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En la producción artística de Córdoba capital, hablar de producción de obras “participativas” o que proponen una cierta interacción con el espectador es un interés recurrente. Muchas de ellas refieren a la estética relacional como una forma de aludir a un tipo de prácticas artísticas basadas en la participación activa del espectador, pero pocas han dado lugar a reflexionar en torno a la cualidad de esas relaciones y la complejidad de las experiencias locales. ¿Qué tipo de relaciones sociales están produciendo/reproduciendo estas prácticas artísticas? ¿Quiénes son los invitados a participar? ¿Para qué? Consideramos que las organizaciones sociales son un ámbito desafiante para repensar la práctica artística. Se podría observar cómo territorios en proceso de organización social han requerido el desarrollo de herramientas que faciliten sostener sus luchas y crecer en el empoderamiento de sus comunidades. En estas búsquedas nos preguntamos ¿cómo se integra la práctica artística a estas luchas sociales? ¿Qué intercambios se dan entre los actores involucrados? Proponemos entonces analizar tres casos que de diferentes maneras han vinculado prácticas artísticas a un proceso de organización socio-comunitaria situado en Villa la Maternidad y Barrio Kronfuss: la exposición artística “Ciudad de mis desalojos” de Luciano Burba en la cual participan mujeres de Villa la Maternidad, el proyecto de extensión “Estar-siendo como estructura existencial y decisión cultural del barrio Kronfuss. Una forma de esencialización del propio horizonte simbólico que da conocimiento a la propia identidad” que se lleva a cabo con niños/as de Barrio Kronfuss y Villa la Maternidad en la elaboración de fanzines y por último, la producción gráfica de pegatinas, afiches y demás material visual que acompaña a la visualización de la misma lucha, realizadas por La Casa 1234 y otros colectivos nucleados en torno a Ignacio Ramos. Cada experiencia supone una manera particular de integrar la práctica artística con la comunidad territorial como también con las instituciones artísticas. Para analizar esto, proponemos realizar una lectura de las rearticulaciones y colaboraciones que propusieron los proyectos a partir de entrevistas realizadas a los integrantes de estos proyectos: ¿cuáles fueron las formas de apropiación de la experiencia artística por parte de quienes en un principio podrían haber estado como espectadores? Y ¿cuáles son las articulaciones existentes entre la producción de conocimiento de esas experiencias con la formación académica? 4
Las reflexiones que comparto surgen de la necesidad de destacar los procesos de expresión artística gestados por diversos colectivos sociales, fundamentalmente de aquéllos que pueden concebirse como alternativos y comunitarios. En los últimos años se ha desplegado con potencia un movimiento tendiente a construir y recuperar heterogéneas experiencias orientadas a la transformación social que nos obligan a volver-a-pensar, también en plural, las distintas maneras contemporáneas en las que el arte irrumpe en los espacios socio-culturales de nuestra región. En este contexto, en el que la emergencia de diversas subjetividades buscan, entre otras cuestiones, manifestar(se) ante Otros es que se vuelve vital interrogarse desde el campo universitario acerca de las tensiones entre la imagen “ajena” y la imagen “propia” de los organizaciones sociales, o dicho de otro modo, distinguir entre las poéticas del resistir (que implican una respuesta-a-Otros que se “nos” imponen públicamente) y las poéticas del hacer (que se vinculan a dotar-nos de una imagen propia emanada de intensos procesos de autoreconocimiento y auto-presentación) en las creaciones generadas por estos actores sociales. Entiendo que la inclusión de los sujetos universitarios en estos procesos exige dotar a nuestras intervenciones extensionistas de métodos y herramientas que faciliten y consoliden dichas prácticas. Dado que concibo la importancia de reivindicar los principios de la Investigación Acción Participativa (IAP), distingo junto a Fals Borda (2009) dos etapas entrelazas dentro del proceso (la activa y la reflexiva) lo que requiere articular la construcción-deconstrucciónconstrucción del conocimiento de y para la acción. Este compromiso existencial con los sujetos sociales nos obliga a desarrollar un hacer marcado por su potencia constructiva; situado socio-históricamente; creativo en el diseño e implementación de actividades; y con una orientación participativa. En el título de esta comunicación empleaba el término desacralizar con el objetivo de poder identificar reflexivamente los siguientes movimientos dentro del campo de desarrollo artístico (los cuales no poseen, en absoluto, un vínculo 5
de causalidad pero que sí se encontrarían ligados): la ruptura y el abandono del mito del “genio creador”; la interrogación y explicitación de los procesos de producción creativa; la apertura a diversas otredades ajenas/lejanas al hacerartístico pero que se acercan buscando conquistarlo; y la decisión de apostar a procesos de intervención comunitaria para la transformación de las realidades socio-culturales. En este sentido, al artista-sujeto-universitario le cabe una responsabilidad en términos de generar conocimientos en y desde el campo artístico dando cuenta de los procesos experimentados, lo que implicaría desplegar una acción tendiente a desnaturalizar las prácticas de la creación y la realización artística. Esta decisión en absoluto es inocente porque en última (y primera) instancia implica poner en suspenso una creencia ingenua o mecánica, para volver sobre ella con una mirada escrutadora; o dicho de otro modo “el proceso de creación de la obra artística pasó de ser un misterio alimentado por los mitos y leyendas en torno al genio creador, a ser una pieza clave en la comprensión del hecho creativo y del arte de nuestro siglo” (Zafra Alcaraz, 2003:398). Sumado a lo anterior es vital poder ligar este tipo de pensamiento con acciones concretas que nos permitan instituir, desplegar y consolidar redes poiéticas “capaces de producir y crear en y a través de interacciones transformadoras” (Najmanovich, 2008:132). De este modo se puede acentuar ese tipo de actividad tendiente a la creación y a la producción, conjugando (y entre-lazando) el movimiento/actuar/pensar “vivo” del sujeto con una voluntad de acción, y una conciencia de dicho proceso. El mundo humano, desde estas perspectivas, no es un mundo “natural”, la experiencia no es algo que nos sucede pasivamente, sino el fruto de nuestras posibilidades poiéticas, de nuestra capacidad de construir un sistema de símbolos, de producir sentido, de apropiarnos del mundo y re-crearlo en nuestra interacción con él. (Najmanovich, 2001) Es por ello que aludo a la poiesis común(itaria) a los fines de destacar la necesidad de re-conocer y destituir la progresiva acumulación de escisiones que alcanzaron con la Modernidad su apogeo. ¿Cuál es ese tipo de experiencia que pretendo recuperar? Aquella en la que no prime la división entre razón y emoción, en la que no se expulse a “la imaginación del proceso cognitivo legítimo, cortando las raíces sensibles del conocimiento y estereotipando la expresión de los resultados” (Najmanovich, 2001). O quizás en la que se destaque el hombre sentipensante, identificación que recupera Fals Borda a partir de sus diálogos (y escuchas) con pescadores de la ciénaga colombiana que puede caracterizarse como: 6
el hombre sentipensante que combina la razón y el amor, el cuerpo y el corazón, para deshacerse de todas las (mal) formaciones que descuartizan esa armonía y poder decir la verdad, tal y como lo recoge Eduardo Galeano en el Libro de los abrazos, rindiendo homenaje a los pescadores de la costa colombiana. (Moncayo, 2009:10) Las prácticas artísticas-extensionistas que se vuelven sentipensantes podemos pensar que son aquéllas que apuestan, desde la práctica, a generar y difundir intervenciones basadas en metodologías para el acercamiento a los sujetos sociales. Y es quizás, con esta orientación, que retomamos ciertos pronunciamientos sobre los cuales vuelve Fals Borda para subrayar que el ser sentipensante sintetizaba el pensamiento propio de la investigación participativa y las formas como se va creando o recreando la cultura, envolviendo la ciencia con el arte. Porque parece más productivo casar a estas dos hermanas, como lo canta un poeta, que seguir amándolas por separado como si fuesen enemigas (Fals Borda, 2009:328) De esta manera se intenta tomar una distancia de todas aquellas posturas que recalan en el quiebre y proponer, en cambio, la articulación de las prácticas artísticas con las sociales y las científicas en pos de garantizar un trabajo que busque la transformación social, lo que implicaría poder transformar nuestros modos de vivir, de sentir, de pensar. Por eso es subyugante (enormemente seductor) el lugar de la tensión; porque la tensión nos exige estar atentos, desacomodados, buscando nuevas respuestas, y profundamente implicados.
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Bibliografía Fals Borda Orlando (2009), Una sociología sentipensante para América Latina, Siglo del Hombre Editores, Bogotá. Moncayo Víctor Manuel (2009), “Presentación. Fals Borda: hombre hicotea y sentipensante”, En Fals Borda Orlando, Una sociología sentipensante para América Latina, Siglo del Hombre Editores, Bogotá. Najmanovich Denise (2001), “Arte-Tecnología para reinventar la fiesta del conocimiento”, Presentado en las Jornadas As redes cotidianas de conhecimentos e a tecnología no espaço/tempo da escola e em outros espaços/tempos educativos, Universidad del Estado de Río de Janeiro, Junio 2001. Najmanovich Denise (2008), Mirar con nuevos ojos: nuevos paradigmas en la ciencia y pensamiento complejo, Editoral Biblos, Buenos Aires. Zafra Alcaraz Remedios (2003), “Procesos creativos en la poesía experimental”, en Arañó Juan C. y Mañero Alberto (edit.), Actas Congreso INARS La investigación en las artes plásticas y visuales, Universidad de Sevilla.
* Cristina Andrea Siragusa es MagisterActualmente docente de la cátedra “……….” Perteneciente a la escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba.
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A continuación se presenta -a grandes rasgos- el contexto en el que se desarrollan las experiencias estudiadas. Entre la gran variedad de manifestaciones visuales y producciones simbólicas que tienen lugar en Villa la Maternidad, hemos seleccionado tres ejemplos en los que participan egresados o tesistas que han pasado por la formación académica en Artes Visuales. Para ello trabajamos a partir de entrevistas realizadas a algunos de sus integrantes durante el corriente año para el proyecto de investigación realizado para la Cátedra Diseño e Interrelación de las Artes de la Universidad Nacional de Córdoba. Este material está orientado a conocer cómo conciben la práctica artística en vinculación a la problemática territorial de Villa la Maternidad, qué posiciones asumen como artistas y cómo ven interpelada su formación académica en este contexto.
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Villa la Maternidad es una de las villas céntricas más antiguas de la ciudad de Córdoba. Creció vinculada al funcionamiento del ferrocarril y las actividades económicas localizadas en barrio San Vicente, dentro del cual se ubica. Hasta mediados del año 2003 habitaban en ella aproximadamente 400 familias, gran parte de las cuales fueron trasladadas a un conjunto de viviendas llamado “Ciudad de mis sueños”. Este respondía a la implementación del programa habitacional provincial “Mi casa, Mi vida” el cual surge a partir de las inundaciones del año 2000 que afectaron a varios asentamientos ubicados en los márgenes del río Suquía y que es impulsado por el gobierno de Juan Manuel de La Sota (no se si poner su nombre o por el mismo gobierno que el actual, para no entrar en terrenos partidarios) . A mediados del año 2004 se pretende trasladar el total de las familias a Ciudad de mis sueños, ante el desalojo se resisten 32 familias. El gobierno inicia acciones legales por usurpación y a su vez los vecinos reclaman la posesión de las tierras, desde allí se transcurren una serie de negociaciones que hasta la actualidad no llegan a una solución concreta. Desde ese momento algunas familias que habían aceptado la relocalización vuelven a la villa y también se suman nuevos habitantes que ven en el predio la posibilidad de construir sus viviendas, hoy el número aumento a 120 familias. Debido a sus características el desalojo cobró rápidamente carácter público implicando así el compromiso de profesionales, organismos de derechos humanos y otras agrupaciones para acompañar a las familias. Lo que en este momento surgió como una estrategia de defensa luego se transformó en la idea de apropiarse del territorio como forma de resistencia al conflicto. El barrio Kronfuss fue diseñado durante los primeros años del siglo XX por el arquitecto Juan Kronfuss, quien seguía el encargo del gobierno provincial de construir un complejo frente a la necesidad de infraestructura generada por el desarrollo de los ex Molinos Leticia. El barrio obrero se compuso por 100 casas y una plaza triangular en el ingreso del barrio. Gracias a sus particularidades arquitectónicas estas casas son reconocidas como parte de los inmuebles de valor patrimonial de la ciudad de Córdoba. Debido a la proximidad ambos barrios comparten problemáticas similares. La ciudad cuenta con una renovación urbana en transcurso que implica la transformación de áreas centrales a través de la rehabilitación de áreas degradadas. 11
Este proceso se da concretamente las inmediateces de estos barrios como consecuencia de su cercanía al centro de la ciudad. En un promedio de solo tres años se han construido a sus alrededores el centro cívico de la ciudad de Córdoba y la ampliación de la terminal. Este entorno aumenta y revaloriza las tierras ubicadas en barrio Kronfuss y en villa la Maternidad produciendo un mayor interés de parte de empresas privadas y estatales para futuras inversiones. Con este contexto la villa se ve constantemente amenazada por la idea de nuevos desalojos, lo cual implica un pedido constante de las familias por la urbanización del barrio y el reconocimiento a cada familia de la titularidad de su tierra. A su vez los vecinos de barrio Kronfuss, con la necesidad de recuperar la zona como lugar histórico, están en proceso de pensar y trabajar comunitariamente.
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El proyecto de extensión “Estar-siendo como estructura existencial y decisión cultural del Barrio Kronfuss. Una forma de esencialización del propio horizonte simbólico que da reconocimiento a la propia identidad” es integrado por Ana Pistone, Noelia González y Andrea Molina. El mismo fue uno de los proyectos seleccionados por la Secretaria de extensión de la Universidad Nacional de Córdoba en la convocatoria de becas del año 2013. La propuesta tiene como antecedente la tesis de Licenciatura en Artes Visuales de Ana Pistone en Barrio Kronfuss. Como punto de partida este proyecto plantea, a partir de la observación de múltiples problemáticas que atraviesan a la zona y el barrio, un trabajo conjunto con la comunidad para revalorizar el espacio, la arquitectura como patrimonio cultural, construir un universo simbólico del territorio que habitan y pensar sobre su propia cultura. De esta manera se propone poner en evidencia las problemáticas compartidas entre los diversos grupos en tensión que componen estos espacios, provenientes tanto de Barrio Kronfuss como de villa La maternidad, y afianzar sus vínculos a partir de ellas. Paralelamente se sugiere el proyecto como un aporte a la academia de la cual es parte, en tanto suma nuevas perspectivas de trabajo y de entender la práctica artística. La metodología que se adopta para trabajar es un taller semanal, destinado a niños/as y adolescentes de ambos barrios, en el que se brinden herramientas gráficas para la confección de fanzines y consignas que contribuyan al reconocimiento y visibilización de las problemáticas. La elección del fanzine como herramienta de trabajo fue pensada por sus características de reproducción masiva, de bajo costo y de flexibilidad en cuanto a sus procesos de elaboración. Su estética remite al uso histórico que se le ha dado como medio de difusión de muchos grupos contraculturales frente a los medios dominantes y oficiales. El proyecto se inició a principios de este mismo año, poniendo su funcionamiento en la biblioteca Heraldo Eslava que tiene lugar en el barrio villa La maternidad. La propuesta se da en un principio, y atendiendo a la duración de la beca, por lo que resta del año y continuando en funcionamiento durante todo el año próximo. 13
Imagen realizada en el taller de producciรณn de fanzines,2013, Biblioteca Heraldo Eslava, Cรณrdoba Capital, foto: gentileza Ana Pistone.
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“Ciudad de mis desalojos” de Luciano Burba fue una de las obras presentadas en la exposición “Recursos/hacia una ética del encuentro” que tuvo lugar en el mes de noviembre del año 2012 en el Espacio Cultural Museo de las Mujeres de la ciudad de Córdoba. La obra se enmarca en uno de los ejes conceptuales que atraviesan gran parte del trabajo del artista, la reflexión sobre su condición de ciudadano. Para ello plantea una serie de preguntas a propósito de la obra “¿Es posible hacer que una ciudad se expanda hacia dentro? ¿Dónde empieza la periferia? ¿Qué queda de cuando estuvimos Afuera? ¿Es aún posible proponer operaciones estéticas que sean relevantes respecto a los problemas sociales contemporáneos? ¿Dejaremos de acudir a ciudades imaginarias?” La propuesta curatorial del ciclo se basa en iniciar un proceso artístico a partir de la palabra ‘recursos’, brindando un presupuesto de 1500 pesos destinado a la producción de obra y honorarios. Con estas condiciones el artista decide como punto de partida generar un mecanismo que ponga en tensión tres ejes, el propio MuMu como espacio que depende del estado provincial destinado a las mujeres, el hecho atípico del otorgamiento que la institución hace del dinero y los programas de erradicación de villa miseria que comienza el gobierno provincial de De la Sota en el año 2003. Con el dinero otorgado el artista contrata por un lado a dos mujeres de Villa La Maternidad para que confeccionen horneros de barro, pagándole 40 pesos por cada hornero. Y por otro a un ayudante para el montaje de obra a quien destina los 300 pesos restantes. La instalación del proyecto contiene horneros hechos de arcilla dispuestos en el suelo de manera tal que recrean un barrio en miniatura. En la sala aledaña un gráfico que representa una síntesis de los ejes puestos en interacción y algunas de las preguntas que lo inspiraron. Junto a estos se disponen sobre una estructura base formularios, basados en el formato del plan del gobierno provincial “hogar clase media”, que podrán llenar los espectadores para participar del sorteo que se realizara como cierre de la muestra donde se adjudicaran los treinta horneros.
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Instalación de Ciudad de mis desalojos, Septiembre-Noviembre 2012, Museo de las Mujeres, Córdoba Capital, registro público de Luciano Burba, foto: facebook Luciano Burba.
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Ignacio Ramos, egresado de la Escuela Superior de Bellas Artes Dr. José Figueroa Alcorta, forma parte de un grupo que realiza intervenciones de pegatinas surgidas con la intención de visibilizar problemáticas sociales y luchas como las de Villa la Maternidad. Las imágenes que se plasman en estas forman parte de un amplio recorrido de la producción visual que Ignacio viene desarrollando en distintos colectivos como Insurgentes, La Casa 1234 y el taller de serigrafía entre otros. A partir del año 2008 Ignacio, junto con insurgentes, comienza a participar en varias actividades de Villa la Maternidad, entre ellas experiencias de serigrafía que acompañaban las acciones y manifestaciones contra el avance de las especulaciones inmobiliarias y el desalojo de la comunidad. En el año 2011 muere Heraldo Eslava (situación no esclarecida en la actualidad) (cambié orden de la frase), uno de los vecinos más comprometidos con la lucha. Para su homenaje Ignacio trabaja una fotografía de su cara y el texto “Luchador popular asesinado el 24-08-2011. La tierra es nuestra”, el resultado es llevado a una pegatina que se realiza en la casa de Heraldo. Esta es, entre otras, una de las imágenes representativas de la Villa que más tarde fue pegada en las paredes del centro de la Ciudad. La producción gráfica también abarca otros formatos como afiches, serigrafías y parches cuyas imágenes son facilitadas por Ignacio, con la característica de ser dispositivos en circulación libre para ser reproducidas y apropiadas por quien quiera. El conflicto de Villa la Maternidad todavía no es resuelto, y por ello la comunidad sigue manifestándose mediante actividades, marchas y festivales, donde las producciones de Ignacio siguen siendo una herramienta de visibilización.
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Acciรณn colectiva, Agosto 2013, Estaciรณn Ferrocentral centro, Cรณrdoba Capital, foto: facebook Villa La Maternidad Resiste.
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En el primer caso, la iniciativa de generar un proyecto de extensión de este carácter tiene como antecedente la tesis de Licenciatura en Artes Visuales de una de sus integrantes, Ana Pistone, eligiendo el Barrio Kronfuss por ser su lugar de residencia actual y el espacio donde ya participaba de actividades y grupos comunitarios. Esta tesis -aún en proceso de elaboración- se podría entender como un período de exploración e investigación sobre el barrio tanto en un nivel histórico como recuperar por medio de entrevistas las vivencias que este lugar alberga. Esta primer instancia lleva a conocer las problemáticas existentes del espacio, entre ellas la falta de diálogo y prejuicios entre el Barrio Kronfuss y Villa La Maternidad. Desde aquí ya se plantea la preocupación por -en palabras de la autoragenerar arte en el espacio desde la integración de la comunidad y no una intervención autoritaria. El proyecto de extensión surge entonces, de la necesidad de generar comunicación entre los vecinos de ambos espacios mediante un taller de fanzines. La elección del fanzine como herramienta de trabajo fue pensada por sus características de reproducción masiva, de bajo costo, de flexibilidad en cuanto a sus procesos de elaboración. Su estética remite al uso histórico que se le ha dado como medio de difusión de muchos grupos contraculturales frente a los medios dominantes y oficiales. Es de particular importancia la elección de la perspectiva teórica asumida en el proyecto, desde la Filosofía de la Liberación Latinoamericana a partir de uno de sus exponentes, Rodolfo Kusch. El taller se plantea como espacio de desarrollo de una práctica artística pensada desde el estar-siendo a través del otro, donde uno mismo se genera en la dinámica del contacto con el otro. En la necesidad de definir un lugar desde donde posicionarse respecto a las formas relacionales, se ha tomado la referencia de autores de otros campos del conocimiento.
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Como expresará la entrevistada, esta iniciativa surge por una carencia de marcos conceptuales en la formación artística académica que permitan lecturas en torno al arte popular. El segundo caso se ubica en un nuevo escenario, ya que plantea el proceso de construcción de una obra de arte en un espacio de exposición. Como se mencionó anteriormente, el artista propone un trabajo en relación con un grupo de mujeres de Villa La Maternidad. Esta decisión surge de la conexión del artista con grupos que ya se encontraban participando del proceso de organización territorial. La invitación a las mujeres a participar fue en función de un programa diseñado por el artista, en el que les propone elaborar horneros de barro a cambio de su pago con el dinero otorgado por la institución que lo invita a exponer. Esto se dio en el formato de un taller en el que se explicaron procedimientos básicos del trabajo con el barro como material. Este proceso duró aproximadamente tres meses en los cuales el artista acompañaba en la elaboración de los horneros y periódicamente los trasladaba al lugar de exposición. En este punto del proceso, el artista se encuentra en una disyuntiva respecto a cómo continuar el abordaje de la obra, cuestionamientos que creemos necesarios para pensar la articulación de la práctica artística y el tipo de relaciones que produce. Las preguntas giran en torno a la instancia de la puesta en escena y de cómo generar un mecanismo expositivo que potencie la obra, que permita visibilizar el proceso, sin caer en el uso de la “imagen de la pobreza”, ni en la traducción poética de su concepción personal de la obra (como mecanismo generalizado en la puesta en escena del arte contemporáneo).La propuesta que resuelve es la de incorporar un gráfico que contiene un esquema sintético del proceso de trabajo y algunas preguntas que guiaron el mismo. Y por otro lado, los formularios de adjudicación de horneros que luego fueron seleccionados por un jurado formado por integrantes de la institución .
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Los casos 1 y 3 presentan similitudes en la forma de producción de conocimiento con la comunidad, esperando del otro que sea protagonista de su contexto y asumiendo la educación popular como metodología de trabajo dialógica (al menos en la instancia del informe). Sin embargo, nos preguntamos cómo opera este carácter dialógico en el momento de posicionarse desde la producción de obra. Cabe aclarar en este momento la diferenciación entre los conceptos colaboración y participación. Entendemos el primero como el trabajo conjuntamente con otro, un compromiso con la diferencia que implica una negociación entre lo que se aporta y se cede. Esto se diferencia de la participación como aquella que implica un trabajo en una estructura ya dada, que supone mecanismos de exclusión e inclusión, tal como nos explica JRM . Retomando la inquietud sobre el carácter dialógico en la producción de obra podemos observar en el caso 1 cómo las diferentes etapas de elaborar la práctica artística ponen de manifiesto diversas relaciones posibles entre la artista y la comunidad: en un principio, en la etapa de realización de la tesis, la práctica artística se propone –en palabras de la entrevistada- como una intervención autoritaria. Ya que pretendía una instalación del objeto artístico sin un diálogo con el espacio y con quienes lo habitan, bajo una concepción monodimensional, en la que sólo predomina el aporte del artista. Al comprender esto, se propone buscar una metodología que le permitiera generar una nueva dinámica desde donde poder construir a través del otro. Toma para ello, dentro del marco conceptual de Rodolfo Kusch, la categoría del estar-siendo. Este es el punto de inflexión en el cual reconocer que cualquier intervención que hiciera debía responder a la comunidad. Con este objetivo realiza entrevistas a los habitantes (abarcando un amplio margen etario) y es a partir de este diálogo que surge un punto en común entre los habitantes: la fuente del barrio como punto de encuentro de todas las generaciones. A partir de esta sugerencia la artista decide trabajar a partir de esto.
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En este marco encontramos pertinentes los proyectos que se hallan dentro de las prácticas del arte colaborativo definidas por el investigador en arte Javier Rodrigo Montero quien desde los principios de la pedagogía crítica articula las experiencias artísticas con los fenómenos socioculturales. Esto nos permite una lectura -como denomina el autor- polidimensional, ya que los proyectos que revisaremos “responden a múltiples objetivos y complejidades, que se abren incluso a nuevos objetivos y nuevos contextos en el proceso, y sobretodo que multiplican y circulan múltiples capitales que deben ser tenidos en cuenta como recursos” . En estos casos, se estaría proponiendo una práctica artística no solo pensada desde la participación colectiva sino como posible herramienta generadora de nuevos objetivos y procesos relacionados a los intereses del colectivo. Desde esta posición es que intentamos comprender a partir de recientes experiencias, proyectos del campo local. De qué manera articula el Licenciado en Artes contenidos brindados en la carrera con la demanda de este nuevo contexto. Para esto hemos tomamos tres proyectos vinculados a una misma comunidad territorial (Villa La Maternidad-Barrio Kronfuss) y en los cuales han participado egresados de la Facultad de Artes de la U.N.C: exposición de la obra “Ciudad de mis desalojos” de Luciano Burba, proyecto de extensión de la Facultad de Artes “Estar-siendo como estructura existencial y decisión cultural del Barrio Kronfuss. Una forma de esencialización del propio horizonte simbólico que da reconocimiento a la propia identidad” y proyecto de extensión de la Escuela de Trabajo Social “Los sentidos de territorialidad en las producción artísticas-comunicacionales de niños y niñas de Villa La Maternidad”. Consideramos que estos royectos podrían dar cuenta de diferentes posiciones respecto a la práctica artística, a la formación académica y su relación con estrategias de participación colectiva.
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A continuaciĂłn, proponemos una serie de sociogramas que acompaĂąen la visualizaciĂłn de algunas articulaciones que genera cada proyecto entre las diferentes instituciones, espacios y actores sociales.
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INDICE
Texto curatorial…………………………………………………………………………. pág 2 ¿Por qué pensar la participación en las prácticas artísticas? ….pág 4 El subyugante lugar de la tensión: desacralización artística y poiesis común(itaria) por Cristina Siragusa ……………………..pág 5 Introducción a los casos ……………………………………………………………....pág 9 Villa la Maternidad y Barrio Kronfuss …………………………….….pág 11 Taller de extensión*producción de fanzines ………………….…..pág 13 Ciudad de mis desalojos ………………………………………………...pág 15 Producción gráfica y pegatinas ……………………………………….pág 17 Reflexiones sobre la colaboración …………………………………………………pág 19 ¿Qué factores motivaron esta iniciativa? …………………………..pág 20 ¿Cómo se integra la producción visual con la comunidad de Villa la Maternidad?..........................................................pág 21 ¿Qué posiciones se asumen respecto a la práctica artística?.. pág 22 ¿Qué relaciones se generan con las instituciones artísticas?.. pág 23 Redes y articulaciones ………………………………………………………………..pág 24 Indice.………………………………………………………………………………………pág 28
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La Parra Editora Noviembre 2013 FA/UNC Equipo Editorial de La Parra Luciana Sánchez y Rocío Pérez Colaboradores en esta publicación: Cristina Siragusa Imágenes de Portada: Edición de La Parra. Imágenes utilizadas: -Dibujo realizado en el taller de producción de fanzines,2013, Biblioteca Heraldo Eslava, Córdoba Capital, foto: gentileza Ana Pistone. - Acción colectiva, Agosto 2013, Biblioteca Heraldo Eslava, Córdoba Capital, foto: Facebook El Nachito. - Instalación de Ciudad de mis desalojos, Septiembre-Noviembre 2012, Museo de las Mujeres, Córdoba Capital, registro público de Luciano Burba, foto: facebook Luciano Burba.
Contacto: laparraeditora@gmail.com
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La Parra editora es una editorial que propone dar visibilidad a aquellas prácticas artísticas que participan de espacios de organización social ubicadas en la provincia de Córdoba. Por medio de estas publicaciones pretendemos poner en circulación estas experiencias para fortalecer las articulaciones y diálogo entre los espacios de formación artística y las organizaciones sociales. Como también motivar el ejercicio de la sistematización de experiencias y su análisis crítico, ensayando reflexiones que contemplen la complejidad de los fenómenos sociales y las particularidades de la teoría del campo del arte.
En esta primera publicación reunimos tres proyectos que articulan de diferentes maneras la producción visual con la lucha socioterritorial que se desarrolla en Villa La Maternidad. ¿Qué tipo de relaciones sociales están produciendo/reproduciendo estas prácticas artísticas? ¿Qué posición ocupan los artistas en este contexto? ¿En qué aspectos interpelan estas experiencias a la formación académica? A partir de la descripción y del análisis de estas iniciativas quisiéramos aportar elementos para una lectura de nuestro contexto local.
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