillo apunta todo lo que ocurra seras nuestra memoria , tu y solo tu puedes hacerlo - ,quedo en silencio y no puedo decir nada .Soy un estupido perdido en la luz de su liderasgo ....,ademas es tan guapa Trece suspiro ,seguro deseaba decir que Ocho tenia la mano dura y era una mandona loca. Pero asi estaba bien y continuo escribiendo ..Nunca ganare un concurso por escribir esta historia, y seguro nunca será un best seller .y no es porque yo me considere un mal escritor, aunque solo sea un aficionado a escribir .y les diré que esto es por una serie de simples razones : seguro esta es la única
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copia. pues el diario lo escribo a mano para evitar que en la edición se me escape algún detalle ; es posible , no debería decir que es mas que seguro , que este mundo en su totalidad desaparezca ,cuando alguna de ellas consiga cumplir con nuestra misión. y por consiguiente este diario desaparecerá también ; y por ultimo , me parece que si este diario terminara en manos de alguien con algo de cordura en su cabeza ,seguro lo tomaría a broma , pues yo vivo esta situación y no la puedo creer .Puedes llamarme trece este no es mi nombre , quien se llamaría así ,yo tengo un nombre , o tenia uno, y me gustaba mucho aunque supongo no tenia nada que ver con migo , pues era muy presuntuoso . Y se preguntaran cual era. y porque no lo escribes y ya .cuanto misterio es necesario . mi nombre es o era ***** .no se preocupen. esto es normal según la situación actual . ocurre cuando trato de escribirlo; supongo que es una regla de este lugar , además desde el primer día de esta situación anormal no puedo decirlo , las palabras se atoran en mi garganta resecándola .esto parece ex-
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traño . pero todas ellas también sufren este problema .pero dejare un momento de hablar de las pequeñas cosas raras y me centrare en la situación en general que vivo por hace algunos días . No se como describirla ,así que les pediré recuerden el argumento de novela ligera, donde un adolecente normal sin ningún talento en especial .esto es importante pues si lo tuviera , la serie no concordaría con la idea. Y derivaría en una serie de deportes , musical o de magia, donde el protagonista solo tiene un amor verdadero ,que por lo general es su fan incondicional y su pareja al final de la narración . dejando eso de lado , retomemos. Bueno el es normal ,y sin una razón aparente .ni lógica, se ve seducido por varias mujeres bellas ,que desean ser su pareja . ya lo entienden una historia de comedia harem ,el modelo mas rentable de llenar la pantalla de televisión , una serie de sucesos con insinuaciones sexuales graciosas y muy evidentes ,que son vergonzosas hasta para un fan como yo .porque aceptémoslo ver un grupo de bellas chicas de instituto
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con faldas escolares pequeñas que cubren poco ,y desvergonzadas tomas de cámara donde los ángulos imposibles no faltan .y las situaciones donde el tonto protagonista pierde el control, sangra por la nariz y todos decimos debe ser gay o es un completo imbécil .Creo que me salí del tema de nuevo , perdón ,esta es la situación ,de alguna forma estoy involucrado en una serie harem, en lo que parece un escenario de reality show . muy similar a una realidad distorsionada sacada de una historia escolar de anime .donde 8 una hermosa tsunede escolar y nuestra líder, dice que :solo hay escape posible a este mundo irreal creado por el ser llamado m ,y es darle fin a este argumento complaciente de comedia harem .somos el entretenimiento de alguna civilización extraterrestre o algo similar. pero no todo es malo, no mencione un premio ,claro como dejarlo de lado ,un deseo ilimitado. Maravilloso verdad .esto suena muy bueno y es el sueño de cualquier fanático al anime como yo , ser llevado a otro mundo extraño y realizar una misión, y ser premiado con un deseo como : ser inmortal , un emperador , infinitamente rico , o cualquier cosa que
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desees sin reunir esferas de algún dragón ,o matar a una serie de concursantes destruyendo sus teléfonos portátiles . que suerte tienes dirán, que envidia ,solo tienes que dar final al argumento de una historia harem. y todos sabemos por cultura general que eso se logra cuando el protagonista elige a una chica del grupo como su único amor en un despliegue de situaciones alocadas, y románticas .luego la historia termina . Terminada de escribir esta palabra . trece doblo la hoja para empezar otra línea .pero ocho levanto la muñeca donde tenia el mas rosa de los relojes de pulsera que pueden haber existido y existirán ,para decir luego de una pausa dramática :- ya es hora acércate tres , el viene todas reúnanse . CONTINUARA...
…SIGUENOS EN EL SIGUIENTE CAPITULO: LA LINDA CHICA MOE .
PUEDES O N E U Q A LIGER LA NOVELA TE .y muchas mas . PERDER RANSLATIONS LANOVE T E .NET LANOV
EL LUGA NES ,Y C R DE LA LA BUEN Y MUCH UENTOS CORTO AS NARRACIOS O MA S E N UN LU ,ARTE FICCION G RA GENT E COMO AR HECHO PATU .
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UN DIA MAS Y OTRO DESPUES
GB
AUTOR :LIMACOE SAN
-Algún día tú también lo lograras, yo también empecé en el control de transmisión - . Dije y Mire a Tomas. El me recordó a mi mismo hace 5 años ,joven y con ese brillo casi mágico en los ojos, de alguien que salva el mundo .claro aun a mis 36 años luego de servir en la fuerzas de paz por 12 años y luego aquí. Me siento aun como un niño siendo superman, todos los días .es maravilloso me levanto y se desde el fondo de mi corazón que el dolor de mis hombros, hace que el mundo tenga un mañana .amo mi trabajo. -Hoy es el gran día señor- .tomas me sonríe. -si, el esperado ascenso .luego unos años y seré gerente- .tome un suspiro largo.-sabes cuando yo era personal del control de transmisión . El viejo Nicolás sabaleta
un día me vio en el pasillo compartió unos cigarrillos que saco de su abrigo, y luego me conto una historia .te gustaría que te la cuente?-. -seria un honor señor-dijo tomas . -bueno , esta es una historia muy pero muy vieja ,aun así muy pocos la conocen . Existía un poderoso y demoniaco rey .el atormento los mundos de las estrellas. Destruyendo cada mundo donde llegaba con furia y odio sin razón, solo con deseo de sangre. paso el tiempo y un día el rey demonio y su ejercitó de cuatro soldados visitaron la tierra, deseando destruirla , sus almas eran negras y cada mundo que pisaban era transformado en roca sin vida .los 23 grandes guerreros de la tierra se reunieron para enfrenar al rey demonio , se decía que entre
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ellos habían poderosos semidioses que podían destrozar montañas con los puños desnudos, y los había quienes tenían espadas y mazos mágicos ,que controlaban el trueno y la tormenta a su voluntad . La lucha duro poco ,pues el gran rey demonio envió un único soldado que los mato con solo el movimiento de su dedo índice ,luego despedazo sus cuerpos para devorar sus almas . Los reyes del mundo vieron que toda esperanza estaba perdida y el rey del occidente se levanto y de rodillas suplico ante el rey demonio .oh gran señor de los cielos , sabemos de tu grandeza y es un honor morir en tus manos . Pero deja que te honremos con una gran fiesta a ti y a tus soldados , es lo mínimo que se merece el gran señor de los cielos -. El rey demonio se sintió halagado y acepto .los reyes de la tierra prepararon la más grande fiesta ,comida bebida y todos los placeres pensables para que el malvado rey demonio se complaciera, y dejara a la tierra existir un día mas ; un día mas como para que las cosechas se recojan , un día como para que un niño mas naciera, eso era suficiente para todos .
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La fiesta fue grandiosa los más grandes manjares de todos los puntos de la tierra las mujeres más bellas y los artistas más selectos del mundo . Todo en honor del malvado rey demonio y sus soldados . Los cantantes irritaban al rey demonio y los más bellos bailes le desagradaban cada artista era muerto por su aliento de fuego ,quedando en cenizas .el rey demonio solo disfrutaba la guerra y la matanza. así era de negra su alma ,podrida y corrupta . Los reyes se sonreían los unos a los otros con miedo que el rey demonio destruyera la tierra en cualquier momento. en eso un joven artista apareció de la nada y dio una reverencia frente al rey demonio arrastro un canasto tejido de gran tamaño , luego solicito que trajeran algo a sus asistentes con un movimiento de su mano . La audiencia se quedo en Existía un poderoso y demoniaco rey .el atormento los mundos de las estrellas. ...
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silencio por el valor del joven . pero el rey demonio seguía irritado .los asistentes arrastraron a una mujer joven atada , que gritaba y lloraba , la introdujeron al canasto y el joven artista saco una delgadas agujas del tamaño de su brazo de alguna parte ,y haciendo un ademan las introdujo en el canasto .los gritos eran desgarradores y la sangre fluía a gotas delgadas que manchaban el canasto .todos miraron horrorizados el espectáculo . Luego de algunas horas de agonía la doncella atada murió . Un silencio invadió el gran salón , y el rey demonio dio una carcajada de alegría y satisfacción que se escucho por toda la tierra e incluso en varios mundos cercanos . Tanta fue su alegría que siguió riendo por varias semanas .y así las cosechas se levantaron , muchos niños mas nacieron, eso era suficiente para todos . El rey demonio dejo de reír luego de varias semanas y aun agotado por lo alegre que estaba , dijo : -muy bueno ,muy bueno .me gusto quiero ver más -. El joven artista saco de alguna parte un garrote enorme y pidió que trajeran otra joven .los sacrificios continuaron
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y aun continúan .para darnos un día mas . – -wow , que buena historia señor – -yo dije lo mismo cuando el viejo Nicolás Zavaleta me la conto , te hubiera gustado conocerlo – -era un gran jefe -. Le respondí . -espero algún día llegar a anfitrión como usted señor, el encargarme del archivo es bueno pero me gustaría secuestrar o tal ves ser jefe de la transmisión -. -Trabaja duro y lo lograras un día -. Le dije . -¿señor le puedo preguntar si lo Nagasaqui es verdad ?-. -no le digas a nadie. pero es verdad , los norteamericanos se creyeron con el poder de destruir a uno al menos .pero ya ves -. La puerta se abrió, y el corpulento gerente Samuel, entro en la pequeña sala de empleados . -¿está listo señor anfitrión?pregunto. -si señor gerente –.respondí con firmeza . -señor tomas lo necesitan en el control de transmisión -.dijo dirigiéndose a tomas . El gerente me acompaño por el largo pasillo, casi al final estaban
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dos asistentes , en sus manos tenían el traje de oso .aun está manchado con sangre , pensé al tocarlo .que privilegio usarlo . Dije casi susurrando . -todo está listo son 6 secuestrados ,dos estudiantes de preparatoria , una ama de casa ,un profesor de universidad , y una pareja de enamorados .los datos están en la ficha que le dimos ayer , suerte señor .dijo la asistenta . -complazca a nuestro único televidente , señor anfitrión – -así será señor gerente, por que haya un día más y otro más después -. -bien dicho anfitrión. Cuento con trigo para que no tengamos otra transmisión en unos meses ,quiero visitar a mi abuela en cabo . – dijo el gerente . -estamos a aire en 3 , 2 ,1 al aire .se escucho por el parlante. Camine al final del pasillo despacio ,me coloque la cabeza de oso ,abrí la pesada puerta ,los mire , estaban asustados. Y había terror en sus ojos , uno trato de soltarse arrastrándose por el suelo pero las sogas que lo ataban estaban firmes . Le dispare con la pistola que tenía en el bolsillo ,los mire y les dije :jugaremos un juego ,estas son las
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reglas :Dejare que uno , solo uno viva ; si no juegan los mato , si me aburro los mato .empecemos con tigo linda niña ¿ves esas agujas en al meza?… Que satisfactorio es mi trabajo cuando pienso que habrá ,Un día más y otro más después fin .
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CUERVOS DEL DESTINO Capítulo 1: Muralla Impenetrable
GM
AUTOR : DEADLY SMILE
alcanza la puerta. Su mano se extiende en búsqueda del picaporte, sin embargo, el movimiento queda únicamente como un sueño que jamás se hará realidad. Él lo había olvidado. A estas horas se le ha prohibido el retorno. Se gira y una vez más como todos los días desde aquel entonces, Emilio ya jamás podrá volver a su hogar luego de salir del trabajo. 16 de Abril de 1999 Bajo la tutela de la noche, él regresa a su hogar agobiado por el estresante trabajo en el cual es sometido día a día. Vislumbra a su hogar desde el oscuro pavimento de la acera. Con zigzagueantes pasos finalmente
La luz ingresa desde la ventana apuñalando los cerrados párpados de Emilio. La mañana ha llegado. El reloj desprende el agitante sonido de su interior. Con un movimiento mecánico, lento y turbulento su brazo viaja para detener la alarma.
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El acto de despertarse jamás le produjo tanto agotamiento como hoy. –Espero jamás volver a quedarme en un lugar como este. Pero para eso no debo de olvidar hacer una reserva antes. –Emilio desahoga sus pensamientos mientras se sienta en el costado de la cama. Toma sus escasas pertenencias de la maltrecha mesa de luz, y sale al pasillo dejando a la crujiente puerta cerrarse a su espalda. Si no fuera por las coléricas parejas tras las innumerables puertas, tal vez se le hubiera cruzado por la mente que había pasado la noche en un complejo de departamentos abandonado. Baja aún fatigado a la recepción, donde un hombre de avanzada edad, con sobrepeso y un intoxicante hedor a grasa saluda a su cliente tal como hace todas las mañanas.
–¿Descansaste bien? Recuerda que a las diez en punto termina la reserva. Si deseas permanecer una noche más dilo ahora.
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–Toma, no pienso siquiera volver a un lugar de mala muerte como este. –Emilio declara esto al momento que lanza la llave de la habitación 203 al recepcionista. –Todos dicen lo mismo, luego se vuelven arrastrando como ratas suplicando que les dé un mísero lugar donde caer muertos. Sin darle importancia Emilio atraviesa la puerta del hotel. El fresco aire golpea su rostro mientras se aleja, toma su teléfono Motorola StarTAC del bolsillo derecho del pantalón, levanta la tapa y realiza la llamada que el día anterior tanto lamentó no haber hecho. –Hola, me gustaría reservar una Toma sus escasas pertenencias de la maltrecha mesa de luz...
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habitación para esta noche. Sí, al nombre de Emilio Rios. Sí, la misma de siempre, gracias. –Cuando corta la llamada levanta su brazo en una señal para que el autobús se detenga. Designa su destino al chofer y toma asiento en la fila final del vehículo. Nuevamente está frente a la puerta que anoche no logró atravesar. Su mano se desliza suavemente hacía el picaporte, lo toma y con ligereza abre el portal a sus aposentos. Nada ha cambiado, el mundo interior aún continúa paralizado.
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–Si existe alguna solución para esto, sea cual sea, debo encontrarla. Eleva su brazo, el reloj de pulsera marca las diez en punto así que decide levantarse, vestir su elegante traje e ir a desayunar al bar antes de tener que ingresar al trabajo. La sensación del aroma de las semillas de café del bar a tres cuadras de su casa se ha vuelto una rutina irrompible, si no va en la mañana con seguridad iría a la tarde para degustar aquel delicioso elixir.
Ingresa tirando su abrigo sobre el sofá de la sala, y se dirige al dormitorio donde se lanza de espalda en la cama –la cual nunca ha logrado disfrutar en las noches desde que tiene recuerdos–. Su vida se ha encargado de verlo sumido en desesperación.
Cada vez que ingresa allí todo su estrés y molestias se esfuman al escuchar el café siendo molido, ante su pronta llegada, piensa ordenar un café negro con un algún aperitivo.
Han transcurrido horas, días, semanas e incluso meses desde que no es capaz de ingresar a su hogar por las noches. Se encuentra por su cuarta mudanza y aún así no ha hallado alivio a este mal con el que es azotado. Ni siquiera él comprende con exactitud su situación.
Baja del autobús para vislumbrar ante él las enormes masas de gente, yendo de aquí a allá; sin prestar atención a los demás, sin siquiera mirarse los unos a los otros. Todos y cada uno se ven a sí mismos como una entidad única.
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Da un paso para entrar en aquellas turbulentas mareas. Pero algo capta su atención, sus ojos vacilan por el aire. En un poste vestido de publicidades que a nadie les importa destaca una ligera mancha negra; una silueta contrastante; una peculiar figura. Un cuervo. «Somos los cuervos del destino. Podemos resolver tu problema» dice el texto acompañante de la figura de aquella ave. ¿Acaso es algún adivino de cuarta o broma sin sentido? Ni siquiera información de contacto colocaron. Entonces Emilio recuerda que el tiempo es oro, no puede detenerse con cada peculiaridad que halle por ahí. Por esa razón, hace aquello que debería estar haciendo. Marchar al trabajo. El constante tecleo lo estaba estresando, si no fuera porque acaba de comenzar el descanso ya habría lanzado el computador por la ventana. Aún así prefirió permanecer en su asiento a tomar aire fresco. Sus dedos se deslizan a un periódico dentro de su maletero y, con un lige-
ro movimiento éste se abre con un concreto objetivo. Investigar. Incontables anuncios inundan su vista. El simple hecho de leerlos todos hace divagar su mente. No existe alguno en particular que capte su interés, así que deja que el destino lance los dados y decida. Jamás se hubiera imaginado el contenido de aquella publicación surgida del azar. Para un no creyente como él, lo que está ahí no es más que objeto de burla para su mente. Médiums. En otro momento, en otro lugar, incluso en otro mundo, él abría cerrado el periódico en un instante luego de una incansable carcajada. Pero ahora es diferente. Su mundo se ha retorcido y Somos los cuervos del destino. Podemos resolver tu problema….
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poco a poco ha comenzado a fragmentarse. Ahora no existe método que su mente tache como falso. 25 de Abril de 1999 Esperanza. ¿Qué significa aquella palabra? ¿Cuál es su concepto? Él ya no lo sabe. Confío en aquello que su no-creencia le ofrecía, pero al igual que en la cual confiaba, solo fue una pérdida de tiempo y dinero. El primero –de esos médiums de pacotilla–, vino a la mañana del día siguiente ofreciéndole una «limpieza»; pero lo único que hizo es imprimir una gran factura. Su mal no fue sanado. A la semana siguiente llego un segundo médium, aunque la historia no fue diferente a la ya contada. Y su mal no fue sanado. El tercero que había venido hace solo un par de días fue distinto. Él se detuvo frente a la casa – temblando como gelatina–, se giró y ya jamás regreso. Y su mal sigue sin ser sanado.
Abatido se detiene frente a su enemigo más indeseado. Sabiendo de
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antemano el resultado de la batalla, aún retiene la esperanza de que esta vez sea diferente. Su mano confronta las inconscientes órdenes de detenerse. Se posa sobre el pomo e incontables sensaciones abundan su cuerpo casi de inmediato: su piel comienza a sudar, un salpullido se forma en su nuca, los vasos sanguíneos de sus ojos se inflaman y el contenido aún presente en su estómago se precipita con rapidez por el esófago camino a la faringe, y de la faringe hacia la boca. Emilio sostiene su incendiada garganta arrodillado frente a su propio ácido estomacal, dispersado por el verde pasto de la cuadra. Esta temblando, con ojos llorosos y dificultad para respirar. Tampoco es la primera vez que esto sucede. Es un aviso para probar una vez más la mudanza. Resignado se levanta y se marcha como todas las noches desde aquel incidente.
Cierra la puerta de la habitación con el número 203 y se lanza so-
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bre la cama. El agotamiento pocas veces llegaba a tal nivel, aún se le dificulta respirar con normalidad.
de luz, pero allí solo reposan las llaves del cuarto. –¿Dónde habré puesto esa cosa?
El techo de hormigón delicadamente pintado ya se ha vuelto una rutina en su vida diaria, al igual que las suaves telas de la cama y el gran televisor frente a la misma. Antes no podía conciliar el sueño, pero ahora es capaz de dormirse en el mismo momento en el que se zambulle en la acogedora cama. Apenas son las nueve y cuarto pero sus ojos ya inician el conteo para cerrarse, engullendo sus sentidos. La mente de Emilio divaga, flota entre los placeres del silencio. Los suceso transcurridos hace apenas media hora parecen resbalarse de su ser. De repente algo que ni él ni ningún hombre en su situación esperaría sucede. El teléfono suena. Él es arrastrado desde el paraíso y lanzado al vertedero. Tan mecánico como siempre busca en su bolsillo derecho, pero este se encuentra completamente vació. Mueve su mirada a la mesita
Tal vez por simple curiosidad o intento de rematar todas las opciones posibles, pasea su mano dentro del bolsillo izquierdo. En él yace algo rectangular que jamás había estado allí. Un celular. Ni siquiera se le paso por la mente revisar cual era la razón por la que se encuentra en ese lugar, así que sin más contestó. –¿Quién habla? –Soy yo, Bernardo, tu fiel amigo y gran compañero de trabajo. – Emilio pasa la mano por su rostro ansiosamente en un intento de evitar el impulso de colgar. Soy yo, Bernardo, tu fiel amigo y gran compañero de trabajo. ...
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–¿Qué necesitas? Si es algo del trabajo puedes decírmelo mañana.
26 de abril de 1999
–Bueno es que necesito unos docu...
El constante bamboleo de los ventiladores, las incesantes charlas de los clientes y el intrépido paso de los empleados no hace más que incomodarlo. Pocas veces visita lugares tan concurridos. Desde que tomo asiento no ha siquiera tocado el menú delicadamente colocado frente a él.
–¡Voy a colgar ahora! –¡No, espera! ¡Era broma! Solo era una broma. –Da una pequeña pausa suspirante, y luego continua–, desde hace tiempo te he visto bastante cabizbajo y siento que tienes un problema del cual no puedes contar a cualquiera. Por eso, mañana ven al restaurante frente a la oficina, yo invito. En la mente de Emilio se cruzan mil y una maneras de rechazar la invitación, pero antes de siquiera eligiera una de ellas la persona al otro lado de la línea corta la llamada. Mañana aunque sea lunes ellos no están de servicio, ya que es un día festivo para la empresa. Sus veinte años de funcionamiento. Coloca el teléfono sobre la mesa de luz e intenta, una vez más, sumergirse en el mar del silencio.
–Oye, ¿estás bien? –Pregunta Bernardo. –Sí, solo me sorprendió lo lleno que está este lugar. –Emilio suspira nerviosamente. Bernardo pide dos café al mesero, sin siquiera pronunciar una palabra. Apenas con un ligero gesto el miembro del personal comprende por completo cual es el pedido, como si le hubiera leído su mente. –Si quieres algo para comer no dudes en pedirlo. Hoy invito. –No, gracias. Estoy bien así.
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–Bien, iré directo al grano. Estas metido en algo, ¿verdad? Y aún aquí, frente a mí, siento que no dirás nada. ¿Estás metido en problemas familiares, con alguna mafia o algo así? –Termina su pregunta con tono burlón. Un incomodo silencio entre ambos se dibuja hasta la llegada del mesero. Coloca dos tazas de café negro enfrentadas y luego se marcha. El café libera un aroma que engulle los sentidos de Emilio. Aún poniendo resistencia su mirada no puede evitar concentrarse en aquel liquido. Bernardo se inclina un poco hacia delante, con intensión de confrontar a la persona frente a él. –Te seré sincero, si no me hablas no voy a dejarte salir. Y para que lo sepas todo el personal me apoya en esto. Oh, y aquel oficial es mi primo. –Levanta el brazo en saludo hacia el hombre uniformado, quien lo devuelve usando el mismo gesto mientras se lleva la taza a la boca. –¿Qué es lo que quieres saber? –Todo. Todo lo que te está sucede.
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Desde hace ya cinco minutos ninguno ha hablado. En cuanto Emilio terminó de narrar los acontecimientos de su vida el mundo se silenció. Esta es una conversación que nadie quiere escuchar, y de la que nadie quiere participar. –Eso es todo hasta ayer en la noche. ¿No dirás nada? Bernardo lleva su mano al bolsillo y retira un trozo de papel. Al abrirlo sobre la mesa Emilio detecta un parentesco con algo similar que ha visto. Un oscuro cuervo negro yace impreso en la hoja. –¿Cuervos del destino? No me El café libera un aroma que engulle los sentidos de Emilio…
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digas que vas a recomendarme a un médium de cuarta. –Hace cuatro años, la hija de mi hermano trabajaba en una metalúrgica con un sistema de seguridad muy precaria. –Bernardo se recuesta sobre el respaldo de su asiento y mira al cielo de hormigón–. Un día, sucedió un accidente por culpa de esta mala seguridad, y ella perdió sus piernas. –¿Qué tipo de accidente? Si se puede saber. –Interrumpe. –Una barandilla de seguridad fallo. Ella cayó y una de las maquina funcionando en ese momento trituro sus piernas. Los demás trabajadores no se percataron hasta que vieron sangre, fragmentos de huesos y músculos desgarrados sobre las cintas transportadoras. Ambas piernas fueron exterminadas hasta casi llegar a la altura de los genitales. –Siento oír eso. –No importa. Sabía que si te hablaba de ellos tendría que contar esto también. –Deja una larga pausa para
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una imaginaria batalla interna–. El juicio contra la empresa jamás se movía. Siempre permanencia estancado. Nos tuvieron dos años enteros dando vueltas y vueltas. Redirige su mirada hacía Emilio y mueve el brazo al pequeño trozo de papel. –Hasta que contacte con ellos. En menos de una semana conseguimos pruebas de todo tipo; cintas de seguridad, imágenes y documentos. Todo lo que necesitábamos. Y por las mismas razones, no éramos los únicos en juicio con esa metalúrgica. Todos vencimos. Todos recibimos una indemnización por los daños. Y todos fuimos participes en la quiebra de esa empresa. Cualquier posible dialogo luego de esto sería consumido por la intensa atmósfera. Todo ya ha sido dicho, no existe argumento que pueda extender el tema dado, ambos lo saben. Por esto Bernardo acerca aún más el arrugado trozo de papel a Emilio. –No tiene ningún dato de contac-
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to, como se supone que... –No lo necesitas. Solo, ten cerca de ti este panfleto y tarde o temprano ellos aparecerán. Bernardo se levanta, suelta el dinero suficiente para pagar tres tazas de café sobre la mesa, y se marcha con un vulgar saludo de amigos. Emilio permanece aún observando el panfleto, analizando una y otra vez su escaso contenido. Antes de marcharse pide otra taza y coloca aquel trozo de papel en su bolsillo. –Como si con solo tener esto ellos pudieran encontrarme. –Afirma Emilio presenciando, con gran aburrimiento, lo que yace a través del cristal del ventanal. En el momento que cómodamente disfruta su nueva taza de café, jamás podría siquiera imaginar que tan errónea era su afirmación. CONTINUARA...
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ECHI FILES El manga recomendado EVANGELION RE TAKE
EVANGELION RE TAKE .
Para los que igual que yo quedaron con un mal sabor de boca , luego de THE END OF EVANGELION o las numerosas secuelas de manga ,algunas donde existen mundos paralelos a la historia original ,algunos muy bien dibujados pero carentes de sentido lógico como :EVANGELION ANGELIC DAYS . Todo esto me llevo a pensar que los estudio GAINAX que nos entregaron obras magistrales como FLCL (Furi Kuri).Habian caído a la comercialización ,hecho que comprobé con la adición de personajes en secuelas posteriores de EVANGELION . Para mi fortuna en una busca rápida por la red encontré una curiosa y atrevida versión de manos del estudio KIMIGABUCHI ,fue grata mi sorpresa para con EVANGELION RE TAKE ;Un digno final para esta maravillosa serie. La historia :A diferencia de otras ,nos ubica en THE END OF EVANGELION ,con Shiji ahorcando a Azuka ,para luego devolvernos a un punto intermedio de
la serie donde aun no se ha activado al Eva 04 .Nuestro Shinji plenamente consiente del catastrófico futuro ,buscara enmendar sus faltas mientras es acosado por el reflejo de una Azuka futura. En este comentario no ahondare en detalles pues eso es spoiler. Pero si les diré que se nos presentan varios finales alternativos donde ,Azuka sufre daños neuronales ,Seeele es perseguido por la ONU ,los evas en serie son derrotados por Shinji , eh incluso se presenta a la hija de Shinji y Azuka .Claro todo muy bien fundamentado y con un toque muy concreto de sensualidad lo cual era de esperarse de dos adolecentes que posiblemente mueran mañana .un hecho que para fanáticos como yo era difícil de creer . Sin mas que decir ,les recomiendo EVANGELION RE TAKE ,solo para mayores de 18 años, 5 volúmenes , uno adicional puramente hentai
En nuestro pr贸ximo numero : hablaremos de SCHOOL DAYS . Si tienes una recomendaci贸n nos las haces llegar ok .
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CANDY CAT la exorcista digital
HC
AUTOR :LIMA COE Y SHIRO WARMI
“Siempre es el mismo sueño; Estoy solo en algún lugar oscuro y una luz me persigue, es tan pequeña que no parece que fuera nada malo. Pero me envuelve y caigo
en ella, siento mucho miedo, el piso se desmorona y grito. Eso es todo.” Empecé a tener ese sueño desde un accidente que casi me quita la vida. Al parecer fui atropellado por una motocicleta mientras caminaba al instituto Fátima para dreamers del norte de San Felipe .Estuve en coma por algo de tres días no recuerdo nada de esos días , ni tampoco del accidente .los exámenes médicos no mostraron daño cerebral y eso era bueno si deseaba ser un dreamer profesional .pero desde entonces empecé a sentir un pánico por el futuro sin razón aparente , la terapia de psicoanálisis me ayudo algo .Pero un dreamer que no puede soñar nada más que un sueño recurrente no sirve para nada ,todos mis compañeros se gra-
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duaron y trabajan para grandes productoras de sueños sintéticos , yo solo escape y deje todo atrás ; Aun siento ese vacío y angustia cuando pienso en el pasado . Lo bueno es que ya no tengo ese sueño pues tomo medicación, se llama Hipnocil y evita que tenga sueños de cualquier tipo, si lo deseara podría comprar un sueño sintético de los que seguro haría de no haber tenido ese accidente; De cascadas de agua en un paraíso tropical, o uno donde vuelas por el aire o quizás mejor uno donde eres alguna clase de agente secreto en una misión internacional. Siempre ame a los agentes secretos ,y más aun a los detectives como Sherloc Holmes, lo que Sherloc tenía era una forma de ver la vida diferente ,casi como si él no fuera otro ser humano mas .Claro esa sería la opinión de Watson .Pero lamentar el pasado ya no tendría sentido solo sería un trabajo inútil , pienso que deseo desde el fondo de mi ser dejar de escapar , porque en eso se ha convertido mi vida desde hace 2 años un continuo escapar del pasado . -La veo todos los días en la cafetería, me gustaría saber su nombre .Es algo linda, delgada como es supon-
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go hace algún deporte, me imagino que mide 1.60 o tal vez 1.50 ¿Tu qué opinas Tadeo?-. Juan Zavaleta, el cajero sonreía maliciosamente,mientras frotaba su menton con el pulgar e indice.Pero, ¿porque siempre viste como abuelita? , una linda minifalda le vendría mejor -.Me limite a mirarlo en silencio .Marisol Agustino, nuestra joven administradora dejo de lado el acomodar las flores y sorprendiendo al desprevenido cajero, apretó la cabeza de Juan contra la meza. -¡Auhhhc!-.Eso duele de seguro .Pensé. -Gracias por ayudarnos en la recepción Tadeito,a diferencia de otros tu no eres un patetico lobo en primavera -. Marisol inclino la cabeza de una forma simplemente adorable, sin dejar de apretar la cabeza de Juan contra la mesa. Yo solo escape y deje todo atrás ;...
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-Tadeito...MUA MUA-. Una sonrisa burlona grande se dibujo en su cara aplastada por la pequeña mano de Marisol. - Tadeito, amor... Mua mua -. Marisol vio su cuerpo atrabezado por un frio escalofrio y se sonrojo ,recuperando el aliento apretó aun más la cabeza de Juan contra la mesa. -Eres un idiota, deja ya eso ... Nosotros no somos eso -. Marisol llena de furia extendio aquel curioso avanico que siempre llevaba con sigo,y prccedio a estragular a Juan con el.Este espectaculo era cotidiano en el restaurante La estrella del sur,los clientes llegarian luego y el trabajo seria pesado,era bueno jugar para sacudirse la pereza. De alguna forma esto me recuerda el instituto Fátima, pense al verlos. Como un habil ladron que no deja rastros ,aquella nota periodistica se llevo las sonrizas de todos. Marisol dejo escapar a Juan mientras su rostro perdía el color. Todos nos quedamos en silencio .Los clientes del café restaurante la estrella del sur disfrutaban de los noticieros mientras tomaban el café en las lluviosas y frías tardes
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de invierno .En medio del silencio se escuchaba :-... Otro caso de posesión digital se suma a los muchos de la lista ...-.Juan aun no comprendía bien del por que estábamos en silencio y mostro un rostro ahogado con un :Oh ,¿Que pasa aquí alguien murió?- .No era culpa suya apenas tenia unos meses unos meses trabajado aqui.Liliana la cocinera le pellizcó en las mejillas y aun arrastrando el rostro de Juan desconecto la pantalla. -Perdón, quiero tomar algo de aire. Cubre mi turno Tadeito-. Dijo Marisol y salió despacio del restaurante. Sentí que compadecernos y murmurar sobre los problemas de Marisol era descortés ,así que di una palmada y dije :-Bueno todos a trabajar , ya es tarde y los clientes llegaran en cualquier momento -. Desde la revolución de los sistemas conecct, los propios cerebros fueron direcciones ip en la red, y los continuos rumores de intervenciones de piratas informáticos, pasaron de leyendas urbanas a una cruda realida,cuando algunos casos de personas poseídas
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por una locura inducida que se llamo posesión digital .Las grandes compañías de la red y de tecnologías lo niegan hasta este momento, diciendo que sus redes son seguras y los psicólogos siguen confundidos contradiciéndose con argumentos como: Si existe de verdad una forma de intervenir un cerebro o es solo una forma de autosugestión, y otros plantean que solo es una psicosis de masas. Pero sus terapias no dan resultados para los poseídos digitales ,pues es un hecho muy conocido que una diadema conecct que se desconecta a la fuerza produce un gran daño neuronal al usuario .Esto le paso a la hermana gemela de Marisol ,luego de algunos días de posesión digital la batería de la diadema conecct se agoto y dejo de funcionar. Marisol solo pudo ver como su hermana cayó en un sueño .Desde entonces Marisol la cuida . -Es como una niña pequeña -.dice sonriendo cuando preguntas.- ¿Como esta tu hermana? -. El turno es largo y los clientes son los de siempre .En ocasiones suelo recordar cosas como: Las palabras de mis padres cuan-
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do entre al instituto de dreamers Fatima.fueron: -Que maravilloso, ese es nuestro pequeño Tadeo.Nunca comprendí bien porque presente el examen, digo el trabajo de crear sueños sintéticos para las productoras de Hollywood es uno de los mejores pagados del mundo. Se dice que un dreamer promedio puede ganar millones solo por una producción de 30 minutos bien editada .Si lo pienso en el pasado las productoras gastaban millones de millones en escritores , directores ,actores ,vestuario y otras muchas cosas .Pero desde que la primera captura de un sueño fue posible ,todo había cambiado ya no había limites solo había que encontrar un grupo de dotados con la habilidad correcta ,y a producir sueños que el público pudiera disfrutar por la red o en discos
Es solo una forma de autosugestión, y otros plantean que solo es una psicosis de masas...
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de memoria de algunos terabytes de capacidad .Cuando empecé en el instituto mis sueños de practica eran los mejores ,todos creían que tendría un brillante futuro en el mercado .y luego un día no pude soñar más ,hasta que conocí a Candy cat. CONTINUARA….
…SIGUENOS EN EL SIGUIENTE CAPITULO. LA GATA ESTAFADORA :
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TORMENTA
GC
AUTOR :Jesus Sanches
La lluvia caía rompiéndose con tal fuerza sobre el asfalto que parecía querer hundir el mundo. No recordaba una lluvia tan feroz, yo, tan enamorado de este esencial elemento que, a una sola gota, corría hacia la ventana a contemplarla en todo su esplendor. Me encantaba su fuerza, su esencia y su limpieza, pero sobre todo la capacidad rememorativa que esta ejercía sobre mí, como si borrara mi presente por sucio, triste o saludable que este pudiera ser. Su sonido, desde que Thor daba el primer martillazo, hasta que ésta rompía en el suelo, era la fuente de inspiración que activaba el sosiego en mí. Toda mi vida, mis sueños, mis pensamientos, fluían como el deseo ante la belleza, como el recuerdo ante el último suspiro. Era una sensación mágica
que solía visitarme de imprevisto. Nada parecía tener más sentido que la suave melancolía apoderándose de todo cuanto pude ser. Corrí a la ventana al percatarme de su presencia, quise volver a sentir sus propiedades curativas. Descorrí las cortinas y la contemplé enfundada en la más absoluta oscuridad, pero esta vez hubo algo extraño; una silueta. Una extraña silueta abajo, junto a un árbol, frente a mi casa, que parecía observarme. No podía apreciar bien su forma, solo alcanzaba a ver una delgada línea sobre uno de sus lados que se asemejaba al contorno de una gabardina. Permanecí inmóvil, esperando que un relámpago, una farola o cualquier otra cosa, arrojara su claridad sobre aquello despejando así mis dudas. No podía desviar la
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mirada a lo que me estaba robando tan anhelado momento. El tiempo seguía su cadencioso curso aquí, en la única situación en la que me gustaba sentirlo pasar, y aquello me impedía deleitarme con las musas que la lluvia de aquella negra noche había venido a traerme. De pronto sucedió el milagro. Un estruendo ensordecedor convirtió la noche en día durante unos segundos, los suficientes para ver lo que la oscuridad me ocultaba; era un hombre. No sé que extraña personalidad protagonizaría tan vil y excéntrica situación. Llevaba un pequeño sombrero negro e iba vestido del mismo color y, efectivamente, una gabardina cubría gran parte de su cuerpo. Se estaba empapando y aún así no hacia gestos para llamar mi atención y procurarse un refugio, simplemente permanecía estático, indiferente ante el miedo que debería inspirar una calle solitaria en una noche de tormenta. Comenzaron aquí, tras su visión, mis más opresivos temores. El miedo de la calle solitaria, negra y lluviosa, se trasladó al interior de mi comedor, estaba convencido de que ya no existía la angus-
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tia externa. Todo el pavor se alojaba ahora en mi amplio comedor, quedando atrapado entre las paredes y el ventanal, entre el techo y el suelo sobre los que yo me refugiaba. Desvié la mirada hacia el reloj de la pared que marcaba casi las tres, el péndulo seguía su curso y en cuestión de segundos el pajarito anunciaría la llegada de la tercera hora del nuevo día. En un reflejo de incrédula cobardía pensé que con la llegada de la nueva hora todo aquello se desvanecería, y que tal vez fuera el cansancio el promotor de aquella incoherente locura. Se abrieron las puertas de la ventana del reloj, el pajarito salió y calló, el péndulo quedó inmóvil y las ventanillas abiertas, jamás se había estropeado, era una reliquia por la que pagué una suma considerable, no debería pararse. Otro estruendo terrorífico irrumpió indiscretamente aquel desasosiego sin conseguir iluminar nada esta vez, ni siquiera mi interior, que permanecía sumido en la más profunda incertidumbre. El comedor adoptó nuevas dimensiones, estas más reducidas, com-
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primiendo el espacio y el oxígeno, a mi juicio más espeso que nunca. Comprendí que aquella no era una de esas noches lluviosas que venían a deleitarme, sino que aquello que tanto me gustaba se me estaba revelando, era como si sus musas hubieran sufrido una metamorfosis infernal adquiriendo un aspecto sombrío y maliciosamente provocador. Acerqué el sillón al ventanal y esperé a que aparecieran para exponerme lo que habían venido a mostrar. Aquel hombre seguía inmóvil mientras iban creciendo mis temores, mientras se iba disipando mi paciencia y mi sentido común. Llegado a este punto mi mente adquirió nuevas dimensiones interpretativas, se desvanecía mi capacidad de raciocinio abriendo nuevas puertas al surrealismo más despiadado. Encendí un cigarro bajo la absoluta certeza de saberme elegido por el diablo al enviarme mi última tormenta y seguí mirando hacia fuera. El viento agitaba con enorme crudeza las ramas del viejo árbol, algunas, incapaces de resistir la fuerza que este ejercía sobre ellas, se iban con él, arrastrándose sobre los adoquines. Des-
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pués llegó el primer rayo de la noche a pocos metros de allí, era sobrehumano, aquel hombre no se inmutaba, permanecía impasible como una estatua de granito, ni siquiera el sombrero conseguía arrancarle el viento. Segundos después otro rayo rajó el tronco del árbol bajo el que se cobijaba, quedando en pie solo la mitad de éste. Salté del sillón impetuosamente colocándome frente al cristal, pegado a él, y le perdí de vista. La tormenta empezó a ceder casi inmediatamente, el árbol quedó quebrado ante mis ojos. La lluvia ahora era fina, suave, como me hubiera gustado verla al principio. Lla noche se empezó a hacer más clara y con un esfuerzo pude ver la gabardina tendida en el suelo, pero ni rastro de aquel extraño ser. El pajarito del reloj emitió entonces su tradicional sonido, el péndulo siguió su curso y las venEncendí un cigarro bajo la absoluta certeza ...
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tanitas se cerraron. Que extraña situación, pensé ahora que la tranquilidad había vuelto a ser imperante. Volví al sillón y encendí un nuevo cigarro, sentí como mi corazón volvía a palpitar al ritmo habitual, como mis pulmones se llenaban del humo que más tarde veía desaparecer en la penumbra de mi oscuro comedor. Comencé a relajarme mientras otros pensamientos llegaban a mi mente, no dejaría que aquel incidente se adueñara de mí. Sentí como mi cuerpo se hundía en el mullido sillón, como el terciopelo acariciaba mis ropas, como la soledad me volvía a abrazar regalándome toda su ternura. Sonó entonces la puerta con fuertes golpes, demasiado frecuentes, que exaltaron mi recién estrenada tranquilidad, aquel sonido destrozando el silencio, demoledor, confirmando mi angustia. Permanecí inmóvil sentado en el sillón, ¿qué asfixiante maldición se había apoderado de mí aquella noche? Cuando pude levantarme fui a la cocina, cogí un enorme cuchillo y caminé hacia la puerta que volvía a sonar, levanté la tapadera de la mirilla y allí estaba el extraño
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tipo, sin gabardina, empapado desde el sombrero hasta los huesos. En su cara se veía el desamparo que me hubiera gustado ver desde mi ventana para considerarle normal. Parecía asustado, pero después de todo era bastante extraño el hecho de haberse decidido a llamar tras la tormenta, no tenía sentido, ahora podría marcharse, el tiempo volvía a ser normal. Dudé entre abrir la puerta o simplemente esperar, estaba inquieto, tanto como confuso. - Abridme por favor, necesito ropa seca. - Dijo desde el otro lado de la puerta. Su voz sonaba entrecortada por las condiciones meteorológicas que había soportado. Más, a pesar de todo, mi inquietud no hacía sino crecer. La mano derecha con la que sujetaba el cuchillo sudaba y temblaba, en este estado de exaltación se lo clavaría al primer ser que se colocara enfrente de mí, no sería capaz de pensar, de plantearme el dilema del bien y el mal, simplemente reaccionaría intuitivamente. - Moriré de una neumonía. Gritó. Desde las sombras de mi agolpada mente quise que se cumplie-
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ra aquella última frase, ya se investigaría más tarde sobre este hecho, sería esta la postura más cómoda. Volví la mirada hacia el comedor cuando un desconocido sonido abrió la ventana y el viento se coló agitando las cortinas, llenándolo de sombras que bailaban por las paredes en todas las direcciones. Corrí a cerrarla y observé de nuevo el exterior, oyendo las súplicas que llegaban desde el otro lado de la puerta y que el vacío exterior trasladaba hasta mis asustados oídos. El reloj se había vuelto a parar. ¿Qué relación tenía todo esto con el tiempo? ¿Por qué algo tan ajeno a los acontecimientos acaecidos entraba en el juego? La escasa distancia entre el comedor y la puerta me pareció tenebrosa, casi funesta. La anduve despacio, mirando a los lados, viendo siluetas, sombras pululando por los techos y paredes, atravesándome la mirada, fuera cual fuera el lugar donde a ésta destinara. - Dejadme entrar. -¿Quién demonios eres?, - grité enfurecido - ¿qué diablos queréis de mí?
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- Solo ropa seca señor, después me iré, os lo juro. Así el pomo de la puerta con la mano izquierda mientras en la derecha temblaba aun el cuchillo, lo giré y ante mí coloqué su presencia. Permanecimos un instante callados, mirándonos fijamente, yo estaba tan empapado como él, el sudor había impregnado mis ropas adhiriéndolas a mi tembloroso cuerpo. Él rompió el silencio. - Solo una toalla y ropa seca. Dijo. Le dejé entrar al comedor y fui a buscar lo requerido. Cuando volví a entrar en el comedor lo encontré desnudo frente a mí. Las sombras flotaban tranquilas a su alrededor, le lancé la toalla y coloqué la ropa sobre el respaldo de una silla, próxima a él. Irónicamente había seleccionado el color opuesto al de su anterior atuendo. Me había desecho La escasa distancia entre el comedor y la puerta me pareció tenebrosa,...
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del cuchillo y esperé pacientemente a que se secara y vistiera, sin mediar palabra. Esperaba que me explicara el por qué de su presencia, quería conocer el motivo por el cual mi reloj permanecía parado. Una vez seco arrojó la toalla al suelo y procedió a vestirse, lo hizo lentamente, como si fuese lo más natural del mundo estar en casa de un desconocido, al cual había estado observando, vistiéndose con sus ropas en el centro de su comedor. Aquella tranquilidad no conseguía sosegarme, sus miradas, que no se cruzaban con las mías, deambulaban por el comedor con absoluta tranquilidad, quizá buscara algo. Ese comportamiento me parecía desafiante, su seguridad una amenaza y mi inquietud mi única arma. - Decidme caballero, ¿quién sois?, ¿por qué se ha parado esta noche mi reloj? y, ¿por qué no habéis pedido auxilio antes de empaparos? - pregunté decididamente. Él seguía vistiéndose, y sin mirarme a la cara me respondió. - No sé quien soy. En cuanto a mi estancia aquí esperaba que vos lo aclarara, y sinceramente, el re-
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loj no es de mi incumbencia. Tal soberbia me enfureció como un animal salvaje ante un gesto inoportuno. Un extraño se filtra en mi vida y con absoluta parsimonia argumenta no saber nada. La situación tensaba mi cuerpo hasta la rigidez, extraña e inquietante, proporcionada por un personaje al cual no me atrevía a tocar por temor a aquellas sombras flotantes que, a modo de guardianes, pululaban sobre él. -¿Cómo podría yo, tan ajeno a esta situación, dar respuestas a un extraño sobre su propio paradero?, usted ha debido creer que soy dios. - No estoy capacitado para creer, solamente sé que aparecí ahí, bajo la lluvia, y se me ordenó esperar el rayo que me llevaría a la presencia de algún desconocido al cual mi aparición, debería aclararle la mayor de sus dudas. - Veo vuestra habilidad para confundir y me incómoda desconocer vuestro propósito. Además, para vuestra información, os diré que yo soy una persona absolutamente normal, y que mis dudas son de escasa importancia, por lo que os ruego que salgáis de mi
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hogar si no decid la verdad. - Dije esta última frase levantando el brazo y señalando la puerta para mostrar la firmeza de mi decisión. - No es preciso que volváis a devolverme la ropa, podéis quedáosla, consideradlo un detalle de mi escasa solidaridad y, por favor, volví a alzar el brazo señalando la puerta y agregué - ya conocéis la salida. Solo entonces levantó la mirada para encontrarse con la mía, y dios, aquellos ojos eran los más desafiantes que pudieran existir en cuantos mundos hubiera en el enigmático universo. Eran de un color vivo, pero impuro, la escasa luz del salón acentuaba su brillo que inmediatamente congeló mi garganta, sofocando un grito que hubiera quebrado la noche. Santo o culpable cielo ¿cómo podría un ser vivo brillar más que una estrella? - Veréis, – mantuvo la mirada en mí - no puedo irme si vos no comprende el motivo de mi visita, estas sombras que veis son quienes me llevaran una vez logrado el objetivo. No le miento si le digo que no sé quien soy, ni qué hago aquí, y no podré moverme
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hasta que ellas – señaló a las sombras- me lleven, y eso sólo depende de vos. - ¿Por qué me pidió ropa seca? - Algo habría de ingeniar para entrar por las buenas en vuestro hogar. -¿Por las buenas? – pregunté sintiendo el sudor en mi frente. - No sé cual es el fin de esta misión, yo sólo he sido el gancho, el cebo que debería morder. Sombras y ausencia del tiempo. Pensé por un instante que aquel momento no existía, que simplemente era un paréntesis en la vida que obligaba a la reflexión. Algún parentesco debía haber entre estos sucesos que determinara el motivo. El hombre fue hacia la ventana y las sombras tras él. Miró al exterior, el brillo de sus ojos se reflejaba en el cristal. Era imposible Solo entonces levantó la mirada para encontrarse con la mía...
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negar la evidencia, supe que era el único ser que permanecía inerte en vida. Vida. Ya no estaba seguro de poseerla, me acerqué al reloj y lo golpeé con fuerza intentando activar el movimiento de sus agujas. Lo golpeé otra vez y otra más. Nada, esa fue la respuesta. Corrí hacia la puerta, la abrí y comprobé la quietud de la tierra, la niebla permanecía densa y estática, como si mi hogar estuviera apartado de cualquier atisbo de vida, en un lugar del que los vivos nunca han oído hablar, sólo las sombras y nosotros dos éramos la definición exacta de movimiento. Volví al salón. - Creo saber quien os envía inquirí. - Perfecto, tengo ganas de volver. - ¿A dónde? - A ese lugar donde he debido estar antes, allí donde no se siente, donde no se tiene consciencia ni noción. - Allí donde nos reuniremos en breve. - Explíquese. - En mi vida siempre ha habido sombras, en mis sueños, desde niño hasta este instante y, por su-
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puesto, tiempo cadencioso del que nunca me percaté. Cada noche de lluvia que he salido a contemplar, el tiempo desaparecía para deleitarme. Cada tormenta me ha parecido un simple suspiro. Aquello que le hace estar aquí es mi propia decisión, es la grandeza del espíritu que se ha enamorado de un elemento tan profundamente, que su vida ha girado en torno a las gotas de su esencia, sin percatarse de cuanto podría abarcar aquel sosiego que, desde las nubes hasta el subsuelo, humedecía toda una vida, refrescándola y proporcionándole todo lo que esta necesita para sentir lo que todo ser vivo ha andado buscando desde nuestros ancestros, y que continuará haciéndolo hasta que el mundo detenga su monótona marcha. Sí, estoy hablando de la felicidad, y también de las sombras, las sombras de cada persona que, bajo mi consentimiento, dejaron de respirar. Ya veis, soy capaz de comprender los errores de mis drásticas decisiones, pero hay algo peor… mucho peor. Comprendo y acepto mi pasado, y aún así, no lo considero erróneo, sino...justo. Creerán que soy un ser insensible, pero no es verdad, mis lágrimas son la llu-
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via que tanto me ha gustado observar, los rayos son mi luz y los truenos solamente el sonido de mi alma, y ésta última lo que usted ha venido a buscar. Más sabiendo ya el motivo de su inesperada visita, que ya no me asusta, sino que me empieza a agradar, he de pedirles un último deseo. He de pedirles, estimados visitantes, una sola noche más. Una tormenta como nunca antes ser vivo haya podido ver, un aluvión capaz de hacerme rememorar todas las noches pasadas, después iré allá donde me quieran llevar, pero concededme esta última y única petición. Filtráronse las sombras en el cuerpo de aquel extraño hombre y salió de mi vista. Oí la puerta cerrarse y retumbar. Abrí la ventana y miré al exterior, pensé en las experiencias que me había tocado vivir, también en la presentación de esta última que ansiaba llevarme. Coloqué el sillón más cerca de la ventana y, antes de sentarme, saqué el brazo al exterior y sentí como unas finas gotas se empezaban a convertir en la tormenta que esperaba. Subí al dormitorio y me vestí para la ocasión, no se tiene a diario la oportunidad de elegir,
después me senté cómodamente en el antiguo sillón sintiendo la suave textura del terciopelo e inmediatamente después, un estruendo iluminó el salón momentáneamente, y allí quedé, escuchando los relámpagos, viendo los rayos y la lluvia caer con tal fuerza que parecían querer hundir el mundo. FIN
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MI HUMO
GC
AUTOR :DEADLY SMILE
En una grisácea ciudad, dentro de la señora Gretel se haya una monstruosa criatura. Cada vez que ella llegaba a su casa luego del exhaustivo trabajo, al momento que encendía su fiel cigarro, se encontraba, sorpresivamente, con un enorme engendro. Esta colosal bestia, vestida de penumbra, sobrevolaba el alto techo como un dragón acechante. Algunos días, Gretel se entretenía viéndolo caminar por las paredes. Pareciera que le es imposible bajar más allá de las ventanas. Y, como si temiera al exterior, al instante en que ella apagaba su cigarro y abría las ventanas éste se esfumaba como la sombra al ser asediada por la luz. En una de las tantas veces que se
reunían, Gretel se preguntaba si, de alguna manera, podría comunicarse con él. Lamentablemente, sea cuál sea la palabra que hiciera, dibujo que le mostrara y seña sonora que realizara la bestia no parecía entenderla. Y, al final, ella termino desistiendo. Gretel no le temía al monstruo y éste no tenía razón para temerle, ambos solo eran dos entidades que, por casualidades del destino, se hallaban en el mismo lugar. Un día Gretel fue visitada por su vecina y amiga Olivia quien, al igual que ella, disfrutaba la tarde con un buen cigarro. Y al momento que la dulce Olivia lo encendió una oscura bruma se arrastró al techo. No solo no era igual a la bestia que Gretel conocía sino que
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era más negruzca, espesa y olorosa. Sobre ambas mujeres, que conversaban plácidamente, se enfrentaban, con dientes y garras, dos monstruosidades. Y, al igual que siempre, en el instante en el cual las ventanas fueron abiertas las brumas se disiparon. Gretel siempre se preguntaba porque tal criatura daba presencia en un espacio tan reducido como el living de su casa que lo único destacable que tenía era el alto techo. ¿Podría haber algo que él quisiera? Como si respondiera a tal repentina idea, él asintió y por vez primera bajó su robusto brazo. Gretel no podía comprender que es lo que quería decirle la bestia, pero, despejando estas dudas, una garra tocó su cabeza. Aquel fue el desencadenante. Con el trascurrir del tiempo, durante las carreras que le obligaba hacer su trabajo, Gretel empezó a notar que, de porrazo, su resistencia física fue en declive. En momentos que necesitaba correr para alcanzar el transporte empezaba a toser fuertemente, cuando in-
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gería algunos alimentos su garganta se sentía extraña y, finalmente, con los años su cuerpo se debilito tanto que llego un momento en donde ya no podía levantarse con facilidad de su asiento. Por lo que los cigarros diarios que consumía fueron en aumento. La enorme criatura que, hasta ese instante, solo permanecía en el alto techo ahora podía colocar sus repugnantes piernas sobre la alfombra que cubría el suelo de madera. Al fin Gretel era capaz de verlo. La escamosa piel, con una babosa cubierta negra como el alquitrán, era completamente visible; los ojos, fundidos en un amarillo verdoso, veían de frente a Gretel. La bestia liberaba un hediondo aroma a humo que se adentraba por las fosas nasales de Gretel Gretel siempre se preguntaba porque tal criatura ...
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hasta apoderarse de sus pulmones. Cada respiro era una indiscutible lucha por la supervivencia. Podría tomarse como un reproche del destino que, justo en tal percance, la dulce Olivia decidió llegar de visita entrando sin preguntar, ya que Gretel dejaba escondida una llave para ella. Pero cuando entro, para su sorpresa, se encontró a la pobre Gretel tirada usando todos sus esfuerzos para alcanzar una simple bocanada de aire. —o— Finalmente, unos meses más tarde, ella fue dada de alta. Su estado había mejorado y se encontraba ahora, gracias a sus limpios pulmones, con una vitalidad renovadora. En el hospital había caído en terapia intensiva, por lo que, en un buen tiempo se vio incapaz de tocar cigarro alguno. En cuanto llegó a su casa y entró a su habitación predilecta, a pesar de la nostalgia al tomar asiento casi por inercia intentó tomar un cigarro en la mesita. En ese momento dio gracias que ésta se hallara vacía.
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Levantó la mirada justo donde se encontraba la ventana abierta y luego, esperando encontrarse una vez más con él, siguió hasta toparse con el techo. Estaba vacío. Se sintió insegura por un instante, pero luego asintió para sí y, con grata esperanza observó el paisaje, ahora desprovisto de gris, al otro lado de la ventana. FIN
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Especial "Relatos Terror/Gore"
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AUTOR :KOKI KUN
Los ojos de la chica se encuentran abiertos de par en par, mientras que su boca esta entreabierta y de pronto suelta un gemido doloroso, no puede mover el cuerpo, apenas levanta el brazo como buscando una mano amiga que le sujete, desde su posición puede ver sus dedos borrosamente, forzando la vista parpadeando mientras un par de hilillos rojos recorren su frente como si fueran venitas. Quisiera retorcerse y aullar de dolor pero no puede, a lo lejos se escuchan los villancicos que entonan los vecinos a unas cuadras, por otro lado, junto a ella se encuentra el espectacular árbol de navidad que ella y su amante adornaron con esmero, los regalos aun sin abrir, sus pupilas parecen perderse en el parpadeo de las lucecillas que se enredan alrededor
del arbolito, o quizás en las rojas esferas. Se ha quedado ida, sus pensamientos volvieron al momento en que encontró la espantosa imagen de su amante crucificado en aquella cama que compartieran tantas veces, con las viseras regadas por todo el lugar y sobre la cabecera un mensaje de feliz navidad escrito con la sangre del pobre infeliz. Le corrieron las lagrimas por el rostro, ya no podía escuchar el “jingle bells” que tocaba el reproductor en la sala, ni siquiera pudo acercarse al cadáver, alguien salió de entre las sombras, su expresión fue de horror total, comenzó a correr, el asesino le pisaba los talones, la tomo por los cabellos justo a la mitad de las escaleras y cubrió su boca con la mano enguantada, tras un forcejeo se libera pe-
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ro termina rodando escaleras abajo cayendo de bruces. Las mismas manos sujetan su rubia cabellera y le arrastran hasta quedar junto al árbol de navidad, una patada en el rostro le hace enterarse de que el asesino lleva unas botas negras, antes de que pueda volver a quejarse sigue otro golpe, esta vez en su abultado abdomen; grita y llora, se preocupa por su bebé y lucha por su vida inútilmente, a gatas trata de alcanzar el teléfono y cerca se escucha la risa burlona de alguien mas. Un golpe seco en el cráneo y vuelve a caer, la voltea boca arriba con el pie y cuando despierta le permite que le vea bien. Tras las botas siguen unas mallas rojas, una minifalda del mismo color con detalles de peluche blanco al borde, la diminuta cintura se enmarca por un cinturón negro y enseguida una chaqueta escarlata, la piel blanca de la mujer hace que resalten aun mas sus orbes azules, su mirada la delata, esta enloquecida observando su dolor y lo está disfrutando, le regala una sonrisa y se acomoda el gorrito rojo que lleva en la cabeza. La mujer vestida de santa Claus le
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hace un brindis mientras levanta la copa llena de la sidra reservada para esa noche buena. -Brindo por la navidad, que recién acaba de comenzar…Salud pues, por tu última navidad- reza su discurso cuando las campanadas de media noche se dejan escuchar. FIN
Un par de hilillos rojos recorren su frente como si fueran venitas....
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AMIGAS PARA SIEMPRE Leyenda de Amigas para siempre
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AUTOR : Mini historias de terror y anime gore
Año 1982. Alicia y Sara eran dos chicas, ambas de 15 años, e íntimas amigas desde la más tierna infancia. Vivían en el mismo barrio, estudiaban en el mismo instituto, iban a la misma clase... en fin, eran inseparables. Sin embargo, tenían caracteres muy diferentes. Alicia era alegre y extrovertida, mientras que Sara era muy tímida y callada. Cierto día, Sara le propuso a Alicia: - ¿Por qué no hacemos un juramento de sangre? - ¿Qué? - Mira, por si algún día perdemos el contacto, juramos que la que muera antes de nosotras dos, irá a avisar a la otra. - Qué tontería, Sara, nosotras
siempre estaremos juntas. Ante la insistencia de Sara, y entre asombrada y divertida, Alicia al final aceptó la propuesta. Ambas se practicaron un corte con una navaja en el dedo índice de la mano derecha, y sellaron el pacto a la luz de unas velas. Pasaron los años. Alicia había terminado sus estudios de derecho, tenía un buen trabajo, una casa preciosa y un marido y un hijo maravillosos. Hacía mucho que no veía a Sara, la amiga de su juventud, aunque a veces se acordaba de ella cuando se veía la cicatriz de su dedo índice. Al final, la vida les había llevado por caminos distintos y no habían vuelto a verse desde que acabaron el instituto. Una noche, Alicia tuvo una horrible pesadilla: iba conduciendo, cuando de repente un
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camión invadía su carril y chocaba con su coche. Se despertó empapada en sudor, y justo en ese momento, oyó llamar al timbre de la casa. Eran las 3 de la madrugada. Miró a su marido, que dormía profundamente a su lado, en ese momento, el timbre volvió a sonar con insistencia. Maldiciendo por lo bajo y preguntándose quién podría ser a esas horas, Alicia se levantó y fue a abrir la puerta. Cuando abrió la puerta y vio a la mujer que estaba en el porche, abrió la boca, totalmente anonadada. Aunque había cambiado bastante, la reconoció enseguida. Allí, terriblemente pálida, ojerosa y con una enorme herida sangrante en la cabeza, estaba su antigua amiga Sara. - ¡Por Dios, Sara! ¿Qué ta ha ocurrido? Entra, te curaré esa herida. - ¡Cuánto tiempo sin vernos! Sara no se movió de donde estaba. - He venido a cumplir mi promesa, Alicia. He muerto y vengo a decírtelo. Alicia se quedó sin habla. - Ya que la vida nos ha separado, estaremos juntas en la muerte. Te
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estaré esperando...- dijo Sara levantando el dedo índice. Acto seguido, desapareció. Alicia empezó a notar un dolor persistente en su propio dedo índice, al mirárselo descubrió que lo tenía empapado en sangre, como si se le hubiera vuelto a abrir el corte que se hiciera años atrás... Lanzó un alarido estremecedor y cayó desvanecida al suelo. Al día siguiente, despertó en su cama y pensó que todo había sido un mal sueño. Encendió el televisor para desayunar, y lo que vio la dejó helada: la nocheanterior, a las 3 de la madrugada, había habido un accidente de tráfico: un camión había chocado con un coche, y la conductora del mismo había fallecido en el acto. A partir de aquél día, su vida se
¡Por Dios, Sara! ¿Qué ta ha ocurrido? Entra ...
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convirtió en un auténtico infierno. No comía, se olvidaba de recoger a su hijo en el colegio, no rendía en el trabajo... Y todas las noches tenía el mismo sueño, en el cual oía llamar a la puerta, y al abrir veía a Sara levantando el dedo índice y diciendo "te estaré esperando", tras lo cual siempre se despertaba con un dolor insoportable en su dedo lleno de sangre. Su marido no entendía lo que le estaba pasando, los médicos no encontraban ninguna explicación, y finalmente internaron a Alicia en un psiquiátrico. Allí no hizo sino empeorar, ahora en sus pesadillas veía a Sara junto a su cama. Una noche, un celador del psiquiátrico oyó un espantoso ruido de cristales rotos que provenía de la habitación de Alicia. Al entrar en la habitación vio que la ventana estaba rota, se asomó y vio a Alicia tirada sobre la acera en medio de un charco de sangre. Tenía una gran herida en la cabeza y a su lado, en el pavimento, alguien había escrito con su sangre: "AMIGAS PARA SIEMPRE". FIN
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MAYO ES EL MOMENTO DE LOS VIAJES POR EL TIEMPO Nergalharold @gmail.com
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EL BOSQUE
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AUTOR :Beatriz Troitiño
Otra vez. Los golpes en las ventanas. Otra vez. A intervalos irregulares. Son piedrecitas, pequeñas y ruidosas, pero no tan grandes ni lanzadas con la fuerza suficiente como para romper el vidrio. Tlac, tlac… tlac… tlac, tlac, tlac……… tlac. ¿Por qué no sucede de día, ni tampoco a primeras horas de la noche? Siempre de madrugada. Al principio se asomó a ver pero no vislumbró a nadie, ni rastro del supuesto bromista pesado. Si se esconde en el bosque, no entiende como pueden llegar las piedrecitas hasta la casa, pues tendrían que romper los cristales con la fuerza necesaria para lanzarlas hasta aquí. Pero no es así, los impactos no dejan la menor huella en las ventanas, pero por la mañana los pequeños proyectiles continúan
abandonados al pie de la pared. Tlac, tlac… tlac… tlac, tlac, tlac…… tlac. La verdad es que ya está harto, el ruido le desvela y no puede pegar ojo en lo que resta de noche, deseando ser sordo para no oír el inmisericorde sonido repetitivo. Es un acto tan absurdo como incomprensible ¿Quién puede estar dispuesto a pasarse la noche fuera medio congelado simplemente por molestar a un vecino tirándole piedrecitas contra las ventanas? Tlac. Además, él no tiene enemigos, se lleva bien con todo el mundo, los conoce y ellos a él. Nadie en varios kilómetros a la redonda sería capaz de algo así, ni remotamente. Aprieta más la almohada sobre la cabeza. A lo mejor es uno de los jóvenes, quien sabe por qué, los
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chicos de ahora están como cabras… Tlac, tlac, tlac, tlac, tlac, tlac, tlac, tlac, tlac Dios, esa rapidez, esas repentinas lluvias de golpecillos, son lo peor… no parecen lanzadas por nadie, excepto por la propia naturaleza decidida a sustituir la caída de agua por un apedreo masivo y extrañamente calculado, teniendo como único objetivo las ventanas del piso inferior de su casa, nada más y nada menos. ¿Quién estará detrás de todo esto? ¿Por qué quieren arruinar sus vacaciones de una manera tan molesta? Por mucho que se estruja el cerebro, no encuentra explicación para este ataque nocturno a su tranquilidad. Lleva casi veinte años pasando aquí sus temporadas de descanso y nunca había pasado nada. Tlac…… tlac… tlac, tlac, tlac No puede más. Siempre igual, noche tras noche, desde hace cuatro días y ya solo quedan dos para su regreso a la ciudad. Sobre la mesilla, Los números fluorescentes del despertador marcan las 04:05. Se incorpora muy enfadado y enciende la lámpara. Tlac, tlac
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Se lanza hacia la ventana, aparta la cortina e intenta taladrar la oscuridad con los ojos, pero nada se mueve en el patio y el jardín, nada insinúa estar fuera de lugar. Recoge el edredón del suelo y lo deja en su lugar sobre la cama, en la que se sienta, intranquilo. Va siendo hora de una indagación más exhaustiva. Se viste y baja a la planta inferior. El ruido ha cesado por el momento, como si lo quisieran incordiar únicamente cuando se encontrase en posición horizontal. Abre la puerta y sale al exterior helado. Unas láminas argénteas apenas ocultan el cielo estrellado, con la luna menguante rozando las copas de la negra masa que son ahora los pinares en torno a la casa. Cierra la cremallera de la cazadora casi hasta el mentón, mete las manos en los bolsillos y baja los escalones de entrada sintiéndose un poco ridículo por haber imaginado que algo raro pudiera desarrollarse en un ambiente tan normal, cotidiano y real. Porque lo extraño siempre es difuso, lejano, irreal. —Auuuuh, ¡Joder! Inclina un poco el torso llevándo-
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se una mano al lado izquierdo de la cabeza, donde acaba de sentir un golpe, justo detrás de la oreja. En los dedos hay sangre. No se lo puede creer. Han decidido darle a él. Le pega un puntapié a la piedrecilla, que ha caído ante sus deportivas tras chocar con su cráneo, y entra de nuevo en el recibidor. Coge una de las llaves que cuelgan en el llavero decorativo de la pared, sale, camina hasta el garaje y abre el portón. Va a por la linterna, decidido a resolver el misterio de una vez. Permanece un rato delante de la entrada, inmerso en la fuerte luz artificial que se derrama desde el interior, escrutando la oscuridad que campa por encima del muro bajo que rodea la parcela, pero parece que no quieren volver a hacer diana en su persona. Apaga la luz y baja el portón. Frío y silencio. El apedreo ha terminado antes de lo que esperaba. No oye risitas ni cuchicheos, tampoco pisadas alejándose, aunque ya no lanzan piedrecitas contra la casa. Se acerca hasta la cancela de acceso a la vivienda. Observa la carretera, desierta a estas horas, que hay algo más abajo del cami-
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no que lleva a su parcela, y la casa del otro lado. Su oído no será muy fino pero el del perro de los vecinos sí lo es y allá abajo el animal no da la menor señal de alerta, tampoco ha ladrado las noches anteriores. Se vuelve hacia su propia casa de campo. Está seguro que de haber notado el merodeo de algún intruso, se habría desgañitado. Enciende la linterna y sale dispuesto a echar un vistazo alrededor. Al abrir y cerrar la cancela, saltan los broncos ladridos del pastor alemán a lo lejos. Lo sabía. Entonces ¿Por qué no le ha ladrado a los pedazo de borricos que han decidido, por razones desconocidas, fastidiarle el descanso? Rodea el muro por un lado hasta la parte trasera, iluminando aquí y allá con el haz de la linterna, pero no hay huellas en la tierra. Mira
Abre la puerta y sale al exterior helado. Unas láminas argénteas apenas ocultan el cielo ...
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hacia la primera línea de árboles y al espacio despejado que la separa del valladar. Calcula, observando la posición de la ventana del dormitorio. Desde ella los vería correr hacia el bosque, aunque se parapetasen tras el vallado. El sólido muro de piedra es alto hasta sus hombros. Coge una piedra pequeña y dando un bote hacia arriba, la lanza por encima. Cae en medio del patio, lejos de las ventanas. Es imposible tirar piedras y dar en los vidrios desde allí ¿Entonces? Vuelve a mirar en derredor, buscando alguna explicación lógica. Tiene que dar con ella porque presiente que si regresa a la casa sin más, mañana volverá a pasar lo mismo, igual de puntual e igual de enervante. Cubiertos ambos por una fina capa de escarcha blanquecina, alumbra los oscuros troncos craquelados y la pinaza que alfombra el terreno en declive. Haciendo crujir a cada paso las agujas vegetales y la cencella, inicia el ascenso dispuesto a revisar también los primeros metros de pinar. Solo se oye ese ruido y el de su respiración, el perro ha dejado de
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ladrar. El vaho que sale de su nariz y de su boca le empaña las gafas, dificultando su avance pues lo obliga a parar cada pocos pasos, sacar el pañuelo y limpiarlas. En la tercera ocasión, las golpea con el mango de la linterna y salen disparadas. “Mierda” Sin ellas, el mundo se reduce para él a un enorme borrón con partículas más o menos indefinidas en movimiento. De rodillas, con una mano sostiene la linterna y con la otra palpa el suelo helado cada vez más frenéticamente y más lejos. El relente le pica en las fosas nasales y las puntas de los dedos ya están insensibilizadas. Debería haberse puesto los guantes. Al final desiste, no ha conseguido toparse con las condenadas gafas. Se incorpora sacudiéndose la escarcha adherida y sujetando con firmeza la linterna. No quiere perderla también. Solo faltaría eso, tener que volver a trompicones y con la dificultad añadida de desplazarse en la negrura total. Intentando ubicarse entre la maraña de troncos, gira sobre sus talones en círculo. Por más que entrecierra los ojos y trata de aguzar la vista, no ve la salida y la casa. Se
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ha adentrado en el bosque más de lo que suponía. También debería haber traído el móvil. Sería bochornoso llamar al servicio de emergencias por haberse perdido al lado de casa, pero peores cosas habrán visto, seguro. Con cuidado, va pisando sobre el trozo iluminado que la linterna abre a su paso, siempre en descenso, alargando a veces el brazo para asegurarse por el tacto que no chocará con algún tronco. De repente, un golpazo en la espalda lo arroja de bruces cuesta abajo. Sorprendido, se apoya en el pino más cercano para levantarse. Apunta con la linterna hacia la cima de la pendiente, a un lado, al otro, pero allí no hay nadie. No entiende que ha pasado. Escucha e intenta mirar con atención. Nada, solo su respiración y el roce de la ropa con los más mínimos movimientos. Espera que el corazón se desacelere. No tiene ni idea de lo que ha podido colisionar con él. El dolor en la herida de la cabeza se agudiza. Siente que vuelve a manar sangre de ella y eso que no parece ni grande ni profunda. Al intentar tocarla, el pinchazo le cruza hasta
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la nuca. Aparta los dedos convencido de que deberá vencer la curiosidad y no intentar palparla. Ya la valorará el médico cuando vaya al ambulatorio. La espalda también se queja, es como si le hubiesen roto una rígida tabla sobre ella. Al menos no ha soltado la linterna. Pega un brinco y dirige la luz hacia el suelo. Algo le ha pasado por encima de los pies, ha sentido su peso y deslizamiento. Pero allí no hay nada, por supuesto. Ya no tiene ninguna duda tras tales experiencias, ahora sí que está inmerso en lo difuso, lejano e irreal. ¡Maldita sea! El pasado sopla huracanado trastornando su presente ¿Será eso? ¿La venganza de sus víctimas? Es lo único que cobra sentido en este momento y situación. El viejo secreto, la venganza desde el Otro Lado. El pro-
Solo se oye ese ruido y el de su respiración, el perro ha dejado de ladrar. ...
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ducto de sus experimentos en el sótano, cuando era un estudiante de Medicina tan ambicioso y obsesivo que no había dudado en secuestrar cobayas humanas. Fuerza todo lo que puede sus ojos miopes ¿Podrá llegar a atisbarles? Tienen que estar aquí… o si no lo que ha huido del escenario es su cordura. Barre el aire con los brazos estirados, de modo brusco y alternándolos, más no toca nada. Aprieta contra el pecho el puño que aferra la linterna y lanza un grito. Le han mordido. Examina la mano lastimada, comprobando con horror que de la carne arrancada no brota sangre sino un líquido más espeso y amarillento. Pus. Con la otra mano toca el cuello y la cazadora humedecidos, la sangre que aun corre de la herida tras la oreja está mezclada con hilillos de esa misma serosidad. Más golpes y mordiscos, por todas partes, imposibles de esquivar ¿Qué está pasando? Están muertos, lo cual es tan esperanzador como preocupante ¿Son ellos o es otra cosa? ¿Pueden haberse decidido a actuar o es el mismo bosque quien le ataca? ¿Influyen ellos en el pinar? ¿Es todo una
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alucinación, se ha vuelto loco? El dolor le envuelve, un golpe al puño desde abajo empuja el brazo hacia arriba y la linterna se le escapa. Un empujón en el pecho cuando va a intentar recogerla lo tira de espaldas. Patea y sacude los brazos tratando de zafarse de las presencias invisibles que le atacan cada vez con más saña. Manos que abofetean, nudillos que machacan, dedos que sujetan y pegan tirones, dientes que hacen presa… Ahora usan zarpas igual de incorpóreas para abrir dolorosos tajos de los que sigue saliendo pus, como si fuera la corroboración de que está podrido por dentro. Quieren acabar con él. La presión en los ojos, que cierra angustiado, está haciendo palanca para arrancarlos. El frío, la noche, el dolor y la impotencia son todo uno. Levanta los párpados, aunque todavía siente cierto aplastamiento, los globos oculares continúan en las cuencas. También nota cierta sensibilidad tras la oreja, toca la zona pero no hay ninguna herida, ni sangre o pus. Sobre la mesilla, los números fluorescentes del despertador marcan las 04:05. Se in-
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corpora y enciende la lámpara dándose cuenta de que se ha quedado un instante traspuesto, siendo aprovechado por la pesadilla para cebarse sobre su mente. Aunque todavía percibe en el cuerpo los imaginarios bocados, desgarramientos, los golpes y el miedo. Tlac, tlac Se lanza hacia la ventana, aparta la cortina e intenta taladrar la oscuridad con los ojos, pero nada se mueve en el patio y el jardín, nada insinúa estar fuera de lugar. Recoge el edredón del suelo y lo deja en su lugar sobre la cama, en la que se sienta preocupado pues piensa que va siendo hora de una indagación más exhaustiva. Se viste y baja a la planta inferior, invadido por un indefinido regusto a predestinación. Advierte que el ruido ha cesado por el momento. Recuerda que debe ponerle el cordón a las gafas y coger los guantes y el móvil. Mientras abre la puerta para salir al exterior helado, espera que ese axioma de que el orden de los factores no altera el producto, por una vez, se equivoque. FIN
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UN LIBRO INFALTAB L E EN TU PC
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EL REGALO
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AUTOR :Beatriz T. Sánchez.
Cuando abrió los ojos, se vio rodeada de tubos y goteros con bolsas de líquido trasparente conectados a vías clavadas en los brazos, en una cama hospitalaria flanqueada por monitores. Supo que estaba en la clínica de papá. Pensó en el accidente. Ella aun desenvolviendo regalos en el asiento trasero. Lo último que recordaba era el repentino volantazo tratando de evitar algo que había invadido la calzada. ¿Y mamá? ¿Y papá? Los ojos se le llenaron de lágrimas. En una de las pantallas negras, la línea móvil con las subidas y bajadas que plasmaban los latidos cardíacos aumentó su ritmo. La puerta se entreabrió; lentamente, se asomó papá. La niña detuvo su llanto y dibujó una sonrisa. El monitor pitaba como un contador
geiger ante un depósito nuclear. - ¡Papá! – ¡Sandrita! – el mismo gesto iluminó la cara del hombre mientras se acercaba a estrechar sus manitas y besar la frente y las mejillas. La pequeña era feliz. – ¡Sandrita, por fin has despertado! No te preocupes, papá te curará. – ¿Y mamá? – Mamá también está mejor. Pero tiene que descansar mucho todavía, como tú. La que antes se ponga mejor, irá a visitar a la otra. – ¡Bien! – Papá os curará a las dos. *************************** Las enfermeras eran muy atentas con ella. Papá le trajo la tableta táctil y sus cuadernos de colorear. Reanudó sus estudios. En la tableta preparaba los deberes y se los enviaba a la profesora tutora. Luego se distraía con los lápices de colores dibujando en los cuader-
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nos. Recibió muchas felicitaciones de los maestros y los compañeros de clase. Sandrita nunca olvidaría su sexto cumpleaños. No por la estupenda fiesta con sus tíos, primos y amiguitos, ni por la tarta y los deliciosos postres hechos por mamá y la abuela, sino por el terrible accidente de regreso, tras haber llevado a casa al primo Marcos y la tía Adela. No vivían demasiado lejos y el tío Alfonso no había podido ir a recogerlos. Sobre el dibujo de triangulares montañas verdes bajo un cielo negro tachonado de estrellas amarillas y una carretera gris zigzagueando entre los triángulos, Sandrita hizo un furioso borrón azul. Marcos no le caía bien. Solo tenía cuatro años. Era demasiado pequeño, No quería ser su amiga. Ahora aún menos. Él había tenido la culpa. No tenía por qué haber sido invitado. - Papá ¿Y mamá? – Mamá todavía no puede caminar, Sandrita. Pero es muy fuerte, como tú. Pronto podrá venir a verte. *************************** Sintió mucho mareo cuando se puso por primera vez en pie, aunque papá la sujetaba. La pequeña
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cayó en la cuenta de que su progenitor tenía el pie derecho vendado. - Muy bien. A ver la cicatriz – la niña ladeó la cabeza para mostrarle la parte que había sido rapada y donde campaba una línea rojiza con varios puntos de sutura- También muy bien, Sandrita ¿Lo recuerdas todo? Ya sabes, nuestros nombres, donde vivimos… – Sí papá, ya te lo he dicho muchas veces. Estoy bien. Sandrita sabía que papá era neurocirujano, que son los médicos que curan los cerebros. Y mamá era enfermera, que son los ayudantes de los médicos. Los dos trabajaban allí. - ¿Cómo está mamá? – Mucho mejor, Sandrita. Ahora está haciendo ejercicios para fortalecer los músculos, como vas a empezar a hacer tú. Luego podrá venir a visitarte. Tiene muchas ganas de verte, como tú a ella. Ya falta poLas enfermeras eran muy atentas con ella. ...
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co. *************************** -Sandra. Mira quien ha venido. El enfermero se apartó de la puerta, dejando paso a papá y mamá. La niña bajó de la cama de un salto, proyectando su emoción en un grito agudísimo y un pataleo al compás de varias palmadas. Quería correr a abrazarse a ella pero le estorbaba en la consecución de tal objetivo el andador que la mujer tenía delante. - Mamá, mamaíta ¿Ya estás mejor? – Mamá está muy cansada, Sandrita – contestó papá – Solo ha venido un momento hasta aquí porque te lo había prometido. Ya le he contado que te recuperas a ojos vista y estás tan estudiosa como siempre. – Es cierto, mamá ¿Quieres ver los ejercicios de matemáticas que – No puede, Sandrita – le cortó sonriendo comprensivo papá – Aún no. Con los deberes te ayudo yo por ahora. Vamos, mamá no puede estar mucho de pie. – Sí – y la niña rodeó el aparato metálico para abrazarse al blando costado cubierto por la bata de felpa rosa que mamá llevaba sobre el camisón hospitalario. Entonces sintió su mano fría y hue-
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suda acariciándole la cabeza. *************************** La ambulancia les dejó ante la casa de campo de la que habían partido unos meses atrás. Todo estaba en su lugar, aunque el salón lo recordase lleno de globos y confeti y una mesa larga en el jardín para la merienda. La niña creía que el pelo le estaba creciendo demasiado lento pues tenía muchas ganas de que mamá volviese a peinarla con trenzas. La mujer con muletas no levantaba los ojos del césped crecido, sobre el que las ramas proyectaban sombras con huecos luminosos, como si estuviese contando cada brizna. Habían contratado a una asistenta para ayudar en las labores del hogar y el cuidado de la convaleciente. Llegaba a las nueve, levantaba, lavaba y vestía a la mujer, preparaba el desayuno y la comida, limpiaba, hacía la colada y se iba a las siete. Papá se encargaba de la cena y era él también quien acostaba a la esposa y a la hija. Mamá continuaba muy débil y siempre estaba en silencio. A la pequeña Sandra se le hacía extraño el que solo obedeciera y contestase por señas a las preguntas.
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Ya no la ayudaba con los deberes, papá le había dicho que no podían cocinar juntas… en realidad, lo único que hacía era permanecer sentada en el salón durante horas, donde la dejaba papá. Allí estaba mientras la chacha limpiaba a su alrededor y allí seguía cuando la niña regresaba del colegio. - Mamá ¿Te encuentras mejor hoy? – solo la habitual mirada triste y ausente como respuesta. *************************** Pronto empezaron las vacaciones de verano. Papá estaba siempre al teléfono dando largas y excusas a quienes deseaban visitarles. Estaba de baja por estrés posttraumático. Aunque gozaba de mayor movilidad, también mostraba largos periodos de fatiga. Se pasaba horas en su despacho, frente al ordenador. La hermanita de Marcos acababa de nacer y tía Adela le insistía en que fuesen a conocer a su nueva sobrina, pero él lo posponía para más adelante. A Sandrita, que oía las conversaciones telefónicas desde el salón, no le habría disgustado, la curiosidad por ver un bebé había disipado el enfado contra su primo. En realidad, se-
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guro que todo había sido una casualidad; como decían los mayores, el Destino, aunque tanto Destino como Casualidad eran conceptos muy difusos que no era capaz de abarcar cuando su mente trataba de acercarse a ellos. Ahora era la niña la que solía peinar la lacia melena de la madre sedente. Era como una muñeca grande. Sandrita comprobó, como se esperaba, que ni se inmutó cuando tiró un poco más fuerte. Con una punzada de maldad, ya a propósito, tiró fuertemente hacia abajo tras clavar las cerdas del peine contra el cuero cabelludo. Ninguna reacción apreciable. Se sonrió. Una madre que nunca la reprendería. Una muñeca grande. *************************** Sandrita no se había atrevido a decirle a papá que le resultaba difícil conciliar el sueño algunas noches.
Habían contratado a una asistenta para ayudar en las labores del hogar ...
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Se sumergía en modorras intranquilas donde volvía a verse dentro del coche brutalmente zarandeado y luego se la tragaba la oscuridad. Una madrugada se armó de valor, encendió la luz y salió al pasillo, donde la moqueta amortiguaba cualquier pisada. Se asomó con precaución a la puerta del dormitorio principal. La única luminosidad procedía de las lámparas de las mesillas de noche. Mamá estaba recostada sobre la cama con una redecilla de electrodos en la cabeza y papá, sentado a su lado, tomaba notas en un pequeño bloc. Otra noche en que decidió repetir la osadía vio a papá poniendo una inyección en el brazo cándido de la mujer. En la cálida tarde de julio el hombre observaba a su hija desde la ventana. Desde que había podido prescindir de las muletas, la niña llevaba a su madre de acá para allá por toda la finca. Tras pasearla como cualquiera su perrito se sentaron en el césped; jugaba con ella a las casitas, ofreciéndole pastas y tazas de té imaginarias a la supuesta amiga de visita. Trataba a la mujer como a una Barbie. No
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era el resultado que él había esperado. Su esposa permanecía casi viva pero sin esencia y la niña la trataba como tal. La revelación le heló hasta la médula. *************************** Que sus rondas nocturnas no hubiesen sido descubiertas le dio alas a la pequeña para colarse en el otro rincón misterioso de la casa, la otra habitación de exclusivo dominio paterno. El despacho. El ordenador se encontraba encendido sobre la mesa. Se subió y arrodilló en la silla. Miró desconfiada un momento por encima del hombro. La asistenta había llamado a papá desde la cocina para preguntarle algo sobre la comida. Seguro que tardaría un rato en regresar. Así que se zambulló en un correo electrónico que le hizo leer en la pantalla: “Ojalá los remordimientos te pudran bien” ¿De qué era aquello la respuesta? Pinchó hacia abajo en el cursor lateral y continuo la lectura: “No puedo abandonarla, Esther. Yo la reviví. Fue mi regalo para la niña. Sería tan cruel que se quedase sin madre… Crucé más allá de todo lo posible para que regresara. Pero el remedio ha sido peor que la enfer-
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medad. Lo nuestro fue una tontería pasajera. No puedo abandonarlas. Están así por mi culpa. Tengo que recomponer a mi familia. No debiste hacerte ilusiones” - Sandrita ¿Qué estás haciendo? Sabes de sobra que no puedes entrar en mi despacho sin permiso. – Lo sé, ha sido sin querer – echó a correr hacia el salón como alma que lleva el diablo. Ambos sabían que el otro lo sabía ¿Pero cuánto puede comprender una niña de seis años? *************************** Era viernes. Lamentaba no poder ir con su esposa a ningún lado. Lo asaltó esa idea traidora. Pero las heridas en el alma eran incluso más profundas que las físicas. No se sentía capaz de afrontar ciertas preguntas. Tampoco podía atar la lengua de la niña. Estaba atrapado. Desde el ventanal que ocupaba el frontal del pasillo de la planta superior vio el coche de la asistenta partir hacia la lejana entrada. Pensar en los viajes diarios de la señora le recordó lo apartado de la casa. El pueblo más cercano, donde vivía, estaba como a un kilómetro. Era el precio a pagar por la
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anhelada inmersión en la naturaleza. Al fondo apareció la niña, parecía discutir con su madre, que la seguía dócilmente, como siempre. Y en pleno berrinche, hizo un puchero y descargó un puñetazo en la cadera de la mujer. Eso no se podía consentir. Movido por un espasmo de furia ante tan reprobable comportamiento, se dirigió hacia ellas pisando fuerte. - Sandra, ¡Es tú madre! – ¡No, esta no es mamá! – chilló. – Claro que es tú madre. – No es ella ¡¡No la quiero!! ¡¡No la quiero!! La empujó con brusquedad, como se tira en un rincón ese juguete que ya ha perdido todo el poder de su inicial novedad. Solo deseaba tenerla lejos. La débil figura trastabilló hacia atrás y se desplomó escaleras abajo. Tras los tumbos quedó desmadejada en el
En la cálida tarde de julio el hombre observaba a su hija desde la ventana. ...
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descansillo, con la cabeza estampada contra la pared. Sandra bajó los escalones, echó apenas un vistazo al cuerpo y descendió el tramo que faltaba para llegar al piso inferior. Desde allí observó cómo su padre se arrodillaba y miraba el pulso de la mujer. - Vanessa, Vanessa – murmuraba – Vanessa – le levantó un párpado – Vanessa… La niña se pegó a la pared, confusa. Por mucho que él llamase a mamá, esa no podía ser ella, no era más que un maniquí carente de la menor reacción ¿O no? ¿Había roto un maniquí o había hecho daño a mamá? Al ver bajar a papá muy serio sintió con más fuerza los retortijones de miedo en el estómago. Totalmente poseído por un arrebato de pura ira, el hombre le dio un tortazo a la pequeña, arrojándola a un lado. La niña se incorporó llorando a mares, moqueando con un hilo de sangre corriendo de una de las ventanas de la nariz, la cara roja y la mejilla purpúrea. Horrorizado, el padre no reconocía como propia la mano agresora, no se reconocía siquiera en tan repugnante acción. Aquel cuadro surreal le
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desbordaba reventando todos los diques de su ser. Se llevó las manos a la cabeza, como tratando de contener la oleada nauseabunda que le ahogaba internamente. El rostro contraído en una mueca de angustia llenó de terror a la niña, haciendo aumentar el llanto descontrolado que la tenía presa a ella. Él le dio la espalda y regresó arriba. Sandra lloró y lloró hasta la extenuación, hasta que las lágrimas empezaron a secarse y los tremendos hipidos que la estremecían fueron convirtiéndose en suspiros. Entonces percibió el silencio. Se levantó, limpiándose las lágrimas y los mocos con la manga. Pasó junto al cuerpo inerte de la madre. La cabeza ladeada descansaba sobre un charco que se había formado con la agüilla que había manado abundante de la nariz y la boca. Desprendía un fuerte hedor químico. Reprimiendo las arcadas, la niña se apresuró a subir las escaleras. La respiración se le aceleró ante la anticipación de lo que podría hallar. De lo que la esperaba en el despacho. Quería ser perdonada, pero no se
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atrevía a pronunciar la palabra que le presionaba las paredes de la garganta. La puerta estaba abierta y las persianas bajadas casi por completo. Sondeando la penumbra de la habitación, una inhabitual forma alargada obstruyó su campo visual, al tiempo que la palabra escapaba quebrada de sus labios. - ¿Pa-pá? El cuerpo colgante era el de su progenitor. La silla del ordenador estaba tirada a sus pies, se había ahorcado de la lámpara del techo con el cinturón. Tanto como los que destacaban en el rostro mortalmente pálido se abrieron los ojos de la niña al darse cuenta de la naturaleza de lo que estaba contemplando. Inspiró con un escalofrío y luego el aturdimiento total dio paso al terror absoluto. Estaba completamente sola, había provocado una situación espantosa, sus padres no vivían. Dejando atrás un cuerpecito en estado catatónico, la conciencia voló lejos de aquella mente fracturada por lo inimaginable que había devorado su cotidianidad. FIN
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s e r o d a r o l ab o c e d usca b es c n a e h s o o s ja u b i Seguim d , s ribe c s e i s soo n a as i q u e e net U . a s o rc e i u q l s. a a u r c i t n e p rre a e t sta e o n o , e r s c o tr ero m u n O RT A U C os o m i u g e Com s que n u a o n e n la o c muy bu s a em l b o r p ca o s d u n b e i n n e e t nerga os m i u g lharol e s y o r e n d@gm ó p i , c a t s ail.com nista maque m u l o c y s e r o t i r de esc os l l e n e os m e r a j a b tra s. o m e v s .N o NUESTROS COLABORADORES :
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Edicion y maquetación H.Lima
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Limacoe san (Un dia mas después de otro )
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Jesus Sanches (Tormenta)
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Koki kun y Mini historias de terror y anime gore (amigas para siempre y) Especial "Relatos Terror/Gore"
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Beatriz Toiriño y Beatriz t .Sanchez (El bosque y Regalo )
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Shirowarmi (Esta no es otra comedia harem )
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Shirowarmi y limacoe (Candy cat ,la exorcista digital)
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