Rese
Macken
Una creació
Por Er Sinopsis:
Autor
Mackenzi Lee. Editorial
Puck – Urano Páginas 228 Publicación Agosto 2020
Es 1818 en Ginebra, y hay hombres construidos con engranajes de reloj que viven apartados de la sociedad, bajo el cuidado de mecánicos ilegales conocidos como los Aprendices de Sombras. Dos años antes, la vida del Aprendiz de Sombras Alasdair Finch se derrumbó. Su hermano, Oliver, murió. Su amada, Mary, desapareció. Su oportunidad de escapar de Ginebra se esfumó. Con el corazón roto y desesperado, Alasdair hace algo impensable: devuelve a Oliver a la vida. Pero reconstruir una vida es más difícil que reparar huesos y ensamblar piezas de relojería. Oliver regresa de la muerte más monstruo que humano, y el espanto de Alasdair daña aún más una relación ya turbulenta. Con la publicación de Frankenstein, se refuerza la persecución de los Aprendices de Sombras en la ciudad, con la intención de descubrir al doctor y al monstruo que inspiraron el libro. Alasdair encuentra refugio en su ídolo, el talentoso Dr. Geisler, que quizás pueda ofrecerle una forma de escapar de los peligros del presente y las culpas del pasado, pero a un costo temible que solo Oliver será capaz de pagar... Opinión: Muchos lectores argentinos llegaron a esta obra porque ya conocían otras creaciones de Mackenzi Lee. Yo, en cambio, arribé a la lectura movida por la temática que trataba y porque su si-
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nopsis me atrapó por completo. Supe amar al Frankenstein de Mary Shelley y la idea de encontrar una novela de una autora actual que tocaba el tema me resultó muy interesante. Nos encontramos en Ginebra, corre el año 1818 y la sociedad ve llegar la tecnología con muy malos ojos. Será por eso que las personas que deben utilizar prótesis mecánicas dejan de ser considerados seres humanos y son maltratados, agredidos y violentados por la policía y el resto de los habitantes del lugar.
“Tal vez aquel libro revelara exactamente lo que éramos: Frankenstein y su monstruo, ninguno de los dos tan buenos como antes” “Si quienes recurren a engranajes para continuar su vida son una suerte de paria en esta historia, tanto peor lo llevan quienes se encargan de “ensamblarlos”. Esos mecánicos, o Aprendices de Sombras, han aprendido a ocultarse y pasar desapercibidos mientras realizan un trabajo tan ilegal como solicitado. Así encontramos a nuestro protagonista de Alasdair, escondido en el fondo de la juguetería familiar y haciendo uso de las habilidades que supo cosechar a fuerza práctica, aunque no logra que su padre reconozca su trabajo. Si el supiera, claro, lo que hizo con (por) su hermano Oliver, otro sería el asunto. Revivir a su hermano no fue la parte complicada, lo complicado es ver que ese que regresó comparte poco con el Oliver que todos supieron conocer.
