MARTES 3 DE NOVIEMBRE DE 2020 / Gloria Leticia Díaz Las relatoras especiales de Naciones Unidas sobre Ejecuciones Extrajudiciales y de Libertad de Expresión, Agnes Callamard e Irene Khan, alertaron sobre la existencia de un “patrón global de impunidad y encubrimiento” en los crímenes contra periodistas. Desde la sede de Naciones Unidas, en Ginebra, ambas relatoras emitieron un pronunciamiento en el contexto del Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas. “Los ataques contra periodistas tienen un solo objetivo: silenciarlos”, y cuando los gobiernos no llevan ante la justicia a los responsables de dichos ataques, “están quienes se atreven a reportar y silencian a otros a través del miedo”, puntualizaron. Las expertas llamaron a la creación de un mecanismo de Naciones Unidas conformado por expertos independientes para colaborar con los Estados al esclarecimiento de los crímenes de periodistas. Al hacer un recuento de casos de homicidios de reporteros en el mundo, puntualizaron que cada año “cientos de periodistas son atacados por su trabajo de investigación y reporteo”, además de que muchos otros “son acosados, amenazados, secuestrados, torturados, encarcelados y procesados judicialmente por exponer la corrupción y el crimen organizado, por informar sobre protestas y por hablar con la verdad respecto al poder”.
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Hay un “patrón global de impunidad y encubrimiento” en crímenes contra periodistas: expertas de la ONU Y, tras resaltar que algunos periodistas son desaparecidos o asesinados, destacaron: “Los perpetradores de estos crímenes rara vez rinden cuentas”. La situación se agrava en el caso de las mujeres, quienes “enfrentan mayores riesgos de violencia sexual y violencia basada en género, incluyendo violaciones, agresiones sexuales y acoso en línea y fuera de ella, así como intimidaciones y amenazas contra ella o sus familiares”. Las expertas de la ONU recordaron a los Estados miembros su obligación de “conducir (investigaciones) prontas, imparciales, de fondo, independiente y efectivas en todos los casos de crímenes contra periodistas”. Asimismo, recomendaron conducir las investigaciones bajo la premisa de que los delitos contra periodistas están relacionados con el trabajo periodístico, a menos que se compruebe lo contrario, de tal manera que las indagatorias “deben buscar identificar y procesar a todos aquellos responsables: los que jalan el gatillo y los autores intelectuales, los perpetradores y los instigadores, así como aquellos que hayan conspirado por cometer, ayudar, instigar o encubrir dichos crímenes”. Entre los casos de periodistas asesinados que no han sido llevados ante la justicia, las relatoras mencionaron a los franceses Chislaine Dupont y Claude Verlon,
ejecutados hace siete años en Mali; el saudí Jamal Khashoggi, y Daphne Caruana Galizia, asesinada en Malta hace dos años. Al reconocer que hay muchos otros casos no mencionados, pero que comparten el mismo “patrón global de impunidad y encubrimiento”, consideraron que la falta de investigación o procesamiento de los crímenes contra periodistas “alimenta un ciclo recurrente de violencia, viola el derecho a la seguridad física, la libertad de opinión y de expresión y socava la independencia de los medios como un pilar esencial de toda sociedad democrática”. Apuntaron que cuando los esfuerzos nacionales para atender la impunidad en los crímenes contra periodistas están ausentes o son inadecuados, un enfoque internacional debe ser adoptado. En tal sentido, llamaron a los Estados a establecer un mecanismo permanente de investigación por parte de las Naciones Unidas, en el que participen expertos internacionales, incluidos aquellos que forman parte de Procedimientos Especiales y de los Órganos de Tratados, con atribuciones “para asistir en las investigaciones iniciadas por los Estados, buscar información e investigar los crímenes contra periodistas, identificar caminos para la justicia en los niveles nacional, regional e internacional”.
Un mecanismo de esas características, subrayaron, podría “facilitar procedimientos judiciales independientes, e identificar y apoyar medidas, incluyendo políticas y diplomáticas, para poner fin a la impunidad, prevenir la violencia contra periodistas y promover medidas para incrementar su seguridad”. Las relatoras especiales alentaron a los gobiernos a imponer las “sanciones Khashoggi”, que son individuales en contra de quienes resulten responsables por la autoría intelectual de los “actos de violencia contra periodistas, por amenazar periodistas con violencia o por prevenir una investigación efectiva de los asesinatos”. Consideraron que “las medidas preventivas, incluyendo mecanismos de alerta temprana y respuesta rápida ante las amenazas contra periodistas, deberían ser fortalecidas”. Se trata de medidas en las que los Procedimientos Especiales podrían contribuir con “experiencia, independencia y redes de trabajo con diversas contrapartes”. De igual manera, alertaron que en momentos en que periodistas contribuyen a “dar luz sobre las respuestas ante la pandemia por Covid-19”, es urgente que los gobiernos y la ONU actúen para “poner fin a la impunidad de los crímenes” contra ese sector.
Expertas de la ONU piden mecanismos internacionales de rendición de cuentas para enfrentar impunidad En ocasión del Día Internacional para Poner fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, la Relatora Especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Agnès Callamard, y la Relatora Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, Irene Khan, emitieron la siguiente declaración: “Cada año alrededor del mundo cientos de periodistas son atacados por su trabajo de investigación y reporteo. Son acosados, amenazados, secuestrados, torturados, encarcelados y procesados judicialmente por exponer la corrupción y el crimen organizado, por informar sobre protestas y por hablar con la verdad respecto al poder. Muchos son desaparecidos o asesinados. Los perpetradores de estos crímenes rara vez rinden cuentas. Las periodistas enfrentan mayores riesgos de violencia sexual y violencia basada en género, incluyendo violaciones, agresiones sexuales y acosos en línea y fuera de ella, así como intimidaciones y amenazas contra ellas o sus familiares. Los ataques contra periodistas tienen un solo objetivo: silenciarlos. Cuando los gobiernos no llevan ante la justicia a los responsables de dichos ataques, están efectivamente ejerciendo una forma de censura, imponiendo un bozal a quienes se atreven a reportar y silenciando a otros a través del miedo. Hoy recordamos a los Estados su obligación de conducir investigaciones prontas, imparciales, de fondo, independientes y efectivas en todos los casos de crímenes contra periodistas. Los investigadores deben presumir que dichos crímenes están vinculados al trabajo periodístico a menos que se pruebe que no es así. Las investigaciones deben buscar identificar y procesar todos aquellos res-
ponsables – los que jalan el gatillo y los autores intelectuales, los perpetradores y los instigadores, así como aquellos que hayan conspirado para cometer, ayudar, instigar o encubrir dichos crímenes. Hoy hace siete años, los periodistas franceses Ghislaine Dupont y Claude Verlon fueron asesinados en Mali. Los presuntos perpetradores han sido señalados, pero todavía no han sido arrestados ni procesados. Hacemos un llamado a los gobiernos correspondientes a avanzar en la investigación sin más demora para que se haga justicia. Reiteramos nuestro llamado a llevar a cabo una investigación independiente, transparente y creíble sobre el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, incluyendo una investigación de los autores intelectuales del asesinato y de aquellos que lo incitaron, lo permitieron o lo dejaron pasar. La falta de acción respecto a estos hechos, combinada con la falta de transparencia en el proceso judicial nacional, es la encarnación misma de la impunidad. Esto es inaceptable y no debe ser tolerado. Hace dos años, Daphne Caruana Galizia, una de las más prominentes periodistas de investigación en Malta, fue asesinada por haber expuesto serios vínculos de corrupción de altos funcionarios en ese país. El gobierno debe permitir que la investigación pública sobre su asesinato continúe sin interferencia o falsas fechas límite hasta que la verdad sea plenamente establecida. Estos casos han recibido mucha atención nacional e internacional. Muchos otros no. Hay un patrón global de impunidad y encubrimiento. La falta de investigación o procesamiento de los crímenes contra periodistas alimenta un ciclo recurrente de violencia, viola el derecho a
Agnès Callamard | Foto UN Geneva la vida y la seguridad física, la libertad de opinión y de expresión y socava la independencia de los medios como un pilar esencial de toda sociedad democrática. Por ello consideramos que, cuando los esfuerzos nacionales para atender la impunidad en los crímenes contra periodistas están ausentes o son inadecuados, un enfoque internacional debe ser adoptado. Hacemos un llamado para que se establezca un mecanismo permanente de investigación por parte de las Naciones Unidas. Con la ayuda de expertos y exper-
tas internacionales, incluyendo expertas y expertos de los Procedimientos Especiales y de los Órganos de Tratado, este mecanismo debería estar mandatado para asistir en las investigaciones iniciadas por los Estados; buscar información e investigar los crímenes contra periodistas; identificar caminos para la justicia en los niveles nacional, regional e internacional; facilitar procedimientos judiciales independientes; e identificar y apoyar medidas, incluyendo políticas y diplomáticas, para poner fin a la impunidad, prevenir la violencia contra periodistas y promover medidas para incrementar su seguridad. También hacemos un llamado a los gobiernos a considerar imponer las “sanciones Khashoggi”: sanciones individualizadas en contra de quienes resulten responsables por ordenar actos de violencia contra periodistas, por amenazar periodistas con violencia o por prevenir una investigación efectiva de los asesinatos. Creemos que las medidas preventivas, incluyendo mecanismos de alerta temprana y respuesta rápida ante las amenazas contra periodistas, deberían ser fortalecidas. Los Procedimientos Especiales, con su experiencia, independencia y redes de trabajo con diversas contrapartes, están bien posicionados para contribuir con estas medidas y deberían contar con los recursos adecuados para hacerlo. Hoy, mientras los periodistas buscan arrojar luz sobre las respuestas ante la pandemia por Covid-19, enfrentan mayores ataques. Proteger a los periodistas es proteger el derecho a la información de todas las personas. Los Gobiernos y la ONU deben actuar urgentemente para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas.” ONU-DH