Memoria Maestría en Desarrollo Territorial

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MEMORIA

ACADÉMICA

UTN UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA NACIONAL

FACULTAD REGIONAL RAFAELA



Índice Introducción ................................................................................................................................ 4 Desarrollo Territorial y Enfoque Pedagógico .......................................................................... 5 Tercera Cohorte de la Maestría en Desarrollo Territorial ........................................................ 7 Acreditación CONEAU- Nuevo Plan de Estudios. .................................................................20 REFLEXIONES FINALES ....................................................................................................... 21 ANEXOS ..................................................................................................................................... 24 Artículos de opinión ................................................................................................................................ 25 Tesis presentadas y defendidas .............................................................................................................. 62 Nuevo Plan de Estudio ............................................................................................................................ 66


Introducción Como parte y protagonista de una historia que está signada por procesos de construcción colectiva de los cuales participan la comunidad educativa, el estado local, el sector privado y diferentes actores de la sociedad, la Maestría en Desarrollo Territorial (de ahora en adelante MDT), dictada en UTN Facultad Regional Rafaela, cumple un nuevo ciclo. Un ciclo en el cual sigue apostando por elementos diferenciales propios de este territorio: acciones de formación, investigación, un saber que no solo está en la Universidad, diálogos democráticos, la visión de futuro y la capacidad de gestión de conflictos. Una vez más, la MDT se constituyó en una opción de formación para diversos profesionales de nuestra región y de lugares más alejados, con el objetivo de potenciar sus saberes tanto individuales como colectivas para hacer frente a los desafíos que plantea la complejidad de los escenarios sociales, políticos, económicos y culturales por los que atravesamos. Para ello, además de los procesos formativos cobra sentido por un lado el fortalecimiento del Instituto Praxis como un espacio de investigación asociado a la Maestría y cuyo objetivo primordial es el de favorecer la innovación en el desarrollo territorial de la región con una reflexión académica compartida con otros centros y agentes que participan en temáticas vinculadas al desarrollo. Por otro lado, destaca el fortalecimiento de redes entre organizaciones de la región, América Latina y el mundo. Esto se logra a través de la participación en ámbitos tanto presenciales y virtuales, así como también mediante acuerdos institucionales que suponen un plus innovador en la calidad educativa de la Facultad Regional Rafaela de UTN. Habida cuenta de la finalización del tercer ciclo de formación de la MDT y de la importancia otorgada a la reflexión para la acción, el presente documento propone recuperar aprendizajes significativos de la cohorte 2015-2016, leídos en clave del enfoque pedagógico y de comunidad de aprendizaje.


Desarrollo Territorial y Enfoque Pedagógico Partimos de considerar al desarrollo territorial como un proceso social y político, dinámico, amplio, complejo y con tensiones, que se produce al interior de un territorio y cuya mejora, viene acompañada por la construcción de capacidades para el cambio. Además, para la sustentabilidad de dicho proceso es necesaria la interacción de actores agentes y fuerzas que permitan, entre otras acciones, la articulación de saberes y la co-generación de acciones desde donde sentar sus bases. Así entendido, la formación es planteada como una estrategia para fomentar el DT, en tanto su objetivo puede proyectarse como un ejercicio para mejorar las capacidades de un territorio, reforzando su autonomía y la de sus actores y contribuyendo a generar un cambio que aporte a las dinámicas y a los procesos que el desarrollo requiere en términos de nuevos aprendizajes. Cobra relevancia el enfoque pedagógico desde el cual se asume la formación de los actores/agentes de un territorio (Spinelli, Costamagna/Larrea 2015 y 2017). De acuerdo a dicha perspectiva, el aprendizaje y el conocimiento

tomarán

diferentes

acepciones. Desde el enfoque pedagógico para el desarrollo territorial, se entiende al aprendizaje como “un proceso dinámico y amplio que involucra un conjunto de acciones, reflexiones planificadas y orientadas a la formación y desarrollo de capacidades individuales/colectivas” 1 Una reflexión acerca de la formación en y para el DT implicará comprender no sólo los métodos y estrategias que constituyen el proceso formativo, sino atender, también, al objeto de la intervención, a la manera en que se crea y recrea el vínculo educativo entre educador/educando y a la coherencia entre los objetivos formativos y las características propias del contexto territorial para el cual se proyectan. Tal como lo sostienen Costamagna y Pérez (2013): Cuestionarse, analizar, proyectar la formación en cuanto al objetivo que se busca alcanzar con ella, es un primer paso en la definición del contenido programático de una formación, “el diálogo comienza no cuando el educador/ educando se encuentra con los educandos/educadores en una situación pedagógica, sino sobre todo cuando el primero se pregunta sobre qué dialogará con éstos” (Freire, 2011 pg.83). (p. 8)

Por lo antedicho, la formación en DT sostenida en este enfoque pedagógico se constituye en un “ejercicio de construcción colectiva, participativa, horizontal y flexible” en el cual formador/educador y participantes sientan las bases acerca de la manera de comprender y actuar en procesos de aprendizaje necesarios “para enfrentar y generar cambios en un territorio”. Todo ello atendiendo a las particularidades de la realidad

Revista Vox Vocalis Nº 052, octubre 2013 : Reflexiones y desafíos sobre un enfoque pedagógico en los procesos de Desarrollo Territorial (DT) - Programa ConectaDEL 1


territorial, “desde un diagnóstico del contexto y sus necesidades” y en permanente diálogo entre el territorio y sus actores (Costamagna y Pérez, 2013, p. 8). El diálogo se constituye así, en una de las herramientas estratégicas más importantes para mantener la coherencia entre teoría y práctica. Y esto puesto que, tal como afirma Savater (1997) todo proceso formativo “valora positivamente ciertos conocimientos, ciertos comportamientos, ciertas habilidades y ciertos ideales, nunca es neutral”. Desde esta propuesta, el DT requiere del compromiso social, político y ético de las personas involucradas, dado que es desde allí que se posicionarán para “planificar, proyectar, idear, dialogar críticamente, priorizar…, para decidir estratégicamente sobre lo que se quiere alcanzar y

generar” en un territorio

determinado (Ibídem, p. 9). Desde este marco de ideas, todo programa de formación para el DT debería asumir un compromiso con su objetivo central: “FORMAR PARA ACTUAR, buscando contribuir a generar cambios en modalidades formativas diversas, creativas que no deberían ser exclusiva de los ámbitos académicos, ni tener base en concepciones teóricas rígidas, ni en objetivos y metas descontextualizadas.” (Ídem) Se trata, entonces, de una apuesta por superar la visión de las Universidades como claustros creadores de un conocimiento que, sólo a posteriori, se transfiere a los territorios. Desde el enfoque pedagógico para el DT, se sostiene que cada territorio posee sus propios saberes los cuales pueden conjugarse con los saberes académicos tradicionales, en un proceso de co-construcción de conocimientos a través del diálogo, la generación de vínculos de confianza y el fomento de espacios de reflexión no tradicionales.


Tercera Cohorte de la Maestría en Desarrollo Territorial En el espacio de esta maestría, la idea base de las capacidades para el desarrollo, atraviesa con fuerza las actividades académicas, las clases presenciales y el análisis de casos y experiencias territoriales. Francisco Albuquerque habla del DT como un proceso mediante el cual las personas, los grupos y organizaciones mejoran sus habilidades para desempeñar sus funciones y para alcanzar los resultados deseados a través del tiempo. Puede definirse, entonces, como un proceso que presumiblemente amplía y mejora las habilidades de las personas, instituciones u organizaciones sociales para contribuir al conocimiento científico y técnico. Al igual que en sus ediciones anteriores, la cohorte 2015-2016, contó con la participación de alumnos de diferentes disciplinas: Ingenieros, Licenciados en Cs. Política, Organización Industrial, Relaciones Internacionales, Economistas, Psicólogos, Abogados, entre otros. Se sostuvo, a su vez, como una propuesta de carácter federal, al participar de ella alumnos procedentes de Uruguay, Corrientes, Entre Ríos, Tucumán, Tierra del Fuego, Córdoba, Santa Fe y alrededores de Rafaela. Esta heterogeneidad en la formación y procedencia muestra, una vez más, la amplitud y el alcance del posgrado, dando cuenta de la complejidad como enfoque desde el cual se abordan temas vinculados al DT, complejidad atinente al propio objeto de estudio. El Magíster en DT, desde una formación integrada en aspectos teóricos y metodológicos que integran la visión político - institucional, cultural, social, tecnológica y económica de lo territorial, dispondrá de competencias para: -

aplicar los fundamentos y conocimientos teóricos adquiridos para el diseño de los planes de DT

-

ejecutar los planes y las políticas proyectados, pensando en el territorio como una visión integral, considerando las diferentes escalas territoriales que permiten articular respuestas políticas, económicas y tecnológicas a cada caso planteado

-

difundir herramientas técnicas específicas para la resolución de casos reales analizados, que den respuesta a las necesidades de terceros, y

-

proponer la resolución de problemas territoriales desde una perspectiva ética que contemple al diálogo y la construcción colectiva de conocimientos como centro de un proceso democrático.


Reflexiones sobre Comunidad de Aprendizajes Desde la dirección y la coordinación de la MDT se planteó como objetivo específico para la tercera cohorte, la reflexión sobre el proceso de enseñanzaaprendizaje desarrollado, generando diferentes instancias de encuentro y diálogo con alumnos y alumnas. Esta iniciativa pone énfasis en fortalecer la formación y el proceso educativo de cara a la cohorte 2017/18. Esto se convierte en una de las herramientas estratégicas más importantes para mantener la coherencia entre teoría y práctica, motivo por el cual cobran relevancia dos ideas ejes: -

el conocimiento no sólo se construye en el aula

-

es necesario aprender desde la escucha y el reconocimiento de distintos saberes. Partiendo de esta perspectiva, es posible encontrar el mencionado enfoque en

una serie de ejes y características propias de esta tercera edición de la MDT: 1. El trabajo con y desde experiencias Como en ediciones anteriores, la MDT apostó por la recreación de la relación Universidad-Territorio a partir de reflexiones en torno a diversas experiencias presentadas por docentes, alumnas y alumnos y actores del territorio. De esta manera se intenta vincular los conceptos teóricos con experiencias prácticas, siendo este un ejercicio que se produce tanto en el espacio académico como a través de visitas institucionales y de la participación del alumnado en diversas actividades. 1. a) Las experiencias en el aula Diversos módulos y seminarios dictados versaron sobre experiencias ligadas a procesos de desarrollo territorial que fueron presentadas tanto por docentes como por alumnas y alumnos de esta cohorte o de cohortes anteriores. Las experiencias presentadas en cada módulo, pretendieron articular conceptos propios de las diferentes aristas del desarrollo territorial con situaciones concretas, tanto de nuestro país como de países latinoamericanos (principalmente) o europeos. En tal sentido, destacaron las experiencias de emprendimientos sociales, planes estratégicos, vinculación entre universidad y territorio, proyectos urbanos y tecnológico-productivos. Los alumnos y alumnas de las diferentes cohortes, por su parte, contribuyeron presentando situaciones de intervención, entre las cuales las más significativas fueron programa de acompañamiento a emprendedores y abordajes del espacio urbano (público y privado).


Un eje fundamental del trabajo en vinculación con experiencias lo constituyó la participación en distintos espacios a través de encuentros y diálogo de primera mano con actores locales. Una primera instancia, estuvo dada por el diálogo con diversos actores del territorio, bajo el objetivo de iniciar un proceso de diálogo al respecto de problemáticas o temas de interés que pudieran constituirse como posibles proyectos de tesis de los y las alumnas de la cohorte. De esta actividad participaron representantes de la Municipalidad de Rafaela, de la Universidad Tecnológica Nacional y del Centro Comercial e Industrial. Por otra parte, y en el marco del Seminario de Políticas Sociales y DT, se concretó un primer debate sobre políticas sociales del cual participaron actores referentes del sector público, privado y de OSC. Por la Municipalidad de Rafaela, participaron Secretario de Desarrollo Social y Subsecretaria de Economía Social y Empleo. Las organizaciones de la sociedad civil concurrentes fueron: Florentina2 y Mural Comunicación 3. Finalmente, en representación de la gremial empresaria asistieron referentes de la Sociedad Rural Rafaela y de la consultora SIP. Los ejes del debate, definidos en conjunto entre alumnos, alumnas y la coordinación de la MDT, fueron los siguientes: -

Capacidades, fortalezas y desafíos del estado municipal en torno a políticas sociales en territorio

-

Política de género: acceso e igualdad en el empleo

-

Situaciones de violencia social La actividad resultó de especial interés para los y las participantes, quienes la

refirieron como una propuesta novedosa, dinámica y enriquecedora en la cual se pudieron articular conceptos trabajados en el cursado del seminario y experiencias concretas, centradas en diferentes posicionamientos políticos-ideológicos.

1. b) Las experiencias en territorio Tal como se mencionaba con anterioridad, una característica propia del enfoque pedagógico radica en que el aprendizaje no sólo se realiza en el aula, desde la perspectiva de la transmisión académica tradicional. Por esta razón, cobran sentido los aprendizajes realizados desde diversas experiencias que se llevan a cabo en el territorio. En la Tercera cohorte de la MDT, se concretaron las siguientes actividades:

2

Asociación Civil contra la violencia de género.

3

Cooperativa de Comunicación Alternativa de la ciudad de Rafaela.


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Visita al Centro Municipal de Capacitación en Oficios 4: en el marco del Módulo de Economía Social, alumnos y alumnas tuvieron oportunidad de recorrer y dialogar con diversidad de actores vinculados a la temática: la Secretaria de Economía Social y Empleo de la Municipalidad de Rafaela, presidentes de Cooperativas que trabajan en el Complejo ambiental, docentes y directivos del CMCO.

-

Visita al Arborétum5 y al Complejo ambiental6: en el marco del Módulo de Políticas Ambientales, maestrandos y maestrandas recorrieron las instalaciones mencionadas

-

Participación en el lanzamiento del programa Rafaela Emprende7 También es oportuno mencionar la concreción de un viaje de estudio a

Uruguay, en el cual alumnos y alumnas de la maestría tuvieron oportunidad de tomar contacto con experiencias vinculadas a diversos ámbitos: urbanístico, político, industrial, de empleo, entre otros. Dicha visita, además, contribuyó a la vinculación de UTN con otras casas de estudio. 1. c) Taller de sistematización de experiencias Desde la MDT, y bajo el precepto de brindar herramientas y acompañamiento para la escritura de experiencias a fin de generar nuevos productos de gestión del conocimiento, se llevó a cabo – por primera vez – un taller de sistematización de experiencias. Esta propuesta intenta ensayar un acercamiento de primera mano al concepto de praxis, es decir, procura profundizar la vinculación entre procesos de reflexión y acción.

Institución educativa dependiente de Subsecretaría de Economía Social y Empleo, de la Municipalidad de Rafaela. La misma fue creada en 2012 con el objetivo de acompañar la construcción de un proyecto de vida y brindar herramientas para la inserción laboral de “jóvenes de 16 años (mujeres y varones) que no pudieron sostenerse en el sistema de educación formal para aprender cuatro oficios: carpintería, soldadura, tornería y electricidad”. Recuperado de http://rafaela.gob.ar/Sitio/#/Noticias/1/Detalle/16105 4

5

Espacio verde y educativo de la ciudad de Rafaela, inaugurado en el año 2010.

En el año 2009 se pone en marcha el mencionado programa, que tiene por objetivo estimular el espíritu emprendedor en Rafaela y la región, así como fomentar la creación de emprendimientos productivos. El mismo ha sido diseñado conjuntamente entre la Municipalidad de Rafeala, la Asociación Civil para el Desarrollo y ACDICAR, a través del “Programa de Competitividad Territorial” financiado por BID FOMIN y CCIRR. Además, participan de Rafaela Emprende diversas instituciones educativas de la localidad. https://www.rafaela.gov.ar/nuevo/ Programas-detalle.aspx?s=175&i=30 6

Programa dependiente de la Secretaría de Desarrollo Económico, Innovación y Relaciones Internacionales, que desde hace 9 años congrega a emprendedores de la ciudad de Rafaela. El mismo está orientado al acompañamiento y capacitación de los participantes. 7


La finalidad del taller fue generar un proceso de reflexión conjunta sobre la sistematización de experiencias en DT, partiendo de casos concretos del territorio elegidos por los y las cursantes. Tuvo una modalidad semipresencial: una parte del acompañamiento propuesto se concretó a través de encuentros presenciales en el espacio áulico; mientras que otra instancia la constituyeron intercambios a través del mail y del aula virtual. Los objetivos específicos de este espacio fueron: -

propiciar una lectura crítica de las propias experiencias para recuperar los principales aprendizajes, a partir del diálogo con los actores

-

analizar las experiencias como procesos históricos complejos en los que intervienen diferentes actores, en un contexto económico-social determinado del cual formamos parte

-

reflexionar sobre las experiencias, comprenderlas, significarlas y producir aprendizajes desde ellas Se conformaron 14 grupos de trabajo, entre los cuales las experiencias

seleccionadas para la reflexión giraron en torno a las siguientes temáticas: construcción de información para diseño de políticas; planificación estratégica; implementación de programas nacionales en gobiernos locales; empresas recuperadas; diseño de estrategias de formación (en espacios formales e informales); presupuesto ciudadano; microcréditos; acceso a la vivienda en sectores populares, entre otras. Con muy buena recepción por parte de los y las alumnas, esta nueva instancia aportó aprendizajes significativos: -

el fortalecimiento de la noción de DT como proceso dinámico que incorpora la participación y decisión de múltiples actores involucrados

-

la relevancia tanto de la reconstrucción de la experiencia como de la proyección de acciones futuras, tendientes al cambio

-

la apuesta por el diálogo como herramienta fundamental de procesos que se llevan a cabo en el territorio

-

la importancia de generar consenso con los actores involucrados para definir conjuntamente el/los ejes de la sistematización

Es relevante destacar que el mencionado taller es, a partir de 2017, parte de la currícula de la Maestría, dentro del Módulo Tesis y Práctica Profesional. 1. La formación a partir de necesidades e intereses La formación de grado y las inserciones laborales de maestrandas y maestrandos de la tercera cohorte, hicieron emerger como relevantes dos temáticas que venían haciéndose visibles en las previas cohortes: la seguridad y la dimensión


social del DT. Por este motivo, se incluyeron 2 seminarios complementarios en esta edición. El Seminario “El rol de los gobiernos locales en la seguridad ciudadana”, se dictó el 21/08/15 y estuvo a cargo de Mariana Foglia. Desde una comprensión de la inseguridad como fenómeno complejo, multicausal y de expresión local, se partió de una introducción a la definición de seguridad, sus actores, dimensiones y componentes en Argentina. Se propició una reflexión sobre el rol de los municipios en torno a la temática, así como se introdujo el caso del abordaje de la seguridad en la ciudad de Rafaela. Por otra parte, el Seminario de Políticas sociales y territorio, fue dictado por la docente Susana Cazzaniga. Además de brindar conceptos y contenidos vinculados al Capital Social y la dimensión social del DT, se promovieron dos instancias de reflexión con actores. Por una parte, se concretó el antes mencionado debate sobre políticas sociales. Por otra parte, se llevó a cabo una mesa de intercambio de la que participaron el Intendente de Rafaela, Arq. Luis A. Castellano, el Concejal y dirigente gremial Marcelo Lombardo y la contadora Miriam Goldemberg miembro del CCIRR. Con ellos los alumnos pudieron dialogar y reflexionar sobre temas vinculados a: seguridad, responsabilidad social empresaria, acceso al mundo del trabajo, panorama actual y conflictos laborales, dificultades en el mundo del trabajo, emprendedorismo y capacitación, economías informales y desocupación, género y trabajo, áreas metropolitanas, problemáticas sociales, entre otros temas.

2. La gestión del conocimiento Otro aspecto central del enfoque pedagógico en DT, lo constituye la producción de conocimiento situado y vinculado a las necesidades y demandas de un territorio. No es suficiente con que el conocimiento se produzca en el ámbito académico, sino que deviene necesario que el mismo se construya en torno a las temáticas de interés propias de diversos actores involucrados en el proceso de desarrollo territorial, en un intento de dar respuesta y aportes significativos. En el caso de la tercera cohorte de la MDT, se realizaron actividades que procuraron vincular Universidad y territorio. A continuación se realiza una breve presentación de las mismas.
 
 3.

a) Trabajo práctico y transferencia al municipio La propuesta consistió en presentar, ante actores interesados, el trabajo

práctico del módulo “Política, Instituciones y Desarrollo”, cuyo objetivo fue identificar


una experiencia municipal interesante y/o exitosa que pudiera transferirse al ámbito local. Luego de una selección de los trabajos calificados favorablemente por el docente y considerados relevantes por el ICEDEL, se promovieron instancias de transferencia e intercambios entre alumnos y alumnas y las distintas áreas de la Municipalidad de Rafaela correspondientes. En los primeros encuentros se comentaron las generalidades del trabajo realizado, para luego generar un primer debate, que permitió rescatar insumos y profundizar la gestión del conocimiento. En el año 2016 los trabajos presentados ante actores municipales fueron los siguientes: -

Política municipal de fomento a la innovación para la Administración Pública

-

Desconcentración administrativa en la Ciudad de Medellín: Mascercas, Casas de Gobierno y Centros de Servicio a la Ciudadanía. Posibles aplicaciones a la ciudad de Rafaela

-

La administración electrónica y los archivos en el Ayuntamiento de Zaragoza – España A partir de la exposición y diálogo sobre los mismos, las áreas municipales

involucradas accedieron a información que consideraron valiosa y relevante para la toma de decisiones sobre futuras líneas de acción. 
 
 3.

b) Artículos de opinión Por otra parte, y dentro de las actividades de gestión del conocimiento, los y las

alumnas de la tercera cohorte – al igual que en las previas – escribieron y publicaron artículos de opinión referidos a diversas temáticas de interés. Desde la Coordinación de la MDT se brindaron las pautas y herramientas metodológicas necesarias para el ordenamiento y esquematización de la información, a los fines de su publicación en diferentes medios de comunicación. Los artículos – publicados en un diario local – se adjuntan en el anexo de la presente memoria. 
 
 3.

c) Proyectos de investigación y tesis Las tesis de posgrado, también constituyen aportes académicos a los

territorios. Por ello, pueden ser pensadas como actividades de gestión del conocimiento. En el caso de la Maestría en Desarrollo Territorial, existe una fuerte motivación y apuesta del Equipo de Coordinación Académica del posgrado y las autoridades de la Facultad Regional Rafaela UTN, para que los y las cursantes realicen investigaciones que vinculen sus disciplinas con las problemáticas territoriales actuales. Esto se refleja tanto en los planes de tesis presentados como en las tesis


aprobadas y defendidas. Las investigaciones abarcan una diversidad de temáticas que amplían y nutren al Desarrollo Territorial. Actualmente, tal como surge del resumen de los trabajos realizados por los magísteres, existe un núcleo de investigaciones vinculadas a temas de innovación y desarrollo emprendedor, nuevos tópicos que marcan tendencia y materializan la multidisciplinariedad del proceso de formación y aprendizaje que propone la MDT. Desde la dirección y la coordinación de la Maestría y desde el Instituto Praxis, conscientes de la complejidad de los procesos de elaboración de tesis, se propone un espacio de encuentro de tesistas y de acompañamiento metodológico, con la finalidad de colaborar en la búsqueda de soluciones a las problemáticas del alumnado en sus investigaciones. De esta manera, luego de finalizado el cursado, se le propone a maestrandos y maestrandas de las diferentes cohortes, la participación en encuentros para plantear avances, inquietudes, preocupaciones respecto al proceso de elaboración de tesis. Tanto estos espacios grupales como instancias personales de diálogo y consulta son coordinados por la docente de Metodología de la investigación. Durante el año 2015 y 2016, se realizaron 3 encuentros con tesistas que tuvieron una modalidad de taller grupal. En los mismos, participaron maestrandos y maestrandas de las cohortes anteriores. Los estudiantes relatan el estado de situación y avance de sus propios trabajos, en tanto la coordinadora del espacio, favorece el intercambio y la reflexión conjunta. Esta propuesta fue evaluada positivamente por alumnos y alumnas, a la par que se considera significativa para el proceso de reflexión continua sobre la Maestría, y sus diferentes cohortes. Es interesante observar cómo estas instancias desprenden procesos que agrupan a alumnos, alumnas, magísteres y actores del territorio, poniendo en común el estado de las investigaciones, difundiendo aprendizajes y búsquedas conjuntas, favoreciendo las apuestas personales que los cursantes hacen desde sus trabajos de investigación. Por otra parte, a finales de 2015 se dio inicio a una serie de desayunos de trabajo entre empleados municipales, becados durante el período 2011 – 2012 y 2013 – 2014. El fin de estos espacios de encuentro, se vincula al compartir el estado, nivel de avances en las tesis, proyectos y temas que serán abordados en los trabajos de investigación, así como también, comenzar a pensar estos ámbitos para generar devoluciones a la gestión municipal, sobre las problemáticas que les han interesado estudiar a los alumnos. Esta propuesta surge de una iniciativa conjunta entre el Icedel, la Subsecretaría de Gestión y Participación de la Municipalidad de Rafaela y la Coordinación de la Maestría en Desarrollo Territorial.

Luego de 6 años de trayectoria, se han presentado más de 60 proyectos de investigación. Esto se traduce en un desafío constante tanto a la hora de diseñar


espacios de encuentro grupales atractivos y motivantes como al momento de plantear instancias individuales de apoyo a la investigación académica. El panorama se complejiza aún más a la hora de apostar por la diversidad de los temas de estudios 8. En el anexo del presente documento, se realiza un breve desarrollo de las tesis presentadas y defendidas por los y las primeras magísteres en desarrollo territorial.
 
 3. d) Participación de docentes en espacios de reflexión La gestión del conocimiento, también contempla la participación de docentes de la MDT en espacios de debate e intercambio que se producen en la Municipalidad de Rafaela. En tal sentido, Javier Marsiglia, Juan de Dios García Serrano, Carlos Ferraro, Francisco Albuquerque, Daniel Cravacuore y Sergio Pérez Rozzi acompañaron el proceso de reflexión del Plan Rafaela Productiva 2020 9. Se trata de un Plan estratégico que tiene como objetivo “dotar a la ciudad de un Plan concertado de desarrollo productivo y social que permita llevar adelante un conjunto de programas y proyectos orientados a concretar un proceso de desarrollo económico, social y ambiental” (recuperado de https://rafaelaproductiva.com.ar/pagina/86/que-es-rp2020). Los mencionados docentes participaron activamente de las discusiones y avances del proyecto, realizando aportes desde enfoques y lecturas ligadas al desarrollo territorial. Por otra parte, y en el marco de una capacitación destinada a personal municipal que conforma los gabinetes transversales, Juan de Dios García Serrano dictó una serie de encuentros-talleres con el objetivo de potenciar las herramientas y conocimientos disponibles para favorecer los procesos de facilitación dentro del municipio rafaelino. 
 
 4. Las instancias continuas de reflexión del proceso enseñanza-aprendizaje La continua reflexión sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje se erige como una instancia fundamental del enfoque pedagógico que da base a la MDT. Y Los proyectos presentados hasta el momento abarcan: procesos de internacionalización o la viabilidad productiva de ciertos sectores de la región, observatorios, los roles de las agencias, hasta problemáticas que incorporan perspectivas más vinculadas a la economía social, cooperativismo, inserción laboral de jóvenes o políticas de inclusión laboral. También aparecen tendencias en materia de política pública, participación ciudadana y la generación de políticas públicas. Trabajos que orientan la investigación hacia un enfoque quede cuenta de los procesos de desarrollo urbano, los costos en la calidad de vida, los servicios, el transporte, la sustentabilidad, las políticas públicas orientadas a favorecer el acceso al suelo, la formación de los valores del suelo, etc. Se destacan, también, problemáticas vinculadas con la identidad local y sus aportes al desarrollo de las regiones, abordándose desde niveles muy disimiles pero complementarios como, lo cultural, la salud mental, los procesos de construcción de identidad barrial, y el rol de la educación pública y de las políticas educativas y su impacto en el entramado poblacional de la ciudad. 8

9

Para mayor información, dirigirse a los siguientes links: https://rafaelaproductiva.com.ar/ y http://www.rafaela.gov.ar/nuevo/Noticias.aspx


esto por cuanto se piensa a la formación desde la perspectiva de un acontecer dinámico, en continuo movimiento, que ofrece la oportunidad de evaluar su funcionamiento mientras se está produciendo. De esta manera, se garantiza el feedback necesario para el bucle reflexión-acción. Tal como en cohortes anteriores, además de las tradicionales evaluaciones del equipo de docentes al desempeño de alumnos y alumnas, se sostuvieron diferentes instancias de revisión del proceso. 4. a) Evaluaciones de los y las alumnas al equipo docente Esta instancia plantea un análisis sobre las clases en sí mismas, relevando las opiniones del alumnado acerca del desenvolvimiento de la clase, los contenidos trabajados, la claridad de las exposiciones, entre otros puntos. A diferencia de otros años se procuró que cada evaluación se realizara en el espacio del aula, limitándose el uso de la encuesta virtual a aquellas ocasiones en las que, por razones de tiempo, la misma no pudo administrarse en clases. En términos generales, el desempeño de los docentes de la MDT es evaluada por el alumnado de manera positiva. Se valoran las instancias de debate en el aula, los materiales didácticos y la bibliografía aportada, el manejo de los tiempos, entre otros aspectos. Lo relevado se comunica tanto al alumnado como a los docentes. En el caso de puntuaciones individuales entre muy malo, malo o regular, el equipo coordinador genera instancias de diálogos personales con alumno/s y alumna/s, para profundizar en las devoluciones y construir sugerencias de mejora. 4.

b) Evaluaciones sobre la presentación de casos y experiencias Otra instancia de revisión la constituyó la evaluación acerca de los casos y

experiencias presentados en diferentes módulos. Se realizó por primera vez en la tercera cohorte, apuntando a promover la reflexión de alumnos y alumnas en lo referente a la articulación entre conceptos teóricos y ejemplos prácticos. 5. La comunidad de aprendizaje En esta nueva edición de la MDT, se apostó a la construcción del grupo desde la lógica de una comunidad de aprendizaje, entendida ésta como una práctica pedagógica situada y creativa, en la cual la transformación educativa y social es posible a través del diálogo, la igualdad y la inclusión. Desde esta perspectiva, fue posible profundizar el interjuego reflexión-acción-reflexión en el proceso de formación de la MDT, en sintonía con los lineamientos generales del enfoque pedagógica para el DT.


Para la conformación de una comunidad de aprendizaje centrada en la confianza y el diálogo, un momento fundamental lo constituyó la presentación de cada uno/a de los cursantes. En pos de favorecer el mutuo conocimiento y el acercamiento de alumnos y alumnas, se propusieron diferentes dinámicas de presentación personal - algunas tradicionales (presentación oral) y otras lúdicas y creativas (video, entrevista, sesión terapéutica). Así también, y con el objetivo de generar reflexiones acerca de diferentes aristas del proceso pedagógico, se concretaron 3 actividades grupales en diferentes momentos del cursado. Un primer taller, realizado a inicios del cursado de la MDT, apuntó al debate grupal en torno a la noción de Comunidad de Aprendizaje y sus objetivos. Como primera instancia, el equipo de coordinación de la Maestría definió los grupos de trabajo, promoviendo el intercambio entre diversos saberes y lugares de procedencia. De dicha actividad, se definieron las siguientes metas y objetivos grupales de la comunidad de aprendizaje: -

Coordinar interés común con intereses particulares, revalorizando la persona.

-

Generar un ámbito de confianza, colaboración y solidaridad.

-

Generar una identidad común, sentido de pertenencia, mediante un compromiso colectivo.

-

Plantear un espacio con poder de decisión, democrático, facilitando la autoevaluación.

-

Promover una organización y reglas de convivencia, estableciendo roles, agenda, liderazgo y soporte.

-

Promover la sostenibilidad, mediante el aprovechamiento de recursos y mecanismos de participación, comunicación y monitoreo para la reflexión.

-

Plantear vínculos entre lo formal, lo informal y lo no formal, con ámbitos presenciales y virtuales. Si bien no se llegó a una profundización respecto de cada objetivo, se

aprovechó la instancia para construir acuerdos grupales en lo atinente a herramientas y modos de comunicación formal e informal. La segunda actividad, realizada a finales del primer año de cursado, consistió en un trabajo grupal de reflexión acerca del proceso pedagógico, analizando el trayecto recorrido y proyectando el segundo año de la MDT 10. Para la concreción de la misma, se propuso una dinámica lúdica que demandó el uso de diferentes medios de comunicación (Instagram, twitter, youtube, titulares de medios de información). La

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Las preguntas disparadoras fueron las siguientes: ¿Qué aportes a sus miradas ha hecho la maestría en este año? ¿Cómo proyectarían el segundo año de maestría? ¿Cómo están / se sienten en el camino de la comunidad de aprendizaje? ¿Qué deberíamos mejorar como grupo?


propuesta fue bien recibida por el alumnado; se dio en un clima de compañerismo y distención y de la misma resultaron producciones creativas y significativas en las cuales se vio reflejada la relevancia que el primer año de cursado tuvo en términos interpersonales y humanos. En las diferentes producciones se hizo hincapié en dos aspectos fundamentales en los que hubo consenso entre los grupos. Por un lado, se rescató la perspectiva de formación de la MDT (horizontalidad, incorporación y superación de conflictos, aceptación de diferentes posturas, aprendizaje a través del debate y de la co-creación). Por el otro, se manifestó la importancia de las instancias (formales e informales) de intercambio y construcción del grupo para la conformación de esta comunidad de aprendizaje y la consecución de los objetivos planteados. La tercera jornada, realizada al finalizar el cursado del segundo año, tuvo como finalidad la reflexión general sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje. En la misma, se relevaron opiniones y posicionamientos singulares al respecto de distintas preguntas. Estos interrogantes, tuvieron continuidad con los planteados al cierre del primer año de cursado, favoreciendo así una lectura del proceso de formación11. En relación con el cursado de la Maestría, los y las alumnas destacaron la formación para el diálogo, la mirada integral, multidisciplinar y desde la complejidad, como las bases de la propuesta pedagógica. En cuanto al proceso pedagógico en sí mismo, se reconoció al trabajo con experiencias (presentación de casos, diálogos con diversos actores) como una instancia crucial de aplicación práctica de los saberes. Asimismo, y al igual que en la segunda jornada, se otorgó especial relevancia a la comunidad de aprendizaje como una apuesta por una formación transformadora, dinámica y creativa. En tal sentido se rescataron como significativos: el proceso grupal, el diálogo, los ámbitos formales e informales de intercambio y la cercanía con el equipo de coordinación y docentes de la MDT. Respecto de los desafíos para próximas cohortes, los y las participantes insistieron con instancias de aprendizajes en y desde el territorio. También se plantearon nuevas temáticas a profundizar entre las cuales la perspectiva de género y el desarrollo territorial en el ámbito rural, fueron las más elegidas. Las valoraciones realizadas a través de todo el proceso de formación, permiten observar la pregnancia que tuvo la perspectiva del enfoque pedagógico y la comunidad de aprendizaje en esta edición de la MDT. Los y las cursantes fueron 11

En relación con el cursado de la MDT, se preguntó: ¿Qué aportes a sus miradas ha hecho este segundo año de la Maestría? ¿Qué cosas mejorarían el cursado de la Maestría? ¿Qué cosas no cambiaría de estos años de Maestría? En torno al proceso de escritura de tesis, se indagó: ¿Cómo piensa que será su proceso de tesis? ¿Qué herramientas suponen necesarias para esta nueva etapa, para finalizar sus informes de tesis? Para quienes ingresaron al cursado en 2016, también se les preguntó que esperan del año próximo.


partícipes activas del proceso pedagógico y de las reflexiones sobre el mismo. De esta manera, fue posible entablar un diálogo entre los espacios de enseñanza-aprendizaje propuestos y las singularidades de este grupo humano. Se evidencia así la concreción de un proceso de reflexión-acción-reflexión horizontal, dialógico, situado y participativo.


Acreditación CONEAU- Nuevo Plan de Estudios. Durante el cursado de la tercera cohorte de la MDT (2015-2016) se fueron gestando cambios en el proceso pedagógico de la formación, resultantes de una trayectoria de 6 años y de las múltiples instancias de revisión y reflexión acerca de la enseñanza y aprendizaje ofrecidos por el posgrado. En la tercera edición de la MDT, se consolidó el interés por brindar mayor diversidad de contenidos que exploraran la multidimensional del desarrollo territorial y por profundizar el enfoque pedagógico en la Maestría. Así, y conforme al arduo trabajo del equipo de coordinación en diálogo permanente con el decanato, la secretaría académica, docentes y cursantes, la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) aprueba el nuevo plan de estudios en el año 2016, en el marco de la cuarta convocatoria para la acreditación de carreras en funcionamiento de especialización, maestría y doctorados en Ciencias Sociales12. Este proceso certifica la calidad de la propuesta académica. Además de modificaciones en el equipo de trabajo de la MDT, en el nuevo plan de estudios13, se concertaron las siguientes incorporaciones para el primer año: -

Seminario introductorio sobre Desarrollo territorial.

-

Nuevas temáticas: empleo y emprendedorismo.

-

Seminario de políticas públicas y herramientas - en el módulo de Política e Instituciones.

-

Taller de reflexión sobre la praxis I. Para el segundo año se anexa un seminario de capacidades para la

innovación, así también aproximaciones sobre innovación social; se consolida un seminario de política social, y otro específico de cultura y desarrollo; se incorporan nuevas materias electivas; se modifican los contenidos generales del módulo de planificación y se da continuidad al Taller de reflexión sobre la praxis II. Se adjunta el esquema del nuevo plan de estudios.

12

Acreditación de la Maestría en Desarrollo Territorial, con Resolución N° 239/16.

13 Ordenanza 1569 ACTUALIZACION DE LA MAESTRIA EN DESARROLLO TERRITORIAL EN EL AMBITO DE LA UNIVERSIDAD TECNOLOGICA NACIONAL, diciembre de 2016


REFLEXIONES FINALES Desde el equipo de coordinación de la Maestría en Desarrollo Territorial, pensamos que con cada cohorte inicia un proceso de enseñanza –aprendizaje, particular y colectivamente diferenciado, dadas las subjetividades, profesiones o disciplinas académicas de las y los alumnos, docentes y actores participantes; pero también, es cada cohorte “su propio mundo”, por la construcción colectiva que realiza y que proyecta en este espacio de formación, lo que imprime diferentes improntas, generando aprendizajes y desafíos, que cohorte a cohorte, permiten innovar en cuanto a la formación que proponemos desde este posgrado. Para encarar procesos de formación en Desarrollo Territorial, partimos de ideas-eje del Enfoque de Desarrollo Territorial, tales como: La clave del desarrollo está en la gente y en sus potencialidades/capacidades endógenas, por lo cual se parte de un reconocimiento de capacidades personales y colectivas de los actores del territorio Es un enfoque orientado a la acción, por lo cual – contextualizado o situado – para el desarrollo lo que importa es la manera de hacer. Se proyecta la generación de estrategias para el desarrollo de cada territorio desde la co construcción de capacidades territoriales orientadas al cambio. Además de avances conceptuales en el “qué” del Desarrollo Territorial producto de la multidisciplina también aparecen elementos sobre el “cómo”: la forma de relacionarnos dentro de los territorios, de plantear diálogos, de generar espacios de participación a sectores que han estado excluidos de la palabra pública , de cogenerar conocimientos, de desarrollar capacidades con los actores, donde el pensamiento colectivo sobre las prácticas es quien genere los cambios. A raíz de este posicionamiento sobre la concepción del Desarrollo en los territorios, es que se piensa, para procesos formativos en la temática, un abordaje desde un Enfoque pedagógico, basado en: Las formas de relacionarse en los territorios y en diferentes espacios, las formas de plantear diálogos y generar procesos participativos. La valoración de los procesos de aprendizaje para la construcción de capacidades. Este enfoque pedagógico (EP) supone, entonces, un modo de comprender la vinculación de la teoría y la práctica, del reconocimiento del otro con sus saberes, sus prácticas y experiencias; y la vinculación basada en el diálogo y en la resolución de conflictos mediante instancias democráticas. Como se describe en esta Memoria, con la Cohorte 2015 – 2016 hemos trabajado profundizando el abordaje del enfoque pedagógico para el Desarrollo Territorial, a través de la introducción de talleres y seminarios complementarios con el


fin de generar aprendizajes, que hoy se ponen de manifiesto en el nuevo Plan de Estudios de la Maestría en Desarrollo Territorial. Pero además, de las talleres piloto o seminarios complementarios en espacios áulicos o formales, también se ha profundizado junto a las y los alumnxs de esta cohorte una comunidad de aprendizaje, sedimentada por la construcción, mediante el diálogo y debates en espacios formales y no formales, la búsqueda de un lenguaje común y la generación de nuevas valoraciones grupales sobre el abordaje territorial. Destacamos a lo largo de este curso: la relevancia del diálogo, los intercambios, el reconocimiento de otros saberes y una construcción de lo multidisciplinar a lo interdisciplinar. Desde la coordinación y dirección de la Maestría, consideramos importante que, más allá de la construcción entre pares, entre alumnxs, quienes coordinamos académicamente el espacio áulico, acompañemos el proceso, generando diversas herramientas presenciales, virtuales, formales e informales para la construcción de esta comunidad. Nuestro rol de coordinación significa también un rol de facilitación del proceso formativo, de los espacios de diálogos que se generan o que surgen, de la constante predisposición a asumir los desafíos de aprendizaje que demanda cada grupo que pasa por este proceso de formación y que se pretende también desde la participación activa de docentes, coordinadores y alumnxs en el enseñaje. Durante el cursado de esta cohorte, se trabajó desde la Praxis, considerando que hay formas distintas de aprender, no sólo desde la teoría, conjugando un proceso interactivo de diálogo con las experiencias territoriales. Pensando y promoviendo el pensar, interpretar y reflexionar sobre la realidad, tal lo planteaba Freire (1992), orientándonos hacia una acción transformadora. Sumado a esto, la aproximación al diálogo como un camino de aprendizajes, de puestas en común y en conflicto, que permita generar construcciones colectivas y/o establecer lenguajes comunes, mediantes procesos formativos y de debate, de negociación y colaboración. Las experiencias de diálogo con actores, de visita y participación de experiencias en el territorio y en otros territorios y el taller de sistematización de experiencias, fueron reforzando el abordaje del EP, contribuyendo desde la acción a generar cambios en las modalidades formativas, de forma creativa, reconociendo que conocimiento no está sólo en el aula, y se puede construir desde las múltiples miradas y distintos saberes de una comunidad y territorio. Lo que generó innovaciones que hoy se reflejan en el nuevo plan de estudios de este posgrado. Respecto de los desafíos para próximas cohortes, los y las participantes insistieron con instancias de aprendizajes en y desde el territorio. También se plantearon nuevas temáticas a profundizar entre las que se destacan: la perspectiva de género y el desarrollo territorial en el ámbito rural, la seguridad ciudadana, que


aparecen en la agenda de formación complementaria, como Nuevos Temas del Desarrollo Territorial, en el marco de esta Maestría. Las valoraciones realizadas a través de todo el proceso de formación, permiten observar la pregnancia que tuvo la perspectiva del enfoque pedagógico y la comunidad de aprendizaje en esta edición de la MDT. Equipo de Coordinación Académica Maestría en Desarrollo Territorial Facultad Regional Rafaela, UTN


ANEXOS


Artículos de opinión


Innovación, capital y política territorial. El desafío de los territorios ante la competencia internacional.

Por Fabio

Abrate y Eduardo Monier

Thomas Piketty, un economista que ha puesto en la mesa de discusión las nuevas tendencias en torno a la distribución del ingreso y la riqueza en el Siglo XXI, tras un exhaustivo estudio estadístico realizado en una veintena de países, afirma que sobre las desigualdades sociales pesan fuertemente fuerzas de convergencia y divergencia. Las primeras – de convergencia- tienden a reducir dichas desigualdades, como por ejemplo la difusión de conocimientos, saberes compartidos y formación de competencias para aumentar la productividad. Mientras que las segundas, que son aquellas que impulsan las desigualdades y suelen ser más fuertes que las de convergencia, se basan en la generación de riqueza con capital de tipo financiero o inmobiliario, por solo nombrar algunas tipologías. Sus tendencias pueden ser discutibles, pero al estar basadas en estudios estadísticos no tan eficientemente rebatidos, indican que de persistir, marcarían un nuevo hito en la concentración de la riqueza, tal como lo fuera hace unos cien años atrás durante la “Belle Epoque”. Si bien Piketty sostiene que los países emergentes han contribuido a reducir dichas desigualdades, en la actualidad nos encontramos en un mundo

superpoblado (unos 7.000.000.000 de habitantes), con poblaciones itinerantes y brechas tecnológicas cada vez más acentuadas. En este mundo, la dinámica de la globalización con sus tendencias universalizantes tiende a generar rispideces con las identidades locales. Es así que emergen no solo países en las nuevas configuraciones mundiales, sino figuras como los territorios como entidades locales con dinámica propia dentro de los mismos Estados. Que incluso pueden no coincidir con las viejas jurisdicciones administrativas o políticas, pero que tienen su propia vida, su propio capital en el sentido más amplio de la palabra. Sus estudios no dejan de ser un llamado de atención que, desde nuestra opinión, resultan útiles para pensar la puesta a punto de estos territorios locales que necesitarán sobrevivir y adaptarse al mundo globalizado. En Argentina, el Estado nacional es quien posee la mayor capacidad de generar infraestructura necesaria por una simple razón: su partida presupuestaria es mucho más amplia y suficiente que la generación de ingresos por parte de las provincias y los municipios que generalmente, y con pocas excepciones, no pueden autoabastecerse por sí mismos. El federalismo presupuestario argentino todavía no permite ciertos niveles de autonomía. Si las fuerzas de convergencia implican innovación, formar capital humano y generar conocimientos, en un mundo donde las brechas tecnológicas son cada vez más acentuadas, la falta de actitud política y creatividad por parte del Estado para aportar esfuerzos a los territorios para que puedan impulsarse según sus propias dinámicas, hace que los mismos sean meros intentos


individuales que luchan solos ante los “monstruos” organizados de la competencia internacional. El hecho de que importantes territorios dentro del Estado no cuenten con las suficientes infraestructuras básica, tales como: carreteras apropiadas para conectarse, servicios de infraestructura necesarios para el normal funcionamiento del capital productivo, políticas de créditos para proyectos de inversión que deben ponerse en marcha-aun sabiendo que estos mismos tendrán un período de rentabilidad negativa para amortizar sus inversiones- apoyo directo a la investigación y el fomento de nuevos productos y servicios competitivos, sumado a las falencias del sistema educativo y la política ambiental, hacen que en nuestro país estos nuevos paradigmas del desarrollo aún no estén debidamente contemplados como parte de la agenda política, o mejor dicho, como una política prioritaria de Estado. Los territorios pueden constituirse en configuraciones que den sentido a los nuevos desafíos de los Estados. Pueden transformarse en motores de desarrollo, articulando de forma equilibrada las fuerzas de convergencia y divergencia que operan en ellos, en un marco de inserción global. Las fuerzas de convergencia son cruciales: sin mano de obra calificada que acompañe “el espíritu de la época” en materia de innovación y desarrollo, las desigualdades y los problemas socioeconómicos se agudizarán, fragmentando su espíritu de identidad. Una identidad territorial realmente formada, implica una unidad entre riqueza (pública y privada), producción, y un capital humano formado. Los territorios construyen su propia identidad a través de su historia, su cultura y sus propiedades. Pero la identidad territorial es más que eso,

como diría Patrick Lamarque, la identidad genera singularidad y pertenencia durante su paso por la historia, a través de estructuras, sistemas y representaciones. Hoy día es una realidad que los Estados-nación tienden a delegar cada vez más competencias hacia entidades supra o infra nacionales, en donde muchos sectores quedan relegados en materia socioeconómica. Pero a su vez, las necesidades humanas básicas de protección, solidaridad, educación, socialización y calidad de vida en general, se hacen sentir como urgencias en las instituciones locales más próximas. Es por ello que en los territorios los gobiernos locales tienen un posicionamiento prometedor ante los desafíos que los esperan, siempre y cuando articulen debidamente las potencialidades de los actores insertos en los mismos. Ante la vorágine de las tendencias globales en donde nadie quiere quedar afuera, los territorios necesitarán desarrollarse en un espacio delimitado y más seguro, resguardando su propia identidad. El rol articulador de los gobiernos en sus distintas esferas y según sus distintas cuotas de poder, deberá promover un espacio que genere oportunidades y calidad de vida. Para ello, los Estados nacionales, provinciales e incluso municipales, quizás deban reinventar algunos de sus funcionamientos para dotar de vida propia a estos nuevos protagonistas.


La Federación de Agencias de Desarrollo Local en la República Argentina (FADELRA), un nuevo instrumento para el desarrollo territorial.

Por Daiana Cardoso. Desde el año 2013 más de treinta Agencias de Desarrollo de nuestro país se reúnen con la intensión de constituir un órgano coordinador y centralizador de sus actividades. La necesidad de intercambiar experiencias comunes, de conocer cómo se han solucionado problemas similares en lugares con estructuras semejantes pero en diferente contexto y de gestionar proyectos de importancia y envergadura ante organismos internacionales. Así es como surge la Federación de Agencias de Desarrollo Local de la República Argentina, FADELRA. Esta es una Organización sin fines de lucro, cuya finalidad es favorecer el desarrollo económico y regional por la vía del diálogo, el intercambio de buenas prácticas, la cooperación internacional de sus miembros y la promoción del concepto, del rol y las acciones de las agencias de desarrollo local y regional. La Federación está constituida por 25 Agencias de Desarrollo cubriendo todo el país a lo largo y a lo ancho, pudiendo m e n c i o n a r : Tu c u m á n , C ó r d o b a , Rosario, Rafaela, Mendoza, Puerto Madryn, Catamarca, Formosa, Reconquista, Morón, Neuquén, Tandil, Bell Ville, Gualeguaychú, Rio Negro, Av e l l a n e d a , M o r e n o , B a r a d e r o , Bragado, Olavarría, Tres Arroyos,

Santa Fe, San Jerónimo, Gálvez, Esperanza y Santiago de Estero por ahora. El principal objetivo de FADELRA es lograr la vinculación entre todas las Agencias e Instituciones de Desarrollo Local del país, creando un espacio institucional de concertación pública y privada que impulse el desarrollo económico, ambiental y social, a nivel regional, sectorial y nacional; a partir de la mejora de la competitividad sistémica de cada uno de los territorios, el perfeccionamiento de las prácticas empresariales mejorando la competitividad de las empresas, su eficiencia colectiva, y la gestión de políticas públicas, con equidad de género, social y de sustentabilidad ambiental. Constituir un órgano coordinador y centralizador de actividades de las agencias de desarrollo es una idea que los dirigentes de las mismas tienen desde hace bastante tiempo. Desde esta perspectiva, y bajo el accionar de la Federación, se considera a las Agencias de Desarrollo como instituciones civiles sin fines de lucro (en su gran mayoría) que promueven el desarrollo económico y social de su territorio articulando el accionar privado con el del sector público. Funcionan con un consejo u órgano de dirección que integran las instituciones partícipes, sector público (gobierno local)- sector privado (cámaras empresarias, Cooperativas, algunas incluyen organizaciones sindicales), sector del conocimiento (Universidades, Terciarios, Centros tecnológicos y de investigación). Están extendidas en el territorio nacional y con competencias desde lo local, las integran los actores representativos del los territorios que abarcan. Dicho funcionamiento se basa en estatutos o pactos territoriales


plasmados en la etapa fundacional de la agencia. Además de contar con una mesa local de consensos para definir estrategias y proyectos de desarrollo, cuenta con una gerencia y un equipo técnico, que implementan acciones para el desarrollo local. Surgieron a nivel mundial como una respuesta local para comprometer los actores del territorio, definir las metas y aunar esfuerzos por el desarrollo productivo, territorial y social. Se constituyeron en instrumentos aptos para la descentralización de políticas, programas y recursos desde los gobiernos centrales, sin necesidad de duplicar organismos y asumiendo pautas del federalismo. El diálogo multinivel desde el marco de la alianza publica privada, permite fortalecer los acuerdos locales y el rol de las agencias en el desarrollo territorial. Su continuidad institucional posibilita el aprendizaje por acumulación de experiencias y la preservación del conocimiento socio – técnico y profesional focalizado en el desarrollo, más allá de las coyunturas políticas y/o cambios electorales y de equipos de gobierno. Es por esto que FADELRA nace, se constituye y crece con el objetivo de fortalecer el funcionamiento y accionar de las Agencias de Desarrollo, generando sinergia, aunando esfuerzos y colaborando en la creación de fortalezas endógenas para el Desarrollo Territorial.

La importancia estratégica del Sistema Educativo en el desarrollo local

Por Eduardo Duelli Estamos acostumbrados a escuchar sistemáticamente que Rafaela es un modelo de desarrollo, que tiene la pujanza de su gente, que sus industrias alimenticias, metalmecánicas, de bienes muebles, servicios y el campo con su cadena agroindustrial han generado la prosperidad y el desarrollo. Mucho se comenta en todos los ámbitos de su gente, del entramado institucional y de su capacidad de articular gobierno, estado, empresarios e instituciones intermedias. Si sumamos a esto y analizamos su zona de influencia, vemos que se ha generado también un importante desarrollo en el corredor Rafaela Sunchales que reúne ciertamente características que son importantes para estudiar. En este contexto sería interesante poner el eje en el rol que han desempeñado las instituciones de formación terciaria y universitaria para el desarrollo y la formación de capacidades en el territorio. Realizando un relevamiento en el mencionado corredor podemos observar que se encuentran asentadas con ofertas académicas de distinto tipo las siguientes universidades e instituciones terciarias: Universidad Tecnológica Nacional, Universidad Santiago del Estero, Universidad Ciencias Empresariales, Universidad Católica de Santa Fe, Universidad Nacional del Litoral, Universidad Nacional de Rafaela, Instituto del Profesorado, ITEC Rafaela. Las mismas vienen desarrollando no solo procesos de formación profesional, también se han integrado a los procesos de I+D+i con los organismos públicos y privados del territorio. Un rápido relevamiento en el mencionado corredor nos permite


observar que se encuentran asentadas seis universidades, tres institutos, dos Agencias Nacionales de Tecnología, y algunos centros de investigación. La integración de este mapa no es una casualidad, es el resultado de una infinidad de procesos que determinaron las necesidades y elaboraron herramientas en forma conjunta para dar respuestas estratégicas. Frente a este escenario, se presenta el desafío de determinar las actuales y las próximas áreas de vacancia para no superponer ofertas académicas, pero fundamentalmente en repensar las capacidades que requerirán los profesionales vinculados a los sectores productivos y del desarrollo de nuestro territorio para los próximos 20 años. En un futuro no muy lejano, dejaremos de utilizar masivamente los motores a combustión, pasa pasar a automóviles eléctricos, la matriz energética tendrá un gran componente de energías renovables, los commodities deberán llevar mayor valor agregado, la nano tecnología será moneda corriente en los procesos industriales, los robot ocuparán los procesos mecánicos y tediosos, la industrias tendrán que innovar para competir en un mundo ávido por nuevas tecnologías. Estos nuevos escenarios deberán estar acompañados por un mayor cuidado del medio ambiente y de mejores condiciones laborales que preserven la calidad de vida y el desarrollo territorial sustentable. Se requerirá entonces una estructura de servicios y capacidades, altamente tecnificados que den soporte y respuesta a estos nuevos paradigmas, en el contexto de una revolución tecnológica permanente que va transformando las estructuras productivas en un mundo globalizado que demanda innovación y creatividad. Frente a estas reflexiones surgen un sinnúmero de interrogantes y retos,

como por ejemplo: ¿estamos preparados para determinar los futuros requerimientos de nuestros procesos productivos y de servicios? Luego, si podemos identificar las necesidades, deberemos repensar si la formación puede ser cubierta con los planes de estudios actuales, o será el momento para replantear alguna de las ofertas académicas de la región, optimizando recursos y evitando las superposiciones innecesarias, para pasar a un marco colaborativo y de articulación entre las distintas casas de estudio. En este aspecto nuestra ciudad, tiene un camino ya realizado en el marco del CUR (Consejo Universitario de Rafaela), una herramienta innovadora, de participación y diálogo que seguramente deberá tenerse en cuenta como un actor más en este proceso. Tampoco podemos olvidarnos del rol del Estado, el cual deberá impulsar estos procesos de reflexión, aportando toda la experiencia de la articulación público - privada y finalmente generar las políticas que favorezcan a la formación de capacidades que permitan el desarrollo local. Las agencias e instituciones de investigación y apoyo deberán jugar un papel fundamental para poder innovar en sus servicios y dar respuestas a los nuevos requerimientos que se plantearán a corto y mediano plazo. Si bien en nuestra región hay algunos procesos para pensar sobre los próximos 20 años, el aspecto educativo y de formación requiere una especial atención, el capital humano, las capacidades de sus empresas y profesionales van de la mano de su formación educativa en sus tres niveles. Si consideramos la Encuesta a Estudiantes que finalizaron estudios secundarios en 2015, realizada por el ICEDEL (Instituto de Capacitación y


Estudios para el Desarrollo Local), podemos observar que aproximadamente el 65% de los estudiantes secundarios que tienen la intención de seguir estudiando lo harán en Rafaela, esto nos plantea una gran responsabilidad en la planificación de las distintas ofertas educativas, ya que en nuestra ciudad se estarán formando el 65% de los futuros profesionales que seguramente desarrollarán sus actividades en la región y deberán dar respuesta a los desafíos y requerimientos que planteábamos anteriormente. Evidentemente la respuesta a que perfil de profesionales debemos tender y con qué capacidades deberán egresar no es una sola, ni puede ser elaborada unilateralmente por una institución educativa, ni una organización intermedia, ni por un sector del Estado, ni por un único sector del territorio. Esta deberá ser una instancia de diálogo y reflexión de todos los actores, en donde la planificación, la coordinación y la optimización de los recursos nos permita generar desarrollo humano, social, educativo y tecnológico sostenible en el tiempo, que brinde una respuesta adecuada a las necesidades de nuestra región en corto y mediano plazo. Este es el desafío que nos aguarda. “Mesa de gestión en el Barrio 2 de Abril: una apuesta por el diálogo democrático”

Por María Eugenia Padrón y Lorena Culasso En el Barrio 2 de Abril de la ciudad de Rafaela se desarrolla, desde el año 2012, un espacio de encuentro entre

distintos actores que tiene por objetivo reflexionar y construir colectivamente acciones de desarrollo territorial y que se ha denominado Mesa de Gestión Barrial. Este espacio es facilitado por el Equipo Territorial N° 2 dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad de Rafaela. . La Mesa de Gestión se inició como un espacio de encuentro entre algunas instituciones del sector y conforme se fue avanzando se percibió la importancia de la participación de las personas que habitan el territorio. Esta necesidad se pudo visibilizar en primera instancia en el año 2013, cuando un grupo de ciudadanos (padres de niños y niñas del barrio) convocó a una asamblea a instituciones, vecinos, medios de comunicación y autoridades para exponer su preocupación ante un hecho ocurrido en la escuela y proponer posibles intervenciones a partir del mismo. Reflexionar partiendo de las personas que habitan el barrio, así como la amplia convocatoria que se observó durante el encuentro en esa asamblea, contribuyeron a pensar a la participación social de la comunidad del Barrio 2 de Abril como una fortaleza propia de este territorio. Es por esta razón que la Mesa de Gestión Barrial empezó a apostar fuertemente por la convocatoria de vecinos, con la convicción de construir un espacio tendiente a una participación efectiva de todos los actores en la reflexión y toma de decisiones, no sólo de aquellos que concurren “desde afuera” y que van al barrio a desempeñar alguna función, sino de las mismas personas que viven en el territorio, de sus deseos y esperanzas. De este modo, se busca alentar una reflexión que, como plantea Paulo Freire, se realice sobre situaciones concretas y existenciales para las personas que habitan el


territorio. En este sentido, consideramos que la experiencia de esta Mesa de Gestión se enmarca en la definición del desarrollo territorial como la “construcción de capacidades para el cambio, dentro de procesos sociales complejos que tienen improntas propias según los territorios y sus características identitarias, culturales, políticas y de otros recursos” (Costamagna y Pérez Rozzi, 2015, p.64). Así conceptualizado, no es posible pensar al desarrollo territorial sin la participación de los diferentes actores de un territorio, quienes sostienen y actúan en función de visiones plurales sobre la realidad. Actualmente participan de la Mesa personas que habitan el sector y personas que desempeñan funciones en organizaciones relacionadas con el sector (trabajadores de la Escuela N° 1393, del Jardín N° 281 “25 de mayo”, Equipo Socio – Educativo dependiente del Ministerio de Educación, representantes de organizaciones religiosas, culturales, Centro de Prevención de Adicciones dependiente del SEDRONAR, Centro de Atención Primaria de la Salud N° 10 “Verónica Sereno”, vecinal, distintas áreas municipales tales como la Subsecretaría de Gestión y Participación y el Área de Vecinales, comedor comunitario “Pancitas llenas”). Si bien se reúne mensualmente en distintos lugares del barrio (por acuerdo entre los actores), podemos pensar que los encuentros entre las visiones plurales y la construcción de capacidades para el cambio no sólo se producen en estas reuniones, sino que se dan en la cotidianidad del ritmo de vida del barrio, cada vez que los sujetos se encuentran. Desde la Mesa de Gestión se reflexiona y construyen acciones sobre temáticas propuestas por los participantes, tales como la historia del

barrio, la identidad territorial, salud socio – ambiental, derechos del niño y la niña, entre otras. A su vez, las organizaciones comparten información sobre su funcionamiento institucional y actividades desarrolladas al interior de las mismas. En el marco de este proceso sostenido en el tiempo, surge la intención de fortalecer la identidad territorial en el Barrio 2 de abril. Desde este propósito común se comenzaron a organizar festejos comunitarios relacionados con fechas significativas para el sector y con festejos populares, con el fin de propiciar diversos espacios de encuentro como promotores de lazos sociales. Así es que, en conjunto, se realizaron festejos relacionadas con la familia, con la primavera, con el fin de año, entre otros. Asimismo, en articulación con el Programa “Artentapiales” (Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rafaela) niñas, niños y jóvenes residentes del sector han realizado intervenciones artísticas en distintos sectores del barrio. Los espacios (formales e informales) de los que participan los actores del territorio, son espacios de diálogo en el sentido que propone Gustavsen (1992): lugares de encuentro que actúan como nexo del proceso de construcciones compartidas. Dichas construcciones no son solamente discursivas, es decir, no implican el mero intercambio de ideas o conocimientos; en todo caso, se trata de construcciones que propician procesos de cambio desde la praxis. El diálogo democrático es “un enlace entre reflexión y acción que conduce al cambio” (Karlsen y Larrea, 2015, p. 121). En tal sentido podemos afirmar que lo que circula en esta Mesa no son sólo palabras; son palabras que se anudan a acciones y que esto ocurre, porque los involucrados parten de un


compromiso común: el de mejorar el propio territorio, el barrio. Este compromiso, sin embargo, no implica una visión compartida. Al contrario, en la Mesa las diferencias tienen un lugar de relevancia puesto que se reconocen como motor del diálogo democrático: los argumentos, posicionamientos y propuestas de cada uno de los participantes son igualmente válidos y poseen el mismo nivel de importancia. Y esto bajo una condición: que aporten a la intervención común a través de acciones concretas. Por eso, ante la pregunta sobre cómo es posible construir desde las diferencias, nuestra respuesta es sencilla pero compleja: apostamos al diálogo democrático. Un diálogo que, al decir de Freire, no esté cargado de intelectualidad, sino también de emoción, de vida… En tiempos de fragmentación y lazos fugaces, la apuesta al diálogo es una apuesta a la construcción colectiva, a pensarnos con un otro con el que podemos reflexionar y actuar a través de lazos de solidaridad. El asociativismo intermunicipal como herramienta para el desarrollo del territorio

Por Amalia Galantti Resulta complejo encontrar una definición de desarrollo, tal vez porque históricamente fue cambiando el enfoque y así, aunque haya nacido vinculado a la idea de crecimiento económico, el desarrollo tiene múltiples dimensiones: social, sostenible, institucional, económico. A pesar de tal dificultad, este concepto puede ser entendido como un proceso de

construcción social y política que requiere diálogo, articulación, organización, creatividad y aprendizajes conjuntos, que tiene por norte lograr una mejora en la calidad de vida de las personas. Por ello, aunque no signifique lo mismo para todos, podremos todos coincidir en el deseo de alcanzar niveles más altos de desarrollo. En este marco, este artículo pretende hacer una breve referencia a la dimensión institucional en el ámbito regional, poniendo el foco en las herramientas con las que cuentan los estados locales para promover el desarrollo del territorio. El desarrollo en su dimensión institucional implica fortalecer a los gobiernos locales, promover la participación ciudadana, alentar la articulación público – privada, la articulación social y la cultura emprendedora. En este sentido, las herramientas de articulación público – público también constituyen herramientas que favorecen el desarrollo de los territorios. Los estados locales deben asumir un rol protagónico y diseñar políticas públicas que materialicen lo que las sociedades demandan. Se trata, entonces, de encontrar respuestas desde las herramientas legales a disposición de los gobiernos locales, pensando a nivel regional, trascendiendo los límites políticos de las localidades. El Estado local ha dejado de ser un estado que brinda servicios básicos, sus competencias se han complejizado notablemente. Así, por ejemplo, no se trata sólo de recolectar los residuos domiciliarios, sino de su disposición final y del cuidado del ambiente. La descentralización de competencias por parte de la Provincia, en muchos casos sin la correlativa transferencia de recursos, también ha contribuido a esta


complejidad. Y ante problemas complejos, son necesarias soluciones complejas, por eso los estados locales necesitan trabajar mancomunadamente. La falta de reconocimiento legal en la Provincia de Santa Fe a la autonomía municipal no implica falta de poder para celebrar acuerdos asociativos intermunicipales. El silencio de la ley no resulta siempre prohibitivo, muchas veces, por el contrario, el silencio autoriza, porque los estados locales gozan de poderes implícitos. Sumado a ello, no siempre es necesaria la conformación de un ente o una persona jurídica, a veces es suficiente un acuerdo de colaboración o coordinación, especialmente cuando la materia es local. Ya hemos dado algunos pasos En la práctica regional encontramos numerosos ejemplos de acuerdos de cooperación del municipio rafaelino hacia las Comunas de la región, con resultados visibles y beneficiosos para la comunidad. El más antiguo es el de Gestión y Administración del sistema de Patente Automotor, luego se celebraron Convenios para la tramitación y obtención de la Licencia de Conducir. En estos ejemplos se hace evidente cómo la asociación intermunicipal se traduce en mejoras en la calidad de vida, ya que facilita a las personas que residen en 19 Comunas cercanas a Rafaela, contar con dos Subcentros pertenecientes a nuestro Centro de Otorgamiento Nº 3 de la Licencia de Conducir, para la realización de los exámenes: charla de capacitación vial, examen teórico y práctico (con la concurrencia de Inspectores de Tránsito pertenecientes a nuestro municipio). Con la nueva modalidad de Licencia Nacional de Conducir, no todas las localidades están habilitadas para

otorgarlas, pero a través de estos acuerdos, los ciudadanos de las respectivas Comunas pueden realizar los exámenes anteriormente mencionados en su lugar de residencia. Además el Departamento de Licencia de Conducir es uno de los 5 Centros de Otorgamiento de las Licencias de Conducir de la Provincia de Santa Fe, del otorgamiento de la Licencia Clase D2, posibilitando dicho trámite a todo ciudadano residente en la Provincia de Santa Fe, gracias a la colaboración entre los gobiernos locales y la Agencia de Seguridad Vial de dicha provincia. En otros aspectos de la vida en sociedad, vale pensar también en la promoción de la cultura, por ejemplo a través de los acuerdos asociativos que permiten desde hace unos años, la existencia de subsedes del Festival de Teatro de Rafaela, o el uso del Escenario móvil de propiedad de la Municipalidad de Rafaela, para lo cual el Concejo Municipal autorizó la celebración de convenios y sus condiciones. Consideramos que los acuerdos asociativos intermunicipales son una útil herramienta dentro de las competencias y posibilidades municipales. Con un mayor grado de institucionalidad, la recientemente sancionada ley de Áreas Metropolitanas, abre la posibilidad de creación de Entes con personería jurídica conformados por los gobiernos locales y el gobierno provincial, con aporte de fondos por parte de todos sus integrantes. Sin dudas, la ley representa una oportunidad para la creación de una nueva articulación territorial, pero será necesario primero un debate que fortalezca una mirada regional. En definitiva, los estados locales cuentan con múltiples herramientas jurídicas e institucionales para innovar


y para contribuir al desarrollo de los territorios. Hemos aprendido en el transcurso del cursado de esta Maestría, que son las sociedades las que definen qué entienden por desarrollo, en qué forma quieren hacerlo y hacia dónde, y el Estado, como un actor más del territorio, a través de sus políticas públicas, debe estar al servicio de estas demandas y dar las respuestas acordes teniendo siempre presente su responsabilidad en torno al bienestar general y la justicia. El desafío es grande, pero existen herramientas para hacerlo posible. Descentralización de la Gestión Administrativa Municipal “Aportes desde las experiencias de la descentralización administrativa en otras ciudades y sus ventajas o desventajas en su aplicación en la Ciudad de Rafaela”.

Por Juan Argañaraz. Sin lugar a dudas los políticos y la gestión municipal toda, en la actualidad, cada vez desean mostrarse más contiguos y adyacentes al ciudadano. Esta cercanía les permite detectar y localizar cuáles son las nuevas demandas y además seguir cultivando una relación más fluida y espontánea con los pobladores. A su vez, posibilita a los habitantes a tener una mayor proximidad a la hora de efectuar diversos trámites. Dado que antes para realizarlos debían

trasladarse hasta el “centro” de la ciudad. En este sentido ciudades como Córdoba y Villa María, han logrado descentralizar la gestión administrativa municipal. En el caso de Córdoba con los conocidos CPC (Centros de Participación Comunal) y en el de Villa María con los “Municerca”. Como toda decisión política, uno la tiene que analizar y examinar con “lupa” para ver cuál será su impacto social, político y económico. En procesos de descentralización administrativa se reconocen como ventajas: menor congestionamiento en edificios centrales de municipios, mejora de la movilidad y el tránsito en ámbito de mucha circulación, mayor cercanía con el ciudadano, contribuyendo a la percepción de un municipio más cercano a las personas que lo habitan, etc. En Rafaela, podemos identificar algunos programas que ya se vienen realizando en relación a este tema, como Carpeta Ciudadana (gobierno electrónico), oficinas en diferentes lugares, CTB (Centros Tecnológicos Barriales) en las Vecinales. Además, algunas secretarías atienden en otros espacios físicos fuera del edificio municipal. Esta situación coexiste con un entramado muy positivo de las organizaciones vecinales, por lo que muchas de las actividades recreativas y deportivas se están llevando a cabo en estas entidades. Asimismo, habría que evaluar la coordinación con organismos provinciales y nacionales, como también empresas privadas, para que los trámites de dichas organizaciones (Anses, API, cajeros automáticos, etc.)


se puedan realizar en lugares descentralizados ya existentes. Para profundizar un proceso de descentralización, pensamos en la idea sobre la coordinación de Centros de Participación Rafaelinos (CPR) con las entidades ya intervinientes, tanto locales, como provinciales y nacionales para asegurar el éxito en la implementación de los mismos, como un espacio para dar respuestas administrativas desconcentradas para la proximidad del ciudadano sino también en gestión de reclamos, sugerencias y otros servicios más que se podrían prestar en estos espacios. Así también, para proyectar, un nuevo desafío para la gestión de las políticas públicas. Idea que podría proyectar en una planificación que valore las percepciones de los vecinos y vecinas de la ciudad. El debate sobre la descentralización administrativa, la relocalización de oficinas y la desconcentración municipal, cobrarían relevancia desde la valoración que la ciudadanía haga de su proximidad con el Estado local y su accesibilidad a los ámbitos administrativos de la ciudad. El Peligro de lo Local

generar “vicios” que se conviertan en grandes obstáculos al desarrollo de un pueblo. Los Esteros del IBERÁ en la Provincia de Corrientes, tienen un atractivo natural y cultural que encantan a cualquier visitante, convirtiéndolo en un espacio con gran potencial para el Turismo como actividad económica que permita el desarrollo de sus territorios más vulnerables. Existen experiencias que se vienen desarrollando en el sector con un rumbo acertado hacia el Desarrollo Local en los Municipios de Concepción, San Miguel, Loreto, Carlos Pellegrini, Mburucuyá, Felipe Yofre y Chavarría. Estos siete Municipios “portales” al IBERÁ, poseen Indicadores socioeconómicos de los más bajos de la Provincia con pocas alternativas productivas. La gestión integrada entre sus pobladores es fundamental ya que comparten un Ecosistema con su Flora, Fauna y una riqueza cultural basada en la música, el idioma Guaraní, las comidas típicas y costumbres locales. Sin embargo, una visión sesgada de lo Local imposibilita ver la región como un todo integrado y pone trabas al desarrollo del IBERA como destino turístico más competitivo a nivel nacional e internacional y, por consiguiente, al mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores y al cuidado del medio ambiente. ¿Cómo definir lo local?

Por Lisandro Braillard Poccard Cada vez son más los proyectos de planificación que incorporan en sus letras al concepto de Desarrollo Local tan arraigado entre los decisores de políticas públicas. Sin embargo, una mala interpretación de "lo local” puede

Al pensar en herramientas para el Desarrollo Local de un territorio, no debemos preocuparnos por la localía en términos de identidad cultural, nacionalidad (en el sentido más amplio del término) o por lugar de nacimiento únicamente, sino que es menester un análisis más complejo sobre el territorio, sumando a los rasgos culturales e identitarios un análisis sobre los factores productivos, los circuitos de las cadenas de valor que


se producen, la vinculación de los sectores productivos con las organizaciones de apoyo a la producción y la coherencia entre las ofertas educativas y las necesidades de un territorio. El análisis de estas variables nos habilitará a conocer el verdadero alcance del desarrollo, es decir, identificar si el aprovechamiento de los factores productivos y la explotación de los recursos locales, son reconvertidos en una mejora de la calidad de vida de la población local y no una amenaza a las generaciones futuras.

cooperación y redes entre dichos actores. El territorio es la gente, su organización social y política, su cultura, su identidad y sus instituciones, más los recursos (naturales/físicos/ tecnológicos) con los cuales interactúan. El territorio entonces, es un actor fundamental del Desarrollo y es el resultado de un proceso de construcción social que, desde una base identitaria y de valores, articula factores y relaciones que marcan su futuro (P. Costamagna; 2015).

El Desarrollo Local puede ser definido entonces, como un proceso que busca mejorar el territorio movilizando recursos locales y aprovechando también los efectos favorables de los procesos de dinamismo externo existentes (P. Costamagna, C. Ferraro, F. Alburquerque; 2008).

Los municipios aledaños a los Esteros del Ibera poseen un gran potencial para posicionarse como Municipios Ecoturísticos. Cuentan con índices de desarrollo socioeconómico de los más bajos de la Provincia y por las características de su geografía y la limitante a la explotación de sus tierras que generan las áreas protegidas, la Producción de Naturaleza pareciera ser la única alternativa para el desarrollo. No obstante ello, la escala de los municipios, la dificultad para encontrar recursos humanos calificados para un sector incipiente, la pequeña dimensión de los emprendimientos gastronómicos, hoteleros y de prestadores de servicio, y la acotada capacidad de carga de los atractivos protegidos, imposibilitan posicionar al destino IBERA por su limitación a lo municipal del alcance del desarrollo de cada uno.

Un acercamiento a la delimitación del Territorio Es importante tener presente que “lo local” no es únicamente lo Municipal, es decir, no deben ser confundidas las fronteras de lo local con las delimitaciones político-administrativas, aunque en ocasiones ambas puedan coincidir. La delimitación del espacio de actuación es un tema muy importante para planificar iniciativas de desarrollo, donde deben ser visualizadas las fronteras de los sistemas productivos locales y el alcance territorial de los mercados locales de empleo que muchas veces exceden a lo municipal. El territorio tampoco debe ser confundido con el espacio como mero soporte geográfico en el que se desenvuelven las actividades socioeconómicas, sino que debe ser comprendido como el espacio en el cual los diferentes actores se organizan, donde existen determinados recursos y tienen lugar vínculos de

El Desarrollo Territorial del Iberá.

En las localidades aquí mencionadas, existen tradiciones propias muy arraigadas que están siendo revalorizadas por medio del turismo y los cuales son tomados como valor intangible para el asociativismo entre estos Municipios: El Chamamé Tradicional; la Cultura Ibereña; el Idioma Guaraní y el cambio de hábitos de subsistencia de los pobladores históricos, son características comunes que van definiendo al desarrollo del


sector turístico de la región. Estos recursos se potencian a través del consenso y la participación, que requiere institucionalizar mecanismos de gestión integrada, fortaleciendo las capacidades de planificación de las autoridades locales y aprovechando los espacios de articulación públicoprivada para dotar de mayor competitividad territorial al Turismo de la Región. Una gestión integrada y eficiente para el desarrollo de corredores ecoturísticos entre estos municipios requiere pensar en políticas de articulación entre el Municipio y el Gobierno Provincial, por un lado, y el Municipio–los Emprendedores Locales–y Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), por el otro; a su vez, es importante una articulación de carácter intermunicipal Municipio– Municipio y Emprendedor/OSC– Emprendedor/OSC. Para ello, no solamente resulta primordial un compromiso y una visión compartida de las autoridades locales, sino que resulta aún más importante que el emprendedor local actúe como motor para dinamizar el sector, ampliando la mirada de “lo local” hacia la Región del IBERÁ en su conjunto. A su vez, una visión sesgada de lo local nos llevaría a resistirnos a cualquier tipo de inversiones provenientes de actores externos al territorio, bajo la sospecha (muchas veces confirmada) de extractivismo económico. Sin embargo, hay que insistir en la importancia de comprender la lógica de funcionamiento de los Sistemas Productivos Locales al mismo tiempo que comprender el contexto, oportunidades y limitaciones del proceso de globalización internacional para analizar caso por caso y poder endogeneizar las oportunidades de dinamismo externo (P. Costamagna; 2008).

Una alternativa para escapar de la mirada municipal es la construcción de Sistemas de Información Geográfica, a fin de visualizar las relaciones en los sistemas productivos y el alcance geográfico de las áreas locales de empleo o mercados de trabajo locales. La visualización del área de intervención facilita los acuerdos entre los diferentes actores (públicos, privados y asociativos), con el fin de encontrar líneas de actuación conjuntas. Existen motivos suficientes para pensar al destino IBERA como un todo integrado. Ampliar la escala de intervención hace más vasta la oferta de servicios y lo convierte en un destino más atractivo para la radicación de inversiones. La gestión de residuos sólidos urbanos, el desarrollo de centros de formación profesionales y escuelas técnicas, la mejora en rutas y caminos, la generación de energía alternativa, el manejo del impacto ambiental del Humedal, y el posicionamiento de la “marca IBERÁ” en el mundo, son herramientas indispensables para pensar en destinos Ecoturísticos y resulta impensable poder avanzar en estas gestiones a escala municipal. Lograr una eficiente cooperación institucional públicapública resulta a veces complicado, debido a la interferencia de los factores de tipo partidario. No obstante, es preciso insistir en que los temas de la agenda de Desarrollo Territorial Sustentable y la generación local de empleo constituyen aspectos que están algo más allá de las diferencias partidarias. También los emprendedores locales y las Organizaciones de la Sociedad Civil tienen un gran atractivo para ampliar su frontera de comercialización a mayores destinos, generando verdaderas oportunidades de subsistencia a través de la actividad turística, aunque


primero deberán estar dispuestos a recibir en sus portales a prestadores de otros municipios como aliados que complementan y no compiten en el desarrollo del IBERA. VIVIR MOTORIZADOS

Por Antonela Cerutti y Bárbara Chivallero. Afirman que andar en bicicleta trae grandes beneficios tanto para las personas como para el medio ambiente. Entre las ventajas que incluye el “andar en bici” se destaca una vinculada directamente con la salud: reduce en un 50% el riesgo de un infarto. Esto es porque cuando se pedalea, el ritmo cardíaco máximo aumenta y la presión arterial disminuye, e s d e c i r, e l c o r a z ó n t r a b a j a economizando. Además pueden sumarse otros beneficios como la disminución del estrés y los dolores musculares. Pero más allá de una moda, pasear sobre dos ruedas es un estilo de vida, porque permite a las personas avanzar hacia una movilidad eficiente, sustentable y equitativa. El concepto de movilidad sustentable nace del análisis de los problemas medioambientales y sociales ocasionados por el crecimiento de la población, las grandes ciudades y la cantidad de medios de transporte para satisfacer las necesidades de traslado y distribución de mercaderías. Es el conjunto de estrategias que en las ciudades se ponen en juego para mejorar la calidad de vida de todos sus

habitantes. Tiene en cuenta aspectos ambientalistas, como la contaminación, así como también cuestiones referidas a valores y comportamientos que favorecen la convivencia y el buen hacer cotidiano. Sus efectos inciden en el ambiente natural, social y urbano, y por eso, es necesario crear programas que colaboren con la concientización de la población en este aspecto. Pero cuando nos trasladamos por la ciudad, recorremos los barrios, hacemos las compras diarias… ¿cuántas personas vemos que utilizan la bicicleta? Los datos siguientes son sorprendentes. Según el último Censo Nacional realizado en el año 2010, la ciudad de Rafaela cuenta con una estructura demográfica compuesta por 92.945 habitantes. Ahora bien, ¿Sabías que existen 81.724 vehículos circulando por la ciudad? Esta relación indica que existe un vehículo por cada 1,14 personas. Prácticamente podemos afirmar que cada habitante cuenta con uno o más vehículos, ya que se excluye a los niños menores de 12 años que poseen bicicleta, teniendo en cuenta que este medio de movilidad es considerado como juguete por ley nacional. Otro dato destacado es que solo el 1,09 por ciento de los 81.724 vehículos se encuentra registrado en la categoría “otros”, rubro que contempla las bicicletas. ¿Increíble no? Podríamos considerar que este vehículo está en vías de extinción. Lo cierto es que en los últimos años, desde la Secretaría de Desarrollo Urbano de la Municipalidad de Rafaela, se han invertido importantes recursos destinados al cuidado del ciclista. Se concretaron proyectos como: Red de ciclovías y ciclocarriles en bulevares Lehmann, Roca e Irigoyen; en arterias


muy transitadas como Falucho, Vélez Sarsfield, Lisandro de la Torre, Perú y Estanislao del Campo. Además, existen proyectos en ejecución que contemplan ciclocarriles como la refuncionalización de los canteros de Avenida Aristóbulo del Valle, la pavimentación de MarchiniVieytes -en curso-, y el Proyecto “Zonas 20” cuyo objetivo es generar espacios de protección al ciclista, en las arterias donde no se pueden generar carriles exclusivos para bicicletas. Así pues, creando ciclocarriles y construyendo ciclovías se han realizado redes de aproximadamente 16 km exclusivos para solo ese 1,09 por ciento de usuarios, sumado a programas de educación vial y campañas de concientización. Todo ello con el fin de alcanzar buenos niveles de salud entre la sociedad, seguridad vial, independencia y reducción de contaminación, entre otras cosas. Casi todos los problemas de tránsito que se registran diariamente en nuestra ciudad están relacionados directamente con el gran porcentaje de motocicletas, automóviles, furgones y camionetas que circulan por calles. Es indiscutible que algunos usos son inevitables, pero también resulta imprescindible la reducción de estos. Pocos son los que utilizan el servicio de transporte público para trasladarse al trabajo o a la escuela, en una ciudad considerada como polo educativo e industrial. Una de las cuestiones del no uso de estos servicios puede ser porque tanto el automóvil como la moto son más prácticos y confortables, pero también porque existe una dimensión simbólica y cultural de por qué utilizamos estos vehículos que se relaciona con el consumo, el mercado y el “estatus social” En países europeos, empleados de muy altos ingresos están utilizando la bicicleta para dirigirse a sus trabajos, comprendiendo el sentido del cuidado

del medio ambiente y de su propia salud. Convencidos que mejorar el futuro comienza en nuestras propias decisiones. La realidad económica, las inversiones en obras públicas, los beneficios para el cuerpo y para el medioambiente, los costos de mantenimiento de vehículos motorizados, los días, el futuro. Tenemos todos los indicadores a favor para sumarnos desde mañana a ese 1,09 por ciento de usuarios y poner a rodar nuestras bicicletas. Está en nosotros. Es una decisión, seguir viviendo o no motorizados…

La Inter-municipalidad, clave para el desarrollo del territorio.

Por Astrid Schvarzstein. Los procesos de descentralización implementados en los 90, desde el Estado nacional a las provincias, impulsaron la necesidad de generar acciones de cooperación intermunicipal en el marco de una escasa capacidad de gestión de los gobiernos locales para dar respuesta a los nuevos retos. El gobierno nacional transfirió a los gobiernos locales muchas más funciones y responsabilidades en materia de gasto social y provisión de servicios, pero no brindó las facultades tributarias y recursos con que hacerles frente. De esta manera, los municipios se vieron obligados a asumir nuevas funciones con las mismas estructuras administrativas y recursos como cuando su acción se limitaba a prestar servicios públicos esenciales.


Frente a este escenario, la cooperación intermunicipal apareció como una opción válida. Si bien aún es insuficiente, muestra toda su potencialidad para promover los procesos de desarrollo local. Pero sigue vigente una traba: la falta de legislación. La Constitución Argentina es una ley madre que se limita a consagrar la autonomía municipal, pero delegando a las provincias su regulación, alcance y contenido, tanto en lo institucional, como en lo político, lo administrativo y lo económico financiero. De hecho, sólo dos provincias, San Juan y Córdoba, tienen en sus constituciones provinciales cláusulas respecto a estos organismos. El resto guarda silencio o simplemente se limita a habilitar a los municipios a suscribir acuerdos para la prestación de servicios públicos y/o realización de obras o actividades de interés común. Y la situación se agrava para el caso de los organismos intermunicipales conformados por actores de diferentes provincias y países: no hay figuras jurídicas que los contengan. El Estado argentino es federal, las normas de las constituciones provinciales no pueden oponerse a la constitución nacional, pero si pueden ampliarla en uso de sus facultades no delegadas y concurrentes. De esta manera, está habilitada la creación de relaciones intergubernamentales. Es deseable que se avance en este sentido, porque así se puede otorgar certeza, previsibilidad y estabilidad a la cooperación entre municipios, en base a objetivos particulares. Es importante comprender que cuando hablamos de regiones, no hablamos sólo de un espacio geográfico o histórico. Las regiones son espacios que permiten construir desde una determinada mirada y con una

determinada intención política. Hay muchas experiencias que dan cuenta de ello, como también que las crisis nacionales pueden afectar, para bien o para mal, su desarrollo. En este sentido, no se puede obviar que el delicado equilibrio entre la dimensión política, económica, jurídica y cultural de los procesos intermunicipales es difícil de alcanzar. Pero aun así, con todas esas dificultades a cuestas, la dimensión jurídica es la que más estabilidad puede otorgar a estos procesos. De hecho, las herramientas jurídicas existentes para desarrollar políticas en lo intermunicipal son variadas y más que suficientes para este momento. Pero el punto sigue siendo el mismo: es importante que las leyes sirvan como herramientas concretas, entendiendo que esas mismas leyes pueden estar inscriptas en un marco teórico que a veces puede tensionarse con alguna coyuntura particular; pero aún así (y al margen de que las soluciones que esas leyes ofrezcan sean buenas, malas o regulares), siempre es mejor avanzar hacia un modelo jurídico que esté guiado hacia un pluralismo donde la intermunicipalidad se pueda terminar de convertir en la clave para el desarrollo del territorio. Sustentabilismo

Por Lucía Casco La agricultura, nace con el hombre mismo y comparte con la humanidad, la historia de todos los tiempos. La generación de alimentos en el mundo


se fue transformando para conseguir abastecer a todas las civilizaciones de la historia. Los Argentinos, no somos la excepción, en absoluto. Hace 50 años, nuestros modelos de producción eran mixtos, contemplaban agricultura y ganadería con una gestión moderada y con escasa noción de buenas prácticas de producción sustentable. En la década de los 80, los productores agrícolas, enfrentaban una gran paradoja productiva, la “siembra directa” (no remoción del suelo) como sistema de producción capaz de conservar la características físicas y químicas de suelos; respaldados científicamente por diferentes instituciones del sector, cambiaron toda la historia de la agricultura para desarrollar un nuevo modelo productivo, conservacionista. Desafortunadamente, a partir del 2000 empieza a emerger un sistema extensivo de producción “pobre y simple”, basado en el cultivo de soja. El problema no es la soja, el problema es el monocultivo de soja que desplazó la rotación de cultivos, elemento clave para mantener la diversidad dentro de los agro-ecosistemas. El trigo, el maíz y otros cultivos determinantes para la estructura de los suelos y el ambiente, ya no se contemplaban dentro de la planificación. Este sistema básico, requería poca gestión, poca inteligencia y tenía una rentabilidad interesante. Las consecuencias aparecieron en breve, y la necesidad de replantear el modelo de producción fue indiscutible. Los productores agropecuarios, acompañados de técnicos idóneos e instituciones líderes, cambiaron la perspectiva tanto, que en los últimos años, la vanguardia productiva se apoya en la sustentabilidad y se habla de la era del “sustentabilismo”. Hoy el respaldo de la producción son las “buenas prácticas agrícolas”, que son

la no remoción del suelo, la rotación de los cultivos, la nutrición balanceada y reposición de nutrientes, y el control adecuado de malezas, plagas y enfermedades[S2] . El sistema de producción primaria en nuestro país debe garantizar la generación de alimentos en cantidad y calidad, preservando el medio ambiente y respetando a la sociedad; es un actor que interviene en los vectores móviles que acontecen dentro de todos los territorios. A partir de 2030, seremos más de 9.000 millones de personas y en lo que va de 2016 más de 110 millones de personas llegaron a este mundo; la demanda existe y es creciente, los recursos naturales que son insumos, son los mismos y deben preservarse; se necesitan alimentos, se necesitan nutrientes y debemos valernos de herramientas, investigación y tecnologías para producir más, de manera eficiente y sostenible. En mi opinión, la generación de redes que articulen y apuntalen el desarrollo territorial, con una visión de beneficio conjunto, es un gran desafío actual que llevará largos procesos de aprendizaje y por sobre todas las cosas, adaptación; a pesar de que las innovaciones tecnológicas nos mantengan a un ritmo casi voraz de minuto a minuto, el desarrollo del territorio asumido como compromiso integral de todos los actores para la generación del bienestar colectivo contemplando los elementos limitantes del ecosistema ambiental, merecerá más tiempo y esfuerzo. EL DESARROLLO TERRITORIAL Y LA RADICACIÓN DE GRANDES SUPERFICIES COMERCIALES Planificación urbana en crisis, en la ciudad de Alta Gracia


Por Lic. Germán Rodríguez La ausencia de consensos en la aplicación de los instrumentos de gestión urbana, sumados a la presión por mejorar indicadores globales de desempleo, pueden hacer perder una valiosa oportunidad para aprovechar de manera integral el desembarco de una millonaria inversión no esperada en Alta Gracia, Córdoba, ciudad Patrimonio de la Humanidad. La intención de un importante grupo económico provincial de radicar una gran superficie comercial dedicada a la actividad supermercadista, con el agregado de un sector comercial orientado a varios otros rubros, de una sala de cine con patio de comidas incluido, además de un hotel, ha puesto en evidencia esta ausencia de consensos mencionados anteriormente. La legislación local aplicable a la materia resulta conveniente solamente en términos normativos y regulatorios, en tanto y en cuanto define un “deber ser” de la ciudad, pero nada dice sobre lo que se puede hacer con la ciudad que se posee, con la ciudad real. El Código de Protección Ambiental local regula acabadamente las cuestiones del ambiente, entendidas como la protección del ambiente natural, con énfasis en los Estudios de Impacto Ambiental y su reglamentación. Junto al Plan de Ordenamiento Urbano Territorial, compuesto por los Códigos Urbanístico y Edilicio, contienen la mayoría de las normativas aplicables. Completa los aspectos normativos una Ordenanza Especial que regula la radicación de grandes superficies comerciales en la ciudad, complementaria y específica de los mencionados Códigos, otorgándole al Concejo Deliberante, previo realización de estudios de impacto, la decisión

sobre la aprobación o rechazo definitivo de la radicación comercial. LA NECESARIA CUESTIÓN A SOLUCIONAR No se trata pues de debatir, o dividir a la comunidad local, acerca de si se está a favor o en contra de esta radicación comercial. La necesaria y oportuna, para el territorio local, cuestión a solucionar es el cómo se gestiona y se efectiviza este impactante emprendimiento comercial. La cuestión a solucionar es el modo y las condiciones bajo las cuales este tipo de grandes emprendimientos comerciales se radican en nuestro territorio. Históricamente y hasta la actualidad, han sido los municipios quienes han tenido la función y la atribución de planificar y gestionar su territorio. Esta atribución se sostiene en la defensa de la autonomía municipal, en el carácter de los municipios como base de la democracia y en el rol protagónico que tienen en el cuidado de su suelo. Es el Estado local quien debe articular los legítimos intereses de cada uno de los actores involucrados. De los nuevos actores que deciden invertir y radicarse en la ciudad, y de aquellos que hace años han decidido radicarse en ella, produciendo, consumiendo y fundamentalmente viviendo en esta ciudad. Son sus autoridades locales los responsables por planificar y gestionar el territorio de manera integral para el beneficio de la comunidad entera. Resulta necesario entonces reconocer y definir un interés colectivo, un interés general, por encima de los intereses individuales. Reconociendo a cada uno de los actores afectados por el emprendimiento, reconociendo la permanente presencia del conflicto y siendo capaces de concertar un plan


de acciones tendiente a contener ese interés colectivo. Este plan de acciones debe dar solución también a la actual y permanente desarticulación de las herramientas de gestión pública para el aprovechamiento del territorio. Me estoy refiriendo aquí a aquellas herramientas más allá de las relativas a la planificación urbano / territorial / ambiental . Es fundamental que estas se relacionen y coordinen con las herramientas locales de gestión tributaria e impositiva, administrativa, y de políticas activas de promoción emprendedora. U N A O P O R T U N I D A D PA R A APROVECHAR Sobre un relevamiento que se realizó sobre el estado del planeamiento y la gestión del territorio en noventa ciudades de diferentes regiones argentinas se encontraron ciudades con planes aprobados, pero sin grandes proyectos que puedan mejorar su realidad; y ciudades con importantes proyectos pero que carecen de un plan. Alta Gracia está a mitad de camino. Si bien no posee un plan con las características deseadas, en términos de una propuesta local realizada con amplia participación de los actores intervinientes que articule las estrategias urbanísticas y ambientales junto a las estrategias socio culturales y económicas, en conjunto con una variedad de acciones y propuestas, si tiene legislación que aborda los aspectos normativos y regulatorios de la gestión territorial. Tiene plan a medias…y tiene un gran proyecto por aprovechar.

Esta importante actividad comercial y de servicios a radicarse en nuestra ciudad nos puede permitir renovar y revitalizar nuestra área central / comercial mediante la redistribución de nuevos recursos tributarios y equilibrar así uno de sus probables impactos. Estamos aún frente a la posibilidad de definir una estrategia de política urbanística conciliando los intereses de todos los actores involucrados, de aquellos que desean producir e invertir en la ciudad, de aquellos quienes desean consumir diversidad de bienes y servicios de calidad, y también de aquellos que desean encontrar una mejor calidad de vida mediante el acceso a un empleo digno o a mejores condiciones de prestación de servicios básicos de infraestructura en su entorno. Estos acuerdos se deben realizar sobre la base de las limitaciones y potencialidades que el ambiente provee, y considerando las infraestructuras de servicios actualmente operando en el territorio. Son los instrumentos que desarrollemos para hacer efectiva esa estrategia quienes en definitiva permitirán el mejor aprovechamiento integral de esta millonaria inversión en la ciudad para nosotros y para las generaciones futuras. La relación entre organismos internacionales y programas de desarrollo territorial en Argentina. El caso del Programa de Servicios Agropecuarios Provinciales (PROSAP) en Tucumán.

Se trata entonces de concertar intereses. Por Carolina Cerniak


Michel Porter en 1991 en el Prefacio del libro “La ventaja competitiva de las naciones” se preguntaba cuál era la razón de que algunas colectividades sociales, instituciones económicas y naciones avancen y prosperen. La pregunta de Porter no se encuentra muy alejada de aquella que nos hacemos cuando inevitablemente comparamos nuestras localidades, provincias o países con otros. Lo cierto es, que para ser contestada la problemática del desarrollo ha sido abordada por diferentes especialistas con perspectivas teórica-metodológicas no siempre concurrentes en sus interpretaciones. Explicitar las diversas teorías y modelos de desarrollo no es el objetivo de este artículo pero si introducir algunas dimensiones del paradigma conceptual de uno de los organismos internacionales más importantes, como lo es el Banco Interamericano de Desarrollo. Esta institución, fue creada en 1959, con el objetivo de impulsar el desarrollo social y económico. Actualmente cuenta con 47 países miembros, de los cuales 26 son países miembros prestatarios de América Latina y el Caribe y el resto son países miembros prestamistas. Si bien es un banco habitual de muchas maneras, puesto que otorga préstamos, también ofrece donaciones, asistencia técnica e investigaciones. En nuestro país,comienza a ganar presencia a partir de la década del ´80, donde se redefine la política económica con el fin de estabilizar la macroeconomía, de abrir los mercados al exterior y privatizar las empresas públicas. De esta manera, diversos países de América Latina-y entre ellos, Argentina comenzaron a concebir de otra manera el desarrollo y aplicaron reformas

económicas de ajuste estructural dirigidas precisamente por organismos internacionales como el BID, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Autores como Silli (2014) hacen referencia a que la mayor parte de las transferencias que este tipo de organismos multilaterales realizaron, se encontraron sometidas a modelos conceptuales e instrumentos de apoyo al desarrollo claramente definidos por los organismos donantes. El caso del Programa de Servicios Agropecuarios Provinciales (PROSAP) fue implementado en todo el país a partir de 1996, bajo un esquema de relacionamiento entre la Nación y las provincias, donde la Nación a través del Ministerio de Agroindustria (cuando fue implementado el Programa, tenía rango de Secretaría de Agricultura) como interlocutor frente al BID, actúa como un puente financiero entre los bancos prestadores y las provincias interesadas en invertir. En Tucumán, la estrategia provincial del PROSAP estuvo ligada a la construcción de infraestructura hídrica (Departamentos de Lules y Tafí del Valle), mejoramiento de caminos en aréas rurales productivas y servicios de apoyo al productor caprino. Además se han llevado adelante acciones de asistencia y acompañamiento técnico para responder a las demandas de los productores, ante lo cual el Programa respondió dinámicamente, adaptando la demanda a cada necesidad específica. Neme (2009) alude a que esto se ha visto reflejado en el amplio espectro de acciones de capacitación ejecutadas, que cubre desde la asistencia para técnicas de cultivo, por ejemplo en el Proyecto de Riego Lules, Tucumán, hasta hasta el asesoramiento enológico en campo


(para los proyectos de Riego Los Andes, Mendoza).

con una fuerte presencia del sector privado.

Esto demuestra que si bien el PROSAP, es un programa nacional, cada provincia lo adaptó y definió su plan de acción en base a su realidad productiva. Sin embargo, no podemos desconocer que el modelo conceptual y los instrumentos de desarrollo, sin duda, fueron definidos por el banco financiador. Pero, ¿cómo?, ¿de qué manera?

En este sentido, el director de la institución, Enrique Iglesias en el año 1998 expresaba,que “los gobiernos están descentralizando sus operaciones y transfiriendo responsabilidades a niveles subnacionales, especialmente en el campo de la infraestructura física y el suministro de servicios sociales. Al mismo tiempo, el sector privado está cumpliendo tareas que antes se reservaba el Estado” (Noticias BID, 01/01/1998)

Antes de sumergirnos, en la respuesta a este interrogante, resulta necesario remontarnos a la epóca en la cual fue implementado. En este sentido, la década del ´90 planteó un escenario de paridad cambiaria, apertura y desregulación donde los pequeños y medianos productores se encontraban desfavorecidos por este contexto. De esta manera, el tema del desarrollo rural se instaló en la agenda pública como modo compensatorio. Neme(2009) se refirió al respecto: “Inicialmente diseñado como un instrumento de tipo compensatorio, el Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP) ofertó bienes y servicios a las economías afectadas por el esquema cambiario de la década del noventa.” El PROSAP, entonces se presentaba como un programa que brindaba bienes, en el sentido, de construcción de infraestructura y servicios basados en asistencia técnica, servicios de información y capacitación para el productor para reordenar su actividad productiva, intensificar la producción e incorporar nueva tecnología. Estas estrategias, estaban guiadas por la idea del BID de que el desarrollo se alcanzaba con inyecciones masivas de capital y tecnología, descentralizando las operaciones de los gobiernos nacionales a nivel provincial y local, y

Sin duda el PROSAP durante la epóca del ´90, respondió a todos estos lineamientos dictados por el BID donde el enfoque de desarrollo se centró en las economías regionales con una mirada de la agricultura comercial, a través del mejoramiento de la competitividad, de la infraestructura pública y de la relación provincianación. Ahora bien, en los últimos años, el programa transmutó su carácter hasta constituirse en una herramienta de promoción productiva regional, donde se privilegió una mayor intervención y decisión del Estado nacional conjuntamente a la definición de estrategias de cada una de las provincias. Esto a su vez, tuvo concordancia con el giro en las concepciones de desarrollo impulsadas por los organismos de financiamiento-entre ellos el BIDsustentadas en el capital social en los territorios, el desarrollo humano y el ambiente. En este marco, las capacidades locales se fortalecieron y a su vez las capacidades institucionales del Estado nacional y provincial. Aunque aún queda mucho camino por recorrer, el PROSAP es un ejemplo de


un programa implementado bajo las directrices de un organismo internacional como el BID, pero que ha sabido reconvertirse para cooperar con el robustecimiento de la economía regional de Tucumán y del NOA, cuyas características son muy distintas a la de la región pampeana. Sin duda, es el puntapié para reflexionar que lugar han ocupado históricamente estas economías regionales en la agenda pública de los gobiernos, que asentaron su economía sobre un núcleo pampeano y rioplatense. Las mujeres dicen presente El rol de las mujeres en la recuperación de la empresa La Cabaña de la ciudad de Rosario.

Por Alejandro Castagno y Denise Laurens Desde aquellas jornadas incendiarias del año 2001 en adelante, sucedieron un centenar de noticias de fábricas que cerraban sus puertas frente a una realidad apremiante tanto en lo económico como en lo social. De estos cierres intempestivos surgían en ocasiones grupos de trabajadores que buscaban continuar lo que para los dueños no tenía salida. Con experiencias positivas, otras de fracasos, en el suelo argentino se multiplicaron los casos de empresas recuperadas como respuesta frente a la crisis. En este contexto, los trabajadores, aquellos que día a día asistían a las fábricas, debieron adoptar responsabilidades y tareas nuevas,

asumiendo roles que nunca antes habían desarrollado. Un rasgo saliente de estas aristas que emergieron en el proceso, es el papel protagónico que tuvieron las mujeres, quienes formaron parte de cada una de estas instancias de recuperación y se esforzaron por mantener el empleo en épocas de crisis. Su papel fue trascendental, aunque su participación ha sido un factor considerablemente desvalorizado y en muchos casos, invisibilizado. La Cabaña, fue fundada en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, en el año 1944 bajo la lógica de funcionamiento de una empresa tradicional de tipo familiar artesanal. En el año 2001 se vio afectada por la crisis social, política y económica, y en aquel año decidió despedir a 17 trabajadores. Tras un fuerte conflicto sindical, los mismos fueron reintegrados a sus puestos. Empero, la empresa continuó con su estrepitosa caída hasta el año 2006, cuando asistiendo a sus puestos una mañana, los empleados encontraron un cartel que decía que la empresa cerraba por quiebra. En ese año, 54 trabajadores decidieron emprender un proceso de lucha, recuperar la empresa y constituirse en cooperativa. Hacia adentro, uno de los grandes desafíos fue que cada trabajador internalice la premisa de que era responsable de la generación de su propio trabajo, desligándose de prenociones que traían consigo, como por ejemplo recibir órdenes sobre qué hacer, procurando enfrentarse a situaciones en las que quién antes era su compañero, su par, ahora era quién coordinaba las tareas dentro de la fábrica. El tránsito de una empresa donde sus trabajadores eran asalariados a una cooperativa con asociados, supuso conflictos que se hicieron evidentes en las reuniones entre ellos o bien en el quehacer


cotidiano, tales como la heterogeneidad de pensamiento para entender y tramitar el proceso autogestivo; la discusión sobre la diferencia de tareas y calificación de los trabajadores según la división entre sectores; las fuentes de conflicto vinculadas a la jerarquía de responsabilidades, distinción de remuneraciones, destinos de las inversiones, criterios de redistribución; los problemas de género en la división sexual del trabajo; dos esferas de confrontación: administraciónproducción; entre otros puntos destacables. Desafíos que afrontan las mujeres dentro de la cooperativa De la experiencia se desprende una clara diferenciación en cuanto a las labores desempeñadas dentro de la fábrica, y cómo se posicionan las mujeres frente a ello: “(…) somos 4 mujeres y todos los demás, hombres. Las mujeres hacen “nada”, el trabajo de oficina es “nada”. En la oficina estaban los dueños, el resto eran los varones que estaban en producción. Hasta hoy día muchos piensan que el trabajo es el esfuerzo físico, y estar sentada en la computadora es nada. Hay que estar acá siendo mujer, yo siempre ocupé cargos altos en la comisión directiva. Cuando fui presidenta fue muy difícil, de producción yo sé muy poco, y cuando iba a ese sector, se comentaba (…)”, relata la actual secretaria de la Comisión Directiva de la cooperativa, Edith Encinas, quién ha tenido un papel fundamental en el proceso de recuperación de La Cabaña. Al tratarse de tareas que demandan mayor esfuerzo, las de producción son consideradas actividades propias de los “varones” en el imaginario colectivo del trabajo (compuesto por varones y mujeres), que lleva a tener un trato diferencial por parte de los hombres hacia las mujeres, relegándolas a

espacios que suponen “menos calificación” como las actividades administrativas. Este posicionamiento da cuenta de una estructura de dominación masculina, que en realidad no se condice con la base decisoria que prima en la empresa. En la Comisión Directiva de La Cabaña hay presencia femenina desde los comienzos de su recuperación. En este sentido, puede sostenerse que la división sexual del trabajo -entendida como la presencia de una inserción diferenciada de varones y mujeres en la división del trabajo existente en los espacios de la reproducción y en los de la producción social, en el cual la mujer se concentra en los primeros relacionados con el ámbito doméstico y en actividades y puestos del trabajo remunerado, con diferencias salariales entre unos y otros -, que prima en esta cooperativa es clara y reconocida por varones y mujeres, pero en el proceso de definiciones sobre el devenir de la misma o dar a conocer la experiencia de la recuperación, son las mujeres quiénes están presentes de manera visible y activa. Así, se vislumbra una presencia destacable de ellas por un lado, pero una inequidad en las relaciones sociales de género entre los miembros de un mismo colectivo de trabajo desde la producción de la fábrica, por otro. Actualmente, se está transitando por una etapa de superación de prejuicios que están atravesando sus integrantes, producto de la necesidad de mudanza pronta de la fábrica, que lleva a aunar esfuerzos, dejar diferencias de lado y trabajar mancomunadamente en un proyecto que sostienen como empresa. Este es uno de los mayores logros que han alcanzado como grupo, pero cabe decir que es mérito de las mujeres de la fábrica que han luchado por su espacio dentro de ella. Si bien en las capacitaciones a las que han asistido


se trata la temática, es su perseverancia incansable por no ser desplazadas a lugares que “sirven para nada”. La participación de las mujeres en cargos directivos de organizaciones mixtas, es una de las transformaciones que lleva más tiempo, aun teniendo una estrategia al respecto. La experiencia de empresas recuperadas, enmarcadas dentro de la economía social, por sus características autogestivas, abre oportunidades y desafíos a las mujeres para ‘empoderarse’, para convertirse en sujetos de derecho, para tener su voz y su palabra, para intervenir y decidir en espacios públicos, para disponer sobre su vida, para ser respetadas. Además, el considerar a las relaciones de género como relaciones de poder permite diseñar una estrategia de intervención que las incluya como eje de problema. Finalmente, es necesario a la hora de analizar procesos de luchas y transformaciones sociales, reivindicar y visibilizar ante una cultura predominante de mirada masculina, los procesos que llevan a cabo las mujeres. Sin dudas el caso aquí abordado, refleja muchas situaciones de determinado territorio, sólo es cuestión de afinar el ojo para descubrir que las mujeres son también protagonistas en la recuperación de empresas. Ciudades Inteligentes, el futuro de las ciudades.

Por Marcelo Sanchéz y Yanina Pairola

En 2007, por primera vez en la historia de la humanidad, la mayoría de la población mundial pasó a ser urbana. Para 2050 se espera que esta población se duplique, absorbiendo el 70% del crecimiento de las ciudades. En este contexto, las ciudades constituyen una importante amenaza para el ecosistema del planeta, pero al mismo tiempo, al tratarse de los mayores polos de concentración de talento, conocimiento y capacidad de innovación, suponen una oportunidad para contribuir a nuestra calidad de vida y bienestar social a partir de la conversión de ciudades en “Ciudades Inteligentes” (Smart Cities). En las ciudades inteligentes, la economía verde y digital absorberán más del 50% de los empleos, casi un 100% de los recursos energéticos se consumirán desde estas ciudades, más de 40 millones de autos eléctricos se venderán en todo el mundo, más del 20% de la población será mayor de 60 años, se reducirán a un 50% las emisiones de dióxido de carbono, y por último, las redes de ciudades y megaciudades mayores a 10 millones de habitantes integrarán sistemas a escala supraurbana. Desde diferentes perspectivas, actores, estudios y proyectos ya en marcha, se asegura que un territorio que apueste por convertirse en motor de desarrollo económico y social en el futuro deberá incorporar en sus actividades diarias: innovación tecnológica, innovación social, eco-tecnologías, redes colaborativas abiertas al mundo, concentración de talento y conocimiento, plataformas innovación y clusters, nuevas actividades económicas, diseño y desarrollo territorial urbano, regeneración urbana integral, y finalmente, como en todo proceso de mejora continua: visión de futuro.


Rafaela se caracteriza, desde hace mucho tiempo, por contar con varias de estas virtudes pero entendemos que ha llegado el momento de volver a mirar al futuro y construir un proyecto territorial con miras al año 2050, que sea el resultado de una mirada conjunta en donde los intereses del territorio y de quienes lo habiten sea el motor de esa transformación. Un caso palpable que estos procesos pueden ser posibles en nuestra región, es la construcción de la Agenda Productiva 2020, que el Estado local y más de una veintena de entidades del sector productivo y académico de la ciudad vienen trabajando desde 2015- teniendo como antecedentes los casos de: Planes Directores – 1964 y 1967-; Plan Estratégico Rafaela –PER 1996-97- y la Agenda Estratégica 2010-16-. Las ciudades que vienen desarrollando este tipo de proyectos y que cuentan con los mejores indicadores de un progreso eficaz, sostenible y responsable aseguran que hay cinco factores claves al momento de diseñar una Smart City. El primero de ellos es contar con un proyecto. El movimiento de urbanización, plantea un desafío esencial en toda la humanidad y constituye uno de los principales factores del cambio económico, demográfico, social y ambiental de las próximas décadas. Frente a la complejidad y diversidad de problemáticas (cambio climático, calidad de vida, desarrollo económico inclusivo, cohesión social, etc.) que afectan a todos los aspectos de la vida urbana (urbanismo, planificación, transportes, seguridad, salud, servicios, alojamiento, entre otros.), la Smart City propone un enfoque amplio e integrado donde la tecnología mejora la eficiencia de las operaciones de la ciudad, la

calidad de vida de sus ciudadanos y el crecimiento. El segundo factor es disponer de una estructura. Un proyecto de ciudad requiere de una estructura inteligente de liderazgo, impulso y gestión. Las opciones adoptadas por ciudades referentes son múltiples. En algunos casos se delega esta función en agencias de desarrollo separadas de la estructura municipal mientras que, en otros, se han constituido clusters y plataformas de innovación para impulsar el proyecto local y promover el desarrollo de nuevas soluciones y productos. En el caso de Rafaela Productiva 2020 está impulsada por el municipio y es coordina por la Agencia de Desarrollo de Rafaela (ACDICAR) . El tercer factor clave al momento de diseñar una Smart City es la innovación y la tecnología. Los nuevos procesos urbanos constituyen ecosistemas locales donde la colaboración entre industria, organizaciones gubernamentales y ciudadanos para el logro de objetivos específicos locales, genera la densidad relacional y de interacción necesaria para el desarrollo de la nueva economía creativa y se convierten, así, en espacios donde la innovación tecnológica es también innovación social. A estas nuevas formas se las llaman los “living labs” y representan la nueva manera de entender las necesidades de cada sector y de esa manera encontrar soluciones integrales a los problemas de impacto en el territorio. La innovación es una de las estrategias que asegura la sostenibilidad a largo plazo, respondiendo a los retos del desarrollo socioeconómico en la escala del territorio e impulsando una economía más verde y sostenible.


El cuarto factor es el financiamiento. Existen diferentes modelos de financiación, desde la totalmente pública a la financiación privada pero, en particular, la contratación mediante fórmulas de Colaboración Público Privada (CPP) resulta de especial interés para los proyectos de Smart City ya que permite compartir riesgos y beneficios El quinto y último factor es la economía. Lo que podemos ver en un mundo cada vez más urbano es que se están construyendo más ciudad que nunca. Solo China está generando más tejido urbano que en cualquier época anterior. El mundo no es plano sino policéntrico. Y sus centros son las ciudades y, cada vez más, las ciudades-región que se postulan como realidades emergentes en los últimos tiempos. Esta dinámica tiene su lectura en el plano económico: las 30 mayores ciudades van a protagonizar el 20% del crecimiento económico global entre 2010 y 2020. (The Global Cleantech Report 2012). Las ciudades (y ciudades región) son polos de concentración de talento y conocimiento en las que se gestará, cada vez más, el futuro del crecimiento económico. Uno de los principales desafíos económicos de este crecimiento será la financiación de infraestructuras, en particular las redes –de transporte de personas y mercancías, de fluidos, de energía, de información, de desechos, entre otros – cuyos costos de construcción y mantenimiento se van a disparar a medida que se extienda el conglomerado urbano. Estas infraestructuras básicas son una condición esencial para el buen funcionamiento de las ciudades del futuro. Pensar en un proyecto de Ciudad Inteligente (Smart City) genera ventajas

sostenibles vinculadas no solo a la ciudad sino al territorio, produciendo progreso y bienestar para quienes lo habiten. Creemos en las ciudades inteligentes, creemos en Rafaela y su región, en su potencial de progreso, en su rol catalizador de innovación y en su capacidad para construirse en motores de desarrollo territorial. Solo resta tomar el desafío. La economía social, una herramienta genuina para el desarrollo del territorio

Por María José Garmendia “La economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía”. Mandfred Max - Neef Cuando nos referirnos a la Economía Social no encontramos una única denominación dado que es un concepto polisémico y aún se encuentra en construcción. No obstante hay consenso de que es una alternativa para construir una economía al servicio del individuo y de la sociedad. Si bien el término Economía Social apareció por primera vez en la literatura económica hacia 1830 defendiendo un enfoque moral de la economía, los economistas sociales como se denominó a los pensadores franceses que se encontraban bajo este enfoque, no cuestionaban al capitalismo liberal de la época. Fue hacia finales del siglo XIX, cuando se caracterizó el término bajo los valores del asociacionismo democrático, el mutualismo y el cooperativismo creándose organizaciones bajo estas formas jurídicas. De todas maneras, no


alcanzó un lugar destacado dentro de los sistemas económicos establecidos. A partir de la década de los 70’, a raíz de la crisis de los Estados de Bienestar, la imposibilidad tanto del sector público como del mercado para dar soluciones genuinas a problemas económicos y sociales existentes, el surgimiento de nuevas necesidades y de sociedades más complejas debido a los cambios sociodemográficos y económicos, algunos encontraron en la Economía Social, una herramienta para dar respuesta a estos temas y otros, una vía para reemplazar al sistema capitalista. Resurge así el concepto de Economía Social con características más definitorias. Más allá de lo dicho inicialmente para ser precisos cuando nos referimos aquí a la Economía Social, se considera la definición elaborada por José Luis Monzón y Rafael Chaves para el Comité Económico y Social Europeo (CESE). La misma contempla por un lado, “a las empresas privadas organizadas formalmente, con autonomía de decisión y libertad de adhesión, creadas para satisfacer las necesidades de sus socios a través del mercado, produciendo bienes y servicios en las que la eventual distribución entre los socios de beneficios o excedentes, así como la toma de decisiones no están ligadas directamente con el capital o cotizaciones aportados por cada socio, sino que corresponde un voto a cada uno de ellos, o se llevan a cabo mediante procesos democráticos y participativos”. Dentro de este conjunto de organizaciones, encontramos a las cooperativas, mutuales, empresas sociales y recuperadas. Por otro lado también agrupa a aquellas “organizaciones privadas organizadas formalmente con autonomía de decisión y libertad de adhesión que producen servicios no de mercado a favor de las familias, cuyos excedentes,

si los hubiera, no pueden apropiarse los agentes económicos que los crean, los controlan o los financian”. En este grupo se encuentra el tercer sector (organizaciones de la sociedad civil), organizaciones no gubernamentales y entidades sin fines de lucro. No obstante, existen autores que toman parte de la Economía Social como integrante del tercer sector siendo éste último más amplio a lo expuesto y otros, como sinónimo. A su vez, hay autores que se refieren a la economía solidaria o le agregan el vocablo solidaria a la Economía Social para referirse de forma análoga y otros, lo agregan para incorporar elementos y medios alternativos a los del sistema capitalista. ¿Por qué es importante la Economía Social en el desarrollo territorial? Brinda la posibilidad de una participación directa a las personas para actuar en el territorio, entendido éste no solo como un espacio físico sino como todo lo que hay y se desarrolla en él: personas, cultura, valores, recursos naturales, medios productivos, sistema socioinstitucional y político, empresas productoras de bienes y servicios, instituciones educativas y científico - tecnológicas, infraestructura, sistema financiero, conocimientos, redes. Esta mayor participación no solo fortalece a la ciudadanía, sino también a las prácticas democráticas y asociativas. Dada su proximidad con el territorio logra captar las necesidades específicas que éste tiene, por lo que trata también de dar respuestas específicas a esa realidad. La variedad de organizaciones, con múltiples cometidos hace que estén presentes en todo el territorio. A su vez, la flexibilidad, creatividad y capacidad de adaptación e innovación, son virtudes que cuentan estas organizaciones,


permitiéndoles acompañar la dinámica de los cambios, la complejidad y diversidad social. También resulta una herramienta importante para incorporar a la formalidad a emprendimientos y personas, mejorar las condiciones de trabajo y crear empleos locales, ocupados por personas del territorio. Moviliza y reinvierte recursos autóctonos y activa procesos de desarrollo endógeno. Otorga autonomía y desarrolla capacidades de los colectivos para la gestión de sus recursos y de sus organizaciones de acuerdo a sus principios y cometidos, alcanzando modos eficientes de gestión y administración. Asimismo, la sensibilidad que presenta ante los intereses y problemas sociales contribuye a promover y reivindicar derechos sociales de distintos colectivos de la sociedad. Como también a enseñar y trabajar en valores como solidaridad, igualdad, cooperación, colaboración, el bien común, trabajo, libertad, respeto y reciprocidad. Además, favorece a la cohesión social. Planteadas estas ventajas como las más relevantes y dada la similitud de sus fines con los de los gobiernos locales, ¿por qué no incorporar a la Economía Social en las prácticas y gestión de los municipios, complementando y articulando sus trabajos en el territorio? Una forma es a través de la participación de la Economía Social en el diseño y/o implementación de políticas públicas. A través de los aportes de sus organizaciones, representativas de la sociedad o de una parte, se generan políticas públicas locales más eficientes dado que los actores involucrados en la temática

participan en la definición del problema y elaboración de las acciones de respuesta. Aportan conocimientos, posibles soluciones, recursos y serían corresponsables de sus resultados. La creatividad, la innovación y dinamismo de la Economía Social ayuda a crear programas y acciones que superen las prácticas asistencialistas y potencien las capacidades locales. No obstante hay que analizar los mecanismos para llevarlo a cabo, dado que se correría el riesgo que se utilice para intereses particulares si esas organizaciones comprendidas dentro de la Economía Social se crearon para aprovechar sus beneficios pero no interiorizan ni practican sus ideales. Ta m b i é n p u e d e r e s u l t a r e n mecanismos más burocráticos y complejos a los actuales o prestarse para que el municipio no asuma de forma responsable sus cometidos. A modo de ejemplo el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, organismo rector en políticas de infancia y adolescencia, realiza convenios con organizaciones de la sociedad civil para garantizar la atención de dicha población de forma conjunta y en el territorio. A lo largo del tiempo, el Instituto ha generado instancias de coordinación y diálogo con las mismas que resultan en una variedad de modalidades de atención con el objetivo de brindar un cuidado integral y cercano a las necesidades de los niños y adolescentes, viéndose fortalecidas las organizaciones civiles e involucradas en el territorio. Para concluir, a nivel territorial la Economía Social tiene un rol importante para expandir las capacidades del mismo pero para ello tiene que ser reconocida por los actores del gobierno local y el territorio, como también respetada, sin


tergiversar sus cometidos ni alejarla de sus beneficios. Transparencia pública y participación, elementos para pensar el desarrollo local.

Por Lic. Mauricio Vagliente Normalmente nos hemos acostumbrado a pensar que transparencia pública y desarrollo local son dimensiones que transitan por caminos diferentes. Ello es así porque nunca nos atrevimos siquiera a pensarlos como parte de un mismo proceso, de un mismo sendero. Normalmente creemos que la transparencia es una acción destinada a la rendición de cuentas entre gobernantes y gobernados, y por ende debe mantenerse en el plano valorativo de la responsabilidad y el compromiso de unos con otros. De esta manera casi nunca consideramos que la falta de transparencia constituya una dimensión de relevancia que impacta de manera directa sobre el desarrollo. Transparencia es la contracara de corrupción, pero también significa conocimiento y participación de la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones; y comunicación de los actos de gobierno hacia dicha comunidad. El desarrollo como senda de actuación de un Estado, requiere de transparencia porque necesariamente debe incluir y hacer parte a la comunidad que lo sustenta. Dicha participación debe legitimar y fortalecer el accionar del Estado. La imagen es la de un sistema que se retroalimenta y cuyo objetivo final “debería ser” generar las condiciones propicias para

el crecimiento con compromiso social en un determinado territorio. El local es el nivel de gobierno más cercano al territorio y, por lo tanto, a los ciudadanos. Esta característica constituye su mayor ventaja en el impulso de la democratización de la gestión, al permitir que la sociedad se involucre en la definición de las estrategias a seguir y en el diseño de políticas públicas de arraigo local. La democratización de la gestión exige un cambio de paradigma sobre cómo consideramos a la democracia: ya no es un simple acto por el cual uno elige a los representantes en los diversos estamentos del Estado, y luego adopta una actitud pasiva. El avance propio de nuestra sociedad requiere que los ciudadanos participemos de manera activa en la definición de políticas públicas, y de toda aquella iniciativa que se defina como democrática e incluyente. Los ciudadanos no somos espectadores de lo que acontece en el Estado, sino actores, con deberes, responsabilidades pero también con derechos. La transparencia en la gestión local implica, en primer lugar, poner a disposición de la ciudadanía la información para que sea pública. De esta manera los ciudadanos pueden tomar postura e involucrarse en los procesos de decisión, además de informarse sobre las acciones que realiza el gobierno local. El valor de que la gestión se vuelva transparente radica en que la información se torna potencialmente utilizable para aportar de manera constructiva al proceso de formulación y puesta en marcha de políticas públicas. Con la implementación de medidas vinculadas a la transparencia, el gobierno local se abre también a las opiniones ciudadanas sobre las acciones que lleva adelante, sobre la


manera en que las implementa y los resultados esperados. Adquiere una herramienta que permite conocer las perspectivas y las opiniones de sus ciudadanos. El proceso entre la formulación de determinadas políticas públicas, su aplicación y posterior evaluación de impacto se vuelve un proceso mucho más dinámico y enriquecedor para todas las partes.

territorio; fenómenos que contribuyen al desarrollo local, demanda que todos los actores posean el mismo nivel y acceso a la información; pero también demanda que la participación emanada de dicha red sea equitativa e inclusiva. Todos los actores que trabajan en ella deben sentir que son importantes en la conducción hacia el desarrollo; y es el Estado quien brinda esa oportunidad.

Quizás el cuadro que estamos pintando sea demasiado “ideal” y con exiguo grado de realidad en nuestro contexto actual. Hoy en día la corrupción es considerada socialmente como uno de los mayores problemas de nuestros tiempos porque debilita las instituciones democráticas, contribuye a la exclusión social e impide el crecimiento económico sustentable. Además, impacta negativamente sobre la eficiencia, implica mala administración y en muchos casos la superposición y desviación de recursos públicos.

Los responsables públicos locales son los más legitimados para la convocatoria de los diferentes actores territoriales y la búsqueda de espacios de actuación público-privada con miras al desarrollo local. De ahí la importancia de asumir un papel de liderazgo para la animación de dichos procesos de movilización y participación de actores locales y de construir los equipos que aseguren la continuidad de las iniciativas.

A la corrupción que normalmente se evidencia en las esferas del Estado, se le suma la que ocurre y atraviesa a la sociedad en general, afectando a instituciones, creencias, valores. A ello le podemos anexar otro proceso, que corre en paralelo pero viene desde “abajo”, y tiene que ver con la falta de participación y la apatía ciudadana. La complejidad y heterogeneidad del entramado social reclama la pluralidad de actores con voz y voto en el diseño de políticas públicas. La ciudadanía local queda excluida de participar si el Estado no abre los canales de información y feedback. No hay verdadera participación sin información, sin posibilidad de “ser parte” de decisiones, de acciones y hechos concretos. El trabajo y la organización de redes locales entre actores públicos y privados para promover la innovación productiva, empresarial y social en el

El desarrollo local necesariamente debe estar sostenido sobre una democracia participativa, inclusiva con pluralidad de voces; pero también necesita de funcionarios rectos, comprometidos que decidan poner los recursos allí donde hagan falta, y no donde se daña la transparencia pública y se erosiona la confianza ciudadana. La corrupción y la falta de participación son dos procesos que se retroalimentan, y destructivamente, se necesitan uno al otro. El resultado final de ambos es la falta de confianza en la cosa pública. Las estrategias de desarrollo necesitan de la multiplicidad de actores con vocación, con mirada estratégica, con compromiso. Un Estado transparente, que rinde cuentas, que abre el juego para la construcción de políticas de manera conjunta, que informa a los ciudadanos, pero que también recibe sus opiniones. Es un incentivo para instituciones, para empresas, para organizaciones de la sociedad civil y para muchos actores


más que se encuentran esperando oportunidades para agruparse, y trabajar en conjunto. Hoy, en donde la sociedad demanda y reclama participación acorde a un Estado abierto, debemos empezar a ser reflexivos sobre los efectos positivos, enriquecedores y objetivos de la transparencia en la gestión pública local y el “buen gobierno” como meta del Estado. Participación, acceso a la información, publicidad de los actos de gobierno, y todas las herramientas descriptas en este artículo, son eslabones que necesariamente debemos unir para fortalecer el desarrollo local; de lo contrario debemos seguir esperando el milagro. Desarrollo de capacidades del territorio para la planificación estratégica Planificación y democracia… esa es la cuestión!

Por Daniel Mendoza y Alejandra De los Santos Siempre es válido volver a reflexionar acerca del concepto de planificación estratégica a fin de que, en aquél proceso, no nos olvidemos de cuál es nuestro norte, qué acciones nos llevan a tal fin y divisar así qué capacidades debemos desarrollar para llevarlas a cabo…en especial cuando la planificación tiene un enfoque “participativo”. Como lo afirma Manheim' "nuestra tarea estriba en edificar un sistema mediante la planificación; pero planificación de una clase especial, tiene que ser

planificación para la libertad, sujeta a control democrático". Si conceptualmente los planes estratégicos son proyectos colectivos, concertados y consensuados, entonces debemos entender a la planificación como un proceso de construcción de consensos, de aprendizajes y fortalecimiento de los actores. Partiendo del supuesto de que la realidad no es de carácter “objetiva”, sino que es producto de una construcción social ya que en ella existen múltiples actores con percepciones significativamente distintas entre ellos, entonces la complejidad del proceso radicará en la realización de un proyecto colectivo a partir de proyectos individuales de cada uno de los actores involucrados. Dicha tarea requeriría de un conjunto de capacidades que el territorio debe desarrollar de forma sostenida con una mirada creativa e innovadora. Capacidades y territorio El Desarrollo Territorial es un proceso de co – construcción de capacidades en el territorio, estos activos intangibles o como los denomina Boisier: capital sinergético, permiten potenciar y articular nuevas formas de capital, casi todas, de carácter intangible, a fin de colocar a un territorio en el camino virtuoso del desarrollo. Como lo describe Costamagna, P.; “la reflexión sobre los discursos, agendas, acciones y modo de llevar a cabo el desarrollo, organizaciones creadas, sus interrelaciones y las acciones de formación son la base para la construcción de capacidades colectivas. Algunas de estas capacidades son: capacidad de reflexión, capacidad de gestionar políticas públicas, capacidad de desarrollar estrategias y capacidad de construir una nueva gobernanza.


Por otro lado, podría afirmarse que los procesos formativos no se dan de forma automática, sino que requieren de un actor que impulse las acciones que permiten la adquisición de dichas capacidades y movilice estos los factores intangilbles, como lo describen Osborne y Gaeble. En este sentido, la diversidad de instituciones educativas u organismos que promuevan estas ofertas formativas son un factor clave en la accesibilidad. Nos referimos, no sólo a la Universidad, sino también a la administración pública (municipal, provincial y nacional) así como otros organismos descentralizados (INTI, INTA, Agencias de desarrollo, etc.), que en ocasiones también comparten un rol en lo educativo. En el caso de los planes estratégicos, los mismos podrían perder consistencia y fracasar de no generarse en el territorio “capacidades de diálogo” que permitan a los actores hablar un mismo lenguaje. De este modo, no sólo se hace de vital importancia la generación de espacios comunes de construcción de acuerdos sino que además, las organizaciones involucradas en procesos de planificación estratégica que acompañan los cambios y la transformación de la comunidad desde el ámbito de la formación de los recursos humanos, deberían tener en cuenta estas necesidades del territorio, fortaleciendo la interacción Estadosociedad en un marco amplio, diverso, pluralista y democrático. Coordinar las tareas, un objetivo central El desarrollo territorial es de carácter multidimensional, y existen una diversidad de actores en esta cooperación como: asociaciones nacionales, regionales y/o provinciales de municipios; agencias de desarrollo local; organizaciones no gubernamentales ya sea locales, comunitarias, nacionales y/o

internacionales; universidades y otros centros académicos y de investigación; empresas y, Municipio y agencias bilaterales y multilaterales de cooperación. Muchas ONGs se han convertido en actores centrales en amalgamar el trabajo entre las agencias de cooperación internacional y los actores del desarrollo territorial. Este complejo cuadro de relaciones interinstitucionales debe tener como capacidad fundamental la permeabilidad y capilaridad de los actores, más allá, que el rol primario formativo corresponde a las instituciones educativas como las universidades, cada actor tiene mucho por aprender y mucho por enseñar y estas instancias de aprendizaje se dan en los procesos de desarrollo territorial que tiene una impronta pedagógica única. La ecuación es mucho más compleja que [planificación + formación de capacidades = éxito], pero como sucede en una filarmónica, podemos tener la mejor partitura pero si los interpretes no están a la altura de la obra y no hablan un mismo idioma, difícilmente sea exitosa.

El asociativismo municipal en el marco del desarrollo territorial La experiencia del Corredor Vial N°9 Rutas provinciales 70 y 6

Por Marisa Ricchiardino Comencemos desde el abordaje de un hecho concreto: nueve municipios y comunas frentistas de una ruta


provincial crean un consorcio con el fin de mejorar el estado de la misma, inspeccionada por la Dirección Provincial de Vialidad. Seguidamente se firmó un estatuto, se instalaron cabinas de peajes móviles y comenzaron a desempeñarse como agrupación comunal nucleada. El 03 de enero de 1997 se reunieron en la ciudad de Rafaela, los representantes de las Municipalidades de Rafaela y Esperanza y de las Comunas de Frank, Vila, Humboldt, Coronel Fraga, San Antonio, Castellanos y Presidente Roca, con el objeto de constituir la Unidad Ejecutora Corredor Vial Nº 9 Ruta Provincial Nº 70 y Nº 6 de la provincia de Santa Fe, de acuerdo a las sugerencias realizadas por la Dirección Provincial de Vialidad de esta provincia. Los gobiernos locales aportaron a la constitución de los fondos comunes operativos de acuerdo lo establece la ley en forma proporcional; dichos aportes son ingresados al Comité de Administración de la Unidad Ejecutora, quién se encuentra facultado expresamente para fijar plazos de integración. Los miembros garantizan el convenio-estatuto en forma ilimitada y hasta el porcentaje comprometido, con afectación específica de los fondos que reciben en concepto de coparticipación. Por su parte, la Provincia requiere para el reconocimiento institucional y aporte de recursos al consorcio, la constitución bajo cierto tipo de persona jurídica, que es “híbrida”, una “Entidad de Derecho Público No Estatal”. Asimismo el derecho no comprende solo lo formal sino también lo informal, juridizando todo el proceso (Marchiaro,2005). Tomando este caso en particular, la Unidad Ejecutora Corredor Vial nº 9, se enmarca, como se menciona anteriormente, bajo el régimen público

no estatal, que articula con el órgano de la provincia de Santa Fe (entidad pública estatal), pero a la vez también con operadores privados como ser proveedores de servicios. Es evidente que la explotación de una concesión pública referida a la construcción, conservación, reparación, mantenimiento y/o ampliación de una ruta provincial, no se trata de una actividad comercial, ni industrial sino de una delegación en la ejecución de tareas propias del estado provincial a manos de un concesionario Los funcionarios públicos o privados son los que “miran” el fenómeno de la ruta provincial con restricciones. Por ende cada fenómeno depende del lente con que se lo mire: lo intermunicipal y la microregión no pueden medirse con criterios normativistas, sino desde una apertura de las fuentes del derecho (Lorenzetti, 1995). La limitante no está en el derecho sino en los operadores jurídicos y los que olvidan este subsistema de regulación social. La labor interdisciplinaria es sumamente ineludible, no obstante no debe ser implementada en exceso, ya que los costos de estas imprevisiones o limitaciones no se pagan detrás de un escritorio (Marchiaro, 2005) tienen directo impacto en los usuarios de la ruta. Las experiencias intermunicipales son tan numerosas como a veces efímeras, pero pueden llegar a sostenerse de forma efectiva; los vacíos legales no significan ausencia de ley. El trabajo intermunicipal, asociativo y microregional surgió hace ya más de veinte años y se consolida constantemente. Asimismo las instituciones son consideradas mucho más que los criterios legales que las rigen. Y aquí la relevancia de la Ley, que fomente las agrupaciones comunales y


que regule la articulación significativa público-público. El contemplar su conformación, es una fortaleza en cuanto a la cogestión, de acuerdo a las demandas sociales que requiere la microrregión con su constante participación, más teniendo en cuenta las vías de comunicación como son las rutas y caminos rurales, factor imprescindible para el desarrollo regional. Dentro de los estudios de casos generalmente podemos vislumbrar el accionar del desarrollo territorial propiamente dicho, siendo éste un proceso de construcción social en el que participan distintos actores, donde se promueve la construcción de una nueva gobernanza en el marco de procesos políticos que incluye la participación de los actores locales en la elaboración de estrategias y políticas. Fomentándose, así, la construcción de capacidades, donde se pone énfasis en los recursos y potencialidades endógenas, desde una mirada de sistema abierto, que se conecta con el mundo. En este marco, el territorio fortalece sus componentes de organización institucional y de decisión política, reconociendo su entramado institucional territorial, y el grado de representatividad de las instituciones, las actividades que despliegan y el papel que toman en los procesos de desarrollo. El en marco del desarrollo territorial y la gobernanza, en relación al caso específico, se puede discernir la necesaria pero difícil tarea de articular lo público – público, dado las complejidades en el accionar de los territorios. Fuente: “El derecho argentino y lo intermunicipal, más fortalezas que debilidades” Seminario de Enrique José Marchiaro, Doctor en ciencias jurídicas

La vivienda, ¿derecho o mercancía? El camino de los vecinos del asentamiento Manga 2002.

Por Juan Pedro Ravela Vivimos en una sociedad donde todo tiene un precio, pagamos por la comida, la luz, el agua, el internet, le hemos puesto precios a la educación, la salud y la vivienda entre otras innumerables cosas. Hasta el oxígeno en algunos países asiáticos ya comenzó a venderse, ¿hasta dónde llegaremos? Quién sabe... Lo cierto es que en nuestra sociedad se ha mercantilizado casi todo, es decir que se puede comprar o vender a través de la fijación de un precio. ¿Alguna vez nos hemos puesto a pensar en qué pasa con aquellas familias que no llegan con sus ingresos a pagar el precio de estos bienes y servicios? ¿Cómo logran satisfacer sus necesidades básicas para llegar a niveles dignos de vida? En muchos casos las sociedades han acordado que algunos de estos bienes o servicios son derechos fundamentales de las personas por lo que el Estado, en sentido amplio, debería garantizar su acceso. Como es el caso de la salud y la educación pública que de todas formas no logran escaparse de las lógicas del mercado con el surgimiento de servicios diferenciales para aquellos que puedan pagarlos. Pero con la vivienda sucede un fenómeno especial: es un bien que tiene dos atributos muy distintos, uno es su valor de uso (el lugar material donde se reproduce la vida de las familias) y otro su valor de cambio (un objeto con propósito lucrativo). Con el primero se asocia el concepto de la


vivienda como un derecho y con el segundo la vivienda como una mercancía. Dado su valor de cambio se ha convertido en una mercancía de muy difícil acceso para la mayoría de la población y el Estado, si bien la ha declarado como un derecho fundamental, no logra promover su acceso a todos los ciudadanos. Nos encontramos en una situación de insuficiencia del mercado para que los sectores populares puedan acceder a la “mercancía” vivienda y con un Estado que se ha visto desbordado por el fenómeno de la creación de asentamientos irregulares en América Latina. Aparece entonces un nuevo camino, entre el derecho y la mercancía, para las poblaciones sin acceso a una vivienda digna. Es el camino de lo que se conoce como “la producción social del hábitat”, donde el acceso al mismo es concebido como un proceso social y cultural, fruto de la participación activa, informada y organizada de los habitantes. Esta parece ser una alternativa viable para grandes contingentes de población de nuestras ciudades cuyo fin es acceder a una vivienda y hábitat dignos. El caso del Asentamiento Manga 2002. En las afueras de la ciudad de Montevideo (Uruguay) se está viviendo un proceso con estas características. Se trata del caso de los habitantes de un asentamiento irregular, Manga 2002, cuyo nombre hace referencia al barrio donde se ubica y al año donde fueron tomados los terrenos, año de crisis económica y social en Uruguay. Estos vecinos se han organizado, con el apoyo de otros actores de la sociedad civil, públicos y privados, bajo la forma de cooperativa con el objetivo, de acceder a la seguridad de la tenencia del suelo y del acceso a la vivienda digna, el cual les ha sido esquivo dados los bajos ingresos de las familias y

situaciones económicas que no les han sido favorables. Su recorrido no está siendo fácil, han tenido que negociar con el propietario de esas tierras y liderar un proceso autogestivo de organización para realizar la construcción social, cultural y material del barrio que anhelan, con acceso a los servicios básicos (agua, luz, saneamiento, recolección de residuos), caminería en buenas condiciones, alumbrado público, espacios verdes y movilidad hacia el resto de la ciudad. A modo de reflexión y en búsqueda de aprendizajes en relación a políticas públicas en materia de vivienda y hábitat dignos, es de interés visualizar qué aspectos de este camino emprendido por los vecinos de Manga 2002 han sido fundamentales para su realización a partir de una sistematización de la experiencia realizada en el marco de la Maestría en Desarrollo Territorial de la UTN FRRA. Un primer elemento que se destaca es el compromiso, voluntad y convencimiento de los principales actores involucrados, trascendiendo la órbita institucional. Este involucramiento personal de los actores representa un intangible de un valor fundamental para el éxito de este tipo de proyectos, donde las trabas burocráticas y los obstáculos de una sociedad individualizada parecen tener la última palabra en estos tiempos. Por otra parte, los procesos de producción social del hábitat muestran la necesidad de trabajar en una planificación urbana cuyo fin sea una ciudad más inclusiva y sustentable. En este aspecto se identifica la necesidad de crear espacios donde el Estado y el mercado pueden encontrarse, generando un marco institucional con participación de actores tanto públicos como privados y de la sociedad civil organizada, para dar respuesta a los


complejos desafíos que plantea el desarrollo de las ciudades latinoamericanas. Se hace imprescindible entonces que dicho marco apunte a dar solución a aquellas poblaciones que han ocupado irregularmente tierras privadas o que potencialmente podrían hacerlo, dado que existe un vacío en el accionar del Estado ante estas situaciones. También las organizaciones sociales tienen para aportar en este punto, apoyando la autogestión como la generación de capacidades de liderazgo, articulación y movilización de los vecinos organizados. Todos los actores que forman parte en el caso de Manga 2002 reconocieron estos aspectos como fundamentales para

poder construir soluciones definitivas y de largo plazo para estas familias. Por último, cabe mencionar que las diferentes personas involucradas en el caso de Manga 2002 consideran al territorio como un elemento dinámico donde se puede intervenir para transformarlo. Millones de familias en toda América Latina no tienen garantizado el derecho a la vivienda. Por ello el convencimiento de que las injusticias de nuestra sociedad son modificables es el punto de partida para cualquier actor que quiera embarcarse en la compleja tarea del desarrollo territorial.


Tesis presentadas y defendidas


Tendencias en Innovación en el Territorio de Rafaela. Defendida el 9 de marzo de 2015, por María Cecilia Gutierrez, alumna de la 1° cohorte de la MDT,

defendió su tesis. El trabajo fue evaluado por Carlo Ferraro,

Marcelo Signorini y Omar Gasparotti (INTA-Rafaela). La tesis responde a un objetivo general que, es conocer las tendencias más relevantes que tiene la evolución del sistema de innovación de Rafaela y estudiar las problemáticas más relevantes. Así, busca responder a las siguientes preguntas: ¿Qué tendencias en Innovación en Rafaela permiten crear valor para lograr mayor competitividad territorial? Y ¿Cuáles son las problemáticas del proceso innovador? Para el Desarrollo Local, la competitividad de sus organizaciones determina la del territorio. La innovación es un factor importantísimo de generación de valor agregado económico y social; por eso, mientras más innovadores sean sus emprendimientos, industrias, asociaciones, fundaciones, más fuerte será su potencial territorial. Enlaces de interés: -

Entrevista a María Cecilia Gutierrez: http://https//www.mixcloud.com/ RadioGalena/radioactivos-temp-2-7/

-

https://drive.google.com/file/d/0B1ZQWJmU9pHbcnRwTkFFbXNIbHM/view

Crecimiento urbano de Rafaela: hacia un enfoque regional en búsqueda de una articulación territorial. Posibilidades para un desarrollo sostenible. Tesis escrita por la arquitecta Mariana Nizzo quien realiza un análisis del avance de la urbanización sobre el territorio, con énfasis en el ejido rural. De esta manera, el estudio se enfoca sobre el impacto que generan dinámicas diferentes y condicionantes sobre el ambiente. Explicitando la tensión latente en la relación urbana- rural, parte de la premisa de que las ciudades necesitan de las áreas rurales para su sostenibilidad. Las conclusiones y recomendaciones de la tesis proponen incorporar una mirada desde lo rural en la planificación de un territorio integrado, equitativo y sostenible, que apueste por un ordenamiento y gestión periurbano-rural. La defensa de tesis, tuvo lugar el día 22 de noviembre de 2016 y fue evaluada por María Rosa Scala (INTA) y Gabriel Suarez (UNVM) y Silvana López (UNC). Enlaces de interés: -

https://drive.google.com/file/d/0B1ZQWJmU9pHbRXRpaEljVjBXR1U/view


La asociación regional para el desarrollo y los gobiernos locales del departamento Castellanos. Trabajo realizado por Ingeniero Agrónomo Miguel Vega. La defensa se realizó el día miércoles 23 de noviembre de 2016 y fue evaluada por Alejandro Casalis (FLACSO), Silvana López (UNC), David Espíndola y Juan Pablo Barbieris (UTNFRRa)., La tesis profundiza la significación que tiene el desarrollo como mecanismo de inclusión social, estrategia para retener población, generar empleos, y reducir la pobreza. Pretende comprender los obstáculos endógenos al desarrollo del Departamento Castellanos, identificando las claves que contribuyen a explicar los mismos, donde la Asociación Regional para el Desarrollo del Departamento Castellanos como instrumento para el fortalecimiento de 19 áreas de apoyo a la producción creada por la provincia de Santa Fe, tiene un protagonismo relevante. Las conclusiones y recomendaciones giran en torno a la necesidad de transformar ventajas comparativas en competitivas, a través de la propuesta de estrategias a largo plazo, para lo cual es preciso visualizar la transformación esperada como meta. De ello se desprende la relevancia de la comunicación, liderazgo y articulación de diálogo entre la ARDC y las comunas, así como la necesidad de revisión del modelo productivo bajo la perspectiva del desarrollo tecnológico y la innovación. Enlaces de interés: -

https://drive.google.com/file/d/0B1ZQWJmU9pHbTXNFMnJaM3JuSHc/view

La creación de empresas como estrategia de desarrollo territorial. Análisis del programa Rafaela Emprende. Realizada por el Licenciado en Organización Industrial Diego Peiretti, alumno de la primera cohorte de la maestría, esta investigación académica analiza una valuación intermedia de política pública utilizando herramientas metodológicas de la investigación acción

y su

combinación con

procesos de evaluación, reflexión,

planificación y acción de la política pública local emprendedora. La tesis fue defendida el 21 de diciembre de 2016, siendo evaluada por Rubén Ascúa (UNRaf), María Fernanda Andrés y David Espíndola. Los resultados y los aprendizajes de la investigación fueron capitalizados en cátedras de la MDT, así como también fueron presentados en instituciones que forman parte del programa Rafaela Emprende y en diversos encuentros de formación e investigación: UNVM (Córdoba), PRODEM (Panamá), Club de Emprendedores (Rosario) y Ciudades para Emprender (Buenos Aires).


Enlaces de interés: -

https://drive.google.com/file/d/0B1ZQWJmU9pHbelo5TGFfeUZuLXc/view

Sobre la capacidad estratégica para el Diálogo. Un análisis de las relaciones de poder en el proceso de desarrollo local de Rafaela, 2003 2015. Realizada por Lic. Romina Rébola, la tesis estuvo dirigida por el Dr. Pablo Costamagna y al tribunal evaluador lo integraron por el Ing. Omar Gasparotti (INTI), Dr. Marcelo Signorini (INTA-CONICET) y Mg. Mijal Saz (CONECTADel). El eje de la investigación gira en torno al reconocimiento de los actores territoriales y sus interacciones como parte de los procesos de desarrollo local. El objeto de análisis para la comprensión del caso local seleccionado son: las relaciones de poder entre actores públicos y privados de la ciudad de Rafaela. Partiendo de las ideas de articulación pública privada, claramente planteadas desde la teoría del Desarrollo Económico Territorial, esta tesis profundiza un análisis del Desarrollo Territorial, desde una perspectiva relacional-política; donde el abordaje del concepto de poder es planteado desde las capacidades de los actores territoriales. Se trata de poner foco en la gestión del conflicto, lo que permite observar las conductas de los actores: sus posicionamientos, sus discursos, sus acciones. Dado esto, se problematiza en torno al interrogante: ¿Cómo son los procesos de toma de decisiones en los espacios de articulación de Rafaela? Enlaces de interés: -

https://drive.google.com/file/d/0B1ZQWJmU9pHbTkgzRVZIQmpQUTQ/view


Nuevo Plan de Estudio


PLAN DE ESTUDIOS

MÓDULOS SEMINARIO INTRODUCTORIO

I.- ECONOMIA DEL DESARROLLO

II.- POLÍTICA, INSTITUCIONES y DESARROLLO

III.-DESARROLLO URBANO, MEDIO AMBIENTE Y TERRITORIO

IV.- INNOVACIÓN Y DESARROLLO TERRITORIAL

V.- SOCIEDAD, CULTURA Y DESARROLLO

VI.- PLANIFICACIÓN Y GESTIÓN DEL DESARROLLO. INSTRUMENTOS

SEMINARIOS

DOCENTES TITULARES Y DOCENTES INVITADOS

1

Enfoque del Desarrollo Territorial

2

Evolución de la Economía Política del Desarrollo.

3

Economía del Territorio. Competitividad territorial y empresarial.

Carlo Ferraro

4

Emprendedorismo

Diego Peiretti

5

Economía social y Empleo.

Gabriel Suarez

6

Dimensión política del Desarrollo y Articulación Estado – Sociedad civil

Cristina Díaz Romina Rébola

7

Políticas públicas y herramientas para su análisis

Cristina Díaz Natalia Aquilino

8

Desarrollo, Estatidad y Gobierno Local.

9

Dimensión espacial del Desarrollo. El urbanismo.

Eduardo Reese

10

Medio ambiente y territorio

Alejandro Jurado

11

Revoluciones científico – tecnológicas. La implicancia territorial.

Marcelo Signorini Omar Gasparotti

12

Los Sistemas Territoriales de Innovación

13

La Construcción de Capacidades como desafío de la Innovación

Pablo Costamagna Juan De Dios García Serrano Miren Larrea

14

Políticas sociales y territorio.

Susana Cazzaniga

15

Participación Ciudadana, Redes y Capital Social: un abordaje desde los territorios

Javier Marsiglia

16

Promoción y gestión cultural. Derechos culturales y Desarrollo

Franco Rizzi

17

Historia de la planificación pública y diversas modalidades del diseño planificador.

Fabio Quetglas Sergio Perez Rozzi

18

Planificación Estratégica y operativa.

Sergio Perez Rozzi Marcelo Costamagna

Pablo Costamagna Francisco Alburquerque Adrian Rodriguez

Daniel Cravacuore

María Cecilia Gutierrez


VII.- ELECTIVAS

VIII.- TESIS Y PRÁCTICA PROFESIONAL

19

Opciones Electivas: “A” Prospectiva Tecnológica "B" Sistemas de Información Territorial “C” Comunicación para el Desarrollo “D” Nuevos temas del Desarrollo Territorial

20

Metodología de la Investigación

21

Taller de Reflexión sobre la praxis en Desarrollo Territorial I

22

Seminario de tesis

23

Taller de Reflexión sobre la praxis en Desarrollo Territorial II

Gabriela Andretich Diego Peiretti Eleonora Spinelli Gabriela Andretich Diego Peiretti Eleonora Spinelli


MaestrĂ­a en Desarrollo Territorial. UTN. Facultad Regional Rafaela Bv. Roca 989, Rafaela; Santa Fe; Argentina; (03492) 429422 www.mdt.frra.utn.edu.ar // mdt@frra.utn.edu.ar


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