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LITERATURA ESPAテ前LA Introducciテウn general al perテュodo de Posguerra TEMA 6 La literatura del exilio
LA ÉPOCA DE POSGUERRA El período que la crítica ha designado con el nombre de posguerra, se inicia en 1939 con el resultado de la guerra civil y termina a en los años 60.Sin embargo, otras opiniones prolongar su vigencia hasta 1975, fecha en la que se produce la transición política española. La década de 1929 a 1939 termina con dos guerras: la Guerra civil española, que tiene lugar en julio de 1936 a abril de 1939, la Segunda Guerra Mundial que está ya en 1939 y termina en 1945. Estas circunstancias se reflejarán en las distintas facetas del arte. En los años 30 surgen algunas corrientes filosóficas y estéticas que se van a prolongar hasta los años 60. La de mayor relieve son: el existencialismo y el neorrealismo. La primera, que se desarrolla en el período de entreguerras y en la etapa inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial,Afirma que el hombre debe ir haciéndose asimismo porque su existencia se reduce a vivir a la espera de la muerte. Este descubrimiento le produce angustia, desesperación, soledad. La segunda corriente estética y literaria, que triunfa en la década de los 50, el realismo socialista, el arte social y comprometido, tiene como objetivo denunciar los problemas sociales. Esta corriente realista empuja al creador a utilizar su arte como arma de propaganda. Éste movimiento estético literario y siguiera, como veremos, en el desarrollo de la poesía, la novela y el teatro del posguerra. La tercera, que es en realidad una variante del anterior, la llamada neorrealista, es una corriente literaria y cinematográfica que surge en Italia. Es un realismo crítico más que político comprometido, y subjetivo es reflejar lo cotidiano.
LA VIDA CULTURAL, SOCIAL Y LITERARIAS DESPUÉS DE LA GUERRA CIVIL De 1929 a 1975 horario española estuvo condicionada por el resultado de la guerra civil. La sangrienta represión que se llevó a cabo en la inmediata posguerra, el mantenimiento de un régimen de dictadura durante casi 40 años, y la censura que ejercieron los poderes fácticos, marcaron la realidad social, la vida cultural, política y económica. Fueron años de dificultades económicas, razonamiento, han definido. La posguerra española es, por tanto, el fruto de la victoria militar de un grupo, encabezado por el ejército, la Iglesia y las clases privilegiadas, sobre el resto de las opciones políticas. El triunfo supuso una vuelta atrás para nuestra sociedad y nuestra cultura, porque terminó bruscamente con los avances conseguidos en la época de la restauración y la segunda República. El consiguiente exilio de la inmensa mayoría de los intelectuales y artistas republicanos, dejó la situación cultural de la España del inmediata posguerra convertida en un páramo intelectual. En un intento de reparar esa pérdida, el régimen de franco promueve algunas iniciativas de carácter cultural. Fundada en 1942 la editora nacional, con el propósito de publicar libros que respalden la ideología sociopolítica del régimen dictatorial y crea tener premios literarios como la Nadal. Los años 50 supusieron una nueva etapa. En 1950 la ONU revoca su recomendación hecha a otros países en 1939 de que no mantuvieran relaciones con el régimen de Franco. En 1952 España ingresa en la Unesco. Se suprime el racionamiento del pan y cine ya una leve apertura económica y política. Se producen entonces las primeras huelgas y manifestaciones de disidencia política. La década que se inicia en 1960 es quizás la más expansiva. A ello contribuyen tres factores: España hagan fuertes inversiones extranjeras, comienza la influencia masiva de turismo y se produce una fuerte migración de los excedentes laborales al resto de Europa. Esta bonanza económica propició que los opositores al régimen de franco empezaron a alzar su voz el movimiento obrero pide mejoras laborales mediante protestas que se producen, principalmente, en Cataluña y el País Vasco,
y en las universidades surgen también los primeros núcleos de rebeldía. En 1963 hay dos acontecimientos que marcan los últimos días del franquismo: la crisis del petróleo, que paralizó el desarrollo del país, y el atentado de ETA contra Carrero Blanco, Mano derecha del dictador. La etapa se hiciera en 1975 con su muerte y se inicia, sin pausa, la transición política. LA APARICIÓN DE LA CENSURA Con la ley de prensa, que se produce en plena guerra civil, en 1938, se pretende difundir los principios del nuevo régimen. Esta ley se aplicará desde ese momento sin interrupción hasta que en 1975 se restauró la democracia. A partir de este momento, para cualquier material que se pretendiera imprimir el editor tenía que solicitar la tarjeta de autorización que permitiera la publicación. Son las publicaciones dependientes de la Iglesia estaban exentas de este requisito. Los autores y los editores corrían el riesgo de que la obra fuera mutilada, dedicada su publicación secuestrada. El propósito de la sección de inspección era, por tanto, atajar la propagación de cualquier ideología que chocarán con el ideario del nuevo régimen. Ese sistema de inspección, que afectó de una u otra forma a todos los géneros literarios, dificultó la expansión de la industria editorial y cultural del general. Tenían que pasar censura tantas publicaciones que se producían en el territorio nacional, como las que procedían de la importación. A pesar de la severidad y depresión con que actuaba la censura, fue posible crear una literatura de considerable calidad. La novela, posiblemente por estar dirigida a un lector solitario y minoritario, no fue controlada con tanto rigor como otros géneros, y pronto pudo, como la poesía, encontrar su camino. Para el régimen franquista la cultura, la literatura, estuvieron no sólo bajo vigilancia sino bajo sospecha.
TEMA 6 la literatura del exilio El exilio que siguió a la contienda civil de 1936-1939 es uno de los episodios de nuestro pasado próximo sobre el que durante mucho tiempo cayó el silencio y el olvido. El silencio que el franquismo impuso sobre esa extraña peregrina y otras causas han contribuido a la ignorancia de gran parte de la población sobre este importante capítulo de nuestra historia. 1.La narrativa del exilio. A autores y tendencias Muchos escritores se vieron obligados por razones ideológicas a abandonar el país tras la guerra civil. Sin embargo, no podemos tener una visión completa de la literatura española de posguerra si no tenemos en cuenta la ingente y valiosa creación de los exiliados. La crítica se ha preguntado si se trata de una narrativa diferente, con rasgos peculiares. Francisco Ayala, voz esencial del exilio español, afirma que no hay literatura del exilio, sino escritores exiliados. cuanto a su filiación literaria son muchos de ellos continuadores de la corriente realista que produjo la novela social de los años 30. Los que siguen esta corriente empleando recursos tradicionales-como Arturo Barea, Ramón J. Sender o Esteban Salazar Chapela- otros son herederos directos de la estética de vanguardia, como Rosa Chacel. El lector espera encontrar en sus obras violentos ataques contra el régimen político establecido tras recibir. Sin embargo, muchos de estos escritores construyen estructuras novelescas de gran complejidad, surrealistas, sin carga ideológica visible. En algunos se observa una tendencia a la reconstrucción del pasado. A través de la Autobiografía como medio de recuperación de la identidad después de la experiencia trágica vida. Rosa Chacel, componente indiscutible del grupo del 27 y calificada por la crítica como su novelista de vanguardia,Se mantuvo fiel a los postulados de la llamada por Ortega y Gasset y literatura deshumanizada. Ramón J. Center, que abandona pronto la novela como testimonio en la que
predomina la denuncia social, para elaborar un tipo de relato en el que trasciende la realidad histórica. Francisco Ayala, presenta sus obras inmerso en una profunda crisis moral; bajo estos presupuestos escribe Muertes de perro (1958) yEl fondo del vaso (1962).Arturo Barea Cuenta con sencillez, ingenuidad y espontaneidad su infancia y adolescencia en La forja de un rebelde (1951). Hay otros nombres irrelevantes. El andaluz Manuel Andújar, que fundó en México una de las revistas más importantes de la emigración española, Las Españas. Su universo narrativo se construyen según el molde tradicional y es una amalgama de crítica social y valores éticos. Max Aub Se inicia como Chacel en la literatura deshumanizadora para abandonarla progresivamente y desembocar en un realismo clásico. Paulino Masip, con profundidad y en tono humorístico, recrea la guerra civil en El diario de Hamlet García (1944).María Teresa León,Protagonistas de la política teatral republicana durante la guerra civil,, extenderá su militancia ideológica a su creación literaria. Más tarde dejará el testimonio de su participación y compromiso en su biografía titulada Memorias de la melancolía(1969). Los libros de estos autores, prohibidos por la censura de España, y publicados por editoriales extranjeras, circulaban de forma clandestina y, por tanto, en círculos muy reducidos. 2.El teatro en exilio. Diversidades estéticas Los grupos de exiliados pronto organizaron representaciones en sus lugares de asentamiento. El dramaturgo Álvaro Custodio puso en escena tanto teatro clásico español como moderno, en México, durante más de dos décadas. La actriz Margarita Xirgu creó y dirigió en Montevideo la escuela municipal de arte dramático. Mientras en España la comedia burguesa mantenía un tono unitario, el teatro de exilio presenta grandes diferencias estéticas que no extrañan por las diversas circunstancias en las que nace. Jacinto Grau crea un teatro intelectual, imaginativo, alejado de los gustos del público; Paulino Masip escribe obras con carácter de farsa y rasgos tragicómico. 2.1.Max Aub. Las tres etapas de su trayectoria teatral La extensa producción teatral de Max Aub (París, 1903-México, 1972) abarca obras cortas, en un acto, y obras extensas. Fue miembro de la alianza de escritores antifascistas y agregado cultural de la embajada de España en París durante la guerra. El exilio surge una larga y amarga experiencia en distintos campos de concentración hasta que en 1942 consigue salir hacia México. La crítica ha distinguido en su trayectoria teatral varias etapas. La primera, la que ha denominado “teatro primero”, comprende las obras que Max Aub escribe antes de la guerra civil. En esta etapa asume el ideario de la vanguardia y la forman obras de teatro antirrealista, innovador. Durante la Guerra civil tendrá lugar una segunda etapa. Una de las obras más interesantes de esta segunda etapa es Pedro López García(1936). Las grandes obras de Max Aub se producen tras el exilio iban a expresar los sentimientos de desarraigo e injusticia que ha experimentado. Bajo el marbete de “teatro mayor” la crítica reúne el teatro de su tercera etapa.. Se trata de una serie de piezas de intención política y moral en las que, con contundencia y documentalmente, analiza el periodo marcado por la atención de los fascistas en Europa. A partir de los años 50, y sin abandonar su producción teatral, se dedica con mayor intensidad a la narrativa, que - como su teatro – arranca del ideario de las vanguardias. La mayor parte de sus novelas giran en torno a la guerra civil, como la serie que componen el ciclo de El laberinto mágico, escrito, modificado y publicado entre 1939 y 1968. 3.La poesía del siglo. Temas y nombres relevantes Al término de la guerra civil marchó al exilio en la mayoría de las figuras decisivas de la lírica española contemporánea. Antonio Machado muere a los pocos días de abandonar España. Se exhibirán poetas de la generación del 14, como Domenchina, Moreno Villa, León Felipe o Juan
Ramón Jiménez, y muchos otros del grupo del 27. El tema de la patria perdida ofrecerá primero un tono angustioso y desesperado. Algunas composiciones de León Felipe o Juan José Domenchina evocarán la lucha, las ilusiones perdidas, la derrota, pero pasan angustia, cederá el paso a la evocación nostálgica de los recuerdos de las tierras españolas. Juan Ramón Jiménez desarrollará en tierras americanas su tercera y última etapa de orientación metafísica, que si no es la más fructífera, si aporta una nueva proyección a su creación. José Moreno Villa generada en México una abundante producción en la que predominarán la reflexión sobre el destierro y el sentimiento de nostalgia. También bajo el signo de la nostalgia aparecen importantes poemarios de Alberti, en los que el verso culto alterna con el neopopular. Pedro Salinas abandona la poesía amorosa y accede a una dimensión cósmica y a la solidaridad con el dolor de los demás hombres, como refleja en Todo más claro (1949). Luis Cernuda alcanza la etapa de madurez con una Las nubes (1940 y 1943), bello libro de tono elegíaco, sobre la guerra civil,, en que depura su verso y llana en intensidad expresiva. Poco a poco va sustituyendo la elegante musicalidad por un tono severo, seco, que denuncia a la retórica a favor del concepto, y alcanzará su plenitud en Desolación de la química (1962), poesía moral, y el reflejo de la angustia del desterrado y la dolorida conciencia del paso del tiempo y de la muerte. En este libro se encuentran algunos de los poemas más impresionantes del exilio español. Emilio prados siguió escribiendo poemas metafísicos, centrados en los efectos de la sociedad, la intimidad, el tiempo y la muerte. Juan Rejano escribió algunos poemarios en la misma dimensión de la lírica apasionada y nostálgica de León Felipe, pero en sus poemas neopopulares, de verso corto, más que la policía civil, donde están sus máximos aciertos. José Herrera Petere de testimonio da la guerra civil recurriendo a la intimidad en poemarios como Rimado de Madrid (1946) o Árbol sin tierra (1950).