Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de San Luis Potosí. Licenciatura en educación Preescolar. Segundo semestre “B”. Materia: Exploración del medio natural en el preescolar. Alumna: María José Gómez Prieto. Profesora: María Magdalena Mendoza Vega. Análisis: “10 ideas clave evaluar para aprender.-Sanmartí, N (2007)”.
Fecha de entrega: 26 de febrero del 2014
Durante esta lectura, Sanmartí comienza hablando sobre el fracaso escolar, el cual, uno de los factores de este suceso, es la transmisión de saberes sin preocuparse por que el alumno entienda. Es por ello que Sanmartín habla sobre la evaluación como un motor del aprendizaje, ya que de él depende que y como se enseña, así como el qué y el cómo se aprende. La evaluación tiene como finalidad principal el de regular la enseñanza y el aprendizaje del alumno durante todo el proceso. Es necesario tener este proceso de evaluación, pero sin olvidar que de los errores también se aprende para mejorar y transformar esos errores a favor del aprendizaje. La evaluación no solo viene de un profesor o un miembro externo, sino también de sí mismo. Para ello es indispensable que el alumno se apropie de los objetivos de aprendizaje, de estrategias de pensamiento y de acciones aplicables para dar una resolución a las tareas que se le presentan cotidianamente y de criterios de evaluación pertinente. Es importante que el alumno se evalúe, así como entre profesores y compañeros del aula. Durante la evaluación es necesario calificar y seleccionarlos resultados los cuales dependen de la calidad de la evaluación-regulación del proceso de enseñanza y aprendizaje. La evaluación no sólo debe ser una calificación, sino un criterio en el que el alumno se dé cuenta de aquellos aspectos en los que se comprendan sus errores para superarlos y seguir adelante en el proceso educativo así como reconocer sus éxitos. No hay que recordar que no siempre se utilizarán los mismos instrumentos de evaluación, ya que no todos los factores a evaluar son iguales ni se tienen los mismos objetivos ya que son múltiples y variados, así como las estrategias con las que se analizarán los datos de la evaluación. La evaluación externa del aprendizaje del alumno, puede ser útil para orientar la enseñanza promoviendo que las actividades en el aula sean más innovadoras. La evaluación, es una condición necesaria para mejorar la enseñanza, ya que esta da la oportunidad de conceptualizar la calidad de lo que se aplica dentro del aula, mejorando la práctica docente.
Ya que hablamos sobre la importancia de la evaluación y los factores que se desarrollan en ella. Es necesario recurrir a la pregunta, ¿qué es la evaluación?; esta, es una actividad en la cual se recoge información ya sea a través de escritos o no, posteriormente se analiza y se emite un juicio sobre ella, a esto lo conocemos como valoración, y finalmente se toma una decisión, de la cual se desprenden 2 vertientes, una de ellas de carácter social, la cual corresponde a dar a conocer a los padres de familia, alumnos, sociedad , el resultado de una unidad de aprendizaje, una evaluación sumativa de todo el proceso de aprendizaje; y la otra vertiente es de carácter psicológico o regulador, en la cual se identifican los cambios que hay que aplicar para mejorar el aprendizaje y el proceso de enseñanza, así como el de valorar qué es lo que yo como docente estoy haciendo bien o mal. Muchas de las veces, la responsabilidad de evaluar recae en el profesor, sin embargo, no solo él es capaz de darse cuenta en lo que falla el alumno, sino que él también debe de desarrollar esa capacidad de evaluar el que y el cómo está aprendiendo, además de detectar y poder construir estrategias por medio de las cuales pueda reconstruir esa manera de aprender. Logré detectar 3 proceso de evaluación, la primera de ellas es la evaluación formativa tradicional, en la que solo el profesor se hace cargo del proceso de evaluación del aprendizaje, detecta las dificultades y aciertos del alumno y posteriormente lo analiza y toma una decisión de lo que hará para mejorarlo. La segunda es la evaluación formadora en la que profesor comparte con el alumno el proceso de evaluar, además de que el alumno corrija y evalúe su conocimiento proponiendo actividades para lograr el objetivo de aprender; y por ultimo nos encontramos con la coevaluación, la cual forma parte del proceso de construcción del conocimiento, en esta se evalúan las necesidades del alumnado. Evaluar las nuevas informaciones, la manera en que se aprenden y como es que gradualmente avanzan, es una tarea necesaria, es por ello que Sanmartín nos dice que los tres procesos inseparables con el de enseñar, aprender y evaluar.
Me llamó la atención, que se propone una estrategia del contrato didáctico en la que el alumno evalúe que es lo que él sabe y que es lo que no ha aprendido, para que en clase, se haga una toma de acuerdos en la cual el grupo redacte que es lo que necesita reforzar, que es lo que necesita saber, que le costaría más trabajo, para que de esta manera el profesor pueda crear un método a través del cual logre el aprendizaje de sus alumnos. La evaluación formativa, se centra en la comprensión del por qué el alumno no entiende o no realiza determinadas tareas, detectando representaciones y estrategias mentales. Para enseñar, el docente debe de aplicar una evaluación diagnóstica, en la que el docente analiza las condiciones en la que se encuentra el estudiante previo al proceso de enseñanza-aprendizaje, para de esta manera reflexionar los puntos de partida y las necesidades que tiene el alumno. Durante esta evaluación se retoman no sólo los aprendizajes, sino también las actitudes, las conductas, representaciones y razonamientos. El docente representa a un mediador que guiará el aprendizaje, sin embargo, el alumno será el principal generador que detecte las dificultades, las comprenda y las cambie. La evaluación final, ayuda a calificar y a formar y regular. Este proceso ayuda al análisis de las diferencias de cómo se inició, y hasta donde se llegó.
Este
proceso resulta como una motivación para mejorar en lo que se está fallando y poner más empeño. Las evaluaciones no sólo son por medio de un examen, sino que también pueden ser a través de un análisis de la escritura, de dibujos, de la manera de hablar, ya que se ubican los significados de las palabras y se analizan los significados emocionales que cada alumno emite. Como alumnos y como maestros, estamos acostumbrados a asimilar los errores como un proceso negativo del aprendizaje, pero olvidamos que este factor, es el desencadenante de una evaluación y transformación personal. El error es un factor en el cual se detectan los estancamientos y las posibles soluciones hablando
académicamente.
Uno
de
los
errores
que
se
presentan
frecuentemente, es el de la mala relación entre el profesor y el alumno,
generando “clases silenciosas” perdiéndole el sentido a todo, se preocupan por una calificación, no por el entendimiento de los aprendizajes. El alumno no solo aprende de lo teórico, sino también del profesor y de sus compañeros Muchas de las veces al alumno puede aprender, pero no llega a comprender el objetivo de ese aprendizaje, es ahí cuando debemos remitirnos a la autorregulación, teniendo en cuenta los objetivos del aprendizaje, los métodos a través de los cuales llegaremos a ellos y como evaluaremos todo ese proceso. Debemos de intervenir en la planificación de instrumentos que nos permitan evaluar paso a paso todos esos procesos de ejecución. En la educación
se cuentan con múltiples estrategias de evaluación,
simplemente al remitirnos al cuestionamiento del alumnado percibiendo sus aprendizajes e manera oral, los diarios de clase como lo menciona Sanmartín en los que se evalúa diariamente lo que se aprendió en clase, lo que se dificultó, hasta la elaboración de un examen en el que no sólo memoricen, sino que apliquen lo que saben.