REVISTA FESTES ASJ - 1957

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.. Reftída, óleo de Ramón Castañer Jfefe dei Estado Españo!, Jalón Ángel Alocución de la Alcaldía, lltmo. Sr. D. Enrique Oítra Moltó Aquí, Alcoy, José Luis Castillo Puche Editorial La Gloria Guardería de lactantes Día de fiesta, Ricardo Doménech Crónica de Fiestas, Francisco Boronat Picó Moros y Cristianos desde Andalucía, Celia Viñas Algo i inexplicable,. Luis Lluch Garín V Concurso Fotográfico Timbal d'Abril, Joan Valls . ¡Si esa fuente..,! ¡Si esa vida...!, Antonio Candela Pequeña defensa de la juventud, Rafael Moya Atcoy y sus fiestas, Francisco Satorre En el centenario de Juan Cantó, Ernesto Valor Azarach, partitura de Juan Cantó ¿Moros o Cristianos?, Salvador Doménech Retablo del siglo XV de escuela valenciana Esas sublimes y altivas montañas..., Francisco Pérez Moros y cristianos: Gran ballet, José A n t o n i o Cortázar El trono de San Jorge, José S, Santonja E! P. Vitoria, Salvadw Gil Quinzá S. J. Alcoy visto por tres pintores, Isidoro de Mileto ;..-" .El nuevo templo parroquial de S. Mauro, '• Rita Bot'ella Jover 1 Legislación festera, Fina Querol Faus San Jorge de Aicoy y su trascendencia, José Crisanto López Visión y enjuiciamiento de Alcoy, Vicente V ice do Gabanes Algo sobre tos Guzmanes, Enrique Blanes Mataix Alcoi necessita esperit, Jordi Valor Las Fiestas como espectáculo, Carmen Llorca Vilaplana Hacia una teoría dramático-festera, Antonio Revert Espeleólogos universitarios en Alcoy, A. Hernanz El mejor y más singular pórtico literario, Santiago Giner Cloquell El día de San Jorge en Alcoy, Fray Justo Pérez de Urbel Responso La real villa de Alcoy en las Cortes del Reino, Francisco P. Momblanch Niño Jorge, Foto Studio Vicens y Solemnes cultos Aquel Alcoy del siglo XIfl, Camdo B. Linares La fiesta de Reyes en el Preventorio, Cuenca Mora El alma de nuestras fiestas, Carlos Mataix El resto del año, Francisco Abad San Jorge de Francia, Atírián Miró Cartel anunciador, Pedro García Aznar Comparsas, bandas de música y actos benéficos Programa oficial de Fiestas. Dibujos: Ramón Castañer, Guarinos, Sanchis, Fernández, Candela, García, Francés y José Luis Fotografías: Foto Studio, Paya Aura, Jalón Ángel, Palomera, P é r e z Aracil, Pérez Jordá, Pérez Biette, Calvo Martínez, A b a d Frau, Solbes, Palacio, García, Crespo Colomer, Bernabeu, Matairedona Ferrándiz, Monllor, Eugenio Pascual, Lluch Garín, Hernández Ofcina, Abad Rico, Antolí Barradiina, Archivo Asociación San Jorge, Miralles Climent, M a r t í .Quiles, Llorca Seguí, Vicens Pérez, Edo Mosquera, Oleína Pascual. Editado por la Comisión de Programa y Propagan da de la Asociación de San Jorge de Alcoy. Impreso en los Talleres Gráficos de Papeleras Reu nidas, S. A,, con papeles especialmente fabri cados para esta edición.


Foto Jalテウn テ]gel

a FRANCO, insigne soldado de Espaテアa


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E nuevo Alcoy vuelve a vivir, apasionadamente — donde no hay pasión no hay corazón—, la alegría multicolor de sus ñestas, que, cada día, adquieren más repercusión en todos los ámbitos de nuestra geografía. Más fuerte año tras año, ¡a marea creciente de los ecos de nuestros Moros y Cristianos, afluye a las playas peninsulares y deja su caliente huella en el Parnaso de las ñestas típicas de España. Ello nos obliga —con acometedor imperativo— a procurar, por todos los medios, elevar hasta el cénit de la perfección la teoría y práctica de nuestros tradicionales festejos, separando de ellos lo que pueda ser perecedero o inútil y perfilando, con cariño y cuidadoso empeño, lo que deba permanecer cara al tiempo y quedar, como quintaesencia inmortal, en el océano sin orillas del espíritu afcoyano. Gracias a Dios las Fiestas adquieren cada anualidad un carácter clásico y señorial, sin perder de vista nunca la veta profunda del alma popular, ni la canción rumorosa de una tradición de siglos. Poco a poco —como el escultor que, en los últimos momentos de la creación artística, borra con su cincel las postreras imperfecciones de la piedra a la que arrancó su secreto—, liemos de procurar todos iluminar, con amor y comprensión, las escasas sombras del radiante espectáculo de las Fiestas, para que éstas aparezcan, a los ojos de propios y extraños, como lo que son en verdad: obra de arte fecunda e inmortal; hazaña de la cultura y la fe de un pueblo; manantial de historia que no deja de fluir. Al dar esos toques finales, muy leves —ya que nuestros Moros y Cristianos son, ante todo y sobre todo, una ejemplar obra de cultura y belleza —, que logren separar el barro del hierro de la arquitectura de nuestras entrañables Fiestas mayores, habremos logrado la perfección deseada y ese anhelo de superación que late en el fondo del alma adelantada de todo buen alcoyano. No hay que dar tregua a la pasión exigente, que sólo busca el camino más claro y hermoso para llegar a la cumbre. iExcelsiorl ¡Siempre más arriba! ENRIQUE OLTRA MOLTÓ Alcalde y Jefe Local del Movimiento


MMALCOY

por José Luis Castillo Puche

Foto: MONLLOR

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OBRE la recortada y difícil geografía del Levante español más duro y bravio —ese Levante donde las ñores del campo despiden un olor antiguo, seco y profundo—, montado sobre picachos y riscos, guarecido por sierras y desfiladeros, se alza Alcoy, que si tiene un ojo en lo alto, como caballero dispuesto a las quijotescas aventuras y a la heroicidad, otro lo tiene puesto sobre el enjambre laborioso y artesano de sus lavaderos y telares, en los que se hace riqueza y alegría casi de la nada. Si Alcoy en algún tiempo fue puesto fronterizo para las cabalgadas cristianas y el cerco musulmán, hoy esta «Leal Ciudad» es casi un símbolo ejemplar del trance social, económico y cultural en que se encuentran las grandes ciudades que por su industria, trabajo, crecimiento y progreso se están ganando día a día el escudo de la capitalidad. Alcoy es como una gran fábrica, y sus gentes todas tienen el dinamismo y el gozo del trabajo y de la máquina trepidante. El cántico de la ciudad es el de sus pitos y sirenas, pero por lo bajo está el rumor de las campanas y el


ajetreo silencioso y humano de la pequeña y enjundiosa artesanía. Alcoy podría decirse que sería una naturaleza pobre y áspera si la mano febril y paciente del hombre no hubiera logrado donar los torrentes, vencerlos abismos por medio de un juego caprichoso de puentes y transformar el suelo en fuente viva de producción. ¿Producción, de qué? Producción de todo. Porque cuando uno se entera de que en Alcoy, por ejemplo, se envasan las aceitunas de mesa lo mismo que se encarroñan los coches, comprende el despliegue de imaginación de los alcoyanos. Metido en una especie de saco aislante, este pueblo ha logrado crearse un mundo, un rico complejo industrial, que no sólo tiene tradición, como ocurre con sus panos, sino que en materias como el papel tiene indiscutible autoridad en toda la península. La fisonomía de Alcoy es la de una ciudad moderna. En ella el señorío no es patrimonio de holganza, ni el mono del operario es emblema de un proletariado torpón y resentido. La ciudad bulle y descansa sobre el ritmo de las turbinas, el repiqueteo de los martillos, el crepitar de los hornos, el bullicio de tas lavadoras y la laboriosidad callada de los Bancos, Pero no es esto sólo. Hay otra fiebre y otro vértigo en Alcoy: el de las Escuelas Técnicas, el de su Parroquia —levantada desde los cimientos después de la guerra por obra y arte de la fe y el fervor de todo el pueblo - y el de tantos centros de enseñanza industrial, pericial, artesana, escolar, donde se está cuajando el nivel económico y el tono de vida que harán de Alcoy dentro de pocos años un enclave potencial de primer orden. Y esto tiene tanto mayor mérito cuanto que, como dijimos antes, los alcoyanos

han tenido que elaborárselo y fabricárselo todo en medio de una naturaleza en cierto modo hostil y negadora. El plano de Alcoy es como la montura aristada de un Belén donde lo bucólico y lo geórgico hubiera sido trasplantado por una trama complicada y fabril. Por medio de una explotación hábilmente estudiada del agua, se da aquí rendimiento y acoplamiento a toda una teoría de producción. El escudo de Alcoy debería ser un puente, uno de esos puentes fenomenales de cien y doscientos metros de longitud y treinta o cincuenta de alto que, en número de cinco, atraviesan y se reparten el esquema accidentado y dificultoso de la ciudad. El puente viene a ser como el lazo de hermandad y solidaridad que une c! casco elegante con la fábrica, la administración con el vecindario, la familia con la oficina. El núcleo urbano viene a ser como una pina sabiamente colocada y repartida. Porque en Alcoy también el terreno, su aprovechamiento y distribución, exige unos cálculos geométricos y matemáticos realmente pintorescos. Alcoy no ha hecho lo que otras grandes ciudades que, puestas al abrigo de un castillo famoso, se han dedicado a dormir de las glorias pasadas y a sestear sobre la fama legendaria de sus huestes. El castillo existe y es corno la liturgia que da origen y existencia a sus célebres Fiestas de «Moros y Cristianos». Pero existe como un júbilo y una exaltación, no como una droga o un pasatiempo. El castillo en la vida ordinaria se ha convertido en puente que une y asocia, encardtna y congrega, sitúa y aplica. Los cincuenta mil habitantes que tiene hoy Alcoy son como abejas de una gran colmena en que cada una tiene su puesto y su tarea. Así se explica el «hombro con hombro» del universitario con el mozo del taller y el paso a compás del técnico o del abogado con el confitero o el atbañil en las famosas Comparsas. Además de todo esto, Alcoy, que es una ciudad de calles anchas y de calles estrechas, de calles rectas y calles tortuosas y empinadas, de jardines municipales muy bien cultivados y de paisajes agrestes y casi desérticos, tiene un cuidado especial por su ilustración y su cultura. Y ahí está la vida del Instituto Alcoyano de Cultura, la labor de la Comisión Local de Extensión Cultural y su ambicioso proyecto para una Casa de la Cultura, empresa que puede ser la redención espiritual de gentes tan sensibles, y donde tan frecuente es la familiarización con la música, el diálogo con la pintura y la sabia escucha del buen teatro. El universo de Alcoy, protegido por paredones terribles y abierto a la curiosidad y a la conquista de los horizontes comerciales y espirituales más lejanos y matizados, es un universo de los más respetables y constructivos dentro del cuadro de la municipalidad española. Porque e! triunfo de ima ciudad como Alcoy sólo es posible cuando en el mando hay fina inteligencia de los problemas y en el pueblo impera una ley de ejemplaridad y de eficacia. Cuando, además de producir, enriquecerse y divertirse, una población entera posee un criterio de perfeccionamiento interior y de compenetración social, que es lo que da fuerza y recursos a las grandes ciudades, el porvenir le pertenece. Y Alcoy es así. Lo es, y su escudo debería ser un puente.

Accésit lÍL-í V Concurso Autor: EUGENIO l'ASCUAL BALACUER


Año

1956

Por FRANCISCO BORONAT Picó Cronista cíe Fiestas

1EMPRE resulta grato al cronista el elogiar sin reservas de ninguna clase, pues la crítica, por muy fundada que sea y por muy delicadamente que se formule, siempre ofrece un amplio margen para que la suspicacia y el resentimiento se den la mano, máxime cuando se trata de enjuiciar lo que han sido unas fiestas como las nuestras. Las fiestas de moros y cristianos de este año, las podríamos resumir diciendo que, si no han sido perfectas, cuando menos han bordeado el área de lo perfecto. 1.a Entrada de moros y la Enfoto: PAVA AURA


Batidor escuadra negros, en la entrada de moros

N'iño Jorge un el acto de la procesión Accésit V concurso

trada de cristianos, fueron espléndidas, no mereciendo la pena el empañar esta magnífica impresión de conjunto la excepción de pequeñas faltas que por su propia insignificancia deben ser tratadas reservadamente con los protagonistas de estas mínimas irregularidades y puedan ser corregidas en el próximo año. El orden admirable en los desfiles merece subrayarse, ya que nos dio a saborear una maravillosa estampa de nuestras fiestas, por cuyo realce y esplendor venimos laborando tanto tiempo En estas satisfactorias jornadas que comentamos, nos hemos convencido del abismo que media entre un desfile somnoliento, interminable y desarticulado y el desfile que gasta el tiempo preciso sin malograrlo en desafortunados atascos. Son dos versiones, dos estampas tan diferentes que no tienen punto de comparación posibles. En una palabra: sin orden, los desfiles necesariamente han de ser feos y aburridos; con orden, todo brilla de manera majestuosa, como así ha ocurrido en 1956. Del público alcoyano, tan notoriamente «festero», no hemos oído otra cosa que alabanzas y elogios sin tasa para todos los que se han vestido de moro o cristiano. Hasta el público más exigente se ha rendido a la evidencia, reconociendo que cuando nuestros festejos se desarrollan con sentido de responsabilidad, y los preside un elementa! deseo de hacer las cosas bien — que cuesta menos que hacerlas mal—, la fiesta de nuestros moros y cristianos, es única en el mundo, dicho sea sin autrapelia alguna. Y para nosotros que tantos años hemos tenido que censurar y criticar severamente, con harto sentimiento siempre, algunas payasadas, en esta ocasión, no tenemos bastante corazón para dar cabida a tanto gozo como nos produjo la grandeza de unos desfiles de moros y cristianos que por unas horas inundaron de luz, gracia y belleza las calles de Alcoy. ¡Qué Entradas más enormes! Y nos complace sobre todo el que por esta vez hayan sido tan soberbias, porque se ha destruido y pulverizado la funesta creencia de que eran consustanciales con nuestras fiestas el desorden y alguna que otra muestra de ordinariez y zafiedad. Este punto de vista, equivocado como hemos visto, ha quedado definitivamente desvanecido. Y dentro de la magnificencia, del esplendor y del orden derrochado a caudales en la celebración de todos los actos, dentro de este conjunto tan satisfactorio, y sin menoscabo para nadie, no queremos pasar por alto la ejemplar actuación de una Comparsa de noble historial en los anales de moros y cristianos. Nos referirnos concretamente, a los Mudejares, Comparsa que en este año se ha superado de tal manera en todos los actos que, sin adulación alguna, pero sí con espíritu de estricta justicia, no vacilamos en proclamarla como Comparsa modelo y digna de imitación. Si todas las comparsas desfilasen con el estilo, elegancia y dignidad como ellos lo hicieron, nuestras fiestas serían las más interesantes, bellas y sugestivas del mundo y harían innece-

Detalle de la entrada de cristianos


saria cualquier indicación hasta de la propia Junta de ta Asociación Finalmente y en esta hora de elogios, felicitamos a todos los festeros, a los PRIMERS TRONS, a la Junta Directiva de la Asociación de San Jorge Mártir y muy particularmente y de todo corazón al digno Alcalde de Fiestas don José Furió que tan denodadamente trabajó y tanta actividad desplegó para asegurar el éxito logrado, por lo que sinceramente creemos que se ha ganado fa mayor recompensa a que puede aspirar un Alcalde de Fiestas, y que consiste en la gratitud y simpatía de público y festeros. DIGNIDADES

FESTERAS

Han ostentado los cargos de Capitán la Comparsa Marrakesch en la persona de Enrique Botella Boluda y Eugenio Raduán Boronat representando a la de Cides. Alféreces: Antonio Abad Pérez por la de Realistas y Bernardo Blasco Pastor por la Comparsa Labradores.

• Capitán moro Accésit V concursa

DOS COSAS MUY MALAS

Fueron la Estafeta de la tarde y la Aparición. La Estafeta de la mañana fue buena, no pudiéndose mejorar por culpa de la cabalgadura, siendo aplaudido el jinete. La de la tarde, un verdadero desastre. Nos dio la impresión de que el jinete salió con la consigna de hacer estúpida mofa de la ansiedad del público y con el ánimo de convertir la épica carrera en una parodia repugnante, propósito que consiguió a las mil maravillas. Es la primera vez de toda una vida que hemos contemplado un acto de fiestas tan decepcionante y burdo En vez de una carrera brillante y varonil, se nos sirvió un trote ridículo, artero y falaz. Y esto, no debe repetirse bajo ningún concepto, aunque para ello se tenga que enarenar el trayecto de la carrera, pues nos consta que los jinetes capaces de arrancar la emoción def espectador, eluden este compromiso por lo resbaladizo de la calzada. En honor a la verdad y para que no se repita la comedia de este año y evitar el peligro de una caída con grave daño para el jinete y probablemente del público, debe enarenarse la calzada o ponerle herraduras de goma al caballo. LA APARICIÓN Tampoco hemos presenciado jamás una Aparición tan borrosa e inexpresiva como la de este año. Realmente, no hubo tal Aparición, sino un conato de impotencia en el logro del último acto de fiestas cronológicamente, pero primero en cuanto a belleza y emotividad. Fue una verdadera pena que ello ocurriera así. Y no protestamos ni censuramos a nadie, porque tenemos el convencimiento de que los que prepararon esta apoteosis de la decepción a miles de alcoyanos y forasteros en el acto postrero de nuestras incomparables fiestas de Moros y Cristianos, los que malograron este prodigio entrañable y conmovedor de la Aparición de San Jorge sobre las almenas del Castillo arrojando sus saetas certeras, visión que hace llorar de emoción y nostalgia a los

Comparsa Chano en ]a entrada de moros Fotos: CALVO MARTÍNEZ

Reliquia de San Jorge Accésit V concurso


nietos y a los abuelos, a los jóvenes y a las mozas bautizados con el agua del Molinar, no querían defraudar a nadie, y menos convertir en un desaliento y en una ahogada protesta la emoción incontenible de todo un pueblo que sabe esperar, sentir y conmoverse ante las evocadoras luces de la maravillosa Aparición. A última hora nos enteramos de que la causa del desastre fue la lluvia de! día de San Jorge que mojó todo el dispositivo, a pesar de las precauciones tomadas. SAN J O R D I E T

El niño que en este año ha simbolizado a San Jorge, se llama José Luis Moya Doménech, y es nieto de aquel ilustre alcoyano y gran festero que se llamó José Moya Moya y que fue Cronista de la Ciudad y de Restas. Al registrar esta feÜz circunstancia que pone de manifiesto una vez más la fidelidad con que los nietos siguen los mismos pasos que sus abuelos en este orden de sentir las tradiciones patrias, anhelamos muy sinceramente que este San Jordiet sea siempre un gran alcoyano y un gran festero como lo fue su abuelito el sin par Cronista de Fíestas-don José Moya Moya, al tiempo que felicitamos de todo corazón a los padres del niño San Jorge nuestros queridos amigos eí abogado don José Moya Carbonell y señora esposa por este acontecimiento familiar que para los alcoyanos que llevan a San Jorge en el corazón, constituye un honor y un galardón de imposible superación. UN

C A M B I O DE

FECHAS

Como es público y notorio, desde tiempo inmemorial, el período de Restas veníase anunciando desde el día 20 al 30 de abril. En el presente año, el ciclo de Fiestas se anunció y celebró desde el 15 al 25 de abril, cambio de fechas que ha sido muy oportuno y muy celebrado por el público,

pues el encendido del alumbrado artístico y extraordinario de Fiesta de la Plaza de España, y adyacentes, el día 15, fue un potente estímulo y un soberbio ctarinazo que contribuyó muy eficazmente a crear el ambiente característico de vísperas de Fiesta, Parece increíble que este adelanto de fechas tan lógico y acorde con la realidad no se hubiera puesto en práctica mucho antes. LA G L O R I A

Celebróse con toda brillantez este acto que es el auténtico e insuperable Pregón de nuestras fiestas. Sólo hay que censurar el que acabase a las dos de la tarde por entretenerse demasiado en el descanso del Partidor, o cuando menos, en el desfile por la calle de San Nicolás. LA GLORIA debe terminar lo más tarde a la una y media. EL N O V E N A R I O Y LAS P R O C E S I O N E S

Fue predicado con fácil palabra, por el Ilustrísimo Licenciado y Doctor, don José Martínez Sánchez, Canónigo de la Colegiata de Alicante. En eí sermón del propio día de San Jorge, con gran elocuencia, glosó la personalidad de los más ilustres hijos de Aicoy, en todos los órdenes del saber, desde el humanista Andrés Sempere hasta los más prestigiosos Alcoyanos de nuestros días. El templo de Santa María se vio lleno de fieles que siguieron con creciente interés las magníficas oraciones sagradas del ilustre predicador. Fueron celebradas con toda pompa y solemnidad, sobresaliendo la de la tarde para devolver la Imagen y Reliquia de San Jorge a su Iglesia titular. Culminó la grandeza de esta externa manifestación religiosa de homenaje y devoción a San Jorge en la calle de Santo Tomás, en la que todos los «festeros» concentrados, daban escolta de honor al Santo y a ía Reliquia en su triunfal y apoteósica entrada al templo, dándose a besar, seguidamente como de costumbre a los numerosos fieles, la Reliquia de San Jorge.

FÁBRICA DE NOVEDADES

. GENERALÍSIMO, 60 T E L É F O N O 1 843

A L C O Y

EN PAÑERÍA


Foto A. Malnrredono

Moros y Cristianos desde Andalucía La Asociación de San Jorge, st compldcr t« rt transcribir, un interesante articulo publicado en Ott/ormaCÍÓM", original át lu lju( /wr /rtmuftí «crflora. ncfaft/f Jwtlfai y cátedratica del 3íisítíHít> át Almena. Celia Tifias OÜvtlla, fallecida in plena juventud, en recuerdo a sus coíaSpraciones poéticas m fsíf Programa Oficia! de Tiritas, 7 como bomtnajc postuma.

N día hice yo el camino de! Ándalas hasta Alcoy. Llegar a Alcoy desde Andalucía, la Andalucía de la uva dorada, miel y pellejo en defensa, del esparto humilde de la esparteña y la soga, es algo definitivo. Y sorprendente. No es como llegar del Levante valenciano, con su ubérrimo paisaje llano y verde, o desde ¡a bronca y trabajadora Cataluña, tan llena de dulzuras disimuladas. Del Andalús hasta Alcoy pasa el viajero de un país de «moros» a una tierra de «cristianos». De la parra al motor, del cañaveral de cañada al bosque de chimeneas, del cerro de mármol o plata vieja a la gran industria textil de sociedad limitada y comercio ilimitado. Un día hice yo el camino del Andalús a Aicoy. Las crestas de oro de una Alcazaba mora, junto al mar —un mar en tensión de tanto azul entre España y África, cristalizado de hermosura quieta—, quedaban tras de mi camino. Las almenas de sangre de Granada, junto al llanto de los dos ríos de romance —barbas granates— con las manos de plata de los buscadores de oro —los buscadores de oro llevan Sus borriquillos de tierna estampa franciscana. ¡Milagro! ¡Milagro!— también se quedaron atrás. Y las islas del Guadalquivir «donde se fueron los moros que no se quisieron ir». Al-Azrach seguía, un año 1276, el mismo camino. Del reino de Granada hasta Alcoy. Sierras de plata antigua, barrancos locos de soledad y viento con la herida gloriosa de color de las adelfas. Las adelfas derramando las venas de la tierra oscura, ascética, recatada, hacía el paisaje de luz plana. Un cielo para fondo de estatuas o vuelo de gavilanes, Después, se encuentran olivos de paz y almendros madrugadores. Rebaños de ovejas tranquilos hasta donde pasan los trenes. Pueblos con sus costados de cal blanca y sus iglesias de torres y campanas. Ramblas con las entrañas de la tierra al sol, donde zumban los insectos y trotan las mu lillas, casi ciegas, con borlas de colorines en sus guarniciones. Después se apacigua el paisaje y, en el amarillo, la verdura pone su iengua de consuelo. Ya va siendo Levante. Pensaba yo en los «Moros y Cristianos», camino de Alcoy. ¿Cómo no? En la costa del reino de Granada hay unas torres de defensa —¿verdad, don Alfonso Gamir?— como torres de partida de ajedrez, junto a las arenas donde las Vírgenes milagrean. También las hay en los acantilados contrabandistas, donde la mar araña y mima. Algunas veces, desde estas torres, se encendían luminarias porque se veía la mar ancha y venir los barcos moros. Si la Virgen del Mar permitía que los turcos llegaran hasta los pueblos mismos, entonces había

U

santos labradores y frailes coronados y vírgenes prudentes que defendían los pueblos andaluces de los morillos tle Argel, de Oran, de Túnez, En muchos pueblos quedan recuerdos de representaciones y procesiones de «Moros y Cristianos», Yo he tenido en mis manos el texto —muy tardío—, delicioso e inocente, de una representación en Ocaña, donde los moros no querían llevarse la cosecha de aceituna, ni las cautivicas cristianas, sino la imagen del Santo milagroso, Patrón del pueblo, Y en la misma Almería existiría, en la conmemoración de la reconquista de la ciudad, el día de San Esteban, su fiesta de «Moros y Cristianos». Que no otra cosa es la «Conquista de Almería y Nuestra Señora del Mar», por Benavides, hombre de leyes y de recuerdos. Nuestra Virgen del Mar milagrea en la bahía entre tempestades de tramoya celestial, con ángeles, torreros, graciosos de teatro español, galanes y damas. En 1276, San Jorge vence su batalla en Alcoy y los moros se vienen a Granada. Siglos después, la Virgen del Mar vence la batalla en Almería por los Reyes Católicos, Fernando e Isabel. En las torres de la Alcazaba alvneriense aparece la Virgen, En el castillo de Alcoy aparece San Jorge, Y hay embajadas de moros gallardos, Cidhyaya que enamora a las damas humanistas y amazonas, y también enamoradizas. Y respuestas de cristianos. Y reconquista del castillo. Y fuego de artillería y de artificio y alambores —suenan «cajas»— y trompetas y truenos celestes y celestiales y apariciones de estampa milagrera en lo alto de las almenas. Aquí nos quedan estas almenas, pero hemos perdido la gracia de la tradición de nuestros «Moros y Cristianos», y esto que los moros «no se quisieron ir». Un día yo hice el camino de Andalucía hasta Alcoy por el Levante de los ejércitos de conquista y reconquista. Y pensaba en los moros de vuestra ciudad y en cómo se nos vinieron al reino de Granada y cómo e! alcoyano se viste hoy de «moro» con esta romántica gana del disfraz de vivir un día la vida del «otro», del derrotado, del vencido, del desterrado, del hermano árabe de romance fronterizo. «Guerras civiles de Granada». Abencerrajes y conquista de Almería y milagros de la Virgen del Mar. ¡Qué hermosa lección para los «moros» que quedamos en España! Un año de vida occidental en el taller, en la oficina, el trabajo. Un día, un solo día, para la vida novelesca, romántica y rumbosa del «moro» de* Alcoy. San Jorge, caballero, cruzó, con su capa escarlata, en unas nubes altas, montado en su caballito blanco, sobre mi camino. El camino de Andalucía hasta Alcoy. CELIA VÍÑAS OLIVELI.A Desde el antiguo reino de Granada,


ALGO INEXPLICABLE por Luis LLUCH GARIN UANDO pronuncié el pasado año en vuestra Plaza el Pregón de las Fiestas, algo me quedó en el tintero, escribo mal, algo me quedó en el fondo de mi discurso que no pude comentar porque nadie me !o supo explicar. Pero comenzaré, primero, por explicarme, es decir, por daros a conocer lo que más me intrigó de vuestras fiestas, el detalle para mí más curioso, el que más me sorprendió; fue, el paso característico y especial, único, diría yo, de vuestras «filaes» en su desfile por la calle de San Nicolás. Todas vuestras fiestas, en verdad, son maravillosas. Y en este caso el calificativo es justo porque el adjetivo maravilloso, que significa extraordinario, viene del verbo transitivo maravillar que es causar admiración o sorpresa. Las Fiestas de Alcoy son, pues, extraordinarias y causan admiración y sorpresa en el ánimo del que las contempla. El espectador se que"da «maravillado». Pero en todas las fiestas hay que buscar su nota diferencial. Todas las fiestas, como las vuestras, tienen algo de común, semejanzas cort las demás; y así, las luminarias, el alarde de pólvora, los parlamentos, los trajes, los desfiles, el propio asalto a! castillo... etc., se repiten con mayor o menor maravilla en otros pueblos y en otros lugares. No debéis molestaros por ello porque toda España está llena de festejos populares de gran espectáculo; vosotros lo sabéis tan bien o mejor que yo.

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Pero,., (esta es la nota diferencial, la que causa esa sorpresa en el espectador), vuestras fiestas tienen un desfile único de comparsas porque ese desfile lleva un ritmo, un paso, una marcha singular y exclusiva... ¿por qué? Lo pregunté entonces a los amigos y conocidos, a los propios alcoyanos, y nadie me lo supo explicar. «Siempre se ha desfilado así, esa fue la única contestación. Y esa contestación parece que lleva implícita la idea de una antigua tradición.„ «siempre se ha desfilado así», y, siempre, es tradición.No lo pongo en duda, pero la tradición tiene un hecho inicial que, por repetirse en el paso del tiempo, queda consagrado con el marchamo de tradicional. ¿Por qué no podía yo encontrar una explicación a ese paso tan genuino de vuestro lento y acompasado desfilar? He de hacer notar, sin embargo, que ese ritmo o marcha de «les filaes» que encaja en ef marco de la calle y en la lentitud del desfile, y que incluso está en armonía con los ricos y variados uniformes, casi resulta anacrónico, mejor dicho, desusado, en los ensayos de la víspera. Los hijos de Alcoy que componen cada escuadra, viejos y jóvenes, ocupando diferentes categorías sociales y vestidos con sus modernos trajes —sin disfraces que los uniforman—, constituyendo, además, individualidades acusadas y no un conjunto que iguala, parece que juegan en medio de la calle y su desfile, cuando la gente se aparta, más que para contemplarles para admirarles y envidiarles, podría aparecer extravagante y resulta, en cambio, grandioso, único... «maravilloso». ¿Por qué? me vuelvo a preguntar. Por !a singularidad de su paso, me respondo. ¿Y por qué adoptaron ese paso y no otro?.. Y así sigue dando vueltas la rueda curiosa de mis preguntas sin que acierte ninguna respuesta a pararla. Y no hay duda que deben existir razones. Yo las presiento y a fuerza de pensar y pensar las encuentro, pero tan lejanas, tan antiguas, tan prístinas, que se remontan a los tiempos del GénesisNo creáis que son fantasías, y si lo fuesen bueno es fantasear de vez en cuando eri este mundo tan material lleno de prosa vulgar. El hombre es el rey de la creación. Dios le hizo así. Y el botnbre es el que desfila en las fiestas de Alcoy. Su valor corno rey se resiste al paso rápido y fugaz Toda la naturaleza le obedece y le admira. Desfilando despacio, paso a paso, va hollando con sus pies el terreno conquistado, como escribiendo a pipes de gracia su poderío y a fuerza de su libertad. Es el único ser que es libre para hacer e¡ bien o para hacer ei mal. Todos los demás seres animales y físicos déla creación,están sujetos a leyes regulares y fijas. El hombre de Alcoy, en su desfiie, pavonea su libertad y la gente que no desfila, los demás hombres, se apartan y le admiran porque se ven reflejados en él. La «fila» es el espejo de su poder. Los actores y e! público, en este escenario callejero, están compenetrados en sus fiestas y unos y otros q u i e r e n que dure el desfile. ¿A dónde hemos llegado con estas disquisiciones? A la responsabilidad que ha caído sobre vuestros hombros como servidumbre de vuestra propia Foto: L, Lluch üírín libertad. Y esta responsabilidad es muy sencilla: debéis mantener siempre esc mismo paso porque ese ritmo os aisla y os resguarda en vuestras fiestas. Todos apretados y todos unidos descendiendo por las calles y avizorando el castillo... el castillo en donde se aparece San Jorge que es lo «espiritual». Luego camináis siempre hacia la conquista del espíritu marchando sobre vuestras calles en el glorioso paréntesis de vuestras fiestas. Quizá sea esa la explicación de vuestro paso menudo y corto: la seguridad que tenéis, en vuestro desfile, de alcanzar la meta deseada que es la conquista del bien y de la verdad, porque San Jorge, que fue Santo, al galope de su caballo venció al mal y a la mentira: vosotros, alcoyanos, que sois hombres, caminad seguros en vuestras fiestas —y fuera de ellas— codo con codo, hombro con hombro... Iréis muy lejos en ese camino nuevo, siempre renovado, que os abre el galopar desenfrenado de vuestro Santo Patrón.

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EDITORIAL IONSERVAMOS a flor da labio et saboreo de las Fiestas precedentes y ya pasamos el umbral de las próximas inmediatas. Como una exhalación, el ano transcurrido nos distrajo entre proyectos y propósitos. De los últimos, mueve nuestros anhelos una confianza extremada en la colaboración de los FESTEROS para superarse en el buen orden y brillantez de los actos en que actuarán, corno tan maravillosamente quisieron hacerlo en las que precedieron. Es de agradecer el pasado por lo que alecciona para lo porvenir. Tarea de esta Junta Directiva que las organiza es sintonizar el ambiente con el más franco optimismo, situándonos y situando ai pueblo alcoyano en un clima de realzada ilusión, que como pan de! alma, sus Fiestas de MOROS y CRISTIANOS, repletas de hechizo y hermosura, alimenten la sana convivencia durante los días de su celebración. Pregonera por el Mundo de las excelencias de la sin par ofrenda que con ellas hacemos a nuestro Patrón SAN JORGE, es la Revista-programa que cobija estas lineas, que como ara para su holocausto, elaboramos con entusiastas ansias de superación. Es nuestra más viva pretensión, y debe serlo de las Juntas directivas que se sucedan, no decaiga el arraigo de las tradiciones seculares, como tampoco el entusiasmo por las Fiestas; y que la juventud contemporánea siga dignificándolas y manteniéndolas con idéntico tesón que se conservan los legados paternales de honrosa procedencia. No nos abandona la ¡dea de incorporar en mayor tumulto a la mocedad femenina al bullir de los festejos. La dulzura de su gracia y el aleteo de su presencia, no ya en minúscula exhibición como sultanas sobre palanquines triunfales o castellanas y labradoras enjoyadas con sedas, perlas y corales sobre retozonas cabalgaduras, sino, además, enmarcada en una gran manifestación colectiva para rendir en presencia pleitesía a SAN JORGE y en ofrecimiento de todas las bondades de que está dotada. Con el bagaje que Nevamos de buena voluntad va el propósito de ver prontamente entronizada la imagen principal de nuestro Patrón en altar merecido a su elevada dignidad. En vías de realización, confiamos terminarlo en plazo breve si las reservas disponibles, el auxilio que presten sus devotos y los artistas a quienes está confiada la ejecución, se funden en empeño ineludible. Es la contribución más modesta que podemos pagar por los favores de nuestro protector. Entre los límites de los montes que nos circundan, y a través de la tibia caricia de los aires que envían saturados del perfume de sus plantas, percibirá el foráneo sensación de hospitalidad y regocijo. Al término de su estancia entre nosotros, cuando de SAN JORGE en el anochecer de la última actuación festera, entre fantásticas luminarias, reciba el adiós de despedida, acéptelo como expresión sincera de que es Atcoy entero quien le despide con el más vehemente deseo de retorno tras propagar las excelencias de cuanto le haya deleitado. ALCOY, abril de 1957.


Accésit V concurso sección Fiestas Aulor: José Vicens

LA GLORIA CONSTITUYE un magnífico pregón, que tiene, además del encanto de ser el primer ACTO de Fiestas,- el atractivo y trascendencia de lo que ocurre en su organización en la intimidad de las "comparsas". LA GLORIA, es ya notorio, está formada por un Individuo de cada comparsa, vestido y ataviado con las mejores galas del uniforme característico de cada entidad (estera. Y su actuación, en este radiante día, se circunscribe a un vistoso desfile por las calles más populares de la ciudad. El itinerario que recorre LA GLORIA no varia. Es siempre el mismo, como una verdad eterna. Los "glorieros", así se llaman a los testeros en este acto, desfilan en dos bandos, Moros y Cristianos, dirigidos por sus respectivos sargentos. Abren marcha los Heraldos de la ciudad, y van todos seguidos de bandas de música... Esto es lo que ve y sabe de LA GLORIA el gran público, tanto indígena como forastero que no haya traspasado el umbral de una "fila", es decir, el espectáculo público, reglado y solemne, cuando las luces se apagan y se levanta ei telón. Pero en la intimidad de cada comparsa, en este radiante día, muy de mañanita ya están reunidos en su local social todos los festeros para la alegre y grave tarea de "vestir al gloriero", cuya designación cuesta sudores, pues son muchos los que porfían por serlo, arguyendo veteranfas y derechos abrumadores. Pero antes de la trascendental fabea de "vestir al gloriero", hay que tomar fuerzas, templar el ánimo, para que la gracia testera fluya ingeniosa y chispeante. Y bien servida la mesa de la infinita variedad de cosas que da la primavera y con perennidad las bodegas, se logra el clima propicio para que el "gloriero" quede vestido a maravilla, entre donaires y gracias, y se sienta elegido, ufano y el más irreprochablemente vestido. Y entre aplausos y apremios de tiempo —pues ya va siendo hora de concentrarse en el zaguán del Ayuntamiento para el magnífico desfile— el "gloriero" y los demás individuos de la comparsa que le admiran y ponderan en apretado grupo, salen a la calle para dejar en ella la levadura de su entusiasmo testero que ha de prender en el alma popular alcoyana, embriagándole de fiesta..., hasta el mismo y último ACTO de la Aparición de San Jorge sobre las almenas del simbólico castillo.


Guardería de lactantes «Niño Jesús del Milagro» OR la Junta Local dependiente del Consejo Superior de Prolección de Menores, ha sido instalada una Guardería para lactantes en el Pabellón situado en el jardín del Hospital Civil Municipal, recayente a la Avenida de Santa Rosa y con entrada por la misma. El establecimiento está regentado por las Hermanas Carmelitas de la Caridad y en él son atendidos, con toda clase de garantías, los hijos de productores hasla los dos años y medio de edad. Permanece abierto los días laborables y en él pueden internarse los menores, recibiendo toda clase de cuidados, alimentación completa y adecuada, vigilancia médica, ropa, etc. bajo la vigilancia solicita y maternal de las Hermanas. De

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Visca parcial del Pabellón

Dormitaría lactantes


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Comedor

esla forma, las productoras que llenen que abandonar su hogar para acudir al trabajo cotidiano, tienen la satisfacción de saber que sus hijos están debidamente atendidos. Esla institución, resultante de un espíritu de justicia social latente en Alcoy, merece el incondicional apoyo de la ciudad. Quiere esta Junta Local, al llevar estas líneas a la Revista Oficial de nuestras Fiestas, hacer patente su gratitud al Excmo. Sr. D. Rafael Rubio y Freiré Duarte, Presidente del Consejo Superior, quién con su incondicional y decidido apoyo ha hecho posible esla obra. Sala recreo !f


DÍA DE FIESTA IN que por ello nos vayan a tachar de profetas (que Dios nos iibre de tal cosa), les invito a que hagamos un vertiginoso recorrido en torno al 23 de abril —San Jorge, nuestro día de fiesta— de este año. ¿Imposible? No; en absoluto. Es más bien algo sencillo. Puede resultar tan sencillo como fumar, pasear por la «bandeja» o tomar el vermut con los amigos (y no tan agradable como el segundo beso de la primera novia). Sin embargo, dejemos primero asentada una idea fundamental que apuntaba en cierta ocasión, Juan Aparicio: si la memoria es útil para evocar el pasado y la inteligencia lo es para vivir el presente, la voluntad sirve en cualquiera de los casos, para forjar el futuro. Y un futuro es, qué duda cabe, nuestro 23 de «Pestes» que antes de su llegada, corno un gusanillo mágico, nos hace cosquillas en la imaginación, obligándonos a cederle un lugar cada vez más importante. A lo lejos se pierden, esfumándose lentamente, las palpitaciones del Tiempo, las preocupaciones y los quehaceres, los problemas cotidianos. Y nosotros —ustedes y yo — sentados a la luz de la lámpara (el sol también podría llamarse lámpara), principiamos a construir:

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Hoy es un día de fiesta: Una evasión. Nos lo dicen las colgaduras en los balcones, el despertar calmoso de Juan -Juan, el oficinista que no soñó MAÑANA con el teclado de las máquinas, ni con ios gruñidos del jefe—, y la actividad extraordinaria de los limpiabotas en la calle: por que hoy nadie tiene prisa; queda tiempo para limpiarse los zapatos. Es más, hoy tienen que estar limpios, brillantes, ya que de no ser así, jugarían una mala pasada al traje azul marino, recién estrenado. Que hoy es día de fiesta, es algo que se palpa y respira en el ambiente: el cuello duro y redondo en el crío de seis años; el «Saix-appeal» de los vestidos nuevos y la pequeña sonrisa, aun intacta en los labios, de las muchachitas jóvenes; la mirada abierta y comunicativa del viejo Pep, que por una vez ha dejado de pensar en su 1900. Que hoy es día de fiesta, !o están gritando en la Plaza de España, allí estáticos, el Castillo de dientes árabes y el gran cartelón sobre e! Ayuntamiento, que dice: «Alcoy. Fiestas de Moros y Cristianos. Abril 1957». Y sobre los cuatro ángulos de ese cartel, sobre ese castillo de 'estructura inmóvil, sobre esas casas esquinudas y concisas, sobre

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esos alcoyanos que sonríen, se alza paternalmente un cielo perfecto de primavera. Por todo aquello de que los días típicos pasan este año a! 28, 29 y 30, nuestra cara llevará un brochazo de curiosidad y cuatro de despiste Pero despiste y curiosidad, que no llegarán a ser impedimento; Adaptarse es un verbo que conjugamos desde niños, con tediosa regularidad, ante cualquier circunstancia imprevista. La misa. Un breve y rápido desayuno... y los panzudos barracones de concurso de carreras, de juegos eléctricos; ios barracones de tiro al blanco, las pistas de «autos de choque» etc., esperan tras el «Pont de S. Chordi». El calórcílto del café con leche y el sabor aceitoso de los churros, o el «colpet» madrugador, están aún en la garganta de los primeros en visitar la feria. El mocoso que chupaba un caramelo rojo y azucarado, seguramente de naranja, ha dicho: -¡Luego viene mucha, muchísima gente... Y se llena!— Lo ha dicho, poniendo los ojos en blanco, muy redondos y muy grandes, con la deliciosa facilidad de asombrarse ante la lógica que se tiene a esos años (y que sófo el artista, el creador, es capaz de conservarla siempre). El pequeño tenía razón. Ha pasado una hora, dos, y la multitud compacta —personas desconocidas, caras que no volveremos a ver— cubre en su totalidad el espacio de un puente, de 14.000 adoquines y de una plazoleta de goma con los brazos extendidos. Del viejo reloj de la iglesia se han caído diez campanadas largas. Es el final; el «End» de la película que vivos hace poco, llevado a nuestra tarde. Ha quedado muy atrás el rato fácil de! aperitivo, de la comida familiar, de la tertulia-prolongada. hfemos estado en ese baile o en esa reunión mixta de amigos, donde los muchachos daban lo mejor de ellos, el humor, para recibir a cambio lo mejor de las muchachas: su risa que salta y corre lejos. En la enorme bocaza abierta del «cine», vimos pacientemente una sucesión de imágenes mas o menos absurdas, justificadas por un guión más o menos absurdo. Sin embargo, todo era nuevo, intacto. Y después, también nuevo el pasear en la plaza, y en la feria; y también... También, la sonrisa y el amor centrándose en las medias finas de «nyldn» y en el humo de los cigarrillos. La lluvia que cayó fue menuda, corta... fue una estafa de lluvia. Otra vez han sonado diez campanadas A las diez, los faroles se visten de negro; a las diez acude ia cita a todas las bocas; a las diez los serenos emprenden su camino, calle arriba, arrastrando las botas de plomo. Porque la noche comienza, —que es terminar—, realmente, a fas diez.

LA TARDE

Si; la noche, si, pero no esta noche joven que pertenece a nuestro día de fiestas, que viene disfrazada con sus galas mejores; no esta noche de sorpresas verticales, desnudas, sonámbulas Cena rápida y vertiginosa: Porque ya «les filaetes» asoman por el «Parterre» su gesto simpático y bonachón Ubicados bajo el círculo rojo, azul, verde, de centenares de bombillas encendidas, estamos como por primera vez en la Plaza de España. Sobre todas esas cabezas que nos rodean, y que de tejos casi parecen iguales, sobre los complejos y distintos pensamientos que en cada una de ellas germinan, está flotando una idea común: —¡ 28, 29, 30; 28, 29, 30; 28...!— Planes. Cálculos. Lo importante es eso: la ilusión. El hombre es fundamentalmente un ser borracho de ilusiones —ilusiones así: chiquitas, sin importancia aparente—, con las que puede mutilar su tristeza sota. ...Y ya desde S. Lorenzo, el tam-tam de los timbales morunos anuncia, monorrítmico y zumbón, a la penúltima comparsa.

Y LA NOCHE

RICARDO DOMÉNECH


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V Concurso Fotográfico Primer premio, sección Fiestas Autor; Antonio Hernández Oleína

Junta Directiva de ]a AsoLAciación de San Jorge Mártir, organizó este interesante Concurso de fotografías, constituyendoun señalado éxito. Fueron p r e s e n t a d a s 146 obras, otorgándose por el jurado designado al efecto, los premios como se ilustran en las páginas de la revista. La entrega de premios se efectuó por las primeras Autoridades, en un salón del Excmo. Ayunlamienío. Al propio tiempo se hizo donación de los del primer curso de portadas.

Entrega de los premios de los concursos de fotografías y de portadas Reportaje: Foto Studio


egundo premio, sección Fiestas \utor Antonio Péiez Joraá

Segundo premio, sección A l c o y /"ícenle Abad Rico


Primer premio, secci贸n Alcoy Autor: Jos茅 Crespo Coloroer


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Accésils: 1 Aníonio Paya Aura 2 José Oleína Pascual 3 Benjamín Pérez Bielte 4 José Vícens Pérez


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5 Anlonio Edo Mosquera ó Enrique Llorca Seguí 7 José Crespo Colóme! 8 Jorge Marlí Quiles


TIMBAL D'ABRIL A 1'exceÍem músic a) cota Alfons Selles Cabrera.

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Ressó d'una historia nimbada d'angéliques fúries que en pompa sublim i continua s'aferra al miracleta festa i la gesta d'Alcoi en oreig d'altes brises í en ampie seguid evitern de puixanca formosa. Hercúlia imatge que diu de la tasca ritmada amb l'eix d'un perfecte engranatge que va menant Phome, fil! pare de la térra que honora amb fecundes jornades i té la defensa d'heroi en suors victorioses. La festa es d' Abril. Té un esclat de poncella, un preludi de caires bellíssims que exalcen l'arcadica i grata sentor de ginesta i tomell en les grises muntanyes, ¿Quin so s'encabeix al clarí del pretérit i crida a un foc germanívol en torn al sagrat i antic vincle? Sant Jordi apareíx tots els anys i escorcolla les animes i des de Palmena de fusta rubrica el seu codí. Vol dir que si el moro ¡nsisteix en nosaltres, donem-li la festa del cor que es cristíá per nissaga i per norma. L'esolat de la rosa i la fe reviscolen un gandí on té Primavera el millor raig de flum envers l'ánima i ri« en argent de solells un simfónic missatge que es pau, germanor, seda, flors i histrionisme simpátic. El segle XII! 4 ., com un somni de cases y ballestes ens dona l'esséncia mare del fet que hi va ocórrer i sembla que aquell remot crit d'En Ramón Torregrossa ressona amb coratge aurora! dins els murs de la vila. Aquells menestrals ablamats per Tencés eptsodi, ¿son huí els que trepitgen l'asfalt animats peí pasdoble i aturen de cara al baleó de les xíques espiéndides que estrenen pels dies de festa les mitges de «nylon»? No importa, begueix Primavera. La sínia trontolla. Set segles glateixen sots l'égida d'un símbol mirífic i amb furs d'alegría lluenta Pesguard de les dones té un vivid domeny de tendresa que canta en les venes, La festa es monjoia de l'any que insinúa victoria, sageta del Sant que ja encerta el bell punt calipédic on té ta semenca d'amor l'embranzida perpetua i fa que amb divina paraula s'apinyen i espleten el pétat, la lluna a la gaita, la térra farcida de pluges que son el baptisme d'un do que esperona, Després que tot passa, quan lasses medusses mullades, penjants cabelleras ais ares de la Placa d'Espanya —que son serpentines que resten del joc jovenívol—, pareix que ha guaitat la Llegenda vestida de fada i els colps del timbal de la marxa moruna ressonen amb ecos reblits d'enyoranfa, mentre a l'asfalt torna la «vespa», el negoci i el tráfec del ramat de sempre. JOAN VALLS JORDA


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Accésit V concursa de Antonio Paya Aura

Si esa fuente...! ¡Si esa vida...! por ANTONIO CANDELA

Junto al rumor de la fuente el viejo medita y sueña, De luz le inunda la frente ia hermosa tarde abrileña. Y en tanto el viejo no alcanza aunar recuerdos dispersos, canta el agua su romanza de canciones y de versos - ¡Si esa fuente...! ¡Si esa vida. Aun goza el viejo en la boca el néctar de agua sorbida en la herida de la roca A!ma es del bello jardín rica en esencia y dulzor: ¡huele a césped y a jazmín, sabe a dulce miel de ñor! —¡Si esa fuente me quitara años, penas y congojas...! Suena alegre una algazara que se mete entre las hojas de la arboleda lozana, cual pájaros en bandada;

y de la calle cercana, de festejos exaltada, suben notas de clarines junto al recio galopar de un caballo de albas crines; el aire se espesa y arde, y un redoble de timbales rompe el cristal de la tarde. —¡Si esa fuente...! ¡Si esa vida.. Si juventud devolviera a mi sangre empobrecida, hoy, como antaño, vistiera mi traje de lana y raso, presumiendo, con majeza, garbo y señorío, el paso de mi jaca cordobesa. Pendiendo de la cintura mi alfanje, gajo de luna, y en la cabeza la albura de mi turbante de espuma. Crespa mi barba nevada, tersa y morena mi tez,

desafío en la mirada y orgullosa mi altivez. Fui Capitán aguerrido, y dejé por mí osadía más de un corazón herido detrás de una celosía. ¡Fiesta de mi mocedad ya para siempre perdida en mares de eternidad! ¡Si esa fuente..,! ¡Si esa vida.,.! Y en los ojos del anciano brilla con su luz graciosa lluvia de abril, que en su mano derrámase temblorosa. Desciende el sol a raudales y en los poros de la piedra va clavando sus puñales dorando el musgo y la hiedra, Y el agua, frescura y llama, desde el labio de la herida, compasiva se derrama ¡llena de amor y de vida!


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Accésit V concursa tit Gonzalo Antotí Bamchina

Pequeña defensa de la j u v e n t u d ejficiamini sicut parvuli...» por RAFAEL MOYA BERNAEEU AY pueblos, como hay individuos, que parecen cristianos. Puede que el nuestro, Alcoy, sea uno de ellos. Para mudios, quizás, baste la apariencia de serlo para que deduzcan que lo es. Y afirmarán que lo es. Les será suficiente el vistazo a los tres o cuatro episodios de nuestra par-

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ticular historia: el Hallazgo milagroso de las robadas Formas, la protección de San Mauro, los Lirios del Carrascal y Casimiro Barello, Y, naturalmente, las Fiestas de San Jorge. En efecto, es posible que digan, ¿qué más desear? Cozamos de la verdad, estamos ya en el estante de ¡os tnejo-


res Y aquí andamos, pues nos sentimos seguros. Y esto no es sino pereza mental, comodidad de) espíritu, amante, como el cuerpo, de la bondad de los sillones. Pero, desde luego, no es Cristianismo, Puede que sea, todo lo más, una especie de escolasticismo. Las cosas viejas, si son humanas, pierden de su esencia y vigencia iniciales. El tiempo es como el plano sobre el que rueda una esfera. Según la ley de la inercia, no se detendría jamás una esfera en movimiento. Pero hay fuerzas, el roce con el plano entre ellas, que la detienen. Así pierden ímpetu, al rozar con el tiempo, y se anquilosan, ideas, conceptos y fórmulas. Dios, sólo Dios, es inmutable, Y también la manifestación de Dios en los hombres a través de su conciencia, asistida de la Revelación y del dogma. Cada generación tiene su «conciencia». Quiero decir que parece como si Dios se manifestara en !a historia a los hombres estrenando en ellos, en cada hornada, una conciencia nueva. No una conciencia «distinta». Al decir «nueva» quiere decirse «limpia». El juicio insobornable de la juventud, de la juventud de cada época, puede ser, frente a los j u i c i o s — prejuicios- de los hombres caducos, como una forma o especie de revelación, «sérvala servandis», naturalmente. Esto, q u e será admisible o no, y discutible, en el terreno teológico, tiene sus manifestaciones en el campo de las realidades, d i r í a m o s , humanas. Recuerdo que una noche de verano me dirigía — era en Jávea-- en plácido paseo, por la costa, al promonto-

rio en el que terminan las rompientes del acantilado y fija el límite entre las rocas y la pequeña playa, en el centro mismo de la amplísima ensenada. En los chalets de 1a orilla brillaban las luces. Y arriba, las estrellas. Acompañábanme en mi paseo dos niños pequeños y su padre. Los dos hombres contemplábamos y ponderábamos el espectáculo de las innumerables luces de los hoteles y de las quintas. Nos subyugaba el bullicio humano que animaba aquel arco de vida luminosa tendido sobre la bahía. Y de pronto, quedé sorprendido cuando descubrí a los dos niños, con pasmo y curiosidad infinitas en sus ojos, mirando el cielo. Ellos, que ignoraban incluso el nombre de una sola estrella —sin conocimientos previos por tanto—, habían quedado prendidos del eterno espectáculo del firmamento, viejo como el mundo, pero nuevo y recién hallado para ellos. O acaso aún no del todo borrado de su espíritu, apenas recién salido de la mano del Creador. Allí, frente al mar, el alma infantil en su prístina, aguda sensibilidad, cara al infinito. Y la nuestra, mixtificada ya en su madurez, cara a lo humano. Esta insobornable autenticidad de los espíritus jóvenes es posible que tenga una significación en los planes de la divinidad. Es como la llamada al origen, al principio de las cosas, a la verdad eterna, que el Creador nos hace a los hombres, encariñados, ya y enorgullecidos, con las luces de las playas, con los tópicos que lastran nuestra triste experiencia. Todo esto di en pensar, para mis adentros, cuando insistióse en fijarme el tema de esta colaboración al anual Programa de nuestros festejos. Eché una ojeada a los Programas de otros años. Y en todos ellos, junto a la gracia de las fotos de nuestros niños festeros, vi extraer el tópico amable de la firme esperanza que ellos son para la imperecedera continuidad de las Fiestas. Confieso que no acertaba a imaginar en qué pudiera consistir mi intervención en la página infantil del Programa, aparte, claro es, de una nueva y enésima edición de las consabidas galanuras y bellos lugares comunes de siempre. Y pensé que cabía, tal vez, en esta hora hacer una defensa de esta infancia a la que, ilusionados, vestimos con nuestros viejos trajes, pero a ¡a que no debemos vestir con nuestros tópicos, más viejos aún. Defensa de ellos, de nuestros niños y de nuestros jóvenes, capaces aún de preferir la serenidad sin límites del mundo de las estrellas al engañoso bullir de las falsas luminarias de la tierra, Y capaces de exigirnos a los mayores un poco más de autenticidad en nuestras anquilosadas rutinas. Juventud significa exigencia y honestidad. Y es sinceridad. Ignoramos lo que estos niños, tan cerca aún de Dios, nos habrán de exigir, honesta y sinceramente, quizás hasta con imperioso talante, en un futuro próximo. Pero ellos, los festeros y los ciudadanos de un cercano mañana, exigirán una ciudad y una fiesta —un pueblo es su fiesta— que conserven, consolidados, tos valores que el ayer nos legó, aunque taladas de tantas inautenticidades como anidan en nuestra sociedad de hoy, orondamente satisfecha tanto de su religiosidad aparente como de su real profanidad. Y al igual que ellos, que nuestros niños, habremos de hacernos de sinceros, buscando sintonizar el alma a la voz de los ángeles, para escucharles, si realmente queremos que Alcoy sea de Cristo, si sinceramente anhelamos que perviva y se perpetúe el Alcoy del Hallazgo, el Alcoy de San Mauro, el de los Lirios milagrosos y el de! Peregrino. Y el Alcoy de San Jorge.


Alcoy y sus Fiestas por

FRANCISCO SATORRE CALATAYUD

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UEDA incansable la noria del Tiempo y cada uno de sus cangilones, inexorablemente, derrama sobre la humanidad el caudal de acontecimientos de que es portador. Unos fortuitos, otros predestinados. Unos gratos, otros adversos. Púsose en rrlovimiento con la Creación y seguirá girando mientras quien la impulsó no paralice su marcha. Este raudal pasa sobre nosotros, llena nuestra existencia y va formando la pequeña historia. Tal encadenamiento de cosas nos trae todos los años por estos días el acontecimiento feliz de nuestras Fiestas, hito esplendoroso con que los alcoyanos señalan su voluntad de seguir fíeles al deber que les legaron sus antepasados, oasis deleitoso en el firme y duro caminar de un pueblo que trabaja, y, con un entusiasmo sin límites, se aprestan, cada cual en su esfera y en la medida de sus posibilidades, a contribuir al mayor realce de los festejos. Por ello, por la contribución que todos y cada uno de los alcoyanos aportan a sus fiestas, adquieren éstas ese matiz de universalidad que prontamente cautiva al forastero y le obliga a sumarse al conjunto de los que toman parte activa en ellas. Se dirá que no a todos los que acuden a presenciarlas les ocurre esto. Es verdad. Pero también lo es que muchas veces se debe a que no han penetrado en el auténtico sentir de estas Fiestas, porque no han visto, o no se les han sabido mostrar, varias de sus facetas que pueden muy bien pasar inadvertidas. Coged a un forastero y llevadle la «Nit de l'olla» a cualquier «Comparsa». Que guste del ambiente que allí se respira. Veréis cuan pronto desaparece de su cdra el signo de pasmo que llevaba al entrar. Haced que madrugue al día siguiente, que sienta la brisa sutil de la amanecida y presencie »L' arranca de la Diana». Os dirá que aquello es un perfumado beso de novia que le ha hedió estremecer. Que concurra a cualquier acto caritativo de los que las «Comparsas» prodigan en Asilos y Beneficencias. Que le sature el olor de la pólvora y le emborradle el atronador retumbar del «Alardo», Que haga todo esto y contad para el próximo año con un festero más. Y si tal efecto producen nuestras Fiestas en los forasteros, no hablemos de lo que son para los coterráneos. ¿Qué sienten, jovencita, tus dieciocho primaveras cuando invade tu balcón la oleada de notas penetrantes de las chirimías y ¡os sonoros golpes de timbal, que tus manos se arrancan en un frenético e incontenible aplauso? ¿Por qué ese brillo en tus pupilas y ese gesto anhelante en tu boca? Y tú, venerable octogenario, ¿qué significa esa lágrima que baila unos momentos en tu párpado enrojecido y cae sobre tu chaleco empujada por la nostalgia de los recuerdos de antaño? ¿Es acaso porque desde tu discreto asiento de segunda fila ves pasar a tu «Comparsa», a la que fue tu «Comparsa» hace ya mucho tiempo? ¿Es que piensas tal vez que el próximo año ya no podrás presenciar las fiestas? Es, sencillamente, que los dos sois alcoyanos, y a los dos, cuando apenas teníais uso de razón, os hizo vibrar ía fibra más sensible de vuestro corazón este amor a San Jorge y a sus Fiestas, y desde entonces la emoción os hace reír y os hace llorar, sin que ni vosotros mismos os expliquéis la causa, en un instante cualquiera de ellas. Pero ni una ni otro debéis sentir preocupación alguna por estas sensaciones. Tú, dulce niña, porque estás en los años más encantadores de tu vida y debes abrir tu pedio virginal, sin reservas de ninguna clase, a cuanto sea emotivamente bello; y tú, anciano, porque cuando desaparezcas de este mundo, también desde el Cielo, podrás gozar contemplando cómo tu pueblo sigue honrando cada año a San Jorge en unas Fiestas sin par.

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Juan Cantó en el centenario de su nacmento por ERNESTO VAI.OH CAI.ATATUD Ari:h¡vero de la Corporación Musical [.A PRIMITIVA

IEN años han pasado ya. Cien años se nos fueron, y parece que fue ayer la tarde del 21 de Enero de 1856, cuando D. José Ramírez, vicario de San Mauro, cristianizaba a JUAN CANTO FRANCÉS, En el domicilio de D. Francisco Cantó —fundador en 1820 de ia banda «La Primitiva» y director 3 la sazón— reinaba gran contento. — ¡Un hijo!—-exclamaba satisfedio. Su esposa: D.a Margarita Francés, sentíase gozosa. — ¡Un hijo! ¡Un músico como su padre! El tiempo discurre. Cantó niño, balbucea azoradillo el «doremi fásol» bajo la mirada paterna, quien además de dirigir la banda, orquesta y capilla, tocaba el saxofón dejando a todos boquiabiertos, por lo difícil que entonces se juzgaba tocar «una pipa de tantes claus». Corría el año mil ochocientos setenta y tantos. D. Rafael Pascual, distinguido profesor y director de talento, advierte en el joven Cantó —su discípulo— extraordinaria disposición para el arte de la música. Repetidas veces le decía; «vuela a Madrid, aquí no serás nada, En el Conservatorio, harán de tí un artista».. Recuérdalo: ¡Un artista! ¡Madrid! ¡La Corte! Las palabras del buen profesor, acuden en tropel a su mente. ¿Ir a Madrid?... ¿Salir de Alcoy para siempre?... ¿Abandonar a mis padres, a «mi Primitiva»,.,? ¡Ah!... Pensaba, pensaba; pero su corazón —su enamorado corazón— no le mentía, no vacilaba, no dudaba cuando abatido se preguntaba: ¿qué hacer Dios mío? —No dudes. ¡A Madrid! ¡A la Corte! Solo; ¡perdón! no iba solo. Traía a Madrid, el bagaje de ilusiones que le decidieran correr esta aventura, y con ellas, pisó firme y decidido el umbral de la Escuela Nacional de Música. ¿Qué pasaría?... ¡Oh lector! ¿Qué crees tú le pudo ocurrir a este provinciano que lo abandonó todo, por seguir a su enamorado corazón? Obtuvo tres primeros premios. ARMONÍA (1877), COMPOSICIÓN (1880) y PIANO (1883). ¿Verdad que es notable? Pero fijemos la atención en estos treinta y cinco personajes que componían en 1880 la Escuela Nacional de Música; en estos treinta y cinco levitones con sus correspondientes sombreros de copa —menos uno,- ¿por qué el notabilísimo profesor de trombón D. Manuel García, no quiso «posar» de chistera?— e imaginémoslos sin esa rigidez fotográfica, en el lujoso salón de actos de la docta casa. Sentados en e! estrado: Fernández Bordas (Violin), don Manuel Mondéjar (Piano), D. Tomás López Coronel (Trom-

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peta), D. José del Hierro (Violín), D. Luis Font, D. Ruperto Chapí, D, Tomás Bretón, etc. En el centro: bondadoso, afable y risueño, D. Emilio Arrieta. El autor de MARINA, abraza a Juan Cantó y le felicita por sus triunfos obtenidos. La sala con un lleno a rebosar, aplaude fervorosamente. En 1883, conjuntamente con e! premio de Piano, que patrocinó la Diputación Provincial de Alicante durante cuatro años, obtiene tras reñida oposición, la cátedra de Armonía de la referida escuela. Optaron cincuenta y odio concursantes. Más tarde, se !e nombra profesor de S. M. la Princesa de Asturias. ¡La fama! ¡La gloria! D. Rafael Pascual —dijo para sí—, tenía razón. El verano de 1893 lo pasó en Alcoy. Allá, en el agreste paisaje de la partida de Polop (a largos km. de la ciudad) se halla enclavada la finca denominada «Laa Menora» propiedad familiar de su distinguida esposa D. Conchita Gisbert. Alia el maestro, descansa. Para tomar parte en el certamen de la feria de julio de Valencia, «La Primitiva» requiere el concurso del maestro Cantó como director. En atriles: obertura de RIENZI de Ricardo Wagner y LA GIOCONDA (fantasía de la ópera) de A. Pondiielli; ambas obras, obligada y libre elección respectivamente. En la calle del Mar n.° 23 de la capital valenciana, vivía el ilustre procer alcoyano D. Emeterio Albors Monllor, quien puso a disposición de la banda su residencia particular. Efectuaron los últimos ensayos, y horas después desfilaban marcialmente —[cómo les brillaba el ros!— por el coso valenciano. Una desagradable noticia acaban de comunicar. El jurado acuerda retirar de todas las bandas actuantes, la obra de libre elección. ¡Fatalidad! Días y días de ensayo para que al fin... (Más tarde se supo que un miembro del jurado, escuchaba oculto en una casa contigua a la del Sr. Albors el ensayo de la banda alcoyana. ¿Qué informe traería el misterioso personaje? ¿Cuál sería el motivo de tal decisión?). Injustamente se esfumó el premio; pero cuál sería la impresión que produjeron, que al siguiente día en concierto de gran gala, actuaba «La Primitiva» dirigida por Juan Cantó, en vez de la banda premiada como obligaban las bases. Como catedrático de Armonía, podemos rubricar que muchos de sus alumnos fueron destacadas personalidades del mundo musical. Ahí están para la historia los nombres de Luis Emilio Vega, Arturo Saco del Valle, Alfredo Javaloyes, Camilo Pérez Monllor, (quien en la intimidad le Mamaba «General») Evaristo Pérez Manual, entre otros. Grande fue su fama, pero ¡qué corta su vida! A los cuarenta y siete años, en plena madurez artística, Dios le antin-


GRAN MARCHA PARA BANDA Y ORQUESTA (25 Abril 1881), MAHOMET (pasodoble, 1882), A ULTIMA HORA, pasodoble dedicado a la Música Primitiva de Muro, (14 Abril 1885), LA PRIMER DIANA. Al frente de la partitura escribió de su puño y letra: Sr. D. Rafael Pascual: Querido maestro: Al dar fin este mamarracho vulgo paso-doble que tengo el honor de dedicar a mi respetable amigo don Eugenio Moltó concluyo con un cariñoso saludo a toda esa corporación a la cual he tenido el honor de pertenecer. MaHan pasado los años; y pasarán otros tantos más, y la drid 7 de Marzo de 1885. LES BESEROLES pasodoble dediobra cantoniana permanecerá inmarchitable, fresca y lozana. cado a la invencible y laureada Música Primitiva (4 Abril 1890, EL TURCO, pasodoble (1892). MISA EN LA. A mi Sus vigorosos temas, sus exhuberantes melodías nos hacen sentir toda el alma de este Alcoy, que fluía constantemente querido tío D. Agustín Gisbert y Vidal. (Enero 1895). FLAMENCA Y BATURRA, serenata española para piano, instrupor sus venas. Sus composiciones orquestales alcanzaron gran populari- mentada a gran banda por Camilo Pérez Monllor, (1889). dad a través de la Sociedad de Conciertos que las da a co- TANDA DE VALSES, quizá sea esta composición una de las últimas que produjo y que debió presentar a algún connocer bajo la dirección de D. Francisco Asenjo Barbieri. En las fiestas conmemorativas del IV Centenario del des- curso. Hay un lema que dice: LO BUENO NO ES TODO cubrimiento de América, obtiene premio su POEMA SIN- NUEVO NI TODO LO BUENO ES NUEVO. Madrid 30 FÓNICO; obra llena de delicados matices y arrolladura ins- Dcbre. 1901. Sin fecha, encontramos: SERENATA ESPAÑOpiración. LA, dedicada a su amigo Eugenio Abad Pérez. CAPRICHO Vastísima fue su obra. INSTRUMENTAL. MISA EN DO MAYOR. ANDANTE Y Imposible catalogarla toda; pero para que nuestras pági- POLONESA. Instrumentada años más tarde por Camilo Pénas honren debidamente la preclara figura del maestro Can- rez Monllor, (1921) y AZARACH primoroso pasodoble que tó, hemos revisado detenidamente los ardiivos de la banda avalora nuestra página musical.-Y finalmente nos queda EL «Primitiva» que guarda celosamente su obra musical. PARDALOT «popurrí» de aires regionales que se estrenó en Llamaremos su primera composición GOZOS A SAN Alcoy el 27 de Agosto de 1886 con indescriptible entusiasmo MAURO dedicada a su querido padre. (Alcoy 19 Noviembre y que aun apasiona cuando se ejecuta. 1875). Con letra del eminente jesuíta P. Luis Coloma,- escribe EL PARDALOT, es el alma alcoyana hedía música, es la en Madrid —como todas las restantes— GOZOS AL NIÑO obra monumental de este insigne alcoyano que añorando su patria chica, ia inmortaliz en el pentagrama a través de sus JESÚS DEL MILAGRO (29 Ucbre. 1877) novenario que aun cantos. se ejecuta: de honda inspiración y extraordinaria belleza. cía su partida. «Ven conmigo maestro, te llevo a ¡a gloria». El 17 de Noviembre de 1903, calle Fuencarral bajo (pues vivía en el n.° 90 piso 2.°) marchaba camino de la inmortalidad; arrogante, y señor de sí mismo; JUAN CANTO FRANCÉS, aquel provinciano que hace ya cien años, llegaba a Madrid a la conquista del arte con su bagaje de ilusiones y un enamorado corazón.

¡Canta, canta pardal o t! Gallineta cega pujaten a! ce] i vorás a Sant Miquel. Tanina, nina socarrats de Cocentaina, tan i na, nina enflcossos va venent.

blanca o vermella blanca o vermella. Jo vermelleta la vullc jo vermelleta la vullc qu'el cor m'alegra qu'el cor m'alegra. Cuando el carretero dice: liuaixque, huaixque peregrina

Los pastores que supieron que el Niño estaba en Belén, se dejaron los gazpachos y echaron a correr.

Aquí venimos cantando a la señora María qu'ens done l'asguilando más que siga una sardina.

El tio Pep s'en va a Muro tío Pep El tio Pep s'en va a Muro tio Pep De Muro qu'em portará tio Pep tio Pep tio Pep.

A Peret l'han trobat tot arrapat perqué juga amb les iiques el descara t

De quin col ore t la vol de quin coloret la vol

Profesores del Real Conservatorio de Música y Declamación de Madrid en el aña 1S8U. Director: don Emilio Arrieta, (xj Archivo de «La Primitiva»

Pare u-me el carro pareu-me el carro que vullc pujar qu'estic cansada q u' es tic cansada de festejar.

Visantet, Visantot qui s'ha mort el rétor cquin Retor? el del ce!, ¿com li diuen? Manel. ¡Escolta, escolta el ball de veiles! Peral ball de veiles prepara'I manto y el faldellí florejat. Castanyoles sempre molt alégreles i espardenyetes d'espart, [Calla, calla pardalot! El tío Pep s'en va a Muro ¡Calla, ánima meua! ¿No veus qu'estic plorant?


A Z A R A C H Pasodoble para Banda Música del Maestro Juan Cantó Francés X

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¿Moros o Cristianos? Con sama complacencia insertamos el trabajo de nuestro querido amigo y compañero D. Salvador Domenech Llóreos. Aparte del interés que para los "festeros,, ofrece esta colaboración que traía dr nuestras fiestas desde un punto de vista tan objetivo como origina}, con.gusto destacamos ia circunstancia de que el Sr. Doménech Uorens es hijo del que fue Cronista de Fiestas y querido compañero nuestro D. Salvador Uoménech Aura. Como verán nuestros lectores, ?! señor Doménech Uorens, es digno heredero de las virtudes que adornaban <¡ su padre y del caudal inextinguible de pasión y entusiasmo por nuestra* fiestas.

Con', par .-a Navarros antes de la última reforma

N 1907 tomaron parte en las Fiestas de San Jorge unas Comparsas que no corresponden exactamente en número e identidad a las que hogaño aprestan sus galas para «1 triduo magno alcoyano. En el texto se intercala un gráfico de cuyo simple examen se desprenden claramente los cambios habidos. Cincuenta años de Fiestas presenciaron el nacimiento de unas comparsas, la muerte de otras, la resurrección de alguna, las zozobras de muchas y la modificación de casi todas, siquiera sea en aigurra de las prendas del diseño Ahondando un poco más en el análisis se observa que el Bando Cristiano es el más afectado por estas variaciones mientras el Moro resiste mtjorlos vaivenes de la vida y el paso del tiempo. ¿A qué se debe este fenómeno? ¿Al azar? ¿Es un capricho? Indudablemente no. Las cosas tienen su razón de ser y todas, aun las más arbitrarias, son efectos de causas más o menos ocultas o aparentes- Tratemos, pues, de indagar en lo posible cuáles son esas causas segundas, como diría Aristóteles, que originan tales efectos. Las Comparsas de Moros y las de Cristianos, ¿son iguales o se distinguen en aigo más que en el tipo genérico peculiar de su indumentaria? Sustancialmente son idénticas en su origen, estructura, medios y fin. Accidentalmente unas tienen más activi-

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La Comparsa Sal ornen islas Cortesía de D. Luis Serrano Cnlomina


dad que otras debido a circunstancias variables, tales como la situación financiera, el número de individuos, etc. ¿Cuándo y cómo actúa? Exactamente igual; sometidas a un mismo Reglamento que señala para todas los mismos derechos y deberes. En los actos oficiales (Gloria, Dianas, Paseo, Procesión, Alardo) todas las Comparsas toman parte a! mismo tiempo, una tras otra, y en igualdad de condiciones. Sólo hay una diferencia: las Entradas,

Cada Bando tiene la suya desfilando los Cristianos por la mañana y los Moros por la tarde. He aquí un punto importantísimo de divergencia, raíz y clave de la cuestión que nos ocupa. Si el gran público alcoyano se inclina por lo moruno se debe a una serie de diferencias que existen, circunstancias que se dan y sensaciones que se producen durante el desarrollo de ambas Entradas, y que insertamos a continuación en forma esquemática y comparativa:

ENTRADA DE CRISTIANOS Por la mañana.—Sol y calor (cuando los hay). Impaciencia.—Consulta de relojes. Apetito,—Comida a la vista. Más o menos tránsito de público por la calle. Polifonía de platillos y clarinetes. Sones marciales y recios, Paso vivo, alegre y cuasi ligero. Movimiento.—Alegría bulliciosa. Espadas rectas.—Acción. Monocromía y austeridad Meseta Castellana, Estameñas opacas. Realidad indígena y occidental.

Estos motivos de varia índole, conjugados y amalgamados debidamente, influyen de manera más o menos intensa, pero sutil y eficaz, en el ánimo tal vez inconsciente y predispuesto de fes-

ENTRADA DE MOROS A B C D E F G H I J K L

Por la tarde,—Más sol y calor (idem). Tranquilidad.—Olvido de relojes Saciedad.—Digestión reposada. Mayor orden y seriedad en la calzada. Monotonía de timbales y chirimías. Cadencias lánguidas y nostálgicas. Paso grave, lento y solemne. Estabilidad.—Complacencia íntima. Alfanjes curvos.—Ensueño. Policromía y fastuosidad del Andalus Árabe. Sedas brillantes. Fantasía exótica y orieltal.

teros y espectadores. En tal maraña compleja de sensaciones, la fantasía y exotismo del mundo árabe inclinan la balanza a su favor y se atraen las simpatías y el voto de confianza del alma alcoyana que considera la Entrada de Moros como el acto por antonomasia de nuestras Fiestas, el acto cumbre, el mejor. Secuencia obligada de ello es la afluencia de festeros hacia las huestes moras y el desvío y despego por las cristianas. De los factores apuntados, unos (G, H, I, J, K, L) son esenciales y poco menos que invariables; otros (A y sus derivados B, C) admiten cambio aunque no se realice por razones que no vienen al caso; otros (E, F) son susceptibles de renovación y hasta d.e cierta revolución en los cánones clásicos de la música festera; por último, el factor D es el caballo de batalla y uno de los más importantes en el orden práctico. Los viejos del lugar afirman y tas crónicas confinnan que la Entrada de Cristianos actual es mucho, muchísimo mejor que la de 20, 35, 50 años atrás. Por mayor interés de las autoridades, sacrificio de los festeros, disciplina del público, regularidad del desfile, etc., se ha logrado mayor dignidad y ennoblecimiento, y más todavía se alcanzará de seguir el camino emprendido. Pero, cabe preguntar, ¿puede ta música aportar su granito de arena? ¿cabe la creación de un tipo de marchas «cristianas», vibrantes y marciales, a base de trompetería, como la «Marcha triunfal» de la

Capitán y rodela de la comparsa Capellanes en el año 1902, representada por José Miró Gisbert y Amalia Miró Coinpany Fotos: Archivo Asociación San Jorítc


ópera AÍDA, de Verdi? ¿es factible adaptar nuevos ritmos guerreros para el desfile de las mesnadas de la Cruz, relegando los pasodobles para las Dianas? ¿acaso tienen los compositores alcoyanos la última palabra en este aspecto? Lanzarnos las ideas interrogantes a voleo, como el sembrador, esperando caigan en tierra fértil que les haga florecer y fructificar. El fondo de

1907 Andaluces

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2.a de Tomasines . . Asturianos Cides . Labradores. . Estudiantes . . , , Salomonistas . . . . Guzmanes Caballería de! Peaco . Caballería Cazadores . Campeadores Vascos Escuadrón de San Jorge Aícodianos Navarros Montañeses Almogávares . Visiírodos ^loz.árabes Aragoneses Astures Tomasinas Viejas. . . Cruzados Llana. . ludios , Domingo Miques Chano . . . . Verdes Beduinos (Magenta). , Cordón . . . . Ligeros . . . Granadinos Marrakesch . , Abencerraje^ . . Mudejares Caballería Realistas . . Caballería Berberiscos .

1912

1917

toda la cuestión estriba, como hemos visto, en estabilizar el Bando Cristiano mediante el vigor, prestigio y personalidad de su Entrada. Las Fiestas, remozadas, ganarían en belleza y esplendor, y al inquieto dilema ¿Moros o Cristianos?, se le opondría la conjunción optimista ¡Moros y Cristianos! SALVADOR DOMÉNECH LLORENS

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Reproducci贸n de un relablo que se conserva en el Victoria and Albert Museum. de Londres; en el que aparece San Jorge y 6n primer t茅rmino D Jaime el Conquistador.


Foto: Pérez Jordá

Esas sublimes y altivas montañas..... por FRANCISCO PÉREZ PASCUAL

. Para aquellos que tienen ojos para ver y oídos para oír, el campo es al misma tiempo on laboratorio, un club y un templo, LORD BADÉN POTE u.

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EMOS considerado siempre que, en cualquier reunión de seres con inquietudes —sin elias sería un insustancial apiñamiento humano-^, deben gravitar unos deseos, «nos ambiciosos objetivos, mucho más si se trata de una institución con sentido de la responsabilidad, que pretende además, con su actuación, rendir homenaje a la ciudad donde mora. Nos referimos al Centro Excursionista de Alcoy.

Foto ; Miralles Cüment

Felizmente, ha tenido siempre el pueblo de Alcoy afición a! excursionismo, si bien un tanto espontáneo, sin conexión alguna de voluntades, sostenida tan sólo quizá como válvula de escape al constante trajinar industrial de su medio ambiente y como compensación también a la sedentaria vida burocrática de unos pocos La presencia pues de esta difusa afición, con el tiempo y a la primera oportunidad, había de cristalizaren algo ordenado y eficiente. No siendo los moradores de esta hoya alcoyana muy amigos de hacer las cosas a medias, resolviéronse por fin a coordinar ese ambiente desconexo de los medios excursionistas, creando e! Centro Excursionista y dando vida a un anhelo largamente sentido, y sobre todo, infundiendo al nuevo organismo tal vigor, tan extraordinario afán de hacer labor meritoria y práctica que, en poco tiempo, sus actividades han sido comentadas elogiosamente hasta en los más apartados rincones de España, y lo que se buscaba de que el nombre de Alcoy fuese pronunciado, en este orden de cosas, con respeto y admiración, se ha logrado en toda la línea. Quizás alguien se haya preguntado que es al fin y a! cabo el excursionismo. Posiblemente haya limitado este concepto a un trivial corretear por los montes y poca cosa más. Vaya nuestra disconformidad absoluta. Es infinitamente más dilatada la concepción. Tenemos una región valenciana rica en valores. No hablamos cremásticamente. Somos excursionistas, más aún, nos preciamos de serlo, para admirar sus paisajes; sus monumentos; para profundizar en su arte; en sus leyendas e historia; para establecer y mantener las buenas relaciones entre


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sus pueblos; para visitar sus castillos, esos castres que nos hablan con el mudo y a la par expresivo lenguaje de sus veneradas piedras, clarín de otros tiempos, con sus luchas, sus problemas, su pretérito vivir, para recorrer sus ríos; escalar sus cumbres; para penetrar en sus recoletas ermitas perdidas en la grandiosidad de las montañas o en la apacible suavidad de los valles; para conocer sus fiestas; sus danzas; sus cantos; sus costumbres; para evitar en fin, que se pierda todo ese cúmulo de franca y sana espiritualidad atacada despiadadamente por la materialidad de la vida presente. Esto es, entendemos, excursionismo, nexo vital entre el pasado, glorioso, siempre, por ido, con el porvenir, de juventud sana, en amplia ambición de pureza de cuerpo y alma. Día tras día, esa es la labor agradable, que se han impuesto los excursionistas alcoyanos. Acampadas y marchas, quehaceres espeleológicos, exposiciones fotográficas y pictóricas, arte, cultura y deporte en amalgama creativa. El presente ano, —casi nos mueve el pensar que en Aicoy se fine este período de tiempo en las fiestas de San Jorge, tan hondo cala—, la actividad del Centro Excursionista ha sido amplia, definitiva, Como en anteriores, toda la región valenciana ha sido recorrida; las bellezas de La Marina han penetrado repletas de luz y colorido en las retinas ávidas de conocer y sentir; los Pirineos, ya familiares, han sido de nuevo hollados con su vertiente francesa en Gavarnie, y la monumentalidad religiosa de Lourdes. No obstante, para !a forma temperamental de los alcoyanos, ello resultaba de estrechez insostenible y pensóse en algo más. Francia; Suiza; los Alpes, ese macizo, techo altivo de Europa, sueño y aspiración de todos los montañeros, Palamós, en la Costa Brava catalana; ya en Francia, Perpignan; Narbonne; Bezierz; Montpellier y Arles, sobre el Ródano, con sus teatros y circo romanos. En la Costa Azul, Saint Rapfael; Cannes; Le Napoule, con su maravilloso Camping «La Pinéde»; Niza; el principado de Monaco, con su inigualable Museo Oceanógrafico, su Casino, su Catedral; Laffrey, con el monumento a Napoleón; Grenoble, Chamonix, el soberbio valle alpino, con Montenvers; Mer de Glace; Aiguilles du Midi; después Le Gets; Thonon; Evian; Lago Leman; y Suiza con Aigle, la magnificencia del Col de Mosses, Interlaken con la Jungfrau, Berna, Lausanne, Ginebra. Rosario de nombres y lugares de franca emotividad, que atestiguan que los excursionistas alcoyanos no aceptan términos medios, O se hacen las cosas en grande o se quedan en sus lares. Si obligación moral de los componentes de un pueblo es cuidar su grandeza pasada, vitalizar el presente, preparar el mañana, no lo es menos para una comunidad vetar solícitamente por tal de vigorizar aquellas agrupaciones que se afanan por enaltecerla y lustrarla. El Centro Excursionista es parte integrante de Alcoy, éste, consideramos, debe siempre, sin paliativos, procurar la continuidad y realce de esta entidad tan netamente alcoyana.

Fotos: MiraHes CLiment


Moros y cristianos: Gran ballet por JOSÉ ANTONIO CORTÁZAR

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OMO una mística llama de ardiente pasión y poesía emerge todos los años, desde el subsuelo histórico de Alcoy, con la precisión y gracia de la primavera, una fiesta única; Una fiesta que es ya categoría literaria por obra y gracia de un pueblo artista; una fiesta que es la clave lírica de la ciudad —un pueblo ha dicho Ortega es un estilo de vida—¡ una fiesta, en fin, la de Moros y Cristianos, que es nuestra gran campana estética, nuestro somatén arrebatado que convoca a las batallas del espíritu y, por encima de todo, la sonda de oro para bucear en el laberinto de la entraña metafísica de !a ciudad. Yo concibo las fiestas de Alcoy —y perdonad esta interpretación personal a este alcoyano de la hora undécima como los viñadores de la parábola

evangélica - como un gran ballet, un ballet único, un prodigioso ballet de todo un pueblo. Pero un ballet histórico y moderno al mismo tiempo sutilmente desprendido de la capa grotesca y aun grosera de sus orígenes medioevales y bañado con el tinte rosado de la alegría matinal del Renacimiento. La ciudad en el aire dulce y joven de abril se transforma en un apasionante ballet heroico. Hay una rotunda plasticidad que viste a los vientos con su orgía de colores, hay ritmo, movimiento, fantasía, melodías inolvidables, que afloran a nuestras playas como restos del naufragio de una época sumergida. Ese supremo arte expresivo que es el ballet nos dn la llave de los recónditos secretos de la


El Trono de San Jorge SONETO

—Quise alzar a San "Jorge, de oro, un trono,' de perlas y diamantes, guarnecido; tjuise honrar, por mostrarme agradecido, a Quien tengo, y tendré, como Patrono. 14n Altar, levantarle tfuise, a tono con su fama y su nombre esclarecido, y a sus plantas, rendirle, complacido, esta fe 4«e me inunda y que pregono. —Pero el oro, la perla y el diamante, son muy poco -pensé- para su gloria y su limpio blasón y ejecutoria,.. y me puse a formar su Altar radiante, para asombro de todos los humanos, ¡fundiendo corazones de aícoyanos! JOSÉ S. SANTONJA

ciudad. Es una representacióndel subconsciente de Alcoy poetizada, quintaesenciada, como la carabela que sobrenada el océano de lo cotidiano y de la vida diaria rendida afanosamente al trabajo y a la empresa, a la conquista de nuevos y siempre jóvenes horizontes por un pueblo audaz e imaginativo inmerso en la caricia de una tradición artesana inmemorial y señera. La vida parece estos días que al eco de la fiesta se ha detenido, que se ha petrificado en un momento estelar para darnos una versión íntima del alma altiva y esforzada, heroica y atrevida de la ciudad bajo la máscara de un ballet alucinante, Toda la esencia y gracia del ballet ha sido arrebatadoramente apresada por la Fiesta: aquí la escultura viva de las comparsas con su desfile de quiméricos arlequines; aquí el estallido de color que hubieran hecho palidecer de angustia a un Tiziano o un Tintoretto; aquí los amarillos y verdes agresivos soñados por un Greco o un Van Gogh; aquí ese aire inaprehensible y sutil que se escapa burlón entre las manos mágicas del paisaje; aquí el espléndido despliegue —torres, puentes, calles, hombres— del abanico del arco iris de la ciudad; aquí la música —que siempre surge en el otoño de la vida de un arte cuando éste se hace maduro y sabroso— enraizada como la túnica de Neso al a!ma —piedra y eco— del pueblo que lanza la catarata de sus melodías al rubio topacio de la tarde; aquí el ritmo, la pasión, la cadencia, la aventura y el riesgo del gran ballet popular y señor, clásico y moderno, nostálgico e inmortal de Alcoy. A mí, alcoyano de la hora undécima pero alcoyano de la primera en el amor a la ciudad, nada me gusta más por la rareza del rito, por la aguda personalidad del mito histórico, por la violencia de las descargas que desgarran el cristal del aire

de la primavera, que el desfile ante el castillo con las comparsas en orden de combate disparando sus viejos y melodramáticos arcabuces. El suave ballet de las entradas —canción y romería - se rompe aquí con la voz bronca de la guerra y el rumor de un torrente de siglos se despeña en la lejanía sobre las indecisas riberas de la muerte La anécdota hasta ahora grácil se transforma en una metafísica batalla entre el bien y el mal, en casi un auto sacramental. La ciudad, como una inmensa lira tendida bajo un negro cielo de pólvora, se estremece al conjuro de inextinguibles recuerdos desvanecidos casi en la afilada espada del tiempo. El ballet se hace entonces rotundo y fuerte, duro y bronco. Hay algo más que fiesta, que baile, que guiñol: la historia resucita ante el eco de los disparos con el tremendo jalear de la muerte para cantar en melodías -que brotan del corazón melancólico de la ciudad las nupcias de Alcoy con la gloria. La plaza —que resuena como una arpa al viento— se cubre del velo gris que exhalan las bocas calientes de los arcabuces mientras la pólvora cabalga atronadora sobre las calles... Todo el pueblo es fiesta. Sólo hay un personaje en el ballet: la propia fiesta que es decir A¡coy. Porque Alcoy, como una unidad, como una síntesis que desvela su secreto unánime, se nos muestra, una vez más, único y enterizo. Todas las estrofas del gran ballet están concatenadas como los eslabones de una cadena, como los endecasílabos de un soneto. Porque todos, festeros y espectadores, protagonistas y público, hombres y paisajes, piedras y vivencias, son una misma cosa: un monumento perenne de amor y fe que iza sus torres a los mil pañuelos verdes que hablaba Paul Valery de los vientos del espíritu.


ÜI El Padre Vitoria en su Laboratorio

El R. P. Eduardo Vitoria Miralles S. J.

Fundador del Instituto Químico de Sarria N el verano de 1915 llegamos al Filosofado de S. José, vez más profundamente los principios religiosos, que con de Roquetas, un grupo de estudiantes Jesuítas que tanto cuidado había sembrado su madre en su tierna alma. El amor que siempre profesó a la Virgen encontró allí desplazados de Veruela a causa de una infección tifoidea y terminados nuestros estadios de letras íbamos a co- fecundo desarrollo, especialmente en la Congregación a la que muy pronto fue admitido y en la que se distinguió por menzar allí nuestros estudios de Filosofía. En Tortosa y en esa ocasión fue mi primer contacto con su singular piedad En 1881 terminó su bachillerato, y como siempre había el R. P. Eduardo Vitoria, Director y fundador del Laboratorio Químico del Ebro, cuyo traslado a Barcelona estaba mostrado predilección por las ciencias, no dudó en elegir ya determinado por los Superiores, y a lo que atendía prin- 1a carrera de ciencias exactas como orientación futura y cipalmente por entonces dicho Padre. Poco podía pensar definitiva de su vida. Cuatro años pasó en Madrid dedicaque al correr de los años había de ser su discípulo y su dos a ese estudio, pero otros eran los caminos de Dios, modesto colaborador en la obra que con tanto empeño y pues antes de terminar su carrera, el 20 de septiembre de 1886 llegaba a Veruela, al austero Monasterio de los Padres tesón realizaba. Sus frecuentes ausencias y la tarea abrumadora de or- Cisterciences, al píe del Moncayo, en donde la Compañía ganizar los nuevos locales de Barcelona y disponer el tras- de Jesús tenia su Noviciado, desde su vuelta del destierro. La austeridad de la casa y sus poco sibaríticas condilado de lo existente en Roquetas me privó de actuar bajo su dirección en los estudios y trabajos de mis primeros ciones quedaban atenuadas por el amor de la Virgen de balbuceos en Química, que fueron atendidos, con no menor Veruela, Reina del Cenobio y del Valle, y Madre de aquella solicitud y maestría, por su colaborador insigne, el bene- juventud estudiosa. A su sombra y con su cariño, pasó ei P. Vitoria sus años de Noviciado, bajo la dirección del Remérito P. Eugenio Sanz, de santa memoria. Para la gente joven, llena de ideales y de ansias de su- verendo P. Federico Cervós, que fue modelando su alma en peración, las figuras de los PP- Ricardo Cirera fundador las virtudes religiosas, y completó sus amores con una tierdel Observatorio del Ebro, y de los PP. Jaime Pujiula y na devoción a San Juan Berchmans, canonizado por aquel Eduardo Vitoria, fundadores de los Laboratorios Biológico entonces, y cuya vida escribió el P. Cervós valiéndose como y Químico del Ebro, respectivamente, plasmaban de una de amanuense de nuestro joven novicio, con toda la solicimanera concreta la realización de aquellos ideales, y ejer- tud de su fervor, y con intachable factura de letra de la que cían en nuestros ánimos un influjo extraordinario, rayano aún, hoy, a sus 93 años, disfruta. Hechos sus primeros votos religiosos el 24 de septiemen la admiración. Contemplábamos sus obras, advertíamos la importancia de sus realizaciones, nos dábamos cuenta bre de 1888, y cursados allí mismo en Veruela estudios de del valor de las mismas en el campo de la ciencia, y sospe- Humanidades y Retórica y el primer año de Filosofía, pasó sábamos el influjo apologético, tamo para la Compañía de luego a Tortosa para completar sus estudios en esta disciJesús, como para la Iglesia, de aquellos paladines de! saber plina fundamental, hasta que en 1892 fue destinado a Vahumano, aureolados con la virtud, en defensa de la verdad. lencia al mismo Colegio de San José, su Colegio, en donde A Alcoy corresponde la gloria de haber sido la cuna de había cursado su bachillerato. Su estancia en Valencia sirvió para demostrar sus cuauno de esos paladines del saber, con quien he tenido la fortuna de convivir desde 1918, en que fui destinado al Ins- lidades docentes, su actividad prodigiosa y, de un modo tituto Químico de Sarria, y en donde continúo desplegando providencial, para su futura orientación científica. Su trato mis actividades, aleccionado y estimulado de continuo por con el R P. Antonio Vicent, competente científico y alentador de actividades juveniles, y, tras diversas alternativas, su ejemplar laboriosidad y tesón inagotable. Nació el P. Eduardo Vitoria Miralles el 25 de agosto de la decisión de sus Superiores, fueron las que determinaron 1864, y a las dos horas de nacer recibía las aguas bautis- su encauce a las ciencias Físico-Químicas en las que se males y quedaba incorporado al seno de la Iglesia el sép- licenció en la Universidad de Valencia, con la feliz coincitimo y último hijo de una cristiana y ejemplar familia al- dencia de ser el primer Licenciado de dicha Facultad, al quedar de nuevo restablecida, después de varios años de coyana. Huérfano de padre a los cuatro años de nacido, fue su interrupción obligada. madre la que con cariño, y a la vez con entereza, cuidó de En julio de 1898 fue ordenado de Sacerdote en Tortosa, su primera formación, hasta que en 1874 confió su ulterior después de tres años de Teología, estudios que completó desarrolló a los PP. de la Compañía de Jesús en el Colegio al año siguiente, 1899, para dar con ello fin a sus estudios de San José de Valencia, en donde cursó sus estudios de religiosos. bachillerato y juntamente cultivó la virtud y asentó cada Suelen los estudiantes Jesuítas después de su formación

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cultural dedicar un año al cultivo más intenso del espíritu, como preparación inmediata a sus f u t u r a s actividades apostólicas. Este año, llamado de tercera probación, lo hacían entonces en la Santa Cueva de Manresa, al rescoldo de las virtudes de San Ignacio, que tan profundamente allí se respiran, y a Mauresa pues marchó en septiembre de 1899 nuestro P. Vitoria para dar principio a esa última y definitiva prueba. Poco duró su permanencia en la casa, pues a los pocos días fue destinado a Veruela como Ayudante del P, Maestro de Novicios, otrd ilustre alcoyano, R P. José Barrachina, hombre de sobresaliente valer y larga experiencia en la vida espiritual, a cuyo lado pasó las pruebas que había de haber realizado en Manresa. Terminada su formación religiosa, quedaba por completar su formación científica, con el coronamiento del doctorado, y en septiembre de 1902 salía de Barcelona para Lovaina para realizar allí en la Universidad Católica, de universal nombradía, tales estudios. Buenos augurios de su aprovechamiento los ofrecían, de una parte, su decidida voluntad de aprovechar, sus cualidades personales y su sólida preparación, y de otra el selecto profesorado que regía por aquel entonces la Sección de Ciencias Químicas de la Universidad de Lovaina. Hospedado, con singular contento de su alma, en el Collége de San lean Berchmans del que era tan devoto, tuvo por maestros en sus estudios de Doctorado a Mr. Félix Kaisin, de Mineralogía y Cristalografía; a Mr, Carlos Blas, de Química Analítica, tal vez el mejor discípulo de Fressenius; a Mr. Paul Henry, de Química Mineral y Fisicoquímica, aventajado discípulo de Ostwald, y al célebre investigador de Química Orgánica y fecundo publicista Mr. Louís Henry, con quien realizó sus trabajos de doctorado. Comenzaron por aquel entonces a introducirse en la técnica de laboratorio los métodos sintéticos deViclor Grignard, sobre órgano halógeno-magnesianos, y el P. Vitoria se valió de esos procedimientos para obtener, orientado por el profesor L. Henry, el ¡ricloro-propanol 2, como producto base de su trabajo, y derivar del mismo toda una serie de productos, hasta entonces desconocidos en el campo orgánico Así coronó su formación científica con unos años de investigación, galardonados con el título de Doctor por la Universidad Católica de Lovaina, Quedaba tan solo como complemento informarse personalmente de los adelantos y nivel científico que imperaban en las otras naciones europeas que constituían las avanzadas del desarrollo químico, ponerse en relación con sus líderes, con la industria, con los Centros principales de investigación, y a este menester dedicó una larga temporada, precedida de un perfeccionamiento en la lengua alemana como medio de captar y asimilar mejor cuanto se pusiese a su alcance. Ciertamente con ese bagaje su labor había de ser fruc-

tífera, y la obra que tenía encomendada, de fundar en España un Centro de estudios químicos, que fuera como el faro que guiara a las nuevas generaciones al puerto seguro del saber, había de cumplir perfectamente su cometido y responder a la finalidad de su fundación. Seguir la labor de] P. Eduardo Vitoria S. J. en su actuación científica desde 1955, en que a la sombra del Observatorio levantó el Laboratorio Químico del Ebro, hasta la fecha actual, en la que a sus 93 años sigue todavía desplegando actividades sin cejar en su tarea, sería sobrepasar los límites de un artículo y dejar muy incompleto tan largo historial, con imperdonables lagunas que mermarían no poco la verdadera visión de conjunto de su obra. Estimamos más conducente formular nuestro criterio personal sobre su labor, después de una-convivencia de casi 40 años y de una no corta experiencia, avalada por nuestra inmediata colaboración en el Instituto Químico de Sarria. Sinceramente estimamos que la obra del P. Vitoria ha marcado una etapa en la evolución de los estudios químicos en España Más que su actuación investigadora, que no juzgamos despreciable, más que sus dotes personales de conferencista y académico, más quizás aún que sus mismas publicaciones tan difundidas y aceptadas, la obra del Laboratorio Químico del Ebro, y de su continuador el Instituto Químico de Sarria, con su ininterrumpida y pariente labor docente y doctrinal, con sus instalaciones bien dotadas de material de trabajo, con una pléyade de discípulos aventajados y con experiencia en las prácticas de laboratorio, con su escuela de seguidores, lian servido, durante los 50 años pasados, de estímulo a otros Centros de enseñanza, han despertado iniciativas en muchos otros deseosos de saber, han creado rivalidades provechosas y han conseguido, como resultado linal, que el nivel científico español, tan deficiente al comenzar el P. Vitoria su actuación en nuestra Patria, alcance hoy una categoría totalmente distinta de la de entonces, y podamos confiar con fundadas esperanzas en un mañana más pletórico de realidades. Como iniciador y promotor principal de este movimiento, no cabe duda que corresponde un puesto cumbre al ilustre alcoyano R P. Eduardo Vitoria Miralles, S. J. que a su avanzada edad y en plenitud de sus facultades puede contemplar con satisfacción el camino recorrido, reconocer agradecido la paternal providencia de Dios que le llevó de su mano y tan copiosamente bendijo su obra, y esperar confiado en el premio que se le tiene reservado por su incansable actividad, su probada virtud y su celo por la gloria de Dios y el crédito de la Compañía y de la Iglesia. SALVADOR GIL QUINZÁ S. J, Director del Instituto Químico dt Sarria

Vista general de] Instituto Químico de Sarria


ALCOY visto por tres pintores

I las características raciales de un pueblo determinar, precisamente su personalidad, si las fiestas, las costumbres, el idioma, el clima, definen esa idiosincrasia y perfilan y delimitan su espíritu, no menos importante es el ambiente del cual han logrado rodearse esos seres. Porque cualquier ciudad que tenga algo de "solera», cualquier aglomeración urbana «europea» que no esté trazada a regla y compás, que no lenga esa frialdad hierática de lo estrictamente utilitario, que tenga algo de personalidad histórica, aunque esta personalidad sea estrictamente local, cantaré en sus rincones más íntimos, en sus recovecos más oculíos, en sus edificios más descollantes, en sus vías más populosas, en la silueta de BUS iglesias, en la penumbra de sus callejas, en la aridez o en la frondosidad de sus alrededores: la vivencia de ese pueblo que le dio forma y espíritu, alma y carácter. Tres pintores, íres visiones, tres modos de sentir al fin y al cabo, han plasmado rincones aleo y anos,.han recogido esa personalidad inagotable de la ciudad, y en unas decenas de obras las dan a conocer al público de Aícoy. La intención es bien clara: que estas «vivencias» plasmadas en óleo, acuarela, etc. sirvan de homenaje a toda la ciudad, cantando la humilde belleza de su personalidad y la fortaleza de su carácter,

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Candela Vicedo

ISIDORO UH MILETO

Rafael Fernández


Vista del Altar Mayor

El nuevo t e m p l o P a r r o q u i a l de San Mauro y San Francisco por RITA BOTELLA JOVER L 26 de abril de 1954 quedó abierto al culto el nuevo templo parroquia! de San Mauro y San Francisco, que fue completamente demolido en tiempo de nuestra Cruzada. La historia nos dice que este Templo fue ermita en 1621; iglesia en 1740 y parroquia en 1874. Que, a raíz de los terremotos de 1620, Alcoy se comprometió a levantar una ermita dedicada af Santo Mártir, ya que se originó la jura y votación de San Mauro como Patrono. Sobre las mismas tierras donde el pueblo pasó la noche aciaga del 2 al 3 de diciembre de 1620 en vela ante el Santísimo, se edificó la iglesia dedicada al Patrono de Alcoy, San Mauro, a cuyo nombre se le añadió el de San Francisca por la regencia que los franciscanos ostentaban en la misma. Crecida la ciudad alcoyana en número de habitantes, un decreto arzobispal dado en 1814 la elevó de iglesia a parroquia y quedó constituida, como tal, el 27 de mayo de 1847. Cuenta este Templo por lo tanto, en sus distintas formas de ermita, iglesia y parroquia, con trescientos treinta y cinco años. La magnitud de esta gran obra de reconstrucción al servicio de Dios, queda patente en su coste, en sus líneas clásicas y señoriales y en la cantidad de material empleado por su volumen. Su interior está formado de bóvedas por aristas que se apoyan sobre arcos carpaneles, siendo éstos dobles en los torales del crucero. Sus fachadas de siilert'a de San Cristóbal de Alcoy. Las pilastras interiores de mamposteria hormigonada... Arcos, bóvedas, todo completamente estucado en colores blanco y gris. Su gran cúpula que mide cuarenta metros, preside con el alto campanario de cuarenta y tres metros, este soberbio templo que puede albergar a dos mil fieles. Y esta gran obra, ha sido realizada mediante donativos y bajo la égida de nuestro Reverendísimo señor arcipreste, don Vicente Torregrosa, a quien le preguntamos: — ¿Cuándo se hizo cargo de la reconstrucción de la iglesia de San Mauro?...

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- En 1943.


La nave central y crucero vistos desde e] Presbiterio

—¿Muy difícil ei comienzo de la reconstrucción?... —Mi misión ai llegar a esta ciudad fue la de reconstruir los templos, y por lo tanto, mi actividad, estuvo encaminada, desde un principio, a este fin. Actualmente sigo con la misma ilusión y estoy muy satisfecho de liaber conseguido levantar el templo de San Mauro y San Francisco, —¿Muchos años en su reconstrucción?... —Trece años .justos. —¿No le asustó emprender obra tan ambiciosa?,,. — No, porque en estas obras tan grandes, nos salva el ser ingenuos Es decir, el desconocer la magnitud de la empresa, es lo que trae el éxito. — ¿Correspondieron a esta ilusión, los donativos de los católicos alcoyanoi?... —A la vista está. Gracias a la generosidad de A!coy, que yo alabaré siempre, donde vaya, ha sido posible esta magna obra. Su coste de seis millones de pesetas, ponen a prueba esta generosidad y el amor del católico alcoyano, al mejor mito de Dios. — Para la presencia que tiene el edificio es poco el coste que ha señalado ¿A qué se debe?.,. —El secreto ha consistido, sobre todo, en la buena administración llevada por la Junta de Reconstrucción, en especial por su tesorero, don Rafael Sanus. También el haber conseguido a precio de tasa los principales materiales de construcción. De no ser así, su valor sería de unos doce millones. —¿Va a procederse a su ornamentación?... — De momento no me atrevo, porque como la iglesia es de líneas clásicas tan señoriales y está estucada con gusto, entiendo que cualquier ornamentación fuera de tono, le quitaría majestuosidad. —¿Su proyecto más inminente?.., — Hacer la capilla de ía comunión,- terminar la construcción del altar mayor; el de la Virgen de los Lirios y altares laterales. Así como la casa rectora y otras dependencias, —¿Se llevará a cabo este año la terminación del campanario?... —Esa es mi intención. Son quince metros los que faltan aún y que j u n t o a los cuarenta y tres que (iene ya, le darán «I aspecto grandioso que se pretendió cuando se hizo el proyecto. —Sigue la ayuda pro reconstrucción?... —Sí, y gracias a ella, llevaremos a cabo los proyectos antes dichos. Quiero resaltar que estamos aún en período de reconstrucción y nadie debe desentenderse. La conducta de ¡os feligreses debe corresponder a tos primeros anos que empezamos la reconstrucción, puesto que tenemos que cancelar deudas que hemos contraído para adelantar las obras y poder ya gozar del hermoso templo, pues de no haberse conseguido el empréstito bancario, bajo firma de personas de la feligresía, aun se hubiera tardado más de dos años para tenería como está. —Y después de este problema de la reconstrucción de los templos ¿qué otro le preocupa?... — Las obras de apostolado con sus secciones sociales, a las que ya nos podernos dedicar, una vez terminado el templo, sin tener estas obras parroquiales abandonadas, como es natural El Kvdmo. señor Arcipreste, puede estar satisfecho del resultado de sus inquietudes y esa su misión que llevó consigo a nuestra ciudad, puesto que el nuevo templo de San .Mauro y San Francisco es una obra magnífica que encierra belleza y sacrificios en apretado haz. Perenne ofrenda de los alcoyanos a Dios.


Legislación festera por FINA QUEROL FAUS

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L origen de las fiestas se hunde en los siglos y desde el hecho histórico de angustias, derrotas y victorias, se viene haciendo una conmemoración a San Jorge. Lo difícil es concretar el momento en que las fiestas rebasaron los límites del templo invadiendo las calles, no ya como procesión de espíritu puramente religioso sino como danza, como representación de motivo etnológico algo que la raza se exige a sí misma proyectando en el tiempo una tradición, una línea hereditaria. Existe el recuerdo melancólico de un acta de 1284 —cuya redacción castellana hace dudar su autenticidad— que asegura se hizo una representación de la l u c h a entre moros y cristianos en honor a la visita de P e d r o III; por otra parte es bastante lógico pensar que los alcoyanos quisieran ofrecer a su rey una visión retrospectiva de lo ocurrido, lo que no está probado es su trascendencia. Fueron las autoridades civiles y religiosas las que se ocuparon de los actos que conmeraban la intervención de San Jorge, en funciones religiosas a las que se fueron añadiendo pequeños complementos: certámenes, fuegos artificiales..., pero en los siglos XVII y XVHI el pueblo toma parte directa en los festejos y a mediados del XVIII se organizan las comparsas; el pueblo ha intervenido y quiere sus propias autoridades: Electos y Colectores. Este es el antecedente de la Asociación Através de los años ciertos hechos se hicieron costumbres, creando un derecho consuetudinario en las fiestas y aunque los cuatro Directores que estaban dos años y se elegían alternativamente eran una autoridad en cualquier cuestión, surge la necesidad de hacer estables estos derechos y en 1839 los Directores presentan «para el buen orden y régimen de las fiestas» seis capítulos que reglamentan las obligaciones y el 10 de mayo se firman estos acuerdos. A partir de este momento, la Asociación es un hecho y una autoridad legalmente constituida. Pero los seis capítulos son insuficientes, el 28 de diciembre de 1844 se presentan cinco más adicionales, el 24 de mayo de 1847 se le añaden tres, en la misma fecha de 1854 tres más, y el 28 de mayo del mismo año se le suma el que hace dieciocho; esta preocupación de reglamentar va a ser una fiebre contagiosa en la norma constitutiva de la Asociación que en un afán de superarse y de perfeccionar las fiestas va creando todo un código de leyes. En 1862, el 26 de marzo, quedan derogados todos los acuerdos


anteriores al aparecer un reglamento perfectamente confeccionado con treinta y cinco apartados que incluía cuidadosamente los anteriores eliminando los defectos y reorganizando en su totalidad el aspecto de las autoridades: aparece el Presidente por primera vez, pasando los cuatro Directores a Vocales y se crea un Depositario y un Secretario. Este es sin lugar a dudas, el documento legal de más importancia, porque es el que reajusta totalmente las fiestas de una forma, que aunque los reglamentos se suceden ininterrumpidamente, le tienen por principa! inspirador, En 1883, el 31 de octubre, hubo nueva reforma y el 24 de marzo de 1888 aparece otro reglamento de mayor categoría, pues los anteriores iban destinados únicamente a las fiestas «para mejor orden y régimen» y este es «de la Asociación de San Jorge Mártir, Patrono de la Ciudad de Alcoy» con noventa y ocho capítulos, quince de los cuales son de nueva creación porque se ocupan de organizar la Asociación como tal dictando normas constitucionales; en el resto, las variaciones respecto a los anteriores se refieren a horarios o itinerarios, Pero la inquietud de dar una base perfecta a la organización, no les deja quedar inactivos y e! 3 de octubre de 1900 quedaba derogado el imponente documento de 1888 El 26 de febrero de 1918'también abandonaba el de 1900 su vigencia y en 1935 apareció otro incluyendo unas figuras nuevas, las de los Mayorales, pero tampoco este es el difinitivo pues existe otro elaborado que rige ya o será puesto inmediatamente en vigor. En todos ellos, se trata escrupulosamente los aspectos festeros repartiendo derechos y obligaciones por igual con un auténtico sentido de justicia. A parte de esta legislación ordenada en reglamentos, existen múltiples acuerdos tomados según se presentan los problemas y que quedan manuscritos en las actas y en el anonimato para todos aquellos que no se tomaron la molestia de hojear estos libros. La labor desarrollada por la Asociación através de su existencia, hay que pulsarla en ese pequeño despacho que tiene en el coro de la Iglesia de San Jorge, porque sinceramente, cuando la fiesta está en la calle no nos fijamos más que en la vistosidad, en el colorido, en todo lo que los sentidos perciben y a estos no se les ocurre que en una carpeta de la Asociación hay un croquis de lo que ha de ser la Entrada, una orden terminante que prohibe y obliga y siempre alguien que por vocación se encarga de que aquello se cumpla así y no de otra manera. Las fiestas continuarán más allá de los límites del templo y de los locales de cada comparsa, perdurarán las Dianas, las Entradas, el Alardo, pero con toda seguridad que la Asociación continuará haciendo historia con la emisión de nuevas leyes para su código incorruptible.


SAN JORGE, develador de las fuerzas del mal, entre los santos médicos Cosme y Damián, Pintura bizantina, de la colección Van der Afielen, en Hilvergum (Holanda).

San Jorge de Alcoy y su trascendencia por el Dr. José Crisanto López Jiménez

Cronista Oficia] de la Orden de San Jorge de Venecia (Jnstin i a n a ) . De la Academia de «San G ¡orgia» de Roma. De las Reales Academias de Medicina y Be 11 ai Artes de Zaragoza, Burgos, VaIbdolkl y Máiaga, Director correspondiente del C e n t r o de Col tura Valenciana.

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N una de aquellas evocadoras jornadas de! Congreso Eucarístico Internacional de Barcelona, fui invitado a compartir la presidencia de un acto capitular de las Milicias de la Inmaculada en la residencia de tos PP. Franciscanos Conventuales, con dos egregios caballeros catalanes aristócratas de la sangre, del saber y de las virtudes cristianas, eran éstos, el Dr. don Apolonio R» de Arólas y de Joval, camarero secreto de Su Santidad, autor del más completo y documentado estudio sobre San Jorge en la historia y en el arte hasta ahora ¡levado a cabo, y vestido del blanco hábito cruzado con el emblema ensangrentado de San Jorge, el ilustre académico don Rómulo Sans de Arabio-Torre, autor de «Ampurdán en el siglo XIX» de tanta difusión en toda la Corona de Aragón; ambos, como el auditorio, amantísimos hijos del Santo Mártir; conocedores de la geografía devota del Bienaventurado, mostrando su admiración a nuestro Levante georgiano, y único representante de nuestra región tnurcianoalicantina — desposeído de elocuencia, sin costumbre de hablar en público, y ¡ante aquei concurso!— con la ayuda de Dios, hube de exponer cuanto de los innumerables vestigios de la fe al glorioso Militar de Capadocia, guarda nuestra Tierra, Desde Aragón, Valencia y Murcia fui cerrando el cerco de mi exposición hasta circunscribirme a SAN JORGE y ALCOY...; y hoy, en virtud de aquella conversación, que considero milagro de! Santo sacando de mí, fuerzas de flaqueza, me escriben desde Méjico unos caballeros de la Orden del Santo Sepulcro que integran la Academia de Historia, Genealogía y Heráldica, interesándose por «la conmemoración caballeresca alcoyana de la VICTORIA DE SAN JORGE, HUALI, sobre los moros capitaneados por Alazrach». La Orden de San Jorge de Alfama unida a la de Santa

María de Montesa en el Reino de Valencia; las Cofradías que en todos los lugares le son dedicadas, tan antiguas como la Compañía Real y Militar de Caballeros de San Jorge fundada por el Rey de Aragón Don Jaime I en Teruel en el año de 1260, historiada por los caballeros don Jerónimo Arnal de Marcilla y don Francisco Juesa en el año 1695; las Reales Maestranzas de Aragón y de Valencia y un monasterio dedicado a San Jorge que se cita en Cartagena; la Orden de Canonesas de San Jorge fundada en Venecia por el Papa Eugenio IV y por el Patriarca San Lorenzo Justiniano, ambos, canónigos de San Jorge in Alga r y establecida en Murcia en 1+90, en Cuenca, en Albacete y en Onil (Alicante); poseedora la comunidad murciana, de meritorias representaciones del Patrón de la Orden, cuales son, el tan divulgado cuadro de San Jorge pintado por el pintor valenciano Señen Vila (t en 1707 en Murcia), establecido y con toda su obra conocida en la ciudad del Segura y la bellísima imagen de San Jorge obra de Francisco Salzillo que también legó otra hechura del Mártir Constantiniano a Golosalvo en Albacete. Nuestro Levante, pintoresco y luminoso, cargado de reminiscencias helénicas, entrada a la Península de las civilizaciones mediterráneas, conserva motivos muy singulares para ser estudiado, y por consiguiente, admirado. Nuestro es el Misterio de Elche, escenificación con purezas medievales presas de modalidades de los siguientes tiempos hasta el siglo XVII; el prístino cadencioso cantar oriental de los «auroros» de la huerta murciana; y la fiesta más varonil del orbe, escudo viviente de ia hidalguía de un pueblo como Alcoy, delatora de sus destrezas caballerescas, siendo todo él, de año en año y generación tras generación, actor de la Victoria de San Jorge, esto es, de la Victoria de la Cruz impregnada de la Preciosa Sangre de Jesucristo Redentor.


Visión y enjuiciamiento de Alcoy por VicFNrf: Viduño CAFMNUS

OY a ceñirme estrictamente al estilo de viJa que los naturales y habitarles de Alcoy llevan, intentar descubrir algunas de sus causas. Los fundamentos de mis juicios son casos concretos. Hallaremos matices buenos y malos, siempre reía ti va diente, siempre plenamente humanos. Creo en una actitud inicial en el amor a Alcoy, actitud que se extiende a cualquier ambiente en el que estemos inmersos. Nuestra sociedad, (.al tomo es, por ser nuestra, forma parte de nuebtra naturaleza. Su estilo, y lo nuestro, no lo podemos discutir, simplemente admitir. Se ha de partir de lo que hay, de lo establecido, evolución que no es cambio, sino vitalización de lo existente. Lo estéril irá cayendo pur su propio peso. Las nuevas realidades, hijas de la vida, se exigirán nuevas medidas. Es utópico y quimérico, generalmente, empresa de alucinados, el vandalismo de querer destruir !o existente y preestablecido para crear de nuevo a nuestra manera.

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DETERMINANTES DEL CARÁCTER ALCOY A NO;

Son dobles los determinantes del carácter de una ciudad. Existe una base material, reflejada principalmente en ¡seografia y economía; unido a esto, pero sobre esto. Leñemos el factor espiritual, verdadero poseedor y dueño del estilo, que, dentro cíe sus límites, su poder no tiene módulo. DETERMINANTES MATERIALES: Alcoy geográficamente está aislado. La orografía de sus sierras es rica. Los aledaños montañosos sobre los que se asienta son difíciles. En estos tres factores físicos están anclados unos matices característicos. El aislamiento es: natural por las barreras rocosas, de proximidad grande de pueblos, de diferencia de naturaleza y economía con los cercanos. Este aislamiento y seguridad incita a que el alcoyano se note privilegiadamente dotado, autónomo. Esto le obliga a un automejoramiento continuado, algo teatral, que no por eso deja de ser sano: limpidez en la urbanización y en las calles, elegancia en el vestir, etc. t¿\ reverso es el pstriotensmo del tipo medio alcoyano, sobre todo cuando se encuentra en ambientes ajenos: como Alcoy no hay nada y Alcoy sobre todo. Está turbado. No se normaliza hasta que no se encardina de nuevo a su puesto. Esto es bueno y malo, muy relativamente La realidad es que junto a nuestra ciudad hay otras muchas cosas, ni mejores ni peores, distintas Nuestra comarca es rica en sierras, en paisajes, en fuentes La mecanización de la industria embrutece al hombre. Lina válvula de escape hacia la humanización ha sido el contacto con la natu-

raleza viva El excursionismo es pasión alcoyana La delicadeza, e! buen gusto, un fino sibaritismo, ha embellecido hasta minúsculas fuentecillas de cualquier olvidado rincón. Alcoy es una pirueta de urbanización entre barrancos. Todo él es una victoria del hombre sobre la naturaleza. Hay satisfacción, cuidado y seguridad de lo conseguido. La economía alcoyana es hija de su genio. Tengo entendido que somos en clarificación de zonas nacionales de industria, la primera en papel, la segunda en textil, la tercera en metalurgia, sin mentar otras más pequeñas actividades Aquí e! dinero está en movimiento y esto provoca riqueza, actividad, emulación, ambición. La riqueza provoca lujo, amor por la vida, seguridad, diversión; a los alcoyanos les gusta divertirse; también provoca superficialidad, bastadas las preocupaciones ordinarias Impone, en cierto sentido, entiéndase, el lujo de la cultura. La cultura es, fundamentalmente, patrimonio del individuo. Los factores determinantes de su adquisición son complejos, con interferencias mutuas entre sí; por una parte está el medio ambiente, por otra el talante personal. Entre el medio ambiente tenemos, no como el único, ni como el más importante, pero de una gran influencia, el bienestar material de la sociedad. Este bienestar provocará un ocio que se podrá dedicar al mejoramiento cultural a a otras cosas, según las condiciones del sujeto. De todo ocurre en Alcoy Existe burguesía mental. Una de las tentaciones humanas es la de abarcar no solamente lo propio, sino también lo ajeno. Todos caemos aquí muchas veces, aunque inconscientemente las más. Esto se da mucho en el campo cultural, mucho más cuando se tiene dinero. Hay gente que por este medio quiere comprar hasta la cultura, o por poseerlo cree tenerlo todo, también la cultura. Es sana la ambición de igualar su bagaje cultural a su potencia económica. Sería un justo equilibrio entre materia y espíritu. Los alcoyanos son espléndidos, en mayor proporción el sector obrero que el patronal. Es lógico. El primer grupo vive en contacto ton las ordinarieces menudas. Es, por tanto, más humano. El otro es el rector de nuestra economía. Necesita salvaguardarse, administrarse, para conservar su privilegiada posición DETERMINANTES V CUALIDADES ESPIRITUALES:

Es tal la configuración de nuestra mente que para compren der antes hemos de escindir, lo cual tiene mticho de destrucción. Esto hacemos con la realidad Alcoy. Enfocada ya parcialmente, tratarnos como cotas distintas lo que es una unidad Todo lo que estoy haciendo es una ficción de entendimiento para provocar' la comprensión.


Cada espíritu humano tiene gérinenes Je infinitud. Ignorarnos hasta donde puede llegar la acción de los héroes, ¿Cuál seria la acción de un Aícoy heroico? Lo experimentaríamos con una gene ración de ese talante, y para ello basta que individualmente existan sujetos asi. No son masas quienes realizan las cosas. I.a masa es impersonal y amorfa, carece de consistencia. La personalidad es patrimonio de catla hombre y dimana tie su ser. Es el individuo concreto el (|ue actúa, Alcoy es como es por ser como son sus componentes, y será I.o que estos sean. Existiendo siempre, claro, la continuidad histórica. Hay una tendencia en nuestra conciencia dominante de autosolución de tas cosas propias. Las ventajas cié este espíritu en nuestra ciudad son grandísimas. Al alcnyano medio, si es de clase humilde, le molesta ser socorrido. Si pide, serán facilidades. Cree en el poder del trabajo, del esfuerzo. Esto es magnífico, porque lo que se consigue con esfuerzo propio no nos. lo tienen que re galar, y adquiere el inmenso valor de lo personal. La vida mercantil alcoyana provoca aumentos y descensos de fortuna. Es la nuestra una ciudad de oportunidades para cualquier espíritu avispado, tanto en el aspecto comercial como en el técnico. Hay pocas familias, y esto es una ventaja, de raigambre y aristocracia económica. Los que son potentes ahora, en est* misma generación, tal vez en la anterior, se hallaban en la humildad- Viceversa también ocurre F.F humanitaria toda plenitud por iscensión desde un fondo, mientras no se refocile en sí misma. Según esto, el obrero sensato, ve en su patrono un igual, pero con más suerte. Interiormente se nota independiente de él. También Itxisten espíritus rastreros, fruto de la ignorancia y la cobardía, sin estos sentimientos. También el egoísmo, nuestro mal congénito, pvovoca abusos en los diversos sectores; son estas menudencias qtle no se destruirán, a lo sumo se disminuirán. Ciilluralinente tenemos nuestra tradición. Son varias las generaciones de artistas con que hemos contado. Sólo en pintura lo nuestro ha sido también nacional. La tradición en nosotros pesa y el pretérito exige ti presente. Creo que nuestro presente responde y supera el pretérito y está en vía de perfección En la actualidad en Alcoy existen muchas inquietudes intelectuales, entendiendo por intelectuales una nutrida gama de cosas. Se observan diversas generaciones de pensamiento, hasta la más joven, entre cuyos adictos hay gente que no lo es tanto Hay hasta intelectualidades pintorescas. Cnjuiciarlas, rto criticarlas, seria acercarme demasiado a lo personal, de lo que huyo por contraproducente Sin embargo el mañana es de los jóvenes; es ley de vida Ya nos lo ha escrito el maestro Ortega: «¿Por qué han de ter(er hoy siempre razón los'viejos contra los jóvenes, siendo así que el mañana da la razón a los jóvenes contra los viejos?». Estas inquietudes provocan lucha, pero lucha dentro de la mayor cordialidad y simpatía. üs la nuestra una ciudad acogedora. Loque a ella afluye rs integrada a sí, y de esta manera crece. No tardan los forasteros en sentirse tan atcoyanos como los naturales. Hay tendencia en nuestra España a obrar aisladamente. En-

contramos con frecuencia francotiradores de la cultura, francotiradores de la amistad, de la decencia, etc. Esto es defectuoso Eí hombre necesariamente vive en sociedad y en ella encuentra su plenitud. El trabajo perfecto es el que se realiza en equipo, con lo que se puede conseguir el máximo resultado a nuestro esfuerzo. Para llegar a esta meta basta que individuos adquieran, pnsean y cultiven el sentido de sociabilidad. En Alcoy no es tan desolador el panorama. La insociabilidad la encontramos en algunos aspectos. Laboralmente me parece que existe cierta desunión entre el sector obrero y el patronal. Responde a varias cosas. También muchas veces hay desunión, egoismos, chabacanería, en los ambientes exclusivamente laborales. Todo esto se debe a ta carencia de espíritu de sociabilidad, Fn mí criterio, entiendo por espíritu sano de sociabilidad aquél que mantiene la prestancia del individuo dentro de un ambiente de asentimiento a la homogeneidad.social. La evolución y perfeccionamiento del carácter de un pueblo se produce muy lentamente. Influye en sumo grado en este avance el estilo de los dirigentes espirituales y materiales déla población. Si se consigue poner de moda la cultura, el civismo, etc., y los medios oficiales contribuyen activamente a ello, los resultados serán óptimos. Todo esto ocurre en Alcoy.

E P j L O C O; Ni podemos ni debemos negar nuestro talante personal y ciudadano. En cuanto aspiramos ser otros perdemos nuestra consistencia, A Atcoy, que no le falta personalidad, le faltan dosis de universalismo Este universalismo lo hallamos en el reconocimiento de una comunidad rtatural superior a la nuestra y en la integración graciosa y voluntaria a esa comunidad, sin perder un ápice de nuestra personalidad. De esta forma seriamos más maleables, más fructíferos. La plenitud, el individuo y la sociedad no la adquieren internamente, sino que llega desde fuera, por vía de dominio sobre sus colindantes. Alcoy debe ensanchar sus horizontes y mostrarse más al exterior. Considero como vicio alcoyano la degeneración de su patrioterismo Parece que rema airearse en ambientes ajenos, y es en estos ambientes donde por contrastes, uno se descubre y perfecciona. Dos son los grupos de alcoyanos, los que en su ciudad permanecerán siempre y los que encuentran su destino en el exterior. El alcoyanismo de ambos grupos es necesario para la plenitud de nuestra ciudad. Los primeros son e! grueso; los segundos la avanzadilla. Parecerá que estos últimos pierden alcoyanía por su acción más amplia. No importa que sus hechos pierdan ei calificativo si el espíritu es el mismo. Creo que esto es conveniente. Hace poco me decía el buen Director de nuestro Semanario «Ciudad»; «Quién sino nosotros, los alcoyanos, bemos de salir por los fueros de AEcoya. Quede esto como un apunte. Seguramente todas las cosas que he desarrollado son verdaderas, pero doblemente falsas en cuanto no son toda la vcrdad. Nuestro objeto continúa ahí, inefable, como toda cosa viva que no se puede definir, a lo sumo sentir. Alcoy continúa siendo.

Hijos ür Venancio Riera MANUFACTURA DE CURTIDOS Y CALZADO Cocentdina (Alicante)


-.,»* Boceto oriiíinal de D. Francisco La porta

Algo sobre los Guzmanes (1907-1957) _ A mi querido amigo don Vicente Boronat Aura, uno de los fundadores de la Comparsa de Guzmanes.

por ENRIQUE BLANES MATAIX RAN, como el marqués de Bradomín, católicos y sentimentales, y además, eran jóvenes, divertidos y alcoyanos cien por cien, como diríamos hoy en día. Aquel año se inauguró el Viaducto. Corrían los tiempos inefables del periodismo político, el tópico literario y la gacetilla cursilona: todos los funcionarios eran probos, los militares bizarros y los hombres de negocios conspicuos. Los gloriosos escritores de la generación del 98 empezaban a enseñar a escribir a Jos españoles. Gobernaba Maura. El 21 de abril se celebraron elecciones en toda España. En Alcoy ganó Canalejas. Pero volvamos con los Guzmanes. Se reunían todas las noches quizás en la Cervecería «El Viaducto» que entonces estaba de moda. Gente distinguida y conocida. No estaban conformes en que la Entrada de Moros por su fastuosidad y colorido «fuese el acto más importante de nuestras Fiestas», aunque ya entonces «La Defensa» se quejaba de que «la Entrada" de Moros por su desorganización y lentitud ha perdido mucho de la seriedad y carácter que solía tener». ¿Porqué el Bando Cristiano había de ser tan escaso, inapropiado y pobre en todos sentidos? «LesTomasines» lucían, si señor; era una Comparsa alegre, vistosa y muy popular, pero ¡qué traje, Dios mío! Y continuaban repasando: los Andaluces,

E


Grupo de los fundadores de la comparsa Fotos: Archivo de la Asociación San Jorge

muy incómodos; los Asturianos —«els Angels»— no era Comparsa para ellos, ¿'a Comparsa Cid, con sus calzones y su puntillita de encaje? ¡Ni hablar! Los Labradores llevaban —y llevan— todo el peso en la Entrada de Cristianos, pero no les gustaba. Y quedaban los Salmonistas y las dos caballerías, la de Peaco y la de Cazadores. ¡Qué panorama! Vino la solución. No había más remedio que sacar una Comparsa nueva y que fuese apropiada, digna y señorial, que remozase el Bando Cristiano y lo entonara. Y por obra y gracia de don Paco Laporta Valor, tan alcoyano, tan artista y tan «fes. tero» y con quien Alcoy está en deuda, nacieron los monjes guerreros con su atuendo bélico, sus hábitos blancos, sus cascos relucientes y su larga capa bermeja. Aquello fue la revolución mayor que se ha producido, en nuestras Fiestas. Don Paco Laporta con su genial diseño dio la pauta a casi todas las Comparsas del Bando Cristiano que de entonces acá han salido o se han reformado. Acabó con un tipismo trasnochado y decadente y dio propiedad histórica y artística, gallardía y esplendor a nuestras incomparables Fiestas de San Jorge. Y así nacieron los Guzmanes. Esto ocurría en el año del Señor de 1907,

D. Francisco Laporta, Alférez y Capitán en los años 1910 y 1911

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Acaronant somnis d'amor

Alcoi necessita esperit per JORDI VALOR

no sé si es deurá al viure fora de la riostra font— ajudant-li aixís a donar-li monumentalidat ciutat el que jo veja que a Alcoi fi manquen a la facana nord de la Arcíprestal de Santa María? Es veritat que tenim a Cervantes, a Primo de moltes coses que pot ser els meus paisans no Rivera, a Mossen Jusep; pero aixó es molt poquet, les encentren de menys. El sovintejar eixos dos Ilocs una míqueta «in- diriem la mínima expresió per a una ciutat de la ternacionals» de la riostra costa que son Benidonn importancia demográfica de la nostra i de la seua Í el Penyó d'Ifac, i el conversar en ells amb gent solera artística i histórica. Pertanyen al País Vaviatgera de tota mena —i sobre tot m'interessen lencia, que es la zona mes italiana de Espanya, i els que han estat a Alcoi i l'opinió que d'ell han nostra ciutat poc ho dona a entendre ais visitants. format— em decideixen a escriuré amb el tó que Per qué no se fa realitat aquella idea del monuho faig. ment a Na Saurina d'Entenca, la primera Senyora La nostra cíutat es considerada com a lloc ex- d'Alcoi, esposa del gran Almirant d'Aragó Roger clussiu de treball, de activitat fabril i manufactu- de Liüria, que tenia son palau-castell en lo que rera, i, si es vol, una mica interessant per la seua després fon Convent Agustiniá? Aquella dama, rara topografía i els ponts monumentals a que ha -de la mes noble prosapia valenciana, al enmaridar donat lloc lo trencat del seu emplacament. 1 res amb lo famas marí calabrés que pasejá per tota la mes. Ni Art, ni Cultura, ni sisquiera s'en adonen Mediterránia les naus de Catalunya, preferí estarla majoria del Musseu de Prehistoria, tan valuós se en aqüestes terres atcoianes, de les que el sencom ell es. Algú, pocs, ha pujat a la Font Roja i yor Rei En Pere II feu donada a son espds, menquasi ningú al Preventóri Infantívol de Manola. tres ell solcava les mars amb ses naus. 1 aixó que I jo pense: Per qué nostre poblé careix de les a les ierres d'ell —Calabria, Sicilia, a llavors de la coses elementáis de caire artístic que li donen Corona Aragonesa— hagués estat molt ben rebuprestancia de noblesa a una població? Antigament da i afalagada; Í mes encara al enviudar i deixar eren moltes les fonts publiques que tenien escul- nissaga del gran heroi. pit en pedra el escut de la ciutat. Per qué ara no Ara que el claustre del Convent s'ha converse reno ven o edifiquen? Hi havia un surtidor me- tit en Placa Major, per qué no embellir-Ia amb ravellós que ornava la Placa amb prestancia. Hi l'ereccíó en el seu centre de I'estátua a tan alta havia una placeta de Sant Jordi amb una font en Senyora, que podría ser una maravella artística el mig coronada per I'estátua eqüestre del nostre en mármol blanc feta per els escultors filis de la Patró fundida en bronze. On está ara aquell cava- ciutat? Aquella Senyora li prengué* gust al amIlet fainos i per qué no s'emplaca de nou en al- bient muntanyenc i aleshores bucólic de la nostra gún lloc ciutada, posem-hi per cas en el centre de remota vila del 1.300; i la ciutat moderna deu la Placeta del Fossar —on també hi ha una pobra aprofitar l'avinentesa per a honrar-la i encara mes


honrar-se fent gala d'una prosapia de alcurnia migcva! que pocs poblcs d'Espanya poden ostentar. Encara viuen Lloren^ Ridaura i Peresejo, Torregrossa i Ccssar Juan, i algún alcoia mes destre en el escolp i la maca. No cievcm pérdrelos ahans de posar en marxa la dignificadora obra. Jo no dic que siga tan gran i enlairada com la que Tarragona alca al marit, com a gran Almirant de TArmada Catalana, pero sí pot ésser quelcom armonios al ensemps que delicat per la qualitat fina i senyorívola de aquella egregia dama, a lo que tan se presta la indumenta de les riques-fembres migevals. I llavors la dita plaga podra dir-se «Claustre de Sant Agustí», o «Piafa d'Armes» —de l'antic Palau-castell de Roger de Llüria que fon— car eixe nom de Placa Major fa el efecte de servil imitado ais pobles castellans que les teñen de segles enrrere, I en Alcoi no es major, que es molt menor que l'altra, la Piafa huí dita d'Espanya, que es la veritable Piafa major d'Alcoi. Se parla un temps d'erigir-li un büst al poeta Goncal Cantó. No entrem en la perfecció de la seua poesía filia de un temps decadentista; pero sentimentalment conquerí el afecte de tots els alcoians. Seria oportú ressucítar la idea, encara que fos sentzill en qualsevo! ma^sís dt; la Glorieta? Tot menys donar ai visitant la sensació de cíutat purament materialista, sense historia, sense art, sense tradició, sense esperit. També els que rotularen en temps passats els carrers demostraren poc seny i sentit patri al no posar a níngú del poblé ni de l'eixample els ñoñis de les mes destacades figures del nostre pensarnent autócton: Ni Ausiás March, ni jaume Roig, ni Lluis Vives, ni Teodor Llórente, ni sisquiera Menéndez y Pelayo. I no m'atrevisc a demanar un carrer per a Joan Martorell, el autor del «Tiran t lo Blanch», ni per a la dolfa mongeta Issabel de Villena que en la nostra llengua materna escrigué una deliciosa «Vita Christi», Tot ha estat per a Quintana, Espronceda, Lope de Vega, Góngora, Calderón, quant no per a Pízarro, Solís, Hernán Cortés, el Cid, etc. I aixó no vol dír que aquestos no siguen noms d'espanyols dignes de tot apréci; pero tots teñen llurs terres o pobles nadius on s'els honora amb marbres o bronzes i si nosaltres no ens curem deis nostres, aquells no bo farán. Perqué escrigueren Hurs obres en una llengua espanyola que ha dcixat d'ésser oficial —la nostra— pero son obres de ciencia, de cultura, de sabiduría, de conreu deis valors eterns de l'esperít espanyol, que si ho deixem perdre será Espanya a la fi i a la postre, qui perdrá uns valors d'Humanitat que molts pai'ssos actual —sobre tot eixes organitzacíons massives que ni nom de patria te-

ñen: EE. UU., U.R.S.S., U.S.A. (Unió Sub Africana)— ens comprarien a pes d'or. Alcoi, partícula espanyola i espanyolíssima d'aquesta Espanya tremenda en gojosi dolors, no déu oblidar-se mai de les glories mes purés de sa nissaga. El espanyol mes gran d'aquestos darrers cent anys, el exégeta de la sena Historia i de la seua Intelectualitat, el gloriós En Marcel-lí Vfenéndez y Pelayo, quín centenar de naixenca s'ha celebrat fa poc, té pagines ineravelloses estudiant . la gloria literaria deis filis de la nostra térra, Coheixía Í destacava en gran manera los noms d'escriptors que abans hem nomenat i ademes els de Roic de Corella —de la Casa comtal de Cocentaína— Jaume Febrer, Jordi de Sant Jordi i aitres mes que nosaltres, filis de la térra que parlem la sena llengua, coneixem grades ais llibres magistrals d'aquest gran espanyol nat a Santander que sabia be on estava la veritable Espanya. I ara que parlem d'acó, jo no sé eis mofcius que els nostres avantpassats tindrien per a honorar a Sant Nicolau í a Sant Lloren^ amb els dos carrers mes céntrics de la ciutat; pero cree que encara seria hora de cambiar-los els noms per els de Sant Jordi i Rei En Jaume I, honorant aixís de manera digna al sant Patró major i al gran Rei que funda el Regne Cristiá de Valencia que ens dona personalitad histórica Í europeua que aitres pai'ssos ens envetgen avuí, I els noms deis dos Sants podrien anar ais carrers de segon ordre que hui porten els noms deis dos destacats protectors d'Alcoi, el Sant i el Rei. Redrecem-nos de passades decadencies i alcem el cor i l'ántma a les estrel-les en vol directe, sense fer cas deis nuvols de Píncomprensíó de la estulticia i de la miopía que poc a poc el sol de Tamor a la Patria anirá desfent. Ja ens va dir el Poeta Llórente: «Qui mes valencia siga, será mes espanyol». Ja que tením en les Pestes de Sant Jordi una conmemorado de l'História migeval rónega en Europa, fem que f'ambit de nostra ciutat pregone al visitant una forca espiritual qu'hem heretat de nostres majors digna d'afectuós conreu per a poder deixar a nostres filis i nets un nom de Patria enlairat i sens mácula. Una «Casa de la Cultura» com la que el Ministeri de Educado Nacional ens ha concedit ens exigeix mol ais alcoíans, Sigam dignes d'ella. Gratitut obliga. I ¡a Espanya d'avui no s'exalta ja amb oripells i pasodobles, sino en fondária d'Humanitat vcritable, en conreu deis valors de l'esperit que sois els vells pai'ssos d'Europa poden teñir, com nosaltres, per la voluntad i la gracia de Déu,


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Foto: Palomera

Detalle de la Entrada de Moros

Las Fiestas como espectáculo ODO espectáculo es, en sí, popular. Pero si procediera a hacer una elementa! clasificación de los mismos llegaría rápidamente a una divisiónt espectáculos callejeros y espectáculos de sala o saión. Estos, a veces, pueden ser cellejeros. Los primeros jamás podrán ser cerrados. Es un espectáculo con el que la gente vive. Los otros, un espectáculo por el que la gente paga. Sin embargo los primeros son los que están en decadencia, salvo algunas brillantes excepciones, entre las que considero incluidas las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy. Y es que mientras en una pequeña ciudad el espectáculo de local suele ser inaceptable, en la gran ciudad el espectáculo callejero es insoportable. El desfile, la cabalgata, la concentración, la parada, quedan borrados inmediatamente para no ser más que una congregación de gente, un triunfo de la masa —que se convierte a sí misma en espectáculo— que anula cualquier deseo de contemplación; de simple espectador. De modo que el anuncio de una de estas manifestaciones es una invitación para emprender un camino opuesto al que seguirá el desfile. El río humano es tan abrumador que el anhelo es salir de su corriente. El éxito de la televisión es el índice que acusa el fracaso de las grandes concentraciones humanas. Cada vez se ve menos, y apetece verse menos, el espetáculo callejero en la gran ciudad. Resultan provincianos y hay en este sentimiento más melancolía que "desdén, convencidos de que lo que ha fracasado es la gran ciudad y no el espectáculo. Por esta razón asombran las Fiestas de Alcoy. Mientras en la gran ciudad es imposible aguantar el espectáculo callejero más allá de una hora, en Alcoy se resisten las Fiestas durante tres días. ¿En qué consiste esa fascinación? No basta recurrir a la explicación de que es una ciudad pequeña. Es otra cosa. Es !a capacidad creadora de un pueblo artista aplicada a la invención del espectáculo callejero depurado con las esencias de la más delicada estética. Fue en Alcoy donde se organizó ta primera cabalgata de los Reyes Magos que después se ha imitado en toda España, como se han

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imitado en varios pueblos nuestras Fiestas. Pero ha sido sólo en Alcoy donde han conservado ese puesto señero que da ta aristocracia de la primacía, pues hay algo que no se puede imitar: el sano humor cordial y comunicativo que invita a la comunión, al olvido de la amistad y de la enemistad para poder divertirse durante tres días como «enemigos irreconciliables". Es sin duda la preocupación del éxito !o que anima a todos a estar pendientes del resultado estético de la lucha, de la belleza en la composición de la jila, del atuendo del capitán de los Moros... Fiestas que sólo se conciben así: cotí la más respetuosa seriedad para lo superficial, con la más cariñosa e ilusionada burla en lo profundo que no puede ser seria más que para no tomar nada en serio. De ahí la contemplación casi religiosa, estática, de un pueblo que está sentado toda una tarde viendo respetuosamente la ttítrá del enemigo, silencio que parece recoger el temor de otros tiempos, y que corre detrás de la de los Cristianos, por aquello de que «son de casa». Y porque el pueblo es también actor, se vuelve la mirada hacia el espectáculo callejero que, es aún reducto de elegancia, cuya primera virtud es la unánime participación de actores y espectadores. Nuestras Fiestas no son un espectáculo de masas, sino de amigos, de compañeros, de ciudadanos. El mismo sentimiento emociona! recorre los espíritus, los funde y los confunde en la alegría común, en esa Fiesta en que todo el mundo tiene gracia, por ausencia del gracioso de oficio y en que el grupo de amigos, sin intervención directa, «trabaja» tan bien como cualquier festtr de fia. No se sabe quién está más en su rólt: si los que beben o los que invitan a beber, los que desfilan o ven desfilar, los que aplauden o los que reciben el aplauso. Y esta cosa tan difícil, que eji Alcoy es tan natural, es el mayor encanto de nuestras Fiestas: el constituir un espectáculo callejero tan fino, tan encantador, que parece realizar ese fenómeno que ai principio he reputado como imposible: el que un espectáculo callejero pueda ser tan selecto que parezca de saión, CARMEN LI.ORCA VIL APLANA


Hacia una teoría dramático - festera por ANTONFO RÉVERT CORTÉS

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TRAVÉS de los años hemos ido enfocando nuestras fiestas desde todos los ángulos posibles, buscando siempre el aspecto inusitado, el encuadre menos gastado, el matiz nuevo que las eleve de mera anécdota a honda categoría. Nuestros «Moros y Cristianos» no son una carnavalada, ni tampoco una farsa, más o menos divertida, sino todo un drama que tiene su raíz en la tradición. Una acción y un diálogo —en este caso, muy sintético— del alcoyano en torno a

un hecho historico-religioso: la aparición de San Jorge y, por ende, la liberación de Alcoy de las huestes islámicas. La humanidad ha sentido siempre la imperiosa necesidad de plasmar sus tradiciones, leyendas, creencias y hechos históricos más notables, en unas representaciones, legando de esta forma vivencia del hecho a sus posteriores. Así nacieron muchas representaciones teatrales: los. dramas de la Pasión, los Misterios, etc. En el caso que nos


ocupa, pues, la rememoración de una de nuestras creencias se tradujo, poco a poco, en una verdadera «puesta en escena». Hay mucho teatro en nuestras fiestas que hace falta desarrollar. Yo creo que es aquí donde pueden tomar altos vuelos: en lo que hay de drama histórico-religioso. En las fiestas de «Moros y Cristianos» existe espectáculoi los hombres se dividen en dos grupos: los que contemplan y los que son contemplados. Y además intervienen varios elementos dramáticos. Todos ellos como esquematizados, abortados. En primer lugar tenemos a la danza. Esta forma parte integrante de las fiestas. Las comparsas desfilan con pasos, ritmo y música de danza Ya Peret, en un artículo publicado en el Programa oficial de Fiestas del año 1951, hacía notar esta influencia. Buscaba el posible origen de nuestras fiestas en unas danzas tituladas de «Moros y Cristianos». Si bien la danza —como digo— es principal, no es más que uno de los muchos elementos dramático-festeros; mas no creo que sea el hontanar de donde haya surgido toda la fiesta. Como no hay danza sin música —si bien la música puede ir sola, la danza no— tenemos a ésta como factor esencialísímo para animar a las figuras. Sin música no habría fiesta. Además, como tampoco es posible la danza sin gesto —gesto y música producen la danza—, surge la mímica como otra de las notas teatrales. Pues no olvidemos —como dice Marañón— que el gesto —y no las ideas— es el vehículo de la emoción colectiva. Recordemos los gestos característicos de los cabos de escuadra. El libro es lo más flojo de estas representaciones. Tan solo apunta débil, apergeñado, en las dos Embajadas. Falta el poema dramático que dé fuerzas al drama. Un gran autor, con el enorme material de las fuentes tradicionales, podría plantar la raíz que diera vida a la rosa. De ser esto posible, tendríamos en Alcoy unas representaciones teatrales que elevarían las fiestas de simple interés local a alta categoría artística. También eJ público es fundamenta] en nuestras fiestas. Hay un adagio teatral que dice; «a

sala vacía, escena fría». Sin el calor humano del pueblo los «Moros y Cristianos» dejarían de tener grandeza. Sin los balcones apiñados de la calle de San Nicolás, en constante aplauso, las «entradas» estarían faltas de emoción Es preciso esa comunión entre espectador y actor: ambos se confunden. Bien es cierto que un drama que tiene sus raíces en el pueblo se representa solo; pero no estaría demás cuidar un poco la dirección Ésta tiene que ser llevada por gente preparada, por personas idóneas que sepan entronizar graciosamente lo popular con lo artístico. El castillo, los arcos moros que se levantan en la plaza, las guirnaldas, los gallardetes constituyen la escenografía festera. En el bastión se desarrolla la parte íntegra del libreto: las embajadas. La escenografía ayuda en sobremanera a crear el clima sicológico necesario para reflejar la acción por medios visuales. La escenografía es, quizá, de lo más logrado de las fiestas, sin embargo, tiene un fallo: la aparición de San Jorge, en las almenas del castillo. Resulta pobre. Se necesita más tramoya. Esta página tiene que ser brillantísima. Hay que darle magia para que la aparición no se quede en un intento escenográfico de patronato. Tengamos en cuenta que este acto es el colofón digno que se merecen nuestros «Mofos y Cristianos». Anotemos también la gracia que tienen esos improvisados «sopareis», verdaderas chispas de auténtico sainete Y para terminar grabemos las palabrar del gran director escénico, Cordón Craig: «El arte del teatro no es ni el trabajo de los actores, ni la obra, ni la escenificación, ni la danza; está formado por los elementos que componen todo esto; del gesto que es el alma de la acción; de las palabras que son el cuerpo de la obra; de las líneas y los colores, que son la existencia misma del decorado; del ritmo, que es la esencia de la danza». Desarrollemos, pues, sin miedo, todos los elementos dramáticos de nuestras fiestas y hagamos de ellas — en frase cinematográfica — el mayor espectáculo del mundo. M i*n ni n-*ii i n»n .* ni -u ni .*i i- ni -M ••• ni ••• rt<*-n* •»•

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Espeleólogos Universitarios en Alcoy UESTRA primera visita a Alcoy fue durante los días 8 y 9 de diciembre. Su objeto era comprobar personalmente si nos interesaba realizar allí el 1 Curso Nacional de Espeleología de los G, U, M. del S. E. U. Quizá convenga explicar, aunque »ea someramente, lo que son ios G. U. M., o sea los Grupos Universitarios de Montaña. Estos nacieron en Oviedo, por una feliz iniciativa del que es hoy Jefe Nacional del S, E. U., Migue! Ángel García, y se puede decir que han alcanzado su madurez en Madrid. Constituyen fundamentalmente una organización deportiva que agrupa a estudiantes de todas las Facultades y Escuelas Especiales, pero deportiva en el sentido hondo y trascendental, que en el mundo de hoy posee tal palabra. Queremos decir con esto que no sólo se persigue !a práctica del Montañismo, del Esquí o de la Espeleología como simple ejercicio físico, sino como un medio poderoso para formar al estudiante y conseguir en él un perfecto equilibrio entre lo físico y lo moral. A principios d-et presente Curso escolar se creó la Jefatura Nacional de ios G. U. M., una de cuyas primeras actividades se pensó que fuese un Curso Nacional de Espeleología. Para realizar éste convenía una zona que reuniese las siguientes condiciones: estar situada en una latitud media; bieti comunicada; con buen clima; y lo más importante, que hubiese gran número de cavidades, a ser .posible ya estudiadas y exploradas por completo, dado que se trataba de un Curso y no de exploraciones nuevas. Inmediatamente pensamos en Alcoy, siguiendo las indicaciones de D. Clemente Sáenz, Profesor de Geología de la' Escuela de Caminos, quien viene orientando e impulsando constantemente a los espeleólogos madrileños. Nuestra breve estancia Je dos días en Alcoy nos hizo decidirnos definitivamente, y e! Curso se celebró durante los primeros días de enero. Nunca pudimos haber escogido otro sitio mejor. Todo se unía: clima, paisaje, cuevas próximas y muy interesantes, la ciudad... Pero sobre todo la colaboración det Centto Excursionista de Alcoy, que nos facilitó planos, datos, gestiones, etc., acompañándonos en todo momento los desde entonces entrañables amigos Arañó, Segura, Navarro, Pérez... a quienes nunca podremos agradecer bastante cuanto hicieron por nosotros. En cuanto a las tareas del Curso, pueden resumirse así: asistieron treinta estudiantes de Madrid, Barcelona, Burgos, Santander, Granada, Valencia y Salamanca, a los cuales se les enseñó a practicar la Espeleología en su dobie aspecto de ciencia y deporte. Así, al lado de las excursiones en que se adiestraban en los métodos y técnicas de toda clase que la exploración subterránea requiere, se les dieron explicaciones teóricas sobre Ge o es peleo logia, Topografía de cavernas, Arqueología, Biospeleología, etc., es decir sobre todos los aspectos que ofrece la Espeleología, si bien desde un punto de vista elemental, de introducción. Los resultados han sido satisfactorios, considerando que se trata del I Curso. Se ha conseguido despertar una inquietud por los estudios espeleo lógicos en los medios universitarios, [.os estudiantes que han asistido son la base que per-

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mitirá en su día que en todas las provincias españolas se realicen exploraciones y estudios en gran escala. A este Curso seguirán otros, y actividades de otro carácter en macizos calcáreos que aun están vírgenes, tan numerosos en Etpaña. Para terminar, unas breves consideraciones sobre el estado actual de la Espeleología en España. A primera vista parece floreciente, y lo es efectivamente si comparamos con el escaso interés suscitado por esta actividad hasta hace poco tiempo. Desde el primer descenso a la sima de la Piedra de San Martín, tan explotada en ¡os periódicos, no siempre con fortuna, muchos que hasta entonces no conocían siquiera la palabra espeleología comenzaron a interesarse en ésta. Se han fundado numerosas sociedades y grupos espeleo lógicos en todo el ámbito nacional. Pero estos grupos trabajan aislados, desde luego generalmente con gran entusiasmo, como hemos podido comprobar personalmente en cuantos contactos directos hemos tenido. Sus esfuerzos, faltos de una orientación y de una organización superior, se diluyen y no dan el resultado apetecido. Hasta la fecha no existe un Catálogo Nacional de cavidades. Cada cual practica la Espeleología a su manera, dando a veces de lado a la Ciencia. Es preciso que se cree un organismo capaz de controlar y dirigir de manera eficaz las actividades espeleologías. No nos corresponde a nosotros indicar la estructuración y funcionamiento de este Organismo, pero permítasenos siquiera observar que mientras no exista éste, al menos hay que llevar al convencimiento de todo espeleólogo la idea de que tocia exploración que haga es inútil y completamente estéril si no queda de ella algo que sirva de base y orientación a los que vengan detrás de nosotros. Puede ser simplemente la situación geográfica de la cavidad con vistas a la catalogación, una descripción somera, un croquis, hallazgos arqueológicos; biospeleológicos, etc. Cualquier dato puede ser interesante. A todos nos agradaría que se hubiese hecho esto desde hace muchos años, pues nuestra labor se vería extraordinariamente facilitada. Pues bien, hagamos que los espeleólogos futuros no puedan decir lo mismo. ÁNGEL HEKNANZ LÓPEZ Jefe de la Sección Nacional de Espeleología de los C U M. del S. E. U.


El mejor y más singular pórtico literario de nuestros «Moros y Cristianos» por SANTIAGO GINEK CLOQUELL Instituto N de E. Media de Man res a

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AY en nuestra frondosa literatura castellana del Siglo de Oro una obra con prerrogativas y virtudes únicas para llevarnos de la mano al perfecto conocimiento y cabal entendimiento de lo que son las fiestas de «moros y cristianos». No es ningún libro raro puesto que, cuanto menos, es citado, ya que no leído o conocido, por nuestros bisónos escolares cuando estudian su primer curso de Literatura Española. Ya habrá adivinado el avisado lector que me refiero a la "historia de los bandos de ios Zegríes y Abencerraje! o Querrás Civiles de tjranada» de Ginés Pérez de Hita. Ninguna obra, única como ésta, a lo largo y lo ancho de la Literatura nacional y extranjera de corte islámico, o mejor, «morisco», para «ambientarnos», para lograr una «toma de contacto» con lo que son y representan nuestros «Moros». Nin-

guna lectura, en fin, tan apropiada, —como «introito»—, para entender y comprender no solamente lo alegórico y simbólico sino «lo real» del inusitado espectáculo que, en el vasto ámbito nacional, presenta Alcoy con sus Fiestas. Quien, forastero, venga preparado con ese elixir de literatura morisca, podrá digerir, —que gustar es contentarse con poco—, el plato regalado de nuestras Fiestas sin gratuitas concesiones al exotismo, al puro tipismo o a la mascarada. Quien, alcoyano, haya saboreado la refulgante prosa épica de Pérez de Hita, alcanzará a ver un sentido más hondo, cuando más rea! y entrañable, de la trama de los festejos. * * *

La *Jlistoria de los bandos de los Zegríes y Abfncerrajes o Querrás Civiks de Qranada», de Pérez de Hi-


ta, (1) consta- de dos partes, publicadas, la primera, en 1595 y !a segunda en 1619. La parte primera, —única de que nos ocupamos en el presente artículo , se refiere a las luchas de banderías en la Granada mora anterior a la conquista por los Reyes Católicos; la segunda, —contemporánea a los sucesos que narra—, se ocupa de la rebelión de los moriscos en las Aipujarras, en tiempo de Felipe II, y en cuyo aplastamiento tomara parte nuestro autor, como Hurtado de Mendoza, el otro historiador de estos sucesos—, luchando a Eas órdefies de] marqués de los Vélez. La primera parte de la obra es, pues, la que propiamente merece o justifica el título general, la que con más propiedad puede ser llamada •"Historia de Ztyríes y Abencerraje o Querrás Civiles de (¿ranada», porque, aunque con tal título se comprenda también la segunda parte, es sólo en la primera que quedan referidas las guerras civiles entre abencerrajes y zegríes de Granada. Esta primera parte, la más conocida, valiosa y lograda, presenta, como en un cuadro de vivos colores, ía vida y costumbres de la corte nazarí de Granada en sus últimos tiempos de independencia. Enconadas luchas políticas, rivalidades familiares en derredor de u n . trono, sangrientos combates contra las poderosas huestes cristianas, discordias (raticidas, horribles matanzas como la efectuada con los abencerrajes. Pero junto a esta visión de política decadente, de arteras asechanzas, de traición y de muerte, alternan brillantes cortejos, vistosos torneos y juegos de cañas, pintorescas corridas de toros, lujosos vestidos, ruidosas fiestas, bellas canciones y músicas, intrigas y lances amorosos inolvidables... La vida más brillante trabada a la muerte más cruel formando los últimos rutilantes destellos de una época que se desvanece, de un astro que se apaga. Visión plástica y colorista pero real, —no fantástica—, como se ha demostrado, pese a la opinión en contra de Menéndez Pelayo, Grcourt y Wolf entre otros; verdadero anticipo de nuestros desfiles morunos, los cuales y también el «tipo de moro» son, por eso mismo, fiel trasunto de los que nos describe Pérez de Hita. Como gemas preciosas de esta diadema áurea que es la obra en su conjunto, intercala Pérez de Hita, los romances fronterizos y moriscos que vienen a cuento con los' sucesos que narra su prosa. Bellísimos romances, en verdad, —alguno de los cuales mereció ser seleccionado por M. Pelayo entre «Las Cien mejores poesías de la Lengua Castellana» , conocidos ya de antes que no inventados por el autor, quien a lo más refunde algunos de ellos, pero que, con tacto literario y acierto de narrador, distribuye a lo largo de su obra como anillo al dedo en el momento oportuno. Dejando,—por más conocidos y difundidos en antologías—, algunos de los mejores, poéticamente hablando, tales como el de «Abenámar» y

el de la «pérdida de Alhama», no resisto la tentación de recrear el ánimo del lector con la inclusión de algunos Otros: El que se refiere a la proyectada reconquista de Jaén, revelador, por la riqueza descriptiva del atuendo moro: Reduán, si te acuerda, que me diste la palabra que me darías a Jaén en una noche ganada; Reduán, si tú lo cumples daréte paga doblada, y si tú no lo cumplieses desterrar te de Granada y echar te en una frontera do no goces de tu amada. Reduán le respondía, sin demudarse la cara: «si lo dije no me acuerdo, mas cumpliré mi palabra.» Reduán pide mil hombres y el Rey cinco mil le daba. Por esa puerta de Elvira se sale gran cabalgada: Cuánto del moro hidalgo, cuánta de la yegua baya, cuánta de la lanza en puño, cuánta del adarga blanca, cuánta de marlota verde, cuánta aljuba de escarlata, cuánta pluma y gentileza, cuánto capellar de grana, cuánto bayo borceguí, cuánto lazo cual esmalta, cuánta de la espuela de oro, cuánta estribera de plata. Toda es gente valerosa y experta para batalla; en medio de todos ellos el Rey Chico de Granada. Míranlos las damas moras de las torres del Alhambra; la Reina mora, su madre, desta manera hablaba: íqAlhá vaya contigo, hijo, Mahoma vaya en tu guarda, y te vuelva de Jaén con mucha honra a Granada!» O este otro, en que asistimos al dramático fin de unas fiestas y torneo: Afuera, afuera, afuera; aparta, aparta, aparta, que entra el valeroso Muza cuadrillero de unas cañas. Treinta lleva en su cuadrilla Abencerrajes de fama conformes en las libreas azul y tela de plata:


de listones y de cifras travesadas las adargas, yeguas de color de cisne con las colas encintadas: Atraviesan cual el viento la plaza de Bivarambfa, dejando en cada balcón mil damas amarteladas: Los caballeros Zegrís también entran en la plaza; sus libreas eran verdes, y las medias encarnadas. Al son de los añafiles traban el juego de cañas, el cual anda muy revuelto, parece una gran batalla: No hay amigo para amigo, las cañas se vuelven lanzas, mal herido fue Alabez y un Zegrí muerto quedaba: El Rey Chico reconoce la ciudad alborotada, encima de hermosa yegua de cabos negros y baya: con un bastón en la mano va diciendo: «aparta, aparta». Muza reconoce al Rey, por el Zacatín se escapa: con él toda su cuadrilla no paran hasta el Alhambra; a Bivataubin los Zegrís tomaron por su posada: Granada quedó revuelta por esta cuestión trabada. * * *

Llegados a este punto, —después de leer y releer y quedar embebidos de la obra de Pérez de Hita —, ¿qué mágicas resonancias, qué misteriosa asociación de ideas une Alcoy y Granada? ¡Alcoy, Granada,..; Granada, Alcoy! Binomio maravilloso de ecos ancestrales comunes: de co-

lorido y de luz; de arte y de fantasía; de historia y de leyenda que nos apretuja y hermana al conjuro del Islam en España. Curiosa amalgama la nuestra y la de nuestro carácter: porque Alcoy, levantino por la geografía y por el clima, catalán por su progresismo, industria y formas de vida laboral y social, es, por contraste, meridional, andaluz y «granadina» en sus Fiestas. Un puente de vivencias, sentimientos y valores espirituales, —no por invisible menos real—, une, por encima del espacio y del tiempo, Alcoy con la Granada pretérita y aun actual. Por ello, entiendo que ninguna ilusión y deseo más legítimos, en un alcoyano, que pasar ese puente —uno más entre los muchos con que ya contamos—, llegando al otro extremo, no desconocido del todo por presentido a! través de nuestras Fiestas, Granada es o debiera ser un pre-sentí miento en todo alcoyano ilustrado. Visita obligada de todo «festero» con curiosidad intelectual, Meca de sus primeras salidas al exterior, —en busca de su otro «yo» igual y distinto a la vez—, debería ser la ciudad del Darro y de la Alhambra. Y, finalmente, una sugerencia al «Instituto Andrés Sempere»: ¿Por qué no poner o recomendar la obra de Pérez de Hita como libro de lectura en escuelas y colegios, máxime habiendo una edición escolar «ad hoc», (2) perfectamente adecuada a los fines pedagógicos, —formativos e informativos*-, y presentada en cuidada impresión, caracteres grandes y bellas ilustraciones? (3). (1) (jin is Pttrz di Hita. - -giurras Cirtttí St §n «oda.. - Pri mera pa rte.-Reproducción de la edición príncipe del año 1 J9J.-Edición crítica deflnitivi, con introducción, notas y aparato documental, publicada por Paula 'Blancbard Dcnoujf (Junta de Ampliación de EstadiosJ.-iWnJriii, (jfj. (1) 'ífiirrríU CWÍB ít iff-dtimJi]..- Primera parte.-Colección Libros de Epopeya.-Editorial 7, D. D.-Banrrítum, Í9M. (3) Ys en prensa este original, llega a mis manos, en reciente publicación, una obra que, de forma casi cxháustica, estudia U historia y desarrollo del tema «morisco-granadino* en las literaturas nacional y extranjeras. Tema tan fértil, recorre un largo peripío a través de los más variados y numerosos autores sin qne, hasta el presente, se halle agotado.-illim'ii Scl(¿*J Cormj-t-ü l'rjviii, -El JHoro lie granada tu la titnatvra. fDt! sigla XV ni XX]-. Revista de Occidente, Wadrtá, i»ss.


El día de San Jorge en Alcoy por Fray JUSTO PÉREZ DE URBEL TRAVESÉ unos bosques de pinos, crucé unas gargantas, y creí haber descendido varios siglos atrás, respirar el ambiente de nuestra historia de la Reconquista. Sin embargo, estaba en Alcoy. Conocía ya el Alcoy industrial y activo, ese pueblo de las chimeneas humeantes y los crujientes telares que, rodeado de tierras grises y estériles, se ingenia para vivir con el esfuerzo de un trabajo alegre y entusiasta, _que es ejemplo para toda España. Pero no conocía a Alcoy en sus fiestas tradicionales, cuando las lanzaderas callan y enmudecen los martillos; cuando las músicas estremecen las calles, y no hay casa que no esté cu-' bíerta de colgaduras, y la gran plaza aparece iluminada con millares de bombillas y adornada y .festoneada con kilómetros de cintas y papeles multicolores. Y en medio de estos preparativos, y entre Ea algarabía y el estruendo que ponen en sus regocijos las ciudades levantinas, suenan los cañonazos que dan comienzo a la fiesta. Es la fiesta de Moros y Cristianos, recuerdo de sucesos lejanos, conmemoración de gloriosos heroísmos. Tal vez no sea exacto decir conmemo-, ración ni hablar de recuerdo. En realidad Alcoy vive su gesta, se emociona con ella, vuelve a realizarse algo tan gozoso, tan sensacional que quedó grabado para siempre en el alma popular. Parece como si los que ahora transitan por las calles no fuesen estos honrados obreros, que en un día ordinario acuden puntuales a su fábrica, sino los guerreros que en lucha peligrosa alejaron para siempre de la ciudad el peligro moro. ¿Cuándo fue eso? Es cosa que no tiene importancia. Los más eruditos saben que hubo un Rey Jíamadq Jaime el Conquistador, que en su tiempo la ciudad, recién liberada de la Media Luna, volvió a caer en poder de los moros,.pero que los cristia-

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nos reaccionaron y en un asalto victorioso, en que se hizo visible la protección de San Jorge, se apoderaron definitivamente del castillo. Pocos son los que sabrían dar todos estos detalles; pero todos viven el hecho como algo permanente y actual, todos se sienten complicados en el drama lejano que decidió la suerte de Alcoy para muchos siglos. Parece como si por unas horas cobrasen nueva vida los personajes que intervinieron en la gesta. Se les ve cruzar por las calles con sus vestidos anacrónicos, con su fiera altivez, con su aire retador. Son los adalides moros y los paladines de la cruz, caballeros templarios y cultivadores del campo convertidos en soldados por el ardor de su fe; mujeres con ímpetu de amazonas y clérigos que empuñan la espada convertidos en intrépidos guerrilleros La multitud los conoce y los designa con nombres familiares a todos los oídos Avanzan los caudillos moros y hasta los niños saben que el más forzudo es A!-Azrach, que junto a él camina el gran Zulema, y que entre sus huestes se distinguen e! valiente Reduan, el heroico Abrahim y el gigante Alabes, Con su corona de cabellos blancos pasa Mosén Torregrosa, tan fervoroso para decir la Misa como forzudo para derribar enemigos en el portillo de la muralla, uno de los héroes más ilustres de aquella epopeya local. De pronto os encontraréis con un adolescente vestido de blanco. Una diadema le rodea la cabe-


za y una coraza le defiende el pecho. Es el Walí de los alcoyanos, el protagonista de la fiesta, el glorioso mártir San Jorge, que con su protección poderosa aseguró la victoria a los cristianos conjurando inminentes peligros y desbaratando ejércitos innumerables. Todo este regocijo de Alcoy se organiza en su honor,, todo este despilfarro de músicas, de cantos, de pólvora, de luces, de sedas, de gracia y de color se dirige al celeste vencedor, patrono de las armas de Aragón y Cataluña, Hay un personaje mudo, que concentra las miradas de la multitud. Es el castillo. Su mole se levanta en un ángulo de la plaza con sus muros almenados, su puerta ojival, sus estrechas saeteras y la torre del homenaje. Allí se desarrollan los momentos más emocionantes de la acción. Primero, el asedio de la fuerza mora. Empieza con cumplidos diplomáticos. Diálogo entre el embajador moro y el capitán cristiano. Promesas y amenazas; arrogancias y desafíos. Viejos versos, que denotan varias generaciones de existencia, que permiten encontrar centenares de apuntado. res si los interlocutores titubean. De las palabras se pasa a los hechos. Los turbantes trepan hasta las almenas, y bien pronto en el más alto torreón flamea el estandarte de la Medía Luna. Unas horas más tarde la acción se repite a la inversa. Es el embajador cristiano quien avanza hacia el foso montado en blanco corcel. La justicia exige que no haya derramamiento de sangre sin antes parlamentar. Las palabras resultan tan inútiles ahora como la vez anterior. El enviado cristiano acaba declarando una guerra sin cuartel: «—Vendré a humillar tu arrogancia. —Vendrás a exaltar mi honor. —Vendré a vindicar mi fama. — Vendrás a ver tu ignominia. —Vendré a postrarte a mis plantas. —Vendrás a ser el tapiz de las huestes mahometanas.» Se reanuda el ataque. Hay una lucha denodada por una y otra parte. Unos caen sin vida; otros son sacados por los camilleros del campo de batalla. La sqerte continúa indecisa hasta que un estallido de luz, una nube arrebolada y cegadora anuncia la llegada del mancebo celeste. Es San Jorge que llega en su caballo blanco. Su presencia reanima las fuerzas desfallecidas de los cristianos. El mismo lanza sus flechas con mano infalible. El alcaide moro rueda por el suelo atravesado el corazón; sus huestes huyen desmoralizadas, lanzando al aire un grito en que dan a entender su asombro y su terror; «¡Hualí, Hualí!». Llenos de entusiasmo los cristianos aclaman a su libertador, ¿Pero quienes son los que luchan en la descomunal contienda? Los alcoyanos mismos, todos los alcoyanos, los jóvenes y los viejos, los pobres y los ricos, los artesanos y sus patronos, los abogados y cuantos tienen una carrera lo mismo que los que cuentan únicamente con la habilidad de sus manos para vivir. En este día todos son iguales, y es posible que un obrero sea el capitán de su jefe o del propietario de la fábrica en que trabaja. Un hijo de Alcoy está encuadrado desde que nace en el ejército moro o en el cristiano y hereda su puesto en una «comparsa», juntamente con el uniforme que ha , de llevar, ese uniforme que es un tesoro familiar, que se guarda con, mimo en el arca, que se renuev.a y enriquece constantemente, que hace cada año más vistoso, para contribuir a aumentar el esplendor del gran regocijo anual.

La «comparsa» es como un nuevo hogar para el alcoyano. Cada uno ama la suya con pasión y está unido con los demás miembros de ella con lazos de compañerismo y afecto, que transcienden a los actos de la vida cotidiana. La comparsa tiene un aima, que funde a cuantos la componen y hace que todos trabajen por realzar su prestigio en la riqueza de los atuendos, en la novedad de las almas, en la bravura para el combate, en el garbo para el desfile. Verlos desfilar es uno de los momentos más pintorescos y emocionantes de las fiestas. Imposible imaginar la variedad y opulencia de los trajes, de los ritmos, de las músicas, de los cantos y de las actitudes. Cada «comparsa» lleva un nombre distinto, nombre a veces caprichosamente evocador; y con el nombre cambia también el uniforme. Y cada comparsa lleva su banda propia. Docenas de comparsas, docenas de bandas, docenas de trajes distintos, bellos, ricos, multicolores. Rompe la marcha el héroe coronado de aquella lucha, Mosén Torregrosa, que fue en la gesta de Alcoy lo que el Obispo don Jerónimo en la hueste del Cid, Llega sonriente, con su hopalanda negra y roja, con su birrete solemne, con su melena abundante. Le sigue el capitán cristiano: túnica blanca engalonada, manto azul, yelmo resplandeciente y espada desenvainada y junto a él el Alférez con su veste adornada de castillos y leones. Vienen a continuación las mesnadas de la cruz: las comparsas cristianas: los Andaluces, que se distinguen por su montera calada, su chaquetín corto, su manta de colores al hombro recordando a los bandidos de Sierra Morena; los Asturianos, en cuyo uniforme predomina el color rojo de los mantos y los gorros; los Cides, vestidos de verde y azul; los Labradores, con gorro de piel y faja colorada; los Guzmanes, cubiertos de hierro y de brocado; los Vascos, en quienes se destaca la túnica y el capuchón blancos; los Mozárabes, que recuerdan en sus vestiduras la sangre del martirio; los Navarros, orgullosos de su boina roja y su manto azul; les Tomasines, cuya indumentaria nos recuerda la de los petimetres del siglo XVI11 y los Montañeses, que avanzan con su zurrón y sus vestidos de pieles. Más vistosas son todavía las vestimentas de los moros. (Todos llevan turbantes). Todos desfilan arrogantes, en filas de seis fondo y el arma en la diestra: lanzas con sus banderines, altas picas, pesadas porras, bastones campestres, corvos alfanjes, hachas, trabucos, espadas, mosquetes, espingardas Y entre los guerreros se mezclan de cuando en cuando tas carrozas fantásticamente adornadas en que sonríen las más bellas mujeres de la ciudad, dando su encanto propio a la alegría de la fiesta. Una carroza lleva a la esposa del caudillo cristiano, rodeada de sus . damas y sus hijos; en otra admira el público el harén del Bajá, otras llevan a la reina de las amazonas con toda su corte. Y entretanto las bandas tocan sus músicas tradicionales, las flores llueven desde los balcones, el público aplaude en las tribunas y en las aceras, y en el aire vuelan papeles multicolores con versos que cantan las hazañas de los tiempos pasados y las virtudes de trabajo, de fe, de optimismo de los alcoyanos que supieron crear este espectáculo único, rebosante de luz y colorido, henchido de gracia y poesía para exaltar sus tradiciones cívicas y religiosas, y para no olvidar nunca que, con moros o sin moros, la vida es lucha, y debe ser vivida denodadamente, según el bello ejemplo de sus antepasados.

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RESPONSO N poco más de un año se nos han ido para siempre dos de nuestros mejores amigos y entrañables compañeros de Junta Directiva de la Asociación de San Jorge Mártir. La muerte de don Emilio Ortolá Jordá y de don José Monllor y Aura nos ha sumido en un profundo desconsuelo, pues aunque es muy humano el sentir la definitiva ausencia de. aquellos seres a los que hemos estado unidos largos años en una tarea común o por simple relación social, en este caso, tan legítima condolencia queda transida de amargura porque la pérdida de estos dos extraordinarios /esteros nos deja bajo la triste y penosa impresión de que algo muy representativo para nosotros ha desaparecido para siempre, y para el medio ambiente de las comparsas dos personalidades de una simpatía, de una autoridad y de un señorío de imposible sustitución. La simpática y popular figura de don Emilio Ortolá no se nos borrará jamás. Aun parece que le estamos viendo en el pequeño departamento de la propia Iglesia de San Jorge destinado a Secretaría y de reunión de la Directiva. Aun le estamos viendo encorvado sobre la mesa, laborando siempre sin desfallecimiento alguno, obsesionado en la tarea de cuidar minuciosamente hasta los más nimios detalles de la organización de las fiestas y de administrar con escrúpulo los bienes de la Asociación. Sólo levantaba la cabeza, abandonando unos segundos su quehacer, para contestar con su peculiar vivacidad y gracejo a la chinita lanzada por cualquier compañero ocioso. Sus afanes de buen «festero», de fervoroso devoto de San Jorge, no conocían el cansancio ni tenían límite ni reposo alguno. Siempre el trabajo, la abnegación, el sacrificio y la renuncia a toda expan-

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sión en aras de la idolatría que sentía por el Alcoy de sus amores. La Providencia premió la entereza de su carácter y la profunda religiosidad de su corazón al elegirle como celoso guardador de la reliquia de San Jorge, salvándola de la llamarada destructora del año 1936. De don José Monllor, de este otro entrañable amigo cuya muerte ha causado un luto general, todo cuanto podamos decir en este postrer homenaje a su memoria, será una pobre elegía de sus muchos merecimientos. En la sociedad alcoyana, consternada por su pérdida, ha dejado un hueco sin reparación posible. Pertenecía don José Monllor a una dinastía de personas dotadas de tan excelentes prendas de carácter que parece destinada a extinguirse. Sobresalía tanto sobre el común de las gentes por el señorío de su carácter, por la exquisita manera de comportarse profesional y socialmente que era como un superviviente de un mundo aristocrático que vivimos y soñamos en nuestra mocedad. Su manera de ser cautivaba, disculpando siempre la flaqueza del prójimo con la sonrisa del hombre inteligente y de gran experiencia. Todo lo comprendía y perdonaba con bondad delicada y fino humorismo. Si en la sociedad alcoyana ocupó relevantes cargos, sí en su carrera de abogado que tanto amaba tuvo resonantes éxitos, si era decano del Colegio de Abogados, para nosotros era un festero sin par en el que se vinculaban estas virtudes de hermandad y convivencia que tanto estimamos entre los alcoyanos devotos de San Jorge, Para nosotros, los /esteros, don Emilio Ortolá y don José Monllor eran dos alcoyanos insignes, dos figuras señeras con los que se nos ha ido un pedazo de corazón. Ellos que tanto se estimaron en vida y que piadosamente pensando gozarán de la presencia de Dios, verán con alegre alborozo que sus ideas de hermandad persisten en nosotros hasta el extremo de que les rindamos este sentido homenaje en la misma página del Programa de Fiestas por el que tanto se preocuparon, que les recodamos juntos sin distinción alguna, como merecen dos buenos camaradas que se esforzaron en vida acortando las diferencias que separan a los hombres de Dios en otros ambientes. Pedimos a nuestros lectores y festeros que nos acompañen rezando un Padre-nuestro por el eterno descanso de sus almas. B


Panel, de Vicente Mcstrer que figura en el salón de Cortes de \i Generalidad de Valencia

La Villa Real de Alcoy, en las Cortes del Reino ON la brevedad que requiere el espacio de que disponemos, vamos a tratar cíe! papel desempeñado por Alcoy en la gobernación del Reino de Valencia, en la gloriosa época foral, que comprende casi quinientos años, desde la Reconquista por Don Jaime 1 de Aragón, hasta la abolición de los fueros por el francés Duque de Anjou, nieto de Luis XIV, que reind en España con el nombre de Felipe V, Sabido es que los pueblos pertenecían a señores particulares, a comunidades o al Rey, con dependencia distinta según el desdoblamiento de los derechos dominicales. Así pues y según a quien estos derechos pertenecían, se" denominaban de

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señorío o de realengo, conociéndose los últimos con eJ honroso título de ciudades o villas reales. Alcoy no fue donada en principio a ningún señor y juró los fueros del reino en las Cortes celebradas en Burriana por Alfonso 1 de Valencia (III de Aragón), a X de las calendas de octubre de 1286, representando a la villa real los ciudadanos Raimond de Sant Climent y Jaume Parent. Poco después cambió el régimen jurídico de la villa de Alcoy, cedida en 1291 por Jaime II en franco alodio al gran almirante Roger de Lauria, al que, por privilegio de 1297, se le confirióle! mero imperio sobre su señorío. A partir de entonces fueron señores de Alcoy


sucesivamente los hijos del héroe, Roger y Berenguer de Launa, su viuda Doña Saurina de Entenza, su hija Doña Margarita, el marido de ésta Don Nicolás de Janvila, marqués de Terranova, el rey Don Pedro el Ceremonioso, su esposa la reina Doña Leonor de Ciciíia, sus hijos los reyes Don Juan 1 el Cazador y Don Martín el humano y el conde de Luna. El 16 de mayo de 1447, por privilegio dado en Ñapóles por el rey Alfonso III el Magnánimo (V de Aragón), fue incorporada la villa de Alcoy a la Corona. Desde aquel momento varid totalmente la vida pública del municipio, que si perteneció hasta entonces a individuos de la más alta nobleza del reino e incluso, a título personal, a príncipes y reyes, desde aquel momento se coloco en un primer plano, teniendo voto en Cortes formando parte del brazo popular o rea!, juntamente con las más importantes ciudades y villas. Las poblaciones con voto en Cortes del Reino se hallaban clasificadas en tres grupos. ALCOY pertenecía a !as de primera clase, juntamente con las ciudades de Valencia, Alicante, Játiva y Orihuela y las villas de Alcira, Castellón, Morella, Onteniente y Villarreal; a la segunda: Ademuz, Alpuentc, Burríana, Castellfabib, Jérica, Jijona, Penáguila, Peñíscola y Víllajoyosa, y a la tercera: Algemesí, Beniganim, Callosa, Carcagente, Cándete, Corbera, Ollería, Onda, Viüanueva de Castellón y la Yesa En la Diputación de la Generalidad los dos diputados del llamado «Bas Rea!» correspondían uno a Valencia y otro por turno a las ciudades y vtilas de primera clase, entre las que figuraba la de Alcoy, uno de cuyos jurados desempeñó en distintas ocasiones tan importante cargo. En el salón de Cortes del palacio de la Generalidad de Valencia se hallan representados en

sendos paneles los Brazos Eclesiástico y Militar o Noble. Los componentes del Brazo Real están distribuidos en varios cuadros, figurando en uno de ellos los síndicos de las poblaciones de primera clase, con bonetillos y gorgueras del siglo XVI, que los distinguen de cuatro «intrusos» puestos posteriormente con indumento distinto. Todos ellos ostentan sobre el hombro izquierdo la chía, distintivo de su jerarquía, consistente en una beca de grana de unos veinte centímetros de ancha, que cae en partes iguales sobre el pecho y la espalda y remata en bollones circulares. Entre dichos síndicos figura el de la villa real de Alcoy en la segunda fila, ocupando el cuarto lugar, a contar de izquierda a derecha. ¿Quién pudo ser ta! personaje? Este panel fue pintado por Vicente Mestre, que terminó su obra a principios de 1593, por lo que, si dichas figuras representan a tos procuradores en las últimas Cortes, que fueron las reunidas en Monzón por Felipe II (I de Valencia) de mayo a noviembre de 15S5, el síndico de Aicoy retratado en el palacio de la Generalidad es Luis Juan Martí, que en tai concepto formó parte del Brazo Real. Tan alto llegó el prestigio cíe la ciudad de Alcoy en todo el reino y fuera de él, que el famoso escritor judío Miguel de Barrios, conocido por Samuel Leví, en su obra «Coro de las Musas» publicada en Bruselas en 1672, inserta la siguiente estrofa: «Entre las contestarías poblaciones Alzira deve al Tyrio la belleza: Elche obtuvo cesáreos esquadrónesi Tiene con Regio voto Alcoy nobleza...» FRANCISCO DE P. MOMBLANCH Director de Nómero del Centro de Cultura Valenciana.

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SOLEMNES CULTOS QUE AL ESCLARECIDO Y EXCELSO PATRONO

SAN JORGE MÁRTIR DEDICA SU ANTIGUA ASOCIACIÓN EN UNIÓN DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE ALCOY

AÑO 1957 ORDEN PE LOS C U L T O S MARTES 23 de Abril.—A las diez de la mañana se celebrará la procesión, a la que asistirán los festeros y cofrades, a fin de acompañar la Imagen del Santo Patrón, desde su Iglesia a la Parroquial de Santa María. A continuación y en la misma Parroquia, SOLEMNÍSIMA MISA MAYOR, Interpretándose por "La Coral Polifónica Alcoyana" la 2.* Pontifical del maestro Perossi y al ofertorio el "Exsultáte jústl In Dómino", a cuatro voces mixtas, de Viadana, estando encargado del panegírico a San Jorge, un elocuente orador sagrado. Como final del acto, se cantará el Himno "Insigne Mártir" por todos los fieles. MIÉRCOLES 24 Abril, hasta el 26 inclusive.—Solemne Triduo de cuarenta horas en honor de nuestro Santo Patrono, exponiéndose Su Divina Majestad a las nueve da la mañana, Por la tarde, a las siete y media, rosario, meditación, letanías al Santo, sermón por un elocuente orador sagrado y reserva, finalizando con los Gozos e Himno "Insigne Mártir". Los tres días por ia fundación de D. Enrique Hernández. DOMINGO 28 de Abril.—A las cinco y media de la mañana y en el Castillo Instalado en la Plaza de España, se celebrará una Misa rezada, a la que se Invita a todo Alcoy y de una manera especial a las Comparsas y Cofrades de la Asociación. LUNES 29 Abril.-FESTIVIDAD DE SAN JORGE MÁRTIR.—A las ocho de la mañana, en la Iglesia del Santo Patrón, tradicional Misa de Comunión con plática, por el muy Ilustre Sr. Doctor D. José Zahonero Vivó, Canónigo de la Colegiata de San Bartolomé de Valencia, a la que deberán asistir todos los asociados. A las diez y media, las Comparsas de los Capitanes y Alféreces de uno y otro bando, los Gremios, Comisiones, Junta Directiva de esta Asociación, Reverendos Cleros, Autoridades Civiles, Militares y de! Movimiento, acompañarán, desde la Iglesia de! Santo Patrón a la Parroquial de Santa María, la Reliquia de San Jorge y a continuación SOLEMNÍSIMA MISA MAYOR, en la que el pueblo de Alcoy, ante la Imagen y Reliquia de nuestro Invicto Patrono, testimoniará su fe y religiosidad, Interpretándose por "La Capilla Nueva del Iris" la 1," Pontifical del maestro Perossi y al ofertorio se cantará el "Walí, Walf" del maestro Espl, estando encargada del panegírico del Santo Mártir, el orador del Triduo. Concluirá el acto cotí el Himno "Insigne Mártir" cantado por todo el pueblo. PROCESIÓN GENERAL—Por la tarde, a las cinco y media, suntuosa y solemne procesión, en la que tomarán parte las Comparsas, Gremios, Comisiones, Devotos, Mayorales. Junta Directiva de la Asociación, Reverendos Cleros, Autoridades, Excmo. Ayuntamiento y un piquete del Regimiento de guarnición en esta plaza, con objeto de devolver a su Iglesia la Imagen y Reliquia de nuestro Santo Patrono. Una vez llegada a ella, se dará a besar a los fletes la Reliquia del Santo. MIÉRCOLES 1 de Mayo.—Durante todo el día y en la Parroquia de Santa Marta, estará expuesta Su Divina Majestad, por las Intenciones de don Carlos Gosalbez Barceló, JUEVES 2 de Mayo.—A las once de la mañana y en la Iglesia del Santo, se celebrará una Misa de Réquiem por los asociados difuntas. JUEVES 2 de Mayo, hasta el día 5 inclusive.—Durante todo el día y en la Parroquia de Santa María, estará expuesta Su Divina Majestad. OÍA 2; en sufragio de doña Rosa Ivorra Planes. DÍA 3; en sufragio de doña María Pascual Bfanes. DÍA 4; en sufragio de don Santiago Maíalx Valls y doña Dolores Pastor López. DÍA 5; por las Intenciones de don José Glsbert Domínguez. EN LA IGLESIA DE SAN JORGE.—El día 22 de Abril estará expuesta Su Divina Majestad, en sufragio de don Roque EspE Plcher. El día 6 de Mayo, estará expuesta igualmente S. D. M., en sufragio de don Miguel Paya Pérez, Marques de San Jorge. Desde ei día 1 al 9 de Mayo Inclusive, a las ocho y cuarto de la mañana, se celebrará Misa y Novena en honor de nuestro Santo Patrón, MOTAS.—A los niños y niñas que nazcan al día 23 da Abril y sean bautizados con al nomb™ del Santo Patrono, se les regalará una líbrela del Monte de Piedad con la primera imposición de 100 Celan) pesetas. El SOflTEO DE MEDALLAS entre los asociados, se celebrará el domingo di'a 14 de Abril, a las once de su mañana, en la Iglesia de San Jorge. Dicho acto será público. En la Iglesia del Santo Patrono, a las ocho y media y diez y media de la mañana, todos los domingos y días festivos, Misa de Comunión. Todos los días, una hora antes del toque de almas, se reza el Santo Rosarlo y se lee una meditación propia del tiempo. Los días 23, se celebra misa, a las ocho y media y ejercicio vespertino en honor al Santo titular con Exposición y Bendición de Su Divina Majestad, Los días 9 de cada mes, Hora Eucarístlca para Impetrar del cielo la pronta beatificación del penitente Casimiro Barello. La Asociación ruafla a todos los verdaderos amantes de nuestra tradición, se Inscriban en la misma para poder mejorar y aumentar los cultos de nuestro primer Patrono y glorioso salvador de Alcoy,

A. M. D. G, et S, G.


Foto: Luis Matarredona

Aquel Alcoy del siglo XIII por CAMILO B. LINARES

¿Cómo era Alcoy, hace 681 años, cuando AlAzraq, el célebre caudillo moro, quiso tomarla y perdió la vida en el empeño? He aquí una pregunta que nos habremos formulado más de una vez y que, hoy, para satisfacción nuestra y de los que se interesen por la Historia de nuestro pueblo, vamos a tratar de dejar cumplidamente contestada. Alcoy, por aquel entonces, no debía tener, urbanisca y demográficamente hablando, más importancia de la que concederíamos en la actualidad a un puñado de casas que, dando forma a media docena de calles, se agrupasen en torno a un castillo, iglesia, o cualquier otro punto de referencia. Empezaba Alcoy donde hoy se levanta la parroquia de Santa María. Aquí, según datos que se han podido probar, existía una puerta, la de San Cristóbal, que constituía una de las entradas y salidas de la entonces Villa. Detrás de ella, ya dentro del recinto amurallado, estaba la calle del mismo nombre, ahora del Pintor Casanova, que debió tener, poco más o menos, la misma longitud y disposición que la actual. A mano izquierda de esta calle —al parecer ta calle principal por ser la más ancha y, a la vez, ser la calle residencial de la nobleza de aquellos tiempos—, entre ésta y la llamada «deis Argadíns», en nuestros días del Carmen, abríase un espacio destinado a «fossar» o Cementerio, que son los terrenos que ocupan en la actualidad la parroquia y la plaza del maestro Jordá. Frente a este espacio, a mano derecha, estaba la calle de «la CoviN, posteriormente del Ingenio, más tarde del Caracol y ahora de San Bartolomé, al final de la cual estaba la puerta de este mismo nombre o de Penáguila. La calle de San Antonio existía ya entonces aunque, por lo que se desprende, con otra denominación. Igualmente, la de San Miguel, cuya parte alta, se llamó de las Carnecerías, con la puerta de Luna al final, y cuya parte baja, la parte que

va desde la plazuela donde se halla enclavado el Museo Municipal —antigua Casa de la Villa, ya en el siglo XIV— a la de la Virgen de !os Desamparados, se llamó de la Iglesia porque, en esta última estaba la iglesia de la Villa, la primera que tuvo Akoy, y de donde debieron salir para e! combate, después de oir la Santa Misa, los alcoyanos de entonces, con mosén Torregrosa al frente, al tener noticias de que las huestes musulmanas atacaban la puerta de San Marco, donde hoy se levanta la iglesia de San Jorge. También la calle de la Virgen María data de aquellos tiempos, así como Buida-oli Estas, con otras que todavía perduran, formaban lo que se llamó barrio de Sintia, con la puerta así denominada mirando a! barranco del Sinc o Sint, como se llamaba entonces. Al final de la calle de la Virgen María, en el lugar conocido por «portal de Algezares», estaba la puerta del Castillo, conocida también con el nombre de puerta de Cocentaina. En una plazuela que aun hoy podemos ver mediada la calle de la Virgen María, nos es dable situar la primera Casa de la Villa que tuvo Alcoy y, junto a ella, el primer Hostal o Posada, refugio de mercaderes y punto de reunión de los alcoyanos. Esto era Alcoy en el siglo XIII. Como es lógico suponer, y así lo han demostrado los estudios llevados a cabo al efecto, Alcoy hallábase cercada por una muralla y defensas de fábrica con sus correspondientes torres y almenas, entre las que recordamos ahora la Hamada torre de Fraga, en lo que hoy son escuelas del Ave María, la de Navalora, en el callejón de las Comedias, la de Argadíns, en la iniciación de la calle del mismo nombre y otras que sería prolijo enumerar puesto que Alcoy, en aquella fecha, contaba con ocho puertas y trece torres. De todo aquello, bien poco es lo que nos queda, sí descontamos algunos pequeños vestigios que, poco a poco, el tiempo y los hombres van acabando con ellos.


Foco; Palacio

La fiesta de Reyes en el Preventorio por J. CUENCA MORA

E

NSARTADA en el collar tradicional e histórico que fulge sobre ia dalmática festera, luce la perla del Preventorio su irisación ideal como gala de sí misma y de la voluntad colectiva y heroica que la creo, Ternura y compenetración informan esa joya humanitaria que conjuga el heroísmo del vivir con el del soñar; la tradición del trabajo con la de los puros sentimientos. El abril alcoyano es como un pórtico que abre la Naturaleza para que ta primavera del espíritu penetre, con vigorosa savia, en el mundo de una belleza artística con ritmo y leyenda, nostalgia y colores. Original y estilizada esta gran dignidad a San jorge, derrama, como en un sueño barroco, la filigrana de sus virtudes; ramaje arterial que expande con ideas activas la corriente pura de su cálido amor. Uno de estos amores inmensos, el amor a los niños, posibilitó el Preventorio en nuestra ciudad e hizo viable que el reverendo señor don Cirilo Tormo pusiera en práctica las fuerzas de un sentimiento y de una idea que la Junta Provisional, que é! dignamente preside, tratan de llevar a cabo por el más noble de los caminos. Por esta llama inextinta se sacrifican Médicos, Hermanas, Jóvenes Auxiliares, en santo y noble ejercicio. Por este amor todas las actividades alcoyanas palpitan en colaboradora y entusiasta ventura. Por este cauce que fecunda la ayuda a los enfermos niños, luchan héroes anónimos y románticos adalides.


Foto : Palacio

Gesta de caballerosidad; consecuencia espiritual de la historia alcoyana que une al clamor de una reconquista y su victoria, la práctica expresión de un firme cristianismo. Con esta fuerza moral, hermosa y nueva a cada instante, no era de extrañar que llegada la fiesta de los Reyes, día por excelencia de los niños, el Frente de Juventudes y la «Peña Manola» del Círculo Industrial, se desplazasen en magnífico cortejo hacia el lugar del Preventorio. La vida es casi una continua fiesta de Reyes; una espera constante en aquello que escribimos en la carta de nuestras inquietudes y desvelos. El juguete, portador elocuente de la ofrenda a los niños, hablaba a sus mentes, pobladas de fantasía, lo que no puede decir la masilla expresión. Gritos de entusiasmo; llantos de emoción. Alegría infinita que pasaba inundando de una fuerza desconocida las galerías recónditas del alma. Tres realezas, símbolos del poder y de la gracia, rindieron en la Capilla del Preventorio, adoración a! Supremo Rey, a la niñez de Dios, que llevaba tierna y aromada, la humanidad divina recién venida al mundo. E¡ Niño-Dios, desde aquel momento, parecía hacer partícipe a la infancia de su propia grandeza, proclamando nuevamente, desde el sagrado portal, los privilegios del respeto y del amor que deben observarse hacia los niños, los cuales al nacer llevan la gracia divina, sellada en sus frentes inconscientes que sueñan. Pocas cosas hay tan hermosas, tan dulces y enternecedoras como la profunda gratitud de un niño. Los ojos de un pequeño, verdaderos oradores del alma, dicen con una mirada lo que sólo saben decir los santos y los justos. Los tres personajes reales, seguidos de su brillante escolta, inundaron de vistosidad, de color y de ilusión, los patios y los corredores del Preventorio, dejando impreso en el ambiente ese misterio venido de lo incognoscible que llenaba de no sé qué cosas el alma, hasta hacerla pensar en el poder inquebrantable del amor. Lps Reyes Magos llevaban en ese día al Preventorio, el más bello mensaje de nuestra ciudad; la voz de esta tierra alcoyana, que, en su fiesta mayor, resucita heroísmos y habla con el pasado para recibir de él, experimentada, la moral de las nuevas conquistas y la espera de las horas inmortales, que son aquellas en que el hombre realiza con la sociedad un trato eminente de comprensión, de tolerancia y de mutuo afecto.


El alma de n u e s t r a s fiestas por CARLOS MATAIX O puede faltar, mientras pueda físicamente mi modesta contribución literaria, mejor diría mis impresiones acerca de las fiestas de S. Jorge, en el programa oficial de las de 1957. En verdad que las fiestas del patrón de todos los pueblos, suelen revestir acontecimientos de grandes solemnidades, sobre todo si la organización corre a cargo de las Autoridades y Corporaciones Oficiales. Pero las tradicionales y religiosas fiestas de San Jorge Mártir, de Alcoy, tienen un sello característico que las distingue de las demás celebraciones. Es verdad que la organización corre a cargo de la Junta Directiva de la Asociación de S. Jorge, entidad en que la autoridad civil y la eclesiástica, sienten siempre los mismos anhelos de coadyuvar a los esfuerzos de la Directiva y ayudan en todos los órdenes para superarlas cada año, como lo van consiguiendo ininterrumpidamente.

N

Digno de elogio es, en general la disciplinada conducta de todas las comparsas de Moros y Cristianos, que se sujetan a las normas del Alcalde de Fiestas y Junta directiva, componiéndose las comparsas de productores y empresarios, que en los días de fiestas sobre todo, sienten la caridad fraterna y no son más que ftsttrs, rivalizando unas comparsas con otras en el noble afán de superarse con entusiasmo, para conseguir dar mayor realce y colorido a todos los actos de las fiestas. . En todos los números de los tres días de moros y cristianos ponen los ftsters todo su entusiasmo, su lucidez y su marcialidad, para dejar una grata impresión en la enorme población forastera que nos honra visitando nuestra ciudad, vestida y engalanada en tan fastuosos días donde la vista se recrea en el colorido de los trajes y uniformidad de movimientos de moros y cristianos y los oídos se deleitan con las armonías de las múíti-


pies músicas que tienen a su cargo todas las comparsas. * ** También los alcoyanos que vivimos en otras ciudades y pueblos, porque los azares de la vida nos han encaminado a salir de Alcoy, sentimos verdadera nostalgia al acercarse las fiestas abrileñas. En Madrid el año 1918, en que nos reuníamos en esta capital, un núcleo de alcoyanos y alcoyanistas (no nacidos en Alcoy pero conocedores y amantes de nuestras fiestas y costumbres) concebimos Ja idea de fundar la «Asociación de San Jorge Mártir de Madrid» que ha continuado hasta el presente, reuniendo gran número de socios, aumentando con la población escolar de nuestra Universidad y Escuelas de Ingenieros y Arquitectos; Asociación que hoy cuenta con un altar propio, una hermosa escultura de San Jorge Mártir; celebrando solemne Misa cantada el 23 de abril, sesión general después de la Misa en la Sala Capitular de las Comendadoras de Santiago y banquete el domingo siguiente al 23. Nuestra pujante Asociación, contribuye a los gastos del 23 de mayo del «Sanatorio de la Asunción, Mariola», acuerdo tomado en asamblea genera! de 1956. También funciona con gran número de socios, por la proximidad a nuestro Alcoy, la «Asociación de San Jorge Mártir de Valencia*, que también tiene su número en la lotería de Navidad, para ayudar al sostenimiento de ia Asociación y a las obras caritativas que desarrollan. Nos consta que hay gran número de alcoyanos en Barcelona, acaso mayor que en Madrid, que no han llegado a fundar Asociación de San Jorge Mártir. De Oviedo, a donde no habían llegado nuestras gestiones, nos sorprendió una foto publicada, creo que en «Ciudad», de un núcleo de Alcoyanos y alcoyanistas, (sobre 28) a la salida de la Misa mayor del 23 de abril de 1956. Seguramente, Bilbao, Sevilla y bastantes capitales tendrán población alcoyana, reforzada por los eventuales, estudiantes, etc. Seguramente, con iniciativas de dos o tres alcoyanos que tomaran el asunto con interés, podrían fundarse muchas Asociaciones de San Jorge no tan solo para la celebración de una Misa el 23 de abril, sino para poder ejercer la caridad fraterna sobre algunos alcoyanos que eventualmente necesitaran una protección, recomendación, etc. Nuestros compatriotas tienen la palabra y cuenten siempre con las orientaciones que podemos darle Madrid y la trascendencia que estas asociaciones, dan a la Asociación madre y oficial de nuestro Alcoy. Madrid, febrero 1957.

Fabricante: G. B A R C E L O ESPI ALCOY


El resto .

del año por FRANCISCO ABAD

ADA año, durante tres días, brillan en Alcoy bajo la luz abrileña, los cascos, corazas y espadas de los tiempos de la Reconquista; las finas sedas árabes destacan sus colores vivos y [3 música y el ruido de los disparos resuenan por las calles. Durante las noches de esos tres días, luce radiante el iluminado estilete de nuestro campanario El forastero que llega a Alcoy, se siente pronto arrebatado por esa alegría sana y primitiva de la tradición y cree hallarse en un mundo distinto, diferente, al que habitualmente vive. Y es tal !a impresión que le producen estas bellísimas fiestas, que corre el peligro de partir de nuestra ciudad, con la falsa imagen de una Arcadia feliz, donde todo es alegremente fácil, y nada cuesta excesivo esfuerzo. No es la primera vez que oigo hablar de Alcoy, como si su industria fuese un don o un regalo del que disfrutan sus habitantes, como un hijo de familia rica que hereda a sus parientes. Quien así piense, debiera quedar aquí unos días, después de que las fiestas acaben, esperar a que tesen los últimos disparos del alardo y a que se esparza la suave niebla de la aparición de .San Jorge; debiera esperar a que sean arriadas las banderas y a que ios últimos pasodobles extingan sus notas para así poder penetrar en la entraña de Alcoy, en la esencia íntima de sus hijos, que es precisamente de donde emerge el sentido de las fiestas que han acabado. Cuando enmudecen las armas y callan ¡as marchas dianeras, surge otra música, menos intensa; pero más constante. Es la música inacabada que durante el resto del año sonará en Aicoy: El rumor de sus telares. El es el himno de sus hombres. La canción de cuna de los niños, la melodía que oyen sus mujeres.

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Corno !as buenas sinfonías que cuanto más se escuchan, mejor se aprecian, así e! rumor de los telares, que se oye, siempre, lejos de cansar acaricia el oído y sirve de sedante, penetra en la persona y deja e! alma llena de nostalgias, al alcoyano que por algún motivo ha de fijar su residencia, lejos de su tierra. Y tan habitual es ese rumor, que cuando el domingo calla, parece como si faltase algo, como si se hubiese dado un salto en el vacío, Pues es el telar, casi sangre de la sangre de los hijos de Alcoy, comunión de sus hombres; pan suyo, no sólo en e! sentido corriente de la acepción, sino en el de integridad, totalidad y plenitud Rumor de telares Todo el misterio de Aícoy está ahi. Tres días se despereza la ciudad al son de las dianas; 362, al de las sirenas de las fábricas. Tres días se ven los trajes moros por nuestras calles. E! resto de los días se verán los monos azules del Trabajo. Yo he querido en un programa dedicado todo él a hablar de los días de fiesta, rendir un pequeño homenaje al resto del año, gracias al cual Alcoy es Alcoy, y sus moros cristianos la hermosa fiesta que nunca nos cansamos de vivir. Y en ese resto del año, un homenaje ai obrero que vuelve a su hogar cansado y ennoblecido por el trabajo, al hombre de empresa que empieza su labor diaria a la misma hora —a veces antes — que sus subordinados, a la pequeña obrera que todos hemos visto desaparecer por la tortuosidad de una callejuela empinada, camino de la fábrica cuando aun es tenue la luz de la mañana. Yo quisiera rogar a quienes nos visitan que no se marchen pronto, que esperen unos días más. Que no por menos vistoso es menos bello, el Aicoy que queda cuando las fiestas acaban.


San Jorge de Francia por ADRIÁN MIRÓ S sintomático para un alcoyano representarse la figura de su señor San Jorge como ese «caballero a lo divino» de que habló Don Quijote, jinete sobre niveo corcel y asaetando a los despavoridos moros. Quizá el San Jorge con el dragón de la antigua leyenda pueda tener también para él un aire digno y verosímil. Lo ha visto en multitud de estampas y en cuadros ilustres. Hasta puede que en el Museo del Prado le haya llamado la atención un barbudo San Jorge de Rubens, tan insólito para su piedad alcoyana. Lo que sí es capaz de hacerle fluctuar la cabeza y llenarle el ánimo de inquietud es contemplar a un San Jorge aldeano, buen viñador, patrono de la uva, portador de un fragante racimo en esa mano esEs realmente curioso este San Jorge francés, forzada que nosotros imaginamos vibrante de saetas. Sin embargo, tal es la imagen de las pro- patrono de la uva. La ofrenda que nosotros hacesiones del pueblecito francés de Vernet, en el cemos en pólvora, la hacen aquí en vino, A tal cantón de Casset, un San Jorge viti-vinícola que santo, tal reverencia. En los alrededores de Montse pasea ante los campos prometedores y bajo el lucon —en las aldeas de Desertines, Marmígnolles, cielo pródigo de un 23 de abril. Huríel— la más hermosa de las muchachas del En genera], para los buenos agricultores fran- pueblo lava amorosamente, lentamente los pies ceses Monsieur Saint-Georges está vinculado a de la imagen, después las piernas, por fin ¡as pelos viñedos, a esas tierras en sazón que harán zuñas de su caballo pero no con agua —¡sería para brotar el encanto del «beaujofais», del sanguino- ellos un sacrilegio!— sino con vino, con el más lento «muscadet», del suave y perfumado «rosé», suave de los zumos que les haya producido la gede todos esos vinos que la dulce Francia ha hecho nerosa madre tierra. ¡Ah, sobre este San Jorge viñador y hortelano esplendor para regalo de los más exquisitos paha tejido el folklore francés las más sabrosas hisladares. Desde fuego no podemos olvidar que el nom- torietas! Una de ellas nos parece un reflejo de bre «Jorge» significa, en su etimología griega, «la- esas consabidas y antiguas pugnas entre dos puebrador», hombre de la tierra, del «geos» Pero no blos vecinos. Se cuenta que el San Jorge de la es esa la explicación que aquí cabe dar. El buen parroquia de Mancey (distrito de Buxy) invitó al pueblo de los agricultores nada sabe de etimolo- San Jorge de la parroquia de Messey, el pueblo gías ni términos cultos. Para interpretar este pa- aledaño, en un día de vendimia. El pobre San tronazgo quizá sea la conjetura más viable el pen- Jorge de Messey quedó tan maravillado al consar que es precisamente en abril —la fecha de templar tan ubérrima cosecha que a duras penas nuestro santo— cuando más temibles son las he- pudo regresar a su iglesia, antes de la misa del ladas, cuando el demonio del frío es capaz de alba. Contrariado por el papel que tuvo que redetener la floración y la plena subida de la savia presentar ante sus feligreses al llegar de madrua los pámpanos y los brotes. Es entonces cuando gada a su lugar, absorto aún por la belleza de5 los labradores, temerosos y aprensivos, invocan a campo vecino, pidió al buen Dios que helase las los santos del día, buscando su paternal apoyo, viñas de Mancey, cosa que el buen Dios decide como niños medrosos. Y, como niños, se enfadan de vez en cuando, ante las iras de los desconsolay gritan cuando el santo les vuelve la espalda per- dos campesinos que ven desplomarse ruidosamitiendo que la escarcha y las inclemencias del mente sus esperanzas, como ídolos rotos. ¡Cosas tiempo den al traste con todas las esperanzas. Es del S. Jorge de Messey! Indudablemente el pueblo, de ver entonces el ardor que el campesino francés el sencillo pueblo de siempre, tiene a veces una pone en su contrariedad. En Thurissey por ejem- manera muy pueril de concebir las cosas del cielo. plo, (distrito de Saone-et-Loire) las gentes acosEste es, pues, Monsieur Saint-Georges, el San tumbradas a llevar procesionalmente a San Jorge Jorge de Francia. El celestial jinete que en Alcoy cada 23 de abril hasta su capillita en pleno aire li- venció a AUAzraq y que luchó al lado del rey bre, señoreando los campos y las haciendas. Pero si Don Jaime, como un guerrero más, en Mallorca los viñedos han sido maltratados por las heladas, o en el Puig de Valencia es en estas latitudes un perdida ya toda la fe en su granazón, la imagen buen viñador, un «satnt de glace» como aquí lladel Santo es expuesta en un viñedo y las gentes, man a los patronos relacionados con las heladas, con un sentimiento primitivo de desquiciada hu- un devoto exponente de las gracias y desgracias manización del símbolo, en su secular «patois» le del vino. Evidentemente, el pueblo tiene sus gedicen: «Georges, Georges, agá (mira) le mau (el nialidades. mal) q' te nous os fa (que tu nos has hecho)». París, 1957

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PROGRAMA OFICIAL DE LAS SOLEMNES FIESTAS Y CULTOS QUE, EN CUMPLIMIENTO DEL VOTO POPULAR DEDICA ALCOY A SU INSIGNE Y CELESTIAL PATRONO SAN JORGE, ORGANIZADOS POR SU ANTIGUA ASOCIACIÓN EN UNIÓN DEL EXCELENTÍSIMO AYUNTAMIENTO DE ESTA CIUDAD.



Actos benéficos organizados por las Comparsas durante los días de Fiestas Día 28 de abril. JUDÍOS, reparto de comidas a los enfermos dt la barriada. Día 29 de abril. MONTAÑESES, almuerzo a los niños del Orfelinato de San Jorge. GUZMANES, visita y obsequio a los enfermos en el Hospital. NAVARROS, almuerzo a los acogidos en la Casa Asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y extraordinaria comida a los presos. CIDES, comida extraordinaria en la Casa Beneficencia, LLANA, almuerzo a los niños y niñas de las Escuelas del «Ave María». ABEN CERRAJES, comida a los necesitados del Barrio de Caramanchel: DOMINGO MIQUES, obsequios a tos niños y niñas de las Escuelas de Algezares. VASCOS, misa a las once en San Roque, y a continuación comida a los niños y niñas del Hogar de Nazaree, con reparto de juguetes. REALISTAS, desayuno a los niños y niñas necesitados de la calle de San Miguel. MAGENTA, almuerzo a niños y niñas del Patronato y Escuelas del Tosa!. VERDES, visita a la casa de Reposo Manola La Asunción, CHANO, visita al Asilo de los Ancianos Desamparados. MOZÁRABES, después de la Misa, almuerzo a los niños y niñas de la Parroquia de Santa Rosa. A mediodía comida a los necesitados del citado barrio. Día 30 de abril VASCOS, almuerzo a los desvalidos del Asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y reparto de regalos. TOMASINAS, comida a todos los asilados de los distintos centros benéficos. ANDALUCES, almuerzo a los asilados en la Casa Beneficencia. Día 1 de mayo. BERBERISCOS, almuerzo a los niños y niñas del Patronato de San Vicente.

Comparsas y Bandas de Música que toman parte en nuestras Fiestas Bando Moro LLANA, Unión Musical de Alcoy. JUDÍOS, Unión Musical de Anna. DOMINGO MIQUES, Nueva de] Iris de Alcoy. CHANO, Unión Musical Contestan» de Cocentaina. VERDES, Unión Musical de-Llanera de Ranes. MAGENTA, Unión Musical de Puebla del Dux. CORDÓN, Unión Musical de Muro del Alcoy. LIGEROS, Agrupación Musical de -Jereza. MUDEJARES, Escuela Musical de Ollería. ABENCERRAJES, La Primitiva de Alcoy. MARRAKESCH, Ateneo Musical de Corbeta de Alcira. REALISTAS, Unión Musical de Beniarrés, BERBERISCOS, Unión Musical de Gorga. CAPITÁN MORO: Realistas. ALFÉREZ MORO: Berberiscos, Bando Cristiano ANDALUCES, Musical Santa Cecilia de Guadasuar. ASTURIANOS, Unión Musical de Ador CIDES, Musical de Ráfol. L A B R A D O R E S , Unión Musical de Potop de la Marina. GUZMANES, Musical de Penáguila. VASCOS', Unión Musical de Luchente. MOZÁRABES, Unión Musical de Alfarrasí. ASTURES, Centro Musical Filarmónico de Adzaneta de Albaida. NAVARROS, Corporación Musical Beniatjarense. TOMASINAS, Unión Musical de Gayanes MONTAÑESES, Unión Musical de Lorcha. CRUZADOS, La Lira Almusafense. CAPITÁN CRISTIANO: Labradores' ALFÉREZ CRISTIANO: Guzmanes.


AB R l i 2 1 A las diez de ta mañana, con volteó general de campanas y como prefacio y símbolo de la magnificencia de las próximas fiestas, tendrá lugar el típico y tradicional acto denominado

LA

GLORIA

Abrirá marcha un escuadrón de clarines, seguido de los Heraldos de la Ciudad, y a continuación formarán un festero de cada comparsa con sus atavíos apropiados, y al son de típicos pasodobles y marchas, desfilarán por las principales calles de la población.

Finalizado este acto GRAN TRACA. Al anochecer, inauguración oficial de la FERIA E ILUMINACIONES y a continuación, en la Plaza de España, Concierto Musical A B R I L 23 A las diez de la mañana, será trasladada la imagen de nuestro Santo Patrón,

SAN JORGE MÁRTIR desde su Iglesia a la Parroquia de Santa María, donde se ha de celebrar la solemne MISA MAYOR concurriendo los festeros, cofrades, Junta Directiva de la Asociación y Autoridades, finalizado este solemae acto GRAN TRACA MASCLETA. A las cuatro de la tarde, en el Campo del Collao, COPA SAN JORGE y a las nueve treinta de la noche,

GRAN TRACA JAPONESA

A B R l L 24

A las siete y media de la tarde, en la Parroquia de Santa María, primer día del T R I D U O en honor dei Santo Patrono, Exposición de S. D. M., rosario,letanías al Santo, sermón por un orador sagrado y reserva, finalizando con los Gozos e himno a SAN JORGE. Por la tarde, en la Plaza Mayor, grandes funciones de Teatro Guiñol y Marionetas a cargo de Maese Villarejo, de Madrid. A B R I L 25 Por la tarde, en la Plaza Mayor, continuarán las funciones de Teatro Guiñol y Marionetas.

AB RIL 27. A las cuatro y media de la tarde, FIESTA DEL PASODOBLE


por las bandas de música de comparsas que se inscriban para este concurso, terminando este desfile en la Glorieta. Se otorgarán DIVERSOS PREMIOS a las bandas mejor calificadas. A las nueve de la noche, será disparada GRAN TRACA VALENCIANA. A las diez, la clásica Nit de l'olla en todos los locales de las comparsas. Después de la cena, desfilan los componentes de las mismas, desde sus respectivos centros hasta la Plaza de España. Abrll 28 Comienzan los actos con que Alcoy conmemoro, anual y suntuosamente, una brillante gesta de la época de la Reconquista, con sus inimitables fiestas de

MOROS Y CRISTIANOS A las cinco y media, en el Castillo, se celebrará una Misa rezada. Al toque del Alba, seis de de la mañana, a los acordes del Himno Nacional y con volteo general de campanas, es izado el estandarte cristiano en la más alta torre de la simbólica Fortaleza, y, después de rezar el Sargento cristiano el Ave María, da principio e! primer acto de nuestros tradicionales festejos con la atractiva PRIMERA DIANA gran manifestación de nuestras fiestas, en la que toman parte las comparsas de los bandos Moro y Cristiano, con sus veinticinco bandas de música. A las diez de de la mañana, forman las fuerzas cristianas en la Plaza de la Virgen de los Desamparados, iniciándose, desde allí, la

ENTRADA DE CRISTIANOS que recuerda, en un brillantísimo desfile, la diligencia con que los alcoyanos acudieron a la defensa de la plaza amenazada, concentrando las fuerzas de los caseríos vecinos. A la misma hora, el representante del entonces Alcaide de la Villa se dirige desde la fortaleza, con su séquito, para esperar al Capitán de Cristianos, a quien entrega las llaves de! Castillo, apéase el Capitán delante de la Iglesia de San Jorge, donde es recibido por el representante del histórico personaje Mosén Torregrosa, y después de orar brevemente en el templo, implorando de San Jorge el triunfo de sus armas, continua este acto de gran ostentación de los Caballeros de la Cruz. A las tres y media de la tarde, las fuerzas mahometanas efectúan con gran fastuosidad la ENTRADA

DE MOROS


acto del más puro sabor árabe, que maravillosamente evoca el sitio puesto por las fuerzas del caudillo Al-Azraq, a nuestra antigua villa cuando con soberbia indomable se levantó contra D Jaime I, rey de Aragón. Esta Entrada es un magnífico alarde de propiedad y riqueza, de brillantez yr pintoresquismo. Escuadras de esclavos negros, prisioneros cristianos, carrozas con hermosas odaliscas, aguerridas formaciones islámicas, orgullosos jinetes, toda la pompa del Oriente reflejada en este desfile de color, lujo y grandiosidad histórica. A las siete de la tarde, P A S E O G E N E R A L en el que toman parte las comparsas de los bandos Moro y Cristiano. A las once de la noche, SERENATAS Y DIVERSAS ACTUACIONES en distintos puntos de la ciudad. Abril 29 FESTIVIDAD DE SAN JORGE MÁRTIR A las siete de la mañana, SEGUNDA DIANA. A las ocho, Misa de Comunión en la Iglesia del Santo, con plática y asistencia de todos los asociados. A las diez y media, se acompañará procesionalmente desde la Iglesia de San Jorge a la Parroquia de Santa María, la reliquia del Santo. A las once, en la Parroquia de Santa María SOLEMNÍSIMA MISA MAYOR a gran orquesta y con panegírico, terminando con el Himno de San Jorge. A las tres y media de la tarde, las comparsas de Moros y Cristianos acompañan hasta el Círculo Católico de Obreros a todos los asilados en centros benéficos de la localidad, para presenciar los actos de fiestas, siendo obsequiados al final con un chocolate. A las cinco y media, con objeto de devolver a su Iglesia la Reliquia e Imagen de San Jorge, se verifica la PROCESIÓN GENERAL con asistencia de las comparsas de Moros y Cristianos, fieles, invitados, Gremios, Cleros, Junta Directiva, Autoridades civiles y militares, Jerarquías del Movimiento y el Excmo, Ayuntamiento, al llegar la imagen a la calle de Santo Tomás, apoteósico recibimiento del Santo y Reliquia, dándose a besar a continuación.


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Abril 3O A las siete de la mañana tiene lugar el CONTRABANDO por las comparsas de Andaluces y Labradores. A las nueve y media, y como preludio de la batalla que ha de librarse, se despliegan en guerrilla todas las comparsas, por distintas calles de la ciudad. A las diez, cesa el fuego y se posesionan del Castillo el Capitán y Alférez cristianos con sus comparsas, verificándose acto seguido la ESTAFETA. El Capitán moro ordena a un oficial, monte en brioso corcel y exija la rendición de la plaza. El caudillo cristiano rechaza la pretensión- Concedido el parlamento y llegadas las fuerzas ante la Fortaleza se verifica la EMBAJADA DEL MORO terminado el parlamento se provoca por los cristianos !a GRAN BATALLA que finaliza con la victoria, asalto y toma del Castillo por e! ejército moro. A las cuatro y media de la tarde, Estafeta y Embajada del Cristiano seguida de la Batalla que es adversa para el bando moro, y, arrojado éste de !a fortaleza, es izada de nuevo la enseña de la Cruz. Y a las nueve en punto de la noche, a los acordes del Himno Nacional, interpretado por todas las bandas de música, tiene lugar la A P A R I C I Ó N DE SAN JORGE sobre las almenas de la Fortaleza, entre nubes de incienso y en apoteósica visión de luces y de color. Moyo día 1 A las diez de la mañana, Competición Comarcal de Campo Través II COPA SAN JORGE, organizada por el Frente de Juventudes, con participación del equipo local Campeón Provincial, que tan buen papel ha desempeñado en los Campeonatos Nacionales. A las once de la noche GRAN CASTILLO DE FUEGOS ARTIFICIALES. NOTAS.—El Museo y Biblioteca Municipal, permanecerán abiertos por la mañana, en los días de Fiestas. Las Entidades locales y del Movimiento organizarán diversos actos en los días antecedentes a las fiestas de Moros y Cristianos. Estas competiciones deportivas y culturales serán anunciadas en programas aparte.


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