Lunes 2 de marzo de 2015 Hoy lunes 2 marzo fue el primer día de observación y análisis de practica escolar de la primera jornada de observación en el Jardín de Niños “Benemérito de las Américas” en Guadalupe, Zacatecas. A mis compañeras y a mí nos asignaron un salón de tercer grado, sólo que por el día de hoy a mí me asignaron un segundo grado por la ausencia de una maestra. Los niños comenzaron a llegar poco a poco mientras tomaban su silla, la cual en la parte trasera tiene su nombre escrito y pegado, la acomodaban en las mesas sin un orden aparente, ya que ellos elegían el lugar que les parecía adecuado. Poco a poco llegaron todos los niños (25 niños asistieron el día de hoy) y dieron el timbre para los honores a la bandera, y comenzar con los ritos correspondientes de cada lunes “someterles a pruebas que sirven de selección para la vida social”. (Delval, 2001). Así, la maestra les dio la indicación de que se pusieran en fila y salieran ordenadamente, ya que hoy le tocaba dirigir los honores a la maestra Tere. Cada salón se acomoda alrededor de la plaza cívica con su respectiva maestra, comenzaron cantando “Bandera tricolor”, mientras la escolta de los niños marchaba, después pasó un niño a dirigir el juramento a la bandera, prosiguieron con el himno nacional, después despidieron a la bandera, enseguida la maestra pedía a voluntarios de cada salón que pasaran a decir una promesa a la bandera, en la que cada niño decía: “no tirar el agua, no tirar la comida, no tirar basura”. Después entonaron la Marcha Zacatecas, para cada canción el maestro de música la entonaba desde su teclado, mientras niños y maestras cantaban, por ultimo, la maestra hizo entrega del banderín de asistencia, el cual se entrega cada semana al salón que tenga mas asistencias, siendo ganador 3ª, para posteriormente cada grupo pasar a su salón. Una vez que la clase la inició, algunos niños iban y le daban a la maestra a guardar su dinero para el recreo y la maestra anotaba en una hoja quien le había dado dinero, después comenzó la clase de matemáticas, sumas en particular, en la que para dar inicio los niños debían tener sus manos cruzadas. La maestra comenzó haciendo las sumas ejemplificando con sus dedos, es decir, mostraba dos dedos y después tres dedos, y los niños resolvían el problema matemático, la mayoría acertaba en las respuestas, y todos participaban, haciendo visible una buena comunicación entre alumnos y maestra. ``Es función de la escuela organizar, complejizar, sistematizar los saberes que traen los niños a fin de garantizar la construcción de nuevos aprendizajes.´´ (Gonzales y Weinstein, 2000). Después les explicó que ahora las sumas se harían con juguetes, y acercó al frente una mesa y una caja de juguetes, les pidió a dos niños que participaran para realizar el
problema y al instante todos levantaron la mano y al azar la maestra eligió a dos niños, el primer niño se acerco al frente y la maestra la dio cuatro juguetes, los cuales debía contar al ponerlos en la mesa, una vez que el niño contaba correctamente los juguetes, iba a la caja otra vez y la maestra le daba los juguetes, esta vez le dio otros cuatro juguetes, que debía acomodar en la mesa y contarlos pero desde el principio para poder sumarlos, lo mismo hizo el otro niño que paso al frente, esta vez con más objetos, participaron alrededor de 5 niños, los cuales si realizaban la suma correctamente y otros no hacían un seguimiento de conteo, del 4 pasaban al 8 y de ahí al 11, así los niños estarán consolidando sus cocimientos matemáticos de una manera divertida para ellos. ``El alumno debe ser capaz no sólo de repetir o rehacer, sino también de resignificar en situaciones nuevas, de adaptar, de transferir sus conocimientos para resolver nuevos problemas.´´ (Parra y Sainz, 1998). La siguiente actividad consistió en mostrarles tarjetas del cero al nueve para que el niño que adivinara pasara al frente y representara el número con fichas, otorgándole cardinalidad al número ya que estarán comprendiendo que el ultimo número indicará la cantidad total de objetos, en este caso cada número representa su número total de objetos. La maestra comenzó a mostrar tarjeta por tarjeta sin un orden determinado, y los niños participaban, en los números de menor denominación adivinaban fácilmente, y si batallaron con números como seis y nueve, ya que son similares, fue evidente la participación de un niño que adivinaba con mucha facilidad la denominación de cada número o problema matemático. Al terminar la actividad la maestra les explicó que ahora trabajarían en mesas de trabajo, a la lotería, con bolas de plastilina, con bloques para construir y fichas de conteo, para asignarles cada actividad la maestra les formulaba una suma y la mesa que adivinará elegían la actividad que querían realizar, la primer mesa eligió la lotería, después eligieron la plastilina, los bloques de construcción y al final las fichas de conteo, a cada mesa la maestra les explicaba lo que tenían que realizar, con los de la lotería fue sencillo y los niños se mostraron muy interesados aunque fue notorio que muchos tienen problemas de lenguaje, aun no pronuncian correctamente las palabras incluso las más sencillas, los de que jugaban con plastilina hacían bolitas y no interactuaban mucho entre ellos mismos, los niños que jugaban con los bloques interactuaban un poco más, en la mesa de las fichas, la maestra les hacia un pequeño examen para medir el nivel de conteo en los niños, lo hacia con cada niño y una vez que terminaba con ellos, cambiaba el lugar de las mesas para que cada mesa de trabajo jugara con la lotería, plastilina, bloques y fichas, así interactuaban con todo el material y la maestra media el nivel de conteo de todos los
niños. Por lo regular el grupo es tranquilo, no fue muy notorio que existiera problemas de conducta, sin embargo no todos tienen mucha comunicación, es decir, sólo interactuaban con quien estaba en su mesa y no con los demás, y algunos no se sabían los nombres de los demás, diciendo “el niño o la niña”. Al terminar la actividad, la maestra les indicó que debían guardar el material y ponerlos en su lugar para que se formaran y tomaran jabón para que pudieran ir a lavarse las manos. Una vez que regresaban, tomaban de su mochila su lonche y se lo comían en su mesa, mientras tanto la maestra acomodaba afuera del salón una pequeña mesa con dulces para venderlos, al dar el timbre los niños pudieron salir a recreo, no sin antes haberse terminado su comida. Mientras yo le ayudé a la maestra a poner en fila a los niños que querían comprar dulces. En el recreo los niños comenzaron a interactuar con todos, otra función importante de la escuela es “hacerles participar en la vida social, relacionarse con otros niños de la misma edad y adquirir las formas de interacción con los otros” (Delval, 2001) a pesar de que fueran de otros salones, jugaban con llantas, en los juegos, alunas niñas jugaban con pinturas de belleza y comentaban que ya las dejaban pintarse en su casa, hasta que dieron el timbre y se acercaron al salón, la maestra les indicó que no se metieran ya que les tocaba educación física, al momento llego la maestra de educación física y les puso diversas actividades separándolos en tres equipos, acomodados cada uno en una gran figura geométrica pintada en el suelo, y con filas de conos, las actividades se realizaron con pequeñas pelotitas, una para cada uno, en la iban haciendo las diferentes actividades, los niños se mostraron interesados y respondieron bien a las actividades. Una vez que finalizó la clase, pasaron al salón y era ya la hora de salir, dentro, la maestra mostro una libreta, la cual llamó “libreta viajera”, al parecer consistía en que algún niño del salón se la llevará y escribiera alguna anécdota, la maestra la leyó en voz alta y se la entrego a otra niña. Poco a poco comenzaron a llegar los padres de familia, dos madres de familia sacaron la mesa de los dulces y la pusieron en la plaza cívica para que los niños que salieran compraran dulces, los demás padres de familia pasaban al salón e iban y recogían la silla del niño, la acomodaban al frente y agarraban la mochila y chamarras mientras veían la tarea que les habían dejado, note que era el único salón en el que entraban los padres de familia a recoger a los niños, ya que en los demás salones los recogían fuera del salón. Al parecer la maestra se mostró muy cálida con todos los padres de familia mientras recogían a los niños, la mayoría eran mujeres y muy jóvenes, entre los 20 y 30 años, los niños estaban tranquilamente, algunos platicaban, otros cantaban corridos, algunas se maquillaban…
Al irse todos los padres de familia, le realice a la maestra una pequeña entrevista la cual me contesto amablemente y de manera mu precisa y concisa. Bibliografía Delval, J. (2001). Aprender en la vida y en la escuela (2a ed.). Madrid: Morata, pp. 80-112. Gonzáles, A. y Weinstein E., ´´El número y la serie numérica´´, en ¿Cómo enseñar matemática en el jardín? Número – Medida – Espacio, Ediciones Colihue, Buenos Aires, 2000 pp. 37, 87. Parra, C. y Saiz, I. (1998). “Didáctica de las matemáticas. Aportes y reflexiones”. Pág. 51. Buenos Aires: Paidós.
3 de marzo de 2015 El día de hoy los niños llegaron al salón agarrando su silla con su nombre y la acomodaron en el lugar que ellos eligieron, la distribución de las mesas era igual que el día de ayer. Una vez que llegaron todos los alumnos la maestra comenzó la clase revisando la tarea, para ello, colocó en el pizarrón una hoja de papel bond, para que los niños pasaran a escribir su tarea, la cual consistía en hacer sumas pero con objetos, por ejemplo, tres manzanas más dos manzanas igual a cinco manzanas. La mayoría de los niños se mostraron muy participativos, aunque casi ninguno pudo ejemplificar correctamente la tarea, pero claro, había quien contestaba acertadamente a todos los problemas que planteaba la maestra, ya lo dice Gardner, en la Teoría de las Inteligencias múltiples que “Al tiempo que ciertos individuos son promesas en una inteligencia, otros están en situación de riesgo (…) Es posible que una intervención intensiva a una edad temprana haga llegar a un número mayor de niños a un nivel de promesa”. Es por ello que la maestra debe conocer y adaptarse al ritmo de aprendizaje de cada niño, para ello la maestra les entregó el cuaderno de la tarea y pasó al lugar de cada uno para verificar si estaba correcta y que cada uno explicará la suma, y les sirviera de repaso. Al terminar de revisar las tareas de todos, la maestra les dijo que debían colocar su silla alrededor del salón, rápidamente los niños comenzaron a agarrar su silla mientras la maestra y yo acomodábamos las mesas a un lado del salón para que hubiera espacio, me pareció que
hubo más comunicación entre los niños acomodados en circulo, ya que podían verse todos, y en sus mesas no es tan fácil, ya que algunos solo conviven con los de la mesa. “La educadora debe orientar, precisar, canalizar y negociar esos intereses hacia lo formativamente importante, así como procurar que al introducir una actividad, ésta sea relevante y despierte el interés, encauce su curiosidad y propicie su disposición por aprender.” (PEP, 2011), por eso la maestra se debe plantear diferentes estrategias para propiciar la convivencia entre los niños, no se con exactitud a que se deba que cuando están en sus mesas con convivan, si es por que están en segundo grado o porque no conviven mucho entre sí. Todos y cada uno de ellos es muy diferente, muchas niñas sólo platican de maquillarse, otros niños están molestando entre sí, y algunos platican de cosas cotidianas para ellos, como las caricaturas que ven, entre ellas pepa como la más popular, mostrando como los medios de comunicación, en este caso la televisión es una gran influencia para los niños “La televisión llega a la mayor parte de los hogares en todo el mundo, y los individuos pasan varias horas al día viéndola. Así se ha consagrado como un medio muy eficaz para crear opiniones y difundirlas, homogeneizando la opinión pública”. (Delval, 2001). Una vez que estuvieron acomodados, la maestra les entrego unas lapiceras que les había encargado con anterioridad, no todos los niños tenían lapicera, ya que no la habían llevado, después les entregó una caja de crayolas a cada uno, pero primero les mostró el número de crayolas que debía tener cada caja (12 en total) y el color de cada una, para que no hubiera colores repetidos y ellos los pudieran identificar, después acomodaron los colores en la lapicera (las cuales eran de diferentes dibujos animados: pepa, el hombre araña, Frozen, etc.) después, la maestra puso en medio del circulo un bote de tijeras para que cada niño pasara y pusiera una en su lapicera, cuando terminaron de acomodar los materiales volvieron a acomodarse en las mesas, cada uno acomodando su silla. La siguiente actividad consistió en ponerles una pequeña cantidad de pedacitos de popotes de varios colores y un pedazo de estambre, en dicho pedazo, debían poner 10 pedacitos de popotes, los niños debían contar cada popote y acomodarlo, poniendo a trabajar su motricidad fina al acomodarlo con sus dedos ya que implica movimientos de mayor precisión que son requeridos especialmente en tareas donde se utilizan de manera simultanea el ojo, mano, dedos como por ejemplo: rasgar, cortar, pintar, colorear, enhebrar, escribir, etc). (motricidad fina), así como empleando el conteo uno a uno para completar los diez popotes. Hubo niños que terminaron muy rápido la actividad y también hubo quien ni siquiera terminó la actividad, algunos se enojaban por que no les gustaban
los colores y otros no podían contar correctamente y se detenían en el intentó de acabar. Cuando la maestra dio por terminada la actividad, cada niño regreso los popotes al frasco donde estaban y para reforzar la actividad la maestra pasó al frente para cantar la canción “yo tenía 10 perritos”, ya que se dio cuenta de que algunos niños no tenían aun noción del conteo del uno al diez. Cuando termino la canción les dio 15 minutos para que desayunaran, los lonches de los niños eran muy variados, desde sándwiches, tortas, tamales, hasta sopas instantáneas y jugos. Una vez que terminaron guardaron los restos en sus loncheras y el maestro de música llego para darles clase. Otra vez volvieron a acomodarse alrededor del salón y el maestro comenzó poniendo ejercicios con un pandero, al son del pandero los niños debían mover sus pies y sus manos, ya fuera lento o rápido después jugaron a la rueda de San Miguel, también al son del pandero, y por ultimo cantaron varias canciones, ya fuera despacio, totalmente en silencio o fuerte. Cuando la clase de música terminó salieron a recreo, la maestra es quien vende los dulces a fuera del salón, así que mientras los niños se dispusieron a formar una fila para comprar dulces, mientras otros jugaban con llantas o en los juegos, algunas niñas jugaban a pintarse a las uñas o a maquillarse. Cuando pasaron al salón la maestra les contó el cuento de “Ricitos de Oro”, pero lo contó actuado, cada hecho o movimiento que requería el cuento la maestra lo hacía, lo cual despertó el interés de los niños y se mostraron muy atentos a lo largo del cuento, una vez que terminó de contarlo les repartió dos hojas de papel bond por mesa y la lapicera de cada uno para que dibujaran el cuento, la mayoría de los niños lo hizo de manera muy bien, dibujaban los osos, a Ricitos de Oro, las camas, las sillas y los platos de sopa, otros solo hacían rayones pero para ellos era dibujar algo del cuento. Poco a poco comenzaron a llegar los padres de familia, los cuales se iban metiendo al salón, al mismo tiempo le comenté a la maestra que traía una breve entrevista para padres de familia y la maestra amablemente me presentó a dos madres de familia para que las entrevistará. La entrevista era sobre la cultura del lugar, y sus expectativas sobre el Jardín de Niños, en conclusión de dicha entrevista se podría decir que no tienen mucho conocimiento acerca de la cultura y costumbres del lugar ya que tienen poco tiempo viviendo ahí (el fraccionamiento es relativamente nuevo) y respecto al Jardín de Niños no tienen mucho conocimiento pero esperan que sus hijos aprendan. Cuando terminé de realizar las entrevistas, la maestra hablo con dos madres de familia, ya que hubo un conflicto con dos niños, fue visible que se arregló rápido y en buenos términos, ya que es notoria la buena comunicación entres padres de familia y maestra.
Así poco a poco se fueron los niños con sus papás. Bibliografía Gardner, H. “Las inteligencias múltiples; La Teoría en la práctica”, Barcelona, Paidós. Sin año. Secretaria de Educación Publica. “Programa de estudio 2011, guía para la educadora; Educación básica preescolar”. México, Gobierno federal, 1ª edición, 2012.
Según Berruazo (1995) la psicomotricidad es un enfoque de la intervención educativa o terapéutica cuyo objetivo es el desarrollo de las posibilidades motrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, lo que le lleva a centrar su actividad e interés en el movimiento y el acto, incluyendo todo lo que se deriva de ello: disfunciones, patologías, estimulación, aprendizaje, etc.