REVISTA FESTES ASJ - 1965

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i revista anual de as fiestas de moros y :ristยกanos


sumario 3.—San Jorge, azulejo de 1376, 4.—S. E. el Jefe del Estado recibe la Medalla de Oro de Alcoy. 5.—Alcaldía de Alcoy. limo. Sr D. Francisco Vitoria Laporta. 6,—Asamblea General de la Asociación de San Jorge. 7,—Editorial. Junta Directiva de la Asociación 8.—Memoria de Actividades 1964. J. L. M. R. Secretario. 13.—Crónica de Fiestas 1964. S D. LL Cronista. 20.—Cordón. Aurelio Colomina Segura. 23. —Cruzados. Vicente Climent Gisbeit. 95.—In memoriam. 26,—Un fesler, el Marqués de Sant Jordi d'Alcoi. Jordi Valor y Sena, 29.—Ismael Peidro Borona!, San Jordiet 1964. 31.—Signo de Alcoy. José M * Navarro Botella, 32.—La fiesta y su argumento. Enrique Botella Oltra. 34.—Tampoco hubo Moros y Cristianos en 1875. José Boluda. 36.—Del sexto centenario. Altares e iluminaciones {II}. José S Saníonja, 39.—Presencia humana en las Fiestas. Doce sonetos: El fester. Guillermo Berenguer Carboneil. 40.—El Primer Tro. Antonio Candela Carbonell. £1 Sargento de fila. José Luis Mansanet Rites. 41,—El Cartuchero. Salvador Dómense h Llorena. El músic. Anloní Valor Albora. 42.— El niño. Concepción Quero Lacruz. La mujer. José Antonio Cortázar. 44.—El Turista. Joaquim Guillem Vslls El Guardia. Manuel Rodríguez Martínez. 45.—El Tramoyista. José Cuenca Mora. El Espectador. Antonio Rever! Cortés. 46.—L1 auxiliar. Joan Valls Jordá. 47.—Un moro en el destierro. Antonio Calero Picó. 48.—En torno a la música festera. Salvador Doménech Llorens. 50.— Alcoy y sus músicos: José Se va Cabrera. Ernesto Valor Calalayud. 52.—L'Alferis. Pasodoble. José Seva Cabrera, 54, —Estrofes a la festa. Joan Valls Jorda. 55.—XIII Concurso lotográfico. 62.—La mujer en las fiestas de Moros y Cristianos. Deliina Valor Gisbert. 63.—Bocairente. Población con tiestas de Moros y Cristianos Miguel Cantó Castelló. 67.—facetas psicológicas testeras. José Gisbert Alós. 69.—Alcoy, plaza de armas contra la piratería. M. a del Carmen Veidú Jordá. 70.—Aleñas y San Jorge. Adrián Espi Valdés. 74.—Páginas gráficas de la mujer y el niño en Fiestas. 76.—Alcoy en la trastienda del recuerdo. Ricardo Ros Marín. 78.—El Almirante Roger de Lauría. Vicente Ferrán Salvador, SI,—Sutilidad (estera. José Cuenca Mora 88.—El Cordón Corregidor, y el fester. Rogelio Sanchis Llorens. 84.—Aleluyas festeras. Antonio Revett Cortés 86.—Olleta de músic. Enrique García Albors 88.—Bandas de música: Muro del Alcoy. Sanliago Tormo Cerda 90.—La lila y SU origen. José Luis Mansaneí Ribes. 93,—Al-Acdraq, señor de Alcalá (II). Carmelo Giner Bolufer. 94,—El Alarde de Alcoy prohibido en 1771. José Antonio Martínez Bara. 97.—Guión de cultos y Fiestas. 102.—Actos benéficos y diversos.

Portada.-«Cristiana», (orografía de Vicenta Llopis Llorens. 1.' Medalla color en el XIII concurso fotográfico. Ilustraciones y dibujos: Rafael Guañrios El anea, Luía Solbes Paya, Vicente Miró, Blas Hernández, M. Mora y José Luis. Fotografías: J. Crespo Colomer, A. Pérez Jordá, A. Bernabeu, Studio Vicéns, Palacio, A. Santacreu Pascual, Laboratorio Azul, José Asori, Deney, Cuesta, Contraías, Matartédona Sanchis, R. Pericas Samper, A. Espí Valdéa, S. Guillem Maíaix, L. Sanus Abad, F Balaguer Boix, V. Ortiz León, E. Vilaplana Bou, F. Grau Rico, M. Pons Silvestre, M Váidas Pérez, R. Ros Marín, E Pascual Balaguer, Jorge Hernández, Palometa, A. Ruiz López, C. Espí Vicedo, V. Gisbert Miró, Ramiro. Edición: Asociación . ,. de San Jorge de Alcoy.

Proyecto: Comisión de revista y propagarida de la Asociación, con la cola, , , „ boracion artística de DRafael Guannos.

. Impresión: Artes - ,£ A •* c * Gráficas Altana, S. A.


•XTO CENTENAR OES-'JORQE MÁRTIR TRON DC AL

Azulejo existente en la casa n.° 11 de la Plaza España, de Hros. de O, Camilo Pastor.


S. E. el Jefe del Estado recibió el día 11 de noviembre de 1964, en el Palacio del Pardo, al Excmo. Ayuntamiento de Alooy, presentado por el Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación y presidido por el Excmo. Sr. Gobernador Civil de Alicante, en cuyo acto el Alcalde de Alcoy, Ilustrísimo Sr. D. Francisco Vitoria Laporta, hizo entrega al Caudillo de la Primera Medalla de Oro de la Ciudad, como testimonio de permanente afecto, adhesión y reconocimiento a su incomparable labor realizada para España en veinticinco años de paz.


Alcaldía de Alcoy

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E nuevo llegamos al mes de abril que enmarca las fiestas mayores de Alcoy, las que tan ilusionadamente esperamos, las que con tanto cariño se preparan, que culminan esas tres fechas únicas de nuestra conmemoración anual, desbordándose el entusiasmo y reflejando, en cuantos actos se celebran, los sentimientos de fe y amor de los alcoyanos por San Jorge. Yo quisiera, queridos paisanos, que no fuese este un año más, y si en et aspecto externo y profano —sana alegría, que siempre debe imperar, atuendos de comparsas, orden en las formaciones, presentación de conjunto— se superan a un ritmo verdaderamente extraordinario, a ese mismo ritmo se acreciente y ahonde en nuestros corazones el amor y la fe hacía nuestro Santo Patrón. Que sea, pues, San Jorge quien presida todas nuestras actividades para que, en todo momento, demos auténtico testimonio de profunda y sentida devoción. Sólo así podremos impetrar su ayuda partí que nuestro desarrollo espiritual y material no sufra estrangulaciones y vayamos siempre in crescendo por caminos de prosperidad individual y colectiva. Y con este mi deseo para 1965, el que estemos todos más unidos que nunca, apiñados de verdad, con la confianza que supone la confesión de una misma fe y la poderosa fuerza que irradia de todo renacimiento espiritual, pidiéndole a nuestro Sant Jordi bendiga a esta entrañable tierra de Alcoy y a todos los alcoyanos. FRANCISCO VITORIA LAPORTA Alcalde de Alcoy


P R E S I D E N C I A timo. Sr. Alcalde D. Francisco Vitoria Laporta Sr. Tte. Alcalde de Fiestas D. Baldomcro Satorre Barber JUNTA DIRECTIVA Director Presidente Vice-Presidente Secretario

Rvdo. D. Manuel Castelló Quilis D. Francisco Borona! Picó D. Jorge Silvestre Andrés D. José Luis Mansanet Ribes Vi ce-Secreta rio D, Alfredo Solbes Balda Tesorero D. Rafael Gosálbez Raduán Contador D, Francisco Cortés Serralta Vocales: O. Antonio Julia Segura D. Francisco Santonjo Gisbert D. Salomón Sanjuán Romeu D. Francisco Miró Sanfrancisco D. Salvador García Parra D. Octavio Fenollar Matarredona D, José Monlior Raduán D. Rafael Ramis Carbonell Vicario de San Jorge, Rvdo. D. José Botella Martín Asesor Artístico D. Roque Monlior Boronot Cronista Fiestas D. Salvador Doménech Llorens Información y Turismo D. Octavio Candela Carbonell O. Joaquín Aracil Aznar Comisión Construcción: D. Romualdo Coderch Boronat D. Miguel Matarredona Terol PR1MERS TRONS DE FUAES BANDO MORO

Llana Judíos Domingo Miques Chano Verdes Magenta Cordón Ligeros Mudejares Abencerraje! Marra kesch Realistas Berberiscos

D. Jorga Trelis Blanes D. José Blanquer Mulior D. Miguel Moro Moltó D. Francisco Pérez Pascual D. Francisco Selles Laliga D. José Blanquer García D. Lucas Guerrero Tortosa D. Luís José Nadal D. José Gisbert Alcalá D. Rafael Bou Aparicio D. Juan Jornet Paya D. Santiago Pericas Sanjuán D. Antonio Bernabeu Rico

B A N D O

Andaluces Asturianos Cides Labradores Guzmanes Vascos Mozárabes As tu res Navarros Tomasinas Montañeses Cruzados Alcodíanos Aragoneses

C R I S T I A N O

Albinia Andrés Satorre Francisco Alcaraz Sanchis Agustín Herrera Pereda Benedicto Vilaplana Pérez Pedro Juan Balaguer Perorin Jorge Peidro Pastor Jaime Coderch Santonja José Ferrando Martínez Ángel Soler Rodes Luis Pérez Miró D. José Gabanes Candela D. Silvestre Vilaplana Gisbert D. Adolfo Espf Sempere O. Miguel Ferrer Garrigós

M A Y O R A L E S D. Gonzalo Abad Oleína D. Enrique Oltra Codoñer D. Francisco Boronat Seguí D. José Aracil Aznar D. Rafoei Mora Casamitjana D. Vicente Tomás Escrivá PERSONAJES

D, Isidro Carbonell Julia D. Tomás Ivorra Gosálbez D. Francisco Pastor Pérez D. Jorge Aracil Pascual D. Antonio Armiñana Abad D. Antonio Carbonell Vida! FESTEROS

Capitán Moro D. Francisco Jordá Esteve (Fila Cordón) Capitán Cristiano D. Antonio Palacios Gisbert (Fila Cruzados] Alférez Moro D. Javier Viloplona tlorens [Fila Ligeros) Alférez Cristiano D. Julio Iváñez Martinet (Fila Alcodianos) MossénTorregrosa D. Ramón Torregrosa Larxé

asamblea genera déla asociación de san Jorge


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I ESTA de Interés Turístico es el título que desde ahora enaltece nuestras Fiestas de Moros y Cristianos, En efecto, para aquellas fiestas que ofrezcan una importancia rea! desde el punto de vista turístico, el Ministerio creó en septiembre último la denominación honorífica de «Fiesta de Interés Turístico». De momento no goza de otra ventaja que la de figurar en el especialísimo «Calendario de Fiesfas de Interés Turístico de España» a publicar por el Ministerio, y la de que su posesión es requisito indispensable para poder optar a la concesión de ayudas. Pero sí confiere un título excepcional que por las condiciones restrictivas exigidas y la parquedad en su otorgamiento, que es de suponer, prestigian y honran a unos Fiestas, siendo un justo reconocimiento ante propios de su importancia real y vocero autorizado ante extraños de su belleza y magnificencia. El Excmo. Ayuntamiento, único que según la orden ministerial podía hacerlo, y o quien la Asociación prestó su entusiasta adhesión, solicitó y obtuvo de lo Subsecretaría del Ministerio la concesión del preciado gnlardón, según resolución de 20 de febrero de 1905 publicada en el B, O. del E. del 5 de mano. Es un legítimo orgullo, y llena de satisfacción a la ciudad de Alcoy que hace las Fiestas de Moros y Cristianos, y a la Asociación de San Jorge que las organiza y representa, haber logrado eso honrosa distinción, que tanto nos destaca en el ámbito turístico, y desde estas páginas, interpretando el sentir general festero que representamos, agradecemos muy de corazón al Excmo. Ayuntamiento sus desvelos en pro de las Fiestas y al Ministerio de Información y Turismo el refrendo oficial otorgado. Tan honorífico denominación obliga aún más a la Asociación de San Jorge en el cumplimiento de sus tres fines: Fomentar el culto y devoción al Sanio Patrón y restaurar su templo; organizar y representar las Fiestas de Moros y Cristianos en su honor; y conservar las tradiciones festeras aicoya ñas. En su prosecución, se acaba de renovar completamente, el pavimento de mármol del altar mayor del Templo, revistiendo además con mármol la parte inferior de todo su ábside, obra de un elevado coste económico, y se ha declarado oficialmente himno religioso a! «insigne Mártir» revisando ligeramente la letra de Cristóbal Botella Serra. En cuanto a la organización de las Fiestas, se han realizado para este año, ligeros retoques en la Entrada de Cristianos, y en la Segunda Diana, con el ánimo de mejorar esos actos. Y como novedad digna de consolidación se introduce una «Gloria infantil^, con objeto de que la ilusión fesfera de nuestros hijas encuentre un cauce adecuado para su expresión y lucimiento. El Casal de Sant Jordi, fin último de la Asociación para conservar las tradiciones festeras, ha visto amueblado su salón de asambleas. En breve empezarán obras en la planta baja y sótanos para montar servicios de secretaría y almacén. Y su museo, biblioteca y archivo se han ido enriqueciendo con valiosas aportaciones que ya han convertido el Casal en un museo único en su género, verdadero santuario de las tradiciones alcoyanas para la mayor gloria de nuestro Santo Patrón. LA JUNTA DIRECTIVA DE LA ASOCIACIÓN


Memoria de actividades 1964 lo, 7 Títulos y 6 Ordenanzas. Actualmente se están reelaborando las enmiendas estudiadas en Junta Directiva, para presentar el anteproyecto definitivo. D).—Personal.—Es un deber de justicia hacer constar la excelente labor del personal auxiliar, tanto de Secretaría como de los diversos servicios de la Asociación, colaboración que se presta más por vocación que por las gratificaciones que se puedan percibir. MOVIMIENTO DE ASOCIADOS—Hubo el natural movimiento de altas y bajas en 1964. Si se comparan las cifras de las tres clases de asociados, correspondientes a los años 1963 y 1964, referidas al mes de abril, que es cuando satisfacen las 12 pesetas los anuales devotos, la concordia de 12 pesetas los festeros, y las ÍOO pesetas los protectores del Casal, el resultado es el siguiente: Asociados devotos . . . . Asuela dos festers Asociados protectores Casal .

Ano 1964

Año 1%3

Aumento

6.432 933

6088 886

344

188

175

13

47

Respecto a los asociados devotos es halagador pensar que nos encontramos dentro del séptimo millar,.. Se continúa invitando a los padres a inscribir a sus recién nacidos hijos, cuya invitación es aceptada en un 60 °/0 de los casos... Los protectores del Casal tienen una misión específica, sostener el Casal de Sant Jordí y sus propios fines.

Foto: A. Pérez Jordá

Cartel premiado en el Concuno da! Excelentísimo AYuniamianio Autor: Antonio Pérez Jor,dá

(FragmenfosJ

Señores asociados: Cúmplenos exponer ante la Asamblea General de la Asociación de San Jorge un resumen de la labor desarrollada por su Junta Directiva, que concretamos por conceptos en esta MEMORIA ANUAL: GOBIERNO DE LA ASOCIACIÓN.— A)--Juntas Generales,—Las dos reglamentarias se celebraron en fechas 19 de enero y 24 de mayo de 1964 respectivamente B) —Junta Directiva.—La labor constante e ininterrumpida de la Junta se-plasmó en 1J sesiones y 3 conjuntos con los «Primers Trons», que no expresan más que un dato estadístico y no la intensidad de su trabajo. C}. —Comisiones.—Las diversas Comisiones han cumplido el cometido asignado,así como las especiales para e¡ Campeonato de Cotos, y !a de Reglamento, que había terminado su anteproyecto a fines de 1963, el cual consta de Preámbu-

FILAES. — Ninguna novedad fundamental. En cuanto a su diseño los Abencerrajes cambiaron su faja por una faja-cinturón con los mismos colores. Nos es grato hacer constar que no se lia impuesto ninguna sanción en el orden administrativo ni en el festero. FINES DE LA ASOCIACIÓN —A) Templo de San Jorge y cultos.—a). Se ha aprobado un presupuesto de 75.000 pesetas en mármol nada más, para renovar el pavimento de mármol del Altar mayor y embellecer con mármol la pared del ábside b). Empezó el año con la Adoración al Niño Jesús del día de Reyes en el Templo de San Jorge. Se celebraron los tradicionales cultos sufragados por la Asociación: las Cuarenta Horas de Septuagésima, los Oficios det Jueves y Viernes Santos, y en Fiestas, el Ejercicio por la mañana y por la tarde el Triduo en Santa María en honor al Santo Patrón, predicado por el Rvdo. Sr. D. José M.a Navarro Botella, capellán castrense de la Agrupación Vizcaya 21 Además se ha celebrado la misa de diez y media los domitigos y festivos y un solemne funeral en sufragio de los asociados difuntos el día 29 abril. B).—Organización de las Fiestas de Moros y Cristianos. —Un problema apasionó las discusiones a principios de 1964, el de ta fecha más idónea para la celebración de las Fiestas Para 1965 el problema era distinto, al caer la Pascua en fecha tan retrasada como es la del 18 de abril y tener que considerarse festivo el día 13 (viernes), era aconsejable celebrar las Fiestas los días siguientes, 24, 25 y 26 (sábado, domingo y lunes), como así se acordó.


i.°—Ordenación de deles—Las instrucciones editadas en Í963 sufrieron pocas modificaciones. El itinerario de la Segunda Diana fue uno de ellos, con resultados poco satisfactorios Se Intentó que en las Entradas no se reiteraran los mismos pasodobles por las bandas de música, para evitar monotonía y pobreza musical. También se recomendó sustituir e! Himno Nacional por el de Fiestas en el momento de la entrada y salida de los Capitanes y Alféreces de sus hogares 2,°—Premios.— También concedió el Excmo, Ayuntamiento unos premios especiales excepcionales a las mejores escuadras de esclavos, de 5,000 pesetas a Montañeses y 3.000 a la Magenta .... 3.°—Otras CHíífioníS.—Cada vez va siendo más grave el problema de la contratación de caballos, en el año último además de los de Cocentaina hubo que traer caballos de Valencia y Alicante. C).—Casal de Sant Jordi.—Como institución para conservar las tradiciones festeras alcoyanas va cumpliendo su cometido Entre los servicios integrados en el Casal destacamos: 1°—£1 Glasto dt 5\es\as.—Se ha ido enriqueciendo con toda clase de obras que los alcoyanos conservaban en sus casas, demostrando haber comprendido su importancia, por haberse convertido ya en único en su género y lugar de obligada visita en Alcoy. 2.a—La Biblioteca. - Es otro de ios servicios del Casal que sorprenden al visitante, que no espera masque encontrar una manifestación folklórica, y de pronto se da cuenta de la entraña y fuerza espiritual de nuestras Fiestas. La biblioteca es una fundación del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Alcoy, que aporta una colaboración económica especial para la compra de libros que se van adquiriendo a medida que surgen las oportunidades, nada fáciles dado su especia] contenido festero y alcoyano 3,°—jírebf[io.—Apenas si funciona el archivo histórico, la fototeca, y el de Diseños, Se va a poner en marcha el de partituras musicales 4°—Ropería.-Sz enriquece continuamente con nuevas adquisiciones Está en estudio la reorganización de sus servicios, que son imprescindibles para nuestras Fiestas .... 5.°— EWrti.—La Asociación cuenta, además del castillo cuya reparación y montaje corre de su cuenta, con otros enseres como las sillas, cuyo servicio y tarifas de alquiler han sido reorganizados .... PROYECCIÓN EN LA VIDA LOCAL.-La Asociación organiza o estimula diversos actos con trascendencia local: A).— Festivales.- El día 10 de abrii, en funciones de tarde y noche, y organizado por la Asociación, se representó en el Teatro Circo, la comedia en dos actos de ambiente festero y en valenciano, titulada «Un tapió per mig», de! autor local Armando Santacreu Sirvent, escrita ex profeso para la

Entrega de premies Fiestas a Cruzados Marra k esc h Asturianos

Reportaje: A, Bernabeu

Andaluces Alcodianos


Entrega premios Fiestas a Judíos y M u d e j a r e s

Homenaje a los Directivos salientes D. Emilio Jordá y D. Emilio OrtoU, de la Fila «Vascos»

Asociación. Fue montada y dirigida por D. Roberto Sansilvestre, con escenografía de Antonio Torregrosa, y representada por un grupo incondicional de aficionados, a quienes la Asociación agradece sus desinteresados esfuerzos. B).~Concursos,--E¡ XIII Concurso fotográfico se convocó en abrí!, para celebrarse en junio. Se presentaron 27 concursantes con un total de 142 fotografías en bianco y negro y 209 diapositivas a color, lo que hace un total de 351 obras, y por tanto uno de los concursos fotográficos más nutridos... La inauguración oficial de la exposición de fotografías, y entrega Je premios, se realizó en el Casal de Sant Jordi el día 25 de junio, y en días sucesivos, en actos públicos previamente anunciados, se proyectaron las diapositivas a color.... El I Campeonato de Cotos, ínter Filaes, terminó en la fecha prevista del 25 de marzo, habiendo resultado campeones y subcampeones de cada bando respectivamente: Abencerrajes y Mudejares. Vascos y Andaluces La final de campeones se realizó en el Hogar del Productor el día 15 de abril, resultando vencedora la fila Abencerrajes La Asociación organizó asimismo el I Festival de Música Festera, convocado en abril, con el propósito de enriquecer con partituras originales el acervo de ritmos netamente festeros en todos sus aspectos, y con la idea de que las obras premiadas sean piezas vivas, populares, y no de archivo, lo que explica su estructura de decisión por votación popular, Al I Festival que tenía por tema fosodotíts dianrros, se presentaron 15 partituras, de las que el Jurado seleccionó 12, que

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fueron interpretadas por las bandas La Primitiva y la Nueva del Iris en el coricierto-festival celebrado el día 21 de noviembre en el Teatro Calderón otorgándose el premio de 5.000 pesetas a «Primavera» con 519 votos, cuyo autor resultó ser eí alcoyano Antonio Gisbert Espí; y el accésit a «Font Roja» con 468 votos, de José Gómez Villa de Alicante. C).-Actos y Homenajes.--Se hizo entrega de sendos banderines a las filaes Andaluces,Mudejares,Judíos, Marrakesch, Cruzados, Alcodianos y Asturianos, que obtuvieron premios en las fiestas de 1963, siendo visitados sus locales por las Autoridades y Junta Directiva de la Asociación. También se estuvo presente en el homenaje que la fila Vascos tributó a D. Emilio Jordá Cantó y D. Emilio Ortolá Gosálbez La tradicional cena ite la organización festera se celebró en el Círculo Industrial el día 17 de abril con asistencia de las autoridades locales. En dicho acto se hizo entrega de! pergamino especial otorgado a la Fila Mudejares, y de las insignias de! cargo, artísticamente enmarcadas, a los directivos salientes de! año anterior D).—Exaltación Festera. —

Por otra parte gran número

de filaes celebraron la fiesta del «mig any» con ensayos extraordinarios. Especial mención merece el acto de exaltación festera celebrado el día 15 de abril con ocasión de la final del Campeonato de Cotos. Reuniéronse en el Hogar del Productor, la organización central festera y nutridas represen-


(aciones de todas las filaes, en un acto que presidió el Excelentísimo Sr. Gobernador Civil y las Autoridades locales, donde después de entregados copas y diplomas, todos los asistentes en número de varios centenares, .realizaron agrupados por filaes, una «entraeta» general, masiva y en colectiva hermandad festera. E).--Deportes,-La Asociación continuó prestando su apoyo al deporte local en todas sus manifestaciones, contribuyendo con trofeos a diversas competiciones deportivas. Recibieron copas U Unión Ciclista Alcoyana para el XI11 Concurso San Jorge, y el Club Don Bosco de Tenis de Mesa para su 1 Trofeo San Jorge. También patrocinó la Asociación el torneo entre modestos denominado Copa San Jorge de fótbol. Recibieron sendos trofeos: La Protectora para su tirada extraordinaria de pichón a brazo San Jorge; El Club Ajedrez para su IV Trofeo San Jorge; el Club San Fernando de baloncesto; la Agrupación Fotográfica Alcoyana, y el Tiro Nacional de España. PROPAGANDA Y REVISTA DE FIESTAS.—Las Fiestas de Moros y Cristianos han alcanzado ya tal Hombradía que constituyen fuerza de atracción de fotógrafos, corresponsales y periodistas de todas partes. En las últimas Fiestas estuvieron presentes.. Radio Alicante que gravó un reportaje... el corresponsal de No-Do y T. V. E...., los redactores de Información de Alicante, Las Provincias y Levante de Va [encia que hicieron extensos y completos reportajes Joaquín Zaragoza de Valencia que realizó una película documental en colot por encargo de la televisión japonesa Especial mención merece el reportaje sobre Fiestas de J. L Mansanet y J. Crespo Colomer, publicado en la revista Blanco y Negro el día 18 de abril, que ocupó varias páginas a color y mereció la portada de la revista La Asociación editó en 1964, además de los 1.200 banderines habituales recuerdo de las Fiestas, en los que por cierto hubo que cambiar las fechas, otros dos, uno con todos los diseños del bando cristiano y otro con todos los del bando moro, obra del dibujante D, Luis Solbes Paya. También editó en marzo último 9 000 ejemplares de su programa de Cultos y Fiestas, exclusivo y especial para los asociados devotos y festers, en formato de mano, reproduciendo en su portada una fotografía a color de la solemne Misa Mayor de! día de San Jorge.... y realizó una emisión de cerámica rectangular de 20 x 15 cm en color con la imagen infante actualmente venerada del Santo Patrón, y otra con ia imagen de San Jorge según un grabado de 1854 de Antonio Pascual Abad. La Revista de Fiestas, conocida popularmente como «el programa», es sin embargo el mayor esfuerzo propagandístico de la Asociación es órgano de la Asociación con dedicación exclusiva a temas de nuestras Fiestas o con especia! vinculación festera La edición 1964.. .. tiene una extensión de 254 páginas de las cuates 100 forman su parte literaria y gráfica con más de 30 colaboradores literarios , en prosa y verso, la mayoría de ellos aicoyanos, que son los que tienen un mayor conocimiento para glosar aspectos de las Fiestas, de su historia, de la de Alcoy, de la Asociación y de! mundo festero... Escenas: Un tapió peí mig Campeona» Cotos:

Diploma Abane erraj as


VIDA ECONÓMICA.-Para 1964 se había previsto un presupuesto de ingresos y gastos nivelado en la cantidad de 1.781 000 pesetas con que la Asociación de San Jorge atiende a sostener sus tres finalidades: el Templo de San Jorge y su culto; 1as Fiestas de Moros y Cristianos,- y el Casal de Sant Jordi y sus servicios. Los gastos reales lian desbordado lo presupuesto por exigencias de !a realidad económica, a pesar de lo cual se han cubierto todas las obligaciones En cuanto a Fiestas, !a ayuda de la Asociación a tas filaes ha sido de 135000 pesetas (5.000 pesetas por fila), y los gastos generales específicos de Fiestas que ha tenido que satisfacer han sido del orden de 330000 pesetas. Por su parte el Excmo. Ayuntamiento satisface unos gastos de carácter general (enramadas, iluminaciones, fuegos de artificio, etc ) y entrega una ayuda a las fihes de 301.000 pesetas, más algunos premios especiales para actos de Fiestas. Para 1965 se presuponen unos gastos e ingresos nivelados en la cantidad de 2.013.250 por cada concepto. Estas cifras son las que se estiman necesarias para que la Asociación pueda cumplir sus fines y señalan las cargas que pesan sobre ella y la labor que ha de realizar para cumplirlos RELACIONES CON O T R A S POBLACIONES PESTERAS.—Todas las Fiestas de Moros y Cristianos que se celebren en el Sudeste español, en una treintena de poblaciones en números redondos, han surgido en circunstancias análogas y tienen un fondo común y una misma unidad temática, salvando diferencias localistas. Por eso la Asociación, consciente de esta realidad,en el año último fomentó una corriente de relación, concretada en intercambio de publicaciones y visitas, con la convicción de que un mutuo conocimiento es deseable para corregir detalles y elevar el nivel artístico general. Con las principales poblaciones festeras nuestras relaciones están sólidamente asentadas, y buena prueba de ello es el constanre fluir de visitas al Casal de Sant Jordi, de directivos y festers de toda la geografía festera del sureste español, y nos proponemos continuar esta línea de conducta que es de esperar produzca buenos resultados. Se ha expuesto resumida la labor de la Junta Directiva y sus directrices, seguidas con. la mejor buena voluntad y habiendo puesto en ellas el corazón,- y presentamos esta memoria a vuestra consideración esperando haber podido corresponderá vuestra confianza. El Secretario, JOSÉ LUÍS MiVNSANET RlBES

(Leída y aprobada en la Junta General de 24 de enero de 1965).

XIII Concurso Fotográfico Entrega da premio!

Banderín editado por IB Asociación, dibuja de Luii Solbes Paya


Crónica de fiestas 1964

2.- D. Rafael Sanus Botí Capitán Moro (Fílá Magenta Foto Adrián Espí Voldés

(Fragmentos) Salvador

Domen ec¿ Lloren», Cronista

IR ANDES o pequeños, recoletos o espectaculares, de unos años a esta parte se suceden cambios e innovaciones sobre algunos aspectos de tas Fiestas procurando su mayor brillantez y perfección. La modalidad iniciada este año consiste en la invitación cursada por la Asociación de San Jorge a los directivos de algunas organizaciones testeras —Sociedades, Jun.tas, Comisiones, Asociaciones— de la comarca para presenciar los actos de nuestro primer día de Fiestas, Este año llegaron de Cocentaina, Elda, Ibi, Jijona, Onteníente, Petrel y Villena, en lo sucesivo corresponderá a otras localidades, y cada tres o cuatro años vendrá a repetirse el ciclo. En una pequeña tribuna de madera ubicada en la plaza de Ramón y Cajal, donde hasta el presente se venía levantando un graderío de montaje antieconómico, tomaron asiento y presenciaron la suntuosidad de ambas Entradas unos sesenta entre dirigentes festeros y señoras, o sea, ocho localidades para cada población. Asimismo se ha iniciado el intercambio regular de programas, revistas y publicaciones festeras para nutrir la biblioteca y compilar cuanto se imprima sobre los Moros y Cristianos de la comarca. Ambos hechos, que por su naturaleza pasaron desapercibidos para el público, pueden tener una gran trascendencia en un futuro no muy lejano por cuanto suponen la apertura oficial de relaciones exteriores permanentes entre la Asociación de San Jorge y las entidades regionales de actividades similares. Todos los pueblos invitados acudieron en bloque y sus directivos quedaron muy agradecidos por las deferencias, atenciones y obsequios recibidos, y


aplaudieron calurosamente la iniciativa tomada con el fin de crear y estrechar vínculos de unión con los organismos hermanos, intercambiar ideas y sentimientos en torno a unos festejos de origen y raíz comunes, y mantener pujante esa modalidad peculiar de! folklore nacional que sólo se da, ubérrima, en la comarca valenciana, en esta «tierra de Moros y Cristianos», cuya capital es Alcoy. La Pascua de Resurrección vino este año muy temprana y el 29 de marzo amaneció lluvioso. Pasada por agua la processó deis xiulitets, se fue despejando y a las diez de la mañana el tiempo era excelente, más bien fresco, y asomando un so! tibio entre nubes de evolución. Debido a una disposi-

Basto Maganta

Eaaio Cordón

Foto Palomera

ción de orden superior restringiendo el uso de! Himno Nacional, éste no fue interpretado a! iniciarse la Gloria, así como tampoco sonaron todas las campanas. Ello deslució /'arranca de nuestro pregón de Fiestas y lo mismo sucedió días después al iniciarse la Primera Diana.... El acto de la Gloria en sí, discurrió alegre, colorista y pintoresco, como de costumbre, siendo coronado por una masclelá en la plaza de España. Teniendo en cuenta los muchos días hábiles por delante y el tiempo desapacible que reinó en la primera quincena de abril —con viento, lluvia y hasta frío— no era de esperar la afluencia de Comparsas y la animación callejera nocturna, que se dieron con las sabrosas fntrartís de filaes. Sin embargo, entre Pascua y la 5Vif de í'olia desfilaron diariamente sin interrupción, —excepto el viernes día 3 en que no entró ninguna —, con !o cual las charangas, estrujando de firme los instrumentos propios y las carteras ajenas, hicieron su agosto, o mejor dicho, su abril En general Jas Comparsas actuaron bien en dichos actos extraoficiales tan alcoyanos, habiéndose notado una saludable disminución de peñas, montepíos, despedidas de soltero, etc., grupos de no testeros que, al amparo de! nombre de una 7ilá, desfilan bastante mal ordinariamente. Los Primers Jrons van percatándose cada vez más de su responsabilidad y no conceden ya tales permisos con tanta ligereza, lo cual es digno de alabanza. También merece loarse la actitud adoptada por algunas filaes para ahuyentar la plaga de advenedizos o íjf>ftj¡its que en la:Nitde I'olla pretenden a toda costa cenar y desfilar, aumentando de forma exorbitada el número de escuadras y entorpeciendo el desfile con sus modales poco festeros. Exigiendo para ello una cuota muy elevada se elimina automáticamente ese personal de aluvión que, por unas pesetas que no solucionan nada, se cree dueño y señor de las calles y que ha cumplido de sobras ayudando'a las Fiestas en esa noche solamente. Al forastero, bienvenido, gratis y en puesto de honor, pero al alcoyano no festero, que pague con creces el capricho o, simplemente, que se haga festero en cualquier 7i\á. Tal medida debiera ser adoptada por todas las Jilaes. Dada la afluencia de visitantes registrada el año pasado al coincidir el primer día de Fiestas con.una festividad religiosa y laboral, se pensó en la conveniencia de acoplar el calendario de este año a una circunstancia semejante, aprobándose que la.s Entradas se celebraran e! domingo día 26; pero simples razones de burocracia labora! de organismos oficiales malograron el proyecto y los Moros y Cristianos tuvieron lugar en los días habituales del 22, 23 y 24 de abril. Este contratiempo ha venido a demostrar, sin embargo, que Alcoy es autosuficiente para ocupar todas las localidades disponibles, y más si las hubiere, con independencia de los forasteros que tengan a bien visitarnos. A pesar de los muchos días que mediaron entre la Pascua y las Fiestas, no se celebró e! Novenario tradicional en honor a San Jorge, sino un Triduo solamente con el fin de concentrar y nutrir la asistencia de fieles. Tras la Procesión del

Tribuna Autoridad6a Foto A. Bernabéu


Procesión Central

traslado, celebrada el jueves día 16 con numerosos festeros y devotos, el Triduo se celebró los días 17, 18 y 19 con los mismos cultos de costumbre. Los sermones estuvieron a cargo del Reverendo D. José M.a Navarro Botella, capitán-capellán del Regimiento de guarnición en esta plaza, quien glosó con fluidez y brevedad la figura de San Jorge a través de la leyenda áurea, como cristiano y como caballero, relacionando su conducta con el concepto cristiano del trabajo. La Fiesta del Pasodoble va de capa caída, tanto en el desfile de bandas por las calles del Generalísimo y S. Nicolás, como en el concurso musical en la Glorieta de Primo de Rivera. Cada año disminuye el número de corporaciones que intervienen en ambas partes del acto y, prescindiendo ahora de las causas que puedan justificar tal mengua y de las posibles soluciones, probablemente la raíz originaria de! mal, consista en que la Fiesta del Pasodoble, concebida y montada con arreglo a los cánones de épocas pretéritas, se encuentre hoy desfasada y en discordancia con la mentalidad y exigencias de los tiempos actuales. La Primera Diana discurrió bien en general y resultó vistosa y brillante, concluyendo a las 10,30. Se ha repetido el éxito de la Entrada de Cristianos que, de unos años a esta parte, viene superando a la de Moros en orden, fluidez, variedad y conjunción. Si los Montañeses cumplieron bien en su año de Capitán, los Cruzados no se quedaron atrás con su Alférez, sobre todo considerando el menor número de individuos de esta 7i\á y el sacrificio económico que ello supone. Además de las escuadras de esclavos, con un traje muy bueno y llamativo el de los Montañeses, del boato de estos cabe destacar una linda castellana —de castillo y no de Castilla— a pie y bajo palio

ue se llevó las simpatías del público, un rebaño 3zados e ovejas y tres carrozas; y en cuanto a los Cruhay que señalar que el Alférez bajó a pie seguido de un caballo de respeto y de un niño como rodelia montado en un carrito de estilo greco-romano, y una carroza adornada con los escudos heráldicos de les Jilaes. Los Mozárabes presentaron un grupo de cuarenta niños con banderines y desfilando de cuatro en fondo. Una reproducción de la Senyera del rey D. Jaime, adquirida por la Asociación, figuró en la comitiva del Capitán Cristiano; este detalle quedará ya fijo para lo sucesivo, si bien no es nuevo por haber salido años atrás de manera esporádica. La Entrada Moros se inició a las cuatro, con media hora de retraso sobre el horario previsto, por incomparecencia de los trompeteros de| séquito del Capitán que abrían el desfile y, a pesar de ello, vino a concluir poco más de las 7,30, lo que supone una reducción del tiempo invertido con respecto al de años anteriores, Tres o cuatro amagos de trenca que se dieron en San Nicolás, fueron corregidos en la Plaza y no se notaron en la parte nueva del trayecto. La Magenta presentó una novedad consistente en que al Capitán le seguía, como acompañamiento particular, una pequeña banda de atabales y chirimías del Centro Instructivo Musical de Onil, una niña como roadla montada en palanquín y una carroza figurando un dragón de cabeza movible. Las tres escuadras de esclavos, muy vistosas y del tipo «negro» que tanto gusta al público, habiendo correspondido la de! centro, por turno, a los Berberiscos. Del boato de la 7ilá Cordón hay que señalar tres grandes elefantes de cartón montados por sendas moras y la carroza final. Los cuatro Personajes lucieron trajes excelen-

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1. - D. Rafael Moltó Esteve Capitán Cristiano (Fila Montañeses) Foto Adrián Espí Voldés 2. - Esclavos (Fila Cordón) Foto A. Bernabé u 3. - Esclavos (Fila Berberiscos) Foto Palacio 4. - Esclavos (Fila Cruzados) Foto Cuesta 5.- D. Juan Domínguez Morales Alférez Moro (Fila Cordón) Foto A. Pérez Jardo 6. - D. Antonio Palacios Glsbert Alférez Cristiano [Fila Cruzados) Foto Adrián Espí Valdéi 7. - Esclavos (Fila Montañeses) Foto A, Pérez Jordo. 8.-Esclavos (Fila Magenta) Feto Palacio



f.

Hoto Amonio Santacreu Pascua

Foto Jorge Hernández

Foto Adriin Espl Valdét

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tes, siendo el del Alférez Cristiano muy original por su forma y colorido. En conjunto ambas Entradas resultaron buenas, siendo presenciadas por el Excmo. Gobernador Civil de la Provincia desde la tribuna de autoridades, quien, asimismo, presidió la Procesión de San Jorge al día siguiente. Se ha notado un incremento de festeros jóvenes en casi todas las Tilaes, lo que aumenta el número de parejas un tanto monótono y plantea un problema de acoplamiento para dar gusto a la mayoría. Las escuadras desfilaron bien casi todas y prueba de ello es que los premios a otorgar a las mejores de cada bando se han adjudicado mediante sorteo, ante el número de candidatos y la dificultad de discernimiento, habiendo correspondido a Marrakesch y Guzmanes. Otro factor que contribuyó al éxito del día fue el tiempo magnífico con temperatura suave y algo nublado; el día siguiente fue raso y bueno, y el tercero lo mismo, pero ya francamente caluroso.Para obviar las dificultades presentadas por la Segunda Diana y ante la ineficacia de los remedios aplicados en años anteriores, se adoptó una nueva fórmula que ha consistido en reducir el trayecto a su parte fundamental —San Nicolás y plaza de España— y suprimir el recorrido por la parte vieja de la población, donde se desfilaba poco menos que a galope, sin púbÜco espectador y carentes de todo lucimiento. Habiendo arrancado la primera fila a fas 8, desde el Partidor; la última acabó a las 10,40 ante el Ayuntamiento. Pese a algunas opiniones contrarias, la modalidad ensayada ha cumplido su objetivo de que el acto concluyera antes de la Procesión de la Reliquia, y la experiencia futura decidirá la estabilidad de la fórmula, cuyo único defecto observado ha sido cierta lentitud de las primeras 7i\aes obligando a las últimas a desfilar un tanto contra reloj El acto en sí, resultó nutrido y animado de festeros, habiéndose otorgado los premios a Realistas y Navarros. La Procesión de la Reliquia volvió a brillar con la pompa de su brevedad, selección, majestad y colorido, y la Misa solemne registró una gran asistencia de fieles, siendo cantada la segunda pontifical de Perossi por la Primitiva y la Coral Polifónica Álcoyana. En el panegírico del Santo, breve y sustancioso, él predicador del Triduo bizo un parangón entre el cuadro de «Las Lanzas? —o «La rendición de Breda»— de Velázquez y el espíritu caballeresco de nuestras Fiestas, evocando al Sant ^ordiet como figura central y señera de las mismas. A mediodía fue disparada una excelente mascktá en la plaza de España. La Procesión General tuvo la misma estructura que el año anterior, desfilando primero los devotos con cera y luego los festeros con armas, habiéndose logrado igualmente aminorar su duración a tres horas, entre las 6 y las 9 de la noche, finalizando con los fuegos de artificio y dando a besar la Reliquia a los fieles. La Retreta va suscitando cada vez más interés entre las "Jilaes puesto que, aparte de las de caigo que suelen presentar debidamente iluminadas, algunas de las carrozas exhibidas en las Entradas, se ha registrado un aumento deüFi'Jíífs que presentaron farolillos y detalles originales, alcanzando los premios Marrakesch y Alcodianos, y mención honorífica Cruzados, Mozárabes y Vascos. El tercer día, radiante y caluroso, tuvieron lugar los actos propios tradicionales con gran brillantez en todos ellos excepto las Embajadas, y no por culpa de los actores sino de los medios técnicos. A pesar del esfuerzo de los Embajadores, que declamaron sus papeles con la maestría habitual, su actuación, quedó deslucida por fallo de la instalación de micrófonos y altavoces que se montan en la Plaza para una mejor audición. Mañana y tarde se oyó mal al Embajador que estaba en la calle y sólo cuando le replicaban desde el Castillo se oía de manera bastante aceptable. Todo ello restó


interés a los actos y el público, sin poder prestar la atención debida, se dedicó a charlar en gran parte. Se impone, pues, una revisión a fondo del sistema técnico de amplificación y, posiblemente, su cambio por otro más moderno y eficaz. Las estafetas, con diez minutos de retraso la de la mañana, resultaron dos excelentes carreras, mejor la vespertina si cabe. El Alardo siguió la misma pauta iniciada el año pasado con dos «encaros» y se vio nutridísimo de festeros y disparos. Mucha juventud, muchas ganas de tirar y muchos arcabuces de reciente construcción con lo que, dentro de un par de años, cualquier testero tendrá su propia arma y no habrá necesidad de recurrir a proveedores de otros pueblos aledaños; ello será la solución de uno de tantos problemas planteados a las Fiestas, otros de los cuales no la tienen, como la escasez de caballos, por ejemplo. Por una mayor cantidad de luz blanca y un mejor cuidado de los artefactos de la tramoya, la Aparición de San Jorge fue mucho más vistosa que la de años anteriores. Al concluir el Himno Nacional, interpretado por una banda de música durante la misma, se entonó por los altavoces el «Insigne Mártir» grabado en cinta magnetofónica por la Coral Polifónica Alcoyana. Esta innovación, buena en sí misma, no dio el resultado apetecido por los defectos citados del equipo amplificador, pero, de corregirse, podría ser un digno colofón al inducir a miles de espectadores para asociarse al himno. El niño Sant "]ordift, que lucía un magnífico traje con valiosos trabajos de repujado metálico en la coraza y el casco, fue trasladado en carroza de gran originalidad, buen gusto y mejor realización, arrancando muchos aplausos del público y precediéndole festeros Vascos y Judíos

con antorchas eléctricas. La carroza era una fiel reproducción de la fachada del templo de San Jorge iluminada con multitud de pequeñas bombillas eléctricas. El castillo de fuegos artificiales, el sábado día 25, puso el broche a unas Fiestas calificadas de excelentes por varios conceptos y que todos deseamos superar en anos venideros, Dec vaitnte

Foto Crespo Colomer

PERSONAJES CARGOS

«Sant Jordiet» «Mossén Torregrossa» Capitán Moro Rodela Capitán Moro Capitán Cristiano Alférez Moro Alférez Cristiano Rodela Alférez Cristiano Sargento Moro Sargento Cristiano Embajador Moro Embajador Cristiano Estafeta Moro Estafeta Cristiano

FESTEROS

N O M B R E S

Ismael Peidro Boronat Ramón Torregrosa Larxé Días 1.° y 2 °, Rafael Sanus Botí Día 3.° , . Luis Sanus Abad Leticia Sanus Selles Días 1.°, 2.° y 3° mañana Rafael Moltó Esteve

Día 3 ° tarde. . . Rafael Moltó Amat Juan Domínguez Morales Antonio Palacio Gisbert José Antonio Palacio García Daniel Moltó Pía Gloria y 2.° día, Ant.° Gomar Vilaplana Días 1.° y 1.° Emilio Seguí Botella José Linares Soler Fernando Mira Mondéjar Juan Casasempere Llosa Joaquín Gadea Oltra

FILA Vascos y Judíos

Magenta Magenta Montañeses Cordón Cruzados Cruzados

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cordón la 4. a de Lana. Una Fila centenaria

Diana da la Fila Cordón

por Aurelio Calamina Segura

Aunque en 1960 celebró esta Fila su centenario, quizá no se pueda concretar, debido a su antigüedad, el año de su fundación. Ya de 1839 a 1841 aparecen testimonios de su existencia en las primeras actas festeras, en que figuraba como 4.a de Lana firmando las actas como Primer Tro D, Antonio Valor. En 1843 aparece como Primer Tro D. Antonio Cordón, cuyo apellido sería andando el tiempo (en 1873), el que daría nombre titular a la Fila. Cordón, barbero andaluz avecindado y casado en Alcoy, presentó un diseño en 1850, figurando en el mismo, ciertas condiciones que quedaron para estudio y no está claro si los Directores de la Fiesta lo aprobaron o no. Tampoco lo está si el diseño actual de la Fila Cordón corresponde a este último proyecto o era el primitivo de la 4.a de Lana. La larga lista de Primers Tróns la componen: De 1839 a 1841. Don A n t o n i o Valor, como 4.a de Lana. 1842. Sin datos. De 1843 a 1845. D. Antonio Cordón. De 1846 a 1861. Son Primers Tróns de la 4.a de Lana D. Blas Gisbert y D. Pablo García. De 1862 a 1864. D. Pablo García.


1865. Sin datos. 1866 y 1867. D. Jorge Baldó. De 1868 a 1870. D. José Miró. 1871. D. Jorge Baldó. 1872. D. José Miró. 1873. D. Pablo García. 1874 y 1875. D. Salvador Armiñana. 1876 y 1877. D. Jorge Baldó. 1878, D. José Gisbert. 1879 a 1887. Sin datos. 1888. D. Romualdo Miró. 1889. D. Isidoro Aracil. Este año no saldría la Fila a las Fiestas por hallarse en crisis. 1890 a 1892. Sin datos. 1893 a 1895. D. Cristóbal Reig. 1896 y 1897. Sin datos. 1898 y 1899. D. Antonio Blanes. 1900. D. Cristóbal Reig. Después no existen en el Archivo de la Asociación antecedente alguno que nos sirva de base para esta relación hasta el año 1910, 1910. Desempeña el cargo don Emilio Abad, y se carece de antecedentes hasta 1917. 1917 a 1923. Es Primer Tro don Ricardo Belda Sancho. Í924 y 1925. Don Emilio Bosch Muntó. 1926 y 1927. D. Ricardo Belda Girones. 1928 a 1931. Don Emilio Bosch Muntó. 1932 y 1933. D. Carlos Belda Girones. 1934. D. Juan Torregrosa Belda 1935. Don Lorenzo Carbonell Linares. 1936 a 1944. D. Carlos Belda Girones. 1945 y 1946. Don Juan Torregrosa Belda. 1947. D. Carlos Belda Girones. 1948. D. José Santonja Sempere. 1949. D. Manuel Rico Vidal. 1950 a 52. Don Juan Torregrosa Soler. 1953 a 55. Don Enrique Tomás Cascant. 1956 a 59. Don Lucas Guerrero Tortosa. 1960. Don Juan Domínguez Morales.

A.

Dísono Cordón - Oleo de 1905 por e) Rvdo. D. Amonio Payí

1961 y 1962. D. Lucas Guerrero Tortosa 1963. D. Rafael Núñez Calatayud. 1964. D. Lucas Guerrero Tortosa, hasta la fecha. En orden al desempeño de cargos, ya en 1869 se acepta la «Bandera» (Alférez) por D. Jorge Baldó, que hace el Capitán al siguiente año 1870. En 1889, vuelve a ser aceptada y se compromete D. Roque Jordá Cortés a desempeñar el cargo, que después renunciaría al estar la Fila en crisis; Se disolvió la Fila en 1889, sí bien nominalmente, pues en el mismo año se presenta nuevo diseño (que no era otro que el mismo), que naturalmente fue aprobado, pasando la Fila al final de las de Moros —9.° lugar—, y perdiendo el turno de 4.a de Lana, aunque ya entonces se la conocía por «Cordón» por haberse aceptado como oficial la denominación popular. En 1894 pasa a ocupar el 7.° lugar —el mismo que tiene hoy— D. Cristóbal Reig desempeña los

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La lila Cordón haca más de medio siglo

cargos de Alférez en 1898 y Capitán en 1899, y los repite después en 1906 (Alférez) y 1907 (Capitán). Sigue en 1918 y 1919 el popularísimo D. Antonio Muñera Navarro «Samanta». En 1930 y 1931. D. Miguel Valor Peidro. En 1951 52. D. Camilo Espí. Finalmente en 1964, desempeña el cargo de Alférez D. Juan Domínguez Morales y se apresta a llevar a cabo en las próximas fiestas el de Capitán, D. Francisco Jordá Esteve. Una nota destacada de esta Fila, es que el actual atuendo festero o «diseño», es el mismo que se aprobaría en aquellas lejanas fechas y que a pesar de contar con más de un siglo de existencia no ha sufrido variación ni reforma alguna tanto en sus prendas como en su colorido, distinguiéndose por la nota llamativa de la pluma en el turbante, como reza su himno. La Fila guarda un diseño pintado al óleo en 1905 por el sacerdote D. Antonio Paya Aracil, gran amante de las Fiestas. Su intervención en mejorar la Fiesta ha sido notoria, ya que a raíz de celebrar su centenario en 1960, siendo Primer Tro D. Juan Domínguez Morales, se aprobó por la Asociación la idea de crear una escuadra de esclavos que se situaría junto con la Fila en el centro de la Entrada de Moros, constituyendo un éxito al darle mayor vistosidad y atractivo a la Entrada, quitándole parte de la monotonía en que iba incurriendo. Por cierto que este centenario tuvo lugar por un signo —año 1860— que existe pintado en la Fila, llevado allí no se sabe por qué mano o razón, más bien que por datos fehacientes, pues como se sabe la Fuá tenía ya vida en 1839, —como 4.a de Lana.— Pero fuere cual fuere su fundación, contribuyó su celebración a sentar el precedente de la «escuadra del mig» que todos agradecemos por el bien de nuestras Fiestas. Esta es la simple y pequeña, pero a la vez, dilatada historia de nuestra Fila, que encierra infinidad de inquietudes festeras que ofrecemos por Alcoy y nuestro querido Patrón San Jorge.

Fotos: Matarte don a


Cruzados, 1 9 4 5 - 1 9 6 5 N la crónica de Fiestas del año 1946 y en palabras del entonces Cronista don Octavio Candela Carbonell, se dio la bienvenida a una nueva Fila aparecida en dichas Fiestas con el nombre de CRUZADOS, la cual «a pesar de ser el primer año nos ha dado la sensación de estabilidad, observamos que existe espíritu festero en la misma, y no dudamos que no se tratará de una simple humorada, sino por el contrario, irá adquiriendo robustez». Pues bien, diecinueve años después esta Fila, dando fe de que la seriedad preside sus actos y pese a su modestia y a la de sus componentes, se dispone a afrontar el segundo año de cargo de Capitán, aportando su granito de arena para que las fiestas de Moros y Cristianos ¡uzean su esplendor en estas Fiestas abrileñas, en que los corazones alcoyanos laten al unísono para gloria de su ínclito Patrón San Jorge. No es difícil recordar la p e q u e ñ a historia de esta Fila porque no hay que remontarse a épocas lejanas; es moderna, y apenas requiere investigar en archivos y bibliotecas. Nació en la Paz, en esos años en que España empezaba a renacer y volvían las primaveras a tener color y sabor abrileños en este Alcoy tan tradicional, siendo presentado un diseño del pintor José Balaguer Bienzobas por un grupo de amigos y con la denominación de «Los Bravos». Bajo la presidencia de don Romualdo Coderch Boronat, la Junta General aprobó, el 27 de mayo de 1945, la fundación de la Fila, y unos días después, el 3 de junio, la Directiva con el nuevo Presidente don Carlos Gosálbez Barceló, acordó el cambio de nombre por el actual de Cruzados y unas pequeñas modificaciones en la indumentaria, según dictamen del Asesor Artístico don Francisco Mora Carbonetl. La Fila lució por vez primera su colorido en la Gloria y en las Fiestas de 1946, que, por cierto, no fueron abrileñas ya que se trasladaron a los días 2, 3 y 4 de mayo por mor de la Semana Santa, y que, como dato también para la historia, fueron prolongadas un día más debido a la fuerte lluvia que cayó el día del Alardo. Pasan los años y la Fila sigue su vida normal en lo que cabe, dentro del bando Cristiano, sin desmerecer en los actos de Fiestas y dando sus componentes sensación de veteranía a pesar de su bisoñez. El día 20 de mayo de 1951 se acepta por primera vez el cargo de Alférez para las Fiestas del año siguiente, y en dicha fecha le cabe el honor de proponer a la Junta General que, con el fin de

E

acabar con el desorden reinante al final de la Entrada de Cristianos, la Fila Cruzados estaba dispuestaa desfilar con su Alférez en último lugar, cerrando dicho acto. El propósito era ver si se lograba lo que siempre venía siendo una preocupación de todos: evitar que el público invadiese la calle después de haber pasado el Alférez que, como era costumbre hasta entonces, desfilaba a la mitad de la Entrada, con el entorpecimiento consiguiente de! acto y el deslucimiento de quienes venían detrás. Se quedó la propuesta para .,__estudiar, y e! 20 de enero de 1952 fue autorizado el cambio, a vía de prueba, por un año, cosa a la que la Fila se opuso puesto que podría resultar mal (como, en efecto, resultó por motivos ajenos: falta de puntualidad de los elementos secundarios) y solicitando que la prueba fuese para tres años como mínimo. Admitida la solicitud, la experiencia de• mostró lo certero de la visión y lo útil de la reforma, siendo ésta refrendada el 30 de junio de 1954 como norma definitiva para la Entrada de Cristianos, y más tarde adoptada también para la de Moros. Así es como a la btsoña Fila Cruzados, primera después de la Liberación, le cabe el honor de un cambio importante en las Fiestas, demostrando J con su sacrificio e! amor y I el afán de embellecimiento de las mismas. La Fila Cruzados solicitó igualmente en el año de Alférez que las de cargo desfilasen en primer lugar en ambas Dianas con el fin de disponer de más tiempo para atender las demás obligaciones inherentes a Alféreces y Capitanes, siendo aprobada la propuesta el mismo día 20 de enero de 1952, lo que demuestra que a las Fiestas hay que darles toques modernos y no aferrarse a costumbres inveteradas, y que los jóvenes también pueden aportar su óbolo, Con cargos de Alférez y Capitán, tenemos en esta Fila a nuestro Antonio Palacio Gisbert, quien, con un acendrado amor a nuestras Fiestas, con un desinterés ejemplar, salvando las dificultades propias de no residir en esta Ciudad, desde hace Diseño Fila Cruzados

E leudo Cruzados


años, a causa de sus ocupaciones profesionales, y vinculado a nosotros desde los primeros años de ¡a fundación de la Fila; ha desempeñado los cargos de Alférez (1952), Capitán (1953) y Alférez (1964) con toda justeza y dignidad, llegando en esta última ocasión a alcanzar una brillantez insospechada por lo original de su atuendo, saliéndose de lo normal en la concepción del mismo, y dándole marcialidad en su desfile a pie en la Entrada, cosa pocas veces vista. Tuvo también e! gusto de vestir a su hijo Tonín como «Rodella», con un traje igual a! suyo, y a dos hijas de castellanas con toda propiedad Dios quiera que este año que nos vuelve a representar en el cargo de Capitán nos pueda dar motivos de satisfacción a esta Fila en bien del bando Cristiano en particular y de las Fiestas en general. Festeros así, engrandecen las Fiestas. Y así, pues, con este hombre y nombre se abre y cierra el capítulo de cargos, y esperemos que en los próximos años en que nos vuelva a recaer el honor de los mismos, pueda volver a representarlos, Dios mediante, como es su deseo, marcando un nuevo hito en las efemérides festeras. Otro motivo de enorgullecimiento es el de contar entre los individuos al Sargento Mayor del bando Cristiano, Antonio Gomar Vilaplana, cuyo puesto ganó en el concurso celebrado para proveer dicho cargo el día 1 de enero de 1959 en el local de la calle San Bartolomé, n.° 11 (Pasapoga), ante numerosísimos festeros y en competencia con cuatro candidatos de otras Filaes. Con ello se dio entrada: a la juventud en el cargo y alegría en los actos de la Gloria y Diana, siendo un festero que siente las Fiestas y las vive como el que más, y dándoles a aquellos actos, en el momento de la «arranca», un tinte de emoción y entusiasmo que se contagia al público alcoyano que se desborda y aplaude. Y ya poco queda por decir de esta Fila como no sea que tiene «manía» —u hóbby, como ahora se dice— por el acto de la Retreta, a la que ha dedicado una especial atención desde que se restauró. Fruto de ello han sido los primeros premios alcanzados en la misma, en metálico unas veces y otras en honores, que perpetúan su recuerdo en lazos que adornan el guión heráldico, conseguidos en los años consecutivos de 1960, 1961, 1962 y 1963, y que le fueron impuestos en actos sencillos, pero conmovedores para los componentes de esta Fila, con asistencia de las autoridades eclesiásticas, civiles y festeras. Como Primers Trons a! frente de la Comparsa en su corta vida aparecen los Sres., Joaquín Nadal Pascual (1946), Francisco Pérez Jordá (1947-1953), Vicente Climent Gisbert (1954-1955) y nuestro actual Silvestre Vilaplana Gisbert desde el año 1956, siendo el único socio fundador que queda en la misma del grupo de amigos que presentaron el diseño y que forjaron la creación de los Cruzados en sus reuniones de sobremesa en la cafetería El Campanar, y el que, con su cariño y entusiasmo, continúa empuñando año tras ano las riendas detesta modesta y moderna Fi!á, formada por una juventud muy f e s t e r a que canta, entre otras, la siguiente copla: Puix si vosté vol gustar de les festes el sabor sois té que anar i creuar ais «Cruzados» en amor. VICENTE CLIMENT GISBERT t.-D, Antonio Paiscioi Gi«bsrt Capilán cristiano 1952, fili Cruzados:

Foco: Palacio S,-D. Joaquín Nadal Pascual Foto Stndio Vicéns 3.- Cruzados, en Is Entrada Foto Palacio


IN MEMORIAM MIGUEL PERALTA TOMAS (1907 -1904).

Industrial de conocida solera. Concejal (1955-1960) y Tenienle Alcalde del Ayuntamiento. Alcoyano cortés, amable, sencillo/ era un caballero. Cualquiera de estas facetas de su vida privada o pública enaltecen una existencia, pero en está ocasión le recordamos como Primer Tro. Vinculado desde antiguo a la ñlá Moros Verdes, cuyo diseño vistió con orgullo, fus elegido su Primer Tro en mayo de 1948. Precisamente cuando la fila se preparaba a desempeñar los cargos de Alférez (1949) y Capitán (1950J, los momentos de mayor honor y responsabilidad, que logró salvar con dignidad y grandeza. Continuó año iras año en su puesto, hasta mayo de 1964, en que su quebrantada salud ya no se lo permitía, falleciendo pocos días después de haber cesado en la jefatura de la fila. Supo llevar con dignidad el cargo de Primer Tro, —honroso entre los que más y delicado como ninguno-, consciente de que tener autoridad y responsabilidad testera es uno de los mejores galardones para un alcoyano.

ENRIQUE MATARREDONA FERRANDIZ (1S98 -1964). Estaba unido, desde antiguo, a la Mutualidad de Levante, donde ostentó elevados cargos, y al Colegio de Agentes Comerciales, del que fue presidente (19501963). Alcoyano respetado, querido, conocido y amigo de todos. Era una vida al servicio de su ciudad y de los alcoyanos; nos interesa sin embargo su aspecto íeslero y de Mayoral de la Asociación. Vistió su primer traje festero en 1909, precisamente el de Vasco -fila de la que su padre fue uno de los fundadores- y el destino quiso que también en 1947 fuera Vasco último diseño que vistió. Aunque había sido Primer Tro de los Andaluces (1940 - 1944), y pertenecía a varias fuaes, hacía años que no tomaba parte activa en las Fiestas. Su devoción al Santo Patrón, su conocida personalidad y popularidad le valieron ser designado Mayoral de la Asociación en 1940, cargo que desempeñó hasta su fallecimiento. Enamorado de nuestras tradiciones, en su cargo de Mayoral prestó valiosos servicios a la Asociación, ostentado la representación de los asociados devotos. Como Mayoral era miembro de la Asamblea General consciente de que pertenecer a la misma es un timbre de gloria para un alcoyano.


Un Fester

El Marques de Sant Jordí d'Alcoi Per JORDI VALOR i SERRA

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NA de les personalitas mes senyeres de la vida det nostre poblé es la que avui ens ha tocat de traure de! panteó de l'oblit. En Miquel Paya Perec nasqué en la riostra ciutat el dta 2 de novembre de 1868, éssent batejat el 3 en la Real Parroquia de Sant Mauro i Sant Francesc. Des de ben jove va sentir els mes grats delers del alcoianisme santjordiá vestint el tratge de la fila de la Llana. Aixó fou en la primera etapa de la seua vida. Després, ja a escomencaments del segle actual, fon un deis fundadors, amb el seu company i amic En Pasqual Ivorra, de la filadeis Marrasquets, el tratge de l a . q u a l vestí en qualques ocasions solemnials. El seu entusiasme fester i santjordiá el porta a desempenyar la Presidencia de l'Associacíó del Sant en els períodes de 1 de novembre de 1901 a 26 de gener de 1902 i, després, del 16 de marc de 1920 al 26 de maig de 1926. La personalitat d'aquest gran alcoiá fóu tant reixida que en política ocupa dues vegades el carree de Batlle de la ciutat. La p r i m e r a prengué possessió en primer de gener de 1916, mitjan^ant la primera guerra mundial, i fon per exprés nomenatnent Real. Era en el temps deis forts debats parlamentaris en el saló de sessíons municipal. Aleshores tingué de concejal un home molt actiu, teixidor d'ofici, i portat al consistori per les fraccions obretistes de la ciutat: es deia Joan Botella Asensi En deixar el carree, els dos personatges, que n'havien tingut de molt fortes en el saló de sessions, ¡i digné el senyor Botella al senyor Paya: «En Miquel, he deprés molt al seu costat en aquestos quefers de la política ], sobre tot, que no sé prou, malgrat les meues abondants lectüres, per a combatre amb homes com vosté. Vaig a dedicarme a l'estudi i no pararé fins a ferm-me advocat; i qui sap si en Madrid podré fer quelcom per detendré el interessos deis treballadors.» Tothom sap que aquest home arriba a Ministre de Justicia del govern de la nació. E! primer i únic alcoiá que ha assolit eixe carree. Una anécdota de aquella ja llunyana época que ens dona mostra de la diplomacia i tacte del nostre biografiat es la següent: Un día rebé la visita d'una pobra dona tota plorosa i sufocada. Li contá que'l seu marít s'emborratjava i li pegava quasi be totes les nits i li mermava molt del sou per a beure. I que el interfecte era... ¡guardia municipal! Aquí sí que el nostre batlle es va sentir incomodat. Tranquiliza la pobra dona i li demaná el nom del... Jx'lío, assegurant-li al mateix temps que res de greu ü passaria. La dona se'n ana conhortada, pero no confiant molt en l'esmena del seu

home. En Miquel Paya se'n baixá en persona al cabo de la guardia municipal i li pregunta peí fula, que no estava llavors de servei. 1 li prega al caporal que tan promte acodira li l'enviara al seu despatx de l'alcaldia, que volia parlar amb ell personalment. Quan aquel! acodí tan confiat com sernpre i el seu cap li dona el recao se'n puja tot esglaiat a la recerca del senyor Batlle. Apenases vegé en presencia del senyor Paya, aquest se li acostá amb tota confianca deient-li: «Mira, Fula. ¿Tu m'aprécies a mi? Dones jo també a tu i vaig a demostrar-te que et tinc mes confianza que a molts deis altres. Vas a fer un favor per mi. M'han dit, molt en secret, que hi ha un guardia municipal, sí, un deis teus companys, que beu, i li pega a la dona, i li sustrau diñes del sou... Jo, com tu cornprendrás, aixó no hu puc tolerar; i vull que tu, amb tota prudencia i cautela, t'assabentes de qui es eixe i me hu digues amb tota reserva. Tinc ganes de fer-li un escarment; pero molt ull, eh? I molta diplomacia, que no vullc que ningú s'entere. !Per l'honor del eos! Sois en tu deposite la meua confianza». El pobre guardia eixí d'aquell despatx que fes carnes no l'aguantaven, Com es natural, no torna a l'alcaldf perqué no pugué trobar qui era el pillo. Pero la seua muller sí que visita al senyor batlle dues setmanes després per a donar-Ií les graeies: «Ha fet un miracle, senyor alcalde, el meu niarit es porta com un ángel. Ha estat oli en un greso!. ¡Ans que li hu haguera dit!» 1 En Miquel Paya li fcu un sonrís de simpatía amb la seua franca cordialitat: «Tot ha passat ja. Si repetirá, torna vosté a dir-me-hu. Pero no cree», El 3 de desembre de 1920 s'esdevingué el tercer centenar de Sant Mauro i la festa grossa s'aplacá per al abril vinent celebrar-la junt amb-la de Sant Jordi. Era batlle d'Alcoi l'il.lustre patrici Iliberal En Enríe Perec Barceló, qui hostatjá en sa casa el Nunci de la Santedat de Benedicte XV Monsenyor Ragonessi. I d'aquella estada a nostra ciutat del Cardenal Benlloch, que pernocta en la casa d'En Miquel Paya i que acompanyá a Monsenyor Ragonessi en totes les solemnitats litúrgiges de! Centenar, sortí alió del Marquesat de Sant Jordí, que ell volgué que s'intitulás precisament «de Sanfc Jordi d'Alcoi», en estalviament de eonfussions amb algún altre titul italiá. Aquest li fon expedit per Sa Santedad Benedicte XV en Roma a 30 de Juny de 1921, éssent refrendat per Sa Magestat Alfons XIII en 19 d'Abril de 1922. A aquella gran festota que es celebra en Alcoi acodiren infinitat de personatges, entre ells e¡


diputat per Alcoí En Manuel González Hontoria, el llavors Capitá Genera! de Valencia En Miquel Primo de Rivera i Orbaneja, e! bisbe alcoiá de Mallorca Monsenyor Rigobert Doménech i Valls, i ademes el eos consular de les Repúbliques hispanoamericanes, quins pabellons enejaren en el bateó del nostre Ajuntament, Predica en elles el ilustre orador i Canonge alcoiá Mosen Miquel Julia Vitaplana. També el nostre Marqués de Sant Jordí d'Alcoi fóu un home de gran vista respecte al descobriment de la llavors ignorada vileta de Benidorm. En 1918 ana allá a fer-se el seu xalet estiuenc amb el motiu primordial d'obsequiar el Cardenal Benlloch, pero no pas baix, al nivell de la platja, sino dalt de l'espoló del castell, fronter mateix a la facana de l'església parroquial, d'on el paissatge es verarnent meravellós. Enderrocá una casa vellota Í bastí en e! lloc la seua moderna, que després ha estat molts anys I'anomenat «Hotel Planesia», hostatge de grans personalitats que acodixen a Benidorm. Fóu, dones, el nostre Marqués, el veritable i primer descubridor de les ara ja fainoses belleses naturales de Benidorm. Entre els carrees que ostenta nostre biografiat destaquen: Diputat Provincial, President de la Cámara Oficial de Comeré i Industria, President de la Real Fábrica de Draps, President del Circol Católic d'Obres, President de l'Associació de Sant Mauro, Visconsul del Panamá, dues vegades l'Alcaldia d'Alcoi i dues vegades la Presidencia de l'Associació de Sant Jordi. La seua etapa de President de l'Associació de Sant Jordi va ser ben comentada per l'interés que posa en que bagues orde i serietat en els actes de festa. Aquell any del seu encetament una dama

de gran casa alcoiana no pugué vore l'entrada de moros perqué arriba tard i no pugué travesar del cantó de Santa Rita a la casa on anava perqué l'acte havia escomen9at. I les ordres de ia guardia municipal eren bcn tallants. De la seua segona etapa al front de l'Alcaldia, que escomen9a el 22 de juliol de 1925, podem dir que l'obra magna del nostre home fóu l'itnpulsar l'emprestit municipal amb el Bañe de Credit Local d'Espanya per a la construcció del Pont de Sant Jordi i altres einpreses de d'envergadura com e! grup Escolar Cervantes, el Hotel de la Font Roja, el Matadero Municipal, La mampresa fóu enormement combatuda per tiris i troiáns. Els llavors nombrosos diaris i setmanarís de la ciutat parlaven tots els dies «del ruinoso empréstito que nos ha hipotecado para toda la vida e! presupuesto municipal». I el Pont ha quedat com la darrera gran obra de la ciutat, donant-li esplendor i monumentalidad a ¡'entrada i solventant el problema de l'Eixample que d'altra manera Alcoi no podia atényer i hagués estat sempre com l'ou díns la closca. A veure avui quin Ajuntament li faria front a uns problemes d'aquesta envergadura! Homes d'aquesta mena s'en veuen pocs en els pobles al llarg deis segles. La nostra ciutat está en deute amb ell. Es massa gran el sqlc de bondat, encert i progrés que ens ha deixat per a que un elogí com aquest siga prou lloanca. Un home que merma intensament el seu patrimoni familiar per donar grandesa material Í espiritual al seu poblé i al seu Patró major no es cosa que es veja tots els dies. Han passat prop de quarenta anys del seu óbit i la memoria del seu nom no deuperdres entre els bons alcoians deis temps futurs. El poblé que no es agrait no es ben nascut.

BENEDIC ^VS

Foto: Crespo Colomer


Foto-Color, Sludlo Vlcéns

Ismael Peidro Boronat, «San Jordiet» 1964.


signo de al coy P

ARA todos nosotros, que vivimos en esta ciudad industria), muy especialmente en las Fiestas patronales de San Jorge, hay un deber felicitario. El deber de ser signos espirituales los unos para los otros. Buscando como una paráfrasis sintética a los sermones patronales que tuve él honor de predicar en el pasado año, no veo cosa más oportuna como jalonar tres conceptos que nos obliguen a reflexionar seriamente: Qué signo lleva nuestra ciudad industrial. Cuál es el signo de nuestra amistad. Y el de nuestra fe en el Santo Mártir de Capadocia. Qué signo lleva nuestra ciudad industrial

Nada de robinsonear. No nos hallamos en una isla desierta, sitio en una ciudad con muchos lustros, por delante de nosotros, vividos. En una ciudad dentro de otra ciudad que es la cultura nativa, y luego, dentro de otra ciudad que es ta Historia propia. No sé quién dijo bellamente que levantamos los párpados y vemos inmediatamente compañía; tendemos el meñique y vemos colaboración; abrimos la boca y respiramos tradición. Pero he aquí e! temblor y la tensión de toda ciudad industrial que pueda caer del lado de! signo negativo o de! lado del signo positivo. Todo está en que cada ciudadano se analice objetivamente y se revalorice continuamente. ¿No podríamos colocar entre los signos negativos de una ciudad, aunque aparezca lo contrario: perder lo poco que de alma propia se tiene, tras una vida lujosa y rica, convencidos de que el dinero abrirá todas las puertas ¿Pensar en hacer nada más que hombres de provecho, económicamente? ¿Dar más valores a las expresiones ingeniosas y simpáticas de las posturas engañosas de la vida que a la expresión clara y sincera de la verdad; por ejemplo, soñar más que en la grandeza de los hijos en la grandeza y fortuna de la casa, de la fábrica, del apellido.? ¿Aplicarse en el orden espiritual lo que corrientemente decimos de las riquezas incontroladas; «es un hombre que no sabe ni él mismo !o que tiene», un cuerpo demasiado grande o un alma demasiado pequeña? ¿No pensamos seriamente que cuando no se busca en la vida particular y ciudadana más que el dinero, no fortale: cíendo a la vez e! cerebro que !o maneje, se pierden los afectos sinceros, las pasiones y emulaciones bellas, las ideas fuertes y tensas en aras de una vida frivola? Tener dinero y gastarlo y no saber hacer otra cosa, es el más nefasto de los analfabetismos Y más nefasto todavía es seguir pensando y trabajando con el lema de que: Todo lo da el dinero ¿La amistad sincera, ta salud, el carácter, la felicidad, la limpia conciencia?.... No hay mejor ciudadano que el que conquista por su trabajo la vida cotidiana y aprende a administrarse todos los bienes junto con su persona que es el más preciado don de Dios. Y no por lo que uno tiene y posee, sino por lo que ES y HACE, es un ciudadano rico y notable, Cuál as el signo de nuestra amistad

Las ciudades deben tener sus pruebas porque no sólo forjan a sus ciudadanos sino que los liberan de la soledad.

Traslado de San J o r g e para BU n o v e n a r i o en

Santa Malla

Foto; A. fiera aben

JOSÉ MARÍA NAVARRO BOTELLA Capitán - Capellán

Sería ridículo tener admiradores entre los propios ciudadanos, pero sería nefasto no tener amigos. La amistad es una presencia espiritual de todos los seres que te aman —porque han convivido y comunicado mutuamente con ellos— y te acompañarán más allá de la puerta. Es un crédito que te da el hecho de vivir junto a unos mismos afanes, saludos, clima, intereses, preocupaciones, para hacerte mejor y superarte. Creemos con frecuencia que podemos ir SOLOS por la ciudad y por la vida que discurre por sus calles, y estamos hechos para ir arracimados. He aquí el secreto: nuestros amigos no se han contentado sólo con lo que éramos, cada día nos hacen salir de la cárcel de nuestro egoísmo, elevándonos. Por eso la historia de cada ciudadano es la historia de sus amistades La amistad es más rara y preciada que el amor; abre toda clase de diálogos y de facilidades y llama siempre a las puertas del que sabe hablar y escuchar y tener fe en el otro. Por eso, aun en las relaciones de sexos, se ha dicho bellamente: entre un hombre y una mujer, es la amistad la que dispensa de enamorarse. Aun me atrevería añadir que crearía la unión y la fuerza que necesita, en estos instantes, la ciudad de Alcoy para triunfar en el mundo de la competencia. ...y el de nuestra fe en San Jorge

Cabalgar, espiritualmente, es aligerar el espíritu en busca de un ideal más allá de los sentidos y de la razón. Todo un programa para estos tiempos de libertades porque un caballero, más que de triunfo, habla de liberación. San Jorge es !a expresión de la fe colectiva alcoyana. «La seguridad de las cosas que uno espera y la convicción de las que no ve», al decir de San Pablo. Esta fe deja que sea Dios más poderoso, magnánimo, paciente y misericordioso, que nuestro espíritu, que nuestras palabras y que la misma Iglesia. Nos habla de confianza en la victoria de nuestra vida del espíritu y del cuerpo, porque sabemos que Dios triunfará allí donde nosotros mismos no hemos acertado y hemos sido derrotados. Pero hemos olvidado, fácilmente, lo que nos dice Guardini: sólo puede suscitar la fe, la verdad amada y querida. La fe de tu madre y de tu buen maestro. La del amigo y la del ambiente. Todas esas despertaron la tuya. Con aquellos con cuya fe has vivido, surgió tu propia fe. ¿Será ridicula y sin sentido la ceremonia de encender las antorchas al final de la Procesión solemne de San Jorge, una llama que enciende a otra llama, un ciudadano a otro ciudadano? La ciudad, la comunidad, es común posesión; punto de mira común; igualdad de postura. Esta coincidencia, de visión espiritual y de actitud vital, es la que une una íntimamente a todos los alcoyanos. Alcoy dejaría de ser lo que es si no tuviera su corazón palpitante y su mente caminando hacia el Dios verdadero revelado en Cristo, a través del testimonio sangriento de San Jorge. Terminamos con Cresterton: entremos en las Fiestas patronales con la cabeza erguida, pero quitémonos el sombrero, y miremos donde pisamos.....


Apuntes para un ensayo

La Fiesta y su argumento ADA abril es, por obra y gracia de nuestras fiestas, un renacimiento del alma colectiva de nuestro pueblo. Pero es un renacimiento emocionado y solidario siempre. Lo que de verdad ha movido nuestra sensibilidad, en este espectáculo maravilloso de las fiestas, ha sido aquello que está en la esencia misma de la fiesta: sus creencias. Es curioso que hayamos enfocado siempre la fiesta en su aspecto externo; que hayamos detallado hasta la saciedad la brillantez de sus desfiles, la grandiosidad de sus batallas, lo anecdótico de cada actividad y de cada representación. Sin embargo, alguna vez hemos llegado a emocionarnos con ese acto (yo diría íntimo, exclusivo) de la «aparición». Y es posible que esa rápida elisión del último uso festero, con su extraño contorno melancólico, sea como invitación para preguntarnos qué es, realmente, lo que ha terminado esa noche. Es cierto. Algo, y muy fundamental, ha terminado esa noche: las creencias; las creencias festeras que han hecho posible agrupar a todo un pueblo bajo la unidad entrañable de su rito, Sobre esas creencias podremos nosotros establecer cualquier análisis o cualquier valoración; pero nos resultará muy difícil llegar a desentrañar qué son, o por qué surgen. Habría que recurrir, para calificarlas de alguna manera, al hecho de aquellas ideas que son resultado de los impulsos y tendencias proporcionadas por una colectividad; o si se quiere—empleando palabras de Hauriou — ideas fuerzas mensajeras de Dios. Pero estamos ya aquí casi descubriendo lo que puede parecemos una paradoja, y que, sin embargo, es una realidad que nos comunica con el concepto mismo de la fiesta. Esta es, en rigor, no tanto una actividad vivida, sino una pervivencia proyectada que escapa precisamente de esa actualidad para significarla. Y surge aquí esa raíz vital desde donde la fiesta misma es capaz de permanecer y de desarrollarse. Es, digámoslo de alguna manera, la norrnatividad festera que vuelve a instalarse entre nosotros, pero sobre nosotros, en una extraña continuidad histórica Es, en definitiva, la categoría encumbrada sobre la anécdota. Constituye la concreción de las creencias festeras; y, como toda creencia, se nos ofrece como un elemento cuya inmutabilidad y duración . no puede depender de los individuos determinados, porque se ha objetivizado. Ello, por otra parte, quiere significar que sus ingredientes discurren

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por cauces comunitarios y autónomos. Y de este modo la entidad pueblo adquiere propia sustantividad, y la fiesta se convierte así en la naturaleza social de los pueblos. Pero estas creencias festeras no tienen un contenido conceptual, sino más bien integrador y funcional. La creencia —en el sentido en que la utilizamos aquí— no es para nosotros una categoría, sino una estructura de pensamiento; es decir, la manera de existir y de ordenar unos determinados hechos. La arquitectura festera, como resultado de aquellas tendencias e impulsos, está condicionada por unas realidades sociológicas. Una fiesta no se puede pensar; se hace. Hay en el fondo un dinamismo que la constituye Necesita de esa interacción de voluntades que la forma. Precisa de una cordialidad y convivencia que la haga nacer. Quiere decirse que la fiesta es ante todo —y con ello sus creencias— una unidad de comportamiento, cuya base hay que encontrarla en unas tendencias espontáneas de actuación. Es algo así como aquella realidad fantástica del giróscopo de colores, que sólo podemos percibir cuando gira vertiginosamente. La fiesta puede ofrecerse como un esquema en el que se destacan estas dos notas fundamentales que la constituyen: como expresión de modos colectivos de vida, y como instrumento de esa convivencia Pero hay más: Parece cierto el hecho de que todo individuo y todo grupo humano tiende a realizar su tipo especial, idealizándolo, de convivencia, Y no cabe duda que en este intento nos interesa personalizar, simplificándola, aquella relación; ablandando sus líneas de desarrollo; y prestándole a toda actitud la irrevisible intimidad a que aspira. Sólo así, llegamos a calibrar lo que la fiesta tiene de norrnatividad de conducta; y aprehendemos lo que hay más allá de la ejecución de la misma. Por eso comprendemos sin esfuerzo que ella, sin desconocer que es una realidad de la convivencia humana, es, al mismo tiempo, una forma de interpretarla. Por eso la actividad festera, como nivel de relación, se traduce en una-capacidad operativa de espontaneidad social. Esto podía ser posible a través de aquella comunidad que moldeaba la fiesta, y que se determinaba por aquella unidad natural y espontánea; por aquella integración de elementos; por aquella instauración de valores unitivos; por aquel condi-


Enrique Botella Oltra

cionamiento de estilo, de manera de ser; e, incluso porque arraigaba allí también la posibilidad de una interpretación estética y ética de su mismo entorno. Son precisamente estas estructuras, en lo que tienen de permanentes, las que ofrecen, no sólo la posibilidad de su objetivización, sino el cauce para su despliegue institucional e histórico. Supuesto esto, no es necesario insistir en la coactividad social que aquellas creencias comportan. Tenemos un modelo, un tipo de relación humana; y resultaría muy interesante averiguar las frecuencias de ese tipo y su distribución, así como sus implicaciones extrafesteras. La prueba fundamental de que el contorno humano de la fiesta configura una comunidad, la encontramos en su propia contextura. Toda sociedad tiende a montarse sobre una más o menos lograda racionalización de sus funciones; unas funciones que desembocan, necesariamente, en una singularización de las mismas que tipifican a los individuos que las realizan. Por el contrario, la integración festera parte de unos niveles de solidaridad; niveles de solidaridad que constituyen el supuesto sociológico imprescindible desde donde la fiesta despliega toda su eficacia; niveles, por otra parte, que ya vienen dados aunque la fiesta contribuya a reforzarlos, porque no en balde es, en cierta manera, como la vanguardia de otros modos de convivencia. Cabrá, eso sí, medir la intensidad de tos grupos en relación a la entidad fiesta. Pero esta realidad es, de suyo, constitutiva; se «es» festero, decimos de una manera muy gráfica; porque, efectivamente, la incorporación a la fiesta no es el resultado de una acción, sino de un impulso. En este sentido es interesante subrayar cómo la fiesta ha delimitado un área socio-cultural (o, como diría Ogburn, un adaptive culture), muy importante en la vida afcoyana: una literatura y una música festera, Lina tradición familiar festera, el desenvolvimiento de unos grupos llamados «Fiíaes», etc. He aquí, pues, la importancia de aquellas creencias de contenido funcional de que hablábamos antes. Justamente la creencia es la abstracción, el esquema mental de unas conductas objetivizadas. La consecuencia ha sido la creación de una individualidad colectiva. La fiesta se instaura así en una zona emocional e irreal donde no cabe el presente, porque ese presente es una «realidad prestada». No puede haberlo cuando la fiesta es el estilo y la norma de todo un pueblo. Su esencia es un continuo devenir. Pero sobre esa metafísica de la fiesta, hay algo más aprovechable. Es como su finalidad, por debajo de su poesía están sus posibilidades. Y el hombre de nuestro tiempo tal vez necesite hoy de ia eficacia de unas fiestas. Basta pensar —lo dejo sólo insinuado— lo que las fiestas pueden servir de instrumento de control y de regulación social. Y no creo que sean afirmaciones gratuitas Es cierto que nuestra capacidad de concentración desplaza en muchas ocasiones a nuestro esfuerzo crítico; pero las fiestas permiten aquella necesidad de perpetuar lo efímero, de que nos habla Rilke. Queremos abrir posibilidades de pervivencia a nuestra intimidad, insertándola en esa realidad simbólica de la fiesta. Ella es aquella circunstancia imprescindible donde nuestra individualidad adquiere su contorno. Por ello creo que la dimensión artística de la fiesta estriba precisamente en ese afán, a través de ella, de sublimar y trascender la vida. Es posible que alguien pueda reprocharnos el tratar de convertir a la fiesta en una categoría de conocimiento. No voy a contestar a la oportunidad que implica o no ese estudio. Pero pienso —y hago mías las ideas de Julián Marías recordando la incidencia del tiempo— que para muchos, a quienes la vida no tiene sentido, es posible que sea desde la fiesta desde donde pueda surgir alguna vocación; o que desde ella, también, algunos hombres sean capaces de imaginar a la vida un argumento.

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Aportaciones a la historia local

Tampoco hubo Moros y Cristianos en 1875 D. Francisca Molió Vsloi Alcalde de Aleoy en 1876 JOSÉ BOLUDA CATEDRÁTICO DE HISTORIA

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ACE noventa años, después de los trágicos acontecimientos políticos y sociales de la Primera República, continuaba la interrupción de las Fiestas de Moros y Cristianos, iniciada en 1874, esperando circunstancias más propicias para reanudarlas, máxime cuando ya estaba tan cercano e! Sexto Centenario de la gloriosa efemérides del 23 de abril de 1376. El triste ocaso de 1874 traía el orto alborozado de la restauración alfonsina, como un sedante en aquel no vivir revolucionario, que había llenado de angustia a España entera. El 29 de diciembre había proclamado Martínez Campos a Alfonso XII, en las cercanías de Sagunto, y a renglón seguido, para evitar nuevas alteraciones, el último presidente del Poder Ejecutivo de la República, el duque de la Torre, partió para Francia, dejando expedido e! camino de la Restauración, Alcoy celebró el cambio de iégirnen con las alharacas oficiales ¿Qué importaba uno más, después de tantos ensayos malbaratados? Al fin y al cabo seguía el mismo Ayuntamiento al frente de los destinos de la ciudad, y había acordado «felicitar al Gobierno por la manera con que esto se lleva a cabo, y por las esperanzas de orden, paz y prosperidad que deben fundarse en tal acontecimiento». Lo que más nos ha seducido en el resumen de estos festejos oficiales, es la cuenta de los campaneros de las iglesias de Alcoy: Vicente Abad cobra veinte reales por voltear las añoradas campanas de Santa María; Asencio (sic) Gisbert, doce y medio, por las de San M a m o y San Francisco; Vicente Masiá, doce, «por tocar las campanas a la proclamación del Rey Don Alfonso», en la de San Agustín; y Jaime Valls, otros tantos, «por repicar las campanas déla ermita de Nuestra Señora de los Desamparados»,.. ¡Qué menos por la canción inefable de las lenguas de hierro, de bronce y de plata, en la aurora de un reinado y del año 1875! Y si hemos resaltado la noticia es porque estos mismos hombres, seguramente, anunciarían a los alcoyanos la solemnidad de San Jorge Mártir, con la armonía de sus campanas, en unas Fiestas más sin la fastuosa alegría de los Moros y Cristianos. No vamos a relatar otra vez las incidencias sobre la suspensión de las mismas, ni a glosar el fervor religioso o el tejemaneje de la feria También divierten las travesuras políticas pueblerinas, y a fe que en el mes de abril de hace noventa años, culminaron éstas, dejando patente que Alcoy siempre se comportó y se mantuvo de acuerdo con su geografía, su trabajo y su carácter. La autoridad civil se apoyaba en nuestra ciudad en el Subgobierno y el Ayuntamiento. Al frente del primero continuaba, desde la República, D. Toribio Ruiz, de la Escalera y Oraa, hombre maduro ya en estas lides, pues había sido gobernador y colector de tabacos en la provincia de La Unión, en las islas Filipinas, acomodándose a las variaciones políticas y manifestando, una y mil veces, respeto y afecto a su jefe D. Práxedes Ma-

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teo Sagasta, el cual había presidido el último gabinete republicano, y andando el tiempo, aunaría los elementos del partido liberal fusionista, para gobernar con la Monarquía. En el Ayuntamiento, conglomerado de las fuerzas vivas locales, figuraba como alcalde don Francisco Moltó Valor, en la plenitud v i r i l de los años mejores, sagaz, muy alcoyano, que también había sabido adaptarse a los vaivenes políticos, pues si en septiembre de 1868 firmaba ardientes proclamas contra los Borbones (Vid. «El Serpis» n.° 2.297, del 8 de octubre de 1885), ahora se levantaba con la representación del partido liberalconservador, que había urdido y fortalecido la habilidad extraordinaria de D. Antonio Cánovas del Castillo. En 1875, e! Subgobierno Civil y el Ayuntamiento de Alcoy son dos polos opuestos: el señor Ruiz de la Escaleta quería i m p o n e r el centralismo uniforme y leguleyo de Madrid; el alcalde señor Moho encarnaba la altivez introvertida de Alcoy, y ansiaba eliminar aquella autoridad circunstancial de! Subgobierno, impuesta por los escandalosos sucesos de 1873. Veamos ¡o que ocurrió en esta lucha política, avivada en abril de 1875, y que sería la comidilla popular, a falta de Moros y Cristianos, así corno las consecuencias que se siguieron. Como quiera que el Jefe de Orden Público, que dependía del Subgobierno Civil, suspendiera dos serenatas autorizadas por el Ayuntamiento, el Alcalde pidió explicaciones, el día 5, contestando el señor Ruiz de la Escalera al día siguiente, sin hablar para nada de las serenatas y lamentando, eso sí, el trato impersonal que le otorgaba la Alcaldía, en vez del de «Señoría, que nuestras Leyes ordenan darse a los individuos de la Real Orden Americana de Isabel la Católica, restablecida por Decreto del Ministerio de Estado (sicj, fecha 7 de enero último, y a la cual tengo la honra de pertenecer, según R. D. de 21 de noviembre de 1855, y así aparece por el Título de Caballero Comendador que me fue expedido por S M., afirmando más mi presunción en que había visto la cruz, que como distintivo de aquella R. O., uso en los actos oficiales», Y añadirá, el día 9, en otro comunicado: «debiendo prevenirle que en lo sucesivo y cuando se dirija a sus superiores, emplee frases más comedidas y formas más respetuosas». A todo esto, el día 10, replicará el alcalde de Alcoy que «la causa de no haber dado a V. S, como dicen algunos de mis oficios anteriores, el tratamiento que reclama... no puede ser otra que la involuntaria inadvertencia, pues sé muy bien conceder y me complazco en dar a cada uno por educación y por carácter siempre, y más en el terreno oficial, el respeto y la consideración que se merece. Queda dada, según V. S. manda, la oportuna orden para que en lo sucesivo se guarde la mayor escrupulosidad en estas oficinas, a fin de que no faltejamás a V. S. el tratamiento.,, cuyo uso, aunque no sea de esencia para la buena administración, tan legítimamente le envanece » Y al mismo tiempo le participaba al gobernador civil de Alicante, cuanto ocu-


rría suplicando «instrucciones a las que atenerme en lo sucesivo», La pulla sutil y campechana, digna de un alcalde capaz de alcaldadas, había herido e! orgullo medieval, pueril e inútil del subgobernador, que dos días después y hecho un basilisco, insiste tercamente contra el señor Moltó, recalcando que «debió limitarse a cumplir mi citada comunicación, prescindiendo de entrar en consideraciones respecto a si el tratamiento es de esencia para la administración o sirve tan solo para halagar mi vanidad. A usted, reconocido el derecho, toca tan soto respetar y obedecer sin discutir... Si ha de llenar cumplidamente su misión, es necesario que V. principie por dar a sus subordinados ejemplo de respeto. En consecuencia, considerando que V. ha incurrido en falta reprendida, y vistos los artículos 174 de la Ley Municipal y el 14 de la Provincial vigentes, he acordado apercibir a V. de que si en lo sucesivo vuelve a cometer faltas de esta naturaleza, se !e impondrá el máximo de la multa». Y al día siguiente, el monterilla, que no consideraba a Alcoy como una gran ciudad, sino como un poblado filipino, conminará a su alcalde para «que en lo sucesivo se abstenga de expedir licencias para serenatas, limitándose a remitir con informe a este Subgobierno, las peticiones...» E imponía un correctivo al cabo de la Guardia Municipal, que era tanto como arrojar un guante contra el Alcalde y la burguesía industrial que regía la ciudad. Ipso facto D. Francisco Moltó recurre al Gobierno Civil de Alicante y pregunta: «Si bajo el supuesto de que como encargado el Sr. Subgobernador de la conservación del Orden Público, a él incumbe todo lo que directa o indirectamente se roce con el mismo, ¿podría decirme qué ramo de la Administración en la vida de. los pueblos no puede pertenecerle? La s i m p l e salida de un coche, el anuncio de una función teatral, todo, absolutamente todo, le corresponde, y entonces ¿para qué sirve la autoridad del Alcalde? Para nada, ciertamente, a no ser para ejecutar todo lo que aquél disponga. Si una ciudad perfectamente tranquila y en su vida ordinaria necesita cumpliré! A'calde con aquella prevención; si a la autoridad de un pueblo de 30.000 almas, que cumple o cree cumplir con las múltiples atenciones de una complicada administración a fuerza de desvelos, le es preciso para conceder permiso para una simple serenata requerir la venia del Sr. Subgobernador, es indispensable convenir en que no es posible continuar prestando aquel servicio en cambio de tanta depeidencia. Sírvase V. S. dictar una aclaración sobre este punto legal y admitir la protesta...» Veamos como reaccionaba la burguesía política de Alcoy en esta situación Un oficio archivado en el Ayuntamiento nos dará la clave: «Queda enterado este Subgobierno de la comunicación.. participando el acuerdo tomado por el Municipio de su presidencia a consecuencia de haber manifestado D. Rafael Alfonso, como apoderado de D, Eugenio Bisbal, el deseo de éste de que se desocupe la casa donde se halla instalado este Subgobierno, para el día 13 de abril próximo...» Ni casa para el Subgobierno Civil, cuando Alcoy había recibido con júbilo y expectación e! edicto municipal del 3 de febrero del mismo año, anunciando el proyecto de ensanche y rectificación de la ciudad . El Sr. Ruíz de la Escalera, abrumado sin duda, vencido por la impensada fuerza del localismo ofendido, saldrá de Alcoy e! día 16, formulando esta excusa: «Teniendo que ausentarme para asuntos del distrito que comprende el Subgobierno de mi cargo, en el día de hoy declino la jurisdicción del mismo en el Secretario don José de la Portilla...» Pero lo más chusco del caso y que pone de relieve el «yo» alcoyanista, lo encontramos en el oficio que, el 29 de mayo siguiente, envía el Gobierno Civil de Alicante a nuestra Alcaldía: «El Sr Subgobernador de esa ciudad... manifiesta... que está practicando las gestiones

para trasladar sus oficinas a otro loca!, con objeto de no perjudicar a ese Municipio, no habiéndolas establecido ya en la Fonda de la Sra. Viuda de Llopis, porque a más de no ser suficiente el edificio, no reúne tampoco las condiciones que para esta clase de dependencias se requiere, por lo difícil que seria evitar que asuntos de índole reservada como son casi todos los del Gobierno y sus representantes, llegaron a conocimiento del dominio público, dada la franca y libre entrada que necesariamente ha de haber en un establecimiento de esta clase». Y añade que el traslado se efectuará a la casa n ° 29 de la calle de San Francisco, una vez obtenida la oportuna autorización del Ministerio. El Mane, Thecel, Phares estaba escrito contra el desdichado Subgobierno Civil de Aícoy, En el mes de junio vendrá el último subgobernador, D. Alfonso de Sandoval; y en la sesión del Ayuntamiento, ordinaria además, del día 3 de noviembre, se dará cuenta al orgulloso cabildo de la ciudad, por e! gobernador civil de Alicante, de que «El Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación, en Real Orden del 20 del actual, me dice lo siguiente: El Rey (q, D. g.) ha tenido a bien disponer que se suprima el Subgobierno de Alcoy, creado en 13 de marzo del año próximo pasado por Orden del Presidente del Poder Ejecutivo de la República. —Lo que traslado., para su inteligencia y efectos consiguientes... —Alicante, 29 octubre 1875.—F Corbalán, rubricado». Un año más tarde, en abril de 1876, la Ordenación de Pagos del Ministerio de la Gobernación dispondrá que se abonen a D. Pablo Colomina, subarrendatario de la casa que ocupó últimamente e! Subgobierno de Alcoy, cuatrocientas ochenta y nueve pesetas y veinticinco céntimos, en concepto de alquileres, desde el 20 de junio último al 31 de octubre siguiente, nías veinte y dos pesetas, cincuenta céntimos por los desperfectos ocasionados en los enseres de la misma». Pero en abril de 1876, las rencillas políticas y las minucias de las autoridades quedaban esfumadas por la magnificencia de! Sexto Centenario.-. Está visto y comprobado que las Fiestas de Moros y Cristianos eliminan los resquemores, encienden la llama de la paz ciudadana y avivan las ansias de la armonía social. Benditas sean. ¡Oh tristes años de Í874 y 1875 sin Moros y Cristianos!


Del sexto centenario de San Jorge

Altares e iluminaciones ii C IGU1ENDO la resena de los altares e iluminaciones que vj los alcoyanos levantaron en 1876 en diversos puntos de la ciudad, me propongo acabar el tema con la descripción de otros monumentos similares que la fe y el entusiasmo de nuestros antepasados erigieron para conmemorar jubilosamente el Sexto Centenario de la Aparición de San Jorge Para ello me baso en las páginas del manuscrito —que guardo como un tesoro— de mi abuelo paterno, Miguel Santonja Cantó, en el cual se contienen multitud de datos y noticias inestimables y fidedignos por ser coetáneos. Altar da la Casa de la Bolia

La llamada Casa de la Rolla pertenecía a la entonces Real Fábrica de Paños y está situada en la calle de Santa Rita, junto a la capilla de San Miguel. Este edificio fue construido en 1790 por concesión del rey Carlos IV. £1 nombre de «La Bolla» proviene de un sello, así llamado, que se ponía en la aduana a los tejidos de lana y seda, y por el cual se pagaba una determinada cantidad por pane del fabricante al vender cada pieza. El altar que esta casa levantó en aquella ocasión ocupaba los cinco balcones de la fachada y llamó la atención poderosamente por su magnífico efeclo. En el balcón central había un dosel bajo el cual se colocó una imagen de San Jorge (la misma que existe en la Capilla). Los restantes balcones estaban adornados con cortinajes de terciopelo color carmesí. El adornista de este monumento fue don Vicente Jordá y el carpintero don Rafael Francés, El alumbrado lo formaban cuatro arañas de cinco lámparas cada una, que colgaban de las mismas pilastras del edificio, y sesenta lamparas colocadas en las balaustradas de! mismo. Además, el altar estaba iluminado con cera por dos arañas y varios candelabros. La comisión que intervino en !a formación del altar estaba constituida por don Santiago y don Vicente Miró y don Joaquín Pérez. También este monumento fue calurosamente elogiado por el vecindario aunque no se le otorgó premio alguno, nunca se supo por qué. Arco de la Real Fábrica da Paños

Este monumento consistió en un arco de triunfo. Se levantaba en el «tdrrer ííeí Talí», (hoy Mossén Torregrossa) frente a la calle de San Francisco y haciendo esquina con ei mercado. En un principio, y por causa del emplazamiento elegido, tropezaron sus organizadores con grandes dificultades para su colocación, ya que las protestas del vecindario impedían la concesión de la correspondiente licencia. La comisión de la Rea! Fábrica, compuesta por los señores don Tomás Pérez, don Antonio Poblet y don Francisco Jordá, tras vencer todos los obstáculos (gracias a la buena disposición de! alcalde don Francisco- Moltó Valor), consiguieron su propósito, obteniendo licencia para levantar el arco en el lugar elegido. Y de su construcción se encargó LMicalti Jwíifl, buen carpintero y excelente ebanista, que empicó para ello gran cantidad de madera De la pintura y decoración se encargó el Sr. Perlasia. Y entre los dos lograron un arco de estilo árabe, decorado con vivos colores, que producía un magnífico golpe de vista contemplado desde ¡a calle de San Francisco. Lo constituían cuatro columnas por cada lado, formando tres cuerpos Forrados de ramaje,- en las columnas se destacaban sendos escudos con las armas de Valencia, Aragón y Alcoy. Sobre la cornisa se leía en transparente: LA CORPORACIÓN DE FABRICANTES DE PAÑOS, A SAN JORGE MÁRTIR, EN SU SEXTO CENTENAR. En la cumbre del arco se colocó una figura escultórica que representaba la Industria La iluminación consistía en doce grandes candelabros de cinco luces cada uno; cien lámparas adornaban la cornisa y doscientos farolillos venecianos, repartidos en el centro de ¡os arcos, completaban el conjunto luminorécnico, produciendo un efecto extraordinario. Su coste se elevó a unos 9 000 reales y fue premiado con Diploma de Honor.

Altar del Colegio de San Jorga

La fachada de este edificio, situado en la calle de San Nicolás frente a la calle de la Corbdla (hoy General Mola), estaba adornada con sumo gusto, según el proyecto de uno de los directores del Colegio, don Vicente Soto, el cual pintó el cuadro de San Jorge que figuraba en el altar, colocado en el piso principal, así como el resto de la fachada. Todo ello estaba iluminado con más de 70 luces, y a los lados del cuadro del Santo lucían cuatro candelabros con lujosos globos de cristal. Este altar fue costeado por los directores y alumnos del Colegio y los gastos se elevaron a unos 4.000 reales. También este altar fue muy elogiado y aplaudido por su sencillez y buen gusto, y por el magnífico efecto que producía su iluminación vista desde la Glorieta. Altar de ¡a sociedad "La Agencia"

Este altar tenía muy buenas trazas y fue elogiado cual se merecía. Intervinieron en su construcción el carpintero don Miguel Miró y el señor Esteve que se encargó de las pinturas decorativas. Todos decían que, sin lugar a dudas, se llevaría un premio, pero, por desgracia, antes de estar terminado, un fuerte vendaval lo echó todo abajo, prendiéndose los farolillos de papel que lo adornaban. ¡Fue una verdadera lástima, porque aquello prometía! Altar da la sociedad "El Fénix"

Igual suerte corrió, desgraciadamante, este monumento, pues, el mismo día de San Jorge, un fortuito incendio devoró toda la instalación de su alumbrado, que consistía, como casi todos, en profusión de farolillos a la «veneciana». Estaba situado en la calle del Valí, y consistía en un tablado que se alzaba sobre la acera, hasta el bordillo. Encima de dicha plataforma, toda ella forrada de murta, se elevaba un altar cubierto de ricas telas de colores, destacándose en el centro una bella imagen de nuestro Santo Patrono; y coronado todo ello por un nuc fénix, símbolo de esta sociedad. Ei templete lució por haberse salvado del incendio y conservado hasta el último día su integridad. Estaba adornado con ramos de naranjas, y de sus extremos subían unos arcos de ramaje para formar la cúpula del monumento. Sendos fanales rojos iluminaban por las noches el gracioso conjunto, produciendo un fantástico efecto, de gran novedad. Costó la obra más de 3.000 reales y fue una verdadera pena que se desluciera por causa del incendio que destruyó lo más bello y artístico de la construcción. Pero lo que quedó, mereció el aplauso de todo el mundo, pudiéndose decir que, como el ave fénix, que lo presidía, resurgió, triunfante, de sus propias cenizas. Altar de la Sociedad "Los corredores"

Esta sociedad tenía su sede en la misma plaza de San Agustín, (hoy Plaza de España) esquina a la Casa Blanca (hoy General Sanjurjo) Sobre su balcón principal fue levantado el altar, adornado con telas de varios colores. Bajo un artístico dosel se colocó la imagen de San Jorge sobre su caballo blanco. Gran cantidad de lamparitas de todos los colores producían un simpático efecto, que obligaba a! público a estacionarse frente al edificio, sorprendido por la variedad del armónico conjunto de más de 300 farolitos de cristal. Todo ello vino a costar, según se calculó, unos 2.000 reaies, pero tampoco obtuvo premio. Altar de la ermita de San Jorge

Este altar no era, en realidad, más que la fachada de la misma ermita. Consistía, como tantos otros, en un tablado forrado de verde sobre el que descansaba una imagen del Santo, rodeada de alegorías. Dos arañas de estilo gótico, con seis lámparas cada una, y varios candelabros con velas


de cera, componían la sencilla iluminación, que se completaba con una multitud de vasitos de cristal de varios colores, combinados graciosamente. El resto de la Plazuela estaba adornado de verde, con arcos de murta y ciprés colocados en todas las bocacalles de Santo Tomás, Virgen de Agosto, San Antonio y San Blas. Fachadas de los templos

Las torres o campanarios de Santa María y San Mauro, así como las fachadas de San Agustín y demás iglesias de la ciudad, estaban iluminadas con centenares de farolitos multicolores, destacándose, entre todas, la fachada principal del convento de monjas Agustinas, que estaba adornada con exquisito gusto e iluminada con vasos de colores formando alegorías marranas, obra del virtuoso capellán del convento don José Vilaplana, cuyo celo y cariño por e! mismo era digno de todo elogio Añadamos que la totalidad del gasto de los adornos e iluminaciones de los templos corrió a cargo del Ayuntamiento, que no escatimó sacrificio alguno tratándose de honrar a nuestro Santo Patrono. Altar del gremio de Labradores

E! gremio de Labradores también quiso sumarse al acervo popular aportando su iniciativa en un elogioso afán de superación, pero sus organizadores, pese a su buena voluntad, no tuvieron suerte En ¡a abadía de la parroquia de Santa María se construyó, a expensas de dicho Gremio, un tabladillo sobre el que se levantaba un dosel formado con ricas telas de seda y raso, bajo el cual aparecía una imagen de San Isidro, Patrón de los Labradores, junto a otra de San Jorge. El alumbrado, a base de velas de cera, estaba bien proyectado, distribuidas éstas en grandes candelabros de plata y bronce y arañas de cristal. Pero, por desgracia, y sin que se haya podido nunca averiguar la causa, el mismo día de San Jorge, una vela encendida se cayó sobre el dosel, prendiéndose fuego y propagándose a todas las telas del altar, con tal rapidez, que no dio tiempo a impedir que las llamas devorasen en pocos minutos el tinglado. Ei gremio de Labradores promovió un pleito contra el adornista, haciéndole responsable del siniestro y pidiendo que fuese condenado al pago de cierta cantidad por daños'y perjuicios. Ignoro cómo quedaría la cosa. Sólo puedo decir que los Labradores, al -día siguiente, colocaron en el mismo sitio otro altar improvisado e iluminado solamente con los faroles de las andas de los Santos. Con lo que todo quedó resuelto y apaciguado, en gracia de Dios. Percances como éste ocurrieron varios durante las Fiestas, y era inevitable teniendo en cuenta e! sistema de iluminación que se utilizaba en aquella época Altar de la casa Fontanella

La fachada de la casa de don Juan Fontanella, situada en la plaza de! Carmen, junto al teatro Principa! (hoy es la casa n ° 7 de la calle de Santo Tomás), ofrecía una magnífica perspectiva ¡Y a fe que el señor Fontanella supo sacar partido de esta ventajosa situación! Puede decirse que no ahorró ni un solo real en sedas y rasos, desde la puerta de la calle hasta el tejado. Sobre el balcón principal se colocó el altar en cuyo centro destacábase la imagen de San Jorge a caballo A ambos lados había unas columnitas transparentes y unas la ñipar i tas y globos de colores, que giraban mediante un juego de ruedas muy ingenioso, produciendo un fantástico efecto de luces en constante movimiento Ei resto de la fachada estaba revestido de sedas y rasos, formando un artístico pabellón en el que campeaba, en transparente, el escudo de armas de nuestra Ciudad en primer término, rodeándolo algunas alegorías relativas al Santo Patrón. Todo el edificio 1-—Casa Fontanella 1*—Plaza San Agusiin (hoy España) 3.—Templete Circulo «El Iris* (Portal Nuevo] 4.—Arco Real Fábrica da Pañoa Fotos: José Asori


estaba iluminado a la «veneciana», con farolillos de varios tamaños y formas caprichosas La balaustrada del tejado estaba cubierta con una colgadura blanca y roja, ondeando, majestuosa, en el centro, una bandera blanca con la cruz de San Jorge. Este monumento, costeado todo é! por el señor Fontanella, mereció del Jurado calificador el Primer Diploma, además del premio que se le otorgó de acuerdo con el ofrecido por el Encino Ayuntamiento. Pero el mejor «premios, sin duda, fue e! concedido por el mismo pueblo, y de la manera más espontánea, al desfilar todas las noches ante la casa del señor Fontanella, exteriorizando su entusiasmo por e! maravilloso efecto de la orrginalísima iluminación. Altares de otras casas particulares Los principales monumentos fueron erigidos por y a expensas de las Corporaciones oficiales. Casinos de recreo. Sociedades, empresas industriales, etc. Pero fueron muchísimos más los que se levantaron por iniciativa particular, al gunos de los cuales, como el de don Juan Fontatietla, bren merecen el calificativo de «principales» y notabilísimos. Hablar de eüos con la atención debida, sería tarea de nunca acabar. Mencionaré, pues, los que más destacaron prescindiendo de pequeños detalles; detalles que dejo a la imaginación de los lectores. Don Emeterio Albors,—En su casa de la calle San Lorenzo, frente a la Posada Nueva (hoy Banco de España), tenia un altar con un San Jorge pintado sobre un magnífico transparente, obra del señor Asori; y la fachada iluminada toda ella con más de cien globos de cristal. El efecto resultó magnífico. Don José Botella.—Vivía en esta misma calle de San Lorenzo y construyó un altar ocupando cuatro esquinas, siendo pintado por don Emilio García y artísticamente iluminado. Producía un estupendo golpe de vista Don Manuel Fabregat.—Este notario, que residía en la casa n.° 30 dupdo de ¡a calle de San José, adornó sus balcones con un lujoso transparente en el que se destacaba una acertadísima imagen del Santo, a caballo, sobre los muros de la ciudad, obra de don Jusé Pérez, e iluminado a l.i «ve-

neciana» con multitud de farolillos de papel de colores distribuidos con exquisito gusto, Don Antonio Pastor, *L! ÍJfüií- —Vivía en la calle dt; San Miguel y levantó en sus balcones un altar a San Jorge, adornado LOJI telas de colores y profusamente iluminado. Don Antonio Tormo. —Conocidísimo médico militar, en su casa n.° 11 de la calle de San Nicolás, instaló un magnifico alumbrado con farolitos de papel, figurando estrellas y flores, muy gracioso y muy bonito. Iluminaciones callejeras. —Los comerciantes de la calle dei Mercado (hoy San Lorenzo, entre San Nicolás y San Francisco) U adornaron con multitud de arcos de los que colgaban un sinnúmero de farolitos de tela en diversos coló res, de gran efecto, tanto de día como de noche En una barbería establecida en la plaza del Mercado (hoy Plaza Mayor), n.° 1, cuyo dueño creo que se llamaba José Ivorra, instaló una iluminación a base de cascaras de huevo La pintoresca idea fue muy celebrada por todo el vecindario, pues tengo para mí que no quedaría un solí) alcoyano sin pasar por la referida barbería durante las Fiestas. Los vecinos de la calle de Santa Elena (boy Generalísimo a partir de la plaza Pintor Gisbert) también adornaron su espaciosa vía con arcos de murta y ciprés y farolillos de papel dando a la entrada principal de la ciudad un magnífico efecto de optimismo y sana alegría. Ornato de balcones Hasta aquí he reseñado lo más notable, pero no fue esc todo: hubo algo más, algo que sobrepasó los límites del en tusiasmo colectivo de que hizo gala el pueblo alcoyano en aquella memorable ocasión, a!gr> imposible de superar y repetir — eso, al menos, se creía entonces— y que asombró a propios y extraños. Y ese algo fue que, en la mañana del 11 de abril, justamente al rerr el alba y sobre el estrepitoso repique de las campanas de los templos de la Ciudad, iniciación dei toque alegre de la Diana de Its Jitats, pudieron contemplar los balcones y ventanas de todas las casas alcoyanas fuciendo colgaduras blancas con una franja roja, y destacándose en el centro la cruz de San Jorge, que es la de Montesa. Todos, sí, todos sin excepción demostraron su entusiasmo no dejando ni un solo hueco al exterior sin exhibir la ensena y emblema de nuestro Santo Patrón. Todas las calles daban la impresión de aparecer, no con muchas colgaduras, sino con una scla, prolongada a lo largo de las vías, de un extremo a otro, desde los pisos entresuelos hasta las buhardillas más humildes. Fue un caso ejemplar de unión de los habitantes todos de un pueblo, cuyos corazones latían a! unísono, fieles a la tradición de sus mayores. En pocos días se agotó ia tela blanca y encarnada que había en los establecimientos del género Las imprentas, las papelerías, agotaron también los escudos y las letras sueltas con las que se formaban las iniciales del Santo: S. J. M. Por la noche las iluminaciones culminaron en una explosión de luz, en haz luminoso que se elevaba al cielo como auténtica llamarada de una hoguera colosal, ¡Hoguera prodigiosa que tenía toda la espiritualidad y el inmenso valor de una oración! No se escatimó ni un sólo céntimo en aceite ni en esperma, únicos elementos de alumbrado que existían; ni se ahorró un gramo de paciencia para encender todas las noches, durante las nueve días de Fiestas, los miles y miles de luces... ¡una a una! Todas las calles rivalizaron en esa ostentación, desde las más céntricas y principales hasta las má> humildes y apartadas, y todos los habitantes en fervor y esplendidez. Pruébalo la fabulosa cantidad de farolitos que se fabricaron en el espacio de dos meses. No es posible calcular los centenares que salieron de las piadosas manos de los socios de las Conferencias de San Vicente de Paúl, y cuyo producto se destinó a beneficio de los pobres. Todos los talleres de hojalatería, los fabricantes de pape! y cajas de cartón, así como el comercio en general, no se daban punto de reposo, en la confección de artefactos de luz. Esto sin contar los que confeccionaron los particulares por iniciativa personal; ni los que se encargaron a Valencia y a Alicante porque las industrias locales no podían ya atender y cumplir tantos encargos como se les hacían de lamparitasy farolillos venecianos. Resumiendo: la fe y el entusiasmo de nuestros antepasados prepararon la escenografía, el marco esplendoroso en que se celebraron los nueve días de Fiestas conmemorativas del Sexto Centenario de la Aparición de San Jorge,- Fiestas que resultaron brillantísimas pero que requieren reseña aparte. José S. Santonjd


Presencia humana en las fiestas

Mudejares, 1957

Foto: Laboratorio Azul

EL F E S T E R Amante del Patrono y de su gloria en conservar la fe cifra su anhelo, y se presenta hacia el azul del cielo su plegaria, que es canto de victoria. Consciente del deber, guarda memoria de las haza帽as de su patrio suelo, que por San Jorge vio trocado el duelo en p谩gina brillante de su historia. La tradici贸n con toda su pujanza el alma del fester ha conmovido, y vestido de moro o de cristiano, el coraz贸n abierto a la esperanza, exclama, de entusiasmo enardecido: es un timbre de honor ser alcoyano. Guillermo Berenguer Carbonell

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EL PRIMER TRO ÍIJ I Le llaman "Primer Tro". Suena al oído como aviso efe un juego de artificio que impresiona. ¡Qué genio, qué estampido! ¡Y qué hombre tan terribie!... Mal juicio de quien le juzga así por su ruido; porque en silencio lleva tal cilicio de constancia y trabajo, no sabido, que modelo es de celo y sacrificio. Siendo disciplinado, disciplina, —por amor a San Jorge y a la Fiesta—exige a su "fiiá". Y en este empeño, aunque nadie, quizás, se lo imagina, mientras duran ios actos de la gesta, ni come, bebe, ni concitia el sueño, Antonio Candela Carbonell

Foto A Bernabeu Bbnes

El Sargento de Fila Gozas de vieja, brillante historia; fuiste alguien en la Fiesta a/coyana, arrancabas la Segunda Diana y formabas bizarro en "la Gloria". Hoy ya no tienes aire de victoria, ni luces gala mora o cristiana, de aquella grandeza tan lejana sólo queda el nombre y memoria. En la tramoya de la ilusión, que se prepara con tanto esmero, eres servidor, con abnegación. Tú recoges las armas del festero en apretado haz, ¡de corazón! ¡Sargento de fila, buen escudero! José Luis Mansanet Ribes Fotn: Ángel Raíz Lópeí

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Foto: Antonio Pírtz Jordá

EL CARTUCHERO A! sonar la trompeta de llamada recordando el fulgor del Romancero, desempolva el trabuco del guerrero y encartucha la pólvora preciada. Con firmeza en el pulso y la mirada lentamente camina el escudero, sirviendo municiones al testero para el fuego ritual de la cruzada Personaje con gérmenes vitales de matiz picaresco y /iterarlo, refundido en el ánfora a/coyana cristaliza los visos cardinales de un papel segundón muy necesario. pues no es dable patrón sin la peana.

EL M Ú S I C Musió abnegat que amb santa paciencia, desgranes be/les notes amb fervor . per nostre Sant Jordi que amb ver amor, l'honrem cada any amb gran magnificencia. Tu al comencar estás en la creencia de que fot t'eixirá a ton favor, tocanipoc... vivint dies de mt'llor, mes aixb esta en la teua conciencia.. &

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Anem anant: vindra el segon día, día del Sant, amor y poesía, per a tu ve el cansansi de ío puix no et deixen ni de nit ni dia, per a que toques nova me/odia sempre alegran la Festa sens parar... Antoni Valor A l b o r s

Salvador Doménech Llorens

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* Foto: A. Berna be u

EL N I Ñ O Nace entre los pañales afcoyanos que h aroman de eterna primavera. Y palpita después su alma festera entre el brillo de moros y cristianos. Es matiz y delicia en los huertanos desfiles de la Entrada, cual si fuera la tradición cristiana quien pusiera

LA MUJER

una preciada rosa entre sus manos.

Atrás la torre, flecha disparada al cobalto de un cielo cristalino y las nubes señalan el camino

Miradle ya muslim, ya cabal/ero en el pecho la cruz, por el sendero

que cabalga el doncel de aguda espada.

repleto de ilusión y bizarría Vedle fiel, reposado y complacido; a su paso de/ando, sin olvido, un reguero de amor yt poesía

Y tú mujer —¡oh verso de alborada/— enlazas el pasado y el destino y es tu mirada un e/e diamantino en un sueño de mística enramada.

Concapción Quero Loen»

Sin ti mujer ¡qué triste melodía! y sin ti ¡qué ocre y gris la fantasía!. Eres Fiesta, Color, Abril, Lucero... Por tí reviven las antiguas Diosas, por ti estallaron líricas fas rosas de las llagas en cruz del Caballero, José Antonio Cortázar


Poto. Crespo Colomer


Poto: Santiago UuUlem Matáis

EL T U R I S T A

F-'nto; Santiago Cmlk'in Matáis

EL G U A R D I A

Es Alcoi la ciutat mes industriosa que existíx en la térra levantina. En sos ¡ardi'ns es cria la divina poncella angelical i del/tosa.

Alguacil de severa y gris silueta, rondín de la calzada y de la acera, que presta a la temática festera un aire incongruente de opereta...

Es Alcoi la ciutat mes generosa que s'assenta en la térra a/acantina; tant, que nuga amb collar de perla fina la turista gentil i vaporosa,

El batir del timbal su paso aquieta con un ritmo sensual de bayadera y adormece en su mente la quimera que en patéticas mu/tas se concreta..

que en busca de les festes fa/agueres de Moros i Cristians, amb gran follia acudixen a mils amb molt d'encis;

Comparsa y galopín del Municipio, su papel de guardián es como un ripio en la voz del Abril moro y cristiano...

formani les nostres i les forasteres un gran ramell d'excelsa satalia que a Alcoi perfuma i toma en paradís.

Quien sabe si a despecho de ordenanza soñará con trocar por casco y lanza su ropaje anacrónico de urbano...

Joaquim Guillen Valls

Manuel Rodríguez Martínez


Foto: Matarredona

EL TRAMOYISTA Viene con inquietud de golondrina a establecer el nido pasajero, y crea para el marco del festero la forma ornamental y peregrina. Al mástil serpentea e ilumina junto a heráldico escudo del guerrero. Del castrense fortín lleva el tablero que en artesana inspiración combina. Forja el jerarca y el ourul escaño, y el graderío con que sueña el año su popular riqueza ilusionada. Va sin gloria ni aplauso su tarea. Y con el mismo amor con que lo crea, recoge el armazón de la Jornada. José Cuenca Mora

EL ESPECTADOR Asomada ai balcón, trinos de risa, la ciudad ahoyaría alumbra en fiesta: vértigo musical, tanza y ballesta, gala del viento, ritmo de la brisa. La fiesta aflora rauda, se improvisa. La gente arracimada y predispuesta. Allá va la comparsa muy apuesta, cadencia de una marcha bien sumisa. Latir de aplausos, tarde clamorosa, gavilla del festero y mirador —tizona y cimitarra en lid airosa— comulgan amapolas de ilusión, con vivencia triunfal de espectador, diana de San Jorge ai corazón. Antonio Revert Cortés


Foto: A. Bernabeu

L'AUXILIAR Una casta alegría marginal guaita al seu rostre que a tot diu que sí i ell es, sota bandera o palanqui. escuder de servei fonamental. Mireu-lo en el seu'gest reverencial vetlant armes com epic paíadí, Sant Jordi no l'ha fet peo mesqut. sino patge de llanca i de fanal. Ell la Festa ornamenta i magnifica. No li digam el mot que ti esborrona el seu paper amb taca d'esciavatge. Eli duu, també, la vestimenta rica i al costat del fester es la persona que heralditza d'Alcoi el bon llinatge. Joan Valí* Jordé 46


C UE NTO

Un moro en el destierro Casi un año llevaba trabajando en el extranjero. Era en Paris, Bruselas o en Nuremberg, no importa el lugar r porque en todos el cielo es gris, brumoso, cargado de una tristeza que pasa inadvertida para los nativos; pero susceptible al emigrante que viene de allende el Mediterráneo. El emigrante acabada su jornada se retira a su pequeño alojamiento, está solo y ocioso, piensa y tiene frío, mientras ve caer copiosa lluvia de abril ...-.m sobre un panorama de fábricas y casas con fondo Vi de colina, de prado o de bosque, es un fondo verde, mullido; pero donde no florece e! almendro, ni se asoma e! centenario olivo... ¡Qué lejos está el paisaje de pinos coronados de sol! ¿y el secano con sombras de higueras? ¿y las cimbreantes palmeras? Estas reminiscencias van filtrándose suavemente en su alma como la lluvia abrileña en la tierra, y si en el suelo crece verde renuevo en el emigrante brota una nostalgia. Lleno de recuerdo se siente como en un destierro y hasta cautivo de aquella raza alta y con pelambrera rubia, con traza de cruzados: sólo les falta el casco y la lanza, porque él es festero y moro; lucía pluma de cordón, corambre en el pecho en la tarde de la Entrada, con sus pantalones de seda que cuidadosamente planchaba su mujer. Este año no le verá vestido de moro, su ausencia será sentida cuando vea los cordoneros, Ya está el castillo erguido en la plaza- Se ha tardado un año en construirlo: es la idealización del pueblo festero en que cada uno pone una piedra. Y en torno hay verdor de enramada, banderas del Islam, cintas de luz y colgaduras con la cruz. Todo esto acode a su pensamiento, con las calles llenas de multitud que transita, ávida de fiesta, regocijándose de su cielo azul y luminoso, ancho y sagrado como la bóveda de una mezquita. También adivina que se improvisa un arroyueto celeste y la gente siente descontento, porque es la espectación hecha cábila, que aplaude a los moros. Es una lluvia breve y fuerte como saetas que lanzara San Jorge para deshacer las huestes mahometanas; es una prueba de que e! Santo está arriba, galopando en su brioso caballo. Desde tan lejos, separado por muchas cordilleras de montañas, se siente fesjero y olvidándose de la distancia se entusiasma y tararea un pasodoble, pero luego se pone triste. Hace un tiempo frío y sobre todo llueve sin cesar, y él recuerda las cartas de su mujer que dice: está haciendo unos días magníficos... Ya puede intentar distraerse, mirar a la calle o escuchar la radio, se le impone el pensamiento de las Fiestas. Pero la comezón para el moro se hace evidente en la fecha del veintidós de abril. Y con razón representa el paroxismo de su nostalgia. Eso de mirar el reloj diciéndose: falta muy poco para arrancar !a Diana. La plaza está llena de gente, dispuesta a estrenar una ilusión; es una ilusión que se desenrolla del alma con la misma gracia que una serpentina en el aire. Y a continuación le parece escuchar las músicas y se imagina a! cabo dianero con su puro, cuyo humo se entrecruza con una sonrisa. Algazara, animación y buena temperatura registra la ciudad, y ese hilo invisible que le une con su querido pueblo sigue sin romperse, se hace más tenso, y no puede dejar de pensar en la Entrada de Cristianos y todo su poema medioeval, las lanzas, los escudos, las trompetas y el atuendo, tamizados de confeti y de pasodobles desfila en su interior. Los montañeses con sus lorigas y el gesto histórico elevan su mirada a los balcones, apiñados de gente; los vascos, hachas frigias al hombro; los labradores, hoces y bieldos; asturianos, navarros, guzmanes... Ha empezado la Entrada de los Moros. Eso piensa él; lo piensa y lo siente. Está privado del sol levantino, bajo cuya tarde los moros lucen sus sedas y turbantes; capas y color de oriente, carrozas y palanquines con las hijas del Serpis que representan las huríes. Y su fila Cordón, ufana y lenta baja por la calle entre timbales y chirimías, ebrios de ilusión agarena, mostrando el cabo su alfanje plateado y abriendo sus brazos en un redoble de timbal. Aplausos y fiebre de fiesta salen de los balcones y de las aceras, arracimados en multitud. Y aquel moro desterrado eleva sus ojos para tropezar con el cielo gris. Ya no llueve. Pronto anochecerá y allá en su ciudad brillará espléndidamente la media luna. ANTONIO CALERO Picó"

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En torno a la música festera El t Festival La Asociación de San Jorge acaba de dar un paso notable en su lento pero seguro caminar en pos de la perfección paulatina de nuestras Fiestas de Moros y Cristianos. E! primer Festival de Música Festera fue un hecho esplendoroso, es ya historia y se le podría aplicar aquella frase lacónica de Julio César; «Veni, vidi, vici». Porque no sólo llegó, vio y venció, sino que además convenció y satisfizo plenamente a todos, y ello es lo verdaderamente importante. La idea originaria se debe a Enrique Castro y Ernesto Valor, músicos y festeros excelentes, a quienes dolía en el alma ver que las piezas premiadas en los concursos convocados venían siendo repudiadas generalmente por los festeros y quedaban olvidadas en los archivos. Había que buscar otra fórmula en la que el público, el festero, decidiese el premio a su gusto y paladar, al margen de la técnica y virtuosismo que desconoce y fijando la atención en su instinto popular —normalmente certero— para elegir aquellas piezas más aptas para marchar, para amenizar los desfiles callejeros de nuestros Moros y Cristianos, meta primordial a conseguir. La idea —como tantas otras— pasó a la incubadora para la rumia y asimilación, en espera de que el tiempo la madurase. Llegado el momento propicio, la idea quedó sobre el tapete y la Junta Directiva le dio pronto el paso libre con luz verde. Lo demás ya fue fácil: sentido común, asesoramíento de los músicos, unas bases razonables, propaganda bien distribuida y optimismo fundado, A la primera parte del Festiva!, el concurso de partituras, se presentaron quince de ellas y el Jurado técnico dio el placrt a doce, siguiendo un criterio de manga ancha. La segunda parte, el concierto público, fue una tarea de tipo prác-

tico y laborioso: ensayo de las partituras por un lado y coordinación de numerosos detalles puramente materiales por otro, culminando todo ello el 22 de noviembre, festividad de Santa Ceciíia, con un lleno casi rebosante en el teatro Calderón. Dos bandas, la Primitiva y la Nueva del Iris, interpretaron por mitad las doce partituras seleccionadas, y en una doble audición para que el público calibrara mejor el contenido festero de cada una de ellas. Y el público, consciente y satisfecho de su papel de protagonista, dio una lección de madurez y seriedad festera, como lo demuestra el hecho de que, de las 865 papeletas depositadas en tas urnas, sólo 38 fueron anuladas —el 4'39 %—, la mayoría de ellas por haber dejado tres o más lemas sin eliminar. Un laborioso escrutinio de tres horas, en el Casal át Sant Jordi y ante el público, otorgó el premio por 519 votos al pasodoble presentado bajo el lema -título, prácticamente— PRIMAVERA, del alcoyano Antonio Gisbert Espí; y el accésit a FONT ROJA, de José Gómez Villa, de Alicante, por 468 votos. Especialmente invitadas las organizaciones festeras de los pueblos comarcanos, asistieron re pre presentación es de Ibi, Jijona y Vülajoyosa y, además, grupos n u t r i d o s de Petrel, Cocentaina, Bañeres y Bocairente. La sincronización de un equipo de opiniones y voluntades cristalizó en una organización perfecta, como atestiguan, asimismo, los centenares de oyentes altamente complacidos del fondo y de la forma del Festival. Los futuros Festivales Planteada la estructura genera! de estos Festivales, y con el fin de cimentar su eficacia y arraigo popular, se comenzó convocando lo más fácil, el pasodoble dianero, para seguir este año con la marcha mora, camino también trillado aunque más restringido, y continuar en el venidero con la marcha cristiana, filón prácticamente inexplorado y sobre el cual los compositores, con dos años por delante, tienen tiempo suficiente para meditar, trabajar... y encomendarse a Euterpe. El pasodoble no es creación alcoyana sino patrimonio característico de la música española. Lo que hicieron Alcoy y sus Moros y Cristianos fue escoger un tipo de pasodoble definido, de ritmo moderado para la Entrada de Cristianos y algunos sectores de la Diana, y' otro más ligero para los demás sectores y actos secundarios. Fijado el patrón, los compositores aicoyanos pudieron crear piezas de sabor e inspiración indígenas, exclusivamente por y para las Fiestas, y enmarcarlas bajo el epígrafe de pasodobíes «diarieros». Hace sesenta años la marcha mora no existía, tal vez ni siquiera en la mente de algún futurista. Pero un día Antonio Pérez Verdú tuvo una inspiración, escribió algo nuevo y distinto y en la Entrada de Moros de 1907 se estrenó A-BEN-AMET, causando sensación y entusiasmando al público. Siguiendo sus pasos, otros compositores cultivaron aquella parcela recién descubierta y las marchas moras florecieron por doquier. La labor selectiva y sintetizadcra del tiempo fundió los mejores ele-

Reportaje; A. B^rnabeu


aman: memos de cada una de ellas, obteniendo el tipo — muy diferente del primitivo— y que hoy, con más o menos calidad técnica pero en siendo verdaderamente aptas para bajar la calle de San Nicolás, son capaces de elevarnos ai quinto cielo festero que es, en definitiva, lo útil, práctico e interesante de la cuestión. Al hablar de marcha cristiana son muchos los que sonríen desdeñosamente pensando que se trata de una utopía irrealizable, de un mito fantástico. Sin embargo también somos muchos los que opinamos lo contrario. La marcha cristiana es, de momento, un ser en potencia y, por ende, más bien indefinible, inaprehensible por los sentidos; pero la marcha cristiana es algo que se presiente, que está cerca, oculto, y al que sólo falta una mano inspirada que le arranque el velo y lo convierta en acto para presentarse como realidad ubérrima a los oídos del público.

grandiosa, munumental, que precise muchos ejecutantes, instrumentos no comunes ni el doblaje de algunos. Tal vez el secreto de la marcha cristiana resida en un tipo de ritmo y de melodía sencillo, accesible a una banda corriente, aunque ahora se nos antoje difícil por desconocido. Y si preciso fuera, ¿por qué no admitir y divulgar algún instrumento de uso no frecuente, sabiendo que medio siglo atrás los timbales no se utilizaban en nuestras Fiestas de Moros y Cristianos? Desde luego una marcha cristiana ha de contar con instrumentos de percusión metálica y los clásicos de percusión sobre piel (atabales, tambores, timbales) para marcar e! paso e insuflarle aires de marcialidad. Frecuencia de ritmo y velocidad de ayanca

¿Cómo ha de ser una marcha cristiana?

Esta pregunta fundamenta! no se puede contestar de manera directa y categórica sino a través de una serie de consideraciones parciales, positivas y negativas, que ayuden a perfilar el boceto, el esquema, el modelo de lo que puede ser. La palabra - cristiano • tiene varias acepciones y significados pero, ai usarla en relación a nuestras Fiestas de San Jorge y a tos Moros y Cristianos, el sentido del vocablo se concreta a evocar los guerreros medievales que defendían la Cruz contra la Media Luna, y no tiene por sinónimos los términos religioso, católico, eclesiástico, evangélico, etc. Por lo tanto en una marcha cristiana no caben ailtíuias ni ttítums, ni canto gregoriano ni coros celestiales. Con estos elementos se podrá escribir una pieza para audición en un teatro o en un templo, mas no para el desfile brioso y marcial de los fes teros. Lo que se busca es una marcha rítmica y vibrante que empuje, que tspentt a las escuadras bajando por ¡a calle de San Nicolás en esa gran parada bélica medieval que es la Entrada de Cristianos. Para componer una marcha cristiana hay que pensar en la Reconquista y el Romancero, el Cid y el Conquistador, las Navas y el Puig, en el Alcoy de 1276, en yelmos, corazas, escudos, picas, lanzas y espadas; hay que evocar un castilla amurallado con fuertes, almenas y fosos, puente levadizo, patio dé armas y camino de ronda, torre del homenaje, vigía y castellanas —señoras del castillo— viendo partir a sus deudos y amigos al frente de las mesnadas y al son del clarín de guerra para luchar contra el Islam. El compositor que pretenda acertar tina marcha cristiana ha de ir, como las abejas, libando la mejor de tantos y tantos pasajes como nos brindan las obras históricas sobre la Edad Media de música, novela, épica, teatro, cine, etc., tales como la «Marcha triunfal», de Rubén Darío, y la «Marcha triunfal», de Verdi en «Aída». Inspirándose en estos elementos es posible plasmar una pieza musical que halague y obligue al festero Acristiano» a desfilar a un ritmo ud bac, diferente a los del pasodoble dianero y la marcha mora. Para ello no será necesario llegar a una obra

Es creencia generalmente admitida por todos los alcoyanos, festeros o no, que la Entrada de Moros resulta larga y pesada porque las marchas moras tienen un ritmo lento que frena las escuadras. Ello es falso intrínsícamente y sólo en algunos matices personales hay algo de verdad. Frecuencia de ritmo es el número de pisadas que el aire de la obra obliga a dar al festero en la unidad de tiempo; y velocidad de avance son los metros que el festero recorre también en la unidad de tiempo. Ambos conceptos son completamente distintos e independientes, pero el común de las gentes, los considera vinculados entre sí, el segundo en función del primero, Para deshacer el entuerto basta un par de ejemplos. En cualquier ensayo de cualquier 7ilá vemos que, interpretando un pasodoble díañero, la frecuencia es muy alta mientras que la velocidad de avance es nula puesto que ¡as dimensiones de! local impiden que el festero se desplace de su sitio. Por el contrario, una escuadra que desfile al compás de una marcha mora, con ritmo más lento y frecuencia mucho menor, recorre metros a paso normal y a poco que se lo proponga. La frecuencia de ritmo y la velocidad de avance son, pues, dos cuestiones radicalmente autónomas en su esencia objetiva. Lo que sucede en la práctica es que el festero, envuelto y ganado por el ambiente y las circunstancias del momento, subjetiva e inconscientemente acompasa la velocidad a la frecuencia, el avance al ritmo, cuando en realidad se puede recorrer más camino con una marcha mora que con un pasodoble dianero... si se quiere. De donde resulta que el defecto achacado a la música peculiar de la Entrada de Moros es, en el fondo, nada más —¡y nada menos!— que una cuestión de voluntad, del hombre, del festero. Si los entendidos en la materia señalan que una marcha mora suele tener una frecuencia de 60, el pasodoble moderado o stntatde 80 a 92, y el pasodoble ligero de 100a 120, posiblemente la frecuencia que mejor cuadre a la marcha cristiana oscila entre 80 y 100, pero con un ritmo propio, nuevo, distinto, característico, que le dé personalidad; y ello es, sin duda, el factor fundamental a determinar y conseguir. ...con el mazo dando

Lo más probable es que la marcha cristiana no se logre al primer intento, ni al segundo, ni al tercero, pero es factible que cada compositor acierte en un pasaje, en un motivo, en una idea y, con el tiempo, una selección eclética nos dé el formato, la pauta de lo que se busca. Tampoco se pretende alcanzar el objetivo en el primer Festival dedicado a esta nueva modalidad y tal vez se requieran varias tentativas, pero lo importante es poner manos a la obra, y corazón, abrir brecha, buscar el rumbo, superar dificultades. Allanado el camino, cualquier compositor lo podrá recorrer como Pedro por su casa, y visto el modelo, las marchas cristianas florecerán como los hongos. Y si, por vía de inspiración, alguien diese en el clavo a las primeras de cambio, miel sobre hojuelas. SALVAOOR DOMÉNECH LLORENS


Alcoy y sus músicos

José Seva Cabrera

José Sera Cabrera

L' A L F E R I S í™a^s™Lj;s«*<>L¿" - J. SE VA CABRERA

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De entre la floración artística,que brilló con luz propia, en aquel Alcoy entrañable de finales del XIX, destaca el maestro Seva Cabrera, formado como tantos otros en el seno de las bandas locales, tan representativas en la vida musical alcoyana. Por el trabajo titulado «Las bandas de música», de Gonzalo Faus, trabajo que mereció e! premio de la Sociedad Apolo, en el Certamen Científico-Literario de 1901, nos llegan noticias de la fundación oficial d é l a banda «Primitiva», en 1830. Una lápida colocada al efecto, en la fachada de la casa n.° 8 de la calle de San Nicolás, recuerda emocionadamente el primer domicilio que tuvo. De la aparición en público de la «Música Nueva», el sábado de gloria de 1842, nos entera el misino Faus; a la par que no ignoramos la rivalidad existente entre ambas, por el prurito de quien sonaba mejor. Hasta bien entrado el siglo XX, pues, no tuvieron «miga» aquellos conciertos domingueros, en que si la «ue/fii» ejecutaba determinada obra, la misma pieza ya estaba en los atriles de la «ndua» para la viniente audición. ¿Que cualquier tiempo pasado fue mejor? Vete a saber. Lo cierto es que, por aquella *tipitia» artística, las entidades musicales alcoyanas redoblaban sus esfuerzos, llegándose á contar en la ciudad, por aquellas calendas, con las bandas; «Primitiva» {«la vella»); «Nueva del Iris» —por disgustos ocurridos en la «Nueva» se funda, en 1880, la banda que titularon «Novísima», fusionándose en 1893 ambas, para formar la «Nueva del Iris'», que ha llegado hasta nuestros días—; «Música Tercera» —el vulgo le motejó con el sobrenombre de 4a f>fn¿i» — , «La Patria Chica», banda de música de vida muy efímera, formada por elementos procedentes de ¡a «Primitiva» y «Nueva del Iris», por cuyo motivo se la bautizó humorísticamente: 4a música d'ds insurrecta», «Banda de música de la Sociedad El Trabajo», cobijada en !a Asociación de Socorros Mutuos El Trabajo, de la cual tomó el nombre; y finalmente el «Orfeón Alcoyano», fundado, según la guía del editor Martí, en 1863, por don Rafael Pascual Vitoria, con la ayuda de un centenar de entusiastas protectores. Las clases, eran nocturnas y gratuitas, llegándose a contar" una matrícula de 90 alumnos. Pero lo más significativo e importante de todo este movimiento musical alcoyano, era la formación en el seno de las bandas de un buen plantel de elementos que, de meros instrumentistas algunos, llegaron con el tiempo y tesón a ocupar el primer atril de éstas, nutriendo por demás los archivos, de música original e inspirada. Los archivos de la «Primitiva» y «Nueva del Iris» —por citar los más señeros—, guardan todo un tesoro de partituras maestras, que si en vez de arrinconarlas sus autores, se hubieran propuesto darlas a conocer, otio gallo hubiera cantado a nuestra música. Con estos hombres, nació en buena hora la música festera atcoyana con marchamo de garantía, tomando carta de naturaleza el pasodoble «dianero» —pimpante, vivaz y alegre—, y el vul-


garmente llamado «SEntííf» —reposado, tranquilo, señorial -; al igual que la «marcha mora»; sensual, nostálgica, arrebatadora... José Seva Cabrera, fue uno de los pioneros de la bandística local Seva Cabrera, desde su puesto de subdirector de la «Primitiva» —veinticinco años tenía cuando se le confirió tal nombramiento —, machacó ¡o suyo para que "la vella» adquiriese toda —la familia de sarrusofones— ocho instrumentos en total de viento y madera, de tesituras correlativas y de origen francés adquisición que se llevó a cabo en 1890. Seva tocaba el sarrusofrín de manera extraordinaria, y debió ser el viaje que realizó a París, donde estudió Composición en el Conservatorio con el renombrado Leo Delibes, lo que motivase la adquisición de referencia Del francés Eduardo Lalo, sabemos también que recibió consejos nuestro paisano; enseñanzas que le valieron, a su regreso, el ser nombrado director de la banda «Primitiva». Seva Cabrera sucedió en el «podium» al maestro don Rafael Pascual Pascual, que presentó la dimisión en julio de 1897, para retirarse a Cocentaina, por motivos de salud. Tres años solamente figura don José Seva al frente de la «Primitiva», llevándole su espíritu inquieto a fundar, con diversos elementos de la «vélla» que a su marcha le siguieron, la banda de la Sociedad El Trabajo, nacida con el siglo y disuelta a los dos o tres años de vida. Dedicado a la pedagogía de la música, don José Seva abre academia particular, a la par que un establecimiento dedicado a la venta de instrumentos y material musical. De un rotativo de la época cop-iamos el siguiente anuncio: «Casa Seva, — San Lorenzo, 32. Alcoy,— Almacén de instrumentos y accesorios de música. —Obras musicales de todo género.— Métodos y estudios de todas clases. —Novedades para banda. —Operas y zarzuelas completas o números sueltos. —Pianos al contado, a plazos y de alquiler, —Guitarras, bandurrias, laúdes y mandolinas. —Cuerdas baratísimas para estos instrumentos», Por su filiación al partido Unión Republicana, fue elegido, en 1911, c o n c e j a l del Ayuntamiento. A su gestión, se debió el acuerdo del municipio alcoyano, en 1915, sustituyendo del nomenclátor callejero el rotulado «Santa Leocadia», por el del «Maestro Espí» y por alzarse en dicha vía el suntuoso chalet del insigne músico alcoyano. Nuestro biografiado era primo hermano del laureado pintor don Fernando Cabrera Cantó, autor del óleo que ilustra este trabajo. Por maestros en el arte tuvo a Don Francisco Cantó Botella y don Rafael Pascual Pascual, actuando en sus primeros años como «seise» de la Parroquia de San Francisco. Casado con Teresa Laliga, no tuvo hijos en su matrimonio; retirándose al término de sus inquietudes artísticas, a una granja no lejos de la ciudad, en donde falleció, el jueves 30 de marzo de 1922. Contaba 57 años de edad. Como compositor, Seva Cabrera no fue gran cosa lo que produjo, destacando una «Salve, para tiple»; «Teresa», tanda de valses (1888), dedicado a don Evaristo Candela Moltó; y los pasodobles «El Judío» (1891); «El nuevo castillo» (1895) y «L'Alferis» (1915) título este último que elegimos para nuestra página musical, en homenaje a esta alcoyanísima figura, de cuyo nacimiento se cumple ahora, precisamente, el primer centenario. La versión pianística que ofrecemos del pasadoble «L'Alferis», se debe al competente músico Enrique Castro Gamarra actual director de la banda «Nueva del Iris», al que agradecemos su colaboración.

La banda "La Primitiva >• en 1S& Director D. K a l a e l Pascua] Pa cual (Archivo «La Primitiva-

ERNESTO VALOR CALATAYUD


L' A L F E R I S Posodoble por

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estrofes a la festa En ía sacro aureola on el miracte canta en simfonia esvelta —esc/af anyal d'afzur—, la febre cíe /a festa primavera/ es tanta, que espleta en rasa i ritme del foc que Alcoi implanta peí nervi del seu fur, Divina jerarquía de t'imputs que asperona /'arre/oda avenencia d'una crido fídei, ha marcaf íes tres dates amb verme// que acarona el clavel/ que enconrafja i ía creu que corona /'esperance i l'annel. Peí comí de í'enyor venen vives bonderes i arran d'a/ba benigna el galop d'un cava//. Pe/ comí del goíg van íes remors ene/seres femperonf cors unifs en /ciases ringleros, fraternal enfíJal/. Creu vermel/a en erm/ni de puresa evangélica, míf/a //una en maragda de coranic veri, fan con/uní de fervore i pregaría angélica en origen devof de vicíória célica que ens senya/a el destt, ¿On fa soles de ¡legenda la fornida memoria? ¿Quina fado o quin ángel l'esperit na représ? Cada any vibro el ¡lampee poderos de la historia enriquint e/ col/u d'un prodigi que es gloria i estet.lar crit enees. Ja fa seg/es que s'omp/i de sen/ais el paisatge quan ve el mes de Sant Jordi i respiga somriu. Dinfre /'ánima brolla, de fae/l ñau, el missafge que, portanf llum de í/ica en vencut esc/avafge, es fa credo nadíu. Eí merlet que s'aixeca i l'iaVI./t concería sembla esírényer les fífes de tota la ciutat. Aleo/ viu i somnia en carn i ánima oberfa l'erecte resfímoni, ío fesfa que despertó el cfam de/ seu possof. T"ofs senfírem d'infants la tonada moruna feta ardenta cadencia de mezquifa i deserf. Tofs fru/rem o do// de /a bono forfuna que es íenir una fesfa on l'heroic fet aduna el fresor que no es perd. Tofs canfárem al chor de la gran remem branca el /o//u himne que orla el prefací florif, i al maK dianer, quan el goig enfra en dansa, íofs segu/rem í'a/fange, el pavés i la /lonco de I'he roí resorgit, S'heralditza fíns I'aire i tot té fesomía de fanfásfico herencia en l'unánim rampe/l. El timbal marca el pos ritual de ¡'orgia i flameja en presogis la reial gosadia d'assaltar el cosfel/. / vindro, puníual, el Genet posant meta a fenebres i boires, a impureses rebe/s. Tornará en reñí d'amor aquel/ pa que s'encefa amb comp/ida mesuro, puix que va una Sagefa esquincan^ e/s recéis. /Ai si sempre senfírem l'apinyada alegría Í I'alé zenital de fin vicie patról ¡Ai si l'a/ba del goig fóra guany d'harmonia, resum/í per Ja roso que Sanf Jordi ens envía en perfums de perdó! JOAN VALLS JORDA

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XIII CONCURSO FOTOGRテ:ICO


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TEMAS DEL CONCURSO l."-Estampas fesleras, en diapositivas color. 2.s-Eslampas festeías, en blanco y negro. 3.a-Aspados de Alcoy, en color y negro. FOTOGRAFÍAS PREMIADAS 1.-Cristiana, de Vicente Llopis Llorens, 1.* Medalla (coloi) Portada Revista 2.-Entrada, de José Crespo Colomer, 2 * Medalla (color). 3.-Trueno de mando, de Federico Grau Rico, Premio Priméis Trons. 4.-Can di lio, de José Crespo Colomer, accésit (color) 5.-Alarde, de José Crespo Colomer, 1 a Medalla, Estampas testeras 6.-Salvajet de José Crespo Colomer, Premio Priméis Trons 7.-Risueños, de Antonio Pérez Jordá, accésit (color). 8.-Misa, de José Crespo Colomer, accésit (color), 9.-La enseña, de Antonio Santacreu Pascual, accésit (b y n 10.-Marchando, de Manuel Poris Silvestre, accésit (b. y n.|.

11.-Dos Generaciones, de Rodolfo Pericas Semper, 1." Medalla, Aspectos de Alcoy. 12.-Amanecer, de Rodo lío Pericas Sera per, accésit (color). 13,-Garrofero, de Francisco Balaguer Boix, accésit (color). U.-Fiestas, de José Crespo Colomer, 2 * Medalla, Estampas fesíeras. 15.-j Che qué bombes!, de Mano Valdés Pérez, accésit fb y n i 16.-Pipí, de Antonio Pérez Jordá, accésit ib y n.). 17.-Contrastes, de José Crespo Colomer, 2 * Medalla, Aspectos de Alcoy IB.-Alcoy, de José Crespo Colomer, accésit (b. y n.). 19.- Helena, de Antonio Pérez Jordá, accésit, (color). 20.-Las Tres Ninfas, de Ernesto Vilaplana Bou, accésit (color/ 21,-A parición i de José Crespo Colomer accésit (color)


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la mujer en las fiestas de moros y cristianos

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ENSEMOS en el significado histórico de nuestras tradicionales Fiestas. Alcoy no es un caso aislado, ya que las fiestas con motivaciones de Moros y Cristianos, aunque con caracteres distintos abarcan en España un área geográfica amplísima, teniendo en cuenta el importante papel que nuestra península jugó en el desarrollo y hundimiento de la civilización árabe. Pero nos interesa destacar, sobre todo, aquellos lugares en que dichas fiestas, como las nuestras, conmemoran un hecho de la Reconquista, y reúnen los caracteres de un mismo tipo. Los pueblos que las celebran están emplazados a lo largo y a lo ancho del Reino de Valencia, pero sobre todo en la zona montañosa del corazón de la provincia alicantina. Sin embargo, aun dentro del mismo tipo, cada uno de ellos celebra sus festejos con unas características propias, dotándoles de unos matices que reflejan fielmente su personalidad, sus gustos. Reflexionando sobre estas fiestas y su significado, me he preguntado repetidas veces, ¿qué papel corresponde a la mujer en las fiestas de Moros y Cristianos? Pero, antes de contestarnos a esta pregunta, sería interesante efectuar una gira que nos demostrará palpablemente lo que ocurre a este respecto en las fiestas de los distintos pueblos del ámbito geográfico aludido. Hallaremos una gradación que, partiendo de la mujer casi varonil, capitán de sus huestes, llegará a ofrecernos una imagen más femenina y delicada de la misma. Observemos el mapa. En algunos lugares como

Bocairente, Ibi y Bañeres, la mujer ha ostentado en diversas ocasiones la máxima autoridad festera, Capitán de su fila o bando, desempeñando las funciones inherentes al cargo: conducción y mando de tropas, incluso en ocasiones disparo al frente de sus Fuerzas en los simulacros de combates. Es decir su papel se equipara al del hombre. Vemos también que en Elda y Muchamiel las mujeres desfilan como cabo de escuadra, en las Entradas de Moros y Cristianos. Escuadras femeninas desfilan en Ibi y Castalia, incluso de esclavos negros con su cabo y todo. Espectáculo no muy delicado por cierto. Tampoco era fino el espectáculo de las desaparecidas «cantineras» de Jijona e Ibi. En otros lugares, aunque con un sentido más femenino, sigue desempeñando la mujer importantes papeles festeros. Así en Petrel, Ibi, Castalia, Elda y Sax, aparece como Abanderada de cada fila, máxima figura junto con el Capitán correspondiente. Y a pesar de su lujoso y deslumbrante atavio, conducir el pendón en las batallas es más bien propio del hombre puesto que requiere lógicamente unas cualidades que faltan en la mujer. En cambio, en los pueblos del Norte y Este de la provincia, Onteniente, Muro, Cocentaina, Benilloba, jijona, Villena, Villajoyosa y Alcoy, la mujer interviene en estos festejos sin traspasar los límites de lo puramente femenino Será la noble castellana que, junto al paladín cristiano, marcha acompañada de sus dueñas, o la gentil agarena que adorna con su belleza el harén del caudillo musulmán. La hermosa y fresca huertana, de mejillas sonrosadas y dulce mirar; la andaluza de ojos negros y caminar garboso; la serrana de porte sencillo. Todas marchan en pos de sus hombres, como compañeras suyas inseparables. Este es en efecto el espectáculo, tan variado, que se ofrece a nuestra vista. ¿Qué opinamos acerca de todo ello? Creo reflejar el sentir de la mujer al coy a na, femenina cíen por cien, pero no quisiera lastimar los sentimientos ni susceptibilidades de nadie. Es cierto que vivimos en pleno siglo XX, yque, por fortuna, hemos superado multitud de prejuicios que pesaban de manera obsesiva sobre nuestros no muy lejanos antepasados. Se ha adelantado mucho en un cuarto de siglo. La mujer actual se va equiparando al hombre en multitud de aspectos. Algo estupendo, pero que lleva consigo el tremendo peligro de que, queriendo ampliar cada vez más sus conquistas, pierda su feminidad, ese compendio de cualidades que constituyen su esencia, su encanto y atractivo. Hombres y mujeres son iguales, sí, en dignidad, pero diferentes y complementarios. Hoy, a mi parecer, la actitud de ía mujer debe consistir en estar presente en cualquier tipo de actividad, pero con un despliegue intensivo de feminidad. No tiene, pues, porqué quedar al margen del maravilloso espectáculo de estos singulares festejos de Moros y Cristianos, debe de tomar parte activa en ellos, pero siempre como mujer. Con ello está todo dicho. DELFINA VALOR GiSBtmr

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Laboratorio Azul


Poblaciones con Fiestas de Moros y Cristianos

BOCAIRENTE C

ON esa feliz despreocupación que caracterizó a nuestros antepasados, nadie puede señalar a punto fijo la fecha de iniciación de las Fiestas de Moros y Cristianos. La tradición nos dice que a últimos de 1859 se reunió el Consejo Genera) de la Villa para decidir qué clase de festejos deberían celebrarse para completar ¡a festividad religiosa del Patrón San Blas, y el clima patriótico que se respiraba con las recientes victorias en África, y como la influencia de la vecina población de Alcoy, indujo a 1os Vocales nombrados al efecto y a! Consejo a votar de manera unánime por las de «Moros y Cristianos». Es a partir de 1860 cuando aparecen ya Ilislfs de diferentes Comparsas y en 1864 se imprimen unos «Versos en honor del glorioso Mártir San Blas, Patrono de la Villa de 8ocairente, en su fiesta del día 3 de febrero del año 1864», en los que, de forma bilingüe, se hacen eco de las Fiestas, siempre encauzadas a la veneración de San Blas. Hasta principios del siglo XVII era patrón de la Villa el Apóstol Santiago, hacia el cual sentía el pueblo gran devoción. Pero en septiembre de 1632 la enfermedad llamada garrotillo —difteria— hizo estragos en la población. Como quiera que el mal atacaba precisamente la garganta y el pueblo sentía devoción por el santo abogado contra estos males, a su ermita fueron a implorar la gracia divina, de suerte que pronto se apreció la acción milagrosa del Santo. Las autoridades eclesiásticas y civiles, a instancias del pueblo devotamente agradecido, eligieron por voto unánime a San Blas como Patrón de la Villa, el 6 de noviembre de 1632. Por aquel entonces era costumbre de los pregoneros hacerse anunciar mediante redobles de tambor, y al momento de ser elegido San Blas Patrón de Bocairente, reuniéronse cuantos tambores había en el pueblo, y saliendo de la puerta de su ermita (hoy desaparecida) en la actual placeta áe Sant BlíJi, recorrieron todas las calles y plazas de la Villa, a redoble batiente, anunciando la buena nueva Este fue el origen de la lAítí de les caixes que sigue celebrándose cada l.°de febrero, como prólogo inmediato de las Fiestas. En los primeros años del siglo XIX comenzó a suscitarse la duda de si San Blas era o no legítimo Patrono de Bocairente. Tanto en el archivo de la Villa como en el de la Iglesia parroquial no se encontraba la declaración del patronazgo, y aunque la tradición constante —de la que participaba todo el pueblo— afirmaba rotundamente este patronazgo, no faltaba quién argüía lo contrario, haciéndose pública esa duda. Se recurrió al Arzobispado, quien devolvió la tranquilidad al pueblo con su declaraciónt «Por parte de! Clero, Consejo, Justicia, Regimiento de la Villa de Bocairente, en esta nuestra diócesis, y a nombre del común de vecinos de la misma, se nos ha manifestado, que en un libro registro de los Consejos de aquella Villa, que comprende los años 1605 hasta el 1633 se halla un acuerdo (cuya copia autorizada nos han presentado) en la cual se lee: Que en 6 de noviembre de 1632 el Consejo General legítimamente convocado y congregado VOTO por Patrono de dicha villa al Glorioso San Blas Obispo, solicitando el correspondiente decreto del entonces Arzobispo, nuestro predecesor don Fray Isidoro Aliaga, para la celebración de una fiesta como tal el día 3 de febrero de cada año, la que en efecto se ha celebrado sin interrupción hasta el presente. Mas no hallándose en el archivo ni en el Clero la aprobación necesaria y prevenida, y deseando la continuación de la festividad del Santo, y quitar todo escrúpulo, todo el vecindario recurren a nos para la aprobación de S. S. y como ésta imposibilita por las circunstancias actuales, nos han suplicado en uso de nuestras facultades confirmemos la nominada elección, supliendo cualquier defecto que haya podido faltar, Y nos condescendiendo benignamente a sus súplicas por tenor a la presente, confirmamos y aprobamos la elección hecha por todo el común de vecinos, según queda expuesto, por Patrono Principal de la citada Villa de Bocairente en San Blas Obispo y Mártir, con todas las prerrogativas que le corresponden, celebrándose fiesta anual el día 3 c!e febrero y que como tal se solemnice la fiesta por el Clero secular y regular, conforme a las rúbricas y como día de precepto para la Villa y feligresía que comprende su término. Sin que consten cualesquiera cosas en contrario y teniendo por suplidos cualesquiera defectos que se hubieran cometido. Dado en nuestro Palacio Arzobispal de Valencia, firmado y

MIGUEL CANTÓ CASTELLÓ


sellado con el de nuestras armas, a los 21 de enero de 1811.—Fray Joaquín Company Arzopispo de Valencia. Por mandato de S. E, el Arzobispo mi Señor, D- Vicente Ferrer, P.S.° Abr».

Actos de Fiestas Las Fiestas son anunciadas el segundo domingo de enero mediante el acto de la Publicado en el que un representante de cada Comparsa, con el traje festero, recorren las calles del pueblo acompañados de una banda de música. Años atrás solía precederla el JVo B/dí i'£sttídiant, entusiasta festero, quien, montado a caballo y en un largo parlamento en versos valencianos, iba señalando el programa de las Fiestas y dando cuenta del nombre y particularidades de los Capitanes. El tercer domingo de dicho mes se celebra £'aeapte, en el que las Autoridades, juntamente con los Capitanes, recorren las calles de la Villa recogiendo (captant) limosnas y donativos para las Fiestas. Tal acto es hoy un puro simbolismo. Y el cuarto domingo del movido enero se celebran £ls cwiífs. En cada Comparsa, aquella tarde, en asamblea púbiica, se dan cuenta de los gastos habidos durante el año, de los previstos para las Fiestas, y del importe de lo que corresponde pagar a cada festero, descontándole la ratiía o cuota semanal que haya abonado durante el año. Las Fiestas propiamente dichas se celebran del 1 al 5 de febrero, si bien antes tiene lugar un solemne novenario en honor del Santo Patrono a partir del 23 de enero. Como son nueve las Comparsas existentes, cada noche se oficia por las

Moro Via] o Marroquí Moro Marino Mosquetero Españólelo

Granadero Contrabandista Zuavo Estudiante

Dib. Blas Hernández

intenciones de una de ellas y sus festeros suben al presbiterio en el momento de las oraciones finales, Día 1 de febrero.—A mediodía, un volteo general de campanas anuncia el comienzo de las Fiestas. Por la tarde, al toque del Ángelus y después de rezadas las oraciones, se lanza el primer *¡"Vitol al Pairó Sant BídíJ». Se disparan fuegos de artificio y acto seguido los sargentos de las Comparsas y tambores de las mismas, inician desde la puerta del Ayuntamiento la Retreta que rememora la proclamación hecha de San Blas como Patrón de la Villa, recorriendo las principales calles de ia población; constituyendo todo ello la W(i de les caixes. Día 2 de febrero.—A las 11,30 de la mañana se reúnen frente a la Casa Consistorial todas las músicas de las Comparsas que han de tomar parte en Sos festejos y, a los acordes del Himno Nacional, son izadas las banderas, disparándose una gran *mascletá». Seguidamente desfilan por turno las bandas de música. A las 4 de la tarde, desde la plaza de Pío XII, se inicia la Entrada de Moros y Cristianos, que finaliza en la plaza del Caudillo, pasando después revista" a sus respectivas tropas los Capitanes de los bandos Cristiano y Moro,que son los respectivos Capitanes de las Comparsas de Españólelos y Moros Viejos. Finalizada la revista, se dirigen al templo parroquial para asistir a las solemnes Vísperas. A la salida, las Comparsas desfilan ante las Autoridades, antes de retirarse a sus -maséis» o domicilios sociales. A las 11, gran Retreta que empieza en la Beneficencia y acaba en la plaza del Caudillo con fuegos de artificio. Día 3 de febrero, festividad del Patrón San Blas.—A las 8 de la mañana da principio la Gran Diana y, al llegar a] Monumento a los Caídos, las Comparsas hacen un saludo de honor.

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A las 10,30 se reúnen, frente a la Casa Capitular, las Comparsas con sus bandas de música, y seguidamente, presididas por Capitanes y Autoridades, asisten a la solemnísima Misa Mayor en el templo parroquial. Luego se dirigen todos a la plaza de los Mártires para rezar un responso ante la Cruz de los Caídos. A las 6,30 de la tarde se concentran las Comparsas en el Ayuntamiento, de donde se dirigen al templo parroquial para asistir a la solemne Procesión. Al llegar ésta a la plaza del Caudillo se hace un alto, esperando la entrada de! Guión e Imagen del Santo, que es aclamada, cirios en alto, con el «¡Titoí al Patró Saní B!aí!>, disparándose fuegos de artificio y finalizando el acto en la Iglesia parroquial, A las 1 í de la noche, concierto y castillo de fuegos ar tificiales. Día 4 de febrero. —A las 8 de la mañana oyen misa las Comparsas en la Parroquia, iglesia de Religiosas Agustinas y Beneficencia. A las 10,30 tiene lugar en los Llanos de Santa Águeda la batalla entre ambos Bandos, siguiendo el combate por calles señaladas hasta la plaza del Caudillo, para, ante el Castillo, hacer la Embajada del Moro. Terminado el parlamento y la lucha al arma blanca, el bando Moro coloca en las almenas la efigie de, Mahoma. A las 4,30 de la tarde se repiten actos análogos a los de la mañana, con la Embajada del Cristiano, los Moros son expulsados de la fortaleza y la efigie de Mahoma es quemada y arrojada desde los muros, siendo recogida por la Comparsa de Marroquíes C*£is 3tíarrocs>-), Por la noche, concierto y las clásicas *í~ordaes». Las Embajadas son composiciones en verso a base de redondillas, y difieren

poco de las de pueblos limítrofes, sobre todo Benejama. Los Embajadores son escogidos y nombrados por mediación de los Moros Viejos y Españoletos, por ser las Comparsas que capitanean siempre ambos Bandos. Los disparos de !a batalla se realizan con arcabucería semejante a la de otras poblaciones donde se celebran fiestas de esta índole, excepto los Mosqueteros que usan auténticos mosquetes de 17 kgs, de peso, con salvas de unos 20 gramos de pólvora, por lo que se disparan a dos manos y con mecha. Día 5 de febrero.—Como los días anteriores, Diana a las 7 de la mañana A las 10 se reúnen las Comparsas en la plaza del Caudillo, de donde se dirigen a la ermita del Santo Cristo para celebrar la tradicional Misa de Acción de Gracias y en la que cada año, por turno riguroso, hacen las Comparsas guardia ante el altar. Después del santo Sacrificio tiene lugar, ante la imagen del Crucificado, el acto de la Conversión al Cristianismo del Capitán Moro, llamado vulgarmente «El despojo del Moro». Al regreso, van al templo parroquial y besan la Reliquia del Santo. A las 5 de las tarde, en la iglesia de las Agustinas y después de un Te Deum, son impuestas las bandas a los nuevos Capitanes y Alféreces de cada Comparsa, por el Sr Vicario, Presidente de la Junta de Fiestas y Autoridades invitadas. Después ías Comparsas, [levando al frente sus nuevos Capitanes, dan el paseo acostumbrado, con salvas de arcabuces, hasta el respectivo -maset*. Por la noche siguen los conciertos y la *coráá». Día 6 de febrero.-Ya con traje de calle, a las 11 de la mañana, se reúnen las Juntas de las Comparsas con la Junta de Fiestas para asistir a las Misa de Réquiem en sufragio de los festeros fallecidos.


El Cajtillo

Zuavos

Comparsas y organización

La Mahoma

V i

Las Comparsas actuales son nueve, cinco en el bando Cristiano: Españoletos, Granaderos, Contrabandistas, Zuavos y Estudiantes; y cuatro en el Moro: Moros Viejos, Marroquíes, Moros Marinos y Mosqueteros. Al iniciarse las Fiestas el bando Moro estaba compuesto de tres Comparsas a las que se agregó más tarde, en 1868, la de Marroquíes. Por contra el bando Cristiano ha sufrido diversas evoluciones. En principio !o formaban las de Contrabandistas. Granaderos, Tomasinas y Marinos Cristianos, a las que se sumó !a de Zuavos en 1867. En 1870 deja de tornar parte la Comparsa de Tomasinas que es reemplazada por la Antigua Española, la cual se extingue más adelante. En 1874 desaparecen los Marinos Cristianos dejando paso a la de Estudiantes que surge en 1878. Finalmente aparecen los Españoletos en 1903, llamados así por llevar un traje idéntico al usado por el pintor José Ribera «El Españólete». Así, pues, desde 1903 puede decirse que siguen las mismas Comparsas y a ellas se acopló el novenario religioso, lo que hace difícil el nacimiento de alguna otra nueva. Los festejos están dirigidos por la Junta de Fiestas de San Blas, compuesta por un Presidente o delegado del Ayuntamiento —cargo que recae en un Concejal o Teniente de Alcalde— un Secretario y un Tesorero. Cada Comparsa nombra un representante qne tiene voz y voto en las deliberaciones, a los que se unen la Comisión del Programa de Fiestas y otra Comisión de Ornato —cuyos miembros designa la Autoridad o el Presidente de la Junta— y un Sargento Mayor que es la autoridad máxima en los días de Fiestas. La primera reunión oficial se celebra c! domingo siguiente a la festividad de Todos los Santos, y suele terminar con el consabido .JfSÍfl avant» por parte de cada Comparsa, si no existe obstáculo para su participación en las mismas. La última reunión suele hacerse el 6 de febrero, al día siguiente de finalizar las Fiestas, llamado también «Día de í'eixabei)ó~ por exponerse, antiguamente, a la burla pública, dentro de un «rixaf^o» o red para la paja, a aquellos que se habían sobrepasado en la bebida al terminar los festejos. Se hace balance de la actuación de las Comparsas y los festeros y se aplican las sanciones por incumplimiento del Reglamento y por actuaciones individuales que desdigan de la compostura en los actos de Fiestas Hay que notar que, generalmente, son escasos. También ese día las Comparsas celebran comida en su «maset* a la que normalmente están autorizados a asistir, plenamente invitados, aquellos que el domingo siguiente solicitarán su ingreso en la misma. Cada Comparsa, rehechas las listas, comienza su *rai\la* semanal, en la que el festero va ingresando la cantidad que estime conveniente y que le es devuelta e! «Dtumrn^r deis conters* después de pagar la parte que le corresponda de los gastos de las Fiestas, Y así es como Bocairente, al llegar el mes de febrero, rompe cada año la monotonía invernal, presintiendo ya la primavera con la alegría, el color y la digna seriedad de sus Moros y Cristianos, que tienen una bandera en e! báculo de un Santo: San Blas, al que el bocairentino no sabe dirigirse si antes no lanza su «¡VITOL AL PATRO SANT BLAü».


Psicología festera

Facetas psicológicas f e s t e r a s JOSÉ GISBERT ALÓS MÉDICO

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IJO Isaías Profeta: «En los últimos días él monte en que se erigirá la Casa del Señor, tendrá sus cimientos sobre la cumbre de todos los montes, y se elevará sobre los collados y tojas !as naciones acudirán a él. Y vendrán muchos pueblos y dirán: Venid y subamos al Monte del Señor y a la Casa dci Dios de Jacob y nos ensenará sus caminos y andaremos por sus sendas, porque de Sión saldrá la Ley de Gracia y de Jerusalén la Palabra del Señor. Y juzgará entre fas gentes y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus (í£t)iírt.v en re ja i áe arado y suí lanzas en bcctí. NO ALZARA ESPADA GENTE CONTRA GENTE; NI SE ENSAYARAN MAS PARA LA GUERRA. Venid, casa de Jacob, y caminemos en la Luz del Señor Dios Nuestro .» (Isaías [J, 2 a 5). INTRODUCCIÓN

Nos ha parecido la palabra de Dios en esas palabras del Profeta Isaías, preámbulo precioso que sintetiza la esencia no sólo psicológica, sino también sobrenatural, de nuestras Fiestas. Pretendemos aportar nuestro modesto punto de vista al estudio psicológico, de algo tan entrañable para todos los alcoyanos y para muchos que sin serlo bebieron el delicioso néctar de cambiar sus espadas en rejas de arado. Aunque parezca paradógico, tomar espadas y lanzas, como sublimación de la vida cotidiana con su ritmo mecánico de autómatas y sus rencores represados a lo largo de todo un año, es definitivamente saber ir en busca de la PAZ. I. L A F A Z

Caminaren la Luz del Señor esto tan sencillo es en definitiva el secreto, la honda esencia de la Paz. Pero a nosotros nos interesa la paz como faceta psicológica de nuestras Fiestas. Al parecer, resulta difícil poder compaginar los tres rasgos psicológicos señalados por nuestro buen amigo el Doctor M. Rodríguez, de) festero: extraversión anímica, hipergregarismo estático y exhibicionismo narcisista, con esa paz psicológica que presupone un equilibrio socio-psicológico, siempre muy difícil de lograr. ¿Está el festero impregnado de paz? Ese grupo primario (o cuasi-primario) que es la Comparsa, ¿tiene por motor la paz de rodos y cada uno de sus miembros? La sociedad alcoyana, ¿siente y vive la paz psicológica, por lo menos durante ese maravilloso mes de abril? Sería precisa una encuesta socio-psicológica muy bien llevada, lo que se sale evidentemente de los límites modestos de nuestro pequeño ensayo, para desentrañar estas preguntas. Empecemos, pues, por afirmar que nuestra tesis parece en principio acoplarse a la realidad de los hechos, por cuanto nos encontramos ante una MOTIVACIÓN colectiva y unánime. En Psicología Social, entendemos por ^toSivadá» un estado o situación de! organismo (individual o social) que moviliza una cantidad de energía corporal que se dirige de forma selectiva hacia una parte del entorno. La Motivación es, pues, una situación interna, psicológica, todavía no actuada y, precisamente por no haber llegado todavía a convertirse en acto, presupone con el tmfmfco, un estado de trusión hacia algo muy concreto. Este triple carácter de nuestra motivación festera: impulsividad, finalidad y selectividad, no tienen lógicamente una sola raíz y su estructura podría ser por sí misma, motivo de un extenso trabajo psicológico de investigación, que creemos todavía por hacer pese a las magníficas aportaciones que se han venido haciendo estos últimos años, entre ios que nos parecen dignos de destacar los estratos ónticos señalados por nuestro amigo el profesor Díaz Terol: espíritu normativo, unidad operativa e interioridad proyectada. Convencidos de la multiplicidad de raíces de nuestra motivación festera, creemos que la herencia de un lado y el ambiente de otro, constituyen los pilares básicos sobre los que los alcoyanos nos sentimos (siquiera sea en una sola cosa) acordes hasta la intimidad más profunda: !a motivación psicológica festera Ya sé que hablar de herencia y ambiente como concausas de cualquier tema psicológico es un tópico, pero como

verdad debe ser subrayada, tanto más cuanto que esas mismas raíces en otros aspectos de la vida de Alcoy, como individuo, grupo o sociedad, no abocan a esa paz psicológica en la unanimidad plena y fecunda. U. L A C O R D I A L I D A D

He aquí la segunda faceta que queremos abordar. ¿Por qué nuestras Fiestas provocan una inundación de cordialidad que después se esconde en gran parte durante el resto del año? La cordialidad del festero es proverbial, espontánea, sincera, honda y entrañable. Su corazón rebosante de amor se deshorda sobre propios y extraños: necesita volcarse sobre los espectadores porque quiere hacerles participar de su gozo. No importa que sea "Marta, Mr. Smith, Henr Schoiter o su superior o inferior en el trabajo: su corazón ancho como el mundo, destella por todas partes esa cordialidad que Cristo bajó a enseñarnos. Su cordialidad es Caridad de uno a otro extremo. La Fila como grupo sociológico y la sociedad alcoyana entera, viven, embriagados, esa misma cordial ¡dad: casas, balcones, dormitorios improvisados, dulces, sonrisas..,, todo es poco para que el forastero se vaya con un recuerdo imborrable de esta curiosa ciudad encerrada entre montañas, donde no parece sino que se haya instaurado ya LA CASA DEL SEÑOR de que nos habla el Profeta. ¿Qué sucede? ¿Dónde está la raíz psicológica de esta locura de amor individual y colectiva? Sencillo: Hay una ACTITUD unánime y acorde los días de Fiestas. La ACTITUD, continuidad psicológica de los motivos, es decir de la motivación, es una orientación genérica latente y permanente bacía una cosa determinada. En ella no hay tensión, porque se descarga con el acto. La actitud, más elevada, más consciente que la motivación, es la puesta en práctica de aquélla. Pero no olvidemos que la motivación, por humilde que sea, determina el comportamiento y es la raíz de nuestras actitudes. La actitud psicológica festera tiene para nosotros su cenáculo: las Comparsas, aspecto que ya ha sido señalado por M. Rodríguez. Mí. FACILITACIÓN SOCIAL

He aquí en esta tercera faceta el nudo gordiano no sólo de nuestras Fiestas, sino del porvenir de nuestra ciudad. Kurt Lewin, uno de los pioneros de la Psicología Social, dice: «Es más fácil obtener un cambio de actitud sobre un grupo, que sobre un individuo aislado » .

Foto: Lais San US Abad


La «facilitación social» que supone el grupo «fila», pena nos da decirlo, está siendo sistemáticamente ignorado y desaprovechado como medio interesantísimo de lograr un favorable cambio de actitudes. ¿De nuestras Fiestas"? No, No es ese nuestro objetivo. Las Fiestas nos parecen magníficas y las discusiones que se levantan por algunas innovaciones precisas para que Alcoy entero siga viviéndolas y cultivando sus virtudes, nos parecen bizantinas. Apuntamos más alto. Se trata nada menos que del porvenir de Alcoy y de la sociedad alcoyana. El mes de abril es para nosotros, alcoyanos, el mes de mayor convivencia social, de mayor toma de contacto con «los otros». Parece como si una oleada de «conciencia social» irrumpiera pujante y vigorosa, por causa de una represión todo el año contenida. Nos damos cuenta, tomamos conciencia, de nuestros muertos, de nuestros viejos desamparados, de nuestros niños más o menos huérfanos en la carne o el espíritu, de nuestros enfermos, de aquellos que pueden necesitar de nosotros. No podemos soportar que nadie quede sin consuelo en días tan llenos de felicidad porque nos sentimos una gran familia, pese a los pesimistas escépticos que quieren siempre resaltar el mal o el olvido consustanciales a nuestra imperfección humana. Se ha hablado ya muchas veces de incorporar a la mujer a nuestras Fiestas y mucho se ha logrado ya en ese camino. Pero nuestros tiros van por otro lado. Ese grupo social que es cada "Fila», esos múltiples grupos socio-culturales que pululan como miríadas por nuestra ciudad, son núcleos de hermanos nuestros que se sienten totalmente desvinculados unos de otros, durante el resto del ano. Se pierden energías inmensas por ese «capillismo« cerrado y obtuso que mira sólo por el bien del grupo, frente a tos demás. Más todavía, se fraccionan, se dividen, se atomizan... y ello porque todos y cada uno, nos despreocupamos de cambiar de actitudes. El diálogo es el gran desconocido entre nosotros.

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Monologamos y nos escuchamos a nosotros mismos, en grupos o individualmente. La unanimidad acorde, llena de color y esperanza y amor, se nos quiebra entre las manos como quemada por intempestiva helada. Cada uno va a lo suyo sin importarle apenas lo de los demás. Eso sí, acusamos a todos de individualismo, de falta de colaboración y de conciencia social, pero ninguno ponemos los medios adecuados. Sentiría mucho que este ensayo, iniciado con tanta alegría, terminara en triste sermón, pero a fuer de sincero no puedo silenciar esta incongruencia nuestra que me desgarra el alma. Creo que es necesario que tomemos conciencia de esta cruel paradoja y busquemos solución a su cruda realidad. Nosotros, que no somos quién, ni tenemos autoridad para ello, quisiéramos pedir a la Fila, como grupos sociológico (1) firme de nuestra ciudad, que revisaran sus actitudes, buscando metas más altas, sin dejar de ser cenáculos de nuestras Fiestas. Para terminar, les pediría que en algunas ocasiones incorporaran a sus cenas a sus esposas aunque ya se dan algunos casos; esas sufridas mujeres alcoyanas que con su silencio desprovisto de acrimonia, son las verdaderas vestales que conservan e! divino fuego del espísitu festero. La Psicología masculina, especialmente la celtíbera, es muy propensa a «pasarlo bien» al margen de su moderadora y complementaria femenina, ignorando el gran beneficio que su ayuda dulce, silenciosa y callada, nos proporciona a lo largo de la vida. A tí, pues, {maravillosa mujer alcoyana!, a tí que en la sombra alientas con tu amor el cúmulo de virtudes de nuestras Fiestas, te ofrezco este ensayo de psicología festera, para que te animes a poner tu gran esfuerzo en esa «facilitación social» de un cambio de actitudes que haría un vergel de nuestra ciudad, una casa de Jacob en la que caminaríamos durante todo el año en la Luz del Señor Dios Nuestro. (1) Cuya problemática planteó magistral mente desde el punto de vista sociológico la Sra M. Schloeter de jordá, en la Revista de Fiestas del pasado aña, haciendo hincapié en la metamorfosis social que i m p r i m e ese fundamental grupo-tipo que e; la FMá y cuyo ámbito de influencia quisiéramos ver extenderse año tras año entre eos otros.

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Foto: Francisco Halaguen Boix

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Aportaciones a la historia local

Alcoy, plaza de armas contra la piratería Pasan los años y siendo el Conde de Sayve, GoberA lo largo de toda la historia de nuestra península aparece una constante; su parte oriental por razones nador y Capitán General de! Reino de Valencia, y don geográficas, es !a que más sufre las invasiones de otros Agustín Lozano y Avellán, Abogado de los Reales Conp u e b l o s : colonizadores, comerciantes, guerreros. Y sejos, Corregidor, Justicia Mayor y Capitán de Guerra finalizada la Reconquista la constante se repite en los de ía Villa de Alcoy y demás lugares de su partido, se siglos anteriores, XVI, XV11 y XVIII, en forma de incur- recibió en Alcoy, el 4 de septiembre de 1767, la sisiones piratas —turcos y berberiscos— a lo largo de guiente orden del Conde de Sayve: «En el concepto de que quiere Su Majestad subsistan en este Reino las nuestras costas levantinas. A causa de estas incursiones se organizó la defensa Compañías de Milicias Urbanas, formadas por los Capide la costa en forma de plazas de armas que abarcaban tanes Generales mis antecesores para el resguardo de la un sector costero, y se constituyeron unas milicias costa, espero se sirva Vd pasar luego a mis manos una urbanas en reserva, Eran los Justicias los encargados de relación individual de las que hay establecidas en esa nutrir sus cuadros alistando los hombres o reclutándo- gobernación, con distinción de nombres de oficiales y los, procurando que fuese gente apta y no estuviesen sus destinos, previniendo a los capitanes, que debiendo exentos por otras causas, corno los requisidores y em- mantenerse siempre cada compañía en e! número de pleados en la costa, a quienes por esto se les conside- su dotación, las completen de soldados y que para lo raba ya en servicio activo. También nombraban a los sucesivo pasen a Vd. noticia de las vacantes de oficiales, oficiales de las compañías. para que me proponga los sujetos que contemple a Alcoy era una de esas plazas de armas, de la que proporción, a fin de que por mí se ¡es despachen los dependía Villajoyosa y Benidorm entre otras poblacio- correspondientes nombramientos.» nes costeras, Y hemos encontrado noticia de su estrucEl Corregidor de Alcoy mandó hacer copias de la tura en unos documentos del siglo XVIII existentes en Orden que se mandaron el 6 de septiembre de 1767 a el archivo Municipal (Ordenes y veredas, legajo n.° 23), Viltajoyosa y Benidorm, para que desde allí se acredireferentes a su reorganización en 1762. En efecto, en junio de dicho año, debido a la gra- tara la existencia de dichas compañías. Y el Alcalde de vedad de las incursiones se intentó el restablecimiento Benidorm, D. Francisco Pérez, el día 8 de septiembre de las compañías de milicias, por el Duque de Caybus, del mismo año, convocó a D, José Orts, capitán de la Gobernador y Capitán General del Reino, siendo Co- Compañía Urbana de la Villa, para que redactara la rregidor de Alcoy D. Joaquín de Anaya y Aragonés, lista formal de la misma, con distinción de los soldados aunque en aquellos días firmaba los despachos, por su alistados en su primitiva dotación, sin pasar por alto ausencia, don Joaquín Menta y Cerda, «regidor per- los subalternos, sargentos y cabos de escuadra. Con petuo y más antiguo de la clase de nobles y regentes». estas medidas estaba de nuevo alerta la costa contra El Corregidor de Alcoy pidió en junio de 1762 a los invasiones piratas. alcaldes de Villajoyosa, don Pedro Lloret, y al de BeniOEL CARMEN VERDÚ JORDÁ dorm, don Pedro Vives, una lista completa de sus compañías, con nombres y apellidos de oficiales y soldados, y un informe sobre las armas y municiones con que se contaba. En Benidorm se reunió el 21 de junio una Junta en la sala capitular, asistiendo don Pedro Vives, alcalde ordinario de la villa, ü. Francisco Llorca, regidor primero; don Antonio Orts y Simón, regidor segundo; Francisco Juan Vives, síndico procurador general; y el escribano don José Torró, que firmaba los despachos con el regidor Ü. Francisco Llorca, porque el alcalde no sabía escribir. La Junta formó la lista de la compañía de milicias de Kenidorm, integrada por 44 soldados, además del siguiente cuadro de mando: Capitán. D, José Orts de Manuel, abogado. Teniente. D. Francisco Orts de Jaime, Subteniente- D, Tomás Orts de Antonio. Sargento. D- Francisco Llorca de Máximo. » D. Matías Llorca de Ginés, Cabo, D. Miguel Fuster de Vicente. » D. Juan Zaragoza de Bartolomé. » D. Vicente Orts de Simón. » D. Luis Such de Pedro. Obsérvese como después del primer apellido se pone el nombre del padre a modo de segundo apellido. Además se remitió un informe sobre armamento. En un reparto de armas que se había hecho el 28 de abril se habían dado a los vecinos de la Villa 43 escopetas, y de las 7 que quedaban en la sala-capitular, sólo había una útil. El 18 de junio se hizo un nuevo reparto consistente en 50 fusiles, 44 repartidos a la compañía y 6 que quedaron en la sala capitular. Respecto a municiones no había ni un gramo de pólvora, y sólo un cajón y medio de balas de calibre bastante grueso.


Atenas y San Jorge Í

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EMOS dejado escrito en más de una ocasión que la figura de San Jorge —tan íntimamente unida al devenir histórico de nuestra ciudad— hay que verla e interpretarla a través de unos esquemas de alcance y dimensión universales. Muy antes de que San Jorge, el bravo soldado y el cristiano caballero, viniera a unirse y a adquirir especial significación en Alcoy a resultas y como consecuencia de un especial culto en Valencia y en la mayoría de lugares de !a antigua corona aragonesa, esto es: en el último tercio del siglo Xlll, concretamente en 1276, tal paladín de la cristiandad era aclamado por pueblos del oriente y occidente europeo después de una rápida expansión y un abultado bagaje significativo, afectivo y emocional traído desde el Asia Menor. Tras la muerte martirial del soldado, en 303 de nuestra era, bajo el furor persecutorio de Diocleciano, sobreviene el período —más o menos largo— en que, realidad, fábula y leyenda se conjugan, engañan y entremezclan para así, de tal suerte, gestar una especie de canción épica y heroica que ha de difundirse por los pueblos próximos y remotos con la misma rapidez que un reguero de pólvora o que el incienso se esparce ante el ara del altar. No cabe ninguna duda: en la propia Asia Menor, en Bizancio, Armenia, Egipto, Palestina, Grecia... la historia y leyenda del soldado decapitado en Nicomedia encuentra el primer eco y cobra ías primicias del favor y el fervor populare». Las primeras manifestaciones artísticas —fiel reflejo del interés y la consideración que tos hechos tienen en el pueblo—, las muestras iconográficas más añosas se modelan en esta circunferencia geográfica que, teniendo como centro Nicomedia, viene a desarrollarse entre Grecia, Turquía, Siria, Líbano, Tierra Santa, Bajo Egipto. Grecia, tierra comprendida dentro de este circulo, entra de lleno en la órbita de influencia georgiana. No resulta fácil ver en qué justo momento San Jorge viene —cristianizada la nación, bizantinizada tanto en costumbres como en arte y demás demostraciones culturológicas— a formar parte del panteón heleno, panteón, además, en el que ¡lega a ocupar sitial de honor. Grecia, pueblo por su geografía e historia eminentemente guerrero, sin olvidar ni arrinconar míticas deidades —origen y fundamento de su propia existencia— va introduciendo y cristianizando héroes, los héroes que la nueva religión va informando y que no son sino santos caballeros, tan guerreros y tan soldados, tan campeones y luchadores como lo fueron Hércules, Agamenón, Ulises,, En tal sentido es preciso registrar los nombres de San Demetrio de Antioquía, San Menas, San Teodoro de Tyro, San Julián, San Eustratio... todos ellos personajes que iconográficamente se muestran en actitud caballeresca, como soldados, vistiendo peto y espaldar, blandiendo espadas y empuñando lanzas Santos, además, «caballeros con su caballo», arremetiendo contra enemigos —animales u hombres— socorriendo pobres y desfaciendo entuertos, como hiciera el Quijote siglos después. De entre todos ellos, San Jorge y San Demetrio se sitúan en puesto de preeminencia y poco menos que van a dividirse el área de influencia en toda la Hélade, su función copatronal entre todos los pueblos griegos. No es difícil descubrirlos juntos, cabalgando unidos, en amigable coloquio sobre corceles blanco y tordo respectivamente, como en un alegre paseo militar por los campos de lucha. En infinidad de tablas bizantinas y protogóticas repartidas en capillas, conventos coptos y museos del país, Una de estas tablas, de graciosa factura y airoso garbo es la que, señalada con el número 1829 figura en el Museo Bizantino de Atenas, a la que nos referimos más tarde. San Jorge ha penetrado en la historia griega. Los aragoneses que lleguen a estas tierras han de robustecer tal cuito. La vieja leyenda de Perseo, aquel joven luchador que acude rápido, conducido por su Pegaso, a liberar la joven Andrómeda encadenada a un roquero marino pronta a ser devorada por un extraño monstruo, se ha transformado en el valiente soldado que sobre albo corcel llega oportuno, casi con la velocidad del rayo, a rescatar la princesa amenazada por las fauces de un gigantesco dragón. De !o pagano a lo cristiano se ha pasado con asombrosa y rápida transformación, sin apenas desestimar elementos, —los viejos y tradicionales elementos que bien podrían originarse miles de años antes de Cristo en tierras comprendidas entre el Tigris y e! Eufrates, en Persia, etc.,— simplemente mudando el signo. * ** Atenas, la ciudad milenaria donde la lógica, la medida, el raciocinio y el canon de la belleza han encontrado su forma ideal, su traducción exacta, fundiéndose en supremo maridaje

DEL MUSEO BIZANTINO DE ATENAS 1—Son Jorge, develador de las fuerzas del mal, entre los ionios médicos Cosme-y DofnílSn

Pintura blranlma, de la colección Van der Wlelen, en Hllversum IHolanddl2 T-h|Q Slala XV

3—Tabla siglo XVII. 4—Relieve de DexTleo. 5—Seis Santos guerreros, tabla siglo XV. 6-Tobla siglo XVIII. 7—Escultura en madera, Siglo XVIII.



capaz de sentar las bases de la occidentalidad? la Atenas que Péneles enriqueció y llevó a la cima del esplendor político y cultural, la Atenas de Praxíteles, Sócrates, Aristóteles, nombres sonoros, agotados en sí mismos, sin posible paralelismo ni similitud, en la ciudad griega por excelencia que siente una especial predilección y veneración por el mártir de Capadocia. Si desde el glorioso Paternón aun parece como si Palas Atenas tendiera sus brazos al pueblo prez de la universalidad; desde el monte Lykabetos —frente a la Acrópolis—, en cuya cumbre se levanta una blanca y pequeña ermita de rito bizantino, San Jorge sigue develando dragones y defendiendo doncellas pronto a ser inmoladas. En casi la totalidad de las iglesias y capillas de la capital el santo capadocio tiene a sus plantas —sea tabla, sea icono de plata, raras veces relieve o escultura— una lucecilla que chisporrotea entre búcaros achaparrados repletos de flores y olorosas ramas de atoe. En la patronímia griega «Georgius» no solamente es frecuente, sitio abundante. En el culto popular, San Jorge tiene ganada u tía particular batalla.

Hemos de referirnos, y siguiendo el inventario sanjorgista que un día se inició, a varias de las tablas, miniaturas, etc. —las que consideramos más curiosas e importantes— que enriquecen dos de los museos más valiosos de Atenas: el Benaki y el de Arte Bizantino. El Museo Benaki, fundado en 1930 por Antonio Emanuel Benaki e instalado en el hotel privado de dicha familia, situado en un chaflán de la avenida Vassilissis Sophias y la calle Ktiutnbari, contiene «na variada colección de recuerdos históricos de la guerra de independencia griega; historia contemporánea, objetos eclesiásticos y de culto, muestras bizantinas y postbizantinas de orfebrería, escultura, esmaltes, bordados, tisús greco-ro'roanos y coptos, arte musulmán y turco... Entre todo este heterogéneo muestrario artístico de desigual cronología hay que hacer resaltar tanto por su valor artístico —estilístico— como por su significación religiosa —a la que más arriba nos hemos referido— varias pinturas sanjorgistas. Es aquí donde se admiran dos frontales bordados en oro y plata sobre terciopelo: en uno de ellos, San Jorge es acompañado por un ángel que viene a traerle la corona de laurel, fechado en 1701; en otro, algo posterior —1729—, la escena está enriquecida con incrustaciones de pedrería. Existe un pendón del 1731 curioso porque a la grupa de su caballo inmáculo San Jorge lleva un pequeño personaje que muestra en las manos como una diminuta tetera o extraña ánfora. En salas contiguas aparecen dos iconos en madera policromada y adornos de plata del siglo XVI con leyendas escritas en caracteres griegos. Otro icono muestra a la derecha del santo caballero un amplio murallamen sobre el cual el rey, la reina y otros nobles presencian la portentosa

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escena dragónica, haciendo, además, el monarca el ademán de entregar al santo las llaves de la ciudad. Pero quizá el ejemplar más interesante de esta colección Benaki lo constituya una pequeña tabla del XVII que presenta algunas anomalías o características poco comunes en la universal representación artística del santo caballero. Sobre las almenas que aparecen ai fondo tremola una bandera otomana con su inedia luna o creciente bien visible, el dragón alado escupe fuego por sus fauces y, desde una nube —esto es típico de las tablas góticas valencianas, aragonesa y catalanas— la mano de Dios viene a prestar fuerza y valor al luchador develador de monstruos que, en más hondo trasunto, no es otra cosa sino la encarnación de Satanás, las fuerzas del mal.

El muestrario existente en el Museo Bizantino de Arte —dependencia de capital importancia para conocer y admirar la cultura y la civilización de este pueblo, así como el área de su. expansión, su ecumenismo— es mucho más abundante, siguiendo el denominador común de un estilo y unas constantes estilísticas. Decíamos que Grecia ha sido uno de los pueblos donde pronto la fama del martirio de San Jorge cobra realidad artística por obra y gracia del bizantino imperante. Por ello, las escenas de la muerte y triunfo del bravo militar tuvieron que representarse —y recordamos en este sentido e! famoso retablo valenciano de¡ «Centenar de la Ploma»— y plasmarse de una manera gráfica, ingenua si se quiere, pero de colosa! hondura sentimental. En el museo que nos ocupa hemos hallado tres buenas muestras de esta variante iconográfica: el retablo número 763 —en cuya escena central el santo mata al dragón— está constituido por una serie de doce pequeñas pinturas de marcado primitivismo técnico, mostrando los diferentes momentos en que et santo padece suplicios. Otro pequeño retablo formado por tabla central, dos pequeñas pradelas laterales y remate superior, sigue narrando la valiente muerte del aguerrido santo. La número, 1314, también del siglo XV, cómelas dos anteriores, está dividida en sendas partes; la superior, con la representación tradicional, y la inferior, segmentada en dos mitades muestra, a la izquierda, al caballero colgando de unos palos, y a la derecha siendo quemado vivo y auxiliado por un mensajero de Dios, quien !e infunde alientos. Decíamos también qae es fácil hallar pinturas en que San Jorge aparece junto con otros militares y héroes de la guerra. En este sentido encontramos la tabla con seis santos guerreros, la que representa a San Jorge y San Demetrio cabalgando juntos, ambas del XV, o el retablíllo en que aparece la Virgen rodeada de santos y ángeles, y en cuya parte inferior cabalgan otra vez unidos «Demetrios» y aGeorgius» Una de las muestras más primitivas —tal vez del XIII— la constituye una pintura diminuta de tosca factura, en la que el caballo del santo no es blanco sino naranja, un naranja fuerte y exultante, un autentico corcel alazán. En otra tabla vemos trompeteros, músicos con alambores, guerreros armados que aclaman al santo después de su victoria obtenida en Ta lucha con el animal. Y hemos de referirnos al magnífico icono esculpido en madera en que el santo, peón, sin caballo, junta las manos —su escudo arrimado a la pared - agradeciendo a Dios sus victorias, o bien rogándole le infunda ánimos, obra de transición entre los siglos XIII y XIV Acabando nuestro mutilado relato —acotado por lo amplio del tema y la superabundancia de datos— con la tabla de medio cuerpo, siglo XV también en la que San Jorge, joven imberbe, valiente soldado, aparece empuñando y cubriéndose con escudo. Tabla, a nuestro modo de ver, la más hermosa por su riqueza de color, su convencional y poética actitud, su ingenuo dibujo, su marcado bizantinismo y su serenidad de dibujo, de expresión y de contenido.

Atenas, capital fue del mundo,- placenta donde engendráronse los principios morales, filosóficos, artísticos y sociales de la humanidad, guarda así un legado de religiosas actitudes y un tesoro sanjorgista de indiscutible belleza y honda t rase en den tal i dad. Con los San Jorges de Atenas añadimos un dato más, quizá el definitivo, en favor de la universalidad de una historia legendaria y fantástica y de una fe y un culto potentes. ADRIÁN ESPÍ VALDÉS

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Foto: A. Pérez Torda

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Está claro: Alcoy y sus Fiestas, Alcoy y su brava geografía, Alcoy y sus gentesH se hallan encadenados a mis recuerdos por lazos firmes. Acabo de comprenderlo así cuando, deseoso de complacer una amable invitación, me he puesto a tirar de la cuerda y advierto que si, que la noria de los hechos vividos se presta a desempolvar, a ritmo vivo, todos y cada uno de las minutos pasados en Alcoy, meses atrás. Es la prueba indeleble de un impacto agarrado a conciencia. La mejor garantía de que el tiempo, pese a sus barricadas, deja tersas fas escenas que Alcoy me ofreció. Lo celebro. Lo celebro porque, camino de las cuartillas, se apelotonan impresiones. Veo Alcoy; lo veo tercia; aquí mismo. Y, en Alcoy, esas Fiestas abrileñas, que me llevaron hasta allf, para guiar, esta es la palabra, unos días que digámoslo por última ve^, están bien sujetos en la trastienda de mis recuerdos. Un solo intento y van emergiendo, con transpiren cía, las imágenes de Alcoy y su* «Moros y Cristianos».

todo eso —carcasas, tracas, «mascletaes» — son naderías, puesto tara a cara al estallido seco de mil arcabuces sedientos de ruido. Sedientos y hambrientos Momento hubo, calle de San Nicolás arriba, que a eí volverme loco, empeñado en presenciar, desde primera fila, el manejo de las armas, la medición de la pólvora, su entrada en las bocas de los arcabuces. En el pecado llevaba !a penitencia Pese a todo, un regusto, un a modo de inconcreta emoción, me animaba a perseverar, cerca del caballero cristiano, porque escapar con la fiesta a otra parte hubiera sido innoble actitud de un forastero reconocido. Pasé horas enteras viendo subir las llamaradas, camino del sol; contemplando su derrota en pleno día. En Alcoy, una fecha así, nada tiene que hacer el sol Gustos aparte, es preciso, es urgente, reconocer la suma importancia de la pólvora. Será factible —posible, al menos—, superar desfiles multitudinarios, bullir de gentes en son de fiesta; todo eso y más Pero creo absurdo pretender superar lo que Alcoy hace con la pólvora Absurdo, a más no poder. C O L O R

Esencia de Alcoy en Fiestas es el color Hasta el punto que se hubiera parecido lógico el empleo de material fotográfico para blanco y negro, por parte de los operadores que «rodaron» una película para la televisión japonesa. Dispuestas las cámaras para blanco y negro, hubiera salido «cine en color». Y en «cinemascope». Debe ser el ambiente, la profusión de trajes y adornos, el estallido de la luz, cualquier otra cosa. Pero estas Fiestas son ofrecidas en rica gama de coloPÓLVORA res. Sorprende e! hecho, desde el momento que uno asiste, Un desfile precipitado de sensaciones sitúa, en lugar pre- entre impresionado y abstraído, a los desfiles de las fuerzas ferente, el olor de la pólvora. Sentí, observé —ese 24 de que, horas después, se ensarzarán en combate sin descanso. abril archifamoso—, cómo los fogonazos de un compacto No pude presenciar la Entrada de las fuerzas cristianas. ejército de arcabuces ocultaban el sol. Antepongo el recuerdo Error de cálculo, que jamás me perdonaré. Estuve, sí, viendo de la pólvora hecha ruido, pues nada consiguió igualar la llegar la morisma, desencadenada la brillantez, rotos los molimpresión que en el ánimo dejó bien sentado el impacto de des de la vulgaridad bien entendida Varias horas a lomos de la gran batalla Ello me obliga, al hacer balance, a encabezar un balcón —sin igual atalaya—, que parecieron minutos. Con así, con la palabra «pólvora», la fragmentada crónica de es- el espectácula en marcha, siempre nuevo, nunca repetido tas impresiones. Cada Comparsa tiene algo inédito y en todas se advierte tal No puedo estar influenciado por tiempos lejanos. Mi en- orden que piensa uno si será fruto de meses Porque cierto cuentro con Atcoy en Fiestas se produjo el año último Hecho es que todo asomo de improvisación queda ausente. reciente, que nada tiene que ver con ¡o que la gente cuenta El instante que señala la apoteosis del color es, quizá, la y no acaba, con lo que libros, revistas o periódicos dicen. aparición de San Jorge. Tendida la noche sobre Alcoy, un Supera toda previsión. Tanto, que temo sea empresa vana rayo de luz —y de emociones— aparece sobre el horizonte. querer decir en cuatro palabras io que, tan sólo Alcoy, en No es posible contemplar espectáculo semejante, por su abril, es capaz de expresar. Dicen —todos lo decimos— que aliento y fuerza En él se condensa toda una semana de Fiestal o cual escena «no es para narrar», una puesta de sol, el tas. Irrumpe la emoción a borbotones y la ciudad entera quetriunfo del torero sobre el toro, una obra teatral, incluso un da alumbrada por el misterio que se hace realidad. Fui de los hecho con coracteres de excepción. Es cierto, Estoy ahora que, nuevos ante la evocación de un hecho histórico, se dejaante un caso concreto: las Fiestas de Alcoy son para vistas ron llevar por el ramalazo del escalofrío. A mi lado, bien ¡o y no para oídas. Pese a que, quiérase~o no, deben ser oídas. recuerdo, unos extranjeros —atuendo y semblantes los desA la pólvora Íes remito. cubrían— unían sus voces y aplausos a los que todos los alcoPersonas amigas me dijeron, calle de San Nicolás arriba, yanos tributaban en honor de la figura inmarcesible del Santo, que los arcabuces que llevábamos en retaguardia eran motivo hecho carne en la persona de un niño, del «Sant Jordiet* de ausencias, de viajes rápidos. Me indicaban que muchos entrañable. alcoyanos, llegada la gran batalla, salen al campo, ebrios de No sólo eso. Hay que salir de la ciudad, asomarse al sitanto fogonazo, de presenciar año tras año las mismas esce- lencioso y desierto barranco, en el que lucen, a modo de nas. Es preciso aceptar, y aun comprender, tal actitud Cada estrellas, las lucecillas de las fábricas en descanso, dando cohombre es un mundo. Si uno espera ansioso el «día infernal» lor a esos días de fiesta grande. No hay rinconada que escape — fuego a mansalva—, otro, quizá su vecino, tan alcoyano a la fuerza del colorido. Si Alcoy, a lo largo del año, acapara como el que más, ande con los nervios un poquillo sueltos la atención del visitante —motivos tiene de sobra—, tales o los oídos encendidos por el calor de los arcabuces. Me pa- días concentra un sin fin de perspectivas, que tienen fuerza rece bien tal libertad de elección. Lógica, incluso. y valor como para figurar, con letras de oro, en el más exiSin embargo, el cronista, que contempla casi a diario eí gente repertorio de lugares turísticos. Pero, esto del turismo fulgor de la pólvora —carcasas, tracas, «mascletaes»—, se es otro cantar. siente en ambiente cuando las campanas d¿ las Fiestas hacen Como es, y muy importante, la presencia de la mujer en subir a los aires el humo de tales expresiones de alegría. Mas, las Fiestas alcoyanas. Bien merece un párrafo de gracias, que

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trastienda del recuerdo [Impresiones de un forastero] «Nit de l'olla» o el instante de la aparición de San Jorge O pónganse a analizar el ambiente que domina a la ciudad, madrugada arriba. Mo tiene pérdida. Rezuma alegría. Domina el ánimo. Pregúntenselo a quien esto escribe y les dirá —lo digo— que apenas sintió el calorcillo del lecho durante los tres días, insospechadamente admirables, que convivió con los alcoyanos. Es una cuestión a meditar. Merece la pena. Creo que es hora de alejar prejuicios y pensar que tan «meloso» resulta HOSPITALIDAD un buen negocio con mantas por medio, como una «invaHemos llegado al capítulo final. Tal vez el más importan- sión» de turistas, Entonces podría saltar al ámbito nacional te, el que exige palabras directas y deja a un lado todo asomo el eco justo de las Fiestas alcoyanas. Conocerlas de otro de retórica. Para decir, así de claro, que sorprende la intro- modo —prensa, radio, cine, televisión— no conduce a casi versión del akoyano a la hora de vivir sus Fiestas mayores. nada. Quedan en la penumbra. Lo asegura este cronista que, Parece cual si los «Moros y Cristianos» fueran obra de y hace unos años, «sabía mucho» de Alcoy y sus «Moros y para los alcoyanos. Hecho que obliga a pensar, en estos tiempos de apetencias turísticas, en momentos de apoteosis Cristianos». Hace unos meses comprendí que, de aquello, turística, cuando todos los hombres y todos los pueblos se nada. Ni ¡dea. Era necesario vivir ahí unos días, para empaaferran al afán de ser visitados por gentes de aquí y de allá, parse del sentido, significado, fuerza, color, calor, entusiasmo aunque bien cierto es que en esos deseos existe un mucho y emoción de tales fechas. Créanme. de egoísmo, por lo que en el llano lenguaje de los negocios Por lo demás, acepto de buen grado la hospitalidad de significa Alcoy. Satisface. Uno está como en su casa, expresión ésta Bien: yo no diré que Alcoy reclama para sí sus Fiestas, no por más socorrida menos demostrativa de la realidad Fui invitado, recibí atenciones y tuve que expresar promesas Puede el forastero, llevado de mano de los alcoyanos, conode nuevo viaje, Pese a ello, la impresión que recibe el foras- cer obras y lugares que, o están en el olvido o se desconotero es que son muchos y bien avenidos los alcoyanos, y cen: ¡Ese museo de la Asociación de San Jorge. .' ¡Esas reupocos, poquísimos, los visitantes. ¿Por qué razón?. He de niones de Comparsas...! ¡Ese...! Bueno, escribiría sin tregua. señalar, sin entrar en otras consideraciones —incluso expuesHay mucho que ver y oír. Muchísimo que hacer por parte to a equivocarme— que por la casi absoluta carencia de industria hotelera. En la ciudad y sus proximidades. Es un de Alcoy y sus hijos Fijando la base de que a Aicoy, como problema de solución difícil. Cien, doscientas, incluso qui- a toda ciudad, pueblo o aldea, interesan los aires de fuera. nientas habitaciones, poca cosa sería para enfrentarse con ¡Animo, pues! Si habéis sabido y podido dar al mundo unas éxito a una cuestión que, andando el tiempo, exigiría miles. Fiestas así de grandes, ¿por qué no intentar hallar el medio Es una pena. Y aunque es evidente que el «turismo de im- de que tales Fiestas lleguen a todos los rincones? portación» está semidormido a la altura del mes de abril, Pensadlo bien. También puede uno divertirse, teniendo hay, cada día más, un turismo nacional, fruto del más alto al lado gente extraña, forasteros, turistas. Hay algo que está nivel de vida, en el que la motorización constituye factor de en el ambiente: el sentido hospitalario de la ciudad. Conoprimera magnitud. céis el secreto. Sois capaces de recibir al forastero con los Se me dirá que tal aspecto no constituye problema inso- brazos abiertos y obligarle a decir adiós... hasta el año siluble. Que puede uno visitar Alcoy y salir de la ciudad «a guiente. O, al menos, desearlo. todo gas» tan pronto la noche tiende sus lazos. No estoy Un ejemplo: conforme. Lo rechazo de plano. Recuerden, si gustan, la RICARDO Ros MARÍN aquí incluímos, porque color, calor y belleza, ofrece la mujer, para la que el cronista ha de buscar y rebuscar, sin hallarlos, adjetivos que hablen de dulzura, feminidad y hermosura Esos que habría que solicitar del vocabulario, para que nos mostrara los más convincentes y exactos. Labor que dejo al arbitrio de cada cual, pues quien esto escribe se ha cansado en vano al pretender hallar el calificativo que desearía dedicar a la mujer alcoyana.

Reportaje gráfico del autor

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Aportaciones a la historia

El Almirante Roger de Lauria primer Señor de Alcoy Vicente Ferrón Salvador Cronista Honorario de A l c o y

L A U R . A En campo de azur, tres bandas de plato

ENTENZA Escuda partido: 1.*, de ara, y 1.', de guie*.

L examinar atentamente la preclara historia de Alcoy, encontramos páginas hermosísimas con plenitud de grato sabor, que invitan a reflexionar intimas y de espiritual y encantador comentario. Encontramos en e l l a s , épocas, momentos y personajes, que aparecen con calidad distinguida, rodeadas de un bello fulgor de gloria; cuando se trata de estos últimos, se advierte muy claramente y de modo excepcional, el entrecruce de sus perfiles, tanto humanos, como espirituales o guerreros, que les hacen elevarse como figuras selectas a las más supremas categorías, recubriendo su humanidad de aquella grata, dulce y dorada coraza del prestigio, de siempre encantadora añoranza, llegando a nosotros con tal esplendidez de circunstancias, que dejando atrás al hombre, se ofrece, límpidamente como arquetipo, modelo de virtudes y santidad, o como esforzado guerrero, caudillo respetado, conjunto feliz de los más claros y excepcionales relieves. Paradigma de lo apuntado es la excepcional figura del gran almirante Roger de Lauria, cuya personalidad, de tan brillante y variada existencia, cargada de hazañas épicas, de indubitada transcendencia militar, social y política, llega hasta nosotros a través de las largas centurias de años que nos separan de su vivir, no obstante esa distancia, la pasión de sus biógrafos e historiadores, la diversidad de circunstancias características de

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los momentos históricos, su figura se agiganta y constituye un hito muy estimable en la preclara historia, alcoyana, durante ese glorioso período medieval. Mucho y diverso se ha escrito acerca de la vida y hechos de! célebre Roger de Lauria, cuyas valientes hazañas le han convertido las más de las veces, en héroe legendario, casi de romancero. El ilustre, ya difunto, académico de la Real de la Historia don Antonio Ballesteros Beretta, en su magnífica y bien documentada Historia de España, recoge una muy completa bibliografía, acerca del gran almirante de Aragón y I Señor de Alcoy; de ella, de sus importantes datos, desdeñando —por no ser del caso actual—, lo novelesco y lo parcial, basándonos en el dato documental incontrovertible, trataremos de formar un ligero esbozo del gran cuadro de historia que es su vida encontrando en sus hechos el brillante colorido de sus triunfos en África contra los moros, sus hazañas en la célebre batalla de Ponza, donde se distinguió por su decisión y arrojo, batalla célebre doblemente no sólo por su triunfo, sino que dio pie, para que el ilustre marqués de Santillana, la relatara brillantemente en su admirable Comtdieta de Ponza. No es espacio éste, para resaltar ampliamente los hechos inmarcesibles de la vida militar y social de Roger de Lauria, en la cual destacan con rotundez insigne, su incontenible valor y arrojo, su acendrada lealtad a los diversos monarcas y sobre todo un decidido sentido de favor, por todos aquellos que bajo su mando seguro, coadyuvaban al triunfo de sus empresas, Pero no obstante, bueno será, que para mejor situar a esa gran figura de tan excelsa personalidad en relación con la villa de Alcoy, mencionemos unos someros antecedentes históricos, que vengan bien al fin propuesto. Fue el Reino de Valencia uno de los últimos países que entraron a formar parte de la antañona y gloriosa Corona de Aragón; tal vez el monarca Jaime I, con clara visión, tuvo tan excepcionalísimo interés en que la organización, tanto administrativa como económica y social de los nuevos dominios, lograran pronto una completa y decisiva forma de regirse, aprovechando las lecciones de los otros pueblos ya en marcha vital. Así pues, una de las principales preocupaciones fue la de dar vida propia a los diversos centros de población, repoblando aquellos que abandonaron los moros que no quisieron aceptar sus concesiones. Junto a esta medida, vino la del reparto de tierras como premio a la participación


distinta en las faenas de reconquista de distintos caballeros, Es curioso ver el Uibre deí Refiartiment, en el cual encontramos, con relación a Alcoy, las diversas concesiones hechas a P. Gabelli, F. Ros, Domingo Navarro, Fortún Pedro de Falces, Andrés Perpiñá, Geraldo Domingo de Taltevul, y otros varios a los que se les concede diversas gracias, casas y tierras. Estas concesiones dieron origen a pequeños núcleos donde encontraron trabajo algunos moros que no quisieron abandonar el suelo donde habían nacido y encontrado e! pan. Eito no obstante, tan despoblada había quedado la villa de Alcoy, que el propio monarca Conquistador, comprendiendo la necesidad de tener segura y adicta una villa como Alcoy en e! plano general de dominio del reino, por privilegio fechado en 29 de diciembre de 1256, concedió al Lugarteniente general del Reino de Valencia Ximén Pérez de Tarazona, Señor y Barón de Árenos, privilegio especial, amplio y capaz, para que en unión de los nobles Guillen de Ontaneda, Guillen Gombau, Bernardo Saval, Pedro Carees, Guillen Gisbert, Pedro Carbonell, y las gentes que estos trajeran, repoblaran la villa de Alcoy, otorgándoles otras gracias y mercedes, principalmente de índole monetaria, con lo cual pudieron bien pronto repararlos desperfectos dei recinto amurallado, abrir puertas para el mejor servicio y fortificar el castillo, formando dentro de ese ámbito un núcleo fuerte y aguerrido Todos los cronistas de estos reinados y posteriores nos hablan de los continuos levantamientos de los moros, principalmente en la parte de Montesa y valle de Contestanía, relatando cruentos combates. El rey don Jaime, gran previsor de acontecimientos y protector supremo de sus dominios, ordenó a los moradores de sus villas fortificadas, posiblemente puntos de ataque de las diversas ofensivas, que estuvieran alerta y vigilantes para evitar sorpresas desagradables Por otra parte, guiado de un amplio y ambicioso plan de pacificación, el 1 de abril de 1276, concedió un perdón general, a los moros residentes en Alcoy, Montesa, valle de Travadell, arrabal de Játiva y otros lugares. Esta indulgencia y magnanimidad, no apaciguó los ánimos; el caudillo sarraceno At-Azraq, con sus gentes, tenía en constante alarma a distintos puntos de la comarca de Alcoy y sus alrededores. Un día, la sorpresa sembró la alarma en las gentes alcoyanas, Al-Azraq y sus seguidores atacaron con fiereza al castillo, la lucha fue enardecida; el rey, sabedor de ello, envió refuerzos de gente a caballo, mientras otras tropas se dirigían en defensa de sus moradores los esforzados alcoyanos. El impulso y valor de los sitiados, el fervor religioso, les impelía a la defensa del castillo, y guiados por una fuerza superior y con la protección divina, salieron victoriosas aclamando a San Jorge que era, según su propio sentir, el supremo capitán vencedor de Al-Azraq, que encontró allí la muerte, ante el pueblo entusiasmado, que reverenciaba devotamente a Dios y a San Jorge, que desde entonces le adoptó por su Santo Patrón. Jaime, I - Oleo de Pablo Fontons Diputación de Valencia

II

Mientras todo esto sucedía, una lujosa comitiva llegaba a tierras de Montpeller procedente de Sicilia. Era la regia comitiva que acompañaba a la Real Infanta doña Constanza, hija del rey don Manfredo de Sicilia y de su esposa doña Beatriz de Saboya. La Infanta doña Constanza, aunque muy joven, venía ilusionada a celebrar ricas bodas con el Infante don Pedro, hijo del Conquistador, y que más tarde, al ceñir la corona, entraría al juicio de la Historia con el glorioso nombre de Pedro III el Grande. Entre las damas y nobles que formaban esta lujosa comitiva, se encontraban su aya doña Bella y su hijo el célebre Roger de Lauria, don Conrado de Lanza y su hermana Margarita, y otros nobies y caballeros. Era Roger de Lauria hombre de gallarda apostura, y como dice Desclot en su Crónica dtl Jífy £tt Pere, juntamente con Conrado Lanza, eran «Los más apuestos caballeros del reino, los que mejor hablaban el idioma del país, y los que centraban las miradas más encendidas de tas damas de la Corte...» José Manuel Quintana, en Vidas de Españoles célebres, afirma «...ningún marino, ningún guerrero le ha superado, antes y después en virtudes y prendas militares, en gloria y en fortuna.» Roger de Lauria, está presente en la boda de don Pedro y doña Constanza, y bien pronto logra las mejores simpatías del rey don Jaime, el cual para mejor demostrarle su real afecto, concede por privilegio firmado en Valencia el día 6 de septiembre de 1270, a doña Bella y su hijo Roger, el castillo de Seta y de Queroles con otras gracias especiales. Una vez fallecido el rey don Jaime, al ceñir la corona el infante don Pedro, reafirmó las gracias y privilegios que su padre le había concedido, y


en 7 de septiembre de J276 le concede la Bailía de Alcoy, con todas las gracias, derechos y exenciones, escribiendo cartas a todos los terratenientes de la misma para que le prestaran el debido acatamiento y la máxima ayuda. En cuanto a Roger, le encarga la provisión de las personas para los cargos de Justicia y Jurados que tenían que regir la administración alcoyana, y que ponga buen cuidado en que los que tuvieren tierras en tos ámbitos de la misma, cuidaran de que aquellos que estuvieren bajo su dominio fueran cuidados con celo y diligencia. Los monarcas que sucedieron al rey Conquistador parece como si rivalizaran en conceder mercedes a Roger de Lauria, premiando sus distintos servicios: así, en 1283, Pedro III le nombra Almirante de las flotas de Cataluña y Sicilia, mandando a todos los componentes de las mismas que le presten total obediencia, concediéndole además la jurisdicción civil y criminal sobre ellos. Alfonso III de Aragón, en 21 de noviembre de 1285, ie confirma todas las prerrogativas otorgadas por su padre el rey don Pedro, y queriendo premiar el mérito de Lauria, lo eleva a la categoría de Almirante de Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca. Recompensa de máxima categoría, dando entrada a este esforzado marino en la serie preclara de estos ilustres Almirantes, que llegan hasta nuestros días. Sobre ser grandes las concesiones de los reyes, parece como si Roger de Lauria no las encontrara de su completa satisfacción, pues, si bien en lo referente a la marina eran claras y de supremo honor, en la parte terrena quedaban un tanto disminuidas, pues el rey se había reservado, en cuanto se relaciona con Alcoy, el ejercicio del «mero y mixto imperio» y tal reserva mermaba sus derechos. Era tal la confianza que los monarcas tenían en los grandes servicios de Roger, que en 1296,

Jaime II le llama desde Roma con urgencia para que se apreste a especiales servicios y corre veloz a ponerse a la completa disposición del monarca, siendo recompensado con el nombramiento de Almirante de sus Reinos y Condado de Barcelona, por toda su vida, en 2 de abril de 1297. Pocos días después de esta concesión, Jaime II le otorga la gracia de exención del impuesto de «Hoste y cabalgada», concesión que representa un gran beneficio para los habitantes de Alcoy, siguiendo después otras concesiones de especial beneficio, En ese mismo año de 1297 es fecha muy señalada para la villa de Alcoy la del 2 de diciembre, pues tal día el rey don Jaime II queriendo premiar de una manera especial los grandes servicios prestados a él y a sus augustos antecesores, le concede a su Almirante Roger de Lauria, por toda su vida y la de sus sucesores, en franco alodio, la villa de Alcoy con todos sus aledaños, y el «mero imperio», no sólo de ella, sino de tas de Cocentaina. Valle de Seta, Calp, Altea, Navarrés y otros más, mandando a su Procurador general del Reino de Valencia, hiciera solemne notificación a los demás oficiales y subditos suyos. Con gran solemnidad se publicó dicha concesión real en Alcoy y los demás pueblos, que lo celebraron por los beneficios que les había de proporcionar. Roger de Lauria, mientras todo esto sucedía, había celebrado bodas con Margarita de Lanza, hermana de Conrado, el compañero de triunfos de Roger. De aquellas bodas nacieron 4 hijos: un varón, Roger, como su padre y 3 hijas que casaron muy ilustremente. Habiendo muerto doña Margarita, Roger de Lauria contrajo de nuevo rico y noble matrimonio con doña Saurina de Entenza, hija del noble don Berenguer de Entenza, de antañona prosapia. Fruto de este enlace fueron también otros cuatro hijos, cuya vida estuvo muy relacionada con Alcoy, continuando la ilustre dinastía de los Señores de Alcoy. Pocos años después de la concesión del Señorío de Alcoy como premio a sus méritos, las campanas de Valencia y los demás pueblos de su dominio, doblaron a muerto. Roger de Lauria, el vencedor de grandes batallas, sucumbía en 17 de enero de 1305 en la ciudad de Valencia. Distintos correos salieron para notificar la triste nueva y las lágrimas de los alcoyanos se juntaron en esa hora cor* las derramadas por sus familiares. Celebradas tas exequias, fue trasladado su cadáver al monasterio de Santas Creus, para reposar en el sepulcro bajo los restos del gran rey Pedro III, como él había dispuesto. La sensibilidad popular se juntó con la de los Jurados y Justicias, Alcoy entero lloraba la muerte de su Señor, y pedían a Dios que el hijo primogénito, Roger de Lauria y Lanza, siguiera las. rutas de su padre el gran Almirante...

Pedro HI Oleo de Pablo Fontúns


Sutilidad festera JOSÉ CUENCA MORA Fecha sutil y tiempo sensitivo en almena de historia repetida. La emoción visual introvertida con el amor de su abril cautivo. Naves que el viento van rompiendo espumas que del celeste azul milagro esperan. Rumbos de la batalla, que veneran el arma al cinto y ¡a3 flotantes plumas. Rizos del verde brillo con laureles que circundan blasones y brocados. Los corceles de Marte enjaezados, y en la montura ágiles donceles. Todo en la perspectiva luminosa de un campo en desigual topografía. En la cita nostálgica del día, la espada, el pergamino y la rosa.

El poema está intacto. Al fondo queda la resonancia temporal y activa. Y es el presente llamarada viva. Nunca ceniza que extinguirse pueda. No se quebranta el pacto consignado. Es un mandato que la sangre expresa. Es un impulso que con luz nos besa y transfigura nuestro suelo amado. Bandera, lanza, espada. Muerte y vida en el juego polícromo. En la mente la imagen de San Jorge, reluciente/ la pólvora sin duelo consumida. Y en el contorno del retablo amante, la concordia unánime y festera. £1 poema sutil que bien naciera con verso azul y lira desbordante.


El Cordón Corregidor y el Fester El Corregidor

ROGELIO SANCHIS LLOHENS Cronista Oficial de Alcoy

Investigando sobre el funcionamiento y desarrollo de los gremios alcoyanos, topé con un nombramiento de maestro de oficio, otorgado por la Real Fábrica de Texidos de Lana de la Villa de Alcoy, a favor de Miguel Moltd de Lorenzo. El documento en sí es muy interesante, pero lo más curioso para mí fue que figuraba, como presidente del tribunal examinador y juez subdelegado de la Real Fábrica, el Corregidor de la Villa, D. Antonio Toribio Cordón Hubiera sido un Carbonell, un Gosálbez, un Jordá o cualquier otro apellido frecuente en Alcoy y la cosa no hubiera movido mi curiosidad, pero Cordón es aquí un apellido rarísimo y con una gran resonancia festera. Espoleada mi curiosidad, decidí llevar adelante la investigación de este personaje y comencé por desempolvar el Libro de Acuerdos de la Villa de Alcoy correspondiente al ano 1823. La lectura de los acuerdos de aquellas sesiones municipales me proporcionó los datos que buscaba. El día 22 de octubre de 1823 se leyó en sesión una carta fechada en Valencia el día 17 de dicho mes. Esta carta llevaba el Sello Real y el de la Secretaría de la Real Audiencia y contenía el nombramiento a favor de D. Antonio Toribio Cordón como Corregidor interino de la ViHa. El nuevo presidente del municipio debió de ser forastero y ademas desconocido en esta Villa, pues, según la citada acta «se resolvió pasasen en nombre del Ayuntamiento los señores regidores D. Joaquín de Seáis y D. José Jordá a la casa posada por el expresado Sr. D. Antonio Toribio Cordón y que le-acompañasen a la Sala Capitular provisional, para que se le entregase la jurisdicción y tomase posesión». Los corregidores tenían entonces jurisdicción tanto en lo civil como en lo criminal y la duración de su cargo era de seis años. D. Antonio Toribio Cordón sólo rigió la Villa durante once meses, cesando en su mandato el 17 de septiembre de 1824. Se designó como nuevo Corregidor a D. Manuel Fernández Duran, como se lee en el acta del 17 de septiembre, en la que se dice entre otras cosas: «juntos y congregados en la Sala Capitular provisional de esta Villa se me encargó a mí, el infrascrito secretario, leyendo el Real Despacho de nombramiento de Corregidor del Sr D. Manuel Fernández Duran, lo cual executé de verbo ad verbum». El nuevo Corregidor tendría amigos o conocidos en Alcoy o no se presentaría tan de improviso, lo cierto es que los comisionados municipales fueron a recogerle de casa de D. Nicolás Gosálbez y no de la posada, como a D. Antonio Toribio Cordón. El F e s t e r

Este es el primer Cordón que citan los documentos de nuestra ciudad, por lo menos los que yo conozco, pero otro Antonio Cordón logró gran popularidad, por aquellos años, entre nuestros antepasados. En el Libro de Actas de la Asociación de San Jorge, aparece repetidas veces, como asistente a sus reuniones, un tal Antonio Cordón, perteneciente a la Comparsa cuarta de Lana. De éste, nos dice D. Rafael Coloma, en la página 214 de su «Libro de ía fasta de moros y cristianos de Mcoy», que era «un barbero andaluz avecindado en Alcoy, que ostentó el cargo de Capitán de las huestes moras en las fiestas de 1840 con mucho fausto y pompa». Con el afán de conocer algo más sobre este «fester» forastero, reanudé mis pesquisas en los archivos, resultando que según los datos en ellos contenidos (Padrón de Vecinos del año 1846, folio 167 vuelto), Antonio Cordón era un barbero granadino que vivía en el número 19 de la calle de San Nicolás y que en dicha fecha tenía 41 años de edad. Este an-


daluz estaba casado con la alcoyana Mariana Cantó que contaba seis años más que él. Tenía este matrimonio dos hijos: Fernando, de 19 años y Pilares (sic) de 13 años. Según el Libro anteriormente citado (tomo I, folio 21 vuelto), el 20 de mayo de 1850 «También se presentó otro figurín por Antonio Cordón para Comparsa de Moros bajo tres condiciones no establecidas por los capítulos aprobados; y se decidió pasasen al examen y resolución de los Directores». Pero este asunto ya no reaparece en actas posteriores. Entre los años 1850 y 1852 debió de ausentarse de Alcoy, pues en el padrón de 1852 no figuran inscritos como vecinos ni él ni ninguno de sus familiares. Una hipótesis Teniendo en cuenta los datos aportados, podemos deducir que hay dos Antonio Cordón; uno el Corregidor y otro el que llamaremos «el Fester». El Cordón «fester» tendría en el 1823 unos 18 años, lo que nos descarta la posibilidad de que se tratara del mismo Corregidor, ya que no puede suponerse que para un cargo político de tal responsabilidad se nombrase a un joven barbero de 18 años. Esto nos lleva a formular una pregunta, ¿existe alguna relación entre estos dos Cordón, únicos en tal apellido en nuestra Villa por aquellas fechas? Pensemos que en aquellos tiempos resulta muy poco probable la inmigración de andaluces a nuestra tierra. Alcoy atraía a obreros textiles de las villas próximas, como Bocairente, Enguera, Onteniente, etc., pero a un barbero granadino cuya lengua y costumbres son tan distintas a las nuestras, me parece poco admisible. Todo esto lleva a una hipótesis que, si bien como tal no está probada, no me parece absurda ni imposible. El Corregidor, al ser destinado para regentar nuestro Ayuntamiento, pudo venir acompañado por un pariente joven y protegido suyo, el Antonio Cordón «fester». ¿Sería sobrino? Puede ser, pues lleva su nombre y apellido. Al cesar el Corregidor en su cargo, en el año 1824, su probable pariente no está ya dispuesto a seguirle porque tiene relaciones o está a punto de tenerlas con la que será su esposa, la alcoyana Mariana Cantó. La boda de ambos jóvenes debió de celebrarse entre los años 1825 y 1826, cuando el joven Cordón contaba alrededor de los 20 años. Esto resulta muy probable por cuanto su hijo mayor, Fernando, nació en el 1827. El barbero fue alcoyanizándose al contacto con sus amigos y clientes. Quizás resultara gra-

cioso hablando esa jerga medio valenciana, medio castellana que emplean, hoy día los andaluces que vienen a nuestra ciudad en busca de trabajo y de nuevos horizontes. Como era lógico, nuestro barbero granadino acabó por ser captado por nuestro ambiente y nuestras Fiestas, yendo a engrosar las filas de una Comparsa, que en esta ocasión fue la llamada 4.a de Lana. Con el tiempo y con su ingenio meridional, festivo y moruno, acabó siendo «Primer Tro» y un activo miembro en el mundillo festero. El momento cumbre de este tipo popular fue aquel en que ostentó la capitanía del bando moro en 1840. Tendría entonces 35 años; sería entonces un hombre en su apogeo; sería un hombre en toda su magnífica plenitud, Diez años más tarde (1850) aun tenía el entusiasmo suficiente para intentar reformar el traje de su Comparsa —o crear una nueva—, y se entusiasmó con sus proyectos, y combinó vistosos colores y logró que su personalidad quedase como un símbolo de entrega a las Fiestas hasta el punto de legar, por obra del vulgo, su apellido como nombre propio de su Comparsa. ¿Volvió Cordón con su familia a Granada? Nada puede afirmarse aunque parece probable, ya que en el Registro Civil —que data de 1870— no queda rastro alguno del apellido Cordón; de haber afincado aquí su descendencia, alguno aparecería en nacimientos o defunciones. De todas formas siempre se hablará en Alcoy de aquel barberillo andaluz captado por la alegría y el colorido de nuestras Fiestas de Moros y Cristianos.


aleluyas feste

José Reverf Cortés

CLARÍN

Ernesto Vi [aplana Boa Vicente Ortii Lean Vicente Gísbc-rt Miró

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Abril llama en nuestros corazones anunciando las últimas ausencias del invierno. La primavera —tan traída y llevada por todos— se entraña en las filas de los Moros y Cristianos y éstos lanzan sus flechas de alegría —verde trigo, colorada amapola—, sirviendo de atabales los vientos de marchosos pasodobles y la cadencia sensorial de un tam-tam primitivo. El aire se enrarece de pólvora: sana contaminación de una atmósfera de fiesta, mientras el tambor del corazón redobla con la taquicardia del nerviosismo festero. Alcoy decanta, tras un ejercicio duro de bregas, al teatro sempiterno de sus algaradas medievales, siguiendo el ritmo eterno de su tradición. Y así el músico, con su trompeta fabulosa, nos convoca gozoso a la alegría. ¡Vayamos prestos !


SENECTUD

GESTO

El abuelo se ha pertrechado contra el sol abrileño, que ya calienta lo suyo, para espasmo de turistas y resfriado de propios, y ahí le ven dispuesto a no perderse ¡a «mascletá» del día del Santo Patrono. Se encuentra a gusto y a sus anchas. Sentado y apoyado sobre el bastón, con el pañuelo metido bajo la boina a modo de visera, y bufanda para cuidar la bronquitis, aguanta mecha, mientras la gente se parapeta para presenciar la gran fiesta de la pólvora. Un trenzado de tracas y cohetes forma el tapiz de fondo. Pronto sonará el primer disparo y el abuelo —un tanto duro de oídos— no tardará en percatarse porque verá la gente como se arracima, refugiándose de truenos y caídas de cañas ardiendo. El fuego —pregonero de Vulcano— se hace grito corno preludio feliz de unas fiestas singulares: Moros y Cristianos en Alcoy. ¡Ahí es nada!

Los andaluces con su colorido goyesco, con su chulapería altanera, han iniciado la danza. El gesto funánbulo de un rito mitad sensorial, mitad ascético, Observen el cabo: en él el gesto se hace gracia. No es el gesto en serie, ni estereotipado, ni falto de pesonalidad de la escuadra en sí. Es el gesto diferenciado, grácil, intrasferible de la euritmia. He aquí un gesto contagioso. Lfn gesto que se pega. Un gesto que arrastra a las masas produciendo una sensible emoción. Los «contrabandistas» avanzan airosos, al dictado de unas condiciones favorables de ambiente, música y aplausos; ofreciéndonos el espectáculo tangible de unos gestos que emocionarán a los espectadores y que estos mismos gestos revertirán sobre los actores, por el mecanismo reversible de dicha emoción. No hay duda: el gesto se hace emoción a través de esta fila. ¡Ole!


Cocina alcoyana

^—.

«Olleta de músic» N Galicia es «pote» (aunque en la tierra se le conozca por «caldo», con su buen «unto»); en las Asturias, «fabada» (con «tocin» y «morciella»); en la Ribera riojana, más llanas, no tienen apodo; en otras regiones españolas adoptan nombres diversos y se emparentan, enlazan y confunden con la burgalesa olla podrida, la catalana «olla barrejada», las ollas segorbina y jijonenca y hasta con la «escudella i carn d'olla» con barretina. Las judías las humildes judías, han alcanzado, en cierto grado, prosapia y lustre a! ser envasadas en laterío multicolor; las nativas compiten, en este punto, con las que, bajo pabellón francés, se expenden según fórmula conocida por «caussolet touloúsame», primas lejanas, por mor de ¡a lengua «d'oc,» de otras que dan que hablar Pirineos abajo. En Alcoy, en otros tiempos, el más desamparado de los mortales podía decir que, por !o menos, siempre podría comer un «plat d'olla». «Olla d'Alcoi»; «olleta de músic». ¿Nos hemos detenido a discurrir si son distintas o una misma cosa? Nos inclinamos por lo segundo; consultadas las «autoridades en ¡a materia», han convenido en que hay superposición y coincidencia de apelativos; que no hay más que una «olla»; que su diferenciación depende del momento, de la ocasión. El diminutivo lo da la alcoyana costumbre; por más que en Venezuela se titula de idéntica suerte —sin que sea diminutivo—, a cierto guiso confeccionado con maíz, tocino y carne de gallo o pato

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Hay ollas y «ollas». En esto de los parentescos, ¡os enlaces, y el tomar la parte por el todo (o la vasija por e! contenido), hay que andarse con mucho tiento y manejar sutiles decimales. Hay ollas con judías y recursos porcinos; y ollas agarbanzadas y con averío. En verdad, Historia y leyenda andan confusas; los medios y las costumbres variaron; las denominaciones, o derivaron o se aplicaron a platos similares, pero no idénticos La olla —abarquemos la generalidad de la denominación —, adquiere categoría artística con Cervantes; Sancho ha de abstenerse de probarla; «absit», le amonesta el doctor que vigila suü hombres en la ínsula Barataría y le aparta la olla podrida... «que por la diversidad de cosas que en ellas hay, no podré dejar de topar con alguna cjue sea de gusto y provecho», Esa misma «olla podrida» traspasa las fronteras para llamarse «pot-pourri» (devolviéndonosla, con música, convertida en «poutpurri»; también es el «pot-au-feu», cogollo de la cocina casera gala y madre de multitud de preparaciones culinarias: consomés (consumados para nosotros), purés, guisados y toda suerte de salsas. Claro está que los decimales aludidos pueden alcanzar valor de aves, legumbres diversas y substanciosos «tropezones». La «olla podrida» (que no pasa de muy cocida), debe su apelativo a que todo en elia cuece tan despacio que lo que contiene viene a deshacerse, como fruta que ha madurado con exceso. Lope de Vega nos la describe en el acto segundo de «El hijo de los leones»; Una reverenda olla A la usanza de la Aldea, Que no habrá cosa que coma Con más gusto cuando venga La olla, pasando, con personalidad isleña, por las Canarias, ha saltado el charco para ser «Ajiaco» y «Mofango» en las antillanas islas y hasta en Tierra Firme, con añadidura de lo que la pródiga Natura otorga: plátano verde, malanga, yuca, chayóte, maíz verde, ñame... La destreza ha de continuarse hasta toparnos con el cocido o puchero (el «piri» de los castizos madrileños, que cuidan de no jugárselo alegremente), multiplicado por regiones, zonas, aldeas y poblados, según infinitas variedades, adaptadas a productos, temperamento y clima; para no darnos de bruces con la «olla de los tres vuelcos» o tumbos que así proporciona sopa, legumbre y carne, cada manjar servido en los repetidos vuelcos o salidas de lo cocido conjuntamente. Puchero o «arreglo» del hogar; o también, según terminología del XIX, con nota de aburrimiento, «sota, caballo y rey». Con Juan de Iriarte, la olla es acertadamente descrita, con latino y epigramático gracejo: Quid dapis Hispania Memores Praetantius olla? Desídae Tamen hoc, non Fuít Artis opus que libremente se puede traducir: La olla nunca fastidia; Pero causa admiración Que se deba su invención No al Arte, sí a la Desidia. Con la mano puesta sobre el corazón, sobre el que luzca cruz o media luna, decidme, festeros alcoyanos; ¿podemos condenar a nuestra «olla d'Alcoi» y reputarla como nefasta obra de la hispana desidia? Como adivino y comparto vuestra contestación, mejor será seguir ade-

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Enrique García Albors

lante y apresurar la confección del plato que ha de servirse en la nocturnal del 21 de abril. • •• La costumbre es antiquísima. No vamos a hablar de «les panches buides» que es apelativo molesto y que no viene a cuento. Si en Alcoy «todo el año son Fiestas», es porque todo él discurre en relación con la Hora H de nuestras Fiestas; que es, precisamente, la «Nit de l'olla». Vísperas hay muchas; el calendario desgrana sus fechas para acercarnos a esa noche, verdadero pórtico de los tres días grandes, que así se convierten en tres días y medio en virtud de esa noche que les precede, «ensayo general con todo», según la jerga teatral. Músicos y festeros entran en contacto para constituir indisoluble binomio en las siguientes jornadas. La frase «tot es festa», cobra plena realidad. Temprano han de encenderse los fuegos, que «l'olla» ha de cocer con elegante parsimonia. Se utilizará, puesto que la concurrencia va a ser numerosa (el «primer tro» ha pronosticado un centenar de comensales), recipiente de capacidad adecuada: una olla carnicera o cuartelera. El pinche o marmitón, nos tendrá apercibidos los siguientes tlmfíiios: 7 kilos de carne de ternera; 50 morcillas de carne; 50 de cebolla; 15 kilos de judías (a ser posible, de Orcheta, menudas y carnosas), 5 kilos de carne de 2.a y desperdicios; medio kilo de tocino y otro tanto de vientre de cerdo; 5 kilos de cardos; amén de especias, cebollas, aceite y sal. Se procede a limpiar la carne y a lavar los desperdicios; a pelar los cardos y a «individualizar» los embutidos. Las judías, previo enjuague, se pondrán a cocer, sin sal (que las endurecería), con suficiente agua, durante un par de horas, por lo menos, con prudente espumado. A renglón seguido se añadirán las carnes, que habrán ele cocer su hora larga; oportunamente se integrarán los embutidos y, como última aportación, los cardos. Ha de vigilarse el líquido para que todo alcance su 'exacta cochura, sin pasarse. Muy importante es dejar margen al tiempo y al líquido: un puñado de arroz, en su caso, contribuirá al espesamiento (cuéntense para ello veinte minutos más). El holgado tiempo por delante es muy importante en este negociado de ollas: «La olía y la mujer, reposadas han de ser». En su punto el guiso; optimistas los comensales y dispuestos a dar por bueno aquello de «después de Dios, la olla; todo lo demás es bambolla», no hay que hablar,., sino que actuar. Atácase el condumio con juvenil brío; dícense chanzas y bromas sin fin; reina la más evangélica de las hermandades; quizás suene algún desacordado instrumento manejado por profanas manos y peor embocadura... El caso es trasegar «l'olla» sin dejar resquicio a la seriedad, Mas, como la ocasión es solemne; lo que el guiso contiene, de primera calidad; reunidas muchas cosas buenas ganan todas; y los médicos afirman que los alimentos son rnás sanos cocidos que fritos o guisados, es el caso que la asamblea se muestra eufórica y de completo acuerdo con Sorapán de Rieros, que allá a comienzos del XVII vino a decir: «Come poco y cena más; duerme en alto y vivirás».

EPILOGO

Suena el bombo. Una voz (nunca se sabe quién la da), ordena: ¡A formar!

Hit da l'olla

Foto; Crespo Colamer


Bandas de música

Unión Musical de

Fotos: Ramiro

SANTIAGO TORMO CERDA

L

A fecha fundacional de la primera agrupación musical de esta Villa no se conoce; no obstante, se puede afirmar sin lugar a error, que rebasa en mucho ai centenar de años. A principios del actual siglo, existían en este pueblo dos bandas, dirigidas una, por D. Rafael Esteve Nicolau (La Primitiva) y otra (La Nueva) por D. Remigio Gonzálbes Soíbes. Estas dos agrupaciones fueron dirigidas posteriormente por D. José Esteve Nicolau la primera, y por D. Juan Jover Segura la segunda, hasta el año 1933, en el que ambas se fusionaron bajo la dirección de D. José Esteve Nicolau. Hasta dicha unión, existió la característica rivalidad entre estas dos agrupaciones, con sus seguidores y entusiastas respectivos. Desde 1936a 19391a banda no actúa como tal, organizándose de nuevo en 1939 bajo la dirección de D. José Esteve Nicolau que en el año 1941 cesa como director a petición propia. Se hace cargo de la banda en 1941 D Manuel Esteve Pastor, que actúa al frente de ella hasta el año 1943 en que se nombra Director a D. José Esteve Soíbes, que viene dirigiéndola hasta la fecha. Antes de 1936 y debido al encono que las pasiones políticas originaron, llegaron a existir tres bandas de música, dirigida la tercera por D. Salvador Tormo Vallcanera. De los distintos Directores de bandas, sólo D, Rafael Esteve Nicolau, compuso un extenso repertorio de música festera, aunque desgraciadamente muy poco se conserva. Los primeros concursos musicales en los que tomó parte la B a n d a UNION MUSICAL de MURO DEL ALCOY, fueron en los años 1944 y 45 en Onteniente. En el año 1946 actúa en el Certamen de ALCOY, otorgándosele un 4.° premio y el mismo año en Onteniente, consigue el PRIMER PREMIO de la 2.3 Sección. En 1947 asiste a los concursos de Alcoy y On• • -

teniente, obteniendo ya en Onteniente el 2.° Premio en la Primera Sección. 1948 nos depara el mismo resultado que el año anterior, pues se asiste a los mismos concursos con idénticos resultados. En 1949 además de ALCOY y Onteniente, se toma parte en el de Pego, ganando un tercero y dos segundos respectivamente. Año 1950, participa en los de ALCOY, Pego, Benejama y Aibaida y se consiguen el cuarto, segundo, primero y accésit, por el orden mencionado. En 1951 y en los concursos de ALCOY, Pego y Játíva se alcanza el PRIMER PREMIO en el de Játiva. En 1953 se toma parte en el concurso de Pego en el cuál se obtiene el PRIMER PREMIOEn 1955, en ALCOY el segundo premio y en Pego el PRIMERO, En 1956 en Novetda el PRIMERO En 1957 en ALCOY y Pego, el PRIMERO y Tercero respectivamente. Año 1958 en ALCOY el Segundo, en Denia el PRIMERO y en Gandía también el PRIMERO. En 1959 en ALCOY se consi gue el Segundo Premio. En el año 1960 no se toma parte en ningún concurso musical y en 1961 se vuelve a los concursos de ALCOY, Primer Premio, en el de Pego, Primer Premio y en Gandía el Segundo. Año 1962 en ALCOY, Primer Premio. Como'es lógico, también ha tenido actuaciones sin haber alcanzado premio alguno, ya que aparte de los concursos ya reseñados de Onteniente los años 1944 y 45, están los de Alicante en el año 1954, Gandía en 1959 y Cullera en 1964. El resumen total de sus actuaciones en concursos es el siguiente: en 35 actuaciones se obtienen, 12 Premios Primeros, 9 segundos, dos terceros, dos cuartos y dos accésits, palmares no desdeñable dada la modestia de la banda. La banda actual así como las existentes anteriormente, siempre han carecido de local propio viviendo de prestado En 1949 se solicitó de la autoridad eclesiástica, un local para academia en


Muro del Alcoy el Patronato Parroquial, en cuyo local se desenvolvió la banda hasta 1959. Este año marca un jalón en la historia de la música en esta Villa, pues los componentes de la banda, con su propio esfuerzo económico y físico, ya que todos trabajaron en ello, se construyeron un magnífico local que hoy tienen en propiedad. Cabe señalar ayudas desinteresadas de personal ajeno a la banda y que con ellos construyeron el edificio en días no laborables. El local fue inaugurado y bendecido el día 17 de mayo de 1959 por el Rvdo. señor Cura D. Alberto M. Collado Sornosa, quien, expuso a todos los asistentes al acto como ejemplo de sacrificio, el esfuerzo que habían realizado los músicos y les alentó para que continuasen por el camino emprendido, diciendo igualmente que el Patronato seguía a disposición de la Banda siempre que lo precisasen. Todo esto se ha podido conseguir, gracias al gran sentido de sacrificio y desprendimiento de todos los miembros de esta agrupación musical, desde el Director hasta el último músico. Respecto a las Fiestas alcoyanas, la Unión Música! empezó su actuación en 1943 y 1944 en los que actuó con la Fila Realistas; en 1945>y 1946 con la Fila Llana; en 1947 y 1948 con la Magenta y desde 1949 con la Fila Cordón sin interrupción alguna hasta la actual fecha. Las bandas anteriormente existentes en esta Villa, siempre actuaron en estas fiestas y con distintas Filaes cuyos nombres no se recuerdan. Han sido Presidentes de esta Unión Musical antes de 1936, D. Emilio Martí Vidal (q. e. p. d.) y después de 1939, los Sres. D. Francisco Pérez

Gisbert, D. Rafael Alcaraz González, D. Antonio Molines Calbo y D. Elias Bosch García. Actualmente y desde su legalización el 10 de febrero de 1960, ocupa la Presidencia D. Santiago Tormo Cerda. Cada dos años y por mandato de los Estatutos que rigen esta Banda, se celebran elecciones para renovar la Junta Directiva por votación de la totalidad de los socios. Funciona en la Sociedad una escuela de solfeo, gratis para todos los que lo deseen, un tocadiscos con su amplificador y una discoteca, todo lo cual, está a disposición de los socios fundadores y simpatizantes de la Banda. El importe de la construcción del nuevo local social fue aproximadamente de unas 120.000 pesetas sin tener en cuenta el trabajo personal de los músicos y simpatizantes. Esta cantidad, así como el presupuesto de gastos de la Sociedad, que asciende a 60.000 pesetas es totalmente satisfecha por las funciones que en la villa, hacen los músicos en días festivos durante el año. Hemos de expresar nuestro agradecimiento a todas aquellas personas que nos dieron y nos dan actualmente, facilidades en el pago de nuestros gastos, gracias a lo cual, se pudo conseguir la realización de esta obra y obtener otras mejoras para la Banda, para beneficio exclusivo de los músicos presentes y venideros. También es de resaltar la magnífica labor Hevada a cabo por el Director D José Esteve SoU bes, quien aparte de sus obligaciones particulares, se dedica a esta labor musical de forma totalmente desinteresada.

BANDAS DE MÚSICA QUE ACTUARON EN LAS FIESTAS DE 1964 FILA

Llana Judíos

B A N D A S

LOCALIDADES

DIRECTORES

PUUS

Alcoy

D. Antonio Monpeán Valenzuela

Arma Alcoy Cocen taina

D. Vicente Marín Sauz

45 40 45 J5 30 33 44 25 30 45 40 41 30 27 36 23 25 JO 25 30 36 25 35 38 30 43 33

Cordón

Unión Musical de £ y D. La Nueva Artística Nueva del Iris Unión Musical Contestaría Unión Musical de E y D. Unión Musical de E. y D. Unión Musical

Ligeros

Unión Musical Lira Rellénense

Muro del Alcoy Relleu

Mudejares

Unión Musical

El Palmar

Abencerrajes

La Primitiva

Alcoy

Marrakesch Realistas

Unión Artística Musical San Francisco de Paula

Berberiscos

Sociedad Musical «La Filarmónica»

Andaluces Asturianos Cides

Unión Musical

Unión Musical Sociedad Musical "El Delirio»

Labradores

Banda Municipal

Caimanes

Unión Musical «La Alianza»

Vascos Mozárabes Astures Navarros Tomasinas Montañeses

Unión Musical

Bolbaite Jara fue! Agres Jeresa Corga Ollería To rrema nzanas Lucbente

Sociedad Instructiva Musical

Alfarrasí

Domingo Miques

Chano Verdes Magenta

Llanera de Ranés Puebla del Duc

On ten ¡en te

D. Enrique Castro Cámara

D. José Pérez Vilaplana D Vicente Tortosa Terol D. Gaspar Blasco Boscá D. José Esteve Solbes D. Antonio Carrillos Colomina D. Jesús Gallan Soler D. Femando de Mora Carbonell D. José M,' Perrero Pastor D. José Mateu Vicent D. Antonio López Collado D. José Pascual Revert D. Félix Ramiro Izquierdo O. Francisco Baena Nadal D. Dionisio Pedro Estarelles D. José Faus Moltó D. Fernando Benavent Vidal D. Emilio Sanz Vidal D. Pascual Huesear Casteüó

Fomento Musical

Navarrés

Unión Musical Ben tarjaren se

Beniarjá

D. José Peñalva Pía

Sociedad Musical «Maestro Orts»

Ga vanes

D. Salvador Vicent Molines

D D. D. D.

Unión Musical Rotovense

Rótova

Cruzados

Agrupación Musical del F. de J.

Jaraco

A le odíanos Aragoneses

Unión Musical

Montserrat

Unión Musical

Boca i rente

Vicente Paiau Pucho) Miguel Villar González Miguel Bosch Martínez Felipe Belda Calatayud


Organización festera

La fila y su origen .

'

.

JOSÉ Luis MANSANET RJBFS

Foto: José Luis Sanas Abad

E

N las fiestas de Moros y Cristianos e! hombre es el factor humano esencial- Y en la conmemoración guerrera los centenares de festeros no actúan aislados ni desconectados unos de otros. Parecería natural esa desconexión en unas huestes mercenarias sin otro impulso que su soldada; su traje sería entonces un simple disfraz. Pero el fester actúa por vocación, se sabe protagonista de nuestra pequeña gran historia, y para representarla se agrupa en núcleos —la fila— que adquieren vida propia. Allí el hombre se convierte en festero y no sólo participa en las Fiestas sino que tiene a gala satisfacer la mayor parte de su costo, más elevado de lo que normalmente se supone. Esto le convierte en cruzado de las Fiestas y a su traje festero en hábito, que precisamente es lo que iguala en una categoría única a todos los miembros del grupo, hermanados en un afán común, donde no cuenta posición social o profesión. Considerada así la fila, es un factor de integración social de fuerza insospechada. La terminalogía local y propia llama fila a la agrupación de personas constituida con el fin primordial de tomar parte activa en la representación de las Fiestas de Moros y Cristianos en honor a San Jorge. Fila viene indudablemente de fila, línea de hombres en un mismo frente, codo con codo, que es una de las formas de actuación festera. Alcover en su diccionario Catalán - Valenciano - Balear, edición 1953, recoge el vocabío corno una acepción de la palabra catalana «filada», aclarando que en valenciano se pronuncia «fila» y lo explica como grupo de personas que toman parte en los combates de moros y cristianos en las fiestas patronales de Alcoy y otras poblaciones del País Valenciano. En los primitivos reglamentos y documentación festeros al traducir la palabra al español se usa la expresión filada. Este vocablo es una castellanización incorrecta, porque esa voz no tiene existencia en el diccionario de la lengua más que como derivada de filar (hilar), que es etimología distinta de'la palabra catalana y valenciana derivada de fila. Y es que forzados a traducir fila al español, quizás se estimó más correcto llamarla filada que no comparsa, que también es una palabra valenciana. La voz comparsa, muy generalizada, usada en español como denominación equivalente de fila, no traduce su verdadero significado. Comparsa, que es palabra de origen italiano, tanto en español como en valenciano, tiene un sentido despectivo, de grupo de figurantes subalternos en una represenHermandad íeatera tación, cosa muy distinta de la función del fester. Por eso las denominaciones autóctonas


—como ocurre con los toponismos locales,— hay Capas coloradas, Turcos, etc., y las caballerías, que conservarlos como son, sin traducciones, que del Peaco, de Sequetes, etc... Este movimiento siempre producirán una imagen falsa de la reali- de grupos festeros fue causa de que se estableciera un orden a seguir en su actuación, basado dad traducida. No está claro todavía como se constituyen ios en la antigüedad de la fila, preeminencia que era primeros núcleos festeros, producto indudable muy considerada, hasta el extremo de ser la de una evolución. En los siglos pasados, Alcoy pérdida de antigüedad una de ¡as sanciones más era una de las plazas de armas del Reino para re- graves que se podían imponer dentro del código primir ia piratería berberisca, y tenía unas com- festero. Este orden se hallaba establecido ya en 1839, pañías de milicias que en las fiestas de San Jorge, contribuían a su mayor esplendor acompañando desde cuya fecha se conservan las actas de la oral estandarte real de la villa y disparando sus ar- ganización festera, y a partir de 1844 se hace cabuces en las procesiones. En el libro de pagos obligatorio para la fila el desempeño de los carde 1672 consta uno, según transcribe Rogelio gos de Alférez y Capitán siguiendo el turno de Sanchis Llorens (Revista de 1962), que dice: «10 antigüedad. En" 1862, y como anejo al reglamento iliures y 16 sous, per la pólvora que es repartix festero aprobado en dicha fecha, se fija el orden cascun any en lo Alferis y soldats que yxen a de antigüedad que se ha de guardar en las Fiestas, acompanyar la processó dit día de Sant Jordi». relacionando en el bando moro 9 filaes y 4 cabaY Vicente Carbonell en su «Celebre Centuria'? llerías, y en el cristiano 14 filaes y 3 caballerías, (1672), habla de una «regozijada procesión ilus- ordenación que ha sido indudablemente la base trándola una compañía de Christianos Moros y de la actual. de Cathdlicos Christianos...» Es indudable que Todo diseño de fila —dibujo original de traje cuando los de la compañía se visten de moro o festero— ya en 1839 necesitaba ser aprobado cristiano con carácter de continuidad —lo que ya previamente por la Junta General para poder satenía lugar en la segunda mitad del siglo XVII — lir a !a calle, y el reglamento de 1888, art. 82, trase siembran los gérmenes de los núcleos festeros. ta de poner coto a las extravagancias en los diseLa nomenclatura festera confirma el origen ños y denominaciones, exigiendo que los cristianos militar de la fila.- diana, alardo, capitán, cabo, etc... respondan a tipos nacionales y los moros a tipos pero lo que no se fia desentrañado todavía es có- que hayan existido en la dominación árabe y Remo se transforman las huestes militares en hues- conquista, y el reglamento de 1900, art. 81, puntes festeras. Para dar ese paso tenía que adquirir tualiza más exigiendo que «el diseño habrá de una sólida base popular la representación festera corresponder a tipos — t a n t o cristianos como moy por otro lado debilitarse la importancia de ias ros— que hayan existido en la Península durante milicias. Esto debió ocurrir a partir de 1741, en las épocas de la dominación árabe y de la Reconque se reanudan las Fiestas con nuevos brios des- quista», precepto que no siempre se ha cumplido pués de treinta y tantos años de suspensión a con la escrupulosidad demandada. causa de la guerra de Sucesión y de las conseEn la actualidad hay 27 filaes. El bando moro cuencias que tuvo para el Reino de Valencia. adquirió estabilidad a fines del siglo XIX, si bien Esta fecha de 1741 es clave para las Fiestas en se acrecentó con algunas filaes a principios del muchos aspectos y sobre todo en uno, el des- siglo XX, y tiene hoy día 13, de las cuales 7 por arrollo de la fila. No sabemos si las «dos compa- lo menos son centenarias. Sus diseños han variañías, una de cristianos y otra de cristianos vesti- do muy poco del original creador, y siguen en gedos de moro, con dos compañías de caballos en neral ta línea que pudiéramos llamar turca en la la misma uniformidad. ,» que toman parte en las indumentaria, salvo los últimos incorporados, y Fiestas de 1741 y de que habla e! P. Pícher en su en sus denominaciones predominan los nombres «Resumen de antigüedades históricas», eran de o apodos de prominentes festeros —Domingo milicias o más probablemente de festeros, pues Miques, Cordón, etc...,— el color dominante del el nombre nada dice ya que en muchas poblacio- traje —Verdes, Magenta..,— o denominaciones nes de ¡a comarca se llama todavía compañías a árabes -Berberiscos Abencerrajes, etc...— las agrupaciones festeras. Pero es dable suponer Los cristianos no se estabilizan hasta bien enque la intervención popular transformaría la base trado el siglo XX. Son 14 las filaes actuales y muy de las Fiestas al hacer intervenir en las mismas ca- pocas las centenarias, pues si bien es cierto que da vez mayor número de grupos de figurantes. algunas son muy antiguas no es seguró que hayan La fantasía popular, que no entiende de razo- tenido una continuidad ininterrumpida. Sus disenes de época e historia, se desbordaría, y los gru ños han variado completamente en el transcurso pos adoptaron denominación e indumento al mar- de los últimos tiempos y, salvo dos, tienen ahora gen de la realidad histórica, Durante dos siglos se una ambientación histórica medieval. En sus decrean y extinguen muchas filaes, algunas de las nominaciones abundan en cambio los regionaliscuales tuvieron vida efímera. Así aparecen y ya mos españoles —Vascos, Navarros, Aragoneses, no existen: Monecillos, Angeles, Capellanes, Ro- Alcodianos, Asturianos, etc ,.— y otros derivaciomanos, Marinos, Estudiantes, Antigua española. nes de héroes nacionales —Cides, Guzmanes—.


BIOGRAFÍA

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AL-ACDRAQ SEÑOR

DE ALCALÁ u Del pacto de Alcalá al destierro

Carmelo Giner Bolufer Alfajor d'Ambra Cronista Oficial de Pego

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N virtud del Pacto de Vasallaje que, como hemos dicho en el capítulo anterior, (Revista 1964) fue estipulado y firmado en el Pttmlfm de Alcalá, el 16 de abril de 1244, entre el Caudillo Al-Acdraq y el Infante don Alfonso de Aragón, primogénito del Rey don Jaime, a raíz de la conquista de Denia por don Pedro Eximen Carroz, quedó incorporado al naciente Reino cristiano de Valencia, sin que se derramase una sola gota de sangre, todo el vasto Señorío de Alcalá, que comprendía entonces, por lo menos, los valles de Alarmar, Alcalá, Ebo, Gallinera, Guadalest, Pego, Pop,. Segarria-Sigil.li (la Rectoría del Ráíol) y Ceta. Abarcaba una extensión aproximada de sesenta y siete mil hectáreas, con unos noventa poblados y alquerías y numerosos castillos emplazados en los lugares más estratégicos de las altas montañas que los circundaban y que aún hoy nos muestran los restos de sus murallas y torreones, escenarios y mudos testigos de los grandes acontecimientos bélicos que se vio forzado a protagonizar el famoso Caudillo, para mantener la integridad e independencia de sus Estados, constantemente amenazados por las violaciones de las cláusulas pactadas Esas violaciones procedían de parte de los Señores a quienes el Rey, había hecho donaciones y establecimientos en las tierras colindantes, en el curso de la conquista hacia el Sur, particularmente don Pedro Eximen Carro*., en Rebollet y Denia; don Arnau y don Vidal de Sarria, en Callosa; don Ramón Folch de Cardona, en Guadales!; y don Roger de Lauria, en Concentaina y otros muchos más, envidiosos de la ubérrima riqueza natural de aquellos Valles y del prestigio y la enorme influencia que Al-Acdraq ejercía sobre el Monarca y su esposa doña Violante. Sin que apenas hubiese tregua en la lucha después del Pacto, las tropas de don Jaime I confederadas con las huestes aguerridas de Al-Agdraq, y las meznadas de los demás Caballeros, reanudaron el avance hacia el Sur del Reino cháñense, formando un ancho frente desde el litoral a ¡a frontera castellana. Las fuerzas cristianas estaban comandadas por e! Infante don Alfonso de Aragón, y por Cardona, Carroz, Lauria, Moneada, Romaní, Pérez de Árenos, los hermanos Sarria y otros; y los del Señorío, por AlAcdraq, su hermano Aben Bacem, su sobrino el joven Aliajar Ibn Bacem, su primo Abrahim Ibn Qulema y otros notables Por el sector que avanzaban los guerreros de Al-Acdraq,, que era el del centro, la mayoría de los castillos se le rendían sin resistencia debido a la fama y habilidad diplomática que gozaba su caudillo pudiendo de esta suerte apoderarse con gran rapidez de las comarcas de Callosa y Concentaina, repartiendo los castillos que le correspondían de acuerdo con el Pacto de Alcalá, entre sus bravos compañeros, particularmente los de la cuenca del Algar, adjudicando los de Altea y Polop, a su hermano y lugarteniente Aben Bacem Ibn Al-Acdraq, según consta en documentos de confirmación del Rey don Jaime, existentes en el Archivo de la Corona de Aragón, relativos a las cláusulas del Tratado de Paz, Rendición y Expatriación de mediados de junio de 1258, al ser vencido en su primera rebelión y entre los que también figuran los de Pop y Xalón, a favor de su sobrino Aliajar Ibn Bacem Ibn Al-Acdraq, hijo del anterior, No sabemos si Al-Acdraq seguiría luchando al lado del Rey, después de la ocupación del Algar hasta la firma del Tratado del Almizra entre don Jaime I y don Fernando III, o si, cumplido lo del Pacto, volvería a sus Estados para su reorganización y sirviendo al Rey como consejero, pues sobre su vida muy poco nos dicen las Crónicas ni los historiadores, pero sí podemos afirmar, por testimonios documentales, que seguió en buenas relaciones con el Rey y su Corte, por lo menos hasta 1150 Desde 1244, en que se incorporó al Reino cristiano, a 1258, en que fue vencido y desterrado, hemos constatado las obras de Montaner, Miedes, Dcsclot, Viciaría, Diago, Zurita, Escolano, Beuter, Boix, Perales, Llórente y particularmente deí Padre Bleda, el más significado detractor de AlAcdraq, hombre de inventiva extraordinaria que no se detiene en reseñar cosas que rebasan toda credulidad, y en todos hemos encontrado lo que refiere el Rey en su Crónica, pero sin orden ni concierto cronológico, lo cual nos hacer suponer que en ello hay más fantasía que verdad histórica. Teodoro Llórente, nos dice que los Moros de Albaida se rebelaron en 1248F capitaneados por Abrahim Ibn Culema, en nombre de Al-Acdraq. En esta época, a los cuatro años del Pacto de Alcalá, el Caudillo árabe se hallaba luchando junto al Rey en tas tierras del Sureste, y mal cabía hacerlo, puesto que en el Archivo de la Corona de Aragón, se guarda una carta del Señor de Alcalá, dirigida a la Reina doña Violante, y que creemos conveniente transcribir. La carta dice así: «4 de dii. I, hiyya de 647 (10 de marzo de 1250) «A mi señora la Sultana generosa, ayudada por Dios vencedora, perfecta, bendita, la Reina doña Violante, esposa de nuestro señor el Sultán, el ayudado por Dios, el vencedor, Rey de los cristianos y del Oriente de Al.Andalus, de parte de vuestro esclavo y servidor, el que besa vuestras manos benditas y generosas, Muhammad Ibn Hudáyl al-Sühir. Ibn alAcxlraq. «Un saludo generoso, devoto, honrado, bendito sobre vuestra noble Majestad, y la misericordia de Dios —¡ensalzado sea!— y sus bendiciones. «Dicho lo cuaí, os escribimos esta carta desde el castillo de Al-Q ala'a, «protéjala Dios, en sobrado sea! Lo que vuestro esclavo está obligado


a informaros es que llegó a mí, vuestro esclavo y siervo, vuestro hombre de confianza y servidor don Juan de Mora, con cartas de parte de nuestro señor el Sultán —(ayúdelo Dios!—. Las leímos y nos enteramos de cuanta benevolencia, atención, protección y solicitud hacia nosotros en ellas había, así corno la orden de que os enviáramos emisarios. Comenzamos,, pues, la acción y el envío de lo que reportará bienes -¡si Dios quiere!— e hicimos marchar hacia vos a nuestro hombre de confianza, nuestro pariente, hijo de nuestro tio Abü.l Qá'sim Ibn Hudiyl, el Qá'id egregio, honorable, muy alto, perfectísimo, meritísimo Abü.l Qá'sim Ibn Hilál y el Qá'id Abü.l Humar. ¡Honre Dios a ambos! «Desea de vosotros este vuestro siervo, que sean honrados y considerados junto a Vos y estén en vuestro País bajo vuestra protección al ir y al volver, hasta que Dios decida lo que reporte bienes, ¡si Dios quiere! «Encargamos a nuestro hombre de confianza, el Qá'id Abü.l Qá'sim, que tome vuestra mano y la bese en vuestro nombre, y también le encomendamos lo que debe deciros de palabra. Confiad en él, pues ciertamente nuestro es su dicho, y cuanto él os diga es lo que nosotros os decimos. Dios —¡ensalzado sea!—, si Dios quiere. «Esto es de cuanto debo informaros, Y la paz sea sobre vuestra alta Majestad y la misericordia de Dios y sus bendiciones. «Escrita en Al Qala'a a 4 de dü.I.hiyya del año 647 de la Hégira». La anterior carta, da un mentís rotundo a la rebelión de los moros de Albaida, en 1248, capitaneados por Abrahim Ibn Qulema, en nombre de su primo, pues no cabe admitir tal hecho por cuanto en aquellos años el Caudillo árabe se hallaba en muy buenas relaciones con el Rey, como queda claramente demostrado. En cambio, podría estar relacionada con las invitaciones de los Monarcas aragoneses a que se hiciera cristiano y a casarlo con una pariente o tal vez hija de don Pedro Eximen Carroz, Gobernador de Denla. A este respecto, los historiadores siguiendo a don Jaime en su Crónica, dicen que Al-Acdraq, a raíz de la conquista de Denla y ante el temor de correr la misma suerte que Ceyán Ibn Saad, invitó a los Reyes a que le hicieran una visita al castillo de Alcalá, prometiéndoles que se haría cristiano si le daban por consorte a la Carroz. Esta afirmación está Igualmente desprovista de fundamentos, puesto que la fechan en 1244, año de la conquista de Denia y de la firma del Pacto de Alcalá, y tampoco es muy exacta la versión del incidente ocurrido en Rugat cuando los Soberanos, con reducida escolta, iban hacia este castillo, camino de Alcalá. Según la Crónica y los analistas que la siguen, Al-Acdraq, les esperaba allí, y les tendió una emboscada de la que salieron milagrosamente ilesos, si bien perdieron la vida algunos caballeros de la escolta. Pero pensemos un poco, ¿Cómo explicarnos que estando los Reyes en Denia, fueran a Alcalá por Rugat, que está en el valle de Bayren, en vez de ir directamente por los valles de Pego y de Gallinera, más cercanos? Admitamos el hecho de la emboscada de Rugat, puesto que el Rey lo menciona, pero de ninguna manera que ocurriera en la fecha que señalan los historiadores, en 1244, sino mucho más tarde, con posterioridad al 1250 o tal vez en este mismo año, pero hemos de descartar que Al-Acdraq tuviera nada que ver con el Incidente que más bien pudo ser provocado por algunos fanáticos partidarios suyos que, conocedores de las intenciones de los Reyes de forzarle el bautismo y al matrimonio con una cristiana, trataran por este medio violento de estorbarlo. ¿Hasta cuando siguieron normales las relaciones entre el Rey y el CaudiHo de Alcalá, después de 1250?. No lo podemos precisar, pues únicamente sabemos que a primeros del año 1255, se levantó en armas, apoyado por el Rey don Alfonso de Castilla y por e! hermano de éste el Infante don Juan Manuel, a los que tes unía gran amistad, apoyo que no se limitó a intervenciones del castellano cerca de su suegro, sino en efectivos militares, como lo hemos podido comprobar en unas excavaciones realizadas en el término de Pego, en las que encontré unos enterramientos de mediados del siglo XIII, identificados por unos brazaletes y pulseras de plata con inscripciones castellanas. Lo cierto es que la ruptura trajo una cruenta guerra de cuatro años que puso en peligro la existencia del Reino cristiano de Valencia, pues Al-Acdraq, llegó a ocupar todo el Sureste y buena parte de Bayren, Játiva, hasta Montesa y Luchente. Pero el hado le fue adverso por la posterior defección del Rey de Castilla y por no poder recibir el apoyo ofrecido por su primo Muhammad Ibn Alahmar II, de Granada y por el Rey de Marruecos, Jussuf, siendo vencido y desterrado a mediados de junio de 1258,


Aportaciones a la historia festera

El Alardo de Alcoy prohibido en 1771 José Antonio Martínez Sara Vi ce di rector del Archivo Histórico Nacional

L

A celebración de la festividad de San Jorge, recuerda gratos días de mi niñez, pasados en la ciudad de Huesca donde se honra al Santo et 23 de abril con una procesión cívico-religiosa, a cargo del Ayuntamiento y autoridades, y romería popular junto al cerro y ermita, elevada en acción de gracias por su intervención legendaria en la batalla del Alcoraz, un 18 de noviembre de 1.096, decisiva para ¡a toma de !a ciudad por el rey aragonés don Pedro I, en la cual se derrotó a García Ordóñez, conde de Nájera, y a los sarracenos de Zaragoza, que acudían en auxilio de los de Huesca, acción guerrera que valió a San Jorge el patronazgo sobre Aragón. Quizá menos famosa en la historia, pero mucho más destacada en el campo del folklore y tradición popular es la conmemoración por la industriosa ciudad de Alcoy de otra legendaria actuación del Santo, al amanecer del día 33 de abril de 1276, con que salvó al pueblo alcoyano del ataque del Caudillo irioro AI-Azraq. Se trata de las fastuosas Fiestas de Moros y Cristianos. E! ¡lustre cronista de Alcoy don José Vilaplana y Gisbert, presbítero, en su interesante «Historia religiosa de Alcoy desde su fundación hasta nuestros días», año 1892, hace referencia, en el capítulo IX, páginas 177-8, al restablecimiento en 1741 de las aludidas de Moros y Cristianos, tras la guerra de Sucesión: «Treinta y cuatro años de suspensión no bastaron para borrar la afición de los alcoyanos a esta tradicional fiesta,- lejos de ello, sólo sirvieron para hacerla renacer con más pujanza y con más entusiasmo que tenía al ser suprimida, aprovechando al efecto los adelantos que por entonces habían alcanzado las armas de fuego para el mayor estruendo en el simulacro de guerra y asalto del Castillo...» Yo quiero con este artículo, bien modesto por cierto, contribuir a la historia festera hablando sobre una nueva suspensión de las fiestas debida a disposición de Carlos III que prohibía los fuegos artificiales y disparos de armas en los poblados, fechada en 15 de octubre de 177Í, que afectó de lleno a los festejos alcoyanos y de otros lugares por espacio de casi tres lustros. Don José Vilaplana desconoció esta noticia quizá por la escasez de documentos conservados en los archivos alcoyanos, de la que se queja en sincera introducción, y creo que por los mismos motivos no puede mencionarla tampoco don Rafael Cotonía en su interesantísimo «Libro de la fiesta de Moros y Cristianos de Alcoy», año 1962. La disposición aludida era una «Real Cédula de Su Majestad y Señores del Consejo, por la cual se prohibe en todos los pueblos de estos Reynos la fábrica, venta y uso 'de

fuegos y que no se puede tirar o disparar arcabuz, o escopeta cargada con munición o sin ella, aunque sea con pólvora sola, dentro de los pueblos». Publicada en Madrid, en la oficina de don Antonio Sanz, impresor del Rey y de su Real Consejo, se conserva de ella un ejemplar en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, Sección de Consejos, libro 1436, folios 288-91. Esta medida llegó en momentos inoportunos para que 1a población alcoyana pudiese reaccionar debidamente. El Ayuntamiento de la Villa y el reverendo Clero de la misma estaban en pleito sobre el lugar de colocación de las armas Reales de la Villa y las del Clero en la nueva parroquia, cuyas obras, comenzadas bacía años, daban fin por aquellos' tiempos. Todavía se produjo otro incidente entre las mismas autoridades sobre la colocación de los bancos del Ayuntamiento en dicha iglesia en lugar contrario al señalado por el Clero. A estos sucesos nos hemos de referir más adelante y los trata también et citado don José Vilaplana en el capitulo X página 218. Solucionados estos conflictos, como veremos, y puestos de acuerdo Clero y Ayuntamiento, hubo espacio y ocasión para recurrir a los poderes públicos a fin de que se autorizase de nuevo la celebración de las fiestas en honor del patrón San Jorge. Vamos a ver en actividad con este motivo a los mayordomos del Santo, de conocidos apellidos locales, como los Gisbert, Albors, Carbonell y Pastor. Poco éxito tuvieron sin embargo por entonces, pues chocaron no sólo contra la disposición Real citada, sino también contra la opinión de varios eclesiásticos sobre celebración de fiestas profanas unidas a conmemoraciones religiosas. Finalmente contribuyó al fracaso de la solicitud la dilación que a la instancia alcoyana dio el Consejo de Castilla en su Escribanía de Aragón, con el acostumbrado procedimiento, de una lentitud desesperante. En la serie «Expedientes de partes», de la Escribanía de Aragón, de la Sección de Consejos Suprimidos del Archivo Histórico Nacional, existe uno (legajo 37.326, año 1786, mes de septiembre) «...cuando a instancia de Francisco Silbestre de Gerónimo y consortes, Mayordomos de San Jorje de la villa de Alcoy, sobre que se les conzeda lizenzia para que puedan azer a San Jorje cierta funzión de escaramuza o alarde de moros y christianos, disparando la fusilería con solo pólbora, como se ejecutaba antiguamente». Este es el extracto que figura en la cubierta del expediente y que he transcrito literalmente, desarrollando abreviaturas, pero, contra mi costumbre en escritos de esta época conservando la ortografía antigua. Vamos a narrar, lo más brevemente posible, la motivación del hecho. En la villa de Alcoy, a tres de marzo de 1777, ante los testigos don Vicente Gisbert, regidor del Ayuntamiento, y don Joaquín Albors, diputado del común, daban poder don Francisco Silvestre de Gerónimo, don Agustín Carbonell de Vicente Juan, don Vicente Gisbert de Tomás, y don Luis Pastor, vecinos de la Villa y Mayordomos de la Fiesta del Patrón San Jorge, mártir, a don Bernardo Guimerá, abogado de los Reales Consejos, vecino de la Villa y Corte de Madrid, para que, en su nombre, compareciese ante su Majestad y Señores del Real y Supremo Consejo y pidiese ticen-


cía para que por una vez y durante los días de la festividad lo delegaba en Simón Gómez Pérez y otros dos Procuradores de San Jorge, 33 y 24 de abril, les fuese concedida la gracia de los Reales Consejos. El dicho Simón Gómez Pérez, en 17 especial de poder ejecutar la función del alarde de cristianos de marzo siguiente, comparecía en el Consejo y, exponiendo y moros, disponiendo la fusilería en el poblado de la Villa, lo anteriormente alegado, suplicaba fuese concedida licencia competente para la celebración del alardo para que sin conen la forma de estilo y práctica observada en otros años. En dicho poder, signado por Juan Antonio Disdier de travención de la Real pragmática prohibitoria de disparar Villagrasa, escribano del Rey y mayor del Ayuntamiento de tiros dentro de poblado, pudiesen hacer la escaramuza de Alcoy, se decía que, por espacio de ocho años, hasta princi- Moros y Cristianos empleando sólo pólvora. Los señores de pios de! corriente de 1777, habían estado siguiendo recurso la Sala de Gobierno de! Consejo acordaron que el asunto el Ayuntamiento de la Villa y reverendo Clero de la misma pasara a examen del Fiscal. Este, en diligencia de cinco de en la Rea! Audiencia del Reino, a la que habían sido remi- abril, estimó oportuno enviar la petición a informe de tidos por Real provisión los autos sobre colocación de asien- la Real Audiencia del reino de Valencia, añadiendo, que, tos de dicho Ayuntamiento en la nueva iglesia parroquial y a la vista del parecer de ella, daría el suyo. En ocho de abril sobre situado y grabación de las armas Reales, propias, y siguiente los Consejeros aceptaban la opinión del Fiscal y se otros particulares. En este estado el asunto había interpuesto enviaba despacho a la Audiencia el día 21 de mayo Aquel año ya no hubo fiestas de Moros su poderosa mediación el señor don Gaspar de Aranda, Corregiy Cristianos. Aun más, el expediente durmió el «sueño de los dor actual de la ViÜa, y por sí solo, y de acuerdo con el ilustríjustos» en el Consejo de Castilla, simo Sr. don Francisco Fabián y y en la Real Audiencia valenciana. Fuero, Arzobispo de la diócesis y En efecto, el próximo documento corresponde al año de 1781 y reino de Valencia, después de varias y recíprocas conferencias mise refiere al informe efectuado por sivas entre dichos señores, había la Audiencia, en que resume las resultado que, e! día 13 de enero, diligencias realizadas por la miscongregadas ambas Corporacioma. Dice así, copiado a la letra, pero en ortografía moderna desnes eclesiástica y secular, en escritura autorizada por el presente arrolladas las abreviaturas: «Seescribano se había acordado terñor: por Real Provisión de V. M., minar el recurso y litigios, según de 31 de mayo del año 1777, preconcordia, con la mira de establesentada a esta Audiencia en cinco cer paz y perpetua correspondende julio del corriente, se la precia, que sirviese de sosiego a los viene informe a V. M. lo que se ánimos y de ejemplo a los naturala ofrezca y parezca sobre !a preles del país. Esta escritura, pretensión de Francisco Silvestre Jesentada por dos emisarios del rónimo y otros vecinos de la villa Clero y Ayuntamiento en la Real de Alcoy, mayordomos de San Audiencia, había sido aprobada Jorge, patrono de ella, en razón por decreto del 28 del propio mes de que se les conceda permiso de enero, con comisión especial para celebrar su fiesta y la del úlal Corregidor, para la colocación timo centenario de su restaurade los asientos de la Villa en la ción en los días 23 y 24 del preIglesia Parroquial y fijación de las armas Reales sobre el altar sente mes de setiembre (sic) con un alarde o escaramuza de mayor de ella. tiros de fusil de pólvora solamente, intitulada de Moros y En consideración a que la Villa con sus vecinos no había Cristianos, no obstante la Rea! Pragmática prohibitiva del celebrado la solemne función de tabla del Santo Sepulcro disparo de tiros dentro de poblado. Y en su cumplimiento, por e! feliz hallazgo de Jesús Sacramentado, después del dice: Que sin embargo de lo que representan el Corregidor robo del Sagrario, que debía haberse conmemorado e! día de dicha Villa, su Ayuntamiento, Diputados y Síndicos, a 31 de enero, propio de la festividad; atendiendo a que esta quienes para este fin se les ha oído y también al Fiscal de fiesta reügiosa, en espera de la aprobación de la citada con- V. M., manifestando aquellos no hallar reparo en que a lo cordia, había quedado diferida a los días del Santo Mártir menos por esta vez se les dispense dicha gracia, con motivo Patrono San Jorge, al que se honraba el 23 y 24 de abril, en de carecer de toda diversión y no tener sus vecinos desahoobsequio del singular beneficio recibido de ser librados de go alguno,especialmente los operarios de las muchas fábricas las persecuciones sarracenas, con un alarde de moros y cris- de paños y papel, que pasan el año en continuas y pesadas tianos con tiros y procesión con el Santo, a la que concurría tareas y penalidades, al paso de haber sido una costumbre el reverendo Clero y el Ayuntamiento, cuyo alarde ya no antiquísima, hasta unos ocho años hace, de aquellos natuhabía tenido efecto y se había suspendido por Real cédula rales, en fe del patrocinio que experimentaron del Santo, de Su Majestad y Señores del Consejo, es por lo que solici- libertándose por su mediación de la esclavitud sarracena, taban la gracia especial de poder celebrarlo de nuevo. parece debe tenerse presente, (sobre no constar del modo y Diez días más tarde, el 13 de marzo, don Bernardo Gui- circunstancias en que se hacía dicha escaramuza antes de los merá, usando de la facultad que le concedía el poder citado referidos ocho años en que no se lia repetido por las dife-


rencias y disensiones ocurridas entre los cabildos eclesiástico y secular de la misma Vi)!a sobre punto de preeminencias), que, s. instancia del Reverendo Obispo de Segorbe, se mandó, por Real Provisión de V. M., de 24 de abril de 1777, que la Audiencia cuidase de que las Justicias de aquella diócesis no permitiesen, a. pretexto de fiestas de Santos, comedias, novillos, ni otros juegos profanos, y, en caso de tenerse dichas diversiones, fuese en días que no se pudiese trabajar, y de corregir y reformar los abusos que se encontrasen en el resto del distrito de este Tribuna!. En cuya consecuencia proveyó esta Audiencia, en seis de noviembre del propio año, a representación del Prelado de la ciudad de Orihuela, que en todas las poblaciones de su obispado se observase lo mismo, y no pudiesen hacerse los citados festejos en el día de la fiesta de Iglesia, ni ocho antes, ni después de ella. Y oponiéndose la solicitud de los Mayordomos al tenor y espíritu de dichas resoluciones, como dirigida a restablecer una diversión y entretenimiento peligroso y expuesto, como se considera semejante escaramuza, reducida a jugar con armas de fuego y a dispararlas impunemente en la población, de que, por más cuidado que se tenga, pueden resultar graves inconvenientes que parece justo se eviten, en esta atención contempla esta Audiencia no hay mérito para que se adhiera a la pretensión de los Mayordomos de la Fiesta de San Jorge de la villa de Alcoy, si que antes bien parece debe desestimarse enteramente o resolverá V, Majd. lo que fuese de su Real agrado. Que es cuanto se le ofrece a esta Audiencia en cumplimiento de la citada Real provisión de V. M , de 21 de mayo del año 1777. Dios guarde la Católica Real Persona de V. M. los más años que !e rogamos y necesita la Monarquía. Valencia, 13 de setiembre 1781». A continuación venían firmas y rúbricas de los Oidores, Con oficio «besalasmanos» de 15 de septiembre de 1781 enviaba el escribano de la Audiencia al Secretario del Consejo en la Cámara de Aragón ei farragoso informe anterior. Los señores de Gobierno de Consejo disponían, en 19 del mismo mes que dicho informe pasase al Fiscal con e! antecedente. Pero otra vez el expediente volvió a sepultarse en el olvido y solamente años más tarde se reanudó con la diligencia que sigue: «El Fiscal dice: que el permiso que solicitaron por este expediente tos Mayordomos de San Jorge de la villa de Alcoy para poder continuar en la función que le hacían las salvas o juguetes de pólvora, se miró como perjudicial en el informe que se pidió y practicó la Real Audiencia en el año de 1781, en que quedó sobreseído: por lo que, parece, podrá desestimarse la pretensión, mandando se archive el expediente, o determinará el Consejo lo más conforme, Madrid y septiembre 1 de 1786. Rúbrica». El día 11 del mismo mes, los señores de Gobierno, Campomanes, Vallejo, Velarde, Mendinueta, Murcia y Cornejo, ninguno de los cuales había visto el comienzo del asunto, decretaron e¡ sobreseimiento en estos términos: «Sobreséase por ahora en el curso de este expediente mediante las providencias tomadas por el Consejo posteriores a! año de mil setecientos ochenta y uno. Rúbricas», Cuando se sobreseyó este expediente en 1786, ya se había celebrado el año de 1785 e! alarde, y, aun más, autorizado por alguno de los Consejeros citados que habían negado el permiso. Como vamos a ver a continuación, la villa de Alcoy, conocedora dei informe desfavorable de la Audiencia, había presentado nueva instancia en 1785. Yo imaginaba que los vecinos de Alcoy no se cejarían en sus pretensiones y esta presunción mía ia vi confirmada al reanudar mi investigación en la citada Serie, En el libro de matrícula de los años 1799 y 1800 existía, en efecto, un asiento sobre

ello, pero en et legajo señalado no se conservaba el expediente. Este lo he encontrado en el legajo 37.424, mes de agosto de 1807, unido con otros de esta fecha referentes a Biar, Bañeres, Bocairente, Ibt y Onil. Pero dejemos hablar ai documento: En 16 de febrero de 1785, don Juan Romualdo Jiménez, Corregidor de la villa de Alcoy, exponía al Consejo, con el mayor respeto, cómo desde tiempo inmemorial tenía el pueblo alcoyano por patrón al glorioso San Jorge, celebrando su festividad con la mayor devoción y siguiendo la antiquísima costumbre de formar entre sus vecinos algunas compañías de soldados, entre las cuales había una, compuesta de treinta o cuarenta hombres de los que habían servido en los regimientos de infantería, retirados de los mismos con las correspondientes licencias, quienes acostumbraban hacer descargas con sus escopetas, sin que, según se le aseguraba, hubiese j a m á s sucedido desgracia alguna. Como se hallaba prohibido por el Consejo tirar dentro de las poblaciones, se veía precisado el exponente a recurrir a la alta justificación de S, A., para que se sirviese conceder el correspondiente permiso, a fin de que se pudiera disparar en la función que se iba a celebrar en San Jorge del corriente año y sucesivos; pues lo merecía un pueblo de numeroso vecindario que se hallaba casi todo empleado en las fábricas de paños con una aplicación tan sumamente grande que no era creíble, si no se experimentaba, viendo las calles desiertas en los días de trabajo, lo que motivaba al Corregidor a hacer esta súplica, teniendo además presente que los habitantes de Alcoy carecían de toda diversión, siendo ésta Ja más apetecible para e! carácter de aquellos naturales. No pudo dirigir el excelente Corregidor más oportunamente su súplica. Vista ésta en el Consejo, en Madrid, a 23 de febrero del mismo año de 1785, los señores de Gobierno, Valiente, Villafañe Vallejo y Mendinueta obrando por sí, sin recurrir a informes, y quizá presionados por don Juan Romualdo, que sabemos extremó el celo durante el periodo de su mandato, acordaron: «Como lo propone este Corregidor, celando, así él, como la Justicia, el que no haya excesos ni abusos, obiando todo de peligros y desazones». Se dio despacho en 15 de marzo, y hay diligencia de haberlo recibido, por el Corregidor, Vicente Salbachuna. Como acabamos de ver, y hemos dicho anteriormente, se restableció en ese año 1785 la tradicional costumbre de los disparos. El tesón y entusiasmo de los alcoyanos logró sus propósitos y, gracias a ellos, también los pueblos circunvecinos. Diez años después, en abril de 1796, Santiago Escacho, en nombre de don Antonio Abad, fabricante de papel, y de don Salvador Paya, maestro de paños, vecinos ambos de Alcoy, capitanes nombrados para la fiesta, solicitaba del Consejo un duplicado de la Real Provisión de 15 de marzo de 1785. Este decretó: «Désele de lo que constare y fuese de dar». La certificación afirmativa lievó fecha de 12 de dicho mes. A pesar de que en 1814 se reprodujo la prohibición de los fuegos artificiales y disparos de arcabuces y escopetas dentro de poblado por el peligro de incendios y desórdenes, según vemos en bando impreso en Madrid, a tres de agosto del mismo año, (A. H, N,, Biblioteca, Colección de Reales Cédulas, libro 1438, n.°—2236), donde se refiere que tal medida se recoge en la ley 5, título 33, libro 7 de la Novísima Recopilación, parece ser que no afectó a nuestras fiestas. Recorriendo los libros de matrícula de los «Expedientes de Partes» no hemos encontrado ninguna otra constancia de! tema, aun remontándonos al final de la documentación hasta el año 1834, en que dándose nueva organización al gobierno de España, se suprimió el Consejo de Castilla.


GUIÓN DE LOS CULTOS Y FIESTAS TRADICIONALES

DE MOROS Y CRISTIANOS EN HONOR A SAN JORGE, ORGANIZADOS POR SU ANTIGUA A S O C I A C I Ó N BAJO LOS AUSPICIOS DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO FIESTA DE INTERÉS TURÍSTICO

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l'oto Crespo Colomer

DOMINGO DE PASCUA, 18 DE ABRIL

A las 10, LA G L O R I A En el día de Pascua de Resurrección, PREGÓN de la magnificencia de las Fiestas. Como rico muestrario y precedidos por los Heraldos de la Ciudad, desfilará un fester de cada Fila al son de ritmos alcoyanos. A las 13.— TRACA en la plaza de España. Al anochecer—«La entraeta del berenar>. LUNES D Í A 19 AlasS'15 EJERCICIO EN HONOR A SAN JORGE en su templo, que continuará hasta el día 27 de abril.

A las 20, PROCESIÓN DEL TRASLADO de la imagen de San Jorge desde su templo a Santa María.

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A las 23,—Solemne entrega de los IV PREMIOS SAN JORGE en el teatro Calderón. MARTES DÍA 20 AL JUEVES 22 A las 19'30.—Solemne TRIDUO en el templo de Santa María con los siguientes cultos: rosario, meditación, letanías a San Jorge, sermón, gozos, bendición con S. D. M-, reserva e himno Insigne Mártir,

VIERNES DÍA 23 A las 10.—GLORIA INFANTIL. Desde el Partidor al final Avda. Generalísimo. A las 12.—MISA MAYOR del Santo con Sermón en Santa María, A las 20.—FIESTA DEL PASODOBLE. A las 21.—TRACA en la plaza de España y a continuación, NIT DE L'OLLA: Cena típica alcoyana de «festers y músics» en sus respectivas F¡laes y desfile posterior hacia la plaza de España.


TRILOGÍA FESTERA 24, 25 Y 26 DE A B R I L Con esta trilogía de Fiestas de Moros y Críslianos, conmemora anualmente Alcoy una gesta de la Reconquista y 1a especial protección de San Jorge en 1276. SÁBADO 24, DÍA DE LAS ENTRADAS A las 5'30. —Misa rezada para tfesters» en Santa María,

A las ó, PRIMERA DIANA Tras el toque de alba y rezo del Avemaria por el Sargento Cristiano, será izada la enseña de la Cruz en la torre del simbólico Casfiílo, y seguidamente se iniciará el desfile matutino, brillante y alegre de las Filaes de ambos bandos ai son de pasodobles diáneros.

A las 10'45, ENTRADA DE CRISTIANOS Magnífico desfile de ios campeones de la Cruz, estampa de Romancero de la época de Jaime I, simbolizando la concentración de fuerzas cristianas en défensg de la entonces Villa de Alcoy. El Capifán con su séquito iniciará la marcha desde la parte alta de la Población, y al llegar ¡unto al Castillo, su alcayde que allí le espera le hará ENTREGA DE LAS LLAVES de la fortaleza incorporándose después a su comitiva.

A las 10, ENTRADA DE MOROS Exótico despliegue de las huestes de la Medía Luna, soñadora fantasía de suntuosidad orienta!, digna de la fastuosidad del Califato, evocando las formaciones morunas del Caudillo AI-Azraq que asediaron la Villa,


DOMINGO 25, DÍA DE SAN JORGE

A las 18,

A las 8, SEGUNDA

DIANA

Con caracteres similares a la del día anterior, es un acto especialmente para la niñez. A Jas 8'30.-MISA DE COMUNIÓN con plática para los asociados, en e¡ templo del Santo Patrón.

A las 10'45 TRASLADO PROCESIONAL DE LA RELIQUIA desde su templo a la parroquia de Santa María, que concentrará a los Personajes Festeros, representaciones, Asociación de San Jorge y Cíeros, presididos por las Autoridades. A continuación, solemne MISA MAYOR CANTADA con sermón, finalizando con el himno religioso insigne Mártir. A las 13.— Finalizada la misa MASCLETA en la plaza de España,

PROCESIÓN

GENERAL

Se devolverá desde Santa María a su templo, a la Reliquia e Imagen del Santo Patrón, con el siguiente orden: Heraldos de la Ciudad, fieles, representaciones y devotos con cera, Filaes con armas, representaciones gremiales con insignias, Asamblea de la Asociación de San Jorge, Cleros y Autoridades. A tas 19'30.—Al finalizar la procesión ante el templo de San Jorge, APOTEOSICO RECIBIMIENTO de luz, color y fuegos de artificio, dándose a besara continuación la reliquia del Santo. A las 23, RETRETA FESTERA.—Las Filaes con farolillos y carrozas iluminadas, desfilarán desde la *Font Redona» hasta las Casas Consistoriales,


Foto: DERREY

LUNES 26, DÍA DEL ALARDO A fas 8, GUERRILLAS,- Despliegue aislado de las Filaes en escaramuzas de arcabucería por diversas calles de la Ciudad.

A las 10, ESTAFETA Y EMBAJADA DEL MORO Después de cesar el fuego de guerrillas, toman posesión de la simbólica fortaleza, el Capitán y Alférez Cristianos con sus Filaes, y seguidamente tiene lugar la ESTAFETA, en la que un jinete moro, en veloz carrera, lleva respuesta a un mensaje de intimación al baluarte. A continuación, concedido parlamento, EMBAJADA DEL MORO, pretendiendo rendir la fortaleza. Terminada ¡a embajada, ALARDO O BATALLA DE ARCABUCERL4 que acaba con la victoria, asalto y toma de! Castillo por el bando moro.

A las ló'30, ESTAFETA Y EMBAJADA DEL CRISTIANO que quiere recuperar sus lares, seguida de otra BATALLA DE ARCABUCERÍA, que termina con la victoria cristiana y la reconquista de la fortaleza, sobre cuya torre señorea de nuevo el emblema de la Cruz. A las 21.—APARICIÓN DE SAN JORGE sobre las almenas del Castillo, entre volteo de campanas/ acordes del Himno Nacional, nubes de color y reflejos de luz.

Con este breve y emolivo acto, Alcoy recuerda su gratitud a San Jorge y cierra la TRILOGÍA FESTERA

A tas 24, CASTILLO DE FUEGOS ARTIFICIALES


Actos benéficos de las Filaes Domingo 18 de abril, —Gloria en el Hospital, a las 10, por diversas Filaes. CORDÓN: reparto de la «mona» a los niños de la Casa de Reposo «Mariola La Asunción». Viernes 23.—MONTAÑESES: Merienda o los niños del Orfelinato Son Jorge. MAGENTA: Cena en los locales de la Fila a los niños de la Casa de Beneficencia. Sábado 24.—JUDÍOS: Reparto de comidas a los enfermos de la barriada, Domingo 25.—LLANA: Desayuno a los niños del Ave María. REALISTAS: Desayuno a los niños necesitados de la calle San Miguel. MAGENTA: Desayuno a los niños necesitados del patronato y escuelas del Tosal. NAVARROS: Desayuno a los ancianos del Asilo y comida a ¡os presos del Depósito Local. CIDES: Comida q los niños de lo Casa de Beneficencia. ABENCERRAJESi Corrjída a los necesitados de Caramanchel. DOMINGO MIGUES: Comida a las niñas del Hogar N.a S.° del Milagro. MAGENTA: Comida a los ancianos del Asilo. VASCOS: Comida y reparto de juguetes a los niños del Hogar de Nazaret. VERDES: Obsequio a ios niños de la Caso de Reposo «Mariola La Asunción». CHANO: Obsequio a los ancianos del Asilo. GUZMANES: Obsequio a los enfermos del Hospital. MOZÁRABES: Obsequio a los niños de la guardería infantil Niño Jesús del Milagro. MONTAÑESES: Acompañamiento del Stmo. Viático y ayuda a los enfermos de la feligresía de Ntra. Sra. de los Desamparados. Lunes 2ó.—ANDALUCES: Desayuno a los niños de la Casa de Beneficencia. VASCOS: Desayuno y obsequio a los ancianos del Asilo. ASTURIANOS: Comida a los niños de ía Cosa de Reposo cMariola La Asunción». TOMASINAS: Comida en los locales de la fila a los acogidos en varios centros benéficos. MARRAKESCH: Obsequio o los niños de la guardería infantil Niño Jesús del Milagro. Martes 27.-BERBERISCOS: Desayuno a ios niños del Patronato de San Vicente,

Foto: Crespo Colomer

A C T O S

D I V E R S O S

Martes 27.—A las 20 horas en el templo de San Jorge, misa en sufragio de ios asociados difuntos. * * * Las entidades artísticos, culturales y deportivas, organizan diversos actos propios que serán anunciados en programas de mano. NOTAS.—A los niños y niñas que nazcan el día 23 de abril y sean bautizados conel nombre del Santo Patrón se les regalará una libreta de ahorros en el Monte de Piedad con la primera Imposición de 250 pesetas. El sorteo de medallas entre los asociados se celebrará públicamente a las 11,30 de la mañana del viernes día lo de abril, en el Casal de Sant Jordi. El Casal de Sant Jordl y su Museo de Fiestas podrá ser visitado libremente por los tardes a partir del día 19 de abril, y durante los dios festivos también por las mañanas. La Asociación de San Jorge ruega a todos los amantes de nuestras tradiciones se inscriban corno asociados paro contribuir a la realización de los fines de la Asociación.


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