Revista final de cine

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Mágala Romero Torres 20 años Universidad de Monterrey Hobbies: bailar y conocer personas nuevas Película favorita: A La Mala, del director Pedro Pablo Ibarra

Ana Paula Alanis Adame 20 años Universidad de Monterrey Hobbies: escuchar música y salir con amigas Película favorita: Gone Girl, del director David Fintcher

Tamara Morfin Rodriguez 20 años Universidad de Monterrey Hobbies: jugar futbol y ver peliculas Película favorita: Argo, del director Ben Affleck


Alexa Toledo Lellevier 20 años Univerisdad de Monterrey Hobbies: ver futbol y platicar con la gente Película favortia: Tres Metros Sobre El Cielo, del Director Fernando Gonzàlez Molina

Desde la Butaca, es una revista electrónica que busca mostrar al cine desde una perspectiva única. Con innovaciones como las secciones de “Curiosidades de Películas” y “On the making: Detrás de Cámaras”, Desde la Butaca quiere promover información desconocida y curiosa para los cinéfilos que nos lean, ya que creemos que el director es el alma de las cintas y decidimos dedicarle un apartado de la revista. Con las críticas y análisis expuestos, proponemos dar una visión distinta de las películas en cuestión, aportando nuestra opinión a la comunidad del cine, más allá de los 90 minutos en la butaca.

La muerta más viva de todos los tiempos

Irónico pensar que todo, incluso el título, se centre en un personaje ausente. De uno de los más grandes de todos los tiempos, Alfred Hitchcock, Rebeca (1940), a diferencia de otras películas del antes mencionado,


te mantiene con el suspenso a punta de piel todo el film, sentimiento que va muy bien acompañado por la actuación de Joan Fontaine. Iniciando con el típico romance entre el rico y la pobre, el dichoso y la desdichada, atrapa la atención de la audiencia (aunque no necesita ser atrapada, desde el primer segundo se muestra como un film diferente, con un travelling a Manderley y una dulce voz relatando en flashback lo que está por suceder), para después centrarnos en una historia de amor que cambiará abruptamente en el desarrollo de la trama, con el misterio como protagonista. La nueva Mrs. De Winter (Joan Fontaine), es una mujer dulce pero sin mucha personalidad, que vive en el intento de ser lo que los demás esperan de ella, atrapada en la desesperación de querer superar lo que todos suponen como insuperable: la difunta Rebeca. Todo, con el anhelo de que su esposo Maxim (Laurence Olivier), le sea recíproco en el amor que ella siente por él, pero con una de las peores antagonistas jamás vistas y mejor representadas, su ama de llaves Mrs. Danvers (Judith Anderson). Con una fotografía impecable de George Barnes, ganadora de un premio de la Academia, Rebeca nos muestra elementos que lo sustentan como la decoración de Manderley, las puesta en escena con detalles de sobra, y la iluminación necesaria para añadirle o restarle color a cada escena dependiendo de lo que buscaban comunicar. Siempre con un toque de música que adornaba cada situación a la perfección, resaltando el suspenso sobre todas las cosas. Asimismo, los enfoques y close ups en la cara de Mrs. De Winter, te invitaban a experimentar con ella sus sentimientos, recurso que podía incluso llevarte a la desesperación por tanta angustia y sufrimiento abundantes en sus expresiones faciales. Y se dijo que éstos últimos eran reales, ya que su co-protagonista, Laurence Olivier, trató horriblemente a Fontaine durante la filmación y el director aprovechó la situación para hacerle creer que


toda la producción la odiaba y así lograr que la actriz se metiera realmente en su papel, consiguiendo una interpretación espectacular como la que hizo. Aunque Alfred Hitchcock usualmente juega con sus personajes y crea tensión en sus películas (como en Vértigo al matar a uno de sus protagonistas a medio film) y sorprendiendo siempre al espectador, puedo decir que Rebeca, basada en la novela de Daphne du Maurier, fue su mejor experimento y el único en recibir un Óscar por mejor película, ya que consiguió mantener a una difunta presente todo el tiempo y en todos los planos pero sin mostrarla nunca. Aplausos.

Al final nada es más fuerte que el amor

Una vez más el director de cine Ingmar Bergman, logra captar la atención de sus espectadores, con su filme titulado Fresas Salvajes(1957). Esta magnífica película donde la trama principal se enfoca, a la viva memoria del protagonista y del presente existencial delirante y fantasioso. El tema dramático y psicológico, van de la mano del humor cómico y ridiculizado

entre los

personajes del

filme. Asimismo

la proyección de

los problemas del

pasado que

contemplan el

presente.

La eminencia en

medicina, el viejo


profesor Isak Borg (Victor Sjöström ), comienza un viaje hasta, la ciudad sueca, Lund. Lugar donde había pasado la mayor parte de su vida. La universidad le concede un homenaje al premio “Doctor Honoris Causa” por sus largos años de trabajo. Entre sus acompañantes del trayecto, Marianne(Ingrid Thulin), su nuera, Evald (Gunnar Björnstrand), su hijo, discuten sobre la decisión de tener un hijo. El viaje en carro le hace revivir muchos recuerdos a Isak, entre ellos el momento que se enamoró por primera vez en aquella casa donde daban fruto unas fresas salvajes.

Los recuerdos, no solo le hacían pensar la idea de lo que fue, sino de lo que ha sido y lo que le esta permitiendo conocerse ahora más a sí mismo. Constantemente se presentaban flashbacks que lo trasportaban a las conversaciones emocionales del pasado.

Lo usual de la fotografía de Bergman, como podemos apreciar, son aquellos encuadres persuasivos y los planos cortos sensitivos. La puesta en escena repetitiva, para que no nos perdamos en la esencia de lo transmitido. Este filme conlleva en su narración lo emotivo, rebuscando a lo delirante y a los temas humanos. A través de los personajes se proyectan los sentimientos de soledad, amor, perdón, la muerte y la vida.

Los sueños del profesor, son unas de las bases muy importantes de la película. Aparecen de forma cambiante; antes, durante y después del viaje. Le hacen revivir aquellos momentos donde convivía con personas que le hacían ser feliz y donde él pensaba que su vida tenía sentido.


El actor principal, Isak demuestra en su actuación ser un hombre de sentimientos cerrados, su madre que todavía vive le pide compañía, su nuera Marianne protección y las demás personas lo ven como alguien honrado y de respeto. Pero lo que él en verdad siente, le cuesta transmitirlo.

La madre de Isak y la abuela de Evald es fría y prepotente, pide que sus hijos y nietos la visiten constantemente, ya que esta en los últimos años de vida. Isak llega a sensibilizarse y empieza a ver que debería de aprovechar esos momentos de vida.

Nos podemos dar cuenta que la película es una vía que recorre, la cronología de una familia doctrinada donde cada uno de los personajes heredan su severidad. Por parta los personajes femeninos de esta historia surrealista, son las mujeres que hacen entrar en razón sentimental a sus maridos u hombres. Bergman enseña el típico estereotipo machista, pero hace hincapié de defender a lo bello y a lo prepotente que es, la mujer.

Algo muy notorio en los diálogos es como se tutean los personajes. Entre ellos se dirigen el uno al otro, de usted. Los esplendidos atuendos usados por los personajes, conectan a la época conservadora.

Fresas Salvajes(1957) es el filme de Bergman sobre la existencia humana y como le damos vida. El director, consigue una obra sublime, simple y directa, que nos envuelve y nos hace pensar sobre los temas que hoy en día preocupan.


A través del personaje de Isak Borg, Bergman comparte por medio de su libro Imágenes (2001) lo siguiente : “Modelé una figura que exteriormente se parecía a mi padre pero que era enteramente yo”. Bergman, en los años que dirigió esta película, obtuvo mucho éxito, ya que era cuando el mercado recibía este tipo de películas. Al igual con sus otras obras internacionales, como Un verano con Mónica (1953) , Sonrisas de una Noche de Verano (1955) y un gran clásico del cine universal, El Séptimo Sello (1957).

Fresas Salvajes: la nostalgia de muerte

Sin duda alguna todos nos hemos preguntado alguna vez cómo será el fin de nuestras vidas, con quién nos quedaremos, a quién dejaremos y quién no estará ya. De esta manera, el director y escritor sueco, Ingmar Bergman, es como nos presenta en una de sus mejores obras maestras la idea de la insoportable melancolía de la muerte, donde Bergman nos lleva a recorrer la historia de vida de su personaje principal.


Fresas Salvajes (Ingmar Bergman, 1957) narra la historia del reconocido doctor Isak Borg (Victor Sjöström), quien reside en Estocolmo pero recibirá un reconocimiento en la Universidad de Lund debido a su labor profesional a lo largo de 50 años, por lo que decide viajar en automóvil en compañía de su nuera Marianne (Ingrid Thulin), la esposa de su hijo Evald (Gunnar Björnstrand). A lo largo de su viaje hacia Lund, se van encontrando en el camino a ciertas personas que le generan vívidos recuerdos a Isak, que lo harán vivir un drama introspectivo y sentimental donde se enfrentará con su yo más íntimo.

Primeramente, algo importante a destacar es el uso que hace Bergman del pasado y el subconsciente, en donde su magnífica estrategia de insertar los sueños en la narrativa nos genera una sutil barrera entre el sueño y la realidad. El primer sueño de Isak, en donde presencia su funeral, marca el principio de esta narrativa lineal con regresiones que nos lleva a hacer una retrospección entre lo que Isak vivió y lo que lo sigue persiguiendo hasta la actualidad.

Este filme dramático, aunque se centra en el principal protagonista, es una película de sentimientos encontrados que tiene su principal sustento en los demás personajes, quienes aportan algo esencial en este viaje de madurez que Isak emprende. Un claro ejemplo es Bibi Andersson, quien representa esta doble personificación entre Sara, la joven que Isak se encuentra en el camino y sube a su vehículo, misma que le recuerda a la Sara de su pasado, también personificada por Andersson, quien fue el primer amor que le rompió el corazón a Borg.


Indiscutiblemente Victor Sjöström es se quien roba las cámaras y envuelve el simbolismo de la historia, pues a sus 78 años hace una estupenda labor al representar un viejo gruñón, también de 78 años, que a lo largo de la narrativa se ve obligado por parte de los demás personajes del pasado o del presente, a cambiar su manera de ser con la finalidad de representar todos y cada uno de los sentimientos que el guión le exige plasmar, además de que el monólogo y diálogo narrativo que se carga a lo largo de la película es punto clave para el excelente desarrollo que tiene la narrativa. Por otro lado, creo que le faltaron minutos en pantalla al personaje de Ingrid Thulin, pues pudimos haber visto mucho más de esta entusiasta e intrigante acompañante.

Con tan solo 39 años, Ingmar Bergman logró dirigir una obra maestra que muchos críticos aseguran es una película esencial en la historia del cine. Los planos que muestra son largos y cortos, sin duda llenos de escenarios y fotografía de paisajes hermosos de su país natal. Vemos muchas tomas en planos generales, planos medios, full shot y medium close-ups, y en escenas de gran peso narrativo, como el sueño del funeral de Isak o el accidente en carretera, es más común el uso de close-ups y extreme close-ups. Asimismo, el uso de sonido extradiegético, que en su mayoría es música o la voz narrativa de Isak, termina por culminar la perfecta armonía de los elementos cinematográficos de este filme.

Fresas Salvajes es constantemente comparada con El Séptimo Sello (1957), otra exitosa película que el director realizó en el mismo año, y que a pesar de la aclamación internacional de ambas, nada se podrá comparar con el trabajo de Bergman en la primera, que lo llevó a recibir el Oso de Oro en Festival de Cine de Berlín, un Globo de Oro como mejor película extranjera y una nominación a mejor guión original en los Óscares.


UNA GUERRA LOCA Durante la época de la Guerra Fría, Stanley Kubric reflejó en su película Dr. Strangelove un posible final del mundo. Mostrando las consecuencias de lo que podría traer consigo el seguir en guerra. El director estadounidense partió un momento importante en su carrera con las películas Espartaco (Stanley Kubric, 1960) y Lolita (Stanley Kubric, 1962), donde después de estos dos grandes éxitos captó la atención de la audiencia y dio un gran salto en su carrera. Con cuatro actores fue como Kubric tuvo que comenzar a filmar a causa de problemas económicos. Peter Sellers interpretaba al capitán Lionel Mandrake, el oficial británico que estaba de intercambio, Merkin Muffrey, presidente de los Estados Unidos y al personaje por el cual el director decidió titular película es por científico nazi, Dr. Strangelove.


También estuvo presente el actor George C. Scott, para el papel de ´´Buck´´ Turgidson, Sterling Hayden interpretando al General Jack D. Ripper y Slim Pickens como el mayor de la fuerza aérea. La historia comienza cuando el general Jack D. Ripper da órdenes de encender la alerta en la base para que todos se dirigieran a Rusia para hacer un bombardeo. Avisan al presidente de Estados Unidos en la amenaza que se encontraban, ya que si Rusia era bombardeaba el Arma Definitiva detonaría hacia el fin de la humanidad. Una comedia que desde mi punto de vista se considera inteligente pero no divertida. Su tono oscuro y sus personajes impulsivos. El uso de música se refleja en escenas importantes. Es una parodia de película de guerra, burlándose de los generales de forma irónica, sarcástica, pero resaltando la burla al patriotismo representativo del país. La guerra es muy grande para las personas. Son muy pequeños en cuanto a lo que podría pasar si se desencadenara este suceso.

https://www.youtube.com/watch?v=-JOCIi3oDsc&t=2s


ON THE MAKING: detrás de cámaras

Martin Scorsese en Taxi Driver

Joseph Mankiewicz en All About Eve Francis Ford Coppola en El Padrino

Ingmar Bergman en Persona

Alfred Hitchcock en Vértigo Stanley Kubrick en The Shining


Asghar Farhadi en Una Separación

Zhang Yimou en Linterna Roja

Win Wenders en La Sal de la Tierra

“RELIGIÓN Y ALGO MÁS” Estación Central, nominada al Oscar a la mejor película extranjera del año 1998. Dirigida por el director brasileño Walter Salles quien ama plasmar en las pantallas temas como la búsqueda de identidad y exilio. Una película en la que Salles transmite un sentimiento agradable y fresco a pesar de la pobreza que se muestra. La película comienza su historia en los pasillos de la estación central de Brasil en Río de Janeiro, donde Dora, una maestra un poco grande de edad, fría y amargada, mantiene su día a día escribiendo cartas que las personas analfabetas le dictan con sentimientos profundos para seres queridos. Ella, viendo rostros distintos todo el tiempo con una mirada de desprecio y una actitud poco agradable, llega a su casa en las noches fatigada a romper las cartas y relajarse un poco.


Una mujer cliente de Dora muere atropellada por un autobús al salir de la estación. La maestra al percatarse de tal suceso, aprovecha la situación y decide llevarse al niño huérfano llamado Josué con ella a casa, para después venderlo y poder adquirir una televisión. Su mejor amiga, quien se había encariñado con el niño, le echa en cara lo egoísta que es, dejando un sentimiento de culpabilidad en Dora. La maestra recapacita y decide ir en busca de Josué para así llevarlo con su padre. Conforme va pasando el viaje van teniendo una relación distinta a la del inicio. Josué pasa de odiar a Dora a tener un sentimiento de cariño hacia ésta. Mientras que Dora llena el vacío en su corazón con Josué. Así los personajes se acercan cada vez más para aprender una lección de vida. A través del análisis de la fotografía y momentos importantes, se mostrará como la película Estación Central es capaz de mostrar un cambio total en los personajes. Al inicio la película nos presenta a los personajes solos, pero los lleva al amor y los valores religiosos que se encuentran escondidos dentro de ésta. A lo largo de la historia se muestran las diferentes ciudades de Brasil y la pobreza en la que vive el pueblo. La película pertenece al género dramático, por la tensión y tragedias vividas por los personajes. Llega a plasmar problemas de la sociedad brasileña y representa varios de sus conflictos. Cuenta una historia que no se espera al principio, Dora representa indiferencia, una cultura de individualismo, es cínica y tiene las características de una persona amargada. Representa una persona que necesita cambiar, mientras que Josué es representado como la persona del cambio, la persona que después de la muerte de su madre, trata de guiarse hacia una propia historia con mucha ilusión al querer estar con su padre. Así es como Estación Central va evolucionando de un comienzo donde existe mucha indiferencia y egoísmo hasta llegar un final donde encuentran afecto y solidaridad. Una de las primeras escenas que es el quiebre de lo cotidiano hacia un comienzo de viaje para Dora y Josué es la muerte de la madre, porque sin esto Dora no hubiera recibido a Josué para cambiar su vida por completo. Es aquí donde se revela también el aspecto religioso.


Se hace referencia hacia ella, una persona que no tiene a Dios en su vida. Es decir, como si no ´´estuviera bautizada´´ y Josué, de forma indirecta, le va a enseñar en el camino, lo que es el amor buscando a José, su padre. Esto se puede interpretar como Josué llevando a Dora a un padre en el sentido religioso. El director de la película trata de incluir muchos aspectos religiosos en el film de manera respetuosa, desde las primeras escenas donde se puede ver una capilla pública ubicada en la estación, el camionero simpático evangelista quien llevaba la frase «Todo es cuestión de voluntad; sólo Dios tiene el poder» hasta situaciones impuras como cuando Dora tomaba ciertos bocados de la tienda en una de las paradas con el camionero. Otro de los momentos representativos se presenta cuando el niño comienza a rezar en la estación viendo una Virgen. Muestra la fe que le tiene a su religión. No se sabe en sí lo que está pidiendo pero conforme pasan acontecimientos difíciles donde se podría pensar que ya no hay vuelta atrás siempre termina salvándose y esto, se puede interpretar, gracias a la fe. En cuanto a la escena a la llegada al Santuario, se nota como el pueblo tiene de igual manera una fe popular, con imágenes exageradas, con muchas velas y canciones religiosas. Es cuando Dora, al pelear con Josué se desmaya y al despertar los dos lo hacen siendo personas distintas, ella despierta con un


corazón

nuevo

y

él

con

ganas

de

quererla

más.

Un elemento fotográfico muy distinguido en la película es en la casa de Dora. Josué entra y mira la televisión, va caminando y su atención es llamada por una imagen del

paisaje a través de

una

de

las

ventanas. Es ahí donde un tren va pasando y toma un cierto significado a la travesía que pasará Josué para estar con su padre. Después guía su mirada hacia una pintura de una casa de campo, esta imagen representa ese lugar donde el niño quiere estar, la casa de su padre, su mundo ideal.


El cine y en particular esta película, contribuye de una manera indirecta al acercamiento a las personas que se encuentran distantes, personas que se consideren enemigos tengan una pronta reconciliación, la creación de un dialogo donde se encuentre el valor del respeto, la relación entre diversas culturas, guiándose hacia la solidaridad y un camino duradero. Esto de forma indispensable para ir hacia un mundo lleno de paz.

“ Todas para uno y uno para una” El filme de origen chino del año 1991, dirigida por del director Zhang Yimou, Linterna Roja, nos relata una historia dramática y amorosa sobre la vida de las mujeres chinas y su manera de ganarse el amor de un hombre que supuestamente te lleva al poder y a lograr un estatus social y muchos privilegios. Son mujeres obligadas por sus padres a contraer matrimonio con un señor poderoso y rico que no aman, y que aparte tienen que ganárselo compartiendo la relación con otras tres mujeres más. Esta es una de las películas calificadas como la más llena de contenido histórico del director Zhang Yimou. De la película se analizarán algunos de los aspectos cinematográficos que lo componen, como son sus puestas en escena, el sonido, los planos, entre muchas características más. Uno de los aspectos que destaca mucho el directo, son las tonalidades de los colores. Utiliza un extravagante rojo para iluminar uno de los temas importantes de la película. A través de las tomas, nos da la impresión de dejarnos llevar por ese color tan vivo y junto con la ayuda de los encuadres cuidadosos, milimétricos y simétricos, se llega a complementar esta gran película. El lugar donde se narra la historia, es un parecido a un tradicional palacio chino. Dentro de este habitan más personajes femeninos que masculinos, también notamos un encuadre que muestra cuatro casas, estas que son de las dichas concubinas o señoras. A la vez se pueden observar unos tipos de pasillos rusticos, habitaciones para las sirvientas, el comedor donde comen todos los días y sin olvidar una gran azotea que caracteriza la libertad contra la crueldad. Si bien, como dice el titulo Linterna Roja, el color rojo es lo que queremos


enfocarnos en este ensayo. Qué es lo que en realidad representa este color ante los sucesos de la película y como es representado ante la sociedad ancestral. A través del análisis de la fotografía y de la puesta en escena, demostraré cómo el film muestra un argumento de la genealogía de las costumbres familiares chinas. Al mismo tiempo que su puesta en escena expone un contexto tradicional de tiempos pasados. En cuanto al guión o narración, las mujeres que aparecen en pantalla, están en constante pleito por conseguir el puesto más alto. Interpretando su actitud, llenas de egoísmo y obras macabras entre ellas luchan por conseguir lo que quieren. Un ambiente de locura en la mente y cuerpo, desde lo psicológico hasta lo ético. Este color rojo, representa una luz que propaga las características de muerte, pasión o poder. El vestuario y el montaje en general de la puesta en escena es magnífico. Toda esta creación artística, va de la mano con el importante mensaje emotivo y social de la película. El sonido, emite esa sensación de preocupación y alteración psicológica, en especial en las escenas de la cuarta y última dama. En la parte donde ve como su compañera ha sido matada, al igual que en las partes donde no quiere seguir las reglas impuestas por la familia y los múltiples casos de desobediencia de las concubinas hacia ella y sin olvidar los momentos aterrorizantes de temor ante las otras señoras. Lo más hermoso que podemos notar en la fotografía, son las cuatro estaciones del año, muy marcadas. En la época invernal, observamos como los colores son presentados en tonalidades azules y como cae la nieve sobre los tejados de las casas. En verano, como el calor mata a los personajes de sudor y el sol es muy fuerte. Así como también la delicada primavera y sus colores tenues. Comúnmente el cine asiático, acostumbra a usar tomas fijas, no suelen hacer uso de la cámara en movimiento al personaje. Sin embargo, la fotografía y sobre todo las luces, les ayuda mucho para que sus escenas sean impecables. Los planos a detalle se notan especialmente cuando muestran las reacciones faciales de los personajes ante sus antagonistas. Al igual que los pequeños


detalles de los objetos típicos de la cultura oriental. Las famosas linternas rojas, eran colocadas o colgadas por los sirvientes de las casas, en representación a que el señor y amo, está pasando la noche en la casa de cierta señora. No solo significaba esto, sino que también significaba respeto y prioridad entre las otras mujeres. Al mismo tiempo que les daba privilegio de elegir el menú del día, y eran dichosas de disfrutar por parte de las criadas un masaje en los pies.

La mayoría de los planos, los podemos ver de forma estética. Se muestra el contexto completo de la puesta en escena, donde destacan las lámparas rojas, la estética de las casas, el comedor, las habitaciones y los tejados. También podemos notar los primeros planos, que provocan un largo silencio y hasta te da


tiempo de apreciar la puesta en escena y lo que está sucediendo conforme a esta. La actriz principal, Li Gong, proyecta un papel donde las características de odio, orgullo y locura predominan. Lo principal que envuelve al contexto de la película son las múltiples manipulaciones, las envidias y los celos.

En conclusión, no necesariamente el filme quiere llegar a involucrar a los espectadores en el tema machista de la cultura china. Yo creo, que también va más allá, de analizar y sorprenderse de cómo las mujeres, en este caso, sacrificaban su libertad para vivir de una manera más privilegiada. Pero no era lo único que sentían, también el hecho de que están viviendo de una manera miserable, dando todo por conseguir lo que otros desean. Un gran trabajo por parte del director en cuanto a la belleza de los escenarios y vestuarios, junto con esa chispa melodramática de la narración. A pesar de que son ideas que encarnan la esclavitud y la libertad, la historia es presentada de manera artística, con un lenguaje lleno de conocimientos históricos.

“La otra cara del Río de Janeiro de postal” Al pensar en Brasil lo primero que se viene a mi mente es samba, carnaval y fútbol. Las postales de Río de Janeiro muestran la bellísima Copacabana o al imponente Cristo Redentor. Desde otras partes del mundo este país sudamericano es visto como el paraíso tropical, pero dentro de él se vive otra realidad.


A partir del siglo XIX y debido a una crisis de vivienda en Río de Janeiro, los soldados provenientes de la Guerra de Canudos decidieron construir sus chozas en la colina más cercana, dando así origen a las primeras favelas. (Espinoza, 1997) Desde su creación, las favelas han mantenido una reputación de crimen y violencia, pero no se sabía mucho al respecto de las vivencias en su interior, hasta que Fernando Meirelles decidió plasmar la realidad de dichos suburbios en la pantalla grande. Ciudad de Dios es una película de 2002 basada en hechos reales. Tan reales que la producción tuvo que pedir permiso al líder de una favela para poder filmarla y no correr peligro. Fue adaptada de la novela de Paulo Lins y llevada al cine con actores contratados en la favela, otorgándole el realismo que caracteriza a la historia. A través del análisis de la narrativa y puesta en escena, demostraré cómo la película Ciudad de Dios expresa la sensación de que la violencia es el único modo de vida en las favelas y el realismo con que lo presenta. Ciudad de Dios presenta una historia lineal con regresiones, contada por Buscapé, en la que se ramifican varias historias basadas en diferentes personajes, que culminan en la guerra entre dos bandos por obtener el control de su favela. Desde el inicio de la película, cuando Shaggy, un chico de alrededor de 16 años, empieza a dominar un balón de fútbol, lo lanza al cielo, saca su pistola, le dispara y lo revienta, y los niños que lo rodean comienzan a celebrar por el acontecimiento, convirtiendo la cancha de fútbol en una fiesta alejada del deporte, el director nos sitúa en la violencia que se llevará a cabo a lo largo del film.


A pesar de que en un principio se muestra que utilizan la violencia para sobrellevar las condiciones de vida que tienen y se escudan en que actúan así por “buenas causas”, como llevar el sustento a sus familias o repartir el dinero robado entre la comunidad, conforme la película va avanzando se revela el “verdadero yo” de los maleantes, que terminan haciéndolo por hambre de poder o supervivencia, más que por la necesidad inicial. El primer indicio de que el crimen es la salida que toman los habitantes de Ciudad de Dios es que todos los personajes están relacionados entre sí como familiares o amigos, compartiendo costumbres y siguiendo el mismo estilo de vida. Bené, quien terminará siendo mano derecha de Zé Pequeno, es hermano de Shaggy, el personaje mencionado al inicio y quien inculcó ese camino de violencia en su hermano menor. Por su parte, Zé Pequeno, protagonista de la cinta, desde niño mostró que quería la violencia como modo de vida, ya que seguía a los delincuentes mayores a todos lados, pidiéndoles oportunidades para triunfar en el negocio y aprendiendo las bases del mismo, convirtiéndose después en el respetado líder de Ciudad de Dios con Bené como su compañero fiel. Alrededor del minuto 00:42:00 aparecen tomas de Zé Pequeno con cara de placer y satisfacción matando a gente, demostrando que la práctica de la violencia se


disfrutaba y traía felicidad.

Cabe recalcar que Ciudad de Dios sigue un ritmo acelerado con presencia de tomas cortas y una edición impecable que logra introducir al espectador en el tono entrecortado y frío de la historia, que aunque podría categorizarse como acción, nunca deja a un lado el humor y la alegría característica de Brasil. El negocio de las drogas en las favelas es representado muy claramente cuando Buscapé cuenta la historia del “departamento”: Doña Zelia empezó a vender droga ahí para mantener a sus hijas cuando su esposo murió, posteriormente su cliente Big Boy se apoderó del lugar, y tiempo después al ser éste encarcelado, Cenoura, uno de sus dealers se quedó al mando. De esta manera, se puede concluir que el negocio no para, sino que sólo se pasa a manos de alguien más. Cenoura, es pieza fundamental de esta historia, ya que por su papel en la película iniciará la guerra entre su bando y el de Zé Pequeno. En un principio, podemos observar que ambos eran respetados y admirados por la gente de la favela, cada uno tenía su zona y no había problemas, hasta que Zé


Pequeno, agresivo por naturaleza, empieza a provocar a Cenoura y éste en un intento de asesinarlo, termina por matar a Bené, el maleante más “bueno” y querido de Ciudad de Dios, desatando así la guerra entre sus bandos. Con esto, se desencadenan dos premisas: 1) En la favela el único modo de arreglar los problemas era ejecutando a aquellos que estorbaran su camino. 2) La admiración y respeto que los habitantes “honestos” de la favela le tenían a los criminales, fomentaba el deseo de formar parte de ello. La corrupción constituyó parte también de la trama, ya que los líderes de la favela tenían a los policías “comprados”, demostrando que la violencia era algo común y permitido, lo que lo hacía más atractivo para que los jóvenes se unieran, sin mencionar la facilidad con que adquirían las armas para sus andanzas. El hecho de que la historia sea relatada por Buscapé le otorga el realismo a la película, ya que él es uno de ellos, habitante de Ciudad de Dios, testigo y parte de los actos, el único que no tomó la violencia como camino, pero que se lo mostró al

mundo. Además de ésto, el manejo de la cámara es imprescindible en la verosimilitud de la historia, ya que expone la película como un tipo de documental. Meirelles decide usar la cámara en mano en las tomas, acompañando a los personajes de distintos ángulos, sin seguir un estilo “formal”, incluso cortando del encuadre la cabeza de los personajes y haciendo zoom ins muy abruptos.


Los movimientos de cámara eran muy rápidos, confusos, con tomas cortas y aceleradas que adornaban la velocidad con que todo se hacía y la precaución que caracteriza a las películas de acción. La puesta en escena de Ciudad de Dios le otorga también el realismo para la recepción de la violencia como el único modo de triunfo o supervivencia. Los ambientes siempre eran muy sucios y feos, alejándose del Brasil paradisíaco del que se tiene conocimiento. Los suburbios presentados en las favelas daban la impresión de que la fuerte carencia económica desataba el optar por el crimen.


Y aunque tomaran el crimen como opción, sus condiciones de vida no mejoraban mucho. Esto se podía notar en el apartamento de Bené y Zé Pequeno, que a pesar de ser los más ricos de la favela, habitaban en una vivienda destruida y con espacios reducidos. Las escenas nocturnas solían ser muy oscuras, únicamente con la luz de la noche o de algún poste como fuente de iluminación, resaltando el sudor facial que se observa en los personajes a lo largo de la película, recordándonos que a pesar de todo, sí seguíamos en Brasil y reforzando el estilo documentalista de la cinta.


A pesar de mostrar la otra realidad desconocida de Brasil, logró mantener la esencia de ser un país “vivo” durante los 130 minutos, ya que aunque todo el tiempo hubiera gente matándose entre sí, también exhibía en el fondo a otras personas riendo y sonriendo, a pesar de las condiciones de vida que tenían. Ciudad de Dios expone todos los argumentos analizados que terminan arrastrando a la delincuencia hasta a los más pequeños, niños que desde los 6 años buscan unirse a algún grupo criminal, tal como lo comentaba uno de los personajes más chicos del film: “Fumo marihuana, inhalo cocaína, ya maté, ya robé… Ya soy un hombre.” Al final de la película, Cenoura y Zé Pequeño pierden el control del negocio, pero los pequeños se apoderan de él, siguiendo el estilo de vida característico de las favelas.


Aunque fueran maleantes, los personajes siempre estaban sonriendo, orgullosos de ser delincuentes, con esa alegría peculiar de Brasil, porque al fin y al cabo la Ciudad de Dios queda a unos kilómetros de Río de Janeiro.

“No” La exitosa película del cineasta, productor y guionista chileno, Pablo Larraín, fue una de las películas nominadas al Oscar como Mejor Película de habla no Inglesa en el 2013. El filme nos invita a retomar un vistazo al pasado decisivo de Chile, en el año de 1988, cuando después de 15 años de dictadura por el general Augusto Pinochet, se convocó a un plebiscito en el que el pueblo chileno tenía la oportunidad de votar por el futuro de su país. Larraín encuentra la manera adecuada para representar un cine reflexivo y entretenido a través de una película escénica, original y atractiva, que más que relatar lo ya sucedido, muestra a través de imágenes y montaje una alegoría del Chile del pasado, en relación directa con el Chile actual. El argumento principal en el que Larraín se enfoca es en la campaña publicitaria del No, y como es que a través de ésta y de René Saavedra (Gael García Bernal), el líder y encargado de la campaña, se fueron creando estrategias en las franjas publicitarias de 15 minutos para ambas posiciones políticas, a pesar de las adversidades entre ambos y la desventaja que llevaban tras enfrentarse contra el mismo gobierno. A pesar de que la cinta es un recuento histórico y que, por ende, ya se sabe que termina ganando el No, el director logra entretener al público y adentrarlo en el misterio, el miedo, el suspenso, la violencia y los peligros que tuvieron que enfrentar los partidarios del No, con tal de defender el futuro de sus tierras, en donde se plasman cuidadosa y estratégicamente los videos publicitarios originales de ambos y donde queda la incertidumbre durante el desarrollo de la película de


qué bando es el que muestra superioridad a través de sus 15 minutos legales en televisión nacional. El presente ensayo tiene como propósito demostrar la manera en la que Pablo Larraín encarna de la forma más natural este plebiscito nacional de 1988 y cómo es que, a través de un análisis del estilo cinematográfico, la puesta en escena del filme, los sonidos, y la edición, sí logra creerse una película filmada y producida en el mismo año de 1988, en vez de una película adaptada al pasado pero producida y filmada en el moderno año 2012. Desde el inicio de la película, al presentarse las hojas pasar para que el espectador observe la leyenda sobre la cual se basa el argumento de la cinta, se puede apreciar que la imagen es un tanto borrosa, las letras negras parecieran estar desincronizadas y filtradas con colores rojos y azules para dar un efecto de que necesitan ser leídas con gafas anaglíficas, para leerse en 3D, más o menos como se veían las películas utilizadas con cámaras antiguas.


La imagen principal en pantalla abre con la cara de René Saavedra en close up, mientras habla para presentar su más reciente trabajo. Cuando la cámara está grabando la reunión y lo que sucede en ella, da la noción de que es una videocámara casera, con cualquier individuo grabando detrás de ella, por los movimientos bruscos que produce y la evidente falta de tripié para mantener la imagen firme. La primera vez que nos fijamos más en la puesta en escena también es al principio, cuando se enfoca a la televisión Sony de los 80’s y la videocasetera para reproducir el comercial de la bebida “free”. Este video comercial original que vemos –siempre a través de la pantalla con mala resolución– es escogido y montado por Larraín porque es representativo del espacio en la que se desarrolla la película, nos hace recordar en aquellos comerciales que Pepsi o Coca-Cola estaban produciendo en aquellos años, con música y vestimenta de la época. Asimismo, otra escena en donde se aprecia más el contexto del lugar en donde se desarrolla la película es en el minuto 14, cuando salen René y su hijo, Simón Saavedra (Pascal Montero), lavando su automóvil antiguo y posteriormente dentro de su casa, donde también sale una televisión de caja, decoración anticuada y aparatos electrónicos que ya no se utilizan. De nueva cuenta aquí vemos ese tipo de tomas ‘caseras’ con el zoom in a media grabación, los movimientos de la cámara al hombro y los cortes de edición seguidos de más zoom in.


En cuanto a los sonidos utilizados por Larraín, el audio de los personajes, de una manera inexplicable, también suena curioso, como si fuera un audio extraído de una película antigua, a pesar de ser audio original. Aunque hay partes específicas en la película en donde el director sí recurre a material auditivo original, de hecho, casi al final de la película, en el 1:46:00, la corresponsal de las noticias que sale en la televisión le está haciendo una entrevista rápida al general Matei de las Fuerzas Armadas, y cuando el general responde se nota de inmediato que es audio original recopilado por el director, que aprovechó para embonar en la narrativa de la película. “Larraín crea una estructura narrativa con exquisitas intervenciones metadiegéticas, en que tendremos a los propios participantes del plebiscito de 1988 (Patricio Aylwin y Patricio Bañados, entre otros) unificados en escenas de ficción y extractos de la campaña publicitaria original, a través del montaje” (Ortega, 2012). Por otra parte, las ediciones utilizadas por Pablo son un poco raras a mi parecer, utiliza jump-cuts que mantienen el seguimiento del audio mientras René habla, pero no mantienen cohesión ni coherencia en cuanto a lo visual. En el minuto 29 es muy claro cómo visualmente pasan varios minutos entre las tomas, sin embargo la plática entre los personajes es fluida sin estos espacios de tiempo, lo que hace un estilo de edición antiguo o anticuado, sin apegarse a lineamientos que se

emplean en el cine actual.


A esta escena le prosigue ésta:

Finalmente, en conclusión, el estilo de fotografía antigua, de los sonidos en la película, de los montajes, y principalmente de la puesta en escena, por ejemplo, la vestimenta, son los factores que unidos y montados en perfecta sincronía y armonía hacen que la película de “No” parezca en su totalidad a una película de la época a la cual alude ser, concluyéndose exitosamente el objetivo del filme de Larraín, persuadir al espectador para que éste se adentre y se vea envuelto en el contexto de la historia y que más allá de ver una película, viva en directo este acontecimiento histórico tan importante para la sociedad chilena y para el mundo.


1. Ciudad de Dios: En esta película se encuentra el hecho de que la mayoría de los actores que protagonizaron no eran profesionales, sino personas de

reales. 2. Taxi Driver: En esta pelicula se gastaron 1,8 millones de dólares, aunque no parezca. Scorsese cobró 65.000 dólares, el guionista Paul Schrader 35.000 dólares y Robert De Niro 35.000 dólares, cuando podría ganar medio

millón

fácilmente

por

cualquier

otro

trabajo.

3. All About Eve: Es una de las películas con más nominaciones a los Oscar, igualándose con Titanic, siendo 14 los premios. Este film se basa en una


experiencia real de la actriz Elisabeth Bergner cuando interpretaba la obra

¨The Two Mrs. Carrolls¨. 4. El Padrino: Las personas que acosaban a Alvy Singer eran extras en El Padrino,

personas

de

la

Cosa

Nostra.




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