REVISTA FESTES ASJ - 1950

Page 1


x—&> 5

F I E S T A S DE

±

Q)

MOROS Y CRISTIANOS

(f)

(j\ %

.

EN HONOR DE SAN JORGE

f()

Abril de Í950

r

Invocamos, ¡oh San lonje!, vuestra celestial ayuda, al reafirmar HOY, con la presente edición, el voto popular de nuestros antepasados.


Portada. Aparición San Jorga Portadilla. Ofrenda. 5. E. Jefa del Estado. Alcaidía de Alcoy, Excmo. 5r. O. Estebon Bilbao Excmo. Sr. D. Jesús Aramburu Excmo. 5r, O, Alberto lagarde taroburu . Excmo. Sr, D. Arfemio Paya Rico . . . . Excmo. Sr D. Guillermo Prieto Madatsú, . /limo. Sr. D. Joaquín Pacheco Rvdo, Dr. D. Amalia Senfondreu Franco. . Excmo. Sr. Morques de tozo/o Excmo. x Rvdmo. Dr. D. Manuel Llopis Jvorro

Dona Saurina de Entenza

. . . .

Pag. 15

Ana Moría

Historio x leyenda de los Maros y Cristianos. . Carmín Llana De la crónica de fiestas de 1949 . J Moya Moya Presidentes de la Asociación de San Jorge Capitanes de Moros y Cristianos . . Bando mora Capitanes de Moros y Cristianos . . Bando crittiono Alcoy, paraíso de prehistoriadores . Santiago Grner E l Pintor Emilio Sola 1. Guillo» Carratalá Las Reí tas de 5. Jorge en el ligio XVI J. Maya Moya Verso m/o Anta nía Con de I o Argento en verde

»

?7

»

21

» »

23 25

»

27

»

29

- 3 3 >•

35

»

39

-••• 40

Raque Ortega

Adelante con nuestra fe

.

.

. .

>'

40

*

41

Ocloíío Tírol

Aleoy por San Jorge Guillermo Berenguer

FrwJdente de ios Cartel Etaañcíot. Gobernador CjVJf cíe Jo Proyrncio Generol Gobernador Miliar d« Aireante. Prelidente d* Ja Diputación de Alicante. General Gobernador Militar de Cácere!. Coronel del Regimiento de Vizcaya n. s 21 Cura Arcipreiíe d* A/coy. Director Genero! de Bill oí Arto, Obupo eJecro da Corio.

Las fiestas centenarias de San Jorge en el a n o 187o . . . . . . . El nuevo Obispo de Coria . . .

Pag. 55

»

57

» » >

59 59 61

»

63

A. V. E.

Hace 370 offoí Crida (.a mona de pasq.ua en Afcot» . , A. Valor Albort Aldabonazo y repique . . . . - ' Ángel tlopir Pérez las fiestas, los niños y la primavera .

65

Adrián Miró

Efemérides Santiago Mota i x Paicua! Sucedió en unas fiestas Santwgo Giner, Pbro. ' Para tí, amigo forastero , . . . . Frantiteo 5atorre Caíafapvd Trilogía lírica . Jote Cuenca Moro Por San Jorge : . . Octavio Candela El capitón moro J. Atajea Vtr-dü Lágrimas santas

»

67,

»

69

»

71

-•»

73

»

73

*

75

»

77

f. Carbanvlf tai

Tradición - Folklore Vicente Mira Duró

»

43

*

45

»

45

>'

47

• • »

49 49 31

»

53

fc

El factor olvidado Juan Antonio García A Aicoy, mi pueblo Camilo Cabrera Al niño Jorge Enrique Abad, Fbro. Significación política de AI-Azraq . f. Vilaplana Uopíi

. El cash'Uo de fiesta* antiguo. . El castillo d* fiestas actual . , Sinfonía de abril

. .

. . -

San tinao Mata i x Paitar

Desde el balcón Alfonso Carbón til

Acuarela por Segrel'e:.

Protección de menores en Alcoy. . » 79 A. Giner Cloquefl La embajada del Maro t. Feidro Paiíor Rutas eternas . . . . » 83 íé Garcfo Ilopii Lo Asociación de San Jorge Mártir de Madrid, •.• 85 Carloj Mataú Mosaico da fiextoi ... . , Pctg. 87 oí 95 Aspectos de Al coy,. . . . . . . . » 97 y 99 Nuestros autoridade>i . .-,,„. . Pag. 101 Progromo oficio! de ios fiestas. Pag. 103 at 113 Actos benéficos Pag. 115 Itinerario de los actos de fiestas .

FOTOGRAf /AS — Atora Corbona». - L Moltó. • A. Matorredono. - A Bernabeu DIBUJOS.—R. Castañer. .- J Matarredona. PROYECTO E IMPRESIÓN.— Talleres Gráficos de Papeleras Reunidas, S. A PAPEL.—Fabricado especialmente por Papeleras Reunidas, S. A.

> ai


<^*7 ¿^_ s¿l¿¿x-¿¿x*^r*&

-«b _^,

£-*-*


TRA vez más moros y cristianos habrán de reñir en Alcoy su nueva pero jamás postrera batalla; y otra vez más el año venidero la espada de San Jorge refulgirá como un rayo de luz primaveral convocando a la cristiana grey a la misma inacabable Cruzada. Y así uno y otro siglo en perenne manifestación de fe, viva en el corazón del pueblo convertido en protagonista bullicioso de aquel glorioso acontecimiento que la Tradición grabó como una eterna constelación en el cielo azul de la Historia Patria. Y no se trata de un fetichismo histórico envuelto entre los tules de una piadosa leyenda. Es el sino de una España militante de siempre contra la barbarie o la herejía. Cada lustro una nueva batalla, cada siglo una nueva Cruzada. Pero hoy los tiempos han empeorado a tal punto que moros y cristianos pueden militar encuadrados en parejas legiones contra un común adversario, enemigo de Dios y de la dignidad espiritual del hombre Mas no por ello debe suponerse que la fiesta de Alcoy haya perdido su tradicional argumento. Cruzada de todos los siglos, misión histórica de la raza, ayer en pugna con la morisma; hoy en lucha mucho más trascendental contra la monstruosa negación, que imperando ya sobre medio planeta, amenaza el destino de todos los pueblos, Oriente y Occidente, y las esencias mismas de la convivencia humana. Los tiempos son otros ciertamente y el Estrecho ha llegado a estrecharse tanto que los beligerantes de ayer, aun separados por la diversidad de sus credos, pudieron cruzar sus orillas para defender en española tierra la existencia de un solo Dios, Señor de la Historia, y aun sumar sus huestes a las órdenes de un mismo Caudillo. Por ello, moros y cristianos, todavía vestidos con sus bélicos atuendos pueden juntarse en las calles de Alcoy, tras la enconada batalla para celebrar unidos y alborozadamente el júbilo de una misma fiesta.

Excmo. Sr. D. Fsíeban Bilbao Pretídento de los Cortes fipañotaj.


B ÍEradición te U esencia v. la poesía de li T?i*. torta, pues constituye, en U vida de ios pueble», no un documento de archivo o monumental que hay que estudiar e interpretar, sino algo lleno de vitalidad v de fuerja, incorporado, desde que nace al calor de la gesta o del beebo producido, a la propia substancia de las generaciones que van sucediendo, al rodar de loe siglos, a la que fue testigo o ejecutora de aquí, lio», y aeí como de una piedra, de un pergamino o de un vetusto castillo, solamente los pacientes investigadores -van resucitando fechas, memorias, personaje» de antaño, la tradición mantiene; perennemente fresca v per Fumada, la flor del recuerdo convertida en alma del pueblo que supo serle fiel guardándola, más que en la eede de su inteligencia, en el relicario de su corazón. Skov tiene una .de ¡as más bellas y. *l propio tiempo más brillantes tradiciones que puede nadie imaginar, ¿s como una le» dorada medieval convertida en realidad por nuestras antepa* sados, la misma fábula de la princesa libertada por San Jorge de lae fauces del TDragón, transformada en historia por el propio gentil /ftártir de Capad ocia, que si en la persecución de 3)¡ocleciano supo gallardamente luchar y morir por la Iglesia de Cristo, y, de abí, pasar a ser símbolo y patrono de todo lo caballeresco y noble, en la segunda mitad del siglo Hit peleó contra la morisma en ayuda de nuestros padree y defensa de otra Doncella, donosa y cristiana, la entonces Villa, bof dos veces leal Ciudad de filcoy. fluestro pueblo no olvidó la merced recibida, y a poco de saborearla, quiso anualmente rememorar la gloriosa victoria con toda su viteía, con toda la ingenuidad de aquellos tiempos, en una trilogía dramática que, con las flotes primaverales, renueva las del recuerdo redivivo de las jornadas de 1276. y lejos de mar chitarse con loe siglos, logró Hlcoy darles más color, más honda vibración, mayor verdad, pues pone enteros su voluntad, sus entusiasmos, su devoción; y trueca en plegarias, a la luj esplendorosa de su sol, la algarabía de sue fiestas de Jlboros y Cristi.) nos 11¿ alegría que durante ellas derrocha sin tasa. Sean estas palabras como el clarín que despertando aque< líos sentimientos, adormecidos entre el murmullo del diaria traji nar, invite a todos los alcoyanos a unir sus oraciones y sus afee* tos, su espirita festero y sus anhelos de paj y prosperidad para España y para Blcov, ante la peana de San Jorge jCártír nuestro excelso patrón. por San Jorge r por Slcoy. ¡Brríba £epaña! aicoy, abril, 1950. Cnrique fBlbors TPicens


Fiemo. Sr O- J«úi or CiviJ dt AJfc


Enema. Sr D. ALBERTO UGAftDE ASABURU Ganara! Jtfm d* la 32 Divinan y Gobernador Miíjfar d* AjjconN.


A

I.CDY liare un tilín MI su febril actividad para ofrecernos la gracia colorista, única y excepcional de sus fiestas de «Moros y Cristianos». Cobran sus calles perfiles árabes al verse moteadas por amplias chilabas, pisadas por ricas babuchas. Y la media luna, símbolo del Islam, es contrapunta del clara sal que cruza su cielo arrancando reverberos de las bruñidas corazas con que protegen sus esforzada! pechos los caballeros cristianos. Honra de Alcoy, y por ende de la provincia alicantina, son sus festejos rememoradores de gestas bravas que gozaron de la protección de Dios a través del adalid S. Jorge. Y bajo el signo de su amparo, tras el laboreo de todo un año, se aunan los alcoyanos en franca y total hermandad, sin distinciones de clases ni condición, para exteriorizar en la forma más brillante y sugestiva que pueda imaginarse, su fe, el amor a su Patrono y el culto a la tradición.

ABTEMIO PAYA RICO d« lo fuente. Diputación Provincia/ de Atrcont*


Í^OH la U'iiida de Abril, el aire se va cargando de notas mu sicales con ritmo de pasndohles. Sea, pues, este programa iiliein), el clarín que prepare a los alcoyanos paru dejarse ganar por un ambiente alegre y optimista, luminaria de un pasado rica en tradiciones. Alcuy se ofrece en el actual renacer de nuestro sur y destina [líilrius, en mu una manifestación en la que se conjugan, y en susurro armonioso se conciertan, Arte y Trabajo. Sus fiestas de Maros y Cristianos, son el conjunto armonioso y colorista de las Bellas Artes, en las que se hermanan con el traje de Testero, su alma antigua, los temas y las formas arcaicas

de su tradición; honor a su santo patrono San Jorge, que cuenta historia ejemplar y edificante, pero cuy o nombre no apárete no [miar iza do en el debido grado, y al que su contemplación devota, evoca vestigios históricos guerreros. ¡Alcoy ornado, que como grande y admirable cusí resumen de mi vida, evoco desde esta tierra exlreini'íia, noble e hidalga! Temo ser un poco apasionado al juzgarte, te tengo demasiado cariño, por que le considero algo mió, ya que cnn tanta frecuencia alentaste todos mis afanes, paisaje inédito que se guarda en el álbum de los recuerdos queridos

Mi Alcoy. GUÍIl.rmo fRIETO MADASSÚ

10

Central Gobernador Militar d* Cd»r«


***

Lo que son las fiestas para mí ; T N recuerdo constante de la primera vez que tuve la suerte de presenciarlas, pues quedaron para siempre grabadas en mi imaginación. Era niño, apenas contaba seis años, cuando de la mano de mi padre, en aquella ocasión Teniente Coronel, del actual Regimiento de Vizcaya, entonces númern 51, me llevaba a presenciar la nitrada de Moros y' Cristianos.—¿Se puede olvidar esto?—Al mismo tiempo recuerdo que a mis numerosas preguntas, hijas de la curiosidad de niño, me explicaba la significación de las fiestas, que se estaban celebrando, cómo un grupo escaso de alcoyanns indefensos se aprestaron, baja la dirección de un sacerdote, Mosen Ramón Torregroso, a resistir a los infieles agarenos, que desde Valencia, insurreccionados, se dirigían a esta hermosa Ciudad, con intención de apoderarse de ella, y cómo este grupo de vecinos, con la ayuda de su Patrón San Jorge, hizo retroceder a la morisma.— Por lodo esto, tienen para mí estas fiestas una doble significación: el recuento de mi padre, y el de mis primeros años en esta Población. Puedo asegurar, que en mis anos de ausencia de esta laboriosa Ciudad, cuando llegaba la Techa de las fiestas, tenia siempre un recuerdo para ellas, como pueda tenerlo cualquier alcoyano, que por circunstancias de la vida se vea alejada de su patria chica, en estas memorables fechas de las fiestas alcoyanas, dedicadas a su Patrón San Jorge.

^~

jf &G>¿y~¿sC4m*

üiiriiiiHl del Krfiiruirnlii lie Viiuyi II." 'Jl l'nminilínlp Mili tu df I) filia


Las fiestas de San Jorge en el Año Santo por el Dr. D. Amalia Senfandreu, Arcipreste de Atcoy

Y

A están aquí otra vez nuestras fiestas. Ocho años hace que las veo, y me dan siempre el encanto de una ignorada sorpresa: es que cada año nacen de la entraña de nuestro pueblo, y como la primavera se viste de flores, así, con la misma natural gestación, A1coy se viste de Moro y de Cristiano; tienen nuestras fiestas la misma belleza incomparable de la vida. Pero este año, bajo el haz potente de luz del Año Santo, tienen un reverbero nuevo. La idea del Papa Pío XII de llamar a todos los hombres de buena voluntad a peregrinaren una cruzada de oración y penitencia, y a echarnos en los brazos de Dios, en estos momentos de angustia para el mundo cristiano, parece borrar el tiempo y el espacio, que nos separa de aquel 23 de abril de 1276, y surge entonces, ante nuestros ojos, la gesta épica del pueblo alcoyano como un símbolo: es la cristiandad, que lucha constantemente con los enemigos que le van saliendo al paso, conducida infaliblemente a la victoria en el instante oportuno, por un caudillo de Dios. Un día, aquel pequeño núcleo del Alcoy cristiano del siglo XIII, es sitiado por unos hombres de tez tostada y corvos alfanjes, que suben como enjambres del fondo de los barrancos; es un pueblo joven y audaz, que lleva en la sangre el fuego de las arenas del desierto; sus pupilas están bañadas en el embrujo fascinador de las tierras andaluces y levantinas, y su alma, vibra con la mística guerrera de los hijos de Alá. Tiembla Alcoy en su presencia, como débil hoja ante el huracán: unas horas no más, y bajo el alud mahometano, habrá desaparecido del reino de Aragón un pueblecito cristiano. Las armas... ¿para qué? ¡Que las manos libres se levanten al cielo y los rostros, mudos y penitentes, se doblen sobre

12

la tierra! Es la hora de Dios: la aparición milagrosa de San Jorge, montado sobre un caballo blanco, señala ya el auxilio divino que desbarata todos los planes humanos, y el humilde alcodiano, vence al orgulloso agareno. Han pasado más de seis siglos; otro enemigo, el más temible quizás de la historia, porque es el ejército organizado de los sin Dios, bate hoy, no un pueblo, sino la fortaleza entera de la Cristiandad, y por la poterna de las quintas columnas, se ha filtrado ya en el seno de las naciones cristianas. De nada sirven las armas humanas, que reducen a polvo los cuerpos, pero no matan las ideas. Hace falta un caudillo del cielo, que frente a la mística calcinadora de la impiedad y del odio, levante la mística purificadora de Iz Gracia y de la caridad universal; y Dios que nunca hace tarde en su providencia, ha llegado también por esta vez a la hora exacta, en nuestra ayuda; el 26 de mayo de 1949, apareció en lo alto de la colina Vaticana, una figura blanca, que agitando los brazos, como- un telégrafo de banderas, nos trasmitió el mensaje salvador del Año Santo, año de reconciliación, de paz y del gran retorno a Cristo, por los caminos de la penitencia. «Venid, amados hijos, a Roma —decía Pío XII— que con la gracia de Dios el gran Jubileo procurará frutos desalud a cada uno y a la sociedad cristiana». Y de la parte de acá, los caminos de Roma negrean ya con un hormigueo incesante de peregrinos, que llenan los aires de una salmodia alentadora; mientras que del campo enemigo, han saludado el Año Santo con un grito de terror: es el ¡HUALI, HUALI!, de nuestros moros, no cabe duda; señal de que está cerca la liberación espiritual del mundo. ¡Bien lo sabe Alcoy, que tiene un 23 de abril!


MARQUÉS DE LOZOYA, Director General de Bellas Artes, y nuestras fiestas de San Jorge

•"PODO cuanto hay en Levante de alegría vital, de amor al arte y a la belleza esté compendiado en el esplendor de las fiestas de iMoios y Cristianos» en la ciudad cíe Alcoy, tan fecunda en grandes pintóles. Nunca he vislo a un pueblo entero de tal manera embriagado de luz, de estruendo y de color. EL MARQUÉS DE LOZOYA

Madrid, U-II-50.

13


Saludo a la Ciudad de Alcoy que dirigió el Excmo. y Rvdmo, Sr. D. Manuel Llopís Ivorra, Obispo electo de Coria, desde los micrófonos de Radío Alcoy en la emisión del "Altavoz de la Parroquia", del día nueve de Marzo de mil novecientos cincuenta.

ALCOYANOS: Agradezco al «Altavoz de la - i l Parroquia» la oportunidad que me ofrece de dirigiros este saludo. Lo agradezco porque mis palabras son, no un saludo protocolario y frío, sino un saludo emocionado y lleno de cariño a este mí querido pueblo de Alcoy que llevo siempre en lo más hondo de mi corazón y en lo más vivo de mi recuerdo- Y felicito también a esta apostólica emisión porque, realmente, sabe recoger el sentir de nuestro pueblo destacando, en todo momento, la cumbre de su actualidad. En estos instantes, cuando la emoción preside nuestras palabras, difícilmente podemos aunar las ideas que abundantemente fluyen y que, en vano, quisiera poder concretar en unas breves frases, como testimonio fiel de mi afecto y cariño al pueblo de Alcoy y a sus hijos, A este pueblo que es para mí, relicario de mis mejores recuerdos y mis más caros sentimientos; a este pueblo que ha sabido ser siempre, a través de su historia, yunque feliz en el que se forjaron templados aceros de santidad, artífice de grandes empresas, inspirador de artistas preclaros y cuna fecunda de hombres de ciencia. En el dolor y en la alegría, los que se aman se unen y se recuerdan. Por eso, al recibir bajo secreto mi nombramiento de Obispo, mi primer pensamiento fue para el mejor de mis humanos amores: para Alcoy. Para este pueblo católico y religioso, para este Alcoy obrero e industrial, para este Alcoy grande, para este Alcoy de la inteligencia, del arte, de la actividad; para este Alcoy de la fe cristiana. Y al pensar en Alcoy, pensé en todos vosotros, mis amados hermanos, alcoyanos. Y al pensar en vosotros, soñé, Y soñé ¡oh sueño feliz!, en un Alcoy hermanado y unido; en un Alcoy, sin diferencias y sin rencores; en un Alcoy, remanso de paz, que funda su felicidad en su propia piedad y en su propia historia. Una piedad recia, y una historia aleccionadora que hacía más dichoso mi sueño. Un sueño en el que vi a sus héroes y sus mártires, plasmando en sus vidas su fe, como nuestros Patronos Jorge y Mauro. Un sueño en el que vi una piedad bebida en el agua cristalina de la fuente que mana de los píes de la Virgen de los Lirios, y que se acrisola en la devoción Eucarística del Niño Jesús del Milagro y trasciende de la devoción a nuestro Penitente Casimiro Barello. Cuando un sueño es feliz, no quisiéramos despertar jamás, Y al hacerlo, si nuestro sueño fue como el que yo tuve —trasunto de amores cristianos—, pedimos al Señor, de todo corazón, que su belleza se plasme en realidad. Pido, pues, a Dios, que aquella unión y hermandad de los alco14

yanos cristalice en cuarzo irrompible y, para ello, a vosotros, con mi saludo, os dejo también mi consejo, que no es mío, porque es el consejo de Cristo, mi buen Maestro: «Amaos los unos a los otros». Pero amaos con un amor de realidades; cumpliendo el precepto de la Justicia Social: bajad, unos, de vuestras encastilladas almenas cegadas, tal vez, con nubes de opulencias; y deponed, los otros, vuestros sentimientos de rencor. Yo os digo esta noche: «Rico, ama al pobre; pobre, ama al rico. Y ambos, permaneced siempre estrechamente enlazados en inseparable abrazo». Este es mi consejo. Un consejo, que si nace de la fe del sacerdote, nace también del corazón de un obrero. Porque fui obrero trabajador en la fábrica de Doménech y sigo considerándome aún como un obrero más. Y éste será siempre para mí, y debe serlo para vosotros, título de dignidad; así lo enalteció todo un Dios, porque así lo fue nuestro Maestro bueno, nuestro Pastor solícito, nuestro JESÚS OBRERO. Y la Iglesia, al nombrarme a mí Obispo, no ha hecho sino elevar a quien, por su origen, por sus sentimientos y por su corazón sigue siendo un obrero. Y tú, industrial que me escuchas, no olvides que también lo eres con el trabajo de tu inteligencia. A este pueblo, pues, tan querido, mi saludo lleno de afecto y, con él, un abrazo de hermano para todos sus hijos; abrazo que, cuando esté consagrado Obispo de la Santa Iglesia Católica, traduciré en la más emocionada y llena de amor de mis bendiciones apostólicas. Antes de terminar quiero dedicar, desde mi pueblo, un recuerdo al Excmo, y Rvdmo. Sr. Arzobispo de Valencia, a quien me unen lazos no sólo de respeto, sino de afecto sincero. Y otro recuerdo especial para la Asociación Católica Nacional de Propagandistas que, en su Centro de Atcoy, colaboró con tanto afán conmigo, durante largos años. Finalmente, el saludo que a Alcoy dedico y envío, quiero concretarlo en la persona de vuestro Alcalde, mi buen amigo Don Enrique Albors Vicéns, a quien de veras estimo y aprecio, y en la del resto de vuestras dignísimas y queridas Autoridades locales: en los limos. Sres. Comandante Militar de fa Plaza, Jueces, Jerarquías y en mis hermanos en el Sacerdocio los Rvdos. Arcipreste y Párrocos. A todos ellos, con mi reconocimiento sincero, el testimonio de mi respeto y aprecio. Y por todos ellos, también, elevo una oración sentida y suplicante, para que el Dios de las Alturas, Rey de Reyes y Señor de los que dominan, les conceda plenitud de acierto en sus difíciles funciones, y gracia divina para sus propias personas.


de, GRAN SEÑORA

unos arcos en la P l a z a Mayor, que son como jirones de la historia del palacio de Roger de Launa, cuyas líneas, adustas, rezuman siglos y sus piedras centenarias están cargadas del fruto eterno. Estos arcos del palacio antiguo, que subsistieron a los siglos, siguen aún en pie y los espíritus de sus antepasados viven suspensos en la que fue plaza de armas de este castillo, levantado por ei primer Señor que tuvo Alcoy, el Noble Almirante Roger de Lauria Unido a este palacio, va el nombre de Doña SAURINA DE ENTENZA, la auténtica forjadora de la Villa de Alcoy, una gran señora, que viene a engrosar la fría de tantas mujeres como han influido en la Historia, Porque ¿qué sería de Inglaterra sin Isabel La Grande, Rusia sin Catalina, Austria sin María Teresa y España sin Isabel la Católica?... Tampoco Alcoy no sería la gran Ciudad que hoy es, si esta mujer no hubiese tenido un espíritu selecto y un impulso maravilloso de perenne inquietud, que, sabedora de ir por lo difícil, supo encontrar la puerta del corazón de los alcoyanos. Como la sombra sigue a la lámpara, fue su afán tras la fe, llevando admirablemente el timón del Alcoy medieval, que había de dirigir, e hízose esta fe en nuestro pueblo perfecta, en la forma de esta gran Aseñora. Al florecer todos sus propósitos, nuestra Ciudad debe a esta dama, sobrina del Rey Conquistador, todo su engrandecimiento, viniéndose a demostrar una yez más, que los mejores Reyes han sido precisamente Reinas. Doña SAURINA DE ENTENZA, supo ser reina de esta Villa de Alcoy, pues contaba con una confianza íntima y tenía a nuestro Pueblo en su corazón, como la luna tiene sus noches. Y a fuerza de pasión y de fe, creó posibilidades en tomo a su existencia, que resultaron esenciales en su íntima realidad. Lo mejor de esta gran señora, fue lo que para nuestta patria chica ambicionaba: y asomada quizas al alféizar de las ventanas de su palacio en extramuros, admirando nuestro pueblo con sus campos salvajes rebosantes de sol y rocas de matas verdes, como almas en cosecha, se iluminaría su mente con luces sobrenaturales de estrellas divinas, e inspirada por la luna, su corazón entonces no conocería el miedo, como nuestra Reina Isabel la Católica tampoco lo sintió nunca en su Castillo de la Mota: y sentiríase entonces, con fuerzas para empuñar las armas, ya que Doña SAURINA DE ENTENZA, era del temple de las más bravas mujeres españolas: Doña María de Pacheco y Jimena Blázquez, que a la vez imponen curiosidad y admiración. Lo que define aigo, espíritu o carácter, no es el acto anónimo, inconsciente de la pose. La pose de hecho no define a nadie, es vacia como una máscara, niega

realidades. Lo que define realmente espíritu o carácter es la actitud, y su actitud y auténticos impulsos de plástica firmeza, dominio y conquista, a fuerza de ambicionar proezas, la definen como mujer concreta y fija, capaz de organizar reformas para engrandecer AÍcoy: y así es como ensancha la Villa, construyendo el arrabal viejo que comprendía muchísimas de las calles actuales, concede sueldos anuales y guarda los fueros favorables para la vida y bienestar del pechero; guiada siempre, de esa sensibilidad, ternura, caridad y amor al prójimo que la caracterizaban De! corazón de Doña SAURINA DE ENTENZA, ninguna ternura estaba ausente y su obsesión religiosa era tan intensa que fundó la Iglesia de San Agustín en su Castillo-morada. Se revela en esta señora, todo un carácter al sostener sus derechos ante el Rey Don Jaime II, a impulso de una ráfaga interior poderosa, que como índice de conquista, extiende su brazo en plástico afán de proteger. Nunca ha de repetirse bastante, que Doña SAURINA DE ENTENZA hizo de Alcoy lo que ha sido posible ser hoy, ni ocultar la vida de una labor en pro del mismo. Dios inspiraba y sostenía a esta ilustre señora, que dejó sembrada la semilla de la actual Ciudad nuestra, que ha crecido brava, renovadora, laboriosa y cristiana a semejanza de la mujer de mesurado juicio, de fuente viva en su corazón, tejido con sueños, con sombras y con ilusiones, que llega a nuestro recuerdo como si descendiese cual la lluvia súbita de una nube de ensueño, o anticipo de la tela mágica que tejían las virtudes de esta mujer. Para hacer justicia a la auténtica renovadora de Alcoy, ha de tenerse en cuenta el estilo de la vida de su época y del Alcoy feudal. Nos quedan los arcos que presiden lo que fue plaza de armas de su palacio —hoy Plaza Mayor—, que encierra el aroma de remotos recuerdos que se funden V prenden con la alegría y el esplendor del Alcoy actual, como las serpentinas se prenden de balcón a balcón en nuestras tradicionales Fiestas de Moros y Cristianos, para llegar a convertirse al correr del tiempo en historia.

-fina. Ataxia Di bu i o R, €••!•&• i.

15


Folo A

f~)J ILUETAE de castillos poi tienas españolas La más intensa vida medieval concéntrase en el recinto del castillo. Luego, pasará a la ciudad Allá, en el Norte - en la Meseta— los grandes castillos darán nombte y vida a su tierra cristiana En Levante y Andalucía, el otro mundo —árabe, oriental— tiene sus pequeños castillos. Els Castellelí levantinos. El diminutivo es bien significativo Estos dos mundos en oposición —cristiano, inoro— están situados frente a frente. De una parte: los castillos imponentes, llenos de grandeza y de señorío, sublimes en su contenido: La Mota, Coca, Cuéllar. Deotra parte: los pequeños castillos árabes, graciosos y fantásticos en su significación, con su aspecto frágil —pero lleno; de leyenda— cabalgan

Mnmrredoin

sobre un picacho, como una anécdota que la Historia cuenta a la Geografía Toda le Historia medieval española es la lucha entre estos dos mundos: entre el modo de pensar occidental y el modo de vivir oriental. Es una Cruzada en tierras españolas. La Cruzada —en España— no es algo esporádico, sino una batalla que se vive diariamente; está en el ambiente y es su clima ta lucha se prolonga años,- siglos. Y es curioso: esa convivencia constante en la pelea, en la enemistad, conduce —a veces— a la amistad —¿qué son esas, aparentemente absurdas, alianzas políticas eníre moros y cristianos?—¡ conduce, también, al enraizamiento en España de la sangre árabe Lo árabe llega a ser una herencia en lo español, un elemento en su formación; una adquisición. ¿Donde sería posible encontrar un actor más acabado y consciente, un capitán moro

17


más convencido de su sangre musulmana que en ese alcoyarto de una fila? Siente e interpreta) pero tal vez no sepa que también él, lleva gotas de sangre árabe. La cruzada española está formada contra lo árabe, pero quedará siempre un dejo de innegable simpatía hacia el pueblo vencido. Los árabes van dejando lentamente las tierras de España; les cuestaj es como si a cáela retirada dejasen trozos de su ser. Sucédense los hechos heroicos, los actos galanlesy ¡con qué deleite —reservado para los cuentos orientales— pueden leerse las páginas de la Historia de Dozyl Al mismo tiempo que las tierras, dejan los árabes una estela de romances llenos de humana belleza, canciones de nostalgias y un clima tan cargado de leyendas misteriosas que siglos más tarde podrá aun recoger W, Irving entre los muros de la Alhambra Granadina. Cuando los árabes se van, la historia va convirtiéndose en Leyenda, porqué Leyenda es aquella Historia —tan fuertemente vivida— que el pueblo para no olvidar la hace suya y quédase en Leyenda. Y después de ¡a historia de los españoles contra ios árabes, nace la leyenda de los moros y cristianos. Todo ese fenómeno histórico y legendario vivido en la España medieval tuvo también un escenario en Alcoy. Aquí también hubo historia y también ha quedado la leyenda. Un día, en el año 1249, el caudillo musulmán AlAzarck se subleva contra Jaime el Conquistador; se refugia

el rebelde en esos pequeños castillos. El árabe se niega, se resiste a salir de España y se levanta contra el Conquistador, contra el cristiano Otra vez, en 1276, la lucha y ahora es en las puertas de Alcoy. Dos batallas: una victoria cristiana y una victoria mora. La victoria cristiana tiene un doble contenido: político-social y religioso. Nunca se podría aplicar mejor aquello de que desde este momento histórico arranca la leyenda. El momento es inolvidable y para el pueblo representa un punto crucial en su vida. Comienza otra época: serena, tranquila, gloriosa. Pero aquellos hechos, aquellas luchas han impresionado tan fuertemente su imaginación que para desprenderse de la pesadilla y conmemorar el triunfo vierte todo el pasado en el presente pero en forma de fiestas, lo transforma en algo alegre y simpático Es el triunfo de la vida sobre la muerte. Es esta una revelación — la más clara— de su psicología: trabaja alegremente; teje y... desteje, animosa, deportivamente. No siente la interpretación trágica de la vida. No tiene tiempo. Trabaja y vive. Y cuando interpreta su historia es como un pueblo tranquilo y seguro que —dueño de si— fantasea ya sobre su propio pasado y lo ensalza al tiempo que se rie. Es el mejor signo de su vitalidad. Entonces surgen nuestras famosas Fiestas de San Jorge, Con el tiempo, la Historia, la Leyenda se borran casi y los Fiestas son ya una costumbre, un hábito y una necesidad. Pero, todavía, siempre: moros y cristianos. Esa Leyenda que hoy es vida y que un día fue Historia.

CARMEN HORCA VÍLAPUNA Doctoro *n filoiofío y L»trot

Madrid, abril, 1950.

Foto MOIB Caibonetl


(FRAGMENTOS)

p

(^^^AS mismas campanas que este año tocaron a Gloria y nos anunciaron, jubilosas, el inmortal Aleluya, fueron las encargadas de encender el espíritu festero de los alcoyanos, ya que sólo mediaron cinco días entre Pascua y el alegre alborear del 11 de Abril. Muy pocas jornadas para que resonaran por nuestras calles los pasodobles de la entra de fíiaes, y muy pocos días, también, para que pudiésemos celebrar el acostumbrado Novenario que dedicamos al Patrono. Por esta circunstancia hubimos de organizar tan sólo un Quinario, que fue elocuentemente predicado por el ilustre señor don Manuel González Rodríguez, Caballero de San Juan de Letrán y de la Orden Civil de Beneficencia. También en esta parte religiosa de fiestas ha de recoger nuestra Crónica que ha sido estrenado este año un rico Dosel para el sitial de la imagen de San Jorge durante los novenarios en la Parroquia de Santa María, como donación hecha por don Santiago Aura Soler, y que han sido colocadas y admiradas dos artísticas barandillas de mármol en la Iglesia del Santo, costeadas por el niño Jorge Gisbert y don Francisco Cardenal Pérez. En ia obligada mención de fiestas realmente populares, nos cabe la satisfacción <le reseñar que ya difícilmente se puede distinguir entre la capacidad de esta o aquella comparsa para realzar con lucimiento los desfiles de capitanes y alféreces, en sus atrayentes y espectaculares entradas. En el año de la presente Crónica todas han cumplido y sorprendido gratamente a los millares de espectadores, por la propiedad y riqueza con que han sabido ornamentar aquellos cargos, tanto en los preciosísimos trajes de éstos, como en el gusto con que proyectaron sus escoltas y carrozas; pero bien merece un elogio especial la comparsa de Astures, que, pese a sus limitadas posibilidades, realzó como pocos esperaban la entrada del Capitán de cristianos. ¡Bello pugilato éste qué presenciamos todos los años y que tanto contribuye a la extraordinaria brillantez de nuestras fiestas! Casi impecable la Entrada del bando cristiano, presentando todo el trayecto un fantástico conjunto, precisamente porque las comparsas supieron guardar entre sí las distancias de que Untas veces hemos hablado, ¿Sería posible, se pregunta el cronista, introducir alguna pequeña variación que retuviera en sus puestos a los espectadores hasta el final de este cada vez más interesante desfile? Digamos, en cuanto a la Entrada de moros, que resulta de una necesidad acuciante que se estudie bien y de una vez lo que conviene hacer para que no muera el interés que siempre despertó el acto más atractivo de nuestras fiestas. Todos los demás actos oficiales se efectuaron con gran brillantez y precisión; pero sobresalió por su extraordinaria concurrencia y ordenado desfile la Procesión de la tarde, en la que el niño Jorge Gisbert Alós vistió riquísimo traje en el segundo año de su representación del Santo mártir Han sido desempeñados los cargos: el de Capitán de moros por don Filiberto Gadea Aracil, de la comparsa CHANO, —El de Capitán de cristianos por don Alfonso Seguí Pérez, de la comparsa ASTUKES.—El de Alférez de moros por don Francisco Gisbert Eulogio, de la comparsa VERDES.—Y el de Alférez de cristianos por don Ernesto Linares Soler, de la comparsa NAVARROS. A todos ellos, así como a sus comparsas respectivas, envía la Asociación sus más cumplidos plácemes, por los esfuerzos realizados en pro de la mayor solemnidad de nuestros queridos festejos. Tampoco podían faltar este año los emocionantes actos de una bella caridad social. Nuestras comparsas, ungidas por ese sentimiento que es amor y es solidaridad, van convirtiéndose de esta forma y de año en año en la savia más rica que nutre el árbol frondoso de las tradiciones alcoyanas. Y como colofón de fiestas, según reza el Programa, la Aparición de San Jorge sobre las almenas del castillo. ¿No cabría realzar este último acto con algunas otras posibles notas de arte y emotividad? Se cierra con esta Crónica el año festero 1949 y comienza desde hoy el de 1950. Una sola tiene que ser nuestra exhortación ante la nueva etapa que vamos a recorrer. Es sagrado el legado que recibimos y constituye un deber transmitirlo íntegro a las generaciones futuras. Que no se quiebre en nuestras manos aquella preciosa herencia, y tú, fester, verdadero aristócrata de esta tradición que nos está encomendada, discurre orguüosamente por las mismas calles que ya lo hicieran tus progenitores que pasaron al reposo de los siglos. ¡Ama a tu (testa y vela por ella en la grata intimidad de tu comparsa, en la fraternidad que resplandece entre cuantos toman parte en ella, y sobre todo en esa alegría contagiosa que brota al conjuro del hermoso mes de Abril, y todo ello con sentida unción y en un sano esparcimiento, que son, a la vez, culto y cariño hacia San Jorge y Alcoy! El Crónica d* Finrot.

J Moya Moyo


lltmo. Dr. Leolífda Blonei Terol

de, ¿a

ASOCIACIÓN DE

SAN JORGE D, Camilo Bodía Grou

\1 Mijo 1B88 11 Miyo 1900 18 Mijo 1900 t No.hre. 1901 1 Noibrt. 1901 16 Enera 19ÍJI 17 Enere 1901 15 Miro 1904 16 Miyd 1904 13 Entro 1917 14 Entro 1917 15 Miyo 1930 16 HITO

D. Anselmo Aracil Jordá D. Leonardo Blanes Terol D. Miguel Paya Pérez D. Juan Boronat Espinos D. Pascua! Ivorra Carbonell D. Francisco Laporta Gisbert Excmo. Sr. D. Miguel Paya Pérez Morques de San Jorge de Alcuy

17 Ai tuto 1916 25 M.rzo 1933 16 Mino 1933 13 J u l i o 1939 14 Julio 1939 27 Mijo 1945

18 M.yo 1945 19 Mi;» 1949 30 Mijo 1949 11 ffthi.

D. D. D. I). D.

Camilo Badla Grau Francisco Laporta Gisbert Romualdo Coderch Boronat Carlos Gosálbez Barceló Antonio Aracit Pascual

PooiuaEdo Coderch Boronot


CAPITANES DE MOROS Y CRISTIANOS desde 1901 al 1950

B A N D O MORO JOSÉ M1RALLES PASTOR Un. - 1901 CAMILO ESPÍ ALBERO Judio. - 1902 FRANCISCO VILAPLANA OLCINA Domingo Miquei - 1903 ANTONIO ESPINOS JORDÁ Ch.oo - 1904 BAUTISTA 80LUDA SÁNCHIZ Verde. • 19W JOSÉ GISBERT JOVER Beduino» - 1906 CRISTÓBAL REIG CARDONA Cordón - 1907 FRANCISCO PAYA DOMÍNGUEZ Lifcroi - 1908 EMILIO ESPÍ BLASCO Granadino* - 1V09 ANTONIO PÉREZ SOLER Munkou - 1910 ENRIQUE SOLBES GARCÍA Abcnotmjci - 1911

LORENZO SILVESTRE GIRONES Mudíjirei-1912 MIGUEL SEMPERE CASTAÑER L.H. -1ÍM3 FEDERICO CANDELA ABAD Judio, - 1914 MIGUEL MOLTÓ ABAD Don,¡nío Miquu - 1915 JUAN ABAD MOLTÓ CK.no • 1916 ANTONIO JORDÁ SEMPERE Verde.- 1917

D. Eugenio Peidto Fuentea

RAFAEL CALAFf ILARIO Beduino. - 1918 ANTONIO MUÑERA NAVARRO Cordón - 1919 JOSÉ DOMÍNGUEZ MAYOR LJ feral - 1910 FRANCISCO CABRERA LLOPIS L.n» • 1W1 REMIGIO PASCUAL ESTE VE Mudéjuru 1921 ISIDRO MOLTÓ ORT1Z Aben«rr*j« -1923 FRANCISCO LA PORTA GISBERT Mirrdceti - 19M MIGUEL SEMPERE CASTAÑER Un- - 1925 JORGE BELTRÁN CORTÉS Judio. - 1926 FEDERICO ESPt BOTl

D. Bautista Boluda Sánchiz

Dominfa Miqíia - 1927

JOSÉ ABAD CASA5EMPERE Ch.no - 1928 JORGE ABAD PICHES Verde. • 1929 FRANCISCO MIRÓ VILAPLANA MIGUEL VALOR PEIDRO Cordón - 1931 RAFAEL PLÁ MOLINA Ligero» - 1912 JOSÉ GISBERT PLA M u d é j t r t í - 1931

RAMÓN GUILLEN GISBERT Reili.t» - 1934 REMIGIO RICHART RICHART Berberí»» • 1935 CAMILO CANDELA MOLTÓ Mirruketi - 1936 ANTONIO BORONAT TEROL Lifero. - 1940 JOSÉ GISBERT PLA Mudéj.re. - 1941 FRANCISCO PÉREZ TORRES Ahencerr.jí. - 1942 JORGE ARM1ÑANA SILVESTRE M.rrmlcet. - 1943 JOSÉ TORMO NÁCHER Rulitt» - 1944 FRANCISCO PASCUAL PEIDRO Borberúeo* - 1945 DANIEL FERNÁNDEZ OLCINA L»n. • 1946

D. Antonio Muñera Navarro (Samanta)

ISMAEL PEIDRO ESTEVE Judio. - 1947 CRESCENQO A B A D MARTÍ Dominia Miquet • 1941 Fl LIBERTO GADEA ARAC1L Ch.no - 1949

D. Antonio Espinó» Jordá (Toni el R«Y)


CAPITANES DE MOROS Y CRISTIANOS desde 1901 al 1950

BANDO CRISTIANO JOSÉ AURA SEMPERE Estudiantes - 1901 JOSÉ MIRÓ GÍSBERT Capeltanei - 1<W2 JOSÉ ABAD CASASEMPERE 1.* Tomatinei- 1903 JUAN MOLTÓ SANZ Andaluces - 1904 JOSÉ ABAD CASASEMPERE 2.* Tomasines - 1905 JOSÉ SORDERA LLÁCER Asturianos ' 1906 ANTONIO VILAPLANA BENEITO Cides - 1907 JOSÉ SANCHIZ SANCHI Z Labradora - 1908

SALVADOR BORONAT CANTÓ Estudian*»» - 1909 ROMUALDO MIRÓ VILAPLANA Salomón ¡ staa - 1910 FRANCISCO LAPORTA BORONAT Culmine] - 1911 EDUARDO GUILLEM PONSODA Vincos - 1912 FRANCISCO SEGUÍ SANTONJA Estudiantes - 1913 CAMILO AMAT GÍSBERT Alen d i » II o.i - 1914

D, José Sordera Hacer

FRANCISCO ESPÍ NAVARRO Andaluces - 1915 JOSÉ BORDE8A LLÁCER Asturianos - 1916 ANTOMO VILAPLANA BENEITO Cid» - 1917 GONZALO PASCUAL MASÍA Labradores- 1918 SANTIAGO VERDÚ GiSBERT Guimanjs - 1919 JUAN VICENTE GALBIS PONS Vareos - 1920 JORGE PÉREZ GISBERT Alíodianos - 1921 JULIO PAYA GISBERT Navarros - 1922 JORGE R1BE5 CERVERA Andaluces - 1923 RAFAEL BLANES LINARES A «tur ¡ano, - 1924 JORGE VILAPLANA MIRALLES Cide, - 1923 ANTONIO JORDÁ VEGA Libradores -1926 CAMILO AMAT GISBERT Quimones - 1927 AURELIO COLOMINA PÉREZ

D. Francisco Laporta Borona!

V.SCOS • 1928

MIGUEL MOLTÓ ABAD Navarro* - 1929 JOSÉ GISBERT CERDA Montantees - 1930 PEDRO BORJA FERRANDO Visigodos - 1931 MIGUEL MOLTÓ ABAD Muzárabes - 19-J2 JOSÉ CANO GARCÍA AndaJucei • 1933 RAFAEL CARBONELL GINER Asturianos - 1934 ANTONIO MASÍA RIPOLL Cides - 1935 ANTONIO JORDÁ VEGA Libradores - 1936 CARLOS OLCINA JÁTIVA Muzárabes - 1940 JOSÉ V1CEDO PÉREZ Aitures - 1941 EMILIO FERRÁND1Z SERRALTA Andaluces- W2 J. JORGE VILAPLANA ABAD Asturianos • 1943 SANTIAGO ALÓS CANDELA Cid» - 1944 FEDERICO VILAPLANA MIRALLES Labrador» - 1945 CAMILO AMAT GISBERT GuTmaae.* - 1946 EMILIO JORDÁ CANTÓ Vaneo*-

D. José Gísbert Cerda

1947

FRANCISCO SANTONJA LLACER Muzárabes - 1948 ALFONSO SEGUÍ PÉREZ Ai. tu res 1949

D- Antonio Jordá Vega (Mona)

27


['UANDO pensamos en nuestros antepasados, en los antepasados de los actuales alcoyanos, fácilmente tendemos a situarnos en ¿pocas y hechos de un pretérito reciente: el «Petrolio», el «Chesuset del Milacre» o la fundación del «Molí d' Albors». A lo más, y si este recuerdo aflora en estos días abrileños, nos vienen a la mente Alazrach y Don Jaime, San Jorge y Mosén Torregrosa, Es natural; son hechos y personajes que sentimos más de cerca y nos son más familiares. Pero hace falta una mayor abstracción para pensar en los «aleoyanos» prehistóricos como naturales predecesores nuestros en un remoto pasado. Si el rango de las ciudades, de las razas y de los pueblos fuera como el de los individuos, tanto más elevado "cuanto más antigua es su prosapia y mayores las ejecutorias de nobleza, bien podríamos calificar a Alcoy y a los alcoyanos como pueblo de rancio abolengo. Su árbol genealógico, —«árbol etnológico o racial», diríamos mejor—, se remonta a épocas que se pierden en la noche de los tiempos. Entendiendo, —en sentido amplio y retrospectivo—, Alcoy como «lugar geográfico habitado» y atcoyano como «habitante» del mismo, nos encontramos con «restos» de viejas gentes, —«alcoyanos prehistóricos»—, que avalan una ocupación varias veces milenaria de nuestro suelo, demostrando nuestro aserto. No son, las nuestras, «tierras vírgenes», sino, por el contrario, viejas tierras cargadas de «culturas*; suelo empapado y removido por el paso de innúmeras y centenarias generaciones. ¡Tierras pródigas del claro Levante, arcadia feliz, viejo Mar en cuyas riberas, ondas azules y suaves brisas, acunaron los primeros balbuceos de 1a Humanidad! Alcoy fue siempre «tierra de hombres», tierra poblada, «habitat» y «ecúmene»; sus riscos y sus valles, sus colinas y sus ríos se estremecieron mucho tiempo ha al contacto de sus plantas y de su «industria», y el eco de la voz humana, —divina voz—, resonó potente y triunfal en los barrancos abruptos. De aquellas épocas sólo nos quedan restos prehistóricos inapreciables, mudos testigos de que hálitos civilizadores soplaron desde muy antiguo sobre estas comarcas. En 1884, un ilustre atcoyano, el ingeniero don Enrique Vilaplana y Julia, descubría los restos de «Les Llometes».

Cronológicamente, puede considerarse como el primero de los descubrimientos prehistóricos en Alcoy. Sin embargo, este hecho no tuvo entonces la debida resonancia, y, una vez exhumados y guardados los preciosos hallazgos, pasaron más de treinta años antes de que Alcoy entrara de lleno en la corriente general de la investigación prehistórica. Durante todo este tiempo no se encontró nada porque nadie buscó nada. Se explica este «lapsus» en la actividad exploratoria de yacimientos: por una parte, la Prehistoria no había adquirido la plenitud y madurez necesarias para que su estudio, —patrimonio exclusivo de una pequeña nélite»—, rebasando el ámbito de lo universitario, llegara al marco de lo local; por otra, —lógica consecuencia— no se habían producido quizá resultados lo bastante numerosos, brillantes y definitivos para ponerla en plan de divulgación y espolear así la curiosidad y entusiasmo de los estudiosos de provincias: apenas si había investigadores locales. Hasta que, en 1921, se realizaron las sensacionales excavaciones de «La Serreta», Estas marcan ya el hito inicial, a partir del cual, una larga serie de descubrimientos prehistóricos no interrumpidos, lograrán que el nombre de Alcoy suene entre los especialistas y quede registrado como «estación prehistórica* de singular importancia. De entonces acá, no han cesado de alumbrarse hallazgos arqueológicos, tan to de pueblos prehistóricos paleolíticos y neolíticos, como de pueblos autóctonos y colonizadores ya en el umbral de la Historia: «La Serreta*, «Mola Alta de Serellesu, «El Puig», «Els Dubots-, masías «El Roma y Vilaplana», «Els Baradellos», «La Menora», «Mas de Miró* y -Mas de Menente> en Barchell, «I.a Canal», «Ull del Moro», «Els Pohuets*, «Aigüeta amarga», «El Castellar*, «El Sargento», «Cova de la Sarsa», «La Pastora», etc., etc.; son nombres que figuran por derecho propio en el bagaje científico de la arqueología nacional o regional. No vamos a citar el cúmulo de restos interesantísimos, hallados en estos yacimientos, que han esparcido su luz y despejado incógnitas. Mas, ¿cómo dejar de mencionar, siquiera sea, !a joya más preciada?: el «Plomo de Alcoy», piedra angular de los problemas que se suscitan en torno al •vascoiberismo», y que, cual otra -piedra de


Ruseta 1 espera su Champollión para dar la clave de la interpretación de la escritura y lenguaje ibéricos. Si e! primer capítulo de la prehistoria alcoyana lo constituye un hecho esporádico y aislado, seguido de treinta años de silencio, el segundo capítulo, 1921-1950, lo forman treinta años fértiles de incesantes trabajos y felices resultados. En el tiempo que va de -Les Llometes- a -La Serreta», 1884-1921, la ciencia prehistórica había avanzado considerablemente, pero ha sido, sobre todo, a lo largo de esta primera mitad del siglo XX, cuando la Prehistoria, como ciencia, ha alcanzado la mayoría de edad. Entonces, hace setenta u ochenta años, —como toda ciencia que nace y que se está formando—, era algo confuso e impreciso, no perfilado en sus bases, sus posibilidades y sus límites; hacía entrever, a los espíritus despiertos, prometedores resultados para el futuro, pero su presente no era más que esoí una esperanzados promesa. Ahora, precisados sus métodos y contenido, sistematizado su estudio y superada la técnica excavatoría, ha conquistado un puesto indiscutible en el quehacer histórico; hoy miles de personas en el mundo consagran a ella sus afanes y su talento. Por otra parte, su mismo desarrollo actual, ha permitido a la Prehistoria entrar en una etapa de vulgarización científica, lo que hace posible que su conocimiento llegue al gran público y al dominio de la gran mas» de lectores no especializados. *

*

do a «La Serreta» y al «Plomo de Alcoy», figura en las bibliografías nacionales y extranjeras. No es mi propósito entrar en el detalle de las particularidades de cada uno de los descubrimientos, lo cual, aparte de dilatar excesivamente este artículo, no sería sino una repetición de lo ya dicho por los especialistas en variados estudios monográficos. Lo que sí me propongo afirmar y remarcar es la cualidad de lugar excepcional que tiene Alcoy en el campo de la prehistoria española. Globalmente considerado todo el material prehistórico y arqueológico aquí hallado, —parte del cual, forma nuestro valiosísimo Museo municipal—, por su cantidad, calidad y variedad, confiere a Alcoy un puesto de primacía y una singular importancia. Pero dejemos que lo diga el ilustre profesor Pericot, máxima autoridad quizá en la materia: *..,Y ya estaba en ebullición el núcleo de Aicoy, uno de los más activos de España y que no ha tenido rival en hallazgos sensacionales, que no han acabado, sin embargo Si tuviésemos que elegir una capital de la España prehistórica, la buscaríamos en Alcoy —(Crónica del IV Congreso Arqueológico del Sudeste Español,— Elche, 1948. — pag. 49). Esto es lo que no deben ignorar los alcoyanos, aun los apartados de tales preocupaciones científicas: es un legítimo orgullo que debemos compartir todos. Y ponerlo de manifiesto ante el profano, —que no enseñar nada a los profesionales—, es cuanto pretende este sencillo artículo.

*

Al compás de estos avances generales de la Prehistoria, en Alcoy, se suscita la curiosidad por la investigación prehistórica y arqueológica, y los resultados no se hacen esperar. Una serie de felices hallazgos —ya citados— se suceden en el tiempo que va desde el de «La Serreta.» hasta el presente. Paisanos nuestros beneméritos, con un afán investigador digno de loa, han realizado la tarea de sacar a luz, —sin apenas extrañas ayudas—, verdaderos tesoros arqueológicos; recordamos, entre ellos, a Luis Gisbert, Santiago Reig, Ernesto Botella, Evaristo Pérez, Ricardo Moltd, Vicente Pascual, Fernando Ponsell, colaborador del S, 1. P. y veterano descubridor de importantes yacimientos, Camilo Visedo, decano de los arqueólogos alcoyanos, autor de numerosas monografías, y cuyo nombre, asocia-

*

*

Dentro de breves días, será Alcoy, punto de cita y lugar de reunión de un nutrido grupo de sabios, con motivo de celebrarse aquí el VI Congreso Arqueológico del Sudeste Español Las más relevantes figuras de la Prehistoria y la Arqueología españolas fijarán su sede en nuestra ciudad, y aquí desarrollarán, durante varias jornadas, sus eruditas y luminosas discusiones. Destacadas personalidades extranjeras figurarán, también, en el mismo. No podemos por menos que congratularnos de la celebración en Alcoy de este Congreso, que nos honra con su elección, y que viene a otorgar el espaldarazo a la fama que Alcoy tiene en la Prehistoria.

<Ul S«nlu«rio

Santiogo Ginsr Cloque»

Ib«ro-

di |. S.rr.l.

31


ALCOYANO ILUSTRE, EL PINTOR

PRIMER CENTENARIO DE SU NACIMIENTO

VÍAGIÓ en Alcoy el 30 de Enero de 1850; esto e» la fecha que conf (/ firman la mayoría de loi documentos hallados (obre e! gran artitta. Sin embargo, el maestro Mufloz Morí Nejo, atestigua que nació hacia 1847, ya que lo tiene catalogado entre los pintores escenógrafos de! pasado siglo; pues Sala intentó pintar para el teatro Apolo un salón regio, el ano 1873, que se pondera como de maravilla salida de los pinceles meticulosos del maestro alcoyano. No obstante, para la «tournée» que hizo en 1898 dona María Guerrero y Díaz de Mendoza, Sala pintó un telón de boca, al óleo, en veinte días, que tenía cien metros cuadrados de tela, can un asunto del siglo XVII. Representaba un troio de panterre semejante a los de! Retiro madrileño, con figuras, que aunque no tuvo tiempo para retratar a la comediaría La Calderón» y otros personajes de la época de Felipe IV, se admiraba en los rasgos individuales que eran ellos, gracias al sentimiento que Sala había puesto en !a obra. Cuando se estrenó en París, en el teatro de La Renaisance, fue muy celebrado por la prensa y el público en general. Se dice que este telón fui regalado por María Guerrero a! teatro de Murcia, donde existía aún el año 1911 Desde luego, e! pintor Sala cultivó algún tiempo la decoración mural, como la cultivaron la mayaría de los pintores ochocentistas- El Casino de Madrid, el café Fornos y la Cantina Americana fueron decorados por Salí, siendo su pintura verdaderos cuadros totales por su detalle y colorido. Emilio Sala fue a Valencia siendo muy niño aún, aprendiendo con su pariente don Plácido Francés y con Salustiano Monjo. A los veintitrés años obtuvo un premio en la Exposición Regional. Era muy amigo del pintor Martínez Cubells, el cual, ponderando la obra de Sala, decía: «Teñen os les seucs figures». Sorolla decía de Sala; «Nada hizo qus no fuera previamente analizado». Cecilio Pía, su discípulo, tanto cariño le tenía, que repetía a veces: «Sala fue mi adorado maestro al que debo lo que soy. Su obra terá consultada siempre por la juventud artística de todos los tiempos*. Marchó a Madrid por el año 1870. Allí, en el Museo del Prado estudió a Velázquez y i Rosales, pintando entone» tu distinguido cuadro «La prisión del Príncipe de Viana», que obtuvo segunda medalla en 1871, Ocho años más tarde realizó otro cuadro famoso «Guillen de Vi ñatea», alcanzando medalla de oro, cuadro adquirido por el Estado, y otra primera medalla por su obra «Novus ortus», en 1881, que fui premiado «n Valencia. Por estos años ejecutó las obras «Valle de lágrimas», «LJ manzanilla»,«La cena*, «Una sinfonía en blanco» y «Una orgia de coloreo. En la Exposición Nacional de 1906 presentó seis retratos,

entre ellos el del escultor Agustín Querol. Cultivó el retrato con gran predilección, ejecutando el de Campoamor, la Infanta Eulalia, Félix Arteta, J u a n P a m p l ó , el de la marquesa de la Coquilla, el del pintor Palmaroli y el del c a r i c a t u r i s t a Luque, viviendo en la calle de Lista, de Madrid. En sus retratos se adivinaba la influencia vetazo,uefta; era sobrio y colorista brillante, inspira do siempre en la pintura tradicional española. Sala tuvo una vida inteni.i de trabajo, un poco ruda y de gran combate; estudiaba sin descanso y después de vencer un efecto de luz, de color o de forma, buscaba otro par* luchar de nuevo; sin embargo, de su gran ciencia pictórica, de su obra total, él fue el único que no quiso sacar partido La obra de Emilio Sala era sólida y constructiva; analizaba los matices, distinguiéndose, además, por sus refinadas armonías y gusto en la composición. Su arte exquisito y depurado cerraba la belleza, real de las cosas, sin mixtificar en inventivas onerosas la realidad viva y palpitante. Uno de los últimos cuadros que pintó en París fue «La expulsión de los judíos», obra que obtuvo medalla de oro en 1891, existente en el Museo de Arte Moderno de Madrid, cuya obra fue elogiada con justa ecuanimidad por el jurado y la crítica por la representación del acto en que los Reyes Católicos, suaves y resueltos en su trono, dictan la conformidad contra los expulsados de España. En 1906 le nombraron catedrático de la Escuela Superior de Pintura, desempeñando la cátedra de nueva creación «Teoría y estudios del color*. Pintor de abundante trabajo, rcüüzó veinte cuadros mis, sin detenerse en los últimos años de su viLÍa fecunda, siendo nombrado individuo de mérito de la Academia de Roma, estando en posesión de la Gran Cruz de San Migue! de Munich y la Gran Medalla de Oro de Berlín, y en el año 1899 le fue concedida la Gran Cruz de Isabella Católica, muriendo en Madrid et 14 de Abril de 1910, i, GUlUOr CMMTAUf


LAS FIESTAS DE SAN JORGE EN EL SIGLO XVI

DEL •LIBRO DE ORO DE LA CIUDAD DE ALCOYi

(Próximo a publicarse)

Por JOSÉ MOYA MOYA Cronista de la Ciudad

^^ U origen, en lo que se refiere a su carácter popular, no es tan antiguo como hasta ahora se ha escrito. Por imperativos de aquel momento y porque así convenía a la política que durante más de tres siglos practicaron nuestros reyes, tratóse, según hemos visto, de no humillar a los vencidos, quienes convivieron con los cristianos viejos aceptando una religión que no sentían, mientras urdían conspiraciones seguidas muchas veces de temerarios levantamientos. La Cruz y la Media Luna no terminaron sus luchas con la Reconquista, sino que al amparo de la protección real que recibían los hijos del Profeta y alentados éstos en sus ansias de, independencia por las predicaciones de sus alfaquíes, no podía haber más que una paz momentánea socavada constantemente por aquellos sedimentos de rebeldía. En tales circunstancias la conmemoración pública de la gloriosa epopeya del 23 de Abril de 1276, con la providencial intervención de San Jorge y la recordación de un episodio guerrero de nuestra Reconquista, quizás se hubiera tenido como un acto de provocación contrario a los edictos de gracia que tanto prodigaron los monarcas para atraerse inútilmente a la morisma. Por fuerza, pues, había de quedar reducido a una manifestación del culto divino, sin apariencia de fiesta popular representativa de guerra entre Moros y Cristianos, lo que fue aquella liberación de nuestra Villa, desarrollándose, en cambio, intensamente desde los primeros momentos, la devoción al Patrono San Jorge, hasta que, llegado el siglo XVt, adquieren los actos en su honor un carácter festivo popular, pero sin llegar al tipismo que hoy tienen. Prueba cuanto decimos el hecho de que fuera el de San Jorge el primer beneficio que se instituyera en 1317, y que se Ee erigiera un altar en la Iglesia Parroquial de la Virgen María, pues tampoco pudieron levantar el templo de San Jorge en los años inmediatos a la reconquista, por los motivos que expusimos al hablar del estado religioso de Alcoy en el siglo XIV. Fue en tiempo de los Reyes Católicos, después de la expulsión de los judíos, cuando se exterioriza con carácter verdaderamente popular la devoción a San Jorge que antes estaba recluida en el templo, pues ya dijimos que en 1494

hubo cierta pugna entre los vecinos del Arrabal nuevo y los Jurados acerca de quién había de sufragar la imagen de San Jorge que se colocó sobre la fuente de la plaza del Santo en sustitución de la cruz que 1a coronaba, prevaleciendo el criterio de que se pagase de fondos de la Villa, ya que de bienes del procomún se costeaba cuanto se hacía en honor de San Jorge, Y es a partir del siglo XVI, cuando poco a poco se agrega, a lo que solo era festividad religiosa, alguna nota entonces típica de fiestas populares y callejeras, como aquella de 1511, en que el Consejo acordó que se corrieran las lanzas y se ofrecieran premios a quienes mejor fas tirasen, así como que se hiciera la procesión «ab un parell de tamborils y altres coses com en la festa de Sancta María de Setembre». En la fiesta de San Jorge d* 1552, predicada por el maestro Fray Nadal, se introdujo una innovación que nos da a conocer el limosnero de la Iglesia del Patrono, al decir que «posa en data 55 sous, 7 diners, co es, un real castellá a Ginés Verdú per portar lo cap del drach, 4 reals ais momos, 34 sous al jugtars, hun sou per la enramada, dos sous al Meri per la enramada, y 1 real 1 sous pera festa». Hubo, según este testimonio, representaciones y actos de público regocijo a cargo de danzarines, que tanto privaban en las fiestas palatinas de aquella época, y hubo también juglares o recitadores de trovas que no podían faltar en los tinglados de las mejores diversiones. Pero sobre todo vemos aparecer en el escenario de aquellas tiestas lo cap del drach, y esto quizás deje perplejo a algún lector, pues la figura del dragón está bien encuadrada en la imagen del San Jorge defensor de la doncella ultrajada que se venera en algunas regiones, pero no en el de Alcoy, donde la celestial ayuda del santo debelad or fue de saetas disparadas contra moros, El hecho, en cambio, para nosotros tiene una fácil explicación que confirma cuanto antes dijimos: se tendía a evitar todo cuanto pudiera mortificar al agareno, al que se pretendía captar para la fe católica en una época que tan agudo era el sentimiento religioso, y quizás el dragón no pasara de ser para aquellos alcoyanos un mero simbolismo. Y decimos esto porque siempre el San Jorge de Alcoy representará la lucha de nuestros antepasados contra el invasor islámico, no ya porque así

35


aparezca en nuestra anua conmemoración de aquella gesta, >ino porque así fue autenticado por el notario Bernardo Carreres y recordado por los akoyanos de este gran siglo XVI. Es interesante a este respecto aducir como excelente prueba la siguiente referencia que tomamos del libro de la Corte del Justicia de 1562: ante Gaspar Matarredona comparecieron el 4 de Agosto los del linaje Torregrosa, pidiéndole recibiera información testifical sobre la antigüedad, honradez y buenas costumbres de los de su abolengo, declarando entonces, entre otros, Miguel Llidó, jurado segundo, que eran descendientes de Mossen Torregrosa, quién «en lo temps de la conquista venint los moros a la Vila de Atcoy hixqué ab hun dall y feu gran matanca en los moros ab el auxili del benaventurat Sant jordi que feu la aparició en la dita Vlla de Alcoy, del qual en la dita Vila y en lo loch de la aparició sta la Sglesia de Sant Jordi, y ell, dit testimoni, ha conegut ais pare y mare deis dits rcquirents, que eren Jaume Torregrosa y huna Hila de Joan Verdii». Tan intensa era la devoción a San Jorge que se desarrollaba entre los akoyanos, que el 3 de julio de 1556 comenzó a decirse misa cantada en su Iglesia los domingos y di ai festivos con la publicación de los mandamientos, privilegio solamente reservado entonces a ta Iglesia Parroquial y al Convento de San Agustín. De las fiestas de años posteriores son las siguientes notas: en 1565 se pagaron «a Morit 6 sous y 1 dirter per sonar, y a un fadrín* t hun sou y sis diners per sonar lo atabal el día de Sant Jordi», —En 1566 predicó el sermón mosén José Pastor, vicario de la Iglesia Parroquial, y se contrató «a dos fadrins que sonaren los atabais ta vespra y día de Sant Jordi».— En 1568 tomaron parte en aquellas fiestas tos tiradores de arcabuz y ballena; a los mejores se les concedieron premios en metálico. En 1576 las fiestas tuvieron el carácter de centenarias; por las pagas que efectuaron Ifcs Clavarios de pecunies, podemos deducir en qué consistieron: entregó el limosnero 23 sueldos al polvorista Pedro Segura por los cohetes que hizo para la fiesta; los premios a los arcabuceros y ballesteros fueron de cucharitas de plata, en lugar de las copas de plata que hoy se acostumbra conceder; vinieron unos moriscos pera sonar clarilla y atabais; se alquilaron

en Cocentaina cascabeles para los momos, y se levantó en la plaza de San Jorge una tribuna para que desde ella presenciaran los oficiales el concurso de Eos tiradores, cuyas joyas fueron ganadas por tos vecinos Pedro Segura y Caspar Blasco.— Y en 1578 la visita del Patriarca Don Juan de Ribera, Arzobispo de Valencia, marcó una pequeña variación en aquellas fiestas, disponiendo que la Misa Mayor, que hasta entonces se celebraba en la Iglesia de San Jorge, se cantara en la Parroquia, acordando el Consejo el 20 de Abril que «en lo present any se fasa la festa de Sant Jordi desta manera: que (le matí se diga una misa cantada ab molla solemnitat, y aprés se fasa la processó acostumbrada y sem binguen a la Sglesia Parrochial desta Vita y allí se diga la misa major y serme». Una de las diversiones más generalizadas de aquellas populares fiestas la constituían las castañuelas, instrumento de percusión que exigía tanta aptitud en el constructor como habilidad en el pulsador, y del que se llegaron a escribir algunos tratados para conseguir todos los efectos, hasta trinos, redobles y arpegios. En Alcoy constituía uno délos ingresos de la Villa el arreadamettl de Íes castanyolea, y aunque estuvo algunos años sin ser sacado a subasta, seguramente y aunque parezca jocoso para algunos, por no haber constructores habilidosos, se arrendó este impuesto para las fiestas de San Jorge de 1582, según nos dice el siguiente acuerdo del Consejo de,la Villa: «Que la vendería de les castanyoles per la Vila, puix que hiá moriscos de Cocentayna que arrendarán, que s' arrende per lo preu que podrán, y lo arrendament serveixca pera fer la festa del benaventurat Sant Jordi, lo qual arrendatnent se fasa ab capítol que si algún vehí de la Vila voldrá fer castanyoles en sa casa y vendrelés dins sa casa tan solament, ques puga fer». En la procesión de aquel mismo año se estrenó una nueva bandera de ta Villa, leyéndose en los libros de los Clavarios que se compraron a Gaspar Sanz cinco varas y dos palmos de tafetán azul para el escudo de aquel estandarte oficial, en el que lucían las armas reales y las de Alcoy con la figura de San Jorge, Así eran las fiestas en el siglo XVI De las grandes evoluciones que posteriormente tuvieron, daremos cuenta al estudiar cada una de las centurias sucesivas.

37

Fulo A. M a t a r IB dona


tno... Verso mío, verso escapado del llorar de mi pluma, consciente y meditado,claridad de agua sin espuma de ese poco de mar que, aun siendo hondo, entre impurezas de algas y de val, permite ver la arena de su fondo con transparencia limpia de cristal. Verso mío, hacho con fuz de fe y sinceridad, tomada del altor donde la Cruz nos dicta la Verdad. Verso mío, diáfano, sencillo, que en palabra y medida busca el modo de hablar coma un chiquillo y sin nada decir decirlo todo. Verío fuerte, valiente, decisivo, como un beso en la boca; cruef o compasivo,como fa ota que a) envolver la roca con ju triunfal chasquido parece deshacerla, y ai retirarse sólo ha conseguido l aun más embellecerlo. Verso mío que tomo vida y el papel «mpapc con fa sangre que fluye de una herida cor Ja que el alma foda se me escapa

Verso que sí el aíre^uza

suele ser por un momento como una copla andaluza: queja, gracia o sentimiento. Verso que cuntes amor, belleza, virtud, pasión, no vengas noy, por favor, tengo miedo de tí en esta ocasión. Aléjate, empeño vano ese tuyo; no quiero oírte. ¿No ves que tiembla mi mono y no podré transcribirte? jQwé pretendes? ¿Que hable del omorp Pasajera emoción que a nadie importa. ¿De la honradez? ¡Horror! ¿De (a vida? No lo merece, fes tan corta! ¿De la justicia? Falsa, mentira. ¿De/ sentido común? Está extinguido. ¿Del placer? En el aire se respira. ¿De mi fe? Ya me has vencido. De eso sí, verso mío, Mueve mi pluma, prende en el oro de su pico el rocío de tu bello decir, de tu canto sonoro, que a San Jorge quiero, cuando ya le rezo y cuando él me mira, con un solo verso certero —sumirle lo fe que me inspira.

•fkiion

Foto Mor» Carbón el]

39


ARGENTO EN VERDE (Romance del Capitán Moro) Con roías de ungre y clamor da venoi latió brevemente pa» la vida el alna de Roque Ortega. Alcoyano per adopción y sentimiento, consagró a nueairo pueblo el OTO má* fino da su poesía. Había nacido en Tórtola en 19S5 y falleció en al Sanatorio del Guadarrama al ó de agosio da 1949.

La gente espera en la plaza tu presencia, Capiián... Los clarines, sobre el viento, son alondras de ansiedad que han de anunciar a la tarde tu presencia, Capitán... Cara de rosa y canela, la niña esperando está. Nácar y espume sus manos suspiros al aire dan. Asomado en una esquina el sol se ha puesto a brillar. Serenatas en el cielo la luna le cantará. Y hasta diz que la Giralda enferma está de pesar sin que le valgan los físicos de su Sevilla natal, que una espina de nostalgia le vela en sombra la faz y a ella la curara sólo tu presencia, Capitán... Las tres y media en la plaza cuando llegues han de dar...

o

/^—\$ ya axiomático que la fe ha contribuido ^-—^ y contribuye al engrandecimiento de los pueblos y Naciones. Desde el hecho glorioso de la Aparición de nuestro ínclito Patrón, San Jorge, la historia de Alcoy registra un constante y progresivo desarrollo en todos los órdenes. La fe y el progreso irán ya íntimamente aparejados, como en simbiosis, para no separarse jamás, pues savia tan fecunda hará cada día más frondoso el árbol del porvenir. Alcoy ha entrado en posesión de una fe sistemática que le hará creer obstinadamente en su progreso y le enseñará a luchar contra todos los inconvenientes. Ya no le abatirá el desmayo, ni el desamparo, ni la calamidad. Cuenta con un glorioso Protector, de cuya santa ayuda tiene recibidos tan patentes testimonios. La Aparición ha iniciado su reconquista. El alcoyano no teme las incursiones del moro, puesto que ha conocido cuan fecunda es la oración y los dones con ella alcanzados. Un aire de optimismo balanceará las flores 40

— i Reloj del Ayuntamiento mira afanoso hacia allá, por retrasar si demora y sí no por correr más». Las tres y media en la plaza cuando llegues han de dar... Has de cumplir tu palabra que tu palabra es real y el pueblo espera con ansia tu presencia, Capitán... La calle abrió sus esquinas con un lento galopar. Tu jaique prende en el viento sus rosas de claridad, y en eclosión de rubíes tu alfanje buscando va pechos de bronce en el aire que en sangre florecerán. Callaron todas las bocas, las pupilas han de hablar, ¡que a todos nos dejó mudos tu presencia, Capitán...! t «OQUE ORTEGA

de las más risueñas ilusiones en sus proyectos y en su prosperidad. El comercio encuentra libertad, y seguridad la industria, amparo la propiedad y continuidad el orden y la paz. Surgen nuevas industrias y amplíanse las ya existentes, forjándose el espíritu de empresa. Su más antigua industria que se acreditó con la fabricación de capas moriscas, durante la dominación árabe, seguirá un ritmo progresivo a partir del siglo XIII, el que ya no cesará, pues de 55.000 piezas en el año 1.800, pasa a más del millón de piezas en 1923 y así de salto en salto hasta llegar al día en que con el número de metros fabricados se puede fajar al Mundo. De su creciente desarrollo comercial puede darnos una idea el hecho de que ya al final del año 1.884 se descontaban en el Banco de España en Alcoy cerca de 3.000 letras por más de pesetas 3.000.000; no obstante efectuarse la mayor parte de las ventas a través de comisionistas. De aquí nuestro lema: «Adelante con nuestra fe». Que lo demás, ya nos lo dará con creces el invicto San Jorge, nuestro fiel protector. Octavio Teroi y Pérez


C

UANDO sucedió la maravilla que hoy conmemoramos, Alcoy era un pueblo de guerreros y de creyentes. Acababa de introducirse en los dominios de Jaime I la festividad del Corpus, y ta piedad ardiente de nuestros antepasados, mantenida en perpetua excitación por la lucha contra los seguidores de Mahoma, dirigía todos los actos de la vida. No era posible como en otras regiones de Europa ta tiranía del Feudalismo, aquí donde marchaban juntos pecheros y señores a liberar de manos del común enemigo pedazos del suelo patrio, con la cruz por enseña y el íntimo convencimiento de que se ensancharían sus conquistas a medida que se acrecentase su fe. Dichosos con sus virtudes, regocijados con su sol, contentos con su trabajo, vivificados con el espíritu de caridad, los alcoyanos del siglo XI11 en nombre de los más bellos sentimientos quieren franquear la puerta del Santuario en busca del consejo, la compañía y la dirección del sacerdote; por eso cuando en la claridad dulcísima del crepúsculo de un 23 de abril los sectarios del Corán atacan la ciudad, agrúpanse todos sus hijos en torno del legítimo pastor, Mosén Torregrosa, dirigen suplicantes las miradas al Cielo y se aprestan a defender las murallas para mantener en alto las verdades de la eterna civilización, haciendo indeleble su testimonio al rubricarlo con las rojas flores de su sangre. Aquella tibia mañana pudo ver el espectáculo asombroso de un jinete sobre la gracia pura de los aires, cabalgando brioso corcel y sembrando con sus flechas certeras el espanto y la ruina entre los enemigos. Cambiase el duelo en victoria y elévanse en bella muestra de íntimos afectos continuos cánticos a la gran Misericordia.

Fue pasando el tiempo y en él se clavaron como estrellas de maravilla las gloriosas tradiciones alcoyanas; el fervor eucarístico, el aroma místico de unos Lirios Milagrosos, la devoción a los Patronos, como collar de perlas, enlazan espirítualmente a nuestros mayores, sus almas limpias nos transmiten el fecundo legado de una defensa constante de la Verdad y del Bien, salvan el escollo del Renacimiento con su racionalismo y hacen en tiempo de herejes lo que antes habían hecho en tiempo de moros. Hoy que en la Primavera fragante se ha encendido una llama de alcoyanismo con nuestras Fiestas incomparables, un sello de solemnidad altera su plácida sonrisa, el sentimiento religioso se trueca de apacible en vehemente y al sentirse servidor de una gran fuerza histórica, a San Jorge promete la defensa ardida de los valores espirituales y eternos. El mundo actual se hunde por la falta de fe y mira angustiado el porvenir, pensemos que un patriotismo encendido unid en el remanso de los siglos la historia de Alcoy con vínculos de amor, recojamos las enseñanzas de nuestros antepasados y que sean más que recuerdos, pedazos aun palpitantes del corazón de una ciudad que supo vibrar en ansias de un santo ideal y fundirse en una misma fe.

Guillermo Berenguer Dinclor del Initilulo d* Entofl.nia Medí».

41


Tradición - Folklore Valencia Y San José - AlcOY Y San Jorge A ni guien dije, en ocasión propicia, que el de los faroles que alumbran ITUADOS en la alegre y 1» tipien! F*ll» de Val sucia en honor da en la gran retreta, el otro fuesoleada terraza del MiSin Joie. y nneilraj (acularas fiailai ofrengo de Fe que nos embarga en dada» al general Jorge de Capadocia, guelete. Valencia nos muestra mártir, sanio 7 guarrero (un después de la festividad del Santo Patrón, orgullosamente una tradición, muerto, llevan camino paralelo. Véame*. y el que ilumina su celestial fila tradición de su trabajo, verigura en su aparición inimitable, ficado activamente en la moy así todas las noches hasta vilidad de su puerto, y en los arados y centros fabriles que por doquier cuidan concluir con el que nos brinda el gran castillo de y multiplican en las huertas y fábricas el naranjo fuegos artificiales. * * * y la máquina.... Y luego, en la gran noche valenDespués ciana, la de San José, tras el bullicio y entusiasmo Valencia volverá a crear las maravillas de su callejero, contemplamos el derrochar a mansalva exquisitez artística; y Alcoy, al terminar su fiesta, docenas de monumentos artísticos que el fuego planeará de nuevo el arte de sus tres grandes purifica, compensado ya, por virtud de la alegría días, sedas y luz, fantasía oriental al servicio de de aquella noche, eí enorme sacrificio que supone una causa cristiana, ofreciendo tos dos pueblos nuevas muestras de su peculiar grandiosidad. su construcción. Música. Alegría. Fuego. Moro y Cristiano: Fallero y Valenciana. Ese folklore tradicional que Elevados ahora, imaginariamente, a la altura bajo el techo de una misma región política celede nuestra destruida torre-campanario, próxima a bramos, precisamente en el albor de la primavera, es signo de paralelismo y afinidad, de un mismo su total reconstrucción, observamos asimismo un tesón, de idénticas aspiraciones espirituales. valle intensamente poblado, activísimo e indus* * * trial; una ciudad que ha sabido forjarse, con el Disgreguemos. Unamos. — Por Valencia, por trabajo, ese nombre famoso que diariamente corre Alcoy, por la Región Valenciana: todos los cielos del mundo: ALCOY Y vemos VIVA SAN JOSÉ. VIVA SAN JORGE. también, en sus días de fiestas, derrochar por doquier el fuego del alma popular intérprete de la Vicente Miró Duró epopeya, la clara ignición de nuestro sol abrileño, Alcoy, abril, 1950.

S

43


El factor olvidado E

NTRE los muchos elementos que al correr de los años han formado la gran sinfonía de la Fiesta alcoyana, de tanta belleza y color, hay uno que, por pasar desapercibido o no tener voceros que lo pregonen, constituye el factor olvidado de la representación abrileña. Porque se ha cantado muchas veces, con frases más o menos atinadas, los actos y los personajes de la Fiesta nuestra. Se ha relatado la propiedad, el colorido del atuendo de sus personajes, la majestad de las escuadras, la rítmica de sus pasodobles orientales, la airosa pujanza de los jinetes que tremolan sus vistosas capas al airecillo primaveral... De estos y de otros elementos se han acordado las voces pregoneras; pero ese factor que es «el cartuchero», ha quedado en el rincón de los olvidos. Por ello es de razón y de justicia que reconozcamos la valía de su labor. Para buscar un parangón a este personaje, habríamos de remontarnos a la legendaria y heroica Edad Media, buscando su antecesor en el escudero: fiel servidor de su señor, acompañante seguro y decidido de sus hazañas bélicas y aventuras caballerescas. En aquella época tal personaje constituyó una necesidad. En Alcoy, y más concretamente en sus fiestas, el cartuchero es casi una institución. Y al igual que el traje de festero, rico en adornos y colores, va pasando de padres a hijos, como fervoroso y cálido tributo de fe en San Jorge, el menester de llevar la pólvora también pasa por tradición familiar y forma un rito que va transmitiéndose; y a veces, cuando se juntan los factores adversos y vienen las oposiciones de tas personas más allegadas, y aún la de los propios familiares, es cuando el cartuchero se siente más obligado, más depositario de una tradición y un rito, y es cuando se marca más acen-

tuado su carácter alcoyatío, —su admiración y cariño a esta tierra que le vio nacer—. Y ya no es la remuneración, siempre insuficiente, que de su trabajo en el festejo pueda obtener, ni las ventajas materiales que de él se deriven, sino que es en este momento cuando la parte emocional de su persona se reaviva y se crea la tácita obligación de llevar la pólvora al «fester». En su cariño por la fiesta, ha cuidado de enseñar a disparar a su debido tiempo y con buena disposición, cuando de niño le han alboreado las primeras ilusiones festeras, y ha continuado siendo la voz de la prudencia en la juventud, refrenando sus alocados impulsos mozos, para ser, en definitiva, un firme y seguro apoyo en todos los actos festeros. Su alma, cargada de alcoyanismo, le impulsa a tomar parte en nuestra conmemoración abrileña. No busca su lucimiento persona!, pues no se le pueden atribuir esas miras, y desinteresadamente, haciendo de su labor un tributo sencillo y callado que luego redundará en el mayor éxito del postrer día festero, viene aportando su óbolo para que la Tradición no decaiga; para que esta fiesta nuestra, a la que tanto queremos y con tanto mimo cuidamos, pasando a través de todas las vicisitudes y generaciones, pueda ser ofrecida por Alcoy corno compendio de su manera de ser: expresión gozosa de su idiosincrasia al Caballero Santo que le patrocina. Ya es hora de que reconozcamos la labor del cartuchero. Su tarea, por callada y simple, no puede ni debe quedar en el olvido, y para ello nada mejor que nos hayamos detenido a reconocer sus méritos y a considerar lo que significa su aportación entusiasta y desinteresada a la gran representación plástica de nuestras tradiciones. Juan Antonio García

¿¿eterno Cual regia diadema de esmeraldas y oro, un himno vibrante y sonoro a mi pueblo quisiera ofrendar, y en su altiva frente brillase cual la refulgente perla escondida en el mar Un himno sublime que fuera corona inmarcesible de laurel, pero tan sencillo, tan tierno que oliera como huele el agreste tomillo, como huele el esbelto clavel. Un himno de estrofas radiantes, como las estrellas blancas, rutilantes que son de la luna cortejo nupcial y, en alas del viento,

rasgando las nubes, sobre el firmamento, cantase su gloria inmortal. La ingente y magnífica gloria de heráldicas gestas de eterna memoria, que estas bellas fiestas de pompa oriental evocan, siguiendo en la Historia la estela indeleble y triunfal de un pueblo indomable y valiente que, en su afán ascendente hacia la meta ideal, soporta mil pesadumbres para escalar altas cumbres, como el águila caudal. Camilo Cobrara

45


¿Veis este Niño caí i adolescente que viste traje a la romana usanza, como un capullo abierto a la esperanza con su bandera y cetco reluciente?... Es de San Jorge símbolo viviente, es de Wali una infantil semblanza que con su candida mirada alcanza el poema arrobador de Alcoy creyente Miradas reverentes por doquiera tribuía Alcoy al que es representante de su Libertador en lid guerrera: ¡Niño San Jorge! En actitud brillante, la almena del Castillo, allí te espera para plasmar un triunfo resonante. E. ABAD. - V¡e»r¡« if Sin Jnr(r.


Las fiestas centenarias de San Jorge en el año 1876 [REVISTIERON gran suntuosidad las fiestas centetx. nanas de 1876, a las que fueron invitados el Excelentísimo Sr. D. Rigoberto Moltd, capitán general de Burgos; los Brigadiers Don Antonio Moltó y D. Camilo Pola vieja, todos ellos hijos de Alcoy; el Eminentísimo Cardenal Barrio, Arzobispo de Valencia, y el Excelentísimo Sr. D. Francisco Camacho, ministro de Hacienda. Reproducimos en esta página tres de los muchos aspectos que pudieron admirarse en aquellos días.

Vina da U colomn» de U cu* C a mitro ría]

Sobre el surtidor de la plaza de San Agustín fue levantada una columna coronada con la imagen de San Jorge, modelada por don José Carbonell, reproducción exacta de la que existe en el Palacio de la Diputación de Barcelona. Dicha estatua ecuestre era giratoria por la acción de las aguas del surtidor, midiendo el pedestal 3 metros, y 16 la caña de la columna. Otra estatua igual, en bronce, era llevada en carro triunfal costeado por el Gremio de Comerciantes, En la fachada de tas Casas Consistoriales se colocaron estatuas de los primeros pobladores de Alcoy, y de los que figuraron en la primera Reconquista y en la epopeya de 1276, ondeando en la cúspide del cimborio una gran bandera blanca con la cruz de S. Jorge. En la calle de Mosén Torregrosa la Real Fábrica de Paños levantó el Arco Árabe que se destaca en la segunda fotografía; y en la tercera se reproduce la iluminación que lucid en el comercio de D. Juan Fontanella: innúmeras luces de color, combinadas y puestas Flan del C a r m e n Cl» da Fonlanella

C»lls d»l V*ll, arco l«T*nlido por 1* K»1 Fibric» di FiKot

en movimiento en ruedas y columnas espirales, ofrecían un fantástico aspecto. También destacaron: el altar de orden árabe de la sociedad «Oriente»; la fachada románica del «Casino Alcoyano»; los altares costeados por el «Círculo Industrial» y «Círculo Católico de Obreros»; una artística fachada en la Iglesia de San Jorge, y el adorno de la calle San Lorenzo, consistente en banderas, arcos, escudos y faroles, y, como fondo de todo ello, las colgaduras que aparecieron en los balcones, compuestas de tres telas, dos encarnadas y la del centro blanca, con los escudos de la Ciudad y de San Jorge.

ti te*


EL NUEVO OBISPO DE CORIA

O

TRO paisano iluslre ha sido elevado a la dignidad episcopal. Congratulémonos y, recordando su vida, demos gracias a Dios porque si nos quitó su presencia hace ocho años escasos, con gran dolor de cuantos le conocíamos, íué*para donar a la Iglesia Católica un nuevo Prelado. El Excmo. y Rvdmo. Si. D. Manuel Llopis, electo Obispo de Coria, nació en Alcoy el 17 de enero de 1902 en la Calle de San Miguel n.° 4!. De familia modesta, pero cristianísima, bebió en ella desde sus primeros días todo el fervor y convicción de creencias que han sido guia de su vida. Fue bautizado en la Parroquia Arcipreatal de Santa María y actuaron como padrinos D," Josefa Aura de Doménech y D. Manuel Paya. Se cuenta que cuando todavía era un parvulillo que apenas intentaba sus primeros pasos, le preguntaron un día enríe fiestas y bromas: Y tú ¿qué vas a ser?, respondiendo con su media lengua: ¿Yo? iRelor». Y ese tranquillo fue por mucho tiempo la respuesta a la reiterada pregunta que por lucir sus gracias le hacían sua familiares. De carácter inquieto y tenaz, era vivo y travieso, como la mayoría de los chicos, demostrando sobre todo una voluntad diíícil de doblegar. Estudió sus primeras Ierras en la Escuela de D. José Masía y después con su tío D. Miguel Colomer, pasando más tarde al Colegio de los HH. Maristas, situado ya entonces en la Calle del Venerable Ridaura. En 1908 su padre, carpintero de la fábrica de paños de D. Salvador Doménech, fue invitado a trasladar a ella su domicilio y allí vivió nuestro biografiado con su familia. Se puso a trabajar en dicha fábrica como «canonaire» sin descuidar sus estudios ni su vocación, pues recibía además clases de Latín de Mosén Salvador Llopis García, con el proposito de intentar el ingreso en el Colegio de Burjasot, El Cura Arcipreste Rvdo. D. Juan Bta. Escrivá, le ingresó en el Seminario de Valencia y en 1918 inició allí sus estudios eclesiásticos. En 1922 obtuvo por oposición una beca en el Colegio del Corpus Christi de Valencia, más popularmente llamado del Patriarca. Aquí se formó según las sabías reglas del Bto. Juan de Ribera, distinguiéndose paralela y notablemente en los esludios y en la virtud y adueñándose de su corazón el amor a Jesús Sacramentado y la devoción a la Virgen Santísima y a San Mauro, patrono de aquel Colegio y de Alcoy. Después de la catástrofe de Anual tué llamado a filas e hizo su servicio militar en Larache, donde como en todas parles no pudieron permanecer ocultas sus dotes excelentes y su celo y fervor. Obtenido el titulo de Licenciado en Sagrada Teología y recibidas las Sagradas Ordenes, cantó su primera misa el 25 de noviembre de 1929 en la Iglesia del Santo Sepulcro de Alcoy, encargándose del panegírico el Rvdo. D. Félix Senent, Rector del Colegio del Patriarca, siendo padrinos el padre del misacantano, D. Rafael Llopis Valls, y la Sra. D." Rosario Parches. En esta misma Iglesia obtuvo su primer cargo de beneficiado y desde aquí irradió au celo en el Patronato del Carmen, en Acción Católica y Estudiantes Católicos, y en Obras de Caridad, Conferencias, Roperos, etc. Fundado en Alcoy en 1931 el Centro de la Asociación Nacional de Propagandistas no taidó D. Manuel Llopis en ingresar en ¿1 interviniendo activamente en sus Círculos de

. Dr. D. Muye! Lltpii hem cítelo de OÍ*

Estudios y sus demás tareas y actos de piedad. Su voluntad enérgica y su carácter firme, estaban ya templados por un misticismo jovial y simpático y un optimismo contagioso que descansaba en la Providencia. Cuando estalló la Revolución tuvo el Dr. Llopis que recluirse en su casa, y aún así, consiguió, con la ayuda de buenas gentes, esconder la imagen del Niño Jesús del Milagro en un piso de la misma casa donde vivía, en la Calle de San Blas. Perseguido, logró pasar a Almazora en la provincia de Castellón, donde un hermano suyo tenia una pequeña industria de tejidos y allí permaneció con alguna que otra escapada, según los vientos que coman, hasla que fue liberada aquella provincia. Entonces se incorporó para prestar los seivicios de su ministerio en el Hospital de Castellón de la Plana y liberada Valencia pudo trasladarse a Alcoy donde reanudó su labor, siendo nombrado por el Sr. Arzobispo de Valencia, Dr. Meló, Consiliario del Centro de Propagandistas de nuestra ciudad, pues el anterior, Rvdo. D. Rafael Mor llor, había caído por Dios y por España. Durante casi tres años desenvolvió sus actividades de manera notable, pues además de cuanto atendía, llegó a serle encomendada la regencia de la Parroquia de Santa María de su ciudad natal, establecida, por destrucción de su templo propio, en la Iglesia del Santo Sepulcro. En 1942 verificó las oposiciones a curatos y aunque se resistía a la idea de abandonar su Capellanía y su pueblo, sometióse a la obediencia, y al nombrarle el Reverendísimo Sr. Arzobispo de Valencia, Cura Párroco del Santo Ángel Custodio de dicha capital, tomó posesión de esa Parroquia de nueva creación en donde todo estaba por hacer. Los que convivimos con él sabemos cuantísimo le costó ese sacrificio, que Dios le ha recompensado largamente, pues en pocos años, donde la guerra lo había destruido todo, levantó el templo material, que fue el primero bendecido por el Reverendísimo Sr Arzobispo, Dr. Olaechea, y a la par el templo espiritual de su feligresía que causa la admiración y el gozo de cuantos lo conocen, pues logró desarrollar Acción Católica, Patronatos, Escuelas, Conferencias y cuanto puede desearse en una labor social admirable que pregona los méritos y virtudes del nuevo Prelado. Poco queda por añadir. El Buen Pastor que tanto añoraron las ovejas de su primer aprisco va a abandonar su segunda grey, para ponerse al frente de una Diócesis alejada de estas tierras cientos de kilómetros. Pero la mente y el corazón no miden distancias y en todo momento se encontrarán junto a su Silla Episcopal las plegarias de sus paisanos y amigos para que el Espíritu Santo le asista, los deseos de que nos tenga presentes en el Santo Sacrificio del Altar y iunbién nuestra seguridad de que pedirá al Cielo por nosotros y nos dará sus bendiciones,

A. v. r.

57


HACE 370 AÑOS loi ornamento! y objatoi da culta qun había nn la Iglaiia da 3. J o r g e .

RAN los Humanara (había uno para cada lemplo) los encargados de custodiar todos los objetos del culto y da administrar las limosnas que en ellos se recaudaban, nombrándose estos cargos el mismo día que el Consejo general. £1 de la Iglesia da San Jorge en el año 1580 practicó el día 20 de Mayo el siguiente Inventario: «Hieroni Mayor, llumener de Sanl Jordi de la presenl Vila de Alcoy en lo a n y MDLXXX finint en lo any MDLXXXI, en presengia deis magniíícha Juráis de la dita Vila, prengué y leu inventan de la rroba de dita Sglesia, la qual tenía acomanada Luía Monllor aena inventan, y lo dit Hieroni Mayor feu lo inventan seguent: Primo, una trona de fusta pera sermonar y un faristol. - ítem una cabca de pi ab son pany y clau, dins la qual fonch irobaba la rroba seguent: Primo dos camísos. - ítem una cas sulla de colonina cordonada ab una 1 lista de grana per mig, - Ilem una casulla de chámelo! negre usada ab franges groges, - ítem un üansol de llens pera cobrír lo aliar la semana sánela. - ítem un davant aliar ab rrisa en lorn. - ítem dos davaní aliar usáis. - ítem tres tavalloles. - ítem huil lavalloles pera lo altar usades. - ítem un davant altar de guadamací! d' aural ab la figura de Sanct Jordi y un allre guadamacil tenat pera damunl lo altar. - ítem un poria-pau de llautó. - ítem se la. memoria que en lo invenían del any LXX quatre, es lo darrer inventar! que sa fet, se traba inventarial un calser de argént. - Ilem quatre canalobres, dos de ferro y dos de Hauló. - ítem una caldereta pera 1' aygua beneyta, - Ilem un tabach pera acaptar. - ítem un pilone! y un ganiveí pera tallar lo pa baneyt. Tota la qual rroba y al lies coses de super speciíicades lo dit Hieroni Mayor confesa aver agut y rebut y teñir er. son poder, y promete guardar aquella y íesliíuhirla al fi de sa atlministració. Testicha, Andreu Monllor de Lorens y Pere Ferrer. - Recepi ego, Andreas Johannes Mayor, ñola ñus».

Antigua lgl«ta de Sin Jorg«

CRIDA |jAll « I c o y í n t d« bon» 1* i d* cor I B H I B I , n l i qus v e h u e n en luí írndisioni dsl Pobla la fontm e n l da ton piogréi, ili qu* *1 inculcar * ion) filli elt muí amor!, gl( miañan I iar dign»i y h o n r a l i l !

A iglesia qu' els nostres antepasals Bisaren poc después de la victoria que de un exeisii invasor van oblindre per íntersecsió de Senl Jordi, va a ser derrocada. Vella y cen volles transformada, huí de aquella primitiva res queda, a no ser el noble solar sobre que s' alsa. Fa eixir els colors a la cara qu' el primer monument de nostra historia, tíngam que amagarlo de vergoña ais íorasters i arraconat, pobre y en olvit harja pennaneiscut per tan da lempa. Ya es hora que lo que deu ser iglesia i palau de nosíres creensies i nostres glories, en milj de un poblé tieballador, culi i agiait, s' alse com mereix, esbelt, rich i hasta orgullos, desafian! al temps para que diga a les generasions que han de vindre i al mon sanser, que así, en este raconet, de montañés rodé jal, si en lo maitell en la má i al volant de una máquina agarráis, cumplint la llei de Deu, sabem guañarnos el pá, nos sobren forses també, energía i dignitat pera conservar nostres creensies i en liberta lluita guañar i guardar nostra independensia i llibertat, ¡Alcoyans! la iglesia que Iratém de alsar, es la casa de Alcoy sanser, es la casa de tots i si tota pedra íá paret, a loís conespon, segóns les sehues foises i volunta!, aportar la sehua pedrelaf cada ú per ella pol fer algo i ella de tots espera. ]Alcoyansl La sombra augusta de Torregrosa i de tanls i lants ilustres alcoyans, desde el seu sepulcre nos contemplen,- qu' el seu dols repós no iníerrumpil a través d' els sigles per la ingratitud, hatja de ferse ara terbol per desidia o abandono. |Alcoyans! Per el engrandiment del nostre poblé, de la nostra patria, avanl i sempre avanl, eixa i ningún aira es la nostra bandera, que no sollnrém de la má hasla que la veíjam airosa bambolee jar al ven! sobre la cúpula de Sent Jordi, de nou reedifica! i que tratera de convertir en temple, archiu i museu de nosíra historia. Crido publicad» púa la eeniIroeeWn da la ictnai Iglaiil

Actual da Sin Jorge.

59


LA M O N A DE PASQUA

PORTIC ¡Mes d' Abril! ¡Pasqua Florida! ¡Qué bell temps per a gotjar! ¡Oh mon Deu, com ens convida esta (esta be reída, a nostre cor esplaiar! La tlaurada primavera, ¡qu' engarlandada ens vé! ¡Qué gentil i falaguera, qué alegre i qué riallera i qué atractius en sí té! Tot respira bledanía, aci biix d' un ce] tan blau i tot canta en este día, la grata i dolca armonía d' un himne d' amor i pau. ¡Oh festa de bena u ranees, que observém dende üavórs! Tú ens portes remembrances i ens dones esperances que be alegren nostres tórs Perqué 's pot dir qu1 este día, de la Pasqua del Abril, es com prolec d' alegría, de les festes qu' ensomnia Alcói, ab scs ditjes mil. Festa d' alegríes plena, per a 'I poblé fervorós; festa que nosties peus mena, i nostfes ulls H u m e r a , cap el día vintidós.

DESCRIPCIÓ Apenes el toe de Gloria $' enlaira p' el firmamcnt, ens venen a la memoria, tradición s, costúms e historia, que Alcóy guarda reverent. Y d' Abril la mona es esta, que a toes porta aqueferáts; puix la gent, tota s' apresta, a observar sempre esta festa, d' atractius tan bells i grats. La vespra d' esta diada, per arrelí es ve u passar, tan de matí com vesprada, p' els carrérs Una filada de taulelis al forn anar. Coques, pastissos i manes, maladenes i rolléis i en bandejea mol tes dones, ens amostren coses bones, sent la envetja deis xiquéts, Per lo mati en grans coirheides, cap al camp, van desfilant i allí dins, molt apretados, les persones van prensades 1 ab entusiasme cantant. Altres, be perqué no poden este gran lujo gastar, en vells carros s' acomoden o be 'n burros .. com ells poden.. la qüestió es el berenar Y a la caseta o a la scrra, o al bancal qu' está sembr át, o ahon hi hatja un pam de térra, van per a donarli guerra al rnasero mes plantát. Qu' en estes bones vespraes,

es costiim tradicional, que La Llana enguany tendrá, eixir al camp les filaes d' un poblé ha segut portada per les verdes contornaes, per a oiría i ser pro va da en esta alegre vespra, desde temps inmemorial. Uns se 'n van cap a la «Uixola», Y comen sa per donarnos, o a la «Penya deis Peláis» una polca mal toca allarganse a «Marióla», segóns diuen, p' a obsequiarnos, a la «Font de Rieróia» pre teñen t arrebatarnos, ab les notes qu1 ella fá 0 al «Realét deis Foráts» Al tres es preñen 1' eixida, Demprés uno ve ¡ demana per allí p' el Molinar; un va/set balladoréí, í si acás lo temps convida, perqu' encara te mes gana, hi ha qui se 'n va a la partida de brincar per esta plana, de « B a r x e l l » per berenar, ab les xiques del maset. Qu' es de rigor les filaes Y lluinse aci el bombiste, eixir totes a provar que del poblé es sagrlstí, la pólvora en trabucaes, ahon se 'I té com un artiste 1 entre trons i Rameraes, y teolec poletníate, la Mona be fan pasar. fa tocar «El Aleóla». La filada mes ¡luida, Un pas-doble de valía que a presentarse va enguany, segóns diu la seua gent, mes numerosa i cumplida, que ha compost per a este día es la qu' está dirigida, i es sois una mitjanía 1 per ú qu' es fester tot I any. segóns cll, modesiament. Y parlém deis grana llaneros Y esta pessa qu' es tan bona, ais qu' es toca mes honor, carregada de metal, per ser abáns qu' els miqueros, cuant tots bufen, tan retrona, qu' eh/adiós i els chaneros, u' en el ventre acó re son a, ¡privilegis d' antigor! e tal modo, que fa mal. Ells son ja mes de setanta, Al traure en acó la Mona, els que parí allí pendran una veu potenta s' óu, i es degut acó a cuarantá (1) que a esta Diosa un himne entona un fester de fe molt santa y ab fervor a ella 's dona; que va ais joves r e d u c á n . el simpatic Trenta Non. (2) En la Pasqua fan 1' exida, Ú, putjánt d' alt d' una taula, cap ais camps del Hospital, esta festa be t n a l t i x 0 be teñen permitida, i al usar de sa par aula, bona entrada i acullida, l¡ coloquen una maula en el más de «L1 Arsenal*. i la gent tota aplaudís En la era veus que acampen, Eli allí, sense notarse tots allí, petits i grans; lo que porta en sí pentját, 1 en rogles molt be s' escampen es comensa a envanetjarse, i en mitg una bota planten, que a tot' hora está entre mans sense mai poder pensarse, el per qué 's tan celebrát. Un montó aci de favetes. Un fadri s' encaramalla d' ensalaes i de cois al copet d' un almel-ler, i entre mig de rosquilletes, una rama agarra y talla llonganises ya sequetes i d' un bot al punt devalla, i empanaes les que vóls. perqué ve el sobresequier, Y allí tots al aire lliure Uns xiquéts allá s' acassen en molt ampia Mibertát i patetjen un bancal; i gotjant d' este bell viure uns novios les hores passen no 's para la gent de riure, i amórs doleos en t relia sen en vera fraternitát. allí baix d1 un vert parral. Uno aci veus que festetja en fadrína molt templa; Y en acd s' alsa Cuarantá allá un altre que copletja acabat de berenar la tonada que ú p u n t e r í a i en un bot en térra es planta, en guitarra destempla. i diu fdrt, plegant sa m a n t a : I xiquetes molt hermoses, ¡Tots senyores, a formar! a la roda están jugant, Al instan veus qu' acudixen i unes altres .tan gracioses, al ensayo gineral, com poní ells de nórs fla ¡roses, i en la escuadra be 's II u i* en; a la corda van saltánt com gran carree que cumplixen, Mentres uns aci berenen ¡tot lo mon ho pren formal! baix un ampie gsrrofer, Allí entonces la filada, allá uns altres hall mamprenen fa ses grans evolución?, i en \3 era be s' estenen i forma nt esta vespra da, plens de goig i de plaer. com si foren ya en la Entrada van marchánt plens d' ilusións. La música contratada

3

(I) C U A l A NT A f«no«ui» vtfidfe 1 noli

Unes polles molt templades mentres estos acó fant,' un poquét mes aparta des, puix no volen ser mira des, van ais inoras imitan:. Eixir fan a aquelles xiques ais festers a rellevar Volen tindre flórs boniques, volen vore cares riques, en la escuadra allí al formar. Tot es festa i alegría i es tot llum i tot color;,., tot respira bledanía.,. ¡Vui aci en la patria mía, com s' esplaya nostre amor! I no apenes acabada, esta escena de passar, cap Alcói preñen la añada, per a fer la estranya entrada qu' es costúm el celebrar. Es de vore recreanse, molt tranquils i moit formáis, com ells entren arréglame i en la escuadra allí apretanse, p' els carrérs mes principáis. La música va seguinlos alegres marxes tocánt i els xiquillos aplaudinlos, van el pas davant obrinlos, en cuadrilles, tots saltánt Ab gran e res i altres canyes, 0 ab bastón s de pasetjar ¡ ab cent armes molt estranyes venen com si grans hasanyes acabaren de guanyar, La escuadra la veem formada per homens de serietát tots ¡unts en forta mamada obedint la veu donada per un cabo molt templa t. ¿Qué dirán els que no siguen d' este poblé tan fester? Pot ser que d' acó se riguen perqué del Alcdi no tinguen el humor que 's menester. Pero tots els que aci venen a establirse en la ciittát, tart o pronte veus que preñen part i la festa entenen com el mes entusiasmad EPIIEC ¡Sigau, sigau respectades, oh costúms de 1' antigor í per tots sempre Hoades 1 ab atencio venerades, al present i esvenidor; vos al tres qu' ánima i vida, sou d' un poblé molt amát, tinga u sempre aci acullida, sent memoria beneída, d' altre temps ya soterrát! I mentres vol condenar vos al olvit ya certa gent, trataré yo de cantarvos i ab amor sabré guardarvos en mon cor, sempre fervent. A. VAlOft ÁISORS Abril de 1948.

|1| TIENTA KOU: hiilÍTÍdio qui ™l..m . g*mi d« Ctttrtflti-

61


Aldabonazo... Y repique

(U-

N A Crónica que no ha muchos a ñ o s suscribía la Junta Directiva de la Asociación de San Jorge Mártir en el programa de nuestras tradicionales fiestas, reseñaba públicamente laudables propósitos de mejoras en diferentes aspectos sobre la labor que le está encomendada, y hacía un llamamiento a la generosidad de los atcoyanos para llegar a la meta con sus planes. La recordación de aquella sutil llamada, —aldabonazo en morada de sordos—, da motivo a unas ligeras observaciones sobre posibilidades de hacer viables, no sólo los propósitos entonces anunciados que debieron ser ya realidad, sino otros más que están dentro de las finalidades de la Asociación y que su Junta Directiva, cada día con más vastas apetencias ha de resolver con menos medios a su disposición en un ambiente de heroica abnegación. La estructura económica de la Entidad tiene por base una ensambladura de no más piezas que la aportación voluntaria de los devotos de San Jorge y las cuotas obligatorias a satisfacer por sus asociados, ya que para nada puede contar la exigua subvención Municipal que no alcanza a cubrir obligaciones ineludibles con las COMPARSAS que actüan en nuestras nunca bastante ponderadas fiestas de MOROS Y CRISTIANOS. De tal estructura tira una fuerte e interminable cadena de obligaciones perentorias, cuya atención anula propósitos y debilita el fundamento social que ha de sostenerse a toda costa. Dos factores pueden resistir la fuerza que ejercen las múltiples necesidades a que atender: Cuéntese como primero, el despertar de la fe hacia nuestro Santo Patrón, un tanto adormecida, por cuya devoción debemos entregarnos con alma y entusiasmo al igual que para una mayor preponderancia de su culto y homenaje en paralelo con la máxima atención al Templo en que lo veneramos, que, como suyo y de Alcoy, debiera ser ya un hecho definitivo de magnificencia y grandeza. Es el segundo factor, la obligación que deben imponerse los remisos para contribuir a las fiestas en manifestación pecuniaria o personal, y vistiendo o no el atavío de «festero» aportar a ellas la voluntad colaboradora de forma que surta los efectos que son sentir de los que aspiramos a una

Folo A. MntarredonPi

realidad, y necesidad de los otros más, que actuantes por temperamento, «festeros» de limpia raigambre, forman los enjambres multicolores en bullicio callejero, y en los ratos de convivencia privada en «la fila» forjan y discuten propósitos para su mayor lucimiento nutriendo a la vez, con sensible esfuerzo para muchos, los «fondos» de ellas, entre las que las hay tan modestas que son dignas de ayuda compensatoria, tanto por el sacrificio que soportan como por sostener la vida latente de camaradería sin la que las COMPARSAS entren en seguro decaimiento, puesto que una de las razones de su permanencia estriba en la convivencia ininterrumpida de sus componentes haciendo con ello posible la fama de nuestras fiestas nacionalmente ponderadas y que es deber de todos fomentar en mayor pujancia cada año. Hay mucho para hacer por San Jorge y por los festejos en su honor. Todo puede ser conseguido con el esfuerzo proporcional a las posibilidades de los que vivimos al amparo de su patrocinio, haciendo cundir el ejemplo de los poquísimos que en distinguida excepción aportan su altruismo a la obra en que se ha de perseverar. Si, además, la masa de alcoyanos indiferentes a la cooperación en tan magnífica obra acuden sin vacilación a nutrir la lista de asociados que no alcanza el importante volumen que debiera tener y se acomete en posición menos vacilante a los que siéndolo se nos podría doblar la ridicula cuota anual de CINCO PESETAS que satisfacemos por estar afiliados, nada menos que a la ASOCIACIÓN DE SAN JORGE MÁRTIR, PATRÓN DE ALCOY, se habrá dado un paso fuerte para alcanzar lo que sin estas soluciones será siempre ilusorio y empobrecido. Así que, por SAN JORGE Y SU PROTECCIÓN HACIA NOSOTROS: Doblamos el paso? Ángel Uapi¡ Pérez Vocal directiva

63


**

JL-tis fiesids-, los

niños/.

Las fiestas en (unción de los niños y de la primavera. La sinrazón de la razón y 1a lógica da ilo m a r a v i l l o s o » . Un ensayo de t e r a p é u t i c a supervital para Alcoy y los alcoyanos. ER niño es sentirse elemental en el gozo y el deseo, tener en el tacto una nube de ilusión que nos redima de la lógica y la vida. Los niños son los verdaderos espectadores de las Fiestas y sólo los hombres que se hacen niños son sus verdaderos actores. Niños para mirar y . niños a quien mirar. Niños en los balcones —¿niños o flores?— y hombres-niños en las calles, portadores del pregón de la primavera. Los «festers» achican sus almas y las disparan al aire embalsamado de abril porque saben que en este sentirse niños se nos da «el reino de los cielos», que sólo las almas pequeñas tienen inmensa la mirada y que et mundo es un barro húmedo y caliente para los que se hacen pobres de espíritu y puros de corazón. Los niños son la primavera de la vida como la Tradición es la primavera de la Historia, Niños y tradiciones forman una trama sutil en la que todo es verdad y todo es mentira. La realidad es sólo una burbuja que se desvanece con el viento. Hay que penetrar con la mirada transcendida en el pórtico del ensueño donde el vuelo de un pájaro puede ser tan maravilloso —o tan real— como la bota de las siete leguas o el traje de Tomasina. Necesitamos curarnos de realidades para acercarnos a la Realidad. Vivimos demasiado orgullosos de nuestras técnicas y nuestros problemas. Pero ¿acaso sabemos algo más que nada? ¿No es toda nuestra ciencia un juego de imaginación con que nosotros, los hombres —pobres niños sin infancia— justificamos nuestro mundo de hadas? ¿Sabemos tal vez más acerca de la electricidad, del tiempo y el movimiento que acerca de la Cenicienta? ¿No es todo un zapatito rutilante que se nos queda en la mano, lleno de misterio y de sugestión? Por fortuna, ya no creemos en la infalibilidad de la Ciencia con que nutrió su candor bobalicón el «siglo de las luces». Las «luces» se van apagando y gracias a que hay fe, niños y primaveras no se han apagado también las luces de nuestra alma. «Las cosas locas del mundo las hizo Dios para confundir a los sabios» —dice San Pablo. Y las cosas puras, bellas y alegres del mundo las hizo Dios para fortificar a los simples, para que todos nos sintiésemos un poco seres quiméricos y fantaseadores que se sueñan «moros» y «cristianos» de un tiempo remoto, porque es triste ser moro o cristiano en el nuestro. El que quiera salvar su razón, la perderá. Desconfiemos de los que pretenden poner límites a la incógnita —y más todavía de los que quieren que no haya incógnita—, de la gran casta brahmáníca de los pedantes de la razón —cientificistas, especialistas y argumentadores— que sólo buscan la verdad en la verdad. Nosotros hemos aprendido una lógica maravillosa en los niños, las Fiestas y la primavera y sabemos cuánto más fecundo es buscar la verdad en la belleza. No nos preocupemos demasiado de que las cusas sean verdaderas con tal de que sean bellas, que si logra-

S

mos realizar un ideal de belleza también habremos poseído la verdad. Pensemos que la verdad es quizá verdad por ser bella, porque se realiza en un mundo de formas perfectas donde todo es armonía y luz. Hagamos de las Fiestas un anhelo permanente de belleza. Todo a su alrededor es un marco espléndido para su realización; la primavera, la música, el gozo de vivir, la ilusión de los niños y la fe. Parece como si se espantase a la mezquindad y a la imperfección, al desaliento sombrío y al pecado. Las Fiestas son un mentís rotundo a ia baldía suposición de que en Alcoy se vive sólo afirmado a los intereses de la tierra, al utilitarismo y al rendimiento inmediato El hombre se concierta de contrastes. No hay capacidad de ensoñación más aguda que la de aquellos pueblos que viven en la agitación del trabajo perseverante y en el practicismo, Y es que el hombre que no quiera morir de sequedad espiritual ha de hacer una concesión a] mundo de la imaginación y de la belleza, concesión tanto más pródiga cuanto más ahincado esté en los afanes de la tierraAlcoy se permite unas vacaciones a su inquietud industrial y salta a la vera del tiempo para remozarse en las aguas de la Tradición, la Belleza y la Alegría, que tienen la tibieza de todas las lunas del espíritu y la paz de todas las armonías de la Eternidad. Las Fiestas, los niños y la primavera. Los niños que nos devuelven a las formas elementales cíe la conciencia. Las Fiestas que nos imponen la regresión en el tiempo a la niñez. Y las flores, que son niños también, niños modosos y perfumados que miran quietamente al sol, ¿Hasta dónde todo es uno y lo mismo? El hombre que no ame a los niños, que no sienta, a veces, la necesidad angustiosa de ser uno de ellos, ha de ser forzosamente un hombre malo, en cuya alma anidan las tinieblas y cuyo vivir es oscuro como el beso de Judas. Necesitamos perseverar en la infancia hasta el término de las cosas, hacer de las Fiestas una conducta en la vida con todo lo que tienen de más primario y sencillo: su unción religiosa, la sana jovialidad de las gentes, Ea hermandad de todos los alcoyanos bajo una consigna de júbilo y la exención de la lógica y el utilitarismo. Las Fiestas podrían ser un soberbio aprendizaje para vivir —y, sobre todo, para morir—pero su triste consecuencia es que son, simplemente, fiestas. Y la primavera también nos urge. La pide a gritos desgarrados nuestra hambre de belleza. Pero una primavera que no se nos muera, un abril perenne que nazca en lirios y rosas del endocardio del corazón y también —sobre todo también— de la entraña fecundizante del cerebro, como si toda nuestra cabeza estuviese inundada de luz, de aroma y de milagro. Adrián Miró

65


Y

* Foíú Mora CarboneU

N estas Fechas y allá por el año 1276, conseguía Mosén Torregrosa con la ayuda de San Jorge y el enfervorizado entusiasmo guerrero de los alcoyanos, una gran victoria sobre las huesees de AI-Azrach. La incursión sarracena fue debida a la traidora ínter venció n de Abrahim, quien siguiendo las órdenes del desterrado AI-Azrach, preparó solapadamente el levantamiento que intentó cortar con rapidez el Rey Don Jaime, enviándonos su ayuda desde la ciudad de Játiva. Quiso evitar el Rey, con ello, el tremendo esfuerzo que años atrás hubo de realizar para conquistar, uno por uno, IOE castillo» que el cabecilla moro había construido en los valles de TravaUcIl y Gallinera. Sobre todo en este último, jalonado de fortificaciones y puestos de observador que comunicaban entre sí hasta el propio castillo de la blanca, limpia y esplendorosa Denia, Construcciones todas, incluso las atalayas, escapes y defensas costeras que .se encuentran, por cierto, en un lamentable y desesperante estado de abandono.

La ayuda de los jinetes del Rey fue decisiva y AI-Azrach cayó por fin ante los muros de la alcazaba ale. oy ana. Este acontecimiento causó tal satisfacción en el Reino que fue celebrado con fiestas y algazaras, pues el caudillo árabe tenía en jaque a toda la reglón desde el año 1249, en que, dirigiendo otro levantamiento, tomó, haciendo gata de su habitual astucia, et fortificadísimo castillo de Penáguila No obstante, esta satisfacción fue casi borrada a seguido, dado que los envalentonados cristianos sufrieron una derrota de estilo alpujarreño,.pues sin tomar precauciones lanzáronse en persecución de los mahometanos cayendo en la emboscada que éstos les tendieron en el histórico Barranch de la Batalla, de cuyo luctuoso suceso toma el nombre. Pero la decisiva se había logrado en Alcoy, ante las piedras grises de sus muros. Allí acabaron sus días AI-Azrach y el intrigante Abrahim, hombres ambos que por su ramplonería y aviesas intenciones eran la síntesis y personificación de aquel viejo y profundo proverbio árabe que reza: «El naranjo y la traición dan fruto todos los años». Santiago Motaix Pascual

Alcoy, abril, 1950.

67


eti unt&s ji&sí&s de

San Jorge Al RTdt>. Dr, D. Enriqu. Ab.d a Ico y «no cisn por cían.

A buena señora Amalia enhebró con muchas precauciones un nuevo hilo, buscó en el monión de ropa el zurcido que había interrumpido y rne miró con sus ojos cansados de coser y de vida. — Bueno. Y ahora ¿qué quietes que íe cuente? Allí estaba yo, acurrucado a sus pies, bebiendo a grandes sorbos la experiencia de una vida larga y sencilla, con el imperturbable encanto de una filosofía cristiana diluida en cuenteeülos. El que me contó aquella tarde a la luz del quinqué —se había obstinado en no poner luz eléctrica— ha quedado grabado en lo íntimo de mi alma con todos sus matices.

L

—Asó era una volla Aquella taide había una grande animación en el Asilo de los Ancianos Desamparados. Ellos hacían esfuerzos para meterse los zapatos, para arreglar el nudo de sus corbatas,ellas acicalaban sus cabellos blancos con sus manos gastadas por el tiempo. Allí estaba la «seño» María, acicalándose un pañolón negro y dando prisas a las demás con gran nerviosismo. Habían ya entrado las músicas al jardín del Asilo y locaban, tocaban como en otros tiempos ellos y ellas las oyeron locar. MOTOS y cristianos, en caritativa rivalidad, iban capturando viejos y viejas, para llevárselos a las terribles «mazmorras» del Círculo Católico de Obreros en donde les esperaba una apetitosa merienda. A la «seño» María le ofreció el brazo un moro de unos cuarenta años. Temblorosa y un poco emocionada —era la primera vez que presenciaba la escena— se dejaba llevar, cerrando los ojos y pensando en su hijo. En aquel hijo que tanto ella había querido Veinte años hacía y le parecía que fue ayer; veinte años tenía el recuerdo de aquella escena de despedida cuando su Carlos desesperado embarcó rumbo a América al ver a su madre viuda y sin poder encontrar él trabajo Un día le dijeron que había muerto su hijo en una fábrica de Buenos Aires La noticia ía llevó al borde áel sepulcro. Después se reanimó,- vendió la pobre casita de su pueblo murciano y se vino a Alcoy a terminar sus días en el retiro acogedor, recomendada por el capellán del Asilo, paisano suyo. Se lo contaba al moro: —Pero yo no he perdido la esperanza de encontrar a mi hijo. El no puede habei muerto. Me dijo que volvería. En la mirada de aquella mujer había un brillo paranoico que un psiquiatra claramente hubiera adivinado. Pero al buen abencerraje, un alcoyano chapado a la antigua o a la moderna —porque el gran corazón no es en mi tierra viscera de modas pasadas— se le metían las palabras hasta el iondo del alma. Pensaba en su madre,.. La idea se le ocurrió como un relámpago de luz. Y la expresó con tal lapídea que hizo que la ancianita la interpretara mal La «seño» Mana cayó desmayada en los brazos del caballero moro. ¿Qué había sucedido? Nuestro buen festero se había decidido, al conocer la historia de la buena anciana, a recogerla como madre. Y radiante ¿e entusiasmo le había dicho a la viejecita: —También rne llamo Carlos Desde hoy seré vuestro hijo. Debió entender la «seño> María que aquel era su hijo¡ aquella enfermedad que le debilitó la mente; aquella obstinada esperanza de recobrar a su Carlos... La sentaron en una de las sillas que los vecinos habían colocado para ver la procesión Al poco tiempo recobró el conocimiento,- sus ojos se llenaron de lágrimas: — Hijo mío ¡Tan cerca y sin encontramos! jCómo has llegado aquí? ¡Cuéntame, cuéntame! Y le daba palmadas en la mejilla. Cellos no tuvo valor para desengañar a la pobre mujer: sonreía unas veces, se emocionaba otras y cada vez se íorta-

*. .yo quiritjia que no quedaran «j pactado ye i».

lecia más en el propósito de aceptar como madre a aquella viejecita. Vivió cuatro años la »seño» María en casa de Carlos. Durante ellos sintió esa inconsciente felicidad de oírse llamar madre y abuelita. Nunca llegó a sospechar que todo ello no era más que una ilusión. Désete el día de su muerte, todos los años en la fiesta de San Jorge y al terminarse la procesión, la familia de Carlos se dirige al cementerio con un ramo de flores. Y rezan un padrenuestro ante la tumba de aquella viejecita que un día de San Jorge se encontraron en el torno de la gran inclusa del mundo. La señora Amalia dejó de coser y me miró íijamenle. En sus ojos, dos lágrimas. —Yo tuve un hijo en el extranjero —me dijo— pero él no habrá encontrado una madre. Y fijos sus ojos en la estampa de nuestro sanio Guerrero movió la cabeza: —Porque allí no hay fiestas de San Jorge. Las lágrimas le cayeron en el vestido que ealaba cosiendo. Pasaron los anos. En las aulas de la Academia Luis Vives-Tecnos resonaban monótonas las reglas del silogismo, La aridez de la lógica no sabía conectar con la vida las últimas palabras de mi anciana vecina, Y sonreía yo con ridicula suficiencia, pensando en la inconsecuencia de aquella conclusión. Hoy, extranjero de familia y de patria, lejos de Alcoy, vuelven a resonar las palabras de la señora Amalia: —«Porque allí no hay fiestas de San Jorge», Y me parece comprenderlas. Porque he llegado a descubrir el alma de nuestras fiestas. Su espíritu es el de Aquel que dejaba por testamento:— »He ahí a tu madre¡ he ahí a tu hijo», Y la vida de Cristo estuvo aureolada de caridad. El Amor, con mayúscula, es el capitán de un desfile invisible que corre por ¡as calles de Alcoy en los días de nuestras fiestas. Hay verdadera policromía por no haber distinción en los bandos. Pero yo quisiera que no quedaran espectadores. Santiago Giner, Pbro.

ROMA, abril de 1950.

69


Para tí, amigo forastero

C

IEN plumas, tan eruditas como inspiradas, han destilado en el alambique de las páginas de este programa, al correr de los años, toda la esencia contenida en nuestras maravillosas fiestas de Moros y Cristianos, y difícil, por no decir imposible, resulta añadir algo inédito a cuanto sobre ellas se escribid. Pero el tema, para los alcoyanos, es inagotable, como inagotable es también el caudal de ilusión que al aproximarse estos días, fluye uno y otro año de nuestros corazones. Bajo esta égida, quiero yo expresar mi sentir y cantar la balada eterna de nuestros festejos. * * * «Nit de 1' olla». Al embrujo de la noche abrileña, únese el aroma que, siempre ubérrima, nos envía nuestra incomparable sierra de Mariola. Sonrisas de mujer, que, por sí solas, bastarían para ser el hechizo de esta noche. Alegres compases de infinidad de bandas de música que siguiendo a su «fila», van apretando el cerco de la plaza, donde una multitud, vibrante de entusiasmo, las espera para contemplar su airoso desfile. * * * Quiere apuntar la aurora del día 22 de Abril. Están todavía en el aire las notas del último pasodoble de la noche que expira, y ya las calles de la población, apenas sosegadas unas horas, se reaniman con gentes de todas las edades deseosas de no perderse la «arranca de la Diana». Un «moro» luce con orgullo toda la policromía de su vistoso atuendo. Un «masero», cayada al brazo y liando cachazudo un cigarrillo, va impecable en su blancura, camino de su comparsa. Por esta otra calle es un «contrabandista», buen mozo, el que aparece para llevarse tras de sí todas las miradas femeninas que su porte altanero atrae. Y todos, muy antes de la hora fijada, están reunidos en el punto donde, después de una fervorosa oración, estallará la primera explosión de nuestras fiestas. El sol naciente alumbrará el resbalar de más de una lágrima de emoción. Y después, sin dar casi punto de reposo, vendrá la Entrada de Cristianos, con toda la alegría de sus grupas y huertanos, y luego la Entrada de Moros, que al cadencioso son de sus chirimías y

timbales ha de trasladarnos por unas horas a las misteriosas tierras de Oriente. Fantástico sueño de odaliscas y harenes, que a través de las nubes de humo de los pebeteros de la imaginación, nos permitirá ver todo el encanto alucinante del país de los Emires. Pincelada de riqueza, luz y color, que penetrando por nuestros ojos nos dejará la sensación del más suave arrobamiento, Seguirán solemnes y suntuosos actos religiosos, que culminarán con el desfile en procesión de la imagen y Reliquia de San Jorge Mártir, ante las cuales todo alcoyano, creyente o ateo, doblará respetuoso la rodilla y desde lo más recóndito de su corazón elevará una súplica a su Santo Patrono. Por último, la pólvora dirá, por la boca de mil arcabuces, con recia voz, todo el tesón y bravura que un puñado de nuestros antepasados tuvo para contener y expulsar de nuestros lares al aguerrido sarraceno que intentó subyugarles. * * * Esta es la forma en que, para tí, sobre todo, amigo forastero, ha querido mi pluma, de cortos vuelos, explicar lo que son nuestras fiestas de Moros y Cristianos. Ven para admirar por tus propios ojos la estupenda película que cada año se rueda en las calles de esta ciudad, y de la cual has oído hablar mil veces con entusiasmo. Ven a nuestro querido Alcoy, y cuando oigas el latir de nuestros corazones al solo anuncio de las Fiestas, serás ¡qué duda cabe! un caluroso propagador más de ellas. Este pueblo, siempre leal y hospitalario, te aguarda impaciente para contagiarte su alegría, patrimonio suyo en cualquier momento, pero que en estos días sabe repartir con largueza y sinceridad. Francisco Salorre Cafara/lid

71


TRILOGÍA LÍRICA A Sa fiesta

A San Jorge

TÚ me dejaste la historia clavada en arpón de amores. Mi sangre te da sus flores. Te da mi tierra su gloria. Capitán de la ventura: tu espada de azul inerte brindó a mi cuna la suerte •obre un ruedo que perdura con arenas de la mu e ríe. Yo la fiesta encenderé para tu clarín divino. Tú me darás el camino para bordarlo mi fe. Porque asi lo quiere», y yo así lo quiero, nido de banderas te ofrece mi suelo.

Eres tú como un estilo de sentir la patria entera. ¿Presumida? Lo preciso para filtrar en las venas los alfanjes caprichosos de tradiciones guerreras. ¿Graciosa? Como es el suelo que te fecunda Y te crea. ¿Fuerte? Como una amazona. ¿Vistosa? Como una reina. ¿Adorada? Como un sueño. Prometida Y pinturera. Novia del doncel que viene pisando nubes Y estrellas. A A/coy

Te he puesto, A Ico Y, en mi pecho para sentirte mejor/ como se pone una flor en un amor satisfecho. Abril saltó de su lecho montando el alba primera. Mora y cristiana bandera juegan, en la tid extraña por un pedaio de España tendido en la primavera. Jota Cuanta Moro

/~?\ QUEL año la familia de D. José había hecho un exf / 1 iraordinarío, y las vacaciones las saboreaba con esa *-f •*• delicia propia que los airea de la montaña ejercen acerca de aquellos que, durante doce largos meses encorvados sobre una mesa repleta de papeles, esperan ansiosos ese merecido descanso. Había encontrado una pequeña casila, en donde sus dueños le habían alquilado, para unos días, lo que gratuitamente disfrutaban lodo el año numeroso enjambre de roedores. Pero se había cumplido un deseo «y como dinero bien gastado no pesa» el bueno de D. José estaba en sus glorias, cómodamente sentado en una hamaca bajo frondosa pinada, departiendo amigablemente con el dueño de aquella choza. —¿No ha estado nunca en nuestras fiestas?— preguntaba con tono de énfasis, satisfecho de ser ale o y ano y considerar las fiestas como cosa propia. —No, señorito, nunca he podido encontrar oportunidad para ellOj nosotros solamente bajamos a las del pueblo, pero las de Alcoy deben de ser preciosas.., — Un sueño. Nada hombre: Antonio, un año tienen que venir, que quedarán asombrados de tanta magnificencia Terminó el verano, la vida reanudó sus cauces normales, D. José volvió al trabajo y Antonio quedó en la montaña, esperando que otra familia ofreciese mayor cantidad por aquellas lucrativas habitaciones que tan buenos intereses le proporcionaban Llegó ia primavera La naturaleza se vistió con sus mejores galas. Miles de pinceladas de color malizaron los campos grises por los fríos del invierno. Alcoy también abrió su cáliz, mostrando, como pétalos de una flor de inmenso colorido, la seda de los trajes de los moros y cristianos, reflejos del Sol prendidos en personajes de leyenda y tradición. Nuestro héroe, como alcoyano de corazón también se preparaba para recibir dignamente a las fiestas. Tanto su esposa como sus hijos, daban los últimos toques tanto a la casa, como a la despensa, elaborando deliciosos «rolléis» y «maladenetes» para obsequiar a algún que otro festero amigo, que se dignase visitarles. Cuál no seria su sorpresa, cuando el mismo día vein-

tiuno, cuando ya dispuestos y con esa ilusión propia, salía la familia a presenciar la entrada de «les filaesi, oyeron llamar quedamente a la puerta. — Mi querido señorito— exclamó jubiloso Antonio abrazando apretadamente al atónito D. José, que no podia explicarse esta aparición. —Aceptamos su invitación y aquí nos tiene a mi esposa, mis dos hijos y mi hermana, que no han querido perder la ocasión de ver estas magníficas fiestas. —Pero... ¿dónde piensan quedarse Vds.?— balbuceó nuestro amigo, no repuesto de la sorpresa. —¡Oh! no se preocupe, amigo, en cualquier sitio cabemos; hemos traído mantas y lodo —Sí, pero. . si hubieran avisado... es que de comida también andamos bastante mal. Ya el comercio está cerrado y no podemos preparar nada... —No se preocupe, lo teníamos presente, aquí traemos dos panes, unas morcillas y tocino y esta ceslita de «almendras verdesi pa/a sus hijos... ¡Qué bien vamos a pasarlo D, José! —¡María! - gritó D. José con un gesto de desesperación. —Aquí esiá Antonio y su familia; procura meterlos donde puedas. Excuso decir la tragedia que a aquella familia se le presentó. Tuvieron que improvisar camas hasta en los pasillos y no digo nada de la despensa, pues a los dos días ya estaban agotadas las provisiones. Llegó el día veinticinco y D. José tímidamente preguntó; —Antonio ¿supongo que Vds. se irán ya?.... —No —contestó el citado.— Pues eso faltaba, que no viésemos el Castillo de Fuegos de Artificio, una vez que se presenta ocasión. Nuevo calvario para la buena familia, pero como todo tiene su fin, llegó el ansiado día, y nuevamente aquella gente del campo regresó a sus lares después de haber agotado la paciencia y los pocos fondos del bondadoso D, José. —Oye, José, cuando nuevamente invites a alguien avisa con tiempo.— dijo María en son de reproche —Nunca creí que una simple sugerencia fuera suficiente para auto —invitarse diez días, pero en fin — y como si brotase espontáneamente de aquel gran corazón propio de los buenos alcoyanos—gritó- |TODO SEA POR SAN JORGE! Octavio Cándala Carbonvll

73


si e

ti

í i tí t n

i/ti ovo

(Oriental) Asómate, deidad, a tus almenas y vé como te rinde vasol/o/e el fuer/e Capitán, noble y altivo, que llega vencedor de cien combates. Anuncian los clarines a mis huestes; a mis huestes de intrépido coraje que llegan con sus armas relucientes y los siete colores en sus trajes. £1 aire se estremece de sonidos con wn clamor vibrante, ai par que juguetean con el viento, cual mágica visión, mis estandartes,la música arrebata los sentidos con sus notas marciales yt salta el corazón dentro del pecho al rítmico compás de los timbo leí. ¡Hermosa es ¡a visión de mi llegada! Las joyas y las sedas orientales verás en mil destellos irisadas hiriendo tus pupilas, cen felfean tes. Alómate, deidad, a tus almenas que llega un vencedor de cíen combates... Yo llevo un corazón aquí, en et pecho, aunque veas que esgrimo curvo alfanje/ La guerra y el amor son siempre afínes aunque induzca a pensar que son dispares. Los pechos que se enfrentan con la muerte, ios pechos musulmanes que hierven al fragor de la batalla, se rinden al amor siempre galantes.

Prendido por la fama de fus o/os, ansiando ver fui labios de corales, y fu cuerpo de hurí, y fu hermosura, yo vengo con mis huestes a admirarte. Quisiera ver tus o¡os ¡oh, cristianal felices y radiantes; y verte en mis harenes y jardines vest/da con las galas orientales... fu cuerpo acariciado por fas sedas, fu cuello que aprisionen diez callare», tus brazos brazaletes, y... diademas, en fu cabello blondo, de brillantes. De Arabia tas me/ores danzarinas podrían solazarte y, haría que sus versos te cantaran un coro de poetas musulmanes... Si quieres... mis jardines de Granada te esperan, para darte con ef pálido aroma de las rosas el canto de las fuentes y las aves... Te callos (oh, cristiana! ¿No respondes?. Mas... /qué veof... ¿Tus ojos empanarse?... jNo quiero Ja victoria conseguida si el verme fue motivo que llorases.'... J. BLASCO VERDÚ

75


El mayor milagro de San Jorge es haber dado al festero durante tres días, patente de autoridad y superioridad, puesto que manda de nosotros y nos supera en virtud y alcoyanismo. Comparemos nuestro proceder con el de aquéllos que en grave enfermedad le prometen a San Jorge hacer el Alférez si les da salud o con los que exigen a la familia que se les amortaje con el traje de la comparsa. Imperdonable ingratitud seria no consignar que el verdadero entusiasmo y el verdadero amor a la fiesta radica en el corazón de la mujer alcoyana. Ella sólo es capaz de tanta abnegación y sacrificio, ya que muchas veces a sus desvelos, a sus trabajos, a sus privaciones para que el marido, el padre, el hermano luzca su garbo y se divierta, recibe en pago zozobras, disgustos, ausencia, olvido, quién sabe si infidelidad... Estudiemos los pequeños detalles por que a ellos se asoma el alma popular. ¿Queréis conocer un caso estupendo, inaudito, inconcebible? Aunque muchos no lo creáis yo salí de moro una vez. Fui de los fundadores de la comparsa de Manakets. Enseñando las panlorrillas y cargado de medias lunas y medallones, iba por la calle poco menos que avergonzado, y, a no ser por la palabra empeñada ante un compromiso de Anécdota de un Marra kach ECO DEL PASADO amistad, no me hubiese alrevido de fijo a salir de casa. Figuraos cual sería mi sorpresa cuando al pasar la noche de la retreta por la calle del Embajador Irles, frente al callejón de San Gregorio, se me acerca una mujer diciendoFOT Carbón*!! 6o, f me: «Oiga Vd. buen hombre ¿quiere usted hacer una gran obra de caridad?' —¡Ya lo C¿.AS exleriorizaciones del alma popular, exageradas o creo! si está en mis manos, hecha» —le contesté—. tPues apocadas en ocasiones y circunstancias solemnes o Vd. verá, me replicó, es que tengo una hija que dio a luz difíciles, suelen manifestarse en las cosas pequeñas con todos anteayer y no hace más que llorar porque no dejamos que los caracteres de espontaneidad y grandeza, y en ellas sola- se levante de la carne a ver la filada nueva. ¿Quiere Vd. sumente es donde deben estudiarse las virtudes y sentimientos bir para que se tranquilice? —«Con mucho gusto, sí señora, de los pueblos si queremos legar a las iuturas generaciones encantado»! espiritual semilla, exenta de influencias malsanas o de apaAquella mujer daba gritos y tropezones subiendo la ratoso relumbrón. escalera. En una alcoba del tercero o cuarto piso, perfumado Las fieslas de Alcoy, que miradas en conjunto son harlo de espliego donde la pobreza y el aseo se confundían en pequeñas por lo sabidas, estudiadas en sus nimios detalles apretado abrazo, había una agraciada mujer en la cama y son harto grandes por lo ignoradas. Loa que no tuvimos la junto a ella, pegadita a la ubre, una angelical criatura de dos dicha de nacer iesteros, puesto que como el poeta el ¡estero días. Sin presentaciones ni etiquetas empezó la abuela a darnace pero no se hace, jamás experimentaremos la suprema me vueltas como si fuese el maniquí de un escaparate para dicha que encierra el salir a la calle vestido de moro o de que la hija pudiese admirar a su placer los componentes de cristiano, cantoneándose socarronamenle y plenamente con- mi indumentaria. Las exclamaciones de la enferma fueron vencidos de que cuantos nos miran nos envidian. Y así como tantas, tan hondas, tan puras, que mi emoción corría parejas muchos de nosotros ni por mil duros, como vulgarmente se con mi extrañeza y cuando al fin cogió un extremo de mi dice, nos pondríamos al frente de una escuadra haciendo las faja para convencerse de que era rica seda, la angelical nieconsabidas piruetas y filigranas, seguramente que ninguno lecilla, lanzando inarticulados sonidos, apretando las manirás de ellos ni por lodo el oro del mundo dejaría de hacerlo y haciendo una mueca de esfuerzo, abrió los ojillos, claros y como hasta hoy. bellos, cual si quisiese sonreír, al igual que sonríe el nuevo Esos entusiasmos son innatos, se llevan en la masa de día al borrar los clarores matinales. ¿Llevaría en su almila el la sangre, son puramente hereditarios. Prueba de ello, que reflejo de la dicha y la fe de su madre? nosotros nos diferenciamos grandemente cuando se nos ocuHumillado salí de aquella casa para dirigirme a la mía, rre salir de (esteros, de los que en realidad lo son, al igual que en el escenario de un teatro, los adores, de las compar- y una vez desposeído del símbolo preciado, exclamó: ijPeí sas. La vocación y la fe ni necesitan emborracharse ni recu- don, Invicto Mártir, grande es mi fe hacia tí, grande mi amor rrir a gansadas y groserías para divertir y divertirse. Muchos a las fiestas; por mi Alcoy daría la vida; pero para ser festero confunden a los festeros creyéndoles beodos, cuando casi o cambíame de carácter o haz que vuelva a nacerl» Fesleros abóyanos, hermosas paisanas mías, yo os benen su totalidad sólo se embriagan de dicha y alegría, y su digo y os admiro tanto, tanto como a raí mismo me comalma henchida de felicidad es la encargada de transmitirla a los demás. Por eso unos y oíros, sin darnos exacta cuenta, padezco. olvidamos y perdonamos durante las fiestas odios y renco(Copii liteni del periódico 'HERALDO DE ALCOl> dtl dli 21 tt Abril de 1918). res, fruto de luchas político-sociales que en mal hora germinaron en perjuicio de todos. 77


PROTECCIÓN DE MENORES EN A L C O Y S

I digno es de registrar, en este año del cii cuentenario, todo lo que late y vibra en esta célala industrial que es Alcoy en el cuerpo de España, no lo son menos otras actividades más calladas, pero valiosas, que pertenecen al marco de la asistencia social infantil: me refiero concretamente a la obra local de Protección de Menores. A grandes rasgos, la función y atribución de las Juntas de Protección de Menores no son otras que recoger y acoger a niños desvalidos, huérfanos o carentes del más elemental calor y protección familiares. Igualmente compete a este Organismo el hacerse cargo de aquellos otros menores cuya contumaz rebeldía y malas disposiciones naturales hacen imposible la convivencia con sus padres, aunque quizá sea más frecuente el caso inverso, el de los que deben ser sustraídos a la tutela y patria potestad de los padres por incapacidad o inmoralidad de éstos. Como puede verse, la gama de aspectos es muy variada en cada uno de los acogidos, que va, desde aquél que es un estorbo para sus padres, hasta aquél otro en que los padres son estorbo para él, pasando por una serie de casos intermedios. Sobre todo, el caso de inhibición tutelar y educativa de los padres es más frecuente de lo que de esperar fuera. La abdicación de los deberes morales sobre los hijos, la indiferencia, el abandono cuando no e! mal ejemplo, cunden por desgracia en la sociedad actual. Claro que, a fin de cuentas, este fenómeno de relajación de los lazos paterno-filiales, no refleja sino un hecho sintomático de la actual civilización en la que una técnica ciega e irresponsable y un materialismo grosero agostan el legado espiritual y moral de pasadas épocas. Si a estas causas, originarias y generales, se añade el becho más o menos circunstancial de! bajo nivel de vida, de la miseria e incultura de los padres, tendremos ya el «caso típico» que presen-

tan la mayoría de los internados en Protección de Menores. En Alcoy, como natural consecuencia de su condición de ciudad fabril y populosa, se presentan bastantes casos que requieren la atención de estos Organismos de Protección de Menores. La Junta Local, a lo largo de casi diez años de existencia, se ha preocupado y se preocupa constantemente de atender esta necesidad social con todos los medios que la Ley pone a su alcance. La actividad de la Junta Local de Protección de Menores ha ido «in crescendo» en el último decenio, y ello, tanto en lo que respecta a fondos recaudados como a número de menores atendidos. Pero con ser bastante lo realizado, las necesidades de Alcoy en este aspecto son cada vez mayores y en el ánimo de la Junta está seguir esta marcha ascensional, ininterrumpida, atendiendo con creces esta magnífica obra social de protección y tutela a los menores que la necesitan. El desvelo y preocupación constantes de la Junta han hecho posible la plasmación en magníficas realidades de las esperanzas y propósitos de hace unos años. Y no hemos de silenciar la parte importantísima que ha tenido en ello el celo e interés de nuestras primeras Autoridades, —civil y eclesiástica—, Presidente y Secretario respectivamente de la Obra de Menores en Alcoy. He aquí expuesto brevemente lo que por sus características de generosidad y altruismo no debemos desconocer, ni dejar de consignar en este Programa de Fiestas, cifra y compendio de cuanto de interesante se encuentra en Alcoy. A. GINER CLOQUHL

79


Actos de nuestras Fiestas

F)RONÚNC1ASE en la m a ñ a n a del Día del f Alardo. Al margen de su aspecto histórico o literario, conviene destacar su contenido, de alto valor humano y espiritual. Al acercarse a la Villa alcoyana y dar vista a sus muros, el Embajador moro invoca a Alali, para que ía fortuna sea propicia a sus guerreros, y pueda conseguirse la conquista de la Plaza ante cuya vista se encuentra. Pide también inspiración para que sus palabras convenzan a los alcoyanos y su rendición se produzca antes de trabar lucha con ellos, Y es, que no está demasiado convencido de su victoria. Conoce el valor del guerrero español que se le enfrenta. Cree posible la resistencia del pueblo alcoyano, aunque la califique de osadía imprudente y arresto temerario. ¿Esta pequeña Villa habría de detener la victoriosa marcha de sus huestes? ¡No es posible! El Embajador recuerda el rosario de conquistas recientes y esto fortalece su ánimo. Imagina la bizarría y fiereza que los suyos han de poner en la lucha y la euforia inunda su pecho, o a la vez que imagina a los miserables cristianos consternados, pidiendo a voz en grito clemencia, sin que para nada les haya servido esa cualidad racial del español, el orgullo, que el moro califica de necio. Con tales pensamientos se acerca a los muros. Llama al Jefe dé la plaza. La diplomacia de su gestión aconseja a ser cauto e hipócrita Desea la rendición sin lucha y a este fin debe supeditarse todo Lleno de afectada cortesía el Embajador se presenta al caudillo cristiano Le ofrece su amistad, adula su valer, bríndale dones exquisitos y le promete conservar honores, vidas y haciendas, a cambio sólo de negar fidelidad a Don Jaime, El Rey aragonés no resiste el parangón con Mahomat el invencible, a quien presenta bondadoso cual padre con sus hijos, Rey benigno que sabrá ser consuelo en las desgracias, escudo en los peligros y asilo seguro en la zozobra. Con lisonjas y promesas el Embajador moro tienta al caudillo cristiano para dominarle Es el signo de la Historia española de todos los tiempos: intentar sojuzgarnos a cambio de promesas. El moro conoce las cualidades genuinamente españolas que encarnan en la lealtad y el honor. Por eso refuerza su promesa imbuyendo en el cristiano la desconfianza en el poder de su resistencia y en la posibilidad de su victoria. Son pocas sus fuerzas; numerosas y bien aguerridas las contrarias, las cuales no conocen aún la derrota Y a vista de esto —dice— ¿intentaréis sus fuerzas resistir? Sería gran locura. Los cristianos conocen la doblez de su adversario y no fían en sus promesas y engaños. Vale más para ellos el honor y la lealtad que los bienes materiales. Dijérase que, al contestar al moro, el Embajador cristiano piensa en la gesta, españolísima de Guzmán el Bueno, cuando afirma que pocas veces se vio en el español la villanía de

...al e m b a j a d o r moro invoca a Alah...

entregar sin lucha las fortalezas, guiado sólo de palabras engañosas del adversario. Rotunda respuesta a la oferta del moro que derrumba todas sus ilusiones. El Embajador de Mahomat arroja entonces su careta. Dando rienda suelta a su ira al verse descubierto, de su boca surgen en apretado conjunto palabras de venganza, que sólo corta el gesto estoico del cristiano, resuelto a derramar su sangre. Puede seguir el Embajador moro pintando con los colores de su imaginación oriental cómo será el asalto victorioso de sus guerreros, pasando a cuchillo a defensores, incendiando sus casas, sembrando la desolación y la ruina... A todo está dispuesto el cristiano con tal de cumplir su deber, porque es consciente de que no le faltará la ayuda del brazo invencible del Eterno, capaz de sojuzgar la apariencia irresistible de las fuerzas contrarias. Espera triunfar con la augusta insignia de Cristo que ostenta en su pecho y es objeto de su bandera, e imagina el momento en que el pueblo sitiado, ya vencedor, cante alabanzas a Dios. ¡Defendamos la fe de Jesucristo! es el grito de postrer arenga a los suyos, con el cual dará fin a la Embajada. La Providencia premiará su fe con la aparición de San Jorge sobre la torre de San Marcos y Alcoy quedará así libre de sus sitiadores. Tal es la lección españolísima, cuajada de valores espirituales, bellamente emotiva, de la representación a que nos referimos. Quizás no tenga la fastuosidad de otros actos, pero sin duda es uno de los que más reciamente traducen la finalidad de nuestra Fiesta. í. Peidro Pdsfor Proiajor adjunto d« 1» Unírstiidad de VlUnc».


nías eiernas

S

IRVIÓSE presto el guateque. Fue comida de señores vestidos de esclavos a las 1 de un 11 bullicioso y soleado. Cocido a la Alcoyana, entremeses con tropiezos laudables de jamón y postres en lata con paréntesis de solera de cavas riojanas. Dio el Primero de a bordo sus voces de ¡A pintar al personal! y el maquillador, con más propiedad que los de cinelandía, esgrimió sus utensilios. Iba a iniciarse el torneo. Era la gran Olimpiada de las Comparsas, que una vez cada X años lucía su Capiíá y había que echar el resto en magnificencia y originalidad. Nervio de prisas fundadas, aceros bruñidos, pelos encrespados, sedas tornasoladas, caballos con permanente y cascos purpúreos, una docena de palanquines, otra de banderas rojas y verdes y abajo en la calle una banda perfilada, ensayada y bien comida, que ritmos de Oriente dará a la prestancia de unos hombres que exhiben, a poco, el balance de un año de ilusiones de Comparsa. Consultas vertiginosas, otras de reloj, órdenes prestas, todo raudo para luego adormecerse, extáticos, en la lentitud de La Meca, cuando los pies vayan midiendo los adoquines de San Nicolás y los laureles del triunfo pregonen el esplendor del Cortejo. Jamás faltó en el augurio de la gran tarde, el valioso concurso de Eva. Aquí en el Mogreb, se da el yus-yus o grito de alabanza. Las de mi tierra, con la mirada, con ojos cariñosos y expresivos de admiración hacia el desfile agareno, porque aprendieron de niñas a ver a sus padres —Sidi

Jordí, Sidi Camilo, Sidi Batiste— ceñirse túnica y babuchas, con evocaciones de sano concepto tradicional de familia, al conjuro de la mejor tiesta del mundo. Ni alféizares ni quitasoles tiene la ruta eterna; mas un plantel de balcones rinde pleitesía con sombrillas a los hombres de Alá. Chirimías bajo los dedos, el tan-tan en los vientos y el pentagrama en el corazón, el panchabuida vierte, estoico, su óbolo a tres metros de la hilera. Vegueros enhiestos fluyen de bocas festeras, corceles enjaezados taconean aires ya populares de nuestra tierra y el ritmo de los timbaleros de albo turbante pasó para llegar a las 4 a la Bandeja. ¡Ya baixen, ya baixenl es el adagio de las muchedumbres. fAnem anant, anem anantí el de los Cabos de escuadra. ¡Serpentinas, Conffettü el de los mercaderes de las aceras y el de los ausentes del terruño tiene un nombre: Nostalgia imperecedera. * * * Prosigue el canto de telares, máquinas y ruedas, se planta y moja el Castillo, el ensayo de escuadras se apresta, y suceden años y años con alma de superación festera. Siempre San Jorge ensalzado quedara, jamás fracasara en su intento la grey festera y nuestra ilusión desplazada por ausencia, tiene soto dos válvulas de escape: Hojear el Programa de Fiestas y ver caras conocidas en el NO-DO que proyectan. Jota Garda Ltopit

Marruecos y abril 1950.


da A hemos dicho en otras ocasiones que en 1918 se constituyó, y funciona en Madrid, la Asociación de San Jorge Mártir, que no ha dejado nunca de honrar al Santo Patrón con fiestas religiosas y literarias, el tan esperado día 23 de abril (salvo los tres años del período rojo). La Asociación preparó y celebró en 1943, el aniversario de las bodas de plata, ert cuya fecha ya habían pasado a mejor vida tres de los socios fundadores de mayor rango alcoyanista: D. Emilio Colomina, D. Cristóbal Botella y D. Eduardo Abad. Desde entonces y aprovechando los momentos de mayor fervor alcoyanista, la Junta de los socios exclavarios, con el Secretario (un estudiante) y el Tesorero (un socio fundador), lanzó la idea de construir un altar para San Jorge, así como una talla del Santo hecha por un destacado artista. Se abrió una suscripción voluntaria, se preparó el material de propaganda, se pidieron proyecto y presupuesto de altar a un Arquitecto de Madrid, presupuesto de escultura de talla policromada a un artista de nota, y se movieron las fuerzas vivas de la Asociación de Madrid, entre los que deberíamos hacer resaltar algunos alcoyanos cuya modestia nos impide lanzar nombres. A pesar de todo, la suscripción no pasaba de límites modestos. Pero nuestro Tesorero, Ministro de Hacienda de la Asociación, concibió dos ideas que fueron aceptadas por unanimidad en célebre junta de exclavarios: La primera, organizar las cinco series de dos billetes de Navidad con el 20 por ciento para San Jorge y otro tanto de otros dos números de Navidad despachados pacientemente en la Farmacia de cierto alcoyanista, que tiene más amor a nuestra patria chica que muchos alcoyanos residentes en ésta y que nos reserva el 10 por ciento para San Jorge. La segunda idea, quizas parezca muy original, pero tiene un fondo alcoyanista reconocido por muchos, no admitido por ios que no son totalmente adictos a nuestra Asociación; se reduce a

Y

organizar un banquete en espíritu, que no se realiza, pero invitando a los socios que se adhieren a la idea, a entregar sobre la cuota anual de cinco pesetas una limosna de veinticinco pesetas por el banquete que no se celebra y queda a favor de nuestra Asociación para los gastos extraordinarios. Pues bien, gracias a estos dos acuerdos que subsisten y al que se tomó al iniciarse la suscripción de no cambiar de Clavario hasta que D. José Juan Aracil, Catedrático de la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, corone la obra, seguimos progresando y esperamos dar cima a nuestra empresa, si Dios Nuestro Señor nos consérvala vida por algunos años. ¿Que qué cosas se han hecho? Lo diremos para que nos ayuden los que hasta la fecha no lo han hecho y residen en Madrid. También lo quiero decir para que los pesimistas reaccionen y aprendan de una vez, que cuando el entusiasmo acompaña a una idea grande, se van salvando todas las dificultades y no se puede negar que grande es la idea de tener en la corte de Madrid y en una Iglesia, un altar dedicado a San Jorge Mártir y un culto al Santo que nos permita, a los que vivimos lejos de Alcoy, caldear nuestro fervor al Santo Patrón. Se levantó el Altar en las Comendadoras de Santiago y se han pagado VEINTE MIL PESETAS de su primera fase; sólo quedan tres mil pesetas para pagar la Imagen del Santo en talla policromada de l,40mts. de -tto y que ha importado DIEZ Y NUEVE MIL PESETAS, y queda la segunda fase del Altar en la que habrá que gastar por lo menos VEINTE MIL PESETAS más. Seguiremos viviendo de ilusiones, hasta que Dios quiera; jugaremos con entusiasmo a la Lotería de Navidad, tomaremos parte en estos sabrosos banquetes espirituales en honor a San Jorge, y nos comprometemos a dar cuenta, en estos escritos anuales, de nuestros progresos mientras nos aliente un soplo de vida. Garios Molaix Madrid, marzo, 1950.

85


//y

Escuadra da Negros

I I J J. .


i Castellana) de la comparsa del Capitรกn


多^

wft II

Comparsa Chano


roceseótr .....Procesiones de San Jorge, solemnes y ahitas de píos fervores. Veinticinco comparsas, como oíros tantos pomos de Fe, se abren y se derraman como torrentes, se exaltan y quintaesencian en honor del Santo Patrono. Alcoy, en plena comunión de piedad, con rumor de gozo en sus calles, entre devoción y plegarias, brillo de exvotos con rehilos de cera ardiente y f e r v o r inenarrable, llégase para ofrendarle su sonrisa hecha ílores, mientras millares de voces entonan el himno de adoración a su ínclito protector.

HIT*

.....Pasa la custodia, radiante de luz, tallada en reflejos de colores por los brillos de la pedrería, en la que reposa la reliquia venerada. A su tránsito recibe la adoración fervorosa de sus miles de devotos, que cada año, en este día, acuden a postrarse ante las aras de su altar luminoso, para renovar toda su fe y su más confiada esperanza


Nuestro castillo, símbolo y centinela, inmóvil y eterna bandera, está unido a nuestro pueblo, en el presente y en el pasado, pues a su conjuro y P°r su posesión, libran los bandos moro y cristiano incruentos combates. Episodios de lucha, de enorme tensión preliminar en el fogoso diálogo de las embajadas, desembocan en grandes escenas guerreras, estruendosas salvas de arcabucería, horrísono clamor, placei, grandeza impresionante, n u b e s ardientes

....Esta es nuestra fiesta de pólvora. Poesía prendida en el estampido de los arcabuces, despedida a póteos ica de humo y í rueños, mientras arde en el alma del pueblo alcoyano la pirotecnia de sus sueños


.

Ico^r por les dos—— lyerona su dese tanto co ^^ ~~ _ "" • industrial, soberbios puentes. L

"^^t

i

.•

_

t

eníe suspendido en con los ensanches que le, imprimen \f un sjpp de gran ciudad/ Feto Mora Carbón*!!


Vista parcial de Alcoy por e! acceso del Puente de San Jorge.

Calle de San NicolĂĄs, arteria principal de la ciudad, vista desde la Plaza de San Francisco.

La amplia y moderna Avda.delGeneralĂ­simo, aspecto urbano de gran capital.

99


NUESTRAS AUTORIDADES Sr. Sr. Sr. Sr.

f'oronel Comandante Militar, Iltmo. Sr. D. Joaquín Pacheco Santana Alcalde y Jefe Local del Movimiento, D. Enrique Albors Vicens Arcipreste, Hvdo. Ur. D. Amalio Sentandreu Franco Teniente Alcalde de Fiestas, D. Francisco Matarredona í'érez

JUNTA DIRECTIVA DE LA ASOCIACIÓN DE SAN JORGE E\cmo. Sr. 1). Guillermo Prietn Mndasxñ Carlos (íosálbcz lia redi i Antonio Aracil Pascual Santiago Malaix Pastor Luis Matarredona Fcrrándií Emilia Pérez Nadal Rafael (insálhrz Raduan Emilio Ortolá Jarda Juan García ÍJempere José Miralles Pérez Vicente Senabrc Oltra Vicente Comuany Alberola Aii¡>rl Ltopis Pérez Santiago Candela Carbonell Ricardo Badia Carbonell Antonio Julia Segura Enrique Aracil Candela José Moya Moya Hvdo. lir Enrique Abad Vilaplana Sr. Roque Monitor Boronat Uctavio ("ándela Carbonell José Ilisbcrt Domínguez Santiago Aura Soler

Presidente Honorario. Presidente Asociación Vite Presidente . Secretario . Vice-St'Cceiario . Depositario . Vocal Honorario. Vocal

Cronista de Fiestas . Vicario Asesor artístico . D. C. Educación Popular. Vocal Comisiones

JUNTA CONSTRUCCIÓN IGLESIA Rvdo. l)r. D. Amalio Sentandreu Franco Sr, José Aura dolomina José Monllor y Aura Joaquín Aracil Aznar Romualdo Coderth Boronat Miguel Matarredona Tcrol

Presidente . Vocal Honorario . Vocal

Secretario .

COMPARSAS OUE TOMAN PARTE EN NUESTRAS FIESTAS B A N D O MUIll)

LLANA JUDÍOS DOMINGO MIQUES CHANO VERDES MAGENTA CORDÓN

8 9 10 11 12 13

LIGEROS MUDEJARES ABENCERRAJES MAP.RAKECHS REALISTAS BERBERISCOS

BANilll CRISTIANO

ANDALUCES ASTURIANOS LABRADORES GUZMANES VASCOS

7 8 9 10 11 12

MUZÁRABES ASTURES NAVARROS TOMASINAS MONTAÑESES CRUZADOS

101


PROGRAMA OFICIAL de los solemne* Fiestas y Cultot que, en cumplimiento del popular/ dedica Alcoy o tu iniignc y celestial Patrono San jorge/ organizados por su antigua Asociación en unión del Excelentísimo Ayuntamiento de esta Ciudad*

Como proclamación oficial de las próximas Fiestas, a las diez de la mañana se efectuará el tradicional acto llamado

LA

GLORIA

Abrirá marcha un escuadrón de clarines, seguido de los Heraldos de la Ciudad, y a continuación formarán un festero de cada comparsa luciendo sus respectivos y vistosos trajes, recorriendo las principales calles de la población con todas las bandas de música locales.

ABRIL Lunes

Al anochecer, será trasladada la imagen del Santo Patrono,

San Jorge Mártir desde su Iglesia a la Parroquia de Santa María, concurriendo los festeros, cofrades, Junta Directiva de la Asociación y Autoridades.

103


ABRIL Martes

A las siete y media de la tarde, primer día de N O V E N A R I O

en honor del Santo, con exposición de S. D. M., rosario, novena, letanías, sermón, gozos y reserva, cantándose al finalizar el Himno a SAN JORGE MÁRTIR.

Al anochecer, inauguración oficial de la

FERIA Grandes iluminaciones y Concierto Musical en la Plaza de España.

ABRIL Viernes

A las cuatro y media de la tarde, en la Plaza de Toros

Gran Espectáculo Taurino A las seis y medía de la tarde,

Fiesta del Pasodoble en cuyo desfile tomarán parte las Bandas de música de comparsas que se inscriban para este interesante concurso, que finalizará en el Paseo de la Glorieta. Se otorgarán diversos premios en metálico a las que resulten mejor calificadas. A las nueve de la noche será disparada

Gran T r a c a

Valenciana

por la Avenida del Generalísimo y calle de San Nicolás, terminando en la Plaza de España. A las diez, la clásica

NITDEL'OLLA en todos los locales de las Comparsas. Terminada la cena, desfilarán éstas con sus músicas desde sus centros respectivos a la Plaza de España, acto que constituye una admirable manifestación del carácter fraterno y festero de los alcoyanos.

105


Comienzan los actos con que Alcoy conmemora, anual y suntuosamente, una brillante gesta de la época de la Reconquista, con sus inimitables fiestas de

¿"loros ¡y Al toque del Alba, seis de la mañana, a los acordes del Himno Nacional es izado et estandarte cristiano en la más alta torre de la simbólica fortaleza, y, después de rezar el Sargento cristiano el Ave María, da principio la

Primer

Diana

grandiosa manifestación de nuestras fiestas, en la que toman parte las comparsas de los bandos Moro y Cristiano, con sus veinticinco bandas de música. A las diez y media de la mañana, forman las fuerzas cristianas en la Plaza de la Virgen de los Desamparados, iniciándose, desde allí, la

Entrada de Cristianos que recuerda, en un brillantísimo desfile, la diligencia con que los alcoyanos acudieron a la defensa de la plaza amenazada, concentrando las fuerzas de los caseríos vecinos. A la misma hora, et representante del entonces Alcaide de la Villa se dirige desde la fortaleza, con su séquito, para esperar al Capitán de Cristianos, a quién entrega las llaves del Castillo: apéase el Capitán delante de la Iglesia de San Jorge, donde es recibido por el representante del histórico personaje Mosén Torregrosa, y después de orar brevemente en el templo, implorando de San Jorge el triunfo de sus armas, continúa este acto de gran ostentación de los Caballeros de la Cruz. A las tres y media de la tarde, las fuerzas mahometanas efectúan con gran fastuosidad la

Entrado de Moros acto del más puro sabor árabe, que maravillosamente evoca el sitio puesto por las fuerzas del caudillo Alaz-dranch, en un magnífico alarde de propiedad y riqueza. A las siete de la tarde,

Paseo General en el que toman parte las comparsas de los bandos moro y cristiano. jA

A las once de la noche,

Bailes y S e r e n a t a s en distintos puntos de la ciudad.

107


ír esii vida ti del Ott/r

A las siete de la mañana, se repite el acto llamado

S e g u n d a Diana con la variación de recorrido, indicado en el Itinerario. A las ocho, en la Iglesia del Santo Patrono,

Misa de C o m u n i ó n con plática y asistencia de todos los asociados. A las diez y media, las comparsas de los Capitanes y Alféreces de los dos bandos, los Gremios, comisiones, Junta Directiva de la Asociación, reverendos Cleros, Autoridades Civiles y Militares y Jerarquías del Movimiento, acompañan, desde la Iglesia de San Jorge a la Parroquial de Santa María, la reliquia del Santo. A las once, y en la Iglesia Arciprestal,

S o l e m n í s i m a Misa Mayor a gran orquesta y con panegírico de San Jorge, cantándose al Ofertorio el «WUALI, WUALI», del insigne músico alcoyano maestro Espí, terminando con el Himno de San Jorge cantado por todos los fieles. A las tres y media de la tarde, las comparsas de Moros y Cristianos acompañan hasta el Círculo Católico de Obreros a todos los asilados en centros benéficos de la localidad, para presenciar los actos de fiestas, siendo obsequiados al final con un espléndido chocolate. A las seis, con objeto de devolver a su Iglesia la Reliquia e Imagen de San Jorge, se verifica la

Procesión General con asistencia de las comparsas de Moros y Cristianos, fieles, invitados, Gremios, Cleros de las tres Parroquias, Junta Directiva, Autoridades civiles y militares, Jerarquías del Movimiento y el Excelentísimo Ayuntamiento, dándose a besar la reliquia del Santo. A las once de la noche,

R E T• R E T A por las comparsas que deseen tomar parte en este acto, distribuyéndose distintos premios en metálico a las que concurran con mayor vistosidad.

109


ABRIL Lunes

A las siete de la mañana tiene lugar el

CONTRABANDO introducido por las comparsas de Andaluces y Labradores. A las nueve y media, y como preludio de la batalla que ha de librarse, se despliegan en guerrilla todas las Comparsas, recorriendo la parte alta de la población el bando moro, y el cristiano la parte baja. A las diez, cesa el fuego y se posesionan del Castillo el Capitán y Alférez cristianos con sus comparsas, verificándose acto seguido la

E S T A F E T A El Capitán de las fuerzas moras ordena a uno de sus oficiales monte en brioso corcel, llegue hasta la Fortaleza y exija imperiosamente ta rendición de la plaza. Despreciada la pretensión por los cristianos, retorna el emisario en velocísima carrera, y entonces el jefe musulmán destaca a su Sargento Mayor para pedir parlamento. Concedido éste sale del Castillo una escolta cristiana que acompaña al Sargento hasta el encuentro con su Embajador, quién atraviesa la plaza sitiada con los ojos vendados, y llegados todos ante la Fortaleza se verifica la

E m b a j a d a d e l Moro fielmente descrita en una de las colaboraciones de la presente edición. Terminado el parlamento se provoca por los cristianos la

Gran Batalla o Alardo que finaliza con la victoria, asalto y toma del Castillo por el ejército moro, quién iza en sus almenas la bandera de la Media Luna. A las cuatro y media de la tarde, después de los actos preliminares análogos a los de la mañana,

Estafeta y Embajada del Cristiano seguida de la Batalla que es adversa para el bando moro, y, arrojado éste de la fortaleza, es izada de nuevo la enseña de la Cruz. Las Comparsas de los Capitanes y Alféreces, después de visitar la Iglesia del Santo Patrono, ante cuya imagen oran y dan gracias por la celestial ayuda recibida, se reúnen al pie del Castillo. Y a las nueve en punto de la noche, a los acordes del Himno Nacional, interpretado por todas las bandas de música, tiene lugar la

A p a r i c i ó n de San Jorge sobre las almenas de la Fortaleza, entre nubes de incienso y en apoteósica visión de luces y de color.

111


Desde este día, hasta e! 28, desarrollará sus tareas en nuestra ciudad el VI CONGRESO ARQUEOLÓGICO DEL SUDESTE DE ESPAÑA

Por la tarde, en la Plaza de España, elevación de GLOBOS

Y MONTGOLFIERS

amenizando el acto una banda de música

Comenzará en este día el T o r n e o Nacional d e A j e d r e z que se prolongará hasta el día 3 de Mayo, tomando parte los más renombrados jugadores nacionales, quienes se disputarán valiosísimos premios con los mejor clasificados de la localidad y provincia.

Por la tarde, en la Plaza de España, CUCAÑAS Y CONCIERTO MUSICAL

GRANDES

FESTIVALES

organizados por Educación y Descanso.

A las cuatro de la tarde, Concurso Palomas Deportistas 195O

en el que se disputará la Copa Excelentísimo Ayuntamiento. A las cuatro y media de la tarde, GRAN FESTIVAL TAURINO. A las once de la noche, GRAN CASTILLO DE FUEGOS ARTIFICIALES 113


A CTOS

BENÉFICOS

QUE DIFERENTES COMPARSAS TIENEN URBANIZADOS DURANTE LOS DÍAS DE FIESTAS 22 Abril.—JUDÍOS 23 Abril.-MONTAÑESES . GUZMANES. . . NAVARROS . . LLANA ABENGERRAJES. DOMINGO MIGUES VASCOS . REALISTAS. . VERDES . . . 24 Abril.-VASCOS . . . TOMASINAS . ANDALUCES . 25 Abril.-BERBERISCOS.

Comidas a enfermos e impedidos en visitas domiciliarias. Almuerzo a los niños del O riel i nato de San Jorge. Visita Y obsequios a los enfermos en el Hospital. Almuerzo a los acogidas en el Asilo de Ancianos Desamparado!. Almuerzo a tos niños de las Escuelas «AVE M A R Í A » Comida a los necesitados del banio del Tosal, Obsequios a los niños de IB barriada Algezares. Desayuno a los acogidos en el Asilo de los Pobres.—Misa a las once en San Roque, y a continuación comida a los niños y niñas del Hogar de Nazarer. Desayuno a los niños necesitados de la calle San Miguel. Almuerzo a niños y niñas del Patronato y Escuelas del Tosal. Almuerzo a los ancianos del Asilo de los Pobres. Comida a todos los asilados en tos distintos centro i benéficos. Almuerzo a tos asilados en la Casa Beneficencia. Almuerzo a los niños del Patronato San Vicenta

ITINERARIO DE LOS ACTOS DOMINGO

9

LA GLORIA. Parte de la Plaza de España; recorre las calles Pintor Casanova, San Miguel, Plazuela de la Virgen de los Desamparados, Virgen María, San Miguel, Carmen, San Antonio, Santo Tomás, Virgen de Agosto, Embajador Irles, Mosén Torregrosa, San Juan, Plaza de Emilio Sala, San Jorge, Santa Lucia, Avenida del Generalísimo, Sen Lorenzo, San Francisco, San Mateo, San Nicolás, terminando en la Plaza de España, frente a las Casas Consistoriales, L U N E S 10

PROCESIÓN. Parte de la Iglesia de San Jorge, en la calle de Santo Tomás, recorre las de la Virgen de Agosto, Embajador Irles, Mosén Torregrosa, San Francisco, Plaza de Ramón y Cajal, San Nicolás, Plaza de España, Pintor Casanova, San Blas, hasta la Iglesia Parroquial de Santa María. S Á B A D O 23

DIANA. Parte de la Plaza de España^ recorre las calles Pintor Casanova, San Miguel, Plazuela de la Virgen de los Desamparados, Virgen María, San Miguel, Carmen, San Antonio, Santo Tomás, Virgen de Agosto, Embajador Irles, Mosén Torregrosa, San Juan, Plaza de Emilio Sala, San Jorge, Santa Lucia, Avenida del Generalísimo, San Lorenzo, San Francisco, San Mateo, San Nicolás, terminando en la Plaza de España, ¡rente a las Casas Consistoriales.

ENTRADA DE CRISTIANOS. Parte de la Plazuela de la Virgen de los Desamparados,- recorre las calles Virgen María, San Miguel, Carmen, San Antonio, Santo Tomás, Virgen de Agosto, Embajador Irles, Mosén Torregrosa, San Francisco, San Mateo, San Nicolás, terminando frente a la Iglesia de San Jorge. ENTRADA DE MOROS Y PASEO GENERAL. Parten de la calle San Vicente, San Nicolás, Plaza de España, terminando en la calle Santo Tomás, frente a la Iglesia San Jorge. DOMINGO 33

SEGUNDA DIANA, Igual recorrido que la del día anterior, con la vanante de seguir desde la calle Mosén Torregrosa por la de San Francisco. PROCESIÓN DE ACOMPAÑAMIENTO RELICARIO. Parte de la Iglesia de San Jorge, en la calle de Santo Tomás,- recorre las calles Virgen de Agosto, Embajador Irles, Mosén Torregrosa, San Lorenzo, Plaza España, Pintor Casanova, San Blas, hasta la Iglesia Parroquial de Santa María, PROCESIÓN GENERAL. Parte de la Iglesia Parroquial de Sania María, en la calle de San Blas¡ recorre las de Pinlor Casanova, Plaza de España, San Nicolás, Plaza de Ramón y Cajal, San Francisco, Mosén Torregrosa, Plaza Portal Nuevo, Doña Saurina, Santo Tomás, terminando en la Iglesia de San Jorge. L U N E S 24

ESTAFETA. Parte de la calle de San Vicente; recorre la calle de San Nicolás hasta la Plaza de España y viceversa.

115


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.