La imagen como analogía

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El problema del iconismo


Revisión de las Funciones

Simbólica Epistémica Estética







La imagen como analogía  Una primera aproximación tiene que ver

con la noción de que existiría una relación directa entre el mundo conocido y la imagen que lo evoca.  Es una definición muy cercana a la definición de ícono: “signo que se refiere a un objeto que denota meramente en virtud de caracteres que le son propios”.


El problema de la analogía en la imagen  Trabajar sobre el problema de la

analogía es operar con la noción de convención.  La semántica nos puede ayudar a abordar este problema con sus nociones de semas.  Es necesario hacer adaptaciones para operar con las imágenes.


Los problemas de la analogía  Hay dos nociones que son claves a la

hora de entender estos procesos.  La imagen como reflejo de la realidad.  La imagen como construcción de la realidad.  Ambas remiten a tradiciones filosóficas y estéticas diferentes.


El problema del signo icónico  Un tipo de signo altamente recurrente en la

cultura es el icónico. Para elaborar un signo icónico se necesitan algunas condiciones:  a) hace falta que la cultura defina objetos reconocibles, basándose en algunas características destacadas, o rasgos de reconocimiento; no existe signo icónico de un objeto ignorado; antes es preciso que la cultura defina una cebra como cuadrúpedo, parecido a un asno, con la piel a rayas negras; sólo después de esto se puede hacer un dibujo reconocible de una cebra;


 b)

es preciso que una segunda convención (de tipo gráfico) establezca que a ciertos artificios gráficos les corresponden algunas de estas propiedades y que ciertos rasgos de reconocimiento del objeto se han de reproducir absolutamente para poder reconocer el propio objeto (puedo no reproducir la cola o los flancos de la cebra, pero he de reproducir las rayas);


 c) es preciso, por fin, que la convención

establezca las modalidades de producción de la correspondencia perceptible entre rasgos de reconocimiento y rasgos gráficos. Si un niño decide representar un caballo mediante una escoba sobre la que cabalga, decide solamente producir dos rasgos de reconocimiento del caballo, uno espacial (dimensionalidad) y otro funcional (cabalgabilidad).


 Si dibujo un vaso, según las leyes de la

perspectiva, establezco modalidades renacentistas y perspectivistas para proyectar algunos rasgos pertinentes del perfil del objeto sobre algunos puntos de la superficie de una hoja, estableciendo la convención de que las variaciones de profundidad tridimensional se reduzcan a variaciones de distancia bidimensionales y a variaciones de magnitud y de intensidad de los diferentes puntos o rasgos gráficos.


 El centro de este problema está en la noción

de icono Si existen signos que mantienen una relación de similitud con las cosas, en la mecánica semiótica se inserta un principio de parentesco del que, llevado a sus extremos, surgirá una teoría de la motivación profunda de los signos y relegará los signos arbitrarios (que en general se consideran los signos por excelencia) al rango de entidades no definidas suficientemente en su motivación profunda originaria.


 Es lo que sucede actualmente a los que

recogen literalmente una definición de Peirce, según la cual el icono es «un signo que se refiere al objeto que denota, sólo en virtud de sus caracteres propios, que posee del mismo modo, tanto si el objeto existe como si no existe».


 La interpretación más natural es que el ejemplo

de un icono es un dibujo que acerca un animal, y que lo acerca incluso en el caso de que el animal no exista, de la misma manera que existen iconos verosímiles y auténticos del dragón y del unicornio; pero Peirce dice que también son iconos los diagramas y las metáforas, los primeros porque reproducen relaciones «no por su semejanza sensible con el objeto sino por la analogía con las relaciones entre sus partes», y los segundos porque «representan el carácter representativo de un representamen, representando el paralelismo con alguna otra cosa» .


 Peirce llega a decir que un icono sólo

existe en la conciencia, aunque por comodidad se extiende el nombre de icono a objetos exteriores que producen un icono en la conciencia. Por ello, llamar icono a una fotografía es una pura metáfora: el icono es la imagen mental que suscita aquella fotografía (Peirce dice incluso que una fotografía es un índice que atrae nuestra atención sobre el fragmento de realidad que reproduce icónicamente...).


 Una primera conclusión sería que los

signos icónicos no poseen las propiedades del objeto representado sino que reproducen algunas condiciones de percepción común, basándose en códigos perceptivos normales y seleccionando los estímulo –con exclusión de otrospermiten construir una estructura perceptiva que –fundada en códigos de experiencia adquirida- tenga el mismo significado de la experiencia.


Las modalizaciones de la percepción  De esta manera, se podría sostener

que, una de las características de la percepción de las imágenes es que funcionan como un modo de disciplinar la mirada y se transforman en mecanismos modelizadores de las miradas.



La lecci贸n de anatom铆a de Rembrandt







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