Billo Frometa

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R.I.F: J-29355653-8

marĂ­a vetencourt

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© Grupo Editorial Macpecri, C.A R.I.F: J-29355653-8 • Depósito Legal: pp2011102DC3867 DIRECTOR GENERAL Crisanto Antonio Bello Vetencourt crisantoantonio@macpecri.com

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@todo_sobre

Índice 4

La Billo’s Happy Boys

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Billo Frómeta: El rey de la música bailable

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“Tratemos de olvidar, para poder vivir”

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Los años difíciles de Billo

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1960: Billo revive de sus cenizas

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Discografía w w w.macpecri.com

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Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

Teléfono: 0212 2636293



La Billo’s Happy Boys Un tropiezo con el régimen de Rafael Leonidas Trujillo impulsó la salida de Luis María Frómeta de su natal República Dominicana en 1937. En su país de destino, Venezuela, debutaría la noche del año nuevo con una orquesta bautizada como Billo’s Happy Boys. Esta es la historia de la primera orquesta de quien la posteridad conocería con el nombre de Billo. Jesús Rafael Pérez Lárez

El estudiante de Medicina

lugar a partir del 12 de marzo de 1932, año

za a moverse a inicios de la década de

llo les obsequia los instrumentos musicales.

La vida musical de Billo Frómeta empie1930, cuando regresa de San Francisco de Macorís a Santo Domingo por sus estudios de Medicina, fundando, con instrumen-

tos prestados y junto a su hermano Nando, la Banda de los Bomberos de Santo Domin-

go. Cuando Nando debe ir al ejército, Billo asume la dirección de la banda. Ello tiene

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Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

en que el presidente Rafael Leonidas TrujiEste gesto del caudillo enardece al joven

Luis María Frometa, quien se ve motivado

a renunciar y formar una nueva agrupación: la Santo Domingo Jazz Band, con la concu-

rrencia de Freddy Coronado, Simó Damirón (estudiantes de Ingeniería) y Ernesto Chapuseaux (estudiante de Economía), hacien-


La Billo’s Happy Boys en 1938. Arriba, de izq. a der.: Cecilio Comprés (1º), “Negrito” Chapuseaux (5º), Billo Frómeta (6º); abajo, de izq. a der.: Ñiñi Vásquez (2º), Freddy Coronado (3º) y José Jerez (4º). En el reverso de la fotografía también están los nombres de Efraín Leal Petit, H. Picón y Luis Eladio Guevara, pero no en orden de aparición.

do su primer baile en el Santo Domingo

mero para el 24 de diciembre y luego para

Mientras estudiaba medicina obtenía in-

Garden –salón donde se realizaría el pri-

Country Club, en 1934.

gresos económicos haciendo arreglos musicales y poniendo inyecciones en el hospital de la localidad, hasta que un mandato

oficial lo obligó a vestir uniforme militar para sus quehaceres como personal médico. Este hecho, aunado a la orden presidencial de cambiar el nombre de la banda por

el de Ciudad Trujillo Jazz Band, definió su deseo de salir del país.

En un acto de rebeldía contra el régimen

político, Billo y sus compañeros de orquesta abordaron el barco Sordwagen con destino a Venezuela (ruta Maracaibo-Curazao-La

Guaira) desde el puerto del río Ozama de

Santo Domingo, teniendo que viajar en la carbonera, con pocas provisiones y sin la

el 25, hasta que el 29, los dueños del Roof mer baile– recibieron un cable desde Curazao confirmando la llegada de la orquesta

para el baile de fin de año, contando con el siguiente personal:

• Trompetas: Cecilio Comprés, Cuto Estévez • Trombón: José Jerez

• Saxofones: Nando Frómeta, Medardo Guzmán, Billo Frómeta

• Violines: Freddy Coronado, Mario Peralta • Bajo: Juan Carbuccia

• Batería: Julio González

• Piano: Turenne François

• Acordeón: Francisco Simó Damirón

Cantantes: Ñiñi Vásquez, Ernesto “Ne- grito” Chapuseaux.

más mínima atención. Este viaje tenía como

Rotundo éxito en Caracas

un tío de Freddy Coronado, quien trabajaba

do récords en la tierra de Bolívar tocando

propósito atender una oferta gestionada por en una compañía petrolera venezolana.

Viaje a Venezuela

Así fue reseñado el hecho por la prensa

dominicana: “El Ciudad Trujillo Jazz Band, integrado por la flor y nata de nuestra juventud musical y profesional, viajará próximamente para tocar durante una temporada en Caracas-Venezuela en varios hote-

les de aquella ciudad. La orquesta tiene tres

compositores, pianistas y cantantes bajo la dirección del joven Billo Frómeta”. (El Listín Diario, 17-12-1937).

Su debut como Billo’s Happy Boys estaba anunciado en la prensa caraqueña pri-

“Los muchachos dominicanos han bati-

los merengues típicos quisqueyanos. El día de año nuevo debutaron en el Roof Garden del Hotel Madrid, patrocinado por el Club de


Para cumplir con la extensión del contrato inicial, a mediados de 1938 se comienzan a incorporar músicos venezolanos a la Billo’s Happy Boys. En esta fotografía se identifican algunos miembros de la formación original, de izq. a der.: Freddy Coronado (3ro.), Ñiñi Vásquez (4to.), “Negrito” Chapuseaux (7mo.) y Simó Damirón (8vo.).

Turismo Venezolano. Los jóvenes músicos

de Fomento los contrató para actuar en el

Jazz Band, están obteniendo rotundos éxi-

en Macuto, y el Club Zulia, en Maracaibo.

que forman el celebrado Ciudad Trujillo

tos con los bellos merengues típicos inclui-

Hotel Jardín, en Maracay; el Hotel Miramar,

dos en sus programas. Entre ellos el ‘Com-

Grabación de discos

solicitudes de repetición por parte del pú-

grabó siete discos (catorce temas) para la

padre Pedro Juan’, que demanda muchas blico”. (El Listín Diario, 4-1-1938).

El contrato inicial para Billo y sus mu-

Entre 1939 y 1940, la Billo’s Happy Boys RCA Victor (ver discografía), además de dejar un registro fílmico que significó el pri-

chachos era por tres meses. A su término,

mer corto musical-sonoro que se haya he-

distintos cabarets de Caracas debido a la

Oramas y Antonio Plaza Ponte, 1938). Los

los músicos empezaron a disgregarse por incertidumbre de un nuevo contrato y respectivo ajuste salarial, quedando la orques-

ta reducida a Freddy Coronado, Francisco Simó Damirón, Negrito Chapuseaux, Ceci-

lio Comprés y Billo, llegando al punto de tener que rogarle a músicos venezolanos

para que se integraran a la orquesta y así

poder cumplir el contrato de tres meses adicionales. A su finalización, el Ministerio

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cho en Venezuela: Taboga (Rafael Rivero bailes en el pabellón del Hipódromo de la urbanización El Paraíso eran frecuentes,

pero entonces algunos de los músicos decidieron regresar a su país a causa del desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Este hecho, aunado a los graves efectos

de una fiebre tifoidea contraída por Billo,

hizo que la orquesta se disolviera en mayo de 1940.


Si quieres gozar, reír y cantar

Además de nuestro protagonista, el personaje de la Billo’s Happy Boys en obtener

mayor trascendencia es indudablemente

Simó Damirón, gracias al tema “Piano merengue” –un estándar de la música bailable en Latinoamérica–, mereciendo especial mención su dupla musical de 44 años

con “Negrito” Chapuseaux. Por su parte, Medardo Guzmán compuso el célebre merengue “El negrito del batey” y Cuto Esté-

vez el famoso bolero “Todo me gusta de ti”, ambos temas grabados por Alberto Beltrán y la Sonora Matancera el 16 de no-

viembre de 1954. Ñiñi Vásquez, después de haber grabado discos con otras orquestas (incluida la del venezolano Chucho Sanoja), terminó su vida como colector de buses en Santo Domingo. De los de-

más, poco se sabe, salvo que únicamente Comprés y Coronado acompañaron al maestro en la aventura de fundar la Billo’s

Caracas Boys en agosto de 1940. Lo demás es historia.

Esta revista dominicana también reseña la llegada de la Billo’s Happy Boys a Venezuela y sus primeras actuaciones en el Roof Garden.

DISCOGRAFÍA • BILLO’S HAPPY BOYS Sello disquero Formato Título Año de publicación RCA Victor 78 r.p.m La mulata Caridá • Nadie 1939 RCA Victor 78 r.p.m Puchunguita • Caña brava 1939 RCA Victor 78 r.p.m Siña Juanica • A qué sabrá tu boca 1939 RCA Victor 78 r.p.m No te retrates • Lo que quiero 1940 RCA Victor 78 r.p.m Mal pelao • Naufragio 1940 RCA Victor 78 r.p.m Cuando yo te quería • Yo no puedo 1940 RCA Victor 78 r.p.m Eres todo en mi vida • Mayba 1940 Discos comerciales publicados en Venezuela entre 1939-1940.

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Frómeta el rey de la música

bailable

Luis María Frómeta llegó a Caracas a fines de la década de los años treinta, y desde entonces se incorporó a la vida musical del país. Su apasionante vida ha generado multitud de reportajes, libros y películas, entre éstas Swing con son, producida por el autor del presente artículo. Por la manera como definió la música popular bailable de Venezuela y del Caribe durante varias décadas y por la influencia que la misma tuvo en el imaginario colectivo, Billo es una de las figuras más importantes del arte musical venezolano en el siglo XX. Rafael Marziano

El camino hacia la gloria

Billo Frómeta (Santo Domingo, República Dominicana, 15 de noviembre de 1915) comenzó su carrera ante el gran público en lo que Dylan Thomas llamó una vez “los mares del siglo veinte”: la radio, que entonces era la ventana por la que se asomaban los músicos del Caribe. A través de ella se formó una comunidad espiritual, sustentada

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principalmente en una afinidad, en una hermandad musical bañada por las aguas de ese mismo mare nostrum tropical, que ha sido y seguirá siendo testigo de nuestro acontecer. Por esa ventana se asomó Billo Frómeta cuando apenas tenía dieciséis años, en la época en que tocaba con sus amigos en su tierra natal –gratis, por supuesto– con ban-


Billo supo capitalizar un descubrimiento que hizo desde muy temprano: que la radio podía ser desde un gran salón de baile virtual hasta un espacio para la celebración íntima. Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

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das de música de jazz, merengue dominicano y son cubano. Su nacimiento profesional se dejó escuchar a través de las ondas de las emisoras HMI y HIZ, en la recién rebautizada Ciudad Trujillo. En esa época ya lo llamaban Billo. Fue el apodo que le puso su tía María, hermana única de su padre, quien le tenía cierta ojeriza porque había abandonado sus estudios de medicina para dedicarse a la musica. De acuerdo a lo que me contó su hermano Beto, cerca de la casa de los Frómeta vivía un individuo de nombre Billo, que era famoso por su carácter “gruñón y de malas pulgas”, que era el

’s Caracas Boys en un

Billo Frómeta y la Billo

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modo de ser de Luis María, de acuerdo a la apreciación de su tía María. Nunca se imaginó la tía ni el señor Billo que tal apodo sería hecho famoso por el hombre que se encargaría de dar popularidad a la música bailable en Venezuela. Emulando a la orquesta Casino de la Playa, que había oído por primera vez un par de años antes a través de la radio, Billo descubrió entonces que esa ventana era el mundo: un mundo virtual, en el cual un músico no era sino un sonido sin fronteras. La radio se convirtió en el gran salón de baile de Billo Frómeta.

estudio de radio.

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Billo en Venezuela

La llegada de Billo a Venezuela me la narró su hermano Beto, quien me dijo que “la travesía duró un par de días” y que el puerto de arribo fue Maracaibo, desde donde siguieron luego a La Guaira, vía Curazao. En efecto, hay un cable enviado por Billo, anunciando que no llegaría el 24 sino el 31 de diciembre, por causa de un temporal. Sin embargo, dos personajes despertaron en nosotros la sospecha de que ese “temporal” significaba algo más. De hecho, tanto Héctor Monteverde como Herbert Tovar insistían en que Billo pasó una temporada tocando en Maracaibo. Dada la situación de Billo y sus músicos, no parece descabellado suponer que pudo haber pasado una temporada tocando en esa ciudad antes de venir a cumplir con el contrato que tenía en Caracas con los hermanos Sabal. Su viaje a Venezuela se debió a los contactos hechos por un tío de Freddy Coronado, uno de sus más cercanos amigos y colaboradores, el cual trabajaba en una compañía petrolera. En Caracas se presentó en el Roof Garden a principios de 1938 y, un año más tarde, debutó en Radio Libertador. Su éxito fue tan impactante que le llovieron contratos y actuó en Radio Continente, Ondas Populares, La Voz de la Esfera y Radio Caracas. En todas estas emisoras repetía los mismos éxitos que le hicieron ganar popularidad desde que comenzó a tocar en el Roof Garden. Los que oyeron cada tarde sus primeros programas de radio (A gozar muchachos, Fiesta fabulosa), siempre se le mantuvieron fieles. Uno de los secretos del éxito de Billo se debe a que, a través de

la radio, se convirtió en el cómplice de cada historia personal: cumpleaños, fiestas de fin de año, conquistas, grandes eventos. Era como un miembro más de la familia de cada venezolano. Billo se convirtió en un poderoso vínculo para todo el país, porque comprendió que la música era el único nexo cultural importante, la única manifestación artística que cualquier iletrado podía tararear y que se oía a través de las emisoras de radio por todo el Caribe. En esa comunidad ilusoria comenzó a brillar con su orquesta, como lo habían hecho antes la Casino de la Playa y la Lecuona Cuban Boys. Fue entonces cuando comenzó a cantarle a Caracas, a la que dedicó muchas piezas. Oír sus composiciones nos obliga a revivir la ciudad que conocimos.

Billo en el cine

El cine era entonces parte de un mundo mucho más costoso y por ello más inusual para la actuación de un músico, pero no para Billo, quien participó en películas de gran taquilla como Taboga, la primera cinta musical hecha en Venezuela (Rafael Rivero y Antonio Plaza Ponte, 1938), Noche de vals, de la que sólo quedan testimonios (Rafael Rivero y Antonio Plaza Ponte), Yo quiero una mujer así (Juan Carlos Thorry, 1951) y La gata borracha (Román Chalbaud, 1983). Hay otra filmografía en la que Billo es el tema o la referencia, tales como A bailar con Billo, un documental sobre Billo y su orquesta (Fernando Venturini, 2004), y Una vida y dos mandados (Alberto Arvelo) en la que Charlie Frómeta personifica a su padre dirigiendo la orquesta durante una fiesta en el Country Club. Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

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Cantarle a Caracas fue un patrimonio de Luis María Frómeta. Fotografía: Luis Felipe Toro.

En su vida profesional lo acompañaron siempre Rafa Galindo, Rafael Minaya, Manolo Monterrey y Beto Frómeta. El primero comenzó a cantar con él en 1940, en su Primera República (como llamaba Billo a la primera orquesta Billos’s Caracas Boys, 1940-1957) y cantó casi dos años con la Billo’s durante la Tercera República (19601988). Galindo nació en La Victoria en 1921 y se mantuvo activo hasta su muerte en mayo de 2010. Junto a Manolo Monterrey constituyó uno de los grandes pilares de Billo, así como su gran amigo Rafael Minaya, nacido como él en la República Dominicana. Juntos crecieron en San Francisco de Macorís, pueblo de músicos, donde la pandilla de Billo oía emisiones de la radio cubana, copiaba arreglos musicales y tenía un circo de malabares. Toda una infancia. Beto Frómeta es el otro gran compañero de la infancia. Dos años menor que Billo, tenía una profunda admiración por su hermano mayor. Héctor Monteverde fue un gran cantante, locutor y actor. Durante el desarrollo de la filmación de mi película sobre Billo, ese personaje adquirió un gran peso, sobreto-

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do gracias a la influencia en el guión de Jesús Rafael Pérez Lárez. Héctor Monteverde –El Muñeco de la Ciudad, como se le llamaba entonces– fue locutor de La Voz de la Esfera. A él le correspondió estrenar “Canción de amor”, que luego Billo convirtió en el tema o fanfarria de la orquesta, con la cual iniciaba todos sus toques y programas de radio. El es el testigo más importante, junto a Rafa Galindo, de lo que fue la vida de la sociedad caraqueña en la década de los años cuarenta. Monteverde

Héctor Monteverde (abajo), actor, cantante y locutor frente al micrófono de Radio Caracas Radio. Fotografía: Jaime Albánez. Con la orquesta de Billo (arriba), Monteverde fue el solista de “Canción de amor”.


es protagonista del tercer acto de la película, en la que se habla sobre los días de pena y gloria de Billo. Otro personaje importante en la vida de Billo es Porfi Jiménez, también dominicano, quien llegó a Venezuela contratado por Rafael Minaya y formó parte de su segunda orquesta (1957-1958), hasta que la Asociación Musical de Venezuela –el sindicato de los músicos– lo condenó al ostracismo. Resultó clave para ponderar la naturaleza del conflicto entre Billo y Aldemaro Romero, quien era secretario general de la Asociación Musical, cuando Billo fue vetado.

Nace el mosaico

Uno de los aportes de Billo Frómeta a la música latina fue el mosaico, un tipo de arreglo musical bailable que desarrolló a partir de principios de los años cuarenta y que consistía en hacer un arreglo, como si fuese una sola pieza, que contenía en realidad fragmentos o versiones cortas de cuatro piezas con distinto ritmo, a la manera de una suite tradicional. Es decir, una pieza musical con varias partes, cada una con distinto ritmo: bolero, guaracha, un segundo bolero (un poco más rítmico que el primero), y al final una conga o una guaracha. Billo, quien empezó teniendo influencia del son cubano, de las guarachas y merengues dominicanos, terminó haciendo música influenciada por porros y cumbias colombianos. En lo referente a la música popular venezolana, sobre todo en lo relacionado con el merengue venezolano, la serenata venezolana y los ritmos negroides, Billo hizo una mezcla con la música que oía en las parran-

das navideñas. En ese sentido, repetía muchas veces que él no sabía si los venezolanos le habían enseñado a tocar a él o si él había enseñado a bailar a los venezolanos.

El valor social de la música

La música acompaña, anima e inspira los más importantes ceremoniales del ser humano. No importa ahora por qué, ni lo que eso significa. Es un hecho. Necesitamos la música para lo que consideramos importante. La música de Billo se convirtió en el sello de los ceremoniales caraqueños y venezolanos. Junto con Luis Alfonzo Larrain estuvo en la vida de tres generaciones. Su música es el vínculo emocional entre aquellos momentos de nuestra vida que poseen fuerza y trascendencia.

El viaje final

Billo murió en la Clínica Santiago de León de Caracas el 5 de mayo de 1988, a los pocos días de haber sufrido un derrame cerebral (ACV), mientras dirigía un ensayo con la Orquesta Sinfónica Venezuela. El trágico percance ocurrió en uno de los espacios abiertos que sirven de antesala a la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño. Su deceso causó una pena colectiva que se manifestó en un funeral multitudinario, quizá el más sentido que jamás haya visto Caracas hasta ese momento. En esa jornada de despedida, sus fanáticos revivieron sus días de gloria de la radio, del cine y de la televisión, donde dejó imágenes de su arte sin igual en programas inolviadables como Esta noche Billo, De fiesta con Venevisión y Sábado sensacional.

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En la década de los años cincuenta, era frecuente la celebración de grandes fiestas amenizadas por las orquestas de Billo Frómeta y de Luis Alfonzo Larrain en el Hotel Ávila y el Círculo Militar.

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Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frรณmeta

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BREVES

Los inicios de Billo en Venezuela

El cronista musical

Luis María Frómeta Pereyra (1915-1988) fue apodado Billo desde que llegó a Venezuela ayudado por Rafael Minaya, quien se había instalado en el país con su orquesta a principios de los años treinta. Billo se presentó en Radio Caracas y Radiodifusora Venezuela, tocando en los exclusivos bailes del Hotel Majestic, así como en el Roof Garden, salón de danzas propiedad de los hermanos Sabal, el cual se encontraba en la esquina de La Torre. El nombre de Billo (aunque hay otras versiones) lo ideó y lo impuso Jacobo Sabal, para no usar el de Trujillo que tenía su orquesta, ya que ese era el apellido del dictador de República Dominicana y también el nombre de la capital de ese país y, sin avisarle nada al músico, bautizó la orquesta con el nombre de Billo’s Happy Boys. A Billo le gustó tanto el lugar que compuso una canción titulada “Roof Garden”, en la que evocaba un tiempo que se iba. En realidad, el músico dominicano terminó por amar a Caracas más que a su tierra nativa, y en la década de los cuarenta deleitó por igual a las barriadas populares y a la exclusiva membrecía de los clubes Country Club, Paraíso y Florida. Este último estaba ubicado en el mismo lugar donde hoy se encuentra la Iglesia de la Chiquinquirá.

Billo era una especie de cronista musical de Caracas. Compuso canciones dedicadas a la Cervecería Donzella, al Roof Garden y a la autopista Caracas–La Guaira. A esta última le hizo una promoción tan efectiva que, poco antes de su inauguración en 1953, la gente coreaba la guaracha que le compuso y que cantaba Manolo Monterrey, parte de la cual decía: “Cuando inauguren la autopista, negra/ qué paseíto vamos a dar/ Tú a Tanaguarena/ yo hasta Naiguatá”. Su popularidad subió aún más cuando comenzó a musicalizar algunas tradiciones seculares, como la guaracha que le compuso al fantasma de la esquina de Las Gradillas (“En la esquina de Las Gradillas sale un muerto/ ¡Ay qué muerto, qué muerto, qué muerto!”), coronando su creatividad con el pasodoble al Nuevo Circo de Caracas, que estrenó con su orquesta en una corrida de toros. La que más gustó al público caraqueño fue “Caracas vieja”, interpretada por el gran bolerista Rafa Galindo, en la que rescató la memoria del coche de Isidoro, un auriga de principios del siglo XX que solía transportar a los que daban serenatas, a la parejita de novios que deseaba pasear por Los Caobos o a algún turista deseoso de dar una mirada general a la ciudad de los techos rojos.

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Billo en la radio El cordial Billo tenía desde 1945 el programa A gozar muchachos en Radio Caracas, animado primero por Magín Pastor Suárez y después por Marco Antonio de Lacavalerie (el “Musiú”), en el que participaban Henry Altuve y Alberto Betancourt como locutores. El programa era patrocinado por General Electric de Venezuela y se transmitía de 5 a 6 de la tarde, con la actuación de los mejores artistas de la época, tales como el trío Los Panchos, Pedro Infante y Pedro Vargas. Luego venía Sonrisas Colgate, el favorito de los niños, animado por Charles Barry, quien interpretaba a un personaje muy gracioso denominado Pochito Colgate. Cuando el programa comenzaba, se oía al coro que decía: “Ya viene entrando Pochito/ con su caudal de alegrías/ que viva nuestro programa/ y que todo el mundo ría”. Otro excelente programa de difícil superación fue el de Fiesta fabulosa, iniciado en 1948 por Billo, que se transmitía de 8 a 9 de la noche por Radio Caracas con una amplísima sintonía. Los aficionados, especialmente los jóvenes, iban a ver el espectáculo directamente en la radio, donde la mayoría de las cuñas se hacían en vivo y los jingles eran cantados directamente por los intérpretes. Fiesta fabulosa fue el programa que más tiempo permaneció en el aire y durante una de sus emisiones, a fines de los años cuarenta, fue presentado Pedro Vargas, que ya había hecho de Venezuela su segunda patria. Ese día Vargas cantó como nunca sus boleros más famosos. Eva Blanco y Eva Moreno eran locutoras del programa, el cual animaban Pancho Pepe Cróquer, el Musiú Lacavalerie y Guillermo Rodríguez Blanco.

El conflicto con Sadel En 1948 se presentó un conflicto entre Billo y el tenor favorito de Venezuela. Sucedió que Alfredo Sadel cantaba y a la vez trabajaba como dibujante en McCann Ericsson, una agencia de publicidad dirigida por Malena Machado de Morón, quien lo ayudó a conseguir un contrato en el programa Coca Cola y más Coca Cola, producido por René Esteves en la emisora Ondas Populares. El espacio era animado por la orquesta de Billo Frómeta, quien ejercía control en las decisiones musicales, especialmente cuando se trataba de incluir cantantes que no formaban parte de su grupo. La decisión de que Sadel interviniera en el programa sin habérsele consultado le molestó muchísimo, al punto de que trató de impedirlo, pero Esteves se mantuvo sólido en su decisión y el cantante pudo actuar en el espacio con gran éxito. La experiencia fue sana. Billo pudo apreciar los méritos del novel cantante y pronto se convirtieron en amigos. Sadel fue triunfador absoluto en el programa de Billo en Ondas Populares. René Esteves escribió la letra de dos canciones que fueron interpretadas por Sadel: “Canción sin título” y “Cuento español”, las cuales fueron musicalizadas por Billo, quien más tarde lo acompañó a La Habana para grabar un long play (elepé) con el sello de Venevox, empresa propiedad de Carlos Birderman, que también tuvo un éxito extraordinario.

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“Tratemos de olvidar, para poder vivir”

Elsy Manzanares

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Caracas vieja, que te vas con los años En cada reja que dejamos de ver Se va un idilio, se va un romance Se va un recuerdo de nuestro ayer Luis María Frómeta

Caracas es una ciudad que, como la

música, tiene diferentes ritmos. Puede pasar de ser una guaracha por el paso apu-

radito de sus habitantes, que corren hacia las ciudades dormitorios, a tomar el metro o

alcanzar “una camionetica”, hasta un bolero que causa dolor por el desamor y la

indiferencia con la que se le trata. A Caracas se le impone un giro de improvisación

en cada cumpleaños, como si ella no se die-

ra cuenta. Es una ciudad sin concepto. Pero siempre está ahí, bulliciosa, lista y decidida para que se le quiera, porque si es cierto que ha sido maltratada, también lo es que ha sido una ciudad querida y cantada.

Cantarle a Caracas ha sido un patrimonio de Luis María Frómeta, a quien esta ciudad no lo vio nacer, pero lo recibió desde

siempre, aquel 31 de diciembre de 1937, cuando lo hizo su más querido hijo adopti-

vo. No fue de la nada, él se ganó ese amor. Al principio pudo ser tan sólo un compro-

miso, y nada más, pero después sin recato alguno le cantó −a través de la radio y en

las noches de fiestas− a ese inmenso amor. Calle de Caracas viendo hacia el oeste. Fotografía: Luis Felipe Toro.

No sé si fue a primera vista, pero él mismo

le declaró una vez a Isa Dobles en una en-

trevista: “el amor más descarado que he

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tenido en mi vida, es por Caracas”. Indicios

hay muchos que dan fe de la pasión que demostró Billo a esta ciudad a la que siempre vio con ritmo y en toda su belleza:

Bella Caracas, bajo su cielo, su luna y su sol Todas las razas buscan fortuna, lindura y amor Luces gloriosa con tus guirnaldas de cerros a tu alrededor Caracas, ciudad hermosa Tú eres bella Caracas, la cuna del Libertador

Todas las ciudades han sido vistas por

geógrafos, topógrafos, historiadores, cro-

nistas, poetas, artistas, cantantes, y cada uno ha tenido su perspectiva. Joaquín Sa-

bina, por ejemplo, cantándole a Madrid, o Carlos Gardel a sus Buenos Aires querido;

cuántos lo han hecho a México o a Guadalajara, Guadalajara, hueles a pura tierra

mojada, y es que en las ciudades, como lo dijo Arturo Uslar Pietri sobre la tierra, “se hace historia desde que el hombre las toca”. Los caraqueños siempre tenemos algo

qué decir de la Caracas de hoy, la de ayer y especialmente de esa que quisiéramos

tener. No sé tampoco si será la del futuro o es una ciudad que sólo está en los sueños

de quienes aquí habitamos. Pero en todas

las épocas ha sido una ciudad humilde, profana, canalla, agradable, querida por pro-

pios y extraños, deseada y por sobre todo maltratada. Reconocida más por sus sonidos que por sus olores, más por su bulli-

cio que por sus espacios ciudadanos, es “la ciudad escondida”, como la llamó una

vez José Ignacio Cabrujas, creo que con

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Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

Cantarle a Caracas ha sido un patrimonio de Luis María Frómeta, a quien esta ciudad no lo vio nacer, pero lo recibió desde siempre, aquel 31 de diciembre de 1937 nostalgia de lo que dejó de ser. Habla de lo

imposible que es re-andar Caracas, cómo se nos pierde. ¿Volver de nuevo al lugar donde naciste? Eso es una odisea –y esto

lo digo yo, tomando prestadas las reflexiones de José Ignacio.

Lo cierto es que parte emblemática de

esta ciudad está representada por el maestro Billo Frómeta, su orquesta, sus composiciones y todos esos recuerdos que hicie-

ron posible inmortalizar una parte bonita

de esta ciudad haciéndola más amable, más cercana y más feliz. Por lo menos en

la música del maestro. Así que podemos,

entonces, vivir un pedazo de esa alegría gracias a la Billo’s, que fue la lengua gozona y divertida de la Caracas de cuatro generaciones.

Antes de continuar, hago la advertencia de que escribir sobre el maestro Billo Fró-

meta es un compromiso muy grande. Son demasiadas las cosas que se han dicho de él, pareciera que ya todo se sabe, que todo

está escrito y no lo dudo. Posiblemente lleno de lugares comunes. Me pregunto entonces: ¿acaso no es ahí, en ese “lugar co-

mún”, donde nos encontramos para bailar?

Así que digo sin aspavientos que su recuerdo me lleva a un paisaje de emociones que me asusta, porque no sé a dónde

va a ir a parar este ejercicio si siguen apa-


boleros interpretados por Felipe Pirela, por

ejemplo; rápidamente pasaba el cuerpo a cuerpo y empezaba un:

Si Bambarito no te cura ne’ no te cura ningún brujo Eso sí, yo recomiendo pa’ que cure tu bobera

Este movimiento te iba llevando suave y

lentamente a una melodía que hasta ese momento había sido un tango, pero ya el

Maestro lo había convertido en bolero y Presentacón de Felipe Pirela en el Teatro Junín de Medellín.

entraba otra vez la voz de Felipe Pirela, melancólica y hasta desdichada:

Por lo tanto me declaro en nostalgia perma-

Quiero emborrachar mi corazón para pagar un loco amor Que más que amor es un sufrir …Nostalgia de escuchar su risa loca

la subjetividad y mis propias pasiones, en-

Rápidamente había que estar listo para

marcarán estas líneas.

se acercaba Cheo García con:

reciendo imágenes de mi temprana edad.

nente, y segura que los hilos invisibles de tre ellas el bolero y la ciudad, por fortuna,

Y es que el bolero, aunque asociado –en

muchos casos, por sus desgarradoras le-

tras– al dolor, la tristeza y el desamor, Billo

lo colocó tan cerquita de las guarachas, los pasodobles, los danzones y los chachachás, que por esa misma cercanía, no sonó

poner el acelerador en las caderas porque

Óyeme Cachita tengo una rumbita pa’ que tú la bailes como bailo yo… muchacha bonita, mi linda Cachita.

nunca como material de duro despecho:

Palabras de mujer que yo escuché cerca de ti Junto de mí muy quedo

No siempre el sufrimiento del amor plas-

mado en los boleros produce exactamente

eso: sufrimiento. Bailar con la orquesta de Billo era toda una experiencia corporal,

cuando salías invitado por uno de estos

Y es que el maestro logró juntarnos a los venezolanos en un colectivo gozón al ritmo de esas guarachas en aquellas noches, cuando los boleros los convertía en son o en danzonetes y los danzonetes en danzón, los tangos en boleros y el chachachá hechos con sonidos de amor

Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

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Rafa Galindo y Cheo García junto a Billo.

Y así terminaba el primer mosaico de la

Luis Rodríguez (Mosaico #12), “Dolor co-

grandiosa y convenía sentarse un rato a

“Nostalgia”; estos tampoco se salvaron de

noche, el #2, pero la sucesión de éstos era tomar aliento.

Los mosaicos iniciaban con un bolero, eso sí era una regla. Así que desde Rafa Galindo, José Luis Rodríguez, Felipe Pirela

y Eli Méndez, las voces de los boleristas de la orquesta se mimetizaban con esos grandes compositores de boleros, con

arreglos propios siempre. Era un lenguaje muy particular. José Luis Moneró y Barba-

rito Diez eran las voces propias de “Ojos malvados” de Cristina Saladrigas: Si pensaba en ti para mí no era vida. Pero Felipe Pirela le dio un tono de evocación que lo

convirtió en eso que llamábamos siempre

“los boleros de la Billo’s”. Igual sucedió con “Frío en el alma”, en la voz de José

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Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

barde”, “Quisqueya”, “Para qué recordar” y ese tono particular, que de alguna manera nos alejaba del despecho. Aunque reco-

nozco que podía colocarnos en un modo de melancolía del que rapidito salíamos.

También fueron muchos los tangos con-

vertidos en boleros, como “Sombras”, “Uno” y “Un cigarrillo, la lluvia y tú”. El maestro

Billo acercó tanto los boleros a otros géneros musicales que cuando los bailába-

mos, dependiendo siempre de con quién, claro, esperábamos la complicidad de las

guarachas para que se diera la nada ceremonial, pero si desordenada separación.

También sucedía lo contrario, queríamos que los boleros se eternizaran antes de un

Pare, pare cochero o Ay que la vaca vieja


está, o Bacosó ahe ahe, Bacosó, o Para

“El brujo”, que nos hacía mover en diferen-

piración de “Isidoro”, de los techos rojos,

Vigo me voy, o la a veces temible guaracha

tes direcciones y a pasos que no eran

exactamente los más afinados de una guaracha, era un poco de locura:

Doña Pulula una tarde fue a leerse una baraja Donde un brujo muy famoso allá en el pueblo

Fue mucha la tinta y las notas musicales

dedicadas a Caracas, pero también la insde las mujeres bonitas, de la media lisa de

Donzella, de Jaime Vivas y de toda aquella ciudad que ya no está… ya no quedan ni el Roof Garden ni la Suiza, ni el frontón de Jai

-Alai no existe ya. También escribió su pro-

pio epitafio, como lo hizo Reynaldo Arenas:

de Jaima

Para empezar la consulta, ponga una baraja

En vez de una oración sobre mi tumba

así

El último compás de Alma Llanera

Por ti por tu casa y por lo que sea Fuera Satanás

Y es que el maestro logró juntarnos a los venezolanos en un colectivo gozón al ritmo de esas guarachas en aquellas noches, cuando los boleros los convertía en

son o en danzonetes y los danzonetes en danzón, los tangos en boleros y el chacha-

chá hechos con sonidos de amor. Todo

eso nos aseguraba el trasnocho. Hoy nos garantiza la nostalgia y el recuerdo.

La orquesta de Billo viajó por todo el te-

rritorio nacional mientras él dejaba también sus composiciones a la “Valencia señorial”, “Pa’ Maracaibo me voy”, “Margarita”… todo esto sin hablar de los múltiples viajes

al exterior; pero no hay discusión que el gran amor topográfico de Billo fue Cara-

cas. Su Caracas, la ciudad que lo recibió desde su natal República Dominicana en 1937. Lo que no sabía ni él mismo es que

esta “ciudad escondida” lo terminaría seduciendo por la belleza, la sencillez y la sinceridad que tenía en aquella época.

En un gesto de dolor y jocosidad, le es-

cribió al Metro y decía cuando abrieron Ca-

racas; no sospechaba Billo que las heridas de la ciudad seguirían allí abiertas ante la

indolencia de sus propios habitantes, en las apetencias de quienes tienen la op-

ción de ponerla bien bonita y de quienes improvisan, aprovechándose de un cumpleaños más para lanzarle pintura. Pero

las heridas están allí y sollozando como palabras de mujer.

“Es una ciudad incomprendida por gobernantes y ciudadanos. Nadie entiende

que sus decisiones diarias, su actitud de

limpieza y civismo podrían transformarla”,

decía William Niño, el arquitecto que tanto amó a Caracas. Pero Aldemaro Romero,

nos decía: “No me despiertes de mi sueño, porque estoy soñando que soy caraqueño”. En fin, pasiones, formas de verla, todas por amor.

La ciudad es hoy mucho más que un viaje en tren, en ese Metro que se queda

en sus entrañas porque alguna iguana se

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La Billo’s Caracas Boys hacia 1952. Carlos Emilio “Pan con Queso” Landaeta (bongós), Alberto Muñoz (tercer alto), Antonio Mas y Rubí (batería), Oscar Morenza (segundo saxo tenor), Eduardo Simón Quesada (saxo barítono), Freddy Coronado (cuarto saxo tenor), Pedro “Buzo” Nelson (conga), Luis María Billo Frómeta (primer alto / director), Eucario Ainsley “Pat” O´Brien (piano), Cecilio Comprés (primera trompeta), Manolo Monterrey (cantante), Antonio María Soteldo (bajo), Eduvigis Carrillo (tercera trompeta), Marco César Casanova (segunda trompeta), Pedro Durán (trombón) y Miguel Briceño (cantante).

comió la luz. Es más que el mismísimo pe-

de la nostalgia, pero no lo hacemos desde

pasado mismo que nos alienta esa nostal-

Billo, su música y su lenguaje, nos pre-

ligro que padecemos sus habitantes. Es el gia. Pareciera que todo conspira en su contra y no termino de entender cuál es la razón. Caracas es un espacio desordenado,

donde intentamos rescatar parte del re-

cuerdo. Vivimos un síntoma constante, el

la tristeza sino desde el mal humor.

sentó otra ciudad, tal vez la que soñamos. No podemos decir que lo que sucedió alrededor de la Billo’s fue un movimiento musical; pero sí un conjuro que vio nacer en la

ciudad una forma de vivir la noche que hoy

alienta un recuerdo. Aunque Felipe Pirela en su mejor tono y acompañado de la orquesta, nos cantó:

Para qué recordar si nos hace sufrir. Tratemos de olvidar para poder vivir.

¿Será que es hora de ver el futuro? Caracas, Caracas.

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Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta


El “Alma llanera” El maestro Billo se enamoró tanto de Caracas que pidió en una canción que cuando muriese le tocaran “el último compás del ‘Alma llanera”, lo

dicó muchas de sus canciones a la

El primer gran bolerista nacional

ciudad de sus amores, como “Canto

Rafa Galindo fue el primer gran bolerista

a Caracas”, donde le pedía a Juan

de Venezuela. Inició su carrera en 1936,

Vicente Torrealba que así como exal-

después de haber recibido clases de

tó a la mujer guayanesa, a la Valen-

su abuelo, que era músico profesional.

cia señorial y a Barquisimeto, que

Actuó en varios programas en Radio

compusiera una para la ciudad capi-

Caracas, que era prácticamente la única

tal. La pasión de Billo por Caracas le

emisora que en ese momento se en-

fue correspondida ampliamente por

contraba promoviendo la música. En los

sus moradores, de antes y de ahora,

años cuarenta se impuso con boleros

hasta el punto de que Oswaldo Ye-

de grata recordación, como “Noche

pes creó un sector dedicado a él y a

de mar” (José Reyna), “Ruiseñor” (Billo)

su época en el Museo de la Radio.

y “Caracas vieja” (Billo). Su promotor

que efectivamente ocurrió cuando se produjo su deceso. En el acto del sepelio habló Rafa Galindo. Billo de-

fue Billo y así lo reconoció Rafa durante su larga carrera profesional.

Las voces de la Billo’s No sólo Rafa Galindo encontró el éxito gracias a su asociación con Billo. A lo largo de su historia, la Billo’s Caracas Boys contó con talentosos intérpretes que se desarrollaron dentro de la agrupación. Cantantes de la talla de Cheo García, Memo Morales, Porfi Jiménez, Felipe Pirela y José Luis Rodríguez formaron parte de la orquesta y se ganaron el reconocimiento del público venezolano, a tal punto que hoy son considerados iconos musicales del país.

Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

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Los años difíciles

de Billo

De la cárcel a una suerte de exilio inducido por la dirigencia gremial, el período que va de 1956 a 1959 representa una de las etapas más arduas en la trayectoria de Billo. Pero él, sin embargo, fue capaz de lograr éxitos en medio de la dificultad y allí quedaron, como testimonio de este tiempo, “Ya salió Julián Pacheco”, “Los cadetes” y “El disco rayao”. Héctor Acosta Rojas

Gran centimetraje daba la prensa vene-

pleaños, en la Cárcel Modelo, donde fue

mos meses de 1956, paradójicamente, no

“Hubo uno que se ganó veinte bolívares por-

zolana a Billo Frómeta durante los dos últipor los éxitos de su orquesta sino por circunstancias personales. Enfrentaba Billo

una acusación de bigamia interpuesta por su primera esposa Mercedes Senior, con quien se había casado en República Dominicana. Divorciado en Santo Domingo, no

había cumplido en Venezuela con el exe-

quátur, la formalidad indispensable para validar el divorcio en otro país; y contrajo

matrimonio, en marzo de 1951, con Haydeé Grillo. Rafael Naranjo Osty fue nombrado

por Billo como su abogado defensor, mien-

tras que José Ramón Berrizbeitia haría lo propio en la parte acusadora.

Mientras, Billo permanecía desde el 16 de noviembre, un día después de su cum-

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Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

recibido por los reclusos con aplausos. que apostó que yo llegaba aquí el viernes”, declaraba a la prensa de entonces. El que

estuviera en prisión no impedía que siguiera haciendo música. Participó en un festival,

organizado por los reclusos, dirigiendo una orquesta de doce músicos y anunciaba estar componiendo, a petición del sello discográfico RCA Victor, una pieza sinfónica inspirada en los Andes y Llanos venezolanos.

El 26 de febrero de 1957, el Juzgado

Cuarto de Primera Instancia en lo penal, a cargo del Dr. Gabriel Matheus González, después de declarar la suspensión del juicio

penal en espera del fallo de la Corte Federal

sobre la petición de exequátur de la senten-

cia de divorcio entre Mercedes Senior y


Billo contrajo matrimonio con HaydeĂŠ Grillo en marzo de 1951.

Todo lo que usted debe saber sobre Billo FrĂłmeta

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Frómeta, le concede a éste la libertad bajo

blica de la Billo’s Caracas Boys. Durante el

cual fue cancelada por Nehemías Serfaty,

questa quedó al mando de Freddy Coro-

fianza, por un monto de dos mil bolívares, la quien para ese entonces era el distribuidor

de las grabaciones de la orquesta, y Rafael

Sabal, propietario del Club Las Fuentes, donde Billo haría la temporada de Carnaval

de ese año junto a la cantante cubana Can-

dita Vásquez y la Orquesta Aragón; una temporada que atraería a un público ávido de ver otra vez a Frómeta al frente de su

orquesta y de escuchar la guaracha que había compuesto estando en prisión: “Ya salió Julián Pacheco”, en la cual, usando el

nombre (y la participación en la grabación) del popular personaje caracterizado por el

locutor Guillermo Rodríguez Blanco, hacía alusión al caso en el que se vio envuelto: Ya salió, ya salió. Ya salió Julián Pacheco del infierno que vivía no valieron amuletos, ni tampoco brujerías. Le quitaron sus hallacas, su guitarra y sus maracas, lo dejaron sin casaca pero el pobre ya salió.

“La tristeza de Billo hizo la alegría del carnaval de Caracas”, titulaba Venezuela Gráfica en abril de 1957 para destacar el

éxito de “Ya salió Julián Pacheco”. Pero

pronto el director de la orquesta más popular del país sufriría una nueva tristeza. “Esos viejos ya no soplan”

La temporada de Carnaval de 1957 fue

la última que hizo la llamada Primera Repú-

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Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

período que Billo estuvo en la cárcel, la ornado. Amigo de Frómeta desde la adoles-

cencia, fue Freddy quien animó a Billo, por aquellos años, a dedicarse de lleno a la música. No conforme con ello, gracias a un tío de Coronado se logró el contrato

para que la ya bautizada aquí como Billo’s Happy Boys, debutara el 31 de diciembre de 1937 en el caraqueño Dancing Roof

Garden. Freddy se desempeñaba como saxofonista y subdirector; por eso, cuando

comenzó el problema legal de Billo, asumió la batuta para poder cumplir con las obli-

gaciones, como los bailes y los programas de radio.

Al salir de la cárcel, Billo se encuentra con una orquesta llena de conflictos, los

cuales habían surgido a raíz de la muerte del conguero “Buzo” Nelson el año anterior.

La madre del músico exigía a Frómeta el pago de las prestaciones sociales que co-

rrespondían a su hijo. Billo argumentaba que la orquesta funcionaba a manera de

cooperativa y que, por lo tanto, él no era el patrono, ni había sueldo; por ende tampoco

prestaciones. Esta situación puso sobre aviso al resto de los músicos, exigiendo la cancelación de unos Bs. 240.000, argumen-

tando que Billo, por ser el director, era el patrono, quien además firmaba los contra-

tos y tenía una mayor ganancia. El caso fue llevado hasta la Asociación Musical. Sin

embargo decidieron dejar toda acción le-

gal para cuando Billo saliera de la cárcel. La Asociación Musical, para ese entonces,


FotografĂ­a: Jaime Albanez. Archivo Audiovisual, Biblioteca Nacional, Caracas.


La Billo’s Caracas Boys. De izquierda a derecha: Luis Hernández, Rafa Galindo, Antonio María Soteldo, Alberto Muñoz, Eduvigis Carrillo, Cecilio Comprés, Pat O’Brien, Freddy Coronado, Manolo Monterrey, Rafael Oviedo y Pedro Durán.

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Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta


era una férrea organización sindical y, cu-

sablanca, agrupación de planta del Club

sos en contra de Billo. Sirvieron entonces

que para ese entonces era dirigida por Luis

riosamente, muy dada a tomar parte en cacomo mediadores para lograr un acuerdo entre las partes.

A raíz de las diferencias surgidas, Billo

decide disolver la agrupación y formar una más moderna, adaptada a las nuevas co-

rrientes de la música bailable y porque “esos viejitos ya no soplan”. Ciertamente, mientras Billo estuvo en la cárcel, el sonido de la orquesta, bajo el mando de Coronado, había cambiado −muestra de quién

era el que sabía la fórmula musical que convirtió a la Billo’s en la más popular de

Venezuela. Manolo Monterrey, quien con

Rafa Galindo y Antonio Soteldo había formado un nuevo conjunto, le salió al paso a

las declaraciones de Billo a través de la guaracha “Los viejitos sí soplan”, lanzán-

dole unas cuantas indirectas, bien directas: Y mi mamá me lo dijo no se dejen engañar recojan los macundales, no los vayan a embarcar… Murmurando se la pasan que ya no somos gran cosa, pero le demuestro a todos que estos viejitos sí soplan… Que estamos muy viejos que ya no servimos, qué quieren que haga si de eso vivimos.

Ese disco se rayó

Billo organiza su llamada Segunda República con los músicos de la orquesta Ca-

Casablanca –actual Hermandad Gallega– Alfonzo Larrain, quien le cede la orquesta a

Frómeta para dedicarse a sus labores gremiales al frente de SACVEN (Sociedad de autores y compositores de Venezuela).

Enseguida la Colgate Palmolive y Cigarrillos Fortuna le ofrecieron patrocinar mu-

chos programas para la radio y la televisión, entre ellos A gozar con Fortuna, el cual comenzó a transmitirse a través de Radio Ca-

racas Televisión a partir del 3 de junio de 1957, de 5:15 a 5:45 pm y con la animación de Henry Altuve y Enrique Vera Fortique.

Billo siempre afirmó que esa había sido su mejor orquesta, pero también la que ha-

bía tenido menos éxito, a pesar de contar con excelentes músicos, entre ellos Porfi Jiménez y el pianista cubano Eduardo Cabrera,

radicado en nuestro país, a donde había llegado formando parte de la Banda Gigante

de Benny Moré y tomaría, posteriormente, las riendas de la Caracas Swing Boys, nombre con el que trabajaba la orquesta al explotar el lío con la Asociación Musical.

Quedarían dos grandes éxitos de esta etapa: “Los cadetes”, grabada por Víctor Pérez ante la negativa de Luisín Landáez a in-

terpretarla al “estilo Billo” y “El disco rayao”, composición de su antiguo compañero Ernesto “Negrito” Chapuseaux, y que la picardía popular utilizaba para expresar su descontento con la dictadura perezjimenista.

Pero Billo no quería esa orquesta. Esta-

ba insatisfecho con todo, y adicionalmente porque tenía menos éxito que su formación

Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

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Izquierda: A gozar con Fortuna comenzó a transmitirse por RCTV el 3 de junio de 1957. Derecha: Aldemaro Romero, Billo Frómeta y Luis Alfonzo Larrain, hacia 1957.

cuenta de que, efectivamente, había un trasfondo dentro de todo el

anterior. Y, según Porfi Jiménez, él mismo provocó su caída. Contrató a un saxofonis-

ta dominicano, Sócrates de León, y le pidió que no se inscribiera en la Asociación Musical. Un nuevo problema con la organización

gremial. La Asociación le hizo saber a Billo que el saxofonista debía inscribirse o atenerse a las consecuencias. Aldemaro Romero era en ese momento el Secretario General

de la Asociación, y durante años Billo se quejó en la intimidad de sus más cercanos acusándolo de haber orquestado todo, por envidia. Aldemaro siempre se defendió ante tales acusaciones, sin embargo, las reseñas que se hicieron en la prensa de la época dan

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Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

proceso.

Así se deja ver en el diario Últimas Noti-

cias del 1º de julio de 1958: “Billo fue expul-

sado de por vida de la Asociación Musical

en el transcurso de una asamblea que se realizó luego que el músico le pidiera a la Junta Directiva que convocara dicha reunión. En esta asamblea se llevaba el respaldo de una carta firmada por 61 sindica-

lizados que estaban en desacuerdo con las acciones tomadas en contra del músico. Billo solicitó la asamblea para pedir su reincorporación a la Asociación Musical […]. Desde antes del inicio de la asamblea existió un

ambiente muy caldeado, llegándose a exhi-

bir cartelones que atacaban al dominicano […]. Desde un principio los ánimos estuvie-


Izquierda: Billo Frómeta y Renato Capriles, hacia 1958. Derecha: con la orquesta de Capriles o la de Bebo Valdes, entre otras, Billo sobrevivió tocando en Venezuela y Cuba durante sus años difíciles.

ron caldeados y hubo ofensas de tipo perso-

Es como si se dijera más bien que a Billo se

está podrido’. Después de tres horas de de-

sión específica del dominicano es la música.

nal. Mario Navas dijo que ‘el asunto de Billo

bate se decidió someter a votación si Billo podía permanecer o no en el local. Esto fue aprobado, Billo Frómeta debería marcharse, sin que se le diese oportunidad a defenderse. Se considera definitivamente muerto el caso Billo. No se hablará más del asunto

ni se permitirá que las Juntas Directivas lo

reconsideren. Serán rechazadas todas las peticiones que pueda introducir el señor Billo Frómeta”.

Sin embargo, fueron muchas las voces que se alzaron a favor del músico dominicano. Su siempre amigo, Luis Alfonzo Larrain

manifestó: “Es absurdo pensar que un grupo de hombres pretenda condenar de por

vida a otro hombre, impidiéndole trabajar.

le quiere impedir que coma, ya que la profeNada me une a Billo, no tengo compromisos

comerciales con él. Por el contrario, soy su rival en cuestiones musicales. Pero la justi-

cia y la verdad yo las respeto. Tengo que estar en absoluto desacuerdo con las arbi-

trariedades cometidas contra mi colega” (Últimas Noticias, 5 de julio de 1958).

Otros, por su parte, reafirmaban la presunción de que el asunto tenía visos personales. Manuel Desman, compositor y cofun-

dador de SACVEN argumentaba que: “No

cabe duda que hubo confabulación de tipo personal. Yo condeno esto porque ningún

sindicato, aun teniendo fuero interno, puede

aplicar sanciones que van mucho más allá de las leyes de la República. A mi juicio exis-

Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

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ten dos factores determinantes en la san-

me hagas los arreglos para una orquesta

fesional y la enemistad personal” (Últimas

ganancias’. Entonces me abrazó y me dijo

ción que se impuso a Billo: la rivalidad proNoticias, 5 de julio de 1958).

Algo similar manifestaba el también músi-

co y compositor, además de ex secretario de la Asociación Musical, Ulises Acosta, quien

había estado presente en la sesión y afirma-

ba al diario Últimas Noticias del 7 de julio de 1958 que “el asunto tiene mucho de perso-

que voy a sacar y yo te doy el 50% de las

‘Oye Negro −porque él le decía negro a todo el mundo y cada uno creía que era con él

en particular− me vas a dar la oportunidad de seguir escribiendo’. […] Total que a los

siete meses apareció mi orquesta con sus arreglos. Él no podía aparecer en ninguna

parte junto a ellos porque ningún músico po-

nal y muchos asambleístas habían levan-

día acercarse al Billo de esa época so pena

ya que desconocían por completo el caso”.

Peridioquito, 2004). Debutan así Los Meló-

tado la mano por levantarla simplemente Preguntado sobre si había posibilidades de

que Billo se reincorporara a las labores musicales manifestó que “lamentablemente ello, por ahora, era improbable porque el

caso Billo está por demás viciado e impera en él la intransigencia de los parcializados”.

Lo cierto es que a Billo lo expulsaron, con

la prohibición de trabajar en Venezuela por

el resto de su vida. No conforme con ello, se le acusaba de perezjimenista. Buscando

cómo subsistir económicamente, inaugura El

Rincón de Billo, local que le generaría más

pérdidas que ganancias, pero que serviría para un encuentro que daría como resultado una nueva orquesta bailable en el ambiente musical venezolano…

Así lo refiere Renato Capriles, en entre-

vista a Alfredo Churión: “Allí me le presenté un día junto a Tere, mi primera esposa, para

dar salida a la inquietud que tenía desde muchacho que era tener una orquesta. Y mis

palabras fueron: ‘Billo, el motivo de mi visita no es venirte oír a tocar el piano ni a echar-

me tragos en el bar, sino proponerte que

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Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

de que lo vetaran de por vida también” (El

dicos, el 15 Julio de 1958, en el programa Su revista musical, conducido por Henry Al-

tuve a través de Radio Caracas Televisión. En 1959, según Román Martínez en su libro Epa Isidoro (2001), Billo viaja a Cuba

por recomendación del pianista Eduardo Cabrera, quien lo pone en contacto con

Bebo Valdés, y éste le ofrece sus músicos para grabar. Tal era la presión que hasta

Víctor Piñero sufrió una sanción por parte de la Asociación Musical venezolana al

grabar con el músico vetado, causa que también originó la disolución de la sociedad

con Renato Capriles, quien se molestó porque Billo, además de llevarse al guarachero de su orquesta, grabó con Alberto Beltrán varios de los temas que formaban parte del repertorio de Los Melódicos.

Ese mismo año viaja a California para dirigir la orquesta con la cual Alfredo Sadel,

que para ese momento se encontraba en Hollywood contratado por la Metro Goldwyn

Mayer, graba su disco Nocturnal. De regre-

so a La Habana recibe una oferta del señor


Carlos Biedermann, dueño del sello Vene-

al país en búsqueda de una reconsideración

artistas venezolanos que viajarían a Cuba,

y éste empieza inmediatamente a armar su

vox, para producir musicalmente a varios entre ellos Adilia Castillo, Magdalena Sán-

chez, Héctor Murga, Mario Suárez y otros

más. A la par, seguía grabando discos que,

a pesar de ser con músicos cubanos, se vendían en Venezuela con la denominación de Billo’s Caracas Boys.

Una nueva directiva de la Asociación Musical es la causa que lo motiva a regresar

de su caso. La Asociación perdonó a Billo nueva orquesta, ahora con Felipe Pirela y

Cheo García en calidad de cantantes. Vol-

verían los buenos tiempos para Billo. Fue, sin duda, su consagración. Venezuela comenzaría a disfrutar no sólo de una naciente

democracia sino también de la Tercera República de la Billo’s Caracas Boys.

Billo dio a sus sucesivas orquestas los nombres de Primera, Segunda y Tercera República.

Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

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Billo revive de sus cenizas Entre 1956 y 1959, Billo Frómeta confronta una serie de sucesos que empañaron su vida personal y profesional. Este período de “oscurantismo” empieza a disiparse cuando el 18 de mayo de 1960, la Asociación Musical del Distrito Federal y Estado Miranda levanta la sanción en su contra: “esperé desde la 1:00 de la tarde hasta las 8:00 de la noche en la esquina de la asociación”, refirió Billo en una entrevista en Últimas Noticias el 20 de mayo de 1960. Había nacido lo que él dio por llamar su Tercera República.

Jesús Rafael Pérez Lárez

La Tercera República de la Billo’s Caracas Boys

Quizá el periodista o transcriptor de turno

Noticias daba cuenta de la nueva forma-

taba mucho para la música popular vene-

El 20 de mayo de 1960, el diario Últimas ción orquestal de Billo Frómeta:

−Voy a La Habana a buscar material de

música y probablemente, con la anuencia de la Asociación Musical, un guarachero. −¿Y el bolerista?

−Será un muchacho marabino de apellido Pereira. Canta muy bien.

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Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

no reparó en la identidad del nuevo cantante melódico: el apellido Pirela no represenzolana a mitad de 1960. Paralelamente, Pío

Leyva, guarachero con el que había hecho grabaciones en Cuba, no había llegado a un

acuerdo económico con Billo Frómeta, por lo cual se le da ingreso al cantante Yayo

Montes. En enero de 1991, en entrevista a Radio Cadena Nacional, Cheo García refie-


En lo referente a la música popular venezolana, Billo hizo una mezcla con la música que oía en las parrandas navideñas.

re: “Inicialmente había dos cantantes: Feli-

pe y Yayo Montes, un muchacho que era

sastre. En ese ínterin me llama el maestro Billo para empezar a formar parte de la agrupación. Yo le dije que no me importaba el dinero, mi único sueño era el de cantar con su orquesta”. Al tercer baile, Billo le

pagó su contrato a Montes para sólo quedarse con Felipe y conmigo.

Con la dupla conformada por Cheo Gar-

cía y Felipe Pirela, comienza una nueva y

exitosísima etapa de la Billo’s Caracas Boys. El sonido “acubanado” que identificaba a la

Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

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Tras un frustrado intento anterior, no fue sino hasta 1962 cuando la orquesta de Billo hizo su primera gira internacional.

orquesta de los años cuarenta y cincuenta,

cord de permanencia en la orquesta más

tiene como emblema a la música colombia-

Méndez.

muta hacia una sonoridad muy propia que

na (Cheo García), pasodobles y aires morunos (Memo Morales) y el siempre necesario

e ineludible ritmo de bolero (Felipe Pirela,

Sin abandonar los viajes a Colombia, el mes de noviembre de 1966 los sorprende en San Salvador, y a finales de la década se convierten en la primera orquesta venezolana en tocar en los Estados Unidos. Con los cantantes Cheo García, Memo Morales y Rafa Galindo se da la primera gira a Nueva York entre el 1º y el 14 de abril de 1969 José Luis Rodríguez), sin dejar de citar honrosos nombres como los de Joe Urda-

neta, Humberto Zárraga, Oswaldo Delgado, Gustavo Farrera y el cantante que tiene ré-

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Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

popular de Venezuela, el referencial Ely En fin, a partir de 1960, Billo revivió de

sus cenizas: igual que en los viejos tiempos,

hubo ventas masivas de discos, programas de radio y televisión, además de viajes inter-

nacionales a los que nunca había tenido acceso con su vieja orquesta.

Billo sin fronteras

El Club de Billo, ubicado en la avenida

Los Pinos de la urbanización El Paraíso,

sirvió de marco para que la orquesta se batiera en “duelo musical” contra la banda del dominicano Luis Alberti. Era el carnaval

de 1955. Una vez terminada esta jornada, la Billo’s Caracas Boys anunciaba para el

día 23 de febrero su primer viaje interna-

cional con destino a Europa. Esta idea fue dinamizada por Rafael Minaya, director de


orquesta y amigo de la infancia, quien a su

vez ostentaba un alto cargo en la línea aérea Air France. Minaya había hecho los

contactos para tocar en los carnavales de

Niza y Madrid, e incluso se llegó a firmar el

contrato con el dueño del cabaret donde se

iba a hacer el baile inicial, pero a causa del intempestivo fallecimiento del contratista europeo, la gira se vio truncada.

No fue sino hasta 1962 cuando la Billo’s

El primer baile de carnaval en Tenerife se da el 7 de febrero de 1986, en la Plaza de Toros, con un gran despliegue publicitario: la orquesta sonaba insistentemente en la radio y ya para el año siguiente, el 3 de marzo, la Billo’s Caracas Boys se inscribe en el Libro de Récords Guinness por animar el baile más multitudinario hasta ese momento

Caracas Boys hace su primera gira interna-

una caseta ubicada en la avenida Olaya

tre el 16 y el 28 de marzo de 1962. El maes-

lán. En esos días los discos de la orquesta

cional. El viaje a Santo Domingo se dio entro recibió un sinfín de agasajos, incluyen-

do el del Cuerpo de Bomberos Civiles de República Dominicana, banda en la que ha-

bía debutado a sus dieciséis años, el 12 de marzo de 1932. Esta gira no tenía un significado comercial sino más bien afectivo, ya

que implicaba para Billo la vuelta a su pa-

tria dominicana después de 25 años. El segundo viaje a República Dominicana se dio el 19 de enero de 1964, cuando arribó al

aeropuerto de esa ciudad para tocar un baile en el Hotel Hispaniola junto a las orquestas de Antonio Morell y Luis Alberti.

Próximo destino: Colombia

Ya el 11 de enero de 1964 se había dado

una rueda de prensa en el Hotel El Prado de Barranquilla a propósito del baile que

Billo –esta vez actuando también como empresario– iba a dar junto a su banda en los carnavales de esa ciudad. Es así como

el domingo 8 de febrero de 1964, Billo y sus muchachos aterrizan en el aeropuerto

de Soledad para cumplir compromisos en

Herrera, junto a la orquesta de Pacho Gaya tenían presencia en Uruguay y San Salvador, según carta publicada por un gran

amigo del maestro: el artista Ariel Severi-

no. El 17 de julio actuaron en la Fiesta del Mar de Barranquilla y el 11 de diciembre

en la VII Feria de la Caña de Azúcar de Cali. Estos primeros viajes a Colombia

marcan un hito en la internacionalización de la orquesta ya que, aún en la actuali-

dad, son numerosas las giras que realiza anualmente la más popular de Venezuela al vecino país.

Billo persistía en el afán de viajar con su

banda: Puerto Rico significó otro norte para la expansión internacional de la orquesta, pero un explicable veto ejercido en

noviembre de 1964 por la Asociación Musical y Federación de Músicos de la isla bo-

rincana impidió la actuación de la orquesta. Este hecho tuvo retaliación en una asam-

blea general de la Asociación Musical del Distrito Federal y Estado Miranda, en la cual también se vetó a músicos puertorriqueños en Venezuela.

Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

39


Sin abandonar los viajes a Colombia, el

En los años setenta resaltan las giras a

en San Salvador, y a finales de la década

ba su poco entusiasmo por salir al exterior

mes de noviembre de 1966 los sorprende

se convierten en la primera orquesta vene-

zolana en tocar en los Estados Unidos. Con los cantantes Cheo García, Memo Morales y Rafa Galindo se da la primera gira

a Nueva York entre el 1º y el 14 de abril de 1969, abriéndole paso a otras orquestas

venezolanas hacia las tierras del norte.

Destacan en esa jornada su debut el día 9 en el cumpleaños del legendario “Caborrojeño” en la 145 de Broadway, y los repeti-

dos “mano a mano” con las orquestas de

Tito Puente y Tito Rodríguez en el New York Hilton. 40

Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

Costa Rica, a pesar de que Billo declara-

–había rechazado contratos a Nueva York

y Ecuador– ya que no le gustaba alejarse por largo tiempo de su Caracas ni descui-

dar el mercado local. El 2 de agosto de 1982, Billo declara a la prensa caraqueña

el haberle entregado la orquesta a su hijo

Charlie por “sentirse cansado”, pero ese cansancio que estaba empezando a aparecer no le impidió, en 1986, cruzar los océanos para reencontrarse con sus raíces ca-

narias, heredadas de su madre Olympia y de su abuelo Severo. Así lo narró Luis Fró-

meta en entrevista personal en junio de


vino una persona a decirme que quería lle-

Premios, reconocimientos y homenajes

a llamarnos por teléfono, a hacernos car-

ta han recibido un sinfín de reconocimientos

2005: “Estando en un baile en La Guaira,

var la orquesta a Tenerife […]; empezamos tas y me toco ir a allá. Justo en ese año en que fui no se concretó nada. Al año siguiente recibo una llamada de esa misma persona y me dice que está en compañía

de Paco Padrón, director del Radio Club Te-

nerife y fui yo quien no le hizo caso […], insistieron hasta que me hicieron la invitación formal y a los dos días estábamos firmando para la primera presentación en Islas Canarias”.

El primer baile de carnaval en Tenerife se da el 7 de febrero de 1986, en la Plaza

de Toros, con un gran despliegue publicitario: la orquesta sonaba insistentemente en la radio y ya para el año siguiente, el 3

de marzo, la Billo’s Caracas Boys se inscri-

be en el Libro de Récords Guinness por animar el baile más multitudinario hasta ese momento: 240 mil personas alrededor

de la Plaza España de Tenerife. El tema

bandera para ese año, no podía ser otro que “Baile en la calle”, que también ocupó

el puesto número 1 en las listas venezolanas para el 16 de marzo de 1987. Su último

viaje internacional fue también a Tenerife

en los carnavales de 1988. De ahí, regresaría definitivamente a su querida Caracas.

Durante toda su carrera, Billo y su orques-

a nivel nacional e internacional, incluyendo uno de los premios de más credibilidad y renombre que se le haya otorgado al gremio

artístico dentro de las fronteras nacionales: el Guaicaipuro de Oro, que distinguió a la Billo’s Caracas Boys como “Orquesta del año” en muchas oportunidades, destacándose especialmente su otorgamiento con-

secutivo durante el período 1960-1963. A ello hay que sumarle discos de oro, de

platino, los premios Rafael Guinand, Casa

del Artista, ACE (Nueva York), El Dorado (Santo Domingo), Teide de Oro (Tenerife) y

una larga lista difícil de enumerar. Sin embargo, el Meridiano de Oro constituía su premio favorito, ya que se otorgaba por vota-

ción popular. Mención aparte merece el

homenaje que iba a realizársele el 28 de

abril de 1988 en la Sala Ríos Reyna del Complejo Cultural Teresa Carreño con mo-

tivo de sus cincuenta años en Venezuela. Un día antes, Billo Frómeta dirige los ensayos de la Orquesta Sinfónica de Venezuela y la emoción que lo embargó al finalizar

la suite “Un cubano en Caracas” le provoca un derrame cerebral del cual no despertaría jamás.


El cantor de Caracas

Desligar la figura de Billo Frómeta, de su orquesta y de la ciudad de Caracas es tarea imposible: su sensibilidad hacia la ciudad, sus cosas y sus personajes fue expresada mayormente a través de sus composiciones interpretadas por los cantantes de su banda: “Caracas vieja” (Miguel Briceño, 1946)

“El muerto de las Gradillas” (Manolo Monterrey, 1949)

“Las muchachas de mi tierra” (Manolo Monterrey, 1952)

“Las muchachas caraqueñas” (Manolo Monterrey, 1953)

“Luna caraqueña”

(Manolo Monterrey y Rafa Galindo, 1953)

42

Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

“Un cubano en Caracas” (Orquesta de Conciertos, 1955) “Mensaje a Juan Vicente” (Víctor Piñero y Mario Suárez, 1959) “Canto a Caracas” (Cheo García ,1960) “En Caracas” (Felipe Pirela, 1962) “Sueño caraqueño” (Memo Morales, 1965) “Epa Isidoro” (Memo Morales, 1966) “Caracas, siempre Caracas” (Cheo García, 1966) “El mielero” (Cheo García, 1966)


“Mi novia es Caracas” (Orquesta de Conciertos y Conjunto Vocal

“Capillita del Calvario”

“Avileña” (Orquesta de Conciertos, 1966) “Mi viejo Guaire” (Cheo García, 1967) “Caminito avileño” (Cheo García, 1972) “El metro” (Cheo García, 1974) “El amolador” (Cheo García, 1974) “La canción de Caracas”

(Ender Carruyo, 1983)

Los Cuatro, 1966)

(Memo Morales, 1975)

(Ely Méndez y Oswaldo Delgado, 1978)

“Caracas quiere una gaita”

“Nuevo Circo” (Ely Méndez, 1985) “Caracas pórtate bien” (Ely Méndez, 1988) Este último tema fue su postrera composición a la ciudad, publicada después de su muerte acaecida el 5 de mayo de 1988, dejando tras de sí una obra auténtica e imperecedera y una orquesta que sin ninguna discusión ostenta el nombre de “la orquesta más popular de Venezuela”.

Ese bolero… ¿Qué quieres que te diga? Yo tengo la suer te de venir de una familia don de hay un melómano obsesivo con la música pop ular, al punto de que en una oportun idad Billo Frómeta iba a hacer una compilación de su música para entregarle a la post eridad lo mejor de su creación. Y entiendo que le faltaba una pieza, o dos, que había tocado en algún momento de su carrera. Y no las tenía él. De manera que acudió a un hermano mío que se llama Mario Baptista, que tiene una colección prodigiosa de mús ica popular, incluyendo desde luego a Billo. Y tengo un recuerdo muy vivo de Billo . Esos mos aicos tenían, en esa combinación de mús ica rápida, algún merengue con algú n danzón, un bolero… Ese bolero, en los mosaico s de Billo, en mi generación –hablo por mí más que por mi generación–, ese bolero, te digo, era la clave en los intentos que uno hacía, a través del baile de rozar el cachete de la muchacha querida. Un simple roce era suficiente, y desde luego, lo que lo perm itía era el bolero. De modo que el mos aico de Billo tiene para mí la significación de que me permitió el roce del cachetico de la mujer amada, en aquellos años tan difíciles por la timidez, por la manera como el país era, por la estructura tan distante que los muchachos y las muchachas teníamos en nues tras posiciones sociales. Ese bolero fue clave en mi vida. Asdrúbal Baptista

Extraído de: “Ellos bailaron con Billo”. En: Imagen, año 30, n° 6, octubre-diciembre de 1997, pág. 63.


Discografía

BILLO’S CARACAS BOYS

Jesús Rafael Pérez Lárez

BILLO’S CARACAS BOYS - AÑOS 1940 Sello disquero Formato

Título

1941

RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor

78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m.

Ojo pelao • Las bellas noches de Maiquetía Cómo se baila el merengue • La cita El chichero • Lengüetera Menea la olla • Ay Cutiro Dulces sonrisas • Nació un bebé

1945

RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor

78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m.

Guarachando • Ven Un sueño • Campesino La negra del solar • Al fin y al cabo qué El caimán • Despacio se va lejos Amar y sufrir • Maraquita


1946

Odeon Odeon RCA Victor

78 r.p.m. Los gustos de Víctor Pérez • El adiós 78 r.p.m. Si tú me dejas • Amar y sufrir 78 r.p.m. Noche de mar • Caprichosa

1947

RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor

78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m.

Alma llanera • Swing con son Pagina de amor • Quién fue que mató a Consuelo Bésame otra vez • Ríete de todo Caracas vieja • Silverio, Facundo y la Luna Dilo tú • Se murió Camilo Estoy triste • Tú no me engañas Nuestra cita • El sol enamorao Arrepentida • Necesito una mujer Don José • El adiós del mar Egoísmo • Llegó Dieguito

1948

RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor RCA Victor

78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m.

Solamente tú • El son del carnaval Ya no te quiero • La última guaracha Como yo quiera • Desamor Rapsodia en azul • Falda larga Campesinita • 5 y 6 Noche en diciembre • Ay no me mires Esclavo • La sangre me llama Ariel • Una noche Las pilanderas • El bananero Pa’ fricase los pollos • Cenizas Suavidad • Mi saxofón Mayba • Pesar Farolito de Madrid • Cosa linda Evocación • Crema pa’ ti

1949

Billo 78 r.p.m. Qué lengua más larga • Dime Corazón Billo 78 r.p.m. Mamá yo quiero un cadete • Yo me alejo de ti Billo 78 r.p.m. Concierto de Varsovia • La empalizá Billo 78 r.p.m. Dame un cacho • La bien pagá Billo 78 r.p.m. El cráneo lo tengo roto • Mi presentimiento Billo 78 r.p.m. Se pasó la jicotea • Si tantas veces Billo 78 r.p.m. El can can • Cuando te vuelva a ver Billo 78 r.p.m. José Belén Santana • Hoy no quisiera vivir Billo 78 r.p.m. Río La Yagua • Mi agonía Billo 78 r.p.m. Se formó la rumba • Bendito amor Billo 78 r.p.m. Rumba jive • Yo no vendo la chiva Billo 78 r.p.m. Mosaico manicero • Tambo Billo 78 r.p.m. Oye mi guaracha • Qué pena me da Billo 78 r.p.m. En bolondrón • Adiós Billo 78 r.p.m. Don Felipe Mota • Baila mi rumbambe Billo 78 r.p.m. Tócale la campana • Romance bajo la Luna Billo 78 r.p.m. Cadete constitucional • Jelenguera Billo 78 r.p.m. El baile del sillón • Estoy arrepentido Billo 78 r.p.m. Jacobo Basura • Pregunta de amor Billo 78 r.p.m. Kun kun kun • Dónde está mi amor Billo 78 r.p.m. Despacito pa’ gozá • Cariñito azucarado Billo 78 r.p.m. Guarare • A golpes Billo 78 r.p.m. Ay qué lucha • El muerto de Las Gradillas Billo 78 r.p.m. Ensalada musical • Que me la den entera Billo 78 r.p.m. Un poquito más • Eternidad Discos comerciales publicados en Venezuela entre 1941 y 1949. Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

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BILLO’S CARACAS BOYS - AÑOS 1950 Sello

disquero Formato

Título

1950

Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo

78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m.

Cumaná (serie especial) • Pachito Eché Cumaná • A orillas del César Apúrate • La guaracha de salón El palo tiene curujey • Leyenda María Dolores • Anabacoa Soy trovador • Creyón de labios Cuando suenan los tambores • Luna de Venezuela María Cristina • El candado Abaniquito de a real • Guarachona El censo lo dirá • Di la verdad Así es mi muñeca • Me voy de rumba Canuto • Me estoy enamorando de ti Pomponio • Sinceramente Manto y corona • Zambra de mi soledad El paso del burro • Deja que te mire Tú solo tú • No me dejan divertir Esa no • Matando la cucaracha

1951

Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo

78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m.

San Fernando • Pobre corazón Ya don Rafael habló • El baile del pingüino Ni hablar del peluquín • Olas Esto sí que está gracioso • Yo Cuando terminen la autopista • Olé olé Mimí Pinzón • El sucu sucu Radragaz • Mambo en España Que se me caigan los dientes • Divina ilusión

1952

Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo

78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m.

Tírame la pelotica • Cállate muchacha Magdalena • Mattinata La niña de La Ventera • Eso es amor La burrita de Petare • Tus ojos El aguacero • El emigrante Adelántame el ritmo • No puedo comprender Las muchachas de mi tierra • Rapsodia de cueros Papel y lápiz • Señora Carnaval Tres notas nada más • El velerito El ruiseñor • Frente a frente El enamorao • Apretaíto Compadre Pedro Juan • Paraíso soñado Mosaico 6 (Parte I) • Mosaico 6 (Parte II) El pescador • Volveré Luna caraqueña • Chinvengüenchona Lo que a mí me gusta • Cantar de palmeras Que cómo yo estoy • No empujen

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Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta


1953

Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo

78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m.

Maringá • Casita pequeña Mosaico 7 (Parte I) • Mosaico 7 (Parte II) Qué dirá la gente • Dos cruces Juana Bacallao • No hay que dejarse ilusionar Brujería • Caracol Chino Li Wong • Dime que sí Billo en TV • Luna rosa

1954

Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo

78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m.

Desarrecuéstate • Molino rojo A palo y leña • Magallanes para todo el mundo Chacha mambo • La reina Mosaico criollo • Es muy fácil Micaela • Me lo dijo Adela Las muchachas caraqueñas • Sin tu amor Consígueme eso • El aguaje No si así es • Ya te olvidé Qué te traes conmigo • Nada para ti Yo no puedo • Contigo en la distancia No quiero espejo • Amarras Cuando yo diga • El su su Pueden suceder dos cosas • Mi música es para ti La paloma • A bailar Al amanecer • No me abandones El divorcio • Aunque me cueste la vida

1955

Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo Billo

78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m.

Bombelé • Paloma currucucú La pelota de carey • Volvió el charlestón Cuando florezcan las amapolas • La subidora Parece que hay romance • Neurasténico Distancia y categoría • El marinero San Antonio • Es tuyo Déjame estar triste • Nadie me quiere Qué sabroso • Cayetano baila La cumbia cienaguera • Recordando El lunar de María • Pobre gente de París Ay cosita linda • El que usted conoce no soy yo

1956 1957

Billo Billo

78 r.p.m. 78 r.p.m.

Qué buena está la fiesta • Caminito de Guarenas Rock & Roll • Embuste embuste

Billo Billo Billo Billo Billo Billo

78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m. 78 r.p.m.

Ya salió Julián Pacheco • Qué sabroso e’ Casi te muerde • El trago Coco pelao • Costas de oriente Los cadetes • Fiesta Marcelino pan y vino • Con medio peso El disco rayao • Juana Asunción

1959

Sonus 33 r.p.m. Carnaval con Billo Venevox 33 r.p.m. Evocación Venevox 33 r.p.m. La lisa Venevox 33 r.p.m. 3 viejos amigos Venevox 33 r.p.m. Baile de Carnaval Venevox 33 r.p.m. Navidad con Billo Discos comerciales publicados en Venezuela entre 1950 y 1959.

Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

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BILLO’S CARACAS BOYS - AÑOS 1960 1960

Sello Disquero Formato Título Venevox 33 r.p.m. Oyendo a Billo Discomoda 45 r.p.m. El pajaro chogüí • No vale la pena Gramcko 33 r.p.m. Paula Discomoda 33 r.p.m. Comunicando

1961

Discomoda Discomoda Discomoda Discomoda

33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m.

Guaicaipuro de Oro 1960 Pobre del pobre Canciones de ayer • Hoy y siempre Tres regalos

1962

Discomoda Discomoda Discomoda Discomoda Discomoda Discomoda Fonograma Fonograma Fonograma Fonograma

33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m.

Guaicaipuro de Oro 1961 Historia de mi orquesta * Historia de mi orquesta * Historia de mi orquesta * Esta noche Billo

33 r.p.m. 45 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m.

Impactos de Billo * Que gente averigua • La pollera colorá Billo en Fonograma Mosaico 10 2 sets con Billo

1964

Velvet Fonograma Fonograma Fonograma Fonograma

33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m.

Guaicaipuro de Oro Billo en Colombia Billo en Sto. Domingo Cantares de Navidad * Billo en Pto. Rico

1965

Fonograma Fonograma Fonograma Fonograma Fonograma Fonograma Fonograma

33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m.

El yoyo Billo y su música Fin de año Mosaico 17 Niña Isabel * Nuestro balance * Anoche no dormí *

1963

48

Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta


1966

Fonograma Fonograma Fonograma Fonograma Fonograma Fonograma Fonograma Fonograma

33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m.

Éxitos de Billo * Desde 1937 a 1966 bailando con Billo Resumen de éxitos * La renga Voces de Billo: El Galán Cantante * Voces de Billo: El Gitano Maracucho * Voces de Billo: El Ídolo del Saladillo * Felices fiestas

1967

Fonograma Fonograma Fonograma Fonograma Fonograma Fonograma Fonograma

33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m. 45 r.p.m. 45 r.p.m.

Se necesitan dos Billo y su ritmo Viva Memo y olé * Voces de Billo: cumbiando con Cheo * La rubia y la trigueña El mielero • Aguinaldo y gaita Mi viejo Guaire • Camelia

Fonograma La Discoteca La Discoteca La Discoteca La Discoteca

33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m.

Carnaval con Billo (Al compás de Billo) Todo lo que tengo Billo 69

33 r.p.m. 33 r.p.m.

La más popular de Vzla. Billo 70

1968 1969

Discos comerciales publicados en Venezuela entre 1960-1969. Incluye 45 r.p.m con al menos un tema no publicado en distinto formato. * discos recopilatorios de 78 y 45 r.p.m., más inclusión de temas nuevos.

Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

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BILLO’S CARACAS BOYS - AÑOS 1970 1970

Sello Disquero Formato Título La Discoteca 33 r.p.m. El pajarillo La Discoteca 33 r.p.m. Billo canta sus canciones La Discoteca 33 r.p.m. Billo 71

1971 1972 1973 1974 1975

La Discoteca La Discoteca

33 r.p.m. 33 r.p.m.

La onda de Billo Billo 72

La Discoteca La Discoteca

33 r.p.m. 33 r.p.m.

Billo 72 1/2 Billo 73

La Discoteca La Discoteca

33 r.p.m. 33 r.p.m.

Billo 73 1/2 Billo 74

La Discoteca La Discoteca

33 r.p.m. 33 r.p.m.

Billo 74 1/2 Billo 75

La Discoteca La Discoteca La Discoteca

33 r.p.m. 45 r.p.m. 33 r.p.m.

Billo 75 1/2 Un poquito para atrás • Linda de verdad Billo 76

1976 1977 1978 1979

La Discoteca La Discoteca

33 r.p.m. 33 r.p.m.

Billo 76 1/2 Billo 77

La Discoteca La Discoteca

33 r.p.m. 33 r.p.m.

Billo 77 1/2 Billo 78

La Discoteca La Discoteca

33 r.p.m. 33 r.p.m.

Billo 78 1/2 Billo 79

33 r.p.m.

Billo ayer, hoy y siempre

33 r.p.m.

Fiesta con Billo

Disqueras Unidas Disqueras Unidas

Discos comerciales publicados en Venezuela entre 1970 y 1979. No incluye discos recopilatorios. Incluye 45 r.p.m. con al menos un tema no publicado en distinto formato.

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Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta


BILLO’S CARACAS BOYS - AÑOS 1980 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988

Sello disquero Formato Título Disqueras Unidas 33 r.p.m. Cocktail musical con Billo Disqueras Unidas 33 r.p.m. Y para todo el año Disqueras Unidas Disqueras Unidas Disqueras Unidas

33 r.p.m. 33 r.p.m. 33 r.p.m.

Billo y sus invitados Billo 81 1/2 Billo es Billo

Disqueras Unidas Disqueras Unidas

33 r.p.m. 33 r.p.m.

La nota de Billo La verdad: Billo es Billo

Disqueras Unidas Disqueras Unidas

33 r.p.m. 33 r.p.m.

La Gata Borracha Caracas quiere una gaita

Disqueras Unidas Disqueras Unidas

33 r.p.m. 33 r.p.m.

Billo en Meridiano Oye a Billo’s

Disqueras Unidas Disqueras Unidas

33 r.p.m. 33 r.p.m.

Nuevo Circo A gozar muchachos

Disqueras Unidas Disqueras Unidas

33 r.p.m. 33 r.p.m.

Juntos los grandes del baile Que siga la fiesta

Disqueras Unidas Disqueras Unidas

33 r.p.m. 33 r.p.m.

Sigan bailando La noche del Gran Salón

Disqueras Unidas 33 r.p.m. Viva la Billo’s Disqueras Unidas 33 r.p.m. Juntos de nuevo los grandes del baile Discos comerciales publicados en venezuela entre 1980 y 1988. No incluye discos recopilatorios.

BILLO Y SU ORQUESTA DE CONCIERTOS Sello disquero Formato Título Año de publicación General Electric 33 r.p.m Concierto venezolano * 1955 Sonus 33 r.p.m Nocturnal (canta Alfredo Sadel) 1959 Venevox 33 r.p.m Voces de oro de Venezuela (canta Mario Suárez) 1959 Venevox 33 r.p.m Alfredo Sadel interpreta a Agustín Lara 1959 Gramcko 33 r.p.m Dos canciones para ti (canta Vinicio Adames) 1960 Fonograma 33 r.p.m Canto a Caracas 1966 (*) Disco corporativo editado para obsequio de fin de año. Todo lo que usted debe saber sobre Billo Frómeta

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