SALIR ADELANTE NOS ENRIQUESE COMO PERSONAS

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El costumbrismo se extiende a todas las artes, pudiéndose hablar de cuadros, historietas o novelas costumbristas; siendo el folclore a menudo una forma de costumbrismo. Sin embargo posee una consideración transversal a lo largo de la historia del arte, por lo que se presenta en cualquier momento de ésta, pese a lo cual se tiende a hablar sobre todo de costumbrismo cuando se habla de autores a partir del siglo XIX, cuando la burguesía, tras el estallido romántico o incluso dentro de él, siente la melancolía de sus perdidos orígenes campesinos y ve que con la Revolución Industrial y el éxodo del campo a la ciudad ciertas costumbres y valores tradicionales empiezan a perderse o transformarse, pero también para diferenciarse y ditinguirse claramente de ellas.

El costumbrismo, a diferencia del Realismo, con el que se halla estrechamente relacionado, no realiza un análisis de esos usos y costumbres que relata y por tanto se queda en un mero retrato o reflejo sin opinión de dichas costumbres, motivo por el que a menudo se habla de cuadros costumbristas o de género para referirse a cualquiera de estas manifestaciones, no sólo a las pictóricas. Por otra parte, el género literario del libro de viajes se muestra, cuando no aparece analizado y crítico, sino meramente impresionista, la misma desviación superficial o defecto que cabe denominar Pintoresquismo.

El mayor interés del costumbrismo era retratar la sociedad decimonónica colombiana en sus costumbres. Los costumbristas se ocuparon de señalar los rasgos generales de un pueblo a través de los personajes de sus relatos. En muchos casos, se asumió una postura crítica frente a la sociedad, pues constituye el retrato de los males de una sociedad por culpa del gamonalismo y las guerras civiles. El costumbrismo no se puede separar completamente del romanticismo, ya que encontramos novelas con tramas románticas con toques naturalistas.

Algunos de los autores más importantes del periodo son:

José Eugenio Díaz Castro (Soacha, 1803 - Bogotá, 1865). Célebre por su novela Manuela, considerada en su época la novela nacional y una de las iniciadoras del género costumbrista en Colombia. Jorge Isaac (Santiago de Cali, 1837 - Ibagué, 1895). Su padre era un judío inglés procedente de Jamaica, que se instaló primero en el Chocó y después en Cali, donde se casó con la hija de un oficial de la Marina española. El padre fue propietario de la hacienda "El Paraíso", el escenario de la obra más importante del escritor, su novela María. Eustaquio Palacios (Rol danillo, 1830 - 1898). Su obra más importante es El alférez real de corte histórico-romántico. Luis Segundo de Silvestre (Bogotá, 1838 - 1887). Su novela Tránsito relata el encuentro de un joven de la capital, Andrés, y una campesina de la provincia, Tránsito.


Rafael Pombo (Bogotá, 1833 - 1912). Uno de los poetas románticos más importantes del continente, Pombo escribió fábulas célebres como El renacuajo paseador y La pobre viejecita. Otras obras representativas de este movimiento son La marquesa de Yo lombo de Tomás Carrasquilla, además de la extensa obra Reminiscencias de Santafé y Bogotá de José María

Felipe Pardo y Aliaga: Frutos de la Educación (1830).

- Manuel Ascencio Segura: Catita (1845).

- Narciso Arístegui: El padre Harán. Escenas de la vida en el Cusco (1848).

- Ramón Rojas y Cañas: Museo de limeña das (1853).

- Flora Tristán: Peregrinaciones de una paria.

- Manuel Atanasio Fuentes: Aletazos del Murciélago (1868)

Exponer un trabajo específico, mediante el uso del lenguaje. Utilizando a su vez, recursos distintos al del habla, como el lenguaje no verbal. En las situaciones académicas puede constituir un medio a través del cual se evalúan los conocimientos que poseemos sobre un tema y la claridad y precisión con que son presentados. 1.Discurso Literario

Los discursos y oratorias literarios son ficciones que refieren a mundos verbalmente posibles y fundamentados en sí mismos. Estos discursos son intransitivos puesto que se encierran en sí mismos o, lo que es lo mismo, no refieren ni a los objetos ni a los eventos del mundo real. En


este sentido, los discursos literarios son inútiles. Es decir, la literatura no sirve para construir tractores, no desarrolla teorías científicas ni tecnológicas ni proporciona herramientas para llevar mejor la contabilidad de una empresa. Sin embargo, la literatura es también una mercancía para la que hay un mercado.

Los discursos académicos son transitivos pues hablan de diversos aspectos de una realidad circundante a la que examinan minuciosamente. A diferencia de los discursos literarios su esquema discursivo es rígido y conservador pues su finalidad es mostrar interpretaciones alternativas del mundo construidas de acuerdo a las normas de procedimientos aceptadas en los medios académicos del mundo.

El discurso académico define un objeto, elabora un método para examinarlo, construye una teoría que explica el funcionamiento del objeto y comprueba la validez de la teoría. sea que el académico decida emprender la publicación de una teoría completa deberá convencer al lector académico de la validez de la posición adoptada. Este aspecto retórico del discurso académico es esencial pues de lo contrario el discurso no sería comprendido por la comunidad académica y no seria aceptado.

La estructura global de un discurso académico suele tener tres secuencias principales : introducción, desarrollo y conclusiones. En la primera secuencia se suele mencionar la metodología usada, las fuentes y la tesis. Luego, en el desarrollo se procede al análisis de las derivaciones lógicas de la tesis y a la validación de dicha teoría. Finalmente, la última secuencia evalúa la veracidad o falsedad de la hipótesis, enuncia los corolarios de rigor e indica los problemas que han quedado pendientes.

Por oratoria se entiende,[1] en primer lugar, el arte de hablar con elocuencia. En segundo lugar, es también un género literario formado por el discurso, la disertación, el sermón, el panegírico, etc.

En este segundo sentido, más amplio, se aplica en todos los procesos comunicativos hablados, tales como conferencias, charlas, exposiciones o narraciones. En todos los procesos orales se aplica la oratoria y su finalidad, por lo general, es persuadir. Esta finalidad de lograr la persuasión del destinatario es la que diferencia la oratoria de otros procesos comunicativos orales EXPOSICION ORAL: : Exponer un trabajo específico, mediante el uso del lenguaje. Utilizando a su vez, recursos distintos al del habla, como el lenguaje no verbal.En las situaciones académicas puede


constituir un medio a través del cual se evalúan los conocimientos que poseemos sobre un tema y la claridad y precisión con que son presentados

Objetivos: La historia enseña que los oradores tuvieron un objetivo; persuadir al oratorio. (…)Aristóteles y Cicerón indicaron que la oratoria, tiene tres medios muy poderosos; enseñar, deleitar y conmover (…).[1] En este tipo de trabajos académicos, como lo es la Exposición oral, hay que determinar una idea, desarrollarla y hablarla, mediante argumentos lógicos y persuasivos. “Quién habla debe saber a que clase de personas se dirige”

Tipos y clasificación: Técnicas de participación oral individual a) charla b) conferencia c) discurso

El objeto indirecto o complemento indirecto es un constituyente sintáctico regido por un verbo transitivo, generalmente no obligatorio, cuya interpretación semántica o referente designado es un receptor, benefactor o meta de la acción verbal expresada por el verbo. De forma simple se puede decir que corresponde al beneficiario o perjudicado por la acción del sujeto (caracterización semántica), y suele ser más a menudo persona que cosa.

Contenido [ocultar] 1 Complemento indirecto en español 1.1 Forma general 1.2 Formas alternativas


Forma generalEn español el complemento indirecto se introduce mediante la preposición a (o para) cuando el objeto indirecto es un nombre. Cuando el objeto indirecto es pronombre clítico (me, te, se (lo), le...) no lleva preposición. El complemento indirecto también puede consistir en una forma pronominal tónica de dativo (u oblicua) precedida de preposición (a mí, a ti, a él...).

Juan dio el libro a Pedro. Juan le dio el libro / Juan se lo dio. Formas alternativa El complemento indirecto puede aparecer dos veces para especificar más información:

Le di un regalo. Le di un regalo a Paquita, la hija de mi sobrina

En español, el complemento directo es necesario para los verbos transitivos. Generalmente no lleva preposición para objetos inanimados, pero cuando se refiere a personas o seres animados se construye generalmente con la preposición «a»:

Pedro come berzas. Esperamos a tu hermano. Mimamos a nuestro gato. El complemento directo en español siempre se puede sustituir por lo, la, los, las:

He visto la película. La he visto. Es posible la duplicación pronominal del complemento directo, especialmente común en el español rioplatense:

La vi a mi amiga.[1]


En casos de duplicación el pronombre debe concordar en género y número con el complemento directo duplicado:

El objeto indirecto El objeto indirecto (OI) es el complemento verbal que designa al destinatario de la acción nombrada por el verbo: Entregan un equipo completo de tenis al ganador del torneo.

El objeto indirecto puede complementar a verbos que llevan objeto directo o a verbos que no admiten objeto directo.

Objeto indirecto

Forma

El objeto indirecto es un sintagma preposicional introducido por la preposición a o un pronombre átono (me, te, le, nos, os, les, se): Mándale un mensaje a tu amigo. Te he conseguido una entrada. Se lo he dicho.

Muchas veces, el objeto indirecto introducido por a aparecer reforzado por un pronombre átono: Dale la mano a tu hermano para cruzar.

Pro nominalización

Cuando nombra a un objeto o a una persona distinta del hablante y del oyente, se puede sustituir por los pronombres le o les: La orquesta dedicó una canción a la novia. ->; La orquesta le dedicó una canción.

Transformación a pasiva


Al poner en voz pasiva el verbo que esta en voz activa, el objeto indirecto no varía: A Cela le concedieron el Nobel en 1989. -> A Cela le fue concedido el Nobel en 1989.

El objeto directo El objeto directo (OD) es el complemento verbal que nombra al ser o al objeto sobre el que recae directamente la acción del verbo: Necesito un chándal nuevo.

Las características que permiten reconocer el objeto directo son:

Forma. El objeto directo es un sintagma nominal, un sintagma preposicional introducido por la preposición a o un pronombre personal átono (me, te, lo, la, nos, os, los, las, se).

He preparado un postre riquísimo. La policía detuvo a los delincuentes. No lo tengo.

Pronominalización. Cuando el objeto directo designa un objeto o a una persona distinta del hablante o del oyente se puede sustituir por los pronombres lo, la, los o las: He oído un ruido. -> Lo he oído.

Transformación a pasiva. Al poner en voz pasiva el verbo que está en voz activa, el objeto directo pasa a ser sujeto de la oración: El alcalde inauguró la nueva línea de metro. -> La nueva línea de metro fue inaugurada por el alcalde.

Concordancia. Aunque el verbo cambie de número, el objeto directo permanece invariable: Susana me ha regalado un libro. -> Susana y David me han regalado un libro

El complemento directo indica qué o quién recibe directamente la acción del verbo. Se puede reemplazar por los pronombres: lo, la, los, las.


Ejemplo: Dame LA MANO - Dámela

El complemento indirecto indica qué o quién recibe daño o provecho de la acción verbal. Se puede reemplazar por los pronombres: le, les, se. Ejemplo: Preguntó A SU HERMANO - LE preguntó.

El complemento circunstancial indica las circunstancias de la acción: tiempo, modo, lugar, instrumento, compañía, cantidad, etc. Ejemplo: Mi amigo está AHÍ. Ayer fui AL CINE.


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