Los Patitos juguetones Había una vez una mamá Pata que vivía en una pequeña casa en medio del bosque junto a un pequeño lago con sus nueve patitos y un huevo. Cada patito tenia un juguete según su nombre, el más pequeñito era un huevo llamado Cero y aún no tenía juguete después seguía el patito más chiquito se llamaba Uno y tenia un juguete, le seguía el Dos y tenia dos juguetes, el Tres con sus tres juguetes, después seguía el Cuatro con sus cuatro juguetes, el patito Cinco con sus cinco juguetes, el patito Seis un poco más grande con sus seis juguetes, después el patito Siete y sus siete juguetes, el patito Ocho era casi el mayor con sus ocho juguetes y el nueve, el mayor con sus nieve juguetes. Cada mañana, por orden del más pequeño al más grande hacían ejercicios, el Uno daba un pequeño saltito según su nombre, el Dos daba dos pequeños saltos y así cada pato iba dando saltos según su nombre, el pato Nueve como era como era el más grande daba nueve saltos y no se cansaba porque era muy fuerte. Cada patito tenia sus propias cualidades que no eran ni más ni menos importantes, que los demás, por ejemplo el pato tres era gordo, el seis era chaparrito, el siete era largo, y eran muy felices. Ese día los patitos, después de terminar sus terminar sus ejercicios, fueron a jugar al lago con sus juguetes. Mama Pata les podía identificar fácilmente por sus nombres, así que se fue tranquila a hacer sus labores, mientras los patitos jugaban en el lago con sus juguetes. Cuando los patitos regresaban a la casa mamá Pata comenzó a contarlos: -Uno, Dos, Tres, Cuatro, pero y ¡Cinco!, dónde ¿ésta?. Y prosiguió contando –Seis, Siete, Ocho, y Nueve. Rápidamente la mamá Pata les pregunto a los patitos si lo habían visto, ya que tampoco estaban sus juguetes. Mamá Pata les dijo a los patos mayores que buscaran a su hermano Cinco, mientras los patos menores como el Uno, Dos y Tres cuidaban al pequeño huevo Cero. Los patos mayores salieron por el bosque camino al lago a buscar a Cinco, ahí se encontraron con un ruiseñor al cual le preguntaron si había visto al pato Cinco, el ruiseñor preocupado les dijo que lo vio en el lago jugando con unos pececitos. Los patitos rápidamente corrieron al lago y vieron como el pato Cinco estaba platicando alegremente con los pececitos. Rápido corrieron a hablarle, y pato Cinco dijo que no se había dado cuenta de la hora ya que que les presto sus cinco juguetes, los demás patos se tranquilizaron y se fueron juntos a casa. Cuando llegaron mamá Pata se alegro mucho y los pudo contar tranquilamente de uno por uno para que fueran a cenar. Por: Lizbeth Salazar López