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ARTE CUANDO EL AUTO SE HACE

“Christian Castro logró conjugar la ingeniería con el arte de manera llamativa utilizando piezas de automóviles y de aviones en desuso…” juan carlos maimone / fotos Rafael Lanus

El argentino radicado en California no formó parte de la inmigración de jóvenes talentos soñando en el coloso del Norte. Por el contrario, estaba lo que el dice en sus propias palabras “bien casi sin necesidades…”. Pero allá, es su adentro, algo le decía que, con más oportunidades, podía desarrollar un interior plagado de ideas, de proyectos. Y así lo hizo, ya hace más de 24 años; con su esposa y el niño de tres años, decidió unir Lomas de Zamora, en la provincia de Buenos Aires, con y California.

Como suele ocurrir, los principios no fueron fáciles, fue vendedor de autos con las limitaciones lógicas del idioma, hasta que por fin, comenzó a trabajar en una empresa que producía vehículos eléctricos, en lo que era lo suyo, el diseño.

Un día, se lanzó a lo que él llama su primera aventura con partes de un caza A4 Skyhawk. El tanque de combustible, porciones del sistema hidráulico y otros elementos. fueron dando forma a diferentes obras que plasmaron su trabajo hoy altamente reconocido. También el automóvil sirvió para su talento y piezas de un Volkswagen Beetle del 69 entre las que vemos amortiguadores, bombas de freno, capot y otras partes que yacían en el olvido, terminaron funcionado en el “Cangrejo”, un robot capaz de hacer de las suyas. Su espíritu inquieto y sus ideas incuestionables lo tienen hoy trabajando en un escorpión con otras proporciones y funciones.

Se llama Christian Castro y sus obras engalanaron el museo del arte Latinoamericano o el LA ART Show de Los Angeles, entre otros. Un talentoso diseñador latino que se empeñó en conjugar el ayer con el hoy para instalarlo en el futuro…

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