Benemérita Escuela Normal Superior Manuel Ávila Camacho
Licenciatura en Educación Preescolar
Segundo semestre
Alumna: Lizbeth Salazar López Curso: Observación y análisis de la práctica escolar “Mi primer experiencia docente en el Jardín de Niños” Docente a cargo del curso: Margil de Jesús Romo Rivera
Zacatecas, Zacatecas 2 de junio de 2015
Mi primer experiencia docente en el Jardín de Niños Mi primer experiencia docente se llevó a cabo en el Jardín de Niños “Benemérito de las Américas” los días 27 y 28 de mayo de 2015, la cual me dejo grandes aprendizajes y en la que sin duda pude comprender todo el peso que conlleva educar. Esta experiencia tuvo sus pros y sus contras, en primer lugar pude descubrir que no es fácil llevar a cabo la práctica y que la planeación no siempre se cumple al pie de la letra y que incluso se debe adecuar, pero sobre todo me permitió descubrir cuanto me gustó practicar y cuanto me gustaría seguir aprendiendo para llegar a ser una gran educadora. El miércoles 27 de mayo fue el primer día de practica, previo a dos días de observación, los cuales me permitieron analizar mejor al grupo conforme sus características. Podría decir que no fue fácil, ya que no pude lograr por completo captar la atención de la mayoría de los alumnos, y las actividades planeadas estaban ya establecidas por un proyecto de todo el jardín sobre los peces, y todos los grupos tanto de segundo como de tercero debían trabajar las mismas actividades, así que a mi equipo de observación y a mi se nos entregó la misma planeación que en un principio me resultó compleja porque no la entendía, tal vez por eso el primer día de practica me sentí un tanto insegura, ya que era la primera vez que trabajaba con peces y sobre todo que para los niños era una gran novedad tenerlos de cerca, era mucha responsabilidad para mi, incluso tuve que agregar una actividad extra para completar de tiempo. Puedo afirmar que lo que mas me otorgaba seguridad eran las muestras de cariño por parte de mis alumnos y el apoyo de la educadora, ya que cuando el grupo se salía de control ella intervenía, pude notar también como no debemos subestimar a los niños, porque son sumamente inteligentes y saben como comportase con una practicante que con su maestra. Así transcurrió ese primer día, lleno de emociones, nervios, alegría y la verdad mucho entusiasmo, mi objetivo era que los niños se llevaran algo de mi: el poco conocimiento que podía mostrarles en apenas dos días.
El segundo día de practica me fue bastante mejor, tenía la planeación más dominada y tenía más confianza en mi misma, ya que pretendía reflejar lo que sentía a mis alumnos, porque no es fácil llegar y dar la clase cuando ellos están acostumbrados a una manera especifica de aprender y con una maestra determinada, sin embargo ellos se encariñaron conmigo y yo con ellos lo cual me facilitaba la práctica. Me enfrentaba a ciertos retos, había alumnos bastante dispersos y llamaban mucho la atención distrayendo al resto del grupo, había quien llegaba con mucho sueño y no trabajaba, y había quien no trabaja aunque se le diera las indicaciones a menos de que te sentarás con el y le explicarás de cerca, así que traté de hacer más participe a esos alumnos para que se motivaran con las actividades ``se debe ofrecer una resistencia suficiente para llevar al alumno a hacer evolucionar los conocimientos anteriores, a cuestionarlos, a elaborar nuevos.´´ (Parra y Sainz, 1997). así que aprovechaba sus conocimientos previos con los que aprenderían, a motivarse o porque no emocionarse, por ejemplo al pedirles que le dieran de comer al pez o expresaran sus dudas, lo que habían aprendido, y entre ellos mismos compartieran todo ese conocimiento porque hay quien sabe algunas cosas que otros no, comprendí que cada uno es diferente y sobre todo inteligente en diferentes aspectos, pero para eso es la educación preescolar, para desarrollar todas las inteligencias. Es por ello que el segundo día fue mucho mejor que el primero, los alumnos realizaron un acuario de papel y la maestra y yo teníamos ciertas dudas de si serian capaces de realizarlo, y lo lograron, lo cual me produjo mucha satisfacción ver que habían logrado realizar una actividad pensada quizá para alumnos de tercer grado, y de que mis consignas habían sido claras para la mayoría de los alumnos y claro ver que cada uno le daba su toque personal sin esperar a que les diera la indicación. Ya que como menciona Gardner “Es posible que una intervención intensiva a una edad temprana haga llegar a un número mayor de niños a un nivel de promesa”. Es decir, pretendo lograr a futuro todas esas habilidades y capacidades presentes en mis futuros alumnos.
Bibliografía: Gardner, H. “Las inteligencias múltiples; La Teoría en la práctica”, Barcelona, Paidós. Sin año. Parra, C. y Saiz, I. (1998). “Didáctica de las matemáticas. Aportes y reflexiones”. Pág. 51. Buenos Aires: Paidós.