FUKANZAZENGI (Proclamación universal de los principios de la meditación sentada)
* El camino que buscas es universal y completo: lo incluye todo, incluye a todos. ¿Cómo podría depender de la práctica o de la realización, tuya o de otro? El ámbito de la realidad es vasto y su puerta de acceso libre de obstáculos. Entonces, ¿por qué el hombre sigue necesitando esforzarse y concentrarse en hacer o andar el camino? A decir verdad, la contextura inabarcable de lo real está más allá y más acá de la suciedad del mundo. Sin embargo, ¿quién podría creerse capaz de quitar toda esa roña? El camino nunca es distinto de cualquier otra cosa. Siempre es lo mismo: allí donde tú estés, está presente. ¿De qué sirve entonces practicar? Sea como fuere, si entre tú y el camino se produce una fisura, por estrecha que sea, el foso resultante es más grande que el espacio entre el cielo y la tierra. Si manifiestas la menor preferencia o la menor antipatía, tu espíritu se pierde en la confusión. Cuando te jactas de estar bien dotado para percibir la sabiduría que todo lo penetra, cuando fantaseas sobre tu propio despertar, o incluso cuando imaginas haber abarcado el camino y tocar el cielo con las manos, sólo muestras estar muy errado: eres un vagabundo en los suburbios de la claridad. En tales circunstancias, prácticamente has perdido el rumbo de tu verdadera emancipación. Toma en cuenta un hecho simple: el mismísimo Buda (el príncipe Siddharta, ése que llaman Despierto) tuvo que sentarse durante seis años (se mantiene perenne la influencia de esos años sentado en postura de loto, completamente inmóvil). También toma en cuenta a Boddhidharma (equivale a Iluminado): ¡nueve años meditando de cara a la pared, incluso después de haber alcanzado la sabiduría intrínseca! Si esto sucedió con los muy diligentes santos antiguos, ¿cómo los hombres comunes de hoy en día quedaríamos dispensados de andar el camino? En consecuencia, abandona toda práctica basada en una pura comprensión intelectual, como la de quienes corren detrás de las palabras y se atienen a su sentido literal. Debes aprender el giro que enfoca la propia claridad hacia adentro, iluminando tu naturaleza verdadera. Entonces tu cuerpo/mente (tu ser) se difuminará por sí mismo, emergiendo tu rostro original. Si quieres llegar a ser-así, sin ninguna demora practica ser-así.
* Para sentarse a meditar te hace falta un espacio tranquilo. Come y bebe sobriamente. Rechaza las situaciones engañosas, pon en suspenso las preocupaciones. No pienses: "esto está bien, esto está mal". No interfieras
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el trabajo de la mente, no intentes controlar tus pensamientos. Renuncia a todo objetivo, incluso al ansia de despertar. Zazen, en definitiva, no depende de la posición sentada o tumbada. En el sitio donde sueles sentarte, extiende la alfombra de paja, colocando encima una almohadilla. Ponte en posición de loto o medio loto. En loto, coloca primero el pie derecho sobre el muslo izquierdo y el pie izquierdo sobre el muslo derecho. En medio loto, pon tu pie izquierdo en el tobillo derecho. Usa ropa holgada y apropiada para ti. A continuación, coloca la mano derecha sobre el pie izquierdo y la mano izquierda dirigida hacia arriba sobre la mano derecha; los pulgares harán el gesto de juntarse, hasta tocar la extremidad del otro. Siéntate bien recto, en la actitud corporal correcta, ni inclinada a la izquierda ni a la derecha, ni hacia adelante ni hacia atrás. Vigila que las orejas estén en el mismo plano que los hombros y la nariz en la misma línea vertical que el ombligo. Pon la lengua pegada al paladar; deja la boca cerrada; que los dientes apenas se toquen. Los ojos han de quedar algo abiertos. Debes respirar suavemente por la nariz. Cuando hayas conseguido la postura correcta, respira profundamente una vez: inspirar, expirar. Bascula el cuerpo de derecha a izquierda y quédate inmóvil en una posición sentada estable, como una montaña. Piensa más allá del pensar. ¿Cómo se piensa en no pensar? Dejando el pensamiento a su aire, tranquilo. Tal es el arte esencial del zazen.
* El simple sentarse de que hablo no se limita al aprendizaje paso a paso de una técnica de meditación. Desde el inicio ya es puerta de acceso a un destino de disfrute y desahogo. Es la práctica-realización del completo despertar. Zazen es un koan, una manifestación radical de lo que es y se es. Trampas y enredos no consiguen interferir. Cuando has tomado tu corazón en propias manos, te vuelves como un dragón después de beber agua, como un tigre descansando en su montaña. Cuando practicas zazen, en ese preciso momento se manifiesta tu verdadero destino, lo cual te permite superar la flojera física y mental, así como la dispersión. Cuando te levantes, muévete suavemente y sin apuro, con calma y deliberación. No te levantes de manera súbita o brusca. A fuerza de zazen, se llega a una encrucijada donde la ceguera confluye con la iluminación, traspasando tanto la claridad como la oscuridad, o el hecho de vivir (o morir) sentado (o de pie). Todo ello depende en última instancia del vigor del zazen. Sin embargo, a nuestra mente discriminadora le resulta imposible entender cómo los despiertos se abrieron a la claridad en una ocasión determinada producida por un dedo, una bandera, una aguja, un martillo. O cómo han conseguido transmitir el 2
camino mediante una palmeta mata-moscas, un puño, un bastón, un grito, etc. Nada de eso puede ser captado en plenitud por el pensamiento dualista del hombre. En realidad, nada puede ser conocido a fondo mediante un puro ejercicio de poderes, sean naturales o sobre-naturales. Estos hechos están más allá del ámbito dualista de lo subjetivo y lo objetivo. ¿Acaso no estamos hablando de un principio que precede conocimientos y percepciones?
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Dicho esto, poco importa que seamos inteligentes o no. No hay diferencia entre el listo y el tonto, el superior o el inferior. Cuando uno concentra su esfuerzo en el único asunto que importa, ya está andando el camino. De suyo, práctica-realización son una, inseparables por naturaleza: manifiestan el camino de vida de cada uno. Progresar depende luego del trabajo cotidiano. Sin duda, la gente es igual en todo el mundo: todos llevan impreso el sello de la naturaleza de buda. Sin embargo, si no practican zazen, el carácter y función verdaderos de cada uno no podrán manifestarse de manera adecuada. La particularidad del camino es una dedicación completa a la meditación sentada, inmóviles; implica una decisión inquebrantable. Hay tantas mentes como hombres, dicen. Sin embargo, todos marchan de la misma manera por un camino que no es otro que el estudio del verdadero ser. ¿Por qué huir del asiento que te espera en casa, yéndose a vagar por los andurriales del mundo exterior? Un solo traspiés y, ¡zás!, uno se aparta del camino trazado con nitidez delante nuestro. Hemos tenido la oportunidad increíble de adquirir forma humana. No perdamos tiempo: el curso correcto del camino de buda es un asunto que nos concierne. Entonces, ¿para qué atarnos a placeres que no valen la pena, como quien se arroba mirando las chispas que brotan del sílex? Nuestros cuerpos son como rocío en la hierba. Nuestras vidas tienen un destino semejante al relámpago: se desvanecen en instantes fugaces... Estimados aprendices del zen: de corazón les pido algo. Acostumbrados desde hace tiempo a palpar elefantes en la oscuridad, no teman convertirse en auténticos dragones. Concentren la energía en seguir el camino, que apunta sin desvío al absoluto. Respeten a los hombres realizados, situados más allá de las cuitas comunes. Pónganse en armonía con la claridad de los budas que han sido; busquen con ardor tener éxito en la estabilidad sin tropiezo que les viene transmitida por los ya despiertos. Condúzcanse así y se harán así, como ellos. La puerta de entrada al tesoro se abrirá por sí misma, y ustedes podrán utilizarla como mejor les plazca.
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Contexto: - Pieza compuesta por el japonés Eihei Dôgen, maestro fundador de la rama Soto del zen, a poco de volver de China, en la mitad del camino de su vida, con apenas 27 años. - En los monasterios de Japón, cada noche se recita el texto completo, en coro, en el zendo, sala en la que meditan, comen y a veces duermen los monjes residentes. - Es considerado el texto fundamental del Soto zen, su verdadero estandarte, aquello que resume la dinámica misma del zen. - Material acompañante: libro “Mente Zen, mente de principiante”, de Shunryu Suzuki, Editorial Estaciones, Buenos Aires 2005 (1987), descargado en Internet escribiendo el nombre de la obra. Glosario: - Alfombra de paja: tatami - Almohadilla: zafu (de za-futon: almohadilla para sentarse) - Ámbito de la realidad: dharma (la realidad concreta, tal cual es, el conjunto de todas las cosas tal y como son) - Ansia: trishna (sed, deseo; algo muy distinto de hoshin: el afán o espíritu o impulso que se tiene al comienzo del camino) - Aprendiz: unsui (lit: llovizna, agua de nube, húmeda nubosidad: novicio) - Así: tathata (la condición metafísica de ser las cosas tal y como son) - Atadura: zenna (apego) - Camino: dô (el dharma: desde el punto de vista de la experiencia personal de conocimiento y práctica; el tao: camino que se recorre sin meta, o sea shikan: sin más) - Claridad: satoru, satori (aclaración, esclarecimiento, tras-lucidación; etimológicamente, es sho: experiencia, experimentar, certificar, ser cerficado, y también caer en la cuenta, intuición) - Completa dedicación: ver Decisión - Comprensión intelectual: ryumonji (atenerse a las palabras, depender de lo escrito) - Contextura de lo real: dharmakaya (cuerpo indescriptible, aspecto grandioso, inabarcable, de la realidad o de las cosas como son) - Cuerpo/mente: shinjin (en cuanto que se complementan, se refieren a sati; ver también: ser) - Decisión: yoji (enérgica aplicación, dedicación completa; yojin: tener cuidado, prestar atención) - Dejar: yurumeru (aflojar); hanasu (soltar) - Desde el inicio: ton (aquí y ahora, ya, rápido) - Despertar: bodhi (estado de conciencia que reúne dos componentes en apariencia opuestos: la tranquilidad relajada y la agudeza perceptiva) 4
- Despierto: buda (el que está atento, despejado; si se refiere a una persona concreta, Buda designa a Siddharta Gautama, Sakyamuni) - Destino: dharma (la realidad última aplicada a la vida o camino propios) - Difuminarse por sí mismo: datsuraku (descubrirse co-extensivo con el universo) - Dragón o verdadero dragón: evoca al buda, persona iluminadora - Elefantes: evocan a maya, la ilusión - Emancipación: kensho (franqueamiento, liberación) - Espacio: sumi (lit: rincón, un lugar dentro de algún lugar) - Estable, estabilidad sin tropiezo alguno: samadhi (apaciguamiento del ansia en el tiempo, y si se quiere hasta su extinción) - Foso: tenchikenkaku (alejamiento abismal entre el cielo y la tierra) - Gesto: mudra (actitud corporal: el gesto resulta ser complemento de la postura y, ambos, acompañantes indispensables o medios eficaces, hoben, del apaciguamiento emocional) - Giro: ten (significa: transformar, girar, cambiar, moverse) - Hombres comunes: bonbu (seres vulgares sin conocimiento) - Hombres realizados: ver buda - Iluminado: Bodhidharma (ancestro indio nº 28 y primero de la China, s. V-VI) - Koan: afirmación (de origen administrativo o legal) o narración sin salida posible mediante la lógica corriente, orientadas a “ablandar” el funcionamiento de la mente discriminadora, situándola “más allá” del razonamiento dualista. - Más allá del pensar: hishiryo (no pensar) - Mente discriminadora: shadayatana (intelecto dicotomizador; en otras palabras: la dualidad que de inmediato aporta el ego cuando hace su aparición en la realidad, buscando ser su sujeto, o sujetarla) - Naturaleza de buda o naturaleza verdadera: bodhicitta (condición, cualidad o carácter búdicos; designa la posibilidad misma de despertar) - Oportunidad: ki (suerte, buen momento) - Paso a paso: zan (lento, gradual) - Poderes naturales: alude a la pura ascesis, gimnasia o ejercicio guiado por la sola voluntad - Poderes sobre-naturales: jinzu-shusho (alude a vibhuti, la magia performática de algunas orientaciones del yoga) - Posición de loto: kekka fuza (padmasana) - Posición de medio-loto: hanka fuza - Práctica: shugyo (empeño sin fin ni final; vuelta sin vuelta) - Práctica-realización: shosuru (práctica Y realización, que se pueden atestiguar, certificar) 5
- Progresar: jin (ir hacia adelante, avanzar sin cesar, hacer camino) - Puerta de acceso: homon (alude al instrumento o medio eficiente para conseguir algo: hoben) - Real: ver Así, Ser, Naturaleza verdadera - Realización: shusho (usa otro kanji y significa progreso, promoción) - Sabiduría penetrante o intrínseca: prajna paramita (intuición de la totalidad real; conocimiento más allá de cualquier intuición) - Sentarse: suwaru - Sentarse a meditar: zazen (meditación sentada) - Ser, verdadero ser: om/ha/hum, corresponden a cuerpo/habla/mente (situados respectivamente en la mente, la garganta y el corazón; designan la globalidad de aquello que cuando hablamos decimos ser “uno mismo”; por otra parte smriti o sati expresa la compenetración entre el cuerpo y la mente en su accionar cotidiano; kayagatasati indica que la compenetración se busca de forma metódica) - Simple sentarse: shikan-taza (sentarse simplemente) - Suave respirar por la nariz: zuisokkan (camino a la concentración) - Suciedad: klesa (mancha de cualquier tipo, en el plano de la actitud o el comportamiento; impureza) - Tigre: evoca la actitud yoji, de completa y enérgica dedicación - Trabajo de la mente: se refiere al espacio lleno, o sea al torrente mental - Trampas y enredos: raro (redes para cazar pájaros o apresar peces) - Transitar: tsuko suru (tránsito –tsuko- sugiere simplemente moverse mientras algo, o uno mismo, se va modificando; no implica conocer el camino ni querer llegar) - Vigor: chikara (determinación: kettei)
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