Escuela de Familia Primaria SESIÓN II
TU HIJO… EDUCACIÓN EN VIRTUDES
Cuando pensamos en la adolescencia de nuestros hijos, siempre surge un sen5miento de temor, rechazo o esperanza de que esa etapa nunca llegue. Nos da miedo no saber cómo convivir, educar, guiar a unos seres que por momentos nos cuesta trabajo reconocer como nuestros hijos.
Muchos de estos miedos se deben también a que recordamos cómo nos comportábamos cuando éramos adolescentes; las travesuras que hicimos, las experiencias que vivimos, la relación que llevábamos con nuestros padres, etc.
Describe la mejor experiencia que recuerdes de cuando tenías 12 años: ¿Cómo te sen5ste después? ¿Qué te dijeron tus padres? ¿Qué pensarías si tus hijos vivieran la misma experiencia, cómo reaccionarías?
Actividad # 2
Recordar cómo eran nuestras reacciones, qué pensábamos en situaciones similares o qué senLamos cuando nos decían algo parecido es muy ú5l para entender a nuestros hijos y con la experiencia, adquirida por los años, guiarlos por el buen camino.
Los cambios que empezamos a ver en chicos y chicas de esta edad, no es algo nega5vo o un error en la educación que como padres les han dado a sus hijos, sino que son caracterís5cas propias de la edad.
Caracterís5cas del chico de 10 a 12 años
• Inquieto, inves5gador. • Le gusta explorar, descubrir, entrometerse. • Vida emocional de cambios frecuentes. • Busca el protagonismo. • Travieso, incansable. • Le gusta estar con gente. • Prefiere contradecir a responder.
• Menor admiración hacia los adultos, más sen5do crí5co. • Le gusta discu5r, insultar, contestar de forma grosera. • Acostumbra decir la verdad. • 10 – 11 años no hay interés por el sexo opuesto. • A los 12 aproximadamente le empiezan a interesar.
• En grupo puede hacer cosas, que sólo no haría. • Toma algunas decisiones – experimenta la libertad responsable.
• Manifestaciones de la adolescencia: no le gusta que lo vean con su mamá, quiere estar más 5empo con sus amigos, etc.
Caracterís5cas de la chica de 10 a 12 años Empieza el crecimiento fisiológico. Le preocupa mucho su aspecto [sico. Es afectuosa, demuestra cariño. Le interesa saber que opinan de ella los demás. • Le gusta hablar de sus cosas en secreto. • • • •
• Puede llegar a ser muy mo5vable por una persona que ella admire, una maestra, una amiga. • A par5r de los 10 años, el grupo de amigas ejercerá gran influencia. • Desde los 10 – 11 años, le empieza a gustar un muchacho concreto.
• Le gusta sen5rse protagonista, hacerse notar a los demás. • Observadora crí5ca de los adultos. • Es simpá5ca, alegre, generosa. • Mayor capacidad de aprendizaje y adiestramiento.
• Es entusiasta, le gusta deba5r. • A par5r de los 12 se vuelve más callada, se dedica a pensar y soñar • Es más reflexiva.
Ante estos cambios… confianza mutua • La confianza se trabaja con 5empo. • Debe estar basada en el respeto, amor y diálogo
Para poder llevar a cabo una buena educación, es importante que conozcas a tu hijo – hija No sólo en defectos, también en virtudes.
Actividad # 3
CONSEJOS QUE AYUDAN A LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS • Comprometerse con la educación de los hijos: 5empo, paciencia. • Poner el ejemplo y actuar congruentemente. • Conocer a tu hijo y ayudarle a que se conozca. • Escuchar a tu hijo, pla5car de sus temas. • Ganarse la confianza de los hijos.
• Hacer planes de acción concretos: te ayudan a reflexionar de que modo puedes ayudar a tu hijo a superar sus defectos más notables. • Reconoce las cualidades y defectos de tu hijo. • Pla5ca con tu hijo de forma cordial. • Decirle lo contento que estás por todo lo bueno que 5ene y hace. Dar ejemplos. • Decirle que también hay algunos defectos o ac5tudes que hay que quitar. Dar ejemplos. • Como no se puede hacer todo a la vez, se le debe preguntar por dónde quiere empezar. • Entre padres e hijo – hija, se ponen estrategias concretas para vencer el primer punto débil. • Se hacen observaciones diarias de forma cordial sobre lo que ha hecho o dejado de hacer tu hijo. • Se requiere 5empo y esfuerzo por parte de todos.
Se puede decir que estamos casi en la úl3ma etapa en la que aún es fácil para los papás forjar una relación profunda de confianza con sus hijos e hijas, lo cual es muy importante para poder inculcarles ideas sanas, criterios sensatos y valores adecuados.