JAVIER RivERA BLANCO
De varia restauratione
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JAVIER RIVERA BLANCO De varia rest-auratlone
LECTURAS Serie
H' del Arte y de lo Arquitectura
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J ~~ r J. M. HOIMUCIU LlOool
JAVIER RIVERA BLANCO
De varia restauratione TEORÍA E HISTORIA DE LA RESTAURACIÓN ARQUITECTÓNICA
~~ r<Nio. &o. d~n<ho.. No M" pennltc "'fW'Odudr. alnuurl-'r ~n fliiC'"'._
ck r«upuwión d~ l• tn(onrudón ni tnrwnit lr •lrru pntl" ck c••• publh.• dón, cua.lqu•n• 1"~ t~• t.l rn.cd~o ~rnplc:..do -dcorudni<:t:~o. m.rnnito, (otocop••· r•hK•On. rtt..-. ' '" el penn!.o pN"Oto dC' la.. 111ul.rr• d,. lo• drf'(c:hot de 1• propl«<~d lntc1cau•l•
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S. m• r.f.,n.. de Mtlqw• ("rl,l~lo), ((JI O dC'I 1\>IOf', 199?•
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1-A~VI t
PRÓLOGO A LA PRESENTE EDICIÓN
Agotada al año de snlir al publico. la publicación De Varia Rtstaurotione. Teoría e Hútorio dt lo Restouroci6n An¡uitecl6nica (Editorial R&R) se reedita ahora por ABADA Eo tTORHS con nlgunott lige1'0S cambios manteniendo su espíritu ini c.ial. servir de: instru1'nt nto o jóvenes estudiantes de restauración y arquiteelura, nsf como n proresionales que busquen una int.roducció n sencilla a este 6mbito que cndn vez concita m ayor interés. a la par que se extiende entre los e11pai\oles la conciencia sobre la con servación del patrimonjo construido. Los textos reúnen diversos ensuyos del autor y se actualizan con un capi-
tulo final que ofrece una breve bibliografía por temas. lnduye. al igual que lo edición anterior. In importante «Carta de Cracovia ~ooo», aprobada f"n esu ciudad tras la l"taliuci6n de dos decenas de congresos internaciona· les en distint.u universidades. institucion es y eentro.s de investigación de Europa, y la participación de dos centenares de expertos y técnicos en restouración arqwteCiónJca de mú de 40 paúes. El elenco de fotografías permite •u lectura suce.oiva e independiente de lo• textos pon aprehender una hútoria básica de la inte,..-ención y de la restouroeión arquitectónica o tnvés de los tiempos.
PRESENTACIÓN
El presente libro recupera algunos textos. notas y apuntes ya publicados sobre teoría e historia de la restauración arquitectónica, una disdplina que empieza a conocer en Espa_ñ a en la Ultima década un momento cle expansión y a la que cada vez se dedican1nás profesion ales de la historia, la arqui-
tectura, las Bellas Artes. la estética y otras ramas del conocimiento y el estud io del pasado y de la contemporaneidad, como de su conservación para legar sus producciones materiales y espirituales al futuro. El primer apartado recoge un trabajo p resentado en la Universidad lntet·nacional Menéndez Pelayo en el año de 1998. en el que se planteo la ex-plosión del concepto de patrimonio y las nuevas fronter·as q1.ae entonces npl'eciaba el autOI' en el relacionado con el ántbito arquitectónico histórico. La segunda parte la constituye e] Discurso del autor en su entrada en la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid en d nño de 1989, entonces impreso en edición no venal. más 1-esumido y sin n Oll.\5.
En el rercer aparrado se ofrece otro trabajo del autor redactado como
11puntes de estud io pot·a el MáStcr de Restauración y Rehab ilitación del Pa,.lmonlq de la Universidad de Alcalá, del que el autor fue cofundador y es codi t'CCtOt' desde su Origen (año de 1993). Se publicó en la obra de varios •uto•·~s Ttori'<J< Hi1tori11 dr la Ro<laumci6n. 1. MRRP. Univmidad dt Alcalá, Editorial Munllln• L..rlro, Mndrid. 1997, pp. 100- 170, con un a bibliografía sumaria hurrnncíon"l ,li(')lu•c rl1 cmtaque aquí se suprime por t·uzo •'\es d~ espacio. Ef'tO~ r•eud1(•~ t·to•l''"'" un rrrnrrldo por div("J'NO:t momcntort de la historl• ti• lo N'•t•uratlón arquh•Wlnira, ~n •l••¡¡undo l'f'l•tivo o !!<pollo, desde
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DI 'YAIUA AI$TAVftATIONii
lo• orígenes haS<a el siglo XIX . En el tercero se aborda de manera sencilla y m u~ sumaria. ~igui~ndo los propu~sLas de Luda ni. Ceschi. Basile y MarconJ Yo 1ros amores itaBanos. las teorins más importantes aparecidas sobre la m.ateria.du~n~tc los siglos XIX y XX en Europa. recogiendo reflexiones y b•bhograf•o baJJca •obre los movimiento• folo•óflcos má> destacables, de5de Ja.s ~osiciones dt la • Resuuraeió n arqueológ-ica • surgida en Roma a comtenzos de la decimo nónica cent uria. pa_sando por la "*' Restauración E.."ilis1iea» que codific..'lro Vio llet· le- Duc. h.~1a la « Restauración critica» y d pensamiento contemporáneo.
EL PATRIMONIO Y LA RESTAURACIÓN ARQUITECTÓNICA. NUEVOS CONCEPTOS Y FRONTERAS'
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de Crncov1n» , el documento in le rnociona l m::ís reciente sobre restaurac~ión nrquitectónica elubondo por p1·ofcsionales de más de 40 países d e Europn y América .
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El trabajo siguiente es un anleulo publicado con .J título de «La restauración critica y la problemática IIC1ual•. Se Lnua de u na ponencia presentada en 1992 al 111 Simposi JObrf mlouroa6monumrntol celebrado en Barcelona y pubhcado en QuaJmu CitnlijicSI Ticnia, núm. 5· Barcelona, 1993. pp. 19-26. El ú.l timo C$tudio "e presentó u la 1 Bienal de Restauración Arquitectónka eelebrnda en L'Ho•pitoiet de Uobregat en el año 2000 por la AcademJa del Pannl. Con díversa.s rerormos se presentó en el Cu rso de Invierno de la Universidad de Valladolid en 2001.
Finalm~nte, se incluyen una bibliogrnfín b:bica por te mas y la «Carta
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INTRODUCCIÓN
Hoy estamos inmersos e n un n'IOmento de posvanguardia y dent.r o de una culLura tecno· cie.nlífica en la que es necesario rep1antea.r·se el ma~o reót'icO en el que se producen 1.. restauraciones arquitectónicas al fmal del siglo xx y en los albores del siglo XXI , pero también de redefinición de lo q ue es PATRI MONIO ARQ.UITEOTÓN lCO. de lo que es un Bien de Interés Cultural, aegún In nomenclatura ndopuda en España por influencia italiana" así como de las nuevas fronteras que en este ámbito se están produc.ie.n do conlinuamente. En los últimos veinte ai\os t.l concepto de « patrimonio arquitectónico'» h• sufrido una profunda l"etonfideración incrementando de manera notable todo aquello que se considero herencia material y C5piritual de nuestros ontcpaudos desde nuevos valores fllosóf'lco-c:ientificos. Si bien hay que con,¡-tatar que en úpa t'\l\ e31A cooceptua.Huc.ión se e.ncuenu-a frente a otros pal•es europeos en e.tado de gr•n debilidad. siendo necC!al'io influir con rotundld•d en laJ autoridades y la oodedad para que asuman estos nuevos J)~JUfJUt".IIOI.
1\mnw .. Jlf_,m....&. •" a. \fnn~n...Wintf''"-""Hul M~n#nd~• J\o:b)"'. 1\.¡~ ~nJ . Riw:ny '"tt" """-'-. ln.tkutfJ l •t•l\old~ Arquhrtt..-.... Untw:h.~ott.d ""v.u..~.1..a ,.,..., , ,, •7
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01 \IAIIIIA ..U TAUIU.TIOH!
Gran parte de nucscro pturimonio nrquitectónico se encuentra con las
defensas disminuidruo, no sólo por la forrnidahle cantidad del que poseemos -argumtnl o siempre falaz-. sino 1ambi~n por la falta de a5un ción en el pensamiento de nuestros dirigentes políticos, más preocupados por actuaciones de impacto popular que por tutelar la v~rda.dera memoria de los pue-
blos. Ello ohliga a los técnico• e intelectuales a desplegar sus mejores dotes de persuasión para lograr nuevas orientac.iones en la administración. en los medios de comunicación y en los scctore> de reflexión del p;ti:s. Para ello es vital ~novar los instrumentos historiognif'icos. multiplicar las reun ione.s de especialistas e in Oui r en los sec:1ores preparados para que entre todos se tran.smila.n e.stas nuevas preoc:upacíonea por salvar la • memoria colectiva». No se Lra1a de cacalogar por catalogar. ni de restaurar de forma ago-
biame, sino de desarrollar una política cultural envolvente del hecho patrimonial parn preservar todos l.. •e"•• de identidad de los pueblos. y no sólo las que estén de moda o ya consolidudu hístórjcamente, mentalizando de
ello tanto a los sectores d el Eotado, como del mundo privado. Además. es necesario desarrollar con má.s talento la idea de la conservación- restauració n. pues en multitud de ocusione.s se está interviniendo m asivamente destruyendo rnás que p 1·oregiendo los bie.ncs arquüectón icos. Hny que poner limhes y barreros o In ncción exagerada de la restauracíón en España que bajo pl'esuput.stos co mo el d e la ncccsiclacl (le nuevas funciones u o tros nrgumen10s .provoco n nccione:s verdrtdenHncnce itJ·eversibles y d~1ños irrtpH l'(lhl es.
ARQ,UITEC1'VRA PERDURAU LE
HI STO RIA DEL CONCEPTO DE ARQ.V ITEOTV RA PERDURABLE
En la historia de la humnnidnd generalmente ha e>ristido una idea de la búsqueda de la perdurabilidad para muc~as arqujtecturas. Los dólmene.s , menhires y crómltrhs ton «memoria$~ de ra11ecidos. ;~1 igual que muchos enterramientos de todas las culturas hasta nuenros días, como los de los egipcios. pueblos del Egeo y del Meditel'l'ineo, etc. Otras arquitecturas biWn su perdurabilidad en proporcionar la seguri· dad continua de sus habitantes (fortalezas, autillos, ~cintos amuraUados). carácter al que t1'11tan de añadir el de la inexpugnabilidad y la autarquía. Desde tiempos remotC» el hombre: busca en $US construcciones la intención de la permanencio y la eternidad. por razones religiosas. económicas y eStéticas, también por propaganda personal y según su idea del poder. Lo. mesopouimicos. asirios. etc .• para atemotizar a. sus enemigos. los griegos para ensalzar a sus dioses y cree•1cin.s, los romanos para. rep~entar su ima gen del modelo a imitar y celebrar a sus héroc:.s (arcos triunfales. teatros. villas, columna5 conmemorotivn.s. etc.) en u n sentido de la cultura que dis-
curre poo· todo el Renocimicnto ( Julio 11 , Segism undo Malatesta, Piccolo mini ... ) y llega ha" o nuestros dla.s (centro Beaubourg de Po mpido u , la Pirámide del Louvo-e y In Biblioteca Nocional d e Mittcrrand., .). Para gnrnntiznr l:.t « ideo», d se1· humano se ayuda e i.nvesúga incan.s.a.blem ente el dominio y el con t1'ol de la 4; materia» , así, por ejemplo, la Roma reducida a ruinns y fa·ngm c n tos e n In Ednd Media p e1·nlitió aquelle~ expresión Romo quantafi¡¡'f iJJStl ruiM doctt (Lo ga·n ndc que fue Roma u na vez, todavía se muestra incluso en lns ruinns) y es evid ente que otros grand es ed ificios de esta cuhu.r n aún proclaman 8u sentido de la eternidad j un1 o a otros valo-
res, como el Acueducto de Segovin, el Panteón d e Roma o las Arenas de E ntre las muchas d efiniciones que se podrían aludir a: lo que es Patrimonio
(véaseJ . - 1'. Babelon y A. Chostel, Lo notion depatrimoint, Liana Lcvi, Auvenas, 1994), nos interesa ahora destncar unn no hooitual , aquella que considera arquitectura pat-rimonial la que por sus cualidndcs o significados debe perdurar para su fruición por las generaciones venideras. La acepción de lo
perdurable. según la Real Academin Espn"ola. e• muy sencil·la. se t.rata de aquello que dura mucho. que es eterno. sin fin , perpetuo , perenne. Sería tanto la que se construye con la mt~nción de que permanttca y dure:. como aquella que se decide c.on.sut10r por sus valores .sobrevenidos por las diversaJ culturas que le han otorgado contenido•. En ambo.s casos afecta a la idea de Patrimonio con las concepciones del
mundo moderno~ legado de nuestros padres. de nuestros antecewl"6.
Nimes por cita.r sólo algunos de sus muchos testimonios y que ta.n copiados fuei"'n por estéticas y perun.n·dentos filosófic·o s posleriore.s.
Pero j unto n esta concepción de lo pet-durable surge en el Renacimiento la idea de la 4:;renovnción• . en la Roma que quiere. revivir el mundo clásico paradójicamente, pero super,ndolo. Así el Papa julio 11 det:ide destruir la venerable basilieo de San Pedro que se comt ruyera en época de Constantino el Crande. construyendo un nuevo templo pa.r a rivalit.ar con Santa
Sofía de Con.onantinoplo. En 1517, tres ••'o• después de fallecido Bramante, se publica en la denonunada p reco.,.mente Ciudod Eterna un opúsculo titulado Simia en el que K a1ae" al ar(¡uurrlo • Rov1n1n1t>» (arruinador) de 1~ b~ilica paleocristiana . f nllw narra u l\ll turu>.. anlrdota, oq¡ún la cual rl arquitecto allle-
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n. , .fllMO HIOY U
01 Vü!AR:UTAUI.U10Nt
RtSTAURACiii H A"OúlllCTOHIU.
guardados como representación de la cultura y de los hombres libres, on contraposición a los salvajes que los destrufan. De e.s1a manera se intent.Dba detener las dc>lrucciones masiv.Js producida> en las algaradas que buscaban aniquilar todos los signos euhu•-ales y arqttilettónícos del op•-esor «Ancien Regime». con lo c¡ue se inaugurrtb;:a lA neccsidod ele crcnr u n invenLnrlo dr monume n tos a seleccionar y el m étodo sobre cómo cons.crvilrl os. Surgil'fnn d Catálogo Monumental (el Inventario) y l:o Tcorla dc In Rest~u ración. Con el Romanticismo, durante: todo d síglo XtX, se tomó conciencia al producirse los re$urgimien1os nadonales. el ncocristianismo y el raciona lismo- de: la importancia de las arquitecturas medievales. momento deesplendor de la moyoria de los nuevo> Eswdos. Sin embargo. los añadido• hjstóricos de épocns posteriores a la primitiva que rompían b unidad dr
A1qu1trt.'1um domklb v o:~gr:~ria. Mitlv-la·f'OI'(1,1!r.md3. Del rt"fonot:imicnto rolec•No de 1M gruncks rnonumtnhh trndidMiiiO st ha ~)lUJo a la valoradón dt' IOIS ¡uqu•l<tluras m(ft(lf'tS (foto dtl :.utor. UUI:ll
gar al cielo se encuentra en la puerta a San Ped.ro. quien le echa en cara haber dt>struido .su iglesia que tenia grandes "-alo~ por su anaigüed:.d. Tras una inleresante disputa y enfrenumiento entre ambos, d santo defendiendo los valores del pasado y el arq uitecto lo11o de 1(1 innovación, éste decide abandonar el Ciclo y baja o· nl rei no de Pluló n, ni Infierno. para J"econstnairlo enter o. A l mnl'gen d e sitm•cione.s fllosóficns y 1-e.ligiosas tfp ica.s del Re n aci miento se lnUCStt"nn ya las d os p Ojtura.., q ue p r•evalt:ccrán h asUl Onales del siglo XVlll
y comienzos del XIX: la valoración del pasado por unos y la necesidad de la renovación c.orutantc por oc ros. En la Cpoc.a del llum inbmo. la Hunrac:.ió n y el Neocbsicismo surgen las 1eonas positivistas y ctc:nuOCHs. se producen los viajes. se desarrollan las ciencins de la Historia. la HiStoria del Arte y la Arqueología, se descubre Pornpeya, 1 lc:rcula no y la Mngnn Crecía. El ser hu rn:mo to mn co nciencia de que ahora pertenece a un mundo nuevo. distinlo del nntcr·io •· y surge asi );a necesidad d e conserva•· testimon ios d e algunas cultut'OS <1ue han periclitttdo. en esta ocasió n sólo de las el~siea.'S y algunas exót •ca.s: oriemales. pero poco n poco se irá ampliando CJta concepción. En daño de L794 se produjo la Oedaración de la Convención Nacional de 1• República Francesa, en reaccion contra el Vllndoll•mo de los revoluctonarios y p,.oc:Jam6 que loaanonumentos dc>btr-n \rt procr~ltlo!C y a:.lva
es1i lo f"Ucron despt•tciados. A fl n:olesdclsislo XIX, con Luca Beltraoni.Jo hn Ruskin. CamiUo Boilo y sobre todo 1;0 f1 C ustnvo Ciovannoni se rue tnli'Od u ciendo la idea de lo lrn~ cendenda de pi'Oteger ln.s distintas apo1·wciones de lo historia, los elemento" añadidos pot lns distintas épocas d el periplo existencial del monumento y también. el último. formuló ya la i.nporumci;.• dd entorno ambíental. deo lo~ cascos histonco~ en su conjunto y de las ntquhec&uras menores que como coleclivo edilicio se convenían en monumemo. vi¡iones que influyeron poderosamente en la• suce•ivas Cartas de A1enas (1931) y Venecia (1964) Ha sido necéSario c•perar a la Ca rta de Ámsterdam (1975), a las de Crll nada , Toledo y Ntd •·ob; , pnrn que la ciudad h istÓI'Í<:.ll haya sido con,.1de•·<H-I1• ele mento primo •·din l de ln mem o1'iM y pot·o que se l'eco men darn of'iciul mente su pr·ese•-voción Ucgándose poco de.spué~ n lns Oeclaraciooes Patt1 mon.io d e ln Hu m:midnd, pen.sam.icnto Olosófico que yn estaba imp~1m C"n las visiones deJohn Ru.•lún y William Morris }' la S. P.A.B. (Soat!JforiÓ< Pro lrctiOfl ofAnc"n Bu,/do"&'). La revitaiW.c.ión dc la ciudad hU.órica -segun •••n• nu~s documentos- debe verificarse ra~orecaendo a sus habitantes y pro moviendo el desarrollo cultural. económico y social de sus habitantes.
l..A
REVOLUCI ÓN DE LOS ÚLT IMOS VEINTE AÑOS
EN EL CO NCEI'1'0
o e ARQU ITECTURA PE RDURAB LE:
lA CONDI CI ÓN DE M ONU MENTALIDAD
En hu dos uhomns décadas. primero en los polsct anglosajones. y p•ulatlna mente en lo' lM1tt1nJ. ha ido U'11nsfonnAndu"'c- rl concepto de o\rquurelui'"A quf' dcht P" t tlut •• . cif'W\rrollando'f' nuru• '"'"'lultdlldrt p1u nmuntt~lu y
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U PAUIHONIO Y U JIES1AURACt0H A.lt0UillCT6H1CA
DEV.utlA llSt.WitAfiON~
conc~ptos de la memoria. Sucesos como la des1rucci6n de Les Halles de
Pari.s de Victor Bahard en 1971 provocaron una reacción popular importan<e que salvó la Care o·orsay -luego convertida en Mweo del siglo XIXy de mucha.s arquitecturas de est~ cen1uria, asi como conmovió a numerosos grupos de mtelectuales y profesionales paro estudiar y proteger la que se denominn1'll Arqueología Industrial. Desde 1965 en Francia y también por el clamor de importontes grupos de ciudadanos e intelectuales se empiel.nn n clnstficor y declarar como monumentos a proteger los ed ificios de Le Co rbusier, Perrcl, Ma11ct ..Slevcns. Snuvogc. Lods, Beaudouin. Prouvé y 0 11'08, incl uso de e_n Lidad menor. int•·oduciéndosc así la valoración d e In arqui tectu•·n del Movimiento Mocltmo y de la del llamado Estilo lnttmadonol. Junio a este proceso se desarrolla orro paralelo en e.l que las in\·estigaciones de geógrafos, etnólogos. historiadores, arquitectos. aparejadores. inge ... ni~ ros y otros profesiona.Jes van induyendo las construcciones y la arquiteclura rural que n::prescntan modos de vida ton vigor en España hasta los años 60 en que se inic.ió la gran industrialitación y el inicio del masivo exodo hacia. ln.s grandes ciudades. modos de vida que tremta ru\os despu~s yn hl\n d~saparecido en gran medida y que exigen proteger antes de su nhsolum desaparición edificios como los palomares. In$ casas de campo de tienu y ludrillo. lt<S alhóndigas. etc. Más reciente aún es la necesldad de inventorinr, conocca· y u·atar de sal vn•· nlguno,_ tr.st imon io$ de la n rquitccluru p•·c indusu ·inl de funciones obso ... lecas. co mo Jos teje ras. los mol il\os. los CM\nles. etc.* Pe1·o ln revolución que afecta al conCCJ>IO del J>nttimonio es implU'ílblc, po•·q ue. como escribió Malraux, la idea de In bellez:1 ha sido el mayor enigmn del siglo XX ampliando sus sen timicncos hacia muchos factores hPsla nhora insospechados. En toda Europa s~ incorpotrtn ya en los calálogos de arquilectura perdurable -como cOil$ecuencia de la cuhura posündustrial- l:u antiguas centrales hidrodéctrica.s, l:u siderurgias. las mjn.as. las fábrica.> también obl>oletas. los vertederos incon1rolado.s para su n:¡aauración y nut-v:t vAloración con el paisaje. Y por supuesto han aparecido sensibilidades nuevas hneia los objetos de In ciencia. la técniCA y la induslria (elementos militares antiguos como los rnmosos carros de combate o(c;ti!,~s•. las máquinas del tren. coche.s y carros de tracción animal, ejemplo singulor ya concebido como pat•·i morlinl e:s el occlel'ndor de iones coru-
Arqu(ologla. VI.Jia
Adnana. Tivok lo ruma ronsti'V~a en ~us valores document.1lei t: hislóncos. (Foto dt'l autor. 19981.
ArqUIIt'CCI.*r.l 1n t('t'N('iorol ~ 1ngm~
d<bDR<Yoluo6n lndul<noi.C<nttO -
d< .. lndiAin> y d< .. ltmi<a- Pari>. ~
.sus Y3IQm romo bórYtda dt~apoyosy
su pm:ocidad lkn;:.. convíttltn ~ cstJ (Oftr ttu<:d6n tn un nhf'loo slmbolo de 1.:. mfldc:rnldad
y de los aWI'I(tS 'c:cnoló· 9100!. dtt siglo XX. !foto dtl autnr, 1982).
truido en 1966 en Orsay o elemen1os navalc:J del patrimonio marítimo y lluvtal). En toda Europa el «Toro» de O.homt. por >US valores simbólicos, por su capacidad de c:omunicac:ión. por su exce.lente diseño. es un ohj~to tlrdorado que perteneee al acervo cultural de todos los pueblos y que ha .-lctan{::tdo Y.alor universal. Otro termino nuevo (véase M .A. Si re. Lo Fro!1ct át Patrimoint. Callimard. 1«)<)6) son los « lugares de la memoria'». espncios, cons-trucciones. sitios en
lu'i
hon vivido personas re levantes o d onde bnn ocurrido $ituaciones co mo los campos de exlt l' ln ¡nlo nuzi. 1-"li•·oshlmn, lo cnsu de: Dr (;aulle en l .ílle. In de Bónnporte en AJncdo. In lmbhución de Van Co~h '" Auvr•·¡¡r (drdu,·odu •" tg8¡). In 'Vtullrlnn•l• ho r11M11 dt Btnjom•n Frnn C.( UcJ
11 /t~cc ndentcs.
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Vi•llr lltltuf' f'•UI IIUIM•rt•m.., lf!m• cll" t. IJtc ¡uh~Hir~ ,,11111) ( ouUiurti puhliudu ru ·"f•lfl~liff,. fo(M, n 1) 'l't, 14)¡¡0
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posgutrr3 ('1'1 b Ot((ft'5(,
t6 Id m en Filnddfia con unos s impl es maderos. el templo de Vejo con unas e-structuras metálic..'l5, etc. Se bwc.a .s:alvaguardar ti espíritu. lo intangible. las emociones de estos lugares, la atmó•fera especiol que se rcospira ~·dio.. úta consideración se extiende a objetO$ c~pc:dficos como la carta abierta de Zoln «J'ocr~M». publicada en Lilurort en 1878 paro defender a Drcyfus, que ha sido declnrada para que no salga de Frnncin . siendo después adqui ridn por In Dibliou:::ca NacionaJ frances.1. o l:•s marioncu\s ele Nohant. De igual forma se dM.cubrc en tiempos I"Cticnt e~ 1" necct;idad de prolegcr los contextos en los que apa1-ecen o se lrt$ertan los objetos declarados y tambié n el pnis:~jc. As f los yncimientos arqueológicos. lo8 s irios h istó ricos. m·quitectónicos y nat u•·nles. Pe. ro t;m1hié n d e b e tLnebt·sc la unidad de elewnenws pnrdnle$ - una h.-bitación y su mobi liol'io- que clebe ser pr·o tcgida ín tegro m ente - una botica y sus redomM-. - una bibliotccu con sus e.uanterfns, libros y mobiliario-. y por ello. sin discU$lón nlguna, una catedral con todos sus objeto. muebles y liturgico• - • illeroa•. f.•cistol<>. ambones. púlpito.s. ropas. reju. etc.
NUEVAS FRONTERAS PARA UN NUEVO MI LEN IO
El pt•oceso de nc•·eccntamiento de lo que se eru Í('l'ade por tesor·os de los pueblos y lns culn.arns va a ser imparable apor'tnndo por un Indo la conciei'JCia de In impcu·umciu d e In memoria. de rcsc:ounr c:1 o lvid o . de utili~nr ln.s potencias d el Jthnn pn 1·n salvaguHrdn r aque11o que exüte, ¡')CI"' c1ue en In conciencia está nuscnt c p Ot'( IUe no se le ha dotado de valor ~~ún o n o .se hu te nido la senslbiJ idnd sundente pal'a comprenderlo. Stn embargo. uunbién u-aerti g raves pro blem l•s . pues In muhipHcación de los objetos provocnrñ el debate .sobre los sujetos que deberán actuar sobre ellos par:• p•·otegerlo.s nctivn meote, sobre quienr& y como se formarán los nuevos restauradores . .sobre cómo las admin istradone> serán capaces de entender estas nuevas demnndos y encauzarlas p•ra que AC>n valores culturales que dignifiquen el espíritu de los hombres y a la ve~ Objetos económicos que puedan potendar su felicidad material. Se incrementará el turismo cultural. racional. democr~hico y que otorga al ser humano una nueva dimens·i ón aJ hace1·le disfrUiar estéticamente de nuevos valores. pero j unto a el aparecerá el turism o de m ns.'\S, dü·igido. sin criterio ni formación, en muchos casos vandálico y que pondNI en&"'"'"' peligro el Pntrim o nío. ln glohnlización .se.rá otro peligro que bu.se1u'•' dtsminui•· las identidnllts indivadlJnli1odns de los cultur;,s y CJUC octuurl\ lwttu·luwinmentc pnr.• un if._Hmn•·IM pt1 1 ru·u•nt'~t r con ó naJC"illl y nt"ort•l uult.lh.t•t~~, uunc1ur In rtnrri6n
E"1. PATRIMONIO Y \.A RlSTAURACIÓN AJIOUUUlÓNIU
Jurgirá para intentar afrontar este: ric.sgo tran.snndonal en el que personalidades eomo H abermas. Beck. Ciddens y o ttos tratarán de desarrollar mecanismos Clontra la sociedad de riesgo y a favor de la de.moernti:u~ción del planeta de.fendiendo sus valores. Otros muchos a,spectos po!iitivos y negativos se poddun p1'C$Cntar a u n intenso y cm'i pet·man~nte debate. pea·o éste Toro dt O!lbornc. Carrttcras y campos de Extrema.. no es el mcunenLo. dura. (foto dd autor. 1999). Oistllado por Manuc:l Sí inter·esa tamizar ya las n.ueva.s Pri<'to en 1957, ) t in~talart)n tn l.:1s orrtlcrn.s opa· fro ntems patri moniales para que se "ot» para prOm()(iQn~r un~ marca de: alrohot la ley de s.upr"ión de: publtcidad par.1 tv~ tar d~lrac:· supcN:n los erro re& de la posvan .. """"'rn tos condurtOI'<S rond.OO b ímog<n • desguardia y lo insensibilidad tecnooparecer. S. produjtron rca«io<>cs d< b sOO<d>d tn su ckfcnta. El p;arl;amrnto c:sp;.lklt apcob6 su ciemifica. en la que se redtacen las Indulto y Sof roMttVaron sin la marf'a. Hoy ~ viaiones fragmentarias de la c.onstxt~m por algún otro país dr: Europ¡¡ y AmCnca Lrucción histó rica humana (Cianni Central. El t.lto cid dis<ño prvvocó que b sodrdod tnt'Ontrara en ntl» •torgs, un sig.no dt ickntidad y Vall imo) para considerar y propadt' valor rot<'Ctivo p;rtñmonial gar el patrimonio um to e n su vertiente ~ticn, como estética y téc ni ca; ésta citncíf'ic~. la o tra $ubjetiv-(l y la primera mornl, que deben cam ina•· juntas e n In rmlvagum-dia d el acer'Vo cultUI'DI de la colcct ividad. Por ello el Pairimonio no es ya sólo lo histó t•ico y fís ico consolidado s ino <¡ue trnsvn.s..1 f1·onteras y e ntrn en el mundo de lo intnngiblc e. incluso. de lo inmaterial y espiritual , que saha del monumento ni área ed ilicia o incluso metropolitana pa ra internarse en el territorio y el paisaje. Cuando se cataloga una mina aband onada o un ecosistema. una eañada. real, un .sendero natuml o un itinenrio cultural (Camino de Santiago. ruta de los 'ikingos, ruta de los guaranies. legado andalu.t), se estj poniendo en valor toda una •cric nueva de scnoibilidades dd ser humano para proteger un pasado que preei¡nmcnte. cada vez es m enos extraño (parafrueando a.l contrario a David l.owhental). Desde o tros parámeLros, el comienzo del siglo XXI también se pregunta .tiObre o l ras problemáticas del Patrimonio: e n e1 siSte ma o perativo sobre la 110unci6n de cdterios después del conocimiento previo, dd desarrollo de nwdt•rnas metoclologiu. del conocimiento pro fundo de la$ ontJguo< técniC"n\ y tlr lu lndual(u~ de In$ más 1nnovnd urH.II trruol ogfa~ con te nlJ)Or dntn!ll.
19
!\. PAfliUH OI\ItoY U RUl.\UIUoa6H MOUrn:CTCHtCA
AtqUfOIO!Jt:l • nMif~«~l &rt' 0'0113:V P4rk.(Folo IUJICH, 1097).
ln saJvarlfu\ de C''>UI estacl6n dt rcm;(~~ml, dts¡XIk etc- IJ puU:mtt'a d<StruMónck lt< 11>11<\. """""
Cunjuntns u rbano~ S..'tiiC'.a de: P:lt7c:uaro.
oarquHt'rlUm dt'l tuenll.
dt lm putblos.
101 rons;~g,1fión de los v310fn dr 1:.
Mt~IC'O.
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t998~ O ambitntt.
ft tntOf'no ';' lo SONI C'Onform.-.n uro •dc1U!dJd patnmontill
Arq...ulctlur.t dd Movum('nlo Moderno..
Pabellón tlr Mrts.. 8:t!fflonJ, Rrrun,.uu)do.
(rmo t. So!AJ Con b postmocl«oicl>d y w tf'C'UpmKtÓn ck ~ h:rstOn;l ll liiJUdtC'IUfit r.:ttKin.)l•\lol c:n1r6 a penc:nrccr .1 un.1 r;asc: de 1:1 hum:uudild <:onduidll v C"!l•m;¡¡d.a
como un cklo (VIlural C't'Trado J foc:'at21.
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Eur()pcos. El Camino P:u~~n "-'lur'•ks..
Jade. hlas ~~u~ Esp;li\3 (Foto ......
1997). U mctho nalural pu~e
S4!r m¡\' n •n.cnos virgrn, pr-11~ siempre ha H tado lniC'nKtuado pot d hrYnbrt. (n la
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dt $:)nt•ago. SantuiUió d" lJi Ptft'9ni'IOl. S.•agon lltón). (foto autOt, 19851 Un nurw p:unmonto nM'tg.t t'04'I fucrlOJ. d unang•blc e 1Mt3tcria1 que lnC'IuYt el foldt~n.:. las 1dea~ (C."lmino j/K'Obc'o de lntntamblo t\lhurJI) ( lndi.ISO ~ Sl1\
"'"~ ~ romo b\
'"U'i .. w.rt o lo\ IU!JlU'\ dt 1.. • rflfl'l'fltl. -6•
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Finalmente se llegan In preoeupoeión que tras<:iende al monumento y a los conjuntos arquilectónicos. la de la teoría más actua1 con el debate sobre 'consrna~o rt-stourof y de qué snaneru y cuándo desarrollar ambos. porque incide en todos los problemas hoy planteados' cl u•o sensato del patrimonio, la rehabi1itoc1ón pertinente. el completamiento de la~ carencias. el relleno de las lagunas, la opctón preservacionista y la que opta por la creaúvidad. é•t• bion dosde la contemporaneidad o bien desde el resurgir de los rteo-estilos. Y aquí tendría cab1da tamb•én las ~construcciones por cat.Utrofes o por p~rdidns u olvidos. En definitiva, la fllosona contemporiineá ante el Patrimonio Histórico Arquitectónico en Europa y en Espai\11 ,en la que están trabajando imponantes especiali.'«as, como Sir Bemard feilden y David Lowenthal (en lnglaterra), Babelon, Cha•tel. Choay. Cutllaume (en Francia), Dezzi. Bclllni, Carbonara. Miarelli. Cristinelli, Paolucci, Marco ni. etc. (.,n Italia) o"" España cspcdalistasM"nsibiliudos en d Patrimonio y la recupe.rac.ión de la memoria. Las tnmsformncione1 son de tal calado que ya d mismo Con sejo de E u ropa dellende tu rccuperacion y la.s rc.n au_raciones de los Centros Históricos promoviendo 4:vivíendas socinlcs• en estos ámbitos de la ciudad al darse cuentn de que existe un thnboli.smo ver·tic:al en edificios de valor his· tórico cuyos h nbitnntes los m nltrntan pot'C(Ue en su motrginaJ idad estfin atados n lo infr·nhumnno y la historin misma se convie rte e n su símbolo de deterioro vive ncíol.
2J
11. PAIItlMONIO Y 1.A ltUTAUitAGIC) N A'10Ulllc:T0NICA
Monumtntos lladidon~b. Pa.IK'io
S¡>ada. - _ 1tali>- (foto :~u;or, 1998}. Asurn..d~
;~§~llii~~~~~
., dodc posiao¡)('S
C'l.lf'Otttltrislas. C'lltSIC)
JlO' pbncta tocb'" <OI<'<lM<bd dd rtdama romo mot'IUtntniOS de 'as putbb C'diraos OIJ MIH 01 la ddiniOOn
tofoft~lisGI
pttdomin.ln-
IC' ha\ta f('(has tt<ttntrs.
Arquilec:tum del j~rdin. Vlll:. d .Óit. rrvoh. ll!lllll.
(folo :autor. 1999). Oc:sdc: l3 Cart3 de: V.:ll('(i.1 (1!1641 Se" in('luVt el jan.lin lvrno rs¡>acio rttonumc:nt.:ll a
pmu:ge:r: desde la dt S I C LO X XI
En el nuevo milen io seremos tcs1igos de muchas transfo r maciones en la coocic ncinc.ión de los se •·cs humanos hoc1a el Pacdmor~io. pues ya lodos se habrán convcneido de que c.on~lhuye unn evide.nle plusvalia y su gestión se verá invadida por los grondes operodo•·es del consumo. Será un pode,r que provocará una lucha dificil y que obligará a los prof•sionales serios y a las ad,ministracione$ a planificar la defensa del propio objeto patri monial conu·a esta.~ nuevas formas de co1oniz.ación que. ndernás, se apoderarán de todos los beneficios. De igual forma seremos testigos de la •laicización• absoluta de las culturas en las que cada Patrimonio aleanud grados de universalidad provoe,ando la propiedad común y la responsabiltdad eolectlva de su salvación por codu las comuntdAdti dtl plan~•• p1r• lranun•tlrlo al futuro. con tntll"(>("ntl .. nrtll tm•l deo C'lutrn pene• la• Uhtl•tlfl• tlr• t i " \lr(tdtn" t"ut ya
CrnrQvia (2000) se rd· vlnd10 ('! p31S.1je (l::tnlo t i rur:tl como ti urbano).
m a1·cado por In Cont:t'nC'IÓn drll,atrunon.o Mundial que, C-01110 i nstrumen lo de amereambio cuhul'al , es el doc.umt!nto r~ttificado po•· mayo r número de Ji3 tses (155) en estos momen tos y que ha dado lugar a la creación de las drelnraciones dt Pat rimonio de J;,¡ 1 l umanidad. la nueva valoración del Patrunonio llegatá a moviHz.ar grandes masas por toda la tierra ansiosas de contemplor y disfrutar lo mismo obras de Picasso. virámides egipcias. lt-mplos japoneses, arte c.ontemporáneo. santuarios de Nub1a o. incluso, los ámbitos sin monumentos por los que discurrieron las aottododes del Sahel o los mdtos americanos buscando captar •spiritual"'tnle su euhun nlmntertAI, según h" dt"fC"ndido C~orga Zouain. DirKtor Adjunto drl ( • '""'<Ir Poltrnnon•o Mut~<h•l dr l.o UNFSCO
01 YAJI.IA lt&lf.t,URAHOHt
EL I'ATR!NO..IO 'f L.A UJTAURACt6N AltOUfl!CTÓHICA
Pa~jc rutur:.l y pa~JC rnochfkado pcx t i hom~ bre. ~ Médubs. mlnas dt: o-ro romal\a'\. ltón. lfoto dd auttK, t 97Bl A poar dt habcf.s«J Un:.l modtfetattón dd hombrt p3ra expoliar a .., llffri $US nquua\,. 5u 5imbokl de: un tJttY1P0 y
l"grnlt:fia p1tindumtat
úrlusas dt Ft óm ~la Patrnlí.a C;lnal dt Ci)1,11J (rót o autbf. 199S). U s rt"VCitutiOf\C'S •1\du\t.nalt< ~n rorwlr·
nitdo a las rvtu,r» agr.t· 1ias a su cks;)~f .nóf1 Aún K" es1.t 1 lkmpo d~ rnta1ar
las .nt ~-
ck' unas rtawadts ob&ip hoy a wklr.ior tStaS
uunum c1t ff<Jodlol V (()f't'IUn ic':K10nn. a1l romo •~ mm.tJ\KtiOne"S y rirmcntos dt uso :ante-
IC'ÓQnC$
como resuttMD
ck un dts3frollo SON!. [n d lado opu<siO d< b «~h......... ;o! tgual qUC" Las Mtdu~ se: h.ln d<dorado luc¡am P;ttrimOftio de b Humanidad. cspaCIQ\. qut
rtCNTS fpo¡:1oftura. b-n~
ck•o... ~ chalO\,
\afinas.n~ tl t.) p;:tr"J ~dt'r nuestro p3SJdo..
t, memoria no qu ttt olvidar para tvhát su rrpttJc:lón, romo
Hasta los "'' o• finales del •iglo XX lns ddlnícionts de PaLrimonjo a nwtl mundial (Ca•·t:~s de Atenas. Venecin , Á1n.stcrdnm , cte.) han tenido un carácle r n etam ente eu i'O cen tristn co n esti m t'cion es d e lo valo~able desd e su únicn óptlcn, por lo que:: hoy son c:omp lcuun c n te inex-actas paré' ser apreciada~ y n.sumidns en lo mayoría d e las p nr1es del planeta excluyendo a g r an nü nlero d e culturo.s d o nde no se accpcnb:m testimo nios vernacuJrt.I'CS, apoJ·tncio nes d el siglo XX, rcJ\Iiz::-cion cs in mntc•·i:d es. rnotivo yo•· el que queda · ban fu e1·a de cstu f't·ontero pnt rimo n ial buena pn rte d e A l"1·ica. Asia. A m éd en, Ocenni" o . in clw:o . d e In 1n ism11 E.uropo. Com o ha p •·obndoj e.fl n - Louís Luxer\, Sec•·ecario Ccne tall nternacio nal
de lCOMOS. la mayol'fn de los mfos de 550 dcdaruciones actuales de Patri monio de In Humnnidnd se h:u\ 1-ealiwdo con aquellos critc•·ios cw·o ccntl'istas y pertenecen n pni~es de Europa. provocando una clara fru$tración
en cl o'C$tO del mundo. De esu manr.rt\ es ne«-snrio inc.remcntar la conciencia sobrto los conteni -
H1roshim.1 o Au:)chwttL
No se trnlfl yn •6lo, co rno novedndes pnn• el siglo
XX I.
de incorporar
l ugnrcs e n los tlue hnyn i ntei'Ve niclo e l h o mb r·c, sino también aquellos en l os (tUe lncon scient enH!nl c ha creo do « pnisajes c u ltu •·aJcs de gran fuer7.a y vigot·»: es dccl t, t\demiís de los jaa·dincs es put r imonio bu man o también In modulAción l:tbo l'nl d el t c n ito rio. como las ter razas agdco1as para cr~nr lo11 n th ivos, la invns ió n con nguu de la! tic•·ras parn d esaaTol1a r actividhdtll 1•nndcras y piscicolns. Mfts ;•llfl se encuentran los l ugares esculpidos y lah1•11 d ot po•· la mismn naLur:,le1..H com o d Tcide. lns Mo ntanas Rocosas. hu cntn utas de lgun·tú o Niúgotn donde ho surgido un Patrimon io Nat u rnl yn
•••Jllodo por los dtft nsorc>s de In ecologia. 1• n t odo~ lo.s l ug::u•t:s surgen nutvos conccpl05 q ue hay que estar prep1u 1\
dos pat rimoniales. aspecto que r.Josófieamente Y" está desarrollando de forma
para eitudiar y para tratarlos jurfditamentt d entro de alguna fo rn\ll dr """t("rinlidad que pennita en cajarlos en una idea de concreción. que Joa
autónoma el ser humano ajeno a las legi$lae.iones UJÚ\'e.rsa1es. El c.riterio 6 de la Convt"nción del Patrimonio Mundial :J\'3.117..ó1 ya en este senúdo al incorpornr las en-encias, las religionca. la poesía. la literatura ... como nue"\'OS ámbitos que rebasan laJ fronteras marcadas y los Mpecialistas en Patrimonio deben bu.sc..-r un nue\·o tnfoque que 1enga corno ba,e ma.s amplia fundamtntos
lunhr , pero que Jlueden metamorfo•carsc de manera impensable para la m.,ualodad del dio de hoy. Nadie podnl negar a África como lugares cspcr l•lr. dr <u hcJtori• los embarcaderos de los ,,.cla-•os para llevarlos a Amertc • el ~u ropa . lugares de dolorosa espiritualidad e inexcusable paLrimonia lul.tl La ""'6n dr l• rnatua de la Lib<>nad de Nueva York es OLro símbolo
antropol6gocos )>ara InclUir • todM lll• ruhur•• h•••• .1hura d"-'P"'euodM drl .tmbnn dt" t.. prtHt"fC'tOn dt' "'" 1u-6duu u•u .. , iuauu u ••
y u n ,()lo ('an .. nuuoxr;ifico para rnilu dt seres que tn lot iunerario .. d , ..¡_. .,.- lMhrt tune •h•n ,. lf"•'"'t' dt' h•• rntguc•onc' nut-vaa: <''fH"i•nloU .
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DI 't'AittA M:UIAUR.t.TtON[
Lugar~s
especht.les est~n dotados de estos valores únicos. como los vados
urbanos en los que durante •iglos se han cdehrado a.ctividadCJ mercantiles y
TEORIA E HISTORIA DE LA I NTERVENCIÓN EN MONUMENTOS ESPAÑOLES HASTA EL ROMANTICISMO'
eran e5pacios pata la convivencia. tanto en la cultura musulmana como en la amerkana.Jerusalén no es sólo un lugar con un urbanismo extraordinario y unos •nonumentos de magn itud universal; es, sobre todo. un lugar
LA hislonow~JwnJprr.ttt,. Luctb Fhvn
espiritual donde confluyen tres religiones que oe extienden por todo el planeta. En San Millón de la Cogolla nació la lengua CJpanola que hablan más de 300 millones de personu y Sal<burgo es Mourt y el símbolo de la
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ud.11111111 dr httmesdtl--..,
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música clásica, dos ejemplos más de lot nue\'OS c:arninos o de Las fronteras
jOIUf R.:-liU W.
por las que discurrirá el Patrimo nio a partir del año 2000. Pero. en las nuevas concepcionCJ del Patrimonio. siempre ha de prevalecer la idea del interc>mbio cultural. la bWc¡ueda de las condiciones de pn que puedan u.nir a lo• pueblos y no separarlos. el argumento que posibilite la
•I.A limpua dd l"tt'\Krdo•.
TlvS....'-toof"""""""'· Londra. ·~
extensión internacional de la democracia donde se creen nuevas situaciones para In convivcndn. de manera que no deben declararse -en mi opinión-
lugares símbolo• de guerras. de victoriu de unos contra otros. de caUistrofes inferldns por unos seres humanos contra sus semejantes. de manera que
Hiroshima y Auschwit.~ son, ciertamente. si mbolos de las mó• bárbaras agresionc.• del siglo XX. por lo que para mi si han de recibir una declaración es la d e «espacios de In c•·ueldnd • y n\lltCa lo de Patrimonio de la Humanidad.
INTRODUCCIÓN
Después de ltnlin, Espniln es c.l pais europeo que mayor patrimonio hist6 ric:o monumental posee y poc· esta cawa .se están reali~ando en la actualidad enormes esfuenos pnrn restaurar y conservar este preciado tesoro. Por ello, es de vi tu l impo 1·tnncin eluborur u·abajos cient íficos sobre la historia de nuesu·os edifidos. sobre los moclo.s y comportamientos que a travCs de los tieanpos han seguido los on}uitectos y m:~estros de' obras al enfrentarse" • restaurar, ampliar, nJLeconsu·ucciones preexistente$ que debían concJ~i·, rar, mejornr o reformnr por las cuus.as q ue fu~~!l y ~'!sc~ndo las fu nC-ione$ pertinentes o cadn circunstnncio y momento. ' .. "' _; .·.~.:. El hecho de que lo « Histor·ia de la Arquitect\lr• f4P.•!)ola'i>, discipl.ina de gran juventud, considerado respecto del desarr.;!Ío }list?r'ico ~roduc.ido en otros paises. haya sido afrontada en muchos cas~s po'r incansable• y esforrodos investigadores desde lo necesidad de for mular primero una histo ria udusiva.m enle posilivista. formallita y estilística, eom.o una historia de suceJOJ y retrocesiones estélic.u permanentes. dentro de esa obligada C\'olución
del trabajo eientífic.o. ha provocado que afortunadamente poseamos hoy ya una amplísima documentación sobre lo.s avatares que han sufrido nuest.ros
fJ pt'HC':nft tr•to ~ t"Orrvporwk ton nun.tro tnb.jo li.ritrll_.....,_ . . ,u••,. _ ..... ,_..,.. .... ti 1 • - . Dl.cuno dd Aod~mlco ..ktio r·n Lt ftul Ac.dt-mu ck fk:U._ An.-. t4t> t. Purhlm.a t 'utt,..,.lólt .¡.. Vall.aohd. Vall•dohd l'...'t
TI!ORiA E HISTORIA Di! lA IHfU.\IfHCIÓH EH MOHUME:WTOS E5PAAoLES
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Jos auto re.~,; que pe¡·mititn)n ~u exinenc.ia. así como cada uno de los facLO..
J. W, 6:1Ut'J. V11Ja Borghcsc:. Roma, El ro!t'cd:Oflllimo v 1;,
atrOtc<:ión por las J)iC"ras cl.isiras surge t'n el Renacimlc:nto. Ült' Dliino ~t': ccmstfUyt p.1m conttlu:t una dt' la!o más grnndlos.1s ('tllrtC:ióncs de l:t An¡lgO~d:.d.
monumentos. d e tnaocra que se pueda ir1llanteando una oueva disciplino. , la de la « l-listoria de la intCJ"'VC:nción en los monumentos e$pañolcs». pues ya es posible anali1.a1· qué moúvadon es 1eór icas causaron los diversos fe1-.6 .. menos que se p1·odujeron en el pasad o sobr·e las irucrn.1 pcioncs b1·uscas o las asunciones deliberadas d e deH: n ·n inadas o pciones, estilos o maneras arqui .. tectónicas que parecían ir contra los tiem pos, las m o das o las reflexiones más cabales. y así se las ~podrá imcrpretar no sólo respecto d e ideas reJnLivas al p1·og reso o :.1conscrv¡ldurismo estétlcos. cvilando expulsa1' al mundo de lo ncg-<H ivo o elevar a catego,ria d e genial al'qu itcctutns y a rq ui tectos que. compl'enclidos d esd e la consustancialidad de su mundo ope1·ativo co o tempo a·ánco y personal, podnín cm·actel'izarse po 1· pertenecer· a ámbitos bien o puestos a como se les ha considemdo dc$dC OLros pa •·ámetr os. Sí algo ha apor·tado la ciencia mode1·n¡i de la r estauración , es la considen1ció n d e q ue cada obnl es ·l1n ica en sí misma , y que d ebe ser estudiada e l nt.crpt·ctad a d esd e su prop ia singuh-.ridad )'realidad. anal izando sus origene~. 1M o •usas que la conciLaro n ,
res adheridos a su periplo existencial aTrancando desde el entorno que motlva cJ proceso p•·oyccLuaJ, contl nuando por el momen to en el que se convit•tió en mate rla tangible y en espiritu simbólico. pasando por cuantos la rei.nte rpretaron, para discurrir basta que Uegó a nuestro prese n te, a nucsh·o mundo actual. Este proceso ,·est itutivo o recurre nte a la co nte m plación sosegada de cada incidencia d e su existencia pe1·miti rá Uegar a com prende r In r ealidad h istó rica del monu m ento y 1a aute n t icidad d e cada hálito que se debe conservar, ini.crvenir. restaura1· o destruir ayudados por las técnicas artesanales y los a.._•ances tecnológicos contempot·áneo s . Sólo entonces el :u·ct uiLecto , eJ hi~tod:.dor. el a t·queólogo y el pol ilico sel'á l'l ca_paces d e articuJaJ• un «criterio veraz. serio y científico para jntervenil· en el pau·imonio arquitectón ico» . En este sentido, el presenLe u·abajo se centra explicitamenLe en p1anLcar algunas d e las actuaciones españolas producidas en la etapa prevü• a la con creción del concepto moderno de «resoau•-ación», y objeoo de Otl'O estudio serian aquellas otras poste1·iores hasta el presente, así pues. se dividen ambas por una cesun• que cxpr·esa el « antes» y el « d e.'Jpués» d el mome1ilO en el que se define la « 1·estauración arquitectónica» como ca1npo científico con<U"etO y que. com o señ ¡•1an las teorías más d.ifuod ida.o; , se produjo e n sus vAriantes teó t•kas primigen ias para la contempotalleidad por Pio VIl (Stern y
Valadier e ntre ou·os) . Viollet- le- Duc (1814- 1879) y Ruskin (181 9-1900). que esrablec.ieron ya el criterio m o de1·no d e oolorocióny ttcup~rodón de un t.r!ffido anl\guo por sus valores tstiticos e históricos a trot~J de la cu:lttod6n arquitectónico de loscoetóneosen .sus elementos con la intención de transmitirlo como legado paro el futuro, los italianos por m edio de sus nclua .. donen Ct'l Ro ma a <:om ic r\zOS" del siglo XIX. el fra ncés n través de sus propias restauJ·acio ncs y por cscrilos. sobre to do a través de su Diccionario r<ROnado dt la arquitectura franctsíl, editado en 1854- 186 8 . y el inglés co n sus prevenciones manife.s.1adas por medio de
Alcx,andrc koo•r (por l.csuc:ur) dt'l r-ntcndo a los •S.1 11S·C"Uiott~·
Joaqu•m Wintkdm:mn (1717· 1708] si!itrm;~ ti-z:~ t"' .Jitt: gritgo, csc::rlbc la pnm~fíl .Ustorla dtl Aru: Arttigvo y st convierte en c:l ~d t t' cJC' C!Sig Cle!ndll J~llvbt\1, que, JU!,lO Cl(lf"' l:l ~rqutuk),gb y 'n' vi~JO UIM IU!)IU<1 1it 13 AnllyUed:ttJ, lrtld.:•r4 una nucv3
f11Hf'1'P1'40u ílrln.-..••ir¡ •'f.,.l~) !h:mpo oorlffuldo o rc'-"P<rn•
-WndaiOl. StgUn lOS den6minó el abad OrnJOrlo m 1794· que qucrl~tn clcstruh los síntbOIDS del AnllguQ R~ ímt:n oprt:SOr (lumb.'t llc llil'; XII vAn¡¡ de 8rttnfl:a). r-tl«' ~1. Vcon la Ord:tfn(i.ón dc- 1:. CmM·nt'ión Rtpulllklln:. dct miYI'Io tn\o, la ~JrKKfiCffl (~ton.o~l w l« lt'vw
dtl n;.trinwnlo
28 dos importantes obras, Tht S.wn Lnn>~>SofArchittclurt (1849) y TheSton<SofV.nia (1851-1853). Pero debemos ndelantarya que con ser csle aserto rigurosamente cierto. también '"verdad que en las úhimns d~cadas en Europa se han produddo algunos importantes estudios que inda¡;ando en los orígenes del citado concepto lo retrasan aJ¡iglo anterior al demostrar que umco en Francia como en
contemporáneo tambi~n debe retrasa.-,e al siglo xvm, como se puede probar al expone•· las serias aportaciones producidas en este campo por Ventura Rodriguez.Juan de Villanueva y otros grandes maestros neoclásicos ~ ilustTadoa españoles. aspecto que ya hemos destacado en otro momento •. Pero también debemos señ¡¡·
Italia y otros paises se realizaban ya operaciones arquitectónicas restaurado-
ras en tal sentido. De hecho, algunos de los fundadores de la di.«:iplina de la • H istoria de In RcslnLlración» investigon sobre Jos compo11.nmientos de las Administracionc!f de los estados europeos para descubrir Ol'dena_m ientos jurídicos que reglamenten la salvngunrdin de los monumento• para legarlos a futuras generaciones por considerarse simples deposharios de estos bienes cuhurales de la sociedad. De esta manera. León. Rucker, Ceschi y Luciani sirúan eJ comienzo de esta conciend" en el Nuevo Régimen e n 1794. año 11 de la República Francesa, en el que la Convención Nacional. escandalizada por las destrucciones de la Revolución, emitió un Decreto dirigido alas administracione.s clepDrtamentales, en el que -entre otra&proclnmacionescon.u aba la que constituye la primera cona ofkial por la que una administración mod<rna institucionalizo el interis público y el deber de la salvaguardia del patrimonío monumenu.l colect ivo: «Vous n' etes que les depositaircs d ' un bien dont la gran famille a le droit de vous dcmander comptc . Le&barbares et les csdnves dCtestent l es sciencies et d6Lrui.sent les monument.s de l';u·t, les hommes libt·es les airnent
lnr que una ordenación juridica semejante n ln francesa n o se pJ'oducirá hasta bien
entrado el siglo XIX. Navascués Palacio considera el año de 1840 como la fecha clave. pues en óste la Reina Gobernado ra l.ron Bap lista Atbcfti. ~utor ck Dr rrDoña María Cristina, publicó una Real O<djfJCOtorío (<. I C 52~ Primu trotodo rmact.ntist;, en d qut apattetn normas Orden en tal sentidos. espedfica·s p:ua t i mántcnimícnto y Lns actividades operndvas de restaura · ft$fau1"3Ción de edificios. ción y conservación de objetos arquitectónicos y de otros elementos, en realidad, se han producido en todos los 1iempos, desde el origen de la propia orquitectura y. fundamentalmente ,
sfclos XIX)' pn m4!n m11ad del :OC.: .n1, ,.1 i mponante ~rtfculo de P. Nl"o'&KUtJ, •La Kf!lotun<IOn manunl4!1lllll C:OJIIO pr-oc'""" hbañriru¡ ~1 taJO e.tp..,llol. 1800· 1950•, ~ ti CWliOtk mftdl\icoyt«Mio· &'ttdtMt td'{IOCIHI"'lrJt.l'l • COA~i. Madrid. 19 87, !JI'• 285w329. C'.On •bund1ntc ltibliogntt. ..obrt- el tuna. Exuu: u n fClJHU'lOrio bib1iogrifleo que rr.:oge lato.\' europru• (libro• y ~11fc.ulo•> y cApA Aole.t (artle.aiQ!I y catli logo~) en A. llum•nu . Cr\lfriol Jt i'l'llt i'\'I'Mt.ÍI'I 1ft 1'1 ~fnfftO;tU0 4fr~ttJt<d6riKO. A¡wo· 11"morci6"o ui'ID lNbf~ 66Pco. Mi ninerlu de Cultu,.., Madrid. 1987, y en J. R1Yel"'l. •UibUografi'a s.umari~ t ntcrnadonal• , t n f~r H~JU~notHio Rat.llf'OOI6tl. Madrid, MRRP, 1997. pp. 164-- 169. Mttttr t.tpedal rn:unoa.mknto la t:nd\Ktió n al n 1N1ñol de la r~l'lf':nt .. obra d e D\l.CSP"' deupa ~ ruido)' adm1rwd0 •misD R. P.a.ne, Ao...,_4ttfori0ót .. ~. C..racü, tg67. Ououom~n · d«H ~f': ntnck intc-ris..on l. Ordlctu. ll.,.,..Jt:"lntd..,.....M~m c..,.:ao (l 83$ · 1 936). Min i~• c-no de- C uhura. MWrid, 19951 (, Condlu- Varu lbJñ~r. Rttm:~aot~UIIWntolm Ítf'o&o Mfltttl.ljoxn, C n legio COdal de Arquit ..C'lOI dc- l..cón, Ámbli O Ed icionc-•. v~n~dolid. 199 6¡ A. J. Mor•le-• .1\ltn'm~io hmóriro-orlis~JM, •Colloce:rtiAne*. Hi.-torill 16. ~bdf'ld , 1996¡]. Rt~·c rn Bbnc:o . •lll.itortAde- la re~tau r11c:ió n. ' or lgcnes y d~•arrullo•, en 'ftOrío r Hill.oritu k (t; Rtsi.!Uimrid", Milh~.r- de Rt.ttau.,..d6 n y RclubilitAción drl l'• trlmonlo de b Un lvl'l.,.hb tl de Ah;i'li, M11drld , 19971A. ~t . • M•c:arron :\tigud y A. ConrA14':' M<1-a. l.aC'OfiWt111111'16nJio ,w~ m d s¡foxx, Tffno•. Madrld , 1998 ( mü dac.W do• lo• bi<tnt'l m u(.bJ~): l. Ordier.:•. Lo~~~tNn~Jxhdi;¡O I835•19J6. c:.,.,_ .._.fllllwot~~~«IIM~~ t.Cm m ..WJ,AiaJnJ, Comunid.wl dc M.dnd. 1999; l. Contlo·
et les conserven»'~. En Espai\a, las invesLigaciones en este campo se están iniciando. y, eier·
lamente. empiezan a publicarse ya trabajos serios y profundos referidos a la 1eoría e historia de la rc.n auración hispana durante los &iglos XJX y xx 3 • Como podremos apreciar más ndelonte. a España le compete un impor-
tante papel en el coneie"o europeo del desarrollo de eeorlas y aplicación de técni cas restuurndoras, que en el sentido de la aparición del concep10
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C . Caehi, ftOnf,,.l!rnOdtl Ratouro, Man o 6 ubor•l ~dtto re. Roma, 1970 )' K. L'-'u&ni, DRat1111!'0. ~ T,.,.;e. fft':IIWiw. ~· fntdli r.Jomh4 ~ho~. Roma, 1983, p. 2S. C!r. ~&mbiin F Rw· l<r. li.w(J~ ..IIJ), Pari1.1913.r P. L..on.!.
úo"T""*"- •-•-.-'-'9"n .. .,..¡,_¡..,...-........ - · Ed. l'ocanl. Parit. '95'·
NCHJt«rvoo-J..tot.tcwJnuc ttn bibllografla t t b1en ~•a~ al ropecto. l:.n la f«.h.., tlnium~:ftl<
pod~mo11 d~st• cu la l.nducdó n de un 1CX10 i mporta nt-: curopt:Q contcmporineo. la del genérico libr<t del gran e.spcd11lhta halhno C. Br~~ ml i , 'ú oM dtla RtJI4&lf'Ot l6n, Albnr..a Edito ria l. M•drid. rg88. Sobrt' nue.•tr<u edit'idb• )' l.• lntervcndót\ hb tóriClll y actulll en E•pal\11 es in ter_.. unu: d tf'•btJo de A. C• phc.l. MrtotftGtfosúJr moftl.ti!WnfosJfrorimdrla RU1tt111Vri6tl, Allanu Edilnrial, Madrid. 1988. Ma.. amJ>li• «la b ibliopf'• drd luda • la• •G1u.r.lcmc• vrriOear.d,u du•·•m~ lo•
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lts• Vu-... c..um...,. dc lH..a~ Tnlf'N.l..,..Jin_,..J'IIOitllllh. Cite-dr-a. ~hdnd . 1 999 . lmpon.ante umb1i n por el contenido 1 e:l matr:rial bibliogriflco n R. C&mpUlo C.rri¡ó•. UttnWnJ ri~Jtll'ufi'\I!W)IUO C~rol. Co1eu ión 1t b to r'a y PAtrimo nio, Edltori.tl KR, Madrid. 1998. J. River•• • Al¡uno• c:onceptol t.Obre kA I ~uradón e inte.rve n(l6n en mp,um~:ntot. aniÍ(UI» de.. rroll-.do• flU Cutllb. )' Lc6.~ (u. XVI • XX) • . e.n lnform''"' ltl(lt ,, At fljl Íttrlo dt S.!l.f.D. vf"flltO
ROO.\(\''" v,u.,¡,,¡..t •qQq. rr· • 7 - ~8 . 1•. N•'•"" "" •f ,¡; ..,_ ~3S 9~9·
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OIV.u11A USTAUIU.Tlotll
San M1guel tk lo. mt>d> ll<ÓII~ s.glo X. fes!~ por los ~ hanos mo.t.:.itabo: ptO(f'-ckl'ltc:s dt Córdobil, aptOY«h:ando rtost~
operación de «J"C>"lauro». Se podrá. en deftnitiva. formular una «Historia española de la Renaurae.aón» cuando se pueda preeisar coordinadamente qué elementos críticos. qué Leorias. han sido los motort".s técnico· cientificos n trnvés de los cuales se han rtali~ado tales aclividode¡ de conservación . En esencia, pues. i nte ntam os expo ner y dem o.strn•· ese p roceso y q ue con anterio ridad al siglo XI X h un t:xistido entre nosm ros cri1 e rios más C(ue deter· minndos para ¡,bordar ltt intcn<ención en edil1dos antiguos vnlorados hi:nó· rica. estética. económica o funcionalmente. como merecedore:S de erectuar en ellos cuantos esfuen.os fueran precisos para que ptr'm anecieran en pie y se posibilitara su permanencia con el fin de que rucran disrrutados por generaciones futuras. As-imismo. pretendemos .se:ñalar la evolución y variaclones de estos métodos crhieos a través de la.s djuintos épocas•.
arquhmOnkos y d )!)lar
dt tdlflraC'Ion('S paganas onteflorts ~MAE.).
lA APARI C IÓ N
EN EL CAST ELLANO Y EN ES PAÑA
DEL VOCABLO Y DEL. CO NCE PTO DE RESTAURACIÓN DE EDIFIC IOS
por razones económicos. como por un senti m lenao ¡nnn1o d~ büsqucd;;t de la perdurabilidad• . No debemos olvidar que las obros y los edificios han mado sujetos s-iemp~ a deterioros que han podido ser moaivados por infinidad de causas. por ejemplo. por agentes atmosf~ric:os. tambi~n por mantenimientos defectuoso~ o ignorantes. o por razones ajenas~ la voluntad del ser h u m ano. como catástro fes tales como terremotos, incen dios, derrumbamientos. o . incluso. b uscados por su p1·opío in lerés, como los inferidos po r consecuencinS bélicas y simihu·es. Y en In mnyol'ia de las situn.. don es po r razones tan simples y necesarias com o la::~ exigidas po t· las tra_ru;formaciones d e los cdincios provocadas por nuevos usos 7 • asi com o las adaptaciones a los cambios estéticos y del gusto. Habrá que distinguit (Uándo se ha verificado una ft(t.ividad de mantenimiento vulgar y ordinaria re:aliuda con eJ únko fin de mantener en pie un edificio de aquella_otra efectuada con la suficiente capacidad critica para producir el m ismo efecto pero sin aherar ni lAsustnncia ni las fo rmas por vnlo l'es estéticos, ap•·oxi mñndon os asi al co ncepto modern o de auténtica
•i ?
V~~~~ este ~O n t'!!pt o dr.wrroiii11IO eo1l n u ~~l ro trnh ~j o •El Jlatrhllonl<• y l• o·u• ~unadó n •rqui• IC!tl6niu. ~ u evo~o eonccpcOJ•, en l'utn'mo~tio. Rf.s!QuriKld".)NWt'OJ 1ítltr(ll•.rr•, PPU, lnnlluto & pa-
llol de Arqun«,ur.t, Unl\t"rtidad dt V~ l ladolid , Valladolid, 1999. pp. 17 28. U n cj<:mplo ~up<lonal dr un «il fldo ~on Y6alción de purn111nend • '1 reutthudo por diVu .OJ c:ulluru lo conJihuye- UJ An:n-... de N1me1. como anr'itC'atro romano puó ll'.n b Edad MW.&. a conwnirse ~n fortal~ cont«'RIC'ndo en su intuior 'l'iricntb.• y cómo ru.ndo .tut¡c t& connrnca.a dr la ht"oria '1 la nKr•idJ>d dC' dr(~t_ndu "' rno nunlf'llln v rl"hahillt• . "" pcrdu _.u ntndirión ori¡t1Ul. ¡w;ra !'umi,J¡,. lt'IIUOnn a»''lrrupo•llllh• • •••Mu la rl" ""' plau dr ton.. rn la IW"h&alicbd
Debemos llamar la atención sobre el hecho de que el término «restaurar» aparezca definido con valor relacionado con la conservación de edificios. cualesquiera que fuere su cualidad. en la obra dd español Francisco lot.ano Los Di~ Libros d• Arrh•t•rturo dtl.eon Boptisto A/btrlo. que según su propia declaración u·adujo del latín al castellano. El titulo del capitu lo X dd Dt Rt Ardiflrotoria. de Alherti (1404- 1472), se refiere a ln «ínstauraLio» de los cdi Oc.io.s («Opc•·um instouJ'Atio i nscr ibitw·» y ~operu m i nstaurat-io>>), q ue el rspaño l interp.-eta en el nr\o de 1582 con el vocablo « re-Sl-llu ración ». Con toda probabilidad Lozano no utUizó la versión original lati na dd «"nové.s. la edición príncipe de esta obra editada yo fallecido el gran teórico renacentista por Ni(o)O di Lorenzo Alemanno en Florencia en el año de 1+85. y si. en cambio. la •egunda edición y primera en italiano oalida a la l u• en la misma ciudad en 1550. en la i mprenta de L. Torrentino, bajo el lit u lo de L'orthittfluro di l..tonbotista Alberli, tradotlo in lu>gua Fiortnfino da Cosimo Barh¡/¡ , El h umanista Bar toli ( t503- 157'2) tr;~duce al toscon o el té rmino «inslam·olio >> po r « •·cstnuJ"o», apareci endo por p r·imera vez tal vocablo ampa .. ,.ndo co nceptos e ideas aplkables a la co nservación y m antenimie nto de • tli Ocios. y a.sí tamblén el texto de lozano lo vierte en igual dimensión en • l ra .. tdlano. con lo que aparecería también aquí en el Renacimiento. aunqu~ todavía le falte enriquecerse com·enientemente hasta llegar al grado en
33 <4t R ESTAUJl¡U>), SI::OÚN W\ TltADJC I()Jrt V U T1Jll0lA C IUSTI.ANA DE LA A.~ ·noOr. IM.O v
Arucducto de Xgovi:. res:t~urad o e-n ~ fundón y tn !tU!t lorni!IS J)llf un monjr :uqultrctO del Par1'.11, por mólnd>IIOde la Reina l.w~brlllt Católic;~;~ fini!lndcl sl~fo '1:1/. lfotoautor, 1 997~ 4
d que se d efine por Viollet y Ruskin que pervive en nuest.ros días. lnteN:sa pues, dado& nu e~t ros obj etivos. d ete1'm inar de qué: man ~nl np:lrect~ e~a r, vocablo e.n Espot)n, cómo es irte1·prc1odo a través de los dcmpos y cuándo alcanza sus dive1·sos conte n idos. tal como los entendemos hO)'· El término «re:~tnurnci6n », vinculndo genéricamente 1' la construcció n aparece ya en d eaJtellano en la Alta Edad Media. Inequívocamente proc~e del lat ín. del verbo trans-iti\.·o «re.stauro» (restaurar. reedificar, restablecer). con acepciones matizadas por vincular se: o derivarse en muchas oc.a.sionM de « in.stouro» (~novar. repetir, reponer), d e «: r·Cbtituo» (restablece•·· reparor, r·csl itui r), e. incluso de «struo>> y « rest1·uo» (constru1r. trAmar y ¡·cedi t"icnr. reconstrui.r, t·establec:~t·P.
g
Tinnino n:ladona.do c:on lo1t qu~k.~tei\11l1 n eto «nprluínar•. prott'deme driiAtin •p1U1inw• .. • de ot ro• h cmpo••. y que"" dot'umenl• ( •pr-h.tino•) ~n c:utr lla.no y• "" el J,i'\o dt' 1483. SignUie. • la. UJHI"Ctón c:u)'C) fin eto de"''I,·cr '"'' ~~~ uar-IISn •u·fJlUt ~u··nh:• d11t,.riHr.d11 y/o 1nuu... forrnantlo 11 ,t.U t'IIIHitJ fnrmal origin•rtu, ""l•onlt~n•lo u ff! l•"••ullll• "' ' n'""'"' y (lttaMn:l('ndtl re-l..dOIIf'l 'uputllllrnenlt' on¡uwl_...... (J. o.u..,,, Moto/¡t .. lll~ot 4•t'• .... ¡,. tni~Hi r.ttlñ u r ff'h•hl l•••nón •r\fullf'ttthl~t• •, 8.1\SA, S.m• Cnu dr ltou•rd• ...... 11 1990 p 11)
u.. EoAo M I!UIA
Ex-isten muhiwd de documento&{e3critos. inseripcio n es epigráficas. etc.) españoles de la Edad Media que u tilizan cualquiern de esuu palabras re far-iéndose a la construcción y reedificadón de edificios. si bien durAnte todo t:.~tc tiempo su significación alud,.. o bien a un~ prlmera c.onstrucdón O bien a una segunda sobre el mismo sol a r o ce•·can o n é l para rcto••d u r u na ante d ol' c:lcsapa•·cc.icln o co mpl cta me rne atr·uinndn . D e h ech o en ln liturgia c l'lsl iru 'U l desde l a A m igUcclnd ~ •·cstnura a· un ecli ftcio» 5ignific~• recuperar In dignidad de un lugar que ha s ido profnnodo . Es dedr. ;e trata de recuperar y dignifi car la rune-ión perdid:l o aban d o nada restituyendo su s•gnificaci6n antigua: .se sacralha de nuevo el lugar. pero no se procur~ ~cupe1·ar e n su ~lado pr¡mi1ivo el edif'i.c.io dcsa¡>arecido. ya que de ello ni se tenia con cienci::1 ni se c ues1ionaba como elemento d e co nservación pn l'rt o u·ns gen eracio nes. Por la I'Uz6n aludida. en el A le o Med ioevo. al de-snpru·ecer las raz.on e5 ideológicas y religiosa• que valot·obnn los te mplos paganos desapareció In causa que cxig1n &u permanencia y por ello se produjo $ U abandono y ruina hasta la penlida incluso de la m emoria de su cxút~ncia. Pero en algunos casos 5e recupe ró d espado po •· m ed io de u na ~"crali7.nción que sus1ituí:t (restaurab~,) el lu&rar d e los idoloJ por un nuevo espacio re fundado pr..ra el OrJstianlsJnO. nsi ve•·emos cómo los visigodos. los astu1·inJ'IOS, mozá •·n,b cs. etc., uti lizan si n ningún pudo•· lo$ sola •·es o matel'inlcs de ed¡fidos antiguo~ para sus construccion e$ ya que éMos sólo reviNtcn pa1·o ellos el carácter de meras ean teras proveedora.s. Asr se edificaron San Juan de Ba_ños. San Miguel de Escalada. San Cebri:in de Mazote y tanto• otros. los Reyes . los nobles y los eclc•iásticos medievoles españoles de los 1iglos VIl al XVI ordenan escribi r con frecuencia e n sus t emplo~ o en sus documentos frt,ses con estos vocnblos pa1·a h atcl' con stn r a In memoria su fe y meccnntgo. Baste citar d C r o nicón del obispo Sebast iano que rellerc cómo Don A lfonso r de As1urins «Bcuilicos plurtJ constrorit ti instaurovit» (mediados del siglo vt ll). o cómo consta en una inscripción del mona5terio de San Pedro de Montes. en el Bierzo leonés, este u~xto: • Insigne mcritis beauu Fructuosus postquam 1 Complut~nse condidit coenobium nomine Sancti 1 Pe tri. bre:vi opere in hoc Joco recit orruori um. 1 Post fiUC n1 non i mpnr meritis Vnleri us Snn ctus 1 Opere eccl es in e d ilatovh. NoviMhn t C:r iiiUencliux / Rrstnurrwh crll OCCCCXXXIII . Po ntlfcx crrectull / A rund4Utu•n UI mAr,nc~. Ul cttrnhur. (IC~nuu 1 t-:rrsh. Non ú )rf''ilont" •ul&'·
TtORIA 1! HISTORI.A Ot LA IH 1(11l'VEN~0N lH MONUM E.NI OS lSPAÑOl.($
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No de~mos olvidar tampoco que las Porti&os del rq Alfonso x «el sabio• se refieren en dh•ersas ocasiones a la oblibrac:ión que existia de conservo•· y repar-••·los edificios antiguos. En conc•·cto la 111 (Ley 20 del Tit. XXXII) <tiiC expresa : « Apostura é nobleza dd reino es mantener los castillos é los muros d<las villas. é las otras fortalezas. e las cahadas, é la. pu<ntes. é los cailos las villas: De manera que non se derriben, nin se desfrt!,rnn: é como quier qucl pro de esto pertcn<zcn a todo•. es p•·o seilaladamcnt< la guarda : é la femencia d< e<tas !abo= P"rtenesco al Rey. E por ende doue y poner onmes senalados é entendidos en estas cosas é acuciosos que fagan lealmente el Repa1"H · miento que fuere rnenester», normativo que se respetaba esc,·upulosamente
todavía en la époa~ de los Rey<S Católicos. a finales del•iglo xv". No mono• signiOeath·o fue el docreto do Pedro 111 Onnado en Urida el 11 de septiembre de< 1380 OJ"denando rwotege··la fortificnción cawlnno aragonesn ele Cetines (Acrópolis y Partenón de Atona•)'' -
~ltdr.ll dt' Burgos. El plano dfl cdifiC'IO góti<'O
ckls;glo XUt aUn SC' apr«\a Cf' W IOtafilbd. (1 {"(')nJlolftiO C'J tcdtatiOO fút
Cf't<'i('fldo pOf
vu)(tupostrifm dt' lorma ltfttucul•lt ron nucv:n capillas kvantadas al (ln:.J de 1:. 6nja Ed-ad Mtdia y dur.u'llt la Ed:ad ModcmJ, tod.a\ cUas :ou;t:;apiOidiK 11 1M nu(YI)S g¡.n.cm otfttcOS y titúrgtii(OS.
sed largitate pretij. 1 Ec l!ludore fratuum hujus
IUNACIMtiNTO «vtiRsus» EoAI)
lffil
1
mona~tcl'ij . Consecratum 1
(. ..)" (Año 895)'•.
Como excepción he localizado una referencia an tigua, uno.5 vc:rsO$ dt: Eugenio 111 arzobispo de Toledo . e n los que se refiel-e que en ucmpos del rey godo Erv¡gio. éste ordenó a uno de sus gobernadores_que rcpltr~ra el puente romano de Alcántara. en Toledo. que esuba en ru.t nas en el ano de 686. de la siguiente manel'a que nu r\que con p1·evendont.s nos luce p.e.n$.¡"\1" · • en una rescouracton n 0 .,·o· to parn recuperar la funcl ún. sino. tambten la analogta de la.s forma.s primitivas: «Solveras antiquas ~otles rutnosa vetus·
ta• / Lapsum et senio ruptum pendebat opus: 1 Perdiderat usum suspensa vin pc 1• amnem, 1 Et Hhe 1·um pontis casus negaba 1 lte•·· 1 .Nunc t.c rnpo re · C etarum E rv•g•J • ·· rc:g•s - /~"~uod deditas sibi praecep~t e.~coh ~erras 1 potcnus '<.,: • • • Studuít magnanimus factis e.xtendere nomen 1 Vcterum et tituhs addi~t Snlll' suum. 1 Nam postquam eximiis novavit. me nibus urbe m 1 Hoc "":a~as miraculu_m putrare non destitit. 1 Consu·uxh arcos;, penitus fundavu m undis. 1 Et mirum auctoris imitans vicit opus 1 (. ..)» ·
M BO lA
Serán estos último~ monarca,s, y en esp~ch•lla reina Isabel. quienes provo carán entre nosotros un cambio sustandol respecto al significado del conct:pto de conservación de monumentos nntiguos, sin duda yn por innue ncia del Renacimiento italiano y su amor a l;~s obras de la AntigUednd. con cuya cultura es-taban intimamenle ligados. La Reina finnó infinidad de cédulas para repn•-a•· ca minos. puentes. ucueductos, muralla.$, o bras púb1i cas en defJnit1va. como se consuua en e l Archivo Ceneral de Simancas14 ; rila tuvo también ~spedal empeño en qu~ t~ restaurara ~1 acueducto rom_a no de Segovia, que amenauba.grave ruina en 11-8J. par:\ lo que con • c:edió un 111·hitrio pn~·n oblener fondos con este fin. L--.s obrasln.!!llevó a cubo
FnayJuan de Escobedo. monje del Parrnlsegovia.no. que según el P. Sigüenu fue un buen arquitecto y g~ómetra. y que tenia conodmiento~ amplios de 1 eometrin y mate máticas. Este religioso se trasladó a Sev illu, donde se t"nconlrnba doña hnbel. para informarle de cómo iban las reparaciones.
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U•guno ... Cdn. Jt/(fl•f'u•, a. 1, p. 11+· ~Uj lnrorm•dón e.n f'ulrlMonro AitrJtlro.ArrllitiOI.J M iitrol. Mlni.llt'riO d~Culu~r•. Mt~~drhl , 1978. pp. 1+ · 15r AlfortJOX. Tol~o. 1984 , f . Mirq,uu VIII•· nu('n. n,,_.,.,wltriNI.J/M-. Mad t~el. Maprrc-. 1()9t. y F Waut-n~'l Cnct., •PJitnmonio cuhuN~I dt' C.1'11ll• r IA"ón•. ll•tl•lfWdt 1 IV, luru• di" Ca"1UI11 'f l N'tn. Val111dolld. lf~')f...
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Dli VARIA USTAU itATIONE
TlOIIiA E HlSTORIA 01 \.A IHUWftNCIÓN IH MONUM(NfOS ESI'AHOI.U
37
codo después del siglo VI hasla "ntonces) , como lo moderno que no'"' debe
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aeguir ni imitar. Desarrollar toste punto nO$ llevaría a replantear el debate de lAS ideas de «modemHI<HI» y «progrtso,. en el Renacimienco. que ya ha sido
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tnuado por otros "-'tudiosos. como Maravall. Delvaillc. Bury. Gombrich.
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Roscmberg. etc.", a los que re:miti1nos.
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EL CONCEI'TO
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En COI\secuencia, durante l:1 Edad Medin. nnte In nu~c nciu de conciencia histórlca, In idea de obra completa . total y ucohndn, eN incl'inseca a I:J activi .. dnd ar·q uit ectónica cotldiana fuerr• d e pnrámetros de origen. evo]udón, etc .. es dec:Lr. en correspondencia con In\ tdea.s religio1as del m omento. mientras que a panir del Renncimicnto. la <ttptrf«ct.Ón» es d resultado de un prott$0 positivo de instancias cuhuralc& CNUtológic:as y biológicas que úenen en la Antigüedad $U modelo a imitar. de manera que en Crccia y en
wmv cul1l:1tk1. n Ckm Curl~ t¡u~
ptrmttló l;t
a«tón. ~gun I~K ('róm· ~ w ancp•nl~ d()IIUh 111 aprtC:t.lf I.J •n:.gn.rwd de" b ~rnJu1aucl;"ld m~t rNn.<& lroto autor, 19861
~xplicacion~s d~ las qut- ella quedó saüsfech:..''. E3o evi d e1\te que la sah•aguarda dt e)le edificio se hiz.o valorando su fundonalidl'd y por razones t"tonó m icu. aunque ya no se puede: ne-gar que también por aprecio a su antigt-\e(hld, es dedr. por u n a apresa v~•IOI'iteión de 5\1 signiOcado clásico. Aho ra b ien, desde utt punto d e vht:• teór&co f)Oclemos interpretar esta y o 1ras hti CI'VC nriones conto obn1s de •·epnraci6n n,;ís o meno~ 1·e spetuosas, pe•·o cl il'ítilmcntc de I'C:-ol<mraci,ó n . pues lo cieriO cli<(UC uan10 los comite ntes. como los tH<tuilecLos y mac~aros ele ohl'u.s q ue lu::. llevaban a cubo, c~u·e cíAii de ln vrd o•·:,ción his1óric·a y de la p1·ofundidntl nlosóficf' que eSlas opel'~tcioncs alcnnznron en los siglos XVI II , XIX o en el XX. E..' más, c.recmo.s que
aunque ya a finales del siglo xv y duran le lodo el
XV 1 tomo
luego veremos
apt'lrC!cc con el descubrimiento de 1a Anti~rüednd un concepto claro de d~terminada condcnda de In hi$toria. éste es muy rcla1ivo y tendencioso. pues se fund:amenut en el aprecio d~l cha.sici~mo. a to(la coMa. y en d desprecao e ignorancia. deliberada de h.. Edad Media, que prt"dsamenle era una
etapa históriCA definida, aunque. '"'gUn •u ¡>ropio decir. •IHíri>o"'.J'osturo». Por e~o. nuestros He e ratos y artífices hablan de lo nntiguo como bueno y m eritorio . y de lo moderno o lo tcdesco o barbar·o . como despreciable.
Roma esui «lo ~ttlod». ,·erdad que hay que recuperar y «rutouror~. o incluso y a partir de ella, $upcrar. corno defendía Alberti. Y éste será uno de los mayort':s empeños del Renacimi ento. Como se puede colegir. esc..as idcás tienen una dAra expresión a.l actuar los at-quil eccoA medievales y renacentistrts en edificios dados: asi veremos cómo los monjes del monastel"io de hc:ned ícllno~ de S;.n ta ~{aria de PiHSC.:it (en LiébnJHt, Cnn1nhria) que con cluye n en 1439 su co njunto monacal que fuern iniciado más d e 6oo uños illll CS. orgullosos, inscribCt'l en UIUI )ápidn que COlocan en la [achndil .-..Opera fuil perfecta 1 Era Domini ~L OCOCXXX I X:. 1 Pc·ior Dominus Petrus. ( ... )» 11 , sin o tra COn$ideracíón. puesto <rue se tJ'ntaba de conc.:luir C'Omo fuera toda la abadia. en este c:.so por yuxwposiciones. en olros demoliendo totalmente d edificio antiguo y lcvnntnndo el nuevo encima. ahuacione¡ ambas de muchas de las catedr·a les espai\olas medievales que prímero fueron románicas y luego se levantaron o conduyeron en gótico. En cambio, vemos cómo en d Renac.hnicnto nuestros escritores y artis· In\ 1iene.n una idea bien distinta de lo que es una obra acabada y perfecta. tft
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y entienden ¡>aralelamente lo griego y romano (lo chisico) como anliguo o CO I'I'IO « n\levu moderr\.idad». y po r oposición el g61ico (ni que pertenece
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~~Ir dt la afo~Cbd uNYMoi~ y a b nur-n hlur~Ji. w satY6 a1 k'viln1ar los saltnant tll()) 1¡ nuna r;~ttdr1i ('OftS('fV'Mtdo ~u(t~
por ejemplo . .Juan de Arfe. que rclleo·e que « en la fabrica del templo de San Loo-en~o el Real que oy se edifica cerca de la villa dd E.<curoal. por oo-clen del odcroso. y C rttholico Rey Phelipe Sc:gundu sc1'1 0 I' n\U!SU ' O, se acabó. de ~o ner en ,.;u p u niO (perfección) d at·tc de nrchi tectu t•n, por loan Büpu sta natua·nl d e ..J"'oledo» '" 0 11 uest rO$ t ratadistns y II'(H.luctort5, como Sn.grcdo. Lozano, Urren, cte., que procur.an con sus ubrns « la riJ'.)IOUfíJri<in de lasarld» ' para obtener s u perfección. que había desaparecido con los <~'bárooron» . De esta forma t3 ocepdón «rr.staururlaarquitttturu » se ~tepa.ra del concepto medic:vnl de a·ecupera.r exclusivamente una función . fueran cuale-s f"t¡ere_n los lenguajes. y apare« la significación de que sólo se «mtoum"'. se llega a ~bte ntr e_l s."grado carácter de ~djetivadón que manuene. SI se alc3nza a '~"es de un lenguaje artíuico definido. es decir. con una-' formu.s. proporé.lo~cs Y significados concretos y especificos: los d:i.sic.o s. Surge n.si .. pues. un ~nme~ criterio concre10 de restauración de ediflcao~. EliHt veruente conttn~ara ha>t• entrado el siglo XIX; recordemos. por ejemplo. que e n 1793 se edua el OI.!Cuoo ¡ob,../o Rntaumción de/as Btl/asArle;<n E.pa~o. de Isidoro BoSll"e· y en t 829 los vuliuncnes de Eugen io Llaguno y Amil·oh• y.J uan Agustín Ceán .Be•:4 mutle1 l l tu l r.d os ,_¡gnificntivnmente Notíciasclt~ loJ <lnJUitrdOS)!tJr<IUiftdurn de E..spono
.a
---SSIItii'SO. ~'ill:t,IM~ytSI\'7
J<Sd< ¡u Rclaumción. considerando como talla époco de Felipe t t () uan Bautista de Toledo yJuan de Herrera y oeguidore.)"1• aunque la obf'll profundice en e:tapa.s ¡>rec.t"dentes prtti.samente para probar .su te:siJ. la variación y enriquecimieolo de sus significados se producirá cuando este t iglo Romántico descubra una conciencia plena de la his1oria y tam · bitn el valor histórico y estético de: otros e5ti los dhaintos que los clásicos: los orien tales, los medieval es y sobre todo e l gótico y. entonces. Violle< y otro& grandes 1c::óricos descubrU1tn que se puede I'CStftuJ•ar cualqu;er ed ificlo parn oh1cnet su cosnplcumt ien Lo y perfección si se h~•cc de acuerdo a su estilo. u :.u ca1·dcleJ·, a. su « u nidad f'Onn(d de o l'ig.:m », lo que provoca r:. el nhdnlicnto del concepto de resLOUI';Jción modCI'nO, po rque cualquitr edifi cio es 1·cstnurable siguiendo ta.l c•·itcJ·io . y con ello el m éto do de la « rtsfourodón t$hUstica», que dará como re.~ultado lo bú~quecln de la perfección de los monumentos n partir de: la destrucción de sus impurem.s fo rmales. Desde entonces y por medio de las reacciones de numerosos teó ricos. literatos. arquittc'IOS y científicos hasta nuestros díM, elt~rmino « re.st.auración41- ha ido ganando significado$ y enriqueciendo(c cOnlinuamen te. hasta el gndo de que ho)• podemos d1.stinguir las inte:rvendones arquitectónicas. por ejemplo. según R. Luciani, 0 , de las siguientes maneras a partir de los critcl"ios y teoda.s aplicados por el restaurador: « Restauro arelteologico (basado en los metodos de Ra ffaclc Stern y Ciuseppe Valadier). Roswuro stiliSiico (Viollet- le - Duc). Restnuo·o o·ománlico (John Ruskín). Rcst:ouo·o Storico (Luca Belti'Omí) . Rt,.tnu t·o modcmo (Camillo Boito). Rcswut·o scientiDco (C<u'h\ de Atenas y Custnvo Ciovtinn oui). Resllou o·o ncl dopogucn·a (Cario Cesdti y ou·o•) y Resuouro cl'itico ( Robe rto Pone y CcSllre Brandi)» . Pe,·o to du5 e.slas leoria.s. que: han sido parcinlmente a.:~imiladas en España por nuestros arquhectos y nuestras administraciones (aunqu e: se sigue deba tiendo el artículo 11 de la Carta de Venccin). han avantado "" Eu.ropa. donde se platean nuC\'415 actitudes inlen•entora.s en monumentos y por causa de los tremendos abusos que se han producido, algunos. como dicen los rranceses (Bruno Fouc.a n. por ejemplo)"• . «por r..u1énticos crime nts de amor», han multiplicado las medidas protector:~~. de forma que en algunos rusos se habla yo de la dimtourolion, para col'lar los excesos de unos y de otros. J>J-occderemos a continuación a exponer, de~~ode nuestro punto de vista. lo~ m étodos y conceptos de intervención en mor\umenLos preexistentes que llj l l•~u t lrt • Ch u , V,. r¡f,. 1. l. pp. XXXVI. y 1. IV, 1)• ' l!J-1). ~o ll R'•'tl""'• Rmn• , ••188. ~ 1 • l.,¡ tf' \ I ,.Ut•lliUtlll• Un tlll XXt til'rlto•, r n ,\fl"'h•""' lr~+'"''"'""'• 11\1111 lfH, l'),fJ, Jll'• 1 qtl
se siguieron en España desde el Renaci miento hasta los albores del siglo X I X, en q ue t~e verificaron lns npor taciones yn «contemporñ nens» d e los roman os Stern y Valadier . del fo·ancés Víolleo- le- Duc y del ínglés j ohn
Ruskin.
LA
I NT ERVENCIÓN ARQU ITECTÓN I C A EN LOS SIC LOS XVI AL XVIII :
EL NAC I M I ENTO DE UNA I N I C IAL CONCI ENCIA DEL" H ISTOR IA
Habría que plantear en promer lugar el concepto de •<\oaloradón de la obra de ane. del edificio arqui1ec1ónico. según lo). distintos tiempos». A pan.ir del Rc n acimien iO hemos asis1ido n cambios cual ilativos en la :ap•-eciación y o·echazo de los e<tilos y de las obras de deter mi nadas ewpas (como también de los :Jrtistns). c. incluso. h emos advertido cómo obras que eran celebra· da.! durante un p~riodo en otro ernn odjadns y duprcdada.;. pura, a "' CCH. llegar a ver cómo en otro ulterior de nuevo eran revalorizadas. E.i dKir. en In h uma1'1id11d hn existido una permanente muHttión de los v:.lorc~ critic:os fre n te a la.s p rod uccio nes nr1 ís1icn.s de los ho mh 1·cs del pasndo según ha evoluc-ionad o su conscie nd~a de la h istoria y su capacidad estéticn y cl'it ica. Bastaría recordar cómo nuestros artistas dd RenRcimie•'ltO rtchaz.an lns obras medievales y cómo &ta.s serán revalori:tadas por los arquitectos rom:inticos del XIX. o cómo los ilustrados neoclásicos jwgabao con extrt:mot dureza Jns arq uitecturas y retablos «churriguerescos» p:u·a llegar a nucsu·o siglo a se r rcvttl ol"izndos po•· pe ru udo ••cs. histo •·iud OI'CS y teóricos como Eugen io D'O rs. Garcla y Bellido y Mno·tin Comálcz, por cita o· ejemplos pion eros espa.ñ oles en campos diverso,.,. En consecuencia. la obra de ane existe s-i la cultura la interpreta como tal, otorgándole ,-alo~s y cargas simbólicas. ~tC ticas e histó••icas. y cuantas más desee. Ello explicarla q ué productos son los elegidos parn ser salvad os y curHes son ajenos a esta preocupación . S i nos detenemos sosegado mente a_cot~ sidcrn r q ué son pa1·n cada contemporoneid~td obras ele arte susceptibles de •er salvaguardadas por medio de su re:st~uratión. concluiremos f!n que 1M tales depend~n siempr~ de la.s m.i smas coordenadas crit ieas: la corteiencio dt dtttnmnoJo corwp'o clt lo hiStorio. y tal aparece con diversos m adces por primera ve1. en el Ren;_-tcim iento. El i nicio d e un muy pl'im itivo co ncepto tu.l m in ist rad ... o y leglslativo d e conservación de bienes monumentales colectivos en la Edad Mode.rna tiene su.s remotos origen es en la bula Cum alma m -'"'m U,Wm promulgada por el Papa humaniJta Pio 11 en 1462. en la que •r procuro lo tutda dr alguno• c:ci ificio~ JJITcxhtcnt ~-.. nunc1ut', como hhl' hft hu no t•r C':r•C"IH y l.ucaanl,
entendiendo com o Jl'ICa-ecedores de esta conside.-dción sólo n los d e ln Anti· güeclad, pu es el mismo Pnpa, por med io ele su brran ar<¡ uitecto Rossel li no d esu·uyó numerosos edificios m~dievales. entre ellos la iglesia r ománica de Santa Maria, en su ciudad de Pienxa. para reestructurar la plau de la catedral ..: Julio ll debe ser recordado en coos parámetros de desprecio hacia la arquitectura tanto antigua com o medieval cuand o por medio de Bramante destruyó con Lotal i nd ife•·encia el pa1eoel'isti ano San Pcd ,·o del Va llcuno. Co nsideración tam bién parcial porque en m ueh:ws ocasiones los grandes ar-quitectos del Rcn~cimiento. sin ningún pudor. destruían edificioJ romanos y aprovechaban sus piedras si tenían la oportunidad de elevar otros nuevos. pues s-e autojustificaban por los cambios de fundonaJidades. El paso siguiente en In evolución j urispruden cia! de defensa d el pasado lo produce d l'ap• León X, que llega a nombrnr a Raf.ocl. e n 15 15, Commosorio dt//t Anlichita Ji Romo, y más larde Pablo l ll . en 1538. promulga otra Bula para instigar 3 la defensa de los vie:jo.s edincios. pero siempre con la gran con tradicción de continuar las destrucciones amparad:.s desde el mismo poder, volga como ejemplo que dt>rante todo este tiem po el Coliseo con tinuó $h v iendo d e cante J•n p nra con.st•·u ir· Sn n Pedr o d e Romn-;3 . De cunlquler mane•~'• se abría paso yn un in icial re&peto n d eter minadas etap.u del pasado que en cuanto a la arquitectura se complementaba con el intento de estudiar cienaif1camente sus productos. para alcanzar a conocer su.s reglas y normas. $Urgiendo paralelamente la nece~idad de inve.stigar dcfde un cierto punto de viS! a arqueológico idealí>.anoe (tnmbién habrá que espe rar nl siglo XV IIl y n Win~kelmann pnra que se empiece a fo l'mular el eoncepto moderno de nrqueologia) sus restos y obra~ conservadas. Aporece.n a.si las descripciones. dibujos y reconstrucciones imaginarias e ideales. de eotas piezas señalándose como el más antiguo el escrito en 1431 por Poggio Bracc.iolin i titulado Dtvurietaltfarlunt. que se interesa por Jas r u in as de Ro ma. Le siguió OII'O m uy sign ificativo. obo·!l de Flavio Biondo , fechado en 1445 y que <><presa en su 1ítulo la n ueva filosofía : Roma ínslouralo. De la.• colecciones de dibujos que entoncu se realb...aron contamos, conICrvada en España (en lo Biblioteca ele El Escorial), con la que es consíde r•da, quh.á. ~omo la más importante de todo el Renacimiento. el llamado
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Opt. nu., pp . 12 y 11 16, rc:•p«tinm c:nte, ·r.unbi4n M, Tyuk.iewir.:-towa, IHr~uJo Jl~tJMrl•no, Ro t1'ntU.. 1928 y E. C~~rll. '-~ luittdJr Pioll. Roma. 1967. •q C . C.Kho, .,. nl, p. 13oS. R.ty, ..,..,. ........... Roma llan, 197+• G. Moroll;, vW.Jw-J+ .J{ttt~ ..,.,..,J~flt4,-.,..,....,............,...,
........,_,Al•n~ Edl tri«-. t1o
tTtM"ÜI l~t 1' t•tW •III •llf'molhlool f' rnt•ur t' tU • ntichllt" nrl Cm<luf'rrnto rornano•, rtn M\ V ,...,..,,. .. _,..,.,IIIWI'llf(lll,ioJvJ,U'•...-. ., Rqrn•, 11)"1· I'IJ '\1)7 .. ()'\,
no•iA E HtsTO.IU.t. DE U INTUVINCfÓN lN HONUMI;NTOS UPA.Aous
Codtr E.rorioltruis («As an•igualhas d' ltalia»), que compusiera el pinlor por•ugu~s Francisco de Holanda (1517-•584) con numerosas descripciones dibujada< de edificios an1iguos de Italia. la admirad6n de los españoles durante todo el siglo X"VJ por los re.sto.s romanos está sufidentemente probada, no sólo lilerariamenle (Col menare., Ambro•io de Morales. Honor;llojuan. el Cardenal Silíceo. ele.). sino t>mbién por crón icas que refieren las inquietudes de nuestros inte-lectuale-& y gobernante$. Así, el rni.smo Carlos V nltcraba el itinerario de uno de sus vtnjes p:1r::1 conocer e:l sarcóli•go de la ubudía palenti na de Husillos'' . o su hijo Felipe 11 del c¡uc. además ele su p Mión p o r Vi11·uvlo y los Lrat adi~lr\s, cl estncA1'émos In 1·e.levancia del hecho lJUC protagonizó cuando la campaña de irwnsió n milica1· de Po rtug-dl. pues encono·ó tiempo su ficiente para trasladarse n lo ci udnd de Mérida. en la que se in>tal6 del 4 al 17 de mayo de 1580 con el exdu•ivo fi n de ver sus restos d~ In nmigütdad romana acompañado de su gran arquitecto J uan de Herrera y. como dicen Uaguno y Ceán. «e.x:aminó lo.s edificios romanos que permanecen aún en aquella dudad. siendo los principales el gran puente sobre Cuadiana. d del rio Albarregas y un orco Lriunral crui entero, hu ruinn de una rortal~a y de varios templos: los ve-stígios del anfiteatro . del ciroo y de la naumaquia .... admirando sobre todo lo maravillosa construrción de un muro o dique de &Hieria, <¡ue hícicron desde el puente hasta lnrgn dfstoncia para contener el río de la parte de ln ciudnd»y;_ Res-tos que a buen seguro mandó dibujar parn estudü,r los clc:tcn idarnente. pero por d~sgrnciu 1'\0 lllC han conservado estos dibujos. Dc." pués de las pt·emisas citádas es evidente que hay c1uc r.dve1·llr que esa conciencia de la his-toda era muy i.nteresacb' y limiwdt•, pues los a1·quücctos s iemp re que podían construir de nueva plnn1a destruían el ed H1cio anterior. Jo sobrepon f;.n O lo SU.Sliluian fuer:. el que rucr-a y per-leneciera a fa caapa que fuese. La var-iac.i ón en aJgunos comportamientos se aprecia fundamentalmente cuando tienen que operar limitados por integrar o complclar una arquitectura p~exi.stentc a la que considcr-a.roín en diferente medida. En este punto se encucntrn la clave de un primitivo ideal de «re-&laurar-». pues C$tos arquitectos son conscientes de dos causas que confor-mnn su existcnda: 1. Que deben actuar sob~ un mundo }'U cOn$truido, un m undo real existente, la ciudad y los monumentos nntiguos y medievales c1ue han llegado u SU.$ ma.n os y que limitan su nc:LUnción, y '2.. Otro mundo
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fundomcntado en el descubrimiento de la Antigüedad mítica. el clasicismo. de l c1ue extrae n m odelos . mé todos y lengunje. e 1't d efin i tiva normas que deben seguir y nplicar. y que tlln'lbi én pueden mejortu· y supera1· a pilrtil· de dios mismos. Ambos renómenos les obliga o·án o obtener un especillco punto de vista de la histo ria , que como expresubR VRs.ari sera biológico para lns artes (naci miento, plenitud y muerte). Junto a esta recuperación de) mundo dásico irá abriéndose camino con lentitud la valoración de otros momentos del pasado más reciente de la Edad Media. En España son bien conocida• las apreciaciones de Cris1óbal de Colmenar<,. sob re arquitecturas góticas (catedral de Sevilla. etc.) que rmpart!ja en calidad a las griegas y romanM. Desde el punto de vista de la intervención en arquüec.turas existt'ntf:S de esa época también .surgen espoñdicamente actuaciones notable-s sobre edificios pan no a1terdr su sust.an · cin primitiva. Entre la.s m uchas que se. podrin.n cita r en el .siglo XVI español me interc.sa mucho la oper-ación técnico rc:¡¡Jiudn po1· c1 frcmcés arquitecto r lngenl<:ro Quin1o Píen-es Vedel que o•estnu •·ó lllo·ed edo r de t549 la Coleglntn de Mo o'l• dr Rubielo$ c¡ue hnbin surrldo un g•·nve incendio en 15-} 6 y md• •lgniOt •!lvo oun •u 4' reJ~tnuo·or((ln • d• lo to o•o·r dr In igle•i• d e Snn
45 Martín de Teruel. Ésta amennaba con hundirse por problemos en su pie y cimenlación y por empujes de bóveda en su coslado. lo que le obligó a desmontar. recahar y ~c:ompon~r aquéllos para consolidar el cuerpo inferior. scbrún solución que permitió snlvnr la torre hasta avanzado clsig1o xx"·6 • QpnRAk S08k E U N MUNDO kRAL... UN M UN OO CONS'TRUIOO
Una primera generación europcu de arquitectos re~t"urudores con conciencia de 1al relativamente dcfinidn surgirá segUn se vayan cstnbledendo las bases del Humanismo y del Renadmicnto italiano y fundará. su teoría inicio! en Vilruvio primero (I.m ditdibros Jr orquiltcluro) y. m4s ndelanle, en Albcr1i (D~rtaedifl~otorio) y en ,;ucesivas operaciones arquitcc1ónicas. Su apa•·ición debemos situnrln inmersa en una postura eslética asumida de f01'1mt gen e rali7;nda desde el siglo xv a1 a•·ticular-sc cst' primern conciencia histórico que. llevaJ'á a los nr·qutt c:ctos al rechazo de las ar·quitectm·n!t bárbaras y tedescas que les habían precedido (las de la Edad Medio y en especial la gótica o te-desea) con la intención de reconstrulr el arte de lo Antigüedad reoornando ala naournlexn e inlerprelándolo desde In nuevo modernidad la «antiea e buona manjcra moderna~. Üle re.nómeno se produce al recuperarse la teoria vitruvi.ana y al aplicarse en concreto los .seis principios o categorías fundamentales que componen la (le: bella arquiteclura»: el orden. la disposición, la simettla, In euritmia, el decoro y la disu·ihución. Así se convencionnli:taba la normlt chí.sicu y de entre. sus categorías destnc~trán dos. el uso cnrlónico de los órclene:s (toS(ano, dó •·ico. jónico. c:otinl io y cornpuesto) y);¡ utiliz.nclón de las relacione~ proporciooales (armónicas. geométricas y arilmétitlls). dos verdades que según ellos había desprecindo la « man.iera tede.sca.» y tenían que .ser respetadas sin contes1ación, 7, Pero est.- posición absoluta defendida a ultranza se encontrará rrontalmente con grandes contradicciones de seguir .sus propias r~glas. las que conllevaba el aplicar el principio clasicista de la « unidad de e11ilo» tambi<!n invocado como la «pUl'C:UI anislica». que surgía cuando se le planteaba al urquitecto la opción de intervenir con ortodoxia en unn edificación medieval para conduirln, amp1inrln o res1aurarlft.
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Card• Cuereu.. «Laa IQM"C:\ d~ Tcrucl•.
JltculoJo\n¡u•tut!IJV, .Madl'hl, 19~5 .
p. 97, y Sa.n-
li,.go Seba1~iin. •Elu<¡ultttlo funcf:1 Qu1nto Pi(:rtn Vcdcl• . Archno bpañol de Ant.
Madrhl, 196'2. n.0 1..0. pp. 2:&9-301. 2:7 E. Pano(.tl.:y. •La primu-a pJg1n.a del Libro de Ctorx;•o Vüaril Un ~.tuadto ..obne ~~ unlo
..,,.
J6t•ro •lju~rd Rcnanmitnlo h•1iano•. en fl~..,
..erln,..,..., Al .. tua F'd110naJ,
Toda la tratadistica arquitectónica renacentista . determinada por la necesidad de tener que m antene-r la coherencia de loJ postulados clásicos. se vio inclinada a desarrollar preceptos para defender la « u.nidad» y In '*pure~a» de la obra según la «cone:innit-as» antiguu. De est3 manera Vitruvio defendii• «la cor·respondcncia tot3l del ed ifi cio>> ; Albcrti. que «todas las partes eslén en D1' 1llonia mutua; y están en nr·moni3 si conc uel'dan. de suer·tc que form en una belle~a ürticn. •·cspctto al tamaño. el género. el color y otr.u se mejnnoes cualidades». y Pnlladio, que « la beUe.a resultará de la forma y de la correspondencia del todo a las partes. y de las partes entre ellas. y de.;.,.,. con eloodo. De manera que los edilicios paracan un e.ntero y bien acabado cuerpo. e-n el cual un mif'mhro se corresponda con el otro y con todos los miembros que sean ne-cesarios a aquello 2 que se qu.i ere hacer» ", ci tando sólo tres ejemplos ilustrnLÍ\'OS , pues ideas semejantes t'tC:ogen Om·ero. Sc•·lio, Viñola. Ddonnc. etc. Sorprendente nl CIHt, la primen gran openu:ión de int egración ;u·· quitectónic:.a del Renacimiento va a considc1·ar ya estas f(hmula.s. Nos l'eferlmos a la conclu•ión por pn.-1c de Filippo Brundleschi de San la Maria de la Flores de Florencia~.,. pues concibe su cúpula ~iguiendo el injdo de la rJiructura ocoogonal dejada por Arnolfo di Cambio. • parlir de la cual desarrolla ocho nervios agudos eerrando la cimera con una lin1erna man· leniendo todo el conjunto el espíritu gótico de 1~ Cltlcdral, aunque la récnica empleada ra c•·a renacentista dando a la bhtoria una lección $oberbia de cómo integrtu· un edilicio. La realidad arquitectónica proyectada o constt•uidn dul'<ln Le los siglos xv olxvm que sigue lo• prccepoos ...,alados ofrece todn clase de respuesoa• de r.speto o de abandono de la noo·ma. Sin embargo. Alberoi había formulado muy bien en los primeros capítulos de su Dt rt atd'.ficutoria e-l principio de la •conformitil » o la «convenienza» (la <Sconcinnitas• • la !'decuadón. la coherencia total del edilicio) que alarqu.ile<to ortodoxo le obligaba a lomar una posición disc.iplinada al actuar en el edificio medic:vnl que queria res· ••urar, aunque le causara r·ecllazo pues su condición de moderno antltede~co se lo cx_igia. Aho1·n h ien, .!ICbrún Albcrti (a través de In i_mel'pretación
wK 1_. d~finidón que ufr«c Allu•rti de- tu conccpto de IKII~t:tJI no d~ lug.r 11 dud.u ; «b bdltla c•IA armonta entre todu lat PJIMH del conjunto. con(nrm~ • una norma dctcrrninac:La. dc fhrma quc no .c-a po.lhle ft'Ciu~tt o c::amb.u- nacb, Jin que el todo k ~ucl~ rnlt.S unperfccto• <V~. J. R.ftn, •tJ tr'llt..do o,,..•c!lfo•iockl~novb Lton R.ui\laAibertt•. ~n {.fOI'l!8oftute o,,...~. td Alal, Madrid. 199'2· p . 12 Ten l"ltrtlado t...h. VI. cap. n, tUl btf'nj. Atn..u At~u ,.,..... . . ~~,.,_,,.....,_ AAntt, \fadnd t988, p. 119 )'u.)• ... r•r-.*n' (• " .... ~ .~wJ.r.h(llnlN"-"pNI......,..,!III'IIt•. c .mbrid¡c... M~W .• Iq¡o.
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U ORlA E HlstOitl.t. DE U.INTIJI'fiMCIÓM tH KOHUM[WTOi ESPA.ÑOL[S
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<~~tconformhñ » clásica difundida por los teóricos. En España. muchas veces
se siguió e¡te modo de operar sobre un mundo con~ruido siguiendo lns tres teorias albe.n ianas '' . MooELOS ot tS1~stYt:NCI6N ~N f.Pif'ICIOS ru.uasaunrs rs E~MÑA DKSDfi t:L RuiACIWIENTD IIASTA
~L NI!.OCL.Asteuwo
Al centrna· nuestro objctívo en lo at·ticu.Jatión h istórica de lr&s formas ope · rati\•a$ de intervención nrquhectóniea que se llevaron a cabo en Espa"a durante los ¡iglos que median entre las teorias de la tratadistica italiana y la aparie.ión del concepto moderno de t•estauJ·a.eión en el siglo X! X, apreciamos u·es siste rn:as ó modelos opc•·oth•o:J: t. La opuesta por· In modcrnidnd.
2. Ladefcn•• de la unídnd de estilo o pur= delns formns. y 3. El desarrollo de edecticismos y simbiosis lingUistic:os. PI:.Juta dt• Roma con lO) edific-ios
y tuinas MliguO$. P~rro UgGfio. 15'10, Mapa dt la (iutbd con bstd"i f~d~m m.b lmpottanln_ ~ uno ck lo\ pritM:ros lnY(nbttOS dr mor'I Umc'nt~
de l'nnofsky)"0 lo obligación de cumplir lo «conformita» se podía resolvc•· de tres manera~h l . Rec:ubl"itndo en su 101alidad. interior y exteriorment«:. el edificio medieval con un;t epiderm is ~nacentisla . 2. ContinuArlo en el estilo m edievt,l Ol'igitul. y 3· Real17,.¡u· un eq uilibdo e n t re lo medieval y lo renncentista. cnu·e lo viejo y lo moderno. El primer moddo lo wó el mismo Alberti en Rímini, Vasari en Nápo1~.
SerHo lo recomendaba en concreco en su Libro V tt , Pallndio lo aplicó en el Palacio Co muna] d e Vicen1.a y Bo•·•·omini en la Basílica de Snn juan de Lctrán. El segun do m~todo lo eligie•·on Bramante y Fran<e$CO de Giorgio Martini en sus propuestas para el cimborrio de la Catedral de Milán. asi como varios de los a u lores de los proyee1os ofrecidos para la cons1rucción de In rachacln de San Petronio de Bolonia. El tei'CCI'O y último sistema fue adoptado por Alberti en Santa Maria Novella de Florencia y por Viñola en su proyecto para el citado San Petronio. Es pa1ente que todos los nrqultectos itaHano.s AeñBl ados por su estilo y
algunos. incluso. por sus escritos, •·cchozaban el•·omllnko y el gótico . pero
1.4 opuesto por /u modernidad La llegada dd Reoacimíen10 como tul no supone su asunción generali•ada. Antes al conn·ario. lo que se pre te nde por parte de una pequeño elite cultural dete1'minada y ello con CI'IOI"me len titud nl comienzo es adopta•· lns nuev-.t.s fór-mulas ltalianns interpretoda.s desde aquí por diversos medios. lo
que conllevara un desprecio del eslilo del cdíflcio sobre el que se actúa. lnduso. con la contnd icción de produc:irse unn etapa iniciol en ln que lo p•·irnero que se acoge es la decorución renacentista, que se np1icará indiscriminadamente a estrucluras góticas. para poco a poco ir entrando los sistemas constructivos correspondiéndose con el nuevo ornumento . Asi, es sabido que c_n nuestro pnis penetra el Renacimiento en la última
década del siglo xv. importado por el Ca rdenal Mendo<t• y aplicado po•· el ~nigmatico Loren<o Váu¡u~ de Segovia en la calle central de la fachada del Colegio Mayor de Santa Cru~ de Valladolid. que se habla ooomenudo en I(Óiico, t1dtmás de en otrns obras de nueva flibrica. Aquel edificio se conduh~i aho 1•n en estilo renacenti&ta !in ninguna coordinación con lo p•·ece · dtntc. lo que señala ya d m¿;todo favorito de conc.lu$ión. integración y reaclaptacíón de edificios que se adoptani generaliudamente en toda la p<"nlnS\IIn1 J¡, auscn cil'l de toda coher•encia enu·e lo p ree,_dslente y lo nuevo. St'rAn, pues. ln yuxtnpotlci6n y In swnitución ln~t fórmulas más arnigndas
se vieron fonados a con.jid~rarlo en alguna ocAsión para cumplir con la 11
\t-1 wl tlh"t otl\lr•t..tlhftff"l""•wht#rf'•lllllfll(l"•l•inlfnf'Utlóll 11111»-t llfl l• l t~4ttit.t ti• \'1U~tlullot,. \'•llliol•tflol H•'ti
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01 \IAIIIIA "ISTAURATIONE
l(OIItfA ti HISfOitiA Ol l A INfU\IlMCION f:N MONUMENTOS ESPAÑOLU
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(otro ejemplo se ria C!l d e: la co n.strucd6n de la Librería en el monasterio de San Isidoro c.ir: Le6n, o brn d c junn de Badajo1. el Mozo , q u e se rcaJiz.a embutiéndol o on lo fábrica mediowl destruyendo el e&pacio que ocupaban
antiguas de penden cias). méto do que fue también muy seguido durante todo el Barroco . y de manera común e n la Antiguedad y en la Edad Media. Lo generaliu d o fre nt e a una actuación concreta era que. cu41ndo los m edios econó micos lo p~rmitian. la r espuesta era la d em o licjó n to tal del edificio viejo lcvnnuíndu~e o u·o de n.ur:va planta ( ej emplo d e ello son numerOSAS cated rales. com o la gótica d e León so b re las r o mánica$. la d.e Palencia, sobre la visigótiea, etc.> o que . cuando esa situación fa\•orable era aólo parcinl. el u..~ com Un era la yuxtaposició n o el crecimiento tentacular.
lcon &3ptf\t¡¡ AJbtorb. S;!nu Mana M la\ UOfa.
SogloXVInlnacb b ('(lnSh'utt'tón
(f'l
gót.ro -rutftO\ runnilt~ d<' la ptttMn pl.tnta·. t'l arqutlttto lf'llcgftl t i pasado ron rl ptnfntt ,.n rt-nonc..:u a tM
El ejemplo d~ In Cnt ~dral de El Burgo d e O&rna e• parad igmát ico" . y lo mismo se podr in d eci r d e g r an n ú m er o d e ed ificios. co mo la Catedral d e
módut~ do.~ltkl~
<'t.lmlg u•cndo " n;, obra rtn:KttU•'§tJ s.n dnl ruir b Pft'C'lll'll n'ICI;:)
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Burga&, o la de Snnto Oom111go d o l• Cal'"'da. En la Edad Mod erna se plant ea po r doc1uier la neces idad de dotar de tr::dignidad » ni edificío nltgdndo.se. que IM fábricas antlguas son insanas. oscuros y faltos de runtio nolidad ni rnodir'icar.e determinada& liturgia& por
t.
pompn barrocn y p o r lns nu evas exigencias r eligiosas emanadas de
Trento. El T•·• •p• •·e nte de N arciso Tom é de In Cated•·nl de To ledo. la fachada del Olm>doi ro de C u•a• y Novoa e n Sanliago de Co mpostela. e Infinidad de obro$ son bu en testim o nio de estas o pcion es barroc.:as que olvidan y d cccsum « n pa·iol'i » el esti lo del edilicio en el que nctUan. Idéntico compo a·tnm iento ll ev:,rón a cabo los n r<luitectos ncocláJCicos en u1'1a primera cwpn cuando se cnfr·cnl cn :1l co mpletarn ienc o de ed ificios anteriorts. sobre todo si son m edieva les o platea·e.scos, recordemos cómo se des .. u·uye la iglesia de Snn to Do n•d ngo de Silos o cómo se :u:.túa en la citada Cntedro l de El Burgo d e O s ma. En la • •·quitectu•·a civi l la construcción antigua es símbolo de unn no blcw lcjunu, pero. a la vez. venida a me nos. y drJ"rumbada econó micnmen1e. por lo que la image.n del poder se alía con la de la nueva edifiatció n . J>ero las láminas de SerHo sobre cómo moderniu r una calle medi~al y hace•·la renacentis~a• son una muest ra concreta d e la
b u•quedo de la nueva image n ( Libro vu ). Es pues. la sustitución, cuando
tron lbposta Albnt1. San fta~ ck' R•m•f'IL. S.,to '1:11 Mocltfn.ra d trmpiO de: r.taaattsU.. tt nhrdo n'IC'd~ ~ un m«~!$1!10 ck PfoyKio tneubf+dof dd td1f100 antiguo que m k9uido Offtlos ck wca doputs. JIOf rjcmplo. pot P.lbdto m b. 8.z!.lla ... Vlttnla. pCif tor-·m "' Son ....,. pCif ca.as v..., ck c.,.,._m. poco G.ibbrft ('ft ... tal('dn4 ck ~ pot los :Nqloltlft1~ drt- ....... PJ~ ~1'10--~'i('ilf~ !.bt't'\ tn le» nt.hciiO\ cW t. )In
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••itte po sibilidad econ ó mi ca. la que prima para cOrfle r parejos con la ostC"ntación y las investigacio n es ~télieas d e los nuevos úempos.
Desde la llegado del Renaci miento. el arropamiento teórico d e las disUntas operacio ne• restaurad o r as se pi"'duti rá a part ir de varias ve.nientes: 11 f Chuto (o4 1 11~ 'lu•n !1,. Vdl.u mt'n ~n I.A ( • JJIII• df'l Vtntrablt P•bfoa y 1• unutu ck b ( '.tlt d r.l d4' f 1 t\•••c••1lt~ ( ) •m"' • ~""• · lf)ft, J'll 1tS f'-' , A C.plltl. M~J¡,...,_,
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OlVARt.\ . _(SlAURATIOH(
buscando la inspi ración en las colecciones de dibujos y grabados difundido• por España y que consta que se localizaban en lu biblioteca• de numerosos arquitec1os español~ segun se desprende del estudio de sus inventarios y u~su•men1os rt".aliudo por Martín Con1.ále1.. Cervera Vera O Rodrigue. C. de Ccballos (por cjcml>lo.JWin de llcrrcra.Juan lhuW.ta de Toledo. Juan del Ri bero Rada. etc.) 11• en los que •e citan grabados de
diversos edificios de lug;sres del mundo. sobre todo icnlianos, aunque c.itado! d e formo wn parca que casi nunca se pued en idenlificar· con detalle (los mds difundidos erom Los de Zoan Andrca, F'ray Antonio d1- Mont.a. NitoIcHo dn Modenn y CtovM'ln i Antonio dn Bresciu) 1'. Pero In vla mi:ís importante In consth uía la tratndisticrt, en concreto l¡, difusión d e origimtlcs editados en Italia. y. toda>-ia mñs in lluyente. las traduccio nes de estos dellatin y del toscano ni casu~ll:moy las elaboracionts personales de nuestros pensadores y nrt ífices u part lr de los tex-tos de aquéllos y de SU$ propio.s experiencias. Del volor de e$lOS dos opciones se desprende fñcilmente que la oferta gc:ncraliuda y. en consecuencia. la vía más aceptada era la estima de la modernidad. Durante el Renacimiento. la •anuca e buona maniera moderM». expresada en la büsqueda del clllloicasmo. y durante el Barroco. la modernidad corrc•l'ondicnte. ahora por el contrario desde la libertad y olvido de la norma y el orden. En ambas vertientes. pues. siguiendo las ••porwcionts europeas y en concr·cto italiantiS de cslo:c periodos, y juniO a elh•s npO l'IUtio nts hispanas de iruerprer.a ción persono) o de •-ethaw directo. El prÍI'IICJ' texto arquitectón ico espailol (y cur•opco e.~cr·ito en romance) que nos vinculn co n lns nuevas'tco d as J'Cnnccntistos es lAobnl de Diego d e Sngl'cdo. M,.cNrla.s tltl romono, ed itado en Toledo. en IRimprenta de Rern ón de PetrAs. en 15~6:15 . Se tTata de una inlél"p1't :lación 5tsg;tda de los cánones vitruvianos y nlgurtO$ aspectos de la teoría albert1ona. 1al como indica el m ismo Sogredo, « las medidas que han de saber los oficiales que quieren ymitar y contraha7.er los edificios romanos• (fol. 11 r.); en exceso autosuficiente. pue.o despues añade que «no ay m•s en el Romano de lo que aqui se contiene» (fol. IV v.). Sagredo. al igual que los tratadi>tas italianos. defiende «que todo edificio bien ordenado y report ido es comparado al hombre bien dispuesto y proporcionado» (fol. v r.), con lo que. evidentemente. está recogiendo el convencionalismo de la proporcionalidad y
1
J.J. M11rlhl Conri1N,
•Bibliolc-C'U df:' artiJ-1•!11 Un• • ¡•lltadó11 dt'la ~\ladiuir.a•. ANdtm••· nüm. G1, 1985. pp. 12+ y,.., 3+ S. SrbA.-114n, •FI Rt~nndm1cm t u•, llutl!fiUiftll\,ft ll••liij.,.tf••• 1 ti Alh~tml/1'11 , ~o l 111. 35 Edi('l•)llt'!l fllf'UII\IIc~a , Vtlle nru•. 1976 (c:on Nluillro IU11111hU h•l lu 1"" 1 ' (!,.l'~l'lrll)l Madrhl, f . M•• •••) A lt~&•t~••••"•• l!)IUJ (r•"• r1tudli! lntn~o~ lurlt;tl'hl
33
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f lOAlA E HISTORIA OlE lA INTtlii'IINCI6H I N MONUNI:NlO$ U,,¡¡OI.t.S
~<ión
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de lru partes entre sí y de éstas con e.J todo. si bien deduce .su canon poco clasicista Felipe de Borgoila. pero. odem:is. después de citar los ld•~n•~ clásicos grecorTomanos, se ati~nde en defender otras maneras de lcc'lumrlasdichas monSLruosas. candelero• y bolaustrcs ... que los antiguos haz.en menció n en sus libros~. que •se ponen ma.s por ata vio que por IC<"ioladsin tener medida determinada » (fols. XILy L). que. aunque prefundamentar en la andgüedad clósiea. p•·uebn su inconsistenda lnnat:tva y la del momento en España, pues corno también aiJi se refiere eh• el taller de Andino y la nar·rnción se de.snnollo en Burgos. su patria). elemen1os e rnn ya normales en nuc$Lras nr'le.s. E.an importante obJ·a, desde nuestra per.specliva de blísqueda ele opclones actuar en edificios preexistentes. representa la consagrnción del moddo Dllole :reeco». un sistema que rechaza yn el gó1 ico nunque desde un deseo · llfl,mier>to profundo del clasicismo. entend iendo como talla « decorano 1a estructura de los edificios. Es. pues. una obra todavia confu.sa tn1delnnidtt. p~ro comprometida con una l(tnueva manera» de ~ntenderla a panir. además, del principiÓ de la imit3dón («contraha~r»): es aimple rt!penorio de elementos que atraerían el interés de nueS:Lros aniY que e.ttos manipularían sin orden ni condeno al uriliT.arlos, pero que adoptarlos revelarian ya una apuesta por};, modernidad especifica del miento entendido de tan singulor manera. Su opo!iiición a la mru.tera e.s cln.rn cuando ad viene: «E mira bien que no tenga.s presumpdon de llel!Cirll' romano con moderno:& (fol. IV). aunque en no pocos casos el con ~ ¡rlbuyó n ello. [)c•de las décadas llnales del siglo XV hosln nnn les del prime1· cuarto del XV I se produce una total «i nclefinldó n estilí11icn• 11). Las intervencio rn edificios preexistentes se producen por medio de la a.plic.atión de ilt'•n•lci4>ntos renacentistas entendidas Fuero de In norma y proporción cláYaplicada$ a estructuras góticas. lndu)Q, en otras oca.siones. se llegan ut tlltar formas góticas intentando itaHani:carlas. lo que prueba que el IDin o,c irnte,nto del clasicismo era muy parcial. Es una etapa en la que existen número de conclusione.s de edificios comenzados y construidos déca· •ntes en e.nilo gótico y que ahora se ultiman de acuerdo a la nueva toles como la fachada de la Unive•.. id•d de Salama.nca. las puertas l• Cn1>illo del Condestable y de la Pellejerin de la Catedral de Burgos. la •d• ••lmantina de San Esteban. In del hospitnl de Sa nta Cru z de l b lll'lln. algunos elementos decorativos de la Caso de lns Conchas. también
•'"''"ra,
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TIOA(,t, [ IIISTORIA Ot l..t. lNf'IRVE'HCI0H ( N MONUMENTOS UPAÑOLI$
Umvt"rsid~d
ck': S;Jlarn.~nor~. [1 rdificio góllt'O t'\ 1(1ualiz3do ron b ~ ck utu factuda ttlón sfmbOIMO:~ y Hknogr.ifa qut tatnblil t.. pr!tl\'lll"t6" dt la totalidod (foto olMOt~.
de Snlnmnncu. la fCicl'ladn de }n!f. Cndenns de la c:nedr:.l d(' Mu•·cin, vnria3 pie••• y In puena de la •ntigu• Libruia de la de Siguenw. la puerta del H ospital de Sa ntiago de Co mpq>telo . la• de la Lonja y de la Capilla Real de Granada. penada del Pal:ocio de Peñaranda de Bracamomc. etc .. etc. t::l caso de la fach:oda de In Univet-sidad de Salamanca es eJemplar en esta búsqueda de una nueva cxpn·Mó n. s in los recursos su ficient es parn clevat· un nuevo edJfacio . Los escasos medios no permiten alterar ni demoler el cdincio preexistente, de mu.nc 1·o <lue el proyecto npo r tfl 1a m odernidad nl conMruir un pequeño lienzo vertical que S(' convierte en protagonisla y hegemó nico de 1n co nsu·uc;.clón c.onccntrantJo toda lrt Mención perceptivA en tL Con e.sta simple intervención Jc ha renovado ao da In imagen de lo ca~11 uoiversitarin. nhora renac<!rUista y no g6tíca. en una operacaón que tiene infinidad de antecedente.), como ¡>odria ser Ja rc.:novadón d e CasteJ .. nuovo d e Napo les por Fernando de Aragón. con la con Jtrueción de la nuevo portada en ln vieja tOniflcnción nnbrio lnn.
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~l(drat dC' Jolt d:o. h~nspattf'IIC' Natet\0 lomt (~J V Oluw.l. St9'u XVIIL [1 .uqu•l('('fD or;l rl n¡JJC'iu n\Odctnn d;¡f\ando lo mt"IIOS P0'blt l.1 ~ruC'luriJ an11gua pJról tC"SS)Otldc-t .. ~ ~ dnna~ lttil~ y nlt i .I('K
experiencia.; clásicn.s conu:mpor.inttu produc1dn, en halaa y rnmbién J)Or l:u difundidas n u·ave) del mnnual de Sebn~dá n Sra·l•o 'l7 ofreci endc> el p 1·ime 1• renacimiento español. El prim~r arquuecto-p•ntor tsp;:tñolmuestra comu $C puede int er·venh· co n unn np <n-tnció n nu('va cotrtpletn y el stbtuntlo. cOrno ctn aherar el plano de mic-es medicv;tl~s. en e.J ah...1do se tw:uua hacia ti nuevo C$tilo en &u obn:~ de Jo Cf1tt"'drn l :rndal uzí1. El ansia por la Jlerce:pción de la «nueva modernidad» t"~ ev-idente en ltctunciones ~nacent istas que «a prio•·i.-> se efectuaron con extremadn ..~io lencitt. Qubá el ejemplo más e.\cnndaloso , en su propio Liempo. fue In con·~rsión en catedral de la melquita de Cordoba por el cabildo andaluz con
• l upoyo de Cu ,·los V y con t•·a buena pan e del pueb lo y el nyu nwmie nto cordobese• . Cuando m:i> tarde el Emperador vao lo que se estabo rcali 14mdo en su pl'imertt visitn n es~n c1udnd, cKdam6: «Si yo hubiera snbido lo '1"'" era es1o. no hubiera pe.rmhido <1ur se lltgru-e." lo an1iguo: porqu~ h .. r~ .. lo <¡ue hoy <n otr>s muchn< P"""· y hnbe•s drshecho lo qu< er.o
Un paso más avnnudo comprendiendo la «orquitecturn Integral» pero en In mismn direcció n &e C!mpe7.nba o dnr en nuesli'O pulA ~n at1ut'llos mi~
mos ailos en que"' editó el Sagredo. I>Or mrdloción dr M•• hucu C) Si lor. 't"r rrp•·e-.NlU'W f"Ain ma\m" :.hcrnntlvn • .-honl y¡• can11KUh1,1• • p•rtu de hu
:17 1'""' IV, t•l n• 1~'1? (V;~_,, t., !iatn1tltt lu, •1 A 11111\HUI 1l• ,.h•U\Iilu Scthu• rMJ, .. I.\U•~• ,,. r'l '' '1'- .., ole ~1..~-4" ~. C "l•11u J 111 •l 1 \1•'"1••'•"'* t Art¡ltllf'fltol 1 f'l nht.. ,f, 1\.llU 1 •:.~'"•'
DI VARIA RU fo\\IUl'IONI!
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UORIA IH!STOIU' 01 U.I Nll!ntHCIO N I N MONUME.NJO$ tsPANOL(S
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(Salnmanca , 16813) ha••• Agwtln Bruno Zaragoza y Ebrí. &cutludearquitecturv cu·•l (Vnlenda, 1738), cn todo• los cualc> el pumo de partida soo los LTatados i1alianos clnsici"us )' manleris1ns del ~iglo XV J. pero en Jos que la apue¡u. ~iempre co ncluye en la heterodoxia creando nuevos órdenes o permitiendo que los clásicos s.e combinaran a capricho._'. San M:.f'CO"o ck' león Con=IO ck 1> O.d<n ck Sao\I'>IJO. I< inon6 rn el \lgiO XV 1M" 1>
~ llúront< "" "910\ XVI al XVIII w ronhnt.~6 d ptoy«IO •pblcff1CO•
(On
at~ a b unliad
ck <SI•Io ck 1> tOUiod>d df b fachaól dd edtft· ('M). troto autOf, 19761
único en el mundo .._"'~. El mi~nno C..:~.snr Carlo.s ordenó en 15'27 construir un Palacio en In Alhaonbrn d e Crnnnda de ncuerdo" los más moder~os lenguajes dn.sici~u,s. <JU~ su hiJO J;c.Jlpe 11 cont¡nuó 't'). Operaciones si~tlai'CS se siguieron 1-eali7 ar,do du •·ntHe los siglos siguientes; a·ccordemos como. en c:Hnhio. durante el Oarroco latt intervenciones de este :arñcter contaban con el apoyo gcnern1i 1.;,do. po•· ejemplo. en el caso de11 nmsp:.u-c:.ntc de la cutedntl de Toledo. obra de Nn •·ciso "lOmé. CJUC JH'Ovoc::ó el c r'ltuswsrno e n 10
• • •• • el ¡)ueblo to ledo no • • • 1 ~n igual se nt ido se cxpl't!:ttl ln ,,.,·ntud l:!it1Ca tle los s•glo~ XVII y~' 111. con su abandono del onle n y de In normn. dcsdcjuon llnuusta de V,Jlnlpando Y. Jerón imo Pnt d o. con "iU In ~frh 1 tltm EJ·plmmli(HIC'J tl A¡;pnratus Urbu <re: Ter:lplt ' Hiuoso!yr•tihmi ( Romn. 159 6 ... ¡ 6 04) . tngu ' •cn ' d o cor · 1 ¡:,..•,)' Lo rcn~o de San
Nicol.is, ArtryusodrlaArrh•ltrturo (Mnddd, 1633). ySr¡,":nJaParttdtl U•oy~rttde /aAr<hitrrturo (Madl"id. 1665). que es el mús sobcrb•o <Jemplar que poseamos en nueslrn corue:mpotaneidad p ru·a •·eslaut•ar Hrquitcelul't\5 bar1'ocas. com~ bien ha demostrado Mo •·tín Condlc>, Fray Junn Ricci. Brrvt trotado de An¡_UIItrlura artrta drl ardtn ;olomón•co tnttro (h. 1663). Juan Caramuel Lobkowlt~. Arch•t<Ciura tu'd rtcluJoM•ruo (Vigcvano, 1678). el ya cilado Simón Carc1a
La «unidad de esulo» en bu><a de la pureza de formas y de la coherencia de la t01a1idad dd edirtcio - interna y extcrna--<:5 preconiuda y teoriuda, fundamentalmente. por Albcni y lo< renaccnListas. como ya hemos seilalado. Su recepcion en ~paña sera rapicla e implantt•da a partir de los arquitectos puramente clnsiC:tSta$ de fe:lipe 11. como .Juan Bautista de Toledo)' Juan de H ertcra , que procurnn esa «conc:innjtas » desde las diferentes alu~rnativ;as en la.s inccrvenclone.s en lo~ ed ificios rcale. Pero el proceso de íntroducción e~ len10 y nuncn gc:ncral1zado. El primero sera p ionero tam blén de cómo restaurnr un edincío según sus condiciones or-iginales. en el
palacete de In Cn.>:• de Campo de Mnd t·id "· En 1539 se public:o en Vnllndolid un impol"lanle libro , obra del humanista C.·istóbnl rlc Villnlón, lilulodo signifl,·:•tlva m eme fngtn íosa comparación cntrr lt, nnlrJ.,'lt(). J lo /Jrl'~rtlí', que •·cpt•t:sc ntn l01 ott•a gr-an alternat iva de la at quitecturn esJ>niloln del siglo. El bnch iller Vi llal6n defiende wmbié.n a ultranza la n uewa rn odc •·nkJud rc nntcndstn, J)tt'O dcjn abje1·ta unn am pl ia p uerta a la vn lo l'ac:ió n y respc10 de lo..; p rog•-esot. verificados en el g·ó lico, ofreciendo así n trn tendc ncin posible de l:r tuodcn'lidnd. pues llega a ad núdr que si enlonc.c:s vivie•·tul «aquello$ nl\IY snhio~ nntiguos». se admiru,ríon al ver ed.ifidos gódcos y phuercsros e~p;u,o l e:~ incomparable~ como el Colegio de San Pablo de Vnlladolid, e l del Cardena l Mcncloza y los palacios de.l Conde de Benaveme y de Don FranciM:o de los Cobos en la misrna ciudad. el hospl ... tnl de los Reyes Cntólico• en Sa ntingo tic Compo•u:la. las catedrales de ro ledo. Sevilln, León y Srdnmr.u'IC'U, etc .. en una metcla bien ecléctica n. f..sta vía permitirá que determimadas tipologüu. fundamentalmeme rcHgio· ••• (catedrnlcs. templo•. hospitales), puedan tener una justificación para wr f'eSIAurad.u dt"sde el fililo gotico .sin con ello ir c.ontra la modernjdad y
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1)
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,._,.,.,.,t....._._...,...,,.. O.Aarmel.H.a. 1-lnm.a.a.n
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Madnd. 1g38.
,niNIJfliObt~ la mltrn• •j\l•n ft_.utht• dt' 1o1f'do f la C.... d~ umpo d~ \l~(rid• . rn~·¡.¿.,.. ,...,.....,..,..._..... Modnd.I'I'JI. pp.103 13(>
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57 el progreso . Se•·á como unu dedaradón del valor del Cai'Ótter y la ru.n t io nalidnd del ed ificio en ··elnción con el metodo de in •e•venció n. Aquí radica ya la aparición en España de un concepto radon•l y critico de actuación en edificios encon1 rados que definiremos como la umdaJ ck tslJo en correspondencia con la 4<conformital!> definido por Vitruvio y Albcni. Los propios textos impresos o escritos en Españn durante el siglo XVI ampararán cSia opció n . ll crnán Rui• (h . t500 - t569) escribe un LibrodtArquíftcturu" entre 1558 y t560 en el que •·ecogelas teoriss de Vitruvio, Albcrti y Serlio, y disena sobre los ó rdenes. las proporciones y demás principios clasicistas. En 1582 se cdita la traducción reali>.ada por Miguel dc Urrea del Al. Yd.-..io Poi/ion DrArchitecturo. Jw•áiJornJio,libros" . Más importonte, a nuestro juicio. cs la edición en el mismo ai\o <le Fmncisco Lo:r.ano de l..osdif¡; librosdt(lnJ~Jit~tetura,.6• que ofrece a nu<'!str·os a.r quhcctos una 1raducción q ue. aunque bastante defectuosa, tenderri al alcance de todos la filosofia de Alberti en nuellro idioma. libro que signif'ic-a.tivamenu~ ve: la lu'l. sin ilustraciones. lo que otorga para los e.spañol~$ prio1·id.ad exclusiva a los concf!ptos y las teorías. Allí deJtacan lol capítulos para alcanzar la he1·mosul'tt , propol'ción, gracja, etc .. deducidos de In «conclnnhns». Pero. odemñs. Alberti hnbia o ft·ecido en eJ décimo libro dos capilulo$ en los que se c:.x1icnde sobre cómo realizar obras de manteni miento y conservación en los edificios a trav~- de los tiempos pQira evitar o superar diverS..'\.S daS<$ de dcteríoro. capftuloJ que titula: <Et ••• dd reformar y emendar los vit:ios de las mi4lmtue paredes» y ~De n'lueJlas CO!.'l.S que n o se puede n fH'OUeel· si no despuc:r. rlc hechas cm endar c1ualcs son d e hcnchidu t•as. los cimien tos. columnas. los huesos de los te n'lplecilios. los trostornomientos. las pared.. y suelos» (fols. 338-31-3). T rcs ai\os dcspues aporecc en Sevilla la obra del leonés Juan de Arfc Villafañe, Dt Vana CommtnsuruCion para la &cultura.JAn¡uittclura, en lo imp renta de And1·cn Pe,5cioni yJuan de León, oh~• sumamente origin:tl y gr·an aportación espn r'\olr. a la u-a1aclís1ku e uropea. Arfc defiende también ln unidad de estilo y pal'a mantener In ortodoxia rechn>ta el grutesco y lns esta mpas fr-anc:eus y flamencas: • ... vana__s y de ningún momento (Jon) la¡ m enudencias de resaltillos. estipite.s. mutilos. canelu y otras bur lerías. que por verse en los papeles y estampas flamen cas y francesas. siguen los incon siderados y u1 rc:vidos artífices y n o mbr.-indolns invención, ndo•·nan, o po r m ejor decir. destruyen con c.llas sus obras sin g uat·dar propo t·ción ni signi-
ficudolo>. Señ nln el edificio del Esco río l co mo In g••on obt·a a imitar pot· seguir los dictados de Vitruvio . En d m ismo sentido clnsicistn se conlpoa·· tan o tros tratados y manuales escritos y u·aducidos por otros anificc-s. como Ribero Rada con su Palladio (¡578), Eugenio Caxes con su Víi\ola (1593), Francbco de l"rave• con $U Primero y Tercer Libros de Palladio, etc. De igual maneri'l merece la pena chnl' nqui u.n intel'esante m"nuscrito, el d e Simón C arcio, Com~ndio de Arrhittrtun')'Simrtni• de/o.< ltmJ¡/o>eonformwlo Medie/o dtl Cutrpa Humano ron alguna.< Dtmostrariont.r dt Crom•trío, fechado en r681 - 1683 " . Lo más destacable nhora es que el an¡uitecto barroco )-::t lmantino incluye en su obra otro ltxlo (los seis primeros capitulos) que pertenecían a Juan (m. t526) y Rodrigo Cil de Hontni\ón (1500- t577). Versan sobre l:t compos ición y m e didas d<> los templos a p:u·tir de « dos conceptos en principio dispnres de las p1'opor-cion cs: la tu·itm ética de ba5c nnta·opomó..fic;• y In geom élrica». fund iendo así el método clr..sico vilruviano del cuerpo humnno y el medieval dc Villord d'Honencourt . Mauhaus Rorit,cr y el C ..arinno geoméarico•t&. Nos intcrua deduc.ir cómo atos do..' maestros del góaico y eJ segundo de la tronsición :1l re nacimiento en tendían In i ntervención e n monumentos y la elección de d etC.I' m in ndo estilo al ttf1·omnrln. Entendemos que la base ideológica por la que 1anto e.stos artislas corno sus comitentes optaron por el gótico ul plantear el inicio. y despues la conclusión. de algunaJ catedrales como l•s de Salamanca y Segovia encuentran amplio8 factores teóricos dcrensivos pdmcro en la idea del canicter dell:d¡ .. ficio. pues la tip o logia de catedral co nsidea·an que clebe ser asumida ~egún los fundame ntos d(" su funció n y s imbo logía que hnhinn o bte nido éxi 10 y pl ena de.finición en la Edad Media. por lo que serir• nbsurdo alterar el len guaje y la sintaxis al construir otras nuevas o acabar las ya iniciada,. y st-gundo, porque es1a postura tenia $eguro refrendo desde el mismo c.lns-r dsmo. por un lado desde la «conformita» alberdann y por otro desde los mism os pt·incipios \litt·uvianos de Ju c:ohca-e n da. C reemos que no puede ser rn nada ajeno a enn po~tura el hec.ho de c¡ue en 152 1 Cesariano publíc:trn en Italia (Como) su edición del Vilruvio. en la que signif'icaLivamenl t se txtiende sobrc la discusión planteada en 1386 sobre la catedral de Milán . Cr.sariano incluye ilu:nracione.s de ltt planta y sección transversal ((Ort~) •rgún trn.os gcomét rico$ g61icos y con•lde•·n que o t r;,ovcs de ellos se poclrn .,
.... ManwrniU (:0 l. Ewuc:l.a TKnin Supuior- d~ ""'uh«iun d(' \(.drtd .-.tutl~Q t r·uMk.Go por P. N•or•W'ut•. ~bdr1d , 1974 t!) En l. '"'Jlrt•U• df> lu:.~ll Or.t4o111'1 , AJ~al• 1lfl lt•tl.t•u ((~tt•tnul \~tlrnlt~t t•t711) 4C. Fri l•lmp~t• nt••l~ ~tr.d rtd tlr Alítnltl (MnH'f (ttd -~~ f• Uhttll. Val~n(l• 11•71t1
tllblfolt>U N.,.... n.l \h 3d1Jt, cdklonr-••lf! lflftfl. tt)il , lff'\f,.lft)*l Pd r.,.rnlil, l»tjol· dhr(('t(m d•J """~"•· drl Colq10 dt" Att,\lll•·llll 1lt \•ll•rl•,l'-1 \'•ll•dohd. 1•)(}1 tOmt• 1\ f:.l,u-Jt ,,....,...._ f '•utl'll•tw l,.onr•n f •n "'h"h ..• ,.,,,. ....., ...,¡¡,. d,.l\ lkm•t <=<•tU'IIIIf f r h~tuf••n & Umtot y ltanw• tf..-tbn fi'111'''1'''''" ,¡. t .......... A Hoott..-t 1 " ' ' " .,. 1) ~it'twmo)n , J, .. ,.........,. • • ¡ L 1St , 111 llb
Dl VAinA ktStAUIATlONE
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obtc-nt'r plenamente la «armonía*'. Este mismo método y conceptos aparecon en el texto de los G il de Hontat)ón. e. inclwo. en los citados de Colmenores y de Arfe ( fo l. 12 v.). Además. creemos que este argumento se puede potenciar al demosl rn•·se que s i ellengunje es gótico. el espacio . en c:nmbio, ernpiez.a 3 se •· J'Cno.ce nti sln, com o se ha probado t•ecientemente4~. En consecue n cia. este u·ntndo csui proclamando la « unidod de estilo» y In « m;•gnifice.ncia correspondiente»- como método de intervención. En. el mismo fol. 1 se indic:a al hablar de la composición de los templos que tal es « p•·opor~ion ... comodula~ion de las partes de todos los miembros. de la qual se saca la ra~on de todas las medidas,.. El mi•mo Simón Ca reía. recopilador y hombre práctico del barroco. es consciente. nvon>ado el siglo XVII de que obras empe7.t~da.s en gólico deben ac.abane en el tni&mo sistema construclivo )' for·mal , nfinnándolo expr'C.sa m eJ'ttC en el capitulo XII. cuando de~t.nibc la catedral de Snln m1H\C¡) ~ ... djstribuicron, npl'obot·on , elijicron y lcbnncn•·o n la miu1d que oy se ve ncavada, y con la rni.smn disposicio 1\ se a mandado prosegu ir la o tra mitud del crucero a•·•·iva. <Juie •·u nuesLro Señor Dios. concederle los m edios sufocien1es para su pt'<>secucion» (fol. 52) . El Comptndio. al igual que Albc.rti. insiste en señalar m étodos de conservación y mantenimiento de edifocios llegando incluso • recl•ctn d capítulo 75 1itulado asi: 4: En que st! pontn Vna.s condi~iones c~n~rales parn proseguir Vn edifo ~i o aRuinado» (fol<. 1351137). Toma como ejemplo la restaura ción ele la entonces polémlcn 1on·c de la ca1 ed•·al d e Snl:unnnca e insiste en que se d ebe conseguh· que «c~l é dc~<:nte. fuerte, (H"Obcc.hosn. y bistosn. y paro que tenga el dccO I'O, y simctl'fa conhenienle n el cuerpo del te mplo>>. Propone d emoler )o arru inndo y reco nstruirlo «de vna misma materia. y formo. co mpuesta. y fabrícadn a el pt·oposito. de la m esura . y pro por~ ion del cuerpo dd templo». según «•e muesl"ra en la ora~•· la qual tra~a. sus miembros. y moldura.s ande ser medidos. y propor(IOnados. según sus jencro>. como lo trae Vitrubio. y Filandro, en el libro 3 y 4· y Plinio en el libro 36. cap. 23». Esto es. Ca reía d efiende la «un idad de e., ilo» . pero a t ravés de un ac:ue.1·do cquilíb r;_•do entre el gótico y su época. método que definilivamcnte llevó n cnbo en 1705 el arquitecto Pantol cón de Pontón 0 Setién el"igiéndola ochrwadu. con nguj;ts y mediu narnnjo$ •
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J. M.
\lc:rino C..ttru. • Mtotroloci.• y lim.nn. de: .t. últtl"'\a c.at~ral CO''t• npthola • .
51 0,.. t'll•• PP· 93 Y~,. S2 Ju.n <k H~f"'t'c:'ra,j u.~n d~l M.UloC:r'U K.!by olror. ;11ntia<n Lnll'nff"nf'n -od.a uno por ,:u t.do- otrr C'it:ndo inroJm"-') ~uc-tonh p.tr. t.. C'("lrn;lu:"Jión de: la c:al~otcc:n d~ L. f'•t~ral nun-;1 e&,. $3Lun.arn"it quf' • Cln o drl .tiKlO X\. 1 t< c:nc:u~ntrll c:n uu derto •impau~ • . put:• u.ncn d«-fi("ndc:n que MI finM lice,. lo góut>o - r--tif(, ""el que Jt couu:.nxó y ~'uh:a """~"·uid11 la m•yor panc de: c.l~y 0 11 '» propont>:n quf' -kl a lo ""IOI'tlltnu"", a lo ren;~ ce nl iJia • lgui«'ntln In, nut:YJ~~ tt.ndencuu.. ll('rf1!ra c:n,lti6 u n f nformr mu y\11.0 y a mhigvo c:n 1589 q ue Í J\teq)r('I•IIHU t: n t!l n m i n o w.lhttrtlant) ld\Dlada ya '1\1~ r«cHnicnda •que: k h•p u n a traul! gencm•l de: lodo t•\'lo (1-111 C"JIIed,..l), .r.obad11 y Jtuena e-n lod•J.rf'ff'rdón de: l11 nt.aJu.•ra que loda no. f'briu dc:br quctbl'. 't b«h.r. á 1111 ~ IJtxlrií ponc:.r po1' (<'n) c.bral.a p•ne Cf l.ltl d e dla miJ convt:ngt adJ. qu.nlo M" quit"' fabricar- • l..,o. por que: si o.lo no M' lnte y M' c:m1nna •cora C'-1 cc:mJ,)O "'" uvc:rul re.olutión , andando f'l
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·~ Un~nuUd dt> V•U..Iohd. num 3· lgc}l . pp 51,. 50 ( ChU«•. ú~...,.J, W....W.. S.l.1nunc-. I'J'i1 yA Rod"(\1..-' (, ti,.' 4'b.lt·~•. •l..t torrr clof' la c-•c«<u1 nuru d~ "'•1•m•nta • JWm,. .W ~• ....,.J. ( 1tt ""k" ' \o'~ 1 \IIV ''•78. I•P 'lt1 '11(,
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Es. pues. el tr.uado que acabamos de señalar, un Instrumento efic:ient~ dtae:tuae:ió n proyectual y que explica uno de loJ temas má.~ apasionante-s de la historia de la arquitectura tr.p;•ño1a no siemp1~ bic:n 'Y'"dlorado. d de la pervavcncia m edievnl en nuestn1s ca«ed.rales. y c:1ue n o debemos entender co m o una simple :ICl itud COilRCI'VUdurista de nueSti"OS Cílbi Jd os y :li'((UÍlectOS. c~ne dra_les como las de Snlanumca, Segovia. Plascncin, A$10rga y otras se ÍI'IICntnn acabar de acuet'(lo n esa 4' conform.idad»- e nu-c lo hecho y lo que falta po1• hacer. V. Nieto ha insistido en e•te tema y ha llegado a probar basándose e n los estudios de Chueca en el mismo sentido. incluso cómo se producen er1 tica.s (1522. informe de Francisco de Colonia y Juan de Badajozsobre los destajos de la catedral de Salamanca)" . cuando se rompe esta «unidad~. Los ejemplos de las cllted rales de Sala mane• y de /\.;otorga. por cita r solo dos enlre los innume roblt..'l existentes. son d e nltn signi nca.ción, porque no sólo plantean este t cmn en el s iglo xvt, sino hnsta su coudusión avanzado el tiglo XVJJI, .siendo muestr'ft J'Htlp3ble de que e&tn nlte 1·natava csLuvo vigente durante un largo periodo. La de Salamanca se plnnu.:a con la nprobació1\ de los Reyes Cató licos, nunque el proyecto inicial no se empieza a formar hasta 1509 por los maestros de Sevilla y Toledo. Alonso Rodrigue% y Antón Egu. y la primera piedra •e coloca en 15t3 por d maestro mayor Juan Gil de H ontañón. Durante una primera etapa que llega basta t560 pasan por la dirección de las obrn,.) numerosos artifice-s y con.stantc:m ente se debate t1 problema d e seg-uir lo~ t rabnjos d. e acuerdo o no u );, « unidad de esti lo •. En 1589 se inicia Otl'll fnsc . pues e l ed ific io esl:5 o 1:. illtun d el crucero y St' debate otra vez el có m o 8eguir lo que falta. El cl11si cistn junn de l Rlhrt•o Rada recibe el encru-go d e conti1'1ua r a lo gótico (éste nlte1·ará la giroln cOn viniendo la eab rccra en •-cc:ta pero mante1'1iendo los sisu~mas construclh cn medievales)••. Otro periodo se desarrolla desde t668 ha>1a medtndo< drl
lkm¡10 "C h.,llana Nbrr taklo ~n m~o. )~rf'Ol· f..n nuotn OJl•n~n \f'nWtl ~n ll('tf't>n una mlrr~wn d4" rQI~nNar lo h«:ho ron k. qu-r ~u • h~r tnmoNilll4•nu•nl•. tf,. nunr... fiUI(' ~ nuntrt'l(• 1~ fOI ' ' 'IM•rulriKirot la mbl.(n con Jo flV' v hk'k,... .,,, •lt•tt•••~· t •ll•1 ilol).tt)k• v pu<lna r•m....,¡¡, •1-lr u1u "l.,....lf~. •unH!MI dt "'if...l• f l t'11b1loln ti•••...... • WJUn llllf''l-''"'••noo ••• r•n-r• ,_.. .J.114~, ,.,\ ""~11 ~··•u•
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Dl V.tAlA US1AUitAT~I!
UOIIIIA 1 HISTORIA 0 1 U. IMTUVOK IÓN IN MONUNIHTO$ [SPAÑCIU.S
L.n de A5aorga conoce un proceso similar, aunque sus impurezas sean
Cllltdrul d~ V;aUJdolid. fachada. priru.,,pal lt1I(Mil;l pur Julln ck lttm:ra C'n 1582, C'R 1739 Albtt fo ck Chumgur-r:a ronsltl.l'rt d segundo tunpo \lgtllt'1'ldO t-f ptoyfCIO dr 3qo(t m m t'UfUfiU~ gtnt'f3IO dt ptopo«t'~ pf.bsu:.s '1 fulntk sin rmunc:Qf :¡¡f barroro qUC" :19<Uctt tn ~ form)S Ofl\a~lato y tn 1~ conc~ dri t•or*mto. EqUilibrio cntn: ti ~\.alto v ti pmimtf' vn fK"933t ktr.
siglo XVIII ~n qu~ maestros de la o bra rom o junn d~ Selión, Pantaleó n de Po n tó n , J onquin de C hurriguera y ou·os mu~cra n de nuevo la pcrsis1encia del dcbtHc y In l ucha permanente por concluir In c:ued r·:.l y en In mayoría de Jos cn~~oos s ig u ie ndo su esti lo origin ario . aunque no f'n he la preocupació n por renHzad o pOI' mc.~dio de u n ~omp1-om iso con su modentidltd , con1o por ejemplo la Cl1pula q ue Fray Pedro Mí'lrtinel. disenó inspil'ti ndose e n el ci m · borrio de lo cottdnol de Burgos. Al final se consigu ió un po·oducto gótico, en tl qut lógica mente In « pureza de cstilo;e. no poclrn ser ab-5oluw al pa.Ytr por wnto.s incidentes durante tantos año.s. n., C'OtUtnuar t. obn •<omo ~t.S«J.Io h«ho. .11n qut> w u~ tlrllo t>n row.a.lpna• y k C';nca.~ 1.. dt~ión ill j ..... n df'l Ríbtro. arti!ie"e" ~o~•cnl(' «k la l~ru afbtrh:u.., y. ~n r;t;prcial. dr la d.ePall.t'itO. puf'A en IS181ubu.tradurido 1-Mnoo~toU..J,~ . R•bcro ucu•o b ohra rn ~ro .tunql.lt> mtroduJO algun amh i(. " " b ca~ra y garola q~.t.c rn '""~ ck p~"t"nar ron pbntA poligvnall.t (h'f"~Ó onoron.aJ •a Jo f'O tn.ano•. Con r.IJo •dOJM.tba un f'rltc-no M'mf'Jintc al d:e b ler(C r& J>C)\tut• llc- la •ronrorm11.a• albe-n ian• de comproml.o cniiT •m hu '""rl"ncu• m~ mc · n u•ndo la cutt1ea mc-ch~ll"n las form.u dd C'dindo. l~ro •A•difndolc ti <onCII'JliO de ~io cl..~icht• oblipdo por nwr de lo• nurvos licmpot. 1lCO:m~l'll rn 159'l r~ub• de 1ruerdo ron o:ta ¡JMJ)Ut'llt• fJUI: '< 11("\'a.rfa a efct:to d unnle los do~o ~olgl(l~o • if11Jil•ntttll. k lbtro !Udn mnvtit uye ~;uh unalmcntc U tul dt' Llll (~r~nalldtHi c• m b r.olwe ..lfent"" ~ nla r~oión, ~ I n ,....~ ll,itÓI ' •hmuu r-luau·w. Sln OC:UpAmOJ aho... de•u IHI'I flllll llbl'll- r U'I'Ofdll t!IIU l• ..,.,\lnd• de 111aAOiudonr-.- •ll~rtl~tnn. t•mblén t. 11pllct1 ..t..,.nllltuh•rlno lt'onl• 11 n val'li•• flf.-llltlf't 111"'' 1'11 11-'11ru o t'U i t'n•tN\tiata (p•r• m •ntt-1\trl.t •¡~nli llltl •t.- "ullo• M'ltdn t"l u•u ) Ptnllnli• t)lttat
m is num~rosas. Pero sorp~nde advertir en e lla su fachada del siglo XVII I imitando la de la Catedral de León (con los arbotantes visibles entre las tor~s. igual que e n San Severino de París), su portada abocinada con columnas barrocas l~onesas n:medando loJ abocinamientos góticos y tantos otros detnlle• que expresan bien a las claras la búsqu~da de la unidad a U'llv~s del compromiso yd equiJibrio entre lo med ieval y el arte contem poráneo. E1 uboci namlen to ren acen tista de In de Tnrnz.ona es o tra ve rdade1·a imnge n de nnnlogia forma l asombt·oso sin renunciar a su liem po . El cd ifi .. clo de Snn Mar cos d e León , empe-wd o a prlme o·os del XV I y acabado m u y en u·nclo el XV II I. es o.t ro gn1n capftu lo si rnilru· d e los n umerosos que se ~parten por toda la g~ografia nacional. Como nenb;1mos de observar. también se rc"petó la <tc:únidad de estilol9' por grandes arquitectos del barroco. a pesar de las diatribas y de•precio• que ~cibicron por los arqu.itcctos de siglos posteriores. Un caso verdaderamente ejemplar es el ~pres~ntado po r Alberto d~ Churriguera al afron tar ~n 1729 ol remat~ dd imafronte de la Catedral d e Valladolid. que pod~ mos eSiudiar a través del plano o rig1nal conserv3do en el archivo del templo, aunque ru propuesta fue seguida con torpet.a por )U sobrino Manud de Larra C hurrigucra y por lo• mnesl"os vallisoletanos que lo llevaron o In práctica (las oho·as ~•aban contlu idros el 13 de e nero d e 1733). Algún historiador ha considerado esu~ proyecto co mo u 11 aten Lado conu·a el de Herre1·a. Desd e u n p unt o de vista específico d e In m ctnmorroris de los edi ficios, desde los criterios b a nocos de in Lerve nció r\ e 11 p 1·eexjs1encias, i ncluso desde el mism o concep to hel'l'eriano, /\lbel'to de C h url'ig uera se muestra extremadamente cauto y I'Cspetuoso, incluso hastn el grado de asu mir un fuerte compromiso entre lo hecho y lo que propone. Sin ser ajeno a su ~poca. porque su profunda p~l'$onalidnd so lo oxigia. ha '"'bido com prender el proyecto de Herrera hasta .sus últimas con secuencia.s. Podria h•ber planteado una 4tpeineta» o una cre.s1eria mixtilínea tan d el gusto de 1ua coetáneos. pero con sabia con1enc.ión se retrajo¡¡ cfcctuilr una decoracb\a.trcK de S»n loilo. d-~ CanWn ck )o, Cund-. n E.kmr.t (Lf.ó"), y derr.lus ~un· botrio• y\IÓ\~ d~ S..n úuha.n de": Sabmanee o S..n tnnc:..a.~ de Mc:dina de RiolroCCO. aodo ello
como lo•
m·ndo "' ...quhoteo d.ulea~ota nu• ~·u...du de lal'efiÓn. el de Alomu d" iulu\lt, lujQ d" I~Jro ~ l•part'jlldordel úcorial. Fue.- \'I."C:· dor de lit& ohrM riel obi~do de ¡:•. JrncÚI r mao t n'l 11\lly(lr t~jf'( Uihf' dr l.u ........ . de Hc:~rlt e.n la r•tcdr-.1 dfl Vallll!doUd. En t., lt: l e...l•~ di! M f\ tl l',,._ d,. (!IHUJUJI, Munrntr11 y lblunA.t.at.1endc al Jl rfl l)hmla 1ll'l 111 • U lllfluntt.J.I• ,.u,l'l1.llln • lut~l._.l nll'llllh e~ n t't¡f\ •lt r(I!Orlno~ llt't ~nn inindoaCI ~ltl l' l• •mam rt• U'il .. v •'ith11 ... "llf"'" ,1,. l• i un•U•Itv.,t•ll'lh 1111" 1111110 hllt'tt t'Ottineo J~ \U tjempo • •ttullli 1'" ti rll• ... ;tlj,llntlo; .,, rwudl!ll'llw> 't' tl.th" ntllu f"UI)Iu • llt\11 ,¡., ¡.. ((H''~'tmnd,.nMII y
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1
llOitl.t. l H.ISTORU DE. &.A INllRVIHCtÓfi iN MOHUHilHOS l$PAAOUS
0[ VAJUA RfSl.WIIIAJfONI
ci6n ingrávida y ~té.rca m~dida a las superficic..s de lo.s paramentos pero sin penetrar en lo) perfile.' su~riOr"e.$. mantuvo hu proporciones, conservó el elemento dñ~ic::o dt"l frontón y repitió los alctoncs de unión. eso si. c.on la iuavidad y 1:.. fluide7 de su estilo. pero mantcntendo c.-prcs..·u «las lineas madi'C> dela traUl delierrera». como advirtió Cnrcla y tiellido. o como se ilaln.·on Ch ueca y Martín Con<.ile• tratando de l legar m:is all:i que el mismo 1 (erren\ al hncc r bebe•· su « idea') en el proyecto básico de ht fuchnd:1 d e In iglesia del Escorial. con la intención de ubi c:u- cuatro Evangelhws C l"' clln . nunclu c luego Fuera n ;tltcn1dos po.r Pud t•es de la Iglesias.-.. Míis co ntur'lden te en e l segui n'l iento d e estn tesis nlo lógicn u n it a ria es la co ntinuiclnd y conclusión en el siglo X\1111 del plntt~·esco Hosp ital d e San Marco¡¡ de In O •·d en de Santiago e n la ciudnd de León, que mnntíene en la fnchndo In unidad dw·onte Lres siglos seguidos.
CcltciiCtSmo>. DIJ>'f'JOnts.J nmbioru lingiijjfJCos. Rt<urrtntlas .JJltnltYnnru mrdirooles dioC76ni<os
P.H:lnonfo dr b UnM"t"Wd.ld d~ AIQaá. f$ln ck-t SIC)to tN. Ptdro Gumi<i y otros.
St (Qftptln (1\ su tonsVUt'riÓn tod.t) ~ ~~ ar11S40S ~.aiutntft
Peto u:nnbi~n h oy c1ue consta1ar que paralchunence a los dos movimientos ant•riore>, d de la unidad d e estilo""' ••te el que fuere y el de lo búsqueda a cos1a de lo pre~xistence d~ las nuevas modcrn id:-•dcs. se produce n orros ft:n6m~nos, con mt.Jchos sen tidos con t rarios y r'l<:"t,mdor-cs a los propugnados p o r· l ;t.) tcol'ias sei\a ladn~ y aj CJ'\0!) uu\1() ;, ésua~t~ com o n In modc r·n idad q ue:: se p r·od u rl' en rnd a pc•·iodo de n ucstnt m·quilccturn . Tn lcs se d an los constitu i do~ po r· lo ( )UC det• o mi nar:emo.,. « r·ccu l·r·cncin~S cli ncJ"ónico~ts A In Ednd Med ia». Dur~m 1e bastante tiempo se p•·oclucen e n IM etnpas •-enacenti.~tasy bnrTocu~ de la Edad Modc r·na a travC.s de exp resio nes estéticas singulares: com o + ro rna nicis mos». «gotlci.sm os» y • mud~jnriSnl O$"», que d~sd~ difcr<:ntt:s posturas d e opinión se han considerado como arcaísmos. pero que en numerosos casos pueden lnscr-ibu·~e ~n reOe:jos nctivos de d ebact-s culturales recurffntes. Tradición y modernidad. do.s connantes enfrentadas en unos casos e interrclacionada.s en ocro1:; en deflnidva. la lucha eterna entre l:l indefinu:ión y la r'60iuc1ón esuHsuca. en una etapa plena de contradicciones que se caracteriza fundamcnaalmente por plasmar en el arte la heterogeneidad de los componentes socioculturales de u n a nac::ió n d e pnises In espnñola de increíbles diverge ncias e n sus origenes y desarroUo. en su~~> mnsn.s poblacio nales y en sus modO$ c u lt ul·nlt"', en co nsect.•encia., Acl roll ejo de sus l'enlidncles.
c-n b
pc•td~
rntonc"fs. góh<'O, r~mtO'Ito
y mudf~f tOft lr<ldK"ttOCS toc~k'$.
EvidentemenLc. ~ta ahern:tthoa d iscurre- e n el i nt CIIIO po t· integrar y recuJ)rrnr elementos periclitados pc•·tenccici1 1('S :1 root·denadas t écn ica mente! d csnpar-ecidas. pe •·o no necesariam en te• d esde In negución y recl1azo de b novedad y el p t'O,b'l'eso, con lo que los •-csu ltnclos so n ~uocl uctos eclécticos. P~ro. ndemñ~. con id énticos postulndos se puede producir el proceso con t r;,rlo. el de integrar o no rechazar lo anler-iot· dc"dc b obra moderoa pat-a. • l trtnr ésta. provocar una tran.sformáción en n<lutHia. Buen ejemplo ele Jo •fgundo seria l=a c.::onvcrsión en cacólic:• de In me~quua d e Córdoba . por m edio dd cmburimJento e n su interior de una cattdraJ y por otras opcraC"IOnes marginales. ya que en general las inten-encioncs operadas e:n el cdifi ... rlo Islámico desde los Reyes Católicos hll5ta el Barroeo no trat• n de provorar i"U destrucción. rechazo o :theración tOtal. como podria haber se ,J.:..f("ndido desde el cambio d e fundón. sino apro\'eehar ~tus generosas cuali ciat(lr,s: estét icas y composit iva'S para obtetler el nuevo producto. pe.ro n o sólo no ..p~tnndo en b uen nUmero de elemen1o.s de formns musulmanas por medio el(" .~u conscrvnció n y d e ltt anitlogfa. si no 1n m bién di~ci pli nándose p or no d t\h'I \Ji •• todn 1&1 rfw, po~tic:i ó n ntqui tcci ÓI'Iicn dd ediOcio cordobés . de nuuw r~~ ( (lit' r l ul m lu ,u· n pc~nr dt~ conv('TI II 11r ru l'tlrl'to cl'l'llionu no dcju d~ M"t
lu (1ur " ' ·• ltcual c1ur r l pttt lo. <p&r no llf"tc'' 111 t u n w•1 a~,.. . . ('H dtH.I~t r~. o lo~
ot V.AittA fiiUT.WitATIOHif
C:Jei de accesos y circuladones y las fachadas que mnntiencn su condición ong•nol l\ 1 • Mufilras dd primer caso. t"S dec.ir de la recurrene-ía estricta, son la pc:rsi.stencia de algunos elementos antiguos. y que son rescatados deliberadamente y con profunda conciencia de su signincación por arquitectos de etapas avnntndas. co mo el clru;icistajuan del Ribero Rada que en alguna obrtt clñ.sica recupe1·a alfices o realiza vetnanas crl esquina (palacios de Villasin la y de los Guz.mnnes. c.n León. t·espectlva_m enle). Aleros, ;u·tesonndos. azult.:jcda, labo•-es de yeso. CIC., son algunos de estos cl enunno.~ que se pueden apreciar en edif'icios nm plhtdos, •·e formados o tonMnddo~ en ecnpns re nncent ista.s. clnsiclsHt) y bo••toeas, COI'nO tnmb ién c;ornposicioncs quebr·adas (zagu anes con huecos n o alineados) y pantallas (circuluciones internlmpidas) que se descubren en obra~ tnn heterogé neas y cuahricndns como. po•· ejemplo. las pertenecientu al llamado estilo «Cisnero•» (Colegio Mnyor de San Udefonso en Alcalá de Hennre•. dependencias de hu catedrnlc. de Toledo y Sigúenw. cte.)~. el Monasterio de El Escorial. en numerosos con\·~mos. en palacios ~ales como t-n el AIW..ar de ~iadrid y en Valsa in. o en otros C-iviles de los siglos XVI al XVIII, muchM veces dentro de lo~ conceptos considerados por Chueca Coitia como + invariante:.s caslizos» IJ'•. y en otras dentro de aulénticos códigos •·egionnles. com o el que el mit-omo estudioso ha denominad<) como « mudéjnt plate•·esco sevillano» 57 o d que Camón definió como «-eslilo mo•·iscor·rem1cicnu:•..,.. E~ta vc •·•icnt e pc•·shairá hnsta su cx-ci n ción en el Bnrroco nva•lz.ado. tcndcncin •·n udcjnl'ista que ll·á paufalinamentt.: ~icndo reducida n aspectos ma_rginalcb, sobre todo decorativos y relacionados con lns cubícrMs intc1·iores de ed ifi cios. Signo de estas recurrendu:.. nunqut f!l'll el nrte más arcaico y po •· ello mismo transmitido casi siempre ornlmente n lrnvés de los oficios de la albañilel'in y In cnrpinteria. es la edíc.ión excepC-ional en 1633 de.ltra·
C:apt~r1 , Mff...,¡.w.. fllt nt.. PP· 53 T n. 'ili M A \11110 On!J• • t.. pf'O)e«U~n dd .n.. ··1•mt("O ("n •• a rqull~("IUra d~ nunuo rtn•ttmiC':IIIO· C':l r•ulo Cimrro'•· .-n AM&,Jt41"'M..tlllh 1111llll•tt M..Jrol',~. XII , 198;, pp. 5S y u. Vu.r .obrr ti mudC'jal'i$n\O rn gr.n('ral C . &r~. •la 1r-adlu on mudtJ•"' t'n Ef"P"gnr» , w '· ,...,JoOI' ·~,,., RtiiOIM.W:f, r·.~n~ . Paru. 198:1. PP· Ss-88. y c . Oon·b, .. Fl mudtjar l'Omo ((lntUIUII" h htljriu•. ktaJ dd J Sr!Jt#W»IO lnlmturwrw~l J, Mwdtjflf1fmO, PP· '19 ...o. V. 1\'ic.IO, AJVIIIItclu~ ikl R'IKM1'"*'"to rfl ~ilo. 14·88-1599· M•nual~ llf' Arif:l Clilrdr a, Madnd, 1989. PI•· G5 y u . 5G f'. C l1ue('a Ooltla, ll\liOrionln t'mf~ J.t lo arqu•lrrliiN t'f!GIWu ' '"ol'tllllffl nntl (f;lt J, Ji1 41"9'1Jittf"ru
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Un~ltl(l(llftfntt~nil, Morll[l#.l'" c,loAtNrmhn•. !)..nun•t lu IMidouc-•. S .A., Ou.llti•I•J•••· 1')71 ')7 l . Ohiii"U 0flil r•• l\,..1-ltrl\iro~f Pf!q .~ VI Cnl • A•• ll l~ ¡ umlar• . 1'1'• ;t04< )' •• '11\ J (:¡ut~o1~tAm•• · t,. ,;'tii'M:I\M,.,.tlfrw.._,,l, '4? •iaf l••t.~'Y~•tMI•"•~I.JIIf/t.. "'"' t .... f' V't
tado de Diego l.ópet de Arenas. ComJ><ncloo dtlu Cu'fimlena dtlo blancoy Trotado de Alorifu. ..". y en t674 del Brn'< ComJ>tndooclt lo Corpinltna. de Rodrigo Álvara. Otro método proycctua.l de intei"Vención con rec:urrcncias C5 el que no renuncia a ru presente formal. pero recorna al pn53do conceptual. Un buen ejemplo de ello nos lo parece la portada de In Cnt<dral de Torarono, donde •e incorpora una porLada renacenli.sta. pero que busca expresar las que tenían lns c:ntedraJes rom;in_icas y góticns. con su Apostolado exento en lns jomlms del llbocimtn\ ie nlo. con su id en tle las ;u·c¡ui,•oltns. etc.., ele.
EL NACIMIENTO DE U\ VALORACIÓN DE LOS DIFERENTES ESTILOS DE LA HISTORIA Y DE LA ARQ.UEOLOCiA
Gotlht dilllog:uulo t'Orll.l Ar'lllgO('(I.:td ('1;\~t':l t'll Romí! J. H, W no,(hlltl.,, h 1781 El dNUbrimtrnlu drl p:rs.1do cLiYt;o romo prnodo pc."fi('hlado lurmufa un ncoocl.a~ctVno fn d qut' ~ fundoA~ la moclcnud.atL
Los hombres de los siglo' XVII y XVIII. por lo general. se habian lan7.3do a la conquista di!! nue:vas estéticas formulas rompiendo en bue1'1a medida muchos Jazos con el pasndo. En el último siglo, con el ndvenimiento del Ilu minismo y la llusu·a ción. la sociedad descubrió
un
nuevo
modelo cultural fundado en los progresos científicos y positivistas. Se producen entonc-es las grandes Uta'\'OiciOnts 31"<)Utologicns de Pompe')'a y Herculono en Nápoles. de Pae.nunl en Sicilia. y del Palatono y Volla Adriana en Roma y Tivoli ~spe:c:tivamente:: lo.s arti.sta1, los pensadores y los viajeros de: toda Europa orientan sus pasos hacia Italia. en la que sus monumentos y el coleccionismo han alca:nudo renombre y donde todos creen enc:onLrar las rt'apuestas para una nueva estética: la nc:od:..sidsta. Allí Cocthc encucn1ra su I I!Yón f1>en1e a las escuh uras dásic:as. a la sombi'A del Coliseo.
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lmprtt4lf'll Snlli•JH)r Lul\ EuuttiMn. Kt'tlllfl otnl'\ ~~~~ •• 17t71 Mllddd , 18871 Val~ud•, I'IKVi U11 uh1111o1 t un lfllrmh•c~:•On de 1 Nur,.-), "•''••, l• ll"r•lwf!Hn• d• lln JOnnuhn .n vfMtrt \1 U A,cullo~• t ••" .. 1.. llloi!U~r '"'-.., 1 ~ ..t. M•l•c• 11iKi
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Dl1 YARIA RfSf4UIUol10Wf
rE oRlA E HISTORIA OE LA tNf[ftYl..CION [ N MONUM[NfOI UPA.AOt.t$
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t ir de: la escu ltura griega y romantll y desde~~ racionalismo. iniciando a.)i una nueva cienda. la historiz.ac.ión del Ane antiguo. SuJ primeros araductorc:' nrttMicos conlemporáneo¡ serán Antón Raf..,e:l Mengsn. que también propagara el nuevo ideal en España. y Oavíd. que pi111aní en 1785 el «Juramento de los l-lorados» . F n :arquitectu ra el gran teor·hador r;tcional i~(n ncodásico será Fromce..<co Mi li1.in. <¡uecn 1768 publico en Roma ÚltJtiOÚ<t/Jtitetltbn~trchitcttiáo ogninationr t ltmpo . e n 1785 PrtnCtpi J, architetluro y en 1?86 L'ortcc/i L..á.rr ntllt btllt arli átl Ji>rgno suomlo •Jmncipi cli Su/;¡ere di Mengs. en lo> que se po·ochm'" el dominio de lil Rn•t ón y d e la C icnci:;1 e n co n tr·aposicló n al Scntim icnt(>. U rt paso ~de .. Junt e en el proceso cientificisw .<e d ebe n Cn t·lo t.odo li. de quien e n .1 786 And l"eU Memmo edita en Roma un esLudio lilulndo Eltmftd;Jiurr..hifeUurolodoIIOI1a o.uru I'orlt J, fabbnrore con soliditO sotntifira t ron rlrgrm~ non cdpnccwsa ..1 .
Pit .ll'lnt. ~pty.a. Puma ck b antJgua ol.lllbd ~~- dr Brwb6tl hn.anN m lüp)ks b\ f~ de ~ y tk«vbno. los Vtlj(IOS V lo5. arq~ rttupt;;IJA los IUCJ;)ttS cbstros v O ÓhCOS ckl Mtdlln~ y dt Or~tc PtÓAWTlO.
Ln rninna nrq uitcctut-a ro mana. d e los ai\o.s cu"rC!ntu. repre~ernudn por dgorí'itn'l <'O nlO Fcrdi nando Fuga y Piran esi. junto co n la Acade mia de San Luca, plnnt en un g a·;m dcb;•te c:ontr~1 el B:II' I'(JcO en d t JUC wmbié n intervlenc.>n lo~ t•nclon nlistas fra nceses pens ionitclos e n su Acndern ia Nadona.J de la Ciut.lnd l!te•·nn . El o bjetivo er a logn•r In esencinlitudón de la ar quítcclura . t•cc•ullct'ar su ttftlu•-ale',.a org-. inica, u:uuo en cornpo10ición como en Ot' t\amento. y In d iscusión lo redescubre en Jos p•·incipios d e la t raHH.Ii~tica vitruviana y en lo) cli nOt'\C~ tardo•·renaccntistas. C.-'~pedalm~me en Vir.ola y e n Palladio . de loo; que :\C conocen decenas de reedicioneli en el XVIII cu•-opeo t.o. Pirancsi. por 5U parte. aportará un i mportnmc dnarrollo de la. idea de •monumento no concluido~ y de «los fragmentos» con sus desc.ubrimicntO'i de la ruina romántica al reproducir lo:\ ffSt<M antiguos dotados de r:udn:.ntes ambiente$ y naturalezas (su inc.nnsnble trabajo editor dio a luz obras como VtJutt Ji Romaanlica t modtffla, Archtlnonfolt romanr de 1748. Dt RomallOn;m magnifictnhu d ctrch,t«turo. d e 1761 . y Lt tJttlicluló romonr, d e 1784) 6 ' . Paralelamente Winckel mann efectúa sus d efinicio n <S d e lo « bello ideal » a par-
Ouranoe la segunda mitad del siglo XVIII y comienzos del XIX.., producen ya numerosa~ rcMaur.u;ioncs en ltnl in "'• d~ acuerdo a Jos nuevos con c.er>cos racionalisto.s y neoclásicos. bien dOOc ch.v~ de recuperación del dasidsmo tardo ~nacentista. caso de Ciacorno Quarenghi con c¡u revc:>timicnto del edificio gótico ele S.onto Scola.n ic• c:n Subiaco ( 1769), o d e Pirnne'' con la u·ansformadón ele Snntn Mnrm del Prio rnw de In Orden de ~h.lta ( 1765) o bien e n ci:Hrts de corrccc,, :tn :tStílo.sis. según u.n discur~o proycctu,,l que incluía estudia•· ar<lucol ógicn mc:rHc el ed ificio pnra intuir $US fo1·m as pri •n igcn ios. d ibujtn•las idea lmente . >' desp ués d e In act uación grMien p1'ocede 1· a su recor\SII'u t.cic.ln en In l't'nliclnd rnnt cl'ittl d e su.s elem ent OS tlcr,npntccidos o ar-ruinudos, com o po r· ejem p lo en los Fo ro s, en el Coliseo)' e n los Ar'C.OS de T ito y Conslnndno en Ro rmt (con el COI'IC.u a·s o de VGiadi cr, Stcm. Camporesi. etc.) o el apoyo (lue Na1>o lcón efectúo poro uno conclusión en gótico d e la fachado de In Cutcdral de M ilti n y que abre la.s e.xcav;tc.ioncs de la ciud ad romAna ante.s de In p~rttcipacton d~ aquéllos para Pío VI l )' 01 ros mecen M. Paralelamente. se ha producido d rndonAhsmo franc~s. y la preocupaeión por la .salvaguarda de los monumento ' comr:. Jo, excews revoluc.ionarios se 6presa por la Co n vención Nacional e n el Decreto de 1794 que ya he m o• citado"'. En Roma. el Pontífice ciwdo ( 1800- 1823) promulga
(1:( ( ¡•¡
J. N. de ka,., hlan!o Raforl M"Vf."- Sw• obtu1 pvbl•~wlo.,.fM:Jr O .. , M1drtd. 1780. G. Si!llllmr•U, • 1 odoli y la c:ru il'.t nrquhec:tó nica •, R,, u~o~~t.IJt¡u ~,,,,,m, n\im. l'l4. ~·f adr'id,
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01 VAitiA USTAUIIAfiOHl
TlOIIIAI HI$TOIIIA OC LAINTU'iiNCtóM IN MONUMlHTOS UPA.ÑOW
ordenaciones juridicos similn•-es, mnnifiesra una gran preocupació n por la co nservación de los vestigios ddsicos y po.sibilita que las nue..¡as teorías sean "plicaclas por los arquitccros; incluso nombra a Antonio Canova. el fa_mo.so es.cuhor. corno « 1nspector Cenera) de las Bellas Artes• para inventariar y vigilar d patrimonio romano recuperando aquel úrulo que ya ostentara en
form. en refaisan ave'lla mCmc mntiért: les parties degradée.\ et les membres qui leur mnnquoicnt ... »t'' . En c...ue momento todo estará preparado para l.as
d paJado R.orael Sanzio. De esta manera surge en Italia de forma ya definida durante los primeros treinta años del siglo XI X el concepto de «Restauración arqueológica» cuyo primer ¡nterés consistía en •completar• o «hacer legible• la obra monumental recomponi~ndola aprovechando los restos uistentes y aña ... diendo materiales nue\'OS en los que s.c evidenciaba la diferencia de manera que se pudieran dennlr arqueológicamente los ' 'eStigios verdaderos de los incorporados ptora completar la rorma reprodudda. El Arco de Tito, construido en la ciudad imperial el 71 d.C. para celebrar la \"Ícto ria de Tito y Vespasiano sobre los h ebreo< y la lonm dejerusal~n. fue reformado en tiempos d e Sixto IV ( 1471- 1484). siendo reproducido en varios grabados como el de Antonio u ort•cry de 1548: ll egó muy detel"iorado y con obund antes pnrtes pe 1·didns n comitn'los del XIX . en que se hicier o n excavac::ione.s ru·qutológicas en s u e nt o rno, se t•ecuperaron algunos restos y se re.stouró entre 1818 y 1822 por Stcrn y Valndier de acuerdo a este concepto de reproducción d el m o nurn cnlo po t· m edio de anasl ilosis y rccupe 1·ando su forma. OJ"iginal con $i milnt·cs - n o igun lcs- nHH e rinlcs y si n iJwentar los detalles y relieves pct·d lrlos. tl~ja ndo vis ibles las partes !ttiadidns e incluso 1·edudcndo los ornamentos pot· abs1r·ncc ió n e n lo nñttdiclo. así las columnas nue"'ns seguían las existentes en s u disposidó rt , pt·oporciones y demás. pero se dejaba su fuste sin esu·inr y los capitelu apen as esbozados~.,. A partir de h < pl'irnerl\S d~cndns del XIX tocln Euro pn retoma In deJen"" de sus antigüedades p O I' medio d e acciones jurídicas. d eclaraciones monume.ntale$ y ,,plic.nción de pr·esupuestos pUblicos para restaurn.r los má.~ impoJ·tante.s m o numentos. Entonces el • historiciJmo». a finales de la Uustración. alcan~nr:i yn una plen itud clennidn. n.l pln.ntearse racionalmente la idea d e « restauración.,., de manera que será yn formulada por Quatremere de Q.uincy así: «On use plu$ fréquentement de ce mot (resu.urer) en rait de sculpture qu lct•éga rd de l'architecture du mo¡ns en la prC!nante. non dans le sens pu.rement mécanique , mais dan.s son rappon avec la ré¡mégration d'ouvra ges et de monumenu nntiques. dégradés par le temps ou p3r les accideos de tout genre nUJC(¡ucl~ ti~ son1 expo~~~ ~ rend re l'intégricé de lcur premiére
d efl nicione& teóricas de Viollet- le- Duc y la creadón dd concepto moderno de restntu"'lcíón a partir del mt!todo llamado «estilísúco». EarAÑ'A : Etrii iUl LA lSUtat:NACÍA DIL C t.ASIC I$MO Y LA llEC UPI:RAC JÓN Uf; LA HtSTOaiA
Dc:&pues de 1750 en E.•p3ña $e produce como en toda Europa y a través del nuevo pensamiento Ilustrado una nue"ra concepdón de la historia. de la arqueología. de la ruina y de la ciudad que incidirá profundamente en los planteamientos cuaHtativo, de lo que se considera •antigüedad» y en con ._ secuenc.ia del hecho arquitectónico restaurable. En las pi-ccursoras Roma , Francia y España nace la idea de la selección de los sujetos que se deben salvaguardar - los clásico>. los CJ<ólicos ... -. hay. pues. que elaborar el in\"entado o catálogo con las obra• valiosas. lo declarado. Este se verá obligado una ve~ identificados los objetivos a g~nerar e l cómo r esta urar. provocando el nacimi ento de la d¡sciplinn, Jn teoría de la ~stauración (el m etodo, las técnicas y los c.ríterios con los cu~Urs restaurar). En la prim era rnitod del siglo ya Fray Pedro Martinc< de C ardeña y Vic.ente To.sc.n habhm ulerlndo sobre ln.s exAgcr.. cio nes del ban·oco con cri te.rioil a veces s imil:u•es n los plnnteados po1· 1eó1·icos europeos como Davi· ler (Coursd"Arcltiltrlu,.. l'al"is. t691). Campbdl (Vitruvius Britonniru>. Londt·es. 1717) y Blondcl (Coursd"Arthitrrlu,.. Pnris, 1675) . y después los debates sobt-e los proyectos y co nstrucción del Pn lacio Real d e Madrid supusieron el reto1·no n cierto íd e:al clásico, pe1·o se rá con l;• generación de los jóvenes arquitecto$ de lo Reol Academia de San Fernnndo (Diego de Villanueva, VeotW'n Rodrigue•. J os~ de Hermosilla. etc) cuando realmente los españoles se pongan a la o.h urn de los rigoristas i1alianos y de los racionaüstas fran ~ ceses. al plantear un h1.storicismo fundamentndo en supuesto.s orientalistas y en el gusto clósíco . Ento nces surge ansiedad por estudior las ruinas y edincios del pasado. aunque desde dos posibles vertientes de un gran debate. una propugnada por Ventura Rodrigue.: y sus seguidores. como por ejemplo Domingo l.oys de Moneeagudo. que escribe Lbto dt varios oJomos sococlos Jt IM mtjores fábricas Jt Romo. u · onl'&"lll como modtmos ( Madrid. 1757). y que conserva rimo ras del b1
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Df VARIA llE$TA.UkATIONt
TEORLt. ( HtSlOIUA Ot lA Ulf~UtY~JiC:tÓH t H MO+IUMCJillOS tsPAÑOLI:S
barroco cla,icista, y otra defenruda fundamemalmente por Diego de Villanueva)' .Jos~ de Hermosilla que introducen en Espaí\a el -o: racionalismo» franc~s. las idea~ de la nueva Roma pirane.siana y las 1corías arqueológicas de•arrollados en la corte napolilana (Pompeya y ~lerculano). el primero por n~ed io de do.s texto.t. DifortnfrJ ~nsomitntos unen dtlintuclosy otros inotntados y Co~«c~6n rlt paptlts m1icos (Valencia) y po•· su colección de dibujos de ruinas cgapc a o~ Y romanas, y el segundo c:on sus estudios del cla!iitism o rena centista •·om:1 no, su n ueva v-i!ión de El E~co•·inl. HU~ estud ios arq uitectón ico~ de los t•csto~ m usulman es d e G r nnacln y Córd ohn C(UC:, co mo señala Sam h drio , no sólo se lim ita n a leva m a r lo.s I'CSLOlt'. sino ln mbién a o f rece 1- u n «p •·oyccto ar'l ui tectónico d e lo que pudo hnbet· sí do el conju nto de los pn lncios••~. con la in tención de •·cfren dn •· unu nueva me1odo logia de la composición arquitectónica c.omo disciplina operan te. Esut nueva postura es fundamental. po•-que no~ shüa ya en el momento en rl que el arctuitcr;l o no bu.sc.1 entender In antigucdad. i.dealiurla )' recre.arla para su presente. sino. como defendía la Academia FrancHa, romper con la utopul y en1rar en la reconstrucción posible y rcalt>ar;1 continuar los proyoctos antiguos completándolos e integrándolos dc$dc la nueva SO<iedad ele In ~••ón en la cíud.. d .
En esta etapa dieciochesca. llena de contradicciones sabias. se plantea, por u_n lado. 1a destrucción s•n contemplaciones de n:fe~das medievales o barrocas. y 5~ sigue considerando •bárbaro• lo que no es chisit:o (Bosarte, también Campo•nanes en su Ducurso cnl•co-politiwmrt ti wodo dt lo Littrotf.lro tn España). pero a la par y $CTUtmente en una segunda fase. se empie'lan a respetar las d iversidades estilísticas, por ejemplo. cuando n Onnles del xv rula Comisión de Arquíteeturo de lo Academ ia de San Fernnndo impide que se altere la fachndn prindpn l ele In Catedml d e Bu•-gos. denu·o de u n n co•·ricn te d e valor1\ción y defensu de los esti los no clñsicos co nsiden,dos nho ra «nrte naciomll» ( Rykwert) y q ue teór-icam en te e ncucn · t1·n conte nidos en texlos to mo los clcl Mn•·qués d e U1·eiia ( Rejlv.íontssobrt la orquittrturo. omllf<>.J músico del templo. Mndl'id. 1785), Luis de Lorenzana (/d"'
Se trato de: unt1 nueva concepción de la Historha con 1;, 1menci0n de n.suy cada uno de los su puestos del p n)nrlo del homb•·e. apa•·cce en cs1os m o m cnlos com o elemento detcr·m inau tc de la nueva cultura espa i)o)¡~ , c1uc se explica en los d i.bujos d e Do m ingo d e Agu hTc - obelisco. cnmellos, etc.- sob 1•e Anmjucz, eo n elementos exóticos y p into•·escos. 0 en la rcfle>rión de Diego d e Villt1nueva sobre Vitruvio. ll'lir tocio~
L• c•·cación de la Real Acade mia de Sa n Fernando. primero. y de las Acndemi:.s provincial es después (Valencia. Zn•·ngo>a. Valladolid. Cádi<. •~c.) e• fund~~lental en el nuevo giro valorndor de In< obr.. del pasado y no solo rle las da.s•cas. Recordemos al efecto cómo en ln ftdta tan temprana de: 1752:. AJ'16stcgui. en &u Oración leida en la instilución madrile:i'\a hace constar conceptos cualit:.tivos cuando afirnu qut" In arquitectura habia dado a E.pai'lo «el famoso templo de Hércules en Cádiz: los celebrado5 teatros de Sag~nto. hd lica y 'l:,rr~gona; los acueductos y puentes de Segovia. Merida y Alcantnra, nobles VC!I:IIgaos d e la gran deza romonn. Así se levantaron des pu~s los célebres tem plos de Sevilla. Toledo, Córdobn. León , Bu rgos y Sulnnumcn. Y asf se pa:;mó el m undo ni ver lu ocuwn m;u·:wHia del Renl Pa_lacio y Mo nn"c•·io de El E.<eorial»"".
ttntntit"' poro uno ordtn tspañolo. acompañado dt uno subía Jisrrloción sobrt ti asunto. Ms. S.H.M. 4 - 3- 9 -8). o el ciLado Isidoro Bosnr't< (Di~rlociónwbrttltstiloqutllo ""'" gútico rn ¡., obi'O.I dt on¡uittcturo. Madrid, 1793)10 • Tambi~n en e~tc: sentido hay que ~cordar que en 1786 se c.onstjluye la
llamada Comi.sión dt" Arquitectura. n la cual comienzan a Uegar informes sobre d estado de las distintas andgütdad~s existentes en España. simultaneando enton e«:$ en la Academia de Son Fernando una ímponante labor d e ~studio y de análisis aJ plantear no solnmente una docencia). unas norm as sobre los m odelos a d esou-rollar, .sino fomentando tam bién una labor de estud io y d e documentació n ¡m po•·ta-n tc sobre las •·u inns, conceb ida puro Ida m ente ¡1 la q ue la prop in Acadcmin de la l--l istol'ia gene 1·a e o estos ai\os y d e In cual existe una impoi'Wn te docufncn tació n en sus at·chivos. A~f. se estudia la situ ación en q u e se e •.,c:u e m rn la 11:unndn 'l Orre de H ércules. el Templo de Cobcza de Griego. los AnO teutro• UJldaluce$. o •e plam ea igual mente un tema no tratado hasta el momen to como es la reivindicación del Oótico como género impoi"tance den1I"O de la Histoda de la Arquitectura, tntendiéndo~ así que frente a la propuesta de un arquhecto Conzále~ de Lam que propone modiOcar la fachada de la Catedral del Burgos. la reacción de la Comisión de Arquitecturn es terminante: debe entenderse el Córico como pant fund.ament.al de nuestra Histor-ia de la Arquitectu ra. no pudíéndose cntooces retocar aquella obrn. El histor-ki~o y las investigaciones (&rqueológico.s evol uc.ionan con rapi clr• nln mparo de los p rogresos p roducidos po•· Winckdma.n n y su escue.la.
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y el estudio de las antiguedades se multiphca no •6lo para aumentar el conocimiento y d sab~r tnc1dop~dico!1., sino umbien. y para los arqu.itt::c• tos d~ forma preferente, pru·n ex• raer lecciones de arquil~ccurn viva e inte,&rradora en función de ln.s nuevas L ipologia~. En esta nueva con.dderación del cs pl'cio y los elementos nrquitectón_icos dd pu~ltdo se producen los dibujos de la Alh,m,hra de Cmnncln y de la Mcxquilll de Córdoba de José de Hermosilla.Juan Pedro Arno l yJuan de Villanueva " , los romanos de Sil vc~trc Pérez y otros pe.tuiunttdos, los del teatro de Méridn de Fernando Rodríguez (B.N.), lo> del de ltnlica (S. ILM .). los del puente romano de Mnrtorell (Id.). del templo de Nim~ (de Rafael Alon.o. A.S.F.). del Teatro de Sagunto (de OrtiT y Sant) o el ya mis avan>.ado de Caheu de Griego en Cuenca (de Isidro Con>.ález Veluquez. B.N. 1830), que muescran las nue,onslecturas de una anl lbrticclnd considerablemente rm1s nmplia. y cspecinlme:nte el p1·oceso de rr"'tilUción aJ"qu.itectó nica de los edificios arqueológicos. ta.l como lo ent en clíu lu Acadcmio de Francia y Htmbi én la de San f'e•·nando. desde intendor1e&cientific.~as''· Pantldame•·l tc se n'lultiplica n lo~ lrabajos erudüos sobre antib>'tledndcs españolas (BoSllrt<, Mórquez. Orú< y Snnz, Verdejo. Ceán . etc.). Ventura RodrigueL. entre la cnsiS del barroco y d desarrollo del neoda~ici .. m o. constituye un pand•gma cxtraordinano de la evolución de las "'enmltdades que comaentan n pla.uearsl!': d tema d~ In ~s1auradón en la orquttt".ctura. Sus II"'I Cr\'t'llCÍones en edificios pree~istentc.s muestran ahernmwas cont1-apuestas en los modos operr~ tivos, dc~dc::: Ir~ fach:adn de In Cate · clrn1 ele PamplonlJ. pn~a ndo por sus proptaestrul ele intervención en el monasterio de Silos o en In CiHedrul de El Burgo de Ootm.n, continuando por sus actuaciones e n la Cnteclrnl y en San<a Cru• de Valladolid. En la.<<res primeras obras con inJerenca;u violentas enmascarando la fachada medieval navarra y sustituyendo con nueva1 f:ibricas los templos CMltllanos. Su apro .. ximació n a la transformoción del Colegio Mayor de Santa Cru> de la ciudad de Valladolid opera una 1rru15ición interesante. micntrtlS que concibe ln aheraclón y orna1o de lo~ huecos en cla"e cl:a~ic•:.w para uniformar el m o delo renocentista contrn l!l m emo1·ia gótica respondiendo a necesidades higle•'listas. en cambio reconsidera las c:ornl.sns. In) ca·csterfas y lo$! Oororu:s en su fór mula origino! busca ndo un equilibrio co n ellenguraje adherido 71
r.
S~~ombricio.
lA AN¡~t~ttdlorw t•JMiolv J, 14 lht.lror~o·~t, VP• 109 127. con fo, plan01 d< U
AJh..mbn 72 \'tia'<~ pc»'UR fnOC<JA CA loi UtaJozo.. ~ fro;GVH'hlltii •fltHirtlM#uitffllfo-r-n."CL~N«k. Napole. a98o r U u.,..,..,._ tt ""'·'""'... dt la nllr ,.....,, Varh , atta~ \it.a.w 1.am.h•in \\ Dt"Kñhra ,.L.tniU~I artñrotoclqtH <t l'opui"~ u'f'h11Muralr- .tnn' f't fU• P'""""• .. n 1\n""" nJr¡. Rorn.. tf)7A. PI' 'Jifl, ••"
Cialcdr;lll dt Burgos. Antfi y Odpub ck l.a\ retor m" dd pórt<O 11792~ U 1111tim0 ntOdJWt'1SI'!'IO. f'l )os Ji((t.QfO ~ l.a {dad Monkil.
que aun no t'OmKnun a dntr~
ti(''*"'10S pnma1fVM
pan modcrnll.:tt 1M tdift('IOS.
-copia y su.sdtuye: las pi~us deterioradas, en unn renexión profunda auhl"f' ~1 hecho arquitectónico que llcg-.a a n'lt.u'llfes1.1r lhcralmeme con la utlhr~t clón e.n los dibujos y en los memorias del propio voc.nblo « rcscaurnr~ (l) Jl au acepción contemJ>Orñl'lea. Un paso tldcl:.mte, un cn mbio radical. I'('J'U" •c:nta su concepción d~ la •·estnuración de lo ruinoso torre de la lglr•m Mayor vallisoletano parl't la que propone en 1761 no inten-enir. s•no con<~o lod~rla
por n>tdoo de la apltcación d~ nu~v•• t~cnologias. es de<ir, con r•uunehado\ dr tad<"na.J de hierro C''-tl•rulu t*II\Jar• en 1u• dcm~ntc:n ~o~rquhrctonu na 1 n f'1 mil m o U'nlldu tlr 1up1uu HUl la ('lapa Anli"ltUt •t"
ttoaiA [ HIS'fORlA 01!. LA IN111WfHCIÓN I:N NONU MEHfOS UPA~OLU
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Giacomo Ollartnghl. ~ nt :t Esl:olao;rka dr Subiaro, 1761. R~tim trn tn dr 1:1 iglrsia gólka parn h aCTtl<~ •cbi.VI."a• !!in deslruhla.
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pl'o duce su l n f'o rm c de 1768. con propueslas pa1·a la conclusión d e esta catedra.l en claves pu•·ume nte conservacion istas de -« imet·és y •·espeto por la histo r ia», rmtnte niendo a u li•·a n za y s in va t·iadón alg u ru el proyecto de Juan d e H e 1Tera, que c n caj ¡:m t.tn un nuevo concepto de J"CStaU J'ación>>n . Rocldguez, a1"quitecto banoco-clasici.sta, pr·e.s:entn dos mom entos claves en la fonna J e ver los monume ntos e n España. U no p•·irnet•o ligad o a la t radición de los siglos XVII y XVII I de absoluto desprecio hacia el edificio encontr ado defendiendo la demo lkión y t·cco nst•·uc:ció n «ex novo» y un segu ndo e n el q ue acusa las cdtica.s d e Jos jóvenes acad émicos. sufre el destieno (176 0 ) y acepta consideracioJ\es racionalistas •·esil\Híndose e nu·e los que estudian la historia. Su concepto del « histo ricismo>> se fu ndamenta en an álisis fornlales y lingUisticos . y sus m o d elos los e ncuent ra en e l pasado inm ed iato romano (barroco-cJasicista) y esp:lñol (lo escurialense). S u ACIÍ• tud al cantbiar de métodos ánte la catedra] de Herrera expresa la ¡•e flexión sob r e una manera nueva d e intervenit· en el cmnplera.mJe JUO d e un editlcio dado. co n unos criterios modernos de recuperación y discusión de la referencia histórica.
Lo cscul·ialc n sc scnj una veta fecu nd a e n la que se investiga rá en pr·o fundidacl desde el id eal histol'icista d e la llusuac.ió n española c1ue enconu·ó en el Mo nasterio jerónimo un ejemplo panngom-tblc a las mejores obnts de la Antigüed ad g r iega y 1·ornana . Co inddió c~ ntonces la celebra.dó n de su Segundo Cem e naJ•io y en 1763 uno de los incendios más graves sufi·idos por el edificio filipino. C a•·los 111 e m.mlz<t su <tl'quitcc;tunt y lo.s Acadt!micos de San Fernando la r·evalorizan, hasta el grado d e que José d e Castañeda of•·ece una vista general del conjunto e n el frontispicio de su traducción dd Vitmvio de Perrou/1 (r¡6r) y presenta fig.u·acivamenre a las Bellas Ac·ces entregando a la Corona espai\ ola no e l libro de Vitruvio sino la plc:mta d e l Escorial com o paradig m a clasicista. El ed ificio de la SieJTa del Guadarr amn scrín modelo lingüístico y tipológico para nuestros arquitectos neoclJsicos ; recordemos
cómo todavía en 1827 Ceán Bermúdez escl'ibe , «jóvenes espoñoles . seguid las pisadas que Toledo y HOJ·re.c·a. dej aron marcadas en esa gc·an fábrica del Escorial, y ellas os señalar án los lim ites de saber en la arquitectur a>>, p recisamence en su traducción del libro de F. Milizia. Anecle vertnlas BellosA.rle.<". 7i
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J.
1!.~
~ ••1.)\&f\l).i.
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Gc:nrmlrs ( 1810}. con un.u ovffi mc:talidad que vo~tora la prn:xistC'IItia. No fc;¡linuin.
75
klvcr:., •AI8uncb éC)IIf~Jlll)!l tic I'C!' I•u,..cldl\ ._, urt, np t 1;,, (' i4f¡, «l.lt.t '"t4 ~UIO!tht u t-• J l"lll e•tC"dr•l de Vall.~lc;~lid •, V•ll•d<~Hd, 1f)fJ2.
C . S~~ornbrirlo, pt. nt.• I' J)• 69 ...70 yA. l)f l(h,. • 1"'41 Orth yS:uu, Au111tllln y pulu; dt' u n 1 r11 .. d uctcu· •, ~"~'' Mi\'fúl Yllt~o~fwo/'olf~• l.r.» Oiu i1br... J, \!~\lllltll.lt\1, V.d. A l.¡,¡, t.o• llf'I'I'OI'Aie. lid IAr~tm•, 1'1' 1' 1~1 la ('¡11, 1lt' {"'.do (11\ t' ~IIJ
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OE VAJtLA RHTAURAliOHf
T(OIIIiA E HISTOIUA DI U INIUVIMCtóN (N MOKU"4tNIOS ESP.\AOUS
Hrrmosilla recibe ~n Ji6J d encargo de reali>.ar un conjunto de planos de San Loren•o. y otro gran arquitecto español de la segunda mitad del XVtll.juan d~ Vmanueva. será eJ encargado de intervenir en eJ. la aCtuación d~ Villa nuevo en el Real Sitio d~l Escorialtraruformando la fachada norte y In zona dt palacio es de tal magnitud y c:oncientiación sobre el modelo preexistente7os que la refere:nda herrerinno por medio de la refle · xión histódca se supeta a sí mismn . Juan ele Villnnueva, por med.io de su nctunción y en los términos iJu.suado~J y culturnles qut! se han sei'lnlado, será capn1.. de convet·ti r un ejemplo antiguo. del pasado. en verdadera a.rqu itec tur·n .noder•nu; y no o tr·a cosa es uambién f\u pa·op in scl'hu:ión de sus nuevos edificios cscu•·ialcnscs concebidos desde la Raz.ón integnmdo la ar·c1uitectu.-a y el ul'b::anismo en las m ismas categorías conceplunlc:s. En los Premios de t802. se ....,blece que« ... de orden de junta Cener:.l se ordena que se obtengan cort~IS y :.Izados del Monasterio para ~x¡>oncrlos en la Sala de Arquitcctur~ de la Academia de San Fernando• . De esta manera. en estos años se redactan impo11ante& memorias pal'a la reparación de cdiflc:ios tales como el puente de Alcántara. las grutas de Jaspe romanos cercanas a Torremolinos o el estudio de untigQedades en Cartagena , que se convienen en tem;~ erudito que Vel1bquu. propone en 1750 como objeto de un viaje de estudios a la Academia bpañola de la Historia. Al mism o tiNnpo. se valora junto a las ruin:ts de Córdoba y Gr-anada la n•·quitectu•·a. r enacentista er~ Úhedn y B;~c'ln, restos nrquitectónicos deJ Pcnncimicnto scvill:mo. cte . . todo lo cual llcvnl'á cn dcnnitívu n unn t•evisión nniliCti ct~ ele lo nrqu itectu•·a del r!:scor·ia1. Junto n esto fenomenología que replnn te.n In visión~ considc,·ació n del posado. junto n la posición explícit" de Jos arquitectos que pueden enten derlo desde ~u pt·orer.ión y opción operativa también .surge otra vertiente importante que desde el positivismo colaborará decididamente a la a.sun • ción de los nuevos presupuestos. Como h" destacado Sambricio. se trata dd trabajo realil.ado por los literatos. pensadores. viajeros. los ilustrados que analixan y rev-i$an la Historia de la Arquitectura Española y que desar,r ollarin en tres frentes sus inu~~: t. estudios arqueológicos. 2. los ~Sludios locales reali .. dos por viajeros. y J. In redacción y publicación de textos de noturnleu hi81órica en los cuales. como .señaló Tafuri. al hablar de la «crítica op<: tativa .& lo que se establece es unn utilitaci6n de la H i$-to ria con intencione5 c.laramente proyectuales.
Re•pecto al primer grupo rormodo por aquellos individuos interesados en la Arqueología. el autor ei1a.do de1taca al valenciano Pérez Bayer y a Jose Ortiz y Sam. De Onrz. y Sanz;i se podrían de.stacar algunos de sus textos como lastraducciones que reali~ó en Roma sobre Vhruvio. en 1781, que con su publicación p•·ovocó una importante polémica en la que .¡e vio obligado a contestar al padre lrineo. Pero más que su teoría sobre el clasicismo no.s inu:rcsa dc.:~:Utcar ahora el proyecto que csbotó en 178871 para realizar un vinje ar·ctuhectónico ant icuario por Esp~u,a, con el fin de obtener y publi· ca t• un catH logo de los monumentos nnt iguos existentes en el pais. A este f1n. se dirigió al Minisu·o de Estado sol icitando unn ayuda. de costas, rcmi .. tiendo un );:argo memoria] en e] que figurnb iHl los distintos lugares a visitar (Archivo Histórico Nacional). Pérez Bayer. erudito vaJenc:iano. realb.ó una importantísima labor de recopilación y estudio de monumentos antiguo¡ existentes en aquella "Zona. y como const:cuencia de sus publicaciones podemos destacar cómo tanto Pont como Rosarte iniciaron otra impon ante labor de descripción, no tan erudita pero si concebida con la intención de dar a conocer a los españoles la realidad del país. En d grupo segundo. que igualmente •e desMrolla en lo• años linaJes del siglo. sus m iembros realizaron cleosc•·ipciones. viajes. historias locales y en dcfi"itlva contribuyeron al phmtcnmíento d el pimoresquismo español. Tuvic•'On gran importanc:in en In s.eg'Undn mitnd del siglo XV III ofr·ecicndo vi.sionc$ c r udita:s o cu riosas d e cunnco le$ llumuba la atención. de las ciucladCJ. de los monu1nentos, de las costumbres, de lns obr as de a.rte, etc. De entre ellos destacan Antonio Ponz e lsido1·o Bosarte. Antonio Ponz' 5 • natural de Valencia (1725). estudió en la Universidad de aquella ciudad. Uegado a Madrid en 1746. será alumno de la junta Preparatoria de la Academia de San Fernando hasta 1751 en que se va a Roma. ciudad en la que se iniciará en el estudio de las antigüedades y ~n la Arqueologia. Scgtin Ceán Bermúd~z. siguiendo los p:uos de Pérez Bayer • ... se engolfó en d estudio de la• obras de lo antiguo. en las de los gran76
c. S•mbriC10. •la ti:Or'a arquitcctónJCA ornjof~ Ortlt rSant, ~1 Yllrub1.ano•. Rnu wckldftn
lJ~. num. 131. Madnd, PP• 65 92. 17 C. S•rnbrit:io. •Jo$e Onb. S•n1•. LoArqu1t«t111V rJfHJMM Jt 14 lhut~n . p. 387,
78 k. M~llda , IJcptdtD. AntomoA..~ 01o~J.olu~mKtJt$o"FcMIInclo). Mlildt'id. 19'251 F. Abbad, -.An tQniu r'on~. (S~ I ctdóo dr)• , Rf'f!IJt¡t'f' ,,,,.,,. f¡f,lfir"'· T, V, 194·7· nUm, t?, PJ,· 89- 1'2+1 J. d" la 11u""'" • $orw ... ,.,.MotJt /u 'tolldttdopo"iJJ~f" ~' 11'ª1'J tff Alll(l,.,tl AH•t. M"tlrid. tgGth,J. A. Caya Nurw, Hut•'''" ih '-• ,.,,,ltO !k mtf' "' F.JIId~, ~huh itl, 1117'1. N ' · 1'N y "" y C. Saml•nno. 1.,(1
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"'"~..w'''""'• ·"~·"'•!Wl!fJ/.,14,.floln , d ta,ln
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f tOftiA lHIJfOIHAOILA IHJt~ IN Notft.Q4EHTOS Hr.t.ÑOUS
des m aestros del bue1-. tiempo y e.n la observación de La~ ru ina..~ y fJ·agmenlos de In ont ibf(ledi•d. y en ~1"1 , en lrt invc.stignció n de todo lo t 1uc e•·u dibm o de nnal i?.arsc .sin dejar de p intar, pues er a el l'ecurso que pa ra su manuten c ió n tenia y par-a compr ar cuamos Bbros de arte podía» . En 1759 visitó l lcrculano. y permaneció. en 101al. casi diu ;¡i\o~ en lt.alia. El viaje de l>on>. por Espoña lo redactó en 18 tomos. mas do> de fuera de 7 Esp nñ a '1; un a empresa que d llt'Ó d e 17 71 a 1791. L1 1l evó a c:•bo pc>r rcco rn endació n ele sus protecto res Cnmpomanes y Mengs pa.r.~ r<:bath· n un t•eJ¡ .. gioso italiano llnm;odo pad re Norberto Caimo que había publicado en 1766 u n viaje por E.spa.ña en cuatro tOmO$ litulado l.nttn d'un U~g0 ltol•ono ad un.wo omtto. De c:na rorma. e n sus t8 tomos. Po ru r·eco r rerá buen" paree de España de In q ue co nt<trá. descr·1 birá ycrit iea rií ar·qu itectu ras. ciudad es. o btas urtist ic;1s, to do lo e¡ u e tcn g n i ntcnSs pn1·n s u e.sph·itu ilustrado. mu·rando un;a soeicd3d to cnl.nc nte de.scon ocl d n. 8uperando infi nidad d e dificu ltades. Su empeño fue compensado por la Academia de la H istoria que le hizo torrespondience e n 1773 y por la de San Fernnndo que le nomhraria en 1776 Scc•·etnl'io de Ja i ns-titución . E L viaj e de Po nz es e n H'alid ud un PI'Oyccto i.l u.st rndo e n el cunl $C plar\t cn la 1-l isto l'ia de la Arq ui tectu•·n co m o pretexto porque su inten ción es más d escribir los proble mas de España y ~xplicar la )atuación en la que .se encuentra el pah: que no e-Studiar uno a uno los disuntos m onumentos. De est;• form;t cuando Ponz. lu,bla de <~íle muestra u na prcocupacit}n socinl clar a que le llcwt n ligar lo económico con lo estético . T'rJun de inOuil" e n lns sociedad es po t· h1 s que d1scura·c y muy ~specialrnenl t' e n In po líticn de In Academi a de S an Fe rn ondo pur a q ue i mponga «d buen gusto•. Ataca fct·o'lment~ a todo lo que sale: fuero de los par.i m etros que ~1 se h a con~lruido desde el da,s:idsmo y de manera rnuy especial a los excesos del barroco. EJ ca rn i uo m ar·cado p o r Po nz lo continuó Is ido r o Bosn rl c ( 174718 0 7)30 co n o tro vinje ••·tisr ico o •-ganiwdo d esde In Acade mi a de San Fer nnndo . del que sólo ll egó n p u blícar el primer volum en V1ajt arlutr'ro a corios putblus<k Espo~a. ron tljuicioJrlm obro.Jr lmlraNoóln Artaqurenr//.,uUirn ( r8o.¡.) y que trata de territorios de las ¡>rovincins de Segovia. Valladolid y Burgos, asi como d c:tootu dio d e las antigüedades existem es e n cl1as. Escribió n los arc1uitectos y o d iversas pcr son ulidades el e to du España (Vallndo lid . La Coruña, Volerlc:.ia. Córdo ba . e Le.) ret¡uíri~ ndole'( i r'lform acionrs pumuules 74) ,.., •
c..,-.. ,. ,_.., ..... --...
t]ib, \..,¡.r.~tl.,..... , MIH.Iritl , 17"1 Ao J \ c;41,. s,.l'lu ...,. ,., p J'i4
J. ..,_., '
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111
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Pwyeclo de Vk~t\1c Ga~ó para n:modct'lr tn cll)slro la cnlcdml de Vfllcr~tta, h. 1173, 1\dhtte;nd:. de tlc'nu:nt o~ f4)rmalt'3 dd oukn t'(lfinlln par.~ ocuiU'Ir lc.i gf.IIIC'O\.
sobre ti estado y conocimiento de antigi.acdndes en sus dbtintos territorios. dato~ que introdujo ~n su obr a, en 1:. pane public.-da. En el tercer g r·upo )tnA1ado po r Sa m b•·ieio. hahria q ue ind u i r hu o pinio nc.s ele cril ica o pctnt ivn r·eal ito•d•• po r p:lrt e d e a1·qul tectos que uti1ilat"'1'1 In 1-1is1otin c.on 1:• inte n ción d e (!valar o j uslifi ca r sus p r oyectos . A~~oi. la publicllción del libro de Peyre com o la de la obra de Varga• Machuco sobre Pallad10 o la.s di~tinta~~¡ memorias manuscritas de arquitectos que pretendmn con"cr1irse. a pani1· de 180'2. en maestros :.rqu itec.to~ (y pAn\ lo cu.al .\ecesitan ¡Hesent:u· un o·:•b••j o teórico) d c nHICSin\n cuál e ra In o ptn ión que. e n los ú lli nH>S a ñ os del siglo, se Lenía sol.n·c In Arf~uiiCCtu1'n del pnsado . Fin almente n todo ti lo es necesar io u nir los esquernas que sob re la llis toria d¡fundiel'on lo~ 1>3rtidarios del nutvo gusto en la ~odedad esp~ñola. Tales com o las obr as concebidas por Cnspor Melchor de Jo,·ellanos o los Lexlos d e C ampo m nnes di rigid os a 1M Sociedad es de Amigos del PaiJi.. q ue podrinn moscrarn os cuñl fue la volunul(l d e recupe ra r el Gótico . o de e nte nder m ejor In posible herencia d c: Julln d e H el'l'c ra, o nnaliz.ar alg unos de los mas i mportante< edificios españoles. com o l:o Lonja de Sevilla o d Ca$tillo de Belver en Palma de Mallorc.n. convirtiendo¡e estos trabajo~ en to nces en paut.a.s fundu menta.Jes p;ara la Historia de ltt Arquitectura CS))A•'oln. par a el caJnbio d e gusto q ue se gcnt 1"Ó ::1 partí •· del siglo XIX y. en co nsccuen cin. pant plRtUcarlossiste rn a.s o pc1·ntivos a la ho r·n de i ntervenir en ed ificios del pa..,.do. pa o·n restaurarlo•. Desde finales dcl<iglo XVII I e5las coordrnadas y lo< europeas.., exticn dt-n poco a pota Jl<n tod" Esp:.i\A funclatur•ualmenlt" a J>R1"llr de 1:. Rl"~l Aro•clr mtu {Ir Sít,, 1f'l nando. pr·irnr1t•.) 1lt 1••• ,\eadrm•""~~ J1 1 UVtnr11ll r~e, tlr'
8o pués. como las de la Purisi ma de Val ladolid. San Luis de Zarogot.a o San Carlos d e Valendn. que a través de sus Comisiones d e Arquitectura inten tn ro r'l controlar· lo nctivi d ud edil icitl y restnuradoro y se e n cnr·gn•·on d e cl ifundi_r po r todo el te r r itorio los textos y tratado$ del mo men to. A com ienzos dd siglo XIX, con la declnración de la Reina gober nndoo·a en 1840 y la calillcadón de la Caoedral de León en 1844- como primer Monumt'nto Nadonal del Es1ado español. se inidari una etapa en la que se irlveliiligará profundo.mcnte e n el método restaurador que hoy denominamos «estiUsti co». su ped itado y paralelo ni que desarrollaba por ento nces en Francia Viollet- le - Duc. Pero antes de q ue su rgieran estas c.ol'l"iente.s ya se pr·oclucían inte rvenciones consecuentes con In nueva conciencia de la historia. aquellas en las q ue ;algunos arquitectos entt-ndian ya la precxi.st~nci3 como un valor a ~sentar y s.1lvaguardar. Los proyectos de Ventura Rodríguez para el Coleg;o Mayor de:: Santa C..-u1.-donde aparece por primen vez d vocablo 4..t"restnurar» con su :tcepción actunJ y se ll eva a la prdct icn. d de inte r-veru:ión mínin"'a co n nucvus teenologi:'s e n la to n e cntcdndic:ia vnllisoletana, st•lvadn nsi dura m e un siglo. y por úhimo elsobe •·bio proyccoo de Silvest•·e Pérez rehnb ilítando lo iglesia de San Francisco d Grande de Mndrid para convertirla en Palacio de la Con es con su hemicido. sin $.1Crificar el contenedor, $00 una clarn constatación de1 nu~ camino emprendido. LA
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t:N l OS MQ N Vlol l!N1'0S t:!CMÑOU!S
ut: SAN FuNANUO
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t.A t N1' EttVtNCIÓ,tr.:
MITAD l)fLSIOLO XVI II
li emos señalado nrriba en qué manera •e produce a lo largo de todo d siglo xvtll una profunda transformación en la forma de entender d pasado y la Historia de la Arquitectura española . .ui como la trMcendcncia que en el proceso tuvieron a nivel teórico las Academias de San fernrt ndo y p rovin ciales, co mo sus m ie mbros. los vinje ros , aut o res d e crh iea o perativa . eruditos. etc . Interesa destacar aho ra n1gu r\OS ejemplo$ C$ped0cos de aquel fenóme no q ue .se prodigó especialmente en lo que se referfa" (¡,s inlervenciones que se pretendian hacer en los más importantes monumentos esp:tñole¡. que entonces eran reconocidos por todos, especialmente las catedrales del periodo gótico. Estas ac.tu;:tciones adquirían pa•·ticultu· an ttré.s porque e n In decisión y nu,nern d e hncerhtJ se plnn tr:_,ro n e r1ra"t"nl nmtc•rti O/C c ntr'C los lrgitimos p rop ieonrio> de los ed lOrlo•. lo• crobildo• y lo• ulll•l""• y 1• i\cndt•mlu que qucrln {Oil l rol".- d • MU'tu C'4.lft•co•. 1,u t H\4 ,.. ,nn y •l dcob-tr t"n la m ayn r ili d r la'
ocasiones e na inevitable, sob~ toc.lo porque las inten·e.nc.ioncs se hacían necesar ias por d iversos motivos, blen porque los ed ific.ios se nrru inaban , dad;t ) U 'mtigüedad y el mPI estado de su.s rdbricns. bien porque n uevas modas estéti C.'\S movian a los clérigos a modcrnb.arse p ara adecuar el templo a los n uevos tiempos. bien po•·que posibilidades económicas les permitían re plantear transformaciones espaciales y funcionale.s por nuevas necesidad~s litúrgicas o completamientos de f-abricas por estar muchas dt- éstas inac:abadas11• La segunda mioad del siglo XV III se caracteri7.a porque la Academia puso e n crLt~isln :kutoridnd estt:tica de l:u i nstitucio nes rclibriosas y po•·quc desde e l Estad o se lOmó conciencia ele o rde nal' dil'ectt·iccs pnt·n evitaJ· dcsastt·e.~ como i ncendios3 t. Tam bién se p usier·on en cr isis los sistcrnnstrad icion..,_Jes de actividad arquitectónica en los ediflcios de aquellos rdigiosos. como en la autonomía de los Maestros Mayores de Obras supeditados ahora no ya a los gn:mios sino a las Academias. Enseitanza. form3ción. m~todos. autori dad. etc. , muchns cosas ca m biaron ~n pocos años pt-ovoc.nndo tensiones y enfrentami entos, rnu cho·•s veces sím bolo de la rc.siste n cin de la tr adició n a In modem idad. pero también •·cfl ejo de una laicización de la sociedad . En el o rden estético se p r oduj er on debntcs agrios y p 1·ofundos respecto de ln a.sundón de las corr-ientes más innoV3doras, las del •buen gusto». el neo· clasicismo. defendido por la Acndemío y sus miembro• (Ponz. Bosarle, etc.) pero en constantes contradicciones con 1~ estima cada ,.ez mayor del" H istoria y deJ pnsudo y especialmente del Gótico, otra rrisis en la que tamb ié n inlcr"Vin ieron lo~ propicaa d os de cs•~•s construcdon e$ y la mis_ma ins .. titució n y ~us m icmb•·os, co mo y~t se ha v·isto a-n te.riol'm cn te. Prcci$:1mente, lns dos peJ•sonalidndes cit(ldas seílal:m en sus pro pias con viccione.s y como representantes dd pensam iento colegiado de l.a Academia en la que fueron secretarios. la evolución que a nivel teórico existió sobre el concepto de inte:n-ención en arquitecturas deJ pa~a.do y más especificamente en las medievales. destacando enl re ellas las de e~tilo gótico. como las catcdrnles12t.1•• -Ponz~ n_ l c·ealiz.nr su fa..moso Vi~'t' de EsfXJ,i a, man ifestó en d iversas oc:.sio1'1 e.S su postura ante el completa miento y m r a cJ ase de obra__s o realizar en estos edilldos defendiendo siempre para obra nueva y reformos I• utilización del 8t A. Rodr~N df' ~11m.. «La n:'forou de 1.. .,.qutt«:~un r~Jl(ioM ~n ~~ R'tnado de C&rlo•lll. El n~luk1)mo t:Jp•ño1 y lb idu• J•nMnb••••· frcrwnrM. numt. l':l• l+, ~bd.rid. rg88. p¡). 115 ·1~7·
82
J,J. .Abrtln C(lndle:t, • Prohlrm. l l¡•atltl rl'l~ l • l u hiiJOC•rlo~ 111 •. '>'f.I81Mnii)S, nUnu. M1ul•·•d, tttiUS. PI'· 33- 43·
8'01bi. ;\J
W•n'" lat Act.t. , , CIJ'\('n'~ lt ,, ..,,,... '"'"'.,.'•f• ,, t.., Cv'~' tspuAIJI"" I.M &r,wo • M n .. lnhu• tlón O R.m.t1h' "'"'IUhl MwuN Ortwhr.,, ~00'4
tfl), llt'rtn
Jl,oUJ~W,.,.._.,
12• 1+.
82 artt' dftsico y «ex profeso~ la destrucción de añadido"' barrocos. Por ejem .. plo. cuando visitó la catedral ele Cuenca••. de cuya fachada d<l siglo XVII dtcia q ue era una «obra ~in gusto de a rctuitcctural!> y que •carece de aque .. llos cuprjcho~os adol'nos de In mnntn• gótica. sin tener cc...,sa :.lg unn p eculiar o In g•·iega, o ro man (l , co n lo cuál eslri dicho todo lo que ts» , p o 1· lo que p1·opo nin destruirla y hacerlo nuevo d e acuc:: 1·do al m·te de su épocn. j usl.ificóndo la u•m bié n por<1u e ~pod rin se 1-vi r d e s ingular ndo •·no n la ci ud>td "> . De esta m anera. se san cionnba negativam en te una c t npn del recien te pa,ndo - el barroco-. se :tdm itt:t Otr-a como positiva aunque anticuada -el g6tico- que debia conservarse. ~ro se consideraba superior a todas la con .. temporánea -el neocla~ichmo-. que se dcbia utilitar lit"mprc qut" fuera prctiso ;rc, uar en los templo) medie,•alt"s, renacentistas. cte. A.or;i se o ao r-gaba cm·u-t d e nat u rnle.z..1 a IOd it5 1a.s nctunc io rle.. barr oco-cl:tsici.stns y clnsicistas en cxtcrio t·cs e in terio res pro pidnndo )' gencJ-a.l izando - co n algunn cx(·cpció n incvhnhle- tachadas com plcws. nueva~ p ue rtas de nc:cc.so que p o a· c.sa suprc· mncin sust it uian o las anti~"\Hl.\ - i ncluso si e ran góticas - . teform as profuntl:u en los interior~$ con n uevos 1 ra~eo ros. retablo.s. en marines . alia res. así como la co nstrucción de pitt-ns nuevas tales com o sacristiaJ, capillas y toda dose de dependenciM.
Y.1 a finales del siglo la posición de la Academia empieu a variar sustan · dnlmente en a-lgu nos co ncepto., relat h·os a la conservación de laor; obras d el J>fl.)rtdo y de m~mera muy da r{• en escasos años respecto ::,1 estilo Gótico. Dos fllt)O~ con evo luc ió n e n crtd n u no de e llos se a dvie n e c nu-e 1798 y 1804-. y nm1Jos •·c flejad os po 1· el uun biC n sccre tal'io d e In insti t ució n Is ido r o llOMI I' I t ll-• desde t79'2 y q ue. corno tal. se 1)\•eden e n tcn tlcr como colegia dos. según ha estudiad o Ca reía Melero ••. En el año d e 1798 p u blicó su DIJ<uN() sobr.Io Rtnauroción rlt /ru BtltOJ Arlrstn E.s¡>om.. DU.rloriOit ,.,¡,,.,¡ tsf¡/o qut 1/omon&ótíco tn lasobrus<k orquttttluro"'. En él criticó negaeivamenae el estilo gótico (>Or<¡uc atemaba contra la toralidad de los buenos p r incip ios establecidos por el mundo greco - romano y los postult~dos vitJ•uvianos; ca recia de eurit m ia, decoro. simeu·ia )' equilib1·io y era in ü ti1. des-proporcio n.ado . g iwmLista y llen o d e m enuden cias. cnp•·ichos y nntoj os incie•·tos. 83 A. Pom., V~ckCspuiia. Mafl nd, li72. 10nto 11. •Ru.IJ.udonc• •n1uhe-cu~n•cal1 d.c La Mg\lnd.a "'h•d dt'l •IJIO X.YIII cu lo• lnlt'rtorn dl": W u.te-1lnle-, SUt•C'•_, co•~ftol..u• . (.¡p.n.. Tw·~ r..._lltt~oneflt4Am, UNED. Madrid. 1989, pp. l:38 - 24-~ . as Op. "'. PP· .,a r " · 86 \l.tdnd '"'P d4" l. \'el• d4' lb.r'f'a, t7•)11 (Nrr•l rn fwutn1I 1M11 t el hr"'"' .\..,¡.,,1 11)78. um lmntei"4' "~" '1'"A l ll"'"'' 1\.;nthr,) 8--t
J. t . Cud• Mele-ro.
Bosane se plantea el gran problema que preocupaba a todos los arquitectos cua11do se c nfl'e n taban n una uctuación coo c.r cw :
«St quanclo h'!)' qu< oñodír obra u un tdificio Cótiw St ho dt ,.,Wr J. tonformtdorl tn ti tJiílo. Í> ~ ho dt ha«r oño<itrluro S<glin ti lw<n gusto». Retornaba.
Vil\ola,
Provrcto •gótirO• ,,,,m '·' f:-u;had:. flt
~n
Pt-tmmo df Bnluu,;t
p u es, al d ilema que tnmhién se hahia p1an -
tcndo Ponz. y. co mo el abnae. tampoco tiene mabar'IIO\ prindpios d;;¡o¡lc:I'IIJ..., dudas al re.specto. E.saahledó siete: prancipios para responder fi ID C:UC"'IIÍÓn. según seis de los cuales siempre debm_ +:-añadnsc:» en cl3sico siguiendo los órdenes y ador· nos de la Antigúedad. porque e.l clasicismo era un estilo superior al gótico. m ucho m ;i$ elegante. experimentado y probado hiMOric~•menle e n );, :ulligüed ad y d esd e cl .\ ig lo XVJ n ento nces. a las luce) de 1;, cJ·il ica. La uliliu• · ció n del cla$ic is rno e n e di ficios góticos. po•· o t n 1 p n•·tc. nH~jo•·ab<~ y e nnoblccia estos edificios de mnne ru q ue c uan tns m ñs recibien • ((:jrá ttt~aciendo el tdi}i<io s.gtin el bu<n arlt.,. El s~pti mo principio señala que «Parlo imlloCtón Jtl tstilogólico no h'!)' mas t'l®n qutla con.formi<Jod con uno (0>0 malo. r ritnrlo tslo rr®n uníro)' tnd.blr. dtbtn pm:oltctr ,.., Jútrltsqll~ hfmMdado contra uno flaco». De manera e¡u e ni aun por el p r incipio q ue el clasicismo aceptaba de la «imilación» ~e debíA añadir en gótic·o . H asta este p u n to Bosnne apenas ha a\'Ot_n udo nada respeclo a Poru. si ~caso se muc~1ra .nás virulento contra el gól ieo que el vnlenciano. C u 01ndo si aporta una importante noved ad e$ cuando se plantea la consideració n s iguien te: «si las obnl$ Jucor~orntts dt Arquíftcluro corgodll$ dt adornas <Sirojolarios se han de"'"· o 15-13. El h:lSliatln.anb.udu pttmltC' ;11••••¡ultr-rtn intenlar bu~n 13 .,mi·
dad d t' t'\IÍIU• par.t sa1va1 la •Jrmonl;t dt'ltodn
v las parlO•. 4tllt ptOC'I:t ~
piror.y quilorlts uqudlo co~in... » S u contes1aci6n fue r otund o: ., (/a) Hutorio dr los 1\rlts drbt qut<lor dolotla.y lttnfo lo butno romo lo molo Jttrl<n«r ello llulono r/rl Artr. todo roJO poro su fin. Un tdifino. ü <~nJ obru J./ Arlr.Jó lwlto ll<nr un cirrlo dtrwhoo t.1UI1r 1"' tl)mft'tenn ylustnmtf'ndclt J,~,c;yn tttutlat no lfptrltnttm. Ntlaspm · fuNU \4' hort dt u f t"d'• ......... qut;l'f rl N4~U tu IP' U"f4'111'ff UtU' 'f' han df afl trtrf", I'OmO u/o.a
uo.-IA 1 141Sl0ftl.l 01 LA tNlt i'Yl NC-IÓM lN MONUMI.HlOS UP.úiOU!S
m<ntt •1uimn los profowm truditos». Incluso a~adili qur •ólo "'justifirobo lo destrucción Jt o(gunu P<Jrlt unt¡gua SI no qutda má1 rtmtdio M «ti cow Út nr<t~idad». Sorpr~ndentcmente y con respecto n todos sus contemporáneos Basarte. aun admitiendo que 1:. cMsica ern superior a todas las demás alternativas estilísticas. tiene conciencia de las aportaciones de cada momento de la Historia como hechos constitutivos de la totalidad del piUlido y como hecilos documentales de los edificios ( «t~sr imonios auténticos». dice). condición de una modernidad que sólo se producirá en algunos románticos conKrvacionista.t dd siglo XIX y en los ~rquitectos ilalianos de finales de esta centuria, como Beltrami y Boito que lucharán por extender este concepto que sólo el •iglo XX y despué• de la Carta de Atenas -.:on muchas excepcione•- aceptará. Dosane defiende que todo el pasado ~a del estilo y calidad que fuere:- debe ser conservado como te.slimonio irreductible porque • •icne un cu~rto derecho a exlsrir* de forma que otra.'i etapas posterioJ"<!S carecen de C3J)UC:ídad p~rll enmendarlo pues ya constituye un periodo de la HiS!orin del Arte.
ApreciHmO)o aqui. pues. un snho muy lmportantc cualitatjvamen te J'e$pccto a Pon:r.. Pero 1:. evolución de llosn11e continuó con rapidez. Como ha señalado Ci!rcÍt' Mclcro "7• des¡>ués de vinjnr en compañia dd conde de Agui lar porTu.-ín y Vien" entl'e 1778 y 1786 y oener noticia de los debates pJnntcados al respecto en Eu•'Opn y especiAlmente sobre )a continuación de las C'll ccJa·"lcs de M illin y Estmsbut·go • .-eneJtiO I\tt sob•·c estos ;,suntos y e n su l ib•·o publicado en t8o,¡.. Viagt•llrtMi<ocllxtrios¡meblosdrEspa~o. con eljuiáodelas obros de lus Noblrs Art<J. qur.n •·/los t.ristrn.y iJ>o«u "que P•rlrnectn ... insiste e n sus posturas antcl'iol'C.S, ptH'O ~.,horn y¡• no le ofende el estilo gótico ni ve en el aquel los valo•·cs ncgmlvos c¡ue h1,bia l'esaltodo ~1ños ames. y. lo que es m ás í.m portanle, n pcsnr de mnntencr In preeminenei:L de lo clásico defiende que éste: n o se puede adherir" cualquiet' pltrtc de los edincios antiguos. pues provocada c:ontnlste..s negativos, sino que - af'irm3- debe añadirse a «cuerpos uislodosaultnltspo,.si», c.sto es. donde no interfiriera el estilo del edificio. Basarte actúa ahora ddantc de un caso práctíco: critica con dllt"eZa la destrucción de las arquivoh...... de l•• puenas de la rachada principal de la catedral de Burgos para embutir allí otras tantas portadas neoclásicas e insiste en que «lu)o adorno.s de estilo gótico no deben pieo\rsc ni nerse. pues con semejante operación se defrauda h la historia del ane de sus testimonios auténticos. que son la existencia misma drl Cut'rf)() de •u• ohraJ+,
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O,hf . J'f' ~... ~b•lr•d lrnJJ Jt,AI tAo•
Como conclusión de su posturn concreta en e.se momento advierte de la ncc·e sidad de que «nun en hlJ continuaciones. suplementos e instaura.ciones de obras 3nliguns es •nent4.ter madurar el dictamen. y no precipitar el ju.icio para resolver el partido que st: ha de tomar por más conveniente». Bo.. rte llega • plantear In• distinta• opciones q ue debe adoptar un arquitecto en tales casos ofredendo una verdadera teoría del proyecto de restauración, que como se ha dicho no volveremos a ver has-ta fmales del siglo XJX : «En suma. la regla sana que en los c~os dudosos de conLinuación y reparación de obras considerables puede tomarse e.s ésta: la obra vieja se debe conunuor según su estilo. La obra subsistente por si no e$tli $ujeta al estilo antiguo. La mewa y conrwíón de estilos es intolerable. y ninguna obra vieja debe picarse ni ncomodarse a otro estilo opuesto•.,· El secretario de la Academia de San Fernando ha sancionado asi varios criterio~ importante' : primero. la legitimidad de 1odos los estiJos como documentos artísticos. por lo <1ue todos deben c::onservarseo segu1'1do. que los complctamientos deben rcaliurse en el escila del edific::io primitivo)' no en el contemporánto: 1erce ro. que la obra nueva contemporánea se puede ~alizar en lo5 monumentos siempi"C y únicamente en partes autónomas e n las que: no interfiera ~l resto del ediflcio y puede realizarse e n un estilo ajeno u_l pdmhivo: cuorto. ln importnncin de la unidad de estilos y formas, debiéndose eviwr metdn1oo que .son íruo1erabl ~s. Y, po•· Ultimo. nos pan;:cc importantísimo f'O l'c¡uc serd una 1·clvindicnción de In Ac"dcm ia de San .F ernando hacin el Estudo durante buena pnl'te d el siglo XIX que el viajero académ ico fundomentn todo su teol"in en In concepció n de que los monumentos son «testimonios nuténticos de l-listc,ria del Arte», sean de la t:poca que fueren. y no e n el « vnlor de on ligüeclnd» que cm el c1ue movüt a·l Estado a defe.nder monumentos. como nntigücdnde$, sólo por su va_lor histórico y no por el artistico. rtl76n por la que d urante el siglo XVIII y buena pan e del siglo XIX será lu Atademiu de la HiSloria la encargada de velar por ellos y no la de San Fernnndo. cuyn misión será tutelar exclusivamente la obra nueva que en ellos se reolice. De esta manera . Carlos IV todnvin en 1803 (sei• de julio) publicará uno Real Cédula con las lnllrucciontuobrt ti modo dr coiU<nrOr;J rtrogtr los monumentos ont¡guos qut St dtlcubron rn ti Ryno. bo.ro lo rnsp.tcrón dtlo Rrul ilcodtmio dtlo Hilloria y h!Uta 18.¡..¡.. con la cr-eación de la Comi\ÍÓn Central de Monumentos Hd-
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IIORiA l H.ISTOAIA O& !.A "'TIII'f(MCt6NIH MONUM(NTOS U,Ai!Ot..U
tóric:o Artístico.s dependiente de la Acndemia de San Fernando. no se valorarán la!C características e-stéticas de los edificios y de las obras de n.tte• . Los coneep1os de la unidad de eslj)o y eon1inuidad en el cslilo primiLivo se fundame-ntan e-n las teorías que ya entonces~ empezaban a desarrollar e-n Europn. cumo hemos visto en las catedrales de Milán y Estra.sburgo. y más con c:•·etumente c-n teóricos como Quatremere de Q..uincy y en los ita lianoK que se shu11ban alrededor de las obra:. palrodnadrts por el Vaticano y que p•·opicin•·nn las actividades de Stern, Valadter·. Camporcsi y otros que te:intcgrttbíln Ctilcncialm ente los edificios. Como se puede oprcciul'. algunos
O<Urrrntts tn todm lm ~tsiosy sos altorts, mt<l1ontt coruulto a lo Acodtmw d• San femondo que luego s~ría confirmada por Carlos lV en 1789 y. olro vez. en 1891. Por su parte, los obispos. prdados y demás jera.-quías eclesiásticas ad\•ertirán ea:tos documentos como injf!rencias de la polilica en la religión ~ por lo que en muehos ~os tratarán de ocultar las nueva.s operaciones constructivas. Se negar~n a enviar paro •u aprobación por la Academia los proyectos y planos de reformas y obra~ nuevas, nun cuando hnyon sido descubiertos iniciando los 1rubnjos e n una actitud clal"'d de •-eto hacin lns nworid ades civiles.
de lo• f'I'CcCplos de ViolleL-le- Dut , al igual que en Oll'o•lugarcs de Europa se: estnhnn gesumdo también en Espaila, el fl'ancés se•·á quien sen .;.apaz de rcuni1·los, cocli ncurlo~ y co nvertirlo~ en un ~incmn opcrntivo proyectual.
Los OltiT IUU OS
El concepto de c:onst.r-uir en estllo contempor:íneo en lugnrcs autóno mos dd edificio, aunque está muy escasamente dcf1nido. podria -salvando distancias- parangonarse con la '4restauradón creativa• en anexos a los monumentos tan de actualidad a partir de los años SC)enaa del siglo XX. Incluso ¡>or su propia indefanidón con la uailiudón de los eclecticismos por los radonalistas del siglo XIX que. en definiliV",., utili1..aban en la mayoría de los casos cuando restauraban . La influencia de Basarte respecto al respeto conced ido ni arte gótico fue muy fuerte en lus déc.tdas siguientes. sobre todo en el ómbito académico en el c¡ue se •·eali:au-on ens.ayos para .;ompa r;u· l;•.snrquileCIUI'ilS griega y gótica oon• idc,·nndolas po,·o lclas. como los debidos a C ustod io Teod01'0 Mo1-eno (t8 t1.). Miguel Amonio de Ma d chRhn· ( t8 t9). Pedro de ZcngoiLia Vengoa y Pét•ez (182t) y.Juan MarlOy l'a~·do {t83o)''. Un instrumcn10 l mport¡~ nte del que go:tntd In Acade m ia de San Fernando y que asumirá con energia será la ca 1·ta ci t·culat• promulgada por C•rlo• l ll e l 25 de noviembre de t777lituladn Cu-culornp.d,daporla uiaJ.I Estado a los Obupos. Cabollm>s.! Pr./ad01 por D. Cor/01 111 .oobrr ti modo dt mcutar /01 obras
En los capilulos anterio res hemos señnln<lo los criterios que se utili~aban durnnte la eanpa barroca. en su gran mayor pnrte tend entes hada la moder-
dt m.t)O df' 18iO ....... JIULI;r...do r• una R~J Onll"n f'"-" ' 1• qur •todotlo.-.;~(e-s pohutot rtmuan • t~u· Mm •,ttno nouru Gt lo• trmplodt '"" •c*pcnh.• , ..nwinr.iat "" qur exinan \tpukros qur por \trio dr rq.t• o ¡w-:~n•jr_,c ttl)tbrt\, O por b, JxJitl& f m torito d C' n i tO nJin.I «' U) n , mtn:rcan t01Utn'af'K C'u ldadoutntn • tr ... • (1\ Na''~llC:Utl , •I.A ~•uur•ción monu.memal •.• • , ¡). ~!)~) . 5f' c ur\\l't"YIIII rn r l An.'.hhv de l11 Re~ l At:adt'nllll dt 0.011•- At'lt' de Su' l ( nl&lldo: C. Teodo ro ,._10tttno. /bNWittnJ.rr loCJrquttmuru~J JG ~~n~. M•dt•ltl, Ul 1 4 , 1\..~f.'¡t 3 ~ 11'J Y32+'3• M. A.
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U( l f'ITP.RVE NC I ÓN VT1 U1.Al)()S
IW t.A $t!OUN I)A MITA O O E L S I GLO XXVIII
n idad y con un c:.ui absolulo despruio hacia lns prccxislencias y los rcslos del pasado. Pero junto a esta actitud generalitada hemos apreciado otras que podríamos calificar como comprometidas con el edificio sobre d que 5.e opera. tratando en u_nos casos de mantener totalmente la corRSpondcncu de las formas y la unidad entre lo viejo y lo nuevo. Recordcmo$ en este sen ·
1ido el caso de la conclusión del ala norte de lo fachada principal del convento de Son Ma•-c05 de la Orden de S;mtingo en León -igual ocu r rió en su clau~ilro procesional- que reitera sin ca mb io nlguno In tnt til renacentjsta de ma nera que sólo la dife,·enci~' Lécnica de los c~cultores barrocos delatot que entre unn y o u-a pal'te hubo un v::tcfo d e cnsi den ni\os y toda u.na revolución formaL f'ue una casuist icn muy extendicln y npli cnda en numel'osas obras
como ca~edralcs (Salamanca) y loda clase ele ed ificios. Otra opción distinta uLilizada que creemos ncct5nrio recordar era la de la búsqueda de un equi1ibrio o cohonesanción entre lo ant;guo re.speuin dolo y lo nuevo sin renu_nciar a l:a contemporuneidttd. Como paradigma escogimos la intervención de Alberto de Churr iguera en el imafronte de la catedral de Valladolid. c.n el que mantuvo una fuen~ deuda ton d proyecto herreriano aJ que no violentó a pesar de integrarle la estélica dinámica y rvftnescente del barroco. Los criterios s~ñalados de «-correspondencia o unidad de las formas» y (i equilibrio enu·e tradición y modcrnidnd» httbiamos visto que surgían en In refunclnci61t de In nrquitccturn, en c1 Ren~cimicnto. cuando a1guno5 'tl'quitcriOW dr ~~~~~u·l mo mento e mpi c~nn n tene r cicrtn c.o ndcnci3 de la lll'ilttrlíl y d1• fl\1', o}•~"~I"Ahnn SO~JI"C IC."tl mtmlú~ Yll1iOHOS tid J'-HlStldO SObi'C los c¡ur n u l'tuu .-lt1an pntyrtl~tr J'ill'íl "'U¡lt•t•n•lu,, •l nn ¡) t'oyrcaar pur.• Integrar
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flOR fA E HtS1'0RIA 01 U tMTtlrYlNC·I~ ( N MONUMI N1'0S 15"AiiOl U
D€ VAitiA lt61AURATIOH:t!
los en su tiempo. Albert i b.abia manejado esta idea del proyecto con su act'pcaonal capad dad compositiva ofrec.tendo diversas alu~rnativas para resolver la cuutión de actuar en una preexistencia. Su.s métodos. bien provenientes de él. bien por deducción personal. fueron seguidos por otro.s notables maestros durante lodo d Renacim iento y el Barroco, como Ser1io. Vasari. Palladio, Bo rro mini, etc..., o hasta por el mismo « rovinante» Do nato Bramontc e n el tiburio de Milán. En d efir-.hivn, se trata de la capacidad ccr ehrl'll de cndA arquitecto para C11frcnuu·se a su propi'' existencia de cara a ~u p•-ofcsió n. Ce nernlmente la muyorfn nr1·nnenban de cero sin considerar la p•·e~xistcn c ia , pe r·o ot•·os muchos. co rno hemos visto, eran capaces en unos casos de •·enunciar a su present e, en otros de conciliarlo con el pasad o y Lnmpoco fnhaban los que miroban sólo h;tcia el futuro pero sie mpre desde la co nside ración del
objeto dado. El proyecto goticista de Palladio para San Petronio de Bolonio puede rererir el primer caso. el de Alberti paro la rachada de Santa María Novella el segundo. El último caso cenaría plasmado en hu actuaciones de lo.. Hernán Ruiz en la tone de la Giralda de Sevilla o en la catedral de la mc<e1uitn de Córdoba. obras también paradigmáticu. Son todos ~stol,
puc:s. los easo$ que atraen nuestra atención y. como vert:mos, durante
la segunda mitad del siglo
XVIII
continúan
produci~ndose
todos ellos.
algu no~C
con pn•·ticulnr intensidad. otros decreciendo. Int entare mos t iplfica1·los y expon erlos, no sin ;m tes t•ecordar a.l go obvio
que sólo pr<:cisn un npunte. Q .u e en la evolución lógicn y constatada de los estilos y den tro d e la lógica de lo's focos arli.sticos mds o me nos avanz..-'ldos. desde el bnr·roco. el rococó, el ban·oco ... clasicista hnstn el ncoclnsicismo y precoces romandcismo.s. las tend encias a 1~ modernidad procurarán la innovnción desde esos pará.metros evolutivos. Dado <rue no es é.sta una H is-
torio de los e.stílos como tampoco de la geograrro en In que se desarrollaron los mi.smOJ. evitamos tratar de descubrir nuestro objetivo que es -como se ha insisudo- el de los criterios de intervención en prcc,xistencias. por lo que aquella• tendencias modernizado ras serán las menos atrattivas para nosotros sí sólo atienden a i nnovar y no a proyectar considerando d edificio en el que se actúa. Aun así. somos consc.iente.s de que nuenra tesis adolece de una gran carencia, co mo es la de invc&tignr en una H istoria de la Composición Rl'quitectónic.'l que segurnmen1c hu:idlera en estos consid eran dos. si cier1nm entc existiea·a.
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La büsqurJo Jeto modunicloJ J..Jrla «wht,.ntoo loto/~ del tdiflrio En uta actitud de buscar la modernidad scrfa en la que se deteCLarian diversos métodos de actuación. bien «aggiornando• el edificio, esto cs.
poniéndolo al día. rc:ronnándolo en sus elemento• aparenc:iales y perceptivos sin alt erar sus Jimites y su perím et ro, conservando su espacio, pero cambiando profundamente su esencia de mn.nern que desapare7,.c.a sin des· tJ•u iJ•Io el edificio ametio1· y sea susli tuido po r o tro nuevo y disti nto. O tro m étodo opuesto a éste serín el d e o pern1· sobre partes del ed ificio existente paru que éstas f"Ucran las r enovndo 1·ns de lo do la imagen como elem e ntos do minantes en la composidón y. sobre co do. en los vol úmenes e idcn del conjunto. o en lo m eramente visunl. Ambas opciones enmascaran las partes ant iguns sobre las que colisionan y lo operación no ofrece ninguno concesión a la ant igüedad pues ésta es borradu. desapa rece. aunque no se <lestruye. Son operadone.s concebidas en su momento -según parece- sin ninguna idea de reversibilidad . de retorno en determinado momento del futuro. con lo exdu$iva intención de hacer preponderar la obra nueva permanentemente pero realizada con tal su t il~za y respeto a la fábrica primitlva que en tiempos poster iore), eunndo ~e ha querido, pudo ,,olverse ntrás y recuperar la imagen original. Uno te•·cera o pció n seria 13 que buscn In mode•·nidad a través de una inte1venció n m odcrnh.ado ra. pero q\•C dc~lruyc el obj eto an tiguo evitando pnm siempre la I'Cversión. Los tres cri te dos se han taplicnd o d esde tie mpos rem o tos, aunque se codificaron e n el Renacimiento y se continuo ron realizando hasta las prim eras d écadas d el siglo XIX. El prime1·o se correspondería con ht actuación
de Alberti en el templo Malate$tiono de Rímini o con ha de Bo rromini en San .Juan de Letr:in de Roma : el segundo. eon la fachada del Obradoiro de Sant iago de Compostela por Casas y Novoa o con la rachada de la catedral de Pamplona por Ventura Rodríguez.: al tercero corresponderian todas aquellas intervenciones que despuc.ian el monumento, como la.s reformas
erigid.. en lu portadas occidentales de la catedral de Burgos. la fachada de lo catedral de Lugo. las propuestas de Ventura Rodríguez para las catedra· les de Toledo y El Burgo d e Osma. etc. En los dos primeros se respetó el edificio antiguo en mayor o m enor m edida de manera que sería posible recuperJ,rlos en parte si se d cstru ye•·a In t•cción modif'icndo ra: en el tti'Ctro. t•n cnmhio. clt 1't:nlb.ar$e 1:. •·evea·slón ,"'f"!!'fH n rrt'SIU"Io :t<:.lu¡-,r de nuevo porttue dt"ÑAJlAI'C't.~1tJ HHAimtntc el cd iflclo ''nt l.:uo.
90
Of YAJIU. lt.ST.WWIOHC
est~ticas.
Este método con_sistia t:n moclificnr lo. totalidad o g•·an pnrae del edificio poniéndolo al di;• con In s imple rtCh r<tdó n ele n;vcstil·lc con ele m entos decorntivo.s y n veces ta mbién c.'ltructuJ•nles q ue m od if1c;,bnn r nd icalmente la imngen haciendo desupu r·ecct - escondiéndolo- el cdlncio nntiguo, el cual no se demolia . No se rompían los limites, nl se aher.•ban los volúmenes ní las ll'Ul.sas. y. en general. wmpoco se aheraba_n lo.s cs¡u.cios atanque si la perCIC!pción estética y la$ perspectivas de los mismos. All~na •agg-¡ornó» al da sici.sm o r enacentista la iglesia gótica d e San Francisco de Rimini construyéndole U tla epidermis exterior YdecOrandO C011 pila~traS, rrisos, gTUle:SCOS, puui y oiros ornamentos renacentistas el interio1·. pero lodos los muros y huecos o•·iginales .se mnntuvieron - nhor a redecorndos- . w m bién las c.a pi· llus interiOJ·es. La I'Cnovnción n o fue .0\ólo 1ingü islicn. pues, au nq ue el volumen extc•·lo r era e l mhnno. su dc nsiclrtd se lntensincó y .sus ntu•·os .se dobla· ron e hicieron m;í.s pes.'\dO~. en r l inte•·ior desapm""CCÍÓ lrt a."'censionalidad al fragmentarse las üneas dt los elementos portantes con los relieves renacen · tiStas y la eallt c:amino o eJe longitudin~l de la nave tambit!n se modificó al of~ur una focalidad m enos diu:univa. En definitiva. se varió toda la concepción esu~tica y estilistica. Sin ~mhargo. la actuación de Alber1i es••b• justificada d~sde la propia bi•squrda clasicisu.l de):, .-,·orrespondencia de las fo•·mos lo) y de la *'cohe··~ncia de las par1cs con el todo» como p•·incipios vit n iVilmos. En cambio . cu nnd o Borrom in i h:•ce l:l tn isrna o pe•·ación en SanJunn ele Letrán , n o busca ser dasidst:., .sino exdusivnmente moderniz::1r el teanplo ptu·a celebc-ar el jubileo de 1650 de acuerdo n las nuevas aspiraciones religiosas y estéticas barrocas de la Iglesia Católica. lgualt::s mdodos de renovnción conceptual apreciaremos en España durante el barroco y más eo concreto durante el siglo XVI11 ha~la muy avanudo. Aunque parece una operación poco r~lizada en España durante c.sta ccntlll·in. la localiz.ación de nbut\daJ'\tes casos lo dt.sl"'' \itmc. Significativo es el hecho de que la casuí.s1ic.a of1~ce dos particulnrid ndes: crue la mayor ia d e los ejemplos se sil üan e tl el lcvnnt.e y e n la~ islns e.spañola.s d el Med iler r:ineo. aunque tampoco foltnn en el interior, y que el m;.yt.u· núm e ro se hicieron en estilo rococó y neoclásico. nv;uuncln Ir. mhnd del siglo, aunque también (os hay en OtrQJ COmO ton barroc(~) f'U burroco daJ ICi.sta, Y nO rallAn los rcaliz.ado~ en d &~glo XIX. l•c una i nt("nrnruul fiUC' vcuill (lrllhUul•chtJMU l• n rrr,trlnd df" t•u•u·r al dt.- fnlu l f ll-.: lHliiKu ••· huulamrntnlmrntr tMN ....ptarla• • J-., nun•• macla•
porque se habían construido ~n origen con d~rta pobrcu o por que el e.s tilo origi nario desagradaban lW propietarios . Eran ope.racion~' mucho más bru·ntas -con ~erl o poco- que destru ir y edificar de nueva pla rua según el J;,"USfO estético buscad o. El proced imiento consistia en utili -u\r ig lesias bajo- medievales y con ve•·tii·IM en bn rr·ocas. rococós o ncocht~i ca.~ revist i éndola!'~ co n una epidermis d esar-rollada con ornamentos y formo~ estructurale8 en este enilo llegándose a ocuhnr In totalidad del templo inte rior y ex-tenormcnlt. en mayor o menor medida segU n los ca.s05. inclu yendo las bóvedtu npu1uadas bajo d e las cuale.t ~ construían hó'\•edas enea monadas y se n"dt>roraban los huecot. capilhu. prt~ibiterios. ponadas. et('. dando la ~c:n~"tción de tnuarse de un ediflcio nb"olutam~nte nuC'\·o. aunflUt" c:l viejo p•-ec.\:i~1ic 1·a en su totalidad dc:b:1jo. Bér·chel. h jl est u dit,cJo los casos del levnmc y muy especialmente el d e In cated ral ele Vn lcnc in'1' . Este sistem t1 de l'ecu bddoncs de 1:. totalidnr.l tlt'l te mplo po•· n1cdio de lll u ros de lad ril lo. picdm . jo~es. estucos. bóvedns dt• medio cañón, refol'fnulando los pila 1-es en derredor. etc., se habia \Undo yo en Valencia en el !ligio XVII y se aplicaba a igleJia.s góticas genernJmentt". Antecedentes en los que se realizó son la iglui:. gótica del convento de 1" Trinidad en la misma ciudad. recubierta en torno a 1685-1686. la iglc.o""' de San Martin d~l mismo lugar. la cat~dral d~ lhita , ~1 presbiterio y tron' par~ me tle Concrn 1nina ( 1705- 1706). igle>ia vnlenciana de los Samo•Ju• nes . interior y e~terionnente ( fi nales del siglo XVII), Pcd ralba (h. 1750). casos todos en los que se p •·od t•cc este recul)l·im iento. OUI'óliH e el U<"r.drrnl cism o se ap licó en la cn1ed•·ol de Valencia. en lo cn•c<kal d e Scgorue, e n lu• iglesias vnlenciamts, d e Portaceli y San AallchL en Al mansa. e ac. Otra ahernativ~ consistía en no aJterHr lns eMructuras sino e.n .. ¡,lu .u .sobre ell& los el~menlos decorativos nuevos. como la renovación roctH u tlr la iglesia de San Juan de la Cruz (h. 1750). Los arquit~ctos acuvos ~n "'" wna levanlína. como Aliprandi. Berte.si y Rudolf. extendjerotl d m Cldrlu por Cat.aluña cuando se tr<t.s1adaron a Barcelon:t en 1700 aJ to.nr.t pttllt cltl Archiduqu~ Carlos. así en el pr~sbilerio d~ In catedral de Ceronn ( t7r,O) El m odelo es ext ensible a toda Am él'ico h ispa na, dond~ d espués d o ln. IIIJr rnción, la büs:queda. de unA nuewt identidad p r·ovoc.ó que muc:.h~1.s cunMI'Ut' clones coloniales se l'enovaran est~cicamentc ortadiendo o r·nntos ed~cllcl~ tas ~ el•iglo XIX y comienzos del XX generando los estilos allñ llnm•do• f}2
J. O..rc:hr:r , I•,.._~~HWP~.&..,...,mwnr.--• ._ \ .... "' ..\....._(~ V•l('nn• . 1')8'1' ,,.,. ff'T('t~•• lrtil)lUtH.Ia ..-n f"l AIV c:.wt tMw. a. totm_,.; ~ .1 ,_,_,. A.""-ot",..~r (:.JI 1'11 d'Atq\IIINh··· tft ( •t•l\fnl•• 1~'«"'"1(\n•. 1')111 Cito# l... , M•• ,-1.';1'"'«10 ('ll•d•t. H••l•'" h1tu S Attt•u• '--O'a."'tt•*'f"!''''"'~;;·•;;•."....;.;\~o.;;lo;;;~lg¡.__ _ __
Of VARIA RUlAURAliOHI
ffOiti.t. 1 MtUOttlA DE U IN,liRVI.MC16M IM MOHUMl HlOS lSII'AitOLU
«re:publicunos•, bien visibles en construcciones hispanas a.n tlgua$ de Colomb••· Veneruela. <te. Toda.s esta~ actuacione-S modificaban radicalmente los edificios con una operación completa qu~ produeia una unidad de u-tilo nueva. El caso más signillcolivo de lodos es el de la catedral de ValenCJa para la que su cabildo q1tiere ni comienw del último cuarto del siglo XVII I una reforma lOtal de su interior que transforme sus rormas góticas en academicistas según las novedades e ma nados d e la Academia de San Carlos. Yn con anterioridad. ent-re 1674 y t682.J uan Pér ez Casl iel h abia recubic•·to el presbiterio en estilo b¡u-roco. ob1·ns q ue continuaron en los nños sigui(mtcs. El cab ildo convocó al respec1o un concu•·so de ideas en 1773 al q ue asislicron Vie<nle Gaseó y Anlonio Cilnberl ganando éste. El p •·oyeclo del primero ~e b;u:obn en la utili~ac.:ión del lenguaje chbico en claves se rliano · pal htdiana~ por medio de la reiteración de sus huecos compositivos de arco de 1riunfo y orden corintio en la planta bajo. pilnstras corintias recubriendo los pilares. los lune1os recubienO.!. por ventanas con huecos ternado~ e ¡gual orden de columnas y rt:lieves en l:u enjutas de has pechinas. bóvedas y arco s fajones igualmente ornados. El de Ciloben llevado a la pníc1ica enlrc: 1774 y 1792 era mucho más austero y sobrio; repetía los huecos scrliano- p~•1lndiano5. 1ambién recubria con piln1j;t1'M corintias los pilat"es, remarcal;o scncill:unente las ventanas y Ja bóvtcln y Jos ll i'COS rnjones SC: d ecomban con sencillos nJetCS - nunquc nJ final se dcjnron lns gó• icns-. rodo reali7..údo e n lodl'i11 o. pieclwu¡, jaspes y estuco jtllipcndo. E.I1'Csulwdo fi-nal fue ha.srante inco ne.Jto ni no producirse el revesthnicmo tOinl y ex¡,Jtá n do.se en demasía el co ntraste cnt•·c In$ n ueV".-s formas ncndim icns y In~ visibles e..~t •·uctuJ'aS gór icas 91 • En nuestra opinión. se trató de operar sobre In tntcdrnl vnle nciana en iguale.s circun.stanc.ia,\ como lo habla hecho Borromini en San Juan d~ Letr:in. ('On la intención de renovar estéticamente el edificio por medio de la ror-mula más sencilla y económica. También se: realiuron es·t e tipo de tr•nsformaciones en d imerior de la peninsula. En la ciudad de Valladolid.., produjo en 1766 la conversión de la anúgua iglesia de la cofndia de NucSlra Señora de lo Misericordia adjunla a la iglesia de San Bias en un edificio góúco al adherirse a toda,s sus estructuras y a sus elementos m-quitc:c:tónicos decoración rococó que afeccaron al basam ent u y $OIItdo. :t lns: pi la~t rn1 con nuevas repi.sas de luces y espejos y a. los capilelcs JÓ m r.o!i. n todu ti r ut nblnm cnto que
recon-ería complet.a In nave y la capilh1 mayor. a las vemana.s decorada~ con rocallas igual que los cuadros de los muros. a !odM la.s bóvedas, ~reos fajones y la cúpula muy ornamentadas con yeserfas en relieve, molduras, floroncillos y EvangeliSias en la• pechinas de aquélla. El plano de las lraruformaciones rocooóslo firmó An1olín Rodríguez en la fecha d1ada. La iglesia desapareció posteriormente' ' . Otros ejemplos similares. de lo~t muchos que e.xi"'tieron , serian In conversión de la iglesia de Son Cebrián de Ma<Ole de mozárabe en barroca. In iglesia del monasterio de Sigena en moderna, e(c. , etc. Igual s istema de recubrimiento con e.lernen tO$ ornamentales de acuerdo a los nuevos g ustos estéticos se aplicó e n multitud de palados civiles. nobilinrios. municipales, e1c., que por m ed io de estn simple opernclón redefinían la apariencia de estos ed ifi cios odapldndo los a las m o das de cada momento'r, ·
Inttrwnciontl ditciocht:SCOS arotioos rons,Jtrondo 1l monumtnto porrKJltrWnlt Otro gran número de anuadonesse verificaron en nuestros monumentos durante todo el siglo XVI U de manera que el presupu~to de partida ~ra su moderni7.llción de acuerdo a las nuevas corrienres C:$tt!tieas del Barroco y el Neoclasicismo. Se actuaba en las preexiMench•s completando. renovando o ai\adiendo por medio de la apJicac ión de nuevos eMructuras adheridas a las untibruns y <1ue en es1os casos cornport:1bru'l In pn••cial d estrucción del lugar de encu entro entre la o bra antigua y la nueva. S in embargo. estas operaciones se 1·eulizabnn con una determinada co nside 1·nción. mtis o menos m ani fieata, hac.ia el ed ificio sobre el que se reJ•Iiznhan. Se trataba tanto de operacio n es en los exteriores, co mo de iotervenclones en los interiores. Las primeras se rcali:r..aron funclnmentalmente para procurnr nuevas pen;pectiva!J urbani.stica.s. cíe.rre:s e.scenogr;íricos de las vías y plazas urbanas y con la intención de dlgnificar los espacios desde lo.s nuevos conceptos de la transformación urbana veriflc.ados durante todo el siglo XVJJL Las segundas.., realU.ban para dotar de nue,·•• dependencias a complejos rdigioJOs y civiles. tales como sacristías, capilla.s. claustros. patios. etc.
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DE VA.RIA AE$TAURAnOrtt
TtORiA t HISTORJAOf t..AIN'li!RVlHCIÓH DI MOHUMI!HTO!o G.SPAÑOI.ES
El g rado efe consideración hacia el e ncuenl ro con el edificio preexistente era muy \'J.iriab1e, pues en su concreclón influüm múltiples fe n ómei'IIOS. pe.ro se pueden seña hu- como polos extre mos la ocultación totul d el mismo, aunque procuz·ando el mantenimiento en e.l inter io r de nlgunas d e .sus partes ~u·ropadas y a la vez magnificadas por la nueva construcción, hasta en el l.ad o opuesto el claro intento de Lratar ele m ostrar en la obra nuc.."Va elemen tos de la antigua que de alg unn m anera de nunci<~ra n la coexistencia de am bos lenguaj es y sistemas.
disei\ó el primer tramo imhanclo con una r épHca exacta el gótico del XIV con siguiendo as i un<'l transición no traumálica entre do~ mund os, dos tiempos y dos culturas,
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Ejemplos excepcionale~ d e ambos m éLOdos d e entcndc1· el proyecto podrían ser respecto al primer caso la f"achada d el Ob.-adoiro d e la Catcdm l d e Santiago d e Compostcla•JG• compuest.n po r Casas y Novoa con evident es intenciones d e r·eno\fal" e l es-pacio exte1·ior· crea.ndo una típica escenografin bar1·oca. cle a<;.uer·do al m omento, per·o que ofrece la corlsidet·áción y e.l respelo - r·clativo, por cuanto fue pa1·ciaJ- ele co nse rvar y mngnificar en e) encuentt'O con ll'l estructura vieja d el Pó 1·tico de la Glol'ia del maestro Mateo, e indu.'io. se aprecia bk manent en que el nuevo p1·oyecto protege las antiguas torres COI'nO si de una r'Ccuh1·ició n ;1 la mHnem aJberliana se tratara. Re lativo al segundo c,¡lso se podl'ia cita r el proyecto pa1·a la fachada de la Cated •·a l de Pamplona 97 •·ea li~a da por Ventu ''" Ro dríguez (¡783). d esde una alternativ<~ barroco- clasicista/acad emicista que ponderaba la exaltació n del cemplo hacia e l caserío dotándo lo de una nuc...,. magnifice ncia y rc no vá.ndo lo vlsual y fo1' malmente d e acuerdo a los nut;vo~ 1i cmpos. Requirió Ro dríguez que su ;u·quit cc~o en la ciudad na ..·a rra le levantara col't ¡•bsoluta exactitud la planta y el alzado del edificio gólico pa•·a eStudia•· el ensamblaj e d e su telón de fondo. En los fi hi'OS procurad os en la p ~.·opot·cionnda fachada se conseJ•van y d enuncia ~-t.l cxlerior el in1 erior por m edio de la conservación y exposición nitida d e dos r osetones góticos d e las naves laterales y o u·o má.s d e la cenlrnl. Pe1'o el acu t:l'do enu·e la obra nueva y vieja Uegó m ás lejos. pues el citado Ochcmdátegui. al <:onstrui1· d enlace de la fachadn con el edi ficio del s iglo XIV - ... iguiendo el mandato del maestro-,
96 A. C~t¡Jitel , ¡\frlQift(lifOiiJdtmullum~nrosJ tHJdiJHI,I,tti'SIQUr.xkfn. !l.t11.tlrid. 19 88, pp. 11 1• 130. Nt'l llt
~¡
hihliognafln p •'t'ct'dt:me. \~nlunt R(Jf/rt¡;t.a 1 f4l 416.t11 tlt Nu~órra. ~1;ulrid, 19411¡ F. Chu \:élt Cohía, •VcoHirll RodrfgueJ' y la ell..;;\•eb bnrroea romana• . Arr,uw E•f'aikll M Ant, n\un . l.l:.!. ~hdrhl, 1942. pp.
.J . Yarno~.
185-210,; .) . Coñi Cauatubld r, •La fnt hJu:ln n~od"''D t.l"' f• e111~dN1I cl41. J'¡"nJIIon"'•· /Wnnpr rlr V'Nl.n(l, 1970. nullU. 118-1 19, PI'· 5• 6 .,,¡ R..l111f", lltfr Arr~lltdli!tll1 \}f\tu(Q Rq.¡l~t(.o N\JCVA York, 1976t F. Chu.:c:a Coltill. a t•t . ciuHio l)'ahlir.-(ltt th tH•~'~'tH 1\n JI ·u~1!11Hf,,l) \~"twr11 Rtld"ln''t (J¡r;.. t¡6s). M•cll"td , 1983. llP• " "1h Cllrtl• \l•d•t~• • 1 -••" llu•h•l~~t•l r f'Ht"tt\"11 ., •. IJI)• flHt 6t'{oA U,IJin•ol , • 1 a ft~rh•11illtl,. 1!', ~~t1ttl t .. l ti' t•..., ....,,.. ll•l fM''-••nU•ulu n,na. 11 ,. ,.11
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1• (lbra th• V!*iutur411 Noo•JtíjCUICI• , A,t.ulttf..~ \,
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Un en$ayo en cierta mane1-a p;tr ecido -aunque más n:ccsivo- p recedió a éste d e Pamplona, el p t·oyecto no J'eali~ado del 1nismo arquitecto pant la fachad a del Pe rdó n ele la cated•·al d e Toledo ••. en la que el en cuemro se resolví;• con total prevale ncia de lo contemporáneo . aunque el gran roscló n d e ]a nave central se conservaba y pol'~ia en valor tras el nítido y transparente hirna fro nte. Int eresan te fue la actuación en el sen eido que venimos ad"'Írliendo de diversos arquitectos de la segunda mitad del s ig lo XVII I en hts obras de ampliació n y reforma r e:slizad os e n la catedral d e El Burgo de Os ma (S(u·ia) . Previamente Ventura Rodtigue~ ¡·cAiizó un proyecto de sustitució n del templo q u e fue rechazado . José d e He1·mosil1a prese1''1l'Ó o tt·o aceptado en 1758 y en las obt·as intervinie ro n Juan de vmanueva y Francisco Sabadni , connrvyé ndosc la sacr istía y la capill a Po.h1fox e n nuevos espacios y coor d inados con la fábrica gótica ad mirablem ente y en la q ue la gin>la se con viet•te e n rótula de fusión e111re a m has éli'CJuitccturas. com o hun I'Csaltado diversos estudiosos~9.
Aduanones «mc)t!Pni«S» con despret'io hada el rrwnumcnlo Como ya hemo:o:¡ .scñ(tlndo con antel'ioridad. sO fl ésta.s hu; que menos interesan al objetivo de nuestro lt'<'t bajo po r plantear la inte t'VCJ'I ción s-in más prc · ocupación que la d e adhel'it• a un ctl if ic io antiguo obra nueva, fuera de calidad o no. aspectos tamb ién que p erte necerían a un dis:cu •·so p r eocu pado por las precocidades y aciertos cslCLi cos d e cada etapa. o por el que se funda e n la s ucesió n d e los estilos y sus c.rono logias.
98 1·. RcC',e. nt~mllituturrof\~~tlul'l.l ltoJ"I.'Uf'::.· Nui"Y.a York, 1~)]6¡ F, Ma l'tilll. •:V~tlhU·II Rodrigue., ('n Toledo ( 1772:-1785)•, f.ttuJNu t~n- \~l'lllrfl,l Rr,>~.ltij,!vt{, Madrid. RC".11I Aenclr.min d t" Rc:ll.l& An e"\ d~ San F'unandu, 1986. p p. 61- 95 : C-arda. Mele ro . • ~plrhu.aHdad ... lP, op ril., 1'· 6 11, 99 F". C hueu Goitill, • 1...11 lll't(Uit~c 1u1·a rcbgio~a e n d •i¡lo XVIII y lu obnu e1e El Uurgu ele O$ml&•, Arffl•tt(l Cspollof dt Are.-. Madrid . mil'n. 88. 19 49 , p¡), 2:87-315: F. Chuct-n Coitin, • .J u.an de! VUhmuc,·a ('n la e;~p lllll dd VC"ncrAblt> Pnl11fox y la Sácr~IÍJI ele In Ca1eclrnl dC' El Uurgo de O,.ma-.. A"ftllttet~rm. 1983, PI,· 35 ..37' 1'. M u león C Jivihtncli. lA o"lr1•trrluro tltJu(J" .k Vtllu.n"'".n. Clp~wiltlJW:rfflo. M•dl'ld, 1988, 1' 1' · 3:lfi'"3~? * A. C~ophd . Mrlo!ftMj'ohtJ,mon:um~" lo• y lwritr• 4t '-• ,...,,jJt~rilr••lft, 1!)88 , pp. 13J ¡ ,~4 . e f llmrn.,, y C. MtHUC!.ft, • f-rnn clM:o &illJitinl y 1,-~ nbr"" ,1, l l Jhu·111 •lt O• ma, l.,11 •mpli-t'lóu ti~ 111 (,!¡urd.-.J,I,. 1-'1 1\uriC., ti,. O~m a .... ~~lff ~A!'I"IJttU••u, 1 lnllf•rt'd•d
,¡,.. Va1l1uhoUd, f.'~'
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CM! VAIUA RISTAURAIIOH E
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Lu i ntervencion es de Ventura Rodríguez. en la iglesia del m ona.s teriu de Santo Domingo de Silos. co m o .sus propue-Stas rechazadas para unn nueVIl iglesia de la c•1edr~l de El Uurgo de Osma. se en marcan en aetuo cion es que de~predan completa ment e el ed;ficio an tiguo y presupon<'n .ó n ••• . su d e.upar1ca La catedral de Burgos presenta de estos momentos otra actuadón que conllevó en su• portadas de la fachada occidental la desaparición de su• relieve¡ gótico~. &iendo Justituidos por tres puerlas clasicistas mezquina\ que levant aron las protestas huta de los seguidorcs de esta e.s.télic:a como Pon1 y Bosarte. Se atribuyen a Juan de Sagarvinaga aunque sospcchamo• sean de ConWiez de Lnra que por entonces intentó ac:tuar radicalmente cm tOda la fachada. lo que no pudo hacer porque se lo impidió la propia J\ ca demin de San Fernando. Ignacio H aon y su puena Uana de la catedral dr Toledo ofrece o tra .-.;:alización similar como lo es la readaptación del re•ablo de Riofrío pnra trascoro de la ca1edral de Scgovia, la nueva sacristía de l• ti• Astorgn y tnntns otra!' obr-as re:ali:zada.s 102 por toda la geograña nacional.
faducb del Obl'íKIOitO. c~.w~· dC' S:uii~O d(' ComflO"'ld;t (;~u. y
tlORIA. C HISfOMIA Ot LAI,.U.WINC.16N lN MONUMENTO$ fSPAÑOLES
NOYO.llf"'••M
en rJ \iglo XVIII la b<'h.'ldJ rom;\nOC'J tn t...n«n ~lv:mdo y PfOitglotndo
el Pórii(O de 1.;~ Gk>u;;~. (fOtO liUIUf, 2000)
La oclopc1ón d•l ~ ..tilo pn1111l01!0»: pmturm prrrromónl~ras
. N um éri.c nmertee sel'iun los ope•·"cio nes mas p•·acticadns y la ~egunda muncl del saglo XV III e~c(t llcnn de ella~. Se p 1·odujeron •~•-nto en los imerio · res como en los cxrt•r·iorcs de los edlfidos y se cnracte•·iznn por· ser comple IMnente uul6 nornas et• el conjunto de los mísmos. Co n motivo del ru·r·l.d n¡,miento de Jn fnchad;r pri ncipal d e la catedrol de Lugo'qujulirin Srincltez.Uort•·eolizó un JHoyecto ban-oco - clasicista en 1769 que supuso In dcsrn acción de In nncigua: la co nsu·ucción llevada n cabo por Ot i'OS m aesi ros depur·ó lt: proyecto de nc¡ué1. pero en ambos casos se rompía radiealm cmt con cl1 ernplo medieval. 13mbién .lie rcaJiz.aron algun as obn1s en su ín1erior y en la segund::a mitad del siglo en conc.r'eLO en e.l presbiterio y en la copilla de San Froilán, aquélla modernizada con un retablo neoclásico y ésla construida •ex novo» en 1780. tambitn dentro de la esaécica de cs1e es1ilo. como algunos rc:t~blos neod:isicos por el templo que provocaron fricciones con la Aeadem_ia de San Fernando. al no ~querir los luoerues previamente la aprobación de: IM truA&.
En otro g•·nn grupo de co nsu·uccioncs de l;a époct& y e nla7..o:Lndo c01\ c:u.n ntu hnbinmos visto en el p:•sudo se ¡>1-oduccn actuaciones preocupc1das po t· rt•oli Ull" lns re formnRy lo~ completnmicntos siguiendo el estilo p•·irnit.ivo y dom1 nnntc: e n e l ed ificio con J:, m anifiesta intención de:. consegu ir la <.:un idud formal de e."nilos » , nct itud que muchos de los c;dtic:os e.spanoles ele Hh torh' del A 1·te suelen co nsidcnu· en la totalidad de los casos como posturn11 " ¡nmovilisms» . «orcoieul't»'. « emdic:ionulistas» y «c.onservadoras». e:r1 ml't"' Aelln oposición con h1 idea de p&·ogreso de las i'Jrtes. i nfluidos según nut•,.ut entender por presu puesto~ sociológicos. dado que en no pocos at'iON ttfilii Í pos1una~ teninn m;b que ve1' cor'l los debMC$ esLablecidos sobre la sublimltlud de In obra a completnr que sobre lus d iferencias filológicas de los ~stol\>o, <1¡ mnner3 que cunndo adoplahon ~;., continuidad en etapas daramentt dr,.w tadas hacia t.stilo~ modernit.adorc:s se tenia ¡)lena conc.ienc:.ia de que hu~;ab.u~ 1n •perf«:ción• y en no pocos casos la conseguían. Más ar·r iba no5 hemos extendido M>hre las posiciones que Bosn.nc: 1•dupU ""el cambio de: biglo y cómo en un momento dado se preguot~ por la ¡JO'-•
"•u• .,...,.,_._¡, .
100 L Va•q~t Sa((), l•~*l•. S.nt'-"' lf) .-~ ft ~·, f ' ~th-ou. ~-~· \f.dn.l, a(}31. I'P 17·1 J C~•rrt.aAit.tfht'tu•tt- • ,.,_Gel-.• '""\\111,.\1\', ).ladtul tql(. 1 11 . 1' -¡t~1 M U \ 11.. J•lt• • N ·••• ..- 1 ;. l• •n•Uun-•1\u (1 .. 1,. f~h..d_. ,rln 1 t"tf)IJ df' l• t'IIU'Iir.t dr lUI'I• Mr.. 1 ............... ,,..,. J. "'w t ~ ot. \_.;1'11\fokl..,f d,. '•U•·I~th•l •••"• 1'1' 1 11 tt• 1 ( ,.,, •• M• r Mxhtlft IIA t • •., . " p J 111
101 1 lit~~~r fl.r ..,..Mtm.•lf..¡\t"'-"'- 1~ Nwu• \.,,, •••1•• IO'.t \ ~"•wr 111t r~•jH"du lnt •nlcu1o-' . ,..rl·M ,¡,C... t. M• t.••• ••••• ••CIII(f'n rnthtla t 7 ••uh1•1~ •IC'' 1\ut
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DE VARI.A RUTAUftATIO+Il
OttaUt tkl Pfoyt'('IO d(' V. Rodrtg~.~ pal'i1 la torrl' dr la r.al('dr.tl ck' valbdoiKL. 176l.
ll arqu•trcto clffM'ndt b ronstrvación dt b ton t" d.\11~ tft ~ l("f'l t'MOlO dt ~ ( 11~ y b (UMOIIcb por mtdio dt ~ t«n01o9'a; at JUnthar «W'' caeknas de' hfmo
roblonadas sus """~
bilid(td de conlinuar el edificio e:n el esailo primilivo. •·es¡>ondiendo que c1-a p lc:nn mcn tc justificDdo . aunque lo rec_har.tlbn desde In posición de que e1 Clns icismo <ie mpa·e era superio r a cu~•lqul c•· ot t·o estilo. Pero tambi Cn vimott como e n 180t(. llegabn a entender que era yo totalme nte necesa•·in Ja ccHllin uidad estilística pnra cOnseguir la unidnd . m icn lr:ls que e l clasi cismo. nho1·n. y pesen continuat• siendo supe d o •· f)" t·u él. ~61o debí<~ usa rse cuonclo se proycctuntn piezas autónomas que no interfil'iet·nn en e1 conjunto de l ed ificio nntig-uo. Se u·ataba de una actitud J>le mam ente preronu:m ticista que poco tiempo después se•·:i n.sum idn formalmente por la mayorm. En In segunda mi1ad del siglo XVIII no cabe duda de que exisoió es1e debate en profundidad, como e~istió con los primeros durante todo el Renacimiento y el Barroco. Ahora verc:rnos <JUC la defensa de la con ).tcuc:ión de la + unid~d de estilo» tomó relieve e5"pecial en algunos lugares. Señala remo~ sólo alguno de los mud1os ejemplo¡ existt'ntes. En In ci udad de Salamanca. durant e m:b dt do~drutoJI ni\os existió un dc:ba1c pea·nume nu: sobre cómo cont l ñuru· J¡, C:nc('CitJtl Nut'vu n alguno de cuyos mc:tn l(.•rHos no" hem os rc.!feridt; Cll n ''"'"' le.• hhHI. Nr,s ín1.eres:~ nh o t·n cltHIIIC!iU' ~6 1 o cómo rn eslf1 t'IIUJH' ~·· t a.ut~lruy•\ lü tJH t1i"l '¡• de dic h o !'tltfh 1•• ~ n ,.) ('•tilll J(Úflco un~innl + • un •lpnut cl•lall••ltaii'UC'08t pr••o
TIORI.Io E HISTORIA Oi !,.A IHifltVfMCic)J+I t M MOMUM(HIOS lS..AÑOLU
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buscnndo la •coherencia :o> con las formas adop1odas en la generalidad de la f:!bnca. ~consiguió así una un;formidad que 1odavia hoy sorprende. En la c:a1edral de Toledo se pn:1endió modemi1ar la fachada principaL fochada que ya había recibido alguna ahcnción o comien~os del siglo XVII. sobn: 1odo en su 1>ane aha. Ahora. en 1773 el Cardenal Lore.112ana y Venlura Rodrigue• proponían la fachada que ya hemos cilado. pero el cabildo cated ralicio e n reñida votación de doce co nl ra ocho t·echaza t·o n la pr o puesta porque« ... desea1·ian se conser'Vose e n la fnc hnda el gusto gótico». Mud as hn int erpretado esta oposición en el &e n licio de que los canónigos toledn n os lo que c¡uerfan c •·a que no se h icic rn nndn m ás pot· « u·adicionalism o mós sentimental que estr·lcwmcn lc h ísto t·ic isto» 10 •1y. aunque ;:algo hubicr·a de ello, es dificil entender· •u c01pncidad paro r·ed137.ar los deseos del C:•rden al si no eJtistier·o n Ott·o~ argunu:ruo:s. suficien tes e historicistas. pueMO que n o eran precisamente los econónucos ya que la realización eSiaba asegurada por la munificencia de lo ca1cdral Primada y su prelado. Hoy contamos afortunadamente con la fachada co1cdana y con d proyeclo sol'lado por Venlura Rodríguez.
Rodrigtt<g lml>n!J«lcn dt mlouro<rón hrston<rslas, ortuadón mtm·may uso dt les ftmologfas. ronttnuidad Jt f>slllo. \~niuro
rtstaurori6n hidtinm .. arqut>ológtco. En c fcc·to. Vcn 1u1·a Roddguez. p erso nnje e ll pc t·m ~mcntc debate consigo mis mo y fre nte a lm; modifia•cíoncs d e ~u tie m po, renlizó o u·os Lres pJ·oyec tos verd:,derameme mocléHcos e11 el C.mbito d e In cons idemdón del monu m etuo nntigl-10· La conser.•ación de lu tOn'<! de l11 catedrol d e Valladolid p o r m ed io del uso de las 1ecno logi•• m :i~ modernos de In época dasificable como actundón mínima o. incluso. como no intervención y sólo consolidación. Su proyecto para concluir l:a catedrt'l.l vallisoletaJ\a. para e:l que defendió como homenaje: a Herrc:ra .seguir .sus propios proyectos e.senc:ialit.ados. Y d lercer proyec1o rela1h·o al Palacio de San1a Cruz, lambien de la dudad casu~Uana , en cuya memorii'l y planos utilita d vocablo -«-restaurar• con los mismos contenidos que eie:ne en la actualidad, proyecto en el que se plrmteó ln rec.uperació n de elementos gótico; arruinados y la i-n clusión de In m o d tornid nd por medio de la n ecesaria nll t ració n de los huecos, apli C{ltl d 0
C 1 1'\U(•YO
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1', ~IJtr ''" . v~II4\U (1 f.tt'lod ,-lfC:Ur-1. ()11 ' f() l (!ílo ~ ( 117!l 11ft") • 1 r ~~oJtolf ti1lw .'fltfiltv ko.f1(\lf( (1717 11/l'i). Nni A. ¡+ulrtttll\ ''" u,.u.~ 1\rlrt ,,,. ..... )o 14. l!arulu M•·lt l•t. I' J"rl ,. l •t) IOt ~ ,¡ ,, .,. l;••l•••tn•.,....I•M 'f'Uf' ( ! . !i.mlo1lllto •\ru!tu•ll••iltt.,.,., "" \•ll•duflil t t lu(,,,uu•
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U:O III.to E HISTORtll. DE l.A tNTU\'lltt.ON (N NONVN.UI10'S DPA;;tOI.tS
R~spec:to al prim~r proyec.to. la reparac:ión de la corre catedralicia. que e)taba en c:ondíciones de ruin;~. recordemos que con anterioridad a Rodrigu<-1 )"' Fray Pedro Martinez y Matia.• Machuca habían intentado atajar sus males operando en la media naranja que la remataba. Eata intctvención no &irvió ab.soluramente para nada y en 1755 la con.stru cción sufrió Jos temblores del fumo~o terremoto de Lisboa. de manera que en 1¡6r estaban tan extendidos que alarmantes hendiduras aparecínn por toda la torre :amena7.nndo con un inm itaente desplome de los tres \i lt imos cuerpos. Tal e,-a la grnvednd C(UC el cabi1do. temeroso de lo que pudiero ocurrir, se vio obligndo n t•ecnbnr In o p ini ó n de dos ga·a nd<:s expet·tos en el tema: Uamó al Pnd•·e Antonio de San José Pontones y a uno ele los mAs pr·e.stigiosos ;u·quitectos de In co1·te. a Ventu.rn Rodríguc1., que por entonces .se ocupaba en su destierro vallisoJeuno de reaHur obra~ para los Padres FUi pinos. pa.r a el Palacio Real de Valladolid y paro el Colegio Mayor de Santa Cruz. esta última auténticamente modélica de$de el punto de vista de: la •~staurnc.ión histórico- arqueológica>!>. segUn los conceptos que sobre c~ta diseiplina se dei:lrtotlaron en Europa cien años más1arde, por lo que es un precursor muo en est~ materias que a.si debe ser reconocido. Los do,s, maestros emjtieron sus informes y el cabildo eligió la solución propuesu- por Ventura Rodrigue%. Éste habin e~tudindo co n deteni_m jento lo~ m ale~ de ha toa·re suroeste y consideró (1ue nt·qu eológicn m entc só lo se podin.n dcte nc1· cn7.\.tnchan<lo la ton·e co n cunu·o g•·ucs:u~ cadenas q ue sednn e lcvuda.s poi' med io de dos ingen iosos andnmios con 101· n o sobre plno,fo rmns t1ue se coloca da n ~ n el ten·,ero y en el cunz·to cuc•·pos. Dibu:.ió un primoroso aiMtlo de 10da la IOJTe en el que con fecha de 12 de abr il del ni\o citndo explicaba la « Disposidon y modo qut St': debe p1·:1c1icar en la colocadon delns Cadenas de hierro que han de •~•gura•· la Torre de la Sto. Yglesia Cathedral de la Ciudad de Valladolid. y forma de los Andamios que a este finan de servi r lll' . U primera y la segund:t cadenas abrazarian el pedestal y el astrágalo de los capiteles. re>pe<tivamente. del segundo dt' l• C'.. lrdhll 7 &. tnru.fonruK:IÓn ncLul ck jU ~n~m • ~nto lmton<tlU•. pp. 17 ... ~h C . R(II.L..n, • la l(lr n el(' la S. l. ~'«<ral ck \'¡¡Jladolld u tnJI'~ M'!Ón dt"l•«tu•ICC:IU o. Vc:,nturt. Kodrifuu•. pp. 23 35. O. Villalobo$ Aton'fO. • F.l proycrto •1~: Vt'nl un Kuclriguel. fl"l-"' la ~rol'm• cid Colqtló M.,.or de S;~nU Cru. e-n v.u... tulídt ~· ÍIUC¡:O dt: un d('bAt~·. PP· 37-45 y 1. Ri\'(MI, •A1.{1lOI» c:unct:JlltH M:tbn- rataunctó n e tntcrv.:nc•(ln tn IIU.u •umcni.:.J a¡llic~LO$. ~~~ Ca..tllln y león (,igloe XVt-.XIX)•. pp. .J7•55· TOflm lo) ar!lculo• tn l n(ol'rn~ que hUu el An¡ulte.:•o tlt S.M. O. V~ntul'l'l Rodl'f&'J ~1., en ..-1 Al\o tltt 17(,8, d.-1• S..ntll IMI'I'\i• d,. Valladolid, Cnl. il \" • • ,.t'.ltllldi~t•\ co\~t cl l.a no-~n~ell· , Cnlcglo ()fl¡ 1111tlr ArttU III"rll }~ '~'" Valbtdolid, ' · 11 ' V11111uJoHd, 1987. S(lbf't' IQ• llf'O)'~tto~ nl~dn~lirtO\, ...~.,,. 1 Ulttt 4 • 1 •• tt 11 1 111•• UOIU'' ''"' l1 C ~tlltdtlll dt"
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v.tt~th•lld•. RfiltJIIt•"'"'"'""'l"''"'(i.!Jt~IA.
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cuerpo. La tercera •uncharia el astrdgalo de los del tercero y la cuarta los del piso siguiente y ulLimo. Todo con ingenio tecnológico asombroso para la Cpoca. del que no conocemos precedente y si el consecuente de la torre de la catedral de Salamanca. El cntunchado fue llevado a cabo por Manuel Godoy. a,rquitecto colaborlldor de Rodl"iguez en los obras de Valladolid. y los trabajos duraron desde abril de 1761 hasta octubre de 1764: su costo se elevó a la cantidad de 4.852.26 1 maravedíes. A pesnr de Ja espectaculAridad de este encoc.lcnu mlen to , la solució n fue poslt lva sólo temporalmente pnn• cont rorr·e~uu· In debilidad de los cimien tos y las radia mes de las eRI'!,'liS. pues el 11 de mat..,.o de 1788 se desprend ieron de la cornisa sobre la q ue dcscunsab• el •·cloj dos piedras que rompie ron parle de la cornisa siguient~ y la torre volvió o ser visltada por expenos arquitectos que la reconocieron , tales como el maestro de obras Francisco Javier de la Rodera. cl arquitecto y ac:nd<mico Froncisco Álvarcz Benavides y el profesor de Arquitecturojua.n de Urrechaga. quienes llegaron a la conclusión de que los desLr<».os se habían debido a causas naturales y asegura ban que no advertian problemas e.s truclurales. por lo que no había pe.ligro de hundimjeoto al encontrarse en buen estndo lo-!1 enzunchados. El cabildo asilo entendió. pe•·o más tarde volvió a alarmarse y en 1806 ruegn al Prior del Mo nasterio del E..codal que le• envíe al jet•ótllmo y arqu itecto dd •·ey Fra)' Cristóbal Tejed¡¡ « pn1·n que a·econozcca y rcpal'C la torre, yn q ue uno de sus CO$t.:ldo.s está e n mal esu.do y nmenn1..a có\erse». Veri ficada In visita a 1:, to r re. realizada en compuñín del na·clu ÍICCio Ve ntura Conz.ñle~ Sttn~. a m bos ta m poco encontr~u·on m otivos de preocupació n , aunq ue si advercfntl algün de.'iniveJ en chapas exteriores. No obst:tnte. y aunque e n 1812 las vigas del pi~o superior de la torre se hnbían partido, tampoco surgieron dcavelos y la solue:ión pareda encontrarse en un:. simple bo\'edilla construida por debajo de las roturas. en lo que insiste también en 1820 Pedro Carcia Conuil~z. arquitecto académico d~ mérito de las Reales Academias de San Fernando y de la Purisima Concepción de Valladolid. Tal como venía anunciando desde hacia ai\os. el31 de mayo de 1841, despu~s de una violenta tormenta, a lns cinco de la tarde, 13 torre que tenia 270 pita de alt ura se desplomó originando unn detonación que se escuchó en toda In ciudad. El estado en que q uedó puede ndvertirse en un gra bado )JIIhlieado en el Stmanurio Pinto,.sco Espa~a/ '01 , y com prenderse que la demolit'ión de lo• t'CII<lS" lo que obligó u•·gente mente el Ayun t:un icn to, por su
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v.-n1t.u;a Rodrigl.t(7 ~eo pa~ d Cok-giO M~ya~ de' Sant-a Cru1 tk- VaUMSoltd. 11G1. Modt'rnir~ lill) osc1.m~ vtnl::tn;¡} por
r:.1onn- de higirnr y
l'll.'lndcl •C'OJII3t•
~·n rll"\tllu original In~ l)iC"tll\ drt~rlorndw. dr 1:1 rnm~1 y dr Olr:t\ 1)3ft<'S lid t.•tUnclo. 1):11'3 marutntr su ( 3táth:l uugin31. ftur primctll vez rn un proyrrto "t.,,,,nl y t UtOp(O St' ullfi1a 1~ aC'fpdón •rtst.IUrilf• en el ~gnifGdo qut tcndr.\ durantt le» ~gltk\ $1gu1t ntn ha,ta hoy.
peligrosidad, corrió por pane d~ un ' 'oluntario prt~ que con.siguió n cambio el ind ulo o. Los coMos tOiiales de Ira dcmollclon ..eondiornn ro 65.830 reales de vellón. de lo< qu• el cnbilrlo '1""1lt'> "" 1'~'''"'" '" '111 '170. 1~1 ruho se r.nbnó en In C..tt•dr•l en enero rl• tlllll
Independientemente del a·esuhndo clclcn•unchndo que real izó Venlur'fi Rodriguez. como de la valoración técnica que mere:t.c;• au solución. nos parece de es:pedal relevancia resahar el concepto con el que este ma~tro M:.. aproximó a unn aut~ntica operación para eonsolidar );, torre, pues define según conceptos co ntemp01·:ineos unn vel'dodcra accuuci ó n r·cstnuradOn) consistente en protegeJ· el volo•· de una obra de arquitectura sin aher;1r su condición existencial e histórica. sin aportar intervenC-iones que transformaran su ~ncia. simplemence con la ayuda de la tc:c.nologfn avanuda de ~ u época. que cuando menos salvó el monumento po•· un pc •·iodo de c:utl un. .siglo. Habría <1uc Jll'eguntarse si en ese siglo que transcurdó desde emonces la ciencia no nv:mz.ó lo suficiente como parn rt:cupe.rar por medios tt'!cnícos la torre. de manera que la operación de las a.dcmas. que era plenamente ~-er sible. pudiera ~e•· sust ituida po r otros medios sin necesidad de tener que recun·í •· a demolcrln. solució11 que evitó Rodr·iguez. con su ingenio. Por Olrn p1wcc. la postura de •·espeto total n lo con.struh.lo históricament e por el arquitecto c:ortt!Sano revda una conciencia de la his:to ria v~rdadern mente revolucionaria en Esp:u'a y paralela a la~ 1cndencias más avan7..._'ldas de In Ilustración y de la Aco-.demin en Europo. hiel'• dissintn de la manu~n idn po•· el mismo m·<tuilccto pocos nños antes. cunndo con f'I'Ílerios bar·a·oc:tui tantes a.spi•·nhn únicamenu: o de,u·uir paa--;_• levnr\&;lr de nueva plantn. como aprc.só respecto de Santo Do mingo de Silo< o de la Catedral de El Burgo de O sma. en casos que ya hcmo~ referido. Otro documcn1o de gran import~111ci:• en este p1·occso es el « Info r me que á inslun cia del Cabi ldo de esta San111 Iglesia de Vnlladolid hito el famoso Arquitecto de S.M. Do n Venturn Rodríguez. en tlni\o de 1768. en que reconoció el e5tado e11 que se hallaba la fabrica d e este Templo• . Se generó a •o licitud del cabi ldo. con el fin de poder evaluar los gastos ' l"• supondl'ia concluir la Calc·(h·n·l, ~'sl co mo pnrn saber d e su opinión sobt·c con que criterios proceder a In terminación. Aparte dt la estima en dos millones de ducados de tal empresa. cnntid•cl que derrumbó las espera miL< de los canónigos drcidiendo n o concJujrlaj3más. intel'63 estudiar los Lé•·minos en los qu~ el arquitcélO rnadrilc ilo rcdacló su 1nfo1·me. Rodríguez , inserto en un p•·o fundo clnsicismo , en pl'irner lugar eornl»rn In Catedrol de Valladolid con ' "" gr:md•• templo> antiguos que levan lnron los p.a.g;mos 3 SUS dios~,.. n0rmandQ qur t"O 1al )Cntido se erigió ~a nut$1 ro Dio• unn ca1-a dd n11h hrr1110"'U alit,O, c;lut- Jlrvie~e de modelo al l'f)bwlit O I)C"rh n del GntóHco..,., '"'"tlh.! ••dll qut> h4~ 1lt~J+oN' no J+oolo clnrlmi .. t ildo t' l ll t' C" 11,, '""l,.••uo!l:u.-: , <1ur vrn"'''''"'~• ~u ~•tuu\tta .~~lru• (lUC Ir ha el~ c-rlr1u "' JHtl ••n1ular col 4,,J,r • A n••u• nuerlon prt»ltnnr •1ur ha oht • •r ,1\
10f ~ominüe
tal como la proy«tó el «celebrado• Juan de Herrera. por lo que los planos originales se o~upa de señalar en la ~opia en negro lo hecho y ••mentado y en rojo lo que falta por hacer. pues el todo es una •hermosa idta. ó máquina deseada». Defiende que Herrera. con esta obra. destei"I'Ó la barbarie de los edifi· cios gótico~. y que si se acabara. sólo la superaría San Pedro de Roma, aleg¡•ndo que tal calidad lo prueban « dos partes ya concluMs de este Edifido. Es lo una ln fachada principal. que se ha ele admirar e n este C uerpo . ele tnntn elevación y grandet.a>> . de manern que la considera más perfecta que In fudwda de los Reyes de El Escorial. para ensnlwr el orde n dórico y des· crihit·la con minucio.sidfid destacando que el nrco u·i u n fa1 de acceso excede n todos los «ct·igidos por la vanidad de los Romanos Empc •·adores». Al ocuparse del scogundo cuerpo. el realitado scogün proyecto de Albe110 C hun-i· gucrn. él que u~nia ddante las tra.z.as herrtril\nas escribe : «siguiendo la misma contextura del orden Dórico. se diferencia del primero. con muy cuidadoso estilo. guardando los macizos. y observando los perfiles y di,rninucione3. <JUt'. en conformidad del arte bwc:a la planta con dis1ribui · das pilMtrru. y retropilastrns de grande revelación lO. parn seguir deseribiendolo en sentido sim ilar señalando las estatua! de los Doctores (no habla de lo.1 Evange1istn.s). d e los que dice que «p<lrn su construcción fueron necesarius muchas pic:drns ele á c;i rro p•u•• supHr con lu gt"lmdc.ta lo q ue podia disminuit·ln vista», deta.1Je, junto con o tros, que prucbn que v:tlo r·nba positiWl • mente In inte•·p•·ewtió n thurriguercsc.;- del proyecto he •·•·e•·iano . l~t·s.nhn de nuevo el 4"eminente frontispicio ». 11 1 t¡uc uc.::omptnlan las dos t Ol'I'CS CJUC don nwjestad a toda la fachndn, señnlando <¡ue unn «está pe•·fectnmc:ntc concluida, y la otra levanta hasta e1 primer Cuerpo». para la que ruebl1• se ••cabe pero. curiosamente (porque supone uno defen3-a definida de las apon11ciones histódca.s al proyecto). con- «igualutlorno». pues al deta· llar la hecha entiende que está perfectamente distribuida y decorada. aunque fuera obra barroca. No cita en ningún caso JUS males ni los enzunchados de cadenas. Comenta con detalle la planta de Hcrrern de.stacando que su.' dimensiones son superiores a las de las catedrales de Toledo. Sevilla y Córdoba. señalando que conduida se cubriría con cuarentn y cinco bóvcda.s. de: la~ que están construidas vcíntiuna. Tras citar o trO$ nsprcto.! y detalles. indica que el claustro en In traw he.rreriana se ubicarin ~ll(lbl•(< la C~!.''Utbn» y que lns rachudns del cn1cc•·o •son unirormes y e n t(u:lu -"•• m'\Jin••t~ r1In pa·tncipnl ». R t'SJWCtú 41rl r iRustro •·~fiel'<" tpu• r n ~l~~rot\h• Jllf'll~~~() llc a•••ern u•r.¡ Jliezn.s .,.Arur"<u•tl•tl•. S.rrlatla y Sala Clt)lllulot •, pur lo qur rlmrihf' Y""I'Vnr l¡u• ~oleando
debajo y encima de 0.-tas estartan «la Ubrerla. y otras oficinas muy propiU al decoro y gravedad de la fabrica». Esta tnterpretación úpológica re;ol•rrla 1.. dudas que varios historiadores han manirestodo respecto de la esca><t <l• depcndcndas auxiliares en d proyecto de Herrera y. por otra part~. AJ'I') • rfa nuestra <<si• de la capaddad escenogrnfica y poteneial de todo este .ectm. con la rachada este hacia el caserio medieval originario de In ciudad. Más adel;mte insiSL~ en hts '«proporctonndns líneas. (que) compone rl todo de esta idea 'ti-, r ecogiendo el principio dá.sico d e 1~! «co rresponden cla» entre el todo y las pat·tcs y de éStns Cnl resí. mosu·ándose un profundo vha·uvi;mo y s•lbcrtiano. Lo que le Uamn lo n1ención e.s el gran groso•· d t In~ pnr·edes peJ·imetrales «dest inada$. y erigid ns. co mo p~u·a sufrir el comi nuado peso de los siglos». Exalta el celo del cabildo por llcvat·lo n cabo diciendo que desde r¡og hasta en to nces había gas-tado 70.000 ducados para «<levantar las quau·o Capillas de la mano derecha (34). proseguir. y finalizar la ra~hada princi · pa.l. y la una de las Torres. continuar la otra. con varios c;.:rc:cidos gastos•. en retablos y otros ornamentos para el culto y amutblam_iento. Concluye valorando lo que raha por hacer de •~"~ todo sin igual», sin · tiéndase desanimado y desfallecido por Jo mucho que es. ya que «reduciendo con la mayo r puntualidad los cuerpos cubico.s a sus respectivas dimensiones. apura ndo quanto parn este fin puede conduc ia· la aritmethicn '$.>, como s i de una ann login formn l reduccionista hablara. encuenLra que fnltnn 4· 729. 090 pies cúbicos. lo que supond.-ía un costo de ~-000.000 de ducados. pero a pesa.- de e lle> y de que. co mo dice. h nynn p11$ado desde s u comienzo 238 años. f'inol i-.n «esperando al dichoso tiempo en que logre perfecta y consumndn a hura. pnra que en eUa se cifre y quede eternamente vinculado un claro ICKti monio de la devoción, plau,slble exemplo á la posteridad, y un merito acreedo•· del $uprcmo laurel :V. Esta apelación del gran arquitecto español a la ayuda de los generosos para concluir el «todo del prometido. ó dibUXlldO (por llerrera) Cuerpo». debió inflamar de sentiment.ilismo al cabildo. que dispuso que todo el informe se imprimiera. seguramente con d fin de haeer Uegar.,) texto a posibl~ donan· tes. autoridades y responsables de diversos sectores sociales. Con igual ioten· ción copiaron buena pane de él Uaguno y Ceán. Nolicias'... aunque añadiendo que a causa de tal cantidad «no es de esperar la conclusión de este edifido m icnta·as.$iga eJ reino en el estndo t'n que se h nJ ia» . De nuevo en
107
106 18,~2. el SnnaMrio PrntomcoEs¡wñol"" copió a su va el informe de Uaguno Cán con el fin de resaltar su memo na y los objetivos por él perscguidos'...
HACIA Lo\ RESTAU RACIÓN EN ESPAÑA EN ELSICI.O XIX
LA
lA St¡,'Vndo mitad Jd ~·XVIII, fronttra t ntrt los roncirncios S<cforialrr dt lo historio y tllustoricismo romcintiro Desputs de desarroUar los precedentes capítulos. r esu1 \.·a nicn mcnle señalar cómo durante la segunda muad del siglo XVIII también en In nrqunectura española. al igual que en In europea. se fueron formulnndo posturas prerro mánticas que conducirían ¡nevitabltmente a los historidsmos del siglo XIX. Ln defensa primero de las et:.pas elasic.istas anteriores. del gótico después y poco a poco. y la concienciación lenHt pero inexorable de co nsen.·a r los monumenws en ~u eswclo pri mitivo . como de cont inunrlos y concluirlos rcspctun do de d ctenllint•dM nHin e nts has foib ricus o •·iginnlcs. y e l fina l del pcl'iodo yr• de fo nnn ccó1'ica po r Bostu-te ea'\ el estilo p•·fmi tivo s ientan las bases de la c1ue se constitui•·á con Viollet- le - Duc com o tcoeín del « 1-estauro estilí.stico» . Se con.!nata 3$i que muduu de las postut"a.i historicistM que! M: sucedieron
en E.paña durante los siglos XVII y XVIII. pas.,ndo por Caramuel. Ventura Rodríguez hasta llegar a Bosarte. no se plameabnn desde el tradicionalismo ~entimemalista como en nlgunos casos se ha defendido, sino que aspiraban a un11 « nueva modernidad • desde una m:is proful'ldra conciencia d e la 1-lisIOI' in <l'·' e sus coetáneos, co nciencia d e In histori~1 que ltiun f':trñ d efinitiva• me m e en In segunda mitnd dcl'siglo XIX y <¡uc po ndrá muchos ele los pila I'<:.S d esde los cuales se sus1entn e n nuesu·os dias. Po1· ú ltimo. a todas aquellas figuras que desde e~itn sens¡bilid .. d actua ron en tiempos difidle:S por cuanto en su entorno pocos adivinaban el futuro que les esperaba. resta hoy consid~rarlas en su justa medida -cuando m~nos- para reconoc~r en t-11as a los precursores ~~pañolts ele la «conservación y res1au ración de monumentos». que seriin mucho m~jor com prendidos cuando se multipliquen las invesligaciont.S sobre estos a.speccos e n nuestro pais que, a buen 'egu i'O. descubrir<in o tras muthns <\Ctuaciones similares reali:r.adas p o •· o u ·os ca ntos arqu.ltectos y ampo1·ndas ideológlc;¡, .. mente desde postuhsdO$ teó ricos que obligaran a recupeJ•n•· n personas hoy injusrumente o lvidadas por la Historia.
107 M.drid. r&.t'l. num. l . PP· .. 5· 108 Como hom...,.Jt:••oclo.aoqu.rllot.~~"..-.h:~• .~~ ..., ... ,... '"'•••••t.tt .......... 1\.t•t"lolllf"l"'ot eh- V..JI.wlol.d ,~.u •<'..ok<...tJn ~ 1.-..... 11.... e ......'-""' 11 ,. ......
t.....-.• ._
a..emst..AcróN r sPAÑOI .A SOl'Ril coNSilllVACJÓ1'1 1 Y LOS f'IUMtkOS II.RSTAU RA0 0 1U' 5 1)1;)
n~
wONlJMl!KTOS
Desde finales del siglo XV II I In mayoría de los pnists eu ropeos habían alean· <tado una conciencia c:lnrn y definida sobre la defenM. de ~u patrlmon io monumental y la necesidad de emprender medidas j urídicas y acciones e.narale:s para su snlv3guardia. En Francia la Revolución Francesa habria pro••ocado la destrucción de edificios símbolos del Antiguo Régimen. pero la Convendón Nadonal Republicana había detenido d «va ndalismo• • tiempo nacionaUzando muchos monument os. Tnmhién d esde el siglo ci t.fldo en Espa ila se hnbía indagado en esta p1-oblem:hica . en especia] a t n•· vés de la Real Academia de Bellas Artes de San f e mundo y de las Acade mias provinciales. co mo IM d e San Luis d e Zarngoza. Son Ca1'los de Valenci~' o la Purísima de Valladolid . que po r meclio de sus Comis iones d e Arquitectura intentaban controlar la ac1ividad ediBcia y restaurodora y se encargnban de difundir por todo el territorio lo.s textos y tratado.s europeos m ás avantados del momento. Durante la segundo mitad dtl siglo XVIII y comitmo,os del siglo XIX se producen numerosas rc.n~uracioncs e n Jt.alia d e acuct·do a los nuevos con ceptos racio m•listas y neoclásicos, bien d esde davts de recuperadón del clasicismo tal'do a·cnnce ntista. caso d e C. Q u;u-cnghi con su revcstimieniO d e Santa Escolústic:o en S ubineo (1769), o de Ph·an esl co n la 1ransformación de Santa Mad:o del Prior:~to de la O t·den de Malta ( 1765). o bien en claves de correcta anastilosís. segUn un discurso proyectua l que i ncluia estudiar arqueológieamtntt ti edificio para deducir sus formas primigenias. dibujar· las idealmente. y de.spues de la acauac.ión gráfica proceder a su reconstrucción e n la r ealidad matC!rial de sus dementos desaparecidos o arruinados. como por ejemplo en lo• Foros. en el Colisto y en los Arcos de Tito y Con• tantino en Roma (con el co ncurso de Valadier. Stern . Camporesi. etc.). Pan.le.lamente se hn producido el racionalismo frn ncés. La p1-cocup11tión por la salvaguarda de lo.s 1n0 11umeruos conu·a los excesos rcvoludonru·lo" •(' e>rpresa por la Convención Nacional de la República en un DecJ·cto promul gndo en 1794 en el que se s.•nciona que los bárb.•ros destruyen lO$ monu •ntll los y los hombt·es libres los aman y los COII-"'l'VOII , En Ro ma, Plo VIl ( 1800 1oq
~'H't
1 .. _
"'rt.L. · '")l. rnl•~o~racilón t"n ., ..._.,.,. •f'l •1 ""~'"' llt\ ....... hl1~ .. ~t:nfy 1 ttMI• .,, t.,,, ...
108
T(ORb. ( HI$TOiiltA Oli.A 1Hl UVIHCt6H fM MOHUM CNfO~ lS,AAOL!!i
Of. V.lRIA RU UUitUIOHE
1823) elccTe<a ordcnaciones jurídic".)
~unihu·e"
obrM artíSticas dd Esuelo Ponttfleoo. en 1841 se crea en Inglaterra la Comí· ¡i6n Cenlml de Monumentos Hast6r1cos a ¡magen de la francesa. etc. Volviendo a España'". ser:\ tmportantc rccordnr quc el Estado (Secreta ria de Dcspacho de Estado) había ordcnado ya en 22 dc julio dc 1800 a la Real Academia de la HiStoria la fonnación de unas ~ Instrucciones>> para la
y nombra a Antonio
CanoY.I "' 1n5pcc<or General dc las Bella> Ane>,. para vigilar la oonsuYi'CÍon deiJ:>alrimonio monumentn.l y aní..stico romano. Quatl"elnCre de: Q.uin cy adelanta
conservac:ión de «antigüedadc.s,.,, que se le vuelve n recla m ar al año
•ib'Uien oc y que por fin se publican en unn Rcal Codula de 6 de j ulio de 1803 Cin nada po •· Carlos JV e intiruladn lnstriJccionr.ssobrtelmododeconseroo':! "fO§'' lo~ mom,mentos anl~tos que se deJCubran cm ti R!)1no. boro la uupetdón de la Rtolt\ roJcmia dr lu 1-Ustoria"'l. Entre sus pun tos princ ipnlc~ clestncnn el p rimero , que sci\nln que dicha d efensa comprend e pief'.M y restos a•·q uitectónic:os
la del1nición de lo « idea de restaut•ndón cstilíslicA>> sobn! la que
basnt·:l poco despué$ Violle< -le-Duc ( 18 14.- 1879) su famosa ocoria que dcjru·ti maniliesta en sus obras >' escrita en S\& O;t(JOrtaflo r,l.tl)nado dt.l.o orqwltdurn Jroncn<J ( 1854- 1868) que
pe•·tcnccicntcs o la,s etapas históricas que incluyen hnsta In Edad Meclh1 111 • y
el séptimo . que orde.na q ue e.n el caso ele dichos cdil1cios «(los) Justicias ele todos los pueblos cuidarán de que nadie dcstruyn ni maltrate los monu mentos dcscubit:rtos o que se de,cubl'ieren. pue' que tanto interesan al honor. antigüedad y nomb~ de los puciJios mismo.) ... Lo mismo practica-
tanto intluira en Espa.f\a uoQ.
En E~JW:tñ" lo" prlmcros inten tos csuualcs 1>ara c-onfigurar un «corpu"» proccc:tor de los edificios históricos se pt·oducen a comlcniOl'o rlel siglo XIX. Se deben a la Real A cndcmi•• de la H isto 1·in. que ct·n In c:nca l'bffid:t de. p t o mo ,tet infontl<:s solll"c los ed ificios d e
r:\n cn los eeliflcios que hoy uisten en •lgunos pueblos y dcspoblados sin
i m portan cill h iSIÓI"iCl:l , dr\dO q ué e)
criterio que p•·omueve la co nciencio de In conset'VíiCÍOn en a q uellos momentos es el de la <$antigüedad ». d v~•lor de vetustc-t. o rememorativo que llamará más tarde
Alois Ricgl. E01a actilud coincide
109
Ab.ldl;t lkn~d.r11n.1 dt Clunv ¡r,.,,,c~l
St~
tJpol•a·
da y ab;lhd.l poto los "'-lf\S·<'Uiotrc-s- ~Q thm1n¡t 'os ~ del f<VdMMlo en l;a Rtwluaón friinm.a. Am.1o1rQd¡. tn 11t0 w *",¡¡ ~o~na C11.t" pot ~M sus n:avo. tn 1113 w ck~ el :ibsid~. Queda del gran ('01\Junto un Jr.lmo dr uno dt lo\ C't1JC'nOS.
con otro'$ hechos similares produ· cidos en Europa en la misma eaapa: por ejemplo, en 18ro en Fr anela se ordena 3 los prefectos realizar inventariO$ de Jos monumentos de )US dcparu1mentos llegnndo en 1830 ~ crcJu-sc el ca rgo de Inspector Ccnc raJ de Monumcntolrl, m·ticulándose: ya en
1837 la Com isió t\ ele Monume.ntos H isl6ricos. l~n la Sano a Srde el Cardenal Dacca publicn on 1822 un ed icto para la drft•n•l• <Ir ttlllorln• h tHlórfeos y
permi1ir que se derriben nj toquen sus matcriale~ para ningún fin. antes bien cuidarán de que se conscr.-cn: y en el caso de amenazar próxima ruma, la pondrán en noLie:ia de la Ac:adcmh• por medio de su secretario. n efectos de que ésle tome las providencias ncccsnri:ts p::tr:. su conservación>>. Se ll'íll nbn de «<hall!~r algU n m edio que J)llSiese 11 cubier lo las antigüedndc.s q ue se d escubran en la Pen ínsul:l d e lu lg;n o •·nncin q u e suele destrul r las co n d uOo d e los co n ocim ie nt os hi stóricO$, y de las Al·tes ... »"~. S i n em bo1·go. desd e 1808 ha.·u a 18 111· ~e produce e n nucsu·o tc rrilo r io la Cucrrn de In Indep e n den cia que parali1:;.1 egu' y otrM in ic:iativa.s de protecc.ió n del pat rimonio. y q u e además conllevo In destrucción y a-polio de ingentc.s e importantisimas obras de arte y arquitectura. Esta e tapa de incendios.
Sobre la lc-xubnón n~ñnb l"l"laUn .alJ.alnmonlo arqun«toni~O du.n.nt~ los SI~ XlX y ""· vnH'l 1~tl.flotión a.obn ~~ rHOro Anuutu d t- l'}WIA•. Oi~don ~eral el~ lkll.u Anr•• \t.dnd. 1957! Nava.M"ub •la rt-..IFUBCI6n m o numcnl.l como procQU hut6n to... •, PJJ. 2!)0- :zgGo J. Hernando. A'lwttchoN "' f...41 1770-lgQO. ~bnual~ de Anr Catedn. ~bdnd , 1989. I'P · -:::86 6 :18~\; D lft"nlindrr Cil. •rroto¡o•, h:tt'MIOO!Wt ""tl PainfiiOnletAtq~ilffdO!t.lto (J980 1985), ~hnu.lt'rio d~ C uhura, Madud, 1990. i'P· 7- l:l: y S. (;.,.•~• Cóm.-t de Olmedo, • l ntrodu«ltm•. Mlm••t• lo tlt> C uhura, Maclnd. pp. 9 - 21. ~,,~ ,(lrliS.n ....... ,, rnol'l) ArlidKO w 6pc.11u. vol 1' M•d• j¡(, Uit('('('iÓU Cttnt.ral de Bdlat A• '''· 1'11)7, )' 1•. N.,.,,.«ur.t, •U r~tauraoth,l •• · •· Jl 'l'.lit, nut•• lrt y Hj 111 •t'"lllu_.t., hu•11o1 y baJon'(lil!\'0, lt~mplo, , '"lluhtlll ~~~~~~u~ , ttUJ&Jt •l~ •n¡uhntur"~ .. )' Clr\alnHIIllfl, 'ulilf"'lllllf'r• COIIJ • •In th'~'l) lluthl••· H p¡¡tollll•• 1"" 1111lllu._t, Yll ~"' pu nl1'11,,
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dt~truccion~,. robos, etc .. empiez.-. a ~er batn conoc:ida en la historiografía, por lo que remitimos a ella'JS.
medio de otra Real Orden la ~Com• .si6n Central de Monumt:ntos Histórico< y Arusticos,. y las «Comisiones Provinciales;+. cuy;t misión consistía en clc"nr Informe~ doc:unte_ntado:l sobrt: aquellos obje1os y edificios que deberían p•·otegersc de 1:. destrucción. Con reeh• ti de nbdJ de 1845 se nnnubn otrn Renl Oa·dc n por l:l <tue se p1·ohibia l11 VCt\ tR de con ventos y mon asterios. Sin e mb•u·go . cst<~.s i.n slitucionC"\ -que hnn ll cg(,dQ hasta nuestros dia".se re-vrlaron prácLicamentc inUt.iles por dhcl-,.3$ rat..o n~.Sl por su carácter m eramcnt~ c::on!uhivo. por estar formada¡ en muchos casos por notables loc.ales pero desconocedores del arte y de la historm. por ser los nombramientos. hononf'icos y no t"Ct.-ibuidos. por ca~ c:er hs Conus1ones de infraestructurn ad,nini,t•·ntio.'n y de gc::$dón. lo que cnn vel'tln en vcl'dadet·as heroicidade"' la rrnli~acióu y envio de los infoJ•meJ, JlOt no poscca·sc ~ntonccs unft hj' 1Ol'iogrnfia m ínl mamente espcc.ihlttlull,. por tent•·jurhdicción informntl\'ot , ••1••
De I~'Ual manera. las suc.es-h·as Dcumortiz.aciones. desde la propiciada por Jose de Bonaparte (18og). siguiendo por loo del Trienio Liberal (1800 - 1823). la de Mendiuibal (1835). la de Espar~ero (1840- 1843) h:ma la de Mado' (1855). provocaron la pérdido y de<truceión de innumerables monumtnto!J religiosos que desapareciel'on paro síempre. No nos clet~n dt·emos uq u• e n recoge •· sus repe t·cuslo n c41 ni haber sido estudiadr.s ya en
cic•·•n mcd idn"L. "'rodn~r~ cslns ~lluu~ iones ndvcrsas pnm nucsu·o pau·hn o nio p•·ovocarán el
sut·gl tnicnto de eeacc.io nes importante~ pnt·u p•·omove•· n laA .sen~ibil idadcs plablicn~ y flt'ivnrlns pnra co nsegu ir m ayor pro teccionismo hacia el mismo. Lheratos. políticos, escritores. pcriodhws. intdeccural e), n umerosas personnlid::tdc' levantaron la voz para evitar la c:onlinua .sangl'ia t'fectuada t'n lo~ monumt'ntos t'~~pai\oles. N•waKués señala cómo en 184-0. cl3 de mayo. una Real Orden de la Reina Cobernador:t Mar1o Cri.slu"Hl Intenta detener el v;~ndah<mo c¡uc h:ob•a afectado al Panteon Renl de Poblet y a olros edifido.s con •·estos regaos dd pais añadiendo lll obligr.ctón de conservar estos ICMimonao) del pasado no ya sólo por su vnlor hutórlco. sino tarnbic!n • por la bellezn y merho de ~u con~t rucción ~. Ese o e~. tambicn por su valor e~tctico )' rtru:u ico. por lo que pronto tetld.-ñ competencias en su defensa, ndemsh de In Rt••al Acndcm ia de In Histol'ia - c1uc tu tdnbn el v;alor de an1i güedod- . la de San Fe •·nando -irnp licn<:la e •i M I COI'ÚCicr de ac:•dc n1 ia
ettpccit•liznclt• cm lns Nohlt!S A1·tCs-. Co ...no coa1sccuN1cin de todos estos ~ucc'ios, u1U1 Rt::tl O rden. de 2 de abril de t844. demandaba o los jcJes polí1icos de lns l>l'ovincias que e nviasen al Mini\tt·•·io ele la Gobernación infor·m;tcion COnlJ) Itta de inveuLarios y cmálogos de <<los edificios. ntonuancnto" )' objeto.) urti~licos de cualquier c"'pecJc qur ful•r.m. que por la bellez.a de s-u construcción. su antigüedad. su or1gen y el desuno que habian tenido. o los r«uerdo~ hiMóricos que ofrecian mcrctic-scn 3cr conservados))-. El 13 de juho sigu acnte se c-reaban por 115 F. Rutt l'alomt:t¡\IC'. • Ord<n•<ión y lruu(onu.K•On~' urh•w•• 1.1~1 <•~ ""''fU" m•dnlcño dur•ntr ¡,_,, "~(¡;.,'\IX)' XX •, ¡\hdnd. tg¡G. 116 rodot lo• c.m.1dl.of. mouog1'áflt"o_. dccl1c.-dn\ • nurt.lrll' ruu.L.dt• dt'l a~glo \:IX lnbn f'lcc-nu con Cl('rU ant(JHtud. &rla •m~.-lblc: rrt.nir IHfUI •if!ul.-,j lu~ '"'" tlllpmll"''•' de <llot. VI"'<• .-n <•unhi(l, f' llr11bajo d~J. A. Nuno. 1., ilt1f6llltffllfWt•f, ~",.. ,,,," ,. .....,."'·• ...... ~ndn. , ~t.tlt'fd 1q(l1, 1¡ut- ••"'11111-.luflltuf' no ""tuuulh.wtPtU,. ••nl~t'f'll t\nltl••i• el<~ lm .-dh n('jO' dt:••f)Hf'l·l¡)n•tmr I'IUU de ln dhlllrt•\ dt ~ilh>l tll.o• llllll't A.tllltl fu 11t ltllllll ,,,,._, 1¡)111.'~ lrrt' ¡wr•l" HIIH uli•• 1 "hn(m ~"JI.!.U''ll, Or ..;, ,.,.. M~i•hl llt•lilw~• el"
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~obre ed•ficios de 1itularidad pul.lu •
O:Uit'dr.tl ck tron. Pnmn- Mortlitl'lmto ~ nt»l'lol Ottf.¡Qdo c:n 1844 Su estado obi!Cpf<J 1 )U rCS'.lUr.k'llln y pnm•br;i ;a los :arqutltciO\ ckl \11)10 XIX dotru r lodOS M 3/l:.didos h.stófi('O\ ~r:t bt.JS(:!t lo;~ I,UfMl góttca. Anlts V dts-P\~ tic atas intt'~t'ncv~CS..
por ~t"r de~t-oidu por los prolliC"'IIIIII 1c prh•ados de monumentos •l r"ut 11 amparado\ por la Lc:y. etc .• rh 1' •• otra parte. tampoco exuua un u• 11l grama claro de lo que prrtrnc-la' •l Estado a\i de cómo qu~r(a muutrtt r cle,put• c1to~ edificios que se ""'lvllr·th [' r11 prrti!):O c•·c:ar «tcottl1 dr lt Cü11'1fl \'IH' ifl n , pue" n o b:Hnlthu ruu
descor pr'Olt~~·· - concepto yo in'iu 1lrlrnt f'IIH' "' t
llt't' pt ntlo
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fnnmt) dr ' '""IHHt~•bi(!S de l11 t\,lmlnl•tt"' in1t Nu ttC:H,l\C'-ft'\H I'(Í nrtlruhu unn r111 1 tU htt ,, l•1if len CtJhcrC"IHr lut t• IH ltttt'IHIII,.I 'llj,tlu XX, llf"IU ).,1\ht
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mc:ntc se dnrán tímido!. pnsos. Como hit recogido Navascué:r.. uno de los prim~ros c:locumtnlos qu~ p lanten algunu Je c~lo~ problemas intenta resolver la desaparición de fachud;iS de monumentos y su alteración por culpa de los nuevos alineamientos y reformas urh~•nislicas: 5e fecha en una Real Orden, de 4 de ab.-il ele 1850. por la que se indica que "'•eniendo en consideración S.M. que de no proceder en este asunto con todo detenimiento desaparecerán en breve hasoa los má> bellos recuerdos de las Artes españolas, se ha dignado resolver. disponga V. que e n lo suce•ivo, anoes de demo-
ler. ~vacar o hacer obrns en los e<lincio& público.s~. sean consultados la Comisión de Monumenoos y la Ac:.•demia de San Fernando. A esta norma. qu e tampoco fue muy co nslderada. le siguieron otrM mucho más i mportnnt e.t. como las emanadas de la Reales Órdenes de 14 de sepoiembre y 10 de ocoubre de 1850. por 1.. que se prohibían 1.. aheraciones. destrucciones y demás. en phmtas y en altado.s. en los edificios de « mérito arti5tico• y 4((Q.ue si por su s«!guridad rucse necCJario restaurar (las rach3dns). se ~spete el pensumiento primitivo . :acomodando las renovaciones ni ear<ic1er ele In f.íbricn, y procurando que las partes antiguas y las mode1·mls se asemejen y pnrez.cnn de una rnismn época» " 7 • Estos conceptos son los primeros de alguna 1r:•sc.er\dencia le6ricn en Espaila porque contempln n. el primero la ideo de 1ocnl idad del m on umento . hasta tatltO sean efect uadns lns: infornwcioncs pedcin les per-tinentes de In Com is ión de Monumentos, y el segundo im J>Iicn poslut·as leól'ic~•s muy d efinidos, por ejc rn plo. lnjuscitlcnción d e l:ts « t·ecor•sll'uccioncs l!>, su realización e n d «csLilo>> del ed ificio pri mitivo.' In ideo d e « autenticid ad» si se reint egr a In fo1·mn. Jn posibilidüc1 d e tt•nnsfO I'mtu· la « lt'latcrl;a» s i t•espetan los elemen • tos lingOisticosn n•iguos. etc. Ln Desnmot•ti:utción Ccneral de 1855 de M<~dot desanduvo mucho de lo avanzado. pues gt·an número d e los edi ficios protegidos hasta ento n ce.s c¡ucdaron de nuevo expuc&~os a su vt:ntrt y po~terior transformación y demolición por rt"ducirse la consideració n de los que eran importantes y de los que el E...tado sólo impedirín su exoneración cuando estimar(~ que concurrían « razones gr•ves» para ello. En 1857. la Ley Moya no volvió a dotar del carácter primigenio a lns Co misi o nes Provinciales de Monumentos. intentó que se reaeti\'arn la creación de inventar1os y cauilogos y articuló j uridiumente la defen.sn de m o numentos bien po r su declaración eomo Bienes del Esoado. eso o es. Monumentos Naclonalr<, o bien ¡)at-a oquellos
f10ftl4 t HlilOitiA 011 U INIU'IlNtM)N (N MONUMt NTOS ESPA.ÑOI.tS
que consiguiemn -despu6 de loA ptoeceptivos informes que lo justificaranel c.ar áctc:r de «excepdonrtlt.~ pu•·n SCI' exceptuados de venta~ . Las Reales Aendemi•s de In 1-l i>Oorin y de Bellas Artes y las Comisiones Cenrral y Provincia le& asumie:ron t!Stos do.s instrumentos como los mejores -y en rnuclu.>) c.'\SOJ únicos- p:.ra poder presionar al Estado en su concien ciación hacia d patrimonio. L:u: declaraciones ntonumentales )'"d se: habían iniciado mucho. años anoes. en d de 184-0. cuando •e produjo la primera medidalegislaoiva españolo en <:>1<: ><:no ido al promulgar la Reina gobernadora Doña Marí:t Crosltna una Real Orden por la que el Estado español det.nia •us con ee¡>IO> sobre los edit.cios que se dcbian salvaguardar como bienes colectivos por sus valores funcionales. hisLóriro.s y cstC:ticos por medio de l;ts rcsuaurAcion es que precisaran y con fondos pUbHcos, aunque en este caso se debía a la urgcncta y necesidad de medjos económicos para evitar In ruina inminente del m onumento leonés. Pero 1o dns estns medid;·~ eran verdaderamente ucepcionales y afect;~ban de forma positi\'ól a un número realmente exíguo de monumentos. Además de que tnmpoco lnl ttutoridadcs c:ientiOc.as de la.s in.SLituciones académica~ y provinciales tenían una info rmnción veraz. ni siquiera aproximpda . de la enajen;ación de bienes m·tísticos y de la deslrucción d e inmuebles. no sólo poa· cart!cer de In inft'llCSir'u c.lur-a nece.$aria. sino también porque se ca recia en absoluto de invt'ntn t·io~. cauHogos. estudios serios y ot ros ii'~.Strume.ntos purn podet· estnb1ec:er C\mndo rncnos lns pdo tidades nüis UJ-gentes. Por eUo y aunque existiet•a n otros tlcca·etos que i.ntentarnn proteger piezas ;u•tisticns, como el Real Decreoo de 10 d.c nbl'il de 1866 que permitia el oráfico de obras histch·icas y na·Lísticos de In iglcsh•. siempl'·e que t uvieran conocimie nto d e ello h•s Renles Ac:ndemias. tampoco su1·tían el menor efecto, al no inform ar los vendcdot•es y compl'ndorcs como al ser ineficaz In oposición de los académicos si les 11c&rabn tnl noticia. Algunos in tentos de mejorar 1;, $itu1.1ción se produjeron durante cl Sexenio liberal. según Hernando C;orr•sco"'. Así. el18 de sepoiembre de 1868. el Cobierno publicó unn circu lar - no un decreto- prácticamente • rogando» para que no continuaran los derribos de edificios por la.sjuntas revolucionarias y los gobiernos municipales populares. En el se establecían un• serie de criterios de valor sobre los que fue.ran estimables para el interés social: «No quiere el Cobierno que se con.senoen aquellos c-uya desap:trición el interés público e.xija. pero sr con)idera necesario evitar que se u3 1 llf'rn•nd .. e ...... o 1• a,. . Altn, ... lA•
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lrnpr·c:medilndamente los <lut puetlcn ser utilizados de un modo provechoso. o que cOn$t iluyon un monum ento de riqueUI artística o dt.< gloriosos •·ecuerdos históri cos. En el primer ca•o ... es deber suyo (dd Gobierno) convertir los t~tablecimientos de que se trate en establecimientos de interés gcnc•·al; en el segu ndo. no debe olvid..a.h.e un momento que esos monumentos contribuy~n poderosamente a dar testimonio d~J brillo de nuestras art~s. y de los grandiosos sucC50.s d~ nuestra historia». En efecto, en dicho documento prim;.n segú n w1 orden de pr-ioridad conceptos primero público3.. &egundo artislico.s y tercero hi.stóricos. pero -d~sde nuestro punto <le visaa- no ~u ponen ningún progreso respecto al pasado. si acaso una n:cc&ión al no ordenarse por medio de decreto. Ya la$ leyes d esa morlizadoras relacionadas con Mendixábal ( 1835). en concre1o los decre1os de 29 de febrero de 1836 y 29 de julio de 1837. exduian la er)ajenución de todo' aquellcn m onasac:rio.s y edificios religio)OS que pudieran udlizar$e par;• servic ios públícos. como los que tuvieran valores históricos y nrtisticos. Por o tn' pr1rtt. uno y otro gobit-rno no hadan otra cosa que se¡ruir el modelo francé$ aplicndo por h. 1 Republica d espués de la Revolución y que có nviraió n buen nümero de monumentos en gendarme ... ria~. p1·efccturas. :'yuntnmie nt05. chi"Cel e), cte. "'1 • Por si fue1-a pc,c.o , ou·o gobierno rcvolucionnl'io del Sexenio e mitió un dec•·e to con fecha '2 1 de! mnr·zo d e 187l por e) c¡ue sucO a vcnm públlca muchos ele lo:o cd itlcios que f'uci'Ot\ exclu idos por su intc1·és- ge neral, artístico o h istórico cunndo In OcSIHnOI'dznción de M end i~tíbnl y que se destina •·on ni se 1-vicio público y nl.m·n :k tleiHOl(ll':'b" CJUe no habi<m cumptido su misión o In cumplínn deficicmemente. Ello co mpcn·tó otJ•n oleada de des .. trucc;iones Tmtsivu.s por un Indo y tlpnso de buen nü rne to de monumentos a manos privíldus con un fu tu1·o incit.I'IO. El vandalismo al c¡ue llega ron los mism os ayuntamientos populnres obligó poco más t¡Hdc ;J) mismo Emilio Cos1elar. Pre,idenle del Gobierno de In Republica. o publicar un decreto el 16 de diciembre de 1873 por el que aeu;nba de lo, destrucciones a las mismas auooridndes populares y lraslodaba In responsabilidad de la vigilancia del patrimonio m o numental a los Gobernadores Chril~s Provinciales. También facultó a la.~ Comisione• Provinciales de Monumentos. Academia de Bellas Artes. recrores de Universidades y directores d~ in.stitutos para que pudieran emidr inrormet paraliwdores de derribo$ o de actuaciones atentatori.s contra los edif'iciostto.
Sin embargo. el p1-oblemn do In conservación delpa1rimonio carecía de u.nn ley cspcC-ificu tp..u: lrntnl'a y determinara qué edificios debian .ser protegidos. así como la naturnleu de la intervención que debían recibir para evitarles 1n ruina . Durante 1o do el siglo. en los textos re::.lizados por arquit~c tos . co mo en los j uddicos. e1c .. domin~ a la hora de inter\'enir en un monutn~mo la condición de buscar la •unidad del estilo~ originario y que continuará hos1a la Ley del Pa1rimonio de 1933 en que se asuminlla posiC-ión antirre-.stauradora. El patrimo nio e•l'""ol del siglo XIX •ufrió también las consecuencias de los •males'4> del siglo. l>or un lado. las de los avances cienúficos y human ísticos. pue~ ~cordemo) que el estilo barroco no es 3$umido en España hos1a las publicaciones de Eu¡renio O"Ors y Carcia y Bellido y que aun hoy en día cuento con mucho.s detractores. Los catálogos monumentales inich,dos en 1900 marginaban a toda.) las obra) de ;arte po.steriores a 1500. inclui<los los redacmdos por don Mnnuel Cómez Moreno (León. Zamora, Salamanca y Ávila). O tro fnr.ctor muy irnportnnte que: influyó n~gatlvamente y que se inserta ~n la lógica scc:ulur es el car,icaer del Derecho ilustrado que: en cuanto al patrímonio monumental y er\ todlt Europ:t pervivir-a hasta la declaración de la Cartn de Atcnns (193 1) y que o1orgaba a la Administración un papel muy limhnclo ;:,l n o conside1·nr bienes colectivo:!' Jos monu mentos si éstos estaban en monos pl"ivndus poa· 1n considc,·nci6n sac1·a de )a propiedad privada. <tue ... dando. pues, en la inicinth•n priv~1d:.1 J., co ncicndn y tesponsabUidad - inexistente cn lonccs- de Jos monumentos que posein. L"l Carta de AtenAs consignnrá )" prev:•lcncin del interés público sobre el pl'ivado. O tros hechos decisivos sobr•e el J)Mrimonio monumental ittbcl'entes ni siglo XIX y comienzos del XX fueron las •·cnovaciones uTbana.s. reformas interior-es, ensanches. dcsca·ucciones de muntUas y foa·tificaciones Oa «desan ilital'ización d e 1~'~' ciud:ades». M:gün Carda de Enterria y PaJ•ejo). etc., que tuvieron unn influencia ahamente negativa. El concep10 m e rJun t:ntc arqueológico de los edificios constituyó oc ro desas1re paro muchos edificios. pues el Estado defendió en aquella etapa el de5arrollo dd colec:cionismo y lo creación de Museo> de litularidad provincial o eotatal que se llenoron de pieus exentas que gradas a ello no desapare:c.ieron . pero que también engrosaron $U$ rondO$ COn muhJtud de elementOS ar'"'neados de los mo numento&: upru.1mente para enviarlos a esta$ colecdon<e. ••pllclos románico• {J\gu•l•r dr Campoo). ~scuhuros (Sahagun) . e-tc .• rlf • fut"rnn drurra•go1dn di" ~u•ltaNil"~' el~ orig~n y lltvad.-.s: al MuJro Att au•uiO,&ru Nacional y a lu• t rc íln ,,....... , Mu,f"O.\ Provuuialtro
arruin~n
IIC) Vr-.a~ P. ~n lu•fln,.,.WWf'llt;......-. , tt M l20 J t-ffm&ndto +t ut , t' 21UJ
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OC VAIUA "lS'tAUflATIOtriE
de Bellus Artes en un u·ayecto en el que dcs:op• •·edcron infinidad de ellas. Quizá unn de h~s pñginns má.s notablts en este senLido fue la intervención 1 1 de Ricardo Velátquex l3osc:o :t exc.nvando yacim ientos arqueológicos por toda la provincia de León. ll evóndo•e para el Arqueológico Nacional mullitud de lápidas, et.telas. elementos mudéjr:tf'C5. roma_nos. románicos. góticos, mouirabc.-s. ecc .. que enlonces le valieron d homenaje de sus colegas madrileños y que hoy simboli•an la rapu'la del centralismo estatal. Para comp~nder en coda .su plenitud la prQblemática dd patrimonio arquile-ctónico espai\ol durante el siglo XIX. las interferencias ent~ la Iglesia y el Es1ado, IM teorías aplicadas a la restauración y la conservación. los m etodos proycctun.l e.s y constructivos. el valor .social. cultural e innrum e n cal de los monumentos. la influencia de la política y de la economía. ~te: •• etc .. en un Ytrdadero •~ummum• de todos los factores inheren~es a_l siglo. po.5eemos el m ejor pandigma posible cOn$tituido por las restauracione$ que OCllecioron en In Cntcdrnl de León. edificio que discurrió por la mayoría de la.s: ci rcun~tandn.s posibles y que se convirtió e n e llaboratodo espa ñol por excelendft de cMa.s expcr'icn cins ''"ll.
CONCEPTOS, TEORÍA E HISTORIA OE LA RESTAURACIÓN ARQUITECTÓNICA. DESDE SUS ORÍGENES HASTA NUESTROS DÍAS'
CONCEPTO YTI:ORÍA OE V. RESTAURAC IÓN ARQUITECTÓN ICA COMO DI SCII'LINA AUTÓNOMA
El té rmino * restauración • t& un con cepto ambiguo y cambiante durante los tiempott. desd e el pasado o nucst tos clias en que sus contenidos han ido alcan1.ando definicio nes cnc;la vez mris explícitos. Genéricamente trata d e las relacio nes produ cid os durnnte lns di stintas ép ocas entre! el concepto que enda moment o tiene del tiempo y del pasndo desde el presente. Aelúa sobre preell'istc ncins ntquitectónic::as. monum entos dados . a lo$ que es preciso in• e r-venir fundnm t nlahncntc para conservarlos o para adecuarlos al presente. Se planu~n ya inicinlmenlc un cn cuenu·o entre el mundo figurativo Y cuhun•l que pro dujo e n origen el monumento y lo tran sformó en el tiempo con el conu:xto co ntemporáneo que ha de actuar sobre el representado por el arquit<eto contemporáneo y sus colabo rado=. y el mundo que los c.ircunda y dec ermina. De esta manera, rtsfaurororq-u•ttdura consi.stiria genéricamente en rtcuperor un produdo orquiltdóniro. uno obro dt orlt o una ,.a/¡¡paón humana. por medio J, cualquier mltrutnción po>ible. La elección del objeto • restaurar vendrá definida por él valor que le haya otorgado la eultura <lu• actúa sobre él, de forma que lo 121 VeaN" M . A. O.lddlou• • ..,.. \~S...•. ~~~ V~illr\W ¡., tnOrH)Jrll0a\ wf.•la.d.n df'" J ._..u~tOnf'•
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Apuntn n-tiMt.totkn ,.,,.. "1 Mw~,-d.- iWt.Uo\1(..-¡.~,,.' R••,.IHIII.,-...-..n dt a. Vn,n"nKI.t d~tAifill; Pub11o(•rl-,. rn Ant;;nk) f-f'rnindQ AJI,. kn•w•••• f.,tn 4owl,-t 1•\trf' lttn-N R.~n Ou,lf"l ,.,., l..aurn (11 1,1 f tt.;.;hlc•• U• 1hin ¡\fiJ,. hlltootul M .. ttlll• l•uw "bd.-u.t 11~7 pp IOt Y" "-tul" ,,.1 ....1•• ... !.lllblmcufY ,~,~,..,., •• ¡.,,.,.._....arel ••P''"'j' fuul
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OC VARIA R:UfAUAAl10Kii
i1 1cant.ani cuand o esto cultu1"a her·ed ern le r·econozca méritos por los cuales
sea precisa ~u conse1-vnción ''1 eoncede•·le valo1-es espi rituales y cuhuraJes para si y parn otrot. L, arquitrctur·a se dhtin!,rtJe en cu:mto a sus posibles valores intrinsecos de OIIVS objetofl, como un aulomóvil histórico o una pintura antigua. put':s eiJa obtiene '~'lores estéticos. artí.s.tico~. pero también funcionales. mientras que el automóvil como producto induMri~l requiere interés para restablecer SU runción Original'/ el CU3dro para C011).CJ"V3r SU carácter documen1al y est<'tico. Es, pues. de las producciones humanas la ::arquitectura la que con liene má" im~ntes suscep1iblc.s de iruenrcnción. pues en su mtauroriótt se pueden bu.tcar sus valore) esttricos. históricos. documenrales o runciona'··· o lodos juniOs. Ademh, conlltva qu< la acluacíón sobre dla pued• C':Star iluercS~Jd.n en const"""'r sus v;•lort') del pa\.3do desde la concienda presente. pe:': ro 1 1.1mbi~n porque desde la misma conciencia sc puede recon vertir .su función t>arn In contemporaneidad y pnm el futuro, va.lo1'e.S que en el rC":sto de los objetO$ qu~dnn ~MI'ingirlas a sus v:.lol'cs tc.stlmoniales que no .ser.ln alterados por g~ntraciones venideras.
Es en este caso d e In ~co ntinuidad » de la ob1·u arquitectónica en el que se p lan tenn 1nñs p•·oblcmn) n h1 so<:iednd t¡uc la protege como a los Actores d e In res1nu•·nción, los I'Cstn ur·odoa·c:~. que se c ncontnu·¡in nntc un difici l dile rn•t. el ele In tlinléclicu del pa"ndo co n d pl'cseme. U • cuestió n p •·iol'itada se ccn l l'arlí en c¡ué hn ce•·: ~¡ Ct)n,•H: 1·vru · In :ll' t istic h.IHd y car:icte r· docu mcnw l de la ohl'n o·"¡ lwciCnclo lo In r·ei nlcgr·:1n funt· ionalmc ntc a su con 1emp o •·anc idnd pnm su mr:jOI' j:>rcscrvndón y ofrecim ie nlo com o legado al fu1UJ'O . En e l prhne •• c••so se COI'I'C coll'ic:sgo de congelar la ~tl'qu itectura y en el segundo se puede cncr· en In !fl'nve niLcr·~H;iún de la o h n, de ma n e •·a que su nr1islicidud quede t;ncl'i ficnda un le h1 necesidad de su ad~•pi<•ción a la fun cionnlidnd exígicln en <-1 momen to ' luc ),, t"Cstau •·a. Se podrí'• ndelnnHtt' yn que dic:hn idea de ha necesa r·ia «continuidad» viene ajus1incou· y legilimn a·lns operntionc~ 1woyeciuales de cada contempot-ancidnd. Per·o tumbién )urgen otros gr~l\·es pl'oblemas. porque si dkhas ope1·acionts se encaminan rt restiluir la artisticidad de la arquitectu•·a. desde la conciencia operante se lransforrtu• el objeto. y si por el contrario la aclu:tción proycctualac1úa contr:. la mhma naturalet..a y flne.s de la época prcQCdente para satisf1.1cer las nuevu.) exigcncia.s. también provocará mutadone$ y afinn:uoi nuevos valort"s.
Es por ello que el propio término de rr"nurotHJn
«"' muhHUI"
y .. .-nblguo.
pues \U~ ~ignificad<K \'a rían .tU3tunc1Aimt"nlt- f),.,.J, 1.. l'n•h 1nn •1u.. ..- ac:loptc. Sin <mbargo, "'"' f>,...cow•~o\alor <too• rl .,,,.. n d. l. pel1lon, tltiiMan 1'1'>/ou·
mUo, conformnbn pru·a lol!t lati nos el significado de «ren ovar'»', «restablecer» , 4-reavivnr~. e5 decir. nc:tuor innovando para l'c:Vitalizar el objeto accuado. Desde esle vnlor de lo) orígenes del vocablo hasta d que adquiel''e en lo• ao\os final•• dtl siglo XX se h• producído una rica y compleja evolución del término y de los sign iflc.ados del concepto que conviene an.aliz.at, junto con los agentes que provocaron dicha_s modificacione~ en cada momento da\e de la historia. ~te~- pues. uno de los objeúvos fundamcntalt':S de unil lltStonodt la Roto&.~rooon. Pero tambicn nos parece importante adelanoar qu< en <<la disciplino >urgida a finales dd siglo XVIII. primeros dd siglo XIX, en un momento en d qu~ se han producido ya el positi"ismo, la llu5trndón. la Edad de la Razón. y otros ~n-ametros que con\1.e.nen la disdpHna en su m¡,..mo origen en una actividad c:.ienLíflca comporta que su evo· lución, la de su conr.tpto. la de los criterios que lo alteran y lo llenan de significado•¡, no se puede .\cpnrar por l!tU propia cienúficidad de la evolución paralela de h• Tton'u de la RtjlouracWn. de manera que '(( f-1 isloris.-• y «·reoria» son interdependicnu::. en 1~· conformación de los $lgnificantes ysignificados de la restauración pot• ~u pt·OpH1 conceptu3lidacl intrínsec~l. Por 1a:!o r·¡u,u ncs e:cp•·el!tndns •·coJittu-emos a concinuació n ul'l rápido t.r(Ursu.rexpJic:utdo lu evo lución c1ur lt~//utúflíJ conjuntada con la TeortaclelaRestau .. roción lu111 ten ido de~dc el o1·igen del concepto hasto.• nuestros dias y ~¡gulendo lac; 1eol'i:as y mttodolo.brius itnlira ru•~ ebbo1·ad:ls en nuesu·o siglo. en cspccinl po 1· Ccsch i, l.uciHní, Panc. Maa'coni. Mj;¡relli.Jokilch1o. y Car bonnt·~\, en a•·e o u·oo;.
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SuJo PI , c .. •11 roncbnlftiiO lf'OIWO dtllblfiUro•.
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num. l .
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118. Rr:vrSTA.s PRINCar.u.nsonttE IIISTOIIA DE LA R f.S"I'AUIACióH A.RQUITtCT<>NICA:
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NG.R. RnWurondlt ~ NMubttiiBt'IÓrl. ~ta~l· •ti. 1 9~1-1< )' •ig u i<:nlcot., 1'1/. JkN1(1l rJtf /rtrM/IoH\ncMJutdtl l'iJJnlf.llrl'lr" ~~~~141'Wol, 199+ )' •iJ(u irrU C': \ . AlollUI!II'rtl~ fl.tl l\fO Jt t.Jrfo-.v,t l'lllllloi!Witlo:., l .i~OO.. 1991 'flli(Uitmo , ~--~1ft. Una.. ~N.Icbd ele: v.u...~olul, 1989-2000. ~·a.~. VuoN. 200'1 f\Cptttuo. 1,.¡.--.dt~tl'f.HN.nlt'rQI , Madnd • • 94-a 1 n•~·
1emplo de Abu Simbcl. cunndo Seti 11 . faraón de la XI X dinastía egipcin h izo colocar unos sopones para mantener alzado un g r un b r azo de unn estatua de Ramsés 11 a los que a_ñ adió una inscripción indicando la ac:tua· ción con la concienci3 d:na y evidente de precisar la nect'-'id.-d de la intervención para conserv(lr integra la imagen , así c.omo la d e señ:llar a la poste· ••idod quién la había renl i~ol(lo documenwnclo la actu1•ció n. Dur:tnte los tiempos de C recia. Ro m a y el Cristianis m o hnsta el final d e la Edad Med ia se rutouro co nslantcmtnu~ arquitectura. si bien este c:on·
ccpto. como se ha dicho. significaba mtou,.,rloJOmJiiJodcltll"&"r, no la con•trucció n e n la que se 1-ealiuban actuaciones radicales que en la mayoría de los casos comportaban su d esaparició n, sustitución. añndidos. cte. Scrñ el Renaci n"'it nto, primera etapl:t de la historia occidenLal qué llene conciencia de cierto pasado. el clásico exclusiva mente. d que adopte algu · nas medidas para intentar N!cupernr o conservar muestra.s de aquel tiempo.
A.d. en 1462 se cifra que la promulgació n de la bula Cum olbom noslram Urótm constituye la m ás antigua let.rislac.ión al respecco . Se d ehió ul h u manista Pio 11 . El Pupa Piccolo m ini tiene ya conciencin de La impol'tn ncia d e las mucsU'11S: g r·eco- roman as e inte nta una primel'a op 1·oximución p:na su tute la . Durante todo el Renacimiento se \"3 po tenciando este sentimiento. como el e~tudio y el análisi~ d e los monumentos clásicos por medio de escrito-S . dibujo$. relieves. ele. Surgto también ento nces la q ue se podría con.!tiderar pril'n ern concienci:a a r c1ucológka d e i rwc!'ligació n pa•·a C5tu<liar aquell os
mo numcn1os realizados por lo• griegos y loo •·o manos. De 1431 es el lib •·o Dt vomlol•fortuna. obro de l'oggio Brncciolini y Flavio Biondo. que contiene el primer catálogo. in,•enlario y conceplualización de.scrip1iva de las ru_inu de la ciudad de Ro m:.. En 1445 se escríbe Otro texto t rascendental, Romo 1m· taurato. ul q ue se:gulrñn o tros com o el Codtx&urialtruls. el Coda Barbtnm. etc ..
.,,.,.,,rol
••r-•..
Los
Lucia n i cita el caso ocur-rido en el segundo milenio antes de C ri.!ao en el
ORÍCENES DEL CO NCEPTO Y DE LA TeORÍA
DE LA RESTAU RACIÓN EN LA CU LTURA EUROPEA, DE LOS PR ECEDENTES
que 1-cprcscntan en sus g•·áficos •·uinas to mnnus. e~duclios de mueslrns nnti · g ua$, con el fin d e aprehender sus s ig-n ificados para •·ec upera•·)o$ en su ti empo. revalortzarlo5, y también para cons~n·ar los restos existentes.
HASTA LAS PRIMERAS FORMULACIONES DEL SIGLO XVIII
Importante fue d nombramiento de Rafad como Comisario de la Antigua Roma. mostrándose osí preocupación por lápidas y res1os escultóricos y
Desde e) Imperio r o m ano hnstu mediados dr l siglo XVIII n-sttwror una obra de arquit ecLUra, signific(tba gen eralmente ~•ctunr d e formu inno vndora en ella según In diversa valoració n que cad."l tiempo ten in de In mi~tmn. Ern pues la memorio h,¡J6n(IJ la que le otorgnba los compoH~Uif"\ nrcre;:.rm' Actuar en dJa. Cicrt:unt'nte "~ puedt' hablar dr ,.,.,... u••• h•nf'• fhU ,.¡Un el«- con · <¡ei"Vttr oh• "' ••ulgu"' dr,dr d mi•mu dt la •f11uUertuta ma\Cma.
rn·qu itectón icos. Pero rodavla no c.dstín una co nciendn definida arqueológica y preservo .. 1iV11 de legar aquello• objetos al futuro por la importandll c1ue tenían como eeslimonío~ cuhuralrJ. de m anera que murhac vec~.s llt'.garon a se.r ~polia• d os para ('()11\ll ull J»tiDCIO$ o para m•• p~u'lr dt' IMJl l ltn("rn\ col ctCI()n("lt
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dr lo" lttuuhrttt ruhoe. Fr"n objrtu" •rluhu ratlu•t-.cn •u•••gnl0C"hfln,
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OIVA~ lo\ III(ITAVAA110Ht
CO NCI PJO$, UOfliA 1 HIJI0..1A 011 U ltUUUR,t.CfÓH ,t.ltOU.IlfCTÓWICA
Basílica de Vicenw, de Bofl'onuni c11 SrmJunn de Lc1r:in. de Cilaber1 en la aue(h·n1 d e Valencia. ~t e. l....a u•iln·.or\On y continuid ad del tstiloprimitivo se usó mucho más que In oruer1or brutumdo ahora con citar a Bramante y a Francesco de Ciorg;o y •us pro~ecto< el cimborrio de la catedral de Milán o las num~ros.:15 propuestas pa ..alu rochada de San Petronio de Bolonia, a Juan del Ribero Roda y la conunuación de lo anedrol de Salamanca o a Bivero )' Suinaga en la conchuoón de la fachada de San Marcos de León. Por último. como tercera alternativa. el tqu1l1bno tntn lo onl'&lJOJ' lo ntlf'tv. dentro de una dinléa ica de cohone,lación. se puede recordar el proyecto del citado Al be ni para la fachodn de S;onl• María Novdla en Florencia. d de Vasari par.o San l'ctronio de Bolonio. d rcolit.ado por Alberto Churnguera para la construcción del imafronte de la cal<th'lll de Valladolid. ele. Pero tnmbién es preciso recordar que Jos cdific::io.s roma. nos duranle e-l Renacinucn•o y e1 Uarroco no eran testimonio.s a conservar arqueológicameme, sino como fuen1es de in~piraci6n proyecl\_Utl p-..ra rc:elabor.1r e1 cla sicismo. Asi, Miguel J\ngrl co twcr1 irá las Térrna.s ele Diodeciano de Roma en lo iglesia ele Sanw ~·lnrío de lo) Ángeles con un intc•·csanlc proyecto de Lrnnsformnción parn propiciar 1:. tcu rili7.aclón. tcrt'la q ue volverá a recoger en 1749 Vnn vit tiH pam reoctuoli'IOI' el templo. También durante el siglo XVI se conSiruye elpolncio Savdli sobre in$ ruinns del TeH io·o de Marcello o el te rnplo ro rnnno de Min t 1-vn e o A'ís que se l'tutili7.a habilitando la celia. E.:ua.-. re utiliMtcio n cs provocnnín mul,itud de proyectos d e rehabilitación de edilicios cl:'isicos dunmtc IoM .~dglos XVI al XV III . R~to1-dernos cómo Bernini convierte el l)n nteón e n iglesln ~·1 nñndirle simplemente dos c:m1pan iles Oa.s popul:u-cs Ol't}li'Cic burru) o el tcl'nplo de Antuniuo y 17aust ina <tue se co rtve.-tl.-ii wmbién e n igl esi A, Snn Lot·en~o en Mil·ancla. en 1602. Jumo a el lo y csporfldicnmcnle empiezan lubores de simple consolidación , yo en la prime•·n m i tad del sigl o XVIII . que anuncian un próximo cambio ele rn e l'unlldad . A~\i ocu1·rió con las col umnas de San Marco en Romo ( 1744), la fnchnda del 400 de los Santos ApóStoles de la misma ciudnd (1702) . etc. Será durnnte este siglo XVIII cunndo comien ce ~~almen•e:! plantearse c:ieneíficnme:nte e l tema de la re'tauractón. ~iuchas cosas cambiaron con respecto a las etapas precedentes. Lo r-undamcnt¡~) ruc la aparición de una nueva conciencio d~ Jo historia con ur1a conciencia c:ritjca y cie:ntifica que di\lingtull plr-namcnae d pasado del presenle. de manera. que aquél ya no cm un proceso "bleno para conunuarlo cnmo en el Renac.imien1o. y tamporo p;trn ~upt>•arlo, M no que Jt" h&HI u u .. "'~1onc•ón e.xplieha de que er.& un rl(•ln rnnduulu) (('"tl••du. run t41tlo" 1." •rl.-.~nt'~ol( quc AC qun•enn
1'""'
P1ranC'\1 Dft,¡\lf dr- le~ r04Q\ dC' Jtom¡, UU•do tn quC' 'K' tntontmb.1n :.ntn (IC 1n1(13fSC: lm WOlJiitn1íl'i ¡Jc rTCUpt'fii<Win lutiUfOUlCJIC'a dt COnllt:nlO\ del '1910 XIX.
gu o~ como el~ment o~ pa •·:a uno ;;:u pcrnción (Ofn O docu men t o~ p tu'il
el
y co mo mitos del pasad o. no
fullii 'O ,
Ta mb ién en el l~enncim ic niU se producen o peracion es i mpo •·tam e$ t]ue si J)J·esentn n yn dinlécticfls .sol)l't•'como tiCtlHU' e u ed indos p •·cexistentes. Será Albe t•t i quie n ru ·t icu lt• un:• p•·i •n erl1 lCOrín de nctuación en rlich;,~ 1:n·eexis .. tcncins segli n neccsicbclc:s fundn m en ltthnentc económicas. pero para las que fue w.pu1.. de concchit• soluciones eMéticos desde el d:tsicismo. Como ha demostmdo Pnnofsky. Albcl'lÍ pluntc6 el pr·c•blcma de la intervención en edificios medi eva les desde el pr·indpio clrtsidsta de J., C'orrespondrncio de las partes enu~ sí y de é~ta~ con el todo, lo que le condujo a 1res posibles ahe r· nativas pn1·a mnmener· dichn torrrs¡H>ndtn,o. tontinu;u· el edificio en el estilo pri m ilivo. buS.C.."tr un equilibrio enlre el cMilo antiguo y la conternporanci dad y optar· por ocuh:1r In esu·uctura y decoracion antiguas con una meJnbrana moderna canto interior corno extcriormenu~. Las tres soluciones ~erian utilbad:u por e:l mismo Albcni y durame todo el Renacimiemo. el BarToco y aun dur:mtt- rl NrMia\ttl\mo. Como t-jemplos de IW'ubnnan 't' podrt:tn c_uar la\ I'C"tm1cuu,,. tlrl tnhtnu \1hrt 11 en San Francuco dt J.tun•n• (ti rrntpln Mnl.ur llotnu) .¡, \ ..., ' "" rl N.. tf", t orao de ~ápalc•. dr Srrhu rn ,u 1•1111' \ 11 pat.t nuul•r -.de PaU.,hu en lA
n•••r ....
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OIVAfUA IIUTAUIItATtONI!
COHClftiOJ, liOJIIA 1 H" TOftiA OC U ltHfAUitA.tiÓN AAOI,IIU(:lÓHIC'A
p ara c~ar una 1"1uev11 mo dc •·nid;:•d e n él inspirada. pero cíclicamente conclusa y desaparecida co mo c:uhura. El dasieismo provoc.'lní como $isccmrt operativo profundos cambios. Por un lado uo eno rme interés dencífi co por loJ m o nume n tos antiguos y orie nult:~. Se llevarán a c:.bo l:u primeras excavacion es arqueológic-as en Pomp~a. H erculano. Pac•tum y por toda la Magna Crecía. Signifiauivo es • l h echo de que yo en 1732 apareciera en el Campidoglio el primer musco público de escultura. al que segujra en 1754 el Musco d e Luxemburgo. En 1730 la c«ucla francesa propone )'"• la distinción concep tual de la pnhistono oomo ciclo cultural e histót·ico acotado en el pasado más remoto. \\linckelmann deJarrolla todas Su$ 1eorias y dc;Scubrimientos siendo capaz de g•ncrar In idea de los 1'11,¡, y de dininguir distintas épocas y J>C!riodos dent ro de esos mismos t 5tilos. En dcflnitiva. c·u lturaJ y científicam ente se descubrió una nueva conciencia de la historia que diferenció metodológlcamence el po.rudo por mtdlo de la crítica artística dotándolo de valo~s definitivos y con cretos. a In vc'l. que pt ridhudos. Respecto :;lln nrc1uitectura y In~ bellas artes. a los mo numentos. se llegó a la capacidad de dnsific;u·los d e ntro de estil os con cronologías cientiflca.s opcn1dns a través d e d escuhrhnicntos posi livos ...IOdo lo preced e nte pro· vocó la n eces ifhtU de ;u·t ¡culnr t xigc ndn.s de r esp eto hacia determinadas obras y estilos fi i'H Ígl.I OS. Cund;lm Cntn lm c nl e g riegos . I'Om~nós. egipci os. musulmnncf\ y o •·ir•·un l<:s. Y lo q ue es l'l)ÓS importante pam nuesuo obje dvo, se clo1ú :~dichos objc.~tu~ d e valo i'CS couccptualc.." d e ontigiieJm/ y de tslttim, po r lo que y:• In ndm irnci 6n que suscitnbnn o bligó a c1ue intelectua les. po lüicos y d ivcwsos scc·to •·es culturales se s intic nm en In obl igación d e sanciomll' idc;ts d e rt1pt~ta urlÚitJ hada los mism os. Este 1·esp e1Q ~el ivo .sup o n e un g ran paso co n re~pcct o al p nsndo. pues yn no se trata de objetos míticos intocables o ••·nnsfo•·mnbles. sin o de o bjt"tos c u ltuntlcs que se deben preservar p o r medio ele la nctunció n humnnn. Surge así el concrpto d e tut ela nlon ume n ut l. Fahotrá desarrollar. y no tardará mucho en producirse. el có m o tutel,1r d ieh os monumentos . es d ecir, la 1eoria de la iniCI'\'enc.ión. la teoría de la Restauració n. En este momento de la segund• mitad delsi.g lo XVIII podrialleg-•rse ya a plantearse una definición de lo que' en c.s.c momento se entiende por mtaui'OC'ión y que según Miarelli podrín ser: «el conjunto de operaciones d~t inadas no a actualiz.ar el monumenlo. ni tampoco a cnnqut"cerlo. ~moa conservarlo como tUtimonio dcl1>a~1do• . [)el J>'U() 1mpouante dt" 1,. concrp('túu flt •1ur rl munu m•Uh) t JUa logodo "• concltmln •u rtdo fuo mul) , ................. , . . . l ron<
formar ni rec•-ear, sino que todo operación que se le aplique debe sen ci1111 m ente 1endtr a su cons~I"VIlCi6n y u~;msmi.sión a otras generaciones. por lu que )U ciclo vi\'tncial.serri exte:ndido en eJ tiempo cuartto sea posible grnc-iM a dkhas operaciones.
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12!1
BIHUOCilAFIA I.ÁSICA (HASTA I!:L$101.0 XVUI)!
Ct-'CHI,
c .. r,_. .. lfiOnttlrf~. Mulo Uu.l,_oní F..dhort". Roma. 197·0.
Co!ll'f1. A.) otro•. Sf,,.J,ñ,.,.,...., ..hlan, 1973. o.. AOJGtl .. o·o,..... .-, • Ror,uuro~ ~httcuun wllc p~«<lf' drvenamcntc nlu1a1c nd lempo•. , . . . . :0.\'11, tg)8, num. ~.PI,· 51•b8. tA.wr.nu, P•• •lkrnolitlnnt ~ ·~~•un' ~1, anltC'hit• MI Cu.'l•f.IUKt'nto ronuno•. ~n M..W., Laor r_,_.,-.,,,.,.1111bnJA~f-. Roma. •,SS. PP· 35744-03· la-oto. P.,lawM~.-...,_.Dntrwf..,.,~. p.,..,_,, p,~rd. 1951. t...."C''..... R .• lfiNiltl~ S... rf'Oflla,. fM~Jt'w.~. f.Ntf:flt f"•lotr~.l:u EdHori, Ron:u. t988. MorUCtl, C., •SuUatMnJI dd mottuntf'ntl•. RtlfWrv,nUQ, Vorn«-ia,tg8¡. num. ¡. PAJo"t, R., llmll-"l•rÑitfm.t, Vrn.cNI, 1953· Poa ro..-oru.ar,
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R1vu.4, J .. Ttun~tt tiNon~JJt
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c:n Cut~lb y Y-cm (,¡«lo, XVI u)•.l~'fwh~;prtJb·q••d«foJ,S,M.O. \~llluru~'"''"l\odt J¡68. Jrl.lSolfllo (1,1-a ,.,. \~llluOOIJ. V.U~atl vhd, 1987. -. lH \~no RtWu-"ft•tJIN', ~hldrul, ~001,
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LA
A I'AR IC IÓN OE LA l'RIM~RA TEORÍA CI ENTÍFICA
0 1! RESTAURAC IÓ N: EL « RESTAU RO AROHEOLOGICO »
Todos los estudi osos de ln teo•·i~ y de In historia de la l"eS1auración señalan la fec.h n de f794· como la de los orlgenes jurisprudendales de la co nserva ción de los m o numentos. En este ailo. 11 d e la República Francesa. la Convención Nacional de este país pro mu lgó un decreto que declaraba el siguiente principio: «LM riudodon<n no10o más qlll!lo> dtposotonos dt un bttn dtl qu.lo comunidad titnt dtrtclto o J><dtrin eutnl<n. LM bdrixlrosy los .s<lovos dttoton lo ritncioy dot"!)'tlllosobros de ant, losltombmlib,.s IOJ omo'!.flus "'""""" ». Elle docuntenlo, con,idcrado como la pl"ime:ra Carta oficial de un estado modrn,o. ~urgió de la.s autoridade~ francesa.!'~ para detener el vand3 .. lismo surguln 1ru In Rc-\'Olucaón 1 r.tl1('("\tl qur hi10 d~s'-parcc:er snfinidnd dr ohnu; rlf"' l'lt") d r mo numrnu¡, rn Wtl" h.ulfh•, 1" ab:.du. de: C luny. la tatrd••l •l• 1 ombr•l. lo il(lr"a dr S.o111t ll• n io, lo col rdoAI dr C ltonrr•. lo
011 VAl! lA R($1'AUitATIONC
Amt tk Tito RoMJ l~1~tnl('ft10 de' kn rott» ckf M\"0 v f't'CDM.If\I('(IÓft 16al1do ~n lo hipoklK'O dt\l•ntn .,unq!Jt ck ('C)Iot INI'f p¡~ y mort'Nitfli. .1«fW•tCC1on~ Y tMNil"mtaics abstnc'tos patJ no.~, a tol'fu\i6n ""'" to or•IJ 1\14 v to ·~ tffit•"' lf'l ..,totJ
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COHCf.P10S, liiOIIIIAI HIJfO.IA 0 1: L.A U.SlAUAACIÓN AROUITttTÓ HICA
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f'rilc'Nndo lot hurm\ tuft b<hi41Q y (01"1\\r\l'r't'ftdO t,;n «lflt,.l\fff1r ron ct ~nnmo "'-'tl:'l
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igle•ia d~ Saino Jenn des Vign~• en Sobson. la Saintc- C hapdle d e Oijon. el 1>alncio de Versnlles. la foronkt.n deln B:utilln. etc., sufrieron los agresiones incon1roladns de la muhilud que pignoraron de numero:,os bienes al pueblo fr-ances, bicne' que habtan penenecido a la Iglesia o a la monarquir~ y la ari!.tocraeiu y que por vit•tud de la Revolución debmn transferirse y cnnquecer a los CIUdadanoa. De cualquier m;.ncra. lo que tnte~sa de.~tacar ahora es que gr;;.cias a este decrciO por primera \'('~en la hh1oriil de Occidente se definen varios e •mpor1ames conce-pto$. Cn primc,or lu~rar. se tiene: conciencia desde el Estado dcltntcrts +puhl•co~ de los monumcruos. pero ademois 1ambién de la neee<idnd y obligatoriedad de la ontel"encoón del Esoado para su oalvaguardia. fuen con rnetodos educath·os o coercitwos. De esta momera)' hasta nuestros d•n.s quedo ~anc1onado o1ro importante: principio. d de locorutrrocoón dt los monumtnloJ dtl pasoc/o. Desde un pumo de viliilíl meiOdológaco c..: claro que d concepto de reswuraclón surgir.-\ :lho•·o obligndo por carcunstancias .sodo-cuhurnles, pues establecida y l)ropugn><ln por el Estado y su; r c>ponsable• la obligación de con:.ervnr Jos monumentO-\, todO$ lo~ 11neresados e n cs1a labor deben:in di.scur·•·ir sob1"c 1;, mnncrn ele hnccrlo • .\ob a·e el cómo consea-vnr. cómo re.sHtlH'J•r pn•·rt c.¡uc el monumenl o se put"dn lransmitir con gara ndas al fuw•·o. Po1· ou·n p11r1c. h• di~Clt ,ión ~e c~1cndt'1'á a determinn r r1ué edi ficios son los conse rvnblc~ (cn:ociún del cn1fl logo o invcn lal'io de monumentos) y sohl'c d método d e In •·onst"I'Vndón. En el ~cgundo sup\.lcS\0 d ehc •·:.in asum ir lr1s dii"CCI a•iccs loS I'C,"ipO nsnbi~S d e )u COilSC.'I'VIICió n y y~- r~O pod1·án actuat libi"CmcniC los a •·qui t CClOS p u t's dado e l inte rés publico de :,u RCiuación. est;1 d ehe l't1 csltu' snn cio r\odn desde~ el Estado. <(ll C cncnrgtar:l dicha misión á insthucioncs o pea·sona~ prcp;u-adas nJ e recto. E.n Fr-ancia serán nc>mbrados ¡>Ara dcbat it· y des.:,rrollnr es1os c rilc•·ios pcr~onalidadc.lt como Vitet o Meri .. mée. en lulin el cscu lto•· Cn nova , en EspOiña Ponz. y Bosarte :duotirán inicinlme•ue esta re,ponsnbilidJtd. Es en el cambio del,lglo. o comien•os del XIX, cuando los debates realizados en c...ada n:.ción conduc1r¡ln :t plan1ear al menos dos cri1erios de restauración di~IÍniO.!. que tendrán un ot·igen troncal comün en los principios dasicis1as ~C'ñal3dos. :~hora yn impregnados de prC!-romantici.s-mo o historicism o. Francia y E.paña adoptaran el que se ha dado en llamar rtJiouro Jlo/rshto. primero intuuivamcnte y más 1arde se:r;1 cod,ficado por Viollet· le- Ouc que arucularn 1oda utta comp1tta ttona df' la lf"'huu.u .un y C.1llf" \'t~mos más ,ulelante. En halla du~n•~ 1a l'nuu•11a n\u ... l ,1, 1 'll(lu '\1:\ pun de,l;ut< drra"an hntH1In JXHhUJ lr.;~mr ·• lamb.-n UtiUih\.Ullfntt". f'1
,,. ,.(,.ntr•••
C'l'llerio que s~ ha venido a dcnomn"u
"'""""' arthrologiro. La necesidad de creas· una teonn flr la restaura.cion para responder a J., Ul"gentc conservación de los monu anen1os según el citado rt!Jtouro archtolo gm se ronnu1a en Italia. conueta.mentt en Roma. durnnle el primer tercio dd siglo por lo• trabajos reali.ado• por arquitectos corno Stern. Valadier. Camporesi. Camuccini. Canina . ~te Pero quien llcgn exponer por e.scnto dicha teoria fue el Papa león XII t. qu~ segun Susana Mon elabora el primer tc«to conoetdo al respecto. león XIII (t823·t82g), al ordenar lo reconstrucción de Snn Pedro de Rom"· sancionó la m:aner:- o criterio expi"CM)S en que se debían tealizar dicl1as opel'aciones: ~JVangum1 innovación dtb4! mlroJudrsr na tn lasJot'11111~ ru en lá~ prnporrtonts, m t l'l ltu ornarratnlrJJ dd t!lifir10 rr.wltante, ~i nu es puru c.rclwr oqutllm t l11mrntm (/Uf'. t!n un Uempo po,, ltrior o m construcctón .fu<'ron mtrodoados por ca¡mdtff Jr lu <poro ngwenl•»,
Coli1to. Roml. [n ri twwd<- tonHJuo 11 tnttr'llnt· C'i6ft ~16 f'1" fc»~lott (i C'OnlrJf~tc tCpf· IM'ndO ~ .t'fadft w~ ff""'- prto ('Of1 ~Nttu..a df\CtrHn.
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E.\W impol'tar~te clcc1araci6n for muln do) p•·incipios o conceptos fun da mentales de b forma de entendt"r en aquel momento la restauración monumental. Por un lado. plantea In imposibihdad de efectuar operac1o ne.) c:onflguradoras o creadoras. no rolo ~n lo) Mifldos. sino tambibt en ruonasaoqucologicas. Y por oc ro lado mn•uflt-\111 qur los monumento) son ronc rtmh.n n.:tn\ld('t:ulo.t como UIH •l.ul.- • ""'l'lrhn r\ln r,. pcrr~(tM r uuuut ..t.lf"• 111 lu• 'l'lt' rlrl.H- uphr .. ,.,.r )¡,
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COI\S~J-vació n que pued e
Uegna· por la mi.smu cnusn de la p•·otecció n a demole•· los ai"wdldos de otros tiempos. los cunlcs $011 arbitrarios. Este 1exto. que podnn hnbtr s ido csc:rho por el m ismo Vio llet - le-D u c. en Roma vn •• generar unA tendencia a la unidad M tsb1o dísünla de la p ropugnada en Fr... ncia. mucho mb re,.peauu:.a con el monumento 31 operar en aq uel momento rundarnental m ente sobre ruinas y al estar limitadas las intelvcn ciones por la escasez de medios económicos. Aunque Minrc.ll i dudn de lu vc:•·dndcru existencia d el rrstauro arrllrologt'co, precisamenlc por en u sas económicas. otros imporHtntcs est udiosos del tema tales como Ce.schi. Luciani. Torullo. M.a rconi. etc .. no dudan de $U realidad . Por rt.Sfouro archeologtco entienden la opcrAdón re.aliz;ada p:n·•• completar o consolidnr los ed.ificios, u na vez est udiados científicamente. excavados y dibujados co r·r·cctamcntc. pnr·n obtenel' la a·ecomposidó n del mo numento mediante el empleo de pnrtes o a·iginalC$ o no poniendo en sustancial clif'e rencia .sus re:produccionc,. Como se puede advcrlir. rste método es de una modernidad MOmbrQ!r.a. tanlO que en nuestros díns ser:i probabl emente 1~ altcrnntiva conceptual
más pro pug n ada desde: lns instancias inlct'nncio nalcs especiralb,ndas en res ..
tau•·ació n . como el ICOMOS, ci iCCRO M. la escuela inglesa. y en Italia las escuel;•.s de Milán y Venecia. asl como sectores de las de Roma. ele. Tiene como partes lmporlanles de su método el conoctmiento de la arqucoiOg-13• la excavac1ón c•en1iflc:a y s-htcrmilica. el estudio ~gional y local de los clcmeruos compan1doR )' 11 ega a In conclus-ión de mili1..nr In a naslilosis (aprovcchn mi ento de pi ezn~ de l J'niS I'n C) m o numento) cunndo es posible pero tendiendo siempre u la consolidación del monumento en (¡, mayor h• de los cnJO'I )'a su mompo1k1ón cuando<':$ posible, pero con la advenenda de que c.n el segundo supuesto siempre dircrenciando su1ilmen1e las partes nuevas d e las origi nales que se copiarán en materiales dist intos y con ele mentos Ol' n nm e ntales m íl5 d ifumÍ J) ad os co n el fin de g'1\l.llñl i1.11r visualmenlc las piules nulé nlica.s y de clocumcntnr In originalidad d e )a obn• p ara ofre •
pnrodigrnatiCAs. El A•·co de Ti lo ··es!Rlll'ndo por Rafl'acl S tern y pOI ( sepp e Vtt ludier conoció In cxcavació tl de su e ntorno l'CCu pe J·endo
ol'igin11les y la n:composkión del total. después de los pertinentes un11h011 comparados y de la anastilosis. por medio de la utiliz.ación de tr.t\~rtl nOI distintos de los mármoles primitivos y la esencialiudón de los elem("utut o t·n:•meru ales corn o ~n las colurnna.5 que se muesu-an sin estriar o ln.l ¡:~a.r tes dc1 frontón que se ofr'Ccen apenas insinuadas. El o tro gran eje mplo de la época y e n el que intei"Yinicron an1bos arctul tcc1o.s arectó al Coliseo. el gran anfiteatro romano que habia serv1d(• tlr cantera durante siglos y cuya conservación los papas de c:omient.as del >Ciglo XIX
defienden para legarlo al futu ro. Concibieron esto labor de come""
ción pl'imcro consolidando su s ani11os ex1e d o r cs cu yas estl'u CIUnJ$ de ~u' tentoció n se c ncont •·nhnn g t·aveJ"nCJHC arruin¡)das poi' cnu srt de los últi mo~ terremotos sucedidos en el entomo (R. Lu<iani, él Colos.o. Milan, 1993). Para ello no d~srnontnron las pic:7.M ingrávidas a punto d~ hundirs~. sano
que rellenaron los huecos con ladrillos aplantillados que mostraran en di>tinto CO)or )a Oper.ilción, CCIT.IH'"On de ror•ma abslrilttfl los espolones arrUÍ • nnde,)~ de. d ich os nni ll os para que no co n1inunran IoN lrnslndos de cnr·gos y ma~ns de forma ostentosttmc nl e visib le. y realilaro n excavncioncs en In aN!nD para recuperar piezas y c-onocimientos sob~ el conjunto del edincio. La r~stauración se pued~ consid~rar t;unbién de gran modernidad. putA quedó reMringida a una acluación mí ni m.- de con~olidación. Ueg;mdo rLtnl grado que congeló el edificio dcjnnclo ~us ro 1·m ns en CSU1do npa1·entcménlf: b1estt1Uic ni mostrnt;' sus g r ietas nbíerws y clnvcs y d ovdns de.10plaz.ada~. pt•t'Q
sólo de fo•·ma pcrceptunl. ya que en In •·enlidad ac¡uéllns se cosieron y rell•· naron y las última_) se apuntalaron con lot. huecos rellenos de mattrutlr, latcricios. Al igual que 1:. ac1uación tcaliuda en el Ateo de Tito. e& t:unhJt•n c:r·iterio patrocinado por las in st ituciones señaladas. LA 1'Cstaur3c10n drl n1·co d e Constantino ( 1804) prescntn ig~,utles carnctcd sl icas.
cerla vi.sunlmen.te complc1a. Se trata. pue.s. de la 5uma de conceptos inherentes a arquitectos cla.sicis ...
tas y a arqueólogos cienlificos. que fue defendida ya por Pío VIl ( 18001823) y por León XIII ( t823- 1829). Al primer pontífice se debió elnomb•·amlenao de Antoni o C nn ovn como pl'imc t· lnspect.or• Oc::ne ra l de lns BeUns Artes en d Estado Vutít~mo. laJ obras más imponnntc~ realb.adM t"ll l• rlnl)a \f'l,~.th•do~ ('O Roma bajo los presupuestos dd n"Jiauroottlwol~· furrnu 1., tu u .. \ prac'licada.s
t'C'"•u•••
e n lo_. finro,., t n la.c r ualr11 .ce puNint ••••••car dua tnt•n.nd'-Jnr~ co m o
Al"11 ,.,'N....,_._...,.~. Roma. 1825· 1836. M,Ut. M •• Cu!turu lkl RC'JfOitii'O ~ Cvltvru tkl kmrut J/¡IJPI(ti'IIIOwtk onfarhlhi ,, Sotlf.o M <Oflir__,;tl) Jdhl t'l~f&lfV MI ""u•rote~J'Ofl'tll. t7Gt$-·185t, Co,Crii.S .. I'alc,•mo. 1')31. C.... HQ\'.A,l\,. f.lltrr#WmJ,I'ff~r(llti,IO«Culll(lw,tt 1810, 1~-A I'''' tli24·· C.omt 10, s..•tUpttul dt'll• tucda dd ~ni. cuhuf\till ndi'Ot!O«IHO t 11 rt•uu'tO di v.t..dltr ,~r I'Arco dt Tno•. "*-"· num. 5· 1973· '""''"''•• \1 l• ........ I.SOO·I&"J''.Afi•I•H tlhlll Mn!l'•nl ll• cni \~ IH, ··~Of'olmo, tl)8h
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COHCVJOS. TtORi& [ HISJOII& DE U • fllAUJU.ClON AJtOutTr.tTÓHtu.
~h...t..V!'>I, P.,~\~.
133
Roma, 1964.
, • Kqma 1So6·182g· un rnomf'niO cr\l"'v f)(' la fOrnuuone drll• m~oclo~ dd ruuuro arch1 truunlco•. RICYfflvJ.dun.ulrlré.rtt, num. 8. Ruma. 1978.... 1?79• • Am , f'ltJ~o~rv Jrlru mlllllifttl$!nt dn IIMII'IIIbW'IIft. Ut Ronu -S:a ti. •934· MAw<!UJ<¡I, 1--'. y ou•o:s, ~r:~ntri hu u prélg~tttullli •lt4'1na ddlllan-occdont" di m onumC'nl• llr~llrolog•d ~ ........¡ dP II' I IHI Uina nH~IItU .o~lnlOtf<:rleu t I'Atco di c()~Umtrno. l'~rrra .telln Jt.. g,u. I'Afto di ui· mio ~'1:r<,•. Rnl'fl!ll•t,SumoJtU'!.rf,., ltom11 . 198'2. M11ano~o , 1- y I 1A\lf>.:, R. «Conll lbuti .. Ha .t .. nnitume dd 'RC'sta\lro •rcht"ologwu'l ~tu d i e rkcrchc
t<....,.
s. .
pt't'limlnari'+. ,\IIUfutmJ~Wt Ctut:lf'rTQUVnt Jtt CArltn.•lbfto Tmd~-' I11Mt~w. Alt l dd
Ccuwt;gno di
StudJ. Un.t"t'n.-ll.a .ii l)adm--a•UIH~t'n.lli d• Vrnc-UI. s~.,..nonc . 1')8(), PP· 11 ~l. MI-4MORIE~MII.Ir •llll..,..,bdir...r.drl..,..,
Rol'N-.
18o4
1817
MrMON:It;. ,_.-a_,• ..-.,-.~rr&um. Ro"'"· 132-t--18'2:¡.
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... L. •Grnvppt \'ala~h"r•. ~. Of'ddr. 191'l~
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c .. Ro m... 18rl2 • • Rt~t(oh.uJdltprlun,y.,ttUfobbrvhfJIRu,,.,,urt.hn•t\wr.buc~"'f. Rom.a. 1810 18'1(. , S••llJMmtnlvCJII'~ )"'!)! rJ,~ •lllf•rho ''' R(IMII, Rom... 184-3·
LA « RESTAURATION STY I.I STI Q.UE>>, VIOLLET-LE- DUC Y EL RACIONALISMO ROMÁNTICO FR.\NCES
Producidos ~n Francia lo<t dba~Lrc:s posrevolucaonario' t1ue at~luaron gra vcmenle contra el p;u.-imOI'\10 :•rctuite(tónico del ptti.), el Est~do :asumió su defe nsa y vaJoracio1'1 inicinndo i mportantes c:anapnt, n,: t1c rc.)ta ut•ación d e l o~ c•flincios ~ ~·t·u inado'> e> abandonados. Esta nuevn puluica se ni propicinclu n t•omíc n zos del siglo XIX,·J csp ués de pn>dueidn In Rcstaurnción d e In mon:H'quia, y en ella pn•·ticipor:ln min isn·o.!t co mo C u bvt, litenuos. e.s<Ti· torcs e intelecluH I("~ com o Vi(lQJ' llugo o Etiennc ..J enn Dclécluze <lue organi1.;arán desde el E~wdo la Inspección General de Monu men1os. cuyo~ primeros directores gcnerniC..\ será n Louis Vitet y Pró)pcro Merimée. Estos dos personaJeS y Quaaremere de Quincy po,ibilhar.i.n el paso d~sdc una e•apa empírica n otra doctrinal repre:.or¡entada por V•ollet-le- Duc. QuacrcmCre est¡,blccetá ya un;1 d efi nición conc•·cw de 1:_, pa labra «~stau •·ar»: «O n use plus r,·équ cntc ment de ce mot ( l'estnurer) en fait de sculp· tu re qu lcL'égard de l'n i'Chhcclure du moin..s en )¡, prenan tc. non dans le sc ns puremc nt mécun iq ue. m:1is dans son rappo r1 avec lrl l' tH.nteg•·ntion d' ouvrnges et de monum enlS nnti.qucs. clégradés Jll'r le temps ou par le' uc.cidens de tout gen re auxquels ils spnt ~pO"'-éi; tl ~rc- lt"~ pítrlits degradées et les membre$ qui leur manquo•ent ..• •. En este momento ~e tiende: r n g("nt-• ..1" l~~t lt"ullr)Cut tht\ dtl f!'d•ficiQ. pero cxiJtcn much'" duda" ('O lo' •' ' f~un•at,lee d• lut ntu n umrnto.... Su
VioJkt·lr·Out. Arqutl•po d<" lil catt'd!ill 4)ÓIJtl idf•& AIIIC' b) bgunas o fim~iniiCtot't'\ 1)
inltrwnc1t"'n tJtobC' f't"(UJX"m f'f nt141• ,,-..,,...,.\ l<'tu.~ndo tomO v turra I.H'I AUi•l•lt' 1•1 tto .t.lV'"I• tplll(,1. ~ ti ,,,...,,.,, • ..,,,~"'"'tflt"b\form;,tty
'"'"''""' ftlft...,.n dt l.t ""9"'n ~ ntufl l
•3+
V.olltt-14:·0ut. R~tfluración d~ S.tu'lr·SC'rntn dt> Tuuluu~. Olminac.On de ~nndt.dos y ll>tlbrerlt:vMtnnes tn todo c:l rdll•tio y ropla millltlic-;1d~ ~IC"m('nWs urn:unrnllllt'!l en cll.'mtl.ldo ~;u,
VtOIIC't·fc·Ouc v J. B. l.1~Nt!l. Ptoyttto par;~ •cltnutl\r 1.1t':IIC'dtal dt' Nótte D<lrnt de P.:~rl~ Rc-suwdón dtlltldO su• v prvpunta p.3r.:J 1~ agujJS dt 1as torrfi v P.•~"~ c-1 timbonin
fo•·mAdón ~ra clasacs)ta t!n un momcmo c:n que: se reavind1caba con futl'za el a 1· t c J;Ól ÍCO c:o mo c~1 ilo de 1-. n ac•ón, del c•·istmnismo y de In raciooall d::.d. Un tcsthnonio cont u ndc::' nt c d e esta situación e mplrícn y dubir:uivn lo m~•niCic~Ul el primer lns-pecLor c~neral de ~·lonumentos. Ludovico Vitet. quien en 1830 escribe por un htdo: 4t~o se debe permitir la corrección de
lo irregularidad. ni de las d<s.'Íacíont>. porque In irregularidad, las dewiaciones y lo.!> tlefec:to~ d e s imetría son hecho~ hisrórícos lleno~ de ¡n terés. los cu:d c:s n menudo col'"tituyen los cl'itc- •·ios arqueológicos pa•·a vcril1car una ~poca. una acucia o una idea simbólica&. Mienarn.s que por oaro lado y en )a m asma fecha ~ei\ala que ~el arc:1uilll!cto necesiaa tonocer todos los proce· dim 1 ento~ del arte y In historia del or1e. de modo que sea capnz de reconsu·uü- un eclil'icio 11 pnr-tia· de los l'CSIOH de éste, y no pcu· hipótesis o c.n pricho, sino por medio de unn $evera inducción». Ambo" asertos ~e: contradict"n en alguno.s puntos; .sob~ todo en d referente: a ln conservactón de la.s que denomino dtsUIJcrnnhotkjfffutclf llrfW"tnOcomn
htcho! htslórico1. lo que comporto In d•frn<> dr lo "'"' llrl••l •l• h.. l'no.- con• tructtvns dt"l edl n clo, nt¡t ,,crns (lU" rn f"l uvuttdu JI"' ulu nU' dnmnnclo por 1:. aphtMIOrt dt· 1~ l'f'\lllt"1(UI Hlti tlr l1 unhle•I.Uinulu prtnutl\'tl ot tr•
vés del conocimiento de: In historia del a rae. Pero ind~pe-ndientt" d~ eatl.) dudas. en Vuet eslá ya el germen de los procedimientos que van a marcar el siglo XL'\ y que cocliOcar•í ViolleL L1 ulilir~nc.-ión metodológica de ltt arqueo .. logia y la hist01'in del t~l'le c:.omo sistemn de deducció r1 p~r·a conocer en el monumento las p:lrtes que le faltan. como las partes que deben recons ... truirsc. Por ende tambatn se expresa 1;. conciencia de la tnacabahihdad de la obra ~U'Illgu•a que se dr-bc lle&rar a pc•·ft"ccio nar con MI compleeamtcniO a 1ravCs del mélodo co mp:.u-.ndo de los t:~cilos. En dcfin itivn. Vitet defiende la rc~tauradón como una opcrac.ion dtintegracion e.stllisticOJ por medio de la c unl el a.r quitecco dcbera tt"ndcor _. nlc:anur en el monumento la unidad c1ue coincida con $U esrado pnmUl\'U. En 1835 !\USiituyó a CM e en el cargo Pró,pero Mcdm~e conviniéndoo;r "'' en el segundo lnspetto 1· Cc ncnal de 1v1o l'\umcntos en Frnncitt. PcrsonnJc' dt grnn cuhUI·a, .sobrino de Dtledu:z.e y muy influyente en el que será )U am1go.
Vlollct-1•-Duc, Merim.. profundiu en lo. posutlados addan1ados por Qua tremére y Vitet y llega a afirm:t.r que «cunndo las trazas clel anriguo tdtficto inic.ial han des:..pa.recido. Jo decisió n más juiciosa es q1.1c cleb~n copin~e n101f vos análogos de un edificio de la mismn época e') de ltt misma provincinlll>, De CSU'l manera y antes de Bparec.. r lo li"(J:rUl \r!OIIrtmnn se ha anrmado otro importantc- principio <tut K" M"gu•r•• huh\Cuuhltmcnte por todo' lo\: ~eguidorr' drl "•luumrtda$hro. No~ •~fr11mu ·• la nwdulhtlon dtl cuut'rplu ti~ outcnhru/u¡l rn l11 1 Clitrwrnci6t1 t.ptt' f'Htl tm' • \ ''" l fHl(u lo~ th'rHJH"'Ili lu1 C0111tltultl•• l• ••"''"' 11ulu t< l., ttue ,,. '4U\tf'tU ''' t•u l•• l,., f,J,.,ufm• 1nt.IUtMiu
r •" P.u' 1•. , ltanr••.. , tlr l.t pnmrt • •ntuul tl• l •• lu
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01: YAIU4 RU l AUA.lliOHii
CONC(PTOS. fEORfA ( HlSTO..... 01 LA titUlAUitACIÓN AIIOUUE"CIÓHIU
autendcid::ad al inte1-venir en lo~ monumentos cuando se deducían de sus restos o de •us rasgos generales eJ tJiofo ongmol del edincio a partir de los cuales y por analogía con los similares de la hi5toria del arte, de la arqueologoa y de la ciencia positivista se podia reproducir y concluir llegando a perfeccionarle. La .olución se halla.ba en el estudoo arqueológico para descuiJr'ir la exaclitud de la época de In construcción, n~i como edificios de igual CI'O n o logia y estiJo en la provincia o en la r·cgión. Entn In técnica y lo linguistico l os que componnban el carácter de au 1e n1icid ncl . de m a n ern que si se imitab:ul pcl'rcctnrn ent e no se Ate ntahtt con u·•• nqu é l. l..n ml'l.lerin, en camb io, n o c •·n cscn cial .s iemp•·e que se atuvíerl' :., nquéllos. U na •·atiJicaci ón de esto~ po~1uludo~ In ofn~ce en 1844 Lc6n dt' Mnllc•ville curmdo consww <1uc «el in lerés po•·IA super"Yivencia de un monumento no coincide con In identidad de los m1ttcriales, sino en la identidad de .sus formas y proporciones. Con.servn r un monumento es con~erv:\r forma.< y proporciones. inchLSo en d«::trimento de la materia o de In .SUJtnncia». Así. para aquel momento y p.ua los Dr<fUIIectos y pensadores franceM~S una COI)ta hec.ha fielmente adqutrm el masmo valor c:onceptual que un original. Cierlamente no gnrantiuba el \'alor de !.'nliguedad. pet"' eSie hasta f'inal<":._ dd siglo y comjent.os del sigutente no ,)erá pdntordiaJ )' sobre todo para b escuela italiana y la vi•nc-" ' (Ricgl). Todo~ es1os phmteamientos prueb3n que yo en nqutl inst;u 11e ~e: (;O nsi · dc•·uban pi'Ofu ndumc nlc legilimos. en mor de h.t r.ow¡ccudón del tslllo unittm'o, In!\ lihcr·aciones y demoliciones de ai'wdído~ r·~nllctnti~t A~. bar..-oco~ y neocllh icos en los m o numcnlOs a nlÍbTUOs y med ievales con el cxd ush•o fl n de r·ccOr"'st t'ttit· cstns partes en el e>tilo o r·iginnl. ~in distinción de lo antiguo y lo nuevo. pues ambas partes también se conrc.·íun po r ellos de a ute nticidad . El mhono Mnleov ille. dirigiéndose n la Cñonarn de los Diputados franceses con ocasión de la a.probac.ión del proyecto de rcstuunción de Nótre Dame declaró'" s.~ttisfacción porque paru d «&u,tituir una piedra que cede con una ptedr:t. que resiste. murar de nuC\0 una pared que el tiempo ha deshecho. reerigir una aguja que &e cae. reinformar una ventana que se abaren. ~produc.ir la ornamentación mu1ilada. no es profanar el monumento. es hacerlo ~vivir. El interés de su perpetuidad no re~;;ide en la identidad de los materiales que sirvie r on para su construcción. sino en la idcnddnd de su forma y su estru ctura». Ln nccesidnd de la unodad ll$lolísloco toonbl~n h11• rnrlndn ro n fuena entonces. Dalyy.Jcnnru•d cscribiea·on en 18jb H·•u 111nd\H d t"t lit t'r•tn\11-rtCión de Snint Out•n flt• Runn 1 • ¿,Pon"~¡" qut u u h•tret111 ~ ,,.¡ •"du etu ,~1 ~unuci mlculo dr 1" leuf.tuh ff'nncr.Jn nn11gui\ y mmlttu .. IUI"'rtarl•l• lf'ltcttr•' dr un
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1'17
Vinlh:l·le·OUt'. CaslilkJ dt: 1\rutfonth. Anlt"\ d(' In ll"Smuración y pr<r¡t:('IO t:jC:C"1.Jtt>dO 11858) 1r.uíwntundo
lnrrtiorts v «.1t'fHJrcs...
libro escrito p:orte con el estilo de Rnbdah. pnrte con el e<tilo de Pnscal? En las cana.s. corno e n la arquiteciUra, la ttnidad es la ¡>rimera condición de una buena obr:t». SeJustincaba la destrucctón del texto ele Pascal en beneficio de la unidad del de Rabelais. del escrito prirniti•·o. aunque el segundo desapareciera. Se concebía al monumento exclu.sivamentc como una obra de ane de determinada historia de Francia. no como un docum(!nto. Tal como vimos en el texto de Uón XIII en Froncia .se propugnó durdnte 1n primera mitad del siglo Xl.X la intcgrnción eslil istica, a unque comporlttra la des1rucción de parres si ésws crnn :u"ladidos posteriores al estilo m ed ieva l. Ya en el primer terci o dt:l siglo esr ~bA prepnrado cJ advenimienlo d e lns teorías de Viollct- le - l)uc, quh•11 en l'enliclad no es el autor odgl n nrio d~ In~ mismr-ts, uunque td 1~ t"nhr lit 1·npnddud pnr-u roecogerln~. t'O(Uncn••IM y 11 1tlruli:arlns com o unn t('cl llu tnw tf't" . J'¡oro AÍ C'I'C!t•nos Impar·
CONCEPTOS. TEORiA 1 tJISl OIIIA Olj U R(SUUftACtÓN AIIOUITttlÓHICA
DE VAMA USTI.UitATION I
tantc in.)i~tir e!O que buena parte de Jus prancip•os están ya e.xpues ... tos por Quatremere, VireL. ~fe:ri met-. ~noar. Chaumont, ele. EJ 1:mris•no Viollet- le-Duc nació en 1814 y fal leció en Lausana en t8 79· Fue un brillante :'ITquitecto, dl!!ocii:•do r . escr11 0r e historiador irttluycndo clccis1vnmcntc en todo
:;¡¡'· . l· . ·~4· -;: . ' ~ . ·~ ~•
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el pc nsnmie •·Ho ocddenlnl e n d siglo XIX. Mnnifcstó su cultunt y teo rías eclecticistns por m edio de .sus obr as y a trí\v~s de numerosos cscrilos. Entre éstos d eswca el D~ honno•rt ro110nni clt I'Arrluttdutt fronrn"". publicado entre 1854 y 1871 en el que deOne sus ideas y conceptos sob~ restaur:u~ión. Como consecuencia de sus inves1igaciones y p~ocupnciones por el conori m ien1 o clel pasado y pr'ra e nf1·en .. ID I'SC
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los int e l'i o t·cs nsi com o las nuevas iglc•íus cclécti<Jis. y e n 1849. el vnlio)i\imo lnstrvrlton pour la corutrooIH.m. l'tntt'ftlfn tt fu rnluurolion tlt:s tel{Ka
Vtalkt·k-Our. C~r(')1()1'tJ Puctl:l N.:u~ dtstru.._, cb y ,rtom.trucC'tón •ck;al s.tg1-1n b tors ck loa crcsLlUrxwbn en alllo-.
dtoaso•ns ti porioru/..,.~nl cks Cathidrolts. <te Euoi sur I'Gff'llitmurr mililaire ou ¡\(~·.., Jlgt» . «lA nti clt Carrosonnt». «DtsmptHm du Cháttou clt P.tmfo..U» y « Dt.mphon ck Cllártau du Gong» son ensayos para aJron1ar C:Sl M teipKI h-as intervenciones en los c;ostillos. murallas y fortalezas. Co ncuro·ió al concurso de la ó pe,ra d e l'orfs que ganó Cha.-le~~ Carnie.r y ron~tl'layó d e nuevn planta igl esias en puro t'-"lllft Jr¡tlljru r0 1110 Sn•ni -Ocm~ d e 1' Esu·éc e n Snint - Denis y Saint Ci u {"r' 1"1\ ( :1u t l llii,IUH Vio lll·l tuvo In vlrH.HJ de dhth'lg\111' f'U f'lu, .. •.. ti~ tlutlu <'XiStl'nt t'" hu,:w l, nl h n t't\ u"lcln' "'lu~llhl qur ruu11mmluan " " •orp• l'ohrt·rm r y vr••
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1ebrndo de acuerdo al nacionaliSmO frnn tts. al criscionismo y a la conc•enc.m h btórí<JI y artística de su tiempo. Su fo rmulación de la imegri<L>d esulisucn se basar:í e n dar contenido al concepto de la rrJ>rulinoaón desarrollándolo 11 partir de dos innrumentos: 1. La historia de cado c!poc;l configuró un C>lolo que s< disoinguia por su repertoo·io lllo lógico y formal. lo que le. permite ~"tablt-cer después d e estudiarlos arqueológícamtnt e lo que dcnomin;:~r3 •los n<g/ciSgtntrol., dtl r•l•lo», y 2 . Sigtoiendo el conod mienoo de los estilos de cada épocn y planteándolos proyeclualm cn tc d e cm·u n In restauración d e m o num entos. le pennitirá establecer los critrrios cmoldgi<os del proyecto de inte rve n .. c.ión pnrn conscgulr el teprisLirlltrnic m o. Viollct entenderá la r·estaurnció n m·c1uitect6 r\ica como una discipl ina aut6 .. nomn y distinta del p•·oyecto de n•·quilcclu•·a nue va. Defiende <tue e l gótico debe 5er seguido con absoluta y arqueológica ridc1idud en las restauraciones . mientra'i que :tl¡>a·oyectar nuevm; r:tbricns. obra.s conternporáneas. el gótico debe utilizarse arbitrariam ente h:ad:- In con'liecución de un e-.sLilo nuevo y nacional d<"nCro de lo que serán los precepte» del eclcctici~mo. Este aspecto nos pn~ce i m ponantc. pues podría plant~n,c a p.1nir de ¿J)a re.ladón que en los ú h imos dos s;glos han 1enido am~ con cepciones p royectu.alcs. la aplieedn a restauración y la usada para cdific.ac:ioncs conte mporáneas. Por caf't"n c.ia de espacio. sólo apumaremos aqu.i que dC"spué.~ dd cdeet idsmo se rompió nqueJia nu1o nom ia acel'C..'indose nmbns conctl'doncs y difuminándo~e los 1nter-e'ics d e una y otra. pa rn disocin.·.M: •·nditflhnemc con la llegnda d el Movimient o Modcn•o que inte.otó postcrgm· n l:i a'cMuu •·ndó n e n su recha.,..o d e In hbtorin. A pnrli1· d e Jos anos sc:scntn p:u·ccc que vuelven n encontraa·se dchati~ndo.se en estos momenlos In ncccsidud ele una nueva distinció n o no. Porn Violl et la ¡lc;ción de rcstotunu· oblig;:aba •• seguir el e..~tilo a t t"a\•és de una Interpretación filológica y den 1ifi.ca. a 1r.:1vts del conocimiento arqueológico de la historia del arte. Rechazaba hu interprecat-ionc~ libres . En esta ~rgu .. mentaeión se. b...'Uaba su racionalidad. C tl l:a necesidr.d de la forntación de una opinión critica culta y Lecnicamente preparada. Daba 1anta imponancia a la his1oria como al conocimiento de las eStructuras: •En las estructur3S de la ~d.'d Media. ca& pone de. la obra ...,aliu una función y posee una acción. El a~rquit ecto debe documentarse para con ocer exactam ente d valor de ambo.s •n1es de comem.ar una obra. Debe p roceder como d cirujano hábil y experinu~ ntudo cruc n o toca u.n órgano si n hnber nmes to mado conciencia de: la función y sin hnb~r (11'\t~s previsto lns COIUf"tu c n c.ins inmediatas y futuras de s u ,.,,('r:u:ión . Antrw df" ohrnrnl a1.llr, CB ll1t'j0 1' 11ft lmrrr• ••ndn . Mejo•· d cj¡•r n'IOI' il' al •"t1ft t' H H1 UHirt tf'll1 nlUIIlrlc>•, l\r.J11:'C' W C jU~ Htmhl~n mut!ll l"ff Jo l mpurltuH' Ifi •tur Vl.,llt·t otut11IM• l• ruucio nuluhul y •• lw ••dun.Utlatl ro n"" u ct lvíl.
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Oi VARtA RUTA.URATfONi
CONC(PTOS, fi:OAIA L HtS"'O..IA Oli U RlSTAURACtÓN A.AOUI U:CfÓ Nitl.
estuvier a inacabndn . In actitud c.rhic.a y juiciosa $eria 1:-t d e r eco nstruir el monumento co nlpleLándolo co m o habría podido se1· en o •·igc l'l. Expteso mertte llegó o escribiJ· que « t-est.aur·ar un edificio significa restablece•·lo e n un estado d e i m egridad que pudo no hnber existido j am ás» . Pe n ) u unbi én aconsejaba prude ncia e insi Sli:l e n el conocimiento como e n Ja ~•eLuació n despersonalizada. Lassus y él reStfltu·nron Nóln~ Dam e d e París y en 18:~3 escribie ron el s iguienLe texto exl remadamcntc cauteiO$o que de fin e pulcril m ente su meLodologi<~, al m era o s en eJ plan() teór ico : <<Tod a parte a i'tt:~.dida , d e cualquier época a la que pe1·tcne 7.r.n , d ebe. por· norma . ser conservada, c;o nso lidnda o restaurada en el esli lr.l que le es pro pio. co n rel ig iosa discreció n y con compleLa abnegació o dr C\tnlq u1 er opinión pe rsonal. El Arlisw debe eclipsane co mpletanH':I'He, o lvid:u· h1 p•·opia tcndencin )'el propio instinto J>••ra estudiar los trabajo~ que debe desa,·a·oUa.·, par·a •·cen con tra•· y scguil' el pensam ien to ((UC hn info rm ado ln ejecució n d e la obra que se inu:n tn r estaur ar. Para alcanznr un tal res ultnclo, e ra ncccs~•rió d escifrar los textos. COI'\S u ha •· todos Jos documentos existentes sobre la c::onst•·ucción d e este edificio. tanto des c.riptivos co mo prácticos . estudia•· - sobre todo- la~ c.a r acte d st icas tu· queológicas del m on u men LQ y. finttlmcnte . re.coge 1· Ja u-adición C$CI'hn y oral a 1ne nudo l ;:~n preciosa>">, Se trawba d e alcanzar el ideal estilístico n partir d el a 1·gurnento d e l~a u ni ... dad form:tl que conducía a la u nidad d e c.st il o. La idealidad del m o nu mento pre.va1ecia sobn: cut& _lqu ic•· o tra co nsicleta.ció r'L La despcl·so nal11u ción del 1·esta urado•· ante el edificio a inte 1-venil· la ex-plicaba asir • F t necesari~ un a r·cligiosa d iscreció n, una ren unc::i.a completa d e to cln Jdtlt pe rso na l, y e n los problemas nuevos. cuando se deb en ai\adit pnr1 es """ vas, incluso si no han exisLido arues. es necesn1·io ponei''.Se en e_l pue!.l() clt•1 urquitecto primitivo y supo n er que hada él si volviese a) m undo y ,¡ •r e:ncQnlrase el mismo pro blemít>'> . Catedral de Ctllónia. Gr.~b:ldos dr 8wuirnrr. Rrl"Om.tru<'rión idral, sc:gim la •unidad de tllilo•. Estado en 1824 y en 18Go.
Defendia que el arquitecto restau rador debía despojarse de nclitudes pe rso nalizadas y aplicar sólo Ja arqueología y la técnica. S u mclodoJogia se basaba e n dos pr·inc.ipios: 1. En J¡, n ecesidnd de $uprtmir to dos los a iiad idos posteriores para conseguir llevar el mo •,unh"l\tf• u • u unldncl estillstic" o riginal. 2. En plo nte!11r que s-i CSHII OfltW/H'11HIW. JHU u.~ ~uluru• hnu provu-
y
cndo un v¡oclo en In f~brirn. o bien ••
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huhl•••n ealolldo 1'"" 1,, r.lbrkn
Violle t e nt endía el f'.sfUo ta l como Jo explicaba lii Academia. P(n•n til - según Lucia ni- •·ep•·esc nt.-ba In expresió n d e una epoca, p ero uunbió u una fort'r'lélción lingü ística con leyes propias y vida autónoma , com o si f~.1 C I11 un catálogo o un re perto rio formaJ cuyos ele mentos podiat'l ser apl icudo8 prescindiendo d e todas las exigenc ias <-'t u<: ltts arquitectu ras moscl'arnn ni ucLuar ~l el1as , en. las q ue sólo se co nsidc•·ab n una única y genérica coJ•,.nm .. 1 w rstilístiru. Ello ll chror.in a pe.nni 1i d e n t'l y n ,;us r-eguidores que e n cstrt uct i lutl mim éoilen ll t'H"fii'Un ~ susdtuir p ie:tll ••·u~ plttttl ht..!!Ht llrgnr n convt.tn lr In ''cst,lurnc-h.n t f'U uw• ;mt~n l lt•n r o plit fl«•l rd \l11 IH IWI~Iltlr.
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OC VAAtA Rl.ST.WIUJ10ME
Los presupuestos formulados por Viollet. como J.us p roptas inu~rvencio· neto. fuero n tomados como axioma dutaJUe todo el siglo XIX prologándose en algunos paises durante los com ienzos d el siglo x x. reapa reciendo después co n fuen.a en situaciones coyunturales concrc.tus, especialmente en los pel'iodos de po~guen·<~ p:••·n I'C.Cupc t·or· edificios gr:wem ente d tu,ados. El méto do viollctiano se extendió po1· toda Europn. _E n su cnso perso ntd y e n el d e sus m ás f ieles segu ido 1·cs conlle~·ó en los pa 1·ó mc cros d e aquel siglo la salvación d e in nu m ernblel\ m o n u m en tos. Si n embargo. q uien es corecian de su capacidad arqueológica. de su sagacidad proycciUal. de sus conocimientos tecnic:os provocaron la falsifi.cadón de ingentes obras de arquitectura, sobre la mayorfa de la.s cuales la critica actual se las ve y se las desea para d.istingujr la obrn antigua dt" las apo rt.a cionu ~cibidas. S i Vio~ llt t n wo un excepciona l tal e nto. mu chos d e sus seguid ores careci•m d e él y su inO ue rtd a re$ultó nhnm erue negativa, pues su.s epígonos no só1o enrecian d e ~us dotes, sino de lo~ mínimos pan1 en tend el' su tcodo d e los est ilos com o los m ismos estilos d e lns ob1·as que ¡·e.st;:tut·a r o n con vi rtiéndo las en híbridos extraños e i ndnsificrtbles las más d e las veces. El m ia-mo Vio llet llevó D cabo restau raciones con gran habilidad aunque muy creativas, tales como lA iglesia de Santa Maria de Ve-z.elay. en la que reconstruyó la bóveda y el interior y reformó la fachad;~. o las muralla~ de Cureasona, donde los compleMmientos fueron n'l;iS prudemes aunque los pinaculos de las torres excesivo m ente dom i nantes. En o ti'OS tn~o~. com o en So inL Sc rn in de T o ulo usc . llegó " •·e inventa r p;u·te d el ed ifici o , co m o las vc nu1nns arbiu·adas que cd gió Cn In nave de la Episto l:-. to d o lo cun1 ha llevad o n los f1·ancc.ses po r m edio d el nrqu itccto Yves Bo iret n d es ... rcs-t:turur en n uestros dias el co njun to monn.cnl ante Jos excesos ded monó nicos. En su restauración de Nótre Dame. ademá.s de alterar radlcnlmente su silueta y lntn\formar distintM parte$. colocó en su fachada c.scuhuras góticas expo~ lindos de la iglesia de igual <'t><><D de San Andrc's de Burdeos >egún una actitud de despojar templos para \'es:ti r o tros muy seguida posteriorm ente. Enu-e sus seguidor es fi'Df'ICC~cs, Dar cy r estauró la catedral de Evreux.. en la que eJe m o lió SUS ram OSO!~. y o r iginales 3J'COS nunpanlCS !!oUSt Ít.u yéndolos po i' ot~·o.s de diversas clases . y Pnul Abndie r eal izó accuttcion es extremadame nte m iméticas en la abaclin de Snint- Croix. de Bu releo~. en el casüiJo y la catedral d e Angulema y en o tros varios edifle.ioll. las criticas a Vio lle t surgieron rápidamenle y no \óln dr cu t ulos literarios e inteltocruale.s. Did rón escribió que ~con r l1u il\1 ip,rl rlr t'("po n :ar 1os antiguo' edificios a su u nui:.d prtmhhtt'll, f'\hU I .. tHU\ uiii •K••Iu• • d~\l r-uir la mitad d<l t><>nál dr Soont l)rom. lo ... -. <Ir l• , ...dttllde M•n• , rl rooo r rl
t 43 santuario de Satnt -Cermain-des- Pr~s. e tc.». Y> en t874 Leroy- Bauloeu aflrm aba q ue «un monumenao no es sólo u na obra de ane. es un docu mento. Se disculpa l::t falsincadó n de los mo n u m e nlos escritos? .. . L'l. cues lió n no c!t hacerlo m ejo•·. ~in o respetar aquello que existe» . B t nuOCRAFfA nA51CA (VI OI~J.Il.T~ J. r~ Duc Y RESTAVJI:AOIONI!S F'RANCFSAS DltL510LO XIX)
AA. W., A Jg rrckrthtclrt V.oltrl-k · Dvc, Pi.err-e Matd:.g:.. 1\l"uklllls, 1!)80. AA. VV. . VatJin~lt- Dwt , rl ®lll.lt'O &ti IID'flllllf'nt,. lllit!Wrv tfiiJtkJ'Ú[NO rn Rbtuuro.. t. 1x. 1980. AtJ~. P.~M •• f~ \'iolltt• lt- Dut-. C2inc! ~atioJUilc dC"J Monum~nts HistonquC'~ ct dt\
Sitn. Pan~. •979· CJvn-A. ~i . y VAuO,OII, C .• ldtnnid rS:Jc. Monumrnb. cdkl. ,..,".,. trv Ottcnllfotl{Ol'«'mmo. Can ge.m i edho~. Rom1, 'lOOO. Onz.e· B.u .tH f<:tu, M. y otros. \';otlrl-lr ~Duc. L·arrlult<ltum Jrl Jt)lclrrm, Fa4:oltl\ di Arthiteuu•• dd Po litcC'nieu tll MU~tno, Milá n , 1980. DoNZP.I . B.,. S nu 1 , C .. V'wlltl-lt< -DtK. Parill. 1980. Fu:,.:oo, C .. • l..11 eon~trv"'(i o nc: t! i1 •~&~:~uro ,leí monumetu i in F'ran dn n ella prima tn•·t~ del XIX $t'colo•. Rr,tmm>. 11 \l m . 5. 1973. PI'· 3· 76. -. n dlt~-r. l.n p¡,~·6oJ., ,Jrl rttltJUm ttili,;Jtt> rwl!u rrlttt..ru J, .Jtt!t rcn• tmbltmut•n. CuC".rini :~tud i o. Mtlltn. t9!H· fusco. R. ot., tu .Jto dt ~v.~ttrlut'O. Hutono dt htmlitct JnJt \ 1.olltt k · Ow • Ptn..to. Cwtavo Cth. &n:dona . t97C.. CAt.t.tGO.! r. L . •Violl~t·I~· Ouc; La resu.un(tÓn arquucttoni~ f d rac•onalumu arqueológico On d~ ••glo•. RntoW"OOOnÑfp'JttdónltG, Valladohd. 1992. p. 'l9· CoVT. J>,, \'iollrf... fr • Ow. ScHt onnn. JoOdodnnr. 191-4-LEOI'f, P.• Lo 1N' .lo Afu1111rr1rnh '''"'fOU. lk.strwtwn. RrJ.IItunJ/Hin, l'i.:••rd. ))ar-h:. 1951. Luov ... B I!.\llUI!U , A., • La rt'Aia u rAi itm dr n o11 m o uu rnenb h i:.toriques d t!-vnul l':.n 1'11 d ev.tnt le budgc:l •, HtliVI' dt) Oru.1M01tdes. p r-imero \lc:o dlci<'mlll'e, 1874-. MurMir., P.• /.( m(tiQr'l;l(llff' di\rrlu'lldil!T Je Vialld· le Ow. Mon ite u r u n ÍV('t·sd . 30 dich~ • nhN".
1854· R voKu, F.• LrHYtgUtD Jcl4 ffln.k'n\llrw't c!cmotJumtnb hbtonqt.~tHII Ftun« 1790· J830. r~ru. lC)I'J S At$T'•PAU'L. A •• Y.olltt·l.t·Dvt. St.stntLuur-J'arl rt .wm!J'l(Ml urrW"K'ffli'• 1881 . s.-...,vAo.:cn. VIOlltt ~lt· DwtttO'Jotv.tl"tdruuti. s.l.. 188o.
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puhlia, t. IX. 1851. - . Voce5 • conJitr Uf'CÍón •• resut.urneión» r •estilo• dd Dltfk)lln(JIIY'tUOOillliddárduttdtll'í:fru/1 td114'. Parú. 186g. • Ludtidt Cam.I.UtHIM (A&~dt), Par-Ci, Lihtair-it de.\ lm p rimt"rltl Réu nh, 1888 (~~dhado tn raa:rmil por fdíttOU.' lkH"iiOt', Niu. rg86). -. • ~l rr(mt<t- tf lh Monum~nl.lo HÍiiloriq:uo... Rm,.ilt 1\ttw, lt; d(' noviembre, 1895
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011'/A.fi:IA. RUUUJIAnONE
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j O H N RUSKJN, WILLIMl M ORRIS Y EL «ANT! - RP.ST'ORATION MOV EM ENT>>
Cuando Ruddn nace en 1819. Inglaterra ~e encuentra e n el cénit de su poderío colonial. i ndu~u·htl . comcu:i•• l y politico conlJtituyéndose en la máxima potencia que ex1s-u~ en d planeca. Educado en una familia de comerdantes con grande~ medio~ económu:os. desde su inf3nda se aficiona a rcalit.ar viajes por 1oda Europ.1: fr..tncía. Belg-ca. Alemania, Suiz.a, halia son estudiadas ~n cunO\idad cienufica y cultural por el inglés q ue traslada a sus cuartillas visiones rom~ntica~ de todoJ esto~ luga~. Falleceria. tr.tqornado en 1900. aunque do~ nt'o' ames hab1a ~altMdo .su ulthno viaje a ha1ia. La natural.-.a y el arte provocaron en el el des.1rrollo de su sensibilidad que se tradujo en escritos y poesias como Cottdro!tJ dt lolltrro. dedicado a las cumbres de los Alpes. PaRo tn Cltomonu y Mo11t Blunc. com o reflejo de su escancia en e~m caudnd rrancesn n los pies dd Molll Dlanc: convaleciente de una enfermedod pulmonar, VioJt' al C'Orlhllttltf. etc .. denti'O de )as más ortodoxas COI'I'ientcs de la lherntu r·n I'Om n nf ICI.Sia coeaaneo. H o mbn~
ele e x<¡u lsltn cuhur:~ . destnco com o escru or. c ritico de arte y y u artistas, corno el pn-· tvif¡lt.lisnlo o n Butn e-Jones. c.on el t )UC realizaría lru·go$ vittjes po r ltalin ( r862 - 18 64), En '" 'quilcctuno dcf'cndin con pasión los estilos medievales s igt.,¡endo el cMn¡ ,,o mnn:ado po •· l'ugir~ y In co nccbin gótica e Íl'lrta·rsa en In nnlur•;¡Jczn. e n igwd cs Jl UI'IÍIIICtros que Wuhe r C l'an c, \Villiam Morris, Bume~ J ones o Ceot·ge Edmund Stt-.:ct. En Ru.skjn la vnlo r·nciórl - de In l\1'l1Uítcclui"U de ht 1listo r-ia de la Atqu íteelura- se prQduce d c n1r-o del¡wobl<" lnn (le In mor·:, J. puesto que t"' arte alcanza
sociólogo. Se dedicó n opoynr c.HvtJ'"OS movi rn icntos iU·t ísti cos
una clin'lensión que lo hnc:c neccsn1·io u lu común actividad hunüan a. De cstt
modo. 1a n1o e n
Lru~if'tt
l cimfHiroscltllJOrqUitrttura co m o en las Piedras de \ltnuia. e ntiende estn posibilidnd , en el pdmel'o define lns puutas de una estética rom::int iat d e Jn nrquitecnu-a y e n e l t.egund o esboza un ensayo sob~ 1üstoria y Cl'ilic...1. de gr:u\ i ntcré~ por· cuan lo mil'l1ll ~u propia metodologi3. Ruskin ce m ra toda la ar¡¡um em:.dón de L¡, .,((, LfmJxJtw en el aforismo segundo de la introducción («todos lm lfJ<i proctorauoo, ol m~mo tormpo. mhcrrnttJ o los 1!1"" morolts») en el ~mido de que cunlqu1er ncuv1dad humana no puede: prescindir de su.s o r igt"n t$. y. por mode~to.s y limitados que é:)tOS sean. debe ser siemp~ ~du c:ida a la conciencia y a la dccción de t"~ta t-n la l»w- deo 'u prop13 gtnesis. Es de esta reAcxión de donde~ dcductr.>n la• lA mi""'" wln,. 1'' tlll<' no d isponemos de espacio parn com~ntarW quitd w•ln ""'' 1l~t1 '' "''"lA ptUta.~Y.. cir rllu. •lo lompom J../ wcnfic•n•, t.t an IC'Iá tu n 1. •''' maf •• n '•l•n lutu• 1) ti,. fl\lt" 11\
San Mr.r"M de VtnC'\;:I,I~MIUf3 dt' J. Wh<trlton BunntY, MlCi'tg.¡;¡<b po¡· J. Rt.~skn'l. Eslr IMr.ro ...rnhc olrOS• I:VIIÓ 1~ rtS1au~l1 •ttt n.lllo-• lk 1~ basfht~ ~n~. b A~dl~ dr S¡nt• Motria dr York, rnn'Jolld:lndo b ruu'l:t;, m~lr01 w~ t~ b•o!ógas. de 1(1) cd•fac» v 1.1 rfu\IIC)n de w ttstil'urxion..
nn:1ui1ec:tura u e ncuentrAen fu nción de 10da dimensión hu.mana . que es Hpitilu"l "drmAs de física. pero no meno) f""J.Sica que espiritual.
Pero ~u,ltn f"m fundamentalmente- un pckln y un litera1o y para él las artes ron\lllUHU\ u u ""'l•ilo clr rn"'"YO •narlco<ttu•l '*<Jhrr la teo,..aa y la pntctu:;á, m ás CiUf"
uu' ,.. ,,,,., •hr•nu clr ;.umatUH\ (,rtu t•l nH"'nt" "~leo (..<placa comnpo
nién dolc a Vio ll ct· le- Duc como nuto1· de teol"ia~ Of)Ut.stas a las del f1·ancé.s cuando rt!almence Ruskin oo cKribió nunca nada ni contra el restaurador de Nótre Dame ni contra sus restauracione,;, De hecho iUS dos textos fundamen -
Se"'"
tal es sobt·e este asunto, 7lir /..11mps ofJ\rchlltdurc (181.9) y Tht ''""" oJVenice (1851 1853), son tu!le.-iorcs n los prindpalcs escritos d e Viollet y oob.-e todo al (1854 y ss.). Paul Leon vio ya hace mucho tiempo que la< criticas venidas por Ru.skin contra las inten·encio nes en monumentos se centraban en hl!l •-cnli7.adn!'l en el « pet·io do e mpírico p1'·ectd cn te de In Restaut'r,c ió n ». De esta forma. d ebe nd vcrti rsc previa m ente que la ex,p licación d e Ruskin debe plantellr&e oontr.~puesta pero diferend..da de la de Viollct. TAmbién parece impo1·tante señalar que a p esar de la supueSU\ trascen d encin q ue en el cnmpo d e la histo J'ia d e In a·cstaurac16 n se da hoy o In figura y cscl'itos de Ruskin. In verdad histórica debe señalar que ésta se p•-odujo en el ~iglo XX como cnrnctcriscica de la e-.'Oiucion del ron~~cioni5mO monumcntnl. mientras que en !,U propio tiempo y siglo R\1.\kin era pr:i.ct icamente un desco nocido conlo hn se l\{ilaclo Mit~rcll i. Su inllucn cia en In lnglnten·¡, victol'iona fue muy exigua. como lo manH'icsran las dislintas n~uniones de arquhec:tO$ y arcistas relacionados con la arquitectur'' en aquel m omento en las qut" nunca está ni se ¡)roduc·c n referenc ias a él o ;t su o b•·a. Sol:urtent c: muy tll fil'tal dd siglo se IU\10 nlguna co nsid c n ción n In S. P.A. U. y sob1·e todo fuera de 1nglatc rra. en co ncreto en Venecia y co n la inclu~ión de h• fue11e influencm marcada por \Villiam Morris. l)or todo ello se11\ necesario insistir eu q ue la grou'l t mscendencin que hoy se le co nced e a Ruskin y su~ npbrtacio n cs lo es fund u me n talmentc po•· la cea·tca·a lnfluenci:' que si ha ejercido en la formación de l.:. sen!o,ibllidnd con-
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t~mporánea.
Los
texto~
de Ruskin se insertan en los rnovimient05 !iterados desar ro-
u~,dos en lngf:H CI' 1"U a m ediados del siglo XI X, que clefcndla n el mnntenimientO intactO de las obras del pasado cont ra las injerencias del p•~senu~. Su obra m as important~. l.ol<imporudtlo,.,.moriaadtl rffU<rrio."" ín..,rta en este contexto. En el pu n to XV III de la rnistna desar•·olln sus conceptos sobre la tucdn d e lo.s mo numentos. C la ma p o •· su co n.se l'vndón y por evitar las resumraciones: «El vcrd3dero sentido de la palabra ' •-estauración' ... significa 1n destrucción más c.ompleta que pueda sufrir un edifido. destruct.ión de )3 que no podró salvarse ninguna par cela, deJ~.tl"ut•ción ;u::o mpai\nda d e una fol~a descripeió t"l del mo numento d esu·uido•. P.u•o 61ttlli'"u'nt· s-ignifica fnlsificar y clestrulr. por lo que eMtt 1!4du;" lmrtHf' f'U rnt1•rn. dado qu~ «es imposible. u~n impo;ibl~ como 1 r•uf tt~~tf • l••• •uur rtu•. lf'\IIUr:t.r lo que fue grnndr o hrllo en nrquhrrttll •'
La necesidad de re.spe1nr lo.s hálitos auti nticos de lo.5 tnonumtntu' conseJVarlos tal como han llcg:ado a nosotros pues. si se ac1uara ~n t llut. converririi\n en otros edificios distintos con o tros sentidos: ~ l..tJ ' JU'" constituye 1:. vida d el conjunto, el nlma que ~ólo puede d tu· los br:•'IO\) lu1 ojos del nrtífic.e. no se puede jamás restituir. Otra época podría darle u u·• alma. maJ esto seria un nuevo edificio. No se evocará el espíritu del attl\h• m_uc•·to. no se le pod1·á hacer que d.irlja olr:.s manos y sentimientos». Rw~ kin at(l( (l los m éto d os anlueológicos y racio n nlis tas d e los l'estauJ"ndorc:~ considerándoles inseguros y falto• d e todo rigor cicnuflco : «En cuanto a In pura imitación ahsoluu.. es ma1crialmen1e imJ>Osible. ¿.Qué: imitación puede h nce•·se d e unns supe r ficies de las qu e ~H' desaparec ido una media pulg>tdn d e espesor·? Todo lo acnbndo de la o br·n esraba e n In media pulg>~da desaparecida; si intenuiis rc-st¡¡urar esto. no lo haréis &ino por .suposición; si copialS lo que qucd~. aun admitiendo la po•ibilidad de hacerlo fielmente (y ¿c¡uc cuidado y vigi lancia nos lo garnn ti7a'?), ¿en qué el nuevo trabajo Uevará ventnjn soh•·e el antiguo?». Ruskin peroigue In ca lidad arnbi~ntal del origina l como la de todo su ~ripio existencial. el valor anísuco y el valor de antigucdad y vetustez. pero también el valor d ocu m ental: «En el an1iguo había vidn. habán la misteriosa $ugcstión ele lo que habít~ sido y de lo <JUC había l)ca·dido. d el cncnnto de las suav« l ineas. obra del >ol y de las lluvtn,. Nada de e<to pued~ haber en la bru1nl durcu de l~t nueva escultura». Al comrarin qu~ los romnruici!.tas matcrínlistas franceses. cJ'Iliende CJU C In mot eria o rigimwin es intn ngib le )' sustancinl defend iendo un r onm ntic iscno ldc:tlisla d e In C:O flse n •ación : ((El primer ~uhado d e una rcslnuración ( . .. bap1ís1crio de Pi,S."l. de la CM.-. de Oro de Venecia o d~ t., catedral de Usieux) e> d de rcducít· a l:r nada elt rnbajo antigu o. E l ~cgu ndo , p•·cM: n1a1· la copio rnoís vil y d es preciab le. o cuanto mtís, por cu idad osa y II"Hbnjada fJUe esté. una imitación fria. m od elo de las p:trtes que se pudieran modelar con a•'adidos hipo1é1icos.. . •. Dcfl nitivament~. la re>laur.u:ión para Ru.sl.tin es un «engaño• y tiene d mismo vnlor que una mnquetn reaJi2:.ad:. de un edificio. un n:~ fcl'tntc fict icio. No admitira la restnu•·ación (punto ;ux) n i siquiera en el caso de in m lneotc ruina denunciando que cu::mdo éstM se producen son por intel"'e'.Se:s de los ho mbres, de manera que para ¿Ita clave de ac:tuadón de los monu_memos está en el mnntenimicnto de los mismo$ p ttt'fl no ncccsiuu· nunca se1· restau•·ados: « tened cuidado de vuestros mo numentos y no lcndr~i.s luego In nece•íd•d d~ "'f>•"•riC),+ , fn <ambio, coparudorlo de la consolidación cuando ~rtl prccu.t., fttnu •nclnln en lalJorr• ti,. ,. utet~rnhnif"nto f~<"1 ediOdo, pc:1·Q
uunhttrt' "" •nterwnrhuu•• t¡ur ro nllft\c('.U c••J••tlo• mt~tn1h·u~. ¡vusthu(',c\n tic
•+8 cu bien.as, li m pie7;t de desaguaderos. etc .. llegando a admitir actu.ac.io nes de concc ncio n estrucuar;)1 ~pHcadOts extern am ente aunque ofearan la o bra permiliendo el u.so d e « vigas e uaJ"1do se ind incr"'; no o s preo c upé i.!t de )a fealdad del recurso ele q ue os valgáis: m ás vale u na muleta que la pérdida de un m iembro~.
Concibe al monumento biológicamente. de man era que cuando le IJcgue su ú1lima hora y por los medio' anttriores citados no .se haya pod ido prolo ngar. debe dejtirse1e m orir '(Cabu:rta y fra n cam e nte. y q ue n inguna i nstitució n de~hon1·osa y falsa vengn a privnrlo de los ho nores fú ncbr·es del
r•ecucrdo >>. L1 teor ía Ruski ni:m n. fatalista. ideil Hst n )' pasiva. d efine su concepció n ofi rmando que. de n inguna ma n e r:l se puede intervCr\ir en los m o numen to~ porque «no tenemos d d erecho de tcxarlos. No nos penenecen. Pertenecen en p a11c a los que lo.$ conMruyeron y en pa n e a la-" gcneracione.) que han de ven lt· del rás:>'>. A~i pues. In tco rin c:le Ruskin no constiauye ning\J_n m étod o d e actuación. re nuncia a eiHbOI'I\ 1'10 bfasándo~e e n pt·incip ios de ahsoluw religiosidad de respeto a lo.s m o nu1n en tos manten ién dolos co mo han lJegnd o n cada uno. E.o;: una anti-restauración por m edio de! h• no intervendón . ro mo ha dic.ho Luciani. con u n amor morboso que llega a consid erar idol:hricnmente la obra de arte. de manera que considrra manu misión ~acriltgn la acl uación del ho m bre e n ello>. Los set,"-ticlo rc~ de Ruskin abontl o nrti'O n en parle es•e liun lism o pasivo admi lic ndo In ncccsid1'd impe i·iosa de m ltrlle ne•· y consolithu· po r diver sos m edios y rechmw ndo su CI'Íterio de no intervenir para ver cu~ r en la d egra<h•ción y en la muerte la ar q uitec.tu ra. Pero n o reha.saron In actuación mini m a po.sible. de manera q ue se pr~sentaron fron talmente contra los completamientos. las i ntegraciones y. en general. los m Ctodos y concepto~ nplicad o5 po r );. teoriil vio lletiana. razón por la que s ie m¡n'C: )C ha ptesen tndo a Ruskin co m o contrapuesto n Vio llet. Este concepto a·o mántico .. idcnJ de In nrquitcctu•·a m o nume ntnlllegó a generar a final .. del siglo XIX y duran1e el siglo XX la convalidació n de lo ru ina. T uvo ciertn in flue ncia en Lnglaterra. C recia y en los paíse$ n ó rdicos y muy poca en halia. España o Franda. Der ivó hada la pi'Opia coruideración de r u_ina com o m o numen to intrín.seco llegán dose a gene rar ruinas JU1ificiales dcntf'O del pintoresquism o carRet era~dc:o d t"" •u1uc:·llo• pni.sea. Es evidente que el ruiuismo tuvo CI'\ 0 1'tnr ~~rp,.rrulllcln ttn lit mrntnlidnd de Rwkin . que .se puede ndvcrd..r en '\UIIi t r~lHfl llu-•••·h t• r ¡uu··~··· t (1111 0 po r ejemplo en los lll'liculo, quo publo«l "" iln"""twwl M pJN nlall•o• • Art)Ui
teclura y pnis:~jes baJo el titulo de « Lso poesía de la :trq uileciUra. o la •rt]ult« tu•·a d e las na cio nes c uro pens con sideradas en re lnción con las bcl lczM natu•·alcs y co n el caráct e•· nocio nal• , e n los que r eflcjnba su visión mel:1n cólica . a mbi ental, paisaj isto de las campiñas itnlianns r eple tas tle rt'IUn ar qu i tectónicos del pasado. e n la que un elcmen ao murario j u nto,. u u cipr és o una enredadera encendían su espíritu romántico an te la ~Npc-' Liv-• de lu muene del edificio que oUi h u bo. Esta conceptualización de la •·u i na sólo consolidndn y a la es_per.n dt le mue rte del edi ficio del que pro venía pro vocó actuncio nes en rnonumenlt)l de g-r an beiiC"tJs , numerosísimos e n los paises citados. e n ltnlin se puede de• tacar l::. ::1badiu de San C algn no en In campiña toscana , e n España la iglt~la d e Mo reruela en los prado.s zamoranos. Como parndojn de la posiUrn defendida por Ruslan. su libro •obre rl gótico de Venecia provocó tanto en Italia com o en Inglaterra los efectos con trarios q ue h:1bia perseguido. pues nl cnsab.a.r la~ ttrq uitec'tu ras mediev:~le.s df' la ciudad lncustre surgió un IY'tJitiO' Ye ned •\nO que hizo <1ue decenas de edificio!\ se levantomn en r~mbos países o ianitució n d e los d csc:l'itos en In o bn" pero, adem ti!, los violletianos ingleses e italianos to ma1-on sus dibujos com o de mento nnológico para mucha.s reintegraciones en monumentos dtl pa.sndo. Sin e.mbargo. t:unbiéo en ~ta publicac:ión se encuentran Otros gérmenes dt la sc:nsibilidad conservadora del siglo X X de extraordinaria importancm exprtS.11do~ a t ~vt.:-S de vistas inspi•·adas en CanaIcHo o por m edjo de fotog•·,. .. fia.~ d esd e disthuas an~·h•cionc~. Nos 1-eferimos no sólo n co r'lceptos co n'lo lor de la pñtintl acumulada po r los IÍI!mpos o la de los colores 01·iginalc.s de Jo~ cdificJos. ambo5 temas de gr:tn dcbtu e en nuestro.; díM. $ino tarn b ién " 1~ concepción dt:l monumen to como integrado en el paisnje y el'l d ambiente urbanos. formando par te de la e:structura viaria y de los voiUmcnc¡ del ento rno. paree d e la trama edilicia y urbana, aspectos que recogerán las Carlm dtl 11!>1auro d el siglo XX y muy especialm ente la Uamada ,..,tauroddn mtrgrol. Más inmcclia[amcnte co n su cicmpo . si n Ruskin no es posible entender la tl'íttca de Arqultec::tun.i que ~~ d csa n·olló en l nglnt e 1·ra en la segu nc.Jn mitad de aquel siglo. especi alme nt e el « Arts ancl Crnfts» y el socialism o utó pi co de Morris. Este ú lt imo. William Morri.s (1834- •896). si •• alineó personal m ente ( Ontra 1.. res1aur ado n es de Violl et-le- Duc despué• de haberlas con ocido directnm entc:. Po lícico. crhico d e arte. filósofo. interesa aho ra d estacar sólo »U vc rtlrnh• 1·~lndonudn co n lu I'CSiau rad6n n In qu~ npo •·tó conceplo~ de t"~trru,H'dluiul" nuvculad . Según ~"ludió 1 uclnul , drdnf'Ó c¡ue <(lt:n)n u rqu i ~ ttctut~:t nu 1.. bMt• t'Qn rt~IAI" rn un .unhíl'lnl.,, ••nu CJUt ("11" ml!im" drht •t'r
150 ambiente:». aserto que ex1endió a la consideración de que debían tambi~n conservarse junto n los monume n tO$ sus ambientes históricos como sirobolo de su l"éCUf)CI'nció n espiritual. A este erecto publicó UJ'\ 81'1Ículo - car ua tn cJ J)ai!JNtws. reclamando In atención de lns nutot"idndc<!! y los :ti'CJuitectos po•·lu~ e ntorn03 monumentales. aun cuundo sus componentei individua ... les carec-ier an de valor. el cua.llo adquirían por s·u conjunto. Respeclo a la con~ervación de lo.) monumentos. defiende -.al igual que Ruskin- el manlenimiento permanente p;t11t evil;:tr lleg:tr ~la re1rauración que « pen'ierte Jos edificios» , pero. ~11legara el caso de lene•· (¡ue intetvenir, arirma r¡uc: clebc h nce rse a patlir· de u nn hozuada cl1stin ción entre lo ;:mtiguo y lo nuevo. Se con virtió en un verdadero m isionero difuso•· de estas ideas por todn lngl:uerra ¡wlcrn iz..'tndo ~n conferencia~!. debntes. artículos de prensa. etc .. con los violletianos brilánicos y con hu in.stitueione$ oc:adémicas. especialmente con Ox-ford. a cuyas instanc-ias acusó de d"truir desde su concepto cu ltural más hi~1oria en treinta años que siglo$ ante$ d e abandono de ]u cnsei\nrw.A. Fue muy activo en 1" reivi ndicación d el pntrimonio co mo valo r colectivo y en la necesidad dt evitar las r estaurociones. p~u·a lo cunl fundó el 22 d e mano de 1877 en Londres la ••oci"dón S. P.A. B. (Som!JJorlhtProtrctionof Anritnf Buíldmgs). t::n lo que impartiría numerosas conferencias denunciando la desaparición de monumentos como los ac1ividades rt:inu~gradoras y reprifitinado•·tt.S de l os restaurado~s. t'ncarolndose especialmcnlc con Sir C ilbe.-t Scou y su in te rve nción en lo nbndín d<: Tcwkesbury. t'n Clouceslhershi r-·e . El enfrcn tnmiento eón es1e ¡u-quilcclo provocó In l)ublícHción d e varios artículos por pa•·tc de Morris. f•·u1o de lo.'i cunlcs y de sus denuncias fue la fundación de In organhación citada. la S. P.A. !J.. d~ la que fue nombrado secretario honorario Morris. quien también redac_tó el Mamfltslo y su n:glamcnto. estaba dirigid:• por un comité compuesto por 90 expt:r1os en arqui1ectur11 y se o torgó como mi1,\ión fundamental denuncia•· los atr·opellos y expolio11 que s"afria el :a_rtc y li\ al"qu itectum ba·it¡ínlcos en uqudlos tie rnpos. Agrupó l' buen número de l iiCI'IIlos, rtl'quitccLos y poetas que se sentían de acuerdo con 1"~ tco rias de Mo •·l"is (por extensión wmbién con las d e Ruskin) y que: dieron lugar al nacimiento representado por la sociedad dtl Anh-Rtstorohon Mottmtnl. En poco tiempo •us idea. sobn: la conse.nación y cl mantenimiento de los •nonumentOS6e r.xtt!ndió por dher SO$ paises eur opeos y la misma S.J>.A. Il. r n "" )C,I(U nch I ('Umón gt.nent1 declaró amplioJ' su.~ objc1os de escudio )' t111t"lh 11 t•"' upn y'' J\~ln, En ''iJ"tud d e estM nvevns prcocup1u lultt'• wrutcttih, ••· la S. P.A. Il. imt•r vino drástic,unrntr r>pQ ni~ndoll{' 1• hn ,.,,,•urwWI'Mifi'M' • pr.-t~nduu\ f("..
lizar en la f10choda de San Marco• de Venecia. según hnn esrudiado Bo•(•rlne y Pcrlot. Conside1•aba que dichos ob1"llS u-an$formarfnn el ed ificio fal•lf•ra n dolo. 1>or lo que calificaron cl 1""oyecto realli.ado por el nrqui1ec1o Mc<lunt de t~Jio. A hos presiones de la S. P.A. B. se unieron Ruskin y ZorLi. conJIIIIIO que susc:hó un rico debate sobre: lo conservación de los monumento~) 'lu• provocó la anulación de los 1m bajos y la destitución de Meduna. La ll'3~ccndenci;t~ con la que Morris afrontó l;t~ restauración de San M,u cos rompió también moldes en nquel momento al t'.xtender el c:onccp1u ti~ patrimonio rnon umeutal a tocln la civilización . pumo de8de el que r~dr.nw re:sponsab ilidndcs a las autol"iclruJcs italia n as. Asi. 1•l inicio de los dcbntf'\ dirigió una en1·t• ol Ministerio cle Trabajos Público> del gohiemo ele llnl•• en la que le indicaba que « los edificios de una n~•ción no son Unicame:nt(' propied•d d~ aquella nación. sino que lo son del mundo ~mero. LA~ P"n:des de oro de San Marcos. cuya e:dificadón ~ d resultado del encuentro entre Oric:me y Oceidcnte. son el simbolo de la c.uhurn•. Nacia asi el concepto de Pntl"i rno n io Mundia l o de tod:. la Hum~mic.lad.
81suoost.u '"' eAsiCA (Ru$KIN. Moaa1s. S. P.A. S.) Bnn. K. ll .• joA,. Rilflia;o~. Mttuch~n. N.J. Sc-:u'C'(row P'rTü. ag;6. 8orTO, C .. •1 n-.s•auri di San Maf'f'O•.I,.JtlumwAn~. \O). VI, 1879. pp. 701-7~1. BoSGA .. IHV. S .. • 11 pnmo inlt"~nto ddl-a Srmb alr~•lt"ro
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•erá de gTan modernidad. pu••
-, TlwSt V~G~\(.ttttt, l.ond..rn. 1853 ( Lu¡..«<-,tuk \ (vna, \'alf"nd.a. ~000 con uurodutttón dr F. J .u .Ail"'). S• 1 1r , M 11 1-..• /1 tl'ltiMO •n flrÑ!ttttfuro. Milnn , '2001 . 'l o•'', 10 P. Rt111l!.ltO ardutrtt l n llftt.. PM.n. ln~~W. 1m~ll1, franco Angeli.
\11l41o,
aUn M~ manti ene hoy en dia. Ta mbién rcc.hnz.uha Behnnntln re.~tauración 'aolleli.ann porque-
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ten día a la bú•qucda de modelo• ide:,. Jes t' n los e~ui l os m ed i ~v&les.
El it:olinno defiende que debe buM:ars~ la realidad histórico origi nt~ l de) mo nume nto y. por ou·n p rH'Ie. nmpliu el con cepto de lo5-
LUCA BELTRAMI Y EL« RfSTAURO STORICO•
Oürante las do) Uh inuas decadM del stglo XIX los arquuectos y los teórico~ uahanos van a rt!accaonar contra lo.s e.xceso.s produ.:.dos por la c.scuela "iolleouana en Cut·opn y c::n rl alia y con cra e l rmn lis.m o PASIVO dt· lo cscucht inglcMI propomen do ~1\ hen c;:in In conseJ-voc•ón . pCI'O buscando una dtalecuca entre lo anuguo y lo nue\O cuando t>s inevnable la intervención . Como con.se:cuenci:. el(' e-sic debn.te, surg1ran en t$l0). mamemos dos ten ciencias nuevns cle n o min:ula.s ratmmHtonrq y rtftfwro mod~rtl(t ('Ju;abctnd as cada una de ella.< por Luca lldorami y Ca millo lloíto. Ambas'" produe~rcln en rl entorno m1lanes. que en aquello\ momemo' conoce una importa me ae:tividnd y u na l:.scueiAde: Arc1uilec1UI'n de grnn innuencan en lo::. :imb11 os a1· <tunectón icos ital1anos. Luc:a Bchrnmi. nacido en 1854 }' f31leetdo en 1933· "l)lic.ara '\U~ teona' dd rrstauroJtcmro fundruncn tnlmenLe en e.l rnstillo de lo~ Sfon.:• del l'llLStno Milan. Su p royecto se fec hó c aí 1893 y phmtenba la re~tauración d e la fortaleza esfor-lt\CA. con In. intención de integrarla a su amagen origanari3 a l»nir de las tratas y dibujos de hlarete y de von .. de.cripdones y docuaru::n w~ :m tiguos, como de la an alogu• com pn rndn po a· medio del ejemplo de Vigevano. según Cario Ccsc.h i. Como con ~ecucncia de la actuación se con.51ruyó la gran torre central . .:on sus volumenes escalon3dos. wbre uno!! s imples restob d el l,;,~n m ento que e ran lo u n ico rea lmente d ocu m entnl del edificio. Si n emb:wgo. In o peració n 1-e:.uhó a p lnudidn e n \'a•·ios &ecto re' del mundo italiano. intelectuales y populares. que pro,·ocó numerosa\ tlCCtones snn1lare.s huta emrado el siglo XX. .El méLOdo h1stónco J:H'Opuc$tO )>OJ' este a ••<tuil ecto h nlinno tr atn de luchue· con u-n las a.rbitnt r-iedaclc"' d e los ttStaurodom tjtilúhcos en la concat"nc•o de qur t'\tOs aplicaban para hu remtegr-dciones y ~Yt·un,truccm•u~• C'On\ldrrnc:aonet ge-n érltáS de estilo: demand a. pot• <"l con11 111 w, In ut •lilltt'thn d .. e-riiN aON t'~pecificos y u n ha r-ío' psu·n. cada t't"'lliiiWtal•luu •lr l• ... lt,.mlu tlu~· rnd u u m• pre~nc-;a~ un caso d"1&n 1o con un' '' o1111 nt 1 •h • 1 tr •ty:umr u tu
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con5en-ables a los renacentíscas por la ratón de que para tstos es. m ás fár'il halla t fuentes hi storiog~fic:h y documentales. Los princip•os sob~ los <¡ue se ful'ub el n uevo m é to d o pnl'ecen sel'io.s y ragu ro.ros en e1 pl~ano teórico: el entendimiento de que d m o&'1umento e~ u n documento c uyas di ~l intas fnses con5l l' uctivas dehrn ser reconocidas como hechu• doc:umcnttados. y por esta caub-H I'C'S)'>etadas y c·onservodh1: In~ opernciones ele restuur3ción. 1e:1n integradoras o d'" ffCOns\rucctón, deben bnsa~c en «pruebas obJe-
tivas» riel m is m o m onumento, en u•u verdad ele lo~ hechos comprobable y basada en el co noc nn icn to clucu mcn tstl. e n las fue.nlt"' ap011ada~ por los arch1vos rdatl\0\ al edifi(IO. ~n lo~ grabados. pinuu·;1.s e h isto r iog-w·llfln, ns-1 c::om o en el arH1Iisis profu ndo d e IUC"• tkllt'Jftlt ea,.ttlto Slon~ u
a~ de
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tor~
'"" rf fJf' ck la flK'h~ llf\'(l Al arqu1tH'IO 01 ind;;gar tft t.l\ lltth!WI, 'f dHtühfi! ~111 1""QY«'IO dt" ril<lfrtt', .iiUiilt drl f'dii~O. JrUrfll'"'"l''ll' tu~tJn~nlt qut ffA p.a1.1 nlc k••l tt 1 ,. h ''" •oft ~truyo\ Vr l.f MI iniC't 111 ., l.
.. ,
1
la obra. Como he m os ¡c.ña1ado. en tcorin d rr~tourostonro es un m c!to d o bu•n p lnn1 e::ulu , c:orno , .. ,,aln 1 U4 t.-u, uultuu tntf"fffln Pr ro
L---------~~--------
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CONCEPTOS. liOitt\ 1 HIJfO't!A 01 LA ltUUUUCIÓH AltOUITEct01111C:A
Ol VAíl tA IU.STAURAtlON t;
~n
VtnC'da. t';lmp;t.mlc de San M.ar«&. Rt'(onstrucc:llln •oomo trJ v doodc: C"it:aba• fn t9021C hunck: la torrt ~ndo uA tmpnttatHc: debate sobtt \1 ~u•rla v. df hXTrlo. . rom~ (1'11 u t'n d c:shlo lit' la fpoc:'l. Pr('V.11N:ió aquel!:. ~tur.:. para rt<:UIX"-r.Jr los valorn C"moc.an.a1C'\. '>imbt\tl<:OS. urb:.nos y vi\ualo.. Vi\llt \In 1:1 tulfr y m:On)truc:C'Ión dr 1;¡ 1()9ta, po.r an~tda.ts (kl.a. foto dd ;h.ttof, l998l St ,nauguratg ~un niOCkJo q"" it~ ap&,(3do r«<Mi-~ cdrf~CJM d c:tfiOhd~ por catMtrofe1o o pot otr;rs t'OJ!V~~
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w'
In pr~klica fue desastre por- muy d.iversas cau.sn.s. fundamentalmente porque no existía todavia la suf'icientc capacidad critica para inu:rpretar In~ fuentes. ele r'I'UHlea·a que:: se n11'1lentcndinn el't'Ó n e;.•me nte. udemM se dedu· cían excesos incomprenstbles de los an.áli·ds documentales. T-"lmbitn &e :.dmiLian vistos g•·:Hicn< (p inturrt~. dibujos. g•·¡•bados) que S(' habmn cont:C" hielo idealizada mente. caprichosas o arbitrarias. $in ning"'""' c:on.sideracaón cnttca influyendo de forma decisiva en las r·econ.stntccioncs y pa·ovocando obt·ns rigu 1·osamente pcrsonnles e inex.act.a.:~. Los arquitecto<- filólogos añadieron a su bngaje formativo al nplica1· t~W visió n d e la t·csttlUrflció n un co ncepto d e restaus·ndore.s· histo t·i••dorcs n•·chi\ri.sta.s. que en principio parecía posith·o. pero que llt'\'ó a in1erprc1n cio nes y l'CS t ~\u•·:u~io nc.s nbsoluwrnente personalizadas y subjcti\'as. Este tipo de restauración poco ortodoxa suscitó actuadonc~ c::omo la comentada e n el castillo e_o¡fo t·:r.c~co. más pnlpia de l11 reconstrucción icltnl preconi1.nda por un histol'i:tdor al manej:.r dibujo.s antiguos del propao F'ilan:te para sus proyectos ideales de fortalcl.ilS\ pero al hplic:arlo al ed_¡fic.1o o to •·gó n este utHI preo;encin f'u lsa. pue~ 1'\unca. ni por el mi•uno Filnrete fue 8:JÍ concebido. e ind03o en tal supue.(i"IO de que lo hubiera realizado nunt:. se llegó n C(>nstt·uh·. po •· lo que se incurrió en un doble e t·ro r , moln inter pt·etacion documental de un material hL\t6rico que no cl'a pata ene edtli· cio y t·c¡_tl iu u:io l''l de una lorrc yuc nuncn se p1·oyectó, al rucnos en In fot·nm en <tue :ce •·e~li,c). Pero lo mas unpot·tnnte nos pan.•ce qu e:" es el sallo cu:-.lita livo de lU, m étodo gen C:I'ico. como el e~tilistico. donde se buscabr. a uhranz;t l!i reconstrucción de un modelo medic,•al idral y u1ópico, a un método cttpr dnco que empic,.,:, a to nsidct'fi t· cadn rcstau t·nción como c:specifica y con ... c.N:tn. con su p~rsonotl casui.~tica y ttoluciones. a p:trtir del es1ud10 del CMO en si y después d e conocer In totaJidnd de su hislOrin, documentos. ft.aemei gráficas. cte. Por ello. no~01t'o.s imroducin'los en la feno menologi'a del rt.\1uurostonm ln.s recons-tl'ucciones dclibe•-ad¡u ~rnm 'ero t dovfru». que producen co¡n·us exactas de objetos desaparecidos por diversas cau.MHl. pe..ro de los que se conocen la lOtal idnd de SUS CnntClCI'ÍSlicaS f>t·oyec1Uales, t'lrtislicaS, históricas, documen tales. etc .. para realizar la n!'produc:c1ón a trow6: de la con,uha y el estud10 de los archivos. mate1·iules g•·áficos, histo•·iografía y cuan tos otros insti'U mento.s permitan la rcali23ción del proyecto c.opta. Enmnrc:nnON c~tas oper"acione~ Nl In nunodo h lnfn p 1·opuéi1H1 por Ht11t rum i , po rqu., u• npont radtcalulcntr ~t lu vwll.-t l·llhl. qur rn un rMu \Uill
lar tt"IU:It·•• .. • 1. lf'c un\t r '*Cirión drl mn '"'"'""''' mrtn• tlllfln '"' •l,ft"c 1u'
CO NC:tPTOS, ltORlt. f, MIUOIIUAOf lA AUT.t.UitAC:IÓN AIIOUIII.ClÓHIU.
OlE VA.RIA U$TAUIU.Tl0Ht
buscando la id•alidad d• su estilo. También •e opone • lo teorin rU!llúniann, pues e~la con~ídcraria que el edificio ha muerto, por lo que: no s~ d~be reconstruar. Los seguido~ dd mtauroslonco tratarlan de realizar delibera· dame me: una copia exacta. sin la más mínima mutación. eon •guaJes significado~ ~uubólu~'O.), a.11i~ticos y urbano~. cun lo~ mJ.) parecidos materiales que se pudieren hallar. con iguales decoraciones y orn:u o.s. en ddlnitiva una co¡,in cxnctn. El cn~to m(is paradlgmático d e esut co ncepci o n que co noce mos es la •·cconsu·uc:c•ón del counp:m ile de la p l.-ta dt! Snl'l Marcos de Venecia. 1-hm dido d 14 de julio de rgo2. CJucdó •·cduciclo totolm C' nt c u esco mbros . Un g1·nn debat e - en el que pankipó h nstn Otto \Vng•1 e1'- se inició enLOnces. prime 1·o ~ob re si r econ struir Otto ca mpruu lc: o clejilr d espacio vacao: re~uclto elevar uno. el d ebate siguió sobre en qu~: numera realhar)o. Unos dcfendmn c1ue ~e d ebía reconstrui r . otro~ CJUC la rccon"1 rucción fuera cs~ncial i1..'1da y atendiendo sólo al volumen y la ~alueta. secto res tambu!n numerosos defendian ha construcción de un campon ile en el t~hlodtloiJK.Ko. entonces en Vcnee•a el Lbt'!r (Art NoutYou). Vencao la conside:rac1on d e ejecutar una «copaa literal», el «com'trot do~:'no» segUn la campaña 1riunfadora. Se u ulit..'1ron todos los m .. u~riales cientft";cos. gráficos y demás que se pudieron reunir pnr:-• que dicha recon.!>u·uc:rión COI'I'e~pondiera" ha mas cstricttt ~im•litucl con el modelo y el campanil e 5e eng•ó reproyectaclo. permancc·icndo hoy alH. Pcnt si se ul iliZilrOn anMI'Utnt:ntos co n1 cmponincos par;¡ In rccon~tr·uccilm qué concluyó el 25 d e abl'il ele 19 12. po1· C'je.nplo. !\>e Utili'l.o Cc: J'nc,.- nl o Jo•mudo pHn• los c am ic ntos. pu 1·o In estr·uchll'r& y p;:u-n 1a nueva cuspu:lc y se r·cvbt it> todo con rn ouer iales tl·adic•om,Je~; In nuev:a 1o a·r e alc::tn7.Ó clo:. mil tuncl:1d:" menos q ue l::1 nntig u a. Las nulondndes venecianas orredeJ'OI1 la r·econstruccío n nl mi\ntO Belt•·tami. ttut ),, rt'Ch~7o porque seria vetado para trab,~ar en Venecia« ... be:n presto lo ~trumtnto e lo Limbello degll cr-rori e dellc ancert.eue che dominano il Min1,1ero ... :+ con el que había luchado de.sde hacía 'euue ni\os. Plume.ar ahor.• la significación de dichn opc:T·atu>n ofrt'ce: resuhados tales como que ti ambieme se recuperó. el demenlo de cOJ'H~lo lón 'erucal entre do.,. pla1..1'- horbonte~les también permanece. In rtfc:r·t-ncia maritimo desde los cana I r~ ~i&"-•e cu mpliendo su mision . la rnls•flcac•on maternal por· la perfección de la reproducción continúa posib1l itnndu d conoci miento del objeto al que .susrhuy(·. uunbi én uno de los sut1hu l(:)\: dua•t~nlr •i)r(lt.lt, de In ciudnd h:1gt1nnr conl inun pl'esente. etc .. eLe. Coul(.) dí!,. Ct>"I'IH, llltn))C)CO huy rnlsi ficució n porque los venecianos t'lO prt,-lf')(UIIH• r 1 tlulu •lu .,.,.,, ruu r:ug;:ai\nr n nndle-. Re"'"· put\. t1uc e l t:nmpluulr Hu • • .........,. tUtu uuHira1w, y c:¡ur
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Vtnt'<'la. Clmpaneit de- S3n Mar("'()S. 1:1 r t ltuOI ftpll~ m•fnttQmconlt la tone OlntJgva de~ q\.11: k jl())ria rnm•1kt.1 in(ormac•t.n (n mlt11111 in1fudU('(' nm·vn\ 1n:ucoua~ pm f)ltmt' «<f1(}tniC'ól) y de.· ''cn\po, §.t stAalatt ~n mS('Iiptionr<; h lntcorwt\Nñ•' dOI\d(' c;ro r:~n·c•to dr- dJIIX
v
$e
C)l)rtsrm lm c:ttmeniO'i funnaiC'., en ~:tb\trJC'to. (rf>w~ de-l .nulm, 19991-
ndemás e~ n1uesu·a de un .sistcrnn de p cnsunl icnto ele comienzos del siglo XX y de un l'noclo ele intervenh con rc~pcclo ''In nn ligucdnd y el prese1ue. lgul'l dcbntc que p osib ilita P~I$ÍullC\ ti ravOI' y C l\ C!01'1 ll'3 podría estable· ce rse sob1-e o 1ras reconstrucciones rcnli ~nrln~ <!ll l'c ch a m tis •·ccie nu: . tt~lcs
como el Pabellón de Alem.,nb de Mi<>"'" de•· Rohe. el del Spnl Nour•ou de Le Corbusier parisino e:n Bo lo nia. In ca~n dt Mackintosh o d de la Repú blica d• úpaño en Poris. en d Val de ll cbrón l"u·cdoné>. Falsd'iroeiones. copias. !1rsla. rec:ap1uraciones tangible~. cran,rormación <le la idea de hislo· ria y m onume1\10 dd pasado en su c.. p~cadacl de recuperació n ...
AA.W. Jlr~tmporulrdrSan Mcr.n:o. Venecia, 199:t. U1c cuv1, 1 ., • l.11 f"OI\,~Cln>a'l.i~ nc d,.¡ monum('nllntll'uhlmo Vf'ntt'nnio•. Jt/utJluAnlol~o. vul XXX'VIII ¡¡lull, Ronuc,189':l. MIIMn, 1'}0:). , &tt1Jnt•III•H ¡ "t"' ••• "'''lf' ¡lfJ C:o•nparui•J•-Sitlt Afun~•. t\114 ltll~~ rht ~ "' l~tt«~lfri.lrnl•lU""rftP"M(!f-llttft#l ' ,¡,lf \J' .,,., \IJIII11, IClOr..
l(t•·•••·
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-. Vtnrv o, ú.co llfllromi. Rtlo:jaM dt~~rllmfnht!o dtllo (;,41nfa CJI Cotu~•o CmJtu~tolt. Venecu1. Carlu fnrari. l903· & .... C .. •ll ump•n•le de San ~hrt'O ru:dlfiQtO• . e:n CoJt~.,~. 1912 . Cuc:m , C .. Trono u tuna dtfrmovm. Mario Bul1onl EditoriC', Ro"'"· 1970. Oo,.n ut. 0 .. Lo riMn.liNUI>ru:" tlrl rt~mpomf, rl• S. Murcu ~ r(J Lt-'Mtt.o dfl Smuot•mo. Vr:ntdll. Callegari .
1912.
- •• La ticQMnazion.- dd c~mp.amlr: di S. MaN'O. Vc~7.i.t•. nCeomok Jd Gt-NO c,.llt. núm.
5'· 1913.
L0 ,, 1.-,-. 1, R .. 11 Rr~tauro. Srona. Tto"o. Tttnidtt. llrtJt~l'll.ltt, Fratdh Palombi Ed1to ri. Rom4\, · ~88.
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p, • IOt. o o Vt ltt'.(,ICI 'rrsJuurota'. Ct.n/(J\ff/{lltfl} Ottl11 d. Ul lfrt'*"'' J, m :touro tlfiJ• tdifid tlfnt.Vuní . F10111( 0 t\ng"li, MiUn, lg88.
s,c:u oon. N .. •11 nu0\' 0 (:anlfUiflile di S. Marco +. nMMII.Ot't' TttttKO. 20 de dtt~mbrt' y 30 dt drcicmbrcdr 1907. Srnr.
~(.ll
P..
llrt,i.ltlllrt• it~arcllllf'!/111'11,
Milin, 2001.
CA MILLO BOITO Y t:L «RESTAU RO MOI>ERNO»
Paralelo al de...11'ro llo de la$ 1col'ias de Bchrnmi se produce en ltnlín In arti culación de otra teoría de la restaunción que tendrá mucha más rortuna y t.ra.scendencia en toda EuropA. Será deflnidn por Cnmillo Boito. nacido en Romn e n 1836 y fallecido en Milñn en 19 11.. ArquiiCCIO de ca •·rcrn meteó rica. estudió primero en A lc1n3n üa . Polonia. en In Academia de Venecia y en la de ~ia1ematicas de Padua. Con •ó lo 19 ••'o• accede a la d1<dra d e Belln< Arte< de Venecia ocupnndo el1>ucsto de Pi c1ro Selvatico (180 3 t88o). un gnm 1eó rico del mh.<~l m ed ieval. Refugindo e n Milñn, en 1860 <ucedc en la cii1edrn de arquitectura de In Academia de Brern a F. Sch midl. que ocupará ha.)ta su fallecimiento. Como aficionado al mundo medieval admira a Viollet. pero r~chaza Ja.s l"í:Siaun,ciones de sus seguido•·es po1· co nsiclcnu· que In metodologta ya estabi• anticuada a finnle$ del siglo XIX. También se. e auu.sia.sma ante las teorías d e Ruskin y coindde c::on su penSil miento y c:on d de Zoni en d famo)() debate sob1-c la res-1aurnción de San Marcos de Venecia . Pcr'O Boito imm1,ru•-a una ' 'm nuevu:. medio cami no entre el inglés y e l francés. fu r\(lamentalmcntc poa·.. que se halla irtmc::rso en preocupaciones distintas; por un lado. defiende la unificadón italiana. lo que le obligará a huir de la Venecia 1odav1a austriac.a; por o t•·o . se sien le discípulo de Selvático y de lo• mé1odo$ alemune•; y sobre todo y de fot'ml.l muy tra.scendenle. po•"<lllt' ~e pl:uuru In a·ccuprr:.rión de lo11 monumentos desde la necesidad dd rtuw. dr la uulllet{lt Hl. )' tlr;dc la críticot de la :.rqui1ec1un contcrnporánc.- sicndn ~ nnw tr1U• ti• rt"UovartnnC" e-¡ uf" en 1oda Eu l'Opt• •• producrn Nll••r h11 ""' uiiiiMI dllelldu drl •IKIO X1X y la
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primera del XX. Se lnsena pue>. dentro de la búsqueda de una «arquitectura nueva • aunque todavi_a determinada por la historia y en cuanto n los mortumentos de ntr'O de la problemática ita_ l iana de su eno rme cantidnd y nece,s:idnd de destino para su c.onse•-vac.ión. Boito man.i festó sus conocimientos, experiencia y teorías cm numerosos =ri1os. Fundó y diri¡,-ió la ~•1• ArkitalioM dttorath;at inJustnolt (18g2 - 1893). Ypublicó obras como Omamenh dí tuttí¡1í stili (J 881). Praposto dí una riformo r~rg/1 •latuti del/a R. Accoclemia di Btlle Artl in Milano ( 1861). Sull'ouuiomtnla <ltllt ortí btllt in /tal•• (1864). Arrhitttturo Jtl Mtdiotro in /tolio (188o). 1/co<tt/lomrdrtoolt (188.¡.), QutJtiom prodichtJ•BtlltArli (1893) y numeroros an!eulos en revi51as especializadas. Boilo parte de considerar fa restauración co m_o un:- disciplina .seJ"ia )' nutó nomn en la que se debe conjugar la capacidad de cl'f1 íc11 con la p••ofesionalidod: «U misurarc la be.lle7U'l rispeuo alln ''ecchiaia. e la vecchiaia ris .. peno alla bellezza. e afTa re ddic.a to; e ci vogliono buoni occhi . buon crilerio , buona esperien?.a, buonn biluncia e moha buo nt' vc>lontil di pesnr tullo, anche g li scrupoli. con animo spassiona1o e disinle•·essato. _La van ita e l'amb izione del restauratorc divtntano ¡anche pi U funeste al monumento di qucllo ~he possono riusci~ l'avidita e l'avari7.ia~. Pero junto a este casi carácter de demiurgo del arquitecto r~s-taurador y a los al\tecedentcs señalados do Violler y Ruskín. Bo ito ndvierlt en sus esc•·ilos q ue e l nbuelo («nonno »-) de la restauración fue.Ciuseppe Vnladier. Y es en es1a admiración por <.1 restaul"•dor cid Arco de Tilo y el Coliseo romanos donde se encue nu·a pnrn nosotros la clave de Jn explicación de la teoría boiticma, pues por un lado l'ecupec'á uno tradición iwliana scgndn por el r:iollth'<Jnismo y que Boho persigue desde. su condición nacionalista. )' por otro en.s.alta dos principios fundame.nt.ales de aquellas dos re:s-tauracíones que conver1irá en docu·ina de grnn J"especo. Pnn'' Boito . V:\lndier - la c r·icicn actual d esde Marco ni demostrará que fue Stern el creador de estos conceptos m_ientras que Vabdier sólo lo1 síguió a su muerte- fue un re:suaurador t:tnti]iw capaz de actuar en aquellas obras con d mayor rigor respe1ando lo• restos materiales del rnonumen1o, por un Ind o, y siendo inteligente pnrn crear un m6todo sutlf. delicado y moderno pnra recoanpo nerlo y consoli darlo. por oLro. Boito encuentra aqui las daves de la nuevo. restauración: conseguir un criterio lfiuficientcmente hábil para dcrender In memorin históricn del monum ento y l i la ve¡ para recuperar Ja imttgt n antigua del mismo sin el cinismo dt lo, víollrtlanos. ~ con.sigu~ cnmbat-n nsi que la restauración se3 arqucoiCJ~u ~) t•n•lurn proyectual mi~ ni t ,., '1"'" rn V1ollrt 1odo ril-eulaba oh'<'d«IIH <Ir la Mpnd• y. cvmo ültlmu lmpununt c cmp~no. ••
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logra. una va producido l• operación dcsdr el J>"!J"dO modtrno, ~cuperar un edificio de u n -.. cuhura nluena p..'lra cum plir una ~necesidad» comernporán en. respo r1diendo e n d e rlniliva a la rie)tilución esté tico, h lst61·icn y esp irituaJ y tnmbié.n mate.-íal sin. ren u nciar al diñlogo ent re lo antiguo y lo presen te. Pero ccntránclono~ y~ en su método y criterios esp edflcoJ, es necesario ~eñalar que Ca mallo Oouo nunca defiende en prim er lugar la reitauradón. a la que jarru~s considerO\ prioritaria. mostrándose así más próximo a R uskin. De esta m:mera IJega rá a ofrt:cer ~u discurso fa m o)O de que «cu:tndo sea d em ostrado In nccesld ad d e restaua•ar U l'l edificio. debe sea· antes conso JiciArlo que l'tJ)fl r'Mio, nnt es a·cpn 1·ndo que rco¡tnur;•do. cvit:mdo •·cn ovncio n cs y añadidos». ful p ue'l, en p1·incipio es u n nc~ndrado a.nt i-r~Maurndo•· que com o Ruski n endrnd~ c1ue la con.scrvndón de los m o n urne•uos se garan tiza por su entt~tenun•ento. por un.a lábor continuada de manutención. Tambitn e~ 1m portante! Rñalar que~ opone rndicalmc:nte a lu inu~gra tJones, como a los comp1etamiento~ de obra inacab:.das drnunc•ando las o ¡>e •·acion es vio llcH:ulfh clue «con admia·able cierlcia y ast u cirt h a•tCI'I p:u-eCCI' nn1ig uo lo l'l uevo. po ni éndom e en un A fe roz pc •·plcjidnd d e j u icio. do nde el d eleite d e con1cmpl ar el m onumento desa¡>arecc . y estudia.·lo conllev;¡ \Lnil fatign f:t.slidiosisima~. Para Boiro lo~ monumentos ~on (locumtnto) de la hlltoria de In huma nid3d y todas sus f.<t'I.C\ constructtvoas lo son de cada uno de lo, momemos de l;, existencia del ml\mo. por lo que ~e deben rc!petar: otr:c:n un viejo monu · memo la parte :1i"iHd idtt, con tal q u e tcug¡• hnpo rt:1Jltia at·lt "'ilicn. arq ueoló g•c.- o h islói"Ícu. au nqu e secun·d;~ nn . t le b c se r co nservadu. nun t' cosw de ocu lta r algu.-H~ c·o'tn ·>. Asi, se oponía n la « 1·cp •·isti nacióu » y tll'rn o l ición de añadidos de otrns Ctt\pas de los ''iolletinnos )' precoou.a ba una nueva con Ciencia de la hh1orw y dd \-alor cMtiiCO d~ J¡¡_..,. obra~ de árquut'c1.ura y de ~u~ d1st1nta.S pan~: (¡1' No stemp~ la parte rná~ ant•gua. aunque se:\ la n'lis ,·enet•ablc y más import:.n te, debe vence•· \Obre In parte añad •da. la cual puede tenea· Ut\a bell e:r.a an t l'ii'ISeca y absolu w. En wl caso, belleza puede s upe rar a nm igüeducl ». Pero también e~ nnl i ... r uskio ia J'I O en cun n to a los cortcepto~ que: t:ste y su.~ <eguídores exprc>Oban sobre la pasividad la actuación •acrolcga dd hombre ante los monumentos. Para Boito. b3JO ntngún pretexto ae puede dejar morir un edtficto ; «Es necesario hacer' lo imposible. es necesarao hacer rnilagros para cons~rvilr el m o n um("ntfl y \U nnt•gun MIH'l'IO nn ístico y p intoresco». Por ello. llegndo el enso dr ' u t·vJtlni tt wutuhuut\lt" llt O. el cts$0 ele In a bsolu tu ntrc~lfl,,rt de restnu rll l u t•tuuplf"tlll liiiWtlu lu t ueuu lith•c•ó n o la rtpuradón ._r,m mulll h. • ,¡ tu• · pttrtl 11 tU•• U u ••\udHIH\ c:1ur a('
re:aüce n ) mu~s1re n no ser ob~o\
an1ig.•• · sino ser ob ra de hoy». E. só lo en c~te m o rne m o últ imo cuando Boho orrecc sus famoso!li o cho p rindpios de actuación pura estas fábr1ca.s qu~ generalmente nu nca fueron comple1adas o que st" debe n cambmr ele uso al aprovechar 1.. opernción . Esto es im portan te . p OI'lluc bue n a pa rt e de In cn·ti ca de n uest ro/\ día5 fuera de llalia ha tomodo t \t OS p r incipios como reor1a. general dd italiano. t:uando en la ma~Jma ()('.upan lo que podriamos lln mnr el úiLimo lugar y sólo r elcv:mlC cunndo sus nn te.n o •·es postuh•dos sea n con sidentdos i naplicable~ por el grave d eterioro de la fáb r icn. Estos ocho puntos o pr'inc1paos expuestos c:n el 111 Con grew de .A rqu itectos e Ingenieros Civilc.s d~ Roma. celeb•·ado en t•l nño de 1883. so n el l'csuhndo d e ro da In expel'iencia ele Bono y en su con1pend io con.stituycn urln enunci3ción de criterios que hoy en dia aun no $C han superado y que primero el Minisrerio deln Pública Instrucción d e Italia y d espuCs 1o dn EUJ-op~ rndll o m enos rápidAme nte asumie•·o n n nda mas ser fo rmulad os. Dichos p untos son lo_) )iguientcs: l. Diftrrnc•o Jt tsl1lo tnlrt lo uniJg~~O.J lo
r
n~t~.
'Vmn-11. ....,.,in 1~v•ll l t IJ)JM'htlll. C.mtllu Un-Hu, ,_,\;!lntttl y M11h~ ht!j rll!'l!iw! r l 6 hC'P y tC'\i"uMI r l tlhlicio Alilr 1• te 1111rr..,, nt ''"" y nt.uJu .tt tu ¡1 (fQhl cf. ~ 1! 1 IU
2. DiftrtnrJO dr molmolr< <• sus f6briCOJ. ,1. SufJrt~I4JII Jr mottlt,m~y dtroraadrr t nlcu ¡•ortl'~ """.,."·
1'/•"1' 1o1111ko/m /lll lll(t mc;llfiUi f• 'Jiit
hC!fOn sido tlrmmodcu en un l11g0r ront¡uo al monu-mtnto rrst.ourodo. 5· lr1e:is•'ón Jt! lu ficho dt> oduoaón o dt un JW"O tOm!fllCIOnal tn la parle nutua. 6. Epígrofo descriptii!O de ln actuación fijado al nl(mumento. 7· DescrifKi6r'.JJatogrofias dt las díiJ<!= fastJ J< los trabajas cltfJU$itaJas tn tlprnpia monumtnlo o rn un lugar fuiblico pró.nmo, o pubbwn6n cltloclo rllo.y 8. Notorinlod I!Uuol dt las aaiontt mll~rku ;>. A partir de esta teoría de la consolidnción . reparación y restau ración según ocho punlos y en la que se conservn•·ñn los valores histó •·icos del edificio . como tambié n los espirituales y estéticos sin renuncitu· u) uso material po r la conte m po rane idad , se desa r rolló en to da Eu ropn u n d ebate en el que las hip otéticas vanguardias de la restauración - paradójicamente las m:ís conservacionb1u- plantearon la nece.ddad de cnfremane por medio de lq-cs y cuantos in.stromentos f'Ueran posibles contra las J"e-ilaur3ciones estilíst icas q ue fabincuban 1os monumentos y engañaban o todos. y especia) ... mente a las gcncr ocion e• futuras a l;os q ue h abía que legársclos. El mism o gobierno itaUan o rcdnctó ln ley P01'0 la oo u,ftnx~eión de los mommtcr11tosy dt los objelf)S dt onligiiedod.Jorlt (núm . 185 . t2 de junio ele 19 02) sigui endo lns normas y los consejos tslablec:idos por Ca millo Boilo. y jóvenes y valio.sos arquitectos europeos recogieron las ideas del re$tourndor ha_li.ano iniciando verdaderas cru1.adas par:. salvar y respe.tar el patrimonio anislko. histórico y monumental e n sus respectivos paises. Entre todos ell os y com o hn senn lado Miar eJli. deswcnr~l n e n Es pañ a Leopoldo To ro·cs Bnlbás , en Fra ncin Pnul Leó n, en Bélgica Le M aire , en Creci11 Balnnos y en [aa1ia. qu.ien Ucvur:l ln.s teor ías: d el maesii'O n grados m ás altos de perfc:ceión. Cus&avo Ciovannoni . Todos ellos pertenecientes a una generación que se puede cifrar nacida en los alrededores del oño de 1870. y que l u,ricron en sus distin1os pai$C-5 grnn pl'e'dicamento e influencia. Pero también sería justo señalar que la i m portancia de Boito aún no ha desapa•·ecido y que la muyor in de sus en\m cindos sig uen •·e$petándose hoy en dia. Será Ciovanno n i q u ie n tenga la enpocidacl pat·a a.ñ adi r nuevos concepto~ que r eform uln_t·án lo teoría de su m~t estro. l\JIUOCitAnA M.SICA (Borro Y «tt.:STAUlO MODI!.ItWO•)
8(uTO, C .. 1mtouraton. f1orenci~. 183+. - . Q.ut'Siiom (>l"((tacht rl• Hllr olfi1 ft)1uuri. ttmtONr,l~t.h"f)•JAt, '~'fr'•"-"'• h•~•'"lt!lflll, IIClt'}lll, M ililn,
t892. -, 11 DliMJI) J,•t\Mun(J tt •llW'J:'II ptr la ,,VD fomr,u, tilA N7 #l,.ot~.., 1t lti.C"'rfW .,¡ Wl .....,II.WMy,.""'f1c6 dt f. &J ,.,.rosl.,, T i¡o 1 M,,..¡,,, Molln, t88q
-. Rtlll'J')M drlt'ardo. C. llomJ M J>ms<tlo d> ".Ju,o,..d.JI',.¡'""' d<l Poi- d.tlala,tgro •• 8"""'. o\ pollo nlo. 1lrc-'ei\\, r8g6. C ALP•••otr, E •. • JI restauro della c:hie113 flei $1U'III Mari:t e Oon1110" Mun no ~ il c:onctilmto di nlllo lloito•. Q..dun/ PAU, IX, t998-tggg, Ce,., .. ,, C .. Ttono utot1a dtl I'Qtquro. llubonl Edito re. Roma. 1970. Graui. L.• •L·Intui~ione: mod-erna ntl pf!ruie:ro di e~ mUlo Boilo•, Cac6rdlcr. núm. 208.
c..
t975· Lue••w r. R .. 11 Rn.tolircJ. Ston~t. T<OilO. THtl~. ProtO§>ttitti, Fntdli P.lombi Edüor-1. Rorn•. 198 8 .
~~.a"'" : ¡.--, nc t.A: Rrstoumrt ororu.rn.-o,..UrrnstJV;.iol'lrlogtto~mrlOOolnrtaéktmtollroo!Tiutt'flolttt~l. Eduor< CI.EAN, Nópole,, t98-t. Roc;m . C.. «C1unillo Boíto <" lt> pl'i mc: propo n e n o r m1u ive del rtMnuro•, Rtstuuro, ndlu 15· 1 97 1~· S.A...-ruao, l .. •11 contributo itali.;.no •llll dtf'ini~ione conce1uale t" m<'todologicu dd r"' lauro•. RtPnw,... nU.m. 43. 1970. Srnr, M.• P.. lllftltt&~rofllotd.tdl~ru. Mil.in. ~001. To ... u.t.o, 1••• ll1f01110orr:IUtrltOI'IIt'O. P.,Jn, •totw.t1111~ni, fr,¡_nco Ancdi. Mitin. 1987.
GUSTAVO Ü IOVAN NONI Y EL« RESTAURO SCI E N'fi FI OO»,
v.s CARTA S DE A TENAS ( 193 1)
y O P. LA RESTAU RAC I ÓN ITAUA NA (1931)
Giovannoní (1871-1947) forma parte de esa nueva gen<radón de ~tauro do r es europeos que trata de Jlevar a sus úl1imas consecuencias en perfrc: ción los postulndos de Boito. Se licenció en Roma en ingenierla civil. pera desde el pr·i mer m o me.nto le i ntcres~u-on la H isto l'i11 de In A•·quitcctUI'll y lr1 Re$U1Uració n llegando e~ ocu pn 1· In cri.tedl'a de nl'quitectunl gene ral en lu Facultad de Inge ni er ía romo na en 1913, dedicindose el o·esto de su virlu u la d ocencia y la investigación y teniendo como ce.lo principal de su cx-'\trn cia la tutela de los monu mcntos. Con el arquitecto romano Marct'llo Piaccntini fundó en 1921 la ~,, 1 ,1a Architttturo.JArUdttOrativto en su h;,ber se en cuentra tanlbil! n la fundación ~n 1935 deJ Centro d i Studi dciJ'Architeuuo·a y en 1937 del Boll•ttinoAndrtal'alladio. lnu·odujo la Historia en In F.1cultad de lngcnico·iro y l uego foo·m ó p:11·; c de los fundadores de la Facuhad de Arqu itectura de Roma, la primern de Italia ( 1920), en cuyo plan de estudios consiguió implantar asignaturas com o « relieve de monumenlo.A•, • Hb:t:oria de: la Arqullcc.tura». •los estilos• y l1 e'• edra que il oe:up~r¡i • Re'(t"urn~16n dr monumentos,.. SerA d i rector de t<tA y to mbii n llegnr:l o ••r ,, ,..,,;d r ntr dr In fnonosn Aendemln de Snn Lur~lll. cr~ Ko rnA. Aul'lt¡ur
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COHC:(PlOS, TtOitiA [ MISIO.U. 011 U. RUIAUitACibH A..OutUCTÓHICA
hasta entonc.rs nu
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arrollada que pt "" •
a.gña.s poJimicaJ co n ''' lorhtdore:s dd ane: nun• Ventun y au ~scuela que. an.a.li.zahttn rl nne exclusivamente d~rlf' p r esupuestOS estétÍCOII t es-tilisticos. GraciAs a Ciovunnoru y a sus estudios. a partir de ello• se tendrá espet:illl co nsideración a la.s estructuras. a los muros, a los espacios. a los volumt>nes y 3 las téc.nic:a.s constructivas. siempre •po)'l'das en el aruilui$ de los materiales antiguo' gr:ificos y e n los levantarnicncos arquitectónu::os nuevo&. Entre sus más irn lu;JI'tan tes in.novncio· n es C 1"it íctts se encuentra lu d e m o.stración de la
Adolfo
G. G~anN"'ni talk' de Bru~ cm b tonr drt AyuniM'It'nto .., fondo. Dibujo v ~ado xtua..l (Foto .U10t, l'OOI ~ Ocsilnolla t:l ~\ex dd <~mb~ntr urbo~no y dr 10) ('t'ntu)) ht'it6nt01o ~do qur Ion arqulltcl\H~ •mt'nDfo.t, en w cunj\ll'llO, son tan ln1PQf1.Jntn mmo kH. gr.andt'1 monumentO).
n~r.nltodo.
rc.-nu"Ó e n la investigaci6n de lo histo t•ia de In nrquhectu ra y en lo fot•mt.d ncló n de teorías y m é tod os de rc:Mau •·:•ció n innuye ndo d ecisivame n te e-n h1~ autoridades ro m~ na::. y e n el mundo lH'quitcctónico contem .. podineo rtlncionnclo con los monument os. En t rí' MIS numerosisima~ publicndOI"ICS dcstacnn las dedicad~ls o In nrquiu•ctura l'om ana en particular e: ital mna e n genernl, tales c:omo LG t«n•cadflla C'O.\lru.tiont prrMn i romani (Roma. \l'
O. GIOVliMOn•, lrtn&o, lou.: dd Ágc,ula. La dt'\IHittl6•1 drl lt'Jido 11llt'dt dm dr to~ rnonumrn tos dmtma un f~\'lor ~O·tulluml qut' )1' h:~ Ido rQrnl30dO $•qlo il "9'0 y dl"\.IUJV(' lO) vulcnn dC' t\l'illll V l••c>porclón tic: b;tQS alter.~ndo su stl\lido v ptrttpC'ión v•~ol
nu to r\Omm
Sin fecha), Soguullo archott!lura dtl nnasc•mrnlo ( 1931), La cupo/a d< S. Pr.tro (1942)
y Alllonro Jo So~lloel Grm.'<lnt (1959. ya
fallo<~do).
Su.s tcxto5 y C'\Crite» sobre: restauración se muluplic-'n ~·parti r de l913 , fecha en la que se publica su p o nencia presentada c.-1 año anterior sobre +:L.-. lutda dt"'le opere d'arte: tn Italia ~ y después aparece:r;in co nstante-
mentalm~nte. de la ,,..Jor3ción no sólo de 3o U'\ aspectos decoralivo.s como
Rossrgno d'archrtftturo, L"arlf', t::t c •• y concluu•án con ru impon ante libro
/1 ,.1tauro dti monumtnh ( 1945). Su npot,nción n la Historin de In Arquhr"C'WI'n t"(Ul\H' 1 illtel ru(<' fundnmen .. t;,l y gencrnt·fn ln tnnyo•· parte d e lo• lunthuntulu~ rlr h u1 ht~t urlhcl ot·e-. del segu ndo y ~et•ctr C:UtlliO del siglo lthllnnu• 1' a.lu 'IU IIIIIIUU 14~11 tf"r rll(ll y cien tfflrd , pudu 41rrth11Hr In vi"lón d~ IM u 'l''ll
lut•• h••••~th
,., •lt \tlr u''" vi"lón
arte
Barroco a partir, funda-
monto en r<>•iStas como Copilalium. Roma. Quodm io. Nuovo Anlulqg;o. Bol/ttttno
J'Artt,
d el
roman o f,·cnte al griego como la trascend(:ncia tic: lo.s modelos naliano~ ton el Renacimiento y en el
hadan los h i.scoriador~ Vio~ dC' ID Cnn~"nl\n
Romo. Musso.imi ordrn6 r~aluar nk tt'C'tiO
11 1.1 Wi'WIIt01 eh" \.in l'tchu, 1 lo q1.1c ~ opu"' GIO"V;lnr~onl 1111•qur
~II)U\(1 '"' tft'·•l'''''~ •1\.n •tri h lrt!O mt'dl<v.~:t dd 8blfiO v ta ¡l~ttlltl 1 dr k" \l¡llllft\ 1 ~ "1'1 il• l11 "<"J~Ia 11 l¡¡ ffli\IIIIIPII! ti• tk-H!l,,j 'f •f lrtllj1l11
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CONCCPTOS, lEOflb, f MISTO't:IA Otii.A IIIJTAUh CIÓN AROUIT(Cl0 KJCA
166 1nt~~sa ahora desuu::a.r su aportaC-ión a la Restauración. Como ha eS~udiodo Ce>ehi. desde el primer momento ~~ declara legitimo con tinuador de Ooho asumiendo sus posiUindos que desarrollara i nOu ycndo notablemente en el pe nsamie nto e uro peo. Tnmb ién ser á el responsl1ble d e la for mación de dos ge ncs·nciones de ,, ..qu ilcctO!t italin... nos educodos exp rcs:1mente en la con se rvación tle monumentos a t r:wts d t una prof-u nda preparación hit~órica y cie ntíOca . ténnino este úl timo del que emanará la d enominadón que se otorgue a su teorio y m étodos, RtJiauroscitnlifko. En este sentido se le considera el mrl.s importante redacto r d e cuantos intervinieron en la Conferen cin de Atenu de 1931 para la fo rmación cle lolhunnda Carto dtAit•uu. el pd mc r docu rn entc) intC I'nac~OI'tal publi cnd<• pan1 cons iden~.a- co rno univc r·s11l el :.r1e d e los pueblos y pnrll co ncienciar a los gobien\os hacia su protección y salvación . Asimismo fue.'! el responsable y prom o tor de la llamada Corta dtJ rt.stauro •laiNJIWl de 1931. c¡ue asume las dirccthou de Au~na.s y que.'! fue adoptad a por d Consiglio Supcr iore perla Ant ichuñ e Belle Arti y por el M inistcrio italian o de Educación Naci o n al e i mpuesto a todas las Supe r·intenclenciM d el país. Co mo prind t>io básico C iovnnno nl clcOenf)c ~ rccunde1r d ei s(' u tldo <irl tul< r l ,rntldo h i, tó rt\'1>
o~ esta ~cnciiJa significación e ma-
nará toda su teoría conscn.-..cioni$ta y científica. Supone: asumir de las metodologías pn::ce:dentes ambos vnlore>. el artístico y el histórico. en In Rrf1uhectura monumental. lo qu<'" le IIC"V':'ra necesarüuneotc a amplinr el conccplo de monumento no sólo :ol objeto. ; us cualidades artf>lico~ m tis sus vicisi1 udes históricas. s ino tomblén al contexto e n d q u e: se ('ncue ntna , a !:1 tJ':lma u r bana y cd il•cin que le informa d el c;:arácu~r y le arraiga en 5us signos de: ident.id•d. Por to d o ello w>o de sus primero~ principios es el de ((la ley de In mínima intef'\·ención y del mínimo ai\ ddido » recurriendo cxclu~i\•arnenle al manteoi_miento y co n.solidn ciOn de los edi ficio~. P~•·o t::1mbíé n propone «cons idtnu· dd estilo del monumento In condi ci ó n amb iental más que ln!o i nii'Ínsccam entc 'u·tisticas: •·esp cw•· toda manifes tació n sobre p uclil:l que leng-d carñcter' de ar1e e identiOcar ho ncsuunen 1e los añadidos no evuahlcs ... ». O Giovanno•'- llouu....OO d< S. St<f>no dtgl• En tste f'e\Umen explicitado por Roma. V.tono. la ponuq""' drl pooufoa. Lucio Samoro se adviene la totalitdQt"INCb 11"11tnor v ext('tlQfrntnlc m ftdQ ct'f'(;Jrg, fi.IC' Jibmcb dt ~ nifinos ~ y tn f'l ln1cnot dad del cosmos restaurador de <tStos pal<omst"nos ~ """"""'"CioY.mnoni. Su aplicación dcpend cr;i de In cl:a"iflc::ación frances;-, que n)um c de m o nume.nto$ vivos y nlonulntnto~ muertos que segü n esta condició n c:Kigir.in diversas actuacio nes. Por mo numento.s mucJ'tos entiende nqué:llos p r.ncnr.cientesa cul turas pe•·idiwclns )'cuyo uso o r-igi nal ha d esapa l'<'ddOI coul~H·rndcn los de ear:lctcr :u-queológico. l'f'.'!l_o s y rlli nas d e In :mtiJr(Üt'dMI )' rtt~l i llu' y r, fl·rnle;w.s nn1 iguta'i y lll t'flic."vnl~s lJUC 1uv-h::1·o n excJ usivn huu h1n lu·lu '' ~ ,, ,.,. Mlunol tn 1c<·rn tlr "' dlfllu-IJ H•Ítlir¿• · Pnr r l co ncr.1r1.,,
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G GtOYJnnoni Tf'Ofi~ dd •dtr.tebmc-ntot (rt IMC':Spa• dos ur~nM hi'"ÓII('O",. Rom.1 y ~11. Contr.r; b ~ trutd~ dt b>tuiM hl\tbrko\ enteros el i11gmH!ro dtSArrulló 11 ltt~l.t dt ki~ • C'SI>OnJ~rnlcntOSt ck IM ml\lntf\ ti C't,tohr~!i.. , IU!l.!\ v:.ku ll3ról ÓOiílt clt f'f1Ulfl•l!t11of'r\ht\ Hu~o~t"'"" 111 \U'\ ~cl n~ ten l~t~o !mil qrurt ,.l lltuh• ''""'*'"'!le"' l•ttiiH.'Irrtlrn1tl y 1;¡ tlirnl• t! 1 1 11 il.r f1!M .... nill V~.. ._, 11\ lit 1•1.41.;1 tJf' Sat! 11 t
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••ttt•
168 monumentos vivos son aquillos de etapas postertorts pertenecientes a la misma cuhun cristiana y oc.cidt.ntal que mantienen sus funciones originales o que pueden ser rcutiliudos: para otras pareddas. rat.ones por las que su adaptación se puede realiur con mini mas inten·cnciones. Para todos ellos Giovannoni establece cinco modelos de acctón operaliva de la resta uraeión: 1. Consolidación. 2. Recomposición, 3. Libera-
ción, •\>. Completnmiento. y 5. lnnov;1ción. A la primet·u la o to •¡a una gr<Hl importancia)' seflnln que n ser posible es a la únicn. n ln que se debe recurrir. Se trntn de tii''HI int crvc·ncíó n exd usivamcnte de cn l'áCl<H' técnico pa na ga ra n ti1.ar la pc l'dua·abilidad del edificio: co nsidel'n que se puede realizar con los nuevos nuu e:riules. cspeci~llme nt e con el hormigón armado s iemp•·e que quede oculto. 'Tiunb ién ttd mite la rtcompcuidón. desde la anastilO.oiÍS. concepto que también recogerán las Cartas de Atenas y del Rcs1auro. que consiste sencillamente en ucogcr del entorno o de los muscos y recuperar por excavacio nes re.l!tOS del edificio a restau.r ar y retornarlos a su lugnr de origen . En relación con e1te punto se encuentran los c:o ml>lelamu!ntos, dado que generalmente la anastilosis no permite la ~cupernc:ión 101al del monu• mento. Entonces permite completar pict:a.) desaparecidas ~iempre que su número no sea dominante con re.4ipeclo a las autenticas y siempre m tu·· cando notol'irtmentc su modernidad. EMas ;u::aunciones posibiliHnl la recu per:aci ó r\ tota l o pnrci;,) de la imugcn dd monumento y lo aplicación del t~onccplo de unidnc1 rormal sin falsificar. Sólo nd rnite In libentción de'monumcrnos cunndo el nñadido n clestrui•· cnrC~(fl de toda clnsc de valores)' SU cleNaparición no a recte al edificio ni Je dej e descnrnndo. finnJmente. r~chazn sie mpre efectuar lnnovaciorles. pero en caso de que sea inevilnbl e. deben identificarse honesta y 1angiblemen1e por medio de unu fecha. deben realiwn;e sin recurrir a los e:st1los. con ma1eriales diver$0S de los originales. con molduras esquemáticas y escndalitando la arqui· tec&ura añadida. todo con el fin de que resulte un t"fecto sintélico que no permita concebir fal sificación alguna (como modelo vuelve a recoger el ejemplo del Arco de Tito de Valadier y S1ern). Para Ciovannoni la restauración citnlí[rc(J consiste en intentar defender siempre la conse•-vación del monumento como docunumto histódc.o y como obra de nrte, razón por la que pt•escir\de c:lt Ínlt1t'\lro l r rn é!-1 erenti\•amenle. lo que tampoco <tuier·e decir que est ~ " '' c'nllll•' dt"'l '"l•rl.~~ttnrunlento, p~1·n únicumcmc cuando se demuc:5Lrc lo t,.wulm'•hul tlf' ·~•• UJU"I'IIdón y que uu nfcc1n n lo• cli"intO< periodo• drl l'lll lh lo nll NI w1a- orhou ro¡¡.
CONCEPTOS. TCOIÍA 11 HtS"TOAIA 01 U. AUlAUIIIACIÓH MtOUITlCTÓNICA
. Pero en t_odo lo expuesto hasla e•te momemo se podria decir que lo , .,. 1 C•ovnnnom ha hecho ha .sido recoger de Boito su.s 1eorias y reflexionar ti• nuc--o sobre ellas para perfeccionarLu. Donde realmente surge la modco no dnd en Ciovannoni es en su capacidad para def"inir con los criLerios actualr• los problemas de la «defensa de los centros hioióricos» , la introducción del concep1o de «respeto ambientaJ )Jio y la vnloración de las «arquileetu a.-~ men.ores». Todos ellos problemas que de foo·mn premoni1oria formuló pnrn ln.s CJudndes y poblacioneN históricas que see·ran g rave me n1e acosadas du•·ame ~.odo el siglo XX y sobre todo a pao·lir de los éxodos rurales y los crecirnicnlOo tncontro lndos ocurridos en el tel'cer cual'tO de ln centuria. Surge esta clarividencia en el itrdinno ni ndve 1·1ir los efectos que la poli· ticn urbana del siglo XIX había p o·ovocado en lu ciu dades al p lanlear Jos nuevo~ ~~!anch~, ~e manera que el tr:uado de avenidas arrasaba conjuntos edthcoos de dostmto valor. Tambié n afec1n n lo sonsibilidad de Ci 0 ,.,.nnoni las actuaciones iniciad.. por Violltl y luego seguidas en toda Europa para aular los monumentos de.struyendo y abati~ndo imponantes testimon_ios del puado con el único fln de convenir en hito urbano a una catedral u ou•o cdifldo. Por Uhimo, fue con.science de Jos movimientos migratorio.s c~mo de la introducción de la arquitectura moderna y su.s «.,·e.ntajas fun ... CIOna_les• ocupando en grandes bloques los interiores de l o~ cascos históricos a cos1a de la arquitcctu1·a antigua y tradicional. Precisa mente esta posición Dnli - arquitectUJ'a moderna le pcl"lniliria descubr·i r el valor de las arquitecturas llamadas « m enor·esli>. En cuanto a la valoraciórt del amb iente y los ce m ros histó r·icos, es preciso recoger primero su visión del monumento nJ cual lo entiende inserto en un contexto urbano. asi afirrnará que ~en la concepción moderna no es tanto la obra arquitectónica grandiosa que e~nablece un hito en la Historia de la arqui.tectura y de la Civilización.. . , sino cunlctuier c:on.strucc:ión del pMado. Utmbot'n modesta ... que tenga valor de arte y de hiSiórico testimonio. Además el carácter del monumento es no sólo intrínseco sino también extrin&eco ; es decir, la condición externa con.sthuye ~1 ambiente que! a vece& 5 e ••tiende a.l conjunto urbanístico de una calle, de una plaza. de un barrio». Esta ímponancia de los valores de las condiciones internas y externas del edificio la babia form ulado ya Ciovannoni en la lejana feeha de 1 9 13 en un nrlículo publicado sobre las deste·uc:ciones realiudas e.n los centros nntiguos en JluOI'(ttmtologia . Pero Clovstn noni nt) hnbln sólo del valor pin torc"co o tlr- vrtulilf'Jr de un e1nto•·•'<l urb1m o, 11¡nu ttuc dn untt importtu 1cia t~t phnl n In.-¡ \'nlüm~t\fli cp.1t se hnn gt-~uulu Nt n loa tltmpo,s en lu.!l c::nlles. volumrnr' t uhre loe qur t mrrsl"'u y fu"l•n C'UR dt"rua t.'llft'ala~t l o• m u nu
CON'CV'TOS. Tto.IA f Htll OI:IA DC lA RUTAUIAC10 N AROUnlCTONIU
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G Giowilnnorn. S Anchó ck OMc-ta. Anuh.lrOlttón de'" rachada y de 13 tune. Apt•c.l •~
tt:orias d(' lJ D!ft;l <k Aten~ R~ti\IY"" tt rtff'Utf' dC"1 ha$1rJI en m.11cn~ v nt~· lo d1stlntm.. s.;l\!llil 00r1 un l"lll'gr;¡fr la ;n•cll'lo V !lf1hu b , ••~~~ a rn& ~ hatb\k)S. El «X(tÓ!l v 1.1 'Vtnt:.na no kn •t<~br;» tn ; 11quHectu•'il raC"ionJIIUa pOIQUl" no la :u-.;pt;1b:a ('OMO ahlo ronu:mpor~ la ;l('C10r'l
en w ~-un,unw n:~ m:.\ ptó~t.•ma a Violtrt qut" h~ pmYptos que tt mi'VI'IOddcnd•a (Fmo autor, H$41
mcntos. también habla del color y por ul timo de la jerarquía que .e otorga ·· , l•• v• loració n de In pc•·~¡lec üvtt clt-. ftt lué llos en t•·t las n 1a percepc •o n e • ~ 1 calles. entre el caserio. ~te. Son n\uy conuc•dui \U) cltbuj<»• moM~n~o a ' l· d 1·rento conf1·ootnntlo " "" vi'IU n H\ flNI'tcoñ M YtY1eudu tor•·c d e l A qu • ·' e d 1 'd 0 Otta tt'\ Ja t )Uf" .t)l Ut 1 r ,.¡,(~ttl• ~IU h l R*, don f" • adher 1 u a su anco con l *- libt'ln:•cion• lltg.r ,, rt' (H t g mu ' f.uul••r' n 1U tUlnq u tl•l• W.ur clf't 1 lrn r•
de Brujas en In q ue se aprecia l n vnlo rnc ió n vo lumé l r ico de In.. cftt~l••· •l espucio d e la cuiJ e y cada elemento u rbano que ayudan a valorar ht 1u1 ' ' d el Ayu n tam ie nto d e 1n ciudad en e l fondo. el cuul. co n se r vcrdrulf'i • tnente monum ental. no es el protagonísta. En el ar ticulo citndo llegó u u ñrmnr que « (las co nd jciones arnbientul.-,) tienen 1nnto valor, que el dañar l a perspectiva de un m onumen'-O puNit cas i cqu ivale 1· n su d csu·ucc:ión completa» . Co m o hn ad vertido Ce..u·h• estos concepto:. son de gran modernidad , de manera q ue fueron de:wrru Uaclos po 1· C iova.tH\o ni a ntes ele que fuer an as umidos por la urbaní\llca. que entonces no era calificada como cie.n ein. Si bien e~ cier to que el 1cór-iro itnl i:mo los co ncibe Jim itnd os todavía .a la existencia de un monumento en el entorno. En su libi"O ti tulodo \'<-rchiecdtd tdtdili.da nuO«J hablarin d~ la.s arqu.itectur.u m e non:~ q u e d esapm-ecin n e n los r,:c;m ros h istó ri cos ufccta nclo a sus U'lHñM o r igi na le." declarando que «para el conodmiento y 1:• V31orac:ión d~ la gran d ocumentación h iMól' ica traducida c r"\ piccil-a q1.1c se <•ncuc ntra en lo~ viejo) cent ros. lo' pec¡ueño.s grupos de ca~as tienen d misrno valor que los grnndes mo nu me n tos»-. Como m~todo para la s.1lvación de lo, cen1ro:r. hist órico.~o que)<; enconu·nban e n co nd ic io n es d e insnl ubr iclad y a·u inn creó su teoria tld «J,radamtnlo» en ve-.t del «)U'ntrumtnto• que consisti<'l en rcchrwar lns dem oUciones m nslvHS sust huye ndo lo por el si.stf'ma propuesto de *'cla reamiento$» (esponj:unientos. 'aciados parcinlcs, :igt&Je•·os) (' n 1" lr·am a de e~ tos viejo~ ban ios. Co n ello se lograban nuevas pla)'.a.s parn cumplir funcionh moderna.) y de \alu bridad , se .salvab a n brrttn n ú m cPo de call e~ y C!•.sns. se 1-estnurabaJ'\ éstas e o .sus in t(riores y eJCteriore.s, s~ prohibian las sobrcdevac•On('"s. a.ñ nd iclos y c.:•mbio~ de cub icidnd . ele., co nsig ui e ndo así co nser'V:u·los «en condicione;\ próx1 mas a las origin ales. por que el viejo hábhal teni~ su o rden • .su lógicn. su higiene . ~u deco ro . .>. Segü n esto.S ¡ll'oycctos. se p udie ... ron salvar val iosos barrio' en Ital ia, corno el de BCrgnmo Aha . d del Renacim ien to en Ro mn y el d r 13aJ·i Vecc::hiu (a ho ra seguidos y copiad os m uchos a ñ os dt..spués en operaciones co m o la del o(< Ravah> de Ba••cclona, u p•·oJluesto en la « Rondílla» de Vallad o lid) . Ciov3n noni tuvo una vision rnoderníAimn c:n cunnto al suf1·imien to d e t:MOs cen 1•·os h í~tó ricos d e cara al d csnnolli.sm o de las ciudades y su m éto d o 111\H\ de l uchn 1 cor'l l r a In e.s-peculnción y ~1 s no bismo d e In m ode r n idad : • Q.ua.si \~mpt t" t ~...-vt-n uto f1nora che 1:. \('Ct'.h iA tlua. am phnta a dismasura d:.t nunon qu1u11rt • ngglu ncl. sin 11m.;,111U ti I Hirl<"t) rcnt~·a l r c:lt·ll r. clt tit
m n d N "'' •h•.. nt•n•lu ti r un •r drll·atua .. lu •
tul • u n\<f'l t,t:(" tlll\ft\-lm~ntn.
co
OfiYA"IA "UIAUUIIONI
maltra.sforntando.sJ nel cluartiere degli nff~ri. dei negoti. delle abita2.ioni di lu.s.so. Q.uc.sto svlluppo ct:"ntripcto ~m fauo uume1uare enormemente il valore dcllc: ar ee e delle costru.d oni e:d qu indi p•·odouo agglunte e rial·u me.nti di vec:chi edH1c.i. u_n adden.S.'lntt r'IIO semp1·c maggiore ch e ha ancora peggiorato le condizio ni. Allora non SI~ ti"'v:uo nh ro rimedio che nelle openazioni chirurgiche. ed il piccone ha lnvorruo. qu:ui \empre inefficaeemente • .sacrificando spesso opere d'arte t turbando l'annonia ed il caranere. ma non rius-ccndo a risulta<i rispondentl allo &eopo. Non cosi dovcva porsi il problema : poiche il voler ac:uin! in modo insannbile il dhsidio u-a due ordini essenzi31 mente djfferenti. non risolverlo. La ,.¡n da seguire deve essere. quando e possibile. un'altra , sfolla..., i1 vecchio nucleo ciuadino. impedendo che il nuovo sviluppo edili•io ...,agendo su di esso ,·enga ad anribuirgli una funz.ione cu.i t: totalmente inadau o•. Todos estos prin ci¡>ios que conside raban. en resumen . los elementos docu m entales má.s imporcan1es que lo.s formalt-s. com o ya se ha d icho, se reprodujeron en lo Corto drAttnas de 1931 y en la Corto dtl R<ilauro Italiano del mismo año. La CA RTA D E ATENAS codifica n o rmos vdlidns para 1odas las n.a c.iones. convirtié.ndo5e nsl c:n el ¡lrimcr d ocu m ento iruernacional sobr e restaura ... ción a~uanido por todas lns delcgncion cs. Enu"C sus puntos fu•1dnsnen~nles .se cncucntrrt: 1. Ln consideración de las obn1s de arte y d e los monumen iO!' co m o ualor de ciuiliurción por lo que los Estados deben colabor ar recíproc:mlc ntc n su snlvngual'din. 11. Recomienda eJ mantc niJ"nleruo corn o lu m cdidn rmis cncaz pnra asegurar la dun•dón de los edificios y <~vitru· ln.s •~esthuc.io ncs integr:•l cs; c uAndo sea inevitable la intervención po •· In dcg•·ndnción del n~onurnent o, aconseja respetar 1odas las etapi•S h is16ricas y aa·tfsticns d el pnsado si n proscdbi•· ninglu'l estilo . También pone ebptcinl empeño en la n ecc.sidnd d e mantener el uso origi nal porn In cOtHinuicl~d vitn l o e l m~s parecido posibl e para re.spct:.r- el carácter histórico y nrtístico. El punto 111 sa ncio no por primera vez y co ntra la voluntad de laju.ris... prudencia d ecimonónica perviviente rl Jtrtcho dt lo coltdir;idod contra los mttmt.S prwodos en cua"nlo a In copotidad de los Es1ndos para 1o mar medidas urgemes de con.sei'V'.tción de lo.s monumentO$. evitar su venta. transferi r su propie ... dad. etc. El síguiente pun10 ( IV) siSJcrnoli7.a que •• debe actuar cuando se trata de una ruino con el criter·i o de conu-n"adón ewrupul0$3 aconsejando tam bién la onmt1losu si es posible. Fn t'ilt" nno lo' nlltttriAit"J nut>Vo.s usados serán siempre rc:conoc•ble.•. S• tt' 1r.uau elr \HUI • u uta •ll1U"<>t ldat en una c~~tcavatión y no \t' pudt trA con un,., ... unwJ• •••h••• l• huna dr dato• y
CONCf,IITOS, 'I(OftfA 1 Hf$"10,U A 01 LA RUTAUIU.CIÓN MtOOif(CTÓH!CA
17,
plano.s necesarios y volver a cubrirla. Se insiste en la colaborac1· 0• n · t -~ · · 1' d m erutScap •na.r e arquitectos y arqueólogos en c.nos casos y en la totalidad de las •ntervencíonet. de forma que cuando haya que consoUdar 0 restaurar parcutlrn~nar len rqul(lOJ t'!l;tudien p~viatnt>ntf' h" pauologia.s: y los remedio' COn lh fn·•ttu f'W 1 UJUtfU\Idnd.
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El punto v abordad uso de m ateriales modernos para la consolidación a p•·ob;irt d ose ti tmplroJUkroso dt todos los rt(UfS(JS dt' la timica modtma.y mds ts~aal mcnle d~l cementa nrmQdo usándolos de foa·mn disi n'l ulada para que no uhcr·cn la i magen y el caráctcl' d e lo1 mo numentos. En el siguiente (vi) se insiste en In colaboración inten:lisciplinar dando entrada a representan te-S de las den eia.s rísicas. químicas y nal urales junto a los conservadores y los arquilectos. así como recomienda la difusión d e sus logros e ntre todos los Es1ados. Rechaza los tr asl:tdos y e"por1 acion es de escultu ras monumen tales q ue
dcbrn ser con serv;Jdos en t:l lugar parn el que fueron c;t~ados. El núm ero VIl of'ro nu• el p r·o b le mn tic In d udnd h istó rica e n c uanto a la co nscl'vntió n del paisaje y el arnbieo te reco me ndando C:\'ila r nuevas con st •·ucdon es q ue los nfecu~n tsJ1fciolmenlt t nlo proxrmidad dtlos monutllflllos anhg~os. poro /os cuales tlombotnlt cklo. '"objeto dt <>pt<KJI tu1dado. lguol ,.,..,o cklo. '"'""'por hu />t"f>«''lmJ>otf~<Uiormtnttpmtomros. Pide c•pecialproteeción paraiOJ plantaciones y los jardines de los n.miguos m onu1nen1os. Concluye con la necesidad de su pri m i r elem entos que afec1en ::t los edi ficios co mo publicidad , po~Le.~ e h ilos telegráficos. in d u stril.ts r·uidos:tN o molestas. Entre sus co nc:lu!Jio n es generales emhidns e n e1 punto V I t 1 soli ci u1 a los Estados la formació n y publicación de inventarios con datos e imágenes fo1ográficas de su~ monumen1os. la creación de un Archivo de MonumenIOS. a.si com o de revistas de los Museos que difund;tn datos sob~ los metodos de conservación de aquellos. etc. Los d os úh hno~ pun to~ co nlic ncn . el I X un::t fclic:.iuació n nl gobierno heleno por su s actlvid ncles co nsei-vndo r-mL y el x y ultimo una declnració n en 1" q ue se d ice q u e « In Confer encia p r ofu n dnmenle convcncid n de que la mtjor garantía para co nservar los monumt:!ntos y las obras de ane viene del afecto y del respeto del pueblo y considerando que estos sentimientos pueden ser bastante fa,·o~idos l)()r w \.3 acdón apropiada por los podea-es pUblico.s. tmhe el voto para que los educado res dedi<tutn to do cujdado n acostumbrar a la i nfancia y l~• juvc ntud a abste nerse d e todo neto que pueda degradar los m o n u m e n tos y lu indut.cnn a cntendct• el significndo y a ln tcr·estu·se. más en ge neral. por Jn protección de los te.scim o nlos de to d a civili1.l1tión» · La CARTA DEL. RESTAURO ITAUANA promovida por e1 mismo C iovannoni recoge todos Htos principios y en algunos casos Uega m{.., lejos. En su p~ámbuJo considera al patrimonio itnlinno y .su consrrvación como una roesfión nacional e i n clu ye dentro del conc('pto clt" p:uramo ruo JlclC'm l.Ís de a las o br as de arte. n lnH de ciencia y téc:ni~"· Sruu·i••m• l JU"Itu lhll IR• imt rvencio .. ncs debe n IHtCC!I'$e n fut~don(j de ortt y (tu~ f'\l lfn uh U11••Iu111 • flrJCu1r l"lti I'CC:O rncnd"caOn('t~~ d t la rn r Ul t ¡:tlliO IM 111 1111iltu lunft , ........ r o m u la' JH wcad""·
Pr ohíbe la perdida de cualq Uier p• l'le y m omento histórico y artf$tico •n los mo n u men tos. como fálsc¿¡l'los con a.'adidos. nsi como conserv:u· el <''J'I r itu d e ln Ci udad. In siste en el mnntenimjcn Lo , en q ue sólo se r·csuttu P ( «ripristin•») cuando sea inevitable y p.-ecisa que los <uhdidos de las annJtllu sis se realicen co n elcmenlos neutros que reprtscntcn el m ínimo nec·t-'-u Ht para intq,'l"Dr la línea y asegurar las condiciones de corucrvación. Copan hn indicaciones de Atenas para lo• usos de los edificio• y concreta que las /obmo c.onn sólo pueden real izarse de aquellos elem entos ~i n nin~;-ún "alor ni ha~l b rico ni :n·t isl ico citando com o ejem plo los tabicmlo.s de vcm anas'Y d e in1c:a·· co l um n ios. p c a·o señalando ( f UC ind u.so en C$10S casos no es ,·cs¡>anst~bil íclnd ún ic:a del a rq uitecto sino d e un equ ipo q\•e debe tinonarlo previamente. Son impo a"'antes las pr<:ci\iones del p unto sexto que tanto interes-aron;~ Ciovannoni; •Que junio por el respeto por el monumenlo y por .su~ varH\.\ fases procede el de SU$ COndacionts tlmbien UtJcs. las cuales nO deben SC l alteradas por inopo rtu..nos ~•i.!•ltt mienaos. por con.st,·ucciones de nuevos edi ... ficios pró xi mos. pertu r·bnd OI'C.'l r o ·· volumen . colo •· o C.ltiloli) . En cuanto n los incvitnhle.'i atloc/idos. dcbcr'l red uci rse al n'lin i m o posible y con ._puNI simp1icidnd y de co rrespo ndencia co n el esqu e m a con.sl r u CIÍ\'O: y qu e sólo -puede admitirse. en estilo similar. la conti n uación de lineas existente.~ en lo$ casos en que se trate de exproiones geomé1rica.s prh-.,das de indh-idua)¡ .. d ad dccorouiwp>. esto cs. por anl\logia de formas escncialit.ada.s. 1nsiste c.-n que s ie n'lpre sean rcconocihlcs y noto l"ios visual y nHttcrirtlme nte. A~~une lnmbién la impo rla ncin d e los nuevos mo1 crin les y técnicas. P:1 ru las cxc:•vncio nes d e ma ndo <"JU C: se hngnn metó dic::o anc ncc con Or'g'. tnizacíón de las •·uina.s y .~u manteniJn ient o ;, situase&· posib le. ··rnnto pnra estas como para la.J intervenciones en los monumentos exige In formación de un rorpu1 de diseño•. fotogrnfi,. y estudio< de la totalidad de IM fases. F'inaJmenlc obliga a que el Consejo sea consultado previam en te a todo o p e r ac.aón por· los resp onsab les privados y p Ublicos. p r·o p o n e re:1 lh.ar un cong r·eso nnuul p:u·a i ntea·camllinr expe r iencias que .SCI'lin publicad as en el Bo leLin d e A r·t c del Min isterio. com o la recopilación y con sel'Vació n m etó dica d e los d iarios de r estauración y los exped ientes de lu11 mismas p<H'il su archivo y publicación. Como rt:~umen podemo.s ~cilalar que 1odavia en esta Carta. com o en la qu e le scguirA en 1964- pr odomnda en Venecia. la preocupación funda mental .se ron.+.~ huye por el m o r'l urllt-l\10 com o nhjrto y lus técnicas y m éto · do! (JUf" ~.- '•pi! Nm procetl cn dt.·l ntu1Hlo nn 1Hrt1lt\glt·u y u1uscístico . Corn o g•·r11H.lr' n .. ,,•d~tt lf'l.- ron rellpt•cto u l tHi o' I H~~: 11rm 1)()11. n ut rrior•c.¡ y qur ~t·
pr·ohuull••t • n m•• ••rdt- "'' '' " lu, t utu •ttt••• d•l r nhu no clf' t.,~, m u nu
176 mentas. así como el de:stino para usos adecuados. dos aspectos ya pura merue arquitectónicos. Juridic.."'lme ru c el de con cepción del patrimonio como oolorJe nvili~.tiCIÓr1 y la pree ntiuendn sob t·e él del derecho público res.. peco o al p1·ivado. Mó< '"'·de se lleg<<rá" In concreción de oolorJt lu humanidad y de t'(Jior universol por tncimo dt .sobtranias. Resta en este capitulo dedicado a Clovannoni plantear la aver.sión que tuvo hacia la arquhec1ura moderna a aplicar en los completa mientas o en los centros históricos. como las acusaciones de sus coetáneos que por un lado le consideraron un t'elrógrado pcu· no entré'r en el deb:uc :u·quitectónico con tempotónco y por t•cchaztu· ht twquhectura del rnom~nto, y por o••·o le signillcat·on com o csc.asamc t1tc luch:•dor contra hu de.n rucciones de los mismos cenu·o.s hi51óricos o contrn el poder establecido. Oísc:ccionando ambas argumentaciones y respecto a In primera del recha2.o de la arquuecaura modct"na. Ciovannoni upu~o con claridad sus opiniones. según ha es1udiado SantOI"' y l'ecogido Noguera : «Más que una tcol'in •-egularmcnte enunciada con pn~cisos conceplos. es todavía una tcndcncifi. Como a rncnudo en los pea·iodos pn~ndos, se com ... pleme.ntaban los 1-nonumentos con el esti lo del tiempo y no con formas nrtlftc.iosamente im¡u•doras ele lo anaiguo , lUÍ parece que dcherín hacerse también ahora en los añadidos externO$ e internos: de eK modo se tendria una honesta d~\ignación de la fech:.. unft dircct:t panicip¡•ció n de nuestro periodo en la obra colectiva. El concep10 esju~to. pe•·o fah;u·fa ht posibili · dnd l'caJ de csaubilid1td nrtistica y de :11'm on;a requerid•• por un monu mento. Después del Neoclasicisfuo de fine.~ del Sctcdcnto.s y p•·incipios del Ochocientos. 110 se hn vuelto a tener un c~t ilo arquitectónico con esponlcinca evolución y segura correspondencia con d tiempo. para poder ser verdaderamente repre5enta.tivo. como lo eran aquéllos de los pa.sados $iglos. por enc.ontrarse en armonía con las formas precedent6. como a menudo ocurría anteriormente. precisamente por la gradual p1'e.par.•c.ión estilistica y po•· asocia1·.se ni estilo locaJ con ¡1qucl general. .. Por lo uuH O, mientras es necesario y justo que el c:uilo de 1'\ucSII'O tiempo compnrczcn, en forma no nrrancada de In trndición. en los tema~ de la comú.n edlficnción. no puede tener todavia d derecho de dudadanú• en los monumentOJ en tanto que expre-sión anísticu del pasado. mientras no sea demostrado de manera estable. y no como moda efimera. d representar verc.b.dernme:nle nuest..ro siglo. y no haya adquirido oal du<lilidad de! <•po·e•ión par• ¡~roo lucir lll'monia y unidad. haciéndose ica liano reabso1'hi~1Hlo lo) fiH'IH trrf'!l rx6genos ... Puede. po•· el co ntrnl'lo. nue.s-trn nr<lttltrnu• '' rumlrr n• ,.,,.,. IH"t"\rntc l"!n Jns: farmn_s pln':tnl('lll(' C:OO~iltUC1iVU\"II\ ttH• nttótl Aftlltll'A, CIUUU piiU.1tlríU 0
•77 contrafuertes, en los refuen.os e$tructurale.s del organismo. patcntr' u escondidos. dando nueva cMal..iJidnd a los monumen1os ... » . Pnradój¡co Ciovannonl que rue ext:rao1·dinn,·iamcnte modetntJ rn cuanto n In conservación deJ pn1 r·imonio y tan decimonónico en la c:•poH'I dad d., apreh<nsión de la arquioecluru <onle.mporónca, qu" no capoó qu< <1 Movimiento Moderno se habra. impuesto c.n Italia y en todo d mundu Acaso lo vio como una amcnaz.a contra la arquitectura del pasado y uun poco le debió de agradar qu< su manifieSio se fo,·mulara en 1933 '"' 1• misma Atenns en la que él dos ni'\os antes había sido el pr-ot.agonisca de 0 11 1• revolución que era tachada por Le Corbusier y loJ m o d ernos como la r·cnc· ción contra In nueva arquitectura. Dados sus d~biles y fulsos argumento&, más parece una reacción visceral contra arquitectos de: las nuevas gcner., dones (Terrot,rni. Persico. induso contra su amigo Piacentini. etc.) quruna "'erdaden convicción élica y científica. Podría haberse C:$Cudado en unl\ postura de imransigencia a favor exclusivamente del eonservacionismo. lo cual serír1mucho má~ c.rcíble, incluso justificable:, pe1·o olegar la ausencia de corr·espondenci n de la ac-(luil ecaura mode.·nn con su tiempo po1· no ser esaable rnue8tt'a una actilud p•·cvin.nente cerradn a entenderla cuando le rodoaba ~n la cáoedra. en las r~visoas y en las ciudados por oodas panes. En cambio, la acu.sación de no luchar lo suficiente con era las des-'lrucc.ío· nes que le tocó vivir ha sido desmontada por todos los estudiosos de 1a his ... toria de In reJnauración col'r'l o Cesc.hi, Lucia ni. etc. Éstos han demostrado su denodadn oposición al régimen fasc.i.$la -de cuya cuhul'a formó tambié n parte algún 1iernpo. pues fue restnurado1· del propio Mus..\olini- en v~1 1'1ns actuaciones que sabia que ten in perdidas de antemano . de entr·é las cualu destaca su <ampaña comra la drslrucdón de la «Spina del Borgo• que se &U$Iiluyó por la Vla de la Conciliación <n el ~je de la fadoada de San Pedro del Vaticano y la plaza de Bernini. obra realizada por empeño personal do Mussolin i.
Pal'ece ser que se le considc1'Ó como person¡- hones1n e intachable y muy respetada por s.u.s propiO$ enemigos. pero s u inc.xplicoble cerrazón ante lu arquitectura moderna fut- tambiér\ tangible. El mísmo Leopoldo Torres Balbás. menos capaz a pesar de su formación en ese campo para advertir sus progresos en cuanto al urbanismo y d entorno ambiental. si le $Uperó c.n la asunción de la arquitectura contemporánea. aunque las restauraciones en que participó. también es cie110. impidieron señalar has1a qué grado.
R~• ,,.,, Aa1~4"'oan on.. C~~at4tOG~ Ed..wont KapJM Ron\1, 1982. CI0\'-'"""0"''· C .. •1 rnuun dr-1 monumc-nts e- ,1 r«-tnlt congn»> •torico• •.41laclidtlle '(II(W'to dttJt ·~ f Jrr!t ordnltfh ""'Jttm. 1903. -. •11 1r:-"tuaro dtt monumr:nd •, Atbdd 1Gcm.~~~ l.ptt•~tt l>ftoran, Komill. 191'l . • ·••Y.:cduc e tita ~d r:dt117ia nuo""· 11 qu:u-ciC"re drl rinurimr:nto • Ro ma •. NuoooAntofo· &'a. Romft. 1913 ( Rtf'd. Tur Hl, 1995). -, •dte,llluri di mnnnmtmi •. &lldh'loJ'arlr.. num. 2. 1913. p. '2 )'11, , Q.t~t•Jtom dt rm·lutrlfurv """'~ ~onctf nrllo t•1lo. Sor!f'ld~ttnrt dórlt 1/fu..rrora. Roma, 1925. - . • R~'ltt\11'0-.. \ 'Q t de 1!, f.nrtlloptdJU IIUJ¡.¡¡no, Roma. 1936. , /ruiiCJ/1 /'o.llm'ltfilrtltt Rt~ttorotwlt(lj'¡\fonurm~rlb J932 ( « Not'll\(' l•('r íl rt'~olnuri drt mcmumenc i' b)' 1l1t Con••sl•() !'iu pr'I'H"II't" pt::t·lr J\ nur.hiti e leo: Udle Ana•, Vollrttm~~ei'Arlt, t'ncro. 1931.). Cu••., 111, 1· ., l)olrt:Unum citl monuml'nhol m1uvro Jtl t~mlti'l'il), Chur, f1on-ntin. 1975. s,\ ... fOIIIJ, (;,, .- 11 COn ldhuiO i1aJi11n0 allá clrf'in itiOilt' (0Ut'~ 1U3 I~ t nlC'COdetlOgtC.II deJ reslaUro+, Rnl<lum. tHurl. ~~3· 1970. S•nr.. M .1 l'., llrtrtu ..rcunurr.llltdtU~t.~. r-.lllan . 2:001.
PA..'IE, BONELLI Y BRANDI , EL « RESTAURO C RIIICO». LAS CARTAS INTERNAC IONALES DE RESTAURACIÓN Y CONSERVACIÓN DF.l. PAT RIMONIO
Luslcorias o crilerios precedentes (b .ct: Reswur:tc16 r1 Mode1·na >> )' la << Restnu•·ación C iel'll íficn») ;,plicados tn Europu c:n to rno a lo~ ;u\o~ veirue y u·c1nlfl cons1nunm método:; de'ta·abAJCJ ensayado~ . .:;eguros y que ofrecínn r~ la mnyo rín de los c l'iticos d e la t•eswu l·ncion gn rn11 1Ín~ su flcicnles pn ro con · se 1·vm· ti p:u l'imonio monu mcn wl. S in embargo. ec·an mé1o dos e¡ ue po1· sus pa·ot:et lu n ieruos de la prop ia. .).alva.gua•·tlia. a nálhii~. leVilmnmi~ntos e intervenciOnes cuudandas hasta e.l más m1nimo dcH•IIc Cl';'n lento~) complejos )' por C.\ta\ r.a1.ones se convirtieron en ab.solutnrnt:nte inoperativos con l;1 tclo~ion de In ~nda Cutrro Mundtol. que provoc:.ron su purali1;ación. y a
partir de 19+5· con la llegada de la P.,J&u<rro. en que gran pane de Europa quedó aragaca mcnte- arrasada c.on ciudades totalrnenu· dc~lruidas. su s monumentO!l p1-ofundamente heridos cuando n o totalmente arrutnados. Ante la lógica de na uaciones de enrema ul'gencia pnr:-t :~frontar los grnvisi mo" d c.:,.lbt re' bélicos. 1-ec.upern.r la actividrtd en los lCt'l'HOa·ios ya pacificados. pr·ovoc;~r b nc1ivida d econó mica y dar tr:tbajo n mil e• (le nll ••t:I"O,¡ y o p e rarios sin n i n glJna posibi1idacl de super·vivenclfl. tod a' hu: iiH Hll'ldo(lrs e uropeas pusiec·on e n dclib crnd n c1·isis l os m éiQdn"' lrJIIIIut 1UI111 t'll t.¡lfu•lo n ud o" com o m odéliCOH illU de 1939• s~ ubrl6 NI lulo 111 ulo oo , ..l " 'll .. lol .. tl~ l¡o¡o.oiYnj¡\13o•
San lor«tlO bu;JI"'turo!h Rom..1 l11 11 Gvtrta t.hmd :.t OC"a:Wnó 9.t:I'V«"S (bl\c).l. al p;¡trimon.o Enmron ""<roo l;t; tt'Oti.:h CO'Inttd.tt. v w f(ól'l.lifron tn"Omlf"U('ftll)f'l(' ,,..,Ñite:~S ck- urgcr..aa. qll( rt:~lftVtltl...-on rd·f~ ~n "~' {Fo1o autbr. 1999).
dia del patrimonio un gran deba1e quto IU\'0 soluc iones tan d.rás1icas como hn que cxigia.n los monumemos ~obre los que habm que operar. Se impustrron ton la mayorin de estos c.ircu.lo.s argumcnaos de c:ar(tcu~r sentimenb.ll qut" dC"fend ,nn com o principio oper;ata\0 bá.slto la in,lauración de mc:Lodo~t dtc u rgertcia bn~dos en lt1 "'*"•"'CcOIULI*Utd6n• O('! lo~ monume i''I IOS perdados. Oect'nn~ de cenn·os h is•ó r 1cOa y dr nwi'HIHI~nl th' g n wcomen.te dn a,rari (lJC y t" n 11••mtr cJ r nlhnluto d tiUJlh l iricu1 1 U t h ll lt'llfll untt uct ivhlf1t l f('!b nl y ut•gfl ntr tlr 111.,,¡_." urc-ln nr~t • lgutn•llttlrotH , tuiuat1l l,•¡t• g1M'in11 11 l o run l ~r l r p tl.-lhu•tuu • •u f"litufl o dr IHiJ(t 11 ;uHu ..1. l111 t u l\ll .aH •·u·i••u 1Jf411nl
r8o 181 Génovn, Turln, Mll~n. N4polco, V~r¡ovia. Oolom•• llJ ""'"'• Brujtls, ele .. etc., s:ufric'TOn estas itctuaciones (1uc ¡,ermitieron tcC'upc-r.n nu m erosos de sus monumentos. Pero también surg·ieron otros sb.temas para evitar d desplome de edificios en ruinas o seriamente afectados por los bombardeos. incendios y otra clase de daños. Uegó a plantearse en aquel debate extremo .sobre cómo actuar un:l especie de <O cartilla de l:1 rt:.slauradónil> que señalaba la manera de actuar urgentemente en los monumentos. Así. se defendía que si los
daños sufridos eran
limitados.~
admuía el «npristino»; si los deterioros
eran notables. debía recurrirse a +:.una reconstrucción simplificada:». pero si se tenían documentos <ul'iciont<s (planos. rotogn>fías. etc.)... podía llegar a la recons1rucción absoluta ~com'era e dov'era:+. En la ültima escala, si los daños era total<5 y absoluto>. dependía de la importancia y trascendencia del monum~nt.o. pudiéndose +:reconstruir». a.unque el consejo general era «renunciar-+ a toda clase de operación o intentar «alguno close de anastilosis•. Conj untos corno el de la abadia de MonteeaS-'ino. In iglesia de Snnw Clara de Nápoles. los centros históricos de Varsovia y Bruselu..s, ttc., recibieron este tipo de i n tcn ·enciones. Sin embargo. entre los mismos • •'os de 1946 y 1948 empezaron a levantarse voces d e alg unos especin(¡_suu italianos y de otros paúes considerando aberraciones CSl8S OClUOCÍOnes u 1•gente.f y CJ'iticando también el r e i O I' I'lO a las posiciones de In •·e&tnurnci6n en la etapn prebélica. es dec..ir. argumenta ndo co nu·n•·iamcnte n la •·ei mpl tHUo c ió •' de los criterios de Boito, de Ciovanno ni y de la Ct~ r'tA de Atenas que d efe ndía algún sector también contral'io n las labo•·cs •·econstrucco •·lt.S de posguerra. Esta conc~stncí6n. dh·igida desde princi pios divtr nos pe r o a la larga coi n cidentes. tstuvo CI'ICrtbe:tnda por Cesa re U1·andi y por Roberto Pane. Bonclli y OI I'OS que en poco tiempo lleg:uian. rormular la llamada troña del restauro cnl;M. Ln mayo•· crít ica a Ciova nno n; y a la Ca.rta de Atenas est1·ibaba en el exceso de valor considerado A los lU'!,.tumtnlos hi~tóricos defendiendo que sobre e llos p•·e"e~lecian ab~olu tamcnt e los artísticos y arqueo lógicos. Surgía así una de lns m:ís con temporáneas teorías fundada en la tstitico espintuatrsto de los monumentos. Esta teoría, aün en \'igor. con~idera como tesis de partida que Ciovannoni y Boito entendían los monumen1os como obJttOI de museo y su tratamiento como ohJCIOS al"queológicot y documf'Otllt>, d~ manern que la diferenciación de los oñodidos provor•h• l1 d~ grandes valores t:sh~ticos en aqudlos f'daficaos. ¡_. nu.-u, ,.,.,h •••u•tt• una tmpor•ane.ia máxima a loutmbitntt4, COOJUniU rthlu ••• rnt• 1nu., •l uthAnh;mo. hay•
1""'"'"
en ellos mo nu.mentos o no, y ~• vindica para los monum~ntos un tratamiento puramente arquitec:tó nico proyectual y composit.h-o que rcdWld~ en su es1C:tica y en su fun ... cionalidad, sin olvidar tampoco las ra~ones hastóncas. Se concibe a la arquitectura como ane y se manuene que cor»ecucnte-mentc la 4obra arquitectó· nica• es una pura «obra de ane... De esta manera la masión del res taurador debe lendera c::umplir dos principios ine\'itables: r. EJ d~ «identificar el valor del monumento* reconocienclo en él su c.aHdad Hl'thtica. esto e-.s. realizar una neto crícico. un juicio del cr·i terio pam iclentil"ic¡tr el valor artístico del monumento y reconocer en sus 0!-tpccto.,: fig u 1'31ivos ef gr:tdo de impo•·tanciu y el va lor de la obro, 2. Rccupcr·a•·· restituyendo y librando, J¡, <.tob ,-o de nrte», es deciJ·. eJ total c:o mplejo de ele mentos figu•·a1ivos C'jUC conMituycn la imagen)' ;1 1r·avés, de Jos cuales se r ea lila y expresa 1a p r·opia incli,•idualidad y esplr•itualidad de l:r. misma.
Su conclusión consiste en que todn operación e intervención en un m onumemo estará subordinada al objeto de rein1egrar y con servar el valor ex.prtsi"o de la obra. porque la intervención debe lograr la l•hernción de ~u verdadera forma. •~gun lo propia definición que H.m~lt. ha ••• ,, ..,do del .. restauro e • ct u"- • u l.t 1ttuch•¡w,J,u UmNNOit
CONCEPTO$ , T[ORI,l ( HISIOit!A Of lA .UTAUAACIÓN AJIOUtTI CTÓtri iCA
O( VAinA tlts1AURATMJNI
L On\t.J Rol.auracliOn flcloSpW MiN'Of M ••••~ Cofltn lb ~tl~U'iona qut" fh,." IJ htUOuJ ~ b Ca4t.J dt ~m 1964, q~Jt r«bma (4 \ñO M m.iiiNQt.r\ y tshiOS diStintos m I(K fOMpltPmttftiQ\, rl fopt'IO :a tocbs b\ tpl)('~ y b ~~~od~ Ck ~ a~idos-
Todo ello llevaría o un n ítido final. al de lo práctica negnción de todo cooc.eplo ge n cn•l d e re-.t¡¡ ur·ación e n cu:u'li O (JUé todn o bl'lt tiene va lo •· indivi cluo l e ln t rfnseco evide.ldado e n cuanto tal. l..n C AM'rA l>ll V eNEC IA. finnada e n 1964., vc nt.ld:t a snncionflr Jos criLc t•los lllt~yonwl'iamerue ··cconociGos com o más ap t•opindos e n •'l ucstros días y que podi'Ínmos I'CSumi t• siguiendo a 0'0~\l.U y J'-m'lt en los Riguicn t.es puntOS: l . Vnlo t·oción de todos lo!'; «conce pt osi> exp t·esndOb e n lob m o numen tos c1ue sernn d efinidos co n todos los medio..\ cicntificos e intel'clisc iplinare~ m :b: avam•;¡dos: a rqueo lógicos. so ndeos cstrntigrrificos. técnicas estáti cas. procedlm¡entos magnéticos y cibernético~. técnica~ i nfo rmáticas. fo t0!,'1"3mNria . etc. 2. Recuperación. protección y rt:vitaliLació n del monumen10 en su a mbicn1e. incluyend o en 1al concepto a lo1 •cen t ro*' h istóricos». •sitios ar<1ueolói,ricos». « lugares pinto resco!! y muurales•. etc. 3. ln1 cn•enciones que propicien siempre la ~vcr:dbilidad, de manera que en cm•lquicr momento el o h jeto sob•~ c1 qut> sr hu nctuad o se pucdn d espoja r d e lo nctunción y volver aJ momf!nto •mlrt ltll n ' U l'(lal i'J.nr.ión , '"'· Respeto por todos los añad id o,, 111~ "'1'' ~ •1••~ tUt iH~tHf'll i nu·hlScco tl'lc ntc como d oc-.uncnto hiMót·ico c:l,. '''" tll'!llnh•~ '"•"' pw lulll t1u~ h,, d b c: urrldo t"1 m n nu m rru (•.
5· 1ntervenír siempre desde la aut<ntidd•d y la honradez dejando consta ncia absoluta de las inter· veneiones reali1adas para garantizar t.n todo mo mt.nto la autentici · dnd del m o numento primigenio. 6. Vnlo radón de la «estru ct urll »' de los monumeu tos en .su sentido rn:\s omplio exi~tcnte, dado que su" cu rnctel'ist icas pla no ~volu rn éLI'icas. nna1·a rias, de sustentamien to, tipológicas, compositivas. etc. , eMtin interrelacionadas enu~ sí y ' on fruto de la concepción primera y auténtica de cada un.a de rus f:t~5 c-ons:truttivas y proyectuales. C. hndt (por fkuto GulttM. 1942L (n b ""~ 7· Asunción de las nuevas le<:crlffC'dón ~~ 9fa" t rOJK'O ttalaano dnarrolb pM«idas poseu~ P3Q ~ tCSI~r.IC'tÓn ck las ~to . .Innologías y mate riales a ;tplicar en liS dt b OltqUllt'C'CYQ, drfrncfttndo la t(ogiblttdad dt' los mo numentos .siempre y cua ndo Ln obr;ls de artr y ~tablmrndo un:.K norm.:K ge-ne.. r3tcs dt íntt"rvrnrión.. no dM,cn Jos valores reseñados en los punt o~ pl'ccedentes. Sin e mb••·go. desde lo CARTA o ~ A M ST ERI>A M . coi ncide n~< con la l nmbl~n llnmndo Cmta Europea ti< la ll« ltJurtJéu¡,. (Amsltl'<lam. 1975). a todos estos conceptos y sohre todos ellos se sobrepone n los d e la lleJtuunJción inttgral e il'l tcr vendó n mt·nima, c1ue se ha n profundizad o pnl"n el pntdmon io arquitectónico y las nctuncioncs en los centl·os histó t·lcos con o tros documentos com o h• «Declarnción de Bolonj•». las Cartas de Crnnndn . Toledo. Washi ng ton y Machu Picchu , d e Florencia. d e Cn nberra. de Maltn. y o tr•s . que tratan ti<" ermdiear todos los criterios de intervenció n s~gim las coyuntura.~ a favor d~ los de estricta conse.rvac-ión. Después de la ti Guerra Mundial pre,..leció la doctrina de la rruta~n del f~<~>ado histórico dandose e.ntro<b al di.scurso funnonol poro garantizar el uso de lm edif'icios del pasad o. Se trataba de ai\adir nuc\'OS usos para viejos edificios. Prro esta politiea apl icada a Jos monwnento) conllevó graves distoniones en lu, m ismos. R~cordemos cómo en los ai'IOb ses.cntn Aldo Rossi recomendaba rn Arqt~~IN'Iutu dt lu tuulacl reali?.nJ' p•'Opue.st.as d t 1rnnsfo rmación de estationes d e tr t t'()('llrt111t-1 1 ntU!iNh. hoS"piwle~ e n CC' I1t tiJ~ rrlut•ntivoN, m errndos en equipn ml t,.ucu IU hlt n n,, t'h~ • • p c a•o fu t t'f) n p• U JHH'\111\ qut• n o di ero n l't:S1.lhndos ~-~~~·· i\11),.
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CO.NCtPTOS. TlOfltlA f NISTQIUA OllA ltlSTAUitACtÓH AJI:OUIIlClÓNICA
d'Onay de Parí< o el Mercado del Sorno do Barcelona. lugares que efec:ti,-amente no ~e destruyeron. pe:ro qut" en su adaptación no con'en-an snnguno de Jos rasgos Lipo-
log>co< dt origen. t¡ In etlitndón sit"Ye hoy para
cstudin•· el modelo ferroviario fnmCC!\, ni el mercado rccucnln en rrtlmcra ulgun l\ su nntigua fu nción y cau~rts <¡ue p•·ovocnron su existcncio. carnecer•scicas y demás. si b1en es derto que en los dos casos la inten·ención es rcv~rsible y se podr1a recupc:rn.r ¡¡, tipologta ori·
gmal y o5to os muy no1ablc. Los cdolicoo\ como clllospnal del Rq• de San11ago de Compos1cla o el con,·rnto d e San Ma•·cos de ~ón. ambos convrrudo~ en paradores nacaou;,)c:~
de Lu l'ismo. tampoco •·ep1·e:r.enHH\ yn ni lns 1ipo logias origi nniN~. ni .\US signHlc.ndos c~I IUr:d t-11. y nrquitectónicos por la rch::abilltnción p •·octicoda en ellos. Adt'mM. y;. t'i i111posible rtcuperar el c,luu;tro bfln·oco leonés de dos
Ven~ f\ind.H"ion Oumnt Sl~fg_ ~tlu S,C....rpa (1961·1963) la ~n:p.Mtc1Ur.l
n un tkmfntn tufk.'IINI..I. qt.l(' 1~ ;dt•p m w r" IJS rrst~ur.IC'W)fi.O. ck las otras
tr.Jt;)n'll('nllJ
~riM.. ®JttCK \Ob~ tOdn m\M'ablts.
U Jp1lcariM dr la •tf'>l~urt~dlm ttllirn. Vck la clt'('('rón. j\lnto con l¡s ~d.nd6 druso
v toodrii)IIJC'i6n a la vlda de t~d:. t:OrUtmpor.tn('ldatJ Urv;¡n .o lnuodu('ir f.-rtOIC"t; dt- II¡C'lUilhdad p:.r1 rQ('iiHar la VIda v rj-iu&ntltiH ti u-w. dr lo'» t.dlfl<'l& Ollnrllf' '>t J\lmt(.l r" rl fMptiQ.itll! 1'1"'1\tl'nd¡e ti!IIO\It!.Unt 1~1'!1
11hura~ dcsoruido para habWuorlo como comedores de grandes grupos
y
poder cumplir así la función hostelera.
Es c•~no que en aquellos tiempos estas operaciones J"e\•istieron verdadero• labora1orios de ensayo y experimenladón. y que gracias a ellas se salvaron multitud de c:dificios. Y también es e•~ no que entonces intelectuales. :.rquuectos, hi.stonadores. etc .. defendieron eMe tipo de intervenciones pr·ecisnnH! OIC pnrn alcanzar los fines se•'n ludos. Pero en la actualidad se tÍellt yn dnrn COll.Sil'lOCill de C(Ue SC- r·ctditUI~Il prOVOCando fue1·1es alter3ciOOCN, que e 1'll definitiva, no pn:.se1-vabnn la~ St l)n .. df' nutenticiclad de los edjOc ios. en b u enn medida por las ambiglicdndt•s ele In Ca1·ca d e Venecia. Sólo
n In lll!torio tl.t Arle de/asJarnodru.J /m e>ltlru •noisfncon r1 y Mol isfacen clkhas operaciones corno ::1 los no introduddo.s en lo conscrvac•ón del pasado. Pero no hay dudr~ hoy de que desaparecieron tipologu1\, estructuras . .,imbolo.s, circulnrione&. iluminación. y tantas caracttrÍ\liCa\ yt~. Irrecuperables después
do la> obras verilicadas. fn los \Cmte últirnos años dt!.l.s•glo xx. c.-n Europ~ la mtauroaónmltgrol ha dc~Jcndido prechameme l.a co~~cion del conJUOIO de caracterlSticas este ... ticas y .._rquht>ctón•cas de los monumentor. C\ltando aqut>llas tnterw!'nciones ful!nes y radicales a las que únicamentt> St" puede: ret':urrir cuando sólo se trate dr •·culilizar un edificio antiguo que can~1-ca de valore5 históricos y documenwles. que no h:J ~i do dastficodo como pnt.-imonjo monumental. Desg•·ncinda ll"'entc. en Españn m uchas Jn~Htudone'l de In democrncia hbn in.!ltnlndo su~ ll!cdes en ed ificios hi.stóticos segu n unu ncción que eonsidemmos (:rrónea, J)O I'quc e n muchos de los casos nada lirncn que ver los monu· memos escogido$ con las nueva$ funciones utO &\rncla~ ni caJ~c.'er Cstas de adt>cunción n Jno¡ tipo logías prccx:istentes {convento~ en ayuntam ientos. hospitales en facultades. palacios en centro de 1.alud, monasterios con sedes administrn.uor.ts, c.a.~tillo con parlamento , etc.>. E~ cierto qut> la búsqueda de una idt>ntidad en el pasado de estas ín.stitucioneslt>s ha llc"-ado a tratar de u·asladar hacia si mismas -por el c:ontrarao JÓ'C"nes y dt' una democrac•aSlgnif'icado~ históricos del pasado que no lts corresponden. y que en e:l p.1crimonio han pro"'ocado a1teraciona gravt>:s. hasta en mudlos de los edJf'itios h;aeer desnpa~cer sus caracteristJcas rnonurn~ncales. Se trauria de lo que 8e" denom1nó en Europa en aqucdlos ni\ o\ de una JOdom~ci6n dt la hlitoriu.
puc• no <t' ro•uigue transf~o·ir los signo• delllnotndo al presente y a la par se tt•rn unn C\tii Ht 1t fi•l11n n1 violen lar nqudlo"f r<idlrios 1>nrn que respondan for-
,. nH••" nt•('r'fidnd~,. l1• tt•t'""'h k'"'"'' .,,, ,t"Comicncl" u~u ¡,., f"tiHit'i• •• hl-t•\rlto' txrl us1votm~ntC"
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1 Ullllth ' ' ' 11 /W'''""''w (rumpntlhllhhull r1H1r "" hu111ttll IIIIN&nnl )
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t86 dem andada en el p t·esentt. Debe n toda costo evitarse en ellos distorsiones
dado que tanto d pt·ecio hisoórico pagado como d rendi miento conseguido no equilibran de ninguna forma las ventajas esperadas. la sobriedad , la prudencia y la honradez con d pasado y el presente corutituyen la norma más dlcient< para evitar da,.,ar In fragilidad coyuntural de los monumentos en su uso. La década de los ai\o$ noven la conoce un fantasma que recorre toda Europa. t>l de los nacionalismos radicales. que en cuanto a los monumentos -según los upertos europeos- puede J>ro\•oca r una de las etapas de mayor destrucción y manipulación de los materiales históricos al tratar de forzar a unos y a otros a conseguir a 1ravb de dios reve&lirse de su monumentalidad degenerando in conscientemente en una cultura falsa y ahistórica. En el año 2000 , dcspu61 de decenas de congresos y reuniones en d;stinto$ centrO$ de Ín\'Cstigación y universidades europeas y con la part.idpación de profesionnles de más de cua.renta pafses. se: redactó la CA RTA DE C RACOVIA, el documento mb completo y más reciente publicado con carácter regionnl pnrn los europeos. fuera del contexto colon ialista en el que su rgie ro n sus dos nntecesoa·n3 , lns Cartas de Atenas y Venecia. La de C rncovia (Vónse el capitulo dedicado • ella) actunlha las anterio res e introduce nuevos valo res del «p.-.oyecco de restou t nció n » ente ndido com o u n proce.so continuo desde In idencificación d el o bjeto. pasando p o r sus estu d ios pa-evios. diagn osis. rcswua·•,cló n. J)1'cvisió n d e fut u ros d años y m ante .. nin\iCn to. Este d ocumc: nto se fu nd nmcnw e n u na nueva nodón d el conce p to d e « m em a d a» , q ue ofcctn n 011·os d os d iversos: la i d entidad o scm cjl'ln7..n y In nuc cn 1icic.lud . ttsPcc:•o supea·io t que es pteciso s~dvaguaa·dar a toda costa. Unft Eua·opo n u cvn, lude la unidud, e n un conte.xto djferenLe, el d el sig lo XX I . en el que .'le lHm pa·od ucido va t'ias l'évol ucio nes tecn o lógicas que h o.n pa·ovocndo In oltc.a·ntión c:lc: los m eca n iM'I'I OS m etodo lógicos al intervenir ~n los monu m entos. De igu;•l m;mer-u. la Cartn de C1·ncovia enti ende e n su acepció n que el mismo concepto de mon\Jmento ha sufrido nolab1es alteraciones. E n los últimos años. su significado se ha an\plindo ostensiblemente intr oduciendo no sólo los monumento& tradi cio nales por todos así considerados. sino también las arquit~ctunu y ar1es industriales y pre- industriales. los objetos de la ciencia y de la técnica , Jos bienes inmateriales y espirit uales no t.a ngibles. d ja rdín con el paisaje y el territorio. el csptritu y los lugares de la memoria y el recuerdo . 1oda una nuet.-a frnomcnoloKfa a la q ue: la Can a de Venecia se manine$ta incapax de rontc;\UU Entre los redaclores del documrntn 't f"'U \U"nt l • n raiM"rU)) e:n rc:.ilau ra· <ión de dllotada • •l><rtrn<ta, '""""' • l IRJI" llleriNn Cantar uttno y • l
CONCI!PTO$. 'I!ORfAE HlllOitiA 01 LA JtUTAURA.C IÓH AROUil( CTÓNICA
t87
escocés lngvnl Muxwel l: los italianos Ciuseppc Cnstinelli, Tatiana Kir0 ,.,. , Mario Docci, Alexandra Mcl ueco: los d irigentes de ICOMOS. su presidente. el alem4n, M ichael Petzet. y su secreta rio general. d belga j ean Louis Luxen: dirigentes dei iCCROM . como el canadiense He rb Stovel: d belga André de Nacye•·: el holandés Robert dejong: claustriaeo Manfrcd Wehdorm: el nnland<s y presidente de sección de ICOMOS y asesor de ICCROM jukkajokilduo: los polacos Andrcj Kadluccka. Z. KobyHnski. l. Pluska . M . Konolpn o K. Pawlowski : los hungaros Tamas Fejerdy y Mihaly Zador: el maltósjoseph A. Cannataci. cte. Por pane española. Salwdor Pé...-, Arroyo y el autor de la prcsente obra. Todos ellos en el Comité central de ~da(ción. Otro~ numeroso~ profeso~ y expe.n o.s paniciparon en los diferentes congreso.s preparatorios.
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SnTt:. M•. P•• Pro'•"""'•"Otrlwlrlhlf'V. Mil.an. ~001
Formuladns lns g.-and es tcorias d e In res:1auració n durnnte el siglo XIX y la pti m ern mitad dc:!l XX parecería. apnr ente mente. q u e la $Cgunda parte de la ce n turi3 se ha restringido a la proclamació n de diversas dedarac:ioncs metodológica.¡ o de principios. co nocidas como Cortt.U J,l Rt.Siauro. incapaz. de pla n tear nut'vu~ vías. Es cicr·to c:1ue la aclitucl ut ó pi co in iciada e n ' " tn'tJul tecHu·a llamada d el Movimien lO Mode 1·no a p;u·ti1· de s u apnrición y d e$U I"ro llo d c.sde los Hilo~ 20 trMando de buscar un a g ramática universal para el nuevo proyecto escindió en do.s bloque$ a los profe.sio nn.les de este mundo. de manera que uno de ello) rt nunció y despl"t'ció la historia, m.i entras <JUt" el otro. redu cido y en p~rte c.co mplc:jado. se refugió en lo~ m onumen1os y en los for mali$111os. pe•·o ambos enfrentados o . por mejo r d ecir. sin relacion es n i vínculos, i¡,mot·ñ ndose mutuamc m e. Estas uc.:tiludcs com icn1.an a acercarse • partir de los años 6o, y durante los 70 y los 8o se f'unden con 1:. osunció n del Movi mi ento Moderno co mo parte (le la historm. e n una vittol'i o inimaginable para el bloque que antaño fuera marginado. Situación similar ha oe-urddo en España. en la que los parámetros han sido indu.)Q más agudos al coincidir con d isti ntos .avatares político-social~
1).-)lh' IU l• ¡u••~ •"•••• •u• J\ur,.Jt,nl' ~" 1••9~ rn r l lll S•m/'O'fi~rr ~'''""KIIO"'Q"""'tltr.ol cclellrafi o Pfll1.-•· 1 '""' ,.............,. (lw,llrnu Cll'ttf ~¡ (N,I/Ita, n\ltn. 5· U.rnton•, ll)C)'J pp . ll)-~{,
190 de todos conocidos. Sin embargo. en1re noso1ros. el proceio ha estado carncteriudo Hunbien no sólo por lu rc~·cn;ión de los arqui 1 ccto~ hacia el tnundo ele la h htol"in y de la r·es'taul'ación . en c uyo gén e i'O han p •·ob ado con distinta suerte ha~tn los má:. consagrados represe ntantes de In At'<luitecturo Moderna. sino que d u rante los año.s 80 se h" \erific.ado urHJ cxtn.. otdioaria confusión y desoru~n1ación entre los profesionales. l.a. mayor111 de las ''ecc.s por la llegada al <ampo de la a<tividad res10uradora de arqunO<tos jóvenes o mnyores s1n form:tcion alguna al respecto. ignoran do lu rcalit.acion~ europeas. incluso las p1·opin.s. desconodendo 1eori<ss y metodos . si n educ.ació n c un·ic u lnt n i e n h~ Escuel-. d e Atquitecro.t·a n i fuer:• tlt· elln . ten iendo que re~urrir a In cscnsn bibHografú1 cxi,tcntc ul respecto o o simples int uiciones. de manera que se ha produc1do c:n gr;1n medida lo que llamamos la II ETE ROTROFlA OF U. RESTAURACIÓN ESPAÑOLA. O valode~ de <ualquier camino . método o tendencia con un <'~ceso no1able de •nspiración en revistas o libros mal emendidas o peor a)unilados. La raít de los tleb!l t e.t~ co ntempo ráneos producid:• en E~pnñ;• sobr e los c 1·iterios a apliciH' Cl'l t'CSWuJ•ación th;· n c s u origen en d os \•Ín~r~ rle reflexión planaeadas en la pt•nner;• mitad del siglo XX. Por un lad o. en lns propuestas elaborados por Camillo Boito' r que·~ ···titularon en lo CARTA DE ATENAS, y. por otro lado, en la teoría du..,rrollada por Cwuavo Ciovt~nnona también durante la prlmet"a m•tad del s1glo XX) a partir del eMudio de su propuesta conocida como <<n:st:.tu·o scientifico» y que cxpre«> en numero5os escritos. cspcrialm ente en Qursi!Ofll d'nrrhltPtlura, Ronm. 1924·· y tn 11 r~ 1 tnuro tlei monume111i. Romn. (sin fecha) 1945 • En Espa ña se recogie•·o n :1 m has propuestas fundiénclol:" en la Ley del Patrimonio Hosoóríeo Español de 1933 c¡ue ha estado vogente hasta la re<tente Ley de 1985. Dicha Ley. elaborada bajo la influencia de notable> seguidores español~~ de Boito y Ciovanno ni. como ~bnu~l Cómet. Moreno. Alejnndo·o Ferralll. el< .. y muy espe<ialment< por Leopoldo ..IO n ·cs Ba lbas. n51SICnt c n l a ··edncci6n de la r w d e Ater\1\S )' OH'IC.S1ro de to d a una gcntrlu;iól'l d e restauntd o •·cs qt.t<: con l.inuar o n sus tcor-ias en la posgue.-ra español :o co m o lo> M.:néndet Pida! y o u·o;. Ella Ley ele 1931 dejara honda huella en la acúvidad esp:n)ol;o desarrollada durante décadM.
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C. Bono. Q¡.c.rlf•"t$"'0fatlvdr&JL.Artr. \illan , 18«)3 CarlodfAttiiOi~ohrtMr.-~iCIV111fld~tfkJoílfWo!lv"''"''"• ,..,,,.. ,, 11l'tl l1 t •••hu••.. t,/""CMrttcl'it.tlwllt P~n...
•9·1•·
El E.~uulo lhaHauo u umll) amb~ twr(IU fff'l•hm ~.l•t 1101• l\ulln •n •••u• I'IIIIHI' f4\l~l'n"l•n ,,, obligadP rump1hnit"I111•1Wit•l•• hiii'IUfrtiiiU d• t •• ,Jtt -fll J oll¡ !loo oll l 1 tC Ull''•"• • !iUI~I iiiU' p«<tll" Antithlh ~ 1\4'11• Aui, C rtil J,-1 1 j,j 1
San l•rso de S3h..-¡gun (ltOn) lur~ Mc-ntndu P1d3l y JuM C. Totbtldo.. lhmdldll In totr(' de esta iglc:M<~ mlldt"JIH e-n 19S7, 1os arqult«tm aplican la!oo troria~ mt~yor.tad;¡s en la ~fl()(';l ~n E,,,11n.:~ rk('(lnstruula en mctof ' "tilo•. dMm()IHar los dos ;'ib~ldr'S V rrhJJ('CIIos y con!ltJulr df' nuevo el del f'IOtiC', lotmbl~" t"ll mudéJ¡¡r, que nun('a habl;¡ C'.XIstido.la tom: t;tfl'lbl~n e-n tslllo. (foto autor, 1996)
aunque no e' este el momento parn hacer un se-gua miento ni una histona de esta fase. ¡>ero si el dt: re.)aJt;¡r que en ella tienen •·n igambrc determinados com ¡)onnmientos actuales.
Ca millo Boho co n sagró el concepto ( « r'Cstauro m o d e rno») de conccp .. éión d el m Ol'\u m enro como obro dun l. ~u·quitecl ó rdcn e histó l'ica a la 11ez. d ebiendo po o• ello ser respetados nmbos valores. <On lo que se alejaba de la. posicione• de Vio llct-le -Duc (sólo valo r esúlisoico) o Rus!Un {sólo valor románttco h•slórico). De esta manerO\ debia con.se1varse el edificio j unto con .tus añ;.didos de ~tinLa.s epoc:as manteniendo incólume su aspecto o 1·iginal. oa l <Omo habia l legado • >u tiem po . d e formn que sólo se podrían efeetun r aga·egados necesa rios poi' l't':t7,on es c.stática) o d e o tl'n nanlralew sintila1· y los consoli daciones y repnrnciones que fu e1·ran nccesa•·ias nun cn d ebían ahe1·ar nquél y siemp1·e se 1-enlízar ía n con m:uerin les y téc.nica.s distintas pa_ra que existiera notoriedad VÍ'Oual de su aplic.1CÍÓn. Por su parte Ciovannoni en su •restauro scienaif'ico» recoge la inviolabilidad de c-ada apon•ción histórica y <on la CortodtAttnOJ insiste en la nO<esidad de mantener los m onu mentos para e'ritna· In necesidad de re,.uaurru·. Pe r·o tnAt4 lld t lnn le Ciovn nnon l continuu dtM'I1·1·o llnn do t. U!! teoriM d cfinicndn ru t t1tu lu•h'n'l un!"l m rt()dfJIOR t" ••i.~~, r mtttl rn• df" r~$lUY rnc ión nphcuhlr 4 ltult~• lo11 monunu•ntn" )' '1'"' ,,..11!.• pu1 r n rlma clt" 10 d cu lu11
t92 valo res el documentnl h istórico po t encima d el tO,·m~tl de la oba,_, '1 y que en Ltalia se plusmó en los famosos once puntos d e In CARTA DEL. RESTAURO public:nda en t93t para todas las su perintendenci"" de la nación'. Este salto cualitativo de Boito a Ciovanno ni va a $er nocogido en España por la ley del Patri mo nio de 1933, cuyo an. l9 cxp•·csa la prohibició n de • tudu intento de 1·econstitución d e los monumentos. procurá ndose su consc•·vación y consot¡dación . limlrándo.s.e a r6taurar lo que. fuero absolutamente ind ispensable y dejando siempre reconocibles las adiciones»· De esta manera. en España. los restauradores 1nás comprometidos y avan 7.ados osumian la m eto d o logía sistemática briov;,nnon ia n a. Util y nplicable genéricumente a todos los edificio$, e rucncliendose subordinad o siernpre el valor artístico del monume_nto a lu oponacionc& que h abia sufrido cada arquitectura. a su evolución con exclu$ivo interCs docum~ntalista e histórico. a coslil de los valo res tipo lógicos y justificand o l:.ts ml\s de las vece$ In presen cia d e uñndidos y o bjetos extraños ol mismo edificio. Y recalca m os que los secto~ más comprometidos purque o tros. todavía más nu_merosos y oficia · Listas. siguieron re.alixando intervencionts puramente violl~tianas de reintegración deJa unidad csti1istica o tepri!.tinamiemo m &s prorundo'. En nuestra opinión n o se advil·tiet·o n generulizaclnm cn lc en Espar.a las reacciones producidas en ltalin H las imposiciones d e Ciovannoni y d e la Carta dtl Restauro de t93t. en concreto las surgida< en la postguerra curopea y enubtudas por personalidatles como Annoni. Brandi o Pane. tales como aquéllas del p•·i mcro citado que macó la m etodología sislcln;tlicat y el ~restauroscientiflw>> n cg:mdo la i"nfnwalo•·nció n de la nrtisticido1d del monu 8 mento a su.s representaciones h istórkas o de evo lución arquhcctónica • Aquí •iguió vigente e inalterable la ley de 1933· pero. además. en la Ley de 1985 tampoco se advirtieron las aponaciones y renovaciones producidas e.n EUI·oplt y especia1rnc nte en ltalln. Paro apreciarlo bnnarla citar el :trticulado
Art . 39.2: « En el C~ISO de bie.ne.s inmuebles, la~ :ac::ltwdun•• refiere el párraJo anterior irán encam.inadas a su con.sel'\'.. c&On solidación y rehabilitoei6n y evitarán los imcnlos de rc•:o ol>tNII sa1vo cunndo se utilicen partes originales de los mismos y purda barse su nutenticidad . Si se añadiesen materiales o portes in<rl h•pt• bies p:na su estabilidad o mantenimiento las adicione$ dt!btr•n reconocibles y evitar laJ confusiones mime1ica.s,... Art. 39·3' «Las re"aurociones de los bienes a que se refiere el ¡"'""'"" aniculo l't:speaarán la, npol'taciones d e 1odas las épocas existentt'' 1.. eliminación d e ~·lgunn d e ellas sólo se a uto riu •ii con cn ráCler c:xctl)f ln nal y siempre que los elementos que traten d e suprim¡ rse supong.. n una evid~nte degrndación del bien y su ~liminación fue~ nece.nrt• para permitir una mejor inte.rpretaeí6n histórica del mismo. Las p:.r tes suprimidas qucda1-ñn d~bidnrnenl c documcnrndns» . Por el contrario. ya en los cuarenta y cincuenta en Italia habían surgido voces autoritadas que defendían el « no- m~todo». la total impo$ibllidad de la existéncia de un método u n iversaJ y ptrmanen le pnra la totalidad d e los monument os d emostrando que ocunín precisame nte lo o puesto. c"d" m onument o txígia en su trnwmiento un nH~todo especifico y unitario. no general sino individualiwdo. Surgía así lo que se ho dado en llamar la teoría del r estauro crlúco., cuyos principio~ <<d i ispil'nzion e tTodunn. si fonduno su lla idcnLiflcozione dei caratteri di un·opera d•t•rte. ndla duplícr polarit!l estetic:o-storica. mediante un atto crilico che ne individui el grado di importanz.a e il valore specifico, e nelle operazioni di ricupero degl i c le m ent i fo•·mafi e.~senziali atu·avc.u.,;o In libernzionc delle agg iu n te e sovrnpposizioni (anche dj nou:vole pregio artístico) che nc nherino l'intc:grhá figurativa . Cli int~n·cntí di ricostruzione. tesi a int~grare mai :a sostituire l'opera. so no legiuimi quando riprisüno, in modo stoneamenre ac::certato. l'un ith formaJe del monumento. Pcrahro non ven ... gono escluse oper azio ni r esponsnbili di attiv it a c•·ealiv¡• ch e.
de la ley de t985 que el<J'resam entc dice'
Art. 39.1:
l..osbicne•declaradosde interescuhurol no podrán ser so metidos a tratamiento alguno sin autorización expresa de los 0 •-gan.ismos competentes p:•rn l1,_ ejecució n de la Ley» .
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M•r1.a Carl• Vt:rgtn <.;affar~lli. •Rc~tauro•. en Dt:JOIWirtO !llt.doptdKo.-Arclutdtu,g r Urk~tUtlr4f'. darc.uo por Paolo Portow:hr.ti. luiuno bl,loral~t Rom.11n0. Ro"'"· 194)9, rol. V. PP· l+t--1-45 Vca_w: la noca-4-. P•u una ~lullción tltt h• d"·eru.. attuuionu Jlrodurtll•• ,¡,,,-,n,f' t>'-~• J~rrloclo. wa}<r A. 1 1'''"' St-uoU., J . M(:nrn C 111"gu llulin. F. ii\i¡uc-t Almech •.J M dt> l'n~~o~·ur• r '''" llét l'ltl.al, ... . Chu crc• J .¡\ , li\•¡clll'i u~ lit, \,... •'1 ..... ~~. l~j.!IIOio''lt .~l•lf!W~IItill fll f.•p.:t.ltiJ CM!Iqcvt.klor t;.puo.it11611. Minhl t~no de Ld\lf 11; lliu N,. 1•••••• M••ltid lfl'l~ /1. Annon&. &.n.,....J,.,., .IH ,~.,.,. ·-• t.ua... ••..
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Sob.... ~'u lf'(trill , 'fllltC SL P•ne. • ll f'eruluro del •nom•m~ml•. hmuoo. 1, 19+4:A. llillon. Dt-1 rtdttv~1. l '.alo<l mu. lfJ')Oa O. f»n\lglllll , L, prr'f1114ll l(llfl ,1#1 Hlrm,,.IIJ(tJ,vmtiiiiJ''· M lllin , 11'. 55 1 C. Ul'ill\lll. •ll ~r"*"lll •, Ufuv. '.17. J'l$nt'. (,'.if~mdlí~t,JttfJ,~"""'IMW. N~tpolc,, 195•) 1 R. 1\(mf'lh MI ~Jin 1 e;,,.,.,¡ t 111rm n,-~..,.."'"'"'"""•· M•ltn, t<)bl~ t .. ~·-,......,,..., to8 H~t•t \ (fmh•ni ....._..._ , • ..,,...,.. .,..........,.. Mll_.u 11tt~ 1
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usu.uu noHC
propone:ndosi come supera. me-nto dell'az.ione c.rhica in vista di u_na rinnovata vitalit' cu.hu..rale: e artistic•, intervengano direuamente suJI'opern a proseguo e completamente derla valutAzione tesl imo· niale. N ella cultut·a attu:.le il resta_uro puO essere dunquc intesso come l'anivita capace di rcstituire auraverso un prot:esso crhic.o i t:aralleri formali essenziali e vincolnnti del monumento e nella sua acceUone piü. ampia come lo strurnento tapace di :ntualizore l'atto c.reaüvo originatio trasformando un'e.spre:ssione Slorica in una unitá cultu.ralmente operante» tO .
L.n. etapa de In transición .. la democracia e.tpañola hn estado dominada en el campo de la restauración por una notable conrusión. Durante los años 70 y 80 los esfuen.os cultura les del p~ís se hnn dirigido a cnmpos m enos espcdficos que lo!j de la teol'izadón ele la consct'Vllción y In interven ción del Patrimonio monumenta.l preocupoda como estaba la soc.íedad por otros anhdo~ mas genéricos. y en el caso que nos ocupA. por la remisión del pa_sado histórico -cu·trstico. práctlcnm enle ubandonndo en su totnlidud . no sólo por lo dirección autoritaria política sino también por e.l •duarrollismo:P que sufrieron tu eiudades españolas". A este efecto la importante Carta EUJ"'pta de la Restaur ación nrmada e n Á.mste1-dnm por el Co nsejo de Europa en 1975 pasó casi to talmente desapercibida en los medios especializados españoles. sin ningún debate en las Escuelas de Arquitectura e ignorada en l:1s Combiones Nac:.ional y Provinciales de Potrimonio. Sólo Luvo ciea·to ttflejo en niveles altOs y como consecuencin se celebl'6 en dicho año. y dentro de la declaración de 1975 como «Año Europeo dd PnLrimo nio Arquitt(tónico» una importante expolición m ontada en e1 Palacio de Cristal del Retiro de Madrid ", pero cuyo catñ logo oft·ece sólo una coleeto MarU CariA Va~:;an C.rf.rf'lli, • R~tauro• • • nL. p. 146. En ~~n ~n l. probk:múka d~ blü ckud.u o JPO rffonoc~r el ~¡w:l ~ttano Jupdo por Ju;, 1l n.~~¡ud.a None".U f'l\ lo• comarn LO\ deo Jot añtu. 70 írU(nlando r~flcjar ~n C..uluh• y t'.n E\JW.ña mfluenc-la• d~ 111 C AliTA ne: Vt.KIICIA (1?64) • cuya firm:~ a)I.MII'I col dt.ado. JUÍ 4'~mo c:on l.t o~niptJ(I 1, dt' lO& •C~o~r\ln ll~ Cotl~I"Vlldón y Rwtuf'!ICIÓn de Monumc:ntm•y Atnhtemc:s• t1{' Jo, ~tualo lo«' publin.ton "l-006 tute.: UJ~dr ~) ~-~.1~ Dt t, ,,._.,.,vol. 1, bcurt.1 «n~ SuJ)rnordt' Arqu11t't1u ... de U..r«knu, 197'2, y N.J VCwro.clt Comrrn:ninJ R~lk M..,Uif'ltl!ltoi;.Jht!&itnrn. DtRt Jtdl)ul'l)lonct, vol. 11, Uni~id.ad Pol•lrauta dt> Bu_n:c1o 1u, I!)H-· J)~r<~~ d~U!I minada visión de lu i ntc:rwm;lonet produclrlu e n lm11nr•' 80. ,-,:." ¡\ , C•pitt'-1. Mfh~tlti!WIWIIWI"..!oiJkl'.oMrtJtlurr.dr.l~. AIU.nu ~·orn~, Madrtd, 1988. Un br~10 análisü .ubrt b, dn-e""' •h~oum.,... ckl per~ ~n nunno t....W.jo • Rt;.t• \lrK•tll'lot" an:au•lc<llt nJ<» '1 ckm0Cft6a en F..lfl"'ll••· &W. Itt.,...AI~. num .. VaJI•iohct lg.qc>. W 'l4 -<t2 1'2 l'ot,111o11 to ¡\foll"~o llll'nJor ck CJpo~. fJJIOftttO" ,....lw tll Nl'lt'niiiN toÍiil ~ ,,, .,,.,, ••t~•ll A~ f11,opro cltl f.,IOI!tllf!ltl A•fJirlttdtiluw 1975• &rvido 1lr Puhllc:~tdUIIC'' tlf'l \1 lnh''"' ltt •l"' 1 •lu• •t lt,n y ()l•nd~~o, M lltll'ltl 1976. b•Jo la d lrte'tc.16n y coon:HnM1ón l(f'll•t•l ••• ....... ¡,. ~.luw lf,"t• '-'•"' '1 1• ¡il•lnOorlótt r d•~ct6R dl'l mont•Jor d4' Jo~ MI(Ufl ~t.,-. ... •'- ~....
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ción de actuaciones seleccionada.$ en eapitulos tales t:omo «1\r•<turu•IQII m onumental •, « Conjuntos monumentales», «Arquüectura I>O•IItlla•• •• «Arquitectura mi litar», «Arquitectu ra civil». <.<: Obra.s de ingenltr 11•1 «Arquitectura religio.sa:g.. y •Nuevos usos de los edificios monumc:ntaln• bajo una ordenoción por géneros y tipologías y que dude plante.u ""l'hra ciones teóricas mosca·ando con ello In diversidad d e opin iones y In cm•t~ ntla de un profundo debate 5ohre nuevas vías o l u cxistenaes en aqurlloe momentos. En esencia se seguía la •metodología sistemática*' propugnad• por Ciow nnoni con !us distintos Lipos de iru enenció n (consoHd"cu\n, reconlposic::ión y nnaslilosis, liberación de nñ••didos. completamlent<l!\ p innovaC-ione.J) ' 1 •
Se habían incorporado ya al mundo español de la restauradón los cou ceptos de la « rcSHiul'ación urbanistiCll » que también G uslnvo Ciovnnnoru formu lara a comienzos del siglo xx'• y desarrollaron después pe•.,onalicla.d es como Lavedan o Ren. La necesidad de planificar la• dudade• y los territorios para su recupe,·nción histó rico- a•·tislica y funcional empezó a aplitnJ'se entre n osotl'os aunque con excesiva poca fe e itHet·és. Seria en la kg~Jnda mitad del siglo cuando se ...,atizarían en Europa los mayo= intentos de ree1a.boración de una teo ría de la restaurAción d e lo¡ centros urbanos tratando de cJcLenct· las mas ivas d est•·ucclo ncs d el patrimonio ante los procesos de desarrollo indiscriminado de las ciudades o de obando no de los antiguo.s centros históri(os''. La Carta ita liana d el r estaur o (1972) provocó después In Carta E uropea d el Restauro d e 1975 que t rajo a E.paña a~os despué• el concepto d e 13 l.a1c-oria de Clov11nnonl fut I'C'1Ctua1ilad.a l>or C . P~rbgalli, Mo~tu"'fnllt~'~ti,..JiJa<OtonuffQilllt, Mllll n, 195·).· 1+ C . Ciol4nnoni, •V«rMc- c-1Hj¡ rrl tddJ.na nuuva•, NwhtA"tokJrr• l913 15 A. 8.t rbacd~ l.aM,.ckti!IM.......ntoe~~J"*-"'tolc.r..,Mt, Flon:ncu.. 19521 R. P.nc, •Ruca uro~ problrml d ·am1ucntc•. A!'f4;14'fl'lltV ~ Ca:l!"'"'r, 6, 19551 C. Mdogra11J. •)((:ntri ttori4"i» . 11 Cottlll"l/Jorc""n, 195'71 E. N . Nisrn:, « 11 problcnu• dd ro,l t'\lltl" ndle prcco-i-.um:~:c llmhie lltali•,/.'A.rtJui,lturo¡crun.k'~"''"nu· 'l~. 1957; l.lmolcra, •Vlccndc c-c:onomlco•toc:iali e rnnu:rvuionl': dt:i centtlabit11l•. Ulhw, 27, 19$1; R. Panc, Cm~anbclw rJH'Jc:JG MIOCG. Napoln. •959· R. A\lffll~. •11 problc-m.t de• c¡varú~n tnl1du•, U~. 31. 19601 A. Cenit' na)' M. ~hnitrl Elia. • Orirnl•m<"nU critici ,~,~.lla ... tv.pudi.a dd c~mri nor¡n•. fJrbcrn.,r.;ro, 32. 1960; Vario• autor~s. S.lt~ordbo' nUtflll'~~trntodtrCfnfrufMitn-ol'fuf"", T ur-in. 1961 1 J.t. P•ne, • 'J'\uda ~ rr•lturo dc:t «mt•l ttorid•. ltnlt~tNmtru. 30. I!)G21 C . C. Ml'nsoli. U.rboMhnucOJl~J tdili.ci~. Mli.Cn. 19631 VniOUutoru, Uhttlittrritorio.JW"'Wt-.Jdl.aii\IIOCOdu•llf'•uicztwt:S. B-ri. 19-64; P. 1- Crr~lhu 1 M. Millar-l. 1 W11tn$Nnn, FlorcnC'I•. t9i7; Fuoha d• Archlltttun. Poluccnico di M.tano, ,. ¡_. •)u,.MIQnor dt.i uruñ tcori~;:~ ~ dtl ~pc=.ra drl p.atrlmon1o edílido in Europa•.
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('.,nfm •l• tLIC\I!Irll'nl~. M1lán, 19791 fl, Cet'·~llall. • La con M""t'YIItion (j fult-11 ~ toclal~ clfli t•1111l Ulll h i • l~t1KiolfiV1H111I111 Wfi•C'ttfd N~NrA1 fll 1 111IJ'uuu l'ltf'lllft•ni""IJ, ,\tt. Jtl Q.'""lftl'·
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~ltrlflll"rtdt-n-la
196 la +. ff'.stauración integral • y que e:n nuestra histo nogr.1.fla no encontró eco hMta los estudios de Alfon<ojionene• de comienzo• de los 80 ... Surgió asi y a vtce5 mal entendid a una tO I' I'Iente de «consea-vncionlsmo a ultr'3n:ta:». genea'ltltrtcnte defenclicln desde IM; Comi$iones Provu'lclnle& ele Patrimonio y lus Comisarías Provincinle" ,~¡UI"gidn.s e n la ·n ueva m-dti'Utción juddícn esp::ti\oln de 1" u ·;,nsie:ión. De eo;wmoncra se situaba1'l fa·onwlmente dos a.lten·u t1ivnf1 opueslas. la defenso•·n de l11 conservación absoluta, pot• un lado.)' por o t ro . 1:. defensora de la nceuuci6 n creativa. Fuera de ambas en la mayoria de los caso~ y sln arúcularse debadarnente por desconocida se encontraba la •rC!Sta\.u-ación c r ítica». U n:_. c ncue;.na rea.lhada p or no!Cocro1: entre acepaados y supuestos arquiteclos e-specialistas en restnurnt"aon nrquite:ctónicn y que inquiría sobre la ddlníción y caraclerí..ticns del concepto de « r~wua·¡u: ió'' ca·n icn» obtuvo un go9{,. de J'espucst.ns ncgnlivns en cu~u1to a su conocimirmo. Las mismas que l~non•bnn q\lc c~istiea·n en lta lin tnlteorita o coJTi<'lllé de restaun'lción entendiendo d vocablo «crhitn» com o adjetivo y :1plicnble n los r·eslau.tacio nes de todo tiempo y lug;u- y no como sustanti,·o. La •ratauroci6nm11(1)» fue pll\nteoda por Cesare Brandi y Ró bcrto Pane' 7 • Sus pnncapios alteraban In (o: mcto d o logia .sistematica~ basada en los valo re<e documentales p:arn todos los monumentos propuesta por Cio\'a nnoni po r un -4: no-rnétodo» genérico lt nic:ndo en cspecinl con'\adcración la reahclncl t"o anpl eta del ed ifici o. en especial sus v;alore\ OI'IIStico~ relegtulCio en nlg\Jtaa m edida Jos documenlf•~t.: ~~t. De est a maner·n In •·estau•·nc.ión , como <.lil'in Robe t'LO Pane. se convic1'lc." e t\ vea·dadera y aUI~nt k~• ubru de al'lc en si mismn: <(il rcsu•u ,·o e esso stci\._,o opcm d'artc)>t3. U concre:ción de la teol'ia fue rcaliada ~l 1975 por lo~ Al'f]uitectos italianos Renat o llonelli y Cio\anni Carbonara. que conc1hen la restauración com o +"nuo critico» y. en condus•ó n. c()mo <itauo creauvo>>, e:$-10 es. -$ process:o cruaco e ano c:reauvo~~~o'". O como expr~s..·uin Lucia ni : «se la pinura , la acuhura . l'architet . . u , Al(un.-'t> J tnu!nt:ll., Cttr1(HHI Rt'''"'ro ;2 (ltuJ~Jt.-.kl.flUmtllt.rnm) , Colr(lO (_)ndl!ll de ;\rquhe~tt o._. s~, ill.a, 19Rl e id em ... Nou•• pllu Ut\M l t'• lrÚI inlegrud-lll d~ In te-uurACión d(' ltll)numtnto•• Cll<ldftf«tl!lt N~I\drurn~tn, núrn, ':,t, 11111)'0• lt)8:l.
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~e ha ,,.due.•do cam·ll ~no publi(atJón de t1J Trnno dt ro rntou-rar•Ó". AlluUII t'onna, ~hdrid . l988. wo ("\, ninttrinro "''")' lle•J•qb de qur ulic-n ~n Rom•. Sobre e l qur ru ('U nUC'llf"' adrnlnt(ICI amlro mlf'tiM Roberto Panr ( laf'(l\10, 18g7 .. Napol~. 1987) tud.t ltf' h. f'CIUado f'tt E•1·•A• ·.ahu •lrun•• •nOiarioncot p-un tu•1«<• nuüt,... <•R~tM•uradonn arqult«l<h,l• • t •l'' '" • •t •• •n 1 •t••fb- rn &4.V &t..&.41 A,...mrvr. nu:m... 4 V•lladohd 1~•t 1'1' 1 t U) Se- 1 ,.... •u t r-u, l"''''tnthd.d . tc-•M" R
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dt un tnofUSfmo ttn:ana.. (foro aulor, 1994J
tu.ra $O~o a.rtc... t' quind. ropera piuorica. scuhort-a. architettonica sono opere darte, l•ndngu"'le priorirari3 del reSHlUI'óU OI~ sr1rá c¡uella volta a ris contrare nelle opere la P~"tSc:nza d c lla piemt qun litfl ru·ti&eica» 2 0 • Son, pues. los valo r·cs nrtl$ti.;os sobr·c cualcsqu•e•·n ott"'S del monument o los <ruc pre:vnleccu en el neto ele l;:r restau•·o1ción cdt ica y en cor•·espot~d · cnc•n no son válJ.d os 1os mCtodoll>· gt.:ner • al c.~.· smo .· 11 · aque os p1U"ll<'utU'es que demnndará
:ad~ ohm &e:.&,"\)n 1iU..S propia\ caracteristic:a..; c¡ue siempr·e M!rán individua ..
~~e lntnnsccas. El citado Renato Bonelli cxnre'it dar~ m en1e e1 concepto: . .,...
« Se ra~chitcttura e nne. e di conseguen?a l'o pt-ra architenonica t ~pe.~ d Arte, il primo compito del rcstnur:uon: dovrl• c.uerc qudlo di •ndwaduare il v:l iOI'C:: del monutnemo •"'""'cio ~~;' d 1· r ·tconoscere 1n · csso 1a presen~a o m eno deUo qualitñ arti.'lticn. Mn questo f'iconoscimcnLo e mro crnico, glud izio sul tdterio c he idcnriflcn ncl valore arai.stico pe~iO negli nsp~ui figu.1·ali. il grado d'impo r·wn1..n e il valore !Hes~: deH open•: ~op1•rt di CS.\O i: basato il secondo compito; che é di recup e.ra re:, resauucndo e llb~rando · l'opera d 'ttrtA al d. ¡·· • "'"' v e a 1re t nte:ro COmpl~UO dt eJementi figuraúvi che C:OI!tituiscono rimmagine ed
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OI"VAJIIA MSIA-UitA IIOHit
auravtr'\o i quali essa realiz.xa ed espnmt la propia individualita ~
spmiUalítá. Ogni operazione dov.-:0 eo:~e..., >ubo':"m•ta allo_ ..:o~ do reantegrnre e conserval"t': il valon! espreuwo dell opera. po1c.h! 1 tntt-n.-rnco da rnggiungcre C )a libenuione dclll\ fUA \·era forma» •
Como ...,r.•..., Ciovanni Carbonrtrn, lo « hiJ>ólr:Si8 critica» se fun-
dame noa e n el hecho de que cada ··~Htlll"ncíó n y cndn 1nonumento constituyen un caso en sí 110 insertnblc. e n cntcgorins"'J:. sin normas ni
dogmas previos. si no est:..bleciclos pnrn el cuso y que serán denunciado• por la propon obra una ve-z haya sido eSludonda con sensibiüdad hbtórico-crítica y conocimientos tknicos.,, El m1smo Carbonara señalaba hace cuatro años los peligros de la rtSIAYI'Adón rte:cual. Por un ludo. la 111epnraci6 n nbsoluta de los cri tcnos d e In •·e~aauradón arquicectó n icn de '"lllt'llos otros de la pi_n tiC' AIJUI!lll' \ IS.alamatlCit), krn.o1nclo P\¡lin. En tur·lJ y 1" cscult,Ha ; :&fi t maba, poJ· lom· 1974 liC q 1llt'ft' dtHAf dtl C&ll'ffiO d e remate :1 la lonc 01 ro pnrte. qut: no se habían supepor t;~lUrl b df Vlucl.tl útll.ln<l ti1•1'0VC'cUr.t01 to rt'<lhlo:J tn nutVOS m:.ttfiJ~ ron pn!dOmll'llO Ckl cnst;;~t. rado t o cltlvín las b;&ses est é tico Ser:. demOlidO y rt•htcho (n pltdr.J s.cgUn !.M tnk filo..~fico• sobre las que~ funda la orKt.il)l..t~ (foto J R f4tc10) *' l"estnur.-ción crhica». por lo que no e.n ste otro ar"CO de ~nsam..iento que la5 JUStituyn.
S..n ~''" ck l!.blb tBa~J Antont Goot.tk; Contr.lno a bs a.ttJhlcks •h6l01f'Xo1Ras. ~trob;bs N,.LJ b (n:~ ('ft r,.u~ m b lr.lft'Oiri6n tfllf.:lft Olrao!. vtttilttlt~ de- b ~~ dt ti tf'\QUQtKin. (n M~lb !tt' tttupaa
b Oftt'fll~ onginal dd f'd¡fl('io dnpub ck rnlu~ mtrnws tstudtOt. ~ q~ dd;at.n b tJttr.tmc-¡ ant.g~ dt wn PfObilettn fNVtJf qur toJ dos ~m.da f"t•const f11Y(ndolo ron m•lcort:.lo •notor,amtnlt• d•tc:fr~ de los hrnórltO!.. En -..natogla fOfm~l· dt la rom~nN;a (Ott~ada t'n rl MLMD dt Vtdl !ot dr:kña IJIJ)(II~d.:. X tMIIJtr/:t iJ j)l~n1C'31 por w autor rl me todo dt> Ja tiCSt<lur.adón ob¡t'IIV,I• 11 OIIJ M 6;11dom.l)
C r·avt• es el p •·oblema de In bipoladcl~d de lus re ndc ncins d e la a·cstaura-
ción. por un lado la <<h istó rica*'. p ot o cr·o b "e~u:!licn'"> (ya plante:ada.s por 13•·.- n <h y ndernás eje d e toclrt la ¡>rohlc m:hicn de la reMnuración m oderna). Seglin Carbon¡¡rn preva lec~ ahora la pnme-ra , dentro de nuevas cor-ricnt~8 neopositlvistas. de manera que sólo merecen ~S~r ntcndidos aquellos monumentos que son testimonios historicos. Maentr~ que el <o.Jwc•o critico») de «calidad• es considerado ~ubjetho. rnudnble. tnútilsi no dañoso a los fine) de la rcsrauración. El italiano an<litSie en que es t'n c.,le argumento donde se instala la teoría de la •pu.ra c:cm stl'o:tción .. o •conser\'aclón integral~. que en den a medida se acerca al « r·rstauro sciemif'ico». 01ro~ problemas para el restaurador l rasnlpino lo~ r-eprese nmn determ in adu pseudo teorías como la ele la ••·enl'> ropínción• de los bienes cultlu'nles. tl('l ~ t'el'iso>) ( rehnbilitoción ) o de In •·ecupcraci6 n » pa1·n fines sortnlrti dr 0\IH\C't·n que se co ndcn n tt los mO t'\uanentos r1 se r conteneclo •·es 1 t:r i n e• ••·" JUu·-· ar-..;¡J.,r•• dC"Oeit.'ncin~ d(" lu C iuthul modcrnn, 'it."ll po1• ra?.o ne~ t•rc•tlumH "' ll•tlllh •n, auclnlt·~ u t•u ltut ¡llr ' lttfl•• ,..llu '1" t~t'\lt ••r ,.,,, lo t¡ur
*
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U. RESfAUIUaC)H CltllltA y LA ..ltOII.(HÁnCA .AC'TU&l
llaman otro~ propuestas de <((valorización.+ tu1~ist1ca o es.pec:ulalivn de los .te.' t ' Bienes Cm!J!r•l~ ,_. En res.f,!"t'iir.iJl~l'n Carbonara . por un lado «se propugna la idea de la mas absoluta c:onscrv..ción», mientras que por e.l opuesto casi se Uega. más o menos. nl «rep r istimamiento» . que se esconde tras la difuM pric.tica dcl «•·i nnovOtcl~ntifico». Por todo ello propugnad •rcswuro c:riLico.» como el Uni co t lq d avit\ }'oy capaz y mode rno para satisfacer la r cstaur adón. ltO I-ét icn m t nte convi n cente y operadvamcn tc: vfi1ido "-t. En Espm'n el debme teórico sobre b p•·oblcm óticn p lan tcndn durante los ühimos vci n 1c a t\ os hn sido más bien escaso. Acost u mbnu:los nuestr os arc1uitcctos y ;nhn in íslraciones a no exp1ic:u· por esct"ito en revistas, lib ros, cntálogos y exposiC-iones las alterm•tiv:lS ndopwcla~. se h n yuguh-tdo un campo explicito y muy t'a til e n o 1ros países parn dcsurrollnr es1e ñrnhito . Por oLra parte. cau.s.'lverdadero estupor la esc.a~ dedicación de nuestros. re~aaurado tll!$ ala public:nción de sus rcflexion6 sobre lA problem:¡tica del patrimo ... nio. fenómeno que e.uá ioterrdaciomulo co n la carencia que también )urramos de revistas especializadas. como del numero ínfimo existente de cursos de especiaJi~ación. todo ello en rranca contradicción con la
demanda que ol respec'lO exiSie. Las pubhc:aciones de1 mism o Mimslerao dt Culnu·a e5pañol. meritoria~ por l n apOI'Hl.ción in forrnati"a que producen. en cambio, se n•·ticulan con cntcrio~ en unos casos de m c•·a ctttalog,a ción de actuncionc~'i indisc•·i rnina • clns. e n OI I'O:. con so •·pre nden tes c•·i1c ri os que •·cc uc rdan p1·ccis»mente la « m eto dologíA sistem ática» d e 1a « Rc.stnuroció n cieniÍfic¡¡». A es1e respecto l.wstnl'li reC01'da 1· e l volumen JnterJ•tnriom:~ f !l tll'cllrimonio J\tilUlltctómco 1980 1985 <~1, en t: l que las di ..·crsas o bn•s real ua tl a~ se ngrupa n bujo ca pítu los como •lnte•-v~nciones estructurales>), « Rcpnraeiont'' y ••estau racíon es en gener:. J;o). ~ Re._lituc.:iones y climJnacionc\ de- elemtntos degradantes» , « 1ntll!rvenc•ones superficia les)))>. "1 ntroduccion de nuevos usos ) remodelaciones*. *Ampliaciones de monument os»- y «Acondiciona mu:nto de ruinas y yacimientos arqucológico)->, sin cstud•o~ que caracttrict:n la, OJ>ciones teoricas y los criterios mctodolog-co) adoptados por lo~ d1st antos restau•·adore.s, elud iendo ddiberadamtntt: cualquier plantea111 iento dd debate y de la problemática esp~crncn d~ la re>tauración.
~4 (,, l;ubon~r•, •lnt('n'l~l• 11.~. • • .e.n k.. I..AttiAnl, 11 11• ~ t •• 1'1' '11\ 'tb ~t; t•rologQ dr Ole-m hin l lr-m.andt''# Cll, lmrocluf• tuutl4' I\U11 ,, .. J lu1n""u'' 1\uu,¡n'lf"IHf• lm11 lulO dt' f .Ut1tf'n'Ml(m y klf'41•unw·u~n ,(, IUtu~ t ''h•u ' 'lhu ..•t\u ,j, t .ultur-!1 \t•drkt, t•I•IO
IJNI\IERSI()I\0 \ f\
V~,.,.;.. 8\IIU'"ITfJ. '
OtrJIIISil> Jk"fnAndtL 011. l~•r1p1o dt Oianot. M ( u d.:l. ('\"t(' IHCIU11tt1C) ICndfá
un.1 nOiabiC" ¡,,nucnd.:~ c:n los ~Ms scn:nta v c:Ktltnta ln Mff'tda 'Stlttttona IQS rotos 11 C'Cit rw -d p;ab<IO rtn:l((ntist;¡- y las columnas r'OITQj , Y <lpl-a b ...1~1~ mlmduomdc) ttsma, [n San fkoftllo de Ak'jnr.¡ra ftt\1~ Sos tltnw11tU\
do.J~~ con nut"VOS m.atNtaics v ntA:'I'il dc'1dr b •3tulogi~ (~t., qur t•IC'ftdn.in PQf lodo ft tcmlono arqullt'('los, <OmO ~"''"''.. dt bs C.pottl. t......-.._ etc.."" nla fpora. (Foto .autot, 1989}. tCQYih''C'tUfil
c-..
SóJo nlgu.nos casos excepcionalc.), genel'tll men le inducidos por determi ... n ndos arqunec;:tos l"eSiauradores, ¡l fl'ontnn en a rt ículos o publ' . C:O ilCI'CI 3S J d h . JC3CTOile5 . . ' , e m eto o que an ul i liz:•do c-.~ponlcndo a l;t op inió . .¡ publicO~)' espcc inlizados In indavnció l't h it.ló e·i ~r1 1 1 . . . n.r.Ju ac o o , t: • n 11 po1.ests CI'Iteca y In act u rtcto n cjc r·ci d n por el arquilccto Y su c quii>O. En l re los v· -· mucho f . 1 .tlao.s no . ~-- r•·o eSlo na es que •·ca lizan c·~tc anno y ex¡>uesto e ie rci · L . c Hn r como . 1 J c•o :utmu• CJe mp o representalivo ~¡ :n·c¡uitectos com o j ose· lvna . L so (• 1 · d S · ., .. CtO tnamro •g esta e anta Cru7, de Medjn:• de Rioseco). Sal"-ndor PéraArro o S(Ousbana Mor~ (Monasterio de Carracedo) " y Antonio Fcrnánde-< Al~ servator.o Ast r onomTco. · · Jard an Botnnico. Reina Sofia de ~1adrid• Y . el e~cta de Salamanca). e.ntre otros. •
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~n~~ las ad~in.istraciones el espectro c.s nuh oscuro 10da"•ia. como ya se a '" •cado. y solo "erdader.~s excepcion:tlidadc-) se st~Jvan de este oscura o·
202
s.,,,....,
~........... .,. C.-1~1 SaMdoo l'to\-1 ... ~y ~l<n la ruma n tt:at:.dil ~ la rtcuf)ft'a(tón d(' kiS apxios ron na~ ntt\ICiuras qut> ptttcndtn pt~fl(ilr 1.;, d1vt'rstd:ld dr mat.:ri.lla htStóficcv.. y :actu!llt'\. l.J trvttsfbd•ctld ~ pl;allttJ como .solut"'ih•l pruytf.'luni.IFoto auti)t, 190 1).
M>ri;J l'to\-1 GortiJ1<1 Conw•llo pmnostr.~ltn-.t dr AIJu•&..r dt C;MnpCIO (t'>lrn<,.~•· --6n
de tm
Ó d ;anda $0Cblf1\c1\IC .._1 K'OJ"'.,.._,, l•Pcfldt).f' En 1:1 ltíJMICt n 5(: c:¡:b ht:.ct6n PhCllmpulsd l:a tfr.l(.Ón de:~~ lltC)numeutos :.bilndon;~dO\ Yw re ' • I<K ofl<lt"" dd watritnOI)iO lloC1lilll(n..
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de OHC'If» j):lnt
ICVI I"U1ll3r
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bcudíl~oA"utlat 131111"1 V r~~.,8 lO d·, V:.ll;~dohd !t prtstnll)tl 1<1"-j)l l fiU' ros c:mpd'IO'i. v ><lfl rm • 1993) "
hoy ya dtfundltkx h;;~ta por An:lirlc;¡ (r-eno autor,
•
1 ~ ita merec~n las publicncionc~ de la Dir~CCIOO c~ne· Mcnc•tn\ exp •e: • . 1 d d Madrid con ~u colección ll .,) el~ In ComUJll( A .r 1 ' r¡.J d e Patrnno n lo u ur. • r . 3C't' al1as ,·e~lizadus pot• el 1 d'' l · •o•·ma muy C"l ... • • . C Madr-ill rtstmm• en , omunu o y e~ 1 Di . . . ~ de 1l • t'"o1ona que • ( ' de :1 putltCIOl"' " .,_ Sc•-ve i d el Ptltl'im o ni Arqu lt C~t Hl i C • • rno d~ lo~ 'imposios
ti~mo.
.
.
1 M
. e
de )US d iVCI"'\a.S actunclones. co
..
pubhcot 3$ tmnno ·¡ documentar su~ N:stouraciones sino tamb•en que orgnnna . no so o para . ·r de Jo, cuales ha b ir \iblícnmentc los cnttri03> a pant IJ;1ra plantenr y d e 31 P d 1 m 's ci'U"aS y avao · • ..• • nte e1<'tUI'O e a " • ~ afrontndo c:•dn urw d e el 1ns. gc n caac.ame i ';'9
zadn..s po~iciones de la <c-rtMauración cric ica ». Su director. el arquitecto Antoni Conzáln.junto t:on el equipo del Senoei. plantenn continuamente el cle b:nc <¡ue la •·e.:;;tnurnció n vie n e suscilrtndo desde los Ul1 imos diez. nñofl y tnnt o en sus teol'ins C01no en sus intervenciones arquilcc:cóoicas se o frecr, n nuesrro juicio. una vía compromctidrt co n la 1coria d el ~rt..stauro crltico• o • rhUJuración objcti\·a» como Amoni Couz.ale.z la d~nornina. pero con af)OI"fncione._' imponantc,, ya que asume la trascendencía que la opción lln macla <<critica» con cede a In «estérica '9 y aJ « vodo1· ttriÍStico y e.spirítunJ de la obm lll'CJuitcctónic~l del mo numento». pe •·o odemás no t"<:lcga la « n ecesidacl d e IH con.se1vttción del documcn 1o h istó •·ieo». con lo t¡uc la « ,'C.,tnurn ... dón ObJel iva » del catal:in se constitu id;• en una tercera vía equilibradora entre el con.)tn'lldom~ano a ultrnn7..a y In actuación critica P. 3 1 A•uonl Ct)n(41l't, • l'nr UIU lll!'tudolug•• d e l1 11\l,.rv,.nciuu ,.n ,.¡ fl•11rnnonlu ¡¡rquit('clHnlf'f)
(1~1
11\C'IIIUHil'n!O
e-como •l•)t Uttlt'n tn )' tO u\u fi iJ jt:l()
•••t¡u.ttc~t•>nito)•,
#r11gn1f lllíJh
nu1n , (,,
~1adrtd. novlemb•·C". 19851111,, • Rc<:~I'C;II 1 dt\1oflny. 1::1 111(1nUmt"tll t'OIII • dn(Um«'nl h"torn i rom. Objen(' arq\lu,.rmnlt \IU l..the!W1,P(t0n t ·11~~"0· RO«'a.rdt •nd nC',.l¡n•. ,.(U) df' s.~aona. &n-~lon• • 1985. J.: .. RC'.-.. unr mnnumt'.tuo.\. Ul"'.t m.. todolor-a ~lp«<lru:;~~•,
o.,. .
I...W...,.Ir&.~. num. 397. M.-drid 0<1Ubrt". 1988 e .J. . • \t. fltCUt'.a d,.la Rnta~o~BriO Ob)f'C'IIU• r......,_,....,,.......... O'.J«to:w,...w,.. ~Jf, , ...,.,...... "' ........ ...,.,.,., ,\fr•'""'''~S ''~''· U ifiU..,¡.,.,. n..,..~ltm¡, R.l'\.dun.. l')t~()
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Tc::.tro ck 5..lgunto GIOO)Io
Oraw y u._nud PurtiX"t4• U rum¡~IJmiCftiO estrit'to l'kl proyrarn::t ck fl"('f('M tn rontcmpor.mC'O un IC'illro rom:1no impldr \.11vagu:mlar ltJi rntn'l :tnlt!)UM :.ntc 1.:. hC1Jrmotd."l dr lo nuevo '"'"C'')Mtlo del valtlf' do<·utn<11l:1l dr. lób ruin:.s. (IOI I') l\U10f. 1!)00),
hnrunfo dtla U~ct..d <k AIQU lt.bdndl Cifk» Ctemml<'. Enr•quc NV(lC' V OHCIS.
l.lrt"nlpc'fttC'ión dfl C'\pa'", v dr 1~ C'ltm('niM \C' rcal•la '""lltl.tndil v.IIU!C"S t''iltiii."'S, tu!il (uiro~ v doc,un~·ntuk.,
troto nutm, IU9S).
Los Cf'ilel'ios «objetivados>) que U "UUt de nvHcnr A. Col'u.•i.lez se podrían 1·cs-umi r de l;a sigu ie nu~ manera : J. En cunn to al vnlor de co n ser-vación como documento histórico dd 1·n onumento: proctdiendo a unn indagaCión de ,us can:tcle re.... de manera que l>C garantice ~iempre el mantenimaenlo l>arn el futuro de toda la informaca()n que propordona conJUntándolo con la necesidad de trasladar por medio de la conservación la comprcnsaon y significación del mhmo. para lo cual. si lleg;¡r-a a ser n~ce sarto. se tendrta incluso que transfor1nar el monumento (!.;.para hacer más ev•dtnte o comprensible» su mensaje. 2. En cuanto n su valor arquitectónico; tr1Hnr de rnanteoer la herenda del c••cador del monume1uo c.omo de In soc aednd. en la que surgió y cuando st:•t ru:c<'•M aQ rrrcaunr rt>ndnpmcioncs n nuevo~ usos. 1n ~lección de los mvmHlN • tlrltr noultt••'r d<·~dt 1:. ópticn de lu r.cltcunclón tipOltigic.u, ptrO tntnhifln dt· U t ~•JilH ltl11d tlr" '"''"'h· J'Hll';~ mnn .. H"IH"I
vh·tJ rl munumcnto 'lut' t'• rlu1•l•
rhu ptlnt
•t••t
clave del m<uxlo p~comrodo desde los ~•ponsables de la irutltuo " 11 c.•talana M! encuentra preciSamente en esa f.'lha de dogmatismo al enfJTnt.u • la problemática del paLrimoruo y al hecho de que las «hipótesis criuco ~ ,..,;o)izar se efectúan después de un profundo y '·erdadero trabajo de todo u" tqUiJ>O interdiscipJinar capaz de aponnr COOOCimieOlOS y rcnexiont"$ deMJr In fase de la invesúgaóón. d análhi> dd objeto documental. la valorddón d•l objeto nrquj1ectót1ico y la definición final del p1·oyec:1o de re.suuración. Nosolt·os, que, como historio:t dores tlHÍ8 que co mo critic:os. defcnd~mo!t po•· nn tono rnasia la u·:msmisión del monumento en sus valo1·es historlCOh, no podemos sen1 ir·nos aJenos ni n .su v:.lo t· n•·quitcctónico (ro•·mal. t.tipacial, de uso. de significación, cte.) ni ~ilu(lrnos e r1 una hi.~tol'iof'iJia <¡ue propugnr el mantenimiento del objeto congelado en el pnsado. S i aceptamos aquella mó.xlmn de Lucién Febv•·e de (¡uc la '(f.],j,ro •·ia se escribe para el presente• en igunl coherencia. sln hipocresaa.s ni cinism os, debemo< admitir quesera lnurn para t:l prese:nte e. incluso. par•• un inmediato futuro. acep1ando en COITt'.tpondencia los factores que cond•c•onan espucml y temporalmenle cada rc.slauractón. Asi. deben ser alejados Jo, peligros que anoran en l:r ac1ualidad a toda problematica del pa1rhnonio. Es necesario. por tanto. decidir enrre la necesaria p•"t'~rvactón de 1a mcmon::t del monurnento pero c·on l:t conciencia de su verdadera comp~n'iion nctur.tl. por lo que el «con ... ser'Vílcionismo a uhranUL y sin más>> c:onstituy(" un \'Cr-dudero tiesgo cuando C& necesnria la intervención. Igual pelig1·o representa b no distinción cnuca Cl'lll'e apoa·taciones y e.'l:crecenci:•.~ htslóricns y en este cnso incluso aunque Jns 5tgu nd~ts no co mpor·Len r iesgos purn In eMfí l it·n del monumen to. no lo degrnden o no dificulten su compl'en.sió n . Oc ro pdi1:,rro extt·em~tclan,entc ncu,ndo so n la.s búsqued;~s de neo vei'IHitu l ísmos o neo - historicismos n o ~ólo en los estilos. ya suficientemente condenadoa pero con permanencia~ asomb1·osas, sino también en lo$ tipologías. en las estructuras. en Jo.¡ amblentcs, en las decoraciones. cte . De tgual manera el hábil recurso de Olros afirmando que sus actuaciones son revcniblcs y por ende legitima) aunque corutiluyan una auténtica abt-rr;tCión en el monumento. En dcfini1iva.. consider.uno .. que la problcmauca actual de la r'e$taura eión debe asumir la ne-cesidad de con)enar t'l vn.lo1· histórico ~in olvid:tr. 1nclu:;oo prevalentemeJHc cuando fuere c;cig,ble. rl valor arquitectón icO del monumento 1-equüiendo la n ecc,..11"Í;t nc:tunctdn . l)e :tlguna manera se con stgu•rítt un rwuerdo o equiliba·io frwurt-rtdUJ llrl mntH&tl'ltnlo y de otu I"Ctt•tuJ·neldn f'tUr'C" lu~ dos ttndencln• I•C'II It!llt" ho~ ,Hft•t-rHlu;IJts, In •re~~' lJHtl udun 't ui••¡t •, trJU't'r.t·nuHIII Ul ¡l~&u pot t tftt\ull 1\l Cnrhcu'IIH'Ii rn n 11 u.«'ll:tt U
lllhljil•l•thti\Mqll ttl'ttUIIIIo
1
t'l
ttiiN'I\oMth1111MUtl,tUitt;IIWI • 1
206
DI VARIA ltlSlAURATtONI!
parámt>tro~ cuhurale$ de cada presente
y d esde una intC"r¡u r dicionada por cada condenda de la historb y nunca -por -.r.l,ocl•tN posibilidad- desde la o r iginaria. La •restauración cntica • pf'u •u también comporta determinados peligro~)' no wn falsas la¡ acuu• ~us detrae• o res de que lo que hoy parece «objetivo* mañana pur,t
set·lo, oomo el hecho de que la consideración nbsolu1o del valor •o"ti•UM••• puede provocar· la desaparicion
y d est•·ucción de valores histonru
I'CSJ)O nsnbilidad . pues. esta1·ia e n In capnciclnd de la llctuación <<critler• 11• wndo de que su irue rpre Laci6n ge nc:rnl de Jn nr·c¡uitectura fuera lo su fu 1rn te m c ntc sagn7. como par·a no dcsp1·ecin r ningu n a información . jndusu ptu ·• cxigc n cws futuras. evitando i_nt c r·pr·ccucíoncs osndns del po.sndo. caprit"hn
~tono MtronómK'O de- MDld Antoruo kfnil'ldrl AIN. la ('Of'lt~ dC' l.a inl('tW'noón ~ prodUtt dock 1• ~ dr tratat ron un td!II('IO LmtOO <" ••rrpct•bif. , . . , _ • 501.-.c>lk proóltm.. tl<nlrol.
$r\~ y nrbil .·a .. ins. La respuesta pnrece enco ntt·nrse e n la con.~ideración dr que t.\Ul teoa·iu u ou·a intermedia (¿los co rnpo n ('ntes m etodológicos de l.tt ~ restauración objcLivada}!lo que propone ContáiC'Z•?) oto rgue mayor importancia al valor histó rico t"quiparandolo ni arui tico y arq uitcctónaco denaro de un verdadero diálogo entre el f>B"'do y el pn:sentc, entre loiWtoria ~rectual com o objeto a SO"tlvar y d prO)'t'Cio como rt"spuesta contemporánea a 1" restauración.
llcw lh: 8Jrn:lou., lgl'la\1'YII!l Mm~lt\. ~lt' f3 dt"fc-l'lsa dC' ~valores fmOC.on:tl~ "ioC rC'C'On\~rtJVt m•mé:l•c:~mtntt
ti t<.1tro en 1~ :1\Pfi.IO\ dt' ol•c•ct, dot:lndolr
dt nu<v.h p¡ntur.l~ don<k- k hall•~ Lls dN~mld.K (1 ~lO Ót bs dtprndtnNS w trr..nt)n C'n rontr"'pcnnro PQita tumpt•• kK U\0\ C'A19tdM.. lfoto E.D.l.
.-..p resentado por Ame<leo Bellini o :.to reo Dcai Bardeschi con su Rtstauro: ¡.unto, Jo ro¡.o. Frommrnh pu una (im¡.oss•bJt) ltorw''. • . El •con~ervacionismo radical "'> n o t~ c.on~ftt"l'llt' en a,us cxtgenclas d e uctu rtr com o nmicuarios- de la impo~d>tiHind d r er, tilua t rl J>n.S1tdo en su nu t tn tu~idnd, rom o tampoco de qu(' r u1uutu lo IHtrull~ lu hPct- desde lo~ 'i~
M uN• llf'nt lhllt'"'' hl, Rt•fdUI 1 -\uc•h \tihn t•t•ll
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Ynl3 M¡ria dr MNquc (loJnfo~. P. Uti.Mrf y L C'.a'"M<l.lOS probf<:m3s ck hurnt'd<ldo dtl ('lmbomo ~ lo1 .g~:a m'9Ó'-'CO*MW;Ito~br \f ~ltJciOn.iltt ron nut\tm. m.atrr~:.'n;. O pt(l'ft'C11l induia d tr.lf:tmt~nto dft rrlltNno v d( todo .-1 (5J);c•o ambK"ntaL (foto :~utor. 1999f.
NUEVAS TENDENCIAS DE LA RESTAURACIÓN MONU MENTAL DE LA CARTA DE VENECIA A LA CARTA DE CRACOVIA'
I NTRODUCCIÓN : EL MARCO EUROPEO
En Europa. en los últ i mos d iez añ o.;; se pl~u'H Cn un r·w cvo ámbito u·ól'ico pru·a co nservar· el pntr imonio . en el que de.scac~n las actividades par;- 1-ea.Hz.ar la C ana de Cracovia '2000, la pro puesta ~n halia d e un nue"o m étodo. com o el propuesto por Murio Manicri Elia (« 11 recu per·o del sen~ot>~). o los m ov imient os 1·ea l11,;,do~ e n Fran ciu en e l Ministe r io ele Cu lt u ra y Ja D irección General de Patrimonio (incluyendo en d programa de con.~er· vación no sólo el Pat rimonio, sino también la arquitecturn en gencr·nl) por dta r sólo algun o de los ~int omas que npred,amos. En los años 60. después de las criJis de la posguerra rn undial en <1ue los métodos de la « Restauración Cient1flca» y d e la Ca rta de Aaenas se pu.~ie r o n en tela d e j ui cio . así co m o se dieron por fí n ali1.n drts las pr.tclicas d e em ergentin y mime$is reali~udas en lo~ p rin1c1·n décad a de lo reconstrucción m onumental europea'. el debate se planteó en lo necesidad de responder a Conft"rend• dirt•d• l."n d C\IHO de Jn~lf'I'AO de la Un i~ l"rlll da rJ dt v,.u.ctolid el cita J.. d r. II UII'YO dt' ~QQ I ,
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M. Man i('ri 1:'.11 •. 4 L.. ~~rd.u• d.- l lot'ruO (e cl •ur) 'l"("t'U~ro)• . Tt~ t ~ nl'ttttlpttOJtt H'IUII, Fntt"lli P...Lombi, Rom.-. j uruo ~000. pp. 5• 1... Vn w Andr<> d" "M)'f'r, • L.. ~Onstruclum dca .Mo nuntl"nn ct, de t llc- en 8f'1gique •flrQ t.. l'' (' ml t-r~au• ' " uHicidl•le• , f'n .lfq~~~ul!lfltt41f"', XX -XXI XXII. Uw.lilu. 1q82. pp. 167 .. 1 87. J~.,. c•unuuu•r fltl l 1111, ''" 1• SC'jCUn tl• dton tl r l jH•l •IIIIHt\IH lr•nC'I~
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~arqueológtcn""• tlur provocaban c:onru,lou como dicen los franct: ses de co-vis,bihdod. o simpl e me nte dr ptr ccpcion. E...to ll~·o J mud\O~ lécnicos a tener
que dcb,; ,. enu-c restos y otro'
uno~ par.~
poder mantener t.1en.1 unidad en "'ucho~ lllOHUillCiltOS (en F'rtlll • cin. por ejemplo en Saim U>icr. en Aritg<:. e n In cnp111a de Niurc Dume d e,. Ctu·anes dl' Nevillac en Mc;u·h ihon, o el famoso d ebate de los Mn)'ll de la Cated •·"l d e Nóore Dome ele Pnris o In llcluación <¡ue ooda"• hoy se ha he<;ho en España en San Pedro de Roda. donde la c.'ln11dad de reMO~ 1'10 pc•·mhe entender d rnona.\tc•;o). Com o señnln Mnrie-A nnc Si1·c. ¿ qué oc;ur·•·c con las rcstnu racio ncs? é.Ya son parte. historia. del ec:lincio? ¿Sa están mal o ~on perjudtc.ialcs 'e dejan? ¿l ndu~ si c;stt\n bien y hoy~ pueden quit.ar y volo.·er a como era de \t:nlad el edif'i('io po1· los :wn nccs léc n icos. ~e dimino.n o se .salv~m'? Po1· ejemplo. en casos de Viollcl en la dudnd ele Cul'cMonn invcrund~ po•· él. se ha declnrndo Patrimonio de In l·l umanid..,d. y p<>r el cont.r.tdo ~n Saim Sernin de Toulous.e se h an desrruido sus completanUenlos y se h a '"-'ell o :\l eswdo antcr·ior•. Y ln~ r u inns ¿,se pueden re h;.. billuu·'? ¿ Hay e¡u e rcspewrlas como C:H•i n . aunque peligren y tle.upnrt.tc:-an? Y cunndo en una phna mayor o típica . o en un conjunto ur-bano. un incendto. un terremoto. )a ruina pot• (tbandono. ele., provocan l;~ pe1•d ida de una pal'lC, (,iiC reconM I' uye l:Wilf.JUC no se~1 con ele m c;!ntos o •·iginn1es? ¿Es nh o.-a un faho hiscórico? Todos ~ran temas no resueltos por la Carta de Vt!neci;~ que ha habido que nfronta r de muy divCI'$US maneras durante c:o.tos ú1tirnf,lS cuatcnta ;,ños.
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Robn10 ~ (c-n 1981) ('Qft fi awt()r ron GiuloiA VOlrQ!í, pnn('l• p.al rtdartnr d(' 13 Carta 6t Vf:rn:c;l.l de 19&4, pC'ro, l i1mth~n eun Bon(lll v un grupo dC' llf(luhtcl<r.» ti.JII:inns cltfcn~u v prornolor dC' la teori:l dt' b •rtstilura' 16n critica•
ltM4••ta1 Mayi.H dr M1lin. L. Gr.J)Soi Rot;ur;)Ck> ~JUn b\ ft'('Mitnd;.(l()tlo dt l11 Clt1:J dr Vc.-tlf'ftil(196C) Cuntrnción dr IJ m1mC"\\S ~ ldr"H(u:llld6n de o'lrlllfJliO y nurvtt ti utc• autor).
una nut:\'3 soc•edad y a unos nue-vos planteamientos de In consen'Dción del PtH r·imooio c.onstruhlo y de lo~ b1ene.s •·n uebles. S u•·gieron e nt O I'\tC~ l~1 Cnrttt d e Ve 1H:cin de 1964.. e n cuyn rcdncción pna·Lici¡>nron personalidades como Roberto Panc. Paero Caz-z.ola. eac.. la nue"a teonn de la « Rcst_.u_ra · caOn C riticfl"), que tuvo en 13onclli )• Pane ~us ntáxirno'li defenso•-e~. y para lns obras de a l' t t c1 m cto do t•esUJU t'MJ <u · pro puesto por Cé!uu-·e Urnndi. Cn todos t\tOS teÓI'ICO~ rcaparcc•a la necesidud de "olver a luchnr contra la' res1aurac:•ones en +"estilo» <1uc ~e hab.:•n impue.sto de nuevo dt!stru ycndo los cd ificiO!i, ni de mole•· ~us nñ-adidos histó ricos y a) teiocegn"~rlos o r·bit ..,-.,·iamcnlc.
El documento de V~necia, en su.s pnntipios esenciales sanciona par<~ todo proyttiC) de restau r:tción: 1 In oblibr.~ciOn de l"C~J>Cmr todns Jns epoca~ de In ed lf'ic;llción de un monurne nto: 2. di.stinguit Jos mnterialcs utilizados. 3, legibilidad de la imervcnción. y l. revel'llibil idad de lo añad1do. En efecto. esta norm:ttiva. que rue asum1da por numero~os paises) o r·gnnizacionrl\ de 10 <10 el mundo. hizo posible actu uciones mas p1·udcntt'! y se•·ias sob1·e lo.s edificios. No ob>tnmc. pronto •• ad,;rucron algunO\ dt(t<'t<>•) "" pocos ambigUc ciad es no re-sueltas que." creaban roC"O$ clt' IC"UIIC:Hl )' tlt- 4f,·lullr . Pu r t ¡ernplo. C U OI'\(IO üpnt•ecia n J't'S10~ <¡u~ fU:) purlinH t ltli\lllh jl1ttl11• l't''toliii~Cl u VoiiCH'f" .. yu~taput'.JlO• que trf'abrtn ancomruulh&lhl .1, 'ulltt rlltu f llu llr,,t 4 rrrill o
Po1· e ll o la <.<- Restauración Cdticn"Jt~o se co nvi1·tic) en el in~u·u mento n1ú~ ú1il
para lo~ arquhectos y lo$ técnicos. Pero tambu'n se han producido gr.-ndcs cambios c:n lns técnicos. en l a •nvr~tigncltlt\ ti., l'lnlologios y de l11 h istoria. y, sobre todo. soc ia le~. con In
•
HUtYA.S I~HOlHC IA\ OC Q$l'AUIIACIÓH HONU11<4l Jiff.U.
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en t re conservadorrs e mnovadore$ yo h~t si do .superado . pues el obj~t ivo c.omún es inte rvenir· de la mnnet·n m ds ef'ic.az. pa1-a garomti.1..ar la salv-.-guardia e:n su in•egridnd .
c.,,. ck V<n«,. (19641. En
En este sen tido habna que hacer ya di:uincionc.s. en EurOJ)3 en aquellos patses de menor t radición conservadora de monumentos: Portugal )' &paña. por un lado. donde el debate antiguo todavía persiste en algunos sectores. y los paues de Europa. donde por causa• emoctonales (Rus;a. Alemama. Italia. etc.). tragedias belicas (Croacia. Bosnia. Yugoslavio) o catástr-ofe~: n:uur:.les (Italia. F'r.tncia. Inglaterra ... por los movamien1os sism.icos o por mcendios como el delt>alacto de Wmdsor). ha renacido la necesidad del •ripristino• '•olletiano y de IM reconstrucciones al estilo ._com· era e dove era~;~ In manern <le Luc:a Behram1 y los rocaun•dore:s historic.isto\$-
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como fritf'Wl:l C' llail<~ v f1\1tf'1610 pnwno qur- W'ndo un docu~T~mto •mpon~•·
vmo prntn~ flt\t;Jblc'\ C"aRf'l<la\ y mnfti(10S. (n hano¡_ J10f e~ 1 W\ ~~ ¡e dnian) pot tl btxlo v pnt ~ orpr\IQ('I(II'k5 ínttii"J("'()na.,. romo UH!SCO t tCOMOS P:unmnonto ck U Hum~nld.ld y qcn'IP'ar 1.1 rt'\tJur.Kión d< Viollc-t k- ~ Out dr: cam~sona. dondt toOO hiC' unJ .n..r-nt.lr~n y lo ""á) opij~tlt J ~ d•ctad•l'\. Y en ct m~S~~Wl 1ug :u \t nntrn~ ddtlu.r 1:. tt'\t:.ura..:•M dd mt'\ftlO itUIU•ttth) en S:ln Saturnino de" IDJ~ tY 8o.,tl)
l'tUNCIPIOS Y PROBI.PMAS TEÓRICOS ~UNOAMENTALES DEL DEBATE ACTUAL
introducción de IHitnt l•oRo~ elementos nuevos e•' lo c1ue se entie nde por
P:urimon io. Ln transro nnacio n clcl con cepto de « monunu:nto"> e~ el pdrner gnl n su ceso c¡u e t•omp~ lo:-. pl'inci¡>io~ c't"l~l ccados y olJlig;¡ a n~plant ea•· los !!Í)temru; d esd e los qu e jli:e h nbin 1 rnbuj;1d0 é t1 l ol'i clo~ últi m os siglos. « Monu · mento» h;~ sido susth.uido po•· Oic n C u lt llt":tl o pOI' Pao·hno nio. que tienen aec.tpc iOJ'\es cli~-t~intns, sujetO~~> much o m :ís nmpl1os y pu ntos d e pardd.a má~ diversos pnra afronttH" su ron~C IVIlción 5 . Es. pue~. nec~sorio volver a •·edcfin ir cuál h el objeto de la 1-e.sta u ración de la arquhe~tut·n. el monumento exph cuo. e l b1cn inmueble al que hay que añadu· el enclrwt. el lug1.1r y .su e rU O I"nO arnb aenta1. In edilicia que í.mplica 1ambi~n trMc~ndcncin C l'\ eltcrl"itotio y el paisaJe. Si el objeti\'o fu nda mental de toda actuación >obre lo que >mpliamente entendemos ya como <"' monumento •. o simplemente de lo que Uamamos arquitec 1ura. es •conservar la m~mor10 •. parecería que d gran dilemn de los últimos cuarenta nt\os (desde lo Carto de Ven.c•• de 1964). d debate
En cualc¡uie•· cu.so, In problemát icn de l:t •·cswurnc.ión a•-quitcctónica discu•·rc. una vez definido \U .. ujcto de r.ctuación. a 1r.1vés del desarrollo de todos los elementos rundncionnle, d~ cun lquiCI" dbc•p lhua : In aplícación de las m ctod o logm.s má~ nclenmdn.s mn 1o pa1·o e l conocimiento d e l monu me n to e n sus d istin loo¡ vnlol'c.) como tl r ~u" ptttologías. el enntrol de las técnicas l rad icion a lcs y e l •nn n cjo o pot'1uno dt· lr11\ IHIC\'ll ~ tec n o l ogl:''~ y la naturaleza d e l proycocto d e •·e~t n~u-nc· i ün , t:1n 1o e•, la nd o p cion d e los cl'it cl'ios. co m o e n la J"'e solu c ic,ln d t l uso o¡ocjo .. c ulnu·nl l'u ncio nal d el ed ilicio.
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Cart.ot de' ~nt'na (1964) 0 111.) p1ob\tma "!lt'" W';O.( Ó C1'l ('1 1raLim.~en to de las ruinas arqucd6gtcas, pu~ dfbt;¡n l""OibOhdarw \lmp!(~lt. Por tOda [urop;~ '!tr tmcflo c.n uonh~' ron t.r.tno a rriubtlt~ ('n
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l•n•u-.. 19'}6. pp. \11
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En loda Eu r o pi' es necesnrio en t-elnció n con el p r oyecto supc•·ar los equrvocos que las difel"e:ntes acepciones terminológicM provocan con nume ...
rosos errores que preo.san un lenguajt' común: restaunción. ~cuperación. rehabili1adón. in novación. repri.s1ino, con.servnc•ón. revitaliz.ación. etc .. sor'l algunos d e Jos té.rm lnos con fusos q ue se utili7,un en fu n ció n ele legi1irnar cadaliJ)O de intervención. La Ca rta c:le Crnc;Q\•ia avanut notablen1enlC en este ~-pcclo al ofrecer deflnicion~ para el entendimiento común. Otrn cJa,·e trascendente en la discus16n del comienzo del siglo la constituyen Jo, nuevo!; significados q ue hnn ndoptado fundamentos o principios básicos del entcn di m ic nl o ele Jos cornpone ntcs del sujeto arq uilcctónico a restaurar. 1nle.s co mo lo~ ideas q ue hoy se tiene segun los diferenu:s escudas o po.,idones de partuld de valores corno autenticidad. idcntidad. materia, forma. conservacion. rt-stauración y rtutiliu.cton. entre otros quit.á de rner1or u-:t~cende nc.ia d u·ec1a.
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CMu dt V."<to.> (1964) y ley d<l ll~>tóo.ro &p.iilol (193$) La pt(llt- - u ck ~fu«<Itle'S Qho() ron C'~IO\ orig1Nlt;,. de ~btr SKfo ~.dJ •1 per dt_ b ltlta,
f.L MARCO ESPAÑOL• INTRODUCCION HISTÓRICA
hublfr.t df-pcto m!K'ho\ monumrnlus "" ruina!. o llcn<» dc añJcfldos dr1o0n.'U1IO ronlrmpor~ntm
A finales del f1·an q uism o ~e c m p iclnu n rcgenc rnr' los cuerpos d e I'CMn u nt dores del patri monio mon u m c n tul en Esp<u'\a.Jove nes a •-qu iteCIOS, como Antonio Almagro. Alh~rto Careta C•l. Merino de Cace res. i\lronsojimcn&. José Sancho Roda. etc., u otros algo má!i m~duros como Dtonisio Hc:n111ndt-l. Cil . Jott~t• Mnria Pc!rt"t, ConLále~ «Peridis?. Manuel de 1M Cas.a.s. ArH ó 1'1 Co n z•íle1 Cnpitel "y otr•os. com ic n'l.ól n n AS\Hll t r 1"t"Sponsabilidades en 1;, consea-vadón y restaur.H·ióu cld patdmon10 español desde instancia.) oficrales o dC..)de la acdvidad prh-ada. S1n embargo. los ctiterios que prcvi'lccian. marcados por la Otrección Ccncr~l de:" Bellt~s A •·tts y por Jos !::'·nndes ar<luiccctos de Ju~ ~ictc zoon~ (como Conzó.lez_ Vn lcárcel, los Aren illas. Ch\.ICCD Coi1i a. Ce•·vt l''~· Pl'ieto Moreno .. . ), rcprc:s~niUban y entendian la rcstau1·ación como una recuperación dd ,entido del monumento en sus carnclcrlstic.as ori!:,~naria!o, busca ndo la pureU\ del cs1i1o y la recomposiciór'l de Ir.~ lngunas. en el C!litiJo ori .. gi n~,l d e In part e a l n que se otorgnba m ayo r ví'101' h istód co. A veces. incluso. 1nejorando y perfeccionando el edificio ~n t"tilo ha.ita d grado en que nunca hubiera ~ído concebido an. pero quC" alc:tntab.• la rorma «-ideal• dc1 mtsmo, 5-Ct,.'Un las teo.-íM fnnC'r~~" tlrl '•Jr:ln )(f' l•,tot. cooeeptos se t\:lendiarlu otro~ mi nisH:I~IO!t t llt.untull dr 1 tlt e u m pru•urh•,. en pru rt monio, corno Qcurrl .. t'Q II 'Tu.•·iJ~U\11 y t¡ur 1tl 1 utu "" lu" t~,,, ~•ilnl'n Nnclo
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Vio llet- lc .. Ouc, c·on arcluil cctos que reme mo l'aban untl h is1o l"ia «esplend o r osa» del pn<nd <> ( Picardo. Cárate. ele.). En aquello'J mome1'1 IOs sur-gen aJgunn._,, muy pocas y total mente ai.sladn$. reacciones a esta.s posturas. los jóvt:ne3t arquucctos depuran su~ tendencias y se separan lenl amentc de los m aes1ros. en p::trte por las i nfluencias de la restau ración cl'itica iud iann. o p()r 1:• d e pc,·sonalid:ttlcs con cr etas como Cn rlo Scarpn o Fran co Albíni. Algunos. incl uso. como Fernando l>ulin. rompen definitivamente con los V4!1ores ~uablec.1dos. Paradigm3uca de esta posic.ión. \·erdaderam ente f"...Xt'epcional en el pan orama español de la epoca, es su inte r'Vc nción en la tor·re de Abro.n1es de SnJamanca. Como no pod ia se r menos en nqucl ambi ente, fu e 10 talmen 1c sofocada. El mod elo pred o m inante h3cia la tec:upe radóu de lo vernáculo lo podría representar Cont.álc1 Valtir c.el en su restauración de la Unh·ersidad de Alcalá (Pnun Trilingüe) y su Casa de Cerva nt es de la misma local ulod : Fr•ncl;ro I•HK" " Almech, e n la suyn dol (: .. ,till o d e In Mo1n, o Fe rnnndo C huf'!cn tln1 11 11 ~ n l11~ 'l "~" rcnl l1ó, yo U.rthum r 1Hr rn r l nyunin m it f'\10 de fott.Unll
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Su· ir e lunu· m·.-. n rn •u• prttpUt'\hl\
NUEY.U li! NOE NCIAS Dl ltltl,t.URACIÓN MONUMENTAL
d~ destrucción de la copilla sepulcral del monalterio de Sigena para ~construir d ábside rozná 1'\ito aU&ente. no reali7.ada. PoJiciOn e$ todas bien leja nos d e las ideas cxpre!Uldas en la Carta de Venecia d e 1961.. ind•~•o de la de Atenas de 1931, aunque podritln entenderse -en cua.nto a lns rei ntegra· ciones afectaba al uso de la arquitectura castita e historicista para los completnmienoos- . desde la nrquitccourn oficinJison del Estado. N unen. d esde luego. en lo que se reOere a las reconstrucciones en el estilo primitivo y 5 iempre desde la oon•ideración y el respeto hocia el proresor D. Fernando Chueca, como uno d e los mejores hisooriadores espailoi <S de la arquitec-
tura de la segunda mitad del siglo X.X . sí no el mejor. Los re:flejo.s de e.sta escuela pervivieron con fuen.a durante la primera transición, u na vex.ya desapai"Kido el franquismo e iniciándo~ el camino hacín la d em oerncia con las eleccion es d e 19?7· Prueba d e ello. por cita o· sólo tres ejemplos que viví personn lmenoe en la ci udnd de León donde entonces residía. fueron la r«on.strucc.ión de todo lo •ausente» del Palac.io de los Cu'l.tna nes y Ja recon.su·ucción de la C11sa de lrt Cnrniccrfa, ambas p OI' el arquítecto Mo re no Medo'llno. las dos desde el p o·oceso d eductivo historicista para •recrear» la t ra.z a no conservada y sin dünínguir lo viejo de lo nuevo o la desoruccíón del ábside barroco de la igle.d o del Mercado para 6
descubri r el románico y «eliminn•·le impurc-rns» • En cambio . los pionero~ del nuevo entenclünic:nto del proyecto en res ... tauración ,ci\alaban c3minos muy diver.sos. como Jo~é María Contilez. <0-Peridis» en el convento de Aguilar de Cn mpoo. o Antoni Conzoilcz. desd e el Se1'VCÍ d e Patrlmo ni d e' la Diputación de Barcelo na. En torno :o 1982- 1984 el nuevo Estado do las Autonomías conoció el trtu;paso de competencias en Patrimonio a los Comunidades Autónomas. siendo éstas b s que d esde sus nuev;Is oficinas y deparuunemos asumieron los crilerios ele rcstnurac:ión . hasta esle momento fuertemente inf1u_ldos por In Sección corrcspondienoe de Bollos Anes del Mínistorlo do Educación con pco·sonalidades com o Dionisio liel'llónd~ Cil. Manuel de las Ca>As, Antón Cnpitel, e tc .. que e nl o:t.nban proyec:Lo con histo ria t!n las lagunos y en lns rf!'h;•bilitadones a travé-s de la lbmada •analogía formal*-. Proceso que JC!' ,·erificó c.on notables estridencias. com o las habidas en el Teatro romano de Sn&runto, en el que ni siquiera se l'tll1itó la m cto dologht d e conocer q ué cm lo primit ivo y que lo procedente de las díve1'1!1U<~~ re5taUr$•ciunes' .
G
t'IIQdMdeo l•" pc)"tiQIIf'l ¡,l,.olój(l(lló el" l1u p• lmr• .at •utut l;ltul"• ¡tH IHI!i>~~óm lt'"' ~~~ l'.tu·imu nio, vtnbcllllrJnu'HI" •I~J•,I.u 1 •tlroitthl»olol• t lf' 1.. 't''' __.,.,. tft wn• tl•t11tlf• nu)41rtnlltlr t. ..-...-:..u~ t~n rlrl r-~ril"'''(;nl•l r-n C..•••ll• t 1 • '"
Eran momentos de aspiración colectiva por 1:\ defen¡a y prottCt'tón del Prurimonio. Surg!•n nsocíociones desde finales de los años 70 parro d r or n•r las mnslvas d esu·uccion es, para tratar de imped lr el fac.hadbmo, los ntat"YOe ayuntamiento¡ empezaban n organizar planu generales de eonservac•ón de los c~ntros históricos. rodo se inventariaba una y oLra ve1:, pue..~ ni si<J'Hf'rl se conocía eJ potrimonio dt las distintas comu_nidudes ciudndanas 8 • En 1985 se promuJga In ley d e Patrimonio Histórico Espailol. que en •u anículo 39 (apartado• 1. 2 y 3) señala unas idens generales sobre cno.no,. de intervención. que, aunque con cie•·w ambigüedud, chocaban con la prn x.is gcneralü:ada con ante•·ioridad. pu~s. &in Ja necesaria precisión . rcc:ogian parte de las normas al uso en Europa. especialmente de 1os paises latinos. más prcJervacioninas y prou:ctorc.s. que lo que $C: babtr~ praclicndo en Espa1\u hasta lu fecha. Poco ex-plicito. en exceso inconc;: 1-tta. una ley deficiente en prottcdón , en cemros históricos. en relaC-ión con la ley del Suelo o con la de Contratos del E&utdo; u na 1~ sumnmf!nte incompleta. La disruneión se produjo -en nuest.J"fl o p inión- soba·c.: todo por diversos factores de caa·rícter socio · cconómi co. corno lrt carene in de unu mínima masa de profesionales preparados en restauración arquitcc;t ónica y urba.na -como en e) resto de lo!C bienes muebles-. los exigen cias de nuevas sedes pura In nueva administración surgida de In d cmoc·rncút, que nspiró a ocupar edificio5 históricos. artísticos y patrimoniale& abandonados 0 en desuso -por ejemplo. para sedes parlamentarios. como Casti lla y León. Cantabria. La Riojn. Ca.<tilln- 1-' Manchn. Anda.lucla . Ar:ogó n. cte.- , y In l ibeo·tacl creil· tiva de In nrquitc•ctura espoñola que se refugió en el patrimonio para dar salida a un esfueno profesional que no tenia medios económicos sul'icientes en o tras áreas de la consrrucción (c•·i~is del peu·ólco). baj o la direct iva del Ministerio de que la r estaur·adó n e 1·a un hecho nrqu.itcctónic:o gcntrnL lo que es rigurosamente cierto. pc.ro no lo es menos que condicionado por una preexistencia qut era oblig:tda constrvar y se precisaba la metodología de cómo hacerlo. Aspcclos lod os éso os que h nbria que m ol izar, pues la generalidad no fue total. pero que •c o\olan en elevada m edida algunos do los más graves problemas que conoció el patrimonio. y en concreto las actividades de restaur:'lción en ese os momentos. Junto n ello In demandt• de la.s 7
El ~udao "JUI'<*) -.e rnliJ.ó a)n pottcrior'id..cl.t l.t intt~r.OOn 1 no por So. autono. dt t. mi.lm.. q~ w ntron ,..,'lJ""n drdo. cu•ndo c:ondut.u w ohra porr la •a'•rición d.-"'"'"' a rquhM"IÓm cott "iiiUnllt• ., lj\11' tf•l11111l)lln Ja• l•ropnft'(Onrll tlr! lo11 '"W""fl41 l ltllih!IIJO p1<vo(llutJ(I r\IC" l"tj¡lj,¡uJo riClrS,.I~-ilut I .Oiil¡j ' U -11 , .. ri!Ktun.l lt'tld•r putJ1it oUI.!IJM)f •• l lniH•t,Matl , .... v.lf'nt'b \ fjj ' '111mtl C..tftt.lllt •1°t~ttlnlfU'HO lltttUII•t tllnto u df' tl ••fl.. ,..J•Ut" ... l"ntldH f'HmUn •
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lar, como el de poseer una metodologia estructurad:., así <tom o d(! rtt1ht• con seriedad el conocimiento interdi•dplinar p•ra llegar a deducor In • • 1 te.rios precisos y adecuados.
HAC IA!-' C REAC IÓN DE UNA METOOOLOCÍA
Las primeras re:stauraciones de uma amplia etapa de la ya instaurada drnu1 cr·aciasc hiciero n <<po•· urgencia'». en por·te condícíon:tdo.s por la Ir) ,Jd Suelo, por In Lq de Cono ratos del Estado y por o tros meCAnismos de <<>n u·tHnción que s••cnba n a concu a·so In realil.l.lción de proyectos u otorgaban Hbrememe su realitació n « a dedo» a dea erminaclos profcsionnles con h•
C•r1t ctt Ve:ncna y Ltv Esl)3l'tol3 dt Patnn.onlo dt 1085.. En algun~ c:dlfi~;tos r~ nt('(1.3rio rlirnh,~r all.3dldo$ t'tlst&;cos.. porQue- datrulan d c:ar.ktrr v ~ban dtttflOI~ dt ca~ctn tkn•co. ·~ ptrlt'~ .11 motrl('ntcn. dt t¡ vtda drl monl.lmt'I'IIO. Muqutl:t de Cótdob:a, dOnck hubO que libcn11 piHI(' de: sut c:ub!C'.tUI' v rr~l('v;Jr cUpui3S par+~ su c:t>u etiO hJnrlon3rM:nto R MoMa. Ruu C..btrm y Rridlo. troto aulót, 1999)
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nchnh'lisu·acionc:s, tanto regio nales co mo locales . para re-habilita•· espacios históricos. sin !tiquiera posabilitar la compaubi1idnd d e los vrejos usos con los nuevO$. O el mal entend imiento el(• la época d e lo que erQ «rcsta ur,•r• y « re habilitar:)), que conduc.i~•l1 a cs1én les faC"hadhmos y B d e,.t ruccrones de ••• 9 las dpologans sin e 1 menor p•-eju•c•o . . Junto a este fenóm ci'~O mnsi\•O de ex igendn d e mUltiplcs im erv(':n caones e n edificios históricO.\, lentnm~ntc ,.,.. surgiendo la n e:ce:ddad de mejorar la formució n y 1::1 educació n de lo)~; profc.sion:_tlcs. la exigencia u las U J'\ivet·si dadc.s y centro~ de c:ducac•ón de in.staurar prog1"amas de ~SJ>Cc:i~1h.ación. asunlidn.s tnmbién p or otras a.dmii'LÍ.MI'liCionc~ a lrnvés de cursos. sunposios. reunione..s de verano o de toda clase e n las que se debataan los critenos fundamcn laln'\cnte. A la par ~merge también la n ecesidad de modcrniz:.r las tecnologías pn n In rest;1uración. de (l( cualizru· los conoci mientos y mejorar la 1+0 (lnvcsllgac1on mas Desarrollo). así col'I'IO dt< rcflexion0r vct·dadcramente sob~e algunos de los criterios que lleg'lban d e Europ.' y no st ocob.ob;m de amno-
obligadó n de entre¡,rar su\ proye:cto.s de intervendón y de consel"'\-acion ''" e1 minuno tiempo preciso parn uJm elabo •·~ción docu mcrttadrt y re.flC'lCIO nada. Sin medios económicos para •·ealít.ar el •conoc.imicnto• ncce).anO del edificio o el aren \u·bana, si n los nn:llisis pr·ccisos de ln conslntadón de lo.s nuevos mar eriales a aplic-ar. sin ni siquiera prever los posibles deteno· ro¡¡ que Jn nclur•ció n con ll cvt•dn. Junto a ello, de la rcleetura de lo Cana d e Venecia de 1964 y de las influencias ll egadas de Eu a·opn sobr·e la necesidad de •·eali~nr p ••ofundos y científicos estudio' previos antes dt' elaborar d proyecto de intervención, o p •·ccis.a mente como parte integrante e ineludible d e su rcaliwció n . aurgta el1cmor en Jos buenos profesio nal e.~, o la 1ranquiHdod mns peligros::' en los que a'\O eran 1nles y In aventura 3e converua en el fln de! su acción. Personal mtonte 1,odria recordar cóm o muchos Planes Directores d e Catcdn.d c~ o el del Acueducto de Segovia. por ejemplo. se rc:a_Hzaban sin los mas muumo.11 e.5tudioH hiscór·icos y arqueológico~ de los inJ'nuebles e n los que se opern.bo con celeridad y rapidez. Aquellos. los pro fesionales vc •·doderomente pr·eocupado.s po r· mtJOrat sus técnicas d e conocimiento inundaban los cursos y los ~máster» d e reslaurflción y up r ovcc hah:tn toda po:.ibiJ idnd de adctLlirir conodmientos. aunque fueran parciot.lcs. Pocus excepciones se pueden señalar de e s1e ámbito peligroso de la intervención en nurslJ'oS monumentos. U110 d e los más importrtrttcs y cualificados fue el Scrvei de Patrirnoni Arquitectónic Local. de la Diputación de Barcelona. dtrigido por el nrquilc:ctoAnto ni Gon1Aiez Moreno i Navarro. ln~thución cn n ulla larga trayec:toria en ("1 ámbh() de la const"rva~¡on d~l Pntt' nltUilUl 1 ef'n lfiJimA CJUC: 't" •·cm ont:. ni M'ht df' IC}U ruondc, lu(" fund1,dn llnr J("turu M•tlulf'll arquhrct o tn 1,. lthnuh• tlr ),. ('tria d.- \trul\. •r
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HVCYA' ri!HDCHCIAJ 01: fi E$ fAURACIÓN ~ ONU~f_NlAL
Ol VAJUA USTAIIIlAliOHI!
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losarquiu~cl os « poM · modcrnos~ o <<post- Cu.ncionalcs», que torturaban y destrui;tn ltts scí'os de iden1 idnd de la arquitectu•·:t histódca para convertirla en úliJ del pre.sente ~in conceJión alguna a su origen. Comalcz en ca1nbío, fue consciente, aca)O por sus n:dnciones co n el murt_do italiano. de la. corrienlc cullural deanrroJladA en este paú que Jos historiador~ hemos definido como ~ rc&tnurnción critica•. Vajordi Ambrós. refiriéndos~ a -eso e profesional . ...,cord6 de Re nato 13oneW el siguieme oexto. para expli car d proee~ :.rquhcctomco cori"C!clo que aplica :
*··· processo criliCO ~ J>Oi atto Cl'(;:tlivo. l'uno come intrínseca premessa dell'ahro; cosí resta ormai del'inito in restauro monumentalc. In tal modo i1 re~tauro. considerato come atto critico. coincide conceuualmenLe e si lden1if'ica con la Morin a rustica~ architctloniea. ne asume i prindpi ed i metodi ene CO.§Iituiscc un eo~o p tu"liculare: queUo in cui l'axione critic:a se prolungn neJI 'e;occu7ione rn:ucriale dci prowedimcnu diretti a rendere evidente e complemln vah.nn:rione e cuJtura lm cnte opcr.mte la I)Octica del lingu:tggio carnttcri7nto~ 10 • En efecto, Conzrile7. 1ra?.o su m étod o. <Jll~ eH denomina <<La resLaura c:ión objetivn», 8 p:u-tir de C5COS p•·indpios ( j UC elabora ron pcrsonnJídade.s como Rcn:uo Oonell i. Ro Ot'r'to PM1c y otros intportantes teóricos ilalianos que s upcnu·on lA 4Eor·e'-!uurnci6 u t:icntif'icn» d e G ust¡wo Ciova nnoni. q ue man;ó n Eur·op¡• du•·nntc mrít- de cr·cin to ::tños y q ue en E:tpañn sólo co noció el periodo :.ugcslivo de los tic In Repüblicn con per·so nnlidndes com o Tor·r·c..-.llalbris y SU $ scguido r't·s . .J c roni Mm·to r'CII. el p rhn c r· Íñigu e-,o: Almech. FcrTnr\1. etc .
'"'os
• 1o ' .·'b''lH 0 ~0 d e «conocimiento», ) t·eocu 6 no sólo de cstnUicc~r un 11'1\!tQt . .. 1el dc nommnc p . 1o «1MA d t'CCM de. J'CSWttt'adó n m o n u m e n lal», uunbJen dO o..;) • · ¿·
. do como <( Rc"t:tu a·nc iÓn o bJetiva>>. que clcsarroHó un pto~e ..' con oco d 1 1 • .· d. In del'illlcton licn tn imcgntl de p1·oyecto que abtu-CJiba este a geneo¡as e . . .· . 11 1 . ,. n m ;,lios Y profundos c:;tud l os pt CYIOS, d e l monume nto loen l. p;tstutc o po . 1 · . . .· >ara llc(f" l' al pt·oyccto, !toigu iend o 1)01' ~;,interve nción. el ~~o Ylar; prev.l.SI~ -
1ncs te 1 un .u u n ed 'mlO o · Todo vcr·dadc~u-nentc mode)Jco. au n cu.,n 1 t:ll.al 'U1lQ~ Ca:\OS Jos tritt t•iC)S fl l o~ que 1Jcvaba el proceso. f~ei'OO en a ~·nO: unt!s discutibles. Otro de los rotiOr<!S I'C!nlmenle pOSitl\'OS del.Servet d i>aori,;oni era y., publicnr todos los proyeroos. desde su génes•s ~asta su eJ:ecución ~n m~dios occesibi~J. u todo el p\•hlico y a tocios los prob eSl~na, medio de l ibo·os. anículos. tO r 11 etos. etc.. etc. Mostra a ast esto . b' . 1es. •~n por ivenales e h•.sorganiución la ~uperación de uno de: Jo, grand6 temores un tó~cos de lo,) l"fitauradores e_)p3~ol~. que ~taban o rludiltn 6'presamente
LA TIRANÍA
llrL l.A80RATORIO
r,,,u,·o
El avance de la eitncin en d tímbito d~ Ir. invcstigacion eJl el patrimonio. con el desarrollo. por eje mplo. de los meoodos de dcoección de patología., nue,•as máquinas. como el lrí,er. la termog•·afia. los sislemas de med ición de ultrasonidos. humedades. vibraciones. la inform<itica aplic.ada a restau radón pnr:t lev;tninmientos parn .simult~ciones \'inual~s. los nuevos métodos de análisis Jtlicrobiologrcoi. y de: c:onoci nuento de los componeme.s mic.roscópico~ de los mat~ria_le;. la elaboración de nue,•os productos como
r
la publiución de 'us occione,. . . Antoni Cont.ále-,. dtO un ¡aho •u,taneh•l ru rlJH ,., ,. t' clr ctu~ndtmtt.nto
en
Es i\a de In tnU·r"-rnrtétn ('ll lo' rdtfh lnt tlrl 1'"'-••lu tlu)'-' tlcltbernd~
mf"nt~l" IM ;U'IIIudr, ltluhhtna u:i\ht
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fc·rd• \~lotO. • \, •• •U t:.mtAr, •n:JU.. MO ""''.. •U.lo!k•f' dr ""•nunt<:n10'•. R.n....u 0 \ , n l•jA-1 1
° 102.
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~
VAAIA lt'-STAUftATtONl
la$ resinas epoxídius y de otros tipos. etc .. etc. , furron introduciendo en Espolia lo que denominamos la dictadura de lo tecnología sobre los crite · r-ios. En gran manera. tanto desde la a.dmjnistración central como desde muchaJ regionales. se entendió en eslos úh imos años que era más imporaante conooer los w udios previos que concluir en la elaboración de unos c.t·iter ios serios y rigurosos. La escasa formación de muchos de los arquitectos en tod11s estas óreas los hizo caer en n1an os de empresas r-spec_htliz.adas o de lnbornao r1os con tecnologias avanzadas . que CJ'tm quienes señalaban las tco•·ías o nplicnr, convi rtiéndose no pocas veces Jos dil-eccivos facultativos en mca·os orgnni;o..ndores de la obra escapando de su co mpeLC~ncin el diagnóstico
y las solucio nes n nplicnr. Un p•·oblrma gravísimo-a mi entender- actual en E..llpnñn. del que tam .. bién peco la Comisión Europea. en sus progrtlm:tt de invest igación y apoyo económico n la cíe nda. e$ el de haber sacrali~ado In Tecnologia. en su ímpetu por hacer avan.tar los programas científicos. de manera que hoy n o se entiende una buena rt"stauración ~¡ antes no se hnn gastado decenas de milla~$ de euros en estudios de laboratorio y en In u1Uiución de modernas máquinas de limpieza o análisis. de manera que el juicio. la elección critica. hoy en España esl3 deter-minada por la técnica y no por la reflexión. lo que au¡,rura grave futuro para nueslros edificios .
HUlV.U ftNOfNCIAS DIJIUT.4UJI.ACI6N HONUMlNlAl.
temporán eos en el entendimiento de que un edificio sin uso está abcxndo u lo duLruceión por el abandono. Lo cual es cieno y verdadero. Pero de esta situación se ha pasado a dotar de funcionalidades cualesquier~ a los inmuebles, las más de las vec.e5 con ab.soluta incompatibUidad. Ya sin entrnr siquiera en el problema de la reversibilidad.
El caso de ayuntamientos que querían salones polivalentes y polifundonalcs. por ejemplo, las ruinas de San Francisco de Baeza, la iglcsio d~ l'Hospitalet de Ibiza. el Museo de Tnrazona o el Musco del Vino en el Ca•tillo de Peñafiel en Valladolid muestran perfectamente esta problemátkn causada ya no por la n ecesidad de buscar uTgentes sedes a las nuevas ¡tdm a nÍ$1.raciones de la democracia, sino imbuidos por e l afán de recupen1 P"trimonio y a la va dotar de infft\f::structurn~ a estas localidades d e las tlllf' carecían en e.l régimen anterior. Al margen de la intervenció n proyectuol. de su cualidad y de su carui dad. resaltamos aquí la fuen.a del «poder•. del mecenas o patrocinador y a la vez propietario del inmueble. que es capaz de cualquier tonura al edifi· c.io con tal de otorgule una función. por lejana y nefasta que sea pan sus posibilidades reales.
AL Fl LO DEl. SIC LO XXJ EL PO ORR DEL POD~R
En los nna les de los años 90 el panornrnn de la restau ración en E.spru,o, yet ha mejondo notablemente en algunos nspectos, no en lodos dr11dr luego. Muchos de nuestros adn1inisu·adorc.s no han alcanzado o 11l lcgr1n •r en la «Cultura de la conservació n ». oca! o problema mas d e estirpe g(lur racional que de educación. Persiste. como antes señalaba. la tiranía dellaboritOrio y d e la 1ecnolu gfa. que abruma a los profesionales. fagocita sus presupuestos y encam o • los p.arocinadores y a las admini.straciones propietarias de los me:dio\, U emp~ va a remolque y muehas veces es la que dicta los métodos y los era cerios. Pero j unto a esta clase de p r oblemas se puede constatar que se ha redu e ido la labor de « restauración• en Espaila.. e n parte porque no quednn muchos grandes monumento¡ por re.stnurar o por intervenir. En parte porque In dirección social apun1n hncin Oti'M J>l'loridudes. Los dos nspecto~ seí)nl1acJus c: uri o•omt:nt.e son ))Osilivo~ ))Arl~ crl ptu rimonio. A l nutrgt;<n 1 In rormro CiÓI1 tlr ~~~~ 1>rore.iOtlf1l ~s. nrtlultrrt"'• .. lui!'OOpluridi•clplinnrro, tttc., h" anf'jureclo •ubat anchaltHtntr 4'n t•pafta. y• lnrluiiü l'on • • iR"n•turat Ct"eo,
0 1ro grnve pro blema ha sldo el de h1 direcció n hncin lus rehabili taciones p•·ovocndos por los ducnos de lo• inmuebles hiSióricos. El caso de la ampliación del Museo del Prado. prime •·o con el concurso m.,l planteado y fraco.sado. despu~s con la nominación de Rafael Moneo para realizar el proyecto y más larde con las sucesivas polémicas y las no menos extraordinarias modificaciones del proyecto expresan el poder del poder. tanto de la admini_stración cenlral como de los grupos de oposición a la ampliación y la actuación panidis1a de los «mass m edial!>. la mayoría de los movimientos ajeno5 a la idea del patrimo nio y de su protección y translación a las generaciones fu1uras. 1a.n to de unos como de otros. Al marge n de la administración cen1ral o ~gío nnl, tnmbi~n las adrnjoislrncion es locales han provocado importnntc,. t • rtu,rm 11U1r1anes, las m ás de la~ veces c:on usos inco mpntjbles pnra lo11 f'thtu hu tlrl p•••clu qur luvieron e n origen olrns funcio nes rndic,,Jmrtu" dl"1h1111 • l•• ••1tunlt"J. Se ho lrftllldO d~l debate 1le dOJt•• • lno •dlfltlel Muerto• ol• u•o• con
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OC VAJillA l l.STAUJU.TlONE
t1pecafic1u en los Planes de e.studto de las carrera.s c.on tnter~s en este campo. Cieno es tamh1en que la metodología o nla11era de acerc¡¡rsc al ~c:-onocimiento» de la arquit~c.tura histórica ha mejorado de forma importnn te, bien qu e n co~to de experimentar direclamente sobre: los enfermos y o tra parte a costo de C$tudin t y rnejorar ln infotm nció n . ll oy la « guerro del pa11·imo n io» se ha u·asladaclo ni con sumo del mi~mo. Parece q ue sociedad e n gene1·11 l y politicos en pat·aic ulnr son con$ .. cu~ntes de la amportttncin de con)ervar la autentic1dnd de lo~ edificios del p;ts.~do. De l3 trascendenCJa de con~rvar. para e"ilar restau~r. y de cuando no queda más re.medio q ue reaHtar ésta. efectuarla con ln.s máximas garan-
tías de cal.dad y respeto, al menos en ideas general.,.. pues sigue habiendo, cómo no, barbaridades de toda clase. El problema •• 11·oslada a la gestión, disfnue y obtención d e b('ncncio~ clel pm1·hnonio. Si e• le&ritimo dentro de In pl·io t·iclltd de que « Restnua·ar es un fin en~¡ mismo~>, desde nqui se pa~a c.o n fr·ccuencia al uso y al nbuso del ¡>Au·imonio no y;) co mo prodt.tcto cultural. sino como pro d'-1ClO industrial :uento P"'n' algu nos )tétO l'es sólo p;.ra la explotación económica. No obstante. la esperanta se fortalece para algunos d e nosotros al ver Llenn.s nues1ra.~ aula$ y estos cur"O.) de alumnos y profesionales que" quiert:n •aprt:nderJP a conocer. no .solo nprender a ,·endcne. Que indagan sobre los nH~todos m as que solwc los re!l.uhodos. Que son conscientes de que o hlicnrn lo:. c;1·it er-ios una ve1 conocidt~ y dominado el oficio. E6pnña estará cndn dí" n11h Inserta en Eul'opn, pu~ un nuevo sisLe mn eco ... nó m ico, el del « Eu ro». se vn a imponer trasladando pro rcsio noles por todn su gcogrnfia. acompa 1i ad os de sus té:cnlcas y co noci miento~. Ln expedencia d e nuestros veci nO$ C.!i riquuimrt para todos n osoLro.s. La Cnrta de Venecia u }'a una nncia1\a d e casi 40 ni\os. rcfe1"Cnte de una soc1cdad que yu ha desaparecido. Un nue\"O mundo se abre en el ámbito de la •~laurae•ón. la Carta de Crnco\·ia e~. en cualqu1era de los ca~os. t:l albor de un nue\'0 tiempo. v rc:prt"senta de fonna segura c:1 ca nto de cisne de un tiempo pMado. El patrimonio h oy no pertenect: a la.s adm in "traciones. n1 A los rept't'~cntantes po litices, ni siquie 1·n a su11 titulares ni a los J>ntl'ocinndores , e5 de l1' gocieclnd . es de lns gentes que ven en él su identidad .
CARTA DE C I\ACOVIA: RECUPEI\AR l"' M(MORIA
La •Cann de Crn(OVIIl2000 ... .-.. rl•~•uh•·ln tlr t ' • " ' ' " 4U\n\ dr tr.iib•Jo y d(" 2'i r('un1onr1 ton Ül\tl ,u,. l''"'r:a r:UI '1'• t AU'fll t•tlut 'trnut u·.uu.-ntr
la CArta de Crac:ovt.a 1000 Con~IC'r~rldo tos d:~fc-rC"ntn ~~ nu dOC"Umc•'UO d<" proh:saon¡¡tn Y unMtsttar~ C'U:fOPC'OS y \19Uttndo mut'haS de' l;n; ltnc'~ PG""II"n\ dC' la Cw~:;~ ck Vt~ IDI~ dC' ófi«'Cf un t~rumtnto qut 3CHI111('(' IOi -40 ~«k d•l«~ 6t .lft'~ rtfkpndo los tnOf~ rambios produoclos m 'o futtdtC'Q, lo \OCUl. to ff'C':r'IOt6gM:O.im rMIOCfc)ioi)QS y 1m tnlt'~ p;agndo de' 1,¡ é-poc-a •ndl.ótnal m qur \C' rf'dXI6 aqtJtUa al dt b Europa untdlf ck'l n~ ~ktltO (lut' ckfi'Mik bs singut:md~ ck- ws putbtos rontra ti globaht.<K"!Ón v q"" ttPtf•cu uru turop;a áóbrUo. ron m'9tt1C'10nn •ntcrn:t~~o •nm.qr:t~IOrlts Ulfilol"'nt•nrnMifto vunJ Cultufil nutv.t d(l P.ltnmon•u fundadu tn la •mt'1norl;t• (unngc-n. rirmMin dci doturntrHO prc:~ratono ck ('mcuvi.J ~l:~borndo tn Vall.:~dolid . rotu J 1~ Sola,,
por imporuuu cs pc rso nnlidndes de más d e vcin1c unive•·sldade~. y o tnu pertenecientes a lcomos. lccro rn y Ja UE. Se firmó en el castillo d e Wawel d~ aqudla ciudad d dln 26 de octubre y consutuyc un texto constitucion al con Jos nue,•os c.r-uerios fundamentales para con servar y restaurar el patri m onio para 1odas la.s adrnininraciones y restauradores. Ha .sido refrendada
por expertos de 5 1 paiSes de todo d mundo y por unwersidades y entid•de. europeas de 31 estados y nnanciada su d•bor•ción por 1" Unión Europea. La an terior (t(Car'Ul de Veneci¡t de 1964» fue ~t:bruida en 1odo el mun do. m enos en España por h1s lin·litaciones del franquismo, lo que provocó c¡ut" m uc.hos de n ueM •·os m o nume n1os fue 1·an « invc:ntnd o.s» . La m.aevn Ca 1't:J mnntieoe el sentido de nc1uélln y actua liuJ los c:rile rios ni Llempo prese nte trns los ca.mb •os producido8 en cuar~nta años en Jo j urídico. cultural y tec-
nológtco p•r" mtjornr IIIS medida.• de $liiYOgu•rdia dd potrimonio. Uno d'" In• ""lCO" qu~ «"n origtn d•fC'N"tu•uan • íul\ba_t ~· t1 hecho de que la ciC"' \..f"nrt t
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MUIVAS J(MOIJK:W DIIUTAURACION MONU..(N'T&'-
sivamente occidentaliuda que no apreciaba matiz a_ l guno de diversas culturas con distintas voluntade• de Patrimonio e identidad con e,l pasado. Lt de Cracovia, al reves. consciente de que muchos aspe-ctos, como el de la autenticidad, por sólo dtar uno y como renejo de la reunión de lCOMOS en Nor• (Japón) sobre este temn que dife...,nda a orientales de occidentales. es un dot!umento regiona l, circunscrito a Europa, que ya de por sí present3 grnndes variantes. y que. co mo mucho, se podría aplicar t1 determinado patrimonio construido en lu colonías. Es. pue.s. reflejo de una sociedad bien distinta. Ahora se tiene condtnc.ia de un mundo nuevo. independiente y lib.-.:. mientras que en 1964 medio planeta ..taba en manos de las metrópolis imperialistas y su cl.lhura se imponia a estos pueblos. Entre las novedades introducidas se valora la diversidad de culturas y patrimon ios para ~u identificación y cuidado . los conceptos de autenticidad e identidad, la nueva idea dinámica de «memoria:to que rcsc:aia del olvido y plantea el proyecto unitario de conservación, restournción y anantenimiento y un nuevo concepto de * tie.mpo» dd monumento como r"sultado de todos sus acontecimientos. Lt responsabilidad conjunta de ad_m inistradones, sociedad y rettauradore$. El paisaje como integrante de la ciudad hútórica y el territorio. Lt necesaria compatibilidad de lo• nuevos u.sos y evitar el «fachadismo». como prohjbir las mimtsis estilísúca,s: y las reconstrucdones cuando son totales, pero per-mitiéndolas cuando .son parcioles y están completamenoe documentadas. El rigor arqueológico. el •·espclo hacia lo hoy no comprensible. la salvaguardia de todos los añadidos históricos y el uso de In arquiteciut·a y el a1·te contemporúnco para los añn dídos. a.si como el problema de los materiales tradicionale.s y modernos. El documento introduce. también. por primera vez. def"iniciones terminológicas y hace hincapié en la nocesidad de la •educación• para ..lvar la memoria. Un texto de importancia excepcional pan ganntizar la herencia cultural a la• generadones futuras. André de Naeyer. d profesor belga que tanta imponancia tu~o en la redacción del documento final. ha comentadot «N ella prima,pprt~ della conferenza si e valutato criticamenle lo sviluppo rapp...,sentato c¡~~rta Cracovia 2000 rispetto oJia Carta di Venezia. Nelln seconda si etrattátO tlei Ptoblemi e delle opporrunitiJ del'ivontí dni nuovi usl ' , e dell'imparto d.e)l'archilettua·a moderna suglí ediOe iAloo·ici. « All'epoc• della «Carta di V'éiié'ii~j- 1!¡64• il probloma "'" piuno•to chioro. pokh~ i monumenti ;~6.oónsidcnni edif'ic:i d'~hte. da rco'taurllrt' o con~rw~ r1_. penando ~n~irñ~ne storica, e i cnmhuuurntl •1 rtducn-ann ad op~ntltOnt moho limítate:. Ogii~a pane cc:ru t"(lttu 1 rcc•••orwh. 1h f'thfio tcor•d ven gono «interl'retou • rl•ptnando •••ntlord pUl . . .l'ftlllt ••• dall'unto dt
vúta architettonico. estctico e tecnologi<o.'sia per que! che riguarda comfort e sicu.rt"2:Ut. Si parla in quesd casi di «restauro architc:ttonico» perché l'impatto dei criteri dell'architettura é evidente. Se questo modo di interpretaa"e
gli edif'ici puo da un lato sembrare la naturale conseguenza dovuta all'evol veJ·si dei tempi. d'ahro canto, la conservazione del nostro patrimonio dovrebbe cercare di prese rvare (e restaurare dovc e necessario e possibile) l'idenúta del documento storico e culturale, montenendola quanto piu autentica possibile quanto piu a iungo possibile. Che atteggiamento mostro la 'con.servaz.ione, moderna di fronte a interpreta,z,ioni architeuoniche che speJso modificano considerevolme.nte l'idenlit~ degli c:difici? Fino a che punto sono accettabili i moderni «re-styling• e «re-functioning»? La •conservaz.ione dei beni arch.itettonici• e utiliz~ata come un vero sLru mento perla creazione dl un ambiente migliore. oppure fa l'esdusivo inte resse di pochi? Ln mode•·1'la pratica del restau.1·o dcve •·iuscire a dare una risposta che rappresenti la simesi delle vuluta•ioni e dellc esigcme d elle partí interd.is.ciplinari i_nte•·c:ssate formate da architetti. storlci, archeologi. tccnici e utenti finali. La conferenza ~ st.a ta occasione dí vivnci discussioni sull"onodo.ssia del restauro e ha dámostrato come la CARTA Clt.ACOVlA 2000sia utile e necessaria e rapprescnti un fondamentale contributo alta conservazione e al restauro del patrimonio arehitettonico». En su .-.:dactión ha jurdo un papel impo11ante España. que lideró una reunión de expertos internacionales en Valladolid bajo la dirección del Jnstltuto Español de Arqu it ectura de su unive¡·sidad, y en la que se duarrolloron los criterlos y metodologias aho1·a sancíor"'ados en Cracovia y que han sido recogidos en un volumen editado por la Fundación de Patrimo nio Histórico de COJtilla y León. el Instituto Espailol de Arquitectura de Valladolid y la Unión Europea.
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CARTA DE CRACOVIA 2000' 26-10-2000, 20:00 h. PRINCIPIOS PARA LA CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DEl PATRIMONIO CONSTRUIDO
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cvn:o th trn añoJ. """ portiripod.>~rt lo prtporoad~t Jc.,., Cottforrnoo lnlt,... no(fonut lt:lbrt Ccuum taci&n « CwrQv•a 2000•Jf'n ~" &~idn Plt nQriU «Pct/nmon.IO CuflvNI comofot~d(,lmtnto dtl IhwrrvUo Jdo Cw1l"\.flti6tl • . /{-los~ .... ~,.,.,_,_¡
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tvn6n • Crcn,lllo 2000 •, ron)t'l(ltfo- ¿,. l01 profundos sip~ifirodO'S asotiQ •
Jos((111 fl potnmonío r¡¡f/~tral, jOit!tlrmos los J~rt~ irnln-priMiJmu o tm rts•
poruuWu dt pa:n.monao C'OliiO ww po41tú Jlcrm mJ~,./01 a/wntH IWtUOr10J
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PReÁMUUI.O
A ctuando e n el espíritu de la Carta d e Venecia, tomando no1a de las recomenda,cion<:s internacionales e impulsados por e1 proceso de unificación Euro pea. a la entráda del nuevo mile nio, som o.s (Onscien tes de vivir denlro de un marco . en el c:ual las identidades. en un conlexto cada vey, m ás umplio, se person,Liitan y hacen más diversas. La Europa actual se coracteriu por la diversidad cultural y por 1anto por lo pluralidad de valo res fundame ntales relacionados con los bienes mue· b ies, inmuebles y el putrimonio inlelcc!ual, con diferentes sig·n ificados aso ciados con el.lo y consecuentemente también con conflicto s de i nte reses. Eflo obliga • todos aquellos "esponsables de solvaguar·d.r el pa<rimonio cuhural a p1·cstar cado vez m¡is atención a los pt·oblemas y lns ahe•·nnt1vns a las que se e nfrentan para conseguir estos objetivos. Cada co munidad. teniendo en cuenta su M EMOR.IA co lectiva y conscientes de su pasado . es respon snble de la idemtficnción, así como de la gestión de .su patrimonio . Lo.s elem entos individuales de e $tC PATRIMONIO son PORTADORES de much os valores, los cuales pueden cambiar en d tiempo. E•w vnl'inbllidnu de vnlores específicos en los elemenLos define la partieulaVf'níc'h\ • ·1111\nl• .&,lltu•hulu lt•l>4t\ot d r Arquhcdun (\Jnl'"(nld•d d rr Valladol id), JaYit'r Mt'f"lll 1\l•hHI' 'kttttltu l14ift'l Att f))'O Mlrtmln'•ll d .. l C.HIIIt ~ dr R.. •l• r nl6n r .,,.,, t ;mnhf 4 :lf'tlllllou
.a. le ·~"'"la f tllfltn••••1n11f ( , t~(olllal,tOC.')O•
ridad de cada patrimonio. A causa de eKte proceso de eambio. eada comunidad desarrolla una conciencia y un conocimiento de la necesidad de cui-
dnr los valores propios de su patrimonio. Este patrimonio no puede ser definido de un modo unívoco y estable. Sólo se puede indicar la dirección en la cual puede ser identificado. La pluralidad social implica una gran DIVERSIDAD en los conceptos de patrimonio concebidos por la comunidad entera: al mismo tiempo los instru· mentos y métodos desarrollados para la preservación correcta deben ser ndecuados a la situación cambiante actual. que es sujeto de un PROCESO DE evOLUC IÓN CONTINUA. El contexto parlicular de elección de estos valores requiere la preparación de un PROYECTO OE CONSERVACI ÓN a trnvos de una serie de decisiones de elecdón critlca. Todo esto debería ser matcrla]iudo en un PROYECTO DE RESTAURACIÓN de acuerdo con unos criterios t~cnicos y orgarúz.ativos. Conscientes de los profundos valores de la Carta de Venecia y 1rabajando hacia los mismO$ objetívos. proponemos para nuestros días lo$ siguientes principios para In conservación y l'estnurnción del plHri.nonio edificado.
de opciones técnicas apropiadas y preparadas en un proceso cognjtivo c¡ur intego-e lo recogida de información y el conocimiento profundo del edilicio y/o del emp1u7.amiento . Este proceso incluye el estudio estructural. anóli~i., gráficos y de magnitudes y la iden1ificación del $1gn i0 caclo histórico, onr.tico y socioculturaL En d proyecto de l"e$1auración deben participar tod.'s I11J disciplinas pertinentes y la coordinación deberá ser llevada a cabo por una persona cuaHfieada y bien formada en la conservac.ión y f'e5tauración. +. Debe evitarse la RECONSTRUCCIÓN en «el estilo del edilicio» de par• tes enteras del mismo. La reconstrucción d e pnrtes muy Jimitadas con un signil'icado arquitectónico pued e ser excepcionalmente aceptada a condi· ción de que ésta se base en documentación precis.a e indiscutible. Si¡~ necesita. para el adecuado uso del edificio. la incorporación de pRr1t' espaciales y funcionales más extensas. debe reflejarse en ellas .J lenguaje dr la arquitectura actual. La ~construcción de un edificio en su toralidad. dt:~Eruido por Un conruc.to armRdO O por desastres 118t'Urales. es sólo llC~p table s¡ existen mo1ivos socin.les o culturales c:xcepcionalts que están rclncio· nados con In identidad de la com unidad entera.
OBJETIVOS y MÉTODOS
DIFERENTES CLASES DE PATRJMONIO EDIFICADO
El pa1rirnonio arquile.c1ónico. urbano y paisajístico, así como los elementos que lo componen, son el resulwdo de una identiflcoción con varios momentos asociodos (t la historia y n SlUI contextos sociocuhul'ales. La con -
5. Cualquier intervención que nfec1e al PATRIMONIO ARQUEOLÓOICO, d ebido a su vu lnerabilidad, debe estHr estl'iccarnente re lacionada con ~u entorno, lcrritorio y pai~mje. Los aspectos destruclivos de la extavnrfoo deben reducirse tanto como sea posible. En cada excavación, el lrniMJU arqueológico debe ser totalmente documentado. Como en el resto de los casos, los trabajos de conservación de hallotgo• arqueológicos deben basar'$e en el principio de mínima inten·e.nciót'l . I~M O• deben ser o-ealizados por profesionales. y la metodología y las técnicas u'" das deben ser co ntroladas esu·iclnmente. En la protección y preservnción püb1ica de Jo$ $itios a.·qucológicos deben se.r promovidos el uso de mode••nas tecnologias. bancos de datos . .si&tem!l.s de información y presentaciones virtuales. 6. La intención de la conserv1ción de EDifiCIOS HISTÓRICOS Y MONUMENTOS. esten éstos en contextos rurales o urbanos. es mantener su autenticidad e jnregridad. incluyendo los espacio& inte•·nos. m obiliArio y decoración de acuerdo con su con rormación o a·igi nnl. Scmej,mte con.servAcíó n re(l llitn~ un np 1·opiado *p1·oyt'rto de rf'sHw•·ndón» que= dt"nuh lo• nu!:todo, y lu" nhjrt¡vo11. En mudao• t"a•o~. f'IIU •dtm""' rrquacrt- un u•u
1.
servación de. este patrtmonio es nuestro objetlvo. La CONSE~VACIÓN puede ser ~atizada mediante diferente$ tipos de intervenc.ionu como son d control medioambiental. mantenimiento. reparación. restauración. renovación y rehabi1itación. Cualquier inten•ención implica decisiones. selecciones y responsabilidades relacionadas con e l patrimonio entero. 1.ambién con aquellas p¡u•tes qu e no tienen un sign ificado especifico hoy. pero
podrían tenerlo en el futu ro . 2. El MANTENIMIENTO Y la REPAAACIÓN son una parte fundamental d.J proceso de conservación del patrimonio. Estas acc.iones tienen que ser organizadas con una investigación sistemática. inspecC-ión. control. seguimiento y pruebas. Hay que informu y prever el posible deterioro, y tomar las adecuadas medida• preventiV'.u:. 3. La conservación del pa1rimonlu rdlfirnd!> ••ll•••d• • ctoho según d I'ROYECTO DP. M ~STAU MACIÓN. IJIH' luf'luy<'lo POIUiflll ¡llln•u con•~rvad6n n l•rgo plo-,o. hsr .. proyrclo dr rr\louooo16n• ... ll1rtllbua,.... •n unagomn
233
CAATA DC CUCOVIA
DE VA.RIA ltES JAUUTtOH!
ime¡,rrndo. consistente en una amplia gama de 1nte:n·enciooes. la conseJVa ciün en el contexto urbano se: puede ocuJ»r de conjuntos de edificios y espacios ab1e.nos. que son pa.nc de amplias áreas urbanas. o de pequeños a.~ta maento.s rurales o urbane». con otro.s valores intanbribles~ En ~e conte.no. la interve.ndón consiste en referir siempre a la dudad en su conjunto morfológico. funcional y eslructural. como p;arte d~l ttrl'itorio. del m ed io ambiente y d el p:lisnje drcundantc. Los ed irícios ' lue constituyen las ár eas histór1cas pued en no tener ellos mismos un vnlo r :u·quitcctó n ico especial. pero deben ser salvngu :udados co m o e.lem em os d el Gonj unto po r su unidud orgánica, dime ns io nes particu lares y carnctcrft;ticns 1écnicas, espac.iales. d eco nuivns y ce·ornt\ticus insustituibles en la unidad o r'g1S nic:a d e la c.iudad.
El proycclo de res1aurAcíó n del PUF. B~O O
I..A C I UDAD H IST Ó RI C,\
debe
a nt icip a r la ges1ió n del cambio. odemás d e verificar la sostenibilid ad de las opciones seleccion adas. co n ectando laJ cutstiones de patrim o nio con los aspectos e:co nó micos y sociales. Ap11rte de obt ener conocimj~nto de la Un ftUNO un"'t'OO tkl htniiiOniO. Oc:spun de' b ~~:s ck ~'-' w h¡ aUtt»o 1nduso ('1 ronc:tplo ck p.llflmtlft!O,Inttoduacndo vakwn tnloncn no t'M\Idr-r.tdCJo\.. ~~ ('1 j~bltn dtiJ»ftaJr' o lo no ft\f('O ( •rH,•ng•btC' tiU(V.K ~~\U •flk'nltf~ y w •1~. nllfYUS conttpiOS dt tffl(ftM.)fl;io rf'JM.l'r.td~ 't'Min dC'I tproyttiO dC' C'Of'IStfv.K"IMI• ~f' lll'lc1uyf C'l CKkJ C'ft((tO del ptU«)) y C'n ti r1uC' 1.¡ rt'\tdut:KM)n es unJ ~ru: romrfr:mC11lilri.l, «:1mn IJ pr('Vt\IÓn dt ~ cktcr•oros y el m.'ln!C'· ntmltntn limOIC_J(ft, mltUo dt WJwtl. e~ dondt ~ (ormtl f'l dti(Umf'nto hnat folo <JUtor, 2000l
ostructuro general. se exige lo necesidad del estudio de las fuerzas e inOuencíns de cambio y las herram ientas necesaria.) parad p roceso de gestión. EJ p roycclo de resaauración para áreas his,óritas contempla los edificios de la C:$lfUClura urbana en $U doble runción: a) los demen tO$ q ue: d efinen los espucíos de la ciudad de nlro de su fo rmn urbana, y b) los valores espaciales i nternos que son una p a rte esenci:al del ed ificio.
el espnc10 y slgnlficr~do t"XÍMcnte. Ua:!~ ob ras en histo•·icos deben p r-csuu· u n n ntc nció n 10 1nl a todos l os periodos hiNt ó••ko~ p••csc ntcs. ·
llJli'OpH•do. comp;Hible con e<l ificio~
7. I..A ll~CO~AC I ON ARQUITECTÓNICA,
r¡SCU~TU~AS Y ELEMENTOS
<tuc .son ttnn parte in tegrad<~ dci J)fll rimon10 construido deben mediante un proyecto específico vincularlo con el proyecto gener31. F..s10 'u pone que el res~aurador ti~nl" d conocunlento y la forma· ción ndecuoado~ además de la ~pacid3.d cuhur:.l. u:cnaca práctica para anterp~tar lo) <hfcl"t'nu·s an.alisi.s de los campo~ arli'iticos ~pecificos. .El pro· yrcto de- ~~aauracaon debe garanti7.ar un acercamiento corf'C'cto a. la con.serAflTIS'I'IC:os
~e•· p1"C~C'I""Vados
r
vncaón del conjunto del entorno y ambiente. de la decoractón y de la escultura. re~pttando los ofidos y artesanía tradicaonnlcs del cdiflcio y $u nrrf""'ll'ia lntegracu>n como una parte sustoncml dtl ps.urimonio c:.onst.ru.ido. 8. lAS C IUDADES H ISTÓRICAS Y LOS PUfRI 0\ con ~u t'(Utlt ,to lerritorial a·ep1't!,scnwn una parte ese n cial de nuC'%trn pnu 'tUUIHH uohf"t-.ml. y deben ser vistos como \H\ todo cnn IILto C51nlt1Ut'1'"· •·•t~mlu\ y l .utu••• lumutnt>~ normal m~ntl" p1't"~('lntr'i<" ll ri)'H'(;)f(•11CJ dr C'Unt l nmt rt>t,)l h 11 u• ,. • " 'uht• , l•llftq ••nvl•c:~ ~ ltlciU!i lt_u, "ttt UH•' d t J.. pul,lurióU ) irtt'll t Uh rr4'trfl•ll elf' ftiiHiil h•M'i(HI
9. Los J)A ISJ\f ~S com o p rttrin"'lo nio c:ultu•·,-1 son el resuhado y e1 re ncjo de una inte racció n ¡:u·o longacla e n di fe rt nl es socicdade.~C e nt •·e el hombl'e, In noturnle1.•a y el medio ambiente físico. Son cl lestimonio de la re htció n del d esarrollo d e comunidades, iJ'ldividuos y su medio nmbicnle. En este con texto su conservación , preservació n y des;1r ro llo se ce m r a e n los asp ec1os human os y nat u1·ales. i n1 egr ando valo ••es m ate riales e i n ta ng ibles. Es i m por tante compre nder y ~spelttr el cnrác1cr d e: los pa isajes. y aplicu r las adecuada.s leyes y normas para armomzar la funcionalidad 1e r ritorial con los valorcs esencia.les. En muchas rociedode•. los paisajes están relacionados e i nfluenciados históricam ente por los terrilorios u.rhanos p ró ximos. La íntegnació n de paisaj~s con volorcs cuhurnles. el desarrollo sostenible de regio nes y localidades con ac1ividaclcs ecológicas. a.si co m o d medio nmb ícnte natural. requiere: con ciencia y entendimiento d e las relacio nes en d tiempo. Esto i mp1ica establecer vinculos con el medio ambienle cons· truido d e In m etrópoli. la ciudad y el munid pio. l...n co nse rvnció n integrada de p nisaj es a rqueológicos y está l ico s con e l de~urrollo tl<- l)llisnje~ muy dinámicos. implicn la consicler-:•ción ele valores •orlnlro nalr ut•lro y ~fl étíeos.
DE 'l,&ltl.t. a.EST.t.Uit&TIONI
10. Lu TiCNICAS de conservadón o protección deb~ estar estrictamente vinculadas a la investigación pluridisciplinar científica. .obre mat~ riales y tecnologías usadas para la construcción. reparación y/o restauración del pacrimonio edificado. La intervención elegida debe respetar la función original y asegurar la compatibilidad con los materiales y las e.structuras uistentel, así como con los ..-atores arquitectónicos. Cualquier material y tecnología nuevos deben .ser probados rigurosamente. comparados y adecuados a In necesidad rcaJ de la censen-ación. Cuando la aplicación ~in si tu » de nuevas tecnologías puede ser relevante parad mantenimiento de In fábrica o•·iginal , éstas deben ser continunmcnte conu·oladas teniendo en cuenta los resu ltados obtenidos, su comportAmiento posterior y la posibilidAd de una eventual reversibilidad. Se deber~ estimular el conocimienco de los mace ría(.,. cradicion.ales y de sus nnci1,ruos técnlc.as así como de .su apropiado mantenimiento en e-1 contexto de nue11ra s.oc.ie:dad conte·m porinea. siendo ellos miJmos componen'" imponant~ del patrimonio cultural.
Pt..ANlflCACIÓN y GESTIÓN 11 . La gestión del proceso de cambio. cransforrnnción y desarrollo de las ciudadc& hlstóricas y del patrimonio cuhural t"n genel·nl. con.siste t"n el control de lns dinámicas de cambio de las opciones y de los resultados. Debe ponc1·Se pot·ticu lnr atención a 1a optimi?..nción de los co11tes del proceso. Como purt~ esencial de este proceso. es necc$nrio identificar los riesgos a los que el p:u rimonio puede verse sujeto incluso en casos excepcionales. anticipar los sistemas apropiados de prevención, y crear planes de actuación de emergencia. El turismo cultural. aceptando .JUS a~pc:ctos posith·os en la economía local. debe ser conside.rado como un rie1go. la conservación del patrimonio cultural debe ser una pane integral de los proce•o• de planificación y gestión de uno comunidad. y puede contribuir al desarrollo s.ostenible, cualitativo. económico y social de esta comunidad. 1 ~. La pluralidad de valores dd pacrimonio y l• diversidad de intereses requlerc una estr-uctura de comunicación que permhn. hdemás de a los especialisuls y administradores, una pnrtie1p11r1()n t~rrc,tv.- de los habhant~s en el proceso. Es rcsponsobilidod de In< r<>nuu.tcladto ••••hltcor los méco· dos y ..,,·uc1u1·us ap•·a plndo> pnrn ~~~·~'""' la¡llrtlrl¡>orlón ve•·tlndrt·n de individuo• e ln.clhudonr.• rn d pHt(r•u el• ..........
c.utlA DI CIACOVIA
~35
FORMACIÓN Y EDUCACIÓN 13.
La formo.ción y la educadón en cuestiones de patrimonio culcural aig•
la pardcipadón social y la integración dentro de .sistemas de educación nacion•les. ~n todos los niveles. la complejidad de un proyecto de re:stauraclón. o de cualquier otra inteoención de conservación que supone Mpectos hútóricos. téc-nlcos. cuhurale.s y económícos requiere el nombra-
micnco de un responsable bien formado y compecence. La educación de los conservudores debe se•· interdi.sciplinar e incluir un estudio preciso de la historia de In arc1uitectura, la teoría y Jas técnica$ de conservación. Esto debería asegurar In cuo.Hficación necesaria. para rc5olver problemas de inv~stigación para llevar n cabo las intervenciones de conser vaclón y testauración de una manera profesional y responsable. Los profesionales y técnicos en la disciplina de conservación deben conocer las metodologías adecuadu y lu técnica.s necesarias y se_r consc:ien tes de.l debate actual sobre teorías y política.s de conservadón. La calidad de los oficios y el erabajo t~cnico duran ce los proyeccos de restauración debe también ser reforzada con una mejor formación profesio nal de los operarios involuc..rados.
MEDIDAS LEGALES
14. La protección y con5trvación del pntrimonio edificado será más ef'i(':M sí se ll evan a cabo conjuntamente acciones legale.s y admin istnttivas. Esw. deben estar dirigidas a asegurar que el trabajo de conservación se conrrt': o esté. en todo caso. bajo la süpervisión de profesionales de la conservación. Las medidas legales d eben rambién 1.\segurar un periodo de experiencia p~etica
en un programa esLruccurado. Debe dedicar>e una partkular acen-
eión con el control de profe.sionales de la conservación a los recién forma dos en este campo que e:n breve podrán acceder a la práctica independien1e.
ANEXO. DEFINICIONES
El comité de •·edacción de esta «Carta de Crncovi•• usó los siguientes ~on ceptos cc •·•n lnológicos. A. PNI' IUMONIO t Patrimonio es rl ct-lnjuntC) rlt IM oh1·1\~ del hombr~ C'n lhJ ('uhlr• un• tomunidad rtCO IHlrr •u• ~•lutto• ••prdOcoJ y pitrticuln~• y
OE VAIIIAit.ESt.WRAJIOHI
con los cuales se idenlifica. La identificación y la especificación dd patri · 1 nonio es por tanto un proceso relacionado con la elección de v-..lores. a. MONUM ENTO' El monumento •• una entidad idenlificada por su valor y que forma un sopone de la memoria. En él. la memoria reconoce aspectos relevantes que guardan relación con actos y pensamientos humanos. asociados al curso de la historia y todavía accesibles a nosotros. c. AVT'E N'rtCIDAD: Significa la suma de cnracterist ieas su,stanciales. hislóricnmcme determin:,das: del original husta el estodo nctunl. como resultado de lns v:u·Jns transform~ciones que han ocunido en el tiempo. o. )t') EN'T'IDAD: Se entiende como la re ferenei" común ele valo •·es p1·escntcs gcnc1·ndos en la esfe1·a dt una comun idad y los vnlo t·es ptlSt1dos identificados en la autenticidad del monwnento. E. CONSeRVACI ÓN: Conservación es d conjunto de actitud~s de una comunídttd dirigidas u hacer que el patrimonJo y sus monumentos perduren. La conservación ~s ll~vada a cabo con rt&pecto al J ignificado de la identidad del monumento y de sus valores asociados. r. RESTAURACIÓN: U restauración es una intenención dirigida sobre un bien patrimonial, cuyo objetivo es la co nser.-adón de su autenticidad y su apropiación por la comunidad. o. PROYECTO DE RESTAURACIÓN ' El proyecoo, o•esuhado de la c:Jección de polícicns de conservació n. es el proce.o¡;o a través del cun11a conservación del paorimonio edi ficndo y del paisaje es llevada a cnho.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA POR TEMAS
HISTORIA YTEORlA DE LA RESTAURACIÓN l. INTRODUCCIÓN /.1. Lo on¡uiltrturu !><rriuroblt_ Lo fonnarión cltl <Jn¡ucltrto rrstourodor .J su IIVIbaJO ttn un <imbito inltrduriplinar
r;-,,ltNAN o~7 Al.BA . A .• fótOIOfji'cíJ en.sdion.to ilc la cm¡uiteC'JUI'(I tn la &paño COitlemJxlrtltl,.tJ, Mndo·id. T uc;11•, 1973 . COMITÉ DE REDACCIÓN Ciusc¡>pe CriSiinell l (ha lia). Sberban Cnntacuxino ( lnglaoerra). Javi er Rivera Blanco (España).Jacek Purchla. Jean L.ouís Luxen {B~lgica-Fran t:ia) . Tatiana Kirova (Italia). Zbigniew Kobylinski {Polonia). Andn:ej Kadluczko (Polonia), André de Naeyer (Bc'lgica). T amas Fejerdy (Hungría). Salvador P~re~Arroyo ( E•paña). Andn:ej Michalowski (Polonia). Robert dejong (Holanda). Mihály l<idor (Hungría). Mkhac:J Petzet (Alemania). Manfred Wdtdorn (Austria), lreneun Plusluo (Polonia),Jan Schubert. Mario Docci ( Italia) , Herb Stovc:J (Cannd6-ltalin).Jukhjolriletho (Fin lnndia- halia), lngval Maxwell (Escodn). Alcs<nnclrn Mtlucco ( h alia), Joseph A. C•nnntaci (Maha). Kn.ystof l'nwlnw•~i (Pnlc¡nln) y Marek Konokpn ( F'olonin).
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DE LA RESTAURAC I ÓN ARQUITECTÓN I CA
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ÍNDICE
PRÓLOGO A LA PRESENTE EDICIÓN 5 PRESENTACIÓN ? El PATRIMONIO Y LA RESTAURACIÓN ARQUITECTÓNICA, NUEVOS CONCEPTOS Y FRONTERAS <l JNTRODUOCIIÓN •• AaQUITECTVRA rU.OUilA&II lu
HISTORIA D!L CONClYI'O DE ARQ.UrT!.CTURA PtkDUilAIU 11
LA REVOLUCtós ov. LOs úLnuos vuHTt: A~O\ EN EL CONCEPTO DE AlQ.UIT!CTUkA PtiDUitAitU• LA CO!'lDICIÓN Dl WONUWI!!~"TALJDAU 1') NUEVAS f iOf\'TI.&A.S PARA UN NUt\·o l41UNIO lb
SIC LO XXI ,_0
TEOR[A E HISTORIA DE LA INTERVENCIÓN EN MONUMENTOS ESPAÑOLES HASTA EL ROMANTICISMO 25 INTRODliCC:IÓN
f.t5
LA A PAlUC tóN EN tL OASTeUANO , • .:N Esr...~... I)EL VOCAblO Y DEl. CONClln'O 1)1\ RUTAURAOIÓH lll ~01 111 01 08
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ESrA ÑOL: ll<-' TRO OUOOIÓN HISTÓRICA ~l..f
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OP"nor .oh"' un I'Mwndo r-nl••• uft l"l''u.ndo ronu,...do -t+ M<Mk~ 4t Uu~""nnón ~n f'dl(tc:IOI preexuu·ntf'!t ~n 'E.paft.a dnd~ d R.r"-'Ccln\J(>RIO hiMI,. d Neoc.Luichmo 47
E1. NAC IMi f.NTO DF. L.A VALORACIÓN U~ 1..08 DIFERENTES f.S'11 LOS DE I.A HIS1'0 1UA Y DE LA ARQ,.Ut:OLOOIA 6 5
E•p•"•• ~~~~""' ¡_. t\lp!'f'rnada del tbucaJmu y L. rrtuJ)\":rac-ion df! l.ro hlllorb 69 1..1 A.t~mla d(> fkl~, An ... ck S.n ~m..a.ndo y t.. tnlf!MnC"a6n ~n le» monwmc:ru.c.a~l\oln t"fl t..~ minad del 'frcto XVIII &o W r-rit~""" d.to ant~nc~n utda,adcn tn l1 ~ncb m.iud elfo! uxlo XYIII 3¡ ! lACI A LA R&STAU RACIÓ N I'.N f.SI'AÑ A EN El , 5 10 1.0 XI X 10 7
L\ TIRAN fA
Of.l. t.A8 0 KAT0kl0 ~~ ~
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222
At. tILO DEL SIC lO XXI ~~3 CAI(fA ot C RAc ovrAl JtrcuPI!ItAR lA weMOIUA 2~,,
CARTA DE CRACO'/IA 2000• 26· 10·2000, 20:00 H. N!HC'I!PtO$ PARA LA c:o.NSERVACtóN YlttSTAIJRAOON DQ. ..,_tltMONJO CCHSIIIUIOO
~~9
Ptt:AwauLO 229 O nJ ETIVOS Y MÉTOOOS ~30 0 JPEilf.NTI!S C I.ASf.S D& I'A'rttiM()NIO F.OIFICAOO 'A3 1
l a lrl(l-\laric; n u ...-1\ol• .ob!'T con.r.IWOÓn (lt' mununtenan•
r len v""'"ro. ...\t•uhdvro.
El. ).fARCO
107
CONCEPTOS, TEORIA E HISTORIA DE LA RESTAURACIÓN ARQUITECTÓNICA. DESDE SUS ORIGENES HASTA NUESTROS OlAS 117 C ONC EP'I"C• v ·r~QkÍA DE LA 1Ul$TAU RAúi ÓN ARQUITP.C'rÓNICA
PU.N i r iCACIÓ N YC ESTIÓN
':l3..
FORMACIÓN V EDUCACIÓN '235 MEDIDAS LECAU:S 235
t\N'EXO. DEFie<OICIO~ B:!I ~35 CoM l"rt DE kF.DACOI ÓN 23G
COMO UI SCIPl.I NA AUTÓNOMA 117 Los ORÍCES ES IU! L CONCEPTO V DE 1..1\ 1 '1!.0KÍA 01 V. II:ESTAU RACJÓN tN LA CULTURA t'UIOI'P.Al DE LOS PRPCI'DENTI!S UASfA LAS I'I.INf.ltA$ fOilW ULACIONES D!.L S ic'HO XVIII 120
l.A APARICIOS DE U. PIUMI.ItA TEORÍA CIPN'TIFICA lll!. JU:S'rAUKACIÓN : tl. • RV.S"rAU kO ARC II EOL001CO • 125 LA • RKS1'AUkA'TION Sl'YL,JSTIQ U t~ » t VIOUET- U~- 0 UC Y E L JtACIOHMJS Jot() R0 M.AN11CO 11RANCf:S 1 ~2 JO it~ RUSKJN. WII.IJAM
M O RIUS Y~ •A!Io'TI · ttU'I'OR.AnON M OY~ M BNT• l+f lUCA BELTI .UU Y f.L •R.ESTAUIO STOIICO• 152 CA..\ Cit.Ll) BOfTO V EL «JttsTAU RO MODIUNO• 158
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CuSTAYO C IOVAN'NONr Y 1u . •nSTAURO SCIEST1VICO•; Cl\k' I'AS o E r\TF.NA~ (193 1) v o E LA ReS"I'AUttACIÓN ITALI AN A ( 193 t ) 163
PAN E, UONEW y BkAND I: ll.L • Rru.-rAUitO c nnco•. LAS CARTAS INT'tRNACIONAUS Ot1 IESTAUIL\CIÓN Y OONSU .VACIÓN DEL PAT IUWO!'IIO 178
LA RESTAURACIÓN CRITICA Y LA PROBLEMÁTICA ACTUAL 189 NUEVAS TENDENCIAS DE LA RESTAURACIÓN MONUMENTAL DE LA CARTA DE VENECIA A LA CARTA DE CRACOVIA 209 I'IUNtll
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Plc'llil f MAI 1f!c') llt 1 ~\ .IIHh4MIWIALalltll Ue l41t A( l U-'1 '211
BIBUOGRAFIA BÁSICA POR TEMAS 237
El presente libro se ocupa de la teorla e historia de le restauración arquitectónica, una disciplina que ha comenzado a conocer en Espel\a, en la última década, un momento de expansión y a la que cada vez se dedican más profesionales de la Historia, la Arquitectura, las Bellas Artes, la EstétiCA y otras ramas del conocimiento, que se ocupan del pasado y del presente y se preocupan de su conservación, con el fin de legar sus producciones materiales y espirituales al futuro. En él se realiza un recorrido por d iversos momentos de la historia de la restauración arquitectónica, tanto del mundo como de Espalla, de<de los orígenes de la disc1plina hasta el siglo XIX. analizándose Igualmente. de manera sencilla y sumarla, las teofias más Importantes aparecidas sobre la materia durante los siglos XIX y XX en Europa, de<de las posiciones de la •Restauración arqueológica• surgida en Roma a comienzos de la decimonónica centuria, pasando por la •Restauración estlllstica• que codificara Viollet-le-Duc, hasta la "Restauración critica• y el pensamiento contemporáneo. Finalmente, se incluyen una bibliografla baslca por temas y la •Carta de Cracovlao, e l documento internacional más'reciente sobre restauración arquitectó· nica elaborado por profesionales de más de 40 paises de Europa y América. JAVIER RIVERA BLANCO, Catedrático de Teoria e Historia de la Arquitectura y la Restauración en la Universidad de Alcalá de Henares, ha formado parte de varios equipos de restauración de numerosos monumentos, y fue fundador y co-director de la revista Ana/es de Arquitecwra. Autor de multitud de libros y artículos sobre teorla, restauración, conservación de monumentos e historia del arte y de la arqUitectura. en el arlo 2006 recibió el Premio Castilla y león de Conservación y Restauración del Patrimonio.