MARÍA AUSENCIA
PAISAJE MEXICANO CON MUSICA DE FONDO GRANUJA
La observadora voz de María Ausencia recorre, a través de la nostalgia y de la pesadumbre, del añoro y del dolor, las calles de la memoria. En una serie de estampas de la cotidianidad de este “país de los dinosaurios”, la poeta alteña recorta el paisaje de su infancia donde los “niños cabezasgirasol” y las “niñas cometa” juegan bajo las faldas de los “cerros-arbusto”, mientras los “hombres-radioactivos” se esconden en las “bibliocantinas”. Desde su mirada, descubre fragmentos del relieve urbano-pueblerino tan violento que caracteriza al México que recrea con sus versos, con el “murocorazón” entre las manos.