Cuenta la leyenda que ...
“Era un señor muy querido en El Mayab, el único que curaba toda enfermedad.
Cuando iban a que los aliviara, tomaba una piedra verde en sus manos y susurraba.
Eso era suficiente para sanar a cualquiera
Un día salió a pasear; comenzó a llover
Corriรณ,
pero la piedra se le saliĂł del bolsillo.
En casa lo esperaban para que sanara a un niĂąo,
buscรณ su piedra y no estaba
Quiso ir a por ella, pero penso que tardaria mucho tiempo y reunĂo a varios animales:
el venado, la liebre, el zopilote y el cocay.
Les dijo: “Necesito su ayuda; perdí mi piedra en la selva y sin ella no puedo curar; quien la encuentre, será premiado “.
Y aunque el cocay fue quien más se ocupó de la búsqueda,
el venado encontrรณ la piedra, mรกs no quiso compartirla y se la tragรณ.
Pero en cuanto lo hizo enfermรณ; le dio un dolor de panza tan fuerte que tuvo que devolver la piedra;
luego huyรณ asustado.
Entre tanto, el cocay daba vueltas por la selva. Revisaba todos los rincones.
Los demรกs animales ya se habian cansado.
Era el Ăşnico buscando hasta que vio en su mente el lugar en que estaba la piedra.
Voló hacia allí y sintió cómo una luz salía de su cuerpo e iluminaba su camino.
Pronto hallรณ la piedra.
le dijo al señor con su cuerpo encendido. “Señor, ten tu piedra”
“Gracias, cocay. Esa luz que sale de ti es tu recompensa. Desde hoy te acompañará siempre para guiar tu vida.
FIN
LAS LUCIÉRNAGAS SE ENFRENTAN A LA EXTINCIÓN DEBIDO A LA PÉRDIDA DE HÁBITAT, PESTICIDAS Y LUZ ARTIFICIAL. En todo el mundo, las luciérnagas iluminan la noche con sus cuerpos brillantes. Pero los científicos dicen que esta exhibición mágica está amenazada: la pérdida de sus hábitats naturales, el uso de pesticidas y la luz artificial ponen en peligro de extinción a algunas de las aproximadamente 2.000 especies. La pérdida de hábitat está conduciendo a la disminución de muchas especies de vida silvestre, y algunas luciérnagas sufren porque necesitan ciertas condiciones ambientales para completar su ciclo de vida, dijo Sara Lewis, profesora de biología en la Universidad de Tufts, quien dirigió la investigación publicada el lunes en la revista Bioscience . Por ejemplo, dijo, una luciérnaga malaya (Pteroptyx tener), famosa por sus exhibiciones intermitentes sincronizadas, necesita manglares y las plantas que contienen para reproducirse, pero a través de Malasia los manglares se han convertido en plantaciones de aceite de palma y granjas acuícolas. Más sorprendentemente, los investigadores encontraron que el uso de luz artificial en la noche, algo que ha crecido exponencialmente durante el siglo pasado, era la segunda amenaza más grave para las criaturas.