RIELES DE UN MANANTIAL
Ya se unieron los rieles de este manantial. Nada brilla. No se oye nada limpio. Silencio y bruma. El cielo por primera vez pierde sus fuerzas. No ha y nada que decir por no tener palabras. Hay que soltar el ancla tras el vuelo de mil luciĂŠrnagas. El mal es ir a tientas, sin saberlo.
CONFLAGRACIÓN
Una sola conflagración quemó el deseo. un abismo de honduras vigorizó el incendio, torpes madrigales cansados de la tarde y sus pétalos vacíos, verdugos del amor apuraron la despedida. A ciegas, ya cansados, no hubo refugios y se perdieron las palabras. ¡Melancolía! ¿Valle estéril de seducciones frías? ¡Ritmo cadencioso del flautista que no existe? Misterio en que vivimos, viento en pugna con la mar. Todos los días se ahogan, tan solo nos dejan respirar.
FANAL INVISIBLE Soledad acongojada en los violentos torbellinos de la idea, bien conocer tú trabajo, que ahuyenta los sueños, cuanto más cava en los remolinos del velorio. Fluye la noche con escasos elementos y los tiempos ajenos, a veces cansados, a veces somnolientos esconden el rostro con fastidio. Corazón vacío, en su silencio nocturno. Fatalidad que llega sola,. a veces despacio, a veces arrepentida en medio de la sombras. Esta noche cenicienta, me parece oscura, con su mar de montes de silencios, bases de un tiempo sumergido, donde las falaces luces son un fanal invisible enarbolado.