REVISTA FESTES ASJ - 1958

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Portada, Blas Silvestre Jefe Estado Español Alcaldía da Alcoy, Enrique Ollfa Móitti Editorial, Dír-ectiva A. S. J. M:i ; Crónica da Fiestas, Francisco Boro nat Picó Intensidad testera, S. O. El vell carrer de Sant F ranease, Otjrdl Valor . .. Alcoy: Geografía y raza, Juan M. Agudo Valdés Sobre el origen de nuestras fiestas, Camilo 8. Linares >íE(rtpé';Íá8:PI¿sta*:y el teatro", : ¡también tierté, ;TT¿5;rt>aiín)aS y' iin-ffeni»,. Salvador Doménech Uanír¡s::'^:''¡ v:-:;!';;! El gran^ AimJrattté fioger de Lauria, primer. Señor üti;}m¿$«>:/i;:!'':;-: ;• -[i'-i-FriancIscOide:^; P/lomblanch ''''•::!:::í:'i;:":'::-;: Casa Municipal de Cultura Vocabulario testero, Luis Matarredona Ferrándiz Clamor, Adrián Espf VoldésAmbiente. -:'":.:• ":•'•'••'."-:' '••'• Pr»sencia'h¡síórlcá,José:Za'fx)nero Vivó :A3[;(a¿:y^,: Roii^tfó; Fierrúí Juryes. S. D. B. VI Concurso Fotográfico 1957 José Carbohell:Sápcíai J: :V.: J. Suspiros del Serpis, pasodoble, José Carbonell García Nuestras autoridades, Asociación de San Jorge San Jorge en el arte pictórico, José Crisanto López Granada, escenario festero, Antonio Revert Cortés ,.;-, Buceando en el archivo,,, ••'.'•''•. :'-- ','•'•

Trazos, Ji-Oís^Terüt:-: ,'::;; ,

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.tres generaciones -:•'":••: ': •:'.'••'•'. Actos benéficos La ayuda, Luis Lluch Garín ; / : . . : ; :.. Plenitud emptívá:de la fiesta al ¿aya ni,: José Cueiiíía Mora : ; '•:•['•:'._''•: Paradoja y resurrección de la Edad Media en Alcoy, Ernesto '-;'."•:. '.'- . ' ;' :La:Qrídén ::•'_ :'• . Sintonía dé tá noche de abríl,: José Antonio Cortázaí .; '* Ei Sant Jordiet de hace 50 años, Rafael García ' : ] : ' , " • Página gráfica, Nicolás Müller L'anciá fester, Joan Valls Jordá Actos Religiosos Programa de los actos de Fiestas

Fotos: Studio, Pé-ez Blette, Crespo, Bernabeu, Matarredona, Hernández, Pérez Jordá, Paya Aura, Campos, Pérez Aracil. Sanus, Martí, Müller, Laboratorio Azul, Oltra y Archivo Asociación de San Jorge, Dibujos; Castañar, Guarlnos, Silvestre, Valor, Candela y Mora Proyecto: Comisión Programa y Propaganda de ia Asociación de San Jorge Mártir de Alcoy. Impresión: Talleres Gráficos de Papeleras Reunidas, S, A,, con papeles especialmente fabricados para esta edición.


Foto Jalテウn テ]gel

Francisco Franco, Caudillo de Espaテアa


¡í todos los años podemos proclamar gojosameníe el profundo impacto de nuestras fiestas en el paisaje de U ciudad y de España, todos los años también, al levantarse esta torre del vigía de las mismas, que es nuestro programa, queremos dedicar unos mí* ñutos a la meditación, con el fin de pensar en vo3 alta sobre este misterio entrañable de poesía v de historia que son las fiestas de ffllcoy. £s un hecho indiscutible que, año a año, nuestra apoteosis Testera en honor de San Jorge cala más profundamente en el alma del pueblo y. se abínca más airosa en el corajon de la geografía española, y que, año a año, también, se adivina, en esa cinta sutil en que se desenvuelve el heroico panorama de /Iboros y Cristianos, un progreso lento y seguro, un avance claro bacía las playas de la perfección. Cada vej —es preciso confesarlo con alegría—, la fiesta gana altura, adquiere tono rotundo, y. logra, en definitiva, una constante superación. pero quiero insistir en mis palabras de anteriores años, que no son más que expresión de ese anhelo que sentimos todos —"Alaes" y especia» dores, protagonistas y público—, de buscar las cimas de la más alta y pías* tica granajón festera, para intentar borrar, con entrañable amor, las ligeras sombras que aun pudieran empalidecer el rostro alegre de nuestras fiestas mayores. j£s preciso la obra de todos para que la perfección sea el símbolo de nuestro juego histórico; para que podamos culpar, con hilo de oro, una tradición viva y palpitante con una belle3a actual y exigente. £>i la fiesta fue siempre elegancia y hermosura, hemos de procurar todos —porque todos estamos comprometidos en la misma empresa— decantarla día a día en los más puros manantiales de la gracia popular y la estética más acuciante. £nríque €>ltra JlDoltó alcalde t Jtít local del JIDovímittifo x.


EDITORIAL ESDE que en 1940 fue bendecida la actual imagen ecuestre de San Jorge y quedó colocada sobre un altar improvisado, falto de elegancia y solidez, transcurrieron varios años durante los cuales todo buen alcoyano se habrá preguntado más de una vez: ¿cuándo se construirá un altar digno del Santo como él se merece?, ¿hasta cuándo durará esa ostensible discrepancia entre la magnificencia de la Imagen y la pobreza del altar? La Asociación tuvo que resolver antes otros problemas de restauración—propios de toda postguerra— y pasó el tiempo sin poder atender esta cuestión tan importante, hasta que, por la Comisión especial —Junta de Reconstrucción— se elaboró el proyecto, se iniciaron las gestiones y llegaron los hechos con lentitud y laboriosidad. Lo que un día fue anhelo colectivo, es hoy una tangible realidad a la vista de todos. El altar, concluido, instalado e iluminado, de estilo bizantino, rico y suntuoso, tallado en madera por el mismo autor de la imagen - el artista valenciano don José Rabasa—, quedó inaugurado solemnemente en la tarde de! 22 de noviembre del pasado ano, con asistencia de tas Autoridades locales, Junta Directiva de la Asociación y numerosos asociados, testeros, devotos y alcoyanos todos, AI día siguiente se celebró la primera Misa rezada en el nuevo altar. Con ello se ha dado un paso definitivo para la completa restauración interna de! templo titular de San Jorge. Y sin más preámbulos te presentamos, caro lector, el Programa de hogaño que recoge —como siempre— afanes y sentires, historia y tradición, ideas y proyectos en torno a los magnos festejos de este pueblo singular, Aquf tienes este volumen nuevo que la Asociación se enorgullece en editar anualmente como fndice y exponente —cada vez más depurado y perfecto— de la exaltación lírica, meditación filosófica e investigación histórica a que son propicias las partes integrantes del cuadrfptico ALCOY - ABRIL - SAN JORGE RESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS, a través de las colaboraciones literarias —totalmente gratuitas— de una pléyade de entusiastas alcoyanos y a I coy an izantes que tienen a gala y honor aportar humilde y generosamente cada ano su óbolo en honor de nuestro Santo Patrón. Aícoy. abril da 1958 LA JUNTA DIRECTIVA de la Asociación de San Jorge Mártir

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Crónica de Fiestas del año 1957 por FRANCISCO BORONAT Picó Cronista de Fiestas

ACEMOS honor a la verdad si decimos que las Fiestas del presente año se desarrollaron con toda corrección, siendo un motivo de alegría para el cronista reconocerlo así. Todos los actos se llevaron a cabo con un orden admirable. La GLORIA celebróse el domingo de Pascua de Resurrección, acompañada de buen tiempo, resultando este magnífico Pregón de nuestras Fiestas irreprochable en todos los sentidos, por lo que felicitamos a todos los glorieros y a ambos Sargentos Mayores, El desfile, además de airoso y bello, se llevó a efecto con toda rapidez, ya que antes de !a una y media, había terminado el acto. Creemos que es materialmente imposible hacer la GLORIA con menos tiempo del empleado en este año. Los Heraldos de la Ciudad, que abren marcha en este acto, estrenaron sus uniformes de gran riqueza y propiedad. La primera DIANA, alegre y radiante rae como siempre, con tiempo encapotado pero sin llegar a molest;:ar. i.-r-fcTT^nAr^AC' 1, Las ENTRADAS resultaron sumamente bellas, perfectas y deslumbradoras. Fue una verdadera lástima que la de Cristianos se viese perturbada por torrenciales y reincidentes chubascos que, claro está, aguaron la fiesta. No obstante hubo tal deseo en el bando cristiano de hacer las cosas bien, que soportaron tanta inclemencia con optimismo, reorganizándose rápidamente apenas el tiempo cedía un poco en su contumaz propósito de malograr el desfile. Hubo Comparsa, como la de Montañeses, que no interrumpió su marcha ni aún en los momentos de


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más copiosa lluvia. Gallarda actitud que, a su paso, premiaba el público con simpatía y aplausos calurosos que alegremente compartían los Montañeses y su banda de música que tampoco desertó en este desenfadado reto a la lluvia. La ENTRADA DE MOROS fue magnífica, aunque teniendo todos el corazón en vilo por Ea traza amenazadora de los negros nubarrones que la escoltaron desde el principio hasta el fin, pero que, afortunadamente y a pesar de tan temerosos presagios^ la cosa no pasó de ahí acabando el acto sin incidencias y con tiempo más que suficiente para la celebración del Paseo General. Por la circunstancia de que en el presente año la Pascua de Resurrección cayó el día 21 de abril, no dando tiempo por consiguiente para crear el clima necesario de fiestas con los «ensayos» y «entraes», la Asociación de San Jorge acordó aplazar las Fiestas hasta los tres últimos días del mes. Esto dio lugar a que el 23 de abril, día propio de San Jorge, a las diez de la mañana se celebrase con toda solemnidad la procesión de traslado de la Imagen de San Jorge desde su Iglesia titular a la Parroquia! de Santa María, donde se celebró a continuación una solemne Misa Mayor a la que asistieron las autoridades, festeros y feligreses que llenaban por completo las majestuosas naves de Santa María. El sermón de homenaje a San Jorge lo predicó nuestro paisano el Reverendo don José Botella Martín, Vicario de San Jorge, que como buen alcoyano glosó con sentimiento y ternura las excelencias de nuestro invicto Patrono y la gratitud y acendrada fe que por él sentimos todos los alcoyanos. La Misa fue cantada magistralmente por la Coral Polifónica Alcoyana. El triduo en honor de San Jorge lo predicó el doctor don José Zahonero Vivó con palabra elocuente y certera. En el panegírico del día 29, festividad trasladada del Santo, el Dr. Zahonero glosó la vida de nuestro Santo Patrono con tal abundancia de datos inéditos, al menos para este pobre cronista, que le rogamos encarecidamente resuma la magnífica oración sagrada en forma de artículo para publicarlo en el Programa del año próximo y puedan núes-


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Accésit VI concurso: Benjamín Pérez

tros lectores conocer la gigantesca proyección que tuvo en toda Europa la vida de nuestro celestial protector. La PROCESIÓN del retorno de la Imagen y Reliquia del Santo a su Iglesia titular fue una verdadera manifestación del fervor y la piedad alcoyana a su Santo Patrono que fue constantemente vitoreado. La entrada de San jorge en su templo resultó magnífica, escoltado por todos los festeros situados en ambas orillas de la calle de Santo Tomás y que con sus hachas encendidas, iluminaban con fantásticos colores la Imagen y el cortejo. El volteo general de campanas, la proyección en el espacio de ruegos de artificio que dibujaron delicadas y vistosas combinaciones de polícroma luz, y la presencia de miles de alcoyanos, todo ello constituyó un acto de fe y de fervor popular de un vigor y grandeza indescriptibles. Acto seguido se dio a besar a la muchedumbre la Reliquia del Santo mientras se entonaba el «Insigne Mártir». EMBAJADAS—Fueron declamadas magistralmente por nuestros Embajadores oficiales de ambos bandos, oyéndose perfectamente en toda la plaza por la magnífica instalación de altavoces propiedad de la Asociación. Al final de cada una de ellas, el público, como siempre, aplaudió con entusiasmo a los Embajadores. ALARDO.—La bélica contienda se llevó a cabo con el estruendo apetecido y con la acostumbrada brillantez, si bien por la tarde molestó un poco una fina y pertinaz lluvia. La APARICIÓN.— Afortunadamente fue espléndida y maravillosa, habiéndose dado un gran avance en la preparación técnica de esta apoteosis al sustituir los antiguos y rudimentarios procedimientos (que, si bien eran susceptibles de alcanzar el esplendor apetecido, no ofrecían seguridad y garantía como ocurrió el año pasado), por luces fluorescentes de diversos colores combinadas con humo artificial impulsado mecánicamente, con lo que ha mejorado extraordinariamente este acto emotivo y encantador. Felicitamos


Foto: José Crespo

Foto: Remigio Oltra

a todos los Sres. que han intervenido en la realización del nuevo procedimiento, particularmente al arquitecto don Roque Monllor, Asesor Artístico de la Asociación. NIÑO SAN JORGE.—Ostentó la simbólica representación de San Jorge el niño Carlos Silvestre García, que muy gentilmente asistió a todos los actos, comportándose con graciosa gravedad. Culminó su actuación al aparecer sobre las almenas del castillo montando brioso corcel, disparando certeras flechas sobre la morisma aterrada, y demostrando con esta precoz habilidad que no en balde es descendiente de una dinastía de entusiastas San Jordiets CARGOS O DIGNIDADES FESTERAS.-Ostentaron el cargo de Capitanes: por el bando cristiano don Bernardo Blasco Pastor, de la comparsa Labradores; y por el bando moro don José Tormo Nácher, de la comparsa Realistas; y el cargo de Alférez lo desempeñaron: por el bando cristiano don Francisco García Verdú, de la comparsa Guzmanes; y por el bando moro don Juan Sanz Francés, de la comparsa Berberiscos. Las ESTAFETAS —Las estafetas fueron magníficas, sobre todo la de la tarde en la que el jinete supo dar emoción a la épica carrera. Fueron tos jinetes Juan Senabre Picó y Federico Vilaplana Vidal por los moros y cristianos respectivamente. De MÚSICA.—En el Concurso de marchas moras y pasodobles que anualmente organiza nuestro Excmo. Ayuntamiento con el fin de enriquecer nuestro archivo musical de fiestas, fue otorgado e! premio a la marcha mora titulada «Ibn Jafaixa» de la que es autor D. Enrique Castro Gamarra. CONCURSO DE PASODOBLES.-Se adjudicó el primer premio del grupo A a la banda Municipal de Ollería, titular de la comparsa Mudejares; y del grupo B a la banda Unión Musical de Jeresa, titular de la comparsa Ligeros. MASCLETÁ Y CASTILLO DE FUEGOS ARTIFICIALES.—La mascletá del día de San Jorge fue soberbia, como asimismo el castillo de fuegos artificiales, tan vistoso, completo y bonito, que no hay que pedir más. Verdaderamente no estábamos acostumbrados a presenciar en nuestra Plaza de España un alarde pirotécnico de tanto rumbo, por lo que felicitamos al Alcalde de Fiestas Sr. Furió, Y hasta el año que viene en que, seguramente, será otro compañero con más enjundia y galanura quien les cuente a Vds. cómo fueron las fiestas. Accésit Vi concurso: José Crespo


Intensidad festera Las Fiestas de Moros y Cristianos son realidades palpables en Abril, gracias a una serie de factores solerrados e intangibles que actúan durante iodo el año: un conjunto de fuerzas e ilusiones, ideas y sentimientos, climas y ambientes que suman un algo concreto llamado "festerismo". El festerismo, como fenómeno sicológico, del espíritu —con raices históricas y religiosas—, es intermitente y variablef al revés de los físico-matemáticos, de la materia, la mayoría de cuyas leyes son constantes. El fesíerismo íiene sus altibajos a través del tiempo y alcanza distintos niveles que representan el grado de intensidad fesíera. Si un fesíímetro imaginario lomase el pulso a las Comparsas y a la Junta Directiva de la Asociación —una Comparsa más—, nos daría una serie de cifras que, reducidas a FU media aritmética, se trocarían en doce valores —expolíenles de la cuantía de cada mes— represeníables mediante un diagrama con un par de coordenadas cartesianas o en la forma del gráfico que insertamos Las valoraciones que se indican en el mismo, si teóricamente no son exactas, prácticamente son muy aproximadas y proporcionan una idea bastante cabal de la intensidad festera en el devenir de un año. S. D.


ACARONANT SOMNIS D'AMOR

El vell carrer de Sant Francesc per JORIM VALOR

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nostra cíutat noestágens sobrada d'estudis literáris. Els seus escriptors, en general, han LApreferit eixir de l'ámbit casóla i escriure de coses alienes al sen esperit autócton. No ha hagut ací eixe regust de lo propi que dicta les saboroses pagines sobre e! carrer del Petritxol barceloní ais selectes esperits de Apelles Mestre i Joan Maragall, veíns que foren de l'esmentat carrer de la Barcelona vella. Pot ser eixe esme s'haja pres per no ferir susceptíbilitats en tractar directament de coses reals. Pero amb el pecat va la penitencia si així fos, perqué no ens ha quedat n i n gún document huma de l'Alcoi del passat com ara, amb gran documentado d'Arxiu, esta fent En Rafel Coloma amb les seues monografies donades a conéixer en «Ciudad», L'esperit aleóla está desvetllant-se en l'actualitat grácies a aquest benemérit setmanarí i es d'esperar que Hnstitut Alcoiá de Cultura «Andreu Sempere» sápia encausar la tendencia a redressar el maltfet de temps anteriors. Qué sabriem de la Barcelona de fi del segle XIX si no fos per les pagines meravelloses de «La Papallona» de Narcís Oller i de les mes inefables pinzellades que Rusíñol ens deixá en la inmortal «Auca del senyor Esteve»? Ara fa poc, Josep Pía ens ha fet la mes enyoradissa biografía del Carrer Estret, de la imaginaria vila de Torrelles, en la novel la que aixís titula í que s'emporta el Premi Joan Martorell No aspire jo a tant, ni molt menys, en aquesta breu evocado del meu carrer de Sant Francesc de fa quaranta anys. I així, entrem ja en materia. Aquest carrer de la ciutat, originat peí vell Camí del Convent que sortínt per lo Portal Nou de la vila pujava el Valí i despres la costera cap al Convent Francescá, en mig de l'Olivar de la vella partida del Paradía, escomencá a edificar-se abans que el de Sant Nicobu, per el que resulta prou mes estret que aquell, que s'iniciá ja éssent Camí d'Alacant (Segle XVII). Jo vullc parlar-ne del temps de la meua infantesa i no pas amb erudició d'arxiver sino amb retalls i fldels recordances d'alcoiá absent molts anys del rónec carrer de la ciutat que he viscut La silueta inesborrable del campanar que presideix

aqüestes línies sera la fita de pau Í harmonía casolanes que aquella infancia no podra mai oblidar, An primer tram del carrer, al mes costerut per cert, vivía e! famossíssim «tío Caram», el deis contéis i succei'ts, aquell que encenent un foguer de carbó en mig del carrer feu eixir de sa casa al banquer N'Antoni Vicens quin escriptori estava pie de fum a causa deis ditxosos foguer i fogueril. —Pero, «tio Caram», no li pareix a vosté que afó es un abús? —Ai don Antoni, dones m'han enganyat. A mi per foguer me l'han venut! - Deixes estar de romaneos, que vosté en té molts. El fum no deixa treballar els escriventsl —També tinc jo tot el día en les orelles eixe sorollet-que fan contant plata i or, i jo no puc veure ni dóblela ni duro ni de prop ni de lluny. Aixó es mes amargi També en eixe trosset de carrer vivia En Francesc Company, autor, editor i impressor de l'acreditat Calendari Aleóla o «de la Caputxa» que encara s'edjta i es un vell prestigi per a Alcoi per tots els pobles de la regió 1 fins de l'Aragó i Catalunya. Entre Sant Mauro i Santa Rita, qui no coneixia la rellotgeria del «tio Melitón»? Era aquest home un segoviá d'alló mes castic de la ciutat de l'Aqüeducte. Casat en Alcoi amb Na Doloretes i establert en aquest trosset de carrer, ni ell parla mai en valencia ni ella ho feu mai en castellá: i s'entengueren molt be tota la vida. Quan a la mort d'En Canalejas vullgué posar-se una corbata negra; tant era de Iliberal í sentimental el nostre home!


Allí a la part d'amunt vivía Jordi el llauner, artesa famós en tot Alcoi mes que pels trebaüs en llauna, per el secret de fabricar espills o miralls, que després continua son fitl, no fa gaire traspassat. Al fill major i del mateix nom ens referí m. En l'altre tram, ja no tant costerut, estava la barbería d'En Rafel Orquín, molt acreditada i quasi frontera a la oficina de Ivorra i Paya, !a del famós paper de fumar «Pay-Pay», bon edifici de pedra picada que encara amb el de N'Antoni Vicens son eis dos miflors del carrer, Després venia el carrer del Tap, que ja s'anomenava oficialment «del Venerable Ridaura», pero que encara estava tafiat. 1 la casa frontera, mirant cap al carrer Sant Nicolau, llu'ia en la facana la imatge de Sant Francesc en retaule de rajoletes segons el llene de Muiillo, es a dir, el Sant d'Assis intentant besar les nafres de Jesucrist clavaf en la Creu. I ara que parlem del Sant, quina festa el 4 d'octubre en tot el carrer! Ah, pero es que hí havia un cap d'organització: advocat N'Antoni Jordá Pasqual, catequiste sempitern, perseguidor del renec i la blasfemia, que malgrat ésser tot un senyor advocat s'empinava daft de l'escala de fusta per a enramar la Imatge i posar-li ais peus les flors t les alfábegues mes boniques de tot el carrer. I allí Pep de Gaita, el panader, i el tio Ramón el bronzer, i Camilo el torner, tots eren a deixarse la feina del Hurs obradors per honorar el Sant. En esmentar la torneria de fusta d'en Camit Valor, frontera a la porta del Col.Iegi deis Maristes,.no puc oblidar la seua fabricació de trompes i birlos, trompots i boles—a mes de les barretes de cadira i carnes de taula—i sobre tot quan tornejava per ais confiters eixos llimons poncils quina groga borumballeta es menjaven els xicons a boca plena replegant-la de damunt del bañe i encara de térra. A la part d'amunt de N'Antoni Jordá Pasqual —víctima de la revolució en el 36 com son germá el preveré En Josep—visque la noble senyoreta Na Filomena Cantó Agulló, dama fadrína quín gust major era reunir en la cambreta de son entresol els nebots, que eren el seu deliri: y allíacodien tots-els dies de dues a tres de la tarda Mossen Josep del, Patronat- que era son ullet dret—i el germá mossen Eugeni, En Goncal i l'aitre nebot En Ramir, tots fadrins, quina conversa feia les delicies de la tia i de ['onde Mossen Eduard Cantó, vicari que fou molts anys de la Parroquia de Sant Mauro í Sant Francesc. Mes amuntet estava el troc: mes entranyable: la barbería d f en Rigobert Llopis, l'estanquet de vi i olí d'en Jordi, les acreditades fusteries deis dos cosins En Josep i En Miquel Julia, quins oficiáis esrnortzaven al portal discutint sobre lo bonic deis cavallets en les filades deis realistes í bequeteros, com a lo millor Í mes divertit de la festa La taüteria del tio Quico Monter mostrava

ais v i a n a n t s el taütet blanc i picat de mosca darrere el cristall de la finestra, Aquest home era e! de mes gracia ática de tot el carrer. Amb Meliton, el rellotger esmentat, volia fer un canvi de dona—i la Francesca í la Coloretes se posaven furioses—perqué els filis els feien qualques malifets. —Mireu quin fllí té la Francesca! Sap criar molt be la dona!.,. —els deia ais tertulians de! ve'inat. —Calla destrellatat!—li retrucava l'esposa— Que els meus filis no son els teus? A lo que ell li contestava amb sorna: —Será tan segura una cosa com l'altra? I tots esclataren la rialla, menys la dona com es natural, Aquesta joliua conversa solía tallar-se de sobte quan passava per allí amb el manteu replegat un sacerdot: Mossen Rafel Sanus Aura, preveré molt docte Í erudit escriptor, que baixaba de fer-li la visita a son germanet Enríe, veí del carrer molt afable i actiu que igual treballava la borra que feia ciris de la mes fina cera. Un altre capellá que baixava molt sovint peí carrer era Mossen Tomás Miró, alt, serios, de pell molt bruna i ulls grans i negres; cosí-germá, per cert, de I escriptor Gabriel Miró, era potser el mes alt de tot el Clero de Sant Francesc. I malgrat el seu posat serios, era un poeta vernacle molt ¡ngenu i delicat. Recordem aquell verset seu que escomen^a: «Honrem a Sant Jordi — filis nobles d'Alcoi...» Per allí vivía una vidua anomenada Teresa que solía tindre alotjats soldats de cuota. Una vegada compra la dona una bassenilla nova i tenint-la a remulla se le ocorrí rentar en ella els espinacs. U deis soldats, d'Albaida per cert, que ho vegué li solía de seguida: —Tia Teresa: esta nit sopará vosté soles. Nosaltres s'en anem a «La Xixonenca». —I aixó, cotxino. Queet creus que no es nova la bassenilla? —Ja me ho figure, pero aixó fa molt mala vista, I quan els ve'íns del carrer li donaren la rao al soldat la pobra dona digué aporigada: —Ara els rentaré be en el Ilibrellet i no bu faré mes. Aixó son maníes! — I tenia rao. Eren maníes, Així era el meu carrer de Sant Francesc de fa quaranta anys, Tots els vei'ns una familia, Els xicons jugavem baix l'arbre de la. placeta i en les escaletes de Sant Francesc a ella recaients, I quan venía el camió «De Dion Bouton»—la «Carraca» que li diem els xics—a descarregar fardells i bales a la finestra del «Bambú», tremolaven totes les cristal.leries de finestres i balcons de la placeta i eixía de la seua imprenta de! xamflá de San Mateu el senyor Ignaci Martí, deient-li a donya Paca Sansano, la mestra de párvuls que s'assomava a la porta espantada peí soroll d'aquell motor: —Hi ha que vore, donya Paca, les arroves de cárrega que porta aqueix animalot d'automóvil. Fou el primer camió que entra en Atcoi.

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PALABRAS PARA LA IMAGEN

ALCOY: Geografía y raza por Juan M. Agudo Valdés

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N un rincón de Alicante, en un nido de montañas, tal vez ignorada de muchos, bajo la serena y sosegada égida de la paz de Franco, rinde su constante tributo de amor a España una ciudad noble y laboriosa: ALCOY. Enmarcada en una geografía abrupta y pintoresca, a 545 rn. sobre el nivel del mar, la ciudad de Alcoy simboliza el triunfo del hombre sobre la naturaleza. Sus orígenes se pierden en la noche de los tiempos, y su historia se remonta a aquellas épocas legendarias, en que !os primitivos habitantes de España desarrollaron las típicas y arcaicas civilizaciones de la piedra. Sus restos, variados y abundantes en estos alrededores, testifican que aquí floreció una intensa vida neolítica (1). Sobre estos montes levantaron sus castros los nobles e indómitos iberos, y estos cuaternarios y accidentados terrenos del corazón de la Contestaría,-fueron el vigoroso escenario de su vida montaraz y guerrera. Este pueblo fuerte y robusto, descendiente de aquellos que según Tito Livio formaron el grueso del poderoso ejército de Aníbal, fue el que, obligado por los dominadores romanos a descender de las alturas y asentarse en la hoya, vino a constituir el primer núcleo humano de la ciudad ¿e Alcoy. Durante largo tiempo, a través de las edades y las generaciones, la agricultura fue la principal y casi exclusiva actividad de esta agreste villa, hasta que un día, el genio emprendedor de sus habitantes, planto en las riberas de sus ríos el signo progresista de sus edificaciones industriales (2). Desde entonces, Acoy pasó a ser una ciudad eminentemente fabril. Y en este rincón montuoso, al que la naturaleza negó todo —excepto su belleza-, desbordando sus viejas murallas, floreció esta ciudad moderna y dinámica que hoy puede contarse entre las primeras de España. Mas, para que el milagro se produjese, para que estos peñascales y barrancos —resecos y aislados, carentes de materias primas y din'ci-

les de comunicación— se convirtiesen en un emporio de riqueza, fue necesario el tesón y la vitalidad de un pueblo cuya característica y principal virtud es la del TRABAJO. Este tesón fue el que, en lucha con la naturaleza, abrió las puertas de la industria alcoyana, circunscrita en el quebrado recinto de estos montes, hacia los puntos de exportación y grandes centros consumidores, Y venciendo las asperezas del terreno, cual serpientes que se arrastran al borde del abismo, las carreteras escalaron la cima de los montes para buscar y tender el abrazo a todas ¡as tierras de la Patria (3). Así, este pueblo natural y «oficialmente» Cfrriiíío. supo labrarse los caminos de la prosperidad, por las diarias sendas de! quehacer. La potencia económica de Alcoy se encuentra en la actualidad representada por más de cien industrias diversas (tejidos, papel y metalurgia especialmente), con cerca de mil instalaciones fabriles y talleres que ocupan a un total de quince mil operarios (4). Alcoy es todo él un bullicio de incesante actividad, una inmensa fábrica incansable, siempre en constante trajín. Su casco urbano —apelotonado y confusa— se encuentra cuajado de edificaciones industriales, situadas incluso en las más céntricas vías y en el interior de las casas particulares (5). Y de este conglomerado heterogéneo —taller y casa—, apeguñado y unido en el fondo de la hoya para defenderse de la hostil naturaleza que ie cerca, parece que brota como una sobrehumana energía que le impulsa a trabajar y vencer. Este rumor de la urbe que nos llega en la serenidad callada de la tarde, —hecho de trepidar de máquinas y voluntades—, es como el aliento de este pueblo afanoso, que supo engrandecerse con su propio esfuerzo, en una constante tarea de superación. Alcoy —enjambre laboriosa— aporta su granito de arena al resurgimiento de España (6)


NOTAS DEL AUTOR (t) Alcoy es una estación prehistórica de primer orden, que espera ser suficientemente explorada. Más de veinte yacimientos han sido alumbrados en sus alrededores, gracias a la paciente y meritoria labor de los estudiosos y aficionados locales, sin ayuda «oficial». Entre sus más interesantes hallazgos figura el famoso «Plomo de Alcoy» con inscripción ibérica (hoy son ya seis los fragmentos encontrados), primero de los textos hallados en España de sus primitivos pobladores y piedra angular de los problemas suscitados en torno al «Vascoiberismo». El doctor Pericot ha dicho (IV Congreso Arqueológico dei Sudeste Español, Eiche, 1948. — Crónica, pág. 49), que «si tuviese que elegir una capital de la España prehistórica, ésta tendría que buscarse en Alcoy.» (1) Las primeras noticias de la industria alcoyana datan del siglo XIII: 1178, fundación de la «Corporación de Fabricantes de Paños». Pero el gran desarrollo industrial de esta ciudad se inicia en el siglo XVIII (en el «Libro de Vecindario» de 1773 figuran inscritos ya 229 «maestros fabricantes, tejedores de paños») y culmina contemporáneamente, durante los años de la segunda guerra mundial. (3) Ya en e! siglo XH), Alcoy exporta sus tejidos a Aragón y Castilla, compitiendo con los catalanes. Las rutas utilizadas para e! transporte de las mercancías hacia el Norte eran los caminos de Requena (paso de las Cabrillas), Fuente de la Higuera, Segorbe (mal paso desde Barracas hasta Torres) y el de Tortosa(mal paso en las cuestas de Oropesa). Hasta 1859 se empleó la arriería como medio de transporte. De la importancia nacional que la industria alcoyana adquiere ya por entonces, dan idea los hechos de que, en 1714, Alcoy sea comisionado como «villa grande y centro industrial» para que especialmente se cuide de «reconocer y guardar los caminos para el florecimiento de la industria y comercio»; que, en 2 de febrero de 1715, a petición de Alcoy, se dicte una Disposición Real por la que son suprimidos los «puertos secos», «a fin de que en los Reinos de Valencia, Castilla y Aragón corra el libre comercio, sin ninguna clase de embarazos»; que los Reyes encarguen a Alcoy importantes cantidades de tejidos para el vestuario de las tropas y ordenen que se aumente el comercio entre estos naturales y las Indias, concediendo a esta ciudad el privilegio de exportar tejidos a determinados países; etc., etc. (4) Las industrias del pape! y metalúrgica son de época posterior a la textil. La del papel, segunda también en importancia, data del siglo XVI, y la det metal es más moderna y nace de) imperativo que sienten los alcoyanos de fabricarse ellos mismos cuantas máquinas puedan necesitar para todos y cada uno de los procesos industriales («para cada necesidad una máquina», como se dice aquí), sin tener que recurrir para ello —signo definidor del modo de ser alcoyano— a las aportaciones del exterior Otras industrias importantes son las de fieltros y tacos (primera introducida en España y que ostenta una absoluta hegemonía en el mercado nacional); artes gráficas (con sus interesantes especialidades de timbrados en relieve al acero, fotocromo «Offset», carteles murales y estuchería plegable, impresión de bolsas, etiquetas y servilletas de papel, etc., etc., habiendo logrado desplazar a los países que monopolizaban con estos productos el mercado nacio-

nal, especialmente al Japón), carroceras (muchas son las líneas de autobuses que llevan en las flamantes carrocerías de sus coches la marca de origen de algún taller slcoyano); químico-farmacéuticas (con más de veinte especialidades concebidas y elaboradas en los laboratorios de esta ciudad); de la madera (mecánica y de taller, con producción de elementos de diversas máquinas textiles, de papel, agrícolas, muebles, etc); cerámicas (materiales hidráulicos para la construcción, etc.); dentro del ramo de la alimentación, tienen fama las sabrosas peladillas y aceitunas rellenas alcoyanas, mundialmente conocidas, así como las distintas especialidades de confitería y licores elaborados aquí (más de cuarenta clases distintas de licores producen las destilerías y fábricas licoreras alcoyanas) La mayor parte de las materias primas en que se fundamentan sus más famosas industrias, no se encuentran en Alcoy ni en su comarca y tienen que ser traídas de lugares lejanos; lo cual es una demostración de la industrio si dad y espíritu emprendedor de estos habitantes. (5) Cada alcoyano aspira a ser industrial, y son muchos los que, en mayor o menor escala, lo han conseguido (1889 empresas se encuentran sindicadas en la actualidad), pasando de la nada a la riqueza, gracias a ese espíritu activo y emprendedor que caracteriza a esta raza, que, como ninguna otra, conserva sus apellidos tradicionales (jordá, Verdú, Olcina, Gisbert, etc ) y que, como contrapartida a este dinamismo exterior, guarda un patente desdén por toda actividad puramente espiritual y es hasta cierto punto impenetrable a la cultura; circunstancia que hace que Alcoy no acabe de lograr la hegemonía que por su vitalidad y esfuerzo le corresponde. Habría que hacer un estudio serio y científico acerca de! origen y permanencia de los elementos étnicos preponderantcmente constitutivos de la población alcoyana —¿catalanes?— para descubrir hasta qué punto Alcoy —aislado y empecinado, pero seguro, en su hoya— es un pueblo cerrado y una raza específica, con caracteres determinados. Esto está por hacer y yo brindo la sugerencia a los estudiosos locales. (6) Como datos significativos de la potencia de las tres principales industrias alcoyanas, y de su aportación a ¡a economía nacional, podemos reseñar los siguientes: INDUSTRIA TEXTIL: 992 empresas y 8,000 productores. JVíipffí Lí recuperación de fibras de trapos importa aproximadamente un valor anual de 60 millones de pesetas.— ÍJoffdS: El consumo de trapos de algodón, lana y desperdicios para la trituración es de unos 20 millones de kilos anuales - TinífS: El consumo de anilinas es de 180.000 kilos al año.— Hilados? La producción de hilo se cifra en unos 9 millones de metros diarios.— Tejidos-. «En menos de 2 meses, en 51 días, 14 millones de metros de tejido» (Dato éste de 194Í), tomado de la magna Exposición de Industrias Alcoyanas celebrada en esta ciudad aquel año). Aparte, la producción de tejidos para usos industriales absorbe más del 50 por 100 det mercado nacional de estos productos, y la de géneros de punto alcanza un total de 14 millones de prendas anuales, con un consumo de 3 millones 200 mil kilos de hilados. INDUSTRIA DEL PAI'ELí 4 empresas y 2 000 productores. Producción anual de papel de todas clases: 12 millones 400 mil kilos, de los que se exportan más de un millón, con un volumen para divisas de cinco millones quinientas mil pesetas. Como detalles curiosos e interesantes pueden darse ios siguientes: Existen 19 máquinas continuas de fabricar papel, que dan una producción de 1950 kilómetros por día. Se producen también 257 millones de tibritos de papel de fumar al año (el 65 por 100 de la producción y consumo nacional); colocados de plano estos libritos, alcanzarían en 40 minutos una altura igual a la de la torre Eíffel. Aparte de todo ello, hay que reseñar 36 millones 350 mil envases de cartón al año. INDUSTRIA METALÚRGICA: 128 empresas y 2.000 productores- Producción anual en máquinas; 5 millones 150 mil kilos. Las principales especialidades son: Maquinaria para la industria textil, fabricación de papel y cartón, molinería de granos y panificación, elevación de aguas y riegos, labrar maderas, oleícola, vinícola, fabricación de turrones, peladillas, chocolates y helados, industria cerámica, artes gráficas, marcar y envolver frutas, elevación y transporte, instalaciones hidroeléctricas, turbinas, máquinas y herramientas, etc.

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El Alcoy antiguo visto a través de un arco dul puente de San Jorge, símbolo del progreso económico de la ciudad


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lFat imsr*tí*' w* w «itcrnigoiM- e uokKmt fcí«0: que mcí%¿ c&t que nos no Ktuicm ma • Fragmento del Códice de la Crónica de Jaime I existente en Poblet

S o b r e el o r i g e n de nuestras fiestas Premio: ASOCIACIÓN DE SAN JORGE MÁRTIR, en su IV Concurso Literario por CAMILO B. UÑARES un conocido historiador alcoyano, el origen de nuestrasfíestas SEGÚN de Moros y Cristianos arranca del año 1284 en que, «aprovechando el paso por esta Villa del Rey Don Pedro I de Valencia y III de Aragón, en 21 de abril de dicho año, se pensaron celebrar grandes fiestas en su honor, con cuyo propósito se reunieron el baile, el alguacil ordinario, el justicia civil, con los caballeros y una representación de plebeyos y varones titulares, presidiendo dicha reunión el reverendo Torregrosa, asistiendo también como representante militar de la comarca don Pedro Cornell, con cuya venia se abre la sesión...» (1) No sabemos hasta qué punto resistirá el análisis el «acta antiquísima» a que alude el historiador citado, puesto que el mismo autor, en otro trabajo suyo (2), sitúa el origen de nuestras fiestas y las mismas circunstancias de reunión y asistentes como ocurridas en 1283, lo cual, por sí mismo, ya implica una contradicción con su otro artículo, el de 1935. Es cierto que Don Pedro I de Valencia, y III de Aragón, estuvo en Alcoy. Pero no en los años que cita el señor aludido, sino en el de 1276, A raíz del fallecimiento de su padre, Don Jaime, acaecido, como se sabe, en Valencia, el 27 de julio de 1276, cuando se dirigía al Monasterio de Poblet, donde tenía intención de retirarse, Don Pedro I se encontró, de la noche a la mañana, convertido en heredero de dos extensos reinos como eran el de Aragón y Valencia, teniendo que recorrerlos en


su mayor parte con el fin de identificarse con las necesidades políticas y militares de los mismos y completar la obra de reconquista iniciada por su padre, ya en estado avanzado de liquidación. Por aquel entonces estuvo Don Pedro en Cocentaina y, de allí, pasó a Alcoy como consta en un documento del Archivo de la Corona de Aragón de 16 de octubre de 1276 en que reconoce un «débito a Ximeno Pérez de Orís por el importe del trigo y cebada que facilitó a Miguel, barbero del monarca en Cocentaina, cuando éste se hallaba en Alcoy». Pero si esto no fuese suficiente, por sí solo, para determinar la fecha aproximada en que Don Pedro estuvo en Alcoy, sigamos otro procedimiento inverso, o sea el de ver dónde se encontraba por las fechas en que se dice era esperada su visita a la Villa y, de esta forma, colegir la imposibilidad de que estuviera por esta comarca. En 20, 11 y 23 de abril de 1283 sabemos, por los misrríos documentos expedidos por Don Pedro que, éste, se halla en Zaragoza y, por consiguiente, a varios centenares de kilómetros de Alcoy. Tantos que, para los medios de locomoción de la época, resultan imposibles de salvar en un solo día, el 21, que es el que queda en blanco y que, de ser hoy, en nuestros días, casi podríamos decir que el rey estuvo en Alcoy y volvió a Zara-

goza para el 22. Pero en aquellos tiempos, imposible. Por otra parte, referente al año de 1284, del 16 a! 29 de abril, sin interrupción, Don Pedro se baila dirigiendo el sitio de Albarracín, en Teruel, según testimonios documentales que figuran en el mencionado Archivo de la Corona de Aragón. Lo que quiere decir que, ni en una fecha ni en otra «pudo» encontrarse Don Pedro en Alcoy. Y si no pudo estarlo, como queda probado, no «podían» celebrarse fiestas en su honor ni tenía razón de ser la reunión a que nos referimos, tanto si tuvo lugar en 1283 como si la tuvo en 1284. Si nuestras fiestas nacieron por el paso de Don Pedro por Alcoy, ésto no pudo ocurrir rnás que en 1276, ya que el monarca no repitió su visita a Alcoy más tarde. De eso estamos seguros. Así pues de ser ese el motivo que dio origen a nuestras fiestas, éstas, se remontan a! año indicado en lugar de los que cita el mencionado historiador. En los "documentos» a que quiere remitirnos el conocido investigador alcoyano, tanto el que vio la luz pública en 1935 como el de 1942, en ambos, aparece un personaje de dudosa significación. Se trata de don Pedro Cornell, o Empere Cornel, En el primero de los documentos citados por su fecha de publicación, don Pedro Cornell" aparece como «enviado» de su majestad Don Jaime; en el otro como «representante militar de la comarca». Ni en uno ni en otro cargo de los que se le atribuyen estamos de acuerdo. Don Pedro Cornell no podía ser un «enviado» de Don Jaime por la sencilla razón de que, si éste, había fallecido en el año 1276 «no podía» designar un enviado suyo siete años más tarde, o sea en 1283. En cuanto al de «representante militar de la comarca» con que se pretende le distinguió Don Pedro 1 de Valencia, sépase que, desde el 1.° de septiembre de 1280 en que Don Pedro extiende un documento en virtud del cual se le «permuta a Pedro.Cornell el castillo y Villa de Almona'cid (3) por otros lugares aragoneses» (Archivo de la Corona de Aragón Reg. 47, fol, 9), hasta que en 26 de junio de 1284, año en que se supone estaba en Akoy, el Rey ordena «a Bernardo de Riquer que averigüe lo que don Pedro Cornell había cobrado a los vecinos de Almonacid» (ídem. Reg. 46, fol. 215), son cuatro años que don Pedro Cornell no sale de tierras aragonesas. Luego, descartada la posibilidad de que don Pedro Cornell estuviera en Alcoy por los años indicados y descartado, así mismo, el paso por Alcoy de Don Pedro I de Valencia, y 111 de Aragón por las mismas fechas, no así en la de 1276, que es cuando estuvo aquí, según hemos visto, para nosotros el año origen de nuestras fiestas de Moros y Cristianos hay que buscarlo más remotamente. ¿Y por qué no el de 1276, si se «pensaba organizar grandes fiestas en su honor aprovechando el paso por esta Villa del Rey Don Pedro»? Por lo menos, en este caso, la idea tendría una base cierta: la de la fecha en que Don Pedro estuvo en Alcoy. (1) «La Voz del Pueblo», Alcoy, 1935. (3) Programa Oficial de Fiestas, Alcoy, 1942. (3) Seguramente se trataba de Almonacrd de la Cuba o del de la Sierra, pueblos aún existentes hoy en la provincia de Zaragoza, pues observe el lector que el documento citado dice que se le permuta por otros lugares aragoneses. Pedro III de Aragón y I de Valencia que se conserva ea el Palacio Arzobispal de Valladolid


«Entre las Fiestas y el teatro, el poeta Antonio Vilaplana» Premio: CÍRCULO INDUSTRIAL del IV Concurso Literario de la Asociación de San jorge Mártir

por ADRIÁN MIRÓ GARCÍA

Poetas de entresiglos cantando las Fiestas

Teatro en torno a las Fiestas

L

Una de las formas literarias menos utilizadas como vehículo de ánimo testero ba sido la del teatro. Y, sin embargo, es la fundamental. Ha producido tas tres piezas más interesantes de nuestra literatura testera. La primera —la recordamos sobre todo como notable curiosidad histórica— es una comedia incluida en el «Resumen de antigüedades históricas» del P. Picher, precioso manuscrito del archivo parroquial cuya pérdida en los tormentosos días de 1936 ha resultado irreparable para la historiografía alcoyana. La obra se titulaba «La más plausible victoria alcodiana y aparición gloriosa del Alcides más famoso de la ley de Gracia, San Jorge Manir sobre los muros de Alcoy», compuesta por »un ingenio alcodiano devoto del Santo y amante de su patria». Julio Andrés Valor en una monografía que escribió sobre Mosén Torregrosa, premiada en un certamen

OS poetas alcoyanos han sido siempre cálidamente localistas. En torno a nuestros recuerdos y nuestras pasadas glorias han hecho brotar lo más sólido de su inspiración El espléndido marco de ¡as Fiestas de S. Jorge ha sido, sobre todo, el que ha recogido acentos de mayor hondura y sentimiento. Recordemos la producción »festeraque a riñes del siglo XIX y principios del XX surgió del ámbito literario atcoyano. Señalemos en primer lugar a Miguel Parera con su poema épico «Defensa de Alcoy contra Al-Azarch», premiado en el Certamen Literario de 1876. Con el énfasis propio de la época y un gran sentido del movimiento, cantará en recias octavas reales la heroica defensa de los akoyanos y la ayuda providencial del Patrono. Recordemos también, entre su producción menor, algún soneto como e! dedicado a San Jorge: ...«Plegué a Dios, patrón santo que ostente tu piedad siempre igual a la porfía con que te aman los fieles alcoyanos». Tampoco podemos olvidar el copioso número de versos «testeros» que Gonzalo Cantó derramaría sobre su nostalgia akoyana. Podemos citar el romance valenciano «Camí de la placa», el soneto «Mi traje moro», o aquel doliente poema q«e empieza: «Cada día parece que estoy más lejos de ese pueblo querido <jue tanto añoro...» o las inspiradísimas redondillas de «Soy moro»: «Que procedo mal no ignoro mas, como buen alcoyano, todo el año soy cristiano pero en las fiestas soy moro». Muchos akoyanos pusieron a contribución en aquella época su sensibilidad poética para cantar la gloriosa jornada de la -batalla de Alcoy», el ostentoso alarde y el pintoresquismo de nuestros moros y cristianos y la efemérides religiosa. Eugenio Molió compondrá la letra de un Himno de Fiestas y Cristóbal BoieÜa y José Vidal sendos Himnos a San Jorge. El sacerdote Tomás Miró —tío del ilustre Gabriel Miró— representará la vena valenciana y el sentimiento religioso, de reconocimiento a San Jorge: «Ab estol gran, rriomfal va en la carrera, montat gentil, ab valerós arranc; el que la seua Imatge no .venera no té una nota de alcotana sang*. Gonzalo Paus, ese maestro de Benaguacil tan arraigado en nuestra tierra, escribirá sabrosos y sencillos' versos, como los titulados «La diana de mi pueblo» o «Que Dios te bendiga". El historiador Julio Andrés Valor intentará también la expresión poética. En fin, todo el grupo de ios Puig, tan decisivo en el periodismo alcoyano —Santiago, José, Julio y César— escribirá emotivos versos en torno a los temas fundamentales de nuestros sugerentes festejos.


jero que e! Municipio le nombró cronista de Alcoy precisamente por esta obra. Todos los periódicos locales de Alcoy vertieron raudales de elogios Gonzalo Faus dedicaría unas sentidas redondillas al humilde poeta que se acababa de revelar súbitamente en el ambiente local: «Una planta vi nacer inculta entre mil abrojos, Víéronla después mis ojos robustísima crecer. Ignorada su existencia rev.eló preciosa flor de delicado color, de suavísima esencia»...

Foto StuUio

literario de 1901, incluye algún fragmento de la obra. He aquí «na poética alocución que pone en boca del heroico sacerdote: ...<.¥ yo el primero he de ser que, en defensa de la iglesia, enarbolaré, Señor, vuestra militar bandera entre los moriscos, donde con valor y gentileza imitaré a Josué desde la más alta almena». La segunda de las piezas dramáticas se ha convertido en un acto básico de nuestras Fiestas. Se trata de Jas dos «Embajadas» que se declaman al aire libre en la jornada fervorosa del 24 de abril. Son obra de luán Rico Amat, alcalde-corregidor de Alcoy de 1848 a 1850. La fecha de su composición corresponde seguramente a esta misma época. Juan Rico Amat demostró poseer una afluente inspiración. El diálogo tiene fuerza, interés y majestad. Su estilo resulla grandilocuente y ampuloso, con marcado acento zorrillesco. ...«¿Visteis acaso i:n río caudaloso •cuyas corrientes las deliene o para un fuerte malecón y apenas éste rompe el ímpetu fiero de las aguas su curso detenido con violencia y furor indecible por do pasa, todo lo arrolla, destruye, aniquila y tras sí con vigor todo lo arrastra? De esta suerte vendrán sobre vosotros los alcodianos, con fiereza tanta que seréis de su ira vil trofeo, mísero estrago de su furia y saña.. Los versos de las dos «Embajadas» están en la mente de los alcoyanos que cada año renuevan con unción devota la solemnidad del acto.

El poeta Antonio Vílaplana La tercera de las obras dramáticas citadas aquí es el «melodrama histórico- de Antonio Vilaplana Sempere «Alcoy contra Al-Azarch ó Sen Chordi firam ¡firaml» estrenado en Alcoy la noche del 13 de enero de 1876 e impreso en el mismo año por Francisco Company. Su éxito fue tan lison-

Antonio Vilaplana habia nacido en 1841 de modestísimo hogar Intentó estudiar en el seminario de Valencia pero infortunios familiares le obligaron a abandonar sus ilusiones y emplearse en la confitería que tenían sus padres establecida. La Asociación de San Jorge le nombraría secretario de su junta directiva. Su vida alcanzó solólos 47 años. La calidad de este poeta no ha sido justamente ponderada. Dentro del humilde círculo de nuestra literatura local, representa uno de los sillares fundamentales. Su obra se derramó copiosa en los cuatro puntos cardinales del periodismo, la investigación histórica, el teatro y la poesía. Como periodista se le debe la fundación de >Los Domingos de abril» y muchos originales esparcidos en las publicaciones locales de 1a época. Como historiador escribió interesantes trabajos sobre la Guerra de Sucesión en Alcoy, sobre el venerable Ridaura, sobre aspectos históricos de las Fiestas, etc... Como poeta, fue un inextinguible mananíia] de versos, de fáciles y sencillos versos a los cuales no podemos exigir una gran rigurosidad de forma o profundidad de pensamiento. Vilaplana era un poeta popular, espontáneo, holgado, sin afanes de artífice ni ostentación literaria. Como -un «talento poético natural» le definió muy certeramente la necrología que «El Serpis» le dedicó. En el propio campo de la conmemoración de nuestras Kiestas podríamos señalar diversas composiciones de Vilaplana dignas de recordarse. Tal es el poema épico «Atcoy contra Al-Azarch" (idéntico título al drsma), compuesto a raíz del sexto centenario de la aparición de San Jorge ÍA1coy, 1876, imprenta Monllor y Aura). Se trata de una sólida construcción de versos endecasílabos, demasiado engolados y pomposos quizá para infundir la auténtica emoción de la efemérides. Nosotros preferimos sus poesías más sencillas, como la titulada «Honra a San Jorge». ...Aura que en manso rumor cruzando vas la pradera y juguetona y ligera caminas de flor en flor. Aves de pintada pluma que cantáis en la enramada; fuentes, sonora cascada que hierves en blanca espuma. ...toda en fin naturaleza ven a dar tributo hoy con tu variada belleza al santo patrón de Alcoy.•>

El drama «Alcoy contra Al-Azarch». La cuarta orientación de que habíamos hablado en Aníonio Vilaplana está representada por su contribución al teatro. En esle terreno, se afirmará su prosapia de alcoyano de un modo evidente y ejemplar. Excepción hecha de su drama «No codiciar bienes ajenos» de carácter moral, excesivamente subordinado a una tesis ética, las demás obras evocan hechos de la historia local como «Alcoy por el Archiduque o el suplid de Perera» (sobre la heroica defensa de los alcoyanos durante la Guerra de Sucesión) o tradiciones muy arraigadas en nuestra comarca. Tal es «La font de Monta! o un crimen del feudalisme». Un señor de horca y cuchillo asedia a una campesina. La denodada defensa que ella hace de su honestidad provoca la ira del caballero, que la mata. El ensangrentado delantal de la lugareña va a parar a la fuente del Mortal y se convierte en el testimonio acusador y punitivo. En este ensayo nos interesa concretamente la ya mencionada «Akoy contra Al-Azarcli o Sen Chordi, firam ¡firam!». Aunque hoy se encuentre olvidada, su éxito se acusó de modo relevante y sus principales intérpretes —María Menéndez, Carmen Atcayna, Juan iJolom, Enrique Martínez— consiguieron los más altos encomios de la prensa alcoyana. Desde luego, e! hecho de que se prolongase la


actuación durante ocho noches consecutivas, indica su feliz acogida. La pieza aparece clasificada por el autor como «melodrama", porque incluía algunos cantables de! maestro Rafael Pérez Jordá. El canto de Morayma en el acto primero, posee cierta delicadeza: ...(Pobre flor solitaria que agosta el rojo sol que de su cáliz mustio perdido y sin color no exhala ya el aroma que el viento arrebató y deshojada y triste muere la pobre florl Asi de la que ama se agosta e] corazón si el hado o la fortuna se oponen a su amor y lágrimas no vierte que el fuego las quemó y solitaria y triste muere como la flor!» El drama de Vilaplana evoca la gloriosa batalla de Alcoy y la providencial ayuda de San Jorge. Sobre esta pauta construye una intriga de amor y traición con una evidente habilidad. Aurora, hija del señor de Alcoy, Ramón de Garcés, es como una «azucena quebradiza que doblega el huracán-. Su mal se llama amor, un amor verdadero que el humilde trovador Hugo ha suscitado en su sentimiento. El padre pide parecer al médico árabe Selim Comat, que urde arteramente la caida de Alcoy en contacto con Jos moros sublevados por A1-Azarch. La hija es enviada al castillo de Barchell donde el aire silvestre la sanará. El moro sin embargo, pretende convertirla en rehén, de acuerdo con e) propósito del traidor Aguilar, alcaide de aquella fortaleza. Naturalmente es el trovador el que salva a la doncella. La obra culmina con la llegada de ¡os moros a las puertas de Alcqy la aparición esplendorosa del santo y la relación del heroico combate en el barranco del Noset, Imaginamos el fervor que despertó en el ánimo de muchos alcoyanos. Se trataba de glosar el hecho fundamental de nuesira historia La escenografía brillante ayuda a dar plasticidad a la evocación. Recordemos, por ejemplo, la enirada del caballero Raimundo de San Juan al frente de los

guerreros que le habia confiado el Rey Conquistador, entre sones de trompetas y timbales. Unos rotundos hemistiquios contribuyen a dar relieve a la escena: «En todas las luchas mostrasteis ser duros; con fuertes aceros armad vuestros brazos; si viene el alarbe y asedia estos muros sus negras banderas haremos pedazos. El grito de guerra los pechos inflama. De luchas y glorias corramos en pos: la patria peligra, la patria nos llama, ¡salvemos su honra en nombre Dios!» El momento cúspide de la obra, la aparición de San Jorge, está vista como en escorzo. No es batalla lo que se contempla, .sino al hosco y receloso Selim que, ante los vividos resplandores del celestial caballero, hinca su rodilla en tierra y conoce súbitamente la verdad de Cristo, mientras los vítores entusiásticos y el estruendo de las armas suenan en e] interior. Desde luego no podían faltar en la escena las figuras que uuestra tradición ha colocado en el primer plano del suceso, Mosén Torregrosa y AI-Azarch. El primero —llamado en la obra familiarmente Mosén Ramón— es un sacerdote paternal y benigno, confidente de las ansiedades de/ Aurora y el trovador, más bien que el clérigo —guerrero que se podría imaginar. A!-Azarch es el bravo y admirable caudillo, lleno de orgullo y dignidad. La obra posee una típica ambientación alcoyana, Resulta curioso el ver rimados los nombres geográficos de nuestra comarca: el castillo de Barchell, el camino de! Torc, Chirillent, el barranco del Noset, el Puig, la fuente Mansa, etc... El verso es a veces duro y frecuentemente cae en el prosaísmo o en la ampulosidad, pero posee sentimiento y responde perfectamente a las situaciones y al diálogo. No pretendemos presentar a Antonio Vilaplana como un gran poeta, sino como un alcoyano lleno de cariño hacia su pueblo que siente la necesidad de cantar en verso las glorias locales. Los destellos de inspiración son indudables al lado de frecuentes incorrecciones y de versos desmayados o forzados. Pero sus naturales dotes de poeta popular están patentes a cada momento. Los alcoyanos que amen y vivan nuestras fiestas y nuestro San lorge le serán siempre deudores de esa muestra de neto y palpitante alcoyanismo que es el drama «Alcoy contra Al-Azarch».

Foto Stiidio


La música festera alcoyana también tiene su «aquél » (UN REPORTAJE EN TORNO A LAS MARCHAS MORAS) Premio: SINDICATO LOCAL DEL METAL del IV Concurso Literario de la Asociación de San Jorge Mártir

por ERNESTO VALOR CALATAYUD

£n Í9O6 s( compuso la primera. «Toni fl Jtry» pagó una multa *ptr ía pachorra cjue baixava l'escuadra». *7enim tres capitans ». Para la bailarina Tórtola Valencia, escribió Qonzalo Harracbina su danza *Arabe y Qitano», «¿Wo vens tú mobles ?». Cuatro autores, por.el momento, en fl porvenir áe la marcha árabe. * * *

Aunque me taches de jactancioso, responde, lector: ¿a qué testigo presencial de la festera tarde agarena, no le vibra el corazón al son de una marcha mora?; ¿qué alcoyano, ausente de su pueblo —insisto—, no llora en la tarde del 22 de abril, recordando el batir de los timbales, entre estridentes platillazos, delatores del musical ritmo? Nadie, dirás, nadie. A todos, propios y extraños, nos cautiva este nostálgico son, que invade nuestro espíritu, que embarga nuestra alma en los días de fiesta. Y, sin embargo, es curioso observar cómo a principios de siglo, los compositores alcoyanos no parecían del todo decididos por esta forma musical, que en el transcurso de los años ha ido arraigando más y más en la fiesta alcoyana, aunque entonces el pasodoble «moderato», o más bien «sentat» —valga el léxico vernáculo—, venía que ni de perillas para la Entrada de Moros, hasta que el maestro Antonio Pérez Verdú, notable


compositor y director a la sazón de la banda Primitiva, escribe y dedica, en 1906, «Abencerrage» —con «ge», lector, con «ge» —, la primera marcha mora de que se tiene noticia, con acompañamiento de atabales pequeños («carabasetes») y redoblante en forma de bombo, batiendo a dos mazas. ¡Lo más moruno que se pueda imaginar! La marcha del «seño Tónico la Guapa» —perdón, maestro Pérez Verdú—, aparte de constituir la novedad del siglo, obtuvo un ruidoso éxito. Pero como de todo ha de haber en la viña del Señor, mientras unos gozaban viendo cdmo «les carabasetes» acaparaban la atención y embaucaban al gentío, otros, en cambio, se mordían de rabia las manos, ¡Dichosa marcha! Ya antes de todo esto, el maestro Camilo Pérez Laporta, presintiendo acaso un «conflicto internacional», o imbuido tal vez, por algún descontentadizo «abencerrage», amaño la caligrafía de su hijo, Camilo Pérez Monllor —que desde San Fernando (Cádiz) envió a su pueblo, para las fiestas de dicho año, el pasodoble «Apolo»—, estampando al frente de la partitura lo siguiente: «Para que lo toque la música Primitiva en la entrada de moros del 22 de Abril y dedicado a D. Santiago Jordá como ferviente partidario de dicha banda». Que la Primitiva no io tocó, claramente lo demuestra el éxito que la referida marcha mora obluyo dos o tres años consecutivos, siendo la banda Nueva del Iris la que lo estrenó, en 1907. Y como tras la tempestad viene la calma, así irrumpe el año 1908. Camilo Pérez Laporta que, años atrás,anotóse sendos triunfoscon sus pasodobles,«Micalet Son» (1898), «El Transvaal» (1899), «Krouger» (1902), entre otros, sintiéndose atraído hacia el nuevo ritmo, presenta «Abd-El-Azis», su primera marcha mora, que estrena en el referido año la Nueva del Iris, con la comparsa Domingo Miques, y que por más señas, su cabo de escuadra, «Toni el Rey», pagó una multa a la autoridad festera, «per la pachorra que baixava l'escuadra». (Quisiéramos aclarar, en este breve paréntesis, que el aire de las marchas árabes, ya entonces, como acabamos de mentar, y talmente como sigue ocurriendo en nuestros días, los festeros, que de sobra sabemos por qué, tas hacen más lentonas y pausadas de lo que a nuestro modesto ver entendemos por «marcha mora», siendo una verdadera pena escuchar tales composiciones casi casi a tiempo de marcha fúnebre, carentes de gracia, de color, de ritmo y de alma, en suma, que sus autores no concibieron jamás para sus producciones, ni para la fiesta). De la copiosa producción musical que Camilo Pérez Laporta nos legó, tan fluida de inspiración y tan llena de atmósfera festera, entresacamos en aras del reportaje, * Valencia-Alcoy» (1908), «Muley Hafid" (1908), «El Zoco El Arba», «La Fiesta del Santón» (1910), «La Alhambra», «Caminando al desierto» y «El llanto de Boabdil» (1912), entre otras, verdaderos prototipos de esta forma musical e iniciales del hoy esplendente a que ha llegado la marcha mora. Camilo «El Roch», lector, para vivir malvendió su música. Pero ¿qué más daba? 'Ei haría más. Y si no, ahí dejaba a sus 'hijos, Camilo y Evaristo, también compositores y alcoyanos también, para cimentar su obra, esa gigantesca obra que él irrumpió ilusionadamente, aquel ya lejano abril de 1908. Mas ¿quién había de pensar que con e! tiem-

Fabricante: G. BARCELO ESPI ALCOY


po, su hijo «Camilet» se erigiría en el «goliat» de la música festera alcoyana? Aquel maestro Pérez Monllor, músico mayor de Infantería de Marina, que un luminoso día en Jerez de la Frontera estrechó la mano de su Rey —Alfonso XIII—, sintiéndose feliz, no olvidó jamás el encargo que te hiciera su padre. De pasodobles y marchas moras está repleta su producción musical. Estos títulos escogidos al azar, nos dirán por sí solos de Camilo Pérez Monllor, y de cuan grande era su amor por la «terreta»; «Uzul El M'Selmin» (1914)', «L'entrá de la Rabila Ben-Kurda» (1919), «¡¡¡Farolero!!!» —alusión al monumental y artístico farol que presentaran aquel año los Abencerrajes en la retreta y en el que «casi s'aufega Quico el Ricachón que anava dins»— y «Els tres capitans» (1923),que eran ni más ni menos que tres «festers» de pura cepa: Pepe Sanz, Rafael Pascual «Confetti» y Simeón Pastor. La guasa, claro, no podía faltar, y es que los alcoyanos somos así. Burla, burlando... «Tenim tres Capitans en diferent estat; en tenim uno viudo, uno fadrí y uno casat; aixina es que chíquetes reballeu el ullet y a vore si peixqueu a Sans qu'es el viudet». ¿Que tuvo su mella? Y que ío digas, lector. Pero reparemos en esta otra, que la autoridad festera condenó a «silencio sepulcral»; «Tenim el Capitá; gran derroche farem; pero pa la retreta farol no em traurem Pues l'añ qu'el vaem traure varem quedar escarmentáis, perqué guañantse el premit no mos el varen donar. Pero en cara podem dir que mos va pareixer be; pues aixó els Abenserrajes no hu tenim que menester.» En fin, las picanUlIas coplejas el tiempo se las tragó, no así las marchas de Camilo Pérez Monllor, que quedaron para «in aeternum» en el repertorio musical festero. Evaristo Pérez Monllor, en cambio, era —¿cómo diría yo?— el quijote más quijote que tuvo la música alcoyana. Su vida —¿por qué tan corta, Señor?— fue un constante peregrinar tras los cantos populares. El alma de España, como él decía. El folklore nacional, por el que tanto suspiraba, e hizo suyo en la mayoría de sus composiciones. Evaristo Pérez Monllor, también simpatizó con la fiesta, legándonos dos primorosas marchas orientales, brillantes e inspiradas: «Genna Al Ariff» (El Generalife) y «E! Mexuar» (1924), De que el compositor alcoyano, Gonzalo Barrachina, realizase un viaje por El Rif, invitado por un procer paisano, también tenemos noticias, inspirándole—¡cómo no!— unas impresiones morunas, que tituló «FJ Riff Pintoresk». Entre una que otra cosa, compuso la zarzuela de ambiente exótico titulada «La bella Zaida». Tal vez esto de «la bella», no gustándole demasiado, lo cambió por otro más sonoro: «El Sig» —¿verdad que suena mejor?— y cuya marcha árabe ganóse a las primeras de cambio el corazón de todos sus coCarroza de la Compana de Abencerrajes

terráneos. Con poética letra de Eugenio Moltó, «El Sig» fue declarado himno oficial de fiestas. Sabemos, además, que el pintor alcoyano, don Paco Laporta, encargó a Barrachina una danza, que estrenó con positivo éxito la eximia bailarina Tórtola Valencia. ¿Su título? «Árabe y Gitano». Cambiando el ritmo, «Árabe y Gitano» sonó por la calle de San Nicolás a tiempo de marcha mora, en abril de 1917, al año escaso de la muerte de este «Bécquer» de la música alcoyana. Otro paladín de nuestra música festera es el maestro Julio Laporta Hellín, que aunque robando tiempo a sus menesteres directorales por esos mundos de Dios, en compañías de «género chico», compuso dos marchas moras, que no necesitan presentación: «El Negre del tin» y «Un moble mes». —«¿No vens tú mobles»...— le dijo Julio Laporta al «acaudalat propietari Francisco Moltó Aznar «El Pansit». —«Pues ya tens el titul; Un moble mes», estrenado la tarde del 22 de abril de 1928. Y qué fatal coincidencia: el mismo día 22, cinco meses después, su «pas moro» le servía a Julio Laporta de mortaja. Del éxito de «Un moble mes» ¿qué vamos a decir? Aun hay cuerda para rato...! Y hojeando detenidamente la producción musical que Gonzalo Blanes Colorner, nuestro ¡—con la venia de la Señora Ciencia! -, compositor, médico, aportó a la fiesta, vemos ya en 1908 su primera marcha mora: «En el Sahara»; «A la Meca» (1910); «Ya Baixen»; «Fiesta Tuareg»; «Argel» (1945); «Abencerrajes y Cegríes» (1947), culminando en 1950 —cumplidos ya los 68 años de edad— con «Nostalgia mora», galardonada por nuestro Ayuntamiento con el Primer Premio de su concurso anual en pro de la música festera, figurando éstas como obra obligada en la Fiesta del Pasodoble del siguiente año. Junto a Gonzalo Blanes, conquistaron idénticos galardones, Rafael Casasempere, con sus marchas, «La Casbha» (1949) y «Al Azraq» (1955), José Carbonelt García —treinta y tantos años director de la Armónica Alcoyana, autor de numerosas composiciones, no ha mucho extinguido— con «Aljama» (1952) y Enrique Castro Gamarra, con «Ibn-Jafaixa» (1957). Bueno, ya el reportaje toca a su fin. Escudriñando, hemos hilvanado, esta pequeña historia de la música festera atcoyana, que la pléyade insigne de nuestros compositores dejaron prendida con su alma, en este florilegio de marchas moras que para vuestra curiosidad, lector amigo, hoy hemos desempolvado. Y, nada más ¡Con la música a otra parte!


Tres momias y un fénix por SALVADOR DOMÉNHCH LI.ORENS Sevilla y Granada, tres puntos que forman la base CÓRDOBA, triangular sobre-Ja cual descansa el tetraedro de la antigua cultura y civilización árabe en España, y en cuyo vértice restante y opuesto se apoya, cimera, la Media Luna. Córdoba, Sevilla y Granada, tres metas cuasi obligadas de la mayor parte del turismo extranjero que recorre el variado mosaico de tierras y paisajes, caracteres y costumbres de la geografía hispana. Córdoba, Sevilla y Granada, tres palabras mágicas cuya mera dicción desborda las fantasías evocando los relatos fastuosos de «Las mil y una noches», y asombra las mentes al saber enclavado en fas puertas de Occidente un trasunto del enigmático Oriente Medio. Córdoba, sultana rutilante, capital del poderoso y opulento Califato rival de sus colegas de Damasco y Bagdad, con la Mezquita, templo y casa de oración de los creyentes en Alá. Sevilla, princesa cristiana trocada en reina mora por la gallardía de un caudillo musulmán, con el Alcázar, residencia sucesiva de reyes moros y cristianos; (y la Giralda, vigía y torre del homenaje, minarete y campanario, peineta y novia, eje y centro, alma y vida de la capital bética).


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Granada, odalisca favorita del harén de cualquiera de los muchos reyezuelos de Taifas, con la Alhambra, fortaleza y palacio para la defensa y regodeo de sus señores. La Mezquita, oasis pacífico de palmeras con troncos de mármol, cuyas ramas se entrelazan formando las dobles arcadas de herradura y medio punto; bosque de piedra encantado, cuadrangular y perfecto, de arquitectura robusta y maciza. El Alcázar, edificio entreverado con estratos diversos de construcciones moras y cristianas debidas a varios mecenas y alarifes; combinaciones pomposas de arabescos y caprichos, azulejos y quimeras orientales de belleza delicada y sutil, exuberante y polícroma. La Alhambra, quintaesencia del arte decorativo islámico; geométricos dibujos y encajes primorosos eternizados en piedra; suspiros de esclavas agarenas y espirales de pebetero solidificados en cúpulas de estalactitas de filigrana. Pero Alcoy, «nido de cóndores con rocas por baluarte», tiene en sus entrañas montañosas un venero inagotable de riquísimo arabismo que aflora de vez en cuando, entre alegre y saltarín, por el brocal de los pechos alcoyanos en forma de cascada de luces y colores, de sones y ritmos que manan y discurren por los cauces de las calles de la ciudad: las incomparables Fiestas de Moros y Cristianos. La Mezquita, el Alcázar y la Alhambra son cual tres momias egipcias perfectamente conservadas en el interior de las Pirámides a través de los siglos, maravillosas,, monumentales y dignas del pasmo y la admiración de propios y extraños Pero las Fiestas de Moros y Cristianos son como el ave fénix de la mitología de orillas del Nilo, la cual, tras vivir y morir, renacía de sus cenizas para remontar el vuelo, posarse en el ara de la deidad del Sol, fenecer de nuevo y seguir las rotaciones sucesivas, La Mezquita, el Alcázar y la Alhambra son cual tres momias inmutables y perennes, mayestáticas y frías, custodiando los valores califal, almohade y nazarita que les dejaron aquellos faraones mahometanos del fausto y la pompa del Asia. Pero las Fiestas de Moros y Cristianos son como el fénix vivo y palpitante, cálido y dinámico, que, tras un período de reclusión aletargada en el Sancta Sanctorum de las Comparsas y de la Junta Directiva de la Asociación, resucita de sus presuntas cenizas con la llegada de la primavera, se eleva majestuoso cruzando los aires del Abril alcoyano, se posa en holocausto en el Altar del Patrón San Jorge, muere con los últimos compases y las bengalas postreras, y principia el nuevo ciclo que se irá repitiendo año tras año. La Mezquita, el Alcázar y la Alhambra, magníficos vestigios de un mundo que fue, poseen los dones inapreciables de la esencia y la existencia, pero las Fiestas de Moros y Cristianos, remembranzas coloristas en un mundo que es, tienen además otro de mayor importancia: ef de la vida; vida intermitente si se quiere, pero vida al fin y al cabo, con toda la suma trascendencia que atesora este vocablo.


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Foto Stnili o


Foto I A. Mtnrredona

El gran Almirante Roger de Lauría, primer señor de A l c o y de febrero de 1266 moría gloriosamente batalla de Benevento el señor de Loria o ELdeen26laLauna, junto a su rey Manfredode Ñapóles. La esposa de dicho caballero, llamada Bella Damichi, con su hijo Roger, de dieciseis años de edad, se hallaban en tierras del rey de Aragdn desde que en 1262 contrajo matrimonio el prín-

cipe Don Pedro, primogénito de Jaime I el Conquistador, con Doña Constanza de Suabia, hija mayor del monarca napolitano. Doña Bella, que fue nodriza de la princesa italiana, pasó luego a desempeñar encargo de camarera mayor, siendo persona de !a máxima confianza de su señora, sirviéndola con el mismo cariño y


lealtad que llevó a su esposo a 1» lucha y a la ven caballero Procurador general del Reino de muerte junto a su malogrado rey, frente a las Valencia, por ausencia de su titular. huestes de Carlos d'Anjou. Y llegó el momento en que se concedió a RoQuedó ef joven Roger de Launa o de Lluria ger de Lauria el nombramiento para el cargo en según catalanes y valencianos pronunciaban, como cuyo desempeño había de alcanzar universal reseñor legitimo de la Baronía que fue de su padre, nombre, A 20 de abril de 1283, el Rey Don Pedro compuesta por veinticuatro castillos y, con toda el Grande firmó en Mesina la designación de su la Calabria, en poder del príncipe francés que fiel caballero como Almirante de la Armada, en usurpó el trono de Ñapóles. sustitución de su hijo bastardo Don Jaime Pérez. Conociendo la alcurnia y el valer del joven A partir de entonces puede considerarse al Baile calabrés, el rey Don Jaime el Conquistador quiso de Alcoy como auténtico amo y señor del Mediarraigarlo en el Reino de Valencia concediéndole terráneo occidental y no vamos a relatar sus gloa él y a su madre Doña Bella, mediante documento riosas hazañas, además de por ser umversalmente firmado a 6 de septiembre de 1270, el castillo de c o n o c i d a s , por ajenas al objeto del presente Seta y Cheroles con todos sus términos y perte- trabajo. nencias, con hombres y mujeres tanto cristianos A partir de aquel momento, la carrera de Rocomo sarracenos habitantes en dichos lugares, ger de Lauria fue meteórica. Apenas ocupó el con los prados, aguas, llanuras y tierras, tanto trono Jaime II de Aragón, en Lérida, a 6 de seplaborables como incultas, con los réditos y demás tiembre de 1291, erigió a su Almirante en señor derechos y jurisdicción que tenía el mismo Rey, feudal del Reino de Valencia, con la donación de con la obligación de fijar su residencia en el Reino la villa de Cocentaina y de su extenso término, de Valencia. que comprendía los poblados de Muro, Alcudia, El valle de Seta se componía de los pueblos y Benamer, Cela, Benifit (hoy Alquería deis Capealquerías de Gorga, Cuatretondeta, Balones, Beni- líáns), Ráfol Blanch (hoy Alquería de Aznar), Bemasot, Tollos, Facheca, F a m o r c a , Capaimona, nataíre, Alcocer, Benifloret, el Rabal y Penella. Costurera, Beniaizó y Beniamet,algunos de los cuaAl día siguiente de la anterior donación, o sea les aún subsisten no muy lejos de Alcoy. el 11 de septiembre de 1291, le hizo el Rey la de Junto con el entonces desconocido Roger de la villa de Alcoy en franco alodio, expidiéndole el Launa vinieron de tierras napolitanas los jóvenes documento que por su gran interés transcribimos: Conrado y Margarita de Lanza, parientes y pro«Wouerittí universi cfuod nos "Jacobus, Drí gratia tegidos de la princesa doña Constanza de Suabia. Rex, etc. Attendentes Quacl uos nobiíis Rogerius de £auria Conocía el principe Don Pedro la vaíía de aque- regnorum nostrorum Jlragonuii et Sidlie ammiratus, etc. llos mozos y después de armarles caballeros con- Qratis ft «f cfría scientia damas et concedimas vvbis et certó el casamiento de Roger con Margarita, el wsfrís btredibus in perpetuum per proftrium liberum ft que se realizó por el año 1273. francbtitn ahdíum villam de ^ÍJCCOT sitam in JRe^no A 8 de enero de aquel año y como si de regalo Taíerifie cum hominibus (t feminis ibt babitantibus et bade boda se tratase, hallándose Don Jaime I en bitaturís cujus aunque ísxus seu conditionís existawt... Denia, hizo donación al protegido de su hijo, de Datum Herde 333 idus septembris anno Domini la alquería llamada Rabal Abinzatcho en término ^H.CC.XC primo». (Archivo de la Corona de Arade Alcalá, con las mismas condiciones que la del gón, registro 192, folio 3, v.). El mismo día escribió el Rey a los vecinos de castillo y valle de Seta, incluso con la obligación de residencia en el reino, con la facultad de ena- Cocentaina y el 13 a los de Alcoy comunicándoles la noticia y ordenándoles que prestaran hojenar, pero sin la jurisdicción, La rebelión latente de los moros del sur de menaje de fidelidad a su nuevo señor. En 1297 adquirió el Almirante el castillo de Valencia retoñaba de cuando en cuando y muy virulentamente. Los últimos días de la vida del Tor remanzanas. A 4 de diciembre de aquel mismo año conceRey Conquistador se vieron turbados por !a insudió el Rey a Roger de Lauria, para sí y para sus rrección, muriendo su más destacado caudillo, sucesores, el mero imperio de Cocentaina, Alcoy, Alazrach, bajo los muros de Alcoy, en 1276. de Seta, Calp, Altea, Navarrés, Santa María Nuestra villa debió ser considerada como pla- Valle del Puig, Baselga y Castellnou, za fronteriza, que convenía tener asegurada de las El primer señor de Aicoy, el gran Almirante asechanzas de los sarracenos, no bien dominados, Roger de Lauria, murió en Valencia el 17 de enero para lo que debía encomendarse su guarda y go- de 1305 y sus restos sepultura en la bierno a gente conocida y de valía indiscutible. iglesia del monasterio recibieron de Santas Creus, del Aquel mismo año murió el Rey Jaime !, y su mausoleo de su señor el Rey Don Pedroalelpie Granhijo y sucesor Don Pedro el Grande, a 7 de sepen una sencilla fosa cubierta por una losa de tiembre, concedió a Roger de Lauria las Bailías de de, mármol con cuatro escudos que ostentan Alcoy y Cocentaina, con facultad para nombrar las barrasblanco, transversales del procer. justicia, jurados y mustacaf. Dicha lauda de la que intencionadamente fue Seguramente por aquellas calendas, poco más borrado, al parecer por los anjevinos, el nombre o menos, fue nombrado el joven Lauria Alcaide del gran señor de Alcoy, dice: del castillo de Cocentaina, según puede verse en ASS1 JAU LO NOBLE EN R una provisión regia expedida en Valencia el 15 RAL DELS RECNES D'ARAGO E DE SICILIA de octubre de 1276, mandando a los cobradores PER LO SENYOR REY D'ARAGO E PASSA de las rentas que le pagaran puntualmente la can- D'ESTA VIDA EN L'ANY DE LAENCARNACIO tidad asignada para la guarda y custodia de la DE NOSTRE SENYOR JESU-CR1ST 1304 A 16 fortaleza, tan importante para mantener sujeto el DE LAS KALENDAS DE FEBRER valle del Serpis, casi enteramente poblado por FRANCISCO DE P. MOMBLANCH moros. También consta que tuvo Roger la alcaiDirector de Namero del Centro de Cultora Valenciana día de! castillo de Jijona. Vicepresidente de la Sección de Cronistas Oficiales del A 12 de octubre de 1278 fue nombrado el joReino de Valencia.


Casa Municipal de Cultura

A acertada política municipal que ha venido desarrollándose en nuestra ciudad durante los últimos cuatro años por el Ayuntamiento que preside D. Enrique Oltra Moltó, y muy especialmente en el orden cultural, —creación de nuevos Grupos Escolares, Instituto Alcoyano de Cultura, Comisión local de Extensión Cultural—, ha culminado, en e! presente, con la inauguración de Sa Casa Municipal de Cultura. Dispone de espaciosa sala de lectura, biblioteca infantil independiente, sala de Juntas, despachos para Jas Instituciones culturales, y salón de actos dotado de instalaciones de alta fidelidad para audiciones musicales en microsurco, cabina con proyector sonoro de 16 mm. y piano de cola Bechsteín para conciertos. La Casa Municipal de Cultura de Alcoy, única por ahora en la región valenciana, es el mejor exponente de la preocupación constante de nuestro Ayuntamiento por los problemas del espíritu. La nueva entidad, que integra todos los servicios culturales de la población, permitirá la realización de un ambicioso plan de extensión y difusión cultural en beneficio de todas ¡as clases sociales. Fue inaugurada el pasado día 13 de febrero. Asistieron al acto: el Director General de Archivos y Bibliotecas, Gobernador Civil de la provincia, Presidente de la Excina. Diputación de Alicante, J e f e del Servicio Nacional de Lectura, Decano de la facultad de Filosofía y Letras de Barcelona, en su carácter de Inspector de Bibliotecas de la zona de Levante, y otras relevantes personalidades.

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Foto: A n tanto Bernabé u El limo. Sr r Director General de Archivos y Bibliotecas, D, José Antonio Carcfa-Noblejas y García-Nablejas en el mcimento de firmar en el Libro de Oro de la Casa, en presencia de D, Gratiniano Nieto, Jefe del Gabinete Técnico de la Dirección General y de D. Enriqne Oltra Moltó, Alcalde de Alcoy,

Vestíbulo

Foto Studio

Biblioteca: Vista parcial


Foto Studio

lón de actos

Biblioteca: Vista general

Foto Studio

Sala de Jantas

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Vocabulario festero por Luis MATAR REDONA FERRÁNDIZ AS fiestas de Moros y Cristianos han dado lugar a la formación paulatina de un vocabulario festero —enriqueciendo con ello el léxico vernáculo— para designar las personas, cosas y circunstancias que se relacionan con las mismas. Dentro de este catálogo cabe distinguir dos grupos diferenciados por el origen de cada palabra. Uno abarca los vocablos y locuciones de origen ajeno y uso general, que nos hemos apropiado dándoles carta de naturaleza entre nosotros con otras acepciones, tales como: Prosesó, Contrabando, Embaixá, Retreta, Castell de foc, Estafeta, Diana, etc., etc. El otro grupo comprende aquellas palabras indígenas y propias, nacidas y usadas exclusivamente en Alcoy o en otros lugares por irradiación. Como avance o esquema de lo que puede ser un Vocabulario Festero científicamente c o n s t r u i d o , damos a continuación una lista de palabras, principalmente del segundo grupo, que no pretende ser completa y a la que no ordenamos, siquiera, por orden alfabético. * ** Fester.—El que toma parte activa en las Fiestas. Fuá.—Agrupación de festeros en forma de sociedad, que tiene por objeto tomar parte en las Fiestas de Moros y Cristianos vistiendo todos un mismo tipo de traje. — Local social donde reside dicha entidad.— Comparsa.--Escuadra. Comparsa.—Versión castellana del vocablo Tila en casi todas sus acepciones. Escuadra.—Grupo de festeros formados en fila, hombro sobre hombro, que desfilan al ritmo y compás de pasodobles y marchas peculiares.—-Aplícase especialmente para designar la formación particular de una comparsa en el acto de la Entrada. Cabesera.—Festero que ocupa uno de los extremos de una escuadra. Cabo.—Festero que va delante de cada escuadra con variadas evoluciones y blandiendo un arma (espada, porra, sable, alfange) con más o menos gracia,—De Diana.—de Escuadra.—batidor.— El que evoluciona montado a caballo en el acto de la Entrada. Primer Tro.-Presidente y representante genuino de una Comparsa. En los-desfiles por parejas ocupa el primer lugar de la derecha, y por tanto, en el Alardo es el que dispara en primer lugar. (1). Darrer Tro.—Secretario de la Comparsa y suplente del Primer Tro. En ios desfiles por parejas ocupa el primer lugar de la izquierda, lo que supone ser el último en disparar en el Alardo. (1). Cop. -Tesorero de la Comparsa. En los desfiles por parejas, que tienen forma de U, ocupa en solitario el centro de la formación como clave de! arco. En el Alardo dispara con un arcabuz o trabuco de mayor potencia, sosteniendo el arma en posición horizontal a la altura de la cintura y no apoyándola en el hombro y disparando hacia arriba como los demás festeros. (1), Parella de Cop.—Pareja de festeros que desfila inmediatamente delante del Cop. Capitá. — Dignidad o cargo de jefe supremo del bando moro o cristiano—Festero que ostenta dicho cargo. Alferes.—Dignidad o cargo de segundo jefe del bando moro o cristiano.—Festero que ostenta dicho cargo. Alferis.—Alferes. (2).

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Fila de carree.—Comparsa que ostenta en el año correspondiente el cargo de Alférez o de Capitán. Creuar.—Alistarse en una Comparsa, generalmente al comenzar ef año festero a principios de mayo, para tomar parte en las Fiestas del año siguiente. Creuá del duro.—Acción y efecto de creuar mediante el pago de la cuota inicial, ya anticuada y hoy aumentada, de 5 pesetas. Passar el punt.—Pasar lista a los individuos de cada Comparsa todos los domingos del año a una hora determinada del mediodía para formalizar sus cuotas respectivas. Butifarra.—Multa a la no asistencia hora de passarel punt. Falto.—Tíolifarra. Manta a cuadros.—Cuota extraordinaria que se paga al final del año festero para sufragar los gastos extra, bien por ostentar el cargo de Alférez o Capitán, por confeccionar trajes nuevosj etc. (2). Ralla.—Cuota semanal de cada festero. Lloguer.—Jiaíla. (2)., Morrió.—Débito que algún festero no liquida al final del año. Llibreta deis algeps. — Libreta donde se registran los débitos de los festeros. (2). Individuo.—Festero perteneciente a una Comparsa. Agregat.—Festero de última hora que se diferencia del individuo en que todavía no ha adquirido la antigüedad ni plenos derechos. Maldito.—El que toma parte en las Entradas sin ser de la Comparsa, y es portador de armas, caballos, palanquines, etc. Cartutxero.—Persona que acompaña al festero en el acto del Alardo siendo el portador de la pólvora que se ha de disparar. Previamente hace el envase de la pólvora en cartuchos de papel con la cantidad necesaria a tenor de la medida o capacidad del arcabuz o trabuco. Después de Fiestas se encarga de la limpieza del arma. Carregaor.—Cada uno de los cartutxeros que acompañan y sirven a los Alféreces y Capitanes. Sargento.—Ordenanza o auxiliar que hay en cada Comparsa para los menesteres subalternos de la misma. Sant Jordíet. —Dignidad representativa de San Jorge, especialmente para el acto de la Aparición, que desempeñan niños de unos ocho años.—Niño que ostenta dicho cargo. Mitg any.—Conmemoración del medio año festero que se celebra en las Comparsas con una cena a finales de octubre Encaro.—Acción y efecto de enfrentarse los dos Capitanes y los dos Alféreces en e! acto del Alardo. Boato.—Bagaje extraordinario de palanquines, carrozas, negros, etc., de que hacen gala las Comparsas que ostentan los cargos de Alférez y Capitán. Gloria.— Primer acto oficial de nuestras Fiestas, que se celebra actualmente el domingo de Pascua de Resurrección, y en el que desfila un festero de cada Comparsa a guisa de muestra o representación. Cloriero.—Festero que toma parte en la Gloria. Alardo.—Acto del disparo, guerra o batalla simulada entre los Moros y los Cristianos. Nit de l'olla.—Noche del 21 de abril, víspera de los tres días grandes de Fiestas. Olla de músic.—Plato típico de la culinaria alcoyana que se come en todas las Comparsas en la nit de í'olla, y cuyos ingredientes son entre otros: alubias, cardos, tocino, morcillas y carne de cerdo. Notas: (O En la práctica, los señores que ostentan el cargo no siempre ocupan el lugar que les corresponde en los desfiles. Así ocurre, sobre todo, en el puesto de G>/> que se procura sea ocupado por un festero de buena figura o prestancia física, aunque no sea el Tesorero^ (2) Locución o vocablo ya en desuso.


poto: Antonio Hernández

CLAMOR por ADRIÁN ESPÍ VALDÉS

N octubre del año pasado quedó inaugurada en el vestíbulo de nuestro Palacio Consistorial, la exposición de foíografías fesíeras y alcoyanas del VI Concurso Fotográfico, áureo eslabón de la aríística cadena que la Asociación de San Jorge Mártir se ha empeñado con acierto en formar. Allí uno, como alcoyano y como fesíero consumió algunos minuíos admirando planos de nuesíra historia revivida y de nuestra ciudad. De enire las foíografías de motivos fesleros, una llamó poderosamente la atención del que suscribe y le dio molivo para meditar, emocionarse y escribir lo que pensaba y senlía. Su lema, «Clamor». Su autor, un alcoyano. Cromatismo, primavera, música, historia, belleza plena y total son, en fin, nuestras fiestas abrileñas. No, no precisan gran cosa que las califiquemos más ni las ponderemos, pues, en verdad y al fin y al cabo, sin narcisismos alcoyanos de ninguna especie, la ponderación y el elogio se quedan airas, son. casi nulos. Fijémonos solamente en el personaje de esta «foto», que es quien nos indujo a escribir. La calzada brilla, el agua primaveral la limpió y ahora el sol se refleja como en mullüud de espejillos de bruñido metal, confundiéndose sus destellos con los de los cascos medievales. El fesíero, el cristiano, el alcoyano, orgulloso de sus tradiciones y de su alcoyanía cual un inglés de su patria, alza los brazos al cíelo agitando en su dieslra la maza guerrera que dobla y encorva dándole miles de posturas atrevidas y malabares en un minuto, y clama al cielo Su clamor es acción de gracias, acaso clama también para que no llueva más. Mira en un gesto de arrogancia sana, pues es arrogancia feslera, a los balcones y ventanas clamando por la sonrisa, por el aplauso y por el vüore de la mujer alcoyana leal, trabajadora, alegre y hermosa, tantas veces cantada en versos. Clarria al forastero y su clamor es alegría, es lazo de hermandad. En su mirada, pues su clamor es mímico, pregona su satisfacción y orgullo invitando a todos los que le contemplan, al chiquillo que se promete así mismo ser el día de mañana fesíero, al viejo que le mira con añoranza y con lágrimas sentidas en los ojos al recordar sus felices veinte años, a la mujer que espera ansiosa el paso de su marido o de sus hijos. A lodos invita a soñar, a vivir las fiestas que para todo alcoyano es una porción de gloria, por San Jorge, por Alcoy y por España. Magnífico clamor. Clamor testero, jovial y poético', emporio de ilusión, de belleza sin igual. He aquí lo que a uno le sugirió tan artística fotografía.

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Foto: A n t o n i o Pérefc Jarda

AMBIENTE

Un víentecillo de feria, con olor a aceite quemado, ventea ios gallardetes, transidos de aires diarieros, marchas moras y rosas abrileñas. La fiesta ha llegado. Al igual que la primavera de Machado, nadie sabe cómo ha sido. Amaneció con música y temblor en la sangre. Amaneció con un veguero eri la boca y un alfanje en la mano. Amaneció cotí una sonrisa en los labios y una oración al santo. La plaza se liena de gente. Gente ansiosa de ver pasar las comparsas, de soñar con los moros, de vibrar de fe, ante nuestras tradiciones, ante nuestra historia, ante nuestra peculiar idiosincrasia de alcoyanos de corazón. De alcoyanos que en 1276 lucharon por un ideal, por una consigna, por un terrazgo estéril entre dos ríos, que gracias al tesón y forja de sus pedios, han convertido, después, en agua de oasis, en Jordán redentor. La "foto" ha captado el ambiente de un día festero. De un día luminoso, aunque las nubes del fondo nos inquieten, con ecos de disparos, abrazos de serpentinas y jugueteo de1 globos, Y es que, en Alcoy, abril es una sinfonía sensitiva de luces y colores, de ritmos y corazones. De ensueño y amor.—A. R.


San Jorge en la batalla de Alcoy, anónimo, gentileza de D, Ángel Cisbert Antoll

PRESENCIA HISTÓRICA por JOSÉ ZAHONERO Vivó

virtud exagerada, por exorbitar el justo U NAmedio —que es la virtud— puede abocar en vicio. De donde resulta que el amor desorbitado a la Patria puede trocarse fácilmente en patriotería y hasta «chauvinismo». Y este es peligro en que pueden incidir inconscientemente los alcoyanos, tan amantes de su Alcoy, del que por otra parte confesemos pueden sentirse harto orgullosos Pueblo mimado por Dios con tantos y tan subidos carismas en su historia, y con tanta sensibilidad en sus hijos. Viene este proemio a cuento de la valoración, si piadosa, también antonomástica, que Alcoy hace de su glorioso Patrono. Y no es que la repute hiperbólica: jamás alcanzará el himno de gloria que levante Alcoy a San Jorge, tanta altura como la gloria a que Atcoy fue levantado por el celeste Walí. Sino que, auscultando el sentir alcoyano, siento miedo de que Alcoy tenga por conclusión evidente que bastan Jorge y Alcoy, la ciudad y el Caudillo criFíiano, para ambientar, centrar y rematar toda la gloria y vida perennes del Santo de Capadocia En otros términos: que piense Alcoy que San Jorge es tan grande, porque es de Alcoy; o que, para pavés y aureola histórica de San Jorge, basten Alcoy y la gesta milagrosa de la alborada de abril de 1276. Y no: San Jorge es algo más y necesita mucho más que esta ciudad, por gloriosa que la señaléis y lo sea. Precisa qué, sin cerrados patrioterismos, hinchemos la figura humana y celestial de Jorge: amplitud y ecumenidad que redundarán en gloria de Alcoy; pues esa colosal esfera de honor podrá tener siempre para

los alcoyanos un centro —aunque impalpable, siempre razón del círculo— y ese centro será Afcoy. Dejen a los demás sentirse también corte o humilde cortejo de tan ilustre valido del Señor. Lo que no puede más que enorgullecer santamente a Alcoy, al vernos celosos de su privilegio y mendigos de tal predilección. Y, con nosotros, a todos el ecumeno cristiano. La historia no ofrece los hechos históricos como piezas sueltas de un tramado ingenioso. Según Spengler, el hecho histórico no surge por generación espontánea; no pueden darse dos tijeretazos —arriba y abajo— del cañamazo histórico y desintegrar un hecho, cual si fuese una pieza de disección para encuadrarla bajo el prisma de una lente morfológica. El hecho histórico es una conclusión o consecuencia de muchos hechos, ideas, ambientes, personas y épocas; y, a la vez, es principio de todo ello en su proyección al devenir de la historia. Ni san Jorge nace en la mañana abrileña del 1276 en Alcoy; ni se remata en esa misma gesta. Era antes y sigue siendo después; y, antes y después, con rigurosa vida y remembradas hazañas. No es un hecho aislado, no es un fenómeno casual con la efímera vida de lo ineficaz. Maqueta y módulo, troquel, idea e ideal, cobró desde su martirio esa vida perenne y actuada de lo que, cual dijo el clásico, tiene «la incapacidad de envejecer». Como los briosos caballos del mito de Diomedes, que siempre avanzan y siempre permanecen, con la eterna lozanía de la inmortalidad. Gloria de Alcoy es que san Jorge sea tan suyo


San Julián el Pobre, de París

que, por él, Alcoy pueda ser centro de la historia espiritual de la cristiandad. Porque san Jorge se abrumaba de laureles épicos antes de la derrota de Alazrach, y después de ella sigue cortando todos los lauros posibles. Porque, esquivando chauvinismos pintorescos y apasionados, afirmo que «no sólo no se puede escribir la historia cristiana de Alcoy sin ese dintel inefable de la aparición de san Jorge, sino que no se puede escribir la historia del cristianismo ferviente y, concretamente, de España sin el glorioso guerrero». Porque no se escribiera la historia antigua cristiana sin el nombre y la presencia de san Jorge: cuando su nombre es símbolo de cristiandades, catacumbas y legiones cristianas; cuando Justiniano levanta una basílica en su honor en la antigua Dioscópolis romana (Lydda); cuando el gran Teodosío bautiza con el nombre de Jorge una intrépida legión; o cuando se cuentan en el Santoral cristiano una decena de santos Jorges, desde Plafagonia a Viena, después del vuestro. Porque no se explicara la historia del Medioevo sin el nombre y la presencia de san Jorge, cuando la Orden del Santo, arrancada de la antigua, cobra inusitado esplendoren la Edad Media por la Orden Bávara de san Jorge con Maximiliano 1, Carlos Alberto y Luis IÍ; Orden de la que el rey es gran Maestre y que tiene por santo y seña la «Defensa de la fe cristiano-católica»; ni sin su Cruz áurea de ocho puntas que decora tos paños imperiales y que, como condecoración, lleva en el reverso la Inmaculada Concepción {¡oh, felices Manes del Carrascal y sus Lirios, en el Alcoy georgiano!). Cuando Ricardo 1 de Inglaterra la distingue como príncipe entre sus Ordenes Militares, cual sus sucesores. Cuando Venecia coloca a san Jorge al parigual de su célebre san Marcos. Y Florencia y Bolonia hacen del santo, blasón glorioso de sus cuarteles. Cuando altos relieves de Nuremberg,Viena, Grecia, Ñapóles, Siciliay Roma cantan la apoteosis de la patria en san Jorge. Cuando en más de una docena de naciones las más brillantes condecoraciones y medallas llevan su efigie. Cuando, de 996 a 1800, trece reyes llevan el nombre de Jorge en un estado que se llama Georgia. Cuando Jorge sea el onomástico de muchos reyes sajones y san Jorge intitule innúmeras ciudades y pueblos de todo el orbe; y que Jorge sea el Caudillo que van de La Fayette a Washington; y Jorge vaya del caserío murciano al pueblo castellonense; o sea el titular de santuarios y templos europeos y españoles hasta llegar a América y bautizar una misión de Colombia. Lógica de historia: porque el Medioevo, atormentado de luchas religiosas y cruzadas, no podía soñar mejor ideal que el de este caudillo, vencedor de monstruos y de infieles. Pero, menos que ninguna historia, puede escribirse la de la Gran Corona de Aragón, y luego la de Castilla, y, al fin, la de España, sin el nombre y la presencia de san Jorge. Porque, dando de lado a vuestra efemérides bélica, Aragón nace, se espande y culmina bajo la égida providente de la mirada avizora y el dardo certero del santo, Y un día, en el orto, será la orden militar de su nombre fundada por Pedro II de Aragón «por los grandes favores recibidos y por las victorias debidas a san Jorge» (razón que aducirán todos sus sucesores), en las gestas del Castillo de Alfama —luego, segundo apellido de la Orden— y del

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Coíl de Balaguer; y, otro día y siempre, serán Montesa y don Jaime el Conquistador que, a más de otros puntos, en Mallorca y Valencia contó para las conquistas con el «Caballer gforios sent Jordi», con aquella pintura del caballo y caballero blancos; y Pedro III el Grande, y el Ceremonioso, y Alfonso el Magnánimo seguirán loando a la flor celeste de los Caballeros. Y, antes y después, selán Inglaterra y la Generalidad de Catalunya con san Jorge y d dragón y la doncella; y más tarde, Jorge y la impiedad representada en los Muslines que pisotea su caballo; hasta ser para Aragón y España, lo que Santiago fue para España y Castilla. Y, en gracia a la brevedad —ya sobrepasada—, el arte sufriría un notable eclipse sin san Jorge. Pocas figuras dieron a los pinceles y a la iconografía tanto tema como san Jorge, cual se proclama desde el L'ermitage de San Petersburgo, pasando por Dresden, Munich, París, Venecia, Roma etc. hasta el Prado. Ni la gubia hallara su culmen sin esa efigie en retablos, pórticos, y sillerías corales; ni la poesía sin tal tema y sin Jorge de Montemayor y Chordi de san Jordi (así, por redundancia) émulo del Petrarca, omitiendo a tantos otros. Cerrando, en cortejo de honor, aquél «Centenar de la Ploma» que a más de su cruz, tenía por estandarte la figura de san Jorge. Y ya ¡vuestra apoteosis!; Alcoy no fuera Alcoy sin san Jorge. Tras esta esquemática y pobre pincelada ¿es de extrañar que los BolancUstas llegaran a insinuar, dadas las gigantescas proporciones y proyecciones de san Jorge, que bien pudiera ser un personaje mitológico o de leyenda? Pero no: la historia se escribe con san Jorge: porque san Jorge es uno de los más recios hilos de su trama. Como en Alcoy: donde san Jorge es hito y trama, urdimbre y recamo, vida y gloría, alegría y esperanza de un pueblo que —como dije en otra ocasión— santigua todos los años las frentes de sus hogares con la Cruz encendida en rubíes de tradición, historia y fe de su Walí y Patrono san Jorge.


A s í las vi Nos complacemos en presentar este artículo del Padre Sakiiano don Rodolfo Fierro Torres que, aun nacido en Colombia, ha desarrollado gran parte de su labor sacerdotal en España durante muchos años. El P. Fierro es el Consiliario Nacional délos Antiguos Alumnos Salesianos, autor de numerosos libros —especialmente pedagógicos—, Encomienda de Isabel la Católica y miembro de la Academia Colombiana de la Lengua.

REO que fue el año 1912, después de! Congreso Catequístico de Valladolid. Mosén Chusep, en cjuien hallaban resonancia hasta las más pequeñas vibraciones que atañeran a la educación y formación de ¡os muchachos, había leído mi librito «Los Oratorios Festivos», y une invitó para que fuese a ver en Alcoy su Obra, que parece ya entonces pensaba dejar a los Salesianos. Y fui. Recuerdo todavía el encanto que me produjo aquella mansión amable, donde él derrochaba cariño y apostólico celo. Cenamos en un patiecitO; y al rumor de una fuentecilla cantarína, hablamos de muchas cosas relacionadas con los muchachos, con la historia de Alcoy, con el porvenir de Alcoy. Naturalmente hablamos también de teatro, a! cual él, como auténtico educador, concedía mucha importa ti cía. Y vino a decirme algo de Iss «Fiestas de Moros y Cristianos», y me encendió en el deseo de contemplarlas siquiera por una vez. Pero pasó el tiempo oportuno y no pude darme ese gusto, pues aunque dos o tres veces volví a Alcoy en tiempos sucesivos, nunca pude combinar la coincidencia. Esta se me presentó pintiparada en 1950, cuando, al realizar una visita a los diversos centros tic Antiguos Alumnos, estaba en mi mano arreglar el itinerario. Mosén Chusep ya se había ido al cielo, pero quedaba su obra y quedaba su espíritu Las dos noches que allí dormí, parecíame ver su sombra bendita ondeando por todos esos ambientes: «¡morir no es perecer!», lema bendito que un triunfador escribe en su corona. Aquellos días, a ta hora oportuna, los Antiguos Alumnos me llevan y sitúan en lugar conveniente para ver y gozar de los «Moros y Cristianos*. Todo me parece transformado: las calles festonadas de cintas y serpentinas multicolores; en la gran plaza brillan millares de bombillas variopintas y está adornada a profusión; los ciudadanos me parecen también todos trocados en hombres y mujeres de otros tiempos. Hablan y comentan en voz alta, y yo me pregunto: «¿Son estos los que ayer vi en las fábricas de papel, en los telares, en los talleres de mecánica con sus monos de trabajo?» Cruzan bandas y más bandas de música. ¿De dónde vienen? ¿Cuántas son? Resulta que no sólo Alcoy, si¡io todos los pueblos de la región toman parte en estas Fiestas de Moros y Cristianos. Pero los actores son todos de ta ciudad de Alcoy. Aclorts, digo; porque estos grupos son «comparsas» que vienen a representar, muy seriamente, una especie de drama evocador de atávicos hechos históricos, de épica historia akoyana La fiesta ha comenzado con el desfile de las comparsas: sus capitanes al frente. ¡Qué ricas son las vestiduras! ¡Qué elegantes los atuendos! ¡Qué majestuosas las figuras de los capitanes! Lo que estoy presenciando ¿es una tragedia griega? Como ellas, al aire libre, héroes y coro, jinetes y peatones, cancos y silencios,- y magnificencia, magnificencia, magnificencia ¿O es un auto sacramental «sui géneris», recordando, re-presen tan do, renovando y re-viviendo un episodio de historia, (I episodio antonomástico de )a historia de la v i l l a ? ¿O no será más bien una especie de ballet «sui géneris" también, pues del ballet tiene —según los entendidos que a mi lado tengo— los movimientos, e! ritmo, las melodías, la alada fantasía, el abigarramiento de los colores y variedad de trajes? De todo esto y algo más tiene el espectáculo que estoy presenciando. Y bien lo merece, pues evoca y revive la grande gesta de Alcoy, aquella por la cual mereció seguir vi viendo. Y hace bien en evocarlo y revivirlo, no sólo por aquello de que «recordar es vivir», sino también porque es un potente medio para no degenerar: e! querer ser dignos de nuestros gloriosos antepasados es acicate para progresar y superarnos diariamente. Por ello estas fiestas alcoyanas son cantos vivos de una epopeya que, al repetirse, tiende a re-vivirse con todo su empuje vital hacia la altura. La titánica lucha que en tiem-

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Foto Studio

pos de Jaime el Conquistador se riñó en torno del Castillo de Alcoy, se reanuda diariamente, en otras formas y con otras armas, y hay que ganarla Es la explicación que, mientras van desarrollándose los desfiles y van pasando lentamente «les filaes», le encuentro a esta «ceremonia» que, por lo visto, se celebra todos los años desde hace varios siglos y es presumible se siga haciendo por muchos más, porque el día en que cesara, sería porque habría cesado la poesía y la santa memoria de los gloriosos antepasados. Y la fiesta sigue. De pronto el retumbo de un arcabuzazo, y otro y otro. La algarabía se hace silencio poco a poco y cambiándose en diálogos, que luego es de nuevo algarabía ordenada. Allá en el fondo de la plaza está el Castillo, la fortaleza en que ¡os Cristianos resisten a la Morisma. Esa fortaleza que hay que tomar para apoderarse de la ciudad. Caballeros los unos y los otros, se guardan todas las consideraciones. Y de luchar, se ludia a pecho descubierto. El capitán «moro» despacha un embajador bien montado a parlamentar e intimar la rendición de la fortaleza. Naturalmente, el capitán «cristiano» rechaza la intimación. Y viene la lucha, y se enciende la batalla. Pero a pesar del valor v del esfuerzo, la fortaleza es asaltada y los defensores sucumben. El enemigo se hace fuerte sobre las ruinas del Castillo. Mas no es posible, y sobre todo, no es digno que el cristiano se resigne a la derrota. Si por debilidad cayó, ha de intentarlo todo para levantarse y colocar de nuevo su estandarte sobre lo más alto de ía fortaleza. Rehecho el cristiano, envía su embajador a parlamentar e intimar al moro la entrega del Castillo. Es soberanamente bella y majestuosa la figura de este emisario, es gallardo y elocuente; perora su causa, pondera ¡as fuerzas de sus jefes y soldados.


Su propuesta es rechazada, el asalto se impone. Llenos de fe, los cristianos se lanzan a la lucha, invocando el auxilio del Cielo. Y el auxilio viene. Es San Jorge, enviado quizás por Santiago, Patrono de España, quien viene por ios aires, caballero en blanco bridón; quien se pone al frente de la hueste cristiana y es arrollada la Morisma, El Castillo vuelvt a poder del Cristiano, Y sobre la herida torre vuelve a ondear, triunfadora, la Bandera, y en la Bandera la Cruz de Cristo. Todo esto es de un simbolismo rico y fructuoso. Diré algunos de los pensamientos que pasaban por mí mente mientras presenciaba los rítmicos desfiles y los parlamentos, el ataque, la efímera derrota y el triunfo definitivo. Estas calles y esta plaza con su castillo es cada uno de nosotros; es, sobre todo, cada joven, porque la juventud es la época más efervescente de la vida; hay huestes que la atacan y huestes que la defienden; en el fondo det alma hay un castillo, y en el castillo, la Gracia que a todo trance debe defenderse. Pero quizas en un momento de flaqueza el castillo puede claudicar y rendirse. La bandera de la Gracia fue arriada.,. Mas no es decoroso para el cristiano dejarse vencer, y hay que tornar a la ludia y hay que vencer. Si la pugna es dura y el enemigo fuerte, en el Cielo hay quien nos ayude: el Señor y la Dama por quienes ludíamos, y que nos tienen preparados los lauros inmortales del valor y la constancia. La Oración humilde y valiente hará que nos manden el guerrero que se ponga a nuestro frente y nos ayude a debelar al enemigo. En San Jorge está representada la Gracia omnipotente. Otro pensamiento: un pensamiento de solidaridad humana y cristiana. Nuestra Religión es «católica», es decir, universal. Todos somos hermanos, porque a todos nos ha creado Dios y redimido Cristo. En el Cristianismo, todos debemos ayudarnos unos a otros, confiar los unos en los otros, amarnos fraternalmente los unos a Jos otros. En el desarrollo del drama representado en las calles y plaza de Alcoy hay dos figuras, entre otras, extraordinariamente simpáticas: Mosén Torregrosa, con su Cruz y su ar-

FÁBRICA

madura de caballero; y el adolescente San Jorge vestido de blanco, con su diadema de lauros y su coraza resplandeciente. Están aquí representados Jos ministros de la Gracia. Cosa que también llamó mi atención es la participación de todo el pueblo en las fiestas, participación activa e igualitaria en que todos se confunden. Veo en ello la armonía social con que hemos venido soñando los Salesianos desde que Don Bosco fundó la «Familia Salesiana». En estos días en Alcoy todos son iguales. Es posible que el capitán sea un obrero y el empresario con quien trabaja sea un simple festero. Y no hay envidia ni rivalidades entre ellos, sino perfecta armonía,- buscan un solo fin: el esplendor de la fiesta, la gloria de Alcoy, el triunfo de la Religión de Cristo. También esto es muy aleccionador. Uno de los días de fiesta vi que muchas de las «comparsas» con sus flamantes atuendos, y el consiguiente cansancio, se repartían por los templos y centros benéficos de la ciudad para cir Misa, y aun comulgar. A mí me llevaron, como capellán de honor, a decir Misa y dos palabritas a la Casa de los Ancianos Desamparados; después de la ciial, desayunamos todos con los Ancianos en amable camaradería. Ellos, los «Moros y Cristianos» de las comparsas habían costeado el opíparo desayuno y, por añadidura, obsequiaron con cigarros, dinero y un buen concierto de música a los Ancianitos y a las Hermanas que cuidan de ellos. ¿No es todo esto una hermosa manifestación del espíritu prácticamente cristiano de los habitantes de Alcoy? Pueblo laborioso y poético a un tiempo,- que sabe desarrollar una industria variadísima en donde trabajan codo a codo industriales y manuales; que sabe de cuando en cuando olvidarse de la materialidad de la vida y elevarse a las regiones des arte; que fabrica tejidos, papel, maquinaria y peladillas,- pueblo que educa a sus niños en la fraternidad universal cristiana, es merecedor de las bendiciones de Dios y de la imitaciórt de los hombres.

DE NOVEDADES

GENERALÍSIMO, 60 TELÉFONO 1843

A L C O Y

RODOLFO FIERHO, TORRES, S. D. B.

EN PAÑERÍA


VI CONCURSO FOTOGRテ:ICO 1957


HABLAN LAS ESPADAS

Primer premio, grupo Fiestas Antonio Hernández Oleína


DOS PILARES Segundo premio, grupo Alcoy Antonio Pérez Jordá

LUCES DE BENGALA Segundo premio, grupo fiestas Antonio Paya Aura


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Primer premio, grupo Alcoy José Crespo Colomer


VI CONCURSO FOTOGRÁFICO 1957 Los Concursos Fotográficos que anualmente viene celebrando la Asociación de San Jorge sobre las Fiestas de Moros y Cristianos y sobre los aspectos p a n o r á m i c o y urbanístico de Alcoy, cumplen los fines principales que se persiguen al convocarlos, tales como: estimular el interés de. aficiona•dos y profesionales por las magníficas perspectivas que brinda el arte fotográfico, enriquecer el acervo documental del Archivo festero, y facilitar la ilustración gráfica de los Programas sucesivos.

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Antonio Paya Aura Juan Campos Abad

3

José Crespo Colomer

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Benjamín Pérez Biette


ACCÉSITS

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5 Antonio Pérez Aracil 6 Rafael Sanus Botí 7 Jorge Martí Quiles 8 Antonio Hernández Oleína


José Carlonpll García E

L compositor alcoyano José CarboneJl García, fallecido el pasado año, es, indiscutiblemente, una figura cuya significación artística, profundamente entroncada a nuestras Fiestas, honra y enaltece a Alcoy, Una gran parte de su obra irradia ese inconfundible espíritu de inspiración festera en la que supo cantar a su pueblo con una expresividad amorosa, noble, sincera y, sobre todo, popular. Nació en Alcoy, en 1890. Recibe de su padre —único profesor de violoncelo en el Alcoy de entonces— las primeras lecciones de solfeo. Fue infantillo en fa Capilla de la Corporación «Nueva del Iris», en cuya Academia continuó !os estudios de solfeo bajo ta dirección de don Rafael Valor y el maestro don Julio Laporta. Con una vocación musical piena de infantil y perseverante entusiasmo, empezó los primeros estudios de violoncelo guiado por su padre en principio y luego por el violoncelista alcoyano Miguel Miró, cuya maestría en el dominio de este instrumento era verdaderamente notable. En 1907 ingresa como músico de 3.a, por oposición, en la Banda del Regimiento de Infantería «Vizcaya» n.° 51 F de guarnición en Alcoy. Sintiendo hondamente la llamada del arte con un irreprimible fervor juvenil, realiza los primeros estudios de Armonía bajo la dirección del músico de 1.a don Bernardino Ayllón Portillo. Dos años después emprende el estudio del piano con su hermana María, en fa actualidad religiosa del convento del Santo Sepulcro. Su actividad es febriscente y no pierde ocasión para ampliar sus conocimientos musicales en los más variados aspectos: estudia bandurria, mandolina, guitarra, laúd, instrumentos que no tienerr secretos para él y, en reñida oposición, asciende a músico de 2.a en el Ejército, a la vez que estudia el contrabajo y la lira o mctalofón. En plena juventud fue director de las Bandas «Nueva» d? Cocentaina y «Cruz Roja», de Alcoy. En 1923 asume la dirección de la «Armónica Alcoyana», agrupación musical a la que estuvo vinculado gran parte de su vida y a la que siempre profesó la más entrañable dedicación, llevándola, en el año 1935, y a! mando de su batuta, a conquistar en Valencia los tres primeros premios en el Certamen organizado por la Sociedad «El Micalet». Los tres galardones fueron ganados por la instrumentación de un pasoduble inédito y por la acertada ejecución del mismo y de la obra obligada. En 1924 asciende a músico de 1.a en brillantes oposiciones. Durante los años en que fue director de la Corporación «Nueva del Iris», realizó una fecunda labor en pro de la misma, cuyos frutos contribuyeron a elevar dignamente el arte musical en nuestra ciudad, manteniendo con admirable tesón una asiduidad siempre animosa y cordial, llena de franca simpatía. Admitía el diminutivo de «Pepíquet» con la mayor sencillez y, en la lección y en el ensayo, sabía hermanar la reprimenda con la mejor sonrisa de afectuosidad. En justicia podía llamársele bueno, activísimo, vivaz y congrcgador de entusiasmos. Durante algunos años residió en Ibi, donde se le solicitó como director, al objeto de formar una Banda y Capilla Municipal, cuya labor llevó a cabo eficientemente, conquistando las generales simpatías de aquella villa alicantina. En los años 1952 y 1954, respectivamente fueron galardonadas sus composiciones «Aljama» (marcha árabe) y «Suspiros del Serpis» (pasodoble dianero). Dejó escritas más de doscientas obras en su diferente catalogación de música escénica —varias zarzuelas infantiles—, bandística y religiosa. Citemos algunas de sus obras más representativas: «Gozos a San Jorge», con letra del poeta alcoyano don Salvador Doménech Aura; «Manola» (Sinfonía); «Zambra oriental»; «A orillas de! Pisuerga» (Capricho); «Himno al Regimiento de Vizcaya», con texto del Teniente Corone! don Manuel Batlie,- «Himno y Gozos a San Mauro»; «Misa de Réquiem a tres voces»; «Escena vasca» (fantasía para banda); «Leyenda» (Suite en cuatro tiempos); «La víspera de San Jorge en Alcoy» (poema musical) y gran número de pasodobles y marchas árabes, a los que imprimió un hálito de expresión auténticamente festera y alcoyana. Hallándose ausente de Alcoy durante los años de la guerra civil, sintió la añoranza de su pueblo natal, prometiendo a San Jorge la ofrenda de su música en la misa de todos los domingos, promesa que, con una devoción fidedigna, cumplió hasta su muerte. Todos los domingos, acudía a la Iglesia de nuestro Santo Patrono con el fin de ofrecer un fondo musical de armonium durante la misa, lo que hizo con una devoción muy sincera. Este fue José Carbonell García. Músico integral, alma inquieta, corazón enamorado de su suelo nativo. Pocas horas antes de morir y en estado delirante, se le observó gesticular con Jos brazos marcando el compás de quién sabe qué soñada obra musical. Nos dejó una tarde de otoño. El pueblo de Alcoy le demostró su gratitud y reconocimiento acompañando sus restos mortales en representación masiva. «Suspiros del Serpis», pasodoblc festero, es ya una estela indeleble que rubrica su nombre con una honda y popularísima emoción. J- V. J.

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SUSPIROS DEL SERPIS' Pasodoble para Banda Música del Maestro José Carbonell García • L. -^a-^^- *

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jr NUESTRAS AUTORIDADES Alcalde y Jefe Local del Movimiento: Iltmo. Sr. D. Enrique Oltra Moltó Coronel Comandante Militar: Iltmo. Sr. D. José Mana Nestares Arcipreste: Rvdo. Sr. D. Vicente Torregrosa Torregrosa Juez de Primera Instancia e Instrucción; Iltmo. Sr. D. Julio Antonio Llovet Alabau Presidente de la Comisión Municipal de Fiestas D. José Furia Masía

ION DE SON JORGE MflRTIR CUADRO DE HONOR Presidentes: D. Carlos Gosálbez Barceló y D. Antonio AracÜ Pascual Vicario de San Jorge: Excmo. y Rvdfno. Sr, D. Manuel Llopís Ivorra Vocal: D. José Aura Colornina Socios: D. Carlos Mataix Aracil Iltmo. Sr. O. Joaquín Pacheco Santana » » » Augusto Jaime Telles D'Abreu Muñes

JUNTA DIRECTIVA Director: Rvdo. Dr. D. ManueJ Castelló Quilis Presidente: D. Francisco Boronat Picó Vice Presidente: D. Rafael Terol Aznar Secretario: D. Luis Matarredona Ferrándiz Vi ce-Secretario: D Francisco Miró Sanfrancisco Depositario: D. Rafael Cosálbez Raduán Contador: D. Juan Careta Sempere Vocales: D. Ángel Llopis Pérez Antonio Julia Segura Rafael Santonja Jordá Salomón Sanjuán Romeu José García Parra Francisco Santonja Cisbert Manuel Miró García Martín Company Martínez Cronista de Fiestas: D. Salvador Do menee h Llorens Vicario: Rvdo. D. José Botella Martín Asesor artístico: D. Roque Monitor Boronat D. C. Información y Turismo: D. Octavio Candela Carbonell JUNTA DE CONSTRUCCIÓN DE LA IGLESIA O. Romualdo Coderch Boronat » Joaquín Aracil Aznar » Miguel Matarredona Terol


San Jorge en el arte pictórico y la georgiana caballería de Alcoy por el Dr. JOSÉ CRISANTO LÓPEZ JIMÉNEZ de Us Reales Academias de Medicina de Murcia y de Bellas Artes de San Jorge de Barcelona, San Carlas de Valencia y San Luis de Zaragoza; Académico de Honor de San Jorge de Roma; Cronista de la Orden de San Jorge de Venecia (Giiistiniana); Director correspondiente del Centro de Cultura Valenciana; de «The Híspanle Society of América».

I de la caballería castellana es celestial patrón Santiago, vencedor decisivo de la batalla de Clavija, de la ilustre caballería aragonesa es padre y protector el militar de Capadocia SAN JORGE, mártir de Diocleciano (s. (V), que también en Alcoy cerró y aseguró la corona, de Aragón. El conjunto de pueblos que integraban la Corona de Aragón constituían la puerta mediterránea de la Península y el istmo político que unía al continente la meseta castellana. San Jorge es el santo cuyo culto arraiga en las más florecientes sociedades europeas, y por consiguiente en ta Corona de Aragón, políticamente la zona de vida más continental de esta península que por el Ebro se ¡lama Ibérica. Cual en Aragón se extiende el culto jacobeo (Sant Jaume en Cataluña, Valencia y Mallorca, y San Giacomo en Ñapóles y Sicilia), San Jorge tiene veneración en Castilla. Cuando el Año Santo en la Basílica Com poste lana, me sorprendió yendo por el Camino de Santiago, en un pueblo de la entra-. ña episcopal palentina llamado Villavieco (con una iglesia parroquial de dorado retablo del diecisiete con Santiago en insignias de la batalla de Clavijo, inedia luna, alfange y cetro árabe, concha de Santiago y cruz de Pelayo), ver en medallones entre Santiago, San Lorenzo y San Juan Bautista, a San Jorge; cruces de malta y flordelisada ornamentan la sacristía¡ y una calle, aquella por donde entraban los peregrinos franceses, sigue denominándose calle de San Jorge, y en ella su ermita de los peregrinos. Pueblo expansivo el aragonés, cuya corona es una solidaridad de contrastes unidos por vías naturales de comunicación y por genios de su marinería. Era puerta abierta y ventosa de toda la cultura mediterránea. También difundió su arte por todo el mundo. Las obras pictóricas de los siglos XIV y XV son numerosas, muchas de ellas en el extranjero. Así las tablas del martirio de San Jorge, que la erudición —desconociendo la personalidad del autor— lo titula «Maestro de San Jorge», nombre de laboratorio, por dicho retablo valenciano que cíe una colección catalana fue adquirido por el museo del Louvre (Taules del Mártir! de Sant Jordi). Y el retablo de San Jorge, de Londres («Victoria and Albert Museum»), obra franco-borgoñona, que se supone fue del castillo de Morí tesa, y cuya tabla central algunos eruditos sospechan sea la representación de la derrota de Al-Azradi en Alcoy, por cuyo motivo San Jorge es el patrón (Sanchts Sivera así lo recuerda en su «Nomenclátor»). Como pocas regiones igualan a falencia en tablas pictóricas de los siglos XIV y XV, muchas son las representaciones del glorioso santo de la caballería valentina, patrón últimamente de su maestranza, cual de la zaragozana y de los cuerpos de nobleza de Cataluña. El pueblo alcoyano, expansivo y generoso, volcándose lleno de entusiasmo en gratitud a su gran Santo, desde hace varios siglos simula fastuosamente esta gesta divina que partió de la Misa de un sacerdote santo, Mosén Torregrosa, y recibió en gracia a un caudillo celestial, SAN JORGE, como Zaragoza a la Virgen del Portillo y Clavijo a Santiago, orígenes de sagradas milicias. La nobleza de todos los alcoyanos es ejecutoriada por el santo de la victoria; y de su condición de notoria hidalguía dan fe su honestidad y genio creador, pues deja de ser nobleza aquella que falsificando conceptos olvida los preceptos evangélicos, cual recientemente nuestro Pontífice reinante ha manifestado a ta nobleza romana. Creó, más que conmemoración, anualmente Alcoy vuelve a vivir su gesta y aquellos personajes heroicos cobran vida en los propios hijos de su sangre, de las generaciones que les suceden. Los estampidos que hoy atruenan el espacio al-

S

San Jorge por Mantegna (Venecia)

coyano y se trasmiten como fuertes lattdus de las murallas a través de las tierras que rodean a la valerosa ciudad, son realidades de reconquista porque cada alcoyano, por un atavismo integralmente formativo, volvería a derramar su sangre en aras de fe y de patria. San Jorge es actor de este drama y lo son todos tos hijos de Alcoy tornada en ciudad campal, y un templo es su recinto bravio, pues esta representación belicosa es una ceremonia religioso-militar para dar gracias a Dios por la victoria de Alcoy merced al enviado celestial, SAN JORGE; triunfo de la invencible bandera del bien, de la Cruz con la Sangre de Cristo, la que dio la victoria a Constantino el Grande en el Puente Milvio, la que Colón llevó a América, Esta es !a venera y emblema de Alcoy, Cruz bermeja de iguales brazos en blancas banderas y escapularios y mantos de caballeros templarios, de San Jorge de Alfama y de Montesa. Cruz de la hidalga caballería alcoyana que al aire campea en gonfalones, banderas, gallardetes, reposteros y colgaduras, empavesando la georgiana ciudad. Senén Vila, el gran pintor valenciano del siglo XVÜ hasta establecerse en Murcia, siembra las localidades del itinerario de sus imponentes obras. Era Senén Vila, cual Juan Conchillos, discípulo de Esteban March y ú l t i m a estela del teñebrismo pictórico valenciano iniciado por Francisco Ribalta. Ambos pintores trabajaron en Alicante y en Murcia «nidos en taller con el imaginero Nicolás de Busi, último escultor varonil del barroco levantino. Senén Vila legó al murciano monasterio de Madre de Dios, de Canonesas de San Jorge, denominadas justinianas, un amplísimo cuadro representando a San Jorge, vestido de guerrero y tocado del albo manto con la sangrante cruz. Lástima que tan preciosa joya nunca haya sido fotografiada y permanezca ignorada por la erudición en el interior de la clausura. Tres excepcionales representaciones religiosas, con carácter de monumentalidad, tienen lugar en el Levante de España, dignas de que se desplazase la élite de los estudios históricos y estéticos del mundo a nuestras ciudadespara solazarse contemplándolas; son éstas: ei auto mariano asuncionista que en Elche tiene lugar durante los días 13, 14, y 15 de agosto,- Miércoles y Viernes Santo en Murcia; y «Moros y Cristianos» en Alcoy,


Granada, escenario festero Premio: PAPELERAS REUNIDAS, S. A. del IV Concurso Literario de la Asociación de San Jorge Mártir

por ANTONIO REVERT CORTÉS

Querido amigo: En tu última carta me dices, que, una vez más, no podrás estar en Fiestas de San Jorge. Continúas en Granada, cursando estudios. Y, en verdad, no hay mejor sitio, después de Alcoy, claro está, que Granada, la bella, para pasar nuestras fiestas de Moros y Cristianos. Lo sé por experiencia al igual que tú. ¿Te acuerdas? Fue en el año 49. Recorríamos el Sur, en viaje de estudios. Ese Sur repleto de vivencias orientales, que nos hacía volver nuestros ojos, en perenne recuerdo a nuestra ciudad, cristiana por nacimiento, mora por afinidad festera. Granada nos entusiasmó desde el primer momento. ¡Qué felices éramos aquella mañana abrileña, con olor a rosas vírgenes de los cármenes, cuando subíamos camino del Generalife! Andábamos alegres y belicosos como los cristianos de la Reconquista. Creo que comprendimos con hondura las lágrimas de Boabdil al desprenderse de esta maravillosa ciudad. Lágrimas que se han convertido en chopo, regato, alberca. Llevaba, pues, razón, Manuel Machado, al sentenciar: «Granada, agua oculta que llora». Porque en la ciudad hay un resón secreto de agua que parece llanto. De llanto que corre hecho río en el abrazo rumoroso del Darro y el Genil La mañana, loca de mirtos y" cipreses, jugueteaba: «Granados en cíelo azul ..» —cantó otro poeta—. Llegamos al Generalife: un silencio de arrayanes y una sonrisa ancha y blanca de cal, fue nuestro recibimiento. Luego, con el alma temblorosa y los ojos absortos, contemplamos el espectáculo eterno del Mirador de la Reina, en la AlhambraJEn frente, el Sacromonte: «bronce y sueño». Más allá, el Albaicín: «Soledad Montoya, cobre amarillo, su carne huele a caballo y a sombra». De pronto, lo inesperado, Nos encontramos de bruces con un fotógrago que alquilaba trajes de moro. Inmediatamente arramblamos con toda la ropería. Y acto seguido formamos, codo sobre codo, en una Entrada de Moros triunfal, apoteósica. La gente extrañada no nos quitaba ojo Cantábamos, a pleno pulmón, el Himno de Fiestas. Nuestras voces sonaban rítmicas, como orientales de Zorrilla, La música alcoyana se hermanaba

con Falla —Noches en los jardines de España — La Alhambra vibraba majestuosa, igual que la guitarra de Andrés Segovia. Alcoy y Granada se fundían en el embrujado escenario moruno que se abría ante nosotros, en un día de abril, de luz increada. Amigo, aquello no se puede olvidar fácilmente. Fue una vivencia festera que caló hondo en nuestros corazones. También recuerdo perfectamente que un señor nos sacó varias fotografías. Y que al decir: «Parecen moros arrancados de un cuento de Washington Irving». Nosotros le interpelamos; «Quiá, señor, somos moros auténticos; ¿pero no vé que nacimos en Alcoy?» Así, pues, amigo, no te apenes por no estar aquí en fiestas. Piensa, y con razón, que resides en la Meca y que nuestras miradas, en estos Mo-. ros abrileños, irán dirigidas hada Granada, la bella. Esa Granada que nos hizo vivir unas horas inefables de auténtica belleza festera. También, yo, amigo, —como Fernando el Católico—, arrancaría uno a uno los granos de aquella Granada —loca de cármenes y cipreses—, en que anduvimos en el año 49, para replantarlos aquí, en Alcoy, y que fructificase en torres bermejas, yedra muerta sobre los muros del Palacio de Carlos V, jardines callados, y, en fin, toda la acendrada poesía que guarda esa mágica ciudad. La ciudad que posee el más profético marco para nuestros Moros y Cristianos. Amigo, si alguna vez me hallase abril lejos de mi Alcoy, ojalá fuera en Granada. Me encontraría como en casa. ¡Palabra! Te abraza, ANTONIO


Buceando en el archivo. ... hemos escogido, de entre las fotografías que contiene, unas cuantas estampas de las Fiestas de Moros y Cristianos de tiempos pretéritos, que no dudamos tendrán la virtud de interesar el corazón y la inteligencia,, el corazón de los viejos que recordarán con nostalgia los años jóvenes en que fueron actores diligentes, y la inteligencia de los jóvenes que sabrán con curiosidad lo que hicieron nuestros antepasados.

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N arco apuntado, otro de herradura y tres de medio-punto —con festones o lóbulos—, árboles allos y enredaderas trepando por los muros, mácelas y flores —mirtos y arrayanes, campo y primavera— y un surlidor de agua coquetona y cantarína forman el marco, el paisaje de esla fotografía que parece reflejar un carmen moruno «de la espléndida vega de Granada». En este rincón alcoyano —injerto con efluvios de Alhambra y Generalife— que fue el jardín del estudio del pintor Cabrera, quedaron alineados para la posteridad los componentes de la Directiva de la Asociación de San Jorge Mártir, vulgo Junta de Fiestas. Todos ellos fueron desapareciendo poco a poco tras la cancela de la muerte, rumbo a la eternidad, y solamente quedan dos supervivientes que pueden dar testimonio de aquellos tiempos De izquierda a derecha: D. Francisco Espí Boíí (Vocal),- Rvdo D. Rafael Llorca Ibáñez (Vicario de San Jorge}¿ D Joaquín Martí Pascual (Depositario),- D Camilo Eadía Grau (Presidente},-D Enrique Juan Soler (Vocal),- D. Indalecio Carbonell Pastor (Vocal),- D. Salvador Doménech Aura (Vocal); D. Miguel Gisbert Paya (Vocal); D. Romualdo Coderch Borona! (Vocal), D. Vicente Valls Gadea (Vicepresidente}; D. Camilo Ferrándiz Jordá (Secretario); D. Fernando Cabrera Cantó (Asesor Artístico),- y D Rafael Serra Vilaplana (Vocal) Esta foto magnifica fue captada enire el 20 de mayo de 1928 y el 1 de junio de 1930, fechas ambas que abarcan el período de mandato conjunto de todos los presentes; y en ella faltan el Rvdo. D. Remigio Vicedo Sanfelipe (Cronista), y D. Jorge Abad Casasempere que por aquellos días había dimitido su cargo de Vocal por traslado de residencia.


La Comparsa Marrakesch, aparecida en 1902, inició el primer impulso y marcó la pauía para la renovación de la estética fesíera en el bando moro, al aportar ideas y conceptos nuevos sobre el vestuario y ornamentación que rompieron poco a poco los moldes anquilosados en que yacían los diseños y gustos de las comparsas, más propios de turcos otomanos que de moros del Mogreb o del Andalus. Y en 1910, cuando le correspondió a esta Comparsa el cargo de Capitán —que desempeñó don Antonio Pérez Soler—, sus componentes dieron la campanada con un alarde inusitado de renovaciones y novedades que causaron sensación en los anales íesteros. Prueba de ello son estas dos iotografías en las que vemos al Capitán montado sobre un camello y a dos moros en carroza improvisada a lomos de un elefante. Camellos y elefantes auténticos traídos exproíeso del noríe de África por las gestiones personales que alli realizaron dos íesteros decididos: don Enrique Casasempere y don Gonzalo Barrachina. Como detalle curioso vemos que el público invade la calzada entremezclándose con el desfile, no sabemos si por falta de disciplina o tal vez entusiasmado por el espectáculo que está contemplando en esa tarde de sol canicular.

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¡Pascua de Resurrección! Una comparsa —como todas las demás— acaba de celebrar el almuerzo tradicional del día mientras se vestía ceremoniosamente su cgloriero». Ha pasado el tiempo, deben ser las diez menos diez de la mañana y, antes de emprender la marcha hacia el Ayuntamiento, los componentes de la «fila», rodeando a su representante, posan para el fotógrafo sobre el puente de San Jorge —«Poní Nou»— todavía en cons^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ tracción y al que le faltan los pretiles o barandillas. El fondo de la estampa nos muestra los arrabales, la campiña, las «afueras» de la ciudad, hoy día trocado lodo ello en la zona moderna del ensanche urbano.


Don Miguel Molió Abad demoslró ser un gran fesrero al desempeñar el cargo de Capitán en tres ocasiones: en 1915 en la Comparsa Domingo Miques, en 1929 en la de Navarros y en 1932 en la de Mozárabes. La fotografía corresponde a la segunda de las tres fechas señaladas, y de ella cabe destacar la anacronicidad del traje, carente de atuendos guerreros propios del siglo XIII.

Día 23 de abril de 193ó; como en años anteriores, por la mañana y sobre el Castillo, se celebra una Misa de campaña a la que asisten las fuerzas armadas de guarnición en esta plaza De entre las cosas que fueron y no sonf destacamos los arcos apuntados de la enramada e iluminación —de hierro y debidos a un proyecto del arquitecto don Timoteo Briet Moníagud — f y el kiosko del centro de «La Bandeja» en el que se podía tomar una copa de vermuí y una aceituna por veinte céntimos, y un café por treinta


La corpulencia, la barba propia natural, la densidad de bordados, la brillantez de los colores que se adivinan, el valor de las sedas y lerciopelos, la exuberante fantasía y la prestancia en suma de la figura de don Juan Bautista Boluda Sánchiz, darían una ñola destacada en las Entradas de Moros de los años 1904 y 1905, en los que dicho señor desempeñó los cargos de Alférez y Cap i t á n d e l a Comparsa Verdes

Entre las comparsas crislianas de vida efímera, como fueron los Alcodianos, Aragoneses, Visigodos y Almogávares, he aquí -una foto relativa a esta última que representa una escuadra de esclavos, lo que hoy denominamos «de negros» aunque éstos ni son negros ni son blancos, sino morenos de color subido. En aquellos tiempos —unos íreínía y cinco años ha, más o menos— y aún sin tener el cargo de Alférez o de Capitán, cualquier comparsa podía presentar una escuadra de esclavos durante las Entradas, las cuales concluían delante de las Casas Consistoriales, como las Dianas de hoy.


TRAZOS por J. DÍAZ TEROL Para los que no conocen Alcoy ni a los alcoyanoi,

EL mismo modo que resulta imposible la contemplación integra de un paisaje para los no iniciados, sería presunción vana pretender mostrar en unas líneas las vivencias arquetípicas de una comunidad muy diferenciada. Sólo, pues, unos rasgos bienintencionados y objetivos. Somos los alcoyanoí —me incluyo como descendiente—• una comunidad histórica, con características de vida propia, en un nwco geográfico delimitado. Los habitantes de esta comarca {comarca de Alcoy o de Benicactell-Mario la-Ai tana) con su clara estirpe mediterránea, originada por la raza y por el influjo de las condiciones geográficas y culturales, iian tenido desde siempre un matiz creador infatigable. Sin duda los alcoyanos son hijos de Alcoy, pero como en el mito de Anteo, puede también afirmarse que Alcoy es, como entidad histórica, creación de los aícoyanos. Un rasgo sociológico característico de la colectividad alcoyana lo hallamos en la superación por sus componentes de la categoría de hombres-masa. ¿Motivos? Muchos y muy variados, pero entre ellos no puede silenciarse esa convivencia que durante e! año proporcionan los núcleos (esteros (comparsas, filadas, montepíos, etc ). Alcoy, pese a su carácter eminentemente industrial y al considerable volumen de su agrupación humana, mantiene cierto tipo de «control social». Este control no es, desde luego, el de la relación directa de individuo a individuo, propio de pequeñas agrupaciones, sino el que se ejerce a través de diversos núcleos internos y organizados sobre sus respectivos miembros, con .resultado semejante al conseguido por una comunidad entera de tipo menor sobre sus individuos. Aquí no puede hablarse de «soledades juntas», como definía Marías a las ciudades norteamericanas, ya rjue se palpa el sentido europeo y mejor aún mediterráneo de la ciudad. Seguimos siendo, por lo pronto, una plaza; es decir, un espacio cerrado, rodeado de casas, una clausura frente al campo. Y en ese «dentro» tenemos convivencia, presencia, compañía y, como humanos, conversacion.

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Y no nos lamentemos por ello. Tengamos presente que la pérdida de ese control social del grupo sobre los particulares —que en algún momento podamos desear— tiene un precio: la sustitución de las estructuras fundamentales de la sociedad por la mera agregación de una multitud atomizada. Alcanzaríamos quizá más independencia social,- pero a costa de una radical soledad y de una degradación sociológica. Anotemos seguidamente otra observación quepuedesernos útil en nuestro intento. La comunidad alcoyana, pese al intenso amor a sus devociones particulares, pese a su «ísmo» —lícito aquí como en dondequiera que el hombre tenga conciencia de su esfuerzo cotidiano y de su ánimo emprendedor—, no tiene visión provinciana. No la tiene porque sabe en qué consiste el mundo y cómo diferenciarlo de sus amadas tradiciones; sabe tener una visión cariñosa hacia lo «demás» luego de desbordar afecto en Eo propio. Si querernos ahora completar ei perfil sociológico con la caracterización psíquica de sus componentes, nos encontramos con que en el alcoyano predominan los rasgos de! tipo psíquico intravertido. Sin duda que en ello ha influido la geomorfología. Esas montañas que aislan e intimidan, ayudan al desarrollo del mundo interior. El introvertido es en cierto modo un aislado,- y el aislado se introvertiza. Pero aunque individualistas, sociables. El charlar un rato C/tr una barstlia), el cambiar impresio'nes o noticias constituye un placer; una válvula de «seguridad», un dulce juego. La introversión moderada no amputa en el alcoyano la sociabilidad, Y terminemos señalando que quizá en Alcoy falte - pese a tener sus habitantes una psique predispuesta y como una especie de tributo a su técnica y su amplia industria -, algo más de meditación, de ocio. Si se logra mejorar ese déficit, muchos serán los beneficios de toda índole. No hay en Alcoy el peligro de que sean sus hombres demasiado idealistas. Este pueblo de asombrosa vitalidad lleva tan dentro la acción que hasta sus pensadores tendrán siempre los pies en el estribo de la realidad.


Foto: Antonio Bemabcn

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i res generaciones

Continuidad histórica. Generación tras generación, el alcoyano, en el corazón de abril, viste su hábito de cruzado. Su traje de Reconquista. Su veste de malla debeladora en tantos combates. No es otra cosa nuestro traje festero: el símbolo de una creencia, la idealización popular de una tradición, bañada en sangre y alentada con fe. Aquí vemos, pues, una estampa meramente alcotana. Toda una familia festera. El abuelo, la hija y el nieto, cabalgando entre aplausos y pasodobles, en la Entrada triunfal de los Con traba ti distas. La "fila" del abuelo. La "fila" de ese señor grave, con gafas de última hora, que está representando, casi con unción religiosa, su papel de cruzado. Está viviendo un personaje de la Edad Media. Esa Edad Media española, que tuvo que enfrentarse con una ingerencia extranjera, que a golpe de alfanje quería inhumar nuestra verdad y nuestro ser. "Foto" simpática, en verdad, esta que mostramos aquí. El abuelo, satisfecbo, fumando su prolongado habano, la hija, a la grupa, luciendo sus negros ojos, y el "churumbel", ajeno a todo, durmiendo su nana. En Alcoy somos así, forastero.—A. R.


Actos benéficos organizados por las Comparsas durante los días de Fiestas DÍA 22 DE ABRIL. Judíos, reparto de comidas a los enfermos de la barriada. DÍA 23 DE ABRIL Montañeses, almuerzo a los niños del Oríelinalo de San Jorge Guzmanes, visita y ubsequio a los enfermos en el Hospital. Navarros, almuerzo a los acogidos en la Casa Asilo de las Hermanilas de los Ancianos Desamparados y comida exlraordinaria a los presos. Cides, comida extraordinaria a los acogidos en la Casa de la Beneficencia. Llana, almuerzo a los niños y niñas de las Escuelas del «Ave María». Abencerrajes, comida a los necesitados del barrio de Caramanchel, Domingo Miques, obsequio a los niños y niñas de las Escuelas de Algezares. Vascos, Misa a !as once en San Roque y seguidamente comida a los niños y niñas del Hogar de Nazareí, con reparto de ju-

guetes Realistas, desayuno a los niños y niñas necesitados de la calle de San Miguel. Magenta, almuerzo a los niños y niñas del Patronato y Escuelas del Tosal. Verdes, visita a la Casa de Reposo «Manola La Asunción». Chano, visita al Asilo de los Ancianos Desamparados. Mozárabes, después de la Misa, almuerzo a niños y niñas de la Parroquia de Santa Rosa. A mediodía, comida a los necesitados del ciíado barrio DÍA 24 DE ABRIL. Vascos, almuerzo y reparto de regalos a los acogidos en el Asilo de los Ancianos Desamparados Tomasinas, comida a todos los asilados de los distintos centros benéficos. Andaluces, almuerzo a los asilados de la Casa Beneficencia. DÍA 25 DE ABRIL. Berberiscos, almuerzo a los niños y niñas del Patronato de San Vicente

LAS ACEITUNAS RELLÍNAS DE ANCHOA PARA LAS GRANDES FIESTAS Y LAS MESAS DISTINGUIDAS

Comparsas y Bandas de Música que loman parte en nuestras Fiestas BANDO MORO, Llana, Unión Musical de Alcoy- Judíos, Unión Musical de Anna. Domingo Miques, Nueva del Iris de Alcoy. Chano, Unión Musical Contestaría de Cocentaina. Verdes, Unión Musical de Llanera de Ranes. Magenta, Unión Musical de Puebla del Dux. Cordón, Unión Musical de Muro del Alcoy- Ligeros, Agrupación Musical de Jereza, Mudejares, Escuela Musical de Ollería. Abencerrajes, La Primitiva de Alcoy. Marrakesch, U n i ó n M u s i c a l de Sollana. R e a l i s t a s , Unión Musical de Beniarrés. B e r b e r i s c o s , Unión Musical de Gorga. CAPITÁN MORO: Berberiscos ALFÉREZ MORO: Llana. BANDO CRISTIANO. Andaluces, Santa Cecilia de Guadasuar. Asturianos, Unión Musical de Ador, Cides, Unión Musical de Ráiol. Labradores, Agrupación Musical de Caslell de Castells. Guzmanes, Unión Musical de Penáguila. Vascos, Unión Musical de Luchente. Mozárabes, Unión Musical de Aliairasí. As tures, Centro Musical Filarmónico de Adzaneta de Albaida. Navarros, Corporación Musical de Alcudia de Carlet. Tomasinas, Unión Musical de Gayan es. Montañeses, U n i ó n Musical de Lorcha. Cruzados, Fomento Musical de Navarras. CAPITÁN CRISTIANO: Guzmanes. ALFÉREZ CRISTIANO: Vascos.


LA A Y U D A por Luis LLUCH GARÍN Proc orador en Cortes

O es malo que en las fiestas se recuerden cosas pasadas. Cosas que pueden ser distincas e incluso ajenas al gran suceso que se celebra. Y si estas cosas son agradables y despiertan, además, buenos sentimientos, tanto mejor. Todo sirve en definitiva para aumentar el goce de! espíritu y la alegría sana de un pueblo en fiestas. Hoy, la gran ciudad de Alcoy, celebra sus fiestas tradicionales. Yo podría comentarlas con nostalgia desde mi Valencia, ensalzando sus virtudes o describiendo con deleite alguna de sus características peculiares tan sabrosas y tan vivas de colorido. Pero todo esto ya lo hice con mayor o menor fortuna en años anteriores, de palabra y por escrito. Y cuando quiero coger la pluma para hablar de Alcoy y escribir algo sobre su tierra tan llena de gratos recuerdos para mí, instintivamente, sobre las blancas cuartillas, sólo puedo poner esta palabra que la dicta mi gratitud de valenciano: Gracias. Gracias, Alcoy, por tu ayuda. ¿La recuerdas? Seguramente me dirás que no con un gesto de fina elegancia espiritual. Y es lógico que así sea porque esta negativa tuya, desprendida y altruista, es propia de almas nobles. Tú no quieres recordar esta ayuda porque a fuerza de cristiana cumples el mandato divino, y lo que ha dado tu mano deredia lo desconoce la izquierda. Pero yo, que soy Valencia, yo que he recibido tu ayuda, la recuerdo muy bien y no me

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olvido de ella. Quedó grabada en mi alma empapada de agua, barro, sudor y lágrimas. Tú, Alcoy, fuiste la ciudad primera que rompió el cerco de la tragedia de nuestra inundación, y las ruedas de tus camiones —camiones con comida para el hambriento y vestidos para el desnudo—, fueron tajamares, como proas de una trilogía de naves, fe, esperanza y caridad, que cortaron las aguas embarradas. Y en ese mismo mes de octubre, el mes de la riada, se repitió el simbolismo de una gesta gloriosa, propia y exclusiva de España. Nuestra Patria descubrió hace siglos un nuevo mundo. Alcoy, en esta ocasión, descubre una Valencia hundida y agonizante, dolorosa y angustiada. Y por su parte Valencia descubre, al arribar tos camiones con la ayuda espontánea, que existe una ciudad hermana: Alcoy. Quizá este artículo no encaje entre los otros llenos de buena prosa, impresos en las páginas satinadas de vuestra revista con recuerdos y alabanzas de las fiestas patronales. Pero no importa. Mi pluma no hace hoy literatura: destila gratitud, fervor y admiración. Mi artículo ha de ser corto y apretado, como corta y apretada es la palabra «gracias». Y tiene hoy la ventaja —¡qué gran contento y honor el mío!— de ensalzar, no vuestras fiestas, sino vuestra caridad y vuestro amor.


Plenitud e m o t i v a de la fiesta alcoyana Premio: EXCMO. AYUNTAMIENTO del IV Concurso Literario de la Asociación San Jorge Mártir

por Jost CUENCA MORA

Preludio y génesis de la fiesta Muy lejos, abismada entre la luz primera que en Alcoy proclamara su ibérico sitial, vivías, fiesta mía, predestinada, austera, como incubando el signo que ostenta tu bandera para el logro futuro del caminar genial. Venías con la sangre de antaño recobrada para la gran empresa testigo del honor. Y pediste a-los siglos la hora meditada, . aquella en que gemían creencias y morada bajo el duelo agareno impío e invasor. El grito, la batalla, el gesto y la porfía eran como incentivos de prueba misteriosa para el momento cumbre de lúcida hidalguía. Y en las venas añejas saltaba y revivía la fiesta enardéceme de entraña jubilosa. Desde entonces la historia quedó presa de amores en torno de un prodigio que el tiempo detuviera. Y Alcoy siguió ofrendando a San Jorge sus flores cuidando el magisterio de los sabios primores con que la fiesta luce su símbolo y cimera. En ese grato salmo de inigualado acento que recorre los tiempos con preludio de amor, palpita la festera grandeza del momento uniendo esfuerzo y alma, virtud y pensamiento en un haz sensitivo de gracia y esplendor.


Plenitud emotiva

Que el arte vibre y el color se apreste a ir sobre pinceles cabalgando para dejar con gracia metafísica primaveral y épico retablo. Que ante el vibrar del pasodoble fuljan los alfanjes y espadas oscilando entre las manos que al calor heroico cumbres de bizarría Jevantaron. Que el gallardete muestre sus escudos. Que el laurel serpentee, ensimismado, los mástiles señeros cuyas sombras tejen nombres heroicos venerados. Que las campanas viertan en el aire las orantes sonatas cuyos cantos son pulsación enternecida y clara del efusivo y palpitante abrazo, Que en gloria actualísima recobre su gloria aquel ayer en que miraron los ojos de la lucha aquella imagen que prodigó el favor a los cristianos. Que surja en el mosaico la morisma, como la mente adversa de un diálogo habido con espadas por creencias y por derechos y sentires magnos. Que todo cante amor. Que todo cante los primores sutiles de un milagro; y que Alcoy, hijo fiel de la gran patria, nazca y renazca de su anhelo hidalgo en cada abril como enjoyado estuche, sobre doseles de su historia grávido, siempre escuchando el eternal latido de sus festejos únicos y amados. T R I L O G Í A

F E S T E R A

Estampa I De abril la bélica gracia para el adalid cristiano. El pajecillo del Serpis muestra en cojín encarnado la espada que en cien combates vióse ceñida de lauros. Las llaves de la ciudad son de hierro liberado. Y la tierra se estremece bajo el pie de los heraldos cuando la fiesta desposa tiempo e historia en un ramo. * * *

La crin rizada y espesa. Corcel por cuya herradura pasa marcada y segura la silueta que lo apresa. En el collar la turquesa luce el jinete, galana, Y de un salto, corta y gana, vientos, espacio y afán. La efigie del capitán oro y acero desgrana. Exposición de clarines sobre el tapiz de la tarde. Y en el grito del desierto coreado por timbales, la marcha mora se clava como saeta en la sangre. Saeta con melodías de glorias tradicionales.

Estampa II De ritual solemne coronado gira el día con pausa soñadora, y la cristiana voz y la voz mora rinden su pabellón enarbolado. La luz sentimental ha conquistado el júbilo y la página cantora de una ciudad sensible que atesora las virtudes de amar y haber amado. San Jorge es expresión de galanura. Triunfo alegre de la fe más pura en el crisol de la festera lira, Y es su paso anual, flor de fervores. Campana, rezo, pólvora y honores que la profunda alcoyanía admira. Estampa IH Resumen y corona. Estruendosa palma. Palabra de la llama con ecos del ayer. Espadas con el juego simbólico y bizarro. Y el sol en el ocaso pidiendo renacer, Breve epílogo Al fondo del poema la mirada nocturna. San Jorge en almenada grandeza taumatúrgica, iluminando el paso de la emoción futura.


Foto Stodío

Paradoja y resurrección de la Edad Media en Alcoy por ERNESTO LA ORDEN MIRACLE

¿Cuántas ciudades y aldeas de la Edad Media hay en España? El espectador curioso, amante de los espectáculos históricos, tiene ciertamente donde elegir. Avila, Toledo, Segovia, Sigüenza, el barrio gótico de Barcelona, Gerona entera, Cáceres, Estella y tantos centenares de burgos españoles le ofrecen casi intacto el marco de nuestra cristiandad medioeval, Granada, Sevilla, Córdoba y mil otros lugares del sur le brindan las alcazabas y las mezquitas del Islam español. Pero todo ello son piedras, piedras nada más, iluminadas pon la historia y el arte pero vacias, faltas de los hombres que las tallaron para hacer España, aunque fuera con designios contrapuestos. Los cristianos y los moros de nuestro medioevo no alientan en ninguno de aquellos caseríos admirables, Para encontrarlos vivos, aunque solamente sea por unas horas hay que ir a buscarlos una vez al año en Alcoy, Sí, en Alcoy, provincia de Alicante, en mitad de las serranías levantinas, donde menos se lo podía uno imaginar, La ciudad es moderna, muy moderna. Situada entre barrancos que la podrían haber dado un parecido con Cuenca, no hay en ella castillo ni murallas, ni la corona la flecha de ninguna torre gótica. Sus iglesias recién construidas, —porque la barbarie roja las aniquiló—, tienen un aire entre neoclásico y barroco, acorde con un caserío decimonónico y moderno, bien entonado en piedra o en cemento. Nada de puentes antañones, sino viaductos modernísimos. En el hondón de los barrancos, como en lo alto de las colinas, hay chimeneas de fábricas y naves de talleres. Nada más lejos a primera vista del siglo XIII, de Almanzor o del Cid, Y sin embargo allá al final de abril, cuando la primavera verdea en los almendros, Alcoy hace honor a su nombre árabe y a su prosapia cristiana


y vive la epopeya histórica de los "Moros y Cristianos". No hacen falta grandes construcciones de piedra secular, Basta con un castillete de madera alzado en la Plaza de España bajo la torre del "Campanar", Bastan con unos centenares de hombres que quieren oír la voz de ia sangre y se arman depies a cabeza para escucharla bullir. Basta y aún sobra conque un pueblo entero, llegado de todos los rincones de la ciudad y de todos los repliegues de las montañas circundantes, se apiñe para presenciar la guerra entre moros y cristianos y cante y grite bajo los balcones ornados con la insignia de la cruz, TRES DÍAS DE EDAD MEDIA Asi quien escribe estas líneas, amador de fantasmas históricos entre las piedras de Castilla y Cataluña e incluso entre las de Borgoña y Normandía, ha podido sentirse espectador de una leyenda medioeval resucitada en Alcoy. Le dio las llaves de la ciudadela su alcaide, su auténtico alcalde municipal de hoy, que todo el año se preocupa de escuelas y efe abastos, de viviendas y de problemas sindicales, pero que esos días va vestido de festero como uno cualquiera de sus conciudadanos. Le ayudaron a !a evocación espontáneamente, sin el menor asomo de un ensayo teatral, los atcoyanos que manejan espadas y espingardas, los que declaman versos castellanos y los que parlan por las calles y plazas en la lengua de Don Jaime


negros que parecen brujos del Senegal ni bellas odaliscas en palanquines orientales, Este jinete moro de luenga barba negra lleva consigo a un morito que se ha dormido mordiendo su chupete. Aquel coro de ninas vestidas a la turca luce los bellos ojos de tas mujeres alcoyanas. Ha caído la tarde y ya están dentro de Alcoy todos los moros y los cristianos del siglo XIII. No solamente los que atacaron o defendieron la plaza en tiempos de Don Jaime el Conquistador, sino tos moros y los cristianos de toda España: los Andaluces, ios Astures, ios Guzmanes, los Mozárabes, los Navarros y los Vascos frente a los árabes propiamente dichos y los negros que recuerdan las gigantescas invasiones de almohades y benimerines. El episodio local de la defensa de Alcoy en 1276 contra el caudillo moro AlAzdrach se ha convertido en la epopeya nacional de la Reconquista, MOROS AYUDANDO A MISA

Pato btLidio

el Conquistador. Fueron tres días de entusiasmo popular, de guerra caballeresca y de fervor religioso, Tres jornadas de clero, nobleza y pueblo, como en las viejas cortes de Aragón, Tres días de Edad Media de verdad. Lo que ocurre en el primer dfa de las fiestas son las Entradas, las presentaciones escénicas de los moros y cristianos, un estupendo carnaval histórico. Llegan primero, por la mañana, ios cristianos, formados en escuadras de nombres reveladores: Cides, Asturianos, Cruzados, Montañeses, etc. Cada escuadra la forman diez hombres en ifnea, apretados estrechamente codo a codo, aun cuando no enlazados por los brazos. Delante de cada grupo va un cabo que evoluciona incesantemente con ritmo de baile, agitando una espada, una maza o una porra, según el armamento de sus propios soldados. Estos van vestidos de guerreros medioevales, con no pocas fantasías de guardarropa, excepto los Labradores que visten simplemente como huertanos de Valencia, con zaragüelles, alforjas y montera. Aquí termina el rigor histórico del "escenario,, de esta prodigiosa película en colores. Todos y cada uno de los guerreros cristianos —y veremos que les ocurre lo mismo después a los moros — , van fumando o masticando un cigarro puro. Detrás de cada comparsa desfila una banda de música procedente de alguno de los pueblos próximos a Alcoy. Entre las escuadras de los cristianos se intercalan carrozas y jinetes aislados, niñas y niños pequeños vestidos también de festeros, Por la tarde es la Entrada de Moros, otro gran desfile todavía más rico porque abunda en sus trajes la seda en vez del algodón o ta tana de los Cristianos, Son otras trece escuadras de guerreros, algunas con n o m b r e s pertinentes, —Abencerrajes, B e r b e r i s c o s , Marrakets—, y otras con apelativos incomprensibles como Magenta, Realistas, Chano... Desfilan los "moros,, con espléndidos trajes, en la más abigarrada sucesión de colores, sin que falten grupos de

Y como nuestra Reconquista fue Cruzada, — la única Cruzada realmente victoriosa contra el Islam — , el segundo día de las fiestas de Alcoy es estrictamente religioso. Las campanas nuevas de las torres recién reconstruidas llaman desde muy temprano a la misa de San Jorge. Alcoy perteneció al reino de Aragón, que tuvo por patrón a San Jorge en lugar de Santiago, pero el santo mártir de Capadocia, llegado el gran día de la defensa de Alcoy, no tuvo reparo en emular al Matamoros de Compostela. Los representantes de los moros del siglo XIII, vestidos con sus mismos trajes, ayudan ahora la misa en el templo de S, Jorge donde se guarda una reliquia del mártir. Dos moros viejos dicen los latines y un morito pequeño hace la cojecta pidiendo en valenciano, Cuando llega la tarde y sale por las calles la grandiosa Procesión, los moros y los cristianos portan cirios entre los fieles, mezclados fraternalmente, sin armas y sin amenazas. Desfilan candorosamente los niños y las niñas, genízarosy pajes, huertanas y odaliscas. Pasan los estandartes de los diversos gremios artesanos y agrarios de Alcoy, Allá va Mosén Torregrosa, el clérigo batallador, pacificamente revestido de sobrepelliz y bonete, con unas melenas que le dan carácter, No hay más soldados que los de ta guardia de honor de la Reliquia de S, Jorge, portada en andas por heraldos medioevales. Todo es paz y devoción por el momento. Y LA GUERRA DE VERDAD Pero la guerra estalla al dfa siguiente, en la épica jornada del "alardo". Una guerra de veras aunque resulte anacrónica porque la sangre de los golpes de espada y ¡anza ha sido sustituida por los estampidos de la pólvora, que ciertamente no se oyeron en la algarada de 1276. Y no cuatro tiros simbólicos, que darían muy pobre idea del ardor de la batalla, sino muchísimos disparos, más de medio millón, quizá setecientos mil roncos y retumbantes estampidos de trabuco, que llenan de humo y de estruendo toda la ciudad, dan ecos en los barrancos y las cumbres, y elevan en los aires nubarrones de incendio. Al día siguiente los alcoyanos se visten otra vez de gris y de azul, de chaquetas oficinescas y de monos fabriles. El gran reloj del "Carnpanar,, vuelve a dar las horas del almacén y del taller. La Edad Media, por este año, ha terminado,


Accésit VI concurso: José Crespo

Sinfonía de la noche de abril por José ANTONIO CORTÁZAR O hace falta poseer sangre alcoyana —brasa escondida en la ceniza de los siglos—, para captar, bajo el zafiro de la noche de abril, el rumoroso presentimiento del protagonista invisible de la Fiesta: nuestro señor San Jorge, Todo el que sepa sentir en sus venas la melodía que, como una catedral quimérica hecha recuerdo y luz, surge de las piedras líricas de la ciudad, sabrá oír también la alegre cabalgada del saneo capitán del color de la pálida luna —lo dijo Eugenio D'Ors— que dibuja sobre los vientos primaverales su signo de victoria. Heraldo de horizontes infinitos, centinela ardiente de la madrugada, atrevido querubín de espada reiampagueante, alférez de las mil banderas de la Caballería, San Jorge imprime, al rojo vivo de su Cruz ensangrentada, su presencia militante en el corazón de la ciudad. Enorme y delicado —como el dulce Medioevo de Verlaine— el osado caballero monta su guardia en el vivac azul de la noche... Ante su caliente alerta la ciudad descansa arrullada por la noche de abril. Del suelo estremecido por la fiebre de la Fiesta y por e! chisporroteo multicolor de ios disparos, se eleva la oración —sangre, mirada y gesto que cantara Ril-

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ke— de todo un pueblo. Es una pirámide de ensueño y nostalgia, un álamo de luz izado al viento, una torre sumergida vencedora del mar, que salen al paso —la poesía no se busca, se encuentra— de su caballeresco y semidivino inspirador. La ciudad se siente levantada hasta el cielo cual una ofrenda votiva y, con un gesto de bienvenida señorial, el santo caballero se inclina a cubrirla bajo la nieve de su blanca capa. Hay en las esquinas del viento una canción de rosas desmayadas y un lejano resonar de disparos que chocan como latigazos contra las paredes del silencio,- y por encima de todo, se insinúa dulcemente un aire nupcial bajo la mística campana de la oscuridad. Con un acto de amor, la ciudad derrama su fe y su sentimiento adelantado hacia el caballero y de su corazón iluminado surgen refulgentes estrellas que anuncian la buena nueva de la persistencia de una noble raza y de una Historia —linaje, gloria, tradición— que no puede morir. Duerme la ciudad su sueño a la sombra de la espada del soldado, mientras San Jorge, a fa jineta, en su caballo blanco —mensaje y poesía—, cabalga asaltando azules por los caminos de la noche...


Foto: Archivo Asociación de San Jorge

DESDE VICO

El Sant Jordiet de hace 50 años por RAFAEL GARCÍA MOLTÓ

MACÍ -¿dónde mejor?— en ALCOY, en la ca'" lie de Polavleja —hoy de San Lorenzo— en al número 7, es decir, al lado de la casa donde murió el penitente Casimiro Barello del que soy tan devoto y propagandista, como buen alcoyano. A los ocho mesas, en las primeras Fiestas después de mi nacimiento ya fuf maseret y continué siéndolo durante algunos anos más hasta que me hlca moro. Pero mi gran ilusión era hacer el Sant Jordiet, y para ello mi padre habló con don Pascual Ivorra, a la sazón Presidente de la Junta de Fiestas, para pedlr-le que lo hiciese yo tan pronto lo dejase de hacer el que luego fue Vicario de su Iglesia y mártir de la Cruzada, Mosén Rafael Llorca. De este modo llegué a ser el Sant Jordiet de medio siglo ha por vez primera. Pero corno el hacerlo Implicaba lomar parte solamente en las Procesiones y la Aparición y en mí cuerpo bu'lfa tal cantidad de saagee testera, no podía resignarme a pertenecer1 a la fila deis mirons en los demás actos y decidí, al propio tiempo de ser Sant Jordi en loa indicados, ser Moro en los restantes, o sea, "en aquella entra de les escuadres en devantals de pell, ulleres fumaes, barbes poblaes, puro de faíxeta. mochiles en la esquena, mantés enrollaes I panetsde adorno panchant; en aquell pasach de la rama de dátils veris de mil angolides i algún que atre caramelet en la faixa pa casos espeslals; en aquella retreta deis farolets de papar iguals que els turbans, engancháis al farro, pa buscar chaneles: en aquella segón diana en la que, al aplegar al carrer de Santa Elena (hoy Generalísimo), rnos delxaven Fer el Cabo de Diana ais moñicots; i en aquel! alardo deis Capitáns ancaranse en les Rodelles, les Ambaixaes de "Bouet" i "El Plntoret", i els despejes deis cavallets de cacto de les Cavallerfes del Vi o Boquetes I deis Realistas..." Con qué fruición cumplía yo mi doblo cometido de Sant Jordi y Moro, cómo estas dos personalidades tan distintas me hacían sentir el mes fester de toís els feíters, dándole a cada cargo el empaque correspondiente para su mayor brillantez. Esta dualidad de personajes creo fue la causa que hizo cambiar por completo el interés por el cargo representativo de Sant Jordi, y que se lograra que, a partir de entonces y por haberlo reivindicado con mi actuación ("alabat rúe que a fa fira et duc") dándole un carácter más entusiasta y llamativo, pasara a ser, del cargo que nadie ambicionaba, al que hoy es el anhelo da la infancia alcoyana. Esta afirmación la baso —y a mi manera de ver, fundadamente— en lo que sigue: La Comparsa Ligeros a ta que yo pertenecía, desempeñaba el cargo de Alférez el primer

año que hice el Sant Jordiet [1907J y por ello rne acompañó con música y rodeado de moros —vaya paradoja— a todos los actos en que tenía que tomar parte como tal Esto llamó la atención muchísimo y hasta creo se criticó un tanto, pero arraigó profundamente siendo éste —según creo— el primer impulso que realzó la Importancia del cargo y, a partir de entonces, San Jordiet fue siempre acompañado con música y festeros, los padrea se disputaron el puesto para sus hijos y las Comparsas el honor de acompañarle. Esto no puedo afirmarlo categóricamente ya que pocos artos después, en 1914, tuve que abandonar la terreta por traslado da mi familia a Valencia; mas no por ello dejé en años sucesivos —hasta 1923 que fue e! último— de asistir a Fiestas y tomar parte en los actos que me era posible, sobre todo en la Procesión. Desde 1927 resido en Viga por azares de la vida, y aquí todos los años, para auyentar la morfina que Invade mi alma al llegar el mes de Abrí! y no poder Ir a festes, las recuerdo improvisando trajes de moro y fem les fuaes en fámula tarareando pasodobles dianeros y marchas moras, MI esposa, que no es alcoyana pero si de Onteniente y por lo tanto festera, hace olleta el "día deis muslos'. Este afio ai cumplirse el cincuentenario de mi Sant Jordiet, tenía el propósito de volver a Alcoy por Fiestas para celebrar mis Bodas da Oro con el cargo. Gracias a Dios pude cumplir mis deseos, tomé parta en las Procesiones junto ai Sant Jordiet de hoy, y asistí a la solemne Misa Mayor dei día del Santo. [Cuánta emoción embargó mi espíritu durante aquellos días y qué momentos más felices viví al sentirme saturado de recuerdos y añoranzas Infantiles de otros días Inolvidables que ya nunca más volverán! Estos son, sin pretensiones literarias, los datos biográficos y anecdóticos del que, hoy por hoy, se considera el decano deis Sant Jordlets,


El conocido repórter mundial Nicolás Müller nos visitó durante las Fiestas del año anterior y, a pesar del mal tiempo reinante, captó entre otras estas singulares fotografías, que son una muestra de su arte.

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L'ancia fester per JOAN VALLS JORDÁ

Els records de la festa li curullen la ment de joies enyorades en un abril calent. Fon fester i lima de l'árab l'abíliada vestimenta epopéica en pa-xali guardada. Al bell punt de l'aurora del dia vint-i-dós al cor sentía un gandí de goig esponerás. ¡Ai l'albada abrilenca daurada, aclaridora, que permet per uns dies deixar la ilancadora! Que fa, per l'encisada fantasía d'Orient, endinsar-se en l'alcasser d'un somní evanescent. Que al tast que t'acarona de música calenta írromp una t oí lia de marxa que t'empenta peí carrer empinat, per la pla^a espaiosa que de sol i garlandes bull reblida y febrosa í acull, cora un miríftc, miraculós vesper, la jota de ]' indígena i el goig del íoraster, L'ancíá fester mastega les tiges de l'enyor. El tratge que contempla li posa fel a1 cor, puix que avui sois seria títaro d'una farsa perqué ja no existeix aixf aquella Comparsa. Ha canviat fa temps —ai el present tira!— de capa, faixa, jupa, pantalons i turba. El record de la festa melangiós despulla les arres d'un passat que mor de fulla en fulla, Sois resta, en I'embranrida de la ginesta i l'ordi, el triomf perennal de la Creu de Sant Jordi, l'alegria jovent —primavera en delit— de ta xica que lluu, cenyidet, el vcstit. I aplaudeix per l'esquadra d'uns negrota del «Mau-Mau» que han envaít el calid carrer Sant Nícolau. ¡Ai records de la Festa d'altres anys! La tendresa de rancia ja es canvia en punyida tristesa. El temps la pell arruga, l'hivern punxa i descarna i el tratge de fester es orgia de I'ama.


PROGRAMA OFICIAL DE LAS SOLEMNES FIESTAS Y CULTOS QUE, EN CUMPLIMIENTO DEL VOTO POPULAR, DEDICA ALCOY A SU INSIGNE Y CELESTIAL PATRONO SAN JORGE, ORGANIZADOS POR SU ANTIGUA ASOCIACIÓN EN UNIÓN DEL EXCELENTÍSIMO AYUNTAMIENTO DE ESTA CIUDAD.


SAN JORGE MÁRTIR PAT RON

DE A L C O Y

NUEVO ALTAR, INAUGURADO EN LA TARDE DEL 22 DE NOVIEMBRE DE 1957, C E L E B R Á N D O S E LA P R I M E R A MISA EL DÍA 23 DEL MISMO MES. ESTA OBRA FUE REALIZADA POR EL ARTISTA VALENCIANO D. JOSÉ RABASA.


SOLEMNES

CULTOS

que al esclarecido y excelso patrono San Jorge Mártir, dedica su antigua Asociación en unión del Excmo. Ayuntamiento de Alcoy Año 1958.

O R D E N DE LOS Viernes 11 de Abril.-A las ocho de la noche, se celebrará la procesión, a la que asistirán los festeros y asociados, a fin de acompañar la Imagen del Santo Patrón, desde su Iglesia, a la Parroquia de Santa María. Sábado 12.-En la Iglesia de San Jorge y a las ocho y media de la mañana, se celebrará una Misa y Novenario al Santo. En la Parroquia de Santa María, a las siete y media de la tarde, comenzará el Novenario con los siguientes cultos: rosario, novena, letanías al Santo, sermón por un elocuente orador sagrado y reserva, finalizando con los Gozos y e! Himno "Insigne Mártir". Domingo 13.-Y hasta el 20 inclusive, continuará el Novenario y culfos en la misma forma que el día anterior, siguiendo un Triduo de Cuarenta Horas, cuyas intenciones serán las siguientes: día 12, per las intenciones de D, Carlos Gosálbez Barceló; día 13, en sufragio de D.° Rosa Ivorra Planes; día 14, en sufragio de D.° María Pascual Blanes; día 15, en sufragio de D. Santiago Matatx Valls y D,n Dolores Pastor López; días le y 17, por las intenciones de D. José Gisbert Domínguez; días 18, 19 y 20, por la fundación de D. Enrique Hernández. Domingo 20.-Como último día del Novenario y final de las Cuarenta Horas, habrá procesión claustral por el interior del templo. Martes 22.-A las cinco y medía, se celebrará una Misa rezada en la Parroquia de Santa María, a la que se invita especialmente a los festeros y asociados. Por la tarde, a las siete y media, se cantarán solemnes Vísperas y Completas en honor del Santo. Miércoles 23.-Festividad de San Jorge Mártir.A las ocho de la mañana, en la Iglesia del Santo Patrón, tradicional Misa de Comunión con plática, que celebrará el Dr. D. Santiago Giner Sempere, a la que deberán asistir todos ios asociados, A las diez y media, las Comparsas de los Capitanes y Alféreces de uno y otro bando, los Gremios, Comisiones, Junto Directiva de esta Asociación, Reverendos Cleros, Autoridades Civiles, Militares y del Movimiento, acompañarán, desde la Iglesia del Santo Patrón a la Parroquia de Santa María, la Reliquia de San Jorge y a continuación SOLEMNÍSIMA MISA MAYOR, en la que el pueblo de Alcoy, ante la Imagen y Reliquia de nuestro Invicto Patrono, testimoniará su fe y religiosidad, interpretándose por la Capilla de la Primitiva la 2.a Pontifical de Perossi y al ofertorio se cantará el "Walí, Wal!", del maestro Julio Laporta. El panegírico del Santo Mártir esta-

CULTOS

rá a cargo del orador del Novenario y concluirá el acto con el Himno "Insigne Mártir" cantado por todo el pueblo. PROCESIÓN GENERAL.-Por la rarde, a los cinco y media, solemne Procesión general en la que tomaron parte las Comparsas, Gremios, Comisiones, Devotos, Mayorales, Junta Directiva de la Asociación, Reverendos Cleros, Autoridades, Excelentísimo Ayuntamiento y un piquete del Regimiento de guarnición en esta plaza con el objeto de devolver a su Iglesia la imagen y Reliquia de nuestro Santo Patrono, que se dará a besar a los fieles una vez concluido el acto. Viernes 25.-Durante todo el día y en la Iglesia del Santo, estará expuesta Su Divina Majestad en sufragio de D. Roque Espí Picher. Sábado 26,-lgual que el día anterior, estará expuesta Su Divina Majestad en sufragio de D. Miguel Paya Pérez, Marqués de San Jorge de Alcoy. Lunes 28.-A las once de la mañana y en la Iglesia del Sonto, se celebrará una Misa de Réquiem por todos los asociados difuntos.

NOTAS.—A los niños y niñas que nazcan el día 23 y sean bautizados con e! nombre del Santo Patrono, se les regalará una libreta del Monte de Piedad con la primera imposición de 100 [cien) pesetas. El sorteo de medallas entre los asociados, se celebrará el domingo día 13 de Abril, a las once de la mañano y en la Iglesia de San Jorge. Dicho acto será público.

EN LA IGLESIA DEL SANTO PATRONO.-A las 8'30 y 10'30 de la mañana, todos los domingos y días festivos. Miso de Comunión. Los días laborables, a las 8'30 de la mañana. Todos los días, una hora antes del toque de almas, se reza el Santo Rosario y se lee una meditación propia del tiempo. Los días 23, se celebra Misa a las 8'30 y ejercicio vespertino en honor al Santo titular, con Exposición y Bendición de Su Divina Majestad. Los días 9 de cada mes, Hora Eucarística para impetrar del cíelo la pronta beatificación del penitente Casimiro Earello. La Asociación ruega a todos los verdaderos amontes de nuestra tradición, se inscriban en la misma para poder mejorar y aumentar los cultos de nuestro primer Patrono y glorioso salvador de Alcoy.

A. M. D. G. et S. G.


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EME: Foto; Laboratorio Azul

Domingo día 6 de abril.—A las 10 de la mañana, con volteo general de campanas y como proclamación oficial de las próximas Fiestas, se efectuará el acto 'de la: GLORIA y, finalizado el cual se disparará una gran traca en la Plaza de España. Viernes día 11. — A las 8 de la noche será trasladada la Imagen de nuestro Santo Patrón SAN JORGE "-MÁRTIR'desae su'Iglesia a laTarroquia de Santa Mana, donde se ha de celebrar el solemne Novenario. Sábado día 12.—A Jas 7'30 de la tardey en la Parroquia de Santa María, primer día del NOVENARIO en honor del Sto. Patrón, con Exposición de S, D. M., rosario, letanías al Santo, sermón, reserva, Gozos e Himno a San Jorge. Martes día 15.—Al anochecer, inauguración oficial de la FERIA e ILUMINACIONES y, a continuación, concierto musical en la Plaza de España. Jueves 17 y Viernes 18.—Por la tarde y en la Plaza Mayor, grandes Funciones de TEATRO GUIÑOL y MARIONETAS. Domingo día 2O.--A las 10 de la mañana, Campeonato local de arma, corta de guerra, organizado por el Tiro Nacional de España en sus tiradas del Vil Concurso. San Jorge, Lunes día 21.-A fas 4'30'de la tarde, FIESTA DEL: PASO DOBLE por las bandas de música de las Com•^ farsas que se inscriban para este concurso,' terminando este desfile en ía Glorieta y otorgándose *" di versos premios a las bandas mejor calificadas. -Á : las9AeJa noche, GRAN TRACA, A las 10, clásica NÍT DE L'OLLA en todos los

locales de las Comparsas. Después de la cena, desfile de los componentes délas mismas desde sus centros respectivos hasta la Plaza de España. Martes día 22.—Comienzan los actos propiamente dichos de las fiestas de Moros y Cristianos con los que Alcoy conmemora anualmente un episodio de la Reconquista. A las 5'3Ó de la miañaría, Misa rezada en la Parroquia de Santa María, Al toque del Alba, 6 de la mañana, a los acordes del Himno Nacional y con volteo general de campanas, es izado el estandarte cristiano en la más alta torre de! Castillo y, tras rezar el Sargento Cristiano el Ave María, se inicia la PRIMERA DIANA en la que toman parte todas las Comparsas de ambos bandos. A las 10 las fuerzas cristianas inician desde la Plaza de la Virgen de los Desamparados la ENTRADA DE CRISTIANOS, mientras el Alcaide de de la Villa se dirige con su-séquito desde la fortaleza a esperar al Capitán de Cristianas a quien entrega las llaves del Castillo, Apéase el Capitán delante de la Iglesia de San Jorge, donde es'recibido por Mesen Torrégrosa, y/ después de-orar brevemente en él templo Implorando al Santo el triunfo de sus armas, continúa este acto de gran ostentación de los Caballeros de ¡a Cruz,, A las 3'30 de la tarde las fuerzas mahometanas efectúan con gran fastuosidad la maravillosa ENTRADA DE MOROS. A las 7'30 de la tarde, PASEO GENERAL en el que toman parte las Comparsas de ambos bandos.


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Foto: Laboratorio Azul

A las I I de la nodie, SERENATAS en distintos puntos de la ciudad. Miércoles día 23.—A las 8 de la mañana, SEGUNDA DIANA A las 8'3ü, Misa de Comunión en la Iglesia del Santo con plática y asistencia de asociados. A las 10'30 acompañamiento procesional de la Reliquia de San Jorge, desde su Iglesia a la Parroquia de Sanca María. A las 11, y en la Parroquia de Santa María, SOLEMNÍSIMA MISA MAYOR a gran orquesta, con panegírico e Himno a San Jorge, a la que asisten Autoridades, asociados, testeros y Junta Directiva de la Asociación, Terminada la Misa, GRAN MASCLETÁ en la Plaza de España. A las 3'30 de la tarde las Comparsas acompañan hasta el Círculo Católico de Obreros, a todos los asilados en centros benéficos de la localidad para presenciar el acto de la Procesión, siendo al final obsequiados con un chocolate. A las 5'30y con objeto de devolver la Reliquia e Imagen de San Jorge a su templo, se verifica la PROCESIÓN G E N E R A L con asistencia de. las Comparsas, fieles, asociados, Gremios, Cleros, Junta Directiva, Autoridades y Excmo. Ayuntamiento. Al llegar a la calle de Santo Tomás, apoteósico recibimiento de la Imagen y Reliquia, dándose ésta a besar a continuación. Jueves día 24.—A las 7 de la mañana tiene lugar el CONTRABANDO por las Comparsas de Andaluces y Labradores. A las 9'30 y como preludio de la batalla que

ha de librarse, se despliegan en guerrilla todas las Comparsas por distintas calles de la ciudad. A las 10, cesa el fuego y se posesionan del Castillo el Capitán y el Alférez Cristianos con sus Comparsas respectivas, verificándose acto seguido la ESTAFETA y a continuación la EMBAJADA DEL MORO terminando el parlamento con la provocación por los Cristianos de la GRAN BATALLA que finaliza con la victoria, asalto y toma del Castillo por el ejército Moro. A las 4'30 de la tarde, ESTAFETA y EMBAJADA DEL CRISTIANO seguida de !a Batalla que es adversa para el bando Moro, y, arrojado éste de la fortaleza, es irada de nuevo la enseña dé la Cruz. A las 9 en punto de la noche, y a los acordes del Himno Nacional, interpretado por las bandas de música, tiene lugar la APARICIÓN DE SAN JORGE sobre las almenas del Castillo, entre nubes de incienso y apoteosis de ¡uces y colores. Sábado día 26,-A las 11 de la noche, GRAN CASTILLO DE FUEGOS ARTIFICIALES. Domingo día 27.—A las 10 de la mañana, continuación de las tiradas del VII Concurso de San Jorge, con el Campeonato local de arma larga. Jueves día 1 de mayo. - A las 10 de la mañana, conclusión de los certámenes organizados por el Tiro Nacional de España, con el Campeonato local por equipos. Notas. —El Museo y la Casa Municipal de Calcara permanecerán abiertos por la mañana en los días de Fiestas. Las Entidades locales y del Movimiento organizarán diversos actos en los días antecedentes a Las Fiestas de Moros y Cristianos. Estas competiciones deportivas y culturales serán anunciadas en programas aparte.


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