LOS POETAS Y LAS LETRAS
Número 03 Mayo del 2009 Los poetas y las letras es la revista mensual del grupo: La Casa de los Poetas lacasadepoetas@gmail.com Poemas, haikus y narraciones publicados por sus autores durante el mes de Abril del 2009 en La Casa de los Poetas Grupo de la Red Social Xing www.xing.com Prohibida la reproducción total o parcial de las obras sin la citación expresa de sus autores
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Los Poetas y las Letras
Equipo de redacción:
Nº 3 mayo 2009
Amparo Andrés Francis Parado Elizabeth Rozas Vicente Puchol Jorge Chapana
Diseño portada: Susana Parado
Maquetación: Amparo Andrés
Sumario Prólogo: Amparo Andrés La página de Autor Raquel Herrero
Autores de abril:
Relatos
Andrés Amparo González, Nelly Edith Parado, Francis Sayago Mtez, Ángela
Poesía:
Haikus
Andrés, Amparo B.G., Germán Chapana, Jorge Fernández Gómez, José Ángel García Agüero, José Gonz, Emi González, Nelli Edhit González Luján, Margarita Herrero, Raquel Ibarra, Marisol Maier, Christian Melero, Julián Menassa, Alejandra Puchol, Vicente Romero, Francisco Royuela, Antonio José Rozas, Elizabeth Sayago, Ángela
Ceja Rod González Luján Margarita Parado, Francis Puchol, Vicente
LOS POETAS Y LAS LETRAS
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LOS POETAS Y LAS LETRAS
PRÓLOGO Estimados amigos poetas En esta tercera entrega de nuestra revista podemos decir con orgullo que ha sido todo un éxito con más de 600 visitas al blog y con difusión en medios internacionales, así como con la participación de más de 20 autores que compartimos mes a mes lo mejor de esta vocación que tenemos, pero ¿qué les puedo decir que ustedes no sepan ya? Una revista hecha por nosotros, para nosotros y para el mundo, hecha con mucho cariño y dedicación, la que ponemos nosotros desde el Equipo de moderación y la que ponen ustedes cuando escriben estos poemas, auténticos remansos para el alma. Por ello les invito a coleccionarlas como una forma de unir nuestras sensibilidades de poetas aportando un granito de arena para hacer que este mundo sea un poquito mejor y más humano. Muchas gracias a todos. Amparo Andrés
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LA PAGINA DE: RAQUEL HERRERO ALVEROLA
LA PÁGINA DE: RAQUEL HERRERO ALVEROLA ‐ ESPAÑA‐
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LA PAGINA DE: RAQUEL HERRERO ALVEROLA ¡La casa de los Poetas! Que bien suena ¿verdad? A mi al menos me sonó tan bien éste Titulo, que tomé la decisión de llamar a su puerta hace ya….no recuerdo, pero sí mucho tiempo. Un tiempo en el que una poetisa, una escritora española sin más aspiración que encontrar ése lugar donde sus versos, relatos, sentimientos… quedaran cobijados del algún modo; encontró en esta casa su Rincón privilegiado. Desde el primer momento me sentí acogida, querida y respetada por el equipo humano que por entonces moderaba y dirigía este lugar. Recuerdo con especial cariño alguno de los nombres de aquellas personas que de modo totalmente solidario y comprometido trabajaban para engrandecer esta casa de cultura, libertad y, sobre manera, de amistad profunda. Dando cabida en ella a cualquier persona llegada desde cualquier punto de nuestro maravilloso planeta. Roberto Brindisi, Sandra, Eduardo Leira, Dome, Georgina Palmeiro … Todos ellos dejaron su aporte incondicional y marcaron un camino a seguir para los que ahora están y para los que en un futuro quieran entrar. Con sus defectos y virtudes (cómo todos) pero también con inmenso cariño y mano tendida hacia los escritores que como yo misma ansiaban esta casa de acogida. De mí misma, pues decirles que nací en un pueblo Serrano llamado; El Real Sitio de San Ildefonso, en la Provincia de Segovia (España) Decirles que mi pasión es escribir. Que el primer poema que me alcanza la memoria a recordar lo hice con nueve años y rápidamente lo escondí, pensando que si lo leían se burlarían de mí. Y ahora pasado ya el Ecuador de mi existencia, sigo con la misma pasión, solo que ya no escondo mis palabras. En esta 3ª Edición de la Revista Literaria, quiero agradecer la invitación que sus actuales moderadores me han brindado para dejar mi testimonio de agradecimiento. Amparo, Vicente, Ely, gracias y mucha suerte y acierto en este hermoso proyecto; Creado con ilusión, esfuerzo y cariño. Me permito hacerme Eco, del sentir de todos mis compañeros de letras y como no, del propio, para haceros llegar un abrazo enorme. Raquel Herrero
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LOS POETAS Y LAS LETRAS
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LOS POETAS Y LAS LETRAS
POESÍA
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LOS POETAS Y LAS LETRAS
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Amparo Andrés Machí – Poetisa
AMPARO ANDRÉS MACHÍ ‐ ESPAÑA‐
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Amparo Andrés Machí – Poetisa ANHELOS Me has herido de muerte agonizo inmersa en un fuego que me quema las razones y vence todos mis miedos, me arrastro hacia ti, febril y despojada de toda mi existencia, libre para ser esclava de tus besos, para entregarme pura a tu más ardiente anhelo. Tu corazón clama mi nombre al cielo yo lo escucho en el silencioso gemido de la luna en las noches en las que los dos miramos al cielo y nos derretimos juntos en nuestras brasas, sabiéndonos el uno del otro allá, en algún lugar eterno que solo nosotros conocemos algún día y para siempre.
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Germán B.G. – Poeta
GERMÁN B.G. ‐ ESPAÑA‐
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Germán B.G. – Poeta
CASTILLOS ¿Porqué? me censuras que construya castillos en el aire cuando solo valgo para eso.
No te acuerdas como construimos nuestro amor, como creció nomo nació “el milagro” y como fuimos tres y nació él, y fuimos cuatro.
Forjamos nuestros sueños de la nada, y un día los vemos caminar por el pasillo o lo imaginamos en las aulas estudiando, teoremas y álgebra.
Castillos, no son acaso el hogar, y las penurias que pasamos y que podemos contar no son lo son acaso los esfuerzos y las noches en San Juan de Díos.
No son acaso Castillos el tenernos el uno al otro, siempre en el aire, volando o esperando para volar.
El uno al otro, y el mar el uno al otro, en la noche y en la adversidad, nos hemos endurecido pero no hemos dejado la ternura, ni hemos olvidado el viejo ritual de cada mañana antes de salir, como cada día el cálido beso cotidiano
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Germán B.G. – Poeta que es un intercambio de confianza y renovación todo sigue bien, todo está igual mi amor...
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Germán B.G. – Poeta
HOY OTRA VEZ EN EL TREN Hoy otra vez en el tren, hacia delante la marcha o bien hacia atrás, por ello no sabes si vienes, y no sabes si vas.
Hay asientos libres, y no hay mucha luz, entonces sabes que es de noche y vuelves, pero sí es de día, resulta que vas.
Los rostros aquellos que llegan son los mismos rostros que se van Unos aquí entonces se bajan otros que vienen, suben ya.
Se juntan las pisadas las huellas y el caminar. Los pasos hacen cruces en andenes, plataformas y pasillos pasos que caminan sobre los pasos dibujan arabescos, muy difíciles de interpretar y una cosa sobre todas es cierta que todos aquellos que hoy has visto quieren mañana de nuevo comenzar.
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Germán B.G. – Poeta
MAR SESGADO DE ESPUMA Mar sesgado de espuma, que orada acantilados que levanta olas clamorosas, que es gris con días grises, o azul en días claros que es reflejo de luces o abismo de oscuridades.
Lleva restos de naufragios separa parejas de enamorados por él se puede dar la vuelta al mundo, o quedar varado en los Sargazos que puede acercarnos los unos a los otros o puede ser trampa de hielo o valle de inmensidades o sábana ondulante de formas caprichosas de destellos deslumbrantes que brillan sobre la luz del alba, al atardecer.
Sin riveras eres río, o camino sin recodos. Tú furia levanta espumas, temporal que azota la costa dejando señales profundas, en las miradas y las tierras.
Marinero, marinero, ve levando tus anclas, que el mar te impulsa y te lleva, de agua y brea te cubre.
Con él eres solo uno, y por tus venas sagradas, -5-
Germán B.G. – Poeta mezclándola con la sangre circula también su agua.
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
JORGE CHAPANA VÉLIZ ‐ CHILE‐
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
QUERIDA PROFE… Hoy caminaba por el centro... y te vi. pasar a mi lado... No pude evitar, saludarte... Quería hacerlo, pero tenía un nudo en mi garganta... Es que te vi tan pequeñita... Tu cabello plateado, tus ojitos dulces y cansados... Cuántas historias... cuántos retos... cuánta ternura... cuánto amor, desparramado... por allí, en los pasillos. Y tu voz segura, cálida, tierna... Y tus silencios, en tardes de suma tristeza... Nunca me acerqué a ti, para saber tu dolor... Pero allí estabas; siempre presente... con tus ojitos húmedos, esperando por ayuda, por un aliento, por una mano que te abrigara, -2-
Jorge Chapana Véliz – Poeta que te apoyara, que te entendiera... Hoy en la plaza, te vi de nuevo, luego de tantos años... Sentí que, tu dolor no había escapado. Se había hecho... profundo, ahora era inmenso; formaba parte de tu sangre... Lo ocultabas con una sonrisa... con ternura infinita... pero tu piel, no me engañaba... seguías ahí, de pie, mirándome... tratando de recordar... y me decías... si hijo, en verdad; algo te recuerdo... Pero tu alma, no ha cambiado... Entre pasos... ibas abriendo toda ausencia... y al alba... sonreías... y mostrabas ese amor, que llevabas guardado en ti... Y así... lo entregabas, en cuadernos... que flotaban, -3-
Jorge Chapana Véliz – Poeta con nostalgias eternas, a mis ansias... de jugar.... de correr... de sembrar sonrisas... Hoy... te vuelvo a ver, después, de tantos siglos... y no sé, qué decir... ni que expresar... ni cómo hablarte... ni como tocarte... ni como abrazarte... ni qué conversar... ni cómo sonreírte... ya no sé nada... Has volcado en mi corazón... un manto de recuerdos... que, me impide hoy... enseñarte ahora, todo lo que siento, todo lo que tengo, todo lo que soy, todo lo que quiero, todo lo que anhelo, todo lo que añoro... Me has dejado mudo, No se qué mas decir... Tomé de mi bolsillo, unas fotografías... quería mostrarte, cómo era, de niño... y mostrarte... mi familia... -4-
Jorge Chapana Véliz – Poeta Pero tus ojitos... sólo descansaban en el horizonte... y de allí... como el rocío... rodaba una lágrima... Quise mostrarte, qué hacía ahora... cómo vivía... cuánto tenía... mi pasado... mi presente... y mi futuro... Pero, el tiempo, ya no importaba... Tu sonrisa, ya no estaba... el silencio... se hacía profundo. Entonces supe, cuan pequeño era a tu lado... Que no importaba, todo lo que pudiera hoy, tener... Ni importaba, mis títulos, ni mis bienes, ni mi traje... ni mi estampa... ni, de quienes, hoy me rodeaba... Me di cuenta, al verte tan pequeñita, cansada, triste... silenciosa... que lo que importaba, -5-
Jorge Chapana Véliz – Poeta Era tu presencia... era tu compañía ahí... a mi lado.... No era yo el importante... ni nada mío... Entonces supe que, todo lo que aprendí, todo aquello... que conseguí... que logré, con gran empeño... No era mío... ni era mi orgullo... Ahí comprendí que, todo aquello, era tuyo... Allí estaba... tu piel, tu sangre... tus penas... tus alegrías... tus ansias... tus anhelos.... ahí estaba.... tu esperanza... Y sentí vergüenza... y en mi mejilla, sin avisarme, escapó una lágrima... Hace mucho, que no ocurría... lo había olvidado... Había olvidado agradecer... había olvidado, comprender que, tu esfuerzo, tu carácter, tu amor, -6-
Jorge Chapana Véliz – Poeta tu dulzura, tu comprensión... y tu bondad... hoy, me tenían... de pie... frente a ti... Para abrazarte... Gracias, Maestra... Y... perdóname, por haberlo olvidado... por haber olvidado... que, también, eras mi madre... y que te amaba...
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
GUERRA ¡...Ay, que tristes se han vuelto estos días y que oscuros mis pensamientos…! Se han llevado a mis hijos; me han quitado toda fuerza de valor. ¿Por qué he de entregarlos …Oh Señor, en sacrificio, si no hay causa injusta en el pedir…? ¿Por qué me han herido en lo más hondo, si son ellos mi vivir…? Han de saber, que son ellos la semilla del amor y sólo claman justa libertad… ¿Por qué el castigo es sordo …y ya no escucha, que mis niños, sólo saben de bondad…? ¿Quién tiene ahora en sus manos la verdad, que no me entrega mi razón para existir…? ¿Qué es la justicia, si mi sangre, cada día, se me escapa, en el sentir…? ¿He de entregarme entero -8-
Jorge Chapana Véliz – Poeta y…ofrecer mi carne a cambio de esas semillas olvidadas, Señor…? ¿Han de escucharme alguna vez…? Dadme ahora, tan sólo, por un instante, la oportunidad de verlos libres; y te he de dar mi vida, a cambio de esa guerra que, en su ceguera, tristemente, me desangra…
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
HIROSHIMA NAGASAKI Dedicado a los sobrevivientes, familiares, amigos de quienes sufrieron o acaecieron en esa masacre... Vi sobresalir tu mano... Ese día has despertado, de un mal sueño, muy lejano; y la tierra has contemplado... Corazones, esperanzas, amor;...todo centelleaba. De pronto...aquello comienza; ...era un resplandor que odiabas. Muchos sueños se apagaron: el odio fue un gran señor, ...y las vidas se volcaron. Fue esquirlas, el ruiseñor... Y...viviste reventado de lo injusto, de lo extraño; con infierno, amortajado... Tristes vidas,... tristes años. Y tu lecho es infinito, y tu casa está vacía... Si esto hubiera sido mito ...de gozo, el alma tendría. Maldecir en tu presente, las miradas te disgustan... ...Hasta el céfiro latente, la ira y el enojo quebrantan... Todo lo que fue inspirado, al instante ha sido odiado; y la que fue una canción, ahora,...ya es condenación. - 10 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta Cuarto oscuro y solitario acompaña a quien, a diario; demanda de aquella suerte, se lo lleve hasta la muerte... Vi sobresalir tu mano ...y no he sabido sentir; ahora ya eres un anciano, ...aún lloro, no voy a mentir. ...Si cumplir una función, este día cotidiano, no hará alguna mención; ...dará paz, querido hermano.
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
TU CANTO Buenos días señor, ella dijo Colgando así, ropas húmedas… Y le dije… ‐ ¿quien la bendijo… rosadas mejillas de seda….? Mostraba preciosa sonrisa, dibujando hermosa ternura… ¿Por qué se ha llevado la brisa… y ahora trae una niña tan pura…? ¿Acaso merezco su manta? ¿No basta con ser desgraciado… Ahora, debo cuidar a una Santa? Se ha ido mi alma; ya estoy acabado… Y el silencio, ya me despierta, conquistado, por un dulce canto… Una voz que, lejos, me inquieta; ¿Es un buen día…o es un encanto? Ya viste mis manos rasgadas… Y la piel quemada en mil guerras… Y mi sangre se ha ido, empapada Tan sólo soñar, ya me aterra… No sé cómo fue tu presencia… Ni entiendo a esta tierra mundana… No quiero llorar mil ausencias… Si un día, el viento te hace lejana… Soy un viejo que arrastra mil penas… Y la que he amado, hoy ya no existe… Si esas notas rozan mis venas… ¿Quieres a un varón que mal viste? Bendito día ha iluminado, a esa voz, que no puedo acallar… Si mi día había terminado…. - 12 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta Por qué a mi alma, la quieres llevar? Tu canto… no para en mis sienes ¿Qué hacer, si esto es un embrujo…? ¿Correr…? …si cantando ya vienes ¿Podré yo cantar, o es un lujo…? Ya basta de tantos intentos… de hacer que mi vida despierte… El calor lo ha llevado el viento… No entiendo, aún así, quiero verte… Deja ya, de jugar con mis penas… Que no puedo esconder mi pasión…. Tu canto que arranca mis venas… Y tu voz me roba el corazón…
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
SOÑADOR Vas silbando por las calles, repartiendo tus riquezas; que no vienen de otros lares, sino, del amor que rezas... Y tu abrigo es la esperanza, tu sombrero es la visión; del que sueña y del que danza, con el puro corazón... Vas descalzo por las nubes ....y el camino es tu cantar; una escala, es la que subes, porque Dios te va a llamar...
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
MI ESQUIMAL (1998 a mi hijo Charbel) Lo esperaba morenito, lo imaginaba tristón... Lo soñé muy calladito; iba a ser mi corazón... Ya llegó mi niño lindo, floreció todo mi amor; un glotón y tierno osito, ¡...A buscar un carretón...! No ha venido de París, ni viajando de Parral; y no es la siembra del maíz... ¡Es tan sólo un esquimal! ‐ʹTese quieto mi gordito, no se asuste; ...ten valor. Quien le pincha su potito, sólo quiere lo mejor... Ya no llore mi chinito, que mamá no se repone; del gran susto que le dimos; ¡Se ha llenado de ilusiones...! A tomarse su papita, a embucharse el biberón; que le espera una cunita; paʹ dormir como lirón... Se durmió mi camioncito, me he quedado pensativo; ¡... Cuando crezca y sea mocito, cargará a sus viejitos...!
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
TAMBORCITO (1998 A mi hijo Sergio) Han golpeado la puertita, ha llegado la cigüeña, tempranito; ¡Es mi guaguita... Oh, Dios santo y tan pequeña! Me lo dijo la mamita: ʺ...juguetona y revoltosa, ha de ser la criaturita...ʺ; ¡Mi viejita milagrosa! En mis brazos te he tomado, tus caricias he sentido; tan chiquito el niño amado... ¡El hogar se ha bendecido! Mi pequeño tamborcito, bullicioso saltarín; van creciendo tus ojitos, al sonido del clarín... Laborioso y muy travieso, responsable y fiel amigo; quieres llevar todo el peso... y me llegas al ombligo... Ojalá tengan razón, los notables eruditos; ¡... el pequeño corazón, tiene al niño Dios bendito...!
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
CURUCHITO.‐ (1998 a mi hijo Josué) Brillan, brillan los ojitos cual bolitas de cristales; corren saltan por el campo, vuelan libres por los aires... corren, corren las patitas del pequeño angelical; se repiten pelotitas, bañadas en lodazal... Yo no tengo mil obsequios, ni hay tampoco un dineral; mi chocita de barrito... y semilla paʹ sembrar... Sin platita... mi negrito, el de arriba nos entiende; no hay regalo de papito... Malo el tiempo; no se puede... Se resbala mi negrito, su trompita por el suelo; chocolate por los vientos, sin trapitos; ¡...Un resuello...! Ha llegado la lunita; ¡A quitarse la catinga; paʹacostarse en su camita, que al acecho está mandinga...! Un cuentito para el sueño, un susurro para el alma; la fogata para el leño... y el calor que dará calma... ...Quiera el dueño dʹeste cielo,
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Jorge Chapana Véliz – Poeta que mi mocosito entienda; queʹl taitita friega el suelo, paʹ queʹl niño en casa aprenda... Me preguntas si te quiero, te respondo con silencio; ¡...eres tú mi Curuchito, si me faltas... yo me muero...!
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
PASIÓN Ve y escarba allí…ahora, entre la leña acumulada en tus sentidos y recuerdos. Permite que, sólo los susurros, de la alondra, puedan amar… como hiciste tú ayer, así… Despiértalos; que asomen… Haz que, no has escuchado… o que, no has visto nada. Deja entrar al viento del Sur… Y rompe los silencios de tu lar, Con aromas y suaves caricias… Vamos a sembrar, tú y yo, esto…que, abriga corazones ...y esperanzas. Y danzaremos en tímidas sábanas, que, murmurando, sabrán de ti… - 19 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta Reposando entre aquella niebla… que nos invita a embriagarnos aquí… Ven, que voy a abrazar tu corazón… Y no voy a dejar escapar esos latidos… que gimiendo, ya se arrancan de tu piel… Déjame rodearlos con mi aliento... Entra en mis huellas, cansadas de esperar… Y muéstrame el camino a las estrellas… Hoy, te voy a enseñar que, no me conocías… Que, contigo he aprendido de caricias… Y... que un susurro quemante huyendo de ti…. dejará que, tus mejillas se sonrojen en mis pupilas… Y entonces, el sudor de mil luceros, que merodean, Entre amaneceres - 20 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta de tus silencios, será cristalino… Voy a inventar lunitas nuevas en tus pupilas… Que despertarán, en cada beso que vamos dibujando… Y sentirás que, hay cielos eternos, que te esperan… Y entre el murmullo de la noche y el día, sonreirás… Y entre la arena de tu vientre, rozaremos primaveras… Y te fundirás en mi piel y yo en la tuya, quemándonos… Vamos, ven a mi piel, que aún el amanecer nos espera… Deja que tus dulces hombros, tiemblen entre mis labios… Y que tus sentidos muerdan mis espacios infinitos… Hazme saber que, hoy has regresado al umbral de mi alma… Deja que tire tus sedas en la oscuridad que, nos acompaña… Ven Cariño… - 21 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta permíteme regalarte un corazón apasionado…
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
ADIÓS (Diálogo entre dos amantes.) ...No me quieras llevar flores, ahora que mi vida es ida, no me desees dar amores; que me ha llevado esa herida... ‐¡...De saber que me quisiste, ...de escuchar tus serenatas! ¡La pasión que no tuviste, ...de mi amor, hoy me maltrata! Te has postrado en mi morada, sollozando entre mis huesos; si eras tú, a quien amaba, ¿Por qué tardaron tus besos...? ‐Calmaré mis penas en llantos, de aquel beso que no di. Sabe Dios, que está en tantos; ¡con tu partida, me fui...! ...Ya no importan mis anhelos, no interesan mis pesares; vas envuelta en negros velos, derramando muchos mares... ‐Ahora soy tu amada triste; que no encuentro, en mi razón, para el alma que mal viste... de harapos al corazón... ...La frialdad que me ofreciste, me condujo al paredón... ¡En tus brazos me tuviste; sólo Dios dará perdón...! ‐Del subsuelo desangrado, ha nacido mi consuelo, - 23 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta de saber, mi bien amado; con Jesús alcanzarás vuelo...
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
¿VAMOS…? Ahí estoy… entre los sauces y los hualles… entre el mirlo y una golondrina.. contemplando ese espacio… Y tus ojitos jugando, dibujando huellas, reencontrando el sendero… Y este cielo, estrellado que, va ocultando nuestros tiempos… Y me dices, con tus manos abiertas… Ven conmigo… arrastra tus dedos al arroyo que refresca y siente mis caricias… descansando en el remanso… He allí Tu dulce canción de primavera, que, de sentir el roce de tus dedos… cálidos de mieles, van estremeciendo mi esperanza… - 25 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta Y te vuelves hacia mi… Con tus ojitos dormidos… Apoyándote suavemente... en mis dulces sueños… que van y regresan entre estrellas dibujadas... en tus sonrisas… Ven Cariño… Me despiertas… Ven a probar el néctar de ese fruto que es tuyo y mío… Acarícialo Y hazlo tuyo…. Escuchas?... ¿Son campanas… a lo lejos…? Lo sabes, amor… Es mi alma que va repicando… cada instante… que te acercas… y… que huelo tu esencia… y permites que tu aliento juegue en mis mejillas... Ven amor… Vamos a danzar Por ese cauce que, Va sonriendo para ti… - 26 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta Permíteme alcanzar tu alma dormida entre mis huesos… y cobijarla entre caricias… Y susurrando, con mis dedos… besaré tus labios dulces… y te amaré, entre los campos… Entonces… Tu lágrima y la mía… se fundirán en fuego eterno… Y borrarán las llagas que ayer, en un descuido… hizo sufrir tu alma blanca… Ven pequeña mía… Déjame acurrucarte entre mi piel… Y vamos al Hogar…
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
EL FIN…A mi pueblo Me preguntas Por qué me he embriagado? Quieres adivinar… Tratas de indagar…. Pero nada aciertas… Nadie sabe… A nadie le importa… Y tratas de quitarme mi vaso… Y éste es mi único compañero… Mi amigo… y es de cristal…. Y me acompaña con sus melodías… de nostalgias que me hieren… Y su música llora… como mi alma… Entonces, sigues interrumpiendo… Quieres saberlo todo Pero qué hay que saber? Qué es necesario saber? Que todo marcha bien?... que la vida es así? Pero dime…. Qué sabes de mi? Qué es importante? Está bien… Te diré por qué estoy llorando… Mi pueblo ha muerto…. Lo han derribado… Ha caído de rodillas Y está sangrando… Le han dado en pleno corazón… Y nadie le advirtió…. Todos callaron… Fueron cómplices… Todos sabían…. Mi pueblo era un viejecito… Que sonreía…. Y amaba a todos… Y siempre estaba radiante… Todos estábamos orgullosos de él… Claro…
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Jorge Chapana Véliz – Poeta Siempre limpio… siempre altivo… Pero envejecía… Y nos ofrecía lo mejor de sí… Pero… ¿Qué importaba? En fríos amaneceres… me mostraba su calor y yo lo amaba… Me entregaba su cuerpo… Y yo corría sobre éste…. Con mis amigos… y jugábamos… Y entonces, nos regalaba calidez… Tantos latidos que nos entregó…. Si te pregunto dónde está tu pueblo…. Seguramente, me lo dirás… Sabes?... No puedo hacer lo mismo… Si lo preguntas… No sé qué decir… Y un nudo ahoga mi voz…. Ahí nació la sonrisa de mi Madre... Allí, mi padre fraguó sus manos… Ahí el cobre forjó su piel … Y sus brazos fueron metal… Y su carne nos protegió… Y desde el fondo de su alma… Mi pueblo le enseñó a sufrir… A rezar… a sentir a Dios… Y le enseño a amarnos… A cuidarnos… Y allí amó a mi madre… Y con sus aromas… Inundaron los jardines de espinas dulces… de rosas rojas… Y mi sangre se hizo fuerte… Y nos enseñó a amar la vida… A abrazar al que sufre… Y la solidaridad nos rodeaba… Mi pueblo me sonreía…. Me enseñó que, no hay fronteras… Y que el hombre desnudo… Es sólo eso… un hombre… y que no necesito más de lo que soy Y que nada me hace falta, - 29 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta Si, puedo comprender el amor... Hoy no puedo olvidarle… No tengo ya calma… Se ha ido el sol que le acompañaba… Le ha dado la espalda… El amanecer ha huido… No quiso ser más testigo de su agonía… Y la noche siente vergüenza… Las estrellas se han ocultado en un manto de algodones inocentes… que nada saben… Y mi Lunita está llorando… Y estoy a su lado… Y mi llanto es eterno… Y mi alma sigue en penas… Y estoy curao…. Y a quien le importa? Puedes decirme qué se siente? ¿Qué puedes comprender tú… Si tu pueblo está sonriendo…? Porque sabes que no caerá… Pueblo mío… he vuelto a ti Aquí estoy… Quiero darte mi sangre… Quiero que fluya por tus venas… Que no me importa, si he de morir por ti… Sólo quiero tu sonrisa…. Despierta Pueblo mío….! Deja de llorar conmigo… No hagas caso a aquellos que, Hoy, se ríen de tu alma que yace ahí… Ahora, por favor… Déjame con mi vaso y este vino amargo… Deja que agonice con mi pueblo…. Quiero hoy morir con él… Que no se vaya sólo…. Sigo escuchando su melodía… Y miro sus pupilas que se nublan…. Estás llorando?... lo estás? - 30 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta Pueblo mío… Hoy te vas, sin mí…. Hazme un espacio en tu lecho…. Déjame quedarme contigo… Que ya no tengo nada, en esta tierra fría…. Que me inunda el alma De tiempos injustos… La noche se hace infinita ahora Que nadie ahora se arrepienta… Ya lo han hecho… Han callado…. Han ocultado al culpable… Entiendo lo que quieres mujer… Y que si tú hoy me consuelas… De nada sirve, si no entiendes… Déjame yacer en su morada… Hoy me dormiré en su pecho sangrante… No te vayas Pueblo mío…! Espera… voy contigo… Déjame cubrir tu corazón que ya se enfría… Oh … Mi querido Chuquicamata…
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
AL CAMINO Vamos hijo que, se hace tarde... Dale, corre junto a mí, Que la noche no es mi comadre... y recuerda, que una noche te perdí… Vamos crío ven conmigo, Que hoy no quiero recordar… Que esa luna un Domingo, Sin querer me hizo llorar. Está fría esta camanchaca... Y el silencio es compañero, Que no olvido la resaca. Del fiel amigo cantinero… Cómo has crecido mi negrito... Y este tiempo me ha ganado, En criar a mi gordito, Que en pesares, te he olvidado… Si supieras hoy mi niño Que dolores llevo dentro Pero contigo no destiño Aunque me duela aquí en el centro… Que pasado más oscuro, Ha llevado tu taitita… Que el viento ha sido puro; Sino mi vida, está frita… Hazte a mi lado compañero Que de ti no me desprendo, Que si hoy algo, se primero Es que, el dolor no lo comprendo… Ten cuidado con las piedras, Que aunque las veas caerás, - 32 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta Porque no sabrás de hiedras... Y estando cerca, las amarás… Pero en fin, pequeño mío, Es lo mejor que ha pasado… Que aunque parecía pan comido; Sólo el tiempo me ha enseñado… Yo no quiero tus dolores, Pero si mi Dios me los entregara, Corderito mío; sólo en mi, habrá amores... Y con besitos, ten seguro, el viejito te sanara… Que está vida tan ingrata hay que vivirla, Pa’ poder enterrar la nariz en muchos males... Pero un día, el de arriba verá una isla… Y sabrá que, allí no somos animales… Ven huachito; abraza a tu viejito... Que, aunque curao; igual te tengo dentro… Y ni con fuego, me separan de mi negrito Y al mundo alrededor…y yo en el centro. Si me caigo, es que el trago me ha nublado... Y ya sabes que, este viejo tiene pena... Que aunque ayer, se haya caído mi poblado Te lo juro he levantarlo con mis venas... Esta pampa que, nos tiene muy curtidos... Y nos anuncia que, mañana se nos va… Pero un día el Señor, nos habrá convertido, Porque muertos, estaremos por allá... Que interesa, si la gente se da vuelta… De ver un Indio, con su pena en la frente... Acaso, no han llorado detrás de una puerta o no han tenido una lágrima en la mente…? Da lo mismo cabro mío; no interesa… Si el abuelo, una noche me ha enseñado... Que si alguna vez, una mujer te besa… - 33 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta Por lo menos, el gustito te habrá quedado… Entonces, Ya vendrán tiempos mejores… Y podremos caminar juntos por los cerros.. A buscar yo el alimento… y tu, amores. Y sabrás que el corazón alivia con berros Mira hijo a lo lejos…una fogata que nos guía Queda poco; abraza a tu viejo que se cae Y tu sangre es mi única compañía… Es la Ruca…una esperanza…quien lo sabe?
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
ARBOL HERIDO Alborotando lentamente, estas manos se levantan entre murmullos, que no escuchas, de silencios... Tantas hojas que se mueren, y ruidoso es el dolor... Es el golpe entre ellas; Indefensas ante el miedo... Y las envuelves... y las despiertas; ...y luego huyes. Es tan solo el juego, que –sabes‐ ganarás ahora... Pero algo se asoma y tenuemente te ilumina ....y te nombra, entre tantos cuerpos, que yacen, sobre las cabezas y desperdicios; te retrata...y sonríes. ...Entre ramas, se me escapan mil harapos heridos, y mi cuerpo se desnuda; entonces...puedo verte. ...Y rehuyes; pero escupo mil gemidos que te buscan... Me contemplo, en mi ausencia, en recuerdos de ayer, pero siempre... es tu sonrisa, quien despierta aquel sueño... Y me ahogo entre delirios y llamas que me abrazan. - 35 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta Nuevas hijas, he de tener, Inmaculadas... Te aseguro; Y aliviarán mi alma.
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
¿A QUIEN ESTOY AMANDO HOY? A quién estoy amando hoy…? ¿Qué responderte Amigo…? Si, ni yo lo sé… No busco entender, No busco tu aprobación… Desde ayer, desde siempre… Estoy amando… e ilusionado de su esencia… Sueño cada día con coronarla de melodías y susurros… ¿Cómo entender, por ejemplo… Que amo sus manos ásperas, Cuando cortando y desescamando un pescado, me sonríe en una feria… Mientras, va gritando a la multitud, Que todo está bien… y está fresco aquel? Qué mientras va trapeando de rodillas… Y con sus manos… pisos en locales nocturnos… rodeada de humos que dibujan el aire… y alientos noctámbulos de melancolías y ajenos a su sangre… sólo quiero aliviar su desencanto… Que abrazada a una barra… Va mostrando en sonrisas su piel eterna… Y en la oscuridad… su alma está llorando, Que aunque le tiren monedas a su cuerpo… Sigo sollozando junto a ella… Que cuando se le obliga a llenar mil papeles, en escritorios cómplices… - 37 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta sin entender su pálida voz… Ahí quisiera elevar un grito, para que escapara la impotencia... desde su alma dulce y triste… Que por las noches, Al oír su carro de basura, recorrer por las veredas de mi barrio… tiemblo al saber… que su dolor no es menos… Y que su canturrear… es para amainar el frío… Que muchas veces, quisiera estar en su lugar… para no ahogar mí llanto, de noches ocultas que desfallecen… Que cuando rompe en llantos, en esa soledad que quema su alma… sólo espero estar ahí, para adormecer su dolor… Que cuando alguien la golpea… y su silencio reina en el espacio… su dolor lo siento mío… Porque ahí, ya estoy odiando… a esa mano y a esa voz, que le castiga sin razón… Que en su deseo de escapar, muchas veces, en melancolías estrelladas… En muros creados por prejuicios... Que no entiende, ni acepta… Ahí estoy con ella… Para sentir sus lágrimas… Para elevar una súplica… Para verla sonreír… Entonces…¿Qué hacer… - 38 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta si, ya no puedo cambiar? Luego, me preguntas, ¿Por qué escarbo en la oscuridad…? ¿Cómo saberlo… si son mis manos, Las que buscan algo que, yo quisiera recordar de mi pasado…? ¿Cómo dejar de sentir profundamente, Cuando entre sonrisas, ella dulcemente… Susurrando rondas de ternuras y amor…. abraza a su hijo, con un lazo de caricias… y cuando el mundo está muy lejano, que no percibe todo aquello…. Sólo ellos…? ¿Sabes?... Nada quiero explicar ya…. Sólo deseo seguir sintiendo… Así como el cantor español que… En un arranque de locura… Llegó entre la bruma… y acarició... remeciendo nuestras almas, diciéndonos… ʺ ...¡A Aquellos aquí en el aire… El espacio y la aventura… anudan el pensamiento e iluminan al corazón….!ʺ Así mi querido y buen Amigo…. Así quiero seguir volando hoy… Volando como Tilusa… Quien estremeció mis ilusiones y sueños… con “la palabra simple… eterna…” Cuando nos recordó algo… con el corazón : “ Mujer… Amiga… Amor… Te llamaré paz… y pensaré…ternura… No sé… No sé como nombrarte… Porque nombrarte… es un acto delicado… Pero quiero confesarte… tantas cosas… - 39 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta Que siento, cuando estoy a tu lado… Esta locura enorme… se amansa un poco en tu presencia… Y abrazado a tu cuerpo… me siento como un naufrago… Mujer… Amiga… Amor…” Así amigo… deja de preguntarme…… Porque, sólo así me siento feliz; estando cerca de ella…
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
EN SILENCIO En silencio… Así, como el niño descalzo… Llegó el amigo Manuel… Caminando con sus pasos de algodón… Desde el campo y la distancia… A probar la sal de la tierra… Con mesura y pupilas, al viento. Caminó por los valles,, En las quebradas y los cauces secos… Pero, ahí plantó su calidez… Fue un breve paso… Pero sembró de su tierra en la mía… Se hizo corto el camino… Fueron largos los golpes de la rueda… Pero ahí estaba… siempre sonriendo… Llegó el momento… se va el amigo, Sin siquiera preguntar, Si llegó el tiempo de la cosecha… No era necesario… lo sabía. La semilla germinó hace mucho… Gracias por tu alimento, Que de él, hemos comido todos, de su fruto hemos saciado nuestra sed… en cinco minutos, me acordé que no estarás; Un abrazo… Dios está contigo.
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
IRREVERENTE Yo Soy larga barba, que escribe y no prohibe; que se angustia de esta mustia vida insultante... Que se cree amante y excluida de errores; va henchida de horrores y prendada de engaños, desde hace muchos años... Vayamos todos los poetas, ...dejémonos de esas tretas; ...tiremos afuera estos versos que no sean más, tiempos adversos ...Nunca cuatro, ha sido dos más dos; Aunque hoy, se lo hayan creido ambos lados ...Y los que observan ...siempre lo han sabido Pero este idioma; ahora si que, ya se ha ido.... Para la aflicción, como nosotros; ...no hay otro... ...que le haga entender a este marchito rostro... que, este universo, está regresando a sus raíces... porque, en esa era, no existieron rotos países... ese habla, que ha herido a esos dolidos corazones; no se ha dado cuenta que, no existen mil razones... para agraviar a esa gente y aunque fueran inculpados; ¡...Sin fiereza, ni maldad; está Dios por todos lados....!
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
CAMINANDO ¡Amigo mío… Hoy golpeaste mi alma…! Leía en tu carta… Y he caminado, por las noches… En desiertos que, fueron míos… tuyos… He tratado de seguir las huellas que dejaste… Tu camino…y el mío…. en la chusca… Pero la camanchaca y los vientos… Se las han llevado… Recorrí la Cordillera… sus montes… Caminé por entre la yareta… Que aún sobrevive… asustada… Y los berros en un arroyo cristalino… Cansados del arsénico… pero sonriendo… me preguntaron por ti…. Y me abrazó la Rica – Rica... Y un charango exclamó… Con dolor… ¿Dónde está el Amigo Manuel..? No pude responder… Cayó una lágrima… ¡No lo sé… va caminando lejos… por otros campos extraños...! Y el condor triste se durmió… En esa falda, donde corrías… Con los amigos… - 43 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta En frías mañanas que nos esperaban, del desierto cordillerano Me decías ayer… Que aún te impresionas, Pero que tu alma se ha adormecido… Es cierto, los recuerdos, con el tiempo y la distancia se desvanecen Y que las pocas lágrimas que te quedan… Las estás guardando, Para aquel día… que las necesites… Eres sabio Amigo… El tiempo, la soledad y la distancia… Han forjado el alma que te acompaña… Pero, que con dolor digas... que tus lágrimas, las estás guardando… Eso… duele… Lo sé yo también… Sabes? Es extraño… No sólo duele… Caminar… por campos extraños. También… las heridas lacerán el alma… cuando mi sangre… va en lamentos por mis desiertos… en las noches, cuando despunta el alba… Cuando la vizcacha… - 44 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta con sus párpados cansados te pregunta.. Y no sabes nada… No puedes responder… ¿Puedes comprender? Cuando en amaneceres… caminado entre sonidos metálicos… de mi norte… la chachacoma con dolor… baja al monte… y se duerme… entre murmullos que me hacen temblar… Y el pingo pingo que, Si ayer te hizo reir… Hoy me hace llorar… Al confundirse… Entre sus tallos… sus lágrimas… y el rocío del amanecer… de camanchacas cansadas… de esperar… Qué tú y yo.. volvamos a jugar… como cuando niños… Pero… Ya no estás… Y entonces… voy por los senderos de tierra y cobre… mintiéndole a esa quena que me sigue.. empujando mis sentidos… recordándome que… no fue ayer, que fumabamos escondidos… inventando sueños.. con ese humo caballero… que respetaba esa complicidad… - 45 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta Pero de pronto… me despierta una zampoña… y susurrando, va recitando versos que me hieren… Qué acaso no ha entendido? Que no puede comprender, Que ya estoy viejo… Y que sólo… He de recorrer… nuevamente, por entre las hierbas de mis cordilleras frías… para explicarle al buen paisano, que mi amigo… Ya no vendrá más a comer… ese pancito amasado… que sacaba en ese infinito horno de barro. Ni beberá más La amada chicha de Aloja, Del maíz que nació Entre terrazas del Toconce… ¿Sabes Amigo?... En estos tiempos malos… Cuando el hombre que hiere la carne y el corazón… Y se acerca, para hundir su puñal… en mi alma… Ya no lo siento… Mi alma… También se ha adormecido… Como la tuya… Casí ni siento el metal entrando en mis entrañas… no lo había notado... Quizás, tienes razón… - 46 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta Más duele el recuerdo… La distancia… El paso por aquellos… nuevos campos… Como tú le nombras… ¿Qué sabe ese puñal… De verdaderas heridas…? Aún te espero, En esa escuelita… Sentado allí…. en una escalita imaginaria… Esperando por tu sonrisa… Vamos amigo… Soñemos de nuevo… Que tu alma… no se adormezca… ni se muera… Lavemos nuestros corazones en el silencioso y triste rio Loa.. Con tu sangre y la mía… En un nuevo amanecer… volveremos a construir… este pueblo que nos espera… Un abrazo querido amigo… Mi fiel compañero de mundo…
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
HERMANITA Inocencia, resbalando; complacencia, caminando... Ojitos de uva, sonriendo; manitos suaves, rozando... Con pasitos de dulzura, con ternura toda nueva... En respiros de alegrías, de canciones, enamorada... Y quietecita, al ronquido del padre que, te amaba, con ternuras y caricias... le temías a su alma de Oso, meloso y querendón... Qué pensaba esa alma, que entre hojitas, se escondía, que de día suspiraba... que de noche susurraba... Va a traer el viento tu aroma, va a danzar entre mi tierra, su almita de mujer buena... que ha de amar, todo aquello que ha tomado entre sus manos. Ha crecido entre la chusca... entre las piedras y sus esperezas y su canto no ha cambiado.... sigue intacta la sonrisa en sus labios... Ha llegado nuevamente mi lunita... y ha mostrado los encantos de tu alma... niña buena. Han querido las estrellas, iluminar tus blancas canciones... - 48 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta Entonces, cómo olvidarte, si todo lo que se ha enfriado, lo has cubierto con tu manto...? Créeme, no podría Hermanita, dar mi alpalda... a tan dulce compañera...
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
FOURIER DECÍA… Fourier decía: Todo lo que se funda en la fuerza es frágil y denota la ausencia de ingenio…. Hoy deseo decirte que… Todo lo que nace... de mi corazón; Es puro... y sólo es inspirado por la candidez Y hermosura de tu esencia… Y por ella, puedo decirte con ternura, por ejemplo: sólo eso… que, quizás... algo me ha impedido ser más claro… que una gota de sensibilidad entre tu calor y el mío haya creado una melodía… y ella te hiciera dormir con una leve sonrisa en mi pecho… No sé cuando… Pero haría un poema Para ti… Y sería dulce Y tierno a tus ojitos Sensible y suave a tu figura Sólo, será un pequeño rocío de amanecer… Y será un pétalo - 50 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta rozando tu corazón… Sólo para ti. ******* Poema dedicado a mi amada esposa, amiga y compañera... Joyce...
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
CARBONERO Ya no llores hijo mío, que papá regresará; cruzaré por esos ríos, verás; todo cambiará... Es de noche, no hace frío, por los bosques correré; mañana será un lío, casi todo perderé... En la mina, nada queda, nadie compra este carbón; ...y sentarse en la vereda, no le sirve a este varón... Buscaré por los senderos, por los ríos y los mares; ...y hallaré algún viajero, a quien cuente mis pesares... Te prometo, llegaré... con trabajo, de verdad; un regalo te daré, que allá lejos, no hay maldad... Cuídala a mi viejita... que no quiero algún pesar, ni que un día a esta bendita... me la lleve el ancho mar... Déjame partir mi pequeñito... acompáñame entre los coigües... Quiero sentirte, niño bendito... como sentí a los amigos robles... No te preocupes por mi bienes... que digueñes quiero poco; mas, yo prefiero los merquenes... - 52 -
Jorge Chapana Véliz – Poeta aunque el newen me tenga loco. Abrázame mi peñi querido... y me verás partir, por el arroyo. Y un buen día será parido... sino; caeremos a ese hoyo...
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
BUSCANDO A EINSTEIN Cuando parecía que la luz llegó… Te fuiste sin dar explicaciones… Pero me quedaron algunas dudas.. Que quisiera, me pudieras aclarar… ¿Cómo es que el amor, así se terminó, por dónde lo miraras o en visiones..? Si toda pasión por ella, sólo ha sido pura… Por qué tu mundo relativo, la dejó llevar? Dime Einstein.. ¿Es tan difícil comprender, que una afirmación tenga algún sentido? ¿Acaso ella volvería si yo viviera aquí o allá, O si la luz del sol, una noche me iluminara? Aclárame de una vez: ¿A qué le debo temer? ¿Quién es más grande… Ella, que ha partido, Dejando un gran vacío en esta inmensidad… o la triste alma mía que, ayer me abandonara? Ya no juegues a ser Dios y deja lo absoluto… Que aunque pareciera; sólo ha sido relativo… Si mi corazón en pena, hoy se viste de luto... ¿Hay algo en tu mente, que sería superlativo? ¿Ves como cambio lo que antes estaba rimando…? Y el contenido de estos versos no ha cambiado… Tu relatividad no la entiendo, porque voy llorando… Pero comprendes que siento hoy… y que estoy cansado. Tu lógica ya no me está resultando, pareciera fantasía… ¿Cómo es que, si mi cuerpo cada vez resulta más pesado, Aunque mi corazón esté laborando; ya no tengo energía…? ¿Acaso usaste el núcleo de átomos de mil genios errados? Ven, no te escapes, ten paciencia; si sólo quiero respuestas… Dime si a tu mente no le agradan las preguntas ilógicas,
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Jorge Chapana Véliz – Poeta de un payaso que ha perdido la cordura, de ironías abiertas… Que van abriendo heridas, de ausencias de caricias mágicas… Ven amigo Einstein, acércate a este pobre enamorado, No me temas, ni escapes, sólo responde a lo esencial Si mi cuerpo, al crecer, con la inmensa velocidad de luz, Se compara con toda mi energía acumulada en mi piel… ¿Por qué ella ha dicho que hoy mis versos no le han tocado? ¿Por qué si el ayer me sonreía, el hoy no es nada de especial? Ha partido… y yo cansado entre mis Libros y un tono Andaluz… ¿Con un gramo de luz, volvería a iluminar ese corazón de miel?
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Jorge Chapana Véliz – Poeta
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José Ángel Fernández Gómez – Poeta
JOSÉ ÁNGEL FERNÁNDEZ GÓMEZ ‐ ESPAÑA‐
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José Ángel Fernández Gómez – Poeta
DESDE EL SILENCIO Qué puedo yo decirte, sin decirte nada para así respetar ese silencio tuyo y dejarte saber desde ese abismo lo que sienten mis ganas de tu tiempo.
Qué podría decir sin importunar el infinito, sin dejar que las ondas del sonido demostrasen esta distancia entre nosotros que crece sin reparar que fuera del espacio las dimensiones son inconsecuentes.
Ayer, hoy y mañana se mezclan sin reproche en la experiencia que llevo en esta herida y la casa que los ocupa se vuelve un torbellino que por no ser un centinela se disuelve en el humo.
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José Ángel Fernández Gómez – Poeta
AQUÍ ESTÁS AUNQUE NO ESTÉS Soy quien habla, cuando escucho tus palabras y quedo mudo y admirado cuando marchas. Silenciosas se han quedado mis estancias y tu voz es un eco que archivo en mi memoria y que retumba en mis paredes y en mi almohada.
Aquí estás aunque no estés porque has dejado olvidada tú presencia entre mis sabanas. En mi álbum de recuerdos favoritos te he sembrado, impregnado de la esencia de tu alma.
Muchas gracias, mariposa del encanto, has pasado por mi casa, por mi aliento, por mi cama, y has dejado tu figura efervescente y asombrosa dibujada en mi existencia que te acogió sin miedos. Amorosa, en la rosa de mis labios has libado entre tus risas, alegre, tierna y cariñosa.
Sorprendido reconozco ese espíritu indomable que te habita. Y agradecido estoy del destino dulce de tus labios posados firmemente entre los míos.
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José Ángel Fernández Gómez – Poeta
POR MUCHO QUE PREFIERA ESTAR EN TUS BRAZOS No seré un pavo bailando su reclamo por mucho que prefiera estar entre tus brazos.
No pretendo cazar las mariposas, ni controlar las nubes, ni detener los vientos. Me basta con disfrutar tus viajes libando entre mis flores, con sentir tu brisa en mi sonrisa, tu lluvia entre mis labios.
Por mucho que prefiera estar entre tus brazos.
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José Ángel Fernández Gómez – Poeta
ESE “NOSOTROS” NUESTRO Descubriéndonos vamos sin ninguna intención de alimentar los sueños. Con la calma de vivir en nuestra paz y compartir con otro esos momentos.
Y brota la alegría en nuestros ojos al entender que ambos miramos un destino abierto a la esperanza de despertar a nuestro ser. Creadores de existencias personales somos; para luego poder compartirnos, con alguien, sin esfuerzos.
Construyendo un nosotros nos encontramos y en cada encuentro se va definiendo el cómo y el porqué de este “nosotros “ tan singularmente nuestro.
Descubriéndonos vamos sin premura abiertos ambos a ese proyecto sin definir aún, pero ya cierto, Ese “nosotros” nuestro.
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José Ángel Fernández Gómez – Poeta
VÉRTIGO Siento vértigo también cuando te miro y me encuentro que antes de verte te he soñado y es un sueño que he tenido y he buscado tanto tiempo, tantos años, tantas veces y no sé si te he encontrado o te he creado.
Aparece a mi lado de repente de la nada totalmente inesperada y envolvente y me dejas sin aliento contemplando tu mirada cariñosa. La mujer que de mis sueños ha brotado con pasado y con presente independientes de mi suerte.
Tú vivías mucho antes de yo verte, tú te hacías y yo me hacía a este destino. Preparados al encuentro hemos llegado y no entiendo si este vértigo es de verte o es un miedo de mirarte y de perderte.
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José García Agüero – Poeta
JOSÉ GARCÍA AGÜERO ‐ ESPAÑA‐
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José García Agüero – Poeta
VIL ENGAÑO Me tuvieron engañado Ignoraba la realidad. Desde cuando nací me intentaron manejar Habían manipulado Mi forma de pensar. Cuando lo comprendí Encontré la libertad.
Pero ahora ¿qué haré? Siendo que la verdad no es nada popular. En un mundo de mentiras Donde falsean lo que miras ¿cómo sobreviviré?
Esta es la gran cuestión ¿vale la pena luchar? Pondré en ello el corazón Mientras viva buscaré La mejor forma de pensar.
Existe el verdadero amor Existe la amistad Cultivaré la lealtad Seguiré mirando al cielo y con respetuoso temor Pediré a Dios con anhelo Que se haga su Voluntad.
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José García Agüero – Poeta
TODO TIENE UN PRECIO Nada se regala si gratis lo recibes no olvides su precio. Reconoce que si vives tiene su valor si piensas lo percibes y si muestras aprecio tu actitud te avala.
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José García Agüero – Poeta
QUIERO A ESA MUJER Estaba allí contemplándola, embelesado de su belleza y con mi cabeza dicendo sí,sí quiero a esa mujer; y no solo por sus encantos, sino por su perfume también; por la transparencia de sus ojos por la brisa de su aliento, por la profundidad de su ser.
Quise perderme en su piel y encontré su corazón moviéndose con alegría pensé que sería mía y sentí crecer mi ilusión. Pero por no perderla de vista ni un instante siguieron clavados mis ojos en ese mujer tan bella en su semblante en su perfil diamantado continuaré enamorado si tengo que alejarme de ella.
¡Oh! esa preciosura anhelada se derrite mi alma prendada de lo que su cuerpo enseña sus labios tentadores y rojos como el carmesí en silencio me llaman y mi corazón se empeña en conseguir sus favores embriagado en su frenesí.
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José García Agüero – Poeta
¿QUE ES LA VIDA? ¡Oh! La vida, la vida de todos ¡Oh! tu vida, mi vida, ¿Qué es la vida realmente? Solo preguntarlo es osado, Es un atrevimiento, que todos hemos aceptado. ¿Quién puede definirla con convencimiento? Todos opinión tenemos, y a opinar nos atrevemos. Pero ..¿quién la conoce, quién la entiende plenamente? La vida se manifiesta, La vida es, es eso, es algo de bastante peso. Porque si algo tiene sentido, es por el hecho de ser, aún no siendo comprendido. Tú la tienes, vida tienes Porque me escuchas Yo la tengo, vivo estoy Porque hablo y no me voy. La vida es esto en principio Una manifiesta relación De seres que quieren, que son O al menos creen ser. La vida es un orden de cosas, que permite el movimiento. Que engendra el pensamiento. Movimiento que permite sentir, que permite con el corazón entregarse a otros y amar, que permite que otros sientan, que piensen y puedan vivir.
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José García Agüero – Poeta
¿QUÉ ES LA POESÍA? Es la poesía una enfermedad del alma. Es el verso un lamento del corazón herido, que ansioso reclama, que busca la calma, huyendo del zumbido de la penetrante metralla; de la bomba que arrasa, del inesperado disparo que arranca letalmente de la ennegrecida arma del que sin compasión aprieta con enardecida rabia el ensangrentado gatillo, apuntando hacia las vidas de los desamparados, que en busca de justicia su angustia gritando en todos sitios proclama.
Es la poesía La sangre que palpita vida fuera ya de las venas. Es el verso un suspiro del espíritu aplastado, que se retuerce perseguido por el dolor percibido que le causa la maldad de gente sin conciencia; que es capaz de matar sin considerar la inocencia a quien se cruza en su camino sin detenerse a mirar que está matando a su hermano; amputando la suplicante mano sigue el agudo puñal clavando
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José García Agüero – Poeta sin misericordia y sin piedad.
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José García Agüero – Poeta
LA COSA FEA Se hace más grande se hincha cada día. se desarrolla y robustece. No para, sigue y crece y el alma entristece ver como nos acosa.
¡ Dime ! amigo. Amiga del alma Dime una cosa Que no sea fea Que me alegre Y me de gozo Estoy en el pozo Dime lo que sea Que un rayo de luz Puede que yo vea.
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José García Agüero – Poeta
ALZARÉ EL VUELO Lo que soy , todo lo que se, puedes tú saberlo; porque te amé y todavía te amo aún mas que antes. Alzaré el vuelo puedes creerlo. Porque es luz de día porque nunca te dejaré ¡ cómo podría hacerlo ! si me entregaste tu ser cuando te lo pedía. Nunca te traicionaré eres solo mía tuyo siempre seré. Me entregaste tu pureza me diste tu agua de beber dejaste que calmara mi sed que mis entrañas abrasaba cuando a tí me acerqué. El beso que me diste porque en mi confiaste junto a la blanca pared guardo todavía caliente y me da fuerzas para amarte más te amo hoy que ayer.
Suspiro al recordarte muero por volverte a ver. Me consume la distancia el desearte me desvela mi alma se consuela al recordar tu elegancia. Es tu encantadora sonrisa -9-
José García Agüero – Poeta la que me embriaga y alimenta ahora mi mente.
Al mirarme solo veo una cara de enamorado en el espejo que tengo delante. Y la caricia siento de la brisa al abrir la ventana y buscarte para añorarte desolado.
Parece que mi sufrimiento De pronto se ha acabado. Imagino estar allá en lo alto de un pino enorme y frondoso como ave desafiante mirando el horizonte en espera de contemplarte. Cuando estés viniendo hacia mi encuentro con tu bello semblante alzaré veloz yo el vuelo ansioso por abrazarte.
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José García Agüero – Poeta
EL NECESARIO EQUILIBRIO Si errores vigilaras ¿quién estaría de pie? Somos como la hierba verde que hoy florece y mañana estando seca se consume al arder. Hemos de ser tolerantes respetando la libertad de los que desean opinar. No permitir el libertinaje siendo firmes al hablar cultivando la humildad silenciando al insolente. Debemos ser saludables, pulcros y transparentes, debemos ser amables; amar lo que es recto a la vez ser valientes defendiendo lo correcto. Es difícil ser justo y ser bueno a la vez, pero hemos de proteger a la gente inocente. Es una labor decente que debemos emprender. El necesario equilibrio ¡ quién es el poseedor ! Evitar el descalabro es manifestación de amor.
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José García Agüero – Poeta
ES LA POESÍA Es la poesía un reclamo un sentido lenguaje un clamor espontáneo que poderoso surge de las entrañas del que es poeta del que se retuerce y con fuerza exclama que en alto nos llama que dando nos pide que con lágrimas suplica por la ansiada ayuda para su dolida alma. Que deambulante padece la pena y la angustia de una vida llena de inquietante injusticia. Que lanza al mundo la penetrante llamada pidiendo socorro intensamente implorando con sangrante pasión la anhelada misericordia para los que padecen la cruel opresión de los que saben odiar y apuntan al corazón de los indefensos que siguen llorando suplicando con ardor que llegue la verdadera paz que se les enseñe a amar.
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José García Agüero – Poeta
¡ DE LA VIDA HAY QUE PARTICIPAR! Muchos eligen ser Simplemente turistas en la vida Y a eso se le llama despersonalización. Negación al derecho de participación. ¿Dónde va Visente? .... donde va la gente. Dejándose arrastar por la corriente y van sin más a parar al mar sin identidad. Se confunden con la masa que no tiene personalidad y son manejadas por el viento; moviéndose como las olas del mar. Y hasta ni lo eligen pues eso requería concentración y mínimo esfuerzo. Son esos autómatas que se ignoran a si mismos. La vida es algo más y cuando uno está enfermo y siente que la puede perder entonces debe rebelarse y luchar por permanecer. Es parte del propósito de la existencia de una persona que es el protagonista de su vida - 13 -
José García Agüero – Poeta además de pensar en si mismo el pensar en los demás.
¡ De la vida hay que participar!
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Emi Gonz – Poetisa
EMI GONZ ‐ ARGENTINA‐
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Emi Gonz – Poetisa
DE MARÍAS Y JUANITAS Gabrielas, Fridas, Alfonsinas, Evitas, Juanitas Silenciosas a veces, bulliciosas otras, generosas, de almas amplias pensamientos claros o enredados intuitivas, madres, amigas, hermanas, ciudadanas, políticas, desafiantes, querellantes, ejemplares. Luminosas, regando senderos de flores incaducas. Inentendidas o ensalzadas, valerosas, cuestionadas,... Caminando y construyendo por las calles, por los cerros, por los pueblos y ciudades Por las villas, bibliotecas y cocinas, congresos, comedores, Hospitales, oficinas, universidades, Gabinetes presidenciales, Soportando comparaciones con cosificados modelos femeninos, Irrisoria vanguardia de la estupidez humana, vacíos de contenido, mascaritas de hojalata... tantas veces embestidas por el machismo de los hijos que ha parido, pisoteadas, relegadas, Ay, que nunca falte tu protectora ala! Ay, que nunca falte, tu canción tu ejemplo, tu ley tu equilibrio tu romance tu sexo tu intuición, fortaleza, tus sueños! caminando de la mano, sembrando esperanza, derribando muros, educando, educándose. Juntan fuerzas, las Juanitas, las Evitas, las Marías, aún desechas, y se levantan cada mañana las anónimas héroes, de pechos tenues o exuberantes, a combatir el presente, a escribir otra página.
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Nelli Edhit González Acosta – Poetisa
NELLI EDHIT GONZÁLEZ ACOSTA ‐ URUGUAY‐
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Nelli Edhit González Acosta – Poetisa
UNIDOS. Esa estrella... ¡Esa única estrella que en la noche parpadea! ¡Esa es nuestra! Los dos en la distancia nuestros ojos unimos, a través de un brillante punto de luz en el cielo. ¡Somos uno, lejos y cerca! ¡Yo tu estrella tú la mía! Esa única estrella que brilla: Parpadea. Te llama. Me llama. Nos convoca al amor cada noche. Desde lejos sin vernos ni oírnos. ¡Ven amor a mirar nuestra estrella! Desandemos los pasos y vamos: Por el rumbo que marca mi estrella, tú estrella. ¡Esa única estrella que brilla esta noche!
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Margarita González Luján – Poetisa
MARGARITA GONZÁLEZ LUJÁN ‐ ARGENTINA‐
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Margarita González Luján – Poetisa
¿QUIÉN NOS HABLA AQUÍ DE OLVIDO? Cuando los recuerdo surcan el olvido, la mente se pierde, el dolor se ha ido, el llanto, la muerte, pierden el sentido, la patria latiendo, un sueño de niño, hoy cruces muy blancas, duermen en el frío. Es “Mayo” señores, un mes argentino, el mar se ha guardado mis héroes queridos bautismo de fuego, pilotos heridos. Malvinas se agranda en pecho encendido, mas Junio esta cerca, con dolor y olvido. Los años pasaron y un pequeño niño se colgó orgulloso todo aquel dolor. Mañana muy fría de un Mayo pasado junto a un mar helado que los cobijó. Será que él sabía que héroes guardaba, que al agua entraban con valor y honor. El mismo chaleco que otro argentino ayer se colgó hoy siente asombrado pequeños latidos de su corazón. Y así la memoria surge desde el pecho, al ver a este niño vibra el corazón.
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Margarita González Luján – Poetisa
PEQUEÑO FAROL Lucecita tenue, pequeño farol que alumbra a mi niño cuando yo no estoy. Él te mira y piensa que sos una estrella, que alumbra sus sueños, pequeño farol.
Juega a la pelota. arma su ranchito y queda dormido, mirándote a vos. De día me cuenta sus sueños gloriosos, estuvo en la isla, sacó unos pescados, siempre iluminado, por tu luz, farol.
Tal vez algún día cuando sea grande recuerde al mirarte eso que soñó, quizás todavía tu luz lo acompañe en sueños más grande que jugar al sol. Que te mire y vea todas las estrellas, y quede dormido, mirándote a vos.
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Margarita González Luján – Poetisa
AMANECER ENTRERIANO Se despierta mi ciudad el mate con amor corre, biscochos y guardapolvos movimiento singular.
Un baño que pide pido, gurises ojos dormidos, ni siquiera han descubierto que se olvidan la mitad.
Familia en pleno revuelo, comienza un hermoso día. La vida que viene y va.
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Margarita González Luján – Poetisa
MARÍA María corre, la vida la alcanza, la pasa, la aplasta, la ultraja. Camina, no ve. Respira, sonríe, le duele el mirar, prefiere no ver.
En la fuente el sol se refleja, el agua dorada se mece. El aroma a azahares inunda el lugar, mariposas suaves se apoyan, reflejándose, un grupo de morajues surgen de los árboles, se elevan haciendo sonar sus alas inundando el celeste cielo.
María respira sin azahares, no ve las mariposas, no escucha los morajues elevándose, de su pecho mama un niño, leche de dolor, otra carita sucia, mocos pegados corre alrededor.
María cae, tropieza, se arrastra. Las flores de la plaza resplandecen, las campanas de la catedral se lanzan en majestuoso vuelo. María respira, la vida la traspasa.
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Margarita González Luján – Poetisa
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Raquel Herrero Alverola – Poetisa
RAQUEL HERRERO ALVEROLA ‐ ESPAÑA‐
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Raquel Herrero Alverola – Poetisa
TRISTE CANTO Me ahogan las penas, el verso querido de aquel que no llega Me oprime en el pecho el dolor, de un dolor que no es quimera, de un amor que desespera. Y esta espera… que me causa desazón Y no encuentro la razón, De esta queda soledad, de la injusticia terrena Que me arrastra hasta la arena donde caen entretejidas mis lagrimas de sal.
¡Este fuego que me quema!..
Esta siniestra condena que no me deja vivir Que me tiene prisionera mientras ella la tristeza, se apodera. Es mi dueña y carcelera, mis grilletes mi cadena, la soga que me oprime y ahoga. La agitación de las olas en esta mar de agonía tan tuya y tan mía.
El silencio, la quietud; Este estado inamovible qué es mi cruz, Un abnegado tormento de un tiempo adulterado transitado en lasitud. Porque no alcanza la luz a enfrentar nuestras miradas en esta ciega hondonada, qué es tumba, qué es morada, ataúd, que guarda soterrada mi sonrisa, mi paz, mi calma el reflujo de aquella marea qué, me hacía danzar con alegría entre gestos y entre guiños, abrazada a su cariño como duende, como niño, entre olivares y sueños.
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Raquel Herrero Alverola – Poetisa
LEVANTA EL VUELO ¡Levanta el vuelo Halcón!, levanta el vuelo No mereces arrastrarte más. Siempre fuiste, señorial, altivo, dueño de tu propia libertad… Ya basta de comer carroña, ¡Basta ya! Tu lugar, no es estar acorralado, oprimido, lastimado… Anudado en ese nido tan lleno de soledad. Surca los mares, planea vientos, noches y lunas, astros, auroras… nubes y cielo Remonta el vuelo, vuelve a soñar. No eres ave de rapiña, ni pasto de campiña No eres esclavo, ni despojo, ni ganado. Vuelve a tu estado, recupera las alas que Te han quebrado… ¡Ay Halcón!, olvida el miedo, aleja tu terror Eres de sangre caliente y de ardiente corazón Se valiente, no consientas ser la presa de un tirano cazador. Qué expone como triunfo tu cabeza, mientras Estruja y magulla tu noble corazón. ¡Ay Halcón! Regresa, reposa entre las alas de aquel Águila dorada, que fue tu Sol Y tu luz.
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Raquel Herrero Alverola – Poetisa
VEN Ven, entrégale a mi piel caricias nuevas Perfumes y fragancias…besos y sonetos Ven, acorta la distancia de los cuerpos Amémonos de nuevo… ¡Ven! La vida es…; Tan breve … En un instante puede desaparecer.
No dejemos morir esto tan bello… Tu piel y mi piel, la yema de tus dedos, el ansia de mi boca, tu lengua de fuego Ven, acércame a la gloria en este averno Desnudos nuestros cuerpos… Gocemos Lo real y lo soñado, lo perdido u olvidado, lo querido y deseado, lo vivido u añorado Ven, ven,… quiero sentirte a mi lado; Calmar nuestra sed…
Quiero entre mis labios la esencia del deseo, que navegues por caudales de gustoso juego. Sin censuras, sin lamento Solo instinto, solo amor, solo fuego. ¡¡Ven!!
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Raquel Herrero Alverola – Poetisa
CONDENA ¿Por qué me has condenado…? Y lo peor; ¿Por qué, a ti mismo te has condenado? ¿Que hiciste…? ¿Qué hicimos?, qué delito tan horrendo Habremos cometido; Para ser ahora, paganos, afligidos, malditos condenados a vivir, en éste cruel abismo… Separados, distanciados, atrapados en las garras de éste mundo absurdo, que llamamos mundano.
Moriré; Como todos moriremos alguna vez. Marcharé y en mi mente; Tu nombre llevaré grabado Y quedarán regueros de este flujo derramado Que brota del corazón. Ésta será la esquela de un ser enamorado, Atormentado, incomprendido. Abandonado por aquellos a quienes supo querer; Tal vez, de un modo equivocado. La historia se repite, una y otra vez.
Escribe el afligido Y benévolos verdugos, se burlarán De él y de ella. De ti y de mi, de aquella huella qué Quisimos dejar, grabada en una estrella. Aun sabiendo qué: Nadie, nadie, la alcanzaría. Nadie Llegaría jamás hasta su estela. Fue inútil nuestro esfuerzo entre la sombra. Baldíos los caminos diseñados; El frío de unos cuerpos ateridos Y a si mismos abrazados. Todavía me sigo preguntando, el por qué
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Raquel Herrero Alverola – Poetisa De mi albedrío. ¿Por qué sonrío? Alimentando, los recuerdos encadenados Al olvido. Mientras escucho el rugir de la tormenta En este corazón herido. Mientras navego en esta playa solitaria. Sin moverme de esta banca de remos Oxidados, lentos, varados, carcomidos, Agotados. He perdido el horizonte… Nuestra alma ha encallado. Nuestra playa, ya no es playa Si no lago cenegado.
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Raquel Herrero Alverola – Poetisa
ME FALTA Me falta su aliento, mirarle a los ojos Sus labios, sus besos Aquellas palabras que suenen A versos… La mano tendida en abrazo eterno. Me falta… Una promesa, Sin firmas, ni consentimientos. Esas, que cumplen los hombres sin Miedos o arrepentimientos. Sí, Me falta su aliento.
Carezco, de la dulce sensación del Grato reconocimiento; Agradeciendo a la vida, nuestro Primer encuentro… De un saber que entrega, su Sonrisa al viento, para hacerla Llegar, en mis tristes momentos Qué es mío su refugio, como Suyo es mi te quiero… Sí, de todo ello yo carezco.
No encuentro, el manantial para Calmar esta sed. Del cántaro agrietado, ya no se Puede beber… Vacio y arrinconado, como un Ancestro querer, en desuso y Olvidado… ¡No alcanza, a calmar mi sed!
Solo queda la esperanza De un nuevo y radiante amanecer Cuando sus ojos despierten y Presienta que su piel, necesita Las caricias de este amor que Fue tan fiel. Que ha dejado de buscarte
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Raquel Herrero Alverola – Poetisa Hasta que tú digas; ¡Ven!
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Raquel Herrero Alverola – Poetisa
AMIGO Amigo, Cuanto me cuesta seguir este camino La profunda soledad, impuesta por el destino Este vacio, tan difícil de llenar… Ahora se, lo que siente el desvalido Al volver la vista atrás y recordar un Tiempo de sonrisas y de abrigo. Un Sol radiante testigo de la amistad. Duele recordar, el tiempo de angustias Y desespero, el tiempo que yo creía No volver a comenzar.
Pero amigo; Hay algo que me duele mucho más
Recién comienzo a comprender Que te fuiste despojando de ropajes, Hasta quedar desnudo, a pura piel Y lo hiciste por entregarme un equipaje Que tú jamás te atreviste a poner Aunque sintieras escalofrío, o fueras Incomprendido, por un entorno Querido, que te privaba de la esencia De tu ser. Decidiste, convertirte en prisionero Entregándome las alas de quien no Supo volar… Ángel caído del Cielo, al que yo quisiera Volver a levantar. Y no se como, amigo mío… Si yo pudiera mutar de piel, Penetrar en tus entrañas y devolver Todo lo que me entregaste, todo Lo que me llevé… sin saber que te Quedabas, desnudito, a pura piel.
Amigo mío, -9-
Raquel Herrero Alverola – Poetisa Tal vez nadie lo alcance a comprender Mas yo, que estuve en esa cárcel… Te juro por mi vida, que no quiero Volver. ¡Ay, si yo pudiera mutar de piel!
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Marisol Ibarra – Poetisa
MARISOL IBARRA ‐ URUGUAY‐
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Marisol Ibarra – Poetisa
LA PARCA ENAMORADA No digan que me he vuelto loco, ni que estoy diciendo sandeces porque lo que voy a contar os aseguro que es verdad. Muchos creen que la parca es mujer sin sentimientos, Pero ocurrió un día, hace ya mucho tiempo; Que se enamoró de un joven galante y muy apuesto. La parca quiso llevarlo, pero lo impidió el destino cada cual tiene su hora le dijo con mucho atino. Mohines hizo la parca, berrinches también lo hizo, intentó la seducción, los ruegos y mil promesas, al fin y al cabo es mujer, y la fémina todo lo intenta. Nada logró la pobre, al destino nadie lo ablanda, suspirando por amor ya a nadie se llevaba. Las cosas se complicaron, alarma había en el mundo ¿Qué pasa que nadie muere? Era por doquier el murmullo. Adivinos, profetisas, magos y mil farsantes; curas y budas,
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Marisol Ibarra – Poetisa todos fueron consultados. Los médicos muy asombrados, desesperados los funerarios.
Los gobernantes preocupados, ya son muchos jubilados ¿Con que pagaremos esto, si no se van unos cuantos?
Velas, misas, y otros curros invocando al sacro destino, Alguna solución debe haber se dijo para sí mismo.
Luego llamó a la parca y con ella un pacto hizo puedes llevar a tu amado, si vuelves a trabajar.
Ella hizo unos mohines, Y con cara de no entender le dijo muy modosita: Si tú lo pides, así lo haré.
¡Ay mujeres! dice el destino, mientras la parca se aleja, si no hay aun en el mundo quien con ellas pueda.
¡Ya deja de murmurar, y ve poniendo la mesa! le rezonga su mujer, la madre naturaleza. Como tú digas mi amor dice el destino sumiso, mientras la parca disfruta, Con su amado en el paraíso.
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Marisol Ibarra – Poetisa
TE IMAGINO Te imagino por las noches a mi lado, tu tibia y suave piel mi cuerpo acariciando.
Tú y yo como ramas enredadas, agitadas por el viento por la lluvia empapadas, musitando de placer, bajo la noche estrellada.
Te imagino a mi lado cada día amaneciendo, el sabor de lo prohibido, descubriendo en tus besos.
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Marisol Ibarra – Poetisa
ROMANCE DE LA LUNA Y EL GITANO Dicen que la luna luna un día se enamoró, de un hermoso calé que en el río conoció. Era de bronce su cuerpo. su mirada, un abismo; misterioso al sonreír, y en su caminar altivo. Cada noche de verano se baña el calé en el río; le cubre la luna de besos, En hilos de plata prendidos. El se siente orgulloso de que la luna le ame, y ella de azahares y perlas se viste para esperarle. Pero quiso cruel el destino que conociera una gitana, y era tan bella la niña que al instante, ya le amaba. No volvió a bañarse en el río, ni a buscar a su luna plateada, solo quería los besos, de su hermosa enamorada. La luna al enterarse, sintiose morir de pena; por eso desde entonces ya no es solo luna llena; sino que cada mes, nace, crece y luego mengua…
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Marisol Ibarra – Poetisa
LA LUNA La luna luna me mira, la luna luna me abraza, que cálidas son las caricias de sus rayos de plata.
La luna que a ti te mira dormir a tanta distancia, esta noche a mí me mira en mi cama desvelada.
Tu cuerpo como al mundo vino entre las sábanas blancas, de perlas y plata se cubren Esta noche estrellada.
Cada rayo de la luna que acaricia tu espalda lleva mis besos prendidos en sus hebras de plata.
La luna que a ti te mira, la luna que a mí me abraza, como quisiera cariño que a tu lado me llevara.
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Marisol Ibarra – Poetisa
EL TREN DE LA VIDA Perdí el tren de la vida y no sé en que estación, me quedé parada en el andén con los bolsillos llenos de ilusión.
En los labios el nombre de un hijo, ese que nunca nació; y en mi pecho mil canciones de cuna, para el niño que no vio el sol.
Yo soñé acunarte en mis brazos, yo soñé cubrirte de amor, y de tanto soñarte, pequeño, la vida en sueño se convirtió.
Perdí el tren de la vida y no sé en que estación, mis sueños se convirtieron en pesadillas y mi alegría se volvió dolor.
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Marisol Ibarra – Poetisa
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Christian Maier – Poeta
CHRISTIAN MAIER ‐ ESPAÑA‐
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Christian Maier – Poeta
BOGOTÁ – OTRO POEMA DE AMOR Tal vez me despierto En media de la noche, Con ganas de subir a la Calera, A tomar una cerveza, A ver bailando tus Luces y tu belleza. O me despierto por la mañana, Escucho la lluvia en mi ventana. Acuerdo la Candelaria con sus casas de colores, Quiero perderme y dejarme llevar de tus olores.
Después voy a bajar, Este ajiaco de almorzar, Cerca de la Plaza de Bolívar. Las palomas para asustar. Contigo no necesito mar
Casi te encuentras entre las nubes Hasta Montserrate y más alto me subes.
Tu cielo tan especial, Tan único y tan genial, No se puede comprobar, Con ningún otro lugar.
Dame un tinto por la tarde, Nunca te has puesto cobarde. Las tardes en la terraza del Andino, Los domingos fuera al Campino Seguimos a esa vía Iremos a un parque en Chia.
Reconozco en todo tu cortés, No solo por un libro de Gabo García Márquez.
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Christian Maier – Poeta Los que nunca tocaron el pulso de tu corazón, No me entienden es porque tengo razón. Que recursos de las personas, Tan alegres y súper monas.
Gracias por darme tanta oportunidad, Sentir de tu fuerza y voluntad. Eres mi reina en montañosa altura, Linda, hermosa no necesitas una raza pura.
Nunca olvidaré, Por primara vez cuando llegue, Y casi no hablé, tu idioma que me ensañaste, Ni siquiera en soledad me dejaste. Me perdiste cada error, Volveré pronto por mi propio ardor.
Cuando bajaba lento en avión, Saltaba a primera vista ‐ mi corazón. Me hablaron tanto de tu guerra, Pero yo me sentí ‐ hijo de tu tierra. Me enseñaste algunas de tus problemas, También por eso, te escribo poemas.
Hoy tienes pica y placa, La verdad, no me empaca. Voy en tu Transmilenio Eres mi reina y genio.
Para mi es mas que suficiente, Quiero ver tus calles y tu gente. No quiero ir en cuevas oscuras No necesitas metro, ni otras locuras.
Y tenemos paciencia podemos esperar, Es que en el futuro vamos a andar, En vagones multicolor entre tus cielos, Así dejaremos a tus vecinas los celos.
Déjanos salir de cada trancón -3-
Christian Maier – Poeta Y escribiremos juntos Este capitulo de Ciencia Ficción
Es que ya no aguanto tenerte de amante escondida, Quiero darte con cada letra, parte de mi vida.
Te adoro, te quiero y te extraño. Mi Bogotá
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Christian Maier – Poeta
GOTA DE AGUA Muchas veces me acuerdo A mi manantial Con tantas ganas salí De allí A descubrir A viajar Una gotita del río, Un bebe inocente A iniciar Su camino al mar.
Nunca sabía A donde me lleva el río. Al principio muy lento Y bien guardado, Pero cada año Con más velocidad.
Vi árboles, Islas, Baile con otras gotas, Con unas mas cerca, Con otras más lejos
Fusiones con los demás, Y separaciones, Porque acabamos En velocidades diferentes Dentro del flujo Del mismo río.
Que me llevaba, Me cuidaba, Me empujaba, Y me mareaba O me paraba Hacia al mar.
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Christian Maier – Poeta
Te extraño Mi manantial, Mi madre Y mi origen. Deseo saludarte Otra vez, Pero tengo que aceptar Que no hay regresar.
No puedo nadar contra el río, Solo puedo confiar, Que me lleva al mar.
No conozco Lo que me espera. Tampoco lo que Voy a descubrir.
Soledad, Un poco de miedo Si podré ver liquido Entre tantas gotas de agua.
Otra gota de agua O de saliva ‐ Para perderse, Para beberse, Para probar Dentro del río Como estaría, Como sabría Bañarse unidos Dentro del mar, ‐ Antes de llegar.
Otra gota Al camino al mar, Que te encarnes Conmigo -6-
Christian Maier – Poeta En una gota Un poco más grande, Un poco más fuerte, A seguir Unidos El camino al mar.
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Christian Maier – Poeta
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Julián Melero – Poeta
JULIÁN MELERO ‐ ESPAÑA‐
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Julián Melero – Poeta
ACARICIAME Caricia en la mejilla Suave roce de piel Ilusión por tenerte Cálida mirada
Verte con la sonrisa alegre Suculentas curvas dan ambiente Deseos por verte Pecho ardiente
Luna que hechizas Sol que levantas vida Paciente por verte Esperando por tenerte
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Alejandra Menassa de Lucía – Poetisa
ALEJANDRA MENASSA DE LUCÍA ‐ ESPAÑA‐
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Alejandra Menassa de Lucía – Poetisa CLAMO PIEDAD No es posible este goce que atraviesa mi cuerpo con su filo, que me hiere la sangre, deslíe todo miedo, acuchilla el pasado, desborda ya mis límites. Afanada en verter licores en tu vientre, mi cintura de añil ha deshecho la noche. ya todo tiembla en mí, ya todo tiembla. Me haces mortal y humana arrojando versos en mis oídos, combinaciones del mar y tu mirada. Tus atléticas manos me sostienen, son la atracción magnética y fatídica. Ya giro sobre ti como los astros en sus constelaciones, ya todo tiembla en mí, ya todo tiembla. La palabra deseo se despliega, como una alfombra roja a los pies de tu diosa ya no te llamas más ausencia y fuego, ahora tienes el nombre de un príncipe extranjero, de un guerrero del alma. Hace agua en mi memoria tu barco inalcanzable. Ya tiemblas todo en mí, ya todo tiemblas.
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Vicente Puchol Mora – Poeta
VICENTE PUCHOL MORA ‐ ESPAÑA‐
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Vicente Puchol Mora – Poeta
AUTO DE FE (Al hereje Cipriano Salcedo cuyas cenizas esparció Delibes como palabras en un cuaderno.) De la tierra surgió una lengua de fuego y los trinos cesaron de inmediato. Solo un rumor de chasquidos y muerte quedó suspendido en la humareda mientras los hombres de las teas se alejaban. Como de la nada, hilvanado a la circunstancia, el griterío enmudeció la absolución, y la anarquía del fuego empezó a desarrollar su criterio. Al unísono, el júbilo plebeyo batía palmas y prorrumpía en improperios, mientras el humo, ensortijaba al condenado como una serpiente vacilante y se resumía en sus pulmones, abrasándolos. Quedó, de entre la muchedumbre, un rostro impenetrable sollozando, y el quedo silencio de las lágrimas tan solo llegó a extinguir en su cascada la hoguera infernal dibujada en sus ojos. A ella, acudieron recuerdos baldíos de cuando uno fueron en la urgencia y la complicidad de lo ilícito. El hereje, su amor, su vida, su sueño, se batía en duelo con Dios y lanzaba al infinito bocanadas desesperadas, pero ya no existía el aire. -2-
Vicente Puchol Mora – Poeta No logró sostener por más tiempo la imagen de quien hospedó clandestinamente sus besos. Solo el niño, fruto de aquellas urgencias de la carne, alcanzó a ver entre el gentío como se le arrugaba la piel, y se erizó. (Poema inspirado en la lectura del libro ʺEl Herejeʺ de Miguel Delibes)
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Vicente Puchol Mora – Poeta
ANSIEDAD Caminando entre lianas y laurisilvas avanza la noche y la tormenta, con el azul preñado de vapores y centellas y rumores de tambores aproximándose. Envuelta en bruma y espesura, la callada mueca de la angustia extiende sus ramas y te arrincona, y te apresa sin remisión entre el follaje. Latitudes y cardinales ocupados por vahos, sudores y perfumes intensos, ausente el aire de toda inhalación, exuda la conciencia y se abate irremisible. Después, un manto de cereales circunda el horizonte y el ocre de la herrumbre anida en la garganta como un sorbo de hiel, como el filo de una daga en las entrañas. Y penetra finalmente la noche por la comisura pétrea de la intemperie hasta agazaparse poderosa del consciente trenzando con enea sus dominios. Y más allá arena y espuma, brisa y sal; El mar. Siempre el mar de callado infinito meciendo la esperanza en sus olas.
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Vicente Puchol Mora – Poeta
ANCLADO A LA TIERRA Resultó que la vida me nació tallo y comprendí al instante que sus raíces jamás emergerían de la tierra que las atrapaba en sus profundidades. Fue por entonces que me crecieron pétalos en la frente y hojas verdes en los costados que recogían la lluvia en su regazo y la guardaban de mis pies embarrados. La savia, con su lento fluir de hembra, sometía caprichosa a los estambres sucumbiéndolos en púberes ardores que tan solo el frío invierno sofocaba. Y los brotes, antaño yemas incipientes, devinieron en ramas que se levantan impotentes queriendo alcanzar un sol, que huye dejándome anclado a la tierra. Feneceré, sin duda, en este fango estéril que ni la inmundicia estercola, sin haber conseguido nunca embriagarme, con al menos dos gotas de libertad.
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Vicente Puchol Mora – Poeta
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Francisco Romero Díaz – Poeta
FRANCISCO ROMERO DÍAZ ‐ ESPAÑA‐
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Francisco Romero Díaz – Poeta
VERDE Primavera… llenas las arboledas de verde y el fresco musgo… Suave color que trae viento fresco, trae el susurro de viento en las arboleda, el perfume encerrado en el musgo, la dulce caria del césped al caminar.
Verde primavera, de arboledas, de campos de césped, verde musgo, esperanza, sueños… trae la dulce fragancia del viento, con suaves sones de amores susurrados, en verdes prados, bajo la dulce arboleda, junto al fresco musgo verde.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
ROJO Color de tu pasión desatada, del fuego eh hierve dentro de mi, del fulgor de nuestros besos,
Color de tus labios deseados, de la laca de tus uñas sensuales, de tu ropa interior en mis sueños.
Color de pasión, rojo envuelto en negro rojo sobre fondo blanco.
Tus labios, mis deseos Rojo… Rojo pasión.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
BLANCO Blanco… Pureza. Luz. Claridad. Color de la pureza, de la humildad, color que vistes el día señalado para que vean la pureza de tu amor, lo acompañas con la sencillez de tu mirada.
Luz que irradia tu felicidad, llenando de elegancia la sobriedad del blanco, que cubre tu cuerpo soñado.
Viste elegantemente el vestido blanco, el día que soñaste, con la persona que amaste, viste de blanco, viste de luz. Claridad. Pureza. Blanco.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
AZUL Gran océano de sueños plagado de nubes de algodón, navega la vida en barco de esperanza, navega por tu calma azul navega en noches de escandalosa tormenta, navega y lleva la vida a puerto ese que esta allí donde océano y cielo se funden, allí donde el azul es más azul, allí donde nace el día en fiesta de azules y los sueños se realizan con ayuda de la ilusión.
Navega caminante solitario, transporta tu túnica azul de sueños al acantilado donde océano y mar se funden, llena tu barco con la carga de tus anhelos, y amarra amarras en el puerto azul, al final del océano de sueños plagado de nubes de algodón.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
NEGRO Ráfagas de viento nublan mi mente, precipitan las dudas en mi cabeza, como mil gotas de lluvia en los campos, y mi interior comienza a nublarse.
Las ilusiones se esconden detrás de la prudencia, la prudencia corre temerosa del olvido, el olvido lucha por imponerse la luz se apagan en mi interior.
Caen los colores brillantes tras cada miedo, y va apareciendo el negro en mi vida, falto de luz, falto de alegría
Mi mañana, mi hoy mi ayer se tiñe de melancolía, se tiñe de negro.
Todo pierde sentido, nada importa, nada, sólo la oscuridad se impone, sólo el negro, sólo.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
GRIS Frió invierno, gris en lo llanos, en los puertos, valles solitarios, y cumbres heladas
Día de lluvia gris, aguacero intermitente que embarras caminos y creas el único deseo de llegar al hogar, junto a los tuyos, a la chimenea que arroja su calor iluminando el hogar, sacando la melancolía, del día gris, invernal, frió
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Francisco Romero Díaz – Poeta
ROJO COBRIZO Deja que mi pasión se envuelva en lo rizos cobrizos de tus cabellos. Deja que mi besos se pierdan en tu cuerpo deseado de mujer Deja que respire la esencia de sexualidad escondida…
Caen tus cabellos… en hondas cobrizas en tu hombros, tapando parte de tu cuerpo, abriendo todo mi deseo,
Ven mujer… ven y envenéname con tus cabellos cobrizos deja que se pierda mi vida enredada en sus hondas cobrizas, y mis besos se queden pegados a tu cuerpo por la eternidad.
ven mujer…ven ven mujer…de cabellos cobrizos
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Francisco Romero Díaz – Poeta
DORADO Obra de orfebrería pieza dorada, con zafiros por ojos, perlas nacaradas por dientes y el canto de mil pájaros por habla. El perfume de mil campos de rosas se queda a tu pasar, la suave música suena con tu caminar, y el dorado de tu pelo…al sol…quiere eclipsar,
Qué poeta puede ensalzar tal belleza, no es mi intención intentarlo, no pretendo adular a tu belleza, tan sólo pretendo decirte…: Bella joya, tu dorado a mí… me tiene eclipsado.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
PLATA Canta la solitaria luna, canciones que un día a ella le cantaran, triste, plateada, se mece en las olas mientras estas le susurran versos que le escribió un poeta.
Añora las rimas de versos nocturnos, que enamorados improvisaban, los besos que derramaban a su luz plateada, la pasión que los embrujaba. Añora la luna…
Argenta luna nocturna, hoy te viste con vestido áureo para enmudecer de soledad, para llorar agrias lágrimas que llenen el mar de versos y un enamorado pueda cantar: Luna de plata, dama enamorada haz que mi amada, sea la más deseada, haz que mi amada jamás le falte mi amor. Luna de plata, dama enamorada sé tú mi amor.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
PÚRPURA Arrastra el madero arrastra nuestro pecados, camino de la cruz, donde tu padre te acogerá y nuestros pecados perdonará.
Sufre la flagelación en tu cuerpo, sufre la humillación de nuestros pecados que caen sobre tu cuerpo mortal, llevando sobre ti nuestras vergüenzas, escondiendo nuestros pecados.
Arrastra el madero camino de la cruz, sobre tu cuerpo maltratado, purpúreo, lleva nuestras culpas ante tu padre, pide nuestro perdón.
Señor, se nuestro guía, muéstrale a tu padre, padre creador, lo que estos mortales pueden hacer, si lo hacen por amor.
Hoy llevas tu el madero por todos nosotros, mañana… llevaré el madero de mis seres queridos, muriendo en mi cruz por amor. En un mañana purpúreo, llevare mi madero junto al tuyo, junto a tu padre.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
CARNAVAL DE SEDUCCIÓN Carnaval de seducción, bellezas provocando, miradas lujuriosas cuerpos mal tapados mostrando partes sensuales. Disfraces de geishas maquillajes desmesurados, bocas deseosas de una lluvia de besos, cuerpos deseosos de torrentes de caricias,
Vamos al carnaval, disfrutemos de las miradas, dejemos que los besos, caricias, emborrachen nuestros cuerpos escondidos en el disfraz.
dejemos que el embrujo del carnaval, traiga la lujuria, el gozo desenfrenado, y deje nuestros cuerpos extasiados de besos, caricias, miradas… extasiados de pasión.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
SEÑOR DE LOS COLORES Señor de lo colores, dentro de ti están todos, desde el luminoso amarrillo, al violeta más alegre. Baila y juega con ellos, llena de luz con tu presencia, y aclara al más oscuro, Señor…baila con los colores, sé su amo y señor. Mezclo azules y amarillos creo gama de verdes, mezclo rojos y saco violetas, pero juego con todos juntos y serás tú, señor de los colores,
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Francisco Romero Díaz – Poeta
AZUL CELESTE Si pudiera vestir mi alma de color, no lo dudes, la vestiría contigo.
Si pudiera dar color a los sueños, serias tú quien los adornaras.
Si una caricia tuviera color, seguramente también estuvieras ahí.
Color del alma, color de sueños, color de la ternura. Azul. Azul celeste
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Francisco Romero Díaz – Poeta
LILA Cabalgando del rojo al azul, nacido de un mundo de ensueño, derrochas la pasión del rojo y la sabiduría de azul.
Cabalga color presuntuoso, reina en el mestizaje de los colores, ni verdes, ni marrones, ante ti pueden competir,
Señor, orgullo de pintores, tú, solo tú puedes reinar en la paleta de mi sueños.
Cabalga, lila, cabalga, reina entre el rojo y el azul, se el que le de color a mi noches tiñe mis sueños de tu equilibrio.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
ORGULLOSO MAR Canto de sirenas que atrapan, se escapan de tu alma marina.
Canto agónico de mil marineros, que en ti encontraron el fin, y jamás pudieron decir adiós.
Canto que en tus orillas escucho, mi cabeza se evade de la conciencia,
Dulce amarga melodía que recuerdan a las lágrimas con que te crearon, lágrimas de viudas marineras, lágrimas de corazones rotos por amores incomprendidos, lágrimas de quien se enamoró de una sirena.
Orgulloso mar, que reflejas la luna llena, el manto de estrellas que reflejas el tórrido sol, grises nubes. calla tu canto agónico, calla tus sirenas. Hoy iré a llenar mi parte, a dejar mis amarga lágrimas, lágrimas por una sirena que quedó atrapada en mi alma, y ella viaja por lo mares, recolectando lágrimas para ti orgulloso mar.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
NEGRO Soledad. Tristeza, Dolor. Por que de ti se marchan hasta los colores, por que tu sino es la soledad, siempre das la sensación de sobriedad, por que la gente cuando siente dolor, tristeza, soledad, se viste contigo. Cuando quieren parecer respetables, elegantes, seguros, se visten contigo, para esconder sus miedos, se refugian en ti negro color de la soledad, tristeza, dolor.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
CADENCIA FINAL Suena el amargo violín, en la cadencia final tocando esbozos del tema, esbozos de toda una vida que llega a sus últimos compases.
Atrás queda el virtuosismo cromático, los colorísticos arpegios, los trémolos llenando de pasión.
Ya suena amargo el violín, despidiéndose con majestuosidad, despidiéndose sereno, con largas notas tenidas, aferrándose a la vida, viviendo cada nota…
Tras el último arrebato de vida, de escala virtuosita, caen en tres acordes conclusivos, y en sólo tres notas…el violín… recompone toda una vida, llena de emociones.
Con tres notas concluye la cadencia final.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
ADIÓS Tu cuerpo reposa ya en el féretro, la macabra muerte te llevo con ella y dejaste aquí a todos los seres amados.
Camino plañidero el recorrido. Lloran, y claman por ti, camino del templo de oración,
Ofrece tu alma al creador, tu cuerpo a la tierra, el recuerdo para los mortales.
Féretro cubierto de tierra, solo una cruz marcará el lugar, donde mañana te podrán visitar.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
TU AUSENCIA Cabalgando en la noche del recuerdo, llenando los sueños de tu presencia, y la soledad con tu nombre. Besos vuelan por mi inconciencia, caricias recorren tu cuerpo etéreo, y el alba trae nuevamente la verdad. tu ausencia.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
ESCRÍBEME UNA POESÍA Noche, escríbeme una poesía, de versos dorados como la luna, de rimas frescas como la brisa, Cántame, noche, hasta que el alba me encuentre en tus áureos brazos, soñando con los mil versos de tu poema, flotando en el mar del deseo,
Tráeme las estrellas esta noche, llévame de paseo a la dorada luna, envuélveme en tu poesía.
Al despertar… que suene tu música en mi alma, llenando mi mañana de rimas llenando mi hoy de poesía…
Poesía que la noche me escribió, poesía de versos dorados poesía de rimas frescas.
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Francisco Romero Díaz – Poeta
AZUL Hoy no voy a escribir poesía, hoy…jugaré con las palabras, partiré del cielo azul, viendo como el cielo se trasforma en mar, donde las nubes se convierten en oleaje, y el agua se evapora para convertirse en lluvia, lluvia salada que sale de tus ojos, de esos ojos azules que son mi cielo.
Hoy partiré del cielo azul, para llegar bajo tu mirada, para llegar a mi cielo, cielo azul.
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Antonio José Royuela – Poeta
ANTONIO JOSÉ ROYUELA ‐ ESPAÑA‐
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Antonio José Royuela – Poeta
MANOS VACÍAS Manos que piden ayuda. Ojos de carcomida madera que miran hacia otro lado. Sueños rotos antes de ver la luz en una imaginación inexistente. Y un silencio letal como respuesta del tiempo.
Así es el paisaje que podemos vislumbrar, la verdad de nuestra historia que por miserable nos humilla.
No hacerle frente demuestra la ineptitud de un mundo que apaga la infancia, la estupidez de acotar el cielo manteniendo el abismo de la indolencia hacia los más desfavorecidos.
¿Hasta dónde nuestra colectiva contumacia? ¿Hasta cuándo esta cobardía aterradora?
“¡Cansado estoy de verte mundo extraño!” Son palabras de un poeta.
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Antonio José Royuela – Poeta
CUPO DE DESAMOR El cupo de desamor ya está cubierto. Me digo en el momento de encontrar la sonrisa hospitalaria, los labios que reclaman besos y la complicidad de las vidas en las esquinas.
Sobrevienen desalientos que fueron ilusiones y una cierta mezcolanza que poco más tarde será el recuerdo turbio de una memoria implacable.
Pienso… no es mirar para creer, sino creer para mirar.
El cupo de desamor ya está cubierto. Me repito. Son instantes en los cuales las palabras de amor no cruzan las lindes, sin embargo, un cataclismo interior entre abismo y alegría estalla como relámpago.
En un segundo plano, pero atenta, juega sus cartas la morada de la soledad. Aparecen dudas de un corazón ajado que le traen a la memoria las letras de aquella canción: “la respuesta está en el viento”
Mas tarde, ya cautivo, una extraña sensación de aturdimiento recorre el sueño despierto. Quizá, lo extraño viene a ser la contumacia en retener los ojos que miraban al lugar que no existe.
Pero… ¿y mi cupo de desamor?
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Antonio José Royuela – Poeta
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Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa
ELIZABETH ROZAS LIZAMA ‐ CHILE‐
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Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa
LO SÉ Lo sé. Sé que no me entienden. Lo sé. Sin embargo, nos comunicamos. Sé cuando estás contento y sé cuando estás triste. Conozco esa sensación de agobio intenso, que no te deja entender, por unos instantes, lo que tú sabes perfectamente.
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Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa
Y PASAN… Sé que pasarán estos días y que mañana volverá a amanecer, decida con el nuevo día o no. Sé que toda forma es camino y que dentro de un tiempo estaré orgullosa de todo lo aprendido. Pero el cansancio a veces se vuelve infinito, y la tristeza nos roba hasta la última lágrima. Y se pone en la puerta para no dejarnos ni cuando nos atrevemos a salir. Sé que pasarán estos días y me reencontraré con la vida, ... a veces me parece sorprenderla espiando a la vuelta de la esquina. Y sé que volveré, renovada, a abrir los ojos, y me descubriré sonriendo, ... y te descubriré sonriendo, cogiéndome la mano y empujándome para que siga caminando. Sabes? No olvidaré aquel día que recogiste mi dolor y lo sacaste al sol para que mi llanto fuera sólo risa y nada más.
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Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa
LLUVIA, CANSADA, QUE SE YO Me iré a la cama estoy cansada hoy camine por mis tierras coloradas disfrute los paisajes de ese pueblito donde nací, camine mirando rostros desconocidos, y muchos de entonces ajados por el tiempo transcurrido, con dolores a cuestas y con pasados soñados. Salir de esas tierras para construir otros mundos de fantasías y anhelos. Miro sus calles, gente en las esquinas conversan y se ríen, otros que ebrios deambulan soñando lo que no son porque les falto el coraje y el dinero para salir de la vida que llevan hoy. Miro y recuerdo, hoy me siento cansada y para variar tengo sueño además comenzó a llover me encanta dormir con lluvia esa que al golpear en el techo hace soñar. Mañana hare sopaipillas y me tomare unos mates la lluvia lo inspira te invito
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Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa
COSAS DICHAS Esas primeras líneas lo decían casi todo, definitivamente más de lo necesario. Aún así ese ʺcasiʺ hizo la diferencia, que con el pasar de los días quedó en evidencia. Fueron mil líneas, mil palabras, mil ideas, mil tonteras... de esas tonteras que gustan y que se empiezan a extrañar y necesitar. Cosas lindas, cosas buenas, cosas más que buenas, cosas dichas y otras que quedaron por decir. Estas sin duda las más importantes... aunque en definitiva, sólo eran palabras. Sigo por la vereda del lado...
todo el rato.
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Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa
ATROZ Te cuento... Hoy es martes, y la mente hace que recuerde los días, todo bajo el mismo sentimiento, extrañando. Estos últimos días te he recordado, más de la cuenta, si, quizá porque de entre todos los recuerdos quedaron muchos por contarte. Hoy he sentido un sentimiento extraño, apatía, cansancio que se yo. El ambiente está raro, pesado, intolerante. De repente se me acaban las letras, hoy yo fui simplemente... todo menos amar.
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Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa
SENTIMIENTOS Verbos, palabras, sentidos Como un sin fin de cinceladas aguachentas el destino mismo se va terminando de escribir por estos cielos llenos de nubes que pretenden soñar lo ensoñado . Cargando con tiras de entretenida pasión y por momentos ocupando mi tiempo para ahuyentar la tentación de perderlo todo a cambio de nada. Estas ahí presente pensamiento que sobrevuela sobre cualquier firmamento y se mete con las emociones más bellas para hacerte sentir dichosa. La habilidad escurridiza de entreverarse entre todo lo que pasa mientras observo taciturna como el cielo se va gastando en ms sueños solitarios, es allí donde quieres encontrar un significado a la razón de porque todo ha de suceder tantas veces sin preguntarse como ha llegado a escribirse estas estrofas que la vida me está convidando, ya no sirve pararse y observar distante lo que sucede, si mientras los tonos más bellos se mezclan junto a mi aura, el alma que me conquista sabrá unirse lentamente a las pasiones ardiente que tiene mi corazón para entregarle. Pierdes y ganas mientras nada buscas concretamente en un sin fin de lugares, allí un duende oculto todo lo maneja desde tu mente, sentimientos tan puros que ya nadie los puede alterar, guárdalos.
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Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa
OTRO DÍA A veces siento que una inmensa agonía me aplasta.....un tormento.... tengo que resistir a tanta tristeza que me provocan ciertas situaciones‐..... quisiera ya no pensar, no tener que decir cosas que no debo y hacer otras que no siento....quisiera ser como las nubes leves y pasajeras..libres ..Libres. Libertad es lo que deseo con todo mi corazón con todo mi pensamiento....evitar este tumulto de personas alrededor que solo me impiden ser lo que realmente deseo ser....amo a mi familia la amo con el aire que respiro con el día a día con todo de mi...pero siento que a veces eso no basta para nada y debería fugarme alguna vez por un mundo desconocido y ya no regresar ya no sentirme así de pequeña y conmovida así de temerosa.... hoy no es un buen día....lo se... pero mañana siempre será mejor como dice la protagonista de ʺlo que el viento se llevoʺ..... mañana siempre se puede volver a comenzar y espero que mañana ya este aliviado mi corazón.
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Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa
VOLAR Mis palabras vuelan como palomas sólo para que tú puedas alcanzarlas.
Cuando no estás, un silencio oscuro se apodera de mi. Cuando tú estás, me envuelve la música que se desprende de ti sabiendo que pronto estarás.
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Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa
OTOÑO A través de la ventana miro la fría tarde del otoño una tarde que agoniza, tras mi ventana. Y tú puedes acaso imaginarla? ¿Cómo será? si caminamos bajo el mismo paraguas y bajo la misma lluvia podría ser como una fiesta interminable, caminar y mojarnos sin importar dónde se llegara, viviendo, dejando que el silencio hablara. Y sintiendo solo eso la lluvia, el frio y tu mirada solo en mi. Mientras la lluvia cae intensamente, una caricia esperada, un murmullo en la noche. La lluvia sigue cayendo sobre las calles de mi ciudad, las hojas secas, arrastrándolo, llevándose el pasado, las tristezas, los sueños rotos, los días vacíos e inconcluso lo de otro tiempo. Y todo lo que vendrá será bueno, limpio, como una tarde de lluvia los dos bajo el mismo paraguas. Tengo que dejarte, - 10 -
Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa fue un placer, mañana nos vemos.
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Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa
TE RECUERDO RENÉ No sé porque has salido en mis recuerdos Padre será por el frio. te recuerdo ansioso por comer piñones junto a la chimenea, será porque recuerdo los días simples de tu vida, que invadían las noches en vela por tu afición a las copas con los amigos, y el sufrir de mi madre por tus ausencias, por la ausencia de mi abuela en tu pequeña infancia padre mío. Tu sufrir reflejado en tus manos de trabajador, madrugador y por tu mano dura al enseñarnos la vida que unos tomamos y otros se quedaron con tu enseñanza de vicios que duelen el alma. Te recuerdo con amor a los animales, con tu sufrir por ellos, pero no por el sufrir nuestro, es lo que te enseñaron en la poca vida de niño que te toco vivir. Hoy descansas mas en mi no hay rencor, sólo melancolía que aflora hoy con tu recuerdo.
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Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa
EN VOZ BAJA… En voz baja, te he hablado de lo nuestro, en voz baja, si, muy baja he dicho tu nombre para hablarte, para ʺencontrarteʺ como me encanta estar contigo, sentir tu mano sobre mí, escápate, si escápate llévame en tu corazón donde el viento roza, dulcemente, lentamente, suavemente, quién eres dulce voz de la noche? has venido, estás, solo en la noche, con tus ojos soñadores y en voz baja, HEMOS SOÑADO...
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Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa
LABERINTO Una vela encendida, tu mirada fija. No escucho la música, la pista de baile se detiene. Tú y yo solos, perdidos o encontrados en este abrazo. tú hombre y yo mujer. Dejo que mis manos alcancen tu rostro y siento nuestro beso que ya llega, largo como un camino, profundo como un silencio. Un laberinto dos copas, luces bajas una caricia en el rostro dos bocas sedientas un beso. Un laberinto dos cuerpos una batalla loca brazos y piernas labios buscando. Un laberinto interminable un torbellino que cae y se prolonga y gime y se hunde y corre . Un laberinto dos copas vacías un abrazo prolongado dos manos unidas y una mirada cómplice.
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Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa
ERRORES Que fuerte darse cuenta que estamos todo el tiempo colocándonos a prueba. Que de un minuto a otro todo puede cambiar si nos equivocamos. Al parecer eso no se nos permite, o se dice sí, pero en el fondo no es así... nos condenan igual. Acaso no somos humanos... quien dice que tenemos que ser perfectos, quien dice que los humanos son perfectos por favor! estamos bastante lejos de eso. Que tiene que nos caigamos, y que lo hagamos las veces que sean necesarias para aprender. Lo importante es saber pararse y no volver a caerse por la misma causa.
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Elizabeth Rozas Lizama – Poetisa
DORMIDA YA… Dormida ya… Cuando el trabajo, la vida cotidiana la familia y todo nuestro alrededor nos paraliza y no nos deja respirar. Y las caretas aparecen y nos disfrazamos para poder seguir. Y el alma queda en nada, vacía, pero el hombre es solo un humano con las intenciones de dios. Cuando los días son solo días y se vuelven lentos y largos acudimos a ti a dios para buscar explicaciones que nosotros tampoco las tenemos en el corazón Nacidos para amar y morir esa es la vida. Riguroso es mi tiempo duro y casi ciego. Estoy luchando cada día con él, contra lo blanco lo negro y también con el azul, Mas yo tratare de ser más duro para poder avanzar en esta entrega de la vida y poder triunfar. Cuando canta un poeta, como cantan todos nunca dice lo suyo sino lo de los demás pero me siento cansada cansada ya de luchar. Comprendan lo que digo es mejor hoy decir buenas noches mañana comenzare nuevamente asomará el sol.
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
ANGELA SAYAGO MARTÍNEZ ‐ ESPAÑA‐
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
SON Son: Las horas que falto Las horas que faltas Los que más me duelen. Y te hecho de menos Y te añoro tanto… Temo seas efímero, así, Te diluyas poco a poco Y te pierda aguado. Porque eres mi salud, Eres mi esperanza y solo tu esencia me basta.
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
EXTREMADURA Encinas y alcornoques… Me recuerdan el tacto de sus cortezas Que añoro desprenderse Rugosas al tacto, mis yemas pueriles; Ya se deshacía en mis dedos el musgo. Espejos en la tierra, Y retengo ese intenso perfume a suelo, Supremo sol dorado.
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
OTRA Expresión de un recuerdo:
Mira qué mala pata has tenido Y qué suerte para mí, Que me veo mucho más guapa, Sin ti.
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
AGUA Revueltas mis aguas con tu presencia. ¿Cuándo viniste a perturbar mi vida? Provocaste trémula en mí una herida Y de nuevo temblando si te acercas.
Imagino con tus manos melosas Mil caricias en mi cuerpo mojado Mi desnudo plenamente embriagado De tu presencia y casta poderosas.
Son otros besos con que me alimentas Y me llenas de un reciente pasado Del que parecía haberme olvidado Mas, dulce y grata tu ayuda: fermentan.
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
AÑORANZA Eran olores exóticos, que echo de menos. Olor a especias concentrado. Largas tardes en esa cocina común… Con sucios cristales de telas de araña Y esas placas para el café matinal. Era cada habitación, Cada esencia contenida de cada persona… Esos olores diferentes. Esas mezclas. Esas mantas azules que no picaban Esas sábanas inexistentes en la 353. No quiero estar aquí, volvería con ellos, Aunque sin él, Me quedaría allí, allí… entre trinos nocturnos Y esos débiles rayos de sol acariciando mi rostro, Esos días de nieve… Me quedaría allí entre colores, Entre pieles nuevas, nuevas texturas, Nuevos aires, Y nuevos olores de mi Orléans divino.
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
NO ENCUENTRO QUIETUD No encuentro quietud… Este músculo se me revuelve. Inmensidad volada. ¡Cuantos días esperándote! No me dejes devolviéndome A esas tierras anegadas. Amanéceme amándome, Dos seres olvidados… Dejemos a los otros dormitando… Que nosotros no necesitamos siesta.
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
ERES TU Resuena tu voz en mis oídos, Sonido de esta agua, tan clara… De cristal, que siempre oigo. Y recuerdo, Tu recuerdo me ilumina los ojos. Te miro, Grata sonrisa que ahora veo, serena… Tan dulce… Eres mi nube blanquísima. La montaña en que me cobijo. El río que me lleva, El mar que me contiene. Tu corazón, cual bello pájaro Vuela por entre estos bosques inhabitables Escondidos… Tu corazón buscando mi corazón perdido, Que también anda buscándote.
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
MIRÁNDOLE ‐“Me muero de deseo”. Pienso. No reacciono. Pupilas frente a pupilas… ‐“Te como”. Dice. Me desmayo inconsciente Y nado en esos mares verdosos… Vuelvo a la razón. ¡Su pelo es tan lindo! Y sus canas laterales… No sabe que se las he visto. Las siete mías son horrendas. Nos agarramos las manos. De nuevo, cuatro ojos perplejos… Vuelvo a desvanecerme. ‐“¿Cuanto tiempo durará? Pienso
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
¿QUIÉN? ¿Quién recogerá mi llanto? ¿Quién se beberá mis lágrimas a besos? ¿Quién me limpiará los ojos Con sus labios…? ¿Quién me retendrá en sus brazos Y me querrá tanto?
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
ALGUIEN No era, pero le pensaba. Apareció Y su fragancia dejó impregnada en mi cuerpo. En mis hombros. Aire fresco…pero de nuevo, no es. Aún así, existe… ¿y me piensa?
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
AZUL ¿Quién hizo la noche… Tan bella con sus recovecos oscuros Y su luz de pinceladas blancas? Azul. Larga noche azul, Con tu hermosura derrochas pasión. No te extingas nunca, Crepúsculo azul de mis recuerdos Y esperanzas. Que no te mate el día con su fuego. Que no se acabe la noche, Que no se acabe… Mientras dos miradas se besan eternamente, Mientras se unen dos manos Y se olvidan las palabras… Que no se acabe la noche… Que los sentimientos se escapan Entre suspiros Y más miradas. Noche, ven a mi. Persígueme hasta acabar conmigo Porque me gustas, noche, Y si he de morir un día Moriré contigo; Así, al relente Moriremos unidos la noche y yo.
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
ME INVADE EL VACÍO Y LA SOLEDAD MAS PROFUNDA Me invade el vacío y la soledad más profunda…. Siempre creo estar encontrando el camino y después… Las flores de la senda por la que piso se marchitan como abrasadas por un calor de tormenta…. Maldito bochorno que me persigue desconsolándome y dejándome sin fuerzas!! Cuanto tiempo tendré que padecer esta pena que me persigue???
Siento dolor, me siento sola dentro de mi vacío, Sola como una piedra en medio del desierto más árido…
Soy la que padece, la que aguanta la pesadez de estas nubes que siempre acaban volviendo…
No tengo camino, esta es mi conclusión. No me dejan señales correctas, avanzo a pequeños pasos con gran esfuerzo y al tiempo… Me encuentro en un punto de partida anterior….
Qué significa mi vida??? No le encuentro sentido. Nadie se lo da…
No conseguiré levantarme…
Que significa mi vida?? Porqué siempre me empuja hacia atrás y no me deja avanzar?
No quiero esta vida… No quiero más dolor dentro de mi pecho…. No quiero aguantarme el llanto O llorar en silencio como ahora…
Que tengo que hacer para no dejarme arrastrar…???
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa Es este mar… Es este mar…
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
MI NARANJO Bajo un cielo azul algodonado Yace un naranjo verde. Yace erguido pero con torcidas Ramas dispuestas a su modo. Soleados cítricos colgantes Caen a veces en su sombra Y azahares cercanos a la pituitaria Resplandecen en una blancura virgen. Ahora, crispadas las nubes Tejiéndose como telas de agua… La sueltan dejando que cada gota caiga golpeando las verdes hojas.
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
TE VOY A QUERER ¡Cuánto te voy a querer! Aunque luego me abandones quejoso… Y me rehúyas… y yo me deje… No me dejes nunca… Que NUNCA sea un país lejano. No te acerques al límite de mi paciencia, Ni me atormentes con tus temores… Deja que te quiera a mi manera… Y comprenderé tu manera de quererme… Pues querernos es hermoso Y espero que dure siempre.
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
OH ÁNGEL Mi corazón engarzado en tus manos. ¿No lo sabes? No puedo huir de tus brazos, ¡Oh ángel! Tus miradas lo atraviesan como espadas Hirientes, semblantes de fuego. Atrapada en tus manos. Completamente apretado mi pecho Henchido de amor por ti. Cinco minutos y mi alma estalla en mil suspiros. Amor doloroso de incertidumbre Ilusiones de dudosa existencia futura. No me hieras con espinas del olvido Mátame con los puñales del deseo Oh! Ángel, diablo en mis llamas ardorosas Estopa en el fuego de mi pecho. Suspiro entre dolor, y lágrimas que no salen. Melancólico recuerdo de un ayer Hecho presente y un presente… De arrebatadores anhelos de tu corazón Oh ángel, oh sombra recubriéndome, Sorpresa en mi apartado camino irreal; Ven a mí.
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Ángela Sayago Martínez – Poetisa
ESTA NOCHE Más oscura que otras… Esta noche se me cae encima. Oscura. Oscura. Casi negra la noche. Ella es la que vuelve a recordarme las otras, Tan fantásticas con estrellas, Tan hermosas llenas de besos. Esta noche… no me trajo caricias. ¿y la luna? Andará perdida entre los besos de otros… Correrá valiente entre otras almas unidas. Hoy, no está conmigo. Y sin embargo no siento soledad, Solo un poco de incertidumbre ¿Dónde estarán mis estrellas? Junto a la luna… y acariciando unas mejillas O besando una frente, Rozando unos senos… o entre aquel abrazo Fuerte, Fuerte. Fuerte.
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LOS POETAS Y LAS LETRAS
NARRACIONES Y RELATOS
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LOS POETAS Y LAS LETRAS
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Amparo Andrés Machí ‐ Narraciones
AMPARO ANDRÉS MACHÍ ‐ NARRACIONES‐
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Amparo Andrés Machí ‐ Narraciones
MALA SUERTE Martín siempre dejaba las cosas que le resultaban más engorrosas para última hora, siempre que podía, claro, ya que su profesión no le permitía el lujo de saber cuando podía disponer de su propio tiempo: era veterinario, y los veterinarios, al igual que los médicos, se deben siempre a sus pacientes, a cualquier hora del día o de la noche, hiciera frío o calor, lloviese o hiciese sol, daba igual, el siempre tenía que estar dispuesto para acudir a cualquier emergencia que se le presentase. Por eso tenía la costumbre de dejar su maletín al lado de la puerta. Pero cuando se trataba de algún asunto ajeno a su profesión, como el que incumbe a Hacienda durante ciertos periodos del año, Martín dejaba de ser el solícito profesional entregado a su vocación para convertirse en un perezoso irremediable. Sin embargo la holgazanería no podía prolongarse mucho tiempo sin el riesgo de perder su patrimonio. Esto lo sabía Martín, y tampoco le gustaba correr riesgos, así que había decidido tomarse una mañana libre para ir a la ciudad y resolver este asunto con Hacienda. El edificio no estaba lejos así que decidió ir dando un paseo a pesar de que el cielo plomizo amenazaba lluvia. Cogería su nuevo paraguas “made in China” que le había regalado su suegra en su último cumpleaños, y que todavía no había tenido ocasión de estrenar. A mitad de camino sus sospechas se confirmaron: caía un ligero “chirimiri” sobre la acera. Martín no se sorprendió. Tenía la impresión, desde hacía ya mucho tiempo, de que la mala suerte siempre le perseguía. Refunfuñando, intentó abrir su paraguas pero, tras unos minutos de infructuosos intentos, lo dio por inútil haciendo una pequeña referencia en sus pensamientos acerca de las madres de los paragüeros de aquel lejano país oriental. Decidió meterse en unos grandes almacenes cuando la lluvia empezó a arreciar: se quedaría allí hasta que remitiese. El devorador consumismo amenazaba en forma de grandes carteles llenos de números que anunciaban irresistibles ofertas. Una oleada de gente iba y venía engullendo los pasillos. Entre el bullicio, él esperaba que ninguna dependienta impertinente le preguntase qué deseaba. Pero sus esperanzas fueron vanas: frente a él una señorita le preguntaba si deseaba alguna cosa. “Vaya una pregunta” —pensó Martín— lo que deseaba era abrir el maldito paraguas y largarse de allí. —Quiero un paraguas español —le espetó casi sin querer. La dependienta lo miró asombrada y sin hacer comentarios le indicó que los paraguas se encontraban en el sótano, y desapareció entre el gentío.
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Amparo Andrés Machí ‐ Narraciones La escalera mecánica estaba situada a la derecha de la planta. Martín se acercó intentando decidir si compraría o no el paraguas, ya que recordó que en aquellos almacenes, en época de rebajas, intentar comprar algo sin correr riesgos psicológicos era realmente difícil. Pero en el momento en que puso el pie en la escalera mecánica esta dejó de funcionar ¡Vaya, lo que faltaba! — dijo Martín—. La gente que en ese momento estaba bajando miró hacia donde estaba él. Martín se sintió culpable y se fue a los ascensores. Por lo menos allí había dos, que en caso de estropearse uno siempre podría recurrir al otro. No pensaba él que su mala suerte llegaría tan lejos. En el trayecto hasta el sótano no pasó nada excepto que se tuvo que poner entre la pared del ascensor y una señora gorda con abrigo de pieles que le pisó el pie con uno de sus tacones de aguja. La señora se disculpó y Martín se tragó los improperios que le surgieron tras la experiencia. Cuando llegó al sótano enseguida los vio y sintió un gran alivio. Cogió uno y comprobó su procedencia en la etiqueta. Estaba hecho en Alicante, y se abría perfectamente. Decidió llevárselo. Como había imaginado, la cola en la caja llegaba hasta límites insospechados, así que decidió subir a la planta baja, ya que allí disponían de más cajas y las colas no eran tan desmesuradas. Cuando se acercaba a la más cercana a la puerta de salida, unos hombres vestidos con elegantes trajes le cogieron del brazo. —Por favor, señor, ¿sería usted tan amable de acompañarnos un momento? —¿Acompañarles?, ¿dónde?, ¿Quiénes son ustedes? ¡Suéltenme! Los hombres, lejos de soltarle, casi lo arrastraban hacia dentro. —Es un momento nada más. Allí, en esa puerta de ahí. —Los hombres la señalaron con la cabeza. —Pero oiga, ¿qué pasa? —Preguntó entre sorprendido e irritado. —Le hemos visto intención de marcharse con ese paraguas sin abonarlo. —¡Pero qué dice usted! Aquello ya fue el colmo para sus descontrolados nervios, pero tenía que dominarse para aclarar la situación. Lo metieron en un pequeño despacho donde había un hombre que debía ser el encargado. Los del traje le explicaron lo que sucedía. Después de eternos minutos aclarando el malentendido, y abonar el dichoso paraguas, salió a la calle comprobando, con gran rabia, que había dejado de llover. Se acercó a un contenedor de basuras cuyo atiborrado aspecto le indujo a suponer que la -3-
Amparo Andrés Machí ‐ Narraciones gente de la ciudad era extraordinariamente limpia y el Ayuntamiento, al parecer, no tenía ni puñetera idea de ello. Se dispuso a tirar el paraguas chino por uno de los pocos huecos que se atisbaban entre las bolsas de basura. De pronto un gato negro que no había visto, le saltó por encima del hombro ensuciándole la chaqueta. ¡Mierda. Lo que me faltaba! —dijo enfadado— y embutió el paraguas entre las bolsas. No esque fuera supersticioso, pero estaba convencido de que la mala suerte había sido su compañera en muchas ocasiones de su vida, hasta el punto de que se consideraba el típico ʺgafeʺ. Incluso sus amigos se lo decían medio en broma, pero el caso esque siempre que él salía con ellos pasaba algo malo. Como aquella vez que se fueron a pasar el día en el campo y, además de pinchársele una rueda, tambíen hubo una tormenta que les obligó a recoger antes de tiempo. O cuando, en la escuela del colegio se cayó el techo del gimnasio justo cuando él entraba. Siguió andando calle abajo pensando en sus malas experiencias de su vida y en gato negro ¿no había podido ser pardo como el ochenta por cien de los gatos? —pensaba Martín que aunque en su profesión tenía que tratar a menudo con éstos animales nunca le habían gustado demasiado pues de pequeño uno le había atacado sin motivo. Aquello le costó mucho de olvidar. Por eso quizá decidió hacerse veterinario, era una forma de superar aquel trauma. Pero a pesar de ello todavía lo recordaba con un poco de aprensión. Al fin llegó al susodicho edificio. Era antiguo, con unas escaleras en la entrada que le daban un aire majestuoso muy apropiado. Se acercó a una ventanilla vacía donde una funcionaria con gafas se limaba las uñas con absoluta dedicación. Pensó en el honor que hacía al típico tópico sobre estos individuos. Ésta ni siquiera reparó en él. —Si tuviera usted la amabilidad de dejar un momento sus quehaceres cotidianos, tal vez podría atenderme. —le dijo Martín con sarcástica educación. La funcionaria lo miró por encima de sus gafas con cara de pocos amigos. Martín se acordó de repente de los monos del zoológico que había ido a ver la semana anterior porque les había sentado mal algo que les habían dado los visitantes. —Esta ventanilla está cerrada al público. Vaya usted a la número cinco— le dijo con una voz seca y grave. La ventanilla número cinco era la que más cola tenía, aunque eso ya lo había supuesto Martín. Entre maldiciones a la funcionaria y meditaciones un tanto patéticas sobre la posible utilidad del sistema y organización burocrática en el país, pasaron los quince minutos que le separaban de ella. -4-
Amparo Andrés Machí ‐ Narraciones Otra funcionaria no más amable que la anterior aunque un poco más joven, le revisó el papeleo sin que Martín observara algún atisbo de interés. Con voz mecánica le comunicó que le faltaba un documento imprescindible sin el cual no le podía atender, y retirando los que había traído él, pidió que pasara el siguiente sin darle tiempo a protestar. Martín se quedó allí plantado, sin saber si quería reír o llorar, y tras unos segundos reaccionó, recogió sus papeles con gran decepción comprobando que estaba en lo cierto acerca de sus conclusiones de hacía un rato. Ante éste cúmulo de desdichas decidió volver a su casa, sentarse en el sofá para ver una película de dudosa calidad mientras se bebía una cerveza enlatada y comía un paquete de palomitas, como había visto hacer en las películas americanas.
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Amparo Andrés Machí ‐ Narraciones
INVENTANDO LA VIDA No sé si soy yo la que invento la noche o es la noche la que me inventa a mí en este abismo de palabras que llueven sobre mis pensamientos cuando, sin casi advertirlo, me coloco sobre la página en blanco y dejo que sea la vida la que me susurre algunas cosas que contar. Reflexiono y me pregunto si estos aconteceres que suceden a mi alrededor, sucesos fugaces, a veces inconexos, como la paloma sobre el alfeizar y la disputa de una pareja en otra vivienda cercana, serán eso que llaman vivir, y entonces me pregunto si no estaré en ese momento actuando de mero espectador, si en realidad la vida se disfruta más siendo testigo que perpetrándola. En mi caso creo que a veces es así. No me puede parecer tan ajeno el día si lo intento saborear desde las pequeñas cotidianidades que me rodean, incluso cuando me suceden a mí. Es un truco que aprendí hace tiempo, la distancia es la única manera de disfrutar de algo plenamente, desde todos sus ángulos, y una vez logramos la distancia, la vida se nos plantea diferente, con esa lucidez que no tenemos cuando descansa sobre nuestros hombros. En esos momentos en los que ella, tan lasciva e impresentable, te impone su ley y no hay escapatoria aparente, acaba por ir cediendo terreno y al final logramos ir dominando las situaciones. Supone un gran esfuerzo al principio, todo requiere su tiempo, pero con la práctica, vivir se me antoja mucho más interesante. Esto es lo que voy pensando al tiempo que me imagino en otro lugar y con otras personas, preguntándome si de esta manera sería más feliz o tendría una vida mejor. Una vez me dijeron que cambiar cosas en el exterior ayuda a cambiar el interior, pero no creo que eso sea cierto del todo a menos que uno esté dispuesto a hacerlo, asumir cambios externos de tu vida y también asumir actitudes interiores nuevas. Quizás esta sería una de las claves para encontrar lo que buscamos cuando indagamos en el sentido de nuestra propia existencia, o quizás sea mejor aferrarnos a nuestros cimientos sin plantearnos cambios. Yo soy de la opinión de que los cambios siempre son positivos para el crecimiento interior, pero no siempre hay cambios buenos. Suele ocurrir que como humanos que somos nos equivoquemos. Por eso escribo, para inventarme la vida.
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Amparo Andrés Machí ‐ Narraciones
CUANDO TE SORPRENDE LA VIDA Algunas veces la vida me sorprende en mis pensamientos, va por delante de mí y de repente se enciende esa lucecita dentro de mi cabeza y todo encaja, pero no, no es algo que surja de la nada, en realidad ha estado siempre ahí, en el inconsciente, esperando ser procesado y de repente sin saber cómo ni por qué salta a la conciencia. Es como cuando a Newton le cayó la manzana del árbol, o como cuando Arquímedes venció con el sol a la flota romana... Un proceso que se materializa en un instante preciso. Son lo que llamo mis momentos mágicos. Disculpen, no he bebido ni nada, esto sólo es una reflexión de mi hora nona.
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Amparo Andrés Machí ‐ Narraciones
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Nelli Edhit González Acosta ‐ Narraciones
NELLI EDHIT GONZÁLEZ ACOSTA ‐ NARRACIONES‐
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Nelli Edhit González Acosta ‐ Narraciones
HOMENAJE A UN AMOR (MATEO) Yo vivía en una pequeña casa, de soleados ambiente y un jardín que adornaba en canteros de flores el césped del lugar. Los frondosos árboles que le daban un aire encantador reconfortaba cada mañana mientras caminaba descalza pisando el rocío fresco de la mañana de abril. No tenía mascotas ni quería tenerlas porque no podía contraer la responsabilidad de cuidarlas y que eso me impidiera salir. Mi instinto creativo solo admitía pequeños y grandes dibujos hechos en horas de descanso. Leer era una rutina necesaria tanto como escribir. La biblioteca tenía muchos libros sencillos, poco costosos aunque sí de buenos autores. La casa estaba llena de pequeños presentes, regalos de mis amistades. Cosas sencillas que decoraban los ambientes y le daban vida a mi elegida soledad. Para mi, el mejor lugar desde que había dejado la ciudad y me había dedicado a vivir en silencio solo escuchando el canto de las aguas del río que corría allá bajo las altas barrancas, que lo acunaban y el susurro del viento entre los árboles. Era una vista maravillosa rodeada de sol, de amaneceres cálidos, hermosos atardeceres llenos de esperanza y brisa suave, que me hacían revolotear recuerdos viejos en la mente siempre despierta, siempre pensando...creando...aprendiendo. Tal vez...¡Amando! No tenía muchos vecinos. Todos vivían a considerable distancia y eso hacía mucho más pacifica mi existencia. Tampoco estaba sola. Me conectaba al mundo por la tecnología avanzada de la época. Así conocí a Mateo ¡Por casualidad! Como salido de una irreal escena virtual un día cualquiera llegó a mi casa. Un sobretodo negro que le cubría hasta mas abajo de las rodillas, pantalones negros que apenas asomaban sus piernas y lustrosos zapatos de buena marca. Los cabellos rubios pintando canas en las sienes le caían sobre la frente y sus ojos azules eran chispeantes y escudriñadores. Alto, fuerte con porte atlético y aire misterioso y hasta casi poco amigable si no lo hubiese conocido como lo llegué a conocer. Mantuvimos unas pocas charlas sentados frente a la estufa de mi hogar el invierno pasado. Viajamos hasta su casa para conocer su secreta vida solitaria y triste. En charlas pausadas y casi eternas me contó su vida brevemente. Siendo
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Nelli Edhit González Acosta ‐ Narraciones físicamente tan fuerte era un cristal que se rompía con gran facilidad. ¡Solo! Buscaba la paz que le habían robado años antes. Allí en ese lugar se refugió para decidir qué seguiría haciendo de su vida. Había algo más en él que no lograba descubrir. La gran mansión estaba a unos cuantos kilómetros de mi casa. Era diferente a la mía desde la luz hasta la fachada. Silenciosa, casi mística. Ordenada, pero con un aire de soledad que dolía. Rodeada de bosques, con una enorme piscina al fondo y una única silla mecedora a su lado. Pocas plantas en el espacio dedicado al jardín ordenado sí, pero con el mismo color y aspecto sombrío y triste de Mateo. No puedo definir lo que quería porque solo me contó lo que quiso, aunque yo insistía en ahondar en sus recuerdos. Una única promesa que tomé como un cumplido a sus penas secretas: ‐No tengo familia, hace tiempo para mi ha terminado la vida ¿sabes? ‐Vamos Mateo el mundo sigue ¡Puedes continuar! ¿Qué te lo impide? ‐Tú solo acepta lo que yo te diga o te deje, cuando deba partir. No hagas preguntas que no te puedo contestar. Si lo hiciera, solo rompería tu paz y la tranquilidad que conseguiste alcanzar después de tanto esfuerzo. ‐Como quieras. ‐Cuando vuelva a llamarte ven pronto. No tendré tanto tiempo para esperar a que decidas cuándo venir. Te he dicho lo que necesitas saber de mí. Has visto todo lo que tengo, eso es todo lo que necesitas saber. Ah y no ahondes en detalle, tu amistad fue para mis últimos días la mejor bendición. Has sido lo mejor que he tenido, en mucho tiempo. ¡Ahora vete! Ha sido un gusto volver a verte. Esta noche te llamo por el chat, como siempre y charlaremos. Yo ya sabía cuál era su charla. Pocas respuestas, muchas preguntas y un ‐¡chau te encuentro mañana aquí mismo! Era todo un misterio. Su vida, su lugar, su existencia entera. Por eso no me llamó la atención que pasara tanto tiempo‐ más de un año‐ sin conectarse. Sin un mensaje, sin hacerme saber qué era de su vida. El era así. No podía buscarle explicaciones. Eran alrededor de las 10 de la mañana. Yo tomaba apurada antes de empezar con mi trabajo, una taza de café, cuando sonó mi celular. ‐¿Puedes venir? Hoy a las 16, te espero en casa. ‐Bien, ¿Estás bien tu? Mateo hace mucho que...‐cortó mis palabra bruscamente, pero con delicado acento‐ ‐Si, no quiero preguntas ya lo sabes. Ven a eso de las 16, no puedo esperar. Eran las 10. ¡Qué pesadilla esperar a saber lo que este misterioso ser quería justo a la media tarde! Realicé las tareas de costumbre, me puse frente a mi computadora y comencé -3-
Nelli Edhit González Acosta ‐ Narraciones a trabajar. Él no estaba conectado. Me puso nerviosa pensar que podía estar pasándole algo malo. Tomé mi celular y lo llamé. ‐Hola, Mateo ¿Estás seguro que no te pasa nada grave? ‐A las 16, Mariana, ¡A las 16 te espero!‐Cortó‐ Me quedé con el teléfono en la mano sin terminar de entender. Hacia un año aquel hombre misterioso me había hecho recorrer toda su mansión, mostrándome las más bellas obras de arte, sus libros, sus tierras. Recordé casi al descuido una frase que nunca tomé en serio: “‐Todo será tuyo, yo tengo poco tiempo, pero tú tienes lo que yo no tengo para dominar todo esto, manejarlo como quieras! Todo será tuyo”. Me reí entonces. Ahora me preguntaba ¿qué habría querido decir? Con “Todo será tuyo” Su imagen triste me daba vueltas por la cabeza sin dejarme concentrar en mi trabajo. ¿Cuál sería el drama de esta persona? ¿Qué lo trajo por estas tierras de algún país lejano? Era un caballero, amable con buen porte, a veces hasta se reía con una alegría contagiosa. Una risa que duraba solo unos minutos y que la tristeza apagaba rápido. ¿Qué es lo que buscaba esta persona en mí cuando me llamaba imprevistamente, para sentarnos frente a su estufa y me hablaba de sus pertenencias sin mencionar jamás familia alguna? No había en él maldad. Era sincero pero misterioso y fugaz. ¿No sentía amor? Nunca lo vi como un amor, aunque algo en mi se movía por dentro cada vez que estabamos juntos. ¡Pero él! ¡Debía tener a alguien en algún lugar! ¿Dónde? Era una persona buena y gentil finalmente. ¡Debía tener a alguien! Siempre ignoré esa parte de su historia. Era como si hubiese metido toda esa etapa dentro de un gran baúl y le hubiese puesto grandes cadenas con candados. ¡Nunca habló de su familia! Mientras me mecía en esos pensamientos que me impedían trabajar concentrada, me levanté y fui hasta la cocina. Preparé algo de comer y luego de vestirme adecuadamente tomé las llaves de mi auto y salí dejando mi casa cerrada y la luz del frente prendida. No sabía si Mateo necesitaba que le hiciera mandados a la ciudad como solía pedirme a veces, así que tampoco sabía a qué hora volvería. Tomé el camino rodeado de espinillos y árboles autóctonos bien podados de mi terreno y crucé la portera hacia el camino pedregoso rumbo a la ruta hacia lo de Mateo. Anduve los 45 minutos por la ruta y entré al camino de montes de la parcela de mi amigo. Una blanca mariposa volaba delante de mí con vuelo ondulante y alegre, perdiéndose luego en la frondosidad del bosque aledaño. El misterioso camino sin flores y sin luz ni alegría me llevó hasta la silenciosa -4-
Nelli Edhit González Acosta ‐ Narraciones mansión. Empujé lentamente la gran puerta de madera de roble, como lo hacía siempre que acudía a aquella casa. Entré mientras un olor a alcanfor me abrazó en aquel aire estancado. Busqué con la vista a Mateo, no lo vi. Decidí esperarlo ahí dentro como lo hice otras veces, supuse que el tiempo no lo había cambiado mucho. Miré hacia la ventana y lo vi sentado junto a su piscina en la vieja silla de roble antiguo, como esperando a alguien. Me senté con cierta inquietud en el frondoso sillón de la sala principal; sabía que a él no le gustaba que le anunciara mi presencia. ¡La intuía! simplemente vendría cuando el reloj marcara las 16 y aún faltaban 10 minutos. Mientras esperaba me fijé en las paredes bien cuidadas de la casa, las cortinas cerradas. El terciopelo cayendo con gruesos pliegues, el techo abovedado que encerraba la luz de aquella habitación. Descubrí apenas una que otra gota de luz filtrándose por la gruesa tela y licuándose en el suelo polvoriento. El ambiente hubiese sido menos opresivo si las ventanas se abrieran de par en par y el sol bañara todo el lugar con su luz cálida mientras el viento recorría las demás habitaciones de la casa escapando por una y otra ventana. Pero a Mateo le gustaba estar con su enorme mansión cerrada; sin dejarla ver por el sol, la luna ni las estrellas. Le vi levantarse lentamente y dirigirse a mí. Entró a las 16 en punto a la sala. Me tendió su mano helada. ¿Hacía tanto tiempo que no le veía? Un impulso de abrazarlo se quedó estancado en mi, ante la mirada serena y orgullosa de Mateo. No necesitaba palabras para oponerse a lo que yo deseaba. Sus ojos azules reflejaban una mirada misteriosa que apenas podía descubrir en aquel lugar tan cerrado y de poca luz. Pálido, mucho más delgado que la última vez que le viera. Sus rubios cabellos habían cambiado al blanco y su porte de hombre fuerte había desaparecido por completo. No me dijo palabra alguna. Depositó un sobre en la gran mesa y silenciosamente comenzó a dar la vuelta hacia donde estaba sentado. ‐Mateo, ¿qué quieres? ‐Ya lo sabes, lo prometido. Ahora vete. No pude preguntar, no hubo lugar a pregunta alguna. Me debatí por un momento entre correr a sus brazos y la triste barrera de silencio que Mateo interponía entre los dos. Tome el sobre sin abrirlo y sentí correr dos lágrimas por mis mejillas. Caminé hacia la salida, cerré tras de mí la enorme puerta y un sollozo se escapó de mi pecho dolorido por el sufrimiento que sabía estaba a punto de estallar. Viajé hasta mi casa, corrí hasta el living, aún había fuego en la estufa. Puse dos leños más y me dejé caer sobre el sillón con el sobre entre mis manos. Un -5-
Nelli Edhit González Acosta ‐ Narraciones diluvio de lágrimas cubrió mi semblante y entonces supe lo que Mateo quiso decirme tiempo atrás. Mañana, mañana abriría el sobre, ahora no. No podía conseguir calmar mi pena. Talvez al día siguiente él recorrería otro camino, otra casa de abovedado techo donde se encierra la luz y se acumulan los secretos duendes de un pasado.
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Francis Parado ‐ Narraciones
FRANCIS PARADO ‐ NARRACIONES‐
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Francis Parado ‐ Narraciones
DOCTOR, ESCÚCHEME Cierro los ojos escucho la música y poco a poco mi cuerpo y mi mente se van relajando y fundiéndose en el espacio hasta perder el control total sobre ellos. Comienzan a aflorar recuerdos, imágenes, me veo vestida con ropas distintas, hablo un idioma diferente. Soy un niño que trabaja moliendo piedras.
Al mirar el paisaje veo una gran pirámide sin terminar, muchos hombres están trabajando en ella también mi padre y hermanos mayores. Detrás el océano turquesa, calmo, se funden con las verdes palmeras y abundante vegetación. Me siento en paz, me siento feliz, quisiera quedarme acá, pero una voz me llama y de apoco voy regresando, siento mi cuerpo y mi mente lentamente regresar a la habitación del siquiatra. Lloro no se bien porque, el doctor me dice que según Freud sufro de esquizofrenia y trastorno de la ansiedad mientras escribe una larga receta de medicamentos que me harán sentir mejor para tener una vida normal.
Pasaron ya veinte años de ese presente que llevo grabado y recuerdo cada día, soy adicta a los psicofármacos, tengo un tic en un ojo y mi mano izquierda no deja de temblar. Hace tiempo que ya no quiero seguir con el doctor pero necesito las recetas. Ya soy vieja perdí mi vida en alguna de las secciones de terapia. Nunca más me hizo hipnosis pero igual regreso a ese lugar imaginario donde encontré la paz y la felicidad para poder seguir sobreviviendo.
He tratado de volver por mi misma usando el gas para adormecerme pero casi muero y el doctor dijo que me quise suicidar, aunque quise contarle no me escuchó, solo sacó su talonario y me dio nuevas medicinas. Ya he perdido todo, vivo en las calles deambulando de un lado a otro sin rumbo alguno, llevo conmigo un carrito donde cargo mis únicas pertenencias, una frazada, algo de ropa y algunos recuerdos que todavía conservo.
Una vidriera me atrae, no quiero parar pero regreso a ella, entre muchas fotos gigantes esta mi pirámide y detrás el mar turquesa. Comienzo a gritar descontrolada y trato de romper el vidrio para abrazar la foto de mi felicidad pasada.
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Francis Parado ‐ Narraciones Ahora estoy en un hospital, atada, el doctor escribe una receta, le grito pero mi voz apenas es un susurro
Doctor lo encontré!!! Doctor si existe ese lugar!! Doctor su amigo Freud se equivocó!!! Doctor escúcheme esta vez, escúcheme…. Doctor no adormezca de nuevo mi mente Doctor por favor doctor, déjeme recordar Doctor quiero vivir Doctor escúcheme Doctor.....
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Francis Parado ‐ Narraciones
EL FINAL LLEGÓ TEMPRANO Mariana esperaba nerviosa la llegada del pedido que había hecho, sabía que podía llegar este momento pero pensó que aun le faltaba tiempo.
Pero el tiempo había volado y la hora le había llegado, el timbre la sobresaltó y un temblor frío le corrió por su cuerpo pero ya había tomado la decisión y era mujer de no dar marcha atrás. Ya con el paquete en sus manos, que de una farmacia lejana había encargado para que nadie en el barrio pudiera enterarse, comenzó a desenvolverlo lentamente como si eso pudiera cambiar algo la decisión ya tomada.
Tomó un recipiente, mescló el polvo de uno de los frascos y suavemente comenzó a revolverlo con su mirada fija en el líquido que iba tomando un color oscuro mientras se iba espesando. No le tembló el pulso, aunque su corazón latía con fuerza mientras empuñaba entre sus dedos lo que daría fin a la Mariana que hasta hoy había sido.
Mirándose al espejo y con un suspiro levantó su brazo, puso su mano sobre su cabeza y mató sus primeras canas.
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Francis Parado ‐ Narraciones
SET ANTI AGE Marisa se levanto apurada para poder terminar de limpiar la casa y decorar el comedor con el mejor mantel, regalo de su abuela que ella misma había bordado son sus santas manos, un lindo centro de mesa que con papel reciclado había aprendido a darle apariencia de fina porcelana y unos girasoles de tela de seda que aprendió hacer en sus clases de manualidades.
Porque hoy era la reunión de belleza, su amiga que desde hace poco vendía por catálogo todos los productos que una persona necesita para cuidar su cuerpo y mantenerse joven, linda y perfumada, la había comprometido a que invitara a sus otras amigas y familiares a su casa y ella les enseñaría como verse cada día mas hermosas.
Desde hacia mas de una semana venía invitando a cuanta mujer conocida se le cursara por la mente, hasta a su cuñada, que siempre la criticaba porque consideraba que era poca cosa para su gran hermano, también a todas sus vecinas que seguramente vendrían para chusmear como tenía su casa y luego tener tema para el resto de la semana.
Pero Marisa se sentía satisfecha por la tarea cumplida aunque no dejaba de estar nerviosa por temor a que nadie viniese y su amiga pensara que no se había ocupado lo suficiente. Todo resultó de maravilla, su amiga le vendió cremas y perfumes a todas inclusive Marisa que nunca usaba nada se atrevió a comprar un Set anti envejecimiento con vitaminas, seramidas, baba de caracol y colágeno todo incluido en 14 frascos distintos que debería ponérselos en diferentes horas del día y otros solo una vez por semana. Pero todo venía perfectamente explicado en un manual para que todo fuese tan fácil que cualquier mujer pudiera usarlas.
Y así termina la reunión, su amiga con buenas ganancias, ella llena de frascos que descansan en el botiquín del baño y su marido cada vez que los ve recuerda lo que le costaron y es motivo para empezar sus protestas diarias.
Pero como todo pasa por alguna razón Marisa tomó la gran decisión de su vida, ella es ahora Consejera de Belleza y va haciendo reuniones de casa en casa y ahora tiene su dinerito para pagar a un cirujano plástico que le haga
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Francis Parado ‐ Narraciones algunos retoques.
Las cremas? Bien muy bien, siguen en el botiquín.
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Ángela Sayago Martínez – Narraciones
ANGELA SAYAGO MARTÍNEZ ‐ NARRACIONES‐
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Ángela Sayago Martínez – Narraciones
ALINA Hoy Alina se ha fumado todos los cigarros que tenía escondidos. Estaba atravesando un conflicto personal del que esperaba salir con el consejo de su madre, a parte de sus propios criterios que nunca dejaría de lado. La cuestión es que necesitaba trabajar. Era licenciada y acababa de terminar un cursillo de especialización. Anteriormente había trabajado como camarera y como dependienta en diferentes lugares, pero ahora buscaba un trabajo que le permitiera desempeñarlo con todo su ser y que a su vez le dejase el tiempo suficiente para seguir formándose en mil cosas que le gustaría conocer, tanto para beneficio de su futuro laboral como para su propio camino hacia la intelectualidad. Había enviado más de veinte currículums a diferentes empresas de trabajo temporal (así es como tenemos que trabajar hoy en día los jóvenes, destinados a estar hipotecados de por vida o a vivir de alquiler eternamente, ante el desamparo de un futuro nada prometedor) y evidentemente, la llaman para hacer entrevistas, las hacía y ʺno era lo que están buscandoʺ; pero estas empresas de trabajo temporal, sólo te llaman. Cuando encuentran su prototipo dejan a los demás de lado, y no porque no sepan realizar la tarea propuesta, sino porque no se tiene experiencia en puestos similares, y en lugar de decirte: “Gracias por haber venido, no tienes los requisitos que estamos buscando, por lo tanto no puedes acceder a este puesto de trabajo”, la única cosa de la que sí te enteras es del atronador silencio de tu móvil, que no suena para darte buenas noticias, pero tampoco para dártelas malas. A parte de esta decepción que se lleva una cuando sabe con certeza que el móvil no sonará, es que estés buscando un tipo de trabajo y por motivos especiales te llamen de otro que en esos momentos no puedes aceptar por causas personales. A ver, me refiero a su caso en concreto, y empezaré por el principio para que se me pueda entender: Alina siempre quiso ser camarera. Una niña en plena adolescencia, discreta en soledad, que no llama la atención sino cuando está con el resto de sus amigas y es el último “mono” de la pandilla debido a las inseguridades que le ha transmitido el hogar paterno, que sabe que no es fea pero que no es el prototipo de “mujer” que los chicos de esas edades buscan, lo que desea profundamente es sobresalir un poco, que la tengan en cuenta y que sepan que está ahí. Esos fueron los motivos que la llevaron a aceptar su primer trabajo como camarera. En una discoteca de verano de su pueblo.
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LOS POETAS Y LAS LETRAS
HAIKUS
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LOS POETAS Y LAS LETRAS
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Rod Ceja ‐ Haikus
ROD CEJA ‐ HAIKUS‐
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Rod Ceja ‐ Haikus
AMISTAD Incondicional, sincero sentimiento, que une sin fin.
VIDA (MEXICO Y LA INFLUENCIA) Condición vital fugaz, volátil vida suspiro mordaz.
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Margarita González Luján ‐ Haikus
MARGARITA GONZÁLEZ LUJÁN ‐ HAIKUS‐
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Margarita González Luján ‐ Haikus
DOLOR Dolor en la piel, el cansancio en las venas mirada triste.
Otoño de hoy, y después del invierno nuevamente sol.
Tiempo que pasa un hoy de duras pruebas. Lo se. Pasará.
LA LLUVIA Libres al viento vuelan mirlos, torcazas. La lluvia cae.
Moja mi rostro lluvia fresca de otoño. Camino lento.
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Francis Parado ‐ Haikus
FRANCIS PARADO ‐ HAIKUS‐
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Francis Parado ‐ Haikus
PINTÁNDOTE Quise pintar tu rostro No lo logre Será que te olvide?
AGUA Saliste de tu cause y entraste silenciosa por debajo de mi puerta
MI SOL SI En la partitura están las claves de mi vida
En el pentagrama las notas forman mi melodía
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Francis Parado ‐ Haikus
ESCUCHO TUS SILENCIOS Tus hirientes palabras duelen menos que tus eternos silencios.
DESAFÍO Que sensible eres tú, dura siempre yo. Equilibrio de amor
TUS CARTAS Montaña de papeles cubren mi mesa Ya no tengo interés
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Francis Parado ‐ Haikus
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Vicente Puchol Mora ‐ Haikus
VICENTE PUCHOL MORA ‐ HAIKUS‐
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Vicente Puchol Mora ‐ Haikus
SEPELIO huero en prestancia, acudió a su sepelio el olvidado
HOJA DE OTOÑO Aturdida y hueca sobre el nicho de otoño, se posa la hoja.
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LOS POETAS Y LAS LETRAS
OS ESPERAMOS A TODOS EN EL SIGUIENTE NÚMERO DE NUESTRA REVISTA
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