REVISTA FESTES ASJ - 1959

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FIESTAS DE SAN JORGE MOROS Y CRISTIANOS

ALCOY ABRIL, A単o 1959


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Portada de Crespo, Montaje de Menor. Jefe del Estado. Alcaldía de Alcoy, Ikmo. Sr. D. Enrique Oltra Moltó, Editorial, Junta Directiva A. S. J. M. Crónica Fiestas 1958, Salvador Doménech Llorens. Un cuento de bombo, María Luisa Mompó, Puentes y fábricas, apunte por Menor. VII Concurso fotográfico. Comparsas y bandas de música, Actos benéficos Lluvia, sol y fuego, Francisco Ruis Sánchez, El fotógrafo: cazador de imágenes José Cuenca, Foto color. Moros y Cristianos «made in» Alcoy, Rafael Coloma. San Jorge por Alcoy, Jesús R, Cortezo. La Comparsa «Vascos» cumple cincuenta años, Luis Matarredona Forran diz. San Jorge en Alemania. Su Santidad Juan XXIII , José Crisanto López Jiménez. Foto color. La lluvia, A. R. El compositor alcoyano Gonzalo Blanes, J. V, J. A la Meca, marcha mora, Gonzalo Blanes. De com el monument a Sant Jordí..., Jordi Valor i Serra. iVixca Sant Jordi!, Martín Domínguez. Memoria año 1958. Unas páginas de mi diario, Adrián Espí Valdés. Tradición y tradiciones, S. D. Oda Jordi ana, Joan Vatls Jorda. «El sargento de la fila», Antonio Revert Cortés. Sobre la ecuación: Alcoy, Poeta y Fiestas, Adrián Miró. Extraversión de las fiestas de abril, J u a n Alfonso Gil Albors. Cartel de fiestas, de Saura. Azulejos San Jorge. Escuadra Llana Solemnes cultos. Programa de los actos de fiestas.

D i b u j o s : Menor, Castañer, Guarinos, Santana, Blas, Saura, Solbes, Gincr, Raga, F o t o s : Crespo, Campúa, Llorens, Foto Studio, Pérez Jordá, Miralles, Paya Aura, Vicens Pérez, Pérez Bíette, Laboratorio Azul, Müller, Bernabeu. Proyecto: Comisión Programa y Propaganda de la-Asociación de San Jorge Mártir de Alcoy. Impreso: En los Talleres Gráficos de Papeleras Reunidas, S. A,, con papeles especialmente fabricados para esta edición.

Depósito Segal: A. - N.° 22 -1959


Poto: Campúa

Excmo. Sr. D. Francisco Franco Jefe del Estado Español


ALCALDÍA DE ALCOY A gozosa circunstancia, por nosotros señalada en años anteriores, de que nuestra apoteosis festera —con lo que representa de auténtica tradición cristiana y manifestación cultural y artística— cala, de arVo en año, más profundamente en el alma de nuestro pueblo, con cuanto tiene y supone de síntesis alcoyana, nos exime en esta hora de ponderar su signiñcado y esa urgencia, inaplazable y apremiante, que todos experimentamos de vivirlas con un sentido de acuciante y amorosa superación. El renacido afán cultural de nuestro pueblo, manifestación externa de una exacta jerarquía de valores, con todas sus inquietudes espirituales, nos fuerza, sin embargo, a dedicar unos minutos a la meditación desde la cumbre inicial de nuestras fiestas, expresión plástica de un capítulo vivo de Historia en el que, en definitiva, tratamos, en expresión de Menéndez Pelayo, de «colocar a los personajes en su propia y adecuada decoración», sin que por ello sufra detrimento la verdad histórica o el legado tradicional de que somos depositarios. Al sonar el vibrante clarinazo, aldabazo y llamada festera que es nuestro Programa o Revista, otra vez los Moros y Cristianos se aprestan a reñir en nuestras calles su batalla de luz, de fe, de arte y de concordia, en una renovada y rediviva Cruzada. En esta hora del mundo, el impacto de nuestras fiestas en la geografía española, es mucho más que el pujante y maravilloso brote o florescencia de una manifestación artística. Es también la concreción simbólica de una permanente Cruzada con su esforzado espíritu combativo y la conciencia de nuestra misión histórica, precisamente ahora cuando, al parecer, Oriente y Occidente —Moros y Cristianos— se debaten en trágica pugna que rebasa el contenido de una simple disputa fronteriza, para polarizarse en dos capitales y antagónicos términos. Frente al odio y al materialismo de uno de ellos, nuestras fiestas ofrecen el aleccionador significado de concordia y abrazo y el afán suavizador de una decantada y cristiana espiritualidad. Frente al pesimismo oscuro o a la cómoda indiferencia, el espíritu de un actuante optimismo y de una generosa entrega personal. Y como garantía de la victoria, la fe en Dios que dispuso el triunfo en el brazo de San Jorge, y la confianza en el Capitán que conduce la nave española, en esta decisiva hora, por singladuras de renovada esperanza. ENRIQUE OLTRA MOLTÓ Alcalde y Jefe Local del Movimiento


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UCHOS son los problemas que exigen la constante atención del elemento rector de la Asociación de San Jorge. Aparentemente, la práctica del culto a su Santo Patrono, y sobre todo la organización y celebración de sus famosos Moros y Cristianos, por ser actos repetidos durante muchos decenios discurriendo siempre por los mismos cauces, ofrecen la cómoda y fácil idea de que, para ponerlas en movimiento una vez más, sólo es cuestión de apretar un mágico botón para que surja esta sin par fiesta con toda su grandeza. Sin embargo, nada más lejos de la realidad que este supuesto automatismo. Las cosas ocurren de tal manera que, aunque los contornos de la Fiesta sean siempre los mismos, en sus grandes trazos al menos, cada año se añade un nuevo retoque, imperceptible en si mismo, que la va cambiando lentamente y acomodándola al gusto del momento. Y estas pequeñas y minúsculas cosas, de apariencia insignificante, cuestan trabajo y sudor a los que llevan la responsabilidad de embellecerla y de sostener con vigor redoblado la noble espiritualidad de su origen que las da vida y prestigio. Pero estas consideraciones son el pan nuestro de cada día y, en realidad, no merecen que se las subraye. Otros problemas de más trascendencia son los que preocupan gravemente a esta Junta Directiva y que pnnctpalE mente son dos: la Casa Social de la Asociación y la cuestión | económica. En cuanto a la Casa de los «testeros», nos encontramos en que la cuantiosa ropería la tenemos almacenada a montones en reducidos departamentos en las torres de la iglesia de San Jorge. El Castillo, sillas, tribunas, elementos decorativos y el maderamen indispensable para la buena organización de los desfiles de Moros y Cristianos los tenemos desparramados en diversos locales confiados a la buena voluntad de muchos, pero sin que sobre estos bienes se pueda ejercer la estricta vigilancia que se logra por el simple hecho de tener guardado tan espléndido patrimonio en local propio. No hablemos de la Secretaría de la Asociación, que también se desenvuelve incómodamente en un pequeño local de la misma iglesia, con los inconvenientes de un constante trasiega de personas y cosas impropio e incompatible con la piedad y circunspección que debe Inspirar todo templo. Ante este panorama salta a la vista el que, a pesar de los siglos de tradición «festera» desde la primigenia manifestación callejera en acción de gracias por la providencial ayuda de San Jorge, hasta nuestros días en que el esplendor de nuestras fiestas se ha hecho notorio en toda España, existe e! enorme vacio de que ia Asociación, a estas alturas, no cuente con edificio propio donde pueda acomodar y ordenar toda la riqueza histórica de su pasado y ejercer su vida social densa y laboriosa en locales adecuados a este fin. Hace ya cinco años que la Asociación adquirió para casa solariega la número sesenta de la calle de San Miguel, edificio de noble arquitectura muy adecuado para albergar la tradición más popular de Alcoy. Nos llena de optimismo la esperanza de que por todo este año habremos tomado posesión de parte de! inmueble y al hecho tendrá sin duda alguna, una repercusión enorme para los años venideros. Creemos firmemente que esta casa ha de ser nuestra fortaleza para el porvenir y que su posesión nos dará fuerzas para vencer las dificultades que se ciernen sobre el futuro inmediato. Pero este acaecimiento en nuestra larga y gloriosa historia, de signo positivo y esperanzador ¿significa que el porvenir esté resuelto y que nuestros festejos hayan entrado en una fase de firme seguridad? Tal como devienen los tiempos, en que el alza de los precios es constante, nos hace prever una terrible lucha para sostener el esplendor de nuestras famosas fiestas. Y no porque Intuyamos un enfriamiento del sentir testero, sino que materialmente será casi imposible sostener la fastuosidad actual por la crisis económica del peculio del «fester». La mirada superficial solo atina a ver unos hombres que se visten de moro o de cristiano con el deliberado plan de divertirse por cuatro ochavos, sin preguntarse qué espiritual designio les impele a ello, sin pensar cuánto les cuesta el uniforme festero, ni cuánto pagan por la banda de música, por arcabuz, pólvora, cartuchera, etc., etc., amén de los constantes dispendios que exige la vida social de la comparsa. Al pueblo alcoyano, tan amante de su manera de vivir, de sus costumbres y de sus tradiciones, a las fuerzas vivas y a nuestras autoridades todas, nos permitimos dirigir esta cordial y respetuosa llamada, esta especie de S. O. S, para realizar otro esfuerzo, del que nosotros, naturalmente, hemos de ser paladines, con el fin de encontrar un medio económico amplio y estable que permita aliviar la angustia pecuniaria del «fesler» y podamos asegurar para siempre la fastuosidad, la alegría y el colorido de las fiestas en honor a nuestro invicto Patrón. Alcoy, abril de 1959 LA JUNTA DIRECTIVA de la Asociación de San Jorge


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Foto; Crespo

L tomar la pluma para escribir mi primera Crónica de Fiestas, noto que me invade una halagüeña sensación de lógica y justificada vanidad por el nombramiento de que fui objeto, y que tal vez sea el mejor con que se me pueda distinguir en el ámbito local, dadas las circunstancias que concurren en mi persona. Ante todo, un recuerdo cariñoso a mis antecesores en et cargo: a los fallecidos, mediante una oración en sufragio de sus almas; a los vivos, con un saludo cordial, especialmente a don Francisco Boronat que dejó los menesteres silenciosos de la historia Cestera para asumir la Presidencia de la Asociación; y a todos ellos, un voto de gracias por haber desbrozado el camino facilitando mi labor. Gracias también a todos aquellos directivos que, fijándose en mí, tuvieron a bien otorgarme su confianza y designarme para el cargo de Cronista de Fiestas, del que tan orgulloso me siento. Pero si cualquier honor lleva anejo una obligación, todo derecho un deber y cualésquier cargo una carga, —por la idéntica razón de que todo cuerpo proyecta una sombra y toda sombra se debe a un cuerpo—, al mismo tiempo tengo plena conciencia de la responsabilidad que me incumbe de cumplir bien la misión que me fuera encomendada. Crónica es la relación minuciosa, fidedigna y ordenada de unos hechos recién ocurridos con respecto al momento de reseñarlos, y varias crónicas son como las piedras básicas para 1a construcción y redacción de la historia amplia y global de un sector determinado por los factores concurrentes que son espacio y tiempo, Si una crónica debe servir con sus aportaciones para escribir la historia en el futuro, es justo y lógico qué esté provista de un bagaje nutrido de cifras, datos y detalles concretos y aparentemente insignificantes, pero que a través de los tiempos adquieren cada vez un valor más subido para el curioso y paciente investigador de museos, ardiivos y bibliotecas, de igual forma que el vino alcanza mayor solera, calidad y prestigio a medida que pasan los años. Como en la practica no es fácil compaginar la exuberancia literaria con la .sequedad científica, los numerosos pormenores con la fluidez narrativa, he creído conveniente subsanar tales divergencias con la redacción de una crónica doble, o mejor dicho, de una crónica dividida en dos partes. La primera, la descriptiva, comprenderá una relación ordenada y breve de los hechos, salpicada con reflexiones y comentarios; y la segunda, la estadística, abarcará el conjunto de nombres, datos, cifras, fechas, etc., esquematizados y lapidarios, pero con la fuerte, muda y fría elocuencia de los guarismos. Con ello pretendo contentar por igual a los simples lectores y a los finos catadores de grandes pequeneces.

A guisa de prólogo


Primera parte: descriptiva El domingo de Pascua de Resurrección, seis de abril, tras la procesión matutina «d'els xiulitets» y con un tiempo espléndido de primavera, brotó la gama donosa y multicolor de las primeras flores festeras: los glorieros. A las diez en punto comenzó el acto sabrosísimo de la «Gloria» con volteo general de campanas y a los acordes del Himno Nacional. Abrían marcha cinco trompeteros a caballo y seguían, 3 distancias prudenciales, las bandas Unión Música!, Nueva del Iris y La Primitiva, acompañando respectivamente a los Heraldos de la Ciudad, a los Moros y a los Cristianos. Duró el recorrido tres horas y media, con orden y regularidad y, a! terminar, fue disparada en la Plaza de España una buena traca nutrida de cohetes. Por la tarde muchas gentes abandonaron la urbe en busca del agro para realisar la «berená de la mona», y al anochecer desfilaron por las calíes algunas comparsas abriendo el período de «les entraetes», que se fue desarrollando en días sucesivos con tiempo raso y fresco en general. El viernes día once, con cielo encapotado y asistencia de numesosos festeros, se celebró a las veinte horas la procesión del traslado de la imagen pedestre de San Jorge desde su iglesia a la parroquia de Santa María. El sábado día doc¿, primero del Novenario, lo presidió un frío bastante notable, alternando la llovizna y el aguanieve que impidieron las entradas nocturnas de «filaes» con el desencanto de la gente y su extrañeza ante un clima inusitado. E) domingo, trece, amaneció con las mismas características del día anterior hasta que, a mediodía, al salir de la solemne inauguración del nuevo templete de la parroquia de Santa María, el público se encontró con una nevada rotunda cubriendo las calles y tejados, los campos y montañas de la comarca, A las dos de la tarde el blanco sudario estaba completo y daba un aspecto navideño a la ciudad y al humor de sus habitantes que, en vez de comentar acerca de «soparets y entraetes», decían: «Boncs Pasques i any nou». El Castillo parecía reflejar en su mohíno semblante las cuitas de la doncella tocada con mantilla blanca y dispuesta para la boda, pero sin novio. Acribillado por los objetivos, en unas horas se le hicieron más fotografías que en muchos años de su larga vida. El lunes día catorce, festividad valenciana de San Vicente Ferrer, alboreó un cielo raso pero soplando el viento fresco, secuencia lógica de la nieve campeante sobre el paisaje. A mediodía tuvo lugar la ceremonia de entrega, de un banderín por la comparsa Berberiscos a la comparsa Llana, en el local de esta última, como simbólica transmisión de poderes del anterior al nuevo Alférez. Asistieron los directivos de la Asociación y festeros de ambas comparsas que fueron obsequiados con un aperitivo. El acto, sencillo y cordial, se celebraba antiguamente según nuestras referencias y, tras un bache de inhibición, reanudó la costumbre la comparsa Marrakesch hace dos años. Abogamos para que siga realizándose en el futuro y los Cristianos imiten a los Moros en este aspecto simpático de las Fiestas por dentro. Por la noche se reanudaron las entradas de «filaes» que facilitó en adelante la rápida mejoría del tiempo.

El viernes dieciocho por la noche un apagón de luz inoportuno y prolongado no fue obstáculo para que las comparsas desfilasen con cirios y antorchas a pesar de los pesares, Y el domingo día veinte por la mañana La Primitiva obsequió al numeroso público que llenaba el teatro Calderón con un formidable concierto musical exclusivamente a base de marchas moras de diversos autores y épocas, terminado el cual se estrenó oficiosamente la nueva marcha cristiana «Aleluya».

El martes día 11 d* abril, durante mucho tiempo anhelado, amaneció cubierto por densa neblina que cerraba el horizonte con amagos de temporal de lluvia. La Diana comenzó con el ceremonial y emoción de costumbre y siguió el recorrido normal con alguna que Otra rotura de poca importancia. Un lento y persistente sirimiri fue cayendo durante toda la mañana humedeciendo los desfiles aunque sin llegar a interrumpirlos. La Entrada de Cristianos en su conjunto resultó alegre, ordenada y ligera, y en particular destacamos dos hechos notables: el Capitán y la marcha «Aleluya». El Capitán Cristiano, de la comparsa Guzmanes, realizó una cabalgada triunfal por la calle de San Nicolás. La prestancia de su figura, el traje rico y brillante, el perfecto maquillaje del rostro, la simpatía, el empa-

Foto: Archivo A. S. J. M.

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que y señorío que emanaban de su persona, arrancaron entusiásticos aplausos del público — n o sólo de «Sant Nicolauet», sino de «Sant Nicolau», que es lo difícil— rendido ante aquella estampa medieval, edición rediviva de los Sanchos, Alfonsos, Ramiros y Jaimes de la Reconquista, La pieza titulada «Aleluya», origina! de nuestro paisano Amando Blanquer y escrita exprofeso para esta Entrada de Cristianos, constituyó un gran éxito al ser estrenada- oficialmente por la banda La Primitiva, vestidos los músicos con trajes moros, rodeados por una guardia de cristianos y todos acompañando a la escuadra de negros del Alférez de la comparsa Vascos. Aun habiendo acertado el autor al reflejar el encargo recibido, personalmente la obra no nos acaba de convencer por encontrar en ella demasiadas cadencias morunas; sin embargo le felicitamos sinceramente por haber roto el hielo y abierto la brecha de un nuevo camino a seguir —la creación de las marchas cristianas— y esperamos que se alcance el objetivo por él y por otros compositores alcoyanos. El tiempo se fue despejando paulatinamente durante la Entrada de Moros que, en general, resultó buena y ordenada. No obstante hemos de señalar dos cortes por lentitud de las escuadras de Domingo Miques y Llana, y otro, en exceso notorio e inadmisible, a cargo de la comparsa Chano. En contrapartida destacamos la perfecta regularidad y disciplina de los Mudejares. Los Berberiscos nos mostraron un Capitán que disimuló su juventud mediante una barba postiza y adecuado maquillaje det rostro, y una carroza con dos niñas castellanas cautivas de un simpático negrito vestido exactamente igual que sus homólogos de la escuadra; tres figuritas que se ganaron la admiración del respetable. La comparsa Llana presentó cuatro notas dignas de mención: el traje del Alférez, notable por la media armadura que le cubría el busto y-ios brazos; el traje completo del Alférez anterior, del año 1945; la ausencia total de mercenarios y boato (carrozas, palanquines, etc.), falta que deslució bastante el cortejo; y una sencilla y elegante escuadra de negros-morenos del norte de África, en vez de los habituales negros-negros de la Guinea y el Congo,

Foto: Crespo Colomer

Innovación importante fueron las escoltas que daban guardia de honor a los Capitanes en las dos entradas, escoltas que, en vez de estar formadas por mercenarios, las componían un individuo de cada comparsa del bando respectivo, ataviados con todas las prendas del diseño y portando banderines y gallardetes. Se logró con ello mayor vistosidad en el desfile y ennoblecimiento de la fiesta. Todas las comparsas enviaron puntualmente su representante, excepto la de Astures, dado el número exiguo de sus componentes. Miércoles veintitrés de abril, día de San Jorge, con cielo despejado y temperatura ideal. En la segunda Diana se introdujo una reforma consistente en atrasar una hora su comienzo para que músicos y festeros descansaran más del ajetreo de la víspera y pudiesen acudir en mayor número. Se consiguió con ello dar mayor brillantez al acto, y la hora perdida en un principio no se recuperó del todo por falta de un poco de organización que acelerase la «arranca» desde el «Partidor»; defecto éste que puede subsanarse fácilmente en años venideros. La procesión del traslado de la Reliquia se desarrolló con normalidad, y a continuación tuvo lugar la solemnísima Misa cantada en Santa María, con la asistencia de las Autoridades, Junta Directiva de la Asociación, Personajes festeros y gran cantidad de fieles que llenaban el templo. El panegírico de San Jorge estuvo a cargo del Rvdo. don Santiago Gitier Sempere, predicador también del Novenario. La oración sagrada fue brillante y retórica, en contraste con los sermones de la novena que resultaron densos en ideas y doctrinas, y en los que desarrolló el tema general; «la sociedad y e.1 catolicismo». Al terminar la función religiosa fue disparada una magnífica «mascletá». Por la tarde algunas comparsas acompañaron a los acogidos en centros benéficos hasta la Plaza de España para presenciar la Procesión General que se inició a las seis y continuó regularmente con la parsimonia característica que le confiere la primera parte, la de festeros con armas. Al final y cuando la Imagen y Reliquia de San Jorge llegaron frente a su templo, se dispararon


cohetes y carcasas que, unidos a las antorchas encendidas que sostenían los festeros cubriendo la carrera de la calle de Santo Tomás, produjeron un bellísimo final de apoteosis. Seguidamente dióse a besar la. Reliquia del Santo, Veinticuatro de abril y buen tiempo. A las siete de la mañana., et Contrabando entre Andaluces y Labradores,- a las nueve las guerrillas, y a las diez el Alardo propiamente dicho. Anotamos varias novedades interesantes introducidas este año. Ha sido suprimida la bajada del Sargento Mayor con bandera blanca para solicitar parlamento, ceremonia que tenía lugar después de la Estafeta y antes de la Embajada. Dicha supresión une ambos extremos en lógica continuidad, ahorra tiempo y evita un trámite innecesario. Una vez concluida la Embajada, la comitiva correspondiente no volvió grupas sobre sí misma, sino que avanzó hacia el Castillo, dando la vuelta a la «Bandeja» en busca de la calle de San Nicolás. Los festeros integrantes de las comitivas de los Embajadores iban todos vestidos con el traje com : pleto de !a comparsa correspondiente para dar mayor seriedad al acto. Finalmente, en el Castillo hubo mayor orden y mejor distribución de las fuerzas ocupantes. Ambas estafetas, realizadas por e! mismo jinete, resultaron buenas carreras y los Embajadores declamaron bien sus parlamentos. Los Capitanes dispararon mucho mejor por la mañana y, en general, el Alardo matutino, con más de cuatrocientos arcabuces en acción, resultó más numeroso y mejor organizado que el de la tarde, periodo en que las comparsas dé Ligeros y Marrakesch licenciaron antes de hora sus bandas de música; cosa y caso que no debe repetirse. Por último, a las nueve de la noche tuvo lugar la Aparición de San Jorge a los acordes del Himno Nacional, con volteo general de campanas y con la emoción de la muchedumbre. Con los nuevos medios técnicos de que se dispone, ha ganado mucho en brillantez y eficacia la Aparición que, durando apenas cinco minutos, es sin embargo e! acto que mayor número de miles de personas contemplan y a cuyo fin exclaman: «Hasta l'any que ve, si Deu vol». La Comparsa Montañeses estrenó un nuevo tipo de calzado distinto en forma y color, modificación esta que, si bien fue aprobada por la comisión artística de la Junta Directiva, no fue presentada públicamente a la Junta General del mes de enero, como reglamentariamente correspondía. La comparsa Mozárabes u t i l i z ó cuatro caballos en la Entrada de Cristianos haciendo caso omiso del acuerdo tomado en la reunión de «Primers Tróns» del cinco de abrii por e! que, dada la escasez de caballerías, se convino en reservar éstas para las comparsas de Alféreces y Capitanes. Las cámaras de cinematografía y televisión del NO-DO anduvieron captando fotogramas y planos de nuestras Fiestas con mayor intensidad e interés que en otras ocasiones, por lo que cabe esperar fundadamente montarán, no sólo unos planos en los noticiarios corrientes, sino un documental de los llamados «Imágenes". La ciudad de Alcoy vióse muy honrada con la visita del Excmo, señor Ministro de Trabajo D. Fermín Sanz Orrio quien, llegado el día 21 al anochecer, marchó el día de San Jorge de madrugada, tras haber presenciado las Entradas desde la tribuna que se viene levantando frente a ia calle de San Nicolás, acompañado del Alcalde, Gobernador Civil y otras personalidades. Es la primera vez que un ministro español en activo se ha dignado contemplar nuestras Fiestas, lo que agradecemos sinceramente en nombre de la Asociación, Comparsas y festeros, así como su naturalidad y sencillez al degustar la sabrosa «olleta» en la comparsa Verdes, formar unos momentos en ésta y en la de Mudejares, y contemplar el desfile de las demás confundido entre et público de la calle.

Foto: Crespo

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Segunda parte: estadística

PERSONAJES FESTEROS Cargos

Concurso muskal de la Fiesta del Pasodoble Poblaciones Comparsas Bandas Imita Premli I.' I." Filarmónica A] cu di a na Alcudia Carlee Navarros Ollería Mudejares 1.» 3.o Banda Municipal 2."

1." 2."

Rotovense Musical Unión M. Sta. Cecilia

Rótovs Ador

Montañeses Asturianos

Jurado: D. Gonzalo Blanes Colomer, D. Enrique Castro Gamarra, D. Rafael Giner Estruch y D. Juiio Laporta Doménech.

Niño San Jorge Musen Torre grosa Capitán Moro Capitán Cristiano Alférez Moro Alférez Cristiano Gobernador Paje del Gobernador Sargento Moro Sargento Cristiano Em bajador Moro

Embajador Cristiano Abanderado Moro Abanderado Cristiano Estafeta Moro j Estafeta Cristiano )

Nombres Carlos Silvestre García Emilio Corbf Cremades Juan Sanz Francés Francisco Ruiz Sánchez Vicente Belén guer Soler

Comparsas

Mozárabes

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Berberiscos Gnzmanes Llana Vascos

Antonio Hernández Arnaq

Luis Moltó Gisbert Juan Gómez Abril Daniel Moltó Pía José Pastor Picure] li José Linares S&ler

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Fernando Mira Mondéjar

Fernando Ponsell Cortés Enrique Paya Aracil Antonio Lucena

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En gracia a la brevedad, dejan de publicarse otros cuadros estadísticos, como son: comparsas y bandas de música, heraldos, glorieros, entradas nocturnas, numero de fes te ros participantes, etc.

A modo de epílogo Acabo de cumplir uno de los deseos más íntimos y acariciados de mi vida: escribir, por lo menos, una Crónica de Fiestas, Este primer paso no me ha sido difícil; ios inconvenientes surgirán en los años venideros al tener que relatar en forma distinta, vanada y amena unos hedios que fundamental y casi casi anecdóticamente son idénticos siempre. Y tras mi bautismo de fuego en estas lides, un saludo general a todos los festeros y simpatizantes de parte de este nuevo Cronista que durará hasta que Dios, por medio de las causas segundas que son sus criaturas, disponga lo contrario.


Un cuento de bombo por MARÍA LUISA MOMPÓ

RA un tipo curiosísimo aquel «Meneos». Se había pasado todo el viaje dando brillo a su bombo sin participar apenas en la animada conversación que bullía entre los otros músicos de la banda. —-¡Eh, Meneos!, le decía u n o — ¿por qué no dejas en paz tu bombo y bebes un trago de buen vinillo? Anda hombre, eso calmará tus nervios. Dejarás de moverte. Era verdad, ese sorbo te hubiera venido al pobre Meneos que ni pintado, pues su primera actuación en público le hacía mover su cabeza epilépticamente, con una sacudida, como de arranque, más que lo acostumbrado. Cuando Meneos quiso ingresar en la banda, don Ernesto —su director—, había puesto algunos reparos. A decir verdad, resultaba grotesco ver al pobre diablo con su bombo suspendido del cuello y con aquellos movimientos que hacían oscilar el instrumento al" compás de su vientre voluminoso y rotundo. —Yo creo Meneos, que hubieras hecho mejor en aprender a tocar cualquier otra cosa, por ejemplo, el clarinete— le dijo lleno de sinceridad el señor Ernesto. —Pero si no puedo, señor maestro. No crea usted que no lo he intentado. Pero es que ¿sabe usted? cada vez que hacía una de estas sacudidas de cabeza, el clarinete salía disparado de mi boca con verdadero peligro de mis dientes. Después de este diálogo habido entre los dos músicos, el director, Heno de buenos sentimientos, consintió el ingreso del pobre Meneos en la banda. Y no se había arrepentido. Meneos era el más asiduo a los ensayos, e incluso, llegó a sustituirá! otro «bombo» —viejo ya—en su puesto en la banda.

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Pero he aquí ya al estridente camionazo vaciando su carga humana allí, cerca de la Plaza de España, en el «Hostal del Racó». Hombres e instrumentos se volcaron en las primeras tabernas que encontraron. Había que poner a tono los estómagos. Todos, menos Meneos que, con su bombo colgando, había ido a enseñarlo —la satisfacción pintada en el rostro—, casa por casa, a todos los parientes de su mujer, que era de Alcoy. —¡Eh!, guapo, no pongas los deditos encima— decía Meneos a aquel mocoso, en presencia de su madre. Pero en cuanto ésta se volvía, un ¡ay! del chiquillo era la respuesta al pellizco que Meneos

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«fila» —donde fue a parar aquella banda—, se encontraron con que alguien le había roto al bombo su caja de resonancia. ¡Qué desastre! Meneos se puso a llorar con todos sus pulmones y sus lágrimas y no había quién pudiera consolarle. La adquisición del bienaventurado bombo le había costado muchos sudores y más de un disgustazo con su mujer. —¿No sería mejor comprar con ese dinero unas- cortinas?— era todo lo que se le ocurría a su «costilla». —¿O quizás debiéramos gastarlo en un buen traje, o en una vajilla nueva, o... sí, ya estaba, en un reloj. ¡Eso sí que les hacía falta! De esa manera ya no tendría que ir de aquí para allá siempre preguntando la hora. Pero no hubo ni cortinas ni vajilla nueva ni traje ni... reloj. Al Meneos se le había metido entre ceja y ceja lo de aprender a tocar el bombo y no había quién le hiciese desistir. Así pues, un buen día, cogió todo el dinero que, céntimo a céntimo, había logrado reunir, y fue a gastarlo en la adquisición de la enorme caja musical. —¡Y aún le quedé a deber un piquillo al tendero!— solía decir a menudo. Pero al final todo quedó pagado y aprendió a tocar. Y después, se vino con la banda a Alcoy con más ilusión que un chiquillo con zapatos recién estrenados. LAS ACEITUNAS RELLENAS DE ANCHOA Ahora todo estaba perdido. Su bombo estaba hecho trizas y su PARA LAS GRANDES FIESTAS Y LAS MESAS DISTINGUIDAS mujer se pondría hecha una furia cuando lo supiera. Pero sobre todo, eso, que ya no podría tocar junto con ios otros músicos en aquellas fiestas. Y espesos lagrimones le descendían a Meneos por su cara bañada en sudor. Ya no había bombo, ya no lo tendría nunca más, nunca... nunca. —¡Eh,Meneos!, despierta hombre. Has cogido una... El director está que arde... Meneos no había oído las últimas palabras de su amigo. Con el bombo cogido entre sus manos lo arrullaba con las mismas palabras dulces, mimosas, melifluas, que empleaba para acariciar a su hijíto. Todo había sido un sueño, un breve sueño de u n o s minutos, ¡sólo un sueño! Junto con los otros músicos, Meneos atacó con ahinco la primera tonadilla festera de la noche. le había dado en la mano. El, Meneos, no toleraba ni mocos ni sombras que empañasen el brillo de su bombo. Y una y otra vez volvía a pasar sobre el metal la fina gamuza. Después, tuvo que unirse de nuevo a sus compañeros que, impacientes y alborotados, le esperaban. Era la hora de iniciar la subida de la calle San Nicolás en dirección a la «Glorieta» donde se presentarían al «Certamen de Pasodobles». Todos iban alegres como un carnaval, incluso Meneos, a pesar de que su testa daba más y más grandes cabezazos que nunca. La gente le miraba con sorna, eso sí, pero ¿qué le importaba a él? Iba a hacer su «estreno» en público después de tantos y tantos sinsabores como había tenido que sufrir para llegar a aquel término. Y allí fue el animoso Meneos con más arreos que ninguno de los otros. La banda no alcanzó ningún premio en el «Concurso». Eso desanimó bastante a nuestro músico, pero la perspectiva de seguir tocando después de la cena en la «fila», volvió a dar brillo y vivacidad a sus ojillos. Y fueron allá y comieron la clásica «olla» y bebieron hasta saciarse. Sin embargo, la tragedia se cernía después de la pérdida del galardón musical. A la salida de la

«Ya baixen les tomasines en la má al costat »


Edificios y construcciones fabriles diseminados a voleo en el cauce del Barchell, lo mismo que en el Molinar. Nacidos apenas, ambos riachuelos deben contribuir, a la vida alcoyana, con sus aguas limpias que se vuelven turbias en los menesteres de la industria cuya antig端edad pregonan...


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En el VII Concurso de Fotografías celebrado por la Asociación de San Jorge, el Jurado calificador otorgó los premios en la forma siguiente: COLOR Primer Premio: «Alcoy en Abril» de Crespo Colomer. Segundo Premio: «Reliquia» de José Vicens Pérez, Accésit: «Gran Castillo» de Crespa Colomer. NECRO Primer Pretnto: No adjudicado. Segundo Premio: «La gran Palmera» de Vicente Miralles Climent. Accésits: «Acuartelados» de Antonio Paya Aura; «Falta un minuto» y «Preludio de nieve» de Antonio Pérez Jordá; «Fiestas de Primavera» de Crespo Colomer.



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de

toman parte en nuestras fiestas

BANDO MORO Llana, Unión Musical de Alcoy, Judíos, Unión Musical de Arma. Domingo Miques, Nueva del Iris de Alcoy. Chano, Unión Musical Contestaría de Cocenlaína. Verdes, Unión Musical de Llanera de Ranes, Magenta, Unión Musical de Puebla del Dux. Cordón, Unión Musical de Muro del .Alcoy. Ligeros, Agrupación Musical de Jereza. Mudejares, Escuela Musical de Ollería. Abencerrajes, La Primitiva de Alcoy. Marrakesch, Unión Musical de Sollana, Realistas, Unión Musical de Pego Berberiscos, Unión Musical de Ráíol. CAPITÁN MORO: Llana. ALFÉREZ MORO: Judíos.

BANDO CRISTIANO Andaluces, Santa Cecilia de Guadasuar. Asturianos, Unión Musical de Ador. Cides, Unión Musical de Gorga. Labradores, Agrupación Musical de Caslell de Castells. Guzmanes, Unión Musical de Penáguila. Vascos, Unión Musical de Ludiente. Mozárabes, Unión Musical de Alfarrasí. Astures, Centro Musical Filarmónico de Adzaneta de Albaida, Navarros, Corporación Musical de Alcudia de Carleí. Tomasinas, Unión M u s i c a l de Gayanes. Montañeses, Unión Musical de Lorcha, Cruzados, Fcmenio Musical de Navarras. CAPITÁN CRISTIANO: Vascos. ALFÉREZ CRISTIANO: Mozárabes.


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ORGANIZADOS POR LAS COMPARSAS DURANTE LOS DÍAS DE FIESTAS

DÍA 22 DE ABRIL. Judíos, reparto de comidas a los enfermos de la barriada. DÍA 23 DE ABRIL. Montañeses, almuerzo a los niños del Orfelinato de San Jorge. Guzmanes, visila y obsequio a los enfermos en el Hospital. Navarros, almuerzo a los acogidos en la Casa Asilo de las Hermaniías de los Ancianos Desamparados y comida extraordinaria a los presos. Cides, comida extraordinaria a los acogidos en la Casa de la Beneficencia. Llana, almuerzo a los niños y niñas de las Escuelas del «Ave María». Abencerrajes, comida a los necesitados del barrio de Caramanchel, Domingo Miques, obsequio a los niños y niñas de las Escuelas de Algezares. Vascos, Misa a las once en San Roque y seguidamente comida a los niños y niñas del Hogar de Nazaret, con reparto de juguetes. Realistas, desayuno a los niños y niñas necesitados de la calle de San Miguel Magenta, almuerzo a los niños y niñas del Patronato y Escuelas del Tosal. Verdes, visila a la Casa de Reposo «Mariola La Asunción». Chano, visila al Asilo de los Ancianos Desamparados. Mozárabes, después de la Misa, almuerzo a niños y niñas de la Parroquia de Sania Rosa A mediodía, comida a los necesitados del cilado barrio. DÍA 24 DE ABRIL. Vascos, almuerzo y reparto de regalos a los acogidos en el Asilo de los Ancianos Desamparados. Tomasinas, comida a lodos los asilados de los dislintos ceñiros benéficos. Andaluces, almuerzo a los asilados de la Casa Beneficencia DÍA 25 DE ABRIL. Berberiscos, almuerzo a los niños y niñas del Patronato de San Vicente,


Lluvi sol y fuego por FRANCISCO Ruiz SÁNCHEZ Alcalde de Ceuta.

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RISTE y lluviosa amanecida. Negros nubarrones ponen sobre la hoyada de Alcoy, un dosel grisáceo de humedad, porque el Cielo desea colocar su rocío bendito en los labios de todos los hombres que rezan e! Avemaria en la madrugadora Diana de las fiestas de San Jorge. Y el mismo rocío de Dios cae sobre todos los alcoyanos que, somnolicntos y arropados, se asoman a los balcones para ver el primer desfile multicolor de sus comparsas, a las que envía el obsequio de sus habanos y les dedica sus primeros aplausos y sonrisas. La gente se despereza, se asea y se viste de domingo, porque para los alcoyanos no hay domingo mejor, ni más grande, ni más bonito, que el día de la «entra», sinfonía de esa gran obra musical, religiosa, histórica, espectacular, brillante, ruidosa, artística, única y maravillosa que se llama «MOROS Y CRISTIANOS». Cesa la lluvia, pero cuando el Capitán de Cristianos, con su casco dorado de plumas bicolores y su gran espada de cruzado, pasa por San Nicolás, unas gotas menuditas, nos hace pensar, que acaso tras el gran dosel de los nubarrones, esté San Jorge, con su hisopo de Patrón, bendiciendo ai pueblo que sigue recordando con fe y ternura la hazaña y el milagro de hace setecientos años. * * *

La decoración del escenario alcoyano ha cambiado totalmente, para representar el segundo acto de sus fiestas. Desaparecieron las nubes y un sol magnífico de primavera luce en lo alto. Sus rayos se quiebran sobre la filigrana de plata de la reliquia del Santo Patrón y sobre las espadas de los cristianos y los alfanjes de los moros, Y es que el día de San Jorge, tiene la luz de la oración y el calor de la caridad, y no hace falta que la naturaleza preste el agua sagrada de la bendición, porque en la calle y en Santa María está todo el clero y toda la feligresía de la ciudad, arrodillándose ante la reliquia y ante la Hostia divina que se alza en la Misa Mayor. Al caer de la tarde, largas hileras de festeros y fieles, cruzan lenta y piadosamente las calles, con sus cirios encendidos, convirtiendo la Ciudad en un nuevo Lourdes levantino, que hoy olvida sus afanes de trabajo, sus preocupaciones materiales y sus ambiciones fabriles, para pensar sólo en los tesoros del alma, acallando el chirriar de sus maquinarias, los golpes de sus batanes, el ruido de sus telares y los martillazos de su metalurgia, para quebrar el silencio de su popular liturgia con sus estentóreos «Vixca Sant Jordi» y las voces de bronce de todas sus campanas. * * *

Por último, tras la lluvia y el sol, viene el fuego, como recordándonos que el sol enciende y la lluvia apaga, que ésta sirvió para sofocar el incendio de la laboriosidad de todo «n año y aquél encendió la llama de la piedad y la caridad, con tal fuerza que vino el fuego del alardo, como una apoteosis de las fiestas georginas o como un nuevo juramento de honor de los alcoyanos, que se embriagaron de pólvora y muerte por la defensa de su independencia nacional y los sagrados principios de su Pe, es decir, por Dios y por España, que fueron los estandartes de los alcoyanos del 1,276, que recientemente fueron los de los patriotas contemporáneos y que mañana y siempre serán las gloriosas banderas de los alcoyanos y de todos los españoles, porque en ellas, con oro y con sangre, están bordados la Cruz del Redentor y el nombre de España.


EL FOTÓGRAFO: cazador de imágenes festeras Accésit al Premio del EXCMO AYUNTAMIENTO, en el V Concurso Literario de la Asociación de San Jorge Mártir

por JOSÉ CUENCA MORA

ON la máquina colgante de una cinta y pendiente del hombro, en caída vertica!, irrumpe en !a vía pública el fotógrafo deportista y el de profesión. Ambos, con el permiso concedido para esta clase de ocupaciones, adeíántanse por entre la muchedumbre de espectadores, y penetran en el escenario festero. Aquí empieza la caza de imágenes. La fiesta, como novia que se desposa con Alcoy, yergue su gesto ante et fotógrafo sintiéndose llamada a ocupar las páginas de revistas y prensa, para ser motivo también de exposición, en sus varios aspectos, en el concurso anual de fotografías que convoca la dignísima Asociación de S. Jorge, mártir. En todo caso, la imagen captada será gala y ornato de la sala familiar, donde el recodo de las emociones cobra ventura y recuerdo con que poder soñar y transmitir el día y la hora en que una mano amante puso e! objetivo fotográfico ante la faz del abri! alcoyano. El fotógrafo goza en estas horas la presencia del arte y e! gusto de la perspectiva. La luz y el gesto; la situación y sus contornos con planos más o menos próximos, la distancia con su volumen de altura, o lo sutii de la cercanía según el fondo o la colocación, todo ello imprime rasgos de ingenio al ejecutante, gustos artísticos en virgen exploración por los caminos siempre nuevos para el alma nueva que mira con secretos

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Foto: Pérez Biette


de originalidad e! gran mundo real y fantástico que en nuestras fiestas anida. La fotografía es el mejor medio divulgador de todo acontecimiento, y mucho más el de estos días festeros. Toda nuestra fiesta es una serie de imágenes, un conjunto de escenas que piden su quietud permanente y su plasmación en la cartulina. Además, la captura fotográfica de los actos festeros, hace que los que en ellos intervienen, tengan disciplinado su actuar y ordenados sus movimientos, porque éstos pueden ser, de un momento a otro, exponente de ia gracia o e! donaire persona!. Es un. saberse siempre visto, acechado por las cámaras, que han de levantar el testigo de un instante efímero y precisado. El fotógrafo es el historiador más veraz de nuestras fiestas; el que recuerda a los festeros el papel inexcusable de la historia que están viviendo, y les hace aspirar a la protagonización escogida en el laurel de los fotográficos concursos. El fotógrafo de las fiestas alcoyanas es un perfecto cazador de imágenes, precisamente porque éstas tienen una fugaz presencia captable, como la pieza de cetrería, y la rápida y certera concepción visual es flor del encaje feliz que aprisiona la imagen volandera. El fotógrafo, saetero de los bellos momentos, debe sentir el peso de su carcaj como una inquietud en espera de disparar la flecha cHcheana hacia el vuelo garboso de ¡a venida águila festera. Conseguida la captura feliz sin muerte de la pieza, antes bien, con vida exaltada de la misma, el cazador reveía, en la oscuridad de su laboratorio, el sentido de ¡a luz con la fuerza de los reactivos. F.stá elaborando una segunda vida de lo real: la vida inacabable del instante pasajero. Luego nacerá, con esplendor de medalla sublime, el oro emocional de la ilusión, prendido en el mástil de la fiesta. El turismo fotográfico busca el dato, el testimonio escueto de la presencia. Nuestra caza fotográfica anhela el alma de la perduración festera, lo que no aniquila el tiempo ni la repetición. Es auscultar la palpitación de una arcada, sobre el signo sucesor y viviente de un adalid que la pasada época resucita. Es cazar sin tregua la venida colorista de las mil palomas abrileñas que tienen su nidal en el corazón alcoyano. A quienes pasan de la contemplación pasiva de estos festejos a la creación de nuevos documentos para la historia de nuestra historia, vaya la gratitud más ferviente y encomiástica de cuantos creemos en la fuerza evocadora de toda imagen, Por esta evocación podemos contemplar a la madre fenecida y a la patria en sus cumbres episodios, Por esta tarea noble de reproducir instantes idos, la vida actual es la lógica de un pasado que se hace viviente a través de esa caza fotográfica que nos entrega la imagen artística, festera o sentimental.


Foto: Laboratorio Azul

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OS cautivas cristianas camino del harén de algún magnate musulmán, bajo la mirada vigilante del eunuco. Tales figurillas del belén festero resultaron una pincelada de simpatía, inocencia y ternura en el cuadro solemne y fastuoso de la Entrada de Moros del año pasado. Tres niños alcoyanos, tres festeros en agraz. Él, seguirá siéndolo normalmente de por vida hasta cuajar en sazón; ellas, por fuerza, dejarán de tomar parte activa en las fiestas, pero el recuerdo de aquel feliz día lejano de su niñez, les impulsará a ser nuevas sacerdotisas que mantengan encendida la llama festera en el templo del hogar doméstico. La juventud, primavera de la vida; es la mejor garantía de la continuidad futura de las Fiestas, primavera del alma alcoyana.


Moros y Cristianos «made in» Alcoy REGISTRADOS TODOS LOS DERECHOS

(NOTAS SOBRANTES

DE UNA A N D A D U R A )

por RAFAEL COLOMA

Premio Prensa «Ciudad de Alcoy 1958», en el Concurso del Excmo. Ayuntamiento

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I hay un pueblo que aguarde la llegada de abril, con la misma emoción que si a desposarse fuera, ese pueblo es Alcoy. Pese a conocerlo sobradamente, te juro, lector, que no llegué a descubrirlo hasta hace poco, por razón de una andadura a la que me llevó este condenado oficio de emborronar cuartillas. Fuera de Abril, pues sí, verás un pueblo más bien serio en apariencia, entregado por entero al toma y daca, que se mueve con prisas y al que azota un tráfago incesante. Si viajante o dado al comercio eres, no es menester me extienda más en su biografía, que harta la tendrás del mismo. Pero doy por sentado que tú no estuviste jamás en él y de ahí que elija abril para mostrártelo. Los pueblos, como el paisaje, tienen sus momentos para la contemplación. Y Alcoy es en este mes —sólo unos días abre de par en par sus puertas para ello— cuando debe verse; que entonces aparece tal y como Dios -lo crió, con su verdadera y auténtica personalidad. Te maravillará, antes que nada, su paisaje. Acostumbrados a esas leves, kilométricas ondulaciones de terrazgos penibéticos; a esa monótona, infinita planicie de sementera castellana; a la verdor sofocante de los arbolados montes y tierras norteñas, la hoya de Alcoy apunta original, grisácea su canción de piedra pura, contorsionada y cerril, «Sierras ásperas, amontonadas», dijo de ellas Gabriel Miró. Tal vez le venga a este pueblo la insobornable vocación que siente por e! esfuerzo diario de no conocer la horizontal. A modo de colosal anfiteatro rodéalo un cinturón de montañas que, salvo la barracada ,del Carrascal —verdeoscuro de espesas encinas—, todo él es sereno, clásico. Alberri, El Castellar, La Serreta,

Foto: Crespo


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El Puig, montes todos que están por los mil metros. Desde cualquier cumbre verás cómo negrea el casco viejo del pueblo, a lomos de una pina lengua de tierras de aluvión, arracimado de casas, aupándose gomiosas por otear la barranca y el menguado río. A la otra banda, la ciudad ensanchada, maquillada de colorines urbanos, sobre el verde de escasas huertas condenadas también a urbanizarse. Y, de una a otra parte, hermanando lo nuevo y lo viejo, largos puentes de alturas impresionantes. Algo reclama, a las primeras de cambio, la atención de tus ojos en esta hoya de Alcoy: el azul radiante de su cielo y la exagerada limpidez de su aire. Dudarás, como yo, que en iodo el Levante haya un azul tan heráldico como el azul del cielo de Alcoy, Puede que los grises de sus montañas desnudas lo pongan subido de tono. De la transparencia del aire sólo te diré que, montañas distantes nna treintena de kilómetros —la Serrellai por ejemplo, la sierra más sierra de todas las del montañoso septentrión alicantino, pese a que la Aiíana (1.558'0l metros), nutricia y materna, sea más señera y alta—, las ves desde el pueblo, claras, limpias, con sus tajos, hoces y desgarraduras. Nada empaña el aire: ni una neblina, ni una bruma, ni siquiera el humo industrial de la ciudad. Más bien dijérase que no hay atmósfera. En esto Alcoy no es velazqueño, sino daiíniano. Pues este pueblo, que debe verse en abril, repito, cuando está a punto de caramelo, guarda para su exclusiva degustación la fórmula de unas fiestas de Moros y Cristianos, que muchos otros desarrollaron sin haber dado en el clavo. Y que me perdonen ellos. Como la Semana Santa es a Sevilla, y las Fallas a Valencia, y la Feria de Abril a Jerez, y el «Misten» a Elche, y ¡os «Sanfermines»! a Pamplona, así los Moros y Cristianos son a Alcoy. Una especie de marea registrada la que tiene este pueblo, que nadie puede usar de ellos con mayor propiedad. Si se tratase, en esto de los Moros y Cristianos, de un plato típico, podríamos decir que es el agua el secreto de la fórmula Y no digo que ella no tenga su parte, que la de Alcoy es sabrosa, de molla, como pocas. Pero en los Moros y Cristianos de Alcoy entran en juego factores que no son fáciles de improvisar: una experiencia de siglos, el mes de abril, la clivosa configuración del pueblo, el ingenio fantasioso de los alcoyanos, la referencia histórica y hasta la singularidad de una bebida que no te la imaginarias nunca. No digo esto en son de reproche a los del pueblo, pero todo hay que decirlo, lector. Que la bebida —-café-licor» — es, para el caso, como esa copíta de Jerez que las mujeres acostumbran a echar al guiso para aderezarlo. Ya sabes, lector, que toda esta parte levantina fueron tierras de moros y que en el medievo hubo en ellas sus luchas a muerte enfre aquéllos y los cristianos, Alcoy —uno de los pueblos menos moros de la contornada: ¡paradojas de ¡a vidal— tuvo la desgracia de que lo atacasen los moros, cuando el segundo levantamiento de éstos, allá por 1276, y la suerte de que en la refriega la palmase nada menos que el jefe de la sublevación, Al-Azraq, enemigo acérrimo de Don Jaime San Jorge, patrón de catalanes y aragoneses, cuentan libros y papeles viejos, se apareció en pkna lucha y dirimió la contienda a favor de 1os suyos. Bueno, pues este girón de historia se reconstruye en las calles de Alcoy, todos los años por abril, a modo de auto sacramental o romance fronterizo, sin que la historia flote opaca y barbuda, sino más bien sirviendo de cita para el discurso. No ha tenido Alcoy necesidad de improvisar, como muchos otros pueblos, unas fiestas mayores en honor al patrón tal o cual, con actos comunes a todas las fiestas de todos los pueblos: el archisabido certamen, la función de teatro u ópera, la procesión, el castillo de fuegos artificiales, los bailes típicos, etc. No. A Aicoy le dio el curso de la vida una fiesta hecha. No tuvo más que ponerla en marcha, Y la pone puntual por abril, de manera emotiva, con todo el gozo de su corazón, con la alegría de un chico con zapatos nuevos. De ahí, insisto, en que si algún pueblo aguarda la llegada de abril, ese pueblo es Alcoy, Mira si la aguarda que los suyos cuentan el tiempo en razón de. los meses o semanas que faltan para fiestas, annqne hubiesen éstas terminado ayer. Y así oirás exclamar a los alcoyatios: «de hoy en ocho meses, la Entra»; «del lunes en seis semanas, San Jorge". Porque es uu año, y otro, y toda la vida la que se pasan esperando abril, la eterna primavera de Alcoy. Y ¿qué tienen estas fiestas de Moros y Cristianos que prenden como pocas en el alma del forastero? Ahí está el busilis: Por si ello te sirve de respuesta, sólo te diré, lector, que el general Primo de Rivera, siendo capitán general de Valencia, estuvo en Alcoy por fiestas y no resistió la tentación: se vistió de moro. Y el cardenal Sancha, arzobispo de Valencia primero y primado tie España después, no llegó a tanto, pero en la casa donde se hospedaba vistióse de moro, y asi se dejó retratar Y como el familiar o canónigo que le acompañaba expusiera sus reparos, Su Eminencia atajóle campanudo: «Nada de particular tiene. Es el hábito de un cruzado». Y dijo bien el cardenal. Alcoyano hubo que, para su mortaja, exigió el traje de cristiano o moro de su predilección. Traje llaman los de Alcoy a la ropa del testero El formar en una escuadra mora o cristiana te ganará para siempre el día que veas esta fiesta. Y si llegas & formar, ¡pobre de lil estás perdido. Director de Banco hubo que, destinado a La Coruña, tras algunos años de residir en Alcoy, todos los abriles, indefectiblemente, tomaba el camino para vestirse de cristiano. Con decirte que hay comparsas —una de ella;.: la llamada «Cordón»— que las fundaron gente que no era de Alcoy está dicho todo. Esa que te apunto, su autor, Antonio Cordón —de ahí el nombre—, era nada menos que un saladísimo barbero andaluz, ¿Quieres más, lector? Hay que ver a los alcoyanos, vestidos de moros o de cristianos, cómo reverberan sus


caras, en la alegre «Diana», la luz nueva del día y la balbuciente sonrisa del sol. La «Diana» es un pregón musical —veinticinco bandas de música—, que despereza las calles silenciosas, inyectando a todos ansias de vida. Los sones veinticinco veces repetidos de optimistas pasodobles, ímantan a la gente de las tibias alcobas y la empujan a los balcones. Así empieza la fiesta. Y no parará en tres días. Durante ellos se vive materialmente en la calle, de espaldas a todo. Los ojos acaban cansados del espectro, como-en una larga sesión de cinemascope a todo color. Ahora es-la «Entrada de Cristianos», al filo del mediodía, la que te muestra dalmáticas y cascos, tizonas y escudos de guerreros cruzados, ora peones, ora caballeros, desfilando como aquellos que Manuel Machado pintara en su «Castilla», bajo «El ciego sol, la sed y la fatiga». Luego es la «Entrada de Moros», en la tarde llena y soleada, henchida de melodías enervantes, timbales y chirimías, esmaltada de turbantes y chilabas, alfanjes y espingardas, policroma de rojos, verdes, amarillos y azules, la que te embruja. Después, en la batalla, huelen a pólvora todas las esquinas urbanas, por el fuego de dos mil arcabuces violentos y encorajinados. Versos sonoros de dramática epopeya, recitados con énfasis, en las -Embajadas». Lucha cuerpo a cuerpo, arma a arma, de los capitanes. El castillo sabe de derrota y victoria. La cruz roja de San [orge triunfa sobre la media luna del Profeta. Y, epilogando el drama, anochecido ya, apoteosis de retablo patriótico, el santo —un niño— irrumpe a caballo sobre las almenadas torres, nimbado de'luces de artificio, como bajado del cielo, y arroja saetas a la morisma derrotada. ¡Todavía ei pueblo admira y aplaude, inefable, el milagro! No es tópico si decimos que todo Alcoy —en balcones, azoteas, postes y hombros—, está esa noche, compacto, hecho una pieza, en la amplia plaza, embebecido en la taumatúrgica aparición. Materialmente es imposible no ya dar un paso, sino ni siquiera moverse. Un verdadero mar de gente Hasta eso es digno de ser visto. Con todo lo que te cuento, seguro que no aciertas, lector, a formarte cabal idea de fiesta tan singular como es la de Moros y Cristianos de Alcoy. Ella excede con mucho de ser una realidad concreta, para entrar de lleno en el reino de la fantasía. No falta quien la calificó de colosal «ballet». Efectivamente, todo el secreto de las fiestas de Alcoy está en el ritmo. Ritmo en los pies y brazos de más de mil figurantes. Ritmo tienen los cabos —figuras centrales dei «ballet»— de las formaciones; ritmo, sus ademanes amplios y elegantes, por los que resbala, como un lirio, la encendida llama de la espada. Ritmo tienen las escuadras de las comparsas —veinticinco—, verdaderos coros en fila que acompasan los movimientos del cabo. El ritmo es vivaz y gracioso —de canto de gallo en las madrugadas— en el pasodoble; un pasodoble marcadamente alcoyano —o no

sirve para el «ballet»—, que no podrás identificar, por poco entendido que seas en música, ton los pasodobles al uso. Que no todos los pasodobles se acomodan al aire de la fiesta de Alcoy. Y el ritmo es también lento, sensual, incitante —de odalisca en el harem o serpiente ante el flautista—, en las marchas «moras™, en cuyas partituras juegan un papel predominante, trombones y chirimías, timbales y redoblantes. Los compositores locales escribieron mucha música exclusivamente para la fiesta. Son verdaderas obras de concierto que, no se sabe lo que tienen, pero enardecen y unifican las almas de todos los alcoyanos; que las fiestas de Alcoy son, antes que nada, la unidad de medida del pueblo, en la más completa y cerrada introversión humana que pueda darse. Y ritmo tienen las batallas, saturadas las calles de una espesa telaraña de humo de pólvora —700.000 disparos en un día—, el tambor redobla incesante y la trompeta incita al disparo, y los «festers», uno tras otro, disparan acompasados los arcabuces, que retumban en el aire como un arpegio de notas graves. Todo está sujeto a ritmo en este «ballet» colosal que son !as fiestas de Alcoy. «Ballet" sobre un escenario natural de costaneras rúas, decoradas con telones blancos y cruces bermejas de San Jorge en los balcones de las casas, y la bambalina tremendamente azul de veste de inmaculada. ¿Y tú sabes, lector, lo que más agrada de las fiestas de Alcoy? El que los alcoyanos las «hacen» para su deleite. Acontece con ellas lo que con ese casero plato de dulce, que sabe mejor que el de confitería. En él no esperes hallar remilgos, porque mamá no es una pastelera profesional, pero sucedáneos y química tenlo por seguro que no hay, antes al contrario, todos los ingredientes son buenos y, lo que es mejor: auténticos. Hechos los alcoyanos a vivir soterrados entre montes, su fiesta aun es candorosa y zurita. Aun está incontaminada de .turismo. Los testeros sienten verdadera vocación de fusteros; se costean sus gastos, guardan sus trajes, prueban sus armas, contratan Jos caballos, disponen hasta los mínimos detalles. Un testero no se cambia por nada del mundo en esos tres días de abril —22, 23 y 24—, porque está en su centro. Se sabe Rey de la Creación, protagonista no de un espectáculo, sino de lo único realmente serio y trascendente, capaz de mover a iodo un pueblo y ponerlo en pie. En su cometido vierte toda la unción y sentimiento imaginables Así sale como sale el «ballet» de los Moros y Cristianos de Alcoy que, pese a ponerlo en escena todos los años, desde hace algunos cientos, es para los indígenas cosa inédita siempre, verdadero parto anual de un pueblo que, en fuerza de mirar hacia dentro, acabó en el mejor y más envidiable de los narcisismos: enamorándose hasta el tuétano de si mismo. Dibujos: Luís Solbes


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SAN JORGE POR ALCOY por JESÚS R. CORTEZO Al-Azrach contempla ensimismado la vega que sonríe ante su vista y hay espasmos de gozo en la mirada del fiero Capitán de la morisma. Su mano, envuelta en fino guantelete, contiene la impaciencia del caballo que parece quisiera pisotear las odiosas enseñas del cristiano. «Más despacio, —musita Al-Azradi;— más despacio, mi potro granadino; ya habrá tiempo en e! día que ahora empieza de gustar el placer de haber vencido. Será nuestra la gloria del combate y la verde bandera del Profeta flotará, con el alba de mañana, en la torre de honor de esas almenas». Y, así, hablando, el caudillo mahometano vuelve pausado do su gente aguarda, calculando, en su mente codiciosa, el botín de la próxima jornada. II

Han llamado a rebato los vigías y en la villa labriega y artesana las manos que empujaron los arados hoy empuñan los hierros de las lanzas. En la Iglesia Mayor, el pueblo entero oye devoto el Sacrificio Santo, implorando al Cielo generoso la merced anhelada de un milagro. Es día de San Jorge, y a él dirigen los de Alcoy sus vibrantes oraciones que por algo este Santo es militar, cual dijo en el sermón el sacerdote. Cuando aún no ha terminado el Padre Nuestro han llegado excitados los avisos de la Torre de Luna y Argadines de que van al ataque los moriscos. Sume Mosén Ramón la Sacra Forma y después, voz potente, fiero el gesto,

habla de Dios, la libertad y el Rey a sus enfebrecidos rnesnaderos. Resuena por las calles de la Villa el nuevo grito de sus hombres fieles: «por la Cruz, por San Jorge y por Alcoy luchemos por la gloria o por la muerte». III

Las templadas hojas de las espadas buscan, rojas, carne que destrozar en el cerco sangriento de los muros donde muere matando la Ciudad. Van cayendo, una a una, las defensas,ya se lucha en las plazas y en las calles; cada palmo les cuesta veinte muertos a las bravias huestes atacantes. Van cayendo, uno a uno, los cristianos regando con su sangre generosa el suelo que otro día recorrieran requebrando, felices, a sus mozas. Se creen los defensores ya perdidos,ANAzrach ordena último esfuerzo, cuando, blanco caballo, lanza en ristre, entra en la lid un nuevo caballero. Bajando galopando de 1os Cielos; rompiendo la armonía de lo Azul; dando al viento su capa y su penacho; cubierto el noble pecho por la Cruz; en el brazo la adarga defensora, envuelto en un inmenso resplandor, San Jorge da respuesta a la plegaria del pueblo que le invoca protector. Los moros retroceden espantados, la Vega abre camino a su terror, y huyen, dejando su Caudillo muerto, y roto y prisionero su pendón. Caminante de sendas levantinas/ han pasado los siglos desde entonces, y aun resuena en las calles de la Villa: «Alcoyanos, Alcoy para San Jorge».


Grupo de fundadores

Recuerdos de ayer y de hoy

La Comparsa «Vascos» cumple cincuenta años

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A fundación de la comparsa Vascos aconteció en una de las épocas más apacibles de este siglo; en su primer decenio. Por aquel entonces !as comparsas llevaban una vida lánguida que sufrió una sacudida enérgica al aparecer las de Marrakesch, Abencerrajes y Mudejares. Los nuevos diseños, más en consonancia con los datos históricos, supusieron un vital injerto en el bando moro, la mayoría de cuyas comparsas realizaron reformas acortando el pantalón y sustituyendo la manta por la chilaba o capote. El bando cristiano, donde se hallaban los anacronismos más risibles y los atuendos más pueriles, vióse forzado a llevar a cabo sus propias renovaciones. Y así fue con la aparición, en 1907, de ía comparsa Guzmanes rompiendo los moldes clásicos hasta entonces con un traje apropiado al medioevo e inédito como tipo de indumentaria festera, y que había de marcar el rumbo a seguir en el futuro. Según los datos que tenemos, la comparsa Vascos fue alentada y fundada por elementos de una de las fábricas de paños más importantes de la época, la de doña Rita Santonja Santonja —más conocida por «L'enguerí»— situada en lo que hoy es sede social de Papeleras Reunidas, S, A., y en donde fueron tejidas las capas y túnicas Su primera junta directiva, estaba compuesta por don Enrique Matarredona Valor, «primer tro», don Salvador Llorca, «darrer tro» y don José Pascual Ivorra, «cóp». La primera fotografía que ilustra este trabajo confirma nuestro aserto, pues los que en ella figuran, los fundadores, eran empleados de la citada empresa; de todos ellos sólo quedan hoy dos supervivientes: don José Santacreu Gadea, el segundo sentado en el suelo, y el más joven de todos ellos, don Enrique Matarredona Ferrándiz.


El boceto fue obra del pintor alcoyano don Francisco Laporta Valor con el que dicho sea de paso, Jos festeros estamos en deuda. Realizado al óleo, representaba un guerrero de hercúlea traza, con los bagajes y atuendos actuales sólo que los brazos y piernas iban al desnudo y, en vez de la porra característica, llevaba un arco y en la espalda un carcaj de flechas. Esta figura se recortaba sobre un magnífico paisaje en e! que aparecían en lontananza unos torreones típicos de la Reconquista. Tal era el diseño que fue presentado por don Eduardo Mataix el 30 de abril de J908 a la Junta Directiva de la Asociación de San Jorge. Esta, en-su sesión del 24 de mayo siguiente, lo estimo conforme al Reglamento, proponiendo recomendarlo a la Junta General que una semana después, el 31 de mayo del mismo año, lo aprobó por unanimidad, saliendo, pues, la nueva comparsa a la calle, por primera vez, en las fiestas de 1909. Las dignidades de Alférez y Capitán fueron ostentadas por los festeros que a continuación se expresan: N O M B R E S

D. Eduardo Guillen! Ponsoda El mismo y D. Enrique Matarredona Valor D. Juan Vicente Galbis Pons D. Aurelio Colomina Pérez D, Emilio Ortolá Jordá D. Emilio Jordá Cantó D. Antonio Hernández Arnau

Alféreces

Capitanes

1911 1919 1927 1946

1912 1920 1928 1947

1958

Es agradable recordar que en el año 1946 esta comparsa fue galardonada con un premio al mejor farol-guía para la Retreta, farol que aun se conserva en el local de la misma, y que representa una reproducción en miniatura del antiguo campanario y fachada de Santa María debidamente iluminados. En este mismo año amenizó los actos de esta comparsa, la laureada Banda

D. Enriípie Matarredona

D. Juan Vicente Galbis

D, Aurelio Colomina


te!lana del cortejo del Capitán, en el año 1947

E! joven director y compositor don Amando Blanquer.Ponsoda, dedicó el pasado año a esta comparsa, para el acto de la Entrada, una magnífica composición titulada «Aleluya», que bien podemos asegurar, es la primera marcha cristiana; contribuyó al éxito de la misma, la banda «La Primitiva» que bajo la dirección de don Fernando de Mora Carboneil interpretó con el mayor entusiasmo y fervor, en todo su recorrido, esta inédita pieza. Testimoniamos nuestra más sincera gratitud a los que actualmente y con anterioridad, supieron cooperar con buena voluntad a las inquietudes propias de la comparsa; facilitando así la superación y e! anhelo de continuar la trayectoria trazada por nuestros mayores, en beneficio de la historia de nuestras singulares fiestas en honor a San Jorge. Y para terminar estas breves pinceladas sobre los hechos más salientes de los Vascos, al cumplir su medio siglo de existencia, señalamos como nota curiosa que desde 1939 ocupa el cargo de «primer tro?? de la comparsa don José García Ibarra, continuidad esta que le confiere el ser hoy el decano, el más antiguo de los «prímers tróns» en activo, L. M. F.

«La Primitiva» de Liria con sus setenta profesores todos ellos uniformados con dalmáticas apropiadas. Y el entonces Cronista de Fiestas, refiriéndose a la Entrada de 1947, decía textualmente: a,... difícil es expresar con palabras lo que este año hemos podido contemplar, en nuestros admirables festejos, ya que nos cabe el orgullo de mejorarlos continuamente. Precisaría la pluma de un poeta para poder cantar estos soberbios desfiles. La Entrada de Cristianos, soberbio desfile de las fuerzas de la Santa Cruzada. Impresionante la comparsa «Vascos», a la que le correspondió el Capitán, encarnado en la persona de don Emilio Jordá Cantó, estampa arrancada de las gloriosas páginas de nuestra historia. La magnífica Banda de Cornetas del Regimiento de Caballería n.° 11, Lusitania, y con escolta de más de cien jinetes, carroza, lombardas, palanquines, castellanas, etc. Sólo puedo felicitar sinceramente a esta comparsa por su esfuerzo, pues el conjunto de ella ha sido la admiración de los que pudimos contemplar este grandioso e incomparable desfile..,.» Es la primera comparsa del bando cristiano, que desde el año 1951 viene vistiendo adecuadamente a los «cartucheros», en el acto del Alardo.

Fotos: Archivo Asociación San Jorge

D. Emilio Jordá


Gentileza de D, Santiago Mataix

RITT UM SANKT GEORGS HIMMLISCHE GUNST Zuñí Georgstag am 23. April werden an vielen Orten im südlichen Deutschland die Pierde i;esattclt und £escnmik:kt. um dann mit einem Ritt durch die erwa<-hende Rur den Scgen Sankt Geeras f ü r die bauerliche Arbeit zu erbittcn. Diesen «Georfjirittn gilt einer im alten Rrauchturn verwurzelíen Bevülkerunf; ais dcr eifíentliche A u f t a k t des Frülilings. Seit Jahrhunderten ist Sankt Georg, der Notlielfer und Drachentoter, auuh Sthutzpatron der Mauern untl der Pierde PASEO A CABALLO EN OCASIÓN DEL CELESTIAL VALEDOR SAN JORGE Para e! día de San Jorge, 23 de abril, en muchos lugares del sur de Alemania los caballos son enjaezados y adornados para intervenir entonces en un paseo a caballo a través de la animada campiña a fin de solicitar de San Jorge la bendición para el trabajo de los aldeanos. Este «día de Jorge del paseo a caballo» constituye una vieja costumbre arraigada en la población en calidad de ornamentación propia de las primaveras. Desde hace un siglo San Jorge, el salvador de dificultades y matador de dragones, es también e! patrón protector de los campesinos y de 1os caballos.


Su Santidad Juan XXilJ. Pontífice Remanís.

Futo dedicada a Fas Religiosas Ju&tiniana& Canonesas de San Jorga,

Su Santidad Juan XXIII, la Orden Justiniana y San Jorge de Alcoy por JOSÉ CH(SANTO LÓPEZ J [MEMEZ

EVANTE Español. La bizantina Cora de Todmir, por Aragón y el Mediterráneo, tiene como celeste patrón a San Jorge de Capadocia. Predilecta del Invicto Mártir, la ciudad de Alcoy. La devoción levantina invoca a San Jorge como valedor, dedicándole Cartagena un monasterio de la orden de Santa María de la Merced Redentora de Cautivos cuyos frailes y íreiles visten blanco manto y se cruzan con la plateada enseña de la catedral de Barcelona montada —en fondo rojo— sobre las barras de Aragón, y a San Jorge consagran nuestros pueblos templos y altares. Señen Vila y Francisco Salzillo, en dos generaciones, del XVH al XVHI, legan las más beílas y luminosas interpretaciones levantinas del Santo al monasterio

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San Jorgt Mártir, pintado a fines del siglo XVII por Señen Vila.

de Madre de Dios, de Murcia, que en el año 1490 fundó para Canonesas de San Jorge de Vcnecia, luego de no mi tía das religiosas justinianas, el deán de la catedral de Murcia don Martín de Selva, natural de Villena. El blanco y celeste hábito de las canonesas georgianas y 3a medalla mañana de oro repujada, al pecho; por su bízantinismo proclama a la Serenísima de San Marcos, San Pietro m Castello y San Jorge in Alga; y Madre de Dios, de Murcia, seguida por 1as fundaciones justinianas de Cuenca, Albacete, Galicia y Onil, en el Patriarcado de Venecia es considerada cabeza de la Orden de San Jorge en toda la Iglesia. Al ocupar la Sede Patriarcal y recibir el capelo cardenalicio el hasta entonces Nuncio de S. S. en París Mons. Angelo Ciuseppe Roncalli, gran investigador de historia y amantísimo de las fundaciones de su predecesor San Lorenzo Justiniano, escribió una extensa carta llena de unción y apostólico magisterio a la murciana comunidad de religiosas justinianas, A este tenor se interesó cerca del cronista de la Orden, autor del-presente escrito, por un ejemplar de la historia de la orden de San Jorge de Venecia que había publicado en la Revista de la Universidad Católica de Sao Paulo (Brasil), y en el día de San José de! año 1957 fui honrado por Su Eminencia con la fotografía de un célebre cuadro del Santo muy atentamente dedicada. Conjuntamente ccTri unos folletos de mi modesto trabajo histórico, elevé al actual Pontífice, un ejemplar de la Revista «Moros y Cristianos» de dicho año 1957. Pocas semanas después el hoy Santo Padre, desde Venecia, por cariñoso autógrafo me agradecía ambos envíos y mostraba deseos de conocer algún día la georgiana fiesta de Alcoy y tantos de los tesoros do cu m en tal e¿ de la católica España,



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• ~*7T Foto: MüLler

A lluvia ha (legado puntual a su cita. Y el paraguas —hongo grave y austero— cobija, con su domo de color noche, el encanto y la ingenuidad de esta infantil ''masereta", La pequeña valenciana se ajusta la peineta y la ilusión queda rota, como un juguete recién estrenado, con las primeras gotas de abril. Una vieja sostiene el paraguas y bajo su sombra se monta e! diálogo. La lluvia hace lo posible por malograr la fiesta de mi pueblo; pero, no obstante, abril sonríe. Sonríen las rosas. Sonríen los jazmines, Sonríen las amapolas. Todo es exultante. Triunfal, como un himno. Mayestático, como un salmo. Pronto el cielo —de eso estamos seguros— será azul y el corazón risueño. [Moros y Cristianos en Alcoyl La gente hacinada en las aceras, en lucha con el tiempo, espera ansiosa el paso de¡ capitán moro, tan gallardo, tan sensitivo tan oriental, Nada impedirá su cabalgada. Ni esa lluvia, mojada de confetti. Ni ese sol de cántaro, presagio de inclemencias. Tampoco el vientecillo de feria, que loco girará nuestros corazones, como veletas epilépticas. Porque abril, con su mágico embrujo, con sus triunfantes pasodobles, con sus soñadoras marchas, vencerá, al fin. No te apures, pues, "masereta" Ten presente que abril, por encima de todo, es un testero ciento por ciento. Y él hará que florezca tu risa blanca, en el día encantado de tu fiesta mayor. Te lo digo yo, "masereta". A. R,

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Foto: Studio Vicens

El compositor alcoyano

GONZALO BLANES NTRE el grupo de compositores alcoyanos que desde mediados del pasado siglo animan y enriquecen el arte de Euterpe con obras de singular realce, Gonzalo Blanes representa un hito de avanzada, una expresión artística puesta al día, totalmente entroncada entre los mejores compositores españoles de la primera mitad del siglo XX. Su etopeya es rica en inquietudes. Desde muy joven apela al violín como medio de cultivo música! que había de proporcionarle, en Valencia, los medios para seguir la carrera de Medicina. Sus profundos y minuciosos estudios de las obras de Debussy, Falla, Turina y Ravel, influyen poderosamente en su modo de hacer, en su estilo, que ya en las primeras manifestaciones de creación juvenil, llevan un sello inconfundible, acusándose un tenaz y noble empeño en huir de los caminos trillados e imponiéndose, como lema irreductible, la misión rectilínea de la originalidad. Nunca su música desciende al canon de las concesiones fáciles. Diríase que su arte, en una eclosión de rigurosa estética preciosista, brota lleno de vírgenes fragancias, mostrándonos el verdadero camino del artista que por el sólo hecho de crear, en el sen-

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cido más íntegro del vocablo, ha madurado su capacidad y su celo, sus propias exigencias tan bellamente disciplinadas. La lista de sus obras es muy extensa y la glosa descriptiva de muchas de ellas merece, llenaría todo un volumen. Desde el pasodoble festero y la marcha árabe genuína de su tierra, pasando por varias composiciones de música sacra, hasta las formas de «suitte«, poema sinfónico y piezas cortas de verdadera belleza, el numen de Gonzalo Blanes pone siempre de relieve su gracia indiscutible y diamantina. Cuando el motivo melódico surge en su música, no es para melificar la sensación de forma sensual y expositiva, sino sólo como medio de vertebrar el conjunto ornamental, siempre riquísimo en sus maravillosas facetas orquestales. Las obras de su primera época rezuman una lozanía poética llena de! mejor y más cuidado expresionismo. «En el Albaicín», «suitte» para orquesta, es una creación pictórica del más excelente lirismo andaluz. Los motivos de danza tienen un ritmo frenético y exultante. Al brío del puntilloso engarce conjuntivo, surge la «fuga» alada y grácil, en la que nuestro compositor es un verdadero maestro. «Escenas rústicas» es una obra de juventud en la que se expone, con una madurez sorprendente, la pulcra inspiración innata, !a cual seguirá en su vida artística con perfiles definidos de ensueño realizado, En esta «suitte» destaca el número «La madrugada», página antológica que, sin hipérbole, puede figurar entre las de los mejores genios descriptivístas —Massenet, Grieg, Lalo— y que, inspirada en la cumbre de nuestra Serreta, exafta et amanecer en el valle del Serpis, oyéndose en lejanía !as campanadas de nuestras torres, todo como un salmo de gracias al Creador. Debemos mencionar, entre su abundosa producción, la mayor parte de ella incida, las obras «Eros», poema griego, «Gitanerías», «Quién te puso peteñera.. », «La despedida de Abu Abdala», fantasía arábigo andaluza, y, como una auténtica gema de vivísimos destellos, «El fandango de Barxell», obra de intrincadas dificultades interpretativas, en la que Gonzalo Bíanes, fiel a su voto de hacer música con un elevado sentido de la originalidad, nos asombra con un mágico poder de captación y penetrante gracia, al modelar quizá su mejor obra, sirviéndose de un sencillo tema del folklore alcoyano, —fandango campesino, danza aborigen de antiquísima melodía— para llegar a lo mirífico a través de la rústica simplicidad del pueblo. Gonzalo Blanes, ya en su plena madurez artística como músico, honra a su pueblo natal con e! más noble mérito: lo que perdura hecho música, lenguaje divino, canción definidora. Siga en la cuerda tensa para que en su nombre vibre la música alcoyana tan rica y fervorosamente. En justo homenaje insertamos la marcha mora «A la Meca», en la que nuestro músico aporta a la magnificencia de la «Entrada de Moros» un fondo expresivo de imperecedera armonía. J. V. J.


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ACARONANT SOMNIS D'AMOR

De com el monument a SANT JORDI pot ésser la pagina fonamental que se li oblidá a N'Adolf Salva en son «Bosqueig Historie» per JOBDI VALOR r SERRA I ha coses en la vida deis pobles que son petites i intrascendents; en hi ha de altres que son fonamentals i decissives. Que aquell bon investigador callosí que fon N'Adolf Salva escrigués un llibre sobre les festes de Moros i Cristians a la nostra térra es una cosa Idgica i normal: son les festes del seu poblé i la recanca enyoradívola de ta seua infantesa ho abona així. El exemple que ens dona a tots es magnífic. A mes, ho escrigué en valenciana llengua, exaltant aixís la humana valor de son document. I l'lnstitut d'Estudis Alacantins de nostra Diputado Provincial s'ha sentit orgullos en incloure la manografla en llengua vernacla entre les seues valuoses aportacions a la cultura de nostre ámbit telüric. Honorem, dones, la figura d'aquell ja traspassat compatriota que es prengué l'esme de historiar-nos les festes de Moros i Cristians déla nostra provincia i encara de fora d'ella, Fins aquí, de complet acord amb l'obra d'En Salva. Ara anem a mirar-ho baix la color del nostre ADOLF SALVA I BALLESTER f cristal!; Reconeix Salva que l'orige de les Festes de Moros i Cristians en el seu poblé fon degut a un alcoia que porta tratges de moro i les implanta amb gran goig de tots els caHosins; que la Verge de les Injuries, la Patrona, poc tingué que vore ambs els moros i Cristians del segte XIII de la nostra alliberació del jou del alarbs, 1 amb tot i atxó BOSQUEIG HISTOKIC í BIBLIOGRAFIC li dona molía mes extensió a la actuado festera del seu poblé, i encara a la de Dénia, tan circumsDE LES tancial en el nostre quefer, que a la de Alcoi, capsal i orige de la nostra Festa. PESTES DE MOROS I CK1STIANS Fet constar, dones, el mal gust de boca que com o^alcoians ens deixa la lectura del llibre póstum d'En Salva, i aprofitant l'avinentesa de que la nostra Excma. Diputado Provincial; patrocinadora de aquella edició, també patrocina un treball sobre el mateix tema al Concurs literari d'enguany de la Asociado de Sant Jordi, —que per cert ha quedat desert,— creiem oportú actuar així, no rebatint res, no; sino fixant uns punts de vista netament autóctons, raciats, étnics r que no es com estudiar la cosa baix el caire folktoriste o pintoresc com ho feu Salva, De tots els patrons i titulars deis pobles de la extensa contrada on es celebren Festes de Moros i Cristians, sois es Sant Jordi el r&nec que amb tota lógica pugué actuar miraculosament en aquella data triomtal del 23 d'Abril de 1276. Els demés sants i santes que son per ahí festejáis amb Moros i Cristians poc teñen que vore amb aquella lluita secular de nostra Croada migeval. Nostre INSTITUTO DS SSTtLHOS A L I C A N T I N O S Sant era ja de vell patró y protector de tes hostes catalán o-aragonés es, que baix son nom com a crit de guerra, lluitaren en Alcoraz, en Poblet, en el DIPUTACIÓN PROVINCIAL Ot ALICANTE Puig... I la gesta triomfal d'Alcoi es el cormull definitiu de ¡a Reconquesta baix son patrocini en aquesta Espanya oriental. De ahí nostre delerpatri de no deixar caure en el buit de la indiferencia i de la gelor materialista que avui ens domina, 1a vella idea de un escultor alcoiá de bastir un Monument amb bronze i marbre al nostre Sant i a la nostra grandiosa gesta migeval. Que es mampresa de Quixots? Pot ésser!... Mes si no haguessin quixots la vida valdría molt poquet. El Art la Religió la Ciencia, no existirien. Tot alió qu'ens eleva sobre les bestioles del Senyor res hi seria,' dones nosaltres senem altres tantes bestioles: una especie de sagrantana mes entre la fauna que Déu feu salvar en el Arca de Noé. «Peresejo» es un artiste que en sa llarga vida ha tingut sempre com a víolí d'Ingres una devoció artística a nostre Sant capadociáf passen de mitja dotzena les images que d'ell ha plasmat, unes vegades eqüestres —amb bríos cavall de fina estampa com la que jo li adquirí l'any 32— i altres pedestre, com la del dentelló del Barranc del Cinc, que no arriba a dur-se a la reaíitat; y la que auvi figura en la facana nord de la Arxiprestal de Santa Mana. Moltes llars alcoianes absents í presents

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teñen images del Patró grades a la prodigalitat d'aquest artiste en fer reproduccions. 1, la veritat, li sap greu morir-se sense haver deixat en Alcoí una petjada del ser pas per la vida de la ciutat, que la embellixca i que li done carácter de poblado queicotn idealista, cristiana, bressol de artistes i sobre tot, Santjordiana, I en aquest deler seu tan afincat som molts els alcoiáns que coincidim amb ell encara que tingar» mes que somnis d'amor en el cervell i les bolxaques exhaurides per la trísta materialitat del viure, Alcoi ha fet coses verament gegantines: la nova erecció de peus deis seus temples catcdralicís; la meravella arquitectónica del Preventori Infantivol de la Assumpció en la penyascosa falda de Mario!a; el mateix temple votiu del Sant Patró, amb son altar mejor restaura! amb el fons épic del llene de Cabrera Cantó; e! formós pedestal biíantí de l'estátua eqüestre, —tan adient al éstil del temple i a la genealogía del Sant capadociá—. Les vidrieres de la facana tan mestrivolament dibuixades i colorides... tot ell ens diu que l'Assocíació del Sant sap fer les coses ben fetes, estudiarles amb seny i prudencia r gastar-se els mus de duros en forma meditada, per a no errar colp que obligue a tornar arrere en les obres mampreses per a la major gloria del Sant i d'Alcoi. I ara ve riostra fórmula per a buscar diñes. Alcoi deu eixir de la seua conca de muntanyes. Son nom té simpatía de raca i gcrmanor per tota la Bacavia — Baleara, Catalunya i Valencia—. La nostra Festa Major va tenint relleu internacional que passeja per el man el nom de Sant Jordi unit al del nostre poblé. Acudim, dones, al Aragó, a Catalunya, a tota la térra valenciana; ells ens ajudaran sens ducte: fem del nostre un monument votiu al Sant de tota l'Espanya oriental, que aglutine en nostra ciutat el vértex de la mes afincada devoció a l'inmortal milite roma. Si llancera ais quatre vents el lerna: «Tot per Sant Jordi i per Alcoi», segur estic que desde les serraíades pirinenques d'Osca fins a !es baíxes llomes rogenques de Terol, tot l'Aragó, quina bandera secular onegem nosaltres en riostra Festa front a la de la Mitja Llnna, vibraran d'emoció vers nostra obra. I la germana Catalunya, la gran Catalunya que igualment l'honora totstetnps com les germanes Ules Balears on també arriba el ressó de nostres Pestes —Moros i Cristians en Soller!— en donaran llur géneros ajud en honor a la Fe i la Tradició que ells conreuen amb delectanca, privilegi de pobles cults i ríes com ells ho son. I arrcncades aquelles Ierres germanes, qué no esperarem de la nostra regió valenciana que té a nostra ciutat com el mes preuat joiell de la seua Historia secular? Exhumant amb faisó critica la historia de la riostra Epopeia he pogut traure quatre noms dignes de l'intnortalitat per a plasmar llurs figures en el projectat monument. Son aquestos: JOAN GARCES capdill aragonés de Jaca, qui fou el que amb els seus almogavers muntanyencs del Pirineu centra], prengué la vila d'Alcoi en 1253, poc després de la caiguda de Xátivar En VICENT MARGARIT, cátala, fill de Roses, qui fon qui per segona vegada, en 1258, torna a prendre nostra vila per al Rei En jaume, arrevatant-la de nou de mans deis moros que i'havien tornada a prendre. Aquestos dos hómens foren premiáis per lo senyor Rei Conqueridor amb los carrees de Akai't o cap de guarnido del Castel! d'Alcoi, el primer; i de Cadi o cap del Consell Municipal el segon, carrees que conservaren en abril de 1276, quan rembranzida de les forces de Alazdrac, —reclutades per entre els mes ferestecs i fanáctics de nostres muntanyes,— per a la reconquesta de nostre poblé per a l'Islam, Ambdós lluitaren ardidament en la data miraculosa del 23 d'abril. Després d'aquestos dos ja no tenim mes que nostres dos inmortaís ALAZDRAC, el jove capdill mahometá fill de les Valls de Pego (Alcalá de la Jovada) freturós per restablir la independencia islámica de sa Patria oprimada —també defenia son punt de vista de altivola i brava independencia— i Mossen RAMÓN TORREGROSA, el apóstol de Crist, el primer Rector d'ánimes de la vila d j Alcoi, de nissaga valenciana, que amb má de ver apóstol cristiá aconseguí que els moros conversos de la Foia d'Alcoi corregueren a guarir-se dins nostres muralles i lluitaren per les banderes d'Aragó contra els rebels d'Alazdrac, de tendencia anárquica y ádhuc criminal, encara que de llur propia raca, I eixe fet ens valgué! Aquestos cuatre prohoms son les figures capdals de nostra epopeia cimera: i Sant Jordi, nostre celestial protector, per quin honor estem dispostos a fer els impossibles com a filis fidels i ben nascuts. I ara anem a la part práctica. Aquest monument pot ésser, com hem dit, per el seu historie signiíkat, el aglutinant que servisca de unió sentimental i afectiva els paísos de nostra vella Confederado. Catalans, Aragoneses i Valencians estarem units ais peus de Sant Jordi en este quefer formós de ofrenar, en bronze i marbre, una nova gloria artística a Espanya, Nostre Alcoi, avancada meridional de la nissaga cátala no-aragonesa, donará un motiu de germanor ais pobles orientáis al oferirlos la ocasió de col.laborar económicament en la erecció del projectat Monument al Patró de tots a t'ensemps, I seria una deixadesa imperdonable que la Associació de Sant Jordi alcoiana no donas en aquest moment ocasió a totes les Diputadons i Ajuntaments importants de Catalunya, Aragó i Valencia de col.laborar amb ella en la erecció d'aquest Monument que a l'ensemps que inmortalitzará la gesta nostrada del 23 d'abril de 1276, aglutinará una germanor de sang i raca que ens ve de segles i que aragonesos i catalans rebran amb els cors ardits de amor entranyable a nostra Patria i Relígió. La emoció amb que les ciutats de Jaca i Roses rebran Crida per honorar arnb marbre les figures de llurs filis GARCES i MARGARIT no es de ponderar. Ens la figurero. I nostra gratitut a aquelles figures, ja remotes pero fins a huí quasi süenciades de nostra independencia nacional, ens fará mereixcdors de l'apelatiu de «ben nascuts». I Alcoi destacará la seua personalitat com a poblé espanyol deis de mes relleu historie i artfstic, coses ambdúes que la prosperitat industrial ha tingut quelcom ofegades fins a l'hora present. 1 no; el ésser des de mitjos materia!s no ens deu fer oblidar íes riqueses espirituals com son la Fe, la Tradició i el Verb sagrat de la Patria. I el escultor no deu esglaiar-se per el fet d'afegir aqüestes quatre figures al seu primítiu avantprojécte. Que pense que sustituixen ais dos retaulcs laterals en baix ptcat; a mes que no es precfs que siguen figures de eos sancer; poden ésser quatre bustos de cintura en amunt co.locats sobre les cantonades xamfranades del pedestal. I baix de cadascú la inscripció de son nom i patria. Es qüestió de donar-li qualitat artística i verisme historie al Monument. Hem de pensar que quan un Monument a un Sant Patró porta en si la forca espiritual del nostre, esdevé en lloc-de peregrinado nacional de les terres que aglutina com hom pot veure en els de Sant Esteve de Budapest per ais hongaresos, en el de Sant Bernat de Claraval de Praga per ais txecos, el de Sant Patrici de Dublí per ais irlandesos i ádhuc el de Santa Joana d'Arc de Reims i de Orteans per ais franceses. I el nostre será una flama de fe y germanor per a tota l'Espanya oriental.


Aquesta es la meua visió de les Pestes de Moros i Cristians en un poblé alacantí; pero no en un poblé quaJzevo!, sino en Alcoi, cap i casal de aquesta famosa tradició histórica; que no la té com un espectacle mes o menys coloriste que un dia s'adoptá a manca d'altres gaudis populars, com ho feren tots els altres pobles de nostra contrada. Aci cavem mes fondo. No es tan sois íolklorisme; hi ha una veritat histórica i una fe religiosa. Que quan un poblé está dispost a tot per el seu Patró, té vida sempiterna. I ací el vestirse de moro o de cris ti á migeval es un tite secular que es quelcom de de sagrat en I'ánima de tants alcoians com s'han fet amortallar vestits de tal faisó per donar-I¡ gloria al «Patró Sant Jordi». I aixó no es carnavalada intrascendent com el diíunt Adolf Salva ho pugué vore en la seua Callosa d'En Sarria nadiua. Vullga Déu que tot aquest escrit servisca per a desfer pesimismes i complexos col.lectius d'inferioritat i disposar al poblé d'Alcoi a perpetuar en bronze i marbres una gesta, una data i uns herois que baix el mantell protector del Sant escrigueren la pagina mes gloriosa del nostre passat. Eixe poblé ha de sent¡r-se compenetrat amb l'ideal que dona vida a aquella gesta. Europa esta sembrada de monuments que responen a una inquietut parella a la nostra, I no son vells; son actuáis. Sigatn dignes de pertányer a aquesta vella part de! món que,., ja poden fer les altres; li guanyaran en gratacéis, en milions de dólars, en vaixells de guerra o en atómiques; pero mai podran competir amb llurs valors de l'espcrit, I París, Roma, Florencia... no's compren atnb diners. El nostre Alcor no es París ni Roma. Pero mentres siga ben Alcoi será quelcom en el món, Sant Jordi es una de les seues poderoses raúns d'existir. Li es tan precís a [a vida de l'esperit com els ponts qu'ens envolten a la vida de la materialitat urbana. Sense ells ja estariem ofegats, Sense Sant Jordi no seriem res: un eíxam d'abelles laboriosas; pero abelles, al cap y al fi.

Maqueta Proyecto del Monumento a San Jorge, de Párese ja.

Foto: Crespo Colomor


Reliquia, de José Viceiis Pérez

ALCOY, TODO UNA BRASA

¡VIXCA SANT JORDI! por MARTÍN DOMÍNGUEZ Crónica publicada en el ti.» 36,379 de LAS PROVINCIAS, del 14 de abril de 1958. NTRE bemol y fusa, cabe meter en la boca un pedazo de jamón o un pastelillo de gloria, igual que echarse al gaznate un vasito de «café-licor» o anís o un chato o una cerveza o una copa de champan, Y así, «piscoleando», se puede subsistir.., y hasta estallar. Porque tripas llevan piernas. Pero descansar, lo que se dice dormir, ¿cuándo duermen los centenares y centenares de músicos de las incontables bandas que llenan a todas horas, día y noche, las calles y los casinos y los hoteles y las casas de Alcoy de pasodobles, de «himnos nacionales», de marchas moras cargadas de una melancolía voluptuosa, de solemnes marchas procesionales, de polcas antañonas o de frivolos aires snobs de áltima hora? ¡Oh bandas de música de las alcoyanas fiestas! España bate records de resistencia sin sospechar que sobrepasa marcas que en los países donde todo se cronometra y valora deportivamente producirían un alarido de entusiasmo... y un chorro de celebridad y dólares o libras. ¿Creéis que el Everest o la Antártida suponen una proeza muy por encima de esta que yo presencio estos días en el abril alcoyano incomparable? Y lo que digo de los músicos cabe repetirlo del Capitán y del Alférez cristianos y moros; y del alcalde de «Pestes», y de la Junta de la Asociación de Sant Jordi, y de cada «fila», y de cada festero, y de cada autoridad, y de cada alcoyano.

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Y entre los innumerables actos matutinos, vespertinos y nocturnos, todavía queda tiempo para que le aprisionen a ano entre las mallas de una cortesía convidadora y principesca que tiene la acometividad — la agresividad casi— del gran señorío africano que aplica al agasajo leyes y modos tan inexorables como los que rigen el código de la enemistad y la represalia. Prisionero de estas redes, prisionero del Capitán cristiano y det Alférez moro, prisionero del alcalde de Akoy y del presidente de la Asociación de San Jorge, y de! decano del Colegio de Abogados y de la intelectualidad alcoyana —¡qué fino y despierto aliento literario, de raza, posee esta ciudad maravillosa!—, aquí permanezco donde sólo por unas horas creí' haber venido. Y aquí permaneceré, entrañable y sabrosamente encadenado a esta fiesta única y arrolladura, preso en el encanto oriental de unas horas de cegadora, de hirviente policromía, hasta que mañana, jueves, después de la terrible prueba final de la «batalla», horas y horas de pólvora vomitada por arcabuces y trabucos, la aparición celeste de San Jorge sobre el castillo me desembruje, me desencante, me libere, en suma, y me deje volver a Valencia, libre a! fin pero malherido ya de por vida por este «plomo» glorioso y abrasador que mete Alcoy en las alas del alma, que ya nunca, cuando se acerque abril, dejará de añorar con nostalgia ese cosmos caliente de les «filaes», las marchas, las embajadas y Sant Jordí. Hoy, 23, fiesta del Mártir, el día grande de Akoy, todo ha sido tregua de paz. Paz y tregua para honrar todos, «cristianos» y «moros», al gran mártir de Oriente, flor y cima de la caballería occidental. La hermosa capilla de San Jorge se abre en amplia avenida en declive, ocupando el mismo lugar en el que se levantaba la puerta y torreones donde el terrible Al-Azardi o Al-Adrach, el terrible caudillo de la insurrección mora que amargó los últimos meses de Jaime el Conquistador, fue derrotado y encontró la muerte bajo la última y desesperada defensa cristiana, providencialmente apoyada, según la leyenda áurea, por el Patrono de los guerreros catalano-aragoncscs, el glorioso Sant Jordi. El hedió ocurría el mismo 23 de abril, fiesta del mártir. Don Jaime, muy enfermo ya, no podía venir hacia estas serranías: moría enjulio. Pero estaba la espada del heredero, el futuro Pedro III el Grande, que aquel mismo año, ya rey, volvería a esta comarca para consolidar su pacificación, Y al visitar Alcoy, Mosén Torregrosa, el párroco alcoyano que tan principal participación había tenido en la defensa de la plaza, pensó que no hah;a manera más auténtica de honrar a Pedro III que reproducir e! sonado hedió de armas, a mayor gloria de los cruzados y de San Jorge, simulacro militar muy en boga en el espíritu caballeresco del medievo español, tanto entre moros como entre cristianos. (Ya muy avanzado el XV, en plena guerra de Granada, como doña Isabel manifestase curiosidad por conocer de cerca el asalto de una fortaleza, Boabdi! se avino con don Fernando a pactar una pequeña tregua para que la reina conociese semejante hecho de armas, pero en simucro, a fin de'preservar a su majestad y sus damas de los riesgos del asalto verdadero). Los alcoyanos y Mosén Torrcgrosa reprodujeron para Pedro III el hecho de armas de 1a derrota de Al-Adrach y la prodigiosa ayuda de San Jorge. Naturalmente, parte de la guarnición hubo de hacer de ejército adversario: de moros. Y así nació, no como fiesta, no con intención teatral, sino como simulacro guerrero, como maniobra castrense de acción sacro-militar, este milagro religioso popular que revive anualmente Alcoy con el nombre de Moros y Cristianos, posteriormente extendido a toda la comarca. De la capilla del santo, después de las mañaneras e incesantes dianas, salió la reliquia del mártir, un dedo de su gloriosa mano de adalid de Cristo, que Alcoy guarda en un relicario soberbio, verdadera custodia áurea llevada por ocho pajes de soberbias vestimentas medievales. Para este traslado procesional se forma una procesión corta en la que figuran representaciones de todas las comparsas y los principales personajes de la fiesta. La procesión mañanera de San Jorge de Alcoy es una joya sin igual del Reino de Valencia. Y de España. Sólo ella, vale el viaje desde el último rincón de la península. (Se ven muchos extranjeros; bastantes portugueses). La mañana salió espléndida.

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üajo un sol casi estival, la vistosidad de los atuendos, el brillo ¿le tas armas y los cascos, la magnificencia de las perlas y la orfebrería de los ornamentos militare 1 ;, alcanzaron su máxima belleza, un esplendor y vistosidad indescriptibles, más impresionantes todavía por los desniveles de estas calles alcoyanas que parecen estar hechas providencialmente para ofrecer las mayores posibilidades escenográficas a esta fiesta sin igual. El alférez cristiano, con la cruz roja de san Jorge sobre el peto de malla, el yelmo coronado, escoltado por el abanderado y por el personaje que revive en traje talar a Musen Torregrosa, diríais que es Don Jaime el Conquistador. O Pedro III, o Jaime II, los grandes reyes de Valencia, alféreces del senyor Sant Jordi. Rodeada por el Qero, con ornamentos rojos, seguida de las autoridades y el pueblo, la reliquia avanza por un dédalo de callecitas hacia Santa María, otra de las arctprestales dedicadas por clon Jaime a la Asunción. La misa mayor solemnísima —en el pulpito, un gran hijo de Alcoy, don Santiago Giner, enarbolando su palabra como otra bandera flameante de cruzados—; y la «máseletá» geológica en la gran plaza de España con la que un pirotécnico de la Ollería ha puesto en pie —ya es difícil— a la ciudad arcabucera del Alardo. Por !a tarde —después de los aperitivos y las comidas pantagruélicas—, la grande, la interminable procesión, precedida por todas las comparsas con sus bandas de música, dentro de una disciplina y una seriedad impresionantes; y formada tras la cruz por largas hileras de fíeles con grandes cirios,y todas tas banderas gremiales, llevadas con el rango máximo,- las cruces y cleros de las ocho parroquias, y las grandes andas-carrozas de San Jorge a caballo, tiradas por dos mansos bueyes soberbios. Y la Reliquia, como colofón, escoltada por el ejército y seguida por todas las autoridades del pueblo, que se hace multitud en el último tramo, donde el Santo vuelve a su capilla entre la doble muralla de bengalas que flamean les «fuaes», bajo el clamor de todas las campanas y un enloquecido bosque de carcasas que parecen orquestar los vítores alcoyanos a Sant Jordi. Día de paz y de tregua. Y día fraterno de caridad. Cada «fila» protege principescamente estos días a un establecimiento benéfico. Y no es sólo la mesa; sí son viejos, hay obsequios; si son niños hay juguetes y dulces. Pero en convivencia directa, personalísima, como en Alcoy sabe hacerse. Un detalle: algunas casas grandes guardan sus aceras con bancos o sillas para los niños de centros benéficos, Y les obsequian con la p u n t u a l merienda. En la plaza veía yo ayer la «mocadorá» monera con que la familia Albois obsequiaba a las niñas de un centro benéfico. Hay aquí algo más estremecedor que el arcabuz del «marrakés» o el trabuco del labrador: el corazón. El corazón de los alcoyanos, que sabe querer. Todavía me hablaban hoy muchos «moros» y muchos «cristianos» notables, de las crónicas de Estellés, hace cinco años, en LAS PROVINCIAS. ¿No os conmueve un pueblo así, de chimeneas, capaz de no olvidar las prosas alcoyanas de un poeta valenciano? Comprenderéis que yo haya gritado hoy con los alcoyanos: ¡Vixca Sant Jordi!

Foto: St tedio


ASOCIACIÓN DE SAN JORGE MÁRTIR

MEMORIA correspondiente al año 1958

-Publicamos boy gran parte de la ^Memoria correspondiente a Í958 Que, junto con la Crónica de fiestas, son ios documentos oficiales (fue recogen cada año la historia completa de la vida de la Asociación y de las fiestas de Jttoros y Cristianos en honor a San

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N cumplimiento de un precepto reglamentario, presentamos una relación del ejercicio finalizado en la que, de forma resumida, se hacen constar los hechos más salientes, Sin adornos que puedan molestar la atención sin fines prácticos, nos limitaremos a exponer aquello que consideramos merece llegar a conocimiento para que se pueda fiscalizar sinceramente nuestra labor. Como directivos, no presumimos de infalibles y en nuestra actuación habremos cometido, sin duda, algún error, pero sí podemos asegurar que todos los compañeros de Directiva hemos puesto entusiasmo y la mejor buena fe en el desempeño de la misión y funciones que nos son encomendadas, muchas veces con auténtico sacrificio. Decimos esto sin ánimo de molestar a nadie, pero sí queremos hacerlo constar para evitar que se produzcan en años sucesivos hechos desagtadables que molestan ciertamente a los que, en el transcurso del ano, siguen laborando calladamente. La primera Junta General Ordinaria tuvo lugar el día 19 de enero y en ella se acordó el aumento de cuota de cinco a doce pesetas anuales por asociado. En ¡a misma sesión fue comunicado por el Teniente de Alcalde Sr. Furió Masía el aumento de, !a subvención municipal hasta nueve mil pesetas por Comparsa, más otras dos mil para cada una de las cuatro de cargo, sumando un total de doscientas treinta y tres mil pesetas. Asimismo se concedió a la Asociación una cantidad de veinte mil pesetas que fue distribuida de la manera siguiente: diez mil para el nuevo AI,tar de San Jorge y diez mil para las Fiestas. Por todo

dlcoij, abril 195 ello damos nuestras más expresivas gracias al Municipio. El mismo día 19 de Enero el Jurado Calificador del IV Concurso Literario emitió su fallo. tras haber juzgado los veinticuatro trabajos presentados; el jurado lo integraban D. Enrique Oltra Moltó, D. Rafael Terol Aznar, D. José Antonio Cortázar Sagarmínaga, D. Juan Díaz Terol y D. Salvador Doménech Llorens, y los premios se adjudicaron de la manera siguiente. I. — Del Excmo. Ayuntamiento, a la poesía «Plenitud emotiva de la fiesta alcoyana», de don José Cuenca Mora. II — Del Círculo Industrial, al ensayo corto


FIESTAS EN HONOR

DEL 15 AL 25 D,

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«Entre las fiestas y el teatro, el poeta Antonio Vilaplana», de don Adrián Miró García. III.—De Papeleras Reunidas, S. A , al artículo «Granada, escenario festero», de don Antonio Revert Cortés. IV,—Del Sindicato Local del Metal, ai reportaje «La música festera alcoyana también tiene su «aquel», de don Ernesto Valor Calatayud. V.—De la Asociación de San Jorge Mártir, al estudio de investigación histórica «Sobre el origen de nuestras fiestas», de don Camilo B. Linares, En ios primeros días del año se dieron a la publicidad los cíen mil sellos, a base de fotografías, que anualmente edita la Asociación como propaganda de las Fiestas. El día tres de marzo apareció el cartel anunciador de nuestras Fiestas, primer premio del concurso celebrado por la Corporación Municipal, original del artista valenciano don Rafael Raga. También fueron editados diez mil programas de bolsillo, sirviendo de portada el mismo dibujo del cartel a todo color. El catorce de marzo los alumnos del curso Preuniver-' sitarlo del Instituto de Enseñanza Media local visitaron la iglesia de San Jorge y el domicilio social de la Asociación. Iban acompañados del catedrático de Filosofía don Juan Díaz Tero! y fueron recibidos por el Cronista de Fiestas y el que suscribe. El Sr. Doménech Llorens les expuso en una charla detallada el fin, medios, desarrollo y funciones de la Asociación y de la Junta Di-

rectiva, al tiempo que se les mostraban numerosas fotografías y documentos del archivo. Todos los visitantes quedaron gratamente complacidos e informados de las múltiples facetas que desconocían, corno la gran mayoría de los alcoyanos. El mismo día catorce, en funciones de tarde y noche, se representó en el teatro Circo y con buen éxito la opereta de Franz Lehar «El Conde de Luxemburgo». La compañía de Fernando Mira, con las figuras Elodia Ferrer, Lolita Picó y Antonio Llin, se superó en cada una de las representaciones, destacando la labor de don Enrique Castro Gamarra que dirigió acertadamente la orquesta y los coros formados por la Coral Polifónica y elementos de la Capilla de Santa Cecilia. Colaboró también Rafael y su ballet. Al Concurso de Pasodobles organizado por el Excmo. Ayuntamiento se presentaron 17 partituras de las que ganó el premio la que llevaba por lema «Uno mes», de don Enrique Castro Gamarra. El fallo tuvo lugar el día 20 de marzo por el jurado que integraban D. Gonzalo Btanes Colómer, D. José Salvador Llácer y D. Julio Laporta Doménech. El primero de abril se dio a conocer al público nuestra Revista oficial de Fiestas, con portada de Blas Silvestre, colaboraciones del Concurso literario y otros, dibujos de Castañer, Guarinos, etcétera, y profusión de fotografías entre las que destacaron las de color de Foto Studio y Laboratorio Azul. El diecisiete de abril y en los locales de la entidad Terol Hermanos S. A., se celebró la cena de homenaje al nuevo Presidente Honorario don Antonio Aracil Pascual, al que se hizo entrega de una placa conmemorativa del nombramiento. Al acto asistieron las Autoridades, Junta Directiva y «Primers Tróns» entregándoseles también a estos últimos las nuevas insignias representativas del cargo. En los diversos festivales deportivos que se celebraron en los días anteriores a las fiestas y a los que contribuyó la Asociación con trofeos y Copas San Jorge, se adjudicaron los premios de fa manera siguiente: La carrera ciclista del club


local fue para Tormo. El VII trofeo San Jorge para el corredor de categoría independiente Juan Amor. La IV Copa carrera pedestre para Emilio González Albarra, de Orihuela, En baloncesto venció el equipo de categoría infantil Rayo C. B. En el campeonato de Tiro Nacional de España, a Vicente Paya Carchano, en !a modalidad de arma larga, y a Emeterio Moltó en tiro a brazo. En fútbol ganó el Español al San Roque por 2-0 como final de la Copa San Jorge, el día 21 en el campo del Collao, celebrándose después un partido entre el Valencia R C. y el C. D. Alcoyano reforzado, venciendo este último por 6-2. El día veinte, el Jurado designado al efecto para fallar el II Concurso de Escaparates, acordó conceder el primer premio con medalla de plata al comercio «Tejidos Pepito», y el segundo con medalla de cobre a «Juguetes Jospil». Este certamen estaba organizado por la Asociación y patrocinado por el Sindicato Local de Industria y Comercio. El día primero de mayo se celebró una Junta General Extraordinaria para tratar de la conveniencia y posibilidad de retrasar la celebración anual de las Fiestas. Tras un concienzudo y prolongado debate se acordó que la Directiva enviase una propuesta por escrito a las Comparsas, que éstas la estudiasen a fondo, y que darían su parecer en la segunda Junta General Ordinaria próxima a celebrar. Esta tuvo lugar, efectivamente, el día dieciocho del mismo mes y en ella se acordó por quince votos contra ocho y dos abstenciones por ausencia, no alterar las fechas habituales. En esta misma sesión leyó su primera Crónica de Fiestas el Sr. Doménech Llorens que fue muy felicitado por lo completo y minucioso de su trabajo, y se dieron a conocer los nombramientos de nuevos Mayorales a favor de don Tomás Ivorra Gosálbez y don Antonio Carbonell Vidal.

A continuación de dicha asamblea se entregaron los premios del Concurso sobre Prensa y Radio Ciudad de Alcoy 1958, organizado por el Excmo. Ayuntamiento. El de Prensa fue adjudicado al sabrosísimo artículo «Moros y Cristianos «made in» Alcoy», de don Rafael Coloma Paya, y el de Radio al guión radiofónico «En breve, mucha primavera», de don Antonio Revert Cortés y don Rafael Casasempere Juan. Ambos premios estaban dotados con siete mil quinientas pesetas, cada uno. En octubre fueron fallados el VII Concurso Fotográfico ai que se presentaron treinta y nueve trabajos, y el 11 de Portadas con veintitrés origínales; celebrándose luego con todo el material una exposición en el vestíbufo del Ayuntamiento. En las fotografías a color obtuvo el primer premio y un accésit don José Crespo Colomer, y el segundo premio don José Vicens Pérez. En las fotografías en blanco y negro, el segundo premio fue para don Vicente Miralies Clíment, el primer accésit para don Antonio Paya Aura, el segundo y el tercero para don Antonio Pérez Jordá, y el cuarto accésit para don José Crespo Colomer. El premio de Portadas no fue adjudicado a ninguno de los veintitrés trabajos presentados. El día veinte de octubre se celebró un solemne funeral en la iglesia de San Jorge en sufragio del alma de S. S. Pío XII, presidiendo las Autoridades y Junta Directiva. En el mismo templo descansaron durante unas horas el día catorce de diciembre los restos mortales del que fue Arcipreste de Alcoy Muy Reverendo don Amalio Sentandreu Franco, traídos desde su pueblo nata! Villanueva de Castellón. Por la tarde fueron trasladados, a hombros de Directivos, hasta la Parroquia de Santa María donde se inhumaron. El día diecisiete de diciembre y en el teatro Circo fue representada en funciones de tarde y


noche la ópera española «Marina» de Camprodón y Arrieta. Tomaron parte los cantantes señorita Mari Carmen Solves, ios señores Dimas Alonso, Emilio Paya, Fernando Baño y Octavio Alvarez, y las agrupaciones Coral Polifónica y Capilla de Santa Cecilia; todos ellos bajo la dirección del maestro concertador don Enrique Castro Gamarra. La escenografía estuvo a cargo de Antonio Torregrosa Seguí. Fue un éxito rotundo en todos los aspectos menos en el económico, pues no se llegó al lleno total. La fortuna nos ha sonreído un poco este año al salir premiado el número treinta y ocho mil cincuenta y cinco (38,055) de la Lotería Nacional de Navidad adquirido por la Asociación, El premio fue de cinco pesetas por peseta. Como en el año anterior se editaron seis mil almanaques como propaganda de nuestras fiestas, por gentileza de «La Española S. A.». Al quedar vacante el cargo de Sargento Mayor de Cristianos por fallecimiento del titular, que lo había ocupado durante veinticinco años seguidos, la Asociación ha convocado un concurso que se celebrará mañana, Dios mediante, en el saldn de la Orquestina «Iris» y en el que tomarán parte los cinco solicitantes presentados. Durante el año transcurrido fallecieron, entre otros, los siguientes conocidos festeros: don Francisco Miró Vilaplana, don Carlos Belda Girones, don José Pastor Picurelli, don Manuel Castañer Abad y don Agustín Paya Pascual; por todos ellos pedimos una oración, y renovamos nuestro pésame a sus familiares. La faceta administrativa durante el año que nos ocupa, se refleja con destellos de una franca mejoría sobre lo previsto en los ingresos accidentales, hasta haber permitido casi cancelar el déficit con que aparecían nuestros últimos presupuestos. Resta bastante por hacer en su iglesia, pero seguimos confiados en realizar lo necesario si la devoción de los alcoyanos, como hasta ahora, su contribución, y los bríos de esta Directiva o de las futuras, no fallan para laborar; porque las utilidades que se obtienen en las únicas fuentes de ingreso estimables como positivas, cuales son: «Programa y propaganda», «Alquiler de sillas», «Festivales» y «Ropería», siguen manando favorablemente a tenor del interés y empeño que en ello se pone.

De forma alarmante han ido creciendo los capítulos de «Gastos Generales» y de «Fiestas» sin que puedan frenarse. Vislumbramos posibilidades de hallar contrapartidas favorables y para ello trabajamos, pero necesitamos para conseguirlo el concurso de elementos que debe procurarse atraer. Descabalgados los del ejercicio finido, con nuevos arreos montamos sobre 1959 unos nuevos presupuestos económicos, cifrando en cincuenta y nueve mil quinientas cincuenta y tres pesetas con ochenta céntimos el déficit, que no sólo no admiten restricción en los gastos que reflejan, sino que los enfocamos con una mayor amplitud de ellos a realizar; unos en razón a la situación genera] de aumento del nivel de vida, otros con una ambiciosa posición de llevar a efecto adquisiciones y mejoras consideradas como indispensables. Son éstas: la compra de mil sillas, de índole rentable, y el iniciar el acondicionamiento del edificio que para sede social nos fue vendido, Ambas inversiones a realizar, de penoso afronte inicial, ofrecen la particularidad de ser, resarcible la primera, y ambas muy provechosas, además de lo que representan para el incremento de los bienes patrimoniales, Que Dios nos ayude en todo y San Jorge siga obrando milagros, pues milagro es que cada año vayamos saliendo airosamente adelante, mejorando la solvencia y el prestigio de esta respetada y respetable Asociación. Alcoy, 31 de diciembre de 1958 El Secretario, Luis MATARREDONA FERRÁNDIZ V.° B.° El Presidente, FRANCISCO BOSONAT Picó


Unas páginas de mi diario por ADRIÁN ESPÍ VALDÉS

Jit futrido reproducir tn estas Cuartillas unes párrafos át mi diario particular, son palabras sinceras cjut brotaron del corazón en (I ambiente risueño de las fiestas y, por obra y gracia át la píutna. se reflejaron en el papel. Quizás baya en ellas poce de literario, bello o poético, pero sí hay mucho de alcoyanismo, y estt factor suple a íos primeros.

Lunes 21 de abrí! de 1958.—«Día deis musics». Nos encontramos ya en plenas fiestas de Moros y Cristianos y casi no me atrevo a creerlo. Muchas veces, en múltiples ocasiones he soñado que estábamos en fiestas: todo algazara, belleza y color; y ahora que en verdad estamos entre tales alicientes, me cuesta creerlo. Esta tarde ya todo es música y música, bullicio y bullicio, alegría y alegría. Tengo mr traje preparado: limpia la túnica y planchada la capa, relucientes los brazaletes y, haciéndole competencia al sol, e! casco y placa del cinto labrada minuciosamente. Ilusión no me falta, fuerza en mi pierna, que acaba de salir de una intervención quirúrgica, eso sí. Veo muy difícil, diario, que estos días que están llamando a las puertas pueda consultarte y hablarte. Las fiestas de San Jorge, lo más grande de Alcoy, van a robarme todo ei tiempo, hora por hora y segundo por segundo, y no pienso caer desfallecido, más, sí caigo, quiero que sea vestido de festero. ¡Albricias Alcoy, vas a vivir tu propia historia! Martes 22 de abril de 1958.—Son las cinco de la madrugada y ya estoy dispuesto para ¡a Diana. Las fiestas me reclaman. Miércoles 23 de abril de 1958 — ¡Honrado seas Santo Patrón! Las fiestas me reclaman. Jueves 24 de abril de 1958.—Día envuelto entre nubes grises que huelen a azufre y a fuego, jno termines jamás! Las fiestas me reclaman. Viernes 25 de abril de 1958.—Rendido por el cansancio de los días precedentes, haré los honores al lema de hoy: «el descáns». Sábado 26 de abril de 1958.— Ahora vas a permitirme, diario, que evoque los días que pasaron, principalmente el primero de fiestas. El día comenzó gris y las estrellas se ocultaban tras la masa opaca de nubes a las que se dirigían todas las miradas de los alcoyanos. Bien pronto las aceras se tornaron resbaladizas y empezaron a relucir a la triste luz de una aurora grisácea. Todo un año de ilusiones que se truncaban cuando me veía recién operado y enyesado con aquella odiosa envoltura de cal y de gasa. Me tocaba Diana, —me decía a mí mismo—, no podía faltar. Tan sólo Dios sahe las oraciones que le he ofrecido para poderme vestir de festero. ,..Y salí a la Diana. A ias cinco de la mañana de ese maravilloso 22 de abril ya estaba yo caminando con mi peculiar cojera camino de Santa María. El peligro al cansancio, el temor a una recaída, las molestias de la media de yeso, todo en fin me importaba bien poco, lo que quería era vestirme de «cristiano». El reloj del campanario dio seis campanadas sonoras y, firme, escuché el Himno Nacional vestido de guerrero hispano. Mi pierna derecha, ataviada con gelatina y yeso ligero, no impedía que marcara ei paso a los acordes airosos de «Ateneo Musical». Me encendieron un habano; yo bien sabes que no fumo y, no obstante, cada bocanada mía de humo parecía un volcán en erupción. Sujetaron los vuelos de mi capa con un alfiler niquelado y, a la señal de! «cabo», enarbolé la maza guerrera mientras la Junta de Fiestas nos

invitaba a la mardia y percibíamos en nuestro derredor unos calurosos aplausos. Por vez primera en mi vida salía a la Diana y ahora tales recuerdos me traen momentos de alegría y satisfacción íntima. De mis felices tiempos de bachillerato recuerdo también la primera vez que salí a escena y la comparo en esta ocasión a mi salida al maravilloso espectáculo de las fiestas. Si allí me santigüé al sonar el timbre débil y tembloroso, aquí también lo hice al escuchar las primeras notas del pasodoble dianero. Si allí Ja emoción oprimió mi corazón, aquí una indecible sensación me ganó enteramente. La emoción que sentí al comenzar a desfilar poco a poco y hombro sobre hombro, desde el Ayuntamiento, me es muy difícil de explicar, diario, porque se ha quedado grabada en mi corazón y tan soto yo puedo vivir de ella. Procuraba disimular mi cojera y creo que lo conseguí. Amplias columnas de humo salían de mi boca mientras mis ojos se clavaban en las campanas de Santa María que cantaban a pleno pulmón. No veía a nadie, no miraba a nadie, vivía con mi ilusión, sumido en mi placer. La llovizna caía, yo no la notaba porque era tanto el calor que sentía, tanta la

luz que veía en el horizonte, que no me daba cuenta de ío que en realidad sucedía. Y así, hasta la plaza de la Virgen donde me relevaron. Al año que viene —me dije— ¡Diana entera! ¡Día 22 de abril! ¡qué día tan singular para quienes te esperan con ansias locas! La mañana, tristona y gris, no fue obstáculo para que Alcoy festejara el alba con su incomparable desfile multicolor. El público, ansioso de la fiesta sin estrenar, esperaba en las aceras relucientes por el agua matutina. El festero, también ansioso de ser él quien estrene ias fiestas ricas en gemas de color y de música, con emoción aguardaba salir a las tablas de la ciudad vestido de actor —de moro o de cristiano— marcando su paso rítmico y singular. Y..., diario, ya te hablaré de las demás cosas. Quizas el lector que no se viste de jestero no habrá podido comprender pese a intentarlo. ^Mas creo Que los /esteras, y entre ellos los atuneros i/ue coma yo salieron por primera vez en 1958, sí me habrán comprendido. Si al leer estas páginas de mi diario, be conseguido hacerles evocar los mismos recuerdos e idénticas sensaciones, será et mejor premia ¡fue pueda recibir y con ello me daré por más <jue satisfecho.


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N los ocios dilatados y jugosos de tertulias y corrillos a que tan aficionados somos los españoles —y en general los ribereños del Mediterráneo: agora, foro, zoco, plaza, mercado, 'Bandeja,— para solucionar problemas, dirigir el país y gobernar el mundo, se oyen con hartísima frecuencia sentencias como estas: £s una cosa tradicional. Siempre se bizo asi. £s \a tradición. £s costumbre de toda la vida. Jiay tfut respetar la tradición... Tales frases y otras de semejante especie, sabidas y sobadas en exceso, no son sino variantes gramaticales de una locución derivada del concepto básico de inamovíbilidad, de inercia, de mantener el statu cfuo. Todas ellas rezuman pereza e ineptitud de la mente para buscar y comprender lo n u e v o conseguible, y comodidad y egoísmo por mantener y utilizarlo viejo alcanzado; todas ellas producen un servilismo inoperante y estéril al considerar la tradición como un ídolo pretérito, consagrado, insuperable y perfecto que debe perdurar en el presente y en el futuro sentando cátedra de manera inexorable, so pena de ser fulminados por el anatema de lesa historia; y todas ellas constituyen la exigua panoplia de armas blancas que se esgrimen para sostener a ultranza posiciones más o menos defendibles. ¡Parvos conceptos y menguadas cabezas que los albergan! ¡Pobre tradición, y cuan enjuta y quebradiza les pareces! Tradición no es la constante y periódica renovación de unos actos —ideas más ritos— que obedecen sólo al principio de autoridad de los antepasados que unos iniciaron y otros conservaron. Ello sería, a lo sumo, rutina y monotonía, reloj de repetición, disco rayado, letras de cambio a fecha fija, eslabones iguales y sucesivos de una cadena que fuerza y constriñe. La tradición es algo mucho más noble y harto más digno que todo eso; es un ser que tiene alma, fuerza,


luz y calor propios; que goza de vida en sí mismo por ia vigencia de los valores que atesora; es una idea matriz que se desarrolla a tenor de ¡as circunstancias; es la permanencia de lo esencial y el cambio de lo accesorio; es un fondo fijo entre formas variables; es un vino añejo a transvasar en odres nuevos de vez en cuando; es un río que fluye, vigoroso y dinámico, y se amolda a la configuración de los variados accidentes topográficos que le salen al paso. De esta dualidad de conceptos emana "la discrepancia forzosa de actitudes opuestas ante el juicio de una tradición determinada: la de los muchos que vegetan en el soporífero nirvana del conformismo, y la de los pocos que pugnan por un devenir reformador. Entre ambas cabe, sin embargo, una posición intermedia de mesura y equilibrio: la de los poquísimos que admiten en , principio lo estatuido por la costumbre y que tienen el espíritu abierto y capacitado para calibrar y aceptar cualquier mutación secundaria que redunde en bien de la tradición correspondiente. Pero este don de comprensión y transigencia es patrimonio de una minoría de almas jóvenes aunque peinen canas de ochenta años, —aquí surge, inevitable y fulgurante, el recuerdo de la persona y ejemplos del insigne Pío XII—. Para que la esencia de toda tradición subsista legítimamente, no sólo debe justificar su origen, sino cumplir su fin, específico en sí mismo y útü respecto a la comunidad que la cobija y celebra; y en fallando cualquiera de estos requisitos, pierde su razón de ser, huelga, sobra, delenda est traíitio! Las cuestiones formales y los medios externos, que vinculan y radican la tradición en un lugar del mundo y en un momento de la historia, deben ser, no ya aptos, si que también óptimos; por secundarios y accidentales son más endebles y efímeros y precisan, de vez en cuando, mejoras y cambios que rectifiquen las deficiencias y arcaísmos posibles y frecuentes, subsanando siempre en función del bien común al que se deben y desechando los intereses privativos y los usos constantes por notables y antañones que sean.

Las Fiestas de Moros y Cristianos en Alcoy son, efectivamente, una t r a d i c i ó n , no porque nuestros progenitores las hayan ido celebrando va para siete siglos —salvo los baches y paréntesis largos, importantes y lógicos que se dieron— sino porque entrañan una idea primaria con fuerza y valor suficientes para mantenerse incólume a pesar de los embates de! tiempo, de los hombres y de las cosas: la cíe honrar a San Jorge con actos de homenaje y gratitud por la ayuda prestada a la Villa en 1276. Ampliando un poco esta base inicial, podemos considerar también como integrante del núcleo centra! el que dichas honras populares revistan la forma concreta de Moros y Cristianos. Definida así la tradición georgina alcoyana en la estructura de Fiestas de Moros y Cristianos en honor a San Jorge —el qué y eí por qué—, todo lo demás es accesorio y eventual; el cuánto, el cómo, el dónde y el cuándo de esos festejos son cuestiones secundarias que, aun variando, no alteran el principio motor que es la tradición; la sustancia se conserva siempre idéntica no obstante los posibles y convenientes cambios que la acompañan y complementan. Damos ahora por justificado el origen de nuestras Fiestas, admitimos su finalidad peculiar y adecuada al pueblo que las sustenta, y nos ceñimos solamente a los medios externos que se emplean para actualizar su tradición tangible y anualmente. Como cosas de este mundo, sufrieron variaciones más o menos importantes en el transcurso de años y siglos y ello nos lo confirma la historia; basta recordar los últimos veinte años para cerciorarse de los cambios habidos en puntos más'bien secundarios, generalmente para ganar e! espectáculo en belleza, propiedad y eficiencia. E! concluir las Entradas ante la iglesia de San Jorge y no frente al Ayuntamiento, el disparo de los Alféreces, la salida de las escuadras cristianas desde el Partidor en lugar de la plaza de la Virgen, la programación del 15 al 25 —aperitivo sabroso— en vez del 20 al 30 —iluminación de exequias fuera de lugar—, etc., etc. son ejemplos palmarios de los cambios de ayer. Trajes y músicas, itinerarios y horarios, modos y maneras, aumentóos y disminuciones, y otros puntos y cuestiones de varia índole saltarán mañana, pasado, un día, sobre el tapete y se habrán de resolver con decisión y superando la remora de las grandes y numerosas pequeneces que son prejuicios, sensiblerías y atavismos. Las Fiestas no son !o que fueron y, por la misma razón de temporalidad, se puede afirmar sin temor a pecar de profeta que no serán lo que son, o serán distintas a las actuales. Mas, lo interesante, lo que importa para cuando llegue el caso es tener el espíritu alerta, la menté clara y la voluntad pronta para captar, estudiar y ejecutar aquello que autentifique, beneficie y embellezca nuestras Fiestas de Moros y Cristianos. S D.


ODA JORDIANA A Manuel Pérez Montava, que sent l'enyor d'Alcoi Bmb veritable s*mu de patria.

Súbii com un llampec de celesta surt al rabení abril el trot d'un blanc cavaíl i Alcoi —nucli de rusc— sotnou amb diligencia

i servant que en s'encercla l'cixorquia serreja,

el clam d'aquell miracle que omplí la íeua valí.

Per ai'xo tres diades d'esplet fan bomenatáe a ¡'enterca memoria de la gesta febril,

S'atura en bella pausa el gegantí engranaje i el sontrís de la prímula encoraíja el fester,

i la foia alcotana sembla un mágic miralge en la llegenda canta sa balada d'abrií.

í'uní/í fier al coralge creador át\ treball.

¡Quina ¡oía li fan e/S colorína del trafí/e, (íel triitge de Comparsa que encisa el jorasterl

£1 íornaveu deis febles ens porta tujuellít albadti tn qué soná la crida d'acjuell htm capeltá:

¡Com va la musiqueta d'embruix i de follia formiguejant li al cor pruíilfS d'un bdl rangt

— iPer ^ícoi i la Creu! —. L'arrnga arratmtiida va encendre el /oc votiu amb teia de cristiá.

Sant Jordi es primavera, Sant "Jordi es bamonia. • !Hí ba Que sentir-lo dins la massa de la sanj).

7oren (pís d'un llinaíge - nobles,

W Toa que veré en el simbol d'aquella creu verinella

i, amb fermesa molla, un feix de aertnanor. J aoui (fue tot es /esta, 'filada* d'altgria,

un sefli/1 srfní i beráldic de for(a i de rao.

enfiláis per la Xislóriíi. val aquiU puní J'bunor.

£1 Git'iil/fr altivol forja la niaraveíla£11 inspira amb sang noble its barres d'Jlragó

3 cada any, (Juan la roía la flfbre desenrtwa i l'oronelt revota rttallant el cel blau,

1 a puní d'alba en conquista, co-n jlama instigadora, tingué el seny d'apropar-se firts a un Ifrrrn^ xiroi, i amb la Síiífeta llesía de ¡a fe saloadora esclatá sa presentid fu l'almena d'Alcoi.

les grímpolcs oneaen en Creu i Tdiija uaná. simhelitzant <jue els bándols acabarant tn pau.

¿Cu ni r- í I

Esclatá com esclatá ti de de Déu que dona la daurada tsperanca, la cristiana fervor,

7ats plegáis en i ofrena d'amor sacra j jerJianti cnlairaraa el crit en bultidcr estol, i com setnpre al mati sortirá la Diana renovada i íluenta a l'eixida del sol.

i atttivellant Ifs animes amb e¡ í'rít tfue asperona, posa a prova el Iremp épic de l'ait defensor.

£1 pobíe fa la /«til fn su ordenada orgia i Alcoi es revistóla fel joia líe verdanc,

Posa a prova la historia d'un poblé ¿fue es menejti amb l'tsperit ubérriw de la far^a i del malí.

Sant lordi es primavera. San "Jvrji es harmonía i cal seiit/r-Jo dins la mansa de la sang. JOAN

JORDA


«El sargento de la fila» Premio: EXCMO. AYUNTAMIENTO, en el V Concurso Literario de la Asociación de San Jorge Mártir.

por ANTONIO REVERT CORTÉS Foto: B'.-rnabtu

Entre bosques de lanzas y ramos de alfanjes, alumbra la inédita figura del «sargento de la ñ!á». Amable figura dentro de la tipología festera. Vedlo aquí. Rodeado de chiquillería. Repleto de sol y azul abrileños. Entre trajes endomingados. Junto a los músicos. Cerca de la gracia ingrávida de unos globos. Y, como fondo, la sonrisa del cartel anunciador: Moros y Cristianos en Alcoy. Su etopeya quizá cautivase la minuciosa atención del maestro Azorín. ¿Se llamará Juan? ¿Habrá amado alguna vez? ¿Cuántos abriles tendrán sus espaldas? Espaldas floridas, vigorosas, capaces de sostener —nuevo Atlas— el mundo de la fiesta, los cimientos de una ilusión. Yo, cuando niño, envidiaba a este hombre, dueño del oropel de una capa o la belicosa agresividad de una espada. Me gustaba merodear a su alrededor y lo conceptuaba como un héroe de Carlyle —aquellas primeras lecturas, en ediciones infantiles—, vencedor en mil batallas y dueño omnímodo de la victoria. Su acrecentada labor en nuestras fiestas, todavía no ha tenido comentarios. Permanece oculta. Como que es labor de guadiana, soterrada, esotérica. Faena entre bastidores, sin que fe lleguen nunca las sirenas de los aplausos y halagos. Y, sin embargo, sin ella, sin su valiosa colaboración, hecha toda acción —el principio, según Goethe—, nuestros Moros y Cristianos se quedarían menguados. Quebrada aureola de don Juan sin Ciuttí.

Sancho Panza, de haber nacido en Alcoy, hubiera sido «sargento de una fila». El es el único que, calle de San Nicolás abajo, no ve gigantes sino molinos. Realidades tangibles. Aunque si bien, en el fondo, a veces, se deje llevar, soñando con gobernar ínsulas baratarías. Entonces su yo se transforma y hasta cuando recoge el arma, en un descanso de la .comparsa, parece que la está velando en el patio de un castillo. ¡Triste .despertar en el zaguán de una venta! «El sargento», por fiestas, se levanta siempre cuando los gallos quiebran albores —como diría nuestro romancero—. A su cuidado queda el complicado «atrezzo» de una comparsa. La limpieza del sable El rotocosido de una clámide. El brillo de un alfanje en la Diana. Y, luego, en la calle, cuando la fiesta ha terminado, cuando la ilusión se marchita, cuando el confetti y la serpentina se ajan, él —pequeño filósofo—, recoge las armas y las lleva al brazo como una quimera en pañales. Este es, pues, «el sargento de una fila». Abnegación. Oscura realidad en medio del ensueño. Hombre anacrónico en un mundo de evagaciones poéticas. Pero que gracias a. él, anualmente unos hombres reviven la historia y nos ofrecen un cuento mágico de las mil y una fantasías. Desde aquí, mi loa esquemática, pero sincera, al personaje imprescindible en nuestras fiestas: «el sargento de la fila».


Sobre la ecuación:

ALCOY, POETA Y FIESTAS por ADRIÁN MIRÓ

CL alma del poeta —un alma invadida de sensibilidad y de pasión— es como un Inmenso resonador. Todo en el!a se estremece. El poeta es, fundamentalmente, un ser en vibración emotiva, que percibe con mayor1 fuerza y exaltación que los demás toda experiencia venida del exterior. Es natural que el espectáculo y el calor de nuestras espléndidas Fiestas atraviesen su Imaginación como un torrente. El poeta —y hay muchos poetas que no versifican— vive el espíritu de nuestras Fiestas como una magia, como un rito, como una Iluminación. De ahí lo hiperbólico de alguna de sus expresiones. Para Roque Ortega son nuestras Fiestas "entelequias creadas por un mago lumínico", para Miguel Pargra

"el alma del alma de Alcoy", para Mataix Pascual "una flor de coránica sorpresa". Una fina estilización hace que la Imaginación del poeta se oriente hacia lo Ideal visionario, hacia el plano de una sutli espiritualidad trascendente. Juan Valls considera a nuestros festeros como "la dúctil claridad da una historia donde clavó al Milagro su celeste avance" cuyo pensamiento: "vuela hacia la altura donde, palpitante, la estrella florece cerno una saeta de paz conquistada por el Buen Jinete que nuestra alma gula".


La exaltación, e! gozo abierto Inunda el alma del poeta como una luz de mediodía. "¡Com si fora un mon millón!", exclama Antonio Valon en su poema "Ononeles de abril". Y Eugenio Molió, el inspirado creador de nuestro Himno de Fiestas, cantor del "alma alcoyana" y de la frágil delicadeza de nuestras mujeres no podría sustraerse ai consabido parangón; "Vencida al contemplarte quedarla Granada la gentil que el moro llora y olvidara su Alhambra encantadora y el Darro y el Genil olvidarla",,,..

"que Patria y Religión han confundido el día de San Jorge en nuestro pecho en una sola frase y un latido". (Francisco Gosálbez Samper)

Esta identificación, de lo árabe con el sentido y brillantez de nuestras Fiestas marcará la inspiración de nuestros poetas. Los términos hurí, alfanje, aduar, odalisca, guzla, alminar y tantos otros arabismos, formarán gran parte de la tópica de nuestros cantores. Quizá el Influjo de Zorrilla y Arólas—que dieron carta de naturaleza a la composición llamada por ellos "oriental"— haya venido a contribuir en esta dirección, especialmente en los poetas de fin de siglo, Pero es, básicamente, la intuición directa del Oriente, vivida en estas Fiestas la que impregna de color árabe nuestra poesfa local. Algo paralelo tenía que suceder con la música. La típica creación festera llamada "marcha mora' es un modelo de identificación y ambiente. Lo que Barrachina, Pérez Monitor, Julio Laporta y tantos otros compositores hicieron en el terreno musical, lo harían todos nuestros poetas en el literario. Como ejemplo de "oriental" —con su característica versificación en romance, su fantástica visión de la historia, su aire zorrillesco— pueda tomarse la "Leyenda" de Miguel Abad Tormo, premiada con la flor natural en 1915. Unos supuestos amores de AI-Azraq con una cautiva crisliana !e sirven al poeta para tejer una dramática historia de pasiones y arrepentimientos: "Llora porque Amor le tiene la voluntad secuestrada, pensó valerse de Amor y Amor la rindió asus plantas. Llora parque rondó el fuego y se quemaron sus alas" El objetivo espiritual —que utiliza la visión del poeta— tiene, naturalmente, su centro en el sentido religioso de nuestras Fiestas, Quizá en ningún terreno como en el literario se hayan entonado tantos laudes a San Jorge y se haya ahondado en lo trascendente del hecho que rememora la tradición. En primer lugar, hay que considerar los "himnos", no sólo los que se han hecho ya carne del pueblo, como el de Eugenio Molió y el de José Vidal (de Fiestas y de San Jorga, respectivamente) sino Otros no tan afortunados y que, sin embargo, poseen una singular emoción. Recordemos un himno a San Jorge de José Llorca Pascua): "Waií, walf, los siglos que han pasado mitigar nuestra fe no han conseguido

tir, el patrono; se canta la unción de nuestras "procesiones" y nuestras plegarlas; se canta la vocación religiosa de Alcoy; se llega a la Identificación soberbia de las Fiestas con lo espiritual:

"

Y otro de Santiago Puig Pérez, el alcoyano lleno de nostalgia, que desde su puesto de redactor de "El Heraldo de Madrid" sintió siempre viva la palpitación de nuestras cosas: "Eixa llum que los Cels ilumina ab rellamp d' insisten! resplandor, i eixa imatje qu'en nuvols contemple coronada d'un nimbe de foc, en la dextra empuyant la saeta, en la esquerra donant lo brida es Sent Jordl, Sent Jordi el invicte, entre els mártirs insigne y glories . . " La poesía religiosa en torno a nuestras Fiestas tiene una acentuada emoción y hondura. Se canta a San Jorge, el már-

El poeta que más finamente ha catado en este sentido es, a nuestro parecer, Tomás Miro, vicario de la capilla de San Miguel, una de las sensibilidades más claras y elegantes de nuestra pequeña literatura local, un verdadero poeta que bien merecería una revisión y un acercamiento. Sus versos testeros —"Al toque de! alba", "Vftol", "A Sant Jordi" y muchos más— muestran un ánimo lleno del más ferviente amor a San Jorge: " el que la seua imatje no venera no té una gota de alcoiana sano " Un capitulo aparte merecería la exaltación —generosa y espléndida— que los diversos actos de las Fiestas han suscitado en el júbilo de nuestros poetas: Las entradas, la diana, el alardo, motivan encendidos cantos, desbordantes de color y de alegría. Roque Ortega dejará como testamento los inolvidables versos del "Cuarto Creciente", explosión barroca de nuestro sentir poético: "La gente espera en la Plaza tu presencia, Capitán. Los clarines, sobre el viento, son alondras de ansiedad que han de anunciar a la tarde tu presencia, Capitán " Juan Valls, Cuenca Mora, Rlgoberto Albora, Antonio Candela entre (os actuales, Ramón Jordá, Julio Andrés Valor, José Llorca, Gonzalo Faus, Blas Moltó, entre los desaparecidos cantarán la entusiástica vibración de nuestros actos festeros. Una verdadera antología cabria formar.de toda esta producción, tan genufna. A esta antología se podría añadir —como testimonio de alcoyanlsmo— la evocación nostálgica que tas Fiestas han tenido en los poetas ausentes, el capítulo de la distancia. Es una manifestación impregnada de un aire triste, a veces elegiaco. Se asocia el recuerdo de las Fiestas con la sonriente infancia, con el despertar de las ilusiones, con la vida feliz. Gonzalo Cantó nunca tuvo acentos tan íntimos como cuando poetizó sobre las Fiestas, lejos de Alcoy y de los suyos. Su soneto "Mi traje moro" precisa este sentido de la nostalgia alcoyana: "Cuantos más años pasan más te añoro porque crece mí amar más cada día, ¡qué inocente ilusión cuando vestía en las fiestas de abril mi trate moro!. .." El traje moro —símbolo y rito— servirá también de apoyatura a la nostalgia de José S. Santonja (el autor de la letra de tantas "tonadillas" que han hecho populares Raquel Mellen, Conchita Piquen, La Goya, etc...); ".....aquel traje de moro, con su faja encarnada pantalones- bombachos, chaquetilla bordada, con su blanco turbante, con su alfanje de acero..." Eugenio Moltó desde Bilbao, Vitonia Calafl desde Jerez de la Frontera, Santiago Puig desde Madrid, el P. Caerols desde la India nos darán, convertido en primorosa materia poética, todo el hondo y vivo sentir de la nostalgia alcoyana, París, 1959,


Extraversión de las fiestas de abril por JUAN ALFONSO GIL ALBOBS T)ART!ENDO ,je premisas que hacen de la conmemoración de las festividades—ese legado expan± sivo que posee la humanidad hispana, de honda raigambre religiosa, de celebrar con actos extraordinarios el día de los Santos Patronos— podemos llegar a! mundo dilatado de las infinitas conclusiones y entresacar aquella que divide a las Fiestas en introvertidas o extra vertidas, según que su alma penetre dentro de sí misma, o por el contrario, cesando en su propia contemplación, salga fuera de sí por medio de los sentidos. Por su expansión, por su desbordamiento, y por su franca y abierta alegría, se puede afirmar que las fiestas abrileñas de MOROS Y CRISTIANOS son total y plenamente extra vertí das. Nuestra Fiesta, que es ofrecida y vertida por el pueblo y para el pueblo, se descubre con toda su sensual belleza, como felino gesto de la nubil Afrodita sobre la blanca espuma del mar, para llegar, con su candente lava, a inundar los lugares más recónditos y alcanzar, en su total invasión, hasta el quedo lugar donde mora la ilusión alcoyana, esa misma ilusión que vive entre quimeras y realidades la ansiada esperanza de su 2í de Abril. Llegada esta fecha parece que A!coy entero despierta de su sueño letárgico para sustituir el reiterativo y obsesivo «tam-tam» de sus telares por el de los bélicos timbales, y el sonido peculiar de las sirenas de sus industrias por los típicos pasodobles «dianeros1» o por los compases cadenciosos de las «güilas» y chirimías orientales. Y es ésle el momento tan esperado de mudar las recias y burdas ropas de trabajo por los vivos colores en sedas, rasos y damascos propios de la Fiesta, encarnando los alcoyanos de nuevo, tras un perfecto maquillaje tanto síquico como externo, a aquellos africanos raciales que formaban las huestes de Al-Azrach, o a los cristianos que, en reducido y compacto grupo, fueron testigos de la gran victoria de la Cruz sobre la Media Luna. En otros lugares es elmonumento, la carroza, las flores, el fuego, la carreta, la luz, el elemento activo de la fiesta; en Alcoy el sujeto vivo es el hombre y por eso su humanidad no se diluye, esparce o difumína, sino que se concreta; la Fiesta que se celebra en nuestra ciudad en honor de San Jorge es plenamente extravertida porque los elementos individuales que en ella participan, los «festeros», realizan actos que se proyectan inconscientemente hacía el exterior con un poder dinámico y magnético de captación —como imán humano— que hace partícipe a la población de las ilusiones, con ella departidas y por ella avisadas, que han permanecido durante todo un año en estado de gestación. Las fiestas de MOROS Y CRISTIANOS pertenecen al campo de lo extravertído porque no se limitan, como otras, a la mera contemplación, a la simple vivencia exterior o anatómica, a la grandiosidad de forma objetiva, sino que por e! contrario —y no porque su fastuosidad y belleza esté cercenada— sus mayores méritos y sus más grandes virtudes pueden hallarse encerradas en el cofre donde guardan sus valores subjetivos y metafísicos, esperando su revelación en estallido desbordante. Sólo al contemplar en Bruselas un «Ommegang» —magnífica parada militar y cívica que conmemora la entrada triunfal del Emperador Carlos I de España en la capital belga-, sólo una «Semana Santa» —como la que se celebra en la catalana Esparraguera—, tan sólo las festividades que cuentan con la ventaja de la conmemoración de un hedió histórico de alto relieve pueden alinearse en el palenque que ocupan nuestros MOROS Y CRISTIANOS. Solamente éstas las que son capaces de

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revivir un pasado, pueden hacer temblar de emoción al simple espectador, sólo éstas poseen la potestad de erizar su piel o enturbiar sus pupilas, sólo a ellas les es posible mover nuestras células emotivas como respondiendo a una explosión en cadena; sólo volviendo a ser un Capitán de los Tercios ante el Emperador, o un Apóstol ante Jesús, o un invicto abencerraje ante el pueblo cristiano, sólo volviendo en visión retrospectiva a aquellos tiempos perdidos ya en el más remoto pasado, pueden conocerse y experimentarse aquellos sentimientos atávicos que guardamos en nuestro subconsciente y que, legados por nuestros antepasados, responden y perfilan nuesta actual ídiosincracia, no mejor, ni tampoco peor, que la de otros pueblos, sino simplemente distinta, peculiar, original y única. En la gran epopeya que revive Alcoy cada año sus hombres de hoy mueren para volver a nacer —en divino y popular milagro— como «Mudejares», «Cordoneros», «Marrafcedlts», «Vascos», «Navarros», etc., y como a tales vuelven a desenvolverse en el mismo ambiente telúrico; mudando en el tiempo, pero no en el espacio, vuelven a ser, como obedeciendo a un llamamiento ancestral, los belicosos arráez de Al-Azrach o los angustiados defensores de U Villa apiñados bajo la mano protectora de Mosén Torregrosa. Y éste es, en síntesis, el poder mágico, la fuerza misteriosa, el poder intuitivo, que conjuga en una concreción excepcional el triángulo base de las fiestas de MOROS Y CRISTIANOS: arte, belleza y religión. Al referirnos a la extraversión de nuestros festejos no sólo podemos y debemos hablar de Ja cascada de nitidez, de albura, de !a pureza de sus actos, del adecuado acicalamiento y ornamentación de los elementos, del orden y corrección observada en los desfiles fastuosos y originales, también podemos hacerlo de aquello que parece nublar, aunque muy tenuemente, este magno resplandor festivo: los escasos detalles anacrónicos que han llegado hasta nosotros como supervivientes de reminiscencias perdidas en el infinito imperio del rey Cronos. Pero preguntamos: ¿Acaso no está en estos detalles la verdadera manifestación ingenua y pueril que sólo- puede emanar, brotar o germinar en las entrañas áel pueblo?... ¿No son, de cualquier modo, la prueba espontánea que desecha radicalmente toda premeditación para dejar volar la fantasía popular, aguda y perspicaz, del clásico Lazarillo español?... He aquí una prueba más de la extraversión de la «festa» ya que su tradición histórica ha quedado impregnada por ia aportación espontánea de •elementos extraños adosados por la imaginación popular. Cierto es que deben desaparecer los elementos citados cuando éstos nada aporten al embellecimiento y esplendor de las Fiestas: Dése por bien eliminado el atuendo que lucían las «Tomasinas», más de postillón del siglo XVIII que de guerrero del medioevo; pero más que justificada queda la permanencia de los «Maseros» o de los cCotitrabandistas» porque, aunque ajenos al acaecimiento histórico, al acto que representan cada primavera, no dejan por ello de ser parte viva, con páipito propio, de la Fiesta, que se engrandece y se embellece con esa misma anomalía tradicional y eterna que se justifica por sí misma. Anacrónico es un Nacimiento cubierto de nieve, unos Magos de Oriente vestidos al estilo propio de la Edad Media, y un rostro de Jesús de Nazareth con caracteres étnicos occidentales. No nevó en Belén, no vistieron los Magos como Reyes feudales, y las facciones del Redentor serían las propias de su raza semita. Todo anacronismos, ¡pero tan bellos!... ¡Qué blanca, la blanca nieve de Belén!... ¡Qué luengas, las luengas barbas de los Magos!... ¡Qué ojos, los ojos de Jesús!... Pero amamos esta transgresión consuetudinaria porque es nuestra; así también amamos esos pequeños detalles de nuestras fiestas alcoyanas, que no nos pasan inadvertidos, porque son parte latente de ellas mismas. ¡Transgresión espontánea la del artista que modela a San Jorge echando sus dardos con la mano simplemente, y no con el arco.,,! ¡Pero qué bella la mano del Samo asida a la saeta!.,. ¡Bella, porque es la mano de nuestro San Jorge!... No debemos detenernos en estas consideraciones, debemos profundizar, ahondar más con nuestra mirada para ver a través de los chalecos de los «Maseros» o de las taleguillas de los «Contrabandistas», hagamos una incisión en su corazón con nuestras pupilas y podremos ver como allí no anida el contrasentido de sus multicolores atuendos, allí sólo vibra y vive ef amor a su comparsa, a la Fiesta y a su «Sant Jordi». Esta fuerza extravertida es la que hace posible el milagro de resucitar toda una epopeya, ese amor que siente el alcoyano por sus Fiestas de Abril. Dice J. M. Barrie en «TOMMY AND GR1ZEL» que «Una mujer puede ser todo lo que el hombre que la ama quiere que sea». La Fiesta es mujer y por eso ha llegado a ser todo lo que los alcoyanos que la aman en verdad han querido que sea: incomparable, única e inimitable.

Comparsa Labradores cu el acta dtí la Diana

Foto: Müller


WCDCS YIN

OEl'IÍAlZSOEABOILOiM

Cartel anunciador de nuestras Tradicionales Fiestas editado por el Excmo. flyunta miento.

Este encarte ha sido estampado por cortesía de Litografía Hijos de Camilo Albors, S. A. - Alcoy.


.SAN JORGE MÁRTIR PATRÓN

DE

ALCOY

IMAGEN DEL SANTO EN AZULEJOS DE COLOR QUE: EXISTÍA EN LA ESCALERA DE LA CASA N." 118 DE LA CALLE DE SAN NICOLÁS. V QUE HA SIDO GALANTEMENTE CEDIDA POR SUS DUEÑOS DOÑA CONCEPCIÓN V DON EDUARDO SEMPERE MIRALLES. PARA EL MUSEO DE LA ASOCIACIÓN.


Creación cte Saura e intcrptütación de Cuarinos.

Boceto de la escuadra de esclavos de la comparsa LLANA en el año del Alférez de 1958.


SOLEMNES CULTOS QUE AL ESCLARECIDO Y EXCELSO PATRONO SAN JORGE MÁRTIR DEDICA SU ANTIGUA ASOCIACIÓN EN UNION DEL EXCELENTÍSIMO AYUNTAMIENTO DE ALCOY ORDEN DE LOS CULTOS Sábado 11 de abril,-A las ocho de la noche, se celebrará la procesión, a la que asistirán los festeros y asociados, a fin de acompañar la Imagen del Santo Patrón, desde su Iglesia, a la Parroquia de Santa María. Domingo 12.-En la Iglesia de San Jorge y a las ocho y media de la mañana, se celebrará una Misa y Novenario al Santo, En la Parroquia de Santa María, a las siete y media de la tarde, comenzará el Novenario con los siguientes cultos: rosario, novena, letanías al Santo, sermón por un elocuente orador sagrado y reserva, finalizando con los Gozos y el Himno «Insigne Mártir».


Lunes 13,-Y hasta el 20 inclusive, continuará el Novenario y cultos en la misma forma que el día anterior, siguiendo un Triduo de Cuarenta Horas, cuyas intenciones serán las siguientes: día 12, por las intenciones de D. Carlos Gosálbez Barceló; día 13, en sufragio de D.a Rosa Ivorra Planes; día 14, en sufragio de D.a María Pascual Blanes; día 15, en sufragio de D. Santiago Mataix Valls y D.a Dolores Pastor López; días 16 y 17, por las intenciones de D. José Gisbert Domínguez; días 18, 19 y 20, por la fundación de D. Enrique Hernández. Lunes 20.-Como último día de Novenario y final de las Cuarenta Horas, habrá procesión claustral por el interior del templo. Miércoles 22.-A las cinco y media, se celebrará una Misa rezada en la Parroquia de Santa María, a la que se invita especialmente a los testeros y asociados. Por la tarde, a las siete y media, se cantarán solemnes Vísperas y Completas en honor del Santo. Jueves 23.-FestÍvidad de San Jorge Mártir.-A las ocho de la mañana, en la Iglesia del Santo Patrón, tradicional Misa de Comunión con plática, que celebrará el limo, señor Dr. D. Hernán Cortés Pastor, Deán de la S. I. C. de Zaragoza, a la que deberán asistir todos los asociados. A las diez y media, las Comparsas de los Capitanes y Alféreces de uno y otro bando, los Gremios, Comisiones, Junta Directiva de esta Asociación, Reverendos Cleros, Autoridades Civiles, Militares y del Movimiento, acompañarán, desde la Iglesia del Santo Patrón a la Parroquia de Santa María, la Reliquia de San Jorge y a continuación SOLEMNÍSIMA MISA MAYOR, en la que el pueblo de Alcoy, ante la Imagen y Reliquia de nuestro Invicto Patrono, testimoniará su fe y religiosidad, interpretándose por la Capilla Nueva de! Iris la 2.a Pontifical de Perossi y al ofertorio se cantará el «Walí, Walí», del maestro Julio Laporta. Eí panegírico del Santo Mártir estará a cargo del orador del Novenario y concluirá el acto con el Himno «Insigne Mártir» cantado por todo el pueblo. PROCESIÓN GENERAL.—Por la tarde, a las cinco y media, solemne Procesión general efi la que tomarán parte las Comparsas, Gremios, Comisiones, Devotos, Mayorales, Junta Directiva de fa Asociación, Reverendos Cleros, Autoridades, Excelentísimo Ayuntamiento y un piquete de! Regimiento de guarnición en esta plaza con el objeto de devolver a su Iglesia la Imagen y Reliquia de nuestro Santo Patrono, que se dará a besar a los fieles una vez concluido el acto. Sábado 25,-Durante todo et día y en la Iglesia del Santo, estará expuesta Su Divina Majestad en sufragio de D. Roque Espí Picher. Domingo 26.-IguaI que el día anterior, estará expuesta Su Divina Majestad en sufragio de D. Miguel Paya Pérez, Marqués de San Jorge de Alcoy. Lunes 27.-Igual que el día anterior, estará expuesta Su Divina Majestad en sufragio de D. Enrique Monitor Pérez. Martes 28.-A las once de la mañana y en la Iglesia del Santo, se celebrará una Misa de Réquiem por todos los asociados difuntos. NOTAS.—A los niños y niñas que nazcan el día 23 y sean bautizados con el nombre del Santo Patrono, se les regalará «na libreta del Monte de Piedad con la primera imposición de 100 (cien) pesetas. El sorteo de medallas entre los asociados, se celebrará el domingo día 12 de abril, a las once de la mañana y en la Iglesia de San Jorge. Dicho acto será público. EN LA IGLESIA DEL SANTO PATRONO.—A las 8'30 y I0'30 de la mañana, todos los domingos y días festivos, Misa de Comunión. Los días laborables, a las 8'30 de la mañana, Todos los días, una hora antes del toque de almas, se reza el Santo Rosario y se lee una meditación propia del tiempo. Los días 23, se celebra Misa a las 8'30 y ejercicio vespertino en honor al Santo titular, con Exposición y Bendición de Su Divina Majestad. Los días 9 de cada mes, Hora Eucarística para impetrar del cielo ia pronta beatificación del penitente Casimiro Ba relio, La Asociación ruega a todos los verdaderos amantes de nuestra tradición, se inscriban en la misma para poder mejorar y aumentar los cultos de nuestro primer Patrono y glorioso salvador de Alcoy.

A. M. D. G. et S. G.


LOS FESTEJO Domingo día 29 de marzo Como prefacio y símbolo de la magnificencia de ias próximas fiestas, tendrá lugar, a las 10 de la mañana, el típico acto denominado LA G L O R I A anuncio fiel del entusiasmo festero, c o n s t i t u y e un magnífico pregón, que tiene además de su encanto, ser e! primer acto de F Este acto, está formado por un individuo de cada comparsa, vestido y ataviado con las mejores galas del uniforme característico de cada entidad festera. Su actuación, en este radiante día, se circunscribe a un vistoso desfile por las calles más populares de la ciudad. Los GLORIEROS, así se liama a los festeros de este acto, deslían en dos bandos, Moros y Cristianos, dirigidos por sus respectivos sargentos, y a los sones de alegres pasodobles. Abren la marcha los Heraldos de la ciudad precedidos de clarines. Finalizado este sugestivo acto, se disparará una GRAN TRACA Plaza de España, Sábado di'a 11 de abril A las 8'de la noche, como primer homenaje a nuestro esclarecido Patrono, se le acompañará procesionalmente, desde su Iglesia, a la Parroquia de Santa María, asistiendo a la misma, todos los festeros, asociados, Junta directiva y primeras Autoridades.


Miércoles día 15

Inauguración en la Casa Municipal de Cultura del Primer Salón Regional de Fotografía Artística. Al anochecer inauguración oficial de la FERIA y de las NUEVAS ILUMINACIONES y, a continuación, concierto musical en la Plaza de España. Jueves 16 y Viernes 17 Por la tarde, grandes funciones de teatro GUIÑOL y MARIONETAS.

Domingo día 19 A las 10 de la mañana y en el Polígono de la Piscina Municipal, Segundo Campeonato Regional de Levante con arma Sarga y carabina 22 americano. Martes día 21 A las 4'30 de la tarde, como primer acto de las fiestas, magnífico desfile de las bandas de música de la localidad y de las de comparsas que se inscriban para esta competición, desfilando pe nuestras calles en la FIESTA DEL PASODOBLE terminando en los jardines de la Glorieta y otorgándose dii premios a tas bandas mejor calificadas. A las 9 de la noche, en la Plaza de España, GRAN TRACA. A las 10, NIT DE L'OLLA en todos tos locales de las comparsas. Después de la cena, el entusiasmo popular se desborda y alegremente formados desfilarán todos sus componentes desde si respectivos centros, hasta la Plaza de España.

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Viernes día 24 I CONTRABANDO eludió de la batalla que ha de li: Comparsas por distintas calles lac

fén

nos con

lan del Castillo el Capit iparsas respectivas, verificándose

acto MORO terminand< 'istia ¡alto y t A las 4'30 de la tarde, ESTAFETA y EMBAJADA DEL CRISTIANO seguida de la Batalla que es adversa para el bando Moro, y, arrojado éste de la fortaleza, es izada de nuevo la enseña de ito de la noche, y a los acordes del Himno Na1, interpretad; : das de música, tiene lugar la A P A R I C I Ó N DE SAN JORGE sobre las alo-

tiüo, entre nubes de inciense

Sábado día 25 A las 11 de la noche, GRAN CASTILLO DE FUEGOS ARTI-

BH Domingo día 26 A las 10 de la mañana y en el Polígono de la Piscina Municipal, ipeonato Regional de Levante con arma corta de guerra. Casa Municipal de Cultura p .•; por la mañana iades loes Vlovimiento organizarán diversos actos tecedentes a ¡as Fiestas de Moros y Cristianos. Estas mpeticiones deportiv a parte.

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