MILAGRO EN LA CALLE
MALPICA Con calma y sin prisa, ‘El Pelón’ te regresa a la civilización con su diestro manejo de la tijera y la navaja.
LUIS ENRIQUE RIVAS | COCKTELERA
espacha en Malpica 431, desde ahí a su ritmo, a su manera, profesional y meticuloso José Francisco Barroso Pacheco ‘El Pelón’, sabe lo que hace, pues lo lleva haciendo más de 20 años, 16 de ellos en Coatzacoalcos, a donde regresó a poner su peluquería tras su paso por Orizaba. Austero, pero práctico y efectivo, El Pelón es cordial, hace click de inmediato con sus clientes a quienes ubica y recuerda. Al llegar, ya me espera, no tiene clientes en ese momento pues acaba de abrir la peluquería, me pide sentarme en su silla traída desde Colombia y retapizada con piel en Coatzacoalcos. Dejo mis lentes en la mesa de centro que sirve de revistero, y me pongo en sus manos. Aplica toda su atención al lado izquierdo de mi cabeza.
-Una vez llegó un chavo, me dijo que lo rapara, con navaja y todo. Le pregunté si estaba seguro y me contestó que sí. Lo dejé pelón, a rape -describe aguantándose la risa-, para después enterarme que se peló, por que su novia le dijo que así se le iba a quitar un remolino en el cabello. Cómo va a creer –suelta la risotada- si esas madres son como la huella digital. Va dando forma a mi pelo, mientras platica. -Te marcó la raya –pregunta mirándome a los ojos tras atravesar dos espejos. -Sí –contesto y asiento. El problema es que ahora todo mundo se quiere cortar el pelo igual, -dice El Pelón, con pesar-, y uno tiene que hacer lo que pida el cliente, no lo que te den ganas. Y por eso, por que hace lo que el cliente pide, es que tiene melenas fieles desde hace muchos años. -Me llegan clientes desde Oaxaca, Tabasco, vienen a hacer sus mandados por acá y aprovechan, lo hacen