re v is ta p a rro q u ia l m e n s u a l d e S a n C ris to v o d a s v iñ a s nº 143 - nAno M AGOSTO a rz o 2 0 02020 9 º2 -XII Ano I LA RELIGIÓN NO SE HUNDE, SE DESPLAZA Se viene diciendo, desde hace décadas, que la religión está en crisis. Y ahora, con la pandemia del coronavirus, la crisis religiosa se ha puesto en evidencia de forma más patente y descarada. Las ceremonias, costumbres y prácticas religiosas (misas, bautizos, bodas, procesiones…), se abandonan; los seminarios y los conventos se van quedando vacíos, etc., etc. El hecho es evidente y no admite discusión. Ni siquiera me interesa darle vueltas en mi cabeza a los motivos que pueden explicar por qué se está produciendo este desplome religioso. ¿Es que no me importa, ni me interesa, esta crisis creciente del “hecho religioso”? Nada de eso. Me interesa. Y mucho. Lo que pasa es que yo veo todo este asunto desde otro punto de vista. La religión no está desapareciendo. Se está desplazando. Se está saliendo de los templos. Se les está escapando de las manos a los sacerdotes. Se desvincula de “lo sagrado”. Y cada día que pasa, la vemos y la palpamos más y más en “lo profano”. El centro de la religión ya no está “en el templo”, está “en la vida”. Y en la defensa, protección y dignificación de la vida. Además, la religiosidad está en el proyecto de vida y en la forma de vivir que cada cual asume, hace suya y pone en práctica. Escribo esto el día 24 de junio, el día de San Juan Bautista. El padre de Juan era un sacerdote (Zacarías) y su madre (Isabel) era de la familia de Aaròn (Lc 1, 5), la familia sacerdotal en sentido pleno. Lo lógico habría sido que Juan hubiera ejercido de sacerdote en el templo. Pero no. Juan se fue al desierto (Lc 1, 80). Juan vio que el futuro no estaba en el templo y en sus ceremonias religiosas. Juan pensó que el problema capital era la conversión de los pecadores. Y eso es lo que predicó en sus sermones a la gente (Lc 3, 1-14). Pero Jesús vio que el desplazamiento de la religión tenía que ser más radical. Por eso, cuando Juan se enteró (estando ya preso en la cárcel de Herodes) de las “obras” que hacía Jesús, le mandó dos discípulos a preguntarle: “¿Eres tú el que tenía que venir o esperamos a otros?” (Mt 11, 2-3; Lc 7, 18). El proyecto del Evangelio de Jesús desconcertó incluso a Juan Bautista. ¿No nos va a desconcertar a nosotros también? La respuesta de Jesús a los discípulos de Juan es la clave: “Id a contarle a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven y los cojos andan… (Mt 11, 4-5 par). Y conste que lo más elocuente, de lo que dijo Jesús, es el final: “Y ¡dichoso el que no se escandalice de mí!” (Mt 11, 6). Cuando la preocupación central de la religión no es el pecado, sino que es la salud de los que sufren, hay gente que se escandaliza. Justamente lo que estamos viviendo, desde hace varias semanas. Ya no se aplaude a los curas y sus ceremonias. Se aplaude a los médicos y a quienes les ayudan para superar y vencer la pandemia, el sufrimiento, el abandono de tantos enfermos. ¿Qué hacía Jesús? ¿Qué nos dice el Evangelio? Jesús no habló de templos, ni de conventos, ni organizó una religión como la que tenemos. Si el Evangelio tiene razón, recordemos lo que Jesús le dijo a una mujer samaritana: “Créeme, mujer: Se acerca la hora en que no daréis culto al Padre ni en este monte ni en Jerusalén….. Se acerca la hora…, ya ha llegado, en que los que dan culto verdadero, adorarán al Padre espíritu y en verdad” (Jn 4, 21-24). Discuten los entendidos el sentido exacto de este texto. Lo que no admite dudas es que Jesús afirma que la adoración a Dios no está asociada a un lugar determinado. Tengas templo o no lo tengas, lo importante de verdad es la honradez, la honestidad, la bondad, la lucha contra el sufrimiento y el empeño por humanizar este mundo y esta vida. ¿Es esto lo que estamos viviendo? ¿Es esto lo que aplaude la gente? ¿Es éste el nuevo giro que (empezando por la forma de ser y de vivir del papa Francisco) está tomando la Iglesia? Lo más lógico es pensar que la religión no se hunde. Se está desplazando. Y a mí, lo que me parece es que está abandonando el templo. Y se está recuperando el Evangelio. No como creencia religiosa (que eso lo teníamos muy claro), sino como forma de vida. Una forma de vivir de la que estamos muy lejos. Y que urge recuperar cuanto antes.
A LAREIRA
DESPEDIDA DEL HASTA AHORA OBISPO AUXILIAR D. Jesús Fernández González fue hasta hace muy pocos días Obispo Auxiliar de la Diócesis de Santiago de Compostela. Recientemente, fue nombrado Obispo de Astorga. Sentimos su marcha y desde aquí sólo podemos decirle “GRACIAS” por todo lo aportado y por su entrega. Un hombre sencillo, cercano, que se hizo querer por su forma de ser y estar. Siempre atento, envió una carta de despedida, que aquí tenéis, porque también es para vosotros y vosotras. Queridos hermanos y hermanas en Cristo: El pasado 10 de diciembre se celebraba el aniversario de mi elección como Obispo Auxiliar de Santiago por parte del Papa Francisco. Seis años y medio después, me nombra Obispo de Astorga. Al concluir mi ministerio en esta querida Diócesis, os dirijo esta carta de reconocimiento, gratitud y despedida. Hay momentos en la vida en que hemos de hacer como el maquinista del tren que para cambiar de vía lo frena e incluso lo para. Es lo que hemos hecho con nuestra vida durante el pasado confinamiento y es lo que hago también yo ahora. Al mirar hacia atrás, rememoro mi entrada en la diócesis, así como la acogida fraterna y el acompañamiento cercano de nuestro querido arzobispo D. Julián. Durante estos años, he gozado de su testimonio creyente, de su sabiduría y de sus constantes atenciones. Le doy las gracias de corazón. Así mismo, en esta mirada retrospectiva, mantengo vivo el recuerdo de vuestra hospitalidad, iniciativa y responsabilidad; de vuestro espíritu de familia, fe y amor a las tradiciones. Junto a sacerdotes, diáconos, consagrados y laicos he vivido momentos inolvidables en los Retiros, en las reuniones de formación, en los encuentros personales… No se borrarán de mi memoria las sesiones sinodales, las visitas pastorales, las celebraciones… En la Bula de la elección como obispo auxiliar de esta Diócesis, el Papa Francisco me decía: «Deseamos de corazón que, siempre unido estrechamente al Arzobispo, trabajes por la Iglesia Compostelana. Además, ten por cierto que no te habrá de faltar la ayuda del Apóstol Santiago, patrono celestial de España ante Dios». Humildemente he de decir que es lo que he tratado de hacer en todo momento. Pero, siendo consciente de mi fragilidad, pido perdón al Señor por mis pecados y también a aquellos hermanos que se hayan sentido desatendidos o, incluso, no debidamente tratados. Por otra parte, lo bueno que haya podido hacer no lo consideréis mérito mío, sino del Señor que es el que hace crecer la simiente: «A Él la gloria por los siglos» (Rom 11,36). Junto a la gratitud al Señor y a la Iglesia diocesana, vaya también mi agradecimiento a las autoridades civiles, militares, judiciales y académicas, miembros de la curia y del presbiterio, cabildos catedral y colegial, comunidades religiosas y demás Institutos de Vida Consagrada, Seminarios diocesanos, movimientos, asociaciones y grupos de Apostolado seglar. Puedo decir que me he sentido querido y apoyado por todos. Que Dios os lo pague. Por otra parte, siento que las normas sanitarias hayan limitado vuestra presencia en el acto de despedida y la limitarán en el de entrada en la nueva Diócesis. El Señor y su Iglesia me envían ahora a pastorear la diócesis de Astorga; por ella trabajaré y a ella me entregaré. Por favor, no dejéis de rezar por mí. Os llevo en la mente y en el corazón. Siempre estaréis presentes en mis oraciones. Que el Señor, por la intercesión de la Virgen María y del Apóstol Santiago, os colme de bendiciones. Un saludo fraterno.
+ Jesús, Obispo Electo de Astorga
A FUME DE CAROZO
EL NIÑO QUE QUERÍA CONOCER A DIOS Muchas veces decimos que ojalá pudiésemos conocer a Dios y, en muchos casos, lo buscamos más con nuestra cabeza que con nuestro corazón. Aquí queda un pequeño cuento que nos puede ayudar a mirar de otra manera. “Había una vez un pequeño niño que quería conocer a Dios. Él sabía que había que hacer un largo viaje hacia donde vivía Dios, entonces empaquetó una maleta con panecillos y unos zumos y emprendió su partida. Cuando había recorrido cerca de 3 calles, se encontró con una viejecita. Ella estaba sentada en el parque, observando algunas palomas. El niño se sentó junto a ella y abrió su maleta. Él estaba a punto de tomar su zumo cuando notó que la viejecita se veía con hambre, entonces él le ofreció un panecillo. Ella lo aceptó muy agradecida. Su sonrisa era tan bella que el niñito quería ver esa sonrisa nuevamente, entonces le ofreció a ella uno de los zumos. Nuevamente ella volvió a esbozar su hermosa sonrisa. El niño estaba encantado. Ellos se quedaron allí toda la tarde comiendo y sonriendo, pero ninguno de ellos decía palabra alguna. Cuando empezó a oscurecer, el niño estaba cansado y se levantó para irse. Antes de haber dado unos pasos más, él se dio la vuelta y corrió hacia la viejecita y le dio un abrazo. Ella le regaló la más grande y hermosa sonrisa. Cuando el niño abrió la puerta de su casa, su madre estaba sorprendida por la felicidad que el niño demostraba. Le preguntó cuál era la causa y él le contestó: - He comido con Dios. ¿Y sabes qué? ¡Ella tiene la sonrisa más bella que he visto! Mientras tanto la viejecita, también con mucha felicidad, regresó a su casa. Su hijo estaba anonadado por la paz que mostraba en su cara y preguntó: - Madre, ¿qué hiciste el día de hoy que te ha hecho tan feliz? Ella contestó: - Yo comí panecillos en el parque con Dios. ¿Y sabes qué? Él es más joven de lo que esperaba.” Esta historia nos muestra que podemos encontrar a Dios en todos los lugares y rostros. Desafortunadamente, muchos de nosotros pasamos la vida buscando una visita de Dios, sólo que estamos muy ocupados para reconocerlo ....
AGENDA AGOSTO 2020 INTENCIONES MISAS Semana del 3 al 9: Sábado 8: 19,00 h.: Funeral por Mercedes Loureiro Lamas (Chiruca). Domingo 9: 10,30 h.: Intenciones Parroquiales. Semana del 10 al 16: Sábado 15: 10,30 h.: Intenciones Parroquiales. Domingo 16: 10,30 h.: Intenciones Parroquiales. Semana del 17 al 23: Sábado 22: 19,00 h.: Intenciones Elisa Bello. Domingo 23: 10,30 h.: Intenciones Parroquiales.
Descansan en la Paz del Padre: Mª Josefa Rey Pardo Carmen García Canosa
Semana del 24 al 30: Sábado 29: 18,00 h.: Aniversario de José Luís Catoira Gómez. 19,00 h.: Por Antonio Couto y Pilar Ousinde y familiares difuntos. Domingo 30: 10,30 h.: Intenciones Parroquiales. Semana del 1 al 7 de septiembre: Sábado 5: 19,00 h.: Por Miguel Loureiro y su hijo Javier. Domingo 6: 10,30 h.: Intenciones Parroquiales.
MESA DE REDACCIÓN E COORDINACIÓN Yolanda Sánchez Sánchez Juan López Sánchez Alfredo Losada Suárez José Juan Videla Rodríguez Mª Dolores Mantiñán Loureiro Manuel Rodríguez Rodríguez DIRECCIÓN “Centro Parroquial” R/ Birloque, 52 B 15. 008 A Coruña Tlf.: 981 132 700 / 606 400 909 E-MAIL sancristovodasvinas@gmail.com BLOG: sancristovodasvinas.blogspot.com TIRADA 250 Exemplares. DISTRIBUCIÓN Primeiro domingo de mes na parroquia e no barrio. IMPRIME Velfer
HORARIO VERANO (DEL 1 DE JUNIO AL 30 DE SEPTIEMBRE) MISAS: Sábados: 19:00 horas (Iglesia Parroquial) Domingos: 10,30 horas (Centro Parroquial) DESPACHO PARROQUIAL: Martes y Jueves, de 18,00 horas a 19,00 horas. Teléfonos: 981 132 700 / 606 400 909 CÁRITAS PARROQUIAL: Miércoles (Por ahora seguiremos intentando atender con cita previa. Se mantendrán las medidas de seguridad establecidas: distancia y uso de mascarilla.)