NUEVO SABOR Y NUEVA LUZ.

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Confederación Mundial de Exalumnos y Exalumnas de Don Bosco

Estatuto de la Confederación Mundial “Nuevo sabor y nueva luz”

Don José Pastor Ramírez Delegado Mundial

Roma, 5 diciembre 2015


Nuevo Estatuto de la Confederación Mundial “Nuevo sabor y nueva luz”

“Vosotros sois la sal de la tierra… y la luz del mundo” (Mt 5, 13-14)

Introducción Respondiendo a un deseo de la “V Asamblea Electiva Estatutaria Mundial”, de la Presidencia Confederal y de la Junta Ejecutiva Mundial de dar a conocer el Estatuto de los Exalumnos, a los Delegados Salesianos, a las Federaciones y a toda la Familia Salesiana, se presenta un breve comentario al Estatuto en dos o tres propuestas. Con tal iniciativa solo se busca favorecer a una mayor profundización y motivación de los asociados, a estudiar, aplicar y observar el Estatuto. El Estatuto (del latín statutum, participio pasado neutro de statuĕre, 'establecer') es el acto normativo fundamental que disciplina la organización y el funcionamiento de un ente público o privado1. El Estatuto es para la Asociación Mundial de los Exalumnos de Don Bosco la “carga magna”. Es el documento que regula y une a los Exalumnos de todo el mundo en torno a criterios y principios comunes. Cada Federación tiene el deber irrenunciable de traducir a su propia realidad el Estatuto de la Confederación Mundial. El Estatuto es para la Asociación Mundial de los Exlaumnos la “carta magna”. Es el documento que regula y une a los Exalumnos en todo el mundo en torno a criterios y principios comunes. Cada Federación tiene la tarea irrenunciable de traducir a la propia realidad el Estatuto de la Confederación Mundial redactando el propio estatuto o reglamento. Este último debe ser aprobado por la Junta Ejecutiva Mundial con una carta, antes de ser promulgado por la Federación. El presente Estatuto Confederal constituye la octava versión en cien años. En este primer comentario analizaremos el texto bíblico que constituye la clave de lectura del Estatuto, sobre todo del primer capítulo y del primer artículo del Estatuto: “Vosotros sois la sal de la tierra… y la luz del mundo”. Se intentará hacer ver qué implica y a qué compromete a los Exalumnos la citada afirmación evangélica. El Rector Mayor, don Ángel Fernández Artime, en la introducción del Estatuto comenta: “habéis introducido un texto bíblico que constituye la clave de lectura de todo el texto del Estatuto: cada Exalumno está llamada a ser “sal de la tierra y luz del mundo”. El Rector Mayor ha intuido muy bien el pensamiento de la “V Asamblea Electiva Estatutaria” cuando ha decidido emplear tal texto. El documento está subdividido en seis partes. Se presenta un breve resumen del origen de la elección del texto bíblico; se parte de la propiedad y el significado simbólico de la sal y la luz en la vida ordinaria; se da una explicación y aplicación del texto a la realidad concreta de los Exalumnos; se 1

L. Pegoraro, A. Rinella, Le fonti nel diritto comparato. Giappichelli, Torino, 2000.

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tiene la convicción que ser sal y luz es una tarea que puede implicar no sólo a los creyentes sino también a los no creyentes y personas de buena voluntad; se subraya que el Exalumnos es sal y luz del amor, la vida, la verdad, la libertad, la solidaridad; se presentan algunos elementos prácticos a modo de conclusión y finalmente la oración de la luz.

1. Origen de la elección Todo comenzó en abril de 2012 con la celebración del Centenario del primer Estatuto de la Confederación Mundial en Turín. El IX sucesor de don Bosco, don Pascual Chávez, entregó la luz a las Federaciones y Confederación de Exalumnos y Exalumnas presentes. Con este gesto el Sucesor de Don Bosco nos indicó que estamos llamados a hacer presente a Jesús, a don Bosco y su Sistema Educativo en nuestras realidades asociativas, sobre todo, en las uniones locales, para encender el entusiasmo, el sentido de pertenencia a la Asociación, a la Familia Salesiana y a la Iglesia. Don Chávez en su mensaje dirigido a los Exalumnos, continúa subrayando: Jesús no sólo nos exhorta a vivir en la luz, si no que nos pide ser luz. Es lo mismo que decía don Bosco a sus Exalumnos: Vosotros seréis la luz que resplandece en medio del mundo, y con vuestro ejemplo enseñaréis a los otros como se debe hacer el bien y detestar y huir del mal2. La “V Asamblea Electiva Estatutaria” ha decidido, por iniciativa de un Delegado salesiano, retomar el texto bíblico e introducirlo en el Estatuto como claves interpretativas de la misión y visión de los Exalumnos en el mundo. Por lo general, cuantas veces Jesús quiere comunicar un mensaje importante, recurre a una parábola o a una comparación, sacada de la vida de cada día. Una parábola es una provocación. Jesús provoca a los oyentes a usar la propia experiencia personal para entender el mensaje que quiere comunicar.

2. La sal y la luz: propiedades y significado simbólico en la vida ordinaria Las dos imagines de la sal y de la luz utilizadas por Jesús son complementarias y ricas de sentido. En la antigüedad, de hecho, sal y luz eran consideradas elementos esenciales de la vida humana. Se presentan a continuación las propiedades y el significado de la sal y la luz para comprender mejor las dos imágenes del evangelio. a) La sal  Propiedades de la sal “Vosotros sois la sal”. Nadie se da cuenta de la sal, pero si falta todos se dan cuenta. Nunca se ha escuchado decir: “¡qué sal tan buena!, pero si “¡qué buena comida! Probad a servirla sin sal… ¿qué hace la sal? Da sabor, conserva los alimentos, quema aquellos que no es sano (heridas, costras). Quitamos la sal de la tierra, y no hay más vida. Quitamos la sal del mar… “Vosotros sois la sal de la tierra”. Vosotros sois la luz del mundo”.  Significado simbólico de la sal La sal de la alianza y de la solidaridad. En el Antiguo Oriente existía un pacto de la sal, sinónimo de alianza inviolable 3 . Los árabes usaban la expresión: “hay sal entre nosotros” para indicar una profunda solidaridad. 2 3

Memoria Biográfica (MB) XVII, 174. Cfr. Num 18,19.

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La sal del amor. “Tened sal en vosotros mismos y estad en paz unos con otros”4. Aún hoy entre los árabes está en vigor esta expresión: “Os amo, como amo la sal”. La sal de la vida. En oriente se frota con sal un bebé recién nacido para darle vigor y vitalidad5 y también para mantener alejados de su existencia los espíritus del mal. La sal de la sabiduría. También nosotros para indicar que una persona priva de inteligencia decimos que es “sosa”. Poner la sal de la inteligencia, de la reflexión en las propias palabras significa convertirse en personas capaces de aconsejar, apoyar, de confortar y guiar a los otros6. La sal de la muerte. El agua salada no quita la sed, la sal vertida sobre una herida, quema, el exceso de sal del Mar Muerto no permite la vida. En Oriente entre los griegos y los romanos cuando se quería considerar muerta para siempre una ciudad conquistada y arrasada, se echaba sal sobre los restos. La sal de la purificación. Las víctimas de sacrificio eran cubiertas de sal para purificarlas. b) La luz  Propriedd de la luz La luz ilumina, calienta, hace crecer todo cuanto existe.  Significado simbólico de la luz Es el primer elemento que Dios desea crear: “Hágase la luz”. Dios mismo es luz: “El es la luz y en el no existen las tinieblas" 7 . La Palabra de Dios es luz: "Su palabra es lámpara que guía nuestros pasos"8. Jesús mismo se proclama la luz verdadera. Èl ha venido a iluminar del mundo y a cada hombre9. Luz fuente de vida: el mundo está inmerso en una perenne oscuridad moriría, así como muere una planta.

3. “vosotros sois” sal y luz Con las dos frases que Jesús dirige a sus discípulos quiere clarificar el rol y la misión que ellos tienen en el mundo. Es lo que desea recordar Don Bosco a los Exalumnos: la misión consiste en ser sal y ser luz del mundo. Vosotros sois la sal de la tierra; vosotros sois la luz del mundo. Así dice Jesús a sus discípulos y así repite también a los Exalumnos, sus discípulos de hoy. ¿En qué sentido los discípulos de Jesús son sal y luz? ¿Deben brillar por inteligencia, cultura, riqueza, popularidad? No, Jesús habla de otra luz. El Exalumno se convierte en “sal de la tierra y luz del mundo” en la medida en que pone en práctica: “Parte tu pan con el hambriento, acoge en tu casa al pobre, sin hogar, viste a quien está desnudo…Entonces tu luz surgirá como la aurora”.

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Mc 9,50. Cfr. Ez 16,4. 6 Cfr. Col 4,6. 7 1Jn 1,5. 8 Sal 109,105. 9 Jn 1,5; 8,12. 5

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Es interesante que en el texto no se dice: vosotros debéis ser, esforzaos para convertiros, sino vosotros ya sois luz. La luz no es un deber sino un fruto natural. Así que somos sal y luz. Lo que se deberá hacer es dejar que tal realidad se exprese en todas las manifestaciones de nuestra vida. No se puede olvidar que el amor y la luz van juntos. No se tiene luz si no se está en el amor: "Quien ama a su hermano, habita en la luz", dice San Juan 10 y si estamos en la luz, esta ilumina principalmente la necesidad del hermano tanto en la Asociación como fuera de ella. Por otra parte la expresión “vosotros sois” es una invitación fuerte que insta a manifestar la propia identidad a través de obras luminosas, “así resplandezca vuestra luz delante de los hombres”, es vital, “vosotros sois la sal de la tierra”. Esta afirmación eleva el rol de los Exalumnos llamados por la educación recibida a convertirse en presencia esencial en la historia humana. Aún hoy el término sal recuerda el valor de la retribución, el salario, releído como signo de justicia y como promoción de la dignidad. Los Exalumnos han de ser arquitectos y promotores de la justicia y la dignidad humana. Hay sin embargo, una cualidad indispensable de la sal sin la cual resulta inútil o contraproducente: debe desaparecer. Si no se amalgama con los alimentos, si no se funde, no cumple su función. Metáfora aparte resulta una invitación clara para que los Exalumnos contribuyan a la manifestación y encarnación de Cristo en la historia para que aparezca como salvación y liberación. Cuanto más sube el sol, más deja nuestra luz espacio a Él, capaz de iluminar a cuantos yacen en tinieblas. Tanto más la fe da sabor a los eventos de la historia, más significativa resulta nuestra presencia en el mundo. Para alcanzar tal objetivo es vital combatir la autoreferencialidad. Es sustancial deshacerse de las riquezas mundanas y enriquecerse de compartir, de solidaridad, de comunión y de donación, de gestos significativos y de presencia fecunda. La sal no existe per se, sino para dar sabor a los alimentos. La luz no existe per se, sino para iluminar el camino. Nosotros, nuestra Unión local, nuestra Federación, no existe para nosotros mismos, sino para los demás y para Dios. Jesús indica cuál es la identidad, la misión y la razón de ser de la Asociación de Exalumnos de Don Bosco: ¡ser sal! Un alumno que decide pertenecer libremente a la Asociación necesita ser consciente que es una llamada a ser “sal de la tierra y luz del mundo”. A luchar contra cualquier tipo de miedo y mostrar el bien que hace. Para eliminar cualquier síntoma de miedo paralizante emite públicamente delante de sus amigos y familiares la Oración-Promesa del Exalumno11. Por tanto, ser Exalumno no significa entrar en un club para disfrutar de ciertos derechos, honores o beneficios. No ha constituirse en un ser un hobby, o en una cuestión ocasional, el pasatiempo del encuentro de la Unión Local. Es algo connatural, algo tan lógico como la luz que ilumina o la sal que condimenta. Como es propio de la luz iluminar, como es natural que la sal conserve y condimente, Jesús, Don Bosco, la Asociación, la Familia Salesiana, la Iglesia y la Sociedad exigen al Exalumno el compromiso porque ha sido marcado por “la educación recibida”. Ciertamente esa propuesta cada uno la puede aceptar o rechazar libremente. Pero “¡Ay de mí, si no predico el evangelio”!12. Es un deber confiado a ti: serás desleal y infiel respecto al encargo recibido, contravendrás una orden clara y expresa. El Exalumno debe al mundo su ser luz y sal. En la vida del Exalumno no hay espacio para los lamentos, las amarguras, para el desear o soñar tiempos pasados porque es luz y sal. 10

1Jn 2,10. Estatuto de la Confederación Mundial de Exalumnos y Exalumnas de Don Bosco 2015, art. 5, b. 12 1Cor 9,16. 11

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¡Exalumnos, que nada os baste si está por debajo de los más altos ideales! No os dejéis desanimar por aquellos que, desilusionados de la vida, se han convertido en sordos a los deseos más profundos y auténticos de su corazón. Si conserváis los grandes anhelos, sabréis evitar la mediocridad y el conformismo, tan difundidos en nuestra sociedad. Porque sois sal y luz. ¡Que el Evangelio sea el gran criterio que guíe las opciones y orientaciones de vuestra vida! Profundizad el estudio de la Palabra de Dios y dejad que esta ilumine vuestra mente y vuestro corazón. Sacad fuerza de la gracia sacramental de la Reconciliación y de la Eucaristía13.

4. Ser sal y luz tarea para creyentes, no creyentes y agnósticos Ser sal y luz es una tarea no solo para creyentes sino para los no creyentes, los agnósticos y para los hombres y mujeres de buena voluntad. Cuando cada persona es fiel a las llamadas más genuinas de la propia conciencia, de la ley natural no puede ser si no sal y luz. Estamos hablando de valores. Estos constituyen un ámbito que favorece un diálogo respetuoso y comunión valorizando las propias opciones. A esto se refiere el Estatuto de la Confederación en su artículo 3, c: “El Exalumno de otras religiones participa de los ideales de Don Bosco, comparte los valores educativos, culturales, espirituales y sociales de su Sistema Educativo y los reconoce como patrimonio común de la familia humana. Se hace transmisor de estos valores en sus ambientes de vida y de trabajo, y los sostiene también con lo que le sugiere su religión y cultura”. Hay más necesidad de luz que nunca, en un mundo parece que el hombre esté perdiendo cada vez más, no sólo el fuego de la fe, sino también el de la razón; y si hay una cosa que da miedo ¡son las tinieblas! Ser luz y ser sal significa ser elementos esenciales para la vida, significa dar sentido y esperanza, ayudar a las personas a responder a las grandes preguntas que todos nos hacemos: ¿cuál es el sentido de la vida? ¿hacia dónde va el mundo? La luminosidad del creyente y de los hombres y mujeres de buena voluntad se manifiesta concretamente en obras de justicia y de solidaridad; se explicita en las opciones hechas a favor de la vida, la libertad y la verdad; del cuidado de la casa común, del cosmos.

5. Compromiso de ser sal y luz Exalumnos sed la sal de la tierra, sed la sal del amor, sed la sal de la vida, sed la sal de la verdad, sed la sal de la libertad, sed la sal de la solidaridad. Por tanto sed: a) La sal y la luz del amor Según el Evangelio amar quiere decir observar los mandamientos. Jesús nos insiste, “si me amáis observad mis mandatos”. En el Antiguo Testamento el amor es observancia de la ley. Los santos han entendido bien lo que pide la Palabra de Dios. San Agustín decía, “ama y haz lo que quieras”14. Por tanto una persona que ama no puede hacer nada contrario al amor. Erich Fromm sostiene que “si amáis sin suscitar amor, valga decir, si vuestro amor no produce amor, si a través de la expresión de vida de persona amante vosotros no os convertís en persona amada, entonces vuestro amor es 13 14

Mensaje del Papa Juan Pablo II en ocasión de la XVII jornada mundial de la juventud, Toronto, 18-28 julio 2012. Si callas, callarás con amor, /si gritas, gritarás con amor, / si corriges, corregirás con amor, / si perdonas, perdonarás con amor. Si está dentro de ti / la raíz del amor, / ninguna otra cosa sino el bien / podrá salir de tal raíz.

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impotente, desafortunado”. Para la Familia Salesiana, para los Exalumnos el amor se convierte en “amorevolezza” es decir “amor demostrado”, amor afectivo y efectivo, demostrado con hecho, perceptible y “percibido”. El amor es por tanto la forma más alta y más noble de relación entre los seres humanos. El amor deberá animar cada sector de la vida humana, extendiéndose al orden nacional e internacional. Cuando un miembro de la Familia Salesiana, un Exalumno vive este “amor demostrado” es sal y luz. Es este el modo que Don Bosco nos ha enseñado de “apacentar las ovejas”. b) La sal y la luz de la vida Cada persona desea vivir la vida en su plenitud. La vida no es una mera subsistencia, o calidad de vida puramente material; la vida es sentido, la vida es seguridad, la vida es esperanza, la vida es anticipo y posesión del destino divino y eterno que es la única garantía de vencer la muerte y alcanza la plenitud y felicitad total. Por esto san Pablo decía: ¡Cristo, vida nuestra! La fe no es otra cosa que vida; la fe es el único modo serio y pleno de concebir y realizar la vida. Una vez más se confirma con fuerza que el único humanismo posible y razonable es el cristiano. O cristiano, o menos que hombre. Si citásemos todos los treinta y seis pasajes en los que habla Jesús habla de “Vida” en el Evangelio llegaremos a decir que es una “Vida donada”, que sin él es imposible tener la Vida, la vida eterna. Por tanto la “vida donada” permite a los Exalumnos ser sal y luz. c) La sal y la luz de la verdad La verdad es la exigencia más profunda del espíritu humano. El hombre está siempre en búsqueda de la verdad: verdad parcial en la ciencia, verdad espiritual en la cultural, verdad de sentido en la religión. Se descubre siempre más como un pequeño punto de una pantalla más grande, fragmento de un misterio. Por esto está en búsqueda de Dios. Hasta que no lo encuentra, el hombre vive inseguro, angustiado de su precariedad y de su fin. Jesús en el evangelio nos ayuda a comprender que es la verdad: “yo soy el camino, la verdad y la vida” 15 . Jesús dice ”Yo soy”, por tanto reivindica la condición divina, “El camino”, es decir un camino hacia cualquier cosa y este camino es hacia “la verdad”. Jesús no afirma de poseer la verdad, Jesús no dice: “Yo tengo la verdad”, sino “Yo soy la verdad”. Y no pide a sus discípulos de tener la verdad, sino que sean la verdad. La diferencia es grande. Quien tiene la verdad, por el mismo hecho de poseerla, se cree capaz de juzgar, y condenar a quien no piensa como él. Estar en la verdad significa estar insertos en el mismo dinamismo del amor de Dios que ve el bien en el hombre como valor absoluto. Ser la verdad significa no separarse de nadie, sino estar al lado de todos como un planteamiento de amor que se transforma en servicio: amor demostrado, es decir, sal y luz. “El hombre busca naturalmente la verdad. Está obligado a honrarla y atestiguarla: “Todos los hombres, conforme a su dignidad, por ser personas [...], se ven impulsados, por su misma naturaleza, a buscar la verdad y, además, tienen la obligación moral de hacerlo, sobre todo con respecto a la verdad religiosa”16. La verdad de Jesús es fuente de unidad y libertad. d) La sal y la luz de la libertad Nuestra civilización occidental nos ha hecho convivir con la idea de que la libertad como capacidad de autodeterminación, que significa que nadie puede decidir por mí, que ninguna fuerza personal o impersonal, ningún sugestión, ninguna fascinación, ninguna seducción me impiden decidir lo que quiero hacer racionalmente. Justamente custodiamos con celo esta prerrogativa de autodeterminación, pero en este concepto de libertad existen riesgos. Jesús ofrece una respuesta al 15 16

Jn 14,6. Catecismo de la Iglesia Católica, 2467.

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modelo de libertad occidental. La libertad de Jesús es una libertad delante de Dios, no es la libertad absoluta, el sueño de una libertad que tiene frente a sí un horizonte vació y por tanto puede desencadenarse de manera salvaje. Jesús ejercita su elección delante del Padre y esto la convierte en perfecta. Una libertad delante de Dio escoge las cosas que Dios escoge, es decir, se convierte en una libertad llena de responsabilidad. Jesús es el hombre de la justa elección, de la libertad total. El derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad de la persona humana”17. e) La sal y la luz de la solidaridad, La finalidad inmediata de la doctrina social de la Iglesia es aquella de proponer los principios y valores que pueden una sociedad digna del hombre. Entre estos principios, está el de la solidaridad que de alguna manera engloba a todos los demás: esto constituye “uno de los principios básicos de la concepción cristiana de la organización social y política”18. Tal principio viene iluminado por el primado de la caridad “que es el signo distintivo de los discípulos de Cristo”19. Jesús “nos enseña que la ley fundamental de la perfección humana, y por tanto de la transformación del mundo, es el nuevo mandamiento de la caridad 20. El comportamiento de la persona es plenamente humano cuando nace del amor, manifiesta el amor y está dirigido hacia el amor. Esta verdad vale también para el ámbito social: es necesario que los cristianos sean testigos profundamente convencidos y sepan mostrar, con su vida, como el amor es la única fuerza que puede guiar hacia la perfección personal y social y mover la historia hacia el bien. Este amor puede llamarse “caridad social” o caridad política”21 y debe ser el mismo para todo el género humano22. Solo la caridad puede cambiar completamente al hombre23. La solidaridad es uno de los valores constitutivos de la identidad y la misión de los Exalumnos. En el amplio campo de la solidaridad son sal y luz.

6. Conclusión El Exalumno expresa su ser “sal de la tierra y luz del mundo” cuando: a) Asociación        

se siente orgulloso de ser Exalumno de Don Bosco; vive la pertenencia y el compromiso como asociado; vive la identidad y misión en la Asociación; participa en los encuentros de la Asociación; hace crecer la Asociación invitando a nuevos miembros; cumple sus deberes y tareas como miembro de la Asociación; considera la formación como un eje básico en su vida; se implica en la animación de la Asociación;

b) Familia Salesiana    

construye comunión en la Familia Salesiana y con sus grupos; cultiva buenas relaciones con los salesianos de Don Bosco; promueve las vocaciones a los grupos de la Familia Salesiana y en la Iglesia; se implica en la comunidad educativo pastoral;

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Catecismo de la Iglesia Católica, 1738. Carta Encíclica Centesimus Annus, 10: Acta Apostolicae Sedis 83(1991) 905-806. 19 Cfr. Jn 13,35. 20 Constitución Pastoral Gaudium et Spes, 38. 21 Acta Apostolicae Sedis 52 (1961) 410). 22 Decreto Apostolicam Actuositatem, 8. 23 Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte 49-51. 18

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participa y anima proyectos educativos, evangelizadores y sanitarios; se preocupa de los Exalumnos sin trabajo y en dificultad; es un arquitecto de comunión; posee un fuerte sentido de pertenencia a su familia;

c) Iglesia          

es “buen cristiano”; estudia, medita y vive la Palabra de Dios; estudia y aplica la doctrina social de la Iglesia; ama a la Iglesia y sus pastores; se compromete con la familia hace suya la Oración-Promesa del Exalumno; cultiva su vida interior se decide por la vida teniendo en cuenta siempre comportamientos colaborativos presta una especial atención a los más débiles y necesitados de la sociedad; es un cristiano competente y honesto en el ejercicio de su profesión;

d) Sociedad           

es un “honrado ciudadano”; valora la educación recibida; vive y defiende los valores del Sistema Preventivo; desarrolla su misión con competencia profesional, con conciencia moral y compromiso social; se implica en la construcción de un mundo más habitable, cuida la casa común, el cosmos; asume la responsabilidad de su vida sin lamentarse; usa las redes sociales responsablemente; es optimista y está dispuesto a afrontar la vida con optimismo; acepta y defiende la multiculturalidad; actúa en el mundo con integridad, honestidad, caridad y amabilidad.

Exalumnos, las ciudades se construyen sobre montes; las lámparas se ponen en el candelero. Por tanto es necesario darse a conocer, distinguirse por las cosas bien hecha para poder iluminar con el testimonio personal, con las decisiones tomadas. “Queridos exalumnos, haced que la gente, preguntando quién sois, pueda escuchar la respuesta estupefacta, es un hijo de Don Bosco”24.

Oración sal y luz Señor Jesús, Amigo y Maestro, tu nos dices a nosotros, Exalumnos de Don Bosco, “Vosotros sois la sal…vosotros sois la luz…”. Lo dices a cada uno de nosotros que tenemos limites, dudas, fragilidades, pero que, gracias al don de tu misericordia, nos hace más sencillos y sinceros! Tú conoces lo profundo de nuestro corazón, Sabes que necesitamos Tu luz, el sabor fuerte de Tu Evangelio 24

Haz que seamos SAL que da sabor, aunque sea en pequeñas dosis, a todo aquello que somos y hacemos. Haz que seamos LUZ, haznos luminosos para poder dar luz y vencer las tinieblas del engaños y la división. Jesús, Amigo y Maestro, guía el camino de los Exalumnos de todo el mundo con tu Palabra y tu Espíritu de amor. Amen

MB VIII, p. 166.

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