Nº19
ABRIL - JUNIO 2017
Asociación Probeatificación Don José Gálvez, C/ Marín García 5, 5º - 11, 29005 • Tel. 646 253 889 • info@galvezginachero.es
CLAUSURA DE LA FASE DIOCESANA
El viernes 16 de junio de 2017, el Sr. Obispo de Málaga, Mons. Jesús Catalá, presidirá el acto de Clausura de la fase diocesana de la Causa de beatificación de José Gálvez Ginachero. El acto, que se celebrará en la Basílica, Parroquia y Real Santuario de Santa María de la Victoria y La Merced, dará comienzo a las 20,00 h. Es justamente la iglesia de la Victoria donde reposan los restos del Siervo de Dios, en la nave lateral izquierda, a los pies del altar de la Inmaculada. Allí estará la mesa donde se llevará a cabo el acto jurídico de firmar, cerrar y lacrar todos los documentos recabados para el estudio de la causa. Un acto en el que intervendrán el Sr. Obispo, el Sr. Juez delegado, y el Sr. Director del Departamento de la Causa de los santos. Así, se cierra un período de arduo trabajo de investigación, durante el cual han depuesto más de 50 testigos y se han examinado más de 3.000 documentos, jun-
to al examen de los escritos del Siervo de Dios por parte de dos censores teólogos nombrados al efecto. Cumplidas todas las formalidades procesales que establece la normativa canónica, la iglesia diocesana va a ratificar ahora su consideración, que eleva a la Congregación para la Causa de los Santos de Roma, de que nada obsta para que José Gálvez Ginachero sea propuesto como modelo de santidad, a la espera de que Dios obre un milagro por su intercesión que permitirá finalmente su beatificación. Es por tanto mucho más que un acto jurídico canónico –que también–. Constituye un momento de gracia, en el que se pone de manifiesto ante el pueblo fiel, que aun con las dificultades de la vida, por fuertes que sean, y las debilidades propias de nuestra naturaleza caída, el Espíritu Santo provee a quienes confían en su auxilio los recursos necesarios para alcanzar la santidad, a la cual todos estamos llamados. Como seña
ló el papa Francisco en su Audiencia de 2 de octubre de 2013, el Señor “nos quiere parte de una Iglesia que sabe abrir los brazos para acoger a todos, que no es la casa de pocos, sino la casa de todos, donde todos pueden ser renovados, transformados, santificados por su amor, los más fuertes y los más débiles, los pecadores, los indiferentes, aquellos que se sienten desalentados y perdidos.” Especialmente valioso es el hecho de que se proponga a un laico como modelo de virtudes. Aún persiste una cierta tendencia a considerar que sólo la vocación al sacerdocio o a la vida consagrada permite alcanzar la santidad. Antes bien, los laicos comprometi-
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dos que durante su vida y de modo heroico, mediante el auxilio de la gracia ejercitan las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) y cardinales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza), son un ejemplo especialmente útil en estos tiempos para visibilizar en el mundo la misión de todo cristiano. “No tengamos miedo –nos pide el Papa– a ser santos. Todos estamos llamados a la santidad, que no consiste en hacer cosas extraordinarias, sino en dejar que Dios obre en nuestras vidas con su Espíritu, en confiar en su acción que nos lleva a vivir en la caridad, a realizar todo con alegría y humildad, para mayor gloria de Dios y bien del prójimo”.
ORACIÓN PRIVADA PARA PEDIR SU BEATIFICACIÓN
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Señor Dios nuestro, que concediste a tu siervo José Gálvez Ginachero, Doctor en Medicina y Ginecólogo, innumerables dones que ejercitó con esfuerzo durante su vida, de modo que: nos dejó un ejemplo de ideal cristiano en las variadas facetas de sus actividades como padre de familia, cirujano y hombre público. Sostenido por una profunda fe en la Eucaristía y por una gran devoción mariana, supo unir su ciencia médica con el ejercicio de su profesión y la atención a los más necesitados. Siempre abierto a toda acción benéfica, fue propulsor de varias de ellas. Concédenos por su intercesión la gracia que ahora te pedimos (hágase la petición) y haz que nuestra Santa Madre Iglesia, a la que él amó fielmente, acredite públicamente su santidad. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
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TESTIMONIOS, GRACIAS Y FAVORES
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Es de gran alegría que el proceso del José Gálvez Ginachero haya llegado a su finalización satisfactoriamente en nuestra Diócesis, pues nos evidencia que el Espíritu Santo suscita ponernos de ejemplo a fieles cristianos que han llevado su vida heroicamente en la sencillez de su quehacer diario, invitándonos con ello a seguir realizando en nuestras vidas la entrega al Señor sin pretender otra cosa que hacer su voluntad. (Sebastián Rivas Briales, adorador nocturno).
D. José Gálvez Ginachero fue un médico sabio y un hombre bueno, Su personalidad estaba dotada de una extrema
rectitud de carácter, de gran capacidad de trabajo y, sobre todo, de una profunda religiosidad, ejes sobres los que giraba su vida privada y profesional. Hoy, nominado siervo de Dios inicia el camino oficial hacia la santidad, que es sólo un refrendo de lo que ya posee desde el 19 de abril de 1952. (Dr. Ángel Rodríguez Cabezas, médico y escritor). Confieso que soy una gran admiradora y - en la medida de mis posibilidades - “seguidora” de la doctrina y el espíritu subyacente en los textos del Concilio Vaticano II. Dentro de la Constitución sobre la Iglesia está el Capítulo V que nos recuerda la “Universal vocación a la santidad en la Iglesia”; entresaco alguna frase del nº 39: “ésta se manifiesta ...en los frutos de gracia que el Espíritu produce en los fieles. Se expresa de diversas formas en cada uno de los que, con edificación de los demás, se acercan a la perfección de la caridad en su propio género de vida”... Es una gran alegría haber podido conocer un poco mejor la personalidad, las virtudes y los gestos innumerables de caridad que llenan la biografía de Don José Gálvez; más aún, el eco que su vida y el ejercicio de su profesión han dejado en el pueblo sencillo que le recuerda con agradecimiento. Representando a las Hijas de la Caridad en la Asociación que viene trabajando para completar este paso de la Causa de Beatificación a nivel Diocesano, me he reafirmado en el convencimiento de que todos los cristianos, de cualquier estado de vida, estamos llamados a la santidad y que se están dando pasos para que la Iglesia reconozca que el malagueño José Gálvez Ginachero llegue a ser un referente para los que aspiran a la perfección de la Caridad y se sienten llamados a hacerlo, como miembros de esa Iglesia que Dios constituyó “a fin de que fuera para todos y cada uno el sacramento visible de la unidad salutífera” (Lumen Gentium 9), es decir, de la unidad que es portadora de salvación. (Hna. Cecilia Collado H.C.) Todavía recuerdo cuando bajábamos del Seminario a la Catedral, para asistir a algún pontifical, verle sentado en el coro, acompañado de don Román Casares. Se veía a un hombre devoto, recogido, muy atento y participando en cuanto se celebraba. Recuerdo también aquel día de su entierro que, a pesar de la intensa lluvia, le acompañó un gentío, parecido al de una procesión. Había, junto a la participación oficial y de compromiso, mucha gente agradecida, personas e instituciones. Es que su mano, y más su corazón, se habían acercado a las Escuelas del Ave María, al Colegio Salesiano, al Seminario, al Asilo de los Ángeles, al Hospital Civil, a los barrios y a tantos otros sitios que sólo Dios sabe. Al cabo de los años, he podido ver de cerca
todos aquellos pasos que han quedado reflejados en la prensa y he podido contemplar, en centenares de escritos, la grandeza de un hombre, austero y generoso, silencioso y comunicativo, trabajador y estudioso. He oído muchas veces que hay tres profesiones que están más cerca de la vida diaria: el sacerdote, el maestro y el médico. No dudo en que otras muchas más, según el talante de cada uno. Don José, a través de la Medicina, estuvo cerca de la gente, atendió muchos problemas, especialmente de la gente humilde; estudió, para hacer un servicio serio; y rezó, en contínuo ofrecimiento al servicio de Dios y del pueblo a quien sirvió en tan variados cargos y distintos momentos. Si se ofrece este testimonio-memoria a la “Causa de los Santos” es para que “brille su luz entre nosotros y se difunda”, sirviendo de ejemplo y aliciente a los que vamos de camino, intentando que nuestra vida sea, como la suya, una continua siembra. (Rvdo. Rafael Gómez Marín, sacerdote diocesano)
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NOTICIAS BREVES Y AGRADECIMIENTOS
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La Asociación Pro-Beatificación agradece a la familia salesiana de Málaga su esfuerzo y cariño en la organización de la tarde de conferencias con proyecciones audiovisuales y actuación musical, que se celebró en el Colegio el pasado 17 de marzo. El acto fue presentado por Miguel Ángel García Jabato. Intervino, el postulador de la Causa, Francisco García Villalobos, que glosó la actividad del Dr. Gálvez con la reproducción detallada de un día en la vida del Siervo de Dios. A continuación intervino el P. Pedro Ruz Delgado S.D.B., que explicó el perfil humano y salesiano de Gálvez, bajo la luz de su profunda devoción a María Auxiliadora. Asimismo la Asociación desea hacer manifiesta su gratitud a las Hijas de la Caridad por la celebración, el pasado 23 de marzo, de una Mesa Redonda en el Colegio de La Goleta bajo el título “Gálvez Ginachero y el carisma vicenciano”. Intervinieron María Carmen Hernández Lamas y Silvia D. García Barrios, moderando la Hna. Cecilia Collado. Previamente, también los alumnos del Colegio realizaron una serie de actividades en relación con el doctor Gálvez. Por último, la Asociación desea expresar su profundo reconocimiento a Manos Unidas. Organizada por la Presidenta diocesana en Málaga, Dª Araceli Santiago, se celebró el viernes 21 de abril, una conferencia sobre “El proceso de beatificación de Gálvez Ginachero” en el edificio Mena, a cargo del postulador de la causa, que relató las dramáticas vivencias de Gálvez (y su respuesta cristiana a las mismas) durante la II República, la Guerra Civil y la posguerra.
Puede colaborar económicamente con los gastos de la Asociación Pro-Beatificación (C.I.F. R2900529E) haciendo donativos puntuales o periódicos en la cuenta corriente abierta en el BBVA c/c BBVA 0182 4100 11 0201702676
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