REVISTA FESTES ASJ - 1969

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revista de la fiesta de ^ moros y cristianos •^_ i


sumario

3.-San Jorge. Azulejo del siglo XVIII. Museo de la Fiesta. Casal deSant Jordi. 5.—Alcaldía de Alcoy. llrno, Sr. D. Francisco Vitoria Laporta, 6.—Asamblea General de la Asociación de San Jorge. 7.—Editorial. 8.—Memoria de Actividades 1968. José Luis Mansanet Ribes. Secretario. 13.-Crónica de la Fiesta 1968. Salvador Doménech Llorens. Cronista. 21.—Carta del Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Coria-Cáceres. D. Manuel Llopis Ivorra. 22.—Un Fester. Carlos Gosálbez Barceló. Antonio Calero Picó. 23—Fila Marrakesch. Enrique Cerda Tormo. 26.—Fila Asturianos. Antonio Martiañez Cortés. 29.-Jqsé Remigio Giner Pastor. Sant Jordiet 1968. 31.—Diez años después. Vicente Tgrregrosa Torregrosa. 32.-Entrevista sobre lo Moro y Cristiano. Darío Molla LLácer.S. J. 34.-Rasgos psico-sociológicos de la Fiesta de Moros y Cristianos. Luis Rivera Pérez. 36.-La Fila Capellanes. Adrián Espí Valdés. 39.—Símbolos testeros. Doce sonetos: La Cruz. José Antonio Cortázar. 40.-El xafarot. Manuel Rodríguez Martínez. Els timbáis. Juan Vaüs Jordá. 41.—El arcabuz. Carlos Moya Espí. El cirio. José Luis Mansanet Ribes. 42.—Et cartel. Francisco Bernácer Valor. 43.—El traje festero. José Cuenca Mora. 44.—La revista. Salvador Doménech Llorens. La Media Luna. Concepción Quero Lacruz, 45.—El puro. Adrián Espí Valdés, La colgadura. Guillermo Berenguer Carbonell, 46.-EI gallardete. Antonio Revea Cortés. 47.— Vilfajovosa. Población con Fiesta de Moros y Cristianos. Felipe Ramis Llorca. 51.—Filosofía y Fiestas. José Boluda. 54.—Concursos Festeros. V de Música. XVII Fotográfico. 55,-Fotograf fas del concurso. 63.-Alcoy punto ...Y aparte. Juun Alfonso Gil Aibors. 65.—Almena espiritual. José Cuenca Mora. 66.—La Margarita. Mazurca. Partitura para piano de José Jordú Valor. 68.— Alcoy y sus músicos. José Jordá valor. Ernesto Valor Calatayud. 69.—Bandas de música que actuaron en la Fiesta de 1968. 70.—La Unión Musical Beniatjarense. Luis Calatayud Grau. 71.—Los Moros y Cristianos no son un carnaval. Salvador Doménech Llorens. 72.-Los Moros del Valle de Alcalá {III}. La expulsión de 1609. Carmelo Giner Bolufer. 74.-Gráficas de la mujer y el niño en la fiesta. 76.-La dama de Alzamora. Rafael Pére¿ y Pérez. 78.-EI huerto del convento de San Francisco en 1727. José Antonio Martínez Bara. BO.-Del Real privilegio de insaculación de la villa de Alcoy. Rogelio Sanchis Llorens. 82.—Aieluyas Fesíeras. Antonio Revert Cortés, 84.-La iglesia de San Jorge, Octavio Candela Carbonell. 86.—L'eterna ajlegoria. Juan VaMs Jordá. 87.—Perfiles Psicológicos de la Fiesta. Manuel Rodríguez Martínez. 89.-La Fiesta. Dinámica y sociabilidad. Maryluz Schloeter de Jordá. 92.—Exposición bibliográfica en la biblioteca nacional sobre la Fiesta. Tomás García Figueras. 93.—Fiesta de ¿Árabes? y Cristianos. José Luis Mansanet Ribes. 95.—Alcot necessita una ordinacío turística. Jorge Valor y Serra. 97,—Guión de Cultos y Fiesta. 102,-Actos benéficos. Actos diversos. Notas. 103.— Fotografía panorámica de Alcoy.

Portada. Foto J. Crespo Colomer. 2.a Medalta Sec. 3.a XVII Concurso fotográfico. Ilustraciones y dibujos: Rafael GuarinosBlanes, LuisSoIbes Paya, Ramón Castañer Segura, Rafael Llorens Ferri, Antonio Pérez Jordá, Manuel Mora Francesch, j Castañer Paya, Jaime Aragonés Sanchis, Rafael Ferrándiz, J, Sala. Fotografías: J. Crespo Colomer, FotoStudio Vicéns, J. Sandoval Doménech, Foto Jordá Alvaro G Pelayo, Foto Verdugo, F. Grau Rico, Foto Palacio, Foto Llorens, Foto Jovi, E. Gisbert García, V. Gil Montoro, J. Borillo Gual, A. Berenguer Verdú, J Corro Riusech, J, A. Gisbert, A. Espí Vaídés, A. PayáSanus, J. Gómez, V. MirallesClirnent, J. Martí Segura, J. Galiana Llorca, Foto Salvador, Foto Guardiola, S. Guillem Mataix, V. Gisbert Miró, E. Vilaplana Bou, M. Colomina Castañer, Foto Laporta V. Llopis Llorens, V. Ortiz León, Reportajes Pepito, A. Ruiz López. Edición: Asociación de San Jorge. Proyecto: Comisión de Revista y Propaganda de la Asociación con la colaboración artística de Rafael Guannos Blanes. Impresión: Artes Gráficas Altana, S. A. de Alcoy.


Azulejo del siglo XVIII Museo de IB Fiesta Casal de Sant Jordi



alcaldía OMO cada año, con la llegada del mes de abril, tras los devotos silencios de la Semana Santa, hace explosión la alborozada alegría de tos alcoyanos para testimoniar su fe en el Santo Patrón, en nuestro San Jorge al que llevamos tan dentro del corazón y tan fuertemente ligado a ta tradición del pueblo que nos vio nacer, que no habrá fuerza humana que debilite estos sentimientos por muy intensosque sean los afanes progresistas, que pretenden anular cuanto hay de permanente definición en la manera deser de los pueblos. Es por ello, que ayer, hoy y mañana, seguirá Alcoy dando testimonio de su fe profunda y sincera, lanzando a los cuatro vientos, las carcasas multicolores de su Fiesta, 'para reiterar anualmente e! patronazgo del Santo Mártir, amparándose a su protección, en ta lucha continuada y a ritmo creciente para mejorar a nuestra ciudad, en todos sus aspectos, y mejorarnos también nosotros, todos y cada uno, en el servicio y entrega a los bienes comunitarios. No hace falta, queridos paisanos, que repitamos una vez más las consignas de estos di'as y de siempre: sobradamente conocéis cual es nuestra obligación, brazos abiertos para todos, alegn'a a raudales, optimismo consciente y que este abril de 1969, como los anteriores y como los que vengan/sea el granito de arena que anualmente aportemos, para formar la gran masa de auténticos aicoyanos, que saben hacer vida de sus tradiciones.

Francisco Vitoria Laporta ALCALDE


asamblea general déla asociación de san jorge PRESIDENCIA limo. Sr. Alcalde D. Francisco Vitoria Laporta

JUNTA Presidente Vice-Presi dente Representante del Excmo. Ayuntamiento Vicario de San Jorge Secretario Vice-Secretario Tesorero Contador Vocales

Cronista de la Fiesta Asesor Artístico

DIRECTIVA D. Jorge Silvestre Andrés D. Ricardo Ferrándiz Carbonell D, Jorge Trelis Blanes Rvdo, D, José Botella Martín D. José Luis Mansanet Ribes D. Camilo Espi' Vicedo D. Jorge Peidro Pastor D. Francisco Cortés Serralta D. Rafael Ramis Carbonell D, Francisco Torrcgrosa Pérez D. Silvestre Vilaplana Gisbert D, Claudio Abad Cantó D. José Sempere Calatayud D. Miguel Pascual Valero D. Vicente E. Blanes Llopis D. Salomón Sanjuán Candela D. José Gisbert Alós D. Francisco Moya Carbonell D. Rafael Bou Aparicio D. Alejandro Martínez Llopis D. Salvador Doménech Llorens D. Roque Monllor Boronüt

PRIMERS BANDO

Llana Judíos Domingo Miques Chano Verdes Magenta Cordón Ligeros Mudejares Abencerrajes Marrakesch Realistas Berberiscos

MORO

D. José L. Coreóles Sordera D. José Ferrando Candela D. Miguel Mora Moltó D. Francisco Pérez Pascual D. José Montava Espí D. Enrique L. Sanus Abad D. Jorge Valor Coloma D. Luis José Nadal D. Francisco Pérez Navarro D. Rafael Bou Aparicio D. Mario Valdés Pérez D. Santiago Pericas Sanjuán D, Antonio Bernabeu Rico

MAYORALES D. Vicente Tomás Escrívá D. José García Ibarra D. José Pérez Llopis D. Ramiro Gisbert Pascual D. Francisco Vives Botella D, José Abad Frau D. Francisco Monllor Pascual D. Antonio Paya Aura D. Julio Berenguer Barceló D. José Vicent Blanes D. Rafael Ferrándiz Soler D. José Monllor Doménech D. Rogelio Sanchis Llorens HONOR Asociado limo. Sr. D. Joaquín Pacheco Santana Mayoral Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Manuel Llopis Ivorra Festers D, José Gisbert Alcalá D. José García Ibarra Consellers D. Santiago Mataix Pastor D. Romualdo Coderch Boronat D. Ángel Llopis Pérez D. Luis Mstarredona Ferrandb D. Hafücl Gosálbez Raduán D. Francisco Boronat Picó PERSONAJES FESTEROS Capitán Moro D. Roque Monllor Boronat (Fila Marrakesch) Capitán Cristiano D. Rafael Pascua! Albero [Fila Asturianos) Alférez Moro D, José Tormo Nácher (Fuá Realistas) Alférez Cristiano D. Jorge Santonja Sanus (Fila Cides) Mossén Torregrossa D, Ramón Torregrosa Larxé Sant Jordiet Niño José Francisco Palasí Martínez Embajador Moro D. José Linares Soler Embajador Cristiano D. Miguel Martí García Sargento Moro D. Justo Terol Pastor Sargento Cristiano D. Francisco Moltó Abad

TRONS

DE

FILAES

B A N D O

Andaluces Asturianos Cides Labradores Guzmanes Vascos Mozárabes Almogávares Navarros Tomasinas Montañeses Cruzados Alcodianos Aragoneses

C R I S T I A N O

D. Miguel PerisCátala D. Francisco Alcaraz Sanchis D. Agustín Herrera D. Benedicto Vilaplana Pérez D. Juan Campos Abad D. Rafael Torregrosa Picó D, Jaime Coderch Santonja D. Juan Colomina Lulo D. Ángel Soler Rodes D. Luis Pérez Miró D. José Aura Martínez D. José Bardisa Gisbert D. Alejandro Martínez Líopis D. Salvador Selles Cabrera


ditorial A problemática de la Fiesta ha sido materia viva en el transcurso del año lo que demuestra su vitalidad. Ningún debate fue necesario para reinstaurar la supriES mida Retreta. Público y festeros venían notando su falta, porque además de constituir una válvula de escape de los actos solemnes, podría llegar a ser por su plasticidad, belleza y bullicio uno de los mejores de la Fiesta; sin embargo circunstancias a las que no son ajenos público y festeros, hicieron necesario suprimirla en varías ocasiones, aunque confiamos que estas nomalías puedan ser superadas. Problema importante ha sido la cuestión de trasladar la celebración de la Fiesta a un domingo fijo de últimos de abril abonaban este cambio razones de índole laboral evitando la normal partición de la semana de trabajo, y otras surgidas en la contratación de bandas de músicas, y para facilitar !a afluencia de espectadores. Pero aún considerando estimables esas razones se oponían otras que exponían los grandes peligros que representaba romper con lo tradicional, desvinculando la Fiesta de Moros y Cristianos del día del Santo Patrón, su base espiritual. La diversidad de puntos de vista involucrados ha dejado el problema para que sea madurado por el tiempo. Una innovación trascendente ha sido el "Mig Any". El mundo festero lo venía celebrando desde siempre, íntimamente, sobre el 23 de octubre, fecha que consideraba señera en su quehacer, al separar el dulce recuerdo vivido de lo que fue la última Fiesta y la esperanzada ilusión que forja la que llegará a ser. Y para dar mayor cauce a este sentimiento colectivo, el "Mig Any" se ha convertido en una semana de exaltación festera, que además de ser recuerdo de la fe de nuestros mayores y ocasión de hermandad, es exponente de realizaciones varias —concursos, teatro, música, etc...—, que reflejan nuestra manera de ser. Gran trascendencia ha tenido la carta abierta que la Asociación de San Jorge ha dirigido a todas las poblaciones con Fiestas de Moros y Cristianos con ocasión de !a participación de una de ellas en el carnaval de Niza, señalando los peligros que para la esencia de la Fiesta entraña tal actitud. Los valores espirituales, su base histórica local o nacional, su venerada tradición, no son fácilmente exportables -por su inmaterialidad- fuera de su propio ambiente, y al faltarle el calor humano de la comprensión y de la tradición, pudiera correr la Fiesta la desventura de ser considerada un carnaval. LA JUNTA DIRECTIVA DE LA A S O C I A C I Ó N


Portada Revista del Año 1968

Dibujo de Rafael Guarínos Blanes

memoria de actividades 1968 (fragmentos)

Señores asociados: La Junta Directiva presenta un año de actividad en esta memoria donde, además de las orientaciones seguidas, se recogen los resultados estadísticamente estructurados bajo los conceptos siguientes : Gobierno de la Asociación A) ASAMBLEAS GENERALES.— Han tenido lugar las dos ordinarias. La primera el 21 de enero en que además de las cuestiones ordinarias (cuentas, presupuestos, memoria, etc...) se aprobaron dos nombramientos honoríficos, y la elevación a 25 pesetas anuales de la cuota de asociado devoto. La segunda asamblea se celebró el 9 de junio con su orden del día normal (crónica, revisión de la última Fiesta, insaculación de Sant Jordiet, etc...) aprobándose también que la fila Berberiscos celebre en 1969 el centenario de su constitución, Cesaron en sus cargos de vocales Primer Tro D. Francisco Pérez Navarro, de la fila Mudejares y D. José Bardisa Gisbert, de los Cruzados, incorporándose a las tareas de la Junta Directiva D. Rafael Bou Aparicio, de la fila Abencerrajes y D. Alejandro Martínez Llopis, de los Alcodianos, a quienes por turno correspondía. B) JUNTA DIRECTIVA.— La Junta Directiva celebró 8 sesiones normales además de 5 conjuntas con los Primers Trons, de las cuales 2 lo fueron también con ios Mayorales y Personajes Festeros. A través de todas ellas se discutieron y tomaron las decisiones que regularon la vida de la Asociación y constan en esta memoria, entre las que destacan la discusión sobre la conveniencia o no de

modificar el itinerario de la Primera Diana; el debate sobre si realizar o no un cambio en la fecha de la Fiesta y el acuerdo de celebrar con ocasión del Mig Any una semana de exaltación festera. C) COMISIONES.-^Continuaron en su labor las 10 reglamentarias y la de siJJas, constituyéndose otra especial para el Mig Any. D) PERSONAL.—El mismo personal administrativo y auxiliar y con la misma eficacia de siempre. Movimiento de asociados

Las cifras comparativas de asociados en los dos últimos años arrojan el siguiente resultado: Año Ano Dism, Aum. 1968 1967 Asociados devotos 7.087 7,325 298 Asociados festeros 800 995 195 Asociados protectores del Casal., 253 238 15 Asociados honoríficos 9 8 — I

La disminución en la cifra de asociados devotos a pesar de las 500 altas aproximadas por nacimiento habrá que buscarla en el aumento realizado en el donativo anual, y la cifra ha sido de todos modos sensiblemente inferior a lo previsible. En el presente año se han entregado 4 libretas de ahorro de 500 pesetas a otros tantos niños y niñas nacidos el día de San Jorge y bautizados con el nombre del Santo Patrón. La Asamblea General de enero hizo dos nombramientos honoríficos: Conseller, a favor de D. Francisco Boronat Picó y Fester de Honor a D. José Gisbert Alcalá.


1) 21 31 4)

Durante el año han fallecido: el Conseller D. Migue! Matarredona Terol, individuo de la fila Andaluces; el ex Mayoral D. Rafael Mora Casamitjana, de la fila Marrakesch; D. Juan Jornet Paya, ex Primer Tro de la misma fila; y el conocido asociado D. León de Botton. Queremos recordar también a los festeros D. Vicente Bernabéu Picó, de la fila Astures; D, Rafael Candela Moltó y D. Vicente Gisbert Valor, de Marrakesch y D. Joaquín Ferrer (Meloso), de Labradores; lamentando cualquier omisión, pues para todos los asociados fallecidos, devotos, festeros y protectores del Casal, tiene la Asociación un piadoso recuerdo y la ofrenda de una oración. Fuaes Todas las filáes renovaron reglamentariamente en mayo su Junta de Fila, No hubo modificaciones de diseños, salvo la de los Vascos que modificaron su brazalete de cuero sin salirse del diseño. La fila Cordón inauguró sus nuevos locales el día 8 de abril, en el mismo edificio de la calle San Mateo, 70, pero en el segundo piso. También son de destacar los homenajes que, desplazándose a sus respectivas poblaciones, hicieron la fila Navarros a la Unión Musical Ben iatj árense; los Vascos a la Música Primitiva de Cuatretonda; y la fila Chano a la Unión Musical Contestana y a su director D, José Pérez Vilaplana, como expresión de afectuosa relación durante años y por haber obtenido el Sr. Pérez Vilaplana el primer premio con el pasodoble dianero Segrelles, en el IV concurso festival de música Testera 1967. Fines de la Asociación Corno es sabido, son tres los fines de la Asociación:

D. Joaquín Ferrer (Me) oso I popular fester fallecido. D, José Gisbert Alcalá, Fester de Honor. O. Francisco Boronat Picó, Conseller de la Asociación. D. Bonifacio Biang, de la Guinea Ecuatorial, en su visita al Casal. Fotos: Jordá

fomentar el culto y la devoción a San Jorge y conservar su templo; organizar y realizar la Fiesta de Moros y Cristianos; y conservar las tradiciones Testeras en el Casal de Sant Jordi. A) Templo de San Jorge y culto.—La Junta Directiva asistió el día de Reyes en el templo de San Jorge a la solemne misa y adoración al Niño Dios. Tuvieron lugar los cultos tradicionales que sufraga la Asociación por Septuagésima y Semana Santa; la misa los domingos y festivos; y en abril se celebró una misa en sufragio de los asociados fallecidos y otra el día 23 de octubre con ocasión del Mig Any; así como también la preceptuada reglamentariamente en sufragio del Conseller fallecido D. Miguel Matarredona Terol, La Asociación asistió en corporación a la procesión del Corpus eJ día 16 de junio. El traslado procesional de Sant Jorói el XJcotet se celebró el día 15 de abril, y en una reunión previa se entregaron las medallas corporativas a Primers Trons, Mayorales y Personajes Festeros. El Quinario en honor del Santo Patrón tuvo lugar los días 16 al 20 de abril a las 19,30 en Santa María, con sermón los días 18, 19 y 20 por el Rev. Sr. D. Vicente Torregrosa Torregrosa, cura párroco de San Valero de Valencia. El Excmo, y Rvdmo. Sr. D. Manuel Llopis Ivorra. Obispo de Coria-Cáceres, hijo de Alcoy y Mayoral Honorario de la Asociación, presidió la procesión de la Reliquia el día 23 de abril y celebró de pontifical la Misa Mayor pronunciando una sentida homilía. En cuanto al Templo se ha realizado el inventario de todas sus pertenencias y se ha procedido a la restauración y limpieza del relicario de San Jorge. B) Organización de la Fiesta de Moros y Cristianos.—La Fiesta se celebró en 1968 en los tradicionales días 22, 23 y 24 de abril.


/." Ordenación de netas.—Tema debatido a principios de año fue el del itinerario a seguir en la Gloria y Diana para el que se insinuaron 4 soluciones... En otoño fue asimismo muy debatida la conveniencia o no de trasladar la fecha de la Fiesta a un domingo fijo de abril, a fin de obviar inconvenientes en la contratación de bandas y otros de índole laboral, pero razones muy poderosas de orden espiritual que veían un peligro en desvincular la Fiesta del día 23 de abril, que por otro lado tenía que continuar siendo festivo, condujeron a un estado de equilibrio en la opinión sin que se llegara a ninguna determinación. Se tomaron otros acuerdos: a) Reiterar la prohibición de usar cartucheras menores por Jas responsabilidades de orden penal y civil en que se puede incurrir; b) Ampliar el seguro por el manejo de pólvora a 8 días; c) Dejar un pasillo de dos metros enmarcado en valla metálica en la acera del Teatro Calderón; d) Reiterar el ruego de que se vista a todos los auxiliares que desfilan en las Entradas y que se evite el mayor número posible de acompañantes de niños, salvo que vayan vestidos de festers del bando que desfile: y e) Rogar que los niños vestidos de labradores o gitanos desfilen únicamente en esas filáes y no en las otras del bando cristiano o moro, etc. 2." Premios.—Los premios Entradas de la Asociación de 1,500 ptas. se otorgaron a Astures y Cordón. Los dos arcabuces ofrecidos por Armas Tomás se concedieron a Alcodianosy Verdes, El Excmo. Ayuntamiento otorgó los premios Entradas de 2,000 ptas. a Vascos y Judíos; uno especial por el conjunto de todos los actos de la Fiesta de 5.000 pus., a la fila Magenta con accésit de 1,500 ptas. a los Aragoneses. Y los especiales para las escuadras de esclavos de 3.000 ptas. a los Asturianos y Marrakesch. 3." Otras cuestiones,—Continúa siendo problema la contratación de bandas de música, aunque el ano último hubo ofrecimiento de bandas a la Asociación... Cada año va siendo más difícil la contratación de caballos, por lo que se está pensando nuevamente en que realicen doble recorrido. La distribución de pólvora no ofreció dificultades, aunque cada vez, se van haciendo más restrictivas sus normas reguladoras por los peligros que ofrece. C) Casal de Saní Jordi.—E i Casal es la institución a través de la cual, la Asociación desarrolla sus fines de conservar y fomentar las tradiciones Testeras alcoyanas, sirviendo también de su domicilio social. La Biblioteca, Archivo y Museo se han ido enriqueciendo con las aportaciones de libros del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Alcoy, y de libros y variados objetos de particulares, a todos los cuales la Asociación agradeció y agradece ahora, públicamente, sus aportaciones. La mejora más importante del Museo, es la instalación de una vitrina con fondo de espejos, de 14 mts. de larga por 0,65 de fondo y 2,10 de alto, para la conservación de trajes festeros. Queremos destacar entre otras visitas al Casal, la del Director General de Confederación de Cajas de Ahorros, D. Luis Coronel de Palma y otras personalidades; la del Director General de Enseñanza Primaria, de Guinea Kcuatorial, D. Bonifacio Biang, etc... Proyección en la vida local

A ¡ CONCURSOS.—Siguiendo una trayectoria ininierumpida se convocó el XVII Concurso Fotográfico, al que se presentaron 33 concursantes con un total de 308 obras,

Entrega de premio a Mozárabes. Entrega de premia a Realistas. Cena homenaje a O. Francisco Boronat Picó. Conferencia de D. Adrián Espí Va Id es. Enlraets. Fotus: Jarda


de las cuales, 79 eran en blanco y negro, 57 copias en color y 172 diapositivas. El acto de apertura de la exposición y entrega de premios tuvo lugar el día 23 de junio, editándose un catálogo. Al V Concurso festival de música festera, convocado en abril, sobre el terna de marcha mora se presentaron 10 partituras. El concierto tuvo lugar en el Teatro Calderón, el día 27 de octubre, interpretándose las marchas por las bandas Nueva del Iris y Unión Musical de E, y D., resultando premiadas por votación las obras «Ramfer», de José Picó Biosca y «Voluntad de fer», de José Pérez Vilaplana, Se ha hecho una edición de 250 ejemplares de las partituras premiadas. Dentro de la Semana de exaltación festera se celebró un campeonato relámpago de cotos interfiláes, por el sistema de eliminatorias, que se desarrolló los días 12 y 13 de octubre, en el Hogar del Productor; el día 20, en la fila Alcodianos; el día 21 en la fila Judíos y la final, el día 22, en la Sociedad Apolo, resultando campeones y subcampeones, respectivamente, las fuaes Realistas y Asturianos, a quienes se les entregaron trofeos el propio día 22. B) FESTIVALES.—La agrupación artística teatral afecta a la Asociación, dirigida por Antonio Torregrosa, puso en escena el día 5 de abril, en el Teatro Circo, en funciones de tarde y noche, los saínetes en valenciano, en verso el de Juan Valí Jordá «La visita del Blaver» y en prosa el de Armando Santacreu Sirven! «Em veig negre pa eixir de negre». que fueron repuestos el dia 25 de octubre con ocasión del Mig Any. C) ACTOS Y HOMENAJES.—Se ofreció una cena al ex presidente de la Asociación, recién nombrado Consellcr, D. Francisco Boronat Picó, el día 16 de abril, en el salón Rotonda del Circulo Industrial; homenaje al que asistieron el Sr. Alcalde y miembros de la Comisión Municipal de Fiestas, la Asamblea General de la Asociación y más de 200 comensales. La cena de hermandad festera de la Asamblea de la Asociación estuvo presidida por las autoridades locales, y tuvo lugar en el Circulo Industrial, el día 20 de abril, en cuyo acto y como recuerdo de su actuación festera, fueron entregadas las medallas corporativas que usaron a los directivos salientes en la renovación de mayo 4e 1967. También le fue entregado el emblema de solapa y medalla al Fester de Honor, D. José Gisbert Alcalá. La entrega de banderines a las filáes Realistas y Marrakesch, que obtuvieron premios por su actuación festera en 1967, tuvo lugar en sus propios locales el día 17 de abril, La Junta Directiva de la Asociación con ocasión del Mig Any, ofreció el día 23 de octubre, en el Círculo Industrial, la tradicional cena homenaje a los ex directivos de la Asociación. La Asociación estuvo presente en los actos conmemorativos del IV Centenario del Niño Jesús del Milagro, y en el turno especial de vela. D) EXALTACIÓN FESTERA.—Merece especial mención la semana de exaltación festera acordada por la Asamblea de la Asociación para conmemorar la fecha señera del Mig Any, el 23 de octubre... con este detalle: 20, 21 y 22 campeonato relámpago de cotos; día 23, misa con responso, en sufragio de los asociados fallecidos; día 24, acto cultural festero, con charla en el Círculo Industrial de D. Adrián Espí Valdés; día 25, representación de saínetes festeros; día 26, entraeta en la que participaron 18 filáes y día 27, concierto del V festival de música festera.

Boda del Cronista de la Asociación. Novenario. Recital poético en el Mig Any Autores y Artistas saínetes festeros. Exposición XVII Concurso Fotográfico. Fotos: Jordá


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Significación especial de acontecimiento ha tenido la boda del Cronista de la Asociación, D. Salvador Doménech Lio retís, con la Srta. Concepción Quero Lacruz, que tuvo lugar el día 27 de diciembre, y en la que nuestro Cronista vistió en sus nupcias el traje fester de alcodiano, dando ejemplo de la estima en que lo tiene y de la honra con que se debe llevar el traje fcstero. La Asociación contribuyó a la exposición conmemorativa de la Fiesta de Moros y Cristianos, el día de África, 23 de noviembre, organizada por la Biblioteca Nacional de Madrid. Ej DEPORTES.—La Asociación que presta su colaboración a cualquier manifestación deportiva, ofreció trofeos y copas a los siguientes actos deportivos: XVII Trofeo San Jorge de ciclismo, organizado por la U. C. de Alcoy. II Rally San Jorge de automovilismo. XVIII Campeonato local del Tiro Nacional de España. Al Yespa Club... Sociedad de Cazadores... Hockey sobre patines, etc... Propaganda y revista de la Fiesta

El cartel anunciador de la Fiesta 1968, que patrocinó y expuso en su fachada el Excmo, Ayuntamiento, ha sido obra del pintor Manuel Arjona y fue objeto de viva polémica ciudadana. La Asociación, por su parte, editó 1.000 carteles a color, reproduciendo la portada de la Revista y 68.000 ejemplares de un programa de mano turístico patrocinado por firmas comerciales... También editó 10.000 ejemplares del conocido guión práctico de actos, horarios e itinerarios, y 10,000 ejemplares de la concordia reproduciendo la capilla del Casal de Sant Jordi; y 15.000 octavillas, relacionando las marchas moras a interpretar en la Entrada... El banderín fue obra de Rafael Guarinos Blanes, de los que se editaron 700 ejemplares. La Banda Primitiva grabó para la casa Odcón, el din 17 de noviembre, en el Cine Colón, diez composiciones de música festera para el disco editado por D. Francisco Jordá. titulado «Ecos del Serpis». Es de destacar la presencia del reportero gráfico de «Blanco y Negro», Alvaro García Pelayo, cuyo reportaje se publicó semanas después en dicha revista. TV. E., también realizó diversos reportajes que pasó en varios espacios. Nuestra revista, por primera vez en muchos años, salió a la luz pública a fines de marzo, a pesar de lo cual, no alcanzó la venta de otros años. La revista es el mayor esfuerzo propagandístico de la Asociación y su órgano anual de comunicación, con un carácter esencialmente fes tero. Relaciones con otras poblaciones Testeras

Al igual que en años anteriores, continuó el intercambio de visitas y publicaciones con la treintena de poblaciones que en ¡a región valenciana celebran Moros y Cristianos Para los actos del día 22 de abril, había invitado la Asociación a todas las poblaciones Testeras. Y llegamos al final de esta memoria y de los trabajos de la Junta Directiva durante el año, que exponemos a vuestra consideración y aprobación. Alcoy,a31 de diciembre de 1968 El Secretario José Luis Mansanet Ribes (Leída y aprobada en la Asamblea General de 19 de Enero de 1969).

Disco de música festera, patrocinado por D. Francisco Jordá. Visita -: Museo. Campeonato de Cotos. Entrega de Premios. Homenaje de la fila Chano, al Director y Banda de Cacen tai na. Fotos: Jordá


crónica de fiestas 1968 (fragmentos)

Salvador Doménech Llorens CRONISTA

Foto: J. Sandounl Doménech

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LOS, cada vez más kilos de pólvora se van consumiendo en el Alardo por la incorporación paulatina-de mayor número de Testeros a este acto, como lo demuestra el hecho de que algunas Filáes formaron en doble hilera durante las guerrillas en la «Bandeja». Después de varios años en los que se fueron registrando una serie importante de reformas festeras —unas de índole interna y recoleta y otras de carácter externo y llamativo—, parece ha llegado un período de calma aunque no de languidez y en este año sólo se registraron dos pequeñas pero eficaces innovaciones. La primera es la tribuna de autoridades para presenciar los actos del primer día; de nueva construcción, moderna y simple, de montaje fácil y rápido, y ubicada sobre la acera delante de la puerta norte del Ayuntamiento, que apenas se utiliza; la nueva tribuna ha resultado muy apta para sus fines y el emplazamiento mucho más idóneo que el anterior, junto al Castillo, que obligaba a su montura y desmontura a destajo en dos noches consecutivas para entorpecer el iráfico rodado el menor tiempo posible. La otra reforma consistió en la ampliación, ya iniciada el año anterior, del cerco de la «Bandeja» durante el Alardo mediante barandillas metálicas


portátiles situadas en los bordes de las aceras en los tramos longitudinales del rectángulo de la Plaza. Con ello ha sido posible mantener despejado el centro y las calzadas circundantes y contener a los espectadores en las aceras para que no dificultasen el desarrollo del Alardo y, sobre todo, no invadiesen la «Bandeja» en el momento de la lucha al arma blanca desbordando incluso a las últimas Filáes en formación de guerrilla y en acción de disparo, como sucedió en otras ocasiones. El primer día de Fiestas y para facilitar el paso del público por la Plaza camino del recinto ferial durante la celebración de las Entradas, detrás de las sillas de la zona del Calderón y Apolo, se dejó libre un pasillo limitado por barandillas metálicas y las fachadas de los edificios, desde la callejuela ciega vulgarmente llamada de Don Simón hasta la calle de Gonzalo Barrachina.

El domingo de Pascua, día 14 de abril, con buen tiempo y mejor ilusión, se celebró normalmente el acto de la Gloria como preludio de las Fiestas inminentes; y por la noche comenzaron las filaetes para seguir durante toda la semana con ambiente y espectación en el período de ocho días, ideal para esta clase de manifestación festera tan peculiar y alcoyana... Con numerosa concurrencia de festeros y devotos, el lunes día 15 tuvo lugar el traslado procesional de la imagen de San Jorge, y del 16 al 20 se celebraron en Santa María los cultos litúrgicos enmarcados en un quinario, con sermones los tres últimos días a cargo del que fue Arcipreste de Alcoy, don Vicente Torregrosa Torregrosa. La asisFoto: José Crespo Colormr

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tencia de fieles a estos actos fue más bien escasa y quizá fuera conveniente una reestructuración de los cultos para mejor adaptarlos a las circunstancias de hoy día. Por imperativo del calendario, la Gloria Infantil tuvo que celebrarse el mismo domingo, día 21, día deis músics, con buen tiempo y la complacencia del público a la vista de los pequeños festeros en agraz. Al atardecer se desarrolló la Fiesta del Pasodoble con el desfile de bandas y la interpretación masiva del Himno de Fiestas en la plaza de España, esta vez bajo la batuta del maestro alicantino José Juan Pérez. Después de la traca se iniciaron las entradas de fuaes en el ambiente risueño, festero y expectante de la Nit de rolla. Como notas curiosas cabe añadir que en la Gloria Infantil los Heraldos desfilaron sin banda de música; que durante las entraetes de fuaes formó alguna que otra mujer, lo cual debe evitarse radicalmente y no se debe consentir bajo ningún concepto; que el puente de San Jorge fue ornamentado con guirnaldas a lo largo de sus barandillas; y que ha sido mejorada la iluminación del Relicario, de las andas y de los faroles que les acompañan. Editaron programas especiales propios, las filáes de Asturianos, Abcncerrajes y Marraskesch para conmemorar fany de carree que les correspondía, y las de Vascos y Navarros que lo vienen haciendo de años atrás. También las cuatro filáes de cargo editaron sendos banderines conmemorativos de la efemérides que protagonizaban. El lunes día 22 amaneció nublado y amenazando lluvia. A las seis menos cuarto comenzó a llover ligeramente y los dianeros, ataviados de punta en blanco, tuvieron que resguardarse con el alma en un vilo. Pero fue Futo: Federico Gf3u Flico


más el ruido que las nueces; la llovizna cesó pronto y la Primera Diana pudo iniciarse a las 6, con las formalidades de rigor para continuar desarrollándose con toda normalidad, tanto festera como climatológica. Es nías, el tiempo se fue despejando poco a poco a medida que avanzaba el reloj y a media mañana apareció el sol a intervalos y a través de nubes blancas de evolución. La tarde fue buena, soleada y, al declinar, se fue encapotando de nuevo pero sin agua. Por coincidir con la festividad regional de San Vicente Ferrer, fueron muchos los forasteros que llegaron para presenciar los actos más llamativos de nuestra Fiesta, actos que fueron presenciados por varias autoridades y por el Sr. Obispo de Coria-Cáceres, don Manuel Llopis Ivorra, desde la nueva tribuna ante la cual giraron las escuadras en el transcurso de ambas Entradas. Si de unos años a esta parte se venía observando mayor regularidad y perfección en la Entrada de Cristianos, en esta ocasión resultó lo contrario, esta vez lucieron los Moros al ofrecernos una Entrada con más cohesión y continuidad que otras veces. En la de Cristianos se observaron algunos cortes relativos en la calle de San Nicolás, mientras que en la de Moros se produjo uno al final por retraso de la escuadra de esclavos del Alférez al no llegar a tiempo la banda de música que ya había desfilado con el Capitán. Habiendo como hay tantas músicas del bando contrario en paro forzoso, ¿por qué recurrir al doblaje de una música en un mismo desfile y correr el riesgo de que no llegue a tiempo para iniciar su segunda vuelta? Menos mal que en la Plaza se regularizaron las anomalías habidas y apenas se notaron en el tramo final. Reflejando inconscientemente las realidades de un plan de austeridad, las cuatro Foto: A. G. Pelayo

Foto: Palacio

filáes de cargo presentaron boatos caracterizados por su brevedad y discreción, lo cual no supone desdoro alguno siempre que haya orden y continuidad en el desfile. El Capitán Cristiano ostentó un traje «sui géneris» en relación directa al diseño de los Andaluces, tan brillante como anacrónico respecto a la Edad Media. Por el contrario, el Alférez de la Fila Asturianos desfiló a pie con atuendo muy apropiado de aquellas centurias. El Capitán Moro llevaba en su cortejo a la banda de Gorga que amenizaba su paso a caballo, y el Alférez también desfiló montado en su corcel. La fila Chano ostentó la escuadra de esclavos especial del centro y algunas presentaron grupos de niños organizados, tales como las de Llana, Guzmanes en la que formaban escuadra, y Mozárabes cuyos niños llevaban caballitos de cartón como los de aquellas caballerías de antaño, así como una carroza simulando una cuadra y la banda uniformada de cornetas y tambores de las Escuelas de San Vicente; grupo este bien organizado pero con exceso de «organizadores» deambulando por en medio. En la Entrada de Cristianos hay que señalar un defecto que viene subsistiendo de muy antiguo cual es la nube de paisanos, con algún que otro festero moro entreverado, que merodea alrededor de las carrozas y cabalgaduras acompañando a la grey infantil con un celo excesivo de mimos y cuidados, y que deslucen el colorido y la estética del desfile. De la Entrada de Moros destacó el número elevado de festeros que nutrían algunas filáes. El martes, día 23, también amaneció nublado y fa Segunda Diana hubo de retrasar su iniciación veinte minutos por causa de la lluvia, pero cuando ésta amainó se inició el doble desfile —los Moros por San Nicolás y los Cristianos por Generalísimo—, finalizando con toda normalidad. El tiempo se fue despejando rápidamente y el sol ya brilló durante el resto de la jornada. La Procesión de la Reliquia, majestuosa y solemne, fue presidida por el Obispo de Coria-Cáceres, quien celebró en Santa Ma-

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1.—Esclavos fila Andaluces Foto:

2.—Esclavos fila Asturianos Foto: Palomera

3.—Esclavos fila Marrakesch Foto: Palomera

4.—D. Miguel Sancho Jordá Alférez Moro (fila Marrakesch) Foto: J. Sanctoval Doménech

5.—D. Gonzalo Ferré Sempere Alférez Cristiano (fila Asturianos) Foto: V. Gil Montoro

6.-D. José Oleína Pastor Capitán Cristiano dfa 1.° (fila Andaluces) Foto: Llorens

7.—Esclavos fila Chano Foto: Jovi

8,—Esclavos fila Abencerrajes Foto: Palacio

9.—D. José Mira Royira Capitán Moro (fila Abencerrajes) Foto: Gisbert-Palacio

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ría, la misa en honor de San Jorge, glosando su figura en una larga homilía leída a los fieles que llenaban el templo. Al finalizar los actos religiosos se disparó la masdetá de rigor en la plaza de España. A pesar de la coincidencia general de pareceres de la mayoría en pro de la reforma, en las discusiones habidas a primeros de año, hubo divergencia de opiniones en cuanto al modo y manera de llevarla a cabo y la Procesión General se celebró con el mismo formato de estos últimos años y con los mismos cortes y retrasos casi inevitables dado el paso lento y cansino que imprimen a este acto las denominadas «marchas de procesión» que se interpretan con aires de parsimonia. El acto fue presidido igualmente por el limo, y Revmo. Sr. Llopis Ivorra y en el mismo tomó parte la Corporación Municipal de Alicante, bajo mazas, con bandera y guardia de gala. A las doce de la noche, y desde el puente de San Jorge, se dispararon fuegos de artificio patrocinados por la casa Butano, S. A. El miércoles, 24, brilló un día espléndido, primaveral y hasta casi caluroso en el que los festeros se despacharon a gusto disparando a más y mejor. Si la Estafeta de la mañana se celebró con exactitud cronométrica a las 10 en punto, la de la tarde se adelantó quince minutos por una equivocación y mucha gente no pudo contemplarla. Ambas carreras, realiFolo: José A. Gi&erl

Foto: José Crespo Colomcr

zadas por el mismo jinete, resultaron excelentes. Las Embajadas no se quedaron atrás y el nuevo Embajador Cristiano, Miguel Martí García, que ya el año pasado se inició a vía de ensayo en la Embajada de la tarde, esta vez ha entrado de lleno en su nuevo cometido actuando en las dos Embajadas. Desempeñó bien su comprometido papel, viviéndolo a conciencia y declamando con soltura, aunque a veces se le perdía un tanto la voz por las inflexiones dadas para matizar los sentimientos implícitos en el texto. No es lo mismo declamar en un teatro o local cerrado, donde se puede modular mejor sin perder potencia de voz que hacerlo al aire libre donde, por razones de acústica, debe prevalecer la claridad de la dicción sobre las variaciones de tono que expresan las facetas anímicas del personaje.

El Alardo estuvo muy nutrido de festeros y fue muy denso en disparos... Cuando los Capitanes llegaron a mediodía a la Plaza, y para no estar tanto tiempo disparándose, se retiraron un rato al Castillo para descansar, y cuando salieron para continuar arcabuceándose en espera del momento de la lucha al arma blanca, se encontraron con que los cartucheros se habían esfumado creyendo concluido el Alardo para ellos. Y entonces algunos festeros de la fila Judíos brindaron sus propios cartucheros para servir a los Capitanes y que éstos acabaran su cometido. La visita colectiva de los Personajes Festeros al templo de San Jorge, que se celebra de unos años a esta parte una vez finalizado el Alardo vespertino, resultó pobre en comitiva y contenido, y sería conveniente realzar de alguna forma este acto que simboliza la


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Foto: A. G. Pelayo

acción de gracias del pueblo alcoyano al Santo Patrón. Con la puntualidad característica, a las 9 se celebró la Aparición de San Jorge que, de manera brillante y sentimental, puso el broche a los Moros y Cristianos. El niño Sant Jordíet fue acompañado hasta su domicilio por festeros de la fila Ligeros. Y a las 12 de la noche el castillo de fuegos artificiales disparado desde el puente de San Jorge, puso el punto final. Para presenciar las Entradas desde la tribuna situada en la plaza de Ramón y Cajal, asistieron 86 personas invitadas pertenecientes a 15 organizaciones festeras de otras tantas poblaciones con Moros y Cristianos. Por parte del Ayuntamiento se adjudicaron los premios de las Entradas por sorteo entre las filáes acreedoras mediante selección de las mejores, siendo agraciadas las de Vascos y Judíos; los premios para escuadras de esclavos fueron concedidos por deliberación a

las de Asturianos y Marrakesch, y de igual forma se otorgó el premio a la mejor actuación general durante los festejos a la de Magenta, así como un accésit a la de Aragoneses por idéntico motivo. Mediante sorteo entre las seleccionadas y tras eliminar a las ya premiadas por el Ayuntamiento, la Asociación adjudicó sus premios de la Entrada a las filáes de Astures y Cordón; y los dos arcabuces regalados por Armas Tomás se otorgaron a las de Alcodianos y Verdes.

Como resumen se puede afirmar que las de 1968 han sido unas buenas Fiestas, en parte debido a que el tiempo se portó correctamente, asustándonos un poco nada más con los breves chubascos que precedieron a ambas Dianas. Y hasta Tany que ve, .si Den vol.

PERSONAJES FESTEROS C ARGOS Sant Jordiet Mossén Torregrossa Capitán Moro Capitán Cristiano

Alférez Cristiano Embajador Moro Embajador Cristiano Sargento Moro Sargento Cristiano Estafeta Moro Estafeta Cristiano

NOMBRES .... ....

José Remigio Giner Pastor Ramón Torregrosa Larxé Jorge Mira Rovira Día 1.°: José Oleína Pastor. Día 2.°: Vicente Cortés López Día 3. . Jesús Cortés Mi ral les O/as 1.° y 2.°: Miguel Sancho Jordá Día 3. . Jaime Sancha Jordá Gonzalo Ferré Sempere José Linares Soler Miguel Martí García Daniel Moltó Pía Francisco Moltó Abad Gregorio Edo Agarro

FILÁES Ligeros Abencerrajes Andaluces Marrakesch Asturianos


Foto: Verdugo

Gloria Infantil

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Foto: A. E*)í Valdéi

Foto: José Victóns


CARTA ABIERTA

A mis paisanos, queridos hijas de Alcoy: Las fiestas en honor de San Jorge las pasé can vosotras el año anterior, Al presente os escribo, porque cuesta separarse de aquello que mucho se ama. Hay valores altamente estimables en nuestras fiestas y par eso creo que merecen bien el intento que se ponga en sostenerlas y mejorarías. Fieles a una tradición secular que, después de la invasión agarena, reconquistó definitivamente Alcoy para el cristianismo, ¡a pervivencia en í't tiempo pienso que está asegurada en e! culto fidelísimo que Alcoy tributa a su fe y a la más .vina tradic'ion de .vu.v costumbres. Estos dos aspectos yo los considero, de hecho, inseparables. Cuando Masen Torregrosa arengó a la batalla, es porgue lanzaron sus primeras ataques los moros en el momento en que los cristianos fortalecían su espíritu oyendo ia Misa. La Misa es sacrificio, aliara incruento, pero que en su consumación histórica costó la sangre, la vida y la muerte de Jesucristo. Y aquellos alcayanos del 23 de Abril de 1276 se lanzaron a las armas —al dolor, a la lucha y a la muerte— llenos del sacrificio de la cruz. San Jorge vino en ayuda de los cristianos porque aquello era una empresa de Cristo y para Cristo. Este carácter no lo han perdido nuestras fiestas. Aún hoy culminan las conmemoraciones religiosas en la solemnísima liturgia de la Palabra y de la Eucaristía, que tuve yo el consuelo de oficiar personalmente en 196MY después, la procesión. Otros podrán ver en ella el colorido del paso de ules filáes» de Moros y Cristianos, el estruendo de la pólvora; las marchas de las Bandas de Música o incluso la riqueza de las andas y de la imagen de! Patrono. A mí nada de eso me estorba para mis reflexiones religiosas: en aquellos días, en aquellos momentos y en ese amadísimo Alcoy, lodo me mueve y eleva para pensar más en Dios y para descubrir su Providencia sobre mi ciudad y mis paisanos. Y no soy yo sólo en esta contemplación. Me siento acompañado por el espíritu de nuestros mejores antepasados y por la piadosa devoción de la generación actual, que sabe y gusta a Dios en una mirada a San Jorge, o, ¿por qué no ?, en un arcahuzazo del moro que está disparando y rezando ardorosamente un fuerte ¡Viva Sant Jordi! No. ffi acaban, ni acabarán nuestras fiestas. Pero pueden mejorar. El crecimiento de las cosas es progreso hacia s-u perfección. El mismo fluir de la historia sin pararse, es previsión de Dios para purificar los fastos humanos. Otros buscarán una manera de evolución perfectiva en la línea de! desenvolvimiento externo y espectacular de las fiestas: más «filáes», más ruidosos el castillo de fuegos artificiales o las tracas. No lo rechazo sise mantienen en los términos de decoro, prudencia}' entusiasmo en que veo se encuentran hoy. Pero yo estimo que el sujeto es sobre todo; que lo principal es «el feste ron. En las fiestas, lo esencial: «el hombre». El hombre se nutre de fe, de ideas y de sentimientos. Y ahí encuentro yo una triple vía de penetración en lo más hondo de nuestras fiestas: llegar hasta el hombre que las hace v robustecer su fe cristiana; infundirle ideas nobles de rectitud moral, de convivencia social, de caridad mutua entre todos, de respeto y dignidad consigo y con los semejantes. Y junto a ello despertar o vigorizar sus sentimientos: de recepción, como lo hace, de la historia y costumbres de sus antepasados; de fervoroso entusiasmo por las fiestas, para superar pequeñísimas discrepancias, si las hay; de amor y dedicación al servicio de Alcoy, buscando y trabajando por xu engrandecimiento religioso y patriótico... Alcoy y sus fiestas están plenamente enmarcados en el corazón de Dios, en el corazón de la Iglesia y en el corazón de España. No os puedo desear cosa mejor, amadísimos paisanos, que invocar sobre vosotros, —sobre nosotros— y sobre nuestras fiestas esta múltiple efusión del amor de Dios, el amor de la Iglesia y el amor de España. Con todo entero mi corazón alcoyano.

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UN FESTER

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Carlos Gosálbez Barceló (1878-1961)

Corría el año 1878, entonces nuestra ciudad contaba en números redondos 32.200 habitantes, y el dos de abril, en este entrañable mes alcoyano, nacía Carlos Gosálbez Barceló. Un hombre por la Fiesta y para la Fiesta en que su labor y su distinción habían de llevarle ai más alto grado: Presidente de la Asociación de San Jorge. En el número 30 del «carrer Major» transcurrió su infancia, nos hubiera gustado encontrar datos de estos años que le identificasen con la Fiesta; es en su juventud donde sabemos que salió a la fila Llana, después concretamente en el año 1903 viste el traje de marrakechs a raíz de la creación de esta fila, en 1901 por un grupo de cofundadores: Francisco Laporta, Pascual Ivorra y otros entre los que se encontraba su hermano Juan. Y ya no había de quitarse el traje de fester hasta bien avanzada la vejez, que le imposibilitaría salir de casa. Frisaba los treinta años cuando ocupaba su primer cargo en la Junta Directiva de la Fiesta: se le nombró Depositario. En 1913 se reedifica la Iglesia de San Jorge y es nombrado Administrador General de las obras, en el 1917 ocupa la Vicepresidencia y así una serie de cargos y desvelos que culminarían en el 1945 siendo elegido Presidente. Un año más tarde su fila: «els marrakechs», le honra haciéndole Presidente Honorario. El tiempo pasa y Carlos Gosálbez Barceló envejece, es ya un moro con los cabellos blancos y el aire un poco nostálgico bajo nuestro azul. Este azul lleno de capas y sables. Este azul que allá en su finca «el Gelat» observaría en sus ratos de descanso. Visión de pinos y las inmediatas carrascas de la Font Roja, sonidos de timbales en la tarde por un moro que se va: ¡Cuan alcoyano es todo esto! Este hombre de buena talla, alegre y serio a la vez, no ha de retirarse de sus tareas de fester hasta que los achaques de ía vejez no se lo impidan completamente. Un día, en la procesión de San Jorge, había bajado a la calle para verla, contrariando a sus hijos, porque desde el balcón la podía ver igual, pero estaba vestido de festero y con cerca de los óchenla años maquinaba una escapada y lo consiguió: unirse a su fila en el acto de la procesión cuando por delante de él pasase. ¡Qué alborozo y ruido de campanas en la procesión! La Fiesta le parece brillar como nunca. Vale vivir estos momentos aunque después le espere en su casa la consiguiente reprimenda, porque ya es un viejo que se cansa mucho y todo esto va en detrimento de su salud. Tres dolorosos años, tres dolorosas dianas de abril le quedan, sin que pueda salir de casa. Sentado en un sillón, este viejo moro, oirá filtrarse por los intersticios del balcón los pasodobles y el bullicio de la gente que en las noches de abril Henan su calle... Y Carlos Gosálbez Barceló nos va a decir ¡Adiós! Adiós a la Fiesta, adiós a «les entractes». Adiós con trompetas heráldicas que bajan por la calle de San Nicolás, adiós; yo sé que muero, pero la Fiesta no muere. Detrás de cada fila va el cop, rodeado de una bandada de pequeños moros. Hay en el crepúsculo cipreses. Este crepúsculo claro y mediterráneo donde florece el laurel de San Jorge. Era el 6 de junio de 1961.

Foto: Estudio Vi ce n s

Fola: Estudio Vicens

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Antonio Calero Picó


Cada vez es más problemático —y esta dificultad seguirá acentuándose en el decurso de los años - escribir sobre nuestra incomparable Fiesta con cierto aire de originalidad, de una parte, por la insuficiencia de datos relativos a épocas pretéritas. De otra, porque se ha escrito ya tanto y tanto... Sin embargo, en esa pequeña aventura tan predispuesta a la sorpresa que es la investigación histórica, surge a veces un atisbo de novedad, incluso en temas ya tratados por múltiples escritores en frecuentes ocasiones. Y es que nuestros festejos abrileños son un conjunto tan complejo de circunstancias que, a pesar de haberse hablado y escrito extensamente sobre ellos, siempre parece que queda algo nuevo por decir. Tal ocurre con esas heterogéneas agrupaciones humanas que son las filáes, meollo y crisol donde se funde el espíritu eternamente renovado y renovador de nuestra Fiesta, donde se cuece, por decirlo de una forma casi gráfica, el secreto de esos fastuosos desfiles que son las Entradas. En lo que concierne a la fila Marrakesch, que este año, después de sesenta y siete de existencia fecunda, va a ostentar por sexta vez el honroso encargo de acaudillar, con su Capitán al frente, las huestes de la media luna, hemos podido vislumbrar a través de su íntima historia, de sus dificultades de

Fila marrakesch ENRIQUE CERDA GORDO

tipo económico nunca superadas, de sus problemas humanos y sociales, una característica que es, nos atreveríamos a decir, como su constante histórica, su razón de ser: un ansia renovadora tendente a elevar el nivel artístico de la Fiesta. Y así comprobamos cómo su origen o nacimiento obedeció a este móvil. A fines de abril de 1901, transcurridos ya los festejos de Moros y Cristianos, un comentario unánime sacudía nuestro mundillo festero: la Fiesta decaía, inmersa en la vulgaridad, en la atonía, incapaz, al parecer, de sacudirse la modorra de años de una rutina agobiante. Se imponía llevar a cabo reformas radicales que, al margen de subvenciones y apoyos más o menos cuantiosos, dieran brillante/ y esplendor a. aquélla. En una «peña» del Circulo Industrial, compuesta por los señores D. Francisco Laporta Valor, D. Pascual Ivorra Carbonell, D. Rafael Monllor Aura. D. Antonio Pérex Jordá, D. Rafael Pérez Jordá, D. Desiderio Mataix Valor, D. Francisco Silvestre Abad, D. Enrique Casasempere Satorre, D. Antonio Moltó Giner, D, Conrado López Menta, D. Adolfo Morrió Jordá, D. Rafael Pérez Martínez, D, José Pérez Martínez, D. Enrique Carbonell Terol, D. Antonio Jordá Grau, D. José Julia Vilaplana, D. Domingo Espinos Vilaplana, D. Francisco Paya Miralles, D. José Visedo Moltó y D. Francisco Laporta Gisbert, ha prendido la llama del inconformismo, como precedente inmediato de esta ansiada renovación. Y al conjuro mágico de unas palabras enfervorizadas que pronuncia D. Pascual Ivorra Carbonell —que ocupará a poco el cargo de Primer Tro— se sugiere y propone la creación de una nueva fila capaz de «romper moldes seguidos hasta entonces... para que las tres fechas clave del Abril alcoyano lleguen a ser lo que San Jorge merece y Alcoy reclama». Y nace la fila Marrakesch, precisamente para tratar de dar a la Fiesta ese impulso vital, renovador, revolucionario tal vez, que tanta falta le está haciendo. Se encarga a un gran pintor, D. Francisco Laporta Valor, la confección del diseño de la nueva fila, que éste realiza uniendo estrechamente a su arte inigualable el corazón ardoroso de un fester en cuyo pecho bulle con fuerza el criterio renovador que en todos alienta. Y crea el atuendo de Marrakesch que, efectivamente, «rompe moldes» con todo lo conocido, pues ignorando de intento la indumentaria—de abierta inspiración otomana— usual en todas las filáes del bando agareno en aquella fecha arrumba chalecos de mil bordados, chaquetones recargados y pantalones bombachos, para vestir a «su» nueva fila con túnica marroquí, amplia faja multicolor arrollada sobre el vientre, babuchas de talón abierto, turbante con abolladuras—tan distinto del bonete circular—y chilaba típicamente moruna.

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El nuevo diseño, presentado a la Junta de San Jorge, presidida entonces por el Rvdo. Dr. D. Leonardo Blancs Terol, merece la aprobación de aquélla el día 2 de junio de 1901, y toma parte activa en nuestra Fiesta el día 8 de abril de 1902, Sábado de Gloria, encarnado por el primer gloriero Marrakesch, D. Lorenzo Mataix Gadea. Nt que decir tiene que el nuevo atavío Marrakesch, diferente a todos, que inicia la propiedad histórica del atuendo de las filáes del bando moro, irrumpe en nuestra Fiesta como un sonoro aldabonazo que abre nuevas perspectivas inéditas a la belleza polícroma de nuestra Entrada de Moros. Pero no acaba ahí el impulso renovador de los Marrakesch, En 1910, primer año de Capitán, desempeñado por D, Antonio Pérez Soler, los Marrakesch abrigan grandes proyectos para renovar la Entrada de Moros. Y en cumplimiento de estos proyectos, comisionan a dos de sus miembros, D. Enrique Casasemperc y D. Gonzalo Barrachina, para que se desplacen al Norte de África y contraten camellos, burritos morunos, caballos árabes de pura raza y hasta un auténtico beduino del desierto para que desempeñe el cargo de Estafeta en el día del Alardo. La Entrada de Moros, así, resulta un éxito apoteósico que señala nuevos rumbos y orientaciones para años venideros que las demás filáes, en un plausible deseo de superación, han de ir mejorando hasta límites insospechados. El año 1924, representa para los Marrakesch su segundo «any de C apila», cargo que ostenta, con la majestad y señorio que el caso requiere, D. Francisco Laporta Gisbert, con un traje que resulta la admiración de propios y extraños. Y asi se van sucediendo el tercer Capitán, con el teniente D. Camilo Candela Moltó, fusilado en Almería en agosto de ese mismo año 1936; ei cuarto, en 1943, brillantemente encarnado por D. Jorge Armiñana Silvestre; y el quinto, en 1956, con D. Enrique Botella Boluda abriendo el oriental cortejo vespertino al frente de su fila. Antes de esta última fecha, sin embargo, los Marrakesch dan buena prueba de que el aliento vital que les hizo nacer para la Fiesta en 1901, no ha perdido su impulso renovador. Y así, en 1950, por vez primera en la historia de nuestro Alardo, la fila Marrakesch tiene la feli/ iniciativa, que en años sucesivos secundarán muchas otras filáes, de vestir con indumentaria apropiada a los cartucheras, esos hombres que soportan estoicamente los miles y miles de disparos de arcabuz, junto al fester. El año 1963 registra para la fila la culminación de un proyecto ilusionadamente acariciado durante años: la adquisición de su local social en «la roda», en la calle de San Bartolomé. Las negociaciones, eficazmente llevadas a cabo por una comisión administrativa presidida por D. Juan Jornet Paya, y formada por los señores Monllor Boronat, Valdés Pére/, Pérez Romeu y García Scrnpere, fueron laboriosas y concluyeron con la emisión de 750 acciones nominativas por un importe de 100 pesetas cada titulo— totalmente suscritas por un grupo de entusiastas Marrakesch, que al fin vieron coronados sus esfuerzos con la firma de la escritura de compra el día 10 de octubre de 1963. Fotos de la Entrada de 1910 CUM el Ca pi can D. Antón ¡o Per e¿ Sol pr

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Recientemente, ya en 1968, los Marrakesch han mostrado de nuevo su inventiva con la edición de un Boletín de noticias, artículos y curiosidades Testeras en el que la indicación de ser el número 1 apunta la posibilidad de una continuidad en su publicación que todos aplaudiríamos se confirmase. Y también con unas pequeñas láminas o «comparses» con el diseño de la fila lujosamente impreso a todo color, en las que nos gustaría ver reproducidas, no sólo al Marrakesch, sino a todas y cada una de las maravillosas filáes que forman ese mosaico multicolor que son nuestros Moros y Cristianos. Para concluir este modesto trabajo, sólo nos resta consignar aquí, en breve relación, los nombres de aquellos Marrakesch que, desempeñando la ingrata responsabilidad de Primer Tro, han regido los destinos de la fila con prudencia, entusiasmo y, sobre todo, con un indeclinable amor a la Fiesta y al Santo Patrón. Para todos ellos el recuerdo agradecido de sus compañeros de fatigas:

De De De De De De De De De De De De De De De

1902 a 1909 a 1917 a 1929 a 1931 a Í933 a 1935 a 1940 a 1941 a 1944 a 1948 a 1954a 1961 a 1962 a 1968

1909 — D. Pascual Ivorra Carbonell 1917 — D. Francisco Laporta Gisbert 1929 — D, Antonio Blanes Serra 1931 — D. Camilo Terol Pastor 1933 — D. Juan García Sempere 1934 — D. José Barrachina Serra 1940 — D. Juan García Sempere 1941 — D. Agustín Torregrosa 1944 D, Juan García Sempere 1947 — D. Santiago Candela Carbonell 1954 — D. Enrique Pérez Cortés 1961 — D. Emiüo García Sempere 1962 — D, José García Parra 1968 — D. Juan Jornet Paya D, Mario Valdés Pérez

D. FRANCISCO LAPORTA GISBERT Capitán en I9Í4

Mil novecientos sesenta y nueve es, para los Marrakeseh, otro «any de Capilá», el sexto en su historia particular. Sabemos de los desvelos que este honroso cargo ha representado para todos sus «individuos». También de sus íntimas satisfacciones. Sabemos de los cuantiosos gastos que han tenido y tendrán que afrontar para que la fila muestre de nuevo su intenso amor a la Fiesta en ese derroche de arte y colorido, de esplendor y luz, de música y policromía que es nuestra Entrada de Moros. Y nos consta que, como en 1943, el público mirón, ese gran fester anónimo, recordará con nostalgia de años, al presenciar otra vez la Entrada de Moros en esa inigualable tarde abrileña, aquel estribillo de la canción «La morena de mi copla» con letra que adaptó a la efemérides el individuo de la fila D. Enrique Berenguer Espi, que decía:

«Xiqueíes, anmse'n prompte ais balcons ífueis Marrakesch van devant i lol serán apretom...»

Enrique Cerda Gordo,

D. ENRIQUE BOTELLA BOLUCA Capitán en 1956

D.JORGE ARMIÑAMA SILVESTRE Cap i lañen 1943


Fila asturianos Antonio Martiáñez Cortés Es imposible precisar cuando nacieron los Asturianos, ya que no existen actas anteriores ai año 1839, lo que si podemos decir es que esta antiquísima fila, ha tomado parte activa en la Fiesta de Moros y Cristianos de Alcoy ininterrumpidamente, durante cerca de siglo y medio. Durante todo este tiempo, la fila Asturianos, al igual que otras muchas, en especial las cristianas, ha «vivido a trancas y barrancas» como vulgarmente se dice, pero siempre poseídos de ese espíritu Testero de que tanto hacemos gala los alcoyanos y que ha hecho que los más grandes problemas, no fueran sino pequeños incidentes o anécdotas curiosas a través de la Historia, que vista por orden cronológico es poco más o menos como sigue: Empezaremos, pues, este resumen histórico a partir del año 1839, en el cual era Primer Tro, D. Félix Espí y le siguió en los años 1840-41, D. Agustín Masía. En el año 1843, D, Vicente Gisbert, como Primer Tro de los Asturianos, aceptó para el siguiente año la Bandera o cargo de Alférez, y se estableció el turno de rotación para ostentar dicho cargo y por consiguiente el de Capitán. También en el mismo año D. Vicente Gisbcrt, es nombrado DEPOSITARIO DE LA JUNTA DE FIESTAS, cargo que tuvo hasta que falleció, en el año 1852. En 1846, el propio D. Vicente Gisbcrt, como representante de la fila Asturianos, acepta nuevamente la Bandera al rehusarla la fila Somatenes, pero no existe ningún otro documento que vuelva a hablarnos sobre esto, por lo cual no sabemos si este cargo se llevó a efecto. Desde 1844 a ¡850, fue Primer Tro, D. José Pons, y desde 1850 a 1857, fue D. José Girones el que le sustituyó como Primer Tro, y D. Juan Pascual, en Jos años 1859 y 1860. En el año 1862, se estableció el turno oficial de antigüedad, figurando los Asturianos en el décimo lugar; en 1888 ocupaba la fila el sexto; en el año 1896 el quinto; en 1905 el cuarto lugar; en 1906 pasa a ocupar el tercero y en el año 1909 pasó al segundo puesto en la formación del bando cristiano, con el que todavía sigue hoy. D, Felipe Pascual, fester y asturiano cien por cien, era el Primer Tro en el año 1872 y en la Junta celebrada el día 26 de mayo de dicho año, es nombrado junto con D. Carlos Valor para formar el reglamento de las filáes. De 1872 a 1874, figuran como Primers Trons D. Rosendo Cátala, D. Roque Pascual y U. José Sanlonja, En 1873 corresponde la Bandera o Alférez a los Asturianos, y es D. Felipe Pascual el que se encarga de ostentar este cargo; en 1874 les corresponde el de Capitán, pero ese año, así como el siguiente de 1875, no se celebraron las fiestas en Alcoy, por causa del tristemente célebre hecho denominado «El Petrolio». Es, pues, en el año 1876, fecha en que se celebró el sexto centenario de la aparición de San Jorge en Alcoy, cuando nuevamente D. Felipe Pascual capitaneó las huestes cristianas. Por aquel entonces los Asturianos vestian calzas a rayas, botas, dalmática sujeta a la cintura por una faja, capa larga y casco de metal empenachado con rejillas. Es también por estas techas cuando surgieron estos magníficos versos que llegaron a alcanzar gran popularidad. Repasad en la memoria... ¿conocéis esos guerreros ? Ellos fueron los primeros que a la Patria dieron gloria. Podéis registrar la historia y rereis cómo lux furias del alarbe y sus injurias lograron muy bien vengar, sabiendo siempre luchar cual nobles hijos de Asturias.

Ano 1959

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Arto 1876

De 1874 a 1877, fue Primer Tro, D. Francisco Cortés, y desde 1877 hasta el año 1889, o sea durante un período de doce años, debió ser Primer Tro, D, Felipe Pascual; decimos debió ser, ya que no existen actas del periodo 1878 a 1888, pero D. Felipe figura como Primer Tro en los años anterior y posterior a estas fechas y también en unos papeles sueltos de fechas intermedias. En 1887 fue el Alférez de los Asturianos, de nuevo, D. Felipe Pascual y también fue Capitán en 1888 el propio D, Felipe, así pues representó a los Asturianos este gran fester, en dos ocasiones como Alférez y en otras dos como Capitán. En el año 1888 y pese a corresponder el cargo de Capitán, la fila atraviesa un mal momento, sólo son siete individuos, y se acuerda en Asamblea, que vayan a caballo y no formen escuadra.


Foto: San chis

Siguen sucediéndose los Primcrs Trons, en 1890 fue D Jaime Picó y en 1893 D. Francisco Martínez. A propuesta de D, Anselmo Aracil Jordá, Presidente de la Asociación, es elegido vocal de la misma D. José Colomer Carboncll, que por aquel entonces era el Primer Tro de los Asturianos (3 de marzo de 1895). En 1896 fue Alférez D, José Colomer Carbonell, y en 1897 debió ser el mismo, ya que al parecer, por aquella época el mismo personaje que era Alférez volvía a ser el Capitán en el siguiente año. En el libro de actas de los años 1896 al 1916, y en la página 54 correspondiente al dia 14 de abril de 1901, encontramos el siguiente párrafo, que transcribimos textualmente: «A petición del representante de la comparsa Asturianos, se ratificó el acuerdo dé llevar a cabo en el año actual, la sustitución del combate de arma blanca, de que se habla en el artículo núrn. 43 del Reglamento, por un simulacro de asalto al Castillo, quedando a cargo de la Junta el acordar los detalles de este acto». En 1903 y siendo Primer Tro, D. José Bordera Llácer. el Ayuntamiento de Alcoy otorga a la fila Asturianos, el primer premio, en el concurso de Faroles-Guía en el acto de la retreta. Y en 1906 el mismo D. José Bordera Llácer es nombrado vocal de la Asociación, cargo que ostentó hasta el año 1914, D. José Bordera Llácer fue Alférez de los Asturianos en 1905. Capitán en 1906, volvió a ser Alfére/. en 1915 y Capitán en 1916, asi pues este fue otro de los grandes festers de los Asturianos. En 1910 sucedió como Primer Tro a D. José Bordera Llácer, D. Jorge Pastor, y D. Enrique Espinos Barrachina lo fue hasta 1919. D. Salvador Boronat Cantó, presentó un nuevo boceto, para cambiar la indumentaria de la fila Asturianos, que fue aprobado el 26 de enero de 1919; el nuevo diseño era de la siguiente forma: una túnica larga encarnada con una cruz roja en el pecho, capacete con pluma blanca, gran capa del mismo color y usando por arma un alabarda; anteriormente la túnica era azul y en la. cabeza llevaban, casco de metal con rejillas, y por arma tenían arcabuz. Posteriormente se volvió a cambiar el color de la túnica, por otra de color beig y con una cruz roja en el pecho. Desde entonces y en todos los cambios sufridos en la indumentaria de esta antiquísima fila, siempre ha lucido en el pecho la Cruz;de ahí le proviene el simpático sobrenombre de «Creueta». De 1919 a 1922, fue el Primer Tro D, Salvador Boronat Cantó, de 1922 al 1925, D. José Segui Picó y en 1926 lo fue D. Gonzalo Julia Bernabeu, En 1923 fue Alférez D. Rafael Blanes Linares y el Capitán del año 1924, el mismo individuo, Del dia 31 de marzo de 1926, vemos el siguiente párrafo: «Para los músicos de los Asturianos, Cides y Navarros, se acordó hacer unos calzones de punto inglés, que sustituyan a las medias y descansando sobre el zapato, puedan utili/ar los mismos que traigan para su uso particular». Hasta aquí, parece que a los Asturianos les fue bastante bien, pero en el año 1928, cuando la fila llevaba unos cien años de existencia y siendo Primer Tro. D. Enrique Molió Abad, vemos que empieza un periodo de decadencia. En la Junta General de dicho año, encontrarnos lo siguiente: «Los Asturianos junto con los Realistas, Cides, Vascos,

Navarros, Montañeses, Almogávares, Visigodos y Mozárabes, solicitan ayuda económica, dada la precaria situación en que se hallan. Se les otorga a cada fila una ayuda de 75 pesetas»! Esta ayuda no debió ser suficiente, pues en la Junta Directiva del 25 de septiembre del siguiente año de 1929, y siendo Primer Tro D. Joaquín Paya Aracil, vemos otro curioso párrafo: «El vocal Sr. Gisbert presenta la dimisión del jefe de la comparsa Asturianos, haciendo constar que en la actualidad no existen individuos en dicha entidad testera, por lo que habia retirado los trajes y efectos propiedad de la misma, que quedaban a disposición de esta Directiva», Esto ocurría en septiembre de 1929, pero algo «muy gordo» debió de pasar, ya que el 16 de enero de 1930, se hizo cargo como Primer Tro D. Vicente Terol Casanova. asi la fila Asturianos, volvió a salir a la calle sin perder ningún año y por lo tanto sin perder ese privilegiado segundo lugar en el bando Cristiano. Desde el año 1932, hasta 1939, no existen libros de actas, pues debieron de perderse durante la Guerra de Liberación. Solamente existen en los archivos de la fila, unos pocos papeles sueltos y sin coordinación por los cuales se ha podido confeccionar la lista de Primers Trons, aunque de forma un tanto confusa. Estos fueron los siguientes: en 1932, D, Alvaro Gallart Zamora; en 1933, se ignora, pero en cambio sí podernos decir que el Alférez de este año fue D. Desiderio Carbonell; en 1934 fue Capitán D, Rafael Carbonell Giner y Primer Tro D. Vicente Moltó, En 1936 lo fue D. Miguel Pérez; en 1937, D. Lucas García Grau. De 1937 a 1940 figura D. Rafael Carbonell Giner. Desde 1940, hasta el presente, sí que existen actas en el Casal de Sant Jordi, pero existe «otro» inconveniente, y es que, desde entonces, hasta hace unos pocos años, se suceden los cambios en la Directiva de la fila, pero estos cambios no son comunicados a la Asociación de San Jorge, y por lo tanto, en las actas allí existentes, figuran durante largos períodos, los mismos nombres, no siendo así en los pocos papeles que se guardan en los archivos de la fila, de esta forma, nombres y fechas, vuelven a estar confusos. Hemos confeccionado una lista de Primcrs Trons, aunque de forma un poco comprometida, esta es o debe ser de esta manera. En 1941, D, Agustín Giner Ivorra; de 1942 a 1946, D, Rafael Carbonell Ciinen en los años 1947 al 1949, D. Galileo Jordá Miral!es;en 1950 y 1951 D. Emilio Navarrete Serra; en 1952 y 1953, D. Agustín Giner Ivorra, del 1954 al 1957, D. Emilio Gisbcrt Cortés, y desde el día 28 de septiembre de 1957, hasta el presente, D. Francisco Alcaraz Sanchis o sea durante doce años consecutivos, (este dato es auténtico). En 1942, fue Alfére/ D. Alvaro Gallart Zamora y en 1943 Capitán D. Jorge Vilaplana Abad. En el año 1954, corresponde el Alférez a los Asturianos, y esto es posible gracias a unos entusiastas festeros, que se hicieron cargo de la fila, siendo el Alférez D, Carlos Jorge Olaya Beltrán, y el que representó al Capitán en el siguiente año fue D, Rafael Esteve Carbonell. Poco después, en el año 1959. se cambió por completo el diseño de la fila, haciéndolo mucho más vistoso y adecuado que el anterior, según diseño de Luis Golbcs Paya. Ya en 1961, parece ser que los Asturianos, han superado esa crisis de personal Testero, que venían sufriendo desde el año 1928, ya que este año la fila Asturianos, consigue el premio de la DIANA, premio que volvió a obtener en 1963. Desde entonces la fila Asturianos ha ido superándose a si misma, hasta conseguir, sino cosas excepcionales, por lo menos, tomar parte en la Kiesta de Moros y Cristianos con sencillez, pero con dignidad, como quedó demostrado en el pasado año de Alférez, en el cual lucieron un boato pequeño pero muy digno. El Alférez lo representó D. Gonzalo Ferré Sempere. Esperemos que en lo sucesivo, y en especial en este año de Capitán, sigan superándose en alcoyarría y ardor testero. hasta conseguir que los asturianos, vuelvan a tener el pasado esplendor que tuvieron en el siglo pasado.



José Remigio Giner Postor tSont Jordiet> 1 9ó8

Foro Studío



diez años después Pronto se cumplirán diez años, desde que por disposición superior, tuve que salir de Alcoy, para ejercer el ministerio pastoral en la capital levantina. Nuestra vida sacerdotal, está sujeta a estos vaivenes de la conveniencia y las necesidades de la Iglesia, que determinan los cambios de sus ministros, hacia campos desconocidos. Pero somos humanos, y sentimos las más de las veces la nostalgia que ocasiona el cambio de postura y de situaciones. Al ponerme en contacto con mis queridos y numerosos amigos alcoyanos, aceptando la invitación de escribir unas maltrazadas lincas, en este gran libro, que es la Revista de la Fiesta, no puedo hacer otra cosa que expresaros, como ya tantas veces to hice, la gran admiración y el extraordinario fervor que siento por vuestras veneradas Tradiciones, y en especial por la que en estos días conmemoramos. Nunca debemos olvidar que las Fiestas de San Jorge significan la LIBERACIÓN CRISTIANA DE ALCOY. Que por intervención especial, San Jorge bajó del Cielo, para ayudar a la impotencia humana de aquel grupo de alcoyanos fieles a la fe de Cristo, frente a las poderosas huestes mahometanas, dejando como señal del milagro de aquel amanecer la Cruz bermeja en el Escudo de la Ciudad, y la fe encendida en los corazones alcoyanos. Para conmemorar este Hecho, que alumbra el nacimiento de Alcoy como pueblo de la Comunidad cristiana, nuestra Ciudad, laboriosa por excelencia, al llegar estas fechas cierra sus fábricas, deja el tra-

bajo, y forma en los simbólicos desfiles y así, empuñando unas armas que por extrañas revelan todavía más la ardiente fe de aquellos corazones, con religiosa devoción, dan de nuevo gracias a Dios, en la fastuosa Procesión del Santo Patrón. Nadie diga que abandonáis vuestras herramientas, por holgar y por entreteneros en pasatiempos baladíes, ni menos por expansionaros fuera de la Ley de Dios. No murieron vuestros Padres por un pasatiempo. Sólo por salvar la fe, olvidaron el arado y el telar. Y hasta el venerable sacerdote Ramón Torregrosa, dejó el Misal y Breviario para blandir un dalle, pasando del altar a la muralla. Desde entonces cuantas generaciones al sentir la llamada de la sangre se alistaron en las Filáes tomando parte en los simulacros de pasadas batallas, levantaron siempre en la punta de sus lanzas la Religión y la Fe de sus antepasados. Velad, pues, por la santidad de la familia, la educación cristiana de vuestros hijos, el decoro de las costumbres públicas y el imperio de la Ley Evangélica en una justicia social creadora de Santa Hermandad, Y confiad siempre en San Jorge que si fuere necesario, vendría de nuevo a impedir que las amenazas de ahora —incredulidad y materialismo— nos arrebaten el valioso tesoro de nuestra vida cristiana.

Vicente Torregrosa Torregrosa Párroco dt San Valero da Valencia

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ENTREVISTA

Sobre lo moro y cristiano Daño Molla Llácer S. J. Para un alcoyano que vive a bastantes kilómetros de su tierra, el mes de abril es mes de nostalgias y añoranzas. La Fiesta, San Jorge, el ambiente... Por eso, aprovecha cualquier oportunidad que se le presenta para hablar un poco de la Fiesta o de algo que se le relacione. Mi interlocutor de hoy es un eminente conocedor de eso que llamamos «moros». ,De los de antes y de los de ahora. Se trata del P. Miguel de Epatza s. j., doctor en semíticas, ex-profesor de árabe en Barcelona, premio Ciudad de Barcelona por su tesis, e incansable viajero por aquellos países para nosotros exóticos y entrañables. Hablamos del mundo árabe, de sus problemas, de sus inquietudes, de sus sentimientos y, en un ambiente de estupenda simpatía, el P. Epalza va respondiendo a mis preguntas. —Un especialista como tú, ¿qué opina de la palabra moro? —Originalmente, moro es sólo aquél que vivía en la antigua Mauritania. A c t u a l m e n t e la palabra moro tiene un sentido despectivo muy fuerte. Los árabes no quieren que les llamen moros. Además hay que tener en cuenta que a España sólo vinieron 10.000 árabes y el resto de musulmanes invasores fueron bereberes, unas pocas decenas de miles en total. Todos los demás musulmanes de lengua y cultura árabe eran de origen y raza española, del país. Moro es una concepción, pues, muy especial que se puede mejorar haciendo que signifique una cosa folklórica y no tenga nada que ver con los árabes de carne y hueso que existen hoy. —¿Cuántos musulmanes hay hoy en el mundo? —De origen árabe, unos 70 millones, y digo unos 70 millones porque es muy difícil precisar. En el mundo entero hay unos 450 millones de musulmanes, lo cual quiere decir que la mayor parte de musulmanes no son de lengua árabe. Están distribuidos especialmente por África y Asia. En la India hay 45 millones y en Indonesia 100 millones. Hay también en Filipinas, Pakistán, Turquía, península arábiga. Albania (90% de la población), etc... En España hay actualmente unos 1.000 árabes en su mayoría musulmanes. Son estudiantes y personal de Embajadas. Como dato curioso, te diré que tienen permiso los musulmanes para hacer oración en la Mezquita

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de Córdoba, a pesar de estar convertida en Catedral. Naturalmente, su deseo es transformarla otra vez en Mezquita, pero es una cuestión ésta muy discutible y muy discutida. —¿Cuáles son las principales virtudes del carácter árabe ? El Padre sonríe y dice: —Hay tantas virtudes como árabes. Pero también es cierto que hay algunas más características. Son por ejemplo, la hospitalidad que les viene de su origen semítico. Hospitalidad en todos los sentidos. Para ellos, el huésped es el huésped de Dios y toda la casa está a su disposición. Es notoria también su fidelidad o sumisión a los preceptos religiosos. Respetan mucho a Dios y a las cosas religiosas aunque sean de religión distinta a la suya. Se adaptan también mucho a su interlocutor. Huelen su disposición de ánimo y contestan según ella, lo que al principio da la impresión de que son falsos pero no es eso, sino que tienen obligación de adaptarse. Otras virtudes son: su amor a los niños, su inmutabilidad exterior... En fin, la lista sería interminable.— —¿Y defectos? —Es muy fácil decirlos. Mírese cada uno a sí mismo y los mismos defectos que tiene él, tienen los árabes. —¿Qué diferencias hay entre el carácter árabe y el europeo ? —Bueno, yo no creo en la existencia de un carácter europeo. Más bien pienso que hay un carácter común mediterráneo y es mucho más fácil que nos entendamos nosotros con los malteses, griegos o árabes que con los de Noruega o Dinamarca. —¿Qué importancia ha tenido en la historia el mundo árabe? —Ha tenido importancia trascendental en el pensamiento europeo de la Edad Media por medio de España y por el sur de Italia, pero sobre todo por España. Influyó en la filosofía, teología, ciencias, medicina, astronomía, literatura. En ésta, se da el caso de que ha sido demostrado por Asín Palacios que la obra máxima de la Edad Media cristiana, la Divina Comedia, está inspirada en una obra musulmana de un místico de Murcia que luego fue traducida al latín. —¿Importancia actual?


—Sólo hay que leer los periódicos para darse cuenta. Los países árabes tienen graves problemas económicos y políticos. Es muy difícil conseguir una unidad entre ellos, pues son 14 países y a ver quien es capaz de unir 14 naciones en Europa. Es grave también el problema de Israel que ellos consideran como una huella del colonialismo. Piensan que Europa, que hizo gran daño a los judíos, contribuye a que ellos ahora hagan daño a otros. Es un problema que se agrava cada vez más. También hay que recordar que el movimiento de independencia de países africanos vino en gran parte de ellos. Grandes políticos como Nasser, luchan junto con los países no alineados para ver si levantan la política de estos países, explotados muchas veces por otros países ricos del Este o del Oeste. —Se ha hablado mucho de las coincidencias entre et catolicismo y el Islam, ¿Cuáles son? —La creencia en un Dios único que para nosotros es trino y para ellos sólo hay una unidad purísima. Creer ambas religiones, que Dios ha intervenido en la Historia, virtudes, la oración...

—¿Diferencias ? —No creen en un Dios que se manifiesta a los hombres haciéndose hombre. Su religión es más bien doctrinal y teórica sin la vitalidad de la nuestra. Algunas diferencias en la parte moral. El considerar a Jesús como a profeta simplemente... —¿Qué piensan de España ? —Para ellos, España es tierra árabe. Les duele haberla perdido porque fue patria de una gran cultura árabe. Tienen una gran añoranza y nostalgia por su Al-Andalus. Esta añoranza provocó una gran literatura en el romanticismo. La música andaluza antigua. Granados, Rodrigo, etc..., son muy populares en el Norte de África. Influye en esto, el que los dos monumentos árabes más hermosos son la mezquita de Córdoba y el palacio de Granada. —¿Y respecto a la España actual? —Hay cierta hermandad en muchos aspectos. No produce admiración por su progreso ya que ellos tienen

cosas que enseñarnos en este aspecto y admiran más a otros países europeos, pero tienen un gran aprecio a España sobre todo, porque es la única nación europea que después del conflicto de junio de 1967 con Israel, adoptó una postura de defensa total de los derechos árabes. La charla se prolongaría horas y horas. La amabilidad del P. Epalza contribuye a ello. Pero hemos de marcharnos y antes de ello, para acabar, he querido hacerle unas breves preguntas sobre la Fiesta de Moros y Cristianos. Siempre es interesante conocer la opinión de un especialista del tema. —¿Conoces las fiestas de Alcoy? ¿Qué opinión te merecen? —Las conozco sólo por un programa que hace tres o cuatro años me regalaron y me gustó mucho. Lo leí de cabo a rabo. Por cierto que me lo llevé al Líbano y allí lo regalé a un amigo árabe y el hombre estaba encantado. Por supuesto que era un árabe cristiano, sino... Son una serie de fiestas que hay que incluir en un orden más bien folklórico. —¿Qué opinas de los trajes, la música? —Los trajes son folklóricos, tal como se veían, sobre todo en Turquía, en el siglo XIX. Eran los trajes de lujo de entonces. La música tiene tamunos aires morunos del siglo XIX, aunque con ritmo general de pasodoble español. •—¿Y qué me dices de San Jorge ? —Que es tan popular en Oriente como en Occidente. Todos los cristianos árabes le tienen como su patrón. El calendario de las tiendas de los cristianos árabes en Egipto tiene invariablemente la imagen de San Jorge. —¿Qué pensaría un árabe que viese la fiesta ? —No sé lo que pensaría. Si se lo tomara en serio, probablemente pensaría mal, lo mismo que nosotros pensariamos mal de los moros. Pero creo que lo que todos hemos de pensar de esto y un árabe también, es que así como en Alcoy después de la lucha, moros y cristianos se sienten hermanos alcoyanos, también después de haber peleado varios siglos, nos sintamos hermanos. —Bueno, ya no te molesto más. Sólo una pregunta de despedida. ¿Crees que las Fiestas podrían ayudar a este acercamiento? —Sí. Se podría aprovechar para incluir en el programa de festejos algún acto religioso ecuménico o alguna velada de oraciones dirigida por alguno de los muchos sacerdotes españoles especialistas en esto u organizar algunas conferencias que nos ayudasen a conocer el mundo árabe y aprender muchas cosas que nos pueden enseñar. Creo que un acto de esta clase es insustituible. Yo también lo creo. Como creo que el P. Epalza por su amabilidad y sus conocimientos es la persona más indicada para ello. Por mi parte está invitado a la Fiesta de 1969. ¿Por la de Vds., lectores?...

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Psicología testera

Rasgos psico-sodológkos de la Fiesta de moros y cristianos Los «Moros y Cristianos» de Alcoy son una de las pocas «fiestas» auténticas que van quedando en el mundo moderno. Reúnen los cinco momentos que LA1N distingue como esenciales en la celebración de toda fiesta genuina: el ágape o banquete festiva! (capaz de borrar hostilidades y de refor/ar los sentimientos de fraternidad), la ingestión de het>idas(c\u.ltiidm<i de los senlimíenlos de comunidad con el prójimo y con el mundo), la danza (simbolismo de eterno movimiento y de eterno retorno, de permanencia alegre), el coloquio nt> u/ilirariii (sin otros fines que «el puro gozo de envolver con palabras la realidad en que ^e vive» [LA IN |. y e i culto (comunicación ritual entre el hombre y la divinidad, penetración de lo divino en el tiempo, pues con la fiesta el hombre parece entrar en comunicación con el mundo y con Dios que es su fundamento: como dijo GOETHE «la fiesta es la hora elegida de los dioses»). Por esta componente cultual la fiesta de Alcoy -como toda Tiesta auténtica- - es una ocupación trascendente y por lodos ellos una ocupación felicitaría. O sea, un vivir venturoso, alegre y libre de preocupaciones, por donde escapar de las penalidades del trabajo o de la angustia de la soledad o el hastío. Posee también lo que yo he denominado «sexto momento» de la celebración festiva, constituido por el «juego can el riesgmi, mediante el cual las fiestas pueden servir de válvula de escape para librarnos de la agresividad que todos llevamos dentro.

Doctor Luis R ¡vera Pérez Director

1 Hospital Provincial e Alicante

El ágape o festín se halla representado por la «Nit de L'Olla», costumbre que nos muestra cómo los alcoyanos se preparan la víspera con una comida comunitaria, corno el origen de la fiesta fue modesto y popular y como para vivir festivamente, felici I aria mente, no se precisa de costosos manjares; basta con el comer sencillo presidido por sentimientos fraternales. El consumo de bebidas recibe cumplido honor en Alcoy esos días sobre todo de su típico café-lieor. Cabe señalar aquí como típico de las fiestas alcoyanas el uso de aromas embriagadores de tabaco (el uso de puros). El coloquio no utilitario se halla representado por la agudeza y el buen humor de las charlas, estimuladas por el buen comer y el buen beber, y por el jolgorio general. En esos días ni se piensa ni se habla de negocios, ni de nada serio que preocupe. La danza tiene su puesto en los desfiles de las «entradas» de las filáes... Un desfile militar corriente es algo serio, formal y grave. La entrada de las fdáes remeda al desfile militar pero pierde el sentido grave para tomar el festivo de una danza ritual. Alguien ha calificado a la fiesta de «Moros y Cristianos» como un «gran ballet» (J.A.G. CORTÁZAR). Y efectivamente figuras de «ballet» parecen, más que otra cosa, esos centenares de festeros brillantemente ataviados y armados según normas de la tradición histórica pero también del vuelo de la fantasía y «danza» parece, más que desfile marcial, la marcha parsimoniosa de las escuadras acompasando e! ritmo que va marcando el «cabo» blandiendo su espada, danza verdadera son las evoluciones, contorsiones y ademanes de los festeros, marchando, retornando y volviendo a marchar con ritmo permanente en sus movimientos, ademanes y manejo de las armas, que más parecen figuras y pasos de danza ritual que de marcha guerrera. Hay en estos desfiles un ritmo de repetición infinita, de permanencia cíclica, de constante retorno y de ansias de permanencia y cierna alegría que caracteri/a a la danza genuina. Como dice RAFAEL COLOMA «todo el secreto de la fiesta de Alcoy está en el ritmo». El sentido cultual de la fiesta alcoyana es evidente. No me refiero a la forma solemne y litúrgica de los actos estrictamente religiosos, sino al entronque de la fiesta con el hecho histórico del 23 de abril de 1276. festividad del mártir San Jorge, en que los alcoyanos infringieron notable derrota a los sarracenos y en la piadosa tradición de la intervención taumatúrgica del Santo a favor de los suyds, y sobre todo a la forma mítica, alegórica y festiva con que a partir del siglo XVII Alcoy rinde cullo a la divinidad en ese remedo festivo de la batalla y con la aparición alegórica de «Sant Jordicl» reproduciendo el milagro. El juego con el riesgo tiene su máxima expresión en ese promedio de unos 350.000 disparos de arcabuz, y simbólicamente en las luchas que sí bien ficticias pueden en ocasiones alcanzar matices realistas. La fiesta puede asi servir de válvula de escape para la agresividad contenida. Capacidad psicológica liberadora de los impulsos agresivos soterrados en el alma posee indudablemente también ese aire enfático del paso de las filáes c igual simbolismo de desahogo posee la bravuconería de las embajadas y la fastuosidad de indumentarias y ornamentos. Porque en esa escondida vena de vanidad que supone el querer superarse y destacar sobre los demás y el llamar la atención sobre si, late un inconsciente impulso de agresividad, de imposición o dominio que encuentra en estas ostentaciones festivas una rendija por donde escapar... Pero es sobre todo el fragor y el estruendo de las fingidas batallas y el retumbar de los disparos, lo que constituye para todos—protagonistas y espectadores— un espectáculo sobrecogcdor y de singular

Foto: (osé Luis San us Abad


bcllc/a, que como todo acontecimiento estremecedor es capaz de obrar un efecto de «katarsis» o purgación de las pasiones del espíritu, como el señalado por ARISTÓTELES como saludable, por la contemplación de la tragedia teatral, espectacular y estremecedora. La fiesta de Alcoy lo es genuina y auténtica por todo esto y por ser, naturalmente, un vivir venturoso. Todo el año vive Alcoy pendieule de sus fiestas. Pueblo laborioso por excelencia y amante de sus tradiciones y de su Fiesta, llegados los días señalados ningún festero se cambiaría por nada en el mundo. Porque en esos días viven sin cuidados ni preocupaciones, arrinconan la monotonía de la vida vulgar, insulsa o atormentadora, para convertirse en protagonistas no de un espectáculo más o menos colorista sino en miembros de una comunidad que vive algo trascendente y gozoso con emocionado sentimiento. Formar en el bando moro o cristiano es un puro gozo que emociona y subyuga. La Fiesta de Alcoy une y irítieve a todo un pueblo sin distinción de clases ni matices sociales y todos los años le sume en la ventura de un común vivir felicitarlo. La Fiesta de Alcoy es una «fiesta» genuina, una manifestación exenta de materialismo utilitario, un lujo envidiable, sin otro fin que el propio deleite de los que la «hacen».

La Fiesta incide psicológicamente, influye y determina la fenomenología social del pueblo alcoyano. Porque Alcoy hace la «fiesta» pero indudablemente la «fiesta» hace a Alcoy; lo está haciendo desde hace varios siglos. De todos los aspectos de esta influencia deseo destacar sólo la admirable ejemplaridad de algo que para mí constituye una gran lección de convivencia social. La Fiesta es posible porque dentro de la sociedad, temporal y pasajera, de cada generación se mantiene año tras año otra «sociedad» permanente a la que se someten libremente sus miembros para convivir festivamente. Los tres días de Fiesta son la culminación de toda una manera de ser y de entender la vida que exige mantener constantemente una para-estructura que alcanza desde la Asociación de San Jorge hasta la más modesta de las filáes, en la que reinan los sentimientos igualitarios de hermandad junto al reconocimiento de la jerarquía de valores en un mutuo respeto entre todos. A la hora de ser festeros, tanto en los días señalados como en los preparativos de los del resto del año, se borran las distancias sociales y se refuerzan los lazos de camaradería. Kn las reuniones periódicas y en la festividad propiamente dicha se come, se bebe y se dialoga amigablemente sin otro fin que la alegre diversión. Confraternizan funcionarios y obreros, jefes y empleados, gentes de diferente condición social o económica, borrándose las diferencias individuales por un sentido de unidad en tradiciones y creencias y por el deseo unánime de vivir alegremente, pero no individual y egoísta mente sino comunitariamente, haciendo patente esa gran verdad de que el hombre no puede ser feliz solitariamente sino que la felicidad de uno necesita de la felicidad de los que le rodean. La vida cotidiana, vulgar y trabajosa, lleva consigo luchas, competencias, desniveles sociales, envidias, incomprensiones... y resentimientos. Pero la Fiesta viene a ser como un bálsamo de concordia que borra discrepancias, acorta distancias, despoja de falsedad el vivir vulgar para trocarlo en el vivir auténtico que es el vivir festival en un deleite común y sin diferencias. Debajo de la superficialidad de la farsa y el simulacro hay en la Fiesta de «Moros y Cristianos» algo trascendente, gozoso y ejemplar que cala hondo en las almas sensibles. Forzosamente esta escuela de civismo y convivencia, que son las fiestas, han de penetrar insensiblemente en el espíritu de los alcoyanos, sobre todo en el de sus juventudes, y han de determinar en .gran parte su personalidad y su carácter. Asentado sobre pura piedra y sin riquezas naturales, Alcoy es uno de los pueblos más florecientes de la provincia; y todo lo debe a su propio esfuerzo, al ingenio y a la laboriosidad de sus moradores. Alcoy progresa al ritmo que exigen las nuevas técnicas industriales y los avances sociales, pero sin dejar por ello de mantener las tradicionales maneras de cultivar el ocio; la «fiesta» auténtica y el arle (música, pintura y sobre todo el teatro en donde están dando sus juventudes un admirable ejemplo). Filo le permite permanecer equilibrado en el proceso de continuidad generacional, tranquilo y ciertamente feliz. Asi como el hombre como individuo necesita para ser feliz, o ai menos para no ser desgraciado, sentirse emotivamente protegido y amorosamente religado con alguien (la madre, la familia, el cónyuge, la sociedad, y, trascenden!alíñenle, Dios), también los hombres considerados como ente colectivo, como sociedad —como pueblo—. basan su tranquilidad, su progreso y en parle su felicidad

Foto: J Crespo Colnmer

en este sentimiento de protección,., Alcoy se sintió protegido hace ya varios siglos por fuerzas sobrenaturales (dejemos de lado los dogmatismos y quedémonos con el milagro concreto de que unos pocos alcoyanos mal pertrechados vencieron a un ejército más numeroso y mejor armado) escapando del peligro de perecer o de ser esclavizados. Desde entonces vive con el sentimiento de esta protección simbolizada en la devoción a San Jorge, y a la sombra de este sentimiento trascendente de la vida que da la fe, crece, progresa y vive con el orgullo y la satisfacción de constituir una comunidad —un pueblo— en el que el cambiante devenir histórico del mundo, inseguro, duro, difícil y angustioso no pueda turbar esa parcela del vivir auténtico, gozoso y eterno —del trato con la divinidad— que es el vivir festival, renovada todos los años en su Fiesta de «Moros y Cristianos». En este sentido puede considerarse como un pueblo feliz. Son muchas las circunstancias que posibilitan esta privilegiada situación de unión, de hermanado vivir, de bienestar, de prosperidad y de tranquilidad del pueblo alcoyano, poseedor de grandes virtudes. Pero el conjunto de todas ellas podrían simbolizarse (es una opinión muy personal) en su típica Fiesta de «Moros y Cristianos», Por lo que son, por el espíritu que lasniucvc y por lo que social y psicológicamente operan.

Al poner fin a estas consideraciones quiero hacer mis mejores votos por la Fiesta de «Moros y Cristianos» de Alcoy, Por su esplendor, por su autenticidad y por su permanencia. Porque no se contamine de modernismos temporales y conveniencias utilitarias, porque se mantenga libre de innovaciones peligrosas que más que construir pueden a la larga ser destructoras. Si se me fuera permitido el don de poder apuntar un consejo yo me atrevería a dar el siguiente: Manténgase la fiesta en su actual esplendor pero en su prístina esencia. Si acuden gentes de fuera, si vienen los turistas... bien está. Pero como algo secundario, sin concesiones. Porque las fiestas que se pliegan a las exigencias utilitarias o a las falsas innovaciones corren el riesgo de convertirse en simple espectáculo más o menos folklórico, y a la larga aburrido, temporal y pasajero. Sólo las «fiestas auténticas» atraen, subyugan y permanecen eternamente... Que la Fiesta sea siempre eso, «fiesta», un lujo, un acto de gratuidad para propio deleite. Que la Fiesla sea lo que siempre ha sido: nacida del pueblo, arraigada en el pueblo y en sus tradiciones, mantenida y conservada por el pueblo, y sin otros fines que los de servir de deleite para el pueblo que las hace y las vive.


Historia festera

la fila Capellanes PREÁMBULO Son ya varios los trabajos realizados sobre las viejas filadas de moros y cristianos en Alcoy (1), pero urge, no obstante, el estudio profundo y escrupuloso en lorno a estas entidades del pasado, fermento y levadura de la fiesta de hoy. Esas filadas que ya forman parte de la historia íntima de Alcoy y que ayer componían un abigarrado mosaico de pintorescos anacronismos y sabrosos anecdolarios. Resulta emotivo hablar de aquellos moros que militaban en el campo de la seda, unos; en el ejército de la lana, los otros, según nos testifican viejas actas, y nos recuerdan historiadores posteriores. Hablar de aquellos «festers» que el erudito Vicente Carbonell identificaba y distinguía como «Cathólicos-Christianos» y «Christianos-Moros» (2). Esos mismos núcleos o filáes en ciernes que después el padre Picher, en su desaparecido manuscrito del siglo XVIII titulará «compañías», haciendo notar precisamente, que la mora no era otra cosa sino un grupo de «Christianos vestidos a lo turco» (3). Profundizar en los testimonias escritos del progresista Pascual Madoz(4) y según la pista que el erudito catalán alineado en Alcoy por algún tiempo, Llobet y Vallosera, nos da en su opúsculo editado en 1855, quien con cierto desparpajo y espíritu criticísta muy aguzado, llegará a decir que se aprecia en la fiesta alcoyana una «curiosa y ridicula ensalada» (5), palabras que, en cierta manera, aprovechará años más tarde el Barón Jean-Charles Davillier, caballerizo mayor de Napoleón III, que en 1862 viaja por España acompañando a Gustavo Doré y nos ofrece interesantes puntos de vista de cuantas filadas discurrían por aquel Alcoy de mitad del anterior siglo (6), Un abigarrado y popular mosaico de atuendos, trajes y arreos, una «curiosa y ridicula ensalada», una maravillosa amalgamación de tradiciones añejas y singulares raíces folklóricas. Caleidoscopio diverso y multiforme que el etnólogo y el historiador honrado tiene que examinar y sopesar en toda su amplitud. Ahí están, dentro de ese panorama general, en esa demografía festera, ya algunas veces revisada (7), los nombres señeros y pintorescos de «Monacillos», «Angeles», «festes a la Antigua Española», «Tomasinas», «Húsares Austríacos», «Palestinos», «Africanos», «Capellanes», «Estudiantes»... Un magnifico y heterogéneo conjunto. De todo, bien variadito; pero de todo —si somos exigentes— menos de moros y de cristianos. Todo cabía en aquel entonces y cualquier iniciativa se apoyaba hace más de cien años, si bien ya en aquellas fechas algunos intelectuales de la época se veían obligados a denunciar este exceso de pintoresquismo y esta ausencia de rigor y mínima seriedad histórica <8). Tendrían que pasar bastantes años aún para que saliera un Francisco Laporta, o un Fernando Cabrera, y comenzase a ser encauzada la Fiesta por los derroteros del arte, la propiedad y la seriedad, chocando sus pareceres las más de las veces contra los de una mayoría de gentes que se creían menoscabadas o coartadas cuanto menos. «Aquí se desarrolla una verdadera escena de carnaval», exclamaría el propio Davillier. Le divierte al escritor galo el putpurrit de trajes que integran el bando cristiano, algunos de los cuales le recuerdan «los trovadores de péndulo, de moda bajo la Restauración». Los individuos que toman parle en la fiesta «dejan mucho que desear desde el punto de vista de la exactitud arqueológica» dirá, si bien, y por lo variado, resultan «en cambio de los más divertidos». Y la inexactitud cronológica que advierte el acompañante de Doré se extiende también al bando musulmán formado por «mamelucos del mar les de Carnaval, turcos de fantasía, con turbante desmesurado.., como los moros —¡curiosísima observación la suya! que Coya ha grabado tan ingenuamente».

«LA MAS ANTIGUA EN LA FIESTA» Y dentro de este ambiente, inmerso en este mundo festivo sin prejuicios ni reservas mentales, militando en el ejército de los cruzados, nos topamos con la vida y el anecdotario, de una filada divertida e importante:'la de Capellanes. De las primeras —si no la primera— en crearse fue la fila asi denominada. Unos versos populares(9) editados en un curiosísimo librito de 1876, vienen, por su parte, a querer atestiguarlo asi: «Seria, grave y religiosa verás ta comparía esta, la más antigua en la fiesta, y que la entidad gloriosa recuerda de Tprregrosa. Llevan negras balandranes, y por poca que te afanes, verás con qué devoción beben el café y el ron los supuestos capellanes», Esta información rimada nos induce a creer en la posible primogenitura —en el bando cristiano— de la comparsa, entidad festera que venía a ser como el reflejo o encarnación pluralizada, hecha colectividad, del histórico Mosén Ramón Torregrosa, defensor del solar alcoyano en aquella primavera del siglo XIII. El hecho de que no aparezca representada en el acta primera de los libros de luntas de la Asociación de San Jorge, actas que datan de 1839, no quiere decir nada. Tal vez no asistiera su representante a dicha reunión, aunque, por supuesto, la fila estaba ya fundada. Rafael Coloma también extraña la ausencia de los Capellanes, aunque no por ello deja de creer en su existencia: «Es raro no encontrar escrita la de Capellanes, que aparece en el siguiente —año - de 1840, y si debía existir por eslar la de Monaguillos o Monacillos,..(10).

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El carácter y lo que quiere representar la fila de Capelíune.-i da a la entidad una serie de características y singularidades. La fila de Capellanes celebra desde antiguo un acto que bien podríamos considerar como los prolegómenos de la entrada de cristianos: es el momento en que los individuos de esta fila inician su desfile desde ¡a puerta del Molinar y por la calle de San Nicolás llegan hasta el castillo, toman posesión de él —donde dejan unos centinelas— y acuden a reunirse con el grueso del ejército, en la puerta de Cocentaina y calle de la Virgen María. Uno de los primeros testimonios escritos de este acto lo hallamos en el «Diccionario» de Madoz que, publicado en 1848, narra hechos comprobados dos años antes: «En la misma mañana del 11 una comparsa de clérigos y capellanes —dice— figura su entrada en la ciudad, y toma posesión del castillo que al efecto se halla formado en la plaza mayor...»(] 1). Llobel y Vallosera, cronista de las fiestas de 1853, critica —como se ha dicho ya— con mucho rigor la impropiedad histórica de los trajes, sobre todo los cristianos, en cuyo ejército «cada una de sus filadas - leemos textual— lleva un uniforme distinto formando entre todas el más disparalado conjunto...», y habla de «una compañía de curas vestidos con sotana y sombrero de teja, prescindiendo de la cruz encarnada que todos los cristianos llevan en la parte izquierda del pecho...»(12). Tenemos también que recurrir al testimonio de Davillier - que conoce y se aprovecha del libreto de Llobet—, quien coincide al decir que: nía fiesta empieza por el desfile del clero, que se dirige proccsiona[mente a la plaza Mayor, sobre la cual se ha levantado un castillo de tablas cubierto de tela pinlada. El clero penetra en el castillo delante-del cual pasan los cristianos y los moros...» (13). No son más explícitas estas descripciones. Y no la hallaremos más completa hasta dar con un texto alcoyano, cual es el expresado en la famosa «Guia del forastero...» editada [>or Martí Casa no va en 1865. Con él ampliamos y redondeamos la información: una vez efectuada la «diana», a las 9 de la mañana —dice el autor de dicha «Guía»—, la comparsa de Capellanes hace su entrada en el castillo, que se construye al efecto en la plaza Mayor o de San Agustín, y que rcprcsenu la antigua villa de Alcoy, bajando desde la puerta del Molinar, por la calle de San Nicolás; dejan sus centinelas en las almenas del castillo, izando bandera blanca, y continúan su marcha hasta la puerta de Coccntaina a reunirse con los demás de su bando, para verificar a las 10 la entrada general de los cristianos,..» (14). Veintitantos años más larde será Llórente quien se ocupe de los Capellanes, y hable de ellos en varios escritos suyos, especialmente en su obra «Valencia», Cita los nombres —y algunas de las particularidades propias— de varias filadas: somatenes de Cataluña, mascrs, estudiantes de la tuna, guerrilleros aragoneses y garibaldinos... pero «la principal comparsa de los cristianos —según dice el poeta— es la de los capellanes, que capitanea el mismísimo Mossen Torregrosa, el valeroso clérigo que fue el primero en rechazar las huestes de Al-Azrach» añadiendo que, junto a los individuos que usan sotanas «seis u ocho pajecillos, vestidos también de clérigos, te sostienen el largo y anchísimo manteo, para dejarle libre los brazos y que pueda rayar más alto que nadie en la frecuencia de los disparos...»(15). Explicación o justificación más o menos ra^onada de todo esto nos la intenta dar el cronista alcoyano y erudito sacerdote, don José Vilaplana Gisbert, quien considera que el hecho de que los capellanes tomen el castillo puede querer recordar el éxodo que los sacerdotes de las aldeas y caseríos próximos practicaron llegado el momento critico, ante la amenaza muslímica, refugiándose en Alcoy —villa amurallada y con defensas—, llevando consigo imágenes —Crucifijos, sobre todo—, vasos sagrados y ornamentos, en evitación de posibles saqueos y actos irreverentes o profanaciones (16). Pero ¿qué clero había en la comarca? Muy exiguo, desde luego. El acto de los Capellanes que hasta aqui hemos estado documentando viene a completarse en 19(X) —cinco años antes de la desaparición de la fila— al acordar la Asociación de San Jorge que Mosén Torregrosa entregase en el castillo al jefe o primer tro de esta comparsa, las simbólicas llaves de la fortaleza(17).

PEQUEÑO CURRICULUM De los varios datos, escuetos y concretos, que del historial de los Capellanes poseemos, hemos de intentar aquí una síntesis. Así, señalaremos que en 1846 aceptó el cargo de alférez para esta fila un tal Francisco Picher. En 1853 la entidad tiene su domicilio social en el «carrer de San Mateu, 48», y afiliados suyos numera hasta

treinta y uno (18), De nuevo ostentó la lila el alférez en 1864; y fue capitán en 1893 un tal Federico Matarredona, siéndolo en 1902 José Miró Gisbert. Conocemos el nombre completo del primer tro del año 1863 —Rafael Botella C'anló— y también quienes ocuparon dicho puesto directivo en años posteriores, basta la extinción de la fila en 1905 Por la «Guia del forastero» comprobamos que goza del puesto primero de orden de desfile al doblar la segunda mitad del siglo, lin 1864 se impone una multa o sanción a los Capellanes por su comportamiento un tanto irregular (19). El primer tro en el año decisivo del sexto centenario de San Jorge es José Juan «alias el Moreno». El curioso semanario titulado «Los Domingos de abril», que solamente se publicó en el año ISKfi, nos puntualiza que los Capellanes eran acompañados en sus desfiles y actuaciones por «dos alambores o cajas» mientras que los esludianles—la titulada «primera de estudiantes»— se amenizaban con panderetas, vihuelas, flauta y barítono una verdadera rondalla de tunos—, y los navarros y miembros de la caballería de «Pcaco» desfilan con trompetas y tambores (20). Algo después, y expresamente escrita para ellos, el maestro Pérez Laporta compondrá la mazurca «La Gardenia» que acompañará y amenizará los actos de la fila. Dos años más tarde introducen los seudoclérigos ciertas modificaciones en su uniforme severo y grave. Se trata de «variar en parte la sotana... viniendo a quedar el mismo traje que el año 1882 y anteriores...» (21). Un «capellá», por este tiempo, pasa a formar parte de la Junta dirccliva de la Asociación. Es don Enrique Jordá Barbera, que es nombrado secrelario de la misma (22), pucslo que ya ha ocupado de forma oficiosa y accidemal.

UNA MUERTE IRREMISIBLE La siluación económica de la fila es, por entonces, algo crítica, tanto que, correspondiendo le el turno de «bandera» o alférez, la fila renuncia al mismo, que pasa de inmediato a la fila de «Marinos de Colón», Pero, la verdad sea dicha, ésta no es ninguna excepción fuera de lo común. La economía de todas las filáes iba más o menos que a trancas y barrancas, mal endémico que se hacía más ostensible en las pertenecí en les al bando crisliano. La exislencia de muchas de estas entidades era, verdaderamente, heroica. Por ello, no nos extraña en absoluto la amplia nolicia que recogemos del se-

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ADIÓS A LA PICARESCA Sigue debilitado el poderío económico de los capellanes. Aquello de los diezmos y primicias les caía lejos a ellos. En 1903, cuando se pone a votación el punto en que se debe acordar la celebración de fiestas, cíe treinta y seis votantes, treinta y cuatro papeletas son afirmativas. Solamente los representantes de Capellanes y Estudiantes son los que, Caitos de recursos, se ven obligados a emitir el no rotundo. Algo más tarde la fila disminuida en individuos se extingue. Estamos en 2 de abril del año de gracia de 1905, Con los Capellanes desaparece uno más de entre los grandes y graciosísimos anacronismos de la Fiesta de Moros y Cristianos. Sólo el personaje que representa al verídico Mosén Torregrosa quedará en la fiesta perennemente, recordándonos, de alguna manera, a todos los demás «Torregrosas» enrolados en la tila «seria, grave, religiosa» como se dice en la décima de 1S76—, «la más antigua en la fiesta». Esa fila de «capellanes con solana y largo sombrero de canal que empuña descomunales trabucos», cuyos miembros están «mandados por el cop, que asi llaman a su capitán, el cual viste ancho manteo, cuyos bordes sostienen una docena de diminutos capcllamtos, también con sotana y enorme sombrero, que casi les oculta a las miradas de las gentes» (26). Aquellos versos fáciles y testificales de Miguel Cantó, relatándonos el desfile de los cruzados(27), quedan, como broche de esta evocación amorosa que !os capellanes estaban reclamando: «En cuan! pucha el capilá correr la perche María en la sehua compañía que tota eís añs sol anar, En asó es ven puchar alreittif deh capellans en els seus acompañaos segóns la filó com presta; ¡o mitlor que hiá en infesta ex la entrada de cristiuns».

Fuaes según un dibujo impreso en la obra "Valencia" de Teodoro Llórente, editada en el año 1339.

Adrián Espi Valdés, manario local «La Patria Chica», y que nos comunica que para el abril próximo, el de 1899, es muy probable que la fila deje de participar en la fiesta: «Sería sensible dice el periódico que la comparsa o filada dicha, dejase de tomar parle en nuestros tradicionales festejos de abril, tanto por ser ésta tan popular, cuanto por tratarse de una comparsa que, cual la que nos ocupa, es la más antigua de nuestras hermosas fiestas de San Jorge. Desaparecer pues ésta, equivale a perder nuestra fiesta lo que tiene de más típico y rancio; y como todo aquello que reviste carácter tradicional, se enriquece solamente con las galas de lo viejo, porque de lo viejo vive, de ahí que perder nuestras fiestas de San Jorge, la dicha comparsa de Capellanes, equivalga en nuestro concepto a un golpe mortal para las mismas, que se debe evitar a toda costa (23).

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INCONVENIENTES EN LOS ROPAJES

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Vestirse de «capellá» tenia sus contrariedades e inconvenientes, sobre todo fuera de los actos oficiales programados, a la hora de divertirse. Tendríamos que volver los ojos atrás, retroceder en el campo de la cronología y, con los ojos amables y cariñosos de alcoyanos amantes de nuestras tradiciones, nuestra historia y nuestro folklore, contemplar a estos «festers» vestidos con negras túnicas talares, en su desfile por las calles recoletas de nuestro pueblo. Admirar—regocijándonos en ello— al cop de la fila «bajo un paraguas inmenso, ornado con auténticas ñoras murcianas, heroico y reverendo, con su trabuco naranjero y sus gafas doctorales», como leemos en un articulo aparecido en 1923 en nuestra ciudad (24). «Dimes y diretes», «que si esto y que si aquello». De todo se diría cuando uno, o dos, o tres «capellanes» hicieran de las suyas por la ciudad, cantando, bailando, bebiendo el «café y el ron», lo que en cualquier otra fila pasaba completamente inadvertido. ¿Se escandalizaría alguien? Tal vez algún forastero quedara de lo más perplejo ante estas figuras del ayer fes tero alcoyano cuando viera a algún «reverendo» —reverendo con comillas-- empinar el codo más de la cuenta en una botillería rancia o en un tabemucho de acrisolada fama. Y, encima de todo, a mayor abundamiento, aún reglas y disposiciones que venían a causar mayores engorros: en 1900 se ordena que los individuos de esta fila no puedan dejarse ni lucir bigote, «no está bien visto»(25).

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Vid. entre otros: MIRO. Adrián. «Viejos tiempos y antiguan comparsas» Alcoy, «Revista Fiestas San Jorge», 1953. «Relablillo (Je historia». Alcoy. «Revista Fiestas San Jorge». 1962. CARBONELL, Vicente; «Célebre centuria que consagró la Ilustre y Real villa de Alcoy...» Valencia, [mp. Lorenzo Cabrera, 1672. PICHER. Padre: «Resumen de las antigüedades históricas...» M A D I Z , Pascual; «Diccionario Geográfico- Estadístico- Histórico de España...» Madrid, 1848. T. 1. pp. 475^76. LLOBE1 Y VALLOSERA, J A . : «Apuntes históricos de las fiestas que celebra cada año la ciudad de Aleoy..-» Alcoy. Imp. y lit. J. M a r t i , IS5S. DAVII.LIER. Jean Charles: «Viaje por España». Madrid. Ed Castilla 1949. pp. 1 I 1-114 GARCÍA ALHORS. Enrique: «El viaje por España de DaviUier i Dore y las fiestas de San Jorge». Alcoy. «Revista Fiestas San Jorge». IM53. L U L U M A P A Y A , Raiael: «Libro de la tiesta de moros y cristianos de Alcoy» Alcoy, Instituto Akoyano de Cultura «Andrés Sempcrc», 1962 ESPI V A L D É S AdriáD.-«ÍO años áe inestabilidad Testera: 1840-1890». Alcoy, «Ciudad». 21 abril 1964 P A R E R A CORT, Miguel: «Las fiestas de San Jorge en Aleoy». Madrid. «Semanario Pintoresco Español», 12 febrero 1854. A N Ó N I M O : «Noticia histórica acerca del origen de la fiesta de San Jorge y reseña ilustrada de las comparsas que tnman parte en ella». Alcoy, Imp. Francisco Company, 1874. (mOMA, Rafael, op. til. pág. W2. MADOZ, op. ch. pp 47Í-76. LLOBET. op. cil pág. DAV1LLIER, op. cil. pág. M A R T I - F A U 5 : «Guia del forastero en Alcoy». Alcoy. Imp. de Juan Marti. 1864

pág, 2 1 1 . ( 1 í) (16)

L L O R EN TE Y OLÍ VA RES, Teodoro:« Va I encía ». de la serie «España, sus raonumcn tos y artes. Su naturaleza c Historia». Barcelona. Esta blecinti en I os Tipográficos. Editorial de Daniel Costero y Cía., IKB9, pág. 902 V1LAPLANA G1SBERT, José: «Hisloria religiosa de Aicoy desde su fundación hasta nuestros días». Alcoy, Imp. de Francisco Botella Silvestre, 1892. Otra edición

en 1903. (17) (IB) (19) (20) (211 (2!) (23) 124)

Arch. Asoc- S. Jorge Libro Actas. Arch. Municipal. Carp. 2Z, nüm. 394, «Sociedades o reuniones», lft5K. Arch. Asoc. S Jorge Libro Actas; 1. g. Ord 8 mayor 1BA4. «Lista de comparsas y músicas». Akoy.—«Los Domingos de abril». 25 abril IHKó. Arch. Asoc. S. Jorge. Libro Actas: I. g. ord. 13 mayo 1888. Areh. Asoc S Jorge. Libro Actas. 1. g. ord 3 octubre IBSK NOTICIA: «La Comparsa de Capellanes».—«La Patria Chican. 23 marzo 1S9M R I R A U R A PASCUAL, Gregorio: «Fuaes noves». Aleoy, «Revista Alca vana». 19 abril 1923. (25) Arch. Asoc- S, Jorge. Libro Actas: I. g. ord I agosto 1900 (26) CRÓNICA: «Fiestas de Alcoy»- Valencia, «Las Provincias», 25 abril 1877. (27) CANTO, Miguel: o Ven de fesla a San Chordi, patró d' Alcoy». Alcoy. Imp. F. Company, 1BB7


símbolos

testeros

la cruz ¡Oh la llaga de luz sobre la albura! ¡Rubí en cruz, senda en flor atormentada! ¡Relámpago de sol en la alborada, aguda flecha exacta de hermosura! ¡Sangre, sangre pura que latís en un poniente militar de gloria I ¡Un mensaje indecible hacia la Historia, una pasión que es verso y melodía ! Cruz de San Jorge irresistible espada de un ángel del amor enamorado —¡oh la voz de cristal, rosa tatuada!— ¡Cómo sangra la Cruz en la Bandera en el Abril perfecto y delicado en el que todo se hace Primavera!

José Antonio Cortázar FOTO: Antonio Paya San u5


el «xafarot» Destellos bajo el sof de incierto acero, fingido celador de harén y duna, no es gumía ni alfanje, es como una alabarda sin mango ni astillero... Tiene un aire entre erótico y guerrero con su curvo perfil de media luna, pero no sabe herir la hoja moruna si la esgrime la mano de un festero... Un sueño de panoplia y de aventura descabeza su noble empuñadura con polvo de museos y armerías... «Xafarot)) ancestral, sable arrumbado, que el heraldo de Abril ha rescatado para efímera gloria de unos días... Manuel Rodríguez Martínez

els timbáis fíessonen en la sang. L 'esquadra, en moure, s'alambica de goig i marca el pas. Bull el ritme en calderes de bon coure í en el domini del millor compás. Colpejada la pell de la vedella peí timbaler expert, no cal tristor, perqué vibra al carrer on s'esbadella A/coi fent-se timbal enfollidor. Sorollosa remor d'una epopeia que exulta flaires de miracle ardil i s'entranya en furs d'onomatopeia, i al cor de falcóle encimbella el crit: pits daurats deis timbáis que en primavera nodreixen d'eco etern la sang testera. Joan Valls Jordá "

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el arcabuz Era un vuelo con prisa el que en tu boca sonó. Era una alondra bronca y vasta, largo grito de humo en la casta mañana, múltiple alondra loca. Ella, tu hija de fuego. Llamarada y roca, bomba y volcán de piedra: así contrasta tu rabiosa efusión de iconoclasta contigo y con el hombre que te troca en atabal de paz, a tí, arcabuz guerrero. No eres pólvora ni muerte. Es tu pólvora nube, vida, y luz de árboles tu muerte. Y en la flor que rompe en ti, rotunda, liba, fuerte y fecunda, la abeja del fervor. Carlos Moya Espí

el cirio Símil de fino marfil encerado; hilo por alma. Semejas la vida. Vives, muriendo, con llama encendida; un soplo basta y el fin es llegado. En la penumbra del Templo, aislado, rila tu luz de plegaria ofrecida, cauce es de fe, de congoja vivida, de la esperanza en ganar lo anhelado. Pero en la calle en riada de luces, eres ofrenda de la población; de los testeros su gran devoción, los sentimientos proclamas, traduces, sin distinción entre Lunas ni Cruces, cuando acompañan al Santo Patrón.

José Luis Mansanet Ribes

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Fiestas^, a san Joraa

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Foto: J.

el cartel Abril enhebra flor en la mañana y luce en la solapa de su fiesta de par en par el cielo de la gesta, el grito hecho color en su ventana. Clarín en vertical de luz temprana, pregonero del sol en su protesta de alegría mural. Cartel que apresta de la ciudad en pie la flor galana. Desangra primavera adolescente en plástica festera el contenido de la anual fragancia de su vaso. Un pincel de la historia y del presente redime la memoria del olvido y a la ciudad de azul le marca el paso. Francisco Bernácer Valor

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el traje testero Todo es en ti y por ti fiesta y plegaria. HĂĄbito de! cruzado en esta empresa en que la historia nuestra sangre besa con gracia de indumento y fe palmaria. Traje con la prosapia legendaria. Color de Diana y de Marcha expresa. Mora o cristiana inquietud que cesa de soĂąar en el arca centenaria. Manos heroicas cuidan de tu brillo con femenino amor, tierno y sencillo, dejando paso a familiar memoria. A/coy en dulce abril te solicita; y eres para San Jorge la infinita razĂłn hacia su honor y nuestra gloria.

JosĂŠ Cuenca Mora

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la revista de fiestas Aquilatada su alma peregrina en el crisol de laboriosa espera, remonta el vuelo en rápida carrera pregonando la fiesta georgina. Cual vistosa y humilde golondrina, de año en año sonríe en primavera y posa entre las manos, prisionera, suspirando ¡a paz de una vitrina. Espejo de! pasado y del presente, portavoz del presente y del futuro, la Revista de Fiestas es la flor que satura de aromas el ambiente y se guarda con celo a buen seguro como prenda de histórico valor. Salvador Doménech Lloréns

aicoy

ALCOY FIESTAS DE SAN JOBEE • MOROS Y CRISTIANOS

la medía luna Sonata desvelada de Mahorna bella hurí de inocencia plateada que por festero amor solicitada lecho de verde seda acepta y toma. Cúspide del turbante, ágil paloma que coquetea en vientos de embajada, mientras A/coy la quiere desposada con el sutil y popular aroma. Con palidez graciosa y enfermiza beligerante fulge y esclaviza a la indolente ensoñación moruna. Y al llegar, por San Jorge, primavera es la rosa bordada en la bandera: curva cristiana de la media luna. Concepción Quero Lacruz e Mirallesdlimcnt

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el «puro habano» ¡Primavera y abril! El día empieza. Folklore y fiesta, rito sobrehumano. Chispea el «puro» y va de mano en mano al compás musical de cada pieza. El «testen* saborea su esperanza y en mil anillos de humo y efe sonrisa reza el «ángelus». Le baña la brisa su traje secular que a tanto alcanza. El «puro}} es brujería y artificio de empeño y cíe batalla prodigiosa. Perfume mañanero de la rosa, feliz mensaje y alma del indicio. Cantan ios bronces la simpar aurora: ¡Un «herberet», un «puro»!¡Es la hora! Adrián Espí Váidas

l-oto- Juan Maní

la colgadura Es símbolo de fe la colgadura; en esta hora feliz de primavera A/coy despliega al aire su bandera de cruces rojas y de nieve pura. Es la bella canción que hacia la Altura quiere ascender de triunfos mensajera, que nos habla de paz, de unión sincera y anuncia de la Fiesta la hermosura. Llama encendida de la noble entrega de/ pueblo a su Patrono esclarecido que todo lo ilumina con su ¡uz. Voz que para el esfuerzo nos congrega, por eso en su blancura ha florecido la púrpura sangrante de la cruz. Guillermo Berenguer

Carbonell

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Fotr.i. J Crespr.i

el gallardete Gallardetes al viento de colores con despertar de abril sois la hermosura, trenza ondulante, ingrávida figura, que vibra a los clarines ruiseñores. Paleta, pulso azul de mil pintores, bandera tremolante, airosa y pura, de mí fiesta alcoyana criatura que en el campo de Marte sois las flores. Heráldica de púrpura evangélica, oración y estameña frayangélica se deslizan en rampa medieval. Grímpolas estallando en primavera a la aurora le nace hoy testera la cruz y media luna aquí triunfal. Antonio Revert Cortés

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Poblaciones con Fiestas de Moros y Cristianos

Foio. J. Galisns Llora

Villajoyosa Corría el año 1538. Los pueblos del litoral alicantino, constantemente atacados por feroces piratas berberiscos, observaban una actitud defensiva, estando la mayoría de ellos rodeados por altas murallas con formidables torreones. Villajoyosa era uno de ellos. Ocurría, por otra parte, que la población rural, constituida por moriscos, cuando llegaba la ocasión de vengarse de los cristianos, ayudaban en lo que podían a los piratas, siempre a cambio de una parte del botín capturado a los vencidos. Debido a esto, el 11 de enero de 1530, el Duque de Calabria había publicado un bando amenazando con la pena de muerte a los moros que, sin permiso, mudasen de domicilio o penetrasen en los lugares de Polop, Finestrat, Bolulla, Orcheta, Sella y Relleu, todos ellos sitos alrededor de Villajoyosa. La mañana del 29 de julio del año 1538, los moradores de Villajoyosa advirtieron, con espanto, la presencia en la bahía de treinta galeones y cuatro galeras, que iban al mando del corsario Zalé Arráez. El Justicia de Villajoyosa y el Virrey de Valencia, Don Fernando de Aragón, reclamaron el auxilio de la tropa de guarnición en Alcoy, y el mismo día referido tuvo lugar la batalla. El viento reinante hinchaba las velas de aquellas naves, sobre las cuales se distinguía la media luna. Poco después, y ante la alarma general de los villanos, las velas eran recogidas y, al mismo tiempo, se iniciaba un copioso desembarco de corsarios y piratas. Los jonenses, agazapados tras las almenas de las murallas, al tiempo que las mujeres y los niños acudían al templo a rezar, sostuvieron una encarnizada lucha con los asaltantes. Cuando ya las fuerzas iban languideciendo, cuentan las viejas crónicas que la santa del día, Marta, invocada con caluroso fervor por los cristianos, les prestó la ayuda necesaria: formóse una tempestad en el mar y los berberiscos tuvieron que retirarse.

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COMPAÑÍAS MORAS: 1.—Beduinos 2.-Morosdel Ríf 3.—Tuaregs 4.—Moros de Capeta 5.-Pak-kos 6,—Artillería 7.—Artillería del Islam 8,—Berberiscos 9.—Negros

COMPAÑÍAS CRISTIANAS: 10.—Cazadores 11.-Cata lañes 12.-Piratas 13.—Contrabandistas 14.—Voluntarios 15.—Marinos 16.—Labradores 17.—Artillería 48


después de haber regado con su sangre las playas de a los del castilío que se rindan, respondiendo los crisesta localidad. Fue la gesta más sobresaliente de tianos que no harían tal cosa. Atacan los moros-y cuantas tuvieron lugar en aquel siglo en cuanto a los asaltan el castillo, dándose a la fuga los cristianos por un pasadizo secreto que sólo ellos saben... Por la ataques piratas y nuestra costa se refiere. En la actualidad, Villajoyosa celebra su fiesta de tarde, contraataque cristiano. El embajador pide Moros y Cristianos siempre con la suprema intención rendición, que los moros se niegan. Asalto al castillo de conmemorar aquellos hechos y, naturalmente, la y toma de éste... Acorralan a los moros en la playa, celebra en honor de Santa Marta, patrona de la ciu- mostrando gran valor la caballería amarilla, que los dad desde aquella fecha inolvidable. perseguía...» Estas fiestas de Villajoyosa las cita Figueras PaLa Fiesta celebrada en 1901 fue sumamente esplencheco, refiriéndose a las de 1882, en la Geografía dorosa, según la narración que de ella hizo el entonces General del Reyno de Valencia. Existe un cartel que Cronista Oficial de Villajoyosa, don Vicente Lloret fue expuesto en el certamen de carteles conmemorati- Soriano. El número de compañias ascendía a veintidós. vos de! año 1965, cuya reseña es de esta misma fecha. Los moros del Rey vestían bombachos verdes y amaPor otra parte, el señor Salva posee un libreto de estas rillos de raso, turbante con pluma y gema, y cimitarra fiestas y al cual, por carecer de portada, no se le puede al cinto... He aquí una relación de compañía de aquel atribuir año, pero que, en su final —en la página 24— año: Beduinos, Artilleros con seis cañones. Pixquese lee algo concerniente a la reforma y correción que ralla, Hacheros, tres secciones de Marineros con Don Gaspar Mayor Morales hizo de la embajada almirante, abanderado, gastadores, con banda unien 1876, lo que hace suponer necesariamente, que formada e intendentes; compañía de Catalanes, Voantes existió otra, por lo menos. También de la bi- luntarios, Cazadores, Alabarderos.., Los Contrablioteca de Salva podemos nombrar aquí otro li- bandistas era una de las más celebradas compañías, breto de las fiestas celebradas en el año 1886, y que todos sus miembros montados en jacos enjaezados es una embajada de beduinos escrita por Vicente a la andaluza. Los mosqueteros también llamaban Andreu Galiana, que contiene una décima y una poderosamente la atención... El Rey Cristiano, con glosa de las que es autor Vicente Lloret Soriano. escudero, dos pajes y Estado Mayor formado por José Maria Escuder, en su libro Plus Ultra, del dieciocho jinetes con las armas de Aragón, al frente año 1890, hace una interesante reseña de estos feste- de los cuales figuraba el Embajador,,. jos anuales. Dice haberlas visto al tiempo que las describió: «Acudieron a presenciar el espectáculo —dice— unas 15,000 personas. Los marineros eran el ejército moro, eligieron su rey y, apoderándose de unas barcas, se hicieron a la mar... Se pone el pueblo Recordamos bien la Fiesta que Villajoyosa celebró en pie de guerra, habiendo tres mil hombres armados en el año 1947, después de haber dejado pasar dos en distintas compañías... La más vistosa era la de décadas sin festejos de Moros y Cristianos. Fueron Contrabandistas andaluces, subidos en mulos, con aquéllas unas fiestas pictóricas de entusiasmo y llenas, trabuco y navaja. La caballería era mora, cubiertos por otra parte, de vicisitudes ya que, inesperadamente, ellos con capas de seda de colores chillones y de y cuando sobre las almenas del castillo se desarrollaba mucho lujo. Sobresalía mucho un escuadrón de la una lucha que parecía real, se produjo el hundimiento guardia amarilla, a estilo flamenco, con sombrero y del mismo precipitándose las tropas en el vacío en vestido ajustado... Los reyes iban en carroza, seguidos enorme confusión, al tiempo que una furiosa llamaa caballo del regente, llevando a la derecha al emba- rada de fuego subía hacia lo alto. A pesar del riesgo que jador negro y, a la izquierda, al ministro de la guerra, aquello supuso, no hubo que lamentar graves desvestido de rojo y con sombrero. Cerraba la marcha gracias personales. Los festejos continuaron e, incluso, la guardia amarilla. Siete bandas de música tocaban el rey moro, que aún disponía en su cuartel de comida distintas marchas... Por la tarde del día anterior a la y bebida suficiente para mantener al ejército dos días batalla se hizo alarde... Al otro día se unieron al ejér- más, rehuía entregar la fortaleza a pesar de que las cito cristiano los contrabandistas, que sostienen lucha fiestas tocaban a su fin. Inolvidables batallas aquéllas. con los moros, hacen su desembarco y también tienen En ese mismo año fue coronada la patrona Santa su embajada, en cuyo texto se lee: «Reformada en Marta ya que, durante la guerra de liberación, su el año 1886 por don Pedro Mingot González e impresa corona fue destrozada por la barbarie roja, lo que dio en Alicante». Al atardecer —sigue la descripción—, mayor realce todavía a los festejos. se retiran las tropas al campamento... Por un espía El año 1963 fue trascendental para la Fiesta de se sabe que al hacerse de día desembarcaron moros Villajoyosa, ya que en este año fue cuando, por deseo corsarios... Tocaron las trompetas y sonaron las del entonces alcalde de la ciudad, don Juan Llorca caracolas, se encendieron hogueras en las torres y se Agulló, se fundó la Asociación de Santa Marta, que tiraron cohetes para avisar a la gente de fuera... tiene como fin esencial la creación y ejecución de las Sale el ejército a la playa, se lucha, desembarcan los fiestas en honor de Santa Marta, patrona de Villacorsarios, acorralan a los cristianos en el castillo, joyosa. Por unanimidad, y con evidente acierto, se seguidos de los beduinos... Llega la caballería árabe nombró a don Pedro Lloret Orts como presidente y Barbarroja en persona hace un romance diciendo de la citada Asociación, cargo que ha venido ejerciendo

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hasta ahora. Y así. en el año siguiente. 1964, la Asociación organizó la primera Fiesta de Moros y Cristianos en su nueva etapa, a cuyo ejercicio han seguido otros, año tras año, con notable incremento de asistencia de público y crecimiento en su ornato y realización, que culmina en el año 1965 con Ja orden del Minislerio de Información y Turismo, que concede a las fiestas de Villajoyosa el título de «interés turístico nacional», premio que merece, en gran parte, esa joven y dinámica Asociación, por su trabajo y a f á n constante de superación. Desde aquel año, la formación de los ejércitos moro y cristiano quedó de la siguiente manera: MORO: Beduinos, Moros del Riff, Tuaregs, Moros de Capeta, Pakkos, Artillería, Artilleros del Islam, Barberiscos y Negros. CRISTIANO: Cazadores, Catalanes, Piratas, Contrabandistas, Voluntarios, Marinos, Labradores y Artillería. También intervienen, y con mucha brillantez y elocuencia, el Gobernador de la Plaza, y los Embajadores de Estado Mayor y Contrabandista, por el ejército cristiano y por el moro, los Embajadores del Estado Mayor y Beduíno.

Futo: Salvarior

Folo: GuardiülFt

Esta crónica no puede terminar sin dejar aqui constancia del precioso orden que, año iras año, se va logrando entre bastidores. Superados aquellos tiempos en que el lucimiento personal era el objetivo de la mayoría de las compañías, hoy en dia, al sacrificio que supone participar en desfiles, embajadas, batallas, alardes y desembarcos, se une la virtud de la disciplina, que se dirige, con mayor rigor a medida que se crea la solera, hacia el lucimiento general, hilvanado y orgánico. Este es el primer objetivo, alcanzado ya por el ánimo popular de los que participan, siempre dirigidos por el personal de la Asociación de Santa Marta. Se puede, pues, decir que, por lo pronto, media Villajoyosa vive pendiente de la espcctacularidad que se desea imprimir a estos festejos. Centenares de festcros se dejan crecer la barba a partir del mes de marzo, poco más o menos, y esto, que ya es de general conocimiento en todas partes, contribuye a que la verosimilitud de los gestos festivos se acerque tanto a la realidad histórica, que muchas veces, y según la opinión de miles de visitantes, se duda si el fragor de la batalla es real o ficticio, habida cuenta de la dinámica que concurre en la actitud bélica y del rudo aspecto que presentan los berberiscos. En fin, que las fiestas de Villajoyosa ya carecen de todo aquello que, en cualquier instante, pudiera defraudar al visitante. Y eso es lo que define, en resumen, el avance experimentado en organización y fidelidad. Felipe Ramís Llorai Cronista oficial de Villajoyosa

: J. Galiana Llüft^


Filosofía y sociología testera

Filosofía y fiestas No hay errata. El titulo está bien. Nada más exacto para definir el alma y la vida de Aleoy: Filosofía y Fiestas. Escribir un articulo más de la tautología «feslera» no encierra la menor importancia. Acertarlo, sí. Y en la diana estriba el mérito principal, porque recopilar dalos, escudriñar archivos, revolver legajos y repasar viejas colecciones de documentos impresos o escritos, tiene un valor aceptable como trabajo, sistema, constancia y energía; pero calificar un hecho, estudiar un acontecimiento, calibrar el carácter de un pueblo, criticar un régimen o resumir un período supone mayor criterio mental, si bien resulta más expuesto. Veamos, en consecuencia, la importancia de hablar de la filosofía y las fiestas de Alcoy, Es muy difícil desentrañar la historia de los pueblos cuando éstos rebosan tradición y tipismo, cuando sus hijos, en vez de asentar el pasado sobre pilares científicos, se han dedicado a exaltar virtudes, a repetir tópicos, a mirar el pequeño mundo local a través del prisma irisado de la ternura vernácula. Es fácil conmover a la gente relatando glorias, milagros o jolgorios populares. La historiografía resulta arisca al lado de la literatura, como la verdad junto al cariño ciego o la omisión piadosa. Y éste es el quid, pues la historia es como la misma vida, donde la cumbre y el abismo se dan la mano; y en esta realidad de las diferencias y los contrastes se hallan el azar y el éxito o el fiasco. Si elevamos la vista en el recuerdo de la ciudad, sólo veremos las cumbres radiantes de luz y enhiestas como hitos gigantescos... Si bajamos los ojos a las simas oscuras, nos acongojarán la miseria, la incomprensión y la injusticia,,, Ninguna posición es falsa; pero ambas no son ecuánimes. Hay que estudiarlo todo y aprender los resultados y las enseñanzas. Alcoy es tan esforzado como desconfiado; y así corresponde a su situación geográfica y a sus fastos memorables. La desccmfian/a es la premisa esencial en la estrategia de su vida, y le impele a la vigilancia, la actividad y la fortaleza. La inquietud y el ingenio forman el ritmo familiar de quienes no tienen más riqueza que la de su trabajo, y originan esencialmente problemas vitales. Si repasamos la historiografía alcoyana veremos que las mismas derivaciones políticas y sociales sólo obedecen a su propio ser o no ser. Cuando abundan el trabajo y el bienestar consiguiente, nada perturba su existencia; pero cuando los vaivenes del proteccionismo o del libre cambio, del maqumismo y la técnica siembran la crisis laboral, aparece la riada de la necesidad y la impaciencia, que inunda de pavor y tristeza el fabril y risueño paisaje de ayer, No se puede conocer plenamente la esencia popular escarbando en polvorientos anaqueles o admirando las tradiciones ciudadanas en rápido viaje. El espíritu de un pueblo se cala con la suma de años y años, con 1a transformación que se nota al regresar de lejanas ausencias: con los días prósperos y aciagos, el júbilo de la ovación y el dolor de la desdicha, la nieve del invierno y el sol de la canícula; con el cáliz de acerbos sufrimientos y el laurel de aladas victorias.,, Se comprende al asistir a la escuela y profesar en ella más tarde; al contemplar le efigie de santos y reyes venerados un día y escarnecidos otro; al comprobar la armonía de los cantos religiosos y el estallido de indecentes blasfemias en los mismos lugares... Haber vivido en Alcoy sin ánimo de estudiarlo, cuajando el corazón de afectos, el alma de esperanzas y la experiencia de amarguras, y ahora aprovechar este tesoro escondido, latente e ignorado, es una ventaja para filosofar acerca de su entidad cívica, porque vivir no es estudiar, pues la existencia discurre por cauces naturales, y el estudio va por rumbos académicos, forzados y prudentes. La cohesión de la idea con el estudio ha de plasmarse en un canto a la Verdad y un servicio a la Historia. Sobre ésta y la rutina de su polisemia quisiéramos seniar normas claras y enseñanzas firmes, pues se renuevan su concepto y contenido y se publican recientes teorías; y nada sería más sencillo que copiar un catálogo de nombres enrevesados y de obras incomprensibles para demostrar la evolución de esta ciencia cultural; pero nos interesa más explicar que Alcoy, sin darse cuenta, actúa como agente

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Como símboto de la Filosofía, Rafael Sanzio pintó "La Escuela de Atenas" en el Vaticano,

Como símbolo de la Fiesta, Alcny reluce en las noches geniales de abril

Reproducción: E. Solbe^

Foto: Crespo Colorner

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"Romanos" y "Garibafdinos" vivieron la «elución de Aleoy y su Fiesta. (Archivo de la Asociación de San Jorge).

incomparable en este campo; y aprovechar la ocasión para un deber y no una virtud, Alcoy no puede ofrecer mayor comentar la doctrina de remotos autores que, sin pensarlo justeza en el nudo histórico, en los personajes, en ef esceni proponérselo, y estando tan lejos de nuestros sentimien- nario; y en esta conmemoración como en el trabajo, la tos, vienen a confluir en la castiza solera de las Fiestas ciudad ha hecho de la virtud del deber, el deber de sus virde San Jorge, tudes. Hecho histórico es un acontecimiento fundamental o Prolongaríamos ¡a cuestión... Y nos duele no meditar «básico», como lo califican los profesionales. La selección con tantos y tan ilustres españoles, de cuyos escritos tamde estos hechos constituye la historia, y la investigación bién brotaría la perístasis ideal que tratamos, interminao descripción de los mismos es la historiografía. ble y siempre interesante. He aqui una frase lapidaria de Erick Kahler: Donde ¿No causa asombro la celebración fidelísima de estas no hay acontecer no hay his torio; y añade que la historia proezas medievales? Y más si tenemos en cuenta que desde sólo puede producirse y desenvolverse en conexión con la cons- hace casi dos siglos, el maqumismo obligó a la ciudad a ciencia, y viene a ser como un proceso comíante de inter- entrar en el área liberal y materialista, opuesta por naturacreación entre la comprensión consciente y la realidad ma- leza al hecho histórico de 1276, que es como el cénit alcoteria!. En la savia de la filosofía de la historia vemos patente yano. Pensemos que el maquinismo y su ambiente trajeron la filosofía de las Tiestas de Alcoy. el apartamiento religioso, muy comprensible en las personas Un clásico ya, Leopoldo Ranke, afirmaba que la tarea que trabajaban hasta quince horas, comían mal y vegetaban del historiador era sólo mostrar lo que realmente aconte- sin horizontes... Reflexionemos sobre la división social ció; y un periodista de nota, C, P. Scott, nos recuerda que que la fábrica impuso en el último siglo, al elevar una milos hechos son sagrados, la opinión libre. Alcoy expone cada noría fabril y liberal, burguesa de nuevo cuño, que se enaño, ai ¡legar las calendas de abril, los primores de su re- riquecía como desenlace del inusitado progreso industrial. conquista, pues la ciudad reconstruye el acaecer medieval; Nuestro pueblo, envuelto en el humo de airosas chimecada «fester» es un personaje redivivo; cada episodio se neas, acunado por el trajín de los telares y el martilleo de sublima en un hecho histórico que, encadenándose con los artefactos, desvelado por las crisis y desconfiado por la los de otros años, va formando la conciencia viva, autén- impaciencia, ha mantenido, sin embargo, la sensibilidad tica y actual, presentando el áureo suceso de 1276 tal y exquisita de su estirpe levantina; y, por ello, hasta las maconforme ocurrió hace siglos; y manifiesta libremente su sas vulgares vieron que la unidad y la hermandad de Alcoy juicio y lo acicala cotí el gracejo de su facundia y el donaire se habían escindido; que en la familia artesana, compacta de su imaginación. Tenemos el ejemplo de aquellas «filadas» y aunada como los alcodianos de 1276, se desgajaba y inefables de «Capellanes» y «Monasillos» (sic), «Estudian- aupaba el burgués industrial, el tipo creado por la econotes» y «Marineros», «Romanos» y «Antigua Inglesa», mía liberal en el polo opuesto al cuarto estado. Había «Somatenes» y «Garibaldinos»; y las actuales cuyos nom- nacido el «homo econornicus», el hombre enriquecido por bres son verdaderos localismos, y las que con su indumenvw esfuerzo, como dice Nicolás Berdiaeff, y con él se ahontaria lanzan el reto estruendoso e ingenuo de nuestro cri- daba la grieta de la decantada unidad popular... Pero en terio intimo y personal. justicia el nuevo burgués venía a ser un obrero sin descanso, Las Fiestas de San Jorge se apoyan en hechos históri- que pasaba del campo del trabajo con privaciones al camcos, pero éstos nada dicen por sí solos, pues, como apunta po del trabajo con satisfacciones. Edward H. Carr, los hechos hablan cuando el historiador En el adelanto constante hay una enorme distancia recurre a ellos. Y los Moros y Cristianos hablan todos los entre el equipo gremial y ei maqumismo contemporáneo. años. Las conquistas técnicas ocasionaron mayor desproporción El profesor M. Oakeshott asegura que la historia es la en el reparto de los beneficios económico-sociales, pero las experiencia del historiador. Nadie la hace como no sea el empresas burguesas eran como las ubres de la creciente propio investigador: el único modo de hacer historia es demografía, y el «homo econornicus» sucedía a los viejos escribirla. Y Alcoy la escribe cada año, cada mes de abril, señores de sangre y alcurnia; y ante la reciente oligarquía con eí encanto de sus desfiles, la emoción de sus recuerdos ciudadana reaccionó la falange obrera de muy diversas y la precisión espiritual de una vivencia constante. maneras: desde la gratitud respetuosa hasta la burla proPara el pensador oxoniense R. Collingwood, el pasado vocada por la flamante chistera de moda. Pero lo grande que estudia un historiador no ex un pasado muerto, sino un e innegable es que al sagrado conjuro de San Jorge y los pasado que en cierto modo aún vive en el presente. Así son Moros y Cristianos, se rehace y perdura la unidad popular, nuestras fiestas mayores. Y si en la ciencia, la precisión es y todo Alcoy crea la historia de un 23 de abril heroico y

CALLE DE LA ESCUELA

CALLE DEL VALL Aicuy sigue como entonces, pero tos nombres ríe sus calltís populares, quedaron para siempre en la vieja ratulata del Museo Arqueológico Municipal Camilo Vi cedo.

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CALLE DE LA CASABLANCA


glorioso, y le da fundamentos de verosimilitud y grandeza. Toda esta materia, tan sólo esbozada, y engarzando variadas opiniones, nos llevaría a estructurar un tratado de sociología local: valiosa ayuda para conocernos mejor y comprender más a nuestra patria chica. Por ventura hemos vivido los primeros años del siglo XX, que fueron el corolario obligado del XIX. Pese al cambio espiritual y social de ahora, como fruto de la tecnología total, afirmamos que Alcoy sigue corno entonces, con la voluntad, la imaginación y el entusiasmo tradicionales y precisos para calibrar en su justo medio la arrogancia de 1276, y que realiza en estos días un esfuerzo colosal para abstraerse, y así, como purificado, penetrar en el pretérito arcano. Bien habla Geetan Picón al decirnos que sólo el entendimiento de nuestra vocación nos empuja a resucitar la Historia: haca falta una vida histórica para hacer historiadores. Y éste es el portento de la ciudad, la cual revive, año tras año, el ancestral episodio que es como el norte de sus ilusiones. Para esto no basta captar un hecho histórico con prisas, de momento, atropelladamente, con visión miope de turista tránsfuga; hay que aprovechar el piadoso sedimento de a a taño y filosofar sobre Alcoy; evocar la ciudad de hace cuarenta años, sopesando el por qué de la gentil alegría de nuestros padres, y proyectar aquel recuerdo cuarenta años más allá, y otros más y más... Y esto efectuamos el 23 de abril, viviendo en el mismo lugar, pisando las piedras que guardan la huella de tantas generaciones, gozando del cielo y el paisaje que dieron luz y aliento a cuantos nos han precedido. Todo Alcoy vive su historia, y la rehace y encadena cada primavera, sin la frialdad de la ciencia, sino con la emoción humana de la auténtica sabiduría, pues ei pragmatismo de los documentos y las fórmulas no puede unir a la letra el calor de las entrañas ni el vigor de la sangre. En la filosofía moderna se afirma que la incapacidad de comprender el presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado : pero tal vez no sea menos vano empeñarse en comprender el pasado si no se sabe nada del presente. Alcoy conoce el pasado y el presente: ahí están sus Moros y Cristianos. Y con el pueblo y sus rectores, la admirable Asociación de San Jorge, empeñada en guardar y rejuvenecer este regocijo, y cuya labor podría servir de modelo a tantos sectores del quehacer local. Nos duele dejar el tema iniciado tan sólo, pero el tiempo es breve. Coronaremos estas consideraciones con la agudeza de dos hombres ilustres. Heinrich Rickert nos ayuda a centrar la cuestión recordando que a la ciencia conviene lo general y a la historia, lo individual y particular. ¿Habrá nada más individual y particular que Alcoy y sus días geniales? El P. Zacarías García Villada, maestro de la historiografía española, califica a la historia como ciencia de sentido común. pese a que generalmente se vive sin conciencia plena de lo que ocurre o hacemos. ¿No actúan así los beneméritos varones de «les filáes»? Entender bien el alcance de un hecho o de una fuente (informativa o tradicional)... exige una educación especial que se llama sentido histórico. Y sentido histórico tienen las Fiestas, Alcoy y sus hijos. Con el sacrificio, la conciencia del pasado y la vitalidad del presente, elementos intrínsecos de nuestra filosofía ciudadana, se identifican los Moros y Cristianos, la prístina esperanza de triunfos, músicas y campanas al vuelo, la unidad inmanente a las efemérides de San Jorge,,. La suma espiritual y elegante de Alcoy: Filosofía y Fiestas.

Fuente de la calle de San Meted, en los primeros años del siglo XX. Fulo: J. Barrera y Palacio

Grabado de 1873r inspirado en los apuntes de D. Francisco Laporta Valor: La violencia de la revolución social. Reproducción: E. Solhfis

José Boluda Doctor en Filosofía y Letras

Propaganda de un taller de papel de fumar iniciado ya En el siglo XX: La incorpora, ción femenina al trabajo. Reproducción: E. So Ibes


concursos testeros

de música EMA: marcha mora Concursantes

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Obras presentadas YdLUVHT Ift ttH

SEGRELLeS

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1.° PREMIO

Tuncu nulmc

"Rarnfer" de José Picó Biosca ELDIANER ALCOIA

voluntad de fer

de José Pérez Vilaplana

SECCIONES DEL CONCURSO 1.a—Estampas festeras, en blanco y negro. 2.a—Aspectos de Alcoy, en negro, diapositivas y copias color. 3.a—Estampas testeras, en diapositivas color. 4.a—Estampas festeras, en copias color. Fotógrafos concursantes. . . Obras presentadas en: blanco y negro . . . copias color diapositivas

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.33 79 57 172

XVII fotográfico


I.-MORUNES. 1.a Medalla Secci贸n 3.a Foto: Juan Berilio Gual 2.-CONTRALUZ. 2.a Medalla Secci贸n 2.a Foto: Jos茅 Crespo Colomer

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t.-ARROGANTE'.Acc茅sit Secci贸n 1.a Foto: J. Crespa Colomer 2.-DESCANSEN. Acc茅sit Secci贸n 1.a Foto: Santiago Guillem Matgix

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1.-PAISAJE. 1.a Medalla Sección 1.a Foto: José Crespo Colomer 2.-DESCUBIERTO, Accésit Sección 4 * Foto: Vicente Glsbert Miró 3.-EL CAMINO. Accésit Sección 2.a Foto: Ernesto Vilaplana 4.-DOMINIO. 1.a Medalla Sección 4.B Foto: José Crespo Colomcr 5.-ASPECTOS DE ALCOY, N.° 101 2.a Medalla Sección 4.a foto: José Crespo Colomer

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1 r -PflQCESrON. 1.a Medalla Sección 1.a FQIQ: José Crespo Colomer 2.-MONTCABRER. Accésit Sección 2.a Foto: Manuel Cal omina Castañer 3.-FUEGO, 2.a Medalfe Sección 1 .a Foio: Santiago GuílJem Mgtgix

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1.-ODIO. Accésit Sección 4.a Fotn: José Crespo Cotomer 2.-ASPECTOS DE ALCOY, N.° 103 Accésit Sección 3.a Foto: José Crespo Colomer 3,-NATURALEZA, Accésit Sección 2.a Foto: José Crespo Colomer 4.-EUFORIA. Accésit Sección 3.a Fo<o: Juan Corro Riusech

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A ti, forastero, que este año, por primera vez, vas a venir a Alcoy a conocer nuestra Fiesta de Moros y Cristianos, te conviene traer como bagaje algunos detalles que han de ayudarte a comprender sus tierras y sus hombres.

Alcoy, punto... y aparte Si, amigo. Tal vez porque Alcoy no coincide con ninguno de los habituales itinerarios o rutas turísticas, o porque no es «posada en el camino», ... Alcoy es punto y aparte Si te detienes a analizar su situación sobre una carta geográfica, verás como Alcoy es una ciudad entre montañas, fuera de toda vía natural de enlace a la que se llega, casi siempre, como final de trayecto. Posiblemente sea su misma situación la culpable de que su idiosincrasia haya quedado encerrada en su propio caparazón, se haya introvertido, y no haya tenido ocasión —o deseos— de asimilar muchas de las ajenas peculiaridades que le han ido llegando accidentalmente, y en oleadas, desde los países que la circundan. Apenas rebases la «Carrasqueta», si llegas desde Alicante, o el Puerto de Albaida, si lo haces por el acceso de Valencia, vas a encontrarte con un paisaje inusitado, donde las peñas y los riscos parecen forcejear en un denodado estuerzo de recordación. Desde el escarpado barranco de «La Batalla» hasta la piedra donde, según la tradición, quedó esculpida a fuego la huella del casco del caballo de San Jorge, parece que todo el ambiente pretenda reconstruir las más nostálgicas formas del recuerdo. Cuando penetras en «la Hoya» percibirás cómo en el aire gravita una evocación a cortejos y combates detenidos, inmóviles, desde cientos de años atrás, y verás extenderse ante tus ojos kilómetros y kilómetros de paisaje abrupto vigilado por un crestón de aves de presa en reposo esperando no sabemos qué allá en lo alto de la «Font Roja», o en las agrietadas cumbres de la Sierra Mariola. Verás, asombrado, cómo los rayos de sol, en complicidad con las rocas, cambian la decoración constantemente, haciendo que aquello que vimos minutos antes, nos parezca nuevo al reencontrarlo herido por una luz distinta. Sabrás que la Historia ha ido repitiendo que, por estas tierras, hicieron de las suyas las partidas de moros que tras abandonar sus alquerías bajaron por las laderas de los montes con el fin de saquear y asolar las masías —«els masos»—, y que, de vez en cuando, el arado que rotura, más por costumbre que por fe, las costras de estas tierras altas, desentierra infinidad de objetos {pulseras, cuencos, aretes, exvotos) pertenecientes a pueblos ya extinguidos o a culturas ya apagadas que esparcieron sus cenizas por «les Llómeles». Si dispones de tiempo y puedes girar visita a su Museo Arqueológico «Camilo Visedo», después de contemplar sus tesoros —entre ellos el célebre «Plomo de Alcoy»— saldrás

con la firme convicción de que Alcoy es, por sí mismo, Historia. Historia de la grande, de la importante, de la que sirve de base a geólogos, profesores e investigadores. Luego, en tu deambular por sus calles —puede que ya repletas de banderas y gallardetes, de halcones adornados con la cruz presagio de la Fiesta que se avecina descubras una ciudad que ha cuidado siempre con sentido práctico y buena traza arquitectónica el pormenor de las comunicaciones entre sus partes divididas, merced al arbitrio de sus colosales puentes: el de San Jorge, el Viaducto, el de La Pechina, el de Cervantes... te encontrarás con una pujante ciudad industrial que ha sabido sustituir las antiguas barbacanas, las almenas y las murallas que antaño rompían el horizonte azul nítido, por moles de cemento, por espaciosas naves, por las agujas de las chimeneas que perforan el cielo incomparable con sus borbotones de humo, negro testimonio de su infatigable larea. Los alcoyanos —como la geografía que nos rodea— somos desiguales, estamos llenos de valles y cúspides, de suaves lomas e intrincados escarpados. Ahora, cuando está ya en la calle nuestra famosa y tradicional fiesta de «Moros y Cristianos», es cuando tenemos ocasión de mostrar nuestra faceta llana, de valle o pradera: nos convertimos en hombres dichosos, sumidos totalmente en el festejo, y nos entregamos a la noble tarea de llevar cordialidad, alegría, regocijo y emoción a cuantos nos visitan, felicidad a los nuestros, y honda satisfacción a nosotros mismos. El alcoyano tiene un carácter extraordinario para hacer vida de tertulia, es buen compañero de sus compañeros y tiene un alto sentido del honor. Entre hombres —tal y como sucede con los bilbaínos o los pamplónicas se encuentra como pez en el agua; en cambio, ante las mujeres, se muestra más conservador y respetuoso. Normalmente vienen a fundirse cuando el noviazgo ya está en puertas, cuando el muchacho considera que su formalidad y seriedad no va a ser puesta en duda. Entre tanto va alternando su trabajo con la distracción: son muchos los socios de las agrupaciones musicales, los seguidores de «La Cazuela» —uno de los grupos teatrales de carácter no profesional más relevantes de España—, los habituales de la Biblioteca de la Casa de la Cultura —esa gran iniciativa de expresión cultural dependiente del Ayuntamiento—, ...y también, ¿cómo no?, los que se reúnen en el pequeño local festcro con la profunda preocupación de mejorar y aportar, en noble y deportiva rivalidad con las demás «filáes», nuevos

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valores al festejo que se va repitiendo y re val erizando año tras año. De cualquier modo, no debes confiarte demasiado ante la bondad del alcoyano. Ten en cuenta siempre que tiene muy desarrollado el sentido del humor, que es un hombre simpático, y que es mucha su facilidad para parodiar y ridiculizar. ¡Ojo con él! Ofrécele y te corresponderá con creces, pero no le equivoques; es hombre abierto y sincero y no le agradan los equívocos. El joven y dinámico periodista valenciano Ricardo Dasí Jr., en una reunión de profesionales del periodismo, hizo alusión a. una circunstancia de la que fue protagonista durante una de las pasadas Fiestas de San Jorge, Contaba Dasí que una noche iba por la calle de San Lorenzo con su esposa y otros matrimonios amigos, cuando un grupo de «moros», con su bagaje de globos de colores, matasuegras y serpentinas, y también —¿por qué no decirlo?— con unas copas de más, quisieron obsequiar a las señoras colocando en las solapas de sus vestidos unas pequeñas insignias alegóricas a su «fila». La situación, un tanto violenta, estaba a punto de convertirse en peligrosa, pero —¡he ahi ¡o extraordinario!—, en aquel momento no se produjo ni un ademán molesto, ni una palabra ofensiva, ni una suspicacia; todo lo contrario: cortesía, delicadeza, atenciones para las señoras, respeto,,, eso es lo que el alcoyano rezuma cuando está metido en fiesta. Otro periodista valenciano, el agudo y conocido Carlos Sentí, me decía en una ocasión algo que habla en favor de la tenacidad laboral que caracteriza a los alcoyanos. Sentí hacia referencia a unos hechos que él mismo había protagonizado con motivo de un desplazamiento desde Valencia a Alcoy para realizar una información de latente actualidad periodística: entrevistar a varias personas que habían resultado afortunadas con uno de los premios importantes de la Lotería Nacional. Y decía Sentí: «Me quedé asombrado. Cuando hice las entrevistas, ni una sola de las personas a quienes pregunté abandonó su tarea. Todos fueron contestando pero sin dejar por ello de trabajar. La dueña de la pastelería siguió despachando dulces tras el mostrador, el tejedor siguió vigilando su lanzadera ante el telar. La verdad es que no me había ocurrido nunca.»

Tal vez hayas proyectado una visita rápida a Alcoy coincidiendo con sus fiestas en honor de San Jorge. Si lo haces, tendrás ocasión de conocer a la mujer alcoyana... y la posibilidad de que tu «raid» no sea tan rápido como tú crees. Nuestras mujeres tienen —aparte de su ya famosa belleza—, un ángel especial, una peculiar dulzura en el hablar, una elegancia innata en el vestir, y una personalidad nada común y muy difícil de superar. Por eso quiero darte un consejo: si una jovcncita acepta dar un pasco contigo y te propone dar la vuelta «ais ponts», te está invitando a dar un paseo, el mismo que han dado el cien por cien de los enamorados del lugar. Si aceptas la invitación tendrás ocasión de comprobar que no resulta fácil olvidar la noche dura, y la luna brillante, reflejadas en las pupilas de una dulce joven alcoyana,.. Pero no quiero dejar de advertirte que si te gusta la jovencita y reincides en el paseo, corres el peligro inminente de quedarte con ella para el resto de tu vida, Ya verás cómo los «Moros y Cristianos» de Alcoy es una fiesta que rezuma virilidad por todas partes. Sus «entraes» son un homenaje al guerrero musculoso, tostado por el sol, curtido en cien batallas. Sus marchas cadenciosas, rítmicas, acordes y estridentes, aportan una favorable circunstancia al lucimiento del hombre; es una fiesla de hombres dedicada a las mujeres, a esas mujeres que, ocupando las aceras y balcones, son en verdad el objetivo, el fundamento y la razón de uno de los festejos de más honda raíz, de más personalidad de cuantos se dan en nuestra «diferente» España. Alcoy te espera, amigo. Se ha dado la tercera. Se apagó la sala, y se encendió el sol de abril con sus bambalinas y candilejas. Se ha hecho el silencio. El telón está a punto de levantarse. Guarda silencio y atiende a la representación de esc fabuloso e inusitado espectáculo que está a punto de comenzar. Los timbaleros han comenzado a golpear su péndulo allá en lo alto de la calle de San «Nicolauet».., Escucha y mira... Y ya me dirás si Alcoy, sus hombres y sus mujeres, no son... punto y aparte.

Juan Alfonso Gil Albórs

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ALMENA

ESPIRITUAL

La descripción se queda rondando los claveles de este vergel con alma de poema secreto. El poema que habla de nostalgia y laureles, en el tapiz de un cielo de milagro concreto. Es "el alma de nardo del árabe español" que conjuga fragancia ascética y cristiana. La mística delicia que va escalando el sol hasta quemarse en fuego de claridad hispana. Descienden ancestrales esperas clamorosas como espíritu nuevo de presagio cumplido. Y estallan, relevantes, las más sutiles rosas con músicas que cantan secretos al oído. Alzanse los retablos de juglaresca vida; y el ayer y el mañana fecundan un anhelo para el hoy que es halago de eternidad rendida al divino jinete en el celeste vuelo. Nuestra ciudad respira vientos insospechados. Hay algo que no puede descifrar el latido. Abril es un contorno de goces asombrados por tres sublimes cantos de arrullo inconfundido. El orbe del espíritu en que el sujeto inscribe h medieval que llega con tradición amada, es- página fecunda que inspiración recibe de voz genealógica totalmente legada. La voluntad asalta al cauce prematuro e invade el camino que le lleva a la meta. El corazón se colma del aliciente puro que transforma al festero en singular poeta. Y la urbe estrecha sus muros y sus lares en haz de floreciente unidad ruidosa. En el confín augusto de grises alminares, ¡a fiesta, ya estrenada, lleva en su amor la rosa. II

Armas, blasones, actos de ritual festero llenan la pedrería que enjoya nuestra vida. Todo es en el alma referencial austero a la página hermosa de color encendida. Lámina perfumada de campana y paloma. De epopeya que salta con su voz mañanera por los ríos urbanos donde la gente toma claridades de acero y rubor de bandera. La emoción tiene cauces de crónica brillante. El tiempo retrocede con asombro y se mira en el espejo inmenso de un Alcoy militante de sueños legendarios para su honda lira. Es el rito, la pompa del cirio y de la espada. La medalla que fulge bajo coraza mora. La cristiana bandera por un niño llevada. La áurea reliquia que el pueblo fiel adora. Todo lleva el acorde de la gentil ventura. La nostalgiat el arrojo, la pólvora y el sueño. Todo es como un ramo de gracia y hermosura en el umbral divino del más divino empeño. Y queda así, en el alma, con plenitud grabada, la nube de caricia pulcramente nativa. Por amor a San Jorge la fiesta es levantada para que Alcoy labore, triunfe, goce y viva. José Cuenca Mora

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LA MARGARITA mazurca para piano por D. José Jordá Valor

introducción

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í. ^*

'


hasta el yO. C.

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Alcoy y sus músicos

José Jordá Valor (1839-1918)

Dejemos noticia de otros éxitos Úricos con estos títulos: «.L"hort deis enamoráis»; «Un hijo natural»; «La caza del zorro»; «España con Foto: Laparía honra» y «Gabriel el criollo», este último con libro de Rafael Jover, estreno que tuvo lugar en el Teatro Novedades, de Madrid, el 3 de marzo El maestro don José Jordá, patriarca de la de 1865. música alcoyana nos dejó para siempre, hace Como organista —no en balde fue discípulo ahora medio siglo. Habia nacido el 13 de no- de don Pascual Pérez Gascón, el fundador de viembre de 1839. El Municipio alcoyano, para la moderna escuela valenciana—, gozó de gran honrar a tan distinguida figura, rotuló con su prestigio en Valencia, en la Parroquia de San nombre una plaza, sacrificando aquél tan carac- Esteban, y en la Capilla de la Virgen de los terístico de «Placeta del fossar», que tenía desde Desamparados, ejerciendo el profesorado en el Colegio San José de los PP. Jesuítas, en donde muy antiguo. Del maestro Jordá diremos, que estamos realizó una importantísima labor, escribiendo ante el más inspirado de los compositores alco- un sinnúmero de música religiosa, publicada, en yanos. Su música, es fluida, desbordante y llena gran parle, por la «Biblioteca Sacro-Musical», de luz y frescura, repleta de sentimiento. de Valencia, que le editó, entre otras, su celeEn su juventud, desempeñó el cargo de maes- brada «.Misa de Pastorela, a dúo de tenor, barítono tro de coros en los coliseos Principal y Princesa, y órgano». de Valencia, estrenando en los mismos varias Por aquellos años de finales del siglo, aparede sus más celebradas zarzuelas. ció aquí en Alcoy, bastante bien cuidada por Porque, en honor a la verdad, la Valencia cierto, la edición de un «galop» para piano, que artística y cultural del pasado siglo, apreciaba llevaba por título «ALCOY-GANDIA», perpeen un mucho al maestro Jordá. Cultiva la amis- tuando así la efemérides del recién inaugurado tad de los más destacados poetas y libretistas ferrocarril de vía estrecha, el primero que emdel momento como, don Manuel Millas, el pezó a rodar en Alcoy, por el año 1893. feliz autor de «Sota Cavall i Rei», que le proporSe imprimió esta obra en la litografía de C, Alcionó el libreto de «Murdoch, el bandido-»; tam- bors —existente aún hoy día, con la denominabién, de don Francisco Palanca y Roca —¿quién ción comercial de «Hijos de C. Albors»—, cuyo no recuerda su gran éxito de «Tres roses en un fundador y dueño, don Camilo Albors Cantó, pomell»?—, que escribió para nuestro paisano: era cuñado de Jordá, por haber casado éste con «Un parent del altre mon», zarzuela bilingüe y doña Adelina Ferrándiz Botella, hermana de en verso, representada «en gran éxit per primera la señora del referido don Camilo. vega en el Teatro del Circo Español, la nit del En el campo de la música pianística, dejó 19 de febrer de 1872». escrita don José Jordá una variadísima producción La revista «Diciembre y Enero», cuadro có- que se hizo popular en manos de bellas jovenmico lírico plástico, histórico, original y en verso, citas, cuyos nombres inmortalizó el maestro de Ramón Lladró y Malí, fue otro éxito del al frente de sus partituras. Merecen citarse aquí: maestro, en el Teatro de la Libertad, de Valen- «Colonia Villa María», souvenir; «Recuerdo cia—enero de 1871 —; así como la zarzuelita de Benisa», nocturno; «Violeta», polka a cuatro «El primer amor», cuyo libreto compuso expro- manos; «Leopoldina», polka—aparece dedicada feso el poeta Jacinto La baila. a la Srta. Brígida Trenor Palavicino, hermana del

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Marqués del Turia—; «Rafaela», polka—dedicada a la señora doña Rafaela Pueyo Ariño, la aristócrata valenciana que casó con nuestro músico Espí—; «Reverte», nocturno y «LA MARGARITA», primorosa mazurca para piano, que hoy engalana nuestras páginas. Autor de una variadísima e inspiradísima colección de melodías para canto y piano, recordemos, entre otras, «Si al mecer las azules campanillas...», con poesía de Bécquer, que alcanzó un éxito de furor traducida al italiano; «Niebla», de Manuel Paso; «Todavía», de Carlos Cano—ésta se la dedicó a su esposa—; «Ei amor», de Jacinto Labaila; «La vida», con letra de José Selgas, etc.; todas, de arrebatadora fuerza amorosa en el alma femenina. Para orquesta, también compuso, entre otras, una sinfonía que tituló «Una velada en el Círculo Industrial» (1880), así como diversa obra para banda, cuya producción es muy digna de tenerse en cuenta, destacando su «Himno a Alcoy», con letra de su amigo el poeta don Julio Puig Pérez, producto de unos Juegos Florales, celebrados en 1913, y a cuyo poema le puso música el maestro Jordá en el tiempo récord de quince días. La instrumentación para banda del «Himno», se debe al músico alcoyano don Camilo Pérez Monllor.

También dejó escrita numerosa música religiosa: motetes, misas—¡qué gran fuerza emotiva tiene su «Misa solemne, a tres voces», que, anualmente, aún se canta en las fiestas patronales de la villa de Penáguíla!—, novenarios, trisagios, misereres, salves, etc. en donde el maestro Jordá volcó las exquisiteces de su inspiración. DIOS Y PATRIA, fueron los dos grandes amores que tuvo el maestro. Organista de nuestra Parroquia de Santa María, exultando las glorias del Señor le sobrevino la muerte en la misma Parroquia, el 16 de julio de 1918 y en la señalada celebración de un bautizo. En una ocasión dirigió la banda «Primitiva» (1890, 1895), así como también la banda de música de Penáguila (Alicante) que, fundada por Manuel Ferrando —el músico de Cocentaina que tanto honró a la música orgánica—, siguió las inspiraciones del maestro Jordá. Y en el olvidado retiro de Penáguila, vive aún hoy día, con toda sencillez y humildad, la única hija que tuvo el maestro. Pepita Jordá Ferrándiz es, por que le viene de herencia, organista de la Parroquia de la villa y celosa guardadora de los recuerdos que en aquel pueblo dejara su padre. Ernesto Valor Calatayud

BANDAS DE MÚSICA QUE ACTUARON EN LA FIESTA DE F I LÁES

BANDAS

LOCALIDAD

Llana Judíos Domingo Miques Chano Verdes Magenta Cordón Ligeros Mudejares Aben cerrajes Marrakesch Realistas Berberiscos

Unión Musical de E. y D Sociedad Musical «Santa Cecilia» Nueva del Iris Unión Musical Contestana Unión Musical Unión Musical Unión Musical Unión Musical Sociedad Protectora Musical Primitiva Unión Artística Musical Unión Musical Unión Musical

Alcoy Campo de Mirra Alcoy Cocentaina Llanera de Flanes Puebla del Duc. Muro del Alcoy Beniarrés Anteda Alcoy Onteniente Agres Albaida

Andaluces Asturianos Cides Labradores

Unión Musical «Santa Cecilia» Unión Musical Sociedad Música! «El Delirio» La Primitiva Unión Musical «La Alianza» Banda Primitiva Instructiva Musical Sociedad Fomento Musical Unión Musical Beniatjarense Sociedad Musical «Maestro Orts» Unión Musical Unión Musical Unión Musical Unión Musical Cañadense

Guadasuar Jeresa Gorga Castell de Castells Torremanzanas Cuat retonda Al farra si Navarrés Beniatjar Gayan es Lorcha Relleu Benifayó de Valldigna Cañada

G u z man es

Vascos Mozárabes A si u res Navarros Tomasinas Montañeses Cruzados Alcodianos Aragoneses

1968

DIRECTORES D. Antonio Mompeán Valenzuela D. José Martínez Serrano D. Alfonso Selles Cabrera D. José Pérez Vllaplana D. Manuel Vidal Tolosa D. Gaspar Blasco Boscá D. José Gisbert D. José Jordá González D. Carmelo Sala Alemany D. Fernando de Mora Carbonell D. José M." Perrero Pastor D. José Pascual Revert D. Juan Rubio Huch D. Virgilio Bertrán Cleris D. Félix Ramise García D. Francisco Baena Nadal 0. José Mengual Vaquer D. Vicente Ivorra Pujalte D. Fernando Benavent Vidal D. Emilia Sanz Vidal D. Salvador Martínez Cabanes D. José Peñalva Pía D. Salvador Vicent Molines D. Enrique Cloquel! . D. Cosme A. Senabre García D. José Alberola García D. Miguel Más Ballester

PLAZAS

45 35 45 50 30 27 40 30 36 45 50 25 30 25 25 25 23 23 28 25 25 25 30 25 30 30 25

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Unión Musical Beniatjarense de Beniatjar (Valencia) Desde antiguo existía ilusión por la. música en esta pequeña localidad valenciana situada bajo la peña de Benicadell. Conocido era el grupo de guitarras y flautas y el celebre dulzainero Emilio Pardo Codina. El año 1932 es fundamental. Recién cumplido su servicio militar cealizado en una banda militar, llega a la población Enrique Pardo Ballesier, hijo del célebre dulzaincro. y animado por la pequeña rondalla que ya existía, crea una academia de solfeo para jóvenes, en la parte baja de la casa de D, José Calatayud Giner, verdadero protector de la incipiente ügrupación música!. A Unes de 1932 ya empezó a actuar un quinteto, bajo la dirección del Sr. Pardo Ballester, que estaba integrado por Rosendo Ferri Scmpcr, Telesforo Calatayud Grau, José Alcocer San Juan. Bautista Pardo Giner y José Gómez Pons. Los instrumentos han sido adquiridos en Cuatretonda y un bajo en Adzaneta. La constitución del quinteto fomenta la ilusión de los jóvenes que afluyen a las lecciones de solfeo en mayor número. En el mismo local se reúnen algunos padres de los educandos y se constituye la primera junta organizadora de la. futura banda, integrada por los Sres. D. José Calatayud, D. Raimundo Alcocer, D. Rosendo Ferri y varios más, que gestiona la compra de instrumentos y atriles en Cuatretonda y en la casa Erviti Logroño. A principios de 1933 enferma y fallece en febrero, de enfermedad rápida y maligna, Enrique Pardo Ballester lo que constituye un grave contratiempo para la naciente entidad. Pero como ya se había actuado algunas veces en los cafés y el ambiente estaba caldeado, los Sres. de la Junta organizadora consiguen la colaboración de D. Camilo Gonzalbez Silvestre, director de la banda de música de Rafol de Salem que se hace cargo de la dirección de la banda y de la academia de solfeo. Se consigue del Ayuntamiento el piso superior de las Casas Consistoriales que se habilita como local de ensayo y de academia, y continúa aumentando la afiliación de socios, que acuden en masa a presenciar los ensayos. El problema económico agobia a la Junta Directiva, pues eran años muy difíciles. Los músicos que se hacían cargo de un instrumento tenían que abonar 50 ptas. y sus padres tenían que responder del instrumento, y había muchos padres que no podían sufragar esa cantidad. Las estrecheces eran grandes a pesar de que el Sr. Calatayud Giner, que también era concejal, consiguió del Ayuntamiento una subvención anual de 750 ptas. para la banda de música. A mediados de 1933 tiene lugar un gran acontecimiento, el debut por primera vez en público de la banda, integrada por 18 músicos, y 4 educandos. Ese mismo año ya amenizan las fiestas patronales con la ayuda de 3 músicos de la banda de Rafol de Satem, población limítrofe; y en Septiembre actúan en el pueblo de Carneóla, primera salida de actuación fuera del pueblo, con Jo que el ánimo de jóvenes y directivos se ha acrecentado

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La Unión Musical Beniaijarcnsa. en esta primera la ¿e de su fundación, lucha contra la economía, pero los esfuerzos de los Sres. D.José Calatayud, D. Raimundo Alcocer, D, Bautista Gómez Grau, D. Ismael Ballester Bataller, y otras personas, consiguen prestarnos para atender a la dirección, y a la adquisición de instrumentos; se consigue el aumento de músicos; y por otro lado con las salidas de la banda se mejora su posición, al dejarse en un fondo los honorarios para amortizar los anticipos. Llega el año 1936 y la banda cuenta ya con 30 músicos, que la guerra dispersa por hallarse casi lodos en edad militar. Con la liberación se vuelve a reorganizar la banda que sólo puede contar con 17 músicos, pues algunos se hallan todavía incorporados a filas. El desarrollo de la banda se ha basado siempre en la abnegación de sus componentes, si bien es verdad que todo el pueblo ha estimulado a la banda inscribiéndose como socios protectores. En 1942 la banda obtiene local propio, que es café al mismo tiempo, consiguiendo de una antigua agrupación llamada de San Roque el mobiliario preciso, gratuitamente, siempre que exista la banda. Con la nueva sociedad en marcha el número de socios se incrementa, llegando a 190 que pagan una peseta al mes. Se organiza un cuadro artístico que realiza veladas teatrales aprovechando la oportunidad de que el Ayuntamiento cede temporalmente el grupo escolar en construcción. Fstas actividades son económicamente beneficiosas y esthnulíin el incremento de músicos. Con la estancia de D. Enrique Calatayud Pardo surge una nueva generación de músicos, se renueva algo el instrumental, se hace un nuevo uniforme, y se llega al número de 23 plazas. La Unión Musical Beniatjarense ha tenido los siguientes presidentes: En 1932, y fundador, D, José Calatayud Giner. En 1934, y también fundador, D. Raimundo Alcocer Espósito. En 1935, D, Bernardina Bataller Semper, En 1945 D- José Gome/ Giner. En 1947 D. Manuel Calatayud Martínez. En 1949 D. José M.a Bañuls Molió. En 1956 D. Manuel Cortell Pía. En 1961 D. Rafael Pons Gómez y en 1963 y hasta la fecha D. Rafael Molió Calatayud. Han dirigido la banda en primer lugar D. Enrique Pardo Ballester, y después y por este orden: D. Camilo Gonzalbez Silvestre. D, Antonio Pastor Monzó. D. José Alcoveí San Juan. D. Enrique Calatayud Pardo, D. Vicente Miñana Ramírez y D. José Peñalva Pía, su actual director. La banda actuó por primera vez en la Fiesta de Alcoy, con la fila Navarros en el año 1935, y desde el año 1940 viene haciéndolo sin interrupción con dicha fila, salvo en 1962 en que lo hizo con los Berberiscos. El director D. Enrique Calatayud Pardo ha compuesto algunos pasodobles. Luis Calatayud Grau


los moros y cristianos no son un carnaval Salvador Domenech Lloréns

Foto: Adrián EspfValdés

Importa que una localidad de nuestra provincia, más hermana si cabe por celebrar las comunes > regionales «Fiestas de Moros y Cristianos», haya accedido a trocar esta denominación generalizada y expresiva, con su cargamento de tradición, popularidad e historia, por la inocua y desarraigada de «Fiestas Hispano Árabes». No importa que una ciudad, a efectos de cumplir adecuadamente con los agasajos debidos a su hermana gemela en amistad por mor de un «Jumelage» recién estrenado, tenga que recurrir a otras de la provincia. Lo que importa es que esta localidad se preste a trasplantar sus festejos a un clima foráneo y ante un público extraño que puede calibrar la vistosidad exterior pero no los valores trascendentes que atesoran. Poco importa que, para no herir susceptibilidades, se disimule la participación de nuestra localidad hermana sustituyendo el epíteto de «Moros y Cristianos» por el de «Desfile folklórico». Lo que mucho importa es el hecho de que esos Moros y Cristianos desfilen en todo un carnaval, vilipendiando el espíritu que los informa y la razón de ser que les da vida, y degradando los trajes con categoría honorífica de hábitos al ínfimo nivel de disfraces. Porque los Moros y Cristianos no son un carnaval y sus trajes no son disfraces. La Fiesta de Moros y Cristianos —como todas las demás— tiene una finalidad concreta y generalizada de diversión colectiva de los pueblos que las celebran, son espectaculares, masivas, ruidosas y fugaces y dan pie a que los individuos regocijen su alma con las sensaciones del ambiente y refocilen su cuerpo con la abundancia de la gastronomía, todo ello sin pensar en algo más elevado en la mayoría de los casos. Pero las Fiestas de Moros y Cristianos tienen un substrato espiritual que pasa desapercibido a los ojos de la masa de festeros y espectadores y cuyo meollo se alimenta de una raigambre religiosa, de una evocación histórica y de un palpito costumbrista que las justifica y las imbuye, las configura y dignifica, las vitaliza y trasciende. Los trajes festeros, aunque parezcan disfraces

de buenas a primeras por su colorido y exotismo, poseen en su esencia una condensación de sentimientos entrañables para quien los viste, que los eleva al rango de hábitos. Muchos de ellos fueron confeccionados con el mimo y cariño de manos amigas o allegadas, se guardan en lugar preferente del ropero familiar, cada año se limpian y planchan por las manos amorosas de la madre, de la hermana, de la esposa; el traje festero se viste con la unción y parsimonia de un rito, se ostenta con el orgullo y satisfacción de algo propio, y se le tiene en tanto aprecio que hubo casos en que sirvió como gala extraordinaria en momentos solemnes en la vida de un festero: la primera comunión, el matrimonio e incluso como mortaja en el último viaje. Ante el aroma sutil de estas virtudes recoletas de las Fiestas y de los trajes, lo triste es que hay una especie de mano muerta, que paradójicamente está viva y es muy activa, con el propósito de socavar los cimientos fundamentales de los Moros y Cristianos desvirtuando sus características y sofisticando sus valores; lo lamentable es que los efectos corrosivos de esta actitud puedan extenderse como los tentáculos de un cáncer para contaminar la sana y pujante vida festera y popular de otras locaT lidades; lo doloroso es la tergiversación de valores que en éste, como en tantos otros muchos órdenes de la vida, se produce inexorablemente cuando prevalece el enfoque material de la fama y las divisas, relegando a segundo término el patrimonio sicológico, histórico y costumbrista de los pueblos. Creemos que nadie no se beneficia dando una nota discordante en el concierto regional de los Moros y Cristianos cambiando la denominación propia de la Fiesta, y creemos sinceramente que tan solo el contemplar la simple posibilidad de poder participar en el carnaval de Niza produce un daño irreparable a todas las demás localidades que, con gran honorabilidad, celebran Fiestas de Moros y Cristianos. Porque, pase lo que pase y pese a quien pese, los Moros y Cristianos no son un carnaval sino algo más profundo y trascendente: una porción importante del legado espiritual de los pueblos que no puede ni debe dilapidarse alegremente.

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Aportaciones a la historia

Los Moros del Valle de Alcalá

ni La Expulsión de 1609

Habíamos dicho al final del capitulo anterior, que tan pronto como subió al trono l-'clipe III. en 1598, se dejó llevar por los consejos de su primer ministro, el marqués de Den ¡a y conde de Lerma, al que elevó a la dignidad de duque, que anteriormente había sido su virrey en Valencia, desde 1595 al 1597. y por las recomendaciones del patriarca-arzobispo, don Juan de Ribera, que también había sido virrey desde 1602 al 1604, encaminados a acelerar la expulsión, en honor al servicio de Dios y la causa de Cristo, que durante sus respectivos mandatos apenas se habían preocupado de este grave problema, para eludir las responsabilidades directas que les pudieran ser imputadas. La mayoría de los historiadores contemporáneos y modernos coinciden en que Felipe III, rey a los veintiún años, era un hombre de gran religiosidad y de bondadosos sentimientos, pero sin voluntad ni inteligencia, indolente y glotón, amigo de Tiestas y saraos, que hábilmente le preparaba su valido para divertirle en sus ocios y de los de la corte relajada, con el objeto de apartarle del gobierno que. poco a poco, iba dejando en sus manos; y de que el duque, que poseía escasísimas cualidades de estadista, pero si era muy envanecido y ambicioso, y de que rápidamente se convirtió en omnipotente privado del débil monarca, con el fin de saciar su desmedida codicia, así como de rodearse de otros validos, entre los que figuraban sus hijos, muchos miembros de su larga familia y su amigo incondicional, don Rodrigo Calderón, ai que dio el título de marqués de Siete Iglesias, que fue ajusticiado años después por razones de... Estado (1). A medida que pasaban los años, no muchos desde que empezó a reinar Felipe III, el problema de los moriscos se iba agravando considerablemente. Unos, bautizados por la fuerza, en virtud de la Pragmática que dictó su padre, en 1566, y otros, voluntariamente, nunca se les reconoció como tales cristianos nuevos, pese a que, tanto en las prácticas públicas como en las privadas, se mostraban tan fieles a la nueva religión como los demás, pues no era su cristianización lo que se pretendía, sino su expulsión, para asi poder arrebatarles los bienes que poseían desde siglos atrás, acusándolos también de ser los autores materiales de cuantos robos, desmanes y crímenes se producían en todas las comarcas habitadas por ellos, y que, en verdad, eran cometidos por los bandoleros que merodeaban libremente y hasta protegidos por sus familiares y amigos (2). Se acumulaban graves cargos contra los moriscos, encaminados a su expulsión total; pero como el rey exigía mas pruebas documen-

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tales para llevarla a efecto, sin remordimientos de conciencia, el patríarca-arzobispo de Valencia y la Junta que se había formado en la capital del reino, encargaron de la investigación a un furibundo enemigo de los moriscos, el padre Jaime Bleda, predicador y calificador de la Santa Inquisición, de Valencia y a otros misioneros bien seleccionados, que después de recorrer todos los pueblos, pusieron en manos de don Juan de Ribera y de la Junta copiosas pruebas de que los moriscos habían renegado del bautismo y continuaban las prácticas de su credo, y de que eran los autores de la mayoría de los crímenes y desmanes que se cometían en el reino, todo lo cual se escribió en un memorial que fue llevado personalmente a Madrid por el propio patria rea-arzobispo, con el correspondiente visto bueno del virrey y capitán general, don Luis Carrillo de Toledo, marqués de Carazena. A la vista de tan concluyentes informes, el duque de Lerma, sin pensar en las hondas repercusiones de carácter económico y social que pudiera producir tal medida, propuso al rey que dictara la orden de expulsión. Ellos ya se enriquecerian. Efectivamente, es notorio que el duque y sus hijos percibieron más de cinco millones y medio de reales, producto de las casas de los moriscos que se apropiaron y vendieron después de ser expulsados (3). Grurdes beneficios se obtuvieron con la confiscación de todos los bienes y con la reducción a la esclavitud de muchos moriscos, que fueron destinados a galeras reales o a las minas o vendidos a los extranjeros sin ningún escrúpulo de conciencia; y en cuanto a los niños y niñas menores de siete años, se quedaron en la propia España, siendo los demás expulsados (4). Para conjurar el peligro que se avecinaba, algunos nobles que poseían tierras en las comarcas habitadas por los moriscos, elevaron súplicas al rey y al valido, como en los tiempos de Carlos I y de Felipe II, para no perder los beneficios que obtenían de ellos, súplicas que fueron desestimadas y compensadas con promesas de adjudicarles los bienes que quedasen abandonados, no importándoles perder al moro si se quedaban con el oro. La decisión estaba tomada en firme con el agrado de la corte, del clero y también del pueblo soliviantado por las prédicas antimoriscas. La inhumana medida afectaría a unos ciento sesenta mil valencianos, que era el número que se calculaba habitaban el reino, o sea la tercera parte de la población total, que se cifraba en casi el medio millón; lodo un enjambre de gente trabajadora, activa, de agricultores y artesanos, fuente de riqueza y de prosperidad para el país, bien necesitado, por cierto, después de las desastrosas guerras habidas, que destrozaron la economía y demografía de la nación. Se iba a repetir el caso de la expulsión de los judíos, con mayor amplitud catastrófica (5). Con todo sigilo y dentro del mayor secreto, se fue preparando la expulsión. A primeros de mayo de 1609, la católica majestad de Felipe III escribió unas cartas a los virreyes y capitanes generales de Ñapóles, Sicilia y Milán, ordenándoles que tuvieran preparadas las galeras de sus escuadras y la gente que buenamente pudieran sacar de los tercios y esperasen una segunda orden, pero sin mcn-


donar la razón; y a últimos de julio, les envió la nueva orden de que partieran con rumbo a Mallorca, para llegar allí alrededor del 15 de agosto, quedando fondeados a la entrada del puerto para bloquearlo y evitar que los bajeles que entrasen pudieran salir, impidiendo así cfue se denunciase la presencia de la escuadra. Como si se tratase de una gran acción de guerra total y no de una mera expulsión de gente indefensa, la concentración de fuerzas era la siguiente: Diecisiete galeras bien armadas de Ñapóles, al mando del marqués de Santa Cruz, con once compañías que sumaban mil quinientos hombres; dieciséis galeras, al mando del duque de Turci, con mil; nueve galeras de Sicilia, al mando de don Manuel Carrillo, hermano del virrey, marqués de Carazena, con ochocientos; y además se ordenó que estuvieran preparadas las milicias del reino, así como las escuadras de galeras de España y Portugal, al mando del marqués de Villafranca y del conde de Elda, y otras unidades de la armada de Barcelona y Levante, con grandes contingentes de caballería, más de cuatro mil soldados en total (6). Asi preparadas todas estas fuerzas, para un puñado de hombres, previas las comunicaciones con el virrey y con el patriarca-arzobispo, se ordenó que se acercaran a las costas, dispuestas a entrar en acción. El día 22 de septiembre de 1609, el marqués de Carazena, en nombre de S. M., publicó el bando de la expulsión, concediéndoles tres días de plazo, a partir del en que se hacía público en el lugar de residencia, para que se embarcaran todos los moriscos del reino, debiendo permanecer en sus casas hasta que llegasen los comisarios de embarque enviados por el gobernador de Denia, don Cristóbal Sedeño, en relación a los de estos valles; y pasado el plazo, los que fuesen hallados vagando por el campo y los montes, serían aprehendidos y puestos en manos de las autoridades, con orden de matarlos si se resistían. Muchos fueron los que se embarcaron, pero los de los valles pegolinos. ignorando el contingente de fuerzas preparadas para combatirlos, se negaron a hacerlo, prefiriendo morir antes que abandonar sus casas y sus tierras, como hicieron sus antepasados del siglo XIII, capitaneados por Al-Acdraq, concentrándose en la agreste montaña de Pop, entre Muría y Laguart, eligiendo por caudillo a Mellini Saquién, guarnicionero del pueblo de Campe]I (Laguán), hombre inteligente y culto que gozaba de gran prestigio en toda la comarca, dispuestos a resistir, tal vez confiando en que las cosas se arreglarían. Nada más lejos. El valor de sus bienes muebles e inmuebles era lo que codiciaban sus enemigos, y no cejarían en su empeño de arrebatárselos. Dispuestas las fuerzas reales, empezó el asedio a la montaña de Pop, que Mellini y los suyos defendían con heroísmo. Valia más morir defendiendo lo suyo que perecer en manos de los bereberes en África, cosa sabida por algunos reembarcados que volvieron, pues es noticia cierta que apenas arribados los mataban, violaban a sus mujeres y a los niños y niñas los hacían sus esclavos. Casi dos meses cumplidos duró aquella guerra que parecía interminable.

Luchaban con desventaja en armamento y tropa, avanzando y retrocediendo palmo a palmo con inigualable bravura, hasta que el 21 de noviembre las tropas reales irrumpieron en la cumbre y diezmaron a los moriscos que, faltos de armas y de víveres, se vieron obligados a capitular. Pero no Mellini, su esposa e hijos, que antes de caer prisioneros, se arrojaron por un precipicio que existe entre el primer y segundo peñón, llamado el Caballo Verde, de la montaña de Pop, frente a Muría. El balance de aquella contienda, según ñola que don Cristóbal Sedeño, comisario de embarque en Denia y Jávea, entregó al virrey de Valencia, con fecha 25 de febrero de 1610, dio el resultado que va a continuación: Embarcados voluntarios antes de finalizar el plazo de la orden, 3,000. Embarcados forzosos en los puertos de Denia y Jávea, después de cumplida la orden, 32.700. Total embarcados en ambos puertos, 35.700. Rebelados que bajaron de Pop y otros montes de Laguart, 11.364. Moriscos que murieron durante los once dias que esperaron en los dos puertos para embarcar, 1.500. Muertos durante la resistencia y en crímenes perpetrados contra ellos, 4.000. Moriscos que bajaron para embarcar y huyeron, ocultándose en otros lugares o acogidos en casas de familias amigas, 2.000, Total del contingente de rebelados, 18.864. Resumen: embarcados voluntarios, 35.700: rebelados en Pop y Laguart, 18.864. Total de moriscos de los valles pegolinos, 54,644 (8). Estos son datos oficiales. Hay autores que calculan la cifra sobre los sesenta y ochenta mil, incluidos hombres, mujeres y niños. De los escondidos y luego manifestados, sólo en Pego hubo setenta y uno: treinta y tres niñas y treinta y ocho niños, de los cuales cinco eran mayores de cinco. Muchos adoptarían los apellidos de las familias que los recogieron y otros continuarían con los suyos propios que actualmente subsisten, tales como Alentado, Amer, Bay, Baydal, Benet, Bodí, Calafat, Casabó, Enguiz. Faraig, Paya (9 y 10), Carmelo G1NER BOLUFER «Alfacar d'Ambra» Cronista Oficial-Archivero de Pego NOTAS: I). F. Saldevila, «Historia de España», 1. IV, cp. XXIX, pg. 201 y ss. Ediciones Ariel. Barcelona. 1955.- 2). Josefina Mate u Ibars. «Los virreyes de Valencia», pgs. 169, 173 y 194. Excmo. Ayuntamiento. Valencia. I96J.—i). Modeslo Latutnie, nlíistona de España», t. XI, pg. 146.4). Lafuente, ob, tt. pgs. 207-208.—M. Gcddes, «The History of the expulsión f>f the moriscos of Spain» I.—Florencio Jancr. «Condición social de los moriscos de tispaña», dcts. XCV1 y ss. Madrid, 1857.—5). Janer, op tt. pgs. 67-68 y dcmt. X C V I f , Joan Regla, «La expulsión de los moriscos y sus consecuencias», Hispatüa, X1I1, 195,1. Pascual Boronal, «Los moriscos españoles y su expulsión», H, ap. 1. Valencia, 1901.—6). Gaspar Escolan o, «Décadas de la Historia de Valencia», t. [1, I. X, cp. XLV1I, desde pg. 779.— 7). Escolano, ob. ct.—8). Henry Lapeyre, «Geographie de l'Espagne morisquc», pg. 228 y ss. París, 1959. 9). I>cmt. Archivo Parroquial, 10 diciembre ¡609. Destruido durante la Guerra.—10). J. Sanchis Sivera, «Cultura Valenciana». Cudnu. II, Valencia. 1927,

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-AccésitSección 3.a XVII Concurso Fotográfico Fmo: J. Crespo Cnlomer

Pato: Vícwtc Ltopís

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Forn: Palacio


Estampa Alcoyana

La dama de alzamora

Mosén Jusep Pastor caminaba a pasos lentos, hundidos los ojos en las páginas de su libro de horas. De vez en cuando los levantaba para fijarlos un instante en algún gorrión que trenzaba en torno a él caprichosos vuelos, buscando cobijo para pasar la noche que ya se avecinaba. El crepúsculo encendía en tonos bermejos el paisaje. Envolvía las peñas pardas de Manola, Se escapaba en un postrero chorro de luz por el boquete del «Sinc». Acariciaba las hileras de chopos que adornaban las riberas del Serpis. Reatas de borricos conducidos por cansados labriegos llevaban a las almazaras sus cargas de aceitunas pacienzudamente recogidas a todo lo largo de un día. Los chiquillos triscaban incansables en torno a sus padres. Cansados y silenciosos ellos: preocupados ellas por los cuidados domésticos que todavía estaban aguardándolas después de una dura faena comenzada al salir el sol y finalizada al ponerse. Con un cortés y respetuoso saludo, pasaban junto al sacerdote bien conocido de todos por sus caridades y su paternal solicitud en el gobierno de la Parroquia. --Guarde Dios a vuestra reverencia, Mosén Jusep-, —Con El vayáis, hijos... Ladraban los perros estimulados por los lejanos ladridos de otros. Brincaban impacientes por llegar al hogar donde les aguardaba la pitanza. Obstruían e! ritínico paso de las caballerías y se metían entre las piernas de los hombres arrancándoles enérgicos tacos. El camino que seguía el cura en su vespertino pasear se orientaba cara a la cercana localidad de Cocentaina. Quizá sobre aquella misma tierra tuvo lugar algunos años antes la recia pelea entre Alhazarch y don Juan Carees culminada por el triunfo cristiano que aun hoy se recuerda en la ciudad de Alcoy dándole realidad en su famosa Fiesta de Moros y Cristianos. Acaso el caballo blanco de «Sanl Jordi» galopó sobre las aterciopeladas hierbas que cubrían los yermos... —A la paz de Dios, mosén. . ,,Qué hace vuesa reverencia a estas horas tan lejos de la villa? Era una voz recia, viril, conocida. Rápido, se volvió el Mosén. Juan Esteve estaba detrás de él trayendo por el ronzal una hermosa muía a cuya baticola se ataba la rienda de la más graciosa borriquilta de todo el contomo- Un capazo de pleila a la espalda dejaba escapar el prieto contenido que trataba de mordisquear con saltos

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traidores una cabra ceniza. El gozque mordía en reprimenda y advertencia a la par las patas de la cabra. Era un animalcjo negro, vulgar, pero rollizo y lustroso, ciando fe del buen trato de su amo. —¿Eres tú, Juan?—sonrió amable mosén Jusep—. Pues tampoco tú vuelves del campo muy temprano. — No, verdad- Hoy tuve mucho trabajo en la huerta. —¿No te ayuda tu mujer? —Pues si, ordinariamente lo hace, pero hoy también tuvo que acudir a otro negocio. —¿Negocios, Mónica? —Negocios de mujeres, mosén. -¡Ah, ya! —No es lo que vuesa reverencia, cree. ¿Acierto a que está pensando en que la mujer de Pedro el calderero ha salido de cuenta...? —Por ahí, por ahi —No, pues no. Hoy se trata del Tullit. —¿Sí? ¿Qué le ocurre al Tullit? —pareció sobresaltarse el cura. —Nada. No se alborote vuesa reverencia. Ni ha empeorado. ni se ha caído del sillón con ruedas como el otro día. Ha sido simplemente que quena ir a casa de Na Miralles, ya sabéis... la Viuda, como todos la llamamos en el barrio. Sí, hombre, si. Esa buena mujer que tiene un Niño Jesús milagrero. Sé quien es. —¿Milagrero? No se burle vuesa merced, mosén, que milagrero es y yo doy fe. —No voy a discutírtelo, Juan —cortó con leve burla el cura. —¡Hurn! Es que vuesas reverencias los mosenes y los frailes del convento de San Agustín, y hasta los de ese monasterio nuevo que llaman franciscanos, suelen poner en tela de juicio todo eso de los milagros. —Ciertamente he de decirte, hijo, que la Iglesia se muestra en ello muy incrédula... Y asi es necesario que sea hasta que los hechos queden tan probados que no haya el menor resquicio de duda... —Vuestra reverencia habrá razón y yo no lo pongo en duda; pero el Niño de Na Miralles tiene fama y yo cono/co casos de enfermos que sanaron por su milagrosa intervención. ¿Recuerda vuesa reverencia a la mfia paralítica del tafurero de la calle de Santo Tomás? Bueno, no voy a decir nada más. Ya veo que os estáis riendo de mi. .


esta tierra el cual va a caerse de vergüenza y de pena cuando vea —No lo tomes así, Juan Esteve. Ni discutamos. Milagrero o no, ya sé que el Niño de Na Miralles tiene muchos devotos. entrársele por las puertas de su palacio al que llega. —¿No me lo dirás, hombre de Dios, que estás exasperando ¿Y quieres decirme a qué lleváis al Tullit a casa de la Viuda ? ¿Pensáis impetrar su curación? No, no me mires así, hombre. No me mi curiosidad? —La curiosidad excesiva dicen los mosenes, y vos entre ellos, burlo. Es, sencillamente, que me intrigan esas reuniones que que es un pecado.,. me han dicho tienen lugar en esa casa... ¿Qué hacéis en ellas? —Vamos, hijo, déjate ahora de mofas, ¿Cuya es la casa adonde —¡Cristo me valga! ¡Temo que vayáis a decirme que el rezar se puede dirigir este infeliz medio muerto? ¿Sobre quién va a caer el santo Rosario huela a práctica de superstición! como un desastre? ¿De qué nobilísimo caballero hablas? —No haré la!, que piadosa y loable ocupación es, Digoos, mosén Jusep, y ya veréis como no me equivoco, —Pues ved, mosén, que eso es lo que hacemos unos cuantos que el que viene es no más ni menos que el hijo del muy ilustre vecinos devotos y no siempre, sino en determinadas fiestas de la y alto caballero don Mateo de A Iza mora. Virgen Nuestra Señora. Y como hoy es día de la Candelaria... —¿Aquel que...? —Asi es. Ya, ya voy viendo que el Niño tiene sus devotos. —Justo, mosén. Aquel que se fue a Flandes y allí espantó a Sé que hasta le llevan a las casas donde hay dolientes para... ¿para todos por sus actos de valentía, que en verdad fueron más de loco qué, Juan Esteve? —No más que para tener el consuelo de mirarle y de aclamarse que busca la muerte que de persona cuerda que administra sus fuerzas para mejor servir a su causa. El jugador y el espadachín a El. Y en los velatorios preside el rezo. ¿Por ventura, mosén. para el que no había ni mujer segura ni vida ajena digna de contambién os parece mal? sideración, porque según cuentan echaba mano de su tizona y —No, hijo. ¿Cómo ha de pareccrme'.' No te alborotes, hombre ensartaba al más valiente como a un conejo. Después de correr El sacerdote estaba ahora muy serio y en su cara inteligente el mundo dando que hablar fue a parar según se dijo al Perú, y ascética no existia rastro de nada que se pareciera a gesto di. y él debe ser ese esperpento que acabamos de entrever porque la ironía. gente que trae huele a india... —No me alboroto, pero sabed que era yo muy niño y ya rnc —¿A qué viene? llevaba mi madre al rezo de casa de la Viuda Con lo cual le lomé —Por las trazas a morir en su solar. cariño a la imagen. ¿Vos no la visteis nunca? ¡Es preciosa! —¡Pues Dios le eche una mano al viejo don Mateo porque lo —Claro que la vi. ¿Olvidas que en las Letanías de San Marcos y en las de la Ascensión la colocan en un altar de las puertas de va a necesitar! —Amén.¡Pobre don Mateo! la Villa? Uno de esos altares improvisados. Un altar de calle donde —Un trago es, sin duda. Volver a bien morir en los brazos el clero hacemos estación. Muchas veces la he visto, hijo, y razón has en decir que es muy linda, con sus deditos señalando al cielo del viejo después de haberle abandonado dejándole solo en manos y su graciosa postura, aunque desde el punto de vista artístico de gente asalariada años y años. —Si así es, Dios le ayude al buen caballero. en realidad no ofrece nada que admirar... —Lo oí decir. No sé lo que es, ni si tiene o no ese mérito arSe detuvieron arabos bajo la puerta de la muralla que aun tístico que vuesa merced dice; pero a todos nos place verle sonreír cerraba todas las noches un centinela como en años pretéritos. encerrado en la ornacina que ha mandado abrir Na Miralles en El soldado hizo un amistoso comentario: el espesor del muro, talmente como un camarín. Lo cual que en —¡Voto va, mosén Jusep, que un poco más y os quedáis los dos ese humilde altar nunca faltan flores aunque muchas veces sean a dormir esta noche bajo los chopos del río! Iba a cerrar. del monte... Tampoco le falta su lamparilla de aceite, que primero Ya puedes hacerlo, hijo. Yo pensaba rezar mis Horas, pero se lo quitarla la Viuda de su pitanza que dejar sin alumbrar a entiendo que se hizo demasiado tarde. El sacerdote, a buen paso, se dirigió a la casa del guarnicionero su Niño. Y os dejo, mosén, como no quiera su reverencia acompaenfermo y Juan Esteve en de rezó los suyos hacia el barrio donde vivía. ñarme pues esta noche he de estar en el rezo... Dios te bendiga, hijo. No voy contigo aún. Acabaré de rezar Entró en él con ánimo de dirigirse a casa de la Viuda y ver si aun mis Horas y de aquí iré a confesar al guarnicionero de la calle de alcanzaba el rezo del Santo Rosario. Ya debían haber llevado la Corbella, que está muy grave, y no quiero que se me vaya de al Tullit- Y al ir a entrar en la cuadra para acomodar a su cabra las manos como un perrito. y a su mulo se dio de manos a boca con un vecino que vivía preAdmitiendo como buena la excusa del mosén, Juan Esleve le cisamente en los bajos de la casa de Na Miralles. Juan Esteve besó respetuosamente la mano, en despedida, y dio dos pasos hizo un gesto de sorpresa y saludó con breve, seco y somero saludo en dirección a las murallas de la Villa, aquellas murallas que se al que respondió el otro con un áspero gruñido. estremecieron un día bajo los cascos victoriosos del caballo de Sanl — Vaya —se dijo para si Juan Esteve. —Ya ha venido de Francia Jordi; pero no llegó a entrar en el recinto de la puerla porque una este alacrán. ¿A qué habrá ido? Las buenas lenguas dicen que trae breve exclamación de mosén Jusep le detuvo. Se volvió en redondo de allá malas consignas y que anda mezclado en esas sociedades y vio cómo el cura miraba con ahinco a una rara cabalgada que nuevas inventadas por los revolucionarios de aquel país. Mala se acercaba envuelta y alumbrada ya en los últimos resplandores idea tuvo Ana Mataix de casarse con él... Una chica tan decente, crepusculares. tan guapa y tan cristiana... Hombres no le hubieran faltado en Sin pronunciar palabra los dos hombres se miraron perplejos. la Villa que se hubieran sentido satisfechos de lograrla para esLos que llegaban como queriendo pasar inadvertidos emre las posa... ¡Y mira tú de qué se encaprichó! ¡Las mujeres.,.! incipientes sombras del anochecer eran en efecto seres de rara Momentos después, Juan Esteve, cambiaba la ropa de faena catadura. A mosén Jusep no le cupo la menor duda de que venían y recién lavado, entraba en la casa de Na Miralles bajo la mirada de las Indias. Y lo que más llamó su atención y también la curiosocarrona del vecino llegado de Francia. La burla, hiriente y sidad del labrador, Juan Esteve, no fue este acompañamiento molesta, retozaba en las foscas pupilas del extranjero. A Juan exótico que venia rodeando a una media docena de corpulenlas se le alteró la sangre pues el amigo F.stcve tenia el genio corto muías cargadas con abundante fardaje, sino el poderoso cuatralbo y no era hombre que soportase pullas así como asi. de anchas ancas y lustro pelaje que llevaba a cuestas con acom—¿A buscar la reunión de los beatos? Ya hace rato que dio pasados bamboleos un extravagante artefacto, mitad jamuga, comienzo. Hoy trajeron al «Tullit»... La Viuda pensará que su mitad silla de manos. Las excitadas pupilas de Juan Esteve se Niño haga el milagro de sanarlo... hundieron en la oscuridad del chisme aquel protegido por espesas Hubiera continuado soltando inconveniencias si no reparase cortinillas y vio asombrado como siguiendo a la descarnada mano en la amenazadora luz que se iba encendiendo en los ojos de Juan que sostenía replegada una de ellas aparecía una esquelética y Esteve. Y frenó Frenó, prudente, porque los músculos del labrador envejecida figura acurrucada en el interior envuelta en abrigados imponían respeto, y él —de menguada estatura y flacas fuerzas— cobertores. fuera en las manos del alcoyano algo parecido a un trapo. Y buscó —¡Vive Cristo, que más muerto que vivo está quien viniere! la manera de limpiar lo que había ensuciado con un lagotero: murmuró para su coleto el labrador. —¿Y quién sabe? A lo mejor el milagro se realiza y el «Tullil» —¿Hasle conocido, Juan Esteve? —preguntó el clérigo con vuelve a andar. Yo, no es que descrea... Milagros siempre hubo y... Y Juan Esteve se lo dejó con la palabra en la boca y subió la voz quebrada apenas la cabalgada les hubo dejado atrás. —En Dios y en mi ánimo, mosén, que no lo juraría, pero tengo de dos en dos los escalones que conducían al piso donde vivía Na muy adentro de mí que acabo de pensar en alguien ausente muchos Miralles. Desde afuera se percibían las recatadas voces de una años... docena de personas que iban pasando devotamente las cuentas del rosario. —La escolta es de indios peruanos. —Cierto Y a poco que su reverencia se esforzara pensaría Juan Prats, que así se llamaba el francés, miróle desde abajo como yo en cierto sujeto calavera, fanfarrón, camorrista y medio entrar en la vivienda de la Viuda con una maldición a flor de labio. loco, que desapareció un buen dia de la Villa, va para veinte años, ;Con las ganas que le tenia! Día grande había de ser para él aquel más o menos. Y si es quien yo me malicio, Dios le eche una mano en que pudiera satisfacer la malquerencia que —no sabemos la a quien yo me sé... Porque falta le hará para ayudar a bien morir causa —sentía hacia el fornido, generoso y bienquisto Juan Esteve... a esc esqueleto que está entrando en este punto bajo el arco de la puerta de San Marcos. Rafael Pérez y Pérez —¿De quién sospechas, hijo? —Dígoos que el hijo de mi padre no mienta a nadie porque CUATRETONDETA, I96S juicio temerario fuera el sospechar siquiera, asi, sin pruebas... (De la novela inédita de dicho autor titulada «LA DAMA DE Pero mi gusanillo interior, que es muy despierto, está rumiando ALZAMORA»). el nombre de uno de los caballeros más nobles y más ¡lustres de

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En esta prestigiosa revista, en su edición de 1967, me fue publicado un articulo con el titulo de «El Colegio de Latinidad del Convento de San Francisco de Alcoy». Este año ha venido a mis manos un documento conservado en la Sección de Consejos del Archivo Histórico Nacional, de la Serie «Gracia y Justina de Aragón», con la signatura legajo 18.380. núm. 1, que trata de una facultad concedida por la Cámara de Aragón del Consejo de Castilla, en 1727, al citado Convento, con motivo de un pleito que por aquellos años sostuvo con un vecino de Alcoy. para que este le vendiese o permutase un olivar que tenia junto al convento recién construido, con el fin de convertirlo en huerto de hortalizas para la manutención de sus religiosos. El caso fue el siguiente: F.l pleito ante la Real Audiencia valenciana había tenido comienzo el 12 de abril de 1125, por petición de don Kran cisco Carrasco, Sindico secular y apostólico de la provincia de San Francisco e igualmente del convento de esta denominación de Alcoy, en la que exponía que, habiéndose arruinado el citado monasterio en la Guerra de Sucesión pasada y ser preciso reconstruirlo, se habia mudado de solar en paraje más a propósito, tanto para los vecinos de la villa alcoyana. como para los religiosos. Esto supuesto, y necesitando los frailes tener un huerto «cerrado de pared», contiguo al monasterio, para cultivar las hortalizas necesarias a su sustento, la única solución consistía en lomar parte de un olivar poseído por don Tomás Jordá o Jordán, —(¡ue de las dos maneras se escribe el apellido en el expediente—, en la huerta de dicha villa, lindante con las tapias del citado convento, en el lugar intitulado de ¡as «eras nuevas», con el camino real de la villa a la ciudad de Alicante, y otros dos caminos o sendas, por las que de Alcoy se iba al solar del antiguo convento. La porción necesaria del olivar era de cuatrocientos cuarenta palmos, medida valenciana, y el justo precio de dicha tierra se satisfaría a elección de don Tomás Jordá, ya fuera en dinero o transfiriéndole parte del huerto que tenía el antiguo convento, cuanto bastare para quedar reintegrado el citado señor. Concurría la circunstancia favorahle de que la huerta del anterior monasterio estaba contigua a tierras propias de don Tomás. Este se había opuesto a ceder el olivar por ser propio de un mayorazgo, pero la sentencia del Real Tribunal valenciano de 24 de mayo de 1727 se inclinó a las pretensiones del convento. Comunicada la decisión a la parte contraria, no habiendo sido apelada, había pasado por consentida y con autoridad de cosa juzgada en auto de 26 de junio de 1727.

Antiguo huerto del Convento (Hoy Glorieta) Foto: F. Grau Rico

el huerto del Convento de San Francisco en 1727

Foto:

Estudio Vicens


De acuerdo con dicha sentencia, don Manuel Freile, en nombre de fray Lorenzo Bravo, Procurador genera] de la Orden Seráfica por el convento de recoletos de San Francisco de la villa de Alcoy, comparecía en Madrid ante la Cámara de Aragón del Consejo de Castilla solicitando facultad real, para que dicha disposición legal pudiese tener validez, como en la misma se ordenaba, por ser los bienes de don Tomás Jordá sujetos a litigio alectos a un mayorazgo. En 10 de septiembre de 1727, los señores de la Cámara decretaron que el Alcalde Mayor o Corregidor de Alcoy realzara las oportunas diligencias informativas para resolver el caso. En 19 de dicho mes se comunicaba a la citada autoridad que abriese el expediente oportuno. Ln H de octubre siguiente comparecía ante el Mariscal de Campo don Luis de Costa Quiroga, Gobernador, Corregidor y Justicia Mayor de Alcoy y su tierra, don Juan Ulan es, Subsindico del Convento de San Francisco y San Mauro de la Villa, presentándole la Real cédula de apertura de diligencias, que el Corregidor declaró estar presto a cumplir, con el ceremonial de costumbre, y citando a la parte contraria, como tal y como administradora y tutora de su hijo José Jordá, menor de edad, sucesor en el mayorazgo, y además a don Blas Pérez y a don Agustín Pascual, ciudadanos, y a Blas Paya, labrador, todos vecinos de Alcoy, a fin de realizar la información encomendada y, en caso de ser favorable a los frailes, poderse llegar a la venta del olivar por dinero o permuta del mismo en tierras equivalentes todas de regadío o huerta sin pie^.a alguna de secano. El demandado don Tomás Jordá no quiso firmar la respuesta al requerimiento realizado y pidió se le diese copia de la antedicha Real cédula. El Corregidor, de acuerdo con don Juan Bautista Sampere, su asesor, acordó no haber lugar a la extensión de la copia solicitada y ordenó se procediese a verificar las diligencias proveidas, por lo que, inmediatamente, en el mismo día, tomóse declaración a los testigos citados. Don Blas Pérez, ante el Corregidor y en presencia del escribano don Vicente Alejandre, declaró lo siguiente: Era voz y fama pública en la villa que la Real Audiencia había sentenciado a don Tomás Jordá a la cesión de la parte de su olivar, de que hemos hablado. Aseguraba que dicho terreno estaba vinculado y el mayorazgo habia sido instituido por don José Jordán, padre de don Tomás, pero que desconocía si el vínculo fue instituido con facultad real o solamente con la que el derecho foral permitía, aunque su creencia era que se fundó sin tal facultad, por haberse verificado en fecha en que regían los fueros, más tarde abolidos. Afirmaba que el terreno necesario a los frailes venía a ser poco más de un tercio del olivar en cuestión, que estimaba valdria en venta al contado unas seiscientas libras de moneda del reino, comprendiéndose en este justiprecio dos horas y media de agua correspondientes al terreno necesitado, de las seis horas que al total pertenecía, y que en renta cada año vendría a dar hasta treinta libras de la predicha moneda, con poca diferencia. Por otra parte las tierras del huerto del antiguo monasterio pretendidas ceder a favor del mayorazgo se componían de huerta y secano de un valor al contado de quinientas libras de la misma moneda, a saber: cuatrocientas treinta las de huerta y setenta las de secano, con una renta de veinticinco libras, entendiendo el testigo que no compensaban ni en venta ni en renta las segundas el valor de las primeras, pero que, en el caso de realizarse el intercambio, debería el convento reintegrar al poseedor del mayorazgo cien libras valencianas. Opinaba el testigo, igualmente, que seria más ventajoso para el mayorazgo la permuta que el pago en dinero, pues las tierras del huerto del anterior convento eran de buena calidad, y confinaban con otras del mismo mayorazgo. Finalmente, no aconsejaba la simple venta monetaria, por no ser fácil a don Tomás Jordán emplear pronta me pie el dinero, y mucho menos en tierras de igual calidad y colindantes con las otras propias. Dijo ser de edad de 65 años y lo firmó bajo cargo de conciencia y juramento prestado. El mismo día y año fueron interrogados don Agustín Pascual, ciudadano y vecino de Alcoy, de 60 años, y Blas Paya, labrador, de 55 años, quienes no añadieron nada nuevo a lo declarado por el primer testigo. Firmó don Agustín y no lo hizo Blas por no saber firmar. A 9 del citado mes de octubre el Corregidor, habiendo visto la información testifical antecedente y lo que de ella resultaba, considerando a los testigos que habían depuesto en la misma mayores de toda excepción, a cuyos dichos se había dado y daba entera fe y crédito en juicio como fuera de él, y que, además de esto, a su Señoría le constaba por diligencias realizadas privadamente ser verdad lo alegado por aquéllos, la daba por válida como informe pedido por Su Majestad, Ordenaba al propio tiempo se averiguase ante qué escribano se habia redactado el testamento de don José Jordán, para conocimiento de las condiciones en que fue instituido el mayorazgo enunciado y se sacase copia fiel, legal y autorizada, como se ejecutó y se conserva en el expediente, registrando los protocolos de don Vicente Verdú, escribano difunto. Fue hallado entre los del dia 20 de abril de 1703, pero no lo transcribimos por no venir al caso, sino solamente hacemos constar que, efectivamente, la vinculación de bienes habia sido establecida sin permiso o facultad del Rey, según los fueros en aquel año todavía vigentes, y que entre los bienes del mismo se citaba «lo olivar del cami de san Francés» en cuestión, valorado en mil trescientas libras. Con todo ello, el convento de San Francisco vio allanadas las dificultades y conseguidos sus propósitos, ya que los señores de la Cámara de Aragón decretaron en Madrid a 22 de octubre de 1727: «Concédese esta facultad depositando las zien libras de residuo con interuención de la Just". en persona lega, llana y abonada para imponerlas a fauor del maiorazgo y dando q ta , a la Cam a , de la imp m .». Madrid, 24 de noviembre de 1968 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ BARA Viccdírector del Archivo Histórico Nacional.

1 v 2.-Antiguo aspecto de la Plaza de Ramón y Caja I junto a la Iglesia de San Francisco. 3.-Glorieta de primo tíe Rivera, antiguo huerto del ConPanorámlca de la Glorieta, y nuevo templo de San Maura y San Francisco.

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DEL REAL PRIVILEGIO DE INSACULACIÓN DE LA VILLA DE ALCOY

Antigua Casa de la Villa.

Ha llegado el tradicional momento de destinar unas cuartillas a este nuestro Alcoy, tanto más sentido cuanto más distante de nosotros. Echo mano a mi archivo particular donde tantas fichas, apuntes y transcripciones pugnan por tomar forma de libro para no perecer en el anonimato de la labor estéril; busco, y muy pronto viene a mis manos un asunto interesante y casi inédito: el conjunto de transcripciones sobre una suplicación que Alcoy envió a la Real Audiencia de Valencia el día 31 de marzo de 1700 (1), así como las de todos los trámites que se siguieron hasta la Regia Provisión que se publicó el 21 de julio del mismo año. El asunto presenta interés, pues se trata de una modificación de varios «capitols» del antiguo Real Privilegio de Insaculación que gozaba la Villa de Alcoy. EL CUADERNO. El conjunto de documentos originales pertenecen al Archivo del Reino, la copia fiel de ellos pertenece al Archivo Municipal de Alcoy, del cual he tomado las transcripciones. Forman el cuaderno 47 hojas tamaño folio, en cuya cubierta se lee: Copia -Informasió de testimonis -1700 -De la Vilo, de Alcoy -Ab- Lo Regio fisch -Au' Lo Magh Donato Sanches del CastMar DDRC - S° - Matheu ferrer». EL PRIMER DOCUMENTO. Consiste en una suplicación que en nombre de Alcoy presenta el síndico Vicente Guill a la Real Audiencia de Valencia, dándole cuenta del acuerdo tomado por el Consejo de la Villa de Alcoy sobre la conveniencia de modificar once «capitols» del Real Privilegio de Insaculación, o sea de elegir los propios alcoyanos a los que debían regir anualmente la villa, mediante insaculación de nombres y su posterior extracción por suerte. Se solicitó de la Real Audiencia que recibiese una sumaria información de testimonios, para que, teniendo en cuenta los mismos, se sirviera confirmar y decretar dichos nuevos «capitols», considerando su conveniencia para el buen gobierno municipal. En este primer documento se hace constar que Alcoy gozaba de Real Privilegio de Insaculación por concesión otorgada por «el Señor emperador Carlos Quint y la Serenissima Reyna Doña Joatma sa mare de Gloriosa memoria, e (I)

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La suplicación de Guill, sin ningún otro documerjio. fue p ubi ¡cu da en «Ft ArL-hivo de Alcoy» T I, C'uaderno III, del mes de agosto de 1919.

per ses Magestats, el Señor Don Femando de Aragó Duch de Calabria llochtinent e Capitá General de la presen! Ciutai yRegnede Valencia ...anonsede Maig Milsinchcentsguáranla set» (2). SOBRE LA ANTIGÜEDAD DE ESTE PRIVILEGIO Esta primera parte de la instancia del procurador Vicente Guill viene a proporcionamos unos datos interesantísimos para el conocimiento de la vida política de nuestra villa. En efecto, de ella se deduce que Alcoy gozó, antes que la misma capital del Reino de Valencia, del gran privilegio de ser los mismos ciudadanos los que determinasen quienes de entre ellos eran aptos para el desempeño de cargos públicos, y colocados sus nombres en sacos o bolsas de cuero, según las dignidades u «ofisis» a desempeñar, eligiesen anualmente los cargos por medio de la extracción por suerte de manos de un niño inocente. Alcoy obtuvo este privilegio el día 11 de mayo de 1547; Valencia obtuvo este favor regio por privilegio firmado por Felipe II el di a 20 de octubre de 1633 en el monasterio de San Lorenzo y en cuyo primer capitulo se dice asi: «Que aunque es verdad que en la Ciudad de Valencia hasta el día de hoi (sic) se ha observado, i guardado otro modo, i forma en la elección, i mombramiento (sic) de personas para los oficios de aquella; pero de aquí adelante sea su Magesiad servido mandar que para las dichas elecciones se haga insaculación de personas ciertas, i que de aquellas, i no de onas se haia (sic) de hazer extracción para los oficios de Justicia, Jurados, Racional, Síndicos, i Almotacén, en sus devidax términos respectivamente» (3). LA DECLARACIÓN TESTIMONIAL. Habiéndose encargado de la causa el Magnifico Donato Sánchez del Castellar, pro Regente Consejero, pasó luego al Procurador Fiscal de Su Magestad, Manuel Barber notario. El dicho procurador fiscal ordenó que el día 3 de abril de 1700 fueran interrogados bajo juramento los testigos presentados por el procurador de Alcoy, Vicente Guill. Los testigos, que respondieron a las preguntas de los doce apartados preparados por el procurador real, fueron los siguientes: 1.°—Don Juan Merita Capdevila, «géneros», Doctor en Leyes, de 30 años de edad, vecino de Alcoy. 2." —Juan Doménech, notario, de 45 años de edad «poch mes o menys», domiciliado en Valencia. 3."—Mosén Cosme Ais y de Seáis, presbítero, de 31 años de edad y con domicilio en Valencia. 4.u —Don Joan Caldes, Doctor en Derecho, de 35 años poco más o menos, con residencia en Valencia, Por las preguntas hechas a estos testimoniantes y por los datos contenidos en la instancia de Guill se puede deducir en gran parte en qué consistía el Real Privilegio de Insaculación de Alcoy (4). Por el citado Privilegio se había concedido a nuestra villa, según dice la suplicación de Guill, «faculiai de teñir sachs destináis pera el ofisi de Justicia, de Jurat en cap, de Juráis segon y terser, y de Mustasaf, y Consellers, y ah Justicia y Juráis de dita vi la el permia de elegir les persones que .vcj aurien de insacular en los sachs sobredits respective aixi del temps de comensarse la insaculasió com de subrogarse altres despres perpetuamente. 12)

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D. Fernanda de Aragón. Duque de Calabria fue el icrccr esposo de Germana de Foix, viuda de Femando e] Caiijhci*- La corte del Duque de Calabria se distinguía por su fastuosidad y ca su ambiente corle.sano deslavaron literatos y músicos famosos. PRIVILF.GI CONCF.SS1Ó. Y MERCED DE LA LNSACULACIÓ que ha «mcetli] la Majtcstat del Rey nostrc Senyor a La Coronada e insijcne ciutal de Valencia perals oficis majors del go overn de aquella - en Valencia, per Juan Llorcns Cabrera, davant la Diputado any 1660. Este Real Privilegio aún no ha sido eneonlrado. pero la busca de la copia que se rtjandó ;i la Real Audiencia con ocasión de esta causa puede dárnoslo a uorntcer dentro de poco.


tuvo que designar por sí mismo las nuevas autoridades, según se desprende de la siguiente carta: 1. —Que en vez de renovarse irienalmente el contenido «Z>, Amonio Domingo de Mendoza Camaño y Sotomayor... de las bolsas o sacos, la insaculación fuera a perpepor cuanto los Justicia y Jurados de la Villa de Alcoy en carta tuidad, como se hacia en las ciudades y villas más del 6 del corriente mes nos han presentado quedar disoluta populosas. 2." —Que el «Batle, Justicia, Juráis y Consell» pudieran la extracción de Jurados del présenle año por no haberse hecho en el tiempo que previenen sus estatutos y remitiéndonos pasar los nombres de personas consideradas idóneas desde las bolsas de cargos inferiores a las de cargos testimonios de los que quedan hábiles en las bolsas nos han suplicado fuésemos servido elegir los que tuviésemos por más superiores. convenientes, y en vista de los que se hallan hábiles para e! 3." —Que se unieran las bolsas de (Justicia» y la,de «Jurat concursa y en atención a los méritos, experiencia y servicios en Cap» en una sola, y de ella se extraiga para cada uno de estos oficios en los días señalados a! efecto, de los infrascriptos, hemos tenido por bien elegir y nombrar 4.a —Que en dicha bolsa común solo se insaculen diez per- como en virtud de las presentes usando de la Autoridad Real de nuestros cargos elegimos y nombramos en Jurado en Cap sonas, por ser este número suficiente. 5.a —Que se entienda elegido «Jurat segón», no el primer a Joseph Jordá ciudadano, en Jurado segundo a Blas Valor extraído de dicha bolsa, sino el que tenga más «gra- de Juan y en Jurado tercero a Vicente Gisberi de Joachim. con todos los salarios, gajes, prerrogativas y preheminencias 'malles» o cargos desempeñados, y que el otro quede que a dicho oficio pertenecen, y de que han usado y gozado para el cargo de «Jurat terser». a sus antecesores. Y ordenamos y mandamos al Bayíe de dicha 6. —Que si se demostrase no ser un insaculado persona idónea, pudieran el «Batle, Justicia, Jurats y Con- villa y a las personas a quien tocare les admitan el juramento V den posesión según estilo, y durante el presente año les tengan sellers» no devolver su nombre al saco y poner otro respeten y obedezcan como Jurados de dicha villa. Dada en en su lugar. el Real de Valencia a 9 de junio de Mil y setezientos» (5). 7.a —Que no se pueda insacular para los oficios de «Justicia, LA PROVISIÓN DEL VIRREY. La situación anómala Jurats y Mustasaf» quien no sepa leer y escribir. creada en Alcoy por falta del fallo de la Real Audiencia a lo 8.a —Que sea asimismo a perpetuidad la insaculación para solicitado por la villa aceleró la publicación de la provisión los «militares». a de Su Excelencia, la cual tuvo lugar el día 21 de julio del año 9. —Que contra las declaraciones de impedimentos para repetidamente citado. los cargos de «Justicia Jurats y Consellers» solo se En ella se dice que vistos los documentos, suplicación, inpueda interponer recurso ante el tribunal de la Real terrogatorios y deposiciones de los testigos, asi como el Audiencia de Valencia. 10. a —Que no pueda insacularse y habilitarse para el oficio escrito del Procurador Fiscal Manuel Barber, y oído el Sacro Regio Consejo y su deliberación. Su Excelencia prode Justicia de Alcoy quien no posea, además de la dote de su cónyuge, 2.000 libras en bienes propios. veyó y declaró: 11."—Que todos y cada uno de los nuevos capítulos, para 1." —Que se acceda a lo suplicado respecto a las proposisu mayor validez y firmeza, sean decretados por Su ciones 3.a, 4.a, 5.a, 7.a, K. a y 11.a. Excelencia Don Antonio Domingo de Mendoza Ca2." —Que respecto a los capítulos !,° y 2." se observe lo determaño y Sotomayor, Marqués de Vjllagarcía, Capitán minado por la curia en la resolución número 213 del General de la Ciudad y Reino de Valencia y Real año 1645, a saber: que no puedan ser promovidos para Consejo. Justicia y Jurados primero sin haber sido anteriormente insaculados para Jurados segundos y terceros, Todos los testimonios, ai ser interrogados, coincidieron en la conveniencia de lo solicitado, alegando ser necesarios 3." —Que en cuanto a los capítulos 6." y 9.°, se observen los fueros y privilegios del Reino. para la paz entre los vecinos de Alcoy y el buen gobierno de 4,u —Que en el capítulo 10." se rebaje la cantidad a 1.000 la villa. Todos afirmaron, asimismo, que eran conformes al libras. espíritu del antiguo Real Privilegio. LA DETERMINACÍON DEL FISCAL. El Procurador La anterior Provisión fue publicada por e! escribano Fiscal de su Magestad, Manuel Barber, impugnó todas estas Vicente Pareja por mandato regio, estando presentes por reformas pedidas por los alcoyanos y en su escrito del día testigos Leonardo Pintor, doctor en ambos derechos, y Ci22 de mayo de 1700 decía: «per lo que resalía de! presen priano de Castro, notario, ambos vecinos de la Ciudad de procés, dichos y deposictóns deis testimonia produhiís y donáis Valencia. en aquel! se ha y den manar declarar no prosehir ha ver Iludí de justisia ni restar justificat la real decret suplica! per Visent Guill notari sindich y procurador de la Vila de Alcoy ab suEL FIN DEL RÉGIMEN FORAL DE ALCOY. Alcoy, plicado... y Capítol* contengáis en aquella que es dignen feís per lo millar govern, y ser de molla, y singular utilitat al que obtuvo su Real Privilegio de Insaculación nada menos que ochenta y seis años antes que la misma Ciudad de Vacomú de dita vj'/a». EL PLANTE DE LA VILLA DE ALCOY EN EL AÑO lencia, vio asi logradas la mayor parte de las reformas proi 700- Llegó el tiempo de proceder a la insaculación de há- puestas en los «capitols», pero las libertades ferales camibiles para los «ofisis» de la villa de Alcoy sin que se hubiera naban rápidamente hacia su fin. La desgraciada Guerra de Sucesión dio ocasión a la sufallado sobre la suplicación presentada a la Real Audiencia. Los alcoyanos, en vista de ello, se abstuvieron de insacular presión de todos los fueros y privilegios del Reino de Valencia, y posteriormente mandaron una carta al Virrey manifes- quedando de un solo tajo cortada toda la vieja historia foral tando la imposibilidad de verificar la extracción por no por el decreto dado por Felipe V el 29 de Junio del año 1 707 desde el Palacio del Buen Retiro. haberse hecho la previa insaculación. Ante tal manifestación, la primera autoridad del Reino (5t tuya i:opiu <lcbo ul fue insigne Croninla de Alcoy. D- José Moya. Las modificaciones que se pedían eran: a

Rogelio Sanchis Llorens Cronista de Alcoy

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aleluyas testeras Antonio Revert Cortés

Foto: José Crespo Colomet

Los años veinte Nadie es tan viejo, que no crea poder vivir otro año más —nos dice Cicerón, que tanto se preocupó del problema de la vejez—, Y aquí tenemos a esta pareja de jubilados, contemplando gozosos de son y pólvora, el aguerrido «Alarde», en primera fila, con más arrugas en el espíritu que en la cara: pero con la esperanza entera de volver a presenciar la Fiesta al año siguiente. De volver a vivir, por tres jornadas, años jubilosos de juventud y gallardía. De recordar cuando él hizo de cabo de escuadra, en los años veinte, y ella bailaba el charlestón, un tanto enamoriscada del que luego, más tarde, iba a ser su marido, fiel compañero en una larga vida de sacrificios y escasas fiestas. A poco que observemos, las canas florecen en sus cabezas —plata dura de la vida— y el negro tiñc sus trajes. La señora se tapa ei oído —un tanto duro de consejos desvaídos y argumentos contradictorios— ante el ardor bélico de los truenos y en su anular luce una alianza de años de fidelidad y guerrear familiar. El abuelo, gafas oscuras, camisa limpia de tergal, con chaqueta discreta, no quiere perderse detalle del avanzar cristiano, en la mañana abrileña, cuando en Alcoy se abren las rosas. Todo ello compone una estampa más, en el mosaico sideral de nuestros Moros y Cristianos. Alcoy vibra desde la cuna hasta el golpe de ataúd en tierra, al aire de un pasodoble jaranero, que lenta y pausadamente mueve nuestros corazones, calle de San Nicolás abajo, doblando las segundas calendas del mes de Abril, a caballo de San Jorge, santo y seña de estos tares.

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S i m b o Io g ía Símbolos: el globo y el fez. Parece como si la Fiesta, mágicamente, se haya sacado de la sotamanga de un prestidigitador estos dos símbolos Testeros. El globo, calidoscópico, semeja el color, la evagación, y la alegría de unos días, a bordo de la alfombra taumatúrgica de Aladino, en las mil y una noches alcoyanas. El fez —turbante de tono menor—, queda, en medio de la calzada, como oriflama y enseña de una fiesta del medioevo tradicional y encrustrada en el alma de nardo del árabe alcoyano; evocación fiel a las páginas más vitales de su historia.

Poemática del fuego

Y en el centro de las fiestas, el fuego; elemento básico —potencial de luz y sonido—, catarsis de los Moros y Cristianos. Surge aquí, como planta exótica, la maceta pirotécnica de la cohetería. Preludio y epílogo de toda fiesta mayor. La luz, geranio del fuego, adorna nuestras fiestas y abre —heraldo de la evasión y el ensueño— los primeros desfiles, en la gran parada medioeval de los Moros \ Cristianos, Y con luz cerramos —castillo de fuegos artificiales — la magna eclosión abrileña de nuestra histórica evocación social de todos los años. Alcoy, ardido de amor por sus tradiciones, se transforma en llama y ésta nos purifica anualmente, prendiendo, al mismo tiempo, de fe espiritual nuestro destino en común. Y así, Alcoy, durante la vigencia de tres días, escapa a la cotidiana realidad y vive la evidencia del tótem y el tabú en el corazón. Porque amar es consumirse en la llama, como dijo, muy bien, el poeta Rilke.

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la Iglesia de San Jorge OCTAVIO CANDELA CARBONELL Delegado local de Información y Turismo

Todos los lemas relacionados con nuestro Patrón San Jorge, origen de las fiestas abrileñas, son altamente sugestivos, pues la tradición y la historia se reencarnan todos los años en esos luminosos días primaverales en que todo un pueblo vibra de emoción y de alegría a] revivir un hecho histórico cuyos verdaderos actores fueron nuestros antepasados, y la protección milagrosa del mártir de Capadotia, por cuya intervención los alcoyanos, en prueba de gratitud, levantaron un templo para honrarle perpetuamente. Algo se ha escrito sobre sus orígenes y vicisitudes que atravesó en el correr de los siglos, ya que la primitiva iglesia parecer ser se construyó treinta o cuarenta años después del hecho de armas, pero existen muchas lagunas; los datos existentes no permiten establecer una verdadera biografía de la misma, y creo tema suficiente para un estudio detallado, una verdadera historia del templo más enraizado con nuestro pueblo, que desde aquel hecho glorioso de armas PROYECTO DE U FACHADA DE LA NUEVA IGLESIA DE SAN JORGE

entra en la historia de la patria, después de siglos de permanecer en el anonimato. Pero desgraciadamente estamos enclavados en este Levante español, progresista, poco inclinado a conservar lo tradicional; se han demolido monumentos que, por su historia, hubiera sido interesantísimo conservar, se han quemado archivos, han desaparecido documentos, y la grandeza histórica yace olvidada, por la incomprensión de los hombres. ¿Qué dariamos ahora por conservar intactos el Convento de los Agustinos, con sus imágenes, obras de arte, su biblioteca?... Sólo queda, altamente reformado y convertido en Plaza Mayor, el antiguo Claustro, pero lo demás, Ayuntamiento, Telefónica, Instituto de Previsión, casas particulares, barrieron un auténtico monumento, gloria de nuestro pueblo. ¿Y del Convento de los PP. Franciscanos, o el Callejón de las monjas, con aquel sabor del medievo, las antiguas murallas, las puertas de acceso, a nuestro pueblo?... No queda nada; la piqueta, unas veces consciente de! derribo, otras por odios y rencores, otras por revoluciones, ha ido borrando de nuestro pueblo lo bello, lo espiritual, la historia, y lo que hubiera sido motivo de «turismo», ya que hoy dia esta corriente se encauza hacia el sol de nuestras playas o a la contemplación y estudio de los monumentos cargados de historia y obras de arte. Pensemos por un momento qué sería de tantas capitales y pueblos españoles, como Segovia, Avila, Toledo, Burgos, Córdoba, Granada, etc... si hubiesen seguido nuestro ejemplo. Pero no, allí conservaron su espíritu, su alma, no con el afán de enseñarlo a generaciones futuras, aún no se conocía cí turismo, y no se pensaba explotarlo como negocio; eso lo dio el tiempo; pero sí como un templo, un homenaje a sus mayores, un recreo para sus ojos, una tranquilidad para sus almas. En Alcoy, es triste confesarlo, todo lo perdimos; sólo la antigua Casa de la Villa y él Casal de San Jorge, por el esfuerzo de un pequeño grupo de aícoyanos de corazón, pudieron sal-

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varsc y reconstruirse como un verdadero milagro. Volviendo a nuestra iglesia, leemos en el diario de su última reedificación que el derribo de su antecesora empezó el día primero de diciembre de 1913, y que se encontraron entre sus vetustas piedras pequeños objetos que también desaparecieron, pero que nos daban idea de enigmáticos hechos: una bomba de hierro procedente de bombardeos seguramente del que sufrió Alcoy en 1707, aquel florón central de una belleza impresionante, veinte cazoletas de formas caprichosas, que sin duda servían para iluminación, azulejos del siglo X V I I I , una piedra con una inscripción que no se tuvo la molestia de intentar descifrarla, una arqueta con un cadáver completo que, por su constitución, debía ser de persona entrada en años. ¿Qué personaje sería? Sin duda importante en nuestra historia para tener un enterramiento de tan alto honor. Restos de la primitiva ornamentación, de vivos colores y hermosos dibujos en tonos rojos. Cerámica hermosísima de procedencia árabe,,,, y todo lo perdimos, había que hacerlo todo nuevo: qué triste mentalidad. Si aún hubiésemos conservado estos detalles, si al templo —no censuro el estilo del actual—, se le hubiese dado un matiz más en consonancia con la época de los hechos históricos, si se hubiesen acoplado los interesantes y venerados vestigios de su grandeza pasada. Tal vez razones de seguridad nos hubieren convencido; pero no, tampoco se respetó y los proyectos fueron desechados, como el que reproducimos en el grabado, atribuido a don Fernando Cabrera Cantó, de gran sabor tradicional, que fue sustituido por el de don Timoteo Briet, modificado finaimentc por don Vicente Valls, que lo terminó de construir. Sírvanos este pequeño lamento, como un llamamiento para conservar lo poco que nos queda, y que nuestros hijos puedan algún día enorgullecerse de nosotros y a pesar de los progresos de la ciencia, de las conquistas técnicas, dediquen unos momentos al culto del espíritu, y, como inocentes niños, vean cabalgar sobre corcel blanco en el intenso azul de nuestro ciclo, la figura radiante del joven guerrero San Jorge, como un mensaje de amor y de paz.

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L'ETERNA AL LEGORIA f<f/f

Peí díamant d'abrií que a ¡'alegría mou i al contacte amb la rosa eterna i fugissera, sembla el món pie d'albígeres i tan nou que es desclou com l'espíuga del conté que la infancia delera. Repetit en la branca el f/orít calze acut —gelosia deis angels, nodriment d'encanteri—. L 'oronell ens remembra aquel! aire perdut que retorna a la sang amb rebrots de misteri. ¡Ai castell enciser on la blava ilusió sotmetia la febre a un ressó de campanes! Com un desíg daurat per mágica visto a l'alba s'encenia un somni de dianes. El pare, que no era fester de dolí actiu, ens despertava amb goig de crida matinera: —Qui molt dorm es babau que a ¡a fi ben poc viu. ¡Alceu-se, que la Festa, com sempre, vos espera! I era tot un delirí amerat de colors: els turbans, les xilabes, les ¡lances, les banderas, els escuís que amostraren els cristians lluitadors i el pas disciplinat per moltes prímaveres. Els ulls novells capíen, amb febriscent arihel, aquells genets intrépids, aquelles correnties, i el balanceig mirific de musulmana arrel bressolat pels timbáis i per les xirimies. Ftaims d'alegres cares semblaven els balcons. Les voreres bu/fien de sorpresa en sorpresa, i jo, que encara engrosse tes files deis mirons, llavors m'embadalia davant tanta bellesa. Aquella creu de sang en camp d'ermini august em deia d'una historia la flama i el pinacle, ¡ al cor sonorejava el clam que irisa el gust quan la puresa es copsa al raig d'un vell mirada. ¿Com un poblé ferreny renaixia al record, ben jvnyit en l'eíxam d'encamar- se en ¡'escena d'aquell tros del seu viure reptant setges de morí i guanyant el somrís sense escreixos de pena ? Donat el trerrtp heroic per sacra inspirado, avui comprenc, com fi// d'aquesta térra eixuta, que el seny de l'alcoia forja un poblé rodó, xopat de suor destra per afermar sa ruta. I a l'esclat abrileño que espiga el clam difús d'un alé que es fa Festa de passíó santjordiana, subratlla amb tro de joia el cor i /'arcabas harmonitzant el mite amb la fe que agermana. Un capvespre regira tot el bel.lie rampell i amaneix el cava// de la blanca puericia. El Donzell del prodigi es la flor del castell que guaita amb sa victoria de célica primicia. ¿Es la treva en la Hutía o es un símbol de pau? Preguntava l'infant trasbalsat de conteses, pero en mirar el ce/ tan nitid i tan blau intuía deis hómens les festives endreces. L'enyor deis primers anys guarda el sabor subtil i renova poncellas amb /oes de galanía, perqué Sant Jordi espíete al diamant d'abrií i porta en sa cuirassa /'eterna al.legoria. JOAN VALLS JORDÁ A-

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(Anotaciones para un ensayo de Psicología Fesíera)

Perfiles Psicológicos Fiesta de Considerar la Fiesta de Moros y Cristianos de Al coy como una simple manifestación folklórica, reducirla a la mera expresión de un festejo popular, de los muchos que salpican la geografía ibérica, es como quedarse en la antesala del fenómeno. Analizarlas con el frío objetivo del intelecto es renunciar, de antemano, a comprenderlas del todo. Pero las dificultades suben de punto si se intenta un análisis psicológico El insólito espectáculo de un pueblo, de por suyo realista y eminentemente práctico, que durante unos días parece como poseído de un estado casi hipnoidc de exaltación festera, no deja de impresionar vivamente al espectador imparcial. Podrá motivar en éste unos sentimientos (qu¡7¿ contradictorios), unas reacciones vivencialcs más o menos acusadas, pero lo que no podrá ocurrir nunca es que los fcsteros le dejen indiferente. Enfrentado por primera vez ante el espectáculo no podrá apoyarse en anteriores experiencias análogas, no podrá disponer de términos de comparación Experimentará una conmoción neotímica, rayana en la perplejidad. Y ello por la originalidad del festejo en sí, que no es sólo escenificación histórica, ni ballet multitudinario ni simple desfile de trajes festeros y carrozas, aun teniendo de todo ésto y más, sino también {y es lo más interesante para el psicólogo) porque la Fiesta constituye un material de estudio (anímico, gestual, sociológico) de enorme importancia psicológica. No se trata de un simple espectáculo, no se trata sólo del binomio: festero-espectador (actor-público), sino de una representación escénica multitudinaria, una especie de auto sacramental colectivo en la que el espectador es autoi a su vez, es protagonista. Por lo tanto no cabe una actitud puramente crítica: habrá siempre una vivencia cargada de emotividad, sea anímica o estética. De ahí la dificultad del psicólogo si intenta enjuiciar el fenómeno con esquemas de psicología clásica o si recurre a prejuicios de Escuela. Sumergido en el «climax» testero no tardará en ser victima a su vez de la experiencia que intenta analizar...

Dado que la Fiesta es algo más que un espectáculo, al ser la extcriorizacion pujante y colorista de un alma colectiva, se podría intentar su estudio por medio de la Psicología de las Multitudes, según las concepciones clásicas de Gustavo l.e Bon, tan rigurosamente criticadas por Sigmund Freud. Se admite como principio fundamental de esta teoría psicológica que la Individualidad, es decir, la estructura anímica y mental de cada individuo, aisladamente considerado, desaparece, queda como borrada para transformarse en una especie de alma colectiva; lo inconsciente social surge en primer término y lo heterogéneo se funde en lo homogéneo. El individuo, de este modo, adquiere nuevas cualidades, ciertas peculiaridades que se deben a tres causas: adquisición, a través de una conciencia de número, de un sentimiento de potencia invencible, con afloramiento de fuerzas instintivas habitualmente refrenadas en el subconsciente; en segundo lugar, el contagio mental que llega hasta un estado hipnótico de la conciencia, con subordinación del interés individual al interés colectivo; y en tercer lugar, la causa más importante, causa y efecto de la anterior: la sugestibilidad, que le lleva a un grado extremo de exaltación, de ahí que todo individuo sumergido en una multitud sea extraordinariamente influenciable y crédulo. Existe, en una palabra, un afloramiento de un inconsciente colectivo y ancestral que aglutina, codifica > modula el comportamiento de cada individuo, ¿Hasta qué punto esta Psicología de Masas puede explicar la fenomenología de ¡a Fiesta de Moros y Cristianos?... El festero, en efecto, en tanto que individuo formando parte de una masa (fila, colectividad festera) adquiere también nuevos sentimientos, una especie de nueva personalidad Pero no de potencia ciega e irreflenable propensa a la liberación instintiva (ejemplo de otras masas sociales, deportivas, etc.), no es sujeto de «una puesta a punto esténica», es decir, de fuerza, de dominio, de agresividad (a pesar del carácter de conmemoración guerrera, de la indumentaria, etcétera), sino portador de un sentimiento estético, expresión, hcdonista y narcisista, de un Yo idealista y romántico. Podria hablarse, en todo caso, de una sublimación de instintos agresivos por medio de la Fiesta: podría significarse lo que ésta tiene de «catarsis» hablando en términos psicoanaliticos. Se trata, en resumen, de una rnasa guiada por un principio

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estético, no esténico. Una masa constituida por individualidades animadas por el soplo intangible de la Belleza, no el viento arrollador de la. Fuerza, Por lo demás es evidente el mecanismo del contagio mental. Sin él serían incomprensibles muchos aspectos fesieros. Pero no en el sentido que el contagio mental significa, en la neurosis colectiva de otros pueblos (danzas, explosiones místicas, etc.). Contagio mental que explicaría, por ejemplo, esa exaltación anímica colectiva, esa emoción que se transmite al espectador y reviene de éste al festero, etc. O el insólito espectáculo de «les entráeles», preludio obligado de las fiestas y que tanto chocan al forastero. (Cuando el forastero lo presencia por vez primera, y recuperado de su estupor, no sabe como catalogarlo... ¿Mojiganga callejera?... ¿Simple actitud lúdica de Testeros impacientes?... ¿Parranda de alegres bebedores?... No es nada de eso. Es algo que no puede explicarse si no se ha nacido en Alcoy, De todas modos recuerden a esas bandas de chiquillos que imitan a los soldados en los desfiles militares. Pero tampoco... Lo cierto es que tienen todo el valor de un símbolo, a nuestro entender: romper con el tradicional sentido del ridículo, tan arraigado en el español. Y ya tiene mérito...) «Mutas mutandi» lo mismo puede decirse de la sugestibilidad, de la que el contagio mental es sólo un efecto. El contagio y la sugestión en nuestro caso no precisan de los estímulos (inductores) directamente presentes ni actuales en tiempo y lugar. Las notas de una marcha mora o de un pasodoble festero son capaces de producir por si solas un estado de sugestión colectiva con su acompañamiento anímico y gestual Esto, a fuerza de ser cierto, es un tópico... (Recuerdo que, en cierta ocasión, nos reunimos, un grupo de alcoyanos y el que esto escribe, en cierto local y con la plausible intención de fundar una Asociación Literaria. La reunión transcurría normalmente y se estaban ya redactando con toda seriedad los estatutos de la flamante agrupación, cuando a un gracioso se le ocurrió poner en marcha un tocadiscos con una marcha mora. Alli acabaron las deliberaciones y, codo con codo, se ensayó —la del Alba seria...— el hipnótico ritual festero...) Bajo este aspecto de sugestibilidad es evidente que el festero actúa alienado del tiempo y de la distancia. Se trata de una ruptura de toda concepción lógica entre su Yo y su Perimundo. En tanto que ejecutante, su imaginación escapa a todo control del Super-Ego, a toda represión de la capa noética de su personalidad. Se trata, en último caso, del niño que juega: es inútil preguntarle sobre la realidad de lo que vivencia en su juego. Vemos, pues, que la Psicología de Le Bon no explica satisfactoriamente los mecanismos psicológicos de la Fiesta. O, al menos, no del todo. Podría intentarse un esbozo, siquiera elemental, recurriendo a la teoría refiexógena de Pávlov: considerar si el testero no es objeto de una especie de reflejo condicionado que le permita adaptarse a esa experiencia colectiva que es su Fiesta. Y ciertamente que no puede evitarse el dar una explicación pavloniana al comportamiento gestual del festero. Es evidente que sobre él actúan (y si es festero de verdad, desde su más tierna infancia) una serie de estímulos o inducciones positivas que le sensibilizan, le acondicionan en grado sumo: la influencia de la tradición, esa especie de «memoria ancestral o arquetipica» de que nos habla Jung; el papel sensibilizador de la fila, lugar de reunión habitual durante todo el año; la influencia mágica de la música; el carácter gregario del alcoyano y las influencias sociales y familiares (inductores ecológicos, por asi decirlo). Estímulos sensoriales, anímicos, mnésicos, etc.. que a través de los diferentes analizadores sensoriales y sensitivos (vista, oído, centros su beorí ¡cales y talamicos, etc.), producen la llamada inducción refleja y los «estados de fase» de la terminología del sabio ruso. Naturalmente que no podemos caer en la simpleza de considerar que lo que ocurre en el alma humana sea idéntico a lo que se consigue con los animales de Laboratorio («los hombres no son perros», dijo alguien). Pero lo cierto es que podría hablarse de una especie de reflejo psíquico condicionado que se ha formado en la trama anímica del testero. Que al menos explicara cómo ese ciudadano (trabajador, intelectual, de cualquier categoría social), adquiere esa «fisionomía festera» tan peculiar, en evidente contraste con sus hábitos y carácter ei resto del año. Limitémonos a apuntar la posibilidad de que un estado de inhi-

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bición cortical (estado hipnoide) pueda producir un estado de excitación e incluso una respuesta paradójica en los centros subcorlicales, asiento de la emotividad (seguimos empleando los términos de la Escuela de Pávlov, tan en boga en la actualidad). Ello explicaría esa exaltación del ánimo, esa expresividad gestual tan peculiar, esa exterioración de un sentimiento mágico y animista de la Vida que se da en el marco incomparable de la Fiesta de Moros y Cristianos. Esto puede ser cierto también para el afortunado espectador. Sabido es que el cerebro humano, como lo demuestra el electroencefalograma, es particularmente" sensible a la estimulación por percusión rítmica y por luz brillante; que determinadas frecuencias rítmicas pueden producir alteración en los sistemas de conducción sensitiva y estados de tensión anímica. Sabernos que la percusión rítmica acompaña a las ceremonias de muchas religiones y danzas primitivas en todo el mundo hasta llegar al trance místico. Los estados de hipersugcstibilidad por los tambores en el culto Vudú, en Haití, sobre danzantes y espectadores son harto conocidos. Se llegan a a lean/a r estados de trance por estímulos sensoriales (tambores, timbales, etc.) que se explican por un estado de fuerte inhibición de la corteza cerebral, seguida de las llamadas fases «paradójica» y «ultraparadójica» de la actividad nerviosa. Este es et mecanismo habitual de las danzas guerreras y ceremonias religiosas de muchos pueblos primitivos. Naturalmente que este no es el caso de aquí, pero es evidente que, en escala menor, el espectador (no digamos el individuo de la fila y no precisamente por la tan cacareada acción euforizante del alcohol, otro tópico rnás) es sometido a un estímulo sensorial, rítmico y sincopado (¡timbales!) que juntamente con la estimulación visual (¡vaivén acompasado de la fila y músicos, etc.!), y la orgia de colores de las indumentarias, etc., es victima de un estado de sugestión, casi hipnoide. Está, sencillamente, sumergido de lleno en el «climax» alucinante de la Fiesta. Algo parecido, aunque en grado menor, a lo que describe Maya Deren en «Los Jinetes Divinos» acerca de sus experiencias de los efectos psicofisicos del batido de tambores y de los movimientos de los danzantes, en Haití... Otros aspectos psicológicos podrían ser enfocados a través de una Psicología analítica, freudiana. Pero sería sacar las cosas de quicio. (No la toquéis más, asi es la rosa...) De todos modos existen algunos mecanismos psicológicos que se repiten con frecuencia en el festero y que enumeramos, de pasada: carácter extrovertido, sintónico y sensual; Yo narcisista (bizarría del porte, colorido de su indumentaria, aspecto desafiante, etc.); cierto mecanismo de Introyección, por el cual el fcstcro se identifica subconscientemente con el héroe de pasadas gestas; el carácter de «catarsis» o liberación, ya mencionado (ejemplo del sobrio y laborioso ciudadano que durante los tres días se la corre en grande, a despecho de esposa e hijos); otro mecanismo de «realización imaginaria del deseo» que encuentra su cabida y expresión en las fiestas (festero de escasos medios económicos que representa el papel de gran señor, «tirando la casa por la ventana»); el papel de «evasión» psíquica, muy importante, que juega el local de la fila durante todo el año (descanso tras la agotadora jornada, estar al abrigo de recriminaciones o riñas conyugales, etc.), y tantos otros. Nos consta lo limitado de este intento de ensayo para una Psicología Dinámica de la Fiesta, Y es que creernos que todavía (¡en esta época de los viajes intcrplanetarios y de la bomba de hidrógeno!) existen manifestaciones del alma humana que afortunadamente resisten al frió escalpelo de la Ciencia. Que ese mundo maravilloso de creencias, tradiciones, ilusiones y esperanzas es de lo poco que verdaderamente le va quedando al ser humano, como auténticamente íntimo y personal- A! menos hasta que se inventen cerebros electrónicos que sean capaces de deshumanizar para siempre el Arte y la Belleza. Confiemos en que esto no ocurra nunca con nuestra entrañable Fiesta... Porque ese día, Alcoy, ya no sería Alcoy... Manuel Rodríguez Martínez Médico


Sociología testera

La Fiesta: dinámica y sociabilidad MARYLUZ SCHLOETER DE JORDÁ LUÍ, [daciones sociak-s existen, cuando las personas se conducen en forma determinada por el reconocimiento recíproco que tienen las unas de las otras. Cuando una relación social o un conjunto de ellas es moldeado por una serie de derechos y deberes compartidos por los participantes, y cu Itu raimen te definidos, tal relación es considerada un sistema social. El centro de ese sistema reside en la relación recíproca significativa: en el acuerdo sobre el rol o papel que a cada participante corresponde. Un individuo «juega» o desempeña varios roles sociales, cada uno dentro de diierentes sistemas sociales que son parte estructural de la gran sociedad a la que pertenece como miembro. Cada rol, impone al individuo tanto derechos como deberes. Es asi como en la vida diaria se es actor en situaciones muy diversas que bien pueden armonizar u originar tensiones para el individuo que enfrenta simultáneamente demandas contradictorias. Tomando como punto de partida las relaciones sociales y esbozando un análisis estructural, se ha hablado en anteriores ocasiones de los grupos sociales y de las instituciones. Se ha querido señalar cómo dentro de la Fiexta de Moros y Cristianos estos conceptos sociológicos, son realidades y se ha analizado en cada caso su porqué. Pero un análisis estructura! es por principio rígido, carece de vitalidad. Se plantea entonces la interrogante de su dinámica, de su proceso, de su devenir. Ni la aceptación individual de «statuscs y roles» cu Itu raimen te definidos, ni la noción de grupo con sus fines, valores y medios, ni el cómo de su ser institucional, ni la tradición, ni el porqué de las motivaciones individuales proporcionan una imagen viva, completa. Sabemos que entre los varios sistemas sociales e institucionales tienen efecto los procesos sociales. Si la interacción presupone el contacto entre seres humanos, los procesos sociales se refieren a la forma que toman esos contactos. Son formas de interacción que ocurren una y otra vez, tienen lugar dentro de un determinado medio socio-cultural y por tanto, son influenciadas por él. Los procesos sociales se realizan no sólo en la sociedad, sino también dentro de sus mismos segmentos (grupos o instituciones), y no de manera aislada o sucesiva, sino simultáneamente. Los más comúnmente descritos y considerados universales son los de competición, conflicto, acomoda-

fulo. Alvaro G. Pclüyo

ción, asimilación y cooperación. Su universalidad radica en el que son comunes a diversas sociedades y culturas, pero es cada una de acuerdo con sus normas y valores la que dicta el cómo se efectúan, y cuál de ellos es el prevalente. Son un elemento dinámico en el equilibrio moviente de la sociedad. Existen, además de los procesos sociales, otras formas de relaciones sociales no estructurales, englobadas en el término general de conducta colectiva y en el cual se incluyen el público, la multitud, la masa y los movimientos sociales. Habiendo catalogado la Fiesta como una institución —como un modo de pensar, sentir y actuar que el individuo encuentra preestablecido, y cuya transmisión social se efectúa por vía de la educación— conviene hacer notar, que eso no significa que sea tan sólo una abstracción ni mucho menos algo inerte, estático. La persistencia es un fenómeno de voluntad, del contenido de la voluntad a través de muchas que se suceden. Instituir, es lanzar una idea al mundo social para que vaya recibiendo constantes adhesiones infinitamente renovadas; no sólo por parte de los miembros estrictos de la institución o grupo, sino de los terceros que con él se relacionan. Simultáneamente a la repetición uniforme de relaciones concretas, existe el Huir, el devenir que depende de la ingerencia en una situación singular de factores nuevos. La fuente de cambio, de la continua adaptación doble, es por una parte la variación individual y por otra la presión social que se ejerce objetiva y subjetivamente cuando se enjuicia un aspecto determinado. Entra aquí enjuego la doble acción, tanto de los procesos sociales ya citados, como de la tradición. Es igualmente significativo el rol social que desempeñan los espectadores, el público, cuyo juicio es en último término decisivo en la aceptación o rechazo de las innovaciones. La tradición es tanto la institución como la creencia


en su valor, ei público valora y estima en más, lo que a él afecta e interesa. Si bien, tanto los statuses—jerarquías o posiciones— como los roles —forma de desempeñarlos— se encuentran preestablecidos, la conducta de los individuos que en ellos actúan no es rígidamente conformista. Es falso dar por hecho que los modos de vivir aten totalmente al individuo; son las innumerables variaciones individuales las que pueden dar paso a una nueva forma de hacer. Para el análisis funcional, la estructura social es activa: no sólo motiva al individuo de acuerdo con sus patterns establecidos, sino que es capaz de producir nuevas motivaciones que no pueden ser atribuidas tan sólo a la diversidad de deseos y expresiones individuales. Si por una parte la estructura frena o inhibe ciertas disposiciones, por otro lado, crea y estimula otras. La estructura social es activa puesto que en cada momento operan en ella varios factores y en los diversos momentos de su evolución el factor predominante no es siempre el mismo. No toda desviación ante lo tradicional es una desviación negativa, puede ser de hecho una desviación positiva, creadora, una respuesta ante los requisitos institucionales. Dentro de una misma sociedad o cultura, se encuentran diferentes segmentos que no respaldan uniformemente todos los tipos de conducta, ni definen exactamente los requisitos de cada situación. Dentro de una sociedad determinada operan simultáneamente diversos sistemas normativos con validez social. Unos proceden de las convicciones ético-religiosas, otros, de criterios morales más o menos secularizados, otros son de raíz estético-cultural y otros de origen exclusivamente social. El orden efectivo y d orden normativo no son más que dos facetas de la misma realidad, pero no son idénticos pese a su intima conexión. La participación social en la herencia común, es la condición básica del individuo en su medio, pero se participa en función de la localización personal en determinado punto; no se tiene acceso individual-

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mente al proceso social total. La discrepancia entre los segmentos componentes de la sociedad, es un factor dinámico, un factor instrumental en la renovación. La fluctuación de diferencias innatas, es más o menos la misma en todas las sociedades; ninguna sociedad ha ignorado los efectos que sobre la participación social tienen éstas diferencias, si bien la significación social que les ha sido atribuida varía en el tiempo y en el espacio. Las diferencias biológicas que afectan la conducta decisivamente, son reconocidas en todas partes y son sistemáticamente incorporadas a la estructura social constituyendo la base para la diferenciación social. Las diferencias que distinguen unos individuos de otros no sólo son innatas, sino adquiridas; este tipo de diferenciación es también sistemáticamente evaluado y organizado en cualquier sociedad en relación con sus actividades. La pregunta acerca de cuáles son las diferencias más comúnmente tomadas como base de evaluación, es una de las que más atención ha recibido en los estudios sociológicos de la sociedad contemporánea. Del estudio comparado de muchos sistemas sociales, han sido abstraídos los siguientes criterios: a) participación (por nacimiento o matrimonio) en una unidad de parentesco, b) cualidades personales, c) logros individuales, d) bienes o pertenencias, e) autoridad y f) poder. La estratificación es una propiedad funcionalmente necesaria a todo sistema social, pero éstos criterios clasifícate ríos carecen de significado por si mismos, puesto que no valen ni se viven en abstracto. La diferencia a que dan lugar, no es una diferencia especulativa, sino que se establece en la existencia real que es donde se encuentra el fenómeno constante de la distancia social. Es social, precisamente porque es recíprocamente vivida, efectivamente orientada en la vida cotidiana de unos y otros, surgida de una situación impersonal y categórica común a muchos. Los individuos se aproximan o distancian entre sí, de


Simbolismo festero en el pane! metálico del Hotel Reconquista de Alcoy, obra de José Gonzalbo Vives.

acuerdo con ciertas valoraciones y comparaciones que ellos mismos efectúan. Al margen de toda la problemática de la jerarquizaaón de la sociedad, la existencia en ella de grupos horizontales fraccionados en subgrupos superpuestos, es un hecho tan evidente como el de la movilidad social. Esta jerarquización de la sociedad es la que establece y condiciona el segmento social dentro del cual —al margen de la sociabilidad pura en cuyo plano se valora y juzga al individuo no por sus dotes, posición o situación objetiva, sino por su capacidad subjetiva, plena de interrelación con los demás— se desarrolla individualmente la sociabilidad, y condiciona asimismo, la distribución de prestigio, honores y poderes sociales de carácter general. Si bien, en el plano de la sociabilidad pura el trato con los demás es un fin en sí mismo, la vinculación social tiende a ser por imperativo de la realidad, bifuncional; es decir, es tanto un fin instrumental como un fin en sí mismo. Son las situaciones concretas, las que de acuerdo con su contenido definen, separan o destacan, uno de otro fin. La jerarqui/aeión, punto de partida de la distancia social, está presente en la vida cotidiana, limita las relaciones interindividuales, las matiza y condiciona. Siendo la Fiexta, de Moros y Cristianos en su origen y en su esencia una conmemoración religiosa —y sin que lo desmienta el hecho de que muchos otros valores estén asociados a ella— no resulta extraño que emane de ella un valor altruista, cristiano y que sea un evento propicio al acercamiento, tanto individua!, como social. La Fiesta representa c\ triunfo de la sociabilidad: el uso convencional de las formas de cortesía y cordialidad, ejerce la función no sólo de provocar la acción externa, la conducta aparente, sino también la acción de provocar la acción interna correspondiente, o sea, la motivación. La extroversión, la cordialidad, la generosidad, resultan ser la proyección de un estado interior en el que se han diluido las estimaciones sociales cotidianas resumidas en un

título único: festero, en el cual se pierde el lapsus generacional al mismo tiempo. No parece sin embargo, que sea éste un fenómeno privativo de los tres días anuales de conmemoración oficial, sino un fenómeno sutilmente constante pero reducido a un solo ámbito social, el de la fila. Dentro del esquema total de jerarqui/aeión atribuible a la ciudad —como núcleo europeo occidental, contemporáneo, nacional, regional, urbano, industrial, etc. la fila representa aparentemente un corte vertical de la población masculina que refleja la heterogeneidad de la población total. Si bien, otras fiestas regionales, conmemoraciones o actos folklóricos brindan precisamente la ocasión en la que se acentúan las diferencias y se señalan con precisión los diferentes segmentos, la Fiesta de Moros y cristianos carece de protagonistas; los canales establecidos de participación son abiertos y no exclusivos, en este sentido tiene multitud de «actores», pero la distribución del honor social de la participación, es equitativa. Cuando ya se actúa, cuando ya se «es» el ritual establecido prevalece e impone sus condiciones, sus normas, sus turnos, en suma, su organización. Desde dentro se somete el individuo a todas las influencias, presiones y condiciones propias de la vida en grupo, pero con miras a un estímulo, a un fin y a un objetivo común. Estos canales de participación no exclusivos, son el vehículo de la gran participación colectiva; la ciudad no presencia la Fiesta, sino que la vive y es que cada quien lo hace a través de «su» Testero. Se establece un nuevo rapport, una euforia del «nosotros», cuyo residuo de satisfacción hace posible el regreso a la reserva, al anonimato, a la distancia, como paréntesis natural a la próxima participación.

BIBLIOGRAFÍARoben K.. Merlon, «Social Theory and Social Structure», Freí: Press, Gtencof, U.S.A. Merril & Eldredge, «Culture and Society». Premie? Hall, V.S.A. Wilson & Kolb, «Sociológica! Analysis», Harcourt, Brace&Co.. U.S.A. A. Pcrpiña Rodríguez, «Sociología General», Consejo Superior de Invextigacifínes Científicas, Madrid, Armand CuvilLier, «Manual de Sociología», Colect-ión Cultura Universal Librería El Ateneo-Buenos Aires, George C. Homans, «The Human Group», fiarcourt, Bracf&Co., U.S.A.

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La exposición bibliográfica en la biblioteca nacional sobre la fiesta Toma* García F¡güeras. Cík-bro mucho que osla-; IÍDÍLIS. que con lamo gusto escribo— sobre la Fíenla de Moros \' Crixíianax sigan muy de cerra a la exposición bibliográfica que cíe ellas ha montado brillan témeme la BiNiom-u .\urionattte \!m¡y¡d. V ID celebro. porque ello me permite disculparme ante tantas entidades parí i cu la res de las que solicité reiteradamente dalos sobre estas fiestas, con el propósito de que pudiera ser algún dia una realidad feliz esa Exposición. También, para agradecer muy vivamente las amables colaboraciones que de todos ellos recibí; colaboraciones que hoy se reflejan tan gratamente en el conjunto de esos fondos bibliográficos expuestos. Respecto a la Exposición, y con ocasión de ella, el director de la Biblioteca Nacional, don Guillermo Guastavmu, hi/o una referencia precisa sobre su significado, a la que acompíiñnliLi una relación do pobkieione> de las que exhibían documentos, realidad insospechada por el área geográfica tan extensa de sus emplazamientos. Como se sabe, la Safa de A/rica de la Biblioteca Nacional, inaugurada el 23 Je ni.» iembre de 1966, está constituida por el legado de mi Biblioteca Africana, por los fondos africanos de la Nacional y por el ingreso constante —a través del Servicio de Depósito legal— de las publicaciones españolas, mayores y menores, sobre África. Y ello completado con la adquisición directa de importantes obras extranjeras sobre África y de las frecuentes donaciones de particulares o de entidades oficiales. No se puede hablar de África —en su bibliografía— sin ampliar las /onas de conocimiento a otros aspectos que le están ligados: el Mediterráneo, el estrecho de Gibraltar, el mundo euroasiático, el Islam, el mundo árabe, la España musulmana... A este último aspecto pertenece la importante colección bibliográfica sobre Moros v cristianos. F,l Ministerio de Educación y Ciencia, la Dirección General de Archivos y Bibliotecas, la Dirección de la Biblioteca Nacional, y el interés y competencia de la bibliotecaria de la Sala de África, señorita Concepción Brágimo, permiten poner las más fundadas esperan/as en el mañana de esta sala Mucho material hay de bastantes poblaciones de España pero, sin embargo, creemos que existen aún datos dispersos

de estas fiestas, si no de fiestas celebradas al modo tradicional y brillante del Levante español, al menos de referencias de otras que se celebraron o de manifestaciones diversas que son testimonio de recuerdo y gratitud de los pueblos en las gestas heroicas del cristianismo español sobre el invasor. Hay también, de las que actualmente se celebran, lagunas bibliográficas que tal vez pudieran salvarse y ello sin olvidar la proyección de estas fiestas en la América y en la Oceania hispánica, de las que nos ha dejado tan precisas y curiosas referencias el gran hispanista Robcrt Ricard. Contemplando en esa Exposición el conjunto de materiales reunidos, se aprecia cuánto es —en muchos aspectos— el interés del propósito. En primer término, poner al servicio de los estudiosos, referencias y fondos del mayor interés, después divulgar ampliamente el conocimiento de unas fiestas tan tradicionales y tan bellas y, finalmente, permitir que, en su día, pueda abordarse el estudio amplio y con bases documentales tan sólidas de la tiesta de Morón y cristianos en España. Y aún hay más y tan importante como lo que queda dicho L el establecer un nexo entre nuestro primer Centro de la Cultura española y las organizaciones de las distintas fiestas, que permite el intercambio de documentación, el conocimiento de nuevos materiales, el continuar sin interrupción e! estudio del proceso histórico de las fiestas. Si ello se continúa con el celo e interés que -justo es elogiarlo cálidamente han puesto de relieve, de un lado la Biblioteca Nacional, y de otro las ciudades y las asociaciones que se ocupan de la organi/ación y constante elevación de estas fiestas —cada dia superadas en belleza y en interés— es fácil prever que este hecho de la Exposición bibliogrática de la Biblioteca Nacional, signifique una fecha importante en el futuro de la fiesta de Moros \ cristiano!! en España. Alcoy, que con tanto fundamento —antigüedad, señorío, esplendor, entusiasmo es la ciudad señera de las que celebran las fiestas, su Asociación de San Jorge, de tanto abolengo y tan bien ganado prestigio, tendrá, sin duda, una importancia fundamental y decisiva para que el proyecto que tanto nos ilusiona a todos- sea cumplido y superado.


«su.»

Foto: Alvaro G. Fclayn

Una denominación desafortunada

FIESTA DE ¿ÁRABES? Y CRISTIANOS

Sorprende ver que se llame «Fiestas de árabes y cristianos» en el «Calendario turístico de España 1968» a la Fiesta de Moros y Cristianos. El Calendario es un volumen de 400 páginas editado oficialmente por la Subsecretaría de Turismo como ejemplar gratuito propagandístico que dice ser y es «como un compendio de la gran riqueza folklórica que posee nuestro país» y en donde se reseña por poblaciones y según los días del calendario, amplia información sobre festejos y acontecimientos de toda la geografía festiva española. Y digo que sorprende porque para los propios protagonistas de la Fiesta de Moros y Cristianos y para las poblaciones que la celebran según el esquema levantino que se desarrolla en el área que abarca gran parte de la provincia de Alicante y zonas limítrofes, es la primera noticia que se tiene sobre este rebautizo de la Fiesta. Mejor dicho la segunda, porque la de Petrel es llamada Fiesta Hispano-Arabe desde 1967, en que se le concedió el título de interés turístico. El Calendario, consecuente y obedeciendo seguramente a una idea predeterminada y a una orientación preconcebida denominada «Fiestas de árabes y cristianos» —quizás, sea más acertado usar el término Fiesta en singular, para caracterizar ia unidad representativa de sus diversos actos—, a las de todas las poblaciones que reseña como celebrando «moros y cristianos», que son treinta y tantas, aunque por excepción llama a la de Petrel «Fiestas Hispano Árabes». Pero se olvida sin embargo de hacer modificaciones en el índice de materias donde todas se relacionan aún bajo el epígrafe común de Fiestas de moros y cristianos. La idea se 1e debió ocurrir a la redacción del Calendario—o a quien fuere, pues desconozco la paterni-

Da Dios í'¡ perdón imploro, mas como buen alcoyano, iodo el año soy cristiano, pero an las fiestas soy moro. Gonzalo Cantó.

dad— en el transcurso del año 1967, porque la edición del calendario 1967 aún conserva para todas las poblaciones la denominación «moros y cristianos», excepto para Petrel a las que ya denominaba «Hispano Árabes». Sin embargo la Dirección Generai de Promoción de Turismo en resolución de fecha 17 de mayo de 1968 (B. O. del 4 de junio), al conceder a la Fiesta de Bocairente el título de «interés turístico» la llama «Fiestas de Moros y Cristianos», pero el folleto recién editado por la misma dirección como propaganda turística de Alicante la vuelve a llamar de «árabes y cristianos» aumentando la confusión. Razones muy poderosas habrá tenido Petrel para rebautizar su fiesta con el nombre de «Hispano Árabe» después de siglos de llamarla de «Moros y Cristianos», pero extremo de tanta monta ni siquiera ha merecido una exposición o un comentario en su revista oficial, y poco seguros deben estar los amigos de Petrel de esa denominación cuando sólo la usan en )a portada y algún artículo, olvidándola incluso en el programa oficial de actos que está repleto de los términos «moro y cristiano». También debe tener sus razones la redacción del Calendario para rebautizar por las buenas y de motu proprioa todas las demás Fiestas, pero que sepamos no se han dado a conocer, ni se lo ha comunicado a sus organizaciones protagonistas. Lo que más extraña es que no se les llama a todas «Hispano Árabes» suponiendo que la inspiración saliera de la misma fuente originaria, siendo así que todas las levantinas tienen el mismo esquema y contenido, y que lo de «Hispano Árabe» apareció escrito con anterioridad a lo de «árabe y cristiano». Puede que se haya estimado con posterioridad mejor tér-

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Endebles son por otro lado las razones de tipo turístico o político, suponiendo que se pudieran esgrimir argumentos de que en la palabra «moro» hay un sentido despectivo o peyorativo que pudiera molestar a alguien. Nada más lejos de la realidad, hay un sentido de contraposición que en manera alguna significa vejamen, y lo mismo ocurre en la representación de la Fiesta, donde el bando moro es, al menos, uno entre iguales.

Folo. Alvar u G. PcUyú

mino, más suave y menos radical el de «árabes y cristianos», cambiando simplemente «moro» por «árabe», y dejando intacto el otro término de la contraposición dualística, que lo de «hispano» no logra evidentemente mejorar, de la misma manera que lo de «árabe» tampoco consigue sintetizar. Y si esto al parecer es así, la cuestión debe estribar en que desagrada el término «moro» por alguna razón turística o política y cuya sustitución sólo puede inducir a la confusión que produce toda nueva etiqueta para un producto viejo—como la denominación de la Fiesta— que ha traspasado las fronteras e incluso arraigado en América. Efectivamente el término «moro», que en sentido extenso y popular equivale a mahometano, como contrapuesto a «cristiano» lleva siglos en nuestra patria —muchos siglos— de tener un contenido preciso y diferenciado que no necesita diccionario para su explicación, y es mucho más amplio que el de «árabe». Desde los albores de la literatura el término es de uso corriente para nuestros ingenios. El tema de la contraposición era tan popular que dio origen a romances y novelas, y al género dramático de la comedia de moros y cristianos tan en boga en los siglos XVII y XVIII, antecedente indudable de las «embajadas» de la Fiesta. Nuestras clases cultas y aristocráticas usaron esa contraposición como objeto de un juego caballeresco que perduró calando en el consenso popular que usa los conceptos «moro y cristiano» con toda naturalidad e igualdad y sin ningún sentido preyorativo. Cuantos tratadistas se han ocupado de esta manifestación folklórica han usado siempre los términos Fiesta de Moros y Cristianos, como R. Ricart, A. Salva, Nieves de Hoyos, J. Amades, T. García Figueras, M." Soledad Carrasco, G. Guastarino, etc... por no indicar más que algunos.

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«El término de moros y cristianos—dice M.a Soledad Carrasco Urgoiti en «Aspectos folklóricos y literarios de la Fiesta de Moros y Cristianos en España», Diciembre 1963—se entiende en sentido amplísimo, sin trabas de límite cronológico y de acuerdo con un sentir ingenuo... Generalmente no se observa intención de caracterizar en forma peyorativa a los infieles,.. La representación siempre va encaminada a glorificar al bando cristiano, lo cual la mayoría de las veces no implica intención de rebajar al musulmán. Tampoco es frecuente que se dé un sentido moral al antagonismo de los contendientes. Por el contrario, el esquema predominante es el que pone frente a frente a dos bandos equiparables que se diferencian únicamente por la fe que profesan, viniendo a ser la victoria última de los cristianos consecuencia y confirmación de la autenticidad de su creencia». Estos textos no necesitan ningún comentario. Sólo añadiré un hecho de sobra sabido por cuantos conocen la realidad festera y su sentido caballeresco. Las filáes —grupos Testeros de actuantes que no comparsas mercenarias—de más antigüedad, solera, tradición y arraigo popular, son precisamente las moras, a las que se sienten muy honrados de pertenecer no sólo los estamentos humildes de la población sino los más poderosos hasta el extremo de que en algunas poblaciones se ha tenido que poner coto a su número para no desbordar uno de los bandos contendientes. Se piensa en moro, cuyo bando llega incluso a ser «más» que uno entre iguales. Recordemos aquellos versos de Gonzalo Cantó, «Soy Moro», publicados en 1924 en «Alcoy Festivo». Y sí en alguna población queda algún acto —en muy pocas por cierto— que pudiera parecer despectivo, quítese en buena hora, pero déjese tranquilo el nombre. Lo contrario es lo que no tiene sentido, con sólo cambiar el nombre no se cambia lo malo que puede haber en su contenido. Y si no hay razones lexicográficas, históricas, culturales ni folklóricas que aconsejen ese cambio es dudoso, contraproducente y se presta a confusión llamar árabe a lo que siempre se ha llamado moro. ¿No va a ser respetado lo folklórico ? Si no se da alguna razón poderosa que cale popularmente y madure la cuestión, los pueblos festeros y sus actores continuarán llamando Moros y Cristianos a la Fiesta, cualquiera que sea la denominación oficial que se le dé, y con manifiesta contradicción entre la nomenclatura oficial y la realidad viva que siempre perdurará, Víllajoyosa, por ejemplo, en su última revista, a pesar de que dice «copiar» la reseña que hace el Calendario Turístico 1968 sobre su Fiesta, vuelve a poner «moro» donde el Calendario dice «árabe». José Luis Mansanet Ribes


Acaronant sornnis d'amor

A/coi necessita una ordenaQi'ó turística JORDI VALOR Y SERRA Ja sé que no es gran cosa alió de que Atcoi pot disposar. O peí menys alió que creicm els alcoians, un poc massa timids i introvertits. Pero jo he estat a molts llocs i no sois ensenyen alió que teñen, sino els somnis i faritasies que un mur mig enderrocat o un simple ventanal gótic o románic poden desvetllar al caliu d'unes tradicions raes 0 menys fantástiques. El turisme que arriba a Alcoi pot anar-se'n tan satisfet com el que va a qualsevol altre poblé de la nostra térra. Ací no tenira catedrals com a Castella pero tenim altres coses que poden ser tan estimades com aquelles, sobre tot per ser filies de institucions de un poblé de forta vitalitat com el nostre. Un itinerari que partint de la Placa d'Espanya baixás peí carrer Major —¡ai, qué pena la desaparició deis noms tradicionals!— a la Placeta del Carbó, amb el seu vell casal municipal avui Musseu de Prehistoria, i després, carrer Sant Miquel avant, visita al Casal de Sant Jordi 1 a la església de la Verge deis Desemparats, Aquí posariem una lápida referiní que aquesta fou la primera parroquia alcoiana quant no en hi havia altra. Després, per Santa Bárbara, eixida a la torre de Fraga que curariem de restaurar degudament, amb una altra lápida explicativa d'alló que fou el famós baluart on pernocta el Rei En Jaume. La panorámica desd'allí sobre el riu Barxell es estupenda, amb el pont de San Jordi per teló de fons. El turiste curios podría baixar per Buidaoli al fons del riu, pujant després peí carrer de Sant Roe i per Tare de Riquer al carrer de l;i Puríssima, d'on es fácil eixir a la església de Sant Jordi. També en Ea seua tacana podriera posar una altra lápida de marbre concebuda en aquestos ó pareguts termes: «En aquest mateix lloc estigué el Portel! de Sant Marc, eixida de la vila antiga, on tingué lloc l'atac de les hosts mussulmanes rebels sota el capdillatge de l'Al-Azrac, Ací va morir l'ardit cap ¡ el dard que'l mata fou la espuma de la victoria cristiana que aclama a Sant Jordi com a fautor del miracle de que uns pocs sitiáis i anguniats alcoians derrotaren i posaren en fúgida a tres milers de assaltants rebels, entre peons i cavaílers, el dia de gloria de 23 d'abril de 1276.» Acó, de la part antiga i diferenciada, del Alcoi historie. Després venen les visites a la part moderna, que encara que es igual a totes tes altres ciutats espanyoles, té quelcom que es indiscutiblement superior a moltes altres. Un trajéete de circunvalado amb els autobusos urbans posa ais ulls deis visitants els mangíñcs i ben diferenciats carrers de Sant Nicolau, Sant Lloren?, Generalíssim, Alzamora, José Antonio, arribant a les noves i exultants barriades de Sant Maur, Joan XXIII i Sant Eloi. Després de la cosa urbana queda la part exterior, importantísima en una ciutat tan muntayenca com la nostra.

ARCO DE RIQUER

Pintura de Rafael Ferrándi?

Ja veiem alió que Granada ha fet de la seua Serra Nevada i Barcelona deis seus Tibidabo, Montjuich i deis mes lluyans Montseny i Montserrat. Dones quelcom paregut están demanant-nos la nostra Font Roja, amb el seu carrascal, el Preventori Infantil de Mariola, 1a terrassa del qual es el millor punt de vista sobre ta ciutat de tota la nostra trencada orografía. Ai, ¡eixa carretera que li trenca la son al nostre Mossen Ciril! ¡Qué visió ciutadana tan mera vellosa la que desde ella s'albira ja a vol d'avió sobre el Alcoi nou de les hortes de fa mig segle! I altres llocs de la nostra rodalia es podrien posar a TabaSt del visitant, entre ells el trencat penyascal del Barranc del Sinc i el enlairat puig arqueológic de la Serreta. Ciar que acó obligaría al nostre Ajuntament a no mirar amb indiferencia els cfams deis lletraferits alcoians demanant en la premsa estatúes de «Peresejo» per ais jardins alcoians. La creació de un Musseu de Pintura que per a ser auténtic valor de la térra tenia que ser de pintors alcoians, recollint les mes possibtes de les obres disperses i en perill de perdua o eixida de la ciudat, de Gisbert, de Casanova, de Sala, de Laporta, de Cabrera, en fi, deis nostres clasics del XIX. I a mes d'aquestos, deis actuáis que ara bullen en un afá incontrastable de gosadies abstractes i fortes noveláis figuratives. I ademes d'acó, les nostres imcomparables festes de Sant Jordi, celebrad es, com sempre, a l'enlorn de la data triomfal del 23 d'abril. Per a que el estranger que les vullga veure tinga la seguritat de no errar en la data de la seua visita. I dir al món sancer: ¡Aixó es Alcoi, eavallers! Terra de treball, afecte al terrer i amor ais valors de Tesperit. I oberta a tots els homes det món.

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II

r/T

T T|

i


UION DE CULTOS Y TRADICIONAL FIESTA DE MOROS Y CRISTIANOS EN HONOR A SAN JORGE, PATRÓN DE ALCOY, ORGANIZADOS POR SU ANTIGUA ASOCIACIÓN BAJO LOS AUSPICIOS DEL EXCELENTÍSIMO AYUNTAMIENTO.

Foto: Alvaro G. Petayo

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Foto: Adrián Espí Valtíés

SÁBADO DÍA 12 AL DOMINGO 20 DOMINGO DE PASCUA A l o s 10-LA GLORIA En el día de Pascua de Resurrección, PREGÓN de la magnificencia de la Fiesta, Como rico muestrario y precedido de los Heraldos de la Ciudad, desfilará un fester de cada fila al son de ritmos a (coya nos. Al finalizar el desfile, sobre las 13 horas, TRACA en la Plaza de España. Al anochecer, cía entraeta del berenar»,

A las 20.-Solemne NOVENARIO en Santa María con los siguientes cultos: rosario, meditación, letanías a San Jorge, gozos por la Capilla Nueva del Iris, bendición con S. D. M-, reserva, Santa Misa a las 20,30, e Himno a San Jorge. Los días 18, 19 y 20, sermón por un elocuente orador sagrado. DOMINGO DÍA 20 Alas 11 -GLORIA INFANTIL, desde el Partidor a la Avda. Generalísimo, Al finalizar, TRACA en la Plaza de España.

V I E R N E S DÍA 11 A las 8,15.-EJERCICIO EN HONOR A SAN JORGE, en su iglesia titular, seguido de Santa Misa. Este ejercicio continuará todas las mañanas hasta el día 20. A las 20 - PROCESIÓN DEL TRASLADO de la imagen de San Jorge desde su templo a la Parroquia de Santa María.

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LUNES DÍA 21 A las 19,30,-FIESTA DEL PASODOBLE. A las 20,30.—TRACA en la Plaza de España y a conh'nuación NIT DE L'OLLA: Cena típica alcoyana de cfesters y músics», en sus respectivas filáes, con desfile posterior hacia la plaza de España.


hoto: Verdugo

TRILOGÍA FESTERA 22, 23 y 24 abril

Con la Fiesta de Moros y Cristianos conmemora anualmente Alcoy una gesta de la Reconquista y la especial protección de San Jorge en 1276.

MARTES DÍA 22 DÍA DE LAS ENTRADAS A las 5,15.—Misa rezada para festers en Santa María.

brillante y alegre de las filáes de ambos bandos al son de pasodobles dianeros. A las 10,45,

ENTRADA DE CRISTIANOS Magnífico desfile de los campeones de la Cruz, estampa de romancero de la época de Jaime I, simbolizando la concentración de fuerzas cristianas en defensa de la entonces Villa de Alcoy. A l a s 16,

A las 6,

PRIMERA

ENTRADA DIANA

Tras el toque de alba y rezo del Avemaria por el Sargento Cristiano será izada la enseña de la Cruz en (a torre del simbólico Castillo, y seguidamente se iniciará el desfile matutino.

DE MOROS

Exótico despliegue de las huestes de fa Media Luna, soñadora fantasía de suntuosidad oriental, digna de la fastuosidad del Califato evocando las formaciones morunas del caudillo AI-Acraq que asediaron la Villa,


MIÉRCOLES DÍA 23 DÍA DE SAN JORGE A las 8,30.—MISA DE COMUNIÓN, con plática, para los asociados, en el tempío del Santo Patrón. A las 9,

SEGUNDA DIANA Tiene caracteres similares a la deí día anterior, pero es un acto especialmente para la niñez. Alas 11,

TRASLADO PROCESIONAL DE LA RELIQUIA DE SAN JORGE desde su tempio a la iglesia de Santa María, que concentrará a los Personajes Festeros, representaciones, Asociación de San Jorge y Reverendo Clero, presididos por las Autoridades. A continuación solemne MISA MAYOR CANTADA, con homilía. La Capília Nueva del Iris interpretará la 2.° Misa Pontifical de Pe-

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rosi, y el «Walí, Walí» del maestro José Espí Ulrich, con el Himno a San Jorge del maestro E. Juan Merín. A las 13.—Finalizada la misa, MASCLETÁ en la Plaza de Espona. A las 18,30,

PROCESIÓN

GENERAL

Devolución de la Reliquia e Imagen del Santo a su templo desde Santa María, con el siguiente orden; Heraldos de ¡a Ciudad, fieles con cera, representaciones, filáes can armas, representaciones gremiales con insignias, Asamblea de la Asociación de San Jorge, Rvdos. Cleros y Autoridades. A las 2K—Finalizando la procesión, ante el templo de San Jorge, APOTEOSICO RECIBIMIENTO con bengalas y fuegos de artificio, dándose a besar a continuación la Reliquia del Santo. A las 23.-RETRETA FESTERA. Finalizada la Retreta, CASTILLO DE FUEGOS ARTIFICIALES, gentileza de Butano, S. A.


FIESTA.-AccésitSet 3.a XVII Concur» Fotográfico

JUEVES DÍA 24 DÍA DEL A L A R D O A las 8, GUERRILLAS.—Despliegue aislado de filáes en escaramuzas de arcabucería por diversas calles de la Ciudad.

A las 10, ESTAFETA Y EMBAJADA DEL MORO Después de cesar el fuego en guerrillas, toman posesión de la simbólica fortaleza, el Capitán y Alférez Cristianos con sus filáes, y seguidamente tiene lugar la ESTAFETA, acto en que un jinete moro en veloz carrera, lleva respuesta a un mensaje de intimación al baluarte. A continuación, concedido parlamento, EMBAJADA DEL MORO, pretendiendo rendir la fortaleza. Terminada la embajada, ALARDO O BATALLA DE ARCABUCERÍA que acaba con lo victoria, asalto y toma del Castillo por el bando moro.

A la 16'30, ESTAFETA Y EMBAJADA DEL CRISTIANO

Actos análogos a los de la mañana, en que el cristiano pretende recuperar sus lares, seguida de otra BATALLA, que termina con la victoria cristiana y la reconquista de la fortaleza, sobre cuya torre señorea de nuevo el emblema de la Cruz. Terminada la lucha, sobre las 20 horas, los Capitanes y Alféreces de ambos bandos y sus filáes, con la Asamblea General de la Asociación, acompañando a la Imagen Infante de San Jorge, se dirigirán al templo del Santo, para orar en acción de gracias. A las 21.-APARICIÓN DE SAN JORGE sobre las almenas del Castillo, entre volteo de campanas, acordes del Himno Nacional, nubes de color y reflejos de luz.

Con este breve y emotivo acto, Alcoy recuerda su gratitud a San. Jorge y cierra la

TRILOGÍA FESTERA A las 24. — Castillo de Fuegos Artificiales.

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A C T O S

E FI CO S

Domingo de pascua, 6 de abril Gloria en ej Hospital a las 10, por diversas Filaes CORDÓN Reparto de la "mona" a los niños de la Casa de Reposo "Mariola La Asunción . MONTAÑESES: Merienda a los niños del orfelinato de San Jorge. Martes, 22 LABRADORES: Comida a los niños de la Casa de Beneficencia. JUDÍOS: Reparto de comidas a los enfermos de la barriada. ALCODIANOS: Asistencia a los miembros de la Hermandad Católica de Enfermos de Aicoy y otras poblaciones y posibilitarles presenciar la Fiesta. Miércoles, 23 LLANA: Desayuno a los niños del Ave-Marfa. MAGENTA: Desayuno a los niños necesitados del Patronato y Escuelas del Tossal. NAVARROS: Desayuno a los ancianos del Asilo y comida a los presos del depósito local. CIDES: Comida a los niños de la Casa de Beneficencia. ABENCERRAJES: Obsequio a los necesitados de Caramanchel, DOMINGO MIQUES: Comida a los niños del Hogar Ntra. Sra, del Milagro. VASCOS: Comida y reparto de juguetes a los niños del Hogar de Nazaret. VERDES: Obsequio a los niños de la Casa de Reposo "Manola La Asunción"-CHANO: Obsequio a los ancianos del Asilo, GUZMANES: Obsequio a los enfermos del Hospital, MOZÁRABES: Obsequio a los niños de la Guarden'a infantil Niño Jesús del Milagro. MONTAÑESES: Acompañamiento del Santísimo Viático y ayuda a los enfermos de la feligresía de Ntra. Sra. de los Desamparados. CIRCULO CATÓLICO DE OBREROS: Chocolate merienda a las 7,30 a los asilados de Alcoy. Jueves, 24 ANDALUCES: Desayuno a los niños de la Casa de Beneficencia. VASCOS: Desayuno y obsequio a los ancianos del Asilo. ASTURIANOS: Comida a los niños de la Casa de Reposo "Manola La Asunción". TOMASINAS: Comida on los locales de la Fila a los acogidos en varios centros benéficos. Viernes, 25 BERBERISCOS: Desayuno 3 los niños del Patronato de San Vicente.

foto: VicenteMirallesClimsiil

A C T O S

I V E R S OS

Domingo 13 de abril Moto Club Alcoy. A las 11 de la mañana Premio San Jorge de Motorismo. Miércoles 30 A las 20 horas en el Templo de San Jorge Misa de Réquiem por los asociados difuntos. Viernes 30 de mayo, al martes 3 de junio Tiradas oficiales de la Sociedad de Tiro de Pichón de Alcoy en el Campo del Pilar. Varias copas de plata y 800.000 pesetas en premios fijos. * * * Las Entidades arti'sticas, culturales y deportivas organizan diversos actos propios que serán anu nciados en programas de mano. * *# NOTAS.—A los niños y niñas que nazcan el día 23 de abril y sean bautizados con el nombre del Santo Patrón la Asociación les obsequiará con una libreta de ahorros del Monte de Piedad y Caja de Ahorras de Aleoy y primera imposición de 500 pesetas. El Sorteo de medallas entre los asociados se celebrará públicamente el dfa 13 de abril, a las 11,30 horas de la mañana en el Casal de Sant Jordí. El Casal de Sant Jordi y su Museo de la Fiesta podrá ser visitado libremente todo el año por las tardes desde las 7,30 y los festivos también por la mañana. La Asociación de San Jorge ruega a todos los amantes de nuestras tradiciones se inscriban como asociados, para contribuir a la realización de sus fines.

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