Folleto Exposicion Pintura "Ciudades Imaginarias"

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Green es la ciudad de la vegetación donde todo germina, crece, fructifica. La casa de Santiago Tepetlapa está llena de árboles y plantas. Juanito el ficus, esposo celoso, amante apasionado, protege paredes y ventanas con su abraso. De los tallos del jaboticabo brotan frutos negros y azahares cubren el suelo. Sin palabras, las plantas y los árboles conversan entre ellos, su plática transcurre en la tierra y en el aire. Su voz es perceptible cuando guardamos silencio. Ciudad Green

Close up Ciudad Tierra Técnica mixta sobre tela 112 x 92 cm. 2008 Ciudad Tierra Técnica mixta sobre madera 80 x 160 cm. 2009 Close up Ciudad Desierto Técnica mixta sobre tela 112 x 92 cm. 2007

Close up Ciudad Viñedo Técnica mixta sobre madera 80 x 100 cm. 2010 Ciudad Viñedo Técnica mixta sobre madera 80 x 10 cm. 2009 Ciudad Green Técnica mixta sobre madera 80 x 160 cm. 2009

Ciudad Rondana Técnica mixta sobre madera 80 x 1.60 cm. 2009

Ciudad Agua Técnica mixta sobre madera 80 x 160 cm. 2008

Close up Ciudad Green I Técnica mixta sobre tela 112 x 92 cm. 2008

Close up Ciudad Rondana Técnica mixta sobre tela 100 x 80 cm. 2010

Close up Ciudad Green II Técnica mixta sobre madera 75 x 60 cm. 2008

Ciudad Cangrejo Técnica mixta sobre madera 80 x 160 cm. 2009

Close up Ciudad Green III Técnica mixta sobre madera 75 x 150 cm. 2008

Close up Ciudad Cangrejo Técnica mixta sobre madera 80 x 100 cm. 2010

Ciudad Desierto Técnica mixta sobre madera 80 x 160 cm. 2009

Patricia Murillo

Ciudad Imaginarias Matías Carbajal Coordinación General Del 17 de junio al 10 de julio, 2010

Close up Ciudad Green IV Técnica mixta sobre madera 120 x 120 cm. 2009

Close up Ciudad Agua Técnica mixta sobre tela 112 x.92 cm. 2007

Grupo Musical Movimiento Voz: Itzel Rodriguez, Guitarra: Héctor Fierro Guitarra: Francisco Bringas Bajo: Jasiel Hernández Fotografía Christian Albrecht Diseño Patricia Sandoval Curaduría Carlos Villanueva

CRÉDITOS

CATALOGO DE OBRA Había Marco oído que cuando el Gran Khan enviaba embajadores por las diversas partes del mundo, y éstos no sabían, a su vuelta, hablarle más que de la misión para la cual habían sido designados, él los trataba de necios e ignorantes. Le agradaba más que le hablasen de las costumbres y particularidades de las cortes extranjeras que de lo referente al pretexto que escogía para enseñarles. (...) Y [Marco Polo] lo hizo con tal sagacidad y soltura que el Gran Khan quedó maravillado. Marco Polo El Millón o Libro de las Maravillas

Años después de su regreso de oriente, Marco Polo hizo un relato de las innumerables ciudades que conoció, los pueblos con los que entró en contacto, las maravillas que vio. A pesar de que algunos escépticos han cuestionado la posibilidad de este viaje y proponen que la imaginación del veneciano inventó en buena medida lo que no pudo haber visto, su narración ha inspirado en muchas personas no sólo el deseo de viajar y explorar, sino una manera de conocer realidades través de la vivencia de otro.

Tal y cómo nos dice en su libro, Marco se encargaba de describir y así, recrear para el Gran Khan, quien no se alejaba de su palacio, aquellos lugares donde era enviado. Así el veneciano construye –que tal cosa es un relato- lo visto. Patricia Murillo en su pintura nos ofrece un proceso similar. Patricia sostiene una doble vida. De lunes a viernes es como el veneciano Polo –con una actividad profesional en la ciudad de México-, sin embargo al llegar el fin de semana, a la manera de Marco, se embarca en lejanas exploraciones interiores, siendo su pintura el resultado de estos trayectos. Y cuando se habla de viajes no es en sentido metafórico. Patricia se traslada a otra realidad, su casa en Santiago Tepetlapa se convierte en el puerto de embarque. Cuando te acercas a la región de Tepoztlán, mientras bajas por la carretera, el clima y la vegetación van cambiando. Después de cruzar por un camino empedrado te encuentras ante la puerta de la casa de Patricia. Adentro, eres transportado a un tiempo distinto del tránsito de la ciudad, las juntas de trabajo, el carrereo permanente; los ritmos son marcados por una serie de árboles que a la manera de niños, tienen nombres cariñosos –Juanito, Diego, Ber, el Conde, Machelita- que con sus ciclos vitales van marcando las estaciones. Ahí es donde Patricia pinta desde hace varios años. No es casual que sus cuadros nos remitan a otros mundos, ya que están concebidos desde esa otra realidad que ella ha construido para sí misma, pero a la cual nos invita a penetrar a través de lo que plasma en sus lienzos.

Ciudad Agua

La vida brota del agua, todo se lo debemos al agua y Ciudad Agua surge de la superficie primigenia como lo indican diversos mitos de origen. Ahí todo fluye y la humedad permanente –bendición y maldición simultáneas- penetra no solo en los objetos, caminos, casas, habitaciones, sino también en las relaciones.

Ciudad Cangrejo

Guerrero tozudo, el cangrejo carga con casa y armadura. ¿Realmente camina hacia atrás, tal y cómo dice la conseja popular? Los movimientos nerviosos del crustáceo, su color rojizo, su carácter nervioso se hacen presentes en los habitantes de Ciudad Cangrejo.

El agua todo lo purifica, tanto en el exterior como en los aspectos internos. ¿Visitar Ciudad Agua nos podría hacer mejores?

Patricia –Marco ha viajado por diversas regiones en su vida de pintora. Lo mismo se ha internado en los meandros del espíritu de la mano de tradiciones milenarias, visitado circos de fabulosas reminiscencias, recorrido las calles de Tokio o atravesado las sabanas del Serengueti.


Se dice que para que un hombre germine hay que plantarlo a la tierra. Patricia conoce esto; su asidero es el suelo donde se asienta su casa. En Ciudad Tierra la gente puede comer el sustrato de las paredes, desprendiendo sus sucesivas capas. Se han formado a lo largo del tiempo con los recuerdos solidificados de cada uno de ellos.

Ciudad Tierra

En Ciudad Viñedo los zarcillos se enrollan alegremente sobre cualquier estructura, los racimos cuelgan de techos y cornisas y el suelo está cubierto de hojas secas. Ahí los días están marcados por la alegría de la vendimia, el placer del vino compartido entre amigos, a calor del sol embasado en una botella. Ciudad Viñedo

Close up Ciudad Viñedo Close up Ciudad Tierra

Posiblemente, por la referencia a los orígenes de la autora, Ciudad Desierto nos trae el aroma seco de los espacios abiertos del norte. El tradicional carácter franco y abierto de sus habitantes ha sido heredado por Patricia y está presente en la forma de recibir en su casa. De la misma manera esta ciudad se abre al viento cálido, las noches frescas y los cielos estrellados.

Si en el origen del desierto interviene el viento, Ciudad Desierto está cruzada por ventiscas que barren sus calles, nublan la vista y se llevan los malos pensamientos.

Ciudad Desierto

Círculo de metal, ojos grises que nos interrogan de manera muda, la rondana guarda en su superficie una historia milenaria de golpe y forja. Su discreto brillo, fuerte y vulnerable a un tiempo, ilumina vías y construcciones en Ciudad Rondana. Es precisamente en su imposibilidad como material para una urbe donde radica su atractivo.

Ciudad Rondana

Patricia conoce cada uno de estos lugares, los ha visto y sabe de ellos. Y como el gran Khan escuchamos-miramos las narraciones-pinturas que nuestra exploradora se permite desplegar ante nosotros. Carlos Villanueva Mixcoac, 2010

Close up Ciudad Desierto

Close up Ciudad Rondana


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