MÃE E PRETA Mujeres y esclavas I.E. S. “Luis Seoane” Pontevedra - 2011
ÍNDICE
1. Introducción 2. Por qué nuestro proyecto se llama Mâe Preta 3. TST: Mujeres esclavas 4. Actividades de la vida cotidiana 5. Las mujeres en los ingenios cubanos 6. El abuso sexual a las mujeres esclavas 7. La mujer en la lucha contra la emancipación 8. El saber de las mujeres 9. Formas modernas de esclavitud 10. Acuerdos y convenios sobre la Trata de Seres Humanos en el ámbito internacional 11. La Trata de mujeres y niñas para la explotación sexual 12. La Trata de seres humanos en España 13. Qué papel podemos jugar desde las escuelas en la lucha contra la trata de seres humanos 14. Historias de mujeres 15. Bibliografía
“Una negra de nación carabalí, con un hijo de dos años, sana y sin tachas, en 370 libras y sin el hijo en 350. En la casa nº 25, calle de Peña Pobre” (Diario (Diario del Gobierno de La Habana: 7 de junio de 1818). 1.- Introducción La Trata Transatlántica de esclavos fue la deportación masiva más grande de la historia, no sólo por el número de personas involucradas, sino también por su duración y las consecuencias derivadas de la misma, tanto en el plano social, como cultural, económico económico o medioambiental. En esta deportación masiva, el número de mujeres y niñas se contabilizaron por millones y ellas sufrieron, al igual que hombres y niños, el secuestro violento, el maltrato, el desarraigo, el terror, pero a esto hubo que sumar un sufrimiento sufrimiento por razón de género, las violaciones, que comenzaban en la primera noche de travesía, los apareamientos forzados, una mujer embarazada tenía un precio superior en el mercado, la venta de sus hijos e hijas al tiempo que eran obligadas a cuidar de loss de sus amos blancos. Las mujeres no sólo tenían un valor como fuerza de trabajo (en el campo, el servicio doméstico) sino también como reproductoras, incrementando el patrimonio de sus amos. Pero, en esta situación, las mujeres fueron transmisoras de saberes saberes antiguos al convertirse en sanadoras, adoras, parteras, campesinas,…, y creadoras de cultura: contadoras de historias, creadoras de canciones y, por tanto, conservadoras de un Patrimonio Intangible que preservó la identidad cultural de sus pueblos de origen y puso las bases a una nueva dimensión cultural en las sociedades de llegada. En este camino, por supuesto, no estuvieron solas sino al lado de los hombres, como ellas, convertidos en objeto de explotación. En la actualidad, “un tercio de toda la población africana vive en la diáspora, fundamentalmente en las Américas. La trata dio lugar al nacimiento de sociedades que como las de los candomblés de Bahía, la santería cubana, el vudú haitiano, los cabildos de la costa del Pacífico de Colombia, los xangós de Jamaica o Venezuela, son actualmente verdaderos viveros de culturas, privilegiados lugares irradiantes de la identidad africana”. (obra citada) El Año 2011, fue proclamado por la Asamblea de las Naciones Unidas, el “Año Año Internacional de los Afrodescendientes”” y por ello, hemos decidido retomar un proyecto faro de la UNESCO, que ha formado parte del aprendizaje y del vivir de nuestra escuela desde el año 1999, a saber “La Trata Transatlántica de Esclavos”. Lo hacemos acompañados por el IPVCE “Che Guevara” de Santa Clara (Cuba), la S.B. “Sá de Bandeira” de Santarém (Portugal) y la Nusrat Secondary Senior School de Gambia.
2.- ¿Por qué nuestro proyecto se llama “Mãe Preta”? Cuando la profesora de gallego,, Mª Xosé nos habló de una preciosa canción que hablaba de una esclava africana que atiende con todo el cariño al hijo de su ama blanca mientras su “pequeño amor” sufre el castigo del látigo del señor, decidimos que quien mejor que ella, “Mãe Preta”, para contarnos la historia de todas las mujeres y niñas que han padecido y padecen el crimen de la esclavitud. Este estudio va por todas ellas y esperamos que sirva para que todas y todos nos sensibilicemos ante esta lacra y nos comprometamos a luchar para acabar acabar con ella. Mae Preta Dulce Pontes Composição : Piratini / Caco Velho Pele encarquilhada carapinha branca Gandola la de renda caindo na anca Embalando o berço do filho do sinhô Que há pouco tempo a sinhá ganhou Era assim que mãe preta fazia criava todo o branco com muita alegria Porém lá na sanzala o seu pretinho apanhava Mãe preta mais uma lágrima enxugava Mãe preta, mãe preta Enquanto a chibata batia no seu amor Mãe preta embalava o filho branco , do sinhô
3.- TST: mujeres esclavas na negra joven, bien parecida, diez meses y un día de parida, con buena y “Se vende o alquila una abundante leche, excelente lavandera, planchadora y con principios de cocina, sana y sin tachas, con su cría o sin ella. Calle de Cienfuegos nº 10, esquina a la de Gloria.” (Ibidem, 5 de abril de 1839) La mayoría de los esclavos, hombres, mujeres y niños se capturaban en el curso de razzias en aldeas africanas. Las mujeres cautivas eran tratadas con algo menos de crueldad que los hombres pero, igualmente encadenadas eran conducidas conducid a la costa. Después embarcadas embarcada en los navíos negreros, tras ser marcadas a fuego, lo que permitía a los traficantes identificar a sus esclavos y esclavas. Guillermo Bosman, viajero holandés, contaba “esto parece sin duda cruel y bárbaro, pero es necesario hacerlo; acerlo; ahora bien, tenemos cuidado de no hundir demasiado el hierro y, sobre todo, en el caso de las mujeres que son generalmente más delicadas”. delicadas” Durante la travesía las mujeres estaban separadas de los hombres y llevaban un taparrabos y se las colocaba delante elante de la cabina de los oficiales. Dos veces al día, junto con los niños, se les permitía andar por cubierta sueltas.
Una vez llegadas a América eran revisadas para poder venderlas lo más caras posible, al igual que los hombres. Después eran llevadas a las plantaciones de sus amos donde trabajarán como domésticas: costureras, lavanderas, doncellas o amas de cría o como trabajadoras agrícolas: en la zafra, los campos de algodón o los cafetales, con jornadas idénticas a las de los hombres. Sus hijos eran n cuidados por viejas nodrizas negras o por otros niños de más edad. Las hijas de ocho y diez años tenían la tarea de vigilar a los más pequeños y a los bebés. La infancia de una esclava o esclavo se acababa al cumplir doce años.
Muchos de los hijos eran separados de sus madres y revendidos, una esclava contaba “He tenido trece hijos y a todos los he visto partir, vendidos como esclavos, y cuando lloraba con todo el dolor de una madre, sólo Jesús me ha oído”. Estrategias maternales Las mujeres esclavizadas se enfrentaron a una serie de problemas en su vida cotidiana: problemas de salud y acceso a los alimentos básicos, la imposibilidad de circular libremente por los pueblos, la violencia física, la tortura, la muerte como castigo y la ausencia de control de sus destinos de residencia, trabajo y familia. Enfrentas a esta amplia gama de problemas, desarrollaron múltiples estrategias y tomaron opciones en sus prioridades de lucha. No fueron pocas las mujeres que optaron por la negociación negociación con sus amos para proteger la vida de sus hijos y elaboraron estrategias locales y cotidianas para resolver los problemas elementales de la vida diaria, como cobijo, alimentación y mejor trato. Tal fue el caso de Cayetana, Cayetana en la entonces provincia de Costa Rica, propiedad de Don Alfonso Ulloa tuvo tres hijos: Francisca, Manuel y Tomasa. “Para liberarlos de la esclavitud, los dio en secreto a la partera para que los entregara a otras personas y fueran criados y conocidos como libres”. Aprovechó Cayetana que su amo era muy anciano y además ciego para ocultar a sus hijos. A Francisca la crió Paula Coto, vecina de la Puebla de los Pardos, a Manuel lo cuidó Josefa Bonilla, que vivía en los arrabales y Tomasa fue entregada a María Candelaria Álvarez, vecina del d barrio de Churruca. Vivieron como personas libres bajo la crianza de sus protectores, mientras su madre continuó esclavizada hasta el fin de sus días” (testimonio recogido por Mará de los Ángeles Acuña León) León
4.- Actividades de la vida cotidiana La situación de los esclavos y esclavas era de explotación, considerados como una mercancía, eran tratados como un instrumento de trabajo. Como mercancía tuvo una reglamentación legal, así en Venezuela, por ejemplo, se exigía una tercera parte de hembras en el lote general que se importaba y el sexo no constituía un factor que determinase un mayor o menor valor. Secuestrados en África y transportados a América, sus penalidades no concluían al llegar a tierra, sino que una vida de explotación les esperaba. En este contexto general transcurrió la vida de la esclava. Además de ser considerada una mercancía, constituyó un objeto sexual para los amos y sus hijos. “Para la esclava, el sexo constituyó el camino de la prostitución y paradójicamente en algunos casos le permitió llevar una vida mejor y conquistar su libertad”. ( María del Mar Álvarez: Artículo estelar). La explotación de la fuerza de trabajo de la esclava estuvo encaminada en dos direcciones: las labores agrícolas y el servicio doméstico.
A este último se dedicó un sector considerable ya que se consideraba dichas labores, como inherentes a la naturaleza biológica de la mujer. En cumplimiento de dichas tareas fueron lavanderas, cocineras, limpiadoras, planchadoras y, además, cuidaban a las mujeres de la casa en la enfermedad y actuaban como curanderas y preparaban bebedizos para que sanaran. Cabe destacar como oficio importante, el de aya y nodriza de los hijos de los amos.
Igualmente importante era su fuerza de trabajo en las labores agrícolas. La jornada de trabajo se iniciaba a las 4 de la mañana y, después de rezar, comenzaba la recolección de leña para el fuego, con participación de todos y no había ninguna consideración especial para la mujer grávida
o con hijos para amamantar; había una edad mínima de 12 años para ir al campo y máxima de 60. En cuanto a las condiciones de trabajo existentes entre las domésticas y las agrícolas, hay que tener en cuenta que las primeras trabajaban en la casa y las segundas en el campo, por lo que las esclavas preferían las as tareas domésticas y más si eran de cocineras o amas de cría, pues le suponían un trato especial por parte de los miembros de la familia. No obstante, cuando pretendían casarse, comprar su libertad o hacer efectiva una justa aspiración, se rompía la vinculación ulación humana y surgía el nexo de amo y esclava. En otras labores realizadas por las negras durante la Colonia no se sabe si eran libres o esclavas, tal es el caso de las panaderas. En relación al tipo de familia que tenían los esclavos, se hace necesario necesari aclarar que, considerados una mercancía, eran vendidos separando a las parejas y a las madres de sus hijos. No podían tener una familia monogámica, al igual que sus amos, porque la esclava era un objeto sexual y no podía oponerse al requerimiento de los varones miembros de la familia del amo. Habiendo perdido su condición de personas, tampoco podían organizarse como una familia poligínica, tal y como estaban organizadas en África, donde el vínculo más estrecho era entre madre e hijo y es este último elemento nto que perdura en las esclavas. “Iba yo un día a casa de un mercader que me había llamado: me enseñó varios cautivos, entre otros a una mujer de unos veinte o veintidós años, muy triste, hundida en su dolor, con el pecho un poco colgante, pero repleto, lo o que me hizo suponer que había perdido a su hijo. Se lo hice preguntar al mercader, que me contestó que no tenía nada. Como a esta desgraciada mujer le estaba prohibido bajo pena de muerte hablar, para asegurarme mejor de su situación se me ocurrió presionarle el pezón, del que salió leche, suficiente para para cerciorarme de que la mujer estaba criando. Insistía en que tenía un hijo, y el mercader negaba siempre; impaciente no obstante por mi insistencia, me llegó a decir que al fin y al cabo eso no debía impedirme comprar a la mujer, porque por la tarde su hijo h sería arrojado a los lobos. Me quedé desconcertado,, estaba dispuesto a retirarme, para reflexionar sobre esta terrible acción, cuando la primera idea que me vino a la cabeza fue que podía salvar la vida de este niño. Acto seguido, dije al mercader que compraría a la madre a condición de que me dejara al hijo. Me lo hizo traer de inmediato, y se lo devolví a su madre, que no sabiendo cómo mostrarme su reconocimiento cogió un poco de tierra con su mano y se la arrojó sobre la frente. Pruneau de Pommegorge: Pommegor Descripción de la negritud (1789)
La esclava, al igual que el esclavo, recurrió para lograr su libertad a las vías jurídicas. En tal sentido reclamaba el cumplimiento de las cláusulas testamentarias que le otorgaban la libertad, aunque muchas veces esa a medida era revocada. También ofrecían dinero para comprar su manumisión. No descartó la esclava la conquista de su libertad al margen del derecho, como fueron las fugas y las sublevaciones. Cuando escapaban de sus amos fundaban las cumbe, cumbe poblaciones de negros “cimarrones”. La presencia de las negras como concubinas o esposas evidentemente era lo que determinaba la estabilidad del grupo social. “En la sublevación de esclavos en 1795 se menciona a tres mujeres: Apolonia, Juana Antonia y Trinidad, condenadas condenad a 200 azotes con recomendación de sus dueños de ser vendidas fuera de la jurisdicción”. (María del Mar Álvarez: obra citada). La esclava ubicada en la escala más baja de la estructura social de la colonia ha permanecido oculta para la historia. 5.- Las mujeres en los ingenios cubanos Hasta finales del siglo XVIII los traficantes negreros importaron pocas mujeres. Y aunque el costo del esclavo en África y su traslado a América no variaba mucho por razón del sexo, el precio superior de los hombres en la venta hizo que los cargamentos fueran sobre todo de estos. Cuando el precio del esclavo importado superó el costo de producir un esclavo en la propia finca, se cambia la política de importación. Aún así el promedio de mujeres a principios del siglo XIX era de un 12%, por tanto la tasa de natalidad del grupo era mínima y además la falta de atención de las parturientas y del cuidado de los niños determinó una altísima mortalidad infantil, así que la disminución anual de la población se compensaba con la importación tación de nuevos africanos. La única ventaja, desde un punto de vista económico, que reportaba la mujer esclava era la posibilidad de parir esclavos, reproduciendo así el capital de la empresa.
Arango y Carreño, analizó el negocio de la cría de esclavos y llegó a la siguiente conclusión:
“La esclava preñada y parida es inútil muchas veces y (…) debe ser alimentada mejor. Esta privación del trabajo, este aumento del costo de la madre, salen del bolsillo del amo (…) el negro que nace en la casa ha costado más, más, cuando puede trabajar, que el de igual edad que se compra en pública subasta”. La grave desproporción entre hombres y mujeres debió crear un clima de tensión y represión que se expresó de mil maneras: cuentos, cantos, bailes, etc. y fue utilizado por los l racistas para justificar la sexualidad sádica del negro, la inmoralidad de la negra y la lujuria de la mulata. El 22 de abril de 1804, una Real Orden permitía la prórroga del comercio de esclavos y exigía a los dueños de las haciendas donde sólo había varones que adquirieran hembras “hasta que todos estuvieran casados”. A lo largo del siglo XIX hay cuatro factores que van impulsando el incremento de la importación de mujeres esclavas: El temor a una súbita interrupción del tráfico negrero sin tener Cuba la proporción de sexos necesaria para el crecimiento vegetativo de las dotaciones esclavas. La actividad del gobierno metropolitano y las instituciones locales habaneras a favor de la nueva política de importación. El acrecentamiento del precio de los esclavos esclavos hombres a un ritmo más rápido que el de las mujeres esclavas. Introducción de cambios técnicos y en el proceso de organización del trabajo que permitió la incorporación masiva de mujeres y niños a las labores generales del ingenio. La necesidad económica ómica de importar mujeres para la reproducción mostró que era falsa la generalizada apreciación sobre el bajo rendimiento del trabajo las negras. Ellas trabajaron junto con los hombres las 16 o más horas diarias de la zafra. Anselmo Suárez Romero, escritor romántico y dueño de esclavos, dejó esta breve descripción de las esclavas: “… de esas negras puede decirse que no descansan ni los domingos ni los días de fiesta; esas negras parece que son hechas de hierro. Porque no dormir más que 5 horas durante la molienda, molienda, levantarse cuando aún no piensan lucir los primeros resplandores de la mañana y estarse metidas, sin más tegua que el rato del mediodía que vienen a comer (…) y luego el domingo y los días de fiesta dan de mamar al hijo, lavan y cosen la ropa, guisan guisan la comida… Por eso dicen los mayorales que las negras son de más resistencia y de más constancia en el trabajo que los hombres (…) La presencia de mayor número de mujeres en los ingenios obligó a una mínima regulación de las relaciones entre individuos de uno y otro sexo para asegurar, por una parte, un buen índice de procreación esclava y, por otra, para evitar los conflictos.
Si bien la institucionalización familiar fue casi imposible en las plantaciones, la cría de esclavos por métodos cuasi-ganadeross se desarrolló con éxito en algunos ingenios, que muestran un creciente interés por la cría de negros, por la supervivencia de los “criollitos”. “criollitos” Así, mientras las madres trabajaban 16 horas o más horas, los niños eran enviados al “criadero de criollos”. criollos” Normalmente ormalmente las esclavas de los ingenios veían a sus hijos sólo en la parada técnica del domingo. Pero, en general, los sacarócratas fracasaron en sus intentos de lograr el crecimiento vegetativo de las dotaciones esclavas. Fueron muchos los factores que incidieron incidieron en ello pero pueden señalarse los siguientes: El desequilibrio en la composición porcentual por sexos. La baja tasa de fecundidad de las esclavas. La elevadísima tasa de mortalidad infantil en los ingenios. El bajísimo promedio de vida del esclavo. esclavo Por último, como reacción del status de esclava, la mujer negra se autoimpuso un rígido control de natalidad, reviviendo y generando todo tipo de prácticas de control de natalidad y abortivas. Sólo cuando fueron mejoradas las condiciones generales de vida por el “buen tratamiento” disminuyeron las prácticas malthusianas y abortivas de las esclavas, y estimulados económicamente los administradores y mayorales en la conservación de las crías, la tasa de mortalidad infantil descendió. 6.- El abuso sexual a las mujeres esclavas En el período colonial español algunos amos y negreros adoptaron en ciertas ocasiones formas de relaciones con sus esclavas, determinadas porque los primeros se sentían con derecho de acceso carnal hacia las segundas. La mujer esclava en el discurso colonial estaba definida como “un sujeto carente de honor” y, por lo tanto , propensa a comportamientos sexuales desbocados, a la lujuria y al vicio; por tanto la posibilidad de reclamar a los amos excedía de sus posibilidades y cuando lo hacía, se establecía que “los los argumentos de la esclava, son absolutamente falsos, sin visos de verosimilitud y originados de indebidos influjos fomentados por el ambicioso deseo del goce” ( Moiséss Munive Contreras: Revista Historia 02). Por tanto, el propietario de la esclava se sentía autorizado no sólo para encaminarla en la vida sino además para disponer de ella sexualmente. Durante la época colonial el vínculo más vivo de toda persona era el familiar, fundamentado en la religión católica. Para muchos hombres, liberar su energía erótica era más fácil con una mujer negra que con sus pares, aunque el temor jugaba un papel importante en las relaciones amoamo esclava. La esclava tiene claro que ser agredida agredida sexualmente por su amo no es un delito, sino una manifestación más del poder que ejercía sobre ella, por eso el amancebamiento o la violación se presentaban normalmente dentro de los muros de las casas. En las ciudades coloniales la proximidad a la familia del amo favorecía el buen ambiente para la esclava, pero también facilitaba el espacio de cercanía para que el amo intentara abusar sexualmente de su propiedad.
En el campo, ampo, se las trataba con la indiferencia indi propia de un serr marginal y, en bastantes bast ocasiones con animadversión. En los pocos momentos en que los amos las abordaban con cierta simpatía era cuando las querían para satisfacer sus apetitos sexuales.
Las esclavas no contaban con la misma protección que la Corona le brindaba a las indígenas indíg y mestizas por lo cual los amos se sentían con todos los derechos para cometer con ellas toda clase de desmanes. Frecuentemente era obligada a ser la iniciadora sexual de los hijos de los propietarios. La promesa de libertad hecha a algunas mujeres a cambio de favores sexuales era en cierto grado frecuente y desde luego también lo era el incumplimiento de la promesa. Las mujeres esclavas desempeñaron en la obtención de su libertad y la de su familia una pieza clave, movilizando todo un conjunto de maniobras maniobras y saberes que fueron alimentados por su experiencia personal como mujeres, como esclavas y como parte de una dinámica social determinante.. En conclusión, independientemente del ambiente donde se desenvolvía la vida de la esclava o de su oficio, se la culpabilizaba del abuso sexual, no importaba si el amo o algún familiar fuera el que cometiese la agresión. 7.- La mujer en la lucha por la emancipación Las as mujeres negras participaron en diversas formas de resistencia, como las prácticas mágicas, el arte te del bien querer, los ritos religiosos, la música afro y, sobre todo, en múltiples rebeliones. rebeliones “En el mundo hostil, lleno de vejaciones y torturas en que vivían las y los esclavos, no había nada que perder, el hecho de llegar a ser libres era lo único que q importaba”. (Ermila Troconis, 1998). La mujer era sometida al duro trabajo de la mina, de las plantaciones o del servicio doméstico, en la noche era amante de su amo y las hijas/hijos que nacieran aumentaban el número de sus esclavos. Si la mujer africana na era violada y salía embarazada tenía tres opciones: el aborto, el suicidio o tener el hijo del hombre blanco y luego negociar la libertad de su hijo “mulato”. Por eso surge el cimarronaje, que es la huida del hombre negro. Las cimarronas jugaron un papel pape importante y cambiaron la fisonomía económica de algunas regiones, incluso hubo haciendas que fueron manejadas por mujeres. En toda América Latina hubo zonas liberadas por esclavas y esclavos escapados, el cimarronaje no es sólo huída de la colonia esclavista, escla es alternativa social, económica y política a ese sistema.
8.- El saber de las mujeres Las mujeres,, al igual que los hombres, fueron transmisoras del conocimiento tradicional de sus comunidades de origen. En el momento de ser arrancadas de África y transportadas a América, lo hicieron cargadas cargadas de sus saberes como parteras, sanadoras, agricultoras, contadoras de historias, etc y estos saberes fueron conservados y transmitidos oralmente para garantizar su supervivencia pero también para atender atende a las necesidades de sus amas y de los hijos de estas. Muchas canciones fueron cantadas por estas mujeres a los bebés blancos que criaban y así muchas se conservó una parte de la riqueza lingüística de sus comunidades de origen. Las mujeres esclavas siguieron siguieron la tradición africana en el cultivo de sus huertos, en la tierra del señor o en la producción para un mercado pobremente organizado. Y también incorporaron el diseño de sus tejidos tradicionales. Este bagaje cultural ayudó a construir la nueva cultura cultur americana. 9.- Formas modernas de esclavitud Aunque se pueda pensar que la esclavitud es una lacra del pasado, la trata de seres humanos es un fenómeno de preocupantes dimensiones y una de las más sangrantes formas de reducción del ser humano a simple mercancía y suponen una de las formas más graves de violación de los Derechos Humanos. Se e calcula que existen exist 28,4 millones de e esclavos y aproximadamente 1,48 millones son niñas y mujeres eres jóvenes, que “fueron engañadas, secuestradas, seducidas o vendidas por sus familias y que son forzadas a prostituirse en todo el mundo” (Siddharth Kara “Tráfico sexual: El negocio de la esclavitud moderna”). moderna” . La trata de seres humanos incluye las múltiples ples formas de tráfico con fines de explotación sexual (prostitución, turismo sexual, compra de novias, matrimonios forzados y serviles), la extracción y comercio de órganos y el tráfico de seres humanos con fines de explotación laboral. Concepto Universal de Trata En noviembre de 2000, la Asamblea de las Naciones Unidas aprobó la Convención de las Naciones Unidas contra el Crimen Organizado Transnacional y dos de sus protocolos suplementarios, el Protocolo para la prevención, supresión y castigo del tráfico tráfi de personas, especialmente mujeres y niños, y el Protocolo contra el contrabando de inmigrantes por tierra, mar y aire, que entraron en vigor en septiembre de 2003 y enero de 2004, respectivamente. En ellos se define la trata de seres humanos como: “Reclutamiento, Reclutamiento, transporte, embarque o recepción de personas, por medio de amenaza, amena uso de la fuerza, coacción, fraude, engaño, abuso de poder o de situaciones de vulnerabilidad, o mediando pago o beneficio económico en la obtención del consentimiento de una un persona para que ceda el control sobre otra con el propósito de su explotación. La explotación incluye, como mínimo, la derivada de la prostitución y de otras formas de explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas similares, servidumbre y extracción de órganos”. Esta definición puede desglosarse en tres elementos fundamentales:
La acción: Captación, transporte, embarque o recepción de personas. Los medios empleados: Amenaza, fuerza, engaño, abuso de poder, vulnerabilidad, pago o remuneración a alguien que ejerza un control previo sobre la víctima. La finalidad: Propósito de explotación de cualquier tipo. Igualmente se considera trata de seres humanos la captación, el transporte, traslado o recepción de los menores de 18 años. 10.- Acuerdos y Convenios sobre la Trata de Seres Humanos en el ámbito Internacional. Las principales normas de derecho internacional contra la trata son: Declaración Universal de los Derechos Humanos, de 10 de diciembre de 1948. Convenio de las Naciones Unidas para la represión de la Trata de Personas y la Explotación de la Prostitución Ajena, de 2 de diciembre de 1949. Convenio Europeo de Derechos Humanos, de 1950. Convención sobre la eliminación de todas formas de discriminación contra la mujer, de 1979. Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, de 15 de noviembre de 2000. Principios, recomendaciones y directrices del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre derechos humanos y la trata de personas, de 2002. Protocolo de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, de 2003. Protocolo las Naciones Unidas de contra el tráfico ilícito de emigrantes por tierra, mar y aire, de 2004. Decisión Marco del Consejo de la Unión Europea, de 19 de julio de 2002, relativa a la lucha contra la trata de seres humanos. Directiva 2004/81/CE del Consejo, de 29 de abril, relativa a la expedición de un permiso de residencia a nacionales de terceros países que sean víctimas de la trata de seres humanos o hayan sido objeto de una acción de ayuda a la inmigración ilegal y que cooperen con las autoridades competentes. Convenio del Consejo de Europa, de 16 de mayo de 2005, para la acción contra la trata de seres humanos. Plan de la Unión Europea sobre mejoras prácticas, normas y procedimientos para luchar contra la trata de seres humanos y prevenirla (2005/C311/01). Convención de los Derechos del Niño de 1989 y Protocolo facultativo de la Convención de los derechos del niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía, de 2000. Plan de Acción de la OSCE “Luchando contra la trata de seres humanos”, de 2003. En España y las Comunidades Autónomas Plan integral contra la trata de seres humanos, de 2010. Protocolo contra a trata de seres humanos.
11.-La trata de mujeres y niñas para la explotación sexual. Cada ada día mujeres y niñas son violadas con impunidad para que otros se lucren, de tal manera que el tráfico sexual ocupa el tercer puesto mundial en la obtención de beneficios tras el tráfico de armas y de drogas. La lucha contra ello sigue siendo muy ineficiente ciente por diversas razones: • • • •
Porque sigue siendo poco conocido. Porque las organizaciones dedicadas a la lucha contra el tráfico sexual son muy pocas y carecen de coordinación internacional. Las leyes de los distintos países son, en muchos casos poco rigurosas rigurosas o no se aplican. Es imprescindible elaborar un plan estratégico de intervención.
La adquisición de esclavas sexuales se produce mediante uno de estos cinco medios: 1. Engaño,, consiste en una falsa oferta de trabajo, viaje u otra oportunidad de conseguir ingresos. También puede incluir falsas promesas de matrimonio. 2. Venta por la familia, las condiciones de pobreza, desesperación y desarraigo hacen que muchas familias vendan a sus hijas a los tratantes de esclavos. 3. Secuestro,, no es una forma muy frecuente. 4. Seducción o cortejo,, muchas de las víctimas de la prostitución forzada son captadas inicialmente mediante promesas de amor. En Europa Central y Oriental los loverboys son agentes que abordan a las jóvenes, les proporcionan documentos falsos y las envían por po tren o avión asegurándoles que un amigo las espera en su destino. El amigo suele ser un tratante o dueño de prostíbulos. 5. Captación con la ayuda de ex-esclavas. 6. Una última forma de captación está ligada a rituales juju que vinculan el espíritu de una persona rsona a la obligación de pagar exorbitantes deudas después de que son llevadas al país de destino. El impago de estas deudas produce una profunda aflicción espiritual, y además perjudica a sus seres queridos.
Las esclavas sexuales son llevadas de los países países de origen a los de destino a través de países de tránsito y utilizando cualquier medio de transporte. Se pagan sobornos en las fronteras y se usan pasaportes falsos para transportar personas a casi cualquier parte del mundo. Los macromovimientos de esclavas vas sexuales implican el tránsito desde las zonas y países pobres hasta las zonas y países ses ricos (Nepal, Bangladesh, India, Birmania, Camboya hacia China, Japón, Australia, Europa Occidental, etc.).
Mención aparte merece Europa, el flujo más importante va desde las naciones más pobres (Europa Central y del Este) hacia las naciones más ricas (Europa (Europa Occidental, Turquía y Oriente Medio), además la facilidad de viajar a casi cualquier país hace muy difícil su seguimiento. La explotación de esclavas sexuales consiste consiste en primer lugar en la coerción violenta para que realicen servicios sexuales, aunque en esencia la explotación comienza en el mismo momento de su adquisición. Las esclavas son violadas, torturadas, privadas de alimento, humilladas y drogadas durante el transporte, tanto por el placer de los traficantes como para quebrar su resistencia y hacerlas más sumisas. La actual industria del tráfico sexual implica violaciones sistemáticas, tortura, esclavitud y asesinato de millones de mujeres y niñas, ya sea directamente mediante homicidio o indirectamente mediante enfermedades de transmisión sexual y drogas. La adquisición, el movimiento y explotación de las esclavas constituyen una industria que genera miles de millones de dólares de beneficios al año, un margen margen de beneficio mayor que el de casi cualquier otra industria lícita o ilícita. El número total de víctimas de la trata con fines de explotación sexual está entre 500 y 600 mil al año, de un total de 1,5 a 1,8 millones de víctimas de la trata de seres humanos. humanos. Además de para la explotación sexual, se trafica con las personas para la servidumbre doméstica, el trabajo agrícola forzoso, la mendicidad, la industria, la construcción y la extracción de órganos. “En todo el mundo, una mujer o una niña es víctima del tráfico sexual cada sesenta segundos” (Siddharth ( Kara: obra citada) y Europa arroja los niveles más altos de esclavitud sexual del mundo. La trata de seres humanos con fines de explotación sexual, especialmente de mujeres y niñas, sus principales víctimas, es una manifestación más de la desigualdad en la que se encuentran las mujeres en muchos lugares del mundo y constituye una clara expresión de la violencia de género. La trata con fines de explotación sexual no es un fenómeno nuevo. Las causas que qu lo hacen posible son, fundamentalmente, la creciente desigualdad entre los países, la pobreza y su feminización, la persistencia de la discriminación de las mujeres, el desempleo, la división sexual del trabajo, la falta de educación y la imposibilidad de de acceder a los recursos. 12.- La Trata de seres humanos en España Los informes de Naciones Unidas consideran que España no actúa como país de origen, sino que es utilizado en un grado que se califica de bajo como país de tránsito de víctimas de la trata procedentes de Brasil, América del Sur y África. África Sin embargo se asigna a nuestro país una importancia alta como lugar de destino, ya que recibe víctimas procedentes procedentes de Colombia, República R Dominicana, Nigeria, Rusia, Ucrania, Rumanía, Bulgaria, Brasil, Croacia, República Checa, Hungría, Marruecos, Polonia, etc. En los últimos años han surgido muchos puntos en los que se ofertan servicios sexuales, principalmente por medio de anuncios en prensa, al tiempo que se han instalado cientos de establecimientos dedicados edicados a la prostitución en las principales vías de comunicación y en las afueras de las ciudades, lo que
permite apreciar un incremento del consumo de la prostitución en España y según estimaciones policiales, el 90% de las mujeres que trabajan en esos lugares son extranjeras, de las cuales más de la mitad procederían del continente americano, una tercera parte serían europeas y el resto africanas. Muchas de estas mujeres estarían en poder de redes de trata de seres humanos. Las mujeres víctimas de las redes edes de trata de seres humanos son captadas en sus países de origen aprovechando su situación personal, generalmente caracterizada por la carencia de recursos económicos, desempleo, bajos niveles educativos y dificultades para emigrar de forma regular, utilizando lizando para ello anuncios de empleo (normalmente para la hostelería o doméstico), o través de agencias matrimoniales o de modelos. En otros casos, por mujeres que ya han ejercido la prostitución en España y que perciben comisiones de las redes. La configuración ración de la explotación sexual requiere de una estructura organizativa y por ello es una actividad atractiva para los grupos criminales organizados, muy interesados en controlar directa o indirectamente a las mujeres que ejercen la prostitución. La organización ización suele facilitar a las mujeres captadas la financiación del viaje y los documentos necesarios para entrar en España, contrayendo la víctima una deuda con la que será coaccionada posteriormente. En algunas ocasiones las mujeres viajan acompañadas por miembros de la organización, otras son recogidas por ellos a su llegada y tras serles retirados sus documentos, trasladadas al club de alterne o al prostíbulo. Allí son sometidas a control y vigilancia, que en los casos más graves incluyen el encierro, la prohibición de relacionarse, las amenazas, las agresiones y las palizas. En el caso particular de las mujeres subsaharianas, especialmente nigerianas, la coacción se realiza mediante ritos de vudú o magia negra en los que se vincula el impago de la deuda a desgracias para la víctima o sus familias. Además hay que señalar la tendencia social en los países receptores a considerar a las mujeres prostituidas como responsables de su propia situación. La estigmatización social, el aislamiento, las dificultades del el idioma, el miedo y la imposibilidad de encontrar soluciones para sus vidas contribuyen tanto a mantener la situación de explotación en clandestinidad como a dificultar la integración sociolaboral de las víctimas. Debido a ello, el Plan integral contra la trata de seres humanos,, aborda el problema desde cuatro puntos de vista: En primer lugar, desde la perspectiva de género, pues tal y como manifiesta la UE “las “las mujeres presentan mayor tendencia a convertirse en víctimas de la trata debido a la falta de educación y oportunidades profesionales”. En segundo lugar, como una violación de los derechos fundamentales. En tercer lugar, como un hecho transnacional que requiere de la cooperación internacional. En cuarto lugar como un delito en el que es imprescindible imprescin la actuación policial y judicial. El plan integral desarrollado por el gobierno de España persigue los siguientes objetivos:
Sensibilizar a la sociedad para promover reacciones de tolerancia cero contra los actos de la trata de personas con fines de explotación sexual. Combatir las causas a través de políticas activas de cooperación con los países de origen y mediante medidas preventivas en países de origen, tránsito y destino. Desarrollar medidas desde una perspectiva integral, en los ámbitos judicial, social, educativo, policial, administrativo y de inmigración con participación de las ONG. Asegurar la asistencia y protección a las víctimas de la trata, garantizando sus derechos. Luchar decididamente contra la trata y contra la activa intervención intervención en el fenómeno de traficantes y proxenetas. 13.- Qué papel podemos jugar desde las escuelas en la lucha contra la trata de seres humanos La escuela como espacio de convivencia, reflexión y aprendizaje debe plantearse como objetivos: Dar a conocer a nuestros estros jóvenes que la esclavitud no es un hecho del pasado sino que es una lacra presente en nuestras sociedades. Sensibilizar a nuestros estudiantes para que sean capaces de ponerse en la “piel de las víctimas” e impulsar sentimientos de empatía y solidaridad con ellas. Valorar el papel de la mujer y superar prejuicios de discriminación y estereotipos sexuales. Desarrollar actitudes de tolerancia cero sobre la prostitución y la explotación sexual de mujeres, niñas y niños. Superar la idea de que las víctimas son las culpables de su situación. El proyecto de “La Ruta del esclavo”, promovido por la UNESCO, tanto en el ámbito de la Trata Transatlántica como en las modernas formas de esclavitud nos permite desarrollar proyectos de investigación que involucran volucran a toda la comunidad educativa, permite desarrollar valores de interculturalidad y de paz y nos mueve a transformar nuestra sociedad, haciendo visible la capacidad de hacerlo mediante la educación. “Me gustaría hacer un anuncio en la televisión para para contar a todo el mundo lo que les sucede a las víctimas del tráfico sexual. Me gustaría poder ayudar a la gente pobre para que tengan una vida mejor y no la traten así” ( Lisu- Esclava sexual en Tailandia)) Tailandia)
“Trabajábamos seis días a la semana y doce horas horas diarias. Normalmente teníamos que atender de treinta y dos a treinta y cinco clientes al día. Los fines de semana eran peores. Nuestros cuerpos estaban completamente hinchados y doloridos, A los jefes no les importaba …teníamos que trabajar en cualquier cualquier circunstancia (…) Ellos no nos protegían
de las palizas de los clientes. Además, nuestro trabajo no terminaba con la noche. Entonces llegaba el turno de los jefes. Si alguna se quedaba embarazda, la obligaban a abortar” ( María- Esclava sexual en Estados Unidos) Testimonios sacados del libro de Siddharth Kara “Tráfico sexual: El negocio de la esclavitud moderna)
14.- Historias de mujeres SIERRA LEONA: LA INFANCIA DE LAS NIÑAS La guerra es la más ignominiosa de las ignominias. Los combatientes son casi siempre hombres, y las víctimas, civiles. Niños, ancianos, hombres desarmados y mujeres son empleados como escudos humanos, son bombardeados o masacrados, utilizados para mantener la vigencia del horrible catálogo que suma todas las violaciones de los derechos derechos humanos. La muerte se pasea sin tapujos por los escenarios conflictivos, riéndose de los vivos. Los mejores valores quedan sepultados cuando se produce el pitido bélico inicial. La mujer sufrirá por partida doble. Su condición siempre será un lastre. Si su aldea es asaltada es difícil que se salve de la violación. Si su ciudad es cercada es posible que muera en una cola de agua durante un bombardeo con morteros. Si es detenida por ejercer de opositora política en una dictadura militar o protestar por la desaparición de su marido o su hijo no podrá evitar las torturas sexuales. Si es una niña secuestrada por un grupo guerrillero será obligada a mantener relaciones sexuales con los comandantes. Si es una niña soldado también ejercerá de esclava sexual. Sii se libera del grupo armado es posible que nunca cuente su historia de humillaciones, apenas se beneficie de los programas de rehabilitación y acabe en las redes de la prostitución. La mujer de la que hablo murió en el verano de 2003. La llamo mujer injustamente injus porque nunca abandonó la adolescencia. Tenía 11 años cuando los rebeldes sierraleoneses la secuestraron en su aldea natal. Ejerció de amante de un oficial durante seis meses, que la marcó los dos brazos para que pudiese ser reconocida si se decidía a escapar. Fue instruida para ser soldado y cuando adquirió su nueva condición pudo «divorciase» de su violento oficial. En una segunda etapa tampoco tuvo suerte: se convirtió en la esclava sexual de dos comandantes que la «usaban» de forma indistinta cuando ndo les apetecía. Consiguió escaparse y alcanzar un campamento de refugiados en un país limítrofe. Vendió hielo y agua fría en las calles de una gran ciudad, trabajó en labores domésticas, enfermó y durmió varias semanas en el cementerio antes de ser repatriada. Cuando en abril de 2002 llegó a Freetown, la capital sierraleonesa, el SIDA le estaba minando la salud. En febrero de 2003, apenas podía sostener en pie un cuerpo escuálido y llagado en el que
destacaban unos impresionantes ojos tan tristes que aún me persiguen. Los últimos meses de su agonía sintió la compasión humana cuando, por primera vez en su vida, se la trató con dignidad. La niña soldado secuestrada, violada, «usada» sexualmente, utilizada como esclava doméstica, pisoteada a lo largo de toda su vida, murió con 17 años. Se llamaba Ishah Jonson. En su honor y el de tantas pequeñas sin nombre, recuerden que ella simboliza la lucha contra la degradación. (Gervasio Sánchez)
REPÚBLICA CENTROAFRICANA: LA FAMILIA Honorine es una mujer bantú que tiene un hijo pigmeo de ocho años. Este hecho singular se explica por un pequeño milagro, uno de esos que suceden en la vida ordinaria, ocultos, sólo visibles para los ojos del corazón. Los padres de Joel eran pigmeos Su padre murió en la selva mientras recolectaba recolectaba miel silvestre de los árboles, pocas semanas antes de que él naciera. Y su madre murió poco después del parto, en mitad de la selva. Ambos eran muy jóvenes y Joel era su primer hijo. Las mujeres pigmeas tienen sus hijos en la selva, siguiendo un rito ancestral. Cuando llega el momento de dar a luz, se alejan del campamento y se adentran en la selva. La acompañan una anciana, que habitualmente hace las veces de comadrona, y el esposo, que le construye una pequeña choza con hojas de banano. La comadrona rona tradicional prepara una infusión de hojas y tallos verdes de una planta, a la que denominan yongereyo, que posee propiedades como tónico uterino, de forma que induce y facilita el parto. Y aplica sobre obre la piel del vientre un ungüento ungü preparado con las raíces y cortezas de diferentes árboles. La mujer, con la ayuda del marido, que la sostiene, da a luz en cuclillas. Sus conocimientos de las plantas medicinales y la experiencia acumulada acumulada durante generaciones le permite atender los partos con bastante pericia pericia y normalidad, de una manera higiénica, utilizando como antisépticos la savia de ciertos árboles, por lo que no se producen casos de tétanos neonatal. Después lavan al recién nacido con agua tibia y entierran la placenta en las raíces de un árbol joven,, lo que simboliza los mejores augurios para una larga vida. Si el recién nacido es niño, es recibido por uno de los jefes del poblado; si es niña, por una de las ancianas que cuenta con un reconocido prestigio social en la tribu. Todos están contentos Ese bebé es la vida, un regalo de Dios y de los antepasados, que asegura la continuidad del campamento. La madre amamanta al bebé durante más de dos años y medio. Lo lleva siempre encima, sobre la cadera, sujeto con una liana. Pero la madre de Joel no tuvo tanta tanta suerte. Hubo complicaciones durante el parto y poco después murió. Las familias de ambos progenitores vivían en diferentes campamentos, bastante alejados, y se negaron a hacerse cargo del recién nacido, cosa que no es nada habitual entre los centroafricanos, centroafricanos, pues los niños son una riqueza para las familias. Así que las mujeres del campamento donde vivían los padres de Joel recogieron al niño y decidieron llevarlo a la misión católica de Mongumba, bastante próxima, que desde hace más de 25 años trabaja en la integración de los pigmeos de la zona. Las dos laicas italianas, que se ocupaban de la misión, Marisa y Lucía, recogieron al recién nacido. En aquel momento apareció Honorine, una viuda bantú y con tres hijas adolescentes. Honorine
accedió a ocuparse e del bebé pigmeo, como si fuera su propio hijo, a pesar de todas las dificultades culturales, sociales y económicas. Y el pequeño milagro se produjo. (Mundo Negro, mayo 2002, pag. 58)
BENÍN: SALUD MATERNO-INFANTIL INFANTIL Un día estaba en una aldea pesando niños, niños, lo hacemos como una manera de evitar que caigan en estados de desnutrición irreversibles y poder actuar a tiempo... se arma un pequeño revuelo fuera y veo entrar a una anciana con un bulto muy pequeño en la mano. Lo desenvuelve y veo la cosa más fea en niño iño que me tocó ver hasta ahora. No medía más que mi mano, estaba totalmente colorado, apenas respiraba, pero lo hacía con una convicción bastante grande para algo tan pequeño. La mujer me mira y entre traducciones me dice que viene de lejos y a pie, (de un u pueblo al que yo empecé a ir hace poco y en camioneta me cuesta lo suyo llegar), su nuera dio a luz ese niño el día anterior y como se estaba desangrando la llevaron en una moto a la ciudad y dejó el niño dándolo por perdido. No había comido desde su nacimiento nacimiento y no le sobraba aliento para sobrevivir si no salíamos ya en busca de ayuda médica y de su madre, estuviera donde estuviera. Las abuelas aquí y en todo el mundo despliegan una capacidad de amor por sus nietos que quizás no pudieron tener con sus propios propios hijos, se crea una complicidad que se salta generaciones y los iguala, es el amor de madre multiplicado por los años y la experiencia. Partimos con abuela y niño a buscar el resto de la familia, eran de la etnia peul, los encontramos en el Hospital de d Parakou, la madre llegó medio muerta. Aproximadamente una mujer muere cada minuto como resultado de las complicaciones durante el embarazo o el parto. Pero tuvo suerte y sobrevivió, ya estaba mejor y ahí pudimos internar a un niño tan pequeño que merecía el esfuerzo por el solo hecho de haber nacido. Ahí volví a la carga con mis preguntas ridículas, “¿es tu primer parto?” “No Hermana” y contando con los dedos y nombrando a cada uno, llegó hasta siete! “Lo que pasa es que solo han sobrevivido dos y este que q acaba de llegar”. ¡Se me fue el alma a los pies, cómo se puede ser tan fuerte para superar estas cosas y seguir adelante! Muy simple: son madres, son fuertes, son capaces de dar vida, luchan porque no pueden bajar los brazos, porque a veces todo lo que tienen y atesoran son sus hijos. Ser madre siempre es difícil,, pero les aseguro que aquí en África África es heroico. Se dice que sobre las espaldas de la mujer camina y avanza el África África y creemos que esto es cierto, ellas son el motor de muchas cosas: de la vida, vida, del comercio, de la familia. Apoyarlas y estar a su lado es un compromiso asumido como respuesta a lo que Jesús dice en el Evangelio: “Todo lo que hagáis a alguno de estos pequeños...” En un mundo donde todo se calcula, se mide, se vende y se compra aquí sigue habiendo excesos pero de vida. No entro en cuestiones morales, si está bien o está mal, solo me paro a observar y muchas veces a admirar. Yo no soy capaz de tanta grandeza. (María Silvia Florentino, Esclavas del Corazón de Jesús, Parakou, Benín)
CAMERÚN: MUJER E INMIGRACIÓN Cecilia Evouna, una trabajadora de la limpieza de EL PERIÓDICO, busca ayuda para luchar por los ciegos abandonados de su país. Esta es la historia que me contó, que incluye una peculiar carta a los Reyes Magos. «Queridos Reyes Magos: Estoy buscando ayuda para unos chicos abandonados. Ciegos. En mi país, Camerún, cuando nacen ciegos no les quieren, les dejan en la calle. Y una señora a la que conozco, hace más de 25 años se dedica a recogerles y les da comida, ropa, cobijo y educación. ación. Hasta ha formado un coro y un equipo de fútbol. Precisamente, lo que más quieren que les lleve es un balón especial para ciegos. Viven de alquiler en una casa que se cae de puro vieja. Y no tienen nada ni a nadie. Solo a esta señora y a dos maestross voluntarios que les enseñan en braille. Ella se llama Hedwige y tiene 74 años. No tiene nada. Ni siquiera sabe leer ni escribir. Todo lo que necesita lo consigue pidiendo. Un poco antes de venir yo a Barcelona se presentó en mi casa y me dijo: “Cecilia, tú serás mi sucesora. Ahora vas a ser tú quien se encargue de estos niños. Yo ya soy muy mayor”. Yo estoy dispuesta a hacerme cargo de este proyecto, pero es algo demasiado grande para mí sola. No sé ni por dónde empezar. No soy rica, pero tengo energía, ideas, ideas, inquietud. He viajado, hablo idiomas, he estudiado. Mis tres hijos ya son mayores e independientes. Quiero volver a mi país y hacer algo para que no sigan emigrando. En África no se vive tan mal. Allí tenía quien me ayudaba en casa y aquí, ya ven, he de trabajar de limpiadora, porque todo lo que he estudiado no me sirve. Es el problema de los que venimos a Europa. Estamos preparados, pero aquí no nos sirve. Quiero aprovechar mi experiencia en Europa para crear empleo y riqueza en mi país. Pasé tres años os en Escocia e hice un curso de cocinera. También había pensado en crear una escuela de limpiadoras y una agencia para que las chicas pudieran venir aquí ya con contratos. O montar un buen restaurante de cocina africana en Barcelona. Tengo muchos proyectos proyecto y energía, y quiero compartirlos con mi gente. Pero desde que la señora Hedwige me propuso hacerme cargo de esos chicos, he aparcado los otros proyectos. Ahora que sé que mucha gente leerá esta historia y ya no me siento sola. Sé lo que tengo que hacer. Dedicarme a estos chicos y lograr que en Camerún, en toda África, se respete a los ciegos. Podría contactar con empresarios para que mis chicos fabriquen balones para ciegos, zapatillas de deporte para ciegos, bastones para ciegos. Ahora hacen cestos y otras as cosas, pero viven en la miseria. No sé por qué hay tanta ceguera en África. He de buscar médicos y ONGs que me ayuden a prevenirla y curarla. Tengo mucho por hacer, pero ahora empiezo a ver que estos sueños van a hacerse realidad. Queridos Magos, necesitamos tamos muchas cosas, pero para empezar, valdría con ayuda para un terreno en Yaundé, o para un edificio con cocina y nevera, o para una escuela. O, al menos, balones y bastones para ciegos. Feliz año nuevo, Cecilia Evouna Falcó.» (Xelo Solís. Barcelona. http://www.elperiodico.com p://www.elperiodico.com)
SUDÁN: ESCLAVITUD A la pequeña Mende sus patrones no la dejan ni siquiera rezar. Le dicen que Alá no es cosa de negros. Ella no es árabe, es “yebit”, una persona sin valor. Mende se crió en la fe del Islam; siempre había rezado, hasta ahora. Por eso esconde bajo sus harapos una bolsa vieja de alpaca, la lleva a la pocilga donde la encierran cada noche y la utiliza como muslaiyah antes de dormir. Y ruega que Alá le permita escaparse y reunirse con su familia, si es que ellos han sobrevivido obrevivido a la masacre. El calvario de la joven Mende Nazer comenzó cuando apenas tenía 13 años. Una noche de primavera de 1994 fue secuestrada de su aldea en las Montañas Nuba por los mujahiddin, milicia árabe, y obligada a trabajar como esclava doméstica doméstica para una familia rica en la capital de Sudán, Jartum. En su “prisión” particular no sólo tuvo que soportar la privación de libertad, sino también malos tratos e intimidaciones. Se alimentaba con los restos de la comida y su ama la encerraba bajo llave en su cuarto noche tras noche. “Me acostumbré a llorar sola. Era mi único consuelo”, afirma la joven. Años más tarde fue trasladada a Londres para servir como esclava en la residencia de un diplomático sudanés, Abdel al Koronky. Nazer decidió huir y pidió asilo ilo político al gobierno británico en septiembre de 2000, pero su petición fue desestimada. La joven recurrió la decisión, algo que, unido a la presión de la opinión pública a raíz del libro Esclava (Ed. Temas de Hoy) que escribió junto con Damien Lewis, logró l revocarla. El Ministerio de Interior británico acaba de anunciar la concesión del asilo a Mende. Organizaciones de derechos humanos como la Asociación Internacional contra la Esclavitud se felicitan por la noticia, pero recuerdan que otros muchos casos casos de solicitantes de asilo no encuentran un final feliz, con el consecuente peligro que ello supone para las vidas de estas personas al ser devueltas a sus países. “La historia de Mende es un exponente de que las leyes británica y europea resultan inadecuadas inadecuadas a la hora de garantizar el castigo de los responsables de esclavitud y de proporcionar soluciones a las víctimas”, afirma la web MendeNazer.org. Las muestras de apoyo recibidas por Mende desde España han sido muchas, a través de correos electrónicos y cartas de personas impresionadas por la lectura de su libro. Además, la Coalición Española contra el Racismo le concedió el pasado mes de diciembre el Premio Internacional a los Derechos Humanos en Europa. En declaraciones a Efe, la joven se mostró sumamente sumame agradecida por los apoyos recibidos. ”Gracias, muchas gracias a todos por echarme una mano”, dijo de manera sencilla y sentida. (Canal Solidario, 10/01/2003. http://www.canalsolidario.org/web/noticias/noticia/) http://www.canalsolidario.org/web/n
UNA NIÑA LLAMADA AYE Una noche, cuando yo tenía cuatro años, los soldados vinieron a nuestro pueblo. Dispararon contra la gente y quemaron nuestras casas. Mi madre y yo huimos y estuvimos vagando por el bosque durante varios días, hasta que llegamos a Tailandia. Teníamos hambre y mi madre e buscó un trabajo. Lo encontró en una fábrica de un pueblo llamado Sarapee, en el distrito de Chiang Mai. La fábrica pertenecía a un matrimonio birmano, Pensamos que estaríamos seguras con ellos. Dijeron que mi madre trabajaría y yo podría estar con ella porque era demasiado pequeña (…) En la fábrica trabajaban dos centenares de personas. Todos eran birmanos shan. Al dia siguiente fuimos a la fábrica y los dueños me dieron una terrible paliza. Me arrancaron mechones de pelo hasta hacerme sangrar. Le dijeron dijeron a mi madre que si ella no trabajaba volverían a pegarme. Me separaron de mi madre y me pusieron a trabajar también. A pesar de que trabajábamos en la misma fábrica, nunca veía a mi madre. El trabajo era muy duro. Nos despertábamos a las cuatro de la mañana mañana y trabajábamos hasta la una de la madrugada (…) No nos dieron camas, así que me acostaba con la cabeza en un escalón y el cuerpo en otro. Tampoco nos daban comida. A veces pasaba dos días sin comer, sólo agua. Todas las noches, la esposa del dueño me obligaba ligaba a masajearle los pies hasta que se quedaba dormida. A veces yo me quedaba dormida, y si ella se despertaba y me descubría, me golpeaba los hombros con una vara de bambú. Si no le gustaba el trabajo que hacía, me ponía de rodillas y me pegaba hasta que ue me caía. Si me encontraba durmiendo en las escaleras, me clavaba unas tijeras en el hombro hasta que sangraba abundantemente (…) Trabajé en la fábrica hasta los catorce años hasta que me escapé (…). Recientemente me encontré con mi madre, por primera vez vez en muchos años. Ella está trabajando en otra fábrica de Jay. Echo de menos a mi madre, pero no puedo volver a verla porque los del refugio temen que los dueños descubran dónde estoy y me hagan daño”. ( Siddaharth Kara: obra citada)
REPORTAJE El País Semanal- Lola Huete Machado 15/02/2009 Awa, Ekra, Rachel, Jackie, Catherine... son mujeres, inmigrantes y negras. Triple discriminación. Miles de subsaharianas recorren durante años el camino hacia Europa, huyendo de la pobreza o la guerra. ¿Cómo se ganan la vida y se defienden? ¿Quiénes son los traficantes con los que se endeudan? ¿Y por qué muchas, aun siendo refugiadas de la ONU, acaban atrapadas en los suburbios de Marruecos o en el sur de España, solas y prostituidas? Un informe de una organización de mujeres juristas denuncia sus tragedias. 'El País Semanal' sigue sus historias. Hay personas sabias que en pocas palabras son capaces de definir el mundo. Una de ellas es Ekra A. K., de 30 años, de Costa de Marfil. "¿Qué haces para poder vivir?", le preguntamos en los seis metros cuadrados en los que habita en Rabat (Marruecos).. Ella mira un segundo alrededor: a las paredes, donde cuelgan pósteres de sus ídolos, las hiperblancas Shakira y Avril Lavigne; a la bombilla lánguida y el ventanuco atrancado en lo alto; al colchón oculto con telas y los vestidos que penden del techo; a la tele y las cazuelas con verdura cocinada sobre la alfombra... Es todo. No cabe más en este espacio por el que paga 70 euros al mes. Ni una gota de aire. "Prostituirme", afirma. "Dos os euros por hombre una vez; 20, la noche", dice esta mujer redondita y agridulce cuyo camino (tal como ellos llaman al viaje) hacia Europa se inició el día en que toda su familia fue asesinada en una emboscada. "Aquí viven otros tres africanos, refugiados de Congo", indica Ekra, que no tiene papeles, ni asistencia, ni posibilidad de movimiento. Aquí es un pasillo y dos cuchitriles más, donde un hombretón te agarra del brazo en cuanto apareces. "Ven, ven que te voy a enseñar", le dice a la periodista arrastrándola arrast al interior. Toda mujer sirve en este contexto sólo para una cosa. Pero la visitante es morena, y sin embargo, blanca. La cosa cambia. Y el hombre desiste. Volvemos con Ekra. ¿Se dedican muchas conocidas a lo mismo que tú? "No sé la vida de otras. Cada una hace lo que puede para sobrevivir, para avanzar y llegar a su destino". En ese destino (España) con el que sueña Ekra hay personas de naturaleza prodigiosa. Una de ellas es Happiness, veinteañera larga, nigeriana enérgica y dura, ágil de verbo, bromista, br que ha dejado atrás familia e hijo, un país complicado y denso, y ha conseguido atravesar el Estrecho para llegar hasta Roquetas de Mar (Almería), allí donde el mar es anécdota, y el invernadero, rey. Trabaja y habita Happiness en uno de esos cortijos, corti antaño de labranza y retiro y hoy abandonados en los descampados o encajados entre los plásticos o los bloques de pisos del boom inmobiliario último ya desinflado. Edificaciones en ruinas, ocupadas por inmigrantes sin techo y ya casi siervos gracias a la crisis económica (lo indica la asociación hispanoafricana Acciones Comunitarias Almerienses, ACA); casas de una planta, con patio interior y cuartos varios con múltiples camas para poder simultanear el trabajo sexual. Allí conviven las chicas a las órdenes enes de lamadame, la a la que suelen pagar semanalmente 50 euros. Lo cuenta luego Evelyn A., de Nigeria, que lo sabe bien porque estuvo en ello y ahora, ya fuera y regularizada, afirma: "Nunca más podría, la sensación de suciedad de ti misma es tremenda". En el salón hay siempre una tele encendida y sillas en círculo para los que allí se reúnen, subsaharianos -se se estiman 25.000 en el gueto de los sin papeles en la zonazona sin otras relaciones sociales posibles, que van a ver la telenovela nigeriana vía parabólica, parabólica, a beber barato, a bailar su música y a por sexo: 10 euros el polvo, 40 la noche entera. Ahora mismo varias mujeres permanecen sentadas a la espera, balanceándose embobadas ante la pantalla y apretando contra sus cuerpos envases de plástico de esos en que que se comercializa lavavajillas. ¿Por
qué os colocáis las botellas sobre la barriga? He ahí pregunta sin intención. "Tienen agua caliente. Para el frío. ¿Quieres?", nos ofrecen una. La respuesta de Happiness es otra: "Para relajarte los espasmos después de mucho follar, ¿comprendes?". Dice un miembro de una ONG de la localidad de El Ejido, aquí pegado, que hay días con colas de clientes en las puertas de los cortijos, y que no, que no son sólo africanos, que hay mucho español (y sí, los veremos llegar luego en sus coches), mayor y no tanto. Y salvo alguna formación y asistencia médica garantizada (de lo que se ocupan, entre otros, Médicos del Mundo en la zona, con programas para personas en situación de prostitución; sólo eso sería ya un sueño para Ekra), no hay fórmula mágica efectiva "para sacarlas de ahí", dicen en ACA. "Tienen presiones, deben mandar dinero a sus familias o pagar las deudas inmensas que han contraído en el camino". La religiosas Oblatas de Almería, con cuatro siglos de experiencia en la materia (ellas, como las Adoratrices, saben de qué hablan), ofrecen pisos de acogida a algunas y les ayudan a romper el círculo. Ekra y Happiness son dos ejemplos de una situación común poco conocida. A saber, violación sistemática de derechos humanos sólo por ser mujer. A uno y otro lado de la frontera. Explotación, trata, prostitución. En todo el camino. De ello habla un informe que se presentará en Madrid estos días, realizado entre 2005 y 2007, por un grupo de juristas, la organización Women's Link Worldwide, formada por mujeres empeñadas en la lucha contra la discriminación por cuestión de género y en su defensa. "Tenemos información frecuente de las llegadas de subsaharianos en pateras a las costas españolas, de la forma en que saltan la valla de Ceuta y Melilla o de la respuesta de las autoridades y la población civil... Pero existe un gran vacío en las implicaciones que supone para una persona iniciar el proceso migratorio, especialmente para una mujer", cuenta Viviana Waisman, la directora. La idea nació cuando documentaban en 2005 en la frontera de Ceuta situaciones de violencia: "Nos llamó la atención que se hablara siempre de hombres. ¿Y dónde están ellas?, nos preguntamos. Y ellas estaban ahí mismo, en los bosques, ocultas. Incluso para hablarles había que pedirles la palabra a ellos. Al final pudimos acercarnos, comunicarnos; más con las francófonas que con las anglófonas; las nigerianas son complicadas, muy vulnerables...". Visibilizar lo invisible fue el objetivo. Allí había embarazadas, heridas, explotadas, devastadas (ver www.womenslinkworldwide.org). Mucho que contar. Muchas historias. Todas grandes. Las de las refugiadas, por ejemplo. Victorine, Marie, Catherine, Rachel..., cuyo viaje se terminó en Rabat. Esta última, de Costa de Marfil, 1970, salió en 2002 de su país, donde era asistente veterinaria, dejando desaparecidos a cuatro de los seis hijos que ha parido y de los que no tiene noticia: "Con la guerra se desintegraron poblaciones enteras". Los pequeños Jonathan y David revolotean ahora en su casa actual, marroquí, de las de patio fresco y azulejos hermosos. Los dueños viven arriba; los inmigrantes (nueve en total, la mayoría de Congo), hacinados abajo. Muestra Rachel su carné de refugiada expedido por ACNUR y nos deja fotografiarlo. "Antes nos daban 74 euros para vivienda; ahora se ha terminado. No quieren reinstalarnos, no dan más tarjetas". Rachel espera y se gana la vida vendiendo en la calle con los dos niños a la espalda. También Catherine D. (Costa de Marfil, 1963) es refugiada. Vive en Casablanca, en el barrio de El Oulfa, con nueve compatriotas (tres con estatuto; el resto, solicitantes de asilo), en una habitación por la que pagan 160 euros y han podido alquilar con una carta de residencia de otro que les costó la fortuna de 300. Catherine salió de su país en 2002 y aquí está, esperando: un trabajo, que alguien haga algo, que la trasladen a otro lugar con futuro. En diciembre de 2008 había en Marruecos casi 800 refugiados y 346 solicitantes de asilo. Y ACNUR tiene acuerdo de sede en este país sólo desde 2007. "El reasentamiento lo hacemos a pequeña escala, para evitar el efecto llamada y porque deseamos que Marruecos asuma poco a poco su responsabilidad en materia de asilo y refugio", dicen. Aseguran que hay avances: "Desde hace un par de años han bajado las expulsiones". La falta de reconocimiento oficial del estatuto impide, sin embargo, que los refugiados tengan acceso al mercado laboral, a la asistencia médica
y educativa. ACNUR, que no da abasto, gestiona caso a caso a través de organizaciones marroquíes como la Fundación Oriente-Occidente (FOO) y la Organización Panafricana de Lucha contra el Sida (OPAL). "¿Regresar a mi país? Es imposible, soy del centro, zona rebelde. ¿Adónde iría? ¿Y cómo? Estamos perdidos en tierra de nadie", sigue Catherine. A su lado aparece Kouassi E. A., recién llegada, abatida. A formular la pregunta habitual de a qué se dedica, llora. "Sólo hago que darle vueltas a la cabeza". Tres de las mujeres hicieron el camino juntas. "Pagas 450 euros por el paquete completo y cruzas a Marruecos con los comerciantes del Sur. ¿Que cómo es la vida en Senegal, por ejemplo? "Algo mejor, sin trabajo, pero con dignidad; allí eres persona; aquí no; aquí sufrimos agresiones en la calle, y si vas a un hospital no te tocan, te hacen enseguida el test del sida, para ellos nuestra piel está contaminada". "Horror sobre el horror", dirá luego Javier de Lucas, presidente de la Comisión Española de Ayuda al refugiado (CEAR), al referirse a la situación de las miles de subsaharianas atrapadas en Marruecos o en Libia, convertidos ambos países ya en frontera de control de la UE (externalización, lo llaman unos; cancerberos, otros). Explican en CEAR el contexto migratorio general: "Desde un punto de vista político, las fronteras europeas se están trasladando hacia el Sur (norte de África) y el Este (Ucrania, Moldavia...). Esto se está haciendo de forma sutil, a través de acuerdos de cooperación; los Gobiernos occidentales ofrecen grandes cantidades de dinero de la cooperación para que los fronterizos gestionen los flujos migratorios. El problema es que éstos no saben gestionarlos, los policías no tienen formación (expulsan sistemáticamente hacia Argelia y sin examinar a personas susceptibles de asilo) y cometen graves abusos de derechos humanos". Opina De Lucas que, además, nuestras propias reformas de la ley de extranjería y refugio no permiten ser optimista: "El Gobierno español no está a la altura en inmigración, y el asilo se va a homogeneizar a la baja con la UE; la nueva ley es un paso atrás, aunque tenga aspectos positivos como la cuota de reasentamiento; además, la crisis económica servirá de coartada para los recortes con vistas a la opinión pública", sigue De Lucas. Y da un dato ilustrativo: España ha concedido asilo a ¡151 personas! en 2008. "Increíble, con la que está cayendo por el mundo". En la ONG Caminando Fronteras (CF), en Tánger, matizan: "La paradoja es que la externalización controla con métodos expeditivos la migración de los más pobres, pero a la vez produce un efecto de reforzamiento de las redes de trata con fines de explotación. Y ésta afecta sobre todo a mujeres y niños...". Ekra es capaz de verbalizar su situación. Happiness, de ironizar sobre ella. Rachel o Catherine, de denunciarla. Otras subsaharianas callan. Porque no sabrían por dónde empezar; porque no quieren ser vistas siempre como víctimas ("Lo odian, de hecho; hacen siempre todo lo posible por mantenerse enteras, vivir lo que les toca con dignidad", dicen en CF) o porque prefieren dejar que sobreentiendas. Ekra, por ejemplo, es coqueta, uñas pintadas, corte de cabello hipermoderno: "Es una peluca". Y se la quita sin más para mostrar su pelo real, corto, a lo chico. Un estilo que le ayudó a pasar inadvertida cuando fue necesario. En el camino,dice, ser menos mujer es más seguro. Jackie S., cristiana, de Bundulu, RDC, estaría de acuerdo. Tiene 18 años, dos niñas, Tracy y Kelsey, un rostro bellísimo y triste, y su vida habría sido más fácil de haber nacido varón. "Me obligaron a casarme con un hombre mayor cuando mi padre murió". Su marido la maltrató hasta la saciedad (enseña las marcas por el rostro, el pecho...). "No podía dormir con él, no podía... Quería un hijo cada año, uno tras otro". Y así. Huyó cuando su pequeña tenía dos semanas. Ella cruzó Centroáfrica, Chad, Argelia, Malí... Un amigo comerciante la acompañó. Y desapareció luego. "Les sucede a todas, los maridos del camino se sirven de ellas, y cuando quedan detenidas en un punto, ellos se marchan a intentar cruzar; es mejor intentarlo solos".
Abandonadas a su suerte y con hijos, las africanas, dice Jorge Martín, coordinador de Médicos Sin Fronteras en Marruecos, son doblemente vulnerables: "Nosotros hemos atendido casos de víctimas de agresiones por parte de fuerzas de seguridad, de otros inmigrantes o de delincuentes comunes... los abusos sexuales son constantes". A Women's Link Worldwide le interesaba saber eso, los detalles de una travesía extrema, entre 2.000 y 6.000 kilómetros de distancia y dos años de tiempo medio. Por qué las subsaharianas deciden abandonar sus países, con quién viajan, cómo recorren durante años tales distancias, se relacionan con los hombres y las redes de trata o se ganan la vida; cómo gestionan lo de su condición femenina (sexo, preservativos, regla, embarazos, hijos, sida, enfermedades...); qué soñaban antes y sueñan ahora; cómo se sienten las que no lo han logrado y consiguen mantenerse cuerdas. En 130 entrevistas realizadas in situ en Marruecos y España (para ver diferencias) les preguntaron desde los datos básicos (edad, origen, etnia, religión) hasta los motivos para realizar el viaje. "Pobreza, matrimonios tempranos, guerra, violencia", fue la respuesta. Tiempo de duración: dos, tres años de media, a pie o en camión. Guerras vividas: frecuentes. Familiares inmigrantes: a menudo, y les ayudan a pagar el viaje a la red. Ayudas recibidas: suelen unirse a los llamados maridos del camino, lo que significa protección ante otros a cambio de hacer de esposa. Otras veces son protegidas de sponssors o traficantes con los que adquieren deudas que deben pagar al llegar a Europa. Medios para buscarse la vida: mendigar o prostituirse. Si son refugiadas o han pedido asilo; si han sido expulsadas o deportadas, por dónde cruzaron y cómo a España... Si tienen o han tenido parejas, hijos, métodos anticonceptivos, abortos... Y si han sufrido violencia o abusos: la mayoría dice que sí, donde más, en Argelia y por policías. Lo que estas mujeres cuentan e incluye el informe en el apartado Salud sexual y reproductiva no tiene resumen posible. Bastan ejemplos: -"No sé cuantas veces he abortado, me dan cosas para perder el bebé y me drogo para soportar el dolor". -"Te pones condones algunas veces, cuando los hombres quieren y cuando te los dan las organizaciones". -"En Marruecos, abortar no es nada fácil, con lo cual recurres al Cytotek (un abortivo), y muchas no saben el riesgo que supone para la vida si no lo haces a tiempo, y lo toman muchísimo, sobre todo las nigerianas, que son obligadas por sus patrones porque ellas no deciden". -"He sido violada en la frontera argelina tres veces: por marroquíes y nigerianos". -"En la comisaría de Nador ofrecí acostarme con un militar para que no me expulsase a la frontera con Argelia. Estaba en una celda pequeñita y el militar me dijo que me duchase delante de él, y lo hice y se bajó el pantalón y me folló delante de mi bebé. Después llamó a sus compañeros y lo hicieron todos, todos". Y así sucesivamente. "Las conclusiones del informe sobre estas mujeres se resumen en una: violaciones y violaciones de todo lo violable", dicen en Women's Link. Ahora, el campo y los suburbios urbanos marroquíes son parada final para muchas. Y lo que aquí sucede lo advierten muchas ONG desde hace años. "En un país de tránsito, la integración no es posible de momento", explican en CF. Lo dicen otras como SOS Racismo, Médicos del Mundo, o las marroquíes como la antirracista Gadem (impresionante su informe de junio 2007 titulado La cacería del inmigrante en las fronteras del sur de Europa), la sanitaria Asociación de lucha contra el sida (ALCS) o AFVIC. O hasta del Departamento de Estado norteamericano, en su informe anual Traficking in person 2008. "El Gobierno de Marruecos no asiste a los inmigrantes y refugiados". No hay intención política clara, no se respetan derechos humanos básicos ni acuerdos internacionales, a pesar de tener firmada la Convención de Ginebra, que obliga a no
poner en peligro la integridad de una persona e impide expulsar a los refugiados. Y el país carece de condiciones sanitarias, educativas u organización de acogida; no posee legislación adecuada porque anda luchando con su propia pobreza. Por las calles de cualquier lugar de Marruecos que no sea turístico se aprecia: éste no es lugar de destino, como no lo era la España de los sesenta. Con FOO visitamos una de sus sedes educativas en el barrio de Sidi Moumen, en Casablanca. Allí se encuentra el más pequeño de los llamados bidonville, barrios de chabolas: un absoluto vertedero habitado por 20.000 personas y otros tantos animales. "Zonas tan degradadas que están ya bajo un gran proyecto de desarrollo nacional y cuentan con el apoyo personal hasta del Rey", dicen los de FOO. MSF calcula en 5.500 los subsaharianos (otros en 7.000, muchos escondidos), entre Rabat , Casablanca y Tánger. "Es población móvil, pero el número es estable entre salidas y llegadas; y cada vez hay más mujeres y más jóvenes". En Tánger, por ejemplo, han llegado grupos de adolescentes nigerianas en los últimos días. "La mayoría, preñadas", nos dicen allí. Pero los inmigrantes en estas ciudades empiezan a ser vistos por la población, asegura Martín. "Existen. Porque antes de 2001 ni existían". MSF atiende aquí a los subsaharianos desde 2003 en cuatro ejes: salud sexual y reproductiva, epidemias como sida o tuberculosis, violencia y asistencia de urgencia. "Y no todos entienden nuestra dedicación. He aquí razones: los inmigrantes son más vulnerables, están desasistidos, en situación administrativa irregular, más expuestos, sin redes sociales de protección. Los nacionales de un país cuentan con un Estado, una red social, una familia; ellos no; ellos, sólo las ONG". Insiste Martín en que no intentan de ningún modo sustituir al ministerio de salud en su tarea. De hecho, sin él, nada es posible: "Queremos ayudar; buscar acuerdos con centros de salud primaria que permitan la asistencia directa al inmigrante, sin que éste deba acudir acompañado de un miembro de ONG para ser atendido. Trabajar en red es bueno para todos. Y hay muchos médicos ya en disposición de colaborar, esto también ha mejorado. Hay buena voluntad, falta sensibilización y legislación". Es más: "El fenómeno no va a desaparecer, ni siquiera con la crisis económica en el mundo desarrollado. Los africanos seguirán acercándose a Europa vía Marruecos o Libia, por donde sea. Y la política que practica España de contención de fronteras tiene consecuencias terribles: la peor es que reduce la dignidad de estas personas al cero absoluto". A Jackie, en Rabat, se le ve superada con sus dos criaturas; día y noche encerradas en un cuarto donde apiñan sus pocas pertenencias. "Muchos menores en esta situación acaban desapareciendo; no los pueden atender, los dan, los venden. Hubo un tiempo en que la Guardia Civil era más permisiva en la frontera si ibas con niño en brazos, así que muchas se los dejaban a pasadores para que acabaran en el sistema de acogida en España". CF se ocupa de 15 de estas mujeres, solas, con hijos, abandonadas ya por la red y con riesgo de estigmatización por "ser mujer y estar sola": "Aquí significa ser prostituta". A Jackie la encontraron los de CF mendigando con sus hijas en el mercado. "La asistimos para pagar la casa; tener un techo es fundamental para alejarlas de la calle y de la trata, pero encontrarlo es complicado, nadie quiere firmar nada. Intentamos escolarizar a los niños, sólo es posible en centros privados. La vida social es fundamental para ellos". Al contrario que otras, Jackie asegura, y se ve, tener una relación cordial con la familia marroquí que le alquila la casa: la ayudan con la comida. La ropa de las niñas, hoy vestidas de domingo, con abrigos estilo británico total, se la regalan en la iglesia evangelista del pastor David Brown, un nombre que repiten mucho las subsaharianas en Rabat y Casablanca. Igual que repiten el de Cáritas, el de MSF, el de las franciscanas de Casablanca ("Después de las deportaciones al desierto en 2005, volvimos la vista y allí estaban estas mujeres completamente perdidas a su suerte, decidimos asistirlas", dicen), o el de Paula (de las hermanas de Calcuta): "Viene de vez en cuando y hace lo que puede". Sin militantes, religiosas y ONG, muchos africanos enloquecerían.
Ellas lo llaman "perder la cobertura". "Salen de sus países más o menos bien y se deterioran en el camino, física y psicológicamente". Y sucede mucho. Awa K., 25 años, dos hijos (Ismael, de tres años; Beyoncé, de uno), nacidos en un hospital, pero sin que conste: venir al mundo en este territorio no significa nada, ni da ningún derecho si no puedes pagar el certificado de nacimiento. "Tienes suerte si te lo consigue una ONG, pues, por ejemplo, vacunarles no es posible sin él". Awa, delgadísima, vestida con vaqueros y camiseta interior de encajes, juega con sus retoños, ajenos a todo, y cuenta que vive desde hace un lustro aquí y su situación es desoladora: pide por las calles, coge lo que encuentra, busca quien le dé algo por lo que quiera que sea que ella tenga u ofrezca. Su mirada es acerada, tremenda, herida. "El padre de las niñas nos abandonó". Su habitación no está ordenada ni limpia como la de Jackie, no hay nada, ni ropa, ni comida, ni siquiera la eterna televisión que distrae, que yace a piezas en el suelo. En el cuarto de al lado dormitan los gatos entre restos de comida putrefacta y trastos. No quiere hablar de su pasado, sólo mirar adelante: "Algún día podré salir de aquí, es igual que me digas que al otro lado quizá no sea fácil. Nada puede ser peor que lo ya vivido". Quizá por eso, los que consiguen dinero intentan una y otra vez cruzar a España. Y las noticias del otro lado gotean en éste: pateras que llegan con muertos, saltos a las vallas, ahogados, disparados, redadas, controles, deportaciones... Historias cotidianas en las que participan o lo harán muchas como Ekra, Awa, Jackie, Rachel, sus hijos o amigos. "Al menos 28 personas han muerto en las costas de Alhucemas al intentar llegar hasta España. Según los supervivientes, el accidente se debió a una intervención violenta de la marina marroquí... En ella viajaban mujeres embarazadas, cuatro bebés, refugiados y demandantes de asilo, todos subsaharianos... Los cuatro bebés murieron en el agua". Era abril de 2008. Uno de los pequeños era Feber, cinco años; niña nacida por amor. Se ahogó delante de su padre y agarrada a su madre, Precious, nigeriana, que intentó salir de la red de trata. "Fue horroroso. Te paras en Malí y comienza lo que será tu vida en Europa. Te tienes que follar a todos los que quiera el contacto, elconnection man, y, claro, no hay preservativos, nada que pueda protegerte, sólo enfermedades", contaba. Ella fue una de las 130 mujeres participantes en este estudio. 15.- Bibliografía • • • • • • • • •
Plan integral de lucha contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual – Ministerio de Igualdad, Madrid 2010 Kara, Siddharth: “Tráfico sexual. El negocio de la esclavitud moderna”, Alianza Editorial, Madrid 2010 Meyer, Jean: “Esclavos y negreros”, Aguilar Universal, Moreno Fraginals, Manuel: “El Ingenio”, Edit. Ciencias Sociales, La Habana 1978 Munive Contreras, Moisés: “Gozar de su Cuerpo: El Abuso Sexual a las Negras Esclavas en el Caribe Colombiano. Cartagena y Mompox, siglo XVIII”, Revista 02 Álvarez, María del Mar : Artículo estelar, 2009 Mallo, Silvia C. “Mujeres esclavas en América a fines del siglo XVIII”, Universidad Nacional de La Plata Federación de Mujeres Progresistas: “Trata de mujeres con fines de explotación sexual en España” Modeli Jaúdenes, Noelia, Ullos Jiménez, Marcela: “Tráfico e inmigración de mujeres en España.