Oscar González comenzó a trabajar a los 8 años en un taller mecánico como ayudante y hoy está dedicado exclusivamente a las motonetas Vespa. Lo acompañan sus hijos y sus nietos, cada uno destinado a una parte del proceso de restauración.
Mientras Oscar se dedica a supervisar el montaje y la puesta a punto de cada una de las motos transmite a sus nietos el amor y la dedicación por el trabajo.
Los nietos Sergio, José y Miguel son los encargados de desarmar, limpiar cada una de las piezas y mantener el orden del taller.
Miguel, el hijo mayor, es el encargado de la chapa y pintura y quien recrea las combinaciones y colores según los modelos y años de fabricación. _El que tiene una Vespa nunca la vende, la hereda en todo caso, dice.
El motor y la mecánica está a cargo de Walter, es el menor de los hijos. Él es funcionario de gobierno. Mientras Oscar y Miguel son empleados de la municipalidad de Córdoba.
El taller es donde se encuentran todos diariamente.