ARTÍCULOS | IRIS 2019
ARTÍCULOS | IRIS 2019 56
SOBRE EL PAISAJE ÍNTIMO
S
upongo que la mayoría de nosotros nos iniciamos en la fotografía de naturaleza ha‑ ciendo fotografía de gran pai‑ saje. En lo más alto de nuestras inquietudes, estaba la de hacer la procesión a los «lugares santos» y esperar la «luz divina»; eran nuestros mandamientos para emular las fotografías de nues‑ tros fotógrafos referentes. Tampoco podía faltar nues‑ tra ansia por un mejor equipo, que nos permitiría hacer mejo‑ res fotos. Cuando no estábamos fotografiando ni trabajando para pagar nuestros caros vicios, es‑ tábamos viendo artículos, com‑ parativas y todo tipo de infor‑ mación para adquirir nuestro
nuevo objetivo, cámara o filtro de densidad neutra en esas pá‑ ginas web que, según nos hacían creer, trataban sobre fotografía. Seguro que a muchos nos re‑ sulta familiar todo esto, igual que nos resultan familiares todas esas fotografías que hacíamos y que veíamos. Todas tan parecidas, a pesar de los kilómetros que se‑ paraban aquellas localizaciones; todas tan frías como esas páginas web de referencia en el sector; todas tan superficiales como las inquietudes que teníamos. Algún día nos cansamos de repetir postales y queremos que nuestras fotografías sean algo más. Una escapatoria a todo esto puede ser el llamado paisaje
Perteneciente a la serie Espejismos
íntimo. La intención de este ar‑ tículo es reflexionar acerca de qué es el paisaje íntimo. A priori, podemos pensar que se trata de fotografiar de‑ talles, texturas o pequeños pai‑ sajes; podemos pensar que se trata de cambiar nuestro angu‑ lar por una focal más larga. En mi opinión, la fotografía íntima debe ser mucho más que eso. Para mí, nace de una conexión más profunda con lo que foto‑ grafiamos, de un proceso de introspección, de un desarrollo de nuestra sensibilidad y, conse‑ cuentemente, de una necesidad de crecimiento personal. Creo que las verdaderas fotografías íntimas son las que describen nuestra alma, no lo que tenemos delante del objetivo. Un paso muy importante para mí fue entender que para hacer fotografías distintas no necesito viajar a lugares nuevos y espectaculares. El lugar donde más tiempo he practicado fotografía es la playa de Repibelo, una playa sin nada de especial, simplemente me queda cerca de casa y de mi trabajo, y allí tengo todo lo que necesito para fotografiar todo el tiempo que quiera. Cuando lo que busco no está en la playa, sino en un río o una montaña, recurro a localizaciones también cercanas. El segundo lugar en el que más tiempo he fotografiado es una fraga que está a media hora de mi casa. Mucha gente no entiende por qué vuelvo siempre a las
Ascensión Los últimos tiempos han estado marcados para mí por la muerte. Perdí a mi mejor amigo y a mis abuelos maternos en menos de un año. Quizás eso me hizo ver en estas sombras de flores sobre una roca a una familia llorando la pérdida de un ser querido. Para completar la composición, busqué esa flor que proyectaba una sombra alada, como una mariposa que ascendía al cielo. 57