América Central o Centroamérica Es la región del continente americano que limita con América del Norte, América del Sur, el océano Pacífico en el oeste y el océano Atlántico junto con el mar Caribe y diversas islas en la región este. El territorio centroamericano comprende dos áreas geográficas: América Central ístmica. Se refiere a la franja continental estrecha que une América del Norte y América del Sur. América insular o Antillas. Se refiere a los grupos de islas que se extienden sobre el mar Caribe en el océano Atlántico. El territorio centroamericano presenta una cadena montañosa central que se extiende desde México hasta Panamá y que tiene volcanes activa. Además, se destaca por las llanuras costeras de clima cálido sobre el este. Existen dieciséis lugares de Centroamérica que fueron considerados Patrimonio Mundial por la UNESCO (Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), como el sistema de Reservas del Arrecife Barrera en Belice, el Parque Nacional Isla del Coco en Costa Rica, la Antigua Guatemala y el sitio arqueológico Joya de Cerén en El Salvador, entre otros. Historia de América Central América Central precolombina se caracterizó por las grandes civilizaciones que habitaban la región y que fueron símbolo de majestuosidad y esplendor, como los mayas en gran parte de la actual Guatemala y los aztecas en el actual México. A partir de la conquista española de 1492 Centroamérica fue sometida por la monarquía española que ejerció dominio e influencia cultural en el “nuevo mundo”, aniquilando gran parte de la historia de los pueblos amerindios. América Central se independizó de España el 15 de septiembre de 1821 y en 1823 se establecieron las Provincias Unidas Del Centro De América para reforzar la unión de las naciones independientes y para rescatar parte de su cultura originaria que había sido aniquilada. En 1856 Nicaragua tuvo la denominada “segunda independencia” pero de Estados Unidos, tras la Batalla de San Jacinto en la que 180 soldados al mando del general José Dolores Estrada derrotaron a
300 soldados estadounidenses que tenían como objetivo apoderarse del territorio. Cultura de América central América Central se destaca por la población mestiza, es decir, surgida de la mezcla de indígenas con europeos debido a las influencias de la invasión española y los vínculos que establecieron con los indígenas. Centroamérica precolombina presentaba una alta densidad de población con pueblos originarios como los mayas, los incas, los payas, los lencas, los pipiles, las kunas y los chortís. Los diversos pueblos americanos precolombinos sufrieron la invasión europea que provocó una mezcla de culturas y de razas y el surgimiento de poblaciones de criollos, de mulatos y de afroamericanos, entre otras. El idioma que predomina en la actualidad en América Central es el español, excepto en Belice que se habla inglés y en algunas islas, como Dominica y Haití, que se habla francés. Además, abundan los dialectos de las lenguas originarias.
Economía y recursos de América Central La principal fuerza económica de América Central se basa en la disponibilidad de vías marítimas que facilitan el comercio exterior. Presenta una gran cantidad de puertos, como Acajutla en El Salvador, Bahía Las Minas en Panamá, Corinto en Nicaragua, Puerto Cortés en Honduras, Puerto Limón en Costa Rica y la principal vía de comercio internacional: el canal de Panamá. A través de las diversas vías marítimas Centroamérica desarrolló su economía para consumo interno y para exportar. Las principales industrias son la agricultura, con cultivos de café, plátano, caña de azúcar y algodón, y la industria minera de piedras y metales preciosos que es significativa para el turismo en las zonas costeras.
El canal de Panamá Es una ruta de navegación interoceánica que comunica el océano Pacífico y el mar Caribe del océano Atlántico. Desde su inauguración en 1914, es la principal fuente de comercio internacional porque representa la única vía de tránsito corta para los barcos de carga y los buques de turismo. De no ser por el canal de Panamá, los barcos deberían costear Sudamérica y cruzar por el estrecho de Magallanes con las dificultades que implica el paso marítimo natural de esa región austral debido a las frías temperaturas y a la presencia de hielo. El canal de Panamá atraviesa la parte más
angosta del continente que pasa por encima de la Cordillera central. Está compuesto por una serie de esclusas, que son recintos con compuertas, que permiten nivelar la cantidad de agua entre un tramo y el siguiente a medida que pasa el barco. América Insular o Antillas América insular o Antillas corresponde a los grupos de islas que se encuentran en el mar Caribe del océano Atlántico y comprende una extensión que va desde la península de Florida de Estados Unidos hasta la costa este de Venezuela. Los dos grupos de islas son: Antillas Mayores o Grandes Antillas. Grupo de islas conformado por: Bahamas, Cuba, Haití, Jamaica, Puerto Rico y República Dominicana. Antillas Menores o Pequeñas Antillas. Grupo de islas conformado por: Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y Las Granadinas, Santa Lucía, Trinidad y Tobago.
Independencia de Centro América o América Central Bajo la influencia de los movimientos independentistas del resto de América, Centroamérica declaró su independencia de España sin luchas armadas, la cual se hizo efectiva el 15 de septiembre de 1821. La fecha es considerada todavía el día de la independencia por todas las naciones centroamericanas a excepción de Panamá, que celebra el 28 de noviembre su independencia de España. El capitán general español, Gabino Gaínza, ocupó el cargo de líder interino hasta que se formara un nuevo gobierno. La independencia tuvo corta vida, ya que Centroamérica fue anexada al Primer Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide el 5 de enero de 1822. Los liberales centroamericanos objetaron este proceder, pero el ejército de México bajo el mando del General Vicente Filísola ocupó Ciudad de Guatemala y calmó los ánimos. Después de la abdicación de Iturbide, los representantes de las provincias centroamericanas declararon la independencia absoluta de España, de México, y de cualquier otra nación extranjera el 1 de julio de 1823, y se estableció un sistema de gobierno republicano por medio de las Provincias Unidas del Centro de América. Centroamérica, al igual que el resto de las naciones iberoamericanas (con excepción de Brasil), abolió de una manera total y definitiva la esclavitud tras la consecución de su independencia.
Época Republicana La República Federal de Centro América agrupó a la región formada por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua actuales. Cabe mencionar que el Estado Mexicano de Chiapas era territorio de Guatemala, al tener antiguamente el rango de Audiencia Real, Centroamérica se une al Primer Imperio Mexicano de Iturbide en 1822, al separarse Guatemala de aquel último, Chiapas, por medio de un referéndum, se incorporó a México. Guatemala cedió únicamente la Región de Soconusco. Dos países más jóvenes, Panamá y Belice, no comparten la historia común ni el horizonte cultural de Centroamérica, ya que Panamá estaba integrada a los Virreinato del Perú y Virreinato de Nueva Granada, y luego al independizarse de España, se unió voluntariamente a la Gran Colombia; y Belice, por su parte, fue una colonia del Reino Unido. La exclusión de Panamá en el mencionado proyecto centroamericano se debe a la pertenencia histórica del territorio del istmo panameño al subcontinente sudamericano mediante la estructura administrativa colonial, primero del Virreinato del Perú, luego del Virreinato de Nueva Granada, y posteriormente gracias a la asimilación de su territorio a Colombia desde 1821 hasta su separación en 1903. Panamá no formó parte de los proyectos políticos integracionistas de Centroamérica hasta su incorporación voluntaria al Parlamento Centroamericano en 1992, organismo del cual el gobierno panameño decidió retirarse voluntariamente en el año 2010 aunque no lo logró por muchos años. Actualmente, República Dominicana también forma parte de esta región desde el punto de vista político y económico, ya que es miembro del Sistema de la Integración Centroamericana, un órgano a cargo de facilitar la integración de la región, del Parlamento Centroamericano y del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana.
Guerra civil de Centroamérica Debido a que los conservadores no querían ceder los privilegios a los que estaban acostumbrados desde la época colonial, muy pronto estallaron una serie de disensiones y guerras civiles, que culminaron con el derrocamiento en 1829 del gobierno constitucional cuyo Presidente titular era el salvadoreño Manuel José Arce y Fagoaga, elegido en 1825, y que ejercía desde 1828 el Vicepresidente Mariano Beltranena y Llano, guatemalteco. Ese año también fue derrocado el gobierno conservador de Guatemala dirigido por Mariano de Aycinena y Piñol por una invasión dirigida por el general hondureño Francisco Morazán quien confiscó todos los bienes a los miembros del Clan Aycinena, y los expulsó del territorio centroamericano junto con los miembros del clero regular. Interinamente se hizo cargo del gobierno el liberal guatemalteco José Francisco Barrundia y Cepeda y en 1830 fue elegido presidente el general hondureño Francisco Morazán, quien posteriormente fue elegido otra vez para el período 1835-1839. Morazán empezó a hacer negocios con los ingleses que tenían un puesto comercial en Belice y lo mismo hizo el gobernador del Estado de Guatemala, Mariano Gálvez, lo que junto con el intento de aplicar leyes novedosas en el país —como el divorcio y el uso de jurados— causó resentimiento entre los pobladores guatemaltecos, quienes miraban a los ingleses y a los liberales como herejes. Los miembros del clero secular no habían sido expulsados de Centroamérica, pero habían quedado debilitados por la eliminación del diezmo obligatorio; aun así, debido a la educación fuertemente católica que había habido en Guatemala, les fue fácil convencer a los indígenas y mestizos de las intenciones heréticas de los liberales, y esto creó el ambiente propicio para que los conservadores retornaran al país. En la segunda administración de Morazán resurgió la guerra civil: en 1837 el gobierno de Mariano Gálvez fue acusado de envenenar los ríos con cólera morbus y eso, aunado a las acusaciones de herejía, provocó una rebelión campesina de la que surgió el caudillo Rafael Carrera y Turcios. Ante la debilidad y falta de transparencia mostrada por el gobierno de Morazán, Nicaragua se separó de la República el 30 de abril de 1838, y el Congreso federal aceptó que se constituyera un nuevo Estado, Los Altos, cuya capital era Quetzaltenango, con las tierras occidentales de Guatemala. Honduras se separó de la unión el 6 de octubre y el 14 de noviembre Costa Rica lo imitó. Guatemala se separó el 17 de abril de
1839 y a principios de 1840 las tropas del capitán general Rafael Carrera y Turcios reincorporaron Los Altos. Segunda mitad del siglo XIX Varios intentos fueron hechos para reunir las naciones centroamericanas durante el siglo XIX, especialmente mediante las conferencias unionistas centroamericanas, pero ninguno tuvo éxito. El primero sucedió en 1842, cuando el expresidente Francisco Morazán, que se había apoderado del poder en Costa Rica, quiso restablecer la unión por la fuerza, pero su intento terminó con su caída y ejecución. Pocos meses antes, se había firmado en Chinandega un pacto de unión para establecer una Confederación de Centroamérica e incluía a El Salvador, Honduras y Nicaragua. Costa Rica se adhirió condicionalmente; sin embargo, este intento duró muy poco, hasta 1844. Un segundo intento se llevó a cabo de 1849 a 1852 entre El Salvador, Honduras y Nicaragua. En 1885 se produjo la llamada intentona de Barrios. El presidente de Guatemala, Justo Rufino Barrios intentó unir la nación por las armas, pero murió en el intento combatiendo contra las fuerzas salvadoreñas. Un tercer intento de Honduras, Nicaragua, y El Salvador fue cuando intentaron crear República de América Central, este fue un intento pacífico de unir a los países centroamericanos de Honduras, Nicaragua y El Salvador en un solo Estado (después cambia su nombre a Estados Unidos de Centroamérica) la cual duró entre 1895 y 1898. El último intento se produjo en una conferencia celebrada en San José, Costa Rica, en 1920, en el cual Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Honduras firmaron un pacto de unión entre ellos.
Guerra contra los filibusteros A pesar del fallido último intento de unión, el sentido de haber compartido historia y la esperanza de una eventual reunificación persisten en la mayoría de las naciones que fueron parte de la unión. En los años 1856 y 1857 la región exitosamente estableció una coalición militar para repeler una invasión de un filibustero estadounidense llamado William Walker. Hoy, cuatro de las cinco naciones tienen en sus banderas los antiguos motivos de la federación, que consistía en las dos bandas exteriores azules, alrededor de una banda blanca interna. Sin embargo, Costa Rica, único Estado que se mantuvo en paz durante la federación y cumplió con sus obligaciones tributarias y militares con el gobierno federal, pasó desde el decenio de 1840 a ser el menos convencido de las bondades de la integración regional y modificó significativamente su bandera en 1848, oscureciendo el azul, y añadiendo una banda de doble tamaño con relación a las otras en color rojo, como un homenaje a la bandera de Francia. El Salvador y Guatemala también tuvieron durante muchos años banderas muy distintas a la federal. Durante todo este siglo se fue conformando las estructuras político administrativas distintivos de cada uno de lo que hoy son los Estados de la antigua federación, así se conformaron a partir de una economía ligada a la explotación del sector agro extractivo8 con lo cual se dan las bases para la evolución y estructuración de los diversos grupos humanos desde los pre existentes y con la llegada de nuevos grupos humanos como los grupos garífunas o levantinos a finales del siglo XIX.
Siglo XX En 1907 fue creada la Corte de Justicia Centroamericana o Corte de Cartago, pero en 1917 Nicaragua se retiró de este tribunal y en 1918 caducó su convenio constitutivo. En 1960, con la esperanza de que una unificación política pudiese ser el siguiente paso, Guatemala, El Salvador, Honduras, y Nicaragua
establecieron el Mercado Común Centroamericano, al que se unió poco después también Costa Rica. En 1920, en Guatemala el Partido Unionista tuvo un papel protagónico en el derrocamiento del presidente Manuel Estrada Cabrera, abogado que ya tenía veintidós años en el poder y había otorgado fuertes concesiones a las empresas norteamericanas, especialmente la United Fruit Company. Lo irónico de ese movimiento fue que estuvo formado por líderes conservadores que abrazaron la causa unionista para derrocar al gobierno liberal.10 Este fue aprobado por El Salvador, Guatemala y Honduras, que en 1921 constituyeron la República Federal de Centroamérica, pero en enero de 1922 Guatemala se separó y los otros dos Estados decidieron reasumir también su soberanía. Actualmente, desde 1991, el Parlamento Centroamericano ha estado operando, también conocido como PARLACEN (parlamento centroamericano) es una institución política consagrada a la integración de los países de Centroamérica, aunque no ha dado ningún paso sustancial dirigido a la restauración de la unión política. Tiene su sede en la Ciudad de Guatemala y lo integran Diputados de El Salvador, Guatemala, Honduras, y Nicaragua. Costa Rica no ha aprobado el convenio constitutivo del Parlamento, ni el de la Corte Centroamericana de Justicia constituida en el decenio de 1990, de la que tampoco es parte Guatemala. República Dominicana y México como observadores regionales. En 1903 tras la Separación de Panamá de Colombia, la nueva República de Panamá quedó geopolíticamente inserta en territorio centroamericano. Esta república pese a estar vinculada histórica y culturalmente con América del Sur y el Caribe, es partidaria de la integración centroamericana y en 1993 se suscribió al PARLACEN, tomando participación activa en sus acuerdos y fortaleciendo sus vínculos comerciales con los países de la región, aunque en el 2009 Panamá inició su proceso de separación del SICA. En la historia reciente uno de los personajes que más ha luchado por la integración es el Presidente de Guatemala Vinicio Cerezo, quien durante su mandato (1986-1991) promovió a través de los Acuerdos de Esquipulas, no solo la búsqueda de la Paz Firme y Duradera en la región sino también un esfuerzo por la integración de las decisiones políticas en Centroamérica. Los Acuerdos de Esquipulas promovieron también la creación del Sistema de la Integración Centroamericana y posteriormente el Parlamento Centroamericano, en la búsqueda de una institucionalidad regional capaz de respaldar los procesos regionales.
Siglo XIX En pleno inicio del siglo XXI, en un escenario subregional de posguerra, Centroamérica se ha transformado. Durante un periodo aproximado a casi treinta años, se han manifestado en el istmo procesos conflictivos que, siendo propios de la reestructuración económica y geopolítica global del nuevo siglo, han coincidido con una etapa de maduración del sistema capitalista a escala subregional. En tal sentido, la dinámica más importante de ese subglobalismo lo constituye una transformación de viejas formaciones sociales agrarias, sometidas bajo modelos políticos autoritarios, en proceso de constituirse en sociedades cada vez más absorbidas en su dinámica económica por la transnacionalización, fenómeno también asociado a otras esferas de cambio de la vida social, la política y de la actividad cultural. 11 En un escenario de cambios profundos, detonadores en la creación de los nuevos regímenes democráticos que han demostrado su débil conformación institucional y que tienden a los arreglos oligárquicos, se genera un nuevo tipo de dependencia con los Estados Unidos, donde el fin ya no es tener un control imperante sobre los gobiernos centroamericanos sino influenciar en la apertura de las economías y en el agravamiento de la dependencia al nuevo orden comercial de carácter global, este cambio en la concepción de los Estados Unidos hacia Centroamérica a nivel geopolítico ha traído consigo el aumento de las desigualdades socioeconómicas y la simulación de un sistema democrático representativo que no ha hecho más que perpetuar el orden político-económico de las mismas elites No se produce desde Centroamérica una interdependencia completamente autónoma con su contexto global, sino que esta es condicionada por el regionalismo derivado de la recomposición de la hegemonía de Estados Unidos en América Latina. Las presiones de ese regionalismo global han obligado a las sociedades centroamericanas a enfrentar una serie de ajustes y desafíos, con asimetrías hacia afuera y enormes desigualdades hacia adentro, incrementando los riesgos y desventajas frente a los nuevos procesos transnacionales, y atenuando fuertemente las oportunidades que estos puedan suministrar…Fue crucial la recomposición experimentada por las oligarquías y sus aliados locales, bajo nuevas expresiones dentro del empresariado, los partidos políticos e inclusive la sociedad civil.12 La reconfiguración del orden económico-político fue meramente superficial al haber cambios insignificantes en la estructura social de las naciones centroamericanas, La institucionalización no sólo nunca llegó, sino que tampoco se quiso que llegara; el juego esperanzador de las posibilidades en la acción desde
los sujetos de la democracia –partidos, regímenes políticos, ciudadanos– también llega a su fin ante el imponente poder del dinero y sus formas escandalosas de colonizar la política;13 al inicio del siglo XXI surgió una nueva elite beneficiada por las políticas de liberalización económica y la apertura de los mercados, lo que ocurrió fue una integración de las nuevas elites y las tradicionales, un arreglo de cúpulas inclusivo que benefició al mantenimiento y profundización de un modelo económico de corte neoliberal que ha perpetuado los niveles de pobreza de la región y ha contribuido al surgimiento de conflictos sociales a falta de representatividad y la limitada oferta política de los regímenes centroamericanos. Geografía América Central comprende fisiográficamente el territorio situado en las latitudes medias de América, localizado entre el istmo de Tehuantepec en México y el istmo de Panamá. El área está integrada por las siete naciones independientes de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, además de los cinco estados mexicanos de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán. Los mapas incluyen también la parte oeste del golfo de Urabá (región del Darién) departamento de Chocó, en Colombia que políticamente está incluida en Sudamérica, y además las Antillas. Centroamérica continental comprende la estrecha franja de tierra que une las dos grandes porciones de territorio americano. Este sector es recorrido por un sistema montañoso denominado Cordillera Central, menor en longitud y alturas si se consideran otros ejemplos en el continente americano. Centroamérica se asienta sobre la placa del Caribe y tiene una extensión de 523 000 kilómetros cuadrados, situada en el hemisferio occidental, desde el istmo de Tehuantepec (situado al sur de México), hasta el Valle del río Atrato, en Colombia, separando al océano Atlántico del océano Pacífico. Representa únicamente el 1 % de la superficie terrestre del mundo y cuenta con el 8 % de las reservas naturales del planeta, entre las que se identifican 22 zonas de vida, 17 regiones ecológicas que albergan 20 000 especies vegetales. Para la conservación de estas riquezas naturales, se cuenta con 144 áreas protegidas y 124 parques naturales.
Medios físicos Centroamérica es mayoritariamente una región montañosa y escarpada. Esta región contiene varios niveles montañosos unidos a las estructuras de América del Norte y de América del Sur, y por estar dominado por dos sistemas geológicos, es uno de los grandes ejes volcánicos de la Tierra. Cuenta con unos 60 volcanes en el interior (casi todos apagados) y 31 sobre la costa del océano Pacífico (la mayoría activos) de los cuales algunos se elevan a más de 4000 msnm. La superficie terrestre asciende abruptamente desde la región costera del océano Pacífico a las crestas de las montañas, y desciende gradualmente en la región que se extiende a lo largo del mar Caribe. Centroamérica es una región del continente americano cuya corteza terrestre es especialmente inestable, ya que se encuentra en el borde occidental de la placa tectónica del Caribe. Desde la frontera norte de Guatemala hasta la línea fronteriza que divide Panamá y Colombia; tiene una longitud de 2830 km en la costa del océano Pacífico, y aproximadamente 2740 km en la costa del mar Caribe. La subducción de la corteza oceánica de este borde, que empezó hace 25 millones de años, elevó la tierra desde el mar. En la parte norte, el territorio está formado por terrenos sedimentarios de areniscas y calizas, sobre un basamento cristalino. Una zona de fracturas se extiende hacia el sudeste formando cuencas lacustres, con los
lagos Xolotlàn y Cocibolca. Hacia el sur de esta zona, se extiende un área volcánica o eje, en una cordillera de unos 1500 km de longitud, con más de 40 grandes volcanes, algunos de ellos actualmente activos. Las costas del océano Pacífico son más aptas para la radicación del hombre, pero menos favorables para los cultivos tropicales, debido a que se producen menos lluvias que en el litoral atlántico.
Hidrografía En América Central, los ríos son cortos y corresponden principalmente a la vertiente atlántica. Estos ríos cumplen varias funciones, sirviendo incluso como fronteras; tal es el caso de los ríos Segovia o Coco (entre Honduras y Nicaragua), el río Motagua (entre Guatemala y Honduras), el río Usumacinta (entre Guatemala y México), el río San Juan de Nicaragua (entre Costa Rica y Nicaragua) y el río Sixaola (entre Costa Rica y Panamá). En esta región, destacan por su extensión los lagos nicaragüenses (lago de Nicaragua y lago de Managua) y el lago Gatún ubicado en el canal de Panamá. Centroamérica no cuenta con ríos largos debido a su geografía ístmica. Los ríos más largos desembocan en el mar Caribe, en tanto que los más numerosos, pequeños y caudalosos, desaguan en el océano Pacífico. Entre los más largos están: Usumacinta (Guatemala, México), que nace en Quiché, Guatemala y desemboca en el golfo de México. Sirve en uno de sus tramos como frontera entre Guatemala y México. Longitud aproximada: 1100 km.
Río Lempa (El Salvador, Guatemala, Honduras), se origina en Chiquimula, Guatemala y desemboca en El Salvador entre los departamentos de Usulután y San Vicente. Longitud: 422 km. Río Motagua (Guatemala), se origina en Quiché, Guatemala y desemboca en la frontera de Honduras y Guatemala. Longitud: 486 km. Ulúa (Honduras), que se origina en la sierra Opatoro y desemboca en el golfo de Honduras. Longitud aproximada: 358 km. Río Coco (Nicaragua-Honduras), es el río más largo de Centroamérica, que en uno de sus tramos sirve de frontera entre Honduras y Nicaragua y desemboca en la costa caribeña. Longitud: 680 km. Los ríos nacen en las cordilleras paralelas al océano Pacífico. Son de régimen irregular, registrándose sus crecientes durante el verano. Los más extensos y de mayor caudal corresponden a la cuenca del mar Caribe, a excepción del istmo de Panamá, en donde los ríos de la vertiente caribeña son más cortos y los de la vertiente pacífica más extensos como el río Chucunaque con 231 km que desemboca en el golfo de San Miguel, en el océano Pacífico.
Flora y fauna La flora de América Central es muy abundante debido a las condiciones del clima que predomina, de tipo tropical que es húmedo y lluvioso. Presenta vastas extensiones de vegetación silvestre y de bosques en las regiones cercanas a las laderas de la Cordillera Central. La caoba es el árbol nacional de la República Dominicana en donde crece de manera natural. A pesar del territorio reducido en comparación al resto del continente y de representar el 1 % de toda la superficie terrestre, América Central presenta el 8 % de las reservas naturales del planeta que alberga a más de 20.000 especies vegetales. La flora y fauna de Centroamérica alberga especies del norte y del sur de América, además de un gran número de especies endémicas, Esta diversidad tiene su origen en ser una zona de tránsito entre dos continentes, dos grandes regiones oceánicas y ser refugio durante las diversas glaciaciones o debido al aislamiento geográfico pasado que convirtió el área en archipiélagos. Actualmente los endemismos son el 7 % de las especies conocidas, pero este dato es engañoso ya que es una de las zonas de mayor biodiversidad del mundo y el gran número de especies esconde que el número de especies endémicas también es muy elevado. Un ejemplo de ello es Costa Rica que alberga cerca de un 5 % de la biodiversidad mundial y Nicaragua que alberga al mayor porcentaje de peces incluyendo una de sus riquezas el tiburón de agua dulce. Los mamíferos son más comunes en Guatemala (230 especies), Panamá (229 especies), Nicaragua (225 especies), Costa Rica (211 especies), El Salvador (210 especies) y Honduras (207 especies). Principalmente se encuentran venados, jaguares, pumas, colibríes, torogozes, quetzales (ave símbolo de Guatemala, zopilotes, tapires y guacamayas. En general todos los países de la región son ricos en biodiversidad: en Guatemala y El Salvador se presentan buenas oportunidades para observar aves; en Nicaragua buenas oportunidades para observar especies marinas Honduras es el que tiene más bosques de pinos, tiene el arrecife coralino más grande de América y el segundo del mundo, también tiene la Reserva de la Biosfera de Río Plátano un bosque con rica biodiversidad, diversos grupos étnicos y restos arqueológicos que está compitiendo para ser una de las siete maravillas naturales del mundo. A continuación, las especies por país:
Belice: a pesar de su reducida superficie, alberga una gran biodiversidad. El país es parte (junto con México, Guatemala y Honduras) del segundo mayor arrecife coralino del mundo (Mesoamericano) y en él habitan numerosas especies de peces. Además, en el interior del país se da la selva tropical. Belice fue el país pionero en la protección del jaguar, ya que en 1987 estableció la primera reserva de jaguares. El país cuenta con 150 especies de mamíferos, 275 especies de aves, 112 especies de reptiles, 38 especies de anfibios, 600 especies de peces (agua dulce y salada), 3408 especies de plantas y un número indeterminado de especies de invertebrados. Es destacable que esta biodiversidad se encuentra protegida en la mayor parte del país mediante un excelente sistema de áreas protegidas; gracias al cual, menos del 2 % de las especies beliceñas se hallan en peligro de extinción.
Costa Rica: cerca de un 25 % del territorio se encuentra protegido, lo cual favorece que la biodiversidad se conserve. Se han identificado 227 especies de mamíferos, 700+ especies de aves, 232 especies de reptiles, 186 especies de anfibios, 172 especies de peces de agua dulce, 10 000 especies de plantas y un estimado de 300 000 especies de insectos. A pesar de que el país cuente con un excelente Sistema de Áreas Naturales Protegidas, cerca de 1600 especies se hallan en peligro de extinción.
El Salvador: es el país más densamente poblado del continente. Muchos de sus ecosistemas se han perdido y muchas especies (por ejemplo, el jaguar, el danto y el oso hormiguero) han desaparecido. No obstante, en los fragmentos que quedan de la antigua selva tropical (que cubría la mayor parte del territorio salvadoreño) y en los reducidos manglares aún sobreviven numerosas especies. Todos los fragmentos de la antigua selva tropical salvadoreña se hallan protegidos y juntos suman algo más de 287 000 ha; el manglar, muy fragmentado, también está protegido. Entre todas las áreas protegidas del país suman casi el 5 % del territorio salvadoreño. En el país se han identificado 207 especies de mamíferos, 315 especies de aves, 121 especies de reptiles, 70 especies de anfibios, 170 especies de peces de agua dulce, 3000 especies de plantas y se estiman en varios miles las especies de invertebrados. El Ministerio de Medio Ambiente es el encargado de proteger la biodiversidad del país, en este país se están haciendo esfuerzos por proteger más zonas boscosas del país, así como ya habrían hecho con La cordillera del Bálsamo y la Finca El Espino, en el país se protegieron todas las áreas de manglares y están sembrando más para que se hagan una barrera natural a lo largo de grandes costas contra Tsunamis. Guatemala: destaca por su variada biodiversidad. En el Petén se encuentra la Selva Maya, una de las más grandes al norte de la Amazonía. Además de la Selva Maya, el país cuenta con la Sierra de las Minas, en la cual viven cerca del 80 % de las especies registradas en Guatemala y Belice. El país cuenta con 230 especies de mamíferos, 738 especies de aves, 250 especies de reptiles, 225 especies de peces de agua dulce y casi 9000 especies de plantas. Casi el 32 % del territorio guatemalteco se encuentra protegido.
Honduras: alberga por su ubicación un gran número de endemismos. Su vegetación, compuesta por 7524 especies de plantas, da cobijo a una gran diversidad de aves (720 especies), de reptiles (211 especies), de mamíferos (218 especies), y de anfibios (111), en sus ríos nadan más de 89 especies de peces, pero en su litoral alrededor de 990, resaltando el tiburón ballena. En total más de 1079 especies de peces. Cuenta con la Reserva de la Biosfera de Río Plátano, la cual tiene cerca de 7000 km² de selva húmeda. Nicaragua: tiene las mayores tierras forestales de toda América Central y la mayor cantidad de agua. Bosawás es una reserva de la biosfera en el norte del país en el departamento de Jinotega; es también (junto con las selvas de la Mosquitia hondureña) la segunda selva más grande en el hemisferio occidental. Además de Bosawás; Nicaragua cuenta con la Reserva de la Biosfera Río San Juan, en la frontera con Costa Rica. Esta reserva protege los humedales más grandes de la región, así como las mayores selvas lluviosas del sur de América Central. En Nicaragua se encuentra el tiburón de agua dulce. La WCMC estimó para Nicaragua, en 1998, 300 especies de mamíferos, 582 especies de aves, 220 reptiles, 170 especies de anfibios, 180 especies de peces y 190 peces de agua dulce; 9997 especies de plantas y un estimado de 290 000 especies de insectos. El 40 % del territorio se encuentra protegido. Nicaragua es el tercer país de Centroamérica con más reservas naturales, pero hay muchas especies en peligro de extinción.
Panamá: el país más meridional de la región es también uno de los más biodiversos. Por su cercanía a América del Sur, alberga varias especies sudamericanas como el poncho o capibara (el roedor más grande del mundo), el oso frontino u oso de anteojos, y la guacamaya azul y amarillo (Ara ararauna). Esta causa hace que Panamá posea una mayor biodiversidad que otros países de la región, como El Salvador o Belice, y un mayor número de especies en algunos géneros. Es el primer país de la región en peces (1497, las vecinas Costa Rica y Nicaragua albergan 1254 y 1176 especies respectivamente), en aves (1002 especies) y en mamíferos (229 especies, incluyendo el mayor número de primates de la región) con notables endemismos como el mono aullador de Coiba (Alouatta coibensis), el agutí o ñeque de la Isla de Coiba (Dasyprocta coibae) o el perezoso pigmeo de la Isla Escudo de Veraguas (Bradypus pygmaeus). Posee 10 115 especies de plantas, de reptiles 229 especies y de anfibios 179 especies.