Reseña: Enseñar a comprender nuestro sistema de escritura
Rincón, Gloria. Profesora de la universidad del Valle “Enseñar a comprender nuestra escritura”, Cali, Colombia, Mayo 2007, Ponencia, documento, págs. 1-16 Introducción. La autora abordará temas sobre la enseñanza de la comprensión de nuestro sistema de escritura. Así se abordarán interrogantes del cómo se construye este conocimiento a veces complejo para conocer las situaciones que pueden favorecer e incluso entorpecer este proceso ya que los antiguos métodos de enseñanza como la memorización a corto plazo no daban los resultados esperados. Por eso nos da un marco explicativo sobre las investigaciones de autores sobbre el conocimiento y aprendizaje.
Contenido. En relación con la enseñanza de la lectura y la escritura, los estudios se centraban en la relación lenguaje-actividad sensorio-motriz, más exactamente en la identificación de las condiciones que posibilitaban el desarrollo de las denominadas habilidades específicas para este aprendizaje. La concepción dominante era la de la lectura como la asociación de unos grafemas con unos determinados fonemas, para llegar a un significado, y de la escritura como representación (transcripción) del lenguaje oral. La base era la memoria a corto plazo para poder reproducir las letras de las palabras en pocas palabras una copia de lo aprendido sin una reflexión previa. El nuevo marco explicativo sobre el conocimiento y el aprendizaje proporcionado a partir de las investigaciones de Jean Piaget en la Psicología, que consolidó el reconocimiento de los niños como sujetos activos, así como el proporcionado desde la gramática generativa propuesta por Chomsky en la Lingüística, que cuestionó el carácter externalista y transparente del lenguaje y realzó el papel de la creatividad en el desarrollo de la competencia lingüística, constituyeron el espacio crítico para la revisión de muchas de estas ideas y prácticas. Frente a la escritura como objeto cultural, el niño primero interactúa empíricamente, tanto con los objetos portadores de texto (por ejemplo, libros, vallas, empaques), como con las letras impresas en ellos. Los resultados obtenidos permitieron demostrar que mucho antes de la escolaridad, los niños tienen saberes sobre el sistema de escritura y sobre la práctica de la lectura, aunque sus hipótesis y desempeños no se corresponden con los saberes convencionales de los letrados.
Lizbeth Salazar López
Durante el proceso de construcción del sistema de escritura—puesto en evidencia por estas investigaciones—, pueden distinguirse tres grandes periodos: a) Distinción icónico/no-icónico Inicialmente, los niños consideran la escritura como un objeto más que encuentran en el mundo. Si una imagen va acompañada de un texto, le atribuyen a éste el significado de la imagen, suponiendo una relación de dependencia entre ambos; pero saben que estas formas de representación difieren. No atribuyen un valor estable a sus grafías, por cuanto lo que dicen ellas estaría determinado por el dibujo o por objetos cercanos. En este período descubren el ordenamiento lineal de la escritura y la arbitrariedad de las formas utilizadas. b) Construcción de formas de diferenciación: Establecida la diferencia entre dibujo y escritura los niños comienzan a considerar algunas propiedades de la escritura misma. Así, estableciendo la variación progresiva, sobre los ejes cualitativo y cuantitativo, han comenzado a establecer la relación entre lenguaje y escritura, pero globalmente, pues todavía no analizan la estructura de esa relación, no se preguntan cuál es el sistema mediante el cual la escritura puede representar el lenguaje. El planteamiento de esta relación significa enfrentarse a un nuevo problema y constituye una fase superior de su desarrollo. c) La fonetización de la escritura: Podemos decir que en este momento ya los niños tienen los esquemas que les permiten percibir que la palabra escrita tiene partes diferenciables. Inicialmente, hacen una correspondencia entre la duración de la emisión y la palabra escrita, posteriormente, van estableciendo correspondencias entre partes de lo oral y partes de lo escrito, finalmente, estabilizan la correspondencia uno a uno: a cada parte de la palabra oral (golpe de voz), corresponde una grafía que, en nuestra lengua, casi siempre es la vocal. También la diferenciación entre la escritura, como sistema de notación del lenguaje escrito, y el lenguaje escrito como tal, permitió comprender que éste último es eso, un lenguaje relacionado pero independiente del oral, con el cual si bien se comparte léxico y sintaxis, se diferencia en aspectos como los siguientes: •
Al escribir se hacen unas separaciones que no se hacen al hablar.
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En lo escrito existe la ortografía.
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En lo escrito debe restituirse el contexto para facilitar la comprensión.
¿Hay que enseñar a comprender el sistema o hay que esperar que el proceso se vaya construyendo espontáneamente? ¿Se enseña aparte el sistema y aparte se trabaja con textos completos? eran vistos (y nos veíamos) como ‘facilitadores’ (para no ser obstaculizadores) de situaciones de aprendizaje donde los niños pudieran descubrir las reglas convencionales. Fue constante el abandono del método como camino fijo para enseñar, más bien se trataba de una serie de actividades, de situaciones didácticas diseñadas con el propósito de dejar
Lizbeth Salazar López
de lado las tradicionales prácticas pedagógicas de copiar y deletrear, para favorecer el avance conceptual en este proceso. Por eso, en un primer momento toda situación de copia pasó a ser mal vista así como la lectura en voz alta (movimientos pendulares). La dependencia directa entre la conciencia fonológica y el avance en la escritura, que conduce a ignorar que los criterios cuantitativos y cualitativos que los niños presilábicos están planteándose al escribir no tienen relación con la pauta sonora, la relación no es entre significantes si no con el significado, las partes que a ellos les preocupan no son las partes de la palabra oral sino lo que completa la palabra.
¿Sirve en este proceso enseñar el abecedario y hacer exageraciones en la pronunciación para que sean conscientes de los fonemas que deben representar en la escritura? ¿La presencia de computadores en la escuela cambia en algo estas consideraciones teóricas? La conciencia de que la escritura, si queremos que finalmente sea convencional tendrá que ser el resultado del trabajo en equipo (lo escribiremos entre todos), nos tiene que proporcionar la tranquilidad para ir aportando lo que para el niño todavía no es una ausencia. De nuevo, no es una partición sonora, la que hará que el proceso de escritura avance: es la reestructuración de los conocimientos ya apropiados para comprender de otro modo el sistema y esto no es tan sencillo de provocar, no depende de nuestro control aunque nosotros si tiene que ver con las actividades que hacemos posibles en el aula. También es importante que los niños vayan aprendiendo a autoevaluarse, a ser conscientes de sus avances y dificultades, a ir elaborando pautas que les permitan darse cuenta si su trabajo cumple las condiciones acordadas y en fin, a irse formando en la autonomía, que se sientan y perciban como sujetos poseedores de saberes; sean conscientes de los diferentes saberes que existen entre ellos y con el maestro; de la validez de esos saberes en los diversos contextos y también, que se den cuenta de lo que no saben, de lo que necesitan aprender para poder desempeñarse en otros contextos.
Conclusión del autor. Es así como hoy, a pesar de las divergencias propias del desarrollo teórico, se ha llegado a construir consensos en cuanto a las condiciones básicas para una adecuada enseñanza de la lengua escrita en la que resalta la necesidad de orientar las prácticas pedagógicas teniendo muy presente la naturaleza y uso social del lenguaje escrito, la variedad de funciones y la diversidad textual, así como la complejidad de los procesos de construcción del sistema de escritura. También el consenso gira en torno a la idea de que se se puede y se debe enseñar a comprender y a producir textos desde los primeros años de la escolaridad y en este marco incidir en la construcción del sistema de escritura, superando así la tradicional separación entre "alfabetización en sentido estricto" y "alfabetización en sentido amplio".
Lizbeth Salazar López
Conclusión personal. Considero que es de vital importancia que tengamos muy presente todo esto para cuando nos enfrentemos con todos eso niños llenarlos de aprendizaje y conocimiento, sin dejar de tener en cuenta que dan pasas agigantados y que atrás quedaron esos tiempos donde el aprendizaje solo consistía en repetir y memorizar lo aprendido así como adaptarnos a sus estilos de aprendizaje, y darles las bases suficientes para que tengan la capacidad de reflexionar y no ver la escritura como algo tedioso y repetitivo.
Lizbeth Salazar López