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Taberna Los Gallos

ESCRIBE: Ana S Diéguez crítica gastronómica

Taberna Los Gallos, más conocida por todos como simplemente Los Gallos, es probablemente uno de los sitios de moda de la capital. Incluso lo podríamos bautizar como el eterno "place to be" de Jorge Juan. Tras más de una década al pie del cañón, Los Gallos continúa ampliando un público fiel que no duda en volver. Por eso, siempre resulta conveniente reservar si queremos asegurar nuestra mesa.

Taberna Los Gallos, uno de los restaurantes con más encanto de la capital, nos abre las puertas de su encantador local en el exclusivo callejón de Puigcerdá. Una antigua casa de tres plantas reconvertida en un precioso restaurante donde los buenos momentos están siempre asegurados.

Sus artífices, el dúo compuesto por los simpatiquísimos Pepe Caldas y Carlos Arias, nos adentran en su casa, Taberna Los Gallos. Un coqueto restaurante donde comer francamente bien, y a precios más que razonables, en pleno corazón de la milla de oro madrileña. Un acertado concepto que explica que siempre que visitamos Los Gallos encontremos un agradable ambiente, divertido y distendido, a cualquier hora del día.

Al frente de los fogones del restaurante, el magnífico chef Félix Ortiz nos sorprende con una rotunda propuesta gastronómica que podemos pedir en forma de medias raciones, prácticamente a cualquier hora del día, porque la cocina de Taberna Los Gallos abre de forma ininterrumpida.

En esta ocasión, acudimos a Los gallos para probar algunos de los nuevos platos que han incorporado en su apetecible carta. Comenzamos saboreando la original ensalada Los Gallos, que Félix prepara con canónigos aderezados con vinagreta de granada y piñones, queso parmesano y jamón crujiente. Una receta colorida, ligera y saludable, que nos condujo al formidable queso majorero a la plancha con miel de palma. Una delicia en toda regla, que compartió protagonismo con unos riquísimos chipirones a la andaluza que siempre saben a poco (merece la pena pedir la ración completa).

También probamos el maravilloso steak tartar que acompañan con unas riquísimas patatitas fritas caseras y un original helado de mostaza de Dijon que nos pareció un rotundo acierto. Terminamos con el Mayoral, un seductor plato a base de lascas de solomillo con rúcula y queso parmesano que es una verdadera maravilla.

De postre, nos decantamos por su curiosa versión de la tarta de queso que en Taberna Loa Gallos preparan en versión mousse y la acompañan de un maravilloso helado de galleta. Atrevida, original y riquísima, tenemos claro que volveremos muy pronto a Taberna Los Gallos para volver a saborearla.

Taberna Los Gallos lleva ya una década haciendo ruido en una de las zonas más exclusivas de Madrid, el callejón de Puigcerdá. Un restaurante ideal donde comer de fábula y pasarlo bien a precios muy razonables...

¿Qué más se puede pedir?

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