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¿Hasta cuándo?
Vivimos en tiempos extraños. El miedo es generalizado y todos nos preguntamos a dónde nos llevarán las actuales circunstancias. Un salmo de lamento de David nos muestra cómo afrontar la incertidumbre.
En Salmos 13:5 6 encontramos la siguiente afirmación: “Pero yo confiaré en tu misericordia; mi corazón se alegrará en tu salvación Cantaré al Señor, porque me ha he cho bien” Estos son los últimos versículos de este corto salmo (seis versículos). David hizo una confesión clara e inquebrantable, llena de confianza. Pero, ¿siempre fue así? No, en absoluto, basta con leer los versículos anteriores de este salmo, para entender que las cosas no siempre fueron tan positivas.
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En la Biblia de Lutero, el salmo se titula “Grito de auxilio de un afligido”. Este es un típico salmo de lamento, donde David experimenta un cambio en su manera de pensar y sentir
Charles Haddon Spurgeon (1834 1892) escribió en su intro ducción a Salmos 13:
David hizo esta pregunta cuatro veces: “¿Hasta cuándo?” La carga le resultaba difícil de soportar, por lo que quería que esa situación terminase Tenía la impresión de que Dios se había olvidado o que se escondía deliberadamente de él David necesitaba paciencia, al igual que nosotros hoy.
Por supuesto, podemos decir de manera objetiva que David te nía una impresión equivocada: Dios nunca olvida (Isaías 49:14, 15) Sin embargo, sí puede ocultar su rostro de nosotros durante un tiempo, con el fin de enseñarnos algo (véase Isaías 54:7). En cualquier caso, David llevó su problema al lugar correcto.
En el versículo 2 leemos que David está preocupado. La traducción de Elberfelder (alemán) escribe “alberga consejos”. Esto demuestra que sus pensamientos daban vueltas, buscando sus propias salidas A diario se veía encerrado en la tristeza; algo similar a lo que sufre una persona depresiva, donde la cavilación es uno de los síntomas más frecuentes.
También habla de “enemigos”. David debe haber tenido muchos Sobre la expresión “¿Hasta cuán do?”, el pastor bautista Andrew Fuller († 1815) escribió:
A partir del versículo 3 se produce el primer cambio en las palabras de David, donde pasa de preguntar a pedir ; o mejor dicho, a suplicar. Se dirige a Dios en una relación de confianza, pues es su Dios, y le pide cosas que ningún hombre es capaz de dar : “Ilumina mis ojos”. La versión alemana NGÜ dice: “¡Dame nuevo valor y haz que mis ojos vuelvan a brillar!”. Esto también puede expresar la idea de “¡Hazme estar alerta para ver las trampas y los peligros!” E l pasaje hace referencia tanto al ojo exterior como a la visión interior Y entonces
David habló de la muerte E l miedo a la muer te es algo huma no David aún no deseaba mor ir, pues no quería que el enemigo obtuviera la victoria (v. 4): eso habría derribado el testimonio del poder de Dios en las personas que lo rodeaban. A David le preocupaba el testimonio de la gloria del Señor Cuanta más ventaja tienen los impíos, más arrogantes se vuelven.
Y ahora sí: llegamos a los ver sículos 5 y 6 citados al principio. Es importante haber conocido el contexto del pasaje y haber visto cómo no todo era tan agradable. En consecuencia, podemos experimentar el cambio total del salmista Este es un cambio típico en muchos salmos, donde se pasa del lamento a la alegría. Dios cambia la perspectiva de David en su oración. Aunque la situación no ha cambiado, la perspectiva es diferente Spurgeon escribió:
Según el versículo 5, los enemigos podrían haberse alegrado, pero ahora es David quien se alegra. El término “regocijarse” pue de traducirse también como “alegrarse” (Biblia de Lutero) o “alegrará” (RVR1960). Se trata de un giro de ciento ochenta grados.
Luego David dijo que cantaría al Señor. El canto siempre ha si do una expresión de alegría y alabanza a Dios, tanto en el ámbito personal como en la congregación. Como Iglesia de Jesús, no deberíamos prescindir de esto.
Deseo a todos los lectores que, sobre todo en estos tiempos de preocupación, incertidumbre y presión, puedan identificarse con la confesión del salmista, y así experimentar la gracia y fidelidad de Dios
Sebastian Gruner