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El poder del Cristo exaltado para la Iglesia sufriente
Una interpretación del último libro de la Biblia. Apocalipsis 3:7 8.
Es conmovedor ver cómo el exaltado Señor se inclina hacia la iglesia de Filadelfia y le revela su omnipotencia: “Esto dice el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre” (Ap. 3:7).
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Esto nos hace recordar pasajes del Antiguo Testamento, pero se ha cumplido en Jesucristo Nos habla de la plenitud de poder del Cristo exaltado, que le ha sido dada por Dios; a Él, el gran Hijo de David, le corresponde la llave de David, es decir, la llave del Rey de reyes. Solo Él puede abrir la puerta del reino eterno y nadie podrá cerrarla, y viceversa: “ y cerrar, para que nadie abra”
Tiene poder sobre la vida, la muerte y el infierno. Así lo leemos en el capítulo 1:17 18: “ yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén Y tengo las llaves de la muerte y del Hades” Él tiene las llaves de todas las puertas, y no hay nada que no esté a su alcance. Él es el único y absoluto Vencedor. Por lo tanto, no es una coincidencia que estas mismas palabras de la revelación de Cristo a Filadelfia fueran predichas hace siglos por el profeta Isaías En el capítulo 22:22 dice: “Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá”.
Aquí en la epístola a Filadelfia, el exaltado Señor, que es el cumplimiento vivo de esta profecía, se enfrenta a su débil y afligida iglesia y declara: “Yo conozco tus obras” (v 8) Al igual que con Esmirna, el Señor no enumera obras cuantitativas, como ocurrió, por ejemplo, con los efesios: “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado” (Ap 2:2 3)
Filadelfia, al igual que Esmirna, tuvo que sufrir por causa de Jesús, librando una batalla de fe contra un paganismo lleno de odio que la estaba rodeando. Los que guardan la palabra de la perseverancia en el Señor y permanecen firmes en la fe, se encuentran en radical oposición a su entorno, al mundo impío. ¡Ay de nosotros si desaparece este inevitable contraste entre la Iglesia de Jesús y el espíritu del mundo! Entonces hemos perdido la ba talla de la fe: “¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemis tad contra Dios?” (Stg 4:4)
Ay de nosotros si vamos con la corriente del mundo, si nos con formamos con el espíritu mundano. La consecuencia sería que el Señor cierre la puerta del Evangelio En concreto: nuestro mensaje, nuestro testimonio, se volverían ridículos No siempre la cul pa es del mundo si se burlan de nosotros cuando hablamos de Jesús. Examinémonos a nosotros mismos para ver si no es porque no somos genuinos, porque hemos permitido una mezcla en nuestras propias vidas.
Cuando Sodoma estaba a punto de perecer, Lot, a instancias de los ángeles, intentó transmitir el mensaje de salvación a sus futuros yernos Pero leemos: “Mas pareció a sus yernos como que se burlaba” (Gn. 19:14). ¿Cómo vas a tener una “puerta abierta” hacia el mundo si, como creyente, estás atado a la nicotina, el alcohol, la televisión, el internet y otras cosas más?
La iglesia de Filadelfia se aferró a Jesús, en cuyo nombre hay poder y salvación, y no lo negó. Por eso le prometió: “He aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar ” (Ap. 3:8).
Seguramente el Señor se refiere aquí a una “puerta doble” En primer lugar, la puerta abierta hacia arriba: “Así que, herma nos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne (...) acerquémonos con corazón sincero” (He 10:19 20, 22)
Y también una puerta abierta al mundo pagano lleno de rechazo y odio: los creyentes de Filadelfia tenían potestad porque tenían acceso al santuario más íntimo, al mismo trono de Dios. A pesar del odio fanático del mundo, su testimonio era irresistible Tenían: “( ) una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar ” .
Es apóstol Pablo testificó lo mismo: “Porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios” (1 Cor. 16:9). Nadie pudo vencer a Pablo por que fue radical en su entrega a Dios e íntegro en su testimonio.
Wim Malgo (1922 1992)