Mis queridos amigos: Les envío esta carta de verano, distinta al informe mensual habitual que la Presidencia envía periódicamente. Me gustaría destacar la esencia de nuestro trabajo y compartir con ustedes algunas pautas de reflexión para este verano. Yo diría: Regresemos a la base. ¿Cuál es la finalidad de nuestra vida? ¿Cuál es nuestro principal objetivo? ¿Para qué vivimos? ¿Qué significa ser un antiguo alumno de Don Bosco? Estamos llamados a ser "la sal de la tierra y la luz del mundo". Pero, ¿qué significa esto? Significa AYUDAR. Ayudar a los antiguos alumnos, a la Familia Salesiana y a la sociedad en la que vivimos. Nos sentimos bendecidos por los regalos y talentos que hemos recibido. Nuestra vocación es desarrollarlos y ponerlos al SERVICIO de otros. Esto significa que tenemos que preguntarnos qué hacemos en nuestras vidas, y aprovechar el tiempo que pasamos en la tierra al servicio de los demás, es decir, de los antiguos alumnos, de los Salesianos, de la Familia Salesiana y de los jóvenes necesitados. Para ser más específicos, preguntémonos: ¿cómo puedo mejorar, con mi talento y con lo que aprendí de los Salesianos, el mundo en el que vivo? ¿Cuáles son las necesidades de mi comunidad local? ¿Cuáles son las necesidades de mis antiguos compañeros de escuela? Aquí me refiero a las necesidades que puedo identificar cuando visito el oratorio, cuando me encuentro con el Salesiano con quien voy a confesarme, o con la hermana FMA con quien me reúno en la iglesia. ¿Domino idiomas? ¿Puedo ayudar a traducir? ¿Canto bien? ¿Puedo participar en el coro de la iglesia? ¿Soy bueno en contabilidad? ¿Puedo ayudar a la comunidad salesiana con la contabilidad? ¿Soy un buen mecánico? ¿Puedo ayudar en el mantenimiento de los vehículos de la comunidad salesiana? ¿Cuáles de mis aptitudes pueden servir para el bien de mi comunidad, mi familia, mi unión local de antiguos alumnos? ¡Ustedes, los presidentes y delegados locales, regionales, nacionales e internacionales, lideran a sus miembros, antiguos alumnos, a esta dirección! Investiguen quiénes son los antiguos alumnos de su zona y creen un grupo/fuerza en el que juntos puedan cumplir los objetivos de ser agradecidos y serviciales. Recuerden, esta es nuestra vocación. Nosotros, como Confederación Mundial, ofrecemos algunas herramientas para ayudarles en este esfuerzo. •
Nuestras estructuras pueden ayudarles a implementar este trabajo.
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Vuestros planes estratégicos/de desarrollo local pueden ayudarles a llevar a cabo su visión y a ser fuente de inspiración para otros antiguos alumnos. Recen la plegaria de la promesa del antiguo alumno cada día para recordar nuestra vocación. Utilicen las herramientas disponibles en la red, página web, Facebook, WhatsApp,... para establecer redes con otros. Únanse y ayuden a crear nuestra base de datos con un gran potencial. Reúnanse periódicamente para no estar solos en los retos de este mundo.
Estoy seguro de que es lo que Don Bosco nos pediría hoy. Ser "ciudadanos honestos y buenos cristianos/creyentes". Él nos enseñó a ser así. Convirtamos sus sueños en una acción real. Un afectuoso saludo. Michal Hort Presidente de la Confederación Mundial