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Un León En La Biblioteca. Narraciones

Autores: Varios. Instructor: Fabián Nuñez Baquero. Escritor Ilustración: Cynthia Paredes. Diseño y diagramación: Stratega Arsenal Gráfico Luis Jaramillo Ambato - Ecuador - 2015 Tiraje 500 ejemplares Prohibida la reproducción sin autorización de los autores.


Un León en la Biblioteca Narraciones

Instructor:

Fabián Núñez Baquero Escritor

Talleristas: Álvaro Pazmiño Amparito Pico Ana María Navas Camilo Escobar Caterine Gamboa Cynthia Paredes Diana Nieto Eliana Olmedo Guerrero Nathalia Núñez Valverde ( Por internet ) Irma Narváez Isabel Condo Jadia Vallejo Janeth Velástegui Johny Villacís José Taipe Leonardo Velasteguí Ligia Espín


Luis Bucheli Barona Luis Jaramillo Marcos Benítez María Elena Zúñiga Mesías Robayo Myriam Chagcha Nathalie Barragán Nube Maita Pamela Nata Patricia Pérez Patricio Durán Rita Pérez Zamora Ruth Navarrete Sidia Valencia Sixto López Sylvia de los Ángeles Reinoso Viviana Lucas Loor Zoila Chimborazo


Bienvenidos al Infinito Mundo Narrativo Damos por concluído el curso-taller de narrativa Sergio Núñez Santamaría. Como sabemos adoptamos este nombre en pleitesía al extraordinario polígrafo y novelista ambateño quien fuera el precursor de la novela indigenista en el país en la década del 30 del siglo pasado y eximio maestro de juventudes. Hemos recorrido juntos el camino que conduce a la plasmación de la imaginación creadora mediante la narración literaria, artística. Hemos visto, transitado y llevado a la práctica su andamiaje teórico. Sabemos ahora con alguna precisión que la creación narrativa es una manera importante de conocer y transformar el mundo, la sociedad, el hombre. Las herramientas fundamentales son de una sencillez cristalina: todas las personas llevan su propia identidad biológica e histórica y, por consiguiente, su originalidad intransferible. La escritura es el ejercicio de esa originalidad a través de la lectura que hacemos del mundo y la humanidad. Somos infinitos porque somos la misma naturaleza en su proteica, fecunda transformación y la mente y los productos de ella despliegan su portentosa facultad no solo de copiar el movimiento sino de recrear la materia y 7


todas sus posibilidades. El narrador no se contenta con el mundo en que vive, crea una sobrerrealidad, altera la secuencia usual de las cosas y los seres. Y al hacerlo enriquece la existencia, dota a la especie de más instrumentos y objetos de belleza y refinamiento. Este curso-taller nos ha permitido comprender nuestra propia cosmovisión, la perspectiva como eje del acontecer y, sobre todo la esencia de la creación literaria: podemos abordar un tema, una anécdota desde varios enfoques y puntos de vista. La multisemia literaria es solo esto: la capacidad de escribir de un tema de múltiples maneras o múltiples temas de la misma manera, lo que se llama estilo, el don de cada persona de transmitir su experiencia vital, mental. Por supuesto no hemos dejado de reflexionar en las herramientas del narrador, las voces, el tiempo, lo que caracteriza al discurso narrativo frente a los otros discursos, lo que es un tema, la anécdota, la trama y su desarrollo y conclusión. Hemos insistido en el trabajo como parte y sustancia del proceso de invención, hemos reconocido el valor

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del inconsciente en su relación con las palabras y cómo ellas nos llevan como puntos nodales hacia la construcción de una historia, y, al revés, cómo una historia conocida podemos transformarla en anécdota artística. En resumen nos hemos centrado en la vinculación de la teoría concreta con la práctica concreta, es decir, en una teoría y una práctica para generar narradores verdaderos desechando toda demagogia o arrogancia petulante. Queremos escritores sólidos y de certera imaginación. Somos conscientes que este es solo un comienzo pero hemos procurado que sea un inicio de enorme musculatura, como la del depredador león hambriento que desbroza, lee con sus garras y su hocico triunfante, todas las capas geológicas del planeta.

Fabián Núñez Baquero Escritor-Instructor

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Biografía de Eliana Olmedo

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sí es ella...

Su rostro no se dirige en dirección al cuaderno ya desgastado por el tiempo, casi sin espacio por el monstruo letrado que se fue esparciendo a lo largo de años, lapso de aliento interminable de deseos por ser como aquel sujeto del libro café, que se encuentra en la portada con letras doradas cerca de su cama, con historias que la emocionan por las noches, porque ella entiende y las hace suyas. Ella prefiere atravesar con su mirada el cristal del cuarto para perderse en imágenes que bailan en su cabeza, pero así es ella, Eliana Olmedo, una soñadora irreparable, con un caminar lento que le permite estar al tanto de la vida y de cada soplo de viento, para crear mundos envueltos de pasiones, que hacen de sus 22 años una buena vida. Tardes como esta o como cualquier otra, solo se sienta a inmortalizar episodios ocultos que pasan por su cabeza en un tronar de dedos. Suspira y deja que se deslice en un hilo de palabra el “Gracias”, casi imperceptible como su sonrisa, pues ahora comprende que junto a cielos ajenos, está su cielo y que su sendero recorrido merece contemplarse como un pedazo de vida, contenida en un retazo nuevo de papel.

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La Conspiración

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Eliana Olmedo

ran las cuatro de la tarde y el zoológico se encontraba casi repleto, el ruido inundaba el lugar de manera asfixiante, el león se sentaba en su trono, confiado de que nadie lo traicionaría, observaba con total libertad a los animalejos, a los que consideraba inferiores. Sin aviso, como animal advenedizo e impensado, el rey del zoológico, mostrando una pinta de dictador vernáculo, abrió las fauces con desprecio, como quien dice me caen mal, monos desnudos; con tanto impulso y precisión que provocó un hormigueo en todos los asistentes, tal cual como lo había repasado minutos antes. Si bien el león perfeccionaba cada uno de sus movimientos antes de ponerlos nuevamente en escena, con el objetivo único de demostrar quién era el jefe, nunca se percató de la enemistad que había generado hasta ese momento por su falta de atención a lo que en verdad era importante. Nadie sabía de la situación tan penosa por la que pasaba el rey, ahora desgastado por varios años de mandato; con una sordera que se fue acentuando con el tiempo, 11


provocada por sus múltiples rugidos, algo un poco inusual de explicar, por lo que prefirió guardar silencio y reforzar su apariencia déspota. Los corderitos, lo veían fijamente, inmovilizados del susto, con caras apacibles escondían la fiereza de su esencia; las ardillas por su parte sin perder tiempo logrando subir a la cima del árbol más cercano, murmuraban tensionadas y de vez en cuando se quedaban calladas y fijaban su atención en los topos, mañosos por naturaleza; mientras que las cotorras vivísimas siempre se salían con la suya informando mal al rey. “Hay una conspiración en proceso”, cuchicheaban las tortugas, cada palabra les tomaba un sorbo de respiro de casi dos minutos, pero el rey convencido de su grandeza, permanecía con una sonrisa que desbordaba sarcasmo, acariciaba a su fiel confidente, la culebra Taipán, la más venenosa de su especie. Siempre altivo, creyendo que todo lo tiene controlado…

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El extraño caso de una cucaracha ciega Eliana Olmedo

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ran tiempos difíciles, las cucarachas estaban decididas a organizarse para hablar de su hábitat. El reloj marcaba las 8 pm y las cucarachas llegaban de a poco, las más puntuales como siempre, sentadas minutos antes, poniendo atención a una pizarra en blanco que se encontraba a mitad del salón, las más bulliciosas alertaban de su llegada con un zumbido potente que molestaba al resto. Así iban llegando todas, esperando por fin conocer a la cucaracha mayor, la más inteligente de su especie. Y allí venía, se la divisaba a la entrada del lugar acordado, con las antenas largas, paso firme y decidido; todos los insectos conocían de su trayectoria y experiencia, sabían de la importancia de este insecto, ya desgastado por la edad avanzada que lo asediaba. Su visita al lugar se debía a la escasez de comida en la zona, así que, el tema central se establecía en las: Las nuevas estrategias para la obtención de provisiones. Todos ansiosos por escucharlo no notaron la peculiaridad que lo distinguía del resto, la cucaracha se movía como si conociera el lugar de memoria, de forma pausada, pero segura continuaba con su paseo, era el centro de atención, por su notable calma frente 13


a su público. Por fin cuando parecía que el inicio de la sesión estaba cerca y la cucaracha mayor iba a gesticular su primera palabra, un sonido a lo lejos se escuchó - ¡Es ciega, es ciega, qué desfachatez! Su audiencia lo miró horrorizada, como si hubiese acabado de cometer un delito. Sin esperar más, la cucaracha con sabiduría mencionó, “la ceguera solo se atribuye al ciego de mente, que sin estar dispuesto a escuchar juzga sin la fortaleza de sus fundamentos”. Las cucarachas bajaron enseguida las antenas con vergüenza, prestando atención a la cucaracha ciega que empezó con su explicación.

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¡Salud! y Adiós

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Eliana Olmedo

anuel se desplomó en el sofá beige ya sin fuerzas para acomodarse bien, consigo llevaba una botella con un líquido transparente que se encontraba casi vacía; su cara de asco se dirigía al reflejo de la televisión apagada por el pobre hombre que se encontraba allí sentado, despeinado y con la cara llena de sangre. El suspiro ahogado lo maldecía con cada recuerdo, lo único que se escuchaba en la casa era el sonido de las ramas al chocar con su ventana, estaba como muerto, con una lágrima que deseaba caer al vacío de una vez por todas. Ya no le importaba conservar la apariencia de hombre fuerte, ni le interesaban las interrogantes de la gente, que ya las profesaba por verlo así. De todos modos era algo que no le alarmaba aún, porque esa noche se encontraba solo, su madre había salido con Carmen, la hermana de su futura esposa Ana, para ultimar los detalles de la boda. Ana era de esas mujeres difíciles de tratar, unas veces se encontraba bien y otras no del todo bien, tenía un carácter variable, pero Manuel la conocía y sabía cómo mantenerla lejos de todo, para que su ataque de ira no lastimara a nadie. La madre de Manuel por su parte 15


siempre pensó que no había mejor mujer para él, que Ana; tan delicada, linda, e inteligente, con un carácter maternal que la acreditaban al cien por ciento como esposa de su hijo. Manuel y Ana se habían conocido por vez primera a causa de una confusión, cuando él esperaba a su amiga Greta que, no llegó; y ella, en busca del muchacho que había conocido en internet. La silueta en el lugar propuesto, fue lo que le llamó la atención y con la certeza de que él era el supuesto hombre, se acercó sin titubear con un coqueteo constante, mirándolo fijamente a los ojos, mientras movía sus caderas, Manuel tímido bajando la mirada de forma rápida, no tuvo de otra que ponerse rojísimo ante tal persecución, Ana sin darse cuenta de la equivocación le preguntó: -¿Por qué no me saludas guapo?–Mi nombre es Manuel, ¿cuál es el tuyo?- le dijo sin atinar que decir, y con la sonrisota en los labios. Ella con la vergüenza a flote, por el nombre no acertado que pronunciaban sus labios, se colocó a su lado para esperar al que no llegó jamás, tiempo en el que, el incómodo silencio despertó con sus primeras palabras de –lo siento, te confundí con alguien más, mmm un amigo-. – ¿Tú esperas a alguien?-

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-Pues supongo, pero es mejor que hayas llegado túDijo él, con una voz galante. Ella se rió y rápidamente se hicieron amigos; pero no de aquellos amigos que se olvidan al siguiente día y solo se vuelven a saludar cuando la coincidencia en la calle o en cualquier lugar los pone a la vista, no como habitantes pasajeros, ¡no! si no de esos amigos que hablan de autos, libros, estudios, de lo mala que es la película que está en cartelera y de tantas cosas que incitan a saber más del otro. Al final del día, después de una larga conversación, los dos fijaron un nuevo encuentro. Y así pasó el tiempo, entre risas y juegos, la cercanía de ambos se hizo más potente, ahora hablaban de cosas más profundas, como los sentimientos, la familia, sus amigos, las desilusiones, el deseo de encontrar a alguien especial, con quien compartirlo todo, y no precisamente hablaban de ellos, aunque así lo deseaban. Su primer beso llegó en una noche de lluvia, justo en la sala de su casa, ese beso encendió la esperanza de una vida cercana a la caducidad de sus cuerpos, al sentir por fin una corriente recorrer su nuca, luego sus brazos y piernas. Al sentirse invadidos por completo, entendieron la gloria de estar en el paraíso, algo infinito y bello se creaba en la palma de sus manos lista para crecer.

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Al cabo de siete meses decidieron formalizar su relación, noticia que alegró a sus padres que ya se ponían como pasas a la espera de tan lejana decisión, pues pensaban que pasaría algunos años más, para que decidiera retomar con su vida, y es que fueron años enteros de lucha, que Manuel sufrió y lloró a lágrima tendida junto a su doctor de cabecera que lo veía recaer cada semana, siempre con la ilusión de que las cosas se arreglen o al menos no empeoren. Y pese a que el problema de su repentina depresión no era por Ana, se trataba de otra mujer. La del velo rojo en el rostro, que bailaba con su vientre descubierto; un sostén que cubría lo necesario y una falda con pliegues largos que mostraban mucha pierna. Pero lo que más le llamaba la atención era el cabello rizado que se deslizaba hasta el final de su espalda. Esa noche Manuel se encontraba en su despedida de soltero con un control fino, que no cualquier hombre posee. La danza del vientre lo embelesaba, mientras el velo iba cayendo de a poco, dejando a la vista unos ojos verdes y un rostro que revelaban su identidad. -¡Evelyn!, ¿Qué haces aquí?- Gritó Manuel, desesperado, temblando por la impresión de la noche. Manuel se levantó y corrió lo más que pudo tratando de llegar a su carro. – ¡Sabía que era un mala idea venir!- Se dijo

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así mismo reprochándose, por haber accedido ir a la fiesta que sus amigos del trabajo le organizaban. Y aunque es cierto de la mala fama que los caracterizaba, las peores crisis lo había enfrentado con ellos. Así que los malos pensamientos se esfumaron, pues sabía que no serían tan cabrones como para llevar a la mujer que lo hizo sufrir por años. Manuel aceleraba con tanto anhelo por llegar, que ni se percató del perro que cruzaba la calle. Con una maniobra logró esquivarlo, el animal salió ileso, pero a él casi le cuesta la vida. Con la sangre recorriendo su ceja derecha, sacó de su bolsillo la billetera y comenzó a buscar entre tarjetas de crédito y papeles sin importancia, una carta, la que guardó en el bolsillo de su camisa. Manuel paró por una tienda, eligió el licor más caro del lugar y se lo fue tomando, tratando de mantener los ojos secos y bien abiertos. Con mucho sacrificio Manuel se bajó del carro, y abrió la puerta de su casa; una vez adentro se percató del detalle del llavero que contenía la frase “eres mi ángel”; la procedencia del objeto plateado le provocó una rabia maldita y un fuerte dolor de cabeza, y como no, si ahora todo le recordaba a Evelyn, un amor de años, un intento fallido por ser feliz, las ganas de derrumbarse a diario y la causante de sus peores desgracias físicas y mentales. Y había vuelto, para recordarle que no hay mujer como ella.

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Al sacar la carta de su bolsillo y desenvolver el papel arrugado y ver la tinta corrida, se reencontró con sentimientos guardados, que lo hirieron desde la primera línea. De: Evelyn Para: Mi querido Manuel Son varios años desde los que ya te conozco mi querido amor, y sé que tú estás feliz tanto como yo por la dicha de habernos encontrado y aunque siento que nuestro amor ya no es tan fuerte como antes, el aprecio sigue siendo el mismo, al igual que mi preocupación por ti, tú sabes a qué me refiero; nunca dejaría que salgas a la oficina sin el paraguas y el bloqueador solar; tampoco que olvidaras el llavero que evita que pierdas las llaves por enésima vez. A lo que me refiero es que seguiré allí, porque mi pensamiento estará contigo a diario, no es que no te necesite, simplemente no puedo seguir con esto y por eso me despido antes de que tus padres me pongan un puesto más en la mesa, y los vecinos me saluden como la señora de Manuel. Por las cosas buenas, esta noche quiero brindar por ti mi querido amigo, porque te quiero y sé que no habrá mejor persona en el mundo que pueda seguir con esto solo.

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Me queda brindar por los recuerdos, por las cosas bellas y amargas, por el almuerzo y la merienda que preparabas, por las pláticas hasta la madrugada y las múltiples heridas en mi dedo a causa de las espinas que olvidabas sacar cuando me regalabas esas flores tan bellas que a mí me gustaban. ¿Sabes?, todo aquello lo disfruté. También me despido, de las caricias que despertaban mi lado cariñoso y que ahora se ocultan dentro de mí, me despido de los besos, y los te quieros. Por esta separación Manuel brindo con la copa que usamos al cumplir nuestro primer año, con la seguridad de que aquellos eran tiempos mejores. La alzo una vez más y te digo lo que siempre te negarás a entender ¡Salud! y adiós. Manuel alzó la botella como si quisiera brindar, tomó un trago y dijo finalmente -Salud-. Por fortuna nadie supo de este lamentable reencuentro con Evelyn. Al siguiente día Manuel se despertó con un dolor de cabeza como si le hubieran propinado una paliza. Su madre no notó que alguien se encontraba acostado en el sillón, pues de lo contrario le hubiera provocado un susto de muerte. La sangre estaba seca, tiesa en su rostro, al levantarse sintió el cuerpo como gelatina,

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conteniendo el aire en sus pulmones, subiรณ las gradas hacia su cuarto, preparado para vestirse de novio.

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Biografía de Ana María Navas.

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s una enamorada de la vida, de mediana estatura, convencida de que el sólo hecho de despertarse en la mañana, abrir los ojos y ver la luz, es ya una razón inconmensurable para dar Gracias. Ella, se empeña en ser amable y útil a todos aquellos que se cruzan en su camino. Dedicada por completo a su trabajo y a su hogar. Ella, se esmera día a día por cumplir a cabalidad con sus obligaciones, las mismas que han pasado de ser eso, a ser sus “satisfacciones”, pues está convencida que nada debe hacerse por obligación como una si fuera una carga, sino porque al hacerlo se disfruta y por supuesto, al final de la jornada se tiene la alegría de recoger los resultados. Si bien es cierto, su trabajo diario casi no le deja tiempo para el entretenimiento, sin embargo no pierde la más mínima oportunidad para leer un buen artículo, un buen cuento o un muy interesante libro. Así pues, hoy está escudriñando en el interesante campo del relato. ¡Qué buena curiosidad!

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El que huye vive

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Ana María Navas

l león había ingresado a la biblioteca probablemente en horas de la noche, guiado por la luminosidad de la luna, que en estas épocas irradia una luz maravillosa. Trémulo por el intenso frío, parece haber buscado el rincón más cálido del lugar. Cuán hambriento habrá estado el pobre animal que se dio un banquete con todos los roedores que habitaban la biblioteca. Satisfecho ya con su menú se habría dedicado a dormir a pierna suelta hasta muy entrada la mañana, cuando el encargado de ese centro del conocimiento ingresó y vio al león volteado panza arriba. Estaba rodeado de varios rabos de los roedores (evidencia de su banquete), y abriendo perezosamente sus verdes ojos. En ese preciso momento, león y bibliotecario, emprendieron una veloz huída.

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Desilusión

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Ana María Navas

ara agradar no dudaba en sonreír a unos y otros mientras caminaba coquetamente por el parque. A lo lejos, un joven alto y fornido muy tímidamente observaba con atención todos sus movimientos, mientras hilvanaba sus ideas para acercársele y pedirle salir con él. Hola preciosa -empezaría su alocución. Pero qué más puedo decirle. Y la seguía algunos pasos atrás, mientras observaba su hermoso caminar. Todo en ella la atraía, qué podía hacer para lograr su atención. De pronto, observó a lo lejos una hermosa fuente, llamada “de los deseos” en donde se agolpaban muchos jóvenes, hombres y mujeres, quienes con mucha ilusión lanzaban sus flores, emisarias de sus anhelos, ante Cupido, el dios del amor, cuya efigie dominaba la fuente. Ah, ella seguramente iría hacia allá. En efecto, en cuanto él la vio llegar , se colocó discretamente junto a ella. De inmediato percibió el sensual olor de su perfume, oh, no,¡ qué ganas de abrazarla y sentirla más junto a él! Ahora sí, ahora sí le diré que estoy enamorado de ella. Así pues, trató de ubicarse frente a ella. Buenas….., le dijo. No pudo terminar su saludo, pues un

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perro que corría velozmente por el lugar, lo lanzó al piso, y mientras el joven intentaba ponerse de pie, ella se había ido. Pero qué desconsuelo, y ahora para dónde fue, Oh, debo arreglar mi vestimenta primero, la caída había provocado que sus pantalones se empolvaran. Con todo, luego de sacudir sus pantalones, caminó hacia la pileta para lavar sus manos y mojar su cabellera. Tenía que mostrarse impecable ante la mujer de sus sueños. Después de algunos minutos de intensa búsqueda, al fin la ubicó, allá por entre los árboles, hablaba con algunos amigos. Entonces, pausada y disimuladamente, caminó hacia ellos mientras sus pies jugaban con las hojas secas que encontraban a su paso. Allí escuchó que los muchachos conversaban alegremente sobre el partido de fútbol del sábado anterior y que se convocaban para esa noche en el mismo lugar para jugar otro partido. Todos convinieron en reunirse a las 19h00. Ella no hablaba, solo asentía con su cabeza. Qué pena, a él le hubiera gustado escuchar su melodiosa voz. Pero bueno, ahora que ella se quede sola podré por fin saludarla y hablar algo con ella, pensó, sin imaginar que ese momento ella se dirigía

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al carro de uno de sus amigos. Oh, ¡qué gran desencanto, y ahora, cuando podría volver a verla, si había sido este un flechazo profundo de Cupido, su vida ya no sería posible sin ella! Pero no, no debo desesperarme, esta noche puedo ir al partido en el lugar convenido por los amigos, recapacitó. Esa fue una tarde de martirio para él, su espera le hacía sentir que el tiempo no pasaba, los minutos eran interminables, deseaba desesperadamente que fueran las 18h00 para acudir al lugar del partido convenido por los amigos de la muchacha. Tenía que estar impecable, lucir guapísimo, oler a “hombre”, en definitiva, parecer un superman. Incluso llevaría unas hermosas flores para cuando por fin logre hablarle. Llegó a las 18h00 a la cancha. Oh, estaba cerrada. No importa, esperó parado junto a la pared lateral. De pronto llega el carro en el cual la muchacha había partido con su amigo. Se bajan de éste e ingresan a la cancha. El muchacho corre atrás de ellos para abordar a la muchacha mientras el otro se cambia, supone. Los sigue y entra detrás de ellos, son los primeros en llegar, no hay nadie más en el lugar

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Seguidamente los observa ingresar, ella y ĂŠl a los mismos camerinos, espera pacientemente, probablemente fue a recoger algo. Luego de unos minutos, observa absorto, salir dos musculosos y atlĂŠticos hombres, vestidos ya con su uniforme para el partido, los escucha hablar animadamente sobre el deporte, y en su confusiĂłn alcanza a ver unos ligeros rasgos de sombra de ojos y maquillaje en uno de ellos.

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El Diablo Ha Muerto

Ana María Navas

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orría la tarde del Sábado, un clima muy agradable, el sol radiante en el horizonte, Carlos regresaba de ver jugar a su equipo favorito en el estadio. En esto, a lo lejos una mano lo saluda, era Rodrigo, un viejo amigo al que no había visto desde la semana pasada, presurosos se acercan los dos, el saludo de costumbre, golpe de puños y un abrazo. -¿Y qué tal? - Ahí, ya verás, viejo, pasando, pasando. -Oye! ¿supiste que el diablo ha muerto ayer por la noche? - Qué?, no lo puedo creer, Fantástico, ahora sí ya no hay temor alguno, podemos hacer todo cuanto queramos, ya no estará el diablo para llevarnos de los pies hasta el infierno. - Si, también ya no seremos objeto de sus maléficas tentaciones. Por fin nuestras féminas vivirán en paz. Seguramente se nos irán los malos pensamientos de nuestras cabezas, 29


- ¿Tú crees? (Ja, ja, ja) Claro, ahora ya no importa si vemos a una mujer atractiva por la calle, ya no regresaremos a verla delante de nuestras esposas. - Cierto, y tampoco desearemos ir de chupe los fines de semana. - Oh, eso ya no me gustó. Ah, pero no importa porque tampoco nuestras mujeres nos mandarán al diablo por cualquier cosa, pues este ya no está, a dónde vamos a ir! (ji, ji, ji) ¡Rodrigoooo! Carlos, se oye gritar alguien a lo lejos, es Luis quien viene hacia ellos. Luego del consabido saludo, éste les pregunta, - Oigan, ¿se enteraron que el diablo ha muerto?, - Si eso estamos comentando, que bueno, no te parece? - Cómo va a ser bueno loco, tan buena gente que era, ¿no te acuerdas que nos llevaba cada fin de año a su casa para celebrar? - ¿Qué?, espera, espera, a cual diablo te refieres?, - ¡ Al diablo Cáceres pues!!!

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Biografía de Víctor Patricio Durán Garcés . (a) Victricio, nace en la ciudad de Ambato. Ve la luz por primera vez un 17 de marzo de 1961, por lo tanto es de signo zodiacal piscis (occidental) y conejo (oriental). Sus padres son Juan A. Durán Guevara y Emma G. Garcés Miranda. Sus hermanos Juan José, Fabián y Nancy. Sus hijos Patrick, Ricardo y Carolina. Da sus “pininos” en la escuela La Merced, a la que su hermano mayor Juan José lo llevaba arreando con la correa porque no le gustaba ir a clases. Ya en la secundaria, en el colegio Juan León Mera “La Salle”, la cosa cambia. Se le da por filosofar y escribir poemas. Cuando va a la universidad, no sabe qué carrera seguir (hasta ahora). De pronto quiere ingresar a la escuela naval, se arrepiente y quiere estudiar economía. En otra ocasión su hermano lo lleva para que estudie medicina y queda traumado al ingresar al anfiteatro. Vuelve a su ciudad natal a estudiar Administración de Empresas en la UTA, de la que es licenciado en la leva de 1984 y empieza a trabajar en un Banco Banco.

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Como tiene inquietudes filosóficas ingresa a la escuela de Filosofía y Ciencias Socioeconómicas de la cual no logra egresar porque el amor llama a la puerta. Se casa y se va de luna de miel a la ciudad de los Ángeles. La miel se acaba y como no tiene alas, tiene que trabajar de vendedor, asistente, counter, etc. Decide regresar al Ecuador e incursiona en los negocios con poca fortuna. Inconforme e “inquieto anacobero” como siempre, decide radicarse en las islas Galápagos, en donde tiene que apechugar como profesor, gerente de una cooperativa, colabora en una radio y un periódico (ad honorem) de las islas encantadas. Es buzo certificado. Pensaba quedarse a vivir en las “islas encantadas”, que son un verdadero paraíso, pero como todo paraíso tiene su serpiente, tiene que regresar (bajo protesta) a su Ambatito. Entre las pocas obras que ha escrito tenemos: “Poesía Insular”, obra inspirada en la belleza de las islas encantadas; “Jessica, Crónica de una Tragedia en Galápagos”, este mamotreto trata sobre el encallamiento del buque-tanque Jessica que derramó combustible y contaminó las islas en el año 2001. Sirvió de base para múltiples reportajes que se realizaron en las islas; “Darwin para Principiantes”, basada en la vida del cé-

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lebre naturista británico Sir Charles Darwin; “Montalvo para principiantes”, biografía del “Cosmopolita” dedicada a los jóvenes. “Nombre para su bebé”, éste es un diccionario con el significado de los nombres; “Cartas a un joven bachiller”, libro de orientación y motivación para los estudiantes que están en las “nebulosas”, igual que él. Fue investigador en el libro “50 Años del diario El Heraldo”, ayudante de investigación en el libro “80 años de la Cámara de Comercio de Ambato”. Es columnista del diario La Hora y colabora con artículos en varias revistas. Fue candidato a la Asamblea Nacional en el año 2012. Decepcionado de la política se tomó un año sabático y se fue a recorrer los Estados Unidos, el escarnecido “Imperio”.

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El León Extraño

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Patricio Durán

l león apareció tan furtivamente que casi nadie, excepto yo, se percató de su existencia en la biblioteca. Era uno de esos días de lluvia en que casi no hay un alma por las calles, menos por la biblioteca, que incluso en días soleados está desolada. Su presencia no causó ninguna inquietud a los escasos presentes, quienes continuaban ensimismados en la lectura. El león tenía un aspecto más bien extraño, amenazante, no mostraba más que un ojo y una oreja; tenía las patas delanteras levantadas, la derecha la mantenía alta y la izquierda algo más baja. Tenía la boca abierta, con la lengua afuera, mostrando las garras y con la borla de la cola hacia dentro. Parecía que nos iba a devorar a los amantes de los libros. Este león era un león heráldico, en posición rampante, es decir, la figura idealizada del propio animal, que se encontraba en un escudo de armas que adornaba la biblioteca.

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Del Internet a la Vida Real. Una Relación Fallida.

Patricio Durán

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onocí a Blanca vía Facebook. Empecé a darle “like” a sus fotografías y a todo lo que ella publicaba en su muro. Cierto día me envió un mensaje al chat: -Hola, Víctor. Gracias por darle “like” a mis fotografías y a lo que publico. -Hola, Blanca, respondí yo. Gracias por escribirme. Me gustan mucho tus fotografías. Veo que eres una mujer muy hermosa. Quisiera conocerte personalmente, ¿aceptarías tomar un café conmigo? -Me encantaría. -¿Qué te parece el viernes de la próxima semana? -Mejor hoy mismo, no dejes para mañana lo que puedes hacer ahora. -¡Excelente! Entonces nos vemos a las seis de la tarde en la cafetería “El Espigal”. Recuerda que es35


tamos en Ambato y aquí aplicamos la hora ambateña. -No te preocupes, ahí estaré a las seis en punto. Llegué puntual. Blanca todavía no aparecía. Llegó con media hora de retraso, como toda mujer que se precie de serlo. -Hola, Blanca. Eres más bonita en persona que en las fotografías del Facebook, no te hacen justicia. -¿En serio crees que soy bonita?, preguntó. -Sí, por supuesto. Pero hay algo más… algo más en tu rostro… tienes un no sé qué, algo especial… -Se llama cirugía plástica. Me he hecho algunas, pero todavía me falta la principal para quedar perfecta. -Creo que no la necesitas, así como estás me pareces perfecta. De pronto se acercó y me besó. -Quiero hacer el amor, me soltó a boca de jarro. -Me agrada tu pedido, Blanca, para que voy a negarlo.

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-Pareces sorprendido. -Estoy algo sorprendido, es verdad. -¿Acaso no te gusto? -¡Por supuesto que me gustas! -¿Entonces por qué dudas? -No dudo. ¡Vámonos! Llegamos a un motel. Tomamos un par de cervezas. Fue entonces cuando me percaté de que era una mujer un tanto robusta. Blanca apagó la luz. Yo quería ver su cuerpo, pero ella insistía en mantener la luz apagada. No insistí, pero pronto advertí la razón de su deseo al acariciar su entrepierna. Era la cirugía que le faltaba.

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Atención damitas

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Patricio Durán

ocío se encontraba revisando el periódico cuando algo llamó su atención, era un anuncio en letras mayúsculas que llevaba por título: “ATENCIÓN DAMITAS”, y decía lo siguiente: “Hombre hispano, divorciado, de baja estatura, medio gordo, cincuentón, con calvicie incipiente, en regular estado de salud, mal dotado, pobre, casi siempre borracho; busca mujer viuda, soltera o divorciada; que tenga entre 40 y 50 años, blanca, atractiva e inteligente, para que confirme la opinión de su ex esposa sobre él. No quiere mujer perfecta, que tenga defectos, pero cuyos defectos le gusten. No hay prisa. Interesadas comunicarse al celular 0998016383 o al e-mail victor@hotmail.com”. Rocío sonrió al leer ese singular anuncio. También sintió una especie de aprensión. Ella tenía 46 años y era divorciada; se consideraba blanca, atractiva e inteligente. Continuó revisando el periódico cuando de pronto recibió una llamada de Carmen, su nueva amiga, a quien había conocido en la mañana, y se olvidó por completo del anuncio. Varias horas más tarde, acurrucada ya en su cama y dispuesta

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a dormir, cuando se acordó del anuncio, y ahora pensó en si sería en serio o en broma aquel anuncio: “ATENCIÓN DAMITAS”. Se imaginó a aquel tipo llegando a su casa después del trabajo, preparándose algo de comer porque seguramente no tenía a ninguna mujer que se ocupe de un hombre de las características del anuncio. Lo que le preocupaba sobremanera a Rocío era aquella parte del anuncio que decía mal dotado. De pronto se le vino a la mente que tal vez lo que señalaba el anuncio era todo lo contrario: que sería un hombre caucásico, soltero, alto –mínimo 1,80 de estatura-, atlético, joven, rozagante, bien dotado –mínimo 20 centímetros-, rico, sobrio… Rocío saltó de la cama, buscó el periódico y volvió a leer el anuncio con más detenimiento, pensó que aquel tipo debía ser algún excéntrico que quería aparentar todo lo contrario a lo que estaba en el anuncio. -Este anuncio es bastante original, así mismo debe ser él, pensó Rocío. Voy a llamarlo, pero antes me voy a preparar un café bien cargado para cobrar valor. Rocío apuró su café y llamó. El celular empezó a timbrar. -¿Siii?, contestó una voz varonil.

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-¿Usted es el que puso el anuncio “ATENCION DAMITAS” en el periódico? -Así es. -Me gustó su anuncio, se necesita valor para poner algo así, supongo que debe ser todo lo contrario. -¿Cómo te llamas? -Me llamo Rocío. -Hola, Rocío, ¿cómo has pasado? -Yo muy bien, pero estoy muy intrigada. -¿Por qué? -Por lo de su anuncio. -Puedes tutearme, me llamo Víctor. -Bueno, Víctor. Estoy intrigada por la forma como te describes en tu anuncio, pienso que en realidad no eres así y que debes ser todo lo contrario. -No, Rocío, soy exactamente tal cual reza el anuncio. Si quieres mañana podemos vernos y charlar.

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-Está bien, ¿en dónde nos vemos? -En la cafetería El Español, a las 6 de la tarde, ¿te parece? -Me parece perfecto. Rocío nunca llegó a la cita, Carmen, ex esposa de Víctor, le había confirmado su opinión sobre él.

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Biografía de Ligia Espín Espín.

oy Ligia Espín Espín, ecuatoriana de 44 años de edad, abogada, graduada en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador de la ciudad de Quito, esposa y madre de tres niños, dueña de un Centro de Internet en la ciudad de Ambato, amante de la poesía, crítica y observadora política, protectora de la Pacha Mama (madre tierra), ganadora desde los 12 años de varios concursos de poesía y oratoria, declamadora apasionada y defensora de la justicia y la verdad. Actualmente recopilo poemas escritos desde los 20 años y creo nuevos poemas para una publicación futura, además me preparo para escribir cuentos, micro cuentos y novelas.

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El León

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Ligia Espín Espín

on paso de flamenco y zapateo español, se acercaba a la puerta de la biblioteca un león de extraña apariencia, cuya melena de dos colores, negras raíces rebeldes, que no querían dar paso al flagrante tiempo, y el segundo color, color brillante como la luz del sol, parecía haber clonado esplendorosamente el último rayo del atardecer, que marcaba su pelo alborotado desafiante por las peleas con el mundo, batallas contra sí mismo, en fin, eran colores que marcaban su presencia, llamando la atención a todos quienes por alguna razón, habíamos estado concentrados en la lectura, soñando con poemas románticos, suspirando amores perdidos, o leyendo novelas fantásticas que nos trasladan a otra dimensión, o simplemente analizando las lecturas míticas de los dioses del Olimpo. Captó nuestra atención, especialmente la mía y como si me arrancaran el brazo, me dolió salir de donde estaba embelesada en mi fantasía, mis ojos se abrieron lentamente más de lo normal, para ver esa presencia con melena extraordinaria, y mientras se acercaba a la puerta, mi cuello se alargaba para mirarlo detenidamente, hasta que entró a la biblio43


teca, lo mire todo, estupefacta, asombrada, vi sus ojos, negros como la noche que emitían misterio y firmeza, ojos que sin darme cuenta me atraparon en su ser, y lentamente deslicé mi vista por todo su cuerpo, su estampa de león y rey de la selva, que marcaba territorio, en un lugar donde quizá yo pensaba que nunca llegaría un ser así de esa magnitud, luego asentí que mi impresionada contemplación llegara hasta su boca, en donde se dibujó una enorme sonrisa y sentí que mi rostro enrojecía de vergüenza, porque simplemente se dio cuenta que me gustó ver a ese hombre rastita con melena brillante, visitando un día cualquiera la biblioteca.

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Nada es Definitivo

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Ligia Espín Espín

licia empezaba a manejar muy bien su página recién creada de facebook, comenzó a buscar a sus amigas del colegio a quienes no las había visto durante muchos años, llegó a contactarlas y empezó a chatear con ellas casi a diario, mas terminadas las historias de sus vidas entre quejas, lamentos y felicidades recién creadas, ya no le importaba a Alicia chatear con ellas, entonces empezó a buscar a amigos de su niñez y adolescencia. Hizo una solicitud muy especial, a un muchacho que en su adolescencia despertó en ella el más profundo y puro amor, pero por causa del destino sus almas se separaron. Una mañana Alicia lee una notificación en su página del face, aquel muchacho apareció y aceptó su solicitud, y su corazón empezó a latir tan fuertemente cuando vio que Bob estaba conectado, temblorosamente se acercó al teclado, no visualizaba las teclas. -Las letras desaparecieron, decía en su mente

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Alicia respira hondo y le escribe -Hola Bob te acuerdas de mi? Inmediatamente en la pantalla aparece un mensaje que dice: Bob está escribiendo, Alicia siente que sus piernas se adormecen, que la respiración se agita y sonríe asiduamente. El mensaje sale a la pantalla y ella lee: -Hola reina, como estás claro que me acuerdo de ti, como olvidarte si me gustabas de niña. Alicia no lo puede creer, pues su mente se traslada inmediatamente hacia los 14 años y recuerda que ella solía pensar siempre que Bob nunca se fijaría en ella, una muchacha pecosa, sin gusto por la moda, una niña tan recatada que tenía miedo de decirle a Bob cuanto lo amaba. Inmediatamente Alicia despierta a la realidad y escribe a Bob. -Eso es mentira. Y Bob le contesta: -¿Tu crees que a esta altura de mi vida te mentiría? Alicia entonces dejó caer un par de lágrimas, lágri-

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mas que a la vez iban surcando sus mejillas, como diciéndole: oye cuantos años creíste que a él no le importabas y sufriste en ese entonces por nada. Alicia no comprendía por qué una fuerza extraña en ese momento entraba en su corazón, una fuerza que la hacía llorar y reír a la vez, no entendía pero se dejó llevar y le contesta a Bob. -Pero yo aún te amo. Y él le dice -Gracias por quererme, algún día tal vez regrese a Ecuador, si tu quieres espérame tal vez un día estemos juntos. Alicia sentía que fluía todo su ser, decía: Gracias Dios, es lo que había estado esperando. Luego llegó otro mensaje de Bob que decía: -Ahora tengo una novia y la quiero mucho, pero en esta vida nada es definitivo, chao, reina, un beso. Alicia que estaba sumergida y embelesada en un amor que conservaba desde niña, al leer el mensaje, sintió que el mundo se hundía a sus pies, que un látigo partía en mil pedazos su corazón, más al leer de nuevo la última parte del texto de Bob que

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decía: “nada es definitivo”, una esperanza invadió su alma y se dijo para si misma: Aunque sea un imposible, ¿Quién me impide que lo siga amando y esperando, hasta cuando el destino decida juntarnos de una vez y para siempre?.

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Un Festín de Caníbales a la Llegada de Colón

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Ligia Espín Espín

reparaban para ofrecer en sacrificio al dios sol, a una hermosa niña con aires de pureza, cuerpo frágil pero a la vez firme, su piel, tersa como la seda más preciada en el Reino de David, sus senos parecían botones de rosa listos para florecer, su figura parecía una escultura creada recientemente por Miguel Ángel, sus labios cual clavel rosado caído en un charco de sangre, titubeaba como queriendo decir algo, más su voz se había apagado con el susto de tan inesperada ceremonia, sus ojos negros, intensos, casi desorbitados, pedían clemencia a sus verdugos que estaban prestos a ofrecer a la bella a su dios, para que les salvara de la peste que estaba acabando con su tribu. Pero alguien con gemidos desgarradores se abre paso entre la multitud de la tribu, quienes con cantos y bailes que denotaban su embriaguez con brebajes alucinógenos, se hallaban felices de presenciar tan sangriento sacrificio, se acercaba la madre de aquella criatura, pidiendo ser escuchada, implorando al jefe de la tribu que parara la ceremonia, tanto fue su súplica que el jefe accedió a escucharla, y la mu-

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jer dijo que ella sabía por qué la peste había llegado a la tribu, no era por falta de ofrendas y sacrificios de vírgenes, sino por la presencia de unos hombres extraños, con pelos en la cara y vestimenta que con el reflejo del sol, cegaba y lastimaba los ojos. El jefe de la tribu interrumpió el sacrificio y ordenó a sus mejores guerreros que alistaran sus mejores armas, y que incluso dieran señales a las tribus vecinas para unidos emboscar a tan inesperados visitantes, así lo hicieron, y en vez de ofrecer al dios sol una niña virgen, ofrecieron decenas de españoles, a quienes antes de comérselos, les sacaron el corazón cuando aún estuvieron vivos, y eso lo exhibieron como trofeo a su dios sol, luego les retiraron el hígado y se lo comieron para que les de vigor para la cacería, y para terminar; degollaban sus cabezas que las utilizaron para jugar fútbol.

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Biografía de Viviana Lucas Loor

oy Viviana Lorena Lucas Loor, nacida en Manabí – Jipijapa; mis padres Jorge Lucas hombre honrado, que hasta el día de hoy vela por cada uno de nosotros, a pesar de haber perdido a su amada todavía sigue en pie. Narcisa Loor madre entregada por completo a su hogar pero la vida nos la arrebató y desde donde está sé que está velando por cada uno de nosotros. Tengo dos hermanas Grace y Angie; dos hermanos Jorge y Richard; ellos son mi fuente de inspiración. Me considero una persona humilde, respetuosa y sobre todo solidaria, tengo ojos cafés oscuro, contextura delgada, soy luchadora a pesar que hay tantos obstáculos en mi vida sigo levantándome ya que quiero llegar lejos. Actualmente tengo 28 años, soy Licenciada en Educación y cada día me esfuerzo más para cumplir con mis metas. Ambato, 28 de Noviembre de 2014

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El León filósofo

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Viviana Lucas

l león entró en la biblioteca sin darse cuenta. Al momento que él ingresa todos le quedan viendo como si entrara alguien raro, es que no les parece que alguien como él esté en la biblioteca. Pero el león, como siempre arrogante, levanta la cabeza y con orgullo se acerca a la recepcionista y le pregunta, - ¿Por favor podría recomendarme un buen libro que diga algo sobre los verdaderos valores? La recepcionista un poco asustada y asombrada, le dice, - Claro, ve a la sección número tres. El león se acercó a aquella sección; encontró un libro muy interesante, lo cogió y se sentó en una de las mesas, abrió la primera página, lo leyó, le pareció interesante; que quería leer más. Mientras disfrutaba de la lectura de reojo vio que alguien lo observaba. Era un poco fantasmal, con cabello alborotado, con una sonrisa que parecía que se burlaba de él. Él no le hizo caso para nada, seguía leyendo, pero tan profunda era

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la mirada de aquel ser que le intimidaba, que el león para no seguir siendo observado se levantó y se dirigió a aquel ser que tanto lo miraba y le dice: - ¿Qué tanto me observas, o acaso un ser como yo no debería estar en la biblioteca? Un poco asustado aquel ser le dice, - ¿Por qué alguien como tú, arrogante, orgulloso, tiene que venir a este templo del saber? El león un poco admirado le responde; - Todos tenemos los mismos derechos; no porque tú pases más tiempo aquí significa que los demás no tengamos ese derecho, tal vez si sea un poco arrogante, orgulloso como así me llamas, pero te has puesto a pensar que si me dieras la oportunidad de ser amigo otra cosa sería, como dice este pequeño libro ¿“ No juzgues a las personas por su apariencia…? Recuerda: Si juzgas a un libro por su portada, te puedes perder una gran historia”, ábrelo y podrás encontrar cosas maravillosas, cosas que ni siquiera te imaginas… El león con aquellas palabras salió de la biblioteca, no sin antes agradecer a la recepcionista por la buena

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recomendación. Aquel ser que le miraba era un amigo que dejó de creer en él, por ese pequeño percance que tuvieron, el león le dejo el libro que estaba leyendo, para que él lo observe al abrir se dio cuenta de aquellas palabras y después de eso hizo un gesto de aceptación con la cabeza; él se sintió mal ya que recordó con esas palabras que el león pese a todo fue su amigo sincero y que pase lo que pase siempre contará con él.

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Un Grupo de Elefantes Invade Nueva York

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Viviana Lucas

ra una tarde como cualquier otra, todas las personas realizaban sus actividades, pero en un lugar no tan lejano se encontraban un grupo de elefantes que al parecer pensaba algo, acercándonos hacia ellos nos dimos cuenta que tramaban algo; en susurros se escuchaba que el jefe de ellos les decía: Amigos míos es hora de salir al mundo exterior, conocer la aclamada Nueva York. Uno de ellos tímidamente le dijo: ¿ Por qué...agrada? salir si aquí lo tenemos todo , no nos falta nada, que tal si nosotros salimos y a las personas no les agrada. El jefe se quedó un largo tiempo en silencio, de repente se escucha un murmullo; era la elefante más linda de aquel lugar; ella con voz arrogante les dijo: Debemos aventurarnos, conocer aquel lugar, he escuchado que vale la pena, pienso que las personas no nos dirán nada, ni siquiera nos tomaran en cuenta, ya que ellos pasan bien ocupados con los periódicos frente a sus caras, otros correteando como si les fuera a pasar algo, en fin seamos valientes y salgamos.

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Todo el grupo se emocionó con aquellas palabras, así que esperaron al anochecer, esperaban que los dueños de aquel lugar se duerman profundamente. Lentamente iban paso a paso, hasta que llegaron a la puerta principal, uno de ellos dijo: Ahora qué hacemos no teman dijo uno de ellos, yo abriré la puerta tan despacio que no han de escuchar, otro de ellos dijo: ya lo habías hecho antes, y él les contestó: No, pero debemos intentar, con intentar no perdemos nada. Así lo hizo, hubo éxito y salieron, cuando estuvieron afuera vieron que era un mundo diferente, era un mundo fantástico, los elefantes quedaron asombrados de tan maravilloso lugar; tan maravillados estaban que se quedaron por un buen rato admirando el lugar, cuando de repente el más pequeño dijo en voz alta, qué solo nos vamos a quedar admirando este lugar, porque no vamos más lejos, al fin y acabo estamos afuera y aun las personas ni nos notan. Pero era mentira lo que el pequeño decía ya que las personas se quedaron asustadas al verlos, otros corrían como locos, otros se quedaron quietos sin moverse, otros tomaban fotos disqué para subir al Facebook, en fin todo un desorden en aquel lugar.

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Mientras las personas corrían los elefantes decidieron ir más lejos, ir a conocer la famosa Estatua de la Libertad, pero mientras pensaban por donde ir asomaron los de control de animales, uno de los elefantes los reconoció y gritó huyan vienen por nosotros, los elefantes comenzaron a correr invadiendo la ciudad de Nueva York, pero ellos fueron más listos así que de tanto corre y corre sin darse cuenta llegaron a la Estatua de la Libertad una vez allí decidieron visitarlo y plasmarlo en sus mentes ya que sabían que los iban a agarrar, dicho y hecho los del control de animales llegaron y se los llevaron de nuevo al zoológico, ahí pasarán el resto de su vida, pero ellos no se arrepintieron de nada más bien están pensando en otra aventura.

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Biografía de Nathalie Barragán Galet

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na lluviosa mañana fue testigo de mi nacimiento en Quito en una pequeña clínica llamada San Gabriel, aunque algunos familiares indican que fue en un diluvio. La niña Nathalie Barragán Galet salió al mundo real el 2 2 de septiembre de 1984. Sus largos dedos de las manos y el delgado torso dieron a entender que iba ser alta, según los abuelitos. Mido 1.61 y creo que de ahí ya no creceré más. Ahora entiendo que mi fina estructura ósea fue porque mi madre tuvo que pasar penurias mientras yo estaba en su vientre, sólo se alimentaba de arepas con un batido de guanábana. Mis valientes padres son Gonzalo Barragán e Idalia Galeth. Soy comunicadora social por obligación porque siempre me gustaron las letras pero mis padres dijeron que eso no sería una fuente de dinero para subsistir. Amo y admiro a mis padres por todo lo que han conseguido hacer con sus hijos. Gracias a ellos pude ser una persona determinante en lo que quiero, vivir experiencias y aprender de ellas sea buenas o malas. Aproveché mi carrera para inmiscuirme en la literatura y sacar provecho de ella.

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Nunca supe que este tipo de arte iba ser mi inspiración pero gracias a una profesora alemana que tuve en mi carrera de Lingüística, creé varios cuentos en inglés sin tener idea de las técnicas de narrativa. A veces, pienso que debería seguir buscando talleres y clases para ser una buena escritora pero luego me doy cuenta que desde mi mano hacia el papel hay un sinnúmero de novelas y cuentos por hacer, y que una escritora no sólo nace sino se hace con la práctica. Luego, sucumbí en el mundo laboral y me convertí en periodista, comunicadora empresarial, relacionadora pública, editora, y redactora. Trabajé en empresas públicas y privadas y conocí gente que considero parte de mi familia. También, soy hermana de dos jóvenes Polet e Isaac a quienes les trato como hijos y nos peleamos como enemigos; tal vez mi instinto maternal se determina en los años que les llevo de diferencia. Mis abuelos Gonzalo y Nancy son la fuente de mi ternura y sensibilidad. Por último pero no quitando la importancia, soy esposa de Mauricio Cabrera, el hombre a quien amo y elegí como mi compañero de vida. No tenemos hijos porque sé que es una gran responsabilidad, tal vez

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tenga uno pero en letras. Actualmente soy periodista en el diario La Hora y sin más cuentos ni punto seguido, creo que de mi vida hay mucho por contar, partiendo desde el apellido de mi madre hasta por qué me casé y vivo en Ambato.

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El león lector

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Nathalie Barragán Galet

l león lector asistió como de costumbre a la biblioteca. Circuló por los pasillos visualizando su presa con la prosa cautelosa que lo caracteriza y su andar meticulosamente lento. Nadie se inmuta de su presencia pues no causa ninguna gracia banal o impacto social. Tranquilamente, desliza sus garras sobre los libros, olfatea sus hojas para sentir sus años, visualiza cada movimiento a su alrededor y menea su cola como un péndulo oxidado. Su equina favorita la está esperando pero aún él no decide cuál será su nueva presa, qué sabor quiere degustar o qué olor desea percibir. El frío lo inmuta ante todo sentido y busca refugio, un calor que lo abrigue pero aún sus largas barbas y melena clara atestiguan su rústica manera de llegar hacia ese lugar, aguantando el frío por el paso lento de su añejado cuerpo. Sus uñas ya no son las mismas que antes, el cansancio le gana hasta en el respirar y trata de recordar cómo en tiempos aquellos nadie se escapaba; sus habilidades eran reconocidas por todo el mundo; y el rugido de su voz era escuchado hasta por los sordos. Ahora, su lucha queda entre líneas, estandartes, o bibliotecas. 61


Sólo le queda descansar en paz en su sillón favorito junto la chimenea. Ya no hay fuerzas, se le nota en sus párpados caídos y en la mirada profunda de experiencias. Sin embargo, aún se hipnotiza en cada detalle que aparece, por cada historia que acontece y por cada sentido que estremece. Sus personajes inundaban su mente y los reconocía en cada párrafo. Les personificaba una y otra vez hasta que quedaran perfectos e inmortales. Cada uno tiene su sabor y peculiaridad, cada uno es mi presa, pensó. Rápidamente, se le acerca un joven y le pregunta: -Sr. Tolstói, ¿Quiere su té? -Sí, por favor con leche. Muchas gracias.

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Los nudos del cuerpo Nathalie Barragán Galet

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l hombre goma realizó tantos nudos como músculos y huesos que no pudo zafarse de sí mismo. Sentía la necesidad de gritar pero su boca malformada no le dejaba, buscaba auxilio con sus ojos bien abiertos, rojos y lagrimosos, que daban la sensación de desespero como si pidiese socorro a alguien que estaba justo al otro lado de la habitación, pero esa estatua no le ayudaba. Su cuerpo no era suyo pues sentía que cada vez que se esforzaba en zafarse nuevos nudos aparecían, ningún nervio muscular le obedecía. Cada uña estaba carbonizada, sus dedos estaban retorcidos, vellos erizados y piel grasienta, casi rojiza por todo el tiempo que ha estado riñendo por su vida. Luego trataba de recordar cómo pudo llegar a ese estado, a ese lugar y cada vez que lo hacía era como si su cerebro se inflamara y quisiera estallar. Tanto era el dolor en su constante lucha que decidió dejarse morir, no buscar soluciones ni esperanzas; su turbia resolución le dejó caer en el más profundo de su sueño y, en ese momento, en que dejó de mirar y 63


moverse, se le acerca ese personaje de la esquina. Sus pies atraviesan la luz tenue que reflejaba la única ventana del cuarto oscuro y cada vez que se acercaba al cuerpo, ese reflejo pintaba sus pies, piernas, torso, manos, cuello y cabeza hasta que ese personaje se dio cuenta que miraba sus propios ojos y el que estaba botado en el piso se percató que era él el que estaba parado. Cuando el personaje miró a su otro yo, se acercó y le dijo: el corazón es el que mantiene el cuerpo unido y equilibrado ¡despierta! Y Julio despertó en su cuarto, eran las seis de la mañana del quince de septiembre del 2011.

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Los Quince Años

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Nathalie Barragán Galet

ra una tarde cualquiera donde mis padres quisieron convivir con los amigos del barrio para celebrar los quince años de mi hermana Carmela. Ninguno sabía lo que iba pasar ni sentir. Varios compañeros de trabajo de Don Juanito, apelativo de mi progenitor, asistieron con gusto al gran homenaje de su amada primogénita. La verdad, ayudar a mi madre a organizar dicho evento me aburrió en su totalidad. Ver caras conocidas y desconocidas no era lo que esperaba hacer toda la noche. Así que pedí a mis amigos que vinieran a jugar. Las escondidas era mi juego preferido, tratar de ver un espacio donde nadie supiera pero al mismo tiempo fuese algo tan absurdo por buscar. Siempre buscaba lugares fuera de lo común tal vez para recrear mi imaginación y pensar que estoy en la gran capital con lujos, carros, edificios y detalles citadinos. La gente sí que sabe divertirse, siempre les veo atareados y luego felices en una noche de copas. No es como el campo donde el trabajo exige esfuerzo sobrehumano y determinación. Pasaron las horas, nunca pensé que iba amanecer en 65


la capital. Me desperté asustada pensando que algo me había pasado pero regresé a ver y estaba el auto de mi papá. Por un momento me sentí aliviada hasta que luego vi que mis zapatos que no estaban en sus pies, mis aretes en sus orejas, mi moños en su cabello y mi inocencia en mi ser. Quien iba imaginar que por un carro yo iba ser el pago de la gasolina. Mi madre qué iba imaginar que yo no iba a volver y mi padre sin razón de ser. Llegué a mi casa y me fui a bañar, no había nadie pues todos estaban con chuchaqui y las mujeres en el trabajo. Rápidamente me saqué lo que quedaba de mi olor. Vi como el agua caía en mi pequeño ser, buscando un sitio puro de mi piel. No sabía si llorar o desaparecer. El jabón azul fue mi mejor opción para quitarme lo que ya no existe, pues la etiqueta decía “quita todo”. Esperaba lo hiciera. Cuando salí, mi madre estaba en la puerta histérica, me miró y dijo: -¡Muchacha malcriada! ¿Dónde estabas? Te estuve buscando. Con tus amigotes te has de haber ido. Anoche te dije que le acompañes al jefe de tu taita para que vinieras con el carro. Y ¿dónde está? ¡Ni

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para prenda sirves! Anda ponte el uniforme que vas a llegar tarde al colegio.

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Biografía de Nathalia Núñez Valverde

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i vida al igual que muchas otras, es la suma de las personas que conocí, está hecha de todas las vidas, soy la pieza de un todo y el todo de una pieza. Lo más curioso en mí se posa en mi nombre, mi nombre sugiere algo así como nacimiento. Este nombre me lo había adjudicado uno de mis padres y el origen es desconocido. Mi vida comienza en mi infancia sobre un camino interminable de aprendizaje, transformación y la comprensión de un no sé qué impalpable. Mi particularidad más sobresaliente es mi afán por crearme en irrealidades distantes, ajenas, sombrías que no encajen en el enredo trágico-social. Soy el resultado de mis padres, ellos son universos andantes; mi madre esparce colores y formas intangibles, interpretando a Picasso, mientras mi padre se ha apropiado de una probeta intelecto-digital y pasa el día concibiendo apariencias sensibles en esferas paralelas, juntando espacio-tiempo en vocablos impronunciables. Esta mixtura de mis genes hizo que me embarcara en un camino desconocido que me llevó a explorar, estudiar, leer, viajar y conocer gente de diferentes culturas, edades y experiencias. Todas constituyeron

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poco a poco piezas importantes de mi auto-descubrimiento. Al igual que mi nombre, estoy en perpetuo nacimiento, surgiendo entre confusiones, entre ideales, sujetando entusiasmos; escalando barreras, renaciendo en la lucha insistente de existir. Adoro el aroma del café por la mañana, el primer rayo de sol que atraviesa la cortina al despuntar el día. Hay días en los que me siento presa de la palabra persona, persona en griego significa “personaje” y juego a ser una persona totalmente distinta a la que se sentó ayer en la misma silla. Algo en mí me hace pensar en un error aritmético, quizá es debido a que el color de mi cabello es un producto de una mutación en un cromosoma. Me declaro abiertamente una posesa del cambio, algo dentro de mí me inquieta a gastar horas de mi tiempo en situaciones descabelladas, mi obsesión mayor es poder mudarme de mi larva y ver desplegar la mariposa que habita en mí y quiere nacer en un vuelo aerodinámico-multicolor. No os confundáis esta es la autobiografía de una mariposa que quiere salir, mañana se hablaría de una acróbata hija del director del Cirque du Soleil y su nombre nada tendría que ver con nacimiento.

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El león hinduísta

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Natalia Núñez Valverde

l león lector asistió como de costumbre a la biblioteca, se sentó en su sitio, no sin antes comentar la falta de silencio y de respeto al recinto, la estridencia mundana del exterior. La vulgaridad atrevida vertida en los rincones apacibles trajo un aire de mofa sepulcral a los salones luminosos. El león no tuvo más opción que quedarse meditabundo, turbado en el descaro de los presentes, buscando frenar su indignación, tragaba aire a bocanadas, reprimía el rugido, estiraba sus patas delanteras y afilaba sus garras. Mientras sus fauces mostraban una mueca de desprecio. Hurgó entre la selecta hilera de libros de la India y comenzó a recapitular las lecciones de la filosofía Hindú. La tolerancia, la meditación, la paz interior, en momentos como este, en los que su formada conciencia le pedía a gritos que mostrara sus colmillos y desgarrara de un zarpazo al primero que rompiera el silencio puro, necesario, y le impidiera sumirse en su introspección diaria. Ninguna filosofía lograba que templara sus nervios ante este atropello. Leía de refilón los pensamientos

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más sobresalientes de los Vedas, se esforzaba por mostrar algunos mantras pero su rostro rígido solo mostraba su rabia, su descontento y la enorme desazón que le producían los paletos del recinto. Latía fuertemente su corazón y su rugido seguía detenido entre el pranayama desafinado. El Om apenas exhalado no basta para el alboroto que ocasionaba la sangre en sus entrañas repletas de irritación incontenible. Todo esfuerzo era vano, aquel agravio no podía pasar inadvertido. Sus garras temblaban, arañaban la enjundia hinduista y cada vocablo empezaba a desaparecer y en medio de la desaparición de las letras, su respiración empezó a acelerarse, salieron gotas de sudor por las sienes, su ceño se frunció como si un serrucho hubiese abierto una brecha tan amplia formando dos frentes rellenas de arrugas y sudor inabarcable. El león estaba rabioso, no podía más con la atrevida ignorancia, perdida toda su paciencia se levantó súbitamente de su sitio y estalló toda su rabia en el rugido que paralizó en milésimas de segundo la sala de lectura.

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Todos los presentes vistieron una palidez de fiambre.

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Un grupo de elefantes invade Nueva York

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Natalia Núñez Valverde

l clima en África cada día era más insoportable, la economía convertía el aire en una atmósfera irrespirable. Las precarias condiciones de vida que sufrían los elefantes africanos obligaron a un grupo de elefantes a mudarse a la gran manzana, una de las ciudades más grandes del mundo donde la falta de agua, las enfermedades y el clima son temas alejados de las conversaciones del mediodía. Afaf, el líder de la manada había contado a sus colegas de la capacidad del Banco de la Reserva Federal en Wall Street de Nueva York que contenía bóvedas a 80 metros de profundidad que guardaban alrededor del 25 por ciento de los lingotes de oro del mundo. La idea era conseguir unos cuántos lingotes, cambiarlos por dinero y enviarlo al África para empezar un reservorio de agua artificial. Afaf y su manada urdían un plan para pasar totalmente desapercibidos por el Central Park. Ghasan, el matemático, sabía que este es más grande que el principado de Mónaco y que si sumaran todas las calles de la ciudad era casi como construir un puente entre Lisboa y Buenos Aires. Afaf y Ghasan contactaron con los piratas del estrecho de Gibraltar y por una 73


carga considerable de cambur estos les llevarían hasta un punto del océano Pacífico donde embarcarían en un crucero que anualmente recorría la costa americana, en el crucero debían trabajar como esclavos sin sueldo por varios meses. Mientras atravesaban la planicie subsahariana rumbo a Melilla, Ghasan pensó en quedarse las primeras noches en el metro de Nueva York, porque la tarifa de los hoteles en Nueva York era costosísima y carecían de un solo penique para sobrevivir los primeros meses. Durante el intrincado trayecto hacia la frontera con España muchos elefantes desfallecieron de sed y otros agobiados por el hacinamiento en las pateras se lanzaron al mar desesperados. Abatidos por las calamidades del viaje, los elefantes sobrevivientes pudieron embarcarse en el crucero, era vergonzoso como sus cuerpos lucían chupados, y sus trompas hacían acrobacias por recoger los cacahuates que sus patrones les servían en los 15 minutos de descanso. El tiempo en el barco parecía una eternidad, las faenas domésticas a las que estaban sometidos hacían que despertara en ellos la añoranza de un África desolada pero en la que a pesar de sus estrecheces podían disfrutar del ocio.

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Finalmente llegaron a Nueva York, la desnutrición se había acentuado, sus atuendos se escurrían por sus cuerpos carcomidos por el hambre y su piel aparecía más arrugada, esos meses de viaje se reflejaban en sus rostros como décadas de una guerra interminable. Afaf y Ghasan se deshicieron de alegría, la manada de elefantes escuálidos hizo temblar el suelo del parque, la gente que paseaba, corría, disfrutaba, quedó petrificada al sentir la vibración constante y el sonido ensordecedor de un grupo de paquidermos decididos a llevarse toda el agua que resumía de los rincones del Central Park.

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El extraño caso de una cuchara ciega

Natalia Núñez Valverde

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n un palacete en el centro-norte de un reino conocido por sus vistosos jardines del campo del moro, existía un dominio donde las cucharas tenían su muy distinguido lugar. Todos los días en las primeras horas de la mañana el personal encargado de cuidar y conservar el estado de las cucharas ponía todo su empeño en limpiar minuciosamente cada cuchara, estas relucían de limpias, tenían un garbo espectacular, un brillo despampanante y su posición casi estratégica hacía pensar en que las cucharas representaban a los caballos del tablero de ajedrez. Todas las mañanas el estado del metal de las cucharas era protegido por paños, cremas ultra especiales que servían para destacar más la estructura y el material del que estaban hechas, no se escatimaba en gastos. Las cucharas llevaban una vida principesca, podían disfrutar de cenas y banquetes propios de un reino y al mismo tiempo se dejaban llevar de las conversaciones más importantes en la comarca. Extrañamente una tarde al terminar una importante comida real, la más famosa de las cucharas soperas

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tuvo la extraña sensación de que algo en su inmaculada visión empezaba a fallar, nubarrones negros cubrían sus ojos. Los encargados de su cuidado, pusieron mayor cuidado en su limpieza, utilizaron guantes exclusivos para reponer algo de la visión perdida. Lastimosamente pasaron los días y la cuchara sopera que llevaba una trayectoria magistral de comidas importantes, estaba en un momento histórico rumbo al declive. Pese a todos los cuidados de los últimos días, la cuchara se quedó totalmente ciega. La cuchara no se resignaba a quedarse aislada en un rincón del mueble del salón de actos, ella se sentía una estrella entre las cucharas y estaba convencida que era irremplazable. Pasaron los días y la situación de la cuchara se hizo más penosa, había quedado totalmente ciega y según el mandato del rey, la cuchara debía darse de baja de manera indefinida, esta decisión la hizo pensar que su ceguera no era algo que sucedió por azar. La cuchara forzada por las circunstancias empleó todas sus energías en encontrar un remedio a su ceguera y una salida al desempleo. La cuchara estaba consciente que la paga por desempleo no cubriría los gastos de su desgastada salud. Así que juntó a sus amigos más cercanos, ideó un plan para averiguar cómo había quedado en tinieblas. Sus amigos tenedores, cuchillos, cucharitas llegaron a descubrir que

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la situación de la cuchara sopera había sido fruto de un complot real, los altos mandos estaban detrás de toda su desventura. Días anteriores habían asistido a palacio personas importantes dentro de la política del país, la cuchara sopera había sido testigo de los pactos que se firmaron para despedir a millones de trabajadores del reino y no solo eso, pasaba que ella siendo la más prestigiosa colaboradora del reino percibía un sueldo altísimo por tan invaluable labor y esto causó molestia en ciertos miembros de la política, los mismos que ordenaron al rey redujera los gastos al personal sin importar el tiempo ni la lealtad de sus servicios. Es sabido que el rey necesitaba tener una relación apropiada con todos los representantes políticos si quería conservar su posición y cuidar sus intereses, sin dudarlo mandó a uno de los encargados de cuidar el estado de las cucharas, a que comprara cremas de brillo de plata baratas y ordenó utilizarlas con la cuchara sopera y en efecto el líquido barato no tardó mucho en cubrir de negro toda la superficie de plata de la cuchara, al incapacitarla podía despedirla sin levantar sospechas y evitarse una demanda por despido injustificado. Cuando la cuchara ciega supo de la conspiración, organizó una reunión con todos los cubiertos de palacio. Felizmente la cuchara ciega gozaba de un prestigio

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y respeto envidiable, lo que sirvió para que sus compañeros cubiertos se levantaran en protesta, acamparan en la plaza de sol y exigieran la desaparición de la monarquía y la cabeza de algunos líderes políticos. A pesar de la ceguera, la cuchara sopera se hallaba en el momento de mayor claridad.

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Biografía de Luis Jaramillo

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o, Lucho.

Cualquier parecido con la ficción no es coincidencia yo lo quise poner así, o más bien son chismes de las vecinas de al lado. Quién sabe. Son las 23:08 según el reloj, del Jueves del 06/11/2014, tengo que realizar una biografía de mí mismo, y por más que intenté no pensar en una melodía por la tarea, esta surgía como óxido nitroso desde mis entrañas, escuché quizás una centena de veces la misma melodía de uno de mis grupos favoritos: El cuarteto de nos, la canción: “una breve descripción de mi persona” no se apega a casi nada de lo que en ese tema dice, excepto lo del: “nací a las tres de la mañana”, debo confesar que me es muy difícil escribir de mí. Quizás es muy poco lo que conozco de mí o temo escribirlo. He olvidado cuanto mido y mi peso, sé que soy enano y sé que peso casi lo mismo que pesa una pluma en el viento, jeje, con el paso del tiempo me da algo de risa porque lo peor de mi es lo mejor de mí.

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A veces me enojo, otras tantas me enervo y otras veces, pásenme mi escopeta por favor. Mi biografía es como un juego infantil para ser médico sólo que con un bisturí real para socavar en la cirugía de los recuerdos exiliados. Creo que debí haber iniciado la tarea diciendo: nací a la 3 de la mañana, parto normal sin cesárea, pero estaba casi seguro que alguien lo diría así, por lo mismo no lo dije. Creo que evité muchas cosas en escribir en esta tarea, creo que soy un Robinson en una isla inexistente, creo que muchas veces he bebido suficiente y otras muy poco. Tengo fascinación por intentar leer de todo (claro, cuando mi tiempo me lo permite) quisiera poder ser como Neil Gaiman, Alan Moore, dos grandes escritores del cómic, tengo varias ideas que circundan en mi cabeza como mujeres bañadas en vodka, tengo quizás bastante pasión y me apasionó por mis aficiones. Tengo otros ídolos como Tolkien, Poe, Shakespeare (Aunque de Tolkien y Shakespeare me falta por leer mucho más)

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Quisiera poder seguir escribiendo mås pero esto es un inicio de algo que esta inconcluso y en desorden sólo me resta por decir: to be continued‌

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El Nudista Cibernauta

Luis Jaramillo

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ntre los navegantes más grandes de este mar de información están los ciber-piratas, los hackers, los crackers y anonymous que encallaron en las costas frías e insalubres de la red. También está el “69” un ciberactivista que deja mensajes encriptados en las aguas más profundas de su web llamada “ el nudista cibernauta” Disfraza su web como un página de tintes eróticos, otras veces con tintes porno y otras tantas, no viste nada; entre textos, imágenes, y videos al desnudo muestra logaritmos, secuencias en binario, representaciones fractales inspiradas en las seriales fibonacci, geolocalización y en raras ocasiones muestra la constelación de Escorpio. El “69” con su página el nudista cibernauta se considera así mismo el espía más grande de la historia que atenta contra todos los gobiernos al desclasificar sus secretos de estado. Ni la ONU, ni la OEA conocen los más grandes secretos resguardados en la página del nudista sin piel.

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El FBI ha dispuesto a sus mejores agentes para silenciarlo. Los más grandes secretos que cualquiera puede encontrar en la página son: el invento del agua hervida, como sanar a un no enfermo, como satisfacer a una mujer desnuda, Jesús no era humano era un oso, como ser escritor en las clases de Fabián Nuñez y más… Para quienes deseen entrar a la página ingresen a: www.elnudistacibernauta.com y le dan click sobre la foto de la entrepierna que sonríe.

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Al Paso de la Cebra

Luis Jaramillo

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esde que Robert era tan sólo un espermatozoide sentía la necesidad de ser primero en todo. Por ello cuando el padre de Robert tuvo su primera cita con la que fuera su esposa, así por así no más, sin previo aviso, se abrió camino el esperma del padre de Robert hacia el útero de su cónyuge. En la gestación Robert se adelantó en su formación mucho más que el triste feto de su hermano gemelo Segundo. Al momento de dar a luz mientras Segundo iba ser el primero en ser coronado, Robert vio la manera de retirarlo de su camino y nacer primero. Siempre Robert quería ser el primero en todo. En la escuela siempre se apasiona en todo, desde matemáticas a obras de teatro, desde geografía hasta quien era el primero en ver los calzones de la profesora de inglés. Al terminar el colegio fue premiado a sus años de

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dedicación portando el estandarte nacional y por si fuera poco, como un mal chiste, fue al colegio de su hermano gemelo y hurtó la bandera de su hermano. Siempre fue así, toda la vida. Inclusive con sus novias el siempre acababa primero. Siempre se llevaba el espectáculo. Hasta que un día sin previo aviso, cruzando el paso cebra, al otro lado una chica vestida de blanco, rubia, de tez pálida y escote innecesario, porque a la luz del sol, ella lucía desnuda y radiante ante Robert; ella con audífonos que colgaban entre esa estructura tierna y cartilaginosa, escuchaba a volumen moderado el tema: “Something” de los Beatles. El cuerpo de la extraña visión gritaba: ven Robert forniquemos hasta que se nos caigan los huesos. El pobre Robert no sabía qué hacer con ese aroma sutil y electrizante que se le introducía hasta por los poros, tomando los sentidos como rehén de la belleza. Y el color de los ojos de la chica es de esos que te dejan la piel erizada. Robert sentía un fuego quemar todas sus vísceras como si la simple emoción del caminar de la fémina

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en cuestión y la agitación de su culo vibrante, como si tuviera vida propia, le hicieran eyacular. Sin duda alguna, Robert al fin conoció al amor de su vida, lástima lo del piano sobre la cabeza de Robert. Ella desapareció sin notarlo ni siquiera la brutal melodía sobre el pavimento hizo reaccionar a la chica. A la mañana siguiente Robert de nuevo fue el primero en la primera plana del periódico, toda una nota de prensa sobre un esperpento, grasoso e irreconocible Robert cabeza de piano. Y la chica, bueno, la chica para en ese entonces ya se había casado, fue la segunda noticia en primera plana del periódico, claro está después de Robert.

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La Isla llamada Nada

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Luis Jaramillo

rase una vez, hace nada más que unos pocos eones, un punto muy chiquito, ínfimo, microscópico, del tamaño de un gigante que soñaba. Existía algo similar a un bombeo cardiovascular traducido en maullidos de enigmáticos seres aún no nacidos quienes viajaron por vías de leche materna como sinapsis, sujetas a la templanza coloidal y a la línea temporal que lucía serena, recta, uniforme. Todo emulaba un gran lienzo, quizás blanco, quizás negro. Los dioses eran una idea preconcebida para sí mismos y hacían guardia, esperaban el momento creativo, el momento en que por primera vez todo tuviera nombre. Ahí estaba, sujeta al aire con arrogancia, como milagro inesperado, mecida por serafines imaginarios de aroma inodora; cubierta de vegetación multicolor y trinar de avecillas que nadaban alrededor de la roca a la deriva. Seres extraños marchaban sobre ese pedazo de tierra

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pendular al compás de sus barritas al unísono, los fantugas eran nobles y majestuosos animales con grandes y gruesas patas con caparazones calcáreas sobre sus robustos lomos, y las trompas largas con los que sujetaban su alimento, la energética jas de mirín, una sustancia que los alquimistas intentaron conseguir. Tan sólo era una isla llamada nada, un día decidió tener nombre propio y al tenerlo un gran estruendo sacudió el universo.

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Dios Salve a la Reina

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Luis Jaramillo

in previo aviso como un chirrido desde el subsuelo, algo así como micro ecos marchando en hileras de una, un conjunto de exoesqueletos con patitas conspirando en clave morse, un bufete exquisito para un entomólogo obsesionado. No deje a su perro vagar solo, recitaba las noticias del medio día, por favor limpien los rostros melosos de los niños, dejen a sus vecinos diabéticos como anzuelos. ¿A qué se deben tales manifestaciones en los medios de comunicación? No era para poco, por las coladeras allanaban sorpresivas las casas, por las grietas saludaban cínicamente agitando sus antenas, por los tomacorrientes dijeron: ya tenemos el poder y por los inodoros se colaron por otros agujeros. -¿911? - Estamos para servirle, ¿en qué les podemos ayudar? -Las hormigas invadieron mi casa - Ajá, ¿como son las hormigas? - Son de color negras y ojitos bonitos. Calzan zapatil-

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las de cristal y tienen buena caligrafía. - ¿Algún dato más? - Dejan mensajes por toda la casa - ¿Qué mensaje están dejando? - Dios salve a la reina… - Ya le enviamos un patrullero. Espere por favor. - Podría apurarse. Tomaron el pan y la miel de la alacena. Me tienen rodeado, me observan con ansiedad y muchas babas… Bip, bip, bip. Cosas semejantes pasaban por toda la ciudad y por sobre los puentes, edificios, parques, museos, iglesias, y calzones recitaba el mensaje: Dios salve a la reina. Legiones de hormigas se adueñan de una ciudad muy cerca de aquí, lejos de allá. La gente intenta huir despavorida pero los microbicidas les dan alcance y se los cenan con mucho jugo de tomate. -Mmmm rico-, dijo una hormiga. -Mmm, rico- dijo la otra hormiga. -Entre dientes tienes un poco de tendón de ese viejo. -Gracias. Esa carne estaba algo rancia y ya muy madura espero que no me haga daño al estómago. -No hay nada que un Alka seltzer no solucione. -Mira al pequeño Tom está por devorar al chico del gimnasio. -Qué tierno. ¡Hey!, Tom ten cui-

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dado, los bolsas de carne con esteroides son tóxicas para nuestra piel. La gente se vio obligada a dejar la ciudad, abandonar sus hogares por cuevas, abandonar sus cálidos abrigos por hojas secas, abandonar el frío y confortable poder que ofrece la tecnología por la rústica rueda de piedra. Ahora la ciudad la comanda la reina de las hormigas, nadie se puede oponer a ella. Las últimas personas que intentaron rebelarse contra el sumo poder de la hormiga madre terminaron decorando los salones de la ciudad como casitas para las hormigas huérfanas por las batallas. Desde ahí en adelante existe igualdad y justicia y una solemne calma donde el humano no está presente y las hormigas cada 5 de la tarde se sientan a ver el atardecer desde las ventanas en las cafeterías de la colonia. Sorben un poco de almíbar y devoran tostadas francesas mientras reflexionan sobre el batir de alas de las moscas.

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Biografía de Marcos Benítez

ací en la ciudad de Ambato, en el país de la tierra del “Sol Recto”, en un día Jueves al medíodía, cobijado por el Sol, Mercurio y Marte en Capricornio, la luna menguante en Virgo y el ascendente en Tauro. Mi niñez fue tranquila en mayor medida, siendo la casa actual de mis padres la que mayores recuerdos me trae, tal vez porque ha marcado momentos cruciales en mi infancia y juventud. Su estratégica ubicación al permitir ver y estar cerca de la catedral de Ambato y a su vez tener la paz de la naturaleza, mitad ciudad y mitad campo, representa la mezcla perfecta entre lo lógico y sensitivo que desde un inicio ha tenido mi carácter. Del mismo modo la lógica y racionalidad sobre lo visible de mi madre y la sensitividad y comprensión de lo no visible de mi padre me demostraron que es posible con dedicación manejar a voluntad una u otra dimensión. Al ser hijo único y trabajar mis dos padres, se daban los momentos perfectos para pasar divertidamente en mis juegos, y sobre todo, en uno de mis principales placeres misteriosos: hurgar en la biblioteca, en general siempre me pareció fascinante ojear los libros, sobre todo los de ciencia e historia, a los cuales extrañamente no me gustaba leerlos completos, pues era como una especie de juego, en el cual yo preguntaba a los libros qué era lo que me tenían que decir, 93


y de pronto como increíble respuesta sentía como que alguno brillaba más que los demás y de igual manera al tomarlo, sabía que se abriría exactamente en donde debía leer, así, me mantenía enganchado hasta donde era necesario aprender. Debo anotar que me llamaban la atención aún más aquellos libros que tenían imágenes -pues sentía y siento una gran fascinación por los símbolos- y sobre todo uno que estaba en la parte más alta, el cual me parecía complicado de conseguir -dada la altura que yo tenía en ese entonces-, con el tiempo supe que ese libro era el Bhagavad Gita. Si de aficiones, hobbies y habilidades se trata debo decir que nunca fui muy bueno para el dibujo y los deportes, y aunque me costaba un poco entablar una conversación cara a cara con alguien pues era algo introvertido, si tenía una habilidad marcada para hablar en público, y para tocar instrumentos musicales. Precisamente por ello, luego de terminar la secundaria y pese a tener también un marcado talento para las matemáticas, quise dedicarme a la música, lo cual al final no se dio, siendo mis padres quienes me aconsejaron tomar una carrera universitaria, ingresando así a Ingeniería en Sistemas en la Universidad Técnica de Ambato, la cual anunciada a través de sueños a mi padre, sería luego la puerta de ingreso a mi actual dedicación: La Docencia Universitaria, la cual, pese a algunos sinsabores, ha teñido varios años de mi vida de

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cálidas y satisfactorias experiencias. Debo decir que paralelamente a ello fui miembro activo de Nueva Acrópolis, una Escuela de Filosofía a la manera clásica, la cual marcó en gran medida mi modo de encarar la vida, siendo la Filosofía una de mis grandes pasiones, por no decir la mayor, pues donde esté me guía, lo cual se muestra en mi carta astrológica con el sol, marte y mercurio en la casa nueve bajo el signo de capricornio. Entré al mundo de los serios, fruto de ello tengo un hogar bendecido con dos maravillosos hijos y una esposa ejemplar, quienes me secundan con paciencia en mis locuras sin par, siendo ellos actualmente una de las principales razones de mi caminar. Luego de ganar una beca del estado para estudiar en el exterior, un quebranto inesperado en mi salud marcó de manera distinta el rumbo de mis pasos, pues pese a que pensaba encontrar respuestas a mis interrogantes en el exterior, por las consecuencias de aquella misma dolencia por las que desistí de la opción de viajar, me adentré en el estudio del Mundo Andino, siendo el ingreso a la Escuela de Sabiduría Ancestral, una puerta del destino que me marcaría otra vez más, encontrando varias respuestas desde mi mundo interior, en sinergia con aquel Ecuador profundo, desconocido en verdad para nuestro mundo “mestizo” de apariencia colonial, en el conocimiento de varios siglos cuidadosamente guardado por nuestros ancestros, por

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nuestros Yachaks, por el pueblo que resistió con valor la agresiva colonización. Esto me ha hecho pensar que ya es hora de comprender y vivir lo que realmente somos, mitad europeos y mitad andinos, mitad lógicos y mitad sensitivos, por ello, varié mi vestimenta, incluyendo prendas andinas a mi acostumbrada indumentaria occidental, complementando a la ciencia moderna con la sabiduría ancestral, y así también a la religión, a los conceptos de vida y a la nutrición.

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La Peregrinación al Puñay

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Marcos Benítez

a niebla poco espesa dejaba apenas mirar al histórico cerro, el cual, según los Cañaris fue el origen de la especie humana. Aún se puede imaginar el diluvio universal desde aquel empinado sendero que a momentos dejaba mirar el inmenso horizonte. El camino se presentaba arduo, más aún para un caminante de fin de semana, sin embargo una peregrinación no es meramente física, y por tanto había que concentrarse en vencer los demonios interiores para que poco a poco el cansancio desaparezca. Era verdad!!!… al concentrarnos en nuestro interior y lograr despejarnos, también por reflejo, nuestro mundo exterior lo hacía y los espesos nubarrones dejaban ver el sol. Fue así. La energía del cuerpo comenzaba a acrecentarse y a la vez que con reverencia se le pedía al Ser del cerro permiso para pasar, el apoyo del mismo era más fuerte. Dos piedras medianas marcaban la entrada a la planicie previa a la pirámide de la cumbre, en la cual con gran solemnidad se realizó la reverencia para pedir permiso a los invisibles guías que nos acompañarían en aquella jornada.

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El Viaje Interior

Marcos Benítez

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hí estaba el aspirante, con piernas cruzadas en forma de loto, sus manos sobre sus rodillas con las palmas hacia arriba, dedos extendidos, excepto el pulgar y el índice que se unían formando un círculo. Su respiración era relajada, pese a la ansiedad que acompaña a las personas que llevan una semana de ayuno, más aún, cuando los más exquisitos manjares estaban dispuestos frente a él. Su voluntad era más fuerte, y aunque de pronto ideas instintivas lo empujaban a desistir de sus votos, con maestría doblegaba a sus bajos consejeros. Repentinamente la luz del enorme salón de varias puertas se apagó, dando paso a un fugaz silencio, mismo que fue la antesala de indescriptibles sonidos, en donde se mezclaban gritos, llantos, gemidos y golpes. De pronto, se escuchó el estremecedor rugido de una bestia hambrienta, el cual, podía asustar al más valiente de los hombres. El pavor hizo presa del muchacho, viendo horrorizado como una tenue luz, de a poco, materializaba la descomunal figura de un incontrolable león que se le acercaba. Sus poderosas patas, monumental melena, enormes fauces, y mirada fija, hicieron que el joven sienta que una descarga eléctrica le bajaba de la ca-

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beza a los pies. Quería gritar y de un solo paso salir en frenética carrera para salvar su vida, pues sabía que muchos habían perecido en esa prueba. Cerró sus ojos y en cuestión de segundos pasaron por su mente recuerdos de su dura preparación y la imagen luminosa de su maestro que lo invitaba a la calma, que le pedía confiar en su intuición. De pronto levantó su mano derecha ubicándola a la altura de su corazón. El extraño ademán consiguió de inmediato detener el ataque del furioso animal, el cual, obediente a la orden, mansamente se recostó a sus pies. Las luces se encendieron lentamente y sobre su cabeza cayeron pétalos de flores. Ya no era el mismo, sentía que su nombre había cambiado, pues simbólicamente murió y volvió a nacer, en un nuevo estado de conciencia.

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Un Mundo Paralelo

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Marcos Benítez

l viaje que ellos hacían no era uno habitual, pues no llevaban cuerpo, y aunque parecía un sueño, ellos sabían que era verdad. Habían traspasado el umbral sagrado y frente a ellos se mostraba la más excelsa de las ciudades, su substancia parecía ser trasparente, y un hermoso brillo azulado le daba un toque especial. Mientras ellos sobrevolaban las iluminadas calles, infinidad de edificaciones pasaban frente a sus ojos, los cuales no podían dejar de expresar admiración por las extrañas formas que estas describían. No había viento, ni frío, ni calor, y aunque casi no existía ruido -pues todo fluía perfectamente- una armonía celestial conmovía el ambiente.

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La Visita al Yachak

Marcos Benítez

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quel hombre de mediana estatura, cuerpo delgado y vivaces ojos había llegado a su destino. Frente a él una pequeña vivienda de adobe y paja se presentaba como una clara muestra de la resistencia de los pueblos ancestrales a la colonización. Los escasos rayos solares que penetraban por las espesas nubes contrastaban con la suave garúa que humedecía el lugar. De pronto, la puerta se abrió dando paso al misterio, pues nadie estaba cerca. - Hola, hay alguien en casa-, fueron las palabras temblorosas que con rostro perplejo pronunciaba el visitante, mientras las hojas del sagrado árbol de tabaco eran mecidas por el viento. Parecía que se hubiese detenido el tiempo, y aunque el temor se acrecentaba, la curiosidad fue más fuerte. -Voy a entrar-, dijo, apenas cruzó la antigua puerta, la luz de las velas lo recibió, el ambiente era cada vez más cálido, contrastando con el frío de aquel inmenso paisaje andino. En la pared se hallaban tambores, cuerpos de ani101


males disecados y mazorcas de maíz, además de piedras cuya magia se podían sentir a gran distancia. Una voz rompió el silencio… - Al fin llegaste, te estaba esperando y a la vez tú esperabas con ansia este momento desde hace mucho tiempo. ¿Cómo lo sabe? -Te conocí por sueños (replicó la voz)…- la imagen de aquel anciano que lentamente iluminaba la tenue luz de las velas, le recordaba cada vez más a alguien que ni él mismo sabía explicar, pero que extrañamente su corazón le decía que aquello era verdad, y que efectivamente había esperado mucho tiempo para ese encuentro, mismo que era fruto del esfuerzo de toda una vida, o tal vez… de varias.

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Biografía de Zoila Chimborazo Navarrete

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o nací en Ambato, soy la cuarta de diez hijos, mis padres fueron dos personas maravillosas, mi familia era como las familias de antaño, mamá se encargaba de la organización del hogar, de la escuelita, de infundir valores y buenos modales con alegría, éramos como escuelita teníamos unos banquitos pequeños que estaban en la mitad de una sala, se puede decir a un cuarto grande que teníamos para jugar y estudiar, era admirable que tan buena profesora fue mi madre, de ahí que nosotros cuando ingresábamos a la escuela , ya sabíamos leer y escribir, mi papá muy correcto, jamás nos faltó nada, teníamos mucho amor respeto y consideración. Luego fui al colegio Ambato, llegué a ser abanderada señorita estudiante, la mejor egresada, gané medallas, certificados y otros reconocimientos, ahora soy maestra en la Unidad Educativa “Juan Montalvo”, tengo dos títulos de cuarto nivel, pero lo que más me agrada y doy gracias a Dios es ser maestra de niños y ahora poder escribir.

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Solo vine a llamar por teléfono

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Resumen del cuento de Gabriel García Márquez Zoila Chimborazo Navarrete

aría de la Cruz Cervantes era una joven de veintisiete años, de descendencia mexicana casada con un animador de fiestas conocido como el mago ,el día sábado alquiló un auto y salió de Zaragoza en plena lluvia rumbo a Barcelona pues tenía que encontrarse con su esposo a quien le debía asistir en tres presentaciones, empezando por el día lunes a las siete de la noche, de repente su auto se descompuso en pleno desierto de los Monegros, salió de su auto y empezó a pedir ayuda a todo medio de transporte que pasaba por ese sector, después de una hora un autobús se detuvo frente a ella y una mujer le ofreció llevarle no sin antes advertirla que iba a un lugar que estaba cerca. Ella cansada y empapada dio las gracias y agregó lo único que necesito es un teléfono, pues quería avisarle al esposo que no llegaría antes de las siete de la noche. Al mirar hacia atrás se fijó que mujeres de distintas edades dormían todas cubiertas con las mismas mantas que a ella gentilmente le ofrecieron, cansada y aturdida no se dio cuenta que se olvidó las llaves del automóvil, se quedó profundamente dormida. Cuando se despertó

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era de noche , el autobús entraba en un enorme edificio. A María le parecía que eran una comunidad de monjas, las pasajeras a una orden de una mujer de aspecto militar, empezaron lentamente a caminar , formando una fila india dirigiéndolas con palmadas rítmicas, al mirar eso se le quitó por completo aquel pensamiento y no entendía nada. Habrá un teléfono - preguntó María a la dueña del autobús, por supuesto dijo la mujer al tiempo que se despedía .María corrió hacia a la puerta, pero la guardiana la detuvo con un grito ,!Alto! a la fila, le indicó con el índice, obedeció pero separándose del grupo preguntó al portero, donde hay un teléfono, no contestó y la llevó a la fila india hasta llegar a un dormitorio general . donde les designaban las camas, además empezaron a chequear sus identificaciones y revisar los nombres, cuando llegó frente a María se sorprendieron que no tenga su identificación. María dijo –es que solo vine a llamar por teléfono. y contó todo lo que le pasó por lo menos a tres personas, pero no sirvió de nada, María insistió-Es que yo solo vine a hablar por teléfono, entonces María entendió que aquel palacio en sombras era en realidad un hospital para enfermos mentales. Corrió intentando escapar, no lo pudo hacer, una guardiana llamada Herculina le puso una llave maestra y la tiró al suelo, luego la inyectaron un som-

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nífero. Para que durmiera le amarraron las muñecas y los tobillos a pesar de sus gritos nadie la escuchaba, María no pudo reprimir el llanto frente al director contándole todo, confía en mi dijo el médico, hablarás por teléfono, todo a su tiempo. María pasó grandes penalidades, la castigaban .Herculina quiso abusar de ella, tenía que ingerir medicina para enfermos mentales, era como un sueño macabro, el esposo la buscaba por todo lado y no tenía ninguna noticia, la buscó hasta con los compromisos anteriores que ella tuvo, pero María no daba señales de vida, , que así se llamaba el esposo, ya convencido de que su esposa lo dejó abandonó la búsqueda. Mientras tanto María logró llamar por teléfono más por contestación recibió un insulto ¡puta! , y el cierre del teléfono. Hasta que al fin valiéndose de una mujer pudo hacerle llegar una carta a Saturno en la que decía el lugar donde se encontraba. La fue a visitar, habló con el director quien le dijo que debe entenderla y tener paciencia, pero jamás le dijo que ella no estaba loca, luego al hablar y escucharla, él quedó más convencido, es así que cuando María lLe dice ¿verdad que me crees? Y volverás a casa, ¡yo no estoy loca!, solo quería hablar por teléfono, el esposo le dice que ella debía quedarse un tiempo más en aquel hospital de enfermos mentales. María se enojó tanto, gritó, lo echó del lugar indicándole que no volviera nunca más, luego se supo que

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fue unas tres veces más a visitarla pero ella no lo recibió que además quiso entregarle una carta pero ella le hizo regresar sin abrirla siquiera, incluso hizo una presentación para las internas, María tampoco salió, luego se supo que se se volvió a casar y se fue de la ciudad, María se quedó allí, solo por haber querido hablar por teléfono.

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El león que vuelve

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Zoila Chimborazo Navarrete

ace mucho tiempo, un circo visitaba la ciudad de Quito, para su presentación traía, trapecistas, malabaristas, payasos y animales, entre estos últimos estaba un león grande, gordo y muy bravo, a quienes lo veían llamaba mucho la atención y al mismo tiempo daba temor. Pasaron algunos días se escuchó comentarios de que el león se había escapado y lo estaban buscando, al mismo tiempo que alertaban a la ciudadanía a fin de que tenga cuidado ya que es muy peligroso. Muy cerca de ese lugar una biblioteca del municipio muy grande prestaba sus servicios al público a fin de que puedan investigar o simplemente ilustrarse en algo. Esta biblioteca tenía árboles muy grandes, cercas de arupos, jardines muy bien dotados de plantas ornamentales, en su interior en ese momento había gran cantidad de personas, de pronto se escuchó como un murmullo muy bajo y angustioso, al mirar hacia la puerta un león muy grande y feroz con su melena imponente estaba parado en el umbral. Todo se paralizó, todos miramos

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aterrorizados esperando lo peor, el león confundido súbitamente abrió su hocico, movió su melena y lanzó un rugido fuerte, al mismo tiempo que dejó ver sus colmillos grandes y filudos, se nos enfrió el cuerpo, el corazón latía apurado, el animal se agazapó y saltó sobre el guardia de seguridad que intento dispararle, pero antes de que pase nada se escuchó un disparo y el león cayó al suelo. Pues los miembros de protección de animales conjuntamente con la policía y las autoridades respectivas le habían seguido la pista, entonces dispararon dardos para que se quede dormido, lo llevaron a su institución, lo alimentaron y luego de un tiempo se supo que fue trasladado a su hábitat natural en África.

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El gigante que nunca murió

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Zoila Chimborazo Navarrete

ace mucho tiempo atrás en la bella y hermosísima ciudad de Ambato ubicada en el centro del país, custodiada por hermosas montañas, cuyo río dejaba escuchar el golpear de sus aguas en las rocas, jardín encantado en donde se respira el aroma de sus flores, sus frutas y se disfruta de las bondades de su clima, allí nació un gigante que a todos los malos asustaba porque por las noches con él soñaban; cosa rara este gigante era de mediana estatura, su cabello revoloteado, casi ensortijado y tenía en su frente miles de gusanitos que le picaban por salir de su boca para decir la verdad, para protestar contra las injusticias, la tiranía de los gobernantes, la prepotencia de los poderosos, para incentivar a los jóvenes y para halagar a los niños. Él caminaba con su pluma mágica por todo lado, muy elegante de la cabeza a los pies, fue muy inteligente, brillante diría yo, a lo mejor único, genial, grande, verdadero, escribió muchas obras. El gigante que nunca murió, era un niño muy alegre como tú, como yo, fue el décimo de dieciséis hermanos, y el menor de los varones, le gustaba escribir para defender a las personas y sus libertades, siempre

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tuvo fe en Dios pero estaba en contra de los malos servidores de la iglesia. Nuestro gigante, por combatir a los gobiernos tiranos fue desterrado en tres ocasiones ; lleno de tristeza pero altivo, orgulloso, con la frente en alto se instaló en la ciudad de Ipiales, una vez allí muchos niños y personas del lugar le visitaban, un día una niña gordita, sin zapatos se acerca y de su pechito saca dos huevos blancos muy frescos, extiende sus manitas al mismo tiempo que le dice _son de mi gallina negra, ¿de dónde viene el señor?. _Del Ecuador, mi vida, responde él. Así mismo mientras caminaba por aquellas calles desoladas mira a un grupo de niños, unos con los ojos hacia arriba y otros saltando junto a una planta de taxos sin poder alcanzarlos, al verlo corren hacia él y le dicen, _! por favor nos puede dar cogiendo esos tausos!, él sonriendo les dijo, _tengan sus tausos, mientras se sentaba para verlos comer. Una anciana llega a visitar al huésped extranjero trayendo a una pequeñita que sujetaba a un pollo subversivo que venía protestando por el aplastón, eran muestras de cariño y respeto hacia nuestro querido gigante. Podría contarles cientos de estas anécdotas pues este

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gigante noble y delicado amaba tanto a los niños, fue su profesor y amigo entrañable, extasiado de mirarlos escribió, “Los niños son en la tierra lo que las estrellas en el cielo, inocentes, puros y brillantes”. _ A donde voy yo, busco a los niños, -¡Venid a mí parvulitos!. Los niños se acercaban a él confiados y pletóricos de amor y él los recibía con una sonrisa generosa de inefable ternura, al tiempo que repetía, solamente Jesús habrá querido más que yo a estos rapazuelos que ignorantes de la vida cultivan sin saberlo la inocencia plena. Una tarde en Ipiales fue a dialogar con sus amigos ecuatorianos residentes en Colombia, al despedirse y ya para salir la paisanita notó que su pantalón tenía una desgarradura y le dijo: _Pero que poca confianza la suya, me lo hubiera dicho y en un santiamén estaba compuesto ese pantalón. _Déjelo doña Alegría, contestó el gigante, lo roto significa descuido, mientras que lo remendado es pobreza. La juventud fue una de sus grandes pasiones y a ella dedicó sus mejores y célebres pensamientos para infundirles valores morales como la honradez, la sinceridad, valores humanos como valentía, tesón, una sana rebeldía que arremeta contra los sistemas opresores, así los incentivaba. “Desgraciado el pueblo donde los jóvenes son humildes con el tirano, donde los estudiantes no ha-

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cen temblar al mundo”. Una anécdota muy bonita es cuando se encuentra en la acera de una calle de la ciudad con un personaje muy importante llamado Juan León Mera quien le dijo: _Yo no doy paso a burros, nuestro gigante se retiró del paso, hizo un ademán con su mano y dijo en respuesta, _pero yo sí. Lo desterraron a París , allí se enfermó gravemente hundido en la pobreza intenta vender su reloj y le dan más dinero del que vale, eso lo hicieron por compasión. Y él indignado, lleno de orgullo devuelve el dinero, y dice. _Mi reloj no vale más que doce pesos, tenga usted el resto. Por mejorar su salud había que operarlo, él permite ser operado sin anestesia pues decía que jamás en su vida ha perdido la conciencia de sus actos. Finalmente no superó esa batalla, ya en su agonía se vistió con su mejor traje, según él a la muerte hay que recibirla muy elegante, y con los pocos pesos que le quedaba mandó a comprar flores diciendo: _“Porque un cadáver sin flores siempre me ha entristecido”. El mundo entero lloró su partida física pero quedó viviendo para siempre en la mente, en el corazón de los niños, de los jóvenes, de los gobernantes, de la ciudadanía ambateña, y más allá del mundo entero que ama la libertad. Sin lugar a dudas nuestro amado, laureado, admirado

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y respetado don Juan Montalvo, quien es el gigante que nunca murió, seguirá exclamando y escribiendo con su pluma de oro. “Si mi pluma tuviera don de lágrimas, yo escribiría INDIGENCIA y haría llorar al mundo”.

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El rey de la selva

Pamela Nata

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l león entró en la biblioteca irrumpiendo la paz del lugar, asombrando a todos los presentes, los cuales, quedaron azorados por la magna presencia de aquella bestia que paseaba por todo el lugar como si estuviera en sus dominios, caminaba con tal personalidad que cualquiera que lo miraba llegaba a comprender porque se lo denomina “El rey de la selva”. Su enorme figura intimidaba, pero lo más impresionante era mirar sus cicatrices que seguramente las obtuvo mientras defendía su territorio, por otro lado, sus ojos parecían dos túneles llenos de orgullo que no tenían fin, su melena era muy alborotada, cuando abría sus fauces la pregunta era ¿tendrá hambre? ¿Se podrá escapar de esa trampa mortal?, mientras iban y venían las preguntas, se observaba entrar a un hombre que llevaba un rifle, el rifle estaba cargado con un dardo tranquilizante que sin duda era para el león. El hombre disparó con tal precisión que el león no tuvo la oportunidad de huir, después del disparo el león no dio ni diez pasos y entró en un sueño profundo.

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Luego de eso entraron los guardabosques y sacaron al leĂłn, lo llevaron a donde pertenece y con seguridad seguirĂĄ caminando con la misma altivez y orgullo que aquel dĂ­a en la biblioteca.

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Biografía de Irma Graciela Narváez Y.

M

i Mi abuelita Rosaelina Rosero, fue madre de Marlene, mi madre hermosa y buena, ella me trajo al mundo un 10 de Agosto de 1969. Recuerdo que mi abuelita me contaba muchas cosas y anécdotas curiosas, que me servirían en lo posterior para mi vida personal y profesional. Sus historias como su vida misma siempre han sido muy interesantes y novedosas. Las dos mujeres han sido de referencia y admiración para mi persona. Cuando yo era pequeña recuerdo que le dije a mi hermana mayor que me llevara a su escuela, en ese entonces no acudía a las aulas escolares pero era de incesante desesperación que me llevara a recibir clases y ella enfadada me respondió con un NO rotundo. Al momento me puse a llorar con gritos y vociferaciones. Por fin llegó el día y asistí a la “ Escuela Celiano Monge “, una escuelita pequeña pero donde quedarían muchos recuerdos de mi infancia. Cuando acudíamos a la escuelita mi madre siempre solía tejernos dos trenzas con nuestros cabellos largos y las niñas de aquel lugar pensaban que éramos gemelas ¡ja ja ja ja!

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De pronto papá decidió llevarnos lejos de aquel barrio de incesantes juegos y risas. Partimos hacia el norte de la ciudad trasladándome de una escuela a otra, así logré culminar mis estudios en la “ Escuela Particular Bilingüe O.A.S “ . Las grandes inquietudes y sorpresas serían más adelante. Con el transcurso del tiempo ingresé en el ” Colegio Particular Bilingüe O.A.S”, aquí logré iniciar y fomentar un segundo idioma que me sirvió para futuros logros. Con el pasar del tiempo ingresé en el “Colegio María Natalia Vaca”, aquí culminé la secundaria con grandes y buenos recuerdos de maestros y compañeros. Posteriormente me dirigí a la Universidad Extensión de Riobamba, la cual tuve que dejar en el primer año para pasar a la “ Universidad Técnica de Ambato”, aquí culminé mis estudios superiores con notas satisfactorias que antes no los había alcanzado por desfases de diferentes aspectos. En esta universidad tuve la suerte de conocer excelentes maestros que supieron forjar un buen futuro para mis compañeros y para mi persona. Al concluir los estudios superiores me incorporé al campo laboral con nombramiento indefinido en el “ Colegio Fiscomisional Juan Bautista Montini b”, pero anteriormente ya había trabajado en un “ Colegio Particular

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Aristóteles Bilingüe” en la ciudad de Quito, laboré en el “ Centro San Anián” y otras instituciones como en la “ Escuelita Mariano Benítez “ impartiendo clases de Inglés y Dibujo Técnico, también en la “ Escuela Santo Domingo de Guzmán”. Me casé ilusionada y enamorada, todo era de vital importancia para los dos pues tuvimos una niña, jamás imaginé que se desbordaría todo lo que habíamos construido por varios años, mi esposo salió fuera del país y yo tras de él sintiéndome muy mal pues ya había cogido depresión y ansiedad, era inusual escuchar estas palabras pero sucedía, sin que nadie se diera cuenta…Fui tras de él como si quisiera alcanzar la gloria, al llegar allí todo era diferente, sin darme cuenta que había perdido mi trabajo en el Magisterio Ecuatoriano. Cada día que pa-saba era desesperante, tuvieron que transcurrir varios años para ponerme a pensar sobre muchos aspectos que asechaban a mi existencia. Sin tener buenos resultados en lo anhelado, decidí retomar mis estudios porque siempre me apasionó el mundo de la enseñanza y el aprendizaje logrando así ingresar a varios institutos madrileños los que servirían de base para formar una “ ASOCIACIÓN DE PROFESORES RESIDENTES EN ESPAÑA “ ( actualmente lleva el nombre de APROFERE ). Siempre fueron épocas muy duras y difíciles pero de mi

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parte siempre apliqué conocimiento y educación que supi-eron transmitirme mis maestros y familiares en mi mente. En esta entidad salí electa Secretaria Provisional y una de las Fundadoras de la Asociación. Tuve la fortuna de conocer grandes personalidades y compartir momentos agradables. También vino una etapa agradable cuando trabajé en cine rodando la película Amador, y otra rechazada por el tiempo corto y por el idioma en Euskera. Al viajar a Madrid y vivir allí por larga temporada pude darme cuenta de las diferencias que existe en todo el mundo como por ejemplo: gastronomía, cultura, religión, costumbres, política, economía, etc. También quiero agregar que conocer y relacionarte con gente de otras nacionalidades te enriquece culturalmente y como ser humano, como toda persona, poseemos nuestras aficiones, una de ellas es coleccionar postales y bolígrafos, el otro es el viajar , así fue que he llegado a conocer Italia por tres ocasiones, Francia por dos ocasiones, Portugal y Noruega. Todos estos países poseen encantos y belleza natural. En España también existen varias ciudades interesantes e históricas. Aquí en Madrid pude realizar una homologación y para la segunda homologación hice petición en la Universidad de Salamanca ( una de las mejores de aquella época y la más antigua de España ), interrumpida por mi retorno urgente a Ecuador .Actualmente pienso que la vida es corta

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ya que aún queda de por medio proyectos y sueños por cumplir, tengo una hija guapa e inteligente que conoce perfectamente mis sueños por cumplir, sigo estudiando y cada día que pasa siento que hay mucho por aprender y ayudar a los demás, considero y valoro la vida porque mi abuelita, mi madre y mis maestros supieron fomentar en mí el positivismo y no el conformismo y mediocridad, para de esa forma poder alcanzar metas y triunfos, hay que saber luchar aunque la montaña se derrumbe. Cuando se terminó mi mandato como secretaria de la asociación elaboré una página en Facebook para profesionales y los que estén en ello, su nombre es EDUCACIÓN DE CALIDAD. Fue creada especialmente para la gente extranjera que deseaban homologar títulos ya que en ese entonces no habían personas ni instituciones que nos ayudaran con la orientación de la misma, actualmente existen más de mil cuatrocientos.

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El León Emigrante.

E

Irma Graciela Narváez Y.

l león entró en la biblioteca aquella tarde. Recuerdo que era verano cuando fuimos de paseo a Roma con amigas y amigos, todos ellos compañeros del instituto. Ese día hacía mucho calor, pero era estupendo para visitar y pasear por la ciudad eterna. De pronto oímos gritos y vociferaciones de gente que había observado a aquel animal peludo, grande de colmillos, de melena voluminosa, de lana amarillenta y de garras muy afiladas, todo él con sorprendente furia y amenazante que nos hacía desbordar de miedo y pavor a quienes lo mirábamos de cerca y a otros curiosos que se juntaban. En fin todos nos sentimos aterrorizados de ver a tan salvaje fiera primero entrar en la biblioteca como si fuera a consultar o como si fuera de paseo por los alrededores de aquella biblioteca pequeña y de antaño como nos explicó la señorita recepcionista. De pronto salió de prisa corriendo, cuando entramos todos los presentes lo asustamos para que saliera de aquel lugar y no destruyera la biblioteca pequeña, al momento vinieron los guardias y se lo llevaron a ese animal feroz. Los guardias nos preguntaron si hubo heridos y daños de la biblioteca, respondimos que no porque a pesar

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de su fiereza, aquel león daba signos de enfermedad por lo que no causó daño alguno. Después de este susto enorme que pasamos todos, por fin pudimos visitar el Coliseo Romano. Al entrar estaban hombres disfrazados de gladiadores romanos, deseábamos hacernos fotos con ellos pero nos pedían diez euros de propina que yo no lo tenía pues los había perdido cuando estábamos en aquella biblioteca entre sustos y correteos. Más tarde pude entrar al Coliseo con dinero prestado de mis amigas y todos entramos a observar a tan majestuosa obra romana. En este lugar hicimos varias fotos y filmamos para tener de recuerdo y nunca poder olvidar esta gran experiencia, con mezcla de terror y de alegrías al mismo tiempo. Nunca supimos realmente de dónde salió el león, pero asocié que era del mismo Coliseo que estaban haciendo una obra teatral de un pasaje bíblico con leones y por eso se les escapó y fue a parar en aquella biblioteca pequeña y de antaño. Nuestro próximo destino de viaje será Noruega o Francia…

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En Ámsterdam Se Ha Perdido Un Guacamayo. (Relato Corto).

Irma Graciela Narváez Y.

T

ranscurría el año 2003, aquella fecha marcaba el calendario; como se diría una época convulsionada , donde parecía avanzar cada vez más una epidemia migratoria por todo el territorio nacional, aquellas interminables salidas internacionales en Ecuador ,que cada vez era más frecuente esa situación; todo parecía indicar que no quedaría población alguna en el país ecuatoriano , la gente protestaba por el cambio monetario : todo era como metamorfosis, desesperante y cambio brusco y aterrador como: el paso del sucre al dólar y la congelación de la moneda ecuatoriana, se trasladaban cuanta gente podía unos viajaban a Norte América, otros a Italia, España y más países europeos entre ellos Holanda con su capital Ámsterdam, de la misma manera viajé yo a Ámsterdam para respirar de aquella economía paupérrima, de aquella época decadente y enfermiza ,llegué a aquel lugar con un guacamayo pequeño pero muy vivaracho, muy ágil en vuelos, muy hermoso de plumaje pero muy inquieto que era imposible quedarse en su propia jaula, recuerdo aquel día muy temprano por la mañana había salido por corto tiempo al parque a respirar y

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hacer algo de deporte, cuando llegué a casa , no lo encontré en su jaula, de pronto… se me cruzó por la cabeza varias ideas preocupantes, quedándome al instante en blanco y suspendida en el aire, al momento los nervios me invadían poco a poco… empecé a desesperarme por no encontrarlo allí – no tengo ni la menor idea de cómo había escapado de su jaula, me dije a mí misma pobre mi guacamayo travieso y vivaracho a dónde huyó el plumífero ?, pero de pronto me alertó una vecina del cuarto piso, al parecer tenía rostro de asombro y preocupante al mismo tiempo, me informó de la huida del pequeño guacamayo que cogió vuelo y fue a parar en un centro comercial muy cerca del barrio donde existe gente pija y con desavenencias y si menciono de los ¿ Alambres de luz ? … ¡ ni mencionar ! . Fui de inmediato a aquel lugar y al llegar me encontré al pobre animal tendido en el suelo, desplumado , sin ganas de vivir y de escasa respiración , pues se había atascado en unos alambres de luz y estaba electrocutado de tantas piruetas que lo había hecho, intentando escapar de aquellos alambres mortíferos, no reaccionaba para nada mi mascota , y al momento lo cogió y lo llevó al guacamayo entre sus brazos aquel dueño del local según él quiso hacerme un favor llevándolo al crematorio de animales plumíferos.

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N

Biografía de Diana Nieto

ací un veinte y seis de Diciembre ,después de la algarabía y festejos de navidad, en el seguro social de Ambato, crecí en casa de mis abuelitos paternos con todo lo necesario para vivir, no me faltó nunca el cariño, los mimos y atenciones que ellos y mis padres tenían conmigo, y mi hermana mayor, a la edad de cinco años me traslade a vivir en la urbanización Doce de Noviembre, conocí a mi vecina que tenía mi edad, nos hicimos amigas jugábamos y hacíamos las tareas juntas, hasta que se presentó una mañana, hasta que una mañana ella no salió a jugar. Yo preocupada y muy curiosa me acerqué a la ventana del segundo piso, a ver si alcanzaba a divisarla, pero no fue así, el impulso de mi cuerpo, hizo que cayera al techo de la bodega, rebotara, para luego caer al suelo, las consecuencias, una rotura de cabeza, nada grave, cuando paso el susto, mis abuelitos me invitaron a un paseo por Colombia, el aire me sentó muy bien. El transcurso de la primaria fue agradable de programa en programa, risas y juegos. La adolescencia fue difícil el colegio, las tareas, los enamorados, etc. Pero nunca olvidaré esos tiempos porque, fueron únicos e inolvidables. En la universidad, conocí al que es actualmente mi esposo, llevamos casados ya dieciocho años, producto de este amor tengo una hija llamada Raquel.

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E

El león y el Inti Raymi

Diana Nieto

l informe establece los hechos de la siguiente manera: un león africano de mediana edad, aproximadamente a las diez de la mañana del día sagrado del Inti Raymi irrumpió en la sesión solemne de las festividades, se paró en el centro del lugar y con un rugido feroz manifestó:

- No se asusten, mi gente, solo quería decir que mi amigo el sol tiene mi veneración, es por eso que me hecho presente, quiero agradecerle por el calor que me brinda cada día por eso esta fiesta es muy bien acogida. Todos los seres vivientes estamos encantados con el Padre Sol, cantamos, bailamos y disfrutamos al máximo, puesto que la primavera está por llegar, y otro año debemos esperar, que se escuchen los instrumentos y disfrutemos de las delicias que nos proporciona la Tierra. Se comenta que el discurso duró una hora y que las personas quedaron absortas pero complacidas, luego se le vio marchar por un camino radi127


ante y a su alrededor le acompaĂąaban unos rayos luminosos.

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El ermitaño que vive en el mar

E

Diana Nieto

ra el hombre más feliz del mundo, puesto que amaba estar solo, no necesitaba de compañía alguna, se tenía a sí mismo, y con eso le bastaba, el aire cálido, el sonido del oleaje chocando con las piedras, el olor a libertad, le sentaban muy bien. Todos los días, contemplaba amaneceres, sentado en su hamaca, con una taza de café y su pijama de algodón, cómoda y fresca. A las nueve de la mañana salía a pescar, claro está para tener algo que comer en su diario vivir, sin olvidar las frutas y vegetales que produce la zona.

Entre uno que otro pececillo, que saltaba y saltaba, podía observar el agua cristalina del mar, recogía conchas y piedrecillas para realizar trabajos para su cabaña, pero a la distancia pudo divisar como una aleta de tiburón se iba acercando más y más hacia donde él se encontraba, apresuró sus pasos y se alejó del lugar muy rápidamente. Luego que el susto pasó y el tiburón se fue, en su cabaña el ermitaño se puso hacer trabajos con

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las conchas y las piedrecillas que encontrĂł y las colgĂł en la pared. A pesar de lo sucedido las tardes eran tibias y relajantes, cuando llegaba la noche exhausto y cansado se rendĂ­a en brazos de Morfeo. Hasta la maĂąana siguiente para volver a empezar.

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El

músico que se enamoró de la sirena matemática

C

Diana Nieto

ierto día un famoso músico llegó a la ciudad, se hospedó en un hotel, y para relajarse de tan largo viaje fue a pasear mientras se preguntaba ¿dónde podría haber museos de arte? Se acercó a un joven para que le pueda dar información: Disculpa mozuelo, ¿Podéis decirme cómo puedo llegar a un museo? - ! Claro que sí: ¡diríjase por esta calle recto, luego dobla dos cuadras a la izquierda, siga caminando hasta que logre divisar un rótulo azul con blanco, es justamente ahí, no se puede perder. Se despidió con un fuerte apretón de manos y un ¡Gracias mozuelo! Cumplió con lo mandado y llegó al esplendoroso lugar. Su edificación era de mármol, ventanales de cristal, en el letrero superior a la puerta de entrada decía, Bienvenidos al museo acuático. - ¡Joder! -exclamó el músico, la verdad quería ver algo de pintura o escultura. - -Pues venga, a ver qué miro.

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Con la expectativa y la incertidumbre de encontrar algo que le gustara, se acercaba a cada reservorio artificial de agua, se los quedaba mirando y le gustaba, más y más, pues veía delfines, medusas, moluscos y muchas variedades de peces. Pero había una en singular y un poco apartada del lugar. Se acercó muy lentamente y fijó sus ojos en esa criatura, absorto y casi paralizado, no podía creer lo que miraba ¡Es una sirena! Exclamó en su interior. Ella muy ocupada en su tarea no pudo darse cuenta que alguien la desnudaba con la mirada. Cuando él se acercó un poco más, para mirar qué hacía, pudo divisar que ella aprendía las 4 operaciones matemáticas, y las estaba repasando mientras cantaba. Al oír su hermosa y delicada voz, el músico quedó completamente enamorado. Enseguida trató de llamar su atención, pero no sabía cómo. Una idea le asaltó su mente y corrió apresuradamente al hotel, para escoger el instrumento adecuado. Una vez de regreso al museo acuático, empezó a tocar el violín, ella rápidamente regresó a ver de dónde procedía ese sonido celestial. Sus ojos se conectaron en una mirada, que parecía haber sido flechada por Cupido.

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Todos los días, el músico iba a visitar a la sirenita matemática. Entonces entendieron que el amor se puede trasmitir a través de una melodía o de una canción.

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Biografía de Juan Camilo Escobar

e cuentan que llegué el 11 de julio 1959 en horas de la mañana. A pocos minutos de horas de nacido mi abuelo (Papá abuelo) don Juan Camilo Escobar Toro, me tomó en sus brazos con suma delicadeza y paciencia de árbol, revisar mis manos, mis pies …. Todo mi cuerpo e inmediatamente pide a mi padre Juan Escobar Gómez este niño llevará mi nombre, esa es la razón por la que me llamo Juan Camilo. Viví mi infancia con una rebeldía innata de jugador de fútbol o torero y boxeador, por todo esto me llamaban el Juan Broncas. No existía semana en la que no protagonizara una pelea. Cuando llegaban las vacaciones me refugiaba en la propiedad de mis abuelos, un horario de película, a las 05h00 a ordeñar las vacas y luego te invitaban a saborear leche caliente con pan de dulce que se llamaba llamingo. El almuerzo era otra delicia, un buen plato de quinua con carne de cerdo, arroz con arveja y mapagüira de cerdo, cocinado en olla de barro y tapado con hoja de col y como postre una enorme taza de morocho. Luego del almuerzo salíamos a caminar

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por el campo, saludando a vecinos y jornaleros para terminar con una siesta a la sombra de un capulí. Aún puedo sentir y saborear aquella época sencillamente inolvidable, lo tengo presente como si fuera ayer. Una máxima elocuente de aquel personaje que en mi niñez fue mi héroe …”Todos te pueden traicionar excepto la tierra”… tomaba un puño de ésta y la llevaba a su corazón. Llegaron mis 18 años y con ellos mi independencia, durante buen tiempo ahorré dinero y me puse la mochila al hombro y partí al sur, casi por un año viajé a Perú y Chile. Regresé a casa a continuar mis estudios en una carrera que nunca me gustó la cual terminé por abandonar y viajé a Colombia, Panamá, Costa Rica. En Panamá, mi voluntario exilio, descubrí mi talento para las ventas, trabajé vendiendo pinturas al óleo de retratos, las ventas de este producto se llaman moneros, la gira duró un año. Volví al punto de partida, laboré en una institución pública y fue donde conocí a la afortunada mujer que al poco tiempo se convertiría en mi esposa. Al llegar Andrés Alejandro mi primer hijo, comprendí que mis días de vuelo terminaron, tiempo después llegó María de Lourdes y con ella mi nuevo trabajo en una empresa privada.

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La vida te brinda una oportunidad, unos la toman, otros la dejan pasar y otros no se dan cuenta que la tuvieron. El mundo de las ventas me brindó muchas opciones. Laboré para una compañía multinacional, valoraron mi capacidad y dedicación obteniendo el primer premio a nivel nacional como el mejor vendedor de productos médicos. Hace diez años laboro en otra multinacional como visitador médico. Tuvimos la presencia de Juan Camilo, hoy de 18 años, excelente estudiante y deportista, estoy seguro será un dedicado ingeniero industrial, cursa el segundo semestre de su carrera Y el bien amado Ignacio Nicolás hoy de 15 años y cursa primero de bachillerato, con una pasión extrema por los autos clásicos, existiendo la promesa de adquirir uno de estos autos para reconstruirlo los fines de semana. Al momento Andrés médico y padre de Valentina; María de Lourdes médica y madre de Bruno, yo estrenándome como abuelo, con una sensación maravillosa de eterna primavera renovada en amor al mirar con detenimiento mi llegada y mi partida no será en vano.

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C

El León Lector del Quijote

Juan Camilo Escobar

on paso lento y pausado, su imponente figura se tomaba los pasillos y luego el salón principal, que se encontraba atestado de asiduos lectores, a quien su presencia pasó por inadvertida. La luz artificial daba sus primeros pasos en la fría tarde de septiembre, cuando las hojas de los árboles aún no terminaban de caer. Aquel nuevo visitante, paró su andar ante una estantería cubierta por el polvo del olvido, con sus torpes y rústicas garras y con la delicadeza de quien acaricia el rostro de un niño, empezó a tocar por primera vez las sutiles y desgastadas cubiertas de los libros de literatura universal y los tomaba uno a uno. Con el instinto sagaz, que en mejores días le otorgaron el título del rey de la sabana africana, posó su mano en un libro de un tal Miguel de Cervantes, que en su carátula rezaba El Quijote de la Mancha. Algo había escuchado de una muy bien ganada fama, desde los años 1600 y que modestia aparte llegó a ser el segundo libro más traducido en todo el planeta, claro está después de las sagradas escrituras.

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Sus ojos de color miel, devoraban hoja tras hoja el contenido de tan noble instrumento, a veces no entendía determinadas frases y con la paciencia de quien por repetir aprende, continuaba imbuido en su objetivo de quien antes de él dejaron huella en el camino de la vida. Tal obra maestra dejaba maravillado a este bisoño lector, que sin la experiencia en lectura, vivía paso a paso y con pasión cada peripecia de este noble caballero y su leal acompañante. Caramba, es que no hacía falta haber vivido la intensidad de aquella época, cada palabra te hacían el actor principal de los retos, que nos pone el día a día y la sabiduría para resolverlos. Satisfecho y calmada su voracidad de ignorancia y miedo, dejó caer su cabeza y dorada melena como un halo celestial cubriendo aquel libro que le dio su libertad.

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Emigrante

T

Juan Camilo Escobar

e fuiste una mañana del mes de abril del año 1990, nuestros hijos Patricia de 17 años, Johana de 15 y Carlitos de 8, se fueron al colegio para que la despedida no les llene de tristeza. Aquel día tomamos el bus y en el camino no hablamos palabra alguna. Cogí tu mano y en comunión te llevaba a tu punto de partida. Te dije mil veces que te amo para que no me olvides en el camino. El avión empezó su vuelo y yo aferrado a las mallas que limitaban una realidad y un sueño, llorando de impotencia con un dolor que desgarraba el alma, apretando mis dientes para no gritar tu nombre. El camino a casa se me hizo extraño y comprendí que nuestras vidas nunca serían las mismas. Abracé a mis hijos, fueron gritos de dolor, ausencia, miedo, ya no estabas tú para retarnos con cariño, para arreglar algún detalle del día a día, no sabíamos cómo vivir sin ti, no había reglas ni manual para el nuevo día. Muchas veces lloramos juntos en la mesa al hacer nuestras tareas, ya que tu sabías las respuestas. El dolor de la separación desprende lentamente a carne viva y la soledad es mala consejera. 139


Me aferraba a Dios, a mis hijos, para mitigar esta distancia, aprendí a sembrar de rosas mi jardín, cuido con esmero las dos palmeras que en febrero por tu cumpleaños sembramos juntos. Pasaron 1, 2, 3, 14 años, Patricia hoy profesional ingeniera en matemáticas, con su niña de 5 años; Johana licenciada en parvularia, su hijo de 6 años; Carlitos te acuerdas de él? Tenía ocho años cuando partiste, hoy un tecnólogo en electrónica. Y yo aguardándote con devoción, como quien espera un milagro. Sabes chiquita mi lecho te reclama, la almohada confidente de mis sueños. Esperan que tu cabecita descanse junto a mí. Te amo como el primer día, como todos los días. Una llamada llenó de alegría la casa, tu venías cargada de euros y regalos, las cosas sencillas de la vida siempre regresan al punto de partida. Aquí estaba yo como hace 14 años, con mi mejor traje, afeitado, engominado mi cabello contaba los segundos en mi reloj, estos coincidían con los latidos de mi corazón. Te miro a lo lejos, si allí está la mujer que amo, elegante, con un traje negro ceñido al cuerpo, enormes gafas obscuras, tu cabello suelto, una cartera enorme que traía tus sueños cumplidos. Te abracé como si la vida regresaba a mi cuerpo, llené de besos tus manos y tu

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rostro, no sabía que decir, no dije nada. Tú, con aire europeo y la frialdad de agiotista dijiste ¿dónde está el auto? Mientras manejaba a casa cada momento que podía, tomaba tus manos brusca y suavemente queriendo descontar años de ausencia. Tus hijos nietos y yernos te cubrieron de besos y abrazos, hasta la metiche de la vecina del frente se acercó a saludarte, claro está, en pocas horas se enteraría todo el condominio. Llegaba la noche y el cansancio del viaje. Cuando todos partieron a sus casas te esperaba nuestro lecho que nunca supo de tu ausencia, ya que en el verdadero amor el tiempo y la distancia no existen. Te entregaste al sueño y yo no formé parte de él, me dije es el cansancio. El nuevo día llenó de felicidad la habitación, tú estás aquí, intenté despertarte con un beso, pero te dejé dormir. Exclamé un te amo en voz baja y partí al trabajo. A la tarde conversamos horas de tu vida allá, tus logros económicos, yo de nuestros hijos. La sala se envolvía de nostalgia y recuerdos al mirar el álbum familiar, los primeros pasos de tus nietos, sus cumpleaños, la entrada a su primer día de escuela,

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la pérdida de sus primeros dientes, sus participaciones deportivas. Recuerdos sencillamente maravillosos, para ti indiferentes, como claramente lo demostrabas. Lo inevitable pasó por que yo quise que pase. Maldita, puta, cabrona distancia, todo y nada era diferente, algo se perdió en el regreso y no eran las maletas. Mientras más me acerco más te alejas, te tomo con mis manos y desapareces, no sé si estás conmigo o finges estarlo, te beso y en mis labios queda un sabor de olvido. Me quedo con tanto amor en mis manos y caricias por estrenar, que éstas se volverán pétalos muertos para poderte olvidar. Tu extranjero perfume desaparece al cerrar la puerta, me duele aceptarlo, me niego a reconocerlo, tu no me amas, otro marinero guía ese barco. Te entrego la libertad que nunca perdiste. Realiza tus sueños al amparo de otro ser. Sé feliz, continúa tu vida, no mires atrás porque nada se te olvida, todos aprendimos a vivir sin ti. Acumula muchas cosas materiales para que te acompañen en tu vejez. Perdiste media vida sin mis hijos y ahora te falta la otra mitad

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Biografía de Nube Del Rocío Maita Flores

L

a ciudad de Ambato sonrió al ver nacer, a Nube el 19 de junio de 1969, y el cielo se complació por enviarle a unos excelentes padres, Julio y Victoria, que supieron inculcarle el valor de la honestidad y de la responsabilidad. Va creciendo en un hogar pobre de lo material, pero rico de amor y afecto. Juguetona desde pequeña con sus ocho hermanos que unidos salieron adelante, pese a tener que cruzar por el silencioso momento de la muerte de su padre. Sus estudios primarios los realiza en dos escuelas: “Fe y Alegría” y Teresa Flor, establecimientos que no sólo impartieron ciencia, sino que compartieron valores con calidad y calidez. Ya una señorita de 12 años, Nube ingresa al colegio Ambato, su padre le motivaba para que estudie y siempre sea la mejor. Llegó la hora de entrar en la Universidad, Nube una mujer humilde, pero con propósitos claros, decide estudiar en la carrera de Castellano y Literatura, lo hace 143


durante cuatro años, logrando ser la mejor egresada de la especialidad. Al terminar sus estudios universitarios, empieza a trabajar, lo hace primero en el Oriente, en Loreto, luego regresa a la ciudad de Ambato y continúa trabajando como maestra. Le gusta escribir poesías, especialmente para exaltar el amor de Dios hacia la humanidad. Aspira en el futuro tener un lugar de descanso para aquellos que les gusta la lectura y apartarse del mundo. Sigue viajando en el tren de la vida, dejando recuerdos en cada estación, unos llenos de dolor y otros colmados de risas y triunfos, de ganancias y de pérdidas.

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E

El León y la Mariposa

Nube del Rocío Maita Flores

l León entró en la biblioteca con paso lento y firme y mirando con sus ojos brillantes por todos los lados, se acerca a una atenta mariposa, quien le sonríe, haciendo gala de sus colores; y le dice ¡oh delicada mariposa! qué haces tú aquí si tú eres libre y no te gusta leer, es verdad no me gustan leer los libros pero si leer los corazones de quienes me rodean, mmmmm., qué bien mariposita de mi ensueño, gracias le doy al cielo q ue te encontré, no sabía dónde estabas, y este era el lugar menos indicado para encontrarte. Pero aquí estoy rey León, vine a buscar un poema porque mi alma ha encontrado el amor de su vida. Para qué me buscaba rey León, te buscaba delicada mariposita, sólo para recordarte que el día de mañana tenemos el festival de libro leído en el centro de la selva, y como tú tienes una voz melodiosa y linda, quería proponerte que seas la maestra de ceremonias, vienen muchos animales a participar con la obra: “La tragedia de la liebre”. ¡Qué interesante tema rey León!, sí encantadora mariposita así es, es una obra que nos hará llorar, pero me-

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jor ya no te cuento más, te espero, para que tú mismo escuches, este relato. Encantada señor León para mí será una complacencia servirle, aunque no me gusta la lectura, pero ahí estaré.

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La luz que brilla

Nube del Rocío Maita Flores

U

na brisa suave acariciaba su rostro, el momento que de sus ojos caían lágrimas de dolor por la muerte inesperada de su madre.

Luego del sepelio, Elena regresa a su casa, sube a su alcoba y se predispone a dormir, pero una luz brillaba e iluminaba su pálida faz, era la luna que quería calmar su dolor. Tu madre está bien, le dice, está en el cielo rodeada del amor de Dios, ya no llores, continúa en el camino de la vida, Dios te tiene preparado una nueva misión. Elena al escuchar estas palabras se sorprende y cae en un profundo sueño, pasan horas y horas. Se despierta en un lugar desconocido para ella, cerca de un río cuyas aguas se desbordaban, en dónde estoy se dice, quién me trajo a este lugar, yo estuve en mi casa, qué pasó, alguien me puede explicar, qué hago yo aquí…

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Un Asesino Bendice A Sus Captores

E

Nube del Rocío Maita Flores

ntraba a la tienda como todos los días, con hambre, buscando qué comer, con el cabello largo y con un tatuaje en su brazo derecho, era el hijo de doña Sofía, de vez en cuando desaparecía del barrio, dicen que es drogadicto, que de tanta droga sus neuronas cerebrales han muerto. Aquel muchacho quería mucho a su madre, pero un problema sicológico marcaba su vida, cuando niño, jugaba con las gotitas de lluvia, una mujer prostituta, la llevó a su cuarto, engañándole que le va a regalar unas HISTORIETAS, este inocente niño le creyó, y fue con ella, una vez que llegaron, esta mujer, sin piedad alguna, lo violó. Ese momento aquel niño de apenas 6 años, lloraba y no entendía lo que pasaba, transcurría el tiempo y esta horrorosa escena le acompañaba todos los días, iba creciendo y su dolor también. Cierto día este niño conoce al jefe de una pandilla, le cuenta lo que le sucedió, y este le da la idea de buscar a aquella mujer que desgració su vida. No la encontraremos balbuceó el chico, ya han trans-

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currido 10 años, hagamos el intento dice aquel jefe de pandilla. Empieza la búsqueda, recorren varios lugares, Quito, Guayaquil, Ambato, y no la encuentran. Una noche en donde los truenos dejaban cicatrices en los oídos de los pobladores, aquel chico, presencia un abuso, una mujer de la vida ligera, violaba a una jovencita, aquella mujer era lesbiana, toda la escena pasada vino a la mente de este muchacho, como andaba llevando un cuchillo, no soportó este cuadro de horror, y para defender a aquella jovencita, saca el cuchillo y lo clava en la espalda de esta mujer prostituta y empieza a reírse como loco. La policía llega, lo atrapan, lo maltratan y lo suben al auto, este chico es llevado a la cárcel, pero gritaba y reía a la vez, perdió su control, le dan un sedante, ya que no podían con él, se duerme por largas horas, se despierta al siguiente día, le interrogan, le preguntan porque asesinó aquella mujer y él empieza a recordar y contar todo lo que atravesó en sus pocos años de vida. Yo sé que necesito un tratamiento psicológico, yo quiero salvarme, decía aquel muchacho, quiero ser

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un joven normal, tener una familia, por eso gracias por haberme traído a este lugar, yo sé que aquí me van ayudar, que Dios les bendiga, por la asistencia sicológica que me van a brindar, mi madre es una mujer humilde, ella no sabe lo que me sucedió, guarden discreción ante ella. No quiero que mi madre cruce por ese laberinto de dolor que yo he atravesado todo este tiempo…

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Anfitrite, la reina del mar

Ivón Chagcha

¡Qué

realidad la de esa noche! La luna conspiró contra las fuerzas cósmicas bajando a la tierra, la iluminó completamente. El mar saludó con los árboles despertando y una Dríade muy solitaria, de gran belleza, con ojos color violeta, cabello dorado, piel tersa, ella se separó de su roble; se sentía feliz en su nuevo y hermoso París. Por los Campos Elíseos se paseó, el río Sena recorrió, en esa noche clara y silenciosa a la luz de la luna, pero lo que más le gustaba era la voz humana. Anfitrite, reina del mar, autorizó que los tiburones cenaran con los hombres. Un centauro imponente, civilizado, ágil por sus dos alas, apareció en el cielo, con habilidad musical dio calma a los mortales. La luna se percató del daño que estaba ocasionando y decidió volver rápidamente a su lugar de origen. La Dríade angustiada por lo que ocurría, trató de localizar su roble, pero era demasiado tarde, se encontraba perdida, tiempo ya no tenía para buscarlo, decidió quedarse quieta. La luna quiso regresar para ayudarlos pero no se lo permitieron. La Dríade se convirtió en una bella estatua de piedra, los tiburones regresaron al mar ayudados por su reina, el Centauro logró 151


volar y ponerse a buen recaudo. La Luna se entristeciรณ mucho, llorรณ amargamente, a tal extremo que nadie jamรกs consiguiรณ traerla nuevamente hasta la tierra.

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Encuentro en el más acá

Ivón Chagcha

E

n México, Xochimilco, lugar de los jardines flotantes, un primero de Noviembre, los muertos emocionados nos encontrábamos, porque íbamos a abrir nuestras criptas, alegres fuimos a visitar a los que nos quieren. ¡Qué actividades tan interesantes¡ La Santa Muerte miraba en el cementerio sin temor a equivocarse con uno, mientras tanto el difunto Marcelo limpia sus huesos y sacude su terno porque una ex novia siempre lo visita nunca lo ha olvidado. Él se prepara para sentir el amor verdadero que no apreció cuando tenía el privilegio de la vida. El finado Humberto no encuentra su sombrero y reclama a sus vecinos, quiere verse muy elegante porque sus hijos lo esperan para llevarlo en la Trajinera adornada con arcos florales donde escuchará la serenata del mariachi mientras recorren el flotante huerto florido. La cadáver Hilda, abrillanta un anillo recuerdo de su hija. Su dedo se cae pero encuentra su pañuelo bordado, con el que ajusta ese dedo impertinente. Ella espera sus “gorditas” y el “pancito con ajonjolí”, desde ya los saborea. 153


La difunta Rosita ataviada con su ropa colorida quiere disfrazarse como elegante catrina, sonríe traviesamente. Sus nietos la visitarán, disfrutará de un paseo por todo el camposanto, adornado con flores y velas por la ocasión. Debido a su osteoporosis no puede alejarse demasiado de su tumba por temor a que un huesito se le extravíe. Yo, saqué brillo a mis zapatos de taco, alisé mi faldita corta que tanto le encantaba a José, mi esposo. Por la tradición prehispánica bien arraigada llegó el día esperado, 2 de Noviembre día de los difuntos, Todos los propósitos de mis compañeros se les concedió, a excepción del mío. Salí de mi fosa con la mejor de mis sonrisas a la hora de costumbre, para verlo nuevamente, pero el tiempo pasaba y mi amado esposo no llegaba. Los vivos ya se retiraban del panteón y sentí la verdadera soledad, el olvido del ser que adoraba. Dejé mis tacones y llorando me dirigí a mi tumba. Todos los difuntos estaban tristes pues fui la única que no recibió visita. Los demás trataban de consolarme, inmediatamente llegó a controlarnos la Santa Muerte, arrogante y

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ladina todos la vimos llegar. Me dio una sonrisa pícara mientras escribía su lista de compañeros y decía con este tengo suficiente. De pronto una calavera alta, blanca, me comunican que me busca. Asustados nos miramos porque nadie me visitaba y en mi rostro cadavérico se dibuja una sonrisa porque reconozco a mi esposo José, que había fallecido unos días antes. Y hasta que todos sus familiares vivos se despidan ocasionó el retraso de unas horitas, para mi feliz reencuentro sepulcral.

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El mimado de Artemisa

A

Ivón Chagcha

rtemisa, la poderosa diosa que gobernaba y protegía los bosques y animales, debía ausentarse por un tiempo, sin embargo no podía dejar sin control a los animales, y decide elegir al león como custodio, admira esa melena que le da un aire de dominio, autoridad y vitalidad sobre las demás especies. El león, es depredador y otorgado el poder para controlar a los animales, Artemisa analiza cómo controlarlo, y se le ocurre la idea de culturizar al León, le enseñó a leer y hasta una biblioteca en el bosque acomodó, con la consigna que este bello ejemplar guíe en la lectura a los demás. La diosa desapareció y esto en el bosque sucedió. El león Lector asistió como de costumbre a la biblioteca, con su mirada desafiante observaba a sus obligados seguidores. El León en actitud compasiva y de sumisión se congració con los animales, dominándoles intelectualmente porque les enseñaba lo que le convenía. Sus intervenciones al inicio fueron interesantes pero na-

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die podía opinar, tan solo escuchar. El desorden poco a poco fue ganando espacio en la biblioteca e inclusive las habilidades otorgadas por Artemisa a los animales, se iban perdiendo. Una mariposa monarca olvidó cómo ser el agente polinizador y factor de equilibrio en el bosque; el tigre, animal típicamente solitario, comenzó a ser dependiente y no recuerda la manera de conseguir alimento; un avestruz se volvía obeso por falta de carrera; el persistente y bello trino del pardillo desapareció. Inconforme se encontraba el ave al no poder realizar sus sueños y convertirse tan solo en un espectador pasivo, un día observa que la ventana de la biblioteca se encontraba abierta y decide alzar vuelo en busca de la anhelada libertad. El León, pendiente de todos los movimientos, salta sobre el pardillo dándole un mortal zarpazo. Observando tan funesto espectáculo los demás animales deciden continuar en las lecturas sutilmente sugeridas por el León. Este incidente provocó en la “señora de las Fieras” un ligero malestar, inmediatamente al cadáver del pardillo lo transformó en una bella orquídea que adornó el bosque. El león se presentó ante la diosa de los animales explicando que se dejó llevar por su instinto,

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sin mayor reflexiรณn. Artemisa abraza al fiel Leรณn que cumpliรณ el encargo, entre tanto discretamente borraba de la consciencia de todos los animales lo sucedido.t

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S

Biografía de Janett Velástegui Galarza

oy quien también aprendió en los libros a mirar, maravillarse y enfrentar la vida, quien busca comprender significados en el actuar humano, quien eligió por ocupación a la pediatría y a la docencia de ésta, en el ejercicio del alivio del dolor y de dar aliento a los niños, padres y congéneres; quien se siente bendecida tanto por sus raíces, la familia y la vida que posee, tanto como por el aprendizaje continuo que adquiere veracidad y sentido cuando nos acerca a lo divino.

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El león zoolidario

C

Janett Velástegui Galarza

on paso de bestia pausada y melena alborotada, la amenazante mole del león se vio aparecer, advertido fue por el anciano sabio que por su prudencia, se mantuvo quieto y expectante. Quien se sumó además fue el niño de su lado, de 5 años, que dejó de volar su avioncito de papel, abrió a la vez los ojos y su sonrisa y se apostó sobre la mesa a inspeccionar desde lejos a tan imponente presencia. Dos solitarios lectores ni se enteraron e inmutaron, dado que estaban de espaldas, pues deliberadamente se posicionaban siempre así. Majestuoso y altivo a pesar de su cojera rodeó la mesa de recepción y lo hizo en cauto silencio, como que sabía en qué lugar estaba. Con gracia se acomodó de tal manera que parte de su melena sobresalía a la vista del mueble. Desde allí el león pudo observar la garita del guardia y por una ventana lateral alcanzó a ver la televisión del mismo, con su oído fino pudo también escuchar el programa. -Gritos de la gente y carcajadas las veces que cada interpelado respondía que quería ser tal o cual ani-

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mal y que mientras la chica reportera se refería a la maravillosa organización del “locro solidario”, vió los carteles de “soy zoolidario” con falta de ortografía pensó el león. En la televisión decían era para obtener fondos para el zoológico de Guayllabamba. Mi hogar se dijo el león y se ensimismó a meditar- Es cierto que han mejorado mi canil, digo canil porque no es muy grande; está más higiénico es verdad, han reconocido mi discapacidad producto del maltrato del circo “previo a esta dirección” me dijeron. Me han traído carne pero me restringen la cantidad porque a las hienas disfrazadas les falta y me han dicho es por mi salud. Como que todo es tolerable pensó, pero aquello de que no debo rugir, más que para agradecer, no está bien. Recordó que el servicio de recaudaciones internas se encargó de revisarles y revisarles las cuentas de las bananas a los monos, -por alborotadores dijeron. Movió su melena. Mi libertad está cada vez más amenazada llegó a concluir. Estrepitosa y dignamente rugió larga, intensa, y sonoramente de tal manera que todo tembló… El anciano entonces palmeó la espalda al niño a la vez que decía, “ya no podrán engañarlo ”e imperativamente enfatizó un “aprende tú también .

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Andrew, el ermitaño que vivía en el mar

Janett Velástegui Galarza

E

sta es mi ermita, de este lado del acantilado, no puedo ser observado ni molestado. El acceso es harto difícil, lo habrás comprobado. - sé lo que piensas sobre cambiar mi cómoda vida por mi búsqueda, pero compréndelo para mí constituye una razón vigente-. -quizás por entenderte, he traído el mini submarino, debes ir hasta la sima del planeta, en dicha cavidad, o en las olas que te acarician los sueños o en esta soledad podrás encontrarte. Pero, - haz pensado en la ironía que teniéndolo todo-, ¿te sigues sintiendo sólo y sin sentido?. -Quizás no es como lo piensas, pero mira ese mar turquesa abajo transparente, es como que tienes el control de todo, sabes que pasa allí dentro de ese palpitante diamante. He comprendido que todo me conecta a la vida, siente tú, a través de esas ramas el sol nos acaricia y nos permite disfrutar el cielo; mira la cinta dorada dinámica del sol y a la vez reclinada en el agua nos llega hasta nosotros, este es un regalo de cada tarde, y sabes cada mañana en cambio disfruto esa milésima de destello de color verde único

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tan fugaz visible sólo desde aquí y reservado sólo a los que con paciencia la han buscado al salir el sol en el horizonte, que para mí ya no es lejano. Por si fuera poco las noches tienen su encaje luminoso al romperse las olas, los millones de minúsculos seres noctilucentes que bailan en ellas cuando estas se rompen y mientras más violenta es la ruptura, más belleza me transmiten y la luna sólo mira pero como dicen,no se pone celosa, yo lo sé. Esto va llenando mis expectativas, pero sigo en la búsqueda. - Andrew haz estado en la cima de la vida de los hombres, con fama, dinero, ir al otro extremo solitario y pobre es tu elección. Mi propuesta es vive esta experiencia, prueba también ir al fondo del mar y dentro de poco decide definitivamente, como lo anunciaste esa noche en la fecha de tu treinta y dos cumpleaños. Tu novia Ileni, por poco desfallece, pero su larga espera por ti demuestra su genuino amor y no sé cuánto más te esperará o se alejará al comprenderte, al fin parece que el primer amor de adolescente de tu pueblito pesquero es el que es verídico. Ted, querido amigo soy afortunado por tu amistad y sí quiero ir como a los Alpes también hacia el fondo del océano, a las entrañas de la misma tierra si es posible e indagar , quiero respuestas.

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Andrew te pido un favor, lleva este dispositivo para saber de tí, me importa tu vida, tu viaje solitario no carece de peligros, te esperaré. ¡Adiós¡. Un abrazo concluyó con el breve encuentro. El “lifelog” de 1,5 pulgadas sumergible en agua de su muñeca, recibió la llamada mientras entraba en el mini sumergible, contestó con un - voy ahora a mi cita, no me llames-. Entre ruidos que lo llenaban todo y burbujeos gigantes, fue adentrándose en el vientre acuoso del océano, las olas lo impactaron desde la derecha contra la pared llena de moluscos del acantilado y el golpe le recordó que era vulnerable. Tomo aliento apretó el volante y continuó con el descenso, el sol se filtraba aún por el redondo techo del vehículo cuando de forma muy rápida, desapareció, levantó su mirada y se vio cubierto por una nave viviente triangular, increíblemente hermosa blanca con paralelas sinuosas dispuestas perfectamente en blanco y negro sólo en los extremos de las onduladas alas marinas y reconoció la boca sin labios de la gigante mantarraya. Bajó la potencia del vehículo y se quedó petrificado, sintió el vacío de su ser ante el poder sobre él. Otra vez al ver el sol y como lo hacía en su modo de vida anterior ante las dificultades, se recuperó y siguió descendiendo en

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un lapso que parecía eterno, el frío se apoderó lentamente en el entorno obscuro, las luces de mando las apagó y el silencio se tornó soberano. Sólo en la vida, solo en el fondo, su alma demandó respuestas. – Este mundo obscuro es tal como mi vida en la superficie se dijo- ¿para qué estoy?... Esperó minutos parecieron horas al compás de sus inspiraciones lentas, no le importaba comprobar la disposición de oxígeno restante, estaba ensimismado. Un destello circular azulado eléctrico muy simétrico instantáneo le devolvió a la realidad. ¡ eh eh esperen! dijo a la nada, cuando como tormenta silenciosa, los destellos persistieron de tal diversidad de formas e instantes alrededor de la cúpula de policarbonato . Algo similar a un pez con una lamparita cefálica intermitente se posó entre la cúpula y el metal y pudo observarlo, se identificó con él, su existencia resonó con ese ser. - pequeñito ser- ¿ qué estás dando?, ¿tu luz sirve sólo para alimentarte? ¿sirve sólo para sobrevivir? Rápidamente el mismo desapareció en el orbe fantástico. Su monólogo al contrario iba volviéndose completo, complejo y concordante.... Un sentimiento de gratitud permeaba su alma esta vez.

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-Beep Beep Beep. -Andrew , Andrew -Sí soy yo, por favor ven, debes llevarte el mini submarino. Y alguien más, - debe iluminar en un mundo obscuro-…

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La Alergia Al Cilantro

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Janett Velástegui Galarza

uenas tardes¡ - le estaba esperando… - por favor por acá.

Sorteó las macetas, una llanta vieja del angosto corredor y subió por las desiguales gradas recién baldeadas y amarillas salpicadas de pedacitos de mármol blanco y uno que otro de color obscuro, hasta llegar al apartamento que se notaba fue construido por albañil. Cof, cof, cof, escuchó y en la penumbra vio a la adolescente que reclinada formaba una C en la cama de la esquina del cuarto. - Mire aquí está la goteraDemoró varios días el arreglo, a la par que danzaban las miradas y sonrisas de Viviana que se reponía de su neumonía con la de Julio el joven albañil. Sus quince y diecisiete años confabularon cuando se dieron un beso al final del concierto de ¨ Clásicos con instrumentos andinos” al que asistieron a escondidas. Tan feliz estaba Julio que su dermatitis de contacto de sus manos y antebrazos que muchos contratiempos le había dado fue desapareciendo en los días ulteriores.

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Se atrevió entonces a esperarla a la salida del colegio todos los días y llevarla hasta una cuadra antes de su casa para evitar a la madre de Viviana. Pero fue un lunes de feria, que se encontraron manos a boca con la madre de Viviana que le soltó un ¡alzado! ¡qué crees que mi hija es igual a vos! ¡cómo te atreves, a tocarle siquiera la mano! ¡por dios!. El aroma del cilantro de las compras fue lo único benigno de aquel instante, cuando miró los labios de Viviana, quien como que estaba esperando este desenlace le dijo en voz no tan baja un… ¡hasta nunca! Julio sostenía su fallido sueño en el recrudecimiento de las lesiones rojizas de sus manos y la alergia al cilantro que había desarrollado, estos le recordaban, que todo fue en vano.

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Los ángeles no pueden volar

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Janett Velástegui Galarza

evantando su cabeza, porque el dolor no le permitía apoyarse ni en sus codos, recorrió de manera inquisitiva esa fría y casi hueca sala y por el triángulo que le dejaba el brazo del paramédico que la rescató, vió la bandeja con la dextrosa y la inevitable aguja que en manos de la estudiante de enfermería se le acercaba. Reclinó la cabeza con actitud de resignada espera.

La compasiva y a la vez temerosa mirada de la practicante le dio cierto alivio. El dolor de su abdomen era superior al del adminículo que entraba en su vena. No dijo nada por precaución. En la pantalla de sus párpados revivió su aventura vespertina- el intentar volar junto a su madre mano a mano y desde aquel alto tapial-… El médico de guardia le interrumpió exclamando, ¡no tienes identidad ¡. ¡no podremos internarte! . Caso omiso hizo, pues iluminó su faz con una expresión de libertad, mientras vio a su mongólica madre que con su andar pausado se acercó abriendo lentamente sus brazos y mostrando el 169


pliegue simiano de sus manos remelladas.

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Biografía de Ruth Navarrete

i nombre es Ruth Elvira Navarrete López, nací un 9 de enero de 1955, en la ciudad de Riobamba, mis padres fueron Jaime Navarrete Méndez y Ana María López; estudie la escuela en Riobamba, y en Ambato, el colegio; me case con el Ingeniero Cesar Augusto Oña, tengo cuatro hijos, estudie en la universidad Técnica de esta ciudad y me gradué de Ingeniera en Administración de Empresas, trabajo en la Empresa Publica Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Ambato, en el Departamento Financiero, lidero un grupo de ahorro de Empleados y Trabajadores de la Empresa, actualmente estoy asistiendo al curso de Narración Literaria en la Casa de la Cultura de esta linda ciudad. Para aprender a escribir y narrar historias con claridad y acierto.

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Un león tímido pero con memoria

Ruth Navarrete

T

e cuento que un león ingresó a la biblioteca de la ciudad, a paso de bestia pausada, y con la melena alborotada. Las personas que se encontraban en la biblioteca, con rostro de curiosidad y susto, salieron corriendo, poniéndose a buen recaudo. El león observó el lugar, caminando de aquí para allá, y al no encontrar cosa que le interesara, se dirige a la puerta de salida. Sale con paso apresurado a la calle, y emprende veloz carrera, hasta llegar a campo abierto. Se interna en el bosque y se reúne con la manada, y les cuenta su aventura pasada.

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Mi Mundo es un Sueño

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Ruth Navarrete

s tarde, desde la ventana de mi casa , miro a la calle, observo a mucha gente pasar, unos caminan lento, como de paseo, otros apresurados para llegar a su destino, estudiantes saliendo de clases cargados con sus mochilas, jugando entre ellos, muchos vehículos uno tras de otro, niños con sus madres cogidos de la mano, otros niños con cajones en sus manos para limpiar zapatos sucios y llevar el sustento a sus hogares, también adultos con niños enseñándoles a robar a los transeúntes, muchos vendedores ambulantes, pasan personas con caras tristes, con miedo a ser robados, mendigos, esta es una parte de nuestra cultura actual. Por lo anotado quiero expresar mis ideas para un nuevo mundo, digno de los seres humanos, pienso que nuestros gobiernos imitan modelos de educación a países extranjeros, para que mejoren nuestros pueblos, pero solo se enseña a competir y a estar lejos unos de otros. Al terminar la etapa de estudio, salimos sin aprender a leer comprensivamente, ni comprender las operaciones matemáticas, las escuelas son espacios de tedio y aburrimiento, en donde el niño pierde creatividad, los maestros son hijos de la cultura, coar173


tan la libertad de expresión, el alumno debe obedecer sus reglas, de lo contrario es castigado, nadie se interesa en preguntar cómo se siente el estudiante; los sistemas educativos no cambian al ritmo que cambia la humanidad, se estimula mucho a la competencia, porque se premia al mejor estudiante, al que gana una competencia, se dan becas , salen del país, mientras que la mayoría se queda, la competencia es el principio de cualquier guerra, se alimenta el individualismo, se forma trabajadores de diferentes jerarquías, útiles para el sistema, formando una fábrica de ciudadanos obedientes, consumistas y eficaces, controlados por la amenaza y el miedo, donde poco a poco las personas se transforman en números, calificaciones y estadísticas, las exigencias y presiones del sistema, terminan deshumanizando a todos, a nadie le preocupa el ser humano como persona o individuo. Creo que tenemos que empezar de nuevo, cambiando las reglas impuestas, basándonos en el amor, que es la esencia del ser humano, ¡siente tu alma, escucha tu corazón! La educación debe enseñar a tener una buena calidad de vida, educando al niño con amor y comprensión, sin acudir al grito, a la amenaza, ni al miedo, enseñándole a controlar sus emociones, y a relacionarse

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con las personas, los niños aprenden jugando, hablando, haciendo, los niños tienen un maestro interior que les indica que quieren ser, la escuela tiene que ser un banco de experimentación, una apertura de posibilidades totales, experiencias artísticas, humanísticas, etc., los niños son creadores por naturaleza, actúan de manera espontánea, el arte debe ser una opción de todo niño, tienen que ser queridos y reconocidos y tener libertad de expresarse como seres humanos, reconocer que es lo que sienten, aprender a mirar adentro del ser no afuera, que pueda seguir sus propios impulsos, que pueda ser el mismo, que elija que quiere ser en el futuro. Si pudiéramos aplicar estas ideas, seguro que contaríamos con genios, para el mundo, el hombre viviría a plenitud con paz, armonía y respeto, no habría más fronteras, enfrentamientos ni guerras, tendríamos un mundo mejor para todos, pero… todo esto es un sueño.

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Biografía de Cynthia Paredes

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n los días lluviosos sale a dar un paseo, una figura no tan esbelta ni perfecta como la que dictan las tendencia actuales, pero si confiada, con paso firme y un paraguas, cantando viejas canciones de FOB y MCR que ya quedaron en el pasado vuelve a casa de un ajetreado horario a tomar un baño obligado por su preocupada progenitora, la cantante de ducha no se tarda y sale presurosa. Al final del día abre con vagancia un libro, mientras busca la página en donde se quedó se acomoda en la cama para seguir con el resto de su vida, las distintas vidas que lleva entre las manos, y se despide de ellas siempre antes de ir a dormir despierta cada mañana como una persona, pero entre las manos lleva a la más poderosa de las armas que puede convertirla en lo que sea. Aunque últimamente ha cambiado, de adaptar historias a crear sus propias, aprendiendo, está aprendiendo, y lo seguirá haciendo, y enseñará hasta después de sus días, sin duda.

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El león paternal

Cynthia Paredes

C

omo animal advenedizo e impensado el rey de la selva mostrando una pinta de dictador vernáculo abrió las fauces con desprecio, como quien dice me caen mal, monos desnudos, y lentamente se escabulló entre los estantes infinitos de libros descoloridos y viejos. A su paso un tumulto de gente comenzaba a alejarse, algunos corriendo, otros paralizados por la enorme mole que se encontraba frente a ellos. Miraban fascinados, pues nunca habían visto al más grande depredador tan de cerca como en aquella extraña ocasión, pero mientras los minutos transcurrían y el león se adentraba en ese aquel nuevo lugar con curiosidad y sin dar ni un paso atrás siguió su rumbo explorando en tan intrincado laberinto de al menos 3 metros de alto. Un tanto perdido comenzó a andar entre tumbos de lo confundido que se encontraba porque se había perdido en la ahora vacía biblioteca. A lo lejos se escuchaba un ligero ruido, era como el de un gato pequeño lo cual hizo que el león naturalmente activara el instinto paterno. gran sorpresa se llevó cuando encontró a un pequeño bebe humano acostado en el piso bajo una cúpula tragaluz con formas de dis177


tintos colores reflejadas caleidoscópicamente hacia la espesa alfombra blanquecina que hacía ver a la criatura como el elegido. El león mirando con duda y fisgoneo, estaba a punto de tocar al infante, si no fuera porque segundos antes del acto esas pequeñas manos lo tocaran haciendo que la gran bestia se estremeciera hasta el núcleo de su ser ante tal ternura. Estaba indefenso. lo único que hizo fue ceder pensando no sé por qué todos corren , creen que por ser un león voy a atacarlos a todos , se equivocan , a veces puedo ser hasta más noble que un humano (dijo, talvez refiriéndose a la madre que había abandonado al pequeño ser indefenso) y allí se quedó, hasta que en la mañana siguiente vino Control Animal y se llevó al noble león que había pasado la noche acurrucando entre sus patas, dando calor para que durmiese el pobre bebé abandonado que nadie reclamó después.

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Enamorada de un andrógino

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Cynthia Paredes

adma estaba volando en el avión hacia Delhi y ya se escuchó el timbre que anuncia que el piloto va a hablar -pasajeros, hemos llegado a destino. Por favor abróchense los cinturones que vamos a comenzar el descenso. –Padma hizo lo dicho y pronto estuvo saliendo del avión hasta la terminal a recoger su equipaje. En el aeropuerto mientras esperaba las maletas, pensaba en todos los lugares que quería visitar otra vez pues hace mucho tiempo que no había ido a la India, lo que más extrañaba era la casa de sus abuelos donde solía jugar con sus amigos hasta el anochecer casi todos los días. Rápidamente agarró las maletas que reconoció como suyas y salió a la sala de espera del aeropuerto donde no la esperaba nadie, lo cual enfureció un poco a Padma. Ugh , tanto tiempo para nada. Decidió esperar un rato más pero a la falta de alguien quien la buscara decidió tomar un taxi a las afueras de la terminal, agarró su única maleta y salió del aeropuerto al estrepitoso sol 179


de la mañana, pero para su sorpresa no había ningún taxi tampoco. Decepcionada la muchacha se sentó un rato a pensar. De pronto a su mente vino un recuerdo árido y desgarrador. Unas semanas antes de la mudanza los padres de su mejor amigo de la infancia Abdul que había prometido casarse con ella, habían fallecido en un accidente. No pudo evitar distraerse en la idea de cómo estaría el , ya eran 10 años desde que ella se había ido y aun no podía sacarlo de su mente , era un recuerdo que venía así sin más a derrocarle la esperanza , pero esta vez fue más marcado ,pero no cedió borró el instante de su mente , se calmó ,miró el reloj y se enfureció un poco. Por último decidió que si nadie la iba a recoger ni había taxis, iría caminando, pues la casa no estaba muy lejos y su equipaje apenas consistía de un bolso de mano y una maleta de montañista que escogió del armario cuando planeaba el viaje. Y así se encaminó por calles las ya olvidadas por su memoria tratando de formar un mapa mental de su posición. Muy segura se dirigió al parque que había reconocido, además de que el sol abrasador le estaba quemando los hombros, tenía sed y el calor ya se volvía insoportable. Se refugió en la sombra de un árbol vacío pero en

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el parque había demasiada gente, más de lo normal. Todos reunidos en un círculo alrededor de una plataforma de metal cubierta de una tela hermosamente adornada con un altar en el medio, recordó que en esta época se celebraba un rito muy importante, cuando las Hijras se casaban con su dios. Mi madre nunca me dejó venir a uno de estos eventos. Dijo para sí. La curiosidad se apoderó de ella y sin dudarlo se encaminó entre la multitud más hacia adelante cerca del escenario donde encontró un antiguo conocido , inconfundible , vestía de sari rojo y se dirigía al centro del altar bailando ,era Abdul , al que no había visto en tanto tiempo . Sus piernas se volvieron fideos, su cuerpo completo se estremeció, si darse cuenta estaba retrocediendo y la multitud le abría paso, su mente se llenó de recuerdos y su corazón de dolor, pues ella nunca pudo decirle cuánto le importó. Acalorada y sedienta caminó cabizbaja a casa pues no quiso ver como la escena terminaba.

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Gorrión sobreviviente

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Ing. María Elena Zúñiga P.

e contaron que el gorrión ya no quiso cantar, sentado en la rama del árbol de Jacarandá, de pronto se puso a llorar lágrimas de luto , por su amada que no está. Todos las aves se acercaron para decirle que no llore más , su mirada estaba triste y no pudo contestar . Dicen que pasó mucho tiempo llorando aquí y allá. Todos le llevaron presentes para su corazón calmar. Un día ya no lo vieron , pensaron que su amor lo llevó al más allá. Pasó mucho tiempo sin oírse en el valle su trinar. Sus amigos estaban tristes, no lo pueden olvidar. Su canto cautiva el alma , su trino solo hace soñar en el sublime sentimiento , que hace que los latidos sean más fuertes y veloces como el viento y tranquilos como el mar. Atrasadas las últimas gotitas del invierno, se quedaron a jugar con las espadas del sol, muy calientes van a estar ,transformándose en arco iris. El sol pintaba con su paleta de colores una banda señorial, también los capullos de las rosas pronto van a despertar. EL silencio fue interrumpido por un canto angeli-

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cal, era el gorrión, que inmóvil cantada en el árbol del Jacarandá, de pronto dijo -“ La herida que en el corazón tengo, no se va a borrar, su huella me dice ¡ que soy un sobreviviente más! ” Y cantó y cantó a su amada con una voz angelical.

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El león libertario

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Ing. María Elena Zúñiga P.

l león ingresó por la puerta entreabierta de la Biblioteca. Se vio aparecer su imponente figura. Si digo león es solo para aproximarme a la descripción a esa criatura que turbó la paz de la antigua biblioteca. El león sin expresar miedo alguno rugió, un sonido aterrador , para sí dijo: “avanzaré hacia la alfombra que se divisa en el piso”. Era una piel de león blanca como algodón, y se movía suavemente con la brisa que ingresaba por la ventana abierta de la biblioteca , pero su mirada se dirigió también a la pared, en la cual colgaba un gran letrero que decía “ Salvemos al León está en peligro de extinción” con una fotografía de un león sentado en un madero junto a su domador… Mientras el león avanzaba tropezó con un escritorio que interrumpía el paso , en él se encontraba un libro abierto. El león se detuvo y mirando las fotografías de sí mismo, rugió fuerte una vez más , como aceptando el título digno del rey de la selva. Regresó su mirada hacía la alfombra que imponente yacía en el piso, para sí dijo: “Qué suerte tengo yo, todos me ayudan a so-

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brevivir , y no terminan como éste, de alfombra, tapete o adornando alguna casa o biblioteca”. Replicó el león: “ No puede haber suerte más ingrata que ésta, la de mi especie , o ¿ Tal vez terminó así por un ambicioso humano?” Mientras meditaba se recostó por instantes en la alfombra y mirando su rostro para sí dijo: “Sus ojos me producen miedo, me asustan, me intimidan, su poder me estremece, él es el rey de la selva como yo, que corría libre por la sabana, no tuvo cercas, ni cadenas que lastimen su melena.” El silencio fue interrumpido por el crujir de las hojarascas que se arremolinaron junto a la piel del león y aquella sombra que se dejaba levemente observar, esto puso en máxima alerta todos los sentidos del león, y sus garras listas cual dagas afiladas, para rasgarlo todo. Su majestuosa imagen se incorporó , desconcertado buscaba a quien arremeter, de pronto sin siquiera darse cuenta, el aguijón adormecedor de la tarántula estaba incrustado en su piel, el dolor era insoportable con cada segundo que pasaba. Mientras la substancia hacía el efecto deseado, el león se desplomó, se desvanecía y sus ojos semiabiertos miraron al hombre que se acercaba cada vez más , y de frente le dijo: “¿Quién eres ?, el humano que endiosóse un día , eres sabio y vanidoso, eres secreto y poderoso, eres aquel que

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me cuidaba, que me alimentaba de su mano , sí tú eres el carcelero, aquel que aprecia el buen vino , y siempre tuvo tino con el látigo y el madero, aquel que no tiene piedad ni de mi alma ni de mi cuerpo, y aunque me mira que estoy en agonía , no quiere mi libertad…”

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Biografía de Luis Buchelli

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ací un día y… moriré al siguiente. Siempre considero que el tiempo es irrealmente pasajero. Dije: siempre ?...

Hijo de apreciado hombre público, político y respetado ciudadano. Espartanamente fui entrenado en el duro arte de obedecer, ser estoico y superar sin compasión a mis congéneres. Descendiente de italianos incestuosos por conservar puro el apellido de aquél comerciante genovés, obtuve por gracia del dios de mis abuelos, el no ser tarado, o algo peor. En mi adolescencia, descubrí que a más del castigo sexual por mano propia, desarrollaba un apego por el sarcasmo y la crítica a quienes hasta hoy considero seres primarios y chusmáticos, amantes del fútbol (no football) y cosas de ese estilo. Otro día me hice arquitecto, única profesión que en ese tiempo aseguraba un futuro económicamente promisorio a los de vena artística y una imagen de bohemio, tirado a comunista incipiente, expatriado en París, 187


Moscú, o buscador del espiritualismo Beatle en las calles de Katmandú. También en los sesenta fumé la cannabis, pero me sentí tan estúpido que mejor me dediqué al alcohol, mascota fiel que una vez entrenada, sirve como muro de lamentos y escucha sin comentar. En el camino fui perdiendo esposa e hijo, pero en un recodo, reencarnó la primera y hoy cuida mis años dorados. Si biografía es hacer el gráfico de una vida, la dejo como resumen ejecutivo, porque pienso que este relato, no interesa más que al autor.

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Numa

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Luis Bucheli

uando el león entró en la biblioteca municipal, su aspecto de rey jubilado que nunca ejerció la monarquía, impactó a todos los presentes. Nadie sabía que se trataba de aquel cachorro que fue abandonado por un circo de tercera, que hace muchos años, dio un par de funciones de baja taquilla en la ciudad. Casualmente un compasivo cuidador del micro zoológico de la localidad fue quien lo encontró y logró que fuera adoptado ahí; dedicándose personal y amorosamente a su diario cuidado. Lo bautizó “Numa”, en honor al enorme y feroz felino domesticado en los comics de su héroe, el mítico Tarzán. No obstante su famélico aspecto, el león despertó en los asistentes ese ancestral miedo al depredador y, los primeros en huir en cuanto la puerta estuvo franca, fueron el par de concejales que bajo pretexto de fiscalizar cualquier cosa, estaban en aquel santuario de la lectura, para dejarse ver un poco. Numa avanzó lentamente por el pasillo creado entre las hileras de mesas de lectura, encontrándose con un alegre grupo de escolares que estaban de paseo cultural, los infantes lo rodearon, lo tocaron, le halaron 189


de la melena y la suquita de ojitos saltones comentó que, este gatote hediondo, era igualito a uno que vio alguna vez en el zoológico, sólo que más flaco. Liberado de los infantes, el león tropezó con un par de viejas de bigote y caritas de ratón de confesionario, que fueron a la Biblioteca para certificar y denunciar el domingo en misa, que ahí no existía ni un libro sagrado. Pero, satisfechas encontraron al demonio en la asombrada mirada de Numa. Se persignaron tres veces y se marcharon con paso nervioso. Cuando llegó al fondo de la sala, el león apretó carrera y se abalanzó sobre su presa, se pudo ver al anciano conserje atrapado en mortal abrazo entre las garras y fauces del animal. Asunto para recordar, en vez de sangre, el hombre estaba empapado con las lágrimas de Numa. Aproximadamente a la misma hora, en el zoológico descubrieron el cuerpo destrozado del ex gendarme que fue contratado meses atrás para remplazar al viejo cuidador, quien fue removido del cargo porque al parecer estaba chiflado , diciendo que hablaba con los animalesEn todo caso, en acto compasivo de la autoridad, al anciano de nombre Leonel, lo reubicaron como conserje en la Biblioteca. Se pensó que ahí metido entre libros no tenía amigos secretos con quienes conversar y perder el tiempo. 190


Un avión no tripulado bombardea el Pentágono

Luis Bucheli

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orman, un avispado pequeñín de seis años soñaba con ser piloto de combate, la vecindad con el edificio del Pentágono en su Washington natal, al contemplarlo lo incentivaba a diario en su propósito y se veía a sí mismo sobrevolando con su nave el idolatrado polígono, para realizando una temeraria maniobra saludar a las estrellas y barras de la bandera, claro está que este patriótico ritual, le permitiría vigilar y proteger los secretos militares altamente clasificados que ahí reposaban. Sus afanes militares y estratégicos, los reforzaba con una innata habilidad para diseñar y construir modelos a escala de temibles aeronaves de combate, utilizaba de todo, madera, plástico, papel, metal y mucha pintura; pero estas naves solo volaban en su mente. Un feliz día para Norman, su padre temiendo una frustración en el pequeño al ver en la realidad que su escuadrón no despegaba, como premio a sus logros le regaló un flamante tomcat, poderoso ícono de la armada norteamericana, en escala perfecta, equipado con motor a batería y mandos por control remoto.

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Aquella mañana el intrépido piloto se presentó temprano para cumplir con su misión, en el aeropuerto camuflado como cancha deportiva en las inmediaciones del Pentágono, a pesar del viento otoñal que soltaba sus ráfagas, decidió despegar y realizar la riesgosa acrobacia necesaria a su tarea. Poco tiempo transcurrió antes de sentir que perdía control y que su nave cargada de misiles, se precipitaba sobre el edificio. Entonces aterrorizado se eyectó. En el extremo opuesto del Pentágono, a baja altura, sin ser detectado por Norman quien se sentía causante de la catastrófica explosión al haber abandonado su avión, el vuelo 77 de American impactó la edificación. Era el 11 de septiembre del año 2001.

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El león no es como lo pintan

Sylvia Reinoso

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ra viernes en la tarde, seria aproximadamente las dos o tres. Entré intempestivamente en una apartada sección de la biblioteca local, el calor del sol aún reposaba en mi cerviz; y, mi semblante hablaba por si solo de la ajetreada jornada que había tenido aquel día; me senté con gran sigilo en un asiento extremo como esperando que nadie se diera cuenta de mi llegada, deposité mi carpeta y mi bolso sobre el asiento y me acerqué a una pequeña ventanilla; una mujer con acento semi extranjero en voz muy baja me dijo: -Su carnet y titulo de las obras, al mismo tiempo que me extendía una ficha, me quedé pensando un instante y le respondí: -“Una salvaje experiencia”. Me miró, frunció su seño y como aludida respondió: -En el subsuelo, en la sección intermedia entre el Renacimiento y la Edad Media. Bajé varios escalones que rechinaban como llevando el compás de un cortejo fúnebre, me tomé un buen tiempo para buscarlo y regresé a mi lugar. Al volver miré algunas personas de pie, con los ojos desorbitados como si hubieran visto un espectro, no alcancé a entender nada; y, como es costumbre se

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debe guardar total silencio dentro de una biblioteca, tampoco pregunté y simplemente me senté, de pronto y mientras abría el libro y miraba el prefacio del mismo, de reojo divisé una extraña silueta de extravagante melena y feroces fauces abiertas pasando detrás de mí, los ojos de las personas que estaban de pie se voltearon hacia mí, con gran intuición femenina me quedé quieta un instante, casi petrificada. La silueta que pasaba imponente lenta y amenazadora era la de un gran león, del que aquella gente esperaba únicamente el violento y letal zarpazo final. De pronto un anciano salió de una puerta posterior, con ronca y pausada voz, como de angustiado vendedor ambulante, dijo: -¿Quién encendió nuevamente el proyector? Está prohibido utilizar todo equipo que se encuentre dentro de la biblioteca. La gente que estuvo de pie se resbaló disimulada cada quien en su respectivo asiento, entre calmados pálpitos y nerviosas escondidas sonrisas; un sentimiento de gran alivio inundó la sala como cuando las aguas de un río vuelven a su cauce luego de un desbordamiento. Luego solo se escuchó a unísona voz el voltear de las páginas de los respectivos libros.

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Monólogo de la rana en la lluvia

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Sixto López (SELL)

rase una vez…, una chumbera de color verde indeciso, junto a una charca rebosante de vida, hogar ideal de infinidad de insectos, que daba frutos de corteza morada y pulpa exquisita, cuya vanidad crecía en justa proporción a la de sus abundantes espinas agudas y muy agresivas. Todo iba bien alrededor de la charca, hasta el día en el que se dio cuenta que la gente la miraba de lejos y no se le acercaba para nada. ¿Por qué?, se preguntó. De pronto se le ocurrió que la causa del daño era la rana piel color negro y rosa que roncaba cerca de ella. Indignadísima por el perjuicio del que sintió era objeto, sin pensarlo dos veces ordenó a la rana, de muy mala manera, que se alejara de inmediato. Y la rana piel color negro y rosa, más bien que defender su derecho natural de continuar roncando donde más le placía, y responder con voz de trueno su justa protesta, con voz apacible, solamente dijo: Este día, tú decides chumbera amiga; adiós, y se alejó, dando brincos anchos. Al otoño sigue el solsticio de invierno, y éste en breve 195


anuncia la primavera. La rana, piel color negro y rosa y mirada atenta, estaba de paso y casi no la pudo reconocer. La chumbera, en plena lluvia se había desvigorizado en demasía, sus flores estaban sin néctar y sus espinas no lucían amenazantes como antes. _Vaya, amiga chumbera, tu aspecto luce muy ajado _dijo la rana_, ¿fue el frío penetrante o el estío prolongado? _No _dijo la chumbera_, desde que te fuiste la cochinilla del carmín me ha chupado sin misericordia, día tras día y noche tras noche y no hay manera de recobrar mi vitalidad por mucho que lo intente. Mirándola siempre serena, la rana dijo: Chumbera amiga, reina de la primavera, productora de los más exquisitos frutos en la transición temporal, cuando estaba constante a tu lado, en mi dieta rica en proteínas y grasas insectiles, las de la cochinilla del carmín, la más agresiva de esta región, predominaban. Moraleja: Prejuiciados (circunstancia en la que los argumentos flotan sobre la nada), muchas veces tratamos con desprecio a los demás. Partiendo de supuestos falsos: el monólogo de la rana en la lluvia de pronto le pareció a la chumbera que era la causa de su desgracia. Juzgó mal, y entonces decidió que era un estorbo: ya no servía para nada. ¡Que desatino!

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Una Niña Escapa Del Registro Civil

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Sixto López (SELL)

ompañeros, de no ser por el chofer que apretó el acelerador, y la niña el paso, no estaría contándoles ésta historia. La fotografía, furtivamente captada, plasma el sigilo de la niña. Y el chofer del bus, como es de esperar, cumplía su actividad de rutina. El juicio a priori, la idea de que lo que ocurrió en ese instante fue algo fríamente calculado, está fuera de lugar; que ocurriera la víspera de Finados y que el bus fuera de la cooperativa El Fotón, fue casual. Son cosas que suceden. Por otra parte, bien sabemos que la policía reporta los casos que dan color a los informes noticiosos, destacándose entre ellos el rojo carmesí y el ámbar, y que el fenomenal éxito de la TV y las emisoras se debe a la habilidad de los presentadores y locutores para resaltar muy bien esos colores de entre los demás. Desde luego, si la niña hubiese apretado el paso antes que el chofer el pedal, la historia hubiera sido otra. Esta historia trata de la niña que en pleno medio día azul escapó del Registro Civil; y lo que hizo: su proceder muy sigiloso, fue para no despertar sospechas. Bien, la cuadra es larga y la gente que a esa hora transita por la calle frente al Registro Civil no anda fiján197


dose en los demás sino pensando en el retraso que lleva el trámite que está realizando, y la niña pensó que a paso largo lo alcanzaría, pero el bus se le fue. Corrió para alcanzarle en el semáforo, pero éste dio la señal y el bus se descolgó de prisa por la Avenida. Entonces, lo único de lo que estaba consciente la niña era que tenía que desaparecer de ese lugar. ¿Qué haría? Subir a pie por la Avenida, no. Bajar de prisa, tampoco. No vio otra alternativa sino la de buscar un refugio en la montaña. Nunca esta niña se sintió más liviana para caminar cuesta arriba. Pero, aún no había caminado 200 metros y de pronto optó por desviarse a la derecha y seguir la calle empedrada que desemboca en la gran bodega de motocicletas decomisadas. Silencio sepulcral. Ni un perro que ladre. Por primera vez sintió que su corazón quería salírsele por la boca. Lentamente se le fueron aclarando las ideas. ¡Guau: la Vespa apoyada a la caseta le serviría para escapar! Pero, esfuerzo en vano el de cruzar el alambrado de púas: no tenía ni idea respecto a cómo encender una motocicleta sin la llave. Tan rápido como pudo abandonó el lugar, aterrorizada, y la idea de regresar no le atrajo ni un poquito. Su única alternativa era la de seguir cuesta arriba, por el lado suroriental de la montaña.

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Ágil venció la dificultad del desnivel terroso y se valió de un palito para cruzar la zanja, y se le encendió el caletre, ¡flash!, al ver la casita vieja a un costado del patio, que antes habrá sido una fábrica de bloques: ¡sería su refugio! Entonces miró la quebrada al fondo y distinguió claramente un caminito a mano derecha, que va serpenteado hacia arriba. Cambia de idea. Se aventura, así, sin más. La niña subió y subió, más ligera que el viento. Atravesando el bosquecillo, se detuvo para apropiarse de una ramita de eucalipto: quizás hubieran perros que espantar. Pero la escena nítida que se le dibujó adelante, causó que tire la rama y huya de regreso por donde vino, hasta que llegó a la quebrada, donde todo terminó; mejor dicho, ahora no quiere ni recordar lo que ahí terminó. Piensa, a ratos, que mejor hubiera sido no huir del Registro Civil en pleno medio día azul.

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Biografía de Amparo Eugenia Pico Medina

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ace en le ciudad de Ambato el 22 de noviembre de 1962. Sus padres: Luis Alfredo Pico Martínez (artista plástico) y Zoila Clemencia Medina Paredes . Sus hermanos: Wladimir Lenin Pico Medina, Atahualpa Sandino Pico Medina, Crupskaya Pico Medina, Ernesto Fidel Pico Medina. Viene de un hogar de artistas, de creadores. Desde pequeña cultivó el arte de la lectura, de la declamación. Estudios: Estudios primarios los realiza en la escuela “Celiano Monge” Estudios secundarios: Colegio Hispano América (Ambato), Colegio Santo Domingo de Guzmán (Quito) Colegio de la Inmaculada (Ambato) Estudios superiores: Estudió el idioma ruso en Moscú

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Licenciada en Literatura y Castellano en la Universidad Técnica de Ambato. Dictó talleres de declamación y lectura comprensiva en la Casa de la Cultura Núcleo de Tungurahua Participaciones: -Ganadora en concursos de oratoria y declamación. -Organizadora de eventos de declamación, con la participación de jóvenes y niños en: Ambato, Argentina. -Invitada especial como declamadora en: Ecuador, Argentina, Chile, Cuba, Colombia, Moscú, Leningrado (San Petersburgo) -Organizadora del primero, segundo, tercer encuentro de declamación en la ciudad de Ambato, con la participación de niños y jóvenes de diferentes establecimientos de la localidad. Publicaciones: -Teatro y Poesía. -Vibraciones Colores y Denuedos

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-Publicación de poesía en el “Pizarrón Cultural” del diario “El Heraldo” Talleres: Participante del taller de poesía con el escritor mexicano Fonz. Participante del taller de narrativa con el maestro y escritor Fabiàn Nùñez.

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Artemarc, Mi Mundo Mágico

Amparito Pico

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i local de ARTEMARC, era como llegar a un oasis, a un mar indescriptible de sueños y colores. Lentamente mi espíritu alegre fue acaparando palabras, personajes, que me ayudaron por varias ocasiones a despojarme de ciertas angustias. No faltaba sobre el escritorio un cuadro, una fotografía, una obra de arte… para enmarcar, eso era básicamente la función en mi local , la enmarcación y venta de cuadros, aunque por lo general muchas personas que visitaban mi local se quedaban atrapadas en mi banquillo al que lo llamaban “ de los acusados” jaja ja Había en el ambiente un olor y color a cultura, así que siempre con mi buen trato supe acondicionar el espíritu de los demás. Se respiraba un aire con olor a óleo, a acuarela, a poesía, a canto… ARTEMARC, se convirtió en mi válvula de escape, igual para pintores, escritores, declamadores, teatreros, coleccionistas de arte, en fin... Siempre les abría la ventana de mi corazón y así infundir la solidaridad. En esta realidad fui edificando más mi ternura, mi

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sensibilidad, mi creatividad para el arte. Cuando llegaba el polemista, historiador, declamador, poeta, doctor Reinaldo Miño acompañado siempre de su portafolio de color café, no sé de qué año, porque el color café del cuero se lo veía deteriorado, la verdad me daba una alegría profunda verlo y él siempre con su amplia sonrisa, con su abrazo fuerte y profundome decía- Cómo está mi negra del alma_ _ Muy bien doctor- le respondía con mi alegría sincera ¿Cómo está la venta de cuadros mi negra? – preguntaba -Doctor- el arte es tan difícil vender, pero yo lo he logrado. - Venga mi doctor, siéntese. Qué escribió ahora- le manifestaba - Escribí una semblanza sobre García Lorca -¡Qué bien!- Quiero escucharlo. Se sentaba frente al escritorio, y era grandioso escucharlo, era un lujo las conversaciones con él.

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Una de las anécdotas que me contó.es que cuando él era niño, era un gran lector, un gran declamador, gracias a la ayuda de su padre Don Reinaldo Miño, quien se había profundizado en el estudio de las raíces griegas y latinas lo que le permitió desarrollar más sus conocimientos. También me relató, que cuando era niño, un jueves santo, le dio un deseo de comer carne, pero ya le habían dicho que era prohibido. Reinaldo no hizo caso tomó un trozo de carne para servirse, el momento que iba a llevarse a la boca alguien le quitó el bocado con mucha rudeza. - ¿Te das cuenta mi negra, dejarle a un niño con el deseo de comer?, hasta ahora se me va la saliva por lo que me pasó. -Ja ja ja nos reíamos juntos. Cada palabra que decía el doctor era producto de una profunda fortaleza y experiencia de la vida. Conservo las dedicatorias con su rúbrica de los artículos que él venía a compartir conmigo. Cierto día me pidió que le visitara en su casa, casa, ya

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estaba con el cáncer avanzado. Aquella tarde lo visité, lo llevé unos chocolates, pero ya no tenía la alegría de otras veces, su voz era más entrecortada, más apagada como cierto atardecer. Conversamos de algunos aspectos, me pidió que observara el retrato que le había pintado mi padre. -¡Me gusta como pinta tu padre Luis Alfredo Pico! -Maneja muy bien el color, la luz, y mira ese espatulado, es un verdadero artista. -Gracias doctor- le dije -Él es un verdadero creador, insistió.- No sé dónde está el cuadro que le pintó a óleo a Enrique Gil Gilbert, autor de uno de los cuentos que me gusta titulado Pan. Aquel retrato le pintó cuando Enrique Gil Gilbert le visitó hace muchos años atrás, e inmediatamente le hizo unos apuntes increíbles. De pronto escuché que su voz se apagaba, que su palabra se iba diluyendo. -Doctor ¿qué le duele?- le pregunté. -La espalda, mi negra, -estoy con cáncer al pulmón, yo que siempre critiqué a quienes fumaban. ¿Te acu206


erdas lo que te decía, que no me gusta ver a una mujer fumando, porque si le doy un beso sería como besar a un hombre? Fue la última broma que le escuché, en medio de su dolor. Yo le miraba pensativa, con una tristeza que destrozaba mi interior. Fue la última vez que lo vi, que lo abracé, que lo escuché. Fue el último abrazo de despedida. Fue en julio su muerte a los pocos días que falleció mi hermano Lenin. Fue el último latido de su voz, la última mirada, su última broma. Gracias a él aprendí a declamar, este maestro del arte de decir la palabra se quedó en mí. En mi memoria.

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Una Balacera En El Congreso Como Resultado De Una Denuncia

Amparito Pico

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ra una mañana llena de sol, el paisaje se asemejaba a los pétalos de un girasol donde yo podía caminar con la puntas de mi dedos.

Después de la caravana de sonrisas que me deleitaba el paisaje, aquel día, ingresé al Congreso, necesitaba ubicarles a unas amigas entre comillas.... ¡Hola Aniu, Hooolaaa Moñina! -dije el momento que ingresé. Les abracé con el afecto que me caracteriza. Dialogamos de ciertos puntos que había que establecer en el Congreso, acerca del orden, del respeto, de la solidaridad...Porque días anteriores alguien hizo una denuncia al respecto, que no se lo manejaba eficazmente. Tenía unas ganas de decirles palabras simpáticas, a mis queridas amigas como siempre lo hacía con mi manera sencilla y espontánea, sin falsedad, sino con 208


mi comportamiento de amiga y de dama. -Aniu- manifesté –¡ Eres una mujer vanidosa y de lindos ¡ y tú Moñina,¡ Me llama la atención tu dualidad a veces eres una niña y otras una persona madura..! Recuerdo que fue lo único que les dije. Yo me río ahora del dibujo que les dieron a sus rostros, de sus gestos, pero sobre todo me río porque ninguna de las dos conocía el término “dualidad” y “vanidad” Yo, inmediatamente sentí sus miradas de lobas que se posaban en mì. Las dos reaccionaron de la manera más absurda e insignificante. Aniu dijo- Sabraste que no soy ninguna vanidoosa,su tono de voz era como el aullido de una loba, empezó a lanzar petardos incandescentes, no midió sus verbos y sus sustantivos. La dama había perdido su compostura y cayó al nivel de una mujer del mercado igual que la otra. Claro, de pronto otro aullido se oyó inmediatamente era de Moñina-y dijo. -Me has dicho, falsa, hipócrita...... Yo la miré con mucha lástima y le dije:¡creo que en

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ningún momento te dije eso, la reproché! -sí reprochó ella -me dijiste duuuuaaaaaaalllll, sì me dijiste que soy una dual. -y me dije para mis adentros ellas son las falsas, las hipócritas, están fuera del contexto, fuera del contexto Se dio entonces la balacera en el congreso por no saber el significado de las palabras: vanidosa y dualidad . Las miré a las dos, las demás amigas se quedaron perplejas, lo que escuchaba es que decían las otras amigas. -¡están locas, interpretaron mal las palabras! La otra decía- ¡qué vergüenza de su comportamiento Aniu y Moñina- ¡eso no quiso decir Eugenie! Por haber mal interpretado los términos, se diluyó la reunión como el hielo fuera de la nevera,las otras amigas que son inteligentes, se solidarizaron conmigo y dejaron a un lado la reunión de mentira, de superficialidad... Moñina tomó la forma de un pulpo, con ataques de

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escarabajo. Y Aniu parecía una bomba con petardos. Ellas nunca olvidarán el reproche de las damas inteligentes, el reproche bárbaro que les hicieron. Me quedé con un gran silencio, y riéndome a carcajadas interiormente ¡a dónde nos lleva la falta de preparación, de conocimiento, la falta de lectura! Esa balacera de palabras que hubo en el congreso nunca lo olvidaré. Se auto asesinaron con su propia lengua llena de ponzoñas,. En mi memoria quedó la imagen de la loba y del pulpo y sobre todo cuando empezaron a nausear balas con formas de cucarachas, serpientes, escarabajos. ¿No creen que es para disfrutar esa historia?

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Biografía de Marcia Condo

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ujer de ojos risueños con grandes virtudes, nacida en el campo, rodeada de flores coloridas y el cantar de las aves.

Hija de nobles padres, cual han sido los pilares fundamentales que han inculcado valores de responsabilidad en su hogar, para entregar al mundo social a Marcia Isabel Condo Hernández, oriunda de la Provincia de Tungurahua, Cantón Pelileo, Sector Valle Hermoso. Mis sueños son ayudar al mundo en todo ámbito, desde el punto social hasta dejar que el tiempo eleve mis alas al viento en busca de la creatividad y la fantasía para contar y contar las aventuras que el mundo nos regala a través del pensamiento.

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Ganar o perder

Marcia Condo

n el silencio de la noche se escuchó un fuerte sonido que interrumpió la paz de aquel lugar. Allí descansaban una decena de animales que por ser un cálido lugar habitaban seres maravillosos. Por las mañanas cantaban sin cesar para indicar que el día va a empezar. De pronto una inmensa nube opacó el lugar. En pocos minutos se escucharon grandes tronidos, relámpagos y terminó con la presencia de la lluvia, impidiendo que el astro rey reflejara sus coloridos rayos e imposibilitando que los animales del lugar salgan a caminar. Han pasado ya muchas horas y los animales pequeños comer querían. Para solucionar esa desesperación un gigante oso, decidido y arriesgado, salió en busca de comida para los pequeños de su manada. Este gigante animal caminaba sin vacilar, muy robusto y elegante miraba a su alrededor. Cuando de repente un ruido lejano escuchó, toda su valentía y hermosura en miedo se convirtió. Entre las ramas se ocultó para a lo lejos ver lo que provocaba el miedo de este feroz animal. Miraba y miraba que

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no tan lejos un pequeño e indefenso osito cayó en las redes de un cazador. Intrigado se quedó sin saber qué hacer. Ayudarle sería arriesgar su vida, nadie sabía qué tan lejos estaba el enemigo de los animales. Abandonarle sería un cargo de conciencia sabiendo cómo su similar maltratado ha sido. Pues tomó una decisión de ganar o perder. Pues así fue. Se lanzó a la defensa del tierno animal, lo salvó y corrió sin darse cuenta que un ejército de cazadores les perseguían, y en la trampa del gran oso ellos mismos caerían.

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El Último Oso Polar en el Planeta Marcia Condo

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l mundo del blanco algodón, que presentaba hermosos paisajes, gigantes árboles y pocos arbustos pero muy distantes que atraían a los visitantes, tierra tranquila hasta media aburrida parecía porque todo se encontraba cubierto de nieve, más parece que las cámaras fotográficas eran solo a blanco y negro, blanco por la extensión de la nieve y negro porque la noche caía. Sin duda era el lugar donde habitaba un oso todo un caballero que usaba un esmoquin de color blanco, corbatín naranja y gafas negras para proteger sus preciosos ojos. Acostumbraba practicar mucho deporte, pues claro era muy vanidoso, lucía un cuerpo espectacular, una silueta incomparable, sin duda era el último oso polar. Felices sus días en cuanto salía a patinar el espacio era exacto para las maniobras que hacía con habilidad, cada que tropezaba en una bola de nieve iba a terminar, confundiéndose con un elemento más del lugar, cansado en la tarde regresaba a su hogar, mien-

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tras caminaba meditaba porque no tenía con quien hablar. Toda su actitud chispeante en tristeza se iba convirtiendo el reflejo de las estrellas en sus ojos dejaron de brillar y su traje de piel blanca opacaba como que el mundo se iba acabar. Finalmente se puso a pensar ¿Cómo podría salir a otro mundo para hacer una buena amistad? A medida que se puso a pensar y pensar una buena idea le vino al momento de descansar. ¡Esa! esa era la oportunidad, conocer amigos y entablar una buena amistad; pero, para ello tenía que entrenar. Los juegos del Polo Sur estaban por comenzar y este oso allá quiso participar. Para poder cumplir este sueño debía entrenar sin descansar día tras día, noche tras noche patinaba sin parar hasta cuando tuvo que viajar. egó el día en que cogió su maleta con sus mejores trajes y partió hasta el lugar de la competencia. Al momento de su llegada una gran caravana le esperaba porque era el último de su especie en participar.

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El elegante oso en la pista se puso a bailar, sus habilidades quiso demostrar. Era todo un respetable deportista que luciendo su mejor traje se deslizaba por toda la pista expresando su amor y atracción por la gimnasia rítmica, cintas enredadas que conjugaban el sentimiento de este esbelto personaje que atrajo las miradas de todos quienes estaban presentes. Al término de su presentación ¡Bravo! ¡Bravo! Gritaban. Con una ceremonia digna a su presentación fue reconocido por su talentosa habilidad y a la vez encargándole la dignidad de representante deportivo de esta magnitud.

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Biografía de Melquicide Mesías Robayo Barrionuevo.

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n 8 de Noviembre de 1954, en una casa fría de paredes gruesas y de un solo cuarto, mi madre alumbró. Viví mi infancia en un pueblito que aún sigue siendo hermoso- San Miguelito de Píllaro; estudié en una escuelita y un colegio casi centenarios – Escuela José Elías Vasco y Colegio Jorge Álvarez, respectivamente. Mi niñez y mi juventud se desarrollaron en medio de extremas limitaciones combinando el estudio y el oficio que me enseñó mi padre “ebanista”, más tarde en la Universidad Central, Facultad de Arquitectura, confundiéndome con gente de todas partes en la capital, Quito. Ya con el título decidí compartir el trabajo sin depender de los gobiernos de turno. Hoy, a los 60 años, soy padre de tres hijos quienes están sirviendo a la comunidad y también abuelo de 3 nietos que crecen alegremente en unión familiar. Me llamo: Melquicide Mesías Robayo Barrionuevo

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La Cocina De Inducción

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Melquicide Mesías Robayo Barrionuevo.

lla mismo lo comprobó cuando se fue a solicitar la estufa en un almacén autorizado del centro de la ciudad; en donde le manifestaron lo siguiente:

1.- No la tenían. 2.- No conocían disposiciones al respecto. 3.- Que vaya ahorrando porque es cara y difícilmente tendrá descuento. 4.- Que cuando exista en stock tendrá que comprar el combo, es decir con el juego de ollas especiales. 5.- Por último, mejor dicho para no alargarle el cuento le indicaron que solicite a la empresa eléctrica se realice una inspección del lugar donde vive a fin de ver si podía acceder al servicio de dicha energía en base a la existencia de postes, transformador y cableado de alta tensión; entonces cuando haya realizado este periplo solicite su medidor y realice la conexión respectiva con un maestro entendido en la materia en el sitio o lugar donde va a ubicar la famosa cocina. La madre de familia de condición humilde quedó exhausta imaginándose el trámite que necesariamente tenía que realizar. Ella nunca imaginó que la tranquilidad del campo fuera invadida por el codicioso 219


y desordenado avance urbanístico de la ciudad, que iba a hacer el límite con su propiedad, la misma que no tiene cerramiento ni lo necesitaba, la única protección que lo circundaba es unas plantas entretejidas de tupirrosas y guantos de colores, alternadas con unos árboles casi centenarios de capulí, arrayanes, alisos, cipreses y eucaliptos. La abnegada madre, esposa y abuela desde hace algunas noches no dormía lo suficiente pensando en las disposiciones legales que le imponen y en la actitud burlona de las nuevas vecinas que con facha de peluconas y noveleras ya le habían reclamado por el humo que se filtra por el tejado de su casa. Le manifestaron que ya habían tenido que ir al especialista detectándoles padecer inflamación y catarro de la mucosa nasal con lagrimeo constante, lo que sin duda desembocará una rinitis aguda… ¿Cómo iba a dar término a semejante problema?, cuando tiene que seguir cocinando todos los días casi a tiempo completo el café, el almuerzo, el intermedio y la merienda para doce personas incluidos su esposo enfermo, sus dos hijos frescos, sus dos nueras burócratas, sus dos nietos golosos y cuatro peones que como no hay trabajo para iletrados tienen que ofrecerse a cambio de su comida, realizando diariamente actividades en su pequeña propiedad; sin olvidar que para colmo tam-

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bién tiene que cocinar para sus perros y sus chanchos. Le perturbaba también el hecho de que se duplicará la tarea de las casi cuatro comidas diarias para alimentar a dichos comensales, las grandes ollas tradicionales ya no las servirían y tendría que utilizar según ella unos juguetes que máximo tienen una capacidad de cinco litros cada uno. Llegó a la conclusión entonces: que este gobierno revolucionario indirectamente hasta le está obligando a comer menos, con lo que queda claro que el corazón ya no está ardiente ni contento porque el estómago del campesino y del pobre, no estará lleno. Pues no era la cocina de inducción…, lo que le indujeron fue una gran mentira.

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El ebrio raudo

E

Melquicide Mesías Robayo Barrionuevo.

n el centro de la urbe un día lunes, los habitantes citadinos y de sus parroquias se congregan trayendo consigo sus costumbres, sus productos y sus pobrezas, alborotando la cuidad. Por una calle estrecha y congestionada de vehículos se ve caminar por un costado a un ebrio con facha de proletario; el iracundo ciudadano llama la atención a propios y extraños. Va manteniendo en vilo a los que le quedan observando porque amenaza caerse por reiteradas veces, luego ya casi del suelo como un resorte se agazapa, intenta ponerse cuerdo y a buen recaudo en la vereda casi inexistente. De pronto se le escucha decir ¡Que matriz ni que matriz…! haciendo un alto a su caminata insegura y como si le increpara a un poste de cemento que sustenta una infinidad de cables enredados con distintas direcciones, vuelve a decir ¡Que matriz ni que matriz...!, ¿será la matriz de la mentira, del cuento o de la esperanza que nunca se alcanza?... ¡ Que libertad ni que libertad…! si no hay igualdad no hay libertad. ¡Qué democracia ni que democracia…! si la que yo veo es una perfecta dictadura. Luego se calla y bal-

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bucea unas palabras para preguntar en voz baja–mirando a unos campesinos que por costumbre hacen su negocio acomodándose en un recodo de la estrecha acera – ¿Qué es la equidad?... ¿Conoce alguien de ustedes que es la equidad?..., irónicamente se ríe y haciendo una pausa dice… farsantes, mentirosos, oportunistas… ¿Dónde están los que dicen defender a la patria?…, socialistas teóricos empedernidos que nunca han generado un empleo ni un bien de consumo. ¡Qué matriz ni que matriz…! en la única matriz que creo es en la de mi madre que nos incubó a mí y a mis hermanos. Luego nuevamente se calla y como que se pone sobrio, intuyendo que le están mirando, se da cuenta que habló demasiado, se aleja raudo mezclándose con el caminante pueblo que ya quisiera tener sus agallas para decir lo que siente.

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Índice: Prólogo-Por el escritor Fabián Núñez Baquero Biografía de Eliana Olmedo. La Conspiración El extraño caso de una cucaracha ciega ¡Salud! y adiós Biografía de Ana María Navas El que huye vive Desilusión El Diablo Ha Muerto Biografía de Víctor Patricio Durán Garcés El león extraño Del internet a la vida real, una relación fallida. Atención damitas Biografía de Ligia Espín Espín El león Nada es definitivo Un festín de caníbales a la llegada de Colón Biografía de Viviana Lucas Loor El león filósofo Un grupo de elefantes invade Nueva York

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Biografía de Nathalie Barragán Galet El león lector Los nudos del cuerpo Los quince años Biografía de Nathalia Núñez Valverde El león hinduista Un grupo de elefantes invade Nueva York El extraño caso de una cuchara ciega Biografía de Luis Jaramillo El Nudista Cibernauta Al paso de la cebra La isla llamada nada Dios salve a la reina Biografía de Marcos Benítez La Peregrinación al Puñay El Viaje Interior Un Mundo Paralelo La Visita al Yachak Biografía de Zoila Chimborazo Navarrete Solo vine a llamar por teléfono El león que vuelve El gigante que nunca murió Pamela Nata El rey de la selva

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Biografía de Ruth Navarrete Un león tímido pero con memoria Mi Mundo es un Sueño. Biografía de Cynthia Paredes El león paternal Enamorada de un andrógino Ing. María Elena Zúñiga P Gorrión sobreviviente El león libertario Biografía de Luis Buchelli

Numa

Un avión no tripulado bombardea el Pentágono

Sylvia Reinoso El león no es como lo pintan Sixto López (SELL) Monólogo de la rana en la lluvia Una niña escapa del registro civil Biografía de Amparo Eugenia Pico Medina Artemarc, Mi Mundo Mágico Una balacera en el congreso como resultado de una denuncia

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Biografía de Marcia Condo Ganar o perder El Último Oso Polar En El Planeta Biografía de Melquicide Mesías Robayo Barrionuevo La Cocina De Inducción El ebrio raudo

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