EQUINOCCIO DE OTOテ前 EN LOS DOLMENES DE ANTEQUERA By Viajes a la Prehistoria
DOLMENES DE ANTEQUERA
Diario de Ruta, 1 Parte...
Todavía extasiada por tantas emociones en el día de ayer, me dispongo a narraros la emocionante y mágica aventura prehistórica en los Dólmenes de Antequera. Lo dijimos. Estaríamos allí y a pesar de que justamente coincidimos con los miembros de la UNESCO el mismo día y a la misma hora, y dejando de lado que tuvimos que esperar hasta que el comité acabase su visita,
pasadas las 9:00 de la mañana, nuestros ánimos no decayeron y no cesamos en nuestro empeño de difundir y contar en primera persona, el emocionante momento de ver, como los rayos del sol, invadían el pasillo de piedra que conduce a la última cámara. La sala ritual final y más ligada con la muerte y los rituales que a ella se atribuyen. Pero vayamos por partes.
Pasaban 15 minutos de las 9 de la mañana y el tiempo apremiaba. En un abro y no abro la puerta, salimos corriendo hacía el dolmen, el tiempo contaba y el comité ya estaba por finiquitar la visita en el otro lado del complejo. Perfecto, teníamos apenas 15 minutos, antes de que una marabunta de turistas comenzara a agolparse en el interior de los mismos para realizar su propia visita. De repente, nos topamos con él. Su largo pasillo nos invitaba a introducirnos y de alguna manera escondernos de miradas indiscretas. Fue como la guarida para nosotros, en aquella mañana de espera. Pero allí estaba. Todavía tenía parte de su pasillo iluminado y se podía observar, como la luz, iba moviéndose progresivamente hacía la parte izquierda del suelo. Sin duda, fue fantástico. En completo silencio y tratando de entender y rememorar la utilidad de aquella construcción megalítica de hace más de 5000 años.
Tras largos minutos en el interior, la luz fue iluminando la pared izquierda del corredor, a modo de pasadizo en el que al final del túnel, todo era luz brillante y potente. Al recorrer los metros que nos separaban de la entrada, una sensación venía a mi cabeza una y otra vez, era como un renacimiento. Como la muerte y la resurrección. Como si todo hubiese estado pensado para recrear un acontecimiento muy importante en la vida de estas comunidades prehistóricas. Esa primera toma de contacto no nos dejó indiferentes, pero faltaba una parte, la más importante para completar el puzzle, faltaba experimentar la entrada del sol desde su nacimiento y la organización de los dólmenes nos dio la oportunidad dos días después.
Diario de Ruta, 2 Parte...
Peña de los enamorados, Antequera, antes del amanecer...
Y
a la segunda fue la vencida.
Una llamada inesperada, un día después nos invitaba a disfrutar desde el comienzo del espectacular equinoccio de Otoño en el interior del dolmen de Viera, en sus celebraciones del sol, con la compañía de un guía que nos explicó un montón de cosas a cerca de estas impresionantes construcciones megalíticas y de sus constructores en la prehistoria. Dicho y echo, volvíamos a madrugar para estar presentes en este acontecimiento prehistórico tan especial. Un pequeño grupo de gente se unió a nosotros en la entrada del
complejo y a pocos minutos de la salida de los primeros rayos de sol, nos congregábamos todos en la entrada del Dolmen de Viera para escuchar al guía que nos iba iniciando en los conocimientos sobre el sol, los dólmenes y los rituales en la prehistoria. Los dólmenes de Antequera, son construcciones megalíticas de más de 5000 años de antigüedad, en pleno periodo neolítico europeo. De momento, son tres construcciones las que conforman el conjunto arqueológico de los dólmenes de Antequera, y los tres, en perfecto estado de
conservación, se pueden visitar, y lo mejor de todo es que la visita es gratuita, accesible para todos y digna de un auténtico viaje a la prehistoria, donde el hombre ya comienza a realizar sus propias construcciones en piedra, más allá de las cuevas.
otra parte en una vida en comunidad, con rivalidad seguramente con otras tribus vecinas y actividades cada vez más sedentarias, que necesitaban puntos estratégicos desde donde todo se puede ver y controlar y al mismo tiempo, transformarse en un símbolo de identidad de la propia comunidad.
Los
dólmenes de Antequera esperan ser pronto Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Son Viera, Menga y el Romeral, tres construcciones que aunque juntas, conforman un conjunto, podrían existir por separado y seguirían causándonos esa tremenda sensación entre sorpresa, magnificencia, misterio o duda. Cada cual con una orientación solar, cada cual en un montículo diferente, pero los tres relacionados por líneas imaginarias a través de sus cámaras funerarias interiores y sobre todo, los tres relacionados con la famosa peña de los enamorados que verdaderamente se parece a un rostro humano de perfil, y en la cual, trazando a su vez una línea imaginaria desde el dolmen de Menga, se han encontrado pinturas rupestres en uno de los abrigos que la conforman. Este monte pudo tener especial relevancia en el ámbito de la visibilidad de las comunidades prehistóricas neolíticas, como punto de orientación incluso como marcador de territorial junto con las construcciones megalíticas que ellos mismos edificaron a su alrededor. Visibilidad y territorialidad, tan importantes por
En definitiva, podríamos decir que la vasta extensión que se conoce, y la que apuesto que no se conoce pero todavía está por descubrir, dota a la ciudad de Antequera de un patrimonio prehistórico de gran valor y sobre todo se convierte en un destino turístico cultural y prehistórico por excelencia recomendado por viajes a la prehistoria, para todos aquellos que viajen a la Costa del Sol. No pierdan la oportunidad de visitar este lugar, de sentir su energía y de tratar de imaginar y entender, como estas enormes moles de piedra fueron colocadas para formar los tres dólmenes. O ¿para qué fueron construidos?, incluso ¿Qué rituales se habrán llevado a cabo en el interior y proximidades de los mismos?. Toda una aventura que no les dejará indiferentes. Y para finalizar, recordar, que todavía se encuentran a la espera de saber si por fin serán nombrados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, desde viajes a la prehistoria apostamos por el sí y contribuimos a la causa a través de la difusión.
DOLMEN DE VIERA Construido hacía el 4500 a.c. el dolmen de Viera fue descubierto por los hermanos Viera, a quienes le debe su nombre. Mientras el dolmen de Menga siempre ha estado ahí y ha servido de lugar de ocupación para muchos grupos poblacionales, Viera se encontraba totalmente enterrado. Fueron estos hermanos que tratando de buscar unas canalizaciones dieron con él. El túmulo perfectamente conservado y el largo pasillo que lleva al interior de la cámara funeraria, fueron las evidencias para excavar y descubrir este tesoro de la humanidad, oculto tras el polvo de milenios.
E
E
L sol entra en Viera durante el
equinoccio de Otoño al amanecer y penetra completamente en el interior de la cámara funeraria, imitando así el tránsito a la otra vida del alma de los difuntos...
Se
trata de un sepulcro de corredor de 21 metros y ortostatos. Su anchura interior oscila entre 1.30m y 1.60 en la parte final donde se encuentra la cámara funeraria y a la que se accede a través de un rectángulo tallado en piedra y por el que se debía de introducir el cuerpo del difunto. Cabe destacar que allí, las dimensiones se aprecian notablemente y uno puede hacerse a la idea de cómo podría ser el tipo de ritual que se podría llevara cabo en el interior. Los laterales estaban compuestos por 16 losas y estaría cubierto por
L
unas ocho o nueve losas de las cuales solo se conservan cinco íntegras y fragmentos de otras dos. En el interior, la altura del pasillo roza los dos metros y la sensación es de absoluto recogimiento y encierro. Sin duda, está claro que estas construcciones tenían una función muy importante para nuestros antepasados prehistóricos y no se andaban con tonterías pues podríamos hablar ya de los primeros constructores, al menos en España, ya hace 5000 años..
“ AS CELEBRACIONES DEL SOL SON UNO DE LOS MOMENTOS MÁS EMOCIONANTES QUE PUEDEN EXPERIMENTARSE EN EL INTERIOR DE LOS DÓLMENES DE ANTEQUERA”
DOLMEN DE MENGA
Entrada al Dolmen de Menga El dolmen de Menga, que recibe su nombre de una mujer que se llamaba Dominga y que vivió allí. Parece ser, que pudo construirse con posterioridad al de Viera. De enormes dimensiones y con características especiales, se levanta frente a nosotros, observando la peña de los enamorados y controlando el amplio territorio que tiene frente a él. Se dice que albergaba a una comunidad bastante extensa de individuos. Aldeas de 50 individuos podrían haberse unido sobre todo porqué se necesitarían a muchas
personas para su construcción. Aunque también se cataloga dentro de los conocidos como sepulcros de corredor, especialmente Menga no sería construido en principio para este fin. No se han encontrado enterramientos prehistóricos. Más bien nos recuerda a un santuario dedicado a ofrendas, rituales y reuniones. Los dioses parece que ya estaban presentes en el Neolítico en Antequera y para muestra el dolmen de estas características más grande de Europa y casi podríamos decir el mejor conservado.
Tan solo la piedra que cubre el dolmen pesa 150 toneladas y el pozo, único en el mundo en el interior de un dolmen, tiene 19 metros de profundidad. Este pozo, es especialmente relevante para los investigadores porqué fue descubierto en el año 2005, nunca antes, se supo de su existencia al estar repleto de tierra y sedimentos de otras épocas y la sorpresa fue mayúscula, cuando las investigaciones fueron aproximándonos al clima de la época en la que se supone fue
construido y había sequía. Sequía y un pozo oculto en el interior de este enorme santuario neolítico dan para mucho. No se sabe que fue antes, pero nuestros antepasados, supieron aprovechar cada uno de los recursos que tenían y aprovisionarse de todo lo necesario para llegar, hasta nuestros días. Su inteligencia no puede discutirse cuando uno se adentra en el interior de estas construcciones, más allá del aire de sacralidad, silencio, ritualística y simbolismo, que ya de por sí, posee el lugar en su conjunto y Menga en especial.
Interior del Dolmen de Menga
THOLOS DEL ROMERAL
El romeral, se encuentra un poco más alejado hoy del resto del conjunto dolménico. Aunque a vista de pájaro, y desde viajes a la prehistoria y otros Investigadores, se puede imaginar que la prehistoria de Antequera todavía nos tiene reservadas más de una sorpresa...
Entrada a la antesala de la cámara funeraria en el Tholos del Romeral
Casi podríamos decir que de los tres dólmenes conocidos, el Tholos del Romeral, es el auténtico lugar de enterramiento donde si se han encontrado restos humanos, de animales y ofrendas funerarias como conchas. Se trata de un sepulcro de falsa cúpula y se encuentra revestido completamente de mampostería que le da la sensación de estar adentrándose absolutamente en el túnel hacía el más allá. Sin duda, aquí dentro se guardan muchísimas vivencias prehistóricas impregnadas en cada rincón. Como Viera, mide de altura aproximadamente 2 metros, aunque al final se abre una pequeña sala circular con cúpula que serviría de reunión a los familiares del difunto. La verdad es que si imaginamos los actuales tanatorios y crematorios, no nos alejaríamos demasiado de este tipo de construcciones que
datan del 1800 b.c. y más. El Tholos del Romeral mide 34 m de longitud en total y se encuentra orientado al Torcal de Antequera. Curiosamente es el tercer marcador equinoccial, dejando pasar toda la luz del solsticio de invierno hasta el final de la cámara funeraria donde un espejo colocado hace que se observe el fenómeno a la perfección. Muerte, rituales, dólmenes y ciclos solares. ¿No es maravilloso’? Sin duda, Los dólmenes de Antequera son un enigma en sí mismos y un regalo para todos los que viajemos a la prehistoria y deseemos embarcarnos en esta aventura de conocer nuestro pasado reciente, de la mano de estas, perfectamente conservadas, construcciones megalíticas. Y lo mejor, es que están aquí, en España, en plena Costa del Sol. En la histórica y prehistórica ciudad de Antequera.
E
l camino hacía el Tholos del Romeral está delimitado por una
hilera de pinos a ambos lados, enmarcando una entrada ritual antiquísima, el ritual de la muerte y el viaje al más allá...
EL TORCAL ANTEQUERA
Para finalizar la ruta de hoy por Antequera, viajes a la prehistoria no podía dejar pasar la oportunidad de visitar el Torcal de Antequera. A media hora de donde se encuentran los dólmenes y entre parajes de absoluta tranquilidad, abertura y silencio, nos encontramos ascendiendo por una de las construcciones más curiosas y hermosas que se esconden en determinados parajes prehistóricos rocosos y kársticos, con formas caprichosas y que conforman auténticas rutas de senderismo que ya fueron recorridas por nuestros antepasados en el paleolítico, como atestiguan algunas evidencias encontradas en el torcal. Pero, ¿qué es el Torcal?. Un lugar sin duda muy curioso, donde los
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fenómenos de la madre naturaleza dejaron su impronta sobre las rocas, de manera que éstas, conforman un conjunto de formas caprichosas y diferentes durante todo el recorrido. Es como estar en un paraíso prehistórico, donde el ser humano se siente infinitamente pequeño frente a tanta inmensidad natural a su alrededor. Sus orígenes se remontan a la era mesozoica, concretamente al Jurásico y en la era terciaria es cuando se produjo su cambio brusco. Cambio que significó el levantamiento de los sedimentos calizos depositados en el fondo del brazo oceánico con formas tan curiosas como de tornillo o champiñón.
Parajes kársticos desde el Jurásico en el Torcal de Antequera que nos aproximan a la prehistoria más antigua, más allá del hombre, más allá de todo cuanto conocemos...
Y este es el resultado que observamos hoy cuando viajamos a la prehistoria más antigua de Antequera y disfrutamos de las espectaculares rutas que nos ofrecen desde el centro de visitantes. Cabe destacar que en el Torcal se han encontrado yacimientos importantes como los de la cueva del Toro, con evidencias
arqueológicas que forman parte del mismo periodo neolítico que los dólmenes hasta la edad del cobre. Por otro lado, otra cueva conocida como Marinaleda se encuentra en el Torcal con evidencias de enterramientos también del periodo Neolítico. Ambas cuevas no son visitables, pero nos informan a cerca de la importante relación entre todo el territorio prehistórico de Antequera. Lorena B.C. Viajesalaprehistoria@gmail.com
©VIAJES A LA PREHISTORIA 2015