Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
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UNIVERSIDAD EN EL ESPACIO IBEROAMERICANO: PROPUESTAS DE FUTURO PARA LA VINCULACIÓN UNIVERSIDAD-ENTORNO Y LA PROMOCIÓN DEL POSGRADO
Proyecto encargado y financiado por la Asociación Universitaria Iberoamericana de Postgrado. AUIP
Con la colaboración de la Junta de Andalucía 5
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Teodoro Luque Martínez Luis Doña Toledo Nina Faraoni
UNIVERSIDAD EN EL ESPACIO IBEROAMERICANO: PROPUESTAS DE FUTURO PARA LA VINCULACIÓN UNIVERSIDAD-ENTORNO Y LA PROMOCIÓN DEL POSGRADO
Granada 2018
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
© LOS AUTORES © UNIVERSIDAD DE GRANADA UNIVERSIDAD EN EL ESPACIO IBEROAMERICANO: PROPUESTAS DE FUTURO PARA LA VINCULACIÓN UNIVERSIDAD-ENTORNO Y LA PROMOCIÓN DEL POSGRADO
ISBN 978-84-338-6224-2 DL. GR./ 339-2018 Edita: Editorial Universidad de Granada Campus Universitario de Cartuja. Granada. Diseño y maquetación: Luis Doña Toledo
Impreso en España
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por ley.
Granada, 2018
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ÍNDICE Presentación
Teodoro Luque Martínez
19
Mensaje del Consejero de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía. En apoyo de un espacio iberoamericano del conocimiento Mensaje del Presidente de la AUIP. Innovación útil para un futuro compartido
Antonio Ramírez de Arellano
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Eduardo González Mazo
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RECTORES/AS
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La Universidad en el espacio iberoamericano del conocimiento: apertura, compromiso, liderazgo científico y social
Pilar Aranda Ramírez
28
Calidad educativa y vinculación universitaria: pilares para impulsar el desarrollo social desde las instituciones de educación superior
Francisco Javier Avelar González
34
La internacionalización de la educación superior y su contextualización
Miguel Camino Solórzano
39
Rol de la vinculación universidad-entorno en la transformación de la educación superior ecuatoriana. Propuestas para la integración de universidad-entorno en el espacio iberoamericano
Marcelo Cevallos
43
La universidad-entorno en México: el rol de la universidad en el desarrollo de programas de innovación social para el bienestar de la sociedad
Enrique Gracu Wiechers Roberto Escalante Semerana
49
La vinculación de la universidad y la promoción del postgrado iberoamericano, Jorge René Meléndrez Quezada a la luz de la teoría ecológica de Urie Bronfenbrenner - un enfoque en prospectiva
55
El posgrado, nivel clave en el desarrollo de la cooperación universitaria iberoamericana
Francisco Mora
61
La universidad en el espacio iberoamericano: propuesta de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Segundo Píriz Durán
65
El papel de las universidades en el desarrollo del entorno
José Sánchez Maldonado
70
La universidad y el posgrado como detonador del desarrollo de Iberoamérica
Medardo Serna González Ireri Suazo-Ortuño
76
Pensar políticas para las oficinas de transferencia tecnológica en universidades iberoamericanas
Alejandro Villar Darío Gabriel Codner
81
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OTROS/AS REPRESENTANTES INSTITUCIONALES
87
Reflexiones sobre la vinculación de la universidad con el entorno a través de los programas de posgrado en Iberoamérica
Liliana Arias-Castillo
92
La universidad 4.0 en la triple hélice universidad-empresa-estado del 2020
Carlos Arroyave
96
La implementación de estrategias de internacionalización en las escuelas de negocios en Iberoamérica
Beatrice Avolio Alecchi
101
Innovación del sistema educativo como requerimiento de un turbulento entorno
Diego Cardona
107
La conexión universidad – entorno como vía para incrementar el impacto socioeconómico de la educación superior en Iberoamérica
Luis Delgado Martínez
113
Ideas para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado desde una joven universidad del espacio iberoamericano
Álvaro Antonio Escobar Soriano
120
Rol y responsabilidad de las universidades en un gran cambio
Jorge S. Estenssoro Moreno
125
Reflexiones sobre dos temas estratégicos relativos a la vinculación de las universidades con el entorno y los desafios para el posgrado en el espacio iberoamericano
Miguel Ángel Franco Mynor Herrera Quiroz
131
La internacionalización del postgrado en base al “know how” de las universidades pioneras en el área y sus modelos de gestión
Ximena García María Francisca Chávez Víctor Tornería Hans Wiki
136
Reflexiones sobre dos temas estratégicos relativos a la vinculación de las universidades con el entorno y los desafíos para el posgrado en el espacio iberoamericano
Celso Garrido
140
La formación de postgrado desde la perspectiva de la responsabilidad y la sostenibilidad: aportaciones desde la experiencia europea
Ana Lanero Carrizo José Luis Vázquez Burguete
146
CINDA: amplios desafíos para la educación superior de América Latina
María José Lemaitre
152
Ser y saber hacer como respuesta de la universidad en un entorno iberoamericano
Carla Mares Ruíz Octavio A. Chon-Torres
157
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Vinculação academia-empresa: o caso do politécnico de leiria
João Paulo Marques
162
Pensar las universidades desde un enfoque sociocultural
Dianelkys Martínez Rodríguez
168
La comunicación como factor de conexión de la universidad con su entorno
Juan Manuel Mora
174
La vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado en la Francisco Orgaz Agüera Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), República Dominicana
179
Sobre la crisis de las humanidades y el lugar de un paso a su solución en el sistema universitario
Carlos G. Patarroyo
183
El posgrado en Ecuador una demanda de cambio
Jacqueline Peñaherrera Melo Marco Pérez Narváez
188
La universidad: una reflexión desde dentro
Weyder Portocarrero Cárdenas
193
Reflexiones sobre la relación universidad – entorno y la promoción del posgrado en el espacio iberoamericano
Martha Pérez de Chen
197
¿Cómo abordar los retos de la sostenibilidad desde la universidad?
Xosé Ramil Manuel Sierra Castañer
202
Los programas de posgrado en el espacio iberoamericano
GladIs Rodríguez Muñoz
207
Cuadrando el círculo: conjugando la vinculación universidad-entorno, la virtualización de las enseñanzas y la proyección internacional
Juan Manuel Rosas Santos
213
La cooperación como estrategia de desarrollo de la educación terciaria
Mario Oliva Suárez Marco Antonio Flores Mavil
218
El posgrado en Iberoamérica en un mundo globalizado y cambiante, una mirada al mañana
Carmen Vargas
222
Articulación investigación- posgrados. Una oportunidad de desarrollo en las universidades del siglo XXI
Consuelo Vélez Álvarez Luisa Fernanda Giraldo Zuluaga María Helena Mejía Salazar
229
Habilidades y competencias de los doctorados para el futuro: consensos entre Ernesto Zumelzu Delgado la identidad, los procesos formativos y las demandas del entorno iberoamericano
233
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EXPERTOS/AS
241
Hacia una universidad interconectada: aventuras y desventuras de la vinculación y el posgrado en la era del conocimiento
Luis Felipe Abreu Hernández Gabriela de la Cruz Flores
244
Cooperar: la clave de la universidad iberoamericana para hacer del territorio un diamante con excelentes posgrados
Carlos Alberto Agudelo Henao
250
La universidad, el estado y la empresa: una relación que se lee desde la Sandra Lucía Aguirre Franco innovación
258
Condiciones para la interconexión y movilidad de postgrado en el sistema iberoamericano de educación superior
Joaquín Aldás
266
La formación en evaluación de los profesores de posgrado: una necesidad y una oportunidad
Luz Stella García Carrillo
273
Tecnologías audiovisuales en el posgrado: análisis de experiencias
Vicente Goyanes Anxo Sánchez-Bermúdez Domingo Docampo
277
Iberoamérica: sus universidades, sus entornos y el desarrollo humano de la región
Jorge Moreno Aragón
284
Relación universidad-entorno y la formación a nivel de posgrado en el espacio iberoamericano
Gloria María Naranjo Africano José Ramos Camargo Paola Amar Sepúlveda
289
Una universidad de futuro en el contexto actual
Lola Pereira
295
Sobre pertinencia, fortalecimiento y sostenibilidad de los postgrados
José Luis Verdegay
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Teodoro Luque Martínez Luis Doña Toledo Nina Faraoni
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50 contribuciones 13 países 44 instituciones 42 universidades 11 rectores 36 representantes institucionales 18 expertos
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La experiencia de colaboración con diferentes universidades latinoamericanas y la organización del IV congreso de la Red Universidad-Empresa América Latina-Unión Europea nos han proporcionado la oportunidad de conocer el contexto universitario latinoamericano y, sobre todo, impulsaron el interés por conocerlo más. Iberoamérica es un extenso territorio, un espacio con una enorme potencialidad de colaboración en el ámbito universitario. Esta es la razón de ser de esta iniciativa, cuyo objetivo básico es hacer una reflexión sobre el espacio (y el tiempo) universitario, con especial referencia al posgrado y la colaboración con el entorno. La universidad como institución, como servicio o como forma de organizar la formación y la investigación de manera comprometida con su territorio, se enfrenta a importantes desafíos, ahora nos interesa su abordaje desde la óptica iberoamericana. Está idea se propuso a la Asociación Universitaria Iberoamericana de Postgrado (AUIP) a través de los profesores D. Francisco Martos y D. Víctor Cruz, y fue recibida con entusiasmo, lo que ha constituido un estímulo muy valioso. Lo siguiente fue invitar a rectores/as, vicerrectores/as, dirigentes de universidades y expertos/as en educación superior a participar en un proceso de reflexión para identificar iniciativas viables a corto o medio plazo, para la mejora de las universidades del espacio iberoamericano y de las relaciones entre ellas. Dentro de este objetivo, una atención especial merece la conexión universidad-entorno y la formación de posgrado como contribución al desarrollo. Se perseguía una reflexión compartida de utilidad colectiva. El resultado es una diversidad de enfoques que ponen el énfasis en diferentes aspectos (docencia, investigación, innovación social, la incidencia de las tecnologías de la información, la evaluación y tantos otros asuntos de interés). Esto enriquece, proporciona pepitas valiosas de información, contribuye, en suma, al objetivo propuesto de dar ideas, generar propuestas y acciones a desarrollar. Se ha recibido medio centenar de contribuciones de 13 países y de 44 instituciones diferentes (42 de ellas son de universidades, de las cuales 11 tienen como autores a rectores/as). Finalmente, hemos de expresar nuestro más sincero agradecimiento a los profesores D. Francisco Martos y D. Víctor Cruz, a la AUIP y a su Presidente D. Eduardo González Mazo y a todas las personas que tan generosamente han ofrecido su tiempo, esfuerzo y mejor saber para aportar y contribuir al espacio universitario iberoamericano.
Teodoro Luque Martínez Universidad de Granada (España) 19
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Antonio Ramírez de Arellano Consejero de Economía y Conocimiento Junta de Andalucía
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EN APOYO DE UN ESPACIO IBEROAMERICANO DEL CONOCIMIENTO
El Espacio Iberoamericano del Conocimiento sigue tomando forma y lo hace en una época donde muchas voces claman por cerrar fronteras y por quedarse fuera de la vida en común. Es un faro que nos recuerda que el verdadero camino está en crear proyectos compartidos, en construir espacios de diálogo desde los cuales todos tengamos la oportunidad de crecer juntos. Por eso, en estos tiempos, debemos hacer que esta luz brille más que nunca. En Andalucía hemos tenido siempre la mirada puesta en Iberoamérica. Por todo lo que históricamente nos une y sobre todo, por lo mucho que podemos aportar y aprender con nuestros hermanos del otro lado del Atlántico. En esa visión la Universidad ha ocupado siempre un papel protagonista. Es la institución que mayor impacto tiene en el progreso de los pueblos, porque da forma y expande el talento que albergan. La educación permite a las personas, mejor que cualquier otra cosa, la opción de tomar las riendas de su propio futuro. Por ello, debemos esforzarnos desde todos los niveles para que se dé en situaciones de igualdad de oportunidades y para que existan opciones de ampliar horizontes, eliminando fronteras y favoreciendo que se produzca una relación fluida y constructiva dentro de la educación superior y de la investigación científica. Esto ha llevado a las diez universidades públicas de Andalucía a mantener un firme compromiso con organismos como la AUIP y con programas que impulsen el intercambio y la movilidad entre regiones. Algo que redunda en ofrecer a las personas a ser mejores profesionales, más completos, y, en especial, en desarrollar un sólido espíritu de comunidad en el contexto iberoamericano. Los datos están ahí. Más de 2.000 estudiantes han participado en iniciativas de intercambio entre Andalucía e Iberoamérica desde el año 2008, al amparo de la AUIP. Esta cifra se supera incluso si nos referimos, por ejemplo, a beneficiarios de ayudas a nivel de grado, como el programa PIMA donde Andalucía colabora desde hace una década con la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura. En este contexto, quiero felicitar por su magnífico trabajo en esta publicación a la propia AUIP y a todas las personas que han participado en ella, así como agradecer la labor desempeñada por la Universidad de Granada. Con este libro se ofrece a toda la comunidad una importante pieza para completar el puzle del Espacio Iberoamericano del Conocimiento. Y lo hace situando el foco en cómo ponerlo al servicio de los retos y necesidades de las personas, sea mediante la formación de postgrado o desde el plano de la llamada tercera misión universitaria. Porque el conocimiento solo alcanza su máximo valor cuando se pone al servicio del talento para cambiar el mundo.
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Eduardo González Mazo Presidente de la AUIP Rector Magnífico de la Universidad de Cádiz
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INNOVACIÓN ÚTIL PARA UN FUTURO COMPARTIDO
La concepción del conocimiento reposado sobre compartimentos estancos es obsoleta. La ciencia avanza cuando ensancha los umbrales del saber en todas sus disciplinas y, sobre todo, cuando lo pone en conexión con las necesidades de innovación y de desarrollo de la sociedad. El conocimiento científico debe ser útil. Esa dimensión social en la generación y transmisión del conocimiento lleva presidiendo casi dos décadas la labor de la Asociación Universitaria Iberoamericana de Postgrado (AUIP) desde que en Santo Domingo (República Dominicana) convocara la primera de las seis reuniones internacionales dedicadas específicamente a reflexionar sobre los temas de vinculación universidad-sector productivo, gestión del conocimiento y transferencia de conocimiento universidad-empresa, a través de los estudios superiores avanzados. Fruto de este punto de encuentro para el estudio, la deliberación y la realización de aportaciones, es esta publicación digital denominada “Universidad en el Espacio Iberoamericano: Propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del postgrado”. La acción de las instituciones de educación superior es trascendente, va más allá de sí mismas y debe disponer de un principio de implicación social para, a través de su labor en la generación y transmisión del conocimiento, ser un instrumento útil para el crecimiento socioeconómico de nuestras sociedades, que aporte respuestas eficientes a las necesidades de innovación del entorno y que interconecte nuestra docencia e investigación con las
singularidades de los distintos sectores económicos, empresariales, industriales y culturales del espacio donde nos insertamos. En esta obra se recogen las reflexiones de un selecto grupo de académicos iberoamericanos que atendieron nuestra invitación a compartir su conocimiento, su experiencia y su formación en relación con la necesaria conexión entre la universidad y el postgrado con el entorno social, cultural, económico y productivo desde diversas perspectivas, incluidas, por descontado, la docencia, la investigación y lo que, generalmente, se conoce hoy, en los países industrializados, como la “tercera misión” y, como “extensión”, en la mayoría de las universidades de América Latina y el Caribe. La AUIP agradece a todos los representantes institucionales y a todos los académicos y expertos iberoamericanos en temas relacionados con la educación superior avanzada sus valiosas contribuciones, especialmente al profesor Teodoro Luque, Catedrático de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Granada quien, de forma generosa, aceptó nuestra invitación a liderar el estudio. Una expresión de gratitud extensible también a la Consejería de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, sin cuyo permanente y continuado apoyo no se hubiera podido llevar a cabo esta iniciativa. La aplicación social, económica y cultural del conocimiento como recurso imprescindible en las estrategias de innovación de los países del arco iberoamericano es una obligación que debemos afrontar todas las instituciones que nos dedicamos a la educación superior, a la ciencia y a la generación y transmisión del conocimiento. Este libro es una muestra de este compromiso. La innovación es el kilómetro cero hacia el futuro.
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RECTORES / AS
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RECTORES / AS y COAUTORES / AS
Pilar Aranda Ramírez Universidad de Granada España
Miguel Camino Solórzano Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM) Ecuador
Enrique Graue Wiechers Rector Universidad Nacional Autónoma de México
Roberto Escalante Semerena Profesor Universidad Nacional Autónoma de México
Francisco Javier Avelar González Universidad Autónoma de Aguascalientes México
Marcelo Cevallos Universidad Técnica del Norte Ecuador
Jorge René Meléndrez Quezada Universidad de San Miguel México
Francisco Mora Universitat Politècnica de València España
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Segundo Píriz Durán Universidad de Extremadura España
Medardo Serna González Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo México
Ireri Suazo-Ortuño Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo México
José Sánchez Maldonado Universidad Internacional de Andalucía España
Alejandro Villar Rector Universidad de Quilmes / Argentina
Darío Gabriel Codner Secretario de Innovación y Transferencia Tecnológica Universidad de Quilmes / Argentina
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LA UNIVERSIDAD EN EL ESPACIO IBEROAMERICANO DEL CONOCIMIENTO: APERTURA, COMPROMISO, LIDERAZGO CIENTÍFICO Y SOCIAL El Espacio Iberoamericano del Conocimiento es una iniciativa enmarcada dentro de las Cumbres Iberoamericanas que busca promover un espacio compartido, con cooperación intensificada en tres políticas concretas: Educación Superior, Ciencia e Innovación. Este Espacio ofrece grandes posibilidades como la movilidad de docentes e investigadores, que facilita las relaciones fluidas entre grupos de investigación y departamentos universitarios; la movilidad estudiantil, que requerirá reconocimiento de la formación acreditada, y la creación de redes interuniversitarias que fomentan el trabajo en red, lo que implica el abandono de esquemas jerárquicos y su sustitución por modelos de cooperación horizontal. El Espacio Iberoamericano de Educación Superior y de Investigación, puede convertirse en un mero ejercicio de permuta de inercias y reciclaje de viejos vicios, pero también puede ser una oportunidad para romper con ellos. Una oportunidad para que la universidad desarrolle la transparencia, la movilidad y el reconocimiento recíproco al tiempo que preserve la libertad académica y la diversidad institucional y cultural, para situarse en una posición de liderazgo científico y social.
Pilar Aranda Ramírez Rectora Universidad de Granada España
La conclusión frente a este diagnóstico de situación es meridiana: es hora de responder a los nuevos problemas y escenarios, con nuevas soluciones y retos. No podemos dar viejas respuestas simples a los nuevos problemas complejos. En este Espacio posiblemente sean los aspectos más destacados las relaciones de las universidades con su entorno y la formación de posgrado, como exponente máximo de la unión docenciainvestigación- transferencia-innovación.
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1. La universidad en su entorno Actualmente, la misión de la universidad es desarrollar el conocimiento científico, entendiendo por tal el de todos los ámbitos del saber, tanto básico como aplicado, transmitirlo mediante la formación, la publicación y la divulgación, y transferirlo a las organizaciones del entorno (empresa, entidades públicas, organizaciones sociales, etc.), de forma que impulse la innovación y favorezca el desarrollo económico y social en su entorno. Todo ello con un firme compromiso con los valores de la libertad académica y el pensamiento crítico, con la igualdad género y de oportunidades y la solidaridad social y con la construcción de un entorno más sostenible desde el punto de vista económico, social y ambiental. Las tradicionales funciones de la universidad, como vemos, están hoy siendo redefinidas y tienen que ser desplegadas en el nuevo contexto de la sociedad del conocimiento y de su nuevo entorno global y digital. La idea de sociedad del conocimiento sugiere, entre otras cosas, que hoy día el conocimiento sustentado sobre el uso de las TIC está en todas partes y que, por tanto, la universidad ha dejado de tener el cuasi monopolio exclusivo de su producción y difusión que antes detentaba en una proporción importante. Esto nos sitúa en un nuevo escenario y ante nuevas responsabilidades que deben afrontarse con un enfoque nuevo y necesariamente mucho más abierto a las demandas del entorno económico y social. En el mundo global, hay dos modelos de universidad que se atisban en el horizonte inmediato: uno es el de la universidad-empresa, otro es el modelo de universidad que concibieron y defendieron hace ya cien años personalidades tan alejadas y distintas como Ortega y Gasset o Bertrand Russell: la universidad como bien público, independiente, en el cumplimiento de sus funciones básicas para con la sociedad, de toda presión o injerencia externa. Bien es cierto que la universidad debe estar hoy mucho más abierta a la sociedad, a sus demandas y requerimientos. Tiene que adaptarse a su entorno socioeconómico y hacerlo de forma más eficaz y eficiente de lo que hasta ahora lo ha hecho. La Universidad tiene que exigirse alcanzar mayores índices de compromiso, aportación social, calidad y excelencia, mirando también hacia afuera. Es necesario formar aquellos profesionales que la sociedad y la economía demandan y producir y transferir conocimiento experto y cualificado para los sectores económicos y sociales más dinámicos e innovadores.
Esa apertura a la sociedad es el elemento nuevo y más trascendente que la Universidad ha de afrontar en este nuevo tiempo. Un reto de responsabilidad y compromiso social que debe hacerse compatible con la autonomía en el ejercicio de su misión, que es una misión de investigación, de creación y transmisión del conocimiento. En la sociedad del conocimiento, la universidad debe saber distinguir las preocupaciones de la sociedad civil de las exigencias del mercado que, no son coincidentes necesariamente. Debe dignificar el conocimiento que no tiene y que no debe tener valor en el mercado, y defender que no todo el saber científico y tecnológico debe valorarse exclusivamente por su valor mercantil. En la universidad del Siglo XXI debe primar la simplificación para una organización flexible y una gestión eficiente y una gobernanza democrática, transparente y responsable.
“Es hora de responder a los nuevos problemas y escenarios con nuevas soluciones y retos”
1.1 Liderazgo y compromiso social Hoy, en la sociedad del conocimiento, las universidades deben ser capaces de ofrecer a su entorno el liderazgo científico y social y ser el motor de desarrollo económico y social para abordar los grandes retos globales que hay que afrontar en los próximos años como la globalización, la evolución de la tecnología, el mundo digital y la sociedad de la información, la apuesta por las tecnologías limpias y la sostenibilidad, la igualdad, la inclusión, el bienestar económico y social. La necesidad de construir un nuevo modelo socioeconómico y la 29
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innovación social necesaria para producirlo deben ser una oportunidad para contribuir, desde la universidad, a dar una respuesta integral y estructurada a la sociedad ante estos desafíos. La universidad es una institución que solo tiene sentido si su actividad es puesta al servicio de la sociedad. Las funciones fundamentales inherentes a la universidad (educación superior, investigación y transferencia de conocimiento) tienen un alto grado de responsabilidad social. Ello implica la necesidad de realizar una apuesta firme por transmitir a los estudiantes como elemento esencial de su formación, y a la comunidad universitaria en general, un alto grado de compromiso social. Porque la universidad debe desempeñar un papel esencial en la promoción de la cohesión social, en la reducción de las desigualdades y en la elevación del nivel del conocimiento, destrezas y competencias en el seno de la sociedad. Las políticas de educación superior deberían enfocarse a maximizar el potencial de las personas en cuanto a su desarrollo personal y a su contribución a una sociedad sostenible, igualitaria, democrática y basada en el conocimiento. La educación superior debe no sólo proporcionar competencias sólidas para el mundo de hoy y de mañana, sino contribuir además a la formación de ciudadanos dotados de principios éticos, comprometidos con la construcción de la paz, la defensa de los derechos humanos y los valores de la democracia. La responsabilidad social universitaria pasa por aportar e integrar en la docencia, la investigación y la transferencia de conocimiento, principios éticos, de buen gobierno y de compromiso social. Y la universidad del siglo XXI, como ente con una gran masa de pensamiento y de caudal creativo en su seno, tiene que ser un fuerte agente cultural. Debe hacerse visible por medio de acciones culturales en plena complicidad con las instituciones y con la sociedad civil en la que se inserta. Y paralelamente a su dimensión investigadora y docente, debe ser capaz de construir plataformas culturales desde donde tener un papel relevante en la transformación de la sociedad. Liderazgo y compromiso social son los dos pilares que deben definir un nuevo “contrato social” en las nuevas relaciones a construir entre universidad y sociedad.
1.2 Una universidad internacional radicada en su entorno económico y social La internacionalización es algo más que un eje prioritario de cualquier proyecto universitario. Es condición sine qua non de su proyección futura, pero sobre todo la internacionalización debe ser asumida como la nueva dimensión del trabajo. Una sociedad en la que se ha globalizado la generación, la transmisión y la transferencia de conocimiento, ha de contar con universidades globales que estén en condiciones de hacerlo. Las universidades deben decantarse por un modelo educativo y cooperativo de internacionalización, en el que el objetivo sea la mejor calidad de la enseñanza, investigación y servicios en un entorno global, asumiendo la responsabilidad que les corresponde tanto con el entorno más inmediato (formación de la juventud) como con el progreso y el desarrollo humano sostenible a nivel global (investigación de excelencia).Para ello, la política de internacionalización debe ser transversal para tratar de conseguir, por una parte, la integración plena del personal docente e investigador en las redes globales de ciencia, conocimiento y difusión en las que se genera el conocimiento y, por otra, permitir la preparación del estudiantado para desarrollarse y poder competir con un mejor instrumental formativo en el seno de un mundo académico global que ya no conoce fronteras. Además, esta política activa de internacionalización posibilitará de forma real y efectiva la adaptación continua del personal de administración y servicios, facilitándoles la labor de especialización e internacionalización para así poder actuar como soporte que haga posible el gran salto cualitativo de las universidades. La cooperación universitaria al desarrollo forma parte de la misión social de la universidad, de su compromiso con el desarrollo humano sostenible a nivel mundial, y debe formar parte de su política local y de su internacionalización. 2. Consideraciones sobre el posgrado: master y doctorado Las universidades se juegan su futuro en este nuevo contexto en la capacidad de generar, transmitir y transferir un conocimiento altamente cualificado. Sin duda alguna, con una enseñanza de calidad, con un posgrado diferenciado y competitivo, pero también con investigación de calidad contrastada que ofrezca soluciones a los 30
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nuevos y continuos retos de nuestra sociedad globalizada. La sociedad cambiante y los avances del conocimiento justifican claramente la formación de posgrado, más flexible y más especializada. Los estudios de posgrado deberán configurar ofertas atractivas que se adapten no sólo a las necesidades de especialización de los graduados, sino también a las necesidades particulares de formación de aquellas personas que están ejerciendo una profesión. Las universidades deben favorecer la accesibilidad a estas enseñanzas promoviendo la flexibilidad en su diseño en lo que se refiere a su contenido (atendiendo a principios de especificidad e interdisciplinariedad, entre otros), y las características de su impartición (a tiempo completo, parcial, virtual, o semi-presencial). El doctorado debe jugar un papel fundamental como intersección entre el Espacio Iberoamericano de Educación Superior y el de Investigación, ambos pilares fundamentales de la sociedad basada en el conocimiento. La investigación debe tener una clara importancia como parte integral de la educación superior universitaria y la movilidad debe ser valorada tanto en la etapa doctoral como postdoctoral, como pieza esencial en la formación de jóvenes investigadores. El proceso del cambio del modelo productivo hacia una economía sostenible necesita a los doctores como actores principales de la sociedad en la generación, transferencia y adecuación de la I+D+i. Los doctores han de jugar un papel esencial en todas las instituciones implicadas en la innovación y la investigación, de forma que lideren el trasvase desde el conocimiento hasta el bienestar de la sociedad. Para ello, hay que definir con claridad la misión de los doctores en la nueva
sociedad del conocimiento, lo que redundará en el reconocimiento profesional y prestigio social, la idoneidad en las perspectivas laborales y en sus aportaciones al nuevo modelo de crecimiento. Las estrategias institucionales en materia de I+D+i de las universidades deben tener al doctorado en el centro de sus actuaciones, permitiendo una amplia flexibilidad y autonomía, pero a la vez alcanzando altas cotas de calidad, internacionalización, innovación, reconocimiento y movilidad. Las especiales características de los estudios de doctorado y la variedad de necesidades y métodos de formación investigadora de los distintos ámbitos del conocimiento aconsejan un alto grado de flexibilidad en la regulación de estos estudios. Hay que promover un modelo de formación doctoral con base en la universidad, pero integradora de la colaboración de otros organismos, entidades e instituciones implicadas en la I+D+i tanto nacional como internacional, en el que las Escuelas de Doctorado tienen un papel esencial. Para alcanzar un posgrado diferenciado y competitivo, que responda a las demandas de la sociedad cambiante, más flexible que las estructuras académicas, y que conecte claramente la universidad a su 31
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entorno socioeconómico son varios los aspectos que hay que considerar: la investigación de excelencia y multidisciplinar, base de un posgrado potencialmente competitivo, y la universidad digital, adaptación a las nuevas tecnologías como la enseñanza virtual y semipresencial.
“Las estructuras universitarias actuales no favorecen la investigación interdisciplinar y multidisciplinar”
2.1 Investigación multidisciplinar La generación de conocimiento a través de la investigación científica y técnica, social, humanística o artística, debe convertirse en el elemento fundamental de la adaptación al espacio iberoamericano del conocimiento sin olvidar que la investigación debe ser fundamento de la docencia y estar al servicio de la sociedad y del bienestar de las personas. Ya hemos destacado la importancia del doctorado como puente entre la generación y transmisión del conocimiento Las estructuras universitarias actuales no favorecen la investigación interdisciplinar y multidisciplinar, ni la coordinación entre grupos de investigación de diferentes especialidades lo que dificulta en algunos casos la optimización de recursos y las oportunidades de captación de fondos de investigación. En los programas internacionales que se están implantando, se apuesta decididamente por crear redes y nodos de investigación integrados por una diversidad de centros, departamentos, institutos y grupos de investigación, una nueva dimensión de política científica. Además, el nuevo enfoque necesario en el espacio iberoamericano justifica que la interacción se promueva entre grupos y entre estos con las empresas. La universidad debe adoptar un papel activo a la hora de
difundir su conocimiento mediante la aplicación de políticas que potencien la relación universidad-empresa y la transferencia de conocimiento. Algunos aspectos que hay que valorar con respecto a estas relaciones son:
La responsabilidad de que la investigación pública llegue a la empresa no debe recaer exclusivamente en la universidad, sino también en la propia empresa, lo cual requiere en ésta una cierta capacidad de absorción para que la transferencia de conocimiento sea eficaz.
La transferencia de conocimiento mediante estudios, proyectos bajo contrato, investigación en colaboración, creación de empresas de base tecnológica resultado de investigaciones, explotación de patentes, etc. tiene que ser una actividad importante de la universidad que ayude al desarrollo socioeconómico de su entorno en particular y de la sociedad en general. Un papel muy importante debe desempeñar los doctorados industriales.
Para aprovechar de forma más directa los resultados de la investigación académica, es conveniente la existencia de instituciones-puente cuya misión sea reconvertirlos en resultados más cercanos a la innovación. Un buen ejemplo son los parques y centros tecnológicos que, entre otras características, permitan apoyo a grandes Infraestructuras de investigación que posibilitan proyectos colaborativos.
La administración pública tiene que hacer un mayor o menor esfuerzo en la financiación de la investigación universitaria dependiendo del contexto económico geográfico, nacional o regional. Así, en países o regiones donde las empresas cuenten con suficiente capacidad de absorción y la especialización sectorial sea en actividades dependientes de la ciencia, la financiación empresarial de la investigación académica no tenderá a poner en peligro la investigación básica.
No obstante, un excesivo énfasis en esta misión de la investigación relacionada con el desarrollo económico, puede tener una repercusión negativa en la estructura de la universidad y, lo que es más importante, en la calidad de la investigación. Todos los informes de la OCDE constatan los cambios experimentados por las universidades en los últimos años (disminución y orientación más comercial de la 32
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investigación financiada públicamente, aumento de la investigación financiada por empresas, etc.) y recomiendan y advierten de la necesidad de mantener un cierto nivel de investigación básica a largo plazo y encontrar un equilibrio entre la enseñanza, la investigación y la transferencia de conocimiento. La frontera entre investigación básica y aplicada no está muy delimitada, lo que es claro es que sin la básica no hay aplicada.
2.2 Universidad digital La sociedad digital que ha surgido de internet nos adentra en un nuevo escenario de cultura digital que las universidades deben de asumir e interiorizar en todas sus actividades (educación, investigación, gestión, innovación, transferencia). La universalización de las TIC ha propiciado nuevas fórmulas de generar, gestionar y transmitir el conocimiento y el saber, así como nuevas formas de administrar los recursos de la Universidad y sus relaciones con la comunidad universitaria y con la sociedad en general. Las TIC son el soporte de la sociedad digital y, por tanto, también de la universidad digital como concepto y como principio de funcionamiento de la institución. Si las universidades no quieren quedarse al margen de esta gran revolución social que supone la sociedad digital, deben de convertirse en referentes de cultura digital que aprovechen las TIC para mejorar sus procesos de gestión internos, sus programas de formación, sus programas de divulgación de conocimiento, sus actividades de investigación y transferencia, los procesos de internacionalización, etc. La cultura digital no entiende de disciplinas, es tan ancha como la realidad misma. Lo digital representa una oportunidad para la transparencia y para una cultura más abierta y accesible. Surgen nuevas formas de ciencia más abierta, más enriquecida, formas de ciencia ciudadana, nuevas maneras de estar y participar de lo público. Por ello, la apuesta por la cultura digital, por una universidad digital es una apuesta de futuro.
sino que debe continuar a lo largo de la vida (Life Long Learning, LLL). Este principio nos indica que el servicio público que ofrece la universidad no debe agotarse cuando los titulados abandonan la institución para incorporarse al mundo laboral, sino que debe proporcionar a los profesionales la oportunidad de seguir formándose, ofreciendo enseñanzas que les permitan mejorar, complementar o diversificar su currículo. En este sentido cobra especial relevancia la oferta académica no presencial. La universidad como institución de enseñanza superior se comporta muy mayoritariamente como una institución de enseñanza/aprendizaje presencial, concepto que adopta en sus orígenes y que mantiene a través del tiempo. Sin embargo, un análisis más profundo de las causas y requerimientos que hicieron prácticamente obligatoria esta condición hasta nuestros días, muestra que los avances metodológicos y tecnológicos existentes en nuestra sociedad (tecnologías digitales, rapidez de desplazamientos, etc.) permiten y, por tanto, animan a que las universidades incorporen de forma permanente la oferta no presencial dentro de su oferta académica reglada, sin que ello signifique una merma en la calidad. El creciente número de estudiantes y profesionales que simultanean trabajo y formación, así como la enorme diversificación y especialización del mercado de trabajo en los últimos años, se han unido para crear una gran demanda de formación especializada que permita ser obtenida con nula o muy poca presencia personal. Las universidades de tradición presencial, tendrán una mejor oportunidad de éxito en una oferta reglada no presencial dirigida al posgrado que en una oferta dirigida al grado, debido a la mayor madurez del alumnado, la necesidad de compatibilizar trabajo con formación, la necesidad de ofrecer el posgrado a estudiantes de otros países y/o continentes, la posibilidad de establecer colaboraciones con otros posgrados iberoamericanos y europeos, etc.
2.3 Enseñanza no presencial Entre los objetivos estratégicos del Espacio Iberoamericano en materia de educación, está la necesidad de que los países asuman que el aprendizaje no termina cuando se finalizan los estudios universitarios, 33
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facultades, nos parece necesario comenzar esbozando un brevísimo panorama de nuestra organización institucional. Cabe resaltar que esta organización constituye, en sí misma, una estrategia -proyectada a largo plazo- para lograr una vinculación e incidencia efectiva de la universidad con el entorno. Sirvan los siguientes párrafos para describir nuestra estructura.
Francisco Javier Avelar González Rector Universidad Autónoma de Aguascalientes México
CALIDAD EDUCATIVA Y VINCULACIÓN UNIVERSITARIA: PILARES PARA IMPULSAR EL DESARROLLO SOCIAL DESDE LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR En esta breve participación, exponemos algunas ideas con respecto a las acciones que pueden llevarse a cabo en aras de impulsar el desarrollo social del entorno, desde los espacios universitarios. Las propuestas y reflexiones que aquí hacemos están basadas en planificaciones y estrategias que estamos aplicando o estamos en proceso de aplicar en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA). Lo expuesto aquí no necesariamente se adapta a la manera de trabajar de todas las universidades; no es nuestra pretensión que así sea, sino sólo participar en este intercambio de experiencias, para encontrar en conjunto mejores soluciones a los retos y problemáticas que enfrentan tanto las instituciones educativas como las sociedades en las que están insertas. A grandes rasgos, en las siguientes líneas nos enfocaremos en los temas de la pertinencia de los programas de estudio (sean de pregrado o de posgrado) así como en su vinculación con el entorno, como dos de los ejes desde los cuales se puede impulsar el desarrollo social de una entidad. Como nuestra universidad no está organizada en un sistema de
Nuestra Universidad está organizada por centros académicos (por ejemplo, el Centro de Ciencias Sociales y Humanidades, o el Centro de las Artes y la Cultura). Cada centro tiene varios departamentos a su cargo (por ejemplo, el Departamento de Derecho) y cada Departamento tiene bajo su responsabilidad una o varias carreras, así como diversas materias de apoyo para otros centros (por ejemplo, el Departamento de Derecho tiene la Licenciatura en Derecho y materias como Derecho Mercantil para licenciaturas como Administración de Empresas, perteneciente a otro Centro Académico). Cada centro académico tiene como responsable principal a un decano y, en conjunto, los decanos hacen sus propuestas y entregan cuentas directamente al rector de la universidad. Además de los Centros Académicos, la Universidad tiene un conjunto de direcciones y áreas administrativas, las cuales permiten la operatividad y el desarrollo de la Institución; estas direcciones también están organizadas en un sistema departamental. Por ejemplo, se tiene específicamente una Dirección General de Difusión y Vinculación, de la cual dependen los departamentos de Extensión Académica, Difusión Cultural, Editorial, Radio y Televisión, y Vinculación. Entre otras direcciones, también tenemos la Dirección General de Investigación y Posgrado, y la Dirección General de Planeación y Desarrollo. Esta organización estructural nos ha permitido que los centros académicos enfoquen toda su atención a cuestiones educativas y de investigación, mientras que las direcciones se constituyen como apoyos indispensables, mediante los cuales se logra establecer y fortalecer nuestras relaciones extramuros, así como medir el impacto de la universidad en el entorno. La comunicación adecuada entre centros académicos y direcciones permite, entre otras cosas, que los programas educativos se vayan adecuando a las necesidades del contexto, buscando que incidan de manera más efectiva en la sociedad. La estructura de la universidad ya implica una forma de organización y una estrategia a largo plazo para cumplir con los objetivos de ser una institución de alta incidencia en el desarrollo de la cultura, la educación, 34
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la investigación y la economía regional. De manera complementaria, y siguiendo una estrategia utilizada por diversos organismos alrededor del mundo, los planes de desarrollo institucional contemplan varios años de trabajo (en concreto, en la UAA abarcan tres periodos rectorales, nueve años en promedio). Con ello se asegura la continuidad y congruencia de las estrategias adoptadas por toda la comunidad universitaria, independientemente de los cambios en el equipo de administración. La misión del Plan de Desarrollo Institucional (PDI) vigente (2016-2024) es impulsar el desarrollo sustentable, justo y equilibrado de la sociedad, a través de la formación integral de personas que contribuyan de manera efectiva y ética en la solución de las necesidades y problemáticas sociales locales, nacionales e internacionales. Hasta aquí, hemos planteado nuestra base organizacional, desde la que parten y/o en la que están anclados nuestros planes, estrategias y proyectos. En las siguientes líneas expresamos algunas ideas y propuestas relacionadas con los ejes temáticos de esta publicación, que estamos implementando al interior de nuestra casa de estudios. Una de las mejores maneras no sólo de promocionar la oferta de posgrados entre la población, sino de fortalecerlos adecuadamente para que sus egresados puedan incidir en su contexto social, es buscando de forma permanente la mejoría de su calidad. Esto no puede lograrse sino a través de exponerse a procesos examinación externos a la institución. En este sentido, el gobierno mexicano, a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) mantiene un Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNCP), con el cual incentiva a las instituciones de educación superior mexicanas para que mejoren sus programas de estudios, sus metodologías de enseñanza-aprendizaje, su eficiencia terminal y su productividad académica. Consideramos que incentivos semejantes pueden ser útiles para propiciar la mejoría de los posgrados de cualquier región, así como su difusión regional, nacional e internacional. Desde nuestra experiencia, la Universidad Autónoma de Aguascalientes mejoró sustancialmente sus estándares de calidad al pedir la evaluación e ingreso de sus posgrados al programa federal arriba mencionado. En 2005, por ejemplo, de los 35 programas de posgrado que ofertábamos sólo dos estaban inscritos ante CONACYT; en ese año, nuestra eficiencia terminal apenas alcanzaba el 25%. A partir de una serie de cambios estructurales en los que se planteó la necesidad de buscar la acreditación de todos nuestros programas educativos de este nivel,
“Las universidades deben tender puentes de diálogo y de colaboración interinstitucional” elevamos la pertinencia de los planes de estudio, su calidad y su eficiencia. De esta forma, hemos logrado que, al día de hoy, 23 (92%) de los 25 programas de posgrado que actualmente ofertamos estén acreditados por el PNPC de CONACYT. Además, elevamos de forma notable nuestra eficiencia terminal en este nivel, la cual está a punto de llegar al 90%. Debido a las actuales circunstancias comunicativas del mundo, es decir, al contexto globalizado en el que vivimos, se vuelve necesario buscar la estandarización en la calidad de los profesionistas que egresan de las universidades, aunque sus programas de estudio, incluso para las mismas licenciaturas, no sean idénticos. Independientemente del enfoque y la planeación curricular que cada universidad da a sus respectivas licenciaturas, ingenierías o posgrados, la calidad y una serie de conocimientos y habilidades deseables en sus egresados sí deben ser equiparables, de tal forma que, por ejemplo, en un grupo de médicos de diversos países, todos tengan los mismos conocimientos y las mismas capacidades para realizar un diagnóstico o una operación determinada. Para lograr lo anterior, las universidades deben tender puentes de diálogo y de colaboración interinstitucional; además, es deseable que se busque la internacionalización de cada instituto, a través de la acreditación por parte de organismos educativos o evaluadores internacionales. En el caso particular de la UAA, nuestros esfuerzos en este sentido nos han permitido lograr más de 75 acuerdos de colaboración: 65 de trabajo bilateral con centros educativos del 35
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extranjero y 12 con redes y asociaciones de universidades multinacionales. Así, colaboramos con 18 países de distintas lenguas y continentes. A nivel posgrado, en los últimos cinco años la UAA ha colaborado en diversos proyectos con 16 instituciones extranjeras, pertenecientes a países como España, Francia, Italia, Colombia, Alemania, Brasil, Estados Unidos y Japón. Además, ha participado en proyectos de cooperación internacional financiados o impulsados por organismos como la Unión Europea, la Fundación Carolina, la red de la Fundación para el Análisis Estratégico y Desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa, la Fundación Ford y la Asociación Universitaria Iberoamericana de Postgrado. Además de lo anterior, 11 de nuestros programas de posgrado han sido evaluados por asociaciones y agencias internacionales. Nueve de ellos por la Asociación Universitaria Iberoamericana de Postgrado (AUIP), y otros dos por la ACBSP Global Business Accreditation. Consideramos que también puede ser provechosa, para toda casa de estudios, la instauración de comités o grupos internos permanentes, que examinen la calidad y pertinencia de sus programas educativos. En este sentido, la UAA cuenta con una comisión institucional para evaluar la pertinencia de la oferta educativa, como un órgano consultivo de la comisión ejecutiva universitaria, cuyo objetivo es evaluar la factibilidad académica y la pertinencia de cada programa de pregrado y posgrado, tomando en consideración factores como las necesidades y demandas sociales, la oferta y demanda educativa, las carencias en los sectores productivos y gubernamentales, y la situación económica de las empresas y hogares de la región. No solamente se busca garantizar a los estudiantes una educación de calidad, sino que se propone una oferta educativa que contribuya con la formación de los profesionistas e investigadores que el entorno necesita. Además de la exposición permanente a acreditaciones y exámenes internos y externos a la institución, una estrategia que incentiva a la población a hacer estudios de mayor nivel académico consiste en lograr que los programas de posgrado se enfoquen en la comprensión y solución de los problemas del contexto actual (sean económicos, culturales, ambientales o sociales), mediante la orientación de dichos programas hacia una salida profesionalizante, o bien de investigación (siempre y cuando los proyectos de investigación tiendan al estudio de fenómenos, necesidades y problemáticas del entorno local, nacional o
internacional). Éste es el enfoque que se ha dado a los programas de posgrado que se ofertan en la UAA. Desde nuestra perspectiva, es probable que un posgrado donde sus estudiantes y, sobre todo, sus catedráticos no están involucrados en proyectos de investigación, sea un posgrado en desventaja con respecto a aquellos que sí cumplan con esta característica. De acuerdo con lo anterior, consideramos necesario que las universidades y los gobiernos que quieran mejorar la calidad de su educación a nivel posgrado, alienten a sus académicos para que no descuiden su quehacer como investigadores. Como hemos dicho, es preferible que las investigaciones puedan ser aprovechadas para el discernimiento de problemáticas o fenómenos contextuales. En aras de seguir esta perspectiva, en el PDI de nuestra universidad establecimos como un compromiso asegurar la pertinencia y relevancia de nuestras líneas de investigación y aplicación del conocimiento, a través de una serie de revisiones en las que se involucran algunos de los organismos y comités mencionados líneas arriba. Asimismo, de unos años a la fecha, hemos emprendido un esfuerzo considerable para la habilitación de catedráticos a nivel posgrado y para la contratación de docentes con propuestas viables de proyectos de investigación. De esta forma, contamos con 374 profesores de tiempo completo numerarios y pro-numerarios que apoyan a pregrado y posgrado; de éstos, el 95% tiene maestría y/o doctorado. Además, el 28% de ellos está inscrito en el Sistema Nacional de Investigadores de CONACYT y el 69% dirigieron o colaboraron en proyectos de investigación durante 2017. El mismo año, estuvieron vigentes un total de 208 proyectos de investigación, de todas nuestras áreas académicas. Aunado a lo dicho, nos parece fundamental que los esfuerzos de una institución educativa por mejorar sus programas de posgrado, su vinculación y su productividad académica, sean esfuerzos colectivos y no individuales. Una buena manera de lograrlo es mediante el establecimiento de cuerpos académicos que propicien el trabajo en conjunto y la discusión académica entre pares. Con esta idea en mente, en nuestra casa de estudios contamos por ahora con 42 cuerpos académicos (20 de ellos consolidados, 17 en consolidación y 5 en sus primeras etapas de formación). Hemos mencionado reiteradamente, a lo largo de este texto, la necesidad de que los programas educativos de las universidades respondan, en la medida de lo posible, a problemáticas contextuales, 36
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sean del entorno regional, nacional o internacional. Para lograrlo, hace falta seguir un plan o un modelo claro que permita una vinculación real con el entorno. En nuestro caso particular, hemos adoptado el Modelo de Triple Hélice versión III, propuesto por Etzkowitz y Leydessdorff (2000), desde el cual se prevé un trabajo conjunto del sector gubernamental, el educativo y el empresarial. El modelo propone que en los espacios de convergencia entre los tres actores exista la oportunidad de crear organizaciones híbridas que realicen actividades encaminadas a observar y responder a la demanda y las necesidades del entorno. A pesar de la superposición entre las hélices académica, productiva y gubernamental, cada actor de la triple hélice mantiene roles específicos; por ejemplo, las universidades tienen un papel estratégico en la generación, aplicación, transmisión y transferencia del conocimiento, favoreciendo el trabajo inter y multidisciplinario; la industria busca incrementar sus niveles de innovación para crear nuevos productos y tecnologías, diversificarse y obtener nuevos conocimientos mediante alianzas; por su parte, se esperaría que a través del gobierno se incremente la aportación financiera para el desarrollo de proyectos de colaboración con impacto social. Una buena vinculación interinstitucional, y entre la sociedad y las universidades, así como una adecuada adaptación a las transformaciones del mundo, no podría darse sin una actualización constante de la infraestructura de las universidades, sobre todo en lo referente a las tecnologías de la información. Aprovechar los nuevos
programas, aplicaciones y dispositivos electrónicos puede potenciar enormemente las capacidades de las instituciones educativas para llegar a un mayor porcentaje de la población, así como para incrementar el número de recursos informativos con los cuales coadyuvar a la educación del alumnado, pero también a la actualización de catedráticos y administrativos. En aras de hacer un uso eficiente y productivo de la tecnología en la UAA, en 2013 llevamos a cabo un proyecto denominado “tecnologías para la educación”, mediante el cual equipamos al 100% de nuestras aulas, laboratorios y talleres con pantallas con conectividad a internet que, además de servir como computadoras, permiten la realización de videoconferencias, acceder a plataformas educativas y proyectar contenidos multimedia. Además, habilitamos a la comunidad universitaria para el uso del “ámbito académico”, espacio virtual de trabajo institucional hospedado en la plataforma Moodle, que es utilizado por profesores y estudiantes para el desarrollo de actividades académicas. En lo referente al posgrado, la universidad ofrece una maestría completamente a distancia, así como programas que cuentan con materias en línea. Estamos seguros de que, si bien es muy provechosa la educación presencial, una migración de cursos, contenidos y recursos bibliográficos y educativos a la red permitirá llevar el conocimiento a más personas, con lo cual las universidades cumplirían de mejor manera con su vocación docente.
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Para concluir con esta breve participación, nos parece pertinente hacer notar que la mejoría en los programas educativos de una universidad (sean de pregrado o de posgrado), así como en su vinculación, su incidencia social y sus relaciones internacionales, no dependen de un solo factor o una sola estrategia. Al contrario, elevar los estándares de calidad en una casa de estudios y, con ello, su impacto fuera de los espacios universitarios, depende de una cantidad de factores diversos e interrelacionados entre sí. Desde nuestra perspectiva, y como hemos esbozado aquí, el conjunto de estrategias adoptadas debe contemplar, entre otras cosas:
Un control de calidad permanente, a través de comités internos que determinen la pertinencia e impacto de los programas educativos de la institución, pero también a partir del sometimiento voluntario a examinaciones y acreditaciones de organismos externos, dedicados justo a la evaluación de metodologías de enseñanzaaprendizaje, contenidos académicos y la adecuación de estos últimos a las necesidades y problemáticas del entorno. Una búsqueda constante por desarrollar convenios, intercambios académicos, programas educativos y proyectos de investigación interinstitucionales, de tal forma que el propio diálogo entre instituciones les permita no sólo ampliar el rango de recursos y conocimientos compartidos, sino tender hacia la estandarización en la calidad de sus programas de pregrado y de posgrado. Un acercamiento colaborativo con dependencias gubernamentales y empresas privadas, a fin de lograr una vinculación más efectiva con la sociedad y buscar que los programas de estudio y los proyectos de investigación tiendan a buscar las maneras de solucionar necesidades (sociales, urbanísticas, culturales, tecnológicas, médicas, económicas, etc.) detectadas en el entorno. Un impulso sostenido a la investigación y la productividad académica, de tal forma que no se deje de lado esta función sustantiva, sino que vaya a la par de la docencia. Además, debe tenderse a que las investigaciones tengan pertinencia social, para que la universidad se constituya como una generadora de soluciones en el espacio social en el que esté inserta. Una incorporación creciente de programas, aplicaciones y dispositivos tecnológicos, que coadyuven a ampliar las oportunidades educativas de las personas, ya poniendo a su disposición un mayor número de obras académicas digitalizadas, ya poniendo a su alcance -independientemente de su ubicación
geográfica- talleres, cursos o incluso programas educativos completos de pregrado o posgrado, para que puedan mejorar su preparación académica. La mejoría de nuestras instituciones de educación superior depende en gran medida de esfuerzos conjuntos y cuya planeación procure pensar a mediano y largo plazo. Por ello, es importante que existan foros como éste, que inciten al diálogo entre universidades y que llamen a la colaboración entre nosotros. Esperamos que esta breve participación ayude a la causa y que tengamos la oportunidad de continuar trabajando, hombro a hombro, con otras instituciones de esta red. Referencias Etzkowitz, H.; Leydesdorff, L. (2000). “The dynamics of innovation: from National Systems and "Mode 2" to a Triple Helix of university-industry-government relations”. Research Policy, 29 (2), pp.109-123. Recuperado de http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0048733399000554 Universidad Autónoma de Aguascalientes (2015). “Plan de Desarrollo Institucional 2016-2014. Trazando el Rumbo Institucional” Recuperado de http://www.uaa.mx/transparencia/i/PDI%202016-2024.pdf
“La mejoría de nuestras instituciones de educación superior depende en gran medida de esfuerzos conjuntos y cuya planeación procure pensar a mediano y largo plazo”
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Miguel Camino Solórzano Rector Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM) Ecuador
LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR Y SU CONTEXTUALIZACIÓN El concepto de Internacionalización de la Educación Superior está integrado, entre otros aspectos, por la movilidad académica de estudiantes y profesores, las asociaciones entre universidades, las redes internacionales, los proyectos de investigación y la transferencia de elementos educativos a otras partes del mundo. Por lo anteriormente expuesto, existe un compromiso de la Educación Superior Latinoamericana de concebir la docencia, la investigación y la vinculación con la sociedad de una manera globalizada. Desde el punto de vista conceptua,l algunos autores definen la internacionalización como políticas desarrolladas por gobiernos e instituciones educativas con el objetivo de alcanzar la globalización o como “una de las formas en que la educación superior reacciona a los desafíos y posibilidades de la globalización”. Si nos concentramos en los resultados obtenidos por las universidades ecuatorianas en los esfuerzos conducentes a su internacionalización, podríamos concluir que a pesar de que se han alcanzado algunos avances, aún falta bastante por hacer. En lo que concierne a la movilidad de estudiantes, pudiera asegurarse que se han obtenido cifras alentadoras gracias a los programas de movilidad estudiantil con reconocimiento académico, un ejemplo de ello es el Proyecto Paulo Freire de Movilidad Académica para estudiantes de Programas Universitarios de Formación del Profesorado, en el cual estudiantes de estas carreras han realizado movilidad académica con el fin de afianzar sus conocimientos, aprendizajes y desarrollar sus prácticas. Otra importante forma en que puede alcanzarse la internacionalización de la Educación Superior es a través de las Redes, y en este sentido, las universidades ecuatorianas han renovado y mantenido relaciones con redes académicas que permiten
a investigadores, académicos, administrativos y estudiantes trabajar de forma colaborativa, compartiendo su información, movilidad y recursos a distancia, mediante una infraestructura de alta velocidad y servicios avanzados, pensados especialmente para responder a sus necesidades. Entre estas Redes se pueden mencionar el Grupo de Universidades Iberoamericanas La Rábida (AUIP), la Asociación Universitaria Iberoamericana de Postgrado (Grupo La Rábida), la Fundación Carolina, entre otras. La decisión política de llevar adelante una transformación en la educación superior en el Ecuador para alcanzar un cambio de matriz productiva y construir un sistema de innovación social basado en la ciencia y la tecnología ha identificado al país, en el contexto continental, como el lugar propicio para debatir los aspectos que se deben profundizar con miras a construir una concepción integral de la universidad en la región. Por su parte le Red Ecuatoriana de Internacionalización de la “Educación Superior – REIES” tiene los siguientes objetivos: 1. Aportar a la generación de políticas públicas de internacionalización para el sistema de educación superior en el país. 2. Promover criterios, estándares de calidad y la creación de capacidades dentro de las Instituciones de Educación Superior ecuatorianas para su internacionalización integral. 39
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3. Posicionar estratégicamente a la educación superior ecuatoriana en el contexto académico global, aumentando la visibilidad e impacto internacional de las actividades académicas de las Instituciones de Educación Superior ecuatorianas. 4. Desarrollar la cooperación académica entre las Instituciones de Educación Superior ecuatorianas para su participación conjunta en propuestas y proyectos internacionales. El Segundo Encuentro de la Red Iberoamericana de Universidades (UNIVERSIA) desarrollado en Guadalajara, México, en el año 2010, señaló que “la movilidad y la internacionalización forman así parte de las esencias, los desafíos y los propósitos más decisivos para la Universidad del futuro” y propuso establecer un “Carnet Universitario Iberoamericano”, con el objetivo de poder utilizar los servicios en todo el espacio universitario iberoamericano. De igual manera, la “Declaración Mundial sobre la Educación Superior para el Siglo XXI” en el año 1998, subrayó que la internacionalización de la educación superior es un elemento importante de su pertinencia en la sociedad actual estableciendo que se requiere más internacionalización y más contextualización, contribuyendo a la solidaridad humana y al respeto de la diversidad cultural. Según uno de los principales diseñadores de los acuerdos de Bolonia, el nuevo paradigma en el campo didáctico implica un desplazamiento del énfasis en los sentidos siguientes:
Más sobre el aprendizaje y menos sobre la enseñanza. Más atención al estudiante y menos poder al profesor. Más enfoque sobre las exigencias de la sociedad. Más atención en el desarrollo de destrezas y habilidades, y menos sobre la mera adquisición de conocimientos. Carreras concebidas en el espíritu de aprendizaje a lo largo de la vida, en vez de un enciclopedismo inicial seguido por muy escasas posibilidades de formación ulterior.
Los Dominios Universitarios de las IES y su relación con el entorno nacional e internacional El Sistema Nacional de Educación Superior del Ecuador contempla la necesidad de que las Instituciones de Educación Superior (IES) determinen los dominios académicos de las universidades en relación a las fortalezas científicas, tecnológicas, humanísticas y artísticas que
desarrollen sobre la base de su trayectoria académica e investigativa, personal académico altamente calificado, infraestructura científica y gestión pertinente del conocimiento. En este contexto, las IES conciben un modelo educativo de formación y el diseño de su planificación de desarrollo institucional, considerando los dominios académicos con carácter disciplinar, inter disciplinar, multidisciplinar y transdisciplinar, respondiendo a las necesidades sociales y productivas.
“Existe un compromiso de la Educación Superior Latinoamericana de concebir la docencia, la investigación y la vinculación con la sociedad de una manera globalizada”
En el Ecuador se estructuran los Comités Regionales de Planificación de la Educación Superior como elementos de consulta horizontal del sistema, para hacer efectiva la articulación territorial con el resto de niveles y modalidades educativas del Sistema Educativo Nacional y de las distintas áreas gubernamentales de necesaria interacción con las instituciones de nivel superior, tales como la planificación nacional y regional, la ciencia, la tecnología y la producción. Entre las principales funciones se contempla proponer mecanismos de articulación entre la oferta de las instituciones de educación superior con las demandas educativas, demandas laborales de la región y los planes de desarrollo regional; la articulación entre las instituciones de educación superior con el sector social, productivo y privado regional. Los nuevos enfoques de las ofertas de grados y posgrados se deben concebir con sentido de pertinencia sobre la base de las necesidades territoriales, de las zonas de desarrollo del país, del avance de la ciencia y la tecnología sustentado en los dominios académicos universitarios determinados en el Modelo Educativo de la IES. 40
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Desde una visión de internacionalización las IES deben ampliar su horizonte de sus dominios académicos a través de redes académicas nacionales e internacionales que permitan a investigadores, académicos y estudiantes trabajar de forma colaborativa, compartiendo su información, movilidad y recursos a distancia, mediante una infraestructura tecnológica de alta capacidad y servicios avanzados, pensados especialmente para responder a sus necesidades y desafíos; razón fundamental para concebir un nuevo modelo de gestión universitaria, que genere sinergias con otras universidades nacionales e internacionales, para emprender macro proyectos que forjen nuevos polos de desarrollo; que dinamicen y reequilibren los territorios, los contextos urbanos y rurales, que permitan trascender como líderes de desarrollo productivo, social y ambiental en la nueva era del conocimiento, con perfiles profesionales que se desempeñen en el ámbito internacional.
Desafíos, Descubrimiento e Innovación desde la Vinculación con la sociedad universitaria La Universidad Iberoamericana es una de las más grandes creaciones de la civilización en el continente americano, dedicada al mundo del intelecto, nació no de una idea preconcebida, sino de la paulatina convergencia de circunstancias históricas, cuando los países de América fueron colonizados por España y Portugal, es por ello que se demanda en la actualidad una mayor dosis de integración social, porque no se forman en nuestras universidades seres humanos aislados, sino integrales, y eso únicamente lo podemos lograr compartiendo, debatiendo, descubriendo con la sociedad. La Universidad actual, no puede dedicarse solamente a enseñar tecnología, habilidades, destrezas y conocimientos en diversas áreas, preparando máquinas de competitividad laboral ante un mundo globalizado, es imperativo que se incluya la parte sensitiva del serhumano, para no perder a la especie, y ello tiene su razón cuando nos remontamos a la creación de la palabra universitas que fue creada probablemente por Cicerón, con el sentido de “totalidad”, derivado de Universus-A-Um, que significa “reunión de todo”, es decir, la comunidad de maestros y alumnos en sinergia con el colectivo, para componer todo un saber, en el que esté inmerso inobjetablemente los valores humanos que se deriva de la ética y la moral para tratar de eliminar de alguna manera la pandemia de la corrupción, que germina como foco infeccioso 41
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en la sociedad, este es un mal que no dejará desarrollar a los pueblos, aunque se cuente con la más grande tecnología. Esta es una de las propuestas de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, trabajar con el colectivo en esta parte, que está cada día corriendo el peligro que la humanidad se vea afectada y se extinga por este factor negativo, tanto como lo es la contaminación del ambiente por falta de conciencia de quienes habitamos en este planeta.
vez, para lo cual es importante que la institución y toda la comunidad trabajen en propuestas comprometidas a corto o mediano plazo pero que se concreten, pues no debe ser un trabajo aislado, se deben formar alianzas e ir en busca del apoyo de los gobiernos autónomos, seccionales a fin de favorecer a los grupos más vulnerables de la sociedad, claro no es un trabajo que se forja de la noche a la mañana, pero ya es tiempo de impulsar con mayor fuerza.
La educación superior ecuatoriana está considerada en la Ley Orgánica de Educación Superior como un área estratégica, cuyos fines se orientan a la búsqueda de la verdad, la afirmación de la identidad, el desarrollo cultural y el dominio del conocimiento científico y tecnológico, determinados a través de la docencia, la investigación, y la vinculación con la sociedad (extensión universitaria), que constituyen, prioridades para el desarrollo económico, social y cultural del país.
Lo antes anunciado no se puede llegar a consolidar si no se unen esfuerzos, entre docentes, estudiantes y comunidad, en el que se deben integrar los conocimientos académicos que deben estar acompañados de un proceso de reflexión, criterio crítico y metodología pedagógica, la cual no puede ser tomada como una actividad extracurricular en la que el estudiante puede hacerla en tiempos libres sino al contrario, se la toma para desarrollar los contenidos curriculares con la finalidad de aplicar todo lo aprendido en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Para que la educación superior ecuatoriana contribuya a identificar y solucionar los problemas de la sociedad, se requiere que sea pertinente y de calidad, es decir, que debe actuar con responsabilidad y compromiso en la creación, desarrollo y transmisión del conocimiento, en todas sus formas y expresiones, promoviendo su uso en todos los campos. La calidad juega un papel supremamente importante, lo que implica que todos los actores vinculados a la educación superior actuemos responsablemente en la generación y consolidación de una actitud auto reguladora, buscando que ésta no se convierta en un proyecto individual, sino que a más de ser una tarea de todos, sea un proceso permanente, participativo y se constituya en una práctica común. La vinculación con la sociedad es un proceso interactivo, a través del cual la universidad se proyecta socialmente para intervenir en la solución de los problemas de la comunidad, implementando puentes institucionales para crear y fortalecer sus relaciones con la sociedad y con el Estado, en función de un desarrollo más humano, equitativo, solidario y respetuoso de la naturaleza.
Sería un verdadero error, si se toma a la vinculación únicamente como el momento en el cual la universidad se relaciona con actores sociales externos, pues es necesario que se considere la participación que tienen los estudiantes en este proceso y sus efectos en la docencia, de no ser así, se estaría dejando de lado una valiosa práctica académica que contribuye, sin duda, al mejoramiento de la calidad de la enseñanza-aprendizaje.
“Sería un verdadero error, si se toma a la vinculación únicamente como el momento en el cual la universidad se relaciona con actores sociales externos”
La Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí busca intercambiar saberes y conocimientos a través de proyectos participativos y multidisplinarios en los cuales se integre la colectividad para la resolución de problemas que agobian a la sociedad especialmente manabita; pues esa es la idea, seguir formando profesionales que aporten con sus conocimientos, en lugar de llegar a ser un problema y esperar la solución de estos alguna 42
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ROL DE LA VINCULACIÓN UNIVERSIDADENTORNO EN LA TRANSFORMACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR ECUATORIANA. PROPUESTAS PARA LA INTEGRACIÓN DE UNIVERSIDAD-ENTORNO EN EL ESPACIO IBEROAMERICANO
Marcelo Cevallos Rector Universidad Técnica del Norte Ecuador
Conscientes de los cambios que operan a nivel mundial en el campo de la educación superior, creemos que es un compromiso, de carácter histórico, enfrentar los efectos no deseados que esto significa, es necesario pensar en la concepción de políticas de integración generadas por el sistema de educación superior iberoamericano. Sin duda, los efectos negativos comenzarán a disminuir drásticamente. En el desarrollo de estas orientaciones o directrices influyen un conjunto de factores que no debemos descuidar. Es importante, primero, no descuidar la relación con el resto del sistema educativo nacional. Segundo, identificar las tendencias y los desafíos que enfrentan, particularmente, la educación superior en cada país iberoamericano, y en general en otras realidades regionales, los aspectos específicos que más influyen en los avances o retrocesos, las diferencias y asimetrías, y la revalorización de la riqueza cultural. Por último, asumir los nuevos horizontes filosóficos, antropológicos y epistemológicos de la ciencia, la tecnología, el arte y la cultura de cada región que conllevan a la configuración de nuevos modelos de organización del conocimiento, la academia y los aprendizajes. Cualquier transformación, que se plantee en la educación superior, debe tomar en cuenta los desafíos que sostiene Edgar Morín (1999), referidos a lograr la contextualización e integración de saberes, la complejización del conocimiento y la democracia cognitiva. Estos nuevos horizontes y desafíos se presentan para la educación superior iberoamericana y mundial, con las siguientes consideraciones: 1. La educación superior considerada como un bien público social y la recuperación del papel del Estado en la rectoría de la política pública. 2. Los marcos epistemológicos en la producción del conocimiento, la ecología de saberes, la complejidad y las metodologías inter y transdisciplinar. 3. La convergencia de las diversas áreas del conocimiento, la cultura y las humanidades en los nuevos paradigmas educativos y curriculares, centrados en itinerarios de producción de saberes, aprendizajes integrales y para toda la vida. 4. La expansión de programas y plataformas nacionales e internacionales de innovación social vinculados al desarrollo nacional, 43
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a través de dominios tecnológicos, científicos, artísticos y humanistas de las Instituciones de Educación Superior (IES), que gestionan el conocimiento y los aprendizajes para su uso extensivo e intensivo, con enfoque de territorialidad, soberanía y cooperación solidaria. 5. La formación ciudadana, la profesionalización del talento país y la preservación de la cultura en el marco de los valores del buen vivir, la interculturalidad y la sustentabilidad. 6. La universalización de la educación superior bajo los principios de igualdad de oportunidades, calidad, meritocracia y transparencia en la gestión. Ello exige la convocatoria, a un diálogo abierto, participativo y argumental que nos conduzca a la generación de una agenda compartida de transformación de la educación superior iberoamericana. Como parte de este proceso de acción colectiva, se deben discutir y analizar multidimensionalmente problemáticas sociales con pertinencia para todos, que configuren los ejes básicos de sustentación y sostenibilidad del saber científico, tecnológico, artístico y cultural, los enfoques del aprendizaje profesional, ciudadano, integral y permanente, las propuestas de integración de funciones sustantivas, las estrategias de fortalecimiento y formación de colectivos y comunidades académicas, las fuerzas impulsoras para la incorporación del valor social del conocimiento en sus procesos de producción, transferencia y distribución, y la gestión de redes para la innovación académica, productiva, cultural y social. Partiendo de estas ideas, la educación superior ecuatoriana evidencia, en parte, un cambio en el diseño e implementación de nuevas políticas de transformaciones estructurales educativas. Enmarcadas en este proceso, se plantea el establecimiento de nuevos horizontes del saber y de la sociedad, como referentes de un diálogo orientado a la armonización y compatibilización de visiones y perspectivas para lograr su generación, lo cual permite destacar y fortalecer el rol de las Instituciones de Educación Superior, tanto a nivel nacional como internacional, a través de la generación de conocimientos, respetando diferencias de saberes, capaz de resolver problemas sociales, económicos y culturales vigentes, para el bien común del país. Fruto de este proceso participativo, se han generado normativas que rigen al Sistema de Educación Superior, ejemplo de ello son: Reglamento de Régimen Académico (CES, 2013), Reglamento sobre Títulos y Grados Académicos obtenidos en Instituciones Extranjeras (CES, 2016a), y Reglamento de Doctorados (CES, 2016).
Con base en estos reglamentos, destacaremos la importancia de la vinculación con la sociedad (universidad-entorno), y de la internacionalización en la consolidación de un espacio regional del conocimiento y del pensamiento iberoamericano. Con respeto a la vinculación universidad-entorno, su importancia en el marco del principio de pertinencia, en los procesos de institucionalización y en la articulación con las prácticas pre-profesionales. Mientras, con la internacionalización como el marco normativo garantiza e impulsa a que las IES tengan una visión transversal de la internacionalización en sus modelos de gestión, en la formación académica y profesional, y en la función que tienen la investigación y la vinculación con la sociedad. La vinculación con la sociedad en el marco del principio de pertinencia Por un lado, la pertinencia de las carreras y programas académicos que ofertan las IES deben estar definida y adecuada a los grandes lineamientos establecidos en la Constitución de la República, el Plan Nacional de Desarrollo, los planes regionales y locales de desarrollo, los requerimientos de los actores institucionales, productivos, sociales, culturales y ciudadanos, y las corrientes científicas y humanísticas de pensamiento. Distribución de oferta académica de posgrado por sectores priorizados Alimentos frescos y procesados Construcción Energías renovables Industria farmacéutica No vinculada Servicios ambientales Tecnología y software, hardware y servicios informáticos
EL 84% DE LOS POGRADOS NO ESTÁN VINCULADOS A LOS 14 SECTORES ESTRATÉTICOS
Transporte y logística Turismo Vehículos, automotores y carrocerías
Fuente: SNIESE – Diciembre 2013
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Para el año 2013, el 84% de los programas de posgrado vigentes en el Ecuador, que ofertaban las IES, no tenían una relación directa con los 14 sectores estratégicos determinados por el Plan Nacional de Desarrollo para el periodo 2013-2017. Es evidente que estas cifras representan una baja vinculación del posgrado con el entorno.
“Es necesario pensar en la concepción de políticas de integración generadas por el sistema de educación superior iberoamericano” En ese contexto, las IES deben establecer elementos de planificación estratégica orientados a la priorización de carreras y programas académicos que guarden concordancia con los lineamientos de pertinencia establecidos en la política pública definida por los organismos que rigen el Sistema de Educación Superior. El proceso de planificación de la pertinencia en las IES debe partir del análisis de sus fortalezas y potencialidades, identificando las problemáticas prioritarias a las que darán respuesta en sus funciones sustantivas (formación, investigación y de vinculación con la sociedad). Estas problemáticas deberán ser traducidas, además, en dominios académicos. Los dominios académicos se conciben como conjuntos integrados de conocimientos y saberes científicos, tecnológicos, humanísticos y culturales que identifican y articulan las funciones sustantivas de la IES, además de ser conducentes a la generación de propuestas multi e interdisciplinares que aborden, de manera integral, los nodos críticos y potencialidades del desarrollo económico, social y cultural, en el ámbito territorial de su influencia. Cada dominio académico debe ser el resultado de un permanente ejercicio planificador y prospectivo al interior de las IES, en interacción con el conjunto de actores institucionales, productivos, sociales,
culturales y ciudadanos de sus territorios de influencia. En función de las necesidades y demandas, como resultado de estas interacciones, organizar de manera crítica y pertinente los campos del conocimiento, disciplinarios e interdisciplinarios, desde los cuales se estructurará la institucionalidad académica. Lo planteado den los párrafos anteriores se puede ilustrar en la siguiente gráfica.
PLANIFICACIÓN ACADÉMICA DE LAS IES
DOMINIOS
POSGRADOS
GRADO
VINCULACIÓN CON LA SOCIEDAD ORGANISMOS DE INVESTIGACIÓN
PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN Y GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO
UNIDADES ACADÉMICAS CARRERAS
Un elemento importante a desarrollar en la IES, desde la perspectiva de los territorios regionales es, sin duda, la conformación de redes académicas territoriales para promover y potenciar las funciones de formación, de investigación y de vinculación con la sociedad, a partir de la diversidad y complementariedad de sus dominios académicos y competencias institucionales.
Procesos de institucionalización de la vinculación con la sociedad Plantearse al interior de las IES el desarrollo de programas y proyectos institucionales de vinculación con la sociedad puede constituir una herramienta que aporta a los procesos de institucionalización de la vinculación con la sociedad. Para ello, el establecimiento de instancias consultivas para la gestión social del conocimiento, articulados a sus dominios académicos, en las que participen los diversos actores sociales, 45
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productivos, culturales e institucionales de sus territorios, en los cuales se puedan identificar, debatir las problemáticas del territorio, sin duda, aportarían a un adecuado vínculo universidad-entorno.
a) En la unidad de organización curricular de formación básica, las prácticas se orienten a un abordaje preliminar de los contextos, problemas u objetos de intervención de la profesión.
Producto de este asentamiento territorial, cada IES deberá implementar programas y proyectos de vinculación con la sociedad, que contemplen y resuelvan sus necesidades y aspiraciones, mediante diagnósticos, propuestas de desarrollo e innovación, proyectos culturales, de formación, de investigación y de intervención.
b) En la unidad de organización curricular de formación profesional, las prácticas se orienten al aprendizaje de metodologías, modelos, protocolos, procesos y procedimientos de intervención de la profesión.
Por otro lado, la articulación de los procesos de educación continua con la vinculación, es un elemento clave sobre el cual cada IES podrá ejecutar procesos de capacitación que comprendan el desarrollo de cursos, talleres, seminarios u otras formas de organización del aprendizaje, orientadas a generar y certificar competencias en los actores sociales, culturales y económicos, los grupos profesionales, las comunidades y las personas en el marco de la difusión y democratización del conocimiento. En el desarrollo de los diversos programas y proyectos de vinculación, se hace imprescindible la participación del personal académico (profesores e investigadores) y estudiantes de la IES, no solo por el cumplimiento de requisitos académicos que exija determinada carrera o programa, sino como un espacio que permita una mejora en el proceso formativo para los estudiantes y un verdadero ejercicio de responsabilidad social de la IES. En función del modelo de organización institucional de cada IES, es pertinente que se vincule a una estructura organizativa permanente que permita planificar, ejecutar y evaluar los programas y proyectos de vinculación con la sociedad, lo cual dé cuenta de procesos de mejora continua en la búsqueda de la excelencia y trascendencia social y económica de la vinculación. Articulación de las prácticas pre-profesionales con la vinculación Las prácticas pre-profesionales se deben constituir en actividades de aprendizaje, orientadas a la aplicación de conocimientos y al desarrollo de destrezas y habilidades específicas que un estudiante debe adquirir para el adecuado desempeño de su futura profesión. Estas se pueden realizar en un entorno institucional, empresarial o comunitario, público o privado. Sobre esta definición, es pertinente establecer una articulación curricular en el diseño de las carreras y programas, entre las prácticas pre-profesionales con la vinculación, con algunas definiciones claves:
c) En la unidad de organización curricular de titulación, se establezcan estancias prácticas, en proyectos de investigación, cultura y/o desarrollo, en sectores vinculados al ejercicio de la profesión. Para los estudiantes que pertenezcan a carreras de interés público, se podría planificar prácticas en programas sociales prioritarios, integrando equipos de carácter multiprofesional. La definición y organización de las correspondientes prácticas preprofesionales, para cada carrera o programa de educación superior, se podrá articular con la implementación de programas y proyectos de vinculación con la sociedad, que contemplen y resuelvan las necesidades y aspiraciones de ésta. Se realizarán mediante diagnósticos, ejecución de propuestas de desarrollo e innovación, implementación de proyectos de emprendimiento e incubación de empresas de estudiantes, puesta en marcha de proyectos culturales, de investigación y de intervención, diseñados, preferentemente, de forma participativa con actores comunitarios y ciudadanos, y los sectores productivos, sociales, culturales u organismos públicos. Algunas reflexiones que se deberían considerar en las IES para lograr la articulación entre las prácticas pre-profesionales y la vinculación con la sociedad son:
Dentro de las horas de prácticas pre-profesionales, incluir las actividades de servicio a la comunidad que deben ser organizadas en programas y proyectos de carácter académico, de conformidad a lo establecido en el artículo 88 de la LOES.
Las prácticas pre-profesionales deben ser planificadas, monitoreadas y evaluadas por un tutor académico de la IES y un tutor de la entidad receptora. En el caso de los proyectos de emprendimiento, de las ayudantías de cátedra e investigación y de los proyectos de apoyo a productores individuales o familiares, contemplar únicamente la tutoría académica. 46
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La tutoría académica de la práctica pre-profesional será impartida desde la cátedra integradora del campo formativo de praxis profesional, que deberá ser planificada curricularmente en los períodos académicos que integren los procesos prácticos.
La institución de educación superior establecerá acuerdos, convenios y cartas de compromiso con las contrapartes públicas o privadas, definiendo un plan de actividades vinculado con la formación del estudiante.
Las IES organizarán instancias institucionales de planificación, coordinación, supervisión y evaluación de las actividades de vinculación con la comunidad y las prácticas pre-profesionales.
En el convenio específico con la institución o comunidad receptora, deberá establecerse, desde un inicio, la naturaleza de la relación jurídica con el estudiante.
Marco normativo en Ecuador para la internacionalización La Ley Orgánica de Educación Superior del 2010 permite el funcionamiento de programas académicos de universidades extranjeras y fomenta las relaciones institucionales entre las IES nacionales y extranjeras. Para el funcionamiento de programas con universidades extranjeras, las universidades y escuelas politécnicas que realicen programas conjuntos con universidades extranjeras deberán suscribir un convenio especial, que debe ser sometido a la aprobación y supervisión del Consejo de Educación Superior.
Dichos programas funcionarán únicamente en la sede matriz. Por otra parte, para fomentar las relaciones interinstitucionales entre las IES, se establece que se debe facilitar la movilidad docente, estudiantil y de investigadores entre universidades, escuelas politécnicas e institutos superiores técnicos, tecnológicos, pedagógicos, de artes y conservatorios superiores, tanto nacionales como internacionales. Para los títulos y grados académicos obtenidos en instituciones extranjeras (CES, 2016), se establecen tres mecanismos de reconocimiento de títulos, estos son: reconocimiento automático de títulos profesionales o grados académicos obtenidos en instituciones de educación superior del extranjero que constan en el listado de la SENESCYT1, reconocimiento en virtud de convenios internacionales vigentes, y reconocimiento a través del comité de reconocimiento de títulos extranjeros. Tanto en el primer y segundo mecanismo, se garantiza la jerarquía académica necesaria para otorgar el título mediante el listado proporcionado por la SENESCYT y la suscripción de convenios internacionales. Mientras tanto, en el tercer mecanismo se incluyen aquellas universidades que no constan en el listado y no se amparan bajo ningún convenio, aquí la jerarquía académica se garantiza a través de un comité que revisa, entre otros documentos, el plan de estudios o récord académico, el número créditos u horas, y la modalidad de estudios realizada. No obstante, también se puede realizar el proceso de registro de títulos mediante la homologación o revalidación; en este caso, la IES ecuatoriana, donde se solicite el trámite, realizará un análisis comparativo de planes de estudios, o sea, el aprobado en la IES extranjera versus el establecido en la IES nacional para la carrera o
1 Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación.
http://www.educacionsuperior.gob.ec/
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programa en análisis. Si existe una equivalencia igual o superior al 80% entre ambos planes de estudios, el siguiente paso es la evaluación de conocimientos relacionados al perfil de egreso y, obligatoriamente, la aprobación del mismo. Este proceso también aplica para la continuidad de estudios iniciados en el extranjero; en este caso, la semejanza entre el plan de estudios cursado en el extranjero, con respecto al plan de estudios establecido para la carrera o programa que oferta la institución de educación superior ecuatoriana, debe estar entre el 60% y 80%. Además, se establecerá un plan de revalidación de estudios con las asignaturas por aprobar para completar el plan de estudios correspondiente y obtener el título o grado respectivo.
Sin duda alguna, la consolidación de redes académicas de IES en el espacio iberoamericano es fundamental para proyectar el posgrado, como una herramienta poderosa que contribuya de manera significativa en la concreción de los objetivos de desarrollo de cada uno de los países iberoamericanos.
La internacionalización se ve de forma transversal en la planificación académica de las IES, esto involucra la conformación de redes internacionales para la formación de grado y posgrados, proyectos de investigación, proyectos de integración de bloques regionales de cooperación, la educación continua, la innovación tecnológica, el diseño e implementación de programas de desarrollo y la movilidad académica de estudiantes y del personal académico.
Ley Orgánica de Educación Superior - LOES (2010). Registro Oficial No. 298, 12 de Octubre del 2010. Disponible en http://gaceta.ces.gob.ec/
En términos generales y, desde un punto de vista práctico, las IES deben aplicar políticas que garanticen la internacionalización de sus procesos de generación y transmisión de conocimientos, es decir, la internacionalización de la oferta académica, práctica investigativa y vinculación con la sociedad. Como resultado de ello se debe incrementar la tasa de movilidad de estudiantes, la tasa de movilidad de profesores, porcentaje de convenios efectivos, y la producción científica compartida. Algunas reflexiones que se deberían considerar en las IES para lograr la internacionalización:
Desarrollo de la movilidad estudiantil de grado y posgrado, tanto nacional como internacional.
Implementación de maestrías conjuntas con universidades extranjeras de calidad.
Desarrollo de alianzas con otras universidades con base en la acreditación internacional de las carreras y programas.
Diseño de mecanismos para estimular la participación de los investigadores en proyectos nacionales e internacionales.
Referencias Asamblea Nacional del Ecuador (2008). Constitución de la República del Ecuador 2008. Registro Oficial de Ecuador, No. 449, 20 Octubre de 2008. Quito. Disponible en http://gaceta.ces.gob.ec/
Consejo de Educación Superior - CES (2013). Reglamento de Régimen Académico. Quito: Gaceta Oficial Consejo de Educación Superior. Disponible en http://gaceta.ces.gob.ec/ Consejo de Educación Superior – CES (2016). Reglamento de Doctorados. Quito: Gaceta Oficial Consejo de Educación Superior. Disponible en http://gaceta.ces.gob.ec/ Consejo de Educación Superior – CES (2016a). Reglamento sobre títulos y grados académicos obtenidos en instituciones extranjeras Quito: Gaceta Oficial Consejo de Educación Superior. Disponible en http://gaceta.ces.gob.ec/
“Las IES deben aplicar políticas que garanticen la internacionalización de sus procesos de generación y transmisión de conocimientos” 48
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Enrique Graue Wiechers
Roberto Escalante Semerena
Rector
Profesor
Universidad Nacional Autónoma de México
Universidad Nacional Autónoma de México
LA UNIVERSIDAD-ENTORNO EN MÉXICO: EL ROL DE LA UNIVERSIDAD EN EL DESARROLLO DE PROGRAMAS DE INNOVACIÓN SOCIAL PARA EL BIENESTAR DE LA SOCIEDAD
A pesar de los grandes logros que la región de América Latina y el Caribe han alcanzado en materia de crecimiento económico desde la segunda mitad del siglo pasado a la fecha, hoy es imposible afirmar que ese desarrollo económico haya beneficiado a la mayor parte de la población. Si bien los estudios indican que se ha logrado reducir los índices de pobreza, en una gran parte de la sociedad, siguen existiendo grandes agujeros en la cohesión social de la región. Eso se traduce en un recrudecimiento de la exclusión social de ciertos colectivos sociales. A pesar de ser muy rica en materias primas, la región comprendida por América Latina y el Caribe presenta la mayor desigualdad social y económica del mundo, como lo indica la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Ese organismo señala que dos tercios de los activos físicos y financieros en México están en manos del diez por ciento de las familias del país, y que un uno por ciento de las familias concentra más de un tercio de dichos activos (CEPAL, 2017). Estos factores de pobreza y desigualdad no sólo limitan el crecimiento del país sino que, además, demuestran los fallos del gobierno a la hora de implementar políticas para combatir la crisis económica y las fallas de mercado que azotan al país desde 2008. Sin embargo, esas mismas escuelas son las que deberían orillar a las Instituciones de Educación Superior (IES) del país a procurar transformarse en actores importantes en el desarrollo social de México mediante la implementación de programas de innovación social y productiva. Estos programas permitirían a las IES mexicanas actuar como contrapesos en las relaciones entre el Estado y el mercado y, por ende, impulsar un desarrollo social que reduciría la desigualdad existente en el país (Rozo,2007). Al mismo tiempo, les permitiría incluir en mayores proporciones a aquellas poblaciones minoritarias que han sido tradicionalmente excluidas, tales como los pueblos originarios, la gente con alguna discapacidad física o mental y los migrantes, entre otras. 49
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Dada la tendencia global a crear este tipo de programas en lo que va del siglo XXI, incluso en América Latina, y de las alianzas que esto ha auspiciado entre las IES, los stakeholders nacionales e internacionales y los organismos de la sociedad civil, este artículo explica, en una primera parte, qué es la innovación social y el porqué de su importancia. En una segunda, analiza por qué en México la implementación de programas de este tipo es difícil para las instituciones de educación superior. Finalmente, concluye con algunas recomendaciones para que la relación Universidad-entorno en México se fortalezca, mediante el diseño de programas de innovación social ad hoc y la remoción de obstáculos relacionados con los sistemas de financiamiento, de aseguramiento de calidad y de gobernanza institucional.
acceso tanto a los servicios de bienestar como a las oportunidades. El modelo de Innovación Social Universitaria Responsable (ISUR) afirma que la innovación social es ‘una competencia organizativa de la universidad desde sus ámbitos sustantivos (docencia, investigación, extensión y gestión) para transformarse y promover soluciones a los desafíos del entorno social y global’ (Villa, 2013:104). Representa un complemento creativo a lo que el mercado y las políticas públicas ignoran, es decir, a los desafíos y las necesidades que padece la población en México y en América Latina. Tiene como principal objetivo mejorar las condiciones de vida de todos los ciudadanos y repartir el valor de manera transversal en la sociedad, reduciendo la desigualdad y mejorando la equidad.
¿Qué es la innovación social? Moulaert et al (2013) plantean que la innovación social resulta de tres dimensiones que interactúan constantemente. Estas dimensiones son: la satisfacción de las necesidades humanas actualmente insatisfechas, los cambios en las relaciones sociales entre individuos y grupos de diferentes espacios y escalas y, finalmente, el empoderamiento de los sujetos. Implica el incremento de sus capacidades sociopolíticas y el acceso a los recursos, empezando en un nivel micro pero con el propósito de servir de puente para lograr un cambio a nivel macro. Esta definición tiene un evidente cariz sociológico, y apunta que la innovación social es un dispositivo abocado a fomentar e implementar un cambio social (Van der Have and Rubalcaba, 2016). La Unión Europea concibe la innovación social como ‘el desarrollo y la implementación de nuevas ideas (productos, servicios y modelos) para cubrir necesidades sociales y crear nuevas relaciones sociales o colaboraciones’ (2013:6). Estas definiciones de la innovación social son distintas, pero todas apuntan a que las IES pueden tener repercusiones positivas en su entorno al implementar programas endógenos de innovación, es decir, respondiendo a sus condiciones internas y a las de su entorno a la par. Mientras las IES mexicanas garanticen el derecho y el acceso a una educación de calidad y sirvan de catalizadores para proyectos de investigación orientados a distintos grupos de población con los que comparten territorios locales y regionales, tendrán impactos beneficiososmúltiples, pues no sólo prepararán mejor a sus estudiantes, sino que contribuirán a que la sociedad encuentre soluciones a problemas específicos. Potencialmente ayudarán a que las relaciones sociales sean menos desiguales y colaborarán a reducir los sesgos en el
“A pesar de los grandes logros que la región de América Latina y el Caribe han alcanzado en materia de crecimiento económico, hoy es imposible afirmar que ese desarrollo económico haya beneficiado a la mayor parte de la población” La desigualdad es consustancial a las relaciones de poder a nivel individual y colectivo. Un enfoque multidimensional para mejorar los grados de igualdad implica ‘analizar sus aspectos económicos, sociales, políticos y culturales, así como tomar en consideración los diferentes ejes estructurales que definen las relaciones sociales, políticas y económicas de las sociedades latinoamericanas’ (CEPAL, 2017:12). Aunque el campo de la innovación social en México, y en buena parte en Latinoamérica y en el Caribe, sigue siendo fragmentado, la Universidad puede jugar un papel central para lograr mayor cohesión y eficacia. Puede utilizar ese enfoque para construir redes con otras IES, con el gobierno y con el sector privado que sirvan como intermediarios de innovación para abastecer y ampliar las innovaciones sociales, además de las productivas implicadas en los proyectos tradicionales de vinculación. De acuerdo con el Foro Consultivo Científico y Tecnológico de México, una estructura útil para analizar los componentes necesarios para establecer un sistema que estimule a los 50
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innovadores sociales y a las organizaciones socialmente innovadoras debe incluir financiación, una estructura legal clara e investigación (FCCT, 2016:18). Este comentario subraya la necesidad de reflexionar en torno a las herramientas y las políticas necesarias para concretar la innovación social. El rol de las Instituciones de Educación Superior en el desarrollo de la innovación social en México La primera institución que apostó por la incubación de empresas en México fue el Instituto Politécnico Nacional (IPN) a mediados de los años noventa. Buscó implantar empresas de base tecnológica con un claro impacto social. De acuerdo con el mismo IPN, ese modelo de incubación fue tan exitoso que, a partir de él, surgieron más de doscientos centros de incubación a lo largo y ancho de la República mexicana que copiaron su manera de funcionar (web IPN, 2016). Hoy en día, el Instituto Tecnológico de Monterrey (ITESM) cuenta con incubadoras productivas y con incubadoras sociales,las cuales capacitan a personas de manera presencial y en línea mediante programas educativos que los asesoran para crear y fortalecer microempresas y para desarrollar proyectos con impacto social en la población aledaña a las incubadoras. La red de incubadoras sociales del ITESM cuenta con 95 incubadoras que llevan a cabo más de 1,500 proyectos y han generado 4,700 empleos directos (web ITESM, 2016). Los alumnos que participan como tutores y asesores en estos proyectos no sólo ganan experiencia profesional como emprendedores, sino que aprenden directamente de los miembros de las comunidades en las que trabajan. De esta manera adquieren conciencia de la realidad en la que viven dichas comunidades y, junto con ellas, desarrollan proyectos e idean soluciones para elevar su calidad de vida y lograr su inclusión social y económica. Sin embargo, las IES no se limitan a abrir incubadoras de negocios y a realizar proyectos de investigación aplicada o de intervención. Están también desarrollando programas de grado y de posgrado dedicados específicamente a formar recursos humanos especializados en el fomento y la gestión de la innovación social. Entre estos destaca el diplomado en Innovación Social organizado en el año 2016 por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como la Escuela de Emprendedores Sociales establecida en el año 2013 en la Facultad de Contaduría y Administración de la misma universidad. Por su parte, la Universidad 51
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Anáhuac del Sur ofrece una maestría en Innovación Social y Participación Ciudadana.
rara vez toman en cuenta las necesidades específicas de las poblaciones locales.
En cuanto a investigación académica, las IES mexicanas han apoyado centros y grupos de trabajo enfocados específicamente en temas relacionados con la investigación social. Algunos ejemplos destacados son el Grupo de Investigación con Enfoque Estratégico del ITESM promovido por el Instituto de Desarrollo Social Sostenible, el programa de Innovación Social de la Escuela de Ciencias Sociales de sus campus en la Ciudad de México, así como el Centro para el Desarrollo y Emprendimiento del Migrante ubicado en el campus de la ciudad de Puebla. Estos esfuerzos que abarcan la investigación, la docencia y la promoción de la innovación por parte del ITESM han sido galardonados por reconocimientos internacionales. Es el caso del proyecto ProTrash, una empresa social cuyo fin es optimizar los procesos de reciclaje. Otros programas que destacan dentro de las IES mexicanas son los de La Universidad La Salle Bajío que, en el año 2011, inauguró su propio parque de innovación en la ciudad de León, o el de la Universidad Iberoamericana-Puebla, que ha establecido en esa ciudad un Laboratorio de Innovación Económica y Social.
Como se ha presentado en este trabajo hasta el momento, existe un interés ingente por parte de las IES mexicanas por desarrollar proyectos de innovación social. Desgraciadamente, el tiempo que es preciso invertir para gestar y obtener resultados de los programas de desarrollo e innovación social --ya sea a nivel curricular, de investigación o de incubadoras y aceleradoras de empresas sociales— es dilatado y los costos de inversión son elevados. El sistema actual de financiamiento, los escasos montos disponibles y los dispositivos de acreditación juegan en contra de estas condiciones de operación.
Dado que estos proyectos requieren mucho tiempo y dinero para establecerse de manera duradera y retribuirles a las IES que las desarrollan, la mayoría de las IES se involucran en temas de innovación social mediante la participación en redes internacionales de colaboración. Entre estas redes sobresalen dos. La primera, Enactus México, cuenta con la afiliación de 72 universidades mexicanas entre las que destacan el IPN, la UNAM, la Universidad de Guadalajara (UdG), la Universidad Panamericana, la Universidad de las Américas Pueblas y la red de campus del ITESM, además de gran parte de las universidades estatales del país. La segunda red internacional de cooperación sobre innovación social a la cual están afiliadas las universidades mexicanas es la llamada RedEmprendia. Esta red, compuesta por ocho países iberoamericanos, comprende entre sus IES afiliadas a instituciones mexicanas: la UNAM, la UdeG, el IPN y el ITESM. A pesar de la participación de las IES mexicanas en estas redes de colaboración sobre innovación social, son pocos los resultados documentados. No se conocen a ciencia cierta sus repercusiones en el entorno local, a sabiendas de que su actuación obedece más a lineamientos de investigación con visión internacional que nacional, regional o local. Esto hace que las IES mexicanas participen minoritariamente en los proyectos que son desarrollados, los cuales
La necesidad de reformar el financiamiento y la evaluación de las IES en México El hecho de que una parte de los recursos para la investigación sea anclada a programas competitivos para el mejoramiento de la función y a recursos fiscales hace que las universidades mexicanas trabajen de manera discontinua y en un escenario de muy corto plazo. Por una parte, año con año tienen que volver a armar los proyectos que presentan a fondos concursables, sin ninguna certeza sobre el resultado de la evaluación. Por la otra, el ejercicio de los recursos fiscales está amarrado al año fiscal por lo que, debido a su entrega anual tardía, los recursos obtenidos deben ser ejercidos y auditados no en un plazo de doce meses sino de seis o menos. Esa modalidad de financiamiento ha desplazado la obtención de recursos multianuales por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (CONACYT). Incluso fondos como el de investigación básica no sólo dejaron de tener convocatorias anuales sino que demoraron mucho en otorgar los recursos o incluso evaluaron positivamente proyectos sin darles recursos, cuya canalización efectiva está sujeta a la disponibilidad financiera (web CONACYT). Este sistema de financiación genera mucha incertidumbre no sólo sobre el periodo disponible para ejercer los apoyos financieros no ordinarios, sino también sobre la misma suficiencia, disponibilidad y continuidad de esos recursos. Esto orilla a los investigadores a privilegiar proyectos de corta temporalidad, susceptibles de generar “evidencias” de resultados rápidamente, y éste no suele ser el caso de los proyectos de responsabilidad social universitaria. 52
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Independientemente de los riesgos y dificultades de la situación actual, lograr un mayor protagonismo de las IES en la innovación social y productiva implica que éstas rebasen el concepto convencional de vinculación, aun cuando en muchas ocasiones dicho proceso no esté del todo logrado. Se requiere también que el gobierno implemente políticas públicas enfocadas a grupos vulnerables (pueblos originarios, personas con discapacidad y otros) conforme a una perspectiva de redistribución de oportunidades. La meta supone implantar estructuras ad hoc para la innovación en términos productivos, e implica que ese esfuerzo no se traduzca en mayor burocracia sino en dispositivos flexibles que permitan a las IES apropiarse de los procesos y diseñar propuestas articuladas con la cuestión que pretenden resolver. En suma, a nivel institucional, no se trata sólo de que los establecimientos abran oficinas especializadas, por ejemplo, en la atención a grupos vulnerables, ni en una mejor gestión de la innovación, sino que es fundamental que éstas puedan tener espacios de independencia para diseñar medidas adaptadas a su contexto. Como se ha demostrado anteriormente en este ensayo, algunas IES en México han tenido avances al respecto. Sin embargo, carecemos de información sistematizada sobre sus logros y las barreras que tendrían que superar para una mejor efectividad. En ese contexto la propia Subsecretaria de Educación Superior de México, plantea que “se percibe a los mecanismos y herramientas de aseguramiento de la calidad de forma conservadora, con pocos espacios para potenciar y reflejar la innovación y transformación que está en proceso en las instituciones de educación superior mexicanas” (SESIC, TRESMEX, 2017: 6). Ante ello, habría que incorporar indicadores a los sistemas nacionales e internacionales de evaluación y acreditación que permitan valorar tanto los esfuerzos como los resultados obtenidos en las dimensiones de la innovación social y productiva.
En lo que respecta específicamente a la innovación productiva, un análisis de la información suministrada por el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) sobre las patentes solicitadas y otorgadas en el país muestra que las universidades participan poco en su obtención. En el 2014, solo 3 de cada 100 patentes otorgadas eran atribuidas a universidades y empresas mexicanas (SIPSE, 2014). Muchas veces, las capacidades de apoyo a los investigadores del personal a cargo de las oficinas en las propias universidades merecerían ser optimizadas para mejorar no sólo el lanzar y financiar proyectos de desarrollo ya sea social o productivo sino para asegurar un uso correcto de los resultados obtenidos. En este sentido, si bien ha sido importante la construcción de dispositivos y estructuras para manejar la relación entre la financiación, la investigación y eventualmente la obtención de patentes, ahora es preciso hacer un alto, conocer mejor las dinámicas que subyacen al comportamiento relativamente inercial de las IES en cuanto a obtención de patentes y poner más énfasis en proyectos que tengan impacto en los sectores más vulnerables de población en el país. En relación con el sistema educativo hay que conocer mejor cómo funcionan, por ejemplo, las nuevas instituciones que cuentan con una amplia participación de las empresas, tales como la Universidad Aeronáutica de Querétaro de México que trabaja con Boeing y con Bombardier además de estar apoyada por la cooperación francesa (Cruz, 2009). En cuanto a prácticas, es indispensable reflexionar en torno a los resultados de los programas lanzados gracias a recursos provistos por las agencias internacionales de cooperación en materia de formación universitaria, por ejemplo, de las poblaciones indígenas
“Existe un interés ingente por parte de las IES mexicanas por desarrollar proyectos de innovación social”
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como son el Pathways y el International Fellowship Programde la Fundación Ford (Martel and Bhandari, 2016) o la iniciativa de la Fullbright dirigida a esa misma población. La innovación social y la innovación productiva están conjuntando a un número creciente de actores. Están concretándose en la instalación de infraestructuras y de instrumentos de intervención para implementar proyectos a nivel tanto local como internacional mediante las redes de cooperación.Sin embargo, todavía falta mucha información sobre los resultados reales obtenidos: es necesario identificar y valorar las condiciones que permitieron la emergencia deprácticas exitosas pero también fallidas. Es necesario, asimismo,volcar la atención sobre una cooperación internacional (la cooperación Sur–Sur-CSS) que por su naturaleza pretende prioritariamente propiciar la innovación social, en el sentido de resolver problemáticas transversales del entorno en los países en desarrollo y de empoderar a los grupos vulnerables. América Latina y el Caribe son las zonas naturales en las que las IES mexicanas deben arraigar sus proyectos de innovación social, pues los países de la región no sólo comparten culturas similares sino que enfrentan problemas parecidos: la cooperación para la suficiencia alimentaria o las energías renovables, por ejemplo, ayudaría a resolver problemas compartidos vinculados con la pobreza, la desnutrición y el deterioro del medio ambiente. En conclusión, producir procesos de innovación que sean sustentables implica: primero, mejorar las condiciones en las que las IES realizan sus procesos de innovación; segundo, incorporar su reconocimiento a los indicadores valorados por los sistemas de aseguramiento de la calidad y en el país y, tercero, reorientar parte de la cooperación internacional para optimizar las iniciativas. Supone sustraerse a la supeditación a empresas transnacionales o a redes que obedecen esquemas jerarquizados de colaboración norte-sur en los cuales México se involucra no como el principal beneficiario de la innovación sino, sólo como contraparte auxiliar en los procesos que permiten su producción.
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Jorge René Meléndrez Quezada
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Rector Universidad de San Miguel México Ç
LA VINCULACIÓN DE LA UNIVERSIDAD Y LA PROMOCIÓN DEL POSTGRADO IBEROAMERICANO, A LA LUZ DE LA TEORÍA ECOLÓGICA DE URIE BRONFENBRENNER - UN ENFOQUE EN PROSPECTIVA Presentación No hay duda que, en la gran mayoría de los países, la educación superior ha jugado un importante papel en la promoción del desarrollo en todos los aspectos y ni qué decir de que ha propiciado la movilidad social de su población gracias al nivel cultural recibido por sus jóvenes. Siendo esto una verdad, igualmente válido resulta resaltar que ha sido por la educación superior, sobre todo los resultados en los niveles de postgrado de su población, como dicho desarrollo ha sido integral y abierto al mundo global, con resultados en favor de su población que han visto mejores oportunidades de empleo dado los flujos de inversión externa y transferencia de tecnologías. Es por ello que resulta importante estudiar y analizar la tendencia de este nivel de escolaridad en países que conforman la hispanidad, dada la unión que se tiene de patrones culturales, sociales y políticos y, sobre todo, por la responsabilidad moral de avanzar armónicamente en todos los aspectos. En el presente ensayo, se plantea la oportunidad de promover el postgrado al amparo de la teoría ecológica de Urie Bronfenbrenner, que sugiere las interrelaciones en distintos niveles o ambientes de socialización donde el ser humano actúa.
1. Aspectos históricos Las universidades de América Latina se incorporaron a la tendencia que el mundo exigía en materia de educación superior universitaria a inicios de la segunda mitad del siglo pasado, es decir, pocos años después de concluida la segunda guerra mundial. Al respecto, Menacho Chiok (2013) señala que: “…Los datos disponibles sugieren que no es posible identificar cursos sistemáticos de esta naturaleza en ninguna universidad del continente antes de 1930 (año de la gran depresión económica mundial) y, salvo casos muy excepcionales, los primeros cursos para optar a títulos superiores al primer grado universitario aparecen en la región una vez terminada la Segunda Guerra Mundial. En Colombia, por ejemplo, el curso más antiguo se inició en 1946 en la Universidad Nacional de Bogotá; ese mismo año, en Turrialba, Costa Rica, el Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas (IICA) crea un centro de experimentación así como sus primeros cursos de especialización en agricultura; en la Universidad Nacional Autónoma de México los primeros cursos datan de 1950; en la Universidad Central de Venezuela en 1941; en la Universidad de Río de Janeiro en 1958; en Ecuador en 1975, y para 1980 no existen o la experiencia es realmente incipiente en Bolivia, Haití, honduras, Nicaragua, El Salvador y Paraguay.” Este fenómeno histórico coincide plenamente con el modelo económico prevaleciente en América Latina, que privilegiaba un sistema cerrado de desarrollo económico, que en México se denominó “Desarrollo Estabilizador”, y que en esencia consistía en mantener un control estricto en las fronteras protegiendo a la industria nacional de la competencia externa, bajas tasas de interés y niveles de inflación menores a un dígito, en tanto que por lo que se refiere al gasto público, el 55
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componente más importante fue la inversión en infraestructura básica, principalmente en el apoyo a la actividad petrolera, la construcción de carreteras y el mejoramiento de servicios de salud y educación, sobre todo la educación superior, con el fin de formar los cuadros profesionales para el crecimiento de la economía nacional. Puede decirse, entonces, que el propósito de las profesiones universitarias y los postgrados, como niveles de especialización fueron pensados y estructurados para un modelo económico donde el crecimiento era fundamental para el desarrollo del país en todos los ámbitos, lo que significa que, sin ser de manera explícita, los propios gobiernos latinoamericanos propiciaron la formación de especialistas en diversas áreas como la medicina, la ingeniería, las ciencias químicas entre otras. Estos especialistas se vincularon al entorno político y social a través de las instituciones creadas ad-hoc, algunas hoy inexistentes como fue, en el caso de México, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología CONACyT, Banco de México, Nacional Financiera, Altos Hornos de México, Petróleos Mexicanos PEMEX, Comisión federal de electricidad CFE, Fertimex, Ferronales, por señalar las más importantes, que destinaron recursos suficientes para la estructuración de programas de postgrado y especialización profesional en las universidades públicas más importantes del país, como son, la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM y el Instituto Politécnico Nacional IPN.
“El propósito de las profesiones universitarias y los postgrados, como niveles de especialización, fueron pensados y estructurados para un modelo económico donde el crecimiento era fundamental para el desarrollo del país en todos los ámbitos”
1 Urie Bronfenbrenner nace un 29 de abril del año 1917 en Moscú y fallece un 25 de
septiembre del año 2005. Fue un renombrado psicólogo, conocido por su Teoría ecológica de Sistemas. Fue Hijo del Dr. Alexander Bronfenbrenner y Eugenia Kamenetski Bronfenbrenner, a los seis años de edad llegó a los Estados Unidos con toda su familia. En
2. La vinculación con el entorno y la teoría ecológica de Uri Bronfenbrenner En la mayoría de los países de América Latina, las instituciones de educación superior (IES) han orientado sus postgrados según la naturaleza de las mismas, ya que las universidades públicas con subsidio federal o estatal, los postgrados son preponderantemente de investigación o académicos, en tanto que las instituciones privadas, casi en su totalidad, son de carácter profesionalizante. Lo anterior es el reflejo de cómo han venido desarrollando las universidades la planeación y orientación del postgrado siguiendo, como bien lo señala Dávila (2012), el eterno debate entre la tradición humboldtiana, es decir, formación eminentemente científica y la tradición napoleónica orientada a la profesionalización. Haciendo hincapié en el concepto “entorno,” por definición se concibe como: “el conjunto de circunstancias o factores sociales, culturales, morales, económicos, profesionales que rodean una cosa o a una persona, colectividad o época e influyen en su estado o desarrollo.” Al amparo de tal definición, podemos señalar que existe una concordancia con la teoría ecológica de Urie Bronfenbrenner (1987)1, cuyo fundamento concibe al entorno ecológico como un conjunto de estructuras seriadas y estructuradas en diferentes niveles, en donde cada uno de esos niveles contiene al otro y en los cuales el individuo interactúa y se interrelaciona propiciando cambios en el mismo entorno, recibiendo de éste, influencias que, de alguna manera, cambian también al individuo. La teoría de Bronfenbrenner está muy orientada a la educación como medio de cambio del individuo, y define un sistema ambiental basado en el desarrollo de las personas a través de los diferentes ambientes en los que se mueve y que influyen, consecuentemente en sus cambios y desarrollo cognitivo, moral y relacional. En la actualidad, constituye una de las teorías más aceptadas y utilizadas en el marco de la psicología evolutiva, ya que permite analizar de una forma detallada la influencia del contexto y el ambiente sobre el desarrollo personal.
1934 gana una beca en la Universidad de Cornell, donde se especializó en psicología. Recibió un máster en psicología del desarrollo de la Universidad de Harvard y en 1942 recibió su doctorado de la Universidad de Michigan.
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3. Fundamentos de la teoría ecológica En su teoría, Bronfenbrenner determina la existencia de distintos niveles de interacción que tiene el ser humano dentro del entorno, a los cuales denomina como: el microsistema, el mesosistema, el exosistema y el macrosistema. El microsistema constituye el nivel más inmediato en el que se desarrolla el individuo, usualmente la familia y/o la escuela (el estudiante de postgrado y la Institución educativa), el mesosistema comprende las interrelaciones de dos o más entornos en los que la persona en desarrollo participa activamente (las empresas contratantes de egresados de postgrado y las propias universidades), al exosistema lo integran contextos más amplios que incluyen a la persona como sujeto activo (el Gobierno y sus políticas educativas y las instituciones) y, finalmente, al macrosistema lo configuran la cultura y la subcultura en las que se desenvuelve la persona y todos los individuos de su sociedad (el estado-país y las instituciones educativas y sus relaciones institucionales con el ámbito académico del mundo). Puede verse que, para fines de nuestro análisis, hemos señalado entre paréntesis y en cursivas, los elementos activos que, para fines de nuestra hipótesis, conforman cada uno de los niveles que señala la teoría ecológica de Bronfenbrenner, tomando en cuenta que éste autor argumenta que la capacidad de formación de un sistema depende de la existencia de las interconexiones sociales entre ese sistema y otros, y que todos los niveles del modelo ecológico propuesto dependen unos de otros y, por lo tanto, se requiere de una participación conjunta de los diferentes contextos y de una comunicación entre ellos. La estructura, bajo la cual Bronfrenbrenner planteó su modelo, se basó en los conceptos de sistemas, conducta y ambientes, los cuales todos son interdependientes y hacen que su modelo tenga sentido y solidez. 3.1 El microsistema Al amparo de dicha teoría, un modelo de vinculación efectivo tendría que considerar que el entorno es el todo y las universidades son las partes y, por lo mismo, como forman parte del microsistema donde el individuo o maestrante actúa en su proceso formativo, son las instituciones educativas las que deberán establecer interrelaciones consigo mismos y con el resto de los niveles, ya sea gobierno o sector empresarial, propiciando los cambios que se requieren. 57
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Como ejemplo de lo anterior, podemos decir que instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM (universidad pública) y Tecnológico de Monterrey (institución privada) deberán propiciar, entre sí, convenios de vinculación para el intercambio de experiencias en el postgrado, donde, por lo general, en una, la primera, los postgrados son de naturaleza académica o de investigación y en el otro, por su propia naturaleza, son de carácter profesionalizante. Es decir, dos ámbitos de postgrado distintos vinculados con un mismo fin, creando sinergias de enriquecimiento en los planes y programas de estudio, así como de profesores investigadores o tutores directivos de empresas o corporativos empresariales.
2.3 El mesosistema De la misma manera, y considerando el llamado mesosistema, las instituciones, ya sea de manera individual o a través de sus organismos de representación, como en el caso de México, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior ANUIES, o bien, la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior FIMPES, que tienen como propósito mejorar la comunicación y colaboración de éstas entre sí y con las demás instituciones educativas del país, deberán propiciar espacios de dialogo e interacción con los sectores productivos en lo particular, o bien con su organismos de representación como son las cámaras o sindicatos patronales, buscando como propósito fundamental el intercambio de experiencias reales del mundo empresarial. Lo anterior, serviría para enriquecer los contenidos de asignaturas y promover cambios en los planes y programas de estudio de acuerdo a las necesidades reales tanto del mercado como de las empresas u organismos demandantes. También nuevos modelos y métodos de enseñanza, que propicien que los estudiantes participen in situ dentro de las empresas e
instituciones, teniendo a los expertos como facilitadores o mentores. Esto último, equivale a trasladar el espacio áulico al espacio productivo, facilitando el emprendimiento y el desarrollo de nuevos negocios basados en las teorías de punta en el mundo de los negocios. En una vinculación como la que se plantea, las universidades harían sinergia con las empresas demandantes de especialistas vía el postgrado, y los resultados tendrían un mayor sentido ya que, en el mediano plazo, podría lograrse un vínculo donde éstas últimas podrían derivar recursos financieros para proyectos de investigación y desarrollo I+D, tal y como hoy en día sucede en el modelo norteamericano donde, a través de fundaciones, las universidades reciben recursos para su presupuesto, ya que no existe un modelo de subsidio del gobierno federal para tal fin, aunque algunas universidades son auspiciadas por los gobiernos locales con un componente de cuotas altas que deben pagar los estudiantes. Contrario sensu, en nuestro país, México y algunos de América Latina, las grandes universidades son financiadas por el gobierno federal. Aquí se distingue un reto que debe solventarse en el mediano plazo, ya que hoy en día, los modelos económicos prevalecientes reflejan cada vez presupuestos menores para el financiamiento de la universidad pública o autónoma que, dicho sea de paso, reciben subsidios derivados de los recursos fiscales que el estado recauda y se convierten en el costo social de mantener a un estudiante.
3.3 El exosistema Por su parte, en el llamado exosistema que, a nuestro juicio, comprende un espectro amplio donde el ser humano actúa y que incluye todo el sistema educativo y las leyes de educación prevalecientes, así como el sistema de creencias con sus dogmas y reglas establecidas por las diferentes religiones que son propiciadores de instituciones educativas, los medios de comunicación (radio, televisión, prensa) y, por último, las instituciones u organismos no gubernamentales que de alguna manera son subsidiarias y reciben los beneficios de la acción del gobierno y las políticas educativas que promueve. Aquí, los mecanismos de vinculación deberán darse “de facto”, ya que son las instancias de socialización donde el individuo (maestrante) se desenvuelve, y donde lleva a cabo los procesos de investigación 58
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mediante tesis de grado que propician el estudio de la realidad social que se vive, y los cambios que deben darse de acuerdo a investigaciones y donde los participantes, que vienen a ser los representantes de cada una de las instancias de socialización señaladas, generan opiniones vía encuestas u opiniones de “focus group” y cuyas conclusiones, en muchos casos, generan cambios vía nuevas leyes o reformas legislativas. 3.4 El macrosistema y la construcción de redes vinculantes Es un hecho que, en una sociedad de cualquier país, donde predominan aspectos culturales, políticos y religiosos y que, de alguna manera, son el sello distintivo de la misma, existen puntos o vértices de interacción con otros países de culturas diferentes, modelos políticos predominantes también distintos y, posiblemente, igual religión e idioma. Estos puntos de interacción deben identificarse con el fin de iniciar la construcción de redes vinculantes con un fin o propósito similar. Esto puede ser el caso del postgrado dentro del espacio iberoamericano, pues países con raíces y culturas diferentes crean espacios de vinculación que, al asumirlos, generan una nueva identidad y simbiosis cultural derivado de los fines y propósitos del intercambio. Es ésta interacción de fines y propósitos lo que hace viable la vinculación entre los países. Siguiendo el mismo orden de ideas, los investigadores María Fernanda Roja Martínez y Luis Ángel Arias Abril (2013) señalan que, por definición, el concepto interacción hace referencia a: “…la acción de cualquier organismo sobre otro u otros que genera una reacción que, al ejecutarse, puede tener varias alteraciones en los diferentes actores que participen en esta relación […] (Barreto & Uribe, 1963).” Señalan además que: “Por esa misma línea y retomando la teoría de Bronfenbrenner, éstos autores explican el papel que juegan las interacciones en su modelo, el cual es de suma importancia porque es por medio de ellas que las interacciones son formas que permiten la creación de los procesos proximales en donde se puede evidenciar desde lo más simple sin limitarlo solamente a la interacción con la personas, los cuales deben tener una influencia interpersonal por parte y parte, sino también en la interacción con los objetos y símbolos de su entorno (Bronfenbrenner & Morris, 2006).” De esta manera, y considerando las diferencias existentes en cada país de nuestra Iberoamérica, consistentes en patrones culturales, sistema
“Es un hecho que, en una sociedad de cualquier país, donde predominan aspectos culturales, políticos y religiosos y que, de alguna manera, son el sello distintivo de la misma, existen puntos o vértices de interacción con otros países de culturas diferentes”
político, modelos educativos universitarios, entre otros, deberán encontrarse los elementos que hagan posible la vinculación de las instituciones de educación superior promotoras de diversos postgrados, con el fin de construir redes de desarrollo que propicien, dentro de los ámbitos en los que se desenvuelven, tomando en cuenta que es la única manera de propiciar los cambios del entorno inmediato de cada país, y por qué no decirlo, a nivel de regiones de países. Lo antes señalado sería el caso de México con Centroamérica en el intercambio de experiencias en ciencia y tecnología aplicada a la producción de alimentos, (productos agrícolas, ganadería y pesca y acuacultura), o bien, en el campo de la educación y la medicina de México y Cuba, donde existen evidencias aisladas pero no como parte de una política definida de postgrado vinculante. En esto deberán establecerse, desde el marco de los gobiernos de cada país, propósitos de políticas públicas en la materia educativa donde, además, se asignen los recursos financieros que hagan posible que dichos programas de vinculación rindan frutos en el corto y mediano plazo. Esto implica, naturalmente, cambios legislativos y reformas educativas efectivas que impacten de manera positiva en cada uno de los ámbitos que conforman los niveles descritos de la teoría ecológica de Bronfenbrenner, es decir, las universidades y sus organismos, las empresas y sus órganos de representación, el gobierno a los niveles existentes, por señalar los más importantes. Es importante considerar que uno de los elementos de vinculación más efectivos es el de los convenios específicos entre empresas y 59
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universidades, donde los objetivos sean mediante la aportación de recursos u otro tipo de aportaciones como, por ejemplo, laboratorios in situ, tutorías y mentoraje, la formación de cuadros de técnicos y científicos que determinado sector requiera o demande. En este punto, vale la pena señalar que, dentro del nivel del macrosistema, existen las instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo BID, las redes de embajadas y consulados, la Comisión para América Latina y el Caribe CEPAL, la Asociación Latinoamericana de Integración ALADI, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC, la Comunidad Andina de Naciones CAN, la Alianza del Pacífico ADP, por mencionar tan solo algunos de los existentes y donde, obviamente, deberán inscribirse los acuerdos entre países que buscan la vinculación de postgrados. JM.
Bibliografía Dávila M. (2012) Tendencias recientes de los posgrados en América Latina. Colección UAI-Investigación. Buenos Aires, Argentina: Editorial Teseo. Bronfenbrenner U. (1987) La Ecología del Desarrollo Humano. Cognición y Desarrollo Humano. Buenos Aires, Argentina. Editorial Paidós Ibérica. Ortiz Mena A. (1998) El Desarrollo Estabilizador. Reflexiones sobre una época. Serie Hacienda, 1958-1970. México. Editorial: Fondo de Cultura Económica FCE, y Colegio de México COLMEX. Rojas Martínez M.F. y Arias Abril L.A. (2013) La estructura y funcionalidad de los sistemas en el modelo de Bronfenbrenner y su utilidad en entornos empresariales. Tesis de investigación para la obtención de grado. Universidad del Rosario. Bogotá 2013. Edición libre.
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Francisco Mora Rector Universitat Politècnica de València España
EL POSGRADO, NIVEL CLAVE EN EL DESARROLLO DE LA COOPERACIÓN UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA
Este artículo propone diferenciar entre los distintos niveles de los estudios universitarios según su capacidad de contribuir al desarrollo de la cooperación inter-universitaria en el ámbito iberoamericano. Resulta que el nivel mejor adaptado para dar pasos hacia más cooperación y movilidad universitaria es el nivel de “posgrado”. No se entiende en el sentido más amplio de «postgraduate», que incluiría formalmente tanto los másteres como los doctorados, sino en el sentido que tiene tradicionalmente en muchos países iberoamericanos, así como en España. Es decir, la etapa posterior a la licenciatura o grado, que corresponde principalmente al máster. Se llega así a la conclusión de que se debería privilegiar el nivel de máster para arrancar y avanzar más rápido hacia un futuro espacio universitario latinoamericano/iberoamericano. Es importante señalar desde el principio, que la visión de tal espacio latinoamericano no es coincidente con el enfoque del espacio europeo precedente. Cabe recordar que, a diferencia de Europa, los convenios interinstitucionales ya existentes en Latinoamérica suelen privilegiar las relaciones con socios de Europa y los EE.UU., y no tanto con instituciones de educación superior (IES) de otros países de Latinoamérica.
En cuanto al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), tiene sus raíces en el proceso político de la construcción de la Unión Europea, y se ha aprovechado de esta dinámica, así como del marco institucional y los importantes recursos del presupuesto de la Unión Europea. Al contrario, en Latinoamérica el progreso hacia un futuro universitario más común y cohesionado dependerá en primera línea de los acuerdos que las universidades de países diferentes de la región firman entre sí, y no de pactos intergubernamentales a nivel continental. Las distintas “cumbres” de jefes de estado y de gobierno de Latinoamérica, con o sin sus homólogos de la UE, no han logrado diseñar un proceso estructurado hacia un espacio universitario latinoamericano, y aún menos euro-latinoamericano. Por ello, comparto la opinión de los expertos que ven una posible referencia en el Proceso de Bolonia y en el EEES, pero en ningún caso un modelo para un futuro espacio universitario latinoamericano.1 Si se miran los distintos niveles de los estudios universitarios según su potencial contribución a la edificación de un espacio universitario latinoamericano, se pueden notar importantes diferencias:
El grado se orienta principalmente a la demanda local y los estudios, la titulación y el acceso al mercado laboral, y se regula en el marco nacional de cada país, de manera que quedan pocas
Ver en especial: J.J. Brunner, The Bologna Process from a Latin American perspective, Journal of Studies in International Education, 2009 (http://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/1028315308329805) 1
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posibilidades de innovación curricular y de internacionalización. A pesar de algunos logros (en particular en el marco del Mercosur), la movilidad y el reconocimiento mutuo de las titulaciones de grado quedan muy limitados y complejos.
Al nivel de doctorado, a pesar de algunas destacadas excepciones, los convenios de movilidad y cooperación privilegian una relación en sentido único hacia Europa o los EE.UU., tanto a nivel interinstitucional como en los programas nacionales de varios países de la región, por el fomento de su profesorado universitario y su capacidad investigadora. En cambio, en los estudios de máster se dan mejores condiciones, los sistemas nacionales son menos inflexibles que en el grado, los estudios de máster son más diversos en cuanto a su función y su estructura, y buena parte de las innovaciones curriculares más novedosas se encuentran en este nivel. A este respecto podría ser útil recordar la experiencia europea, donde los másteres han sido el nivel más activo, más innovador y más exitoso en las distintas versiones sucesivas de los programas Erasmus y ErasmusMundus.
Los másteres y sus equivalentes se caracterizan por su gran diversidad de funciones y perfiles. Al lado de los másteres de profundización o especialización dentro de una determinada disciplina, muchos otros abren nuevos caminos para estudiantes que quieran reorientarse
“El nivel que mejor permitirá avanzar hacia un espacio universitario latinoamericano es el “posgrado”
fuera del área de conocimiento que han estudiado en el grado. Son muchos los másteres de doble competencia, o de extensión de competencias hacia otra área. Por ejemplo, cuando graduados en derecho cursen un máster de administración de empresas, estudiantes de artes estudian relaciones internacionales, o informáticos cursen un máster de administración pública. Los másteres son propicios para que se añadan aspectos interdisciplinarios, como por ejemplo en el caso de un máster de derecho medicinal para graduados de medicina, o de comercio internacional con japonés. En cuanto a su perfil, el posgrado cubre todo el abanico que va desde estudios teóricos/académicos hasta programas claramente profesionales/aplicados, con todos los matices intermediarios. Los másteres pueden enfocarse en varias combinaciones en cursos teóricos, aprendizaje basado en la investigación o en la resolución de problemas concretos, y actividades “aplicadas”, como proyectos de campo y periodos de prácticas en empresas, administraciones, museos, etc. A esta gran diversidad de funciones de los másteres, corresponden vías de acceso cada vez más abiertas y diferentes, que no van en la misma línea necesariamente que los anteriores estudios de grado. Ciertos másteres reclutan a estudiantes de distinta procedencia a propósito, tanto académica como geográficamente. Asimismo, a nivel mundial el posgrado es la más importante plataforma de movilidad para graduados que quieran cambiar de área, de universidad, y/o de país. Ya se ha señalado que los másteres tienen especial potencial en cuanto al desarrollo de aspectos interdisciplinares y a la innovación curricular. Además, debido a sus características, es poco sorprendente que los másteres tengan un destacado papel en el campo de la internacionalización de las universidades, y por ello, también en el fomento de su reputación y visibilidad internacional, así como de su atractivo y su capacidad competitiva.2 La contribución de los másteres a la internacionalidad y la reputación de las universidades se puede conseguir según tres modalidades diferentes: la transferencia internacional de créditos, la búsqueda del título extranjero, y los acuerdos de doble titulación.
2
Ver las conclusiones del Seminario “Los estudios de máster en la universidad española”, Segovia, 6 de marzo de 2015, http://www.fuescyl.com/index.php/comunicacion/destacados/242seminario-estudios-de-master-en-la-universidad-espanola
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Transferencia de créditos: a nivel regional (europeo o latinoamericano) hay un enorme potencial de desarrollo de másteres con algo de movilidad transfronteriza por la adquisición de unos créditos que se reconocerán como parte del título de la universidad de origen. Este tipo de cooperación es la que más se ha fomentado en Europa por el programa Erasmus, pero podría también difundirse en el contexto latinoamericano sobre la base de acuerdos interinstitucionales, con o sin becas de movilidad. Lo más importante es que tales acuerdos tienden a ampliarse (de bilaterales a consorcios universitarios multilaterales) y enriquecerse (sobre todo por la colaboración que fomentan entre profesores e investigadores).
Estudios para obtener un título de máster extranjero: ya se ha mencionado que el máster es el principal nivel de acceso de estudiantes que quieren estudiar para obtener un título de otro país. Para las universidades, atraer a estudiantes de otros países supone algo de flexibilidad, que los currículos se conciben de tal manera que sean atractivos para graduados de otros países, y una atención específica al reconocimiento del título a nivel internacional (bien sea con la acreditación nacional o mediante un sello de calidad extranjero o internacional), que son todas dimensiones que contribuyen al desarrollo institucional de la universidad anfitriona.
Másteres de doble titulación: el nivel de posgrado ha sido también el campo más propicio para el desarrollo de programas de doble titulación. Másteres de doble titulación suponen un acuerdo estrecho entre las IES involucradas, y a menudo contribuyen l reforzamiento de su internacionalización y desarrollo institucional. Además, suelen reflejar innovaciones curriculares o estructurales con fuerte impacto, como sucede cuando el currículo que conduce a la doble titulación se diseña de manera conjunta como un programa de estudios nuevo en cada IES, o que implica cambios que han de ser coordinados entre todas ellas. Una de las fórmulas más interesantes se da cuando, en el marco de un consorcio de varias IES de distintos países, todas las instituciones desarrollan una plataforma de conocimientos y competencias definida en común, y que luego, en una segunda fase, los estudiantes se distribuyen entre ellas según las áreas
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de excelencia de cada una. Se trata de una forma de canalizar la excelencia, ya que los estudiantes tienen acceso a lo mejor de todas las universidades participantes y se les otorga el máster de ambas universidades (la de origen y la anfitriona). Ya existen en el ámbito iberoamericano varios programas Erasmus-Mundus basados en alguno de estos modelos, y no cabe duda de que se podría y debería desarrollar muchos más. En las tres formulas cabe otra característica del posgrado de especial importancia. Es el nivel más idóneo para abordar temas enfocados en Latinoamérica como tal, bien de manera temática (por ejemplo, la historia de Latinoamérica, el desarrollo sostenible en el continente, la arquitectura y el vulcanismo, y las lenguas indígenas) o de manera comparativa (por ejemplo, políticas científicas comparadas, derecho ambiental comparado, sociología de zonas rurales). Programas de posgrado de este tipo tienen el potencial de reunir profesores y estudiantes a nivel continental y de contribuir al fomento de la conciencia de un futuro común entre los países de la región, lo mismo que los llamados “Estudios Europeos” que son una pieza clave del EEES. A falta de un marco regional homogéneo y de herramientas comunes respaldadas por acuerdos intergubernamentales, para dar pasos hacia un futuro espacio universitario latinoamericano se sugiere privilegiar la vía de los acuerdos interinstitucionales entre universidades de países diferentes del continente y enfatizar en especial los programas del nivel del máster. Por su diversidad, su flexibilidad, su potencial de movilidad y su alta contribución a la internacionalización de los estudios y de las universidades, el desarrollo de los “posgrados” permitiría avanzar más rápidamente, de manera más eficaz y también más provechosa, a nivel continental latinoamericano, así como en las relaciones con España, Portugal y el resto de Europa.
“Los másteres son el campo más propicio para la interdisciplinariedad, la innovación curricular y metodológica, y la internacionalización”
Desde esta perspectiva, son muy importantes las actividades que permiten a los rectores y profesores universitarios iberoamericanos encontrarse y explorar nuevos vínculos interinstitucionales, en especial al i nivel de posgrado. Una nueva oportunidad para ello se dará en el próximo encuentro de rectores iberoamericanos en el marco de Universia, que se celebrará en Salamanca, España, los días 21 y 22 de mayo de 2018.3
3
Sitio web de la conferencia Universia de Salamanca
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Segundo Píriz Durán Rector Universidad de Extremadura España
La importancia de los sistemas universitarios en los procesos de desarrollo socioeconómico, ligado al avance científico y tecnológico de los países, viene ampliamente demostrada por la experiencia vivida en las últimas décadas y por su papel en este proceso de globalización. En su sentido más amplio, ya sea mediante la cooperación, exclusivamente entre instituciones universitarias, o bien incluyendo otros agentes públicos y privados, para compartir experiencias y recursos que se trasladen a los procesos de desarrollo en que cada Universidad se encuentre comprometida, e inducir, fomentar y apoyar así estrategias de desarrollo.
LA UNIVERSIDAD EN EL ESPACIO IBEROAMERICANO: PROPUESTA DE FUTURO PARA LA VINCULACIÓN UNIVERSIDAD-ENTORNO Y LA PROMOCIÓN DEL POSGRADO
La función desempeñada por las Universidades y la experiencia que ofrecen presenta una notable diversidad, que se explica por la evolución experimentada en cada país a lo largo de los últimos años, constituyendo un importante factor estratégico que ofrece una interesante experiencia en este ámbito.
Edward de Bono
Es bastante frecuente la vinculación especial y preferente con Iberoamérica por parte de las Universidades españolas, recogida incluso en algunos casos en sus propios Estatutos, al señalar entre sus competencias, “el establecimiento de relaciones de cooperación con otras entidades e instituciones académicas, culturales o científicas españolas y de cualquier otra parte del mundo, teniendo en cuenta la especial relevancia de los vínculos con Portugal y la Comunidad Iberoamericana”1.
El proceso de globalización en el que nos vemos inmersos en la actualidad ha generado un mundo cada vez más interdependiente e interconectado donde los problemas colectivos no pueden ser abordados de manera individual. Este proceso ha amplificado la cooperación internacional. Y precisamente uno de los grandes retos a los que hoy nos enfrentamos como universidades, requieren de acciones concertadas entre los distintos agentes intervinientes.
En este contexto, y de acuerdo con los previsto en nuestros respectivos Planes Estratégicos, en las Estrategias de internacionalización, y en otros Planes directores existentes en las Universidades nos planteamos entre nuestros objetivos estratégicos el de promover una universidad internacional, relevante y diferencial, que sea reconocida en el ámbito académico, como excelente en investigación y docencia.
“Se puede analizar el pasado pero hay que diseñar el futuro”
1
Art. 3.i) de los Estatutos de la Universidad de Extremadura.
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En los últimos años, las instituciones de educación superior hemos apostado por la especialización, excelencia e internacionalización de la universidad centrada en la mejora docente, en investigación y transferencia del conocimiento, así como del propio entorno universitario. Actualmente, y fruto de estos esfuerzos, muchas de las universidades españolas contamos con un sello de Campus de Excelencia Internacional (CEI), -medida del Gobierno español con el objetivo de mejorar la calidad del sistema universitario mediante la agregación, especialización, diferenciación e internacionalización de sus mejores universidades-. Se pretende así agregar a todos los actores y agentes públicos y privados, en torno a unas áreas de conocimiento y de producción económica, con el fin de establecer alianzas alrededor de planes estratégicos operativos donde la creación y difusión del conocimiento se complemente con objetivos de crecimiento económico. En algunos casos, estas agregaciones se han materializado con otras instituciones de educación superior extranjeras2, lo que supone una importante oportunidad de cooperación internacional en el ámbito que nos ocupa, y fundamentalmente en el posgrado.
“El proceso de globalización en el que nos vemos inmersos en la actualidad ha generado un mundo cada vez más interdependiente e interconectado donde los problemas colectivos no pueden ser abordados de manera individual”
Como se puede constatar, la actuación de las universidades españolas, por diferentes motivos, está claramente dirigida, entre otros destinos, pero de modo preferente, hacia Iberoamérica, con un especial interés en la especialización, a través de los estudios de posgrado y de la necesaria vinculación con la sociedad que nos rodea. Fruto de estas experiencias, nos gustaría proponer diferentes acciones, que consideramos estratégicas para la mejora de las universidades y de sus relaciones en este espacio iberoamericano:
La adhesión y participación en Redes y Asociaciones Internacionales: La pertenencia a este tipo de redes y asociaciones internacionales es una de las herramientas de mayor atractivo y utilidad que tenemos las universidades en el proceso de internacionalización en materia de posgrado, ya que generan amplios espacios de colaboración, lo que incide de manera directa en la mejora de la calidad, la relevancia y la excelencia de nuestra oferta académica e investigadora, al mismo tiempo que favorecen el establecimiento de nuevos convenios, la adopción de nuevos programas de cooperación internacional, la búsqueda de socios internacionales y la captación de recursos y financiación externa a través de los programas y proyectos.
Ello nos permite a las universidades socias o adheridas, el acceso a diferentes tipos de acciones, tanto de carácter general como específicas de cada una, que suelen tener mucho éxito y ser muy demandadas en la comunidad universitaria, dando excelentes resultados en materia de cooperación.
Programas de Movilidad e Intercambio: Constituyen la base y el origen de la internacionalización en las instituciones de educación superior. Es imprescindible el establecimiento de programas específicos propios o en colaboración público/privada, y/o a través de convocatorias competitivas, fundamentalmente con dos importantes finalidades:
-
La movilidad e intercambio de investigadores con el objetivo de ampliar las redes de contactos que se traduzcan en aumentar las posibilidades de éxito en la petición de proyectos europeos en concurrencia competitiva (Horizonte 2020 y ERASMUS +), así
2 A título de ejemplo, el CEI Hidranatura: Gestión Eficiente de Recursos Hidranaturales de la
Universidad de Extremadura es con dos universidades portuguesas, la Universidad de Évora (UE) y el Instituto Politécnico de Leiria (IPL).
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como el aumento en número y calidad de las publicaciones internacionales. Es también una buena vía para trabajar en la transferencia de resultados, que permita la prestación de servicios a la sociedad, la materialización de patentes o la creación de empresas, entre otros. -
La movilidad e intercambio de estudiantes, con finalidad tanto de estudios, -especialmente en Máster y Doctorado-, como de prácticas. Las Universidades tenemos diferentes Programas para ellos, propios o en colaboración con otras instituciones como la Asociación Universitaria Iberoamericana de Postgrado (AUIP), Fundación Carolina, etc., así como los conocidos Programas ERAMUS MUNDUS, con los países terceros que conforman un consorcio de universidades e instituciones, entre otros. Diseño y puesta en marcha de Titulaciones conjuntas: Esta opción es especialmente atractiva, al permitir la obtención de varios títulos ofertados por diferentes universidades, o bien títulos conjuntos entre varias de ellas, que resulta de la colaboración con universidades iberoamericanas. El diseño y difusión de una oferta de titulaciones conjuntas suele aprovechar la movilidad de los profesores y de los estudiantes, con diferentes variantes, a través de planes de estudios, fundamentalmente en posgrado, que sean atractivos.
Diseño y Oferta de Másteres específicos: Otra vía de colaboración es el diseño de estudios de Máster en temas que sean de interés en el ámbito iberoamericano, como Economía latinoamericana, Desarrollo sostenible, Resolución de conflictos, etc..., utilizando la experiencia y el bagaje de nuestras instituciones. Ello permite la confluencia de especialistas con distintos orígenes, académicos y geográficos, con el consiguiente enriquecimiento de todos los participantes.
Colaboración en Programas de Doctorado: Aprovechando los contactos y redes iberoamericanas de los grupos de investigación, se abre otra vía de colaboración para llevar a cabo la dirección de tesis, recepción y tutorización de doctorandos, y programas de cotutela, a través de la firma de los correspondientes convenios. Se han detectado las siguientes temáticas que podrían ser de interés: -
Tecnología educativa Ingeniería del Software Ciencia y Tecnología de los Alimentos Ciencias del Deporte Economía, innovación y marketing Desarrollo rural
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Se podría ampliar a otras áreas en las que se manifieste ese interés.
Institutos Iberoamericanos de Investigación: Ésta es otra de las actividades internacionales colaborativas que originan resultados tremendamente beneficiosos en el estudio e investigación sobre un área de estudio en concreto, y que puede ser un germen para la participación en proyectos multilaterales en posgrado, fundamentalmente en doctorado. A título de ejemplo, el Instituto Iberoamericano de Investigación y Apoyo a la Discapacidad Intelectual, creado por la colaboración de organizaciones e instituciones de reconocido prestigio tanto del ámbito médico, biomédico, gerontológico, académico, cultural y social que tiene su Sede Social y Central en México, ciudad de Monterrey (Estado de Nuevo León, México), en el que la Universidad de Extremadura ocupa una vicepresidencia, al participar en su creación, y en cuyo campus de Cáceres se encuentra su delegación en Europa. Actualmente lo conforman 18 instituciones de 13 países iberoamericanos. A partir de estos institutos, se pueden llevar a cabo diferentes acciones colaborativas, ya en áreas muy concretas y específicas de estudio. Programa ERASMUS+: La participación en este programa, a través de sus diferentes acciones nos proporciona un instrumento de indudable utilidad en la tarea que nos hemos propuesto. Para el vigente periodo 2014-2020, el apoyo al sector de la educación superior con Iberoamérica, que antes se había llevado a cabo con otros Programas como ALFA o ERASMUS MUNDUS, en la actualidad se materializa a través de ERASMUS+, que incorpora una fuerte dimensión internacional (colaboración con los países asociados) en especial en los ámbitos de la educación superior y la juventud. Se abre un importante abanico de oportunidades de colaboración a través de esta dimensión internacional del programa (Movilidad internacional, Másteres conjuntos, desarrollo de capacidades y actividades Jean Monnet). Formación a lo largo de la vida: La colaboración con diferentes instituciones nos permite diseñar y poner en marcha una formación complementaria que invite a pensar, a ser críticos y a reflexionar sobre cuestiones, en temas de interés y actualidad, que no se deberían olvidar. Por ello, desde nuestras universidades, donde tenemos una gran vocación internacional, y especialmente
por razones históricas y de afinidad en la lengua y la cultura con América Latina, aplaudimos y apoyamos estas iniciativas, que proporcionan una formación complementaria necesaria, en el caso de nuestros estudiantes de posgrado, a la que se viene dando en las aulas. Y es que como profesionales universitarios, nuestra tarea no finaliza en el aula, tenemos la responsabilidad de transferir nuestros conocimientos e investigaciones a la sociedad.
Oferta virtual atractiva y de utilidad: Se trata de la construcción de un espacio virtual de enseñanza superior, con la calidad docente e investigadora necesarias que permita compartir las excelencias científicas-técnicas de cada universidad socia: un Campus Virtual Latinoamericano (CAVILA3), en el que se ofrecen además de estudios de posgrado, también de grado, conocimiento libre, publicaciones, premios, centro de documentación virtual, elibros y otras noticias de interés para los socios.
A través de esta virtualidad, y es de destacar, es posible superar fronteras y conseguir la integración de un espacio universitario iberoamericano, con múltiples sinergias humanas, sociales y económicas.
Jornadas internacionales de carácter iberoamericano: Organizar, participar y colaborar activamente en este tipo de eventos internacionales permite la puesta en común de diferentes experiencias, que redundan necesariamente en el beneficio de todos los participantes, como es el caso del reciente IV Encuentro de la Red de Radios Universitarias de Latinoamérica y el Caribe – Iberoamérica (RRULAC – IB).
Además, aprovechando las tecnologías de la información y la comunicación, se pueden promover estas reuniones como virtuales, en forma de jornadas o congresos que permitan la difusión de resultados de manera ágil y rápida al poder prescindir de largos desplazamientos, y que tendrían la misma estructura que las presenciales conferencias plenarias, ponencias, comunicaciones, posters, etc. pero aprovechando plataformas de comunicación y streaming ya existentes en la mayoría de nuestras universidades.
Difusión del patrimonio: Aunque con esta temática se podrían llevar a cabo varias de las acciones ya comentadas, su importancia
3 http://www.cavila.org
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estimamos que requiere un tratamiento diferenciado. Se trataría de establecer colaboraciones para ofrecer cursos o estancias cortas específicas, así como encuentros, congresos, jornadas, etc., dirigidas a investigación en la difusión del patrimonio históricoartístico y cultural, que tantos nos unen, de uno y otro lado del Atlántico.
Colaboración con la hoja de ruta de los gobiernos autonómicos, nacionales e internacionales, para trabajar aunando esfuerzos en la consecución de objetivos comunes. La participación en las diferentes Estrategias de Acción Exterior gubernamentales, nos permite a las universidades colaborar y trabajar de forma coordinada.
En definitiva, las universidades tenemos muchas posibilidades de colaboración en materia de posgrado con Iberoamérica. Hemos tratado de dar una visión completa, de forma sintética, y no exhaustiva, de algunas posibles acciones que favorecerían enormemente nuestra contribución al Espacio Iberoamericano. Llevamos muchos años trabajando en esta línea, y la experiencia nos avala.
“La pertenencia a redes y asociaciones internacionales es una de las herramientas de mayor atractivo y utilidad que tenemos las universidades en el proceso de internacionalización en materia de posgrado”
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EL PAPEL DE LAS UNIVERSIDADES EN EL DESARROLLO DEL ENTORNO Las universidades constituyen un elemento esencial para promover el crecimiento económico de una sociedad, hacerla más democrática y abierta y, en general, elevar su nivel de bienestar a lo largo del tiempo. Tales resultados se consiguen mediante el desarrollo de las funciones que tienen encomendadas, y de manera especial, a través de la producción de capital humano, del conocimiento científico, que también se produce en las universidades en su mayor parte y de su transmisión al resto de la sociedad. La producción de capital humano es el principal determinante del crecimiento económico y actúa a través de diferentes vías. En primer lugar, porque la formación, el conocimiento y las habilidades de los trabajadores provocan el aumento de su productividad, lo cual redunda en beneficios para ellos mismos en forma de salarios más elevados, pero también provocan efectos externos positivos que favorecen a la totalidad de la sociedad. En segundo lugar, una mano de obra mejor formada facilita la adopción de nuevas tecnologías de producción y promueve la innovación, tanto desde la perspectiva personal como social. Desde la perspectiva individual, los trabajadores con estudios universitarios son más permeables a la adopción de nuevas formas de trabajo, nuevas técnicas, adoptar nuevas tecnologías, y en general, se adaptan mejor a un entorno de cambios continuos, como el que tenemos.
José Sánchez Maldonado Rector Universidad Internacional de Andalucía España
Desde una perspectiva social, la extensión de los estudios universitarios también contribuye al fomento de la innovación mediante la investigación básica y aplicada, creando una base de conocimiento y ayudando a su difusión. El input fundamental de la función de producción de los cambios innovadores y del conocimiento productivo es el capital humano y esta función se caracteriza, incluso, por poseer rendimientos crecientes a escala. Es decir, una mayor formación genera cada vez más innovación y ésta, a la vez, provoca una necesidad adicional de formación provocando un círculo virtuoso. En el largo plazo, la innovación y el crecimiento de la productividad son la única forma de alcanzar un crecimiento económico sostenido en el
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tiempo y las universidades constituyen los principales actores generadores del conocimiento productivo en muchas sociedades. No obstante, el capital humano favorece la generación de otro tipo de beneficios con efectos en otros ámbitos, aunque difíciles de medir. La educación, en general, y los estudios superiores, en particular, aportan importantes externalidades positivas desde el punto de vista de los que la reciben. Las sociedades con un mayor porcentaje de población formada son menos violentas, con menores niveles de delitos, más críticas, en las que se entiende y funciona mejor la democracia y más abiertas a los cambios de todo tipo. La literatura económica que estudia el impacto del capital humano en el crecimiento económico es muy extensa. Nelson y Phelps (1966) constituye una de las primeras aportaciones sobre su importancia en la adopción de nuevas tecnologías. En la vertiente de modelos de crecimiento endógeno destacan, entre otros, los artículos de Lucas (1988) – que en concreto modeliza cómo la productividad individual de los trabajadores depende del nivel agregado de habilidades - y Romer (1990) que analiza el vínculo entre el nivel de capital humano y la capacidad de una economía para generar nuevas ideas. A su vez, las universidades son una pieza clave en el refuerzo de las instituciones económicas y democráticas que resultan relevantes para conseguir un mayor crecimiento económico (Valero y Van Reenen, 2016). Por un lado, constituyen una plataforma que promueve el diálogo, la discusión y el intercambio de ideas en distintos ámbitos, en especial en el de las políticas públicas. Por otro lado, producen capital humano tendente a impactar de forma positiva en dichas instituciones. La literatura empírica confirma la importancia de la educación universitaria en términos de productividad, innovación, refuerzo institucional y crecimiento económico. Valero y Van Reenen (2016) empleando una extensísima base de datos que abarca 15.000 universidades en 1.500 regiones de 78 países, proporcionan evidencia empírica a nivel global sobre cómo las universidades inciden en el crecimiento económico, fundamentalmente a través de un incremento del nivel de productividad de los trabajadores, un aumento del ritmo de innovación vía (i) investigación básica y aplicada y (ii) mayor nivel de capital humano – que conduce a más innovaciones -, y un refuerzo de las actitudes favorables a las instituciones democráticas.
“Las Universidades, elemento esencial para promover el crecimiento económico” Por último, la educación universitaria incide en la promoción de la movilidad social en los méritos y, por lo tanto, contribuye a aumentar la eficiencia y el crecimiento económico. Las sociedades con menor movilidad social en los méritos tienden a generar una asignación de las habilidades y del talento relativamente más ineficiente (OCDE, 2012; Rodríguez Mora, 2009). Se han cuantificado algunos de los impactos que tiene la educación superior. Por ejemplo, según la OCDE (2012) y referido al año 2007, el valor actual neto privado de poseer estudios superiores, es decir, la ventaja económica de tener un título de educación terciaria en lugar de uno de secundaria menos los costes asociados, supera los 1750.00 dólares estadounidenses para un hombre y son algo más de 110.000 dólares para una mujer, en el promedio del conjunto de los países de la OCDE. Esta ventaja económica es especialmente elevada en los hombres de Corea, EEUU, Italia y Portugal en los que el beneficio a largo plazo es de más de 300.000 dólares y en las mujeres de Corea, Eslovenia, EEUU, Irlanda, Portugal y Reino Unido en el que el beneficio es superior a 150.000 dólares. Igualmente destaca que los beneficios de invertir en educación superior en el largo plazo para las mujeres superan a los obtenidos por los hombres en Australia, España y Turquía. La cuantificación de los beneficios sociales que genera la inversión en educación y que no pueden ser apropiables por el estudiante es mucho más complicada. Sin embargo, los estudios apuntan a que, si bien la inversión es costosa, los países recuperan esta inversión, y algo más, a través de los ingresos tributarios más elevados que pagan las personas altamente cualificadas y el ahorro en la menor cuantía de transferencias sociales que reciben estos individuos. Por ejemplo, según la OCDE (2012), como media en el conjunto de países que conforman esta organización, el beneficio neto del gasto público destinado a ayudar a un hombre que cursó sus estudios superiores en 2007 superó los 91.000 dólares. Esta cantidad supone más del triple del tamaño de la inversión 71
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media. La rentabilidad social fue especialmente elevada en Alemania, Bélgica, Eslovenia, EEUU y Hungría donde el beneficio neto superó los 150.000 dólares por estudiante. El beneficio neto promedio fue de 55.000 dólares en el caso de las mujeres, destacando que fue positivo en todos los países, con la excepción de Dinamarca y Suecia. Se apunta como causa que estos países unen unas fuertes inversiones en estudios universitarios y una brecha salarial de género relativamente baja. Para garantizar que las universidades alcancen los resultados esperados, resulta fundamental diseñar un marco normativo que propicie una competencia intensa y vigorosa entre ellas. Este marco debe asegurar que realicen su actividad de investigación y formación de forma eficiente, con calidad, ajustándose a la demanda, y contribuyendo a elevar el crecimiento económico y el bienestar de forma significativa. La colaboración entre la universidad y la empresa Especialmente relevante en este aspecto es la cooperación universidadempresa que aporta beneficios a las compañías que la utilizan y que se refleja en su actividad, sus procesos de producción y resultados. Para que la universidad contribuya de manera efectiva al crecimiento económico debe realizar una simbiótica y efectiva colaboración con el tejido productivo. En este contexto, un estudio elaborado por la Cámara de Comercio de España en febrero de 2015 y referido a “las nuevas formas de cooperación entre Universidades y Empresas” (Cámara de Comercio de España, 2015), analiza la forma a través de la que ambas instituciones se relacionan y destaca que la forma más habitual de colaboración universidad-empresa es la movilidad laboral de estudiantes, es decir, la contratación directa de estudiantes de últimos cursos o recién graduados, o la oferta de periodos de prácticas en las empresas. Este modo de cooperación facilita la gestión de los recursos humanos de las empresas al reducir la incertidumbre asociada al proceso de reclutamiento. De este modo, la universidad realiza las tareas de filtro a la hora de seleccionar a los candidatos más capacitados para el desarrollo de las tareas que tendrán que desempeñar en las empresas. La cooperación relacionada con la I+D también destaca entre las empresas analizadas en el estudio, sobre todo entre las pertenecientes al sector industrial. De cara al futuro, sin embargo, a nivel global, la cooperación en actividades de I+D debería incrementarse hasta
superar en importancia la relacionada con la movilidad laboral de estudiantes, al contrario de lo que ocurre en la actualidad. Estas actividades permiten poner en valor los resultados de la investigación aplicada, así como acercar la universidad a la sociedad. Entre las actividades de cooperación, la más importante entre las empresas analizadas, es la participación del staff de la empresa en estudios, docencia y actividades de investigación, campo en el que colaboran más del 50%. También destaca la cooperación a través de incubadoras para el desarrollo de nuevos negocios como muestra el hecho de que, en conjunto, las empresas recogidas en el estudio crearon más de 25 start-ups en los cinco años anteriores al mismo. Por último, la cooperación universidad-empresa también genera otros beneficios que son más difíciles de medir por sobrepasar el ámbito estricto de la ganancia empresarial. Entre ellos, destaca la mejora de la capacidad de innovación de la empresa; las mejoras en las habilidades de los estudiantes que son relevantes para el mercado de trabajo y los avances que produce en el desarrollo regional y la cohesión social. Existe una serie de circunstancias que potencian el desarrollo de las actividades de cooperación. Entre ellas destaca el establecimiento de confianza y compromiso mutuo entre empresas y universidad; el interés de las instituciones de educación superior en tener acceso al conocimiento práctico y la existencia de objetivos compartidos entre ambos tipos de instituciones. Pero también existen barreras a las que este tipo de colaboración tiene que hacer frente, según las empresas encuestadas. Entre las más destacadas se encuentran las diferencias entre universidad y empresa en cuanto a motivaciones y valores; el problema de tener horizontes temporales distintos o la burocracia asociada a este tipo de cooperación, proveniente del ámbito universitario. En general, los empresarios consultados consideran que las instituciones de educación superior deberían replantearse la forma de cooperar estratégicamente con las empresas. Para ello deberían mejorar y aumentar las prácticas en sus programas académicos, potenciar en mayor medida su orientación internacional y facilitar la puesta en valor de la investigación aplicada. También es importante el porcentaje de empresas que considera que la universidad debería incrementar la orientación práctica de la docencia. 72
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Afrontar el futuro desde la universidad De cara al futuro que deben afrontar las universidades, es fundamental su adaptación a los cambios sociales y tecnológicos que han modificado radicalmente todos los procesos de producción y en particular la generación de conocimiento y la formación. Los cambios son muy profundos y la realidad cambia de manera continua y aceleradamente. Los MOOC que disparan disruptivamente a los modelos de negocio convencionales de educación superior o el estallido de la burbuja universitaria en EEUU son indicios de que se está produciendo un cambio radical del mapa mundial de universidades con la irrupción asiática y/o la nueva generación de propuestas académicas tipo Minerva o Singularity. Propuestas todas ellas rompedoras y que han hecho que las universidades hayan perdido el monopolio del saber y de su transmisión. Los rankings ya están poniendo de evidencia las posiciones relativas y representan un espejo de la situación, pero especialmente las nuevas plataformas de emprendimiento asociadas a universidades que van más allá de la actividad rutinaria y burocrática
del entorno convencional que se asocia con la actividad del emprendimiento son los fenómenos que representan mejor el cambio en el paradigma. Las universidades que entendieron que el proceso de crear I+D+i y conocimiento productivo, en general, ha cambiado radicalmente y que esto, puede ser una seria amenaza si se continúa con las dinámicas tradicionales, pero que a la vez abre grandes oportunidades son las triunfadoras de la nueva situación. El nuevo paradigma proporciona experiencias de aprendizaje más colaborativo en un entorno de ciencia abierta que complementa la innovación abierta. La situación actual está caracterizada por el reto de atrapar un conocimiento que crece exponencialmente y que añeja los apuntes del curso anterior en un entorno que globaliza la lucha por el talento diferencial. Son las políticas de estado para la movilidad universitaria. Es la constatación de que la educación superior ya no es solamente la universidad. Es un mundo que se mueve rápido y que no espera a los que tienen que decidirlo todo en asambleas imposibles. 73
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En este sentido, las universidades pueden caer en una trampa, tanto en España como en otros países: crearse un marco mental–reglamentario que las convenza que no hay espacio para afrontar un salto adelante significativo en docencia, investigación o valorización del conocimiento. Las limitaciones que impone el sistema como el exceso de reglamentación, el tipo de gobernanza, la financiación insuficiente y a la baja o la frágil meritocracia son muchas e importantes, pero no se puede considerar que no haya nada que hacer hasta que un agente externo mejore y lo organice más racionalmente. La universidad debe alejarse de la autocomplacencia pesimista que favorece el inmovilismo y que justifica que, si no se hace mejor, simplemente es por la insuficiente aportación financiera, principalmente públicos. Mientras, se produce una expansión de informes, DAFOs o planes estratégicos con conclusiones genéricas y escasas propuestas de adaptación al entorno cambiante. La necesidad de acometer cosas nuevas se produce en un entorno de enormes dificultades y provoca un desgaste excesivo e innecesario. A pesar de ello, los cambios son tan rápidos y profundos, extraña la ausencia de dinámicas que desafíen las crisis con más innovación y convicción desbordando los reglamentos con el peligro de que las universidades acaben repitiendo la situación sufrida por Kodak que no supo cambiar y murió aplastada por la propia fotografía digital que ella inventó. Hasta ahora las universidades han sido mucho mejores recomendando la innovación a los demás que aplicándosela a ellas mismas de modo similar a como en general hacen las administraciones. Pero el mundo no espera y las instituciones que quieran reaccionar gregariamente, buscando consensos lentísimos de sistema, corren el riesgo de adoptar soluciones válidas para problemas que ya no existen e inadecuadas a los retos vigentes en la actualidad. La resistencia al cambio, o el cambio a ritmos del siglo XX, puede ser simplemente ineficaz e inadecuado. Además, las universidades disfrazan de reflexiones la resistencia al cambio, o incluso llegan a utilizar el conocimiento para frenar más que para avanzar. Las universidades no precisan una planificación que busque igualarlas, por el contrario, necesitan nuevas formas de servir a la estrategia para diferenciarlas desde la innovación. El objetivo es diferenciarse para crear modelos propios en lugar de replicar otros. Existen ejemplos de universidades que se han adaptado perfectamente al entorno actual
sin atrincherarse en las inercias, sin hacer nada más allá de resistir. Destacan universidades como la Politécnica de Valencia que ha creado un modelo de innovación que desafía ortodoxias y plantea una relación universidad – empresa radicalmente distinta. También destaca la Politécnica de Madrid que ha debido adoptar decisiones internas muy duras o la Pompeu Fabra que se ha colado entre las mejores del mundo de menos 50 años gracias a una verdadera apuesta por la internacionalización y una oferta de grado muy innovadora. O apuestas diferenciales como la de la Universidad de Las Palmas asociándose con Corea en el ámbito sectorial de la investigación marino-pesquera. Si bien hay más ejemplos, en realidad son escasas las instituciones que han asumido el riesgo que conlleva innovar de verdad en los procesos.
“Para que la universidad contribuya de manera efectiva al crecimiento económico debe realizar una simbiótica y efectiva colaboración con las empresas”
Las universidades deben cambiar sin esperar a que cambie el sistema o a que desde fuera les indiquen el camino que debe seguir el proceso de innocación. Entre otras cosas porque el camino se está abriendo ahora mismo y no existen rutas que indiquen hacia dónde se deben encaminar las instituciones. La dificultad está en que intentar llegar al posicionamiento estratégico deseado, al proyecto institucional en mayúsculas, ya no se resuelve a través de un plan estratégico convencional, los cuales se han transformado en un elemento más de la rutina burocrática. Por el contrario, requiere liderazgo innovador, es decir, la buena gestión es una condición necesaria pero no suficiente. El entorno actual requiere imaginarse cómo serán los nuevos escenarios y ser capaz de dirigir la organización hacia los mismos. Las dificultades del entorno serán para todos más o menos las mismas, pero algunas 74
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universidades tendrán/tienen liderazgos que anticipen visiones poderosas y arriesguen desde la innovación para alcanzar hitos estratégicos en un modelo propio, mientras otras se refugiarán en mil excusas desplegadas detalladamente en larguísimas asambleas corporativas para quedarse dónde estaban. El resultado del entorno tan incierto y de cambio tan rápido es que el mapa universitario se está clarificando. Por un lado, las universidades que se estancan y no son capaces de evolucionar se orientan rápidamente hacia “college” locales y las que arriesgan y se resisten a perder el tren de los cambios profundos que vive la educación superior en el mundo crecen y desarrollan las potencialidades que el nuevo entorno ha abierto. El sistema seguro que encargará un nuevo informe de diagnóstico. Las universidades innovadoras serán doers, explorarán alternativas, y en definitiva se diferenciarán sin esperar al Boletín Oficial del Estado.
Bibliografía Cámara de Comercio de España (2015). Nuevas Formas de Cooperación entre Universidades y Empresas, Recuperado de https://www.camara.es/sites/default/files/publicaciones/nuevas_formas_de_cooperacio n_entre_universidades_y_empresas.pdf Lucas, Robert E. (1988). “On the Mechanics of Economic Development”. Journal of Monetary Economics, 22, 3-42. Nelson, R. R. y Phelps, E. S. (1966). “Investment in Humans, Technological Diffusion, and Economic Growth”. The American Economic Review, Vol. 56, (1/2), pp. 69-75. OCDE (2012), Education Indicators in Focus – 06/2012 (junio). Recuperado de https://www.oecd.org/edu/skills-beyondschool/Education%20Indicators%20in%20Focus%206%20June%202012.pdf Rodríguez Mora, José V. (2009). "La asignación ineficiente del talento". Els opuscles del CREI, nº 22, mayo. Romer, P. M. (1990). “Endogenous Technological Change”. Journal of Political Economy, 98(5), pp. 71-102. Valero, A. y Reenen, J. V. (2016). “The Economic Impact of Universities: Evidence from Across the Globe”. NBER Working Paper No. 22501.
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Medardo Serna González Rector Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo México Ireri Suazo-Ortuño Coordinadora de la Investigación Científica Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo México
LA UNIVERSIDAD Y EL POSGRADO COMO DETONADOR DEL DESARROLLO DE IBEROAMÉRICA El Posgrado en el Espacio Iberoamericano Cada uno de los retos mayores de la vida moderna como la seguridad en energía, salud, agua, alimentos y biodiversidad en un mundo sostenible con una población de más de siete mil millones, presenta componentes complejos de ciencia y tecnología a nivel global. El desarrollo de soluciones eficientes a estos grandes retos requiere de la integración de conocimiento de varias disciplinas, así como la formación de recursos humanos actualizados y con un alto nivel de conocimiento que contribuyan a la solución de estos problemas. El papel del posgrado como formador de investigadores y profesionales con las capacidades técnicas y científicas para afrontar los retos del siglo XXI es central en el desarrollo sostenible de los países. Para ello, es crucial la construcción de un modelo académico para el posgrado que traspase las barreras nacionales y se ubique en el espacio iberoamericano y genere un gran acuerdo entre los países que integran la región y sus universidades. Este acuerdo favorecería la movilidad social y la generación de conocimientos, capacidades y habilidades que sirvan de fundamento para el desarrollo sostenible de Iberoamérica.
Un primer paso para lograr la integración iberoamericana del posgrado es el establecimiento de convenios entre las universidades, que permitan la creación de posgrados interinstitucionales que trasciendan las fronteras de los países o permitan la compatibilidad de los planes y programas de estudios de tal manera que los estudiantes, con ayuda de sus tutores, puedan construir su plan de estudios y cursar las materias curriculares o llevar a cabo los trabajos de investigación en cualquiera de las universidades de Iberoamérica que participen en un Programa de posgrado. Es necesario buscar los mecanismos que permitan superar la “camisa de fuerza” que en muchas ocasiones representan los decretos, normas y legislaciones universitarias, así como trabajar en la construcción de una legislación migratoria progresista que facilite el intercambio estudiantil. El movimiento de las personas en el espacio internacional es un proceso complejo ya que, en el traslado de un país a otro, intervienen las legislaciones y controles propios de los países, y la movilidad de estudiantes para desarrollar estudios universitarios no es la excepción. Además, hay que superar la restricción que los estudiantes enfrentan una vez concluidos sus estudios, al no poder trabajar en el país en el que los hicieron, su país de origen o cualquier otro país, ya que es necesaria la revalidación y el apostille de documentos. En este sentido el posgrado debe trabajar en la construcción de una política migratoria homogénea de admisión de estudiantes, con 76
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requisitos mínimos pero seguros y responsables, así como en el otorgamiento de una cédula común que les permita ejercer su profesión en cualquier país de Iberoamérica. En el modelo Iberoamericano de posgrado la educación debe considerarse un bien social y no un bien de cambio, de tal manera que sea la exigencia académica y no el pago de colegiaturas el que determine la inserción al posgrado y la movilidad de los estudiantes. La grave crisis ambiental y social que enfrentan muchos países de Iberoamérica nos obliga a buscar estrategias comunes que permitan al posgrado hacer frente a los problemas pendientes en el plano de la economía, la seguridad, el ambiente y la cultura. En este sentido, el posgrado sustentado en la excelencia académica y en una estrategia social compartida de largo plazo, que fortalezca los lazos comunes, puede ser una herramienta para el logro de los objetivos de cada país y del conjunto de ellos. Es claro que la movilidad nacional e internacional de estudiantes y académicos del posgrado, aun cuando ha aumentado en los últimos años, requiere ser impulsada con mayor decisión, creando posgrados transnacionales flexibles, con normativas universitarias compatibles y leyes migratorias accesibles que permitan posicionar al posgrado como motor del desarrollo en el espacio iberoamericano.
Vinculación universidad-entorno Los tiempos actuales demandan de la universidad en lo general, y del posgrado en particular, una eficiente vinculación con organizaciones del sector productivo, social y gubernamental. Aun y cuando es un objetivo que se ha planteado desde hace varios años, la vinculación sigue siendo un área de oportunidad importante para el posgrado, pues en pocos casos se ha cumplido cabalmente con este objetivo. Para ello, es necesario construir un padrón de demandas estratégicas a nivel de Iberoamérica, que permita identificar el perfil que los programas de posgrado deben tener, de tal manera que respondan a la demanda social y garanticen la vinculación necesaria para potenciar el desarrollo nacional y regional. Tanto los nuevos programas, como los programas de posgrado ya existentes, deben contar con una normativa flexible que les permita estar abiertos a nuevas fronteras y a los nuevos retos que impone una sociedad que avanza tanto en conocimientos como en problemas derivados del crecimiento poblacional no sustentable. 77
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La cooperación académica interinstitucional debe de ser uno de los objetivos centrales para alcanzar la vinculación de los posgrados de Iberoamérica con los distintos sectores de la sociedad. Esta cooperación debe enmarcarse en la solución de problemas prioritarios identificados en los planes nacionales de desarrollo de los países. A partir de la identificación de estos problemas, los planes de estudio deberán garantizar que ocurran los vínculos necesarios que contribuyan con soluciones a estos problemas. Por ejemplo, en el caso de México, recientemente, como parte de la política federal, se emitieron convocatorias para proyectos de investigación de gran envergadura, enfocados a la solución de problemas nacionales, en los que se promueve la colaboración interinstitucional. Estas convocatorias, a su vez, permiten la formación de estudiantes de posgrado cuyas investigaciones vinculan la generación de conocimiento de calidad con la atención de estos problemas. En este sentido, una política pública promovida desde la AUIP debería ser la emisión de convocatorias de investigación financiadas por los estados pertenecientes al bloque de Iberoamérica que aborden grandes problemas regionales y que sean atendidos por los estudiantes e investigadores del posgrado iberoamericano. En el caso de la Región Centro Occidente de México (RCO) los problemas sociales, económicos y ambientales que comparte la región hicieron necesaria la suma de las fortalezas de varias instituciones para abordar problemáticas regionales específicas. Así, la UMSNH, junto con otras universidades públicas de la RCO, ha desarrollado un modelo de posgrados interinstitucionales en diversas áreas del conocimiento, orientados a atender las necesidades de la región mediante la participación colegiada y conjunción de esfuerzos institucionales que promueven el apuntalamiento de un desarrollo del país basado en el conocimiento. Estos posgrados se enmarcan en una política basada en el principio de la interinstitucionalidad sustentada en un modelo académico flexible que promueve la movilidad académica la evaluación colegiada y la investigación. Otro ejemplo de vinculación entre el posgrado y los distintos sectores de la sociedad son los posgrados profesionalizantes que se desarrollan en México, cuyo objetivo es la formación de personal capacitado para participar en los procesos de análisis, innovación, adaptación o aplicación del conocimiento para el mejor desempeño profesional en todas las áreas del conocimiento. Sin embargo, aún es necesario que el sector
económico y social vea al posgrado como una fuente generadora de conocimiento para la solución de sus problemas y que, por lo tanto, apoyen y permitan las investigaciones que se realizan en los posgrados profesionalizantes. Además, se requiere una mayor promoción para que los estudiantes vean al posgrado profesionalizante como una alternativa a los posgrados de investigación. En la actualidad solo el 33% de los 2155 posgrados registrados en el PNPC de CONACyT son posgrados profesionalizantes, lo que nos muestra que la vinculación con el entorno sigue siendo un problema que se debe atender. Por ejemplo, de las 7 áreas del conocimiento que cuentan con programas de posgrado en México, solo las áreas de Medicina y Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales e Ingenierías cuentan con el 77, 31 y 27% de posgrados profesionalizantes, respectivamente. Mientras que las áreas de Física, Química-Biología y Humanidades no pasan del 8%.
“El papel del posgrado como formador de investigadores y profesionales es central en el desarrollo sostenible de los países” En muchas economías modernas, la generación y aplicación de conocimiento se ha convertido en uno de los pilares más importantes para su desarrollo económico y social. Así, las sociedades que más han avanzado son aquellas que han logrado desarrollar y aplicar el conocimiento generado por ellas mismas. En este aspecto, es importantes destacar que aun y cuando es necesario establecer políticas que promuevan el incremento de los posgrados profesionalizantes como una forma de vinculación con el entorno, los posgrados de investigación son también esenciales como fuente primaria de generación de conocimiento que se convierte en productos o procesos industriales capaz de impulsar el desarrollo y el bienestar de la sociedad.
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¿Cómo impulsar nuevos posgrados innovadores que aborden problemas complejos? La pertinencia social debe ser el pilar en el que se sustente el desarrollo de un posgrado innovador para abordar los problemas complejos de Iberoamérica. En este sentido, el establecimiento de grandes Líneas Regionales de Generación y Aplicación del Conocimiento (LRGAC), encaminadas a la formación de recursos humanos y al desarrollo de investigaciones orientadas a la atención de estas problemáticas, son esenciales. Estudios encaminados a la gobernabilidad, al combate a la pobreza, a la prevención de riesgos, a la protección de ecosistemas y conservación de la biodiversidad, derechos humanos, migración, seguridad alimentaria, servicios de salud, gestión integral del agua, democracia y participación ciudadana, entre otros, deben ser atendidos de manera prioritaria por el posgrado iberoamericano. Para esto es necesario lograr que los países e instituciones educativas de la región impulsen el posgrado y trabajen de manera conjunta y permanente para identificar, priorizar y actualizar las LRGAC que garanticen la pertinencia social de los programas de posgrado y su vinculación con los actores estratégicos para el desarrollo de Iberoamérica. En la actualidad, el conocimiento es dinámico y cambia constantemente debido a la globalización, la interdisciplina, las tecnologías de la información, la evolución de las disciplinas y, sin dudas, los programas de posgrado deben estar preparados para enfrentar estos retos.
El incremento en la cobertura del posgrado también debe ser una prioridad para los países iberoamericanos, por lo que es necesario trabajar en una política conjunta encaminada a promover el incremento en la inversión de los países a los estudios de posgrado, como una forma de detonar el desarrollo. En el caso de México, solo el 7,85% de los cuatro millones de estudiantes de educación superior están estudiando un posgrado, y de estos los doctorados representan menos del 1%. Una cifra competitiva a nivel mundial sería llegar al 15% de estudiantes. La construcción de una agenda común, que sume las fortalezas individuales al conjunto, debe ser una meta para el Posgrado iberoamericano, y para ello se deberá reconocer la diversidad de realidades nacionales construyendo alianzas interuniversitarias que se sustenten en un amplio marco jurídico que permita la operatividad y la calidad de los posgrados que se ofrezcan en el espacio común iberoamericano. Sólo la existencia de este marco jurídico, normativo y
organizacional permitirá un adecuado desarrollo e implementación de los programas de posgrados, garantizando su calidad, pertinencia y mejora continua. Por otro lado, la colaboración interamericana deberá sostenerse en la existencia y actuación permanente de órganos colegiados, los cuales constituyen un valioso elemento para la definición de las políticas académicas bajo las cuales se desarrollan las acciones de corto, mediano y largo plazo que dirigen el rumbo del posgrado. Estos cuerpos colegiados son uno de los activos más importantes en los que se sustenta un posgrado, por lo que su fortalecimiento y permanencia debe ser una prioridad. Una tarea que también es fundamental para el buen funcionamiento del posgrado, y constituye un reto para la administración universitaria es la infraestructura de apoyo académico que incluye espacios y recursos como bibliotecas, laboratorios, recursos informáticos, equipos audiovisuales, computadoras y nuevas tecnologías. En este sentido, la suma de infraestructura de las universidades de Iberoamérica es otro elemento que incrementaría las fortalezas de un posgrado innovador de la región al proporcionar en su conjunto las mejores herramientas académico-administrativas a los estudiantes. Los programas de posgrado tienen su esencia en los Núcleos Académicos Básicos, integrados por profesores e investigadores que, por su calidad y habilitación académica, son responsables de la formación de los estudiantes que ingresan a cada uno de los programas. Por lo tanto, una política de promoción, fomento y estrategias encaminadas a la actualización permanente, consolidación e interacción de los investigadores de las distintas universidades que integren estos núcleos académicos deberá ser también prioritaria y mantenerse como un pilar del posgrado iberoamericano. Los mecanismos de autoevaluación son también esenciales para el desarrollo de un posgrado innovador, porque se requiere la revisión permanente del desempeño de egresados, académicos, directivos y administrativos que colaboran en la operación de los programas de posgrado. Por tal motivo, la autoevaluación periódica y las reformas a los planes de estudio para responder al avance académico y a la dinámica propia de los posgrados debe ser una actividad cotidiana que se vigile y se promueva por los administradores universitarios.
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Así mismo, para lograr un posgrado innovador es necesaria la construcción de una política que promueva la capacitación y/o actualización de la planta académica y su movilidad, tanto nacional como internacional, además de la estancia de profesores en instituciones de reconocido prestigio. En suma, la aportación de las universidades, a través de la formación de recursos humanos y de la generación de conocimiento, debe estar al servicio de la sociedad, de tal manera que se coadyuve a la solución de los problemas sociales y ambientales que enfrentamos en la actualidad. En las últimas décadas, el entorno regional, nacional e internacional ha cambiado imponiéndonos nuevos retos en todos los ámbitos, por lo que la cooperación y la vinculación de los posgrados con la sociedad y todos los niveles de gobierno y del sector privado son fundamentales para fomentar la permanencia, la pertinencia y la adaptación de los programas de posgrado a la realidad iberoamericana.
El reto del posgrado es, por lo tanto, continuar como referente, aportando a los países iberoamericanos suficientes egresados de alta calidad que contribuyan a la solución de los problemas de los países y al bienestar de la sociedad.
Bibliografía Bonilla-Marín, M. 2015. Diagnóstico Nacional del Posgrado en México. Consejo Mexicano de Estudios de Posgrado e Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica. Torreón, Mexico. 172 p. Morfín-López, C. y Ruíz-Cuellar, G. 2015. Diagnóstico del Posgrado en México. Región Centro-Occidente. Consejo Mexicano de Estudios de Posgrado e Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente. Guadalajara, México. 150 p. Serna-González, M. y Pérez-Munguía, R. M. 2015. Una mirada al posgrado nicolaita. Editorial Morevallado, Morelia, Mexico.
“El reto del posgrado es continuar como referente, aportando a los países iberoamericanos suficientes egresados de alta calidad que contribuyan a la solución de los problemas de los países y al bienestar de la sociedad”
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PENSAR POLÍTICAS PARA LAS OFICINAS DE TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA EN UNIVERSIDADES IBEROAMERICANAS Introducción
Alejandro Villar Rector Universidad de Quilmes Argentina
Darío Gabriel Codner Secretario de Innovación y Transferencia Tecnológica Universidad de Quilmes Argentina
Las transformaciones en las formas de producción y u so del conocimiento impulsan el cambio tecnológico y la innovación hacia una nueva era social. Por un lado, en materia económica, la innovación se convirtió en el concepto clave para impulsar y describir el desarrollo en la interacción entre empresas, academia y Estado, configurando la noción de Sistema Nacional de Innovación (SNI) como marco normativo para el diseño de políticas (David y Foray, 2002; Nelson y Winter, 1982; Nelson, 1994; Lundvall, 1985; Teubal, 1996; Freeman, 1982, 1987; entre otros). En este contexto, la búsqueda permanente de competitividad impulsó a las empresas (especialmente a las medianas y grandes) a adoptar estrategias focalizadas en la innovación y la cooperación para el sostenimiento y desarrollo de ventajas competitivas. De este modo, la asociación de empresas con grupos de investigación, particularmente de universidades, bajo el marco conceptual de innovación abierta (Chesbrough, 2003), se consolida como estrategia de co-desarrollo y transferencia tecnológica entre el ámbito productivo y el científico. Por otro lado, la sociedad civil adquirió cada vez más participación en procesos innovativos al tener mayor acceso a las tecnologías y a la información (Carayannis y Campbell, 2012). Este ha sido un contexto en el que las universidades han ido transformándose. Por un lado, el esfuerzo por desarrollar políticas de investigación con expectativa de aplicación de los resultados de I+D (Gibbons, 1997) fue creciente. Por otro, la resignificación del rol de las universidades en la sociedad, especialmente en cuanto al rol asociativo con otras organizaciones, tal como se ve en los trabajos conocidos como la Triple Hélice (Etzkowitz y Leydesdorff, 1997), y en donde la universidad es conceptualizada como agente fundamental en la dinamización del SNI, al integrarse en el proceso de desarrollo local, interactuando con empresas y gobiernos a través de la creación de conocimiento, de tecnología y la formación de personas. Así, las universidades fueron focalizándose en una nueva misión: la transferencia de tecnología. 81
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La respuesta de las universidades al desafío de la transferencia tecnológica encuentra un hito mundial, fundamentalmente a partir de la promulgación de la ley Bayh-Dole en Estados Unidos en 1980. Dicha ley marcó un antes y un después, pues habilitó a la apropiación y comercialización de tecnologías por parte de centros de I+D públicos. Esto estimuló fuertemente el desarrollo tecnológico basado en la gestión de la propiedad intelectual (especialmente biotecnológico) en el mercado norteamericano, con casos muy exitosos como el de la Universidad de Stanford. A partir de ese momento, en el ámbito universitario, la cuestión de la propiedad intelectual formó parte de nuevas estrategias y con ello una gran diversidad de arreglos institucionales para atender los desafíos de la transferencia de tecnología, creando oficinas de transferencia tecnológica (OTT), de licenciamiento de tecnologías (OTL) o de transferencia de resultados de investigación (OTRI). En síntesis, hay elementos que muestran la consolidación de la transferencia tecnológica como mecanismo objeto de políticas de las universidades. De aquí que este trabajo tiene por objeto presentar elementos que permitan reflexionar sobre lineamientos de políticas para la transferencia tecnológica universitaria desde una perspectiva iberoamericana. Realidades y mitos que limitan la implementación de políticas para la transferencia tecnológica en universidades Las OTT iberoamericanas se enfrentan al desafío de operar en contextos locales de bajo desarrollo industrial, con débil absorción de los resultados de I+D, siendo empresas trasnacionales las que finalmente, explotan, los resultados de la investigación desarrollados en los laboratorios de nuestras universidades. Este fenómeno, denominado transferencia tecnológica ciega (Codner, 2012), muestra como los artículos científicos de investigadores argentinos aportan al desarrollo de tecnologías patentadas por empresas extranjeras. Esta problemática se ve reforzada por las estrategias de empresas, fundamentalmente medianas y grandes, focalizadas en la innovación y el desarrollo asociados a grupos de investigación de universidades e institutos tecnológicos de cualquier lugar del mundo, bajo el marco conceptual de innovación abierta (Chesbrough, op.cit). Al interior del sistema universitario, también es posible ubicar límites para el desarrollo de políticas de transferencia tecnológica, y si bien el
presente listado no es exhaustivo, pretende esbozar los desafíos para la implementación de dichas políticas. En primer lugar, la promoción del patentamiento es una moda y una necesidad. Por un lado, por el importante éxito que han tenido algunas universidades en el mundo en cuanto a sus estrategias de protección y licenciamiento tecnológico. Por otro, porque las instituciones pueden utilizar el indicador “cantidad de patentes” y “patentes licenciadas” para mostrar algo de su capacidad de desarrollo tecnológico, lo que repercute en un refuerzo del prestigio. Pero también se generan expectativas en cuanto a lograr ingresos económicos vía licenciamiento, a pesar que los casos exitosos son singularidades. Asimismo, los investigadores utilizan las patentes como factor de diferenciación (prestigio también) para el desarrollo de sus propias carreras, demostrar ventajas competitivas y capturar subsidios orientados al desarrollo tecnológico junto a la posibilidad de creación de empresas de base tecnológica. Estas dos cuestiones se acoplan a la moda de utilizar métricas de patentes para evaluar y asignar recursos por parte de agencias de promoción de la ciencia y la tecnología.
“Las universidades iberoamericanas se enfrentan al desafío de operar en contextos locales de bajo desarrollo industrial y con débil absorción de los resultados de I+D”
En segundo lugar, los límites que propone la cultura académica son muy intensos. Por un lado, emergen tensiones relativas a la idea que la transferencia tecnológica está asociada exclusivamente a la privatización de lo público. Esta noción estaría anclada en la lógica de los registros de propiedad intelectual que impulsan el desarrollo de monopolios territoriales y temporales. Esto se pone en tensión frente a la cultura científica donde difundir y compartir resultados de la investigación a través de revistas, congresos y cursos es el modo legítimo de actuar. A su vez, se acopla a la cuestión de la libertad académica, que, además, se 82
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percibe vulnerada, por cuanto la transferencia de tecnología ofrece marcos de trabajo diferentes donde la expectativa de aplicación es el principal mecanismo de legitimación de la actividad. En tercer lugar, la tensión con la noción de extensión puede aparecer como un freno, por cuanto en algunas universidades aún la transferencia tecnológica no es reconocida como una función sustantiva. Es más, la noción de extensión se contrapone discursivamente a la transferencia tecnológica, justamente porque representan “lo público” y “lo privado”. Por lo tanto, trabajar sobre la construcción de una conceptualización armoniosa entre extensión y la transferencia de tecnología resulta necesario. En cuarto lugar, la suposición que la transferencia de tecnología es independiente de los investigadores y, que sólo se trata de un proceso de intermediación de artefactos, no permite estimular mecanismos para lograr que los problemas del entorno se conviertan en temas de agenda académica y de investigación. En quinto lugar, suponer que las OTT deben competir por los recursos públicos y por el mercado es un asunto que requiere de una profunda reflexión por cuanto las capacidades de las OTT en el conglomerado universitario iberoamericano son muy desiguales y, en un ambiente industrial débil, no parece ser ésta la mejor estrategia.
En sexto lugar, suponer que las buenas prácticas son exclusivamente patrimonio de las universidades norteamericanas es no reconocer las características iberoamericanas en cuanto a culturas y características estructurales tecno-productivas. Reconocer que los problemas locales pueden ser resueltos con soluciones locales parece ser un buen punto de partida para estimular la transferencia tecnológica. En definitiva, la identificación de mitos y realidades abre la posibilidad de diseñar acciones políticas para el desarrollo de las actividades de transferencia de tecnología en las universidades.
Elementos para el diseño de políticas para la transferencia tecnológica universitaria Teniendo en cuenta la descripción anterior sobre los problemas es que las OTT de universidades iberoamericanas deben abordar, es que se pueden esbozar lineamientos políticos para estimular y desarrollar la transferencia tecnológica. En primer término, es necesario avanzar en el desarrollo de capacidades endógenas de las OTT. Esto se logrará impulsando estructuras formales y equilibradas de personal técnico-profesional y administrativo, que den soporte a las actividades de transferencia 83
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tecnológica. Coherentemente con este desarrollo interno de la OTT, la profesionalización de los gestores de las OTT, con una visión amplia y moderna de la transferencia de tecnología, es, evidentemente, un aspecto que debe ser considerado urgentemente. En segundo término, las universidades deben trabajar en desarrollar y coordinar normativas al interior de la organización y con otras organizaciones que integran los sistemas científicos y tecnológicos. En esta dirección, se pueden listar varias cuestiones: a) desarrollo de condiciones e incentivos (distribución de beneficios por comercialización) para el desarrollo de tecnologías, b) diseño e implementación de políticas de gestión de la propiedad intelectual, c) impulso a la comercialización de tecnologías y d) promoción al desarrollo del emprendedorismo tecnológico. En tercer término, la necesidad de integrar el complejo de OTT para generar economía de escala y especialización temática y/o territorial podrá generar sinergias, mejorar eficiencias y aumentar la probabilidad de comercializar tecnologías por aumento de escala. La posibilidad de trabajar en redes iberoamericanas de OTT podría ser un mecanismo para el desarrollo de nuevas oportunidades de transferencia de tecnología. En cuarto término, estimular el desarrollo de espacios de trabajo entre academia, industria y gobiernos para el intercambio. Este podrá ser un espacio para la construcción de relaciones de confianza hacia adentro y hacia afuera que jugaría a favor de una cultura abierta a la transferencia tecnológica.
“La búsqueda de nuevas políticas para la transferencia tecnológica en universidades permitirá a la región iberoamericana abandonar el rol de mero consumidor de tecnologías”
En quinto término, introducir los problemas y desafíos de la transferencia tecnológica en el nivel de formación de grado de modo tal que los nuevos graduados tengan criterios para apoyarse en las OTT para valorizar los resultados de investigación. Por último, es importante señalar que la búsqueda de nuevas políticas para la transferencia tecnológica en universidades permitirá a la región iberoamericana abandonar el rol de mero consumidor de tecnologías. El futuro coloca a las universidades como los agentes centrales para la producción de conocimientos y tecnologías. El diseño de acciones que nos lleven a dicho futuro es el desafío del presente.
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Bibliografía Carayannis E.G. y Campbell D.F.J. (2012), Mode 3 Knowledge Production in Quadruple Helix Innovation Systems, Springer Briefs in Business, DOI 10.1007/978-1-4614-2062-0_1, © Elias G. Carayannis and David F.J. Campbell. Chesbrough, H. (2003) Open Innovation: The New Imperative for Creating and Profiting from Technology.Boston: Harvard Business SchoolPress. Codner, D., Becerra, P. y Díaz, A. (2012). Blind Technological transfer or Technological Leakage: a Case Study from the South. Journal of Technology Management and Innovation, 7 (2), 184-194. David P. y Foray D. (2002). “Una introducción a la economía y a la sociedad del saber”. Revista Internacional de las Ciencias Sociales. Número 171. 7-28 Etzkowitz, H. y Leydesdorff, L., Eds (1997). “Universities in the Global Economy: A Triple Helix of University-Industry- Government Relations”, London: Casell Academic. Freeman, C. (1982). “Technological infrastructure and international competitiveness”, draft paper submitted to the OECD ad hoc group on science, technology and competitiveness, Paris: OCDE; Freeman, C. (1987). Technology policy and economic performance - lessons from Japan.London: FrancesPinter. Gibbons, M. (1997). La nueva producción del conocimiento: La dinámica de la ciencia y la investigación en las sociedades contemporáneas. Barcelona: PomaresCorredor. Lundvall, B.-Å. (1985). Product innovation and user-producer interaction. Aalborg: Aalborg University Press. Nelson, R. (1994) Economic growth via the coevolution of technology and institutions. In: Leydesdorff, L., Van den Besselaar, P. (Eds.), Evolutionary Economics and Chaos Theory: New Directions in Technology Studies. Pinter, London, pp. 21–32. Nelson, R. y S. Winter. (1982). An Evolutionary Theory of Economic Change. Harvard University Press. Teubal, M. (1996).R&D and Technology Policy at NICs as Learning Processes.World
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REPRESENTANTES INSTITUCIONALES
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OTROS / AS REPRESENTANTES INSTITUCIONALES Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Liliana Arias-Castillo
Carlos Arroyave
Universidad del Valle
Universidad Antonio Nariño
Colombia
Beatrice Avolio Alecchi Pontificia Universidad Católica Perú
Colombia
Diego Cardona Universidad EAN Colombia
Luis Delgado Martínez Servicio Español para la Internacionalización de la Educación España
Álvaro Antonio Escobar Soriano UNAN-Managua Nicaragua
Jorge S. Estenssoro Moreno Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra Bolivia
Miguel Ángel Franco Universidad Panamericana de Guatemala
Mynor Herrera Quiroz Universidad Panamericana de Guatemala
Ximena García Universidad de Concepción Chile 88
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Celso Garrido Secretario de la REDUE ALCUE México
María José Lemaitre Centro Interuniversitario de Desarrollo, CINDA Chile
Ana Lanero Carrizo
Carla Mares Ruíz
Universidad de León
Universidad de Lima
España
José Luis Vázquez Burguete Universidad de León España
João Paulo Marques Instituto Politécnico de Leiria Portugal
Juan Manuel Mora Universidad de Navarra España
Perú
Octavio A. Chon-Torres Universidad de Lima Perú
Dianelkys Martínez Rodríguez Universidad Pinar del Río Cuba
Francisco Orgaz Agüera Universidad Tecnológica de Santiago, UTESA República Dominicana 89
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Carlos G. Patarroyo Universidad del Rosario Colombia
Martha Pérez de Chen Universidad Rafael Landívar Guatemala
Weyder Portocarrero Cárdenas Universidad Nacional de Trujillo Perú
Gladis Rodríguez Muñoz Pontificia Universidad Javeriana de Cali Colombia
Juan Manuel Rosas Santos Universidad de Jaén España
Jacqueline Peñaherrera Melo Universidad Tecnológica Indoamérica Ecuador
Marco Pérez Narváez Universidad Tecnológica Indoamérica Ecuador
Xosé Ramil Universidad Politécnica de Madrid España
Manuel Sierra Castañer Universidad Politécnica de Madrid España
Carmen Vargas Universidad de Sevilla España 90
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Mario Oliva Suárez Universidad Veracruzana México
Marco Antonio Flores Mavil Dirección General de Estudios de Posgrado Universidad Veracruzana
Consuelo Vélez Álvarez Universidad de Caldas Colombia
Luisa Fernanda Giraldo Zuluaga Universidad de Caldas Colombia
México
María Helena Mejía Salazar Ernesto Zumelzu Delgado
Universidad de Caldas
Universidad Austral de Chile
Colombia
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Liliana Arias-Castillo Vicerrectora Académica Universidad del Valle Colombia
REFLEXIONES SOBRE LA VINCULACIÓN DE LA UNIVERSIDAD CON EL ENTORNO A TRAVÉS DE LOS PROGRAMAS DE POSGRADO EN IBEROAMÉRICA La función social que cumple la universidad iberoamericana es innegable. Las acciones que desarrolla sobre el entorno, las políticas y las relaciones sociales transforman nuestras sociedades, aportando al bienestar de las mismas y fortaleciendo capacidades en los territorios (como por ejemplo capacidades productivas o ambientales), para alcanzar mayores niveles de equidad. La complejidad de la sociedad actual, demanda de la Universidad la generación de más conocimiento científico, artístico y cultural, además de la formación del recurso humano capacitado para esa transformación positiva de la sociedad, convirtiéndose así en un actor principal de esta “sociedad de la información y del conocimiento”, impactando profundamente los contenidos en todas las áreas. Es de todos conocidos que la población, cada vez más requiere de acceso a la información en tiempo real. Al hablar de esto no solo se trata de acceso a redes sociales, sino que millones aprenden y se educan usando estas tecnologías, dando mayor acceso a un recurso tan importante para el desarrollo como la educación posgradual. El uso de las tecnologías ha favorecido lo que se denomina aprendizaje a lo largo de la vida1, concepto que es objetivo prioritario en el siglo XXI (OEI, 2016).
entre los 25 y los 64 años que participan en programas de aprendizaje a lo largo de la vida, en educación formal o no formal, en formación y capacitación, encontró que el 10% de los jóvenes y adultos en los países consultados participan en algún curso de formación. De esta manera, disponer de una variada oferta de cara a los nuevos retos de la sociedad, así como de metodologías diversas, como la educación virtual se hace necesarias desde las Universidades. La creación de observatorios de posgrados, también se propone como estrategia para el análisis de la situación de estos programas en Iberoamérica. La sociedad exige de la Universidad un papel más protagónico en la solución de sus problemas. Por ello, se requiere con urgencia la formación de personas con alta capacidad y creatividad para el desarrollo de la ciencia, la técnica, la tecnología, las artes y las humanidades.
Ofrecer las oportunidades permanentes de aprendizaje a lo largo de toda la vida es un desafío más que afrontan las universidades en el contexto iberoamericano. El informe de OEI sobre la educación (2016), al analizar el indicador relacionado con el porcentaje de personas
La globalización de los conocimientos y su rápida generación demandan de la Universidad su inserción en las corrientes científicas predominantes, mediante grupos de investigadores en cercano contacto con la realidad local, pero que también respondan a los avances internacionales y tengan contactos con el mundo.
El aprendizaje a lo largo de la vida se refiere a que este proceso no está enmarcado en una etapa específica de la vida, sino que es transversal al ciclo vital, considerando todos los
contextos personales (familiar, comunitario, laboral, académico, ocio) y supone valores humanísticos y democráticos y enfatiza el aseguramiento de los aprendizajes relevantes (y no sólo la educación) más allá del sistema escolar.
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Una forma eficaz de respuesta a estos retos, se da con el impulso a los programas de posgrado de gran competitividad que permitan y estimulen el desarrollo de las profesiones, de la investigación y de la innovación.
parte de los estudiantes, para el desarrollo de nuevos conocimientos, lo que hace necesario que la Universidad en Iberoamérica piense nuevas formas de vinculación con el entorno. (OEI, 2012).
La participación en redes internacionales, la movilidad de doble vía, la titulación doble o conjunta, la ejecución de proyectos de investigación con pares nacionales e internacionales, constituyen modalidades de cooperación académica y científica que contribuyen a esa competitividad y a una formación de excelencia de los estudiantes.
Otro aspecto, que involucra a la Universidad, es su participación en la sociedad del conocimiento, pues cada vez más se demanda de los profesionales una formación avanzada, especialmente en posgrados, y que exige de las universidades un marco institucional más flexible que permita responder a las necesidades del entorno en donde los conocimientos disciplinares están siendo reemplazados en gran medida por una visión interdisciplinar (Rodríguez-Ponce, 2009).
La Universidad como institución debe acumular y hacer uso efectivo del conocimiento (la Universidad que aprende) y debe proveer los medios para que el saber recopilado por los grupos de académicos e investigadores se incremente y use en el tiempo. Los programas de posgrados son precisamente la mejor respuesta a esta obligación pues crean escuelas de pensamiento, de aprendizaje y de aplicación de los conocimientos en la sociedad. Los países iberoamericanos enfrentan desafíos frente al desarrollo, tales como la formación de profesionales para una sociedad en proceso de transformación. Esto hace necesario innovar en los currículos, las metodologías pedagógicas y la adquisición de nuevas habilidades por
Respecto a la investigación científica y tecnológica y contribución al desarrollo y progreso de las naciones, la OEI (2016) indica que los países iberoamericanos afrontan una situación de desventaja, y en riesgo de exclusión respecto al mundo desarrollado. Se identificaron como limitantes no solo las brechas en cuanto a ingresos, sino también de conocimientos adquiridos y la posibilidad de incorporar y adaptar los avances tecnológicos. Esto significa que los esfuerzos iberoamericanos deberán dirigirse a la formulación de políticas relacionadas con el financiamiento de la investigación y del desarrollo del conocimiento, y la vinculación de investigadores en cada sistema de ciencia y tecnología. 93
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La Universidad del Valle, teniendo en cuenta todos estos aspectos, dio inicio al proceso de creación de un Sistema de Posgrados, orientado a convertirla en una universidad de posgrados, lo que se reflejará no solo en una mayor oferta educativa y el fortalecimiento del proceso de investigación, sino también en los aportes que se realicen a nuestros países iberoamericanos.
d. Contribuir a la cooperación e intercambio con las comunidades académicas y las sociedades de otros países, con criterio de reciprocidad, intercambio y aprendizaje mutuos. e. Incentivar y fortalecer relaciones de colaboración con los sectores público, productivo, empresarial, social, artístico y cultural. f.
“Ofrecer las oportunidades permanentes de aprendizaje a lo largo de toda la vida es un desafío más que afrontan las universidades en el contexto iberoamericano”
En este sentido, Univalle (2012) ha suscrito como propósitos básicos de la extensión y la proyección social los siguientes, que pueden ser tomados como aportes a las demás universidades iberoamericanas2: a. Fortalecer la integración y articulación de la Universidad con su entorno social, cultural, económico e institucional, validando su pertinencia como institución relevante y comprometida con el destino común. b. Vincular los procesos académicos de la docencia, la investigación, la producción cultural y artística, a la búsqueda de soluciones a los problemas de la región y el país, como expresión de la misión social de la Universidad. c. Brindar apoyo académico, cultural, artístico, científico, técnico y social a la sociedad a partir de proyectos innovadores y generadores de transformación, debate y movilización públicos.
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Promover la formación y creación artística, la formación de públicos, espectadores y lectores, como expresiones de los procesos de Extensión y Proyección social.
g. Responder a las demandas de recualificación de profesiones y disciplinas a través de las distintas modalidades de educación continua y de servicios académicos. h. Promover y apoyar los programas y las actividades para fortalecer el espíritu emprendedor, concebido como un patrón de pensamiento y comportamiento que contribuye a que los individuos, las comunidades y organizaciones, sean sujetos activos y centrales de su propio desarrollo y especialmente de proyectos creativos generadores de riqueza cultural, intelectual y material. i.
Fortalecer las Prácticas y Pasantías Profesionales facilitando la articulación de los programas académicos de pregrado y posgrado con las organizaciones, instituciones, empresas y comunidades.
j.
Promover y fomentar las prácticas y actividades de Voluntariado como parte del compromiso social de la Universidad y de la formación ética y de construcción ciudadana de la comunidad universitaria.
k. Organizar y desarrollar procesos de seguimiento y vinculación de los egresados de la Universidad, como reconocimiento de su papel en el análisis y pertinencia de los procesos de docencia, investigación y extensión, y como expresión de la articulación e impacto de la Universidad en la sociedad. l.
Fomentar la articulación de los medios de comunicación y de las nuevas tecnologías de información y comunicación a los procesos, actividades y modalidades de la Proyección social y la extensión de la Universidad.
Tomado de la Resolución 028-2012 Consejo Superior Universidad del Valle.
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En el área de promoción de los posgrados, los esfuerzos deberán estar enfocados en el fortalecimiento y la conformación de nuevas redes de conocimiento entre las instituciones, que faciliten los desarrollos de los diferentes programas de posgrado, a través de la investigación conjunta y la formación de profesionales que aporten a los grandes problemas regionales.
Referencias
Por otro lado, es necesario pensar una estrategia de gestión del conocimiento y comunicación de los posgrados, que permita evidenciar y, sobre todo, utilizar los valores que en materia de ciencia y tecnología se generan en las universidades. La comunicación para los posgrados no debe ser vista solo como una herramienta para la promoción de estos, sino como parte de la estrategia de investigación y de la gestión. El fin último, en cuanto a promoción de los posgrados, es el uso de los resultados de las investigaciones, la difusión de los resultados y su uso en la toma de decisiones.
Rodríguez-Ponce, E. (2009). El rol de las universidades en la sociedad del conocimiento y en la era de la globalización: evidencia desde Chile. Interciencia, vol. 34, núm. 11, pp. 822-829
Es preciso también programar jornadas conjuntas de posgrados o ferias educativas a nivel iberoamericano, que faciliten el intercambio de información y el conocimiento de los nuevos programas que se van generando en la región, lo mismo que promover la creación de posgrados interuniversitarios que respondan a necesidades comunes de la región.
OEI. (2012). Ciencia, tecnología e innovación para el desarrollo y la cohesión social. Madrid, España. OEI. (2016). Miradas sobre la educación en Iberoamérica 2016. Avance en las metas educativas 2021. Madrid, España.
Univalle (2012). Resolución 028-2012. "“Por la cual se establecen los Principios, Propósitos y Modalidades de la Proyección social y la Extensión en la Universidad del Valle.” Consejo Superior Universidad del Valle
“El fin último en cuanto a promoción de los posgrados, es el uso de los resultados de las investigaciones, la difusión de los mismos y su uso en la toma de decisiones”
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Carlos Arroyave Vicerrector de Ciencia, Tecnología e Innovación Universidad Antonio Nariño Colombia
LA UNIVERSIDAD 4.0 EN LA TRIPLE HÉLICE UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO DEL 2020 Aspectos relevantes: doctorados duales; fortalecimiento de la Triple Hélice en Iberoamérica; formación de líderes para las empresas de la Sociedad del conocimiento, integración de la innovación a la secuencia productividad-competitividad-rentabilidad-desarrollo socioeconómico; hacia una región más desarrollada y equitativa.
1. LA TRIPLE HÉLICE Hace ya más de cinco décadas Jorge Sábato (1975) presentó de manera bastante prematura para el ámbito latinoamericano de ese momento, la propuesta de un modelo de política científica basado en la importancia del triángulo de colaboración gobierno – ciencia y tecnología – estructura productiva. Luego, en la década de los 90’s, los profesores de los Países Bajos Leydesdorff y Etzkowitz recurren al biomimetismo, se inspiran en la estructura del ADN y potencian el modelo imaginándoselo como una triple hélice, en la que de manera sistémica, los mismos tres grandes actores sociales interactúan íntimamente en una alianza estratégica de beneficio común, acorde con la dinámica de la Economía del Conocimiento predicha por Robert Solow (1956) cuatro décadas atrás. La gran expectativa es que cada uno logre cumplir su misión de mejor manera posible, de forma que la Universidad se consolide como la “empresa del conocimiento”, la Empresa potencie su rentabilidad y el Estado catalice el desarrollo socioeconómico de la población a la que se debe, de manera que la Sociedad logre un mejor nivel de vida y, finalmente, las personas sean más felices.
2. LA INDUSTRIA 4.0 Como bien se sabe, actualmente, en la época de la pos globalidad y ad portas de una nueva década, el peso del conocimiento como factor de generación de riqueza se ha disparado exponencialmente, dando surgimiento a la Nueva Revolución Industrial (Whadcock, 2012), por algunos conocida como la Industria 4.0. Sin duda, en ésta se torna mucho más evidente la importancia de la interacción público-privada y de la 3H y los retos para sus actores centrales también se multiplican, generando el gran riesgo de que muchos, universidades, empresas y países, desaparezcan o se vean relegados a lo profundo de la inconmensurable brecha social y económica que se avecina, entre los que tienen conocimiento y los que no.
3. LA UNIVERSIDAD 4.0 Con base en la evolución de la universidad propuesta por el profesor J.C. Wissema (2009), se hace obligatorio pensar que su “Universidad de Tercera Generación - 3GU” comienza a tornarse obsoleta frente al advenimiento de la fusión del mundo físico y el virtual que se está experimentando y que obliga a la universidad a repensar el papel que ha jugado hasta ahora. En el mismo orden de ideas, habría que hablar de la 4GU, que bien podría asimilarse a la U – 4.0, en la que las tres misiones actualmente identificadas, tendrán que permear todo su accionar de la vida del entorno y, en particular, de las empresas. Así, pues, la investigación universitaria deberá estar mucho más cerca de las necesidades de las empresas. Obviamente, esto incluye también el aprendizaje (más allá que la formación) de quienes están y estarán a cargo de sacar adelante las empresas, incluidos los que requieren aprendizaje a nivel de postgrado y, muy especialmente de doctorado. 96
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4. SOBRE LA SITUACIÓN EN IBEROAMÉRICA Con contadas excepciones, característica común del Espacio Iberoamericano es el creciente rezago en la productividad, que los países que lo integran vienen experimentando de manera acelerada durante las últimas décadas. De una u otra manera, esto coincide con la consolidación de la Sociedad del Conocimiento en el contexto global y la incapacidad de alinearse frente a estas tendencias, por parte de unos países que no han logrado desprender sus economías de la exportación de recursos naturales y productos agrícolas del sector de los commodities, sin nada de conocimiento añadido, pues es muy poco lo que se sabe y se puede incorporar a lo que se vende al mundo. Esto se evidencia en la bajísima capacidad de innovación y en una competitividad fundamentada en artilugios y en el azar de los mercados, que con facilidad desemboca en graves problemas como el de la corrupción; todo esto acompasado con una interacción insignificante en el marco de la 3H. Como resultado, en la región se experimenta hoy un crecimiento cada vez más lento, que aleja cada día la posibilidad de atender retos generales como los que plantean los Objetivos del Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, pero también aspectos particulares relacionados con las inequidades, tanto de personas como entre el campo y la ciudad y también entre regiones. Desde este punto de vista, a continuación, se aborda el análisis específico del caso colombiano como muestra representativa del conjunto, y se plantea una propuesta de formación doctoral que bien podría responder a uno de los aspectos fundamentales de las fallas de productividad como es el de la calidad de la gerencia. 5. COMPORTAMIENTO DE LA PRODUCTIVIDAD Algunas voces aisladas han ido apareciendo en los medios de comunicación en las últimas semana (La República, 2017), haciendo alusión a la necesidad de que un país como Colombia caiga en cuenta de que su productividad se ha ido a pique (es algo así como una sexta parte de la de los Estados Unidos, lo cual significa que si la fabricación de un "tornillo" en este país toma 15 minutos, en Colombia se hace en hora y media), que la situación parece no tocar fondo, que en consecuencia la desindustrialización continúa dándose de manera acelerada (como ya se ha tornado costumbre, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística-DANE (2017), reportó que la variación anual de la industria manufacturera a septiembre de 2017, presentó una caída del 1.9 por
ciento). Se aprecia como el crecimiento económico se torna cada vez más esquivo ,cuando hace diez años, en el auge de los commodities, se vivieron tasas de crecimiento que rondaron el 7 por ciento, recientemente el FMI pronosticó que en 2017 no se superará el 1.7 por ciento (Dinero, 2017); simultáneamente, en el período 2010-2014 se tuvieron exportaciones anuales del orden de los US $60.000 millones y hoy sólo se llega a los US $34.000 millones). Como resultado final, que es mucho peor, se minimizan así las posibilidades de avanzar en la solución de los grandes problemas sociales que persisten, entre los que sobresale la situación de inequidad que se ahonda más cada día, de manera que ya hoy se tiene al País como el más desigual de la región y uno de los peores del orbe. Al respecto, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras – ANIF (2017), ha intentado llamar la atención acerca de que el denominado “Índice de Competitividad de Colombia – ICC”, está incidiendo fuertemente en lo anterior y que la situación nunca ha mejorado, pues al menos durante los últimos 15 años el ICC no ha llegado a mostrar un comportamiento favorable. Es de resaltar que uno de los ocho factores que configuran dicho índice está relacionado con la calidad y cobertura de la educación que recibimos los colombianos, pues, aunque se ha avanzado en la segunda, la primera sigue dejando mucho que desear.
“La investigación universitaria deberá estar mucho más cerca de las necesidades de las empresas”
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No obstante, empresarios y entidades como el principal gremio del país (la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia - ANDI), continúan clamando por la perpetuación de un esquema de proteccionismo que soportó su competitividad en el siglo pasado, que incluía tasas de cambio favorables, barreras arancelarias muchas veces infranqueables, limitaciones explícitas a cierto tipo de importaciones, subvenciones a la producción, exenciones tributarias desmedidas, enormes auxilios económicos en épocas de crisis, etc., que muchas veces han desencadenado prácticas non sanctas, como el lobbismo, la evasión de impuestos, los paros y bloqueos de carreteras y ciudades, la cartelización de competidores para el manejo de los precios de sus productos y otro tipo de acciones que de allí se derivan con facilidad y que han contribuido de manera clara y contundente al gran problema nacional de la corrupción galopante que se sufre (el informe de competitividad 2017-2018 del Foro Económico Mundial (Schwab, 2017) la presenta como el principal problema para hacer negocios).
6. UN PAÍS REACIO A LA INNOVACIÓN Por otro lado, más impulsado desde la academia que desde cualquier otro sector, a mediados de la década de los años 90's se comienza a procurar la construcción de un sistema nacional de innovación, que ha contado con más detractores que amigos. Es así como hoy aún no se reconoce una verdadera cabeza del mismo. El Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación - COLCIENCIAS, que fue a quien se le reiteró dicha tarea a través de la Ley 1286 de 2009, nunca la ha logrado ejercer, sobre todo por su debilidad administrativa y financiera (en 2018, más de la mitad de su exiguo presupuesto -que deberá ser del orden de US $100 millones- se tendrá que destinar a honrar los compromisos adquiridos con un grupo de becarios que fueron beneficiados en convocatorias de años anteriores). Como resultado del poco apoyo gubernamental y del escaso interés de los empresarios, se puede concluir sin ninguna duda, que el tema de la innovación no es una preocupación nacional, que la endogenización
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de la ciencia y la tecnología es una tarea por realizar, que las empresas de base tecnológica brillan por su ausencia y que las vías para la competitividad se siguen buscando lejos del uso del conocimiento, el desarrollo tecnológico, la innovación y una buena productividad (la última encuesta nacional de innovación de la industria manufacturera, 2013-2014, realizada por el DANE (2015), mostró que el 76.8 por ciento de las empresas del país no eran innovadoras ni se perfilaban como tales). 7. UNA BRECHA OCULTA Ante este panorama, como causa o efecto, un estudio financiado por la Asociación Nacional de Exportadores (RGX, 2009), mostró que uno de los grandes retos por atender para elevar la competitividad y, por ende, la productividad de las empresas colombianas, estaba relacionado con el mejoramiento general del nivel de educación del personal que labora en las empresas. De manera complementaria, un trabajo reciente encontró que dicho reto se tornaba más crítico en el caso de los gerentes, dado que la calidad de su labor deja mucho que desear frente al contexto internacional, aunque desafortunadamente la comunidad misma se reconoce como de alto nivel (DNP, 2016). Al respecto, se han tenido experiencias poco exitosas, en particular un instrumento de formación de gerentes en CTI que impulsó Colciencias en la década pasada, pero que tuvo muy poca acogida y, en consecuencia, desapareció. Por otro lado, son famosos los programas de MBA, ofrecidos por las universidades más prestigiosas del país, pero que parecen orientados básicamente a reproducir los esquemas de dirección preexistentes, lejos del compromiso de liderar la innovación y todo lo que a su alrededor se debe atender para que una empresa se inserte en la nueva revolución industrial. 8. UN RETO DE LA 3H Como siempre, los problemas son retos y oportunidades. El déficit de directivos empresariales preparados para gerenciar la secuencia cienciainnovación-productividad-competitividad-rentabilidad, es una tarea insoslayable que hoy tienen que enfrentar las empresas colombianas para lograr un desempeño decoroso en los tiempos de la post globalidad. Por otro lado, la universidad como empresa del conocimiento, tiene que estar preparada para asumir el nuevo reto de ser una institución emprendedora e innovadora, en lo que hace y como lo hace, para
proyectarse a la Sociedad del Conocimiento a través de una 3H con pilares cada vez más fuertes e interactivos. Este parece ser el único camino para que un país como Colombia logre salir avante en el logro de sus expectativas de progreso económico y social. De manera obvia, surge así la tarea de enfrentar conjuntamente, ojalá con el apoyo y participación del Estado, la necesidad de formar muchas personas a nivel de maestría y de doctorado, que sean capaces de asumir con fundamento científico y tecnológico la tarea de dirigir las empresas colombianas del 2020. Para hacerlo en debida forma, habrá que tener presente que ya existen modelos exitosos en el mundo en los que, gracias a la colaboración entre la empresa y la universidad, se están formando líderes empresariales en procesos duales que les permiten adquirir y fortalecer las habilidades que simultáneamente les brindan la universidad y la empresa para desempeñarse con propiedad en el mundo globalizado de la nueva Revolución, como gestores y gerentes del conocimiento que genera riqueza. Lo anterior trae a colación una faceta casi siempre olvidada de la relación universidad-empresas y que tiene que ver con la interacción centrada en la función misional de la primera, pero cada vez más esencial para el desempeño de la segunda, cual es el proceso de enseñanza/aprendizaje. Esa interacción debe ser garantía del cierre de la brecha entre la preparación recibida por los que pasan por las aulas, frente a lo que espera la sociedad de ellos y, en este caso particular, el sector productivo. En Colombia se han tenido algunas experiencias que no han logrado llegar a feliz término (Arroyave, 2008), entre las cuales se puede mencionar el programa que promovió el Ministerio de Educación en la década anterior, que estaba orientado a la formación técnica, tecnológica y universitaria por competencias y ciclos propedéuticos a través de “alianzas” U-E-E. En el mismo sentido, hace ya casi 20 años, en el Departamento de Antioquia se estuvo trabajando en el que se conoció como el programa de “Doctorados en Ingeniería para Antioquia” – DIA, el cual desapareció sin ver la luz, luego de ya estar diseñado cuando fue necesario definir los aportes económicos que se requerían para comenzar a ejecutarlo. Sin embargo, hoy más que nunca, se torna urgente trabajar de manera conjunta entre la universidad, la empresa y el estado colombiano, para que la evidente brecha de formación que se tiene en el nivel de dirección de la empresas se atienda de manera ágil mediante el establecimiento de 99
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programas de doctorado en los que confluyan esfuerzos de las partes para que, de manera dual, en la universidad de estos tiempos, la U-4.0, se formen los líderes empresariales que requiere la I-4.0 y se responda de manera efectiva a las expectativas hasta ahora lejanas de una sociedad mucho más equitativa y con el nivel de vida que podrían tener los habitantes de un territorio pletórico de riquezas naturales y el más biodiverso del mundo.
Referencias Arroyave, C. (2008). “El fortalecimiento de la Educación: otra dimensión de las relaciones UEE”. Universidad Empresa Estado, 1 (2). 56-57. DANE. (2015). “Boletín Técnico. Encuesta de Desarrollo e Innovación Tecnológica Industria Manufacturera - EDIT VII 2013-2014 (26 de noviembre de 2015). Recuperado de http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/edit/boletin_EDIT_Manuf acturera_2013_2014.pdf DANE. (2017). “Boletín Técnico. Encuesta Mensual Manufacturera” (Septiembre de 2017). Recuperado de http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/mmm/bol_emm_sep17.pdf DNP. (2016). “En Colombia, 77 de cada 100 empresas no innovan: DNP” (Febrero de 2016). Recuperado de https://www.dnp.gov.co/Paginas/En-Colombia,-77-decada-100-empresas-no-innovan-DNP.aspx
“Hoy más que nunca, se torna urgente trabajar de manera conjunta entre la universidad, la empresa y el estado colombiano”
Dinero (10 de octubre de 2017). “FMI reduce nuevamente proyección para Colombia: PIB sería de 1,7% en 2017”. Recuperado de http://www.dinero.com/economia/articulo/economia-colombiana-creceria-17-en2017/250954 Leydesdorff, L. y Etzkowitz, H. (1996). “Emergence of a Triple Helix of universityindustry-government relations” Science and Public Policy, 23 (5), 279-286. “Los parlanchines de la productividad”. (1 de noviembre de 2017). La República, 2. “Productividad y competitividad en Colombia”. (Septiembre de 2017). Carta Financiera ANIF, 57-61. RGX (2009). “La innovación como motor para el desarrollos exportador de las Pymes”. [CD-ROM]. Bogotá: ANALDEX. Sábato, J. (Ed.). (1975). “El Pensamiento Latinoamericano en la Problemática Ciencia – Tecnología – Desarrollo – Dependencia”. Buenos Aires, Argentina: Editorial PAIDOS. Solow, R. (1956). “A Contribution to the Theory of Economic Growth”. Quarterly Journal of Economics, 70, 65-94. Schwab, K. (ED.) (2017). "The Global Competitiveness Report 2017-2018". Geneva, Switzerland: World Economic Forum. Recuperado de www.Weforum.Org/Gcr Whadcock, I. (2012). “A third industrial revolution”. The Economist. 403 (8781), Special report. Wissema, J.G. (2009). “Towards the Third Generation University”. Cheltenham, United Kingdom: Edward Elgar Pub.
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Beatrice Avolio
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Jefe del Departamento de Posgrado en Negocios Pontificia Universidad Católica del Perú
LA IMPLEMENTACIÓN DE ESTRATEGIAS DE INTERNACIONALIZACIÓN EN LAS ESCUELAS DE NEGOCIOS EN IBEROAMÉRICA La globalización de los negocios exige hoy día que los profesionales sean capaces de desempeñarse en un mundo intercultural y asumir retos más allá de las tradicionales fronteras. Como resultado, las escuelas de negocios han tenido que adaptarse para que sus alumnos adquieran una perspectiva global y una exposición internacional a nivel profesional, cultural y social. En la actualidad, la internacionalización de los planes de estudio y del contexto de aprendizaje es indispensable para que cualquier escuela de negocios pueda formar a los alumnos para enfrentar un entorno globalizado. El modelo de importación-exportación para la internacionalización Una estrategia bastante utilizada para la internacionalización de las escuelas de negocios es el denominado modelo de importaciónexportación (Hawawini, 2011). En una primera etapa de la internacionalización, la escuela se concentra en el proceso de importación, donde intenta traer el mundo al campus. Esta etapa inicial es relativamente sencilla, y consiste en iniciativas como la internacionalización del plan de estudios, la creación de programas de intercambio de estudiantes y docentes, y la participación en asociaciones internacionales académicas y de investigación. Estas asociaciones pueden producir programas conjuntos de escuelas de negocios, seminarios, investigación y otros proyectos, pero
requieren que las escuelas asociadas compartan similitudes en aspectos académicos y administrativos tales como acreditación, planes de estudios, prestigio y costos. Durante la segunda fase, la escuela exporta las actividades internacionales, enviando a los alumnos al extranjero, fomentando la enseñanza y la investigación en otros países e, inclusive, fundando sedes en el exterior. Esta etapa es denominada como global, e implica mayor complejidad y costos para la escuela. Su logro depende mucho de que la escuela haya tenido éxito durante la etapa de internacionalización y haya logrado ser una entidad reconocida más allá de sus fronteras nacionales. Muchas escuelas buscan la internacionalización con la finalidad de incrementar los ingresos o para cumplir con los requisitos de las acreditadoras. Este enfoque pragmático puede resultar contraproducente, ya que la internacionalización supone una inversión significativa de tiempo y recursos. En realidad, la motivación más importante para la internacionalización de las escuelas de negocios se deriva del hecho de que el conocimiento de la gestión de negocios es global y, por lo tanto, la internacionalización permite acceder a este conocimiento. Los negocios se han internacionalizado de manera exponencial durante el último medio siglo y, por lo tanto, la educación en negocios debe hacer lo propio para seguir el ritmo acelerado del cambio en la forma en que se llevan a cabo los negocios en nuestro mundo globalizado. En el presente artículo se analizan los diversos componentes de la implementación de una estrategia de internacionalización en escuelas de negocios (ver Figura 1). 101
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Etapa global: el proceso de exportación
Etapa de internacionalización: el proceso de importación
PROGRAMAS
ALUMNOS
PROFESORES
INVESTIGACIÓN
CERTIFICACIÓN
Programas internacionales. Plan de estudios global
Estudiantes internacionales
Profesores imparten clases en el extranjero
Investigación y tesis internacionales Trabajos de investigación conjunta Casos de estudio internacionales
Lograr y mantener las acreditaciones internacionales Participación en rankings de prestigio
Contratación de investigadores extranjeros a tiempo completo Reclutamiento de investigadores afiliados Investigadores de las escuelas socias
Lograr la obtención de otras acreditaciones relevantes
Infraestructuras internacional
Estudiantes provenientes de diversas culturas
Programas con doble titulación
Viajes de estudios al extranjero
Opción de segundo título
Estudiantes extranjeros en los programas de posgrado
Orientación global en el plan de estudios Programas bilingües
Intercambios estudiantiles
Programa de incentivos para el profesorado
Contratación de profesores extranjeros a tiempo completo Reclutamiento de profesores afiliados Profesores de las escuelas socias
Convenios internacionales
Figura 1. Los cinco componentes del proceso de internacionalización de escuelas de negocios
1. Un plan de estudio con una mirada global Una estrategia exitosa de internacionalización empieza con el contenido de los programas académicos. La perspectiva internacional con un enfoque en los entornos empresariales globales es un aspecto esencial de un programa académico en negocios. Ejemplos de cursos con contenido global son: Instrumentos Financieros Internacionales, Finanzas en Mercados Internacionales, Marketing Internacional, Marketing en un Contexto Global, Estrategia Corporativa Global, Gestión Cultural de la Diversidad, Gestión Global de la Cadena de Suministros, Competencia en el Escenario Global, y Gestión Estratégica Global. El contenido internacional debe incluir, además, la discusión de casos de empresas en contextos diferentes, artículos y otros materiales de aprendizaje.
La organización de conferencias internacionales sobre temas de interés mundial, y con participación de expositores de diferentes países, es otro vehículo para importar contenido internacional a la vida académica. Muchas escuelas patrocinan anualmente una "semana internacional", con una serie de seminarios y talleres a cargo de expertos mundiales en el campo de la gestión. Además de mostrar el carácter internacional de la escuela, dichos eventos pueden servir para promover la escuela dentro de la comunidad local y atraer potenciales alumnos al campus. Respecto del idioma, el inglés se consolida cada vez más como el idioma internacional de los negocios. Por ello, cualquier esfuerzo serio por internacionalizar el plan de estudios de una escuela de negocios en un país de habla no inglesa debe considerar también la incorporación de 102
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contenido en inglés. En la actualidad, los programas bilingües son muy comunes en las escuelas de negocios.
2. Alumnos de diversas culturas compartiendo la misma experiencia de aprendizaje
Otro elemento clave de la estrategia de internacionalización durante el proceso de importación es la realización de convenios con las escuelas de negocios ubicadas en otros países. Estas alianzas pueden fomentar la realización de diversas actividades tales como: los cursos y/o programas diseñados e impartidos en conjunto con las escuelas socias, programas de doble titulación o certificación, opciones para obtener un segundo grado académico expedido por la escuela socia, y realizar estudios en el extranjero como parte integral de los programas académicos.
El componente relacionado a los alumnos en la fase de internacionalización se basa principalmente en los programas de intercambio realizados con escuelas ubicadas en el extranjero. Los alumnos locales estudian en el extranjero, mientras que los alumnos de la escuela socia se importan para que estudien en la escuela local. Los alumnos de intercambio son un elemento vital para la internacionalización de las aulas, puesto que ayudan a los alumnos extranjeros a aprender y a adaptarse a la cultura del país anfitrión. Esto alienta a los estudiantes, profesores y al personal de la escuela anfitriona a aprovechar la presencia de visitantes extranjeros para aprender acerca de otras culturas y aprovechar el gran enriquecimiento que proporciona la diversidad. Los alumnos internacionales también aportan al intercambio intercultural en el aula, ya que comparten distintos puntos de vista y enriquecen la experiencia académica y profesional del grupo de estudiantes.
“La motivación más importante para la internacionalización de las escuelas de negocios se deriva del hecho de que el conocimiento de la gestión de negocios es global”
Una vez que el proceso de importación de la estrategia de internacionalización llega a implementarse, se puede comenzar el proceso de exportación. Esta segunda etapa implica ofrecer programas académicos en el extranjero, principalmente en las instalaciones de las escuelas socias. La propia facultad de la escuela se traslada al extranjero para enseñar, a menudo en conjunto con profesores de la escuela asociada. Los recientes avances tecnológicos han abierto un nuevo vehículo para que las escuelas de negocios exporten sus programas al extranjero a través de cursos y programas virtuales, lo cual requiere que la escuela realice inversiones importantes. Finalmente, la escuela puede exportar sus programas académicos fundando sus propias sedes en el extranjero. Sin embargo, desarrollar la infraestructura para tener operaciones en el extranjero conlleva algunos riesgos inherentes: la dificultad de mantener los estándares de calidad a distancia y las barreras legales, que podrían interferir con los esfuerzos de establecer programas académicos en el extranjero.
Además de los programas de intercambio, el proceso de importación considera captar estudiantes internacionales para el campus principal y dar oportunidades a los alumnos locales para estudiar en el extranjero como parte de los programas académicos. Los viajes de estudios pueden incluir uno o más cursos en una escuela socia, así como visitas de negocios. El proceso de exportación de la estrategia de internacionalización de una escuela de negocios es aquél en el que la escuela envía estudiantes y alumni al extranjero, ya sea temporalmente a través de pasantías o proyectos de trabajo, a través de la colocación internacional de graduados, y el mantenimiento del contacto con alumni que reside en el extranjero. Otro componente clave en esta fase global es la captación de estudiantes internacionales, lo cual se puede lograr fundando sedes de la escuela en el extranjero y/o desarrollando programas virtuales que atraigan a los estudiantes extranjeros. La internacionalización de las escuelas de negocios trae grandes beneficios para el cuerpo estudiantil, incluida la ampliación de su conocimiento, ya que ayuda a transformar una mentalidad familiar, habitual y local para incorporar valores globales y formas distintas de 103
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pensar. La exposición a nuevas formas de pensar y ver el mundo puede ser una clave para el autodescubrimiento de un estudiante. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la internacionalización puede agregar costos significativos a un programa académico. Los viajes de estudio en el extranjero también conllevan el peligro de transformarse en excursiones turísticas. En un escenario aún peor, el estudio internacional puede encapsular al estudiante local que se siente aislado por las diferencias culturales, en lugar de incorporarlo a una comunidad global. a
3. Una plana docente competente a nivel global La internacionalización de los profesores se mide no solo por la diversidad de las nacionalidades, sino también por las calificaciones y la experiencia profesional internacional de los miembros del profesorado, sus habilidades interculturales y lingüísticas, y su capacidad demostrada para dictar clases a audiencias extranjeras. La capacidad del profesorado para participar en investigaciones con impacto internacional también es un factor muy importante para la reputación de la escuela a nivel global.
La pieza central del profesorado en una estrategia de internacionalización es la importación de académicos extranjeros a la escuela. Esto se puede lograr mediante la contratación de profesores extranjeros a tiempo completo o mediante convenios con escuelas socias para que sus profesores dicten clases en programas específicos de las escuelas locales. De esta manera, los profesores extranjeros podrían actuar como profesores visitantes temporales. Aparte de los convenios realizados con las escuelas socias, a menudo las escuelas locales fomentan la participación de profesores extranjeros en conferencias o seminarios. Organizar eventos con ponentes internacionales relevantes beneficia el desarrollo académico y profesional de los estudiantes. La fase de internacionalización también se puede reforzar con el reclutamiento local de profesores que tengan grados o títulos de universidades extranjeras, experiencia docente internacional, e investigaciones realizadas y/o publicadas en el extranjero. El dominio de lenguas extranjeras, en especial la habilidad para enseñar y publicar en inglés, es crucial para atraer estudiantes extranjeros y exportar las actividades de la escuela durante la segunda fase del modelo.
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La fase global de la internacionalización considera profesores locales que enseñan a alumnos de otros países en cursos virtuales y en el extranjero. Estos pueden ser profesores visitantes en las escuelas socias en el extranjero o en las sedes de la escuela local en otros países. Otras actividades internacionales, de los miembros del profesorado también contribuyen a la exportación en la estrategia de internacionalización de una escuela de negocios. Por ejemplo, proyectos de investigación y publicaciones internacionales en revistas, participación en conferencias internacionales, consultorías en el extranjero, y participación en comités de revistas extranjeras, universidades y organizaciones empresariales. La internacionalización de la plana docente de una escuela de negocios supone numerosos desafíos, incluyendo la eventual resistencia del profesorado a viajar al extranjero para dictar cursos y los elevados costos de contratar profesores extranjeros. Para que el modelo de importación-exportación de a la internacionalización una escuela de negocios sea exitoso, se necesitará invertir los recursos necesarios para poder enfrentar estos retos.
4. Investigación de impacto global El quinto componente de la internacionalización es la investigación. Esto se logra estudiando temas de gestión global y casos de estudio de diversos contextos.
La escuela de negocios puede exportar sus investigaciones a las audiencias internacionales a través de publicaciones, libros, documentos de trabajo, artículos en revistas internacionales de gran prestigio, tesis y casos de estudio. Formar parte de la Junta Editorial de una revista internacional también exporta el conocimiento. Los profesores locales pueden exportar sus investigaciones presentando sus artículos en conferencias internacionales. Finalmente, internet facilita mucho la exportación de la investigación gracias a las redes y foros académicos.
“Cuando se cumple con los estándares internacionales de educación, la acreditación actúa como un sello internacional de excelencia”
Las investigaciones también pueden internacionalizarse con la colaboración de investigadores extranjeros a través de convenios con escuelas de otros países o con la colaboración individual entre los investigadores internacionales. Las escuelas o los profesores, de manera individual, también pueden colaborar realizando investigaciones para empresas extranjeras. Las escuelas suelen realizar investigaciones junto con empresas consultoras extranjeras, bancos y empresas de diversos sectores.
5. Certificaciones y acreditaciones como distintivo de calidad internacional
Los investigadores extranjeros y las fuentes de financiación para desarrollar las investigaciones son necesarios, puesto que enriquecen la capacidad de investigación de la escuela. Realizar conferencias y seminarios internacionales también aporta recursos internacionales al componente de investigación de la escuela de negocios.
Cuando se cumple con los estándares internacionales de educación, la acreditación actúa como un sello internacional de excelencia. Si bien la norma ISO no está diseñada específicamente para estudios de posgrado, sí provee excelentes directrices para la gestión internacional y la satisfacción del cliente, es decir, de los alumnos.
Las acreditaciones internacionales, los rankings y las certificaciones de la Organiza<ción Internacional de Normalización (ISO) son otros aspectos importantes de la internacionalización.
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Las acreditaciones, por otro lado, están destinadas a las instituciones educativas. Las tres organizaciones internacionales más importantes que dan acreditación especializada para las escuelas de negocios son: Association to Advanced Collegiate Schools of Business (AACSB International) con sede en Estados Unidos, European Quality Improvement System (EQUIS) con sede en Bruselas y la Asociación de MBAs (AMBA) con sede en Londres. En los requisitos para acceder a la acreditación, cada uno de estos organismos busca que la escuela importe estándares internacionales de calidad en sus programas académicos, y revisa las calificaciones de sus profesores y su producción de investigación. La acreditación no es el producto final, más bien es el principio de un proceso que requiere una mejora continua si la escuela requiere pasar un proceso de reacreditación. Asimismo, estar incluido en rankings de escuelas a nivel regional e internacional también cumple una función importante en la fase global de la estrategia de internacionalización. Diversas organizaciones como Financial Times, Business Week, The Economist y Eduniversal publican rankings que otorgan prestigio a la institución educativa a nivel internacional. Si la escuela de negocios está incluida en estos rankings, es una señal inequívoca de que la estrategia de internacionalización de la escuela ha tenido éxito.
Referencias Hawawini, G. (2011). The Internationalization of Higher Education Institutions: A Critical Review and a Radical Proposal. Faculty & Research Working Paper, INSEAD. Recuperado de: http://www.insead.edu/facultyresearch/research/doc.cfm?did=48726.
Componentes clave de una estrategia para la internacionalización de las escuelas de negocios en Iberoamérica
El modelo de importación-exportación de la internacionalización en las escuelas de negocios comprende dos etapas: la fase de internacionalización, en donde las actividades internacionales son importadas a la escuela, y la fase global, en donde la internacionalización se exporta a los mercados internacionales.
Las escuelas de negocios continúan internacionalizando sus planes de estudio y su contexto educativo con la finalidad de preparar a los alumnos para un ambiente globalizado.
Los alumnos internacionales son un elemento vital para la internacionalización de la enseñanza. Los estudiantes extranjeros aprenden y se adaptan a la cultura de la escuela de negocios local, fomentando la diversidad cultural y aprovechando los beneficios que da dicha variedad.
La contratación de profesores extranjeros y de profesores con títulos académicos internacionales y experiencia docente y de investigación en el extranjero son un elemento clave, al igual que el dominio de lenguas extranjeras, es decir, el tener la habilidad de enseñar y publicar en inglés a fin de ganar prestigio internacional y atraer estudiantes extranjeros.
Las investigaciones también pueden internacionalizarse con la colaboración de académicos extranjeros a través de convenios con escuelas de otros países o la colaboración individual entre los investigadores internacionales.
Aspectos clave en la internacionalización son las acreditaciones internacionales y los rankings de prestigio.
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la implantación de innovaciones en el sistema educativo que promuevan un “aprendizaje para todos”, llamando especial atención en los aspectos políticos que hacen que exista el problema.
Diego Cardona Vicerrector académico Universidad EAN Colombia
INNOVACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO COMO REQUERIMIENTO DE UN TURBULENTO ENTORNO En la expectativa de generar propuestas de vinculación entre la Universidad y el entorno que promocionen el nivel de formación posgraduada en el espacio Iberoamericano que identifique iniciativas viables para mejorar el sistema educativo como contribución al desarrollo, es fundamental llamar la atención sobre la “crisis del aprendizaje” del sistema educativo a nivel mundial que describe el “Informe sobre desarrollo mundial 2018: Aprender para hacer realidad la promesa de la educación” (Deon & Rogers, 2017). La mencionada crisis se expresa en que una escolarización sin aprendizaje, como la reportada en el informe, es una injusticia que impide la prosperidad al no entregar las competencias requeridas para el desarrollo de los individuos. El informe recomienda evaluar el sistema educativo para que su mejora sea un objetivo formal y medible, adaptar las prácticas formativas a las necesidades de los individuos y movilizar a todos aquellos que tienen incidencia en el aprendizaje, que se traduce en
La necesaria innovación del sistema educativo, específicamente a nivel de posgrado, es causada por el hecho de que en la actualidad las organizaciones están inmersas en entornos altamente turbulentos que incluyen ámbitos disimiles y a la vez complementarios como el político, el económico, el social y el tecnológicos que convierte en imperativo que los procesos de formación trasciendan la incorporación de las requeridas competencias para la planificación, organización, coordinación, dirección y control asociadas al conocimiento técnico y que se solucionan con competencias duras, para acoger competencias blandas que permitan obtener el mejor desempeño de los equipos de trabajo generando valor compartido. En el caso colombiano, el profesional ha sido preparado de acuerdo con un sistema educativo para “el desempeño de ocupaciones, para el ejercicio de una profesión o disciplina determinada, de naturaleza tecnológica o científica o en el área de las humanidades, las artes y la filosofía”, con lo cual, en primera instancia, no se logran necesariamente las competencias requeridas y es por ello que debe buscar alternativas para aprehenderlas, con “h” intermedia, y la evidencia demuestra que eso es viable en procesos de formación de nivel de posgrado en una equilibrada combinación de teoría y práctica en los que se desliga del aprendizaje que se centra en el individuo que busca el conocimiento, también se desliga de la enseñanza que se centra en el individuo que tiene el conocimiento y se liga a la formación que se centra en un proceso sistémico en el que todas las partes son importantes, los que aprenden, los que enseñan, el conocimiento a trasmitir, los medios e infraestructura disponibles para el proceso y sus interrelaciones. En los anteriores términos la componente de interrelación social en un ejercicio autónomo es significativamente inferior a la interrelación social en un ejercicio acompañado por expertos, generando la necesidad de revisar a fondo el sistema educativo (Cardona, 2017) Ahora bien, según Wagner (2014) el sistema educativo debe reinventarse porque en el mundo actual la información es una mercancía más, ya no importa lo que se sabe, lo que importa es lo que se puede hacer con esa información y en ese orden de ideas el sistema educativo debe centrarse en formar con el deseo, la motivación y la voluntad de manejar y utilizar conocimientos gracias a la formación, entre otras 107
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competencias, en pensamiento crítico y resolución de problemas, colaboración en redes y liderazgo por influencia, agilidad y adaptabilidad, comunicación eficaz, oral y escrita, capacidad de acceder a la información y analizarla y en la curiosidad e imaginación como base para la iniciativa y el espíritu emprendedor, dado que el sistema productivo y económico actual es insostenible desde las perspectivas económica, ambiental y social. La solución pasa por formar para la innovación que no es viable en un sistema educativo diseñado para poner barreras como el premio a logros individuales, cuando la innovación es un trabajo de equipo, se fracciona el conocimiento en asignaturas, cuando la innovación es interdisciplinaria y debe basarse en formación por retos, se evita el riesgo y se penaliza el fracaso, cuando la innovación implica correr riesgos, equivocarse y aprender de los errores, se forma de forma pasiva, cuando la innovación es activa, se utilizan incentivos externos, cuando la innovación se motiva de forma intrínseca. La lúdica es fundamental para que el sistema educativo despierte la creatividad, lo esencial es encontrar lo que entusiasma, mueve y motiva porque así surgirá el propósito, la utilidad y el interés por aportar. En conclusión, hay que innovar en el sistema educativo para formar innovadores. El sistema educativo debe cambiar los métodos de enseñanza para modelar los valores y las conductas necesarias para la innovación; hay que asumir riesgos, aprender de los errores, colaborar con la comunidad educativa para fomentar el juego, la pasión y la búsqueda de un propósito.
“Una escolarización sin aprendizaje como la reportada en el informe es una injusticia que impide la prosperidad al no entregar las competencias requeridas para el desarrollo de los individuos”
Como lo indica Goldsmith (2007), lo que te trajo aquí no te llevará allá y en ese orden de ideas, se reitera la necesidad de cambiar el sistema educativo y en especial al nivel de posgrados. Ya lo referencia Londoño (2017) cuando comenta que Elon Musk de Tesla y Laszlo Boc de Google, indican que en el proceso de contratación del recurso humano de esas organizaciones, los títulos académicos no son importantes porque el sistema educativo está diseñado en dos pilares incorrectos; por un lado, que los estudios de posgrados son la alternativa para descubrir una tardía inclinación vocacional y por otro lado que los estudios de posgrados se han convertido en una profesión para eludir la compleja realidad laboral. La información ya no es fuente de poder, lo relevante es la capacidad de resolver problemas, no por la destreza en una sola función dentro de una organización, sino en la capacidad para desempeñarse y adaptarse en diferentes contextos con enfoque al logro. La empleabilidad es el resultado de desarrollar la capacidad para aprender a aprender en un entorno turbulento donde el conocimiento se deprecia rápidamente, los modelos se rompen continuamente y es la capacidad para innovar la que asegura la supervivencia. Hace ya varias décadas, múltiples directivos de los referentes de la economía digital como Apple, Facebook, Dell o Microsoft, han sido exitosos por fuera de un sistema educativo que no se innova. Sahlberg (2015) describe el interesante ejemplo de innovación del sistema educativo finlandés en todos sus niveles, donde se ponen al educador en la cabeza de una pirámide del conocimiento en donde la formación del individuo está en el centro, inclusive se llega a pensar en abolir los títulos académicos y el énfasis migra a formar en competencias y menos en evaluar cuantitativamente entregables que desmotivan el proceso formativo. El sistema educativo en su proceso de innovación debería formar para el trabajo en equipo en un proceso de formar, asaltar, reglamentar, actuar y cerrar o transformar, como el descrito por Morgan (2010) para crecer, generar resultados, superar desafíos, abordar problemas, encontrar soluciones y planificar el trabajo. La formación es la etapa para aprender de los miembros de los equipos, los requisitos y desafíos, expectativas y la estructura organizativa además de permitir recopilar información. El asalto es la etapa para debatir, criticar y confrontar para decidir cuál es la mejor línea de acción, es una etapa generalmente incómoda pero necesaria para el crecimiento y desarrollo del equipo. La reglamentación es la etapa en la que el equipo comienza a funcionar, se entienden los 108
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hábitos de trabajo y la ética de los demás, se definen los roles, se establecen las expectativas. La acción es la etapa propia de los equipos de alto rendimiento en la que la supervisión disminuye porque los individuos toman las decisiones apropiadas. El cierre o la transformación, son dos etapas de final de ciclo en las que una vez se logran los resultados esperados se debe desmantelar el equipo o moverlo hacia otras tareas y objetivos. Además del trabajo en equipo y como lo menciona Cardona (2017), en el proceso de innovación del sistema educativo, aunque existe una legítima preocupación por aportar competencias técnicas, es deseable aportar competencias blandas como por ejemplo comunicar correctamente las decisiones, inclusive aquellas tomadas con altos niveles de incertidumbre y apoyadas en la intuición propia de los pioneros, de quienes se arriesgan por ser los primeros, acompañada de la negociación que permita obtener los mejores resultados de los grupos de interés y tener consciencia de las diferentes formas de inteligencia, además de la resiliencia ante el cambio que permita relacionarse con los demás, para influenciarlos y empoderarlos en la búsqueda de equipos de alto desempeño. Otro elemento fundamental en el que se debería focalizar el sistema educativo, es el desarrollo de pensamiento estratégico que llegué hasta la apropiación de competencias dirigidas al logro, propias de la gerencia de proyectos, teniendo en cuenta los recursos disponibles, buscando su eficiente aplicación dentro de parámetros de calidad definidos por la comunidad beneficiaria. Explicado por el turbulento entorno, el sistema educativo tiene el reto de formar en la tolerancia a la incertidumbre generada por la falta de datos del entorno y por ello es fundamental apropiar competencias digitales, que provean conocimiento para tomar decisiones en entornos desconocidos propios de la innovación. Ya se dejó atrás la denominada era digital; acceder a los datos ya no genera ventaja, el reto ahora es aplicarlos y en esos términos cobra vigencia la inquietud de Said (2017) al mencionar que “nos encontramos en medio de un tsunami informativo que nos está infoxicando cada vez más y ejerce presión a la hora de distorsionar lo que acontece desde nuestro sentido local, nacional y global”, respaldado por los datos de Jeff Desjardins, editor de Visual Capitalist, según el cual en 2017 cada minuto se envían 452k tweets, 156 millones de correos electrónicos, 16 millones de mensajes de Whatsapp, se hacen 3,5 millones de búsquedas en Google, y se ven 4,1 millones de vídeos en Youtube. A pesar del acceso a este volumen de datos, realmente se genera un alto nivel de desinformación dado que en múltiples ocasiones
no son verificables generando una percepción errada de la realidad. En esos términos el sistema educativo debe aportar competencias digitales que eviten la generación de esa errada percepción, lo cual solo es viable avanzando más allá de soluciones fragmentadas y promovidas en casos puntuales, trabajando en soluciones integradas que sirvan para verificar los contenidos, según su formato o procedencia y crear repositorios, que ayuden a dejar registro de sucesos de interés social y cultural que fomenten la ciudadanía digital. Retomando que una de las razones de ser de un sistema educativo es la empleabilidad, vale la pena mencionar el estudio titulado “El futuro de las habilidades: Empleo en 2030” (Bakhshi, et.al., 2017) que aborda la amenaza de la automatización y la brecha de competencias requeridas en el futuro dado el avance de la Inteligencia Artificial que genera un ambiente de incertidumbre ante la posibilidad de la desaparición de múltiples empleos para los cuales el sistema educativo está formando. El estudio considera el impacto de siete megatendencias; el cambio tecnológico, globalización, cambio demográfico, sustentabilidad ecológica, urbanización, creciente disparidad económica, e incertidumbre política, revisando las interacciones complejas que ocurren entre ellas para moldear el horizonte laboral. De manera general se concluye que el sistema educativo debe concentrarse en formar en competencias humanas que las máquinas no tienen como; la empatía, el trato individual y las relaciones de grupo, con estrategias didácticas dinámicas; aprendizaje continuo donde los títulos académicos dejan de ser la evidencia de empleabilidad. En el estudio se concluye que las competencias requeridas pasan por aportar al aprendizaje activo para comprender las implicaciones de la información en la resolución de problemas y la toma de decisiones, la resolución de problemas complejos para identificarlos revisando información relacionada y proponer e implementar soluciones, la coordinación para ajustar las acciones en equipos de trabajo multidisciplinarios, el pensamiento crítico para identificar las fortalezas y debilidades de las alternativas, el razonamiento deductivo para producir respuestas con sentido, la formación para actuar en la instrucción de individuos y grupos, la fluidez de ideas para incrementar su cantidad como paso previo a la medición de su calidad o creatividad, el juicio y la decisión para verificar costos relativos y beneficios de las posibles acciones para elegir la más apropiada, el monitoreo para evaluar el desempeño propio y de otros individuos u organizaciones y de esa 109
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entorno, dado que los individuos demandarán cada vez más convertir el aprendizaje en ganancia “learning to earning”. En cuanto a los empleadores, el estudio indica que hay que rediseñar los roles para equilibrar la tecnología y los individuos, dado que la maximización de la productividad se logrará con un uso efectivo de la tecnología que complemente, no reemplace, las competencias exclusivamente humanas y disminuya los riesgo asociados a algunas labores, hay que ir más allá de los títulos académicos como la certificación requerida para la empleabilidad, dada la necesaria flexibilidad y adaptabilidad que implica entre otras cosas aprender a identificar y desarrollar el talento. En cuanto a los individuos, el estudio indica que hay que desarrollar esas competencias que son exclusivamente humanas porque, a pesar del avance de la Inteligencia Artificial, competencias como la originalidad, la fluidez de ideas o la escucha activa entre otras, por ahora no se vislumbran como viables de automatizar y hay que comprometerse con el aprendizaje continuo como una forma de reinventarse.
manera proponer mejoras o tomar acciones correctivas, la originalidad como la capacidad de generar ideas inteligentes sobre un tema determinado, la psicología para lograr el conocimiento del comportamiento humano, las diferencias en personalidad, la receptividad social para estar al tanto de las reacciones de los demás y entender el porqué de sus reacciones, la sociología y la antropología para entender el comportamiento grupal y la dinámica social, el análisis de sistemas para determinar cómo debería funcionar un sistema y cómo los cambios en condiciones, operaciones y el medio ambiente afectan los resultados, acompañado de las competencia de evaluación de sistemas para generar indicadores de rendimiento y de esa manera identificar acciones necesarias para mejorarlo. El estudio tiene implicaciones para los sistemas educativos, los empleadores y los individuos. En cuanto a los sistemas educativos, el estudio indica que hay que ir más allá de las definiciones genéricas de las competencias para el Siglo XXI de tal manera que se apoye mejor la comprensión, práctica docente y evaluación de las competencias con mayor demanda, hay que desarrollar prácticas pedagógicas que apoyen el desarrollo de esas nuevas competencias obligando a una reorganización del sistema educativo, impactando a las instituciones y en el profesorado, hay que adaptarse rápidamente a las cambiantes necesidades del mercado de trabajo y ofrecer vías más flexibles como respuesta al turbulento 110
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En la misma línea de las competencias requeridas para el futuro, Schwab y Samans (2016) en el informe “The Future of Jobs: Employment, Skills and Workforce Strategy for the Fourth Industrial Revolution” del Foro Económico Mundial indican que en esta era de desarrollos en genética, inteligencia artificial, robótica, nanotecnología, impresión 3D y biotecnología se está avanzando hacia sistemas inteligentes que ayudarán a solucionar problemas en una economía altamente colaborativa en una senda muy prometedora que plantea grandes desafíos que requieren una proactiva adaptación por parte de los gobiernos, las organizaciones y los individuos. A la par de la revolución tecnológica, hay un conjunto más amplio de impulsores del cambio socio-económico, geopolítico y demográfico interactuando en múltiples direcciones e intensificándose entre sí generando trasformaciones en las ocupaciones para las que fueron formados los individuos. Algunos trabajos se ven amenazados, otros van apareciendo y algunos evolucionan, lo que obliga a un cambio en el conjunto de competencias requeridas y por ende en el sistema educativo que las provee. Es interesante observar que, durante las revoluciones industriales previas, el proceso de adaptación de los sistemas educativos y del mercado laboral se desarrolló plazos de tiempo relativamente largos, pero en esta ocasión la velocidad del cambio no da opciones y ha de actuarse de manera inmediata. Por ejemplo, la evolución tecnológica actual genera una tasa de cambio sin precedentes en el núcleo del contenido curricular de muchos campos académicos, casi el 50% de los conocimientos adquiridos durante el primer año de un grado de cuatro años es obsoleto al momento del grado, generando un reto al sistema educativo para mantener una fuerza laboral actualizada más allá de las competencias duras y las calificaciones formales en un conjunto básico de 35 competencias agrupadas en 9 familias y en 3 bloques que coinciden con las identificadas por el informe del Banco Mundial. El primer bloque son las Genéricas que incluye las cognitivas y las físicas, el segundo bloque son las Básicas que incluye las de contenido, de proceso y el tercer bloque con las Interfuncionales que incluye las sociales, de sistemas, solución de problemas complejos, gestión de recursos y finalmente las Técnicas. En este momento de preocupación generalizada sobre lo que le espera a la sociedad y el papel que debe tener el sistema educativo, llama la atención las 7 lecciones de Patrick Awuah, recientemente galardonado como el mejor profesor del mundo en la Cumbre Mundial para la Innovación en Educación – WISE, celebrada en Doha (Semana, 2017). El pensamiento crítico debe prevalecer sobre el aprendizaje de memoria; es importante aprender a pensar por sí mismos, superando los procedimientos de
aprendizaje de memoria. La evaluación continua es más importante que los exámenes finales; lo clave es el proceso de aprendizaje por retos que prepara a los individuos para la práctica profesional. La empatía es igual de importante al conocimiento; el liderazgo, la ética, la colaboración y el espíritu empresarial incentivan el respeto por la diversidad. Las humanidades son la clave para formar a los líderes del futuro; por encima de altos ejecutivos, se requiere constructores de una sociedad mejor. La ética sobre el desarrollo económico paga, perseguir sueños sobre la estabilidad y enseñar con el ejemplo es más efectivo.
“La revolución en la que nos encontramos no se observe como una carrera entre humanos y máquinas, sino como una oportunidad para que los individuos reconozcan su potencial”
Las recomendaciones de Awuah son consistentes con las propuestas de manera genérica por Bárbara Ischinger (2012), Directora de Educación de la OCDE en el informe sobre la Evaluación de Resultados de Aprendizaje en la Educación Superior – AHELO en el que se explica que se requiere tener una fuerza de trabajo actualizada para mantener la riqueza y el desarrollo de las naciones y la cohesión social mediante un sistema educativo con alta calidad que provea las competencias correctas para contribuir al progreso económico, científico y social. Antes de cerrar, otro elemento importante para tener en cuenta en la justificación de una necesaria innovación en el sistema educativo en función del entorno, son los denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible, que la UNESCO (2014) muestra como requerimiento cuando indica que el desarrollo sostenible requiere de un sistema educativo que 111
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acelere la consecución de esos objetivos. La educación es un derecho humano fundamental y es imprescindible para el desarrollo, permite aspirar a tener una existencia sana, plena de sentido, creativa y resiliente, brinda nuevas oportunidades laborales y vías de movilidad social. La educación tiene efectos importantes en muchos sectores y por lo tanto es un pilar esencial del marco para el desarrollo y en esos términos es necesario garantizar y renovar los compromisos políticos y financieros en favor de la educación, e imperioso lograr una colaboración más estrecha entre los distintos sectores que permita crear y afianzar sinergias. Como conclusión, se puede observar que un proceso de innovación del sistema educativo en la perspectiva de conectarse con el entorno, pasa por aportar para que la revolución en la que nos encontramos no se observe como una carrera entre humanos y máquinas, sino como una oportunidad para que los individuos reconozcan su potencial y para ello es necesario que todos comprendamos estos cambios para liderar este transformador momento.
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investigación y, más recientemente, de transferencia de conocimiento fuera del ámbito académico. En un contexto de persistencia de los efectos de una crisis económica global, que ha tenido un impacto negativo sobre el presupuesto público dedicado a las universidades, es oportuno reflexionar sobre la posible contribución de las universidades a la recuperación económica en base a un modelo de desarrollo socioeconómico sostenible y basado en el conocimiento. En esta reflexión se presentan experiencias, ideas y propuestas sobre la relación universidad – entorno, propugnando un mayor compromiso de la universidad con la sociedad a nivel local, nacional y global, haciendo compatible su interacción con su entorno más próximo con el de contribuir a la generación global de conocimiento.
El modelo de universidad en la sociedad del conocimiento
Luis Delgado Martínez Consejero Técnico Servicio Español para la Internacionalización de la Educación España
LA CONEXIÓN UNIVERSIDAD – ENTORNO COMO VÍA PARA INCREMENTAR EL IMPACTO SOCIOECONÓMICO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN IBEROAMÉRICA Introducción En los tiempos actuales existe un amplio consenso sobre el papel que las universidades pueden y deben desempeñar para contribuir al desarrollo socioeconómico de su entorno, al tiempo que siguen desarrollando sus funciones básicas de generación y transmisión de conocimiento a través de sus actividades clásicas de docencia e
La evolución del modelo de universidad de Humboldt del siglo XIX (Humboldt, 1810) basado en los principios de unidad de investigación y docencia, libertad de docencia y auto-gobierno académico para las funciones de generación y transmisión de conocimiento, como evolución a su vez de la universidad medieval, ha dado paso, desde finales del siglo pasado, a un nuevo modelo de universidad incorporando nuevas funciones, como la denominada 3ª misión y el compromiso de la educación superior con la sociedad. En efecto, la constatación de la evidencia del valor que el conocimiento puede tener para el desarrollo socioeconómico de las sociedades del siglo XXI ha hecho que las relaciones de la universidad con su entorno más próximo adquieran una especial atención e importancia. La introducción y generalización de la 3ª misión, además de las de docencia e investigación, lleva a la universidad a una mayor interacción con el mundo no académico, compartiendo conocimiento con la sociedad civil con un mayor compromiso para contribuir a la resolución de los grandes retos sociales y mayor implicación con su desarrollo económico y social. El desarrollo de esta tercera misión ha seguido trayectorias algo diferentes en España en el contexto europeo y de los países desarrollados del Norte con respecto a América Latina. 113
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A nivel español, la Estrategia Universidad 2015 EU 2015 (Ministerio de Educación, 2010) propone 4 ejes estratégicos de actuación: i.
Misiones: formación, investigación, tercera misión.
ii.
Personas: estudiantes, personal docente e investigador, personal de administración y servicios.
iii.
Capacidades: financiación y gobernanza, internacionalización, calidad, comunicación.
iv.
Entorno: relaciones universidad – ciudad – territorio, contribución socioeconómica de las universidades, entornos accesibles, inclusivos, sostenibles y saludables.
Este enfoque holístico y comprensivo de la EU 2015 ya considera ,desde su lanzamiento en 2008, el eje del entorno como un eje estratégico de actuación de las universidades diferenciado de la 3ª misión entendida aquí como centrada en la transferencia de conocimiento y tecnología y la responsabilidad social universitaria.
“El programa CEI introduce, además, un nuevo concepto de campus universitarios como entornos territoriales donde se desarrolla la vida universitaria, integrados social y económicamente con el territorio urbano o regional donde se ubican"
La EU 2015 se desarrolla, fundamentalmente, a través del programa Campus de Excelencia Internacional CEI (Delgado, 2017). En este modelo de CEI, la interacción de las universidades con el entorno de conocimiento, administrativo y socioeconómico, es decir, con centros y parques de investigación y tecnológicos y otros agentes del conocimiento, empresas, administración y organismos de la sociedad civil, desarrolla comunidades territoriales de educación, investigación e innovación orientados a conseguir la excelencia internacional en áreas específicas de conocimiento.
Características fundamentales del programa CEI son la agregación estratégica de universidades entre sí y con otros centros de conocimiento y empresas, la especialización en áreas prioritarias y la internacionalización, contribuyendo a la generación global de conocimiento que se transmite al entorno territorial más cercano. El programa CEI introduce, además, un nuevo concepto de campus universitarios como entornos territoriales donde se desarrolla la vida universitaria, integrados social y económicamente con el territorio urbano o regional donde se ubican, con alta calidad de servicios y sostenibilidad ambiental que contribuyan a aumentar el atractivo del territorio para el talento internacional y las inversiones relacionadas con el conocimiento. En el contexto europeo, la contribución de las universidades a la sociedad del conocimiento ha venido marcada por dos grandes procesos estratégicos: i.
El Proceso de Bolonia para desarrollar el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), en el aspecto fundamentalmente educativo.
ii.
La denominada Agenda de Modernización de las Universidades, como parte de la Estrategia Europa 2020, en los aspectos de investigación, innovación y transferencia de conocimiento.
En ambos procesos, se parte del tremendo potencial de las universidades en el proceso hacia la sociedad del conocimiento, como entidades generadoras de conocimiento que, además, puede ser transferido y aplicado a la innovación, por su papel central en el triángulo del conocimiento que forman educación, investigación e innovación. En el aspecto educativo, sucesivos Comunicados Ministeriales de los 47 países que componen el EEES, han incidido en la necesidad de mejorar la educación y formación especializada no solo en aspectos cognitivos, sino también en valores transversales de los ciudadanos, investigadores, tecnólogos y profesionales necesarios para desarrollar la sociedad del conocimiento, incluyendo en los currículos formativos las habilidades y competencias necesarias para ello. En los aspectos de investigación, transferencia e innovación, la renovada agenda de modernización de la educación superior en Europa (Comisión Europea, 2011) se propone liberar el potencial de las instituciones de educación superior para cumplir su papel en la sociedad, contribuyendo al desarrollo socioeconómico y a la prosperidad. 114
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Para ello entre otras medidas se propone el hacer funcionar el triángulo del conocimiento, vinculando la educación superior, la investigación y las empresas para la excelencia y el desarrollo regional, a través de medidas políticas para los estados miembros y las universidades: a) Estimular el desarrollo de habilidades emprendedoras, creativas y de innovación en todos los programas de estudio. b) Reforzar la infraestructura de transferencia de conocimiento de las universidades, promoviendo su capacidad de creación de y participación en empresas basadas en el conocimiento. c) Fomentar la asociación y la cooperación con las empresas como actividad básica de las instituciones de educación superior, mediante incentivos y reducción de los obstáculos reglamentarios y administrativos. d) Promover la participación sistemática de las instituciones de educación superior en el desarrollo de planes integrados de desarrollo local y regional, y orientar el apoyo regional hacia la cooperación entre la educación superior y las empresas, en particular para crear polos de excelencia y especialización. Así, el concepto de creación de ecosistemas territoriales de conocimiento centrados en la universidad ha sido desarrollado tanto a nivel español en los CEI como, posteriormente, a nivel europeo en los “co-location centers” de las Comunidades de Conocimiento e
Innovación del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología y en las Alianzas del Conocimiento del programa Erasmus, como proyectos para fomentar la cooperación universidad – empresa. En América Latina, el movimiento de reforma universitaria durante la primera mitad del siglo XX lleva a un modelo de universidad con una importante dimensión social, como institución de democratización y de reforma social con actividades de enseñanza, investigación y extensión social o 3ª misión, entendida como colaboración con los sectores menos favorecidos de la población (Castro y Vega, 2009). Este modelo difiere del europeo que incide más en el desarrollo socioeconómico de su entorno, mientras que, en este caso, el concepto de extensión como actividad académica incide más en el desarrollo social de la población, en ocasiones con tensiones respecto la relación universidad – empresa, considerada poco compatible con el servicio público que deben prestar las universidades. Sin embargo, a fines del pasado siglo, se promueve en las universidades latinoamericanas un concepto de 3ª misión más acorde con el de los países desarrollados del norte, con la creación de espacios favorables para su desarrollo como las oficinas de transferencia de tecnología, incubadoras, parques científicos, etc. Por tanto, puede decirse que, aun cuando pueda seguir siendo objeto de controversia, el modelo de universidad en la sociedad del conocimiento sigue ahora pautas similares en América Latina a las vigentes en los países del norte.
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Los modelos de hélices para el desarrollo regional. Universidad e innovación El papel que el conocimiento, y sobre todo la innovación, tienen en el crecimiento económico ha sido objeto de estudio en los últimos años. En las teorías del crecimiento económico, los modelos de hélices (European Union. Committee of the Regions, 2016) se basan en la interacción entre los principales actores del proceso de innovación: industria, universidad y gobierno en el modelo de triple hélice, más la sociedad civil en el modelo de cuádruple hélice, para acelerar la transferencia de los resultados de la investigación y la innovación al crecimiento económico. Según estos modelos, la innovación sería el resultado de un proceso interactivo entre diferentes esferas de actores, cada uno según su función en la sociedad, que comparten conocimiento y transferencia de “saber hacer” con un papel preciso para cada esfera en el apoyo al crecimiento económico, a través de la innovación. La amplia aceptación de estos modelos ha influido en el desarrollo de las políticas universitarias, para fomentar la contribución de las universidades a la innovación en función de los análisis del papel de las universidades para contribuir a la innovación empresarial y social. En los modelos actuales de innovación, se acepta que hace falta mucho más que solo investigación y desarrollo para el éxito de los procesos de innovación, pues la innovación es un proceso empresarial donde la interacción con el mercado es esencial.
Innovación Nacionales y Regionales para la Especialización Inteligente RIS3 establecidas, como instrumento de la Política de Cohesión para el periodo 2014 – 2020, como agendas para la transformación económica territorial en base al conocimiento (educación, investigación e innovación) con características de:
Apoyo a políticas e inversiones para un desarrollo basado en el conocimiento centrado en las prioridades, retos y necesidades del entorno regional o nacional.
Aprovechando fortalezas, ventajas competitivas y potencial de excelencia de cada territorio.
Promoción de la innovación tecnológica y práctica, estimulando la inversión privada.
Involucrando a los principales actores (modelo cuádruple hélice).
Las estrategias RIS3 de especialización inteligente se enmarcan en la iniciativa emblemática de Innovación de la Estrategia Europea 2020 para convertir la UE en una economía inteligente, sostenible e integradora. Se trata de convertir la innovación en una prioridad para todas las regiones, mejorando los procesos de innovación, así como la coordinación e implicación de los actores, de modo que empresas, centros de investigación y universidades trabajen juntos identificando las áreas de especialización prioritarias, pero también los puntos débiles que dificultan la innovación.
En estas condiciones, los resultados de investigación e inventos plasmados en patentes y licencias no son la contribución más importante de las universidades a la investigación (European Commission, 2008). Aspectos como el suministro de profesionales cualificados, doctores e investigadores a la industria, la solución conjunta de problemas empresariales, el uso de la universidad como espacio público por la empresa o la explotación del conocimiento codificado, etc. pueden ser tan o más importantes que la explotación de la propiedad intelectual del conocimiento generado por las universidades.
Estas estrategias requieren un enfoque territorial integrado para la transformación económica con distintas vías para la innovación y el desarrollo regional, según el contexto local y regional específico.
Especialización Inteligente
Al hacer estas propuestas de futuro, si bien se conoce en parte lo ya mucho y bueno realizado en este sentido en varios países de América Latina, no se parte de un análisis exhaustivo de las acciones en marcha
La aplicación de estos modelos a nivel europeo ha encontrado un marco para su desarrollo en las Estrategias de Investigación e
Propuestas de futuro En base al análisis efectuado en las secciones precedentes y a la valoración de las estrategias y experiencias descritas, se sugieren, ahora. algunas posibles propuestas de actuación para la mejora de la vinculación universidad – entorno en el Espacio Iberoamericano del Conocimiento.
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
“El papel que el conocimiento, y sobre todo la innovación, tiene en el crecimiento económico ha sido objeto de estudio en los últimos años”
para su revisión, sino que se parte del análisis global expuesto, teniendo en cuenta que, en otras regiones y países del mundo, especialmente Asia, Europa y América del Norte están en marcha estrategias y acciones hacia la sociedad del conocimiento. Si bien no es probable que todos los países alcancen el éxito en este proceso, no es menos cierto que para la región es importante no quedarse atrás en el empeño de conseguir una mayor vinculación universidad – entorno, como medio para liberar el potencial de las universidades para contribuir a un modelo de crecimiento socioeconómico sostenible basado en el conocimiento. Las propuestas se hacen considerando, también, que en el contexto actual de persistencia de los efectos de la crisis económica no son previsibles grandes alegrías presupuestarias a nivel nacional o regional que permitan la implantación de medidas de alto coste, por ello para cada medida propuesta, se hace una valoración, siempre discutible, del coste, dificultad y posible impacto de su implantación. Las iniciativas propuestas presentadas en la Tabla 1 se plantean según su relevancia para la vinculación universidad – entorno en general con aspectos específicos de empleabilidad e innovación, según las misiones funcionales de docencia, investigación, transferencia y transversales de digitalización e internacionalización. Una condición para la eficaz implantación de estas iniciativas de las que, por limitaciones de espacio no pueden exponerse aquí ejemplos exitosos ya realizados o en marcha, o de otras posibles, es que su consideración no depende de ideologías o posiciones políticas prefijadas, más allá del debate sobre el carácter de servicio público de la educación superior. Por tanto, su consideración requiere tan solo del conocimiento y convencimiento de que una mejor vinculación universidad – entorno requiere de medidas en cierto modo radicales, cambiando culturas y modos tradicionales de hacer y qué medidas más prudentes de tipo incremental podrían conllevar el retraso de la región en su avance hacia la sociedad del conocimiento, relegando el papel de las universidades en este proceso.
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Tabla I. Recomendaciones para la mejora de la vinculación universidad - entorno
R1
R2
R3
R4
R5 R6
R7
R8
R9
R10
R11
Descripción
Coste
Dificultad
Impacto
Vincular a las empresas en el diseño de los programas de estudio. Se trata de atajar el desajuste observado en muchos países entre la oferta académica de titulados y las necesidades reales de los empleadores. La participación de la empresa conocedora en tiempo real de las necesidades de conocimientos y habilidades y competencias transversales no cognitivas que precisa, permitiría una mayor sintonía entre la oferta académica y la demanda del mercado laboral. Flexibilizar los modos de estudio. Promover una mayor variedad de modos de estudio: tiempo parcial, a distancia, por módulos de aprendizaje, educación continua de adultos, reciclaje de profesionales ya en el mundo laboral, etc. Promover pasarelas entre programas de formación profesional y de capacitación técnica con la universidad. Incluir en los programas de estudio competencias y habilidades transversales no cognitivas. Abrir los programas de estudio a las competencias transversales necesarias para la sociedad del conocimiento del siglo XXI: liderazgo, comunicación, trabajo en equipo, emprendimiento, digitalización, creatividad, solución de problemas complejos, flexibilidad, etc. Observatorio del mercado laboral. Establecer o reforzar mecanismos de realimentación de la reacción del mercado laboral a la oferta de graduados y de estudios de posgrado, con uso combinado de encuestas entre estudiantes y empresas y datos administrativos, cruzando bases de datos de egresados universitarios con datos de la seguridad social por grupos de empleo. Especialización institucional. A nivel institucional se debería promover una especialización en los temas prioritarios y puntos fuertes de cada institución, evitando una excesiva homogeneización y uniformidad de los programas de estudio ofrecidos en universidades próximas. Programas cooperativos con la industria. Fomentar a nivel universitario programas cooperativos de formación dual en la que se puedan combinar periodos de formación en la universidad con periodos de formación en la empresa. Potenciar programas de pasantías, prácticas curriculares y no curriculares en la empresa, formación en el trabajo, etc. Infraestructuras de intercambio de conocimiento. Reforzar las infraestructuras de intercambio de conocimiento de las universidades con las empresas y la sociedad: Oficinas de Transferencia y de Ciencia en Sociedad, Incubadoras, Talleres de Innovación y Creatividad, etc., e incrementar su capacidad de generar y en su caso participar en empresas de nueva creación origen universitario (start-ups y spin-offs). Colaboración público – privada. Promover colaboraciones universidad – empresa en temas de: investigación aplicada de interés empresarial, emprendimiento tecnológico con apoyo de empresas a proyectos de emprendimiento universitario, cátedras universidad – empresa, contratos de investigación corporativa, doctorados industriales, prácticas de formación y entrenamiento en empresas, etc. Implicación de las universidades en los planes de desarrollo regional. Promover la implicación sistemática de las universidades como entidades generadoras y transmisoras de conocimiento en los planes de desarrollo y crecimiento económico regional, favoreciendo el apoyo regional a la cooperación universidad – empresa con objetivos específicos de creación de nodos regionales de excelencia y especialización en temas concretos de interés regional. Aprovechar el potencial de las Tecnologías de Información y Comunicación. Uso de las TIC para desarrollar experiencias de: aprendizaje más personalizado, docencia e investigación más efectivo con combinación de parte presencial y virtual. Promover el uso de plataformas virtuales para educación y aprendizaje, investigación e innovación. Participación en redes globales de educación, investigación e innovación. Promover la participación de las universidades en las redes globales de generación y transmisión de conocimiento e innovación, actuando como nodo de estas redes y aplicando el conocimiento así adquirido al entorno.
Bajo
Media
Alto
Bajo
Media
Medio
Medio
Alta
Medio
Medio
Media
Medio
Medio
Alta
Medio
Medio
Media
Alto
Alto
Media
Alto
Medio
Alta
Alto
Bajo
Media
Alto
Medio
Media
Alto
Bajo
Media
Medio
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Referencias Humboldt, W. von. Über die innere und äussere Organisation der höheren wissenschaftlichen Anstalten in Berlin (1810). Commission of the European Communities (2011). Communication from the Commission to the European Parliament, The Council, The European Economic and Social Committee and the Committee of the Regions. Supporting growth and Jobs – an agenda for the modernisation of Europe’s Higher Education systems. COM(2011) 567/2.
Castro, E. y Vega, J. (2009). Las relaciones universidad-entorno socioeconómico en el Espacio Iberoamericano del Conocimiento. Revista iberoamericana de ciencia, tecnología y sociedad. V.4 n12. ISSN 1850-0013. European Union. Committee of the Regions (2016). Using the Quadruple Helix Approach to Accelerate the Transfer of Research and Innovation Results to Regional Growth. Catalogue number: QG-02-16-576-EN-N. ISBN: 978-92-895-0890-2. European Commission. European Research Area (2008). Knowledge for Growth. European Issues and Policy Challenges. EUR 23725 EN.
Delgado, L.; Campus de Excelencia Internacional. Hacia una Reforma Estructural del Sistema Universitario Español. La Cuestión Universitaria, 9. 2017, pp 46-59. Ministerio de Educación (2010). Estrategia Universidad 2015. El camino para la modernización de la universidad. Junio 2010.
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Álvaro Antonio Escobar Soriano Director de Docencia de Postgrado UNAN-Managua, Nicaragua
El posgrado inicia una nueva etapa –de consolidación y modernización– la cual debe orientarse al ordenamiento y el desarrollo de la investigación y la innovación; a fin de obtener valor agregado del conocimiento producido por la masa crítica que se está formando.
La investigación, en muchas instituciones, se ha desarrollado más en las áreas ciencias médicas y ciencias sociales a nivel preventivo y comunitario respectivamente. No obstante, su impacto no se está midiendo, por ello es necesario iniciar investigaciones para conocer la contribución a la sociedad y en qué nivel. Por otro lado, se requiere estudiar la factibilidad de desarrollar las áreas: ciencias naturales, ingeniería, tecnología y ciencias agrícolas.
La retención, promoción, titulación deben considerarse desde la perspectiva de la eficacia y eficiencia de los programas, como indicador de calidad de estos. Por ello, es preciso iniciar estudios que permitan crear una estrategia para mejorar la promoción y graduación con alta calidad.
Fomentar la integración entre docencia e investigación, mediante la creación de grupos de docentes-investigadores, impactará de manera efectiva en grado, en posgrado (interdisciplinaridad y transdisciplinaridad) y en la realidad nacional.
Para obtener valor agregado con la internacionalización, se requiere cumplir con la autoevaluación, evaluación y acreditación de los programas. Esto dará impulso a los mismos, en el tema de la calidad, lo que será mejor considerado por la demanda nacional y extranjera.
Estudios sobre graduados, oferta y demanda de programas son aspectos desatendidos en posgrado. Realizarlos favorecerá el acercamiento a estos y a la empresa privada, lo que a su vez será una oportunidad para medir su impacto.
IDEAS PARA LA VINCULACIÓN UNIVERSIDADENTORNO Y LA PROMOCIÓN DEL POSGRADO DESDE UNA JOVEN UNIVERSIDAD DEL ESPACIO IBEROAMERICANO Cuando las instituciones son jóvenes, quizá se pueda pensar que no tienen nada que decir a otras con mayor edad. Objetivar un espacio Iberoamericano, es dictar un orden inverso al planteado en el título de este artículo. Por ello, con la metáfora de un enroque geográficovirtual, desde un espacio americano-ibero, y desde la universidad latinoamericano, se plantean algunas ideas que pueden ayudar a mejorar la vinculación universidad entorno y la promoción del posgrado, como uno de los eslabones que impulsará el desarrollo de nuestras sociedades en las próximas décadas. La educación superior en América latina, y dentro del espacio de Iberoamérica, está experimentando transformaciones, unas más vertiginosas que otras, pero en fin sobre la línea de mejorar y alcanzar la calidad educativa, científica y, con ello, el progreso de la sociedad. Así, en este cuarto del nuevo milenio las universidades, en especial en el nivel de posgrado, se reconfiguran en nuevas etapas en las que se requiere tomar acciones concretas para adaptarse a las exigencias sociales, por tanto, se puede afirmar que:
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Cada uno de los aspectos abordados, presentan de manera transparente el avance y capacidades logrados. No obstante, implican retos para el futuro inmediato, mediato y extenso. Así, de acuerdo con el avance que se vaya logrando, se generará la mejora positiva del posgrado en:
La organización de la universidad, los programas se consolidarán en temas como la gestión, la investigación y la autoevaluación. Por tanto, a largo plazo, se podrá reestructurar el sistema, en una nueva estructura, siguiendo la tendencia internacional, o en una nueva estructura semiautónoma que favorezca el desarrollo pleno del posgrado en nuestras casas de educación superior.
“La transformación del posgrado en Educación Superior latinoamericana”
Los planes de desarrollo humano de los países, mejorarán: el nivel de formación en los diferentes subsistemas educativos, la producción científica, la productividad del país (en las instituciones públicas y privadas), la capacidad de resolver problemáticas no solo a nivel local, sino a nivel nacional y finalmente el nivel de vida, no solo de los graduados, sino de la población en general.
Si las anteriores son nuestras implicaciones, ¿por qué se parecen tanto a las de muchas instituciones educativas de educación superior, en nuestro ámbito latinoamericano y en un contexto específico en el Centroamericano? ¿Cuál es la realidad que compartimos y por qué se parecen? Son interrogantes válidas que ponen al espacio Iberoamericano en problemas frente a la “otra América” y en el concierto de los demás continentes. Antes de entrar en cualquier propuesta, no se debe olvidar que ya existen muchos mecanismos de integración, que pueden utilizarse como plataforma para alcanzar un verdadero desarrollo en el posgrado, en las instituciones de educación superior de Iberoamérica. Algunas ideas que sean consideradas propuestas de futuro, para mejorar las relaciones interuniversitarias, la vinculación universidad entorno y la promoción del posgrado, que contribuyan al desarrollo, son las siguientes:
Para mejorar las relaciones interuniversitarias
La funcionalidad del sistema con énfasis en: a) ingreso, matrícula, registro y apertura de los programas, los que deben ajustarse al calendario académico de la universidad, b) retención, promoción y graduación, con el seguimiento de los programas mediante una estrategia de acompañamiento académico-científico comprometido, y c) compromiso de los profesores nacionales y extranjeros a participar genuinamente en los programas tanto en la docencia y la tutoría como en la investigación.
En la toma de decisiones, de cara a lograr una institución de avanzada en los diferentes campos del conocimiento donde esta tiene fortalezas, y asumir nuevos retos en áreas –en las que hay poca o no se tiene experiencia – en las que se puede invertir y desarrollar.
Las relaciones entre universidades ocurren primero entre personas, por tanto, la docencia es el vínculo ideal para que las instituciones puedan comunicarse, conocerse y valorarse desde sus particularidades, las que incluyen potencialidades y aspectos por mejorarse. Por ello, es necesario que estos, mediante dos vías puedan acceder a estas realidades: la oportunidad de que docentes de una universidad puedan hacer pasantías en otras universidades (para impartir cursos y planificar proyectos conjuntos), con el debido acompañamiento de sus homólogos, a fin de tener contacto directo con los principales desarrolladores de conocimiento en áreas específicas de interés mutuo y la extensión de estas pasantías, al retornar a los países, mediante el uso de las tecnologías de la comunicación. Es decir, las pasantías docentes deben extenderse y convertirse en el principal
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
vínculo entre las instituciones, de tal manera que cada docente sea parte de la planta de las otras universidades. Esto tiene sus implicaciones desde múltiples aristas, sin embargo, tres son las de mayor importancia: la financiación, la internacionalización y la formación. En el primer aspecto, las instituciones deben analizar cuáles son las áreas que requieren desarrollarse y en consecuencia seleccionar a equipos de docentes –se recomiendan las triadas, la experiencia indica que una persona sola muchas veces reduce sus potencialidades cuando se relaciona con una cultura diferente– que puedan incursionar en estas y financiar sus estancias mediante fondos en común con la universidad homóloga. El segundo aspecto, permitirá acompañar estos procesos con la firma de convenios de apoyo recíproco y solidario, a fin de que las instituciones con mayores recursos apoyen, inicialmente, a las de menor capacidad económica. El tercer aspecto se relaciona con el primero, porque la selección debe hacerse sobre la base del nivel de formación y calidad de esta, a fin de que las pasantías sean productivas.
En la actualidad, se puede señalar que la universidad, especialmente en Centroamérica, está empezando a incursionar en el tema de la investigación. Se pueden visualizar dos posiciones sobre este tema: la que tilda de atraso y falta de interés de estas por desarrollarla y la que culpa de ello al sistema universitario heredado por la universidad europea francesa. A parte de este debate, lo que se requiere es más acción en la ruta de alcanzar un desarrollo investigativo real. La formación de personal en universidades europeas y americanas, especialmente en España y Estados Unidos, ha sido una tendencia en las universidades latinoamericanas. Esto ha dependido exclusivamente de la visión de los programas de cooperación, los que dan las oportunidades en áreas de su interés. Así, se han formado miles de profesionales, pero estos al retornar a sus países no encuentran el contexto necesario para continuar ampliando su campo, entran en procesos de frustración y terminan retornando al país de formación, por tanto, no son aprovechados para el desarrollo de la ciencia en la institución de origen ni en su país. Para aprovechar el recurso humano formado (tanto por instituciones formadoras como por la solicitante), se requiere que:
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
1. Las instituciones solicitantes analicen en qué áreas son fuertes y en qué nuevas áreas quieren desarrollase, a fin de potenciar e invertir en formación de nuevos cuadros. 2. Permitir que las universidades seleccionen del menú de ofertas de formación, aquellas que permitan desarrollar las áreas en que, la institución de origen del beneficiario, sean fuertes y en aquellas en que se quiera empezar a desarrollarse. 3. Ambas instituciones deben firmar acuerdos para: a) que los equipos formados sean parte de equipos de investigación de la universidad formadora, por tanto seguirán relacionados con esta nutriéndose y alimentándola con su investigación, b) crear las condiciones (físicas y económicas), para que los equipos de investigación continúen su trabajo e impulsen nuevas líneas para el desarrollo de sus países de origen, pero con visión internacional, c) fomentar intercambios de producción científica tanto en los países de origen de los formados como en los países donde recibieron la formación. 4. Las instituciones solicitantes deben pensar en la formación de equipos de profesionales y no de personas individuales (mínimo equipos de tres), esto permitirá tener grupos de docentesinvestigadores, impactando de manera efectiva, en posgrado (interdisciplinaridad y transdisciplinaridad), en grado y en la realidad nacional. 5. Ambas instituciones deben potenciar y apoyar a los cuadros formados en la gestión de recursos en las diferentes agencias internacionales de cooperación, a fin de garantizar el éxito de la formación. Esto viabilizará la consolidación de los grupos de investigación, la creación de centros de investigación y laboratorios de desarrollo. 6. La figura de docente investigador tiene mucha relevancia en este proceso, porque las instituciones deben facilitar que los equipos formados, inicien nuevos procesos de formación, contando con el apoyo de los docentes de las universidades de formación. El potencial de este tipo de relaciones, basadas en el respeto, la confianza y la cooperación solidaria y mutua es enorme y puede, rápidamente, en el futuro potenciar nuevos conocimientos y desarrollos tecnológicos que abonen a la mejora de las sociedades de los países iberoamericanos. Solo así, el proceso será sostenible y no se diluirá o retornará al país de formación.
Para mejorar la vinculación universidad entorno
Para mejorar la vinculación universidad entorno, se requiere orientar la planificación de las instituciones a fomentar una relación verdadera entre los programas de posgrado y las realidades sobre las cuales pueden incidir, mediante la investigación: grupos sociales, comunidades, empresas públicas y privadas. Es decir, se requiere hacer un análisis in extenso sobre cuáles son los programas que están tocando los diferentes entornos y evaluar cuál es su impacto en el desarrollo social, ambiental, económico y tecnológico. Además, estos deben convertirse en gestores y promotores de que los resultados e implicaciones de los proyectos de investigación, se materialicen en proyectos de inversión y sostenibilidad, favoreciendo el enlace entre la universidad los grupos de cooperación, la empresa privada y los grupos sociales. Estos últimos deben ser objetos de sostenibilidad bajo condiciones y responsabilidad compartida. Por otra parte, el potencial humano formado aún no se está captando. Es decir, el graduado de posgrado, dada sus características ya está inserto en la sociedad a diferentes niveles, ganando experiencia en sus campos de formación y otros campos que el mercado laboral le exige. Este sector debe ser otro eslabón para mejorar la vinculación entre la universidad y su entorno, por tanto, deben incluirse en proyectos de desarrollo investigativo e innovación y en redes de actualización tanto hacia ellos como de ellos hacia la institución.
Para mejorar la promoción del posgrado
Para mejorar la oferta académica del posgrado, primero estos deben consolidarse en temas como la gestión, la autoevaluación y la inversión en investigación. En segundo lugar, las instituciones deben consolidar los programas más exitosos y compactarlos en ofertas sólidas que demuestren poder ofrecer graduados con calidad y capacidad de cambiar las realidades, a decir, con las competencias para lograr las ideas planteadas en los acápites anteriores. En tercer lugar, internacionalizar aquellos programas consolidados con el fin acreditarlos. Esto dará impulso a los mismos, en el tema de la calidad, y cuyo valor agregado será tener mayor prestigio y por tanto 123
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
consideración por la demanda nacional y extranjera. En último lugar, no solo debe pensarse en la incorporación de las TIC, sino utilizarlas como herramientas de apertura y ampliación de cobertura de los programas, que sean requeridos por segmentos sociales, públicos o empresariales, tanto a nivel local como del espacio iberoamericano. Para finalizar, la idea de mejorar la vinculación entre universidades debe fundarse sobre la base del respeto mutuo, la cooperación y solidaridad. De ahí, la alta responsabilidad de los actores en temas como la transferencia real de conocimiento, tecnología, recursos humanos y económicos es vital para el desarrollo de Iberoamérica en conjunto, sin la fragmentación actual. Esto permitirá la mejora de la vinculación de las universidades con el entorno en mayúsculas, y por consiguiente se tendrá una oferta diferenciada por microrregiones y regiones, pero con amplia cobertura, mediante el uso de las TIC. En este espacio, las universidades latinoamericanas y especial las centroamericanas como la UNAN-Managua pueden aportar en la consolidación de este ámbito académico-geográfico.
“La Educación Superior latinoamericana está madurando y puede aportar en la mejorara del futuro de Iberoamérica”
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Jorge S. Estenssoro Moreno Director de Postgrado Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra Bolivia
ROL Y RESPONSABILIDAD DE LAS UNIVERSIDADES EN UN GRAN CAMBIO “La Paideia es el conjunto de modelos de evolución de la humanidad; creados por sus grandes maestros y todos ellos, parten de los valores atemporales” Lucat. Universitas Cuando nos referimos al concepto, o el significado, de “universidad” y aunque suene repetitivo, -por considerarlo concepto de manejo corriente entre docentes- es necesario recordar que viene del griego “universitas”, que comprende la multiplicidad o la atomización de lo que llamamos ciencias, pero que converge inexorablemente en la unidad, en una sola Gran Ciencia; como concepción profunda de la verdadera Sabiduría. Quizás relacionada con aquella “Teoría Unificada” buscada por Albert Einstein; o la inteligencia pura o Manas que nos planteaban los Herméticos, o la quinta esencia o chacra del puro conocimiento de los indios, o bien, ese 2% indescifrable del mapa del genoma humano, en una perspectiva e intento por citar algunos ejemplos, de la multiplicidad de interpretaciones y la unidad del conocimiento humano que, como “universidad”, algún día debemos enfrentar sin sesgo.
Así, la universidad fue concebida como el “Alma Mater”, como la procreadora y transformadora del hombre por obra de la Sabiduría, la Gran Ciencia, al alero de una especial y sutil docencia, que impulsaba la educación y la evolución. Educación Educación, del educire griego que quería significar “sacar de adentro”. Un extraer desde dentro del hombre, primero, el reconocimiento propio de su esencia, procurando el autoconocimiento de la lógica contenida en cada una de sus cuatro estructuras básicas como son: su construcción física, su funcionamiento biológico, su extenso campo emocional, desde lo más instintivo, hasta lo más sublime y su estructura racional. Cuatro componentes, o cuerpos, de un cuaternario inferior, donde los tres primeros, al parecer, se encuentran suficientemente desarrollados, quedando el cuarto todavía por actualizar como camino necesario para entregar el liderazgo a la razón, que todavía no es una. Cuando aludimos a la razón, no nos referimos a esa mezcla de entelequias y emociones abajadas y egoístas que hoy tienen a la humanidad y a nuestro planeta al borde del colapso. Cuando señalamos a la razón, queremos vincularla a aquella conectada directamente con la inteligencia superior, a aquella que no responde a interés particular alguno, sino a lo global. Nos referimos a aquella razón, que al decir de los antiguos sabios (aunque se le atribuye a 125
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Euclides) sólo alcanzaría actualmente un desarrollo de 0, 141592 y eso, concebido sólo para los hombres que reconocemos como los más racionales, es decir, como humanidad tendríamos apenas 3, 141592 de evolución, restándonos la diferencia para cuadrar el círculo o alcanzar el número cuatro que nos otorgaría la condición de un estado humano completo, en total posesión de la razón una. Ética y Moral Segundo, una educación que conecte al hombre con su esencia ética, con los valores universales atemporales, con aquellos que no se relativizan y que hoy cada cual, cada grupo, cada seudo ideología, las sociedades enceguecidas en su mayoría, las masas de mujeres y hombres envilecidos interpretan a su antojo y arbitrio generando la inmoralidad, las tiranías, las inequidades, las faltas de respeto y la destrucción de nuestro hábitat y de la naturaleza en general. La ética, que viene del ethos griego y la moral que viene del mores romano, es donde tenemos que apuntar, entendiendo a la Ética como la prédica de las virtudes y valores, y a la moral como la práctica de estas virtudes y valores, reconociendo que para nuestro mundo occidental ambas son conceptos equivalentes en su ejercicio o aplicación. Para acercarnos, de manera simple, a lo que denominamos virtudes, basta con plantearnos, como base, el noble óctuple sendero del budismo: a) recta comprensión; b) rectos pensamientos; c) rectas palabras; d) recta acción; e) rectos medios de vida; f) recto esfuerzo; g) recta atención y; h) recta concentración. Ahora, los valores siempre tendrán una relación o derivación de las virtudes dentro de los cuales podemos citar los siguientes: tolerancia, para comprender que, así como hay seres mayores que nosotros, también los hay menores, pero en todos subyace una porción de la verdad. Autoridad moral, la certeza para ejercer siempre las virtudes. Solidaridad, ponerse en el lugar del otro. Benevolencia, en el ejercicio permanente de la generosidad, gentileza y cortesía. Clemencia, saber perdonar. Fortaleza, firmeza incorruptible en la conducción. Equidad, dar a cada quien lo que le es propio en justicia e imparcialidad. Dignidad, equilibrada autoestima y respeto. Fecundidad, correcto esfuerzo para un buen fruto. Lealtad; buena fe y fidelidad a la palabra. Perseverancia, consecuencia en nuestros proyectos y propósitos. Generosidad, obsequiar a quien lo necesite. Honestidad, veracidad e incorruptibilidad,
ante todo. Creatividad, empeño, talento e inspiración. Sensibilidad, amor a todo lo creado. Fraternidad, respeto por todos los hombres y sus culturas. Nobleza, reconocimiento de los errores propios y aciertos de los demás. Paz, mantener la paz consigo mismo y cultivarla con los demás. Eclecticismo, respeto por las creencias y lo mejor del genio humano. Prudencia, autocontrol, discreción y aplicación de la sabiduría y experiencia. Alegría, saber reír y disfrutar de los buenos momentos. Paciencia, paz y ciencia ante una crisis. Pulcritud, cuidar la salud y la limpieza en todo lugar. Auto crítica, ser formal, responsable y estricto con sus propios actos. Humildad, aceptar los desafíos de la vida, con austeridad, sin jactancias y fortaleza.
“Urge, más que nunca, que nuestras universidades salgan a proponer al mundo una vuelta a la ética, los valores y la educación de calidad”
Vinculación universidad-entorno Si alguien se pregunta qué tiene que ver este recordatorio de conceptos, con la vinculación de la universidad con su medio entorno y más aún, con los posgrados, resultaría más que evidente otra pregunta: ¿cuánta relación tiene esto que llamamos “universidad moderna” con la sabiduría, con el “alma mater”, con la unicidad de la Ciencia, y con lo que debería ser el centro procreador y transformador del hombre? Más allá de ser “preparadores” de gente, por la cual pasa un río de conocimientos, con un milímetro de profundidad y si acaso les quedan algunas gotas, con ellas sólo pasan a engrosar las filas de cientos de “profesionistas” sin valores y que sólo pasan a servir a los sistemas imperantes sin servir a su sociedad. Cabría entonces preguntarnos ¿qué somos las universidades de hoy?, ¿acaso simples negocios?, ¿ o un 126
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puñado de entusiastas que también fuimos presas del sistema? Tengo la certeza que hoy nos cabe una profunda reflexión al respecto. Si algún rol tiene y debe cumplir hoy la universidad; y digo hoy porque estamos en la era del conocimiento y de las comunicaciones, es recuperar su universitas universal. Urge, más que nunca, que nuestras universidades salgan a proponer al mundo una vuelta a la ética, los valores y la educación de calidad, más allá de la mera instrucción profesional que, dicho sea de paso, hoy se encuentra toda en el cyber espacio. Claro está que esto es un desafío y un proceso que tenemos que estar dispuestos a asumir, que, así como demoró varios años en su deterioro hacia la modernidad, demorará quizás menos en recuperarse, dado la masificación de las herramientas de la sabiduría y el conocimiento, que en la actualidad prácticamente está al alcance de todos, faltando sólo los maestros y docentes que sean capaces de usarlas y enseñarlas con una moral ecléctica. Concepto de educación de calidad A mi modesto entender, me asiste la certeza que lo primero que deberíamos intentar es definir qué significa el concepto de educación de calidad desde una perspectiva tradicional, como modo de ir en la búsqueda del hilo conductor extraviado. Desde la perspectiva del Investigador y filósofo Eduardo Lucat, educación de calidad es: “Aquel conjunto de doctrinas y acciones predeterminadas, tendientes a proporcionar a todos los individuos sin discriminación alguna, los fundamentos, los contenidos, las disciplinas, la planificación, las herramientas, y las tareas adecuadas y orientadas a hacer de él un ciudadano; dama o caballero, cociente (con la ciencia, con el conocimiento), culto y capacitado para construir una sociedad donde reinen los correctos pensamientos, los mejores sentimientos, y las buenas costumbres. Con la madurez suficiente, para integrar los valores y principios atemporales, fruto del genio humano, contenidos en cada cultura, sin distinción de credos, razas, nacionalidad, sexo, ni color; tendientes a hacer de él un ser más justo, más bueno, con un elevado sentido de la estética, y un decidido garante del cuidado de la fraternidad universal; donde coexisten la tierra, los animales, el medioambiente, y el mismo hombre.
Una educación de calidad debe propender, en todos los casos, a abrir el horizonte cultural, científico, y valórico integrales de modo que en su establecimiento tengan espacio, ordenamiento, y oportunidades de desarrollo todos los hombres y sus vocaciones, con estricto respeto de sus naturales diferencias e individualidades, alejando de su formación los dogmatismos y los integrismos, como de igual modo, la segregación y el consumismo en todas sus formas pues éstos constituyen las principales fuentes de perversión y resentimientos. Como también fuente de desorientación en los más jóvenes, que alimentan en ellos falsas creencias de poder y derechos pre escritos, sin respeto por la naturaleza que es ordenada y evolutiva, que se estructura sobre las obligaciones, los deberes y los respetos fundamentales a los derechos humanos, al medio ambiente y a los seres que la componen. Inequidades que también abonan la falta de compromiso con una actitud de servicio permanente, en pro de la convivencia armónica y de la paz”. Propuesta para una gran reforma (Jorge Estenssoro Moreno / Sucre 2016) El cambio debe ser propiciado desde la universidad, proponiendo desde su seno el desafío hacia un gran cambio, formulando modificaciones estructurales en la normativa que regula los planes y programas, incluyendo los niveles primario, secundario y superior, con una Gran reforma educacional. Algunas consideraciones a tener en cuenta en una reforma: a) Mejoramiento de la calidad de los docentes. b) Revalorización de la carrera docente. c) Planes y programas de instrucción con cátedras dirigidas a la educación. a) Mejoramiento de la calidad de los docentes Preparación de docentes en el grado de licenciados que deben estar preparados con los contenidos generales de nuestra definición de educación de calidad, y sobre esta base, estructurar la preparación de los mismos profesores en sus diferentes especialidades, planeando, de modo integral, una malla curricular, y exigencias acordes con la excelencia que queremos.
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b) Revalorización de la carrera docente Por otra parte, cuando de exigir excelencia se trata, a todas luces la condición sine - quanon será la calidad de los postulantes a la docencia. Por lo que tendrá que considerarse un exigente proceso de selección, otorgando prioridad a aquellos alumnos con promedio de enseñanza media o secundaria superior al 85% sobre 100 o equivalente, asegurando, de este modo, que quienes acceden a la carrera docente tengan la capacidad para una exigente malla curricular y la vocación, obligatoria para este propósito. Pero esta exigencia debe ser compensada con el aseguramiento de un piso mínimo de remuneraciones, semejante a cualquier universitario con 5 años, 10 semestres o más de estudio, sumado a otras garantías, como por ejemplo subsidios de viviendas de primera calidad, posgrados y perfeccionamientos continuos, etc., como incentivos para atraer a los mejores alumnos, quienes normalmente terminan en carreras como medicina, ingeniería o leyes, entregándoles, de este modo, garantía de status y dignidad a su vida profesional, una connotación acorde a su alta investidura y función en la sociedad.
c) Complementación de planes y programas con cátedras para la educación De esta forma, la diezmada educación puede ser restaurada con docentes altamente capacitados, conjuntamente con planes y programas de contenidos valóricos tradicionales y culturales, donde en sus mallas deberían considerarse cátedras tales como: Ética Clásica - Educación Cívica, Religiones Comparadas, Psicología, Filosofía Clásica, Introducción a la investigación filosófica, Diversidad Cultural Universal, Introducción a la Ciencia Política , Historia del Arte, Ecología, Reciclaje y Medio Ambiente, Educación para el Hogar, Aplicación de Energías Limpias, entre otras. Además del desarrollo de talleres, donde los educandos adquieran algunas habilidades en el trabajo con: maderas, estructuras metálicas, electricidad, soldadura, construcción, horticultura doméstica, etc. Educación para la globalización (Jorge Estenssoro Moreno / Sucre 2016) La globalización comienza en el hombre. Comienza con la expansión de su conciencia, sus conocimientos, el ejercicio de la ética, los valores y la moral; el cuidado del capital humano y natural; y las herramientas para alcanzar este estado están en la educación. La instrucción nos entrega 128
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las herramientas para ser profesionales, más la educación nos entrega la ética, los valores y la moral para ser humanos integrales y responsables. Por supuesto este proceso incluye a todos nuestros futuros profesionales, más allá de las primeras licenciaturas. Estudiantes que deben tener integradas en sus mallas créditos de carácter obligatorio y pre requisito de titulación, como herramientas éticas de aplicación moral, en sus distintas especialidades. Así, en una primera etapa, es necesario integrar en sus currículas cátedras como: Ética Clásica - Religiones Comparadas - Sicología aplicada - Historia Universal - Introducción a la Ciencia Política - Ecología y Medio Ambiente - Reciclajes y Contaminantes - Normas de Estandarización - ISO 26.000 - Energías Limpias y su aplicación - Tecnología e Innovación -Sicología Laboral - Normas Humanas y Laborales - entre otras, todas adaptadas a sus especialidades, como un modo de ir estableciendo las bases en la formación de profesionales social y naturalmente responsables.
cumplir con su responsabilidad, simplemente no pasa nada. Ahora, cuando el error es grave, entonces es “falla del sistema”. Pero esto no es así, la falla no es del sistema, pues el sistema no es un ente; la falla es del hombre que conforma estos sistemas, más allá de los imponderables, pues es éste quien falló en su responsabilidad, en sus valores, en su ética, en resumen, en su educación. Corresponde, entonces, que sea la universidad la que proponga, a través de sus facultades de derecho, este necesario complemento a las leyes, incluyendo las reformas necesarias en las distintas constituciones. Considerando, en esta revolución, la recuperación y complementación que hoy requiere la educación y la responsabilidad social y ambiental de los futuros educandos y profesionales. También es necesario incluir, dentro de la normativa, las exigencias que deben considerar los perfiles profesionales, de todo postulante a un cargo público, a lo menos. Funcionarios los cuales debieran tener en sus currículums, obligatoriamente, una cierta cantidad de diplomados o posgrados que tengan relación con la ética, estandarización y responsabilidad social. Los posgrados y diplomados de hoy
Normativas para la Responsabilidad Social Como es lógico inferir, hoy no podemos moralmente exigir aquello que no hemos entregado con una “educación deficitaria” y una “instrucción profesional incompleta”. Urge que la normativa legal contemple en la formación de los futuros profesionales, herramientas éticas, sociales y ambientales, pues sólo de este modo podrá catalogarse su NO aplicación como una “falta a la ética profesional”. Hoy la normativa vigente, nebulosamente toca estos aspectos, apuntando más bien a aspectos técnicos cuando no económicos, como parámetros de evaluación de la actividad profesional, realizando, a veces, (después de pasar por un bosque de investigaciones y sumarios), algún llamado de atención a un cirujano que no sabe intervenir quirúrgicamente o a un ingeniero que no sabe calcular, más allá de imponderables y excepciones. Pero los aspectos que tienen que ver con la ética en las correctas relaciones humanas y la responsabilidad moral en el tratamiento del medio ambiente y la naturaleza, cuando por ahí se citan eventual y tibiamente, es todo un acontecimiento. Desafortunadamente, o mejor dicho, irresponsablemente, todos los sistemas están concebidos de esta manera, de forma tal que, quien puede cometer un error u omitir o no
En este mismo orden y empeño por una reorganización y recuperación humana y social, se genera la necesidad de preparar los contenidos y herramientas que entreguen los aspectos éticos, valóricos y de responsabilidad social y ambiental. En una primera etapa, hemos de generar diplomados en áreas específicas, como también maestrías en responsabilidad social y ambiental, dirigidas a los que ya son profesionales, considerando siempre en ambas especializaciones la ética como eje fundamental, incluyendo la especialización en las cátedras antes especificadas. En resumen Si nos planteamos una propuesta de futuro, que vincule universidadentorno y la promoción del posgrado, es fundamental no sólo considerar las estrategias de extensión y promoción o el análisis de las necesidades del mercado y nuestras oportunidades económicas, sino hacer una introspección de la calidad y el aporte real que haremos a este entorno. Pues, el resultado del futuro de los pueblos no son sus 129
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gobernantes, sino sus intelectuales éticos, que cuando no asumen su rol, dejan el espacio para los más bajos instintos. Hoy, es necesario volver a la academia, a lo más profundo del ser “universitas”, como escuela de concepción del hombre superior, como centro de evolución de la sociedad, como el “alma mater” o alma madre de la humanidad, allí donde se daba cita la sabiduría, la ética, la moral y el conocimiento, para fundir la ciencia, la “gran ciencia” en una sola. Hoy debemos preguntarnos a qué distancia estamos de este punto primordial. El esfuerzo consiste en asumir la dignidad de lo que representamos y, en lo práctico, estudiar, estructurar e impulsar iniciativas legislativas y constitucionales viables y precisas para un gran cambio en el corto plazo. Paralelamente, debemos preparar los contenidos que sirvan de marco referencial a la enseñanza primaria, secundaria y superior en el mediano plazo, conjuntamente con un reimpulso de la carrera docente y la formación de profesionales socialmente responsables en el mediano y largo plazo. Hoy, ante la inmensidad del conocimiento reflejo de la ciencia, ante el mundo de las comunicaciones. Ante la evidencia, que hoy no puede haber temas ajenos a la universidad. Ante las pruebas de que como humanidad tenemos cientos de miles de años y ante la paradoja de tener todas las herramientas del saber y en contraste una sociedad descompuesta. No podemos, en conciencia, seguir siendo parte o más de lo mismo, tenemos la responsabilidad de volver a ser el centro de la ética, el pensamiento y el desarrollo sustentable.
Bibliografía: “Doctrina Secreta”: Helena Petrovna Blavatsky “El Baghavadgita”: Anónimo “Hermes desvelado”: Cyliani “Introducción a la Filosofía: Jorge A. Livraga “Las palabras del Budha”: Dhammapada “Reflexiones” : Eduardo Lucat Investigación Propia: Jorge Estenssoro Moreno / UPSA / Santa Cruz de la Sierra / Bolivia
“Hoy, es necesario volver a la Academia, a lo más profundo del ser “universitas”, como escuela de concepción del hombre superior”
Finalmente, es de justicia reconocer que todo lo aquí expresado no es nada nuevo y sólo tiene el propósito de exponer un recordatorio, pues la universidad en alguna parte guarda estos nobles objetivos y sólo tiene que volver reeditarlos. Tengo la certeza de que, al menos, podremos lograr el ejercicio de dos virtudes: sensibilidad y reciprocidad humana, sensibilidad y reciprocidad natural, que en simples palabras quieren decir: tratar a los demás como queremos que nos traten, y tratar a la naturaleza como queremos que ella nos trate. Espero seamos capaces de enfrentar el desafío. “Todo cambio en la sociedad, comienza con un cambio en el individuo“ Lucat 130
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Miguel Ángel Franco Director de Calidad Académica Universidad Panamericana de Guatemala
Mynor Herrera Quiroz Vicedecano de Facultad de Ciencias Jurídicas y de la Justicia Universidad Panamericana de Guatemala
REFLEXIONES SOBRE DOS TEMAS ESTRATÉGICOS RELATIVOS A LA VINCULACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES CON EL ENTORNO Y LOS DESAFIOS PARA EL POSGRADO EN EL ESPACIO IBEROAMERICANO Universidad-entorno empresarial Sin mayor discusión, la muy necesaria vinculación de la universidad con el entorno empresarial es por demás importante en la contribución que los posgrados pueden proporcionar al desarrollo de una nación. Existe variada evidencia que, en general, las universidades han estado un poco, por no decir bastante, ausentes de las necesidades formativas del entorno general, pero especialmente del empresarial. Es un constante desafío responder a esas demandas. Sin lugar a duda, en la actualidad los cambios permanentes en la economía y la sociedad generan una fuerte presión a las instituciones de educación superior a mejorar e innovar constantemente sus ofertas educativas. Esto contrasta con aquellos sistemas educativos que aún centran su objetivo en la transmisión de conocimientos, enfocados en formar ciudadanos llenos del saber, de conocimientos, de acervo cultural, pero que no logran tener un desempeño exitoso en la profesión que les habilitó la universidad. “El éxito del estudiante depende del trabajo conjunto y en equipo dentro de la universidad, de la búsqueda permanente del cumplimiento de los estándares de calidad establecidos, y, por supuesto, de que el estudiante logre desarrollar las competencias que son congruentes con las demandas y necesidades del empleador”. 131
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Necesidades y demandas del entorno empresarial Las empresas constituyen el lugar donde se manifiestan las reales y auténticas necesidades formativas de los colaboradores, donde los directivos tienen que orientar buena cantidad de recursos financieros y materiales en la implementación de procesos remediales de capacitación para desarrollar capacidades y competencias específicas de ciertas áreas del conocimiento, identificadas como débiles. Sumado a ello, la ausencia de ciertas habilidades blandas que limitan el accionar de sus colaboradores. Por ejemplo, en Guatemala, el Consejo Privado de Competitividad CPC- organizado y dirigido por el sector empresarial, desde el año 2015 viene realizando un estudio sobre la brecha del talento humano que tienen por objetivo determinar qué niveles académicos necesitan las empresas para la mayor cantidad de puestos que tienen disponible. Según los resultados de los últimos dos años, los niveles académicos en los que más deberían estar capacitadas y formadas las personas son, en su orden: técnicos, ingenierías, licenciaturas, maestrías y doctorados. Dicho Consejo también identificó las competencias que más deberían estar desarrollando las universidades, entre las cuales, prioritariamente, están: 1. Identificación y resolución de problemas, 2. Toma de decisiones, 3. Creatividad, 4. Comunicación oral y escrita. En este mismo sentido, el Observatorio de Innovación Educativa Tecnológico de Monterrey (2017) publicó, en su revista digital, el estudio de Pearson en colaboración con Nesta y la Escuela Oxford Martin, titulado The Future of Skills: Employment in 2030, una publicación que identifica las habilidades, competencias y conocimientos que los profesionistas del Reino Unido y de Estados Unidos necesitarán para permanecer relevantes en un futuro no muy lejano. Algunas competencias blandas identificadas son: la fluidez de ideas, estrategias de aprendizaje, originalidad, resolución de problemas complejos, criterio y toma de decisiones, perspicacia social, entre otras. Aseguramiento de la calidad académica “Se considera necesario que las universidades garanticen la calidad a través de una regulación sistemática e institucional como marco de normativa y procedimientos que orientan dicho proceso”
La universidad debe cuidar su reputación y, para ello, establecer mecanismos de aseguramiento y control de la calidad. Algunos preceptos institucionales en los cuales debería sustentar la calidad son: a) Una política de calidad que sustente los principios, criterios y objetivos de la institución en relación con el aseguramiento de la calidad. b) La implementación de estrategias de calidad para determinar los procedimientos que garanticen el logro de los objetivos planteados en relación con el aseguramiento de la calidad. c) Desarrollo de planes de calidad como los instrumentos operativos que permiten el desarrollo de las estrategias formuladas para asegurar la calidad. d) Generar una cultura de calidad como un compromiso de todas las instancias y personas que forman parte del capital humano de la universidad. e) Contar con un proceso sistematizado y automatizado para la evaluación de la calidad, que sirvan de base en la toma de decisiones pertinentes y relevantes para su aseguramiento. f) Promover una administración y gestión universitaria que garantice la calidad académica, a través del planeamiento estratégico institucional y la evaluación sistemática del trabajo universitario y sus resultados. g) Vincular sus procesos formativos con el entorno y diversos sectores sociales, a efecto que sus programas universitarios sean pertinentes y relevantes.
“Es importante que la universidad establezca un proceso sistemático para la aprobación de carreras y programas, así como para la revisión y actualización de los mismos”
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En el caso de la Universidad Panamericana de Guatemala, se tiene definido: a) Una metodología participativa para la propuesta de nuevos programas formativos, así como para las readecuaciones y validaciones de los existentes. b) Referentes de calidad y pertinencia que permitan una oferta académica actualizada y vinculada a demandas del entorno y a las tendencias de la educación superior del siglo XXI. c) Criterios para asegurar la coherencia interna de los diferentes aspectos del diseño curricular de las carreras, así como la alineación con los criterios institucionales. d) Procedimientos y criterios institucionales para asegurar, en los diferentes niveles de concreción curricular, que se logren los perfiles de egreso propuestos en las carreras. Debemos estar conscientes de la responsabilidad que demanda la sociedad del siglo XXI a las instituciones de educación superior, por ello decimos: “Nuestra meta es hacer de la calidad académica una cultura institucional, a través de fases curriculares planificadas, sistemáticas y sostenibles vinculadas a la misión, visión y política de calidad que garanticen la eficiencia y eficacia de los programas académicos ofertados” Estrategias de internacionalización: Caso Escuela de Negocios Alto Nivel de Universidad Panamericana de Guatemala La escuela de negocios Alto Nivel de Guatemala, busca preparar al profesional egresado con las competencias, conocimientos técnicos, habilidades y aptitudes necesarias para la formación de líderes empresariales. Para este fin, la escuela de negocios atrae a profesionales nacionales e internacionales con el fin de dar al estudiante los mejores conocimientos, prácticas y experiencias compartidas. Se busca la atracción de profesionales extranjeros, pues una de las razones de la creación de esta escuela de negocios es la comprensión que el profesional no compite más dentro de su propia frontera. El mundo globalizado ha dado la oportunidad a los profesionales de competir más allá de sus fronteras, y es este el reto que la Universidad Panamericana ha aceptado. Para este reto, se es consciente que la 133
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internacionalización es a través de varias etapas, por lo cual, para los fines del presente, se analizarán tres. La primera es la atracción de profesionales internacionales para impartir asignaturas; la segunda etapa es atraer la atención de estudiantes internacionales a los programas; por último, las alianzas que permiten obtener experiencias que permitan alcanzar la fusión del conocimiento teórico con el campo laboral. Normalmente, las escuelas de negocios ofrecen programas MBA (Master in Business Administration) como uno de sus principales productos y, posiblemente, el más fuerte. Sin embargo, una de las innovaciones en la internacionalización de Alto Nivel se da en los cursos de educación continua a las empresas.
“Aun cuando la educación continua no se le tiene prevista como un tipo de educación formal, es de mucha ayuda para el empresariado –especialmente, aquellos que necesitan formación en determinada área lo más pronto posible”
En este sentido, Alto Nivel ha intensificado sus esfuerzos de internacionalización en educación continua, buscando los temas de tendencia internacional que generan impacto positivo en el desarrollo de las competencias. Las experiencias han sido gratificantes, pues tanto el cliente como los profesores han quedado satisfechos. Lo anterior permite replicar los modelos y continuar la formación en muchas áreas. Los programas de educación continua permiten la actualización a profesionales, capacitación y desarrollo de todos los colaboradores de una organización en todos sus niveles. Las tres etapas enunciadas son: 1. Atracción de profesionales internacionales: una de las formas de reclutamiento de los profesores se ha hecho por aquellos contactos y personas que se conocen en el día a día laboral. Una
fusión de esto es a través de los propios empresarios, o bien por medio de la participación en eventos académicos internacionales. Esto permite contactar profesionales de mucha experiencia, deseosos de compartir sus experiencias, así como obtener aprendizaje de los propios alumnos. Asimismo, los profesores internacionales han recomendado a otras personas, lo cual no solo demuestra su satisfacción, sino la alta calidad que se obtiene al abrir las puertas del país a la internacionalización. Otro método utilizado para atraer docentes extranjeros ha sido a través de las plataformas virtuales, especialmente LinkedIn. Esta ha sido una plataforma bastante útil que permite conocer el perfil de los profesionales previo a entrevistarles en persona. La facilidad que permite la primera opción expuesta es que se conoce directamente a la persona, lo cual genera confianza desde un inicio. Sin embargo, ¿qué hacer cuando no se conoce a una persona a quien se desea contactar? ¿cómo saber sobre sus capacidades y técnicas de docencia? LinkedIn y otras plataformas han sido la respuesta a estas interrogantes. En ambos casos, cuando se contacta a un docente, se le explica la metodología y objetivos de su venida a Guatemala y la posibilidad de trabajar los cursos, ya se de manera presencial, virtual o semipresencial. Lo anterior presenta una oportunidad atractiva para el docente que, por diversas razones, no puede estar en Guatemala el tiempo requerido pero que, por su experiencia, es deseable que imparta el curso. 2. Atraer la atención de estudiantes internacionales a los programas: el segundo reto para las escuelas de negocios nuevas es atraer estudiantes extranjeros. Esta es otra forma de internacionalización de las escuelas de negocios, pues como se estableció anteriormente, los docentes encuentran riqueza en los estudiantes. Por ello, Alto Nivel busca la forma de atraer estudiantes internacionales. Una forma en la que se ha generado esta riqueza se ha encontrado dentro de las empresas que se atienden en la escuela de negocios. Contar con estudiantes extranjeros que laboran en Guatemala permite la expansión de la reputación fuera de las fronteras del país. De esa cuenta, que se ha tenido distintas personas interesadas en nuestros programas y están próximos a integrarse dentro de los mismos. 134
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Otra estrategia para reclutar alumnos extranjeros son las actividades con fines académicos y de networking a nivel internacional. Esto ha permitido atraer a futuros docentes a la escuela de negocios y, por otro lado, ha acercado al potencial cliente con la escuela de negocios y los diversos programas que se diseñan. Una de las virtudes para atraer clientes extranjeros, a través de estas actividades, ha sido mostrar la capacidad de diseñar productos ad hoc para las empresas, lo cual permite versatilidad en el traslado de conocimientos y crecimiento en la reputación de la escuela. En Alto Nivel se está convencido que la mejor forma de aprendizaje es a través de las experiencias de docentes y las experiencias de estudiantes, ya que la manera de hacer negocios varía de un lugar a otro. Combinar ambos factores da como resultado el máximo aprendizaje bajo los criterios de calidad establecidos. 3. Alianzas que permiten obtener experiencias: por último, para Alto Nivel ha sido importante sumar alianzas internacionales y realizar trabajos en conjunto. Actualmente se cuenta a nivel de universidad con distintas alianzas internacionales, experiencia que ha sido gratificante para la escuela de negocios y, que ha hecho que cada vez más, se busque la colaboración con otras instituciones. Un ejemplo es el MBA que ofrece un proceso de ejecución de simuladores de negocio dentro de algunos programas académicos, que permiten al estudiante conocer y vivenciar la práctica en varios sectores industriales. Esto pone al estudiante en práctica en el diseño de estrategias y toma de decisiones en forma analítica y crítica durante su ejecución. Inicia con negocios locales, hasta llegar a gerenciar negocios de carácter internacional con empresas en forma virtual. Por lo tanto, los estudiantes del MBA han aprendido a utilizar sus conocimientos y experiencias en diferentes países. Ha sido una experiencia grata y rica en conocimiento, sobre todo, porque los estudiantes se enfrentan a la nueva realidad, a un ámbito de negocios no solo nacional, pues siempre es mejor contar con una visión internacional y que permita expandir los horizontes. A su vez, la relación y alianza con diferentes instituciones ha facilitado la movilización de docentes internacionales y también permite que los docentes de la universidad se muevan a otros
países y puedan compartir sus experiencias. Cada cohorte ha perfeccionado el programa y ha sido útil para mejorar las relaciones con las demás instituciones. Las tres fases descritas son, en términos generales, las utilizadas para el crecimiento académico y reputacional de la escuela de negocios. Se concibieron de esta forma porque permiten a los estudiantes desarrollar capacidades, competencias, habilidades y destrezas que necesitan para ser competitivos a nivel internacional. En conclusión, la internacionalización de la escuela de negocios ha formado parte de la estrategia académica de la institución. Desde sus inicios se concibió como parte fundamental de la escuela y se le ha tenido como un apoyo importante para mejorar la calidad de los programas.
Fuentes de consulta Observatorio de Innovación Educativa <observatorio=itesm.mx@mail93.sea41.rsgsv.net>; en nombre de; Observatorio de Innovación Educativa observatorio@itesm.mx Consejo Privado por Competitividad (2015). Presentación “Estudio Brecha del Talento”. Resultados de encuesta y recomendaciones para las universidades de Guatemala. Informe de Avances de Escuela de Negocios, Alto Nivel (2017). Universidad Panamericana de Guatemala. Sistema Interno de Aseguramiento de la Calidad Académica -SIACA- (2014). Universidad Panamericana de Guatemala.
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Ximena García* Directora de Postgrado Universidad de Concepción Chile
*Coautores: María Francisca Chávez; Víctor Tornería; Hans Wiki
LA INTERNACIONALIZACIÓN DEL POSTGRADO EN BASE AL “KNOW HOW” DE LAS UNIVERSIDADES PIONERAS EN EL ÁREA Y SUS MODELOS DE GESTIÓN Para lograr su desarrollo, uno de los factores en el que deben invertir los países es en la formación de capital humano avanzado, lo que genera la investigación y el desarrollo de la innovación en las diversas áreas disciplinares. Este factor se mide por la cantidad de doctores por cada millón de habitantes indicador que, en países Latinoamericanos y del Caribe (ALC), muestra rezago. Chile, con un índice de 800 doctores por cada millón de habitantes, es uno de los países que lidera este grupo junto a Brasil, Argentina y México. Sin embargo, esta cifra está muy por debajo del promedio de la OCDE (3.620 doctores por millón de habitantes). Sobre esta base –y especialmente en la últimas dos décadas– se ha expandido, a nivel mundial, el financiamiento asociado a la formación de capital humano avanzado, a través del aumento considerable de la oferta de becas para proseguir estudios de doctorado, principalmente en países europeos, dado su avanzado desarrollo en las diversas disciplinas, lo que ha generado un aumento de doctores graduados en esos países, dando paso a la formación de programas de doctorado en los países de origen y el aumento de graduados. En el caso
específico de Chile, el año 2014 la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT) otorgó 665 becas para estudiar doctorados en Chile (103 para estudiantes extranjeros) y 253 becas para estudiar doctorados en el extranjero. Lo anteriormente expuesto se replica en países como Colombia, Perú, Argentina y Brasil, lo que obligará a los países de ALC a desarrollar procesos organizados de internacionalización, acompañados de políticas gubernamentales que apoyen esta decisión, como ha sido en Chile con las universidades que fueron parte de los proyectos del Ministerio de Educación de Internacionalización de doctorados. Considerando lo señalado anteriormente y sumando otros aspectos, es posible identificar tres enfoques particulares, pero complementarios, que hacen referencia a actividades y procesos claves en la internacionalización de las instituciones que buscan incursionar en este ámbito. Estas son: la generación de convenios de cooperación y asociatividad, la búsqueda y explotación de fuentes de financiamiento para internacionalización de programas de postgrado y el diseño de modelos de gestión para cada etapa o nivel alcanzado por una Institución de Educación Superior que requieran gestionar sistemáticamente el proceso de internacionalización de programas de postgrado. Si bien en la Educación Superior, la generación de convenios de apoyo entre instituciones es recurrente y parte de los procesos 136
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estandarizados y arraigados en direcciones o unidades específicas de cada institución, se hace necesario que éstos, además, de ser específicos, cuenten con planes de trabajo claros y sistemáticos que integren a los investigadores en el corto, mediano y largo plazo, con el fin de que se ejecuten y generen una vinculación permanente con productos y/o servicios concretos desde dicha vinculación. Debido a la vasta trayectoria, experiencia y prestigio de las instituciones de Educación Superior del viejo continente, así como también, de que han incursionado y sido pioneras en la internacionalización de sus programas de postgrado, es que la necesidad de las universidades latinoamericanas y chilenas, en específico, con una menor experiencia y trayectoria en la internacionalización, recae en contar con el apoyo y guía de las instituciones que han avanzado en mayor grado en este ámbito, teniendo como modelo a las instituciones europeas y orientándose a través de pares iberoamericanos que sirvan como “pares guías” en este proceso.
“Para lograr su desarrollo, uno de los factores en el que deben invertir los países es en la formación de capital humano avanzado, lo que genera la investigación y el desarrollo de la innovación en las diversas áreas disciplinares”
Desde la experiencia adquirida recientemente por la Universidad de Concepción en este ámbito, se ha podido reflexionar que los procesos de internacionalización se pueden estructurar y estandarizar con el fin de traspasar e implementar dichos aprendizajes en instituciones de Educación Superior que requieran incursionar en el proceso de internacionalización de sus programas de postgrado. En específico, la Universidad de Concepción, en su primer gran paso de internacionalización (2011-actualidad), ha sido capaz de identificar actividades claves y estructurarlos como un solo proceso, donde este
“Know How” puede traspasarse a otras Instituciones de Educación Superior, tanto nacionales como internacionales, que se encuentren en un menor estado de avance del proceso de internacionalización respecto a la Universidad de Concepción y que requieran avanzar en ello. Entre las actividades claves y estandarización del proceso, se logró identificar que la Priorización de programas de postgrado a internacionalizar es primordial. Los mejores programas deben salir al mundo primero, al tiempo de que éstos deben contar con Asociatividad con otros programas y con centros de investigación que desarrollen líneas de investigación afines. La Difusión es otra actividad clave en el proceso al iniciar la internacionalización de programas de postgrado, donde es necesario ser partícipe en ferias internacionales y las misiones de difusión en el extranjero, las cuales deben ser de carácter estratégico y, en la medida de lo posible, con socios nacionales o internacionales que puedan actuar como “puente” para participar en dichas instancias, para lo cual se deberán generar Convenios de Cooperación de distinta índole, con el fin de generar alianzas claves y mesas/planes de trabajo con distintas instituciones y/u organizaciones, no generando solamente conexiones entre instituciones de Educación Superior sino que, también, alianzas entre instituciones de Educación Superior e industria a través de organismos pertinentes, como es el caso de la Universidad de Concepción y ProChile (institución del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, encargada de la promoción de la oferta exportable de bienes y servicios chilenos, y de contribuir a la difusión de la inversión extranjera y al fomento del turismo). Uno de los principales obstáculos de los procesos de internacionalización es el Financiamiento que permita apalancar tanto los costos operativos de los procesos de internacionalización, así como, también, la directa asignación de becas para la movilidad internacional, tanto a nivel de estudiantes como de académicos, puesto que un espectro amplio de los procesos de internacionalización de programas de postgrado se ve impactados por la movilidad de estudiantes y/o académicos. El financiamiento y sus fuentes se presentan como un factor clave en cualquier actividad económica que realice una institución u organización. Para la Universidad de Concepción y su proceso de internacionalización de programas de postgrado, el rol del estado y sus políticas públicas en favor de internacionalizar éste a través de la entrega de recursos (en función de la presentación de un proyecto bajo el programa MECESUP 3) fue clave; si bien en este tipo de procesos 137
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de Concepción, se ha logrado identificar las actividades mencionadas anteriormente, que han servido tanto internamente, a través de la mejora de la gestión de los recursos y procesos internos para el fortalecimiento tanto de la Dirección de Postgrado como la de los programas de postrados vinculados a dicha Dirección, como externamente, generando alianzas estratégicas con instituciones nacionales y extranjeras así como, también, la adjudicación de fondos públicos para el fortalecimiento de la Universidad en distintas áreas que la componen. Es importante que las IES que requieren internacionalizarse centren el foco en crear alianzas concretas (convenios), y en base a ellas generar mesas o planes de trabajo efectivos y eficientes, con el fin de traspasar el “Know How” de las IES que poseen avances en este ámbito, ya sea a nivel nacional, continental o mundial y actúen como Instituciones “tutoras” de otras menos avanzadas, donde las Instituciones europeas pueden ser modelos en el sistema iberoamericano y en Latinoamérica. Por otro lado, el financiamiento con que se cuente para internacionalizar los programas de largo plazo no es posible calificar como suficientes o insuficientes los recursos monetarios entregados e invertidos (US$1,5 millones), sí es posible mencionar que son necesarios, puesto que permiten dar saltos cuantitativos y cualitativos en el ámbito, donde se aumentó la cantidad de alumnos extranjeros matriculados en programas de doctorado principalmente por la entrega y asignación de becas financiadas con los recursos del proyecto adjudicado que, al mismo tiempo, permitió mejorar los estándares de calidad y proceso (singular) interno de alumnos becarios, que se vio (el proceso de selección) relejado en el porcentaje de alumnos a los que fueron adjudicadas becas Conicy, que es el principal organismo estatal (chileno) encargado de fortalecer la investigación y el posgrado. Por otro lado, la movilidad académica, permitió mejorar el factor de impacto de las publicaciones en las revistas pertinentes por parte de académicos participantes del proyecto y que contaron con el apoyo, a través de recursos monetarios y de gestión, para la realización de sus pasantías al exterior. Para lograr que lo anterior se sustente y que su impacto perdure en el tiempo, es necesario diseñar e implementar Modelos de Gestión que permitan realizar actividades de manera sistemática y que éstas vayan actualizándose según se avance y escale en el área de internacionalización de los programas de postgrado. En la Universidad 138
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es clave, es aquí donde el rol que cumple el Estado u otras organizaciones externas a las universidades, es clave, donde específicamente el estado como socio, además de ser clave, se presenta como complejo, debido a la idiosincrasia y orgánica constitucional de cada nación donde las universidades se encuentran insertas, es aquí, donde el rol de asociaciones como la AUIP (Asociación Universitaria Iberoamericana de Postgrado) toma aún más importancia, debido a ser un organismo de carácter internacional y capaz de proveer información y recursos para actividades vinculadas a la internacionalización, así como también, otras instancias u organizaciones que permitan el trabajo, intercambio de experiencias, transferencia del “know how” y un benchmarking a nivel de Instituciones de Educación Superior.
Bibliografía AUIP. (Diciembre de 2017). Asociación Universitaria Iberoamericana de Postgrado . Obtenido de http://www.auip.org/es/instituciones-asociadas CONICYT. (Diciembre de 2017). Conicyt Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica. Obtenido de http://www.conicyt.cl/ MECESUP. (Diciembre de 2017). MECESUP. Obtenido de MECESUP: http://www.mecesup.cl/usuarios/MECESUP/File/2013/fichas_cds/IDUCO1202-ficha.pdf MINEDUC. (Diciembre de 2017). Ministerio de Educación. Obtenido de http://www.mecesup.cl ProChile. (Diciembre de 2017). Prochile. Obtenido de http://www.prochile.gob.cl
“Traspasar el “Know How” de las Instituciones de Educación Superior que poseen avances en este ámbito, ya sea a nivel nacional, continental o mundial y actúen como instituciones “tutoras” de otras menos avanzadas, donde las instituciones europeas pueden ser modelos en el sistema iberoamericano y en Latinoamérica”
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Celso Garrido Profesor Distinguido UAM Secretario de la REDUE ALCUE México
REFLEXIONES SOBRE DOS TEMAS ESTRATÉGICOS RELATIVOS A LA VINCULACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES CON EL ENTORNO Y LOS DESAFÍOS PARA EL POSGRADO EN EL ESPACIO IBEROAMERICANO Las actividades de la Red Universidad-Empresa ALCUE, que es una asociación Iberoamericana de universidades dedicada a promover la vinculación de estas instituciones con los sectores productivos, han promovido la reflexión sobre la situación de decenas de universidades de la región en perspectiva global en cuanto a la vinculación de estas instituciones con su entorno, incluyendo su relación con la agenda de los posgrados. En este artículo se presentan dos de dichos temas cuyo análisis es de importancia estratégica para la reflexión de las universidades.
REPENSAR LAS CONCEPCIONES SOBRE LA VINCULACIÓN DE LA UNIVERSIDAD CON SU ENTORNO Desde hace más de tres décadas, las universidades vienen enfrentando, a nivel mundial, nuevos retos con relación a las funciones que cumplen en la sociedad. Específicamente, aquellos que surgen con el nuevo papel del conocimiento en la vida económica y los cambios acaecidos en los modos de producción, circulación, apropiación y
aplicación social del saber en los procesos productivos, bajo el imperativo de promover la innovación como base de la competitividad por parte de los distintos actores productivos. Esto tiende a significarse con la metáfora de la “sociedad del conocimiento” como rasgo dominante de la época. Esta dinámica del conocimiento social como factor determinante de la actividad económica ha creado una complejidad creciente para los principales actores involucrados en la misma, en lo que hace al desempeño de cada uno de ellos y a los modos de relación entre ellos. Esto ha sido analizado particularmente en la literatura sobre economía de la innovación, en la que destacamos el argumento según el cual las conductas innovadoras de las empresas son el resultado sistémico de las interacciones positivas tanto entre ellas como con otros actores sociales, lo que de conjunto conforma las organizaciones económicas nacionales o regionales como sistemas de innovación (Lundvall, 2004).Los actores centrales involucrados en la operación de esos sistemas son las empresas, los gobiernos y las universidades, y la dinámica de las relaciones entre ellos suele ser representada bajo el enfoque de la "triple hélice" (Etzkowitz y Leydesdorff, 2000). Ese nuevo papel del conocimiento como factor de innovación en la actividad económica hace que los resultados de su aplicación se conviertan en un valor económico, lo que se traduce en el surgimiento de los llamados “activos económicos intangibles” (patentes, marcas, etc.) que generan beneficios económicos de diverso tipo para quienes son los propietarios de los mismos. 140
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Para las universidades, esto significó que debían considerar al conocimiento que generaban, ya no sólo la creación de un saber científico sino también la de un potencial activo con valor económico. Una respuesta importante a este desafío fue la promulgación en 1980 en Estados Unidos de la ley Bayth–Dole, permitiendo a las universidades patentar los conocimientos generados por ellas con base en los fondos públicos disponibles y obtener ingresos derivados de dichas patentes. Ello significó un cambio radical en la relación tradicional de las universidades con la sociedad, llevando a muchos a considerar que el objetivo más relevante para las universidades con sus actividades de vinculación es la transferencia de tecnología y el patentamiento de la misma a favor de estas instituciones y eventualmente de los profesores que hacen dichos desarrollos. Sin embargo, diversos estudios sobre las relaciones entre las universidades y los sectores productivos en Europa, Estados Unidos y otros países han cuestionado este paradigma, mostrando que la transferencia y el patentamiento no ocupan lugares relevantes en la jerarquía de sus vinculaciones con los actores productivos, y al mismo tiempo evidenciando que la vinculación de la universidad con el entorno comprende un abanico de modos adicionales al citado de la transferencia y el patentamiento. Sólo a manera de indicación, citamos algunos de los trabajos de referencia en los que se consideran críticamente estos y otras cuestiones relevantes, los que justifican reconsiderar la manera en que se ve la relación universidad-empresa (UE) en Iberoamérica. Fernández de Lucio (2015) y Hughes (2007a), analizan la existencia de mitos y realidades tanto en la relación UE como en el papel del conocimiento como factor para el crecimiento de la productividad. Entre otros aspectos, en sus estudios revalorizan las capacidades tradicionales de las empresas en tanto factor de cambio, así como las funciones educativas tradicionales que cumplen las universidades. Otros trabajos como So et al. (2008), Leydesdorff y Meyer (2013) cuestionan la pertinencia actual de las estrategias de patentamiento de las universidades, en particular para los países en desarrollo. Asimismo, encuestas sobre la relación UE aplicadas tanto en Estados Unidos como en Europa (Abreu et al., 2009; Davey et al., 2011; Kitson et al., 2009; Hughes 2007b; Ranga et al 2013) muestran la gran diversidad de modos con que las universidades se relacionan con su entorno productivo, así como la variedad de actores que participan en ello. Otro desafío para la
relación UE que se encuentra en la literatura es el que surge al considerar la mirada de los empresarios respecto a estas relaciones (Mateja et al., 2014; Hughes and Kitson, 2013) lo que se realizó mediante la aplicación de encuestas a empresarios. Estas muestran que, para los empresarios, las universidades tienen una posición menos relevante que lo que imaginan como fuentes de conocimiento de las empresas. Finalmente, pero no menos importante, Sriniva y Viljamaa (2006) hacen evidente la complejidad que representa el adecuar la configuración institucional de las universidades para que puedan asumir las vinculaciones con los sectores productivos, así como las tensiones que ello genera entre la institución y los investigadores que llevan a cabo las actividades de relación. Estos trabajos críticos sobre la naturaleza de la vinculación de las universidades con su entorno, han significado poner en crisis la polarización entre el paradigma Bayth- Dole y el de la “torre de marfil”, en donde este último se oponía radicalmente al primero por violar la libertad científica.
“Desde hace más de tres décadas las universidades vienen enfrentando, a nivel mundial, nuevos retos con relación a las funciones que cumplen en la sociedad”” Frente a ello, está emergiendo una creciente conciencia sobre la importancia que tiene la formación de recursos humanos altamente calificados y la investigación científica y tecnológica por parte de las universidades, ante las nuevas demandas y condiciones que se plantean por efecto de tres grandes desafíos en curso para la sociedad como son las transformaciones que están produciendo la cuarta revolución y la consolidación de la sociedad digital, la crisis ambiental global y creciente inequidad, y la exclusión social de millones de personas en el mundo.
Esto es extremadamente relevante para la oferta de formación de posgrado que realicen las universidades, en por lo menos dos aspectos 141
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básicos. De una parte, por la necesidad de que para mantener la pertinencia de esta oferta se tenga una continua preocupación por integrar los nuevos temas y áreas de conocimiento que generan los citados cambios sociales, al abordar la formación de investigadores y especialistas capaces de contribuir al impulso de conocimiento que permita una comprensión clara sobre la naturaleza de dichos cambios y sus posibles soluciones. Por otra parte, la complejización de los desarrollos científicos y tecnológicos hace que adquieran creciente importancia las formaciones multi y transdisciplinarias, así como la consideración de las llamadas competencias STEM (acrónimo en inglés de las disciplinas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Asimismo, la vertiginosa dinámica de cambio mencionada más arriba, también plantea desafíos para las estrategias formativas que asumen las universidades, particularmente al nivel del posgrado. Específicamente, la adopción de nuevos modelos pedagógicos en los que, para la adquisición de conocimientos científicos, se asuma una estrategia de interacción entre las reflexiones teóricas y el cumplimiento de actividades prácticas que estimulen el desarrollo del pensamiento crítico, en la perspectiva de que estos alumnos sean capaces de vivir en un mundo donde deberán tener una conducta de aprendizaje de por vida, para mantenerse vigentes en el contexto de un mundo cambiante. Finalmente, el carácter global de la dinámica del conocimiento científico y tecnológico requiere que la formación de posgrado se realice con un importante enfoque de internacionalización tanto de movilidad de profesores como de alumnos, y la participación en redes temáticas. En resumen, las universidades y particularmente sus posgrados tienen una posición y una posibilidad única para asumir las acciones en el campo del conocimiento y la cultura que contribuyan a contender con estos graves desafíos para la sociedad. EL PROBLEMA DE LA OCUPACIÓN PARA LOS EGRESADOS UNIVERSITARIOS Aunado a lo mencionado en el punto anterior, hay otro fenómeno de extraordinaria importancia para los sistemas educativos en general, y en particular para las universidades y su relación con el entorno, así como para quienes egresan de estas. Esto se refiere a los efectos que está generando el incremento que, desde hace décadas, se registra de
manera sostenida en los niveles educativos de las poblaciones en muy distintos países respondiendo, de una parte, a presiones de desarrollo ciudadano propio de sociedades democráticas y, de otra parte, a los requerimientos de formación de recursos humanos para el trabajo, conforme a los cambiantes contextos de desarrollo tecnológico y organizacional, así como a las nuevas demandas sociales. En el vértice de esta evolución educativa se encuentran las universidades, responsables de gestionar el nivel terciario de los sistemas de educación formal. Y en particular la educación de posgrado, que se ha convertido en una meta crecientemente demandada de formación, sobre lo que volveremos más adelante. Sin embargo, la inserción de los egresados universitarios en la vida social se ha convertido en un tema problemático en múltiples países, dando lugar al denominado “problema de la empleabilidad” de los egresados universitarios. El diagnóstico intuitivo de este problema es que el mismo representa un tema del mercado de trabajo de los egresados, en el que habría un desajuste entre la oferta educativa generada por las universidades y las necesidades requeridas en los puestos de trabajo (Ferreyra et al., 2017; OIT, 2016). Desde esta perspectiva, la solución del problema estaría puesta en manos de las universidades, en términos de que adecúen la pertinencia de sus programas de estudio a las necesidades laborales en la sociedad, y de que brinden a sus alumnos una formación con las competencias requeridas en la vida laboral, adicionalmente a los conocimientos científicos o tecnológicos. Pero lo que diversos análisis muestran es que los modos de ingreso de los egresados a la vida social es el resultado de un proceso complejo que se cumple en un ecosistema donde concurren por lo menos cinco actores. En primer lugar, las universidades, responsables de la formación a nivel superior. Frente a ello, en segundo lugar, el sistema de formación preuniversitaria, del cual provienen las personas que buscarán ingresar a las universidades para realizar estudios superiores. En tercer lugar, los actores sociales públicos y privados que ocuparán a los egresados de las universidades. En cuarto lugar, los gobiernos que deben proporcionar crecientes recursos para los sistemas educativos públicos. Y, por último, las personas que estudian estrategias de trayectoria educativa y laboral diseñadas en función de sus proyectos personales de vida y de sus percepciones sobre las opciones que tendrán en el futuro. De conjunto, esto puede presentarse como un modelo de relaciones sistémicas entre los actores involucrados en el ecosistema de la educación superior. 142
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Modelo de relaciones sistémicas entre los actores del ecosistema de educación superior Gestionan tensiones entre dar educación básica y media adecuada para iniciar una trayectoria de vida
Educación universitaria
Gestionan la tensión entre educación científica y crear competencias transversales para vida socio-laboral
Universidades
Las personas que desean estudiar Gobiernos
Actores públicos y privados
porque el supuesto de la relación entre nivel de educación y nivel de ingreso está cambiando radicalmente en los diversos países, por la heterogeneidad de condiciones para esa relación en función de sus niveles relativos de desarrollo (OIT, 2016). De modo que, dadas estas condiciones, es posible señalar que el citado “problema de la empleabilidad” de los egresados universitarios constituye un problema social de carácter sistémico al que concurren intereses colectivos, sectoriales e individuales de distinta naturaleza, y al que se debe dar solución conciliando los aspectos de desarrollo colectivo de las comunidades con respecto a las diversas necesidades de los involucrados. Visto el tema desde el ángulo del sistema educativo, la formación de los estudiantes a nivel terciario, en general, es parte de un proceso más amplio que comprende las etapas previas de estudio a nivel de primaria y secundaria, lo que de conjunto conforma los sistemas educativos nacionales contemporáneos. Dentro de ello, el impulso de los estudios universitarios y su concreción exitosa con la graduación de los estudiantes es de la mayor importancia, porque con esto se completan los esfuerzos individuales y sociales, en este orden de cosas, necesarios para el desarrollo socioeconómico y personal.
La hipótesis subyacente en este modelo es que el éxito estratégico de la educación superior ofrecida por las universidades ante los escenarios cambiantes, depende de la mejor o peor coordinación entre estos cinco actores.
El logro de esta meta es complejo para las instituciones de educación superior, ya que la formación en este nivel se cumple en general a través de un proceso en el que interactúan aspectos institucionales, sociales y personales por parte de los estudiantes y sus familias, como desprende el modelo propuesto. Particularmente, destacamos que este proceso se completa de acuerdo a sus fines cuando el egresado se incorpora positivamente a la vida social conforme a necesidades colectivas y a sus propias aspiraciones, lo que puede ser observado con herramientas como el seguimiento de egresados y otras. Esto es particularmente relevante para el diseño de estrategias de las universidades con el fin a potenciar el éxito de sus egresados.
El problema de la ocupación de los egresados está adquiriendo en la actualidad nuevas dimensiones que agregan complejidad a la atención del mismo. Por un lado, porque con la llamada Cuarta Revolución Industrial y la sociedad digital se están robotizando gran número de actividades, lo que modifica el supuesto de relación entre nivel educativo y productividad laboral mencionada más arriba. Y del otro lado,
Sin embargo, en América Latina y El Caribe (ALC), en general, se observa que este tema de la ocupación de los egresados no merece una adecuada visión desde el punto de vista sistémico y, por el contrario, se presenta una baja articulación entre los distintos actores de este proceso. Mientras que la primera y tercera etapas de este proceso (acceso y titulación) están ampliamente
Gestionan la tensión entre proveer recursos para educación y condiciones fiscales y políticas
Dan el espacio para la ocupación de los egresados en entornos
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monitoreadas por actores públicos y privados, lo correspondiente a la retención y el proceso de aprendizaje y el seguimiento de los egresados parecen ocupar menos interés por parte de los actores públicos. Todo esto es particularmente preocupante, porque como se señaló más arriba, la evolución de los egresados representa una evidencia principal sobre los logros finales del sistema educativo conforme a sus metas. Dentro de este gran cuadro del “problema de la empleabilidad”, el nivel de los estudios de posgrado presenta un ángulo particular. Durante las últimas décadas, el impulso de este nivel de educación terciaria ha sido sostenido tanto por los organismos multilaterales como como por los gobiernos y las universidades, bajo el supuesto de que el incremento de doctores y maestros con formación de alto nivel científico y tecnológico era un factor que impulsaría el desarrollo y la competitividad de los países. En particular, en los países de ALC se han desarrollado grandes esfuerzos por parte de las universidades y los gobiernos para impulsar este nivel de formación. Sin embargo, ha sido muy impactante el hecho de que en los años recientes se pusiera en discusión esta estrategia de impulso a la educación de posgrado. Por ejemplo, en Larson et al (2014), Lederman (2014), The Chronicle (2013) y The Economist (2010) se plantean cuestionamientos a los resultados logrados en los países desarrollados luego de décadas de desarrollar estas estrategias. En particular, se destaca en estos trabajos, el creciente fenómeno de la desocupación de los graduados de posgrado, tanto por la capacidad de absorción del mercado como por la multiplicación desproporcionada de estos egresados frente a las plazas disponibles en las universidades. Esto se presenta de manera más aguda en los casos de los países de ALC. Por ejemplo, en México, luego de importantes esfuerzos a lo largo de más de dos décadas, el país ve consolidarse un sistema creciente de programas de posgrado, así como una continua presencia de estudiantes mexicanos en los posgrados en el extranjero. Pero el resultado de ello es que ni las universidades, ni las empresas, ni el gobierno tienen capacidad de absorber ese número creciente de maestros y doctores. Esto se termina traduciendo en que buena parte de esos graduados busca opciones en los países desarrollados, con lo que el país pierde la inversión desarrollada para impulsar esas graduaciones, así como el efecto de desarrollo esperado. Por lo tanto, aquí se presenta un problema de articulación sistémica del sistema educativo de los países de ALC sobre cómo insertar el impulso a la formación de posgrado en relación a la capacidad de absorción de los mismos por parte de dichos países. 144
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Hughes, A. (2007b). University-Industry linkages and UK science and innovation policy. IT Working Paper Series 07-24, CBR-ITEC, University of Cambridge.
“El problema de la ocupación de los egresados está adquiriendo en la actualidad nuevas dimensiones que agregan complejidad a la atención del mismo”
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Bibliografía Abreu, M., Grinevich, V., Huges, A. y Kitson, M. (2009). Knowledge exchange between the academics and the business, public and third sector. UK-IRC: University of Cambridge and Imperial College London. Davey, T., Galan, V. y Meerman, A. (2011). The State of European UniversityBusiness Cooperation, Final Report - Study on the cooperation between Higher Education Institutions and public and private organizations in Europe, Science to Business Research Centre. Germany: Munster University of Applied Science. Etzkowitz y Ledsdorff (2000). The Dynamics of Innovation: From National Systems and 'Mode 2' to a Triple Helix of University-Industry-Government Relations. Research Policy, 29(2). Elsevier, London Ferreyra, M., Avitabile, C., Botero, J., Haimovich, F., y Urzúa, S. (2017). At a cross road. Washington: World Bank. Fernández, I. (2015). Mitos y realidades de la vinculación universidades –ES, (Ingenio- UPV) Ponencia presentada en el Tercer Congreso de la red Universidad Empresa ALCUE, Buenos Aires 20 al 25 de octubre Hughes, A. (2007a). Innovation policy as cargo cult: Myth and reality in knowledgeled productivity growth. Centre for Business Research, Working Paper No. 348 University of Cambridge.
Lundvall, B.A. (2004). National innovation system. Analytical concept and development tool. Paper presented at the DRUID Tenth Anniversary Summer Conference 2005 Copenhagen Mateja, M., Pusnik, T., y Pavlin, S. (2014). Emerging modes of cooperation between private enterprises and universities. Insight of European Enterprises and employers organizations, EMCOSU project. OIT (2016), Key indicators if the labor market. Ninth edition. Ginebra: OIT. The Chronicle of Higher Education (2013). PH D attrition. How much is too much? The Economist (2010). The disposable academic. Ranga, M., Hoareau, C., Durazzi, N., y Etzcowitz, H. (2013). Study on UniversityBusiness Cooperation in the US. London: London School of Economics. So, A., Sampat, B., Rai, A., Cook-Deegan, R., Reichman, J., Weissman, R., y Kapczynski, A. (2008) Is Bayh-Dole good for developing countries? Lessons from the US experience. PLoS Biol 6(10): e262. doi:10.1371/ journal.pbio.0060262 Sriniva, S., y Viljamaa, K. (2006). Economic institutionalization in practice: Development and the “third role” of universities. MIT-IPC-LIS-05-002, Industrial Performance Centre, MIT.
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José Luis Vázquez Burguete Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Director del Área de Estudios de Postgrado Universidad de León España
Ana Lanero Carrizo Directora del Área de Comunicación e Imagen Universidad de León España
LA FORMACIÓN DE POSTGRADO DESDE LA PERSPECTIVA DE LA RESPONSABILIDAD Y LA SOSTENIBILIDAD: APORTACIONES DESDE LA EXPERIENCIA EUROPEA La nueva misión estratégica de la formación de postgrado Hoy día, la revolución tecnológica y la irrupción del conocimiento y el capital humano como factores competitivos por excelencia han sumado a las tradicionales funciones de la universidad (docencia e investigación) una de dinamización económica y social.
La misión fundamental de la universidad es, por tanto, liderar a la sociedad en la generación de conocimientos y capacidades que permitan hacer frente a los problemas globales a los que nos enfrentamos. En Europa, la reforma universitaria ha quedado plasmada en la construcción de un Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) unificado, con el propósito de proporcionar una mejor satisfacción simultánea de las necesidades de los estudiantes y del entorno socioeconómico, dando cabida a las expectativas del mercado laboral y al impulso de la competitividad en el sector productivo. En este espacio, las enseñanzas de postgrado se concretan en los niveles de máster y doctorado, y contemplan la especialización formativa del alumnado y la orientación hacia la investigación, respectivamente. 146
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La formación de postgrado se convierte así en un vehículo fundamental para la construcción de un tejido laboral más competitivo en el aprovechamiento de las nuevas oportunidades económicas brindadas por la sociedad del conocimiento. El nivel educativo adquirido durante la formación superior, especialmente a nivel de postgrado, debe cualificar a los estudiantes para ejercer una actividad profesional, lo que a su vez debe satisfacer las demandas de capital humano requeridas por el propio sector productivo. Tal orientación de la educación superior responde, en definitiva, a la necesidad de integrar las dimensiones económicas y educativas en el cumplimiento de los objetivos de progreso marcados por la evolución social, partiendo de un concepto amplio de las finalidades adscritas a la educación que da cabida, tanto la realización personal, social y profesional de todos los ciudadanos, como a la prosperidad económica sostenible y a la empleabilidad, al tiempo que se promueven los valores democráticos, la cohesión social, la ciudadanía activa y el diálogo intercultural. En tal contexto, la formación de postgrado se ha convertido en un mercado altamente competitivo dentro de un sector maduro y diversificado, siendo necesario que las universidades se reinventen a sí mismas en respuesta a nuevos retos y oportunidades.
La formación de postgrado ha sido, por lo general, puesta al servicio de las dinámicas del mercado laboral, incluyéndose aquí tanto las necesidades de empleo de los estudiantes, como las necesidades de mano de obra de las empresas privadas e instituciones públicas con potencial de reclutamiento de los futuros egresados universitarios. Con todo, la formación de postgrado se convierte en un instrumento de política activa de empleo, que sirve para adaptar las cualificaciones profesionales a las necesidades productivas, aumenta la competitividad de la mano de obra, ayuda a flexibilizar el mercado de trabajo, y desempeña un papel fundamental en la lucha contra el desempleo al facilitar la inserción de los jóvenes y parados de larga duración.
“La formación de postgrado debe proporcionar a los futuros egresados una adecuada especialización en competencias transversales adaptadas a las nuevas necesidades de los sectores productivos” ”
Las competencias clave para el mundo laboral Uno de los principales intercambios que la universidad mantiene con la sociedad en que se inserta se remite al mercado de trabajo como horizonte inmediato para el cual debe preparar a sus alumnos, mediante la acreditación de profesionales en las distintas ramas del saber y la dotación de los recursos conceptuales e instrumentales convenientes para un adecuado desempeño laboral. En un entorno donde el crecimiento y la protección social dependen, cada vez más, de sectores que exigen un alto nivel de conocimientos y en el que un número creciente de empleos requieren cualificaciones de nivel superior, la integración de los titulados universitarios en la vida profesional se reafirma como una de las principales responsabilidades de las universidades ante la sociedad (Comisión Europea, 2003, 2005).
Sin embargo, a menudo se considera que la enseñanza universitaria de postgrado está desconectada de las exigencias del mundo del trabajo, de tal forma que los títulos sólo representan un requisito previo de acceso al ejercicio de una profesión, momento en el que, por fin, se entra en contacto con problemas auténticos y con métodos eficaces para resolverlos. Unido a ello, la etapa de inserción laboral de los jóvenes titulados universitarios se ha convertido, en las últimas décadas, en un fenómeno cada vez más borroso, complejo, no lineal y más bien largo en el tiempo. Con frecuencia, las experiencias de trabajo, por lo general en empleos flexibles de duración más o menos limitada y con una dedicación variable, se alternan con períodos de desempleo y se compaginan con períodos de continuidad de la formación académica. 147
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Todo ello ha acarreado transformaciones radicales en las condiciones de trabajo y en los criterios de empleabilidad. En conjunto, el mercado laboral no sólo exige de los graduados conocimientos y destrezas a nivel profesional, sino también la capacidad de adaptarse a nuevos ámbitos de desarrollo profesional, no necesariamente relacionados con su campo específico de estudios. Más allá de las competencias generales y específicas asociadas a cada campo de estudios, cobra aquí especial relevancia el fomento de competencias transversales a través de la formación de postgrado, que faciliten la adaptación laboral de los futuros egresados a la realidad socioeconómica a la que han de responder. En la identificación y operativización de tales contenidos, la Recomendación 2006/962/CE del Parlamento Europeo y del Consejo identifica ocho competencias clave de aprendizaje permanente que deben ser fomentadas en todos los niveles y dispositivos de educación formal a lo largo de la vida: comunicación en la lengua materna, comunicación en lenguas extranjeras, competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología, competencia digital, aprender a aprender, competencias sociales y cívicas, sentido de la iniciativa y espíritu de empresa, y conciencia y expresión culturales (Comisión Europea, 2006). Desde un punto de vista de aprendizaje permanente, una competencia clave puede definirse como el conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes transferibles y multifuncionales necesarios para la realización y el desarrollo personal, la inclusión social y el empleo (Rychen y Salganik, 2001). Tal definición implica que este tipo de competencias pueden ser aplicadas en una gran variedad de situaciones y contextos, y que son necesarias y útiles para todos los individuos de cara a tener éxito en la vida. La formación de postgrado en la responsabilidad social universitaria (RSU) De entre todas las competencias transversales de aprendizaje permanente que pueden ser inculcadas a través de los programas de postgrado, cobran especial relevancia las denominadas competencias sociales y cívicas, particularmente las más vinculadas a la esfera de la responsabilidad y la sostenibilidad.
Las competencias sociales y cívicas “incluyen las personales, interpersonales e interculturales y recogen todas las formas de comportamiento que preparan a las personas para participar de una manera eficaz y constructiva en la vida social y profesional, especialmente en sociedades cada vez más diversificadas y, en su caso, para resolver conflictos. La competencia cívica prepara a las personas para participar plenamente en la vida cívica gracias al conocimiento de conceptos y estructuras sociales y políticas, y al compromiso de participación activa y democrática” (Comisión Europea, 2006, p. 176). Se apuesta, así, por iniciativas que apoyen el proceso de integración transversal de los principios y valores del desarrollo sostenible y los requerimientos de responsabilidad en la educación. Desde una perspectiva más amplia, la adopción de modelos de responsabilidad social representa un nuevo paso en la mejora de los sistemas de gobierno universitario, así como un sistema más transparente de rendición de cuentas para las instituciones de educación superior en respuesta a las demandas de la sociedad actual. Esencialmente, la RSU alude a la gestión de los distintos impactos causados por la institución, con el fin de favorecer un desarrollo humano sostenible en el marco de la satisfacción de las demandas y expectativas de diversos stakeholders. En concreto, el desarrollo de la función universitaria se concreta en cuatro impactos fundamentales: formativo, cognitivo, organizacional y social (Vallaeys, 2014). El impacto cognitivo alude a la función investigadora de la universidad, en referencia al tipo de conocimientos que produce la institución, su pertinencia social y sus destinatarios. El objetivo es definir programas de investigación relativos a problemas sociopolíticos y económicos que afecten al desarrollo sostenible de la sociedad, así como favorecer el debate y el análisis responsable. El impacto organizacional remite al ámbito interno del personal universitario y los estudiantes, y a la consideración de aspectos medioambientales en la gestión de recursos. El objetivo es conseguir una universidad coherente a nivel interno, favoreciendo la inclusión y empleando métodos de contratación y de relación con proveedores transparentes y sostenibles.
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El impacto social se orienta a la promoción del desarrollo de la sociedad mediante la colaboración para resolver sus problemáticas fundamentales, creando capital social o haciendo accesible el conocimiento para todos. El objetivo es poner al servicio de la sociedad el conocimiento producido en la universidad, generar sinergias con otras instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil, y fortalecer el aporte de la universidad a las políticas públicas y a la formación de opinión pública. La formación de postgrado opera fundamentalmente a través del impacto educativo, buscando sensibilizar a la comunidad educativa sobre su entorno social y promover la participación activa de los estudiantes en el mismo mediante una mayor conciencia ética, tanto personal como profesional.
Desde esta perspectiva, la formación de postgrado debe promover contenidos, actitudes y valores de excelencia especializada, en el contexto de una formación humanista de alto nivel que contribuya al desarrollo social y económico (Aza, 2015). La responsabilidad y la sostenibilidad en la formación de postgrado El impacto educativo hace referencia a la formación ciudadana responsable, a través de una amplia diversidad de experiencias, métodos y formas de organización de la docencia desde un enfoque multidisciplinar. Las universidades tienen un papel vital a la hora de equipar a las nuevas generaciones con las destrezas que necesitan para hacer frente a la era de la globalización, el crecimiento económico y la creación de un futuro responsable y sostenible para las empresas y el planeta.
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La formación de postgrado se convierte, así, en un instrumento fundamental para consolidar una sociedad sostenible y pacífica.
cooperación al desarrollo, y favoreciendo la participación del estudiante en la comunidad educativa y la sociedad en general.
En definitiva, la importancia de este impacto universitario radica en que las instituciones de educación superior, en este caso a través de la formación de postgrado, influyen directamente en el comportamiento y en la deontología profesional de los jóvenes y profesionales, orientando su rol social y su ética profesional.
Para ello, se precisa la incorporación transversal de la educación de la responsabilidad y el desarrollo sostenible en las competencias, conocimientos y valores transmitidos por la formación de postgrado.
De este modo, las universidades son las encargadas de apoyar a las empresas para que incorporen una cultura responsable y sostenible, fundamentalmente a través de la incorporación de la responsabilidad social en la formación de mandos directivos, representantes de trabajadores y responsables de organizaciones sociales y administraciones públicas. Tales actuaciones necesitan el compromiso del profesorado, el respaldo de las autoridades académicas y asociaciones de estudiantes, la potenciación de centros o institutos especializados, y la implicación activa del alumnado para resolver los problemas sociales y lograr una conexión entre la docencia, la investigación y la proyección social universitaria. Dado que los estudiantes serán los protagonistas e impulsores de las innovaciones sociales, culturales, ambientales y económicas del fututo, es trascendental que conozcan el significado de la responsabilidad social y el desarrollo sostenible, de modo que puedan integrar estos conceptos en su actividad profesional futura, especialmente cuando esta comporta la creación o dirección de una empresa. Esta visión implica la incorporación de la temática de la responsabilidad social y la sostenibilidad en el diseño curricular y en las metodologías didácticas del postgrado, en un proceso que se conoce como sostenibilización curricular (Aza, 2015). Tal esfuerzo pasa por capacitar a los docentes en el enfoque de la responsabilidad social y promover en cada especialidad el aprendizaje basado en proyectos, abriendo la universidad a la sociedad y buscando la solución conjunta de problemas reales. Los contenidos de la formación de postgrado han de formar al futuro titulado como ciudadano informado y responsable, promoviéndose las políticas de inclusión educativa, el asociacionismo estudiantil y la
La formación de la responsabilidad y la sostenibilidad desde la perspectiva del alumnado Los estudiantes constituyen la verdadera razón de existir de la universidad, y están llamados a transformar la sociedad, por lo que las instituciones de educación superior han de implementar planes estratégicos y operativos, así como evaluar con ellos la calidad de la formación ética y ciudadana (Aza, 2015). En líneas generales, los estudios demuestran que el interés de los estudiantes en la educación ética va en aumento, especialmente en áreas de negocios. De acuerdo a estudios realizados en contextos universitarios españoles y latinoamericanos, los propios estudiantes son bastante conscientes de la necesidad de incorporar los valores de la responsabilidad y la sostenibilidad a la formación universitaria en general y de postgrado en particular (Vázquez, Licandro y Lanero 2013). Asimismo, una investigación reciente de la Universidad de León (Aza, 2015), en España, concluye que los estudiantes son capaces de diferenciar el impacto educativo de la formación recibida en su triple faceta medioambiental (formación en valores medioambientales), económica (relación universidad-empresa) y social (formación en valores sociales). El mismo estudio apunta a la conclusión de que la percepción global de la universidad como institución responsable afecta las experiencias de credibilidad, satisfacción y calidad percibida de los alumnos (Aza, 2015). Por tanto, una estrategia institucional en materia de RSU puede y debe funcionar como una ventaja competitiva que ayude a los estudiantes a decidir entre universidades, llegando a considerar dicha responsabilidad universitaria como sinónimo de calidad y experiencia satisfactoria y, por tanto, inspirando un sentimiento de confianza en la misma. 150
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En cualquier caso, persisten dificultades en relación al diseño curricular y la pedagogía, porque las materias sobre responsabilidad y sostenibilidad suelen ser introducidas en los currículos como optativas, de modo que los alumnos que las elijen son precisamente lo más sensibles hacia la responsabilidad. En la misma línea, algunos resultados ponen de manifiesto que la educación responsable no es suficientemente interiorizada por los estudiantes, ya que muchas veces las universidades realizan actividades en ámbitos diversos que, al no ser comunicadas específicamente como actividades de RSU, pueden derivar en confusión entre el alumnado y en una escasa conciencia sobre la educación responsable recibida.
Un mayor conocimiento en la materia de la responsabilidad y la sostenibilidad provocará un aumento en la percepción de cada uno de los impactos universitarios, conduciendo tal vez a una mayor conciencia de la contribución global de la universidad en su entorno y, con ello, a una mejor experiencia universitaria. Referencias Aza, C . L. (2015). Responsabilidad y sostenibilidad: Situación actual y perspectivas de tratamiento en la educación superior universitaria. Tesis Doctoral, Universidad de León, León. Comisión Europea. (2003). El papel de las universidades en la Europa del conocimiento (COM -2003- 58 final, de 05.02.2003). Bruselas: Autor. Comisión Europea. (2005). Movilizar el capital intelectual de Europa: Crear las condiciones necesarias para que las universidades puedan contribuir plenamente a la estrategia de Lisboa. (COM -2005- 152 final, de 20.04.2005). Bruselas: Autor.
“Los programas de postgrado deben orientarse a formar ciudadanos informados y responsables, que participen activamente en la comunidad educativa y en la sociedad en general”
Comisión Europea. (2006). Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones. Aplicar el programa comunitario de Lisboa: Fomentar la mentalidad empresarial mediante la educación y la formación. (COM -2006- 33 final, de 13.02.2006). Bruselas: Autor. Rychen, D. S. y Salganik, L. H. (2001). Defining and selecting key competencies. Göttingen: Hogrefe & Hub er Publishers. Vallaeys, F. (2014). La responsabilidad social universitaria: un nuevo modelo universitario contra la mercantilización. Revista Iberoamericana De Educación Superior, 5 (12), 105-117. Vázquez, J. L., Licandro, O. y Lanero, A. (Coords.) (2014). Perspectivas en el estudio de la responsabilidad social corporativa. Aplicaciones prácticas en Uruguay y España. Montevideo: Grupo Magro Editores.
Como aplicación práctica de todo lo apuntado para la mejora de la promoción de la formación de postgrado en el Espacio Iberoamericano, cabría apuntar la conveniencia de que las universidades trabajen más y mejor en el diseño de programas de enseñanza adaptados a los requerimiento de fomento de educación responsable y sostenible, para que los estudiantes perciban contenidos de responsabilidad social, éticos y de sostenibilidad en las asignaturas, y que sientan como su universidad busca concienciarles medioambientalmente y fomentar su solidaridad ciudadana o promover el espíritu emprendedor, entre otros aspectos.
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María José Lemaitre
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Directora Ejecutiva
Centro Interuniversitario de Desarrollo, CINDA Chile
CINDA: AMPLIOS DESAFÍOS PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR DE AMÉRICA LATINA Docencia e investigación: dos desafíos ineludibles Latinoamérica enfrenta dos grandes desafíos para la educación superior: el primero se refiere a la masificación de la matrícula y la necesidad de re-inventar una educación superior capaz de hacerse cargo de las necesidades de una población estudiantil amplia y heterogénea, de un sector productivo y de servicios diversificados y de los requerimientos de una formación ciudadana con un componente global que no se limita a la movilidad estudiantil. El segundo apunta al fomento del rol de las universidades en el desarrollo científico y tecnológico de la región, mediante políticas claras y definidas, que concentren recursos escasos en áreas estratégicas. El crecimiento de la matrícula obliga a revisar las definiciones tradicionales de universidad. Se espera que las universidades del siglo XXI generen conocimiento, funciones de docencia, investigación e innovación, con mecanismos claros para movilizar este objetivo. Sin embargo, en la región el porcentaje del PIB destinado a ciencia y tecnología está lejos del promedio de Estados Unidos y Europa o algunos países de Asia. Las universidades son responsables del 75% de las publicaciones y de la mayoría de las patentes generadas en la región, pero la actividad se concentra sólo en las universidades
dedicadas a la investigación con recursos suficientes para ello. Hay más de 4000 universidades en la región; de estas, solo 178 han publicado más de 1000 articulos entre 2009 y 2013, y cerca de 2600 no han publicado ninguno (Brunner & Miranda, 2016). En muchos países, los aportes – de por sí reducidos – se distribuyen entre las instituciones, pero hace falta una política clara y definida, que, en lugar de distribuir la pobreza, concentre los recursos en aquellas instituciones que tienen la vocación y las condiciones esenciales de gobernabilidad y capacidad para atraer personas de excelencia. En cuanto a la docencia, se mantiene en casi todos los países un enfoque profesionalizante, que obliga a los estudiantes a definirse por una carrera desde los inicios de su formación, privilegia una formación mediante clases magistrales, deja pocos espacios al aprendizaje autónomo y mantiene una estructura curricular rígida, que dificulta el reconocimiento de estudios y la movilidad entre niveles de formación, carreras o instituciones. Es preciso revisar sustancialmente el modelo formativo, tanto desde el punto de vista curricular – con énfasis en la formación de competencias transferibles, en opciones vocacionales flexibles, en capacidades para el aprendizaje a lo largo de la vida – como pedagógico, reconociendo que el impacto de las tecnologías de la información y comunicación y de las redes sociales han modificado el rol del docente, desde uno de trasmisión de información a uno de gestor de la información. 152
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Calidad de la educación superior
casos los procesos de evaluación tienden a penalizar a instituciones que han introducido cambios por cuanto todavía no se perciben sus efectos positivos; esto inhibe la innovación y obliga a las instituciones a mantener situaciones que saben que es necesario modificar para no correr riesgos respecto de la acreditación.
América Latina ha desarrollado, con éxito, mecanismos de aseguramiento de la calidad durante los últimos 25 años. Sin embargo, ha llegado el momento de abrir el camino a una segunda generación, que se haga cargo de las necesidades actuales relativas a la calidad:
Reconocimiento de la diversidad y, por tanto, de la necesidad de definir calidad con un enfoque que permita dar cuenta de diversas misiones institucionales con rigurosidad y flexibilidad, resistiendo la tentación academicista que tiende a plantear un modelo único de educación superior.
“El Centro Interuniversitario de Desarrollo, CINDA, es pionero desde 1971 en el establecimiento de redes de colaboración entre más de 40 instituciones de educación superior en Iberoamérica”
Énfasis en el desarrollo de la capacidad institucional de gestión de la calidad, promoviendo desde los procesos de aseguramiento externo de la calidad la instalación de mecanismos de autorregulación que permitan asegurar, desde adentro, la mejora sostenida de los servicios prestados por las instituciones de educación superior.
La consideración del aseguramiento de la calidad como un instrumento de políticas con objetivos claros y definidos, cuidando de no asignarle roles que no le corresponden (como elegibilidad para el financiamiento u otros incentivos que distorsionan su función de velar por la mejora continua de la calidad).
La revisión de los criterios de calidad y su aplicación, de modo que promuevan la innovación y no la restrinjan. En efecto, en muchos
Búsqueda de mecanismos que permitan compatibilizar la evaluación de instituciones con la de carreras o programas, con el objeto de promover la mejora sostenida de los procesos de enseñanza – aprendizaje de manera sostenible en términos de tiempo, carga de trabajo y recursos financieros.
El aseguramiento externo de la calidad tiene un gran potencial para orientar la educación superior, por cuanto las instituciones prestan atención inmediata a los temas abordados en los criterios de calidad. Sin embargo, también lo tiene para paralizar a los sistemas, al definir criterios prescriptivos, al desincentivar la innovación, al hacer del cumplimiento de estándares el criterio definitivo para la acreditación, en lugar de promover un desarrollo institucional autónomo y responsable. Rol de las Redes CINDA, Centro Interuniversitario de Desarrollo, pionero desde 1971 en el establecimiento de redes de colaboración entre más de 40 instituciones de educación superior en Iberoamérica, aborda las temáticas planteadas desde diferentes ángulos:
Conformación de redes especializadas. CINDA reúne a los vicerrectores o responsables de la gestión académica, de la investigación y de la administración y finanzas en sendas reuniones anuales. Estos definen los temas prioritarios a tratar y generan proyectos que permiten intercambiar experiencias, difundir buenas prácticas y generar un aprendizaje compartido.
Ejemplos de estos temas son los siguientes: Los vicerrectores de investigación y posgrado han trabajado en estrategias para la formación de investigadores, tanto en grado como en posgrado, desarrollo del emprendimiento y nuevos entornos para la transferencia tecnológica, organización de un Programa de Intercambio universitario, para la movilidad de estudiantes de grado y posgrado, de académicos y gestores, sistematización de la información sobre investigación e innovación en la región. 153
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Los vicerrectores académicos han centrado su trabajo en la gestión de la calidad de la docencia (CINDA, 2016), la internacionalización, la formación pedagógica de los docentes universitarios, la transformación digital, la equidad y la inclusión.
Desarrollo de proyectos. Un grupo operativo de universidades chilenas aborda, cada año, un tema crítico definido de consenso y lo desarrolla mediante una estrategia que combina tres componentes principales: un marco de referencia conceptual, donde se analiza el estado del arte y los avances teóricos y conceptuales relativos al tema; una recopilación y análisis crítico de las experiencias pertinentes de las universidades participantes; síntesis y recomendaciones de política institucional o nacional, según corresponda. El grupo ha abordado temas tan relevantes como la transición entre educación media y superior, entre grado y posgrado, el componente de formación práctica en la universidad, la evaluación de logro de los perfiles de egreso, la inclusión en una perspectiva amplia (ver http://www.cinda.cl/documentos-ypublicaciones/libros/).
Informes educación superior en Iberoamérica. En un convenio con Universia, CINDA ha publicado una serie de informes que sistematizan información acerca de diversos temas relativos a la educación superior en la región: Los informes 2007, 2011 y 2016 (Brunner & Miranda, 2016) recogen la información más reciente
sobre los países iberoamericanos y la ordenan en temas como: plataforma institucional, acceso y oportunidades, personal docente, formación de capital humano avanzado, financiamiento, gobierno y gestión, aseguramiento de la calidad. En 2010, el tema fue el rol de las universidades en el desarrollo científico y tecnológico de Iberoamérica (Santelices, 2010); el informe de 2012 recogió los resultados de un estudio sobre el efecto de los procesos de aseguramiento de la calidad en las universidades (Lemaitre & Zenteno, 2012) y en 2015, se publicó uno sobre la transferencia de I+D, la innovación y el emprendimiento en las universidades (Barro, 2015). Estos informes – que adicionalmente incluyen un estudio detallado para cada uno de los países de la región – han sido reconocidos como la fuente más completa y actualizada sobre la educación superior en Iberoamérica. Todos estos informes se encuentran descargables en la página web institucional (www.cinda.cl).
Prestación de servicios. La red de universidades de CINDA le permite reunir un acervo de competencias académicas, científicas y tecnológicas del más alto nivel, y poner a disposición de distintos organismos públicos y privados estas capacidades para ofrecer servicios de apoyo y consultoría en distintos temas. Así, se han desarrollado proyectos sobre planificación estratégica, aseguramiento de la calidad y gestión universitaria en distintos países. 154
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Aseguramiento de la calidad. Mediante el Instituto Internacional de Aseguramiento de la Calidad, IAC, CINDA ofrece servicios de distinto tipo a gobiernos, organismos de aseguramiento de la calidad e instituciones de educación superior, tales como: - Evaluación y acreditación de instituciones de educación superior y de programas o carreras. - Diseño de normas, procesos y procedimientos de aseguramiento de la calidad, tanto a nivel de educación superior como en instituciones o unidades académicas. - Producción de información, tanto impresa como digital, para la promoción de la calidad en la educación superior. - Vinculación entre procesos de evaluación institucional y gestión estratégica. - Entrenamiento y capacitación de pares evaluadores. - Apoyo y supervisión profesional de actividades institucionales en áreas relacionadas con el aseguramiento de la calidad. - Entrenamiento y capacitación de personal académico y administrativo para el desarrollo de procesos de aseguramiento de la calidad. - Apoyo a procesos de autoevaluación y evaluación externa de agencias y organismos de aseguramiento de la calidad.
Entre estos, destaca la provisión de servicios de evaluación y acreditación – avalados por un Consejo Académico conformado por rectores internacionales y especialistas en aseguramiento de la calidad – que ha permitido que el IAC sea reconocido como organismo acreditador en Perú y que opere en diversos países de la región latinoamericana.
Programa de Intercambio Universitario. El intercambio universitario está destinado a generar espacios para la movilidad académica, promover a las instituciones que conforman la red, fomentar la internacionalización y la cooperación interinstitucional, y vincular a los estudiantes con nuevos entornos. El programa ofrece oportunidades de movilidad a estudiantes de grado y de posgrado, a académicos e investigadores, a gestores en distintas áreas de las universidades; ofrece también espacios para el intercambio de proyectos y actividades, co-tutela de tesis y otras iniciativas que promuevan y apoyen el aprendizaje compartido y el trabajo conjunto entre instituciones de educación superior. En el caso de la movilidad estudiantil, el programa está abierto a las universidades miembros de CINDA, que ofrecen plazas de intercambio y se comprometen a reconocer los cursos aprobados en el extranjero. Los participantes mantienen el pago de arancel en su universidad de origen, y se encuentran exentos de los costos académicos en la universidad de destino.
“Las redes permiten sistematizar experiencias, revisar enfoques y perspectivas sobre la educación superior y promover actividades concretas de cooperación interinstitucional, entre ellas los posgrados”
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Síntesis final
Referencias
Las tendencias globales, que han afectado el desarrollo de la educación superior, han tenido un impacto significativo sobre los sistemas de la región latinoamericana, que no han sido cabalmente abordados desde el diseño de políticas nacionales.
Barro, S. (. (2015). La transferencia de I+D, la innovación y el emprendimiento en las universidades. Santiago: CINDA. Obtenido de http://www.cinda.cl/wpcontent/uploads/2014/02/LIBRO-INFORMETRANSFERENCIA-DE-I-D-2015.pdf
En América Latina, en general, las universidades operan desde una concepción de la autonomía que ha impedido el desarrollo de mecanismos nacionales capaces de definir prioridades nacionales en una perspectiva de mediano o largo plazo. Esto, que operó razonablemente bien durante la primera mitad del siglo xx, ha hecho crisis debido al proceso que ha llevado a una creciente privatización de los sistemas de educación superior. Como consecuencia, la educación superior latinoamericana suele presentarse segmentada al interior de cada país, con escasos espacios de encuentro entre instituciones públicas y privadas, universitarias y no universitarias, universidades con investigación e instituciones mayoritariamente docentes, metropolitanas y regionales, lo que impide la conformación de espacios nacionales de educación superior. Las políticas – habitualmente referidas a financiamiento y regulación – dependen de las presiones corporativas que se ejerzan sobre el gobierno y raramente tienen impacto más allá de un determinado régimen.
Brunner, J., & Miranda, D. (2016). Educación Superior en Iberoamérica. Informe 2016. Santiago: CINDA. Obtenido de http://www.cinda.cl/wp-content/uploads/2016/
Tal vez el desafío más importante, en el año en que se conmemora el centenario de la Declaración de Córdoba, sea re-definir el concepto de autonomía universitaria, de gobierno de los sistemas de educación superior y de la inclusión de la educación superior como un componente clave para el desarrollo de los países y de sus ciudadanos.
CINDA. (2016). Calidad de la formación universitaria. Información para la toma de decisiones. Santiago: RIL Editores, en http://www.cinda.cl/download/libros/CINDA%20%202016%20Calidad%20de%20la%20formaci%C3%B3n%20Universitaria, %20Informaci%C3%B3n%20para%20la%20toma%20de%20 decisiones.pdf. Lemaitre, M. J., & Zenteno, E. (2012). Aseguramiento de la calidad en Iberoamérica. Informe Educación Superior 2012. Santiago: CINDA. Obtenido de http://www.cinda.cl/wpcontent/uploads/2014/02/Aseguramiento-de-la-calidad-enIberoam%C3%A9rica-2012.pdf Santelices, B. (.-c. (2010). El rol de las universidades en el desarrollo científico y tecnológico. Santiago: CINDA. Obtenido de http://www.cinda.cl/wp-content/uploads/2014/02/El-rol-delas-universidades-en-el-desarrollo-cient%C3%ADfico-ytecnol%C3%B3gico-2010.pdf
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Carla Mares Ruíz Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la Directora Escuela de Posgrado vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Universidad de Lima Perú
Octavio A. Chon-Torres Coordinador de Grados y Proyectos Universidad de Lima Perú
SER Y SABER HACER COMO RESPUESTA DE LA UNIVERSIDAD EN UN ENTORNO IBEROAMERICANO La sociedad en la que vivimos es una de transición (Olivé, 2013). No basta contar con tecnología, es imprescindible saber usarla para pasar de la sociedad de la información a la del conocimiento. ¿Cuál es el rol de la universidad en este contexto? Ante un mundo cuya complejidad aumenta vertiginosamente, en donde las crisis ya no son problemas aislados de un solo país sino que se tratan más de policrisis (Morin y Kern, 2005), la universidad tiene la responsabilidad de adaptar su enfoque y alinearlo a las necesidades de la sociedad. Actualmente, las universidades generan profesionales altamente capacitados dentro de su área de especialización. Pero es esencial formarlos para que puedan atender de manera exitosa las demandas de su entorno. Ello supone “no restringir la agenda de investigación del académico hacia actividades con potencial uso económico en detrimento del desarrollo abierto de la ciencia” (Castro y Vega, 2009, p. 73). En esta línea, los estudios de posgrado son una pieza clave para lograr una conexión más estrecha entre universidad-entorno, ya que por lo general sus estudiantes ocupan o están en camino a ocupar posiciones relevantes en instituciones que pueden generar cambios importantes.
Formación integral Desde un punto de vista histórico, antes del siglo XX la relación universidad-entorno en Latinoamérica no era relevante. Es recién a inicios del siglo pasado cuando tal relación empezó a cobrar mayor importancia y las universidades que no tenían este tipo de lazo eran criticadas (Arocena y Sutz, 2005, p. 574). Este enfoque fue consolidado de manera crucial en 1918: A turning point was the 1918 student rebellion against traditional teaching and traditional authorities in the old University of Cordoba, Argentina. Their Manifesto became the ‘Marseillaise’ of the URM, a movement that spread quickly. In every country of Latin America, including Brazil, students organized themselves, challenged the academic status quo, and obtained increasing support for their projects concerning the Reform of the University (Arocena y Sutz, 2005, p. 574).
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A partir de entonces, empezamos a tener una universidad interesada en los asuntos públicos que se convirtió en un altavoz de la población, pues el acceso a ella no era gratuito (Arocena y Sutz, 2005, p. 575). En Latinoamérica aún se mantiene esta herencia, pero es necesario renovar la mirada para enfrentar los retos que la sociedad exige en diferentes temas (corrupción, educación, desigualdad, inseguridad, entre otros). La universidad en el espacio iberoamericano debe tener comunicación con sus pares para unir esfuerzos y generar ideas creativas. La retroalimentación entre ellas reforzará las iniciativas y acciones que deban tomarse. Un buen punto de partida a coordinar son las Metas Educativas 2021 de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (2010), que buscan crear un espacio para la comunicación de instituciones educativas. Este documento es de gran ayuda para quienes tienen la intención de mejorar la conexión universidad-entorno. El liderazgo del cambio debe estar en las universidades. Éste es el espacio natural para transformar el entorno. Desde aquí se pueden orientar líneas de investigación que involucren lo social y lo empresarial, con una mirada aplicativa que interconecte propuestas y resuelva necesidades de modo efectivo e integral. La universidad no debe limitarse al ámbito académico. Desde aquí, deben sumarse miradas sensibles y receptivas a las exigencias del entorno y, a partir de ellas, aterrizar las ideas. Un universitario debe ser líder tanto en el hacer como en el ser. Scientia et praxis es el lema que acompaña el escudo de la Universidad de Lima y es una frase que traza una ruta a seguir. A propósito de una intervención de nuestro actual rector, se recordó que nuestra misión es formar “personas de bien, ciudadanos plenos que cuiden el bien común, y por añadidura podremos apostar que serán buenos profesionales en una sociedad en permanente transformación” (Quezada Macchiavelo, 2014).
Vision always comes back to leadership. People look to their formal leaders for vision and direction. While leaders should involve people in shaping direction, the ultimate responsibility for ensuring and maintaining a vision remains with the leaders and cannot be delegated to others. Creating a vision is not an activity that can be checked off a list. It’s one of the most critical ongoing roles of a successful leader. It means the difference between high and average performance, whether it’s an entire organization, a department, or a team (Blanchard, 2010, p. 30). Por tanto, el campo de acción que tiene la universidad es amplio. Lo académico es importante pero no suficiente, se debe poner énfasis en el desarrollo humano si realmente se quiere generar un cambio. Ello es una pieza clave para la realización de las Metas Educativas 2021 (Marchesi, 2009).
“La universidad en el espacio iberoamericano debe tener comunicación con sus pares para unir esfuerzos y generar ideas creativas”
Empresa y sociedad
Muchos de los problemas económicos y sociales no vienen por una falla en el método, sino por una mala administración y una falta de ética en los No cabe pensar la universidad aislada de su entorno. Por ello, es profesionales que toman decisiones y en aquéllos que las ejecutan. Basta imprescindible que actúe a través de sus miembros que deben ser los protagonistas del cambio. Esto es más claro cuando ya tienen un rol activo con recordar la crisis económica del 2008 en Estados Unidos. ¿Podría haberse evitado? Sin duda que sí (BBC Mundo, 2011). Las necesidades en el mundo laboral. Desde ahí podrán tomar decisiones que influyan e de la sociedad no son estrictamente materiales. La ética cobra más impacten y que inspiren a otros a mejorar su entorno tanto a nivel relevancia en el mundo de hoy, porque hoy las necesidades de la profesional como personal. En este sentido, los estudios de posgrado deben continuar con la tarea que la universidad inició en el pregrado. No se sociedad son más de tipo cognoscitivo que material, y la universidad es, puede perder de vista que todo paso por la universidad debe reforzar en el ante todo, una de las fábricas para la producción y transferencia del conocimiento. Existe entonces una empatía entre la sociedad y la alumno el deseo de tener una visión y una misión de gran alcance: 158
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universidad que, indudablemente, favorece la integración, la colaboración y la interacción (Malagón Plata, 2009, p. 38). Esta transferencia de conocimiento no debe entenderse de forma lineal. La sociedad, el conocimiento y la universidad tienen un grado de interacción cada vez más complejo. Podría entenderse que la universidad produce conocimiento que la sociedad usa para su propio beneficio. Sin embargo, limitarse a ello es simplificar nuestra visión. Según Barrett (2001) “no existe una relación lineal, sino más bien una relación triangular entre el conocimiento, la educación superior y la sociedad. Cada elemento entra en alguna clase de relación con los otros dos” (p. 29). Si la universidad desea incrementar su producción innovadora debe incentivar la comunicación entre esas tres esferas, de esa forma la innovación podrá tener un espacio donde emerger. La universidad se retroalimenta del mundo de la empresa, que es donde se presentan los escenarios reales que deben abordarse desde distintos ámbitos del conocimiento para mejorarlos u optimizarlos. Por otro
lado, la empresa puede aprender de la universidad a través de la especialización del conocimiento, la investigación y las consultorías. Esto es reconocido al punto que las empresas si se apoyan en la universidad obtienen retornos mayores a lo invertido (Montoya Rios y Aguilar Zambrano, 2013, p. 198). Evitar el reduccionismo es el reto (Barrett, 2001). Ello, sin embargo, no significa que la universidad solo deba atender necesidades de la sociedad; pues eso supondría ― como se indicó anteriormente con Castro y Vega (2009) y Barrett (2001)― ir en detrimento de otras formas de conocimiento. Ser un ciudadano de bien es áquel que puede usar su mirada para entender las necesidades de la sociedad en beneficio de todos y evitar fenómenos o circunstancias no deseadas. Es decir, la universidad como representante del progreso del conocimiento “no puede limitarse a cumplir sin más los programas que la sociedad le presenta” (Barrett, 2001, p. 45). No puede haber una auténtica cultura de la innovación si nuestra mirada solo se centra en un enfoque de esa naturaleza. En la XVI Conferencia Iberoamericana de Educación (Organización de Estados Iberoamericanos, 2006), celebrada en Montevideo, se señaló que: 159
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La baja cultura de la innovación existente tanto en el ámbito público como privado, constituye una debilidad generalizada en la mayoría de países. Por ello, se propone apoyar iniciativas para el fomento de la cultura de la innovación, a través de actividades de difusión de experiencias que se han desarrollado en algunos países […] En este contexto, cabe resaltar la necesidad de una nueva forma de producción del conocimiento, cuyo contenido posea un grado considerable de complejidad. Nos referimos al Modo 2 de Gibbons et al., (2010, p. 6), quien señala que este tipo de conocimiento: is thus created in a great variety of organisations and institutions, including multinational firms, network firms, small hi-tech firms based on a particular technology, government institutions, research universities, laboratories and institutes as well as national and international research programmes. Esta urdimbre de interlocución entre diversos actores hace que las medidas a tomar en el espacio iberoamericano del conocimiento trasciendan las clásicas ópticas monofocales e hiper especializadas. Es necesario que la universidad tenga líneas de investigación y desarrollo orientadas a este tipo de conocimiento. Posgrado El papel del posgrado es relevante porque supone el incremento en calidad de ese saber. En este espacio, la red de contactos que se genera es una plataforma inmejorable para enfrentar los cambios. Actualmente, los posgrados en Iberoamérica tienen la tendencia a incrementar el conocimiento disciplinar especializado, haciendo que el alumno responda a sus demandas. Considerando la complejidad del entorno, se requiere que los egresados sean gestores de cambio y no meros operarios. “Una educación superior que tome como objetivo guía una concepción del ser humano capaz de colaborar efectivamente con el mundo de la vida, aportará un sentido diferente a la competencia” (Barrett, 2001, p. 265). Ello supone replantearnos el modo en que se dirige la educación universitaria y entender que el cambio de enfoque disciplinar debe ir acompañado de la formación integral de la persona de bien. Se trata, en definitiva, de revisar los modelos de interacción universidad-entorno a la luz de las nuevas formas de producción del conocimiento.
De nada sirve cambiar las herramientas si persistimos en un pensamiento fragmentado y no interconectado. Tampoco se trata de unificar el saber, pues ello nos llevaría igualmente a un reduccionismo holista (donde solo se considera el todo en detrimento de las partes). Lo importante es reconocer la relevancia de las diferentes áreas del saber, con el fin de aplicarlos en el momento oportuno. La Declaración de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, 1998) sobre la educación hace énfasis en que la educación superior debe hacer frente a las necesidades y problemas que afronta la humanidad de forma multidimensional, interdisciplinar y transdisciplinar. La universidad debe, entonces, fomentar investigaciones que logren medir el grado de compenetración entre los distintos tipos de saber que desarrolla dentro de sus aulas, estar a la altura de la complejidad de los retos y desafíos que se presentan en la actualidad. Por ello, la universidad frente al entorno debe estar comprometida con la formación integral del alumno, no solo a nivel de conocimientos, sino también a nivel del ser como persona. Debe fomentar espacios de intercambio de experiencias, especialmente en posgrado, que enriquezcan la visión de sus miembros. También, deben desarrollarse líneas de investigación con enfoques como el Modo 2 de producción del conocimiento de Gibbons et al. (2010). ¿Por qué el posgrado es especialmente importante? Porque reúne la experiencia de sus alumnos frente a distintos problemas y situaciones ya vividas en el mundo profesional. El posgrado es un terreno fértil y potencial desde donde puede prepararse a los profesionales para ser los protagonistas de los verdaderos cambios que necesitan la empresa y la sociedad. Para Iberoamérica ésta es una gran oportunidad. Si se toma con éxito, seríamos testigos de una auténtica transformación de paradigma.
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“La universidad frente al entorno debe estar comprometida con la formación integral del alumno, no solo a nivel de conocimientos sino también a nivel del ser como persona”
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“instituições de alto nível, orientadas para a criação, transmissão e difusão da cultura e do saber de natureza profissional, através da articulação do estudo, do ensino, da investigação orientada e do desenvolvimento experimental.” (art.º 7, n.º1 da Lei n.º 62/2007 de 10 de setembro, RJIES – sublinhado nosso). Os politécnicos, em Portugal, foram ainda criados como sendo instituições de ensino superior com um caráter regional fortemente marcado, no sentido de potenciar os territórios em que se inserem, nomeadamente o seu tecido industrial (entre outros papéis menos relevantes para o presente objetivo mas de que não poderemos deixar de salientar a democraticidade do acesso ao ensino superior, nomeadamente para as populações ativas). O ecossistema de cooperação academia-empresa no Politécnico de Leiria
João Paulo Marques Vice-presidente Instituto Politécnico de Leiria Portugal
VINCULAÇÃO ACADEMIA-EMPRESA: O CASO DO POLITÉCNICO DE LEIRIA Introdução O Politécnico de Leiria é uma instituição portuguesa de ensino superior público integrada no subsistema politécnico. Este dado é importante pois permite perceber que, fazendo parte deste subsistema, foi uma instituição criada para desenvolver um tipo de ensino orientado para dar resposta às necessidades de formação superior especializada das organizações e das empresas, em particular as do setor industrial, e para promover investigação científica aplicada e inovação profissional. No texto da lei são definidas como sendo
No Politécnico de Leiria, a reflexão sobre esta matéria levou-nos a passar do conceito de um sistema de relacionamento para o conceito de um ecossistema em que diversos atores têm um papel a desempenhar sendo que, da ação de cada um deles resultam necessariamente consequências para todos os outros. A grande vantagem deste conceito, importado das ciências biológicas, é que traz para o conceito de sistema um modelo interativo, um sentido de equilíbrio dinâmico que está em permanente transformação. Trata-se de um modelo particularmente adequado para a análise da relação academia-empresa se tivermos em conta o caráter volátil e de permanente transformação para que o desenvolvimento tecnológico nos transportou. A compressão temporal da sequência ontem-hojeamanhã, a emergência de novos paradigmas de produção – de que a Indústria 4.0 é o desenvolvimento mais recente – tem levado a que não seja mais possível uma sequência linear de geração de conhecimento e inovação profissional, mas a uma espiral de mudança retroalimentada pela fluidez e a permeabilidade entre os conceitos científicos e as práticas profissionais. No Politécnico de Leiria a vinculação academia-empresa foi inicialmente construída procurando responder a necessidades muito específicas de parte a parte. Fossem necessidades de formação por parte da instituição, de que os estágios curriculares são o melhor exemplo, fosse a colaboração na resolução de problemas pontuais de desenvolvimento e inovação surgidos nas empresas. 162
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De há alguns anos a esta parte, sentiu-se a necessidade de ir mais longe e de aprofundar este processo de cooperação. É então que se começa a falar num ecossistema de cooperação academia-empresa englobando e ligando as diversas formas que essa cooperação pudesse tomar. Tratou-se de desenvolver um modelo que articulasse o trabalho que se fazia, por um lado, e que permitisse facilitar o desenvolvimento e enquadramento de novos processos. Todos os processos assentam numa premissa de desenvolvimento mútuo, tipo win-win, em que cada uma das partes coopera com a outra partilhando conhecimento, necessidades e meios que levem à superação das necessidades encontradas ou ao desenvolvimento de projetos conjuntos. Partindo do princípio de que o saber é algo intangível, que existe sob diversas formas e em todos os ambientes, neste caso no ambiente académico e no ambiente empresarial, traduzindo diferentes abordagens aos problemas, procura-se que a participação das empresas na vida da academia e a participação da academia na vida das empresas seja um ponto de encontro que promova soluções inovadoras para ambos os parceiros. No nosso ecossistema de cooperação empresarial podemos identificar diferentes valências que suportam diferentes práticas, em áreas como: planeamento, desenvolvimento estratégico e gestão, formação, investigação, inovação e desenvolvimento profissional, empreendedorismo, e responsabilidade social.
“O saber existente no mundo académico e no mundo empresarial traduz diferentes formas de abordagem aos problemas”
A vinculação academia-empresa no planeamento, desenvolvimento estratégico e gestão Tivemos o gosto de ouvir afirmar, há relativamente pouco tempo, que as empresas não devem estar na academia “para enfeitar”. De facto, do que já foi aqui referido, diríamos que a vinculação academia-empresa é algo em que ambas as partes se devem empenhar. E, em nosso entender, isso deve ser promovido logo nos momentos que vão determinar a atividade da academia: no planeamento, desenvolvimento estratégico e gestão. E neste processo não nos referimos aos tradicionais (mas necessários) levantamentos de necessidades de formação, comuns na academia. Referimo-nos a uma participação efetiva: a) Na definição da estratégia institucional. b) No envolvimento no planeamento. c) Na participação ativa e efetiva na gestão. No Politécnico de Leiria a participação empresarial é efetiva em todos estes momentos. O Plano Estratégico da instituição é participado por parceiros externos, o planeamento de ações tem frequentemente o seu envolvimento e a participação na gestão decorre em alguns casos da legislação (como por exemplo o Conselho Geral) e noutros decorre de uma opção própria da instituição (como por exemplo, o Conselho de Avaliação e Qualidade). Trata-se de órgãos com competências ao nível da decisão e não órgãos de aconselhamento. Pensamos, aliás, que só desta forma será possível o envolvimento efetivo de membros externos, nomeadamente de empresários e técnicos das empresas. A perceção de que as suas opiniões produzem efeito na vida da academia é um fator de motivação fundamental para a sua participação. Por outro lado, não podemos deixar de referir que o relacionamento da instituição com o meio lhe tem permitido ser também elemento ativo no planeamento, desenvolvimento e mesmo na gestão de um conjunto diversificado de entidades da região. Além da sua participação em órgãos com essa finalidade (ADAE – Associação para o Desenvolvimento da Alta Extremadura, Conselho Municipal de Educação, por exemplo) é membro integrante dos corpos diretores de associações empresariais ou centros tecnológicos (NERLEI – Associação Empresarial de Leiria, Centimfe – Centro Tecnológico da Indústria de Moldes, Ferramentas Especiais e Plásticos, PoolNet – 163
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Cluster de Competitividade e Tecnologia Engineering & Tooling, por exemplo) ou de escolas de outros níveis de formação (Conselhos Gerais de escolas ou agrupamentos de escolas do ensino secundário, direção da Fundação Escola Profissional de Leiria, por exemplo). Tratase, portanto, de um envolvimento de duplo sentido que permite estabelecer as pontes necessárias a um diálogo profícuo entre os diferentes parceiros.
A vinculação academia-empresa na formação Esta, apesar de tudo, é uma das componentes em que o processo de vinculação academia-empresa se torna mais notório. A participação do meio empresarial (lato sensu, no sentido de se alargar aqui o conceito de empresa a toda a organização geradora de emprego) pode dizer-se que é diacrónica. O conceito de diacronia refere-se à sucessão dos factos no tempo. Neste sentido podemos identificar, um antes, um durante e um depois, que claramente reforçam a vinculação interinstitucional pela exigência de permanência dos parceiros nos diferentes momentos. E nesta, em relação a este aspeto, as formações de pós-graduação não são muito distintas de todas as demais. Assim, no Politécnico de Leiria, a participação no âmbito da formação pode assumir as formas que passamos a descrever sucintamente.
a) Antes, ou se preferirmos, na definição do processo de formação da instituição – neste momento, a participação do meio empresarial pode ser encontrada na definição das necessidades de formação (que cursos são necessários), na definição do tipo de formação (graduação, pós-graduação conferente de grau académico, os mestrados, ou pósgraduação não conferente de grau académico, ou cursos de especialização que podem assumir um formato muito diverso) e ainda no design curricular dos cursos e na definição de conteúdos. b) Durante, ou se preferirmos, envolvimento no processo formativo – se tradicionalmente a formação é uma competência do professor, hoje em dia, essa missão, não deixando de ser central para ele, já não pode ser cumprida de forma isolada. Na nossa instituição temos procurado que o envolvimento das empresas no processo de formação se faça através de: formação em empresa (de que os estágios curriculares são a forma mais comum sendo que aqui o peso e a responsabilidade da empresa é muito elevado), aulas a decorrer em contexto empresarial (nomeadamente para conhecimento do contexto, de tecnologias e de procedimentos específicos considerados relevantes), participação de gestores e técnicos das empresas em aulas a decorrer na instituição (sob a forma de módulos lecionados por aqueles profissionais ou sob a forma de palestras ou aulas abertas) ou em momentos de avaliação (projetos e estágios) e através de estágios de integração profissional (cujo processo de formação é da quase total responsabilidade da empresa). 164
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c) Depois, ou se preferirmos, participação no processo de avaliação da formação com vista à melhoria da sua qualidade ou mesmo à sua transformação profunda. Como sabemos hoje os conhecimentos sofrem de um processo de erosão muito grande, em particular nas áreas tecnológicas. Um curso hoje terá um prazo de validade relativamente curto. Além disso, é necessário aferir a qualidade do trabalho de formação que se desenvolveu. O objetivo último de uma formação, seja ela qual for, é um desempenho profissional de alto nível. Donde, a participação das empresas neste processo não só é muito importante como se torna para nós difícil perceber uma adequada avaliação sem o seu envolvimento efetivo. Na nossa instituição, o Sistema Interno de Garantia da Qualidade (acreditado de acordo com padrões dos Europeans Standards and Guidelines), prevê não só a avaliação anual da formação como também uma avaliação periódica que permita aferir a sua atualidade técnica e científica e a sua relevância. Nesse processo são chamados a participar não só as empresas e os seus gestores e técnicos mas também profissionais diplomados pela instituição. Este é o meio formal de participação, através da qual se procura obter também o compromisso das empresas no processo de qualidade da própria instituição e da formação que ela ministra. Além deste processo formal, há ainda todo um conjunto de processos menos formais – e alguns até de natureza bastante informal – que decorrem ao nível dos departamentos responsáveis pelos cursos e que resultam da participação das empresas nos momentos de formação (nomeadamente os estágios e os projetos) de que resultam informações de feedback que são utilizadas em pequenas modificações nos planos curriculares dos cursos, nos equipamentos e metodologias de ensino e avaliação utilizados e mesmo nos conteúdos das unidades curriculares, facilitando uma permanente adequação da formação às necessidades dos empregadores. Trata-se, como se pode verificar, de um modelo conceptualmente muito simples mas que nos parece eficaz e que permite ao meio empresarial ser interveniente direto nos processos de formação da instituição.
A vinculação academia-empresa na investigação, inovação e desenvolvimento profissional Enquanto instituição de ensino superior, o Politécnico de Leiria é um parceiro ativo nos processos de investigação, inovação e desenvolvimento profissional. Este tipo de trabalho desenvolvido com as empresas ou outras organizações pode assumir várias formas. A primeira são as prestações de serviços. Trata-se fundamentalmente de um trabalho contratualizado que, pela sua natureza – nomeadamente o envolvimento de alguns processos de experimentação – é prestado por uma equipa que inclui na sua base docentes e investigadores, mas que pode envolver também bolseiros de investigação, frequentemente estudantes de 2º ciclo (mestrados). A segunda forma envolve projetos de investigação e desenvolvimento em co-promoção com as empresas. Esta tipologia de projetos é carateriza-se pela partilha do investimento material e humano entre os copromotores, onde o risco é partilhado entre a instituição de ensino superior e as empresas/entidades parceiras. Neste caso, ainda que os objetivos finais do projeto sejam comuns, cada parte assume a responsabilidade de realização de diversas atividades específicas. Uma terceira forma prende-se com o desenvolvimento de trabalhos de investigação, inovação ou desenvolvimento profissional que decorrem da atividade normal de formação, assumindo neste caso os cursos de pós-graduação uma especial relevância (quer os trabalhos de projeto quer as dissertações ou outros trabalhos de final de cursos são fortemente incentivados para que decorram em ambiente empresarial) e dos centros de investigação, onde a investigação aplicada, apanágio do modelo de ensino politécnico, têm como preocupação a valorização económica do conhecimento gerado. Como resultado de todas estas atividades de investigação, inovação e desenvolvimento profissional, é frequente a existência de material passível de proteção mediante algum tipo de direito de propriedade industrial, seja marca, desenho ou modelo, modelo de utilidade ou patente. Alguns destes registos de propriedade industrial são efetuados em cotitularidade, nomeadamente os resultantes de investigação desenvolvida em conjunto com o setor empresarial. Estes registos de propriedade industrial contribuem de forma inequívoca para a competitividade e sustentabilidade regional, que depende em grande parte da capacidade das empresas e das 165
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instituições de desenvolver e inovar. Esta abordagem reforça o papel pró-ativo das instituições de ensino superior como facilitadoras e impulsionadoras da transferência de conhecimento entre a sua comunidade académica e a comunidade empresarial e organizacional envolvente. A vinculação academia-empresa no empreendedorismo O empreendedorismo integra a cultura institucional do Politécnico de Leiria, com vista ao desenvolvimento de uma postura proactiva e, naturalmente, empreendedora nos nossos estudantes e diplomados. Para além das ações internas que são desenvolvidas, em termos de vinculação academia-empresa, há o envolvimento da instituição em diversas estruturas de incubação de empresas que colaboram no desenvolvimento de seminários, workshops, formações, sessões de mindset, sessões de geração de ideias, dinâmicas de criatividade, dinâmicas de estruturação de projetos empresariais, sessões de consultadoria, dinâmicas de apoio à construção de planos de negócios. Este trabalho, muito orientado para a componente de formação, envolve sempre a academia e o tecido empresarial.
“A cooperação academiaempresa pode envolver todos os domínios de atividade, do planeamento à responsabilidade social”
Há, contudo, um outro tipo de trabalho, desenvolvido com parceiros nacionais e internacionais com vista ao desenvolvimento de novos projetos empresariais para implementação em territórios específicos e em áreas temáticas específicas. Este trabalho é determinante para o desenvolvimento regional e envolve a participação em projetos como: PIN - Poli Entrepreneurship Innovation Network; REInova Reindustrilização Empreendedorismo e Inovação nos setores produtivos tradicionais (financiado no âmbito do Programa INTERREG V-A Espanha-Portugal (POCTEP) 2014–2020, pelo Fundo Europeu de Desenvolvimento Regional), EUROACE_LERA - Projeto de cooperação transfronteiriça EUROACELERA - CAMPUS EMPRENDEDOR TRANSFRONTERIZO (POCTEP), e INOV C 2020. Promover o próprio emprego, a inovação empresarial em microempresas ou a aceleração de projetos empresariais com base em conhecimento são objetivos partilhados entre academia e o mundo empresarial.
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A vinculação academia-empresa na responsabilidade social
Conclusão
Hoje, às instituições de ensino superior, pede-se mais do que serem atores competentes no panorama científico e tecnológico. Tal como às empresas, também se espera que as instituições de ensino superior desempenhem um papel ao nível do que se convencionou chamar a responsabilidade social.
Falar de complementaridade e vinculação entre empresas e instituições de ensino superior implica, em primeiro lugar, termos consciência de que estamos a falar de duas entidades diferentes mas complementares. Se quisermos, são duas faces de uma mesma moeda.
No âmbito do processo de vinculação academia-empresa em que centrámos o presente artigo, entendemos que, também aqui, havia espaço para desenvolver iniciativas conjuntas com o tecido empresarial, para além daquelas que são desenvolvidas exclusivamente pela instituição e de que não iremos aqui dar conta. Assim, com recurso a duas associações empresariais (NERLEI e CEFAMOL – Associação Nacional da Indústria de Moldes), foi desenvolvido um protocolo com origem num trabalho de proximidade que foi sendo desenvolvido entre os membros da academia e as empresas vinculadas a estas associações, que abarca diversas valências, entre as quais a atribuição de bolsas de estudos por parte das empresas a estudantes que frequentam cursos que as empresas consideram mais relevantes para o desenvolvimento regional. Trata-se de um tipo de vinculação de natureza diferente daquela que envolve ganhos imediatos para o tecido empresarial, que revela uma consciência sobre a relevância da qualificação dos recursos humanos, assente em princípios de competência – que estão subjacentes à atribuição das bolsas – e que revela ainda a confiança na academia para formar os recursos com as competências necessárias ao desenvolvimento do tecido empresarial, com base num trabalho de complementaridade desenvolvido entre a academia e as empresas.
Importa, naturalmente, perceber acima de tudo como é que se podem estabelecer as pontes entre estas duas realidades. As pós-graduações, conferentes ou não de grau académico, são as modalidades de formação que mais facilmente podem proporcionar esta vinculação entre a academia e o tecido empresarial. Por um lado, o elevado grau de autonomia das instituições para o seu desenvolvimento, por outro lado, o seu elevado grau de especialização, fazem das pós-graduações um terreno fértil de cooperação e de envolvimento entre estes dois tipos de entidades, no qual podemos construir benefícios parte a parte. No caso das pós-graduações conferentes do grau académico de mestre existe, inclusive, a possibilidade de concluir aquelas pós-graduações através de trabalhos de projeto ou estágios desenvolvidos em empresas, sendo mais uma ferramenta – além da mais clássica dissertação – que possibilita a construção de pontes de diálogo, cooperação e construção de benefícios mútuos. A preocupação institucional de promover investigação relevante para o tecido empresarial, no sentido lato que lhe demos no início deste texto, promove uma maior aproximação interinstitucional e a perceção dessa relevância reforça os vínculos que se pretendem promover. Trata-se, portanto, de um caminho que academia e empresas devem percorrer em conjunto, aprofundado a sua especificidade e, com base nela, a sua complementaridade.
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Dianelkys Martínez Rodríguez Decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas Universidad Pinar del Río Cuba
PENSAR LAS UNIVERSIDADES DESDE UN ENFOQUE SOCIOCULTURAL ¿Por qué hablar de un enfoque sociocultural? A decir de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, 1982, p.43): “La cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo”, pero esto se logra no solo desde las expresiones artísticas, sino de la obra humana en sentido general. La premisa fundamental del enfoque sociocultural parte de esta reflexión y de la interrogante que nos invita a pensar cuán comprometidos estamos con el desarrollo sostenible de nuestras sociedades. En los marcos internacionales, la cultura se incorporó como cuarto pilar del desarrollo sostenible, lo que significó reconocer su valía para el crecimiento económico, la inclusión social y el equilibrio medioambiental (Agenda 21 de la Cultura, 2004); no obstante, ¿cómo se ha comprendido en nuestras prácticas universitarias la propuesta de una acción cultural comprometida con nuestro futuro?, ¿qué cultura han promovido nuestras universidades y cuáles han sido las iniciativas desarrolladas? El análisis de documentos de la Unesco, sobre políticas culturales y educación superior, permite a la autora considerar la cultura universitaria como el conjunto de saberes y valores universales, modos de vida universitaria que se han heredado y aquellos que se generan de
la actualización e innovación de sus actividades docente, investigativa y extensión universitaria, la historia que le otorga identidad y que está representada por diversas formas de expresión humana materiales y espirituales, por el claustro, sus estudiantes y el personal no docente, así como las relaciones socioculturales entre estos y con la sociedad a la que pertenecen. Al hacer uso del término “sociocultural” se pretende sintetizar la complejidad de interrelaciones que integran a la sociedad, enfatizando en el valor de la identidad cultural y de la participación individual y colectiva de las personas, para su desarrollo presente y futuro. El término “sociocultural”, en su función adjetiva, se emplea como una categoría transdisciplinar a incorporar en la concepción del proceso de formación de pregrado y posgrado, así como los restantes procesos que gestionan las universidades; expresa la comprensión íntegra del desarrollo social y la necesidad de participar activamente en la promoción de una cultura para el desarrollo sostenible. El enfoque sociocultural propone una gestión de los procesos universitarios, asumiendo la participación social como principio rector. Propone que la cultura universitaria sea democratizada, promovida e investigada, que dialogue con otras culturas, no solo desde el protagonismo de profesores y estudiantes, sino de las comunidades, 168
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grupos sociales, organizaciones, instituciones y empresas. Se trata de pensar la formación del futuro profesional dando prioridad a las demandas de la sociedad, tanto a escala local como regional, nacional e internacional. El enfoque sociocultural no es una propuesta para carreras de ciencias sociales y humanidades; su pretensión es que todos los perfiles profesionales valoren qué participación tienen de la cultura universitaria, cómo participan y pueden seguir participando junto a otros perfiles profesionales y cómo comparten su patrimonio con otros que no forman parte de la universidad. Para pensar la universidad desde un enfoque sociocultural se recomienda:
El trabajo sociocultural comunitario: la estrategia de la formación profesional La propuesta del trabajo sociocultural comunitario se sustenta en el quinto pilar de la educación: aprender a transformarse y a transformar la sociedad. Hay valores de la cultura universal que no se aprehenden exclusivamente en un aula o dentro de los muros de una universidad. En el enfoque sociocultural, la comunidad se considera un espacio de enseñanza-aprendizaje. Está conformada por diversos actores sociales (grupales e individuales) y agencias socializadoras (institucionales y empresariales, gubernamentales, privadas y sin fines de lucro). Permite aplicar la teoría estudiada, comprobarla, evaluarla y reelaborarla, a partir de la experiencia práctica en un contexto determinado.
1. Declarar qué se entenderá por cultura universitaria para la institución. 2. Determinar los componentes de la cultura universitaria que deben ser promovidos. 3. Diagnosticar el estado actual de la democratización, promoción e investigación de la cultura universitaria tanto en la comunidad interna como externa. 4. Diseñar acciones que permitan compartir la cultura universitaria con la comunidad interna y externa de la institución.
“Compartir la cultura universitaria es hacerla útil a la sociedad”
5. Ejecutar las acciones para compartir y enriquecer la cultura universitaria de la institución. 6. Evaluar la ejecución de las acciones. 7. Actualizar el diagnóstico y las acciones que han sido diseñadas. 8. Sistematizar la experiencia de la institución en cuanto a la democratización, promoción e investigación de la cultura universitaria. 9. Socializar la experiencia de la institución, tanto a nivel nacional como internacional (elaborar publicaciones, realizar eventos, ferias académicas, entre otras iniciativas).
El trabajo sociocultural comunitario es la estrategia de formación profesional de pregrado y posgrado del enfoque sociocultural; consiste en la planificación, organización, ejecución, control, evaluación y sistematización de un sistema de acciones que, durante los periodos de duración de los procesos formativos, permita a estudiantes, profesores y personal no docente participar en la solución sostenible de problemáticas comunitarias. El trabajo sociocultural comunitario no debe reproducir experiencias tradicionales donde predomine el asistencialismo y las acciones interventoras o colonialistas. No se trata de transferir una cultura superior o dominante, sino de prestar un servicio social sustentado en un análisis transdisciplinar y con una participación integrada de diferentes actores sociales. 169
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¿Cómo concebir el trabajo sociocultural comunitario?
La presentación de necesidades sociales es la fase donde:
El trabajo sociocultural comunitario no debe dejarse a la espontaneidad, ni debe ser visto como una acción de un grupo de voluntarios, porque sería repetir experiencias que ya existen en diferentes universidades de nuestro contexto. Es una estrategia de formación que se organiza a partir de la determinación de las comunidades en que se hace necesario socializar componentes de la cultura universitaria para la solución de problemáticas que han sido identificadas por los gobiernos locales y los líderes comunitarios.
1. Se presentan los servicios sociales que puede ofrecer la universidad.
El trabajo sociocultural comunitario, en el contexto de la universidad, cuenta con las siguientes etapas: a) conciliación; b) oficialización; c) participación social; d) socialización; e) colaboración internacional.
4. Se establecen los términos para presentar las propuestas de atención a las demandas.
Etapa de conciliación Es una etapa cuyo propósito está en el desarrollo de un espacio de participación entre diferentes actores sociales y autoridades universitarias para analizar las maneras en que la universidad puede contribuir a las necesidades presentadas por los gobiernos locales y los líderes comunitarios. Está compuesta por dos fases: la presentación de necesidades sociales y el trabajo en grupos.
2. Se presentan las demandas comunitarias y de los gobiernos locales. 3. Se concilian las áreas del conocimiento, actores sociales y agencias socializadoras que participarán en la atención a las demandas comunitarias y de los gobiernos locales.
El trabajo en grupos es la fase donde se concreta la atención a las demandas. Requiere de la implicación de los gobiernos locales y líderes comunitarios junto al personal de las áreas del conocimiento que participarán en la conciliación (facultades, centros de estudios, observatorios, departamentos, entre otros). En esta fase es necesario que: 1. Se determinen las acciones que se realizarán y sus participantes (curriculares, extracurriculares, de formación continua, asesorías, capacitación, promoción cultural, animación sociocultural, entre otras).
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2. Se diseñan las acciones teniendo en cuenta sus objetivos, recursos materiales, presupuestos, tiempos, lugares, entre otros aspectos necesarios a considerar. 3. Se aprueban las acciones para su oficialización a nivel de universidad, gobiernos locales y comunidades. Etapa de oficialización Es la etapa donde se formaliza el trabajo sociocultural comunitario que realizará la universidad junto a los gobiernos locales y líderes comunitarios, con sus responsables y participantes, períodos, tipologías (proyectos, cursos, asesorías, etc.), recursos y financiamiento. Etapa de participación Es la etapa en la que se ejecutan las acciones propuestas y se valora su pertinencia sobre la marcha. Las universidades deben buscar iniciativas curriculares y extracurriculares que potencien el trabajo sociocultural comunitario con la presencia de sus protagonistas: estudiantes, profesores, personal no docente, comunidades, gobiernos locales, instituciones y empresas.
Etapa de socialización Es la etapa en que se analizan los resultados de la participación en diferentes marcos: comunitario, gubernamental, universitario, grupal, entre otros. Igualmente, se comparte la experiencia tanto a nivel nacional como internacional, a través de publicaciones, foros, talleres, simposios, ferias académicas, creación de redes y otras iniciativas. Etapa de colaboración internacional Está en correspondencia con la etapa anterior y tiene la intención de colaborar en el contexto internacional en la solución de problemáticas comunitarias a partir de la experiencia alcanzada en aquellas universidades donde haya sido posible organizar el proceso y tener resultados favorables. La colaboración internacional puede basarse en la capacitación de actores sociales, el intercambio académico, entre representantes gubernamentales y líderes comunitarios, así como publicaciones, foros, talleres, simposios, ferias académicas, creación de redes y observatorios, por mencionar algunos ejemplos.
Los protagonistas del trabajo sociocultural comunitario En este apartado se redunda en algunas ideas expresadas anteriormente:
“Concebir nuestras universidades desde las necesidades comunitarias es dar pasos certeros hacia una educación superior pertinente”
1. El valor del trabajo sociocultural comunitario está en la incorporación de la comunidad universitaria de manera transdisciplinar. 2. Las problemáticas comunitarias se pueden resolver si se concibe a la comunidad como un objeto de estudio complejo. 3. La comunidad no necesita que le hagan su trabajo, sino que le acompañen en su autogestión. ¿Qué papel juegan los protagonistas del trabajo sociocultural comunitario? Los profesores El trabajo del colectivo de profesores debe orientarse tanto a la formación de pregrado como posgrado, presencial y a distancia. Es necesario que los departamentos organicen el trabajo multidisciplinar e interdisciplinar para seleccionar el contenido que se hace necesario 171
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incorporar y actualizar. Para determinar en qué medida participarán los estudiantes deben tener presente la forma en que se organiza el proceso formativo (por semestres y años, por objetivos o competencias, por créditos). Esto les permitirá identificar las principales actividades que deben ser desarrolladas en cada nivel.
1. Sensibilizarlos con los problemas de su sociedad.
Para la formación profesional de pre y posgrado (presencial o a distancia) es válida la creación de una plataforma digital que presente los aspectos que conforman el trabajo sociocultural comunitario en el área del conocimiento:
4. Desarrollar competencias profesionales en contextos naturales.
1. Presentación del banco de problemáticas comunitarias en la que los estudiantes pueden participar. 2. Presentación de líneas de investigación, proyectos y líderes científicos relacionados con el banco de problemáticas comunitarias. 3. Presentación de una oferta de cursos, entrenamientos y capacitación que optimizarán la participación en el trabajo sociocultural comunitario. 4. Presentación de la planificación y organización del trabajo sociocultural comunitario. 5. Control de la participación de profesores, trabajadores no docentes, estudiantes de pre y posgrado mediante la creación de una ficha digital del participante universitario. 6. Evaluación sistemática y final del trabajo sociocultural comunitario mediante la publicación de noticias en el perfil de los participantes universitarios, el llenado de cuestionarios, la socialización de resultados, entre otras opciones. 7. Presentación de acciones de internacionalización. Los estudiantes Para lograr la participación de los estudiantes (pregrado y posgrado), es importante la motivación por el trabajo sociocultural comunitario, aun cuando se establezcan, por el colectivo de profesores, las maneras en que oficialmente estarán vinculados a una comunidad. La actividad investigativa es de gran valor, ya que de esta vinculación con problemáticas de contextos reales es posible:
2. Familiarizarlos con modos de vida y costumbres que quizás son diferentes a los suyos, pero que conforman su nación. 3. Incorporarlos a la investigación en proyectos.
5. Realizar trabajos de cursos y tesis. 6. Presentar y publicar resultados investigativos en diferentes eventos. 7. Desarrollar actividades extensionistas de animación, promoción, asesoría, capacitación e internacionalización. El personal no docente y los gobiernos locales El personal no docente y los representantes de los gobiernos locales pueden participar en el trabajo sociocultural comunitario a partir de su formación profesional, su desempeño político y profesional o su interés de contribuir en las acciones que han sido propuestas. Pueden ser facilitadores de las actividades de capacitación, animación, promoción, asesoría e internacionalización. También se les puede considerar beneficiarios de los cursos y entrenamientos de pregrado o posgrado que hayan sido concebidos. La comunidad En la comunidad debe velarse por lograr la participación de sus miembros en cada una de las acciones que han sido conciliadas previamente con los restantes protagonistas. De ella se generan disímiles demandas a la universidad para solucionar sus problemas de manera sostenida en el tiempo: 1. Iniciativas de formación de pregrado o posgrado específicas (formación de comunicadores comunitarios, gestores del desarrollo comunitario, servicios técnicos comunitarios, trabajadores de apoyo a la salud pública, etc.). 2. Creación o rehabilitación de la infraestructura e instituciones comunitarias. 3. Generación de servicios comunitarios y actividades económicas.
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Tres reflexiones claves 1. El enfoque sociocultural requiere de la sensibilización de los líderes políticos, gubernamentales y comunitarios, de las autoridades académicas y demás miembros de la universidad, con relación a los problemas de su nación que se reflejan en las comunidades. Igualmente, requiere de actitudes comprometidas con el futuro de la humanidad. 2. Aun cuando en nuestro contexto son diversas las formas de organizar los procesos de formación profesional de pregrado y posgrado, hay universidades públicas y privadas, sería interesante, sea cual fuere la organización de nuestro sistema de educación superior y sus instituciones, experimentar los beneficios de poner al servicio nuestras aulas, laboratorios, centros de investigación, áreas deportivas y culturales, en la solución de problemáticas comunitarias. 3. En el trabajo sociocultural comunitario no se pretende que predominen los estereotipos de trabajar exclusivamente en comunidades “marginales” o “vulnerables”; el servicio es para todos los espacios donde sea necesario compartir la cultura universitaria y transformar colectivamente.
Referencias Ciudades y Gobiernos Locales Unidos-Comisión de Cultura. (2004). Agenda 21 de la Cultura. Recuperado de: http://www.agenda21culture.net/index.php/docman/agenda21/222-ag21es/file
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Juan Manuel Mora Vicerrector de Comunicación Universidad de Navarra España
LA COMUNICACIÓN COMO FACTOR DE CONEXIÓN DE LA UNIVERSIDAD CON SU ENTORNO La comunicación en cambio
La comunicación de las empresas
En las últimas décadas, la comunicación ha evolucionado a la misma velocidad con la que han cambiado la tecnología y la cultura. Podemos decir que los medios y canales de comunicación que existían hace 20 años son ya parte de la historia. Se les llama “medios tradicionales”, para diferenciarlos de los nuevos entornos digitales.
El cambio de la comunicación se ha notado en diversos ámbitos, pero de modo especial en las empresas, por varias razones.
Ahora, la comunicación es abierta -no pasa a través de los antiguos mediadores-, instantánea -no sigue el ritmo de los días, sino de los minutos y las horas-, e internacional -no existen fronteras ni mercados cerrados-. Naturalmente, el nuevo entorno tiene pros y contras. La transparencia aporta beneficios indudables, forja una sociedad más participativa y madura. Pero a la vez, en esta época que ha sido denominada de la “post verdad”, proliferan nuevas formas de manipulación como las fake news, con las que nuevos poderes ocultos ponen en peligro la estabilidad de las democracias. En resumen, la comunicación hoy ya no es lo que era, hemos de descubrir sus posibilidades y aprender su gestión. Pero, ahora como siempre, la comunicación necesita de la verdad y la veracidad. Sin verdad, la educación es adoctrinamiento, la economía fraude y la comunicación humo.
En primer lugar, hay que decir que cada vez más empresas consideran la comunicación como factor estratégico de su desempeño. Creen en la responsabilidad social, en la contribución al entorno, en la rendición de cuentas, en el sentido cívico. Y todos esos fines se alcanzan en buena parte cuando se cuenta con una buena política de comunicación. Por otro lado, la gravedad y frecuencia de las crisis de reputación han ayudado a muchas empresas a tomar conciencia de la importancia de los valores intangibles. Con frecuencia, en el nuevo contexto abierto, inmediato e internacional, los problemas se multiplican. Se sabe todo, lo bueno y lo malo, casi en el mismo momento en que sucede. Por esa razón, algunas malas prácticas de determinadas empresas están provocando crisis que pueden llegar a causar graves daños y que, de rebote, provocan una reacción de interés por la comunicación. En todo caso, tanto las empresas proactivas como las reactivas disponen de recursos para hacer frente o para prevenir las crisis y, por tanto, se dotan de departamentos de comunicación que desarrollan su trabajo con un alto nivel de profesionalidad. 174
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La comunicación de las universidades ¿Dónde están las universidades en este panorama? En mi opinión, cuentan con excelentes departamentos de comunicación un buen número de universidades, sobre todo, aunque no exclusivamente, en ámbito anglosajón, en países donde la comunicación tiene larga tradición y donde las universidades disponen de presupuestos elevados para atender tareas de gestión. En esos casos, se observan muy buenas prácticas: las universidades comunican de modo adecuado, logran como consecuencia un sólido apoyo social y reciben también ayudas de las administraciones públicas. De ese modo, es más fácil que se valore la aportación de las universidades a su entorno, como formadores de profesionales cualificados y generadores de conocimiento y de progreso gracias a la investigación. Al ser conocidas y apreciadas, esas universidades están en buenas condiciones para unirse a otras instituciones públicas y privadas, con el propósito de dar respuesta a las necesidades y oportunidades concretas de la comunidad donde trabajan.
¿Qué hacer? ¿Qué camino emprender? ¿Qué cabe proponerse en este terreno? Cuando se quiere mejorar la calidad de la comunicación de las universidades, con el fin de lograr una mejor integración en el entorno, en mi experiencia, conviene partir de algunos principios fundamentales:
Ante todo, hay que aspirar a que la comunicación de las universidades adquiera un nivel de profesionalidad semejante al que tienen la docencia y la investigación en las universidades, o al que tiene la comunicación en otros sectores, como el corporativo o el político.
además, el trabajo de comunicación ha de adoptar un enfoque de 360 grados, es decir, ha de atender a los diferentes públicos potencialmente interesados, tanto internos como externos: alumnos, antiguos alumnos, profesores, autoridades públicas, etc.;
Con esa perspectiva amplia, conviene dotarse de un buen “sistema de comunicación”, que incluya diferentes canales, herramientas, instrumentos, procesos y pautas para llegar adecuadamente a todos esos públicos, para escucharles y para informarles. También los canales requieren profesionalidad, desde el punto de vista de las nuevas tecnologías y desde el punto de vista de los contenidos.
La función de comunicación requiere además un planteamiento estratégico, tiene que integrarse en el nivel directivo de las universidades, para trabajar con información completa, visión de conjunto y sentido de responsabilidad. Esto suele traducirse en que la dirección de comunicación depende, o al menos tiene acceso a la máxima autoridad de la universidad.
La comunicación suele comenzar como tarea profesional de un departamento y acaba siendo un rasgo de la cultura de la institución. Cuando las buenas prácticas de comunicación interna y externa están incorporadas al día a día de la institución, todos los miembros de la comunidad universitaria comparten el deseo de transparencia y la inclinación al diálogo.
Sin embargo, en otros países ese momento de madurez de la comunicación no ha llegado todavía. No pocas universidades enfocan la comunicación como una mera tarea técnica, instrumental, casi burocrática, desprovista de su potencial transformador. Así planteada, la comunicación no representa una particular ayuda.
“En el entorno digital hay más oportunidades para comunicar… y las crisis son más frecuentes”
Veamos esos puntos brevemente uno por uno.
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Comunicación profesional Todas las tareas de gestión propias de la institución universitaria administración económica y financiera, dirección de personas, resolución de proyectos, etc.- han de realizarse de manera que presten un servicio cualificado a las actividades propias de la universidad: la docencia, la investigación y la transferencia. Para ello, es preciso contar con profesionales especializados en cada una de las áreas de gestión. Por lo que se refiere a la comunicación, las universidades necesitan la colaboración de especialistas, comunicadores con experiencia como redactores, sentido de la noticia, creatividad, capacidad relacional y amplia cultura. Esos profesionales pueden desarrollar los cometidos que suelen corresponder al área de comunicación: edición de textos y vídeos, elaboración de contenidos para web y redes, gestión de publicaciones, cuidado de la marca y de la imagen. Realizan esas funciones bien integrados en las estructuras ordinarias de la universidad: los centros y facultades, los servicios, los proyectos, las comisiones, en todas las actividades que es preciso comunicar a las diferentes personas que se relacionan con la universidad.
Entre esos profesionales hace falta contar con algunos que tengan también cualidades directivas y puedan, por un lado, coordinar todas las tareas de comunicación y ayudar al conjunto de los profesionales del área y, por otro, servir de enlace con el equipo rector de la universidad, de manera que la comunicación no sea una pieza aislada, sino que se integre en la estrategia de la institución. En suma, el gobierno de una institución no es solo una actividad ejecutiva, tiene una importante dimensión relacional y comunicativa. Comunicación 360 grados Se ha dicho que uno de los grandes errores de la gestión de empresas ha sido la atención casi exclusiva que muchos directivos han prestado a un solo stakeholder, los accionistas de la empresa. Al preocuparse solo de maximizar los beneficios de los inversores, se han descuidado otros actores fundamentales: trabajadores, clientes, entorno. De ahí la importancia creciente que adquiere la sostenibilidad para las empresas: la atención a todos sus stakeholders, con mirada global y de lago plazo. 176
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Algo similar sucede con la comunicación de las organizaciones y concretamente de las universidades. Tampoco cabe concentrarse de modo exclusivo en un solo público (los periodistas o los profesores o los alumnos o los directivos). Para que sea sostenible, la comunicación de las universidades ha de tener una mirada global, de 360 grados, y atender bien a todas las personas que participan de alguna manera de la vida de la universidad. Esa visión amplia plantea el reto de la coordinación y de la coherencia. Los mensajes que se envían a unos y otros han de tener sentido y consistencia, para que sean creíbles. Los “sistemas de comunicación”
cohesión, la universidad es mejor conocida y su aportación más apreciada. Si los resultados de la comunicación son de tal entidad, se entiende que ha de ser una tarea bien atendida por los altos directivos de una organización, también en el caso de las universidades. Por esa razón, cada vez con más frecuencia, los equipos rectorales cuentan con departamentos de comunicación bien cualificados y trabajan coordinadamente con ellos. En bastantes países, se está extendiendo la figura del Vicerrector de Comunicación, que puede tener diferentes denominaciones pero que, en todo caso, forma parte del equipo rectoral y se ocupa de orientar estratégicamente los departamentos de comunicación, asegurando que aporten valor intangible a la universidad.
Con un planteamiento profesional y una visión 360 grados, el equipo de comunicación de una universidad ha de crear un “sistema de comunicación” que tenga una buena arquitectura. Es decir, hay que pensar cuáles son los canales de información y de escucha con cada uno de los principales stakeholders, los mensajes que darán contenido a esos canales, los procesos de edición y toma de decisiones, las personas que se han de encargar, los tiempos y calendarios de trabajo, los presupuestos. La comunicación no puede ser improvisada ni intermitente, sino planificada y regular. El director de comunicación ha de asegurar que la comunicación fluya, no se interrumpa, a través de todos los canales formales e informales. Este “sistema de comunicación” ha de ser tan útil y completo como los otros sistemas con los que toda universidad cuenta (para las áreas docente o económica, por ejemplo).
“La transparencia y la rendición de cuentas forman parte de las obligaciones de la universidad”
La comunicación como rasgo de la cultura Comunicación estratégica Las organizaciones forman su patrimonio intangible, tan necesario como el tangible, realizando bien su trabajo y también dándose a conocer adecuadamente. De la comunicación dependen en buena parte la identidad, la marca, la imagen, la reputación de las instituciones. Cuando la comunicación funciona, la comunidad universitaria trabaja con mayor armonía y
Poco a poco, gracias al trabajo de comunicación realizado con profesionalidad, los miembros de la universidad van adquiriendo conocimiento y experiencia: los profesores atienden periodistas y practican la divulgación científica; los empleados se sienten bien informados y escuchados; los alumnos participan en los procesos de comunicación; la sociedad recibe la rendición de cuentas y percibe a la universidad como institución responsable y transparente; los antiguos alumnos no pierden el vínculo con el alma mater. 177
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Así, de modo práctico, todos los que forman parte de la comunidad universitaria, de alguna manera, son también comunicadores. Entienden la comunicación como un rasgo de la cultura, igual que la buena atención de los estudiantes, el cuidado de las instalaciones, la calidad de la investigación, el sentido de colaboración. Ese es el resultado al que hay que aspirar, para que la comunicación sea sostenible.
Conclusión Con frecuencia, en las universidades cavilamos acerca de cómo poner en valor lo que hacemos, cómo lograr más apoyo, cómo aumentar nuestra contribución social. Pienso que la comunicación es una palanca que nos puede hacer avanzar en esa dirección. Ser transparentes, rendir cuentas, crear comunidad, integrarse en el entorno son las actitudes que, como contrapartida, lograrán que la universidad reciba el respeto y el apoyo que merece.
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Francisco Orgaz Agüera Vicerrector de Producción e Investigación Científica Universidad Tecnológica de Santiago, UTESA República Dominicana
LA VINCULACIÓN UNIVERSIDAD-ENTORNO Y LA PROMOCIÓN DEL POSGRADO EN LA UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO (UTESA), REPÚBLICA DOMINICANA Introducción La Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), fundamentada en sus principios institucionales, ha mostrado a lo largo de su historia apertura, sensibilidad y flexibilidad hacia los sectores sociales de recursos limitados en los diversos puntos de la geografía dominicana en los que ejerce influencia. A las condiciones generales de la República Dominicana, como sociedad en vía de desarrollo y desde el ángulo de una institución de educación superior, se puede agregar las características que corresponden a zonas y áreas que esperan oportunidades de promoción socioeconómica a través de los estudios superiores. La universidad tiene tres ejes principales: docencia, ciencia y tecnología, y extensión. Para el desarrollo de la vinculación universidad-entorno y promoción del postgrado, se deben establecer estrategias comunes bajo un enfoque de responsabilidad universitaria corporativa. Cabe destacar que la universidad tiene una función social obligatoria, debido a que a través de la práctica docente universitaria transforma el entorno, con la graduación de nuevos profesionales, el descubrimiento realizado a través de la investigación científica o la generación de oportunidades de empleo en la propia institución. La Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA) fue fundada en 1974 y cuenta, en su estructura organizacional, con más de 2,000 docentes y directivos académicos y más de 2,000 empleados. Actualmente, UTESA tiene presencia en 7 provincias de la República Dominicana: Santiago de los Caballeros, Santo Domingo, Dajabón, Mao, Moca,
Puerto Plata y Gaspar Hernández. Hasta la fecha, ha graduado a más de 100,000 estudiantes y entre todos sus recintos tiene más de 70,000 estudiantes matriculados. El recinto más grande de UTESA está en la ciudad de Santiago de los Caballeros y es la Sede principal de la Universidad, donde se ofrecen 21 programas de nivel técnico, 25 programas de nivel profesional y 15 programas de postgrado. Una de las últimas decisiones institucionales ha sido la reorganización de su estructura general. Así, lo que anteriormente era un conjunto de Recintos situados en diversas ciudades del país, ahora forma parte de un Sistema Corporativo, donde se integran los anteriores Recintos como instituciones universitarias, cada una con un Rector, con sus Vicerrectores y Claustro Universitario propio.
Responsabilidad social corporativa en la Universidad Resulta interesante aplicar estrategias que fortalezcan la vinculación entre la Universidad y el entorno, el cual es cambiante. En este sentido, la responsabilidad corporativa de la universidad juega un papel fundamental, ya que a través de la aplicación de estrategias sociales, económicas y ambientales puede aumentar la reputación de la institución en la región y, por consecuencia, mejorar la vinculación existente. En este orden, UTESA realiza diferentes actividades de responsabilidad corporativa, citando entre ellas las jornadas de acciones ambientales (realizando conferencias gratuitas para la 179
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comunidad universitaria y la región, y desarrollando actividades de reforestación y limpieza de espacios naturales), publicación en revistas científicas y divulgación de la ciencia en Jornadas de Investigación propias y externas, donde se presentan los hallazgos de los grupos de investigación de la Universidad (sobre todo, referente a nuevos avances o descubrimientos en las ciencias de la salud, en la economía del turismo y sobre aspectos ambientales) y las opciones de becas que la Universidad ofrece a los estudiantes de la región. Cabe destacar que, como parte de su responsabilidad social, UTESA también realiza campañas de vacunación, prevención de enfermedades y riesgos, jornadas de salud integral, y jornadas de cultura de paz.
“Para el desarrollo de la vinculación universidad-entorno y promoción del postgrado, se deben establecer estrategias comunes bajo un enfoque de responsabilidad universitaria corporativa”
Gobierno local y/o nacional. Por ejemplo, los PTU son lugares con un importante potencial para desarrollar ideas de negocios que cubran las necesidades de la sociedad. En el caso de la UTESA, Caribbean Industrial Park (CIP) se configura con un PTU idóneo para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, a través de la investigación desarrollada por los estudiantes, profesores e investigadores de la Universidad. Estos espacios también se extienden a la formación de postgrado en donde se fomenta el vínculo universidad-empresa desarrollando actividades de orden académico, investigativo y crítico, pero teniendo como espacios de desarrollo para las empresas propias del Sistema Corporativo Universitarios, nacionales o internacionales, y buscando plantear soluciones y análisis a realidades actuales. Para desarrollar el estrechamiento entre la innovación empresarial, investigación y resolución de problemas o necesidades, la Universidad dispone de tres asignaturas finales para todas las carreras (Formación de Emprendedores, Anteproyecto de Grado y Proyecto de Grado), en las cuales el estudiante plantea una idea de negocio innovadora que busca resolver las necesidades del entorno. El nuevo Modelo Pedagógico Universitario Asimismo, el nuevo Modelo Pedagógico Universitario de UTESA presenta una Ecología de Aprendizaje, donde se amplía el concepto de aula para llevarla a todos los elementos de interacción social y cultural, tanto de manera local como global. Comité Consultivo y Asesor
Parques Tecnológicos-Universitarios Las estrategias de responsabilidad corporativa deben estar encaminadas a resolver los problemas del entorno, a través de actividades de docencia, investigación y extensión. Para ello, los Parques Tecnológicos-Universitarios (PTU) pueden ser espacios que fomenten la generación de ideas y el desarrollo de las mismas con la finalidad de resolver las necesidades encontradas en el entorno. Los PTU fomentan el trabajo en equipo, con diferentes actores de la región, destacando los profesionales de la academia (docentes e investigadores), los empresarios locales, la población residente y el
Tanto las acciones de responsabilidad corporativa como el desarrollo de actividades en los PTU, contribuyen a fomentar el desarrollo de la región local donde se ubica la universidad y, a su vez, a mejorar la relación y vinculación existente entre la academia y la sociedad. En este sentido, UTESA dispone de un Comité Consultivo y Asesor para cada carrera, que se reúnen varias veces al año para tratar temas relacionados con el perfil del egresado de la carrera, generar relaciones con empresas para el desarrollo de prácticas y pasantías, y establecer estrategias de mejora en los programas de asignatura. El Comité está formado por egresados de la Universidad, así como directivos de empresas u organizaciones con competencias en la carrera que se analiza. Entre los diferentes elementos que se trabajan, cabe destacar el perfil que deben tener los “nuevos” empleados y, junto 180
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a esto, se proponen programas de especialidades o maestría (postgrado) para desarrollar las capacidades y habilidades de los egresados de las carreras, en virtud de las exigencias del sector.
Vinculación y promoción del Postgrado Otra actividad relevante, de vinculación y promoción del postgrado dentro de nuestra Institución, es el desarrollo de actividades internas, a partir de los mismos grupos de participantes, de conferencias, talleres y Congresos, aplicados a las distintas áreas de formación, con profesionales y empresas de renombre que promueven espacios de crecimiento y exposición. De esta manera, elevar la calidad educativa y renovar las ofertas académicas es uno de los enfoques constantes. Asimismo, se busca, de manera activa, mantener vínculos con instituciones privadas y públicas para escuchar sus necesidades y actuar entorno a estas es una estrategia de accionar constante.
En los últimos años, las necesidades mayores del entorno han buscado la profesionalización en las áreas de educación, ingenierías, ciencias de la salud, ciencias económicas y asuntos medioambientales, y en estos espacios es donde UTESA ha asumido un liderazgo importante en los últimos tiempos. La oferta de programas de doble titulación internacionales es una de las alternativas más atractivas para mantener la frescura y competencia de los programas. Muchos profesionales no tienen la posibilidad de desplazarse a otros lugares para elevar sus competencias y, en este sentido, UTESA se encarga de traer el conocimiento y experiencia internacional a la Institución, región y país.
Acciones futuras de UTESA Bajo este contexto de acciones, el Sistema Universitario de UTESA, como perspectiva de mediano plazo, se continuará exigiendo una tarea 181
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de identificación de problemáticas del entorno, con sesgo hacia sectores sociales en espera de ayudas educativas y con perfiles de capacidad de logro de excelencia en resultados. Ante el hecho de que UTESA forma parte de una organización como la Asociación Universitaria Iberoamericana de Postgrado (AUIP), sería conveniente elaborar propuestas de ofertas de maestrías en concordancia con las necesidades más acuciantes. Se trataría de Maestrías con un perfil de investigación-propuesta para mejorar y superar carencias de los diferentes entornos, en concreto, una Maestría en Investigación del Entorno Social, otra Maestría en Investigación de Problemas de la Infancia y Adolescencia de Entornos Sociales Vulnerables y una Maestría en Género e Igualdad, entre otras. Las problemáticas que en la actualidad presenta el entorno social y familiar, también podrían contribuir a definir nuevos modelos de programas, uno en Trabajo Social y otro en Psicología, orientados a pacientes especiales y atención a la diversidad. Por tanto, se deben fijar puntos fundamentales del entorno y categoría para recoger los elementos que permitan establecer metas, a través de la investigación, contribuyendo a diseñar nuevos programas de especialidad y maestrías.
“Las necesidades mayores del entorno han buscado la profesionalización en las áreas de educación, ingenierías, ciencias de la salud, ciencias económicas y asuntos medioambientales”
Agradecimientos En las aportaciones presentadas en este documento han colaborado los siguientes miembros de UTESA: -
Dra. Lily Rodríguez, Rectora de UTESA-Sede.
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Licda. Josefina Cruz, Vicerrectora de la Secretaría General.
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Licda. Minerva Calderón, Vicerrectora de Universidad-Sociedad de UTESA-Sede.
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Ing. Ruska Santos, Directora de la Escuela de Graduados y Egresados de UTESA-Sede.
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Lic. José Luís Álvarez, Director de Publicaciones de UTESA-Sede.
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Carlos G. Patarroyo
Decano Escuela de Ciencias Humanas Universidad del Rosario Colombia
SOBRE LA CRISIS DE LAS HUMANIDADES Y EL LUGAR DE UN PASO A SU SOLUCIÓN EN EL SISTEMA UNIVERSITARIO Hablemos de la crisis El año 2017 inició en España con una discusión polémica que, sin embargo, data de mucho antes. El cinco de enero, Jesús Zamora Bonilla publicó en El País un breve ensayo titulado “Cómo no defender las humanidades”; en él acusa a los argumentos tradicionales con los cuales se ha defendido a las humanidades (su valor esencial para los sistemas democráticos, su importancia en la realización de los seres humanos como personas, su valor para el pensamiento crítico, entre otras) de ser falacias. El ataque no demoró en tener airadas respuestas. Dos días después, Juan Antonio Negrete publicaba una reflexión con el mismo título, en donde procuraba mostrar que las falacias no residían en los argumentos tradicionales en defensa de las humanidades, sino en las acusaciones hechas por Zamora. Y apenas dos días después, el conocido profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, Fernando Broncano, publicaba en la red su texto “Cómo defender las humanidades” en el cual también respondía a Zamora y desarticulaba argumentativamente los ataques de éste a la defensa de marras en favor de las humanidades. La situación no es única de España. Simultáneamente en otras latitudes de este planeta, en Colombia, se estaban presentando debates similares. La prestigiosa revista Semana publicó, en mayo de 2017, una pieza titulada “¿Para qué sirven los filósofos?”, que hace eco a muchas otras publicaciones anteriores, entre ellas la muy comentada pieza de la revista Arcadia, que vio la luz en el año 2011 y que llevaba por título “¿Dónde están los filósofos?” y que indagaba por la utilidad, si acaso alguna, que pudiera tener la filosofía para los momentos álgidos que atravesaba el país entonces. Este breve listado es, si acaso, el reconteo de algunos granos que hacen parte de un enorme saco. Los debates acerca de las humanidades y su “utilidad” no son nuevos, y no se limitan al ámbito de las discusiones en
artículos de prensa, por el contrario, ha habido discusiones en toda Latinoamérica y en España acerca del papel de las humanidades en los sistemas educativos, que han desencadenado decisiones de estado que, a su vez, han puesto en peligro la enseñanza de la filosofía en el nivel secundario y de bachillerato en países como España, México y Chile, la desaparición de las clases de historia en esos mismos niveles en Colombia, y también en este país (y claro, en muchos otros) la desfinanciación a la investigación en humanidades por parte de la unidad estatal de apoyo a la investigación (Colciencias), sólo por nombrar algunos de los casos. Todo esto incide en un debate acerca del papel que tienen los estudios universitarios de pre y posgrado en humanidades y, por supuesto, en decisiones que se toman en universidades en toda Iberoamérica que resultan cuando menos polémicas, al intentar cerrar, o cuanto menos limitar a su mínima expresión, los departamentos y facultades de humanidades, muchas veces con discursos acerca de situaciones económicas, reorganizaciones administrativas y demás. La conocida filósofa Martha Nussbaum, dice en su libro Sin fines de lucro (2010), que a esta situación podemos llamarla la crisis silenciosa. Como esa vieja historia de la rana que se mete en una olla y se va subiendo la temperatura lentamente hasta que se cocina viva, en vez de sentir un cambio drástico y saltar fuera de ella, los cambios en la manera como se 183
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concibe ahora lo que es “útil” para las sociedades han sido paulatinos pero a paso indetenible. Que hay una crisis para las humanidades no es algo que se pueda poner en duda. Muestra de ello es que las humanidades mismas han tenido que salir en su propia defensa para abogar por su valor y utilidad. Este sencillo hecho, tan ajeno a las ingenierías, a la jurisprudencia, a las ciencias de la computación, muestra ya que hay un profundo problema en lo que a las humanidades respecta. Un diagnóstico de cómo hemos llegado hasta aquí Hay ya una historia muy estudiada del camino que se ha seguido para llegar a esta angustiosa situación. Nussbaum, por ejemplo, identifica como un factor esencial en este cambio el hecho de que por “progreso” el mundo entero haya empezado a entender simplemente “progreso económico” y que, con ello, se haya comenzado a concebir como medición del progreso el aumento del producto interno bruto per cápita, medición que, al ser un promedio general, permite hablar de “progreso” aún si hay unas enormes desigualdades sociales, humanitarias y de educación en un país. El interés principal de las naciones y de sus sistemas educativos, empresariales e investigativos, se centró entonces en el bienestar económico y la medición de sus avances se convirtió en una fórmula cuantitativa que dejaba de lado muchos factores cualitativamente relevantes, pero invisibles a la numerología de estas fórmulas. Es así, nos relata Nussbaum, que se fue perdiendo “el espíritu de las humanidades” (26). Como respuesta a esta crisis, las humanidades se han atrincherado en un feudo que reclaman como propio, han defendido a capa y espada que no pueden ser medidas con las herramientas de medición de las ciencias naturales o las conocidas áreas STEM (science, technology, engineering y mathematics), que la producción académica de sus investigadores funciona a un ritmo diferente, que los índices de citación y los factores de impacto de las revistas y publicaciones académicas no son comparables entre áreas tan diferentes y, en general, que el valor de lo que hacen, la utilidad que trae su existencia y su labor, debe ser entendida de una manera radicalmente diferente a como se entiende y mide tradicionalmente el “valor” y la “utilidad” de las disciplinas. Esta es, por supuesto, una reconstrucción corta y muy superficial de la propuesta de Nussbaum y de la manera en que se ha reaccionado a la
crisis que ella acusa, y carezco del espacio suficiente en este escrito para hacerle a ambas cosas una mayor justicia. Pero basta por el momento para mis propósitos, pues considero que, si bien hay mucho, muchísimo de verdad en ello, se está obviando un punto de suma importancia que cambia de matiz parte de la discusión. Es bien sabido que el debate entre los procederes y metodologías de las ciencias naturales y las ciencias humanas (o ciencias del espíritu) data de tiempos que anteceden por mucho el diagnóstico de Nussbaum, y no es mi interés devolverme ni a esas épocas ni a épocas aún anteriores en donde tensiones similares pueden rastrearse. Simplemente quiero recordar al lector una reflexión de John Dewey publicada a principios del siglo XX, exactamente en 1916 cuando vio la luz su obra Democracia y educación, y que enmarca, al menos para mí, una parte esencial del problema:
“Las humanidades se han atrincherado en un feudo que reclaman como propio” “Se concibe a la mente y al mundo como dos reinos de existencia independientes que tienen algunos puntos de contacto entre sí. Desde este punto de vista, es natural que cada esfera de la existencia deba tener, por separado, su propio grupo de estudios.” (277) Puede parecer muy general y metafísico este punto, pero encierra una verdad muy concreta y clara. La mente no es algo separado del mundo. Concebirlos como independientes lleva a la natural, pero errada, suposición de que sus estudios han de ser también enteramente independientes.
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Esto último merece, por supuesto, de una explicación más detallada, pues de inmediato se pueden escuchar dos críticas a este punto según las cuales: (1) estudiar separadamente dos aspectos de una misma cosa no es asumir de entrada que se trata de dos cosas independientes, y (2) el estudio independiente y especializado es parte del proceder de toda buena ciencia que, como bien explicó Kuhn en La estructura de las revoluciones científicas (1962), debe ir construyendo sobre lo construido para poder avanzar, y esto lleva inescapablemente a construir un cúmulo de teorías, procedimientos, y todo un “lenguaje” propio que, por su creciente especificidad, va dejando de lado a los lectores generales y se va cerrando cada vez más sobre un grupo de “doctos” en la disciplina. Ambos puntos son enteramente válidos y he de decir que estoy de acuerdo con ellos, pero no es necesario intentar refutarlos para la validez de lo que deseo decir. Es verdad que estudiar separadamente dos aspectos de un mismo objeto no implica afirmar su independencia ni lógica ni ontológica, y también es verdad que la especificidad en las disciplinas es un proceder común y hasta necesario de una ciencia bien encaminada. Pero ninguna de estas dos verdades hace valedera la actitud que, como humanistas, hemos adoptado de atrincherarnos en ese terreno que hemos llamado nuestro y defender tan ahincadamente una medición diferente. Lo que deseo decir es que quedarse con el diagnóstico de Nussbaum, pese a las innegables verdades que contiene, invisibiliza la responsabilidad que nosotros, como humanistas, hemos tenido en el desarrollo de nuestra propia crisis. Si la crisis tiene su origen, como creo que lo tiene, en esta distinción tan marcada entre dos aspectos de una misma cosa, que termina concibiéndolos como entes independientes, la solución no puede ser el atrincheramiento y defensa de lo que se considera propio del estudio de este aspecto, pues eso amplía la brecha en lugar de cerrarla. Es verdad que ha de haber una especificidad metodológica y procedimental, pero es perjudicial quedarse en esta defensa sin intentar, a la vez, tejer lazos mucho más fuertes de los que hemos tejido con las otras disciplinas que, en palabras de Dewey, se centran más en el mundo. La brecha se dio y, en lugar de procurar cerrarla, la hemos aceptado pensando que hay un terreno que le es propio y exclusivo a las humanidades, en donde el proceder, la metodología, la medición, el valor y la utilidad han de ser concebidos de manera diferente. Hemos construido una suerte de muro dentro del cual queremos sentirnos
seguros, pues no entran los invasores, pero a la vez al hacerlo nos hemos confinado a una ínfima parte de un terreno vasto en el que podríamos estar. Hemos cedido terreno, y no lo podremos recuperar defendiendo y reforzando el muro. Una propuesta La conocida expresión “la mejor defensa es un buen ataque” aplica perfectamente aquí. No concibo ningún área del conocimiento acerca del mundo que no se pueda beneficiar grandemente por el aporte de las humanidades. No sólo por las razones tradicionales por las cuales se ha defendido a las humanidades (la formación del pensamiento crítico y otras que ya se han mencionado antes), sino porque me cuesta concebir que un desarrollo tecnológico, médico, o de otra índole pueda considerarse completo sin una evaluación y reflexión acerca de su aporte social, de la manera como incide o incidirá en las comunidades, las culturas, y las costumbres, sólo por mencionar un limitado aspecto de lo mucho que las humanidades podrían aportar. Y no me refiero a esa situación en la que el desarrollo se produce y luego se entrega a las humanidades para que hagan su aporte, pues esto sigue aceptando la brecha y afianzándola. Me refiero, más bien, a que las humanidades han de poder estar presentes desde las etapas de diseño y planeación de los proyectos que llevarán a estos desarrollos. Todas las disciplinas han de poder pensarse socialmente, lo cual es muy diferente a ser pensadas por los humanistas acerca de su incidencia social. Esto último es la crítica externa de un grupo a otro. Lo primero es un proceso aunado de reflexión que enriquece a las dos disciplinas y fortalece sus vínculos. Salir del muro e invadir (por utilizar un término un tanto agresivo) otros terrenos es la manera de cerrar la brecha, de recuperar el terreno cedido y también de aliviar algunos de los dolores de cabeza por los cuales las humanidades han tenido que asumir una posición de defensa y justificación de su propio valor. El trabajo cooperativo con otras disciplinas permite la publicación o co-autoría en revistas que sí cumplen con los estándares de medición más tradicionales, permite la consecución de recursos para la investigación, compartir patentes sobre innovaciones y muchos otros logros que harán, sin duda, que las humanidades sean vistas con otros ojos y sean menos susceptibles ataques por su aparente inutilidad. Esto, a su vez, ha de redundar en la cada vez mayor escasez de discusiones y decisiones peligrosas acerca 185
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del futuro de los programas escolares y universitarios en humanidades, de la financiación de sus investigaciones y otros aspectos similares. Esta propuesta merece una cualificación, pues puede ser vista como una afrenta a las humanidades mismas y en realidad nada es más lejano de mis intenciones que esto. No estoy abogando por la “traición” a las humanidades, por ponerlas al servicio de, o subyugarlas a las demáciencias. No estoy diciendo tampoco que el trabajo de mera reflexión conceptual que puede caracterizar a la filosofía, o de revisión histórica de la historia, entre otros, no sea valioso. Es sin duda valioso por sí mismo y debe ser mantenido. Mi punto es mucho más modesto y simple: esto no es lo único que hay que hacer. Simplemente defender su utilidad y valor así, en su aislamiento, es sólo parte de la historia. Hay mucho más que se puede hacer, y se puede jugar a ambas bandas, pero para llegar a la segunda banda hay que derribar el muro y hacer el esfuerzo de pensar también en otras maneras en las que el juego puede (y debe también) ser jugado. Las dos perspectivas no son mutuamente excluyentes, pero hemos de reconocer que en las últimas décadas los humanistas nos hemos enfocado mucho más en una que en la otra. Se puede preservar la identidad metodológica de las humanidades a la vez que se coopera con las ciencias naturales. Se puede seguir defendiendo (y hay que hacerlo) el valor de las humanidades para la formación del pensamiento crítico, su importancia para la formación de ciudadanos responsables en los órdenes democráticos y para la
realización de los seres humanos como personas y, simultáneamente, aportar al valor de los avances, desarrollos e innovaciones científicas y tecnológicas, no como una evaluación posterior, sino como un trabajo cooperativo de reflexión y colaboración constante. Esta propuesta, sin duda de tintes románticos y, para algunos ingenuos, tiene perfecta cabida en los sistemas universitarios. Mientras en el nivel de los pregrados se puede enfatizar el valor de las humanidades para la ciudadanía y el pensamiento crítico, en el nivel de los posgrados puede hacerse la sinergia con las demás áreas del conocimiento de manera mucho más explícita. Tomemos por ejemplo a la Filosofía. Una sencilla búsqueda en internet acerca de las ofertas de programas de máster y doctorado en filosofía muestra que la vastísima mayoría de programas son exclusivamente de ramas propias de la filosofía: máster en filosofía de la ciencia (que no entabla una verdadera relación con grupos científicos, sino que se basa en el pensamiento de la ciencia, su metodología, los umbrales de evidencia y confiabilidad de los hallazgos científicos, etc.), máster en retórica y argumentación, doctorado en lógica y pensamiento formal, etc. Todos ellos muy valiosos. Pero a la vez, podemos pensar en aumentar el número de programas con un nivel mucho mayor de cooperación entre disciplinas. Una propuesta interesante la ha hecho recientemente la Escuela de Negocios de Copenhague al crear un programa de máster en Business Administration and Philosophy, en donde la economía, la administración de negocios y la filosofía trabajan mancomunadamente. Allende de la filosofía hay otras apuestas interesantes, como el máster en Electrical and Computer 186
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Engineering - Science, Society and Policy de la Universidad de Ottawa, en donde la sociología trabaja de la mano con la ingeniería eléctrica y computacional. Apuestas como estas no deben hacer desaparecer los estudios propiamente filosóficos o sociológicos, pero sí permiten entablar relaciones de cooperación que, a mi juicio, paulatinamente y en un tiempo sin duda largo, irán ayudando a cerrar la brecha y a aliviar un poco la crisis de las humanidades.
Referencias: Broncano, F. (09/01/2017). Cómo defender las humanidades. Facebook. Recuperado de: https://www.facebook.com/notes/fernando-broncanor/c%C3%B3mo-defender-las-humanidades/1227802190588444/
“Se puede preservar la identidad metodológica de las humanidades a la vez que se coopera con las ciencias naturales”
Dewey, J. (1916). Democracy and Education. New York, Estados Unidos: Free Press. Kuhn, T. (1962). The Structure of Scientific Revolutions. Chicago, Estados Unidos: University of Chicago Press. Negrete, J.A. (07/01/2017). Cómo no defender las humanidades. Facebook. Recuperado de: https://www.facebook.com/notes/juan-antonio-negretealcudia/c%C3%B3mo-no-defender-las-humanidades/10208039702490336/ Nussbaum, M. (2010). Sin fines de lucro. Madrid, España: Katz. Restrepo, R. (30/03/2011) ¿Dónde están los filósofos? Arcadia. Recuperado de: http://www.revistaarcadia.com/impresa/filosofia/articulo/donde-estanfilosofos/24577 S. A. (20/05/2017). ¿Para qué sirven los filósofos? Semana. Recuperado de: http://www.semana.com/educacion/articulo/para-que-sirve-la-filosofia/525781 Zamora, J. (05/01/2017). Cómo no defender las humanidades. El País. Recuperado de: https://elpais.com/elpais/2016/10/11/opinion/1476174438_886445.html
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Jacqueline Peñaherrera Melo Directora de Posgrado Universidad Tecnológica Indoamérica Ecuador
Marco Pérez Narváez Coordinador Académico de Posgrado Miembro Universidad Tecnológica Indoamérica Ecuador
EL POSGRADO EN ECUADOR UNA DEMANDA DE CAMBIO “La educación revela dos momentos en la vida de los mortales” Sabes de la existencia de tu realidad Comienzas a cambiar esa realidad desde tu propio entorno M.V.P.N
Los programas de posgrado deben responder al perfeccionamiento de conocimientos en diversas áreas de la formación profesional, apuntando al desarrollo personal y social de cada país, sin embargo, dentro de esta perspectiva es preciso analizar el espacio previo al desarrollo de estos programas, anteponiendo la importancia que tiene la formación primaria, secundaria y de tercer nivel en torno al proceso de enseñanza aprendizaje, tomando en cuenta los componentes de formación curriculares y demás procesos didáctico y pedagógicos.
La linealidad educativa de procesos de enseñanza aprendizaje, predispone el éxito de los programas de posgrado La educación es un derecho humano fundamental que ocupa el centro mismo de la misión de la UNESCO (2017) y está indisolublemente ligada a la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), siendo uno de los principios rectores que respalda la Agenda mundial Educación 2030; es preciso garantizar que los niveles educativos sean de calidad, y que se ajusten a las demandas sociales de cada país. Con este antecedente se ratifica la importancia que tienen la formación primaria o escolar entorno a sus contenidos programáticos (curriculares, didácticos entre otros) y formativos en la generación de habilidades y destrezas que predisponen al educando, para continuar en su formación al nivel secundario, donde la expresión del aprendizaje alcanza un nivel más operativo enfocado en sus intereses vocacionales y actitudinales, definiendo un perfil profesional para la toma de decisión y selección de una carrera en la universidad. Si lo mencionado anteriormente no se enfoca en principios de calidad, indiscutiblemente la formación de posgrado será un espacio de formación poco atractivo y complejo, definido por la exigencia de formación para conservar un puesto de trabajo, rompiendo la esencia misma por la que fueron 188
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creados los programas en mención. Ecuador ha realizado cambios significativos desde el 2008 en torno a sus niveles educativos, reformando aspectos estructurales, con la creación de instituciones de control y seguimiento al desempeño y calidad de los programas de pre y posgrado. Sin embargo, como se mencionó al inicio, no existe una relación con los niveles iniciales de educación, sesgando la misión de los entes reguladores.
“Un programa de posgrado debe ser consistente y ofertar académicamente un pensum de formación distinto al de pregrado”
Es preciso mencionar que la linealidad de la educación hace que el sistema educativo esté interconectado, garantizando que todo lo aprendido en cada nivel educativo sea una herramienta útil y significativa a la hora de generar nuevas propuestas a soluciones personales y sociales establecidas en los programas de posgrado. Consistencia de los programas de posgrado Los programas de posgrados surgen por la necesidad de formar especialistas tanto para la docencia a nivel superior, como para la investigación y producción del conocimiento. Dichos esquemas se enfocan en el perfeccionamiento de diversas áreas, la diferencia de estos programas radica en su estructura; pues se enfocan en aspectos específicos a un nivel profesional, su tiempo de ejecución es menor que el de pregrado y los contenidos son profesionalizantes e investigativos, asumiendo un desarrollo pragmático donde todo lo teórico es aplicable directo al contexto inmediato. Es así que un programa de posgrado debe ser consistente y ofertar académicamente un pensum de formación distinto al de pregrado, relacionando aspectos que atiendan a la coyuntura social fortaleciendo la practica educativa, económica y científica de un país. Para generar lo
mencionado es preciso, que previo su creación, se realicen estudios pertinentes y rigurosos de factibilidad, que se ajusten en primera instancia a la especialización de carreras de pregrado que ofertan las universidades locales, permitiendo que los estudiantes, que adquieren un título de tercer nivel, accedan directamente a un programa para fortalecer sus conocimientos. Así mismo, dentro de los programas ya creados como parte del proceso de formación, incentivar la vinculación con la comunidad con la finalidad de generar propuestas de solución a problemas, a través de la aplicación de lo aprendido en un ambiente real, con la finalidad de generar investigaciones que mejoren la calidad de vida de la comunidad. Cuando hablamos de consistencia, vale la pena insistir que los programas iberoamericanos de posgrado deben ser grandes observatorios de la realidad político local, siendo parte del aparato productivo y haciendo de este nivel no solo un proceso de especialización o adquisición de título, sino más bien una oportunidad para mejorar la convivencia y calidad de vida de un país. Gran parte de los programas de posgrado que se ofertan en Ecuador mantienen un tinte profesionalizante, con poco o mínimo espacio de vinculación social. La realidad probablemente sea que fueron creados únicamente para actualizar conocimientos teóricos más que prácticos. “No hay que empezar siempre por la noción primera de las cosas que se estudian, sino por aquello que puede facilitar el aprendizaje” Aristóteles Formación de equipos multidisciplinarios en posgrado Todo nivel educativo necesita organizarse con la finalidad de coordinar procesos. El posgrado, por tratarse de un nivel de especialización, con mayor razón debe generar esta acción para llevar acabo un nivel de éxito académico. Denominamos equipo multidisciplinario al conjunto de profesionales que organiza, propone y lleva a la marcha el proceso educativo, el cual se encuentra constituido por profesionales doctos en una temática que oferta el posgrado, quienes serán los que organicen la oferta a través de análisis de factibilidad, así como el contenido teórico y práctico necesario para la puesta en marcha de un programa de formación de cuarto nivel. También es preciso contar con el apoyo de profesionales en pedagogía, currículo y administración los cuales realizarán la planeación y ejecución de la propuesta tomando en cuenta aspectos como: análisis financiero determinado por los ingresos y egresos económicos que demanda este nivel de estudios, estableciendo estudios que determinan la importancia de la oferta, demanda y el impacto económico 189
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que traerá consigo esta propuesta, determinando el beneficio para la universidad y su crecimiento en la oferta de servicios. Así mismo, el equipo curricular quien define la planificación didáctica pedagógica que se desarrollará en clase, estableciendo la planeación meso y micro curricular para la puesta en marcha del proceso de enseñanza aprendizaje. La formación de este equipo dinamiza el desempeño y el éxito del programa de formación, ya que fusionan saberes para alcanzar objetivos en común y generar un programa bien definido que alcance éxito académico. La oferta de posgrado debe generar niveles de coordinación como los descritos ya que establecen, en primera instancia, organización de los procesos que se pretende llevar acabo. A su vez la planeación y ejecución se diversifica ya que, más allá de opinión del experto, los técnicos pueden orientar de acuerdo con la función administrativa y académico pedagógica, generando programas pertinentes de acuerdo con la necesidad de la academia y el país. Relaciones interuniversitarias de investigación en posgrado (redes científicas) La producción científica de los programas de posgrado debe enfocarse en la transferencia y aplicación del conocimiento, asociando a su contexto actividades investigativas de desarrollo e innovación social, conformando grupos internos de exploración y debate interinstitucional para establecer líneas de indagación científico de la realidad social, buscando alternativas de solución a diversas problemáticas que puedan presentarse a nivel local. Con este antecedente se procede a la divulgación científica y la conformación de redes científicas internacionales, que tienen la finalidad de intercambiar experiencias relacionadas a diversos contextos incrementado estrategias y nuevas formas de solucionar dificultades, así como el establecimiento de redes profesionales de universalización de los conocimientos, dando como respuesta profesionales de posgrado altamente capacitados y competitivos internacionalmente (AUIP, 2002-2014). La producción científica de la academia en Ecuador se ha incrementado de forma cuantitativa, sin embargo, es preciso realizar un balance de la pertinencia y aplicabilidad científica que ésta tiene, ya que puede existir información, pero si no es consultada o referenciada en distintos contextos no cumpliría con la condición de ser útil para un cambio y mejora interna o externa. Vale la pena también reiterar que toda la 190
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producción científica más allá de generar estatus por indexarla en una revista científica regional o internacional, debe ser útil para mejorar las diversas dificultades que pueden alterar la realidad de diversos espacios. De la misma manera la investigación debe ser el puente para la participación y la transferencia de conocimientos en diversos espacios del mundo a través de seminarios, conferencias, intercambio de docencia y demás experiencias científicas, que hagan de los procesos formativos de posgrado una oportunidad para dar a conocer la capacidad técnica, tecnológica y científica de cada región (CEAACES, 2016).
sustentable que éste tiene para la formación profesional. Por ejemplo, en un programa de posgrado en innovación y liderazgo educativo se debe realizar un acercamiento con docentes y directivos informándoles de las ventajas del programa para garantizar el éxito de la gestión docente y el impacto que este tiene en la comunidad educativa para alcanzar la calidad, adicionando como un plus la garantía laboral y financiera que tiene el realizar este tipo de estudios. Esto conllevará a una toma de decisión más acertada de quien pretende hacer este tipo de estudios, así mismo garantiza al programa la selección de profesionales idóneos que enriquezcan y cumplan con los objetivos con los que fueron concebidos los programas de cuarto nivel. Para concluir…
Promoción de los programas de posgrado La difusión y promoción de los programas de posgrado es uno de los elementos clave para garantizar la permanencia y actualización, sin embargo este tema es poco analizado, o a su vez direccionado únicamente a descripciones publicitarias que dan a conocer el programa de estudio, costos, tiempos de duración y su pensum dejando de lado aspectos importantes como la empleabilidad del programa, sus líneas de investigación y vinculación con la comunidad, aspectos que han sido considerados en todo este análisis, que en conjunto determinan la calidad y fortalecimiento del posgrado a nivel de Iberoamérica. Entonces las estrategias de promoción deben fundamentarse básicamente en acciones directas que den a conocer la importancia de la formación de cuarto nivel a través de actividades académicas de campo, donde se informe de la relevancia del estudio de cuarto nivel y el uso
De todo lo analizado, se puede manifestar que los programas de posgrado van alcanzando un gran nivel de relevancia en Iberoamérica, lo cual hace que la academia mejore y amplíe su servicio fortaleciendo los procesos científicos, tecnológicos y de innovación. Para responder a lo mencionado, los organismos de control de la educación tienen, por deber garantizar, que los contenidos curriculares sean útiles y secuenciales para todos sus niveles. Ya en el posgrado la aplicación pragmática especializa y refuerza el desempeño profesional, así como la generación de nuevos conocimientos, de ahí la importancia de la consistencia de los programas de cuarto nivel, los cuales deben realizar estudios minuciosos previo su creación, evitando que se enfoquen en contenidos teóricos o similares a los de tercer nivel. De la misma manera, los centros de estudio deben evitar repetir la oferta de sus programas, más bien se los debe diversificar, haciendo que cada universidad mantenga varios espacios de formación, evitando la creación de programas con la misma denominación titular pero distinto enfoque de formación (CINDA, 2013). Dentro de la organización de los programas de posgrado se debe realizar una distribución efectiva a través de la conformación de equipos multidisciplinares, quienes combinarán saberes para garantizar la creación de programas efectivos y eficaces de acuerdo con el contexto y la demanda social. Esto permitirá generar, en primera instancia, equipos de investigación locales, quienes generarán propuestas de solución a problemas del contexto, abriendo la puerta a la divulgación científica a nivel mundial, universalizando el conocimiento y haciendo de la práctica investigativa un hecho político de todos los programas de formación.
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Finalmente, podemos ratificar que la corresponsabilidad de la academia en Ecuador se encuentra dando los primeros pasos hacia la excelencia; el análisis realizado describe la organización que lleva acabo la unidad de posgrado de la Universidad Tecnológica Indoamérica; muchos de los procesos se encuentran en consolidación, sin embargo, es un trabajo de actualización constante que, indiscutiblemente, vale la pena ponerlo en conocimiento de todos los espacios de Iberoamérica para establecer momentos de dialogo y seguir implementado cambios e innovaciones, en pro de la mejora de la sociedad del conocimiento.
“Dentro de la organización de los programas de posgrado se debe realizar una distribución efectiva a través de la conformación de equipos multidisciplinares”
“El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas” Paulo Freire Bibliografía AUIP. (2002). Gestión de la calidad del posgrado en Iberoamérica . España: AUIP. AUIP. (2014). Evaluación de programas de posgrado 6ta edición . Salamanca - España : AUIP.
CEAACES. (2016). Informe de Rendición de Cuentas . Quito, Ecuador : CEAACES, 2016 . Centro Interuniversitario de desarrollo, CINDA. (2013). Articulación entre el Pregrado y el Posgrado Experiencias Universitarias. Santiago de Chile: Alfabeta Artes Gráficas. UNESCO. (25 de octubre de 2017). El Derecho a la Educación. Obtenido de https://es.unesco.org/themes/derecho-a-educacion
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Weyder Portocarrero Cárdenas Vicerrector de Investigación Universidad Nacional de Trujillo Perú
La sociedad del conocimiento es la característica de la sociedad de hoy, constituye el papel central en los procesos productivos de toda índole. Ahora el factor más importante no es ya la disponibilidad de capital, mano de obra, materias primas o energía, sino el uso intensivo del conocimiento y la información. En esta perspectiva, la Universidad tiene y está obligada a asumir con responsabilidad lo que la realidad, la sociedad le exige. Universidad - Investigación – Entorno
LA UNIVERSIDAD: UNA REFLEXIÓN DESDE DENTRO Introducción Vivimos una sociedad cada vez más cambiante, la ciencia, la tecnología y la innovación constituyen fundamentos esenciales para estos cambios, nadie es ajeno a ello; si miramos nuestro entorno, la sociedad resulta, siendo hoy en día, cada vez más exigente, la universidad tiene que responder a este reto. Por tanto, es importante repensar en el significado y el papel que juega la universidad con su entorno y es aquí donde debemos detenernos para impulsar el desarrollo de la ciencia, ya no de manera aislada, mirándonos hacia adentro, sino tener una perspectiva de futuro, generar alianzas entre las diferentes instituciones educativas, no sólo a nivel nacional sino, más que todo, a nivel internacional, para desarrollar investigaciones conjuntas y que éstas reviertan al desarrollo de la sociedad. Este es el reto y su realización un imperativo, de lo contrario quedaremos postergados.
Hace siglos, el Rey Alfonso X el sabio, decía que "la Universidad es el ayuntamiento de maestros et de escolares, que es fecho en algúnt lugar con voluntad et con entendimiento de aprender los saberes". Este pensamiento clásico contiene el fin esencial del quehacer universitario: la búsqueda de la verdad, que compete por igual a profesores y estudiantes. Servir a la verdad, descubrirla y trasmitirla es y debe ser siempre la vocación de la universidad. La consecución de la verdad es el objetivo de toda ciencia. Todo miembro de la comunidad universitaria debe tener un profundo amor a la verdad. En nuestra universidad, venimos impulsando un acercamiento con el gobierno regional y con el gobierno local, con las empresas y la sociedad civil organizada un trabajo conjunto a fin de vincularnos adecuadamente y recibir aportes mutuos para desarrollar investigación y contribuir al desarrollo de nuestro entorno más inmediato. Entendemos que estas formas, en muchos países, constituyen una práctica fundamental y hasta cotidiana; de manera particular estamos impulsando porque creemos que no sólo está la tarea de crear el conocimiento, sino también la de transferirlo, hacerlo llegar a la población beneficiaria, asumiendo cada uno el rol que le corresponde. Consideramos que la universidad, de manera 193
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sistematizada, debe hacer ciencia en función a las necesidades de la localidad, la región, de cara a los problemas nacionales o macrorregionales, porque en el conocimiento encontramos localismos que necesitan ser resueltos en esos espacios, sin dejar de lado los problemas de alcance general o universal. Para desarrollar este tipo de actividades no sólo necesitamos buena voluntad, sino además contar con los equipos, los laboratorios y los investigadores debidamente capacitados; es precisamente de estos últimos que adolecemos en países como el nuestro. Por ello, es necesaria una política de acercamiento, de trabajo conjunto con los países de la región y del mundo; es fundamental contrastar las experiencias, compartir indistintamente los equipos, los laboratorios, los investigadores; sólo con esta actitud y espíritu podremos ir creciendo sin celos, ni competencias y labrando nuestro desarrollo. Universidad y sociedad La universidad no sólo debe adaptarse a la sociedad, “responder a la demanda”, como se exige crecientemente, sino que necesita constituirse en la conciencia de esa realidad, prestando más atención a lo que se piensa en ella. Para ello, es importante que la universidad continúe siendo el espacio del pensar, donde se privilegien las ideas y su discusión, herramientas esenciales para el desarrollo social. El cultivo de los valores, la idea del deber ser y, no del deber tener, constituyen bases fundamentales para el acercamiento entre universidad y sociedad, así como las aptitudes imprescindibles para la creación de conocimiento y la transformación de la realidad. Es de importancia proporcionar a las nuevas generaciones una brújula, una visión del mundo. Aunque resulta evidente que la universidad también cumple la función de entrenar a las personas para hacer cosas concretas, debería privilegiar el dotarlas de aquella visión. Eso se logra en el campo de las ideas, que es también muy concreto, convirtiendo a la institución en un espacio en el que se priorice el diálogo y la discusión que construye, porque es a partir de ello que la verdad aflora y se constituye en soluciones. El cultivo de estas acciones debe ser el caminar continuo y permanente de las universidades. Cuando tratemos de identificar las palancas del cambio social sobre las que puede operar la universidad, no debemos mirar muy lejos. Bastará con volvernos hacia las aulas. El escenario de ese cambio posible está allí, en la mente de nuestros jóvenes. Es a ellos a quienes debemos
proporcionar las herramientas intelectuales que les permitan trascender el mundo de inmediatez en el que vivimos. Nos movemos entre acontecimientos y cosas sin ser capaces de insertarlos en un contexto que les dé significado. Si alguna contribución original tal vez pueda hacer la universidad al pensamiento contemporáneo es, precisamente, la de brindar ese marco que permita la generalización, así como la comprensión de la globalidad que está presente en todos los problemas que enfrenta hoy el ser humano, desde él mismo hasta todo lo que le rodea.
“El punto de llegada de la ciencia es su punto de partida”
Universidad, emprendimiento e innovación En julio del 2014 se da en el Perú una nueva ley universitaria, la 30220, donde se propugna el emprendimiento, la creatividad y la innovación. El desarrollo tecnológico va en esta dirección. La presencia de los estudiantes en estos procesos es de mucha importancia, ahí está el semillero de nuestros futuros investigadores; es importante darles la oportunidad para emprender una serie de tareas y crear una cultura de innovación y espíritu empresarial. El país se desarrolla en función a la tecnológica y por ende es de importancia promoverla, como un instrumento fundamental para mejorar la colaboración industrial de las universidades. Las interrogantes ¿cómo realizar la transferencia tecnológica y generar redes empresariales globales?, ¿cómo construir 194
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modelos de empresas y como adaptarlos a las necesidades del mercado?, entre otras, constituyen retos para las universidades, los docentes y los estudiantes. Aquí sale a relucir el espíritu creador, innovador y emprendedor de quienes buscan una alternativa de desarrollo individual, de grupo, de país y a nivel global; hoy tenemos que pensar de manera local y con aires globales. Las universidades deben apoyar y dirigir el emprendimiento tecnológico y las tecnologías emergentes en su país e intercambiar con otras universidades a fin de llegar a nuevos procesos; la colaboración es muy importante y sólo a través de ella se puede llegar a un desarrollo compartido, elevar los niveles de satisfacción y posibilitar que la población adquiera mejor calidad de vida debe ser el fin último del desarrollo. En la Universidad Nacional de Trujillo se vienen impulsando las incubadoras de empresas con un pensamiento compartido, donde participan estudiantes de otras universidades e institutos superiores, existen proyectos innovadores a partir de concursos realizados: esperamos resultados exitosos en un corto o mediano plazo. Estamos empezando, se aprecia una buena voluntad de los estudiantes, así como de los mentores para seguir en este trabajo, el gobierno viene impulsando la innovación a través de las incubadoras, y de acuerdo a ley, las universidades están obligadas a desarrollarlas. Es una experiencia que está naciendo y esperamos pronto tener resultados.
Internacionalización de la investigación Los resultados de la investigación deben ser compartidos, deben estar a libre disponibilidad de la comunidad científica para impulsar el desarrollo de la sociedad. Este es un punto de partida esencial para impulsar el desarrollo, toda vez que ahorramos costos y tiempos que constituyen barreras en los países donde el financiamiento para la investigación es escaso, sobre todo en las universidades. Es fundamental promover la investigación científica a nivel internacional. En este contexto, se torna necesario desarrollar investigaciones de manera conjunta con pares y en redes internacionales. De igual forma, impulsar el desarrollo de pasantías y organización de eventos a nivel internacional debe constituir el quehacer de nuestras instituciones y así poder contar con el conocimiento necesario y actualizado para desarrollar la investigación. Por otro lado, en nuestro medio una de las barreras lo constituye el inglés como idioma hegemónico en las publicaciones y en los concursos internacionales para tener acceso a un financiamiento internacional, esta situación no sólo es local, también nacional e iberoamericana. Vencer este tipo de valla no es tarea fácil, pero tampoco imposible; creo que es fundamental realizar capacitaciones permanentes en los semilleros a fin de contar, en un mediano plazo, con los talentos necesarios para impulsar este tipo de tarea.
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El postgrado y el desarrollo social El desarrollo social es todo un proceso, tiene un carácter permanente. Hoy por hoy, es pertinente generar una capacidad científica y tecnológica tanto interna como externa para el buen manejo de los recursos y mitigar los efectos ambientales; en este camino es menester desarrollar y obtener tecnologías limpias y propugnar el rescate de tecnologías tradicionales altamente conciliables con el ambiente natural. El camino está trazado, la ciencia es la respuesta al desarrollo, sin ella es imposible; pero es necesario tener en cuenta los escenarios y los actores que entran en juego, hay personas, instituciones, grupos, redes, etc. que tienen que intervenir necesariamente para hacer del desarrollo una constante. Para el caso, la universidad debe participar activamente a través de los institutos de investigación, de las Escuelas de Postgrado, realizando investigaciones básicas, aplicadas, tecnológicas, para producir equipos, herramientas, en suma, conocimientos y tecnologías que puedan hacer frente a una producción de calidad que redunde en beneficio de la población. Es preciso reconocer a nivel de países iberoamericanos que no disponemos de la ciencia y la tecnología que nos sirva como instrumento fundamental para el desarrollo. Para ello, es necesario contar con políticas de investigación, desarrollo e innovación claras y definidas, a corto, mediano y largo plazo; hay experiencias internacionales que a través de los contactos podemos obtener y acortar los procesos.
recursos financieros para desarrollar proyectos de investigación son escasos internamente, recurrimos a fondos concursables a nivel externo, nacional e internacional, pero existen una serie de falencias. Es preciso incrementar la cooperación internacional como instrumento fundamental para fortalecer y complementar las capacidades nacionales de investigación, desarrollo tecnológico e innovación. Aquí el papel de la universidad es fundamental, deben entrar a tallar los institutos y centros de investigación, la Escuela de postgrado, etc., lo que implica que debemos mejorar la calidad educativa y fomentar la cultura de la investigación, aumentar el financiamiento en I+D+i y el número de científicos y tecnólogos.
“La ciencia es el vínculo entre universidad y sociedad para una mejor calidad de vida”
Precisamos contar con un mayor número de profesionales altamente capacitados, científicos y tecnólogos debidamente preparados para generar conocimiento, así como conseguirlos a través de fuentes externas. La innovación es fundamental para el desarrollo tecnológico y social que empieza en la misma organización social. Nos preguntamos ¿cuál es el grado de desarrollo científico y tecnológico que tenemos?, ¿cuál es el escenario de las ciencias básicas, aplicadas, sociales y tecnológicas? La respuesta es que recién estamos construyendo y en muchos de los casos se están dando los primeros pasos. En nuestro caso, estamos tratando de generar un sistema al interno de la universidad, proyectándonos al trabajo con los gobiernos locales, regionales, las empresas y la sociedad organizada; tarea que es difícil, pero asumimos el reto. Tenemos áreas y líneas de investigación priorizadas y definidas concordantes con el plan estratégico de desarrollo de la región y a nivel nacional, pero no es suficiente. Los 196
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno Martha y la promoción del posgrado Pérez de Chen
Decana Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad Rafael Landívar Guatemala
REFLEXIONES SOBRE LA RELACIÓN UNIVERSIDAD – ENTORNO Y LA PROMOCIÓN DEL POSGRADO EN EL ESPACIO IBEROAMERICANO Las universidades en el siglo XXI tienen a su cargo una función esencial en el entorno en el que se desenvuelven, ya que son responsables de brindar aportes significativos por medio de sus funciones sustantivas de docencia, investigación y extensión, buscando en todo momento responder a las necesidades específicas de la sociedad en ámbitos como son el político, social, económico y cultural, mediante la formación de profesionales comprometidos, que aporten soluciones creativas. Sin lugar a dudas, la vinculación de la universidad con su entorno se hace indispensable e impostergable, para que esta sea congruente con la realidad en la que se desenvuelve y deje atrás su antigua concepción de la “torre de marfil”. Esta vinculación debe llevarse a cabo y permear la oferta educativa que se ofrece tanto a nivel de pregrado como de posgrado, ya que no es posible concebir los programas académicos desde una visión unilateral, sino que debe prevalecer la construcción colectiva donde participe la comunidad educativa conformada por gestores académicos, docentes, estudiantes y egresados, pero también instituciones de diversa índole como son las empresas, organismos gubernamentales, organizaciones no lucrativas y organismos internacionales, por mencionar algunas. En los últimos años, se ha identificado un crecimiento significativo de las instituciones de educación superior a nivel mundial y el espacio iberoamericano no es la excepción. Esta proliferación se ha visto acompañada de problemáticas importantes que han llevado a la reflexión de las circunstancias en las que la educación terciaría se está desarrollando. Se plantea que no todas las universidades reúnen los
requisitos necesarios para su funcionamiento, identificándose también áreas de mejora en sus plantas docentes, en la utilización de métodos centrados en la transmisión de conocimiento y acumulación de información, de acuerdo a Tünnerman (1999). Desde esta perspectiva, Brunner (2003) señala que en 1950 no existían más de 75 universidades en América Latina y en la actualidad se cuenta con más de 5,000. Plantea que la educación superior ha sufrido, en la última mitad del siglo, una transformación sin precedentes, que tiene que ver con cuatro situaciones concretas: a) la proliferación de las instituciones y su diversidad; b) la participación creciente del sector privado en la educación; c) la ampliación del cuerpo docente con calidades distintas y d) el aumento en el número de graduados con características heterogéneas. La UNESCO (1999), en el proyecto de declaración mundial sobre la educación superior en el siglo XXI: visión y acción, establece que: “La transformación y expansión de la educación superior, la mejora de su calidad y pertinencia y la manera de resolver las principales dificultades que la acechan exige la firme participación no solo del gobierno e instituciones de educación superior, sino también de todas las partes interesadas, comprendidos los estudiantes y sus familias, los profesores, el mundo de los negocios y la industria, los sectores público y privado de la economía, los parlamentos, los medios de comunicación, la comunidad, las asociaciones profesionales y la sociedad, y exigen igualmente que las instituciones de educación superior asuman mayores responsabilidades para con la sociedad y rindan cuentas de la utilización de los recursos públicos y privados, nacionales e internacionales” (p. 89). 197
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Ante dicha problemática se hace necesario repensar a la universidad, para que sea capaz de reposicionarse, tomando en cuenta lo que cada sector tiene que comentar sobre su funcionamiento actual. Se hace entonces impostergable un ejercicio abierto de autoevaluación, que permita avanzar en la construcción de una universidad que sea capaz de superar los retos que enfrenta.
“Las universidades en el siglo XXI tienen a su cargo una función esencial en el entorno en el que se desenvuelven”
De igual forma, en el ámbito de los programas de posgrado, su expansión ha propiciado una serie de deficiencias: a) desarticulación entre la oferta formativa y las necesidades del entorno; b) carencia de sistemas de investigación que sirvan de apoyo a los programas de postgrado; c) escasa producción científica; d) tasas de graduación bajas y e) escasez de organismos que ofrezca información confiable y que aseguren la calidad de los estudios de posgrado (López, 2004). Por su parte Cruz (2014), citando a Cummings, EUA y Leru afirma que la formación en los posgrados se encuentra en período de transición y afronta al menos cuatro tendencias importantes (p. 644):
El número creciente de aspirantes a recibir formación postgraduada, así como la diversificación de esa población potencial de aspirantes.
El papel y la función que la investigación científica y aplicada juega en la llamada economía del conocimiento.
La internacionalización de la oferta académica.
La preocupación estatal por este nivel de formación superior.
Los posgrados en América Latina no son un fenómeno reciente, de acuerdo a Dávila (2012), registraron un crecimiento notorio de la oferta a partir de las décadas de los ochenta y noventa. Citando a Rama, Dávila plantea que los principales problemas de los programas de posgrado son: a) la baja cobertura; b) la carencia de procesos de integración entre los posgrados al interior de los países, c) la escasa inclusión de la investigación; d) la concentración de la oferta en determinadas disciplinas; y e) los casi nulos procesos de evaluación y acreditación. Así como han crecido las instituciones terciarias, también lo ha hecho la oferta de programas de posgrado que ofrecen, en diversidad de modalidades y enfoques. Es por ello que las reflexiones que se presentan a continuación, intentan plantear pautas de an para la implementación de cambios en diferentes áreas de las universidades y sus posgrados.
Sobre la docencia
El cuerpo docente debe estar dotado tanto de competencias psicopedagógicas como disciplinares. Lo que conlleva que sean expertos en las disciplinas que imparten, pero que también sean capaces de transmitir los conocimientos.
Que renueven su docencia mediante su participación permanente en procesos de investigación. Que esta última nutra la discusión y el aprendizaje que se lleva a cabo en los salones de clase.
Conocedores de metodologías diversas, que puedan aplicar de acuerdo a las necesidades de los grupos de estudiantes con los que tengan relación.
Conocedores también del ingreso de nuevas generaciones al ámbito de la educación superior y de sus diferencias. Lo anterior con el fin de ajustar su labor docente a las necesidades reales de los estudiantes.
El claustro docente debe ser capaz de: -
Motivar e inspirar a los estudiantes.
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De brindar orientación y acompañamiento dentro y fuera de los salones de clase. 198
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De coordinar los procesos de enseñanza aprendizaje vertical y horizontalmente.
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Propiciar la coherencia entre los contenidos, la metodología y el sistema de evaluación que desarrollen.
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Brindar retroalimentación oportuna, que permita lograr los aprendizajes necesarios.
Sobre la oferta curricular
Esta debe ser pertinente y contextualizada, respondiendo a necesidades sentidas del entorno en el que se desenvuelven las instituciones de educación superior.
Debe contar con una estructuración sólida que enlace la misión de la institución, los objetivos del programa académico, el perfil de egreso y los objetivos y contenidos de las asignaturas que conforman el plan de estudios.
Construirse a partir de fundamentos pedagógicos y disciplinares claramente definidos.
Ofrecer y combinar teoría, investigación y aplicación práctica de las distintas disciplinas que aborda.
Ser revisada y actualizada periódicamente a partir de evaluaciones que se realicen con diversos actores educativos.
Debe propiciar mecanismos de integración de todos los conocimientos adquiridos a lo largo de las carreras y brindar espacios de elaboración de proyectos en los entornos disciplinares diversos.
Sobre la investigación
Esta debe reposicionarse como un elemento fundamental tanto en el ámbito de los programas de pregrado, pero particularmente en los posgrados, impulsando así la generación de nuevos conocimientos que apoyen la resolución de los problemas del entorno. Se deben plantear espacios de investigación multidisciplinaria que permitan el abordaje de temáticas desde distintas disciplinas, que se complementen entre sí.
La investigación que se proponga debe ser aplicada a las realidades en las que se desenvuelven los posgrados, para que se identifique claramente su contribución y sentido práctico.
En los procesos de investigación deben participar permanentemente el claustro docente y los estudiantes. 199
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Sobre la gestión
Ser flexible, ofreciendo diversas modalidades que permitan combinar el aprendizaje presencial con el virtual y que potencialice el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC).
Propician la interacción en los ambientes de aprendizaje, logrando así mejores resultados.
Favorecen las metodologías colaborativas y el trabajo en equipo, que son claves para el desarrollo de competencias blandas.
Orientada al logro de los objetivos de aprendizaje planteados en los programas de posgrado, anteponiendo lo académico a lo administrativo.
Sobre la internacionalización
La creación de redes de aprendizaje que propicien experiencias de intercambio y conocimiento de contextos educativos diferentes, se hace necesario en el contexto actual.
El abordaje disciplinar desde una perspectiva regional y mundial es ahora necesario, para que los profesionales puedan desempeñarse en un mundo cada vez más globalizado.
El planteamiento de programas con doble titulación permite que los estudiantes tengan experiencias de aprendizaje en diversos entornos, brindándoles herramientas para un análisis integral y mucho más completo.
Debe contemplar posgrados que tengan claramente definidos los siguientes aspectos: -
Contenidos y su estructura.
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Metodología de enseñanza.
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Sistema de evaluación.
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Recursos y espacios necesarios.
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Claustro docente calificado.
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Calendarios académicos definidos.
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Normativa necesaria para el funcionamiento, que brinde claridad en la toma de decisiones.
La internacionalización hace posible la movilidad de diversos actores educativos, enriqueciendo así la experiencia educativa.
Contar con políticas claras que guíen el desarrollo de los posgrados tanto en los ámbitos académicos como administrativos.
Propicia también la creación de redes de investigación más amplia, con la posibilidad de investigar diversos contextos.
Velar por que existan espacios físicos y recursos tecnológicos adecuados que fortalezcan el entorno educativo.
Debe dar seguimiento permanente a los índices académicos clave, como son la deserción, la retención, la eficiencia terminal, entre otros.
Las universidades, y los programas académicos que ofrecen, no pueden ser entes aislados, ya que para lograr su pertinencia necesitan de procesos de reflexión constante que se alimenten a su vez de la retroalimentación de los actores que intervienen en su desarrollo. Deben ser capaces de adaptarse con facilidad a las nuevas realidades a las que se enfrentan y seguir impulsando cambios significativos por medio de la docencia, la investigación y la proyección.
Sobre la incorporación de las TIC
El uso de las TIC como una herramienta de apoyo en el proceso de aprendizaje-enseñanza, es una tarea impostergable que debe facilitar el acceso a la información, propiciando nuevas formas de conectividad, interrelación y aprendizaje.
Su incorporación debe generar entornos de aprendizaje dinámicos, creativos e innovadores, que a su vez reten a los estudiantes a lograr los objetivos establecidos en los cursos.
Los posgrados deben reflexionar también sobre la calidad que ofrecen, ya que su crecimiento acelerado y la masificación, a la que en ocasiones se enfrentan, pueden de algún modo afectar su desempeño y posicionamiento. Deben reinventarse permanentemente, sin olvidar el fin para el que fueron creados, buscando cumplir con la misión y visión de las instituciones de educación superior a las que pertenecen y el rol que desempeñan dentro de la sociedad.
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Referencias Brunner, J. (2003). In Consejo Nacional de Acreditación (CNA) (Ed.), Aseguramiento de la calidad y nuevas demandas sobre la educación superior en América Latina. Educación superior, calidad y acreditación. tomo I. Colombia: Linotipia Bolívar. Cruz, V. (2014). Tendencias del posgrado en Iberoamérica. Paper presented at the Tendencias Internacionales en la Formación de Postgrado, Santo Domingo. Retrieved from http://www.auip.org/es/publicaciones Dávila, M. (2012). Tendencias internacionales en posgrados. Integración y Conocimiento, (1) López, J. (2004). La acreditación universitaria en el Perú. Revista Iberoamericana de Educación, (35), 113-132.
“La internacionalización hace posible la movilidad de diversos actores educativos, enriqueciendo así la experiencia educativa”
Tünnerman, C. (1999). Los desafíos de la universidad latinoamericana para los próximos años. Materiales De Clase, Curso IGLU–Región Países Andinos, UNESCO. (1999). Proyecto de declaración mundial sobre la educación superior en el siglo XXI: Visión y acción. Sostenible, (1), 86-102.
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Xosé Ramil
Manuel Sierra Castañer
Centro de Innovación en Tecnologías para el Desarrollo Humano (itdUPM)
Director de área para Latinoamérica y Cooperación al Desarrollo
Universidad Politécnica de Madrid
Universidad Politécnica de Madrid España
España
¿CÓMO ABORDAR LOS RETOS DE LA SOSTENIBILIDAD DESDE LA UNIVERSIDAD? Introducción ¿Cómo pueden las universidades afrontar problemas complejos del mundo real, especialmente los relativos a desarrollo sostenible? Lo que se necesita es no sólo conocimiento disciplinar, sino además una capacidad para tratar problemas sistémicos que conllevan interrelaciones enmarañadas dinámicas y una diversidad de actores implicados provistos de diversos niveles de poder, con el fin de diseñar e implementar soluciones. Los investigadores necesitan interaccionar con diversos actores, pertenecientes a la comunidad académica o a otras entidades, y teniendo en cuenta distintas estructuras mentales, lenguajes, culturas e intereses.
Este artículo muestra la reflexión de la Universidad Politécnica de Madrid para abordar los retos del desarrollo sostenible, desde el punto de vista de la contribución de la universidad en el Espacio Iberoamericano, incluyendo propuestas para mejorar las relaciones interuniversitarias, la vinculación universidad - entorno y la promoción del posgrado que contribuyan al desarrollo. Dentro del amplio campo de las relaciones internacionales, nos queremos centrar en la contribución de la universidad a la agenda de desarrollo humano y sostenibilidad y, en particular, a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados en 2015 por la Asamblea General de Naciones Unidas. Conocimiento interdisciplinar y alianzas La universidad tiene la capacidad de generar un conocimiento interdisciplinar, conectando a personas y grupos de investigación de la propia universidad con conocimientos disciplinares diversos, y por el 202
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trabajo en alianza con otras organizaciones como empresas, administraciones públicas, organismos internacionales, ONG y colectivos ciudadanos. En este sentido, las principales contribuciones de una universidad de ámbito tecnológico para el logro de los retos de la Agenda 2030 son:
Su capacidad para contribuir a la solución de problemas de sostenibilidad mediante la investigación colaborativa y la educación de posgrado orientada a problemas, incluyendo estudiantes de diversas disciplinas. La disponibilidad de un conjunto de profesores e investigadores universitarios, en departamentos, grupos o centros de investigación, con trabajo en los ámbitos de la enseñanza, la investigación disciplinaria en su grupo de investigación, y la investigación orientada a la acción sobre problemas de desarrollo. Ser capaz de generar una red con profesionales no académicos y expertos con experiencia de colaboración en los problemas del desarrollo, promoviendo e incentivando alianzas de actores internacionales.
El reto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible En septiembre de 2015, se llegó a un histórico acuerdo para la acción global: la nueva agenda de desarrollo 2030. Esta agenda establece 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que plantean desafíos de una dimensión y complejidad sin precedentes en la historia de la humanidad. Para abordar la Agenda 2030 y los desafíos que plantea, es fundamental que seamos capaces de cooperar y desplegar nuestro ingenio colectivo. Vivimos en una sociedad más interconectada e interdependiente que nunca. Una conmoción social, económica o medioambiental en un rincón del planeta puede tener efectos sistémicos no deseados en el conjunto. La crisis económica global, que se inició en 2008 en EEUU y se expandió rápidamente por todo el mundo, o la crisis del ébola han puesto de manifiesto esta interdependencia. Pero, al igual que los efectos negativos se contagian, también las ideas y soluciones positivas para la mayoría se comparten con una facilidad pasmosa. El éxito de la economía circular, el incremento de la demanda de productos ecológicos o el creciente número de innovaciones y
emprendimientos sociales muestran cómo las propuestas con efectos positivos también pueden alcanzar una dimensión global. De ello se deduce que contamos con capacidades extraordinarias para colaborar y rediseñar nuestros modos de vida. En este contexto, es obvio que no podemos seguir basando nuestra acción en los enfoques tradicionales de la cooperación para el desarrollo y de la internacionalización. Es necesario generar un nuevo marco de referencia que fomente la innovación, para que se planteen soluciones nuevas que superen las limitaciones de lo probado hasta el momento, que promueva la colaboración, para que se involucren diferentes tipos de actores (públicos, privados, sociedad civil, nacionales e internacionales…) aportando sus visiones, recursos y habilidades complementarias, y que abra nuevos cursos de acción que generen mejoras progresivas que trasciendan las acciones puntuales.
“¿Cómo pueden las universidades afrontar problemas complejos del mundo real, especialmente los relativos a desarrollo sostenible?”
Los ODS representan, para la universidad, el marco de referencia adecuado para establecer un diálogo y lenguaje común entre ésta y organizaciones de distinta naturaleza, pública, privada o comunitaria. En el ámbito latinoamericano hay países como México o Colombia que se están convirtiendo en una referencia internacional en la aplicación de la agenda que marcan los ODS. En el caso de la UPM, los ODS se han convertido en un elemento catalizador de relaciones y trabajo con socios académicos y profesionales de Iberoamérica. 203
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Los objetivos de sostenibilidad de una universidad como la UPM se alinean en base a cuatro ejes: a) el campus como espacio de colaboración multiactor; b) soluciones a problemas de sostenibilidad; c) creación de sentido y cambios de comportamiento en la sociedad hacia la sostenibilidad; d) compromiso de la comunidad universitaria en trayectorias de sostenibilidad. El compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible no es un hecho aislado, sino que muchas universidades iberoamericanas han apostado por orientar su docencia e investigación hacia los ODS. Así lo demuestra, entre otras iniciativas, la Red Internacional de Campus Sostenibles (ISCN) o la Sustainable Development Solutions Network (SDSN), redes de universidades de todo el mundo que aúnan esfuerzos para hacer de los campus universitarios un espacio abierto a la experimentación de modelos de convivencia más sostenibles e inclusivos. La misión de ISCN es “proporcionar un foro mundial para apoyar a las universidades en el intercambio de información, ideas y buenas prácticas para lograr operaciones sostenibles en el campus universitario, integrando la sostenibilidad en la investigación y la docencia”, mientras que la misión de SDSN es “movilizar la experiencia y los recursos – tanto técnicos como científicos – del ámbito académico, de la sociedad civil y del sector privado, aportando soluciones para un desarrollo sostenible a nivel local, nacional y global”. La universidad puede, por tanto, impulsar iniciativas que afrontan retos de la Agenda 2030 articulando las capacidades de actores diversos, buscando cursos de acción positivos a medio y largo plazo (y no sólo actuaciones puntuales), concibiéndose desde su diseño como procesos de innovación, y desplegando a lo largo de su ciclo un potencial de continuidad y escalabilidad. Una formación para enfrentar los grandes desafíos del desarrollo y la sostenibilidad Para dar respuesta a estos retos se necesita formar a especialistas e investigadores que den sustento analítico y técnico a esta agenda. Se necesitan programas docentes orientados a la generación de estos nuevos perfiles, incluyendo nuevos enfoques que algunas organizaciones e instituciones internacionales ya están abordando en el ámbito del desarrollo y la sostenibilidad. Entendemos que es 204
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necesario aunar las capacidades que se derivan de las ciencias sociales y los conocimientos técnicos en campos de la ingeniería relacionados con el desarrollo. Los perfiles del profesorado y participantes invitados en los programas docentes, que busquen una visión global, deben incluir personas con dilatada experiencia en los ámbitos de la innovación y el desarrollo en el contexto español (en el caso de la UPM) e internacional. La docencia debe apostar por clases prácticas donde se analicen casos concretos en los que estas universidades han participado. Nuevas metodologías de enseñanza se hacen necesarias ante un contexto dinámico y cambiante. La metodología del Aprendizaje Basado en Proyectos o Project Based Learning (PBL), centrada en el aprendizaje, en la investigación y reflexión que sigue el alumnado para llegar a una solución ante un problema planteado por el profesorado, permite que el alumno adquiera unas competencias de trabajo en entornos complejos, difícil de conseguir con la enseñanza tradicional.
“Para abordar la Agenda 2030 y los desafíos que plantea es fundamental que seamos capaces de cooperar y desplegar nuestro ingenio colectivo”
En este sentido, la UPM ofrece el Máster en Estrategias y Tecnologías para el Desarrollo, título oficial conjunto de las Universidades Politécnica y Complutense de Madrid, donde afrontamos el reto de la búsqueda de respuestas innovadoras a los desafíos de la insostenibilidad social y ambiental, enmarcado en los ODS y la Agenda 2030 establecida por las Naciones Unidas. El máster organiza un seminario internacional consistente en diálogos, talleres y conferencias con expertos y expertas internacionales en temas de desarrollo, sostenibilidad, comunicación, innovación social, etc. De esta forma, el cuadro de profesores del máster se complementa con visiones procedentes de instituciones internacionales de referencia y a la vanguardia del desarrollo como NESTA, Young Foundation, Banco Interamericano de Desarrollo, etc. El máster también cuenta con la participación de directivos de empresas y ONG que están realizando apuestas estratégicas en sostenibilidad como Iberdrola, Philips, Fundación Acciona Microenergía, Oxfam Intermón, Acción Contra el Hambre, etc. Este máster se ha convertido también en uno de los más demandado en la Universidad Politécnica de Madrid, con un porcentaje del 35% de alumnado latinoamericano como media en las tres últimas ediciones.
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Aprendizajes desde la experiencia de la UPM
internacionalización. De hecho, el máster anterior tiene una alta demanda en el alumnado latinoamericano y la preparación de herramientas on-line nos va a permitir extender el campo del alumnado.
La UPM, a lo largo de sus años de trabajo en el ámbito del desarrollo humano y la sostenibilidad, ha reflexionado sobre los puntos clave para el éxito del trabajo universitario en este ámbito. Los resumimos en:
Un factor crucial para el éxito de las actividades de la universidad es crear el contexto adecuado para que tengan lugar las colaboraciones multi-actor, canalizando el generoso entusiasmo de las personas implicadas. El trabajo conjunto de profesores universitarios y profesionales externos en problemas complejos de desarrollo es factible y exitoso, a pesar de las dificultades iniciales, previsibles, derivadas de diferencias en sus respectivas tramas conceptuales, enfoques e intereses. La educación universitaria pragmática y ecléctica se traduce en que los alumnos demuestran una alta capacidad para adaptarse a retos profesionales cambiantes. Los sistemas de evaluación y recompensa de los profesores no son adecuados para reconocer las contribuciones de los mismos en el ámbito del desarrollo sostenible. Se requieren altos niveles de motivación para sobreponerse a este desincentivo.
Desarrollo de programas de cooperación internacional en el ámbito del desarrollo y de los refugiados junto a otros actores. En este último tema destaca la Alianza Shire, creada para el suministro de energía eléctrica en campos de refugiados en Etiopía. Esta alianza la componen el Alto Comisionado para Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR), la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo, tres compañías tecnológicas internacionales (Iberdrola, Fundación Acciona Microenergía y Phillips Lighting) y una organización no gubernamental noruega, la Norwegian Refugee Council.
Centro de Innovación en Tecnologías para el Desarrollo Humano de la UPM (itdUPM) Para canalizar e impulsar la contribución de la UPM a la agenda de desarrollo humano y sostenibilidad y, en particular, a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados en 2015 por la Asamblea General de Naciones Unidas, se creó en 2012 el Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano. Algunas de las características de este centro son:
Creación de una red de profesionales de la universidad y de fuera de la universidad interdisciplinar, y con el objetivo de alinear su docencia e investigación con los ODS.
Consolidación de programas docentes como el Máster en Estrategias y Tecnologías para el Desarrollo, realizado conjuntamente por la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad Complutense de Madrid. Junto a ello, apuesta por los formatos formativos on-line para poder extender estas capacidades formativas más allá de la presencial, potenciando la 206
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Gladis Rodríguez Muñoz Directora de Posgrados Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas Pontificia Universidad Javeriana de Cali Colombia
LOS PROGRAMAS DE POSGRADO EN EL ESPACIO IBEROAMERICANO La Universidad impulsora del desarrollo humano La Universidad como fuente de generación de conocimiento, formadora de personas y difusora de la ciencia, se erige como causa nutriente de nuevas competencias, se constituye para cada persona en un camino que le permitirá alcanzar su proyecto de vida. Cuando un ciudadano decide ingresar a la Universidad, cualquiera sea su condición, busca prepararse para un mejor futuro. Por lo general no está involucrado solo quien pretende alcanzar este nivel educativo, detrás de él o ella, están involucrados sus seres queridos más cercanos, (padres, hermanos, hijos, cónyuge, etc.), quienes recibirán el influjo del resultado de esta iniciativa en términos económicos, de crecimiento intelectual, desarrollo humano, así como, la sociedad en general que será lucrada por el efecto producido a partir de los avances adquiridos durante su educación. Lo anterior implica que quien tiene la oportunidad de ingresar a un claustro universitario a cumplir sus metas de cualificación, en la medida que avanza en ese proceso educativo, impacta su entorno. Un entorno que puede ser cambiado de acuerdo con la formación y la calidad de conocimiento adquirido. Es allí donde radica la importancia de la creación de programas académicos de posgrado con la calidad del conocimiento científico y técnico que el mundo actual necesita. Ofrecer programas académicos con planes de estudio diseñados especialmente para el nivel de posgrado, implica trascender el conocimiento y adaptarse con él a lo que el mundo requiere dadas las condiciones culturales y los niveles de ciencia, tecnología e innovación que el entorno competitivo contemporáneo demanda.
Un Programa de Posgrado es pretendido por los profesionales, en la medida en que éste aporte valor a su condición laboral y en general a sus aspiraciones de desarrollo personal. En la mayoría de los casos, cada persona que ingresa a la universidad para obtener un título de Maestría o Doctorado, lo hace pensando que escalará posiciones jerárquicas en su lugar de trabajo y que podrá con ello avanzar en su condición de estatus socioeconómico. A su vez, las empresas cada vez se vuelven mucho más exigentes en el proceso de reclutamiento y selección de profesionales. Para ello se toman su tiempo buscando a quienes serán los líderes que coadyuvarán con la organización de acuerdo con sus objetivos estratégicos. Los dirigentes empresariales de hoy están buscando el profesional que, además de conocer sobre una disciplina específica, tenga un acervo de competencias que garantice el éxito de su trabajo. Aunque la base del conocimiento de disciplinas tales como ingeniería, economía, medicina, matemáticas o muchas otras ciencias no se concretan en temas como inteligencia emocional, comunicación interpersonal, trabajo en equipo, puntualidad, relacionamiento social, personalidad, pensamiento creativo, liderazgo lateral y muchas otras competencias, son estas las que pueden impulsar o terminar con la vida laboral de cualquier profesional. Esto significa que el papel de la Universidad es preponderante para que, a través de sus ofertas académicas, se pueda formar el profesional que la sociedad actual y futura requiere. 207
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La relación Universidad - Empresa La permanente articulación Universidad-Empresa es indispensable para el exitoso desempeño competitivo de las comunidades, con la mira en ello, muchas universidades están esmeradas en la plena búsqueda de estos acercamientos. La modalidad de educación DUAL, por ejemplo, consiste en una formación profesional que combina, el aprendizaje en una compañía con el obtenido en la institución educativa de formación profesional; esta modalidad, actualmente es practicada en muchos países, especialmente en Alemania, de donde es originaria, Croacia, Francia, Países Bajos, Suiza y otros de Europa. Desde hace unos años, este modelo se ha expandido en el resto del mundo en países como, China, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Chile y México. A través de ella, los estudiantes adquieren el conocimiento con la rigurosidad científica que se requiere, y a su vez, la práctica que les permitirá desarrollar genuinas competencias laborales, de acuerdo con su desempeño en el lugar de trabajo. Este sistema educativo le garantiza al empresario obtener profesionales formados a su medida y al estudiante, un conocimiento real de la práctica laboral que marcará su futuro. Y aunque la experiencia antes descrita se emplea esencialmente en los programas de pregrado, es una de las formas de lograr que el vínculo UniversidadEmpresa sea aprovechado en la cualificación de los profesionales, de tal forma que todos salen ganando: estudiante, empresa y país. No obstante, lo anterior, existen experiencias muy significativas también para los posgrados. Un caso que vale la pena resaltar como una relación de éxito entre la Universidad y la Empresa, son los llamados programas “In house”, con ellos se busca que los ejecutivos de una compañía adquieran el instrumental científico requerido, focalizándolo específicamente en la organización donde laboran, esto es, los temas del plan de estudio se enfocan a los asuntos propios de la organización, de tal forma que cada trabajo académico a lo largo del estudio, incluyendo el Trabajo de Grado, contribuya al desarrollo organizacional de la empresa en la cual laboran, en sus diferentes áreas funcionales. El resultado del programa “In House” descrito anteriormente, ha sido palpable y de gran impacto en el desempeño organizacional. En Cali Colombia, a través de este vínculo se ha logrado plena articulación entre la universidad y la empresa a través de esta modalidad. La Pontificia Universidad Javeriana en el año 2013 dio inicio a esta relación con la
empresa de producción de insumos industriales INGREDION. Fue así como esta entidad para ese entonces, decidió buscar en la región la universidad, que, por sus condiciones de calidad académica, formara con los más altos estándares científicos y profesionales, a sus ejecutivos, 29 en total, en un programa de MBA. Esta búsqueda la hizo la compañía, justo, porque siendo una corporación multinacional, requería la adaptación de cada ejecutivo con el cambio organizacional que pretendía. El resultado arrojó 16 trabajos de grado de plena aplicación para la compañía y con tal contundencia que permitió impactar con éxito cada una de sus áreas funcionales. En la actualidad, se están capacitando bajo esta misma modalidad, 25 ejecutivos de la empresa COMFENALCO, una compañía dedicada a la prestación de servicios sociales a la comunidad y cuya estrategia está basada en el “Mejor Servicio”, ellos, para el año 2019, tendrán las competencias y nivel de conocimiento que les permitirá impulsar la estrategia organizacional tal como sus directivos se lo han propuesto.
“El papel de la Universidad además de rigor científico, debe centrarse en la persona”
Trabajar con las comunidades debe ser otro de los aspectos que se privilegien en los planes estratégicos en las universidades. Aunque existen en Iberoamérica numerosas experiencias de éxito para diferentes universidades, una que vale la pena mencionar por lo que representa para Colombia en sus actuales circunstancias de camino hacia una “Paz Estable y Duradera” como lo ha denominado el gobierno, es la Estrategia de la Pontifica Universidad Javeriana denominada FORJA. 208
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FORJA: Formación Javeriana Para el Cambio social y La Paz. Mediante ella, la Universidad busca articular el currículo, con asignaturas destinadas a contribuir en la solución de problemáticas locales y regionales, en una perspectiva de trabajo colaborativo de mediano y largo plazo, asociado con territorios específicos. Con esto se pretende potenciar la formación disciplinar, el pensamiento crítico, el liderazgo, la ética y el compromiso con el desarrollo integral de los diferentes contextos.1 Temas como los anteriores, involucran a la universidad con los problemas de región y permiten a los estudiantes y a la comunidad académica en general, ser mucho más conscientes y responsables de su papel en la sociedad. Las anteriores son experiencias exitosas y necesarias para lograr el permanente vínculo entre la comunidad, organizaciones públicas y privadas y la academia. Las universidades en la actualidad buscan mayor participación en temas empresariales, sociales e involucrarse cada vez más con temas de región. Un tema necesario de entender y analizar por lo relevante para la sociedad, es del crecimiento económico de los países de Iberoamérica. En este sentido, según el Banco Mundial, se espera que para el año 2017 el mundo crezca 2.7%, los países europeos en general avancen hacia un crecimiento del 2,5% y la región de América Latina y el Caribe solo crezca en 0,8%. Estas cifras indican el desempeño de cada región y la necesidad de examinar, desde la academia, su participación en el impulso de las economías donde se desarrollan. Dado lo anterior, surgen las siguientes preguntas: ¿está adecuada la oferta académica de posgrados para las necesidades de cada país bajo sus actuales circunstancias?, ¿existe participación de la academia en los planes de desarrollo regional y nacional?; ¿están dotados los egresados de los programas de posgrados con el conocimiento y competencias suficientes para adaptarse a este devenir económico? Las anteriores preguntas deben ser respondidas por cada universidad a través de su Misión y desde su Proyecto Educativo. Es necesario entonces que los programas académicos de posgrado se diseñen con la rigurosidad científica requerida y con la adaptabilidad que las condiciones sociales y económicas lo demandan.
Diseño de programas de posgrado para el contexto latinoamericano La nueva economía, es decir, aquella basada en el conocimiento y que hoy algunos consideran debe ser modelada por el aprendizaje y motorizada por la innovación, es aún muy incipiente en América Latina y el Caribe. Esta región, en el campo del desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI), es testimonio de un indeseable escenario descrito por las siguientes características:
Las capacidades en CTI son muy exiguas.
Los muy reducidos recursos que se invierten tanto a nivel público como privado, en ese campo, están desviados de su debido horizonte.
Existe desarticulación y falta de colaboración entre los actores que hacen investigación y los sectores productivos que los deberían implementar para desarrollar la innovación.
Hay aún escasos esfuerzos a nivel empresarial para innovar y los pocos recursos que se alcanzan a invertir en este campo, son enfocados, ante todo, para adquisición de maquinaria y tecnología importadas.
En la gran mayoría de países de América Latina y el Caribe se han creado rimbombantes “Sistemas Nacionales de Ciencia y Tecnología”, estos se han constituido en conjuntos de muy buenas intenciones redactadas por los gobiernos, que se han denominado Leyes, que en la práctica no han trascendido a verdaderas organizaciones de científicos dedicados a la generación de CTI. Cuando se habla de un sistema, éste debería estar constituido por actores que interactuaran en forma dinámica y especialmente en Latinoamérica, estos actores son débiles, se cuenta con empresas débiles, instituciones educativas débiles, entorno financiero para patrocinar estos procesos débiles y no existe articulación entre ellos. Todos estos esfuerzos son atomizados por los intereses particulares de cada actor sin que haya la verdadera articulación que garantizaría una mayor efectividad en su implementación. Aunado a lo anterior, es preocupante observar como América Latina está viviendo una realidad social y económica diversa y compleja según el país que se analice. Venezuela, un país completamente
1 Pontificia Universidad Javeriana Cali, brochure , 2017, año de la Responsabilidad Social
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descuadernado y polarizado, donde la lucha entre los dos polos opuestos no permite el avance hacia la dignidad y bienestar del pueblo. Así mismo, Brasil, Bolivia, Argentina, Colombia, Ecuador, Perú, todos ellos inundados de corrupción y derroche del erario público. El panorama es desolador para esta región en su conjunto como consecuencia del perverso liderazgo desarrollado por grupos de dirigentes inescrupulosos que solo buscan su propio beneficio, destruyendo así la confianza de sus electores y de los ciudadanos en general. El anterior panorama clama por la participación de la Universidad Iberoamericana en un diseño curricular que además de temas disciplinares, incluya aquellos de gran despliegue y trabajo con y por el SER. El papel de la Universidad además de rigor científico, debe centrarse en la persona. Diseños curriculares que incluyan el conocimiento en valores, donde se entienda que adquirir nivel educativo de Posgrado no solo es para un lucro económico, sino que se trata de un compromiso y servicio hacia la sociedad. De acuerdo con esto, la tarea de la Universidad tiene un mayor alcance, incluye el moldear a quienes serán los encargados de conducir y liderar procesos organizacionales de diferente índole, primando los valores éticos y el respeto por los demás. Se trata de entregar a la sociedad, ciudadanos,
que con su ejemplo y desempeño, logren influir en los demás para obtener el mejor crecimiento del bienestar social y el desarrollo humano del país.
La importancia de las TICs en los programas de posgrado Un contenido que no debe descuidarse en los currículos por lo que implica para el avance en productividad personal, empresarial y de nación, es el relacionado con el uso de las TICs en la educación superior. Tal como se ha evidenciado, los avances tecnológicos son los que permiten el impulso del desarrollo económico de los países. Un país que conozca nuevas formas de producción a través del uso de la tecnología, será un país que posibilita mayores niveles de vida a sus ciudadanos, gracias a la capacitación adquirida e incremento de los ingresos de quienes la apliquen. Es por esto que desde la academia y especialmente en los programas de posgrado, se diseñan pedagogías novedosas para la utilización de software especializado y diferentes metodologías intensivas en el uso de este tipo de herramientas, buscando dar mayor cualificación a sus estudiantes y egresados.
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Una adecuada capacitación en el uso de las TICs, entrega a los estudiantes ventajas frente a sus similares en el medio. Conocer que el mundo de los negocios se mueve actualmente en mayor medida bajo la inmediatez, la oportunidad, la conformación de redes para la investigación, las bajas estructuras físicas y organizacionales, es de suma importancia para el profesional de hoy. La economía colaborativa está avanzando vertiginosamente y para ello se deben desarrollar competencias en espíritu emprendedor, habilidades para segmentar los mercados, y a su vez, gran capacidad de interactuar a través de las redes sociales. Que conozcan, además, las posibilidades que ofrecen las políticas de integración económica, así como las ventajas comparativas entre países, puede llegar a constituirse para ellos en la ruta que marque su destino económico impulsado desde el currículo. Los temas mencionados anteriormente, son de suma relevancia para estudiantes de posgrado.
La internacionalización en programas de posgrado Las instituciones de educación superior de hoy están dando especial relevancia a la internacionalización, y aunque para los estudiantes de posgrado la movilidad internacional se da ante todo en programas “full time”, las universidades están desarrollando alternativas para permitir esta valiosa experiencia a estudiantes de posgrado que se desempeñen en cargos de dirección y que cursan maestrías en tiempo parcial. Esta actividad es aún incipiente en la mayoría de los programas de posgrado, sin embargo, se conocen gratas y exitosas experiencias en este sentido. Los programas de posgrado que ofrecen doble titulación, por ejemplo, proporcionan a los estudiantes la posibilidad de incursionar en muy prestigiosas universidades de otros países, de tal forma que el estudiante no acude a la universidad, sino, que la universidad acude al estudiante. Esto se da por la visión de complementariedad que se tiene entre las universidades, quienes a través de la firma de convenios garantizan a los participantes de estos programas, la calidad del estudio adquirido en igualdad de condiciones que tienen los
estudiantes en la sede de la universidad en su país de origen. Existe un sin número de experiencias en este sentido, siendo los más demandados aquellos programas de educación posgradual en temas administrativos, sobre todo Maestrías en Administración, Alta Gerencia, Liderazgo, Emprendimiento, entre otros. Otra modalidad, por ejemplo, es la que universidades como Harvard, MIT, Cambridge, Oxford, Chicago y algunas otras, han implementado con los llamados MOOCs, cursos masivos, abiertos y en línea (MOOC, por sus siglas en inglés: Massive Open Online Courses) en Educación Superior que han despertado un gran interés en estos años. Udacity, Coursera y EdX, las principales plataformas de MOOC en Estados Unidos, están incorporando continuamente nuevas universidades como socios; lo mismo puede decirse, aunque en menor medida, de las plataformas de MOOC en Europa. OpenupEd, por ejemplo, una iniciativa paneuropea fundada en 2013 y apoyada por la Comisión Europea, está ofreciendo cursos de universidades europeas y no europeas. Igualmente un cierto número de instituciones nacionales en Europa han comenzado a ofrecer MOOC (European Commi ssion, 2014).2 Esta alternativa permite a un número importante de personas tomar cursos ofrecidos por universidades de prestigio con o sin certificación, dependiendo del interés del participante. Las Universidades Iberoamericanas deberían ser mucho más activas en este sentido pues programas de posgrado similares entre instituciones, deben impulsar estas prácticas de, intercambios, convenios, virtualidad y movilidad. Lo muy importante es que en la actualidad los dirigentes empresariales están convenciéndose de lo valioso de esta experiencia para sus funcionarios y les están permitiendo y apoyando, en tiempo y dinero para que las realicen. Acciones conjuntas para impulsar estas iniciativas se hacen necesarias. Entender cuán valioso es conocer y experimentar otras culturas, lenguas y lugares para complementar el conocimiento adquirido, debe quedar claro entre los expertos diseñadores y elaboradores de los currículos. La gran mayoría de Universidades Iberoamericanas cuentan hoy con oficinas dedicadas a impulsar la movilidad e interacción entrante y saliente de sus estudiantes entre ellas. Lamentablemente en la mayoría de los casos son incipientes los presupuestos para acompañar estas
2 Comunicar, revista científica de comunicación y educación media. Education research
journal Vol. XXII, número 44, primer semestre, enero de 2015. ¿Son los MOOC una alternativa de aprendizaje?
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iniciativas, lo que desanima a los estudiantes de posgrados para aprovecharlas. En algunos de los países existen becas gubernamentales con importantes recursos financieros para apoyar estos proyectos, sin embrago en gran parte de los casos se trata de recursos exclusivos para estudiantes de pregrado. Una gran tarea para las Universidades Iberoamericanas para el caso de la internacionalización en los programas de posgrado, sería, generar proyectos de cooperación orientados a acopiar recursos financieros con el fin de conformar un fondo común destinado especialmente a impulsar la movilidad estudiantil entre universidades hermanas. El aprovechamiento del fondo mutuo creado, contribuiría para motivar la participación de los estudiantes de posgrado en cursos que contengan temas afines y que sean equivalentes para su plan de estudio, independiente del país que las imparta. Así mismo, impulsar la oferta de MOOCs entre colegas docentes de las diferentes instituciones iberoamericanas con el fin de lograr impactos de impulso académicos para sus estudiantes desde el país que estos se encuentren. Esto último originaría el establecimiento de redes profesorales que trabajen conjuntamente en el desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación, lo que implicaría pensar estrategias para favorecer también la movilidad profesoral.
“Un país que conozca nuevas formas de producción a través del uso de la tecnología, será un país que posibilita mayores niveles de vida a sus ciudadanos”
Lo anteriormente descrito obliga a las Universidades Iberoamericanas a conjugar sinergias que les permita potenciar sus esfuerzos en el desarrollo de sus tres funciones sustantivas, con mejores niveles de calidad científica, académica y cultural. De esta forma ellas atenderán mediante sus programas de posgrado, a los profesionales que requiere la sociedad del futuro, para lograr avances en términos económicos, de crecimiento intelectual, desarrollo humano y en general escalar los niveles de bienestar para la sociedad.
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Juan Manuel Rosas Santos Vicerrector de Enseñanzas de Grado, Postgrado y Formación Permanente Universidad de Jaén España
CUADRANDO EL CÍRCULO: CONJUGANDO LA VINCULACIÓN UNIVERSIDAD-ENTORNO, LA VIRTUALIZACIÓN DE LAS ENSEÑANZAS Y LA PROYECCIÓN INTERNACIONAL La universidad pública como motor de desarrollo económico y social de su entorno Escribir desde la Universidad de Jaén sobre la conexión universidadentorno es entrar en la propia esencia de esta universidad, para la que ya en su ley de creación se identifica como objetivo principal “el papel dinamizador que se espera de ella como referente del progreso económico y de calidad de vida” del territorio en el que se inserta. Este papel de motor del territorio no es ajeno a muchas de las universidades del entorno latinoamericano, sino a todas ellas, aunque resulta particularmente relevante y desde luego más evidente en aquellas universidades jóvenes que, como la Universidad de Jaén, se sitúan en los afluentes del territorio principal, y donde la ventaja de contar con un tamaño y juventud que le permiten un especial dinamismo, resulta evidente para el propio entorno y para sus ciudadanos y ciudadanas que han vivido el cambio asociado a la labor universitaria. En el caso particular de la Universidad de Jaén, enmarcada en un entorno socioeconómico en el que la agricultura del olivar, el patrimonio histórico y artístico, el turismo de interior, las energías renovables, la logística del transporte, la industria del plástico y la de accesorios del automóvil, entre otros, son sectores estratégicos,
el desarrollo de muchas titulaciones de grado, postgrado y formación permanente está orientado al fortalecimiento de esos sectores, encontrando su respaldo externo en la posición que ocupó esta universidad en su contribución al desarrollo regional dentro del Ranking 2016 de la Fundación CYD (Conocimiento y Desarrollo): primer puesto entre las diez universidades andaluzas y sexto entre las 66 universidades españolas sobre las que se hizo el ranking. Para todas estas universidades, esta vinculación con el entorno y con el desarrollo científico, social y económico del territorio es su razón de ser, la justificación de su existencia como servicio público y, como tal, un objetivo irrenunciable. La pregunta que queda en el aire entonces es si este objetivo es compatible con la tendencia creciente a la virtualización de enseñanzas y la proyección internacional que necesita la universidad del siglo XXI. En los párrafos siguientes desarrollaré algunas ideas sobre cómo esta compatibilización es no sólo posible, sino necesaria.
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La virtualización de la enseñanza como elemento de colaboración universitaria internacional La oferta de enseñanzas en formato online, síncrono y asíncrono, está creciendo exponencialmente en paralelo al crecimiento de la demanda y apoyada en un desarrollo tecnológico que facilita cada vez más la implementación efectiva de este tipo de enseñanzas. Desde una perspectiva tradicional, la oferta de enseñanzas online persigue dos objetivos fundamentales y estrechamente relacionados, la facilitación en la captación de “clientes” que incrementen el alumnado y por lo tanto el rendimiento de las enseñanzas ofertadas, y la proyección de la oferta universitaria llegando a lugares y personas que, de otro modo, serían difícilmente alcanzables, permitiéndoles, de esa manera el acceso a una formación universitaria que de otro modo no podrían conseguir. Desde la visión de la universidad-entorno, hay un tercer objetivo que tiene un desarrollo, hasta el momento, mucho menor y que se convierte en un campo aún por explorar. Todas las universidades tenemos fortalezas y debilidades formativas; en un entorno económico y social cambiante, donde las demandas se multiplican es materialmente imposible que una misma universidad pueda atender a todas las necesidades de su entorno. Establecer colaboraciones simbióticas, que combinen las fortalezas de una universidad con las necesidades del entorno de otra y viceversa, se convierte en un camino que merece la pena explorar y con importantes beneficios potenciales para el entorno en el que se insertan las universidades participantes. En este objetivo, la virtualización de las enseñanzas se convierte en el modo de alcanzar grupos de interés dispersos o distantes que de otro modo serían muy poco accesibles, facilitando colaboraciones que, de otro modo, serían difícilmente viables.
inciden directamente en el entorno de la universidad de destino. Del mismo modo ocurre en el país de origen, al regresar con una formación de alta calidad y con unas relaciones académicas y personales internacionales que favorecen la colaboración entre universidades, repercutiendo así en el desarrollo de las entidades participantes y de los entornos en los que éstas se insertan. Estos programas conjuntos no son nuevos y entidades como la AUIP o la Fundación Carolina llevan años favoreciendo el desarrollo de este tipo de colaboraciones entre universidades latinoamericanas, colaboraciones que, conscientes de los beneficios apenas esbozados en el párrafo previo, son igualmente fomentadas y cofinanciadas por las universidades participantes.
1. El reto: combinar la proyección universal y el desarrollo socioeconómico del entorno. 2. El método: establecer sinergias entre universidades con necesidades y fortalezas concurrentes. 3. Los medios: la preparación ex ante de programas internacionales conjuntos de estudios. 4. Los coadyuvantes: las enseñanzas propias y la virtualización. 5. El facilitador: las redes de cooperación internacional.
La formación de postgrado como fuente y materialización de sinergias internacionales En esas sinergias potenciales la formación de postgrado tiene un lugar destacado. El establecimiento de convenios para la conformación de programas de estudios oficiales, conjuntos o combinados, es un campo de colaboración que está creciendo de manera exponencial y que genera enormes beneficios al entorno de las universidades que establecen esas sinergias. El alumnado de postgrado que desarrolla un máster o un doctorado en otro país genera desarrollo en el país de destino a través de su participación en proyectos e investigaciones que
Otra vuelta de tuerca: del ex post al ex ante en la preparación de programas internacionales conjuntos de estudios Entre los fines y objetivos de la AUIP, como en los de otras redes y asociaciones formativas internacionales, está la realización de programas conjuntos de postgrado de forma cooperativa e interinstitucional. La aproximación más habitual a la conformación de estos programas internacionales conjuntos de estudios parte de dos programas ya existentes que se hacen compatibles mediante un 214
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convenio de colaboración entre universidades, es decir, se toma una aproximación ex post o, en términos más modernos, bottom-up. Esta aproximación es útil y necesaria, permitiendo sinergias relativamente rápidas, pero desde luego no tan eficaces como cuando el planteamiento es el inverso. Esto es, cuando se exploran las posibilidades de colaboración y las necesidades compatibles del entorno de varias universidades, planteando a partir de ahí programas internacionales conjuntos de estudios, es posible dar respuesta a ambas dimensiones (posibilidades de colaboración y necesidades del entorno). En este caso, las fortalezas formativas de las distintas universidades se pueden sustanciar de tal forma que aparezcan sinergias entre territorios que se enfrentan a problemas y necesidades similares y en las que la colaboración va a ser siempre más beneficiosa que la competencia.
la pertinencia y necesidades de entornos complementarios. El papel de redes como la AUIP en la localización, dinamización y potenciación de estas sinergias es insustituible, suponiendo una forma particularmente efectiva de desarrollar su objetivo de la promoción de programas conjuntos de postgrado e investigación. La magia de las enseñanzas propias de formación permanente en el enlace universidad-entorno
“Está fuera de discusión que una universidad debe responder a las necesidades de la sociedad y del entorno en el que se inserta”
La formación ad hoc es un determinante fundamental en la colaboración universidad-entorno. La formación oficial, tradicional, se somete a criterios y restricciones normativas que varían entre países con el ánimo de garantizar su solidez y calidad, y el servicio que se proporciona a la sociedad. Esta formación de grado y posgrado es imprescindible, pero tiene la dificultad de ser poco adaptable a las necesidades coyunturales e inmediatas del entorno. No es inusual que en reuniones con representantes de la empresa se demande a las universidades la oferta de un grado en X o en Y, para dar respuesta a las debilidades formativas de la empresa. Tampoco es inusual que la empresa manifieste su sorpresa y su incomprensión cuando la universidad responde que los primeros egresados y egresadas de ese grado tan relevante podrán llamar a la puerta de la empresa en aproximadamente seis años, tomando en cuenta los tiempos de tramitación y el propio desarrollo de las enseñanzas, terminando la conversación en un callejón sin salida.
Esta aproximación ex ante, o top-down, está mucho menos explorada y se constituye en una vía del desarrollo de la colaboración en la formación, particularmente de postgrado, y en una oportunidad para el fortalecimiento de redes de desarrollo territorial económico, formativo y social. Ha de reconocerse que es una vía más compleja que la habitual, dado que requiere de planificación, desarrollos curriculares conjuntos, y de la asunción de riesgos al requerir seleccionar con mucho cuidado cuáles son las áreas donde esta colaboración es pertinente. Sin embargo, es de prever que los beneficios de una cooperación de estas características para el territorio de las entidades participantes sean mucho mayores cuando la formación se establece ex ante en términos de
Está fuera de discusión que una universidad debe responder a las necesidades de la sociedad y del entorno en el que se inserta y al que se debe, y ha de hacerlo con todas sus herramientas. Las necesidades estructurales de su entorno y las demandas del mismo deben llevar a una continua revisión de su oferta de grado y postgrado para que ésta se adecue a esas necesidades. Sin embargo, esta formación oficial de grado y postgrado no es la única herramienta que tiene la universidad para dar respuesta a estas necesidades. Además de las necesidades estructurales, empresas e instituciones se acercan a la universidad con necesidades coyunturales que necesitan de una respuesta inmediata que no se puede satisfacer con la pesada maquinaria de los estudios oficiales de grado y postgrado. Aquí entran en juego las enseñanzas propias; una herramienta flexible, adaptable, en las que la debilidad potencial de que sólo tienen el respaldo de la universidad que las imparte se subsume y se corrige por el reconocimiento que les da la 215
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empresa o la institución que las solicita. Estas enseñanzas permiten complementar y desarrollar las enseñanzas tradicionales de grado y postgrado orientándolas a necesidades y formatos que resultan convenientes para la empresa o la institución que las requiere, favoreciendo el desarrollo la empleabilidad y el desarrollo profesional del alumnado y facilitando la competitividad de la empresa. Estas enseñanzas propias que se conforman en una herramienta imprescindible y no siempre suficientemente explotada de vinculación de la universidad con el tejido social y empresarial del entorno, permiten vías de colaboración internacional efectiva, rápida y flexible, permitiendo establecer sinergias entre universidades y aprovechar las fortalezas de una determinada universidad para suplir o complementar la formación ofrecida por otra al entorno en el que se inserta y viceversa. Esta formación, para universitarios o graduados, conformada a demanda y en forma de entrenamiento en competencias y habilidades específicas y orientadas a satisfacer una necesidad concreta del usuario, se adapta a las necesidades de universidad
y empresa permitiendo implementarse con facilidad en modelos de enseñanza online o mixtos (blended). El papel facilitador imprescindible de redes internacionales como la AUIP Para todo esto hacen falta estructuras y organismos que favorezcan las sinergias. La detección de las posibilidades de combinación entre las fortalezas formativas de una determinada universidad y las necesidades del entorno de otra a la que puede complementar es un trabajo tan arduo y difícil como imprescindible, y sobrepasa el alcance de la universidad media. Es necesario contar con organizaciones transnacionales que faciliten este trabajo a las universidades, organizaciones como la AUIP, que ha de jugar un papel esencial para detectar esas necesidades y fortalezas complementarias y fomentar y catalizar el establecimiento de sinergias entre universidades que colaboren en proyectos conjuntos que repercutan finalmente en un mejor desarrollo de sus entornos respectivos.
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Reflexiones finales La vinculación al entorno está en la esencia de la propia universidad, particularmente en aquellas universidades como la Universidad de Jaén que, por sus características, tienen entre sus fines fundamentales y en la justificación de su propia existencia el servir de motor en el desarrollo del territorio en el que se insertan. Esta vinculación con lo cercano ha de conjugarse con la proyección universal que se recoge en el propio término de universidad y que, como tal, resulta un principio tan irrenunciable al menos como el de la vinculación al entorno. Conjugar los dos principios supone un reto para la universidad del siglo XXI, abriendo un camino de oportunidades en el que la conformación de programas internacionales conjuntos de enseñanzas, oficiales o propias, diseñados a medida de las necesidades de entornos complementarios, en los que se conjuguen las fortalezas formativas de dos o más universidades, y donde la virtualización de las enseñanzas se utilice como herramienta facilitadora, se convierten en una vía de futuro que merece explorarse y donde el papel de redes de colaboración internacional como la AUIP resulta no ya esencial, sino imprescindible.
“La vinculación al entorno está en la esencia de la propia universidad”
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Mario Oliva Suárez Dirección General de Relaciones Internacionales
Marco Antonio Flores Mavil Dirección General de Estudios de Posgrado
Universidad Veracruzana
Universidad Veracruzana
México
México
LA COOPERACIÓN COMO ESTRATEGIA DE DESARROLLO DE LA EDUCACIÓN TERCIARIA Los primeros pasos… La historia de la cooperación en nuestra institución se reconoce en las múltiples acciones desarrolladas en beneficio de nuestra comunidad y que, al paso del tiempo, ha logrado llegar a diferentes sectores. El primero de ellos, y quizás el de mayor impacto, está relacionado con la llamada vinculación comunitaria, proceso mediante el cual se intenta consolidar la formación profesional de los estudiantes, retroalimentar los planes y programas de estudio y brindar una mayor pertinencia social a la universidad. En segundo lugar, tenemos la vinculación con el sector público, particularmente a través del programa de apoyo al desarrollo municipal, entendido, éste como un elemento central en la articulación de los actores locales, cuyo objetivo no sólo es el desarrollo económico, sino también del desarrollo de las instituciones y de la sociedad local. Así mismo, la vinculación con el sector productivo denota una estrecha relación entre la academia y aquellos que se dedican a producir bienes y otorgar servicios, ambos esfuerzos
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unidos en un solo propósito, contribuir al desarrollo de la universidad y la región. Finalmente, y no por ello menos importante, la vinculación académica promueve e impulsa una cultura de vinculación en la comunidad universitaria que permita incidir con un mayor impacto en la formación integral de los estudiantes y en el quehacer de los académicos, reconociendo que ésta se lleva a cabo desde las entidades académicas y dependencias de la universidad, con la participación activa de docentes, investigadores, estudiantes, personal administrativo y funcionarios. Es precisamente esta última estrategia de vinculación académica la que motiva esta propuesta, entendiendo que actualmente y en el ámbito de las instituciones de educación superior (IES), el concepto de vinculación está asociado a la llamada tercera misión (3M) de las universidades. Se acepta también como una noción que ha sido reconocida a nivel académico y de políticas públicas como una herramienta con un gran potencial para aportar al desarrollo económico. En esta ocasión nos apropiaremos de una definición1 que establece que todas las actividades de 3M son aquellas relacionadas
http://vinculaentorno.org/acerca-de-la-tercera-mision-de-las-universidades/
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con la investigación (transferencia de tecnología e innovación), la educación (aprendizaje de por vida/educación continua, etc.) y el compromiso social (acceso público a las actividades culturales y trabajo voluntario por parte de académicos y estudiantes, etc.) que involucra buena parte de lo que las universidades ofrecen a, o en cooperación, con la sociedad en general. En suma, todas estas actividades se relacionan con la generación, uso, aplicación y explotación de conocimientos y otras capacidades de la universidad fuera de entornos académicos.
prioritarias del país, que dé solución a problemas y necesidades específicas contribuyendo de esta forma a elevar el nivel de vida y el bienestar de la población. Para alcanzar este objetivo se propone:
Contar con una política de estado en la materia.
Incrementar la capacidad científica y tecnológica del país.
Elevar la calidad, la competitividad y la innovación de las empresas.
En este sentido, se ha trazado un camino que facilite:
“La relación universidad– empresa como eje de desarrollo regional” Desde esta perspectiva, la vinculación abarca todas las actividades sustantivas de una universidad, razón que le confiere un alto grado de responsabilidad con el entorno socioeconómico en el que su ubica. Esto exige, a su vez, que las IES cuenten con mecanismos y procesos ágiles y eficientes para el desarrollo de todos los procesos asociados a las actividades arriba descritas. Todo ello exige realizar un ejercicio de reflexión sobre las posibilidades y oportunidades que se abren para una región como lo es Iberoamérica. El horizonte cercano y escenarios posibles… En un escenario actual y de futuro, debemos señalar la importancia del trabajo realizado por uno de los organismos públicos descentralizados pertenecientes a la Administración Pública Federal y, que desde su creación, ha sido el responsable de elaborar las políticas de ciencia y tecnología en nuestro país, nos referimos al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología-CONACYT. Su principal propósito es consolidar un sistema nacional de ciencia y tecnología que responda a las demandas
Fomentar el desarrollo científico y tecnológico del país apoyando la investigación científica de calidad.
Estimular la vinculación entre los procesos productivos y la academia.
Promover la innovación tecnológica en las empresas.
Impulsar la formación de recursos humanos de alto nivel.
En este orden de ideas, y a propósito del último punto sobre formación de recursos humanos, nos centraremos en aquellas áreas prioritarias que pueden impulsar una formación de alto nivel. Particularmente nos queremos referir a la iniciativa denominada como Posgrados con la Industria impulsada por el CONACYT. Como su nombre lo dice, esta iniciativa se orienta a propiciar la formación de recursos de alto nivel bajo demanda del sector productivo y proporcionar al profesional en activo una formación amplia y sólida en campos especializados de la ingeniería y la tecnología, conducente a la consecución de una alta capacidad para generar y aplicar conocimiento científico y tecnológico que permita innovar procesos, productos y servicios de la industria. Cabe destacar las particularidades de esta propuesta ya que inciden directamente en los posibles niveles de cooperación entre las instituciones educativas y la industria. A saber, se definen cuatro niveles de vinculación, en función de su intensidad. Estos son: I.
Inclusión.
II.
Incorporación.
III.
Cooperación.
IV.
Alianza. 219
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En el primer nivel (Inclusión), el programa de posgrado acepta estudiantes a los que les ofrece un tratamiento especial, en términos de facilidades de tiempo y atención, contribuyendo, de esta forma a mejorar el nivel educativo del personal de esa industria. Así mismo, las empresas establecen, conjuntamente con la institución educativa, los temas propuestos por profesores e investigadores para los trabajos terminales de los estudiantes mismos que desarrollan proyectos para la industria en instalaciones de la institución. La capacidad instalada de la institución determina la orientación del programa. En el segundo nivel (Incorporación), se aceptan la intervención de la industria en algunas funciones o tareas, sin embargo, es la institución educativa quien orienta y supervisa los trabajos de investigación de interés para la industria, aunque apoya a través de su personal
profesional en el seguimiento académico de sus estudiantes, así como tutores o como miembros de consejos tutoriales. En esta fase, las líneas de generación y/o aplicación de conocimiento del programa están claramente orientadas a los intereses de la industria. Dentro del tercer nivel (Cooperación), se abren las opciones de financiamiento, ya que además del presupuesto propio del programa, la industria patrocina los costes de matrícula. Por otra parte, los proyectos terminales se seleccionan en función de demandas concretas de las empresas, comprometiéndose éstas últimas con personal, infraestructura y recursos en apoyo a la docencia y la investigación. Así mismo, la industria financia nuevas inversiones en infraestructura para la institución educativa y, además, incorpora aquellos especialistas con historial profesional y compromiso de tiempo validados. 220
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Finalmente, y no por ello menos importante, tenemos el cuarto nivel (Alianza), a través del cual el programa forma parte de una alianza estratégica de mayor nivel entre la institución y la industria. En esta fase, ambas instancias financian el programa de posgrado de común acuerdo, sobre la base de un programa de investigación cooperativa. Así mismo, existe una colaboración estrecha con la institución en el diseño y actualización continua del programa de estudios armonizando sus intereses, así como con la incorporación al núcleo académico de los profesionales de la industria, previa aprobación del cuerpo colegiado responsable. Es importante destacar que, en esta etapa de la colaboración, tanto la institución como la industria asumen colegiadamente la responsabilidad del proceso formativo, con la doble visión académico-industrial, orientando y evaluando la agenda de investigación definida. Una parte importante para impulsar el proceso formativo tiene que ver con el uso de equipos y talleres disponibles y concertadas entre ambas instancias para atender proyectos específicos. Hacemos referencia particular a esta modalidad de cooperación, ya que se considera como una opción que abre directamente los vínculos entre las instituciones de educación superior y la industria dentro de su entorno, impulsando directamente tanto la formación especializada de recursos humanos como la atención de problemas que afectan a la industria. En este orden de ideas, creemos que el resultado de este tipo de asociaciones impacta directamente en áreas prioritarias para el desarrollo regional y que, sin duda alguna, influyen en los procesos de docencia, investigación, planificación y oferta curricular, por sólo mencionar algunos aspectos.
“Generando sinergias que impulsen el desarrollo del capital intelectual”
Ruta crítica… Desde esta perspectiva, se avizoran algunos escenarios posibles que seguramente marcarán el camino a seguir en cuanto a las relaciones interuniversitarias, la vinculación universidad-entorno y, sin duda alguna, al fortalecimiento del posgrado. La fórmula de sumar no sólo esfuerzos, sino recursos y capital intelectual en beneficio de los estudiantes, y al mismo tiempo de la empresa en donde se desempeñan, genera una sinergia interesante que es necesario impulsar. Así mismo, la idea de internacionalización de la educación superior plantea un camino interesante respecto de las relaciones y los vínculos allende las fronteras de cada país y que en el caso de nuestra institución, se considera como el medio para transitar hacia un modelo de economía basada en el conocimiento, a través de: la inversión nacional en ciencia, tecnología e innovación; del fortalecimiento y desarrollo de capital humano altamente calificado; del desarrollo regional; y de fortalecer la vinculación con el sector productivo y la infraestructura científica y tecnológica. Todo esto facilita la posibilidad de posicionar al posgrado mexicano de alta calidad en el ámbito internacional, expresándola a través de uno de los ejes estratégicos para el desarrollo institucional. Es decir, impulsar la internacionalización como cultura académica y entendiéndola como como una expresión de la institución en sus funciones sustantivas, particularmente en los procesos de formación de los estudiantes y en la producción, aplicación y/o difusión del conocimiento y la cultura, lo que implica internacionalizar el currículo y los programas académicos de la institución, impactando en la formación de los estudiantes con una visión global. El camino trazado para alcanzar estos objetivos incluye una serie de acciones hacia el interior de la institución, con el propósito de incorporar gradualmente a la totalidad de la comunidad universitaria en estos procesos, así como continuar impulsando una cultura del aseguramiento de la calidad que nos permita mantener y continuar alcanzando los más altos estándares dentro de nuestra oferta educativa.
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EL POSGRADO EN IBEROAMÉRICA EN UN MUNDO GLOBALIZADO Y CAMBIANTE, UNA MIRADA AL MAÑANA Preámbulo El mundo universitario español es muy diferente al de hace 20 años. El inicio del siglo XXI, condicionado por el irreversible proceso de globalización e instrumentalizado a través del desarrollo de la era digital, ha introducido en el sistema universitario europeo dos grandes proyectos convergentes: el espacio europeo de educación superior (EEES) y el espacio europeo de investigación (EEI). Gracias al EEES, los países europeos compartimos una misma estructura en los niveles académicos universitarios (grado, máster, doctorado), una única medida del tiempo (1crédito ECTS es igual a 2530 h de trabajo del estudiante) y un cambio en el paradigma de la enseñanza-aprendizaje, más basada ahora en el estudiante y centrado en competencias. El EEES también consolidó el Programa Erasmus como instrumento de movilidad estudiantil, principalmente entre los países del programa, pero también a otras regiones del mundo incluida Latinoamérica. El programa Erasmus, que en 2017 cumplió 30 años, es uno de los grandes logros de la integración europea y buque insignia de sus políticas. Finalmente, el EEES introdujo los Sistemas de Garantía de Calidad de los Títulos (SGCT) universitarios que se constituyen en los mecanismos que aseguran la acreditación, el seguimiento y la mejora continua de las titulaciones. La internacionalización es un factor esencial para el futuro de las universidades, y debe ser un eje transversal para mejorar todos los aspectos de nuestra vida universitaria. España es uno de los 16 países de los 48 del EEES que poseen una estrategia formal de internacionalización de las universidades, lanzada en 20141 .
Carmen Vargas Vicerrectora de Internacionalización Universidad de Sevilla España
Son varios los actores clave para el desarrollo de dicha estrategia, además de las propias universidades. En el ámbito latinoamericano, el
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European Commission/EACEA/Eurydice, 2015
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Sistema Iberoamericano, presidido por la Secretaría General Iberoamericana, las agencias de internacionalización nacionales (en España, el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación, SEPIE, organismo autónomo creado en 2015), las embajadas y consulados, deben actuar coordinadamente y en continuo dialogo con las Instituciones de educación superior para impulsar la internacionalización del sistema universitario español y su proyección en todos los ámbitos internacionales, incluyendo la promoción del Espacio Iberoamericano del Conocimiento.
“La universidad pública tiene un papel que jugar para romper esta brecha social, y debe ser garante de la igualdad de oportunidades para la formación superior, incluido el posgrado, condicionando el acceso solo al mérito del estudiante”
Durante siglos, las universidades han sido baluartes de la libertad académica, y deben seguir siéndolo. Esto no significa que las universidades no deban colaborar con el entorno, es nuestra responsabilidad y obligación para con nuestra sociedad. Autonomía y compromiso social son compatibles y se pueden desarrollar con diferentes intensidades a través de un número de fórmulas de cooperación simbiótica, la mejor modalidad asociativa ya que los dos compañeros obtienen beneficio. Sirvan estas reflexiones para compartir ideas y propuestas que contribuyan a la mejora del posgrado en Iberoamérica. 2
Curso 2014-15 https://www.mecd.gob.es/dms/mecd/servicios-al-ciudadanomecd/estadisticas/educacion/universitaria/datos-cifras/datos-y-cifras-SUE2015-16-web-.pdf Curso 2015-16 https://www.mecd.gob.es/servicios-al-ciudadanomecd/dms/mecd/servicios-al-ciudadano-
Las relaciones entre España y Latinoamérica en un contexto cambiante España y Portugal poseen una posición geoestratégica importante como puente entre Europa y Latinoamérica. La historia, la lengua común y los lazos culturales han llevado de una manera natural a la colaboración universitaria, tanto en formación como en investigación. No hay que olvidar que las economías emergentes de Latinoamérica suponen una oportunidad de trabajo para los estudiantes españoles y portugueses. Según datos del Ministerio Español de Educación y Cultura, Latinoamérica no solo sigue siendo la principal fuente de estudiantes de posgrado en las universidades españolas, sino que su porcentaje va en aumento. Tabla 1. Porcentaje de estudiantes de posgrado extranjeros en las universidades españolas
Curso 2014-15
Curso 2015-16
Procedencia
Máster
Doctorado
Máster
Doctorado
Latinoamérica y Caribe
53.2%
54.8%
60.5%
55.1%
Unión Europea
21%
23%
18.8%
23.9%
Fuente: Estadísticas del MECD2
Sin embargo, la globalización, la internacionalización y la digitalización han aportado una serie de desafíos en la relación entre España y Latinoamérica que, en palabras de los expertos3 serían:
La extensión de las redes de colaboración docente y científica de las instituciones de América Latina más allá de España.
La búsqueda de colaboración con EEUU y UK para fomentar el multilingüismo.
mecd/estadisticas/educacion/universitaria/estadisticas/alumnado/20152016/Principales-resultados-EEU-2015-2016-vf.pdf 3
H. de Wit, LE. Rumbley y J. Vélez. Internacionalización de la educación superior española en perspectiva global, en Internacionalización de la Educación Superior en España, Reflexiones y Perspectivas, SEPIE 2017.
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
El desarrollo de programas para el fortalecimiento de capacidades, movilidad y cooperación con otros países europeos (ej. Francia, Alemania, Holanda).
Las actividades de captación de talento por estos países europeos como destinos de estudio, algunos de ellos con enseñanza gratuita, mientras que en España la política de precios para los estudiantes no europeos puede llevar a cobrarles más que a los nacionales.
La búsqueda por parte de las universidades latinoamericanas de nuevos modelos de colaboración, más allá de la cooperación al desarrollo.
Frente a estos retos, España debe mirar a Latinoamérica en un nuevo contexto en el que:
Se encuentren nuevos espacios de colaboración en educación e investigación basados en intereses comunes, estableciendo sinergias entre la docencia y la investigación.
Se aproveche la situación en EEUU, junto al brexit, para posicionar al sistema educativo español como referente internacional.
Las universidades públicas españolas establezcan una política de precios igualitaria, de acuerdo a su naturaleza y compromiso social.
Se beneficie de la riqueza cultural y del idioma común para impulsar la movilidad en ambas direcciones.
Se definan estrategias de promoción y captación de talento, mejorando los marcos normativos, la información del sistema universitario español y la colaboración con instituciones financiadoras de programas de formación y movilidad.
Los diferentes sistemas universitarios, no siempre bien conocidos Una de las principales conclusiones emanadas del recién creado Subgrupo de Promoción Internacional, de la Sectorial de Internacionalización y Cooperación de la CRUE es la importancia de dar a conocer el sistema universitario español en su conjunto al resto del mundo.
Lo mismo sería aplicable a los demás países iberoamericanos. La organización, dentro de las diferentes asambleas, jornadas, o ferias internacionales de ámbito iberoamericano, de sesiones específicas encaminadas a dar a conocer los diferentes sistemas de educación superior, podría facilitar la movilidad, la captación de talento, o el establecimiento de dobles titulaciones, por poner algunos ejemplos. Tomando como referencia el documento “Siete buenas razones para estudiar en España”4, se esbozan a continuación los factores que posicionan al sistema universitario español como destino académico privilegiado para estudiantes latinoamericanos: 1. La calidad académica, con todas las titulaciones acreditadas, investigación y transferencia de excelencia con proyección internacional. 2. Costes de matrícula y becas, con una relación calidad-precio extraordinaria y múltiples programas de becas y de financiación de estudiantes latinoamericanos hacia España. 3. Empleabilidad y reputación, con instituciones de educación superior en las clasificaciones internacionales, incluidas las de empleabilidad, posibilidad de movilidad en el entorno Erasmus, y títulos reconocidos en el resto de Europa. 4. Riqueza cultural compartida con España, siendo el tercer país del mundo con más bienes declarados patrimonio de la humanidad, el primer destino turístico mundial, y compartiendo un lenguaje común. 5. Calidad de vida, seguridad, calidad del sistema sanitario, buena gastronomía, excelentes transportes públicos y campus universitarios, posibilidad de viajar por Europa. 6. Costes de vida, precios de transporte, ropa, alojamiento, alimentación por debajo de la media europea. 7. Trámites ágiles, facilidades para los estudiantes iberoamericanos. La universidad pública garante de igualdad de oportunidades, también en el posgrado Si bien es cierto que la globalización ha generado beneficios muy importantes en Latinoamérica, ésta sigue siendo una de las regiones con más desigualdades del mundo.
4
Enrique Cortés de Abajo. Consejero de Educación. Embajada de España en México.
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Según un informe de la OCDE, a pesar del tremendo esfuerzo realizado en educación durante la última década, menos de un tercio de los jóvenes latinoamericanos entre 25-29 años tienen educación superior5. El informe no distingue entre niveles académicos, pero es evidente que el acceso al posgrado está restringido a un número reducido de estudiantes, posiblemente pertenecientes al rango más alto de ingresos de la sociedad. La universidad pública tiene un papel que jugar para romper esta brecha social, y debe ser garante de la igualdad de oportunidades para la formación superior, incluido el posgrado, condicionando el acceso solo al mérito del estudiante.
En España, la universidad pública ha contribuido considerablemente a la reducción de las desigualdades y al bienestar social. Pero el modelo español deja de ser perfecto, ya que no es gratuito, financiando el gobierno el 85% del coste de las enseñanzas. No obstante, las Comunidades Autónomas tienen capacidad para modular los precios, y en Andalucía se ha optado por la horquilla más baja, reduciendo además el precio del crédito en los másteres al mismo de los grados, lo que nos convierte en una de las regiones españolas (si no la que más) con los precios más asequibles. Finalmente, un posgrado accesible para todos no debe discriminar el sistema educativo (ni el país) de procedencia del estudiante. Esta medida facilitará la captación de talento y un posgrado cada vez más internacionalizado y multicultural.
5
Latin American Economic Outlook 2017: Youth, Skills and Entrepreneurship. OECD Publishing, 2017
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El Espacio Iberoamericano del Conocimiento, el gran reto La XXIV Cumbre Iberoamericana de Veracruz de 2014 supuso una apuesta decidida por la renovación del Espacio Iberoamericano, con acuerdos estratégicos alrededor de la renovación institucional, la educación, la cultura y la innovación. Entre ellos, la creación del “Campus Iberoamérica” (“Marco Iberoamericano de Movilidad Académica”, o “Erasmus Iberoamericano”); es una iniciativa de movilidad e intercambio de estudiantes, profesores e investigadores ambiciosa con el objetivo de llegar a 200.000 movilidades de estudiantes en 5 años en toda Iberoamérica. Desde 2015, 51 organismos de 19 países iberoamericanos (que representan a más de 800 universidades e instituciones gubernamentales, públicas y privadas) se han adherido a la “Alianza Iberoamericana para la Movilidad”. Entre ellas se encuentran consejos de rectores, entidades financiadoras como la Fundación Carolina y la AECI, y asociaciones de posgrado como la AUIP. En este contexto positivo, con 44.000 movilidades alcanzadas hasta la fecha, se hace necesario consolidar el programa mediante la creación de una herramienta orientada a facilitar información y coordinar y gestionar los intercambios, la denominada “Plataforma Iberoamericana de Movilidad”, todavía por desarrollar. A estos vientos de cambio se une la creciente actividad colaborativa entre los consejos de Rectores, destacando la firma en septiembre de 2017 de convenios de colaboración entre la Conferencia de Rectores de las Universidades españolas (CRUE) con el Consejo Interuniversitario Nacional Argentino y con la Conferencia de Rectores Chilenos,en los que se incluyen propuestas de reconocimiento de títulos y estudios parciales, dobles titulaciones, el impulso a la movilidad y a la investigación conjunta, o el establecimiento cotutelas de tesis doctorales, entre otros. Finalmente, en mayo de 2017, se firmó el acuerdo entre la CRUE y el Consejo de Rectores de las Universidades Portuguesas para el desarrollo de la “Agenda Ibérica de Conocimiento y Educación Superior”, una iniciativa que incluye una propuesta de coordinación de las estrategias de colaboración con Latinoamérica.
Estas apuestas gubernamentales e institucionales requieren financiación no solamente privada, sino también pública, y un impulso coordinado del conjunto de acciones propuestas. La contribución económica de la Junta de Andalucía a los Programas PIMA o de movilidad de la AUIP, o la aportación por parte del gobierno de España de una dotación extra para Latinoamérica en el programa de movilidad Erasmus + KA107 (“Dimensión Internacional”), duplicando el presupuesto, son signos esperanzadores de esta apuesta por el Espacio Iberoamericano del Conocimiento. Captación de talento a través de movilidad Una de las prioridades que deben tener todas las universidades es captar talento internacional, tanto a nivel de estudiantes como de investigadores, así como retener el talento propio. Esto redundará en un posgrado de excelencia y en una investigación de calidad. Para facilitar la llegada de estudiantes de posgrado e investigadores a España, se hace necesario disminuir la burocratización y eliminar algunas trabas normativas, por ejemplo:
Flexibilizar los mecanismos de contratación de profesores internacionales, así como las licencias y excedencias de investigadores españoles en el extranjero. Modernizar y agilizar los trámites para la expedición de visados, así como la información a estudiantes e investigadores. Avanzar en materia de equivalencia y homologación de títulos extranjeros. Cabe resaltar la labor realizada por el SEPIE para la firma de convenios de reconocimiento de estudios y títulos con los gobiernos de Argentina (firmado en febrero de 2017), Chile y Perú, así como la reforma del acuerdo 286 de la Secretaría de Educación Pública mexicana, que facilita el reconocimiento de títulos realizados fuera del sistema educativo mexicano, promovida por la Consejería de Educación de la Embajada de España en México.
Adicionalmente, las universidades públicas deben poner en marcha estrategias de marketing para la promoción y captación de talento internacional, más instauradas en el sector privado.
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El máster, la bisagra más flexible El máster, como interfaz entre dos niveles académicos, debe ser el elemento más flexible del posgrado, siendo la actualización parte natural de su ciclo de vida, ya que los perfiles laborales cambian con mucha rapidez. Los de especialización/profesionalizantes deben estar conectados con las necesidades de la sociedad y dirigidos a la empleabilidad de sus egresados, en el sentido más amplio. Siendo esto cierto en el caso de los másteres de investigación, éstos deberían contemplar un horizonte más dilatado y a largo plazo, nunca olvidando a las humanidades ni a las áreas minoritarias, siempre necesarias para la investigación básica. ¿Qué elementos deben constituir un máster?
Formación especializada, sin olvidar la importancia de la multidisciplinaridad. Preparación para el cambio, la capacidad de aprendizaje es uno de los activos más valiosos que puede conseguirse en el posgrado. Competencias transversales (cognitivas, intra e inter-personales). Formación en emprendimiento. Prácticas en empresas o instituciones de investigación. Componente internacional (por ejemplo, participación de estudiantes y profesores internacionales, movilidad, dobles titulaciones internacionales, o titulaciones conjuntas como los Erasmus Mundus Joint Master Degrees).
El doctorado, más allá de la academia El marco de la formación doctoral en España ha cambiado. El concepto de tesis doctoral tradicional, como una relación aislada entre el estudiante y su director, ha evolucionado para considerarse un proceso de formación integral del doctorando, con una perspectiva que va más allá de la academia. Por ello, además del pensamiento crítico y la capacidad analítica y de resolver problemas desarrollados durante el periodo de investigación, la formación de los doctorandos va dirigida al desarrollo profesional y a la empleabilidad.
Los doctores deben integrarse en los equipos de I+D+i de las empresas, en la administración pública, en los puestos de gestión, incluso en la docencia en secundaria. Y por encima de todo eso, y puesto que los trabajos serán diferentes en un futuro próximo, los doctores deben estar especialmente listos para el cambio, ya que se trata del sector más preparado para ello. Los elementos de este nuevo modelo de formación doctoral son los siguientes: 1. Programas de doctorado estructurados alrededor de las Escuelas de Doctorado (en algunas universidades integradas en una supraestructura de Escuela de Posgrado), con financiación propia y planificación estratégica. 2. Nueva regulación de los procesos asociados al doctorado, incluyendo la dirección de la tesis. 3. La digitalización facilita la gestión de los procedimientos asociados al doctorado, la formación online, y aporta “open science” y “open data”. 4. Se hace hincapié en la ética y la integridad en la investigación, incorporándose medidas anti plagio, así como formación en protección de datos y de propiedad intelectual. 5. Formación en emprendimiento y en competencias transversales: habilidades personales, escritura científica, comunicación, propiedad intelectual, gestión de datos y de proyectos, ética, propiedad intelectual, por poner algunos ejemplos. 6. Se aborda también la formación de los directores de tesis (por ejemplo, talleres sobre cómo supervisar una tesis doctoral, ética en la investigación, diferentes modalidades del doctorado). 7. Se establecen nuevos modelos de doctorado, como el doctorado industrial (en colaboración con empresas e instituciones), el doctorado internacional, o el doctorado en modalidad de co-tutela. 8. Se incluyen elementos de internacionalización. Además de los citados arriba, movilidad internacional, estancias de prácticas internacionales, captación de estudiantes y profesores internacionales, “European Join Doctorates”, o “European Industrial Doctorates”, por poner algunos ejemplos. Es importante resaltar que los programas de movilidad académica, tanto en modalidad Estudio como prácticas, también incluyen a los estudiantes de doctorado. 227
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La universidad y la empresa, dos compañeros que deben conocerse mejor La economía española, al igual que la latinoamericana, debe evolucionar hacia un nuevo modelo de crecimiento basado en el conocimiento y la innovación, y es en la enseñanza universitaria donde precisamente se gestan éstos, que finalmente se trasladan a nuestra economía, a nuestro tejido productivo y a la sociedad. La universidad debe igualmente mejorar la capacidad de las personas para adaptarse al cambio y desarrollar su pleno potencial en un mundo globalizado y digital. La Tercera Misión de la universidad es la transferencia del conocimiento, por tanto, estamos obligados a entendernos y a colaborar con el entorno. En la tabla que se adjunta, se han incluido algunas modalidades de dicha colaboración, haciendo alusión al entorno en el sentido más amplio, no solo abarcando el mundo empresarial. Para llevar a cabo las distintas formas simbióticas que permitan estrategias a corto y largo plazo, la universidad y el entorno deben conocerse mejor. La investigación es el motor del desarrollo económico, y su visión a largo plazo no debe perderse. Las empresas tienen, sin embargo, intereses más cortoplacistas. Debe haber un entendimiento en cuanto a las prioridades, los ritmos y los intereses, siendo las empresas más interesadas en la innovación las que plantean colaboraciones estratégicas con la universidad a más largo plazo.
“Un posgrado accesible para todos no debe discriminar el sistema educativo (ni el país) de procedencia del estudiante. Esta medida facilitará la captación de talento y un posgrado cada vez más internacionalizado y multicultural”
Tabla 2. Fórmulas de cooperación de la universidad con el entorno
En la docencia Asesoramiento en formulación de planes de estudios. Prácticas en empresas (estudiantes y egresados) como medida de fomento de la inserción laboral. Colaboración profesionales en la docencia, acercando a los estudiantes a la realidad profesional. Formación en emprendimiento. El sistema educativo debe inculcar a los jóvenes la mentalidad empresarial como una de las opciones laborales. Doctorados industriales, el doctorando tiene un tutor en la academia y otro en una empresa o institución. Participación en programas internacionales (ej. Erasmus Mundus Joint Máster Degrees, European Joint Doctorates, European Training Networks, etc). Formación a demanda desde la universidad al entorno (life longlearning).
En la investigación Financiación/mecenazgo, pero sin controlar las prioridades estratégicas de las universidades Fórmulas a más corto plazo: contratos de investigación, participación en proyectos de investigación conjuntos (nacionales e internacionales). Programas CYTED y H2020. Formulas a más largo plazo: cátedras de empresa, desarrollo de I+D+i en las empresas. Movilidad de personal de la universidad a la empresa, y viceversa. Las universidades deben ser escuchada por los responsables gubernamentales a la hora de planificar las estrategias nacionales y regionales. El incentivo de la capacidad emprendedora debe estar dirigido también a los profesores e investigadores, incrementando las posibilidades de transferencia de tecnología al sector productivo. Creación de empresas de base tecnológica. Patentes y otras medidas de protección de la propiedad intelectual.
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Consuelo Vélez Álvarez
Luisa Fernanda Giraldo Zuluaga
Jefe de Investigaciones
Vicerrectora Investigaciones y Posgrados
Universidad de Caldas
Universidad de Caldas Colombia
Colombia
ARTICULACIÓN INVESTIGACIÓNPOSGRADOS. UNA OPORTUNIDAD DE DESARROLLO EN LAS UNIVERSIDADES DEL SIGLO XXI La reflexión que queremos compartir a continuación hace parte de la experiencia vivida por las autoras en el paso por la Vicerrectoría de Investigaciones y Posgrados de la Universidad de Caldas, institución educativa que tiene evidenciado en su plan de desarrollo institucional el fortalecimiento de los posgrados, el desarrollo investigativo y el impulso de procesos de innovación y desarrollo tecnológico.
María Helena Mejía Salazar Jefe de Posgrados Universidad de Caldas
Asumiendo el concepto de investigación como la generación de nuevo conocimiento científico, y la formación posgraduada como la consolidación de talento humano de alta calidad, para afianzar ambos procesos es necesario definir principios que se consideran transversales y básicos, cuyo cumplimiento posibilita que las instituciones de educación superior puedan a partir de sus funciones misionales impactar de manera positiva la realidad, y generar resultados efectivos de desarrollo en su ámbito de cobertura que, aunado, a los esfuerzos de otros actores, abren fronteras de progreso en el contexto regional, nacional e internacional.
Colombia 229
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Principios:
Ésta permite no sólo el intercambio de conocimiento, sino la generación de sinergias que posibiliten la participación en redes, la realización de publicaciones conjuntas, la movilidad de estudiantes y profesores entre otros. La cooperación internacional conlleva el relacionamiento entre el sector productivo, público y privado en torno de la investigación, la transferencia de conocimiento y la formación del talento humano. La participación en la sociedad del conocimiento exige la incorporación en los programas de posgrado de una dimensión comparativa e intercultural, la definición de estrategias para el desarrollo de competencias globales relativas a las tecnologías de información y comunicación, la cooperación y la inserción en la comunidad académica nacional e internacional como estrategia para una mayor visibilidad de la producción académico científica.
Calidad
Los procesos institucionales deben regirse por los estándares más altos de calidad, de acuerdo con las normas y criterios nacionales, e incorporar referentes internacionales, que le permitan a la universidad una mayor visibilidad, y el reconocimiento por parte de la comunidad científica. De igual manera, la calidad de los posgrados es el resultado de la estrecha relación de éstos con la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación.
Pertinencia
Se refiere a la relevancia de la investigación y los posgrados, acorde con los desarrollos y retos de las diferentes áreas de conocimiento y su contribución a la solución de los problemas globales, del país y la región, y al desarrollo del territorio y su población. Alude a la respuesta a las necesidades presentes y futuras derivadas del desarrollo del conocimiento y la ciencia en el ámbito nacional e internacional, a los retos que demandan las tendencias y cambios globales, así como con el uso de medios virtuales como estrategias para el desarrollo de competencias y ampliación de los programas de posgrado.
“La calidad de los posgrados es el resultado de la estrecha relación de éstos con la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación”
Internacionalización
Tanto la investigación como la innovación son dos procesos que, de manera articulada a la formación posgraduada, deben ser asumidos al interior de los currículos, de tal manera que la investigación en el posgrado sea innovadora, y pueda aportar a la solución de problemáticas del contexto, esto significa que el estudiante está obligado a conocer la situación del país en que vive, lo que le permite formular proyectos pertinentes. Lo anterior posibilita que las universidades logren una mayor presencia en el territorio, y el desarrollo de la investigación y de los posgrados contribuyan, de manera articulada, a reducir las brechas en el país y en la región. Como retos para el fortalecimiento de la diada investigación-posgrados al interior de las instituciones de educación superior se resaltan los siguientes:
Desarrollar proyectos priorizados y de alto impacto de ciencia tecnología e innovación.
Estructurar programas y proyectos macro en los que confluyan diferentes áreas, grupos y líneas de investigación, así como estudiantes de posgrado.
Procurar los mejores niveles de formación del talento humano, la producción de nuevo conocimiento contextuado, el aporte significativo al desarrollo tecnológico y la innovación.
Posibilitar que los grupos de investigación, a través de sus líneas de investigación, articulen los proyectos de los estudiantes de 230
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maestrías y doctorados y, de ésta manera, garantizar que los productos derivados impacten los indicadores de los grupos, investigadores y posgrados.
Las áreas de énfasis de los programas de posgrado de investigación, en los casos en que el diseño curricular lo contemple, deberán responder a la trayectoria de las líneas de los grupos de investigación de la institución.
Incentivar la participación de los estudiantes de posgrado en las diferentes convocatorias de investigación internas, así como en los proyectos presentados a convocatorias externas.
Propiciar la movilidad de investigadores y estudiantes de posgrado articulados a los grupos de investigación y el desarrollo de procesos de investigación en entornos de colaboración internacional.
Facilitar la articulación entre investigación e innovación tecnológica y social mediante enlaces que garanticen que los resultados de investigación en los posgrados de esta modalidad se transfieran al sector productivo y social y contribuyan a la construcción de un tejido innovador.
Estimular la participación de profesores y estudiantes de los programas de posgrados en redes académicas nacionales e internacionales que promuevan y fomenten la generación, transferencia y apropiación de conocimiento, favoreciendo el trabajo colaborativo entre diferentes actores y la coautoría con investigadores externos. Además, fomentar el uso de metodologías que faciliten la co-creación y el trabajo de innovación.
Favorecer, en los estudiantes de posgrados de investigación, el emprendimiento ligado a resultados de investigación, investigación-creación, desarrollo tecnológico e innovación a través de la transferencia de conocimiento y de tecnología.
Repensar la universidad de tal manera que los resultados de investigación se constituyan en insumo básico para la creación de las spin off, abriendo el camino para que se genere la transformación hacia una universidad emprendedora, donde los productos derivados de las investigaciones en los posgrados 231
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aporten a éste proceso y motiven a los docentes y estudiantes a participar del emprendimiento institucional.
Promover el uso de las tecnologías de la información y la comunicación para el desarrollo de actividades académicas virtuales como estrategia de aprendizaje para la consolidación de competencias, el desarrollo de ambientes de interacción abierta y la difusión del conocimiento.
A manera de conclusión se resalta cómo la articulación investigaciónposgrados posibilita que los resultados de ambos procesos permitan la generación de nuevo conocimiento científico, desarrollo tecnológico e innovación y la formación de capital humano altamente calificado, que contribuyan al desarrollo económico y social de la región y del país. Adicionalmente, ésta articulación se convierte en la manera cómo las instituciones de educación superior impactan el desarrollo y se interrelacionan de manera proactiva con el entorno, propiciando escenarios de innovación social y apropiación social de conocimiento.
“Es un reto repensar la universidad de tal manera que los resultados de investigación se constituyan en insumo básico para la creación de las spin off”
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Ernesto Zumelzu Delgado Director Programa Posgrado MIMM-Facultad Ciencias de la Ingeniería, UACH. Miembro Comité Asesor Programa COLAM, Organización Universitaria Interamericana, OUI. Universidad Austral de Chile
HABILIDADES Y COMPETENCIAS DE LOS DOCTORADOS PARA EL FUTURO: CONSENSOS ENTRE LA IDENTIDAD, LOS PROCESOS FORMATIVOS Y LAS DEMANDAS DEL ENTORNO IBEROAMERICANO Hoy en el mundo somos testigos de una serie de fenómenos sociales y políticos que afectan a toda la sociedad del conocimiento en que nos encontramos insertos.
de políticas de acreditación de acuerdo a los más altos estándares internacionales, que obliga a revisiones periódicas de los programas de posgrado, entre otras iniciativas.
Observamos un mundo de migraciones masivas, el cambio climático, la pobreza, la alimentación, la guerra, entre otros aspectos, que nos atañen a todos, en particular a la Universidad del siglo 21.
El presente trabajo aborda cinco aspectos de gran relevancia en el tema de los doctorados, con reflexiones que apuntan a proporcionar temáticas de discusión dentro de la realidad iberoamericana y al mismo tiempo servir de orientación a desafíos de futuro, para el cual debemos prepararnos ante la acelerada captura y movilidad de los talentos, las demandas de los estudiantes de doctorado, la globalización y la internacionalización de la Universidad.
Por tanto, estamos enfrentados a generar una serie de acciones para el liderazgo y hacer uso de los capitales relacionales, no sólo para influir en políticas públicas, la comunicación de ideas facilitando su aplicación, sino también para contribuir a la formación de capital humano avanzado, como ciudadanos del mundo. Es sabido, que uno de los principales objetivos del posgrado es dar educación y formación de frontera en investigación, desarrollo e innovación, lo cual es importante en el desarrollo económico de los países y de las necesidades de oportunidades laborales, para contribuir a su desarrollo social. En Iberoamérica constatamos cada vez más variadas acciones a nivel del posgrado, de evaluar la calidad con criterios propios, fortalecer cada vez más la cooperación internacional en todas sus dimensiones, como el desarrollo de planes estratégicos en la creación de nuevos programas de posgrado acorde a demandas país y desarrollo de
1. Identidades científicas del doctorado acorde a los intereses de los estudiantes. ¿Está la Universidad contribuyendo a dichas demandas? Cabe preguntarse si las Universidades están conscientes de cómo se han ido perfilando diferentes identidades de los científicos de doctorado, diferenciados por valores o motivaciones, en vez de aplicar modelos o programas de posgrado académicos que no dan espacios a lo que los estudiantes buscan, para su desarrollo científico y desarrollo personal. Cada vez más, sin embargo, los graduados de doctorado asumen carreras no académicas. Esto genera hoy continuos debates sobre qué tan bien el doctorado actual prepara a sus estudiantes para su futuro en variadas alternativas laborales. 233
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Observando diferentes programas a nivel iberoamericano, de menor a mayor desarrollo relativo, acorde a indicadores internacionales, se tiene o se puede visualizar que hay cuatro aproximaciones de identidades distintas entre los doctorandos: estudiantes que aspiran a ser académicos motivados por el deseo de profundizar en el conocimiento básico, en lugar de participar en la economía del conocimiento más amplio. Aquellos estudiantes de doctorado que vieron su formación avanzada como una preparación para el trabajo en la industria, vale decir con una visión pragmática de sus opciones de carrera, pensando en realizar investigaciones con propósito. Ven mejores posibilidades de trabajo temprano en la industria que en la Universidad.
“Cabe preguntarse si las Universidades son conscientes de cómo se han ido perfilando diferentes identidades de los científicos de doctorado”
Otros, que han emprendido doctorados principalmente por razones económicas, la visualización de un doctorado como una oportunidad para obtener una promoción, aplicar los conocimientos a un problema específico, dentro de su campo de trabajo o iniciar una carrera como científico-empresario, teniendo como perspectiva progresar por ejemplo hacia innovaciones de tipo disruptivas. Finalmente, los que se perfilan como idealistas sociales, que están dispuestos a emprender una carrera de investigación, pero no necesariamente dentro de un entorno universitario o centro de investigación de excelencia. Su compromiso es generar conocimientos, para una producción de la "investigación socialmente útil", ya sea a través de ONGs, organizaciones médicas de beneficencia, grupos de conservación, o en ámbitos de la economía circular como también en organizaciones gubernamentales.
Por tanto, los científicos doctores tienen una preocupación por su identidad, debe haber una coherencia entre sus experiencias de formación previa, las motivaciones y sus planes futuros de vida. Perciben una ausencia aguda de comunidad, y en su lugar, una gran individualidad y respuestas estratégicas para gestionar sus preferencias personales. De ahí que la movilidad, la captura del talento internacional pasan a ser instancias atractivas para los doctorantes con diferentes perfiles, lo que puede tener impacto en las políticas de países en vías de desarrollo, como en los procesos de formación de capital humano avanzado.
2. Políticas y programas universitarios para la vinculación del pregrado con el posgrado. ¿Hay apoyos e instancias que faciliten estas vinculaciones? Muchas universidades se ven enfrentadas a buscar iniciativas destinadas a lograr que más estudiantes prosigan grados superiores de Maestría y Doctorados. En general, en Iberoamérica las matrículas se han incrementado a distintos ritmos, la formación avanzada sigue siendo un camino para el desarrollo científico y tecnológico de nuestros países. El posgrado es parte integral de las universidades y de la investigación académica, es un camino para el trabajo de vanguardia de la disciplina y un potencial semillero para próximas generaciones de académicos. El posgrado representa una parte esencial de la cultura de investigación y del entorno de las universidades, contribuye a la productividad científica tecnológica y otros productos útiles para nuestra sociedad del conocimiento. La dinámica del posgrado, sus vinculaciones en los procesos de formación del pregrado a la formación avanzada, permite soportes a las actividades docentes, mejorar las colaboraciones con otros investigadores y socios industriales, como también participar en la difusión pública en distintos niveles de educación e ir consolidando compromisos con la comunidad. Estos desafíos a nivel institucional requieren planes estratégicos, teniendo a la vista el talento, la gobernabilidad y la capacidad de lograr financiamientos, con una gestión eficiente y eficaz. 234
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Previamente, las universidades deben tener claro el propósito de los estudios de posgrado. Para ello, en algunos casos se requieren cambios de las formas de pensar, cambios transformacionales, que permitan clarificar si lo que se busca es formar futuros académicos, o de formar posgraduados para integrarse al trabajo de investigación básica, de investigación asociada a la innovación competitiva, entre otras funciones asociadas a las realidades de los países de Iberoamérica. Lo anterior implica programas flexibles y diseños accesibles a los estudiantes de pregrado que deseen continuar estudios de posgrado. Con apoyos a sus costos de vida, no sólo a las matrículas, en que se visualicen programas específicos de apoyo. Facilidades en la calendarización académica para su movilidad familiar y tiempos de estudio. Experiencias de ciudades universitarias han sido exitosas en este sentido, pues la comunidad da todo tipo de facilidades, desde hacerlos ciudadanos de la región a liberarlos o subsidiar gastos inherentes a la vida universitaria. 3. Los compromisos de la supervisión doctoral en el desarrollo de Tesis. ¿Las expectativas y cuanto influyen los procesos administrativos?
observar en los programas respecto de las tesis doctorales, ya que no todas las universidades están preparadas para satisfacer los intereses descritos, y en muchos casos siguen existiendo aún programas con tipos de tesis obsoletas. Sabemos que la tarea de supervisión es muy importante en el proceso de formación doctoral, ya que se debe responder a diferentes expectativas de los estudiantes y a veces supervisar diferentes tipos de doctorados, la presión para terminar las investigaciones y sus defensas. Por otra parte, el supervisor apoya a los estudiantes para que adquieran una serie de habilidades, gestiona iniciativas externas y múltiples demandas asociadas a los programas. Las principales demandas de los estudiantes se perciben en la necesidad que se pase de los tradicionales enfoques de producto a los procesos. Ello, plantea abordar aspectos del modelo de maestroestudiante en lo que es el entrenamiento y la tutoría, frecuencia de reuniones, la colaboración y enfoques de equipo para la supervisión, apoyos para la escritura académica, como la participación de socios externos y otros del país o de las vinculaciones internacionales.
Bajo la visión de los cuatro perfiles mencionados, las tesis doctorales pasan a ser un aspecto clave que influye en la satisfacción y expectativas del estudiante. Se requiere entonces que debamos
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
El profesor siente el incremento de las exigencias por estar actualizado de los avances en ciencia y especialmente en las áreas que se quieren desarrollar. Motivación del estudiante, conflictos entre otros trabajos y la mejora en los indicadores de desempeño para las acreditaciones.
derecho, nunca podría funcionar como un centro de investigación de una empresa. Esto es diferente a investigar para la empresa en base a proyectos y convenios, que puede involucrar procesos formativos con este importante sector productivo.
El estudiante reclama por los tiempos de los procesos de evaluación. Demoras administrativas excesivas en todas sus fases, que incrementan sustantivamente la duración del doctorado y que lamentablemente pueden implicar un porcentaje significativo de tiempo en aspectos burocráticos.
Pensar y reflexionar sobre ello, con búsquedas de caminos de mutuo interés puede definir liderazgos acorde, por ejemplo, a doctorantes que tengan expectativas de trabajar en la industria.
Por tanto, la mejora continua de los procesos de doctorado plantea, entre otros, alineación de enfoques y estilos de supervisión y preferencias de aprendizaje de los estudiantes, revisión de cómo estos aspectos y las prácticas de supervisión pueden requerir de adaptaciones según los avances en las etapas de los estudios del doctorado. 4. Acciones para mejorar la visibilidad de las investigaciones hacia la industria. ¿Innovación con base científica? Debemos reconocer que la sociedad productiva industrial está dando paso al conocimiento y al trabajo de innovación. Un trabajador del conocimiento es una persona creativa, imaginativa, innovadora y que puede trabajar con cualquier par, en cualquier momento y en cualquier lugar. En general, a nivel iberoamericano hay que mejorar la visibilidad académica de las investigaciones doctorales hacia la industria y la comunidad. Es reconocido cada vez más que la presión de los rankings se traslada sobre los investigadores y los profesores, para asegurarse que logros conjuntos Universidad-Empresa continúen en un trabajo hasta la publicación. Las investigaciones vinculadas con las empresas tienen la ventaja que no se vuelven demasiado académicas, demasiado lejos de la vida real, de aplicaciones en un futuro próximo y van generando interlocutores válidos para la cultura de la innovación y conocimiento del espíritu empresarial. Si se logran las sinergias, se facilita el tomar ideas y convertirlas en acciones reales que tienen un impacto en las personas y en la sociedad.
El dilema es entonces si se puede convenir que todas las investigaciones Universidad-Empresa tengan la posibilidad de publicarse, de lo contrario la Universidad se limita en sus funciones básicas de generar conocimiento y diseminarlo. Obviamente, se produce un conflicto especialmente en procesos de innovación, por lo tanto, el desafío es entonces que ambas instituciones en alianzas estratégicas cumplan sus roles, y en estos escenarios se presentan oportunidades para los doctorantes en cuanto a empleabilidad. Ya que pueden generarse programas de enseñanza en la Universidad asociados a demandas de las empresas, como lo son en esta sociedad del conocimiento, demandas en movilidad inteligente, la salud, la energía, el cambio climático y la nanotecnología, entre otras áreas y sectores. La realidad demuestra, que estas asociaciones deben ser cuidadosas, para no comprometer la independencia de la investigación universitaria si no son bien gestionadas. La respuesta es establecer un conjunto de reglas concordadas antes de que tales asociaciones se implementen. Una iniciativa, replicando a China, es que además de los fondos y aportes de empresas y del Estado para investigación y desarrollo, las empresas controladas por los gobiernos también generen programas con recursos en sus áreas de interés u otros fondos multidisciplinares. En este ambiente hay una interacción continua de educación superior, de la industria y la colaboración que se traduce en movilidad de personas, trabajos y publicaciones conjuntas. Lo anterior es una excelente base para mirar hacia la innovación. Sabemos que la innovación es el elemento vital de cualquier sociedad o cualquier economía, las Universidades y las empresas son motores de crecimiento y la innovación juega un papel clave para ello.
Una reflexión con espíritu crítico es plantearse y definirse respecto de si la Universidad filosóficamente, y también como una cuestión de 236
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5. Habilidades y competencias de los doctorados para el futuro. ¿Un desafío eco sistémico? Hay consenso en la realidad iberoamericana que una gran mayoría de empleadores buscan graduados de las Universidades con diferentes tipos de habilidades, desde la comunicación oral y escrita, capacidades de pensamiento crítico, resolver problemas complejos, asumir la responsabilidad, el trabajar en equipo, liderazgo e innovar. Se valora especialmente que demuestren juicio ético y experiencias específicas de vinculación, ya sea con centros de excelencia, industrias, proveedores, entre muchas otras, acorde a la realidad de los países. Sin embargo, con mirada de futuro considerando la fuerte irrupción de la digitalización, la MOOC-ización, la robótica y la inteligencia artificial se requerirán nuevas demandas en cuanto a habilidades para trabajos futuros. Se genera en este escenario una gran oportunidad, para liderar en los programas de doctorado transformaciones curriculares para las próximas décadas, acorde a los desafíos que se vislumbran ante el desarrollo científico y tecnológico.
Estaríamos frente a una competencia transcultural, vale decir, capacidades de operar o gestionar en diferentes entornos culturales. Para ello se requerirán competencias mediáticas, capacidad de evaluar críticamente y desarrollar contenidos que utilicen nuevas formas de comunicación, y aprovechar estos medios para la comunicación persuasiva. Lo anterior facilitará también la transdisciplinariedad en cuanto a la instrucción y capacidades de entender conceptos a través de múltiples disciplinas. Así, por ejemplo, se deberán desarrollar habilidades de inteligencia social, es decir, capacidades para conectarse con otros de una manera profunda y directa, para detectar y estimular las interacciones y reacciones deseadas en el trabajo. Ello conlleva desarrollos de pensamiento de adaptación o habilidad en el pensamiento, para dar con soluciones y respuestas más allá de lo rutinario o tradicional o de reglas establecidas. También, mentalidad de diseño en cuanto a la capacidad de representar y desarrollar tareas y procesos de trabajo para los resultados deseados. Lo que se facilitará con el pensamiento computacional, con capacidad de traducir grandes cantidades de datos en conceptos abstractos y comprender el razonamiento basado en los datos.
“Es el desafío más importante a analizar, revisar, evaluar y generar acciones que produzcan los cambios necesarios hacia lo más significativo de las funciones de la Universidad, lograr posgraduados de calidad, pero valorando sus aspiraciones de futuro”
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La colaboración virtual en cuanto a la capacidad de trabajar en forma productiva, impulsar la participación y demostrar la presencia o identidad como miembro de un equipo virtual. De ahí que la estrategia de enseñar habilidades intelectuales amplias e intensivas, pero también prácticas, que contribuyen a la formación de personas para el mundo, con las capacidades mencionadas, dará como resultado pos graduados que se desenvolverán con fluidez en estas habilidades ayudando a sus expectativas de vida e insertarse con liderazgo en una sociedad cada vez más disruptiva. Reflexiones Finales. La realidad de los programas de posgrados en general evidencian, en forma aproximada, que se caracterizan en aquellos que tienen las habilidades, los de mejores tutorías doctorales y aquellos que tienen buenos datos. Por ello, pensando en las expectativas de los estudiantes, debemos confrontar la rigidez de los programas y los intereses vocacionales o de proyecciones de vida de los doctorantes. Es el desafío más importante a analizar, revisar, evaluar y generar acciones que produzcan los cambios necesarios hacia lo más significativo de las funciones de la Universidad, lograr posgraduados de calidad, pero valorando sus aspiraciones de futuro. Las identidades científicas del doctorado, programas universitarios para la vinculación del pregrado con el posgrado, la supervisión doctoral en el desarrollo de Tesis, mejorar la visibilidad de las investigaciones hacia la industria, habilidades y competencias de los doctorados para el futuro, son grandes temas para las Universidades iberoamericanas.
interdisciplina de las Tesis, independientemente de las identidades que buscan para su quehacer investigativo y laboral. Por otra parte, contribuir como posgraduado al desarrollo país abordando temas de interés de la industria en sus Tesis, generar vínculos de confianza sin apropiabilidad, para iniciativas colaborativas empresariales que den oportunidades de trabajo a los doctores, lo que ayudará a mejorar la interlocución Universidad-Empresa. Esto a través de proyectos asociativos y comprometer a este importante sector productivo, para la financiación de investigación y desarrollo, como aportes privados. Como también incentivar el patentamiento, escalamiento y creación de productos de innovación derivados de las investigaciones, lo que contribuye a disminuir las dependencias tecnológicas. Son también desafíos futuros la generación de redes a través de la internacionalización de los programas de posgrado, tesis en doble titulación, movilidad, codirecciones, diseminación del conocimiento a través de las coautorías, entre otros. Con toda seguridad estas reflexiones pueden contribuir a analizar escenarios diferentes, discutir otras visiones, y consolidar aperturas de cambio. En lo más discutible en la academia, es lograr que los investigadores sean más proactivos con respecto a sus propios trabajos, carreras, expectativas de vida, estando dispuestos a mirar más allá del ser un académico.
Si bien es cierto que hay diversidad en los programas de doctorado, no podemos dejar de analizar con espíritu crítico las expectativas de las comunidades en que están insertas y bajo su zona de influencia, como también las demandas país y de esta sociedad globalizada. En forma inmediata queda claro, por ejemplo, la necesidad de resaltar la creación de conocimiento en los países como pilar fundamental para su desarrollo, dar espacios a la creatividad como un aspecto fundamental para que los doctores se realicen e impacten positivamente con sus desarrollos, avanzar en potenciar la 238
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EXPERTOS /AS
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EXPERTOS / AS
Luis Felipe Abreu Hernández
Carlos Alberto Agudelo Henao
UNAM
Universidad del Quindío
México
Colombia
Gabriela de la Cruz Flores
Sandra Lucía Aguirre Franco
UNAM
Universidad del Quindío
México
Colombia
Joaquín Aldás Universitat de València España
Vicente Goyanes Universidad de Vigo España
Jorge Moreno Aragón Universidad de Pinar del Río Cuba
Lola Pereira Universidad de Salamanca España
Anxo Sánchez-Bermúdez Universidad de Vigo España
Domingo Docampo Universidad de Vigo España
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Gloria María Naranjo Africano Universidad Simón Bolívar Colombia
José Ramos Camargo Universidad Simón Bolívar Colombia
Paola Amar Sepúlveda Universidad Simón Bolívar Colombia
Teodoro Luque Martínez Universidad de Granada España
Luis Doña Toledo Universidad de Granada España
Nina Faraoni Universidad de Granada España
José Luis Verdegay Universidad de Granada España
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Luis Felipe Abreu Hernández Profesor titular, Facultad de Medicina UNAM México
Gabriela de la Cruz Flores Investigadora: Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) UNAM México
HACIA UNA UNIVERSIDAD INTERCONECTADA: AVENTURAS Y DESVENTURAS DE LA VINCULACIÓN Y EL POSGRADO EN LA ERA DEL CONOCIMIENTO La relevancia del conocimiento en el mundo actual. La sociedad del conocimiento ha sido definida por Stehr (1994) como aquella sociedad capaz de utilizar el mejor conocimiento disponible en todas sus actividades sociales. Situación que implica dar seguimiento al conocimiento universal, desarrollar investigación original y poseer la capacidad para articular y contextualizar el conocimiento adecuándolo a las condiciones locales. Este es el reto esencial de la universidad iberoamericana. El conocimiento es simultáneamente global y local, o para expresarlo con el neologismo acuñado para expresar esta situación glocal, y sólo ocurre mediante el trabajo combinado de redes con recursos humanos altamente capacitados y merced a la realización de inversiones de carácter público y privado en actividades de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Los países más avanzados han construido la sinergia de los sectores académico, gubernamental y privado para impulsar el desarrollo continuado del conocimiento, sobre el cual fundamentan su capacidad exportadora y militar. Vivimos en una época de libre tránsito de mercancías,
pero con un tránsito restringido del conocimiento que sólo circula primordialmente por los canales establecidos por las multinacionales, y los complejos industriales y militares. Los países emergentes no obtendrán este conocimiento de manera fácil y sencilla, deberán obtenerlo por sí mismos mediante la experimentación, el desarrollo, la evaluación crítica y su transferencia al contexto de la práctica. El largo camino hacia la universidad interconectada La universidad en sus orígenes tuvo centralmente un papel docente. Sería Guillermo de Humboldt (1970) en el siglo XIX quien postuló la unidad indisoluble de formación e investigación. Lo cual equivale a afirmar que la educación basada en la reproducción del conocimiento es menos valiosa, que la educación sustentada en producir conocimiento. Posteriormente se integró la vinculación como la tercera función de la universidad. Una primera aproximación se obtuvo a partir de las Grandes Écoles francesas, que no eran universidades sino escuelas 244
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superiores, pero que demostraron la eficacia para formar cuadros técnicos y científicos de alto nivel a la vez que desarrollaron tecnología innovadora. Fue la universidad norteamericana, quien realizó la integración definitiva, al tomar del modelo alemán la necesidad de realizar investigación, y de las Grandes Écoles la vinculación al desarrollo tecnológico y la producción. Fue a partir de la promulgación del Land-grant Collegues Act en 1862 que por ley se les vinculó a mejorar la agricultura, la mecanización y la defensa. Este fue el origen de muchas de las universidades estatales en los Estados Unidos. De esta forma las funciones de la universidad moderna quedaron plenamente definidas como formación, investigación, y vinculación o servicio. La universidad norteamericana ha sido un elemento central en el desarrollo económico-social, la generación de políticas públicas, el desarrollo tecnocientífico y la defensa. Posteriormente surgiría, el proyecto Manhattan como el primer megaproyecto de investigación y desarrollo que articuló múltiples universidades y centros militares.
“El reto de la universidad iberoamericana es contribuir al desarrollo de la sociedad del conocimiento” En la posguerra quedó claro que el Estado Norteamericano debía invertir de manera consistente en ciencia y tecnología para mantener la supremacía económica y militar. El segundo gran megaproyecto fue el denominado Proyecto Apolo, y el tercero el del Genoma Humano. Estos proyectos han roto las fronteras disciplinares, la genómica no se hubiera desarrollado sin el supercómputo, la automatización de procesos, el desarrollo de nuevos secuenciadores y la biología molecular. Ello ha conducido al desarrollo de la universidad interconectada, integrada mediante grupos multi y transdisciplinares
que habitan en edificios diseñados para favorecer el trabajo interdisciplinar. Además, ha facilitando la generación de currículos flexibles, organizados de manera sistémica, posibilitando articular cursos en varios campos del conocimiento y el diseño de currículos específicos para los intereses personales e investigativos. La universidad como eje de la sociedad del conocimiento En suma, la universidad de hoy es un organismo altamente interconectado, capaz de articular investigación – docencia – vinculación, para entretejerse plenamente con el entorno regional y global, enlazada con el desarrollo de políticas públicas y la seguridad nacional, articulada con la generación de nuevos procesos productivos, que demanda grandes inversiones en investigación, no sólo de los gobiernos sino de fundaciones y empresas privadas. Apta para interconectar diferentes disciplinas en megaproyectos, y formar a sus estudiantes para la innovación y el trabajo transdisciplinar, que trabaja en redes globales, construyendo el conocimiento y la tecnología que impulsa a las industrias y empresas de punta a nivel global. La universidad de hoy es un espacio de múltiples interconexiones por el cual fluyen problemas, conocimientos, uso de equipamiento científico, expertos y estudiantes, que se organizan y desorganizan, crean y recrean enfoques y opciones diversas. La gestión del conocimiento se realiza de manera colectiva para enlazar investigación, docencia y vinculación, y se convierte en una actividad indispensable, para permitir mantener alineadas las funciones en torno de macroproyectos, operados mediante grupos de investigación de decenas o centenares de personas, la tutoría de los alumnos se realiza grupalmente y los estudiantes y expertos deben realizar simultáneamente aportaciones especializadas a su disciplina a la vez que contribuyen a crear nuevos abordajes interdisciplinares o impulsan la emergencia de nuevas disciplinas y ramas industriales. Las nuevas empresas como la microelectrónica, la nanotecnología o la biotecnología emergen de los departamentos universitarios. En consecuencia, las empresas como Google, Intel o Celera Genomics poseen una organización similar a los campus universitarios y contratan personal con doctorados y posdoctorados que trabajan en sus grupos de investigación en torno de la solución de problemas, frecuentemente estas empresas constituyen nodos de conocimiento externos articulados con las universidades erigiéndose en parte sustantiva de los sistemas nacionales de innovación. 245
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La universidad actual ha sufrido una gran transformación ya no es centralmente una institución educativa que investiga, sino una institución de investigación y desarrollo que aprende y educa en el proceso de creación, desarrollo e innovación, nuestra verdadera enseñanza es metodológica, enseñamos a navegar y crear conocimiento. Los profesores ya no son los portadores del saber sino aprendices que constantemente modifican sus conceptos mediante la investigación, los alumnos no son receptores del saber, sino cocreadores de nuevas ideas y abordajes. Ya no producimos egresados, sino afiliados de por vida que deben regresar periódicamente a la universidad, que no es el centro único del conocimiento, sino debe trabajar en redes con empresas, institutos, y los gobiernos. El desarrollo de las universidades es vital para el futuro de las sociedades actuales, porque constituyen un crisol en donde las empresas comparten su saber, lo intercambian y acrecientan, como ha ocurrido en el Silicon Valley en el cual las universidades han permitido crear una competencia colaborativa, beneficiosa para todos. Si podemos comparar con algo a la universidad actual, habría que utilizar el paradigma biológico o utilizar el “conectoma” cerebral, su dinámica y transformación constante para crear nuevas conexiones de manera incesante. Democracia, ciencia y bien común Un aspecto crítico para el desarrollo de las universidades es la democracia. Abir-Am (2001) ha documentado el relevante papel jugado por John D. Bernal en Inglaterra y Jacques Monod en Francia para crear un clima democrático en la posguerra, porque mostraron que la ciencia es vital para el desarrollo nacional, logrando impulsar políticas y financiamientos que favorecieron a la investigación y a la educación superior. Ciencia y democracia constituyen una mancuerna indisoluble porque sólo un régimen democrático está dispuesto a someterse al arbitrio de la evidencia científica y puede legitimarse por el desarrollo del conocimiento. En cambio, los gobiernos autoritarios, que poseen razones encubiertas para tomar sus decisiones en favor de las minorías en el poder, buscan impedir que la evidencia y el conocimiento deslegitimen sus decisiones y desean mantener acotada a la investigación, porque la ciencia y el conocimiento tienden a confrontar una racionalidad sui generis que distorsiona la economía en beneficio de unos cuantos. Los regímenes autoritarios temen en especial a las ciencias sociales y las humanidades, porque son las más proclives a
desarrollar un enfoque crítico y a demostrar con datos la ineficiencia económica y social, pretendiendo enfocarse hacia las áreas consideradas duras. No obstante Funtowicz y Ravetz (1994) a partir de las ciencias ambientales, postulan la necesidad de construir una ciencia post-normal, y señalan que las ciencias duras se tornan blandas y no permiten tomar decisiones sobre las consecuencias sociales de nuestras decisiones pues todas poseen pros y contras y están rodeadas de incertidumbre, mientras las ciencias blandas se tornan duras pues son ellas las que pueden revisar críticamente las consecuencias y los aspectos cualitativos que permiten afinar decisiones con horizontes de largo aliento. En contraste con el modelo original de Humboldt en el cual la investigación es el eje del proceso formativo mismo, ahora es la investigación interconectada y revisada críticamente para transformar el mundo real. Los complejos retos de la Universidad Iberoamericana La universidad en el contexto iberoamericano es una universidad menos interconectada hacia su interior y también con el entorno y esta deficiencia debe ser subsanada. No obstante, su transformación no puede calcar a la universidad anglosajona, porque los retos que confrontamos son distintos y demandan imaginación y una organización diferente. El nivel de complejidad de los retos que confrontamos en Iberoamérica es mucho mayor. La vinculación en los países más desarrollados es más sencilla, porque las universidades tienen excelentes interlocutores externos con una alta formación académica y muchas compañías poseen departamentos de investigación con doctores en ciencias y consultores que son correas eficientes para la transmisión del conocimiento. En cambio, en el contexto iberoamericano existe una gran asimetría del saber y la universidad debe contribuir a crear sus propios interlocutores externos. La frontera de la vinculación en Iberoamérica es una doble frontera: de una parte, existen empresas que buscan competir internacionalmente y demandan conocimiento avanzado; y de otra, existen multitud de microempresas que no manejan el conocimiento estándar y tienen grandes deficiencias. Nuestras universidades deben responder a ambas fronteras construyendo las redes para el flujo del conocimiento hacia ambos tipos de actores en la economía, para propagar el saber tecnocientífico, y los sistemas modernos de gestión, favoreciendo la competitividad global, la mejora continua de la calidad 246
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y el beneficio social. Este proceso se desarrollará a condición de ser un fenómeno auto-propagado, similar a una onda de choque que al avanzar modifica el entorno, para generar mayores ingresos y se transforme en un proceso autofinanciable, capaz de construir cadenas productivas y de organización social novedosas. Las tareas educativas también son más complejas en la universidad iberoamericana, pues no sólo nos enfrentamos al reto de llevar a los excelentes alumnos a la frontera del conocimiento humano, sino que debemos incrementar el número de graduados y posgraduados formando a jóvenes provenientes de los sectores tradicionalmente marginados que no han tenido acceso a la educación superior. Por lo que las instituciones universitarias deben dotarlos del capital cultural y
subsanar deficiencias en la formación previa, para posteriormente llevarlos a la frontera del conocimiento humano. No es lo mismo seleccionar la calidad, que construir la calidad acompañando a los menos favorecidos. También, implica precavernos en contra de otorgar una formación vocacional y meramente instrumental y utilitarista. Debemos contribuir a formar ciudadanos y redes de colaboración que se transformen en actores sociales autorregulados, capaces de utilizar el conocimiento para decidir y modificar su entorno de manera democrática. Debemos utilizar los avances de las ciencias de la educación, y colocarnos en la frontera de las mismas para combatir la marginación y formar ciudadanos capaces de utilizar el conocimiento universal adecuándolo a sus condiciones locales, para favorecer el desarrollo humano, impactando sobre la producción y la organización,
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asumiendo un compromiso ético con la construcción de una sociedad democrática más justa. La investigación es la forma más eficiente de favorecer el aprendizaje de las personas y los grupos humanos, y al mismo tiempo es un proceso de transformación del entorno. Las publicaciones y patentes sólo dejan constancia de la capacidad de los seres humanos, pero lo que realmente se acrecienta es la pericia de la red y equipos de trabajo capaces de realizar nuevos logros de manera incesante. Este es el hecho fundamental identificado y promovido por Guillermo de Humboldt: sin investigación original no hay aprendizaje ni cambio verdadero. En consecuencia, es imprescindible incorporarnos a la solución de problemas de alta complejidad y quedar inmersos en macroproyectos de investigación articulados en redes de investigación globales. Asimismo, debemos desarrollar investigación vinculada con los problemas locales. Nuevamente debemos actuar en dos frentes de manera simultánea. La mejor condición posible se da cuando un problema de relevancia local es al mismo tiempo un problema a la frontera del conocimiento universal.
La necesidad de la gestión del conocimiento. Con gran frecuencia la universidad iberoamericana se encuentra por lo general, desarticulada conformada por compartimientos disciplinares aislados. La investigación se diluye en multitud de pequeños proyectos que aportan datos originales y publicaciones aisladas, pero son incapaces de realizar sinergias. La vinculación es escasa y se considera un asunto ajeno a la universidad, o incluso se entiende como una entrega al capitalismo. Superar esta situación demanda desarrollar universidades crecientemente interconectadas con los entornos globales y locales, y requiere de procesos conscientes de gestión de conocimiento. Articular las diferentes funciones de la universidad, interconectarlas con el entorno global y local, y mantenerlas alineadas con nuestro compromiso social para favorecer la equidad y la propagación del saber al conjunto de la sociedad requiere mejorar nuestra interconexión hacia el interior y exterior. La universidad iberoamericana debe configurarse como un nodo central que genera y propaga el conocimiento al conjunto de los actores sociales.
La universidad iberoamericana una historia difícil. Una característica de las universidades iberoamericanas es haberse desarrollado por largos periodos en regímenes autoritarios que han pretendido acotar su desarrollo. Durante el gobierno franquista se buscó controlar a las universidades, y las ciencias sociales y las humanidades sufrieron limitaciones especiales, hubo incluso prohibiciones para importar y circular ciertos libros. España cambió radicalmente con el advenimiento de la democracia, y por su incorporación a la Comunidad Europea. Se incrementó el financiamiento a la investigación y la educación superior, las universidades impulsaron el modelo de Bolonia, y estas acciones reposicionaron a la investigación y mejoró la calidad de las universidades españolas, en unos cuantos años se avanzó lo que no se había logrado en varias décadas. En la América hispanoparlante la falta de democracia fue aún mayor, durante largos periodos predominaron brutales dictaduras militares, que intervinieron a las universidades e incluso fueron tomadas por el ejército, muchos profesores universitarios debieron emigrar para salvar sus vidas de la guerra sucia. A principio de los 80 se inició el retorno paulatino a cierto nivel de democracia, pero este se consolidó hasta el fin de la guerra fría. La universidad latinoamericana es una universidad constreñida, acotada para que no interfiera con regímenes económicos que distorsionan la economía en su beneficio, y que miran inversión en investigación como un riesgo que puede atentar contra los privilegios de unos cuantos. La educación superior de calidad e interconectada se ha desarrollado paulatinamente algunas universidades que incluso se han ubicado entre las 200 mejores del mundo. No obstante, en Latinoamérica, la situación política es frágil, la corrupción abierta y la transferencia de recursos de los que menos tienen hacia las elites que han gobernado tradicionales a estos países continua. Aunque en este proceso también, han surgido grupos empresariales y de servicios de clase mundial que no concuerdan con una visión tradicional y que son aliados potenciales de la universidad. En la medida en que la economía de Iberoamérica no se encuentra articulada con la investigación y la construcción de empresas de punta, la investigación parece ser una actividad conveniente pero prescindible. Cada vez que se produce una crisis fiscal se sacrifica la investigación y la formación universitaria. Los recortes al financiamiento de la investigación y el desarrollo en España han sido los mayores en Europa. Los recortes presupuestales a la investigación en México o Colombia rozan el 20%, ello es sólo una muestra de que los sectores más tradicionales ven a las universidades como simples proveedoras de 248
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mano de obra medianamente calificada y no como centros de la innovación. La situación es complicada, pues en los países avanzados también los sectores tradicionales, que no dependen de las tecnociencias sino de la especulación, como el representado por Donald Trump, impulsan también recortes a la ciencia y atacan al conocimiento, a la vez que promueven las decisiones basadas en prejuicios y creencias falsas, todo ello es muestra de la necesidad de defender al saber y su democratización como parte sustantiva de las sociedades abiertas y plurales, que toman decisiones sustentadas en el conocimiento, a la vez que tendemos puentes entre ciencias y humanidades, todo ello es un imperativo ético en nuestra época. Existe la necesidad de ir mucho más allá de la eficiencia técnica y la causalidad eficiente. Maxwell (2008) postula la necesidad de transitar del conocimiento a la sabiduría y verificar continuamente que la academia realice aportes relevantes al bien común y a la construcción de un mundo mejor, este punto es particularmente relevante en un momento en el cual se supone que la privatización de los bienes públicos y la suma de mezquindades desplegarán por si mismos opciones para el desarrollo social.
Referencias Abir-Am, P. (2001). La biología molecular en el contexto de las culturas del Reino Unido, Francia y Estados Unidos. Revista Internacional de Ciencias Sociales, 168 s/p. Accesible en http://www.oei.es/salactsi/abir.pdf Funtowicz, S. & Ravetz, J. (1994). Uncertainty, complexity and post-normal science. Environmental Toxicology and Chemistry, 13(12), 1881-1885. Von Humboldt, W. (1970). On the Spirit and Organisational Framework of Intellectual Institutions in Berlin. Minerva, 8, 242-267. Maxwell, N. (2008). From knowledge to wisdom: The need for an academic revolution. In: Barnett, R. & Maxwell, N. Wisdom in the university. Oxon: Routledge. Stehr, N. (1994). Knowledge Societies. London: Sage Publications.
“No podemos calcar a la universidad norteamericana porque nuestros problemas son más complejos”
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Carlos Alberto Agudelo Henao Docente Titular Universidad del Quindío Colombia
Estado actual e iniciativas de mejoramiento para la educación de posgrado en Iberoamérica 2.1 Docencia 2.1.1 Número de universidades
COOPERAR: LA CLAVE DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA PARA HACER DEL TERRITORIO UN DIAMANTE CON EXCELENTES POSGRADOS 1. Introducción Se presenta una mirada y un conjunto de iniciativas para el mejoramiento de los posgrados de la Universidad Iberoamericana, abordando cuatro aspectos básicos: La docencia, la investigación, la gestión y las interacciones. El mensaje fundamental que se comparte está basado en los conceptos de cooperación, excelencia y territorio. El término diamante hace alusión a una alegoría simbólica, en la cual los vértices representan a las universidades, las aristas a las relaciones educativas a nivel de posgrados y al flujo libre de éstas entre las instituciones y las caras a cada uno de los países de Iberoamérica que se integran a través de un proceso colaborativo a lo largo del territorio.
En Iberoamérica hay cerca de 1.900 universidades (incluyendo Sur, Centro y Norte América, países caribeños, España y Portugal), de ellas en México hay 480, entre las cuales 390 son públicas y 90 privadas; Chile cuenta con 61, 18 públicas y 34 privadas; Perú 140, 51 públicas y 89 privadas; Brasil 130 universidades; Bolivia 12; Costa Rica 18; Argentina 64; Estados Unidos 190; España tiene 80, 53 públicas y 27 privadas; Portugal 23; Uruguay 41, 17 públicas y 24 privadas; Paraguay 60, 6 públicas y 54 privadas; Venezuela 117, 75 públicas y 42 privadas; Ecuador 21, 11 públicas y 10 privadas, Cuba 47, todas públicas; en Puerto Rico hay 36, 5 públicas y 31 privadas; en Honduras 10, 4 públicas y 6 privadas; El Salvador tiene 50, 4 públicas y 46 privadas; Canadá más de 100; República Dominicana 51 y en Colombia se tienen registradas 288 universidades, 81 públicas y 207 privadas (http://www.otae.com/universidades, 2017; http://www.universia.net.co/universidades, 2017). El número de universidades por países es variable y no se evidencia relación entre el número de universidades y el tamaño del país, su ubicación y su nivel de “desarrollo”; no obstante, se observa que países como Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Honduras, son los más rezagados en el número de instituciones de educación superior. En general, en Iberoamérica se puede estimar la existencia de un 53% de universidades públicas y un 47% privadas, lo cual evidencia un crecimiento vertiginoso de la participación de dineros privados en la educación. Por lo anterior se debe: 250
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Aumentar el número de universidades públicas con programas de bajo costo, como mecanismo para contrarrestar la mercantilización de la educación.
Promover la creación de universidades en regiones aisladas y en países que poseen menor número.
Evaluar la educación en aquellos países donde hay predominio de universidades privadas.
2.1.2 Oferta curricular en posgrado La oferta académica en materia de estudios de posgrado en Iberoamérica es inmensa, puesto que según el informe presentado en la Conferencia Regional de Educación Superior (CRES 2008), Brasil contaba con 2.062 maestrías y 1.177 doctorados acreditados, seguido de Argentina con 196 maestrías y 105 doctorados, Venezuela con 113 maestrías y 25 doctorados, y Chile, con 92 maestrías y 58 doctorados. Para 2015 en Chile había más de 837 maestrías (https://issuu.com/fundacionposgradosparachile/docs/_man__posgrad os/2) y en Colombia para 2014 se tenían 202 programas de doctorado, 981 maestrías y 2106 especializaciones (Boletín Educación superior en cifras, junio 24 de 2015; Valencia-Llano 2003). Respecto a la preferencia de los estudiantes por los programas de posgrado, se ha identificado en Colombia que Administración de Empresas, Contaduría Pública y Derecho son los más apetecidos (Boletín Educación superior en cifras, junio 24 de 2015) y en Argentina los posgrados más cursados son Finanzas y Economía (http://mbaargentina.blogspot.com.co/2014/08/carreras-de-posgrado.html).
Dinámica, para evitar la saturación en unas pocas áreas.
Interdisciplinaria, para que ofrezca soluciones multifacéticas a los problemas más relevantes.
Innovadora, capaz de ofrecer nuevos temas y áreas
Accesible, ofrecer programas de bajo costo y alta calidad.
2.1.3 Número de estudiantes de posgrado El número de estudiantes de posgrado en cada país de Iberoamérica es creciente, Brasil se volvió uno de los destinos preferidos de colombianos que estudian en el exterior, el número de visas concedidas por la embajada brasilera en Colombia aumentó en la última década (en 2001 se entregaron 276 y en 2010 se otorgaron 1.212) y la mayor parte fue para estudiantes de maestría o doctorado. En España los estudiantes extranjeros en maestría oficiales son el 18,4% del total de matriculados, siendo mayoritarios los que proceden de América Latina y el Caribe (45,6%), seguidos de estudiantes procedentes de Europa 30,7%, Norte de África 7,4%, resto de Europa 6,4%, Asia y Oceanía 5,5%, resto de África 2,8% y finalmente, Estados Unidos y Canadá 1,6% (http://www.academia.edu/3622116/Estructura_de_los_Posgrados _en_Espa% C3%B1a). Por lo anterior, se debe:
Reducir los costos de las matrículas, ofrecer becas y pasantías para aumentar el número de estudiantes que ingresan a los posgrados en cada país.
En cuanto a los programas de doctorado, en Colombia los cinco programas más apetecidos son los relacionados con filosofía y los programas de matemáticas. Áreas como la química y la física dan paso en los últimos años a programas de doctorado en áreas de educación, ingeniería y derecho (Boletín Educación superior en cifras, junio 24 de 2015). Por lo anterior, la oferta de posgrados debe ser:
Aumentar la movilidad de estudiantes entre países mediante programas de becas e incentivar que esa movilidad se dé a países poco vinculados a estos procesos.
Aumentar la cobertura de los posgrados, para que no esté concentrada en algunas ciudades.
Controlar la masificación que ocurre con algunos posgrados.
Diversificada, aunque ha aumentado, no es suficiente.
Descentralizada, promover la creación de programas propios en regiones y países con debilidad en este tipo de formación.
Reducir los niveles de deserción, sin ser excesivo ni paternalista, para que no se pierda la independencia y la capacidad para valorar la educación.
Aumentar las ofertas laborales para los graduados de posgrados y ofrecerles un salario acorde al nivel de formación. 251
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Figura 1. La cooperación es el camino para convertir a Iberoamérica en el mejor diamante (https://pixabay.com/es/photos/diamantes/) de la educación posgradual. Iberoamérica es una piedra preciosa, en la cual la educación posgradual se debe pulir, para que brille con luz propia.
2.1.4 Número de Docentes Es evidente que el número de docentes con formación posgradual está en aumento en la mayoría de países, como consecuencia de la necesidad que tienen las universidades de acreditarse institucionalmente y de las normas que se han establecido para mejorar la educación en la región. En términos generales, en Centro y Sur América sigue siendo difícil que una sola institución pueda tener un número alto de docentes con formación de posgrado en una disciplina específica para ofrecer de forma individual un posgrado, especialmente los doctorados, lo cual obliga a formar grupos interinstitucionales e interdisciplinarios. Por lo anterior, se debe:
Formar mayor número de docentes a nivel de maestría y doctorado.
Fortalecer la movilidad de docentes a nivel internacional.
Promover la vinculación de magísteres y doctores a la academia y al sector productivo.
Ofrecer cursos y pasantías internacionales de actualización y profundización para docentes.
Abrir convocatorias permanentemente para vincular docentes de planta en las universidades.
Promover la integración para crear posgrados entre varias instituciones y grupos de investigación.
2.2 Investigación 2.2.1 Número de grupos de investigación El número de grupos de investigación en los países de región está aumentando vertiginosamente, sin embargo, son insuficientes. El nivel de desarrollo de los grupos es altamente variable, como también lo es 252
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el número de integrantes, los soportes económicos que reciben, la infraestructura que poseen, etc. Por lo cual es necesario trazar una política y un conjunto de estrategias que permitan en el mediano plazo consolidar a alto nivel los que hay y crear muchos más. Con relación a esta variable, países como Brasil, Canadá, España y Estados Unidos presentan una distancia considerable con relación a los demás. Por lo anterior, se debe:
Consolidar al mayor nivel posible los grupos existentes y en el menor tiempo factible.
Aumentar el número de grupos de investigación en las universidades para crear nichos para los nuevos investigadores.
Promover la creación de grupos interdisciplinarios.
Organizar actividades científicas, técnicas y académicas entre grupos diferentes.
Crear programas de donación de equipos y materiales para los grupos.
Ofertar becas para que integrantes de grupos puedan hacer posgrados.
Crear convenios para que los estudiantes de posgrado envíen a analizar muestras en laboratorios a bajo costo.
“El número de grupos de investigación en los países de la región está aumentando vertiginosamente, sin embargo, son insuficientes”
2.3 Gestión 2.3.1 Planificación de los posgrados
2.2.2 Infraestructura La infraestructura en general se ha consolidado considerablemente, en los últimos años, en la mayoría del territorio. Esta variable es importante para los posgrados de las áreas de Ingenierías, Tecnologías, Ciencias Básicas, Ciencias Biomédicas, entre otras, por la necesidad de disponer de laboratorios de investigación con dotación y espacios suficientes para anidar en ellos a los estudiantes asociados a los grupos de investigación. Por lo anterior, se debe:
Crear un fondo para financiar la construcción y dotación de laboratorios de investigación en toda la región.
Establecer convenios con universidades y empresas privadas para que los estudiantes de los posgrados tengan acceso directo y a bajo costo, de los equipos que poseen otras instituciones del país o del exterior.
Crear convenios con las empresas que producen reactivos y suministros, los ofrezcan a menor costo como estrategia para promover la investigación.
La cantidad de posgrados que se ofrecen en Sur y Centro América no son suficientes en comparación con los existentes en Estados Unidos y Europa. La variabilidad del costo de los posgrados entre los países de la región crea diferencias abismales, las cuales deben ser revisadas. Según estadísticas del Ministerio de Educación Nacional de Colombia existen especializaciones de $5-20 millones, maestrías (2 años) de $30-35 millones y doctorados (3-5 años) que cuestan alrededor de $60 millones en total o más (Anzola, 2011). Por esta razón, un gran número de profesionales prefieren formarse en los países donde el costo es bajo o gratuito. La planificación de los posgrados debe centrarse en aspectos como: 1) El alto costo en las matrículas; 2) La baja calidad académica de algunos; 3) Su ubicación, ya que sólo existen en las grandes ciudades y no en las regiones; 4) La remuneración de los graduados en el mercado laboral; 5) Nuevas alternativas de crédito y 6) El ofrecimiento de programas verdaderamente necesarios (Anzola, 2011). Por lo anterior, para planificar los posgrados, se debe:
253
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Trazar nuevas políticas para los posgrados.
2.3.3 Incorporación de las TICs
Garantizar una adecuada financiación para los grupos de investigación.
Diseñar y ofrecer posgrados para todas las ciencias y disciplinas.
Delimitar la dimensión y el tiempo de ejecución de las investigaciones.
Planificar estrategias que permitan disminuir el costo de las matrículas de los posgrados.
Tener un plan de vinculación de investigadores con formación de Maestría y Doctorado.
Con relación a las TICs hay que resaltar las grandes ventajas que ofrecen a nivel de: la comunicación rápida a través de correo electrónico y de redes sociales, el avance en formas de capturar imágenes y de analizarlas, los avances en bioinformática, la distribución y acceso a la información actualizada, las bases de datos y su apoyo a la investigación. Las posibilidades de ofrecer y de cursar posgrados han aumentado mucho por el uso de aplicaciones y otros avances en el mundo virtual, la disminución de costes mediante el uso de teleconferencias para la defensa de trabajos de investigación y tesis, ante pares académicos internacionales. Por lo anterior, se debe:
Tener un plan de mantenimiento, reposición y adquisición de equipos.
2.3.2 Educación pública vs. privada La gestión de los posgrados en la educación pública y privada es variable, cada universidad tiene sus propios ritmos y visiones sobre lo que representan. Las principales estrategias de gestión de recursos económicos en Iberoamérica son a través de oficinas gubernamentales, para lo cual se han creado diversas entidades tales como CONICET en Argentina, CONICYT en Chile, COLCIENCIAS en Colombia, CNPq en Brasil y CONACYT en México, entre otras. Por lo anterior, se debe:
Hacer un cambio radical en los procesos de gestión de recursos para las universidades, por ejemplo creando oficinas asesoras y gestoras regionales, nacionales e internacionales que ayuden a dinamizar los posgrados.
Gestionar programas de posgrados interinstitucionales e internacionales.
Gestionar recursos para los países con menor fortaleza económica para la oferta de posgrados.
Darle a las universidades autonomía, responsabilidad y un papel más decisivo en la toma de decisiones en la vida regional.
Crear al interior de las universidades equipos de trabajo que manejen programas de TICs para articular los desarrollos en estos temas entre las entidades de la región.
Facilitar el acceso a bases de datos internacionales.
Ofrecer asesorías virtuales para trabajos de investigación y tesis.
Programar conferencias internacionales constantemente vía remota.
Ofrecer programas on line para el aprendizaje de lenguas extranjeras, incluso algunos podrían ser específicos por disciplinas.
2.3.4 Promoción de los posgrados La promoción de los posgrados, en general, es local o regional y se realiza a través de medios de comunicación hablados y escritos. En internet la mayoría de instituciones poseen páginas web en las que existe información parcial sobre los programas que ofrecen. Esto hace que la promoción sea dispersa, fragmentada y que dificulte su localización. Es conveniente adoptar una política internacional para difundir las ofertas académicas existentes, de tal forma que los usuarios puedan acceder de manera rápida y eficiente a un número alto de ofertas. Por lo anterior, se debe:
Crear una entidad que diseñe y administre una página web que muestre la oferta de posgrados, los visibilice y promocione a nivel iberoamericano.
Cada institución debe elaborar videos, portafolios de programas y servicios y aportarlos a la web para la difusión. 254
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Promocionar posgrados en áreas poco trabajadas que puedan responder al crecimiento poblacional y a las problemáticas iberoamericanas.
2.4 Financiación 2.4.1 Financiación de los posgrados Según la OCDE (2015), la financiación de la educación en Latinoamérica, de acuerdo a lo que se invierte con relación al PIB oscila entre el 2.8 y el 8%, así: en Brasil 8%, Argentina y Costa Rica con 8% y 7.8%, Venezuela 6.4%, Bolivia 5.6%, ecuador 5.2%, Panamá 4.7%, Chile 4.2%, El salvador 4%, México 3.9%, Rep. Dominicana 3.1%, Perú 3% y Colombia 2.8%. En la Unión europea, según el banco mundial (2012) es de 4.9%, España 4.3%, Francia 5.5%, Alemania 4.9%, Suecia 7.7%, Noruega 7.4% y Finlandia 7.2%. Estos datos muestran una considerable distancia en inversión en la educación entre los países latinos (5.2%) y de éstos con Europa (4.5%). Por lo anterior, se debe:
Mejorar las fuentes de financiación fortaleciendo y diversificando el aporte y la participación regional, nacional e internacional.
Entregar los dineros de fondos especiales directamente a las universidades para su manejo autónomo.
Financiar la creación de laboratorios de investigación especializados, museos, observatorios y colecciones científicas.
Crear otros mecanismos de financiación como fiducias de destinación específica.
Subsidiar parcialmente las matrículas para los posgrados.
Financiar el desarrollo de investigaciones, adquisición de equipos y desarrollo de infraestructura.
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2.4.2 Financiación de proyectos, grupos de investigación e instituciones El dinero con que cuentan los países de Centro y Suramérica no es suficiente para financiar las necesidades de investigación debido a que son limitados y centralizados. Como consecuencia de la crisis económica y política que se vive en la mayor parte de la región (Brasil, Venezuela, Colombia, Ecuador, Argentina, México, Estados Unidos, España), existen considerables distancias y capacidades investigativas en Iberoamérica. Por lo anterior, se debe:
Aumentar los recursos financieros para mejorar la capacidad logística y tecnológica, así como el talento humano para apoyar proyectos, grupos de investigación, instituciones y la apertura de posgrados.
Pactar condiciones y acuerdos entre los sectores educativo y empresarial para definir una oferta académica adecuada a sus necesidades.
Planear la creación de nuevos programas con la participación amplia de la sociedad.
Las empresas deben garantizar la disponibilidad de pasantías para estudiantes de posgrado.
Propiciar métodos para que un mayor número de profesionales puedan ingresar a los posgrados y se logren graduar.
2.5.2 Relaciones Interuniversitarias
Crear programas de apoyo para la adquisición de equipos, materiales, reactivos e infraestructura para los grupos.
Financiar publicaciones de libros y revistas de trabajos derivados de la investigación de los grupos.
Según la CRUE (2000), hay cuatro aspectos claves en los que se deben basar las relaciones interuniversitarias: la continuidad de las actuaciones, la complementariedad de las iniciativas, la corresponsabilidad entre las instituciones participantes y la naturaleza "no onerosa/no lucrativa" de la cooperación. Por esto se debe:
Descentralizar la asignación de recursos para la investigación.
Fortalecer las oficinas de relaciones nacionales e internacionales.
Formular y financiar proyectos conjuntos de ciencia básica y aplicada.
Promover una sana y leal competencia interinstitucional.
Destinar los recursos estatales a los grupos y a las investigaciones de instituciones públicas.
Mejorar la comunicación entre instituciones públicas y privadas.
Ofrecer posgrados interinstitucionales para integrar fortalezas.
Flexibilizar los trámites para actividades interuniversitarias.
Crear planes para aumentar la oferta de actividades interuniversitarias.
Crear programas transversales para compartir procesos educativos.
Establecer conexiones continuas con las agencias de cooperación nacional e internacional.
Regular el proceso para patentar el conocimiento y sus productos.
Firmar convenios que faciliten la movilidad de docentes y estudiantes.
2.5 Interacciones 2.5.1 Relación universidad-entorno Esta relación es débil y discontinua. Debido a que el empresario desea tener profesionales altamente capacitados, pero con salarios que no corresponden a su formación, la universidad maneja ritmos más lentos que los que exige el sector productivo y los empresarios quieren acceder a toda la información al menor costo, invirtiendo poco en los procesos investigativos. Por lo anterior, se debe:
Construir confianza entre el sector académico y el empresarial.
Introducir reformas a las leyes de Educación Superior que le den mayor autonomía, aumenten y garanticen su financiación, le permitan cumplir con los objetivos fundamentales propios de las universidades, fortalezcan los posgrados y que promuevan el trabajo conjunto con el sector empresarial.
2.5.3 Internacionalización La internacionalización de las universidades debe ser un proceso transversal y no excluyente de su dimensión territorial regional y nacional (Grupo de Trabajo de Internacionalización de Universidades 256
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2014). La internacionalización es clave, para ello es necesario dar identidad a la Universidad iberoamericana, para lo cual se debe construir un modelo propio, como respuesta a los desafíos de su entorno. Para lograr la internacionalización se requiere una comunidad universitaria que comprenda y actúe basada en el concepto de “multiversidad” para lo cual se debe:
Ministerio de Educación Nacional de Colombia. (2015). Una mirada a los graduados de posgrado en Colombia: características e indicadores de mercado laboral. Boletín Educación Superior en Cifras. Septiembre 30, 2. Ministerio de Educación Nacional de Colombia. (2015). Evolución de los programas académicos con mayor demanda. Boletín Educación Superior en Cifras. Junio 24, 3.
Multiplicar las formas de internacionalizar la educación.
Ministerio de Educación Nacional de Colombia. (2015a). DEL PROBLEMA DE LA DESERCIÓN ESTUDIANTIL A LA APUESTA POR LA PERMANENCIA Y LA GRADUACIÓN. Boletín Educación Superior en Cifras. Mayo 13, 2.
Crear programas internacionales con planes de estudio que tengan cobertura iberoamericana.
Ministerio de Educación Nacional de Colombia. (2016). Factores Determinantes de la Deserción. Boletín Educación Superior en Cifras. Agosto, 3.
Crear una red sólida y amplia con los posgrados de toda la región.
Facundo Díaz, Á. H. (2009). Análisis sobre la deserción en la educación superior a
-
Universia. (2017). En: http://noticias.universia.com.ar/educacion/noticia/2015/03/31/1122497/ desercion-estudiantil-3-cada-10-estudiantes-graduan-argentina.html
-
Crear estrategias de nivel iberoamericano para compartir información de bases de datos. Establecer prioridades internacionales en educación posgradual e investigación.
Acondicionar el Sistema de Educación Superior posgradual a las tendencias internacionales.
Crear un plan estratégico y visionario para el avance de la ciencia, la tecnología y la innovación internacional.
Fortalecer un modelo de universidad que sea constructora de equidad y justicia social.
Implementar en los estados una cultura política de apoyo y respeto a las universidades.
3
Bibliografía
Universidad de Córdoba. (2014). Estrategia de cooperación y educación para el desarrollo de la Universidad de Córdoba, Argentina 2014-2017, 36. Universidad de Chile. (2008). Estudio sobre causas de la Deserción Universitaria, Centro de Microdatos, Departamento de Economía, Universidad de Chile, 143. Universidad del Quindío. (2017). Informe de autoevaluación Institucional, documento presentado al Ministerio de Educación Nacional de Colombia para la acreditación Institucional de la Universidad.
Anzola Montero, G. (2011). Realidad de los posgrados en Colombia y su situación frente a la reforma de la ley 30. U.D.C.A Actualidad & Divulgación Científica 14 (1), 3-5. Banco Mundial (2012). Cuánto invierten los estados de América Latina en educación. Pulso social de América Latina y el Caribe 2016: realidades y perspectivas publicada el 4 de enero de 2017. CRUE. (2000). Estrategia de Cooperación Universitaria al Desarrollo, Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas-CRUE, 7. Grupo de Trabajo de Internacionalización de Universidades. (2014). Estrategia para la internacionalización de las universidades españolas 2015 – 2020. Gobierno de España y ministerio de Educación, Cultura y Deporte. 48.
“Para lograr la internacionalización se requiere una comunidad universitaria que comprenda y actúe basada en el concepto de multiversidad”
Ministerio de Educación Nacional de Colombia. (2013). Resolución 6189 del 22 de mayo, por la cual se renueva la acreditación institucional de la Universidad Tecnológica de Pereira, Risaralda, 6.
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Sandra Lucía Aguirre Franco Docente Universidad del Quindío Colombia
LA UNIVERSIDAD, EL ESTADO Y LA EMPRESA: UNA RELACIÓN QUE SE LEE DESDE LA INNOVACIÓN Introducción La relación existente entre la universidad, el estado y la empresa; una relación que se lee desde la innovación, es un pre-texto que se considera para la consolidación de esta triada que no solo puede considerarse una moda “publica” – “académica”, sino más bien un escenario de desarrollo, en donde cada uno de estos estamentos aporta lo mejor que tiene y que se apoya en el concepto mencionado, no para el descubrimiento de cosas que aún no existen, sino que como bien lo propone (Arboniés, 2009) “…la innovación es un nombre que se usa como adjetivo, es decir, acompaña siempre a algo, pero pocos trabajan en su esencia y mucho menos en su gestión.” Por lo tanto, el objetivo de este artículo se centra en saber cómo se puede gestionar la innovación desde la triada universidad - estado – empresa.
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
La construcción de la relación universidad – estado – empresa no es una moda, sino que obedece a una dinámica de desarrollo que se ha venido dando y consolidado en la medida en que los procesos de globalización, internacionalización e innovación, se presentan como propuestas al desarrollo competitivo y productivo de las localidades, las regiones y los países hacia un contexto global. A continuación, se presenta una aproximación teórica del concepto:
Tabla 1. Aportación Teórica sobre el Rol de la Universidad-Empresa.
AUTOR / AÑO
APORTACIÓN TEÓRICA
Faulkener y Senker (1994)
La cooperación entre las universidades y las empresas privadas se basan en el contacto personal.
Gibbons et al. (1997)
Las formas de conocimiento son continuamente cambiantes de la disciplina tradicional, esto ha contribuido a la vista que el papel de las universidades ha cambiado más que un acuerdo idealista.
Henry Etzkowitz (2002).
La Triple Hélice es una expansión del papel del conocimiento en la sociedad y de la universidad en la economía. La universidad está experimentando una transformación dual: una expansión de las misiones a fin de incluir el desarrollo económico y social, así como la formación, la reproducción cultural y la investigación y el cambio de un individuo a un foco de organización en cada misión.
Doris Schartinger et al (2002)
El papel de intercambio de conocimientos y la cooperación en investigación entre la investigación pública y el sector empresarial ha recibido una atención creciente en el análisis de la innovación y el cambio tecnológico.
Chrys Guanasekara (2004)
El papel de las universidades ha evolucionado a lo largo de los últimos veinte años. La torre de marfil se centra solo en las tradicionales prácticas académicas de la enseñanza e investigación, esto se ha vuelto más importante con el surgimiento de la economía basada en el conocimiento.
Pamela Mueller (2006)
Las pruebas del papel de la hipótesis de que el espíritu empresarial y las relaciones universidad-industria son vehículos para los flujos de conocimiento y, por tanto, estimular el crecimiento económico.
Rudi Bekkers et al. (2008)
Hay una gran variedad de canales a través de la cual el conocimiento y la tecnología se transfieren entre las universidades y la industria.
Fuente: Tomado de (Chang Castillo, 2010)
Desde la perspectiva de la sociedad del conocimiento, la relación universidad – estado – empresa se conjuga en un escenario de desarrollo no solo social, sino también económico, cada vez que en la medida que se fortalecen las apuestas de este tipo establecidas para un territorio la generación y aplicación del conocimiento se convierte en un reto para la innovación, puesto que de su dinámica de enseñanza – aprendizaje se derivan los productos de investigación e innovacion, situación que para esta triada no es ajena. Para (Yoguel G., 2000), la relación del conocimiento y la innovación, se convierte, para esta triada, en el pre-texto para generar interacción proactiva frente a los nuevos retos y desafíos que impone el quehacer de las tecnologías de la información y la comunicación, las cuales permiten que todas las sociedades estén interconectadas con las dinámicas del desarrollo empresarial y la universidad transcienda sus apuestas académicas hacia el cumplimiento de los retos y desafíos propuestos, por lo que considera hacer una reflexión acerca de los diversos tipos de conocimiento que se pueden tener en cuenta por las organizaciones cuando se quieren alcanzar niveles de competitividad empresarial, articulada al quehacer de la universidad y como respuesta a las necesidades de la sociedad, así: Tabla 2. Tipos de conocimiento en las organizaciones. NIVEL DE CONOCIMIENTO
Conocimiento codificado o explícito
Conocimiento Tácito
TIPO DE CONOCIMIENTO
OBSERVACIONES
Know What “Saber qué”
Corresponde a los saberes que tenemos a cerca de las cosas.
Know Why “Saber por qué”
Carácter científico, principios y leyes del movimiento de la naturaleza.
Know How “Saber cómo”
Destrezas adquiridas a partir del desarrollo de las actividades, experiencia.
Know who “Quien sabe qué”
Conocimientos desarrollados al interior de la empresa y mantenidos o un grupo o red de organizaciones.
Fuente: Tomado de (Pineda Duque, 2012), y propuesto por (Yoguel G., 2000)
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Otro de los escenarios en los cuales se mueve la triada es el de la propuesta de Etzkowitz y Klosften (2005), quienes consideran en sus aportes a la organización como una “organización híbrida”, construida mediante la determinación y ejecución de proyectos para cada uno de los integrantes de la triada, en función de sus intereses, sus capacidades, y sus dinámicas de desarrollo, lo que conlleva a que la integración de sus esfuerzos se lean de manera innovadora e integral hacia la competitividad exigida por el contexto global.
pertinente la generación de proyectos investigativos conducentes a la generación de valor en los procesos organizaciones, ya sea en las áreas de producción y/o mercadeo como sus áreas más dinámicas.
Desde la extensión, que también toma el concepto de proyección social y/o extensión a la comunidad, no solo se busca generar espacios de interacción con la sociedad a la cual pertenece, sino que también busca nuevas apuestas formativas como lo son los diplomados y los seminarios, entre otros espacios en los cuales se hace intervención con resultados para la comunidad académica adscrita a la universidad.
A manera de reflexión, y desde las incidencias que tiene la innovación, ésta no debe de verse solo en procesos empresariales, sino también en los procesos académicos, siendo relevante para la atención de las necesidades de desarrollo que se leen en el estado y en la sociedad.
Haciendo una reflexión desde cada uno de los integrantes que componen la triada, se tiene: La universidad
Quien, desde sus principios misionales, la docencia, la investigación y la extensión, genera los espacios para la integración con los otros estamentos.
Es así la docencia que se desarrolla atendiendo la construcción de las estructuras curriculares de los programas que se ofertan y que se llevan a cabo teniendo como base el capítulo II, objetivos, articulo 2, de la Ley de Educación Nacional: “b) Trabajar por la creación, el desarrollo y la transmisión del conocimiento en todas sus formas y expresiones y promover su utilización en todos los campos para solucionar las necesidades del país” (Ley de Educación Nacional, 1992). Es desde esta perspectiva que las ponen al servicio de las personas que quieren alcanzar niveles de formación más avanzado, además de construirse a la luz de las necesidades expresadas por los empresarios, quienes, en el mediano o largo plazo, ofertan los puestos de trabajo de acuerdo con los perfiles de formación que encuentra en la universidad.
Desde la perspectiva de la investigación se busca que sus resultados impacten en el quehacer de la sociedad, además de generar una interacción entre los docentes y los estudiantes quienes, por sus afinidades académicas, sin dejar de lado los propósitos de formación que desde la perspectiva curricular se han propuesto, como también la nueva propuesta post-gradual, que les permitan a los estudiantes continuar con su formación académica. Las reflexiones investigativas, como las propones Schmookler (1966), conllevan a que los docentes investigadores tengan un mayor acercamiento a las realidades empresariales, siendo
Investigación
En el informe de la encuesta realizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Programa AL-INVEST y la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria Europeas (EUROCHAMBRES) (CEPAL, 2012), se obtuvieron los siguientes 260
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
resultados, los cuales se toman como referente para integrar la relación universidad - estado – empresa con la innovación, teniendo como base algunas de las definiciones establecidas en el Manuel de Oslo “ la innovación es fundamental para el crecimiento tanto de la producción como de la productividad” (OECD, 2006). “Para reducir las brechas de productividad e igualar las oportunidades entre agentes de diferente tamaño, el sector privado recomienda buscar amplios consensos entre las instituciones públicas y privadas con el fin de avanzar en cuatro áreas interrelacionadas de políticas de apoyo: a) innovación para el fortalecimiento de capacidades productivas y gerenciales; b) acceso a mercados; c) articulación productiva y cooperación empresarial, y d) acceso al financiamiento. Aprovechando la relación virtuosa entre competitividad e internacionalización, los empresarios de ambas regiones proponen implementar acciones en dos grandes áreas de políticas: a) capacitación y sensibilización de las pymes para la internacionalización, y b) promoción de encadenamientos productivos e identificación de oportunidades de negocios con empresas transnacionales y cadenas globales de valor”. Es desde este escenario que la universidad ha de dimensionar sus principios misionales, a través de la oferta de nuevos programas académicas de pregrado y post-grado, con altas exigencias de calidad como garante del buen desempeño laboral de sus egresados, y que contribuyen de manera significativa al desarrollo en los territorios. Por lo tanto, los niveles de conocimiento de los estudiantes y egresados de la universidad han de ser los adecuados para que los sectores empresariales puedan aumentar sus niveles de productividad. De igual manera la innovación ha de verse como el elemento integrador conducente a la generación de valor en cada una de las etapas de las cadenas productivas.
La universidad, de igual manera, aporta a la construcción de un tejido social que se comprometa con su desarrollo, siendo capaz de integrar las políticas públicas establecidas para tal fin con las políticas empresariales generadas, ya sea desde el gobierno nacional, los gremios y/o las asociaciones con las cuales se buscan aumentar los niveles de productividad. Por lo tanto, desde sus principios misionales, ha de generarse la integración e interacción de saberes que dinamizan el quehacer de la universidad con el direccionamiento empresarial, el cual se enfrenta a un contexto
que es, cada vez más, cambiante, más competitivo, más innovador, situación que también busca el compromiso de los gobiernos locales y nacionales integrados a las organizaciones internacionales como sinónimo de desarrollo regional-global. El estado
El estado es considerado el escenario en el cual se definen las políticas públicas y los lineamientos que han de seguir las empresas públicas y/o privadas para su desarrollo y permanencia, en un contexto empresarial determinado.
“Desde la perspectiva de la sociedad del conocimiento, la relación universidad – estado – empresa se conjuga en un escenario de desarrollo no solo social, sino también económico”
Se considera uno los ejes que componen la triada universidad – estado – empresa. Permite que la dinámica de desarrollo que se ha venido consolidando en el país, gracias a los acuerdos de libre comercio que ha firmado con otros países, y es así como para el mes de febrero de 2017, la entonces Ministra de Comercio, Industria y Turismo María Claudia Lacouture hace “un llamado a las universidades para trabajar unidos y así fomentar el crecimiento, la productividad y la innovación” (Diario La República, 2017). Situación que, como bien se ha venido planteando, la relación de la triada universidad – estado empresa debe de conllevar a que las empresas sean más innovadoras en sus 261
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
procesos y/o procedimientos, cada vez que la incursión de los estudiantes, ya sea en su modalidad de pasantía y/o práctica empresarial, pueda evidenciar sus conocimientos. La Dra. presenta los siguientes datos referidos al tema y que convocan a reflexionar frente al papel que están desempeñando las universidades respecto del desarrollo productivos de las empresas: “al destacar que, si bien la economía de Colombia ha crecido, afirmó que todavía hay mucho camino por recorrer y son diversas las acciones que se pueden complementar a través de alianzas entre Estado, empresas y universidades. Se refirió a cómo falta comunicación entre estos dos últimos sectores: sólo el 3% de las empresas tiene relación con las universidades, mientras que el 75% de las compañías no innova” (Diario La República, 2017).
De igual manera, el estado fomenta la investigación desde Colciencias, entidad que establece y aplica toda la política de innovación, ciencia y tecnología como herramienta utilizadas por las universidades para dinamizar sus procesos de investigación y con el objetivo de alcanzar altos niveles los niveles de productividad y competitividad que, cada vez más, les exigen los países aliados a la economía colombiana por lo tanto, desde el gobierno se han venido promoviendo acciones tales como la política de desarrollo productivo, en donde “la estrategia está basada en lograr que a finales de 2018 las empresas logren un crecimiento en productividad de dos puntos”, y es bajo este escenario que las empresas han de generar unas políticas internas que permitan el ingreso de la universidad para coadyuvar en su fortalecimiento, a través de las prácticas y/o pasantías, orientadas a proponer, desarrollar y gestionar procesos de innovación en su cadena de valor, en sus estructuras de negociación, entre otros factores asociados a ser empresas productivas.
La incursión de la universidad en las actividades empresariales ha conllevado a que el estado también dinamice sus procesos de generación de empresas, las cuales ofertan gran variedad de empleos, directos e indirectos, de acuerdo a su objeto social y nivel desarrollo en innovación y tecnología, por lo tanto, leyes como la del primer empleo, se convierte en un punto de partida para que los estudiantes que realizan la práctica y/o pasantía, tengan la posibilidad de quedarse trabajando en la empresa donde la realizan. 262
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Si bien es sabido, en las empresas se presenta el fenómeno del “relevo generacional” no como una salida de personas de un empleo y la llegada de otro, sino como la herencia de conocimientos entre el que sale y el que llega, y frente a esta situación, el estado ha de prever las políticas de buen retiro para aquellas personas que por largos años vieron pasar la empresa y que más que experiencia tienen conocimiento de ella: cada vez que ellas han nacido y crecido con la empresa, conocen sus quebrantos empresariales, su aciertos y desaciertos, sus desarrollos tecnológicos innovadores y sus cambios estructurales, entre otros que son propios del desarrollo empresarial.
la empresa, se convierte en el punto de partida para la interacción que ha de existir entre ellos y el entorno en el cual se ubican, haciendo así un aporte desde el “triángulo de Sábato” (Sábato, J.A. & N. Botana, 1968), el cual se planteó como el impulso que debían de darse en el desarrollo que se venía dando en América Latina en su capacidad científico tecnológica.
Cada uno de los vértices que conforma en “triángulo de Sábato” tiene una explicación respecto del papel que juegan en desarrollo de la sociedad, cuyo objeto es la innovación, por lo tanto:
Desde la perspectiva de tejido social, el estado se constituye en el eje del desarrollo, cada vez que la generación de políticas públicas relacionadas con la generación de empleos y el fortalecimiento que al respecto han tenido instituciones como el SENA y las cajas de compensación con las bolsas de empleo, en donde se relacionan todos los empleos disponibles que tienen las empresas, con perfiles de formación desde técnicos y tecnólogos, hasta profesionales en distintas profesiones, lo que permite atender de manera sistémica el quehacer empresarial, colocando a su disposición las personas con las capacidades y los conocimientos apropiados para apoyar sus procesos, y el quehacer social bajando los índices de desempleo, garantizando mejor calidad de vida para la sociedad, situación que puede leerse como un escenario innovador en donde el estado se integra de manera significativa a las empresas y a las universidades, como factor de competitividad.
La empresa
Se considera el punto de encuentro entre los dos estamentos anteriormente descritos, cada vez que de las actividades desarrolladas por ellos impactan directa o indirectamente en ella, de ellos depende en gran medida que ella pueda permanecer o no en el mercado. Las personas vinculadas a ellas son de acuerdo a su estructura organizacional, producto de los procesos de formación recibidos en la universidad y/o en otra institución de educación superior, sin dejar de lado las personas que, aunque no tienen niveles de formación alto, han sido participes de su desarrollo. Para algunos de los estudiosos más reconocidos en el ámbito universitario la relación que existe entre la universidad, el estado y
a. La estructura política de apoyo (gobierno): tiene la “la función de orientar políticas y de propiciar recursos a los vértices de estructura productiva y estructura científico tecnológica” (Ramírez Salazar, 2010).
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
b. La infraestructura científico – tecnológica (universidad y centros de I+D) se establece como el vértice al cual el estado le genera los recursos para la generación de procesos y/proyectos que impulsen la innovación y el desarrollo que necesiten las estructuras productivas y, desde esta perspectiva, se retoman los aportes que hace Bueno Campos (2007), en donde hace referencia a la importancia que tiene la universidad en la sociedad del conocimiento, sociedad que cada vez es más exigente, gracias a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, por lo tanto la transferencia de conocimiento no solo debe darse al interior de las aulas, sino que debe de trasladarse a la empresa, como un aporte a su desarrollo y la generación de valor en sus actividades c. Las estructuras productivas se convierten en el escenario en donde confluyen, de manera directa, las acciones de desarrollo y proyección de conocimiento que se propone los otros dos vértices. Cabe resaltar que el desarrollo de las empresas está ligado a los índices de competitividad y productividad que se exigen, cada vez más, en el escenario de la globalización, por lo tanto, la innovación ha de leerse desde esta triada, universidad - estado –empresa. A manera de conclusión, se puede establecer que la relación universidad – estado – empresa no es una relación pasajera que busca atender los retos y/o desafíos que impone la globalización, sino que es más bien el mecanismo que utilizan las regiones para alcanzar sus niveles de competitividad. Esta triada, como bien se ha considerado, es una alianza se saberes, de oportunidades, de necesidades que, conjugadas entre sí, buscan darle respuesta a esos desafíos y retos. Por lo tanto, el conocimiento debe de trascender las fronteras del aula y coadyuvar en el quehacer de las empresas, las cuales mediante la entrega efectiva y satisfactoria de productos y/o servicios atiende las necesidades de la sociedad y, por su parte, el estado no puede ser ajeno a tal alianza, y es así como ha de generar los mecanismos legales que permitan el cumplimiento de los objetivos trazados, ya sean de orden social, político, económico o tecnológico, sin dejar de lado a la innovación.
Referencias (s.f.). Arboniés, A. (2009). La disciplina de la innovación - Rutinas creativas. . Argentina: Diaz de Santos. Bueno Campos, E. (Marzo - abril de 2007). https://www.madrimasd.org/revista/revista41/tribuna/tribuna2.asp. Obtenido de www.madrimasd.org CEPAL. (2012). Como mejorar la competititivad de las Pymes en la Unión Europea y America Latina y el Caribe. Propuetsas de Politica y del sector privado. Santiago de Chile: Naciones Unidas. Chang Castillo, H. (2010). El modelo de la triple hélice como un medio para la vinculación entre la universidad y empresa. Revista Nacional de Administraciòn, 8594. Diario La República. (Febrero de 2017). Diario La República. Etzkowitz. H & Klosften, M. (2005). The innovation region: toward a theory of knowledge-based regional development. . R & D Management;, 243-245. Ley de Educación Nacional. (28 de Diciembre de 1992). Ley 30 de Diciembre 28 de 1992. Bogota, Colombia. OECD. (2006). Manual de Oslo. Guía pra la recogida e interpretación de datos sobre innovación. España: Grupo Tragsa. Pineda Duque, J. (2012). Superar el desempleo en una sociedad del conocimiento: El papel de la gobernanza local. Pereira. Ramírez Salazar, G. V. (2010). La Alianza Universidad Empresa-Estado: una estrategia para promover innovación. EAN, 68, 112-133. Sábato, J.A. & N. Botana. (1968). Paper presented toThe World Order Models. Science and Technology in the Future Development of Latin América. Paper, 27. Schmookler, J. (1966). Invention and Economic Growth. Cambridge: Mass: Harvard University Press. Yoguel G. (2000). Creación de competencias en ambientes locales y redes productivas. Revista de la Cepal, 15.
264
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
“El conocimiento debe de trascender las fronteras del aula y coadyuvar en el quehacer de las empresas”
265
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
CONDICIONES PARA LA INTERCONEXIÓN Y MOVILIDAD DE POSTGRADO EN EL SISTEMA IBEROAMERICANO DE EDUCACIÓN SUPERIOR La movilidad de estudiantes y egresados es un bien en sí misma. Pocas dudas caben al respecto. Sus beneficios son muy amplios. Por un lado, reduce los efectos de las situaciones económicas negativas de carácter local o nacional. Ante una crisis económica en una zona determinada del país o en un país en su conjunto, el egresado tiene la posibilidad, si no es reticente a la movilidad y ha recibido una formación adecuada, de buscar en otros entornos su inserción laboral. Para un estudiante de postgrado, la movilidad de programas le permite su formación con competencias transversales esenciales como el valor de la multiculturalidad, la comprensión de contextos diferentes al local, el sentido de la tolerancia y el respeto hacia las costumbres ajenas, la capacidad de adaptarse a entornos cambiantes, etcétera.
Joaquín Aldás Catedrático Universitat de València España
La movilidad, que suele ser muy reducida en el grado, es mucho más amplia en los programas de postgrado, al menos a nivel nacional. Estudiantes que no se plantean en ningún caso cursar sus estudios de grado en una universidad diferente a la más cercana a su residencia, suelen barajar y, en muchos casos, optar por universidades distintas para cursar sus estudios de postgrado, incluso se plantean salidas internacionales. Este hecho tiene un importante efecto sobre las universidades que se ven obligadas a iniciar procesos de mejora como consecuencia del incremento de la competencia inducido por la movilidad, viéndose abocadas a buscar los mecanismos necesarios para intentar retener la mayor cantidad posible de sus estudiantes de grado. Obviamente, esta movilidad alcanza grados diversos por países y viene muy condicionada por las políticas públicas de becas y ayudas al estudio, las condiciones económicas familiares y nacionales y, también por el valor que el mercado de trabajo dé a títulos obtenidos en diferentes universidades. Obviamente, si el mercado no discrimina el origen de los títulos, el potencial de la movilidad se ve fuertemente mermado. Cuando se reflexiona sobre qué condiciones deben darse para que Iberoamérica cuente con un entorno que favorezca la interconexión de sus sistemas de postgrado, con lo que esto implica de flujo de estudiantes y reconocimientos de títulos, es necesario volver la vista atrás hacia iniciativas que se han venido impulsando desde distintas 266
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
instituciones. Así, por ejemplo, la Secretaría General Iberomericana (SEGIB) lleva tiempo tratando de impulsar de manera colaborativa con los sistemas universitarios iberoamericanos, lo que ha venido en llamar Espacio Iberoamericano del Conocimiento (EIC). Cuando se revisan sus objetivos, vemos que estos tienen mucho que ver con el proyecto de la AUIP sobre el que se me está pidiendo esta reflexión: promover la calidad, cobertura e internacionalización de la educación superior y fomentar la investigación, el desarrollo y la innovación, como condiciones necesarias para la mejora de la calidad, la reducción de asimetrías y desigualdades, así como el impulso de la competitividad. Si esfuerzos de este tipo han venido desarrollándose desde hace tiempo, lo importante es analizar qué frenos se han ido produciendo para que los esfuerzos no hayan cristalizado de una manera más efectiva o, dicho de otro modo, qué condiciones deberían darse para que ese Espacio Iberoamericano del Conocimiento, o iniciativas equivalentes, generaran el entorno adecuado para el impulso definitivo de las relaciones interuniversitarias en el ámbito del postgrado que contribuyeran a su desarrollo. A esto intentaré dedicar esta reflexión. 1. Reconocimiento de la heterogeneidad del Sistema Iberoamericano de educación superior A diferencia de lo que ocurre con otros sistemas físicos, la heterogeneidad de los sistemas educativos no es un acicate, sino un freno a la movilidad de estudiantes y profesores, al intercambio de experiencias, a la compartición de capital humano entre instituciones. Y el sistema iberoamericano es tremendamente heterogéneo. No solo lo es en cuanto a los programas que confieren títulos de postgrado, sino también en las duraciones y edades teóricas de entrada. A esto debemos unir, como intentamos sintetizar para una selección de países en el cuadro 1, una tremenda heterogeneidad también en las condiciones del entorno, los recursos puestos a disposición de los sistemas universitarios y, de manera casi consecuente, los resultados del mismo en términos docentes y de investigación. Con relaciones en el PIB per cápita de 15 a 1, de 3 a 1 en la población con estudios superiores, de 8 a 1 en el gasto en educación superior respecto al PIB de 250 a 1 en el número de investigadores en relación a la población, o de 20 a 1 en el número de publicaciones SCI por investigador. El cuadro 1, además, pone de manifiesto una cuestión sobre la que volveremos posteriormente, la heterogeneidad en la disponibilidad de información
en el contexto iberoamericano (nótese la cantidad de datos no disponibles para muchos países, pese a tratarse de indicadores básicos a nivel de país, ni siquiera a nivel de institución universitaria). Cualquier propuesta de promoción del postgrado debe partir del reconocimiento de esta diversidad y tenerla en cuenta. De no ser así, se correrá el riesgo de que las iniciativas diseñadas acaben siendo de utilidad solo para los países con un desarrollo determinado y acaben generando el efecto contrario al buscado: el desapego hacia las iniciativas y la reducción de la cohesión y la estructuración del sistema en lugar de su incentivo.
“Los beneficios de la movilidad internacional en los estudios de postgrado son muy altos, tanto para el curriculum de los estudiantes, como para su potencial de inserción laboral” 2. Creación de un sistema de aseguramiento de la calidad y la acreditación basado en estándares y directrices comunes de los sistemas nacionales Mucho se ha avanzado, en el sistema iberoamericano de educación superior en los últimos años, en los procesos de aseguramiento de la calidad y acreditación de los títulos. La mayoría de países han articulado diversos sistemas de control y acreditación, conscientes de que la proliferación de instituciones que ofrecen títulos universitarios, si no se garantiza que los procesos de enseñanza y aprendizaje, la formación del profesorado y los contenidos y competencias que integran los planes cuentan con una calidad homologable, pueden deteriorar el prestigio del sistema e, incluso, incurrir en un empobrecimiento del capital humano que ha de alimentar el progreso de cada nación.. Es el caso, por ejemplo, de la Comisión Nacional para el Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CONACES) en Colombia, organismo que se encarga de asesorar y coordinar el aseguramiento de la calidad de los programas e institución, así como evaluar los requisitos mínimos 267
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
DOCENCIA INVESTIGACIÓN
RESULTADOS
RECURSOS
CONTEXTO
Tasa de ocupación Porcentaje de población con estudios superiores Población entre 18-24 años sobre la población total Alumnos de educación superior en instituciones públicas sobre el total de alumnos Gasto en educación superior/PIB Gasto en educación superior por alumno Gasto en I+D+i del sector educación superior por habitante
Employment to population ratio, 15+, total (%) (national estimate) Población de 25 años y más que alcanzó la educación terciaria de ciclo corto (ISCED 5) (% del total)
Costa Rica
PIB per cápita (US$ a precios constantes de 2010)
Colombia
PIB per cápita
Chile
Definición1
Brasil
Indicador
10.514,6 2.392,8
11.159,3
14.660,5
7.447,9
9.238,0
Argentina
Ámbito
Bolivia
Cuadro 1. Indicadores de contexto, recursos y resultados de una selección de países iberoamericanos
Banco Mundial Banco Mundial
55,2
70,3
56,5
56,0
58,4
56,6
UNESCO
n.d.
24,0
12,6
18,4
19,8
23,5
Población entre 18-24 años sobre la población total Banco Mundial
11,1
13,8
11,1
11,4
13,0
12,6
Percentage of enrolment in tertiary education in private institutions (%)
Banco Mundial
26,2
n.d.
71,4
84,5
47,9
51,9
UNESCO
1,1
1,9
1,1
1,2
1,0
1,7
UNESCO
3.159,9
n.d.
4.666,4
3.837,2
2.790,6
5.731,9
UNESCO
0,2
n.d.
n.d.
0,1
0,1
0,2
UNESCO
n.d.
n.d.
19,0
15,0
18,0
n.d.
53.531,0 1.776,0
188.033,0
7.143,2
13.771,0
2.893,0
1,8
7,7
6,3
4,4
Government expenditure on tertiary education as % of GDP (%) Government expenditure per tertiary student (PPP$) GERD - performed by higher education as a percentage of GDP
Pupil-teacher ratio in tertiary education (headcount basis) Researchers (HC) - Higher education per million Investigadores/Población inhabitants Numero de estudiantes matriculados en el nivel de Alumnos de máster sobre estudios ISCED 7 sobre el número de estudiantes alumnos de grado matriculados en el nivel ISCED 5 o 6 Egresados sobre la población Graduados en educación terciaria (ISCED 5-8) entre 18-24 años sobre la población de 18 a 24 años Desempleo de la población con Desempleo con educación terciaria (% del total de estudios superiores desempleo) Publicaciones en SCI cada 100 investigadores Publicaciones ISI/investigador EJC Alumnos por profesor
UNESCO/Banco Mundial UNESCO
4,4
n.d.
UNESCO/Banco 228.199,0 Mundial
n.d. 1.097.494,0 191.141,0 314.579,0 49.778,0
Banco Mundial
9,3
n.d.
6,6
21,8
24,4
13,5
RICYT
19,7
13,4
26,1
114,7
70,8
29,5
Citas por documento
Citas por documento
SCIMAGO
0,45
0,72
0,33
0,50
0,41
0,39
Titulados doctores/ alumnos egresados
Graduados en educación terciaria nivel ISCED 8 sobre el total de graduados en educación terciara (ISCED 5-8)
UNESCO
0,9
n.d.
1,5
0,3
0,1
0,2
Licencias/Patentes/Población
Patentes otorgadas sobre la población total
RICYT/Banco Mundial
1.360,0
n.d.
3.321,0
1.168,0
1.212,0
204,0
1
La descripción de algunos indicadores se ha mantenido en inglés para asegurar una interpretación consistente con la de la fuente original.
268
Cuba
Ecuador
El Salvador
España
Guatemala
Honduras
México
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Perú
Portugal
R. Dominicana
Uruguay
Venezuela
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
6.156,6
5.366,5
3.853,1
30.587,6
3.052,3
2.313,0
9.510,6
1.849,0
10.750,9
3.822,9
5.934,5
21.960,5
6.552,7
13.943,9
13.750,2
52,8
59,5
59,9
44,5
58,3
51,6
56,9
71,7
60,9
64,5
64,4
50,7
49,0
59,5
60,6
15,1
11,6
10,2
29,0
8,5
9,8
14,4
n.d.
21,4
13,6
21,1
15,9
11,8
12,1
24,9
8,9
11,4
15,8
6,5
13,7
14,9
11,2
14,9
11,1
14,2
12,8
7,8
12,7
10,7
12,3
40,4
69,2
17,2
40,3
36,4
30,6
n.d.
26,0
69,8
n.d.
16,7
57,4
13,8
n.d.
n.d.
2,1
0,3
1,0
0,4
0,9
1,0
1,2
0,7
1,1
0,6
0,9
n.d.
1,2
n.d.
n.d.
4.760,8
797,4
7.509,4
1.345,6
2.079,3
6.383,2
n.d.
3.513,5
1.375,5
972,4
7.057,4
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
0,0
0,1
0,3
0,0
n.d.
0,1
n.d.
n.d.
0,1
n.d.
0,6
n.d.
0,2
n.d.
4,6
14,5
18,5
12,5
n.d.
19,9
9,8
n.d.
10,9
n.d.
n.d.
10,5
26,2
9,9
n.d.
n.d.
3.350,0
684,0 117.925,0
478,0
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
1.052,0
n.d.
52.827,0
n.d.
1.791,0
8.005,0
47,1
4,6
22,5
n.d.
2,7
6,3
n.d.
7,1
n.d.
n.d.
54,8
2,6
n.d.
84.139,0
88.929,0
22.976,0 443.321,0
20.831,0
21.994,0
588.692,0
n.d.
23.752,0
n.d.
n.d.
88.503,0 41.527,0
7.551,0
n.d.
n.d.
25,9
0,1
22,5
8,4
9,1
24,8
n.d.
26,5
19,6
26,8
16,4
17,5
16,2
35,6
n.d.
13,4
n.d.
51,5
41,4
n.d.
42,2
n.d.
288,7
7,8
n.d.
40,6
n.d.
50,8
11,4
0,22
0,39
0,33
0,58
0,74
1,23
0,37
0,55
0,88
0,60
0,64
0,50
0,78
0,67
0,34
1,2
0,0
0,1
2,5
n.d.
0,1
1,0
n.d.
0,2
n.d.
n.d.
4,5
n.d.
0,5
n.d.
95,0
32,0
122,0
21.416,0
45,0
11,0
9.819,0
68,0
392,0
10,0
332,0
n.d.
n.d.
31,0
n.d.
n.d .
n.d. 9,4
Fuente: elaboración propia a partir de las fuentes citadas
269
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
para la creación de instituciones de educación superior y programas académicos, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y la Acreditación (ANECA) que en España funciona como organismo autónomo adscrito al Ministerio de Educación y Ciencia para los mismos fines, el Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria de Panamá (CONEAUPA) o el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) chileno, también organismo autónomo encargado de verificar y promover la calidad a través de la acreditación de instituciones de educación superior (universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica) así como de las carreras y programas que estas ofrecen.
refuerzo de los valores que caracterizan a este territorio, un reconocimiento de la diversidad, pero también una adecuada puesta en valor de los rasgos comunes. Esta experiencia, no exenta de dificultades, tuvo su inicio antes de que los sistemas se equipararan razonablemente a través del Espacio Europeo de Educación Superior, sin embargo, nunca habría podido alcanzar el éxito y la difusión en nuestros días sin la creación de ese espacio. Sentar esas bases ha de ser, en mi opinión, el primer paso en el contexto iberoamericano, y eso pasa, necesariamente, por un sistema con bases mínimas compartidas de aseguramiento de la calidad.
“El primer paso para el incentivo de esta movilidad, en el contexto iberoamericano, es reconocer la heterogeneidad de nuestros sistemas educativos de educación superior, para evitar medidas que ahonden en las diferencias en lugar de reducirlas”
Es evidente que resulta imposible cumplir ninguna de las condiciones anteriores sin contar con un sistema integrado de información a nivel de instituciones. Es imposible valorar la heterogeneidad sin datos y sentar las bases de un sistema de aseguramiento necesita de indicadores comparables y objetivos. En cualquier país, los sistemas de información de educación superior son imprescindibles para disponer con regularidad y garantías de calidad de datos adecuados, útiles para poder diagnosticar el estado de la educación superior, observar su evolución y orientar las mejoras de la misma.
Organismos equivalentes a los citados existen en la gran mayoría de países iberoamericanos pero, en buena lógica, funcionan con criterios específicos de cada país, tanto en los indicadores, como en el nivel de exigencia para la acreditación de los títulos y las instituciones. Si se desea fomentar las relaciones interuniversitarias en el ámbito del postgrado, es necesario encontrar un denominador común, un estándar mínimo compartido por todos los países que permita el reconocimiento rápido de títulos pero, sobre todo, que garantice a un estudiante que la experiencia de la movilidad que va a enriquecer, sin lugar a dudas, competencias transversales como la interculturalidad, la comprensión de otros entornos, la ruptura de las áreas de confort de vivir en entornos que nos resultan familiares para vivir en otros que nos resultan ajenos, no va a afectar a su empleabilidad por las dificultades en la homologación de títulos o, incluso, que estando homologados, el mercado de trabajos pueda tener dudas respecto a la calidad del sistema universitario del país emisor. La experiencia europea en los grados del programa Erasmus ha sido tremendamente valiosa en la configuración de un sentimiento europeo y el
3. Implementación de un Sistema Iberoamericano de Información de la educación superior
El diseño y el desarrollo del mencionado sistema de información plantea exigencias particulares y dificultades especiales, en la medida que se requiere generar información comparable sobre el conjunto de países que se determine, partiendo del hecho que existe una alta heterogeneidad en las estructuras de educación superior y un grado de desarrollo estadístico muy diverso. El desarrollo de los sistemas de información nacionales se lleva a cabo por dos vías complementarias: a partir de la recopilación sistemática de informaciones previamente existentes, y mediante el impulso de nuevos proyectos de generación, recogida y procesamiento de información, desarrollados expresamente con esa finalidad. Los países con buenos sistemas de información combinan ambas vías, haciéndolas interactuar a lo largo del tiempo, consolidando los proyectos nuevos de manera que los datos que de los mismos se derivan pasen a producirse con regularidad y ofrezcan cada vez más garantías de calidad. Los sistemas de información internacionales de educación superior se construyen también por esas dos vías, pero cuentan con la dificultad de 270
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
partida que representa la heterogeneidad de los países en cuanto a estructura de la educación superior y nivel de desarrollo y comparabilidad de las informaciones sobre la misma. Para avanzar en ese contexto, los sistemas de información han de partir del máximo común denominador de las informaciones existentes en los países, pero también deben impulsar proyectos nuevos -como los que hemos comentado que se desarrollan a escala nacional- con el objetivo de hacer más homogénea la situación estadística de los países que se quieren comparar. La dificultad de esta tarea resulta evidente cuando se revisan las distintas iniciativas a este respecto que han tenido lugar a lo largo del tiempo gracias al impulso de diferentes instituciones y cuyas características se sintetizan en el cuadro 2. La mayoría de ellas, muy valiosas, no han cristalizado en un sistema adoptado y asumido por el conjunto de países. Diversas son las razones que lo explican, pero, probablemente, además de las dificultades técnicas, el principal freno ha venido de la tensión existente en muchos de los países implicados entre las universidades y los gobiernos por cómo entender la autonomía universitaria y el posible menoscabo de la misma que pueda derivarse de decisiones adoptadas en base a estos indicadores. Sin pretender que sirva como modelo, en el caso español se ha llegado a un equilibrio bastante adecuado entre los sistemas de información de los que las propias universidades se han dotado de manera cooperativa articulado a través de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y el sistema de información del Ministerio de Educación que es necesario para la supervisión del sistema (SIIU). Los beneficios, sin embargo, de ser capaces de poner en práctica este sistema iberoamericano de información, a nivel de instituciones de educación superior, serían inmensos. Por un lado, permitiría un conocimiento profundo de nuestras diferencias permitiendo ejercicios de benchmark, de compartición de experiencias, para establecer líneas de mejora. Serviría de soporte para poder establecer esos estándares mínimos de acreditación común a todos los países, lo que favorecería la homologación directa de títulos. Esta homologación permitiría dobles titulaciones internacionales en el postgrado con grandes efectos curriculares para el estudiante, pero también para las instituciones. Pero el resultado iría más allá, alcanzando metaobjetivos no necesariamente previstos: el flujo de estudiantes permitiría conocernos mejor, comprendernos mejor, reforzaría, desde el respeto, a las particularidades nacionales, el sentimiento iberoamericano, sentando las bases para un futuro todavía más prometedor. 271
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Cuadro 2. Proyectos e iniciativas internacionales sobre sistemas de información de la educación superior SIRESCA. Sistema de Información Regional sobre Educación Superior de Centroamérica
Indicadores de Educación Superior en Iberoamérica. RED INDICES
Promover el desarrollo y el uso de instrumentos para la medición y el análisis de la ciencia y la tecnología en Iberoamérica, con el propósito de profundizar en su conocimiento y su utilización como instrumento político para la toma de decisiones.
Desarrollar un sistema de información sobre la educación superior en Centroamérica.
Consolidar un sistema regional de indicadores que ofrezca información estadística comparable a nivel internacional, complementando los esfuerzos ya existentes, particularmente los de UNESCO, en la construcción de estadísticas comparativas.
América Latina y Europa.
Iberoamérica.
Centroamérica.
Iberoamérica.
UNESCO-IESALC.
Programa ALFA III Unión Europea (Fase I) UNESCO-IESALC (Fase II).
Observatorio Iberoamericano de Consejo Superior Universitario Ciencia, Tecnología y Sociedad (OCTSCentroamericano (CSUCA). OEI).
Observatorio Iberoamericano de Ciencia, Tecnología y Sociedad (OCTS-OEI).
2007
2010
1995
2008
2016
- Base de datos a nivel regional, nacional e institucional. - Manual de 27 indicadores. - Sistema de Información en línea. - Sello Somos MESALC. En 2010, MESALC se asocia con el proyecto INFOACES. Según la información de la página web de IESALC-UNESCO el proyecto se encontraría en la fase final de desarrollo e implementación de la plataforma tecnológica, sin embargo ni el manual ni el mapa se encuentra disponible en línea.
- Descripción de un Sistema Básico de Indicadores. - Plataforma de información de acceso público vía web. - Base de datos de acceso restringido. La primera fase del proyecto finalizó en noviembre de 2013. Actualmente el proyecto se ha convertido en una red de IES mediante el sumnistro de información. Se trata de un sistema de información privado con escada información pública. Existe una plataforma para la búsqueda de información pública que actualmente no está operativa.
-Base de datos que permite realizar consultas y descargar la información a través de hojas de cálculo.
-Sistema de consulta a la base de datos que permite realizar comparativas entre instituciones y descargar los datos a través de hojas de cálculo.
-Manual Iberoamericano de Indicadores de Educación Superior.
n/a.
23 países (20 iberoamericanos y 3 europeos).
29 países.
8 países.
De momento, oficinas de educación superior de 11 países iberoamericanos.
74 IES de países de América Latina y Europa.
n/a.
21 IES de países centroamericanos.
n/a.
Instituciones de educación superior.
País.
Instituciones de educación superior.
País.
Nombre
MESALC. Mapa de la Educación Superior en América Latina y el Caribe
INFOACES
RIYCT. Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana e interamericana
Objetivo
Generar un mapa con información sobre la educación superior de los países de América Latina y Caribe para evaluar los sistemas de educación superior y conocer cómo se encuentra la región y qué falta por hacer en este sector.
Construir un Sistema Integral de Información sobre las Instituciones de América Latina que permita el desarrollo institucional, la cooperación entre las instituciones participantes y sea la base para el desarrollo del Área Común de Educación Superior (ACES) en sinergia con la UE.
Ámbito geográfico
América Latina y Caribe.
Institución responsable Año inicio
Resultado del proyecto
Vigencia
Número de países participantes Número de IES participantes Unidad análisis
60 IES ALC prueba piloto formulario online. 2 IES ALC prueba importación datos. Regiones. Países. Instituciones de educación superior.
El observatorio actualiza regularmente un panel de más de 60 indicadores En octubre de 2016 tuvo lugar la SIRESCA actualiza la información estructurados en 5 bloques temáticos última reunión donde se aprobó en periódicamente. que se presentan en forma Manual de Indicadores. comparativa y por país.
Número de indicadores
27
44
65
11
37
Fuentes de información
Instituciones de Educación Superios, Ministerios de ES o equivalentes, agencias nacionales de estadística.
Instituciones de educación superior y oficinas nacionales y regionales de estadística.
Instituciones y organismos nacionales de ciencia y tecnología de los países de toda América y la Península Ibérica.
Las propias universidades.
Oficinas nacionales encagadas de las estadísticas de educación superior.
Disponibilidad de la información
No.
No.
Hojas de cálculo descargables.
Hojas de cálculo descargables.
En desarrollo.
Fuente: elaboración propia
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Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Luz Stella García Carrillo Universidad del Tolima Ibagué. Colombia
LA FORMACIÓN EN EVALUACIÓN DE LOS PROFESORES DE POSGRADO: UNA NECESIDAD Y UNA OPORTUNIDAD Introducción Indudablemente es una necesidad trabajar en pos del desarrollo de iniciativas viables y a corto plazo para mejorar las universidades en el espacio Iberoamericano y sus relaciones, en esta perspectiva son múltiples las iniciativas a corto y mediano plazo para vincular la universidad a su entorno y formación de posgrado. Lugar destacado ocupa la formación de posgrado como una contribución al desarrollo de los países; por ser absolutamente decisivo que la educación en los diferentes niveles y modalidades sea un propósito central de los estados y las naciones que, desde un movimiento educativo, genera nuevos intelectuales, pensadores, investigadores y son punto de referencia para transformar el tejido social. En los últimos años nuevos aspectos organizativos y legales han posibilitado un crecimiento acelerado de la oferta de programas y de las matriculas en los postgrados, no obstante, se debe trabajar para ampliar el horizonte de la educación de calidad y de la calidad de los profesores en términos del dominio disciplinar con un enfoque interdisciplinario y de los discursos pedagógicos que sustentan sus prácticas de enseñanza.
Es un trabajo a mediano y largo plazo, porque si tenemos profesores con más altos niveles de formación, en gran medida, esta se convierte en una posibilidad para transformar y mejorar las universidades y a su vez garantiza la calidad de los procesos formativos. La formación pedagógica y en particular en evaluación, se justifica en si misma por ser una necesidad y uno de los temas troncales del trabajo que permanentemente desarrolla el profesor en las universidades en todos los niveles de formación postgradual. Aunque, la formación de los profesores puede ser vista como una responsabilidad estatal es ante todo un compromiso de cada una de las universidades que ofertan postgrados. En este caso, la formación continuada de los profesores de postgrado en evaluación educativa y, en particular, la formación en evaluación de los estudiantes, hoy es una oportunidad para construir no una simple estrategia de reformulación sino la construcción de un proyecto político pedagógico en torno a los profesores, su imagen y el reconocimiento social, en consonancia con la re conceptualización de los discursos no solo para los países latinoamericanos lo que permite conocer y mejorar significativamente las estructuras educativas e impactar la gestión universitaria desde una perspectiva de cualificación pedagógica que contraste con las funciones de control, supervisión y vigilancia. Es decir, es un aporte; no el único ya que se requiere, en términos generales, ofrecer formación en aspectos pedagógicos, curriculares, didácticos y evaluativos en forma integrada, dado que se considera como poco relevante la formación pedagógica y, dentro de esta, el campo de la evaluación educativa, que es un saber memorístico con muy bajo perfil. La formación inicial y continuada para los profesionales de la educación es determinante y mucho más la formación de los profesores universitarios que provienen de campos y saberes diferentes a los educativos. En este sentido, no puedo dejar de reconocer que las 273
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universidades en sus planes de desarrollo a mediano y corto plazo y en sus Proyectos Educativos Universitarios, incluyen sistemas integrales o actividades de formación de los profesores, especialmente cuando se vinculan o ingresan a la carrera docente, pero son muy pocas las instituciones de Educación Superior que desarrollan propuestas de formación especializadas y específicas para sus profesores de posgrado y mucho menos en evaluación educativa. La evaluación generalmente en las instituciones universitarias se desarrolla en dos sentidos, en primer lugar, está el sistema de certificación y acreditación institucional desde los ministerios y los órganos estatales rectores de la educación y en segundo lugar la evaluación como proceso pedagógico con la evaluación en el aula y la evaluación a gran escala, también identificadas como evaluaciones externas, masivas y estandarizadas.
“Aunque, la formación de los profesores puede ser vista como una responsabilidad estatal es ante todo un compromiso de cada una de las universidades que ofertan postgrados”
Por lo anteriormente expuesto, es urgente desarrollar propuestas para la formación continua para los docentes de postgrado en evaluación educativa y en particular en la evaluación de los estudiantes; el problema es que aún los procesos de evaluación no son reconocidos como procesos determinantes, es uno de los temas considerados de poca importancia. No es exagerado afirmar, que “la evaluación en educación, paradójicamente, no suele ser educativa. No repercute en la mejora del proceso”, porque, “se trata de evaluar para aprender, ésa es la cuestión, no de aprender para ser evaluado ni de enseñar para evaluar, ni de estudiar para ser evaluado” (Álvarez, 2003, 17).
En cuanto a la evaluación es transcendental definir la noción o postura epistemológica en evaluación; dado que aún se considera como un conjunto de procedimientos desarticulados técnicos instrumentales o ejercicio procedimental o solo es aplicar una prueba y dar una nota. Al respecto, Álvarez Méndez, afirma que hay una confusión conceptual e inconsistencias prácticas, porque, se confunde la profesión docente con el oficio de vigilante y seleccionador social; la función educativa de la dirección con la gerencial, la formación docente con la preparación para la instrucción; la función formativa de la evaluación con la sumativa. La evaluación educativa, fue considerada un proceso aislado, independiente un apéndice de los procesos de enseñanza – aprendizaje; actualmente, se mueve en una pluralidad de concepciones, intenciones, prácticas y usos, por ser un hecho ideológico, político, económico y social, que intenta, su reconceptualizacion, resignificación y la construcción histórica y de significado de las prácticas evaluativas en contexto. Aunque paulatinamente se avanza hacia las nuevas perspectivas críticas y cualitativas y se han revisado las finalidades explicitas e implícitas y los usos de los resultados de la evaluación. Se requiere replantear la evaluación y especialmente reorientar sus prácticas en concordancia con los discursos “para realizar prácticas más cercanas a los planteamientos de la evaluación formativa en boga que deben estar acompañados de un interés permanente por “aprender, desaprender y reaprender de la evaluación…, que evoluciona con nuevas y sugerentes propuestas teóricas metodológicas” (Moreno, 2011, 128) Los docentes de postgrado también requieren formación continuada en evaluación La formación de los profesores de posgrado en evaluación educativa es una necesidad dada la complejidad del proceso, las múltiples perspectivas, modelos desde donde se aborda y su incidencia en la gestión académica universitaria, la mejora de los procesos, ya que el profesor selecciona, diseña, desarrolla para tomar decisiones frente a la emisión de la calificación y los procesos de evaluación que permanentemente realiza en su labor cotidiana. Según García Carrillo (2016) se pueden identificar las siguientes situaciones en la formación en evaluación educativa: 274
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Frecuentemente no está presente como espacio académico, asignatura o seminario en todos los planes y los procesos formación inicial y permanente de los profesores
A continuación, presento algunos presupuestos para transformar la evaluación de los estudiantes en los posgrados en un proceso de y para el aprendizaje a partir de la formación de los profesores:
Está asociada como un contenido más de la formación en disciplinas como la pedagogía, la didáctica o el currículo.
En algunas ocasiones cuando se imparten los programas y contenidos soportados en una perspectiva técnico e instrumental donde el profesor, solo es un operario que centra la atención en procedimientos estandarizados para medir y buscar casi exclusivamente un resultado representado en una calificación o nota. Además, los contenidos en la formación de profesores en muchos casos se centran en los tipos de evaluación, las técnicas e instrumentos de evaluación, los procedimientos y el diseño de pruebas, olvidado el sentido formativo y la finalidad de la evaluación de los estudiantes.
La formación en evaluación de los estudiantes es parte de un trabajo conjunto para el fortalecimiento interno de la universidad en lo pedagógico, es menester convertirla en un compromiso institucional, una política sólida y de largo aliento acompañada por marco normativo y reglamentario. Esta transformación implica reubicar el tema de la formación de los profesores de postgrado en evaluación ya que es una reflexión pendiente y pertinente que permite conocer los fundamentos teóricos, metodológicos y procedimentales de la evaluación.
A pesar de los esfuerzos, se observa un lento pero significativo avance en el reconocimiento y comprensión de la evaluación como un proceso que tiene entre otras características ser contextualizada, situada, comprensiva, sistemática, realimentadora o retroalimentadora, planificada, participativa, flexible y negociada.
“Las universidades tenemos múltiples retos sobre como propiciar espacios para la reflexión y formación”
Otro de los retos es definir acciones concretas para formar a los profesores de posgrado, es plantear propuestas flexibles y contextualizadas; a partir de las políticas públicas especificas en formación de profesores de cada país e institución universitaria que define los principios u orientaciones y, de otro lado, las condiciones reales, necesidades e intereses particulares de las universidades. Definir, proponer Y desarrollar acciones concretas En este campo las universidades tenemos múltiples retos sobre como propiciar espacios para la reflexión y formación en evaluación de los estudiantes que brinden herramientas para desarrollar en general una evaluación altamente formativa que convierta al profesor en un conocedor de un campo disciplinar o científico que domina y una posibilidad de desarrollo personal profesional, en este sentido surge la necesidad de dinamizar más la investigación sobre problemas y situaciones concretas relacionadas con la práctica evaluativa como un aporte en el mejoramiento de la calidad de la formación de postgrado.
Al igual, considerar la evaluación como un proceso de y para el aprendizaje que tiene una finalidad formativa que transciende el medir, el control, la rendición de cuentas, la clasificación y la comparación exclusivamente. Además, entender y tener como punto de partida que evaluar implica dos procesos paralelos con intenciones y finalidades diferentes pero complementarias. Es resignificar el concepto y las practicas evaluativas para asignarles un alto sentido formativo, entendida la evaluación como aprendizaje reflexivosignificativo, una posibilidad de identificar las necesidades y dificultades, una oportunidad de aprender del error para que, y desde y con la evaluación se fortalezca el compromiso, la responsabilidad y el trabajo en equipo.
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El trabajo de formación de profesores de posgrado en evaluación debe comprenderse y desarrollarse como un proceso colegiado, como una preocupación y una necesidad de todos los estamentos que implica una reflexión colegiada y una construcción compartida por la comunidad universitaria; aunque generalmente la formación en evaluación no es una necesidad, ni un requerimiento; nadie reclama un espacio formativo, ni reforzar las actividades formativas en evaluación. La evaluación se piensa y se construye a partir de las características y condiciones del contexto universitario social, y cultural del propio centro universitario con el desarrollo de actividades que fortalezcan la evaluación de los estudiantes e implementando nuevas dinámicas y estrategias en torno a su planeación, desarrollo y usos. Aún quedan varios aspectos y preguntas sin resolver y mucho por aprender e investigar para que la evaluación deje de ser una “desconocida” es necesario tener la intensión de convertirla en una práctica permanente e incorporarla en la cultura de la planeación y al trabajo cotidiano ya que las actividades operativas que tradicionalmente se han vinculado a la práctica evaluativa como selección, control y rendición de cuentas; actualmente no tienen mayor reconocimiento formativo.
En síntesis, para la formación de profesores en evaluación se requiere comprometer a las universidades que deben definir y desarrollar políticas articuladas que propicien la formación permanente en la evaluación de los estudiantes en las universidades especialmente para los profesores de postgrado; previo ajuste de la estructura administrativa y la consolidación de una propuesta formativa permanente; vale la pena aclarar que el objetivo no es imponer programas de formación de profesores en evaluación universales, rígidos, masificados y estandarizados, porque, las características e intereses particulares de los docentes y las instituciones universitarias determinan la estructura y los contenidos de la formación y actualización pedagógica en el tema. Bibliografía: Álvarez, J. M. (2003). La Evaluación Educativa en una perspectiva crítica: Dilemas prácticos. Bogotá, Universidad Pedagógica Nacional y Universidad Distrital Francisco José de Caldas. García Carrillo L. S. (2016) La importancia de la formación docente en Evaluación educativa. En Revista Educación y Cultura. Mayo de 2016. Edición N° 114. Centro de Estudios e investigaciones Docentes. CIED – FECODE. Bogotá. Moreno T. (2011) Frankestein evaluador. Revista de la Educación Superior. Vol. 40, núm. 160. México, octubre – diciembre/2011.
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Vicente Goyanes
Anxo Sánchez-Bermúdez
Domingo Docampo
CEO TELTEK
Catedrático
Catedrático
Universidad de Vigo
Universidad de Vigo
Universidad de Vigo
España
España
España
TECNOLOGÍAS AUDIOVISUALES EN EL POSGRADO: ANÁLISIS DE EXPERIENCIAS En este trabajo analizamos, a partir de la experiencia de la Universidad de Vigo, las mejoras que el uso inteligente de las tecnologías audiovisuales puede introducir en todos los niveles educativos, y particularmente en el posgrado. Además de facilitar la colaboración entre instituciones, permite a estas llegar mucho más lejos y con mayor intensidad en la oferta de estudios, e innovar tanto en programas y contenidos como en las diferentes modalidades de impartición. Partiendo de una breve referencia histórica, se detallan en el trabajo algunos hitos importantes en el asentamiento y consolidación de los servicios audiovisuales de apoyo a la docencia, que pueden ser de utilidad para potenciar la cooperación institucional en el espacio universitario iberoamericano.
Perspectiva histórica Nuestra experiencia en el ámbito de las TIC, pensadas como instrumento de mejora e impulso a la calidad, arranca en el bienio 1999-2000, en el que las universidades españolas comenzaron a incorporar el uso de dichas tecnologías como instrumento de mejora de la adecuación de nuestra oferta académica a las demandas de las futuras generaciones de estudiantes, los nativos digitales. De hecho, comenzaron a ser conceptuadas como “recursos e infraestructuras docentes”, reforzando el papel de unas tecnologías que ya habían comenzado a tener un fuerte impacto en la investigación y la gestión (Valderrama et. al., 2009). 277
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Jugó un papel importante, en la decisión de las universidades de incorporar plenamente las TIC, el esfuerzo público realizado en dotar a la red de universidades y centros de investigación de modernas autopistas de comunicación, conexiones de altísima velocidad que facilitaron la colaboración y la innovación educativa. En el caso de la Universidad de Vigo, la consolidación de la red de datos se produjo a través de un proyecto europeo que incrementó la velocidad de las redes de Galicia y Norte de Portugal por encima de 1Gbps, y nos permitió, a partir de 2006, comenzar a fomentar y dar soporte al uso generalizado de la videoconferencia de alta calidad como apoyo a la impartición de cursos de posgrado. Aprovechando las infraestructuras generadas dentro del proyecto, se diseñaron aulas ad-hoc basadas en la tecnología Access-Grid, facilitando, de ese modo, la docencia virtual con una experiencia de “tele-presencia” entre los diferentes campus de la Universidad separados más de 100 Km. La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), una vez comprobada la magnitud del reto tecnológico al que las universidades se enfrentaban, creó en el año 2007 una Comisión Sectorial TIC con el objetivo de ayudar a las universidades a abordar inversiones tecnológicas, que se han realizado en un entorno de colaboración institucional que ha facilitado que todas hayan avanzado con paso firme en el camino de la digitalización. A día de hoy, el último informe de la Sectorial TIC destaca los siguientes aspectos:
La docencia virtual, la gestión de licencias software para docencia y el soporte a aulas de informática de uso docente están implantados prácticamente en la totalidad de las universidades. Potente infraestructura TIC de soporte y apoyo a la docencia presencial: –
81% de las aulas disponen de conexión a Internet.
–
75.000 aulas informáticas a disposición de los estudiantes.
Los servicios e infraestructuras para la docencia presencial y no presencial ya no están diferenciados. –
Profesores y estudiantes utilizan mayoritariamente la plataforma de docencia virtual institucional.
–
482 titulaciones no presenciales ofertadas por las universidades españolas (7% de la oferta).
–
75% de las universidades han considerado, de forma aislada o planificada, iniciativas en relación con la adopción de cursos masivos online (MOOC).
Sin duda, uno de los mayores casos de éxito de implantación de nuevas tecnologías como apoyo a la docencia lo constituye el uso generalizado de las plataformas de docencia virtual, que se extendió rápidamente entre las universidades españolas.
“Uno de los mayores casos de éxito de implantación de nuevas tecnologías como apoyo a la docencia lo constituye el uso generalizado de las plataformas de docencia virtual”
El Proyecto Opencast A finales de la pasada década, el uso masivo de las plataformas de docencia virtual generó la oportunidad de abrirlas a los contenidos audiovisuales, una dirección en la que las universidades más innovadoras a lo largo del mundo estaban ya caminando. En nuestro caso, una vez consolidada la plataforma de docencia virtual, comenzamos a buscar soluciones para facilitar la grabación de material educativo audiovisual ligado a la propia impartición de docencia presencial. Tuvimos ocasión de incorporarnos a una iniciativa de la UC Berkeley con la que se pretendía construir una comunidad de instituciones interesadas en crear un sistema de registro masivo (automático) de clases. Así comenzó Opencast (Opencast, 2017),
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sistema abierto de captura y distribución de material educativo audiovisual. Con la ayuda de las fundaciones Hewlett y Adrew
sistema abierto de captura y distribución de material educativo audiovisual. Con la ayuda de las fundaciones Hewlett y Adrew D. Melon, una docena de universidades de Europa y América hemos trabajado en el desarrollo de la primera versión operativa de la plataforma Opencast, la alternativa de código abierto accesible a todas las instituciones de educación superior. El objetivo del sistema Opencast es la grabación de dos videos síncronos: uno dedicado al profesor y el otro recogiendo la pantalla del computador con material multimedia utilizado en la clase. Ambos videos se procesan para crear un objeto multimedia enriquecido que permite al estudiante contemplar los dos videos síncronos originales, a la vez que disfruta de un conjunto de funciones adicionales diseñadas para mejorar la experiencia de aprendizaje, como:
Mostrar un índice temporal mediante el uso de pequeñas imágenes y el etiquetado de los cambios en el contenido audiovisual que se producen en la presentación. El etiquetado es muy útil en combinación con un OCR, lo que facilita al estudiante la búsqueda específica de contenido por medio de palabras clave.
Ambos videos se pueden redimensionar en tiempo real, lo que permite al estudiante concentrar su atención en los detalles de la presentación.
Como un ejemplo de su éxito, en el ámbito de la Educación Superior, vale la pena mencionar que la instalación de grabación automatizada de clases de mayor tamaño (abarca más de 350 aulas), lanzado y administrado por la Universidad de Manchester, utiliza el sistema Opencast (Reece, 2015). La Universidad de Vigo contaba ya con una plataforma abierta WebTV basada en software generado en nuestra Universidad (PUMUKIT, 2017), que permite la gestión de grandes colecciones de contenidos audiovisuales y la publicación de dichos contenidos en Internet empleando diferentes tecnologías y canales. Esa infraestructura nos permitió ser la primera universidad de habla española con presencia en iTunesU. Lógicamente, después de nuestra incorporación al consorcio Opencast, Uvigo WebTV ha incorporado también el sistema de grabación automatizada de clases basado en dicha plataforma. La arquitectura de este sistema integra dispositivos de grabación muy simples dentro de las aulas junto con una potente unidad de procesamiento central, el llamado núcleo de Opencast (Ketterl et. al., 2010 y 2013)]; una descripción de la implementación del sistema Opencast se puede encontrar en Jonach (2015). Desde la Universidad de Vigo hemos estado activos en el consorcio desde su constitución. Hemos contribuido a la mejora y actualización tanto del propio software del sistema como de su conexión con servicios de producción de 279
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MOOCS (OpenEdX). En una spin-off salida del seno de nuestra Universidad que gestiona tanto los servicios audiovisuales de la institución como los de su Campus de Excelencia, se ha desarrollado el grabador “Galicaster” compatible con Opencast, utilizado en la anteriormente mencionada instalación a gran escala de Manchester, así como en más de 70 instituciones a lo largo del mundo (Teltek, 2017). Otra de las aportaciones de esta spin-off ha sido la introducción de agentes de captura inteligentes, con lo que se ha podido configurar una captura optimizada que facilita la evolución natural de los sistemas Opencast hacia una arquitectura menos centralizada y compleja, dotada de mayor escalabilidad y, lo que es más importante, sujeta a menores costos de adquisición y operación (Goyanes et. al., 2018). Por otra parte, dentro de los trabajos de un proyecto europeo en el que estamos participando, (UP2U, 2017), hemos tenido responsabilidad en la gestión de los objetos educativos multimedia en abierto (Open Educational Resources-OER). Somos conocedores de la dificultad de diseñar políticas efectivas para mantener repositorios institucionales, ya que se les pide a los profesores que, además de generar los objetos multimedia y publicarlos en la plataforma institucional de docencia virtual, realicen un trabajo adicional de catalogación en el repositorio institucional que permita la localización y reutilización de OERs por terceras personas. Este paso adicional añade trabajo al profesor sin aportarle valor directo en sus labores diarias, lo que hace que la adquisición de OERs por los repositorios sea minoritaria aun existiendo la voluntad de compartir el material generado. Para la plataforma del proyecto UP2U hemos propuesto la idea del repositorio ligado a la aplicación, asegurando que siempre se actualiza el repositorio cuando el profesor hace cambios en la plataforma de docencia virtual; de ese modo, el profesor contribuye, sin esfuerzo, al mantenimiento y vigorización del repositorio institucional (Docampo et. al., 2017). Las tecnologías audiovisuales en el posgrado La colaboración entre instituciones en el posgrado se ve enormemente facilitada tras el asentamiento de las tecnologías audiovisuales dentro de las plataformas de docencia virtual de las universidades. No es necesario que los estudiantes estén ubicados en el mismo campus físico, ya que mediante Opencast y los sistemas de videoconferencia de alta velocidad, se puede aspirar a conseguir un campus virtual en el que la docencia del posgrado transcurre con total normalidad. En nuestro caso, los servicios
de WebTv de los que ya disponíamos, junto a la incorporación de la tecnología Opencast, permitieron que desde nuestro Campus Digital pudiésemos ofrecer la infraestructura necesaria para facilitar la cooperación de ocho instituciones en dos países diferentes en el Programa de Doctorado de nuestro Campus de Excelencia, Campus do Mar. Las cifras de dicho programa desde su inicio hace 5 años son elocuentes:
6 universidades participantes (3 en Galicia y 3 en el Norte de Portugal). Dos centros de investigación: CSIC e IEO. Más de 700 estudiantes de 18 países (EU, Africa, Asia, y América). 515 investigadores con capacidad para la dirección de tesis doctorales.
Como complemento a la infraestructura del campus digital se han puesto en marcha 9 aulas conectadas por video-conferencia en España, Portugal y Cabo Verde. Gracias a esas salas se han podido ofrecer 55 cursos ligados al programa de doctorado, al tiempo que se ha facilitado la celebración de un buen número de reuniones virtuales de seguimiento del programa y evaluación de los estudiantes. Además de este programa de doctorado, toda la docencia de posgrado se ha visto beneficiada por la consolidación de las infraestructuras y tecnologías audiovisuales del campus digital. Ello ha permitido llegar más lejos y con más intensidad a los programas que se proponen en los tres campus de la universidad, al permitir la incorporación de estudiantes que no necesitan recibir la docencia con carácter presencial. Súmese a ello que tres titulaciones del ámbito de Humanidades y Ciencias Sociales han podido doblar sus cifras de matrícula en el grado mediante la modalidad semi-presencial, que permite compatibilizar la educación universitaria con el trabajo o la distancia a las aulas de la Universidad. A día de hoy la Universidad cuenta en su repositorio institucional con más de diecisiete mil videos, que reciben anualmente más de un millón y medio de visitas. Los cursos masivos online El desarrollo de los servicios de WebTv nos ha permitido, también, encarar los retos asociados a los paradigmas educativos que se van abriendo paso al socaire de la digitalización profunda de la sociedad. Quizá la novedad más importante en la educación, en estos últimos años, la constituye la aparición de los cursos abiertos, masivos en línea, o 280
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MOOCs, ligados a una nueva forma de aprendizaje, surgida en los comienzos de la presente década en Norteamérica. Dichos cursos han tenido un rápido éxito a ambos lados del Atlántico, aunque las principales plataformas son norteamericanas, por lo que ofrecen la mayor parte de sus cursos en inglés. En Europa ha habido una rápida reacción que ha impulsado el desarrollo de plataformas apoyadas por administraciones y empresas, con el fin de completar la oferta de cursos en diferentes idiomas. Las ventajas de incorporar este modelo de aprendizaje son claras. En primer lugar, la flexibilidad, ya que el ritmo de aprendizaje se adapta al alumno, que es quien decide qué hacer y cuándo. En segundo, la desaparición de las barreras económicas y físicas, ya que cualquier persona puede recibirlos, independientemente de su situación laboral o ubicación. Por último, la posibilidad de acceder a cursos de alta calidad con contenidos y materiales elaborados por expertos de primer nivel, que muchas universidades han decidido ofrecer en abierto a cualquier persona interesada en seguirlos. No obstante, hay que señalar que el seguimiento de estos cursos es muy desigual: si los cursos no están ligados a programas de estudio reconocidos por las universidades, las tasas de abandono son muy altas. Por último, pero no por ello menos importante, si no se dispone de infraestructura y tecnología consolidada, estos cursos acarrean unos no desdeñables costes de producción.
“La oferta de posgrado es, con mucho, la que permite mayor flexibilidad a las universidades presenciales”
En línea con un reciente informe de la Asociación Europea de Universidades (Gaebel et. al., 2014), entendemos que no tiene sentido pensar en los MOOC como sustitutos de la formación tradicional, sino como un complemento, o como elemento de promoción de la oferta educativa. En todo caso sí reconocemos que los MOOC constituyen ya un importante avance en el diseño de estrategias docentes basadas en el aprendizaje abierto y en red. En España se ha aceptado el reto de la producción de MOOCs tanto para apoyo a los propios estudiantes como para la promoción de la oferta educativa. De acuerdo con el último informe del European MOOCs, España se situaba como el país comunitario con mayor oferta de cursos, 453 de un total de 1661, más del 25% de los cursos que se ofrecían en Europa (OEU, 2015). En nuestro caso, desde finales de 2014, Campus do Mar ha incorporado un sistema de creación de cursos masivos online y cursos personalizados (MOOCS-SPOCS) utilizando la plataforma OpenEdX, apoyándonos en nuestra experiencia en los servicios de WebTv y de grabación automatizada de clases. Además, gracias a otra contribución de Teltek,
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se ha puesto la generación de contenidos educativos audiovisuales para el sistema Opencast al alcance del profesor en su propio despacho, utilizando su propio equipo, mediante el diseño de un grabador personal compatible con Opencast y OpenEdX. Desde esta spin-off se prestan, con tecnologías similares a las usadas en la gestión del campus digital de nuestra institución, servicios a otras universidades como la Universidad de las Artes de Londres (UAL), la Universidad de Colonia, la Universidad de Cape Town y la Universidad Rey Juan Carlos. Se da, además, soporte a la plataforma de cursos masivos de la UNED, una de las mayores plataformas de MOOCs desplegada por una universidad a nivel mundial. La Unión Europea parece haber tomado conciencia del éxito de este tipo de iniciativas innovadoras, y desde hace unos años impulsa soluciones al desafío de elaborar un modelo propio de formación abierta. Por una parte, fomenta la investigación, el estudio y el debate sobre los MOOC y, por otra, impulsa proyectos que propongan otro tipo de plataformas de formación abierta, diferentes a las ya establecidas. Frente a la hegemonía de los MOOC surgidos al otro lado del Atlántico, la UE trata de explorar modelos basados en la diversidad de tradiciones académicas y de lenguas que caracteriza el continente europeo. Nuestra experiencia en ese terreno nos indica que el disponer de una infraestructura asentada y una tecnología abierta nos ha permitido liderar iniciativas de cooperación trasnacional en las que la creación de MOOCs ha tenido un impacto extraordinario. La más reciente, liderar desde nuestra institución un consorcio de seis universidades europeas con el encargo de diseñar y poner en marcha la primera plataforma de e-learning en abierto para el sistema de educación superior de Marruecos (MarMooc, 2017).
Conclusiones y Recomendaciones La oferta de posgrado es, con mucho, la que permite mayor flexibilidad a las universidades presenciales. La incorporación inteligente de las tecnologías de la comunicación y audiovisuales permite acometer proyectos en colaboración con otras instituciones, llegar mucho más lejos y con mayor intensidad en la oferta de estudios, e innovar tanto en los programas como en los contenidos y en las diferentes modalidades de impartición. Gracias al esfuerzo llevado a cabo en los últimos años en la promoción de sistemas abiertos para la elaboración
de contenidos audiovisuales, para la grabación automatizada de clases y para la producción de cursos en línea, las inversiones que las universidades deben realizar para estar a la altura de los retos que se les plantean en la sociedad digital tienen un menor coste de entrada y permiten el mantenimiento de los servicios que se prestan con un coste razonable. Cerramos este capítulo de conclusiones con algunas recomendaciones de mejora para los campus digitales en las universidades del espacio iberoamericano de educación superior: 1. Crear unidades específicas para dar soporte a nuevas tecnologías, difíciles de encuadrar en servicios informáticos de propósito general. Estas unidades deben acoger a personal TIC, también al personal de biblioteca y a profesores. 2. Participar en las diferentes comunidades en línea que, sobre el uso de estas herramientas, existen a nivel global. Es sin duda el tiempo mejor empleado en el inicio de cualquier proyecto de digitalización. Permitirá tomar decisiones informadas sobre los diferentes servicios a prestar y sobre las plataformas técnicas que los implementan. Es especialmente importante elegir soluciones pensando en el medio y largo plazo, sin ataduras con ningún proveedor concreto. Es clave mantener el control de nuestros propios datos y contenidos generados, por lo que las soluciones basadas en estándares e implementadas como software libre constituyen, en general, la mejor opción. 3. Realizar acciones de promoción y formación del profesorado en el uso de estas nuevas herramientas TIC para el apoyo a la docencia. Contar con unas plataformas técnicas innovadoras que funcionen de modo impecable representa recorrer solamente la mitad del camino. Promover e incentivar su uso para que realmente tengan impacto positivo y notorio en los procesos de aprendizaje es, de hecho, el verdadero reto. 4. Fomentar la cooperación entre universidades (agregación) que permita y facilite el intercambio y uso compartido de material docente entre sus respectivos campus virtuales. 5. Potenciar el desarrollo colaborativo (reparto de esfuerzos económicos y de trabajo) de aplicaciones específicas necesarias para la puesta en marcha y mantenimiento de los servicios avanzados de los campus digitales. 282
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Referencias Docampo, D., Goyanes, V., Vidal, X, Sánchez, A (2017). Facilitating curation of open educational resources through the use of an application-linked repository. The 5th. World Congress of Research in Education, European Science publishing Ltd, 216-222, June 2017. Gaebel, M., Kupriyanova, V., Morais, R. y Colucci, E. (2014). E-learning in European Higher Education Institutions.European Universities Associations, EUA reports, downloaded on November 23, 2017 from the server at http://www.eua.be/policy-representation/higher-education-policies/elearningict-and-moocs.aspx Goyanes V., González R., Sánchez A., Docampo D. (2018) A Smart-CA Architecture for Opencast Matterhorn. De Pietro G., Gallo L., Howlett R., Jain L. (eds), Intelligent Interactive Multimedia Systems and Services 2017. KES-IIMSS 2017. Smart Innovation, Systems and Technologies, vol 76. Springer, Cham.
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Jorge Moreno Aragón Profesor Titular Universidad de Pinar del Río Cuba
el ensayo homónimo de 1891. Naciones e islas con los atributos de la civilización occidental mezclados con la cultura de los pueblos originarios.
IBEROAMÉRICA: SUS UNIVERSIDADES, SUS ENTORNOS Y EL DESARROLLO HUMANO DE LA REGIÓN Pensar Iberoamérica con particular acento en las relaciones entre sus universidades, sus diversos entornos y el desigual desarrollo humano que la signa, impone la reflexión histórica y lógica de una realidad barroca. Abundante en expresiones y exuberante en acontecimientos, conflictos y oportunidades, esta parte del mundo debe tener en cuenta en sus megaproyectos sus especificidades, porque el conocimiento de ellas constituye claves de éxito para el diseño y puesta en marcha de cualquier empresa en el área. Portugueses, españoles, latinoamericanos y caribeños, constituyen los actores principales de eso que el mundo reconoce como Iberoamérica, consecuencia histórica de la acumulación originaria del capital que tuvo cuerpo en este hemisferio en el coloniaje. De una parte, una península marcada por la mezcla de varias culturas por ser una de las provincias del antiguo Imperio Romano; y de la otra, nuestra América, como bautizara José Martí y Pérez (1853-1895) “las naciones románticas del continente” y “las islas dolorosas del mar”, en
En la obra política y humanista de Martí, reconocida por la Unesco con el Premio Internacional que lleva su nombre, pueden encontrarse referentes históricos y lógicos para la comprensión de qué es en su complejidad, Iberoamérica. Hijo de emigrados españoles y cubano, él sufrió con apenas 16 años el presidio político en Cuba de la Corona española, por acusársele de escribir una carta a un colega del colegio a quien acusaba de apóstata. En su exilio político vivió en España, graduándose de Derecho en la Universidad de Zaragoza en 1874. Una de las primeras claves lógicas, de pensamiento, que nos da Martí en “Nuestra América”, cenit de su pensamiento político, es el adagio “conocer es resolver” (Martí, 2010, p. 10). Y esta máxima tiene tanta impronta en la historia, que a Iberoamérica se le impone hoy “conocer para resolver” los apremiantes desafíos que enfrenta. Sobre todo, como precisa el Apóstol de la independencia cubana, “conocer el país” (Martí, 2010, p. 10) que, en este caso, comprende conocer cada una de las naciones iberoamericanas. Por tanto, para que en el presente los proyectos de la región sean exitosos, deben tener en cuenta el conocimiento en profundidad de la diversidad de las realidades ambientales, económicas, políticas, sociales y culturales de los países que la conforman. En este encargo trascendental, las universidades iberoamericanas con sus programas tecnológicos, de innovación, de investigación científica y de formación de recursos humanos por medio del posgrado, devienen en instituciones esenciales porque forman los recursos humanos 284
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altamente calificados para el alcance de indicadores reales de desarrollo humano sostenible en la región. La reflexión científica sobre el nexo entre las universidades iberoamericanas y el desarrollo humano sostenible en esta parte del mundo, resulta imposible al margen de la perspectiva de dos categorías que coexisten en unidad e interacción: la economía y la política, las cuales conforman, por ello, un fenómeno único. Las universidades se encuentran vinculadas con la vida económica de las sociedades contemporáneas a través de sus relaciones con las empresas, comunidades y otras organizaciones de la producción y los servicios; y en su proyección hacia la sociedad responden, a pesar de la declarada autonomía, a la política, es decir, a los intereses de los centros de poder, ya sean estatales o privados, los cuales financian, y en este sentido soportan, el quehacer científico, tecnológico, de innovación y de formación de los recursos humanos de cada país. A su vez, la trascendencia de la relación entre conocimiento, política y libertad, Martí la advierte en “Nuestra América” cuando precisa: “Conocer el país, y gobernarlo conforme al conocimiento, es el único modo de liberarlo de tiranías” (Martí, 2010, p. 10). Y al referirse a las universidades aprecia: La universidad europea ha de ceder a la universidad americana. La historia de América, de los Incas a acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria. Los políticos nacionales han de reemplazar los políticos exóticos. Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas. Y calle el pedante vencido; que no hay patria en que pueda tener el hombre más orgullo que en nuestras dolorosas repúblicas americanas (Martí, 2010, p. 10).
Esta estimación martiana refiere el imperativo de la pertinencia de las universidades americanas y no a posiciones excluyentes en relación con las universidades europeas. La colaboración de las universidades europeas con las americanas debe tener en cuenta, en primera instancia, el conocimiento de la cultura de “cada país” y en ella el sistema político, las formas de apropiación y los tipos de propiedad dominantes sobre bienes y servicios. En la época en que Martí vivió, el siglo XIX, predominaban en América los estilos de aprendizajes europeos, principalmente los de España y Portugal, que poco tenían que ver con la realidad americana y caribeña.
“La reflexión científica sobre el nexo entre las universidades iberoamericanas y el desarrollo humano sostenible, en esta parte del mundo, resulta imposible al margen de la perspectiva de dos categorías que coexisten en unidad e interacción: la economía y la política”
1. Las universidades americanas y caribeñas y las universidades ibéricas en el Espacio Iberoamericano del Conocimiento (EIC) El EIC se plantea, según Bello Díaz (2011), como un espacio interactivo y de colaboración que abarca dos ámbitos principales: la educación superior y la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i). En mi opinión, estos dos ámbitos pudieran sintetizarse en uno: universidades en función y portadoras de la investigación científica, la transferencia tecnológica – que es lo más racional para la mayor parte nuestra región – y la innovación, otorgándole a esta última prioridad por su inmediatez y correspondencia con las urgencias de la producción y los servicios de “cada país”. La colaboración efectiva y de convergencia entre los sistemas y programas iberoamericanos de Educación Superior, que como objetivo estratégico se propone el EIC vinculado con la ciencia y la innovación en la región, debe enfrentar no pocos desafíos y obstáculos. Entre ellos, la “insuficiencia en la dotación de personal altamente calificado, que funciona como un obstáculo significativo para el despliegue de los sistemas de innovación” (Albornoz, 2010), la “diversidad de tradiciones y situaciones locales” (Bello Díaz, 2011) y la “persistente brecha educativa” (Izquierdo Alberca, 2017), por solo traer a capítulo algunos botones de muestra. 285
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Punto y aparte merece otro desafío que debe enfrentar el EIC, las reformas no solo de los sistemas docentes de las universidades iberoamericanas, sino también de sus sistemas de investigación científica, tecnológica y de innovación. Estas transformaciones deben corresponder a las necesidades de “cada país”, siguiendo las pautas del pensamiento martiano. La complejidad del EIC, dado por la cantidad y variedad de factores intervinientes, constituye uno de los factores que lo caracteriza en calidad de un proceso gradual y, en mi opinión, de una utopía realizable a largo plazo que no excluye la posibilidad de frustración, de no implementarse un pensamiento estratégico con voluntad política y participación de cada nación en la toma de decisiones fundamentales. Entre las principales divisas del EIC está la multilateralidad que, en mi opinión, es ante todo una categoría política, y que requiere a su vez colaboración de las economías y de los sistemas políticos de las naciones iberoamericanas. La experiencia contemporánea, bajo los azotes de neoliberalismo en países importantes de la región, evidencia lo difícil que resulta el despliegue de procesos multilaterales en el área.
Las redes interuniversitarias del EIC conforman la estructura que más posibilidades brinda por su “independencia” y “dinamismo” pero, a su vez, requiere de recursos económicos que no siempre están disponibles, en unas ocasiones por su ausencia, y en otras por la falta de consenso. En cuanto a la noción de ciudadanía iberoamericana, que emerge cada vez más en la bibliografía, complejiza en este contexto los procesos porque debe enfrentarse a la diversidad jurídica de derechos y deberes civiles de “cada país”. Es por esto que no deja de ser una idea-proyecto, la cual debe ser atendida de inmediato. Una revisión exhaustiva de documentos, artículos y publicaciones acerca EIC hace emerger un nexo entre esta estructura y el desarrollo humano sostenible en Iberoamérica. Al respecto Bello Díaz (2011) señala que promover el conocimiento y la construcción del EIC es una condición necesaria para promover el desarrollo iberoamericano, dada su contribución al incremento de la productividad y de la competitividad de los países de la región. El EIC puede establecerse en condición necesaria pero no suficiente para el despliegue de un proceso tan contradictorio y complejo como lo es el desarrollo humano sostenible en la región.
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2. La promoción del posgrado en el EIC: un programa con estrategias entre acciones y mensajes Cierta ambigüedad acompaña a la noción de promoción, entre otros factores, por su naturaleza transdisciplinar. Promover implica al menos dos entornos fundamentales: el de la gestión de la cultura y el de la gestión de la comunicación, que como se sabe están interconectados. Es por ello que ambos entornos deben entenderse en su comprensión ecuménica. Por tanto, los programas y estrategias de posgrado en Iberoamérica deben promoverse en estos entornos: el de la cultura, acompañado por el de la comunicación. En una primera instancia, la promoción del posgrado debe considerarse en el entorno de la cultura porque, como advierte Russeau Pupo: … es el gran tema de nuestra época; es un concepto con una amplia historia y con una gran relevancia actual, porque se relaciona con problemáticas y preocupaciones del presente como la Identidad, el Patrimonio Cultural, la Democracia, el Desarrollo, la Educación, el Arte, la Ciencia y la Tecnología, la Comunicación, la Solidaridad y otros (Russeau Pupo, 1999, p.17).
La gestión del postgrado, desde la promoción cultural, constituye una posición estratégica, porque comprende la generación del cambio positivo que, como indicador significativo, se necesita en función del desarrollo humano sostenible. Además, como señala también Russeau Pupo (1999), estimula y dinamiza las iniciativas y la participación activa de las personas y los grupos para desarrollar sus potencialidades de creación y expresión. Resulta, además, pertinente concebir la gestión de la promoción de los programas iberoamericanos de posgrado desde el entorno de la cultura, porque la promoción en este ámbito, como apunta a su vez esta autora, se encarga de poner en movimiento un proceso a través del cual se crean condiciones favorables para que los grupos y comunidades encuentren sus propias respuestas y expresen, con toda libertad, su sentido de identidad, coincidente con lo que Martí advirtió, señalado anteriormente: “conocer el país”. Promover desde la cultura la educación superior, concretamente a través de los programas de posgrado en Iberoamérica, implica un conjunto de acciones pensadas estratégicamente que conduzcan al tránsito de un estado inferior a otro más elevado de indicadores que evidencien avance en la educación superior.
A su vez, este conjunto de acciones deben ser reforzadas por medio de mensajes concebidos como parte de un programa de gestión de la comunicación, conformado por un conjunto de actividades sistemáticas y permanentes que gestionen tanto la información sobre las ofertas de posgrado como el uso que se hace de esa información para la difusión y el diálogo entre personas, sobre todo en redes sociales y otras plataformas de internet, con lo cual van estableciéndose condiciones para que las ciudadanas y ciudadanos tengan derechos y deberes en el acceso a la educación superior.
“La gestión del postgrado desde la promoción cultural constituye una posición estratégica porque comprende la generación del cambio positivo que, como indicador significativo, se necesita en función del desarrollo humano sostenible”
3. Las universidades iberoamericanas y el desarrollo humano sostenible de la región Uno de los «núcleos duros» de la crisis de las ciencias sociales durante los años 70, 80 y 90 del siglo XX, como señala Espina Prieto (2004), ha sido la pérdida de legitimidad de la noción de desarrollo, porque había estado entre los conceptos integradores del pensamiento social. Era referencia, según esta autora, entre la teoría y las prácticas transformativas y les había dado consistencia como interlocutora a los agentes de cambio, de los diseñadores de políticas y tomadores de decisiones. En este escenario, las universidades iberoamericanas deben asumir la noción de desarrollo que esta investigadora fundamenta, y que implica la noción universal de este, su carácter procesual, el requisito de la sustentabilidad, la centralidad de los actores sociales individuales y colectivos, la simetría de la reflexividad en su condición de capacidad humana, teniendo en cuenta el actor y el agente de cambio. El carácter participativo del desarrollo, apunta esta estudiosa, está en función de 287
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la construcción de procesos colectivos; y el carácter contradictorio, a su juicio, por la tendencia de avance y retroceso y por la relación entre tradición e innovación, tan pertinente en Portugal, España y América Latina, en mi opinión, por la presencia de culturas ancestrales, así como por la interacción de intereses y necesidades diversos. Pero, sobre todo, la comprensión para las universidades iberoamericanas y para los gobiernos, de lo que Espina Prieto (2004) considera como la comprensión de lo local, entorno legítimo de desarrollo y no como el reducto para la economía solidaria de los pobres y la acción menor de los excluidos. La región debe enfrentar, como el resto del mundo, los retos de la Agenda 2030 de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible. Una Agenda que insiste en que: Para que una agenda de desarrollo sostenible sea eficaz se necesitan alianzas entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil. Estas alianzas inclusivas se construyen sobre la base de principios y valores, una visión compartida y objetivos comunes que otorgan prioridad a las personas y al planeta, y son necesarias a nivel mundial, regional, nacional y local (Agenda 2030, 2016, p.41).
A no dudar que se necesitan de las alianzas, pero para llegar a ellas se impone la creación y el mantenimiento de entornos que sean portadores de una voluntad política que trasciende las fronteras nacionales, en una región donde España políticamente se muestra inestable; Portugal, con un creciente desempleo y la propuesta del aumento de impuestos que afectan al sector público (Almanaque Mundial, 2015) y una América Latina donde comienzan a soplar aires desestabilizadores en Brasil y Argentina y “la falta de masa crítica de investigadores y de recursos para la I+D+i limita el establecimiento de un sistema nacional de innovación” (García Cuevas, González Pérez, 2011). En este panorama, las universidades iberoamericanas deben pensar desde una voluntad política regional consensuada, que hasta hoy constituye una utopía, y a través del diálogo,en su condición de una de sus expresiones más genuinas de la comunicación, cómo se puede desde lo local, entorno estratégico, alcanzar en 2030 los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Iberoamérica.
Conclusión Los entornos de las universidades iberoamericanas, como parte del todo que representa el actual injusto orden económico internacional, demandan de cambios sustanciales para arribar al 2030 con los Objetivos del Desarrollo Sostenible cumplidos, principalmente en lo referente a la calidad y acceso de la educación superior. Múltiples son los obstáculos, las asimetrías, los conflictos, pero la imaginación de las mujeres y los hombres de buena voluntad, que conforman los pueblos de Iberoamérica, constituyen una fuerza colosal, siguiendo la máxima también de un hijo ilustre de Iberoamérica, (Martí, 1975, p. 44), cuando profetizó que “los pueblos que perduran en la historia son los pueblos imaginativos”. Referencias Albornoz, M. (2010). Presentación. En L. Luchilo (comp.), Formación de posgrado en América Latina. Políticas de apoyo, resultados e impactos. Buenos Aires: Eudeba Universidad de Buenos Aires. Bello Díaz, R. (2011). El espacio iberoamericano de educación superior. Recuperado de https://www.researchgate.net/publication/230688425 Espina Prieto, M. P. (2004). Humanismo, totalidad y complejidad. El giro epistemológico en el pensamiento social y la conceptualización del desarrollo. En C. Linares Fleites, P. E. Moras Puig. Y. Rivero Baxter (Comp.), La participación. Diálogo y debate en el contexto cubano. La Habana: Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello. García Cuevas, J.L., González Pérez, M. (2011). El Espacio iberoamericano del conocimiento. Una visión desde la Universidad latinoamericana y caribeña. Revista Ibero-americana de Educação, 57, 31-51. Izquierdo Alberca, M. J. (2017). La persistente brecha educativa: del informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a los Objetivos de Desarrollo Sustentable. Recuperado de www.ieee.es/Galerias/fichero/.../2017/DIEEEA09-2017_Brecha_Educativa_MJIA.pdf Martí, J. (1975). Notas para artículos. Obras completas. La Habana: Editorial Ciencias Sociales. Martí, J. (2010). Nuestra América. Edición crítica. La Habana: Centro de Estudios Martianos. Naciones Unidas (2016). Agenda 2030 y los Objetivos del Desarrollo Sustentable. Una oportunidad para América Latina y el Caribe. Santiago de Chile. Russeau Pupo, B. (1999). Instrumentos Teóricos y Metodológicos para la Gestión Cultural. Colombia: Universidad del Atlántico y Fondo Mixto de Promoción de la Cultura y las Artes del Atlántico. Televisa (2015). Portugal. En Almanaque Mundial. México.
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Gloria María Naranjo Africano Universidad Simón Bolívar Colombia
José Ramos Camargo
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Universidad Simón Bolívar
RELACIÓN UNIVERSIDAD-ENTORNO Y LA FORMACIÓN A NIVEL DE POSGRADO EN EL ESPACIO IBEROAMERICANO Relaciones universidad – entorno: un abordaje desde la literatura Las condiciones de la denominada sociedad del conocimiento y los cambios en las políticas de financiación gubernamental han significado una transformación en las misiones tradicionales de docencia e investigación de las universidades. En este contexto, ha emergido una universidad que incorpora una denominada “tercera misión” (Etzkowitz & Leydesdorff, 2000) orientada a la aplicación y transferencia del conocimiento a la sociedad y centrada específicamente en la contribución al desarrollo socioeconómico (Jongbloed et al., 2008) o representada por un amplio rango de actividades que involucran la generación, uso, aplicación y explotación del conocimiento y otras capacidades de la universidad fuera del ambiente académico (Molas-Gallart, Salter, Patel, Scott, & Duran, 2002; Tuunainen, 2005).
Colombia
El cumplimiento de esta “tercera misión” ha llevado a la universidad a convertirse en un actor clave en el desarrollo social y económico en sus regiones de influencia, a través de una vinculación mucho más estrecha con los diferentes agentes de su entorno (Vega, Manjarrés, Castro, & Fernández, 2011; Wang, Hu, Li, & Pan, 2016), y ha permitido mejorar la competitividad y la creación de riqueza en las regiones donde se lleva a cabo esta dinámica (Barnes, Pashby, & Gibbons, 2002). Es así como las universidades han llegado a ser vistas como actores institucionales claves dentro de sus sistemas nacionales y regionales de innovación (Goddard, 2011).
Paola Amar Sepúlveda
Sin embargo, el concepto de la “tercera misión” ha estado asociado principalmente a los procesos de transferencia tecnológica y a una relación mucho más centrada al vínculo de la universidad con las empresas, sin tener en cuenta que son muchos los agentes sociales con los cuales se pueden establecer estas relaciones. En consecuencia, los instrumentos del gobierno suelen estar muy enfocados hacia las empresas, cuando hay otros agentes sociales demandantes de nuevos conocimientos (CastroMartínez, Olmos-Peñuela, & Fernández-De-Lucio, 2016).
Universidad Simón Bolívar Colombia
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Cabe resaltar que frente al concepto de transferencia de tecnología, cada vez cobra más fuerza el concepto de transferencia del conocimiento, en el cual se hace necesario que la universidad sea capaz de identificar cómo podría resolver problemas en su contexto y su ámbito social a fin de establecer mecanismos para proveer soluciones apropiados y pertinentes a los mismos (Benneworth, 2009). A lo que se suma el reconocimiento generalizado, en Europa, entre los responsables de las políticas públicas y directores de universidades y académicos, de la importancia del desarrollo de las relaciones de la universidad con otros actores sociales (Benneworth, de Boer, & Jongbloed, 2015). Asociándose entonces a conceptos de “University Engagedment” (Benneworth, Coenen, Moodysson, & Asheim, 2009; Chile & Black, 2015; Paul Benneworth, 2009; Uyarra, 2010) / “Academic Engagement” (Perkmann, Tartari, McKelvey, Autio, Brostrom, et al., 2013), “Research Engagement” (Hewitt-Dundas, 2012; Jacobson, Butterill, & Goering, 2004a; Olmos-P Nuela, Castro-Martínez, & D ’este, 2014), Relaciones Universidad – Entorno Socioeconómico (Bölling & Eriksson, 2016; Bortagaray, 2009; Castro-Martínez et al., 2016; Tuunainen & Kantasalmi, 2013) abordados hoy día en la literatura. La literatura reciente sobre el "University Engagedment" (Chatterton & Goddard, 2000, Gunasekara, 2006a, OCDE, 2007) muestra un papel más amplio y más adaptable para las universidades, donde éstas son vistas como facilitadores o "dinamizadores" del desarrollo regional, incorporando un enfoque regional más fuerte en sus misiones. Basados en aplicar los procesos y estrategias de transferencia de conocimiento, no solo para valorizar la investigación universitaria existente, sino también para aportar al crecimiento regional, enfocándose en las "necesidades regionales" y en las capacidades de respuesta adaptativas de las universidades. Esto incluye la contribución de la educación superior al desarrollo social, cultural y ambiental mediante la participación formal e informal y la representación externa como actor institucional en las redes regionales de aprendizaje, innovación y gobernabilidad (Uyarra, 2010). Particularmente, las universidades latinoamericanas adoptaron una forma específica de tercera misión, denominada “extensión” la cual tiene una connotación diferente a la que ha emergido en los países desarrollados. Es así como para el caso de universidades en América Latina, se apoya en el amplio concepto de extensión de la universidad para servir a las necesidades de la comunidad (Göransson et al., 2009a).
La extensión fue entendida no como una participación directa de la institución en el desarrollo económico de la región a través de una vinculación estrecha con el sector productivo, sino como la colaboración con los sectores de la población menos favorecidos, a través de la difusión cultural y la asistencia técnica (Vega, Manjarrés, Castro, & Fernández, 2011).
“El cumplimiento de la Tercera Misión ha llevado a la universidad a convertirse en un actor clave en el desarrollo social y económico en sus regiones de influencia”
La formación postgradual para la vinculación de la universidad con su entorno Desde la perspectiva de la literatura, la universidad está, cada vez más, llamada no solo a realizar procesos de transferencia tecnológica, sino a desarrollar procesos de transferencia de conocimiento asociado a dar una respuesta a las demandas de la sociedad, convirtiendo a la universidad en un actor clave en el crecimiento tecnológico, social y económico. La formación pos gradual constituye un mecanismo de transferencia de conocimiento de la universidad a diferentes actores del entorno socioeconómico, donde existe una importante representación del sector empresarial donde a través de procesos de enseñanza de alto nivel, tutorías, realización de proyectos de investigación transfiere conocimiento que es asimilado y apropiado por los diferentes actores y sus instituciones, y que les permite incorporar acciones que materialicen soluciones a sus propias dinámicas. Entonces, frente a lo antes expuesto, la universidad mediante estos procesos de formación posgradual debe ser capaz de realizar una formación que no solo vaya de la mano con la capacidad de su oferta 290
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académica, sino que debe ser capaz, a través de sus programas de posgrados, de asumir un papel crítico en la sociedad donde forme profesionales que se puedan articular a los planes de desarrollo, políticas públicas, proyectos regionales y locales y a necesidades explicitas de cada contexto, de tal forma que sus egresados contribuyan activamente al desarrollo de proyectos estratégicos y claves en sus contextos, tanto en instituciones públicas como privadas. Es así como en términos de políticas y gestión de la educación superior, cada vez más, se destaca la importancia de la participación de legisladores, académicos y partes interesadas en el diseño y estructuración de contenidos académicos, así mismo, la consideración de la relevancia de la educación coproducida entre la industria y la universidad (Samuel, Donovan, & Lee, 2016). Mecanismos para la vinculación universidad – entorno mediante la formación posgradual Particularmente desde el ámbito de la docencia, específicamente en el ámbito del posgrado, existen diferentes mecanismos por medio de los cuales se pueden establecer relaciones de corresponsabilidad de la universidad con su contexto, de las cuales algunas se representan en el siguiente recuadro: Mecanismo de vinculación docencia – entorno Mentorías Pasantías Programas de grado colaborativos a medida Programas de postgrado de doctorado industrial colaborativo Pasantías de posgrado Participación del empleador en el desarrollo, apoyo y financiación del estudiantes Fuente: Elaborado a partir de (Samuel et al., 2016)
Teniendo en cuenta estas tipologías de relacionamiento, se han identificado, a partir de la revisión de diferentes trabajos empíricos en diferentes contextos, una serie de prácticas de relacionamiento mediante
los procesos de formación posgradual. A través de estas prácticas se pueden establecer vínculos con actores del entorno empresarial y generar dinámicas permanentes de articulación. 1. El entrenamiento de personal posgraduado y su ubicación en el sector empresarial constituye un mecanismo de vinculación con el sector productivo en la medida en que la universidad transfiere su conocimiento a la empresa mediante los estudiantes formados (Ramos-Vielba & Fernández-Esquinas, 2012). 2. Formación pos gradual a la medida. Una forma de relacionarse un poco más informal con la empresa es la formación de empleados a través de la preparación postgradual al interior de la empresa, lo cual para Bruneel, D’Este, & Salter (2010) constituye una forma de relación denominada “educación basada en interacciones”. Para el caso de países en vía de desarrollo, Schiller & Liefner (2007) en su trabajo en Tailandia, destacan que la calidad de la enseñanza debe actualizarse a estándares internacionales y su enfoque debe trasladarse a los campos de ciencia y tecnología para satisfacer las demandas del sector privado, destacando que existen enfoques prometedores, como los programas de aprendizaje cooperativo con el sector privado o programas para mejorar la educación de posgrado asociados a las demandas del sector productivo. 3. Las tutorías compartidas de estudiantes posgraduados. Particularmente en el tema de la formación a nivel de doctorado y, en algunos casos de maestría, es un aspecto que contribuye en una medida importante al fomento entre el relacionamiento universidad-empresa (Ankrah & AL-Tabbaa, 2015; D’Este & Perkmann, 2011), además que es un factor que favorece el desarrollo de proyectos conjuntos entre estos actores . 4. Estudiantes posgraduados financiados por la Industria. Mediante procesos de relacionamiento con el sector productivo, un indicador de estas relaciones es el número de estudiantes directamente financiados por la industria (Vargiu, 2014). 5. Desarrollo de Proyectos Conjuntos. Lemarchand (2010) destaca, en la incorporación de políticas públicas para la innovación, incentivar el intercambio científico y estimular la formación y el perfeccionamiento de los posgraduados y docentes vinculados a programas de postgrado de instituciones de enseñanza superior y de investigación, por medio de proyectos conjuntos de investigación, orientados a la formación de recursos humanos de alto nivel. 291
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Estrategias para el fortalecimiento de las relaciones de la universidad con su entorno socioeconómico mediante formación posgradual La información antes expuesta coloca en relevancia la importancia de que los programas de posgrados cada vez hagan más evidente su articulación y dialogo con las demandas y necesidades del entorno. Desde la perspectiva de la tercera misión y el concepto de extensión universitaria, la universidad debe asumir un papel más activo en la respuesta y articulación a las necesidades de actores de su contexto. En este sentido, con base en lo anterior por medio del presente trabajo, se proponen una serie de estrategias que permitirían contribuir a que los programas posgraduales puedan cumplir de manera adecuada a estos retos de la sociedad: 1. Proyectos de grado articulados a necesidades explícitas en actores tanto del sector productivo como social. Sin dejar de lado las líneas de investigación que soportan los procesos de formación posgradual, se hace necesario integrar, de manera explícita, políticas públicas y estudios sectoriales y de grupos sociales específicos que hagan evidente cómo, por medio de estos proyectos se plantean potenciales soluciones para atender a éstos planteamientos. Este proceso debe ir soportado en una alineación y comunicación activa con actores representativos de los grupos de interesados a los que se atienda, logrando una participación dinámica de los mismos en este tipo de proyectos. 2. Formación posgradual dirigida a grupos de interesados específicos. Promover el desarrollo de programas de posgrado específicos que den respuesta a las demandas o necesidades particulares de grupos representantes de las partes interesadas de la universidad. De tal forma que la universidad realice procesos extramuros y con una evidente asociación a demandas explicitas de los actores del entorno. 3. Incorporación de tutores representantes de las partes interesadas. Considerando que la transferencia de conocimiento debe ser concebida desde un enfoque bidireccional, la incorporación de tutores del medio externo, en alianza a tutores vinculados a las instituciones de origen de los posgrados, permitiría contar con la incorporación de saberes específicos, especializados y experimentados que permitan enriquecer tanto los proyectos realizados como los procesos de formación, y asegurar una alineación de estos trabajos con la dinámica y naturaleza propia de estos grupos de interés. Lo anterior de cara a las especificidades y requerimientos del medio externo.
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4. Implementar mecanismos de apropiación social de los resultados del trabajo de grado/ tesis de investigación. Así como la sociedad asume el rol de proveedora de insumos y de información requerida para desarrollar los proyectos asociados a la formación posgradual, entonces desde la universidad se establece el compromiso de devolver los resultados de estos trabajos hacia la sociedad. Para ello, la universidad deberá acudir a mecanismos que le permitan llevar estos resultados a espacios de diálogo directo con la sociedad y traduciendo esta información en códigos asumibles y apropiables por las partes interesadas. En línea con esto, el uso de las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC), juegan un papel importante, porque constituyen un medio para la visibilización de estos resultados, y que, cada vez más, son de uso de la sociedad y permitirían una forma muy inmediata de llevar esta información y también promover mecanismos de interacción con éstos grupos de interés.
Referencias
5. Fortalecer el proceso de seguimiento y evaluación de impacto de formación posgradual. Los egresados de este tipo de procesos de formación constituyen un mecanismo de articulación de la universidad con su entorno, por lo que la universidad deberá llevar procesos adecuados y apropiados de comunicación y seguimiento de los mismos, así como del trabajo y representatividad que estos logren en el medio externo, lo que permita evidenciar la forma en que estos programas estén llegando a la sociedad y siendo capaces de responder a lo que el contexto demanda.
D’Este, P., & Perkmann, M. (2011). Why do academics engage with industry? The entrepreneurial university and individual motivations. The Journal of Technology Transfer, 36(3), 316–339. http://doi.org/10.1007/s10961-010-9153-z
6. Fortalecer las estrategias de extensión y proyección social desde los programas de posgrado. Mediante el establecimiento de vínculos formales con actores sociales, de desarrollar trabajos colaborativos continuos y permanentes y que se generen espacios de constante comunicación y articulación. Lo que permitirá aportar sostenibilidad y continuidad a estos procesos. Es en este sentido que cada vez aumentan más los retos de los procesos de formación a este nivel, en los que la universidad asume un rol mucho más demandante en los procesos formación y donde los egresados juegan un papel clave como enlace y actor representativo para asegurar un dialogo permanente y constante con la sociedad.
Ankrah, S., & AL-Tabbaa, O. (2015). Universities-industry collaboration: A systematic review. Scandinavian Journal of Management, 31(3), 387–408. http://doi.org/10.1016/j.scaman.2015.02.003 Barnes, T., Pashby, I., & Gibbons, A. (2002). Effective university - Industry interaction: A multi-case evaluation of collaborative R&D projects. European Management Journal, 20(3), 272–285. http://doi.org/10.1016/S02632373(02)00044-0 Benneworth, P. (2009). Characterising modes of university engagement with wider society, (June), 1–123. Bruneel, J., D’Este, P., & Salter, A. (2010). Investigating the factors that diminish the barriers to university-industry collaboration. Research Policy, 39(7), 858–868. http://doi.org/10.1016/j.respol.2010.03.006 Castro-Martínez, E., Olmos-Peñuela, J., & Fernandez-De-Lucio, I. (2016). La Vinculación Ciencia-Sociedad: Estereotipos y Nuevos Enfoques, 11(2).
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“La universidad debe asumir un papel más activo en la respuesta y articulación a las necesidades de actores de su contexto”
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Lola Pereira
Universidad en el Espacio Iberoamericano: propuestas de futuro para la vinculación universidad-entorno y la promoción del posgrado
Profesora Titular Universidad de Salamanca España
UNA UNIVERSIDAD DE FUTURO EN EL CONTEXTO ACTUAL Una universidad de futuro en el contexto actual Con vistas a un posgrado de calidad, integrado en el entorno de la sociedad del conocimiento, tanto los programas de posgrado como las actividades desarrolladas para la divulgación de los mismos deben de ser lo más parecidos posible a la sociedad que nos rodea: una sociedad inclusiva, diversa e innovadora. En muchas ocasiones esto no se cumple, unas veces por optar por programas demasiado teóricos, otras por falta de representatividad de colectivos importantes en los órganos de gestión y programas que puedan aportar aspectos complementarios al colectivo, y otras por la falta de formación de la figura de supervisión de los trabajos de posgrado, incluidas las tesis doctorales. En este trabajo se aportan propuestas para mejorar las relaciones de la universidad y su entorno, contribuyendo al desarrollo de los estudios de posgrado en el espacio iberoamericano, de manera que puedan competir en el ámbito internacional, generando profesionales de élite. Dichas propuestas se basan en experiencias que se están explorando en otros contextos, como el de las universidades del Grupo Coimbra a nivel europeo, en las reflexiones de las mesas redondas y jornadas llevadas a cabo en contextos internacionales, incluidas las organizadas y coordinadas por la AUIP (Asociación de Universidades Iberoamericanas de Posgrado) y en observaciones
de grupos y redes sociales que estudian los resultados de la participación de universidades en convocatorias de proyectos y premios de investigación de graduados y graduadas. Las propuestas están centradas en el impulso de una tutela de calidad, en la composición equilibrada de todas las comisiones y programas de difusión de buenas prácticas y la promoción de la empleabilidad de los egresados y egresadas en un ámbito profesional no solo académico. La tutela de calidad En el espacio iberoamericano no hay tradición de preparación del profesorado que tutela los trabajos de posgrado. Se da por supuesto que un miembro de este colectivo tiene siempre las herramientas necesarias para supervisar un trabajo de fin de máster o incluso una tesis doctoral. En el último año, debido a los cambios en la legislación a nivel de posgrado en España, los estudiantes de doctorado tenían que elegir entre defender su tesis doctoral de inmediato u optar a cambiar de plan de estudios, con los inconvenientes que esto ocasiona de manera generalizada. En el año 2011, se pusieron en marcha los nuevos programas de doctorado dentro del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Se propuso una fecha límite para que los estudiantes que ya estaban inmersos en los planes anteriores dieran por finalizados 295
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sus estudios y presentaran sus tesis en los primeros meses de 2016. Lo que en principio parecía una gran ventaja, porque ayudaba a que los programas de doctorado fueran convergentes en el espacio europeo, generó una gran avalancha de solicitudes de lectura de tesis a nivel nacional. En este período se ha documentado el registro de unas 20.000 tesis doctorales en España (contando con las registradas en universidades públicas y privadas), claramente un número demasiado alto como para pensar que todas las tesis defendidas no hubieran sido de mayor calidad si no hubieran tenido la presión para una defensa inmediata. Para que la universidad pueda asegurarse que las tesis que se generan en sus campus son de la más alta calidad, deberían de poner en marcha propuestas de buenas prácticas que ya se vienen implementando en universidades a nivel internacional. Esto implica establecer comités de supervisión de posgrado que hagan un seguimiento continuo del trabajo del estudiante, implementar programas de entrevistas con los potenciales estudiantes de doctorado, incluyendo entrevistas face-to-face entre el/la supervisor/a de tesis y el/la estudiante y preparación del profesorado en su rol de supervisor de tesis de máster y tesis de doctorado mediante talleres ad-hoc. Como buena práctica, en muchas universidades internacionales los estudiantes tienen que pasar por una entrevista ante un comité que incluye a miembros externos y desvinculados del profesor/a tutor/a antes de ser admitidos en un programa de doctorado. El supervisor o la supervisora no pueden aceptar estudiantes de doctorado sin que este no tenga antes la aprobación del comité supervisor, que puede ser del mismo centro o instituto de investigación. Claramente, esta iniciativa solo puede llevarse a cabo si la mayoría de estudiantes que entran en los programas de doctorado están apoyados financieramente por algún tipo de beca. Por tanto, las universidades iberoamericanas deberían apostar por una tutela de calidad, implementando estas iniciativas que ya se han probado en otros contextos con buenos resultados, incentivando económicamente la implantación de esta práctica. La diversidad en la representación de la universidad A pesar de que en las universidades entran más mujeres que hombres a seguir estudios superiores, el número de mujeres en los puestos de decisión, como son los de gestión universitaria y cátedras, sigue siendo muy inferior al de sus pares varones. En los últimos estudios documentados a nivel nacional (España) y europeo, las cifras de mujeres que ocupan cargos de gestión (por ejemplo, rectoras) están aún muy por
debajo de lo que nuestra ley de igualdad recomienda. Lo que es verdaderamente preocupante es que en los estudios de los últimos años (2015 y 2016) se observa un claro retroceso, no solo en los órganos de gobierno de las universidades, sino también en la carrera investigadora y en las OPIs, en los que nuestros egresados y egresadas deberían entrar a formar parte para el desarrollo de nuestra sociedad. Según el documento del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad “Científicas en cifras” (2015), en ese año solo había una rectora en las 50 universidades públicas españolas. Si se computaban las públicas y las privadas, la proporción de rectoras subía al 10%, muy por debajo del promedio a nivel europeo, donde en 2014 se alcanzó el 20%. Tampoco había ninguna directora o presidenta de OPI.
“El posgrado debe preparar a los estudiantes para una sociedad inclusiva, diversa e innovadora” El desequilibrio es patente en cifras. Varios estudios lo demuestran. La desigualdad también es patente en la representación de otras instituciones y en el listado de ponentes que se presentan en actividades de trabajo y difusión del posgrado. Sin embargo, en ocasiones se ha demostrado que esta falta de equilibrio se produce de manera inconsciente y que el papel de las asociaciones es fundamental a la hora de visualizar y corregir una discriminación no buscada a partir de acciones positivas de integración de los colectivos menos representados. Sirvan estos dos casos como ejemplos evidentes:
En 2015, ante la celebración de su V Centenario, la universidad de Granada publicó unas reflexiones sobre el futuro de la universidad. Las contribuciones a este estudio proceden de 52 personas, altos responsables de instituciones educativas de 16 países. De estas 52 personas, solo 4 eran mujeres. Es decir, menos del 10 % de las 296
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contribuciones. En algunas ocasiones el texto menciona las características de una universidad cambiante, en la que el número de estudiantes mujeres supera con creces el número de estudiantes varones. Pero solo una de las contribuciones, procedente del presidente y vicerrector de la universidad de Hong Kong, reflexiona sobre el número tan bajo de mujeres que existen en órganos de gobierno de su universidad. Este autor explica como su institución se ha unido a la campaña de las Naciones Unidas por la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer. En más de 300 páginas, es la única referencia que se hace al desequilibrio que existe en las instituciones educativas a nivel internacional. El rector de la universidad de Granada de ese momento hace una introducción para la publicación, describiendo el deseo de que fuera una recopilación de diversas visiones del futuro de la universidad, partiendo del análisis de la realidad del presente. El rector dice que “la realidad del presente es el fruto del pasado”, pero no puedo dejar de incidir en la necesidad de romper con ese pasado en temas de representación de género en la universidad, para que de verdad se convierta en un reflejo de la sociedad diversa en la que vivimos y la inclusión que debe de promoverse para que sea una opción válida para el futuro a través de sus egresados y egresadas.
Otro ejemplo de falta de representatividad de mujeres en la difusión del posgrado de calidad tuvo lugar en el programa original del seminario sobre la situación de la investigación universitaria en el contexto de España y de Europa, organizado por la universidad internacional de la Rioja (UNIR) a principios de 2017. Más de veinte personas participaban en el seminario, desde su moderación hasta la impartición de charlas. Entre ellas no figuraba ninguna mujer. Sin embargo, ante la llamada de atención de AMIT (Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas), el organizador de dicho seminario reconoció no haber sido consciente de esta carencia y de inmediato subsanó, parcialmente, el desequilibrio, introduciendo en el programa a tres investigadoras representantes de instituciones educativas.
de posgrado, el interés por parte de las estudiantes es con diferencia más elevado que el de sus compañeros varones. Esto se ha observado en varias convocatorias de Cursos Intensivos Erasmus, en los que participaban estudiantes de las universidades de Salamanca, Ferrara, Coimbra y Budapest. En las tres ediciones que tuvieron lugar (2011, 2012 y 2013), el porcentaje de alumnas de posgrado superó el 65% en la composición de los participantes. No tiene fácil explicación que este porcentaje disminuya a medida que las implicaciones en la investigación son más importantes y más visualizadas en programas de difusión. Además, se ha demostrado que el estudiantado necesita de modelos a seguir para interesarse en determinadas áreas. Equilibrando el número de científicas y científicos en la tutela de estudiantes de posgrado, se puede acabar con la desproporción observada en algunos campos de investigación como son los relacionados con las ciencias matemáticas e ingenierías (áreas STEM: Science, Technology, Engineering, and Mathematics) (Pereira 2014). El debate sobre la falta de mujeres ganadoras del Premio Nobel en estas áreas está servido. En más de 100 años de reconocimiento a la investigación con estos premios, solo 18 mujeres han sido galardonadas, frente a 581 varones. Estudiantes participantes en el ERASMUS Intensive Programme GLOGE, en las convocatorias de los años 2011, 2012 y 2013. 57 estudiantes de universidades europeas: Coimbra, Ferrara, Budapest y Salamanca. Casi todos de carreras técnicas. Aproximadamente el 65% de participantes eran chicas.
Se concluye que la visualización de las mujeres ha de ser promovida de manera activa para que no ocurran casos como los descritos. Efectivamente, la investigación universitaria está actualmente en manos de hombres y mujeres en proporciones semejantes. Demos esta idea también a la sociedad. De hecho, en la experiencia de la autora de este trabajo, cuando se abre una convocatoria de participación en actividades 297
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Desde este trabajo se propone que se apliquen políticas activas para potenciar la diversidad, trabajando en paralelo con asociaciones que pueden aportar ideas y recursos para que la implementación de las políticas sea efectiva. Las conclusiones del Consejo de la UE sobre promoción de igualdad de género en el European Research Area (ERA), adoptadas el 1 de diciembre de 2015, animan a los estados miembro y a la Comisión Europea a adoptar medidas adecuadas y concretas en sus planes de actuación y estrategias, mediante incentivos que animen a los centros de investigación, incluidas las universidades, para que se revisen e impulsen estrategias de integración desde la perspectiva de género. Este sería un gran paso para la mejora de los programas de posgrado en el espacio iberoamericano, en un trabajo conjunto que muestre el interés de nuestro entorno por reflejar la realidad de la investigación al máximo nivel. Se propone una homogeneidad de los planes de igualdad de género en las instituciones vinculadas a la AUIP para de ahí poder ser implementadas de manera general en todo el espacio. Sería deseable que, para apoyar esta iniciativa, la ejecutiva de la AUIP, actualmente formada por 14 personas de las que solo una es mujer, trabajara para lograr el equilibrio de género en su composición para la próxima legislatura. También que a partir de ahora contemple la composición equilibrada de sus paneles de ponentes en sus jornadas, puesto que hasta ahora en ellos el número de mujeres no supera el 20%. La empleabilidad Como se especificó anteriormente, en los últimos años ha habido un aumento importante en el número de tesis doctorales defendidas, sobre todo en España, pero también a nivel internacional. Este incremento también implica un aumento en la competitividad en el mercado laboral, tanto dentro como fuera del ámbito académico. De acuerdo con las estadísticas existentes, la mayor parte de los estudiantes de doctorado abandonan la academia después de su graduación. Sin embargo, las ventajas de un PhD fuera de la academia no están claramente explicadas, ni para los doctores y doctoras ni para los potenciales empleadores. Se propone, por tanto, el establecimiento de un programa específico y común para las universidades europeas basado en la empleabilidad de los PhDs. En el marco europeo, se está discutiendo la necesidad de aumentar los requisitos para enseñar determinadas competencias dentro de los programas de doctorado, puesto que cada vez menos graduados y graduadas pueden quedarse o 298
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continuar con sus carreras académicas y/o investigadoras. Se debate sobre la conveniencia de mantener o no el doctorado como puramente un entrenamiento en la investigación o si debería evolucionar hacia algo distinto. En el contexto internacional se ha observado que, del total de doctorados, un 30% continua su carrera académica y el resto busca trabajo fuera de estas instituciones. Según Gosling y Noordam (2008), la mitad de los que se quedan en la universidad también se marchan en un período de 5 años después de su graduación. A partir de las estadísticas existentes, se concluye que las universidades deben esforzarse en preparar a los futuros doctores y doctoras en un estadio temprano para su trayectoria profesional, haciendo énfasis en las distintas habilidades y competencias que los habiliten para realizar los trabajos que demanda el mercado laboral actual. Además, se propone implementar un documento que se elabore desde las Escuelas de Doctorado, con la información aportada por el/la estudiante de doctorado a lo largo de todo su proceso de formación y avalado por la persona que tutele dicho trabajo, que además incluya información sobre las perspectivas laborales, que se vaya actualizando periódicamente y que sirva como “Suplemento al Título de Doctorado”. Esta iniciativa ya se está llevando a cabo en algunas universidades europeas, incluidas algunas españolas.
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Presentación de la nueva ejecutiva de la AUIP. Sevilla, Marzo 2016
“El valor del posgrado en una sociedad basada en el conocimiento debe ir más allá de las ganancias económicas intrínsecas que la carrera cursada pudiera generar”
http://www.idi.mineco.gob.es/stfls/MICINN/Ministerio/FICHEROS/Informe_Cie ntificas_en_Cifras_2015_con_Anexo.pdf https://ec.europa.eu/research/swafs/pdf/pub_gender_equality/she_figures_2015 -final.pdf http://www.elmundo.es/sociedad/2016/03/08/56dc6d7546163ffd4c8b45aa.ht ml https://issuu.com/ceibiotic.universidaddegranada/docs/horizonte_2031
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fortalecer la vinculación entre la Universidad y su entorno, así como la promoción del postgrado, hemos de fijar un marco de referencia que limite las propuestas de planes, acciones y estrategias de mejora a un contexto científico-académico específico, ya que si no la tarea podría ser tan formidable como inútil. Por eso, en lo que sigue nos referiremos a los postgrados, y más particularmente a los doctorados, en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), independientemente de que algunos de los comentarios puedan ser válidos para otros ámbitos académicos.
Departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial
El marco lo fija el desarrollo de cuatro postgrados universitarios en Iberoamérica que, en todos los casos, han sido de carácter interuniversitario, internacional y cooperativo. En concreto, las colaboraciones a las que nos referimos tienen su origen en 2002, cuando se inician las primeras conversaciones para poner en marcha un programa de formación de doctores en Cuba, en el ámbito de las TIC, liderado por la Universidad de Granada (España). Este programa, aunque muy limitado geográficamente, posteriormente fue ampliado al resto de países latinoamericanos. Sus características fueron:
Universidad de Granada
Tener un marcado carácter regional, es decir, que no estuviera concentrado en una sola ciudad, y por tanto en una única universidad, sino orientado a un conjunto de ellas en la misma región. La región elegida en aquella ocasión fue la de Oriente (Las Tunas, Granma, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo) y la universidad encargada de coordinar e impulsar la formación doctoral en dicha región fue la Universidad de Holguín (UHO).
Organizar y facilitar la obtención del título de Doctor en Informática por la Universidad de Granada (UGR), independientemente de posteriores convalidaciones en Cuba.
Proporcionar tan amplia cobertura como fuera posible, es decir, que tuviera como destinatarios alumnos de todos los centros universitarios posibles de aquella región, sin dejar descolgado a ninguno.
José Luis Verdegay
España SOBRE PERTINENCIA, FORTALECIMIENTO Y SOSTENIBILIDAD DE LOS POSTGRADOS E Introducción La Universidad es la fuente de energía que mueve a la Sociedad. Inagotable y sostenible, para su continua renovación, necesaria eficiencia y perseguida eficacia, esa fuente exige una dinámica evaluación de su desempeño para introducir las mejoras que correspondan y así poder cumplir las expectativas que en ella tiene depositada la Sociedad a la que sirve. Pero ese desempeño es multifacético y depende de muchas variables, entre las que destacan el área geográfica considerada, el ámbito científico enfocado y los objetivos perseguidos. Por tanto, para analizar el papel de la universidad en el Espacio Iberoamericano, buscando fórmulas que permitan establecer y
Los objetivos fueron tan simples como desafiantes:
Realización del máximo número posible de Tesis Doctorales de calidad.
Obtención de un título cubano intermedio (Máster en Informática) que se asoció al DEA (Diploma de Estudios Avanzados) español cuando los alumnos terminaban el segundo año de estudios con la defensa de un trabajo de investigación. 300
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Como docentes hubo siete doctores de UGR y algunos otros profesores cubanos con el título de doctor. Cada uno impartió un curso de 30 horas en la UHO. La duración fue de dos cursos académicos, el segundo dedicado a la obtención del DEA (en la UGR para siete becarios). Por otro lado, las matrículas las financió la UGR. También hubo ayudas de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional (AACI) mediante los proyectos JA101/02 y BI 12/04, y de la UHO que cubrió las estancias en Holguín. Así mismo, los departamentos y grupos de investigación participantes de la UGR sufragaron otros viajes y estancias de alumnos en Granada, así como viajes adicionales de sus profesores. Con estos ingredientes, en cuatro ocasiones se han desarrollado programas colaborativos dirigidos a la formación de doctores en las universidades cubanas e iberoamericanas, que en todos los casos han tenido esas mismas características básicas, si bien diferentes entornos académicos y de gestión: 1. Ediciones de 2003 y 2006 entre UGR y UHO. La financiación principal vino de la Junta de Andalucía por medio de la AACI. La gestión académica y administrativa se realizó desde la UGR y ambas ediciones contaron con 20 estudiantes de universidades de la región oriental cubana. 2. Edición de 2008 entre la UGR y la Universidad Central de las Villas (UCLV). En esta ocasión, y por primera vez con la participación de la Asociación Universitaria Iberoamericana de Postgrado (AUIP), se amplió el marco geográfico. El montante principal de la financiación lo aportó la Secretaría General de Universidades, Investigación y Tecnología (SGUIT) de la Junta de Andalucía a través de la AUIP, y la gestión académica y administrativa correspondió a la UGR. El ámbito del programa se amplió para que participaran otras universidades andaluzas y del resto de Latinoamérica. El programa contó con 15 estudiantes de distintas universidades cubanas, otros cinco de terceros países iberoamericanos y se desarrolló conforme a lo establecido en un convenio suscrito por las instituciones participantes. 3. Edición de 2011 entre la UGR y la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), aportando estudiantes la UCLV, la Universidad Tecnológica de La Habana (CUJAE) y otras universidades iberoamericanas. Igual que antes, la financiación principal corrió a cargo de la SGUIT de la Junta de Andalucía a través de la AUIP, y la gestión académica y administrativa de nuevo fue de la UGR. Como
en la anterior ocasión, contó con 15 estudiantes cubanos y otros cinco de terceros países iberoamericanos, y volvieron a intervenir profesores de las mismas cinco universidades andaluzas. Esta última edición sigue abierta ya que aún quedan algunas tesis presentadas que están pendientes de lectura en estos momentos. Este contexto, que, aunque repetido a lo largo de los años ha sido muy dinámico, es nuestro marco de referencia para la vinculación que debe existir entre la universidad y su entorno, y muestra muchas de las luces y sombras que habitan en este tipo de proyectos, sugiriendo algunas ideas a tener en cuenta de cara a la promoción del postgrado que consideramos interesante compartir. En lo que sigue presentamos algunas reflexiones encaminadas a paliar la frustración que puede producir la imposibilidad de desarrollo de un proyecto colaborativo internacional de doctorado, por no poderlo poner en marcha con las garantías necesarias (por falta de compromisos, de pertinencia temática, de medios, de mantenimiento, etc.) haciendo cierta la frase atribuida a Teresa de Jesús: “Se derraman más lágrimas por plegarias concedidas que por las desatendidas”.
“La Universidad es la fuente de energía que mueve a la sociedad”
Sobre la pertinencia temática Aparte de desarrollar los postgrados, y mucho más concretamente los doctorados dentro de un mismo campo científico, poco más se concreta respecto a la temática cuando de partida se trata de organizar un programa de este tipo, independientemente de la modalidad que se vaya a adoptar. Son los propios profesores, que actuarán como directores de tesis, los encargados de proponer los temas de investigación que desarrollarán con sus doctorandos. Esto no deja de tener cierta lógica, 301
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Respecto a la sostenibilidad del programa
pero está fuera de los intereses que han de orientar a los doctorados de las características que aquí comentamos, es decir, a los doctorados cooperados en Iberoamérica. Esos doctorados, junto con procurar tener entre su claustro académico a los mejores profesores para la dirección de tesis, si quieren constituirse en instrumentos de innovación, progreso y excelencia en las universidades a las que van dirigidos, deben ajustarse a temáticas que interesen en la región en la que se van a desarrollar, mantener y evolucionar. Poco interés tiene realizar tesis, aun siendo rigurosas y de alto nivel científico, en temáticas que luego no se pueden aplicar en la región en la que se trabaja, ya sea por falta de medios, por falta de interés o por falta de cierto sector productivo que pueda beneficiarse de los resultados que se deriven de las investigaciones que se produzcan asociados a las tesis.
Dado lo difícil que suele ser el poner en marcha un programa de doctorado en un contexto internacional, en pocas ocasiones se plantea de entrada cuál será el futuro de ese programa. En realidad, casi siempre, lo que anima a la puesta en marcha de un doctorado es la necesidad de incrementar el claustro de doctores en la institución que recibe dicho programa. La verdad es que razones de política académica regional o nacional, junto con el lógico y legítimo deseo de tener un claustro docente cada vez más y mejor preparado, suelen justificar sobradamente la puesta en marcha de estos programas. Los doctorados tienen que tener un efecto multiplicador claramente positivo que les imprima un sólido carácter sostenible. Un doctorado, un título de doctor, confiere a su poseedor la capacidad y la responsabilidad de la dirección de investigaciones. De manera subliminal, cada doctorado que se pone en marcha, conlleva la obligación para los doctores que en él se formen de hacer con sus compañeros no doctores lo mismo que han hecho con ellos, es decir, ayudarles a conseguir el título de doctor, contribuyendo de esa forma al mantenimiento, incremento y mejora de un buen nivel académicodocente.
Por todo ello, a la hora de poner en marcha algún postgrado cooperado concreto, el intercambio de opiniones, conocimientos, realidades y oportunidades de ambas partes, de quienes dirigirán las tesis y de quienes podrán beneficiarse de sus resultados, es absolutamente pertinente, necesario y prioritario ante cualquier tentación previa de delimitación de áreas, temáticas y medios. Por eso, cualquier programa de doctorado cooperado debería tener como punto de arranque un encuentro entre académicos (tutores y directores de tesis) y representantes independientes del sector productivo de la región concreta (empresarios y cuadros de la administración) que sirviera para enmarcar ámbitos y campos, estudiar la viabilidad y analizar las posibles ventajas competitivas que podría tener el futuro programa, a fin de procurar la mayor rentabilidad social y científico-académica posible. 302
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Sin embargo, una vez que se concluye el programa, y después de un periodo de tiempo, el panorama suele tornarse desolador: con seguridad tendremos un mayor número de doctores en las universidades participantes, pero sin duda estos doctores de nuevo cuño carecen de experiencia, no ya para impulsar líneas de investigación que permitan a sus colegas acceder al doctorado en sus propias instituciones bajo su dirección, sino de mantener siquiera aquellas en las que ellos mismos han realizado sus tesis. Y la verdad es que los doctores que han obtenido sus títulos en el programa recién celebrado no son culpables de ello. Frecuentemente obtienen sus títulos en universidades bien equipadas de medios humanos y recursos materiales, que no tienen cuando regresan a su universidad de origen, simplemente porque carecen de ello. El aislamiento que perciben los nuevos doctores, en los que se supone recae la importantísima responsabilidad de formar a los más jóvenes en sus respectivas universidades, suele ser tan mal consejero que al poco tiempo aboca al desinterés por la investigación. Siendo de capital importancia el incremento de personal doctor en las universidades, no es de menor trascendencia que el nivel adquirido con el grado de doctor se mantenga, se fortalezca y se transmita a siguientes cohortes de aspirantes, manteniendo la dinámica del círculo virtuoso que caracteriza la investigación: formación-conocimiento-transmisión.
además coincide exactamente con el número de plazas disponibles. Algunos de esos candidatos, más frecuentemente de lo deseado, acceden al programa de doctorado entendiendo este como una oportunidad personal para:
Viajar y conocer otras realidades (algo deseable pero que no es objetivo principal del programa) y, eventualmente, tener una recompensa en forma de título de doctor.
Mejorar su situación económica, ya que suelen entender que las “becas” que se les facilitan para la realización de estancias fuera de su institución representan unos importantes emolumentos que les permitirán mejorar su situación económica a su vuelta.
Aprovechar las facilidades que otorga el viaje a una universidad extranjera para tratar de quedarse en ella o, en el peor de los casos, encontrar un trabajo en el país de destino que les permita permanecer en él evitando el regreso a casa.
Beneficiarse personalmente, despreciando la oportunidad que supone conseguir un título de doctor, que les permitirá prosperar en su institución de origen y en su vida personal, y olvidando las obligaciones que asumen al conseguir una plaza en un doctorado que, sin paliativos, les ha proporcionado su universidad, para que trabajen por el bien colectivo de la institución.
Es por tanto imprescindible poner todos los medios posibles para que los logros alcanzados, en relación directa con los doctores formados con cargo a programas cooperados, no solo se mantengan sino que, a su vez, se incrementen sin riesgos de mermas, cuando no de desaparición, por lo que establecer programas de reforzamiento y sostenibilidad de los doctorados y sus doctores es una pieza clave que debería considerarse desde el momento en que empieza a concebirse el desarrollo de un programa de estas características.
Además de esto, en muchos casos, se desconoce la preparación que tienen los candidatos, que a menudo es deficitaria, al menos en los temas específicos en los que realizarán su investigación.
El compromiso de los participantes
Estos problemas producidos por la falta de adecuación de una buena parte de los candidatos al programa, podrían evitarse en buena medida si, como tarea previa al comienzo de las actividades formativas, se realizara un seminario de presentación de los candidatos que sirviera a los tutores para conocer el nivel de sus doctorandos y, eventualmente, recomendar la realización de algunos cursos de nivelación.
En muchas circunstancias se tiene la sensación, al menos desde el lado de los tutores y directores de tesis, de que los aspirantes al doctorado participan en el programa por haber sido seleccionados en base a criterios de difícil justificación que, además, muy pocas veces se comunican ni comparten a todas las partes con antelación , es decir, raramente se explica por qué participa quien participa, sino que simplemente se recibe una lista de candidatos seleccionados que
Si mezclamos una selección injustificada con una notable falta de preparación en algunos casos, el resultado es un indeseable desaprovechamiento de medios y recursos que redunda en perjuicio del programa de doctorado, frustra expectativas y favorece el fracaso académico.
Por otro lado, la selección de candidatos debería ser más abierta, de manera que los tutores pudieran conocer de antemano los curricula de 303
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los aspirantes y a partir de ellos poder intervenir en la selección final, que de este modo sería consensuada, y con total seguridad evitaría a candidatos presentados por méritos distintos de los académicos. Junto con esto, para evitar abandonos pre-doctorales o que el beneficio de la costosa formación doctoral vaya a parar, en lugar de a la Institución que se la ha facilitado, a terceras partes que reciben un importante capital intelectual a costo cero, los participantes deberían firmar un compromiso ético al comienzo de su formación que tuviera consecuencias importantes de no cumplirlo, salvo por cuestiones debidamente justificadas. Dicho código ético, también, tendría que obligar a las instituciones responsables de manera que las comprometiera a impulsar la carrera investigadora de aquellos aspirantes a doctorado que hubieran logrado el grado con suficiencia, favoreciendo así el efecto multiplicador referido anteriormente.
proyectos, puesto que además de cumplir con los compromisos académicos derivados de su participación en los programas de doctorado, también suelen proporcionar cobertura económica, material y afectiva a los doctorandos que están bajo su responsabilidad, más allá de las exigencias del programa. Por tanto, y aunque esto se hace de forma altruista, es importante que el programa tenga suficiencia económica, puesto que el papel de los directores y tutores no puede ser subsidiario del que hayan adquirido sus instituciones que, en cualquier caso, habrán de considerar financiación adicional para cubrir desplazamientos y estancias no previstas de tutores, doctorandos y coordinadores desde el mismo momento en que se ponga en marcha el programa.
Las Instituciones participantes La variedad de redes que pueden considerarse para el desarrollo de programas de doctorado es muy amplia. Desde la más típica entre dos únicas instituciones que colaboran en un tema específico, hasta la versión de programas interuniversitarios, internacionales e interdisciplinares, las posibilidades son enormes y cada una de ellas tiene luces y sombras. Ciñéndonos a la realidad de los programas que aquí estamos contemplando, parece obvio procurar que haya varias universidades participantes, favoreciendo cuanto más se pueda el carácter regional, ya que este es un factor de gran importancia al no priorizar a ninguna institución, favorecer un cierto marco competitivo entre las que participan y dejar puestas las bases para futuros programas de intercambio y cooperación entre instituciones de la misma región. No obstante, a pesar de interesar la diversidad de instituciones participantes, es importante que haya una única universidad coordinadora que sea la responsable de la concesión de los títulos que se estén concediendo, ya que de ese modo se homogenizan los grados que se conceden y se evitan comparaciones sobre tiempos, dificultades, controles y posibles atribuciones de los títulos. La implicación de los departamentos de las universidades facilitadoras, y particularmente de los tutores y directores de tesis pertenecientes a los mismos, es esencial y clave para el buen desarrollo de estos
“La universalización de las TIC ha propiciado nuevas fórmulas de generar, gestionar y transmitir el conocimiento y el saber”
Los departamentos universitarios implicados en las universidades facilitadoras, aun siendo todos del mismo ámbito de conocimiento, deberían ser de tan variada especialización como sea posible a fin de diversificar aspectos formativos, científicos y metodológicos y facilitar la pluralidad temática. Dejar todo un programa de postgrado, y mucho peor si es de doctorado, bajo el marco científico-académico de un único departamento no es una buena práctica. 304
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A propósito de los coordinadores El que la coordinación de los programas esté siempre en la misma universidad, y particularmente la realice la misma persona, no supone más que ventajas a la hora de resolver problemas, superar obstáculos, economizar recursos y organizar actividades (viajes, estancias, obtención de títulos, etc.). Pero hay más actividades de coordinación a las que referirse, ya que las universidades de destino, piénsese en el caso de que sean de diferentes países, deben aportar al desarrollo de estos programas coordinadores locales que, entre otras cosas, sirvan de punto de referencia en la correspondiente universidad. En este sentido la experiencia nos indica que:
El papel desempeñado por los coordinadores latinoamericanos es determinante, de manera que, sin su trabajo de seguimiento, tutoría, enlace y difusión es imposible llevar a cabo cualquier programa. No obstante, el hecho de que unas universidades cuenten de partida con más doctores que otras, y por tanto tengan más tradición doctoral, es también un factor crucial, puesto que, si bien el talento, el tesón, la propia iniciativa y el compromiso son valores necesarios para la realización de una tesis doctoral, no lo son menos un contexto académico adecuado, la experiencia, la flexibilidad y la comprensión que las universidades ofrezcan a sus doctorandos.
Cuando la universidad de origen ha facilitado la realización de la tesis a sus aspirantes, sin sobrecargarles de trabajo a su vuelta, después de realizar visitas y estancias, los resultados finales han mejorado frente a aquellos otros que han tenido que compensar sus ausencias cuando han regresado de las estancias en el extranjero. En estos casos los abandonos han sido muy numerosos.
Los coordinadores locales han de jugar el papel de tutores de los aspirantes en sus respectivas universidades, velando por sus intereses y protegiendo sus derechos, puesto que los doctorandos no están trabajando para el beneficio propio, que verdaderamente lo tendrán, sino para incrementar los niveles de excelencia y calidad de su universidad.
En definitiva, el rol que desempeñan los coordinadores locales es tan esencial que su intervención influye decisivamente sobre la llegada a
buen puerto del programa. Por eso, de cara a evitar desequilibrios entre instituciones, derivados de diferentes niveles de gestión de sus correspondientes coordinadores, el acuerdo sobre requisitos, plazos, periodos de estancia, etc. es básico, exigiendo reuniones (virtuales o presenciales) para la supervisión de la marcha del programa con vistas a lograr los objetivos previstos. Y los recursos digitales La universalización de las TIC ha propiciado nuevas fórmulas de generar, gestionar y transmitir el conocimiento y el saber, así como nuevas formas de administrar los recursos de una entidad y sus relaciones con sus usuarios directos y con la sociedad en general. Dichas tecnologías dan soporte a la Sociedad Digital, y por tanto también a la Universidad Digital como concepto emergente, siendo el muro de carga sobre el que se está construyendo la nueva universidad. Los programas de postgrado exigen una continua comunicación, no ya solo con las bases de datos científicas de cada materia sino también entre los actores: directores, tutores y doctorandos y, por tanto, es de obligado cumplimiento facilitar el acceso a los sistemas, servicios y recursos que proporcionan las TIC. Es cierto que la dotación de los correspondientes medios, caso de no disponer de ellos, puede resultar costosa. Pero también lo es que el ahorro que producen a muy corto plazo es más que sobresaliente, sobre todo cuando los medios están sincronizados en características. Si para desarrollar un doctorado, la coordinación para delimitar ámbitos, establecer líneas de investigación, cumplir plazos, etc. es necesaria, en el caso de las TIC esa necesidad es un deber. La compatibilidad de equipamientos, la suficiencia del ancho de banda, el software disponible, los repositorios y tantos otros aspectos técnicos hacen inexcusable la puesta en común de medios, equipos y recursos de manera que, efectivamente, sirvan para alcanzar el objetivo para el que están diseñados: ayudar a las personas en su vida diaria y, por tanto, a contribuir a conseguir programas de doctorado actuales, eficientes y dinamizadores. La realización de reuniones previas al comienzo de cualquier postgrado para la puesta en común de los recursos digitales es esencial, exigiendo que en el presupuesto de desarrollo del postgrado se incluyan rubros concretos dedicados a conseguir la máxima nivelación posible de equipamientos entre los implicados. 305
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Epílogo Como figura en sus Estatutos, la AUIP “tiene como fin el fomento y el desarrollo de los estudios de postgrado y doctorado contribuyendo a la formación de profesores universitarios, científicos y profesionales, en función de las necesidades de desarrollo de cada país y de la Comunidad Iberoamericana de Naciones”. En ese contexto, las reflexiones recogidas aquí pretenden ser un catálogo de consideraciones que habría que tener en cuenta para lograr ese objetivo, con criterios de alta calidad académica y excelencia investigadora, en cualquier ámbito científico-académico, no solo en el de las TIC. Reconocimientos El autor quiere expresar su agradecimiento a la Dra. María Teresa Lamata y a los Dres. David A. Pelta y Carlos A. Cruz, de la UGR, por sus sugerencias y comentarios sobre la primera versión de este artículo.
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UNIVERSIDAD EN EL ESPACIO IBEROAMERICANO: PROPUESTAS DE FUTURO PARA LA VINCULACIÓN UNIVERSIDAD-ENTORNO Y LA PROMOCIÓN DEL POSGRADO
Teodoro Luque Martínez Catedrático Universidad de Granada
Antecedentes
España
Los países que forman el espacio iberoamericano se caracterizan básicamente por tener como lengua oficial el español o el portugués. Este espacio está compuesto por veinte países americanos y dos europeos. En términos generales, el panorama que presentan los países americanos de este espacio, según los informes del Banco Mundial, se caracteriza por un dinamismo emprendedor, pero con un gran déficit en innovación y transferencia. Desarrollan una importante actividad de emprendimiento, aunque con muchas empresas y poca innovación. Uno de cada tres trabajadores es autónomo en una actividad de transformación o intermediación de materias primas. La gran dependencia de esta actividad de escaso valor añadido hace que la caída del precio de las materias primas provoque una sensible caída del PIB. Estos países presentan desigualdades importantes en el reparto de la riqueza y una gran carencia de I+D+i en las empresas y, en consecuencia, poca generación de valor añadido. Hay un déficit en protección de la propiedad, aunque se han desarrollado iniciativas para promover la transferencia, la innovación y su financiación. Para abordar todos estos desafíos, la universidad puede, y debe, desempeñar un papel destacado mediante la formación de personas, la investigación y el compromiso con un desarrollo sostenible y equilibrado. En Europa, mediante la estrategia Horizonte 2020, se reconoce el liderazgo de la universidad. Hay una apuesta decidida por la formación, por el conocimiento, por la innovación y la transferencia. En este contexto, los países de la península ibérica son un magnifico nexo de conexión entre los países americanos, con los que comparten lenguas, y la Unión Europea.
Luis Doña Toledo Profesor Universidad de Granada España
Nina Faraoni Investigadora Universidad de Granada España 307
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La universidad tiene un papel protagonista en el futuro de los territorios. Es una institución con mucha solera en el continente americano. La más antigua de América, funcionando sin interrupción, es la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (1551) de Perú, aunque fue fundada primero la Universidad Santo Tomás de Aquino (1538) de la República Dominicana. Antes de que se fundara la primera universidad en Estados Unidos (la Universidad de Harvard en 1636), ya había universidades en México, Colombia, Argentina, Bolivia y Chile, además de las dos citadas. En la actualidad, en Latinoamérica hay miles de universidades con dimensiones, contextos, estructuras y misiones muy diversas. Como señala M. Pérez de Chen en su contribución a esta obra, en las últimas décadas ha habido grandes transformaciones en las universidades latinoamericanas debido al aumento en número y diversidad, a una mayor presencia del sector privado y al aumento de graduados y de profesorados con niveles de calidad diferentes. Efectivamente, existe una gran potencialidad de crecimiento de matrícula pero en muchas de las universidades, como recuerda en su contribución M.J. Lemaitre, no han publicado ningún artículo, o muy pocos, en las bases de referencia internacional. Precisamente este año se presentan dos efemérides importantes en el espacio universitario iberoamericano. Se cumplen los 800 años de la universidad más antigua de este espacio (Universidad de Salamanca, España) y los 100 años del manifiesto de la Universidad de Córdoba (Argentina). Un buen momento para realizar una reflexión sobre el papel de la universidad en el espacio iberoamericano y esbozar propuestas de futuro. Espacio Universitario Iberoamericano (EUI): contexto y activación El concepto de “espacio iberoamericano” se ha referido al “conocimiento” y a la “educación” entre otras variantes, quizás la versión más adecuada, y que ahora nos interesa, se obtiene con el término “universitario”. Es un concepto más completo el de Espacio Universitario Iberoamericano (EUI). Hay poderosos argumentos en favor de su existencia como la historia, las relaciones y vínculos existentes o la lengua. Todo ello ha estado en la génesis de las experiencias y redes habidas, como la AUIP, CINDA, REDUE, Grupo Montevideo, Grupo Tordesillas o Fundación Carolina, entre otras. No obstante, para que el Espacio Universitario Iberoamericano exista y se prolongue en el tiempo, es necesaria una voluntad decidida de las
universidades y de los gobiernos, además de un mínimo desarrollo de capacidad organizativa. En la figura 1 se propone una síntesis, alimentada por las contribuciones que se incluyen en esta obra. Efectivamente, se parte de un contexto con unas características generales en buena medida compartidas con otras zonas. Las consecuencias económicas y sociales de la globalización afectan a todas las universidades del mundo, esto conduce a políticas públicas de los gobiernos que, en muchos de los países a los que nos referimos, no siempre han abordado los retos de manera adecuada. Al mismo tiempo, existe una tendencia a la formación de áreas geoestratégicas y también de espacios universitarios plurinacionales y una mayor interrelación entre universidades (Luque, 2015). Por otro lado, el espacio iberoamericano presenta aspectos específicos, como una gran diversidad de instituciones de educación superior, un gran número de universidades con misiones diferenciadas, con desigual tamaño e implicación en el territorio, con desigual nivel de calidad de oferta, funcionamiento e investigación. El EUI se edifica sobre los pilares o cimientos de tener lenguas, historia, cultura, relaciones e intereses compartidos más, por descontado, las experiencias de colaboración. Los agentes activadores de dicho espacio, además de las universidades que lideran el proceso, deben ser centros de I+D+i, administraciones públicas, fundaciones, empresas y otras entidades públicas y privadas. Conseguir la complicidad de todos estos agentes es necesario para alcanzar el éxito. Dicho espacio debe ser capaz de desarrollar una adecuada capacidad organizativa, bajo un liderazgo científico y social, como menciona P. Aranda. Así, se debe propiciar para el EUI una misión (la razón de ser, a partir de esas raíces o pilares) y una visión que defina lo que aspira a ser, afrontando los desafíos existentes, esforzándose en establecer sólidas y eficaces redes de colaboración y consiguiendo el respaldo de gobiernos y entidades supranacionales. En definitiva, se trata de alcanzar un espacio de colaboración en las diferentes misiones universitarias con un claro compromiso con el territorio para lograr un desarrollo sostenible. Para ello hay que superar la fase de diagnosis y pasar a la acción. Hace falta una acción decidida, basada en las relaciones existentes, a través de proyectos concretos y factibles que generen un efecto multiplicador. Ambicionar lo razonable con pasos firmes, aunque puedan ser pequeños al principio. Sin pretensión de exhaustividad, algunos aspectos fundamentales son los que se señalan a continuación. 308
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FIGURA 1. ESPACIO UNIVERSITARIO IBEROAMERICANO
RESULTADOS
CONTEXTO Características específicas EUI
Globalización
Áreas geoestratégicas
Políticas públicas
Situación económica
RAÍCES Lengua Historia Cultura Relaciones Intereses
ACTIVADORES
Universidades Centros de I+D+i Administraciones Públicas Fundaciones Otras entidades
Mejora en la formación: másteres y doctorados conjuntos
Formación de capital humano más conectado con las necesidades del territorio
Mejora de calidad y mecanismos de garantía de calidad
Generación de redes de conocimiento
Aumento de las relaciones académicas, formación e investigación entre universidades
Aumento de relaciones entre PYMES y universidades de distintos países
Aumento de cooperación entre entidades de transferencia
Creación de empresas conjuntas (spin-off, start-up)
Impulso a la investigación cooperativa para el desarrollo equilibrado y sostenible
Mejora del bienestar social
Características generales
Lenguas comunes
Estructuras y redes existentes
Tradición de colaboración
Necesidades sociales
Cantidad y diversidad de instituciones
Implicación
CAPACIDAD ORGANIZATIVA
INSTRUMENTOS
Visión y misión: creación de un espacio universitario iberoamericano para un desarrollo sostenible
Sistema de información
Liderazgo: universidad Apoyo político: gobiernos entidades públicas y privadas Redes de colaboración eficaces Estructura de gestión
Marco común de garantía de calidad Espacio común de formación Espacio iberoamericano de I+D+i Estructura y gestión Extensión universitaria conectada al territorio Conectividad Ética
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1. Sistema de información, la base para el desarrollo del espacio
3. Espacio común de formación
Primero y primordial, se debe partir de un buen conocimiento del sistema universitario, que se logra con un buen sistema de información de la educación superior (como en su contribución señala J. Aldás). También es necesario el sistema de información para hacer seguimiento de la evolución del sistema universitario. En muchos casos, no se cuenta con información suficiente o fiable sobre características de la demanda ni de la oferta (acceso, composición de alumnado, estructura de títulos, precios, becas y ayudas, etc.), ni de los recursos (personal, infraestructura, financiación), ni de los resultados docentes (tasa de abandono, rendimiento académico, inserción laboral u otros), ni de I+D+i (actividad científica, innovación, proyectos, emprendimiento, etc.) o de extensión universitaria (actividades culturales, deportivas, de cooperación, etc.). El avance del espacio iberoamericano no debe aplazarse hasta contar con un sistema de información excelente, pero se deberían ir creando las circunstancias para que, cuanto antes, se dispusiera de un buen sistema de información. Para ello, se podrían hacer estudios de benchmarking y aplicar metodología DELPHI para identificar actuaciones tanto en la recogida de datos como en posibles estudios de opinión.
Varios autores en su aportación subrayan la necesidad de nuevos enfoques para mejorar la calidad de la formación, del desarrollo de competencias humanas que no tienen las máquinas, como entre otras aportaciones señala D. Cardona, de la formación pedagógica y evaluación de los profesores (L.S. García Carrillo) o de la vinculación de pregrado y posgrado con la industria (E. Zumelzu). Hay numerosas y pertinentes recomendaciones sobre la manera de operar en posgrado en general (F. Mora, E. Zumelzu; G. Naranjo, J. Ramos y P. Amar), mediante el uso de las TICs (J.M. Rosas), propuestas concretas en particular para máster que se refieren al establecimiento de títulos conjuntos, programas comunes de máster (S. Píriz), incluso de cómo poner en marcha un programa de doctorado (J.L. Verdegay) o cómo avanzar en su internacionalización (C. Vargas, B. Avolio).
2. Marco común de garantía de calidad Dada la heterogeneidad de las instituciones de educación superior, incluso dentro de un mismo país, es aconsejable el establecimiento de un marco común de condiciones que garanticen unos estándares de calidad, muy especialmente para la formación. Más aún en el posgrado, ya sea máster o doctorado, como apuntan varios de los autores en esta obra. Este nivel de formación se presta más, en una primera fase, al desarrollo del espacio iberoamericano. La mejora en los indicadores universitarios debe conducir a una mayor notoriedad y reconocimiento internacional de las universidades del espacio iberoamericano. Hay margen de mejora, puesto que la presencia de las universidades iberoamericanas en los rankings internacionales no se corresponde con la importancia de la zona en otros indicadores como, por ejemplo, en población o PIB. Siendo conscientes de que los rankings son una aproximación, a veces burda, no se puede ignorar la escasa presencia de las universidades latinoamericanas en ellos y la necesidad de mejorar.
“La mejora en los indicadores universitarios debe conducir a una mayor notoriedad y reconocimiento internacional de las universidades del espacio iberoamericano”
4. Espacio iberoamericano de I+D+i La investigación desarrollada en la universidad es una gran oportunidad para la conexión universidad-entorno. Como advierte G. Rodríguez Muñoz, los sistemas nacionales de ciencia y tecnología no siempre han servido para impulsar la generación de conocimiento de manera eficaz, a pesar de denominaciones e iniciativas rimbombantes. Como indican E. Graue y R. Escalante, para que la innovación sea sustentable se deben mejorar las condiciones de las instituciones de educación superior, garantizar su calidad y reorientar parte de la cooperación internacional. 310
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Otra preocupación es la enésima revolución industrial y la robotización en la economía y la sociedad, como indica C. Garrido. La transferencia es una tarea prioritaria en este ámbito (A. Villar y D. Codner). Algunos ejemplos de acciones concretas son las convocatorias competitivas de proyectos de investigación, también de innovación y transferencia, necesariamente compuestos por universidades y centros de diferentes países sobre áreas de investigación estratégicas para el desarrollo del territorio. 5. Estructura y gestión Como afirma J. Sánchez Maldonado, las universidades han sido mejores recomendando innovación a los demás que aplicándoselas a ellas. Esto se puede comprobar en el ámbito de la gestión, en términos generales más aún en universidades grandes. Es necesario un liderazgo innovador para enfrentar las dificultades y barreras que se presenten en el desarrollo del espacio iberoamericano. Partiendo de la base de que no hay un único modo mejor de hacer, ni de organizarse, ni válido para cualquier espacio y tiempo. Para avanzar en el EUI hace falta una mínima estructura, recursos y planificación con la dificultad de que no existe un proceso paralelo de unión de países, a diferencia de lo que pasa con el espacio europeo como señala F. Mora. En cualquier caso, un factor importante para la gestión del espacio universitario y la gestión del entorno es la comunicación, como ha puesto de manifiesto J.M. Mora. 6. Extensión universitaria conectada al territorio El espacio universitario debe considerar las necesidades de su entorno, pero conviene recordar que la geografía de esas necesidades no siempre coincide perfectamente con la delimitación de provincias, regiones o países. Provincias o regiones de diferentes países pueden tener más en común entre ellas que con otras de su mismo país, ya sea por proximidad geográfica, ya sea por parecido de su estructura económica o social. El territorio que nos ocupa se caracteriza por la existencia de gran desigualdad en la distribución de la riqueza, en la formación y en las condiciones de vida. Las universidades pueden ser una vía para reducir desequilibrios vía formación y generación de conocimiento, pero también por sus actuaciones sociales y por su impacto económico, de acuerdo con la misión que se atribuye a la universidad en la Estrategia de la UE Horizonte 2020. 311
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Las universidades tienen un importante papel en la satisfacción de necesidades mediante la innovación social (E. Graue y R. Escalante), para evitar o reducir la exclusión social o desigualdad, por ejemplo. O bien para promover los objetivos del Desarrollo Sostenible de la Naciones Unidas y de campus sostenibles (C. Arroyave; X. Ramil y M. Sierra). Efectivamente, como indican diferentes colaboradores (A. Escobar, W. Portocarrero) es necesario vincular los programas de máster y doctorado con las necesidades del entorno. Es más, ofrecer un posgrado comprometido con la responsabilidad social universitaria, como recuerdan A. Lanero y J.L. Vázquez. L. Delgado aporta un interesante conjunto de medidas para mejorar la vinculación universidad-entorno, a partir de una especialización inteligente y de conexión con el territorio. 7. Desarrollo de la conectividad Se debe apostar por la universidad interconectada, coincidiendo con L.F. Abreu y G. de la Cruz. La conectividad entre las universidades es imprescindible para el desarrollo del espacio universitario iberoamericano. Una de las principales formas es mediante el establecimiento de programas de movilidad de estudiantes, de profesores y personal, y apostar por la internacionalización (M. Camino, X. García).
“En el nuevo escenario universitario global tiene sentido un espacio de colaboración universitaria cuyas dos lenguas oficiales están entre las diez primeras del mundo”
Otra es mediante las tecnologías de la información y comunicación para la formación: enseñanza total o parcialmente virtual, formación con formatos diversos, MOOCs, etc. (L. Arias) para la I+D, compartiendo equipos y permitiendo el trabajo on line y, por supuesto, para la gestión. Las relaciones inter-universitarias dependen mucho de las relaciones entre personas, pero hay que institucionalizar dichas relaciones y darle continuidad más allá del contacto personal, para conseguir una verdadera universidad interconectada. V. Goyanes, A. Sánchez y D. Docampo analizan experiencias concretas del uso de las TIC en el posgrado y seleccionan cinco recomendaciones para la mejora de campus digitales en el espacio iberoamericano. 8. Dimensión ética La actividad de la universidad debe estar presidida por la ética en todas sus dimensiones: formación, investigación, compromiso con el entorno y su propia gestión. Se trata de una formación integral (C. Mares), como afirman J.L. Abreu y G. de la Cruz, ciencia y democracia constituyen una mancuerna indisoluble. Ortega y Gasset (1930) incluía entre las misiones de la universidad la de formar auténticos ciudadanos, responsables y comprometidos éticamente con la realidad social que les rodea. El compromiso ético de la universidad debe ser inherente a su sentido y razón de ser responsable, libre y comprometido en todo este nuevo espacio universitario iberoamericano más globalizado, tecnológico y conectado. En definitiva, en el nuevo escenario universitario global tiene sentido un espacio de colaboración universitaria cuyas dos lenguas oficiales están entre las diez primeras del mundo y son habladas por cerca de 800 millones de personas. Según el Instituto Cervantes, el español es la segunda lengua materna del mundo y también los es si se incluye dominio nativo, más competencia limitada, más estudiantes de español. Es la tercera lengua utilizada en la Red, alcanzando el 7,7% de los usuarios de Internet, además de ser la segunda lengua más utilizada en redes sociales (Facebook y Twitter). Aunque la participación en la producción científica ha crecido, en éste ámbito tiene menos peso en el mundo, sin duda algo a mejorar impulsando la producción y comunicación científica de calidad en español. 312
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La universidad puede contribuir de forma decisiva a la disminución de las diferencias existentes en el espacio iberoamericano, mediante la formación, la investigación y la vinculación con el territorio. Para ello, la estrategia del EUI debe centrarse en esos tres pilares con una clara y comprometida vinculación con el desarrollo social y económico con criterios sostenibles. En dichos ámbitos, con financiación pública y privada, se deben impulsar proyectos de intercambio, de cooperación, de investigación o de transferencia, seleccionando de manera competitiva las propuestas con unas condiciones mínimas. Entre tales condiciones debe figurar el premiar la diversidad de países y zonas presentes, que se dediquen a áreas estratégicas para el desarrollo del EUI y que tengan unos mínimos de calidad para contribuir a los resultados como los resumidos en la gráfica 1.
Bibliografía Banco Mundial. http://www.bancomundial.org/es/region/lac) Luque, T. (2015). Horizonte 2031: la Universidad de Granada ante su V Centenario: reflexiones sobre el futuro de la universidad= Horizon 2031: the University of Granada in light of its V Centenary: reflections on the future of the university. Editorial Universidad de Granada. https://issuu.com/ceibiotic.universidaddegranada/docs/horizonte_2031 Ortega y Gasset, J. (1930). Misión de la Universidad. Madrid: Alianza Editorial.
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