ESMERALDA PIMENEL / RENACER

RENACER

Esmeralda Pimentel se encuentra en un proceso de renovación profesional (y personal) que recuerda mucho al futuro del lujo: renovarse o morir.

Por: ÁLVARO RETANA Fotografía: RODRIGO ÁLVAREZ

ESTILISMO — DANIEL ZEPEDA. MAQUILLAJE Y PELO — ISRAEL QUIROZ. MANICURE — MARÍA SOFÍA PÉREZ CON PRODUCTOS DE JESSICA NAILS MÉXICO. ASISTENTE DE ESTILISMO — ANNA ERICKA GALLEGO.

EN AMBAS PÁGINAS — Vestido de viscosa con seda, FENDI. Aretes Tiffany HardWear de oro rosa, collar Tiffany HardWear envolvente de oro y collar Tiffany HardWear de oro rosa, TIFFANY & CO.

EN AMBAS PÁGINAS — Saco de lana con seda y camisa de viscosa con aplicaciones de metal, LOUIS VUITTON. Aretes Tiffany HardWear de plata fina y brazalete Tiffany HardWear de oro blanco con incrustaciones de diamantes, TIFFANY & CO.

de metal, Aretes Tiffany HardWear de oro rosa y collar TIFFANY & CO.

Tiffany HardWear de oro rosa, Tensión, proporción y equilibrio. Sobre estos tres pilares descansa la carrera de un actor y, también, el futuro del lujo, que se enfrenta a un cambio de paradigma decisivo. Hoy, más que nunca, el lema de Unamuno («renovarse o morir») se aplica a una industria que comparte con los actores el veredicto implacable del espejo, ya sea este el público o el consumidor: hay que estar muy cerca de las personas y su realidad para saber reflejarlas fielmente (en el caso de la interpretación) y trascenderlas (en el del lujo). Para sublimar la realidad lo primero que necesitas es conocerla. Esto es algo que sabe muy bien Esmeralda Pimentel, quien tuvo la amabilidad de hacernos un hueco en medio del rodaje de la serie de la que es protagonista para Netflix, Donde hubo fuego, para posar con piezas de la colección Tiffany HardWear, de Tiffany & Co., casa joyera que, como la propia Esmeralda, se enfrenta a una nueva etapa combinando esos tres elementos —tensión, proporción y equilibrio— en los que se basa una carrera de largo aliento. «Me encuentro en un momento en que me siento cada vez más segura de mis decisiones creativas; estoy encontrando el balance entre el rigor y la diversión. Antes me tomaba todo demasiado en serio, quería ‘hacerlo bien’ y que todo fuese perfecto; eso me limitaba muchísimo, porque no existe tal cosa», asegura. Hoy, en cambio, no oculta las imperfecciones, sino que las integra al proceso de creación —de su carrera, pero también de su vida—, algo que los japoneses aplican desde hace siglos en una corriente estética denominada wabi-sabi, basada en la fugacidad del tiempo. Esta disciplina casi filosófica resulta especialmente indicada para una vocación, la interpretación, que depende del criterio y aceptación ajenos. «No puedes hacerte responsable de las expectativas que los demás tienen de ti. La fama está ligada a ‘estar de moda’, es efímera. Cualquiera es famoso hoy. Se ha diluido el rigor, la disciplina, el valor del arte, el misterio. No me considero alguien famosa ni me interesa serlo», afirma. «Lo que siempre soñé tiene que ver más con un bienestar interno que con los logros materiales. Trabajo activamente para hacer las paces con mi complejidad, mi totalidad y mis sombras. Dejar de juzgarme de modo tan duro y saber honrarme con todos mis bemoles. En ese sentido, sigo aprendiendo a proteger mi autenticidad, mi esencia, cuando hay mucha presión fuera por ser o mostrarme de cierta manera por mi apariencia y por mi carrera. Sigo aprendiendo a explorar sin traicionarme y a divertirme en el proceso».

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WATCHES

El reloj, accesorio masculino por excelencia, tiene un origen femenino incuestionable. Recordamos la historia del reloj de pulsera y a las mujeres que lo llevaron, desde la nadadora inglesa Mercedes Gleitze a la aviadora estadounidense Amelia Earhart.

FOOD

En 1995, las supermodelos Naomi Campbell, Elle Macpherson, Claudia Schiffer y Christy Turlington abrieron las puertas del Fashion Café, presentado como sinónimo de glamour. El desenlace de esta historia empresarial fue, sin embargo, muy poco chic.

ART

Participantes en la primera edición de MDF Mexico Design Fair, hablamos con los fundadores de Siete, estudio que surgió en 2020, entre México y Australia, para transformar el diseño escultórico a través de un vinculo íntimo con el usuario final de estas piezas.

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