LOGROS Y METAS Circulación Nacional e Internacional Boletín Semanal Virtual Nº 801 Lima, domingo 12 de julio de 2015 director: daniel o. tagata asano subdirectora: marta elvira silva de tagata
EDITORIAL
Estuvimos en Iztarú, en varias actividades al aire libre, y quedamos muy impresionados por su extensión, belleza e infraestructura que, sin duda, queremos que se multiplique en los Scouts y, por ello, ponemos de ejemplo a la AGSCR en Logros y Metas. Los Campos Escuelas cumplen un papel muy importante para la capacitación de dirigentes de una Asociación. También es habilitado el Campo Escuela para que los scouts acampen e, inclusive, los padres de familia e instituciones de la comunidad utilicen para sus propósitos (recreación, pin-nics, retiro, etc.) siempre y cuando no interfieran con los cursos de adiestramiento. Es muy loable que la Asociación de Guías y Scouts de Costa Rica haya, formalmente, ingresado a ser miembro de un organismo mundial sobre el Medio Ambiente. Siempre el Campo Escuela debe mantenerse limpio, sin basura, con suficientes servicios higiénicos, duchas y lavaderos; lugares para que los scouts disfruten de la naturaleza; cuiden la flora y fauna del lugar; eviten la erosión y protejan las fuentes de agua; cumplan un estricto reglamento de uso del Campo Escuela. Así como los Scouts tienen cariño a su Campo Escuela, debemos lograr que los vecinos también tengan ese sentimiento y, asimismo, los que usen la propiedad de la Asociación (padres de familia e instituciones).
ASI FUE NUESTRO CAMPAMENTO
Ruby Acevedo Ariaz de Cart ag o, Valle, Colomb ia
Recordado Campamento Nacional. Cada scout armó su mochila para partir; cada patrulla desarmó su carpa y las construcciones que le habían dado refugio y comodidad. Las grandes carpas que servían de intendencia del campamento fueron desarmadas. El equipo se cargó en los vehículos. Y los distintos Grupos de Scouts, provenientes de muy diversos lugares del país fueron dejando del campamento, que estuvo cerca de la ciudad de casi un millar de habitantes y confraternizamos con ellos en los 15 días de vida y, por supuesto, hicimos nuestra buena acción en la Biblioteca de la Comunidad... Cuando el último de los scouts abandonó el campamento, el monte quedó solo, con su silencio y con su música. Pero limpio, impecablemente limpio. Volvería a ser lo que era... Ya no se viviría allí el diario despertar del Campamento en las alegres o lluviosas madrugadas.